Justicia Distributiva e Igualdad
Justicia Distributiva e Igualdad
Justicia Distributiva e Igualdad
JOHN RAWLS.
Entre los primeros trabajos de Rawls que son considerados como los materiales
preparatorios para su Teora de la Justicia, hay uno de gran inters al presentar ciertas
cuestiones que posteriormente se convertirn en ideas claves de su teora madura. Se trata
del escrito titulado Outline of a Decision Procedure for Ethics de 1951. Aqu
encontramos el mtodo que utiliza Rawls para abordar la filosofa moral: se trata de tener
principios ticos cuya justificacin misma est dada por su procedimiento de construccin.
no hay modo de saber de antemano cmo encontrar y formular esos principios
razonables. A decir verdad, ni siquiera podemos estar seguros de que existen y es notorio
que no existen mtodos de descubrimiento mecnicos.10. En este mtodo hay un primer
paso que consiste en establecer el perfil de la clase de jueces morales competentes, con el
que se busca un artificio intelectual que asegure la imparcialidad a la hora de establecer la
clase de juicios morales considerados que sirvan de criterio para la decisin moral. Los
jueces morales competentes cumpliran ciertos rasgos formales como tener una inteligencia
media y un conocimiento elemental del mundo en el que vive. Adems, ser razonable en la
medida en que est dispuesto a sopesar las razones a favor y en contra de ciertas lneas de
conducta. Por ltimo, tener conocimiento simpattico de los intereses humanos que entran
en juego en las situaciones conflictivas donde hay que tomar una decisin moral. (cita)
Definidos ya estos juicios es necesario formular una explicacin que rena al conjunto
total de los mismos y que sirva como criterio de justificacin. En este sentido, Rawls
entiende por explicacin un conjunto de principios que al ser aplicados sistemticamente
logran la coincidencia entre nuestros juicios morales particulares con aquellos juicios que
sobre los mismos casos formularan los jueces morales competentes. Es por esto que afirma
que si existen principios razonables para decidir cuestiones morales, entonces hay una
presuncin de que los principios de una explicacin satisfactoria de todo el mbito de los
juicios considerados de jueces competentes por lo menos se aproximarn a ellos.12.
Tenemos entonces un recurso heurstico en la explicacin de estos juicios que permite
descubrir esos principios razonables.
El texto Justice as Fairness fue una comunicacin que Rawls present en 1957 siendo
publicada como artculo en The Journal of Philosophy, pero al siguiente ao reescribi
partes de dicho artculo y aument considerablemente su extensin. Esta versin reeditada
apareci la revista Philosophical Review de 1958 y en la dcada de los aos sesenta se
encuentran reediciones del mismo artculo. Sin embargo, ms all de las variaciones que
pueda tener este trabajo, su objetivo ltimo permanece intacto: afirmar la tesis de que la
idea de equidad deba considerarse como la nocin central de la justicia. Es as como
introduce los dos principios de justicia que ayudan a especificarla, hace una reflexin
sobre las circunstancias en la que puede pensarse que tales principios podran aparecer y
considera las restricciones morales que deben imponerse los sujetos sobre s para que
dichos principios entren en escena (1958 164).
Otra de las conexiones que es posible ver entre Justice as Fairness y su Outline of a
Decision Procedure for Ethics, es que el objetivo que se persigue sigue siendo el mismo, a
saber: el de encontrar un procedimiento para resolver conflictos morales de intereses. Pero
este asunto ya no pasa por encontrar jueces morales idneos ni por reflexionar sobre
nuestros juicios morales. Ahora se trata de lograr un nivel de abstraccin en la discusin
para la formulacin de dos principios de justica que permitan valorar las prcticas sociales,
especialmente en la forma en como ellas definen oficios y poderes, y asignan derechos y
deberes (Rawls 1957 653). Adems, persiste en el texto de Justice as fairness la idea de
una justificacin moral de los principios segn la cual no podemos derivarlos de
principios a partir de la razn, ni obtenerlos como conocidos por intuicin (Rawls 1957
655).
La principal crtica que ha recibido este modelo previo a la teora de la justicia de John
Rawls, la realiza el filsofo norteamericano R. P. Wolff en su libro Understanding Rawls
(1977). Esta interpretacin tiene como base la teora de juegos, lo cual desva el foco de la
cuestin al querer determinar criterios de decisin racional para la solucin del juego de
regateo (bargaining game). Desde este punto de vista llegaramos a creer que los principios
que Rawls ofrece no son sino una solucin a ese juego48. No obstante, en la nota 12 de
Justice as fairness el propio Rawls explica las limitaciones que implica la aplicacin del
modelo de juego de regateo a la interpretacin de los principios de justicia, dando como
razn que dicho modelo carece de un concepto de moralidad (1958 177). As mismo,
Rawls insiste en que los sujetos acuerdan pautas de juicio, no una prctica determinada;
ellos no hacen un acuerdo o negociacin especfico (any specific agreement, or bargain), ni
adoptan una estrategia particular (1958 176)49. En efecto, es el sistema de prcticas el que
ha de ser juzgado como justo o injusto.
La crtica de Wolff pasa por alto esta observacin y permite sealar distintos problemas que
se presentaran al tratar de aplicar los dos principios de justicia19. De hecho, este autor
plantea la hiptesis de la imposibilidad de elegir, empleando los principios de justicia como
criterio, entre dos prcticas que siguen los mismos fines pero con una distribucin diferente
de las funciones sociales. La observacin parece vlida si se trata de determinar cul de las
dos prcticas es preferible a la otra, pero olvida que ambas prcticas se inscriben en un
sistema ms amplio en que se tiene una moralidad.
Ahora bien, la interpretacin que hace Wolff de este primer modelo de la teora est
soportada en una hiptesis que termina siendo refutada por el desarrollo mismo de la obra
de Rawls. En sntesis, la lectura de este primer crtico supone que existe una idea clave en
la teora poltica rawlsiana que permite interpretar todo el conjunto. Tal idea no es otra que
la asociacin entre la teora del contrato social y la teora matemtica de los juegos, de tal
forma que con una sola compulsin adicional cuasi-formal, sustantivamente vaca, podra
demostrar, como un teorema formal de la teora de la eleccin racional, que la solucin al
juego del regateo era un principio moral que tena las caractersticas de la constructividad,
la coherencia con nuestras convicciones morales y la racionalidad, y que destinaba un
espacio independiente a la nocin de lo justo, a la vez que reconoca la dignidad y el valor
de la personalidad moral.21. Esta hiptesis interpretativa es utilizada por Wolff en los
desarrollos posteriores de la obra de Rawls, lo cual muestra un excesivo reduccionismo al
afirmar como pieza fundamental de la teora de ste la teora de los juegos. En esta primera
fase de formacin de la teora hay un recurso a las teoras cientficas, pero en el
procedimiento de eleccin de principios se fijan importantes restricciones que se derivan
del hecho de tener una moralidad. Las restricciones que impone una moralidad no son en
ningn caso un aadido cuasi-formal al juego del regateo como afirma Wolff, sino una
condicin necesaria por la cual las partes, concebidas como egostas racionales, pueden
acordar principios de justicia ya que el reconocimiento de principios morales tiene que
manifestarse en que se acepta una referencia a ellos como razn para limitar las propias
pretensiones23.
Para finalizar el examen de la crtica de Wolff debemos decir que l sostiene que los
principios de justicia no son la solucin al juego del regateo, ya que las partes saben
demasiado al conocer diferencias entre sus respectivos talentos y no hay en definitiva
condiciones de incertidumbre necesarias. Sin embargo, ante este juicio tampoco se tiene en
cuenta que las partes se ven impulsadas a contraer un compromiso sabiendo que el
principio que escojan ser de aplicacin en el futuro y en cualquier circunstancia o posicin
en que se encuentren. Con esto en mente Rawls afirma que cada cual sabe que estar
vinculado por l en circunstancias futuras cuyas peculiaridades no pueden conocerse, y que
muy bien podran ser tales que el principio jugara entonces en su desventaja 24. Aqu
tenemos una anticipacin al concepto de velo de ignorancia, cuando se alude al
desconocimiento de la posicin en el futuro.
Los dos principios de justicia que afirma Rawls en este escrito tienen la siguiente
formulacin: i) cada persona que participa en una prctica, o que se encuentra afectada por
ella, tiene el mismo derecho a la ms amplia libertad compatible con una libertad igual para
todos; ii) las desigualdades son arbitrarias a menos que sea razonable esperar que estas
vayan a funcionar para beneficio de todos, y siempre que los puestos y cargos a los que se
encuentran vinculados, o desde los que pueden obtenerse, estn abiertos a todos (1958 165).
As mismo, Rawls expone las siguientes razones en favor del principio de diferencia:
1. Satisface las exigencias del principio de reparacin, segn el cual las diferencias
naturales de talento son inmerecidas, por lo que las desigualdades sociales que a partir de
aquellas se generen requieren una reparacin.
3. Es compatible con el imperativo categrico kantiano, que considera a los hombres como
fines y nunca slo como medios, pues los individuos que participan en la posicin original
lo hacen en calidad de personas morales que se conciben a s mismas como fines, y elegirn
los principios que racionalmente pueden satisfacer sus pretensiones como personas.
Otra cuestin capital en este artculo est referido a la posibilidad de articular las
instituciones democrticas teniendo como base los dos principios de justicia. Rawls tiene
en mente un marco institucional igualmente compatible con el sistema capitalista y el
sistema socialista de mercado. No obstante, habra condiciones a cumplir como el hecho de
tener economa competitiva de mxima utilizacin racional de los recursos disponibles, una
distribucin de la renta solidaria con todas las generaciones para garantizar un mnimo
social apropiado y el derecho de todos a la educacin para as satisfacer la igualdad de
oportunidades.
El gobierno adecuado a este marco institucional estara compuesto por cuatro ramas. Las
dos primeras, asignacin y estabilizacin, tienen como funcin garantizar la eficiencia del
sistema econmico, las dos ltimas, transferencias y distribucin, persiguen asegurar la
justicia social. La rama de asignacin debe preservar un mercado competitivo que el autor
considera compatible con la intervencin del gobierno en la economa, ya sea para impedir
la excesiva concentracin del poder econmico, ya sea para mejorar la eficiencia del
sistema mediante medidas correctoras cuando los precios no alcanzan a ser una medida
correcta de los beneficios y costes sociales. La rama de estabilizacin trata de asegurar un
aprovechamiento racional de los recursos econmicos evitando que se produzcan
despilfarros y adecuando la libre eleccin de ocupacin y el despliegue de los recursos
financieros a una demanda real.
Por otro lado, recurriendo a un criterio de solidaridad entre las generaciones, parece
razonable que la tasa de ahorro sea ms baja en las primeras etapas del desarrollo industrial
de una sociedad que en las etapas ms avanzadas y prsperas. Rawls reconoce que todas
estas observaciones son enormemente vagas pero concede una vital importancia al
procedimiento por el cual se aborda el problema de un ahorro justo. Es decir, considerado el
problema desde la perspectiva de la posicin original, sta impone lmites ticos que habr
que tener en cuenta.
Hay diversas nociones de justicia de sentido comn que en principio parecen que
representan criterios vlidos para discernir si una sociedad es ms justa que otra. Por
ejemplo, aqulla que define una sociedad justa como una combinacin de dos elementos: la
igualdad en cuanto a los niveles de bienestar y la suma total de utilidades o bienestar total,
el primer elemento se refiere a la justicia y el segundo al principio de eficiencia. Est claro
aqu que un sistema social que supera a otro en ambos elementos es ms justo. El problema
se plantea en el terreno de la prctica donde con seguridad hay que ponderar ambos
elementos. Cmo valorar una institucin que satisface uno de los principios pero no el
otro?. Es evidente que se requiere un criterio preciso de ponderacin que nos permita, por
ejemplo, establecer que grado de desigualdad se compensa con un determinado aumento en
el bienestar total.
Las nociones de justicia de sentido comn son extremadamente vagas y carecen de un
criterio semejante. Ahora bien, precisamente por ello y porque puede decirse que cualquiera
que empleara los dos principios rawlsianos estara estableciendo un equilibrio entre
igualdad y eficiencia, quin puede afirmar que la teora contractualista no es una
interpretacin de aquella nocin de justicia de sentido comn?. De la misma vaguedad
adolecen determinadas propuestas genricas de poltica econmica que establecen como
metas la competitividad, el pleno empleo, una apropiada tasa de crecimiento, una cierta
igualdad en la distribucin y un mnimo de bienestar social garantizado. Cualquiera que
suscriba los dos principios de justicia podra aceptar estas metas, pero no asumira cualquier
concrecin de esta poltica econmica con independencia del peso que conceda a una u otra
de las metas propuestas. En ese sentido, la teora rawlsiana es una teora completa de la
justicia porque nos proporciona un criterio de ponderacin pues a todas las
combinaciones de principios, preceptos y objetivos de poltica se les otorga un peso al
maximizar las expectativas de los menos favorecidos en la medida en que ello sea
compatible con que se haga el ahorro justo requerido y con que se mantenga el sistema de
igual libertad y la igualdad de oportunidades.34
Esta segunda versin del modelo elimina algunas de las ambigedades o indefiniciones de
la primera. As, hay una definicin ms clara de la posicin original, constructo cuya idea
aparece ya formulada con otro nombre en Justice as Fairness, pero que aqu adquiere un
mayor relieve y desarrollo. Ahora no se concibe a las partes como egostas racionales que
intervienen en un juego de regateo del que surgirn los dos principios de justicia sino como
personas racionales, libres e iguales, interpretadas desde la perspectiva kantiana. Esta nueva
manera de interpretar la posicin original est en conexin con la introduccin expresa del
velo de ignorancia que evita que nadie resulte beneficiado o perjudicado por las
contingencias de clase social y de buena o mala fortuna; de ah que los problemas de
negociacin que surgen en la vida diaria derivados de la posesin de ese conocimiento no
afecten a la eleccin de los principios.36
La insercin del velo de ignorancia supone una clarificacin importante del modelo en
cuanto que acenta implcitamentente la referencia a la dimensin moral de la persona
como requisito imprescindible para la eleccin de los principios de justicia. Pero dado que
se mantiene la referencia al marco terico de la teora de la decisin racional en una
situacin de incertidumbre, el problema que le plantear a Rawls a partir de aqu es
determinar el grosor del velo de ignorancia, pues si es demasiado tupido parece difcil
mantener la racionalidad en la eleccin, y, si demasiado fino, se dificulta la posibilidad de
llegar a unos principios imparciales. Otra novedad importante es la referencia al concepto
de bienes primarios con el que se trata de especificar qu ha de entenderse por expectativas
razonables. Estos bienes primarios se conciben como medios o recursos necesarios para que
cada individuo pueda perseguir sus propios fines en las sociedades democrticas
desarrolladas. Es decir, son bienes bsicos (libertad, igualdad de oportunidades, renta,
salud, educacin, respeto de s mismo...) a cuyo disfrute aspira toda persona razonable
independientemente de cules sean los otros bienes particulares que persiga. La importancia
de estos en el modelo rawlsiano ir aumentando al tiempo que se circunscribe la teora de la
justicia a la estructura bsica de la sociedad.
TEORIA DE LA JUSTICIA
Los participantes desconocen todo aquello que podra concederle una ventaja inicial, no
saben el lugar que ocupan en la sociedad, es decir, su posicin, clase o status, ni sus talentos
naturales: inteligencia, personalidad, etc.; tampoco conocen su propia concepcin del bien,
ni los rasgos particulares de la sociedad a la que pertenecen, ni la generacin a la que
pertenecen. A pesar de la alcance de estas restricciones, Rawls considera que la eleccin de
las partes es racional ya que conocen lo siguiente:
4. La idea de que todos los individuos tienen planes racionales de vida, aunque las partes de
la posicin original desconocen cules son los suyos propios.
Otra cuestin decisiva para justificar la racionalidad del acuerdo original es resolver la
dificultad que plantea el hecho de que las partes saben que tienen determinados planes
racionales de vida, pero no saben cules son. Rawls se pregunta cmo es posible una
eleccin racional en estas circunstancias. La respuesta guarda relacin con la cuestin de
los bienes sociales primarios. stos son concebidos como instrumentos necesarios para la
consecucin de los planes de vida sean stos cuales sean y, en este sentido, es razonable
pensar que cada individuo, con independencia de su peculiar concepcin del bien, preferir
tener la mayor cantidad posible de bienes primarios.
Dos cuestiones han planteado algunos autores como Barber39 y Wolff40 en relacin a los
planes de vida y a los bienes sociales primarios. Ambos crticos observan cmo estos
conceptos, estrechamente relacionados en el constructo de la posicin original, introducen
subrepticiamente nociones particulares y sustantivas del bien que guardan relacin con las
sociedades capitalistas avanzadas y con la ideologa subyacente a ellas.
Por supuesto que cuando tratamos de simular la posicin original en la vida cotidiana, esto
es, cuando tratamos de conducirnos segn un razonamiento moral tal y como lo exigen sus
restricciones, es muy posible que encontremos que nuestros juicios y deliberaciones se ven
influidos por nuestras actitudes y tendencias particulares. Seguramente resultar difcil
tratar de corregir nuestras diversas propensiones y aversiones, para adherirnos a las
condiciones de esta situacin ideal. Sin embargo, nada de esto afecta a la pretensin de que,
en la posicin original, las personas racionales caracterizadas de ese modo, tomaran una
cierta decisin. Esta proposicin pertenece a la teora de la justicia. Otra cuestin es
preguntar si los seres humanos pueden desempear este papel al reglamentar su
razonamiento prctico. 42
Por otra parte, Rawls introduce en la posicin original dos suposiciones adicionales: la
carencia de envidia y el sentido de la justicia, que son extraas a la racionalidad econmica.
Su pretensin es que el modelo de organizacin social inspirado en sus principios de
justicia, lo que l llama una sociedad bien ordenada, genera su propio apoyo. Rawls
distingue entre la motivacin de las personas en la posicin original, a las que se concibe
como mutuamente desinteresadas, y la motivacin de los individuos empricos en la vida
real. Estos, si han aceptado los principios de justicia desarrollarn el sentido de la misma y
probablemente sus motivaciones no sern egostas.
2. El que elige no estima importante los posibles incrementos adicionales por encima de lo
que le asegura la regla maximin, que considera como suficientemente valioso como para no
arriesgar su prdida.
3. El riesgo de perder bienes bsicos es tal que las alternativas no elegidas tienen resultados
de difcil aceptacin.
Muchos crticos, como Wolff, Barry o Barber, han puesto de relieve que la estrategia
maximin, por su carcter profundamente conservador, es inadecuada incluso en las
circunstancias especiales de la posicin original. Pero la mayora de estas crticas son
injustificadas, como ha observado entre nosotros, acertadamente en mi opinin, Rubio
Carracedo48; ya que no tienen en cuenta que la posicin original posee tambin un carcter
tico y no puede entenderse como un simple juego de regateo entre egostas racionales, ni
que los bienes que asegura en este caso la regla maximin son bienes primarios que
configuran la estructura bsica de la sociedad. Otra de las cuestiones importantes que
merecen destacarse de esta versin madura del modelo rawlsiano que venimos comentando
es la prioridad lexicogrfica de la libertad sobre el segundo principio referido a la justicia
distributiva. Esta cuestin es relevante tanto porque nos lleva a situar el pensamiento de
Rawls dentro de la amplia y variada familia del liberalismo como por los numerosos
comentarios y crticas que ha suscitado.
La ordenacin lexicogrfica o serial supone que slo puede ser tenido en cuenta
determinado principio cuando previamente se ha satisfecho las exigencias de otros
principios situados por encima, dentro de una determinada jerarqua. En consecuencia,
existe una jerarquizacin entre los distintos bienes primarios: la libertad tiene prioridad
sobre las dos partes del segundo principio, y en este ltimo, la igualdad de oportunidades
sobre los ingresos y las riquezas. La primera regla de prioridad establece que la libertad es
un valor absoluto y, por ende, slo puede ser restringida por mor de la libertad misma.
Rawls seala dos casos en los que estara justificada esta restriccin:
A) una libertad menos extensa debe reforzar el sistema total de libertad compartido por
todos;
B) una libertad menor que la libertad igual debe ser aceptable por aquellos ciudadanos con
una libertad menor.49
Hay dos categoras de circunstancias que pueden justificar una limitacin de la libertad. La
primera se refiere a ciertas limitaciones naturales de la vida humana, como puede ser la
minora de edad, o a contingencias histricas o sociales, como es el caso de ciertas
regulaciones razonables de la libertad de pensamiento y conciencia. Aqu el problema no
consiste en la justicia o injusticia de estas regulaciones puesto que o bien son rasgos
consustanciales a la vida humana o son condiciones relativamente permanentes de la
actividad poltica. La segunda se refiere a aquellos casos en los que la injusticia es ya un
hecho y el problema consiste en encontrar el modo ms adecuado de responder ante la
misma.
Para responder adecuadamente a estos dos tipos de casos que plantean problemas
diferentes, Rawls considera la teora de la justicia como dividida en dos partes. La primera
se refiere a la teora ideal que desarrolla la concepcin de una estructura bsica justa en una
sociedad bien ordenada. sta es de la que se ocupa principalmente nuestro autor. La
segunda es la teora no ideal, que ha de inspirarse en la primera donde hallar los criterios
para abordar problemas de injusticia en condiciones sociales menos favorables que las que
son propias de una sociedad bien ordenada. Las instituciones existentes deben ser juzgadas
a la luz de la teora ideal cuyas reglas de prioridad de los principios habremos de aplicar a
los casos concretos. La prioridad absoluta de la libertad tal como es justificada en A Theory
of Justice plantea algunos problemas que han puesto de manifiesto varios crticos y que
Rawls tratar de resolver en un trabajo posterior (The Basic Liberties and Their Priority).
Entre estas crticas ha sido la de Hart50, en el mbito del utilitarismo liberal, una de las ms
convincentes. En el captulo III de este trabajo desarrollaremos con ms detalle esta crtica,
que aqu slo exponemos sumariamente. Este autor trata de demostrar que es equvoca la
afirmacin que hace Rawls respecto a que, en caso de conflicto entre libertades, el criterio
para su resolucin es tomar la opcin que permita incrementar el sistema total de libertades.
El problema consiste en determinar el criterio con el que juzgaremos que una limitacin
determinada de la libertad aumenta el sistema total de libertades. Segn Rawls este criterio
lo proporciona el punto de vista del ciudadano representativo, pero Hart no ve que tal
principio sea aplicable en ciertos conflictos en los que individuos perfectamente razonables
pueden diferir respecto al valor de las libertades en conflicto.
Por otro lado, Hart pone en duda que las partes en la posicin original, concebidas como
mutuamente desinteresadas, elijan racionalmente la lista de libertades bsicas que Rawls
propone. Pues, an asumiendo que para toda persona racional es preferible tener ms
libertad a tener menos, de ah no se sigue que aquella libertad especfica que slo puede ser
obtenida al precio de una distribucin social igualitaria de la misma, tenga que ser siempre
preferida racionalmente. En todo caso, la eleccin aqu dependera del carcter y la
psicologa de cada individuo, cosas que las partes no conocen merced al velo de ignorancia.
En la obra de Rawls se pueden encontrar ciertas observaciones que atenan el rigor de este
tipo de crticas. As, por ejemplo, el autor considera que slo deben ponerse en juego las
reglas de prioridad de la libertad cuando el nivel de desarrollo de la sociedad ha logrado un
bienestar mnimo para todos los ciudadanos. Y, por otra parte, establece una distincin entre
libertad equitativa y valor de esa libertad, lo primero se refiere a derechos legal y
formalmente reconocidos, lo segundo a la posibilidad efectiva de disfrutar esos derechos de
igual libertad. Mientras que la libertad equitativa es la misma para todos, no lo es el valor
de la libertad pues las desigualdades en cuanto al poder y las riquezas constituyen, para los
menos favorecidos, impedimentos para el ejercicio efectivo de la libertad y para llevar a
cabo cualquier plan de vida racional. Para subsanar los problemas que plantea la
mencionada diferencia, Ralws considera (en contra de la afirmacin de Victoria Camps
arriba indicada, aunque evitando precisiones y desarrollos que seran deseables) que en
ocasiones se estimar como una de las restricciones definitorias de la libertad a la
incapacidad de aprovecharse de los propios derechos u oportunidades como resultado de la
pobreza y la ignorancia y, en general, de la carencia de medios.52 Para concluir,
consideramos como otra de las cuestiones importantes que se plantean en esta versin
madura del modelo rawlsiano, la legitimacin de la teora misma de la justicia.
El proyecto intelectual de John Rawls tiene una trayectoria de casi cuatro dcadas, como se
colige del anterior panorama de sus escritos iniciales y sus obras ms importantes. De igual
manera, la filosofa poltica del filsofo estadunidense goza de una proyeccin e influencia
en las ltimas dcadas del siglo XX, como eje central de muchas discusiones en esta
materia. La razn fundamental para explicar la gran reputacin de esta filosofa poltica
puede ser la siguiente: Rawls acert en defender un renovado modelo contractualista unido
a una metodologa constructivista, que armonizan perfectamente con las intuiciones
morales bsicas y la cultura poltica de la sociedad democrtica. As mismo, la obra de
Rawls tiene como contexto la crisis del Estado de bienestar y, en consecuencia, la polmica
en torno a ste como tambin a la funcin del Estado en las sociedades democrticas
liberales. En este marco de discusin se sitan dos obras contrapuestas al proyecto
rawlsiano, pertenecientes al entorno acadmico norteamericano. Se trata de los libros
Anarqua, Estado y Utopa (1974) de Robert Nozick y El clculo del consenso (.) de
James Buchanan. Uno de los principales puntos de divergencia est en el criterio de justicia
distributiva afirmado en Teora de la justicia, siendo rechazado en el primer caso porque
atenta contra derechos naturales o bien por razones de eficacia econmica en el segundo
caso. La propuesta de Rawls consiste en adoptar un enfoque contractualista que
fundamente los principios de justicia social, destinados a articular las instituciones sociales
bsicas en busca de la equidad.