Arqueologia de La Huasteca
Arqueologia de La Huasteca
Arqueologia de La Huasteca
de la Huasteca
Homenaje a Leonor Merino Carrin
Diana Zaragoza Ocaa
Coordinadora
MeMoria del Taller
arqueologa de la HuasTeca
HoMenaje a leonor Merino carrin
COLECCIN CIENTFICA
SERIE ARQUEOLOGA
MeMoria del Taller
arqueologa de la HuasTeca
HoMenaje a leonor Merino carrin
ISBN: 978-968-03-0372-4
ISBN: 978-968-03-0372-4
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informtico, la fotocopia o la grabacin, sin la previa autorizacin por escrito de los
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Presentacin 9
Diana Zaragoza Ocaa
Durante los primeros das de septiembre, 22 estn haciendo en zonas que, por su cercana
estudiosos de la regin Huasteca expusimos geogrfica, tuvieron interacciones culturales
durante cuatro das nuestros planteamientos con la Huasteca (como la Sierra Gorda y la
en un taller sobre arqueologa de la regin, en regin de Metztitln).
el que recordamos a Leonor Merino Carrin. La problemtica terica para comprender
Antes de iniciar esta breve presentacin, esta regin tambin fue abordada como uno de
deseo agradecer a la Coordinacin Nacional los principales temas de estudio, entre ellos:
de Arqueologa, en especial a su coordinadora, 1. Qu es lo huasteco? Es necesario hacer
arqueloga Laura Pescador Cantn, por todo una revisin de lo que los investigadores en-
el apoyo moral y econmico brindado para la tendemos por Huasteca: es simplemente un
realizacin de esta actividad; de igual manera territorio donde se congregan etnias que se
a la arqueloga Cipactli Bader y a su equipo, fueron desarrollando independientemente
sin quienes hubiera sido muy difcil llevar a unas de las otras?, estn los hablantes de len-
buen trmino este taller. Al director del Mu- gua mayance desde hace miles de aos en esta
seo Templo Mayor, antroplogo Juan Alberto regin?, entre otras interrogantes.
Romn Berrelleza, por todas las facilidades 2. Es vlido hablar de un rea cultural huas-
brindadas con el auditorio Eduardo Matos teca a travs del tiempo? Ser necesario divi-
Moctezuma, el personal y equipo utilizados. Al dir la regin para entenderla mejor? Quiz
arquelogo Luis Alberto Martos, director de hacer una revisin de las secuencias culturales?
la Direccin de Estudios Arqueolgicos, por Debemos contrastar las cronologas de las
el apoyo con personal de la direccin, y con el diferentes zonas de la regin huasteca?
equipo indispensable para el buen desarrollo 3. Quines fueron los huastecos? Debe-
del taller. A todos ellos muchas gracias. mos hablar de los huastecos como los hablan-
Son interesantes los diferentes enfoques tes de lengua maya o referirnos a todos los que
con que cada uno hemos abordado la pro- habitan en esa regin?
blemtica de la arqueologa de esta regin. El modelo de taller nos permiti tener el
Se expusieron tpicos muy diversos; desde tiempo necesario para cada uno de los expo-
los estudios que a travs de la semitica se sitores, as como la exhibicin de muestrarios
han realizado acerca de la escultura hasta cermicos que nos brindaran informacin de
espectaculares hallazgos recientes. Tambin primera mano; de esta manera tuvimos oportu-
fueron integradas las investigaciones que se nidad de revisar tiestos y figurillas de todos los
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diana ZaragoZa ocaa
periodos culturales, lo cual form parte funda- cartogrfico nos mostraron las diferentes
mental del taller. As, al iniciar, contamos con reas que se consideran huastecas, as como
la valiosa aportacin de ngel Garca Cook, una propuesta hipottica de la Panhuaxteca,
quien nos present una semblanza de Leonor, formada por el ncleo tzabal teenek y un rea
a quien homenajeamos. Observamos la cermi- de amortiguamiento.
ca temprana del sitio Altamirano, con afinidad Los estudios que est realizando Sophie
olmeca, que nos present Laura Castaeda Marchegay relativos a las colecciones de figu-
Cerecero. Pamela Reza y Hctor Prez exhibie- rillas que se encuentran en diversos museos
ron sus muestrarios cermicos referentes a los nos ofrecen un catlogo y descripciones muy
estudios que han realizado en la parte norte valiosas que redundarn en el conocimiento
de la Huasteca, sobre todo en el estado de San sistemtico de este indicador arqueolgico.
Luis Potos. Guillermo Ahuja Ormaechea y su Acerca de las costumbres funerarias, Carlos
equipo de colaboradores informaron acerca de Vanueth Prez nos mostr aspectos importan-
los ltimos hallazgos en la zona arqueolgica tes de esta manifestacin cultural.
de Tamtok, consistentes en impresionantes Respecto a los primeros habitantes de la
esculturas de pocas tempranas. regin huasteca, Fred Valdez y Liwy Grazioso
Gustavo Ramrez, quien ha trabajado en presentaron una resea de esta etapa forma-
muchos de los sitios del estado de Tamaulipas, tiva en la que hicieron interesantes compara-
contribuy mostrando cermicas de varios ciones entre la regin huasteca y el rea maya.
sitios, adems de algunos de los tiestos de sus Alfonso Torres nos llev a un viaje en el tiempo
excavaciones en Tamapul que, como vimos, sobre las investigaciones que en arqueologa
se relacionan ms con los que proceden de la se han realizado tanto en la sierra como en la
regin de Ro Verde, San Luis Potos. Adems, Huasteca hidalguense.
su ponencia acerca de las dificultades en la De gran inters fueron las presentaciones
definicin de lo huasteco en la arqueologa es que se hicieron acerca de lugares que aunque
muy importante. La consideracin acerca de no se encuentran en el territorio nuclear de
cermicas que tienen acabado negro, Prisco la Huasteca, s comparten elementos, por
negro y Zaquil negro, siempre ha sido discu- ejemplo, el sitio de Tancama, en el estado
tible, y la exposicin de Alma Rosa Espinosa de Quertaro, presentado por Daniel Jurez,
esclareci algunos de los puntos problemti- Jorge Quiroz, Sarai Romero y Pablo Lpez.
cos. Otro tema, tambin muy interesante, es el Ana Mara lvarez y Gianfranco Cassiano nos
de la arquitectura: Luis Snchez, que trabaja informaron acerca de las investigaciones que
en Tzicoac, en el estado de Veracruz, y Javier estn realizando en el seoro de Meztitln,
Martnez, quien excav varios sitios en San con lo que aportaron datos muy valiosos acerca
Luis Potos, nos explicaron la diversidad arqui- de las sociedades que se desarrollaron en esta
tectnica de los asentamientos prehispnicos regin y sus posibles relaciones con las de la
de esta regin. Huasteca; fue muy interesante apreciar los
Acerca de la importante presencia de ele- materiales producto de sus estudios.
mentos reconocidos como provenientes de la Marcia Castro-Leal Espino en cuyos es-
Huasteca en el magnfico sitio de El Tajn, nos tudios de esculturas aplica la escuela francesa
habl Yamile Lira Lpez, quien exhibi algu- de semitica nos indic sus apreciaciones
nos tiestos de influencia huasteca los cuales acerca de la escultura El Adolescente, abrien-
admiramos y tratamos de identificar. do nuevas rutas en la interpretacin simblica.
Gerardo Gutirrez y Lorenzo Ochoa diser- Patricio Dvila nos ofreci un amplio pano-
taron acerca de los lmites que tuvo la regin rama de las relaciones que tuvo esta regin
huasteca: mediante un excelente recorrido a travs del tiempo, no slo con las culturas
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PresenTacin
que se desarrollaron en lo que fue Mesoam- Zaragoza plante sus inquietudes acerca de
rica sino tambin con las que se encuentran la divisin que debe hacerse en el rea para
al norte del Ro Bravo. Por ltimo, Diana los siglos xv y xvi.
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BeaTriZ leonor Merino carrin
(1952-2002)
ngel Garca Cook1
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ngel garca cook
entidad federativa, hizo su tesis La cultura de Veracruz, y haber cubierto una secuencia
Tlaxco: un aporte sobre los grupos culturales cultural en torno a 7 500 aos.
que habitaron el norte de Tlaxcala del siglo x No fue incluido a pesar de que en l parti-
a.n.e. al siglo xvi d.n.e., cuyo examen profe- ciparon 35 investigadores, entre arquelogos,
sional lo present el 14 de abril de 1980. Sus bilogos, antroplogos fsicos y restauradores
resultados seran posteriormente publicados y de que mantuvo un promedio mnimo de 10
con el ttulo La cultura Tlaxco, en la coleccin arquelogos durante todo el desarrollo del
Cientfica (174) del inaH en 1989. proyecto; no obstante haber localizado 525 si-
Cuando an era pasante, en 1977, elabo- tios arqueolgicos 42 de ellos precermicos
ramos un programa de investigacin, precisa- y/o acermicos y de haber producido varias
mente para el noreste de Mxico, con motivo tesis, tanto en la enaH como en la Universidad
de la construccin de infraestructura hidru- Veracruzana, y de haber realizado diversos
lica en esa regin por parte de la entonces textos, los que an se continan publicando.
Secretara de Recursos Hidrulicos. Creo que fueron precisamente los resulta-
Ya antes haban trabajado ah Romn Pia dos de este programa de investigacin los que
Chan y Rubn Cabrera, en el rea de embalse motivaron o inspiraron a los organizadores
de la presa Chicayn, y Alejandro Martnez, de este taller para dedicarlo a la memoria de
en parte de la zona de riego de la presa Pujal Beatriz Leonor.
Coy, primera fase. Por otra parte, los resultados de este pro-
Nuestro objetivo era conocer el rea que yecto impulsaron a Leonor, poco despus,
sera afectada por la construccin de las pre- a proponer otro proyecto, totalmente suyo,
sas Pujal Coy y San Lorenzo, y el rea de las programa de investigacin que propondra
zonas de riego de las presas Chicayn, Xico- en 1984.
tncatl, Pujal Coy, primera, segunda y tercera Ignoro por qu pasaron por alto este Pro-
fases, y tratar de identificar lo destruido en yecto Arqueolgico Huasteca en las sntesis
la construccin de la presa Las nimas, as realizadas en el mencionado libro conmemo-
como la presencia humana en esa regin, rativo de los 25 aos de la creacin de Salva-
desde sus manifestaciones ms tempranas mento Arqueolgico. Si fue por m, ya que fui
hasta el momento del contacto con la cultura el director, oficialmente, de dicho programa
occidental. de investigacin, o por Leonor, que fue la que
Por cierto, este proyecto de salvamento fue realmente dirigi todos los trabajos en campo,
ignorado en el libro preparado con motivo de y quien no slo tuvo que lidiar con los colegas,
los 25 aos de Salvamento Arqueolgico,2 a pe- sino enfrentarse y tratar con las autoridades
sar de haber efectuado el rescate y salvamento de Recursos Hidralicos, tanto en Tampico
en el rea de embalse de tres presas y en terre- como en bano y Pnuco, y de resolver asi-
nos de cinco zonas de riego; a pesar de que mismo todos los problemas administrativos,
este proyecto dur 53 meses, 44 de los cuales econmicos y de personal que para llevar a
fueron ininterrumpidos de trabajos en campo; buen trmino este ambicioso programa de
incluso a pesar de haber cubierto 9 500 km2, investigacin.
abarcando parte del sur de Tamaulipas, del En fin, fue uno de los proyectos ms gran-
oriente de San Luis Potos y el extremo norte des en todos sentidos en que particip y
dirigi Leonor. Termina este proyecto en 1981
y en 1982 Leonor qued adscrita al Centro
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Luis Alberto Lpez Wario y Margarita Carballal
Regional del inaH en Puebla.
Staedtler (coords.), 25 aos de la Direccin de Salvamento
Arqueolgico, Mxico, inaH (coleccin Cientfica, 470), Nuestra idea fue irnos a vivir a Puebla y
2005. trabajar en el Centro Regional. Yo era en
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BeaTriZ leonor Merino carrin (1952-2002)
ese momento director de Monumentos Pre- por MacNeish de sus estudios arqueolgicos
hispnicos y ella se adelantaba para despus realizados en esta regin del sur y suroeste de
unrmele. Tamaulipas, este proceso de transicin debera
En Puebla presenta un Proyecto Arqueol- localizarse ms al norte de nuestras investiga-
gico para el Valle de Xaltepec, el cual a fin de ciones y al extremo sur de las de MacNeish.
cuentas no se realizara. El proyecto fue aprobado por el Consejo
No le convenci trabajar en el Centro Re- de Arqueologa, pero nunca se llev a cabo,
gional y regres a la ciudad ahora a Monu- puesto que Leonor se icorpor al Proyecto
mentos Prehispnicos en 1983 para conti- Arqueolgico Cantona, el cual se inici en
nuar con el anlisis de la documentacin tanto febrero de 1993.
de las investigaciones en Tlaxcala como de la En Cantona fue mi codirectora y fue de
informacin recuperada en los trabajos de gran ayuda, tanto en la organizacin como
la Huasteca. en el control y toma de decisiones que los
En 1984 elabora y presenta el Proyecto De- trabajos requeran. Aunque se hizo odiar
finicin del Formativo en la Cuenca Baja del por varios compaeros, por sus exigencias
Ro Pnuco, del cual realiz cinco temporadas en la entrega de informes, ella contaba con
de campo de donde obtuvo bastante informa- la experiencia del Proyecto Huasteca, y saba
cin. Increment en dos fases la Secuencia de la conveniencia de tener al da la docu-
del Formativo regional, y de ah dio como mentacin. Fue mi brazo derecho y de gran
resultado la tesis de Laura Castaeda Cerecero apoyo, como ahora lo son Yadira y Mnica en
y algunas publicaciones ms, las cuales an se la continuacin de las investigaciones en esta
continan produciendo. gran ciudad: Cantona.
Al mismo tiempo que realizaba la direccin En el Proyecto Arqueolgico Cantona se
e investigacin de este proyecto (dfcBP), co- propuso tambin un estudio de rea, el de la
laboraba como codirectora del Proyecto Ar- parte norte de Cuenca de Oriental, para po-
queolgico del Suroeste de Puebla (PasoP), der entender a la ciudad. Nunca planteamos
que estuvo bajo mi direccin y que se inici la exploracin, restauracin y habilitacin de
igualmente en 1984 y del cual se llevaron a estructuras arquitectnicas en la ciudad para la
cabo, tambin, cinco temporadas de campo. visita pblica. Sin embargo, como el Proyecto
Despus pasamos a Cantona. Cantona dio un vuelco, y al mes de iniciarse
Los resultados de este proyecto de investi- los trabajos nos encontramos ya explorando
gacin arqueolgica la llevan a proponer otro: un rea aunque mnima para abrirse a
Proyecto Can de El Infiernillo-Can de El la visita pblica, entonces la exploracin del
Diablo, para llevarse a cabo en el suroeste de rea qued sin llevarse a cabo. Pero como
Tamaulipas. La finalidad bsica era investigar sabamos que era indispensable conocer la
la transicin de grupos nmadas con eco- regin para tratar de entender tanto la ciudad
noma de apropiacin a grupos sedentarios, como el desarrollo regional, Leonor propuso
con dependencia en la produccin, y tratar de la realizacin de un programa de investigacin
rastrear una tradicin cermica de pasta fina especfico para esta rea. Surgi el Proyecto
(tipos Jabalines y Progreso Metlico asocia- Norte de la Cuenca de Oriental (Pnco).
dos a figurillas planas) que al parecer estuvo La primera temporada de campo, muy cor-
asociada a este proceso. De acuerdo con sus ta escasos nueve das, tiene lugar en 1997.
inferencias basadas en los resultados obtenidos Por motivos de salud, la segunda temporada
de sus investigaciones acerca del Formativo se realiz hasta el 2000, la tercera a la que
temprano en el rea de la Cuenca Baja del ella no asisti al campo, por encontrarse diri-
Pnuco y la amplia informacin otorgada giendo la dea fue en 2001. Ya en la cuarta
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ngel garca cook
temporada, realizada en 2002, ella no estuvo duccin alfarera en el Mxico antiguo, obra
presente, haba fallecido. que se mencionar a continuacin.
Actualmente, el Pac en lo acadmico Para colmo, en 1999, como estaba enferma
volvi a absorber este programa de investiga- y para que no estuviera de floja, nuestros jefes,
ciones en el rea, y rika Morales apoyada Norberto Gonzlez y Jess Mora, le encarga-
por Rigel es mi actual brazo izquierdo en el ron la organizacin de una obra acerca de la
desarrollo de estos trabajos. cermica en Mxico, obra en la que me hizo
De Tlaxcala, tambin gracias a Leonor, lo- su ayudante, y que al fin vio la luz: La produc-
gramos publicar 125 textos, editados en siete cin alfarera en el Mxico antiguo, que ella ya no
volmenes: dos de la Antologa de Cacaxtla; uno vio impresa, pero de la cual dej armados en
sobre Tizatln, y cuatro referentes al resto del imprenta los dos primeros volmenes.
estado (1995-1996). Leonor tambin tuvo cierta actividad do-
Pese a la carga de todo este trabajo ingres, cente: dict clases en la enaH de 1984 a 1998
en 1986, a la Facultad de Filosofa y Letras de (Mtodos y Tcnicas III; Mtodos y Tcnicas
la unaM para estudiar la Maestra en Geogra- IV; Historia de Mxico II; Historia de Mxico
fa, sin dejar, desde luego, por las maanas III).
de cumplir con su trabajo en Prehispnicos. Imparti cursos de diplomado tanto en la
Estudios de maestra que concluyeron en enaH como en el Museo Amparo y en la Uni-
1987, cuya tesis sobre la Cuenca de Oriental versidad de Champagnat, en San Luis Po-
qued inconclusa. tos.
Leonor siempre confesaba que nunca le Publicaciones: slo logr la realizacin de
gust ni le atrajo el estudio del material cer- 52 textos (algunos an en imprenta).
mico; sin embargo cosas del destino des- Leonor conoca tanto o ms que yo el de-
de que entr al PaPT, su mayor actividad fue sarrollo cultural y, en general, los problemas
clasificar cermica. As, desde sus primeras arqueolgicos de la regin Tlaxcala-Puebla, y
publicaciones escribe sobre este elemento as nuestra obra mxima acerca de esa regin
cultural. es la sntesis de la evolucin cultural que se dio
De esta manera, antes de cumplir un ao en Tlaxcala, sntesis que realizamos en 1990
de laborar en el PaPT, Leonor dict una confe- y que qued plasmada en el libro Tlaxcala:
rencia relacionada con sus anlisis cermicos: una historia compartida (publicada en 1991), y
Formas caractersticas de los soportes en la en dos volmenes ms se presenta, a manera
secuencia cultural de Puebla-Tlaxcala, con de antologa comentada, todo el desarrollo
motivo de la XIII Mesa Redonda de la Socie- cultural, material que sirvi de base para la
dad Mexicana de Antropologa realizada en realizacin de la mencionada sntesis; el ttulo
Jalapa, Veracruz, en septiembre de 1973. de estos dos volmenes es Tlaxcala: textos de
Para la elaboracin de su tesis tuvo que su historia.
analizar entre otros elementos todo el ma-
terial cermico del norte de Tlaxcala. Despus Beatriz Leonor como jefa
(1988), publicamos juntos Notas sobre la cer- A principios de 2001, se intent convencerla
mica prehispnica de Tlaxcala, en el homenaje para que asumiera la Direccin de Estudios
a Eduardo Noguera, editado por la unaM. Arqueolgicos. Acept a medias, indicando
Ya en Cantona, tuvo que revisar y clasificar que primero deba elaborar un programa
casi 500 mil tepalcates, adems de los del Pnco, bsico de actividades y tena que saber si se le
para armar una tipologa inicial, tipologa que otorgara todo el apoyo a su administracin.
nos ha servido de base en los estudios actuales Elabor el programa, que discuti en dos o
y que se public en el volumen IV de la pro- tres sesiones tanto con el director general del
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BeaTriZ leonor Merino carrin (1952-2002)
inaH (Sergio Ral Arroyo en ese momento) qued inconcluso. Su idea era, sobre todo,
como con Alejandro Martnez, entonces montarla en Morelos o en alguna otra ciudad
coordinador de Arqueologa. Aceptaron su fuera del Distrito Federal.
propuesta y ofrecieron otorgarle todo el apo- Inici el equipamiento de la dea dicPa,
yo en lo que fuese necesario. Todo lo cual Subacutica y Laboratorios, y en menos de
cumplieron. un ao consigui 23 computadoras, con la
Antes, para poder elaborar su programa de promesa de 27 ms; una red de intercomuni-
actividades, se document e inform de la si- cacin y cuatro vehculos nuevos.
tuacin que tena la dea. Analiz lo que hacan Alcanz y logr lo ms que pudo, mas no
y haban hecho cada uno de los investigadores lo que hubiese deseado.
(tanto de los laboratorios como de Subacutica Con el apoyo de todo mundo, logr que
y los de la dicPa, su centro de trabajo). Tom se construyera el segundo piso del Archivo
posesin el 16 de mayo de 2001 y concluy sus Tcnico de la Coordinacin Nacional de Ar-
funciones a su muerte (en julio de 2002). queologa el archivo de Pepe.
En los escasos 13 meses y medio que se de- Particip y apoy la creacin de un pro-
sempe como directora realiz varias de las yecto de investigacin de carcter interinstitu-
actividades que se propuso. Entre otras, reuni cional y binacional: el proyecto El Urbanismo
una serie de especialistas (arquelogos) en ex- en Mesoamrica, que dirigiera Guadalupe
ploracin y restauracin de monumentos ar- Mastache (q.e.p.d.), por Mxico, y William T.
queolgicos inmuebles e integr la Comisin Sanders, por la Universidad de Pennsylvania.
de Conservacin de la Coordinacin Nacio- Program e inici la organizacin aun-
nal de Arqueologa. que no se realizaron de dos series de con-
La idea principal fue elaborar normas y re- ferencias con especialistas en la materia: una
glamentos bsicos respecto a restauracin y ha- sobre arqueoastronoma y otra sobre teora
bilitacin de los monumentos arqueolgicos arqueolgica.
para despus lo que ya no se dio discu- Es necesario destacar que siempre tuvo
tirlo con todos los arquelogos y con algunos rpida respuesta de las autoridades del inaH:
restauradores, para lograr su aplicacin obli- Direccin General, Secretara Tcnica, Coor-
gatoria en el mbito federal y otorgar tanto dinacin de Asuntos Jurdicos, Coordinacin
apoyo como asesora a los arquelogos que de Antropologa, Recursos Materiales y de
emprendieran esta clase de actividad. Servicios y, desde luego, la Coordinacin Na-
Leonor se dijo: si una de las funciones bsi- cional de Arqueologa.
cas de la dea es el estudio y conservacin del Con esta ltima y con la Direccin de Pla-
patrimonio arqueolgico nacional, entonces neacin de dicha coordinacin, se propuso ela-
habra que empezar por conocer y reglamen- borar la publicacin de folletos de divulgacin
tar todo lo relacionado con esta actividad, es con textos y material grfico de las principales
decir, determinar normas y estrategias, esta- capitales arqueolgicas de Mxico antiguo, con
blecer prioridades, tanto por el inters del el ttulo Arqueologa: dilogos con el pasado.
conocimiento mismo como por los compromi- Ya no pudo estar presente durante la pre-
sos institucionales, con la finalidad de poder sentacin del primer nmero, durante la cual
otorgar el apoyo y asesora a los arquelogos tambin se montara una pequea exposicin
que realizaran este tipo de trabajos y que as en la zona arqueolgica correspondiente. En
lo solicitasen. la actualidad, han sido publicados varios de
Otra accin que se propuso y que se logr estos folletos, entre ellos los de Monte Albn,
en parte fue la creacin de una ceramoteca Tajn, Xochicalco, Palenque, Teotihuacan, La
nacional y de un banco de datos, proyecto que Quemada y Tzintzuntzan.
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ngel garca cook
Siempre quiso realizar un proyecto de Como ser humano fue una gran mujer.
investigacin multidisciplinario. Ya haba Quien la lleg a tratar pudo darse cuenta de
presentado el suyo en 1991, con la integracin su gran corazn y del apoyo desinteresado que
de diversos programas de investigacin, cada ofreca. Con sus padres, hermanos, sobrinos,
uno con su propio lineamiento y presupuesto, cuados, amigos, con los empleados manuales,
pero todos en torno a una regin y coordi- bueno, hasta con mis hijos y mi nieta; siempre
nado por ella: el proyecto del gelogo, del se desvivi por ayudarlos y por compartir lo po-
edaflogo, el de los bilogos y de laboratorios, co que tena. A colegas y estudiantes que se acer-
el de restauracin, el de antropologa social caron a ella, siempre les otorg su apoyo.
y el de etnohistoria, adems, desde luego, el Tuvo, desde luego, sus no amigos, los que
de las investigaciones arqueolgicas y el de quiz por molestarme, la mortificaban a ella.
los estudios especficos de los murales. Su Pero Leonor fue sensata, realista, honesta,
nombre: Programa Integral de Investigacin leal y sobre todo valiente; entre otras cosas
y Conservacin Cacaxtla-Xochitecatl y su dignas de una gran mujer, logr una de las
Entorno. mayores conquistas humanas: la del perdn.
Por diversos motivos, ms bien de carcter Nunca guard rencor y trat, sobre todo, de
poltico, ste no se llev a cabo. Adems, se ser justa. Un ejemplo: cuando hacamos la
integr conmigo en las investigaciones sobre lista de posibles autores para encargarles un
Cantona. texto acerca de cermica, para la realizacin
Pero con el objetivo de fomentar este tipo de esa obra La produccin alfarera en el Mxi-
de programas de investigacin multidiscipli- co antiguo y al tratar respecto al tema de la
naria y poder aprovechar la infraestructura cermica del Formativo en el Noreste de M-
de la dea, entre otras dependencias del inaH, xico, le dije: t desarrollas ese texto, el del
Leonor puso en marcha un proyecto con Noreste, y yo hago el del Formativo en Puebla-
dichas caractersticas. Tlaxcala, a lo que ella de inmediato me dijo
Con la intencin de resolver la proble- no. No? cuestion. No. Se lo pedimos
mtica, que da a da se hace ms compleja y a Laura Castaeda que es la que ms sabe del
que amenaza los pocos restos arqueolgicos Formativo de esa regin. Slo un ejemplo, y
que an quedan en el Cerro de la Estrella, todo un ejemplo para m.
propuso la realizacin del Proyecto Cerro de Todo esto mientras, por dentro, el cncer la
la Estrella, en el cual adems de arquelogos devoraba. Pero como la grandeza del espritu
investigadores de la dicPa y de contratados, se prueba siempre ante la adversidad, Leonor
participaran especialistas de los laboratorios, en ningn momento sinti pena por su infor-
antroplogos sociales y etnlogos de la deas tunio. Enfrent al cncer y fue una luchadora
(Direccin de Etnologa y Antropologa So- ejemplar. Apenas extern sus dolores y esto
cial) y tambin compaeros de etnohistoria. cuando fueron intolerables y soport con
Aunque vio concluida su organizacin, los gallarda las torturas de las quimioterapias,
planteamientos y el proyecto mismo, ya no perdi el pelo y no cubri su cabeza con tur-
pudo ver el inicio de sus labores y el cauce bantes o peluca, slo un simple paliacate o
que este proyecto ha seguido. una corta paoleta.
Siempre erguida, de cara a la verdad, sin de-
Leonor, la mujer rramar una lgrima, aun sabiendo, sintiendo,
Aunque su apariencia era triste y tranquila, casi oyendo que la muerte se le vena encima...
ella no era as. De carcter fuerte, dinmica e y es que muriendo aprendi a vivir. Nunca se
incansable, siempre otorg total dedicacin a rindi; siempre esper, con serenidad y paz,
lo que emprenda. el momento de su muerte.
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BeaTriZ leonor Merino carrin (1952-2002)
Leonor nos otorg, a todos los que la co- de la repeticin 1979, 1985, 1992, 1998 de
nocimos y tratamos, el ejemplo inusitado de estas enfermedades, e inici un tratamiento
saber morir. Nos dio una leccin, al menos a equivocado. Despus se hizo lo imposible, pero
m, del bien morir. el desenlace todos lo conocemos.
En general, Leonor fue sana, pero en la Huas- Beatriz Leonor muri el 10 de julio de 2002,
teca adquiri el dengue y la fiebre de Malta; des- y hoy, gracias a la iniciativa de Diana Zaragoza
pus cada seis a siete aos le volveran las fiebres Ocaa, la recordamos.
y los escalofros. Por ello, cuando en 1998 le vol-
vieron esos sntomas, pensamos que se trataba Gracias, muchas gracias.
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el MaZ y su Transfiguracin
en la culTura HuasTeca
Marcia Castro-Leal Espino*
21
Marcia casTro-leal esPino
22
el MaZ y su Transfiguracin en la culTura HuasTeca
Frente
Espalda
Costado derecho
Figura 2. El
Adolescente,
vista de la Figura 3. Costado derecho de El Adolescente de
espalda. Tamun.
implica una dimensin temporal, ya que los son ms pequeas que las segundas y las
enunciados presentados mantienen entre segundas, menos grandes que las terceras; el
ellos relaciones de anterioridad y posteriori- crecimiento de todas ellas est establecido en
dad. Como ejemplo de lo anterior, podemos un eje vertical del cuerpo del adolescente. A
apreciar las configuraciones plsticas que lleva determinada altura del cuerpo, en la cadera
El Adolescente en su espalda, integradas por y la espalda, se presenta un desembrague que
figuras de mazorcas, perfiles y cabezas de ani- efecta un cambio en su fisonoma al surgir
males que adquieren un significado especial del grano de la mazorca un pequeo nio.
al establecer una recurrencia en tres niveles Cambia el personaje; en lugar de las figuras
distintos y un ritmo de acrecentamiento que vegetales y animales aparece la figura huma-
culmina en la espalda del joven. Este ritmo na representada por la presencia del rgano
tiene una secuencia inicial con el nacimiento sexual masculino y sus gotas de semen que se
del maz en la tierra asociada a los tobillos del representan como analoga a los granos de
adolescente, donde est representado el maz maz. Es decir, que ello est relacionado con
por tres mazorcas con tres granos al interior el origen de la vida, por lo que un poco ms
de cada una de ellas; las primeras mazorcas arriba de la espalda surge la figura de un nio
23
Marcia casTro-leal esPino
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el MaZ y su Transfiguracin en la culTura HuasTeca
25
Marcia casTro-leal esPino
que la secuencia final es considerar esta parte tura convierte el cuerpo humano en el centro
del cuerpo humano como la mazorca, como del significado en su relacin con el maz
el extremo superior de la lnea vertical que se llevndolo en sus piernas, y ello mismo est
origina en la tierra, como el grano formante presente en otras esculturas como en la Lpi-
que tiene en la frente y en la nuca, por lo que, da de Huilocintla de Veracruz, y en La Apo-
como se corta la mazorca para alimentar al teosis, de San Luis Potos. La piel que recubre
hombre, se cortar la cabeza para alimentar el cuerpo adquiere un significado especial al
a la tierra. ser en ella donde se inscribieron los rasgos y
las figuras que forman los conjuntos y subcon-
Origen de la vida juntos que integran los elementos.
De acuerdo con la categora topolgica,
Vida vegetal Vida humana los elementos se distribuyeron como unidades
Granos de maz Gotas de semen de significacin, sobre todo por su ubicacin
dentro del cuerpo (muecas, hombros, tobi-
Dentro de los granos de maz, al igual que llos, cuello y cabeza); todos ellos tenan un
dentro de las gotas de semen representadas significado especial.
como si fueran vistas por un microscopio, se Del extremo superior del cuerpo, elemento
aprecian ciertas figuras: una dentadura o una que tuvo un culto especial en Mesoamrica, pe-
mandbula en el caso de los granos de maz, y ro sobre todo en la costa del Golfo, encontramos
un ave en el de las gotas de semen. representaciones en piedra y barro entre los
Aplicaremos la teora y la metodologa de huastecos y tambin en el centro de Veracruz.
la semitica plstica y figurativa a la escultura Por otro lado la divisin del cuerpo se de-
huasteca de El Adolescente de Tamun, San termina en dos reas verticales no simtricas
Luis Potos, tomndola como una configu- (mitad derecha y mitad izquierda), as como
racin discursiva integrada por formantes tambin se establecieron dos reas (la parte
plsticos y figurativos, los cuales, a su vez, posterior y anterior), espalda y frente. Estas
estn integrados por figuras constituidas por divisiones del cuerpo destacan por la categora
unidades ms pequeas, como son los rasgos. constituyente que es la cromtica que marca
Aqu nos referimos a la identificacin que se reas distintas como saturado/no saturado en-
ha hecho del cdigo figurativo como forma tre la parte izquierda y la derecha, una de las
de lo mtico y la aceptacin de que estructuras cuales lleva cubierta la superficie con figuras
semiticas semejantes rigen en los discursos y rasgos que contrastan, tanto plstica como
poticos y mticos, en los que el nivel discursivo figurativamente, con la parte que no las lleva.
se identifica con el plano figurativo del discur- De esta manera se manifiesta una clara
so mientras que el nivel mtico corresponde diferencia en la significacin otorgada entre
en el recorrido generativo a las organizaciones espalda y frente del cuerpo humano, ya que
semiticas profundas. llevan elementos totalmente distintos en cada
uno de ellos, como sucede con el lado derecho
el adolescenTe y el izquierdo. En estas reas o puntos men-
Las ideas de la semitica plstica y figurativa cionados del cuerpo huasteco encontramos
sern aplicadas a la escultura de El Adolescen- los mismos elementos compuestos por rasgos,
te de Tamun, San Luis Potos, aceptndola figuras y elementos.
como una configuracin discursiva integrada
por elementos plsticos y figurativos, los cua- los eleMenTos que inTegran al Personaje
les, a su vez, estn integrados por figuras cons- 1. Dos mazorcas con hojas, y englobados en
tituidas por rasgos. Como he dicho, esta escul- su centro en una lnea vertical, tres granos de
26
el MaZ y su Transfiguracin en la culTura HuasTeca
Nuca
Frente
maz. Estas dos primeras mazorcas, a la altura da por cinco crculos con cuatro secciones y un
del tobillo del personaje, son ms pequeas. punto al interior, y sobre ellos hay dos cabezas
Inmediatamente encima van otras dos mazor- de cocodrilos con fauces dentadas.
cas un poco ms grandes, y las dos siguientes 3. Al lado izquierdo de las cabezas de coco-
son de mayor tamao y llegan a la parte pos- drilo se encuentran, al mismo nivel, una ca-
terior de la rodilla. En cuarto lugar se encuen- beza de ave decapitada y, al parecer, lo que re-
tra una sola mazorca de gran tamao que mata su cuello, la representacin de una gota
inicia desde el muslo y llega hasta la cintura. de sangre. Igual que las mazorcas, las cabezas
Los tres granos al interior son tres grandes de cocodrilo, as como las cabezas de las aves,
crculos, y dentro de ellos parece estar la re- van aumentando en su tamao del primer al
presentacin de una mandbula y encima un tercer nivel, y en cada nivel se encuentran en
crculo dividido en cuatro secciones; es tan una banda horizontal cinco y seis crculos en
ancha la extensin de la mazorca que recubre cuatro secciones y un punto al centro.
toda la seccin corporal del lado derecho de 4. En el cuarto nivel, en la parte superior
la cadera. de los msculos hay dos crculos preciosos, en
2. En el mismo nivel de las primeras mazor- cuyo interior se encuentra la cabeza de un ave
cas, el tobillo, se encuentra una banda forma- con la boca abierta.
27
Marcia casTro-leal esPino
28
el MaZ y su Transfiguracin en la culTura HuasTeca
29
Marcia casTro-leal esPino
30
el MaZ y su Transfiguracin en la culTura HuasTeca
Flores), que se entona al espritu del maz, even- Octavio Herrera (coords.), pp. 369-378,
to narrado por la seora Hernndez, persona ciesas/Colegio de San Luis/Colegio de
conocedora, quien sirve a los miembros de su Tamaulipas, Mxico.
comunidad en la ranchera que pertenece a icHon, Alain, 1973, La religin de los totonacas
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Veracruz (Sandstrom y Gmez, 2004). Mxico.
Se reconoce lo fundamental que ha sido lvi-sTrauss, Claude, 1977, Lidentit, Grasset,
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menticio sino como tema religioso y de gran ,1992, Eficacia simblica. Antropologa
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desde casi 1 800 aos antes de nuestra era, y MncH, Guido, 1983, Etnologa del istmo vera-
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Ruvalcaba, Juan Manuel Prez Zeballos y Tamaulipas, Mxico.
31
la HuasTeca:
ProBleMTica y nexos culTurales
Patricio Dvila Cabrera*
Como otras entidades arqueolgicas de nues- Mendizbal (1924: 252). Es as como este vago
tro pas, la regin huasteca carece de lmites territorio que, por el nombre de su caudaloso
precisos, tanto en su aspecto territorial como ro tambin se llam Pnuco, fue bautizado
en el cronolgico; algo similar sucede cuando desde el exterior, desde el centro de Mxico,
se pretende enumerar sus materiales especfi- paradjicamente sin que sus habitantes se
cos. La Huasteca as como cualquier otra enteraran hasta que las conquistas mexica
demarcacin cultural es un aforismo sujeto y espaola, y despues los antroplogos, se
a una permanente comprobacin. Por su los hicieran saber.
ubicacin, hacia el norte y en la costa oriental En un espacio con tantas etnias y con una
de Mesoamrica, la Huasteca recogi y asimi- demarcacin tan indefinida todo ha cabido;
l diversas influencias de otros pueblos del se habla de la Huasteca queretana o de la po-
Golfo de Mxico, entre las que destacan las blana, incluso de la Huasteca guanajuatense,
provenientes de la superrea cultural del Su- cuando en tales lugares hubo desarrollos
reste de Norteamrica, ya que algunos de estos culturales independientes, en ocasiones con
conceptos, con frecuencia reinterpretados, los algunas semejanzas y en otras por completo
transmiti a otras importantes culturas de diferentes, si bien naturalmente las interrela-
Mxico. ciones ideolgicas y comerciales con frecuen-
Hablamos de la Huasteca como si fuera cia existieron.
una entidad perfectamente conocida, como Para complicar la situacin, la presencia de
si fuese una parte de Mesoamrica tan espe- hablantes de una lengua de la familia maya y
cfica como el rea maya, la Mixteca-Puebla o el desafortunado axioma de que ellos son los
la del Occidente. Sin embargo, esto no es as, huastecos distorsion an ms esta situacin,
ya que el concepto de esta regin fue conce- pues dnde quedan los pames (xioi), olives,
bido y difundido por los mexicas sin mayores otomes (hahu), tepehuas (hamaispini) y de-
aclaraciones, slo como Guaxtecapan, las tie- ms etnias establecidas en estos parajes, pero,
rras del Cuexteco, para diferenciarla del otro sobre todo, qu sucede con los nahuas, quie-
tramo del Golfo de Mxico que perteneci a nes fueron y son la gran mayora entre los
sus dominios, el Totonacapan, como lo seal pueblos de la regin huasteca.
De este modo advertimos tres conflictos
evidentes en el campo de la arqueologa:
* Direccin de Estudios Arqueolgicos, inaH. 1. Quines fueron los huastecos?
33
PaTricio dvila caBrera
2. Cules son los lmites geogrficos de la muestran sus materiales arqueolgicos, sobre
Huasteca arqueolgica? todo en los siglos xv y xvi.
3. A qu poca nos referimos cuando ha- Poco despus del planteamiento de Swa-
blamos de los huastecos? desh, Norman McQuown (1964) modific tal
versin ya que sus estudios le demostraron que
los HuasTecos la separacin probablemente ocurri en el va-
Aunque tenemos la idea generalizada de que lle del ro Grijalva, en la frontera de Chiapas
existi una cultura huasteca, considero con Guatemala, donde se hablaba la lengua
que esto es una entelequia. Este engaoso cotoque (o chicomucelteco), adems de que
concepto ha constituido, y a la fecha an es, propuso que la ruptura se produjo en una fe-
un grave conflicto para la identidad de la re- cha ms reciente.
gin (Dvila y Zaragoza, 1997). Con la confu- Quien profundiz en este tema fue Leonar-
sa nocin de lo huasteco ocurre algo similar do Manrique (1979), ya que seal que Alfred
al conocimiento popular de Mesoamrica que L. Kroeber (1944) haba reparado en el estre-
seal Oliv (1990: 46) cuando dijo: Frecuen- cho parentesco que hay entre el huasteco y el
temente se habla de Mesoamrica como una cotoque, as como en la complejidad de esta-
unidad social, objetiva e histrica, como una blecer el lugar y el momento de su separacin,
antigua patria o una nacionalidad incipiente. aunque se inclin por pensar que se dividieron
Tal error, confundir una superrea cultural en la regin huasteca en el siglo x. De igual
con una identidad, equivale en nuestro caso manera, Manrique dijo que la propuesta de
a mermar y restringir la compleja regin huas- McQuown se bas en los estudios que Richard
teca meramente a una etnia, una lengua o una Diebold public en 1960 y, en el mismo texto,
cultura. mencion otros antecedentes acerca de esta
El equvoco deriva sobre todo de los es- polmica. Sin embargo, al proceder al anlisis,
tudios lingsticos, ya que prcticamente Manrique (1976: 90) parti de una presuncin
todos los antroplogos dieron por buena la errnea al afirmar que: En la Huasteca, hay
propuesta de Mauricio Swadesh (1953: 225), una tradicin cultural ininterrumpida que
quien afirm, con base en sus anlisis gloto- arranca por lo menos desde el Preclsico y
cronolgicos, que el huasteco (una de las 25 contina hasta el momento de la Conquista
lenguas de la familia maya) se separ del resto []. Sin embargo, las investigaciones han
unos 1 200 aos antes de nuestra era y, por evidenciado que no existe tal continuidad,
tanto, ello sucedi en algn lugar cercano a ya que el desarrollo cultural de la regin es
la regin huasteca, donde estos hablantes se mucho ms complejo.
establecieron, mientras que el resto avanz Por lo que ahora sabemos, los datos arqueo-
hasta ocupar la extensin que conocemos lgicos muestran que durante el periodo For-
como rea maya. Este supuesto se convirti mativo, a lo largo y ancho de la regin huaste-
en una especie de dogma incuestionable para ca, se desarrollaron muchsimas culturas con
los expertos, que durante dcadas perfil y caractersticas propias, incluso en algn mo-
orient las investigaciones en esta regin. De mento varias fueron influidas por la pujante
haber sido as resultara que, desde el tiempo cultura olmeca. Despus, durante el apogeo
en que se inici la sedentarizacin, el avance teotihuacano, coincidimos con los plantea-
cultural de los habitantes de la Huasteca ocu- mientos de Merino y Garca Cook (1987: 54),
rri al margen del resto de sus parientes mayas, quienes afirmaron que para la fase cultural
separados por una considerable fraccin de la Coy (200 a 650) se presenta un fuerte decreci-
llanura costera del Golfo de Mxico, lo cual miento de la poblacin debido a la reduc-
me parece inverosmil dadas las afinidades que cin drstica del nmero de asentamientos
34
la HuasTeca: ProBleMTica y nexos culTurales
35
PaTricio dvila caBrera
As, slo unos cuantos antroplogos que in- mencion, sobre todo una modalidad de de-
vestigan directamente en la regin estn cons- coracin en la cermica, pero me parece que
cientes de que ah continuamente habitaron no es justificacin suficiente para considerarla
varias etnias, no slo quienes fueron denomi- como un rea cultural uniforme.
nados huastecos. Por ejemplo, los hablantes Pienso que debemos considerar que hay dos
locales del nhuatl han sido mucho ms nu- formas de ver a la Huasteca; tal vez la sealada
merosos, desde mucho antes del siglo xvi, e corresponde en trminos generales a una
igualmente ahora se consideran huastecos. S- circunscripcin ambiental, y es a la que yo me
lo mediante exploraciones arqueolgicas que adhiero, mientras que en lo cultural, a lo largo
se propongan diferenciar a cada cultura y, en del tiempo, existieron muchas entidades bien
lo posible, a cada etnia, podr dilucidarse esta diferenciadas, asentadas en diversas partes de
cuestin. As, resulta que no todos los huaste- este territorio. Considerarlas a todas, como
cos son huastecos, es decir, no slo los hablan- hasta ahora, parte de la pretendida cultura
tes de este idioma gozan de esa identidad sino huasteca no es ms que continuar la pifia que
que la comparten con los mexicanos, a ms de muchos antroplogos han reproducido. No
algunos de los xioi, los hahu o los hamais- me parece correcto denominar culturalmente
pini, entre otros. Y en cuanto a la arqueologa, como huastecos a los pobladores anteriores a
el embrollo fundamental empieza por saber los siglos xvi o xv, que es cuando se extiende el
si la cermica, escultura, arquitectura y dems uso de los rasgos aludidos; en todo caso, es cir-
manifestaciones, fueron realizadas por gente cunstancial el que otras culturas anteriores se
nahua, por teenek o por ambas etnias. establecieran en el territorio huasteco (como
entidad geogrfica). Entonces, a lo que se lla-
el TerriTorio HuasTeco ma en arqueologa rea cultural huasteca se
Existen muchas propuestas para circunscribir reduce al lugar que ocuparon los mexicanos y
la Huasteca, aunque predomina la idea de que los teenek, que es la Guasteca que se muestra en
la regin est limitada por el Golfo de Mxico la cartografa de los siglos xvi y xvii, tambin
al oriente, por la Sierra Madre Oriental al llamada provincia de Pnuco. De esta manera
poniente, por el ro Soto la Marina al norte, y podemos partir de lo que considero fue la
por el ro Cazones al sur; esto es, engloba casi fuente principal, el plano GVUASTECAN Reg.,
40 000 km2, lo cual representa una superficie de Abraham Ortelius, publicado por primera
enorme y, por ello, difcil de definir como un vez en 1584 (figura 3). En l encontramos ms
rea cultural (figura 1). de 120 poblados, la gran mayora con su nom-
Est conformada, en su mayoria por el siste- bre en lengua huasteca, si bien hacia su parte
ma fluvial del ro Pnuco (todos sus afluentes, sur muestra otros sitios con vocablos nahuas.
el Moctezuma, el Tampan y el Tames, entre El hecho de tomar como base este plano
otros) y unos 350 km de costa, lo cual, por me- implica que la regin cultural se restrinja a una
dio de la navegacin, le dio una conveniente superficie de casi 8 000 km2, o sea, una quinta
comunicacin (figura 2). En consecuencia, parte de la regin ambiental (figura 4). Tal
en algn momento en torno al siglo xvi, este delimitacin concuerda con la situacin en que
espacio2 ya comparta en mayor o menor se encuentran distribuidos los grupos teenek,
grado el uso de algunos elementos como no as con la disposicin geogrfica de los
mexicanos. No obstante, me parece evidente
2
que los habitantes meridionales de la Huasteca,
El norte de Veracruz, el oriente de Hidalgo y San
Luis Potos, as como el sur de Tamaulipas. La regin, cu-
de habla nahua, fueron tambin considerados
bierta antiguamente por una frondosa vegetacin selvti- guastecos por los mexica, como parte del Guaste-
ca, destaca por tener un benigno clima subtropical. capan que mencion Mendizbal (1924).
36
la HuasTeca: ProBleMTica y nexos culTurales
Por otro lado, este importante territorio casi exclusivamente en las confusas y contra-
dada la perspectiva centralista de muchos dictorias referencias que desde el centro
investigadores est considerado equvoca- de Mxico consignaron los llamados cro-
mente, por los antroplogos en general, como nistas, como Durn (1984), Sahagn (1969)
fronterizo o al menos marginal en relacin o Torquemada (1975), entre otros. La obra,
con otras altas culturas del Mxico antiguo; que hubiese esclarecido muchas de nuestras
tal supuesto comenz desde la poca de la incgnitas, se encuentra perdida; se trata de
conquista espaola, debido a que de aqu la recopilacin que de primera mano hizo el
no se preservaron mapas, cdices o dems fraile Andrs de Olmos. No obstante, hago hin-
documentos nativos que hubieran permitido capi en que los datos que tenemos muestran
conocer de primera mano las complejas cos- una constante pluralidad, tnica y lingstica,
tumbres de los diversos pueblos de la Huasteca. que debe remontarse al periodo Formativo; en
Por ello, la percepcin que tenemos se basa ocasiones perdiendo jerarqua, pero en varias
37
PaTricio dvila caBrera
otras con importantes lapsos de acentuado algunos sitios o zonas fueron generalizadas de
desarrollo cultural que contradice su preten- manera indiscriminada; incluso hasta aplicarse
dida marginalidad. Por lo contrario, la regin a lugares completamente diferentes y alejados
Huasteca lejos de ser marginal ha sido siempre de donde se determin tal o cual periodo.
un importante puente de enlace entre los Como he indicado, con base en la distribu-
desarrollos culturales del Mxico antiguo y los cin de las cermicas llamadas negro sobre
que florecieron hacia el norte del continente, blanco y Tancol policromo (Ekholm, 1944:
sobre todo los del rea cultural denominada 364), a la Huasteca se le ha conferido la cate-
del Sureste de la Unin Americana.
Otro problema primordial, para interpretar
culturalmente al territorio huasteco, es que la parte correspondiente al Formativo, por MacNeish
las secuencias culturales establecidas3 para (1954); de sta se derivaron y generalizaron incorrec-
tamente otras, hasta que Garca Cook y Merino (1987
y 1989) establecieron una nueva secuencia cambiando
3
Recordemos que la periodificacin original fue el enfoque de las anteriores, y la cual es aplicable al
establecida para la localidad veracruzana de Pnuco rea que estudiaron. Algo similar ocurre con la tipo-
por Ekholm (1944) y afinada, diez aos despus, en loga cermica.
38
la HuasTeca: ProBleMTica y nexos culTurales
39
PaTricio dvila caBrera
40
la HuasTeca: ProBleMTica y nexos culTurales
bicioso Programa para la Definicin Arqueo- la sMa (Dvila, 1997: 146-162), en l expuse
lgica de la Huasteca, que refleja la necesidad algunos de los nexos entre la regin huasteca
de realizar estudios especficos encaminados y los pueblos norteamericanos (figura 5). Se-
a regenerar y afinar el conocimiento de esta al algunas de las afinidades entre la ciudad
vasta regin, cuya percepcin arqueolgica arqueolgica de Tantoc,4 en San Luis Potos, y
demanda de modo apremiante redefinirla en Cahokia, en Illinois (figura 6), que pertenecen
su justa dimensin. Los dos principales pro- al mbito de los llamados Mound Builders, ya
yectos de este programa estn orientados a la que ambas fueron edificadas con basamentos
delimitacin y subdivisin geogrfica durante de tierra sin recubrimiento de piedra y exhi-
el siglo xvi (que dirige la doctora Zaragoza) y, ben una urbanizacin particular; tambin indi-
a mi cargo, el estudio cronolgico para ubicar, qu varias coincidencias en cuanto a la forma,
en tiempo y espacio, las diversas culturas que decoracin y diseos de la cermica; asimismo,
se desarrollaron desde el Formativo. Adems, mencion la posibilidad de que algunos cono-
el programa incluye una vertiente dedicada al cimientos para la forja, de la metalurgia de la
estudio de los nexos culturales de la Huasteca, Huasteca, provengan de Norteamrica. Los
tanto con los desarrollos de Norteamrica arquelogos Bilone Whiting Young y Melvin
como con el resto de las culturas mexicanas. L. Fowler (2000: 320-323) han tomado muy
Ahora, cuatro aos despus, vemos que la en serio las afinidades entre las mencionadas
tarea de desenmaraar la falsa percepcin ciudades arqueolgicas.
de la Huasteca es colosal, y poco progresar En otras ocasiones he sealado mi convic-
sin la colaboracin y el apoyo de todos los cin de que las relaciones entre las culturas de
huasteclogos, no slo de los arquelogos, la Huasteca y las de Norteamrica ocurrieron
sino de los antroplogos en general. por la va martima y fluvial. Esto se relaciona
con uno de los componentes ms significativos
los nexos entre estos nexos, que consiste en la ela-
Ya mencion la diversidad tnica de la Huas- boracin de pectorales de concha, grabados
teca y la imposibilidad de verla como una y calados, que presentan una forma circular
cultura particular; sin embargo, acept que en o semitrapezoidal (semejantes a un calzador);
los siglos xv y xvi concurri una serie de ele- los primeros, muy difundidos desde el norte
mentos arqueolgicos compartidos que los de Veracruz, abarcan prcticamente la mitad
antroplogos hemos asumido como huastecos oriental de los Estados Unidos de Amrica
(aun sin haber precisado a qu etnia pertene- (figura 7a). No slo la forma y la tcnica re-
cen). As, podemos admirar en los museos laciona esta clase de pectorales, sino tambin
esplndidas exhibiciones de la cultura huas- varios de los motivos que en ellos se represen-
teca que muestran mltiples materiales por tan; entre los ms notables distinguimos la
lo general procedentes del saqueo que dif- representacin de una cruz al centro de una
cilmente corresponden con los que se encuen- estrella5 que es comn en algunas conchas de
tran en las excavaciones arqueolgicas. Para
m, esta discordancia indica que la variedad
4
de culturas de la regin es mucho mayor a lo Me refiero a la verdadera Ciudad de Tantoc la
monumental, no al modesto poblado tardo que pos-
que se piensa. teriormente se asent ah, el cual recientemente han
Hace diez aos, en la XXIV Mesa Redonda adaptado para su visita pblica. Lamento que no hayan
de la Sociedad Mexicana de Antropologa cele- sido entendidos ni respetados los grandes basamentos
de tierra y la urbanizacin original de esta excepcional
brada en Tepic, Nayarit, present el ensayo La
ciudad arqueolgica.
regin huasteca, sus relaciones culturales, 5
De igual modo, este signo es comn en la deco-
que despus fue publicado en la revista de racin del tipo cermico Hun, variedad Ot, de la zona
41
PaTricio dvila caBrera
Norteamrica; este signo est relacionado con co no es algo nuevo. Hace un siglo los eruditos
el Culto del Sur, del Complejo Ceremonial del estaban convencidos del lejano intercambio en
Sureste,6 que comprende una serie de carac- torno del golfo y sus afluentes; como Miguel
tersticas especiales que, a partir del siglo x, Othn de Mendizbal (1924: 179-181 y 216),
fueron compartidas con Mesoamrica y sobre quien seal que los habitantes de la costa
todo con grupos de la Huasteca (figura 7b). (que llama olmecas) venan de la parte norte
Del mismo modo los pectorales trapezoidales del Mississippi.
de concha, que por lo regular estn decorados Sin embargo, en el resto del siglo xx, rara
con la escena de algn ritual, indican relacio- vez alguien en Mxico puso inters en
nes con otras culturas de Mesoamrica, por examinar tales nexos7 pese al inslito hallazgo
ejemplo, con quienes elaboraron el cdice de Agustn Delgado (1958) en Cueva Vetada,
Borgia, donde se ilustraron personajes que San Luis Potos, donde encontr como ofren-
los portan. das funerarias una gran cantidad de pipas de
Reconocer la relacin entre las antiguas piedra de los tipos caractersticos de las cultu-
culturas que navegaban por el Golfo de Mxi- ras del Sureste norteamericano (figura 8). En
7
En 1944, cuando las investigaciones norteamerica-
arqueolgica de Tamohi, San Luis Potos (Zaragoza y nas estudiaban este tema, se realiz la Tercera Reunin
Dvila, 2007). de Mesa Redonda sobre el Norte de Mxico y el Sur de
6
Neurath (1994: 315-350) recopil una amalgama Estados Unidos de la Sociedad Mexicana de Antropo-
de elementos representativos que en mi opinin de- loga, a pesar de lo cual slo los norteamericanos per-
muestran estas relaciones. severaron en estos estudios.
42
la HuasTeca: ProBleMTica y nexos culTurales
Zona arqueolgica Tantoc, San Luis Potos Zona arqueolgica Cahokia, Illinois
Figura 6. Tantoc y Cahokia.
43
PaTricio dvila caBrera
9
8
En Norteamrica, las imgenes del Hombre Es necesario mencionar que tambin son rela-
pjaro son tambin frecuentes en las lminas de tivamente abundantes las figurillas de jugadores de
cobre repujado. pelota que, sobre el yugo a la cintura, lucen un chunky.
44
la HuasTeca: ProBleMTica y nexos culTurales
45
PaTricio dvila caBrera
norte de Mesoamrica, pero tampoco fue la teca, ciesas, El Colegio de San Luis/El Co-
frontera sur de Norteamrica, sino que sirvi legio de Tamaulipas, pp. 193-214, Mxico.
de enlace entre dos importantes civilizaciones. (comps.) 1991, Arqueologa de San
Ah fueron recibidos y reinterpretados nume- Luis Potos, Antologas, Serie Arqueologa,
rosos componentes procedentes de uno de Instituto Nacional de Antropologa e His-
los desarrollos para luego aportarlo hacia el toria, Mxico.
otro. Invito a mis colegas a mirar ms all de delgado, Agustn, 1958, Pipas de piedra de
nuestras fronteras para buscar nuevos y ms Cueva Vetada. San Luis Potos, Mxico. Estudio
amplios puntos de vista acerca del desarrollo Preliminar, Publicaciones, 4, Direccin de
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46
la HuasTeca: ProBleMTica y nexos culTurales
47
PaTricio dvila caBrera
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el exTreMo suroccidenTal
del desarrollo HuasTeco
Ana Mara lvarez Palma
y Gianfranco Cassiano*
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el exTreMo suroccidenTal del desarrollo HuasTeco
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el exTreMo suroccidenTal del desarrollo HuasTeco
diferentes momentos histricos, mxime si el ma, deben haber participado; sin embargo,
rea mesoamericana representa un principio en este territorio serrano, que se configurar
de continuidad y evolucin muy predecible como el seoro de Metztitln, existen lagunas
y del cual todos los grupos, de una u otra for- en la secuencia de ocupacin que no ha sido
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ana Mara lvareZ PalMa y gianfranco cassiano
a b
posible llenar y que corresponden a los perio- tura, mientras los otros dos son ms modestos
dos Preclsico y Clsico. en extensin y monumentalidad. Las estruc-
Al contrario, en las zonas circundantes turas estn constituidas por muros secos de
a Metztitln encontramos un panorama de lajas de caliza que recubren toscos ncleos de
mucha presencia teotihuacana, por ejemplo, rocas irregulares y tierra, y en el sitio La For-
en la Sierra Gorda de Quertaro, en el Valle taleza revisten las laderas, aumentando as el
del Mezquital, en la zona de Epazoyucan y efecto visual de monumentalidad.
Tulancingo hasta Atotonilco el Grande, en Estos asentamientos, adems de estar en
Hidalgo y las estribaciones de la Sierra Norte lugares de difcil acceso, se encuentran en un
de Puebla, entre otros, y desde luego, con un sistema de comunicacin visual y conside-
bajo perfil, en las otras Huastecas. La excep- ramos que su ubicacin fue estratgica en
cin es la zona de Tutotepec, que al parecer funcin del control directo de los yacimientos
guarda muchas similitudes con Metztitln. de obsidiana de Zacualtipn, de los que se
Nuestra esperanza es que el recorrido de realiza una explotacin masiva.7 Evidencia de
las zonas clido-hmedas de la vertiente del lo anterior son las extensas reas de talleres
Golfo nos acerque a establecer esta presencia en los sitios mayores y en mina que pueden
teotihuacana o a valorar ms claramente sus ser remitidas a esta poca; por otro lado, en
decisiones para no incursionar en la porcin dos asentamientos ms pequeos localizamos
seca y fra del seoro. reas de talla, una de cuchillos grandes y otras
de navajillas prismticas.
Epiclsico y Posclsico temprano (figura 4) En trminos del patrn de asentamiento
En la vertiente occidental del anticlinal hemos local, los sitios estn unos 350 m arriba del
localizado tres sitios monumentales y otros cauce del ro Mezquititln y sus subsidiarios,
ms pequeos que, en algunos casos, pueden en cuyas vegas quiz se efectuaban las activi-
ser parte de las reas habitacionales de los si- dades de cultivo.
tios mayores. Los tres sitios grandes estn en Las formas y acabados de los materiales ce-
la subcuenca del ro Mezquititln, dos sobre rmicos nos remiten a tipologas del Epiclsico
mesas volcnicas bajas y uno en una elevacin (Gaxiola, 1999); son de manufactura local,
caliza. Tienen una estructura nucleada, con pero sus pastas, de textura gruesa y arenosa,
un rea pblica-ceremonial en la parte alta y
reas habitacionales en las porciones inferio- 7
Este sistema de asentamientos es muy restringido
res. El ms grande, La Mesa, tiene un juego y parece representar ms una avanzada hacia esta zona
de pelota y montculos de ms de 15 m de al- que una verdadera construccin territorial.
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a b
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a b
por vecindad, de tepehuas (Williams, 1963) y En la primera mitad del xvi el seoro se
de totonacos. compona de 9 unidades poltico-territoriales:12
Los asentamientos, cuya localizacin a de la porcin seca hacia la hmeda, Metztitln,
veces coincide con la de los poblados actua- reconocida como la cabeza del hueyaltepetl, Atli-
les, son dispersos y de tipo rural, y expresan huetzian, Malila-Lolotla, Molango, Tianguis-
la ocupacin completa del territorio, tanto tengo, Xochicoatlan, Huazalingo, Yagualica e
de la zona seca como de la hmeda, excepto Ilamatln.13 Al parecer cada unidad funcionaba
por las porciones inundables; ocupan sobre
todo las contadas reas planas en la parte alta
de los cerros, aunque tambin hay pequeas 12
Esta es la configuracin territorial que atestigua
rancheras o barrios en las laderas. Los sitios la Relacin de la Provincia de Meztitln y su jurisdic-
de mayor jerarqua parecen corresponder a cin (Acua, 1986), aunque con seguridad vari en el
ltimo lustro prehispnico, y en la Colonia temprana
las cabeceras de los componentes del seo- se reorganizaron y agregaron nuevas unidades para
ro y se sitan en funcin del acceso al suelo fines de la encomienda.
13
agrcola y, sobre todo en la zona hmeda, en Sin embargo, los aspectos geomorfolgicos e
hidrogrficos pueden permitir proponer otros lmites
una posicin dominante en la parte alta de
para el seoro. Al sur llegara a la porcin ms sep-
subcuencas, lo que les permita controlar varios tentrional de la meseta de Tulancingo, a la altura de
microambientes. Atotonilco el Grande, con la formacin de la Barranca
de Alcholoya por el ro Grande de Tulancingo, que
despus recibe el nombre de Metztitln o Venados. Al
oeste es la barranca formada por la vega del Amajac,
de la laguna y de la frontera norte del seoro, en la que corre en direccin noroeste-sureste y constituye
porcin de Tlanchinol. un parteaguas cultural para la toponimia otom. Al
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el exTreMo suroccidenTal del desarrollo HuasTeco
dos en los listados de pueblos sujetos de cada cauces culturales propios de la regin, que
cabecera, pero tambin hay menciones del ca- permiten diferenciarla de las del Altiplano.
racterstico entreveramiento de las diferentes El elemento ms caracterstico es la cer-
unidades,17 la usurpacin de sujetos a partir mica blanca, con texturas muy finas y colores
del empoderamiento poltico de algunas de que van de blanco a anaranjado. En general,
ellas y la evolucin propia de los altepeme ha- presenta una excelente coccin, lo que le
cia formas ms complejas. Para Metztitln, la confiere una alta compactacin y tenacidad.
delimitacin se torna un elemento importante Las formas ms comunes son cuencos, ollas,
dadas las condiciones de tensin ms o menos cntaros, vasijas de silueta compuesta, piezas
constante por las incursiones de conquista. miniatura, botellones, jarras, platos planos,
Los materiales arqueolgicos asociados a molcajetes, copas de soporte anular, sonajas,
esta etapa son muy peculiares y atestiguan los cucharones y figurillas zoomorfas. Son uten-
silios de uso domstico que podemos dividir
17
en vajillas de consumo y de preparacin de
Si bien Carrasco menciona esta caracterstica
como estrategia propia del imperio para mantener y alimentos, pero son ampliamente utilizadas en
romper algunas hegemonas o intereses, la revisin el contexto ritual, en entierros de cremacin
de las distribuciones y pertenencias de pueblos de los y en ofrendas (figura 7).
altepeme sugiere que fue una estrategia mucho ms Los instrumentos de piedra se fabricaban
extendida y que puede ser relacionada con la evolu-
cin al hueyaltepetl y las relaciones de parentesco entre principalmente en obsidiana y tambin se usa-
linajes dominantes. ban pedernal y basalto, sobre todo para la con-
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ana Mara lvareZ PalMa y gianfranco cassiano
feccin de herramientas pesadas. Para la obsi- ca se basa sobre todo en la aseveracin de que
diana existan redes regionales de distribucin el tipo Pnuco VI (Ekholm, 1944) es el antece-
desde las reas de extraccin. Abundan uten- dente de la cermica Metztitln. De hecho, la
silios punzocortantes, como las navajillas pris- variedad de formas y diseos, el proceso de
mticas y para raspar el maguey (lvarez et manufactura y la profundidad temporal de la
al., 1998). Las puntas de proyectil son escasas, cermica Metztitln permiten asumir elemen-
pero esto parece referirse a cuestiones de fun- tos comunes, adems de formas compartidas
cionalidad de los sitios ms que al hecho de muy llamativas, como las vasijas efigie y zoomor-
que la cacera fuera poco importante. fas del tipo Negro sobre blanco;19 hay rasgos
tcnicos y estilsticos distintivos que marcan la
Colonia temprana diferencia, como la materia prima, el uso de
La etapa colonial se caracteriza por la continui- pulido y bruido, las formas alargadas, de tipo
dad de los asentamientos y sus jerarquas hasta patojo y cnicas, y la iconografa de la decora-
el final del siglo xvi, cuando menos en trmi- cin. La cermica Metztitln pintada no mues-
nos de su localizacin y estructura; sin embar- tra pulido superficial exterior y la cermica
go, se observa la tendencia al declive poblacio- huasteca negro/blanco y la correspondiente
nal indgena y la movilidad en busca de refugio policroma (Tancol policroma), que no utiliza
de las funestas consecuencias de la nueva con- barro blanco, reproduce el contraste de la
quista. El umbral de cambio de la estructura superficie exterior slo con el uso del engobe
de los asentamientos seguramente se dio con blanco, cuyo espesor le da un acabado amari-
las reducciones civiles implementadas hacia llento o crema, de textura cerosa. Este color
finales del siglo. Conocemos algunas de las puede presentarse tambin en los tipos Metz-
caractersticas de este proceso, su normatividad titln cuando la pasta es de color naranja, pero
y sustento, sus argumentos y contrargumentos, aqu los diseos y formas tambin difieren.20
pero la eficacia de su aplicacin an es parte Recientemente Zaragoza (2003) ha elabo-
de nuestra investigacin. rado una propuesta para lograr una caracteri-
En otra escala, tambin gracias a que las zacin ms precisa de la cermica negro sobre
Huastecas se pusieron de moda, conocemos blanco. Establece tres subreas iconogrficas:
las variaciones jurisdiccionales y administrativas Pnuco, Oxitipa y Tuxpan; esta ltima,21 la que
de los pueblos de indios as como algunos de los se asociara geogrficamente con Metztitln,
factores que implican los nuevos establecimien- no presenta tantas similitudes y en trminos
tos territoriales, pero nos faltan observaciones ms generales parecera tener una relacin
directas acerca de sus consecuencias inmedia- ms cercana con la de Oxitipa,22 que se dis-
tas en los pueblos y las nuevas actividades, para
evitar as una visin subordinada del papel
19
indgena en la reorganizacin espaola. Las cuales slo representan una pequea parte.
20
Nuestros avances y propuestas acerca de los com-
plejos cermicos de Metztitln pueden consultarse en
Conclusiones respecto a lo huasteco lvarez, en prensa.
El principal elemento que ha impulsado la 21
La subrea de Tuxpan que se asociara geogr-
asignacin de lo de Metztitln al mundo huaste- ficamente con Metztitln es caracterizada con motivos
relacionados principalmente con la fauna [...) repre-
co ha sido la cermica blanca decorada.18 Esta sentaciones del smbolo del maz y en forma escasa se
propuesta de filiacin tecnolgico-iconogrfi- encuentra la decoracin de estrellas y cruces (Zara-
goza, 2003: 59).
22
La subrea de Oxitipa muestra en sus represen-
18
En algunos sitios arqueolgicos del seoro he- taciones un alto desarrollo simblico, destacan imge-
mos identificado cermica huasteca, aunque es muy nes del cosmos, dioses y glifos (...] (Zaragoza, 2003:
escasa y parece tarda en su totalidad. 129).
60
el exTreMo suroccidenTal del desarrollo HuasTeco
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el exTreMo suroccidenTal del desarrollo HuasTeco
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Zaquil negro y Prisco negro,
un anlisis esTilsTico
Una propuesta a los orgenes estilsticos del Zaquil negro en el Prisco negro
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alMa rosa esPinosa ruiZ
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Zaquil negro y Prisco negro, un anlisis esTilsTico
TaBla 1
SECUENCIAS CULTURALES PARA EL FORMATIVO EN EL NOROESTE DE MXICO.2
reas Centro norte Tampico- Cuenca baja Sierra Suroeste reas
de Pnuco del Pnuco de de
Veracruz (Ekholm- (Garca Cook- Tamaulipas Tamaulipas A.P.
Tiempo (Wilkerson) MacNeish) Merino) (MacNeish) (MacNeish) Tiempo
El Lomero, El Sabino, Tamacuiche y Tamun gica cultural para la Huasteca (tabla 1). De
entre otros, ubicndolo en el Clsico medio acuerdo con la descripcin de Ekholm, el tipo
y en menor proporcin en el Clsico tardo Prisco negro es de pasta burda y granular, con
(figura 1). desgrasante de partculas angulares grandes
La presencia de estos tipos nos exige revisar e irregulares, de color negro a rojizo, depen-
las descripciones previas de cada uno, con el diendo del ahumado. Es importante destacar
fin de analizar el material, objeto de estudio que no hace alusin a la materia prima utili-
de este artculo, procedente de Altamirano, zada como desgrasante, y que los colores de la
sitio localizado en la margen izquierda del pasta son producto de la coccin. El acabado
ro Pnuco, donde actualmente se encuentra de superficie es pulido en ambas caras. El color
el ejido Amado Flavio Altamirano, municipio predominante de la loza es el negro, pero,
de Pnuco, Veracruz . debido a la coccin, podra variar a caf rojizo.
En 1941-1942 Ekholm realiz excavaciones En cuanto a la decoracin, casi limitada a los
en el rea de Tampico y Pnuco, donde obtu- fondos, la incisin simple es rara; ms comn
vo una muestra considerable de materiales, es una decoracin de tenues lneas forma-
con los cuales realiz una clasificacin que das por una banda de pintura roja o negra,
le permiti proponer una secuencia cronol- delimitada por lneas incisas (Ekholm, 1944:
345). Su presencia la ubica cronolgicamente
2
Garca Cook, A. y Merino C., 2004, p. 7. en el Periodo II (Preclsico superior), hasta
67
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Zaquil negro y Prisco negro, un anlisis esTilsTico
3
Ekholm, 1944, p. 354.
69
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TaBla 2
SECUENCIAS CULTURALES PARA EL FORMATIVO EN EL NORESTE DE MXICO.4
reas Centro-norte Tampico-Pnuco Sur Oeste de Sierra de Cuenca baja Cuenca baja reas
de Veracruz Ekholm, 1944 Tamaulipas Tamaulipas del Pnuco del Pnuco AP
Tiempo Wilkerson, 1981 MacNeish, 1954 MacNeish, 1958 MacNeish, 1958 MC-GC 1983 MC-GC 1998 Tiempo
Pitahya
300 (Pnuco III) 1700
Palmillas Eslabones
Tecolutla
Tantun III
0 El Priso 2000
Arroyo (Pnuco II) Tantun II
Grande Tantun II
Chila ? Laguna
Esteros B (Pnuco I)
500 Tantun I Tantun I 2500
Aguilar
Esteros A Tampan
Tampan
Mesa
1000 Ponce de Guaje 3000
Ojite Chacas
Pavn
Monte Gordo Pujal
Pujal
Almera
1500 3500
Raudal Chajil
3800
70
Zaquil negro y Prisco negro, un anlisis esTilsTico
Figuras 5 y 6. Tipo Prisco negro, fondos con decoracin caracterstica, incisiones y pintura negra.
Procedentes del PdfcBP, temporadas 1988-1989.
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alMa rosa esPinosa ruiZ
72
Zaquil negro y Prisco negro, un anlisis esTilsTico
tipo guilloche (Ekholm, 1944: 355) o arabesca cede de la capa F, fase Tantun II (350 a 100
(Garca, 1972: 61), que consiste en pequeas a.n.e.). Su acabado de superficie es pulido con
lneas curvas quebradas incisas, las cuales apa- engobe caf grisceo muy oscuro (figura 9).
rentan una trenza o una soga que se encuentra Su decoracin consiste, en el exterior, en
enmarcada por otra lnea incisa debajo de la una doble lnea curva incisa, tambin repre-
que se observan unos pequeos tringulos con sentativa del Zaquil negro, subtipo 2, segn
una diminuta incisin al centro (figura 9). Ekholm (1944: 355).
Es decir, la decoracin de la muestra ana- Ejemplar 3. Es un cajete de silueta compues-
lizada no corresponde a las caractersticas del ta, de paredes proximales curvoconvergentes,
Prisco negro y en cambio encaja a la perfec- con borde reforzado en el exterior y labio
cin en el Zaquil negro, subtipo 2 descrito por redondeado. El dimetro de su boca es de 24
Ekholm (1944: 355). cm y procede de la capa F, fase Tantun I (650
Ejemplar 2. Es una base plana circular de a 350 a.n.e.).
fondo plano, con un dimetro de 18 cm y El tiesto es de color gris muy oscuro, pulido
pared curvoconvergente que tal vez pertenece en el interior y caf grisceo muy oscuro en
precisamente a un cajete convergente; pro- el exterior donde se encuentra la decoracin
73
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74
Zaquil negro y Prisco negro, un anlisis esTilsTico
5
Zaragoza Ocaa, 2004, p. 64.
75
los lMiTes culTurales de la regin HuasTeca
Gerardo Gutirrez*
y Lorenzo Ochoa**
En una regin de alta interaccin socioecon- La seleccin de aspectos que permiten una
mica como lo fue Mesoamrica, quiz desde regionalizacin del espacio cultural comn es
una poca tan temprana como el periodo arbitraria, dependiendo de los intereses del
Arcaico tardo (5000-2000 a.C.), es difcil ha- investigador, con base en su postura terica,
blar de lmites internos claros y precisos entre conocimiento emprico del terreno y de la
los diferentes grupos que componen el gran distribucin geogrfica de los elementos cul-
espacio donde emerge y se desarrolla una turales escogidos para el caso. Una vez que se
cultura comn. Este espacio de interaccin y ha elegido uno o varios aspectos para propo-
contacto mutuo ha sido identificado por Ren- ner regiones particulares, el espacio cultural
frew (1986) como el Mdulo del Estado Tem- comn quedar subdividido en comarcas dis-
prano (Early State Module), mientras que el cretas separadas por lmites que manifiestan
mismo autor ha denominado peer polity interac- que los elementos culturales contenidos en
tion (interaccin entre unidades polticas se- un compartimiento son ms parecidos entre
mejantes) al mecanismo que permite la trans- s que los elementos ubicados fuera de tales
misin de ideas, conceptos, bienes y personas lmites. Expresado de otra manera, se dira
entre grupos polticamente diferenciados que todas las manifestaciones culturales, afue-
mediante un contacto social, poltico y econ- ra de una demarcacin, son ms diferentes
mico permanente. El rea cultural mesoame- de las que se observan dentro de la regin
ricana sera un espacio en que grupos con homognea abstrada por el investigador. Si
afiliaciones polticas distintas comparten una la regionalizacin es un constructo etic del
cultura comn. Cultura que se ha creado con proceso de investigacin, entonces es lgico
la participacin de todos a lo largo de siglos afirmar que los lmites entre las regiones tam-
de vecindad y trato frecuente. Es un ejercicio bin son construcciones abstractas basadas
de clasificacin consciente de parte del inves- en unos cuantos aspectos que se consideran
tigador subdividir ese gran espacio funcional representativos.
en compartimentos menores con base en li- Respecto a la distribucin espacial de ele-
geras diferencias y variaciones de caracteres mentos culturales, es prcticamente imposible
culturales. asignar lmites lineales y fijos que manifies-
ten que un conjunto de aspectos se terminen
* ciesas. en un punto y que, desde ese punto, comien-
** iia-unaM. cen otros radicalmente distintos. En lugar de
77
gerardo guTirreZ y lorenZo ocHoa
eso podemos pensar en una enorme franja tar si se es mexicanito, 2 teenek 3 o mestizo. De
de terreno, donde los elementos culturales hecho, el ser huasteco es un trmino que ha
seleccionados como representativos se diluyen sido adoptado ms por la cultura mestiza que
con la distancia hasta un punto en que las por las mismas etnias indgenas que continan
diferencias sean mayores que las semejanzas. diferencindose celosamente. Este hecho
A dicha delimitacin se le puede llamar rea destaca el carcter pluritnico de la regin
o franja de amortiguamiento. El objetivo de huasteca.
este trabajo ser proponer un ncleo central Si se desea abstraer el espacio huasteco del
de lo que se ha denominado cultura Huasteca resto de Mesoamrica es necesario comenzar
y la franja o rea de amortiguamiento donde por diferenciar dos grandes bloques: 1) tzabal
se deja de ser huasteco para gradualmente teenek, y 2) panhuasteca (formado por la suma
convertirse en otra cultura distinta. Se ha de un rea de amortiguamiento y el ncleo de
preferido utilizar el trmino lmite en lugar de hablantes de teenek).
frontera, como uno de nosotros haba hecho La regin tzabal teenek se define como la
en un trabajo anterior (Gutirrez, 1996: 85), tierra donde se asentaron y desarrollaron los
porque en geografa el concepto frontera peliteenek, que en lengua Huasteca significa los
(frontier en ingls) tiene una acepcin restrin- hombres verdaderos (Schuller, 1924: 140).
gida al lmite donde el espacio de civilizacin Etimolgicamente el gentilicio teenek proviene
comn se termina y comienza otro.1 Por de la palabra teenek bichim, que significa vena-
ejemplo, la frontera norte de Mesoamrica do en huasteco, es decir, que los peliteenek son
sera donde termina el espacio de civilizacin los verdaderos venados (Gutirrez, 1996: 6).
caracterizado por los elementos selecciona- Dicha autoidentificacin con el venado como
dos por Kirchhoff en 1943 y comienza otro posible animal tonal de la etnia es comn a
que se ha denominado chichimeca, con un otros grupos mesoamericanos, mayas y no ma-
modo de produccin primario basado en la yas, tal como los kejaches del sur de Campeche
recoleccin. (Chvez, 2006: 63) y los mazatecos del Estado
de Mxico.
la HuasTeca Los espaoles, al igual que los mexicas,
En la actualidad, la regin donde se desarro- son los principales creadores de etnicidad en
llaron los antiguos huastecos se conoce con el Mesoamrica. Sahagn (1975: 607-608) dice
nombre de Huasteca o Huastecas, que geogr- que los cuexteca son los que viven en la provin-
ficamente abarca porciones de los actuales cia que los mexicanos llaman Cuextlan y los
estados de San Luis Potos, Quertaro, Hidal- describe como gentes que tienen las frentes
go, Veracruz y Tamaulipas. No obstante, el anchas, cabezas chatas y cabellos teidos de
llamarse huasteco en este espacio no signi- diferentes colores, algunos con cabellos lar-
fica pertenecer a la etnia teenek, caracterizada gos en el colodrillo. Sus dientes eran agudos
por una serie de rasgos culturales, entre los porque los aguzaban a posta y los pintaban de
que destaca su lengua maya, sino haber nacido negro y otros colores; tenan brazaletes de oro,
en el mbito de las Huastecas. Esto sin impor- medias calzas de plumas y pulseras de chal-
chihuites. Adornaban la cabeza y espalda con
1
En espaol, a diferencia del ingls, el concepto
2
frontera tambin se aplica a las divisiones entre unida- Mexicanitos es la expresin despectiva que
des polticas independientes. Debemos aclarar que en utilizan algunos huastecos teenek para referirse a los
este trabajo no se pretende recrear los lmites polticos huastecos nahuas.
3
de ninguna de las cientos de entidades poltico-territo- Teenek es el trmino con que la etnia huasteca
riales que debieron existir en la Huasteca. hablante de maya se identifica a s misma.
78
los lMiTes culTurales de la regin HuasTeca
plumajes redondos a manera de aventadores y son fijos, pues tienen modificaciones deriva-
moscaderos. Sus mantas eran las centzonquach- das de presiones ejercidas por otros pueblos
tli, es decir las mantas de cuatrocientos colores, o desrdenes internos del mismo grupo. En
decoradas con cabezas de monstruos pintadas este sentido, sin exploraciones extensivas en el
y apreciadas en toda Mesoamrica. Se dice que rea es poco lo que se puede aportar al cono-
las mujeres usaban el petp o trenzado con hilos cimiento de estas modificaciones. Conscientes
de diferentes colores, retorcidos con plumas. de esta dificultad, aqu nos restringiremos a
Los hombres se perforaban el septum y se po- explorar los lmites del espacio tzabal teenek
nan canutos de oro y plumas en el orificio na- al momento del contacto con los europeos,
sal. Como armas usaban arco y flecha, y tenan mencionando, cuando venga al caso, posibles
por costumbre cortar la cabeza de los vencidos, movimientos de sus lmites. Para ello haremos
las cuales exhiban como trofeos en estacas. uso intensivo de las fuentes escritas durante la
Es un infortunio que todos los elementos poca colonial.
culturales mencionados como importantes Una vez identificado el ncleo de hablantes
por los mexicanos para diferenciar a los huas- de huasteco, el siguiente paso es definir el rea o
tecos de otros grupos indgenas no tengan una franja de amortiguamiento, es decir, el rea ocu-
contraparte tangible en los materiales arqueo- pada por todos los grupos no hablantes de
lgicos.4 A manera de paliativo, la arqueologa huasteco y que, sin embargo, participan en
ha utilizado el estilo escultrico encontrado en menor o mayor grado de la cultura material
los asentamientos ms importantes localizados dominante en el ncleo tzabal teenek. Nos
de Tuxpan a Tampico, y entre Pnuco y Ciudad referimos sobre todo a pueblos hablantes de
Valles, como elementos representativos de nhuatl, pame, otom, totonaco, tepehua y
esta cultura (De la Fuente y Gutirrez, 1980). tamaulipeco. Todos estos grupos compartiran
Algunos tipos cermicos diagnsticos han sido algunas costumbres y elementos comunes que
propuestos para el mismo caso desde la poca conforman la riqueza pluritnica de las Huas-
de las primeras excavaciones estratigrficas tecas. La franja de amortiguamiento junto
realizadas por Ekholm (1944) en Pnuco y con el ncleo tzabal teenek, forma el espacio
Tampico. que hemos denominado panhuasteco y que
Es interesante que Sahagn, por medio de definimos como el rea mayor de interaccin
sus informantes mexicanos, no haya hecho re- cultural hasta donde se expandieron por
ferencia a la lengua como aspecto importante contacto directo determinados usos y costum-
de diferenciacin tnica. A pesar de ello, en bres, as como elementos materiales propios
este estudio particular consideraremos a la del ncleo tzabal teenek, sin importar si los
lengua como el principal factor para deli- portadores de tal cultura hablaran huasteco
near el espacio tzabal teenek; mientras que la u otra lengua.
escultura y la cermica sern dos elementos
secundarios que ayudarn a reforzar o poner los lMiTes HuasTecos
en duda que ciertas reas hayan estado habi- Meade (1942: 13) propuso que los lmites
tadas por grupos teenek. Como es obvio, los huastecos eran el ro Cazones al sur, el ro Soto
lmites culturales de cualquier pueblo nunca la Marina al norte, el Golfo de Mxico al este
y la Sierra Madre Oriental al oeste (figura 1).
A pesar de esta definicin, en la prctica Mea-
4
Se podra plantear una regionalizacin de la de desbord los lmites huastecos para lle-
Huasteca con base en los restos esquelticos que pre-
sentaran los rasgos dentales y de deformacin craneal
varlos hasta el altiplano potosino. Tales lindes
descritos en Sahagn, pero tal empresa se antoja difcil han predominado en casi toda la bibliografa
de realizar en el corto plazo. huasteca desde la dcada de 1940, repitindo-
79
gerardo guTirreZ y lorenZo ocHoa
Cd. Tula 0 90
Aldama Kilmetros
Cd. Mante
Lmite poniente
de la Huasteca
propuesto por
Cd. del Maz
Meade (1942)
Tampico
Pnuco
Cd. Valles
Tanquian
Tantoyuca
Tamazunchale Tamiahua
Jalpan
Huejutla
Tuxpan
Ro Cazones
Poza Rica
Xicotepec
Figura 1. Lmites de la Huasteca propuestos por Meade (1942). Al sur el ro Cazones, al norte el ro Soto
la Marina, al oriente el Golfo de Mxico y al poniente la Sierra Madre.
se sin muchas variaciones en la mayora de los mucho el espacio de la tzabal teenek, por lo que
autores. En principio creemos que los confines sera mejor pensar que los lmites de Meade
establecidos por Meade son reflejo de su enor- representaran la mxima rea de lo que he-
me conocimiento del terreno; sin embargo, mos denominado panhuasteca. Es necesario
opinamos que tal delimitacin sobrepasa por recordar esto para evitar caer en errores de
80
los lMiTes culTurales de la regin HuasTeca
Tuxpan
0 30
lamo Kilmetros
Castillo de Teayo
Metlaltoyuca
Tihuatlan
Cazones
Poza Rica
Papantla
Figura 2. Lmite sur de los teneek, entre los ros Cazones y Tuxpan, antes de la conquista de Tuxpan y
Temapache.
81
gerardo guTirreZ y lorenZo ocHoa
Naranjos
ec
Chontla Tantoco
tep
Tamiahua
on
Ot
Ixcatepec 0 20
de
ra
Sie
r Piedra Labrada Kilmetros
Cerro Azul
El Humo Tepetzintla
Cerro
Tepenecuile
Temapache
Potrero del Llano
Cerro
Moralillo
Tuxpan
lamo
Figura 3. Lmite sur de la Huasteca, entre Temapache y Tamiahua, despus de la conquista mexica de
Tuxpan.
una vez comenzada la expansin mexica los el sur de la Sierra de Otontepec, principal-
lmites entre nahuas y huastecos se habran mente en lo que ahora es el municipio de Ix-
movido en 1458 d.C., a raz de la derrota de Te- catepec, y al norte de Tuxpan, con pueblos
mapache, hasta la cara sur de la Sierra de entremetidos de nahuas y huastecos en Ama-
Otontepec y estero de Tanhuijo, en la vecin- tln, Acala, Cacateapa y Tampaoy.
dad de Tamiahua. De esta manera, el lmite sur Al sur de Chontla y oeste de lamo se
a principios del siglo xvi correra de Tanhuijo encuentra la zona entre Chicontepec e Ixhua-
hacia el sur de Tancoco y Piedra Labrada, en tln, donde se han reportado varias esculturas
la ladera oriental de la Sierra de Otontepec, de estilo huasteco, hasta Yahualica (figura 4).
mientras que en la cara occidental de la mis- A pesar de que la cultura mestiza de esta zona
ma serrana, Chontla habra amortiguado el se identifica como Huasteca, su sustrato lin-
avance mexica (figura 3). gstico al momento del contacto fue otom
Aunque dominados por la Triple Alianza, y nahua. Esto debera hacernos reflexionar
los territorios de Tuxpan y Temapache nunca acerca del papel que desempearon los oto-
perdieron sus caractersticas Huastecas, como mes en la conformacin de la cultura material
an se poda apreciar en las descripciones del que identificamos arqueolgicamente como
siglo xviii: Huasteca. El topnimo de San Juan Otontepec
(Cerro del Otom) sugiere que en algn mo-
Thamapachi [] a efta cabezera pertenecen tres mento los hablantes de otom hayan habitado
pueblos comarcanos, que fon: Tepetzintla por el en el espacio nuclear de la tzabal teenek, sobre
oriente, Tihuatln por el norte, y Tabuco por Lesft
nordeste [] administrados en el idioma goafteco
todo en la zona de Santa Mara Ixcatepec, en la
(Villa Seor, 1952, vol. 1: 313). cual en algn momento del siglo xv comenz
un fuerte proceso de nahuatlizacin.
Pese a tal permanencia de hablantes de huas- Ya en la primera dcada del siglo xvi el l-
teco, los nahuas consolidaron su presencia en mite sur de los pueblos teenek deba correr de
82
los lMiTes culTurales de la regin HuasTeca
Chicontepec
Yahualica
Palma Sola
Postectitla lamo
Benito Jurez Lomas
de Vinasco
Xochiatipan
Chila Cacahuatengo
Zontecomatlan
Metlaltoyuca
0 10
Ixhuatln
Kilmetros
Figura 4. Zona predominantemente nahua y otom con presencia de escultura y cermica huasteca.
Chontla hacia Platn Snchez, luego Tampa- huastecos al norte del poblado de Chimalco y
can y de ah a Tancuiln, para despus subir a en los alrededores de Huehuetlan. Villa Seor
Tancanhuitz, donde la Sierra Madre Oriental describe tales lmites durante la primera mitad
marca el lmite oeste de los asentamientos del siglo xviii:
huastecos (figura 5). Por referencias que hace
la crnica de Grijalva (1985) en el siglo xvi, se A distancia de diez leguas de Tampamolon y veinti-
sabe que la zona comprendida entre Huejutla, cinco de la cabecera est situado el pueblo de Tam-
pacan que consta de cincuenta y cinco familias de
Yahualica, Tamazunchale y Axtla haba sido idioma mexicano[] Desde el pueblo de Tanquian,
conquistada por los mexicas durante el seo- caminando por el rumbo del sur [] a cuatro le-
ro de Moctezuma I. El desplazamiento de gru- guas de distancia est el Pueblo de San Martn
pos huastecos u otomes huastequizados de la Tlalchicuautla [] habtanlo ventidos familias de
zona de Huejutla parece confirmarse arqueo- indios administrados en idioma mexicano.
lgicamente cuando se analizan los estilos de Saliendo de Coxcatln [doctrina Mexicana]
las esculturas encontradas en Yahualica, en las [] se llega al caudaloso ro de Goachigoyan, y a
sus orillas est situado el pueblo de Santa Catarina
cuales se identifican algunas lpidas de piedra de Aztla [] goza de buenas aguas y abundante
arenisca talladas con temas tpicamente huas- pesca [] son administrados en idioma mexicano.
tecos (por ejemplo, representaciones de muje- (Villa Seor 1952, vol. 1: 115).
res con gorro cnico y resplandor), mezcladas
con esculturas de estilo mexica, bsicamente Es posible sugerir que los huastecos haban
portaestandartes de basalto con imgenes de logrado detener la avanzada mexica al sur de
tigres y guilas. La tendencia expansiva de los una franja que iba de Huehuetln5 a Tlalchi-
mexicas hacia las tierras de Cuextlan debi cuautla, y de ah hacia Platn Snchez y Tan-
haber creado un xodo de grupos teenek de la toyuca.
zona de Huejutla, Tamazunchale y Axtla hacia
la zona de Pnuco y Valles, estabilizndose el 5
El antiguo nombre huasteco de Huehuetln es
rea de amortiguamiento entre mexicanos y Tamahab (Ocaranza, 1939: 125).
83
gerardo guTirreZ y lorenZo ocHoa
Tancanhuitz Tanquin
Tampamolon
Tempoal
Tampacan
Xilitla Tantoyuca
Tancuiln
Chontla
Tamazunchale Platn Snchez
Ixcatepec
Chapuhuacanito
Huejutla
0 20
Kilmetros
Figura 5. Lmite sur, entre Chontla y Tancuiln.
Se puede proponer que antes de las guerras costera, que corre de forma casi continua
mexicas, cuando los huastecos se extendan desde Tamazunchale hasta el sur de Ciudad
ms al sur, los lmites de la tzabal teenek en este Valles, para despus volver a levantarse y con-
sector habran corrido desde Tamoyn Prime- tinuar hacia la sierra de Micos. Por otra parte,
ro (11 km al noroeste de Chicontepec) hacia la sierra marca un linde cultural an ms im-
Yahualica, para despus subir hacia Tancan- portante, pues en ella se encuentran los gru-
zahuela, cerca de Huejutla,6 y Chililico, para pos pames que debieron haber tenido una
bordear el pie de la Sierra de Tlanchinol hasta fuerte interaccin con los teenek.
llegar a Tamazunchale y Tamacotl (Tamn), Es difcil determinar hasta qu punto logr
para despus girar al norte hasta Tancuiln, penetrar la cultura Huasteca en los intrinca-
bordeando la Sierra Madre. En este lmite dos valles y profundos barrancos de esta parte
hipottico los huastecos habran estado en de la sierra, habitada por grupos que combina-
estrecho contacto con otomes y nahuas. ban la recoleccin con agricultura incipiente.
Meade (1942) pensaba que la penetracin
lMiTe oesTe debi haber sido profunda, alcanzando en el
El lmite poniente de la tzabal teenek es un con- suroeste los valles de la Sierra Gorda de Quer-
fn tanto geogrfico como cultural. En efecto, taro y en el noroeste la zona de Ro Verde, e
la presencia de la Sierra Madre Oriental im- incluso Guadalczar en el altiplano potosino.
puso una restriccin a la expansin cultural Sin embargo, las fuentes coloniales de la Sierra
Huasteca hacia el oeste por medio de una Gorda y Ro Verde contradicen tales afirma-
imponente cadena montaosa, con pendien- ciones, mencionando que la divisin entre
tes casi verticales que se elevan entre 500 y mil huastecos, pames y otras tribus chichimecas
metros por encima del nivel de la planicie no determinadas, corra al pie de la misma
Sierra Madre Oriental.
6
De acuerdo con Toussaint (1948: 30), el nombre Comenzando de sur a norte, se sabe que el
huasteco de Huejutla era Tamzabtcoy. importante paso de Xilitla, que une la planicie
84
los lMiTes culTurales de la regin HuasTeca
Tampemache
Tampete
Aquismn Tanquin
Tanzozob
Tanl Tancanhuitz
Tampatz Tampamalon
Huehuetlan
0 20
Kilmetros Huichihuayan
Tampacan
Tancoyol Xilitla
Tancuiln
Jalpan
Chapuhuacanito
Tancama
Figura 6. Lmite oeste, entre Tancuiln y Tanzozob.
85
gerardo guTirreZ y lorenZo ocHoa
0 20
Kilmetros
Crdenas Ciudad Valles
Rascn
Ro Verde Las Canoas
Tamhuachn Tamasopo
Rayn
Tanchachn
Tampalatin
Tampemache
Tampete
Tanzozob
San Ciro de Acosta Aquismn
Tanl
Huehuetlan
86
los lMiTes culTurales de la regin HuasTeca
cos. As, en el siglo xvi se menciona que los los huastecos, sealando que tales entierros
tributarios de Conca eran chichimecos (Libro pueden pertenecer a dicho grupo (Velzquez,
de las tasaciones 1952: 296-297). Adems que 1901). Por desgracia los materiales asociados
Villa Seor en repetidas ocasiones menciona con los entierros no permiten sacar mayores
la presencia de pames en la zona: conclusiones. Pero Velzquez no se equivoca
cuando, gracias a los adornos de concha en-
Desde el tiempo de la conquista muchos indios de contrados en los montculos, establece que
la nacin de los Pame, no querindose reducir ni debi haber existido una relacin entre los
a la f, ni al catlico dominio, se hicieron fuertes pobladores de Guadalczar con la costa del
en las cavernas, montes y barrancas de la Sierra
Gorda, viviendo en ella brbaramente dispersos
Golfo, en especial con los huastecos. Esta idea
[] de que proviene hacerse ms reveldes, y crueles, se refuerza cuando sabemos que los asenta-
siendo lo ms lastimoso, y sensible la permanencia mientos prehispnicos de la zona estaban
de su idolatra [] (Villa Seor, 1952: vol. 2: asociados a minas de bermelln (cinabrio),
27, 96-97). que los espaoles reutilizaron para extraer
azogue, pero que reportaron como ya exis-
Todos sabemos que tales contradicciones en- tentes cuando ellos colonizaron la regin, a
tre las fuentes escritas y el dato arqueolgico principios del siglo xvii (Velzquez, 1901).
no son un hecho raro, debido a esto visitamos No es difcil pensar que el cinabrio utilizado
la zona entre Conca, Jalpan y Xilitla, para in- como pigmento en las esculturas Huastecas
tentar averiguar ms sobre la pieza y el con- haya provenido de esta regin va Tamasopo,7
texto de la regin. Del reconocimiento se intercambindose por productos pesqueros y
concluy que el valle de Jalpan, lo mismo que agrcolas.
el de Tancoyol y Landa, no presentan eviden- A pesar de que Cabrera Ipia proporciona
cia en superficie de materiales huastecos tpi- una lista de 132 sitios huastecos que cubren
cos (cermica Negro sobre Blanco y Tancol la regin de Ro Verde, desde Rayn hasta
Policromo), y que el tipo de arquitectura tam- Guadalczar (Cabrera, 1991: 31-78), adems
poco responde a los patrones encontrados en de las afirmaciones de Meade (1942), Wilfrido
la Huasteca. No obstante, los contactos cultu- Du Solier et al. (1947) y Toussaint (1948), en
rales entre huastecos y pames debieron haber el sentido de que hubo una ocupacin Huas-
sido muy fuertes en esta rea, como lo hemos teca del altiplano potosino, pensamos que no
venido mencionando. Por otra parte se obtu- hay evidencia de que grupos peliteenek hayan
vo informacin que nos hace pensar que la establecido asentamientos ms all de los
escultura del adolescente no fue encontrada alrededores del ro Tamasopo como lnea de
en Jalpan, sino que es producto de un saqueo mxima expansin en ese sentido. Las investi-
del rancho de Tamtok, y que despus fue tras- gaciones de la Misin Arqueolgica Francesa
ladada a un rancho de la Sierra Gorda, tam- (Michelet, 1989: 177-186) y los resultados de
bin propiedad de la familia duea de Tamtok. las excavaciones de los Troike en Jaral, cerca
Opinamos que esta lnea de investigacin debe de las de Fernndez (Troike, et al., 1991: 121-
profundizarse.
Respecto a la expansin del grupo huasteco
hacia la cuenca de Ro Verde y el altiplano po- 7
La otra posible fuente de cinabrio debe buscarse
tosino, son tentadoras las sugerencias de Pri- en la ladera occidental de la Sierra Gorda, en Pea
mo Feliciano Velzquez, en su estudio de las Miller, con una ruta de comercio que podra correr va
Jalpan-Xilitla. Acerca de lo mismo no sera descabella-
cabezas chatas de Guadalczar, al asociar la do pensar que el cobre siguiera alguna ruta parecida,
deformacin craneal de los entierros del rea llegando desde la zona michoacana, siguiendo en parte
con las mismas costumbres deformatorias de la cuenca del Santa Mara o el mismo Ro Verde.
87
gerardo guTirreZ y lorenZo ocHoa
134), confirman que la zona de Ro Verde tuvo maulipecos, que continuamente las hostili-
contactos con la tzabal teenek, pero que su cul- zaban:
tura material es distinta de lo que se encuentra
en la zona nuclear Huasteca. As, los Troike Eft fundado el pueblo de Tamoin en un plan
concluyen de su exploracin de 1957 que: acomodado; de temperamento caliente y hmedo,
componefe de ciento, y nueve familias de Indios,
[] la cuenca de Ro Verde tuvo una variedad que hablan el idioma Huafteco; y fon tan animosos,
distintivamente diferente de aquella que representa que fin auxilio de las Compaias Milicianas []
la cultura Huasteca del Clsico Tardo de Pnuco. fe han defendido siempre de los brbaros enemigos
Estos rasgos distintivos, que se presentan en la me- que los hoftilizan, por eftar rigorofamente en fron-
seta, pero ausentes en la costa, influyen en las va- tera (Villa Seor, 1952, vol. 2: 99).
jillas rojo sobre blanco, blanco sobre rojo y acana-
lado blanco sobre negro, as como a una caracterstica Las fuentes que hemos citado hasta el momen-
vajilla de pasta fina; el uso de pigmentos rojos o to sugieren que antes de la conquista espao-
blancos, frotados en los diseos en vajillas negras la y en los primeros aos de ella, los lmites de
incisas; dos variedades de decoracin al negativo;
la tzabal teenek se extendan ms al norte, pero
figurillas con la boca cubierta y molcajetes de piedra.
Como se mencion anteriormente, las pipas tambin no tan al norte como se ha pretendido. De
son diferentes y los elementos de diseo utilizados hecho, las relaciones indican que los pueblos
en las vajillas incisas son prcticamente distintos huastecos llegaban hasta el ro Tames, a la
(Troike et al., 1991: 131). otra orilla del cual comenzaba la gran Tamao-
lipa. Durante la conquista de la Sierra Gorda
No dudamos que en los alrededores de Rayn y Seno Mexicano, se menciona que la zona
y en otras reas de Ro Verde se encuentren desde Ciudad del Maz hasta el norte del ro
objetos con caractersticas Huastecas, sobre Guayalejo estaba habitada por indios xanam-
todo cermica de intercambio, pero s duda- bres y pisones (Prieto, 1975: 144). Es decir,
mos que estos hallazgos indiquen asentamien- que siguiendo la pared oriental de la Sierra
tos permanentes de hablantes teenek. En este de Tanchipa, al norte de Tamun, los lmites,
sentido, hay que llamar la atencin acerca de posiblemente movibles, habran llegado hasta
una pequea pieza de cermica, que repre- Ciudad Mante, Tamatn y Tanchipa, en la
senta un animal fantstico, encontrada en margen sur del ro Guayalejo. No obstante, es
Rayn (De la Maza, 1991: 90, figura 9), que notoria la baja densidad de sitios con cermi-
tiene los mismos rasgos estilsticos de las fa- ca Huasteca a partir del ro Tantun, 30 km al
mosas cermicas con ruedas encontradas en norte de Tamun.
Pnuco, Veracruz (Pavn, 1943: 7; Ekholm, En el sector de Ciudad Valles el lmite co-
1944: 473). menzaba seis leguas al norte, en el poblado
de Santiago Tamuy, que parta trminos con
lMiTe norTe los indios insumisos que transitaban por sus
De acuerdo con Meade (1942), se ha aceptado tierras y que formaban sus habitaciones tran-
que el lmite norte de la regin cultural Huas- sitorias en las sierras vecinas (Ocaranza, 1939:
teca alcanzaba las mrgenes del ro Soto la 126). No se sabe exactamente dnde estaba
Marina y la Sierra de Tamaulipas, y que a raz localizado Tamuy, pero por la descripcin que
de la conquista estos lmites se desplazaron al se proporciona, tal vez se encontraba en el
sur, hasta el ro Pnuco, por el avance cons- valle que forma el ro de El Salto, cruzando el
tante de tribus insumisas. As, en el siglo xviii Paso de Micos. En otro valle paralelo formado
se deca que Ciudad Valles, Tamun, Pnuco por las sierras de Tamatave y Cucharas, la pene-
y Tampico estaban en la frontera de guerra tracin Huasteca fue ms profunda, llegando
con los chichimecos, tobosos, calderas y ta- quiz hasta Tanlajs (Nueva Unin), al sur del
88
los lMiTes culTurales de la regin HuasTeca
Ocampo Tanchipa
Tamatan
Tantoyuquita Cuauhtmoc
0 40
Kilmetros
Tampico
Tancha bano
Micos Tamos
Pujal Coy
Tanlecue
Figura 8. Lmite norte, entre Ciudad Valles y Ciudad Mante hasta el ro El Tigre.
poblado de Chamal, sobre el ro de Ocampo. que se dio con los pames de la Sierra Gorda;
De esta manera la franja de amortiguamiento respecto a este punto es necesario destacar que
de la tzabal teenek en el noroeste ira de Ta- Tamatan (Ciudad Mante) estaba habitado por
mapasqun siguiendo el can de Tamasopo indios xanambres (Prieto, 1975: 115).
hasta llegar a Rascn, para subir a Paso de
Micos y dirigirse al ro de Ocampo, cuyo cauce lMiTe orienTe
seguira para bajar a Ciudad Mante, donde los ste es el menos conflictivo, ya que estara
asentamientos con topnimo huasteco ms al confinado por la lnea costera. Es decir, que
norte son los de Tanchipa y Tamatan (figura desde la desembocadura del ro El Tigre, en
8). De ah los asentamientos teenek seguiran el la Laguna de San Andrs, bajara por toda la
ro Guayalejo hasta su conexin con el Tames, costa, bordeando por Cabo Rojo para regresar
llegando a la zona de Tampico y Pnuco. Por a Tuxpan y ro Cazones.
las descripciones de la conquista espaola sa-
bemos que los huastecos dominaban todas conclusiones
las lagunas que se forman con los cauces de El permetro descrito de la tzabal teenek tiene
los ros Pnuco y Tames (Corts, 1988: 181), una superficie aproximada de 25 mil km, lo
de lo cual se puede proponer que los asenta- que equivaldra a 1.26% del actual territorio
mientos huastecos subiran por el ro Tan- de la Repblica Mexicana, pero si se suma el
cuayan hasta San Higinio Tanguma, en la rea de amortiguamiento, la panHuasteca
cuenca del ro El Tigre. No obstante, una vez pudo haber alcanzado los 67 mil km (figura
consumada la conquista, la frontera norte se 9). Esa vasta rea representa uno de los n-
contrajo hasta la misma villa de Tampico que cleos culturales ms importantes de Mesoam-
sufra constantes ataques de tamaulipecos. Es rica, que por desgracia no ha recibido toda la
posible que en el norte se haya presentado atencin que merece. No por nada los mexicas
tambin una hibridacin entre algunos pue- en el centro de Mxico estaban obsesionados
blos de chichimecos y huastecos, as como la con Cuextlan y sus habitantes. Recordemos
89
gerardo guTirreZ y lorenZo ocHoa
Ciudad Tula
Aldama
Tantoyuca
Jalpan Citlaltpetl Tamiahua
Tamazunchale
Huejutla
lamo Tuxpan
Tihuatlan
Poza Rica
Xicotepec
Figura 9. Propuesta hipottica de la panHuasteca, formada por el ncleo tzabal teenek y un rea de
amortiguamiento.
todas las tradiciones registradas por Sahagn centro de Mxico pensaban que los primeros
(1975: 197-199 y 607-612) y Torquemada hombres de la tierra haban llegado por P-
(1986: 254-255), donde los huastecos se en- nuco. Todo esto indica la gran influencia que
cuentran asociados con los movimientos de la la tzabal teenek y la panHuasteca tuvieron en la
antigua poblacin mtica de los olmeca uixtotin, formacin de una cultura mesoamericana. Por
en los valles de Mxico y Puebla. Los huastecos lo que antes de crear modelos generales para
estuvieron presentes cuando se invent el Mesoamrica en donde la Huasteca sea pues-
pulque, del cual gustaron en demasa y se les ta como un rea marginal o perifrica (Smith
tipific de borrachos. De la misma manera los y Berdn, 2003), deberamos recordar siempre
cuextecas participaron en el desmembramien- las palabras del arzobispo de Mxico, Pedro
to de los toltecas, y adems los grupos del de Moya y Contreras (1981: 219), cuando al
90
los lMiTes culTurales de la regin HuasTeca
viajar por la Huasteca en 1579 hizo la siguien- guTirreZ, Gerardo, 1996, Patrn de asenta-
te reflexin: miento y cronologa en el sur de la Huaste-
ca: Sierra de Otontepec y Laguna de Tamia-
Discurriendo por la provincia de la Guasteca y de hua, tesis de licenciatura en Arqueologa,
Pnuco, consideraba sus abreviadas poblaciones y Mxico, enaH, inaH, seP.
los sitios de las antiguas, que representan bien la
multitud de gente que haba en su gentilidad, que
kircHHoff, Paul, 1943, Mesoamrica. Sus lmites
pona lstima ver sus superbas ruinas y notable geogrficos, composicin tnica y caracteres cultu-
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92
TancaMa: una aProxiMacin regional
Por Medio de sus resTos MaTeriales
Daniel Jurez Cosso, Jorge Quiroz Moreno,
Sarai Romero y Pablo I. Lpez Hernndez*
Consideramos pertinente situar esta aproxima- ya que eran los mejor conocidos en aquel
cin en la mesa de discusin correspondiente momento. Entre los aspectos compartidos,
al Taller de Arqueologa de la Huasteca, en salvo quiz diferencias menores que fueron
cuyo marco, las futuras propuestas de interven- debidamente acotadas, destaca la presencia de
cin, a la luz de los problemas que esta regin formas arquitectnicas con planos circulares;
ofrece, ayudarn a orientar las acciones del en algunos casos los volmenes resaltan por el
proyecto y aportarn mayores elementos para empleo de mamposteras de laja caliza unidas
su adecuada caracterizacin conforme a los con barro; otros, en cambio, debido a la falta
objetivos trazados por el taller. de materiales ptreos, se conformaron con el
uso de aplanados de cal obtenidos a partir de la
la HuasTeca: una reTrosPecTiva calcinacin de conchas. Tambin mencion
Quiz valdra la pena recordar que la revalo- la construccin de perfiles arquitectnicos de-
racin de la Huasteca como paisaje cultural lineados por talud-cornisa as como alfardas
atrajo la atencin de los especialistas en 1943, que delimitan escalinatas.
esto sin olvidar los trabajos pioneros que hacia Respecto a la cermica, describi algunas
finales del siglo xix iniciaron Caecilie y Eduard formas con reborde basal de gran similitud
Seler as como Walter Staub a principios del con las que se haban reportado en lo que en
siglo xx, cuyas contribuciones son fundamen- aquel momento an se conceba como el Vie-
tales para el conocimiento de la regin. jo Imperio Maya, adems de las decoraciones
En 1943 se realiz la Tercera Mesa Redonda en negro sobre blanco, caractersticas de la
de la sMa, cuyo enfoque privilegi el estudio del cermica huasteca. Para concluir su participa-
Norte de Mxico y el Sur de Estados Unidos. cin, indic que esta regin fue habitada des-
En ella, Wilfrido du Solier se propuso destacar de pocas antiguas, extendindose hacia el sur
algunos de los aspectos que caracterizaban a la en un continuo intercambio de influencias, al
Huasteca en su mbito cultural. Para ello, con- igual que hacia el sudeste de Estados Unidos
sider como sitios representativos a Tancan- de Norteamrica (Du Solier, 1943: 152).
huitz, Tampozoque, Cuatlamayn, Buenavista Durante la misma Mesa Redonda, Gordon
Huaxcam, Las Flores, Tzitzin Tujub y Xilitla, F. Ekholm abord dos temas que en nuestra
opinin fueron medulares para la discusin
* Los cuatro autores son investigadores de la Direc- sobre el problema huasteco: su relacin con
cin de Estudios Arqueolgicos. el valle del Mississippi y una propuesta de
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daniel jureZ cosso, jorge quiroZ Moreno, sarai roMero y PaBlo i. lPeZ HernndeZ
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TancaMa: una aProxiMacin regional Por Medio de sus resTos MaTeriales
parecen concluir su relacin con el rea maya gimiento de la cermica ms temprana de los
y correlacionarse con el valle de Teotihuacan; constructores de tmulos (mound builders),
finalmente, durante los ltimos periodos, se asociada con los sitios Adena en el valle de
desarroll la cermica Negro sobre blanco Ohio, debi ocurrir entre los aos 850 y 900,
caracterstica de la Huasteca. cuyo estadio final, denominado Mississippi,
Algunos aos despus, en 1951, la Sociedad qued comprendido entre los aos 1400 a
Mexicana de Antropologa abord de nuevo el 1600. Por su parte, Alex D. Krieger apunt
estudio de esta regin durante la Quinta Mesa que los contactos pudieron haber tenido lu-
Redonda: Huastecos, totonacos y sus vecinos. gar entre 1200 y 1500, argumentando que
En ella destacaron dos contribuciones de Joa- los patrones culturales del estadio Mississippi
qun Meade (1953a; 1953b) donde estableci contienen elementos muy tardos de las cul-
los lmites de la regin, considerando para ello turas mesoamericanas y que la cermica de
sus trabajos previos (1942) y que grosso modo Huasteca V y VI haba sido encontrada en
situ: hacia el norte hasta el ro Soto la Marina, bajos porcentajes en el delta del Ro Grande
por el sur el ro Cazones, al oriente el Golfo de en Texas (Krieger, 1953: 502), opinin que
Mxico y al poniente la Sierra Madre Oriental, contrast sensiblemente con las conclusiones
en la que incluy algunas porciones de los de Ford y Willey, quienes en 1941 presentaron
estados de Quertaro y Guanajauato habitadas su sntesis acerca de la historia cultural del es-
por grupos pame-chichimeca o xioi. te norteamericano, donde postularon cinco
Ekholm dio a conocer los resultados de sus estadios de desarrollo cultural que provenan
excavaciones en el sitio de Tabuco, al oriente del sur y aun de Mesoamrica, extendindose
de Tuxpan, emplazado en la margen derecha desde el valle del Mississippi.
del ro. Si bien este sitio tiene similitudes con
el de Las Flores, el corte estratigrfico slo re- old wine and new skins: a conTeMPorary
vel dos periodos que defini como Antiguo ParaBle
y Reciente. Al primero lo relaciona con la Al iniciar la dcada de los aos setenta, Mark
secuencia Pnuco II a partir del hallazgo de ce- P. Leone reuni en un volumen una interesan-
rmicas Prisco negro; en tanto que el segundo te serie de contribuciones para situar el desa-
corresponde a los periodos Pnuco V y VI, rrollo de la teora arqueolgica a lo largo de
donde se distinguen cermicas de pasta fina as dos dcadas, impregnada, por aquellos aos,
como tipos afines al centro de Veracruz, des- del espritu de la llamada New Archaeolgy, cuya
tacando la ausencia de complejos cermicos tutora ha sido atribuida a Walter W. Taylor a
comparables a los periodos III y IV (Ekholm: partir de la publicacin, en 1948, de A Study
1953a: 530). of Archaeology. La contribucin de Taylor en el
En esa Quinta Mesa Redonda, James B. volumen mencionado: Old wine and new
Griffin (1953) y Alex D. Krieger (1953) se skins, inicia interrogndose acerca de lo que
ocuparon de nuevo de las relaciones con el ha ocurrido con la teora arqueolgica duran-
sudeste norteamericano. Griffin discuti algu- te esas dos dcadas: su desarrollo y aportes a
nas de las propuestas acerca de los estadios la disciplina. Es en este sentido que tomamos
de desarrollo cultural del sudeste de Estados prestada casi la misma pregunta, slo que en
Unidos, apoyado en las incipientes tcnicas de este caso, para cuestionarnos respecto a la ar-
fechamiento por radiocarbono que compar queologa huasteca: qu ha ocurrido entre
con las seriaciones locales propuestas por 1940 y 2006? Cul ha sido su desarrollo y
diversos investigadores como James A. Ford, aportes? Tal cuestionamiento tiene sentido en
Gordon R. Willey y James A. Griffin, entre trminos de los objetivos planteados en la con-
otros. En su contribucin, indic que el sur- vocatoria para el desarrollo de este taller, cuyo
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daniel jureZ cosso, jorge quiroZ Moreno, sarai roMero y PaBlo i. lPeZ HernndeZ
eje, nos parece, gravita en torno a tres proble- una secuencia cultural que comprende desde
mas que al parecer no han perdido vigencia el 6000 a.C. hasta el 1000 (Merino Carrin y
desde la lejana dcada de los aos cuarenta: Garca Cook, 1987: 32). A dichos trabajos,
Qu es lo huasteco? Cules son sus lmites debemos sumar investigaciones como las de
espaciales y temporales? Qu relacin mantu- Troike, Troike y Graham (1991) en 1957 o las
vo con el sudeste de Estados Unidos y el resto de Tesch (1991), por citar slo algunas ms,
de Mesoamrica? cuyos objetivos, si bien fueron establecer se-
Tales interrogantes conducen a reevaluar el cuencias regionales y hacer comparaciones
corpus fctico que actualmente se tiene respecto con otras regiones, poco es lo avanzado en
a estos temas, el cual parece ser insuficiente trminos de una definicin precisa respecto
para lograr una definicin adecuada. Quiz al problema huasteco.
tambin valdra la pena recordar, como anot A grandes rasgos observamos, por una
Taylor (1977) en el ensayo referido a propsito parte, que la construccin de la historia cul-
de su conjunctive approach, independientemen- tural de la meseta de Ro Verde es entendida
te de si suscribimos este enfoque o participa- como una secuencia de desplazamientos po-
mos de otros campos terico-metodolgicos, blacionales, iniciada primero por inmigrantes
que slo la evidencia material, enriquecida por de la costa del Golfo hacia el 200 y despus,
el contexto cultural, sustenta la comprensin alrededor del 400, por grupos teotihuacanos
de los procesos culturales que pretendemos que al parecer pretendan el control de los
construir. yacimientos de obsidiana y cinabrio. Esta
Haciendo eco de esta premisa en el mar- tesis se basa en el hallazgo de materiales ar-
co del taller, valdra la pena recordar que el queolgicos descritos estilsticamente como
estudio acerca de la historia cultural de la teotihuacanoides, asociados a los filones de
Huasteca fue iniciado a finales del siglo xix cinabrio en Soyatal y Guadalczar, as como
por Eduard Seler y Walter Staub. No sera sino en la presencia de yacimientos de obsidiana en
hasta la dcada de los aos cuarenta, como Fuentezuelas, en la cercana regin de San
hemos indicado, cuando Ekholm estableci Juan del Ro; elementos todos ellos que, como
la primera secuencia y tipologas cermicas analizaremos ms adelante, debern ser con-
a partir de sus exploraciones en Las Flores, a siderados con toda reserva.
las que habran de sumarse los trabajos de Quiz sea oportuno recordar que Enrique
Richard S. MacNeish en Tamaulipas entre Nalda quien trabaj en la dcada de los aos
1945 y 1954, que ampliaron la perspectiva setenta del siglo xx las porciones sur de los
del Preclsico. Despus, entre 1965 y 1969, estados de Guanajuato y Quertaro avanz
Guy Stresser-Pan trabaj en San Antonio una posicin crtica en el supuesto de que la
Nogalar para determinar la relacin de este presencia de materiales arqueolgicos en reas
sitio con la Huasteca, sin lograr sus objetivos ms o menos amplias pudiesen no representar
(Michelet, 2001: 246; Stresser-Pan, 2000); el desplazamiento de grupos tnicos en ellas,
Dominique Michelet (1996: 17) se centr en el ya que dicha superimposicin geogrfica pudo
estudio sobre el origen y poblamiento de Ro ser ocasionada por diversos factores, entre los
Verde entre 1973 y 1977, lo que le permiti que menciona intercambios comerciales, alian-
postular tres periodos situados entre 250 y zas polticas y aun la apropiacin de patrones
1000. Los trabajos del Proyecto Arqueolgico culturales que tenan como objetivo mediatizar
Huasteca dirigidos por Leonor Merino Ca- las relaciones sociales, entre otros ejemplos.
rrin y ngel Garca Cook, entre 1978 y 1982, Con esta perspectiva, Nalda quiso entender
llevaron a plantear el desarrollo cultural de la la presencia de materiales teotihuacanos en el
cuenca baja del Pnuco y el establecimiento de sur de Guanajuato y Quertaro al plantear que
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TancaMa: una aProxiMacin regional Por Medio de sus resTos MaTeriales
durante el apogeo teotihuacano tal vez ocu- Este conjunto de valles intermontanos, des-
rrieron movimientos relativamente pequeos crito por Cabrera (1991: 33) como una [...]
que fueron tolerados y asimilados con rapidez ancha y enorme escalera que, subiendo desde
por las poblaciones locales, en un proceso la planicie clida y boscosa del Seno Mexicano
definido como fisin, cuyas consecuencias, a llega hasta la fra y calva cumbre del altiplano.
largo plazo, pudieron favorecer la prdida de Durante seis temporadas de recorrido se regis-
cohesin entre las dos unidades poblacionales traron 145 asentamientos, en algunos de los
de origen comn (Nalda, 1981: 140). cuales se pudo recolectar un mnimo de ma-
No pretendemos asumir el modelo pro- teriales para su estudio, no slo por su escasez
puesto por Nalda para explicar la presencia en superficie sino tambin por el alto grado
huasteca o teotihuacana en la Sierra Gorda, de intemperismo que stos presentaban; por
toda vez que dicha presencia, en nuestra ello, fue necesario replantear el proyecto para
opinin, an es difusa en trminos del cono- seleccionar algunos sitios que, por la organi-
cimiento que respecto a esta regin poseemos. zacin de sus espacios y haber sufrido saqueos
En este sentido, consideramos que la regin de menor intensidad, permitieran la excava-
debe entenderse a partir de la lectura de sus cin de pozos estratigrficos y establecer una
propios materiales y distribucin espacio-tem- secuencia preliminar de la regin que sirviera
poral claramente contextualizada. como material comparativo en futuros estudios,
labores que se realizaron durante las siguientes
el ProyecTo valles de la sierra gorda cuatro temporadas de campo que incluyeron
en el conTexTo HuasTeco tambin consolidaciones preventivas, dados los
En 1993 se present ante el Consejo de Ar- problemas de saqueo observados en algunos
queologa el Proyecto Valles de la Sierra Gor- sitios, sobre todo en el de Tancama.
da, donde se plante el estudio del rea situa- Fue en este sentido que se opt por trabajar
da en un estrecho valle conocido como Conc, de manera intensiva Las Marileas o Madrile-
el cual mantiene comunicacin hacia el norte as en el valle de Conc, Pursima de San Agus-
con el valle de San Rafael, punto, este ltimo, tn en el valle de Pursima, y Tancama de San
que constituy el lmite meridional del reco- Nicols en el valle de Tancama (figura 1).
rrido efectuado por Michelet (1996). La se-
leccin de esta regin para su prospeccin por las Marileas o Madrileas
el proyecto durante la primera etapa obedeci Este sitio se localiza a poco ms de dos kil-
no slo a su fcil acceso, sino a que tambin metros al sur del poblado Conc, en el muni-
haba sido parcialmente estudiada, aspecto cipio de Arroyo Seco y en la margen derecha
que abra la posibilidad de establecer su rela- del ro Conc. El ro tiene su origen en el Laja,
cin con el altiplano potosino. Durante las que desciende desde Guanajuato, el cual, al
siguientes temporadas se abord el estudio de llegar al punto conocido como Mesa de Agua
los valles de Pursima, Jalpan, Tancama, Landa Fra, recibe el aporte del Ayutla para dar lugar
y Tilaco, en las inmediaciones de Xilitla, ya al Santa Mara, que aguas abajo se integra al
que este ltimo ha sido considerado como l- sistema fluvial del Pnuco. El conjunto princi-
mite oriental de la Sierra Gorda, donde se pal seleccionado para su estudio corresponde
inicia el descenso hacia la cuenca del Pnuco. a un complejo residencial integrado a un ex-
Es necesario recordar que esta porcin de la tenso asentamiento que se distribuye en agru-
sierra se encuentra relativamente cercana al paciones dispersas a lo largo del ro. El sitio
lmite sudoeste alcanzado por el Proyecto Ar- las Marileas o Madrileas ocupa una superfi-
queolgico Huastecas que dirigieron Merino cie aproximada de dos hectreas, donde se
Carrin y Garca Cook (1987). sitan cuatro montculos distribuidos alrede-
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daniel jureZ cosso, jorge quiroZ Moreno, sarai roMero y PaBlo i. lPeZ HernndeZ
San Rafael
Arroyo Seco
Ro Laja Ro Conc
Conc
Ro Santa Mara
Ro Ayutla
Pursima
Jalpan
Ro Jalpan
Tancama
0 20 km
Ro Estorax Ro Moctezuma
Figura 1. Croquis del rea de estudio; se pueden observar las rutas de acceso a los diferentes valles. El
rea oscura indica la serrana adyacente al corredor.
dor de una plaza rectangular orientada de En este sitio se hicieron cuatro pozos de
este-oeste, en cuyas inmediaciones es posible sondeo, los cuales, de manera general, presen-
distinguir montculos ms pequeos que man- tan una estratigrafa similar donde se identifi-
tienen el mismo patrn disperso (figura 2). caron cuatro capas:
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TancaMa: una aProxiMacin regional Por Medio de sus resTos MaTeriales
Figura 2. Croquis del sitio las Madrileas o Marileas; ubicacin del pozo donde se localiz el entierro 1.
La capa I tiene un grosor de casi 13 cen- La capa III tiene un grosor aproximado de
tmetros; corresponde al estrato de humus o 30 centmetros, es de color caf con textura
tierra vegetal de color caf muy oscuro, de arcillo-arenosa. En ella se identificaron tipos
textura limo-arcillosa, en el que no se localiz relacionados tambin con la fase Pasadita que
material arqueolgico. representan el 24%, donde el Pajarito pulido
La capa II tiene un grosor aproximado de variedad pasta fina es el mejor representado
12 cm, es de color caf oscuro y se encuentra con 8%; el restante 76% corresponde a las
ms consolidada por la presencia de arcillas. fases Ro Verde A y B, donde los tipos Becerros
Entre los materiales cermicos recuperados, arenoso y Escondido bao blanco ocupan casi
destacan tres tipos relacionados con la fase 19% cada uno, mientras que el Granjeno tosco
Pasadita definida por Michelet para Ro Verde: 23 por ciento.
Boquilla tosco, Pajarito pulido variedad pasta La capa IV tiene un grosor aproximado de
fina y Aguacatillo pulido, los cuales, en conjun- 8 cm; es de color amarillo ocre con textura
to, representan casi 40% de los materiales; el limo-arcillosa, claramente diferenciada de los
resto, que ocupa alrededor de 58%, correspon- estratos superiores. Entre los materiales, desta-
de a las fases Ro Verde A y B, donde destaca can tipos relacionados con la fase Pasadita los
el tipo Becerros Arenoso con casi 22% que cuales ocupan 62%, de los que el Aguacatillo
Michelet (1996: 45) relaciona con el Anaran- pulido ocupa casi 21% y el Pajarito pulido
jado delgado de la cuenca de Mxico. variedad pasta fina, 23%; el resto se encuen-
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daniel jureZ cosso, jorge quiroZ Moreno, sarai roMero y PaBlo i. lPeZ HernndeZ
tra relacionado con las fases Ro Verde A y B asociadas que integran el complejo cermico
caracterizadas por el Becerros pulido con casi de la fase y aun caracterizar si Ro Verde A y
19% (figura 3). B constituyen fases en s mismas o se trata de
Los resultados derivados de este anlisis facetas de un mismo complejo cermico, con
no permiten establecer una secuencia preci- el esquema conceptual definido por Willey,
sa en la ocupacin del sitio, toda vez que los Culbert y Adams (1967) en cuanto al empleo
tipos Boquilla tosco y Pajarito pulido variedad del sistema tipo-variedad.
pasta fina, considerados por Michelet como Un entierro primario1 fue localizado al pie
diagnsticos para la fase Pasadita, estn pre- del montculo 3. Corresponde a un individuo
sentes en todo el perfil estratigrfico. Una femenino, adulto medio, en posicin sedente
posible explicacin a la distribucin de estos con el rostro mirando hacia el norte, alojado
materiales radica en que el tipo Pajarito pu- en una cista de planta rectangular que se
lido, al parecer inspirado en modelos teoti- construy de manera rstica con piedra bola,
huacanos asociados a la fase Tlamimilolpa la cual, al momento del hallazgo, se encontr
tardo y Xolalpan temprano como indica parcialmente colapsada, debido a que este
Michelet (1996: 44), es que tales copias lugar regularmente se destina como punto de
fueron manufacturadas localmente durante la embarque para vehculos pesados (figura 4).
transicin entre las fases Pasadita y Ro Verde El ajuar asociado consisti en dos anillos de
A, lo que sugiere la ocupacin del conjunto concha, ambos decorados con rostros antropo-
durante este corte temporal. En este sentido, mofos y tocado cnico, similares a los repor-
y de ser correcta nuestra apreciacin, trabajos
de exploracin extensiva en este complejo 1
El estudio de este entierro fue presentado como
residencial permitirn definir con precisin di- tesis de licenciatura en Arqueologa por Mnica Isabel
cha transicin e identificar las vajillas y formas Vargas Mares.
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TancaMa: una aProxiMacin regional Por Medio de sus resTos MaTeriales
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daniel jureZ cosso, jorge quiroZ Moreno, sarai roMero y PaBlo i. lPeZ HernndeZ
Escala 1:20000
0 50
metros
Figura 5. Croquis del sitio Pursima de San Agustn. En la seccin norte se observa la ubicacin del pozo
donde fueron localizados la cista y el entierro. (dibuj: Jorge Quiroz.)
raciones, es que algunas estructuras podran enmarcado por estructuras de planta rectan-
tener esquinas redondeadas. Esta observacin gular y al parecer una de planta circular.
es interesante si nos remitimos al sealamiento En esta seccin se hicieron cinco pozos de
de Merino Carrin y Garca Cook (1987: 58), sondeo, de los cuales describiremos el pozo
quienes reportan, para la fase Tanquil (650 a 1, donde se detectaron cinco capas (figuras
900) en la cuenca baja del Pnuco, el ingreso 6 y 7):
de una corriente cultural desconocida para La Capa I tiene un grosor aproximado de 11
la regin, caracterizada por la introduccin centmetros y corresponde al estrato de humus
de formas ortogonales en la configuracin de de color negro con textura arcillosa. En esta
espacios y arreglos arquitectnicos, as como capa se localizaron materiales que correspon-
por el empleo de lajas en mamposteras, per- den a las fases A (60%) y B (40%) de Ro Verde.
files en talud-cornisa, esquinas redondeadas y El tipo Ro Verde pulido, considerado como
escaleras delimitadas por alfardas, adems de diagnstico de la fase A, es el mejor represen-
canchas para el juego de pelota. tado, con 30%; mientras el tipo Amoladeras
Por ltimo, es en la Seccin III donde al fino cuya aparicin sita Michelet en la fase
parecer se sita el grupo ms importante, el Pasadita, hasta casi desaparecer en la fase A y
cual se diferencia notablemente de los anterio- reaparecer de nuevo en la fase B mantiene
res. Este grupo ocupa una enorme plataforma, un nivel de 9%; tambin est representado
cuya porcin ms elevada alcanza casi cuatro Becerros arenoso con 14% que inicia en la
metros, donde se alojan diversas estructuras de fase A y an est presente en la B.
planta rectangular y una especie de patio hun- La Capa II, cuyo grosor aproximado es de
dido situado en la esquina suroeste, tambin cinco centmetros, tambin de tierra negra
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TancaMa: una aProxiMacin regional Por Medio de sus resTos MaTeriales
Escala 1:10
aunque ms compactada por la presencia de Ro Verde pulido con 33%, y la segunda con
gravillas y cantos rodados, produjo un mnimo el Amoladeras fino con 12 por ciento.
de material cermico. No obstante, el material La capa IV tiene un grosor aproximado de
mejor representado es el de la fase A con casi el nueve centmetros; es de tierra negra de textu-
69%; la fase B con 29% y casi el 2% de Pasadita. ra limo-arcillosa. En sta, la fase Pasadita est
Para la primera, los tipos Ro Verde pulido, representada con 91%, cuyos materiales ms
Granjeno tosco y San Rafael tosco son los ms abundantes son el Aguacatillos y el Pajarito,
abundantes; en la siguiente fase, Ro Verde mientras que la fase A apenas est indicada
escobeteado ocupa la mayor proporcin, mien- por el tipo Ro Verde pulido.
tras que la fase Pasadita slo est indicada por La capa V tiene un grosor aproximado de
el tipo Pajarito pulido variedad pasta fina. 25 centmetros de tierra amarillo ocre debido
La capa III tiene un grosor aproximado al sustrato de caliza y es de textura arenosa.
de 15 centmetros, es de tierra caf oscuro La fase Pasadita est representada por 92%,
con textura arcillosa y se aprecian pequeas donde los ms abundantes son el Pajarito
lentculas de caliche. Entre los materiales escobeteado, Boquilla tosco y Pajarito pulido,
identificados en ella, la fase A ocupa 54% y mientras que la fase A apenas est indicada por
la B 46%, la primera representada por el tipo el tipo Ro Verde Pulido.
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Este pozo mantiene una clara estratifica- Si bien no fue posible determinar la capa
cin que permite distinguir una secuencia de intrusin debido a las caractersticas del re-
de ocupacin prcticamente ininterrumpida lleno, tal vez sta pudiera estar asociada con la
desde la fase Pasadita hasta Ro Verde B, simi- capa III y en consecuencia con la fase A de Ro
lar a la descrita por Michelet para el altiplano Verde, debido a que en sta el tipo Ro Verde
potosino. Con esta perspectiva, y considerando pulido encuentra su mejor representacin, ya
algunas de las caractersticas identificadas en que entre los objetos destacan tres platos frag-
superficie, pensamos que excavaciones exten- mentados de este tipo, adems de un cristal de
sivas aportarn mayores elementos en cuanto fluorita3 y una punta de proyectil tallada en ob-
a la caracterizacin del sitio en su mbito sidiana negra que muestra gran semejanza con
regional. las descritas por Franois Rodrguez (1983: 86)
Tambin es interesante indicar las caracte- como D1a,4 provenientes de los municipios
rsticas de los objetos que fueron recuperados
como parte de la ofrenda descubierta en una 3
Esta aguja de cristal, al momento de hallazgo, tena
cista en la capa V del Pozo 2. Dicha construc- casi 15 centmetros de largo y ocho de dimetro, la
cin es de planta rectangular, elaborada me- cual, durante el proceso de limpieza, inici un rpido
proceso de disgregacin.
diante lajas de caliza cementadas con lodo 4
En la coleccin estudiada por Rodrguez se re-
que desplantan sobre la capa de tierra estril gistraron 45 piezas de este tipo, la mayora talladas en
(figura 8). calcedonia y slo dos ejemplares en obsidiana.
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TancaMa: una aProxiMacin regional Por Medio de sus resTos MaTeriales
Ampliacin este
Cala 2
Lmite de excavacin
Ampliacin oeste
Banco de nivel 0.00
= 682.30 msnm
Escala 1: 5
de Guadalczar y Villa de Arriaga en San Luis con un rostro antropomorfo con tocado cni-
Potos, cuya cronologa sita entre finales del co. Como parte del ajuar se identificaron dos
Clsico y el Posclsico tardo. platos fragmentados del tipo Ro Verde pulido
Al ampliar este pozo se localizaron dos y algunos tiestos de una olla muy deteriorada;
entierros en la parte exterior de la cista, en restos dispersos de Chama echinata, una oreje-
ambos casos secundarios, directos y al parecer ra de lengeta (flanged plug) manufacturada
recolocados en posicin sedente e incomple- en barro e identificada como del tipo Zaquil
ta, razn por la cual no fue posible establecer negro decorada con un epcololli. Conviene
su perfil fsico. El individuo 1, cuyo crneo recordar que Michelet reporta orejeras de
muestra deformacin tabular erecta fronto- lengeta para la fase Ro Verde B, las cuales,
occipital y los dientes pigmentados en rojo, en opinin de Ekholm, son abundantes en la
portaba un pendiente de concha decorado Huasteca y caracterizan al periodo V.
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Cerca
Cerca de alambre
de ala
mbre
Acceso
Ac
ce
Ve
so
r ed
a
Figura 9. Plano topogrfico de Tancama, se ubican las estructuras 3, 6 y 7, las cuales han sido trabajadas
hasta el momento.
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TancaMa: una aProxiMacin regional Por Medio de sus resTos MaTeriales
tabilidad de las estructuras, razn por la cual El crneo descansaba sobre un plato completo
y de manera coordinada con las autoridades y en buenas condiciones, identificado como
municipales en 1999 se plante al Consejo tipo Ro Verde pulido, adems de un patojo
de Arqueologa la necesidad de consolidar los localizado entre el codo y las costillas del tipo
muros expuestos y excavar en estos montculos Anaranjado Soyatal, similar al descubierto
pozos de sondeo. Estas primeras labores se por Jos Luis Franco en las minas del Soyatal,
enfocaron a la plataforma donde desplantan decorado mediante un rostro antropomorfo
los edificios 7 y 8, que es el lmite oriental de la realizado al pastillaje (Franco, 1970: 27). En
plaza El Mirador. En este edificio se consolid Tamtok, Stresser-Pan (2005: 411; 2000: 209)
la fachada principal. reporta algunos fragmentos de patojos al igual
Durante el proceso de limpieza del edificio que en San Antonio Nogalar, donde destaca no
7 se localiz, en la parte superior, una concen- slo la rareza de estos artefactos sino tambin
tracin de huesos, cuya excavacin dej al las pocas referencias que de ellos se tienen,
descubierto el entierro de un individuo. Co- entre las cuales menciona los consignados en el
rresponde a un entierro primario, directo, estudio acerca de la cermica de Monte Albn
en decbito lateral izquierdo flexionado, de Caso, Bernal y Acosta (1967: 460), quienes
identificado como masculino y tal vez adulto indican que estas vasijas en ocasiones se en-
medio, con deformacin craneana tabular cuentran en la poca I y V de Monte Albn, as
erecta fronto-occipital, mutilacin dentaria en como el reportado por Sejourn (1984: 203)
maxilar con los tipos B6 en caninos y C3 en los en Tetitla para Teotihuacan IIa, aunque en
cuatro incisivos (Romero, 1958: 25) (foto 1). ambos casos no muestran decoracin; agrega
107
daniel jureZ cosso, jorge quiroZ Moreno, sarai roMero y PaBlo i. lPeZ HernndeZ
que tambin ha localizado otros ejemplares punto ms elevado del sitio. Es necesario se-
en sitios posclsicos de la Huasteca sin ofrecer alar que diversos edificios fueron utilizados
mayores referencias. como banco de material para la extraccin de
La estructura 6 tambin fue intervenida piedra, entre ellos la estructura 3, en cuya fa-
para su consolidacin. En ella se exploraron chada poniente an era visible el deterioro
las fachadas oriente, sur y poniente. Durante ocasionado por estos ilcitos.
los trabajos de limpieza se detectaron, en la El eje arquitectnico del edificio est orien-
esquina nordeste, fragmentos de hueso y se tado de este a oeste, un poco desviado en casi
procedi a su limpieza, dando como resultado 20o hacia el este del norte magntico, cuya
el hallazgo de una olla globular antropomorfa fachada principal se extiende al oriente, hacia
con asa estribo y vertedera, del tipo Caf oscuro la plaza El Mirador. El primer cuerpo de la
sobre crema. Stresser-Pan (2005: 471) indica estructura es de planta absidal, cuyas fachadas
que en Platanito descubri vasijas completas, norte, este y sur estn regularmente conserva-
as como algunos fragmentos en Tamtok y das, mientras que en la fachada posterior slo
Vista Hermosa. se localiz el desplante. Los paos muestran
Merino Carrin y Garca Cook (1987: 62) un ligero talud y es posible, por los restos loca-
sealan que el uso de esta tcnica decorativa, lizados a un costado de la escalinata, que dicho
negro sobre blanco, la cual en ocasiones talud estuviese rematado en forma de media
tambin se presenta en colores cuyos niveles caa en su lmite superior. Exploraciones re-
varan entre el rojo oscuro al caf oscuro, cientes efectuadas por Javier Martnez Gonz-
parece haber llegado alrededor del ao 1000 lez en El Clrigo, sitio localizado en la margen
a la cuenca baja del Pnuco, donde fue acep- izquierda del ro Moctezuma, en el municipio
tada con rapidez y profusamente utilizada. de Tamazunchale, San Luis Potos, cuya ocupa-
Esta cermica denominada Huasteca la sitan cin sita ente los aos 400 a 650 d.C., indican
durante la fase Tamul (900-1200), periodo que la presencia de estructuras con planta absidal,
marca la consolidacin de la nueva corriente y aunque no indica para cules en particular,
cultural sin races regionales, y a la cual, como describe formas de mampostera mixta, cuyo
se ha indicado, se asocian estructuras de planta coronamiento est rematado por una hilada
cuadrangular y esquinas redondeadas, entre de cantos rodados (Martnez, 2005: 24), as-
otros elementos. pecto que podra ser similar al remate de la
Como parte de la reestructuracin del pro- estructura 3, aunque elaborado con materiales
yecto, y considerando las posibilidades que el distintos. Otras plantas de forma absidal son las
sitio de Tancama ofreca para su estudio, no reportadas por Meade (1942: 194) en Tamposo-
slo por sus hallazgos sino por el inters de que as como la de Tancanhuitz que identific
las autoridades municipales en su proteccin Du Solier (1945) y reprodujo Marquina (1990:
y conservacin, optamos por concentrar nues- 410 ss), adems de las de Tamtok exploradas
tros esfuerzos en la comprensin del sitio. Para por Guy y Claude Stresser-Pan (2001) en la
ello se plante la exploracin y consolidacin plaza ceremonial.
de un montculo que permitiera definir con La mampostera est formada por bloques
precisin sus caractersticas arquitectnicas. de caliza careada; en general son cuadrangu-
Ello nos llev a proponer el estudio del Edi- lares, acuados con rajuelos delgados y cemen-
ficio 3. tados mediante una mezcla de arcilla amarilla,
aunque es posible que esta mezcla contenga
esTrucTura 3: Proceso de excavacin una baja proporcin de cal, segn se advierte
El edificio 3 se localiza en la esquina sudoeste en las juntas, cuya textura es pulverulenta al
de la plaza El Mirador (figura 9), la cual es el tacto. Al respecto, es necesario recordar que
108
TancaMa: una aProxiMacin regional Por Medio de sus resTos MaTeriales
cuando Du Solier describi los sistemas cons- de alfardas (Ochoa, 1979: 61). Otro detalle
tructivos para la arquitectura de Tancanhuitz interesante fue la localizacin de un enorme
y Tamposoque, observ que las lajas estaban bloque de piedra rectangular que est al pie
asentadas con lodo y que los recubrimientos de la escalera y al centro, el cual tal vez haya
de estuco eran inexistentes (Du Solier, 1945: funcionado como altar.
125). Para los sitios localizados en El Clrigo, El segundo cuerpo de la estructura es de
Javier Martnez Gonzlez indic el uso de arci- forma circular y est situado casi al centro
llas como mortero y no es evidente el empleo de la planta absidal; al igual que el anterior,
del enlucido en muros (Martnez, 2005: 24). la fachada principal se localiza en el oriente y
En su trabajo monogrfico acerca de la Huas- est definida por una escalinata, a cuyos pies
teca, Lorenzo Ochoa seal, como parte de los se extiende un reducido descanso. Durante
sistemas constructivos, que las lajas de caliza el proceso de excavacin se localizaron no
que forman las mamposteras estn asentadas ms de tres hiladas de mampostera que
con barro, lo cual sugiere que tenan como permitieron definir este cuerpo, razn por la
propsito brindar una mejor apariencia ms cual es difcil determinar si stos eran rectos
que servir como muros de contencin (Ochoa, o en talud, aunque por la forma de aparejar
1979: 62). los sillares se podra suponer una ligera incli-
La escalinata del primer cuerpo tiene un nacin. Los sillares son de forma rectangular,
solo tramo con cuatro escalones y est limitada bien cortados y con un ligero almohadilla-
por alfardas en talud. La mampostera de las do en la cara expuesta; al parecer, tambin
alfardas, a diferencia del aparejo observado fueron unidos con una mezcla de choy muy
en los muros, muestra un mejor acabado en pobre en cal. Vistos en su norma superior,
el corte de la piedra, ya que sus aristas estn dichos bloques presentan una seccin de
bien perfiladas, por lo general hechas con forma triangular, quiz para lograr un mejor
lajas ms pequeas que permiten una junta anclaje con el ncleo. Para los sitios de Ranas
ms cerrada, reduciendo el uso de rajuelos. y Toluquilla, Margarita Velasco describe ma-
Respecto a los escalones, las huellas son muy teriales y sistemas constructivos similares a los
estrechas y un poco inclinadas hacia el cuer- identificados en este edificio, particularmente
po del edificio, mientras la contrahuella est la forma del almohadillado en las lajas (Ve-
notablemente ms peraltada. Estos elementos lasco, 1991: 255).
recuerdan una de las formas descritas para La escalera estaba muy deteriorada y no
Ranas por Margarita Velasco, quien establece presenta alfardas. Es de un solo tramo y en la
una clasificacin basada en seis tipos, entre los rampa se aprecian slo seis huellas elaboradas
cuales es el Tipo 4 el que nos interesa y al que de manera rstica, las cuales seguramente
denomina Escaleras salientes en estructura, conforman el soporte para las gradas. Las
dentro del cual define dos variantes: 1) sin huellas son amplias y los peraltes reducidos
alfarda y 2) con alfarda (Velasco, 1991: 259). en comparacin con la escalera del primer
Respecto a esta ltima variedad se localizaron cuerpo (foto 2).
dos ejemplos en el conjunto de Ranas II, la El segundo cuerpo encierra una subestruc-
primera en una subestructura y la otra en el tura de planta circular y ambos desplantan
Templo Mayor, la cual acaso sea la que mayor sobre la misma superficie. La subestructura
semejanza guarda con la de la Estructura 3 tambin est muy deteriorada y slo se con-
de Tancama. Lorenzo Ochoa tambin indica servan, en algunos tramos, hasta cinco hiladas
que en la arquitectura huasteca las huellas de de mampostera que no permiten determinar
las gradas son ms cortas respecto a los peral- si los paos son rectos o en talud, aunque se
tes, y las escalinatas por lo comn carecen observa una ligera inclinacin apenas percep-
109
daniel jureZ cosso, jorge quiroZ Moreno, sarai roMero y PaBlo i. lPeZ HernndeZ
Foto 2. Escaleras de la estructura 3, se pueden apreciar las escaleras del primero y segundo cuerpos.
tible. A diferencia de los sillares del segundo aproximado de cuatro centmetros, notable-
cuerpo, los de la subestructura son cuadran- mente fisurado, con lagunas e incluso pro-
gulares y se aprecian algunas lajas, sobre todo nunciadas depresiones con huellas de carbn,
las que corresponden al arranque del muro. aspecto que sugiere que dichas depresiones
Si bien la piedra muestra el trabajo del corte, pudieron ser utilizadas para colocar braseros.
ste no es tan regular como en el caso anterior Cabe sealar que durante el proceso de ex-
y tampoco presentan la seccin triangular para ploracin se localizaron entre los escombros
anclarse al ncleo (foto 3). diversos fragmentos del piso de barro, algunos
La subestructura tena su propia escalina- bien pulidos y otros incluso muestran un ligero
ta, segn se desprende de los restos de una bisel; adems, restos de bajareque que pare-
alfarda localizada en el costado norte que se cen indicar la presencia de una construccin
sita entre la tercera y cuarta huellas. Dicha hecha con materiales perecederos en esta
alfarda est indicada por casi seis bloques de superficie. Respecto a las caractersticas del
piedra rectangulares, bien cortados y de aristas bajareque, ste corresponde a un enjarre de
definidas (foto 4). barro sin pulir y aplicado directamente sobre
Por ltimo, es necesario mencionar que la un entramado de caas, cuya conservacin se
parte superior de la estructura muestra restos debi a la accin del fuego. Para la ocupacin
de un grueso piso de barro quemado. Este piso de El Clrigo y los sitios ms cercanos a ste,
apenas ocupa 30% de la superficie total de la tales como El Cedro, Las Chacas y Cuixcuatila,
estructura y aparece distribuido en la porcin tambin se report la presencia de bajareque
central; en algunos tramos tiene un grosor (Martnez, 2005: 24 ss).
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TancaMa: una aProxiMacin regional Por Medio de sus resTos MaTeriales
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daniel jureZ cosso, jorge quiroZ Moreno, sarai roMero y PaBlo i. lPeZ HernndeZ
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TancaMa: una aProxiMacin regional Por Medio de sus resTos MaTeriales
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daniel jureZ cosso, jorge quiroZ Moreno, sarai roMero y PaBlo i. lPeZ HernndeZ
700), entre ellos, los tipos Becerros arenoso, importantes corredores naturales de comu-
San Rafael tosco y Granjeno tosco, aunque en nicacin: al oriente con la Huasteca, al norte
conjunto apenas alcanzan una proporcin de con el altiplano potosino y al poniente con la
13%; es necesario sealar que estos dos ltimos Sierra Gorda, cuyos prsperos valles marcan
tambin se reportan en El Jaral (Troike, Troike una clara diferenciacin fisiogrfica y parecen
y Graham, 1991) y se asocian con la fase Pnu- conferirle a este espacio un interesante encla-
co IV. Sin embargo, el tamao ms significativo ve fronterizo.
de la muestra estudiada parece desplazarse ha- De acuerdo con nuestros materiales, los
cia la etapa tarda del asentamiento, y muestra cuales no debemos perder de vista, y que
una correlacin ms cercana con el complejo proceden de un contexto secundario, se su-
Ro Verde B (700-1000), donde destacan, por giere la ocupacin del sitio casi de manera
su proporcin, el Zaquil negro que Tesh sita paralela a la establecida para la regin de
en Alaquines para el Clsico tardo-Posclsico Ro Verde, donde adems resulta evidente la
(500-1100) y en El Jaral durante la fase Pnuco presencia de cermicas que se han reportado
IV (500-900); en igual proporcin, casi 30% para la regin de la Huasteca; la arquitectura
de la muestra, Amoladeras fino en Ro Verde del Edificio 3, con su planta absidal, tambin
y Alaquines, que corresponden, ambos, a la apunta en la misma direccin. Sin embargo,
cermica mejor representada. es preciso insistir en la necesidad de nuevas
Quiz valdra la pena sealar la semejanza, investigaciones para delinear con mayor cla-
en cuanto a distribucin, que Tancama tiene ridad los complejos cermicos de Tancama y
con el sitio La Soledad (RV.115), en el mu- su relacin con otras regiones.
nicipio de San Ciro, reportado por Michelet
y previamente descrito por Primo Feliciano
Velzquez como Ciudad Muerta de la Sierra BIBLIOGRAFA
Gorda, cuyo asentamiento ocupa una pendien-
te de cinco hectreas donde se observan casi Braniff, Beatriz, 1975, Arqueologa del norte
70 montculos, 20 de los cuales tienen alturas de Mxico, Los pueblos y seoros teocrticos.
superiores a los tres metros. Esta pendiente El periodo de las ciudades urbanas, I, pp.
se adapt mediante la construccin de am- 217-272, seP-inaH, Mxico.
plias terrazas habilitadas a manera de plazas, , 1978, Comentarios a la sesin de
alrededor de la cuales se organizaron diversas arqueologa, Simposio Problemas del desarro-
estructuras, cuyos montculos ms importantes llo histrico de Quertaro, Margarita Velasco
ocupan la porcin superior del sitio (Michelet, (ed.), pp. 69-73, sMa-inaH/seP-Dir. de Pro-
1996: 137). mocin Cultural del Estado de Quertaro.
Estamos convencidos de que an falta , 1989, Oscilaciones de la frontera
mucho trabajo de investigacin en la regin norte mesoamericana: un nuevo ensayo,
que permita caracterizarla adecuadamente; Arqueologa, Revista de la Direccin de Arqueolo-
lejos de hablar de unidad cultural, nos en- ga, 2a. ed., 1, pp. 99-114, inaH, Mxico.
contramos en una zona en la que confluyen , 2000, La frontera septentrional de
diversas tradiciones cuya presencia todava es Mesoamrica, Historia antigua de Mxico,
difusa. Esta subregin, donde destacan asen- Linda Manzanilla y Leonardo Lpez Lujn
tamientos de cierta magnitud como Jalpan, (coords.), I, pp. 159-190, inaH-iia unaM, M.
actualmente bajo la ciudad, o Tancama que A. Porra, Mxico.
permite aproximarnos hacia su configuracin caBrera iPia, Octaviano, 1991, La fantstica
durante la poca prehispnica, ocupa una cuenca del Ro Verde de San Luis Potos.
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la Presencia HuasTeca
en la cerMica de el Tajn
Yamile Lira Lpez*
1
* Instituto de Antropologa, Universidad Vera- Utilizo el concepto de tajines como gentilicio
cruzana. de Tajn, es decir, habitantes de El Tajn, la ciudad
119
yaMile lira lPeZ
Ro Soto la
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Lmite de la Sierra Madre
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Jalapa
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Tlaxcala
Mxico
Toluca Veracruz
Puebla
120
la Presencia HuasTeca en la cerMica de el Tajn
121
yaMile lira lPeZ
TaBla 1
TIPOS DE CERMICA DEFINIDOS PARA EL TAJN
Cermica de pasta burda Cermica con acabado Cermica de pasta burda Cermica Cermica
pulido con decoracin utilitaria de pasta fina
1a. Caf erosionada 2a. Bao negro 3a. Bandas speras burda 4a. Comales 5a. Anaranjada sin
domstica pulido desgrasante
1b. Caf-negruzca 2b. Bao 3b. Bandas speras 5b. Marfil
domstica anaranjado rojizo
pulido
1c. Rojiza arenosa fina 2c. Rojo sobre 3c. Negro sobre crema 5c. Quiahuiztlan
anaranjado laca granuloso
1dfg. Rojo sobre bayo 3d. Rastreada 5d. Anaranjada fina
o blanco
1e. Caf-rojiza pintada 3e. Negro y rojo sobre engobe 5e. Rojo sobre
domstica blanco crema
1h. Caf-grisceo 5f. Negro sobre rojo
1i. Anaranjada 5g. Tres Picos
domstica
5h. Metlica
5i. Negro sobre
crema huasteca
122
la Presencia HuasTeca en la cerMica de el Tajn
de pasta fina (Tabuco Negro sobre naranja)4 La cermica Negro sobre crema huasteca o
aparentemente no se encuentra en la Huasteca Huasteca Negro sobre blanco es caracterstica
(Pnuco), pero s en la zona de Tuxpan, y se le del Periodo VI, ltimo periodo de la Huasteca,
ubica en el Periodo V (Las Flores).5 Respecto a poco antes de la conquista espaola, lo que la
este periodo Ekholm (1944: 430) menciona: hace bastante tarda para el periodo en que se
le ubica en El Tajn. Esto podra indicar que
All of the Period V types that have been con- para ese tiempo El Tajn an no era abando-
sidered so far are made of a fine-grained clay nado completamente.
which appears to be identical with that of Fine Acerca de la cermica Marfil, no se ha
Orange ware such as occurs at Isla de Sacrifi-
cios.
encontrado material semejante en la regin
Huasteca.6
4
Comunicacin personal de Diana Zaragoza.
5
Comunicacin personal de Patricio Dvila. 6
Comunicacin personal de Gustavo Ramrez.
123
yaMile lira lPeZ
TaBla 2
CONCENTRACIN DE TIPOS CERMICOS POR EDIFICIO
Tipos cermicos
Anaranjada sin
Bandas speras
crema o blanco
Caf negruzca
Quiahuiztlan
Negro pulido
rojiza pulida
Anaranjada
Anaranjada
desgrasante
Negro sobre
(huasteco)
Tres Picos
domstica
domstica
Metlica
Marfil
fina
fina
Edificios
10 530 1350 42 232 888 149 96 45 11 - 2 34 -
12 110 791 - 116 412 102 133 54 - - 55 -
JP13-14 2094 3255 1285 512 3395 469 248 182 196 - - 61 -
JP17-27- 26 2473 4758 213 1365 3260 914 812 529 476 - - 321 1
JP7-8 429 429 - 174 393 296 227 73 456 - 2 133 6
K 469 667 49 266 1575 27 95 14 91 - 23 2
Muro de contencin 1941 2046 85 804 3073 393 329 162 325 - 1 200 2
Xicalcoliuhqui 1398 2272 52 580 2595 514 254 225 685 31 3 153 20
Columnas 2881 20969 4510 11949 49531 - 2142 7 48 22 623 22 1
Total 12325 36537 6236 15998 65122 2864 4336 1291 2288 53 637 1002 32
7
Slo se presentan las cantidades de unos edificios, tiestos; el juego de pelota 13-14, 16 224 tiestos; el juego
los resultados de los edificios 10, 12, JP 13-14, JP 17-27- de pelota 17-27-26, 25 949 tiestos; el juego de pelota 7-8,
26, K, muro de contencin y Xicalcoliuhqui se tomaron 3 362 tiestos; el edificio K 5 006 tiestos; el muro de con-
de las tablas de cuantificacin de Reyes, 1996. El edificio tencin, 15 339 tiestos; la Xicalcoliuhqui, 14 444 tiestos,
10 tuvo un total de 5 209 tiestos; el edificio 12, 3 579 y el edificio de las columnas, 142 333 tiestos.
124
la Presencia HuasTeca en la cerMica de el Tajn
Figura 9. Vasija asociada al entierro 15 del tipo 5f. Figura 11. Fragmentos de figurillas encontrados
Negro sobre rojo de pasta rojiza fina. en el muro de contencin, de pasta crema fina.
125
yaMile lira lPeZ
126
la Presencia HuasTeca en la cerMica de el Tajn
grfica 1
TAJN TABUCO TAJN TABUCO TAJN TABUCO NEGRO/CREMA NEGRO/CREMA NEGRO/
ROJO FINA BURDA FINA
SiO2
90
80
70
60
50
SiO2
40
30
20
10
0
1 7 13 19 25 31 37 43 49 55 61 67 73 79 85 91 97 103 109
grfica 2
TAJN TABUCO TAJN TABUCO TAJN TABUCO NEGRO/CREMA NEGRO/CREMA NEGRO/
ROJO FINA BURDA FINA
Fe2O3
9
8
7
6
5
Fe2O3
4
3
2
1
0
1 6 11 16 21 26 31 36 41 46 51 56 61 66 71 76 81 86
127
yaMile lira lPeZ
grfica 3
TAJN TABUCO TAJN TABUCO TAJN TABUCO NEGRO/CREMA NEGRO/CREMA NEGRO/
ROJO FINA BURDA FINA
SiO2
80
70
60
50
40 SiO2
30
20
10
0
1 6 11 16 21 26 31 36 41 46 51 56 61 66 71 76 81 86
grfica 4
TAJN TABUCO TAJN TABUCO TAJN TABUCO NEGRO/CREMA NEGRO/CREMA NEGRO/
ROJO FINA BURDA FINA
Al2O3
20
15
10 Al2O3
0
1 7 13 19 25 31 37 43 49 55 61 67 73 79 85
128
la Presencia HuasTeca en la cerMica de el Tajn
grfica 5
TAJN TABUCO TAJN TABUCO TAJN TABUCO NEGRO/CREMA NEGRO/CREMA NEGRO/
ROJO FINA BURDA FINA
Na2O
2.5
1.5
Na2O
1
0.5
0
1 6 11 16 21 26 31 36 41 46 51 56 61 66 71 76 81 86
grfica 6
TAJN TABUCO TAJN TABUCO TAJN TABUCO NEGRO/CREMA NEGRO/CREMA NEGRO/
ROJO FINA BURDA FINA
TiO2
1.6
1.4
1.2
1.0
0.8 TiO2
0.6
0.4
0.2
0
1 6 11 16 21 26 31 36 41 46 51 56 61 66 71 76 81 86
129
yaMile lira lPeZ
significa que las vasijas de arcillas semejantes , 1995, Una revisin de la tipologa
quiz fueron transportadas de la zona huasteca cermica de El Tajn, Anales de Antropolo-
hacia El Tajn, y otras se elaboraron con arcilla ga, 32, pp. 121-159, Universidad Nacional
semejante a la del tipo cermico Negro sobre Autnoma de Mxico.
crema fina. , 1998, Informe tcnico final. Anli-
sis del material cermico obtenido duran-
coMenTario final te las excavaciones del Proyecto Tajn de
De todo lo anterior puedo decir por el mo- 1991 a 1995. Archivo Tcnico del inaH,
mento que los tajines convivieron con huas- Mxico.
tecos y totonacos poco antes de que la ciudad lira, Yamile y Jaime Ortega, 2004, Los entie-
llegara a su fin como centro rector, pero tam- rros de El Tajn, Veracruz, Prcticas fune-
bin en el periodo Postajn, asentndose en rarias en la Costa del Golfo de Mxico, Yamile
los alrededores y utilizando la gran ciudad ya Lira y Carlos Serrano (eds.), pp. 89-107,
abandonada slo para enterrar a sus muertos Universidad Veracruzana, Universidad
en plazas y edificios. En el desarrollo del texto Nacional Autnoma de Mxico, Asocia-
se ha visto que las evidencias culturales de los cin Mexicana de Antropologa Biolgica,
huastecas son menos representativas de lo que Mxico.
se haba propuesto. Slo queda por preguntar: Manrique casTaeda, Leonardo, 1990, La
qu tan importante fue para los huastecos posicin de la lengua huasteca, Huastecos y
estar o llegar a El Tajn? Simple comunicacin, totonacos. Una antologa histrico cultural, pp.
algn intercambio o visitas espordicas? 206-224, cnca, Mxico.
Molina feal, Daniel, 1982, Rescate Tabuco.
Informe tcnico, Centro Regional Vera-
BIBLIOGRAFA cruz, seP-inaH, Mxico.
Mcquown, Norman, 1964, Los orgenes y la
BrggeMann, Jrgen, 1991, Otra vez la cues- diferenciacin de los mayas segn se infiere
tin totonaca!, Antropologa. Boletn oficial del estudio comparativo de las lenguas ma-
del inah, 34: 84-85, Mxico. yanas, Desarrollo cultural de los mayas, Evon
ekHolM, Gordon F., 1944, Excavations at Tam- Z. Vogt y A. Ruz (eds.), pp. 49-756, Semina-
pico and Panuco in the Huasteca, Mxico, rio de Cultura Maya, unaM, Mxico.
Anthropological Papers of the American Museum reyes lPeZ, Marco Antonio, 1996, Anlisis
of Natural History, vol. XXXVIII, parte V, pp. cuantitativo de la cermica de El Tajn,
321-599, Nueva York. Ver., tesina de licenciatura, Facultad de
lira lPeZ, Yamile, 1990, La cermica de El Antropologa, Universidad Veracruzana,
Tajn (norte de Veracruz, Mxico). Un anlisis Mxico.
arqueolgico, qumico y mineralgico. Beitrge wilkerson, Jefrey, 1990, Presencia huasteca
zur Archologie Bd. 3. Lit-Verlag Mnster. y cronologa cultural en el norte de Vera-
, 1995, Tipologa y arqueometra de cruz Central, Mxico, Huastecos y totonacos.
la cermica de Tajn, Veracruz, Arqueologa, Una antologa histrico cultural, pp. 257-279,
13-4, pp. 49-57, Mxico. cnca, Mxico.
130
una revisin de nueve TiPos de figurillas
anTroPoMorfas de la HuasTeca PreHisPnica
Sophie Marchegay*
Las figurillas antropomorfas de barro consti- objeto de muchos estudios. A pesar de ello han
tuyen, para las investigaciones de Mesoamri- sido tratadas en las investigaciones de Gordon
ca y de otras culturas antiguas, una categora Ekholm2 y de Richard MacNeish3 en la regin
de artefactos arqueolgicos abundante e inte- de Tampico-Pnuco, de Guy Stresser-Pan en
resante ya que representan la forma humana, San Antonio Nogalar4 y Guy y Claude Stresser-
y asimismo reflejan la ideologa, cultura y vida Pan en Tamtok,5 as como por Dominique
cotidiana del pueblo que las produjo y las us.1 Michelet en la regon de Ro Verde, San Luis
Al igual que otros tipos de materiales arqueo- Potos.6 Cabe mencionar dentro de los trabajos
lgicos, el estudio de las figurillas proporciona ms recientes el estudio de Eloy Castellanos
datos significativos acerca de los intercambios Conde sobre las figurillas de la regin de
y la cronologa. Chicayn, Veracruz.7
En la Huasteca prehispnica sabemos que El estudio de las figurillas antropomorfas
la elaboracin de figurillas de barro cocido proporciona informacin valiosa respecto al
fue muy comn a lo largo de su historia, tipo fsico, indumentaria y adornos utilizados
pues se han encontrado miles de ejemplares. en la poca prehispnica. Es necesario desta-
Desafortunadamente, son pocas las piezas car que algunas descripciones del aspecto fsi-
que proceden de excavaciones y de contextos co de los huastecos en la literatura cientfica
arqueolgicos significativos; muchas fueron se basan, entre otras fuentes, en la observacin
saqueadas, recolectadas en superficie o pro- de las figurillas. Asimismo, se acostumbraba
ceden de colecciones particulares. describir a los huastecos como individuos
La gran mayora de las piezas conservadas bien proporcionados que se deformaban la
estn incompletas; la cabeza es la parte mejor cabeza, se mutilaban los dientes, se pintaban
preservada y la ms relevante para la tipolo- el cabello y el cuerpo; las mujeres eran de
ga. A pesar de que no se conozca el contexto
arqueolgico de la mayora de ellas lo cual 2
Ekholm (1944).
dificulta su estudio las figurillas constituyen 3
MacNeish (1954).
un material arqueolgico caracterstico de la 4
Stresser-Pan, 2000, Las figurillas en barro coci-
cultura huasteca; sin embargo, no han sido do, pp. 215-225.
5
Stresser-Pan (2005), Figurillas y grandes figuras
de barro cocido, pp. 569-592.
6
* Centro inaH Tamaulipas. Michelet, 1996, pp. 331-388.
1 7
Noguera, 1965, p. 7. Castellanos Conde (1990).
131
soPHie MarcHegay
132
una revisin de nueve TiPos de figurillas anTroPoMorfas de la HuasTeca PreHisPnica
Culto a la fertilidad
9
Ekholm (1944), Human figurines, pp. 435-459. La produccin de figurillas de barro en Meso-
10
Stresser-Pan (2000), Las figurillas en barro amrica empez desde el Preclsico y por lo
cocido, pp. 215-225; Stresser-Pan (2005), Figurillas general se asocia a pueblos sedentarios de
y grandes figuras de barro cocido, pp. 569-592.
11
MacNeish (1954), Figurines, pp. 586-599. religin aldeana;15 en la Huasteca, como en
12
Ibidem, p. 588: I would define a figurine type as otras partes del Mxico antiguo, la abundancia
being: a class or group of figurines composed of interre-
lated similar features (such as method of manufacture,
13
kind of eye, ear, nose, ornamentation, headdress, sur- Pia Chan (1959 y 1989).
14
face finish and mode of execution) that have temporal Stresser-Pan, 2005, p. 571.
15
(stratigraphic) or spatial significance. Lpez Austin, 1995, p. 427.
133
soPHie MarcHegay
16
Ramrez, Marchegay y Florescano, 2006, pp.
18
40-41. Stresser-Pan, 2005, p. 574.
17 19
Conaculta (2005). Du Solier (1947).
134
una revisin de nueve TiPos de figurillas anTroPoMorfas de la HuasTeca PreHisPnica
femeninas y una masculina; de acuerdo con cascabeles de cobre, joyas de concha y de oro),
el arquelogo, el sexo de cada difunto corres- pero no contenan ninguna figurilla, quiz por
ponda al de la figurilla depositada como el carcter excepcional del entierro y el estatus
ofrenda funeraria; sin embargo, es imposible social particular de la persona sepultada.
comprobar dicha afirmacin, ya que el estudio Respecto al periodo Posclsico tardo, en
antropolgico de los restos humanos no se el sondeo 3 de Tancol se encontraron cinco
public. Du Solier concluy que los entierros entierros, pero stos no contenan ofrendas.25
eran del Preclsico; sin embargo, como lo En Tamtok las pocas sepulturas excavadas no
han demostrado Guy y Claude Stresser-Pan a tenan figurillas.26 En las numerosas sepulturas
propsito del material de Tamtok,20 una de las del sitio de Vista Hermosa, al sur de Tamauli-
dos figurillas publicadas por Du Solier21 es del pas, excavado por Guy y Claude Stresser-Pan,
tipo Pnuco C (periodo III); asimismo la fecha slo dos tuvieron una figurilla asociada: la se-
de este entierro es del periodo Clsico. La otra pultura VH V correspondiente a un individuo
figurilla que aparece en la misma publicacin adulto contena ofrendas de cermica dispues-
parece ms antigua y podra pertenecer al tas a lo largo de su lado derecho, entre ellas
Preclsico.22 una figurilla trpode del tipo Boca muy abier-
Los resultados de las excavaciones realiza- ta cubierta por un engobe blanco y con restos
das en San Antonio Nogalar no informan acer- de pigmento azul (figura 10);27 la sepultura 9,
ca de los contextos funerarios de las figurillas, perteneciente a un infante de tres aos que se
ya que las sepulturas fueron destruidas antes encontr en la plataforma de una habitacin,
de la llegada de los arquelogos. s tena varias ofrendas, entre ellas una figurilla
Al parecer, a partir del Clsico tardo y sedente pintada que segn los arquelo-
durante el Posclsico se perdi un poco la gos28 representa a Ehcatl-Quetzalcatl.
costumbre de incluir figurillas en las ofrendas
funerarias. En el sitio Pavn (localizado en P- Contextos secundarios
nuco, Veracruz) Ekholm encontr en el nivel 6 Muchas figurillas se han encontrado en basu-
(periodo V) una sepultura de infante deposita- reros o en rellenos; se trata de piezas incom-
da en un cajete con ofrendas de cermica: un pletas que fueron desechadas y son difciles
cuenco miniatura y una figurilla completa del de interpretar. Estas figurillas quiz tuvieron
tipo Moldeado.23 En el sitio de Las Flores (en un uso ritual, pudieron haber sido utilizadas
Tampico), el mismo arquelogo no encontr por ejemplo en rituales de fertilidad, de cura-
figurillas asociadas a los entierros, a pesar de cin o en limpieza de altares domsticos; en
que varios de ellos contenan ofrendas. los dos ltimos casos las figurillas podran
Durante 1999, en un salvamento arqueolgi- representar espritus o ancestros.29
co dirigido por Gustavo Ramrez Castilla en el
sitio de Tierra Alta, al norte de Tampico, se puso esTudio TiPolgico
al descubierto un entierro intacto del Posclsi- Ojo rectangular y cabeza plana (Flat rectangular-
co temprano.24 Una de las dos mujeres sepul- eyed type) (18 ejemplares)
tadas perteneca a la clase privilegiada, como Este tipo de figurillas (figura 1) fue definido
lo mostraron sus ofrendas (vasija de cermica, por Ekholm con base en una muestra de seis
20 25
Stresser-Pan, 2005, pp. 569-570. Ekholm, 1944, p. 409.
21 26
Du Solier, 1947, pl. V:: 1. Stresser-Pan (2005).
22 27
Ibidem, pl. V: 3. Ibidem, pp. 570-571.
23 28
Ekholm, 1944, p. 337 y fig. 38x. Ibidem, p. 571.
24 29
Ramrez Castilla (2000). Pasztorzy, 1995, p. 479.
135
soPHie MarcHegay
136
una revisin de nueve TiPos de figurillas anTroPoMorfas de la HuasTeca PreHisPnica
137
soPHie MarcHegay
37 39
Ibidem, p. 442. Ibidem, (1944), p, 442, fig. 34.
38 40
Ibidem, fig. 50:k. Ibidem, fig. 34s.
138
una revisin de nueve TiPos de figurillas anTroPoMorfas de la HuasTeca PreHisPnica
139
soPHie MarcHegay
140
una revisin de nueve TiPos de figurillas anTroPoMorfas de la HuasTeca PreHisPnica
141
soPHie MarcHegay
tura. Son raros los ejemplares completos, y forma rectangular y curva; sta se pintaba
en su mayora muestran mujeres en posicin generalmente de blanco y a veces se adornaba
sentada. La arcilla por lo comn es de color con pastillaje o incisiones. La parte trasera
caf claro, rosado o anaranjado. de las cabezas es plana, irregular o cncava,
El anlisis morfolgico del tipo Retrato como las del tipo Moldeado. El proceso de
nos ha permitido distinguir hasta ahora tres fabricacin de estas figurillas, que incluye en
variedades que se clasifican por el tamao y el mismo molde la cabeza con el tocado, di-
la forma de la cabeza, as como por su tcnica ficulta el anlisis tipolgico de algunas piezas
de fabricacin. que se parecen mucho al tipo Moldeado, como
Algunas figurillas tienen la cabeza sin to- observ Stresser-Pan a propsito de algunas
cado y sin pelo (figura 7a) o a veces la tienen figurillas del tipo Retrato encontradas en San
envuelta en lo que parece ser una tela gruesa Antonio Nogalar.49
que cubre los lados y la parte superior de la De acuerdo con las conclusiones de
cabeza (tipo Retrato, variedad 1), la cual en Ekholm, el tipo Retrato es un poco anterior
ocasiones lleva una perforacin en la parte al tipo Moldeado, ya que se inicia al final del
frontal. La cabeza, de tamao relativamente periodo III (600-700 d.C.) y perdura hasta el
pequeo (entre 2 o 3 cm de altura), est ela- final del IV (1000 d.C.). Sin embargo, esta
borada en molde y luego se pegaba sobre una cronologa corresponde sobre todo al tipo
prolongacin del cuello; los adornos (como Retrato variedad 1 que encontr Ekholm;
orejeras, collar, tocado y cabello) se agregaban todava no hemos podido establecer una cro-
por pastillaje. La mayora de los ejemplares nologa precisa de las otras dos categoras del
conocidos hasta ahora, gracias a excavaciones tipo Retrato, que probablemente pertenezcan
y recolecciones de Ekholm, proceden de la al periodo IV. Podemos suponer que el tipo
zona de Tampico-Pnuco. Retrato variedad 1 es el ms antiguo por su
Hay otras figurillas de mayor tamao (tipo similitud con las figurillas de Teotihuacan; el
Retrato, variedad 2, figura 7b); aunque no tipo Retrato variedad 3 es tal vez el ms tardo,
conocemos ejemplares completos, el volumen por su analoga con el tipo Moldeado, podra
de las cabezas, superior a los 5 cm de altura formar una transicin entre el tipo Retrato
y de largo, indica que son figurillas ms altas y el tipo Moldeado. Sin embargo, se trata de
que las del tipo Retrato, variedad 1. Las figuri- hiptesis que slo con ms excavaciones ar-
llas se caracterizan por sus tocados y adornos queolgicas se podrn confirmar.
elaborados con pastillaje, as como por una
mejor calidad de manufactura y un buen Moldeado (Mold-made figurines) (238 ejemplares)
acabado. Las cabezas fueron moldeadas de la El tipo Moldeado fue establecido por Ekholm
misma manera que el tipo Retrato, variedad con una seleccin de 58 cabezas y 43 fragmen-
1, que luego se adornaban con pastillaje y se tos de cuerpos.50 Las figurillas de este tipo se
pintaban. Finalmente hay otras piezas (tipo caracterizan por tener la cabeza moldeada con
Retrato variedad 3, figura 7c) de tamao el tocado en una sola pieza, la cual se pegaba
muy variable; se caracterizan por tener la a un cuerpo modelado y luego se adornaba
cabeza moldeada con su tocado incluido, de con pastillaje y pintura (figura 8). Los rostros
no se retocaban despus de moldearlos, como
se acostumbraba; por ejemplo, en la fabrica-
cer por separado y no pegada al cuerpo, sin embargo
consideramos que no se trata de una figurilla de este
tipo ya que tiene rasgos diferentes y se trata quiz de
49
una figurilla zoomorfa parecida a un mono (Ekholm, Stresser-Pan, 2000, p. 218.
50
1944, fig. 37q). Ekholm, 1944, pp. 451-452, fig. 38.
142
una revisin de nueve TiPos de figurillas anTroPoMorfas de la HuasTeca PreHisPnica
143
soPHie MarcHegay
54
52
Ibidem, pp. 575-577. Ibidem, pp. 577-579.
55
53
Idem. Ibidem, p. 577.
144
una revisin de nueve TiPos de figurillas anTroPoMorfas de la HuasTeca PreHisPnica
BIBLIOGRAFA
145
soPHie MarcHegay
146
asenTaMienTos anTiguos
en el rea de TaMaZuncHale, san luis PoTos
Javier Martnez Gonzlez*
A partir de marzo de 2003, con motivo de la da, de los que vamos a tratar en esta oportu-
construccin de una central termoelctrica, nidad (figura 1). En la margen derecha se ha
la Direccin de Salvamento Arqueolgico del intervenido en parte de los asentamientos de
inaH inici de manera formal el trabajo de Las Vegas y Los Bordones.
campo del Proyecto Arqueolgico El Clrigo, La composicin de los sitios fue diversa,
en el extremo sureste de San Luis Potos, a travs de la forma y volumen se identifica
municipio de Tamazunchale, coordinado por cmo modificaron el espacio, al igual que la
quien suscribe. distinta temporalidad y funcin social que
En varias temporadas de campo, distribui- desempearon.
das a lo largo de dos aos, se trabaj una serie El desarrollo observado se presenta por lo
de sitios con acciones encaminadas a la pro- menos desde el Clsico medio (alrededor del
teccin e investigacin de los mismos. En este 400 de nuestra era) hasta el Posclsico tardo
escrito se presenta una parte de los estudios (1200-1520 de nuestra era), lo que confirma
realizados, as como algunos aspectos necesa- que existan condiciones que permitieron el
rios para situarlos dentro de la problemtica progreso regional durante ms de mil aos de
acadmica de definicin regional y de carac- historia antigua.
terizacin de restos culturales. Algunos sitios revelan su carcter monu-
mental con grandes estructuras ocupando
los siTios extensas superficies; tambin estn presentes
En la zona indicada, principalmente a orillas asentamientos de elite o residenciales que con-
del ro Moctezuma, se localiza una serie de servan una disposicin espacial ordenada;
asentamientos arqueolgicos; se intervino en finalmente, existen vestigios de sitios habita-
siete de stos y en varios de los conjuntos que cionales con arquitectura baja localizados en
los integran, con diferentes tipos de exploracio- pequeos lomeros, los que al parecer no
nes, desde sondeos estratigrficos hasta exca- muestran un mayor acomodo del que el terre-
vaciones extensivas de unidades completas. no les condicionaba, o que las necesidades les
Los sitios arqueolgicos trabajados fueron fueron marcando a lo largo del tiempo.
El Clrigo, El Cedro, El Orejn, Las Chacas y
Cuixcuatitla, localizados en la margen izquier- El rea de trabajo y su entorno fsico
La investigacin se hizo en un terreno de 400
* Direccin de Salvamento Arqueolgico. hectreas, localizado en una zona de transi-
147
javier MarTneZ gonZleZ
cin entre lo fragoso de las estribaciones de Esta regin natural pertenece a la provincia
la Sierra Madre Oriental y la suavidad de la de la Llanura Costera del Golfo y a la parte
planicie costera del Golfo, a poco ms de 100 baja de la Sierra Madre Oriental. El sustrato
metros de altitud sobre el nivel del mar, junto geolgico est compuesto por depsitos sedi-
a la margen izquierda del ro Moctezuma, el mentarios integrados sobre todo por areniscas,
cual forma, en esta zona, una enorme vuelta margas y lutitas que muestran un plegamiento
que ha facilitado el depsito de los ricos sedi- intenso (inegi, 1985a y b). Es comn encon-
mentos que han servido de asiento a los grupos trar a lo largo de la regin las mismas rocas;
humanos durante largos periodos en esta de esta manera, de Tamazunchale a Ciudad
parte de la Huasteca potosina. Valles, de Tantoyuca a Huejutla, y de Tuxpan
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asenTaMienTos anTiguos en el rea de TaMaZuncHale, san luis PoTos
a Tampico se pueden ver cortes que muestran cedro, chaca, bano, jalamate, palo de rosa,
las lajas de arenisca que ancestralmente han higueras, aquiche, chote, mojo y chijol (Puig,
servido para la construccin de viviendas, de 1991), adems del cocuite, rbol de erguidas
templos y para la elaboracin de esculturas ramas que se aprovechan en la manufactura
(figuras 2a y 2b). de las cercas vivas con que de manera fortuita
El clima que predomina en la zona es se ven decorados los caminos durante los pri-
clido-hmedo, con temperaturas medias de meros meses del ao, cuando florea.
entre 22 y 25oC, y mximas de hasta 50oC o
ms. La precipitacin se presenta de manera la HuasTeca
torrencial, bsicamente de los meses de julio a Los sitios se localizan en la porcin sur de la
octubre (Los municipios de Mxico, 1988a y b). Huasteca potosina. La Huasteca es un amplio
La naturaleza de la regin es exuberante, territorio del que se ha discutido su demarca-
no conoce modestias cuando se trata de ve- cin, pues en su definicin se contemplan
getacin, calor y lluvias, aqu han convivido criterios de diversa ndole, ya geogrfica, ya
con los seres humanos enormes especies de lingstica, ya natural, los cuales constituyen
rboles propios de la selva tropical que crecen aspectos sujetos a movilidad que no marcan
en suelos arcillosos, principalmente regosoles divisiones precisas. Esto ha complicado llegar
y vertisoles, adems de frtil tierra limosa o a un acuerdo, sobre todo cuando se trata de
acuitate, presente en las orillas o vegas de los hacer corresponder atributos del medio fsico
ros; existen especies como la ceiba, orejn, con elementos de tipo tnico y cultural.
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javier MarTneZ gonZleZ
Sin embargo, existe consenso para situar a exuberante y agua en variadas formas. En
la Huasteca en un rea que comprende varios cuanto al medio fsico, stos son los elemen-
estados, principalmente la parte oriente de tos que identifican y le dan homogeneidad a
San Luis Potos, el sur de Tamaulipas, norte la zona.
de Veracruz, norte y noreste de Hidalgo e, Un hecho peculiar de la regin es que se ha
incluso, una pequea porcin del noreste de ido reduciendo debido a varias situaciones, as,
Quertaro (Gutirrez et al., 1997: 35), aunque desde la poca prehispnica padeci los emba-
hay quien incluye tambin una fraccin del tes expansionistas de los mexicas, iniciados por
estado de Puebla. Moctezuma I y que continuaron otros tlahtoanis
De esta manera, de poniente a oriente se hasta entrado el siglo xvi; sus acciones fueron
ubicara desde las laderas de barlovento de la sometiendo la antigua regin teenek, obligando
Sierra Madre Oriental hasta el Golfo de Mxi- a los grupos humanos a retirarse hacia zonas
co, por el norte su lmite es la cuenca del ro serranas. Una muestra es la conquista mexica
Tames con su numeroso sistema de afluentes de Oxitipa, una de las antiguas capitales re-
y lagunas, mientras que al sur corresponde al gionales de la Huasteca alrededor de 1514
ro Tuxpan demarcar de manera tenue esta re- (Stresser-Pan et al., 2001: 58).
gin con sus vecinos totonacos. Es una regin Durante la etapa colonial su territorio
que se distribuye hasta una altitud mxima fue escenario de querellas provocadas por la
de mil metros sobre el nivel del mar, que es ambicin y administracin protagnica de
donde existen las caractersticas condiciones conocidos conquistadores espaoles como
climticas de calor y humedad, con vegetacin Hernn Corts, Francisco de Garay y Nuo de
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asenTaMienTos anTiguos en el rea de TaMaZuncHale, san luis PoTos
Guzmn; en esa etapa se diezm de modo no- toda la regin, propuesta por Leonor Merino
table a la poblacin nativa, por enfermedades Carrin, nuestra homenajeada, y el profesor
y epidemias contra las que no tuvieron defen- Garca Cook (1987: 31-72).
sa, adems de la salida forzosa de los naturales Estudios ms actuales han hecho propues-
que, de manera comn, fueron llevados hacia tas y continan puliendo las secuencias cultu-
las Antillas como esclavos. rales y tipologas conocidas con la finalidad
Un modo que hace evidente el desplaza- de caracterizar mejor el desarrollo cultural
miento referido es la distribucin geogrfica que ha existido en la Huasteca a nivel de sus
actual de poblaciones cuyo nombre empieza elementos iconogrficos y de patrn de distri-
con el locativo huasteco tam o tan, que rebasa bucin de rasgos. Ejemplo de estos trabajos
con mucho el rea donde actualmente se los realizados por Merino Carrin (1984) y
habla teenek o huasteco, y desde hace tiempo Merino Carrin y Garca Cook (1985, 1989:
son zonas de habla nahua o mestizas. 101-118, 2002: 48-74), Ochoa (1979, 1989,
1999, 2005: 549-584), Dvila y Zaragoza (1991)
Algunos antecedentes y Zaragoza (2003a: 125-140; 2003b).
En la Huasteca se han hecho diferentes estu- El propsito de este trabajo se encamina en
dios arqueolgicos; hay quienes han intentado el mismo sentido: continuar un proceso que
identificar los rasgos que la caracterizan y dan en la arqueologa parece no terminar nunca:
perfil frente a otras culturas y regiones. integrar informacin novedosa dentro de una
Algunos de los primeros estudios forma- dinmica histrica que sirva para definir, las
les fueron desarrollados por Meade (1939, culturas arqueolgicas de la Huasteca.
1942, 1948, 1952-1953, 1962-1963), Du Solier
(1945: 121-145, 1946: 151-159, 1947: 197-214), descriPcin de los asenTaMienTos
Ekholm (1944), Richard S. MacNeish (1954, A continuacin presento una descripcin que
1958) y Guy y Claude Stresser-Pan (2001), nos introduce al conocimiento de los asenta-
quienes hasta los aos sesenta del siglo pasado mientos explorados en la margen izquierda
realizaron exploraciones sistemticas en edifi- del ro Moctezuma.
cios y yacimientos cermicos. Son ellos quienes
comienzan a delinear secuencias culturales y el clrigo
logran, desde esa poca, tipologas cermicas Es un asentamiento monumental, con funcio-
que an son referencia para los estudios de nes cvico-religiosas; su desarrollo parece
la zona. abarcar el Clsico, iniciando por lo menos
Despus, a partir de los aos setenta y desde el 400 de nuestra era, en la fase regional
ochenta se tuvo la oportunidad de implemen- Coy, de la secuencia definida por Merino Ca-
tar proyectos de salvamento arqueolgico, cu- rrin y Garca Cook (1987: 31-72). Se localiza
yos estudios de rea logran una visin global en la planicie fluvial del ro Moctezuma, muy
del comportamiento de los sitios de la planicie cerca de su margen izquierda, y comprende
en particular y de la Huasteca en general. Se una superficie de ms de 20 hectreas.
tienen como ejemplo los trabajos de Cabrera Lo integra una cantidad importante de
(1976a, 1976b: 3-12), Martnez (1977), Garca estructuras; se distinguen casi 150 montcu-
Cook y Merino Carrin (1979) y Garca Cook los y existen varias plazas delimitadas por
y Rodrguez (1980). grandes plataformas en las que se desplantan
Gracias al enfoque regional de estas inves- templos.
tigaciones, adems de continuar definiendo Aledao a la zona monumental hay varias
aspectos culturales del rea, se lleg a la defi- unidades residenciales y domsticas que for-
nicin de una secuencia cultural vlida para man parte del sitio; tienen como referencia
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javier MarTneZ gonZleZ
una estructura principal que parece ordenar cualidades de forma, podran parecer poco
los conjuntos arquitectnicos integrados por prcticos por su poca estabilidad; sin embar-
cinco o ms construcciones; las de mayor go, su presencia recurrente indica que tuvo
altura tienen metro y medio y presentan ac- funcionalidad; adems, es muy probable que
cesos escalonados; se completan con patios de exista otro factor a considerar para explicar
forma rectangular y circular; asimismo, se han por qu se recurri a ellos: la facilidad de dis-
registrado plazas circulares hundidas. poner de este material por su generosa pre-
Los muros de las estructuras estn forma- sencia y puesto que la obtencin de lajas de
dos tanto por cantos como por lajas bien re- calidad representa una organizacin o esfuer-
cortadas de arenisca unidas slo con arcilla; zo mayor, estas ltimas se privilegiaron para
en ocasiones se combinan en los aparentes. los aparentes, situacin evidente al menos
Presentan en la parte superior y tambin para esta poca.
en la baja un tipo de remate o acabado El tipo de ncleo para rellenar las estructu-
constituido por una o ms hiladas de cantos ras fue variable, con materiales que tenan a la
rodados (figura 3). disposicin: slo tierra o bien su combinacin
De manera comn existen contramuros o con cantos rodados y en ocasiones gravilla. Fue
muros de contencin internos; la particulari- comn encontrar bajareque en estos niveles.
dad es que estn construidos con la referida Al interior de algunas estructuras se presen-
piedra bola o cantos fluviales que, por sus ta de modo ocasional un empedrado, aunque
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asenTaMienTos anTiguos en el rea de TaMaZuncHale, san luis PoTos
en general no existe ninguna clase de piso; sobreposiciones de formas rectas en las curvas
parece que lo habitual fue slo tierra. En el y viceversa (figura 4).
permetro externo de otras se registraron en- Respecto a la muestra de enterramientos
lajados hechos con arenisca, mismos que no humanos recuperados, el lugar que ocupan
cubren todas las orillas; slo se acomodan de en los sitios fue variable; por lo general su
manera irregular en algunas partes. tratamiento fue sencillo; se localizaron al
En los sitios explorados se observa una centro de los patios y en el exterior de los
presencia importante de estructuras de plan- muros. Se encontraron cubiertos por gran-
ta circular que aparecen antes y durante la des y delgadas lajas de arenisca que abarcan
construccin de edificios de planta rectan- casi toda la fosa, y los restos se acomodaron
gular, que en algunos casos tienen esquinas entre ms rocas, aunque existen algunas ms
redondeadas; estos ltimos se les enciman e elaboradas. Presentaron ofrendas sencillas
incluso los modifican. Tambin hay estructu- de una o dos vasijas; estn en posicin lateral
ras con planta absidal o de herradura, en que flexionada o bien en flor de loto. Muchas veces
se combinan ambas formas. estuvieron asociados con cuentas de calcita
Las modificaciones que presenta la arqui- cristalizada.
tectura son bsicamente ampliaciones, iden- Los materiales cermicos recuperados fue-
tificndose momentos de crecimiento en los ron principalmente Pnuco pasta fina con en-
edificios de mayor tamao, as como rupturas y gobe rojo, Zaquil rojo y Zaquil negro, con
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javier MarTneZ gonZleZ
Figura 5. Proceso de liberacin de banqueta en el paramento sur del juego de pelota de El Cedro.
formas de cajetes de silueta compuesta, vasos el Posclsico Medio, es decir, desde el 700 y
con soporte de botn, molcajetes con soportes hasta el 1200 de nuestra era, durante las fases
bajos slidos, vasijas con forma de calabaza. Tanquil y Tamul. Se distribuye en una super-
Las figurillas fueron de tipo realista, tanto ficie de seis hectreas localizadas en la parte
antropomorfas como zoomorfas. En las pri- media de la planicie, entre la margen izquier-
meras existen muestras de brazos articulados; da del ro Moctezuma y una pequea sierra.
en las segundas existen cnidos y ocarinas con En la zona monumental el conjunto arqui-
representaciones de aves. tectnico mayor est formado por varios mon-
Se recuperaron puntas de proyectil de pe- tculos; al poniente del principal se localiza un
dernal y obsidiana, lascas de bordes cortantes juego de pelota orientado este-oeste.
de pedernal y en menor medida de obsidiana, La cancha tiene seis metros de ancho y su
escasa presencia de navajillas prismticas de longitud es de 37 metros; los laterales tienen
obsidiana; asimismo, hay, aunque pocos, me- dos metros de altura respecto al nivel de la
tates de basalto. cancha; estn formados por un primer cuerpo
o banqueta en la que se desplanta un talud de
el cedro poca inclinacin que remata en un paramento
Se localiza a 800 metros al poniente del sitio superior (figura 5).
anterior; es de tipo monumental, se ubica En la parte posterior del lateral sur, y para-
temporalmente desde fines del Clsico y hasta lelo al mismo, se encontr una serie de ente-
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asenTaMienTos anTiguos en el rea de TaMaZuncHale, san luis PoTos
rramientos humanos de adultos en posicin ste fue el caso del conjunto habitacional
extendida, orientados este-oeste, uno de los de El Orejn, que se acomoda sobre una suave
cuales fue doble, con un esqueleto sobre el elevacin, donde se concentran casi 50 habita-
otro; presentan mutilacin dentaria y defor- ciones; la mayora fueron cimientos de planta
macin craneal, sin ofrenda. rectangular, aunque existen tambin algunas
Rodeando esta zona monumental, al norte estructuras de mayor altura y dimensin que
y al poniente se distribuyen varias unidades, tuvieron accesos escalonados (figura 6).
principalmente habitacionales. Por las carac- Parece que en un principio se organizaron
tersticas de las casas excavadas y el uso del los espacios en torno a algunas estructuras
espacio, se presume que tuvieron periodos de circulares localizadas al centro del conjunto y
crecimiento, en ocasiones bien marcados, al se fueron formando patios, hecho evidencia-
registrarse cambios en la orientacin de algu- do por la posicin de los accesos de las casas;
nas estructuras que rompen el ordenamiento sin embargo, despus se alter ese orden al
espacial y al parecer propician un fenmeno asentarse de manera desordenada, registrando
de crecimiento irregular. sobreposiciones de estructuras rectangulares
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javier MarTneZ gonZleZ
sobre otras del mismo tipo que modificaban En el rea habitacional fueron recuperados
la orientacin de las que cubran, as como varios enterramientos humanos en posicin
algunas pegadas casi pared con pared (figura extendida, sobre todo entre los muros de las
7). Entre algunas ampliaciones de esta arqui- ampliaciones o crecimientos arquitectnicos;
tectura habitacional fue comn encontrar algunos presentaron ofrendas sencillas forma-
vasijas de ofrenda. das por una vasija.
En la misma forma que en los dems sitios, Tambin se registraron entierros de anima-
los cimientos, muros y escalones de este con- les, lo que indica que la convivencia con algu-
junto habitacional estn formados por lajas nas especies ha sido tradicional; se encontra-
de arenisca pegadas con arcilla. Se registraron ron perros que incluso presentaron ofrendas
algunos contramuros, en este caso hechos con ms numerosas que las de humanos; tambin
las mismas lajas, las cuales se encontraban ms se recuper el entierro de una guacamaya;
cercanas en las barrancas y afloramientos de la en ambos casos se observ que la fosa en que
sierra. Los ncleos de las estructuras de mayor se depositaron los restos fue preparada cuida-
tamao estaban formados por cantos rodados dosamente.
y tierra; en el caso de las casas habitacin la Los materiales cermicos son de Pasta fina,
mayora slo tenan tierra. No se registr Zaquil negro y rojo y Las Flores; se registraron
ninguna clase de apisonado al interior de las algunos tiestos Negro/blanco y en forma
habitaciones. muy escasa Tancol policromo. Algunos de
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asenTaMienTos anTiguos en el rea de TaMaZuncHale, san luis PoTos
los objetos encontrados fueron cajetes de pa- al lado de una pequea plataforma frontal,
redes cncavas y divergentes con base plana igualmente con vista a la plaza, en este caso
o cncava, molcajetes con soportes cnico- al poniente. Ambos edificios tienen ms de
slidos. metro y medio de altura.
Existen figurillas antropomorfas con una Las lajas de arenisca constituyen cimien-
variedad en los tocados, algunas hechas en tos, muros y contramuros de las diferentes
molde, as como una buena cantidad de figuri- estructuras del asentamiento; no se registr
llas zoomorfas. apisonado en los edificios mayores ni en los
Se encontr una muestra abundante de na- menores.
vajillas prismticas de obsidiana, puntas de Un aspecto comn al resto de los sitios son
proyectil, hachas pulidas y muelas. las modificaciones arquitectnicas, principal-
mente en forma de etapas de crecimiento y
las cHacas sobreposiciones. En este sitio lo ms que se re-
A un kilmetro de distancia al noroeste del gistr fueron algunos refuerzos o adiciones ex-
anterior asentamiento se localiza este sitio ternas para dar estabilidad a muros afectados.
residencial del Posclsico temprano, caracte- En estas estructuras fue notable la cantidad
rstico de la fase Tamul, aproximadamente del de rocas que componan el ncleo, cantos
900 al 1200 de nuestra era. Se encuentra sobre fluviales de gran tamao y tierra, mientras
poco ms de media hectrea en una loma que para las estructuras de cimientos bajos,
junto a la sierra, desde donde se tiene un fue esencialmente de tierra.
dominio visual del rea, con la planicie donde Los materiales recuperados fueron en
se encuentran los otros sitios, as como la vista buena cantidad del tipo Las Flores, con mol-
ro arriba del ro Moctezuma y los valles situa- cajetes trpodes, as como comales, cajetes de
dos en la otra margen del ro. paredes divergentes, ollas de paredes delga-
Su ordenamiento espacial es simtrico, das, platos y una presencia mnima de vasijas
bien definido; aprovecha la parte superior de Negro/blanco.
una loma que fue parcialmente rellenada para De ltica se recuper una buena cantidad
terminar de nivelarla (figura 8). Hacia el norte de navajillas prismticas de obsidiana, puntas
y sur de este asentamiento existen arroyos de de proyectil, algunas hachas y fragmentos de
caudal permanente; provienen de la cercana muelas podas y con patas.
sierra y alimentan al ro Moctezuma, localiza-
do a 350 metros al oriente, con un desnivel de cuixcuaTiTla
30 metros de diferencia. Asentamiento habitacional y residencial que
Lo integra una serie de estructuras orien- pertenece sobre todo al Posclsico temprano
tadas norte-sur, dispuestas alrededor de una y medio, en las fases Tamul y quiz Tamun
plaza o espacio abierto; se organizan a partir aproximadamente entre el 900 y tal vez hasta
del eje que marcan los edificios ms gran- despus del 1200 de nuestra era. Se localiza
des que son, al oeste, la nica estructura circu- en la orilla de la planicie fluvial, en una zona
lar que existe en este sitio, de casi 10 metros de cercana al piedemonte.
dimetro, que tiene adosada una plataforma Las exploraciones en esta zona han deja-
frontal con escaleras integradas en ambos la- do al descubierto conjuntos habitacionales
dos y con vista al oriente hacia la plaza (figura formados por plataformas y cimientos que se
9); justo enfrente se ubica una estructura rec- encuentran junto a edificios residenciales de
tangular de 10 por siete metros, que presenta mayor altura.
una cornisa hacia su parte superior y un par de El conjunto trabajado se distribuye en un
accesos escalonados de huellas redondeadas rea de casi una hectrea y tiene un patrn
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irregulares. Por la posicin desordenada que que compartimos muchos arquelogos: les
guardan los restos parece que no presentan un damos un carcter general. Si estamos en la
patrn, se ven hechos bulto, a lo que se suma Huasteca, pues debemos encontrar registros
una distribucin indistinta y de manera casi caractersticos, de lo contrario se convierte en
general sin ofrendas; se encuentran bajo lajas una teora del anaquel: slo hay que ir por el
de arenisca o cubiertos por varias rocas. dato para acomodarlo, y tal vez funcione mejor
Los dos primeros presentaron ofrendas para otras zonas, pero paradjicamente en esta
sencillas de una o dos vasijas, y del mismo regin cada sitio parece ser diferente, a pesar
modo estn cubiertos por lajas de arenisca y de desarrollarse en reas cercanas y presentar
acomodados entre rocas; considero que son la misma temporalidad.
contemporneos al sitio. Entre los atributos ms conocidos y que
Me parece que en el tercer tipo de entierro debemos tratar en su justa dimensin se en-
registrado, la inhumacin de los restos fue cuentran patrones arquitectnicos de formas
posterior al funcionamiento del sitio, que circulares; cermica decorada bsicamente
para ese tiempo se utiliz para enterrar a negro/blanco; un estilo iconogrfico propio
algunos muertos haciendo pequeas fosas y reflejado tanto en las vasijas y como en la pin-
depositndolos sin mayor arreglo y, aunque tura mural; una forma escultrica particular;
tambin estos enterramientos estaban cubier- el fino labrado hecho en conchas y huesos; la
tos con rocas, a diferencia de los anteriores, mutilacin dentaria y deformacin craneana;
stas no fueron exclusivamente lajas. Llama la uso de algunos recursos naturales como el
atencin que entre dichos enterramientos se chapopote y la calcita, entre otros ms que
localiz uno que presentaba como ofrenda un con seguridad se irn revelando.
par de vasijas, una de ellas con asa vertedera Es as como se han asociado aspectos de
decorada negro/blanco, tpica de la cultura cultura material con elementos tnico-lings-
huasteca tarda. ticos y la indiscutible relacin con el medio
fsico, siempre considerando el objetivo de
reflexiones finales definir lo que es la Huasteca.
Con la informacin recuperada, adems de Pareciera entenderse de manera habitual
enriquecer el conocimiento de la zona me- que el factor de unidad es el geogrfico, pues
diante el registro de diferentes niveles de los aunque este territorio se divida en sierra y
actores sociales, se tiene oportunidad de acce- planicie, filtra un perfil caracterstico, de ah
der a un conocimiento global de los antiguos que la Huasteca como regin natural haya
grupos humanos en esta fraccin de la Huas- trascendido o se entienda ms.
teca potosina. El estudio completo de mate- Pero, cundo y en qu condiciones se
riales y otros anlisis servirn para definir el genera la regin cultural, y qu circunstancias
tipo de relaciones que se fueron presentando la propician? Una tarea que tenemos por de-
en el transcurso del tiempo, as como para lante es indagar la forma en que se producen
perfilar las condiciones en que se gener el las caractersticas arquitectnicas, estilsticas y
desarrollo regional. escultricas que parecen darle unidad en los
Se reconoce la cultura material huasteca ltimos siglos de desarrollo mesoamericano, a
como propia de los ltimos siglos de historia partir de las siguientes lneas de investigacin,
antigua, con una serie de elementos que asociadas entre s:
materializan su particular forma de vida y la 1. Transicin hacia la unidad cultural. An-
diferencian de otras regiones. tes del Posclsico no se vea a la regin como
Al intentar caracterizar culturalmente los poseedora de una unidad cultural; si bien
contextos recuperados cometemos un error existi un primer apogeo cultural durante el
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javier MarTneZ gonZleZ
Formativo superior, fue durante la poca tar- entre culturas fue provechoso de forma que
da cuando se amalgaman los elementos que ambas partes obtenan algn tipo de beneficio,
la caracterizan. Entonces, qu sucedi en como compartir dioses? A cambio, parece que
esa etapa previa, de qu manera se present la Huasteca se va nahuatizando al adquirir la
la transicin y cmo fueron las relaciones con lengua de sus opresores.
reas vecinas y los grupos que detentaron el 5. Relaciones con otras regiones. Definir la
poder panregional como los teotihuacanos y forma en que esta comarca se relaciona hacia
los toltecas? el exterior, por ejemplo, con el rea maya, de
2. Anlisis de la contradiccin entre la donde descienden lingsticamente, y la po-
regin serrana y la llana de la Huasteca. Los sibilidad de contactos de regreso para pocas
asentamientos localizados en cada zona mues- tardas, tambin con el Altiplano Central, la
tran diferencias; el aislamiento de los primeros Sierra Gorda, la Costa del Golfo, los nmadas
al parecer refleja un modo de organizarse en del norte o aun con reas ms lejanas como
ncleos independientes en diverso grado, con el sureste de Estados Unidos. Asimismo, para
materiales ms locales y menos lucimiento en identificar procesos de desarrollo, apreciar la
los acabados arquitectnicos. En oposicin, los posicin de los ros como medios de comuni-
sitios de la planicie, exceptuando tal vez la cacin por donde fluyeron tanto bienes como
zona norte por cuestiones ambientales, pare- ideas, y ver si funcionaron como lmites cultura-
cen establecerse en otra forma, con relaciones les. Igualmente, advertir si el papel de la Sierra
ms amplias, exhibiendo acabados arquitect- Madre Oriental fue similar, tal vez se presen-
nicos ms detallados y materiales diversos que t como una barrera que impidi se manifes-
nos indican relaciones ms amplias. taran dominios ms tempranos como el de
3. Definicin del orden poltico y sus dife- Teotihuacan, y de qu manera su derrumbe re-
rentes niveles de manifestarse. Las evidencias percute en el movimiento y transformacin de
materiales y algunas fuentes documentales esta zona desde el Epiclsico, con el ingreso
sealan un tipo de autonoma en cuanto a de ideas que transforman las manifestaciones
la organizacin poltica, que se muestra frag- culturales que siglos despus consolidarn la
mentada, en forma de pequeas unidades cultura huasteca.
independientes, lo que se observa por la pre- 6. El aspecto del medio fsico. A partir de
sencia de sitios monumentales muy cercanos estudios especficos, registrar el efecto de las
entre s, tanto de etapas tardas como previas. condiciones medioambientales a lo largo de
De ser esto cierto, cmo articularlo con la la historia de la regin, bsicamente a nivel
formalizacin de la regin en una unidad de clima, sedimentos y recursos faunsticos
cultural cristalizada en el Posclsico? y vegetales; cul ha sido su variacin y cmo
4. El papel desempeado por los mexicas pudo haber influido en la consolidacin re-
en la regin. Paradjicamente este otro grupo gional de las culturas.
de extenso dominio regional irrumpe en la Si hoy me preguntan qu es lo huasteco,
Huasteca durante la etapa de su consolida- tendra que contestar que es una sntesis de
cin y apogeo cultural. Entonces, en qu diversidad; culturalmente la regin ha sido un
condiciones ejerci su podero que permiti crisol alimentado desde la antigedad con ele-
a los huastecos seguir haciendo uso de lo que mentos propios y forneos, algunos de mayor
consideramos sus atributos materiales, por qu fuerza, que han propiciado la existencia de
no se hace evidente la imposicin o cambio huastecos, nahuas, huastecos nahuatizados, na-
de una cultura material por otra (cermica, huas huastequizados, pames, mestizos, propios
arquitectura, iconografa, escultura) como y ajenos, cada grupo con su forma de ver la
sucede en otras partes? Acaso el intercambio vida, sus simbolismos, costumbres, indumenta-
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asenTaMienTos anTiguos en el rea de TaMaZuncHale, san luis PoTos
ria, pero todos compartiendo la unidad de su Societe des Amricanistes, Nouvelle serie, t. 36,
clido y prdigo territorio. pp. 197-214, Pars.
Finalmente, y al igual que en otras reas, ekHolM, Gordon, 1944, Excavations at Tam-
existen escenarios que an no entendemos o pico and Panuco in the Huasteca, Mexico,
que desconocemos, el reto es cmo hacerlos Anthropological Papers of the American Museum
visibles a nosotros: han sobrevivido en la di- of Natural History, vol. XXXVIII, parte V,
versidad que caracteriza esta regin rica en Nueva York.
sucesos y movilidad, donde sus pobladores por garca cook, ngel y Beatriz Leonor Meri-
medio de la convivencia forzada o no se no Carrin, 1979, Proyecto Arqueolgico
han adaptado a situaciones adversas a lo largo Huasteca, Mxico, Archivo Tcnico de la
de su historia, enriqueciendo su existencia y Coordinacin Nacional de Arqueologa del
mostrando flexibilidad para no doblegarse, inaH, mecanoescrito.
lo que complica ms nuestra obligacin de garca cook, ngel y Felipe Rodrguez B.,
delimitarla culturalmente. 1980, Programa de rescate arqueolgico
Aunque una delimitacin no deja de ser del Gasoducto, Mxico, Archivo Tcnico
una reduccin, parece que la naturaleza plural de la Coordinacin Nacional de Arqueolo-
de la Huasteca no nos ha permitido estable- ga del inaH, mecanoescrito.
cerlo as. Huasteca es una y son muchas. Por guTirreZ Herrera, Lucino, Francisco Rodr-
el momento seguiremos buscando hasta en- guez Garza y Mauro Cuervo Morales, 1997,
contrar la clave, que indudablemente existe; La Configuracin Regional de la Huasteca,
en tanto, seguimos persistiendo en matizar Gobierno del estado de Hidalgo, Instituto
algo que siempre ha estado lleno de color. Hidalguense de Educacin Media-Superior
y Superior, Mxico.
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enTierros del siTio arqueolgico se-14 carrillo
PuerTo, TaMun, san luis PoTos (HuasTeca)
Carlos Vanueth Prez Silva*
165
carlos vanueTH PreZ silva
Figura 1. Croquis del sitio Carrillo Puerto; tomado de Reza Martnez et al., 2004.
parte de la cfe pasa por el extremo noroeste 1700 a.C., culminando en la fase Tamun (ca.
del sitio, alejado 200 m del rea principal de 1550 d.C.) (Merino Carrin y Garca Cook,
montculos. No obstante, el derecho de va 2004: idem). Estos proyectos acumularon,
afecta una zona de montculos bajos donde adems, una gran cantidad de informacin
se restringi el paso; debido a la colocacin acerca del desarrollo cultural prehispnico de
de una torre (la nmero 170) localizada al la regin, entre la que podemos mencionar el
suroeste del tramo restringido, muy prxima estudio de las costumbres funerarias de este
a la zona mencionada, fue necesario hacer sector de la Huasteca (Merino Carrin y Gar-
sondeos y excavaciones extensivas en el rea. ca Cook, 1997: 319-366).
Como antecedentes, debemos mencionar
que el sitio Carrillo Puerto se ubica en la cuen- Los entierros del sitio Carrillo Puerto
ca baja del ro Pnuco, investigada entre 1977 y Los elementos culturales en cuestin provie-
1982 por el Proyecto Arqueolgico Huasteca, y nen de la unidad de excavacin del pozo de
despus por el Proyecto Definicin del Forma- sondeo 02 y de la pata sureste de la torre 170,
tivo en la Cuenca Baja del Pnuco entre 1984 efectuados durante febrero y noviembre de
y 1987 (Merino Carrin y Garca Cook, 1987; 2005. Fueron excavados por Hctor Prez
Merino Carrin y Garca Cook, 2004: 5-7), Garca y Carlos Vanueth Prez Silva (Prez y
cuyos resultados permitieron establecer una Prez, 2005). El estudio de los entierros fue
secuencia de ocupacin continua de 11 fases realizado por Itzel Landa Jurez, a quien agra-
culturales que inicia con la Chajil, a partir de decemos su ayuda y colaboracin.
166
enTierros del siTio arqueolgico se-14 carrillo PuerTo, TaMun, san luis PoTos
Figura 2. Vasijas capitales, encontradas en la unidad de excavacin del pozo de sondeo 02; a) entierro 01
y b) entierro 02.
167
carlos vanueTH PreZ silva
el sur de sta los fragmentos del hmero, regin (Ekholm, 1944: 345 y 442). En cuanto a
cbito y radio del brazo derecho, por lo que la las vasijas capitales, stas corresponden al tipo
unidad se ampli un metro hacia el este, libe- Zaquil Red. Son cajetes trpodes de paredes
rando totalmente al entierro, el cual correspon- curvo-convergentes, de soportes cnicos y
de a un infante, mismo que fue depositado en slidos. Estas vasijas fueron identificadas para
posicin decbito dorsal, con las extremidades el Periodo IV de la regin Tampico-Pnuco
flexionadas, con el crneo hacia el noroeste. (Ekholm, 1944: 352-356). Asociadas a cada
Se descart que los fragmentos inicialmente una de las vasijas capitales, se encontraron
encontrados, al oeste de la vasija capital de este dos puntas de proyectil: una espigada del tipo
entierro, pertenecieran al mismo individuo, Palmillas, para el Entierro 01 (Vasija A), y otra
pensando que fuesen varios esqueletos. triangular sin espiga y burdamente tallada, en
Lo anterior nos hizo suponer que el Entie- el Entierro 02 (Vasija B) (figura 4).
rro 01 podra tener la misma posicin. Sin El anlisis antropofsico indica que los es-
embargo, en la excavacin no se encontraron queletos de los individuos encontrados corres-
las extremidades correspondientes, sino slo el ponden a tres infantes (Landa, 2006): 1) las
crneo, de manera semejante a un entierro lo- secciones A y B del Entierro 01 corresponden
calizado en el sitio el Venable, en Pnuco, Vera- a un solo individuo, cuya edad se determin
cruz, cercano a la cuenca lacustre de la laguna entre 1.5 y 2 aos; 2) la seccin C, correspon-
de Champayn (Ramrez, 2004: 30 y 40). diente a la vasija que cubra el crneo del En-
La excavacin permiti observar que los tierro 01, contena un individuo cuya edad al
entierros fueron colocados sobre una capa en fallecer era de 7 a 8 aos; aparte del crneo, se
cuya superficie se encuentra un piso incom- hallaron fragmentos de vrtebras y costillas, lo
pleto de tierra quemada de tonalidad rosa, cual indica que tal vez el resto de las extremi-
el cual no se extiende por toda la unidad de dades no se conserv debido a la proximidad
excavacin; tambin fue posible observar que con la superficie; 3) el sujeto encontrado en
la capa II corresponde al relleno empleado el Entierro 02 tena una edad de 12 a 13 aos;
para cubrir los entierros y sus posibles ofren- 4) los fragmentos de la seccin A del Entierro
das (figura 3). 02 (ubicado al oeste de la vasija capital) co-
Adems, se identific junto a las vasijas la rresponden al mismo individuo cuyos huesos
presencia de algunas manchas de tierra con fueron removidos debido al crecimiento de
carbn, quiz restos de resina que fue quema- races; en este punto se reconsidera la prime-
da durante el ritual del enterramiento. Por lo ra observacin, respecto a la posibilidad de
observado, tal vez los entierros fueron coloca- tratarse de individuos diferentes, como ya se
dos como parte de un ritual al montculo, mencion.
cuya estructura pudo haber sido de mayores Dado el estado de conservacin, fue posible
dimensiones, lo que nos resulta desconocido definir la edad de los individuos al fallecer
debido a la fuerte erosin del rea, la cual es mediante el brote dentario (Landa, 2006).
perceptible en un ligero desnivel hacia el oeste
y suroeste de la misma. Entierro en la perforacin de la pata sureste de la
En el material cermico contenido en la ca- torre 170
pa II predomina el tipo Prisco Black, el cual se Se trata de un entierro que fue encontrado
ubica cronolgicamente con el Periodo II de durante la perforacin realizada para colocar
la regin Tampico-Pnuco. Entre el relleno se la cimentacin de la pata sureste de la torre
localizaron, adems, fragmentos de figurillas 170. Debido al hallazgo, se suspendieron las
de los tipos Pnuco C y Ojos Granos de Caf, actividades de construccin hasta el rescate
comunes desde el Periodo III de esta misma correspondiente.
168
enTierros del siTio arqueolgico se-14 carrillo PuerTo, TaMun, san luis PoTos
Figura 3. Dibujo de planta de los entierros 01 y 02 de la unidad de excavacin del pozo de sondeo 02.
169
carlos vanueTH PreZ silva
a c
b d
Figura 4. a) y b) Fragmento de figurilla tipo Pnuco C; c) y d) vasija trpode colocada sobre el crneo del
Entierro 02.
170
enTierros del siTio arqueolgico se-14 carrillo PuerTo, TaMun, san luis PoTos
a b
Figura 5. a) Entierro sedente en flor de loto con vasija capital de la torre 170; b) detalle del crneo con su
vasija.
Los anlisis antropofsicos de este entierro Tanquil (650-900 d.C.) (Garca Cook y Merino
indican que se trat de un individuo del sexo Carrin, 1989: 200-201).
masculino, de entre 25 y 30 aos de edad Los materiales asociados a los entierros
(Landa, 2006). del Pozo de sondeo 02, son similares a los
encontrados en asociacin con los entierros
consideraciones finales localizados por Du Solier, en bano, San Luis
Los datos obtenidos de la excavacin de en- Potos (Du Solier 1947: 198 y lmina V), los
tierros en el sitio SE-14 Carrillo Puerto pare- cuales contienen vasijas capitales, semejantes
cen indicar ocupaciones en dos fases o perio- a la variedad temprana del tipo Zaquil Red
dos diferentes. descrito por los Stresser-Pen (2005: 569-570)
De acuerdo con las fases establecidas para para el sitio de Tamtok. Asociadas a los entie-
la Cuenca Baja del Ro Pnuco, dichas ocupa- rros tambin se localizaron figurillas del tipo
ciones pueden corresponder a la fase Tantan Pnuco C, las cuales, de acuerdo con Ekholm,
II (350 a.C.-100 d.C.) y Tantan III (100-200 corresponden al Periodo III (Ekholm, 1944).
d.C.) (Merino Carrin y Garca Cook, 2004: Sin embargo, Du Solier consider que los en-
21-25), y a la fase Coy (200-650 d.C.) (Garca tierros pertenecen a periodos tempranos de la
Cook y Merino Carrin, 1989: 199-200). Huasteca (DuSolier, 1947: 196; Sresser-Pen,
De esta manera, los entierros localizados 2005) (figura 6).
en el Pozo 02 parecen corresponder a la fase Las caractersticas del entierro excavado en
Coy, sobre todo si tenemos en cuenta que las la perforacin SE de la torre 170, con posicin
vasijas capitales de los entierros son del tipo en flor de loto y la vasija capital del tipo Prisco
Zaquil Red, cuyos ejemplares se han identifi- black, corresponden a las fases Tantan II o
cado para este periodo (Garca Cook y Merino III, ampliamente documentadas en la regin
Carrin, idem). Lo anterior contrasta con el durante el Proyecto Arqueolgico Definicin
reporte de Ekholm (1944), quien ubica el del Formativo en la Cuenca Baja del Ro Pnu-
inicio del desarrollo de la tradicin del tipo co, sobre todo en los sitios Hv-24, Altamirano
Zaquil Red a partir del Periodo IV (700-1000 (Merino Carrin y Garca Cook, 2004: 7-8),
d.C.) en la regin Tampico-Pnuco, el cual Hp-114, El Crculo (Snchez, 1995: 222-228),
tiene ms correlacin temporal con la fase entre otros. La tradicin de disponer los en-
171
carlos vanueTH PreZ silva
a
Figura 6. Seleccin de imgenes de las ofrendas de los entierros localizados por DuSolier en bano, San
Luis Potos (DuSolier, 1947).
tierros de esta manera corresponde tambin disposicin de los entierros con vasija capital
con el auge del desarrollo cermico del tipo es variada; pueden ser sedentes, como se ha
Prisco black, el cual parece tener una amplia mencionado, flexionados, extendidos, decbi-
distribucin territorial, ya que ha sido hallado to dorsal etctera (Ochoa, 1984: 91-92, fig. 23;
a lo largo de la costa del Golfo desde el sur Garca Cook y Rodrguez, 1980: figs. 67-71).
de Veracruz hasta Nuevo Len, en donde Cabe sealar que se desconoce la finalidad de
resulta interesante su presencia, dentro de colocar una vasija en la cabeza del individuo
un rea habitada por tribus seminmadas, enterrado; esto puede deberse a una tradicin
trashumantes, quienes tal vez adquirieron las temprana, a pesar de que esta prctica est
vasijas mediante intercambio (Merino Carrin presente en los periodos tardos; tal vez haya
y Garca Cook, 2004: 22). perdido su connotacin original a lo largo de
Por otro lado, hemos observado que el uso las diferentes fases de ocupacin. Sin embar-
de la vasija capital fue una prctica comn go, debe tomarse con mucha cautela, dado
en la Huasteca, presente a lo largo de todos que no hay muchos elementos que permitan
los periodos de ocupacin (Ochoa, 1984: 88- identificar el significado de esta costumbre,
91), desde fases tempranas como Tampan dando como resultado una problemtica que
(Merino Carrin y Garca Cook, 1997: 326; merece ser investigada.
tabla 2, nmero 4) hasta periodos tardos; un La informacin obtenida de la excavacin
ejemplo fue reportado en el sitio de Tabuco, de los entierros ha permitido identificar, hasta
en Tuxpan, Veracruz, para el periodo Poscl- el momento, dos fases de ocupacin, posible-
sico (Aquino y Ortega, 2004: 66 y 87). La mente continuas. La primera podra identifi-
172
enTierros del siTio arqueolgico se-14 carrillo PuerTo, TaMun, san luis PoTos
carse a partir de la excavacin del entierro de nicos, Journal de la socit des amricanistes,
la torre 170, puesto que la disposicin de ste nouvelle srie, t. 36, pp. 197-214, Pars.
se correlaciona con la disposicin de entierros ekHolM, Gordon F., 1944, Excavations at Tam-
de las fases Tantan II y III, mientras que los pico and Panuco in the Huasteca, Mexico,
entierros del pozo 02 corresponden al parecer Anthropological Papers of the American Museum
con la fase Coy. Lo anterior permite establecer of Natural History, vol. XXXVIII, Parte V,
que quiz hubo sectores del sitio ocupados Nueva York.
en diferentes periodos; por un lado, el sector garca cook, ngel y B. Leonor Merino Ca-
oeste del sitio presenta una ocupacin corres- rrin, 1989, Investigacin Arqueolgica en
pondiente a las fases tempranas (Tantan II y la Cuenca Baja del Pnuco, Homenaje a Jos
III), mientras que el sector noroeste tiene un Luis Lorenzo, Lorena Mirambell (coord.), pp.
mayor nmero de elementos de la fase Coy, 181-209, inaH (Cientfica 188), Mxico.
aunque la presencia de materiales del tipo garca cook, ngel y Felipe Rodrguez Be-
Prisco tambin es abundante en esta porcin tancourt, 1980, Programa del Rescate Ar-
del sitio; de igual modo, esta cermica est queolgico Gasoducto, Informe, Archivo
presente en la ltima fase mencionada, por lo Tcnico de la Coordinacin Nacional de
que estas inferencias no son del todo concretas Arqueologa, inaH, Mxico.
y debern comprobarse mediante una mayor landa jureZ, Itzel, 2006, Informe Tcnico
investigacin. Antropofsico del material proveniente del
La excavacin mostr, adems, que el Proyecto Champayn Las Mesas 2004, Sitio
sector noroeste del sitio tiene rellenos que 14, San Luis Potos, Direccin de Salvamen-
indican una gran remocin de tierra emplea- to Arqueolgico, inaH. Mxico.
da para la nivelacin del terreno, para los Merino carrin, Beatriz Leonor y ngel
montculos, etctera. Tal vez fue extrada a Garca Cook, 1987, Proyecto Arqueolgico
partir de la construccin de algn jagey cuyos Huasteca, Arqueologa, nm. 1 (1a. poca),
suelos pudieron contener una gran cantidad pp. 31-72, inaH, Mxico.
de cermica. , 1997, Enterramientos del Formati-
Finalmente, quiero agradecer a Pamela vo en el Noreste de Mxico, Homenaje al
Reza Martnez y Hctor Prez Garca su apoyo profesor Csar Senz, ngel Garca Cook, Al-
para la realizacin de este trabajo. ba Guadalupe Mastache, Leonor Merino,
Sonia Rivero Torres (coords.), pp. 319-366,
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173
carlos vanueTH PreZ silva
174
cerMica diagnsTica del Preclsico,
clsico y Posclsico en algunos siTios
del norTe de la HuasTeca
Pamela Reza Martnez y Hctor Prez Garca*
175
PaMela reZa MarTneZ y HcTor PreZ garca
el rea Tampico-Pnuco, mientras que Wilker- cermica es de uso muy extendido en la Huas-
son3 en Santa Luisa, en el centro-norte de teca y, en general, en buena parte de la plani-
Veracruz, lo llama Chila Variety, como varian- cie costera del golfo.
te al Progreso Blanco en la Fase Arroyo Gran- Inicialmente Ekholm (1944: 345 y 350) lo
de (300 a.C. -0); esta cermica es similar a los establece como diagnstico para los periodos
tipos Canoas Blanco y Coatepec Blanco del II y III en la regin entre Tampico y Pnuco;
valle de Puebla-Tlaxcala4 durante el Formativo las relaciones que Wilkerson (1972: 252-266)
medio y tardo. En las mrgenes de la cuenca identifica entre sus tipos Alemn Black y Baja
baja del Ro Moctezuma-Pnuco, en el Proyec- Grande Fine Red con el Prisco Negro parecen
to Arqueolgico Huasteca (PaH), se le identi- coincidir en que efectivamente corresponden
fic con caractersticas similares a las descritas a una temporalidad equivalente para la fase
por MacNeish;5 Castaeda6 para el sitio Alta- Arroyo Grande en el Preclsico Tardo.
mirano, indica que tiene una mayor frecuen- Pero en la cuenca baja del ro Pnuco, Gar-
cia en la fase Tampan (850-650 a.C.) y conti- ca Cook y Leonor Merino consideran que este
na hasta la fase Tantun I (650-350 a.C.). tipo es caracterstico desde la fase cultural Tan-
En el anlisis de nuestros materiales encon- tun I (650 a 350 a.n.e) y contina en uso en el
tramos poca presencia del Chila; slo se encon- inicio de la fase cultural Coy (200 d.C. 650 d.C.)
tr en dos sitios; la mayora en el sitio Miramar, (Garca y Merino, 2004: 22) (figuras 2-4).
localizado al este de Tanquin de Escobedo, Los Stresser-Pean (2000:145-162) en San
San Luis Potos, en el valle aluvial de la cuenca Antonio Nogalar y en Tamtok (2005:533) ma-
baja del ro Moctezuma. Lo identificamos por nejan al tipo Nogalar Negrusco para el Clsico
las formas y decoraciones de sus equivalentes medio, y lo relacionan o comparan con los
en otras reas de la Huasteca, pero con la va- tipos Prisco Negro, Pnuco Grueso Negro y
riante del color de la pasta, que en lugar de quiz con el Pnuco Gris. Consideramos que
ser caf como en la planicie costera es los materiales que presentan tienen formas ms
verdoso (munsell 5 Y 3/2 dark olive gray) cercanas al Prisco Negro (es decir, cuencos tr-
(figura 1). podes y vasos trpodes con soportes de botn,
Segn la distribucin del Chila en el PaH y pero sobre todo los cajetes de silueta compues-
en nuestros sitios, parecen limitarle a la cuenca ta y los cajetes con los bordes ondulados con o
del ro Moctezuma y Pnuco, ya que en otros sin molduras) y las decoraciones de este tipo
sitios de la planicie costera se encontr en (principalmente algunas piezas con punzona-
menor proporcin, por lo que qued en duda dos en el exterior de las paredes e incisiones
la posibilidad de seguir manejndolo como en la base de lneas paralelas circunscritas en
diagnstico para el Preclsico tardo en toda los fondos de cajetes de silueta compuesta con
la parte norte de la Huasteca. bases convexas con o sin soportes).
La permanencia del tipo en varias fases y
TiPo Prisco negro periodos permite correlacionarlo con diversos
Respecto a este tipo existen variadas opiniones materiales cermicos desde el Preclsico me-
acerca de su temporalidad, distribucin y rela- dio (Chila Blanco, Aguilar Gris y Rojo, entre
ciones con otras regiones. Es evidente que esta otros) hasta el Clsico medio (Pnuco Gris,
los tipos de Pastas Finas; Zaquiles Rojos y Za-
quiles Negros), pero es el tipo predominante
3
Wilkerson, 1972, p. 85. durante el Periodo II El Prisco en la regin
4
Garca Cook, ngel y Beatriz Leonor Merino
Carrin, 2005, pp. 597 y 623.
Tampico-Pnuco y, de igual modo, para los
5
Garca Samper, 1982, p. 118. sitios de la cuenca baja del ro Pnuco, donde
6
Castaeda,1992, p. 168. presenta una distribucin muy amplia para
176
cerMica diagnsTica del Preclsico, clsico y Posclsico
177
PaMela reZa MarTneZ y HcTor PreZ garca
Prisco negro
S17/P2-II
Cajete de silueta compuesta
base plana y reborde labial
Prisco negro
S17/P2-II
Plato de pared
vertical
base convexa
Prisco negro
S16/P2 Cuadro 1E-R3
Cajete miniatura
de silueta compuesta
Base convexa
Fondo con decoracin
por incisin y reborde labial
0 1 2 3 4 5 cm
7
Durante este proyecto se definieron reas cultu-
0 1 2 3 4 5 cm Prisco negro rales a lo largo de la costa del Golfo, basndose en la
S14/P2 Cuadro 2A-III
Vaso trpode de paredes rectas distribucin geogrfica de tipos cermicos; de acuerdo
Grosor de las paredes: 5 a 6 mm con los resultados, el tipo Prisco Negro se distribuye en
el norte desde el municipio de San Felipe de la China,
Figura 3. Tipo Prisco Negro. Sitio Carrillo Puerto, Nuevo Len, y por el sur hasta el municipio de Santiago
Tamun. Tuxtla, en Veracruz.
178
cerMica diagnsTica del Preclsico, clsico y Posclsico
Foto 1.Tipo Prisco. Sitio Los Tarascos, Tamun, Foto 3. Prisco engobe crema, variedad con
San Luis Potos. pintura roja. Sitio Rubn Jaramillo.
pink) (foto 1). En los sitios La Gorda y Ra- Negro poco comn, y que al parecer no tiene
yoncito (Ramrez 2001), en los municipios de antecedentes en la bibliografa consultada;
Altamira y Gonzlez, Tamaulipas, y en el sitio es un cajete de silueta compuesta con moldura
Chapacao, en bano San Luis Potos, encon- medial ondulada, a la cual se nombr Prisco
tramos tambin algunos tiestos de la variedad engobe crema con pintura roja; hay otro
Prisco Negro con decoracin al fresco, que de fragmento similar en el sitio Los Tarascos,
acuerdo con Ekholm (1944: 346) es exclusiva pero con pintura caf sobre engobe crema
para el Periodo II o Preclsico tardo; nosotros (foto 3).
lo identificamos en asociacin con el tipo ce- Adems, el tipo Red Ware Painted, que
rmico Pnuco Gris (foto 2). Por otra parte, convive con el Prisco Negro, tiene semejanzas
en el sitio Rubn Jaramillo, en el municipio con ste en cuanto a las estructuras de las pas-
de bano, se encontr una variedad de Prisco tas y algunas formas (vasijas de paredes rectas
divergentes con reborde). Puede tratarse de
una variante de Prisco con decoracin de pin-
tura roja sobre el color de la pasta que Ekholm
identifica para el Periodo I. Las muestras re-
cuperadas de estas variantes son pocas como
para poder ampliar los cometarios acerca de
ellas (figura 5).
179
PaMela reZa MarTneZ y HcTor PreZ garca
8
PTvepunto de tangencia vertical externo. En
Foto 4.Tipo Zaquil Rojo V, Altamira, Tamaulipas. Balfet et al., 1992, pp. 33-34.
180
cerMica diagnsTica del Preclsico, clsico y Posclsico
34 cm 30 cm 32 cm
SE14
Ps 1
Capa VII
SE14
Ps 1 SE14
Capa VII Ps 1
Capa VII
28 cm
SE14
Ps 1
Capa VIII
0 1 2 3 4 5 cm
22 cm 18 cm
181
PaMela reZa MarTneZ y HcTor PreZ garca
182
cerMica diagnsTica del Preclsico, clsico y Posclsico
S1-P120
PS1
CII
Cajete de pared recta divergente
Tipo Zaquil Negro 0 1 2 3 4 5 cm
Figura 8. Tipo Zaquil Negro liso.
SE 02
SE 01 Ps 1 SE 02
P1 20 Capa II Ps 1
SE 02 6F Capa I
PS 2 Capa I
Capa VI
SE 02
Ps 4 SE 01 SE 02
Capa II Pl 20 Ps 1
3D Capa II
Capa II
SE 02
Ps 2
Capa IV
SE 02
Ps 1
Capa II 0 1 2 3 4 5 cm
183
PaMela reZa MarTneZ y HcTor PreZ garca
Zaquil Negro
Miniatura de cajete trpode con
soportes cnicos, de base plana y
pared recta divergente
SE 01, Pl 10, cuadro EF, Capa I
Dimetro 13 cm
0 1 2 3 4 5 cm
SE 01
SE 01 P1 20
SE 01 SE 01 3D
Pl 20 P1 02 P1 20 Capa I
3D 6F 6F
Capa I Capa I Capa I
SE 01
P1 20
3C SE 01
Capa I P1 20
Capa I
SE 01
Pl 20
3F
Capa II
SE 01
Pl 20
2A
Capa I
184
cerMica diagnsTica del Preclsico, clsico y Posclsico
SE 04
SE 04 P3
P3 C II
C II
SE 04
SE 04 P4
P1 C II
C IV
0 1 2 3 4 5 cm
185
PaMela reZa MarTneZ y HcTor PreZ garca
186
cerMica diagnsTica del Preclsico, clsico y Posclsico
Tancol Policromo
SE 02
PS2-CV
Cajete de silueta compuesta
y base cncava
pasta naranja
SE2 PS1-CI
Cajete de silueta compuesta
Tancol Huasteca Policromo
pasta crema
S1-P120
C2B-CII
Fragmento de
vasija efigie
tipo Tancol
Policromo
pasta fina
blanca 0 1 2 3 4 5 cm
Figura 12. Tancol Policromo. Sitios Las Vegas y La Esperanza, Tamazunchale y Matlapa, San Luis Potos.
187
PaMela reZa MarTneZ y HcTor PreZ garca
188
cerMica diagnsTica del Preclsico, clsico y Posclsico
189
TZicoac:
un siTio en la HuasTeca veracruZana
Luis Ignacio Snchez Olvera*
191
luis ignacio sncHeZ olvera
192
TZicoac: un siTio en la HuasTeca veracruZana
193
luis ignacio sncHeZ olvera
Lista de Tacuba recopilada por Del Paso y la estructura econmica regional dominante,
Troncoso en el Epistolario de Nueva Espaa como fueron los casos de Chicontepec, llama-
(1939: 57) son documentos que describen a tln y Miquetln, entre otros. Tzicoac o Tzicoa-
los pueblos asociados poltica y econmica- que qued reducida a un terreno que alberg
mente con Tzicoac. La Lista de Tacuba inte- dos estancias como se cita en la relacin (135)
gra a 32 pueblos asentados tanto en la sierra cicoaque, Mexico, nm. XXXVI.
como en la llanura costera; sin embargo, en
el Cdice Mendocino se inscriben slo cuatro. Este pueblo tiene dos estancias, la vna se dice
Tomando como referencia los nombres Tilcipojapan y la otra Aguatlan, y todos juntos
son docientos y quarenta cassados; dan tribu-
de las poblaciones que actualmente existen to cada ochenta das nueue cargas de mantas
y que derivan de los pueblos nombrados en y seis cargas de sauanas y veinte y quatro na-
los documentos citados que en total son guas y otras tantas camisas rricas. Esta de
27, se puede decir que la concentracin de Mexico ocho jornadas, otro tanto de los An-
los pueblos pertenecientes a Tzicoac estaba geles y diez de la Vera Cruz y seis de Panuco;
en la Sierra de Chicontepec con 12 pueblos; tiene de largo dos jornadas de camino que
Ilamatln con cinco; seguidos de Ixhuatln podra ser doze leguas, y otro tanto de ancho.
Confina con los terminos de Guaotlan y
con tres, y el actual Benito Jurez con dos; Agualican y Guayacocotlan y Tututepeque y
Tantoyuca y Huayacocotla con uno, y tres en Pantepeque, y terminos de Chilpopocatlan,
la llanura costera rea de Temapache y y terminos de Tucapan y Tenextiquipaque.
uno cercano a Tamiahua. (Del Paso y Troncoso, 1905, t. I: 70).
De muchos pueblos de esta lista se tienen
reconocidos los vestigios arqueolgicos; Al- Espacios habitacionales:
fonso Medelln Zenil realiz un recorrido las plataformas y las chozas
por las zonas de Tecsisapan, Tamazolinco y En los sitios estudiados por el Proyecto Tzicoac
Xochimilco, de las cuales describi las ca- (San Miguel, El Mangal, El Cerro, Xchitl,
ractersticas fundamentales de sus vestigios Rancho Nuevo, Huilozintla y Miquetlan) (fi-
arquitectnicos. gura 3), existen plataformas que daban res-
Melgarejo Vivanco identific a la mayora guardo a las chozas del indgena. En general,
de los pueblos que pertenecieron a Tzicoac el desarrollo de stas se inicia durante el For-
y limit su territorialidad; segn este autor, mativo en las tierras costeas del Golfo.
Tzicoac limitaba al oriente con la provincia de Las dimensiones son muy variables; hay pla-
Tuxpan; al Sur, con la de Tzapotitln y Hueju- taformas circulares con casi 6 m de dimetro
tla; al Norte, con las de Huejutla y Tamiahua y 80 cm de altura, ejemplificados en algunos
(1950: 147). promontorios en San Isidro, muy cercanos al
La extensin de esta provincia se vio reduci- ro u otros del mismo tipo localizados en las
da cuando los espaoles comenzaron a repar- comunidades del Zacatal y Rancho Nuevo
tir las tierras con base en la nueva estructura dentro de la misma rea de estudio.
agraria: la encomienda; al generarse una nue- Hay registradas plataformas rectangulares,
va dinmica poblacional, con la aplicacin de que fluctan desde los 30 m de longitud por
la Ley de Congregacin de Indios, Tzicoac no 12 de ancho, con una altura media de 1.70 m
soport en su estructura indgena los efectos hasta 95 25 m; esta ltima corresponde a un
desintegradores, quedando el centro rector basamento localizado en El Cerro. Tal parece
reducido al mnimo, perdiendo toda su fuerza que, tcnicamente, en estos asentamientos los
poltica y econmica. Al mismo tiempo otros sistemas constructivos no fueron mejorados.
pueblos que integraban la gran provincia ad- Los sitios sealados tuvieron una ocupacin
quiran un desarrollo mayor y se integraban a desde el Clsico temprano y los basamentos
194
TZicoac: un siTio en la HuasTeca veracruZana
Esc. 1 : 250
Jagey
0 50 100 200 300
3 (P.H.)
2 (P.H.)
11 1 (P.H.)
10
6 (P.H.) 4
7 Jagey (P.H.)
Jagey
14 (P.H.) 5 (P.H.)
13 (F)
12 Jagey
El Mangal
Jagey
9 (P.H.) (P.H.)
195
luis ignacio sncHeZ olvera
Miquetln la orientacin predominante es indica que procede de un solo sitio, quiz del
hacia el norte y noreste. jagey anexo, sugiriendo adems el trabajo
En El Cerro, se excavaron la plataforma 2 continuo de la comunidad. El poco material
en la parte central y la 2a en su extremo sur; ptreo disperso en los diferentes niveles indica
sta colinda con el jagey mayor del sitio. Debi- que ste fue llevado de manera accidental, y
do a las limpias del terreno que se hicieron con por tanto existe una ausencia de subestructu-
tractor y rastra, las lajas y cantos rodados que ras con acabados de piedra.
protegan los perfiles de la superficie fueron El material cermico recolectado a lo largo
removidos de su sitio original. La estratigrafa de la excavacin fue muy escaso, revuelto y en
del pozo en la plataforma 2 revel uniformi- alto porcentaje de tipo domstico. Adems,
dad en el color y la textura de la tierra, lo que apareci slo en las capas IX y X de 1.25 a
196
TZicoac: un siTio en la HuasTeca veracruZana
1.55 m de profundidad. Sobre el terreno, Sobre las plataformas descritas haba una
se encontraron grandes y gruesos tiestos de lnea de piedras amarradas con lodo, base que
ollas, asociados con una buena cantidad de la- permita la conservacin del extremo inferior
jas y piedras irregulares, entremezclados sin de las varas que conformaban el muro, cons-
orden aparente. Slo en la capa X aparecieron truyendo as un desplante en forma elipsoidal
cuatro piedras rodeando un cuello de olla y centrada como el ejemplo de la plataforma
un tepalcate grueso que tena adherida en su 2a; o si sta era rectangular y no circular,
superficie una capa de ceniza. Tal vez, stos tal vez se hayan dispuesto siguiendo un eje
eran los restos de una cocina que al momento central.
de formar la plataforma fueron removidos. En los asentamientos de la llanura costera
La excavacin hecha en el basamento 2a existe una tradicin cultural Huasteca bien
report muy buenos resultados: se descubri definida; entre sus componentes est el pa-
el desplante de una choza elipsoidal; dentro trn de asentamiento y las caractersticas ar-
de ella haba un sector con abundante mate- quitectnicas de sus edificios; entre stos, el
rial cermico domstico: fragmentos de barro jagey, cuya gnesis se inicia al momento de la
cocido, con horadaciones paralelas de casi delimitacin de un espacio proveedor de tie-
3 cm de dimetro bajareque quemado; rra para la construccin de los ncleos de las
asociado al lugar donde estaba la cermica se estructuras ceremoniales y habitacionales,
encontraron dos entierros de infantes: uno y que termina como un lugar productor de
sepultado en posicin sedente y otro en de- animales, especficamente aves, utilizados en
cbito dorsal, mutilado de los pies. la alimentacin de los habitantes de la comu-
El desplante de las piedras se encontr en nidad. Los conjuntos de construcciones que
la capa 11, nivel 30-45 cm, y denotan haber tienen un jagey se circunscriben slo a los
sido utilizadas para aislar los carrizos o varas asentamientos de la llanura costera.
con que se fabric el muro exterior. La casa La arquitectura de los pueblos asociados al
se construy con una orientacin hacia el centro rector de Tzicoac no es monumental; se
noreste (figura 5). podra decir que fue construida para satisfacer
El piso interior estaba bien apisonado, por bsicamente las necesidades funcionales de la
lo que no fue posible detectar alguna capa vida cotidiana: las plataformas habitacionales,
que diera la idea de enjarre de barro, como los montculos de proteccin y las estructuras
se observ en una casa tradicional campesina funerarias, entre otros. Las dimensiones de
en la comunidad de Raudal Nuevo. stas guardan una proporcin si no urea
Se carece de los datos que permitan recons- totalmente, s muy cercana a ella y una propor-
truir con exactitud la estructura del techo y el cin respecto a la altura y a los movimientos
material con que fue realizado. Sin embargo, del indgena.
los datos grficos acerca de la forma de los
templos y casas, plasmados en los cdices y Propuestas de rutas de comunicacin
lienzos con referencias a la Huasteca, las des- Existen datos confiables para hacer el segui-
cripciones de quienes se interesaron durante miento de los caminos que enlazaban a los
la Colonia en observar los recursos naturales pueblos que conformaban el seoro, y los que
utilizados por el indgena para su subsistencia, comunicaban a stos con la cabecera y otros
y las observaciones respecto al uso tradicional seoros. Hasta el siglo pasado, muchos cami-
de los materiales y sistemas de construccin nos estaban reducidos a simples brechas; no
utilizados en las chozas de la regin, permiten se sabe que los pobladores hayan construido
tener una idea aproximada de cmo eran stas caminos tipo calzada, como los mayas o los
en la poca y regin que se describe. mexicas, quienes enlazaban a los diferentes
197
luis ignacio sncHeZ olvera
Casa en el Lienzo
de Tuxpan
pueblos ubicados alrededor de Tenochtitln. Para estudiar estas rutas existen las referen-
Sin embargo, los caminos huastecos tienen los cias acerca de los pueblos conquistados por
trazos heredados desde la poca Posclsica, los seores de la Triple Alianza y los tributos
con pocas modificaciones durante la Colonia, obtenidos por stos; como ejemplo se tiene
conservndose en estas condiciones hasta el en los Anales de Cuauhtitln (1945: 64) la lista
siglo pasado. de pueblos de la Huasteca surea tributarios
198
TZicoac: un siTio en la HuasTeca veracruZana
Figura 6. Cermica.
a Texcoco: Tilzapoapan, Tecpan, Mollanco, milco, entre otros, los cuales tal vez utilizaron
Tenchol, Xococapan, Tamaxolan, Teoquauh- los accesos ofrecidos por el ro Vinazco para
tla, Chamollan, Chicontepec, Teonochtln, llegar a Tzicoac, sin perder su relacin con
Teccizapan, Zocotetlan, Xochimilco, Ahua- Chicontepec (figura 6).
tln, Cozcatecotlan, Ayacachtepec, Tecatln, El segundo grupo se comunic entre s y
Xicallanco, Palzoquitla, Cuachicol, Tonayan, con la cabecera por medio de la cuenca del
Tacaoc, Cozoquentlan, Tlapolichcatlan, Tzi- Pantepec, y aprovecharon la va que comuni-
huatln, Tlacotepec, Tziuhcohuac. caba a los pueblos de Tototepec, Pantepec,
Por su posicin geogrfica es posible que Metlaltoyuca, Zapotitln y Tochpan.
dentro del seoro de Tzicoac se hubieran El tercer grupo, donde se encontraba Tan-
creado agrupaciones de pueblos, de las cuales chol o Tanchel, estaba enlazado con Chiconte-
la mayor pudo estar constituida por los asenta- pec, tena comunicacin con Tzicoac desembo-
mientos serranos cuyo punto de convergencia cando en Xoyotitla-Temapachco que, tal vez,
fue Chicontepec, que por este hecho y su igual sirvieron a los tzicoacas para unirse con
vecindad con Yahualica y otras cabeceras de Tamaoc, pueblo ya desaparecido en el siglo
seoros, iba a adquirir una fuerza poltica y xvii, segn testimonio de De La Mota y Esco-
econmica que lo desligara de Tzicoac. Los bar (1945: 234-241).
pueblos sureos de este grupo fueron: ilama- De Tzicoac hacia Tuxpan, el ro fue vital,
tln, Palzoquitempa, Temazolinco, y Xochi- incluso hasta mediados del siglo pasado. Para
199
luis ignacio sncHeZ olvera
Tamiahua
Tamaoc
Tanchel
Xoyotitl Temapache
Chamola Chicontepec
Xicalango
Teccizapan Tochpan
Yahualica Zocotetlan Ahuatln Tzicoac
Tenochtlan
Xochimilco
Xococapa Mechicol Tamazolinco
Miquetla
Palzoquitempa Metlaltoyuca
Ilamatln Tzapotitln
Tihuatln
Ixhuatln Xochitln
Tzilzapoapan
Molango
Vinazco Pantepec
Rutas internas
Rutas a otros seoros
Tototepec Pantepec
viajar hacia el altiplano lo ms fcil y cmodo hasta un Pueblo, que se llama Cicoaque, que
era seguir la cuenca del Pantepec. En la co- es a la Raya de estas Provincias, y que all aguar-
nexin con los seoros al otro lado de la sie- dara mi respuesta (Corts, 1981, IV: 360).
rra, la ruta Xicalango, Chicontepec, Chamola
y Yahualica fue la ms conveniente. Para llegar
a Tamiahua los tzicoacas usaron la ruta Toch- BIBLIOGRAFA
pan-Tamiahua o por Temapachco. Por ltimo,
para el sur, Tzihuatln era el paso. alvarado TeZoZoMoc, Hernando, 1975, Cr-
El conocimiento de las vas de comunica- nica mexicana, unaM, Mxico.
cin fue transmitido por los informantes a los cdice, Chimalpopoca, 1945, Anales de Cuauh-
espaoles y se utiliz primero en sus planes de titln y Leyenda de los Soles, unaM, Mxico.
conquista, y despus en el proceso de reparti- corTs, Hernn, 1981, Historia de la Nueva Espa-
cin de las tierras: a, edicin facsimilar aumentada con otros
documentos y notas por Francisco Antonio
Y el Alcalde Mayor, vista su carta. Acord de Lorenzana, t. IV, Miguel ngel Porra, Secre-
ayudarlo: y vino donde a dos das, que le escri-
bi, y de all despacharon Mensajero para m,
tara de Hacienda y Crdito Pblico, Mxico.
por el cual al Alcalde Mayor me hacia saber daZ del casTillo, Bernal, 1952, Historia Ver-
como el Adelantado venase ver conmigo a dadera de la Conquista de la Nueva Espaa,
esta Ciudad que ellos se venan poco a poco Pedro Robredo (ed.), Mxico.
200
TZicoac: un siTio en la HuasTeca veracruZana
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201
la invesTigacin arqueolgica
en la sierra y HuasTeca Hidalguenses:
una resea HisTrica
Alfonso Torres Rodrguez*
203
alfonso Torres rodrgueZ
Por otro lado, hacia la mitad norte de la se; su clima es clido y su altura sobre el nivel
entidad se localizan las provincias de la Sierra del mar es mnima. Esta provincia est repre-
Madre Oriental y la Llanura Costera del Golfo sentada en la entidad por la subprovincia de
Norte, un rea donde las serranas constituyen las Llanuras y Lomeros y se ubica al noreste
la mayor parte del accidentado paisaje. La de la entidad, en parte de los municipios de
provincia de la Sierra Madre Oriental en el Huautla y Huehuetla (figura 1).
territorio hidalguense est representada por Adems de las divisiones fisiogrficas, el
la subprovincia del Carso Huasteco y tiene rea de la Sierra y Huasteca hidalguenses
una elevacin sobre el nivel del mar de entre puede tambin subdividirse en las regiones
los 200 y los 1 800 msnm, aunque sus cumbres de la Sierra Alta, Sierra Baja, Sierra Gorda,
serranas ms elevadas se localizan al norte de Sierra de Tenango y la Huasteca propiamente
Zimapn, Hidalgo, donde exceden los 2 000 dicha. En esta amplia regin, sobre todo en su
metros sobre el nivel del mar. porcin noroccidental, predominan los asen-
A diferencia de la provincia de la Sierra tamientos prehispnicos de carcter agrcola
Madre Oriental, que abarca la mayor parte que presentan relaciones con las tradiciones
del estado de Hidalgo, la Llanura Costera del culturales del noreste de Mesoamrica y la
Golfo Norte abarca slo 56.07 km2, es decir, Costa Norte del Golfo, especficamente con
poco menos de 0.27% del territorio hidalguen- la cultura arqueolgica Huasteca (lvarez y
204
la invesTigacin arqueolgica en la sierra y HuasTeca Hidalguenses
Cassiano, 1994 y 1997; Du Solier, 1944 y 1945; Al parecer, el rea serrana mantuvo relacio-
Meade, 1949, 1953a y b; Ochoa, 1979). El rea nes de independencia y conflicto blico con
serrana, sin embargo, aunque comparte algu- los pueblos del Altiplano y los de la Huasteca
nas caractersticas generales con la Huasteca, al menos desde el Posclsico. Dentro del rea
como la cermica negro/blanco y policromos serrana se conformaron los seoros indepen-
de las fases tardas, es posible que tenga su dientes de Metztitln y Tutotepec, mismos que
propia configuracin cultural y dinmica tenan un fuerte componente tnico otom
relativamente distintas. (Carrasco, 1950). De acuerdo con este mismo
autor, el seoro de Metztitln y el rea serrana
anTecedenTes eTnoHisTricos de Tutotepec son pobladas por hablantes de
Las reas fisiogrficas conocidas como Sierra otom al menos desde el siglo xiii y se encon-
y Huasteca hidalguense fueron asiento de di- traban, al igual que la zona sur de Hidalgo, co-
versos grupos tnicos, entre los que se encuen- mo Tula y Tulancingo, bajo el rea de influen-
tran los grupos huastecos, nahuas, tepehuas, cia poltica del seoro otomiano de Xaltocan
otomes y chichimecas-jonaces. De acuerdo (Carrasco, 1950: 254-255 y fig. 25).
con las fuentes etnohistricas nahuas del Cen- En esta zona, sobre todo en el rea de Metz-
tro de Mxico durante el Posclsico tardo el titln, adems del otom, se tienen noticias de
rea a consideracin fue asiento de diversos hablantes de una variante local y antigua del n-
seoros prehispnicos que mantuvieron al- huatl considerado serrano, as como hablantes
gn grado de independencia, beligerancia o, de una lengua metzca no identificada y distinta
en determinado momento, subordinacin al nhuatl tal vez relacionada con los grupos
poltica, constituyendo para inicios del siglo chichimecas (Carrasco, 1950: 265, notas 86-89).
xvi un rea transicional entre los pueblos Para el rea serrana de Tutotepec, se seala ade-
sedentarios del Altiplano y de la Costa del Gol- ms la presencia de grupos nahuas y tepehuas
fo, as como entre stos y los grupos chichime- (Stresser-Pean, 1998: cap. II, fig. 14).
cas del noreste de Mxico. Despus de la cada del seoro de Xaltocan
El rea de la Huasteca hidalguense, ubicada por la presin de los grupos tepanecas, varios
sobre todo en la zona fisiogrfica de la Llanura grupos otomes se refugiaron en el rea de
Costera del Golfo Norte y las primeras estriba- Metztitln y en la sierra de Tutotepec, ubicadas
ciones de la Sierra Madre, era conocida anti- respectivamente en la parte serrana al oriente
guamente con el nombre de Cuextln, aunque del ro Moctezuma y en la cuenca alta del Tux-
tambin se le conoca como Tonacatlalpan, la pan, a medio camino entre las tierras altas cen-
tierra de los sustentos, o bien Xochitlalpan, trales de Mxico y las tierras bajas de la Costa
el lugar de las flores, nombres que indicaban del Golfo, constituyendo zonas independientes
la abundante presencia de agua y recursos a las fuerzas sociopolticas nahuas del Centro de
naturales a disposicin de los habitantes de la Mxico y conformando un colchn blico entre
zona (Barlow, 1992: 77-82; Meade, 1949: 29- las intenciones expansionistas de los pueblos
46). En esta rea de la Huasteca hidalguense meridionales del Altiplano Central y sus beli-
se desarrollaron diversos pueblos y seoros gerantes vecinos de la Huasteca ubicados ms
que, de acuerdo con las fuentes etnohistricas, al norte. La independencia de ambos seoros
se encontraban en conflicto respecto a los de la sierra se contina hasta la Conquista, aun-
pueblos del Altiplano, llegando en el siglo que en los ltimos tiempos de la Triple Alianza
xvi a ser sometidos e incorporados al sistema estos seoros estaban rodeados de otros con-
tributario de la Triple Alianza, constituyendo quistados por los aztecas, tal como la regin de
la provincia tributaria de Tzicoac (Barlow, Huayacocotla, localizada entre Metztitln y el
1992; Carrasco, 1996). rea otom-tepehua (Davies, 1968).
205
alfonso Torres rodrgueZ
Como puede apreciarse en este resumen, y Huasteca hidalguenses sean las aportadas
exista toda una diversidad de grupos etnolin- por un viajero ingls de principios de la poca
gsticos al momento de la Conquista espaola independiente, Charles Joseph Latrobe, quien
en el septentrin del estado de Hidalgo, lo que en 1832 viaj a Mxico y realiz un interesan-
supone una estratigrafa cultural compleja y te recorrido desde Tampico a la ciudad de
reacomodos demogrficos y sociopolticos de Mxico cruzando la Sierra Madre Oriental
importancia que no hemos podido vislumbrar (Latrobe, 1836). El viaje se haca en mula, ms
con claridad desde los materiales arqueolgi- difcil y directo que la tradicional vuelta Tam-
cos, y es que, a pesar de la importancia de en- pico-San Luis Potos-Zacatecas-Guanajuato-
tender el desarrollo cultural prehispnico de Mxico, pero, a decir de Latrobe, ms pin-
la entidad en toda su diversidad y extensin, la toresco. Al pasar de las tierras bajas a las
historia de la investigacin arqueolgica en templadas serranas recogi informes acerca
Hidalgo ha estado marcada por una concen- de la existencia de un pueblo grande, de los
tracin de trabajos en la zona meridional de tiempos de la conquista, totalmente en ruinas
la entidad; es decir, la zona perteneciente a la y localizado en la cima del Cerro Penulco, el
provincia del Eje Neovolcnico, que cubre cual marcaba el lmite entre las tierras clidas
las reas septentrionales de la Cuenca de y tropicales al oriente, y las templadas al po-
Mxico, los Llanos de Apan, el rea de Tula, niente.
el Valle del Mezquital y el de Tulancingo, en No obstante la mencin de las ruinas de
oposicin a los relativamente pocos proyectos una gran poblacin, Latrobe no encontr ms
y exploraciones que se han realizado para el que una ruina aislada de piedra en lo alto del
rea serrana y Huasteca hidalguense (Lpez, cerro, desechando su carcter prehispnico
1988: 279). pues segn su opinin muchas de las ruinas
Esto es de llamar la atencin, pues precisa- en esta parte del pas que son mostradas como
mente las provincias fisiogrficas de la Sierra antigedades indgenas son de origen espaol
Madre Oriental y la Llanura Costera del Gol- (Latrobe, 1836: 60). El famoso Cerro Penulco
fo, juntas, abarcan poco ms de la mitad del de la poca de Latrobe es conocido hoy en da
territorio hidalguense y sin embargo slo se con el nombre de Cerro Pinalco y se localiza
tienen registrados poco ms de un centenar al nororiente de la poblacin de Zacualtipn.
de sitios; es decir, menos de 10% del total de A la fecha desconozco que se haya realizado
sitios registrados para el estado de Hidalgo, y una prospeccin arqueolgica moderna en el
aunque esta informacin de sitios registrados promontorio en cuestin, pero si la hubiera,
por proyectos aun anteriores est en proceso permitira dilucidar si el joven Latrobe tuvo o
constante de actualizacin, la tendencia de no razn en desechar las ruinas localizadas en
subregistro de sitios y de investigacin realiza- la cima del antiguo Penulco como un ejemplo
da en el rea serrana y huasteca es muy clara. de la antigedad prehispnica.
Una resea histrica de estas investigaciones Fue necesario que pasaran dos dcadas para
en la Sierra y Huasteca hidalguenses es lo que que, por medio de los Anales del Ministerio
presentaremos como tema de este trabajo. de Fomento, se diera a conocer la presencia de
ruinas arqueolgicas de construcciones prehis-
la invesTigacin arqueolgica en la pnicas en las cercanas al poblado de Santa
sierra y HuasTeca Hidalguenses Mara de los lamos, en el actual Chapulhua-
Los primeros reportes de viajeros y comisionados cn de Guerrero, y en el Cerro Prieto, en el
del siglo XiX actual municipio La Misin, ambos ubicados
Tal vez una de las primeras, aunque escasas, en plena Sierra Gorda de Hidalgo (Anales
noticias acerca de la arqueologa de la Sierra del Ministerio de Fomento 1854, tomo I: 263,
206
la invesTigacin arqueolgica en la sierra y HuasTeca Hidalguenses
citado en Bancroft, 1883: 549). En esa publi- de la arqueologa y etnografa del estado de
cacin se habla de otros vestigios, no siempre Hidalgo. Con ese objetivo, en mayo de ese ao
claramente prehispnicos, ubicados en las lo- el hidalguense realiz un viaje por el noreste
calidades de Lolotla, Metztitln y Zacualtipn, del estado, visitando Metztitln, Zacualtipn,
y que son mencionados de nuevo en 1883, Tianguistengo, Yahualica, Tlalchiyahualica e
cuando el anticuario Hubert Howe Bancroft Ixcatln, hasta llegar a Huejutla. Luis Escan-
publica el volumen IV de su obra Native Races dn interpret los vestigios arqueolgicos
(1883: 544-546). de Yahualica como los restos de un poblado
Poco despus, en 1869, el poltico y militar grande y fortificado de los tiempos del seo-
hidalguense Manuel Fernando Soto public ro independiente de Metztitln (Escandn,
sus Noticias Estadsticas de la Huasteca y de una 2006: 9-10).
parte de la Sierra Alta, mismas que fueron forma- Escandn fue tambin el primero en re-
das en 1853. En ellas indica, para los pueblos portar etnogrfica y arqueolgicamente el
de Ixcatln, Coacuilco y Macuxtepetla, del culto al Phallus en la serrana hidalguense
distrito de Huejutla, la presencia de figuras an- representado en una colosal escultura de
tropomorfas y zoomorfas elaboradas en barro piedra localizada originalmente en el sitio
extradas de los sepulcros prehispnicos. Para arqueolgico del pueblo de Yahualica, y que
Yahualica, el hidalguense seala la presencia quiz sea la misma que 11 aos despus fue
de esculturas de diversos tamaos, elabora- trasladada a la Seccin de Arqueologa del
das en piedra china muy slida, as como Museo Nacional a peticin del general Daz
la existencia de antiguos [] sepulcros que a las autoridades estatales (Escandn 2006:
encierran an restos humanos con ofrendas nota 12). Escandn tambin informa haber
de trastos y ollas de barro, cajetes, metates, hecho excavaciones en el centro de la pobla-
corales de gran tamao, piezas de metal que cin actual de Yahualica y haber localizado
figuran carcax, penachos, coronas, diversi- entierros, esculturas y lo que llam columnas
dad de instrumentos, algunos con la figura flicas que especula rodeaban los edificios de
de escoplos, y reporta el hallazgo ocasional la Yahualica prehispnica.
en dichos sepulcros de piezas de oro fino y El texto de Escandn (2006: 10) dice:
cobre (Soto, 1869: 69). junto al sepulcro de estructura xicalanca, en
Despus, en 1883, Manuel Rivera Cambas cuyo centro aparecen dolos y tiles propios
en su obra Mxico pintoresco, artstico y monu- de aquella raza, vemos un hermoso y enorme
mental seal la existencia de numerosos ves- Phallus, deidad que seguramente llevaron las
tigios materiales de las ocupaciones prehisp- oleadas del sur y como peculiar encontramos
nicas en la regin Huasteca y Sierra hidalguen- en los cuaxtecas, es decir, aunque no es
ses, tales como pinturas rupestres, montculos muy claro parece que habla de que hall el
arqueolgicos, arte escultrico, tumbas, ofren- monumento flico cerca de una estructura
das funerarias, objetos de cobre y figurillas de arqueolgica.
barro en sitios arqueolgicos cercanos a Jacala, Len (1903) confirma que Escandn en-
Metztitln, Molango, Zacualtipn, Yahualica, contr la escultura en su postura original, pero
Huejutla, Ixcatln, Macuxtepetla y Coacuilco da la fecha de 1890 para su descubrimiento.
(Rivera, 1883: 200-217). Presenta una foto donde aparecen, frente a
En 1892, con motivo de la Exposicin una casa de adobe, varias esculturas de piedra
Colombina de Chicago, la Junta Central del de estilo prehispnico, entre ellas una que po-
recin creado estado de Hidalgo comision a dra ser el orangutn que reporta Escandn
Luis A. Escandn para escribir un texto y pre- (2006: 11), as como el monolito flico sea-
sentar en la exposicin objetos representativos lado. El conjunto de piezas est rodeado de
207
alfonso Torres rodrgueZ
Figura 2. Imagen del Phallus de Yahualica y otras piezas arqueolgicas de la regin huasteca hidalguense
(Len, 1903).
varias personas vestidas a la usanza indgena parecer la pieza flica en cuestin no fue tras-
tradicional y portan instrumentos musicales ladada a Chicago tal vez por su tamao, o bien
(figura 2). Dice Len que la foto ilustra que la porque no se hallaba en los planes el traslado
escultura en cuestin estaba en una plazoleta de todo el material localizado, o bien porque
frente a la casa municipal de Yahualica, lo cual cumpla una funcin ritual pblica, aunque
tal vez significa que el sepulcro de estructura esto ltimo no lo menciona Escandn; por
xicalanca que reporta Escandn, se hallaba tanto dicha pieza se mantuvo en el centro de la
en el centro del actual pueblo de Yahualica. plaza de Yahualica hasta que aos despus fue
Por su parte, Mena (1926: 9) seala que la solicitada al gobierno del estado y trasladada
escultura reciba culto pblico con danzas y al Museo Nacional.
msica. En la tradicin oral de los habitantes Adems de las exploraciones en Yahuali-
nahuas de Yahualica, hoy en da se dice que el ca, Escandn reporta la presencia de otros
falo escultrico era utilizado en las ceremonias vestigios arqueolgicos monumentales y es-
de casamiento de las jvenes parejas. cultricos en el paisaje alrededor de Ixcatln,
En nuestra opinin es factible pensar que Zacualtipn, Tlalchiyahualica, Tianguistengo,
la foto presenta el conjunto de piezas recupe- Tlacolula y Huitznopala.
radas por Escandn, as como a los danzantes Los trabajos de Escandn destacan de
rituales de la comunidad como una imagen los reportes anteriores pues se trata de las
ilustrativa de la arqueologa y etnografa de la primeras excavaciones arqueolgicas que
regin, imagen que quiz servira como ilus- conocemos con descripcin escrita de las
tracin del libro que el comisionado prepar mismas y dibujos de las piezas localizadas
para la Exposicin Colombina de Chicago. Al que se hayan realizado en la Huasteca hidal-
208
la invesTigacin arqueolgica en la sierra y HuasTeca Hidalguenses
guense. Segn Escandn, desde 1889 realizaba objetos de arte ertico mesoamericano y del
distintas excursiones en Hidalgo, lo que le que fuera curador el licenciado Ramn Mena,
permiti completar una carta arqueolgica quien public una fotografa de la escultura
del estado con los lugares donde l haba relacionndola con la cultura huasteca de
descubierto edificios, pirmides, templos y Hidalgo (Mena, 1926; Sols, 2004).
sepulcros.
Toda la informacin arqueolgica obte- La investigacin arqueolgica pionera en la
nida por Escandn fue organizada por el primera mitad del siglo XX
autor a manera de libro manuscrito en papel A finales de la dcada de los treinta del siglo
pergamino y que titul Etnologa y arqueologa xx hacen su aparicin en el panorama de los
del estado de Hidalgo. El libro tiene un total de estudios de la Huasteca los seores Joaqun
221 ilustraciones entre fotografas, dibujos Meade, Wilfrido du Solier, Gordon Ekohlm y
a pluma y acuarelas, as como 20 captulos, Richard MacNeish, entre otros, lo que marca
y fue entregado a las autoridades para ser en- una nueva poca en el estudio del pasado pre-
viado a la Exposicin Colombina de Chicago hispnico de la Huasteca (Ochoa, 2002). Atrs
de finales de ese ao. Desafortunadamente quedaron los reportes de viajeros extranjeros
del libro original manuscrito as como de las e informes espordicos de empleados guber-
piezas arqueolgicas localizadas en las ex- namentales; comienza una etapa de sistema-
ploraciones de Escandn, a excepcin del tizacin, al menos para la Huasteca potosina
falo mencionado, actualmente no se sabe y tamaulipeca.
nada. Si conocemos hoy en da de estas ex- Para la regin de la Huasteca hidalguense,
ploraciones arqueolgicas es gracias a que el el arquelogo Wilfrido du Solier realiz a
autor present un resumen de tareas que fue mediados de la dcada de los treinta diversas
publicado por entregas y sin imgenes al ao exploraciones en los montculos arqueolgi-
siguiente en el Peridico Oficial del Gobierno de cos de Vinasco y Huichapa, ambos sitios perte-
Estado de Hidalgo, escrito que recientemente necientes al municipio de Jaltocan al este de
ha sido rescatado del olvido y publicado por Huejutla. Du Solier localiz en sus excavacio-
Enrique Rivas Paniagua de la uaeH (Escandn, nes entierros en tumbas con cmara y antec-
2006). mara, e hizo un estudio de la arquitectura de
Como hemos mencionado, 11 aos des- los edificios huastecos de la regin, realizando
pus de los trabajos de Escandn, a inicios del una propuesta de asignacin temporal de las
siglo xx, a peticin del general Porfirio Daz y tumbas y estructuras estudiadas (Du Solier,
con el entusiasmo del doctor Alfredo Chavero, 1944 y 1945).
el monolito flico de Yahualica es trasladado En 1942, Joaqun Meade, el famoso histo-
a los espacios del Museo Nacional. Con motivo riador de las Huastecas, publica su libro La
de este traslado el doctor Nicols Len realiz Huasteca: poca antigua, donde presenta infor-
un pequeo escrito en los anales del museo macin detallada de los sitios de la Huasteca
de ese ao, en donde da noticia del Phallus potosina. De la Huasteca hidalguense, aunque
prehispnico, menciona de paso el papel de no es el tema principal del libro, seala que
Escandn en el descubrimiento de la escultura existen unos montculos arqueolgicos al sur
y relaciona el motivo con otros semejantes de Tamazunchale, adelante de Chapulhua-
pertenecientes a las culturas arqueolgicas del cn, as como en Yahualica, Huejutla e Ixca-
sur del pas (Len, 1903). Veinte aos despus tln; en el plano arqueolgico que presenta
la escultura flica de Yahualica formaba parte indica adems asentamientos en Molango, Za-
del Saln Secreto del Museo Nacional, lugar cualtipn, Tianguistengo y en los alrededores
donde se exponan a los adultos supuestos de Huejutla (Meade, 1942: 170 y 231). Siete
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alfonso Torres rodrgueZ
210
la invesTigacin arqueolgica en la sierra y HuasTeca Hidalguenses
de sitios con descripciones muy vagas acerca Huazalingo, Atlapexco, Huejutla, Yahualica,
de localizacin y caractersticas generales.2 Calnali, Molango y Tepehuacn de Guerrero,
algunos ya reportados en la bibliografa an-
De los setenta a la actualidad: la arqueologa terior (Hernndez, 1974). Al ao siguiente,
acadmica e institucional Hernndez realiz otro registro, en este caso
En la dcada de los setenta comenz una nueva de una tumba localizada en el barrio de Huey
fase en la investigacin arqueolgica, pues co- Taixco de la poblacin de Jaltocan (Hernn-
incidi con la diversificacin de estudios en el dez, 1996). Tambin en esas fechas, Terrence
estado de Hidalgo, un nuevo impulso en la in- Stocker realiz un reconocimiento arqueol-
vestigacin arqueolgica en las reas de la Sie- gico en los alrededores de la zona de Zimapn
rra y Huasteca, as como la creacin de la dele- con el objetivo de estudiar los yacimientos de
gacin del inaH en el estado a finales de la obsidiana presentes en la regin (Stocker 1975
dcada. citado en Cobean, 1998: 135).
De esta manera, hacia inicios de la dcada En 1978, cuando se estableci el Centro
Lorenzo Ochoa comenz a realizar una tesis Regional del inaH en Hidalgo se elabora por
sobre la arqueologa de la Huasteca veracruza- parte de sus investigadores un proyecto gene-
na, potosina e hidalguense, reconociendo para ral de investigacin arqueolgica acerca de la
esta ltima 13 nuevos asentamientos que no explotacin prehispnica de los yacimientos
haban sido reportados por Meade y Du Solier, de obsidiana en el estado, coordinado por Mar-
y report pinturas rupestres en el rea, hizo garita Gaxiola. Como parte de este proyecto el
observaciones de la arquitectura y cronologa, arquelogo Rafael Abascal dirigi el subpro-
y present algunos materiales (Ochoa, 1972, yecto Yacimientos y Talleres de Obsidiana en
1973 y 1979). la Sierra de Hidalgo, realizando estudios de
En febrero de 1974 el arquelogo Carlos localizacin de yacimientos y talleres en Za-
Hernndez, del Departamento de Monumen- cualtipn, Metzquititln, Metztitln y Huejutla.
tos Prehispnicos del inaH hizo un reconoci- Del proyecto en cuestin slo conocemos re-
miento arqueolgico general en la Huasteca, sultados parciales de ubicacin de yacimientos
registrando 12 sitios en los municipios de y talleres en el rea de Zacualtipn as como
la presencia de sitios monumentales al
2
Recientemente hemos tenido oportunidad de menos uno de ellos con presencia de talleres
platicar con el doctor Julio Ortega acerca de su esfuerzo para la talla de obsidiana en algn sector del
de compilacin de datos arqueolgicos realizado hace asentamiento (Abascal, 1981). Desafortu-
ya casi cuatro dcadas y nos coment que el atlas en
cuestin slo consigna la mitad de los sitios registra-
nadamente la prospeccin de los yacimientos
dos por l, es decir, que estaramos hablando de casi en el rea de Zacualtipn no continu, y hasta
500 sitios registrados. Dice que, dado lo limitado del el momento falta un buen estudio de la pro-
espacio asignado en la memoria del Congreso, se to- duccin y distribucin de la obsidiana de este
m la decisin de dejar para su publicacin slo los
ms importantes en materia de monumentabilidad, importante yacimiento serrano.
extensin o hallazgos. Tambin seala el doctor Or- A mediados de los ochenta inici el Proyecto
tega que no se consignaron mapas ni se detallaron Vega de Metztitlan dirigido por Gianfranco
localizaciones ms precisas debido a que not que Cassiano y Ana Mara lvarez, investigadores
publicar la ubicacin de sitios arqueolgicos en los
diarios y revistas locales de Hidalgo haba llevado a de la Escuela Nacional de Antropologa. El pro-
incentivar la curiosidad malsana de los saqueadores, y yecto ha sido muy fructfero, pues ha tenido
que sitio que publicaban era un sitio que seguramente como resultado el registro de nuevos sitios, el
sera saqueado posteriormente, de ah que empezaran
estudio de las industrias lticas en el rea, en es-
a publicar datos falsos de ubicacin para despistar al
saqueador, y que se decidiera no ofrecer datos ms pecial de la manufactura de raspadores en
precisos en el atlas compilado. obsidiana y ha obtenido evidencias de pobla-
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alfonso Torres rodrgueZ
miento temprano en el rea (lvarez y Cas- sur del ro San Juan, misma que coincide con
siano, 1994 y 1997; Cassiano, 1998; Cassiano lo reportado en las fuentes para el siglo xvi
y Vzquez, 1990; Elizalde y Mondujano, 2000; (Viramontes, 1996 y 1999).
Vzquez, 2001). Un poco ms al norte, y tam- A mediados de la dcada de los noventa,
bin a mediados de los ochenta, Enriqueta el arquelogo Gerardo Gutirrez present
Manzo Olgun, del Centro inaH Hidalgo, su tesis acerca del patrn de asentamiento
registr montculos arqueolgicos y esculturas y cronologa en el sur de la Huasteca, anali-
en las cercanas de la comunidad de Papatlatla, zando diversos aspectos de la caracterizacin
al oriente de Calnali (Manzo Olgun, 1996). de las unidades sociopolticas en el rea; en
A inicios de la dcada de los noventa se su trabajo da noticia de algunos sitios en los
realiz un proyecto de registro de manifes- alrededores de Huejutla (Gutirrez, 1996).
taciones rupestres en el estado de Hidalgo, Tambin en la dcada de los noventa, Angli-
a cargo de la arqueloga Carmen Lorenzo ca Oviedo y su equipo de investigacin de la
Monterrubio, del Instituto de Cultura Hidal- dsa-inaH realizaron recorridos arqueolgicos y
guense. Producto del mismo fue un catlogo excavaciones en el municipio de Acaxochitln,
de pintura rupestre, incluyendo manifestacio- el cual se encuentra al oriente del Valle de
nes rupestres en municipios de la Sierra como Tulancingo; en el rea localizaron 22 sitios ar-
Xochicoatln, Jurez Hidalgo, Zacualtipn, queolgicos as como materiales relacionados
Tlahuiltepa, Zimapn, Metztitln y Metzqui- con la cultura teotihuacana, prcticamente
titln (Lorenzo, 1992). Durante esos aos se en la entrada a la Sierra Oriental de Hidalgo
efectu el Proyecto Catlogo del Patrimonio (Oviedo et al., 1997).
Arqueolgico del Estado de Hidalgo, proyecto Desde mediados y finales de los noventa
en el cual el registro de monumentos arqueo- se desarroll tambin el proyecto Procede-
lgicos estuvo a cargo de la arqueloga Car- inaH -Hidalgo, que tena como objetivo la
men Lorenzo. En este proyecto se cubrieron catalogacin de sitios arqueolgicos en reas
las diversas regiones del territorio hidalguense con el rgimen ejidal, as como establecer me-
incluyendo las zonas serrana y Huasteca, regis- didas de proteccin a los sitios localizados en
trndose sitios nuevos a los reportados en la estos terrenos. Los integrantes del proyecto
bibliografa del momento, con croquis de los (Ricardo Martnez, Lawrence Lpez y Norma
sitios arqueolgicos, fotografas y descripcio- Rodrguez) registraron 49 sitios arqueolgicos
nes generales (Lorenzo et al., 1993-1998). monumentales en las reas serrana y huasteca
En esa misma poca se realizaron trabajos (Lpez, 1997; Lpez y Rodrguez, 2000). A
de salvamento arqueolgico en la seccin sud- partir de esta informacin Ricardo Martnez
poniente de la Sierra Madre hidalguense, en el est realizando una tesis acerca de los sitios
lmite con el entronque con las tierras del Alti- registrados.
plano, con motivo de la construccin del em- Existen otros reportes menores de inspec-
balse del ro San Juan, en el municipio de Zi- ciones, as como noticias acerca de objetos
mapn (Moguel et al., 1992; Moguel y Snchez, extrados de su contexto por los pobladores de
2002). Gracias a los mismos se hicieron exca- la regin; por ejemplo, el hallazgo de urnas fu-
vaciones en cuevas de la regin y fue posible nerarias en la poblacin de Atizapn de nge-
establecer un modelo arqueolgico acerca de les, en el municipio de Zacualtipn, as como
la existencia de una frontera cultural blanda urnas similares recuperadas en la poblacin
entre estos grupos nmadas de la Sierra y los de San Guillermo, municipio de Huehuetla,
grupos agrcolas sedentarios, basado en la al oriente del estado, prcticamente bajando
distribucin diferencial de motivos rupestres hacia las tierras del Golfo (Hernndez, 2002:
y caractersticas arqueolgicas al norte y al 161-162 y 2004). Tambin se tiene el reporte
212
la invesTigacin arqueolgica en la sierra y HuasTeca Hidalguenses
Figura 3. Sitios registrados en el Catlogo de Sitios Arqueolgicos de la drPMZa del inaH para las
distintas subreas de la Sierra y Huasteca de Hidalgo (Torres, 2005a).
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la invesTigacin arqueolgica en la sierra y HuasTeca Hidalguenses
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alfonso Torres rodrgueZ
218
la HuasTeca, una ProPuesTa de definicin:
siglos xv y xvi
Diana Zaragoza Ocaa*
1
Ortelius fue conocido como compilador y editor
ms que como cartgrafo, por lo que es evidente que
* Direccin de Estudios Arqueolgicos, Subdirec- el mapa sobre la Huasteca est basado en un autor
cin de Investigacin y Conservacin, inaH. annimo, como lo cita Goss (1990: 38).
219
diana ZaragoZa ocaa
Guxtuxtiles, que podemos asumir se refiere a formacin acerca del pasado de esta regin.
los Guachichiles, numeroso grupo de cazado- Seplveda (1992), Eduardo Seler en Mxico, des-
res-recolectores y, por el sur, hasta los poblados taca las apreciaciones que ste tena respecto
de Jilicipozapan, Tacetuco, Nexpa (que an a la Huasteca.2
conserva el mismo nombre), Xalxihuautla Desde 1938 el antecesor del inaH, el Museo
(ahora San Martn Chalchicuauhtla), Topla de Arqueologa y Etnologa, inici los trabajos
y Taxitlan. Por desgracia, la mayora de estas institucionales en la Huasteca con Enrique
poblaciones han desaparecido. Sobre esta base Juan Palacios y Wilfrido du Solier, quienes a
puedo decir que, por lo menos en 1584, hay partir de 1940, ya como inaH, se ocuparon de
lmites que pueden ir conformando lo que la arqueologa del rea.3 El Museo Americano
tratar como Huasteca.
2
Advierte que el rea comprendida entre los ros
anTecedenTes Pnuco y Tmesis [sic] es una regin multitnica a cau-
Existen muchas referencias acerca de la antigua sa de los movimientos migratorios del pasado; habitada
Huasteca, entre ellas es necesario destacar las en la poca en que la visita, por los pame hacia el oeste,
hacia el sur por los mexicanos, y en los valles y la costa
investigaciones efectuadas por Cecilia y Eduar-
por los huastecos (Seplveda, 1992: 21).
do Seler, entre septiembre de 1887 y mayo de 3
De gran relevancia resultaron sus excavaciones,
1888; gracias a su legado, tenemos valiosa in- ya que despertaron el inters nacional hacia la arqueo-
220
la HuasTeca, una ProPuesTa de definicin: siglos xv y xvi
4
loga de esta parte del territorio nacional. Du Solier Este proyecto contiene informacin basada en
(1943 y 1945). 525 asentamientos arqueolgicos.
221
diana ZaragoZa ocaa
tificado por un clima subtropical, que com- me llev a revisar si en otros indicadores ar-
prende al norte, el sur del estado de Tamauli- queolgicos, como la escultura y la arquitectu-
pas; al sur hasta el ro Tuxpan; al oeste la ra, tambin haba diferencias. Con base en lo
Sierra Madre Oriental, y al este el Golfo de anterior propongo que para su estudio, por
Mxico. lo menos para los ltimos siglos, debe utilizar-
Sin embargo, hay quienes como Meade, se como herramienta metodolgica una divi-
Chipman y Stresser-Pan sealan como lmite sin del rea, por lo menos en tres subreas
norte el ro Soto La Marina en el estado de Ta- que llamo: a) Pnuco, b) Oxitipa, y c) Tuxpan,
maulipas y al sur el ro Cazones en el de Ve- las cuales tienen lmites geogrficos tentativos
racruz (figura 2). Mi propuesta de lmites, de (figura 4).
lo que puede entenderse como la Huasteca,
coincide en lo general con la que estableci Subrea de Pnuco
Ekholm, precisando que hacia el norte la Se limita al norte por los ros Guayalejo-Tame-
frontera la conforman los ros Guayalejo y s, as como por el sistema de lagunas que se
Tames, conservando la Sierra Madre Oriental forman en estos ros; por el sur el ro Mocte-
al oeste, y el ro Tuxpan al sur, resulta obvio zuma y las coordenadas 21 59 y 22 7. En
el lmite que forma por el este el Golfo de esta subrea los poblados importantes quiz
Mxico (figura 3). funcionaron como cabeceras de los seoros:5
La posicin de la Huasteca en el lmite sep- al oeste, Tamohi con la funcin de centro
tentrional de la superrea cultural llamada rector; hacia el este, el importante sitio de
Mesoamrica, y su relacin con las culturas Pnuco. La mayora de los asentamientos que
que se desarrollaron en el sureste de lo que estn dentro de esta subrea se localizan sobre
ahora es Estados Unidos de Amrica, ampla el todo en la margen sur de los ros con un
abanico de la pluralidad existente, misma que patrn de asentamiento lineal; sus edificios,
ya ha sido mencionada en algunos de los estu- generalmente de forma rectangular con es-
dios previos, como los de Ekholm (1944), Mac- quinas redondeadas, estn construidos, por lo
Neish (1950), Merino Carrin y Garca Cook regular, con cantos rodados recubiertos de
(1987), Garca Cook y Merino Carrin (1991), estuco. La cercana a los ros puede explicarse,
y Dvila (1997 y 2000); adems, en mis propias como menciona Stresser-Pan (1971), como
investigaciones (Zaragoza, 2003a y b) en el cam- un recurso indispensable para su desarrollo y
po de la arqueologa, y los de Briceo (1993), a salvo de los terrenos susceptibles a inunda-
Prez Zevallos y Ludka de Gortari (1989), ciones; considero que, adems de esto, en una
Ruvalcaba (2005), Sandstrom (2005) y Prez tierra de frontera los ros pudieron haber
Zevallos (2005) en el de la etnohistoria. funcionado como una barrera natural.
siTuacin
Con base en las observaciones de las evidencias 5
Fray Nicols de Witte escribi en 1554, antes de
arqueolgicas me han surgido muchas inte- que los textos de Sahagn y Bernal Daz que conocemos
rrogantes que debo tener en cuenta para una estuviesen concluidos (Toussaint, 1948: 43); en su
cabal definicin de esta ltima etapa prehis- carta ofrece respuestas que le fueron formuladas por
algn seor ilustrsimo, relativas a cmo pagaban
pnica; una de ellas es que pueden notarse los tributos los pueblos, entre otros los huastecos; en
sutiles diferencias en los diseos de las cer- ella relata que En todas partes haba Seor Universal
micas Huasteca Negro sobre Blanco y Tancol menos en la Huasteca que cada lugarejo estaba por s
y tenan guerras y [a]lianzas con quien mejor pareca,
policromo (en adelante las cermicas), hecho
como las seoras de Italia (Carta de fray Nicols de
que hace notar cierta relacin entre los distin- Witte a un ilustrsimo seor: Meztitln, 21 de agosto
tos diseos y una porcin territorial, lo cual de 1554; en Cuevas, 1975: 221).
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Figura 2. Mapa de lmites de la Huasteca propuestos por Chipman (1967); Meade (1942) y Stresser-Pan
(1971).
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TaBla 1
Toussaint (1948: 20) Laughlin (1969: 298) Stresser-Pan (1971: 583-584)
Huasteca alta Huasteca de Potos Regiones de lengua huasteca:
1) Planicies y cerros de la Cuenca del Pnuco.
2) Montaas y valles de la Sierra Madre.
Huasteca baja Huasteca de Tantoyuca Regiones de lengua nhuatl
1) Cerros del suroeste (Coxcatln-Huejutla)
2) La Cuenca del Tuxpan
Huasteca de Sierra de Otontepec
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muy bien establecidos, por un lado los que se necesaria para una mejor comprensin de
llaman teenek (hablantes de huasteco), los la riqueza en las manifestaciones culturales,
mexicanos (que hablaban nahua), los xioi independientemente de las diferentes etnias y
(que hablaban pame) y otros grupos, como lenguas que encontramos en esta regin.
los olives (de lengua chichim), que funda-
ron con fray Andrs de Olmos el poblado de
Tamaholipa. BIBLIOGRAFA
Por desgracia son muy pocas las referen-
cias directas que narran la vida, costumbres alcorn, Janis B., 1984, Huastec Mayan ethno-
e ideas de la poblacin de la Huasteca a botany, University of Texas Press, Austin,
diferencia del centro de Mxico, y es por Texas.
ello que, slo mediante la interpretacin de Briceo, Juan et al., 1993, Tendencias histri-
los datos arqueolgicos aunados a los escasos cas y procesos sociales en la Huasteca,
datos etnogrficos de las poblaciones actuales, Huasteca III. Movilizaciones campesinas, pp.
podremos conocer qu sucedi en la ltima 75-94, ciesas, Mxico.
poca prehispnica en esta parte del territorio Broda, Johanna, 1996, Calendarios, cosmovi-
mexicano. sin y observacin de la naturaleza, Temas
Es en 1725 (ms de 200 aos despus de la Mesoamericanos, pp. 427-469, inaH (Obra
llegada de los espaoles) cuando el bachiller diversa), Mxico.
Carlos de Tapia Zenteno escribe acerca de los casTro leal, Marcia, 1979, La coleccin
indgenas de la Huasteca. En su libro describe Huasteca de esculturas de piedra del Museo
brevemente las costumbres, la cosmogona, Nacional de Antropologa de Mxico; un
la ideologa y las tradiciones; tal es el nico ensayo de interpretacin, Actas del XLII
documento de estas caractersticas con el Congreso Internacional de Americanistas, Con-
que contamos hasta ahora. Meade (1950), greso del Centenario, Muse de lHomme,
en su estudio respecto a la vida y obra de fray vol. IX-B, pp. 57-66, Pars.
Andrs de Olmos primer evangelizador , 1989, La lpida de Tepetzintla,
de la Huasteca y fundador de la custodia de Veracruz: un ejemplo de iconografa en la
Tampico, consigna algunos datos de la vida escultura Huasteca, Enqutes sur lAmrique
rique
rique
de sus habitantes. Por desgracia la Huasteca Moyenne. Mlanges
langes
langes offerts a Guy Stresser-Pan,
Stresser-Pan
ha sufrido incontables embates que han mo- pp. 69-80, inaH/ceMca, Mxico.
tivado su destruccin: los primeros fueron las , 1997, Representacin y sentido del
conquistas mexicas y despus la intervencin cuerpo humano entre los huastecos prehis-
de Nuo de Guzmn, quien en aras de su ava- pnicos, Antropologa Simblica, pp. 53-64,
ricia, provoc matanzas y venta de indgenas, enaH/inaH/Conacyt, Mxico.
ocasionando prcticamente la aniquilacin de cHiPMan, Donald E., 1967, Nuo de Guzman
la poblacin nativa en el norte de la planicie and the Province of Panuco in New Spain
costera. Despus, a finales del siglo xix y en 1518-1533, The Arthur H. Clark Company,
las primeras dcadas del xx, de manera siste- Glendale, California.
mtica se margin a los pueblos indgenas, cuevas, Mariano, 1975, Documentos inditos del
tanto por parte de ganaderos y acaparadores siglo XVi para la historia de Mxico, Porra,
de tierras como por la explotacin petrolera, Mxico.
primero a manos de compaas extranjeras y dvila, Patricio, 1997, La regin Huasteca,
despus por el gobierno mexicano. sus relaciones culturales, Revista Mexicana
Para terminar puedo decir que la defini- de Estudios Antropolgicos, t. XLIII, pp. 145-
cin de un rea nuclear de la Huasteca es 162, Mxico.
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, 2000, La frontera Noreste de Me- lPeZ ausTin, Alfredo, 1998, Los mitos del Tla-
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236
Memoria del Taller Arqueologa de la Huasteca.
Homenaje a Leonor Merino Carrin,
se termin de imprimir en febrero
de 2009 en los talleres grficos del
Instituto Nacional de Antropologa e Historia.
Produccin: Direccin de Publicaciones
de la Coordinacin Nacional de Difusin.
En este libro se renen los trabajos de veintids in-
vestigadores sobre la Huasteca, entendida sta como
rea cultural y como un territorio donde se congregan
diversas etnias que se desarrollaron con cierta inde-
pendencia unas de otras. Se analiza tambin a los
pobladores de la regin, tanto los hablantes de len-
guas mayances como de otras lenguas.
Los estudios cermicos incluyen tiestos y figurillas
de todos los periodos culturales, con lo cual los inte-
grantes del taller pudieron discutir sus semejanzas y
diferencias y comparar sus estilos con los de otras
regiones. Las excavaciones, por otra parte, han deja-
do al descubierto no slo los variados estilos arqui-
tectnicos de los centros ceremoniales sino tambin
las prcticas funerarias. Las esculturas halladas en la
regin se estudian desde novedosos puntos de vista
que abren nuevas rutas a la investigacin. Los ensayos
se enfocan tambin en las relaciones de esta zona con
otras de Mesoamrica y con aquellos territorios loca-
lizados al norte del ro Bravo, y cmo debe dividirse
la Huasteca para estudiar la historia y las costumbres
de sus habitantes durante los siglos XV y XVI.