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232 Elemental Watson

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Elemental,

Watson

Arthur Conan Doyle

Elemental,
Watson
Arthur Conan Doyle

Coordinadora del rea de Literatura: Laura Giussani


Editora de la coleccin: Karina Echevarra
Traductores: Horacio Guido y Valeria Castell-Joubert
Secciones especiales: Marcela Groppo y Adriana Imperatore
Jefe del Departamento de Arte y Diseo: Lucas Frontera Schllibaum
Diagramacin: Lorena Klappenbach
Correctora: Silvia Tombesi
Imagen de tapa: Latinstock
Gerente de Preprensa y Produccin Editorial: Carlos Rodrguez
Doyle, Arthur Conan
Elemental, Watson. - 2a ed. 2a reimp. - Boulogne: Cntaro, 2014.
112 p.; 19x14 cm. - (Del mirador; 232)
Traducido por: Horacio Guido y Valeria Castell-Joubert
ISBN 978-950-753-335-8
1. Narrativa Inglesa. I. Horacio Guido, trad. II. Valeria CastellJoubert, trad. III. Ttulo.
CDD 823

Editorial Puerto de Palos S.A., 2013


Editorial Puerto de Palos S.A. forma parte del Grupo Macmillan
Avda. Blanco Encalada 104, San Isidro, provincia de Buenos Aires, Argentina
Internet: www.puertodepalos.com.ar
Queda hecho el depsito que dispone la Ley 11.723.
Impreso en la Argentina / Printed in Argentina
ISBN 978-950-753-335-8
No se permite la reproduccin parcial o total, el almacenamiento, el alquiler, la transmisin
o la transformacin de este libro, en cualquier forma o por cualquier medio, sea electrnico
o mecnico, mediante fotocopias, digitalizacin y otros mtodos, sin el permiso previo y
escrito del editor. Su infraccin est penada por las leyes 11.723 y 25.446.

Puertas
de acceso

Tras las huellas del policial


Los relatos policiales, hoy tan conocidos por los lectores y tan
frecuentes en el cine y en la televisin, comenzaron a escribirse
en la primera mitad del siglo xix. En aquella poca, el autor
estadounidense Edgar Alan Poe (1809-1849) cre el personaje
de Auguste Dupin, un aristcrata francs a quien le apasionaba
develar casos misteriosos. Con este personaje como protagonis
ta, escribi los cuentos que daran nacimiento al gnero policial:
Los crmenes de la calle Morgue, La carta robada y El mis
terio de Marie Roget. Lo que no saba Poe era que, con su sagaz
detective, iniciaba una larga serie de investigadores, policas re
tirados y aficionados que poblaran novelas y cuentos policiales
de gran xito editorial.
La importancia que haban adquirido la prensa y las publi
caciones peridicas alent el desarrollo de los relatos policiales,
que aparecan por entregas en nmeros sucesivos. La historia se
iba narrando por captulos y, como quedaba inconclusa, genera
ba expectativas y mantena el inters de los lectores, que corran
a comprar la siguiente publicacin para conocer el desenlace de
la trama.

Puertas de acceso

Dos escritores ingleses, Arthur Conan Doyle (1859-1930)


y Gilbert Keith Chesterton (1874-1936), llevaron el gnero a
su esplendor y dieron vida a detectives que alcanzaron ms fa
ma que sus creadores. Tanto Sherlock Holmes como el padre
Brown sobrevivieron a sus autores, ya que, luego de su muerte,
los prestigiosos detectives fueron recreados por otros escritores
que los incluyeron en sus propias historias.

Un crimen y tres personajes


Las historias policiales comienzan con un asesinato o un robo
misteriosos que deben ser investigados. Y tres sern los persona
jes que no pueden faltar en estos relatos:
un culpable del delito que ha dejado muy pocas huellas que
lo delaten;
una vctima del crimen;
un detective inteligente y sagaz que debe averiguar quin es
el culpable y por qu cometi el delito.
Por lo general, el detective o investigador privado aparece en
escena para realizar el trabajo que la polica no pudo cumplir. El
crimen presenta numerosos interrogantes a los que la institucin
policial no logra responder; solamente el detective, perspicaz y
observador, posee una extraordinaria capacidad deductiva para
relacionar e interpretar las pistas o las huellas que ha dejado el
criminal y puede as resolver el caso.
De dnde obtiene informacin el investigador? De la escena
del crimen y de los aportes de otros personajes prximos a los
hechos o testigos de ellos que brindan su testimonio. Casi todos
los personajes del relato resultan sospechosos ante la mirada del
detective; y el culpable, seguramente, ser el que pareca ms
inofensivo.

Puertas de acceso

A mi juego me llamaron
La escena del crimen es presentada como un lugar plagado de
indicios, a partir de los cuales puede descubrirse cmo se come
ti el delito y quin es el culpable. Pisadas, restos de una carta,
un cabello, el modo en que quedaron objetos y muebles luego de
cometido el delito son los indicios que, aunque estn a la vista,
casi nadie ve.
El detective aparece para armar la trama de la historia que
desemboc en el crimen; y puede hacerlo a partir de esos rastros
que son insignificantes para el resto de los personajes, incluso
para la polica.
Se establece, entonces, una lucha entre el criminal, que tra
ta de no dejar huellas, y el detective, que tendr que descifrar
las: el culpable debe ser muy hbil como para no dejar pistas
que lo delaten y el detective tiene que superar esa habilidad
para poder descifrar el enigma con los pocos indicios de que
dispone. Pero en este enfrentamiento, aunque no figure en la
historia narrada, hay otro participante que compite con el in
vestigador: el lector.
Los relatos policiales atrapan a los lectores porque les propo
nen un juego. Los desafan para que resuelvan el caso criminal
antes de que el detective lo haga y, as, demuestren que son ms
inteligentes y sagaces que el protagonista.

La venganza de Sherlock Holmes


Arthur Conan Doyle, el autor de los cuentos que incluimos
en este volumen, estudi medicina; pero abandon su profesin
para convertirse en escritor.
Hacia 1889, en su novela Estudio en escarlata, cre un per
sonaje de ficcin que le deparara la fama y el xito econmico.

Puertas de acceso

Puertas de acceso

Sin embargo, el autor aspiraba a escribir novelas histricas,


porque pensaba que eran literatura ms seria y elevada que los
relatos policiales.
Fue entonces cuando decidi acabar con su personaje en la
ltima de las aventuras de Las memorias de Sherlock Holmes, en
1891. Imagin un cuento en el que el investigador caa en unos
saltos de agua en Alemania, a raz de un enfrentamiento con su
archienemigo, el profesor Moriarty.
Conan Doyle no poda suponer que el sagaz detective, de
quien deseaba desprenderse, era ms querido y reconocido que
l mismo, y que los lectores reclamaran por su vida. Miles de
cartas de personas indignadas con la suerte que haba corrido
Sherlock Holmes le mostraron inmediatamente al escritor el
error que haba cometido.
La reaccin del pblico indicaba que el personaje haba ad
quirido vida propia y que su creador ya no tena derecho a eli
minarlo. Hasta su madre intercedi por el pobre Sherlock y,
finalmente, el escritor decidi revivirlo.
En la siguiente historia, se explicaba que el detective no ha
ba cado al abismo y que haba logrado salvar su vida. Watson,
el fiel amigo del investigador, se haba equivocado al contar lo
que haba visto. Sus ojos no le haban permitido observar todo
lo que suceda ms all de la pendiente de la costa.
Luego de su reaparicin, el personaje particip de un gran
nmero de aventuras hasta que, en 1904, el escritor decidi que
Holmes se refugiara en una granja para dedicarse a producir
miel, y ya no escribi historias detectivescas que lo incluyeran
como protagonista.
Estatua de Sherlock
Holmes, en la estacin
Baker Street del
underground, en Londres.

Elemental,
Watson
Arthur Conan Doyle

La aventura del
carbunclo azul
Traduccin de Valeria
Castell-Joubert

Ttulo original: The Adventure of the Blue Carbuncle.


Publicado en el peridico The Strand, entre 1891 y 1892.

Un personaje de ficcin, considerado real


Ya mencionamos que la gente estimaba a Sherlock Holmes
no como a un ser de ficcin, sino como a un hombre de carne y
huesos. Tal vez la minuciosidad con que se describe al personaje
en el conjunto de los relatos provoc que los lectores imagina
ran que el ilustre investigador podra existir en Londres, en el
mundo real.
Conan Doyle cre su personaje con rasgos fsicos, intelec
tuales y morales muy precisos; imagin sus gustos y su vesti
menta; le invent una direccin. Sherlock Holmes viva, en la
ficcin, en el 221B Baker Street, en la ciudad de Londres. En
la realidad, en esa direccin funciona, desde 1932, un banco,
el Abbey National Bank, y llegan all semanalmente gran can
tidad de cartas destinadas al detective; es decir que los lectores
intentan comunicarse con el personaje como si fuera un ser
real. Para no romper con la ilusin de los lectores que le es
criben a un ser de ficcin, una supuesta secretaria contesta los
mensajes y les dice: El seor Holmes le agradece su carta; en
la actualidad est retirado en Sussex, donde se dedica a la api

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Arthur Conan Doyle

cultura1.

Las descripciones
El realismo con que Conan Doyle construye el mundo de
Sherlock Holmes probablemente haya colaborado para que se
considere al personaje como un hombre del universo del lector.
Basta con citar el comienzo del cuento El carbunclo azul, don
de se mencionan algunos de los objetos de la casa:
Con la intencin de saludarlo en ocasin de las fiestas, toqu el
timbre en la casa de mi amigo Sherlock Holmes una maana,
dos das despus de Navidad. Estaba recostado en el sof, en
vuelto en una bata de color morado. Tena, al alcance de la
mano derecha, una provisin de pipas y una pila de peridicos
matutinos arrugados, que evidentemente recin terminaba de
estudiar. Junto al divn haba una silla de madera y, de un
ngulo del respaldo, colgaba un sombrero de fieltro maltrecho
y muy rado, sumamente desgastado por el uso, y roto en varias
partes. Una lupa y unas pinzas apoyadas sobre el asiento de la
silla sugeran que el sombrero haba sido suspendido de ellas a
fin de ser examinado.
Aparecen aqu algunos de los muebles de la sala principal y
se hace referencia a ciertas herramientas de trabajo, la vestimen
ta de entrecasa y el hbito de fumar en pipa. Si el lector recorre
las distintas aventuras que vivi el investigador, puede ir recons
truyendo, con precisin, las virtudes y defectos del protagonista,
sus gustos, sus hbitos, su carcter, sus habilidades e, incluso,
todos los rincones de su vivienda.
Las descripciones son hasta tal punto detalladas que no so
1 A 95 aos del retiro de Sherlock Holmes, Clarn, 2 de agosto de 1999.

Elemental, Watson

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lamente dieron vida a un ser de ficcin, sino que posibilitaron


una reconstruccin, en la realidad, de la vivienda imagina
da en las historias. En Baker Street, desde 1990, funciona el
Museo Sherlock Holmes, en una casa prxima al Banco antes
mencionado. All se ha recreado el mundo del detective a par
tir de los datos diseminados por los distintos relatos. Pueden
recorrerse la escalera de entrada que comunica con el primer
piso, el despacho donde se reunan Holmes y Watson y la ha
bitacin del detective. En cada uno de los lugares se acumulan
objetos, peridicos, fotografas y libros relacionados con las
historias.

La tradicional estacin del underground londinense de Baker Street, en el barrio donde


transcurren las historias de Sherlock Holmes.

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Elemental, Watson

Arthur Conan Doyle

Elemental, Watson
No es posible imaginar a Sherlock Holmes sin la compaa
de su fiel amigo, John Watson, que constantemente se sor
prende con la capacidad del infalible detective. La habilidad
de uno y la inocencia del otro producen dilogos que divierten
al lector.
La genialidad de Holmes consiste en deducir, de los datos
ms insignificantes, toda una historia. Un ejemplo puede encon
trarse en El carbunclo azul, donde, a propsito de un sombre
ro, se desarrolla la siguiente conversacin.
Ac est mi lupa. Usted conoce mis mtodos. Qu puede de
ducir por usted mismo de la personalidad del hombre que usaba
este artculo?
Tom el harapiento objeto entre mis manos y lo di vuelta muy
a mi pesar. Era un sombrero negro muy comn, de tpica for
ma redonda y sumamente gastado por el uso. El forro haba
sido alguna vez de seda roja, pero estaba considerablemente
descolorido. No llevaba el nombre del fabricante; pero, como
Holmes haba observado, las iniciales H.B. estaban bor
dadas en un costado. Tena perforaciones en los bordes para
pasarle un elstico, pero este se haba perdido. En cuanto al
resto, estaba roto, lleno de polvo y manchado en varios luga
res, aunque pareca que se haba intentado tapar con tinta los
descoloridos lunares.
No veo nada dije, devolvindoselo a mi amigo.
Por el contrario, Watson, lo ve todo. Donde fracasa, sin embar
go, es al sacar conclusiones sobre lo que ve. Es demasiado apocado
cuando se trata de formular deducciones.

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Entonces le ruego que me diga qu puede usted inferir de este


sombrero.
Lo tom y lo mir con esa expresin de concentracin que era tan
caracterstica en l.
Tal vez es me
nos su
ges
tivo de lo que po
dra ha
ber si
do
observ y, aun as, hay unas pocas conclusiones que son muy
claras y otras tantas que tienen, al menos, la fuerza de la pro
babilidad. Es obvio, desde ya, por el aspecto de esto, que el
hombre era un intelectual y, tambin, que estuvo indudable
mente en una buena posicin econmica en algn momento
de los ltimos tres aos, aunque actualmente la haya perdido.
Fue previsor en su poca de abundancia, pero ahora ya no lo
es tanto, lo que seala una regresin moral que, junto con la
declinacin de su fortuna, parece indicar la presencia de algn
vicio, la bebida probablemente, que ha influido negativamen
te sobre l. Esto podra tambin explicar el hecho evidente de
que su mujer ha dejado de amarlo.
Mi querido Holmes!
Conserv, sin embargo, algn grado de respeto por s mismo
continu, sin hacer caso de mi interrupcin. Es un hombre que
lleva una vida sedentaria, sale poco, no se encuentra fsicamente
en buena forma, es de mediana edad y tiene cabello entrecano,
que se ha cortado hace unos pocos das y que peina con fijador.
Estos son los hechos ms evidentes que pueden deducirse de su
sombrero. Tambin, dicho sea de paso, es en extremo improbable
que tenga instalacin de gas en su casa.
Quin no se sentira apabullado ante deducciones tan pre
cisas? Frente a una aptitud de esa naturaleza, el pobre Watson
solo puede responder con asombro. El lector, tan sorprendido

NDICE
Puertas de acceso ......................................................
3
Tras las huellas del policial .......................................... 5
Un crimen y tres personajes ........................................ 6
A mi juego me llamaron ............................................. 7
La venganza de Sherlock Holmes ............................... 7
Un personaje de ficcin, considerado real ................... 10
Las descripciones ........................................................ 10
Elemental, Watson...................................................... 12
De la medicina a la investigacin criminal .................. 14
El eterno Sherlock Holmes ......................................... 16
Elemental, Watson .................................................... 19
La aventura del carbunclo azul ................................ 21
Las cinco semillas de naranja ................................... 51
La aventura de los tres estudiantes ........................... 79
Bibliografa ............................................................... 103

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