Freud - Una Interpretación de La Cultura
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Treud
La vida en sociedad
Si queremos entender la visin freudiana de la sociedad y la cultura
hum ana tendrem os que acudir a tres obras magistrales de nuestro
autor: Ttem y tab (1913), la 'Psicologa de las masas y anlisis del
yo (1921) y T I malestar en la cultura (1930). De entrada, las tres obras
inciden en aspectos muy diversos, pero puestas en un determinado
orden proyectan una imagen muy completa y profunda de todo lo hu
mano. En este punto, empero, nos centraremos especialmente en el
estudio de TI malestar en la cultura, ya que se trata del diagnstico
ms im ponente de la cultura realizado por Freud y el que ha marcado
ms el pensam iento filosfico y sociolgico contemporneo.
T i malestar en la cultura postula inicialmente una idea difcil de
cuestionar: los hombres deseamos ser felices, esto es, queremos ver
realizado en la prctica nuestro ideal de felicidad. As venimos progra
mados por naturaleza: el Id o TUo, es decir, el estrato ms profundo
y original de nuestro yo, est gobernado por el principio del placer.
Aspiramos, pues, a realizar ese gozo y a experim entar el contento o la
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alegra que se deriva de ello. Una vida siempre placentera sera, claro
est, una vida feliz. Sin duda, esta afirmacin inicial de Freud con
tara con el respaldo de un filn nada despreciable de filsofos, los
hedonistas,23que, ya desde la antigua Grecia, se haban centrado en la
importancia que el placer tena para la vida del hombre.
Sin embargo, nuestro entorno no nos pone la tarea nada fcil, ms
bien al contrario: sentimos infinidad de oposiciones a nuestro impul
so innato hacia el placer y la felicidad. La naturaleza, como se suele
decir, es cruel y no tiene compasin con nosotros, y las relaciones con
los dems son, a menudo, fuente de frustracin e insatisfaccin. No
solo son los agentes externos los que nos impiden realizar tranquila
m ente nuestro ideal de felicidad: tambin nuestra propia naturaleza
nos pone obstculos: el cuerpo degenera y enferma, nos sume en in
contables dolores y frustraciones. Ante todo esto, qu posibilidades
tenemos, pues, para ser felices? Cmo podramos evitar el dolor?
Histricamente se han propuesto infinidad de recetas contra el
dolor: se ha instado a la renuncia del deseo, que en ltimo trmino se
torna en dolor; a dedicarse a proyectos ms elevados o espirituales,
como el arte; a la huida de la realidad, que, como veremos, procura
la religin, o, incluso, al consumo de drogas. Pero ni la renuncia, ni la
fuga mundi a la que llevan las drogas o la religin, ni siquiera el amor
ms autntico, consiguen liberarnos del dolor que es vivir. La felicidad
parece ser un ideal imposible de realizar: nacemos aspirando a ser
felices y luchamos desesperadamente para conseguirlo, aunque la rea
lidad, siempre testaruda, se opone con firmeza a nuestros propsitos.
Cabe aceptar, nos aclara Freud, que todos los utensilios e instru
mentos tcnicos que los hombres hemos logrado construir en el curso
83 Hedonism a doctrina filosfica que postula que el placer (hedon significa en griego
gozo) representa el mayor bien, por lo que debe erigirse en directriz tica.
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Treud
Sigmund Freud, Obras completas (vol. VIII), Madrid, Biblioteca Nueva, 1974, p. 3.034.
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KM
Trtmil
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'Freud
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Cultura
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Treu
25 /Wd, p. 3.053.
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