TC BButton Guzman, Belardinelli, Vargas UNSL Argentina
TC BButton Guzman, Belardinelli, Vargas UNSL Argentina
TC BButton Guzman, Belardinelli, Vargas UNSL Argentina
2016
Resumen
En el presente trabajo queremos hacer un aporte al ejercicio reflexivo sobre las prcticas
y experiencias en el campo de la Educacin Especial, especialmente desde la
Pedagogas de las Diferencias, problematizacin trazada por los lineamientos tericos
proporcionados por Carlos Skliar en los ltimos aos.
Con una aguda crtica al dispositivo de normalizacin occidental y moderna, en cuya
particin entre normal y anormal devino en la discriminacin y exclusin de las
diferencias, la perspectiva pedaggica de Carlos Skliar nos entrega para la reflexin
sobre nuestras prcticas educativas un conjunto de interrogantes tales como: qu son
las diferencias?, por qu la educacin escolarizada sigue trabajando desde la
normalizacin y el disciplinamiento?, pueden los dispositivos de formacin promover
nuevas formas de subjetivacin, para identificar y remover barreras hacia la educacin
inclusiva?
Estos interrogantes sern planteados aqu en un anlisis especficamente delimitado a un
personaje de ficcin: Benjamin Button. Tanto el cuento de F. Scott Fitzgerald como el
film de David Fincher (2009) nos proporcionan elementos para pensar el curioso caso
de Benjamin Button como paradigma de formacin de una singularidad diferente,
integrada al mundo cotidiano de la vida de las personas normales, como modelo de
autoformacin y reflexividad de s.
Palabras claves:
Diferencias Subjetivacin Integracin Formacin.
1
Texto producido desde el Proyecto de Investigacin CYT Hermenutica y Subjetividad: dispositivos pedaggicos y
esttico-polticos de educacin, arte y comunicacin, dirigido por Dra. Liliana Guzmn Muoz, Departamento de
Educacin y Formacin Docente de la Facultad de Ciencias Humanas, UNSL
2
Dra. Liliana J. Guzmn. Doctora en Pedagoga. DNI: 22.852. 434. Docente e Investigadora, Facultad de Ciencias
Humanas, Universidad Nacional de San Luis. E-mail: lilianaj.guzman@gmail.com
Lic. Claudia Berardinelli. Licenciada en Educacin Especial UNSL. DNI 20.866.214. Docente e Investigadora, Facultad
de Ciencias Humanas, Universidad Nacional San Luis. E-mail: cbelard@unsl.edu.ar Prof. Fernando G. Vargas.
Profesor en Psicologa. DNI 30.369.974. Docente e Investigador, Facultad de Ciencias Humanas, Universidad
Nacional de San Luis. E-mail: fgvargas@unsl.edu.ar
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I.
En el presente trabajo queremos hacer un aporte al ejercicio reflexivo sobre las prcticas
y experiencias en el campo de la Educacin Especial, especialmente desde la
Pedagogas de las Diferencias, problematizacin trazada por los lineamientos tericos
proporcionados por Carlos Skliar en los ltimos aos.
Con una aguda crtica al dispositivo de normalizacin occidental y moderna, en cuya
particin entre normal y anormal frente a la que expresa contundentemente: el
problema no es lo anormal, la anormalidad, el anormal y si la norma, la normalidad y lo
normal3; pues, aquel dispositivo devino en la discriminacin y exclusin de las
diferencias, la perspectiva pedaggica de Carlos Skliar nos entrega para la reflexin
sobre nuestras prcticas educativas un conjunto de interrogantes tales como: qu son
las diferencias?, por qu la educacin escolarizada sigue trabajando desde la
normalizacin y el disciplinamiento?, pueden los dispositivos de formacin promover
nuevas formas de subjetivacin, para identificar y remover barreras hacia la educacin
inclusiva?
Estos interrogantes sern planteados aqu en un anlisis especficamente delimitado al
referido personaje de ficcin: Benjamin Button. Tanto el cuento como el film nos
proporcionan elementos para pensar el curioso caso de Benjamin Button como
paradigma de formacin de una singularidad diferente, integrada al mundo cotidiano de
la vida de las personas normales, como modelo de autoformacin y reflexividad de s.
Este devenir sujeto de una diferencia cultivada en su formacin, en sus vivencias y
experiencias de vida, en el fluir de una vida que deviene de anciano a nio, y viceversa,
es el entramado vital y continuo de quien es atravesado de tiempo, de amor y de muerte
de quienes ama. En tal sentido, y en un plano similar al personaje de El Secreto de
Adeline, Benjamin Button es la construccin de una vida hacia una infancia de vejez
que va descubriendo el mundo de las cosas entre las que est a medida que envejece
hacindose nio, descubrimiento por tanto que realiza como un nio.
Es preciso observar el nacimiento doloroso de Benjamin Button, como una deformidad
lo suficientemente impresionable como para que su padre corriera a arrojarlo al puerto
para despus entregarlo en las escalinatas de un geritrico atendido por personas de
color: el comienzo de la vida de Benjamin es un puro arrojo a espacios de marginalidad
y diferencias. Sin embargo, la inclusin a la vida del asilo y el amor con el que es
cuidado y protegido por la familia que lo acoge, son lo suficientemente fuertes como
para contener y aminorar los estados y sentimientos de marginalidad y exclusin social.
3
Skliar, C. Y si el otro no estuviera ah? Notas para una pedagoga (improbable) de las diferencias. Pp.
27. Buenos Aires, Argentina. Ed. Mio y Dvila. (2011).
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devenir del mismo protagonista: su vida no es el caso de una figura anormal, sino el
devenir sujeto de un nio-anciano plenamente comprometido con su presente, con sus
afectos, con sus experiencias de estar en el mundo ticamente con los dems. Button no
representa ningn caso de anormalidad, ms bien es la representacin de un devenir normal
en un mundo inhospitalario en cuyos espacios la praxis misma del sujeto promueve la
hospitalidad de las diferencias y la igualdad de todos.
En ese mismo sentido Skliar juega con la temporalidad, en materia pedaggica, para dar
cuenta de la temporalidad de la mismidad y del otro, expresa: discuto la cuestin de
este presente que dejar de serlo enseguida para ser un nuevo y renovado presente; de
este presente incomprensible. Pero no me propongo una discusin en los trminos de un
sujeto que todo lo comprende, sino desde la absoluta perplejidad, desde la prdida del
sentido sobre el otro y, por consiguiente, sobre la propia mismidad.5 Es decir, se trata
de notar, que lo incomprensible del presente es donde recae el acento de aquello que se
toma por anormalidad; cuando uno puede ver que aquello que se llama anormalidad, en
realidad acontece normalmente, es la mismidad la que retorna incomprensible
posteriormente.
IV.
Otro plano de la deconstruccin operada por el mismo personaje es posicionarnos frente
a la pregunta por nuestros modos de educar: somos capaces de recibir con hospitalidad
a una supuesta anormalidad deficiente, o nos atrevemos a comprender y abrazar las
diferencias desde una perspectiva tica ms respetuosa de las singularidades?.
Se trata entonces de reposicionarnos, para lo que es indispensable realizar un trabajo
asctico, inquietarnos por nosotros mismos, para conocernos a nosotros mismos; para
luego poder reflexionar sobre nuestras propias prcticas, pero no slo nuestras prcticas,
sino nuestras prcticas inscriptas en un reiterado (desde hace ms de un siglo)
dispositivo centrado en reproducir un mismo movimiento, el de la primaca de la
normalidad, o como bien la llama Skliar, la mismidad.
Mismidad que vuelve a instalar el control en las fronteras del cuerpo y de la mente; que
regresa soberbia, a tomar sus sanas y bellas decisiones sobre los espacios y los tiempos
de la alteridad6. Es por tanto interesante el caso presentado, en tanto muestra la
posibilidad de reubicarse, reposicionarse, an en este entorno de inhospitalidad, en una
suerte de punto de fuga.
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Conclusiones
A fin de cuentas qu son las diferencias?; sino otra cosa que un elemento inherente a lo
humano, y no acaso, por tal merece el acceso a los mismos derechos? De que vale
ubicarse en la mismidad; que de ello nos convocara?
En cuanto a que la Educacin escolarizada se mantenga en el plano de la normalizacin
y el disciplinamiento, es posible inferir que es conveniente a una serie de dispositivos
que movilizan sectores hegemnicos; sin embargo tambin cabe pensar que es el temor
a la otredad, a lo desconocido pero familiar como formacin misma de lo humano de
aquello que es diferente, y particularmente llamado alteridad deficiente; esa otra
alteridad que muestras nuestras posibles falencias, que no se ajustaran a un sistema
imperante, y por qu no mejor, entonces, modificar ese sistema?
Podemos decir, finalmente, que es posible una educacin para todos, siempre y cuando
apuntemos a ello, nos pongamos a disposicin de transformar los dispositivos, con los
que nos autolimitamos, nos paralizamos, con los que nos coartamos las posibilidades de
la experiencia, del contacto con el otro, ese otro que es indispensable.