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Guion de Hamlet

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Guion de Hamlet

(Entra Horacio; Francisco cambia de turno con Bernardo y Marcelo est adentro)
Horacio: amigos!
Marcelo: fiel vasallo del rey de Dinamarca, como esta?
Francisco: Buenas Noches
Marcelo: Quin te relevo?
Francisco: Bernardo tomo mi lugar. Buenas Noches!
(Sale francisco. Marcelo y Horacio se acercan a donde estar Bernardo haciendo guardia)
Marcelo: hola, Bernardo!
Bernardo: Quin est ah?, Es Horacio?
Horacio: un pedazo de l.
Bernardo: Bienvenidos
Marcelo: se ha vuelto a aparecer esa sombra esta noche?
Bernardo: yo no he visto nada
Marcelo: Horacio dice que es imaginacin nuestra, acerca de ese fantasma que hemos visto dos veces. Por eso le
estaba pidiendo que nos acompae esta noche para vigilar con nosotros. Por si vuelve de nuevo el fantasma, el
este como de testigo.
Horacio: que! El fantasma, no vendr
Bernardo: sintate conmigo, y escucha el suceso que tanto odian or, y que en dos noches seguidas hemos
presenciados nosotros.
Horacio: est bien me sentare y escuchare lo que tengas que decir, Bernardo.
Bernardo: la noche pasada, el reloj marcaba la una.
Marcelo: (Sah!) silencio, mira lo que se acerca, viene otra vez
(Se aparece en un extremo, la sombra del rey Hamlet; Horacio se levanta con miedo)
Bernardo: la sombra tiene el mismo aspecto del difunto rey.
Marcelo: Horacio, tu eres el hombre de estudios, hblale.
Bernardo: no se parece al rey?
Horacio: muy parecido es, verlo me perturba con miedo y asombro.
Bernardo: el querr conversar con nosotros
Marcelo: Anda Horacio, hable con el
Horacio: Quin eres t, que andas merodeando por aqu, tendiendo presencia tan noble y guerrera que tuvo su
majestad, que yace del sepulcro?, habla por el cielo te lo pido.
(se va retirando la sombra a paso lento)
Marcelo: parece que esta irritado.
Bernardo: se va como desprecindonos.
Horacio: detente, habla.
Marcelo: ya se fue. No quiere respondernos
Bernardo: Qu tal, Horacio? T tiemblas, y has perdido el color. No es esto algo ms que miedo? Qu te
parece?
Horacio: Dios!, nunca me lo hubiera credo si no hubiera estado presente
Marcelo: No es muy parecido al rey?
Horacio: la armadura que llevaba puesta cuando peleo con el ambicioso rey de noruega, cuando una alteracin
de rabia hizo caer al de Polonia sobre el hielo, de un solo golpe
Marcelo: Ahora bien, sentmonos y que alguien me diga; cualquiera que lo sepa porque esta sombra se aparece
todas las noches, dejan cansados a los vasallos con guardia tan penosas y vigilantes?
Horacio: yo te dir; nuestro ltimo rey fue provocado a combate, por Fortimbras de Noruega; en aquel desafo,
Hamlet mato a Fortimbras, el cual, por un contrato sellado y ratificado segn el fuero de las armas, ceda al
vencedor todos aquellos pases que estaban bajo su dominio. Nuestro rey se oblig a cederle una porcin
equivalente, si hubiese perdido; as fue como recay todo en Hamlet
Bernardo: si no es esa la causa, no se cual pueda ser la razn.
(Canta un gallo a los lejos, y empieza a retirarse la sombra, los soldados quieren detenerla, haciendo uso de las
lanzas, la sombra esquiva las lanzas y desaparece)
Marcelo: le doy con mi lanza?

Horacio: si, dale si no quiere detenerse


Bernardo: aqu esta
Horacio: Aqu
Marcelo: se ha ido. Nosotros lo ofendemos siendo el un soberano, en hacer demostraciones de violencias.
Bernardo: l iba a hablar, pero el gallo canto.
Horacio: yo he odo decir que el gallo hace despertar al dios del da con alta y aguda voz de su garganta sonora,
y que todo espritu huye a su centro.
(Empieza a iluminarse lentamente el teatro)
Marcelo: es cierto, desapareci al cantar del gallo. Algunos dicen que este pjaro matutino canta toda la noche, y
que entonces ningn espritu se atreve a salir de su morada, ningn maleficio produce efecto, ni las hechiceras
tienen el poder para sus encantos.
Horacio: yo tambin lo tengo entendido as, y entendido as, y en parte lo creo. Terminemos la vigilancia y le
diremos todo al joven Hamlet lo que hemos visto esta noche. No les parece que le tenemos que decir esta
noticia que es propia de nuestra obligacin?
Marcelo: si, tenemos que decirle.
(Saln del Palacio (entran Claudio, voltiman))
Claudio: querida esposa, hijo y sobrino; an conservo viva en la memoria la imagen de mi amado hermano
Hamlet, muerto en agraz. Mi corazn, saturado de dolor, sigue de luto y quiere que lo est tambin la faz del
reino. Siguiendo su recomendacin determine no solo poner fin al largo duelo oficial por la muerte de mi
hermano, sino tomar por esposa a la que antes fuera mi hermana y ahora es mi reina.
Voltiman: En esta y en cualquiera otra comisin les daremos pruebas de nuestro respeto
Claudio: no dudar.
(Entra Laertes y Polonio)
Claudio: Laertes Qu solicitas? Me has hablado de una pretensin? No me lo dirs?
Laertes: respetable soberano, solicito su permiso para volver a Francia.
Claudio: Qu dices Polonio?
Polonio: al verle tan inclinado, firme ltimamente la licencia de que se vaya, aunque a pensar mo, le pido seor
que le d permiso.
Claudio: elije el tiempo que te plazca ms oportuno para salir, y haz cuanto gustes y sea ms feliz. Ya puedes
retirarte Laertes. Y, tu Hamlet, mi querido hijo!
(Laertes se retira)
Hamlet: algo ms que parentesco y menos que amigo
Claudio: Qu sombras de tristeza te cubren siempre?
Hamlet: al contrario, seor: estoy muy contento
Gertrudis: mi buen Hamlet, mira que eres amigo de Dinamarca: ni siempre con abatidos parpados busques entre
el polvo a tu generoso padre. T lo sabes el que vive debe morir.
Hamlet: si seora, lo s.
Gertrudis: Por qu aparentas tan particular sentimiento?
Hamlet: aparentar?, no seora, yo no s aparentar. Aqu adentro tengo lo que es ms que apariencia: lo restante
no es otra cosa que atravios y adornos del dolor.
Claudio: bueno, es que tu corazn pague a un padre esa lgubre deuda, Hamlet; pero no debes ignorarlo: tu
padre perdi un padre tambin, y aquel perdi el suyo.
Gertrudis: yo te ruego, Hamlet, que no vayas a Witemburgo: qudate con nosotros. No ser en vano las suplicas
de tu madre.
Hamlet: obedecer en todo siempre ser mi prioridad
Claudio: por esa elegante respuesta quiero que seas yo en el Imperio Dans. La sinceridad de Hamlet ha llenado
de alegra mi corazn. Por este acontecimiento no se celebrar hoy en Dinamarca ninguna fiesta, al menos que
yo lo anuncie.
(Sale Claudio, Gertrudis y polonio; entra Horacio, Bernardo, Marcelo)
Horacio: Buenos das Seor
Hamlet: me alegro de verte, Eres Horacio?
Horacio: si, y siempre su humilde criado

Hamlet: mi buen amigo, yo quiero trocar contigo ese ttulo que te das. A qu hora has venido de Witemburgo?
. ah Marcelo!
Marcelo: Seor
Hamlet: me alegro mucho de verte. A qu has venido?
Horacio: seor... deseos de holgarme
Hamlet: no quisiera or eso de tu boca; ni podrs forzar mis odos a que admitan una disculpa que te ofende. Yo
s que no eres desaplicado. Pero dime
Horacio: he venido a ver los funerales de vuestro padre
Hamlet: no te burles, por Dios, yo creo que habrs venido a las bodas de mi madre.
Horacio: es verdad: cmo se han celebrado inmediatamente!
Hamlet: dinero, Horacio, dinero. oh! Yo quisiera haberme hallado en los cielos con mi mayor enemigo, antes
que haber visto aquel da. Me parece que veo a mi padre
Horacio: en dnde, seor?
Hamlet: con los ojos del alma, Horacio
Horacio: Alguna vez le vi. Era un buen rey
Hamlet: Era un hombre tan justo en todo, nunca habr nadie igual.
Horacio: seor, yo creo que le vi anoche
Hamlet: a quin viste?
Horacio: al rey, su padre
Horacio: esccheme, les contare de un caso maravilloso, apoyado con el testimonio de estos caballeros
Hamlet: si, dime
Horacio: estos dos seores, le haban visto dos veces haciendo guardia, como a mitad de la profunda noche. Una
sombra con apariencia de su padre, se nos puso delante. Paso tres veces, los soldados trataron de detenerlos con
sus lanzas, ellos permanecieron mudos sin osar hablarle. Yo fui a vigilar en la tercera noche a comprobar aquella
aparicin. La sombra volvi en efecto.
Hamlet: y en donde fue eso?
Marcelo: en la muralla de palacio, donde estbamos de guardia
Hamlet: y no hablaron con l?
Horacio: s, seor. Yo hable; pero no me dio respuesta alguna, sin embargo, pareca que quera hablarme; pero al
mismo tiempo se oy la voz de un gallo matutino y desapareci.
Hamlet: eres muy valiente, amigo!
Horacio: y tan cierta como mi propia existencia. Hemos credo que era obligacin nuestra avisarle de esto.
Hamlet: si, amigos mospero eso me llena de confusin. Estarn de guardia esta noche?
Bernardo, Marcelo, Horacio: si seor
Hamlet: dicen que iba armado?
Bernardo, Marcelo, Horacio: s, seor, armado
Hamlet: de pie a cabeza? y no le vieron el rostro?
Bernardo, Marcelo, Horacio: Si, seor estaba de pie a cabeza
Horacio: si le vimos el rostro.
Hamlet: Estaba enojado?, feliz o triste?
Horacio: ms anunciaba su semblante el dolor, que la ira, y no estaba plido
Hamlet: y fijaba la vista en ustedes?
Horacio: constantemente
Hamlet: yo hubiera estado all
Horacio: mucho miedo le hubiera causado
Hamlet: si, si es verdad y permaneci mucho tiempo?
Horacio: el que puede emplearse en contar desde uno
Marcelo: ms, ms estuvo.
Horacio: cuando yo le vi, no
Hamlet: la barba blanca. Eh?
Horacio: s, seor, como yo se lo haba visto, cuando viva, de un color ceniciento
Hamlet: quiero ir esta noche con ustedes al puesto por si acaso vuelve.
Horacio: oh!, si volver yo se lo aseguro.

Hamlet: si l se me presenta con la imagen de mi noble padre, yo le hablare, aunque el infierno mismo abriendo
sus entraas me impusiera silencio. Yo les pido a los dems que todo lo que vieron lo oculten con el mayor sigilo
posible, y lo que pase esta noche tambin debern guardarlo. Entre las once y doce ir a buscarlos en la muralla
Horacio, Bernardo y Marcelo: nuestra obligacin es obedecerte.
Hamlet: si, su amor y estn seguros del mo. Adis el espritu de mi padrecon armasno, esto no es bueno.
(Salen todos), (en la sala en casa de polonio, entra Laertes, Ofelia)
Laertes: ya tengo todo mi equipaje en el barco. Nos vemos hermana, no te descuides en darme noticias de ti
Ofelia: Lo dudas?
Laertes: por lo que hace al frvolo obsequio de Hamlet, debes considerarlo como una mera cortesana, un hervor
de la sangre.
Ofelia: nada ms?
Laertes: pienso que no, porque en nuestra juventud se aumentan las fuerzas y tamao del cuerpo, sino que las
facultades interiores del talento y del alma crecen tambin con el templo en que ella reside. Puede ser que l te
am ahora con sinceridad.
Ofelia: Mi buen hermano, mira, no hagas t lo que algunos duros pastores hacen, mostrando spero y espinoso el
camino del cielo mientras como abandonados disolutos pisan ellos la senda florida de los placeres, sin cuidarse
de practicar su propia doctrina.
Laertes: oh! No lo receles. Yo me detengo demasiado; pero all viene mi padre: pues la ocasin es favorable, me
despedir de l otra vez.
(Entra polonio)
Polonio: aun estas aqu? Qu vergenza!
Laertes: Humildemente le pido su permiso
(Laertes se arrodilla y besa la mano a Polonio)
Polonio: si, el tiempo te est convidando, y tus criados esperan; vete
Laertes: adis, Ofelia y acurdate bien de lo que te he dicho
Ofelia: en mi memoria queda guardado, y t mismo tendrs la llave.
Laertes: adis.
(Se retira Laertes)
Polonio: y qu es lo que te ha dicho, Ofelia?
Ofelia: si quieres saberlo, eran cosas sobre el prncipe Hamlet.
Polonio: bien pensado en verdad. Me han dicho que te ha visitado varias veces privadamente y has admitido con
mucha complacencia y libertad. Qu es lo que ha pasado entre ustedes dos? Dime la verdad
Ofelia: ltimamente me han declarado con mucha ternura su amor.
Polonio: amor! Ah! T hablas como una muchacha loca y sin experiencia en circunstancias tan peligrosas. Y
t das crdito a esa ternura?
Ofelia: yo, seor, ignoro lo que debo creer
Polonio: en efecto es as, y yo quiero ensertelo. Estmate en ms a ti propia; pues si te aprecias en menos de lo
que vales, hars que pierda el entendimiento
Ofelia: l me ha requerido de amores, es verdad; pero siempre con una apariencia honesta que
Polonio: si, por cierto, apariencia puedes llamarla, y bien? Prosigue.
Ofelia: y autorizo cuanto me deca con lo ms sagrados juramentos
Polonio: si, esas son redes para coger codornices. Yo s muy bien, cuando la sangre hierve, con cuanta
prodigalidad presta el alma juramentos a la lengua. De ahora en adelante cuida tu presencia virginal; pon tu
conversacin a precio ms alto, y no a la primera instancia admitas coloquios. Si aflojas las riendas, pasara ms
all de lo que t puedes permitir. Cuidarlo con hacerlo as; yo te lo mando. Vete a tu aposento.
Ofelia: as lo hare; seor
(Delante del palacio, entra Hamlet, Horacio y Marcelo)
Hamlet: el clima est muy frio.
Horacio: en efecto, es agudo y penetrante.
Hamlet: Qu hora es?
Horacio: me parece que an no son las doce
Marcelo: no ya las son.
Horacio: no las he odo. Pues en tal caso ya est cerca el tiempo en que el muerto suele pasearse.

Hamlet: esta noche se huelga el rey, pasndola desvelado en un banquete con gran vocero y traspis de
embriaguez; y a cada copa de vino del Rin que bebe, los timbales y trompetas anuncian con estrepito sus
victoriosos brindis.
Horacio: es una costumbre de aqu?
Hamlet: si, es una costumbre de aqu; pero, aunque yo nac en este pas y tengo todas sus costumbres, me parece
que estara mal quebrantarla.
Horacio: seor, ya viene la sombra
(Entra la sombra del rey Hamlet, Hamlet esta aterrado al ver la sombra y camina hacia ella)
Hamlet: ngeles del cielo, defindanme! No importa que seas un alma dichosa o que traigas un aura celestial o
un alma malvada. Si t eres Hamlet, mi rey, mi padre, soberano de Dinamarca respndeme y no me atormentes
con la duda. Por qu tus huesos, ya sepultados, han roto su vestidura fnebre? Cul puede ser la causa de que
tu difunto cuerpo, vuelva otra vez a ver los rayos plidos de la luna? Qu debemos hacer nosotros?
Horacio: nos hace sea para que lo sigamos; parece que quiere hablarnos a solas
Marcelo: mira con que emocin seala para que lo acompaemos a un lugar remoto; pienso que no debemos
seguirle
Horacio: por ningn motivo tendremos que seguirlo
Hamlet: si no quiere hablar, no queda ms remedio que seguirlo
Horacio: no lo haga seor
Hamlet: Por qu no? qu miedo debo tener?
Horacio: pero, si cuando llega a donde el seala, all se transforma en otra cosa ms demoniaca y es asesinado,
no podra soportar algo as.
Hamlet: no me importa, si l es mi padre lo seguir; todava me llama (apunta a la sombra) camina ya te sigo
Marcelo: no seor, no debe ir; es muy peligroso
Hamlet: djenme.
Horacio: por favor creme, no le sigas
Hamlet: aprtense, seores!, ya te tomado mi decisin; el que me detenga morir a mis manos. Voy a seguir a
esa sombra
(Sale Hamlet con la sombra)
Horacio: su imaginacin lo confunde
Marcelo: debemos seguirlo, que en esto no podemos obedecerlo.
Horacio: si vamos, a seguirlo detrs de l Cul ser el fin de este suceso?
Marcelo: algn mal se oculta en Dinamarca
Horacio: los cielos dirigirn el xito
Marcelo: vamos, tenemos que seguirlos antes de que desaparezcan
(Salen Horacio y Marcelo, entra Hamlet y la sombra del rey cerca del mar)
Hamlet: A dnde me quieres llevar? Habla, de aqu no sigo ms.
La sombra: casi es la hora en que debo restituirme a las sulfreas y atormentadoras llamas.
Hamlet: oh, alma infeliz!
La sombra: no te compadezca de m, y presta mucha atencin
Hamlet: habla, yo te prometo atencin
La sombra: yo soy el alma de tu padre, destinada por cierto tiempo a vagar de noche. Si no me hubieran
prohibido decir los secretos de la prisin donde estoy, pudiese decirte cosas que la menor de ellas bastara a
despedazar tu corazn. Pero estos eternos misterios no son para odos humanos.
Hamlet: oh, dios!
La sombra: venga mi muerte, venga un homicidio cruel y atroz
Hamlet: homicidio?
La sombra: si homicidio cruel y atroz; te cuento te habrn dicho que yo estaba durmiendo en el jardn y me
mordi una serpiente, bueno todo eso fue mentira
Hamlet: oh! Ya saba, me lo deca mi corazn
La sombra: la verdad es que yo dorma en una tarde en mi jardn, segn lo acostumbraba. Tu to aprovecho y trae
consigo una botella de licor venenoso, que derrama en mis odos su ponzoosa destilacin, la cual ese veneno
hace que la sangre se cuaje rpido. Este efecto ocurri en m, y el cutis hinchado, comenz a despegarse como
una especie de lepra en speras y asquerosas costras. As fue como perd mi corona, mi vida y mi bella esposa.

Hamlet: sique un hombre puede halagar y sonrerse, y ser un malvado: ahora s que en Dinamarca hay un
hombre as, y ese es mi to.
(Llegan corriendo Horacio y Marcelo)
Horacio: Prncipe!, Qu ha Pasado?
Marcelo: Hamlet!
Horacio: Santo Cielos! Qu te ha pasado?
Hamlet: tengo algo que contarles, pero necesito que me juren por esta espada que no se lo van a decir a nadie.
La sombra: Juradlo!
(Horacio y Marcelo levantan la mano y la colocan en la espada)
Horacio y Marcelo: Lo juramos, por su difunto padre y como sus fieles soldados
Hamlet: descansa agitado espritu.
(salen todos, entra polonio y Reinaldo ellos estn en la casa de polonio)
Polonio: Reinaldo, entrgale este dinero y estas cartas
(le da un sobre y un bolsillo)
Reinaldo: as lo hare, seor.
Polonio: adems, tienes que averiguar que daneses hay en pars, y como, en qu trminos, con quien, donde
estn, a quien tratan y que gastos tienen. Haz como si lo conocieras de lejos y a algunos amigos suyos y aun a l
un poco. lo has entendido?
Reinaldo: s seor, est bien
Polonio: si, le conozco; pero, no he hablado con l. Si es el que yo creoy luego dirs de l cuanto quieras
fingir; pero, que no sean cosas tan fuertes que puedan deshonrarle. Cuidado con eso. Habla solo de aquellas
travesuras, aquellas locuras que todos ya reconocen por compaeros inesperados de la juventud y la libertad.
Reinaldo: el jugar eh?
Polonio: s, debes beber, esgrimir, jurar, disputar, puetearHasta esto bien puedes alargarte
Reinaldo: y eso ser suficiente para quitarle el honor?
Polonio: no, adems, que todo depende del modo de cmo le acuses. No debes achacarle delitos escandalosos.
Has de insinuar sus defectos con tal arte, que parezcan nulidades producidas de faltas de sujecin, mpetus
nacidos de la efervescencia general de la sangre.
Reinaldo: pero, seor
Polonio: tu querrs saber con qu fin debes hacer esto, verdad?
Reinaldo: si me gustara saberlo
Polonio: pues mi fin es este, cargndote estas pequeas faltas a mi hijo, ganaras por medio de la conversacin
ms confianza; si l est persuadido acabara dicindote: seor mo, o amigo, o caballero
Reinaldo: s, seor quedo enterado
Polonio: pues adis, buen viaje
(Sale Reinaldo, entra Ofelia)
Polonio: Ofelia, Qu te pasa?
Ofelia: Ay, seor, que he tenido un susto muy grande!
Polonio: con que motivo?, quiero que me lo digas.
Ofelia: yo estaba limpiando mi cuarto, cuando el prncipe Hamlet, sin sombrero en la cabeza, las medias sucias,
se presenta ante m.
Polonio: loco sin duda, est muy enamorado de ti. eh?
Ofelia: yo, seor, no lo s, pero en verdad lo temo.
Polonio: y qu te dijo?
Ofelia: Pareciendo un loco. Me agarr de la mueca con fuerza. Entonces extendi todo su brazo y con la otra
mano haciendo de visera me mir fijamente la cara, por mucho tiempo, como si fuera a dibujarla, hasta que se
fue, aun mirndola.
Polonio: Anda, ven conmigo. Voy a ver al rey. Eso es un delirio del amor, que por su propia violencia se aniquila
y lleva a las acciones ms desesperadas, ... Le has hablado con dureza ltimamente?
Ofelia: No, seor. Slo cumpl sus rdenes: le devolv sus cartas y rechac su presencia.
Polonio: Eso le ha enloquecido. Pens que jugaba contigo y que sera tu perdicin. Ven, vamos con el rey. Tengo
que decirle al rey.

(sale polonio y Ofelia; mientras tanto en el saln del palacio estn Claudio, Gertrudis y entra Ricardo y
Guillermo)
Claudio: Bienvenido, Guillermo; y t tambin, querido Ricardo. Supongo que ya saben sobre la locura del
prncipe, tal vez por la muerte de su padre, quiero saber qu podemos hacer.
Gertrudis: l me ha hablado mucho de ustedes, porque confa en que harn lo necesario.
Ricardo: claro, ustedes tienen soberana autoridad en nosotros, en vez de rogar deben mandarnos
Guillermo: obedeceremos y nos inclinamos a sus pies, con el ms puro afecto
Claudio: muchas gracias corts Guillermo y corts Ricardo.
Gertrudis: me quedo muy agradecida, seores, y yo les pido que vean a mi hijo tan pronto como se pueda
Guillermo: haga el cielo que nuestra compaa y nuestros propsitos puedan serle agradables y tiles.
Gertrudis: amn.
(sale Guillermo y Ricardo; entra a escena polonio)
Polonio: seor, los embajadores enviados a noruega ya llegaron y estn alegres
Claudio: siempre has sido la persona con buenas noticias
Polonio: creo que he encontrado la causa de la locura de Hamlet
Claudio: Dime, que anso conocerla.
Polonio: Primero, tenemos que recibir a nuestros embajadores.
Claudio: t mismo puedes recibirlos polonio (sale polonio) Gertrudis, dice polonio que ha descubierto la causa
verdadera de la indisposicin de Hamlet
Gertrudis: Ah! Dudo que l tenga otra causa mayor que la muerte de su padre y nuestro acelerado casamiento.
Claudio: Ya sabr decirlo (entra Voltiman y Cornelio)
Claudio: Bienvenidos, amigos. Voltiman Qu respondi nuestro hermano el rey de Noruega?
Voltiman: corresponde con la ms sincera amistad a nuestras atenciones y a nuestro ruego. Logramos suspender
los armamentos que, hacia su sobrino, fingiendo que era un preparativo contra polaco; informando despus,
encontr que se dirigan en ofensa nuestra. Envo estrechas rdenes a Fortimbras y por ultimo juro que nunca
ms tomara las armas en contra suya. Al fin les ruega que concedieran paso libre por nuestro estado al ejrcito,
bajo las condiciones de reciproca seguridad expresadas aqu.
Claudio: est bien: leer sus proposiciones y reflexionare lo que debo responderle. Les doy gracias por su ardua
labor. Pueden tomarse un merecido descanso. Estn invitados esta noche para que asistan a un festn
(sale Voltiman)
Polonio: tal vez la causa de la locura no es solo la muerte de su padre y la boda apresurada, sino tambin el
rechazo de Ofelia. Escuchen [Lee la carta] Al dolo de mi alma, la celestial y hermoseada Ofelia... Duda que
ardan los astros, duda que se mueva el sol duda que haya verdad, mas no dudes de mi amor. Ah, querida Ofelia!
Los versos se me dan mal. No tengo arte para medir mis lamentos. Pero que te amo ms que a nadie, mucho ms,
crelo. Tuyo siempre, queridsima amada mientras mi cuerpo sea mo, Hamlet.
Claudio: Y ella, cmo le ha respondido?
Polonio: Qu opina usted?
Claudio: Que es hombre leal y de bien.
Polonio: le he ordenado que le ignore por completo, se encierre cuando el venga. Al parecer funcion, pues el
prncipe ahora esta melanclico
Claudio: Cmo podemos comprobarlo?
Polonio: Sabe que a veces se pasea un largo rato por esta galera.
Gertrudis: Desde luego.
Polonio: La prxima vez, le suelto a mi hija. Vos y yo nos pondremos detrs de algn tapiz. Observad su
encuentro. Si no est enamorado y por estarlo no ha perdido el juicio, haced que yo cese en mi puesto de
gobierno y me ocupe de una granja y de sus cuadras.
Claudio: Lo probaremos.
(salen todos; entra Hamlet)
Hamlet: Viejos tontos y cargantes! (refirindose al libro), Qu clase de calumnias son estas? (golpea la caratula
del Libro)
(entra Ricardo y Guillermo)
Ricardo: buenos das, seor
Guillermo: Dios Guarde a nuestro prncipe

Ricardo: mi venerado prncipe.


Hamlet: oh, mis magnficos amigos!, Cmo va? Qu estn haciendo?
Ricardo: Nada, Seor: pasamos una vida muy diferente
Guillermo: nos creemos felices en no ser demasiados felices.
Hamlet: ni de suelas a su calzado?
Ricardo: ni uno ni otro
Hamlet: en tal caso estn colocados hacia su cintura; all su centro de los favores. Qu hay de nuevo?
Ricardo: Nada, sino que ya los hombres van siendo buenos
Hamlet: Qu han hecho, queridos amigos, para que la Fortuna los traiga a esta crcel?
Guillermo: En prisin dices?
Hamlet: si, Dinamarca es una crcel
Ricardo: entonces el mundo tambin lo ser
Hamlet: S, una crcel esplndida, con muchas celdas, encierros y calabozos, y Dinamarca es de los peores.
Ricardo: nosotros no somos de esa opinin
Guillermo: ser acaso nuestra ambicin, la grandeza de nuestro nimo lo hallar estrecho.
Hamlet: yo quisiera estar encerrado dentro de una cascara de una nuez. Pero estos sueos terribles me hacen
infeliz
Ricardo: todos esos sueos son ambicin
Hamlet: el sueo en s, no es ms que una sombra. No los quiero confundir con mis criados. Pero dganme por
nuestra amistad antigua. Qu hacen en Elsingor?
Ricardo: seor, solamente hemos venido a verlo
Hamlet: tan pobre soy, no obstante, agradezco nuestra fineza. Bien que les puedo asegurar que mis gracias,
aunque se paguen mucho. Quin los ha hecho venir? es libre esta visita?
Guillermo: Qu le tenemos que decir?
Hamlet: todo. Sin duda a ustedes los enva alguien, y en sus ojos hallo una especie de confesin, que no se puede
desmentir. Yo s que el rey y la reina los ha mandado
Ricardo: pero, a qu fin?
Hamlet: eso es lo que deben decirme
Ricardo: (mirando a Guillermo) Qu dices t?
Guillermo: es cierto, nos han hecho venir
Hamlet: y yo les dir el motivo: ltimamente, no s por qu, he perdido la alegra, he dejado todas mis
actividades; y lo cierto es que me veo tan abatido que esta tierra me parece horrible.
Guillermo: en verdad seor, ha acertado
Hamlet: Por qu te res?
Guillermo: me re al considerar, qu comidas de cuaresma daremos a los cmicos, que hemos encontrado en el
camino
Hamlet: y qu cmicos son?
Ricardo: los que ms nos agradan regularmente. La compaa trgica de nuestra ciudad.
Hamlet: y por qu no se queda en un solo lugar?
Guillermo: creo que el reglamento lo prohbe
Hamlet: Ah! antes eran muy bien recibidos, ahora por culpa de mi to, los cmicos tienen que andar por ah
buscando algn pblico. Los que se mofaban de l mientras vivi mi padre, ahora dan veinte, cuarenta y aun cien
ducados por su retrato en miniatura
Guillermo: ya estn aqu los cmicos
Hamlet: pues, caballeros, muy bienvenidos a Elsingor, dadme las manos. Quiero recibir muy bien a los cmicos
y no quisiera que las distinciones que a ellos le haga pareciesen mayores que ustedes.
(entra polonio, el cmico 1 y el cmico 2)
cmico 1 y cmico 2: buenos das, prncipe Hamlet
Hamlet: Bienvenidos seores; me alegro de verlos. vienen a Dinamarca a hacerme parecer viejo? Yo quiero
alguna prueba de sus habilidades. Vaya un pasaje afectuoso.
Cmico 1: y cul queris, seor?
Hamlet: me acuerdo haber odo en otro tiempo una relacin que nunca se ha presentado al pblico. Me acuerdo
tambin que eso no le agradaba a la multitud; no era ciertamente manjar para el vulgo. Bien dispuesta la fbula,

y escrita con elegancia y decoro. Particularmente me gusto esa relacin que eneas hace a Dido, y sobre todo
cuando habla de la muerte de priamo. Si la tienes en la memoria empieza por aquel verso.
Cmico 1: pirro feroz, con pavonadas armas, negras como su intento, reclinado dentro en los senos del caballo
enorme, a la lbrega noche pareca.
Polonio: muy bien declamado, a fe ma! Con buen acento y bella expresin
Cmico 2: ya su terrible, ennegrecido aspecto mayor espanto da. Todo le tie de cabeza al pie caliente sangre de
ancianos y matronas, de robustos mancebos y de vrgenes, que abrasa el fuego de inflamados edificios en
confuso montn; cuya horrenda luz que despiden, el caudillo insano muerte y estrago esparce.
Polonio: es demasiado largo
Hamlet: lo mismo dir de tus barbas el barbero. Prosigue con aquello de Hcuba
Cmico 1: pero quien viese oh vista dolorosa! La mal ceida reina (lo interrumpe Hamlet)
Hamlet: la mal ceida reina!
Polonio: eso es bueno, mal ceida reina, bueno!
Cmico 1: pero quien viese oh vista dolorosa! La mal ceida reina, el pie desnudo, girar de un lado a otro,
amenazando extinguir con sus lgrimas el fuego en vez de vestidura rozagante cubierto el seno, harto fecundo
un da, con las ropas arrebatadas del lecho, rasgado un velo en su cabeza, donde antes resplandeci corona
augusta
Cmico 2: los dioses mismos, si a piedad les mueve el linaje mortal, dolor sintieran de verla, cuando el
implacable pirro hallo esparciendo en trozos con su espada del muerto esposo los helados miembros
Polonio: mira cmo cambia de color, y se le han salido las lgrimas. No, no sigan
Hamlet: Basta ya, despus me dirs lo que hace falta. Polonio es necesario establecer a los cmicos me
entiendes? Y agasajarlos bien. Ellos son sin duda el epitome histrico de los siglos, y ms te vale tener despus
de muerto un mal epitafio, que una mala reputacin
Polonio: yo, seor, los tratare conforme a sus mritos
Hamlet: que cabeza esta! No, seor, mucho mejor. Trtalos como corresponde a tu nobleza y a tu propio honor.
Polonio: venga seores.
Hamlet: amigos, vayan con l. Maana habr comedia. Amigo, dime no podrn representar la muerte de
Gonzago?
Cmico 2: s, seor
Hamlet: muy bien, pues vete con aquel caballero, hasta la noche. Psensela bien
Ricardo: s, seor
(mientras tanto en la Galera del palacio se encuentran conversando Claudio, Gertrudis, Ricardo y Guillermo)
Claudio: les fue posible hablar con l, de aquella inquietud que le molesta y lo altera?
Ricardo: el mismo reconoce los extravos de su razn, pero no ha querido decirnos acerca de ellos
Guillermo: el siempre trata de desviar el tema cuando l sabe que estamos a punto de descubrir la verdad
Gertrudis: fueron recibidos gratamente de l?
Ricardo: si, con mucha cortesa
Guillermo: pregunto poco, pero responda a todo con rapidez
Gertrudis: le han llevado algo para que se divirtiese?
Ricardo: si, seora, casualmente en el camino nos encontramos con algunos cmicos, Hamlet se mostr contento
al orlos. Estn ya en la corte y creo que tienen la orden de representarle una pieza esta noche.
(entra polonio)
Polonio: si es verdad, y me ha suplicado Hamlet que ustedes vayan a verla y orla
Claudio: con mucho gusto: me complace saber que tiene tal inclinacin
Ricardo: as lo haremos
(se retiran todos; entra a escena Ofelia y Hamlet)
Hamlet: Ser o no ser, esa es la cuestin: si es ms noble para el alma soportar las flechas y pedradas de la spera
Fortuna o armarse contra un mar de adversidades y darles fin en el encuentro. Morir: dormir, nada ms. Y si
durmiendo terminaran las angustias y los mil ataques naturales herencia de la carne, sera una conclusin
seriamente deseable. Morir, dormir: dormir, tal vez soar. (Entra Ofelia) Pero, alto: la bella Ofelia. Hermosa, en
tus plegarias recuerda mis pecados.
Ofelia: Seor, aqu tengo algunos regalos que me entrego y que hace tiempo pensaba devolvrselo. Le suplico
que lo tome de regreso

Hamlet: No, no. Yo nunca te di algo.


OFELIA: Mi seor, sabe muy bien que s, con esas palabras de aliento tan dulce que les daban ms valor. Tome,
seor.
Hamlet: Eres honesta? Eres bella?
Ofelia: Seor! Qu quiere decir?
Hamlet: Que si eres honesta y bella, tu honestidad no debe permitir el trato con tu belleza.
Ofelia: Puede haber mejor comercio, seor, que el de honestidad y belleza?
Hamlet: Pues s, porque la belleza puede transformar la honestidad en alcahueta antes que la honestidad vuelva
honesta a la belleza. Antes te amaba.
Ofelia: y yo te cre.
Hamlet: No debas haberme credo, despus de un tiempo ya no te amaba.
Ofelia: Ms me enga.
Hamlet: Vete a un convento! Es que quieres criar pecadores? Si te casas, sea mi dote esta maldicin: sers ms
casta que el hielo y ms pura que la nieve, y no podrs evitar la calumnia. Vete a un convento, anda, adis. O si
es que has de casarte, csate con un tonto, pues el listo sabe bien los cuernos que ponis, A un convento, vamos,
deprisa. Adis (Sale)
Ofelia: ah no, un ser tan perfecto destruido, pobre de m y yo le cre
(entra polonio y Claudio)
Claudio: Vigiladle. No creo que sea amor. La locura de un grande no debe descuidarse (Salen)
(llega la noche del espectculo, Hamlet susurra a los cmicos en una esquina de la sala)
Hamlet: (entra polonio) el rey vendr hoy?
Polonio: si, su majestad, el rey estar presente y su madre tambin
Hamlet: ve a decirle a los cmicos que se apresuren. quieren por favor apresurarlos?
Ricardo: con mucho gusto
(entra Horacio)
Hamlet: Quin eres?, acaso eres Horacio?
Horacio: s, seor, estoy a sus ordenes
Hamlet: desde que empez a conocer a los hombres y pude elegirlos, t fuiste el elegido, porque siempre me has
dado el mejor trato que los dems
Horacio: esta, bien seor; disfrute del espectculo
Hamlet: ya viene la funcin, as, que busca tu asiento
(llega Claudio, Gertrudis, Ofelia, Guillermo y Ricardo)
Claudio: Cmo estas, mi querido Hamlet?
Hamlet: muy bien, seor; me mantengo del aire como el camalen, engordo con esperanzas
Claudio: no comprendo esas respuestas
Hamlet: (mirando a polonio) no decas tu que, haba una vez que representantes a la universidad? eh?
Polonio: s, seor, as es. Me reputaron como muy buen actor
Hamlet: Qu hiciste?
Polonio: el papel de Julio Cesar. Bruto me asesinaba el capitolio
Hamlet: muy bruto fue el que cometi en capitolio. (mirando a Ricardo) estn listo los cmicos?
Ricardo: s, seor; esperan solo nuestras ordenes
Hamlet: que empiecen, entonces
Cmico 1: humildemente les pedimos que escuchen esta tragedia, disimulando las faltas que se encuentre en
nosotros y en ellas.
Hamlet: es esto el prlogo?
Ofelia: que corto ha sido!
Hamlet: como cario de mujer
Cmico 1: mucho juraste. Aqu gozar quisiera solitaria quietud; rendido siento al cansancio mi espritu.
Permteme mi espritu. Permteme que alguna parte le conceda al sueo de las molestas horas.
Cmico 2: el que te halague con tranquilo descanso, y nunca el cielo en unin tan feliz pesares mezcle
Cmico 1: negros designios, brazo ya dispuesto a ejecutarlos, tiempo oportuno y favorable. T, extrado de la
profunda noche en el silencio, atroz veneno, de mortales hierbas compuesto; infectada tres veces, y otras tantas
exprimidas despus, sirve a mi intento; pues a tu actividad mgica, horrible, la robustez vital cede tan presto

Cmico 2: ahora se acerca a donde est durmiendo, destapa un frasquillo, y le echa una porcin de licor en el
odo (Claudio, se levanta atemorizado)
Ofelia: el rey se para
Hamlet: acaso, le atemoriza un fuego aparente?
Gertrudis: Qu le pasa, seor?
Polonio: djenlo
Claudio: enciendan las luces
Guillermo: luces
(sale Claudio lleno de clera, lo acompaa Gertrudis, polonio)
Horacio: bien pudieses haber conservado el final
Hamlet: oh!, mi buen Horacio, cuando vi al rey y vio que era demasiado cierto. lo has vistos ahora?
Horacio: s, seor, bien lo he visto.
Hamlet: Cundo llego la parte del veneno?
Horacio: bien, bien lo observe entonces
Hamlet: quisiera algo de msica
(Guillermo y Ricardo se acercan)
Guillermo: seor, el rey se ha retirado a su cuarto, estaba muy enojado
Hamlet: no veis que, si yo me meto en hacerle purgar ese humor bilioso, puede ser que le aumente?
Guillermo: la reina su madre, me envi a buscarte
Hamlet: oh, maravilloso hijo, que as ha podido aturdir a su madre!; pero dime no te ha dicho algo ms?
Ricardo: no, mas nada solo que desea hablar con usted
Hamlet: est bien, ir
(se retiran todos; Hamlet se dirige hacia su madre, se encuentra a polonio)
Polonio: Hamlet, al fin te encuentro; vamos que la reina quiere verte
Hamlet: bueno guame, polonio (caminan un rato)
Polonio: su majestad aqu le traigo a Hamlet; me retiro los dejo para que conversen
Hamlet: para qu me llamaste?
Gertrudis: Hamlet, has ofendido mucho a tu padre.
Hamlet: Madre, t has ofendido mucho a mi padre.
Gertrudis Olvidas quin soy?
Hamlet claro que no, nada de eso. Eres la reina, esposa del hermano de tu esposo y, ojal no lo fueras, pero eres
mi madre.
Gertrudis Muy bien. Te mandar a quien sepa hablarte.
Hamlet: Vamos, vamos, sintate. T no te mueves ni te vas hasta que ponga frente a ti un espejo que te ensee
tus adentros.
Gertrudis Qu vas a hacer? No irs a matarme?
Polonio [detrs del tapiz] Ah, socorro, socorro, socorro!
Hamlet: Cmo! Una rata? Por un ducado la mato! Mata a Polonio [atravesando el tapiz].
Gertrudis Ay de m! Qu has hecho?
Hamlet: Pues no s. Es el rey?
Gertrudis Ah, qu locura criminal es esta!
Hamlet: Criminal? Casi tanto, buena madre, como matar a un rey y casarse con su hermano.
Gertrudis: Matar a un rey?
Hamlet: S, y aun no termino contigo, rata desgraciada, traidora, que tu muerta se justa (Le atraviesa la espada y
Polonio muere de inmediato)
Gertrudis: Qu he hecho yo para que me hables as con lengua tan ruidosa y ofensiva?
Hamlet: Una accin tal que empaa el cndido rubor de la decencia, has traicionado a mi padre. No esperaste ni
un ao para casarte con el hombre que fue tu marido
Gertrudis: Ah, Hamlet, no sigas!
Hamlet: Un asesino, un infame; un canalla que no llega a los talones del que fue tu marido. Un rey de parches y
pingajos
(Entra La Sombra del Rey Hamlet)

La Sombra: Hamlet, esta visita es slo para afilar tu propsito. Mira a tu madre, se encuentra desconcertada,
ponte entre ella y la lucha de su alma, la imaginacin obra ms fuertes en los cuerpos ms dbiles.
Hamlet: Cmo ests, madre? Lo reconoces?
Gertrudis: Ah! Cmo ests t, que clavas la mirada en el vaco? Qu es lo que miras?
Hamlet: A l, a l! Mira qu semblante demacrado No ves nada ah?
Gertrudis: No, nada; aunque veo todo lo que hay.
Hamlet: Ah, mira! Ve cmo se aleja! Mi padre, vestido como en vida! Mira cmo sale por la puerta! (Sale la
sombra)
Gertrudis: No es ms que un ensueo de tu mente. El delirio es muy hbil en crear apariciones.
Hamlet: Delirio? Mi pulso late acompasado como el tuyo y da una msica tan sana. No es locura lo que he
dicho.
Gertrudis Ah, Hamlet! Me has partido en dos el corazn Qu se supone que haga (se hecha a llorar)
(Hamlet se lleva el cadver, despus entra Claudio sorprendido)
Claudio: Algo hay en tus suspiros y sollozos. Tienes que explicrmelo. Es propio que lo sepa. Dnde est tu
hijo?
Gertrudis: Ay, esposo, lo que he visto esta noche!, Hamlet, en su paroxismo, al ver que algo se mova tras el
tapiz, desenvaina gritando Una rata, una rata! y en su frentica ilusin ha matado al pobre Polonio all
escondido.
Claudio: Ah, grave accin! De haber estado all, habra sido mi muerte. Ven, Gertrudis. Antes de que el sol
toque la montaa ya le habr embarcado.
(Entran RODRIGO y GUILLERMO)
Claudio: Amigos, procuraos ms ayuda. En su demencia, Hamlet ha matado a Polonio y lo ha sacado a rastras
del cuarto de su madre. Bsquenlo, hblenle cortsmente y lleven el cuerpo a la capilla. Se lo pido, dense prisa
(Salen RODRIGO y GUILLERMO)
Claudio: Ven, Gertrudis; reunamos a los sabios amigos e informmosles de esta desgracia y de nuestras
decisiones. Ven ya, vamos! Mi alma est llena de angustia y desnimo (salen)
(Entra HAMLET)
Ricardo y Guillermo [dentro] Hamlet! Prncipe Hamlet!
Hamlet: Qu ruido es ese? Quin llama a Hamlet? Ah, aqu estn! (entran Ricardo y Guillermo)
Ricardo Seor, qu habis hecho con el cadver?
Hamlet: Mezclarlo con el polvo, su pariente.
Guillermo: Decidnos dnde est, para sacarlo y llevarlo a la capilla.
Hamlet: Ni lo creis.
Guillermo: Creer qu?
Hamlet: Que puedo guardar vuestro secreto y no el mo. Adems, si me interroga una esponja, qu respuesta
puede dar el hijo de un rey?
Ricardo: Me tomis por una esponja, seor?
Hamlet: S, que chupa el favor del rey, sus recompensas, sus poderes. Al final, quien mejor sirve al rey sois
vosotros; como un mono, l os guarda en un rincn de su mandbula: primero os saborea y luego os traga.
Cuando necesite lo que hayas indagado, te exprime y la esponja vuelve a quedar seca.
Guillermo: No os entiendo, seor.
Hamlet: Me alegro. Palabra punzante no entra en odo de necio.
Ricardo: Seor, tenis que decirnos dnde est el cuerpo y venir con nosotros ante el rey.
Hamlet: El cuerpo est con el rey, pero el rey no est con el cuerpo. El rey es una cosa.
Guillermo: Seor, una cosa?
Hamlet: Una cosa de nada. Llevadme a l. Qu te pillo, escndete! (Salen y entra el rey)
Claudio: He mandado buscarle y hallar el cadver. Es un peligro dejar que siga libre. Ms no conviene que le
caiga todo el peso de la ley: le quiere la confusa multitud, que no ama con el juicio, sino con los ojos, y atiende
al sufrimiento del culpable, no a la culpa. (Entra Ricardo)
Ricardo: Qu hay? Qu ha ocurrido? Seor, se niega a decirnos dnde ha dejado el cadver.
Claudio: Y l dnde est?
Ricardo: Fuera, vigilado y esperando vuestra orden.
Claudio Traedle a mi presencia.

Ricardo: Guillermo! Trae al prncipe. (Entran HAMLET y GUILLERMO)


Claudio: Bien, Hamlet, dnde est Polonio?
Hamlet: De cena.
Claudio De cena? Dnde?
Hamlet: No donde come, sino donde es comido: tiene encima una asamblea de gusanos polticos. El gusano es el
gran emperador de la dieta. Nosotros engordamos engordando animales, y as estamos gordos para los gusanos.
Claudio Qu quieres decir con eso?
Hamlet Nada, slo mostraros cmo un rey puede viajar por las tripas de un gusano
Claudio: Dnde est Polonio?
Hamlet: En el cielo. Mandad que le busquen. Si all no le encuentra el mensajero, buscadle vos mismo en el otro
sitio. Si no le encontris de aqu a un mes, os llegar el olor al subir a la galera.
Claudio Hamlet, por tu propia seguridad, que tanta inquietud me produce como llanto lo que has hecho, tu
accin exige tu marcha inmediata. Preprate, La nave est presta, el viento acompaa, te aguarda la escolta y
todo est a punto para ir a Inglaterra.
Hamlet: Inglaterra?
Claudio: Si, Hamlet.
Hamlet: Bueno.
Claudio: As lo vers cuando sepas mi intencin.
Hamlet Veo un querubn que ya la ha visto. - Bueno, vamos. A Inglaterra! Adis, querida madre.
Claudio Tu tierno padre, Hamlet.
Hamlet: Madre. Padre y madre son marido y mujer, marido y mujer son una carne, as que madre. - Vamos. A
Inglaterra! (sale)
Claudio: Seguidle de cerca; embarcadle sin demora. No os retrasis: le quiero fuera esta noche. En marcha, que,
en lo que atae a este asunto, todo est ultimado. Daos prisa. (Salen todos menos l).
(en el campo solitario de Dinamarca se encuentra Fortimbras y un capitn)
Fortimbras: seor capitn tienes que ir a saludar de mi parte, y diles que, en virtud a lo acordado, Fortimbras
pide el paso libre por su reino. Ya sabes el sitio de nuestra reunin. Si algo quiere su majestad debes
comunicrmelo y tienes que hacerle saber que estoy muy pronto a ir en persona a darles pruebas de mi respeto
capitn: as lo hare, seor
(el capitn se dirige a donde esta Claudio rey de Dinamarca, pero se tropieza con Hamlet)
Hamlet: seor, de dnde son estas tropas? hacia dnde se encaminan? quin los manda?
capitn: somos de noruega, nos encaminamos hacia una parte de Polonia, y nos manda Fortimbras; seor
Hamlet: les doy muchas gracias por su cortesa
capitn: me retiro, tengo que dirigirme a donde estar el rey para informarle
Ricardo: quieres seguir el camino?
Hamlet: los alcanzare luego. adelntense un poco
(salen; entra Horacio, despus voltiman toca y entra)
voltiman: seor alguien lo busca
Horacio: quin me busca, quien me llama?
voltiman: es un marinero, que le trae una carta
Horacio: dile que entre.
(entra el marinero)
marinero: muy buenos das seor
Horacio: qu me trae?
marinero: es usted Horacio?, si, lo es entonces le traigo esta carta de la persona que se embarc hacia Inglaterra
Horacio: s, soy Horacio (el marinero le entrega una carta) (Horacio lee la carta); vamos chico los llevare donde
el rey para que presenten esas cartas que traen
(salen y Horacio se dirige a donde est el rey)
Horacio: seor, aqu llego unas cartas, de parte de Hamlet, la ha trado un marinero. una para Claudio y otra para
Gertrudis
Gertrudis: (recibe la carta); Hamlet!, que dir
Claudio: dame esa carta; por favor djanos solos Horacio
(en el cementerio se encuentra Hamlet y el sepulturero)

sepulturero: me pregunto si se ir a dar cristiana sepultura a la que conscientemente busc su salvacin? cmo
es posible si no se ahog en defensa propia? (exhuma crneo tras crneo) (entran Hamlet y Horacio a distancia)
ma, seor. [recita] y un hoyo para husped tal, ser lo necesario.
Hamlet: saludos, mi estimado seor.
sepulturero: cmo se encuentra en esta noche?
Hamlet: plcidamente, como ave en libertad. a quin le cavas esta tumba?
sepulturero: a una que fue mujer, pero, que en paz descanse, est muerta. muri ahogada
Hamlet: tengo una duda cunto tarda en pudrirse un muerto enterrado?
sepulturero: bueno, si no se ha podrido antes de morir os puede durar unos ocho o nueve aos. un curtidor os
dura nueve aos.
Hamlet: y l por qu ms que otros?
Sepulturero: pues, seor, porque tiene la piel tan curtida que el agua no la atraviesa en mucho tiempo, y el agua
descompone bien a todo cadver. vea, aqu hay una calavera; lleva enterrada veintitrs aos.
Hamlet: de quin es?
Sepulturero: de un chiflado. mala suerte la de l! esta calavera, seor, es la de yorick, quien fuese bufn del rey.
Hamlet: deja que la vea (le entrega la calavera). ay, pobre yorick! yo le conoca, Horacio: tena un humor
incansable. me llev a cuestas mil veces. y ahora, cmo me repugna imaginarlo! me revuelve el estmago.
dnde estn tus brincos, tus canciones, esas ocurrencias que hacan estallar de risa a toda la mesa? ya no tienes
quien se ra de tus muecas? ests encogido? que en paz descanses buen amigo. alto! apartmonos: alguien se
acerca
(entran el Claudio, Gertrudis, un cura y Laertes)
Hamlet: a quin siguen? por qu un rito tan menguado? vamos a escondernos y mirar.
Laertes: qu dolor! qu dolor que nos envuelve!
cura: que dios os guarde en su gracia este cuerpo, que se ha ido de nosotros de una forma tan trgica, tan
repentina, acepta esta alma en tu reino, y darle el trato justo que ha de merecer.
Laertes: dadle sepultura y que broten violetas de su carne pura y sin mancha. sacerdote, yo te digo que mi
hermana ser un ngel providente cuando t ests aullando en el averno.
Hamlet: cmo? la bella Ofelia?
Gertrudis: [esparciendo flores] flores a esta flor. adis. confiaba en que seras la esposa de mi Hamlet. querida
nia, cre que iba a engalanar boda, no tu muerte (llora)
(se alejan un poco para consolar a la Gertrudis)
Hamlet: [adelantndose] Ofelia, por qu?, por qu me haces esto?, no sabes que yo te amaba, ni el amor de mil
hermanos se comparara al mo, y ahora, te veo, sin hablar, sin respirar, sin mirarme. ojal hubisemos tenido un
ltimo adis.
Laertes: (entrando) t, desgraciado! ojal te mueras y te pudras! (lo ahorca)
Hamlet: qu mal rezas! qutame esos dedos de la garganta qutame esa mano!
Claudio: seprenlos!
Gertrudis: Hamlet, Hamlet!
Horacio: calmaos, alteza.
Hamlet por esta causa luchar con vos hasta que mis prpados dejen de moverse.
Gertrudis: qu causa, hijo mo?
Claudio: ah, est loco, Laertes!
Hamlet: dime lo que hars. piensas llorar, luchar, ayunar, desgarrarte? o beber vinagre? yo tambin. has
venido aqu a lloriquear, a rebajarme tirndote a la fosa? si te entierras con ella, yo tambin. y si hablas de
montaas, que nos echen encima fanegas a millones hasta que la tierra se queme la cabeza en el crculo solar y la
osa parezca una verruga. si voceas, yo hablar tan hinchado como t.
Claudio: esto es pura demencia; el acceso no puede durarle mucho tiempo. muy pronto estar manso como una
paloma al salir del cascarn sus doradas parejas y se hundir en el silencio.
Hamlet: odme bien. por qu me tratis as? yo siempre os apreci. pero no importa. que hrcules haga lo que se
le antoje; el gato malla y el perro se impone. maana a esta hora, uno de los dos estar muerto (se marcha)

Claudio: acompale, Horacio, te lo ruego (sale Horacio) (dirigindose a Laertes) lo que hemos hablamos debe
darte paciencia; lo pondremos por obra de inmediato. Gertrudis, haz que vigilen a tu hijo. muy pronto veremos la
hora tranquila; mientras, la paciencia ser nuestra gua.
(entra Hamlet y Horacio)
Horacio: se encuentra preparado seor?
Hamlet: sabes algo Horacio no estoy preparado para nada, ms bien estoy dispuesto, y me encomendar a dios
mi destino, si he de ganar, bien por m, recibir duras crticas y comentarios, pero las palabras se las lleva el
viento. si he de perder, lo har con dignidad
Horacio: as es. muy elocuente vuestras palabras. silencio, quin viene?
(entra el joven enrique)
enrique: alteza, sed muy bienvenido a Dinamarca.
Hamlet: con humildad os lo agradezco.
enrique: mi querido seor, si vuestra gentileza se hallara ociosa, os transmitira un mensaje de su majestad.
Hamlet: seor, le prestar odos con toda entrega de espritu.
enrique: su majestad me manda participaros que ha hecho una gran apuesta en favor vuestro. seor, se trata de...
(Hamlet lo interrumpe)
Hamlet: acordaos de cubriros.
enrique: no, mi buen seor, de veras; por respeto. alteza, no ignoris la excelencia de Laertes con su arma. el
estoque y la daga
Hamlet: son dos armas. pero, en fin...
enrique: seor, el rey ha apostado a favor de usted, ha apostado que en doce asaltos entre vos y Laertes, l no os
ganar por ms de tres. Laertes ha apostado por nueve de los doce. podra ponerse a prueba de inmediato si
vuestra alteza se dignase responder.
Hamlet: y si respondo que no?
enrique: seor, quiero decir si accedierais a enfrentaros.
Hamlet: seor, pasear por este saln. si le place a su majestad, es mi hora de ejercicios. si traen las armas, y est
dispuesto el caballero, y el rey mantiene su apuesta, har que gane si puedo. si no, me ganar la deshonra y los
golpes en cuestin.
Enrique. transmito as vuestra respuesta?
Hamlet: en tal sentido, seor, con los floreos que os dicte vuestro estilo.
enrique: me recomiendo con lealtad a vuestra alteza.
Hamlet: todo vuestro (sale enrique) hace bien en recomendarse, pues nadie lo har por l.
Horacio: perderis este encuentro, seor.
Hamlet: no lo creo. desde que l march a Francia, no he dejado de practicar, y con tal apuesta ganar. aunque
no te imaginas el malestar que siento. pero no importa.
Horacio: si vuestro nimo est inquieto, obedecedlo. har que no vengan y dir que no estis listo.
Hamlet: nada de eso; los augurios se rechazan. hay singular providencia en la cada de un pjaro. si viene ahora,
no vendr luego. si no viene luego, vendr ahora. si no viene ahora, vendr un da. todo es estar preparado. como
nadie sabe nada de lo que deja, qu importa dejarlo antes? ya basta.
(entran el rey, la reina, Laertes, capitn, enrique y acompaamiento con trompetas, tambores, cojines, espadas de
esgrima y manoplas, - una mesa con jarras de vino)
Claudio: ven, Hamlet; ven y toma esta mano. [pone la mano de Laertes en la de Hamlet.]
Hamlet: perdonadme, seor. os he agraviado. perdonad como caballero. los presentes bien saben y a vos de
cierto os han dicho que estoy aquejado de un grave trastorno. he sido yo, Hamlet, quien hiri a Laertes?, no, en
tal caso ha sido la locura ma. seor, ante esta asamblea: que mi negacin de un mal pretendido me absuelva en
vuestro noble pensamiento, como si mi flecha, hubiera herido a mi hermano.
Laertes: lo admito en mis sentimientos, que son los que ms deberan moverme a la venganza. respecto a mi
honor me reservo, y no deseo reconciliarme hasta que voces de probada autoridad emitan juicio y precedente de
concordia y mi buen nombre salga intacto. hasta entonces acojo como afecto el afecto declarado y no lo
menosprecio.
Hamlet: lo acepto muy gustoso, y luchar abiertamente en este encuentro fraternal. traed las espadas, vamos.
Laertes: venga, una para m.
Claudio: dales las espadas, joven enrique. Hamlet, conoces la apuesta?

Hamlet: perfectamente, seor. vuestra majestad ha apostado por el dbil. (Hamlet y Laertes seleccionando
espadas)
Laertes: sta es muy pesada. a ver otra. (le hecha a una espada un veneno)
Hamlet: sta me gusta. son todas del mismo largo?
enrique: s, alteza. (se disponen a luchar)
Claudio: poned las jarras de vino en esa mesa. brindar por cada golpe limpio que realice mi estimado Hamlet, y
posteriormente, brindar con l. empezad el encuentro
(pelean, a Laertes se le cae la espada y Hamlet aprovecha la toma y lo corta)
enrique: atended a la reina!
Horacio: sangran ambos. - cmo estis, alteza?
enrique cmo estis, Laertes?
Laertes: como pjaro cogido en mi trampa, enrique. mi propia traicin me da justa muerte.
Hamlet: cmo est la reina?
Claudio: se ha desmayado al verlos sangrar.
Gertrudis: no, no, el vino, el vino! ah, mi buen Hamlet! el vino, el vino! me ha envenenado! (muere)
Hamlet: ah, infamia! que cierren la puerta! traicin! descubridla! (sale enrique, cerrando la puerta)
Laertes: est aqu, Hamlet. Hamlet, ests muerto. no hay medicina que pueda salvarte. no te queda ni media hora
de vida. el arma traidora est en tu mano, con punta y envenenada. la vileza se ha vuelto contra m. mira: yo,
cado para siempre, y tu madre, envenenada. no puedo ms. el rey, el rey es el culpable!
Hamlet: con punta y envenenada? pues a lo tuyo, veneno! (hiere al rey)
todos los cortesanos traicin, traicin!
Claudio: amigos, defendedme! slo estoy herido.
Hamlet: toma, maldito dans, criminal, pecador! bbete la pcima! [obliga a beber al rey.] est ah tu perla?
sigue a mi madre (se desmaya y fallece)
Laertes: recibi su merecido. perdonmonos, mi noble Hamlet. no caigan sobre ti mi muerte ni la de mi padre,
ni la tuya sobre m! (muere)
Hamlet: el ciclo te absuelva. voy a seguirte. me muero, Horacio. - adis, pobre reina! vosotros, que palidecis
y temblis ante esta desdicha, testigos mudos de este acto, si me quedara tiempo. ah, os contara... ya basta.
Horacio, me muero; t vives: relata mi historia y convirteme en leyenda
Horacio: nada de eso. ms que dans soy antiguo romano. an queda bebida, la beber
Hamlet: como hombre que eres, dame esa copa. sultala! por dios, dmela ah, buen Horacio! si todo queda
oculto, qu nombre tan manchado dejar! si por m sentiste algn cario, abstente de este mundo de dolor y
sufrimiento (disparos de caones) qu es ese ruido de guerra?
(entra enrique)
Enrique: el joven Fortimbras, de vuelta victoriosa de Polonia.
Hamlet: ah, muero, Horacio! no vivir para or las noticias de Inglaterra, dale mis votos y mis bendiciones a
Fortimbras, futuro rey de Dinamarca, le desea todo el bien del mundo... el resto es silencio. [lanza un hondo
suspiro y muere] (entra el embajador y Fortimbras)
embajador: tarde he llegado con los mensajes de Inglaterra. los odos a quienes debamos dirigirlos son ya
insensibles. sus rdenes fueron puntalmente ejecutadas. quin nos dar gracia de nuestra obediencia?
Horacio: el nunca dio la orden para tales muertes. pero que viene victorioso de la guerra contra Polonia y nos
hallamos juntos en este lugar y deseosos de averiguar este suceso trgico. me harn hablar de acciones crueles,
brbaras, atroces.
Fortimbras: deseo con impaciencia escucharlas
Horacio: la escucharas muy pronto.
Fin

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