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Mitos

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Mitos

EL SIQUI
La referencia de este ser zoomorfo proveniente del norte de la provincia de Pichincha.
Segn cuenta la historia, el Huacay Siqui es un joven que tena una madre muy
enferma. El la cuidaba todas las noches, sin embargo una de esas noches se retir de
la compaa de su madre para comprar remedios, pero en el camino se top con una
muchacha de quien estaba enamorado, que precisamente lo invito a un baile, l
erradamente acept olvidando completamente a su moribunda madre, entonces
durante la fiesta se le acercaron para avisarle que su madre haba fallecido, a lo que l
respondi casi sin importancia "ya habr tiempo de llorar". As entonces como Tupa, el
dios supremo, se enoj tanto con l, luego de ver su poco valor sentimental hacia su
madre lo castigo convirtindole en un ave que llora durante las noches.

ACCIDENTE DE UN ABISMO
En un lugar de la Sierra Ecuatoriana donde la carretera circula entre montaas y
grandes abismos, un matrimonio con su hijo avanzaban con cautela en el coche. Era
una noche con mucha niebla y el viaje era muy peligroso.
Regresaban de un viaje en la montaa y se dirigan a su casa por una carretera, poco
transitada. De pronto se les apareci una mujer en medio de la carretera con el cuello
y la ropa llenos de sangre gritando para que parasen. La familia par y el marido se
baj del coche. Entonces habl con la mujer que, muy alterada y llorando, le dijo que
haban tenido un accidente y que se haban cado con el coche por el barranco. La
mujer le rog que la ayudara, que tena un beb y se haba quedado atrapado entre
los hierros del coche, que bajara y lo sacara de all.

EL SANTO DESCALZO
En el Ao 1910, los vecinos de San Roque se sorprendan de ver caminando por sus
calles a un caballero alto, distinguido de ojos azules y barba rubia que sola vestir
humildemente y caminar descalzo. Durante muchos aos ocup una tiendita oscura y
hmeda que quedaba en la calle Rocafuerte, frente a la iglesia del barrio.
En aquel cuarto tan austero, este singular personaje mont una zapatera con una
mesa y unas pocas hormas, planchas de machacar, suelas y otros artculos
necesarios para ejercer el oficio de zapatero remendn. Dos muchachitos
sanroqueos ayudaban al extrao zapatero y adems de aprender el oficio, ganaban
un peso diario ms comida, una remuneracin que era casi una fortuna para aquella
poca en que se compraba un huevo por un cal y una gallina ponedora por seis
reales.
Toda bondad y gentileza era el "zapatero descalzo" como lo empez a llamar la
barriada. Cobraba muy barato y cuando el cliente era pobre, no le cobraba nada. Fue

por eso que la gente le comenz a conocer despus como "El Santo Descalzo".
Los vecinos de Quito vean con ojos incrdulos como todos los domingos el zapatero
dejaba su taller a las ocho de la maana vestido con chaqueta, chaleco de fantasa,
camisa con botones de perlas, gemelos de oro en los puos y un bastn con
empuadura de marfil y plata. Pero tanta elegancia contrastaba con sus pies siempre
descalzos.
Pareca que llegaba al xtasis. Oa la santa misa con gran devocin y en muchas
ocasiones lo vieron llorar.

Leyendas
La misteriosa ciudad oculta en el Chimborazo
Hace muchos aos, en el tiempo de las grandes haciendas, haba gente
dedicada al servicio de la casa y de las tierras. Los vaqueros eran los
hombres dedicados a cuidar a los toros de lidia que eran criados en las
faldas del volcn Chimborazo.Juan, uno de los vaqueros, se haba criado
desde muy pequeo en la hacienda. Recibi techo y trabajo, pero as
mismo, los maltratos del mayordomo y del dueo.Una maana que cumpla
su labor, los toros desaparecieron misteriosamente. Juan se desesper
porque saba que el castigo sera terrible. Vag horas y horas por el fro
pramo, pero no encontr a los toros.Totalmente abatido, se sent junto a
una gran piedra negra y se ech a llorar imaginando los latigazos que
recibira.De pronto, en medio de la soledad ms increble del mundo,
apareci un hombre muy alto y blanco, que le habl con dulzura:
Por qu lloras hijito?
Se me han perdido unos toros respondi Juan- despus de reponerse del
susto.
No te preocupes, yo me los llev dijo el hombre- vamos que te los voy a
devolver.
Juan se puso de pie dispuesto a caminar, pero el hombre sonriendo toc un
lado de la piedra, y sta se retir ante sus ojos.

Sgueme le orden.
Aquella roca realmente era la entrada a una gran cueva. Sin saber
realmente cmo, Juan estuvo de pronto en medio de una hermosa ciudad
escondida dentro de la montaa.
El vaquero mir construcciones que brillaban como si estuvieran hechas de
hielo. La gente era alegre y disfrutaba de la lidia de toros.El hombre alto le
entreg los animales, le dio de comer frutas exquisitas, y como una forma
de compensacin le regal unas mazorcas de maz.De la misma forma
extraa en la que haba llegado, pronto estuvo en el pramo, con los toros y
las mazorcas.Al llegar a la hacienda todos se burlaron de l por lo que
consideraban una influencia del alcohol. Decepcionado, pero a la vez
tranquilo por haberse librado de la paliza, Juan fue a su casa y sac las
mazorcas. Para su sorpresa eran de oro macizo.Con este tesoro, el vaquero
se compr una hacienda propia y se alej para siempre del lugar donde le
haban maltratado tanto.Desde entonces, los campesinos y los turistas
tratan desesperadamente de buscar la entrada a la ciudad del Chimborazo.

La dama tapada
Se dice que la Dama Tapada, es un ser de origen desconocido que se
apareca en horas cercanas a la medianoche a las personas que
frecuentaban callejones no muy concurridos. Segn las historias relatadas
por muchas personas acerca de estos acontecimientos, una extraa joven
se les apareca, vistiendo un elegante vestido de la poca, con sombrilla,
pero algo muy particular en ella era que llevaba su rostro tapado con un
velo, el cual no permita que las vctimas la reconocieran. Al estar cerca de
la Dama, se dice que despeda a su entorno una fragancia agradable, y por
ello, casi todos los que la vean quedaban impactados al verla y estar cerca
de ella. Haca seales para que la siguiesen y, en trance, las vctimas
accedan a la causa pero ella no permita que se les acercara lo suficiente.
As, los alejaba del centro urbano y en lugares remotos empezaba a
detenerse. Posteriormente cuando las vctimas se le acercaban a descubrirle
el rostro un olor nauseabundo contaminaba el ambiente, y al ver su rostro
apreciaban un cadver an en proceso de putrefaccin, la cual tena unos
ojos que parecan destellantes bolas de fuego. La mayora de las vctimas
moran, algunos por el susto y otros por la pestilente fragancia que
emanaba el espectro al transformarse. Muy pocos sobrevivan y en la
cultura popular los llamaban tunantes. Desde aquellos acontecimientos, hay
quienes dicen que posteriormente aun transita por los callejones por las
noches.

El cura sin cabeza


En el popular barrio de San Roque, en el centro oeste de Cuenca y
junto al ro Tomebamba, se dice que vagaba una figura sin cabeza
que vesta un atuendo de cura. ste recorra las calles bien entrada la
noche, asustando a la poca gente que quedaba a esas horas, pero no
era nada ms que un pcaro religioso, que acomodaba su atuendo
por encima de su cabeza, cubrindola por completo para que todos
se asustaran y nadie lo reconociera. Se dice adems que as visitaba a
sus amantes en dicho sector de la urbe.
Cuenta una leyenda que entre los siglos XIX y XX haba una figura que
deambulaba en las noches oscuras; era la de un sacerdote con un
tnica muy larga, pareca no tener cabeza, y fue llamado el cura sin
cabeza, segn el Libro de Leyendas de Cuenca.
La leyenda, segn el libro de Cuenca, se completa sealando que un
da, al amanecer, un feligrs descubri e identific al cura cuando
retornaba de sus andanzas, y que aquel hombre habra dicho el
pues, este taita curita ahora s est con cabeza, mamitico (pobrecito),
Qu muerte tendr? Dios nos guarde y nos ampare de este santo
sacerdote.
Las nuevas generaciones del barrio, muy poco conocen de la leyenda,
y el sector constituye el paso de la ciudad colonial a la nueva Cuenca
que se sita en la parte baja y al otro lado del ro Tomebamba.

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