Mesianismo en Isaias
Mesianismo en Isaias
Mesianismo en Isaias
(ver 3 Minoras Sexuales abajo). De los cuatro cantos del Siervo, solamente la
segunda no habla especficamente de opresin, pero an en este canto el
Siervo es despreciado y aborrecido por las naciones (49:7).
El mismo captulo plantea la pregunta si la liberacin de los exiliados de un
imperio tan fuerte y cruel como Babilonia ser posible, pero para Segundo
Isaas la respuesta es clarsima:
Se le puede quitar el botn a los guerreros?
Puede el cautivo ser liberado del tirano-opresor-violento (aritz)?
Pero as dice Yahvh (el Dios libertador del xodo):
S, al guerrero se le arrebatar el cautivo,
y del tirano-opresor-violento (aritz) se rescatar el botn;
contender con los que contiendan contigo, yo mismo librar a tus hijos....
(49:24-25; ver las notas en NVI, DHHBE, BJ sobre el problema textual).
Adems en Isaas 49, la referencia a los opresores que devoraron (bala)
Israel (49:19) corresponde al castigo que Dios promete para los tiranosviolentos: Har que tus opresores (yanah) se coman su propia carne.... (49:26).
Con tantas promesas de liberacin, el profeta explota en alabanza 49:13):
Ustedes, los cielos, griten de alegra!
Tierra, regocjate!
Montaas, prorrumpan en canciones!
Porque Yahvh consuela a su pueblo
y tiene compasin de sus pobres-oprimidos (ani).
Siguen los versculos donde Yahvh compara su compasi n perdurable por
su pueblo a la de una madre para su nio de pecho (49:15-16, citado bajo 3
Mujeres).
Tambin el captulo 51 hace patente que para Segundo Isaas todo el pueblo de
Dios en el exilio son empobrecidos, oprimidos, torturados y humillados:
Por eso escucha esto, t (fem.) que ests pobre-oprimida (ni);
que ests ebria, pero no de vino.
As dice Yahvh, tu Seor y Dios,
tu Dios, que aboga por su pueblo:
Te he quitado de la mano
la copa que te haca tambalear.
De esa copa, que es el cliz de mi furia,
jams volvers a beber.
La pondr en manos de los que te torturan (yagah),
de los que te dijeron:
Tindete en el suelo,
para que pasemos (abar) sobre ti!
Y te echaste boca abajo, sobre el suelo,
para que te pisoteara (bar) todo mundo!
(abar en este contexto significa violar sexualmente, Klaus Baltzer 2001:368)
Las referencias al cliz de ira que pasa de Israel a Babilonia es coherente con
la insistencia de Segundo Isaas que es Yahvh en su soberana quien siempre
ha estado dirigiendo la historia, primero castigando a Israel por sus pecados, y
despus a Babilonia, antes de liberar su pueblo del yugo del opresor:
Adems del primer Canto del Siervo (42:1 -4/9), varios textos que sealan la
relacin entre la salvacin liberacin y la justicia-liberadora. Por ejemplo, en el
contexto que nombra a Ciro como ungido/ mesas, Segundo Isaas proclama:
Destilen, cielos, desde lo alto!
Nubes, hagan llover justicia-liberadora (tsedeq)!
Que se abra la tierra de par en par!
Que brote la salvacin-liberacin!
Que crezca con ella la justicia (tsedeqah)!
Yo, Yahvh, lo he creado (bara; 45:8).
J. F. A. Sawyer seala como las teologas de liberacin da nueva fuerza a
pasajes como 43:1; 44:2 y 45:8-11, en los cuales el profeta describe la liberacin
de Israel de la opresin en trminos de un acto de creacin (1999:554). En el
captulo 46 Segundo Isaas hace burla de los dolos del gran imperio que no
pueden rescatar-salvar (malat; 2,4), pero afirma que Yahvh puede prometer a
los exiliados:
Mi justicia (tsedeqah) no est lejana;
mi liberacin-salvacin ya no tarda.
Estoy por traerlas!
Conceder liberacin-salvacin a Sin,
y mi esplendor a Israel (46:13).
En el captulo 51 Segundo Isaas extiende la promesa a las naciones:
Ya se acerca mi justicia-libertador (tsedeq),
mi liberacin-salvacin est en camino;
mi brazo traer justicia -libertador (shafat, juzgar) a las naciones!
Las costas lejanas confan en m,
y ponen su esperanza en mi brazo....
Mi liberacin -salvacin permanecer para siempre,
mi justicia-libertador (tsedeqah) nunca fallar (51:5-6).
As, Segundo Isaas hace patente que en su contexto histrico la salvacin
que Dios promete es una liberacin-salvacin de la opresin del imperio
(babilnico), y que la justicia de Dios es una justicia-liberadora que juzga a
los opresores y libera a los oprimidos. Tal justicia y liberacin representa el
proyecto (plan) que Dios el creador est llevando a cabo en todo el mundo.
Los cuatro cantos del esclavo/siervo (ebed) de Yahvh representan un
estrato independiente y los primeros tres tienen expansiones posteriores (ver
los versculos en parntesis en el bosquejo arriba).
Probablemente los primeros tres cantos son descripciones autobiogrficas de
Segundo Isaas mismo, pero el cuarto canto (Isa 52:13-53:12) tiene aractersticas
especiales y parece ser un retrato biogrfico de Segundo Isaas que procede de
un discpulo (Werner Schmidt 1999:266). Tanto la interpretacin tradicional juda
del siervo como Israel (49:3) o un remanente fiel (49:5), como la interpretacin
tradicional cristiana de los cantos como profecas mesinicas, reflejan ms las
ideologas dominantes que las conclusiones de una exgesis cientfica. Los
cuatro cantos del Siervo tienen muchos vnculos con Jeremas y los relatos
sobre Moiss en el Pentateuco, pero muy pocos estaran de acuerdo con Klaus
Baltzer, quien concluye que los cantos del siervo representan una interpretacin
de la vida de Moiss (2001:18-22, 392-429).
Aunque pocos han ido tan lejos como Bernard Duhm, quien concluy que el
Cuarto Canto describe un rab leproso, las descripciones en este Canto, adems
de la opresin y violencia judicial, hacen patente la prominencia de enfermedad
del Siervo y la curacin de sus seguidores, (Hanks 1982:90-94; 1983:76-78). Esta
dimensin apoya una lectura carismtica-pentecostal, con enfoque en las
curaciones que resultan del sacrificio de Jess (Hanks 1982:90-94; 1983:76-78).
Tambin esta dimensin apoya las nuevas teologas de liberacin para los
discapacitados (Hanks 2000:31-32).
La tradicin catlica y evanglica, que interpreta el sufrimiento del Siervo
como sacrificio expiatorio (o propiciatorio de la ira de Yahvh) que logra la
justificacin y perdn de pecadores (relacionada con la interpretacin de la
muerte de Jess en trminos de una sustitucin penal), siempre es blanco de
fuertes crticas, sobre todo en las teologas feministas y negras (Hanks
2000:214-216; cp. Hanks 1982:94-103, 123-127; 1983:78-85). Sin duda, las criticas
tienen razn al sealar graves peligros en las metforas comnmente utilizadas
en las teologas tradicionales (Ezequiel 16 y 23 donde el lenguaje figurativa
sugiere que Dios es culpable de violacin sexual). A veces en las teologas
tradicionales Dios parece ser un prostituto quien ofrece amor solamente
comprado a precio de la sangre y el sacrificio de su hijo (abuso de nios?).
Sin embargo, el Cuarto Canto hace hincapi en Yahvh como Seor de la
historia, el Dios soberano, an el sujeto quien oprime a su propio Siervo
inocente (Paul Hanson (1995:153-169).
Los (nosostros) que testifican del sufrimiento (52:1 -3) del Siervo se
sorprenden primero que este Siervo inocente sufre por los pecados de ellos
(53:4abc), y segundo que es Yahvh mismo quien lo hace sufrir (53:4d, 6cd, 10).
Dios parece actuar como un general que sujeta a sus tropas a una disciplina
feroz y los enva a morir, pero como elemento crucial en un proyecto de derrotar
al maly que incluye la reivindicacin y rehabilitacin del Siervo inocente en la
corte celestial (Klaus Baltzer 2001:392, 423-425). Interpretado de esta manera, el
Cuarto Canto es un poema que refleja el contexto histrico del Exilio y no una
prediccin mesinica de la crucifixin de Jess. Sin embargo, como Jess y
los autores del Nuevo Testamento demostraron, los sufrimientos del crucificado
fueron tan parecidos, que el uso tipolgico del Cuarto Canto como fuente de
inspiracin y recurso para entender la muerte de Jess es totalmente apropiado
(Brevard Childs 2001:420-23).
Mujeres. En Isa 34-35, 40-55 encontramos un depsito de imgenes femeninas
positivas sin paralelo en los otros libros profticos o en casi cualquier parte de
la Biblia (Susan Ackerman 1998:177; cp.las imgenes negativas en Ezeq 16 y
23!). Aunque Jeremas 1-51 contiene an mas referencias a mujeres e
imgenes femeninas, dado su breve tamao, Isaas 34-35 y 40-55 contiene
relativamente ms (ver todo el captulo 54tambin los 3-6 textos que hablan de
Dios como mujer/madre; ver abajo, con tres de los seis textos ambigos).
Adems de los 15 textos explcitos tratados abajo, Phyllis Trible aplica
versculos de Isaas 53 a mujeres que sufren (Texts of Terror 1984, citado Sawyer
1999:554).
2.1 Dios = mujer/madre. En por lo menos tres textos (*42:14; *45:10; *49:15-16)
Segundo Isaas habla de Dios como una mujer, y a la luz de estos contextos es
muy posible que tal es la intencin en tres otros textos donde no es explcito si
el seno/vientre en la metfora es de Dio s o de otra (42:2, 24; 46:3; Susan
Ackerman 1998:176; Irmtraud Fischer 1999:255.257; cp. la referencia de Jeremas
a su vocacin divina desde el vientre de su madre humana, Jer 1:5). Sin
(10) 51:18, 20. Sin es una madre abandonada por sus hijos, que estn todos
muertos .
De todos los hijos que diste a luz,
no hubo ninguno que te guiara;
de todos los hijos que creaste,
ninguno te tom de la mano....
Tus hijos han desfallecido;
como antlopes atrapados en la red,
han cado en las esquinas de las calles.
Tanto madre como hijos han bebido hasta el fondo de la copa de la furia de
Yahvh (17, 20b, 22), que ahora pasa a las manos de los gentiles que les hicieron
sufrir.
(11) 51:1-12. Sin/Jerusaln, esclavizada y encadenada, se siente en el polvo,
oprimida (ashaq) por Asiria (4), una mujer abandonada. Yahvh la invita a
despertarse (1), retomar su trono (2), escuchar la Buena Nueva del Reino de Dios
(7-10), y salir liberada de Babilonia (11-12). La salvacin prometida
(52:7, 10) es la liberacin de Babilonia:
Sacdete el polvo, Jerusaln!
Levntate, vuelve al trono!
Qutate ya el yugo de tu cuello,
cautiva hija de Sin!
Jeremas (27:1-8) haba anunciado que Jud iba a estar sometida por un tiempo
al yugo de Babilonia, pero Segundo Isaas anuncia que ha llegado el momento
de desatar ese yugo (una metfora de presin).
(12) 54:1-10, 11-15. Segundo Isaas termina con orculos dirigida a Jerusaln,
considerada como esposa de Yahvh y madre del pueblo de Israel (ver 40:2 y
49:14-23). La opresin y liberacin de Jerusaln se expresa con una serie de
cinco poderosas imgenes poticas (DHHBE, nota):
la mujer estril va a ser madre de una gran multitud (54:1-3; ver 48:19);
la que haba quedado viuda va a ser nuevamente desposada por Yahvh (4-5);
la que haba sido abandonada va a experimentar de nuevo la compasin, la
bondad y el amor eterno de Dios (6-10);
la que haba sido azotada o destruida va a ser reconstruida con esplendor (1113);
la que haba sido oprimida (osheq; 14b) va a estar protegida de sus agresores
para vivir sintemor en paz (14-17):
Tu, mujer estril, que nunca has dado a luz,
grita de alegra!
T, que nunca tuviste dolores de parto,
prorrumpe en canciones y grita a con jbilo!
Porque ms hijos que la casada
Tendr la desamparadadice Yahvh.....
Tu descendencia desalojar naciones,
y poblar ciudades desoladas (1-3)....
Olvidars la vergenza de tu juventud,
y no recordars ms el oprobio de tu viudez.
Porque el que te hizo es tu esposo;
2 Nunca ms se te llamar
tierna y delicada.
Toma piedras de molino, y muele la harina;
qutate el velo.
Levntate las faldas, desndate las piernas,
y cruza los ros.
3 Tu desnudez quedar al descubierto;
quedar expuesta tu vergenza (naqam).
Voy a tomar venganza,
y a nadie perdonar.
4 Nuestro redentor, cuyo nombre es Yahvh de los ejrcitos,
es el Dios Santo de Israel.
2.4 Mujeres literales. En la poesa lrica de Segundo Isaas, aunque abundan
referencias metafricas a mujeres, pocos textos refieren literalmente a mujeres.
Sin embargo, a la luz de tantas referencias bblicas a Abraham sin Sara, es
notable como el profeta los tratan (casi) como iguales. Sin embargo, Segundo
Isaas refiere a Sara solamente en rol tradicional femenina de procrear hijos,
mientras que Abraham no solamente es padre, sino tambin el llamado por Dios
que recibe bendicin divina de numerosa descendencia. Este ejemplo de
Abraham demuestra como Dios pudo cumplir sus promesas, aunque el nmero
de los exiliados fueron pocos (Hebreos 11:8-12).(14) 51:1-2.
Ustedes, los que persigan la justicia (tsedeq)
y buscan a Yahvh, escchenme!
Miren la roca de la que fueron tallados,
la cantera de la que fueron extrados.
Miren a Abraham, su padre,
y a Sara, que los dio a luz.
Cuando yo lo llam, l era solo uno,
pero lo bendije y lo multipliqu.
(15) 49:22-23. La tendencia de Segundo Isaas de balancear la mencin de
varones con referencias a mujeres tambin es notable es este texto (Lucas):
As dice el Seor Yahvh:
Hacia las naciones alzar mi mano,
hacia los pueblos levantar mi estandarte.
Ellos traern a tus hijos en sus brazos,
y cargarn a tus hijas en sus hombros.
Los reyes te adoptarn como hijo, sus reinas sern tus nodrizas (cp. los reyes
transgneros enTercer Isaas 60:16). Cmo debemos explicar esta abundancia
de imgenes femeninas en Segundo Isaas, que abarca no solamente versculos
aislados, sino captulos enteros (47; 54)? Susan Ackerman (1998:176-177) seala
dos explicaciones.
(1) Mayer Gruber concluy que las imgenes fueron introducidas para acomodar
mujeres quienes previamente se sintieron excluidas de una religin dominada
por varones;
(2) Leah Bronner sugiri que la prdida de otras institucio nes (monarqua,
Templo, tierra) motiv a los autores a buscar metforas en la nica unidad /
entidad social que todava funcionla familia; Sin embargo, aunque estos dos
factores pueden haber influido, hay otra posibilidad que pudiera ser an
ms importante (ver la prxima seccin sobre minoras sexuales).