Prosopopeya Aira
Prosopopeya Aira
Prosopopeya Aira
Esto podra verse mejor recurriendo a otro autor en el que tambin he visto
en accin este mecanismo, y que para mi propsito tiene la ventaja sobre
Kafka de estar mucho ms lejos de Puig. Hago la advertencia de que no se
trata de ejemplos; no podran serlo, porque cada caso se trata de un origen
absoluto, de una primera vez histrica, que no admite por esencia un
modelo anterior.
Este otro autor es Diderot. Aun limitndome a sus cuatro novelas, creo que
en ellas se hace visible la mecnica de la prosopopeya. Para empezar, en
LES BIJOUX INDISCRETAS sta fue tematizada: ante la consternacin de todo
un reino, afortunadamente imaginario, los genitales femeninos se ponen a
hablar; lo que nunca se habra esperado que hable, lo que detenta, por
definicin, los secretos que se crea mejor guardados, toma la palabra. No
es una prosopopeya sino su tematizacin o novelizacin. El acento est
puesto sobre la organizacin intencional del discurso: las "joyas" abren sus
boquitas por motivos muy concretos, y los realizan con sorprendente
eficacia. Esto es muy propio de la mentalidad iluminista, de la que sera
difcil encontrar un modelo ms acabado que Diderot. La calidad de Diderot
como exponente de su poca deriva de la originalidad sin parangn que
gana con la reinvencin del dispositivo prosopopeya. El racionalismo
hablado como ajuste de cuentas est ms desarrollado en LA RELIGIEUSE,
donde la que habla es una monja de clausura, que slo ha hecho voto de
silencio y obediencia para enunciar mejor su apasionado alegato. JACQUES
LE FATALISTE y sobre todo LE NEVEU DE RAMEU se vuelven en la direccin
contraria en tanto sus protagonistas son habladores compulsivos. Por eso
mismo, la prosopopeya triunfa en ellos. Nada puede sorprender menos que
or hablar al sobrino de Rameau, una especie de charlatn profesional, pero
la sorpresa perenne que produce la provoca el hecho de que dice la verdad,
que su locura y marginalidad lo han cosificado en objeto parlante capaz de
atestiguar en el juicio a la civilizacin. JACQUES LE FATALISTE por su parte es
el monumento a la digresin proliferante de la novela. Aqu yo dira que hay
una arqueologa de la prosopopeya en la novela. El modelo que sigui
Diderot es Cervantes. Y toda la originalidad del QUIJOTE, originalidad
fundante de la novela, est en que sus personajes hablan. Mediante el
simple recurso de darle la palabra a los personajes de una novela de
caballeras, sta estalla, sus cdigos se disuelven. La ficcin no resiste a la
prueba de la palabra hablada, la realidad acta como un cido, y nace el
realismo. Al referirme al "triunfo de la prosopopeya" quiero decir su
superacin. Algo tan necio como la prosopopeya se hace literatura slo al
Mientras que la novela obra de arte, tal como la invent Flaubert, invierte
estos trminos: todo su inters est puesto afuera, en el lector y en la
operacin esttica de la lectura. De ah que, para acentuar el contraste, la
novela moderna haya dejado de lado al aventurero y al genio, y se haya
especializado en el ms gris y anodino de los ciudadanos. Puig, por un golpe
de genio que podra adjudicarse a su sensatez pueblerina, o a su gusto por
el viejo cine de Hollywood, logr recuperar, en la ms artstica de las formas
novelescas, la dinmica del inters interno.
1994