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Carta Simon Hosie

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Carta abierta

de un arquitecto

imn Hosie, el joven arquitecto bogotano que logr el Premio Nacional de Arquitectura en 2004 con la biblioteca pblica Casa del Pueblo
Guanacas en Inz, Cauca, quiere compartir un nuevo proyecto. Con la biblioteca demostr que es posible desarrollar una arquitectura coherente respetando la identidad, materiales y tradiciones locales e involucrando a los habitantes de la regin con la iniciativa. En aquella ocasin

se radic en esa zona del suroccidente colombiano para sacar el proyecto desde sus entraas, no slo de las suyas sino de las de dicha comunidad.
Los ltimos cinco aos los ha dedicado a recorrer da tras da Ciudad Bolvar, zona de aproximadamente 13 mil hectreas de extensin compuesta
por una poblacin mayoritariamente de los estratos 1 y 2 Y con una diversidad de orgenes geogrficos del pas sin par en la capital. El resultado
de este recorrido de Hosie es un documento, "la mtodoilogicologa", que presentamos a continuacin, donde resume sus reflexiones sobre la
arquitectura, la ciudad y la sociedad y que es punto de partida para una manifestacin artstica y otros proyectos que emprender a partir de esta
publicacin. Como el mismo lo dice, fu a entender una realidad y termin entendindome a mi. Este texto demuestra no slo la sensibilidad
de su autor, sino sobre todo su valenta para emprender acciones osadas pero sopesadas con tal de ser fiel a sus principios. Para quien quiera
escuchar (o leer), la "mtodoilogicologa" hay que advertir que puede tocarle sus fibras, sino las de su corazn, ojal las de su conciencia. Como
dice Hosie, "debemos partir de lo fundamental, comenzar por lo urgente y ponernos de acuerdo en lo ms necesario".
"No hay un solo hombre que no sea un descubridor Empieza descubriendo lo amargo. lo salado, lo cncavo, lo liso, lo spero, los siete colores del arco y las veintitantas letras del alfabeto;
pasa por los rostros, los mapas, los animales y los astros; concluye por la duda o por la fe y por la certidumbre casi total de su propia ignorancia".
Jorge Luis Borges, Atlas.

"La mtodoilogicologa"
Arte y sentido de lo comn
Por Simn Hosie Samper

Nota introductoria:

La veracidad del material que aqu se expone, despertar suspicacias que


usted podr verificar comunicndose directamente con el Presidente. Si
no lo encuentra a l, le sugiero hablar con Dioselina Tiban, que es la
que contesta el telfono, despela el jabn, lava los calzoncillos de los
hijos, plancha los sastres de la dama, destapa el inodoro, prepara la
comida, saca a mear al perro, trapea el hall y oficia todos los dems
servicios que debe hacer una empleada. Ella, que conoce los secretos
ntimos del lugar, porque vivi de interna hasta que el doctor Pastrana
le cedi su cuarto a unos 'polticos' de camuflado y fusil, podr indicarle
en donde estn archivados 105 documentos que aqu se presentan.
Yo que llevo cinco aos recorriendo Ciudad Bolvar, hablando con
sus habitantes, la conoc en un barrio llamado Rincn del Progreso,
y puedo dar fe, de que es una mujer digna de palacio. Dioselina se
levanta todos 105 das a las 3 de la maana, no tiene calentador y se
baa con agua fra para despertarse, se come un pan y despus toma
un alimentador y espera un milenio a que llegue el bus, en el que se
va parada a trabajar. Regresa a las nueve con el mnimo, que no le
alcanza para estar con sus hijos, sino nicamente para pagar la luz, el
gas, el arroz, la yuca y ahora tambin el agua fra, que por fin le lleg
por tubo, despus de vivir en la ilegalidad todos estos aos, porque
no tuvo otra opcin que hacer all su casita con unas pocas latas. Una
pena por la que jams recibir una rebaja, por honesta, por noble y por
vivir en el lugar ms alto, porque le recuerdo que su barrio es el ltimo:
Rincn del Progreso.

Estimado seor Hosie,


Yo, Magda Concha de Urrutia, Alta Comisionada para Asuntos Irrelevantes
en Aras Del Conflicto, me dirijo a usted en nombre del Gobierno, para
comunicarle que la solicitud que le hicimos de desarrollar una metodologa
para integrar los barrios marginales a la ciudad moderna y procurar una
sana convivencia en los sectores populares, fue un error.
La mtodoilogicologa (nica con dos tildes) que usted nos hizo
llegar a nuestro despacho, es absolutamente inviable. Agradecemos,
sin embargo, a pesar de las concepciones tan opuestas que nos distancian, el tiempo que le supo dedicar a este problema, que fue
seguramente mucho mayor al que nos hizo perder a nosotros.
La imposibilidad de encontrar un marco terico que incluya y contenga
la marginalidad, que segn usted -es precisamente- lo que se encuentra
inevitablemente por fuera del marco, no la compartimos, y consideramos
que la dificultad que usted tuvo para incluir estos lugares dentro de un
marco lgico, se debe a que no es un especialista. Su determinacin de
aproximarse a los entornos populares desde lo ilgico, con un mtodo que
nos parece absurdo, pero que puede tener sentido, desafiando los que
se consideran lgicos, por el solo hecho de que algunas intervenciones
parezcan no tenerlo, como los casos de Menjod o Aiquebd en el Choc,
nos resulta insuficiente.
La mtodoilogicologa que usted plantea est basada en la manera
de pensar de la gente que no logra aplicar estos mtodos tan lgicos que
es, precisamente, lo que intentamos corregir. Necesitamos que estas personas adopten nuestra lgica, una verdadera cultura y los objetivos de lo
que entendemos por progreso y desarrollo y no que nosotros, como usted
lo sugiere, nos adaptemos a su ilgica, para mejorar la calidad de vida,
basndonos en un sentido distinto de lo material, que los alejara inevitablemente del esquema mundial.

proyectodiseo . 19

"Mara llena eres de campo".

Segn usted, estamos ms cerca de propugnar


un modelo de vida basado en valores que parecen consecuentes con las necesidades actuales
a nivel mundial como el ahorro, el reciclaje y la
no dependencia de productos innecesarios (algo
que nos aclara, ya funciona en estos lugares, por
la pura necesidad y la incapacidad de pagar los
servicios y no por una conciencia ecolgica para
salvar el planeta) que de reducir la cada vez ms
grande brecha entre ricos y pobres y establecer
unas condiciones que garanticen la dignidad y
el crecimiento de todos los actores -desde la
lgica- de este complejo mecanismo de funcionamiento global, que usted parece no entender
porque depende precisamente de estos artefactos modernos, que usted no considera preponderantes para la satisfaccin y plenitud de los
seres humanos.
Pero permtanos que seamos nosotros los
que saquemos a relucir las estadsticas para demostrarle lo contrario; esto es, la manera en que
nuestra raza ha demostrado su inters y su necesidad de contar con todos estos productos para
su feliz existencia.
Argumenta usted que es importante que
sean las comunidades las que determinen sus
necesidades y sus deseos, pero un error que sean
ellas mismas las que propongan las soluciones
adecuadas para cada caso, y sugiere la posibilidad de que stas sean asumidas por profesionales que, teniendo en cuenta la integralidad

20 . proyectodiseo

del problema, logren entender lo que es comn


entre los habitantes: el sentido del lugar.
Lo que est afirmando es que se les debe
coartar la libertad a las comunidades; a estos individuos de que elijan lo que ellos decidan en
trminos tcnicos y funcionales, como las casas
en material, que nos pidieron los habitantes de
Menjod y Aiquebd con el deseo que manifestaron de ser parte del desarrollo y el progreso,
algo que con tanto esfuerzo hemos tratado de
despertar con nuestras polticas y gracias a los
medios de comunicacin.
No entendemos por qu abandonaron, ni
dejaron de usar las casas que les entregamos,
despus del esfuerzo que nos supuso llevar hasta all, el cemento y el ladrillo, donde slo hay
madera.
Ahora la culpa, segn usted, no es de ellos,
que firmaron las actas, sino nuestra.
Permtanos aclararle que nosotros jams
obstaculizaremos el derecho de las comunidades
de tomar las decisiones autnomamente, ni de
los individuos a elegir y ser parte de los avances
del hombre moderno.
Segn usted el Estado debera empezar a
seguir el modelo de las madres colombianas que
le han inculcado los valores tradicionales a sus
hijos desde que nacen y que, lejos de consentir
todos sus caprichos, les han enseado el sentido
de lo comn; a apreciar lo que tienen, los han
apoyado en la bsqueda de un trabajo honesto y

a encontrar la satisfaccin en las cosas mas posibles y simples, en lugar del ejemplo paternalista,
irresponsable y facilista que ha malgastado los
ingresos en las tiendas, escondido y negado a la
moza, vendido la ilusin a sus hijos de tener una
casa con columnas jnicas como la de los presidentes y un carro con vidrios oscuros como el de
cualquier congresista, incentivando a sus hijos a
jugar con plvora, en especial en festivales, reinados y otras elecciones populares porque eso
es lo que quiere y se lo pide suplicando, prometindole asumir las consecuencias -del tote que
se le va a estallar en la mano- dejndolo ciego.
Usted que elogi todos los avances que hemos logrado en lo que se refiere a la legalizacin
y conexin de los barrios marginales (que se repiten no slo en todas las ciudades de nuestro
territorio, sino en Latinoamrica) con redes de
infraestructura como vas, parques, canchas de
ftbol, colegios y complementos educativos
como bibliotecas, en especial en la ciudades
de Medelln y Bogot, parece estar interesado
en un modelo de integracin, de estas zonas a
la ciudad contempornea, que segn usted es
complementario de estas iniciativas nuestras,
pero que nos parece poco clara, abstracta, por
no decir que ingenua y hasta tonta, algo que mi
investidura no me permite aceptar.
Lo nico verdaderamente ilgico es su
propuesta, que est basada en lo que llama
"la desinhibicin de la esttica popular" (algo

que ni siquiera existe) y la introduccin de una

contradictorio e improbable (en especial si las ca-

serie de elementos simblicos como "las ban-

pacidades a las que hace referencia son las mis-

personas tengan derecho a las ltimas tecnolo-

cas de los frentes populares" (que estn en las

mas con las que se ingeni su mtodoilgico).

gas y a disfrutar de construcciones modernas

fachadas de prcticamente todas las casas rura-

Profetiza usted (como Moisso Nostradamus)

Pareciera estar en desacuerdo con que estas

que los ubiquen dentro del plano de la ciudad.

les de Colombia y que segn usted tienen una

que desarrollando este proyecto, abrira la posi-

Le recordamos que estas intervenciones han sido

enorme carga simblica por su carcter histrico

bilidad indita de que las personas de estos sitios

muy bien recibidas en el entorno internacional,

y tradicional) y que usted considera el nico es-

pudieran acceder y replicar lo propuesto, con-

donde se encuentran sorprendidos por las ca-

pacio de distensin para el dilogo en Colombia

tinuando la ilgica con la que fueron construi-

pacidades que tenemos de hacer edificios tan

y por lo tanto el espacio ideal para la paz.

das. Y contina iinsistindonos! en que sta es

novedosos y futuristas en medio de tanta mise-

-la nica manera- de modificar la generalidad

ria e ignorancia. Gracias a estas intervenciones,

de estos barrios.

estos barrios se han hecho visibles para la ciudad

No le vemos la trascendencia a este tipo de


"banco" tan elemental; la esperanza la tenemos
cifrada en otros ms sofisticados y complejos.

Para desinhibir la esttica popular (que no

y gracias a estos proyectos las personas de es-

Dice usted, que deben continuar las polti-

consiste en pintarles las casas sino en extrovertir

tos lugares tienen acceso a las posibilidades que

cas de apertura y no de encerramiento, fuerza

sus gustos sin cohibiciones) e introducir las ban-

ofrece el primer mundo.

y vigilancia que han implementado alcaldes vi-

cas de los frentes y lo que significan y despiertan

sionarios como Mockus, Pea losa y Fajardo, que

en trminos de convivencia y cultura ciudadana,

se deben oxigenar con propuestas afines a su

usted propone este ejemplo; un proyecto nove-

filosofa, con proyectos novedosos y modernos,

doso, que propugne un ideal de progreso aso-

pero sobre todo con carcter, basados en las

ciado a las caractersticas del lugar, que resulte

particularidades de estos lugares, como el bal-

factible, cercano y en esa medida posible, para

cn de los piropos, la pista latinoamericana de

sus habitantes, quienes podran unirse al proyec-

canicas, el gran muro del concurso nacional de

to con la intervencin de sus propias casas -al

tira monedas o la "chiclo-ruta" esa va similar

sentido del mismo- basado en o comn.

... el Estado debera


empezar a seguir el
modelo de las madres
colombianas que le han
inculcado los valores
tradicionales a sus hijos
desde que nacen y que,
1ejoS de consentir todos
Sus caprichos, les han
enseado el Sentido de lo
comn.

a la ciclo-ruta, donde deambularn los carritos

Resalta la importancia de la construccin

de chicles y charmes, y que cualquier ciudada-

misma y de un acompaamiento incluso anterior

no podr recorrer, sin tener que parquear, para

a la obra (adicional al conocimiento del lugar,

encontrar desde empanadas, hasta ropa y todo

asunto en el que lleva cinco aos) para la divul-

tipo de rebusques hechos a mano y no a mqui-

gacin de los valores que defiende el proyecto,

na, como en los centros comerciales y grandes

segn lo plantea usted i en colombiano!, Y no

almacenes.

en espaol o castellano, idiomas que s tienen

Dice usted que los proyectos de infraestructura deben proponer soluciones innovadoras con los materiales de estos barrios, donde
slo vemos bloques y latas, razn por la cual no
compartimos su optimismo, por esa i posibilidad
nica I que usted seala, de reivindicar los gustos

y el valor de los esfuerzos y servicios que ofrecen


estas personas marginadas por los prejuicios que
usted, con tanto entusiasmo y torpeza, intenta demostrarnos, haciendo alusin a la belleza
profunda de las casas y los muros (bastante
profunda, por cierto) que supera la barrera de
la imagen y exige un esfuerzo mayor al de abrir
los prpados.
(Nos pide que escuchemos el vallenato Dios
no me deja, de Leandro Daz, confesando no tener una mejor forma de explicarlo, algo bastante
profesional).
Propone usted un proyecto como ejemplo
en el barrio El Paraso (que est ms cerca de
Bogot que de las estrellas, algo que no hemos
logrado constatar)
Su propuesta CASA DE VALORES, nos parece totalmente opuesta a otras que hemos
desarrollado utilizando catlogos de materiales

y formas contemporneas de las grandes multinacionales, con las que hemos demostrado estar
a la vanguardia internacional.
Ahora viene usted a decirnos que se siente
capaz de hacer una intervencin moderna, utilizando los elementos del lugar y las tcnicas de
sus habitantes, para que sea construido por ellos
mismos; algo que nos parece absolutamente

diccionario.

"Recicladora eres, entre todas las mujeres".

proyectodiseo 21

Concluye usted sugiriendo que debemos pre-

Estimada Magda Concha de Urrutia:

otorgaron en la mesa del comedor, sin que pu-

ocuparnos menos por la bsqueda de un recono-

Doctora, permtame disculparme por haberla he-

diera rechazarlo porque mis aspiraciones no eran

cimiento global y ms por el reconocimiento glo-

cho perder el tiempo, tiene usted razn cuando

justificables desde el punto de vista acadmico o

bal de nuestra bsqueda y que este tipo de inter-

afirma que no soy un especialista (un experto en

laboral y porque todos soamos con un ttulo, lo

venciones, con el BMW del arquitecto parqueado

un tema especfico) sino todo lo contrario, una

mismo que con Marcela. No estaba en posicin

frente a la casa de latn, aleja a las personas de

persona que no sabe casi nada de prcticamente

de abdicar a un tercero.

estos barrios an ms de un desarrollo que los

todo; algo que no puedo justificar filosficamen-

acepte y los incluya tal como son, desde donde

te, porque me dediqu en mi juventud a estu-

ps, que me llevaron al Antiguo Continente, para

estn. Entendemos que su propuesta no va en

diar el movimiento de Zico y no las precisiones

que creciera inmerso en la verdadera cultura y de

contradiccin con las polticas de intervencin, ni

de Scrates.

todas las dificultades que pasaron para que pu-

con los servicios, ni con la utilidad y funcionalidad

Yo no soy un experto de Columbia como us-

Despus de todos los esfuerzos de mis pa-

diera estudiar en las laderas de los cerros orien-

de estos espacios, sino con el carcter arquitec-

ted, sino alguien que se ha dedicado a recorrer

tales, vieron frustrada su inversin en los talleres

tnico de las soluciones; cosa que a nosotros nos

Colombia, con el nico objetivo de ser redundan-

internacionales y seminarios sobre tecnologas

parece absolutamente subjetivo y no objetivo,

te en esto.

de vanguardia, cuando descubrieron sobre mis

como a usted, por lo que dice que genera en

Si hubiera aceptado la oportunidad que me

planos de arquitecto, una flecha negra indicando

el consciente e inconsciente colectivo (algo que

ofreci el doctor Mariano Ospina, de acompa-

para nosotros est ms cerca de las teoras de

arlo en su proyecto de unir los ros nacionales,

Jung que de la cancin de Charly Garca).

no estara ahora en Ciudad Bolvar, pensando

he puesto la cara cuando me ha tocado asumir la

cmo integrar los barrios marginales a la ciudad

responsabilidad de mis acciones y palabras, quie-

proyectando desde lo ilgico, que es -lo que los

contempornea (algo menos factible) sino en

ro precisarle hoya usted que la culpa de todo

de afuera jams entendern del tercer mundo-

Harvard, soando con un yate.

esto es de mi abuelo.

Para usted estamos ms cerca de la felicidad,

(Why do they say in this place, that a child is

Mi mam me advirti (de todas las formas

donde quedaba el sur y no el norte


Yo, que jams me he escondido y siempre

No Camilo Samper (faltaba ms) el pap de

cheaper than a condom?) donde ya no nos im-

posibles) que no deba dejar pasar los trenes en

mi mam, un tipo regio, que hizo hasta lo impo-

porte el oro que nos quitaron, ni nos conforme-

la vida porque supo, desde que nac, que vena

sible para que yo marcara mi ubicacin con una

mos con moldear el bronce sino el tiempo, ence-

con el defecto inconfundible de los que prefie-

moneda sobre el green del Country Club, sino

rrado en las vitrinas blindadas del Museo del Oro,

ren caminar. Fue una estupidez -lo acepto- haber

Edgar Hosie, qumico de profesin y filsofo de

se que alguna vez invertimos en el arte, o en

rechazado la beca en la Politcnica de Catalua,

cama, que instaur en la familia el discurso del

cosas ms importantes como jugar con nuestros

porque ya tena hasta la direccin en Barcelona

ser sobre el tener. Si mi abuelo no le hubiera per-

hijos y escaparnos de la esposa, para echarnos un

donde iba a vivir con Marcela Pacheco, la mu-

mitido a mi pap quedarse en su casa cuando

cotejo y dos polas. Posibilidades necesarias para

jer mas linda de todos los bachilleratos, algo que

dej embarazada a la hija de Camilo (mi mam)

una sana convivencia en familia y una armoniosa

todos hemos soado, al menos una vez al da.

a los 19 aos y lo hubiera obligado a cortarse

relacin de pareja.

El mster en "Medio ambiente y sostenibilidad",

el pelo y a buscarse un trabajo serio, en vez de

me hubiera revestido con el ttulo de investiga-

acolitarle lo de ser pintor -un artista-, yo me

dor, en vez del de "Vago", con el que he recorri-

hubiera evitado las cursileras del hippismo, los

do ste y otros lugares, desde que mis tas me lo

mensajes de Lennon, Dylan y de Cocker y los

Seor Hosie usted es un utopista y en esta


ciudad lo que necesitamos son autopistas.
Atentamente, Magda Concha de Urrutia

"de Ema".

alaridos de la Janis y muy probablemente sabra


plantear una metodologa o hacer un cubo con
persianas.
Si mi abuelo hubiera escogido el Mercedes
Benz o el Audi del catlogo que le enviaban de
Alemania para que encargara su automvil predilecto, derecho que haba adquirido por tratarse del gerente general de Merck, todo esto se
hubiera evitado.
Nunca fuimos tan inconscientes ni sus hijos ni
yo, su primer nieto, para pedirle el Porsche, pero
el hecho de que pidiera siempre una lnea intermedia, de los de fabricacin nacional, nos marc
a todos para siempre.
El hecho de que mi pap se comprara apenas pudo, el Porsche ms viejo y daado de
Colombia (pareca un escarabajo, pero nos jur
que era un Porsche) contiene un aire de rebelda propio de la era de los Rolling Stones, que
todos apoyamos en su momento. Como viva
daado y nos urga salir del garaje (que era
donde vivamos nosotros y no donde se estacionaba el Porsche) tuvimos que cambiarlo por
un Jeep Daihatsu, con el que recorrimos todo
lo que por muchos aos mi hermano y yo cremos Colombia, y que slo era Boyac. Nos bamos en busca de campesinos, que ms tarde se
convirtieron en el tema principal de los cuadros

22 . proyectodiseo

de mi viejo, que se vendan como arroz y que


fueron bien recibidos por la crtica especializada,
que encontr en su obra, un ejemplo de todo lo
que queran despedazar y humillar en el medio.
Si Picasso tuvo una poca azul y despus
una rosa, la paleta de mi pap vari de acuerdo
con los colores del sof del cliente. Pero el objetivo principal de la serie de campesinos no fue
la reproduccin exacta de un tema tradicional,
algo carente de originalidad, sin una gramtica propia -corno lo especific la crtica- sino la
compra de paales y de mercado, algo absolutamente necesario. Mi viejo renunci a un arte
ms abstracto, para darnos un futuro ms realista y firm las reproducciones de campesinos con
su nombre. Encontr su propia voz en Alemania,
donde descubrimos que ramos colombianos.
Pero si existe un evento en mi vida que yo
pueda definir como 'el destino', para explicar de
donde vienen estas ideas ilgicas, es el que sucedi despus de la adolescencia, periodo durante
el cual ahogu todos 105 discursos de mi abuelo
en el alcohol y otras piscinas, hasta confundir la
libertad con el libertinaje.
No soy de los que cree que nuestra vida est
predeterminada por una suerte de eventos manipulados por un Dios, pero me divierto suponiendo que las formas que utiliza son similares

"Con cartn y sin ttulos".

a las que cambiaron mi vida para siempre: la


primera vez que vi las nalgas de Liliana Gonzlez
olvid todo lo que estaba pasando por mi cabe-

y muere cada diez aos cuando la vuelven a

za, el slo hecho de recordar el evento puede

construir, dejando su esqueleto abandonado en

hacerme perder el objetivo de este texto -si es

medio de la selva, que se lo comer nutrindose

que alguna vez lo tuvo- .Slo dir que fue una

de nuevo de aquello que alguna vez le quitaron.

finura de Dios haber recurrido a la fuerza impa-

La maloca, que todos relacionan con una choza

rabie de mis instintos, para acercarme de nuevo

de madera y palma y que nadie conoce como

al pas en el que nac, para recorrerlo como l lo

las pirmides (porque nos gustan los imperios

mand. Liliana era estudiante de antropologa.

como Teotihuacan que sucumbi por la defores-

Mi inters por las teoras etnogrficas de James

tacin y la explotacin extrema del lugar donde

Spradley y otros tericos se fue incrementando

se erigi) cumpli el objetivo de mantener la

con mi deseo de llevarla a la cama hasta que la

cultura y el entorno de quienes poblaron estas

muerte nos separara (el altar nunca me pareci

tierras -hasta nuestros das- algo que ninguna

un lugar confortable).

civilizacin de piedra, consigui.

Fue siguindola a ella que regres a las casas

La buena arquitectura no depende tanto

La Maloca, que
todos relacionan
Con una Choza de
Madera y palma
cumpli el objetivo
de mantener la
cultura y
el entorno de quienes
poblaron estas
tierras
de la manera en que se cre el universo y aparecimos los hombres, parece olvidado o ignorado.

de los campesinos, a la tienda torcida donde me-

de su durabilidad, como siempre lo hemos ase-

jor sabe una cerveza, a la plaza de mercado, el

verado (cuantos adefesios hemos tenido que

venimos del mico o de una costilla o de algo

cementerio del pueblo y fue junto a ella o detrs

soportar por generaciones!) sino del respeto

ms creble o con menos pulgas, lo que s es

(porque es detrs de una gran mujer, que siem-

que demuestre por la naturaleza, por los valo-

que aprendimos a humillar a quienes nos asegu-

pre hay un hombre) que conoc el Magdalena

res que realza entre quienes la construyen y la

raban que el planeta se haba fundado a unos

Medio, nuestras costas, la sierra, los desiertos,

viven y por el sentido humano, que es eso que

escasos metros de la casa.

los llanos, los ros y dentro de la espesura y la be-

nos permite reconocernos a nosotros mismos,

lleza de la selva del Amazonas, entre Araracuara

en su interior.

y la Pedrera -Ia maloca- el nico edificio inteligente de Amrica Latina.

Creo que la identidad que tiene Mxico,

No s qu tan importante resulte saber si

Hay quienes alegan que la bsqueda de


una identidad es obsoleta, cediendo ante los
dictmenes de la globalizacin y de la moda

donde viv ms adelante hasta recorrerlo casi

porque confunden la intencin de su bsque-

todo, se la debe al orgullo que despiertan sus

da con la reutilizacin del taparrabo (que era

un arquitecto, por mucho que se empee en la

monumentos. Creo que nuestras cohibiciones y

desechable) o con el retorno a la caverna (algo

reproduccin exacta de su forma y de sus ma-

complejos como raza y como pueblo se deben

que ya se da en las viviendas de inters social,

teriales, pues esto no pasar de ser un ejercicio

ms a la falta de conocimiento y de valoracin;

apenas tapan el patio).

vaco que carece del sentido que slo le da la co-

de esa manera ste y otros ejemplos que ba-

munidad que lo habita. Esa que reconoce en sus

saron su grandeza en elementos menos visibles

herente dentro del contexto en el que vivimos y

elementos y en sus espacios, los lmites del ser

y en comunidades independientes que transmi-

que pueda devolverle la dignidad a las manifesta-

humano y los misterios del universo. Me atrevo

tieron sus mitos y sus leyendas de generacin en

ciones populares, no est en la reproduccin de

a decir que la maloca tiene un espritu, que nace

generacin, bailndose el mensaje unos a otros

lo que alguna vez existi, sino en el fondo de los

El nico que no puede ni podr copiar jams

La bsqueda de una identidad que sea co-

ideales que permitieron que ejemplos de convivencia como los que existieron y an existen en
torno a una maloca, se reinterpreten.

proyectodiseo ' 23

En una fachada popular, como la "casa de


Nario" (ver imagen) est todo el sentido de lo
comn; toda la alegra, la sencillez, la espontaneidad, la recursividad, la emotividad y la berraquera que nos identifica como colombianos;
una sensacin que no despiertan las fronteras.
De todas las familias que he visitado en sus
casas, escog este frente como ejemplo: supe
por un vecino que su dueo es Nario, un seor
de edad, que deambula por las calles vendiendo
biblias, para comer y no para catequizar.
Si usted es estadounidense encontrar pobreza en este muro, si es alemn, inexactitud,
si es de la India, respeto, si es de Afganistn,
identificacin, si es del norte de Bogot, sentir
vergenza, pero si es del resto del pas, hermandad (que es lo que vende Nario). Pero si usted
es colombiano, a pesar de donde viva o adonde
se haya ido, encontrar belleza. Una que slo se
da en estas tierras.

"O a la derecha".

La introduccin y reaparicin de trminos anti-

dos y usted, estimada doctora Concha de Urrutia,

guamente acuados en las lenguas nativas, como

con el calificativo de "indios", trmino que debe-

ecolgico (ojokhacha), sostenible (tengunme ab-

ra ser una distincin y no un peyorativo, como

jaco), bioclimtico (cubrahltlsol senchar cohjco)

lo descubri el gran Mamo de la Sierra, cuando

demuestran el retorno de estos y otros principios.

baj a la ciudad con pantalones, en un gesto de

Probablemente en unos aos, con la mejor tec-

aceptacin y respeto por nuestras incmodas cos-

nologa, logremos hacer de nuevo construcciones

tumbres.

biodegradables, que nazcan y se mueran como

Desde entonces el trmino" cultura popular"

nosotros y otras que perduren por contener un

est asociado a lo 'popular inculto', a lo falto de

espritu como el de la maloca; nuestro patrimonio

gusto y carente de estilo.

(algo que pocos han logrado materializar y que

Tuve que tomarme 2.534 cafs con todo y

debemos defender y aprender a cuidar)

nata, digerir 893 empanadas, 345 tamales, 76 to-

Con un esfuerzo monumental, antroplogos


como Reichel Dolmatoff o Martn von Hildebrand
lograron devolverle el respeto y la importancia a
las comunidades que se vestan y an se visten
con los atuendos tradicionales, como los Kogui de
la Sierra Nevada.

doricos, 56 ponys, 28 liberales, cuatro cuyes y una

Pero los que se pusieron la cachucha y los


tennis se quedaron atrapados entre los antepasa-

sola fachada de las millones que se replican a lo

danta para entender que todo lo que nos identifica como mestizos y como pas, no est en ninguno de los edificios que rodean la plaza de Bolvar,
ni en las armas que nos daran la libertad, ni en las
leyes que nos garantizaran la justicia, sino en una
largo y ancho de nuestro territorio.
"casa de Nario".

5; ha una d;S;nC.-;n en
nuestras /'achadas, fue
noS d;/'eren:' .. ia del resto del
?IOI?eta, eS el hUMor, a/30
fue May ?oCas VeCeS Se ha
?resentado en la h;stor;a de
las c;v;l;zac;oneS,
S;e/>1?re ha ?r;Mado
la
re?reSentac./n del ?oder.

/=r=

24 proyectodiseo

En la casa de Nario, en su zcalo que no


es continuo sino espordico, enajenado de cualquier exactitud que no sea la libertad de pintar,
sin el temor de que se acabe la pintura, est
oculta la verdad (no 'l secreto') de todo lo que
los espaoles trataron de acabar y de masacrar
con sus cruces y sus espadas y que nosotros mismos hemos continuado con nuestros prejuicios;
una cierta enajenacin y desprendimiento de lo
material, que se lee en la despreocupacin con
la que se ubica y da forma a los elementos que
componen la fachada, donde la riqueza, no es
algo que se demuestra con los materiales (est
presente en el gesto, el tono y el detalle).
En los colores que escogi, que no son ni el
azul rey ni el rojo de pelcula de los tapetes de
Hollywood, est todo el carcter y el sabor de
nuestra naturaleza.
Si hay una distincin en nuestras fachadas,
que nos diferencia del resto del planeta, es el
humor, algo que muy pocas veces se ha presentado en la historia de las civilizaciones, porque
siempre ha primado la representacin del poder
o de la riqueza o del refinamiento o de la exquisitez, o la sobriedad del cubo ms cbico o la
innovacin del menos cbico.
Por eso en Guanacas (a donde finalmente
me fui, en vez de Cambridge o Barcelona) donde
hice una Biblioteca de guadua y paja (materiales
del lugar) con concreto y acero (materiales modernos), hice dos series de pinturas al leo que
para m son tan o ms importantes que la estructura y los cerramientos: la primera, son personas
del lugar al leo, algo que como la colonia y el
desodorante, jams se ha usado por estas tierras. Son personas queridas en la regin por sus
valores humanos (no el alcalde o el mandams
comunitario, al menos que el mandatario sustente estos valores a pesar de ser un mandams,
como a veces sucede). Estos son colombianos
comunes y corrientes, el que atiende la tienda,
el que manej una buseta en Cali o la que sac
adelante a sus hijos y a los otros dos que adopt

despus de quedar viuda, a punta de mquina

hacerla con un compromiso especial, con una

y sus textos, sino en bata y con pantuflas, para

de coser, como Dora Guachet. Transcrib sus vi-

dedicacin que no dependa de los votos, ni de

que sea la empleada del servicio quien hable.

das, que fueron los primeros volmenes de esta

la fecha de entrega de la tesis del master, ni de

Biblioteca, donde seguramente pocos llegarn a

los tiempos del concurso, o los precios de la li-

un caf caliente en la tranquilidad de su casa

entender a Einstein, como me sucede a m, sino

citacin, sino del objetivo sincero y honesto de

mientras conoce a la mujer que se lo ha estado

a Dora (comparto el honor con mi Viejo de haber

ayudar y de hacer lo que se quiere, lo que a uno

sirviendo todos estos aos y con la que usted

cometido el mismo error en el arte; pintar cam-

le gusta (s) pero sobre todo algo en lo que se

poco habla de la vida y de la existencia, sino

pesinos siendo realista, pero para ellos mismos) y

cree; algo difcil en este mundo donde negocio es

sobre el mugre en el bao y el pelo en la ensala-

una segunda serie titulada FRENTES POPULARES

negocio. Por eso hace mucho decid marginarme

da. Me he dedicado a or a estas personas en el

(ver imgenes) con las fachadas y las bancas de

de los lmites sociales y econmicos para hacer

campo y ahora en la ciudad.

las casas campesinas, que son el elemento ms

algo que se escapaba de la lgica. Esta ilgica de

importante en trminos de convivencia de la re-

dedicarme a hablar con naturalidad y con humor,

quince historias de vida, que para m resumen la

gin (se repiten en toda Colombia) y que hoy en

una lengua que entienden estas personas y que

situacin de estos lugares. La edicin que saldr

da, determinan la diferencia entre la vida en el

yo comparto. No puedo ofrecerle a los habitantes

de la impresora de mi abuelo, estar disponible

campo y en la ciudad, donde fue sustituida por

de este lugar ninguna solucin que cambie ese

en el hall, convirtindose seguramente en uno

el cerramiento y la alarma. Esta apertura de sus

da trascendental del que depende el alimento,

de los mejores worst-sellers de la casa (despus

fachadas al mundo y a los dems, me permiti

porque en los barrios marginales se destapan y

de las magnficas cartas de mi abuela y uno o

colgar mis cuadros en estas casas. Fue la falta

resultan todas las dificultades de lo que no es-

dos textos filosficos de mi abuelo) aqu estn

de bodega y no un acto premeditado de acercar

tuvo planeado desde los griegos. Gracias a esta

los testimonios de estas personas, de palabras

an ms mi obra a los crticos comunitarios, lo

irrealidad tenemos en este pas, a diferencia de

cortas y mensajes profundos, que desmitifican

que me demostr que el arte no es un lenguaje

otros del primer mundo, gente que nos limpia el

en gran parte los juicios sobre estos barrios y

exclusivo para eruditos, cuando no hay temor a

inodoro, nos abre la puerta y nos llena el tanque.

que nos explican el pas que ellos conocen, acla-

expresar lo que se piensa sino un ejercicio sencillo

Pero es tal la falta de valoracin de su servicio,

rndonos cosas tan elementales, como cul es

y honesto, que nos permite reflexionar en grupo,

que se exportan en barcos.

el verdadero sabor del caf colombiano, que us-

sobre la realidad y todo lo que nos rodea o sobre

Por eso no ofrezco falsas promesas, porque

Es una invitacin a despertarse, tomndose

Despus de cinco aos he decidido publicar

ted y yo siempre cremos que estaba en el gra-

nosotros mismos. Debo confesar que la serie de

modificar un barrio marginal de raz es cambiar

no, pero que en realidad esta en el pocillo del

bancas fue un rotundo fracaso por los comen-

el mundo. Permtame mientras esto sucede, doc-

lugar donde lo sirven.

tarios generalizados en el pueblo y en cada una

tora Magda, proponer unas mejores condiciones

de las casas dando lugar a risas, especialmente,

desde donde estn y unir sus esfuerzos y sus lu-

tualmente, y que sustentan mi propuesta.

cuando yo pasaba por el frente. Lo contrario su-

chas en aquello que los congrega. Se trata de ne-

(Wittgenstein y Schopenhauer se convirtieron

cedi con los retratos.

cesidades que ni usted ni yo lograremos entender

en los nombre de mis perros, dos gosques ejem-

porque podemos pensar en el maana.

plares, fieles y amigos, dignos de mencin y re-

La Casa del Pueblo, fue un intento por unir a


un poblado en una zona apartada del pas (don-

Esto ltimo explica por qu mi mtodoilo-

de est camuflada la realidad ms violenta pero

gicologa, no es el espacio donde confluyen los

tambin la ms valiosa de nuestro pas) alrededor

grandes tericos de la humanidad con sus citas

de un espacio comunitario, basado en el sentido

Son estos los testimonios que cito tex-

conocimiento)
( Contina en la pgina 57)
"Mire por 500".

del lugar y de sus habitantes.


Creo que Colombia slo se podr reorganizar cuando los ciudadanos se desplacen al campo, con el sueo de ser campesinos o de tener
una mejor calidad de vida. Cuando los nicos
que se vayan a la ciudad, sean los hijos de los
rboles de las montaas y las selvas, en busca de
antejardines.
Para lograr esto, habr que ensearle a
nuestros nios y nias que para triunfar no hay
que pintarse el pelo de mono, ni llegar a tener
todo lo que tiene Shakira, sino a ver la vida con
la claridad de Leandro Daz y en aprender a tocar
el acorden o un teclado de computador como
el hombre del piano de Billy Joel, en su pueblo
de origen. Ensearles que el xito se mide por
el da, o por alguien que con uno o dos tragos
se le acerque y le grite al odo iOi9a men, usted
qu est haciendo aqu! porque es mucho mejor
msico que Juanes, pero igual de sencillo a l con
todos sus Grammys y de valioso y de importante
para el pas.
Para hablar de estos temas con una comunidad y no ser malinterpretado por el derecho
que cualquiera tiene de irse a Nueva York o de
aspirar a pasearse en Lamborghini por las vas
destapadas de la vereda, aprend, que hay que
proyectodiseo . 25

Carta abierta
de un arquitecto
( viene de la pgina 25)

oda esta idea surgi en Guanacas, en la casa


de muros de barro y teja de zinc donde viv en
Tierradentro. Ah pude hacer todo lo que no logr
en todos los aos de Pre-kinder, Kinder, Primaria,
Bachillerato y Universidad: sentir por mi mismo,
que es otra manera de pensar.
All logr hacer todo lo que los hombres nos
hemos negado por generaciones: experimentar la
poesa cuando es un movimiento que surge de la
cadera, llorar la frustracin de ver perdidos todos
nuestros esfuerzos en un instante, entender a
Camus, bautizarse en la propia fe y vestirse de los
colores que uno quiere; algo que slo me haba
dado el ftbol. Una cancha fue el primer esquema
que trac sobre la tierra, con el sueo de ser un
futbolista y no un arquitecto.
All en la soledad, donde se confunden la
locura y la estupidez (es tan sutil la diferencia) me
cambi el nombre.
Me llamo imontaaS, pinto muros y pongo
bancas en las fachadas de las casas, nac con barba en las montaas de Colombia, el da que escuch la pregunta que Jaiber le hizo a su pap a raz
de la calcomana que pegaron en la puerta principal, los emisarios del Sisbn, dejando claro que la
casa haba sido censada y que sus ocupantes eran
del estrato uno: pap es cierto que 50m05 de los
ms pobres de Colombia? Lo que Jess Polanco
nunca supo, es que no fue slo a su hijo, sino
a m, a quien dio una leccin para toda la vida,
cuando precis en qu consista la riqueza, con tal
lujo de detalles, que me convenci para siempre
del valor de las cosas cuando son necesarias y la
belleza honda, pero sutil que esconden las situaciones cotidianas y las monotonas elementales,
de las que se compone la existencia humana; esas
cosas que se han repetido desde siempre, como el
da y como la noche.
El hombre siempre ha sido el mismo.
En ese momento acept que todo lo que alguna vez quise ser y hacer, no fue lo que pretend. sino que reposaba en todo lo que por mucho
tiempo negu, por la inmadurez del destete, un
legado anterior a las preguntas sobre el ser y el tener de mi abuelo, de mi abuela Julia, el ser que me
demostr con sus oficios cul es el sentido de lo
comn y me educ para ser una buena persona y
no un gran artista como mi pap, ese hombre soliado y amoroso, que nos ense a sus hijos a ser
responsables y generosos, por encima -inclusode nuestras aspiraciones y deseos, y de mi querido
Mauro (hombre Mauro!) que se muri dejandome su tesis -la revolucin cultural- antes de que lo
atropellara un molino en Estados Unidos, donde
se laure en fsica, matemticas y filosofa y no de
poeta, lo que siempre fue.
Pero si hay un ser al que le debo todo, la vida
misma, es a mi mam.

Simn Hosie pintando las primeras capas del trptico Labo ropa con platn ".

Ella que todo lo tuvo, el vestido blanco perfecto, una perrita French Poodle llamada Jonasa,
profesor privado de tennis y educacin de monja
con guantes blancos, termin internada en un
pabelln de la Santo Toms, donde casi la pierdo, por haber quedado embarazada tan joven de
un artista hippie, algo que su mam Luz Mara
Gmez, de tan buena familia, jur no perdonarle
jams y que le arruin la vida para siempre.
y si esto es algo lgico, doctora Magda, entonces permtame dudar por un instante de esta
realidad en la que creci, donde ser culto es una
condicin que se sustenta sobre unos estantes de
madera, con unos libros que se ordenan por colores y no por temas, y que se utilizan ms como
decoracin que para reflexionar en torno a las
preguntas que plantean, y que tampoco est en
los viajes a Europa, ni en los vestidos de seda, ni
en el color del pintalabios, ni en la vajilla china,
sino en el ofrecimiento de un caf -lo mejor de la
casa- en la nica tasa que no est desportillada
y en el pan que se compra en la esquina, el que
amasa doa Margarita con sus manos.
Si algo deberamos aprovechar son las confusiones que dejaron los filsofos, antroplogas y la psiclogos del siglo XX servidas sobre
la mesa, con relacin a temas como la cultura,
para devolverle la posibilidad a estas personas
de ser cultas por una nobleza, que no se hereda
por linaje, sino que se gana con la humildad y la
honradez y se demuestra diariamente y no en
elaborados banquetes.
Cuando conozco a una mujer desempleada
como Ema, sola con sus tres hijos, en una situacin en la que yo robara para alimentarlos, que
prefiere salir y anotar sobre su fachada con un
tarro de pintura y un dedo, lo que buenamente
sabe hacer, lo que honestamente puede garantizar, entonces no tengo ms palabras.

No tengo otra verdad para contar, que la de


haber estado frente al ser ms valiente, e integro
y honorable que he llegado a conocer en la vida,
e intentar, as sea torpemente como usted precisa,
con todos mis defectos y falencia s, reproducir y
tratar de transmitir su mensaje, con un grito que
me sale del pincel y los palustres.
'El alma es una cosa blanca con un borde
negro': Anamara Norman. Siempre quise copiar
esta definicin de mi compaera de kinder. No he
encontrado una que ahonde ms en su misterio o
est tan segura de su existencia.
Nunca podr emular el mismo esfuerzo o la
necesidad con el que fueron hechos los originales,
como ste "de Ema":
"Peluqueo a maquina, trasmito capasitacion
costurera, labo ropa sucia, remiendo, adorno tortas, cuido de bebes, curo con yerbas, sobo, ay tinto" (ver imagen).
Encuentro ms razn y honorabilidad en estos textos que en todos los libros y decretos que
se han firmado, como testimonio de lo que somos
y lo que necesitamos, de la situacin en la que
nos encontramos, de los motivos que nos tienen
tintos en sangre y confesndonos con vino. Aqu
estn escritos no cien aos sino quinientos de soledad, de dolor y de abandono.
Ya no veo las cosas a travs de mi persiana
americana.
Con mi matemtica no puedo sustentar la
belleza que veo en estas casas, no ser nunca tan
buena ni tan precisa como la de Carlos Hoyos, el
nico genio de carne y hueso que he conocido,
porque sus paps lo obligaron a asistir a gimnasia,
nica materia en la que no se destac. Fue en la
arenera del colegio, cuando ambos tenamos seis
aos, que el me hizo una pregunta, ya consciente de las teoras estticas desde los griegos hasta
Wladyslaw Tatarkiewics, con una reflexin que

proyecto diseo 57

transgreda cualquier teora planteada hasta entonces y que yo slo puedo


poner sobre el papel: tu mam es bonita?
Slo el afecto supera los limites de la razn y los sentidos, y llega hasta donde las proporciones universales y los condicionamientos culturales se
desvanecen, ese lugar puede estar entre las arrugas y formas obesas de una
madre, o en los colores de un muro o en unas palabras mal escribidas.
Yo, que no soy un especialista, doctora Magda, que no tengo la tcnica,
ni los mtodos, como Hctor su portero o Marina su niera, he logrado entender lo que es vivir afuera del pensamiento, no en la instancia soberana del
saber y no lugar de Foucault, sino en los barrios de la periferia.
Intento encontrar la escala de mi oficio en proporciones menos ureas,
ajustadas a las dimensiones sociales y econmicas de la actualidad y transformar el 50% de la ciudad que no hicimos ni planeamos los profesionales.
Hablo de una arquitectura ms cercana a la literatura que de la filosofa.
Trato de ser sincero y autntico en lo que hago, que es lo que me ensearon las personas de estas veredas y barrios. Mentira si dijera que mi terico
de cabecera no es Bob Marley. Los ladrillos de Kenneth Frampton son excelentes para construir casas, pero los de adobe son ms agradables de leer y
los entiende todo el mundo.
Estoy de acuerdo con Mies en que menos es ms, pero no comparto la
resta de los adornos como una determinante de la ecuacin, creo que el menos est ms cerca de la libertad de rodearnos de lo que nos resulta valioso
que de descolgar el dibujo que nos hizo un hijo. Ser tal vez por una falta
de devocin de lo material como el de los barrios marginales, y de un ideal
de desapego, que viene de la India, que de un minimalismo, esa moda que
genera ms anhelos, proyectado para destacar un sof de lujo, como se ha
ido malinterpretando la sobriedad de arquitecturas, como las de Tadao Ando,
inspirada en otras tradiciones afines.
Manifiesto mi admiracin por Barragn, Lina Bo Bardi y Hassan Fathy,
que se han adentrado en las fibras de los tejidos de sus pueblos, rescatando
su esencia. Creo como Kazantzakis, que hacen falta ms arquitectos vehementes como Hundertwasser, para desafiar a quienes an intentan vendernos la idea de que lo moderno est en las formas novedosas, en las persianas, los espejitos y otras carsimas huevonadas, con las que intentan sacarnos el poco oro que nos queda. Creo que no quedan muchas formas para
explorar y que la demostracin de esto es el deconstructivismo, basado en
las teoras de Derrida, que no puede sustentar ningn arquitecto con muros
sueltos y cubiertas reventadas, sino Ema, que es la absoluta contraparte. Por
eso su casa, a la que llaman tugurio, es la obra por excelencia del deconstructivismo, porque es el opuesto y la consecuencia, de todo lo que plante
el estructuralismo -lo ilgico- que destruye -la lgica- (a menos que yo haya
mal interpretado las teoras de Derrida, algo an ms factible. Soy ante todo
un conocedor de las teoras filosficas de E. Eneas Zeblintsky).
Lo moderno est determinado por los sucesos del siglo XX, por los avances tcnicos, pero sobre todo por los conflictos, problemas, guerras, holocaustos, crmenes, violaciones, destruccin y enfermedades que demuestran
una enorme confusin a nivel mundial de la que no logramos escaparnos con
la violencia, el hambre y la inestabilidad social y econmica en nuestro pas.
La verdadera vanguardia est en la capacidad de interpretar estas situaciones y proponer un desarrollo que evite todo lo anterior y no en las elucubraciones del ego y en la satisfaccin de las vanidades de quienes quieren
convertir la arquitectura en un producto ms, como las tetas.
Debemos volver a usar el lpiz como Fernando o Sal mona y despertar sobre una planta no uno sino todos los sentidos, incluido el comn. No
podemos caer en la ilusin de renderizar el futuro y pretender verlo en una
pantalla (con figuras humanas a las que se les programa el movimiento) hay
que salir a la calle, hablar con la gente, recurrir al poder de la razn y no al del
puesto, al mrito de la imaginacin que se proyecta sobre cualquier cartn,
o papel. Superar los llenos y vacos, los flujos y las zonas achuradas y salir
a la fragua como Yolanda y Germn para proponer como Dicken. Estudiar
nuestro legado como Silvia. Decir lo que Tllez como un Nio. Que no haya
disgustos por los premios sino discusiones sobre nuestros criterios. Partir de

58 . proyectodiseo

lo fundamental, comenzar por lo urgente, ponernos de acuerdo en lo ms


necesario.
Creo ms en un 'diseo colombiano', que en un 'diseo hecho en
Colombia' (como precisa Saldarriaga) reconozco que me gusta la Biq-Mac',
pero prefiero apoyar la tienda que recin puso Margarita en la esquina, el
pan es maravilloso.
Para eso doctora Concha, el nico camino es el dilogo y la unin de
nuestros esfuerzos, permtame invitarla a una banca de un frente popular
para tomarnos un caf, porque no existe una tarea fundamental de la arquitectura, sino una multiplicidad de labores que debemos adelantar con
unidad de criterios y con claridad acerca de nuestros valores.
No podemos evitar que haya tantos arquitectos saliendo de los garajes
(yo crec en uno) porque no podemos garantizarle a todos el acceso a los cerros orientales, que hoy son todo menos pblicos, y estaramos contradiciendo el ideal de que todos lleguemos a educarnos -o el hecho- de que estos
espacios (antes reservados para los carros que estn destinados a desaparecer de Bogot) sean utilizados para otros fines menos acadmicos, como
guardar copas y radios, o hacer laboratorios de procesamiento o DRFE's.
Si dejamos de pelearnos por las seoras que quieren su casa en Mesa
de Yeguas y nos concentramos en dirigir con unas pocas cabezas muy calvas
y canosas (de las que yo no formo parte) todo este potencial a los espacios
donde verdaderamente se necesitan pelotones, de pronto logramos que el
plan Colombia sea una actividad extracurricular financiada por los gringos,
para reconocernos en la calle y no en la morgue.
Permtame decirle que la satisfaccin ms grande de mi trabajo ha sido
poder compartido con mis mejores amigos.
Yo, que dej de cultivarme en otras materias, trat de ser artista pero no
pude, prefer ser todo menos mudo, pero un vago como Chaplin. Porque el
arte se convirti en un escenario lleno de vicios y valores malinterpretados.
Por eso nunca he expuesto en una galera. No tengo el derecho de autodenominarme un artista para justificar mis irreverencias, mis estupideces, y
mi locura, por no dejar que estos letreros y estos muros se diluyeran en el
champagne del cctel del galerista.
Prefiero escribir lo que pienso y confesar lo que siento -algo que no
hacen los que se dedican a la plstica- antes de que un curador me prescriba
la receta para la enfermedad que he sufrido todos estos aos: un amor que
se me sale por los poros y que obtuve por contagio.
Soy realista, mis cuadros tambin, lo abstracto es la realidad de donde
vienen. Recurro a la imaginacin y al sentido comn, para acercarme a estos
lugares donde los nios nacen rodeados de las consecuencias.
Si pudiera escoger un lugar para colgar mis pinturas -o slo una-Ia que
quise hacer desde que nac y que pude pintar cuando perd el temor a salirme
de la raya, a colorear en un solo sentido y a no mezclar ciertos colores: un
muro grande y azul, con un zcalo amarillo torcido y descontinuado, con
un pequeo letrero en una esquina que le da nombre al cuadro, 'labo ropa
con platon', lo hara sobre los muros de la grieta de Doris Salceda, en lo ms
profundo y lo ms oscuro, (que es de donde viene mi obra) de ese arte que
no se puede llevar a la casa, que no est hecho para embellecer una pared o
para aumentar su capital.
Es una invitacin a perder el estilo, a ampliar los ejes sobre los que opera
nuestro gusto hasta terrenos donde no existen las apariencias, a expandir
los horizontes de los saberes locales e incorporarlos fecunda mente dentro
de estos barrios donde se respira autenticidad, para descubrir el valor de las
cosas que se hacen con esfuerzo en su superficie; en la torta, los adornos
y el vestido de Natalie que le hizo su abuela Dora con la mquina de coser,
con la que saco adelante a los propios y los que adopt, todos sus hijos. Me
confieso. Lo acepto. Me gusta (la quiero). Reconozco su belleza.
Reiterndole mi intencin de invitarla a un caf. pd

~~~

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