Este documento analiza cómo Plutarco de Queronea abordó el mito fundacional de Roma en su Vida de Rómulo a fines del siglo I d.C. Plutarco, como intelectual griego que vivía bajo dominio romano, buscó legitimar el poder imperial romano a través de este mito, al mismo tiempo que preservó su identidad griega. Su relato incluyó elementos míticos sobre los orígenes de Roma y justificó la expansión romana, legitimando el orden social imperante.
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Este documento analiza cómo Plutarco de Queronea abordó el mito fundacional de Roma en su Vida de Rómulo a fines del siglo I d.C. Plutarco, como intelectual griego que vivía bajo dominio romano, buscó legitimar el poder imperial romano a través de este mito, al mismo tiempo que preservó su identidad griega. Su relato incluyó elementos míticos sobre los orígenes de Roma y justificó la expansión romana, legitimando el orden social imperante.
Este documento analiza cómo Plutarco de Queronea abordó el mito fundacional de Roma en su Vida de Rómulo a fines del siglo I d.C. Plutarco, como intelectual griego que vivía bajo dominio romano, buscó legitimar el poder imperial romano a través de este mito, al mismo tiempo que preservó su identidad griega. Su relato incluyó elementos míticos sobre los orígenes de Roma y justificó la expansión romana, legitimando el orden social imperante.
Este documento analiza cómo Plutarco de Queronea abordó el mito fundacional de Roma en su Vida de Rómulo a fines del siglo I d.C. Plutarco, como intelectual griego que vivía bajo dominio romano, buscó legitimar el poder imperial romano a través de este mito, al mismo tiempo que preservó su identidad griega. Su relato incluyó elementos míticos sobre los orígenes de Roma y justificó la expansión romana, legitimando el orden social imperante.
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III Jornadas Nacionales de Historia Antigua
II Jornadas Internacionales de Historia Antigua Pgina 228
EL MITO DE ORIGEN DE ROMA EN EL RELATO DE PLUTARCO DE QUERONEA
Mara Leonor Milia Facultad de Humanidades y Ciencias, Departamento de Historia, Universidad Nacional del Litoral maleomi@arnet.com.ar
RESUMEN Hacia el siglo II, en las provincias del Imperio se han consolidado las lites letradas urbanas, cuya participacin en las distintas instancias del poder local es un fenmeno particularmente intenso en el rea griega. La mirada de Plutarco sobre Roma -sus primeros tiempos, su destino- est condicionada por la tradicin literaria preexistente, su adscripcin social y la autopercepcin de su identidad como griego dentro de la Romanitas. Su Vida de Rmulo incluye la concepcin del hroe, los componentes mticos relacionados con la fundacin y los primeros tiempos de la ciudad, as como la justificacin retrospectiva de la guerra de conquista, la expansin territorial y la asimilacin de las poblaciones vecinas y vencidas. Las representaciones volcadas en el texto integran un mito de origen, que contribuye a legitimar el poder del estado imperial y los valores socialmente jerrquicos dominantes. El poder de Roma en el presente vivido por Plutarco, es la prueba de que fue protegida para que haya llegado a ser lo que es: los dioses aparecen activos. Pero la criticidad griega plantea dudas al respecto y el pragmatismo romano concede lugar a la voluntad de los seres humanos, en particular a sus hroes revestidos de talento militar y poltico.
Hacia fines del siglo I y comienzos del II, en un Imperio consolidado, la romanizacin ha completado lo que haba sido un proceso impulsado por la conquista militar. La dominacin no se apoya solamente en el control territorial y poltico, sino tambin en la autoridad de una lite social y poltica que tiene en Roma la sede central de su poder. Una autoridad integrada en una sociedad jerrquica, cuyos sectores dirigentes estn intensamente compenetrados de un sistema de representaciones que asume y presenta el dominio romano como la Civilizacin y que son agentes de la construccin de la ideologa imperial. III Jornadas Nacionales de Historia Antigua II Jornadas Internacionales de Historia Antigua Pgina 229
En ese sistema ocupa un lugar significativo el mito fundacional, es decir un relato sobre los orgenes, ubicado en un tiempo lejano e indefinido, que encierra componentes fabulosos y que al relacionar hombres y dioses- sacraliza el pasado de una comunidad que encuentra en l un referente esencial de su identidad colectiva. Es tambin una herramienta para legitimar el presente, muy especialmente en cuanto al ejercicio del poder y a sus depositarios. El relato mtico es a su modo [] una historia que se utiliza y que se rehace. Una historia, tambin, que da forma a las acciones del presente. [] Perpetuamente reactualizado, el relato de lejanos erga pesa en las acciones del presente, que l inspira directamente, o bien cumple para los actores de la historia para su propio uso o para el de los dems- el papel de un modelo imperativo, que debe ser proyectado en la accin. Mientras relaciona los hombres con los dioses, conecta a los hombres entre s y hace posible presentificar el pasado. (Loraux, 2007: 59-61) 1
En el caso romano, tanto el ncleo central del mito como sus variantes han sido construidos en complejos procesos de conformacin de la memoria colectiva. Durante el Principado, reciben el respaldo expreso del Estado imperial, mientras que en su transmisin y conservacin juegan un rol fundamental los sectores letrados de la sociedad. Roma es urbs et orbis. Si bien en muy diferentes niveles, el ejercicio del poder en el territorio del Imperio es compartido con las lites provinciales ya consolidadas, constituidas por sectores dirigentes, urbanos por su residencia, por su actividad pblica y por el desempeo de los cargos de gobierno. Sus miembros participan en las distintas instancias del poder local, que ejercen por s mismos y en nombre de Roma. Su autoridad est arraigada en la tierra y en las relaciones sociales que sostienen la produccin y la distribucin de los bienes as como en el prestigio derivado del rango que ocupan y por su identificacin con la cultura letrada. Cooptados por el Imperio, portadores de los valores de la romanidad, se han constituido en agentes multiplicadores de los vnculos de subordinacin contenidos en la Pax Romana. En las ciudades del rea oriental, los miembros de esa lite, a la vez que comprometidos con el Imperio, estn activamente implicados en el proceso de recepcin de la
1 Las consideraciones de Nicole Loreaux al respecto de las relaciones entre los mitos de origen y la poltica en Atenas incluyen expresiones de alcance ms general, que pueden suscitar reflexiones que -salvando las diferencias- contribuyan a la interpretacin de otros casos. Al recordar a Levi-Strauss, manifiesta que [] nada se asemeja ms al mito que la ideologa poltica. (Loraux, 2007: ibdem) III Jornadas Nacionales de Historia Antigua II Jornadas Internacionales de Historia Antigua Pgina 230
cultura griega por la romana: defensores de la Romanitas, son tambin orgullosos portadores de la herencia greco-helenstica, en la que reconocen lo especfico de su identidad. 2
En este contexto se sita la obra de Plutarco de Queronea. Miembro de esos sectores letrados, partcipe activo de las instituciones pblicas, honorficas y religiosas de su tierra natal, viajero y maestro personalmente relacionado con los crculos dirigentes romanos, ciudadano romano l mismo, en su vida y obra se entrelazan la tradicin cultural griega y la propia de la Roma imperial. En sus Vidas Paralelas se presenta como autor de biografas moralizantes, orientadas a validar conductas que sostienen el orden social y poltico. Sus enunciados son portadores de valores funcionales a la estabilidad de una sociedad esclavista y jerrquica, en la que los bienes culturales estn destinados al disfrute de minoras pensantes y a la consolidacin de su autoridad y prestigio social. Esas Vidas son tambin [] una manera de explicar, de explicarse a s mismo, la situacin singular bajo la que viva. Plutarco opta [] por la defensa de una civilizacin greco- romana que tiende a abolir la alteridad que, para un griego, representa lo romano. Su propuesta, en el hecho de colocar frente a frente a un personaje griego y a otro romano, es [] cambiar la subordinacin por la cooperacin en un ideal compartido, y para ello necesita tambin el orden romano que es idealizado, como orden csmico. 3
Su concepcin del por qu y el para qu es necesario consignar la trayectoria de una vida, gua la seleccin y presentacin de los materiales que organiza y dota de sentido, extrados de las ms diversas fuentes literarias. Algunas son identificables, otras no; muchas estn hoy perdidas y slo son conocidas a travs de su obra. No siempre las cita expresamente sino que al utilizarlas sin diferenciarlas formalmente de su propio pensamiento, se est rigiendo por un concepto diferente al que hoy orienta a la produccin intelectual. La intencionalidad de la seleccin -expresa o latente- est condicionada histricamente por mltiples factores.
2 Uno, doble y mltiple: cada uno de estos trminos se aplica al Imperio romano dependiendo del punto de vista escogido. [...] El estudio del uno apenas permite poner de relieve la riqueza del doble y la originalidad del mltiple. Cierto que lo que constituye la unidad del imperio [...] reviste una importancia de primer orden. De ello depende la existencia durante ms de dos siglos de un espacio bastante seguro que [...] permiti la emergencia de una civilizacin basada en la herencia de Grecia y Roma y que merece ms de lo que a veces se piensa, el calificativo de greco-romana. Pues el uno ha engendrado el doble. Si bien el Imperio es romano, no es latino. El griego y la cultura por l vehiculada- [] es la otra lengua del imperio. (Sartre, 1994: 7-8) 3 Mestre, 2007: 16-17. III Jornadas Nacionales de Historia Antigua II Jornadas Internacionales de Historia Antigua Pgina 231
Las Vidas son biografas, es decir, pertenecen a un gnero literario que los antiguos diferencian de la historia. Desarrollada desde la poca helenstica, la biografa gira en torno a la vida de personajes notables, ya reales, ya cuasi-mticos, a los que la memoria colectiva ha atribuido un rol preeminente en el desarrollo histrico de una entidad poltica. No es historia en el sentido que entonces se asignaba al historizar, pero quienes practiquen el gnero, no pueden evitar referencias a aquella, ni puntos de contacto. 4
A partir de concepciones socialmente compartidas acerca de los orgenes de Roma, contrapone su Vida de Rmulo a la de Teseo, el tambin mtico fundador de Atenas. Ambas biografas forman parte de las Vidas Paralelelas, aunque la segunda est construida con materiales ms antiguos, en los que estn ms acentuados los componentes fantsticos del mito y la atemporalidad del relato. Su mirada coloca a las dos ciudades y sus respectivos fundadores en una posicin que, aunque por diferentes razones, resulta de dimensiones comparables. En sus criterios de comparacin subyacen el prestigio de una Grecia culturalmente superior y ms antigua y el de una Roma contempornea ms poderosa y extensa. En cuanto a ambos personajes, los elementos que fundamentaran la comparacin seran su origen, su presunta ascendencia divina, su valor, su prudencia y su talento poltico. 5
Aqu analizamos slo algunos elementos de la primera, en la que recoge y reelabora uno de los relatos ms estabilizados acerca de la supuesta fundacin y primeros tiempos [] de la invicta y esclarecida Roma []. Entre las diversas versiones que circulan acerca de los orgenes de la ciudad, la que desarrolla ms extensamente es considerada [] la relacin que pasa por ms cierta, y que tiene mayor nmero de testigos a su favor [] (Rm., III) 6 .
4 En la introduccin a la vida de Alejandro, Plutarco aclara expresamente que [] no escribimos historias, sino biografas []. (Alej., I) Acerca de los caracteres del gnero biogrfico en las Vidas Paralelas, ver Mestre, 2007: 17-21. 5 Por qu elegirlos? Porque [] he credo que el que ilustr a la brillante y celebrada Atenas podra muy bien compararse y correr parejas con el fundador de la invicta y esclarecida Roma (Tes., I). Y, contina, [] por ser uno y otro de origen ilegtimo y oscuro, hubo fama de que eran hijos de dioses; y que al valor reunan la prudencia. De las dos ms celebradas ciudades, el uno fund a Roma y el otro dio gobierno a Atenas [] (Tes., II). Adems, concluye, [] tuvieron uno y otro por naturaleza dotes polticas [] (Comp. Tes. y Rm., II). Es interesante la observacin de Francesca Mestre, acerca de que Roma necesita crear a sus hroes, en tanto que Grecia humaniza a los que siempre ha posedo. (Mestre, 2007: 24) 6 Plutarco recoge para su relato tradiciones que se remontan al menos al siglo VI a. C. No obstante, otros componentes del mito, que se refieren a Eneas y a Evandro, corresponderan a tiempos an ms remotos. (Cfr. Cornell, 1999: 81-99). Las fuentes que cita expresamente en la Vida de Rmulo, son Fabio Pctor y Diocles Peparetio; ste ltimo habra sido, segn l, el primero en escribir sobre la fundacin de Roma. III Jornadas Nacionales de Historia Antigua II Jornadas Internacionales de Historia Antigua Pgina 232
Rmulo, [] este nombre grande de Roma, que con tanta gloria ha corrido entre todos los hombres [] (Rm., I), es su mtico fundador, jefe guerrero y primer rey. En el texto se plasma un mito fundacional: los orgenes de Roma son los comienzos de la ciudad, pero tambin unos comienzos que simblicamente contienen, explican y preanuncian su destino. En ellos el autor cree advertir indicios valederos del futuro: proteccin de los dioses, triunfos en la guerra, ampliacin del territorio dominado, incorporacin forzada de poblaciones. Indicios que prefiguran un orden del mundo y constituyen fundamentos retrospectivos de un futuro que para el Imperio es el presente del poder universal. Aquel futuro es para Plutarco su propio presente desde el cual mira al pasado. Su texto expresa una mirada condicionada tanto por la elaboracin construida y transmitida por la tradicin literaria romana, como por su adscripcin social y su identidad como griego dentro del Imperio. Esa tradicin le plantea dudas pues percibe que la memoria, limitada por el tiempo transcurrido que oculta los hechos y por los intereses o debilidades morales, dificulta tanto la tarea del historiador como la del autor de biografas. No es extrao que [] sobre cosas tan antiguas ande vacilante la historia []. (Rm., XXVII) En su examen se advierten tanto el peso crtico del pensamiento griego como el slido sentido romano de la realidad: [] habiendo yo de escribir estas vidas comparadas en las que se tocan tiempos a que la atinada crtica y la historia no alcanzan, acerca de ellos me estar muy bien prevenir igualmente: de aqu arriba no hay ms que sucesos prodigiosos y trgicos, materia propia de poetas y mitlogos, en la que no se encuentra certeza ni seguridad []. Har por que purificado en mi narracin lo fabuloso, tome forma de historia; ms si hubiere alguna parte que obstinadamente se resistiese a la probabilidad y no se prestase a hacer unin con lo verosmil, necesitaremos en cuanto a ella de lectores benignos y que no desdeen el estudio de las antigedades.(Tes., I) Esta posicin de alerta frente a prodigios imposibles de constatar se observa, por ejemplo, cuando Remo relata a su abuelo materno Numitor lo que sabe de su origen: [] en este riesgo de la vida se nos han referido acerca de nosotros mismos cosas extraordinarias: si son o no ciertas, el xito debe decirlo. Nuestro nacimiento se dice que es un arcano, y nuestra crianza de recin nacidos muy maravillosa, habiendo sido sustentados por las mismas aves y fieras a las que nos haban arrojado, dndonos de mamar una loba []. (Rm., VII) En el mito, los dioses estn comprometidos con el destino de Roma. Sin embargo, en el texto se advierte que Plutarco detecta sombras. La credibilidad de lo narrado se apoya en el resultado final. La tradicin sobre la fundacin es [] sospechosa para muchos de fabulosa e inventada; ms no debe dejarse de creer, en vista de las grandes hazaas de que cada da III Jornadas Nacionales de Historia Antigua II Jornadas Internacionales de Historia Antigua Pgina 233
es artfice la fortuna; y si se considera que la grandeza de Roma no habra llegado a tanta altura, a no haber tenido un principio en alguna manera divino, en el que nada parezca demasiado grande o extraordinario (Rm., VIII). El xito queda situado en el futuro, en el tiempo de los herederos de aquella etapa remota. La solidez del poder del imperio es la garanta de su veracidad. Los relatos mticos sobre los orgenes de la ciudad y sus tiempos ms tempranos ya han sido volcados a la escritura siglos antes de que Plutarco compusiera su versin. Desde que quedan cristalizados en la palabra escrita, la recepcin y transmisin se asocian, una y otra vez, a las circunstancias por las cuales va cobrando relieve una comunidad expansiva y dominante. La experiencia colectiva da ms lugar a la voluntad de los seres humanos. Tanto en las luchas por el poder dentro de la comunidad cvica como en la guerra permanente como instrumento de la dominacin, afloran trayectorias individuales que a la vez construyen su propio poder. El poder de Roma en el presente de Plutarco es la prueba, tangible, pragmtica, de que los dioses la han protegido para que llegue a ser lo que es. La criticidad ante los componentes fantsticos del mito no puede ser llevada hasta las ltimas consecuencias, sino que se detiene ante la realidad de un universo sociocultural del cual el autor mismo es parte. Los gemelos -tal como la polis arcaica lo hizo con su aristocracia y como luego Roma lo hara con su patriciado- han sido educados en letras [] y en todas las dems habilidades propias de gente bien nacida []. Sus ejercicios y juegos eran de personas nobles; porque no hacan consistir la nobleza en el ocio y la holgazanera, sino en la lucha, en la caza, en las apuestas a correr, en sujetar a los forajidos, en limpiar la tierra de ladrones, y en proteger a los que eran atropellados, con lo cual haban adquirido gran nombre (Rm. VI). 7
Los rasgos que les atribuye preanuncian al lder romano: Ya ms adultos se vio que ambos eran resueltos y esforzados, de nimo intrpido para peligros y de una osada que con nada se arredraba; pero en Rmulo se descubra mayor disposicin para manejarse con prudencia y cierto tino poltico: as [] se echaba luego de ver que su genio era ms de jefe que de sbdito (Rm. VI). Una vez eliminado Remo, Rmulo, [] belicoso por ndole y excitado por ciertos rumores de que el hado destinaba a Roma para hacerse grande, criada y
7 El anacronismo es obvio si se efecta el anlisis desde el estado actual de la disciplina. Por una parte conocemos lo que muestra la arqueologa del Lacio al respecto de las tempranas comunidades urbanas latinas y de la misma Roma, y por otra, sabemos bien que ms all de las influencias relativamente tempranas provenientes de la Magna Grecia- la difusin de una educacin letrada prestigiosa entre los sectores dirigentes romanos no puede ser situada en la poca en que se produjo la emergencia de la ciudad-estado. III Jornadas Nacionales de Historia Antigua II Jornadas Internacionales de Historia Antigua Pgina 234
mantenida con la guerra [] (Rm., XIV), confirma la voluntad de poder, las dimensiones de una accin individual para la gloria de Roma. Mucho menos calificados se presentan los compaeros que participan de la gran empresa: contradictoriamente con las cualidades antes sealadas en los lderes, numerosos esclavos y sediciosos rechazados en Alba Longa, siguen a Rmulo y Remo hasta las orillas del Tber, donde despus de poner los primeros cimientos de la ciudad, se levanta un templo para refugio de quienes lo necesitaran: [] admitan en l a todos, no volviendo los esclavos a sus seores, ni el deudor a su acreedor, ni el homicida a su gobierno, sino que aseguraban a todos la impunidad, como apoyada en cierto orculo de la Pitia; con lo que prontamente la ciudad se hizo muy populosa (Rm., IX). El rito de la fundacin, atribuido a los etruscos, encierra el simbolismo de una temprana etapa de agricultores que empuan el arado y roturan la tierra para trazar el pomerium, el recinto sagrado de la ciudad. Roma se ha llenado de habitantes, pocos casados y [] los ms siendo advenedizos, gente pobre y oscura, de quienes no se haca cuenta, no ofrecan seguridad de permanecer (Rm., XIV). Tantos hombres solos necesitan mujeres. El mito incluye el relato del rapto de las sabinas, que expresa la aceptacin del origen mltiple de los romanos, fruto de una larga experiencia colectiva apoyada en la poltica de asimilacin aplicada por la Repblica y llevada a su mxima expresin durante el Principado. Plutarco cree necesario exculpar a Rmulo y sus compaeros, quienes [] no por afrenta o por injuria cometieron el rapto, sino con la mira de mezclar y confundir los pueblos [] (Rm., XIV). Una vez ms, el texto busca legitimar una poltica que ha contribuido a consolidar el dominio imperial. Roma ha nacido de luchas y desde sus inicios conquist su lugar en el Lacio luchando. El crecimiento signific arrasar ciudades, ocupar territorios, eliminar a los enemigos que rechazaran la autoridad de los vencedores, integrar a los que la aceptaran. Los intereses de un estado en constante construccin as lo requeran. El relato del accionar de Rmulo incluye una justificacin retrospectiva reforzada por componentes religiosos que forman parte de una religin cvica, justificacin apenas recubierta por expresiones que suponen aquella accin como beneficiosa para los vencidos. As surge de la descripcin que -con algunas reminiscencias homricas- hace Plutarco del combate con un jefe sabino 8 : [] se provocaron mutuamente a singular combate, permaneciendo tranquilos sobre las armas los ejrcitos. Hizo votos Rmulo de que si venca y derribaba a su contrario, llevara en ofrenda a Jpiter sus armas: lo venci, en efecto y lo derrib, desbaratando despus en batalla su ejrcito. Tom tambin la ciudad; y ninguna
8 Se refiere a Acron, rey de los Ceninetes. III Jornadas Nacionales de Historia Antigua II Jornadas Internacionales de Historia Antigua Pgina 235
otra condicin dura impuso a los vencidos, sino que derribasen sus casas y le siguiesen a Roma, donde seran ciudadanos con entera igualdad de derechos. Nada hubo, pues, que ms contribuyese al aumento de Roma, la cual siempre adopt e incorpor en su seno a los pueblos sojuzgados (Rm., XVI). Su ofrenda a Jpiter se acompaa de los smbolos del poder: la celebracin del triunfo, la prpura, la corona de laurel, el trofeo. Igual procedimiento usa para legitimar el trato infligido a las ciudades etruscas que se resisten a la accin romana: [] dada la batalla, siendo de la misma manera derrotados, hubieron de dejar que por los Romanos fuesen tomadas sus ciudades, talados sus campos, y ellos mismos trasladados a Roma. Rmulo entonces todo el restante terreno lo reparti a los ciudadanos []. (Rm., XVII) Rmulo es un hroe, pero segn avanza en su trayectoria, merece la crtica moral por el abuso del poder sobre los propios romanos. Despus de su ltima guerra [] no estuvo ya libre de incurrir en lo que acontece a muchos, o por mejor decir, fuera de muy pocos, a todos los que con grande y extraordinaria prosperidad son ensalzados en poder y en fausto; porque engredo con los sucesos, con nimo altanero cambi la popularidad en un modo de reinar molesto y enojoso hasta por el ornato con que se transform; pues empez a vestir una tnica sobresaliente, adorn con prpura la toga, y despachaba los negocios pblicos reclinado bajo dosel (Rm., XXVI). El poder se construye, el poder transforma al que lo posee, el poder genera resistencias en quienes lo sufren o en quienes pretenden compartirlo. El relato sugiere otros ngulos para la mirada: el acto fundacional no significa que la ciudad surja completa, ni material ni simblicamente. Roma es el producto de un largo proceso de institucionalizacin. Pero como para los antiguos no puede haber ciudad sin jerarquas sociales, es a Rmulo a quien se le atribuye poner las bases: [] a la decisin de los negocios concurra la muchedumbre, a la que dio el nombre de populus; pero de entre todos a ciento los escogi para consejeros, y a ellos les dio el nombre de patricios, y a la corporacin que formaban el de Senado [] (Rm., XIII). No obstante, el Senado queda bajo sus rdenes, apartado del gobierno. Aqu est el conflicto: a esos miembros eminentes de la comunidad cvica es a quienes especialmente afectan los actos y los smbolos del autoritarismo unipersonal. El orden social est sostenido por valores ticos: Rmulo quiere [] por una parte excitar a los primeros y ms poderosos a usar de una proteccin y celo paternal con los ms humildes, y por otra ensear a stos a no temer ni tener en odio a la autoridad y honores de los principales, sino ms bien mirarlos con benevolencia, tenindolos como padres y saludndolos como tales [] (Ibdem). Los nombres que les da -el de padres conscriptos III Jornadas Nacionales de Historia Antigua II Jornadas Internacionales de Historia Antigua Pgina 236
o protectores y el de plebe marcan las diferencias sociales pero a la vez establecen entre unos y otros [] una admirable benevolencia, fecunda en recprocos beneficios (Ibdem). 9
La relacin vertical y asimtrica entre quienes detentan el poder y quienes lo acatan est legitimada. La descripcin, marcada por elementos de la relacin patrono-cliente tardo republicana e imperial, contiene rasgos anacrnicos en la descripcin de la sociedad ms temprana que se quiere evocar, pero manifiesta claramente la pertenencia de Plutarco a los sectores dirigentes de su propio tiempo y su compenetracin con la autoridad ejercida por ellos. El fin de Rmulo es un ejemplo de ambigedad: desaparece repentinamente, ni siquiera quedan restos de su cuerpo, [] sin que nada cierto y seguro haya quedado sobre su muerte, sino la poca (Rm. XXVII), una poca envuelta ella misma en la imprecisin de las dimensiones temporales del mito. Plutarco consigna al respecto dos versiones. Una es el rumor que difunden los patricios sobre un prodigio, a raz del cual [] exhortaban a venerar a Rmulo, como arrebatado a la mansin de los Dioses, y convertido de buen rey que haba sido, en un Dios benfico para ellos. Creylo la mayor parte, y se retiraron contentos, venerndole con las ms lisonjeras esperanzas; pero hubo algunos que reconvinieron [] a los patricios sobre este hecho, inquietndolos y acusndolos de que queran hacer creer al pueblo los mayores absurdos, despus de haber sido ellos los matadores del rey (Ibdem). La otra versin es la de uno de sus partidarios, a quien se le habra aparecido ms bello, cubierto de armas resplandecientes y le habra dicho: Los dioses han dispuesto, oh Proclo, que slo hayamos permanecido este tiempo entre los hombres, siendo de all; y que habiendo fundado una ciudad grande en imperio y en gloria, volvamos a ser habitadores del cielo; regocjate, pues, y d a los romanos que si ejercitan la templanza y la fortaleza, llegarn al colmo del humano poder; y yo, Quirino, ser siempre para vosotros un genio tutelar. Pareci esta relacin a los romanos digna de crdito [] y apartndose todos de sus sospechas y persecuciones, hicieron plegarias a Quirino y lo invocaron por Dios. (Rm., XXVIII). Sus dudas al respecto quedan contenidas en este discreto sealamiento de la utilidad poltica del mito. La vida de Rmulo se integra en el proceso del que surge Roma: Lo grande que en aquel resplandece ante todo es haber tenido principios muy pequeos para cosas tan grandes; porque unos hombres que se decan sirvientes e hijos de porquerizos, antes de tener ellos mismos libertad, hicieron libres a todos los Latinos, y granjearon para s en momento y de un
9 Los integrantes de lo que l llama plebe son sealados como clientes, es decir personas posicionadas en una situacin de dependencia personal con respecto a los patricios. III Jornadas Nacionales de Historia Antigua II Jornadas Internacionales de Historia Antigua Pgina 237
solo golpe los gloriossimos nombres de destructores de los enemigos, salvadores de los propios, reyes de pueblos y fundadores de ciudades [](Comp. Tes. y Rm., IV). Al fundar la ciudad [] y adquiriendo para s de una vez tierra, patria, casamiento y deudos; a nadie perdi o destruy, sino que hizo un gran beneficio a los que no teniendo antes casa ni hogar, aspiraban a formar un pueblo y ser ciudadanos. No dio muerte a ladrones y a forajidos; pero subyug naciones con sus armas, allan ciudades, y llev cautivos en triunfo reyes y generales (Ibdem). He aqu una de las funciones del mito fundacional para una comunidad: hacerle inteligible su pasado, reforzar sus sentimientos de identidad, legitimar su presente. 10
Segn el mito, ningn asentamiento previo exista en las colinas del Tber antes de la fundacin 11 . Sin embargo, en el relato est presente el sistema de representaciones antiguo acerca de la comunidad cvica: la centralidad del conflicto poltico, los enfrentamientos que se dirimen a travs de la guerra de un nosotros con los otros, es decir, con los grupos humanos ajenos a esa comunidad. Tambin permite vislumbrar los conflictos intrnsecos a aquella: las tensiones entre ciudadanos, sustentadas en las jerarquas sociales y en un desigual acceso a la toma de decisiones en los asuntos que ataen al destino de la ciudad-estado. A lo largo del proceso histrico en que se conforma el mundo romano, diversos canales sociales de comunicacin activan la circulacin de ideas, concepciones e interpretaciones tales como la del mito fundacional. Adems de los textos compartidos por los sectores letrados, otras vas posibilitan su llegada a los amplios sectores iletrados de la poblacin del Imperio: las diversas formas de sociabilidad que facilitan la difusin a travs de la palabra hablada, las ceremonias del culto cvico, las representaciones plsticas existentes en templos y espacios pblicos, los traslados y viajes entre diversos puntos del territorio, particularmente entre centros urbanos. Se trata de un pblico receptor distribuido desigualmente sobre el territorio y contenido por los marcos reguladores de la vida social, que a los ojos de los antiguos son los instituidos por la ciudad, mbito de la civilizacin. Esa circulacin deviene en la transmisin de una generacin a otra y en las sucesivas relecturas que a la vez fortalecen y canonizan el mito. Finalmente, el relato de Plutarco puede ser considerado como un ejemplo de una relacin -que el historiador examina para cada sociedad y poca- entre los actores sociales, las coordenadas en que estn involucrados y las representaciones simblicas de las que son portadores. Ms
10 Cfr. Finley, 1979: 14-16. 11 Ciertamente, este supuesto es hoy desmentido por la arqueologa, tanto la practicada en el propio sitio romano, como la del Lacio, que permite otorgar sentido a los hallazgos dentro de un contexto ms amplio. III Jornadas Nacionales de Historia Antigua II Jornadas Internacionales de Historia Antigua Pgina 238
all de sus intenciones expresas, sus textos son fuentes para el acceso a un horizonte significante y a un sistema de representaciones.
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