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Arqueologia de La Huasteca

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Memoria del Taller Arqueologa

de la Huasteca
Homenaje a Leonor Merino Carrin
Diana Zaragoza Ocaa
Coordinadora
MeMoria del Taller
arqueologa de la HuasTeca
HoMenaje a leonor Merino carrin
COLECCIN CIENTFICA
SERIE ARQUEOLOGA
MeMoria del Taller
arqueologa de la HuasTeca
HoMenaje a leonor Merino carrin

Diana ZaragoZa ocaa


coordinadora

INSTITUTO NACIONAL DE ANTROPOLOGA E HISTORIA


Memoria del taller Arqueologa de la Huasteca: homenaje a Leonor Merino Ca-
rrin / coordinadora Diana Zaragoza Ocaa.. Mxico: Instituto Nacio-
nal de Antropologa e Historia, 2009.
240 pp.; il., mapas; 26 cm. (Coleccin Cientfica;541, Serie Arqueologa)

ISBN: 978-968-03-0372-4

1.- Arqueologa Huasteca (Regin). 2.- Excavaciones (Arqueologa)


Huasteca (Regin). 3.- Huasteca (Regin) Concepto, significado, etc. 4.- Me-
rino Carrin, Beatriz Leonor, 1952-2002. 5.- Arquelogos mexicanos Homena-
jes. 6.- Huastecos Historia I. Zaragoza Ocaa, Diana, coord. II. Serie.

LC: F1294 M356

Primera edicin: 2009

D.R. Instituto Nacional de Antropologa e Historia


Crdoba 45, Col. Roma, C.P. 06700, Mxico, D.F.
sub_fomento.cncpbs@inaH.gob.mx

ISBN: 978-968-03-0372-4

Todos los derechos reservados. Queda prohibida la reproduccin total o parcial de esta
obra por cualquier medio o procedimiento, comprendidos la reprografa y el tratamiento
informtico, la fotocopia o la grabacin, sin la previa autorizacin por escrito de los
titulares de los derechos de esta edicin.

Impreso y hecho en Mxico.


ndice

Presentacin 9
Diana Zaragoza Ocaa

Beatriz Leonor Merino Carrin (1952-2002) 13


ngel Garca Cook

El maz y su transfiguracin en la cultura huasteca 21


Marcia Castro-Leal Espino

La Huasteca: problemtica y nexos culturales 33


Patricio Dvila Cabrera

El extremo suroccidental del desarrollo huasteco 49


Ana Mara lvarez Palma y Gianfranco Cassiano

Zaquil negro y Prisco negro, un anlisis estilstico 65


Alma Rosa Espinosa Ruiz

Los lmites culturales de la regin huasteca 77


Gerardo Gutirrez y Lorenzo Ochoa

Tancama: una aproximacin regional por medio de sus restos


materiales 93
Daniel Jurez Cosso, Jorge Quiroz Moreno, Sarai Romero
y Pablo I. Lpez Hernndez

La presencia huasteca en la cermica de El Tajn 119


Yamile Lira Lpez
Una revisin de nueve tipos de figurillas antropomorfas
de la Huasteca prehispnica 131
Sophie Marchegay

Asentamientos antiguos en el rea de Tamazunchale,


San Luis Potos 147
Javier Martnez Gonzlez

Entierros del sitio arqueolgico SE-14 Carrillo Puerto,


Tamun, San Luis Potos (Huasteca) 165
Carlos Vanueth Prez Silva

Cermica diagnstica del Preclsico, Clsico y Posclsico


en algunos sitios del norte de la Huasteca 175
Pamela Reza Martnez y Hctor Prez Garca

Tzicoac: un sitio en la Huasteca veracruzana 191


Luis Ignacio Snchez Olvera

La investigacin arqueolgica en la Sierra y Huasteca hidalguenses:


una resea histrica 203
Alfonso Torres Rodrguez

La Huasteca, una propuesta de definicin: siglos xv y xvi 219


Diana Zaragoza Ocaa
PresenTacin
Diana Zaragoza Ocaa

Durante los primeros das de septiembre, 22 estn haciendo en zonas que, por su cercana
estudiosos de la regin Huasteca expusimos geogrfica, tuvieron interacciones culturales
durante cuatro das nuestros planteamientos con la Huasteca (como la Sierra Gorda y la
en un taller sobre arqueologa de la regin, en regin de Metztitln).
el que recordamos a Leonor Merino Carrin. La problemtica terica para comprender
Antes de iniciar esta breve presentacin, esta regin tambin fue abordada como uno de
deseo agradecer a la Coordinacin Nacional los principales temas de estudio, entre ellos:
de Arqueologa, en especial a su coordinadora, 1. Qu es lo huasteco? Es necesario hacer
arqueloga Laura Pescador Cantn, por todo una revisin de lo que los investigadores en-
el apoyo moral y econmico brindado para la tendemos por Huasteca: es simplemente un
realizacin de esta actividad; de igual manera territorio donde se congregan etnias que se
a la arqueloga Cipactli Bader y a su equipo, fueron desarrollando independientemente
sin quienes hubiera sido muy difcil llevar a unas de las otras?, estn los hablantes de len-
buen trmino este taller. Al director del Mu- gua mayance desde hace miles de aos en esta
seo Templo Mayor, antroplogo Juan Alberto regin?, entre otras interrogantes.
Romn Berrelleza, por todas las facilidades 2. Es vlido hablar de un rea cultural huas-
brindadas con el auditorio Eduardo Matos teca a travs del tiempo? Ser necesario divi-
Moctezuma, el personal y equipo utilizados. Al dir la regin para entenderla mejor? Quiz
arquelogo Luis Alberto Martos, director de hacer una revisin de las secuencias culturales?
la Direccin de Estudios Arqueolgicos, por Debemos contrastar las cronologas de las
el apoyo con personal de la direccin, y con el diferentes zonas de la regin huasteca?
equipo indispensable para el buen desarrollo 3. Quines fueron los huastecos? Debe-
del taller. A todos ellos muchas gracias. mos hablar de los huastecos como los hablan-
Son interesantes los diferentes enfoques tes de lengua maya o referirnos a todos los que
con que cada uno hemos abordado la pro- habitan en esa regin?
blemtica de la arqueologa de esta regin. El modelo de taller nos permiti tener el
Se expusieron tpicos muy diversos; desde tiempo necesario para cada uno de los expo-
los estudios que a travs de la semitica se sitores, as como la exhibicin de muestrarios
han realizado acerca de la escultura hasta cermicos que nos brindaran informacin de
espectaculares hallazgos recientes. Tambin primera mano; de esta manera tuvimos oportu-
fueron integradas las investigaciones que se nidad de revisar tiestos y figurillas de todos los

9
diana ZaragoZa ocaa

periodos culturales, lo cual form parte funda- cartogrfico nos mostraron las diferentes
mental del taller. As, al iniciar, contamos con reas que se consideran huastecas, as como
la valiosa aportacin de ngel Garca Cook, una propuesta hipottica de la Panhuaxteca,
quien nos present una semblanza de Leonor, formada por el ncleo tzabal teenek y un rea
a quien homenajeamos. Observamos la cermi- de amortiguamiento.
ca temprana del sitio Altamirano, con afinidad Los estudios que est realizando Sophie
olmeca, que nos present Laura Castaeda Marchegay relativos a las colecciones de figu-
Cerecero. Pamela Reza y Hctor Prez exhibie- rillas que se encuentran en diversos museos
ron sus muestrarios cermicos referentes a los nos ofrecen un catlogo y descripciones muy
estudios que han realizado en la parte norte valiosas que redundarn en el conocimiento
de la Huasteca, sobre todo en el estado de San sistemtico de este indicador arqueolgico.
Luis Potos. Guillermo Ahuja Ormaechea y su Acerca de las costumbres funerarias, Carlos
equipo de colaboradores informaron acerca de Vanueth Prez nos mostr aspectos importan-
los ltimos hallazgos en la zona arqueolgica tes de esta manifestacin cultural.
de Tamtok, consistentes en impresionantes Respecto a los primeros habitantes de la
esculturas de pocas tempranas. regin huasteca, Fred Valdez y Liwy Grazioso
Gustavo Ramrez, quien ha trabajado en presentaron una resea de esta etapa forma-
muchos de los sitios del estado de Tamaulipas, tiva en la que hicieron interesantes compara-
contribuy mostrando cermicas de varios ciones entre la regin huasteca y el rea maya.
sitios, adems de algunos de los tiestos de sus Alfonso Torres nos llev a un viaje en el tiempo
excavaciones en Tamapul que, como vimos, sobre las investigaciones que en arqueologa
se relacionan ms con los que proceden de la se han realizado tanto en la sierra como en la
regin de Ro Verde, San Luis Potos. Adems, Huasteca hidalguense.
su ponencia acerca de las dificultades en la De gran inters fueron las presentaciones
definicin de lo huasteco en la arqueologa es que se hicieron acerca de lugares que aunque
muy importante. La consideracin acerca de no se encuentran en el territorio nuclear de
cermicas que tienen acabado negro, Prisco la Huasteca, s comparten elementos, por
negro y Zaquil negro, siempre ha sido discu- ejemplo, el sitio de Tancama, en el estado
tible, y la exposicin de Alma Rosa Espinosa de Quertaro, presentado por Daniel Jurez,
esclareci algunos de los puntos problemti- Jorge Quiroz, Sarai Romero y Pablo Lpez.
cos. Otro tema, tambin muy interesante, es el Ana Mara lvarez y Gianfranco Cassiano nos
de la arquitectura: Luis Snchez, que trabaja informaron acerca de las investigaciones que
en Tzicoac, en el estado de Veracruz, y Javier estn realizando en el seoro de Meztitln,
Martnez, quien excav varios sitios en San con lo que aportaron datos muy valiosos acerca
Luis Potos, nos explicaron la diversidad arqui- de las sociedades que se desarrollaron en esta
tectnica de los asentamientos prehispnicos regin y sus posibles relaciones con las de la
de esta regin. Huasteca; fue muy interesante apreciar los
Acerca de la importante presencia de ele- materiales producto de sus estudios.
mentos reconocidos como provenientes de la Marcia Castro-Leal Espino en cuyos es-
Huasteca en el magnfico sitio de El Tajn, nos tudios de esculturas aplica la escuela francesa
habl Yamile Lira Lpez, quien exhibi algu- de semitica nos indic sus apreciaciones
nos tiestos de influencia huasteca los cuales acerca de la escultura El Adolescente, abrien-
admiramos y tratamos de identificar. do nuevas rutas en la interpretacin simblica.
Gerardo Gutirrez y Lorenzo Ochoa diser- Patricio Dvila nos ofreci un amplio pano-
taron acerca de los lmites que tuvo la regin rama de las relaciones que tuvo esta regin
huasteca: mediante un excelente recorrido a travs del tiempo, no slo con las culturas

10
PresenTacin

que se desarrollaron en lo que fue Mesoam- Zaragoza plante sus inquietudes acerca de
rica sino tambin con las que se encuentran la divisin que debe hacerse en el rea para
al norte del Ro Bravo. Por ltimo, Diana los siglos xv y xvi.

11
BeaTriZ leonor Merino carrin
(1952-2002)
ngel Garca Cook1

Escribir acerca de Leonor no es nada fcil, Leonor su nombre completo: Beatriz


sobre todo por tratarse de la mujer que fue Leonor fue chilanga, naci en el Distrito
para m: alumna, colega, compaera, esposa, Federal, un 19 de febrero de 1952, y falleci el
amiga, a quien trat durante 30 aos, com- 10 de julio de 2002. Hace poco ms de cuatro
partiendo nuestras vidas en matrimonio du- aos, hace casi 50 meses.
rante 24. En 1971 ingres a la Facultad de Medicina
Y no es fcil porque, conocindola tanto, de la unaM. Su familia deseaba que fuese m-
puedo caer en la exaltacin de su persona. Y dico (o mdica).
no, no quiero; no debo realizar un panegrico En 1972, en contra de la voluntad de sus
de ella, slo dar a conocer el valor de sus padres, ingresa a la enaH. Quera estudiar
acciones, intentando ser lo ms imparcial po- antropologa social. Pero, a finales de ese ao,
sible. Alabar y destacar sus obras y sus acciones estando apenas en segundo semestre, comen-
sera ofender su memoria. z a colaborar en el Proyecto Arqueolgico
No creo que Leonor, en algn momento Puebla-Tlaxcala (PaPT), bajo mi direccin,
de su vida, haya pensado, siquiera imaginado, y fue en ese momento, noviembre de 1972,
que hoy sera motivo de este homenaje. Jams en que nos conocimos y a partir de entonces
hubiese sospechado que Diana sera la respon- trabajaramos juntos, salvo un ao, 1982 del
sable de esta situacin. Pero aqu estamos. Y que hablaremos ms adelante, durante toda
quiero agradecer en su nombre, y en el mo su vida profesional, aun cuando cada uno diri-
propio, que esto se haya dado. giera proyectos diferentes.
Tratar de hablar de Leonor como arque-
loga, como colega, de lo cual hay constancia Leonor como arqueloga
tanto en archivos como en publicaciones; De 1972 a mayo de 1975 trabajamos en el Pro-
como jefa, de lo que tambin existen eviden- yecto Arqueolgico Puebla-Tlaxcala (PaPT).
cias, y finalmente como persona, aspecto cuya De junio de 1975 a mediados de 1977, en el
veracidad es menos palpable, ya que es ms Proyecto Arqueolgico del Norte de Tlaxcala
subjetivo y se presta a diversas interpretacio- (PanT), cubriendo la parte norte y oeste del
nes. Antes, algunos datos personales. estado de Tlaxcala, que haba quedado pen-
diente en las investigaciones de la Fundacin
1
Direccin de Estudios Arqueolgicos, Subdirec- Alemana para la Investigacin Cientfica
cin de Investigacin y Conservacin, inaH. (faic). De esta parte norte de la mencionada

13
ngel garca cook

entidad federativa, hizo su tesis La cultura de Veracruz, y haber cubierto una secuencia
Tlaxco: un aporte sobre los grupos culturales cultural en torno a 7 500 aos.
que habitaron el norte de Tlaxcala del siglo x No fue incluido a pesar de que en l parti-
a.n.e. al siglo xvi d.n.e., cuyo examen profe- ciparon 35 investigadores, entre arquelogos,
sional lo present el 14 de abril de 1980. Sus bilogos, antroplogos fsicos y restauradores
resultados seran posteriormente publicados y de que mantuvo un promedio mnimo de 10
con el ttulo La cultura Tlaxco, en la coleccin arquelogos durante todo el desarrollo del
Cientfica (174) del inaH en 1989. proyecto; no obstante haber localizado 525 si-
Cuando an era pasante, en 1977, elabo- tios arqueolgicos 42 de ellos precermicos
ramos un programa de investigacin, precisa- y/o acermicos y de haber producido varias
mente para el noreste de Mxico, con motivo tesis, tanto en la enaH como en la Universidad
de la construccin de infraestructura hidru- Veracruzana, y de haber realizado diversos
lica en esa regin por parte de la entonces textos, los que an se continan publicando.
Secretara de Recursos Hidrulicos. Creo que fueron precisamente los resulta-
Ya antes haban trabajado ah Romn Pia dos de este programa de investigacin los que
Chan y Rubn Cabrera, en el rea de embalse motivaron o inspiraron a los organizadores
de la presa Chicayn, y Alejandro Martnez, de este taller para dedicarlo a la memoria de
en parte de la zona de riego de la presa Pujal Beatriz Leonor.
Coy, primera fase. Por otra parte, los resultados de este pro-
Nuestro objetivo era conocer el rea que yecto impulsaron a Leonor, poco despus,
sera afectada por la construccin de las pre- a proponer otro proyecto, totalmente suyo,
sas Pujal Coy y San Lorenzo, y el rea de las programa de investigacin que propondra
zonas de riego de las presas Chicayn, Xico- en 1984.
tncatl, Pujal Coy, primera, segunda y tercera Ignoro por qu pasaron por alto este Pro-
fases, y tratar de identificar lo destruido en yecto Arqueolgico Huasteca en las sntesis
la construccin de la presa Las nimas, as realizadas en el mencionado libro conmemo-
como la presencia humana en esa regin, rativo de los 25 aos de la creacin de Salva-
desde sus manifestaciones ms tempranas mento Arqueolgico. Si fue por m, ya que fui
hasta el momento del contacto con la cultura el director, oficialmente, de dicho programa
occidental. de investigacin, o por Leonor, que fue la que
Por cierto, este proyecto de salvamento fue realmente dirigi todos los trabajos en campo,
ignorado en el libro preparado con motivo de y quien no slo tuvo que lidiar con los colegas,
los 25 aos de Salvamento Arqueolgico,2 a pe- sino enfrentarse y tratar con las autoridades
sar de haber efectuado el rescate y salvamento de Recursos Hidralicos, tanto en Tampico
en el rea de embalse de tres presas y en terre- como en bano y Pnuco, y de resolver asi-
nos de cinco zonas de riego; a pesar de que mismo todos los problemas administrativos,
este proyecto dur 53 meses, 44 de los cuales econmicos y de personal que para llevar a
fueron ininterrumpidos de trabajos en campo; buen trmino este ambicioso programa de
incluso a pesar de haber cubierto 9 500 km2, investigacin.
abarcando parte del sur de Tamaulipas, del En fin, fue uno de los proyectos ms gran-
oriente de San Luis Potos y el extremo norte des en todos sentidos en que particip y
dirigi Leonor. Termina este proyecto en 1981
y en 1982 Leonor qued adscrita al Centro
2
Luis Alberto Lpez Wario y Margarita Carballal
Regional del inaH en Puebla.
Staedtler (coords.), 25 aos de la Direccin de Salvamento
Arqueolgico, Mxico, inaH (coleccin Cientfica, 470), Nuestra idea fue irnos a vivir a Puebla y
2005. trabajar en el Centro Regional. Yo era en

14
BeaTriZ leonor Merino carrin (1952-2002)

ese momento director de Monumentos Pre- por MacNeish de sus estudios arqueolgicos
hispnicos y ella se adelantaba para despus realizados en esta regin del sur y suroeste de
unrmele. Tamaulipas, este proceso de transicin debera
En Puebla presenta un Proyecto Arqueol- localizarse ms al norte de nuestras investiga-
gico para el Valle de Xaltepec, el cual a fin de ciones y al extremo sur de las de MacNeish.
cuentas no se realizara. El proyecto fue aprobado por el Consejo
No le convenci trabajar en el Centro Re- de Arqueologa, pero nunca se llev a cabo,
gional y regres a la ciudad ahora a Monu- puesto que Leonor se icorpor al Proyecto
mentos Prehispnicos en 1983 para conti- Arqueolgico Cantona, el cual se inici en
nuar con el anlisis de la documentacin tanto febrero de 1993.
de las investigaciones en Tlaxcala como de la En Cantona fue mi codirectora y fue de
informacin recuperada en los trabajos de gran ayuda, tanto en la organizacin como
la Huasteca. en el control y toma de decisiones que los
En 1984 elabora y presenta el Proyecto De- trabajos requeran. Aunque se hizo odiar
finicin del Formativo en la Cuenca Baja del por varios compaeros, por sus exigencias
Ro Pnuco, del cual realiz cinco temporadas en la entrega de informes, ella contaba con
de campo de donde obtuvo bastante informa- la experiencia del Proyecto Huasteca, y saba
cin. Increment en dos fases la Secuencia de la conveniencia de tener al da la docu-
del Formativo regional, y de ah dio como mentacin. Fue mi brazo derecho y de gran
resultado la tesis de Laura Castaeda Cerecero apoyo, como ahora lo son Yadira y Mnica en
y algunas publicaciones ms, las cuales an se la continuacin de las investigaciones en esta
continan produciendo. gran ciudad: Cantona.
Al mismo tiempo que realizaba la direccin En el Proyecto Arqueolgico Cantona se
e investigacin de este proyecto (dfcBP), co- propuso tambin un estudio de rea, el de la
laboraba como codirectora del Proyecto Ar- parte norte de Cuenca de Oriental, para po-
queolgico del Suroeste de Puebla (PasoP), der entender a la ciudad. Nunca planteamos
que estuvo bajo mi direccin y que se inici la exploracin, restauracin y habilitacin de
igualmente en 1984 y del cual se llevaron a estructuras arquitectnicas en la ciudad para la
cabo, tambin, cinco temporadas de campo. visita pblica. Sin embargo, como el Proyecto
Despus pasamos a Cantona. Cantona dio un vuelco, y al mes de iniciarse
Los resultados de este proyecto de investi- los trabajos nos encontramos ya explorando
gacin arqueolgica la llevan a proponer otro: un rea aunque mnima para abrirse a
Proyecto Can de El Infiernillo-Can de El la visita pblica, entonces la exploracin del
Diablo, para llevarse a cabo en el suroeste de rea qued sin llevarse a cabo. Pero como
Tamaulipas. La finalidad bsica era investigar sabamos que era indispensable conocer la
la transicin de grupos nmadas con eco- regin para tratar de entender tanto la ciudad
noma de apropiacin a grupos sedentarios, como el desarrollo regional, Leonor propuso
con dependencia en la produccin, y tratar de la realizacin de un programa de investigacin
rastrear una tradicin cermica de pasta fina especfico para esta rea. Surgi el Proyecto
(tipos Jabalines y Progreso Metlico asocia- Norte de la Cuenca de Oriental (Pnco).
dos a figurillas planas) que al parecer estuvo La primera temporada de campo, muy cor-
asociada a este proceso. De acuerdo con sus ta escasos nueve das, tiene lugar en 1997.
inferencias basadas en los resultados obtenidos Por motivos de salud, la segunda temporada
de sus investigaciones acerca del Formativo se realiz hasta el 2000, la tercera a la que
temprano en el rea de la Cuenca Baja del ella no asisti al campo, por encontrarse diri-
Pnuco y la amplia informacin otorgada giendo la dea fue en 2001. Ya en la cuarta

15
ngel garca cook

temporada, realizada en 2002, ella no estuvo duccin alfarera en el Mxico antiguo, obra
presente, haba fallecido. que se mencionar a continuacin.
Actualmente, el Pac en lo acadmico Para colmo, en 1999, como estaba enferma
volvi a absorber este programa de investiga- y para que no estuviera de floja, nuestros jefes,
ciones en el rea, y rika Morales apoyada Norberto Gonzlez y Jess Mora, le encarga-
por Rigel es mi actual brazo izquierdo en el ron la organizacin de una obra acerca de la
desarrollo de estos trabajos. cermica en Mxico, obra en la que me hizo
De Tlaxcala, tambin gracias a Leonor, lo- su ayudante, y que al fin vio la luz: La produc-
gramos publicar 125 textos, editados en siete cin alfarera en el Mxico antiguo, que ella ya no
volmenes: dos de la Antologa de Cacaxtla; uno vio impresa, pero de la cual dej armados en
sobre Tizatln, y cuatro referentes al resto del imprenta los dos primeros volmenes.
estado (1995-1996). Leonor tambin tuvo cierta actividad do-
Pese a la carga de todo este trabajo ingres, cente: dict clases en la enaH de 1984 a 1998
en 1986, a la Facultad de Filosofa y Letras de (Mtodos y Tcnicas III; Mtodos y Tcnicas
la unaM para estudiar la Maestra en Geogra- IV; Historia de Mxico II; Historia de Mxico
fa, sin dejar, desde luego, por las maanas III).
de cumplir con su trabajo en Prehispnicos. Imparti cursos de diplomado tanto en la
Estudios de maestra que concluyeron en enaH como en el Museo Amparo y en la Uni-
1987, cuya tesis sobre la Cuenca de Oriental versidad de Champagnat, en San Luis Po-
qued inconclusa. tos.
Leonor siempre confesaba que nunca le Publicaciones: slo logr la realizacin de
gust ni le atrajo el estudio del material cer- 52 textos (algunos an en imprenta).
mico; sin embargo cosas del destino des- Leonor conoca tanto o ms que yo el de-
de que entr al PaPT, su mayor actividad fue sarrollo cultural y, en general, los problemas
clasificar cermica. As, desde sus primeras arqueolgicos de la regin Tlaxcala-Puebla, y
publicaciones escribe sobre este elemento as nuestra obra mxima acerca de esa regin
cultural. es la sntesis de la evolucin cultural que se dio
De esta manera, antes de cumplir un ao en Tlaxcala, sntesis que realizamos en 1990
de laborar en el PaPT, Leonor dict una confe- y que qued plasmada en el libro Tlaxcala:
rencia relacionada con sus anlisis cermicos: una historia compartida (publicada en 1991), y
Formas caractersticas de los soportes en la en dos volmenes ms se presenta, a manera
secuencia cultural de Puebla-Tlaxcala, con de antologa comentada, todo el desarrollo
motivo de la XIII Mesa Redonda de la Socie- cultural, material que sirvi de base para la
dad Mexicana de Antropologa realizada en realizacin de la mencionada sntesis; el ttulo
Jalapa, Veracruz, en septiembre de 1973. de estos dos volmenes es Tlaxcala: textos de
Para la elaboracin de su tesis tuvo que su historia.
analizar entre otros elementos todo el ma-
terial cermico del norte de Tlaxcala. Despus Beatriz Leonor como jefa
(1988), publicamos juntos Notas sobre la cer- A principios de 2001, se intent convencerla
mica prehispnica de Tlaxcala, en el homenaje para que asumiera la Direccin de Estudios
a Eduardo Noguera, editado por la unaM. Arqueolgicos. Acept a medias, indicando
Ya en Cantona, tuvo que revisar y clasificar que primero deba elaborar un programa
casi 500 mil tepalcates, adems de los del Pnco, bsico de actividades y tena que saber si se le
para armar una tipologa inicial, tipologa que otorgara todo el apoyo a su administracin.
nos ha servido de base en los estudios actuales Elabor el programa, que discuti en dos o
y que se public en el volumen IV de la pro- tres sesiones tanto con el director general del

16
BeaTriZ leonor Merino carrin (1952-2002)

inaH (Sergio Ral Arroyo en ese momento) qued inconcluso. Su idea era, sobre todo,
como con Alejandro Martnez, entonces montarla en Morelos o en alguna otra ciudad
coordinador de Arqueologa. Aceptaron su fuera del Distrito Federal.
propuesta y ofrecieron otorgarle todo el apo- Inici el equipamiento de la dea dicPa,
yo en lo que fuese necesario. Todo lo cual Subacutica y Laboratorios, y en menos de
cumplieron. un ao consigui 23 computadoras, con la
Antes, para poder elaborar su programa de promesa de 27 ms; una red de intercomuni-
actividades, se document e inform de la si- cacin y cuatro vehculos nuevos.
tuacin que tena la dea. Analiz lo que hacan Alcanz y logr lo ms que pudo, mas no
y haban hecho cada uno de los investigadores lo que hubiese deseado.
(tanto de los laboratorios como de Subacutica Con el apoyo de todo mundo, logr que
y los de la dicPa, su centro de trabajo). Tom se construyera el segundo piso del Archivo
posesin el 16 de mayo de 2001 y concluy sus Tcnico de la Coordinacin Nacional de Ar-
funciones a su muerte (en julio de 2002). queologa el archivo de Pepe.
En los escasos 13 meses y medio que se de- Particip y apoy la creacin de un pro-
sempe como directora realiz varias de las yecto de investigacin de carcter interinstitu-
actividades que se propuso. Entre otras, reuni cional y binacional: el proyecto El Urbanismo
una serie de especialistas (arquelogos) en ex- en Mesoamrica, que dirigiera Guadalupe
ploracin y restauracin de monumentos ar- Mastache (q.e.p.d.), por Mxico, y William T.
queolgicos inmuebles e integr la Comisin Sanders, por la Universidad de Pennsylvania.
de Conservacin de la Coordinacin Nacio- Program e inici la organizacin aun-
nal de Arqueologa. que no se realizaron de dos series de con-
La idea principal fue elaborar normas y re- ferencias con especialistas en la materia: una
glamentos bsicos respecto a restauracin y ha- sobre arqueoastronoma y otra sobre teora
bilitacin de los monumentos arqueolgicos arqueolgica.
para despus lo que ya no se dio discu- Es necesario destacar que siempre tuvo
tirlo con todos los arquelogos y con algunos rpida respuesta de las autoridades del inaH:
restauradores, para lograr su aplicacin obli- Direccin General, Secretara Tcnica, Coor-
gatoria en el mbito federal y otorgar tanto dinacin de Asuntos Jurdicos, Coordinacin
apoyo como asesora a los arquelogos que de Antropologa, Recursos Materiales y de
emprendieran esta clase de actividad. Servicios y, desde luego, la Coordinacin Na-
Leonor se dijo: si una de las funciones bsi- cional de Arqueologa.
cas de la dea es el estudio y conservacin del Con esta ltima y con la Direccin de Pla-
patrimonio arqueolgico nacional, entonces neacin de dicha coordinacin, se propuso ela-
habra que empezar por conocer y reglamen- borar la publicacin de folletos de divulgacin
tar todo lo relacionado con esta actividad, es con textos y material grfico de las principales
decir, determinar normas y estrategias, esta- capitales arqueolgicas de Mxico antiguo, con
blecer prioridades, tanto por el inters del el ttulo Arqueologa: dilogos con el pasado.
conocimiento mismo como por los compromi- Ya no pudo estar presente durante la pre-
sos institucionales, con la finalidad de poder sentacin del primer nmero, durante la cual
otorgar el apoyo y asesora a los arquelogos tambin se montara una pequea exposicin
que realizaran este tipo de trabajos y que as en la zona arqueolgica correspondiente. En
lo solicitasen. la actualidad, han sido publicados varios de
Otra accin que se propuso y que se logr estos folletos, entre ellos los de Monte Albn,
en parte fue la creacin de una ceramoteca Tajn, Xochicalco, Palenque, Teotihuacan, La
nacional y de un banco de datos, proyecto que Quemada y Tzintzuntzan.

17
ngel garca cook

Siempre quiso realizar un proyecto de Como ser humano fue una gran mujer.
investigacin multidisciplinario. Ya haba Quien la lleg a tratar pudo darse cuenta de
presentado el suyo en 1991, con la integracin su gran corazn y del apoyo desinteresado que
de diversos programas de investigacin, cada ofreca. Con sus padres, hermanos, sobrinos,
uno con su propio lineamiento y presupuesto, cuados, amigos, con los empleados manuales,
pero todos en torno a una regin y coordi- bueno, hasta con mis hijos y mi nieta; siempre
nado por ella: el proyecto del gelogo, del se desvivi por ayudarlos y por compartir lo po-
edaflogo, el de los bilogos y de laboratorios, co que tena. A colegas y estudiantes que se acer-
el de restauracin, el de antropologa social caron a ella, siempre les otorg su apoyo.
y el de etnohistoria, adems, desde luego, el Tuvo, desde luego, sus no amigos, los que
de las investigaciones arqueolgicas y el de quiz por molestarme, la mortificaban a ella.
los estudios especficos de los murales. Su Pero Leonor fue sensata, realista, honesta,
nombre: Programa Integral de Investigacin leal y sobre todo valiente; entre otras cosas
y Conservacin Cacaxtla-Xochitecatl y su dignas de una gran mujer, logr una de las
Entorno. mayores conquistas humanas: la del perdn.
Por diversos motivos, ms bien de carcter Nunca guard rencor y trat, sobre todo, de
poltico, ste no se llev a cabo. Adems, se ser justa. Un ejemplo: cuando hacamos la
integr conmigo en las investigaciones sobre lista de posibles autores para encargarles un
Cantona. texto acerca de cermica, para la realizacin
Pero con el objetivo de fomentar este tipo de esa obra La produccin alfarera en el Mxi-
de programas de investigacin multidiscipli- co antiguo y al tratar respecto al tema de la
naria y poder aprovechar la infraestructura cermica del Formativo en el Noreste de M-
de la dea, entre otras dependencias del inaH, xico, le dije: t desarrollas ese texto, el del
Leonor puso en marcha un proyecto con Noreste, y yo hago el del Formativo en Puebla-
dichas caractersticas. Tlaxcala, a lo que ella de inmediato me dijo
Con la intencin de resolver la proble- no. No? cuestion. No. Se lo pedimos
mtica, que da a da se hace ms compleja y a Laura Castaeda que es la que ms sabe del
que amenaza los pocos restos arqueolgicos Formativo de esa regin. Slo un ejemplo, y
que an quedan en el Cerro de la Estrella, todo un ejemplo para m.
propuso la realizacin del Proyecto Cerro de Todo esto mientras, por dentro, el cncer la
la Estrella, en el cual adems de arquelogos devoraba. Pero como la grandeza del espritu
investigadores de la dicPa y de contratados, se prueba siempre ante la adversidad, Leonor
participaran especialistas de los laboratorios, en ningn momento sinti pena por su infor-
antroplogos sociales y etnlogos de la deas tunio. Enfrent al cncer y fue una luchadora
(Direccin de Etnologa y Antropologa So- ejemplar. Apenas extern sus dolores y esto
cial) y tambin compaeros de etnohistoria. cuando fueron intolerables y soport con
Aunque vio concluida su organizacin, los gallarda las torturas de las quimioterapias,
planteamientos y el proyecto mismo, ya no perdi el pelo y no cubri su cabeza con tur-
pudo ver el inicio de sus labores y el cauce bantes o peluca, slo un simple paliacate o
que este proyecto ha seguido. una corta paoleta.
Siempre erguida, de cara a la verdad, sin de-
Leonor, la mujer rramar una lgrima, aun sabiendo, sintiendo,
Aunque su apariencia era triste y tranquila, casi oyendo que la muerte se le vena encima...
ella no era as. De carcter fuerte, dinmica e y es que muriendo aprendi a vivir. Nunca se
incansable, siempre otorg total dedicacin a rindi; siempre esper, con serenidad y paz,
lo que emprenda. el momento de su muerte.

18
BeaTriZ leonor Merino carrin (1952-2002)

Leonor nos otorg, a todos los que la co- de la repeticin 1979, 1985, 1992, 1998 de
nocimos y tratamos, el ejemplo inusitado de estas enfermedades, e inici un tratamiento
saber morir. Nos dio una leccin, al menos a equivocado. Despus se hizo lo imposible, pero
m, del bien morir. el desenlace todos lo conocemos.
En general, Leonor fue sana, pero en la Huas- Beatriz Leonor muri el 10 de julio de 2002,
teca adquiri el dengue y la fiebre de Malta; des- y hoy, gracias a la iniciativa de Diana Zaragoza
pus cada seis a siete aos le volveran las fiebres Ocaa, la recordamos.
y los escalofros. Por ello, cuando en 1998 le vol-
vieron esos sntomas, pensamos que se trataba Gracias, muchas gracias.

19
el MaZ y su Transfiguracin
en la culTura HuasTeca
Marcia Castro-Leal Espino*

inTroduccin hombres, ellas no son, nicamente, una copia


Cuando hice mi tesis de doctorado consider de la realidad, sino que tienen un significado
la necesidad de buscar nuevas perspectivas que esencial que constituye un mensaje visual. Este
permitieran lograr una visin ms completa mensaje es captado al momento de mirar el
de la sociedad prehispnica: era necesario que objeto, pero su entendimiento es posible cap-
se retomaran para su estudio los objetos ar- tarlo con el conocimiento de la ideologa que
queolgicos ah, en el mismo sitio de los tra- exista en la sociedad que lo produjo.
bajos de excavacin; igualmente los donados, La inteligencia humana tiene como acti-
que permanecan hasta ahora en las bodegas. vidad primordial el proceso de creacin que
Todos ellos deberan propiciar investigaciones culmina, casi siempre, en una expresin figu-
con un nuevo tipo de anlisis. Mi posicin de rativa, como son las esculturas en piedra, de las
arqueloga en el Museo Nacional de Antro- cuales las colecciones son muy fecundas.
pologa me dio bases para establecer un mayor Parafraseando a Greimas: la figuratividad
conocimiento de la cultura mesoamericana no es una simple ornamentacin, es un pare-
por medio del anlisis de los objetos de la cer cuya virtud consiste en dejar entrever la
coleccin que me corresponde como investi- posibilidad de otro sentido de las cosas, ya
gadora-curadora de las Culturas del Golfo. que por medio de la semitica se construye la
La semitica de la Escuela de Pars me pro- significacin del texto analizado as como el
porcion la teora y metodologa adecuadas sentido que se organiza y articula. Es decir, que
para buscar, en esas expresiones del hombre la expresin del lenguaje plstico est plasma-
prehispnico, un sentido y significado para da en las esculturas y debe ser ledo.
tratar de entender los conceptos que subyacen La presentacin del material arqueolgico
en los objetos expresados mediante el lenguaje prehispnico, sobre todo de un grupo poco co-
de la cultura y el pensamiento prehispnico de nocido, como el huasteco, requiri dentro de
quien los elabor. Ya que las imgenes que mi concepcin profesional la necesidad de
se registran en materiales como la piedra son realizar primero una exposicin general de las
una de las formas de comunicacin entre los comunidades que ocupaban el territorio que
arqueolgicamente se considera huasteco
pero que estaba habitado por grupos que
* Museo Nacional de Antropologa, investigadora- mostraban diferencias tanto lingsticas como
curadora de las Culturas del Golfo, inaH. polticas; sin embargo, a pesar de esa com-

21
Marcia casTro-leal esPino

Una de las esculturas ms complejas de la


coleccin Huasteca es El Adolescente de Ta-
mun, que contiene la posibilidad de realizar
un anlisis minucioso, pero la semitica pro-
porciona otras perspectivas para obtener el
significado exhaustivo. Por tanto, presentar
algunos puntos que se podran desarrollar y
que ofrecen una nueva perspectiva.
Esta escultura de un joven desnudo, que
tiene la mitad del cuerpo cubierto con relieves
que arrancan desde su tobillo de la pierna
derecha y se extienden a lo largo de toda la
pierna y la espalda, diversificndose despus
a la nuca, frente, hombros y muecas, es una
representacin compleja que expresa uno
de los cultos ms representativos del Mxico
prehispnico: el del maz. Esta escultura, que
puede tener varias lecturas diferentes, puede
ser en cierta medida complementaria, adems
de que su contenido es polismico; se trata de
la presencia de figuras y signos con varias sig-
nificaciones dentro de ellos mismos.
En la lectura de los mitos, para reconstruir
su significado, deben utilizarse las informa-
ciones extratextuales sin las que el estableci-
miento de la isotopa narrativa sera imposible,
como menciona Greimas. Esta informacin
Figura 1. El Adolescente, perfil y parte superior sera en el caso de El Adolescente conocer
de la espalda. la planta del maz y su crecimiento, as como la
importancia que tuvo en Mesoamrica, donde
se le consider como una deidad.
plejidad en sus interrelaciones compartan La escultura puede considerarse como un
expresiones plsticas y religiosas semejantes, fragmento del discurso religioso huasteco for-
como las esculturas en piedra. mado por un relato donde se puede encontrar
Despus del hecho de elegir por primera testimonio del tiempo y de los aspectos de los
vez una nueva teora y metodologa para ana- personajes que se relacionan con una de las di-
lizar el material arqueolgico, se me exigi mensiones mitolgicas de la alimentacin
buscar su aplicacin tanto en la antropologa como principio de la vida. Como en todos
como en la arqueologa; lo anterior fue desde los discursos mticos, para su lectura se debe
los aos cincuenta del siglo xx, cuando se considerar la presencia de unidades que slo
buscaba una nueva perspectiva basada en el adquieren significacin al estar agrupadas en
estudio del lenguaje. La semitica de la Es- paquetes y al combinarlas.
cuela de Pars permite analizar la intenciona- Entonces, lo que se muestra como un relato
lidad subyacente en las expresiones plsticas es una sucesin de enunciados que forman
huastecas por medio del reconocimiento del un conjunto de comportamientos orientados
lenguaje articulado. hacia una meta. Esa sucesin en el relato

22
el MaZ y su Transfiguracin en la culTura HuasTeca

Frente
Espalda

Costado derecho
Figura 2. El
Adolescente,
vista de la Figura 3. Costado derecho de El Adolescente de
espalda. Tamun.

implica una dimensin temporal, ya que los son ms pequeas que las segundas y las
enunciados presentados mantienen entre segundas, menos grandes que las terceras; el
ellos relaciones de anterioridad y posteriori- crecimiento de todas ellas est establecido en
dad. Como ejemplo de lo anterior, podemos un eje vertical del cuerpo del adolescente. A
apreciar las configuraciones plsticas que lleva determinada altura del cuerpo, en la cadera
El Adolescente en su espalda, integradas por y la espalda, se presenta un desembrague que
figuras de mazorcas, perfiles y cabezas de ani- efecta un cambio en su fisonoma al surgir
males que adquieren un significado especial del grano de la mazorca un pequeo nio.
al establecer una recurrencia en tres niveles Cambia el personaje; en lugar de las figuras
distintos y un ritmo de acrecentamiento que vegetales y animales aparece la figura huma-
culmina en la espalda del joven. Este ritmo na representada por la presencia del rgano
tiene una secuencia inicial con el nacimiento sexual masculino y sus gotas de semen que se
del maz en la tierra asociada a los tobillos del representan como analoga a los granos de
adolescente, donde est representado el maz maz. Es decir, que ello est relacionado con
por tres mazorcas con tres granos al interior el origen de la vida, por lo que un poco ms
de cada una de ellas; las primeras mazorcas arriba de la espalda surge la figura de un nio

23
Marcia casTro-leal esPino

alimentar al hombre, se corta la cabeza del


hombre para alimentar a la tierra donde nace
la mazorca.
Otra de las complejidades del adolescente
es su lectura sintagmtica que debe hacerse
tanto en sentido vertical como horizontal, es
decir la lectura debe ser doble, tanto por me-
dio de las figuras y configuraciones que existen
a lo largo del cuerpo, como tambin en las fi-
guras que componen los formantes horizonta-
les, cuyo significado debe ser ledo de manera
sintagmtica; por supuesto, en ambos, el eje
paradigmtico es polismico y el significado es
tanto metafrico como metonmico.
As, en la ideologa Huasteca se muestra
la dependencia e identidad: hombre y maz
tenan un mismo valor y ambos necesitaban
del alimento para seguir produciendo su vida,
que era interdependiente.

Figura 4. Semen convertido en crculos secuencia inicial


preciosos de El Adolescente.
En el desarrollo del relato, est constituida
por el nacimiento del maz en una configura-
que supone otro desembrague, al igual que la cin de dos grupos de formantes; uno de ellos
culminacin del crecimiento de las gotas de tiene tres mazorcas de maz, cada una de las
semen. Aqu tambin se establece la bi-isoto- cuales lleva tres granos en su interior. El se-
pa del mundo vegetal y del mundo humano gundo formante lo integran dos perfiles de
al reunirse en la figura del infante como la cabeza de cocodrilo que delimitan a un ele-
culminacin de los granos del maz. Ya que se mento geomtrico con el extremo superior
presentan de gran tamao en la unidad sintag- ms ancho que el inferior, una cabeza de ave
mtica anterior al infante, en esa figura parece con gota de sangre en el cuello y, en la parte
que el ritmo de las transformaciones muestra inferior, una banda formada por crculos
una intencionalidad subyacente y llegan a su preciosos que en su interior llevan cada uno
meta determinada. un pequeo crculo. Aqu se inicia la presencia
Sin embargo, en la escultura el sentido con- de elementos que irn adquiriendo mayores
tina hasta la cabeza del adolescente, la cual dimensiones a medida que ascienden por el
tiene tambin esa fusin que adquiri sentido cuerpo del personaje.
en el pequeo nio, ya que metafricamente Dentro de las relaciones fundamentales
se identifica al grano del maz con la cabeza se distingue a la tierra como el sujeto que se
del hombre, ambos ubicados en su extremo halla en conjuncin con el objeto de valor re-
superior. Tal vez eso explicara la justificacin presentado por las mazorcas de maz. La tierra
del rito de la decapitacin en la religin de la est paradigmticamente tanto en la espalda
costa del Golfo, desde unos mil aos antes de del personaje como en los tobillos, ya que im-
nuestra era, que fue, quiz, el momento en que plican la unin con la tierra.
la siembra del maz adquiere su importancia El tamao de las figuras de esta primera
fundamental. Como se corta la mazorca para secuencia se incrementar a medida que stas

24
el MaZ y su Transfiguracin en la culTura HuasTeca

tanto un desplazamiento en el cuerpo huma-


no como un crecimiento dimensional que
permite que sea un antecedente a la siguiente
dimensin.
La secuencia posterior presenta un cambio
Grano de maz sustantivo, ya que las figuras tienen una dimen-
sin tal que los granos dentro de la mazorca,
al crecer de esa manera, permiten reconocer
Ave decapitada en ellos otras figuras. El crecimiento parece
Sangre como
crculo precioso implicar una visin interior mayor, por lo que
el desarrollo tiene dos dimensiones, tanto la
Semen en forma de gotas vertical como dentro de una de las figuras, el
preciosas
grano de maz.
En esta unidad el sujeto que contiene el
objeto de valor que originalmente fue la tierra
se duplica por la inclusin del hombre. Los
granos de maz junto al pene se representan
Hojas
Cocodrilo con dos crculos preciosos, sin duda gotas de
semen que pueden crear vida. Es decir que se
Figura 5. Detalle de los elementos simblicos. otorga el mismo valor a los granos de maz que
servirn para reproducir otras mazorcas que a
las gotas de semen que servirn para reprodu-
ascienden en el eje vertical, lo cual implica cir nuevos hombres.
un desarrollo dimensional implcito en una Aqu hay un nuevo actor en relacin con
secuencia temporal. la reproduccin de la vida; se puede deber al
La multiplicacin de las figuras, representa- espritu que presentan la figura de ave en las
das en nmero de tres (mazorcas), dos (perfil gotas de semen y la mandbula humana en el
de cocodrilo) y cinco (crculos preciosos), en grano de maz.
el caso de las mazorcas tendra como significa- Una de las metas que se alcanzan en el desa-
do considerarlas como base de la alimentacin rrollo se realiza como culminacin de la repre-
del hombre. sentacin: la aparicin de la figura de un nio
En la siguiente unidad se repiten los mis- pequeo en la espalda del personaje. Esta figura
mos elementos con un tamao mayor, que se coloca encima de los tres granos de la mazor-
significara tanto una extensin espacial mayor ca, lo que hace una conjuncin de la vida vegetal
a la anterior como un mayor tiempo implica- y la humana, un nuevo producto de vida.
do en el desarrollo. El crecimiento del maz Por primera vez aparecen las funciones de
se identifica con el crecimiento del cuerpo otro personaje, pero en forma metafrica, ya
humano, ya que se va ubicando cada vez ms que el nio es sostenido dentro de un rebozo,
arriba del cuerpo. como debieron llevar las mujeres a sus hijos.
El hecho de reconocer el crecimiento ver- El hecho de introducir esta nueva funcin de
tical del maz es parte de las informaciones sostenimiento implica tambin, paradigmti-
extratextuales, que Greimas llama rejilla de camente, relacionarla con el sostenimiento de
lectura, sin las cuales el establecimiento de la los nios al alimentarlos con la leche materna:
isotopa narrativa sera imposible. granos de maz + gotas de semen = nio.
La tercera unidad, constituida con los mis- La siguiente unidad es la cabeza del hom-
mos elementos que las dos anteriores, lleva bre, en donde la conjuncin es reiterada, ya

25
Marcia casTro-leal esPino

que la secuencia final es considerar esta parte tura convierte el cuerpo humano en el centro
del cuerpo humano como la mazorca, como del significado en su relacin con el maz
el extremo superior de la lnea vertical que se llevndolo en sus piernas, y ello mismo est
origina en la tierra, como el grano formante presente en otras esculturas como en la Lpi-
que tiene en la frente y en la nuca, por lo que, da de Huilocintla de Veracruz, y en La Apo-
como se corta la mazorca para alimentar al teosis, de San Luis Potos. La piel que recubre
hombre, se cortar la cabeza para alimentar el cuerpo adquiere un significado especial al
a la tierra. ser en ella donde se inscribieron los rasgos y
las figuras que forman los conjuntos y subcon-
Origen de la vida juntos que integran los elementos.
De acuerdo con la categora topolgica,
Vida vegetal Vida humana los elementos se distribuyeron como unidades
Granos de maz Gotas de semen de significacin, sobre todo por su ubicacin
dentro del cuerpo (muecas, hombros, tobi-
Dentro de los granos de maz, al igual que llos, cuello y cabeza); todos ellos tenan un
dentro de las gotas de semen representadas significado especial.
como si fueran vistas por un microscopio, se Del extremo superior del cuerpo, elemento
aprecian ciertas figuras: una dentadura o una que tuvo un culto especial en Mesoamrica, pe-
mandbula en el caso de los granos de maz, y ro sobre todo en la costa del Golfo, encontramos
un ave en el de las gotas de semen. representaciones en piedra y barro entre los
Aplicaremos la teora y la metodologa de huastecos y tambin en el centro de Veracruz.
la semitica plstica y figurativa a la escultura Por otro lado la divisin del cuerpo se de-
huasteca de El Adolescente de Tamun, San termina en dos reas verticales no simtricas
Luis Potos, tomndola como una configu- (mitad derecha y mitad izquierda), as como
racin discursiva integrada por formantes tambin se establecieron dos reas (la parte
plsticos y figurativos, los cuales, a su vez, posterior y anterior), espalda y frente. Estas
estn integrados por figuras constituidas por divisiones del cuerpo destacan por la categora
unidades ms pequeas, como son los rasgos. constituyente que es la cromtica que marca
Aqu nos referimos a la identificacin que se reas distintas como saturado/no saturado en-
ha hecho del cdigo figurativo como forma tre la parte izquierda y la derecha, una de las
de lo mtico y la aceptacin de que estructuras cuales lleva cubierta la superficie con figuras
semiticas semejantes rigen en los discursos y rasgos que contrastan, tanto plstica como
poticos y mticos, en los que el nivel discursivo figurativamente, con la parte que no las lleva.
se identifica con el plano figurativo del discur- De esta manera se manifiesta una clara
so mientras que el nivel mtico corresponde diferencia en la significacin otorgada entre
en el recorrido generativo a las organizaciones espalda y frente del cuerpo humano, ya que
semiticas profundas. llevan elementos totalmente distintos en cada
uno de ellos, como sucede con el lado derecho
el adolescenTe y el izquierdo. En estas reas o puntos men-
Las ideas de la semitica plstica y figurativa cionados del cuerpo huasteco encontramos
sern aplicadas a la escultura de El Adolescen- los mismos elementos compuestos por rasgos,
te de Tamun, San Luis Potos, aceptndola figuras y elementos.
como una configuracin discursiva integrada
por elementos plsticos y figurativos, los cua- los eleMenTos que inTegran al Personaje
les, a su vez, estn integrados por figuras cons- 1. Dos mazorcas con hojas, y englobados en
tituidas por rasgos. Como he dicho, esta escul- su centro en una lnea vertical, tres granos de

26
el MaZ y su Transfiguracin en la culTura HuasTeca

Nuca

Frente

Figura 6. Nuca y frente de El Adolescente.

maz. Estas dos primeras mazorcas, a la altura da por cinco crculos con cuatro secciones y un
del tobillo del personaje, son ms pequeas. punto al interior, y sobre ellos hay dos cabezas
Inmediatamente encima van otras dos mazor- de cocodrilos con fauces dentadas.
cas un poco ms grandes, y las dos siguientes 3. Al lado izquierdo de las cabezas de coco-
son de mayor tamao y llegan a la parte pos- drilo se encuentran, al mismo nivel, una ca-
terior de la rodilla. En cuarto lugar se encuen- beza de ave decapitada y, al parecer, lo que re-
tra una sola mazorca de gran tamao que mata su cuello, la representacin de una gota
inicia desde el muslo y llega hasta la cintura. de sangre. Igual que las mazorcas, las cabezas
Los tres granos al interior son tres grandes de cocodrilo, as como las cabezas de las aves,
crculos, y dentro de ellos parece estar la re- van aumentando en su tamao del primer al
presentacin de una mandbula y encima un tercer nivel, y en cada nivel se encuentran en
crculo dividido en cuatro secciones; es tan una banda horizontal cinco y seis crculos en
ancha la extensin de la mazorca que recubre cuatro secciones y un punto al centro.
toda la seccin corporal del lado derecho de 4. En el cuarto nivel, en la parte superior
la cadera. de los msculos hay dos crculos preciosos, en
2. En el mismo nivel de las primeras mazor- cuyo interior se encuentra la cabeza de un ave
cas, el tobillo, se encuentra una banda forma- con la boca abierta.

27
Marcia casTro-leal esPino

5. Encontramos la presencia de un recin


nacido en la espalda de El Adolescente; el
beb es cargado por el personaje en la misma
forma que las madres cargaban a sus hijos.
6. En algunas secciones del cuerpo se en-
cuentran las mismas figuras con la misma
medida. En los hombros hay, en el primer
nivel, cinco crculos divididos en cuatro sec-
ciones y un punto al centro. En la banda de
los crculos hay un segundo nivel que tiene,
en ambos lados, el bloque de una mazorca con
Mueca izquierda
tres granos al centro, y en la parte central de
los granos hay una cabeza de cocodrilo, como
dos elementos geomtricos ms anchos en la
parte superior y ms angostos en la inferior.
7. El hombro izquierdo tiene los mismos
elementos que el derecho, pero, adems,
lleva otro grupo de mazorcas con la cabeza
de cocodrilo, el elemento geomtrico y los
crculos dos de ellos con cuatro secciones
y un punto al interior.
8. En la mueca de su brazo derecho tiene
la banda de los crculos con cuatro secciones y Mueca derecha
un punto al centro, una mazorca con tres gra-
Figura 7. Muecas de El Adolescente.
nos al centro, una cabeza de ave decapitada
y otra ave. En la mueca del brazo izquierdo
se encuentran dos mazorcas, los crculos con
cuatro secciones, una cabeza de cocodrilo y esPalda
una de ave. Por qu en la espalda es donde se encuentra
9. Las figuras que se encuentran en la nuca concentrado el mensaje ms intenso?, pues
del personaje estn constituidas por crculos, ah est la mayor cantidad de figuras, por lo
cuatro al centro del cuello, pero rematados en que contiene el significado ms complejo.
cada lado por una mazorca con sus tres granos Tambin debemos destacar la intencin del
al centro. Por encima de ellos hay dos cabezas huasteco de marcar una diferencia entre la
de cocodrilo, dos cabezas de aves decapitadas y parte derecha y la izquierda de la espalda, al
en ambos extremos se encuentran tanto crcu- inscribir en la derecha la mayor cantidad de
los como la cabeza de un cocodrilo. figuras, es decir, unidades de significado, tanto
10. Al frente de la cabeza del personaje se en la pierna como en la cabeza y la parte su-
encuentran, en ambos lados, los tres granos de perior de la espalda, los hombros y la nuca.
maz, y el elemento geomtrico est en la parte Al colocar las figuras en esa parte del cuer-
superior, en la frente de El Adolescente. po indica los conceptos socioculturales del
11. Junto al falo del personaje hay varios pensamiento de los huastecos en relacin con
crculos que pueden representar el semen su forma de concebir la espalda, ya que debi
convertido en crculos preciosos, ya que en ser ideada como la regin que est por debajo
la parte del muslo derecho hay dos crculos de la superficie de la tierra, es decir, que se
grandes, cada uno con una cabeza de ave. relacionaba con la regin interna del subsuelo,

28
el MaZ y su Transfiguracin en la culTura HuasTeca

espacio del cual proceden las plantas. En ella


se inicia un proceso que permite prevenir una
serie completa de la configuracin del aspecto
del nacimiento, del desarrollo, de la duracin
y la conclusin, y del xito del proceso de la
naturaleza.
Es decir, que la planta del maz se muestra
iniciando su presencia, mostrando desde un
pequeo tamao sus mazorcas que poco a
poco van creciendo verticalmente; su tama-
o aumenta y en determinado momento la
mazorca se convierte en un ser humano: el
nio que est en la espalda de El Adolescen-
te. Despus, las figuras que se encuentran en Frente
Espalda
la cabeza del personaje central sealan los
granos, lo cual, tal vez, indica que el mismo Hombro derecho
personaje es la concepcin del maz como un Figura 8. Hombro derecho de El Adolescente.
ser humano, ya que esa planta era extraordi-
naria para la alimentacin que sostiene a los
hombres con una vida primordial. claridad; sin embargo, considero que la fi-
gura representa la forma del espritu o el
Pierna derecHa alma del grano de maz, de acuerdo con la
Sus extremidades inferiores estn colocadas categora, en cuanto a la posicin u origen de
sobre la tierra, estableciendo una imponente las figuras que sostienen el ritmo creciente y
relacin con ella y significando un especial progresivo, reafirmado por las dimensiones
conducto a sus profundidades, de ah que sea mayores de la misma figura.
el tobillo derecho el elemento ms cercano Al terminar las piernas y la cadera, El
del cuerpo humano al interior de la tierra, Adolescente lleva en su espalda un nio, re-
donde se inicia la serie de figuras del maz que cin nacido, depositado dentro de un tejido
van, como se ha mencionado, creciendo de semejante al que, en nuestros das, llevan las
tamao a medida que ascienden sobre la pan- madres indgenas al cargar a su nio en un
torrilla, la corva, parte del muslo, espalda, rebozo colocado en esa misma forma que lleva
cuello y cabeza. El Adolescente.
Un primer elemento con seis figuras colo- Por tanto, esta figura, de acuerdo con la
cadas en un grupo de dos mazorcas de maz en disposicin de las configuraciones plsticas
tres niveles ascendentes indica la orientacin en el espacio, es la culminacin del desarrollo
de la lectura en el crecimiento progresivo de de los granos del maz que muestran cmo
la planta en un eje vertical que muestra cmo su germinacin fue produciendo distintas
es el desarrollo del maz. etapas, con base en su ubicacin, desde su
El segundo elemento, en un nivel superior, aparicin en el tobillo y su crecimiento en
est integrado por la figura de una mazorca de la espalda hasta la cabeza de El Adolescente.
gran tamao y sus tres granos, representados La categora figurativa de la germinacin del
al interior, todo ello ocupando la totalidad del grano llega a la transformacin de un ser
muslo, nalga y cadera. Los granos, sorprenden- completo; la culminacin del sentido iniciado
temente mayores, muestran una figura dentro, en la parte inferior del cuerpo del adolescen-
aunque an no es posible identificarla con te, que muestra el nacimiento del producto

29
Marcia casTro-leal esPino

concebido en el mundo interno de la tierra,


el cual se desarrolla hacia el espacio externo
y superior, ya que se muestra primero como
una planta, pero, ms adelante, como un nio
pequeo y, despus, se conforma en la cabeza
del personaje, mostrando que el ser humano
joven es la transfiguracin del maz.
Es decir, la escultura comprueba, mediante
las figuras, como formas del lenguaje, utiliza-
das en la piedra por los creadores huastecos,
Frente
qu es la metonimia y la metfora. La metoni- Hombro izquierdo Espalda
mia se refiere a las relaciones y corresponden-
Figura 9. Hombro izquierdo de El Adolescente.
cias entre objetos, en tanto que la metfora, la
semejanza, como relaciones entre ideas, ya que
se da a una cosa el nombre de otra (Ricoeur, cin en un pequeo ser y, despus, en el hom-
1974: 87-89). bre ya desarrollado.
La metfora tambin puede hacer una De este modo, se considera que la sustancia
transferencia de gnero a especie, o de especie sagrada (el maz) se manifiesta en otra sustan-
a gnero. As, Levy-Strauss, quien hizo notar cia (el ser humano) en su etapa ms temprana
que en el pensamiento mtico toda metfora (el nio) y finalmente se convierte en adoles-
acaba en metonimia y que toda metonimia cente. Como ejemplo de la transustanciacin
es de naturaleza metafrica, afirma tambin en los conceptos de otras religiones, en las
que la metfora se relaciona con el texto ceremonias de la religin catlica se menciona
religioso. que las hostias y el vino se convierten en el
Los huastecos plasmaron en El Adolescente cuerpo y la sangre de Cristo.
las figuras con lenguaje verbal, presentadas Es necesario mencionar que los mitos y
de manera plstica, como son la metonimia tradiciones acerca del maz de los grupos in-
o la metfora, ya que la escultura proyecta un dgenas actuales de la costa del Golfo, tanto
significado de semejanza en cuanto a la idea nahuas (Sandstrom, 1998: 59-94; Olgun, 1993:
de la identidad del maz con el hombre, am- 115-139) como totonacas (Ichon, 1973: 73-93),
bos productos de la tierra, que era concebida tepehuas y popolocas (Mnch, 1983: 163), an
como la madre, y tambin la relacin de co- asocian la figura de un nio recin nacido
rrespondencia de la metonimia al presentarlos con el maz.
como dos seres correspondientes a un mismo En el sur del estado de Veracruz, nahuas y
desarrollo. De ah, como era el pensamiento popolucas en su cosmogona tienen mi-
huasteco, las dos figuras (maz y hombre) se tos respecto a su origen, y entre las deidades
integran al concepto de vida en la naturaleza protectoras del gnero humano est el maz,
como seres que se transforman en uno solo, es que se encuentra en el sur y es definido como
decir, que se transfiguran uno en el otro. la fuerza de la vida, ya que se le considera
Esto es, que el maz tiene su poder de ger- como la carne, la sangre y el impulso vital del
minacin en el grano mismo, al cual se le reco- hombre, y se menciona a Homshuc o Tamacas-
noce un espritu o un alma que se reproduce tzin, Dios del Maz (Mnch, 1983: 155).
al interior del grano, quiz como una analoga En la poca contempornea, los grupos ind-
de la mujer con el vulo en su vientre o con genas de la Huasteca conservan algunos de los
el semen al interior del miembro masculino conceptos que se iniciaron en el Mxico prehis-
y, por tanto, el maz culmina su transustancia- pnico, como el canto a Chicomexchitl (Siete

30
el MaZ y su Transfiguracin en la culTura HuasTeca

Flores), que se entona al espritu del maz, even- Octavio Herrera (coords.), pp. 369-378,
to narrado por la seora Hernndez, persona ciesas/Colegio de San Luis/Colegio de
conocedora, quien sirve a los miembros de su Tamaulipas, Mxico.
comunidad en la ranchera que pertenece a icHon, Alain, 1973, La religin de los totonacas
Ixhuatln de Madero, municipio del norte de de la sierra, Instituto Nacional Indigenista,
Veracruz (Sandstrom y Gmez, 2004). Mxico.
Se reconoce lo fundamental que ha sido lvi-sTrauss, Claude, 1977, Lidentit, Grasset,
la planta de maz, no slo como elemento ali- Pars.
menticio sino como tema religioso y de gran ,1992, Eficacia simblica. Antropologa
importancia cultural en la poca prehispnica, estructural, Paids, Barcelona.
desde casi 1 800 aos antes de nuestra era, y MncH, Guido, 1983, Etnologa del istmo vera-
se ha conservado como alimento y como una cruzano, Universidad Nacional Autnoma
representacin mtica en grupos indgenas de Mxico-Instituto de Investigaciones
del Mxico actual. Antropolgicas, Mxico.
olgun, Enriqueta, 1993, Cmo naci Chi-
comexchitl, Huasteca II. Prcticas agrcolas
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(coord.), pp. 115-139, ciesas, Mxico.
casTro-leal esPino, Marcia, 2000, Sentido y ricoeur, Paul, 1973, La Metafore Vive, ditionsns
significado en la piedra, anlisis semitico du Seuil, Pars.
de la escultura huasteca prehispnica, tesis sandsTroM, Alan, 1998, El nene lloroso y el
doctoral (dos volmenes), enaH, Mxico. espritu nahua del maz: el cuerpo humano
greiMas, A.J., 1994, Semitica figurativa y se- como smbolo clave en la Huasteca vera-
mitica plstica. Figuras y estrategias en torno cruzana, Nuevos aportes al conocimiento de
a una semntica visual, Siglo XXI/Bene- la huasteca, Jess Ruvalcaba (coord.), pp.
mrita Universidad Autnoma de Puebla, 59-94, ciesas, Mxico.
Mxico. y Arturo Gmez Martnez, 2004,
flocH, Jean-Marie, 1993, Semitica, marketing Peticin a Chicomexchitl: un canto al
y comunicacin. Bajo los signos, las estrategias, espritu del maz, por la chamana nahua
Paids, Barcelona. Silveria Hernndez Hernndez, La Huas-
HernndeZ B., Paulino, Herminio Faras B., teca, un recorrido por su diversidad, Jess
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Chicomexchitl, la leyenda del maz, La Octavio Herrera (coords.), pp. 343-367,
Huasteca, un recorrido por su diversidad, Jess ciesas/Colegio de San Luis/Colegio de
Ruvalcaba, Juan Manuel Prez Zeballos y Tamaulipas, Mxico.

31
la HuasTeca:
ProBleMTica y nexos culTurales
Patricio Dvila Cabrera*

Como otras entidades arqueolgicas de nues- Mendizbal (1924: 252). Es as como este vago
tro pas, la regin huasteca carece de lmites territorio que, por el nombre de su caudaloso
precisos, tanto en su aspecto territorial como ro tambin se llam Pnuco, fue bautizado
en el cronolgico; algo similar sucede cuando desde el exterior, desde el centro de Mxico,
se pretende enumerar sus materiales especfi- paradjicamente sin que sus habitantes se
cos. La Huasteca as como cualquier otra enteraran hasta que las conquistas mexica
demarcacin cultural es un aforismo sujeto y espaola, y despues los antroplogos, se
a una permanente comprobacin. Por su los hicieran saber.
ubicacin, hacia el norte y en la costa oriental En un espacio con tantas etnias y con una
de Mesoamrica, la Huasteca recogi y asimi- demarcacin tan indefinida todo ha cabido;
l diversas influencias de otros pueblos del se habla de la Huasteca queretana o de la po-
Golfo de Mxico, entre las que destacan las blana, incluso de la Huasteca guanajuatense,
provenientes de la superrea cultural del Su- cuando en tales lugares hubo desarrollos
reste de Norteamrica, ya que algunos de estos culturales independientes, en ocasiones con
conceptos, con frecuencia reinterpretados, los algunas semejanzas y en otras por completo
transmiti a otras importantes culturas de diferentes, si bien naturalmente las interrela-
Mxico. ciones ideolgicas y comerciales con frecuen-
Hablamos de la Huasteca como si fuera cia existieron.
una entidad perfectamente conocida, como Para complicar la situacin, la presencia de
si fuese una parte de Mesoamrica tan espe- hablantes de una lengua de la familia maya y
cfica como el rea maya, la Mixteca-Puebla o el desafortunado axioma de que ellos son los
la del Occidente. Sin embargo, esto no es as, huastecos distorsion an ms esta situacin,
ya que el concepto de esta regin fue conce- pues dnde quedan los pames (xioi), olives,
bido y difundido por los mexicas sin mayores otomes (hahu), tepehuas (hamaispini) y de-
aclaraciones, slo como Guaxtecapan, las tie- ms etnias establecidas en estos parajes, pero,
rras del Cuexteco, para diferenciarla del otro sobre todo, qu sucede con los nahuas, quie-
tramo del Golfo de Mxico que perteneci a nes fueron y son la gran mayora entre los
sus dominios, el Totonacapan, como lo seal pueblos de la regin huasteca.
De este modo advertimos tres conflictos
evidentes en el campo de la arqueologa:
* Direccin de Estudios Arqueolgicos, inaH. 1. Quines fueron los huastecos?

33
PaTricio dvila caBrera

2. Cules son los lmites geogrficos de la muestran sus materiales arqueolgicos, sobre
Huasteca arqueolgica? todo en los siglos xv y xvi.
3. A qu poca nos referimos cuando ha- Poco despus del planteamiento de Swa-
blamos de los huastecos? desh, Norman McQuown (1964) modific tal
versin ya que sus estudios le demostraron que
los HuasTecos la separacin probablemente ocurri en el va-
Aunque tenemos la idea generalizada de que lle del ro Grijalva, en la frontera de Chiapas
existi una cultura huasteca, considero con Guatemala, donde se hablaba la lengua
que esto es una entelequia. Este engaoso cotoque (o chicomucelteco), adems de que
concepto ha constituido, y a la fecha an es, propuso que la ruptura se produjo en una fe-
un grave conflicto para la identidad de la re- cha ms reciente.
gin (Dvila y Zaragoza, 1997). Con la confu- Quien profundiz en este tema fue Leonar-
sa nocin de lo huasteco ocurre algo similar do Manrique (1979), ya que seal que Alfred
al conocimiento popular de Mesoamrica que L. Kroeber (1944) haba reparado en el estre-
seal Oliv (1990: 46) cuando dijo: Frecuen- cho parentesco que hay entre el huasteco y el
temente se habla de Mesoamrica como una cotoque, as como en la complejidad de esta-
unidad social, objetiva e histrica, como una blecer el lugar y el momento de su separacin,
antigua patria o una nacionalidad incipiente. aunque se inclin por pensar que se dividieron
Tal error, confundir una superrea cultural en la regin huasteca en el siglo x. De igual
con una identidad, equivale en nuestro caso manera, Manrique dijo que la propuesta de
a mermar y restringir la compleja regin huas- McQuown se bas en los estudios que Richard
teca meramente a una etnia, una lengua o una Diebold public en 1960 y, en el mismo texto,
cultura. mencion otros antecedentes acerca de esta
El equvoco deriva sobre todo de los es- polmica. Sin embargo, al proceder al anlisis,
tudios lingsticos, ya que prcticamente Manrique (1976: 90) parti de una presuncin
todos los antroplogos dieron por buena la errnea al afirmar que: En la Huasteca, hay
propuesta de Mauricio Swadesh (1953: 225), una tradicin cultural ininterrumpida que
quien afirm, con base en sus anlisis gloto- arranca por lo menos desde el Preclsico y
cronolgicos, que el huasteco (una de las 25 contina hasta el momento de la Conquista
lenguas de la familia maya) se separ del resto []. Sin embargo, las investigaciones han
unos 1 200 aos antes de nuestra era y, por evidenciado que no existe tal continuidad,
tanto, ello sucedi en algn lugar cercano a ya que el desarrollo cultural de la regin es
la regin huasteca, donde estos hablantes se mucho ms complejo.
establecieron, mientras que el resto avanz Por lo que ahora sabemos, los datos arqueo-
hasta ocupar la extensin que conocemos lgicos muestran que durante el periodo For-
como rea maya. Este supuesto se convirti mativo, a lo largo y ancho de la regin huaste-
en una especie de dogma incuestionable para ca, se desarrollaron muchsimas culturas con
los expertos, que durante dcadas perfil y caractersticas propias, incluso en algn mo-
orient las investigaciones en esta regin. De mento varias fueron influidas por la pujante
haber sido as resultara que, desde el tiempo cultura olmeca. Despus, durante el apogeo
en que se inici la sedentarizacin, el avance teotihuacano, coincidimos con los plantea-
cultural de los habitantes de la Huasteca ocu- mientos de Merino y Garca Cook (1987: 54),
rri al margen del resto de sus parientes mayas, quienes afirmaron que para la fase cultural
separados por una considerable fraccin de la Coy (200 a 650) se presenta un fuerte decreci-
llanura costera del Golfo de Mxico, lo cual miento de la poblacin debido a la reduc-
me parece inverosmil dadas las afinidades que cin drstica del nmero de asentamientos

34
la HuasTeca: ProBleMTica y nexos culTurales

existentes en el rea; el norte y el noreste se directamente encima del color claro de la


deshabitan y el nmero de pueblos tambin arcilla.
es menor. En el siglo xvi con el arribo europeo, y
El hiato se extendi por varios siglos; du- por consiguiente con la informacin que
rante l slo han sido encontradas aisladas y aportaron los datos histricos, el panorama
precarias evidencias de una cultura muy se- se complica porque tenemos testimonios de
mejante a la que defini Dominique Michelet que al menos ocho diferentes grupos tnicos
(1996: 45) como fase Ro Verde A (500 a 700 habitaban esta regin, casi todos denominados
d.C.), para la llamada zona media potosina, por los espaoles con trminos que no corres-
particularmente en la regin de Ro Verde. ponden a su identidad (como los pame de la
Despus, entre los siglos viii y xi, cuando el Sierra Madre Oriental, que se autonombran
resto del Mxico antiguo se presenta comple- xi-oi, o los huastecos de la parte norte, que en
tamente desarticulado con pequeos, aunque verdad se llaman teenek, entre otros).
importantes, florecimientos regionales (como De vuelta a los planteamientos de los lin-
los de Xochicalco, Cacaxtla, Teotenango, El gistas, McQuown (1964: 72) situ la sepa-
Tajn y otros algo similar ocurri en el rea racin de los huastecos casi mil aos antes
maya), en la regin huasteca se disemin del presente, lo cual, si bien no coincide por
una serie de asentamientos con construccio- entero con los datos arqueolgicos con que
nes que no estamos acostumbrados a ver en contamos, parece aproximarse a lo que en rea-
nuestro pas; se trata de poblados cuya zona lidad ocurri. Como mencion, los materiales
monumental est constituida por basamentos arqueolgicos que conocemos como huas-
de tierra con una distribucin, o patrn que tecos empiezan a extenderse, en la porcin
slo es frecuente en la parte norte de Mxico, septentrional, hasta el final del siglo xiv.
fuera del territorio llamado Mesoamrica. Por lo anterior, si estos elementos corres-
Estas culturas, dadas las particularidades de pondieran al grupo huasteco que se separ
sus materiales muebles, podemos afirmar que resulta que tenemos extraviados ms de 300
provienen del florecimiento cultural llamado aos, entre los siglos x y xi, cuando salen
del Sureste de Norteamrica, especfica- del rea maya, y el xiv, cuando llegan a la
mente de las culturas establecidas entre el parte norte de la Huasteca. En consecuencia,
valle del Mississippi y el noreste de Texas. Es podra ser ms sensato explicar lo que pas si
importante destacar que no se trata de una inferimos que estos mismos materiales podran
simple influencia, sino que llega una cantidad corresponder a algunos grupos nahuas que
de gente suficiente como para instalarse con actualmente elaboran una gran variedad de
sus tradiciones, aunque despus se integra- artculos (sobre todo vasijas, figurillas y sahuma-
ron al mbito cultural de los pueblos autc- dores) con acabados semejantes, entre los cua-
tonos vecinos. les predominan los decorados con negro sobre
Sin embargo, no es antes del siglo xiv, al un engobe blanco, mientras que los teenek o
menos en la parte septentrional de la regin huastecos (que tal vez hayan llegado antes),1
huasteca, cuando se establecen los asenta- en la actualidad slo elaboran cermicas rela-
mientos que la mayora de los arquelogos tivamente sencillas y en general monocromas
aceptamos como huastecos, ya con todas sus que pocas veces muestran alguna aplicacin
caractersticas plenamente definidas, es decir, negra sobre el color cafetoso del barro.
centros ceremoniales semiurbanizados con
basamentos en torno a plazas abiertas hacia 1
Esto explicara la amplia proliferacin de topni-
el oriente, con alfarera decorada en negro mos de lengua huasteca en zonas ocupadas por
o negro y rojo sobre blanco o aplicado nahuas.

35
PaTricio dvila caBrera

As, slo unos cuantos antroplogos que in- mencion, sobre todo una modalidad de de-
vestigan directamente en la regin estn cons- coracin en la cermica, pero me parece que
cientes de que ah continuamente habitaron no es justificacin suficiente para considerarla
varias etnias, no slo quienes fueron denomi- como un rea cultural uniforme.
nados huastecos. Por ejemplo, los hablantes Pienso que debemos considerar que hay dos
locales del nhuatl han sido mucho ms nu- formas de ver a la Huasteca; tal vez la sealada
merosos, desde mucho antes del siglo xvi, e corresponde en trminos generales a una
igualmente ahora se consideran huastecos. S- circunscripcin ambiental, y es a la que yo me
lo mediante exploraciones arqueolgicas que adhiero, mientras que en lo cultural, a lo largo
se propongan diferenciar a cada cultura y, en del tiempo, existieron muchas entidades bien
lo posible, a cada etnia, podr dilucidarse esta diferenciadas, asentadas en diversas partes de
cuestin. As, resulta que no todos los huaste- este territorio. Considerarlas a todas, como
cos son huastecos, es decir, no slo los hablan- hasta ahora, parte de la pretendida cultura
tes de este idioma gozan de esa identidad sino huasteca no es ms que continuar la pifia que
que la comparten con los mexicanos, a ms de muchos antroplogos han reproducido. No
algunos de los xioi, los hahu o los hamais- me parece correcto denominar culturalmente
pini, entre otros. Y en cuanto a la arqueologa, como huastecos a los pobladores anteriores a
el embrollo fundamental empieza por saber los siglos xvi o xv, que es cuando se extiende el
si la cermica, escultura, arquitectura y dems uso de los rasgos aludidos; en todo caso, es cir-
manifestaciones, fueron realizadas por gente cunstancial el que otras culturas anteriores se
nahua, por teenek o por ambas etnias. establecieran en el territorio huasteco (como
entidad geogrfica). Entonces, a lo que se lla-
el TerriTorio HuasTeco ma en arqueologa rea cultural huasteca se
Existen muchas propuestas para circunscribir reduce al lugar que ocuparon los mexicanos y
la Huasteca, aunque predomina la idea de que los teenek, que es la Guasteca que se muestra en
la regin est limitada por el Golfo de Mxico la cartografa de los siglos xvi y xvii, tambin
al oriente, por la Sierra Madre Oriental al llamada provincia de Pnuco. De esta manera
poniente, por el ro Soto la Marina al norte, y podemos partir de lo que considero fue la
por el ro Cazones al sur; esto es, engloba casi fuente principal, el plano GVUASTECAN Reg.,
40 000 km2, lo cual representa una superficie de Abraham Ortelius, publicado por primera
enorme y, por ello, difcil de definir como un vez en 1584 (figura 3). En l encontramos ms
rea cultural (figura 1). de 120 poblados, la gran mayora con su nom-
Est conformada, en su mayoria por el siste- bre en lengua huasteca, si bien hacia su parte
ma fluvial del ro Pnuco (todos sus afluentes, sur muestra otros sitios con vocablos nahuas.
el Moctezuma, el Tampan y el Tames, entre El hecho de tomar como base este plano
otros) y unos 350 km de costa, lo cual, por me- implica que la regin cultural se restrinja a una
dio de la navegacin, le dio una conveniente superficie de casi 8 000 km2, o sea, una quinta
comunicacin (figura 2). En consecuencia, parte de la regin ambiental (figura 4). Tal
en algn momento en torno al siglo xvi, este delimitacin concuerda con la situacin en que
espacio2 ya comparta en mayor o menor se encuentran distribuidos los grupos teenek,
grado el uso de algunos elementos como no as con la disposicin geogrfica de los
mexicanos. No obstante, me parece evidente
2
que los habitantes meridionales de la Huasteca,
El norte de Veracruz, el oriente de Hidalgo y San
Luis Potos, as como el sur de Tamaulipas. La regin, cu-
de habla nahua, fueron tambin considerados
bierta antiguamente por una frondosa vegetacin selvti- guastecos por los mexica, como parte del Guaste-
ca, destaca por tener un benigno clima subtropical. capan que mencion Mendizbal (1924).

36
la HuasTeca: ProBleMTica y nexos culTurales

Figura 1. Foto satelital de la regin huasteca.

Por otro lado, este importante territorio casi exclusivamente en las confusas y contra-
dada la perspectiva centralista de muchos dictorias referencias que desde el centro
investigadores est considerado equvoca- de Mxico consignaron los llamados cro-
mente, por los antroplogos en general, como nistas, como Durn (1984), Sahagn (1969)
fronterizo o al menos marginal en relacin o Torquemada (1975), entre otros. La obra,
con otras altas culturas del Mxico antiguo; que hubiese esclarecido muchas de nuestras
tal supuesto comenz desde la poca de la incgnitas, se encuentra perdida; se trata de
conquista espaola, debido a que de aqu la recopilacin que de primera mano hizo el
no se preservaron mapas, cdices o dems fraile Andrs de Olmos. No obstante, hago hin-
documentos nativos que hubieran permitido capi en que los datos que tenemos muestran
conocer de primera mano las complejas cos- una constante pluralidad, tnica y lingstica,
tumbres de los diversos pueblos de la Huasteca. que debe remontarse al periodo Formativo; en
Por ello, la percepcin que tenemos se basa ocasiones perdiendo jerarqua, pero en varias

37
PaTricio dvila caBrera

Figura 2. Foto satelital oblicua de la regin huasteca.

otras con importantes lapsos de acentuado algunos sitios o zonas fueron generalizadas de
desarrollo cultural que contradice su preten- manera indiscriminada; incluso hasta aplicarse
dida marginalidad. Por lo contrario, la regin a lugares completamente diferentes y alejados
Huasteca lejos de ser marginal ha sido siempre de donde se determin tal o cual periodo.
un importante puente de enlace entre los Como he indicado, con base en la distribu-
desarrollos culturales del Mxico antiguo y los cin de las cermicas llamadas negro sobre
que florecieron hacia el norte del continente, blanco y Tancol policromo (Ekholm, 1944:
sobre todo los del rea cultural denominada 364), a la Huasteca se le ha conferido la cate-
del Sureste de la Unin Americana.
Otro problema primordial, para interpretar
culturalmente al territorio huasteco, es que la parte correspondiente al Formativo, por MacNeish
las secuencias culturales establecidas3 para (1954); de sta se derivaron y generalizaron incorrec-
tamente otras, hasta que Garca Cook y Merino (1987
y 1989) establecieron una nueva secuencia cambiando
3
Recordemos que la periodificacin original fue el enfoque de las anteriores, y la cual es aplicable al
establecida para la localidad veracruzana de Pnuco rea que estudiaron. Algo similar ocurre con la tipo-
por Ekholm (1944) y afinada, diez aos despus, en loga cermica.

38
la HuasTeca: ProBleMTica y nexos culTurales

Figura 3. Mapa de Ortelius.

gora de regin cultural; sin embargo, para las invesTigaciones


m es evidente que esta clase de materiales, Desde el principio de los aos ochenta del siglo
que florecieron y se diseminaron aqu, se con- xx, en que finalizaron las labores de campo del
cibieron en otro lugar, ya que llegaron con sus Proyecto Huasteca (Merino y Garca Cook,
principales caractersticas firmemente arraiga- 1987 y 1989), no se ha concretado otro esfuer-
das. Al respecto, y con base en la diversidad de zo significativo para la investigacin extensiva
varios elementos, Zaragoza (2003b, cap. 2) ha de la regin huasteca. Son pocos y discontinuos
propuesto la divisin en al menos tres subreas los estudios que al respecto se han realizado y
para los siglos xv y xvi, debido a que a este estn enfocados sobre todo al conocimiento
momento se le podra sealar como huasteco. de sitios o, en todo caso, se trata de rescates y
Cuando las investigaciones permitan delimitar salvamentos arqueolgicos; si bien estas activi-
la extensin de estos elementos ser posible dades han proporcionado mltiples datos para
conocer cul fue el antiguo territorio de los el avance de la arqueologa huasteca, falta
huastecos. No obstante, queda pendiente la adquirir un panorama general autntico que
importancia de profundizar en la temporali- circunscriba y concrete los datos aislados.
dad local, en los orgenes de estos materiales Por tal motivo, en 2003, con la doctora Za-
y procurar definir su procedencia. ragoza, emprendimos la realizacin de un am-

39
PaTricio dvila caBrera

Lmite mximo de la Huasteca.


Extensin de la Huasteca.

Figura 4. Lmites de la Huasteca.

40
la HuasTeca: ProBleMTica y nexos culTurales

bicioso Programa para la Definicin Arqueo- la sMa (Dvila, 1997: 146-162), en l expuse
lgica de la Huasteca, que refleja la necesidad algunos de los nexos entre la regin huasteca
de realizar estudios especficos encaminados y los pueblos norteamericanos (figura 5). Se-
a regenerar y afinar el conocimiento de esta al algunas de las afinidades entre la ciudad
vasta regin, cuya percepcin arqueolgica arqueolgica de Tantoc,4 en San Luis Potos, y
demanda de modo apremiante redefinirla en Cahokia, en Illinois (figura 6), que pertenecen
su justa dimensin. Los dos principales pro- al mbito de los llamados Mound Builders, ya
yectos de este programa estn orientados a la que ambas fueron edificadas con basamentos
delimitacin y subdivisin geogrfica durante de tierra sin recubrimiento de piedra y exhi-
el siglo xvi (que dirige la doctora Zaragoza) y, ben una urbanizacin particular; tambin indi-
a mi cargo, el estudio cronolgico para ubicar, qu varias coincidencias en cuanto a la forma,
en tiempo y espacio, las diversas culturas que decoracin y diseos de la cermica; asimismo,
se desarrollaron desde el Formativo. Adems, mencion la posibilidad de que algunos cono-
el programa incluye una vertiente dedicada al cimientos para la forja, de la metalurgia de la
estudio de los nexos culturales de la Huasteca, Huasteca, provengan de Norteamrica. Los
tanto con los desarrollos de Norteamrica arquelogos Bilone Whiting Young y Melvin
como con el resto de las culturas mexicanas. L. Fowler (2000: 320-323) han tomado muy
Ahora, cuatro aos despus, vemos que la en serio las afinidades entre las mencionadas
tarea de desenmaraar la falsa percepcin ciudades arqueolgicas.
de la Huasteca es colosal, y poco progresar En otras ocasiones he sealado mi convic-
sin la colaboracin y el apoyo de todos los cin de que las relaciones entre las culturas de
huasteclogos, no slo de los arquelogos, la Huasteca y las de Norteamrica ocurrieron
sino de los antroplogos en general. por la va martima y fluvial. Esto se relaciona
con uno de los componentes ms significativos
los nexos entre estos nexos, que consiste en la ela-
Ya mencion la diversidad tnica de la Huas- boracin de pectorales de concha, grabados
teca y la imposibilidad de verla como una y calados, que presentan una forma circular
cultura particular; sin embargo, acept que en o semitrapezoidal (semejantes a un calzador);
los siglos xv y xvi concurri una serie de ele- los primeros, muy difundidos desde el norte
mentos arqueolgicos compartidos que los de Veracruz, abarcan prcticamente la mitad
antroplogos hemos asumido como huastecos oriental de los Estados Unidos de Amrica
(aun sin haber precisado a qu etnia pertene- (figura 7a). No slo la forma y la tcnica re-
cen). As, podemos admirar en los museos laciona esta clase de pectorales, sino tambin
esplndidas exhibiciones de la cultura huas- varios de los motivos que en ellos se represen-
teca que muestran mltiples materiales por tan; entre los ms notables distinguimos la
lo general procedentes del saqueo que dif- representacin de una cruz al centro de una
cilmente corresponden con los que se encuen- estrella5 que es comn en algunas conchas de
tran en las excavaciones arqueolgicas. Para
m, esta discordancia indica que la variedad
4
de culturas de la regin es mucho mayor a lo Me refiero a la verdadera Ciudad de Tantoc la
monumental, no al modesto poblado tardo que pos-
que se piensa. teriormente se asent ah, el cual recientemente han
Hace diez aos, en la XXIV Mesa Redonda adaptado para su visita pblica. Lamento que no hayan
de la Sociedad Mexicana de Antropologa cele- sido entendidos ni respetados los grandes basamentos
de tierra y la urbanizacin original de esta excepcional
brada en Tepic, Nayarit, present el ensayo La
ciudad arqueolgica.
regin huasteca, sus relaciones culturales, 5
De igual modo, este signo es comn en la deco-
que despus fue publicado en la revista de racin del tipo cermico Hun, variedad Ot, de la zona

41
PaTricio dvila caBrera

Figura 5. reas culturales.

Norteamrica; este signo est relacionado con co no es algo nuevo. Hace un siglo los eruditos
el Culto del Sur, del Complejo Ceremonial del estaban convencidos del lejano intercambio en
Sureste,6 que comprende una serie de carac- torno del golfo y sus afluentes; como Miguel
tersticas especiales que, a partir del siglo x, Othn de Mendizbal (1924: 179-181 y 216),
fueron compartidas con Mesoamrica y sobre quien seal que los habitantes de la costa
todo con grupos de la Huasteca (figura 7b). (que llama olmecas) venan de la parte norte
Del mismo modo los pectorales trapezoidales del Mississippi.
de concha, que por lo regular estn decorados Sin embargo, en el resto del siglo xx, rara
con la escena de algn ritual, indican relacio- vez alguien en Mxico puso inters en
nes con otras culturas de Mesoamrica, por examinar tales nexos7 pese al inslito hallazgo
ejemplo, con quienes elaboraron el cdice de Agustn Delgado (1958) en Cueva Vetada,
Borgia, donde se ilustraron personajes que San Luis Potos, donde encontr como ofren-
los portan. das funerarias una gran cantidad de pipas de
Reconocer la relacin entre las antiguas piedra de los tipos caractersticos de las cultu-
culturas que navegaban por el Golfo de Mxi- ras del Sureste norteamericano (figura 8). En

7
En 1944, cuando las investigaciones norteamerica-
arqueolgica de Tamohi, San Luis Potos (Zaragoza y nas estudiaban este tema, se realiz la Tercera Reunin
Dvila, 2007). de Mesa Redonda sobre el Norte de Mxico y el Sur de
6
Neurath (1994: 315-350) recopil una amalgama Estados Unidos de la Sociedad Mexicana de Antropo-
de elementos representativos que en mi opinin de- loga, a pesar de lo cual slo los norteamericanos per-
muestran estas relaciones. severaron en estos estudios.

42
la HuasTeca: ProBleMTica y nexos culTurales

Zona arqueolgica Tantoc, San Luis Potos Zona arqueolgica Cahokia, Illinois
Figura 6. Tantoc y Cahokia.

contraste, los norteamericanos continuamente el cabello. Este motivo lo vemos tambin en


sealaron la presencia de algn tipo de con- algunos pectorales de concha, donde se repro-
tacto siempre con la suposicin de que fueron duce el sacrificio; en unos, se tall un persona-
las grandes civilizaciones del Mxico antiguo
quienes aportaron los elementos al Sureste de
Norteamrica. Por ello, al finalizar los aos
treinta del siglo xx George C. Vaillant propuso
investigaciones en la Huasteca; de esa propues-
ta resultaron varios proyectos, entre ellos el de
Ekholm (1944), para excavar la extraordinaria
estratigrafa cultural de Pnuco, Veracruz, y el
proyecto que realizaron Du Solier, Krieger y
Griffin (1947) en Buena Vista Huaxcama, San
Luis Potos; su principal objetivo fue definir
la relacin cultural entre la regin huasteca y
la del Sureste de Norteamrica. Por el mismo
motivo, en los aos cuarenta MacNeish (1948)
realiz un extenso reconocimiento arqueol-
gico que sirvi de base para su tesis doctoral,
la cual examina este tema.
Otro de los componentes que se presentan
en estas reas culturales es la representacin
del ritual de la decapitacin o bien de la cabe-
za cercenada; con frecuencia est presente en
las vasijas trofeo, que por lo general tienen
asa puente, la cual permite que se sostenga Figuras 7a y b. Pectorales de concha de la
de manera semejante a una cabeza sujeta por Huasteca y del Sureste.

43
PaTricio dvila caBrera

Figura 8. Pipas de piedra.


Figura 9. Vasijas trofeo y pectorales con
decapitacin.
je, con un cuchillo en una mano, sujetando a
otro por el cabello dispuesto a decapitarlo (lo
cual describi Beyer, 1969: 471-526) y, en otros, Por las limitaciones de este documento,
el personaje slo muestra la cabeza pendiente a continuacin me referir escuetamente a
de una mano (figura 9). otros rasgos significativos que son comparti-
Respecto a los pectorales de concha vale la dos por los habitantes de la regin huasteca y
pena insistir en la importante representacin los pueblos del Sureste de Norteamrica. En
del Hombre pjaro,8 que ha sido destacado ambos lugares se represent a un personaje
muchas veces por quienes se ocupan de estas arrodillado y en ocasiones jorobado, con am-
relaciones, entre otros Phillips y Brown (1978: bas manos sobre los muslos; las que encontra-
124-131) y Neurath (1994: 332-337), siempre mos en Mxico son esculturas que se acercan
basados en el pectoral del Museo Nacional de al tamao natural, mientras que entre las efi-
Antropologa, que hipotticamente proviene gies del Sureste, adems de las talladas, predo-
de la Huasteca, el cual, por cierto, es atpico minan en vasijas de barro modeladas (figura
ya que no muestra las caractersticas comunes 11). Si bien es poco conocido en Mxico el
a estos utensilios. Sin embargo, no podemos juego chunky, fue ampliamente practicado en
dejar de reconocer la importancia de este el este de Norteamrica; en la costa mexicana
personaje alado en la iconografa de la ltima del Golfo se han encontrado los discos de pie-
etapa del Mxico antiguo (figura 10). dra para tal juego9 (que tambin se llaman

9
8
En Norteamrica, las imgenes del Hombre Es necesario mencionar que tambin son rela-
pjaro son tambin frecuentes en las lminas de tivamente abundantes las figurillas de jugadores de
cobre repujado. pelota que, sobre el yugo a la cintura, lucen un chunky.

44
la HuasTeca: ProBleMTica y nexos culTurales

Figura 10. Hombre pjaro. Figura 11. Arrodillados.

chunky); Garca Payn (1966: 175 y lminas


LXXXII-LXXXIV), en su estudio de Trapiche
y Chalahuites, public algunos de estos discos
como elementos de la industria ltica; en la
bodega del Museo Regional Potosino, en San
Luis Potos, se almacenan varios chunky catalo-
gados como pulidores; adems, encontramos
uno de ellos en un sitio arqueolgico aledao
a Tantoc (figura 12). Otras expresiones son el
uso alternado de crneos con huesos cruzados
en la decoracin, el uso del bastidor de made-
ra para los sacrificios, las vasijas acrbata en
posicin dorsal cuyo cuerpo forma la cavidad
y las puntas triangulares con muescas latera-
les, all llamadas Cahokia y aqu Texcoco,
adems de muchas otras.
De esta manera, he citado algunas pruebas
de que la regin huasteca no fue la frontera

Aunque este tipo de figurillas por la tcnica de manu-


factura muchas veces se encuentran mezcladas con
las del Formativo, es seguro que son tardas. Figura 12. Chunky.

45
PaTricio dvila caBrera

norte de Mesoamrica, pero tampoco fue la teca, ciesas, El Colegio de San Luis/El Co-
frontera sur de Norteamrica, sino que sirvi legio de Tamaulipas, pp. 193-214, Mxico.
de enlace entre dos importantes civilizaciones. (comps.) 1991, Arqueologa de San
Ah fueron recibidos y reinterpretados nume- Luis Potos, Antologas, Serie Arqueologa,
rosos componentes procedentes de uno de Instituto Nacional de Antropologa e His-
los desarrollos para luego aportarlo hacia el toria, Mxico.
otro. Invito a mis colegas a mirar ms all de delgado, Agustn, 1958, Pipas de piedra de
nuestras fronteras para buscar nuevos y ms Cueva Vetada. San Luis Potos, Mxico. Estudio
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48
el exTreMo suroccidenTal
del desarrollo HuasTeco
Ana Mara lvarez Palma
y Gianfranco Cassiano*

inTroduccin estado de Hidalgo (figura 1), nos permiten


Las investigaciones del Proyecto Metztitln de plantear algunas propuestas acerca del desa-
la enaH en la porcin serrana al noreste del rrollo de la regin y sus fases prehistricas y

Figura 1. Territorio del seoro de Metztitln.

* Centro inaH Veracruz, Unidad Xalapa.

49
ana Mara lvareZ PalMa y gianfranco cassiano

prehispnicas, intentando, desde este enfoque La geologa de la regin est compuesta


de secuencia cultural, dar sentido a las inte- por formaciones sedimentarias mesozoicas
rrogantes planteadas para la discusin en este cubiertas de modo discordante por tobas
primer Taller de la Huasteca, desde una pers- riolticas caolinizadas y derrames baslticos.
pectiva microrregional, con el objetivo de co- Tectnicamente la regin est marcada por
rrelacionarlas con los sectores circundantes. el anticlinal de Huayacocotla, que fue origi-
Ese proyecto se enfoc en el reconocimien- nado por los esfuerzos compresivos que
to de las etapas de desarrollo histrico de la re- contribuyeron a la formacin de la Sierra
gin, desde su poblamiento inicial hasta la Madre Oriental. Esto ocasiona impactantes
actualidad sobre todo en lo que se refiere caractersticas geomorfolgicas en forma de
a la persistencia de estrategias y tecnologas grandes escarpes, con valles profundos que
tradicionales, en una visin de procesos de remontan en pocos kilmetros de los 1 200 m
desarrollo histrico de larga duracin, cuyo a los 2 400 m de altura, con los consiguientes
entendimiento implica la consideracin de cambios climticos y biticos que ocasionan
diferentes momentos. gran variedad de recursos.
A las inusualmente abundantes ocupaciones Las compresiones orogenticas y los eventos
del periodo Paleoindio y del Arcaico temprano posteriores pusieron al alcance de los poblado-
(Cassiano, 1990 y 1998) sigue, de manera dis- res varios materiales como el pedernal, muy
continua, un importante componente epiclsi- abundante y localmente de buena calidad;
co y posclsico temprano que se evidenca de el manganeso, de propiedades colorantes; la
modo limitado en la parte alta de la sierra, pe- caliza, que se utiliz en laja como material
ro los indicios de ocupaciones ms abundantes constructivo y para la fabricacin de cal; el ba-
y conocidas pertenecen al Posclsico tardo salto que, en su variedad vesiculada, se emple
(lvarez y Cassiano, 1997). En este momento para construccin y para la manufactura de
se conforma una compleja unidad poltico- instrumentos de molienda y, en la variedad
territorial independiente del imperio mexica de grano fino, sirvi para raspadores, hachas y
(Davies, 1968), cuyos componentes territoria- puntas; la toba silicificada, que permiti la ela-
les prehispnicos subsisten hasta la imposicin boracin de sillares para construccin; la ob-
del programa de congregacin civil de fina- sidiana, cuyo valor no fue slo utilitario sino
les del siglo xvi y principios del xvii. tambin econmico, poltico y ritual; y las
arcillas derivadas del intemperismo de rocas
PlanTeaMienTo aMBienTal volcnicas y sedimentarias, que fueron la ma-
Con riesgo de utilizar el consabido esquema teria prima esencial para la fabricacin de la
de los trabajos arqueolgicos, es necesario cermica blanca.
empezar por la definicin de algunos rasgos Por otro lado, las grandes mesas baslticas
ambientales, ya que el mosaico de condiciones proporcionaron ambientes que, aun caracte-
que caracteriz el espacio fsico del seoro y rizados localmente por la aridez edfica, desde
sus cambios a travs del tiempo contribuyeron la etapa cazadora-recolectora resultaron favo-
a impulsar el establecimiento de diferentes rables para vivienda y produccin de alimen-
patrones de asentamiento en cada una de las tos y, de la Colonia a la actualidad, han sido
fases de ocupacin.1 sustento de la ganadera extensiva.
Las caractersticas del macro y micro relie-
ve, aunadas al sustrato y a los suelos, generan
1
Como hemos mencionado en otros trabajos, no
gradientes altitudinales climticos y geolgicos
hay que pensar en una situacin exclusiva de Metz-
titln, sino que se repiti en muchas otras regiones que se reflejan en una variacin considerable
serranas, sobre todo de la Sierra Madre Oriental. de la estructura y composicin de la cubierta

50
el exTreMo suroccidenTal del desarrollo HuasTeco

vegetal, favoreciendo la contigidad, en reas donde tambin era ms intensa la extraccin


restringidas, de diferentes comunidades.2 Una de madera.
de las caractersticas fundamentales del territo- As mismo, la recoleccin era generalizada,
rio del seoro es la asimetra de condiciones pero estratgicamente adquira ms impor-
ambientales entre la vertiente occidental y la tancia en las laderas secas, sobre todo las de
oriental del anticlinal de Huayacocotla, que sustrato volcnico que, desde la Colonia hasta
se manifiesta en la ausencia del componente la actualidad, se han dedicado a la ganadera
xerfito del lado del Golfo. En una percepcin extensiva, caprina ms abajo y ovina y bovina
de grano grueso y a falta de caracterizar con ms arriba, donde hay condiciones ms fras
ms precisin la vegetacin de la porcin cli- y hmedas.
do-hmeda, hemos reconocido seis grandes Cada una de estas porciones fue habitada,
zonas ambientales: vegas hmedas; laderas aunque en el fondo de los valles el riesgo de
calizas; laderas volcnicas bajas; laderas vol- inundaciones quiz limit las posibilidades
cnicas altas; cimas y mesas, y vertiente del de ocupacin. La parte alta, a pesar de su im-
Golfo de Mxico. portancia econmica, no muestra un pobla-
Desde el punto de vista agrcola, las zonas miento consistente; es desde la Colonia cuan-
de mayor importancia fueron los fondos de do se establecen primero estancias ganaderas
los valles drenados por ros permanentes y las y luego los poblados que han ido creciendo
laderas hmedas de la vertiente del Golfo, hasta la actualidad. Entre los dos extremos,
donde la alta disponibilidad de nutrientes y todas las laderas muestran una alta densidad
humedad permiti hasta tres cosechas al ao demogrfica, concentrndose la poblacin
(Gutirrez, 1994), de las que destac el algo- en las laderas bajas de la vega de Metztitln
dn. Aqu adems se volvan particularmente y en la vertiente del Golfo. Esta ultima zona
rentables la pesca y la cacera de aves acuticas. ecolgica, que constituye la mayor parte del
La ladera volcnica alta es otra porcin con va- territorio del seoro, contuvo el nmero ms
lor agrcola, aunque sta fue a pequea escala alto de componentes polticos y quiz la mayor
y requiri mayor inversin laboral en forma de cantidad de gente.4
obras de terraceado. En esta seccin del gra- Como se puede ver en esta descripcin
diente empieza el manejo redituable del ma- sumaria, en el seoro estn representadas
guey pulquero (Agave salmiana), que se inten- muchas de las comunidades biticas impor-
sifica en la parte fra de las cimas y mesas.3 tantes; quedan excluidas slo las de selva alta
La cacera se efectuaba prcticamente en perennifolia y las de costa. Aunque haba
todo el territorio y tal vez era ms productiva recursos de uso local, existi complementa-
en los bosques templados y templado-fros, riedad econmica, que pona a disposicin
de la poblacin varios de ellos, sobre todo los
minerales; sin embargo, el mecanismo redis-
2
Los gradientes mayores altitudinales, climticos y tributivo ms importante en el Posclsico y en
vegetacionales no excluyen la existencia de microam- la Colonia seguramente fue el tributo.
bientes especficos por condiciones favorables edficas,
de circulacin de vientos o por la presencia de fuentes de
humedad constante como los manantiales.
3
Un trabajo minucioso acerca de las implicaciones 4
Las propuestas demogrficas elaboradas a partir
de la cultura del pulque en la porcin seca de Metztit- de las series demogrficas de los componentes del
ln, sus continuidades desde la poca prehispnica, seoro y provincia de Metztitln para los siglos xvi y
su importancia econmica, su posible asociacin con xvii nos permiten establecer estas generalizaciones, sin
lo otom y un registro del proceso agrotecnolgico embargo, tambin ha sido necesario ajustar los factores
para su explotacin puede consultarse en lvarez et al. y las series epidemiolgicas que normalmente se usan
(1998) y en Elizalde y Mandujano (2000). para poblaciones del Altiplano.

51
ana Mara lvareZ PalMa y gianfranco cassiano

Figura 2. Etapa cazadora-recolectora. Sitio Oyapa.

Durante el Posclsico tardo, polticamente secuencia culTural


Metztitln funcionaba como un hueyaltepetl, En este espacio fsico que, como sealamos,
con varios componentes territoriales meno- se modifica de manera intensa en el tiempo,
res; dentro de su dominio especfico como se sucedi una serie de etapas de ocupacin
altepetl estaban presentes la mayor parte desde finales del Pleistoceno.
de los recursos importantes o estratgicos
que permitan la supervivencia del seoro Etapa cazadora-recolectora (figura 2)
independiente en su escala suprarregional, Los campamentos, del tipo al aire libre y en
as como en la escala regional le permiti abrigos rocosos, se localizan entre los 1 700 y
el intercambio de recursos con otras zonas. 1 900 msnm, en el lmite entre las laderas vol-
Debido a la alta productividad de los sistemas cnicas bajas y las altas y en las mesas volcni-
agrcolas, la mayora de los recursos fueron los cas bajas. Son reas de poca extensin, donde
alimenticios, adems del algodn anual y pe- predomina la talla de la piedra para la fabri-
renne cuya alta demanda, tanto prehispnica cacin de instrumentos bifaciales, en la cerca-
como colonial, puede notarse en las matrcu- na de yacimientos de obsidiana y slex. Los
las tributarias; la obsidiana, para consumo rasgos tecnolgicos Clovis y Plainview nos
local y para el intercambio hacia la costa5 y permiten inferir una cronologa de 12 000 a
el Altiplano (Xochicalco y Tula); las arcillas 10 000 a.p., es decir, finales del Pleistoceno
blancas (Zietla y Tehuitzila) para consumo (figura 3). Para la etapa Clovis tenemos dos
interno y externo; el manganeso, que debi localidades, un gran campamento nucleado y
funcionar en las mismas escalas, aunque no otro ms pequeo, mientras que a principios
es posible precisar su distribucin por estar del Holoceno hay ms de 50 sitios, configu-
muy restringida.6 rando un territorio intensamente frecuentado
e integrado, cuyos pobladores aprovechaban
5
Como la regin de Tajn y, al parecer, zonas ms
condiciones ambientales de semiridas a tem-
sureas como La Mixtequilla, Laguna Zope, Oaxaca, pladas, quiz parecidas a las actuales, con el
Tehuacn y Acapetahua, en Chiapas. variado repertorio de recursos propio de las
6
En algunas localidades se refieren al manganeso comunidades de pino-encino y de matorral
como tequile y mencionan su extraccin a pequea
escala en afloramientos asociados a cortes en los plega- espinoso.
mientos que provocan las barrancas; sin embargo, los
grandes yacimientos, ahora explotados por la Minera El hiatus mesoamericano. El Preclsico y el Clsico
Autln, se encuentran en la poblacin de Nonoalco y
Desde el punto de vista del desarrollo espacio-
al sur de Tlanchinol, y la importancia de los asenta-
mientos prehispnicos cercanos tal vez indiquen su temporal, es indispensable tener elementos
importancia como yacimientos. que permitan establecer los procesos de los

52
el exTreMo suroccidenTal del desarrollo HuasTeco

Figura 3. Materiales caractersticos de la etapa


cazadora-recolectora: a) bifaciales tipo Clovis;
b) puntas foliceas de fines del Pleistoceno;
c) puntas pedunculadas del Holoceno temprano y
medio.

diferentes momentos histricos, mxime si el ma, deben haber participado; sin embargo,
rea mesoamericana representa un principio en este territorio serrano, que se configurar
de continuidad y evolucin muy predecible como el seoro de Metztitln, existen lagunas
y del cual todos los grupos, de una u otra for- en la secuencia de ocupacin que no ha sido

53
ana Mara lvareZ PalMa y gianfranco cassiano

a b

Figura 4. Etapa Epiclsico: a) La Mesa; b) La Fortaleza.

posible llenar y que corresponden a los perio- tura, mientras los otros dos son ms modestos
dos Preclsico y Clsico. en extensin y monumentalidad. Las estruc-
Al contrario, en las zonas circundantes turas estn constituidas por muros secos de
a Metztitln encontramos un panorama de lajas de caliza que recubren toscos ncleos de
mucha presencia teotihuacana, por ejemplo, rocas irregulares y tierra, y en el sitio La For-
en la Sierra Gorda de Quertaro, en el Valle taleza revisten las laderas, aumentando as el
del Mezquital, en la zona de Epazoyucan y efecto visual de monumentalidad.
Tulancingo hasta Atotonilco el Grande, en Estos asentamientos, adems de estar en
Hidalgo y las estribaciones de la Sierra Norte lugares de difcil acceso, se encuentran en un
de Puebla, entre otros, y desde luego, con un sistema de comunicacin visual y conside-
bajo perfil, en las otras Huastecas. La excep- ramos que su ubicacin fue estratgica en
cin es la zona de Tutotepec, que al parecer funcin del control directo de los yacimientos
guarda muchas similitudes con Metztitln. de obsidiana de Zacualtipn, de los que se
Nuestra esperanza es que el recorrido de realiza una explotacin masiva.7 Evidencia de
las zonas clido-hmedas de la vertiente del lo anterior son las extensas reas de talleres
Golfo nos acerque a establecer esta presencia en los sitios mayores y en mina que pueden
teotihuacana o a valorar ms claramente sus ser remitidas a esta poca; por otro lado, en
decisiones para no incursionar en la porcin dos asentamientos ms pequeos localizamos
seca y fra del seoro. reas de talla, una de cuchillos grandes y otras
de navajillas prismticas.
Epiclsico y Posclsico temprano (figura 4) En trminos del patrn de asentamiento
En la vertiente occidental del anticlinal hemos local, los sitios estn unos 350 m arriba del
localizado tres sitios monumentales y otros cauce del ro Mezquititln y sus subsidiarios,
ms pequeos que, en algunos casos, pueden en cuyas vegas quiz se efectuaban las activi-
ser parte de las reas habitacionales de los si- dades de cultivo.
tios mayores. Los tres sitios grandes estn en Las formas y acabados de los materiales ce-
la subcuenca del ro Mezquititln, dos sobre rmicos nos remiten a tipologas del Epiclsico
mesas volcnicas bajas y uno en una elevacin (Gaxiola, 1999); son de manufactura local,
caliza. Tienen una estructura nucleada, con pero sus pastas, de textura gruesa y arenosa,
un rea pblica-ceremonial en la parte alta y
reas habitacionales en las porciones inferio- 7
Este sistema de asentamientos es muy restringido
res. El ms grande, La Mesa, tiene un juego y parece representar ms una avanzada hacia esta zona
de pelota y montculos de ms de 15 m de al- que una verdadera construccin territorial.

54
el exTreMo suroccidenTal del desarrollo HuasTeco

a b

Figura 5. Materiales epiclsicos: a) cermica


epiclsica local; b) cermica fornea;
c
c) taller de obsidiana.

no tienen parecido con las de Metztitln en La tecnologa ltica y la transicin


el Posclsico tardo. Parece una tradicin al Posclsico tardo
cermica similar a las identificadas en Hua- A partir de la tecnologa ltica se pueden hacer
palcalco y que Gaxiola (1999) propone como algunos apuntes respecto a esta etapa y la si-
resultado de dinmicas propias de esta regin guiente, la del Posclsico tardo. Los nuevos
nororiental como consecuencia de los cambios pobladores del Epiclsico parecen haber lle-
que caracterizan el Clsico final. Tal tradicin gado con una tecnologa de manejo de la
no est dominada por lo Coyotlatelco, sino por obsidiana, tanto en trminos de su extraccin
la cermica caf pulido de palillos (Dumond y como del procesamiento. Como se indic, los
Muller, 1972, apud Gaxiola, 1999: 46) la cual dos procesos de manufactura ms importantes
participa de intensos procesos de interaccin parecen haber sido el de cuchillos foliceos y
entre la costa del Golfo de Mxico y el norte el de navajillas prismticas. Ambos estn espa-
de Mesoamrica (figura 5). cialmente articulados entre los yacimientos
Tambin hay cermicas naranja del norte- donde se fabricaban los soportes y los talleres
centro de la costa del Golfo, y es muy notable asociados a reas habitacionales, donde se
la ausencia de pastas finas blancas y de los terminaban las herramientas. La manufactura
patrones decorativos caractersticos del Pos- de cuchillos se abandona durante el Posclsi-
clsico tardo. co tardo, mientras la de navajillas contina,

55
ana Mara lvareZ PalMa y gianfranco cassiano

lo que indica cambios en el mbito poltico- Posclsico tardo (figura 6)


ritual. En cuanto a las navajillas, el anlisis Esta poca, que corresponde a la conforma-
tecnolgico muestra puntos en comn con el cin del seoro independiente de Metztitln,9
rea maya y diferencias con el resto del Alti- es la que tiene la mayor cantidad de evidencias
plano y de la costa del Golfo.8 Tambin en- arqueolgicas. Corresponde a la configuracin
contramos esta tcnica en Huapalcalco, donde de una unidad poltico-territorial compleja o
se manufacturaban; en Xochicalco, donde los altepetl que conocamos ms por la connotacin
ncleos llegaban ya en un estado de avanzada de seoro independiente que por caracters-
explotacin (Hirth, 2002), y al parecer en El ticas propias, del que abunda informacin
Tajn, donde llegaban las navajillas. Durante textualizada. La mayor parte de la evidencia
el Epiclsico en Metztitln hay virtual ausencia arqueolgica la ubica a partir del siglo xv, pero
de los raspadores de maguey, lo que parece es posible que su conformacin remonte al
atestiguar que todava no se utilizaba este siglo xiii, con la cada del seoro de Xaltocan.
recurso, por lo menos para la produccin del Con base en datos arqueolgicos y etnohist-
pulque. Sin embargo, en el sitio de Huapal- ricos hemos establecido para el seoro una
calco se han estudiado talleres de raspadores extensin de 4 379 km2, misma que concuerda
aunque de morfologa diferente que con la propuesta por Davies (1968: 30).
parecen apuntar hacia una direccin con- Una caracterstica de la poblacin indgena
traria. parece haber sido la multietnicidad;10 se han
A partir de la idea de condiciones de mane- identificado tres grupos para el momento de
jo previo de la obsidiana y de que el pedernal, la Conquista: el nhuatl, el otom y el pame
muy abundante en la regin, no fue muy uti- chichimeca; adems, hay indicios de grupos ol-
lizado durante el Epiclsico, suponemos que mecas xicallancas (Davies, 1968),11 de teenek
estas poblaciones proceden de algn lugar
del Altiplano con abundancia de obsidiana,
con una herencia tecnolgica mayense. Este 9
Davies (1968) y Barlow (1992), a partir de infor-
poblamiento perdura durante la poca del macin etnohistrica y arqueolgica, definen estas
Posclsico temprano. Aun desconociendo el unidades independientes como entidades con mayor
resistencia ya que no fueron controladas por conquista
momento del abandono de los sitios, sabemos ni incorporadas al sistema de tributo para sostener
que stos ya no estaban en uso durante el al imperio; tampoco parecen haber pertenecido a la
Posclsico tardo, pero la parcial continuidad clase de unidades fronterizas que, aun exentas de pago
tecnolgica con esta ltima etapa permite tributario, prestaban servicios de guardias fronterizos.
Desde luego, tal situacin no fue esttica y, hacia finales
suponer que parte del ncleo original de po- de la poca prehispnica, la mayora de los seoros
blacin se mantiene. Con la llegada de una independientes haban comenzado a perder parte de
nueva poblacin, tal vez otom, se introdu- sus componentes territoriales a manos del imperio.
cen al rea otros elementos tecnolgicos del As, Metztitln, junto con la confederacin de Tlaxcala,
el seoro de Tutotepec y otros fue objeto de muchas
Altiplano, relacionados con la explotacin incursiones de expansin de un imperio de tipo hege-
del pulque y el manejo de las arcillas blancas. mnico ms que de tipo territorial, por medio de un
Son los otomes quienes se asientan en las modelo que Carrasco (1996) define a partir de algunas
caractersticas principales: el entreveramiento y la
laderas ridas, y al parecer en ese momento
segmentacin social (las relaciones de parentesco, en
se empieza a configurar el seoro como una este caso matrimoniales, y el faccionalismo).
entidad multitnica. 10
Esta caracterstica parece configurarse desde el
Epiclsico; sin embargo, es a partir de la memoria del
Posclsico tardo que tenemos informacin textualiza-
8
En este sentido, tambin es posible que sea mucho da de esta diversidad.
11
ms comn, pero que no haya sido notada por los Su presencia se establece sobre todo por topo-
investigadores. nimia en algunas escasas poblaciones de las cercanas

56
el exTreMo suroccidenTal del desarrollo HuasTeco

a b

Figura 6. Etapa Posclsico tardo: a) sitio


c Atla; b) terraza posclsica; c) socavn para
extraccin de obsidiana.

por vecindad, de tepehuas (Williams, 1963) y En la primera mitad del xvi el seoro se
de totonacos. compona de 9 unidades poltico-territoriales:12
Los asentamientos, cuya localizacin a de la porcin seca hacia la hmeda, Metztitln,
veces coincide con la de los poblados actua- reconocida como la cabeza del hueyaltepetl, Atli-
les, son dispersos y de tipo rural, y expresan huetzian, Malila-Lolotla, Molango, Tianguis-
la ocupacin completa del territorio, tanto tengo, Xochicoatlan, Huazalingo, Yagualica e
de la zona seca como de la hmeda, excepto Ilamatln.13 Al parecer cada unidad funcionaba
por las porciones inundables; ocupan sobre
todo las contadas reas planas en la parte alta
de los cerros, aunque tambin hay pequeas 12
Esta es la configuracin territorial que atestigua
rancheras o barrios en las laderas. Los sitios la Relacin de la Provincia de Meztitln y su jurisdic-
de mayor jerarqua parecen corresponder a cin (Acua, 1986), aunque con seguridad vari en el
ltimo lustro prehispnico, y en la Colonia temprana
las cabeceras de los componentes del seo- se reorganizaron y agregaron nuevas unidades para
ro y se sitan en funcin del acceso al suelo fines de la encomienda.
13
agrcola y, sobre todo en la zona hmeda, en Sin embargo, los aspectos geomorfolgicos e
hidrogrficos pueden permitir proponer otros lmites
una posicin dominante en la parte alta de
para el seoro. Al sur llegara a la porcin ms sep-
subcuencas, lo que les permita controlar varios tentrional de la meseta de Tulancingo, a la altura de
microambientes. Atotonilco el Grande, con la formacin de la Barranca
de Alcholoya por el ro Grande de Tulancingo, que
despus recibe el nombre de Metztitln o Venados. Al
oeste es la barranca formada por la vega del Amajac,
de la laguna y de la frontera norte del seoro, en la que corre en direccin noroeste-sureste y constituye
porcin de Tlanchinol. un parteaguas cultural para la toponimia otom. Al

57
ana Mara lvareZ PalMa y gianfranco cassiano

de manera ms o menos independiente, pero incorpora Xilitla, y en otros documentos se


responda a las situaciones de tensin conjunta- mencionan adems Chichicaxtla y Chapul-
mente con las otras. Esta imagen de entidades huacan, que al parecer fueron agregados a su
polticas no complejas o fragmentadas procede ya mermada jurisdiccin, del mismo modo en
de las descripciones de los seoros huastecos14 poca prehispnica esta situacin debi variar
costeros, pero es necesario reflexionar acerca enormemente y desde nuestro punto de vista
de las implicaciones de la rapidez de las res- Huayacocotla y quiz Tutotepec formaron
puestas a las incursiones militares mexicas y la parte de este gran seoro y fueron separados
aparente integracin cultural, econmica y po- a partir de las incursiones mexicas.
ltica que se visualiza en lo arqueolgico. Como La estructura de los altepeme era muy homo-
menciona Lockhart (1992), la complejidad de gnea y constante en sus caractersticas, siendo
los altepeme pudo ser la norma que dominaba que las cabeceras se ubicaban siempre en las
las formas de organizacin a la llegada de los porciones secas y templadas; aun Ilamatln y
espaoles. Yahualica, que estn en una zona clido-hme-
Este listado es un reflejo parcial de las con- da, por altitud ocupan sectores ms templados,
diciones sociopolticas de finales del Posclsico ambas al parecer en topoformas altas como
tardo, pero evidentemente debi variar de mesa y cerros altos. Tambin, a excepcin de
manera muy dinmica en otras pocas; as, en las mismas unidades, las cabeceras se ubican
1579, la Relacin geogrfica de Metztitln15 al suroeste de sus territorios, distribuyndose
sus sujetos en forma alargada a partir de ellas,
siguiendo en su mayora la configuracin de ve-
norte se encuentra la vega del mismo ro, despus de gas. Nos parece importante esta estructura de
entrar en confluencia con el Almoln, que es la con- la mayora de los componentes del seoro, ya
tinuacin del Metztitln, que abre su cauce bajando a que Lpez (2002) menciona que, en la configu-
la planicie costera y entra en confluencia con el Moc-
tezuma. Al este el lmite fisiogrfico parece marcarse
racin de los antiguos altepeme otomes durante
en la divisoria de aguas de la sierra Grande, a los 2 100 el Posclsico, las cabeceras se localizaban al sur
m de altitud, aunque los sujetos de algunas unidades de su territorio, que mantena un eje norte-sur.
como Ilamatln, Tianguiztengo y el propio Metztitln En el caso de Metztitln sta era noreste-suroes-
incursionaron en porciones ms bajas en las barrancas
hacia la costa.
te, tanto de la distribucin interna cuando
14
Para el caso de Metztitln, quiz se deba tambin menos de la mayora,16 como de la estructura
a que las caractersticas de organizacin del hueyaltepetl general del territorio del seoro.
y de sus altepeme constituyentes eran un poco ms indi- Los lmites del seoro prehispnico se
vidualizadas, y se mencionan de manera ms especfica
sus unidades y confrontaciones. Otro elemento de configuran con los criterios territoriales acota-
denotacin puede deberse al dominio tnico relacio-
nado con otomes y nahuas sobre todo, y finalmente
a su identificacin territorial, aunque sta puede ser
producto sobre todo del asedio o tensin territorial reintegr Huayacocotla, aunque por poco tiempo,
causada por las incursiones mexicas. ya que pas rpidamente a la de Yahualica junto con
15
Esta denominacin corresponde al siglo xvi, con Huazalingo y Huauchinango. En realidad, los cambios
la construccin territorial colonial donde se aprove- jurisdiccionales coloniales y posteriores son ms o me-
chan las unidades poltico-territoriales prehispnicas su- nos abundantes, aunque las unidades territoriales que
perponindoseles la administracin occidental. En un conformaron el seoro mantienen cierta correspon-
principio la denominacin haca referencia al seoro dencia con las unidades municipales.
prehispnico (hueyaltepetl) con sus altepeme constitutivos, 16
Parecera haber otra configuracin, an menos
despus se le agregaron y fragmentaron algunas unida- clara para nosotros, que es la de Cruz de San Andrs,
des y, finalmente en el siglo xvii ya se limita a la uni- mencionada por Crespo y Cano (2006: 19), que repor-
dad compuesta por la cabecera y sus sujetos. En la tan para Tolimn y San Juan del Ro, y que responde
primera mitad del siglo xvi se incorpor Chichicaxtla a la distribucin en cuatro cuarteles a partir de la
(Tenango y Quetzaltenango) a su jurisdiccin y se cabecera.

58
el exTreMo suroccidenTal del desarrollo HuasTeco

Figura 7. Materiales posclsicos: a) olla


b Metztitln negro sobre blanco; b) Metztitln
policromo; c) cntaro Oyapa rojo.

dos en los listados de pueblos sujetos de cada cauces culturales propios de la regin, que
cabecera, pero tambin hay menciones del ca- permiten diferenciarla de las del Altiplano.
racterstico entreveramiento de las diferentes El elemento ms caracterstico es la cer-
unidades,17 la usurpacin de sujetos a partir mica blanca, con texturas muy finas y colores
del empoderamiento poltico de algunas de que van de blanco a anaranjado. En general,
ellas y la evolucin propia de los altepeme ha- presenta una excelente coccin, lo que le
cia formas ms complejas. Para Metztitln, la confiere una alta compactacin y tenacidad.
delimitacin se torna un elemento importante Las formas ms comunes son cuencos, ollas,
dadas las condiciones de tensin ms o menos cntaros, vasijas de silueta compuesta, piezas
constante por las incursiones de conquista. miniatura, botellones, jarras, platos planos,
Los materiales arqueolgicos asociados a molcajetes, copas de soporte anular, sonajas,
esta etapa son muy peculiares y atestiguan los cucharones y figurillas zoomorfas. Son uten-
silios de uso domstico que podemos dividir
17
en vajillas de consumo y de preparacin de
Si bien Carrasco menciona esta caracterstica
como estrategia propia del imperio para mantener y alimentos, pero son ampliamente utilizadas en
romper algunas hegemonas o intereses, la revisin el contexto ritual, en entierros de cremacin
de las distribuciones y pertenencias de pueblos de los y en ofrendas (figura 7).
altepeme sugiere que fue una estrategia mucho ms Los instrumentos de piedra se fabricaban
extendida y que puede ser relacionada con la evolu-
cin al hueyaltepetl y las relaciones de parentesco entre principalmente en obsidiana y tambin se usa-
linajes dominantes. ban pedernal y basalto, sobre todo para la con-

59
ana Mara lvareZ PalMa y gianfranco cassiano

feccin de herramientas pesadas. Para la obsi- ca se basa sobre todo en la aseveracin de que
diana existan redes regionales de distribucin el tipo Pnuco VI (Ekholm, 1944) es el antece-
desde las reas de extraccin. Abundan uten- dente de la cermica Metztitln. De hecho, la
silios punzocortantes, como las navajillas pris- variedad de formas y diseos, el proceso de
mticas y para raspar el maguey (lvarez et manufactura y la profundidad temporal de la
al., 1998). Las puntas de proyectil son escasas, cermica Metztitln permiten asumir elemen-
pero esto parece referirse a cuestiones de fun- tos comunes, adems de formas compartidas
cionalidad de los sitios ms que al hecho de muy llamativas, como las vasijas efigie y zoomor-
que la cacera fuera poco importante. fas del tipo Negro sobre blanco;19 hay rasgos
tcnicos y estilsticos distintivos que marcan la
Colonia temprana diferencia, como la materia prima, el uso de
La etapa colonial se caracteriza por la continui- pulido y bruido, las formas alargadas, de tipo
dad de los asentamientos y sus jerarquas hasta patojo y cnicas, y la iconografa de la decora-
el final del siglo xvi, cuando menos en trmi- cin. La cermica Metztitln pintada no mues-
nos de su localizacin y estructura; sin embar- tra pulido superficial exterior y la cermica
go, se observa la tendencia al declive poblacio- huasteca negro/blanco y la correspondiente
nal indgena y la movilidad en busca de refugio policroma (Tancol policroma), que no utiliza
de las funestas consecuencias de la nueva con- barro blanco, reproduce el contraste de la
quista. El umbral de cambio de la estructura superficie exterior slo con el uso del engobe
de los asentamientos seguramente se dio con blanco, cuyo espesor le da un acabado amari-
las reducciones civiles implementadas hacia llento o crema, de textura cerosa. Este color
finales del siglo. Conocemos algunas de las puede presentarse tambin en los tipos Metz-
caractersticas de este proceso, su normatividad titln cuando la pasta es de color naranja, pero
y sustento, sus argumentos y contrargumentos, aqu los diseos y formas tambin difieren.20
pero la eficacia de su aplicacin an es parte Recientemente Zaragoza (2003) ha elabo-
de nuestra investigacin. rado una propuesta para lograr una caracteri-
En otra escala, tambin gracias a que las zacin ms precisa de la cermica negro sobre
Huastecas se pusieron de moda, conocemos blanco. Establece tres subreas iconogrficas:
las variaciones jurisdiccionales y administrativas Pnuco, Oxitipa y Tuxpan; esta ltima,21 la que
de los pueblos de indios as como algunos de los se asociara geogrficamente con Metztitln,
factores que implican los nuevos establecimien- no presenta tantas similitudes y en trminos
tos territoriales, pero nos faltan observaciones ms generales parecera tener una relacin
directas acerca de sus consecuencias inmedia- ms cercana con la de Oxitipa,22 que se dis-
tas en los pueblos y las nuevas actividades, para
evitar as una visin subordinada del papel
19
indgena en la reorganizacin espaola. Las cuales slo representan una pequea parte.
20
Nuestros avances y propuestas acerca de los com-
plejos cermicos de Metztitln pueden consultarse en
Conclusiones respecto a lo huasteco lvarez, en prensa.
El principal elemento que ha impulsado la 21
La subrea de Tuxpan que se asociara geogr-
asignacin de lo de Metztitln al mundo huaste- ficamente con Metztitln es caracterizada con motivos
relacionados principalmente con la fauna [...) repre-
co ha sido la cermica blanca decorada.18 Esta sentaciones del smbolo del maz y en forma escasa se
propuesta de filiacin tecnolgico-iconogrfi- encuentra la decoracin de estrellas y cruces (Zara-
goza, 2003: 59).
22
La subrea de Oxitipa muestra en sus represen-
18
En algunos sitios arqueolgicos del seoro he- taciones un alto desarrollo simblico, destacan imge-
mos identificado cermica huasteca, aunque es muy nes del cosmos, dioses y glifos (...] (Zaragoza, 2003:
escasa y parece tarda en su totalidad. 129).

60
el exTreMo suroccidenTal del desarrollo HuasTeco

tingue por un componente ms simblico. tardo la literatura arqueolgica ubica una


Estaramos tentados a proponer un agregado mayor interaccin con el Altiplano central.
a su propuesta de regionalizacin cermica, Tambin en funcin de las tradiciones de
que se establezca con la caracterizacin tecno- movilidad indgena, el Clsico tardo registra
tipolgica, iconogrfica y con la presencia de migraciones hacia esta zona huasteca.
un importante grupo tnico: los otomes. La En conclusin, creemos que el seoro de
referencia del uso de las ollas blancas como Metztitln podra ser un lmite occidental del
contenedoras de pulque parece apuntar tam- territorio huasteco y oriental del mexica; sus
bin hacia la fraccin otom que, en muchas caractersticas fronterizas lo hacen un poco di-
otras regiones del Altiplano, como Apan, ferente, y en las fuentes indgenas y occidenta-
Epazoyucan y Tulancingo, se encargan de esta les, as como tal vez en los cdices, es identifica-
produccin.23 do como un seoro independiente, no slo
Si estamos llegando a una visin compleja del imperio mexica sino de una masa no tan
y mltiple de la Huasteca prehispnica es ne- identitaria de seoros huastecos menciona-
cesario tambin reconocer que no es suficien- dos. Su origen y posterior desarrollo estn ms
te generalizar las descripciones que se hacen asociados al componente otom como etnia
sobre sus diferentes regiones componentes.24 dominante, y la ya mencionada ubicacin de
La disparidad de fuentes escritas para los los altepeme, siguiendo a Lpez (2002), pare-
diversos espacios huastecos no es limitante ce apoyar esta idea. Tambin consideramos
para establecer propuestas e hiptesis de que es necesario tener precaucin en las co-
trabajo. A finales del Posclsico tardo las rrelaciones de materiales arqueolgicos, en
Huastecas tambin tenan disparidades de este caso los cermicos, como indicadores de
organizacin poltica que se reflejaban en el filiacin cultural directa, ya que sabemos de la
juego poltico de las diferentes expediciones existencia de estilos que se generalizan en
de conquista, su consideracin (o juego social) determinadas pocas y son compartidos por
en las grandes festividades de la capital del grupos de ascendencia diferente.
imperio, su inclusin como unidad poltica Por qu las fuentes espaolas, o incluso
especfica en las descripciones de Ixtlixchitl las narraciones de tradicin indgena, no
y otros. se refieren a Metztitln como huasteca? Los
Independientemente de estas carencias espaoles, queriendo establecer unidades
informativas, la regin de Metztitln pre- controlables para la extraccin de la riqueza,
senta poca o nula evidencia de ocupaciones utilizaron las organizaciones preexistentes
posteriores al periodo Arcaico y anteriores en altepeme y las inventariaron con normas de
al Epiclsico, donde junto con el Clsico registro que incluyeron la lengua, separando
hablantes de cada una e inscribiendo dos, en
23
el mejor de los casos. Tambin es necesario
En Sahagn se menciona la movilidad de grupos
en bloques multitnicos, como los huastecas con los recordar que el nhuatl se reforz25 como
olmeca uixtotin, quienes era aparentemente de filiacin lingua franca con la Conquista. En ltima
otomangue y que, junto con otros grupos, participan instancia, la dominancia tnica en las dife-
en la construccin de una cultura del pulque que ser rentes regiones huastecas se convierte en un
muy arraigada.
24
No hay fuentes indgenas directas acerca de elemento ms de distincin, y en el caso de
los huastecas, como no las hay para muchos otros
grupos o regiones; de haber existido tendramos que
25
recordar que se dieron momentos de refundacin de Al referirnos al reforzamiento, asumimos que se
la memoria dominante (oficial), y al igual que en el trata de un proceso que se configura desde la poca
conocido caso de Izcoatl, parte de los textos pudieron prehispnica con la etnonimia que causan las conquis-
haber sido destruidos. tas imperiales.

61
ana Mara lvareZ PalMa y gianfranco cassiano

Metztitln la presencia de hablantes de n- cassiano, Gianfranco, 1998, Evidencias de po-


huatl y de otom es ms importante que la de blamiento prehistrico en el rea de Mez-
los teenek, tepehua y pame. Desde luego, esta quititln, Hidalgo, Arqueologa, nm. 19, pp.
situacin es producto de un proceso histrico 25-43, inaH, Mxico.
que se define por migraciones, conquista y , 1990, Oyapa: evidencias de pobla-
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63
Zaquil negro y Prisco negro,
un anlisis esTilsTico
Una propuesta a los orgenes estilsticos del Zaquil negro en el Prisco negro

Alma Rosa Espinosa Ruiz*

A Leonor Asimismo, este pequeo trabajo forma parte


Esta propuesta inicial se dio al efectuarse el de los resultados del anlisis cermico de di-
trabajo de clasificacin de los materiales del chos materiales; de manera particular del tipo
Proyecto de Definicin del Formativo en la Prisco negro, en el que Leonor segn me
Cuenca Baja del Pnuco (PdfcBP), temporadas coment el profesor ngel tena un especial
1988-1989, procedentes de Altamirano, sitio inters, tal vez al haber percibido su evolucin
localizado en la margen izquierda del ro P- y su relacin con el Zaquil negro.
nuco, municipio de Pnuco, Veracruz, donde Para entrar en materia y como todos sabe-
se detectaron algunos tiestos con caractersti- mos, en la Huasteca se han realizado investi-
cas especiales, que nos permitieron plantear gaciones de diversa ndole con la finalidad de
la posible relacin entre el Zaquil negro y el caracterizarla y conocer su desarrollo cultural.
Prisco negro, desde el punto de vista decora- Una de ellas es la de los estudios cermicos que
tivo, rebatiendo la idea planteada por Ekholm con frecuencia han llevado al planteamiento
respecto al origen del Zaquil negro y su deco- de secuencias cronolgicas, a partir del esta-
racin. blecimiento de tipologas, que han tomado
No tuve la fortuna de conocer a Leonor, como referencia las realizadas por Ekholm en
como le llamaban cariosamente muchos de 1944 y MacNeish en 1954.
ustedes; sin embargo, las circunstancias de la Aunque en este trabajo nos ocuparemos de
vida me dieron la oportunidad de continuar la cermica, el objetivo es analizar y caracteri-
con uno de sus trabajos de la Huasteca; me zar dos tipos: el Prisco negro y el Zaquil negro,
refiero especficamente al Proyecto Definicin ubicndolos cronolgicamente en el Preclsi-
del Formativo en la Cuenca Baja del Pnuco co superior y el Clsico medio respectivamen-
(PdfcBP), en su temporada 1988-1989, donde te. Esta idea parte del supuesto de que, si bien
por desgracia, no pudo continuar con sus tienen una temporalidad diferente, nos parece
investigaciones y conclusiones. que comparten algunos aspectos decorativos, y
Mi presencia aqu me hace sentir doblemen- que stos pueden derivar uno del otro.
te afortunada y comprometida, porque este La importancia de la cermica Prisco negro
taller es un homenaje para ella, y son precisa- radica en que se ha considerado un tipo diag-
mente sus materiales sobre los que expondr. nstico, el cual se encuentra con una elevada
frecuencia en sitios como Pavn, Pnuco, El
* enaH. Prisco, Isla de Pithaya, Hacienda de Chocoy,

65
alMa rosa esPinosa ruiZ

Figura 1. Localizacin de sitios con cermica Prisco y Zaquil negro.1

Tancol, El bano, Altamirano, El Lomero, Su presencia en ellos se ha ubicado temporal-


Agua Nueva, Tierrita Blanca, Santa Luisa y mente en el Preclsico superior y en menor
San Antonio Nogalar, entre otros (figura 1). proporcin, en el Clsico temprano. En cuan-
to al Zaquil negro, ste se ha localizado en si-
1
Ochoa S., Lorenzo, 1984, p. 21. tios como Las Flores, San Cristbal, El Crculo,

66
Zaquil negro y Prisco negro, un anlisis esTilsTico

TaBla 1
SECUENCIAS CULTURALES PARA EL FORMATIVO EN EL NOROESTE DE MXICO.2
reas Centro norte Tampico- Cuenca baja Sierra Suroeste reas
de Pnuco del Pnuco de de
Veracruz (Ekholm- (Garca Cook- Tamaulipas Tamaulipas A.P.
Tiempo (Wilkerson) MacNeish) Merino) (MacNeish) (MacNeish) Tiempo

Tapia San Antonio


1500 Cabezas 500
Pnuco VI Tamun Los ngeles
San Lorenzo
El Cristo
1000 Las Flores V Tamul ? 1000
Isla B ?
Isla A Tanquil La Salta
Zaquil IV
500 Palmillas 1500
Cacahuatal Coy
Pitahaya III
Tecolutla Eslabones
dne 0 ane El Prisco II 2000
Arroyo Grande Tantun II ?
Esteros B Chila I Laguna
500 Tantun I 2500
Aguilar
Esteros A
Tampan Mesa de Guaje?
Ponce
1000 3000
Ojite
Monte Gordo
Pavn
Almera Pujul (Garca Cook,
1500 3500
Raudal 1983)

El Lomero, El Sabino, Tamacuiche y Tamun gica cultural para la Huasteca (tabla 1). De
entre otros, ubicndolo en el Clsico medio acuerdo con la descripcin de Ekholm, el tipo
y en menor proporcin en el Clsico tardo Prisco negro es de pasta burda y granular, con
(figura 1). desgrasante de partculas angulares grandes
La presencia de estos tipos nos exige revisar e irregulares, de color negro a rojizo, depen-
las descripciones previas de cada uno, con el diendo del ahumado. Es importante destacar
fin de analizar el material, objeto de estudio que no hace alusin a la materia prima utili-
de este artculo, procedente de Altamirano, zada como desgrasante, y que los colores de la
sitio localizado en la margen izquierda del pasta son producto de la coccin. El acabado
ro Pnuco, donde actualmente se encuentra de superficie es pulido en ambas caras. El color
el ejido Amado Flavio Altamirano, municipio predominante de la loza es el negro, pero,
de Pnuco, Veracruz . debido a la coccin, podra variar a caf rojizo.
En 1941-1942 Ekholm realiz excavaciones En cuanto a la decoracin, casi limitada a los
en el rea de Tampico y Pnuco, donde obtu- fondos, la incisin simple es rara; ms comn
vo una muestra considerable de materiales, es una decoracin de tenues lneas forma-
con los cuales realiz una clasificacin que das por una banda de pintura roja o negra,
le permiti proponer una secuencia cronol- delimitada por lneas incisas (Ekholm, 1944:
345). Su presencia la ubica cronolgicamente
2
Garca Cook, A. y Merino C., 2004, p. 7. en el Periodo II (Preclsico superior), hasta

67
alMa rosa esPinosa ruiZ

el periodo III (Clsico temprano) en menor tipos cermicos, extender la temporalidad


proporcin. hacia el pasado y aadir nuevos nombres a
El Zaquil negro lo describe como de pas- la secuencia cultural propuesta por Ekholm
ta granular, con abundante desgrasante de (MacNeish, 1954: 566) (tabla 1). Asimismo,
tamao medio, aparentemente arena, donde confirma la posibilidad de que haya continui-
predominan las partculas blancas; la pasta dad con algunos tipos, incluido el Zaquil ne-
es mediana de textura dura, su color vara de gro (1954: 545).
negro a caf y rojo, dependiendo del ahuma- Tambin, aunque de manera muy general,
do. El acabado de superficie es a base de un describe al Prisco negro desde el punto de
engobe que vara de negro puro a caf rojizo, vista decorativo. Se concentra en la descrip-
aunque resalta el primero. De acuerdo con cin de las formas sin mencionar la pasta, y
Ekholm las vasijas incisas presentan un negro acerca de la decoracin se refiere a la incisin
ms uniforme. Todas las superficies estn pu- en el fondo de las vasijas y su combinacin con
lidas, y el pulido es ms fino en los ejemplares pintura negra y roja, ubicndolo en el periodo
incisos. Esta decoracin es casi exclusiva del II de la fase que corresponde a El Prisco, del
exterior. La loza incisa la dividi a partir de los Preclsico superior (1954: 616). Curiosamente
motivos decorativos y, en menor grado, por las no define el Zaquil negro, pero acepta la
formas (figura 2) en subtipo 1 (loza muy fina descripcin y cronologa de Ekholm, quien lo
incisa con banda en guilloche, que interrumpe asigna a su periodo IV, fase Zaquil del Clsico
un diseo en forma de cruz); subtipo 2 (loza medio.
menos fina, con color irregular y con diseos De 1978 a 1982 se efectu el Proyecto
en banda alrededor del borde que ms o me- Arqueolgico Huasteca (PaH) dirigido por
nos recuerdan la banda de guilloche del subtipo Beatriz Leonor Merino Carrin y ngel Gar-
1; este subtipo no es comn y puede consi- ca Cook, cuyos resultados les permitieron
derarse como una derivacin del anterior); proponer una nueva secuencia cultural para
subtipo 3 (incluye decorados con bandas de la Huasteca (tabla 1).
ashurado cruzado y una figura de ave entre El estudio de la cermica estuvo a cargo
ellas); subtipo 4 (presenta un canal horizontal de Asuncin Garca Samper, quien menciona
debajo del labio exterior; figuras de animales que en la fase Tantun I (650 a 350 a.n.e.) y
acompaan a este diseo), y por ltimo sub- Tantun II (350 a.n.e. a 200 d.n.e.), el tipo
tipo 5 (incisin burda en varios estilos; con Prisco negro tiene una muestra abundante,
algunos diseos finamente marcados). al que identifica debido a que su acabado de
Ekholm finaliza su descripcin comentando superficie y pasta es muy similar al que descri-
que el Zaquil negro pudo haberse desarrolla- be Ekholm (Garca, 1982: 120).
do de manera independiente del Prisco negro En cuanto al Zaquil negro, menciona que
del periodo II, y la incisin ms elaborada del es por completo semejante al reportado por
tipo Zaquil negro es un elemento nuevo; esto Ekholm (Garca, 1972: 122), y lo ubica en la
lo lleva a afirmar que el tipo en su conjunto fases Coy (200 a 650 d.n.e.) y Tanquil (650 a
es intrusivo en el rea; cronolgicamente el 900 d.n.e.).
Zaquil negro domina el periodo IV (Clsico En 1984-1989, en el Proyecto Definicin
medio), en el que persisten los decorados del Formativo en la Cuenca Baja del Pnuco
por incisin hasta el periodo V (Epiclsico) (PdfcBP), dirigido por Merino Carrin y Gar-
(Ekholm, 1944: 354-355). ca Cook, se replante la necesidad de afinar
En 1948-1949, MacNeish hizo algunas explo- la secuencia cultural establecida en el PaH. Los
raciones en Pnuco, Veracruz, y el resultado trabajos en el sitio de Altamirano, Veracruz,
de sus excavaciones le permiti definir nuevos denominado Hv24, dieron una muestra de

68
Zaquil negro y Prisco negro, un anlisis esTilsTico

Figura 2. Tipo Zaquil negro, subtipos segn G. Ekholm.3

3
Ekholm, 1944, p. 354.

69
alMa rosa esPinosa ruiZ

TaBla 2
SECUENCIAS CULTURALES PARA EL FORMATIVO EN EL NORESTE DE MXICO.4
reas Centro-norte Tampico-Pnuco Sur Oeste de Sierra de Cuenca baja Cuenca baja reas
de Veracruz Ekholm, 1944 Tamaulipas Tamaulipas del Pnuco del Pnuco AP
Tiempo Wilkerson, 1981 MacNeish, 1954 MacNeish, 1958 MacNeish, 1958 MC-GC 1983 MC-GC 1998 Tiempo
Pitahya
300 (Pnuco III) 1700
Palmillas Eslabones
Tecolutla
Tantun III
0 El Priso 2000
Arroyo (Pnuco II) Tantun II
Grande Tantun II
Chila ? Laguna
Esteros B (Pnuco I)
500 Tantun I Tantun I 2500

Aguilar
Esteros A Tampan
Tampan
Mesa
1000 Ponce de Guaje 3000
Ojite Chacas

Pavn
Monte Gordo Pujal
Pujal
Almera
1500 3500
Raudal Chajil

3800

ocupacin continua, lo que permiti tomarlo El hecho de que no reporte la presencia


como eje de estudio. del Zaquil negro en este sitio se debe a que se
El anlisis del material cermico de la trata de un tipo ms tardo.
temporada 1984-1985 estuvo a cargo de Cas- Respecto a las temporadas 1988-1989, ac-
taeda Cerecero (1992), quien reporta en sus tualmente realizo el proceso de anlisis del
resultados el incremento de tres fases ms a material en el Departamento de Colecciones
la secuencia cultural establecida en el PaH: Arqueolgicas Comparativas del inaH. En
Chajil, Chacas y Tantun III (tabla 2). particular, he descrito el tipo Prisco negro
Asimismo estableci el tipo Prisco negro como una cermica conformada por una pasta
en la fase Tantun II (350 a 100 a.n.e.), el compacta, de desgrasante anguloso integrado
cual persiste hasta Tantun III (100 a.n.e. a por diversos materiales, que con dificultad se
200 d.n.e.). En sus comentarios indica que los pueden observar macroscpicamente; me re-
tiestos obtenidos son similares a los descritos fiero a arena en una porcin media, as como
por Ekholm (1992: 186), y que este grupo ce- cuarzo de grano muy fino en una proporcin
rmico define el inicio del periodo Tantun menor. Su textura es porosa y fcilmente
I (650 a 350 a.n.e.) en la regin de la Cuenca fracturable, de color que oscila entre gris
Baja del ro Pnuco. (7.5YR 5/0), caf amarillento (7.5YR 5/4),
o caf rojizo (2.5YR5/0), producto de una
buena coccin. Su acabado de superficie es
4
Garca Cook, A. y Merino C., 2004, p. 15. pulido en ambos lados; en el interior presen-

70
Zaquil negro y Prisco negro, un anlisis esTilsTico

Figura 3. Tipo Prisco negro, cajetes de silueta


compuesta y plato con reborde medial del Figura 4. Tipo Prisco negro, ejemplares de
PdfcBP, temporadas 1988-1989.
colores varios, materiales PdfcBP, temporadas
1988-1989.

ta un color gris muy oscuro (10YR 3/1) o casi


negro; su exterior caf grisceo muy oscuro La mayor presencia se encontr en Tantun
(10YR 5/2) o negro (figura 3); sin embargo, II (350 a 100 a.n.e.).
hemos encontrado ejemplares caf amari- El Zaquil negro no existe en Altamirano
llento, caf rojizo, rojo o gris verdoso (figura por obvias razones, ya que se trata de un tipo
4) (Espinosa Ruiz, 2006). El decorado por ms tardo a la ocupacin del sitio; es decir,
incisin se presenta slo en el fondo de las hasta ahora no se ha localizado este tipo ce-
vasijas (figuras 5 y 6), en tanto que en el ex- rmico. Esto es significativo porque algunos
terior una incisin sencilla circunda la pieza. de los diseos decorativos que caracterizan a

Figuras 5 y 6. Tipo Prisco negro, fondos con decoracin caracterstica, incisiones y pintura negra.
Procedentes del PdfcBP, temporadas 1988-1989.

71
alMa rosa esPinosa ruiZ

Zaquil negro en el Clsico medio (figuras 7 y es un tipo diagnstico para la Huasteca en el


8) aparecen ya desde el Preclsico superior en Preclsico superior.
el tipo Prisco negro, que corresponde, ste s, Los tiestos analizados se obtuvieron en las
a la ocupacin del sitio. excavaciones de la temporada 1988-1989, y
Considerando los antecedentes con que por su pasta se han clasificado en el tipo Pris-
se describen los rasgos de los tipos Prisco co negro; sin embargo, por su decoracin se
negro y Zaquil negro, al efectuar el trabajo relacionan con el Zaquil negro. Como se ha
de clasificacin se detectaron algunos tiestos mencionado, ambos tipos son marcadores de
con caractersticas especiales que permiten fases que los separan por ms de 500 aos;
plantear uno de los ejes de este trabajo: la el primero cae en el Preclsico superior y el
posible relacin entre Zaquil negro y Prisco segundo en el Clsico medio.
negro, desde el punto de vista decorativo. Aqu A continuacin se describen las caracters-
trataremos de argumentar tales antecedentes a ticas de algunos ejemplares que representan
partir del anlisis minucioso de dichos tiestos. el conjunto de la muestra de Prisco negro,
Es necesario mencionar que los materiales ana- considerando el acabado de superficie y de-
lizados suman un universo de 133 mil tiestos; coracin, as como la capa y fase cronolgica
18 mil corresponden al tipo Prisco negro, a la que se encuentran asociados.
es decir 14% del total. De ellos, slo 1.5% Ejemplar 1. Es un cajete de 14 cm de dime-
presentan algunos diseos decorativos iden- tro, con paredes rectas ligeramente divergen-
tificados como pertenecientes al tipo Zaquil tes, borde directo y labio redondeado; procede
negro del Clsico medio. Aunque la muestra de la capa D y corresponde a la fase Tantun
es poco representativa, se puede rebatir la idea II (350 a 100 a.n.e.).
de Ekholm de que la incisin ms elaborada En la pieza el color gris muy oscuro se pue-
sea un elemento nuevo para el Zaquil negro de observar en el interior y sobre el borde
en el Clsico medio, ya que algunos de sus exterior, en una pequea franja de 3 a 4 mm,
diseos se utilizan en una fase ms temprana misma que est delimitada por una incisin
en ciertos ejemplares de Prisco negro, el cual que circunda la vasija. Bajo ella, una banda

Figura 7 y 8. Tipo Zaquil negro, ejemplares de incisin, procedentes del PaH.

72
Zaquil negro y Prisco negro, un anlisis esTilsTico

Figura 9. Ilustracin de ejemplares del tipo Prisco


negro con decoracin Zaquil negro: a) cajete de
paredes rectas ligeramente divergentes, presenta la
decoracin guilloche del Zaquil negro, subtipo 2;
b) cajete curvo convergente, con la decoracin Zaquil
negro, subtipo 2; c) cajete de silueta compuesta, con
decoracin Zaquil negro, subtipo 5.

tipo guilloche (Ekholm, 1944: 355) o arabesca cede de la capa F, fase Tantun II (350 a 100
(Garca, 1972: 61), que consiste en pequeas a.n.e.). Su acabado de superficie es pulido con
lneas curvas quebradas incisas, las cuales apa- engobe caf grisceo muy oscuro (figura 9).
rentan una trenza o una soga que se encuentra Su decoracin consiste, en el exterior, en
enmarcada por otra lnea incisa debajo de la una doble lnea curva incisa, tambin repre-
que se observan unos pequeos tringulos con sentativa del Zaquil negro, subtipo 2, segn
una diminuta incisin al centro (figura 9). Ekholm (1944: 355).
Es decir, la decoracin de la muestra ana- Ejemplar 3. Es un cajete de silueta compues-
lizada no corresponde a las caractersticas del ta, de paredes proximales curvoconvergentes,
Prisco negro y en cambio encaja a la perfec- con borde reforzado en el exterior y labio
cin en el Zaquil negro, subtipo 2 descrito por redondeado. El dimetro de su boca es de 24
Ekholm (1944: 355). cm y procede de la capa F, fase Tantun I (650
Ejemplar 2. Es una base plana circular de a 350 a.n.e.).
fondo plano, con un dimetro de 18 cm y El tiesto es de color gris muy oscuro, pulido
pared curvoconvergente que tal vez pertenece en el interior y caf grisceo muy oscuro en
precisamente a un cajete convergente; pro- el exterior donde se encuentra la decoracin

73
alMa rosa esPinosa ruiZ

incisa elaborada con dobles lneas paralelas


que se interceptan formando una gran lnea
quebrada doble (figura 9).
Su decorado lo hemos identificado con el
Zaquil negro, subtipo 5, segn Ekholm (1944:
355).
Con lo anterior, es muy posible que los dise-
os decorativos caractersticos del tipo Zaquil
negro, que cronolgicamente se ubica en el
Clsico medio y terminal, ya se elaboraban
desde el Preclsico superior en el tipo Prisco
negro. Nos referimos especficamente a la
incisin de banda guilloche, que caracteriza al
subtipo 2 descrito por Ekholm para el Clsico Figura 10. Plato tipo Prisco negro con decoracin
medio, que identificamos en algunos ejempla- Zaquil, subtipo 2, banda guilloche. Muestrario PaH.
res de Prisco negro.
Por otro lado, Ekholm relaciona al tipo
Zaquil negro con el Prisco negro sugiriendo la forma caracterstica del tipo Prisco negro,
que la evolucin del primero se da de modo donde tambin encontramos la incisin de la
independiente del segundo; coloca as al Za- banda guilloche, caracterstica del tipo Zaquil
quil negro como un tipo intrusivo en el rea, negro, subtipo 2; la pieza proviene del mues-
hecho que podramos explicar si considera- trario del Proyecto Arqueolgico Huasteca
mos las caractersticas de la pasta de Zaquil (PaH), y coincidentemente procede del sitio
negro tan diferentes a las identificadas en los Altamirano Hv24 (figura 10).
tipos que conviven en el Clsico medio, perio- Los datos anteriores, aunados a los resul-
do IV, Zaquil, descritos por Ekholm. tados de nuestro anlisis, refutan la idea pro-
En funcin de lo anterior, existe la posibi- puesta por Ekholm y sustentan la propuesta de
lidad de que el tipo Zaquil negro se introdu- continuidad en algunos elementos decorativos
jera a la regin huasteca como menciona del Zaquil negro a partir del Prisco negro
Ekholm, donde es aceptado y comienza desde el Preclsico superior, poca a la cual
a producirse retomando algunos elementos corresponden la piezas en cuestin.
decorativos ya existentes en algunos ejempla- Otro elemento que se propone como apoyo
res de Prisco negro desde el Preclsico supe- a esta hiptesis, y que podra ser objeto de un
rior, mismos que formarn parte de algunas trabajo posterior, es el estudio del simbolismo
de sus caractersticas en el Clsico medio, las de los diseos y elementos decorativos que
cuales se afianzan y prevalecen hasta el Cl- caracterizan al Zaquil negro, mismos con los
sico superior, quiz expandindose despus que tal vez se debi identificar el grupo huas-
a otras reas. teco; prueba de ello es su persistencia hasta el
A lo anterior se agregan dos datos que favo- Clsico terminal, no slo en la cermica, sino
recen la hiptesis de este trabajo, el primero se tambin en la lapidara, como lo muestra la
refiere a una pieza, procedente de Altamirano Estela 2 de los Flamencos o Monumento VI
Hv24, con caractersticas Zaquil negro en el o Lpida de Tantoc, recuperada en 1994 por
exterior y Prisco negro en su interior, cuya Zaragoza y Dvila, donde es posible apreciar
existencia mencion el profesor Garca Cook, la banda tipo guilloche formando parte del
en comunicacin personal; el segundo es un decorado que se encuentra en el contorno de
fragmento de plato de borde evertido, con la lpida (figura 11).

74
Zaquil negro y Prisco negro, un anlisis esTilsTico

esPinosa ruiZ, Alma Rosa, 2006, Prisco negro


un tipo diagnstico del Formativo huaste-
co. Indito.
garca cook, ngel y B. Leonor Merino
Carrin, 1977, Proyecto Arqueolgico
Huasteca, Boletn del Consejo de Arqueologa,
nm. 1, inaH, Mxico.
, 1978, Primer Informe: Proyecto
Arqueolgico Huasteca. Archivo de la Coor-
dinacin Nacional de Arqueologa, inaH,
Mxico.
, 2004, Secuencia cultural para el
Formativo en la Cuenca Baja del ro Pnu-
Figura 11. Lpida de Tantoc o Monumento VI o co, Arqueologa, segunda poca, nm. 32,
de los Flamencos.5 pp. 5-27, inaH, Mxico.
garca saMPer, Asuncin, 1982, Cermica
prehispnica de la provincia en la Huasteca
Con lo anterior reiteramos la necesidad de costera, tesis de licenciatura en Arqueolo-
estudios iconogrficos, que seguramente arro- ga, enaH, Mxico.
jaran datos importantes para la Huasteca. MacNeish, Richard, 1954, An Early Archeolo-
gical site Near Panuco, Veracruz, Transac-
tions of the American Philosophical Society, New
BIBLIOGRAFA Series, vol. 44, parte 5, Filadelfia.
Merino carrin, B. Leonor, 1985, Defini-
casTaeda cerecero, Laura, 1992, Altami- cin del Formativo en la Cuenca Baja del
rano: un sitio del Formativo del Noreste de Pnuco, Boletn del Consejo de Arqueologa,
Mxico, tesis de licenciatura en Arqueolo- nm. 2, inaH, Mxico.
ga, enaH, Mxico. ocHoa salas, Lorenzo, 1984, Historia prehisp-
ekHolM, Gordon, 1944
1944, Excavation at Tam- nica de la Huasteca, unaM, Mxico.
pico and Pnuco in the Huasteca, Mxico, ZaragoZa ocaa, Diana y Patricio Dvila
Anthropological Papers of the American Museum Cabrera, 2002, Tantoc: una ciudad en la
of Natural History, vol. XXXVIII, parte V, Huasteca, Arqueologa Mexicana, vol. IX,
Nueva York. nm. 54, pp. 66-69, Mxico.

5
Zaragoza Ocaa, 2004, p. 64.

75
los lMiTes culTurales de la regin HuasTeca
Gerardo Gutirrez*
y Lorenzo Ochoa**

En una regin de alta interaccin socioecon- La seleccin de aspectos que permiten una
mica como lo fue Mesoamrica, quiz desde regionalizacin del espacio cultural comn es
una poca tan temprana como el periodo arbitraria, dependiendo de los intereses del
Arcaico tardo (5000-2000 a.C.), es difcil ha- investigador, con base en su postura terica,
blar de lmites internos claros y precisos entre conocimiento emprico del terreno y de la
los diferentes grupos que componen el gran distribucin geogrfica de los elementos cul-
espacio donde emerge y se desarrolla una turales escogidos para el caso. Una vez que se
cultura comn. Este espacio de interaccin y ha elegido uno o varios aspectos para propo-
contacto mutuo ha sido identificado por Ren- ner regiones particulares, el espacio cultural
frew (1986) como el Mdulo del Estado Tem- comn quedar subdividido en comarcas dis-
prano (Early State Module), mientras que el cretas separadas por lmites que manifiestan
mismo autor ha denominado peer polity interac- que los elementos culturales contenidos en
tion (interaccin entre unidades polticas se- un compartimiento son ms parecidos entre
mejantes) al mecanismo que permite la trans- s que los elementos ubicados fuera de tales
misin de ideas, conceptos, bienes y personas lmites. Expresado de otra manera, se dira
entre grupos polticamente diferenciados que todas las manifestaciones culturales, afue-
mediante un contacto social, poltico y econ- ra de una demarcacin, son ms diferentes
mico permanente. El rea cultural mesoame- de las que se observan dentro de la regin
ricana sera un espacio en que grupos con homognea abstrada por el investigador. Si
afiliaciones polticas distintas comparten una la regionalizacin es un constructo etic del
cultura comn. Cultura que se ha creado con proceso de investigacin, entonces es lgico
la participacin de todos a lo largo de siglos afirmar que los lmites entre las regiones tam-
de vecindad y trato frecuente. Es un ejercicio bin son construcciones abstractas basadas
de clasificacin consciente de parte del inves- en unos cuantos aspectos que se consideran
tigador subdividir ese gran espacio funcional representativos.
en compartimentos menores con base en li- Respecto a la distribucin espacial de ele-
geras diferencias y variaciones de caracteres mentos culturales, es prcticamente imposible
culturales. asignar lmites lineales y fijos que manifies-
ten que un conjunto de aspectos se terminen
* ciesas. en un punto y que, desde ese punto, comien-
** iia-unaM. cen otros radicalmente distintos. En lugar de

77
gerardo guTirreZ y lorenZo ocHoa

eso podemos pensar en una enorme franja tar si se es mexicanito, 2 teenek 3 o mestizo. De
de terreno, donde los elementos culturales hecho, el ser huasteco es un trmino que ha
seleccionados como representativos se diluyen sido adoptado ms por la cultura mestiza que
con la distancia hasta un punto en que las por las mismas etnias indgenas que continan
diferencias sean mayores que las semejanzas. diferencindose celosamente. Este hecho
A dicha delimitacin se le puede llamar rea destaca el carcter pluritnico de la regin
o franja de amortiguamiento. El objetivo de huasteca.
este trabajo ser proponer un ncleo central Si se desea abstraer el espacio huasteco del
de lo que se ha denominado cultura Huasteca resto de Mesoamrica es necesario comenzar
y la franja o rea de amortiguamiento donde por diferenciar dos grandes bloques: 1) tzabal
se deja de ser huasteco para gradualmente teenek, y 2) panhuasteca (formado por la suma
convertirse en otra cultura distinta. Se ha de un rea de amortiguamiento y el ncleo de
preferido utilizar el trmino lmite en lugar de hablantes de teenek).
frontera, como uno de nosotros haba hecho La regin tzabal teenek se define como la
en un trabajo anterior (Gutirrez, 1996: 85), tierra donde se asentaron y desarrollaron los
porque en geografa el concepto frontera peliteenek, que en lengua Huasteca significa los
(frontier en ingls) tiene una acepcin restrin- hombres verdaderos (Schuller, 1924: 140).
gida al lmite donde el espacio de civilizacin Etimolgicamente el gentilicio teenek proviene
comn se termina y comienza otro.1 Por de la palabra teenek bichim, que significa vena-
ejemplo, la frontera norte de Mesoamrica do en huasteco, es decir, que los peliteenek son
sera donde termina el espacio de civilizacin los verdaderos venados (Gutirrez, 1996: 6).
caracterizado por los elementos selecciona- Dicha autoidentificacin con el venado como
dos por Kirchhoff en 1943 y comienza otro posible animal tonal de la etnia es comn a
que se ha denominado chichimeca, con un otros grupos mesoamericanos, mayas y no ma-
modo de produccin primario basado en la yas, tal como los kejaches del sur de Campeche
recoleccin. (Chvez, 2006: 63) y los mazatecos del Estado
de Mxico.
la HuasTeca Los espaoles, al igual que los mexicas,
En la actualidad, la regin donde se desarro- son los principales creadores de etnicidad en
llaron los antiguos huastecos se conoce con el Mesoamrica. Sahagn (1975: 607-608) dice
nombre de Huasteca o Huastecas, que geogr- que los cuexteca son los que viven en la provin-
ficamente abarca porciones de los actuales cia que los mexicanos llaman Cuextlan y los
estados de San Luis Potos, Quertaro, Hidal- describe como gentes que tienen las frentes
go, Veracruz y Tamaulipas. No obstante, el anchas, cabezas chatas y cabellos teidos de
llamarse huasteco en este espacio no signi- diferentes colores, algunos con cabellos lar-
fica pertenecer a la etnia teenek, caracterizada gos en el colodrillo. Sus dientes eran agudos
por una serie de rasgos culturales, entre los porque los aguzaban a posta y los pintaban de
que destaca su lengua maya, sino haber nacido negro y otros colores; tenan brazaletes de oro,
en el mbito de las Huastecas. Esto sin impor- medias calzas de plumas y pulseras de chal-
chihuites. Adornaban la cabeza y espalda con

1
En espaol, a diferencia del ingls, el concepto
2
frontera tambin se aplica a las divisiones entre unida- Mexicanitos es la expresin despectiva que
des polticas independientes. Debemos aclarar que en utilizan algunos huastecos teenek para referirse a los
este trabajo no se pretende recrear los lmites polticos huastecos nahuas.
3
de ninguna de las cientos de entidades poltico-territo- Teenek es el trmino con que la etnia huasteca
riales que debieron existir en la Huasteca. hablante de maya se identifica a s misma.

78
los lMiTes culTurales de la regin HuasTeca

plumajes redondos a manera de aventadores y son fijos, pues tienen modificaciones deriva-
moscaderos. Sus mantas eran las centzonquach- das de presiones ejercidas por otros pueblos
tli, es decir las mantas de cuatrocientos colores, o desrdenes internos del mismo grupo. En
decoradas con cabezas de monstruos pintadas este sentido, sin exploraciones extensivas en el
y apreciadas en toda Mesoamrica. Se dice que rea es poco lo que se puede aportar al cono-
las mujeres usaban el petp o trenzado con hilos cimiento de estas modificaciones. Conscientes
de diferentes colores, retorcidos con plumas. de esta dificultad, aqu nos restringiremos a
Los hombres se perforaban el septum y se po- explorar los lmites del espacio tzabal teenek
nan canutos de oro y plumas en el orificio na- al momento del contacto con los europeos,
sal. Como armas usaban arco y flecha, y tenan mencionando, cuando venga al caso, posibles
por costumbre cortar la cabeza de los vencidos, movimientos de sus lmites. Para ello haremos
las cuales exhiban como trofeos en estacas. uso intensivo de las fuentes escritas durante la
Es un infortunio que todos los elementos poca colonial.
culturales mencionados como importantes Una vez identificado el ncleo de hablantes
por los mexicanos para diferenciar a los huas- de huasteco, el siguiente paso es definir el rea o
tecos de otros grupos indgenas no tengan una franja de amortiguamiento, es decir, el rea ocu-
contraparte tangible en los materiales arqueo- pada por todos los grupos no hablantes de
lgicos.4 A manera de paliativo, la arqueologa huasteco y que, sin embargo, participan en
ha utilizado el estilo escultrico encontrado en menor o mayor grado de la cultura material
los asentamientos ms importantes localizados dominante en el ncleo tzabal teenek. Nos
de Tuxpan a Tampico, y entre Pnuco y Ciudad referimos sobre todo a pueblos hablantes de
Valles, como elementos representativos de nhuatl, pame, otom, totonaco, tepehua y
esta cultura (De la Fuente y Gutirrez, 1980). tamaulipeco. Todos estos grupos compartiran
Algunos tipos cermicos diagnsticos han sido algunas costumbres y elementos comunes que
propuestos para el mismo caso desde la poca conforman la riqueza pluritnica de las Huas-
de las primeras excavaciones estratigrficas tecas. La franja de amortiguamiento junto
realizadas por Ekholm (1944) en Pnuco y con el ncleo tzabal teenek, forma el espacio
Tampico. que hemos denominado panhuasteco y que
Es interesante que Sahagn, por medio de definimos como el rea mayor de interaccin
sus informantes mexicanos, no haya hecho re- cultural hasta donde se expandieron por
ferencia a la lengua como aspecto importante contacto directo determinados usos y costum-
de diferenciacin tnica. A pesar de ello, en bres, as como elementos materiales propios
este estudio particular consideraremos a la del ncleo tzabal teenek, sin importar si los
lengua como el principal factor para deli- portadores de tal cultura hablaran huasteco
near el espacio tzabal teenek; mientras que la u otra lengua.
escultura y la cermica sern dos elementos
secundarios que ayudarn a reforzar o poner los lMiTes HuasTecos
en duda que ciertas reas hayan estado habi- Meade (1942: 13) propuso que los lmites
tadas por grupos teenek. Como es obvio, los huastecos eran el ro Cazones al sur, el ro Soto
lmites culturales de cualquier pueblo nunca la Marina al norte, el Golfo de Mxico al este
y la Sierra Madre Oriental al oeste (figura 1).
A pesar de esta definicin, en la prctica Mea-
4
Se podra plantear una regionalizacin de la de desbord los lmites huastecos para lle-
Huasteca con base en los restos esquelticos que pre-
sentaran los rasgos dentales y de deformacin craneal
varlos hasta el altiplano potosino. Tales lindes
descritos en Sahagn, pero tal empresa se antoja difcil han predominado en casi toda la bibliografa
de realizar en el corto plazo. huasteca desde la dcada de 1940, repitindo-

79
gerardo guTirreZ y lorenZo ocHoa

Cd. Victoria Ro Soto la Marina

Cd. Tula 0 90

Aldama Kilmetros

Cd. Mante
Lmite poniente
de la Huasteca
propuesto por
Cd. del Maz
Meade (1942)
Tampico

Pnuco
Cd. Valles

Tanquian

Tantoyuca
Tamazunchale Tamiahua
Jalpan
Huejutla

Tuxpan

Ro Cazones

Poza Rica

Xicotepec

Figura 1. Lmites de la Huasteca propuestos por Meade (1942). Al sur el ro Cazones, al norte el ro Soto
la Marina, al oriente el Golfo de Mxico y al poniente la Sierra Madre.

se sin muchas variaciones en la mayora de los mucho el espacio de la tzabal teenek, por lo que
autores. En principio creemos que los confines sera mejor pensar que los lmites de Meade
establecidos por Meade son reflejo de su enor- representaran la mxima rea de lo que he-
me conocimiento del terreno; sin embargo, mos denominado panhuasteca. Es necesario
opinamos que tal delimitacin sobrepasa por recordar esto para evitar caer en errores de

80
los lMiTes culTurales de la regin HuasTeca

Tuxpan
0 30

lamo Kilmetros

Castillo de Teayo
Metlaltoyuca
Tihuatlan
Cazones

Poza Rica

Papantla

Figura 2. Lmite sur de los teneek, entre los ros Cazones y Tuxpan, antes de la conquista de Tuxpan y
Temapache.

interpretacin cuando se analizan institucio- los hablantes de nahua, totonaco y huasteco,


nes y costumbres a nivel local, sobre todo est marcado por el ro Tuxpan, en cuya mar-
cuando se desee reconstruir la geografa pol- gen se encontraba dicho pueblo. Es posible
tica huasteca. que ste haya sido el caso antes de que los
Por motivos de exposicin iremos descri- mexicanos conquistaran la zona comprendida
biendo los puntos limtrofes del ncleo teenek, entre Cazones, Tuxpan y Temapache, con lo
donde se encontraban predominantemente que se estableci una cua nahua entre toto-
los hablantes de huasteco, siguiendo el or- nacos y huastecos. Sin embargo, pensamos que
den de las manecillas del reloj, comenzando la separacin entre huastecos y totonacos no
por el sur, continuando por el oeste, el norte fue tan tajante, sino ms bien debi existir una
y finalmente el este. Los puntos donde los franja entre los ros Cazones y Tuxpan, donde
asentamientos huastecos se hallaban entre- ambas culturas se diluan imperceptiblemen-
verados con grupos de otras lenguas sern con- te con asentamientos totonacos y huastecos
siderados componentes de la panHuasteca y, entremetidos y sin ningn tipo de trminos
por tanto, de la franja de amortiguamiento. (figura 2).
Al oeste de las tierras totonacas, hacia la
lMiTe sur regin de Tiahuatln-Castillo de Teayo, se
Comprende la divisin entre totonacos, huas- asentaban los hablantes de nhuatl. Lehmann
tecos, otomes y mexicanos, y tal vez sea el l- (1922), por medio de un anlisis de topni-
mite ms difcil de definir pues es el que ms mos, ha sugerido la posibilidad de que la pre-
movimientos ha tenido desde la poca prehis- sencia de hablantes nahuas en la Huasteca
pnica. Staub (1926: 279-296), con base en la se remonte a migraciones pipiles. Es posible
interpretacin que Lehman hace del topni- pensar que hasta antes de las guerras con Te-
mo de Tamocal o Tamuoc (lugar donde se nochtitlan tales hablantes restringieran su
vuelven mudos), propone que el lmite entre presencia al sur de lamo. Sin embargo,

81
gerardo guTirreZ y lorenZo ocHoa

Naranjos

ec
Chontla Tantoco

tep
Tamiahua

on
Ot
Ixcatepec 0 20

de
ra
Sie
r Piedra Labrada Kilmetros
Cerro Azul
El Humo Tepetzintla

Cerro
Tepenecuile
Temapache
Potrero del Llano
Cerro
Moralillo

Tuxpan

lamo

Figura 3. Lmite sur de la Huasteca, entre Temapache y Tamiahua, despus de la conquista mexica de
Tuxpan.

una vez comenzada la expansin mexica los el sur de la Sierra de Otontepec, principal-
lmites entre nahuas y huastecos se habran mente en lo que ahora es el municipio de Ix-
movido en 1458 d.C., a raz de la derrota de Te- catepec, y al norte de Tuxpan, con pueblos
mapache, hasta la cara sur de la Sierra de entremetidos de nahuas y huastecos en Ama-
Otontepec y estero de Tanhuijo, en la vecin- tln, Acala, Cacateapa y Tampaoy.
dad de Tamiahua. De esta manera, el lmite sur Al sur de Chontla y oeste de lamo se
a principios del siglo xvi correra de Tanhuijo encuentra la zona entre Chicontepec e Ixhua-
hacia el sur de Tancoco y Piedra Labrada, en tln, donde se han reportado varias esculturas
la ladera oriental de la Sierra de Otontepec, de estilo huasteco, hasta Yahualica (figura 4).
mientras que en la cara occidental de la mis- A pesar de que la cultura mestiza de esta zona
ma serrana, Chontla habra amortiguado el se identifica como Huasteca, su sustrato lin-
avance mexica (figura 3). gstico al momento del contacto fue otom
Aunque dominados por la Triple Alianza, y nahua. Esto debera hacernos reflexionar
los territorios de Tuxpan y Temapache nunca acerca del papel que desempearon los oto-
perdieron sus caractersticas Huastecas, como mes en la conformacin de la cultura material
an se poda apreciar en las descripciones del que identificamos arqueolgicamente como
siglo xviii: Huasteca. El topnimo de San Juan Otontepec
(Cerro del Otom) sugiere que en algn mo-
Thamapachi [] a efta cabezera pertenecen tres mento los hablantes de otom hayan habitado
pueblos comarcanos, que fon: Tepetzintla por el en el espacio nuclear de la tzabal teenek, sobre
oriente, Tihuatln por el norte, y Tabuco por Lesft
nordeste [] administrados en el idioma goafteco
todo en la zona de Santa Mara Ixcatepec, en la
(Villa Seor, 1952, vol. 1: 313). cual en algn momento del siglo xv comenz
un fuerte proceso de nahuatlizacin.
Pese a tal permanencia de hablantes de huas- Ya en la primera dcada del siglo xvi el l-
teco, los nahuas consolidaron su presencia en mite sur de los pueblos teenek deba correr de

82
los lMiTes culTurales de la regin HuasTeca

Chicontepec

Yahualica
Palma Sola

Postectitla lamo
Benito Jurez Lomas
de Vinasco

Xochiatipan

Chila Cacahuatengo

Zontecomatlan
Metlaltoyuca

0 10
Ixhuatln
Kilmetros

Figura 4. Zona predominantemente nahua y otom con presencia de escultura y cermica huasteca.

Chontla hacia Platn Snchez, luego Tampa- huastecos al norte del poblado de Chimalco y
can y de ah a Tancuiln, para despus subir a en los alrededores de Huehuetlan. Villa Seor
Tancanhuitz, donde la Sierra Madre Oriental describe tales lmites durante la primera mitad
marca el lmite oeste de los asentamientos del siglo xviii:
huastecos (figura 5). Por referencias que hace
la crnica de Grijalva (1985) en el siglo xvi, se A distancia de diez leguas de Tampamolon y veinti-
sabe que la zona comprendida entre Huejutla, cinco de la cabecera est situado el pueblo de Tam-
pacan que consta de cincuenta y cinco familias de
Yahualica, Tamazunchale y Axtla haba sido idioma mexicano[] Desde el pueblo de Tanquian,
conquistada por los mexicas durante el seo- caminando por el rumbo del sur [] a cuatro le-
ro de Moctezuma I. El desplazamiento de gru- guas de distancia est el Pueblo de San Martn
pos huastecos u otomes huastequizados de la Tlalchicuautla [] habtanlo ventidos familias de
zona de Huejutla parece confirmarse arqueo- indios administrados en idioma mexicano.
lgicamente cuando se analizan los estilos de Saliendo de Coxcatln [doctrina Mexicana]
las esculturas encontradas en Yahualica, en las [] se llega al caudaloso ro de Goachigoyan, y a
sus orillas est situado el pueblo de Santa Catarina
cuales se identifican algunas lpidas de piedra de Aztla [] goza de buenas aguas y abundante
arenisca talladas con temas tpicamente huas- pesca [] son administrados en idioma mexicano.
tecos (por ejemplo, representaciones de muje- (Villa Seor 1952, vol. 1: 115).
res con gorro cnico y resplandor), mezcladas
con esculturas de estilo mexica, bsicamente Es posible sugerir que los huastecos haban
portaestandartes de basalto con imgenes de logrado detener la avanzada mexica al sur de
tigres y guilas. La tendencia expansiva de los una franja que iba de Huehuetln5 a Tlalchi-
mexicas hacia las tierras de Cuextlan debi cuautla, y de ah hacia Platn Snchez y Tan-
haber creado un xodo de grupos teenek de la toyuca.
zona de Huejutla, Tamazunchale y Axtla hacia
la zona de Pnuco y Valles, estabilizndose el 5
El antiguo nombre huasteco de Huehuetln es
rea de amortiguamiento entre mexicanos y Tamahab (Ocaranza, 1939: 125).

83
gerardo guTirreZ y lorenZo ocHoa

Tancanhuitz Tanquin
Tampamolon
Tempoal

Tampacan
Xilitla Tantoyuca
Tancuiln

Chontla
Tamazunchale Platn Snchez
Ixcatepec

Chapuhuacanito
Huejutla
0 20
Kilmetros
Figura 5. Lmite sur, entre Chontla y Tancuiln.

Se puede proponer que antes de las guerras costera, que corre de forma casi continua
mexicas, cuando los huastecos se extendan desde Tamazunchale hasta el sur de Ciudad
ms al sur, los lmites de la tzabal teenek en este Valles, para despus volver a levantarse y con-
sector habran corrido desde Tamoyn Prime- tinuar hacia la sierra de Micos. Por otra parte,
ro (11 km al noroeste de Chicontepec) hacia la sierra marca un linde cultural an ms im-
Yahualica, para despus subir hacia Tancan- portante, pues en ella se encuentran los gru-
zahuela, cerca de Huejutla,6 y Chililico, para pos pames que debieron haber tenido una
bordear el pie de la Sierra de Tlanchinol hasta fuerte interaccin con los teenek.
llegar a Tamazunchale y Tamacotl (Tamn), Es difcil determinar hasta qu punto logr
para despus girar al norte hasta Tancuiln, penetrar la cultura Huasteca en los intrinca-
bordeando la Sierra Madre. En este lmite dos valles y profundos barrancos de esta parte
hipottico los huastecos habran estado en de la sierra, habitada por grupos que combina-
estrecho contacto con otomes y nahuas. ban la recoleccin con agricultura incipiente.
Meade (1942) pensaba que la penetracin
lMiTe oesTe debi haber sido profunda, alcanzando en el
El lmite poniente de la tzabal teenek es un con- suroeste los valles de la Sierra Gorda de Quer-
fn tanto geogrfico como cultural. En efecto, taro y en el noroeste la zona de Ro Verde, e
la presencia de la Sierra Madre Oriental im- incluso Guadalczar en el altiplano potosino.
puso una restriccin a la expansin cultural Sin embargo, las fuentes coloniales de la Sierra
Huasteca hacia el oeste por medio de una Gorda y Ro Verde contradicen tales afirma-
imponente cadena montaosa, con pendien- ciones, mencionando que la divisin entre
tes casi verticales que se elevan entre 500 y mil huastecos, pames y otras tribus chichimecas
metros por encima del nivel de la planicie no determinadas, corra al pie de la misma
Sierra Madre Oriental.
6
De acuerdo con Toussaint (1948: 30), el nombre Comenzando de sur a norte, se sabe que el
huasteco de Huejutla era Tamzabtcoy. importante paso de Xilitla, que une la planicie

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los lMiTes culTurales de la regin HuasTeca

Tampemache
Tampete

Aquismn Tanquin
Tanzozob
Tanl Tancanhuitz
Tampatz Tampamalon
Huehuetlan
0 20
Kilmetros Huichihuayan

Tampacan
Tancoyol Xilitla
Tancuiln

Jalpan
Chapuhuacanito
Tancama
Figura 6. Lmite oeste, entre Tancuiln y Tanzozob.

costera con la jurisdiccin de Villa de Cade- de muchos topnimos huastecos en la zona


reyta, estaba habitado por indios de quatro pame (figura 6):
Naciones, que fon: Othomies, Mexicanos,
Pames y Mecos (Villa Seor, 1952, vol. 2: 105), [] diftancia de diez, y siete leguas de la cabe-
los cuales vivan insumisos y dispersos desde zera por el Sudueft eft situado el pueblo de Tama-
pache [] de ciento, y viente familias de indios
Xilitla hasta la Villa de Cadereyta, de lo cual Pames, y Guaftecos, y aunque en los idiomas fon
se infiere que los huastecos no entraron muy diferentes, fon iguales en las costubres. (Villa Se-
profundo en lo que ahora es la Sierra Gorda or, vol. 1: 106).
y permanecieron sobre todo en la planicie
costera. Noticias iguales llegan de Tanzozob, lo que
Como se ha dicho, a la cada de Tamazun- nos lleva a sugerir que la franja de amortigua-
chale los pueblos nahuas avanzaron hacia el miento Huasteca-pame sigui desde antiguo
sur de Huehuetlan (Tamahab), Tampaxal y el pie de la Sierra Madre, quiz adentrndose
Tanquime; con una situacin estratgica en un poco en el rea de Tamapatz y Tanzozob,
la sierra, eran los pueblos teenek que tenan para de ah seguir por las sierras de Oxholom
lmites con los mexicas, en el estrecho paso y Tamul hasta el can del ro Tamasopo. En
que existe entre los nacimientos del ro Hui- los alrededores del actual Tamasopo se men-
chihuayan y el ro Coy, donde se protega el ciona que un poblado llamado Tampasqun
acceso a Tamaquichmn (Aquismn). era el ltimo asentamiento con hablantes
Ocho kilmetros al norte de Aquismn, en huastecos en direccin a Rayn (figura 7). De
el poblado de Tamapache (Tampemache), la igual modo, un poco ms al sur, entre tres y
sierra se bifurca, abriendo paso a un valle que siete leguas al oeste de Aquismn, se encon-
da fcil acceso a la cuenca del ro Santa Mara, traban los poblados Tamtogmn y Tamchuba,
y es paso franco hacia la zona de Tanchachn. ambos desaparecidos, que se reportaban como
Esta apertura de la sierra permiti una curiosa pueblos huastecos en frontera con los indios
hibridacin cultural que explica la presencia insumisos (Ocaranza, 1939: 129).

85
gerardo guTirreZ y lorenZo ocHoa

0 20
Kilmetros
Crdenas Ciudad Valles
Rascn
Ro Verde Las Canoas
Tamhuachn Tamasopo

Rayn
Tanchachn
Tampalatin

Tampemache
Tampete
Tanzozob
San Ciro de Acosta Aquismn
Tanl
Huehuetlan

Figura 7. Lmite oeste, sector Tampemache-Tamasopo.

A partir de Tamtogmn y Tamchuba el Verde y Sierra Gorda, se reportan como pames


rea de amortiguamiento era muy flexible, con o como mecos. Es necesario reflexionar acer-
la presencia de asentamientos con nombres ca de esta curiosa amalgama cultural entre los
huastecos, pero que estaban slo habitados pames y los huastecos, a quienes quiz debe-
por pames. Tal fue el caso de Santa Catarina ramos identificar como los cuextecachichimecas
Tamlacum (Tanl), San Nicols Tampote, San- que menciona Sahagn:
ta Mara Tampalatin y Soledad de las Canoas
Tamhuachn, este ltimo cerca de Crdenas De estos chichimecas []. Otros haba que se lla-
y habitado por indios mecos. Estos poblados maban cuextecachichimecas, porque hablaban la
son los asentamientos ms occidentales dentro lengua chichimeca y cuexteca. Todos los cuales vi-
van en policia y tenan sus repblicas, seores,
de la sierra que tienen topnimos huastecos, caciques y principales, poblados con sus casas,
pero sin poblacin huasteca: abundantes en victo y vestido, cuyo oficio era tam-
bin traer y usar flechas (Sahagn, 1975: 611).
La misin de San Pedro y San Pablo de Tamlacum,
est edificada sobre unos cerros a orillas de un ro, Como caso especial debe tratarse el rea de
el mismo que pasa por la villa de Ro Verde [] Jalpan de la Serna, en la Sierra Gorda, donde
encontrbase 15 leguas al poniente de la villa de
Valles y se compona de [] 104 familias de indios
adems de los topnimos de Tancoyol y Tan-
pames []. cama (figura 6), se reporta una escultura de
Santa Mara Tampalatin Ocaxa-hunc [] 95 cm de altura ejecutada en lo mejor del es-
estaba entre dos cerros [] con treinta familias de tilo huasteco. Nos referimos a El Adolescente
indios pames (Ocaranza, 1939: 127). de Jalpan (De la Fuente y Gutirrez, 1980,
pieza CLIX). Esto hizo pensar a muchos inves-
Fuera de los pueblos mencionados como tigadores en una extensin del espacio huas-
huastecos, el resto de los grupos que habitan teco hacia esa regin. Sin embargo, una rpi-
al oeste de la lnea Tamapatz-Tanzozob-Sierra da revisin de las fuentes indica que esa zona
de Tamul y Tamasopo, en las regiones de Ro estaba habitada por indios pames o chichime-

86
los lMiTes culTurales de la regin HuasTeca

cos. As, en el siglo xvi se menciona que los los huastecos, sealando que tales entierros
tributarios de Conca eran chichimecos (Libro pueden pertenecer a dicho grupo (Velzquez,
de las tasaciones 1952: 296-297). Adems que 1901). Por desgracia los materiales asociados
Villa Seor en repetidas ocasiones menciona con los entierros no permiten sacar mayores
la presencia de pames en la zona: conclusiones. Pero Velzquez no se equivoca
cuando, gracias a los adornos de concha en-
Desde el tiempo de la conquista muchos indios de contrados en los montculos, establece que
la nacin de los Pame, no querindose reducir ni debi haber existido una relacin entre los
a la f, ni al catlico dominio, se hicieron fuertes pobladores de Guadalczar con la costa del
en las cavernas, montes y barrancas de la Sierra
Gorda, viviendo en ella brbaramente dispersos
Golfo, en especial con los huastecos. Esta idea
[] de que proviene hacerse ms reveldes, y crueles, se refuerza cuando sabemos que los asenta-
siendo lo ms lastimoso, y sensible la permanencia mientos prehispnicos de la zona estaban
de su idolatra [] (Villa Seor, 1952: vol. 2: asociados a minas de bermelln (cinabrio),
27, 96-97). que los espaoles reutilizaron para extraer
azogue, pero que reportaron como ya exis-
Todos sabemos que tales contradicciones en- tentes cuando ellos colonizaron la regin, a
tre las fuentes escritas y el dato arqueolgico principios del siglo xvii (Velzquez, 1901).
no son un hecho raro, debido a esto visitamos No es difcil pensar que el cinabrio utilizado
la zona entre Conca, Jalpan y Xilitla, para in- como pigmento en las esculturas Huastecas
tentar averiguar ms sobre la pieza y el con- haya provenido de esta regin va Tamasopo,7
texto de la regin. Del reconocimiento se intercambindose por productos pesqueros y
concluy que el valle de Jalpan, lo mismo que agrcolas.
el de Tancoyol y Landa, no presentan eviden- A pesar de que Cabrera Ipia proporciona
cia en superficie de materiales huastecos tpi- una lista de 132 sitios huastecos que cubren
cos (cermica Negro sobre Blanco y Tancol la regin de Ro Verde, desde Rayn hasta
Policromo), y que el tipo de arquitectura tam- Guadalczar (Cabrera, 1991: 31-78), adems
poco responde a los patrones encontrados en de las afirmaciones de Meade (1942), Wilfrido
la Huasteca. No obstante, los contactos cultu- Du Solier et al. (1947) y Toussaint (1948), en
rales entre huastecos y pames debieron haber el sentido de que hubo una ocupacin Huas-
sido muy fuertes en esta rea, como lo hemos teca del altiplano potosino, pensamos que no
venido mencionando. Por otra parte se obtu- hay evidencia de que grupos peliteenek hayan
vo informacin que nos hace pensar que la establecido asentamientos ms all de los
escultura del adolescente no fue encontrada alrededores del ro Tamasopo como lnea de
en Jalpan, sino que es producto de un saqueo mxima expansin en ese sentido. Las investi-
del rancho de Tamtok, y que despus fue tras- gaciones de la Misin Arqueolgica Francesa
ladada a un rancho de la Sierra Gorda, tam- (Michelet, 1989: 177-186) y los resultados de
bin propiedad de la familia duea de Tamtok. las excavaciones de los Troike en Jaral, cerca
Opinamos que esta lnea de investigacin debe de las de Fernndez (Troike, et al., 1991: 121-
profundizarse.
Respecto a la expansin del grupo huasteco
hacia la cuenca de Ro Verde y el altiplano po- 7
La otra posible fuente de cinabrio debe buscarse
tosino, son tentadoras las sugerencias de Pri- en la ladera occidental de la Sierra Gorda, en Pea
mo Feliciano Velzquez, en su estudio de las Miller, con una ruta de comercio que podra correr va
Jalpan-Xilitla. Acerca de lo mismo no sera descabella-
cabezas chatas de Guadalczar, al asociar la do pensar que el cobre siguiera alguna ruta parecida,
deformacin craneal de los entierros del rea llegando desde la zona michoacana, siguiendo en parte
con las mismas costumbres deformatorias de la cuenca del Santa Mara o el mismo Ro Verde.

87
gerardo guTirreZ y lorenZo ocHoa

134), confirman que la zona de Ro Verde tuvo maulipecos, que continuamente las hostili-
contactos con la tzabal teenek, pero que su cul- zaban:
tura material es distinta de lo que se encuentra
en la zona nuclear Huasteca. As, los Troike Eft fundado el pueblo de Tamoin en un plan
concluyen de su exploracin de 1957 que: acomodado; de temperamento caliente y hmedo,
componefe de ciento, y nueve familias de Indios,
[] la cuenca de Ro Verde tuvo una variedad que hablan el idioma Huafteco; y fon tan animosos,
distintivamente diferente de aquella que representa que fin auxilio de las Compaias Milicianas []
la cultura Huasteca del Clsico Tardo de Pnuco. fe han defendido siempre de los brbaros enemigos
Estos rasgos distintivos, que se presentan en la me- que los hoftilizan, por eftar rigorofamente en fron-
seta, pero ausentes en la costa, influyen en las va- tera (Villa Seor, 1952, vol. 2: 99).
jillas rojo sobre blanco, blanco sobre rojo y acana-
lado blanco sobre negro, as como a una caracterstica Las fuentes que hemos citado hasta el momen-
vajilla de pasta fina; el uso de pigmentos rojos o to sugieren que antes de la conquista espao-
blancos, frotados en los diseos en vajillas negras la y en los primeros aos de ella, los lmites de
incisas; dos variedades de decoracin al negativo;
la tzabal teenek se extendan ms al norte, pero
figurillas con la boca cubierta y molcajetes de piedra.
Como se mencion anteriormente, las pipas tambin no tan al norte como se ha pretendido. De
son diferentes y los elementos de diseo utilizados hecho, las relaciones indican que los pueblos
en las vajillas incisas son prcticamente distintos huastecos llegaban hasta el ro Tames, a la
(Troike et al., 1991: 131). otra orilla del cual comenzaba la gran Tamao-
lipa. Durante la conquista de la Sierra Gorda
No dudamos que en los alrededores de Rayn y Seno Mexicano, se menciona que la zona
y en otras reas de Ro Verde se encuentren desde Ciudad del Maz hasta el norte del ro
objetos con caractersticas Huastecas, sobre Guayalejo estaba habitada por indios xanam-
todo cermica de intercambio, pero s duda- bres y pisones (Prieto, 1975: 144). Es decir,
mos que estos hallazgos indiquen asentamien- que siguiendo la pared oriental de la Sierra
tos permanentes de hablantes teenek. En este de Tanchipa, al norte de Tamun, los lmites,
sentido, hay que llamar la atencin acerca de posiblemente movibles, habran llegado hasta
una pequea pieza de cermica, que repre- Ciudad Mante, Tamatn y Tanchipa, en la
senta un animal fantstico, encontrada en margen sur del ro Guayalejo. No obstante, es
Rayn (De la Maza, 1991: 90, figura 9), que notoria la baja densidad de sitios con cermi-
tiene los mismos rasgos estilsticos de las fa- ca Huasteca a partir del ro Tantun, 30 km al
mosas cermicas con ruedas encontradas en norte de Tamun.
Pnuco, Veracruz (Pavn, 1943: 7; Ekholm, En el sector de Ciudad Valles el lmite co-
1944: 473). menzaba seis leguas al norte, en el poblado
de Santiago Tamuy, que parta trminos con
lMiTe norTe los indios insumisos que transitaban por sus
De acuerdo con Meade (1942), se ha aceptado tierras y que formaban sus habitaciones tran-
que el lmite norte de la regin cultural Huas- sitorias en las sierras vecinas (Ocaranza, 1939:
teca alcanzaba las mrgenes del ro Soto la 126). No se sabe exactamente dnde estaba
Marina y la Sierra de Tamaulipas, y que a raz localizado Tamuy, pero por la descripcin que
de la conquista estos lmites se desplazaron al se proporciona, tal vez se encontraba en el
sur, hasta el ro Pnuco, por el avance cons- valle que forma el ro de El Salto, cruzando el
tante de tribus insumisas. As, en el siglo xviii Paso de Micos. En otro valle paralelo formado
se deca que Ciudad Valles, Tamun, Pnuco por las sierras de Tamatave y Cucharas, la pene-
y Tampico estaban en la frontera de guerra tracin Huasteca fue ms profunda, llegando
con los chichimecos, tobosos, calderas y ta- quiz hasta Tanlajs (Nueva Unin), al sur del

88
los lMiTes culTurales de la regin HuasTeca

Ocampo Tanchipa
Tamatan

Tanlajas Ciudad Mante

Tantoyuquita Cuauhtmoc

0 40
Kilmetros
Tampico
Tancha bano
Micos Tamos
Pujal Coy
Tanlecue

Ciudad Valles Tamun

Figura 8. Lmite norte, entre Ciudad Valles y Ciudad Mante hasta el ro El Tigre.

poblado de Chamal, sobre el ro de Ocampo. que se dio con los pames de la Sierra Gorda;
De esta manera la franja de amortiguamiento respecto a este punto es necesario destacar que
de la tzabal teenek en el noroeste ira de Ta- Tamatan (Ciudad Mante) estaba habitado por
mapasqun siguiendo el can de Tamasopo indios xanambres (Prieto, 1975: 115).
hasta llegar a Rascn, para subir a Paso de
Micos y dirigirse al ro de Ocampo, cuyo cauce lMiTe orienTe
seguira para bajar a Ciudad Mante, donde los ste es el menos conflictivo, ya que estara
asentamientos con topnimo huasteco ms al confinado por la lnea costera. Es decir, que
norte son los de Tanchipa y Tamatan (figura desde la desembocadura del ro El Tigre, en
8). De ah los asentamientos teenek seguiran el la Laguna de San Andrs, bajara por toda la
ro Guayalejo hasta su conexin con el Tames, costa, bordeando por Cabo Rojo para regresar
llegando a la zona de Tampico y Pnuco. Por a Tuxpan y ro Cazones.
las descripciones de la conquista espaola sa-
bemos que los huastecos dominaban todas conclusiones
las lagunas que se forman con los cauces de El permetro descrito de la tzabal teenek tiene
los ros Pnuco y Tames (Corts, 1988: 181), una superficie aproximada de 25 mil km, lo
de lo cual se puede proponer que los asenta- que equivaldra a 1.26% del actual territorio
mientos huastecos subiran por el ro Tan- de la Repblica Mexicana, pero si se suma el
cuayan hasta San Higinio Tanguma, en la rea de amortiguamiento, la panHuasteca
cuenca del ro El Tigre. No obstante, una vez pudo haber alcanzado los 67 mil km (figura
consumada la conquista, la frontera norte se 9). Esa vasta rea representa uno de los n-
contrajo hasta la misma villa de Tampico que cleos culturales ms importantes de Mesoam-
sufra constantes ataques de tamaulipecos. Es rica, que por desgracia no ha recibido toda la
posible que en el norte se haya presentado atencin que merece. No por nada los mexicas
tambin una hibridacin entre algunos pue- en el centro de Mxico estaban obsesionados
blos de chichimecos y huastecos, as como la con Cuextlan y sus habitantes. Recordemos

89
gerardo guTirreZ y lorenZo ocHoa

Ciudad Victoria Soto la Marina

Ciudad Tula
Aldama

Guadalczar Ciudad Mante


0 30 60
Kilmetros
Ciudad del Maz
Tampico

Ciudad Valles Pnuco


Ro Verde
Tzabal teenek
rea de Tanquan
amortiguamiento

Tantoyuca
Jalpan Citlaltpetl Tamiahua
Tamazunchale
Huejutla
lamo Tuxpan

Tihuatlan

Poza Rica
Xicotepec

Figura 9. Propuesta hipottica de la panHuasteca, formada por el ncleo tzabal teenek y un rea de
amortiguamiento.

todas las tradiciones registradas por Sahagn centro de Mxico pensaban que los primeros
(1975: 197-199 y 607-612) y Torquemada hombres de la tierra haban llegado por P-
(1986: 254-255), donde los huastecos se en- nuco. Todo esto indica la gran influencia que
cuentran asociados con los movimientos de la la tzabal teenek y la panHuasteca tuvieron en la
antigua poblacin mtica de los olmeca uixtotin, formacin de una cultura mesoamericana. Por
en los valles de Mxico y Puebla. Los huastecos lo que antes de crear modelos generales para
estuvieron presentes cuando se invent el Mesoamrica en donde la Huasteca sea pues-
pulque, del cual gustaron en demasa y se les ta como un rea marginal o perifrica (Smith
tipific de borrachos. De la misma manera los y Berdn, 2003), deberamos recordar siempre
cuextecas participaron en el desmembramien- las palabras del arzobispo de Mxico, Pedro
to de los toltecas, y adems los grupos del de Moya y Contreras (1981: 219), cuando al

90
los lMiTes culTurales de la regin HuasTeca

viajar por la Huasteca en 1579 hizo la siguien- guTirreZ, Gerardo, 1996, Patrn de asenta-
te reflexin: miento y cronologa en el sur de la Huaste-
ca: Sierra de Otontepec y Laguna de Tamia-
Discurriendo por la provincia de la Guasteca y de hua, tesis de licenciatura en Arqueologa,
Pnuco, consideraba sus abreviadas poblaciones y Mxico, enaH, inaH, seP.
los sitios de las antiguas, que representan bien la
multitud de gente que haba en su gentilidad, que
kircHHoff, Paul, 1943, Mesoamrica. Sus lmites
pona lstima ver sus superbas ruinas y notable geogrficos, composicin tnica y caracteres cultu-
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92
TancaMa: una aProxiMacin regional
Por Medio de sus resTos MaTeriales
Daniel Jurez Cosso, Jorge Quiroz Moreno,
Sarai Romero y Pablo I. Lpez Hernndez*

Consideramos pertinente situar esta aproxima- ya que eran los mejor conocidos en aquel
cin en la mesa de discusin correspondiente momento. Entre los aspectos compartidos,
al Taller de Arqueologa de la Huasteca, en salvo quiz diferencias menores que fueron
cuyo marco, las futuras propuestas de interven- debidamente acotadas, destaca la presencia de
cin, a la luz de los problemas que esta regin formas arquitectnicas con planos circulares;
ofrece, ayudarn a orientar las acciones del en algunos casos los volmenes resaltan por el
proyecto y aportarn mayores elementos para empleo de mamposteras de laja caliza unidas
su adecuada caracterizacin conforme a los con barro; otros, en cambio, debido a la falta
objetivos trazados por el taller. de materiales ptreos, se conformaron con el
uso de aplanados de cal obtenidos a partir de la
la HuasTeca: una reTrosPecTiva calcinacin de conchas. Tambin mencion
Quiz valdra la pena recordar que la revalo- la construccin de perfiles arquitectnicos de-
racin de la Huasteca como paisaje cultural lineados por talud-cornisa as como alfardas
atrajo la atencin de los especialistas en 1943, que delimitan escalinatas.
esto sin olvidar los trabajos pioneros que hacia Respecto a la cermica, describi algunas
finales del siglo xix iniciaron Caecilie y Eduard formas con reborde basal de gran similitud
Seler as como Walter Staub a principios del con las que se haban reportado en lo que en
siglo xx, cuyas contribuciones son fundamen- aquel momento an se conceba como el Vie-
tales para el conocimiento de la regin. jo Imperio Maya, adems de las decoraciones
En 1943 se realiz la Tercera Mesa Redonda en negro sobre blanco, caractersticas de la
de la sMa, cuyo enfoque privilegi el estudio del cermica huasteca. Para concluir su participa-
Norte de Mxico y el Sur de Estados Unidos. cin, indic que esta regin fue habitada des-
En ella, Wilfrido du Solier se propuso destacar de pocas antiguas, extendindose hacia el sur
algunos de los aspectos que caracterizaban a la en un continuo intercambio de influencias, al
Huasteca en su mbito cultural. Para ello, con- igual que hacia el sudeste de Estados Unidos
sider como sitios representativos a Tancan- de Norteamrica (Du Solier, 1943: 152).
huitz, Tampozoque, Cuatlamayn, Buenavista Durante la misma Mesa Redonda, Gordon
Huaxcam, Las Flores, Tzitzin Tujub y Xilitla, F. Ekholm abord dos temas que en nuestra
opinin fueron medulares para la discusin
* Los cuatro autores son investigadores de la Direc- sobre el problema huasteco: su relacin con
cin de Estudios Arqueolgicos. el valle del Mississippi y una propuesta de

93
daniel jureZ cosso, jorge quiroZ Moreno, sarai roMero y PaBlo i. lPeZ HernndeZ

periodificacin elaborada a partir de la exca- Mississippi medio parece corresponder a la


vacin de un perfil estratigrfico en el sitio ltima fase de ocupacin entre los aos 1400
Las Flores, en Tampico. a 1700, por lo que cualquier relacin debera
En este punto, consideramos que vale la situarse en este nivel, y cuyas influencias ex-
pena abrir un parntesis que permita contex- ternas deben considerar otros rasgos que slo
tualizar la perspectiva que se tena respecto a pueden interpretarse como resultado de con-
las relaciones con el sudeste de Estados Uni- tactos ms o menos directos con la Amrica
dos, ya que se trata de un aspecto que tambin media (Phillips, 1977: 366).
ha sido sealado para su discusin en este ta- Sabemos que Vaillant solicit a Ekholm la
ller. Este problema se remonta al inicio de la realizacin de excavaciones en Tampico, con
dcada de los aos cuarenta, cuando diversos el propsito de aportar mayores elementos
investigadores prepararon un volumen dedi- para la definicin de la cultura huasteca y, de
cado a Alfred M. Tozzer que sintetizaba el esta manera, valorar adecuadamente las posi-
conocimiento que por aquellos aos se tena bles relaciones con los grupos que habitaron
de la arqueologa en la Amrica media, cuyo el sudeste de Estados Unidos. Los resultados
enfoque por cierto, abra el debate entre la preliminares fueron presentados durante la
escuela difusionista y el relativismo cultural. Tercera Mesa Redonda. En su intervencin,
En aquel volumen, Ekholm seal que el hin- argument la similitud entre algunos objetos
capi en las investigaciones se relacionaban del sudeste norteamericano con los de la
con los orgenes de la civilizacin, razn por Huasteca, razn por la cual algunos investi-
la cual el estudio de los restos materiales des- gadores se inclinaban a suponer que la boca
critos para las regiones perifricas del norte y del Mississippi fue el puerto de entrada de
occidente de Mxico permitiran comprender rasgos mesoamericanos, sin perder de vista la
la naturaleza de su interrelacin. Es necesario dificultad que la ruta costera implic, aunque
acotar que esta percepcin perfila ya el debate sta era la va ms corta entre ambos centros
acerca de movimientos poblacionales, como de cultura, ocupada, sin embargo, slo por
veremos ms adelante. Su trabajo constituy grupos nmadas hasta la conquista. De esta
un interesante balance que comprendi la manera, caracterizar lo huasteco era funda-
franja fronteriza considerada de alta cultura mental para comprender las relaciones con
entre Michoacn y Tamaulipas, puntualizan- el sudeste:
do, respecto a este ltimo lugar, el desconoci-
miento que se tena, a pesar de lo anotado por Most speculations about the Huasteca as a
J. Alden Mason, en cuanto a una posible difu- place of origin for movements into the South-
east have been extremely vague because we
sin entre las culturas del sudeste de Estados have had no idea of what transpired in that
Unidos y la Amrica media, particularmente area (Ekholm, 1943: 277).
en esta regin considerada como Huasteca
(Ekholm, 1977: 330). En el mismo volumen, Sus trabajos en Tampico lo llevaron a postular
Philip Phillips delinea las posibilidades de tal seis periodos de ocupacin continua desde
relacin que limita a la cultura riverina del fechas tempranas, donde acota que no nece-
Mississippi medio, tambin conocida como sariamente caracterizan a toda la Huasteca.
mound builders o grandes constructores de Durante los dos primeros se desarrollaron
tmulos (Wissler, 1993: 57) y cuya cultura cermicas monocromas, que aunque contem-
material describe sucintamente para efectos porneas con el centro de Mxico no se rela-
de su anlisis, en la cual incluye las caracters- cionaron con ste, por el contrario mostraron
ticas del llamado Complejo-Q identificado por afinidad con las fases Mamom-Chicanel de las
George C. Vaillant. Phillips argumenta que el tierras bajas mayas; los siguientes dos periodos

94
TancaMa: una aProxiMacin regional Por Medio de sus resTos MaTeriales

parecen concluir su relacin con el rea maya gimiento de la cermica ms temprana de los
y correlacionarse con el valle de Teotihuacan; constructores de tmulos (mound builders),
finalmente, durante los ltimos periodos, se asociada con los sitios Adena en el valle de
desarroll la cermica Negro sobre blanco Ohio, debi ocurrir entre los aos 850 y 900,
caracterstica de la Huasteca. cuyo estadio final, denominado Mississippi,
Algunos aos despus, en 1951, la Sociedad qued comprendido entre los aos 1400 a
Mexicana de Antropologa abord de nuevo el 1600. Por su parte, Alex D. Krieger apunt
estudio de esta regin durante la Quinta Mesa que los contactos pudieron haber tenido lu-
Redonda: Huastecos, totonacos y sus vecinos. gar entre 1200 y 1500, argumentando que
En ella destacaron dos contribuciones de Joa- los patrones culturales del estadio Mississippi
qun Meade (1953a; 1953b) donde estableci contienen elementos muy tardos de las cul-
los lmites de la regin, considerando para ello turas mesoamericanas y que la cermica de
sus trabajos previos (1942) y que grosso modo Huasteca V y VI haba sido encontrada en
situ: hacia el norte hasta el ro Soto la Marina, bajos porcentajes en el delta del Ro Grande
por el sur el ro Cazones, al oriente el Golfo de en Texas (Krieger, 1953: 502), opinin que
Mxico y al poniente la Sierra Madre Oriental, contrast sensiblemente con las conclusiones
en la que incluy algunas porciones de los de Ford y Willey, quienes en 1941 presentaron
estados de Quertaro y Guanajauato habitadas su sntesis acerca de la historia cultural del es-
por grupos pame-chichimeca o xioi. te norteamericano, donde postularon cinco
Ekholm dio a conocer los resultados de sus estadios de desarrollo cultural que provenan
excavaciones en el sitio de Tabuco, al oriente del sur y aun de Mesoamrica, extendindose
de Tuxpan, emplazado en la margen derecha desde el valle del Mississippi.
del ro. Si bien este sitio tiene similitudes con
el de Las Flores, el corte estratigrfico slo re- old wine and new skins: a conTeMPorary
vel dos periodos que defini como Antiguo ParaBle
y Reciente. Al primero lo relaciona con la Al iniciar la dcada de los aos setenta, Mark
secuencia Pnuco II a partir del hallazgo de ce- P. Leone reuni en un volumen una interesan-
rmicas Prisco negro; en tanto que el segundo te serie de contribuciones para situar el desa-
corresponde a los periodos Pnuco V y VI, rrollo de la teora arqueolgica a lo largo de
donde se distinguen cermicas de pasta fina as dos dcadas, impregnada, por aquellos aos,
como tipos afines al centro de Veracruz, des- del espritu de la llamada New Archaeolgy, cuya
tacando la ausencia de complejos cermicos tutora ha sido atribuida a Walter W. Taylor a
comparables a los periodos III y IV (Ekholm: partir de la publicacin, en 1948, de A Study
1953a: 530). of Archaeology. La contribucin de Taylor en el
En esa Quinta Mesa Redonda, James B. volumen mencionado: Old wine and new
Griffin (1953) y Alex D. Krieger (1953) se skins, inicia interrogndose acerca de lo que
ocuparon de nuevo de las relaciones con el ha ocurrido con la teora arqueolgica duran-
sudeste norteamericano. Griffin discuti algu- te esas dos dcadas: su desarrollo y aportes a
nas de las propuestas acerca de los estadios la disciplina. Es en este sentido que tomamos
de desarrollo cultural del sudeste de Estados prestada casi la misma pregunta, slo que en
Unidos, apoyado en las incipientes tcnicas de este caso, para cuestionarnos respecto a la ar-
fechamiento por radiocarbono que compar queologa huasteca: qu ha ocurrido entre
con las seriaciones locales propuestas por 1940 y 2006? Cul ha sido su desarrollo y
diversos investigadores como James A. Ford, aportes? Tal cuestionamiento tiene sentido en
Gordon R. Willey y James A. Griffin, entre trminos de los objetivos planteados en la con-
otros. En su contribucin, indic que el sur- vocatoria para el desarrollo de este taller, cuyo

95
daniel jureZ cosso, jorge quiroZ Moreno, sarai roMero y PaBlo i. lPeZ HernndeZ

eje, nos parece, gravita en torno a tres proble- una secuencia cultural que comprende desde
mas que al parecer no han perdido vigencia el 6000 a.C. hasta el 1000 (Merino Carrin y
desde la lejana dcada de los aos cuarenta: Garca Cook, 1987: 32). A dichos trabajos,
Qu es lo huasteco? Cules son sus lmites debemos sumar investigaciones como las de
espaciales y temporales? Qu relacin mantu- Troike, Troike y Graham (1991) en 1957 o las
vo con el sudeste de Estados Unidos y el resto de Tesch (1991), por citar slo algunas ms,
de Mesoamrica? cuyos objetivos, si bien fueron establecer se-
Tales interrogantes conducen a reevaluar el cuencias regionales y hacer comparaciones
corpus fctico que actualmente se tiene respecto con otras regiones, poco es lo avanzado en
a estos temas, el cual parece ser insuficiente trminos de una definicin precisa respecto
para lograr una definicin adecuada. Quiz al problema huasteco.
tambin valdra la pena recordar, como anot A grandes rasgos observamos, por una
Taylor (1977) en el ensayo referido a propsito parte, que la construccin de la historia cul-
de su conjunctive approach, independientemen- tural de la meseta de Ro Verde es entendida
te de si suscribimos este enfoque o participa- como una secuencia de desplazamientos po-
mos de otros campos terico-metodolgicos, blacionales, iniciada primero por inmigrantes
que slo la evidencia material, enriquecida por de la costa del Golfo hacia el 200 y despus,
el contexto cultural, sustenta la comprensin alrededor del 400, por grupos teotihuacanos
de los procesos culturales que pretendemos que al parecer pretendan el control de los
construir. yacimientos de obsidiana y cinabrio. Esta
Haciendo eco de esta premisa en el mar- tesis se basa en el hallazgo de materiales ar-
co del taller, valdra la pena recordar que el queolgicos descritos estilsticamente como
estudio acerca de la historia cultural de la teotihuacanoides, asociados a los filones de
Huasteca fue iniciado a finales del siglo xix cinabrio en Soyatal y Guadalczar, as como
por Eduard Seler y Walter Staub. No sera sino en la presencia de yacimientos de obsidiana en
hasta la dcada de los aos cuarenta, como Fuentezuelas, en la cercana regin de San
hemos indicado, cuando Ekholm estableci Juan del Ro; elementos todos ellos que, como
la primera secuencia y tipologas cermicas analizaremos ms adelante, debern ser con-
a partir de sus exploraciones en Las Flores, a siderados con toda reserva.
las que habran de sumarse los trabajos de Quiz sea oportuno recordar que Enrique
Richard S. MacNeish en Tamaulipas entre Nalda quien trabaj en la dcada de los aos
1945 y 1954, que ampliaron la perspectiva setenta del siglo xx las porciones sur de los
del Preclsico. Despus, entre 1965 y 1969, estados de Guanajuato y Quertaro avanz
Guy Stresser-Pan trabaj en San Antonio una posicin crtica en el supuesto de que la
Nogalar para determinar la relacin de este presencia de materiales arqueolgicos en reas
sitio con la Huasteca, sin lograr sus objetivos ms o menos amplias pudiesen no representar
(Michelet, 2001: 246; Stresser-Pan, 2000); el desplazamiento de grupos tnicos en ellas,
Dominique Michelet (1996: 17) se centr en el ya que dicha superimposicin geogrfica pudo
estudio sobre el origen y poblamiento de Ro ser ocasionada por diversos factores, entre los
Verde entre 1973 y 1977, lo que le permiti que menciona intercambios comerciales, alian-
postular tres periodos situados entre 250 y zas polticas y aun la apropiacin de patrones
1000. Los trabajos del Proyecto Arqueolgico culturales que tenan como objetivo mediatizar
Huasteca dirigidos por Leonor Merino Ca- las relaciones sociales, entre otros ejemplos.
rrin y ngel Garca Cook, entre 1978 y 1982, Con esta perspectiva, Nalda quiso entender
llevaron a plantear el desarrollo cultural de la la presencia de materiales teotihuacanos en el
cuenca baja del Pnuco y el establecimiento de sur de Guanajuato y Quertaro al plantear que

96
TancaMa: una aProxiMacin regional Por Medio de sus resTos MaTeriales

durante el apogeo teotihuacano tal vez ocu- Este conjunto de valles intermontanos, des-
rrieron movimientos relativamente pequeos crito por Cabrera (1991: 33) como una [...]
que fueron tolerados y asimilados con rapidez ancha y enorme escalera que, subiendo desde
por las poblaciones locales, en un proceso la planicie clida y boscosa del Seno Mexicano
definido como fisin, cuyas consecuencias, a llega hasta la fra y calva cumbre del altiplano.
largo plazo, pudieron favorecer la prdida de Durante seis temporadas de recorrido se regis-
cohesin entre las dos unidades poblacionales traron 145 asentamientos, en algunos de los
de origen comn (Nalda, 1981: 140). cuales se pudo recolectar un mnimo de ma-
No pretendemos asumir el modelo pro- teriales para su estudio, no slo por su escasez
puesto por Nalda para explicar la presencia en superficie sino tambin por el alto grado
huasteca o teotihuacana en la Sierra Gorda, de intemperismo que stos presentaban; por
toda vez que dicha presencia, en nuestra ello, fue necesario replantear el proyecto para
opinin, an es difusa en trminos del cono- seleccionar algunos sitios que, por la organi-
cimiento que respecto a esta regin poseemos. zacin de sus espacios y haber sufrido saqueos
En este sentido, consideramos que la regin de menor intensidad, permitieran la excava-
debe entenderse a partir de la lectura de sus cin de pozos estratigrficos y establecer una
propios materiales y distribucin espacio-tem- secuencia preliminar de la regin que sirviera
poral claramente contextualizada. como material comparativo en futuros estudios,
labores que se realizaron durante las siguientes
el ProyecTo valles de la sierra gorda cuatro temporadas de campo que incluyeron
en el conTexTo HuasTeco tambin consolidaciones preventivas, dados los
En 1993 se present ante el Consejo de Ar- problemas de saqueo observados en algunos
queologa el Proyecto Valles de la Sierra Gor- sitios, sobre todo en el de Tancama.
da, donde se plante el estudio del rea situa- Fue en este sentido que se opt por trabajar
da en un estrecho valle conocido como Conc, de manera intensiva Las Marileas o Madrile-
el cual mantiene comunicacin hacia el norte as en el valle de Conc, Pursima de San Agus-
con el valle de San Rafael, punto, este ltimo, tn en el valle de Pursima, y Tancama de San
que constituy el lmite meridional del reco- Nicols en el valle de Tancama (figura 1).
rrido efectuado por Michelet (1996). La se-
leccin de esta regin para su prospeccin por las Marileas o Madrileas
el proyecto durante la primera etapa obedeci Este sitio se localiza a poco ms de dos kil-
no slo a su fcil acceso, sino a que tambin metros al sur del poblado Conc, en el muni-
haba sido parcialmente estudiada, aspecto cipio de Arroyo Seco y en la margen derecha
que abra la posibilidad de establecer su rela- del ro Conc. El ro tiene su origen en el Laja,
cin con el altiplano potosino. Durante las que desciende desde Guanajuato, el cual, al
siguientes temporadas se abord el estudio de llegar al punto conocido como Mesa de Agua
los valles de Pursima, Jalpan, Tancama, Landa Fra, recibe el aporte del Ayutla para dar lugar
y Tilaco, en las inmediaciones de Xilitla, ya al Santa Mara, que aguas abajo se integra al
que este ltimo ha sido considerado como l- sistema fluvial del Pnuco. El conjunto princi-
mite oriental de la Sierra Gorda, donde se pal seleccionado para su estudio corresponde
inicia el descenso hacia la cuenca del Pnuco. a un complejo residencial integrado a un ex-
Es necesario recordar que esta porcin de la tenso asentamiento que se distribuye en agru-
sierra se encuentra relativamente cercana al paciones dispersas a lo largo del ro. El sitio
lmite sudoeste alcanzado por el Proyecto Ar- las Marileas o Madrileas ocupa una superfi-
queolgico Huastecas que dirigieron Merino cie aproximada de dos hectreas, donde se
Carrin y Garca Cook (1987). sitan cuatro montculos distribuidos alrede-

97
daniel jureZ cosso, jorge quiroZ Moreno, sarai roMero y PaBlo i. lPeZ HernndeZ

Ro Verde Rutas de acceso


San Ciro 1. Ro Verde
2. Huasteca
3. Partes altas de Sierra Gorda

San Rafael

Arroyo Seco

Ro Laja Ro Conc

Conc

Ro Santa Mara

Ro Ayutla

Pursima

Jalpan

Ro Jalpan
Tancama

0 20 km

Ro Estorax Ro Moctezuma

Figura 1. Croquis del rea de estudio; se pueden observar las rutas de acceso a los diferentes valles. El
rea oscura indica la serrana adyacente al corredor.

dor de una plaza rectangular orientada de En este sitio se hicieron cuatro pozos de
este-oeste, en cuyas inmediaciones es posible sondeo, los cuales, de manera general, presen-
distinguir montculos ms pequeos que man- tan una estratigrafa similar donde se identifi-
tienen el mismo patrn disperso (figura 2). caron cuatro capas:

98
TancaMa: una aProxiMacin regional Por Medio de sus resTos MaTeriales

Figura 2. Croquis del sitio las Madrileas o Marileas; ubicacin del pozo donde se localiz el entierro 1.

La capa I tiene un grosor de casi 13 cen- La capa III tiene un grosor aproximado de
tmetros; corresponde al estrato de humus o 30 centmetros, es de color caf con textura
tierra vegetal de color caf muy oscuro, de arcillo-arenosa. En ella se identificaron tipos
textura limo-arcillosa, en el que no se localiz relacionados tambin con la fase Pasadita que
material arqueolgico. representan el 24%, donde el Pajarito pulido
La capa II tiene un grosor aproximado de variedad pasta fina es el mejor representado
12 cm, es de color caf oscuro y se encuentra con 8%; el restante 76% corresponde a las
ms consolidada por la presencia de arcillas. fases Ro Verde A y B, donde los tipos Becerros
Entre los materiales cermicos recuperados, arenoso y Escondido bao blanco ocupan casi
destacan tres tipos relacionados con la fase 19% cada uno, mientras que el Granjeno tosco
Pasadita definida por Michelet para Ro Verde: 23 por ciento.
Boquilla tosco, Pajarito pulido variedad pasta La capa IV tiene un grosor aproximado de
fina y Aguacatillo pulido, los cuales, en conjun- 8 cm; es de color amarillo ocre con textura
to, representan casi 40% de los materiales; el limo-arcillosa, claramente diferenciada de los
resto, que ocupa alrededor de 58%, correspon- estratos superiores. Entre los materiales, desta-
de a las fases Ro Verde A y B, donde destaca can tipos relacionados con la fase Pasadita los
el tipo Becerros Arenoso con casi 22% que cuales ocupan 62%, de los que el Aguacatillo
Michelet (1996: 45) relaciona con el Anaran- pulido ocupa casi 21% y el Pajarito pulido
jado delgado de la cuenca de Mxico. variedad pasta fina, 23%; el resto se encuen-

99
daniel jureZ cosso, jorge quiroZ Moreno, sarai roMero y PaBlo i. lPeZ HernndeZ

18% Capa II Boquilla tosco

37% Capa IV Otros fase R. V. A y B 9% Capa II Pajarito pulido pasta fina


13% Capa II Aguacatillos

19% Capa IV Becerros Pulido


22% Capa II Becerros Arenoso

23% Capa IV Pajarito pulido pasta fina

38% Capa II Otros de la fase R. V. A y B

21% Capa IV Aguacatillos pulido

8% Capa III Pajarito pulido pasta fina


15%Capa III Otros fase R. V. A y B
16% Capa III Otros fase Pasadita
23% Capa III ganjeno tosco
19% Capa III Becerros Arenoso
19% Capa III Escondida bao blanco

Figura 3. Porcentajes del material cermico de las Madrileas.

tra relacionado con las fases Ro Verde A y B asociadas que integran el complejo cermico
caracterizadas por el Becerros pulido con casi de la fase y aun caracterizar si Ro Verde A y
19% (figura 3). B constituyen fases en s mismas o se trata de
Los resultados derivados de este anlisis facetas de un mismo complejo cermico, con
no permiten establecer una secuencia preci- el esquema conceptual definido por Willey,
sa en la ocupacin del sitio, toda vez que los Culbert y Adams (1967) en cuanto al empleo
tipos Boquilla tosco y Pajarito pulido variedad del sistema tipo-variedad.
pasta fina, considerados por Michelet como Un entierro primario1 fue localizado al pie
diagnsticos para la fase Pasadita, estn pre- del montculo 3. Corresponde a un individuo
sentes en todo el perfil estratigrfico. Una femenino, adulto medio, en posicin sedente
posible explicacin a la distribucin de estos con el rostro mirando hacia el norte, alojado
materiales radica en que el tipo Pajarito pu- en una cista de planta rectangular que se
lido, al parecer inspirado en modelos teoti- construy de manera rstica con piedra bola,
huacanos asociados a la fase Tlamimilolpa la cual, al momento del hallazgo, se encontr
tardo y Xolalpan temprano como indica parcialmente colapsada, debido a que este
Michelet (1996: 44), es que tales copias lugar regularmente se destina como punto de
fueron manufacturadas localmente durante la embarque para vehculos pesados (figura 4).
transicin entre las fases Pasadita y Ro Verde El ajuar asociado consisti en dos anillos de
A, lo que sugiere la ocupacin del conjunto concha, ambos decorados con rostros antropo-
durante este corte temporal. En este sentido, mofos y tocado cnico, similares a los repor-
y de ser correcta nuestra apreciacin, trabajos
de exploracin extensiva en este complejo 1
El estudio de este entierro fue presentado como
residencial permitirn definir con precisin di- tesis de licenciatura en Arqueologa por Mnica Isabel
cha transicin e identificar las vajillas y formas Vargas Mares.

100
TancaMa: una aProxiMacin regional Por Medio de sus resTos MaTeriales

tanto el entierro como la ofrenda mostraban


alteraciones por la intrusin de roedores, es
posible que pertenecieran a por lo menos seis
Acompaante de los individuos que acompaan al entierro
principal y estn dispersos a su alrededor.
Entre stos, destaca un crneo deformado,
del tipo tabular erecta fronto-occipital, carac-
terstica que ha sido reportada en sitios como
Las Flores, Tancol, Tanquin, Tamun, Pnuco
Personaje e Isla del dolo (Gonzlez et al., 2004: 53).
principal
PursiMa
Anillo 2
Este sitio se localiza hacia el lmite norte del
poblado Pursima de Arista, perteneciente al
municipio de Arroyo Seco, en la margen iz-
quierda del ro Jalpan. El asentamiento se
extiende en una superficie de 150 hectreas
Anillo 1
dentro de las cuales se observan tres conjuntos
mayores. La Seccin III, al extremo suroeste
del sitio, ocupa el piedemonte del cerro El
Fraile. Se distinguen dos plazas rectangulares;
Escala 1:10
la mayor agrupa nueve estructuras dispuestas
0 10 20 30 50 cm
Dibuj: Miguel Prez Negrete a su alrededor, mientras que la ms pequea
slo cuatro, ambas integradas a un sistema de
terrazas hbilmente adaptadas a la topografa
Figura 4. Entierro 1 de las Marileas, se observan donde se distribuyen numerosos montculos
los diferentes elementos que acompaaban al menores (figura 5).
personaje.
La Seccin II ocupa el centro del asenta-
miento. En ella se distinguen seis agrupacio-
tados en Tamohi (El Consuelo), una cuenta nes, tres de las cuales fueron colocadas sobre
de concha tubular, dos pendientes y casi 220 plataformas cuyas alturas alcanzan casi dos me-
ejemplares completos de bivalvos del gnero tros, donde se alojan los montculos de mayo-
Chama echinata, cuyo hbitat se localiza en la res dimensiones del sitio. Entre stos, destaca
llamada provincia Panmica de la costa del la configuracin de una estructura que sugiere
Pacfico,2 adems de 12 ejemplares del gnero la presencia de un juego de pelota, que de
Pachychilus sp. de agua dulce y posiblemente ser correcta nuestra apreciacin estara
obtenidos del ro Conc. Al hallazgo debemos abierto en el cabezal sur y cerrado al norte
sumar 82 dientes, que si bien no permiten por una estructura de planta cuadrangular;
establecer el nmero de individuos, ya que slo por sus dimensiones, esta cancha podra
ser proporcionalmente anloga a las que se
2
Esta especie, Chama echinata, al igual que el Spon- han identificado en Toluquilla, Quirambal y
dylus princeps y S. calcifer, al parecer son las mencionadas algunas otras reportadas para la meseta de Ro
en las fuentes documentales del siglo xvi e identificadas Verde, como la de San Rafael. Tal vez un aspec-
como tapachtli, como lo sugieren Temple y Velsquez
to que merece la pena mencionar, detectado
(2003), cuya tributacin era exigida por los mexica a las
comunidades de la costa del Pacfico entre los poblados en algunas zanjas de saqueo y cuya evidencia
actuales de Colima y Coyuca de Bentez. ser necesario corroborar en futuras explo-

101
daniel jureZ cosso, jorge quiroZ Moreno, sarai roMero y PaBlo i. lPeZ HernndeZ

Escala 1:20000

0 50

metros

Figura 5. Croquis del sitio Pursima de San Agustn. En la seccin norte se observa la ubicacin del pozo
donde fueron localizados la cista y el entierro. (dibuj: Jorge Quiroz.)

raciones, es que algunas estructuras podran enmarcado por estructuras de planta rectan-
tener esquinas redondeadas. Esta observacin gular y al parecer una de planta circular.
es interesante si nos remitimos al sealamiento En esta seccin se hicieron cinco pozos de
de Merino Carrin y Garca Cook (1987: 58), sondeo, de los cuales describiremos el pozo
quienes reportan, para la fase Tanquil (650 a 1, donde se detectaron cinco capas (figuras
900) en la cuenca baja del Pnuco, el ingreso 6 y 7):
de una corriente cultural desconocida para La Capa I tiene un grosor aproximado de 11
la regin, caracterizada por la introduccin centmetros y corresponde al estrato de humus
de formas ortogonales en la configuracin de de color negro con textura arcillosa. En esta
espacios y arreglos arquitectnicos, as como capa se localizaron materiales que correspon-
por el empleo de lajas en mamposteras, per- den a las fases A (60%) y B (40%) de Ro Verde.
files en talud-cornisa, esquinas redondeadas y El tipo Ro Verde pulido, considerado como
escaleras delimitadas por alfardas, adems de diagnstico de la fase A, es el mejor represen-
canchas para el juego de pelota. tado, con 30%; mientras el tipo Amoladeras
Por ltimo, es en la Seccin III donde al fino cuya aparicin sita Michelet en la fase
parecer se sita el grupo ms importante, el Pasadita, hasta casi desaparecer en la fase A y
cual se diferencia notablemente de los anterio- reaparecer de nuevo en la fase B mantiene
res. Este grupo ocupa una enorme plataforma, un nivel de 9%; tambin est representado
cuya porcin ms elevada alcanza casi cuatro Becerros arenoso con 14% que inicia en la
metros, donde se alojan diversas estructuras de fase A y an est presente en la B.
planta rectangular y una especie de patio hun- La Capa II, cuyo grosor aproximado es de
dido situado en la esquina suroeste, tambin cinco centmetros, tambin de tierra negra

102
TancaMa: una aProxiMacin regional Por Medio de sus resTos MaTeriales

Escala 1:10

0.0 0.1 0.2 0.3 0.5 1.0 m

Figura 6. Corte estratigrfico del pozo 1.

aunque ms compactada por la presencia de Ro Verde pulido con 33%, y la segunda con
gravillas y cantos rodados, produjo un mnimo el Amoladeras fino con 12 por ciento.
de material cermico. No obstante, el material La capa IV tiene un grosor aproximado de
mejor representado es el de la fase A con casi el nueve centmetros; es de tierra negra de textu-
69%; la fase B con 29% y casi el 2% de Pasadita. ra limo-arcillosa. En sta, la fase Pasadita est
Para la primera, los tipos Ro Verde pulido, representada con 91%, cuyos materiales ms
Granjeno tosco y San Rafael tosco son los ms abundantes son el Aguacatillos y el Pajarito,
abundantes; en la siguiente fase, Ro Verde mientras que la fase A apenas est indicada
escobeteado ocupa la mayor proporcin, mien- por el tipo Ro Verde pulido.
tras que la fase Pasadita slo est indicada por La capa V tiene un grosor aproximado de
el tipo Pajarito pulido variedad pasta fina. 25 centmetros de tierra amarillo ocre debido
La capa III tiene un grosor aproximado al sustrato de caliza y es de textura arenosa.
de 15 centmetros, es de tierra caf oscuro La fase Pasadita est representada por 92%,
con textura arcillosa y se aprecian pequeas donde los ms abundantes son el Pajarito
lentculas de caliche. Entre los materiales escobeteado, Boquilla tosco y Pajarito pulido,
identificados en ella, la fase A ocupa 54% y mientras que la fase A apenas est indicada por
la B 46%, la primera representada por el tipo el tipo Ro Verde Pulido.

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daniel jureZ cosso, jorge quiroZ Moreno, sarai roMero y PaBlo i. lPeZ HernndeZ

1% Capa V Otros fase R. V. A y B


6% Capa I Ro Verde pulido
1% Capa V Ro Verde pulido

5% Capa V Otros fase Pasadita


2% Capa I Amoladeras fino
3% Capa V Pajarito pulido
3% Capa I Becerros arenoso
4% Capa V Boquilla tosco

9% Capa I Otros fase R. V. A y B


7% Capa V Pajarito escobeteado

1% Capa IV Otros fase R. V. A y B


0% Capa II Pajarito pulido
1% Capa IV Ro Verde pulido
5% Capa II Ro Verde pulido
4% Capa IV Otros fase Pasadita

5% Capa II Granjeno tosco


6% Capa IV Pajarito

4% Capa II San Rafael tosco

8% Capa IV Aguacatillos pulido


4% Capa II Ro Verde escobeteado

1% Capa II Otros fase R. V. A y B

11% Capa III Otros fase R. V. A y B

2% Capa III Amoladeras fino 7% Capa III Ro Verde pulido

Figura 7. Porcentajes del material cermico de Pursima.

Este pozo mantiene una clara estratifica- Si bien no fue posible determinar la capa
cin que permite distinguir una secuencia de intrusin debido a las caractersticas del re-
de ocupacin prcticamente ininterrumpida lleno, tal vez sta pudiera estar asociada con la
desde la fase Pasadita hasta Ro Verde B, simi- capa III y en consecuencia con la fase A de Ro
lar a la descrita por Michelet para el altiplano Verde, debido a que en sta el tipo Ro Verde
potosino. Con esta perspectiva, y considerando pulido encuentra su mejor representacin, ya
algunas de las caractersticas identificadas en que entre los objetos destacan tres platos frag-
superficie, pensamos que excavaciones exten- mentados de este tipo, adems de un cristal de
sivas aportarn mayores elementos en cuanto fluorita3 y una punta de proyectil tallada en ob-
a la caracterizacin del sitio en su mbito sidiana negra que muestra gran semejanza con
regional. las descritas por Franois Rodrguez (1983: 86)
Tambin es interesante indicar las caracte- como D1a,4 provenientes de los municipios
rsticas de los objetos que fueron recuperados
como parte de la ofrenda descubierta en una 3
Esta aguja de cristal, al momento de hallazgo, tena
cista en la capa V del Pozo 2. Dicha construc- casi 15 centmetros de largo y ocho de dimetro, la
cin es de planta rectangular, elaborada me- cual, durante el proceso de limpieza, inici un rpido
proceso de disgregacin.
diante lajas de caliza cementadas con lodo 4
En la coleccin estudiada por Rodrguez se re-
que desplantan sobre la capa de tierra estril gistraron 45 piezas de este tipo, la mayora talladas en
(figura 8). calcedonia y slo dos ejemplares en obsidiana.

104
TancaMa: una aProxiMacin regional Por Medio de sus resTos MaTeriales

Ampliacin este
Cala 2
Lmite de excavacin

Ampliacin oeste
Banco de nivel 0.00
= 682.30 msnm

Cuadro 4 Cuadro 3 Cuadro 2 Cuadro 1

Proyecto arqueolgico Valles de la Sierra Gorda


Director: arquelogo Jorge A. Quiroz Moreno
Pursima. Conjunto arquitectnico Norte

Dibujo en planta. Escala 1:5 Febrero de 1999


Dibuj Miguel Prez Negrete

Escala 1: 5

Figura 8. Planta de la cista con el personaje y los elementos localizados.

de Guadalczar y Villa de Arriaga en San Luis con un rostro antropomorfo con tocado cni-
Potos, cuya cronologa sita entre finales del co. Como parte del ajuar se identificaron dos
Clsico y el Posclsico tardo. platos fragmentados del tipo Ro Verde pulido
Al ampliar este pozo se localizaron dos y algunos tiestos de una olla muy deteriorada;
entierros en la parte exterior de la cista, en restos dispersos de Chama echinata, una oreje-
ambos casos secundarios, directos y al parecer ra de lengeta (flanged plug) manufacturada
recolocados en posicin sedente e incomple- en barro e identificada como del tipo Zaquil
ta, razn por la cual no fue posible establecer negro decorada con un epcololli. Conviene
su perfil fsico. El individuo 1, cuyo crneo recordar que Michelet reporta orejeras de
muestra deformacin tabular erecta fronto- lengeta para la fase Ro Verde B, las cuales,
occipital y los dientes pigmentados en rojo, en opinin de Ekholm, son abundantes en la
portaba un pendiente de concha decorado Huasteca y caracterizan al periodo V.

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daniel jureZ cosso, jorge quiroZ Moreno, sarai roMero y PaBlo i. lPeZ HernndeZ

TancaMa secundaria del Cerro Alto, en las cuales se lo-


Este sitio se localiza a poco ms de 12 kilme- caliza el conjunto con arquitectura monumen-
tros de Jalpan de Serra, hacia el extremo orien- tal, hbilmente adaptado a la topografa me-
tal del poblado de Tancama, perteneciente al diante un sistema de terrazas que forman tres
municipio de Jalpan, limitado por dos arroyos plazas cercadas por montculos (figura 9).
de corriente temporal. El asentamiento se En este sitio se detectaron saqueos que
extiende sobre una superficie de 10 hectreas dejaron al descubierto algunos elementos
que ocupan el piedemonte de una eminencia arquitectnicos que ponan en riesgo la es-

Cerca
Cerca de alambre

de ala
mbre
Acceso

Ac
ce

Ve
so

r ed
a

Figura 9. Plano topogrfico de Tancama, se ubican las estructuras 3, 6 y 7, las cuales han sido trabajadas
hasta el momento.

106
TancaMa: una aProxiMacin regional Por Medio de sus resTos MaTeriales

tabilidad de las estructuras, razn por la cual El crneo descansaba sobre un plato completo
y de manera coordinada con las autoridades y en buenas condiciones, identificado como
municipales en 1999 se plante al Consejo tipo Ro Verde pulido, adems de un patojo
de Arqueologa la necesidad de consolidar los localizado entre el codo y las costillas del tipo
muros expuestos y excavar en estos montculos Anaranjado Soyatal, similar al descubierto
pozos de sondeo. Estas primeras labores se por Jos Luis Franco en las minas del Soyatal,
enfocaron a la plataforma donde desplantan decorado mediante un rostro antropomorfo
los edificios 7 y 8, que es el lmite oriental de la realizado al pastillaje (Franco, 1970: 27). En
plaza El Mirador. En este edificio se consolid Tamtok, Stresser-Pan (2005: 411; 2000: 209)
la fachada principal. reporta algunos fragmentos de patojos al igual
Durante el proceso de limpieza del edificio que en San Antonio Nogalar, donde destaca no
7 se localiz, en la parte superior, una concen- slo la rareza de estos artefactos sino tambin
tracin de huesos, cuya excavacin dej al las pocas referencias que de ellos se tienen,
descubierto el entierro de un individuo. Co- entre las cuales menciona los consignados en el
rresponde a un entierro primario, directo, estudio acerca de la cermica de Monte Albn
en decbito lateral izquierdo flexionado, de Caso, Bernal y Acosta (1967: 460), quienes
identificado como masculino y tal vez adulto indican que estas vasijas en ocasiones se en-
medio, con deformacin craneana tabular cuentran en la poca I y V de Monte Albn, as
erecta fronto-occipital, mutilacin dentaria en como el reportado por Sejourn (1984: 203)
maxilar con los tipos B6 en caninos y C3 en los en Tetitla para Teotihuacan IIa, aunque en
cuatro incisivos (Romero, 1958: 25) (foto 1). ambos casos no muestran decoracin; agrega

Foto 1. Localizacin del individuo en la estructura 7.

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daniel jureZ cosso, jorge quiroZ Moreno, sarai roMero y PaBlo i. lPeZ HernndeZ

que tambin ha localizado otros ejemplares punto ms elevado del sitio. Es necesario se-
en sitios posclsicos de la Huasteca sin ofrecer alar que diversos edificios fueron utilizados
mayores referencias. como banco de material para la extraccin de
La estructura 6 tambin fue intervenida piedra, entre ellos la estructura 3, en cuya fa-
para su consolidacin. En ella se exploraron chada poniente an era visible el deterioro
las fachadas oriente, sur y poniente. Durante ocasionado por estos ilcitos.
los trabajos de limpieza se detectaron, en la El eje arquitectnico del edificio est orien-
esquina nordeste, fragmentos de hueso y se tado de este a oeste, un poco desviado en casi
procedi a su limpieza, dando como resultado 20o hacia el este del norte magntico, cuya
el hallazgo de una olla globular antropomorfa fachada principal se extiende al oriente, hacia
con asa estribo y vertedera, del tipo Caf oscuro la plaza El Mirador. El primer cuerpo de la
sobre crema. Stresser-Pan (2005: 471) indica estructura es de planta absidal, cuyas fachadas
que en Platanito descubri vasijas completas, norte, este y sur estn regularmente conserva-
as como algunos fragmentos en Tamtok y das, mientras que en la fachada posterior slo
Vista Hermosa. se localiz el desplante. Los paos muestran
Merino Carrin y Garca Cook (1987: 62) un ligero talud y es posible, por los restos loca-
sealan que el uso de esta tcnica decorativa, lizados a un costado de la escalinata, que dicho
negro sobre blanco, la cual en ocasiones talud estuviese rematado en forma de media
tambin se presenta en colores cuyos niveles caa en su lmite superior. Exploraciones re-
varan entre el rojo oscuro al caf oscuro, cientes efectuadas por Javier Martnez Gonz-
parece haber llegado alrededor del ao 1000 lez en El Clrigo, sitio localizado en la margen
a la cuenca baja del Pnuco, donde fue acep- izquierda del ro Moctezuma, en el municipio
tada con rapidez y profusamente utilizada. de Tamazunchale, San Luis Potos, cuya ocupa-
Esta cermica denominada Huasteca la sitan cin sita ente los aos 400 a 650 d.C., indican
durante la fase Tamul (900-1200), periodo que la presencia de estructuras con planta absidal,
marca la consolidacin de la nueva corriente y aunque no indica para cules en particular,
cultural sin races regionales, y a la cual, como describe formas de mampostera mixta, cuyo
se ha indicado, se asocian estructuras de planta coronamiento est rematado por una hilada
cuadrangular y esquinas redondeadas, entre de cantos rodados (Martnez, 2005: 24), as-
otros elementos. pecto que podra ser similar al remate de la
Como parte de la reestructuracin del pro- estructura 3, aunque elaborado con materiales
yecto, y considerando las posibilidades que el distintos. Otras plantas de forma absidal son las
sitio de Tancama ofreca para su estudio, no reportadas por Meade (1942: 194) en Tamposo-
slo por sus hallazgos sino por el inters de que as como la de Tancanhuitz que identific
las autoridades municipales en su proteccin Du Solier (1945) y reprodujo Marquina (1990:
y conservacin, optamos por concentrar nues- 410 ss), adems de las de Tamtok exploradas
tros esfuerzos en la comprensin del sitio. Para por Guy y Claude Stresser-Pan (2001) en la
ello se plante la exploracin y consolidacin plaza ceremonial.
de un montculo que permitiera definir con La mampostera est formada por bloques
precisin sus caractersticas arquitectnicas. de caliza careada; en general son cuadrangu-
Ello nos llev a proponer el estudio del Edi- lares, acuados con rajuelos delgados y cemen-
ficio 3. tados mediante una mezcla de arcilla amarilla,
aunque es posible que esta mezcla contenga
esTrucTura 3: Proceso de excavacin una baja proporcin de cal, segn se advierte
El edificio 3 se localiza en la esquina sudoeste en las juntas, cuya textura es pulverulenta al
de la plaza El Mirador (figura 9), la cual es el tacto. Al respecto, es necesario recordar que

108
TancaMa: una aProxiMacin regional Por Medio de sus resTos MaTeriales

cuando Du Solier describi los sistemas cons- de alfardas (Ochoa, 1979: 61). Otro detalle
tructivos para la arquitectura de Tancanhuitz interesante fue la localizacin de un enorme
y Tamposoque, observ que las lajas estaban bloque de piedra rectangular que est al pie
asentadas con lodo y que los recubrimientos de la escalera y al centro, el cual tal vez haya
de estuco eran inexistentes (Du Solier, 1945: funcionado como altar.
125). Para los sitios localizados en El Clrigo, El segundo cuerpo de la estructura es de
Javier Martnez Gonzlez indic el uso de arci- forma circular y est situado casi al centro
llas como mortero y no es evidente el empleo de la planta absidal; al igual que el anterior,
del enlucido en muros (Martnez, 2005: 24). la fachada principal se localiza en el oriente y
En su trabajo monogrfico acerca de la Huas- est definida por una escalinata, a cuyos pies
teca, Lorenzo Ochoa seal, como parte de los se extiende un reducido descanso. Durante
sistemas constructivos, que las lajas de caliza el proceso de excavacin se localizaron no
que forman las mamposteras estn asentadas ms de tres hiladas de mampostera que
con barro, lo cual sugiere que tenan como permitieron definir este cuerpo, razn por la
propsito brindar una mejor apariencia ms cual es difcil determinar si stos eran rectos
que servir como muros de contencin (Ochoa, o en talud, aunque por la forma de aparejar
1979: 62). los sillares se podra suponer una ligera incli-
La escalinata del primer cuerpo tiene un nacin. Los sillares son de forma rectangular,
solo tramo con cuatro escalones y est limitada bien cortados y con un ligero almohadilla-
por alfardas en talud. La mampostera de las do en la cara expuesta; al parecer, tambin
alfardas, a diferencia del aparejo observado fueron unidos con una mezcla de choy muy
en los muros, muestra un mejor acabado en pobre en cal. Vistos en su norma superior,
el corte de la piedra, ya que sus aristas estn dichos bloques presentan una seccin de
bien perfiladas, por lo general hechas con forma triangular, quiz para lograr un mejor
lajas ms pequeas que permiten una junta anclaje con el ncleo. Para los sitios de Ranas
ms cerrada, reduciendo el uso de rajuelos. y Toluquilla, Margarita Velasco describe ma-
Respecto a los escalones, las huellas son muy teriales y sistemas constructivos similares a los
estrechas y un poco inclinadas hacia el cuer- identificados en este edificio, particularmente
po del edificio, mientras la contrahuella est la forma del almohadillado en las lajas (Ve-
notablemente ms peraltada. Estos elementos lasco, 1991: 255).
recuerdan una de las formas descritas para La escalera estaba muy deteriorada y no
Ranas por Margarita Velasco, quien establece presenta alfardas. Es de un solo tramo y en la
una clasificacin basada en seis tipos, entre los rampa se aprecian slo seis huellas elaboradas
cuales es el Tipo 4 el que nos interesa y al que de manera rstica, las cuales seguramente
denomina Escaleras salientes en estructura, conforman el soporte para las gradas. Las
dentro del cual define dos variantes: 1) sin huellas son amplias y los peraltes reducidos
alfarda y 2) con alfarda (Velasco, 1991: 259). en comparacin con la escalera del primer
Respecto a esta ltima variedad se localizaron cuerpo (foto 2).
dos ejemplos en el conjunto de Ranas II, la El segundo cuerpo encierra una subestruc-
primera en una subestructura y la otra en el tura de planta circular y ambos desplantan
Templo Mayor, la cual acaso sea la que mayor sobre la misma superficie. La subestructura
semejanza guarda con la de la Estructura 3 tambin est muy deteriorada y slo se con-
de Tancama. Lorenzo Ochoa tambin indica servan, en algunos tramos, hasta cinco hiladas
que en la arquitectura huasteca las huellas de de mampostera que no permiten determinar
las gradas son ms cortas respecto a los peral- si los paos son rectos o en talud, aunque se
tes, y las escalinatas por lo comn carecen observa una ligera inclinacin apenas percep-

109
daniel jureZ cosso, jorge quiroZ Moreno, sarai roMero y PaBlo i. lPeZ HernndeZ

Foto 2. Escaleras de la estructura 3, se pueden apreciar las escaleras del primero y segundo cuerpos.

tible. A diferencia de los sillares del segundo aproximado de cuatro centmetros, notable-
cuerpo, los de la subestructura son cuadran- mente fisurado, con lagunas e incluso pro-
gulares y se aprecian algunas lajas, sobre todo nunciadas depresiones con huellas de carbn,
las que corresponden al arranque del muro. aspecto que sugiere que dichas depresiones
Si bien la piedra muestra el trabajo del corte, pudieron ser utilizadas para colocar braseros.
ste no es tan regular como en el caso anterior Cabe sealar que durante el proceso de ex-
y tampoco presentan la seccin triangular para ploracin se localizaron entre los escombros
anclarse al ncleo (foto 3). diversos fragmentos del piso de barro, algunos
La subestructura tena su propia escalina- bien pulidos y otros incluso muestran un ligero
ta, segn se desprende de los restos de una bisel; adems, restos de bajareque que pare-
alfarda localizada en el costado norte que se cen indicar la presencia de una construccin
sita entre la tercera y cuarta huellas. Dicha hecha con materiales perecederos en esta
alfarda est indicada por casi seis bloques de superficie. Respecto a las caractersticas del
piedra rectangulares, bien cortados y de aristas bajareque, ste corresponde a un enjarre de
definidas (foto 4). barro sin pulir y aplicado directamente sobre
Por ltimo, es necesario mencionar que la un entramado de caas, cuya conservacin se
parte superior de la estructura muestra restos debi a la accin del fuego. Para la ocupacin
de un grueso piso de barro quemado. Este piso de El Clrigo y los sitios ms cercanos a ste,
apenas ocupa 30% de la superficie total de la tales como El Cedro, Las Chacas y Cuixcuatila,
estructura y aparece distribuido en la porcin tambin se report la presencia de bajareque
central; en algunos tramos tiene un grosor (Martnez, 2005: 24 ss).

110
TancaMa: una aProxiMacin regional Por Medio de sus resTos MaTeriales

Foto 3. Obsrvese el segundo cuerpo de planta circular de la estructura 3.

Foto 4. Frente de la estructura 3.

111
daniel jureZ cosso, jorge quiroZ Moreno, sarai roMero y PaBlo i. lPeZ HernndeZ

consideraciones finales un significativo incremento poblacional


El valle de Jalpan se localiza en un importante acompaado por la renovacin del complejo
corredor natural que comunica hacia la Huas- cermico, el cual parece recibir el aporte de
teca por el oriente, con la meseta de Ro rasgos procedentes quiz del mbito de in-
Verde al norte y con el corazn de la Sierra fluencia de Tajn; transformacin que por otra
Gorda por el sur (Ranas y Toluquilla). parte no implic una ruptura con sus patrones
De acuerdo con los datos presentados por tradicionales y asegur cierta autonoma regio-
Michelet para la regin de Ro Verde, la eviden- nal. Durante la fase Ro Verde B (700-1000) se
cia ms temprana de poblaciones sedentarias intensific la ocupacin a escala regional sin
se remonta al inicio del Clsico temprano en percibir una innovacin tipolgica. Por otra
la fase Pasadita (250-500). Tales poblaciones, parte, la influencia ejercida por Tula hacia
identificadas por una ocupacin dispersa y gran parte de Mesoamrica septentrional, que
apenas perceptible, parecen relacionarse con alcanz hasta Tunal Grande, apenas se percibe
colonizadores emparentados con grupos de en esta regin (Michelet, 1996: 46). Respecto
la costa del Golfo, cuyo complejo cermico, a caractersticas arquitectnicas, las plantas de
descrito como original y abundante aunque los edificios son rectangulares o circulares, y
poco diversificado, se caracteriza por piezas hasta el momento slo se ha reportado una
monocromas que indican relaciones lejanas subestructura de planta absidal en el sitio En-
con el norte de Veracruz central. A partir del tronques (RV.42 bis), localizado en el camino
400 se evidencia cierta influencia teotihuacana, entre los municipios de Rayn y Crdenas.
motivada quiz por el arribo de nuevos inmi- Los muros de contencin son verticales o en
grantes procedentes del altiplano central. Si talud y no es comn su estucado, mientras
bien sugiere que ambos flujos poblacionales que los muros para unidades habitacionales
fueron atrados por la presencia de yacimientos fueron hechos de bajareque y desplantados
de obsidiana y cinabrio, por otra parte recono- con bases de mampostera. Los pisos estuca-
ce que la obsidiana all recolectada es de color dos son ms comunes en relacin con los de
verde y poco abundante, aspecto que contrasta barro quemado y se han identificado fogones
sensiblemente con las observaciones de Pas- al interior (Michelet, 1996: 55).
trana (1991) y Cobean (2002), quienes indi- Tiene cinco categoras de asentamientos
can que los yacimientos identificados para la que jerarquiza como caseros, aldeas, pueblos,
regin, adems de tratarse de obsidianas de tres sitios mayores, y San Rafael en las inme-
color gris traslcido a negro opaco, difcilmen- diaciones de Arroyo Seco (RV.120), que por
te pudieron haber participado en las redes de sus dimensiones pudo haber funcionado como
intercambio a larga distancia; incluso, de los cabecera regional (Michelet, 1996: 57). Cabe
artefactos recuperados en San Lorenzo Teno- destacar, en este sentido, que la situacin de
chtitlan, cuyas materias primas originalmente San Rafael parece ocupar un punto estratgico
se pensaba procedan de esta regin, los an- en el valle que permite la salida de la Sierra
lisis por activacin neutrnica demostraron Gorda hacia Ro Verde.
su origen en los yacimientos de Ucareo-Zina- Michelet tambin sugiere que el cinabrio
pcuaro. Adems, entre los contextos de la pudo haber tenido un lugar destacado en el
fase Pasadita, Michelet destaca la presencia de desarrollo regional durante la fase Ro Verde
pipas tubulares, cuya posible explicacin sera B, en alusin a las minas de El Soyatal, en la
que esta regin particip como enclave en las Sierra Gorda; sin embargo, las fechas de radio-
relaciones con el sudeste de Estados Unidos. carbono que se conocen para este yacimiento
La fase Ro Verde A se sita alrededor del son anteriores y no se han efectuado investi-
ao 500, fecha a partir de la cual se percibe gaciones que evidencien su relacin con otros

112
TancaMa: una aProxiMacin regional Por Medio de sus resTos MaTeriales

asentamientos, y menos an se tiene certeza de general cuatro etapas de desarrollo para la


que: Las relaciones entre Ro Verde y Soyatal zona media que se sita en la regin de Ro
parecen haber sido estrechas y probablemente Verde, apoyada en sus trabajos, as como en
ambas pertenecieron a la misma red de aprovi- los de Heldman y Michelet, sugiriendo que
sionamiento (Michelet, 1996: 61); al respecto, las relaciones comerciales desde Guadalczar
Rene Millon (1973: 62) seal que: fluyeron desde la zona media hacia las re-
giones de la Sierra Gorda y la Huasteca hasta
The evidence does not make it possible to alcanzar centros como Teotihuacan y Tajn,
judge whether the Teotihuacn state as such cuyos principales productos mineros de ex-
was directly involved in this exploitation or portacin fueron el cinabrio y la hematita.
whether access to these mines was mediated
through another polity in the Quertaro re-
Ms all de la discusin respecto al comercio
gion or in central Veracruz. But whether or especfico de estos minerales, consideramos
not the Teotihuacn state was involved, it necesario intensificar estudios en la regin
seems very likely that some Teotihuacanos que permitan la elaboracin de un marco de
were involved in the distribution and market- referencia sustentado en informacin bsica
ing of cinnabar late in the citys history. para su adecuada contrastacin.
En este sentido, Michelet observa que la ce-
La relacin con Soyatal parece establecerla rmica de Ro Verde muestra determinada ho-
a partir del hallazgo de cinabrio y trituradores mogeneidad que parece indicar una centrali-
desgastados de andesita en La Manzanilla zacin en cuanto a los lugares de manufactura;
(RV.13), sitio localizado en las inmediaciones as, sugiere que el valle de Amoladeras, al po-
de Ro Verde, a partir del cual infiere que una niente del Plan de la Quemada, pudo haber
de las actividades importantes en la regin fue sido el centro productor del tipo Amoladeras
la preparacin del colorante rojo, aunque fino, mientras que el valle del Arroyo de los
ms adelante agrega que el cinabrio era uno Barrenos, al sur de Rayn, manufactur el Re-
de los productos obtenidos en las minas de volcaderos simple. Las exploraciones de Bea-
Guadalczar, situadas a casi 80 kilmetros al triz Braniff en el sitio Electra de Villa de Reyes
norte. Gazzola (2004: 560), quien ha estudiado reportan la presencia de cermicas de los tipos
el empleo del cinabrio en Teotihuacan y su Ro Verde pulido, Ro Verde inciso-grabado y
presencia desde la fase Miccaotli a Metepec, Amoladeras fino.
indica que, aunque Rene Millon, Rosalba Respecto a los materiales recuperados du-
Brambila, Adolphus Langenscheidt y Jorge rante los trabajos de exploracin en la Estruc-
Angulo mencionan que Teotihuacan control tura 3 de Tancama, es necesario recordar que
las minas de la Sierra Gorda, no existen datos proceden de contextos secundarios, obtenidos
suficientes que permitan sustentar dicha pro- sobre todo a partir de la remocin de escom-
puesta, opinin que tambin compartimos bros; sin embargo, en la muestra estudiada por
ante la falta de evidencia. Quiroz y Romero (Quiroz, 2005) que corres-
Parece oportuno abrir un parntesis para ponde a casi 60% del total de material recupe-
recuperar algunas apreciaciones hechas por rado en la excavacin, destaca la presencia
Zaragoza (1998) respecto a intercambios co- del tipo Pajaritos pulido que apenas ocupa alre-
merciales entre Guadalczar y la Huasteca. En dedor de 3.5%, la cual Michelet sita en su fase
ese trabajo, dicha investigadora afirma que en Pasadita (250-500) para Ro Verde y Monika
la pequea cuenca donde se sita Guadalczar, Tesch lo reporta en Alaquines en el Protoclsi-
en el altiplano potosino, el panorama an no co-Clsico que fecha entre 360 a.C. y 200.
se encuentra bien definido (Zaragoza, 1998: Tambin se identificaron materiales que Mi-
31 ss), no obstante, caracteriza de manera chelet ubica en el complejo Ro Verde A (500-

113
daniel jureZ cosso, jorge quiroZ Moreno, sarai roMero y PaBlo i. lPeZ HernndeZ

700), entre ellos, los tipos Becerros arenoso, importantes corredores naturales de comu-
San Rafael tosco y Granjeno tosco, aunque en nicacin: al oriente con la Huasteca, al norte
conjunto apenas alcanzan una proporcin de con el altiplano potosino y al poniente con la
13%; es necesario sealar que estos dos ltimos Sierra Gorda, cuyos prsperos valles marcan
tambin se reportan en El Jaral (Troike, Troike una clara diferenciacin fisiogrfica y parecen
y Graham, 1991) y se asocian con la fase Pnu- conferirle a este espacio un interesante encla-
co IV. Sin embargo, el tamao ms significativo ve fronterizo.
de la muestra estudiada parece desplazarse ha- De acuerdo con nuestros materiales, los
cia la etapa tarda del asentamiento, y muestra cuales no debemos perder de vista, y que
una correlacin ms cercana con el complejo proceden de un contexto secundario, se su-
Ro Verde B (700-1000), donde destacan, por giere la ocupacin del sitio casi de manera
su proporcin, el Zaquil negro que Tesh sita paralela a la establecida para la regin de
en Alaquines para el Clsico tardo-Posclsico Ro Verde, donde adems resulta evidente la
(500-1100) y en El Jaral durante la fase Pnuco presencia de cermicas que se han reportado
IV (500-900); en igual proporcin, casi 30% para la regin de la Huasteca; la arquitectura
de la muestra, Amoladeras fino en Ro Verde del Edificio 3, con su planta absidal, tambin
y Alaquines, que corresponden, ambos, a la apunta en la misma direccin. Sin embargo,
cermica mejor representada. es preciso insistir en la necesidad de nuevas
Quiz valdra la pena sealar la semejanza, investigaciones para delinear con mayor cla-
en cuanto a distribucin, que Tancama tiene ridad los complejos cermicos de Tancama y
con el sitio La Soledad (RV.115), en el mu- su relacin con otras regiones.
nicipio de San Ciro, reportado por Michelet
y previamente descrito por Primo Feliciano
Velzquez como Ciudad Muerta de la Sierra BIBLIOGRAFA
Gorda, cuyo asentamiento ocupa una pendien-
te de cinco hectreas donde se observan casi Braniff, Beatriz, 1975, Arqueologa del norte
70 montculos, 20 de los cuales tienen alturas de Mxico, Los pueblos y seoros teocrticos.
superiores a los tres metros. Esta pendiente El periodo de las ciudades urbanas, I, pp.
se adapt mediante la construccin de am- 217-272, seP-inaH, Mxico.
plias terrazas habilitadas a manera de plazas, , 1978, Comentarios a la sesin de
alrededor de la cuales se organizaron diversas arqueologa, Simposio Problemas del desarro-
estructuras, cuyos montculos ms importantes llo histrico de Quertaro, Margarita Velasco
ocupan la porcin superior del sitio (Michelet, (ed.), pp. 69-73, sMa-inaH/seP-Dir. de Pro-
1996: 137). mocin Cultural del Estado de Quertaro.
Estamos convencidos de que an falta , 1989, Oscilaciones de la frontera
mucho trabajo de investigacin en la regin norte mesoamericana: un nuevo ensayo,
que permita caracterizarla adecuadamente; Arqueologa, Revista de la Direccin de Arqueolo-
lejos de hablar de unidad cultural, nos en- ga, 2a. ed., 1, pp. 99-114, inaH, Mxico.
contramos en una zona en la que confluyen , 2000, La frontera septentrional de
diversas tradiciones cuya presencia todava es Mesoamrica, Historia antigua de Mxico,
difusa. Esta subregin, donde destacan asen- Linda Manzanilla y Leonardo Lpez Lujn
tamientos de cierta magnitud como Jalpan, (coords.), I, pp. 159-190, inaH-iia unaM, M.
actualmente bajo la ciudad, o Tancama que A. Porra, Mxico.
permite aproximarnos hacia su configuracin caBrera iPia, Octaviano, 1991, La fantstica
durante la poca prehispnica, ocupa una cuenca del Ro Verde de San Luis Potos.
posicin estratgica al situarse en el eje de Gua arqueolgica, Arqueologa de San Luis

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117
la Presencia HuasTeca
en la cerMica de el Tajn
Yamile Lira Lpez*

inTroduccin Respecto a la Huasteca, recordemos que


El Tajn, entre 800 y 1100 d.C., fue una ciudad Wilkerson (1990: 274) coment:
prehispnica de primer orden; su posicin
geogrfica, ubicada a 250 msnm, en las faldas las manifestaciones huastecas son evidentes a
de la Sierra Madre Oriental, la hace particular- travs de toda la cronologa cultural de la re-
gin [] no hay evidencia de presencia toto-
mente interesante para la temtica del presen- naca anterior a la poca de la destruccin de
te taller, pues sera una, si no es que la nica, El Tajn.
localizada al extremo sur de la regin huaste-
ca, la cual tuvo gran relevancia cultural y que Por otro lado Brggeman (1991: 85) escribi:
destaca en el mbito mesoamericano so- no existe razn suficiente para mezclar lo
bre todo por su arquitectura, escultura e ico- totonaco con la cultura del Tajn. Con todo,
nografa; adems, est situada entre los ros la presencia de materiales culturales de ambas
Cazones al norte y Tecolutla al sur, que respec- regiones es evidente, sin importar el nombre
tivamente definen los lmites con reas cul- que se le d a la regin, sobre todo si nos re-
turales asignadas a huastecos y totonacos. ferimos a la cermica; lo importante ahora es
Su ubicacin supone encontrar elementos qu tan significativa es esa presencia.
culturales de ambas regiones, y concretamente Desde la perspectiva de los estudios lin-
por nuestro tema de inters, si hay cermica gsticos sabemos que, entre 900 y 1000 d.C.,
huasteca en El Tajn o hay rasgos huastecos en la llegada de los totonacos a la regin costera
la cermica de El Tajn (figura 1). pudo haber provocado la emigracin de los
Los trabajos arqueolgicos desarrollados habitantes de lengua chicomucelteca, idioma
por el Proyecto Tajn (inaH-uv), entre 1984 y fuertemente emparentado con el huasteco.
1992, proporcionaron datos para hablar ya de Esta lengua, tambin llamada cotoque ac-
una cultura Tajn, despejando las incgnitas tualmente extinta, fue utilizada en la regin
acerca de si El Tajn fue habitado o incluso del ro Grijalva, hacia donde emigraron (Man-
construido por huastecos o por totonacos, rique, 1990: 211-212; McQuown, 1964).
como algunos investigadores haban pro- Actualmente ya no hay duda acerca de
puesto. que los tajines1 tuvieron una cultura propia

1
* Instituto de Antropologa, Universidad Vera- Utilizo el concepto de tajines como gentilicio
cruzana. de Tajn, es decir, habitantes de El Tajn, la ciudad

119
yaMile lira lPeZ

Ro Soto la
Sot
o la Marina
Ciudad Ma
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Lmite de la Sierra Madre
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Tamaulipas 0 50 100 km
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Ixmiquilpan Jilotepec R
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Te Nautla
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Pachuca R a
Tula Huauchinango
Ro Nautl
Tulancingo
Jilotepec Misantla
Zacatln
Teziutln Sier
Chi ra
Teotihuacan con de
quia
co
Jalapa
Texcoco
Tlaxcala
Mxico
Toluca Veracruz
Puebla

Figura 1. Mapa de la costa del Golfo de Mxico.

120
la Presencia HuasTeca en la cerMica de el Tajn

expresada en diversos materiales culturales Los materiales cermicos


entre ellos la cermica, donde vemos un En El Tajn hasta el momento se han identifi-
predominio en el uso de pastas burdas, con las cado cinco grupos cermicos, cuatro de ellos
cuales elaboraron vasijas de tipos denominados: formados por cermica de pasta burda y uno
Bandas speras, Bao anaranjado-rojizo pulido, de cermica fina. stos se dividieron en 25 tipos
Terrazas lustroso (cermica de pasta compacta de acuerdo con las caractersticas ms signifi-
con bao rojo y negro pulido), entre otros, y al cativas en la pasta y acabado de superficie
final de la gran ocupacin de El Tajn (900-1100 (tabla 1).
d.C.) aparecieron cermicas de pastas finas, La mayora de la cermica burda fue usada
unas relacionadas con la Costa Sur (Cempoala profusamente en todo el sitio (tipos 1a, 1dfg,
y Quiahuiztlan) en los tipos cermicos de tradi- 1e, 2a, 2b, 3a, 3b) y son las cermicas que
cin costea como Tres Picos, Anaranjada fina caracterizan al asentamiento prehispnico
y Quiahuiztlan (es de notarse que el tipo Isla (figuras 2 y 3);2 en cambio, la cermica fina,
de Sacrificios no est presente en El Tajn), as grupo cinco, se ha encontrado en muy poca
como otras de tradicin huasteca (como los cantidad (Lira, 1995: 153).
tipos Negro sobre Rojo de pasta naranja fina y Los tipos cermicos que se atribuyen a la
el Negro sobre crema de pasta crema fina). cultura huasteca son el 5f, Negro sobre rojo
Es posible que fsicamente tanto huastecos (figuras 4 y 5), y el 5i, Negro sobre crema
como totonacos convivieran con los tajines, huasteco (figura 6). Du Solier y Wilkerson
pero tambin es posible que las cermicas lle- consideraban que el tipo Marfil3 (figura 7)
garan a El Tajn mediante intercambio y que
fueran adaptadas por los habitantes locales.
Las preguntas ms interesantes que ahora
nos podemos plantear son qu tan importan-
te fue la presencia o influencia huasteca en El
Tajn? Se debe slo a relaciones culturales,
interaccin, difusin?
Por el momento se presentarn las eviden-
cias principalmente cermicas que dan indi-
cios de la presencia huasteca en El Tajn. Figura 2. Vasija del tipo 1e. Caf-rojiza pintada
Los resultados que aqu muestro provienen domstica.
del anlisis de la cermica obtenida en los
trabajos de liberacin y excavacin realizados
por investigadores del Proyecto Tajn entre
1984 y 1992, as como de materiales proce-
dentes de las excavaciones realizadas en 1982
por el Centro Regional Veracruz a cargo de
Daniel Molina; de igual manera de los an-
lisis qumicos y mineralgicos realizados en
la Universidad Libre de Berln entre 1986 y
1989 (Lira, 1990).
Figura 3. Ollas del tipo 3b. Bandas speras.
2
arqueolgica, nombre asignado por los totonacas al Fotografas y dibujos de Yamile Lira Lpez.
3
lugar mucho despus de su abandono y que no tiene En el Taller sobre Arqueologa de la Huasteca, los
relacin con su nombre original, el cual nunca se va asistentes estuvieron de acuerdo en que no era posible iden-
a conocer. tificar este tipo cermico como de la regin huasteca.

121
yaMile lira lPeZ

TaBla 1
TIPOS DE CERMICA DEFINIDOS PARA EL TAJN
Cermica de pasta burda Cermica con acabado Cermica de pasta burda Cermica Cermica
pulido con decoracin utilitaria de pasta fina
1a. Caf erosionada 2a. Bao negro 3a. Bandas speras burda 4a. Comales 5a. Anaranjada sin
domstica pulido desgrasante
1b. Caf-negruzca 2b. Bao 3b. Bandas speras 5b. Marfil
domstica anaranjado rojizo
pulido
1c. Rojiza arenosa fina 2c. Rojo sobre 3c. Negro sobre crema 5c. Quiahuiztlan
anaranjado laca granuloso
1dfg. Rojo sobre bayo 3d. Rastreada 5d. Anaranjada fina
o blanco
1e. Caf-rojiza pintada 3e. Negro y rojo sobre engobe 5e. Rojo sobre
domstica blanco crema
1h. Caf-grisceo 5f. Negro sobre rojo
1i. Anaranjada 5g. Tres Picos
domstica
5h. Metlica
5i. Negro sobre
crema huasteca

Figura 5. Tipo 5f. Negro sobre rojo.

tambin podra estar relacionado con los


Huastecas, pero no encontr este tipo en el
material de Tabuco.
Ahora, es importante sealar la tempora-
Figura 4. Tipo 5f. Negro sobre rojo de pasta fina lidad y posible origen asignado a estos tipos
rojiza. de pasta fina. La cermica Negro sobre rojo

122
la Presencia HuasTeca en la cerMica de el Tajn

Figura 6. Tipo 5i.


Negro sobre crema
huasteco, pasta crema
fina.

de pasta fina (Tabuco Negro sobre naranja)4 La cermica Negro sobre crema huasteca o
aparentemente no se encuentra en la Huasteca Huasteca Negro sobre blanco es caracterstica
(Pnuco), pero s en la zona de Tuxpan, y se le del Periodo VI, ltimo periodo de la Huasteca,
ubica en el Periodo V (Las Flores).5 Respecto a poco antes de la conquista espaola, lo que la
este periodo Ekholm (1944: 430) menciona: hace bastante tarda para el periodo en que se
le ubica en El Tajn. Esto podra indicar que
All of the Period V types that have been con- para ese tiempo El Tajn an no era abando-
sidered so far are made of a fine-grained clay nado completamente.
which appears to be identical with that of Fine Acerca de la cermica Marfil, no se ha
Orange ware such as occurs at Isla de Sacrifi-
cios.
encontrado material semejante en la regin
Huasteca.6

4
Comunicacin personal de Diana Zaragoza.
5
Comunicacin personal de Patricio Dvila. 6
Comunicacin personal de Gustavo Ramrez.

123
yaMile lira lPeZ

mente la de tradicin huasteca, donde el tipo


Negro sobre rojo de pasta rojiza fina es el ms
representativo. Llama la atencin que del tipo
Negro sobre crema huasteco, el que morfol-
gicamente tiene ms semejanza con tiestos del
mismo nombre de la Huasteca, slo hay en
El Tajn alrededor de 32 fragmentos, lo que
podra estar en proporcin con las tempora-
lidades mencionadas.
Por otro lado, es necesario mencionar el
Figura 7. Tipo 5b. Cermica Marfil, algunas con contexto en el que se han encontrado los ma-
decoracin al negativo. teriales cermicos de inters, en los entierros
de El Tajn.
De 28 entierros descubiertos en distintos
Ahora, de acuerdo a la distribucin de los puntos de la zona arqueolgica, algunos se
tipos cermicos ms representativos encontra- descubrieron en la Plaza del Arroyo, mos-
dos durante la liberacin y restauracin de las trando que distintos grupos y sus cermicas
estructuras de El Tajn, vemos la gran diferen- conviven en la fase Postajn (que corresponde
cia cuantitativa entre las cermicas burdas y las a elementos culturales encontrados en la cal-
finas (Reyes, 1996; Lira, 1998).7 zada de la plaza) con materiales cermicos
En la tabla 2 es evidente la gran cantidad de locales, Huastecas y totonacos. Por ejemplo,
cermica local (burda), siguindole la relacio- el entierro 24, descubierto en la Plaza del Arro-
nada con el centro de Veracruz (fina), y final- yo en la calzada de la fachada norte del edificio

TaBla 2
CONCENTRACIN DE TIPOS CERMICOS POR EDIFICIO
Tipos cermicos
Anaranjada sin
Bandas speras

Negro sobre rojo


Rojiza pintada

crema o blanco
Caf negruzca

Quiahuiztlan
Negro pulido

rojiza pulida
Anaranjada

Anaranjada
desgrasante

Negro sobre

(huasteco)
Tres Picos
domstica

domstica

Metlica

Marfil
fina

fina

Edificios
10 530 1350 42 232 888 149 96 45 11 - 2 34 -
12 110 791 - 116 412 102 133 54 - - 55 -
JP13-14 2094 3255 1285 512 3395 469 248 182 196 - - 61 -
JP17-27- 26 2473 4758 213 1365 3260 914 812 529 476 - - 321 1
JP7-8 429 429 - 174 393 296 227 73 456 - 2 133 6
K 469 667 49 266 1575 27 95 14 91 - 23 2
Muro de contencin 1941 2046 85 804 3073 393 329 162 325 - 1 200 2
Xicalcoliuhqui 1398 2272 52 580 2595 514 254 225 685 31 3 153 20
Columnas 2881 20969 4510 11949 49531 - 2142 7 48 22 623 22 1
Total 12325 36537 6236 15998 65122 2864 4336 1291 2288 53 637 1002 32

7
Slo se presentan las cantidades de unos edificios, tiestos; el juego de pelota 13-14, 16 224 tiestos; el juego
los resultados de los edificios 10, 12, JP 13-14, JP 17-27- de pelota 17-27-26, 25 949 tiestos; el juego de pelota 7-8,
26, K, muro de contencin y Xicalcoliuhqui se tomaron 3 362 tiestos; el edificio K 5 006 tiestos; el muro de con-
de las tablas de cuantificacin de Reyes, 1996. El edificio tencin, 15 339 tiestos; la Xicalcoliuhqui, 14 444 tiestos,
10 tuvo un total de 5 209 tiestos; el edificio 12, 3 579 y el edificio de las columnas, 142 333 tiestos.

124
la Presencia HuasTeca en la cerMica de el Tajn

Figura 8. Vasija asociada al entierro 24 del tipo


Negro sobre crema de pasta fina.

16 (fase Postajn), corresponde a un indivi-


duo masculino adulto, flexionado; tiene una
vasija del tipo Caf rojiza pintada domstica
Figura 10. Vasija asociada al entierro 11, del tipo
(cermica local del apogeo de El Tajn) junto
5f. Negro sobre rojo de pasta rojiza fina.
con una olla pequea vertedera del tipo Ne-
gro sobre crema Huasteca (figura 8), con un
malacate en el interior y una pequea olla El entierro 11, un individuo femenino
globular de pasta Gris burda (Lira y Ortega, adulto en posicin flexionada, fue descubierto
2004: 99-101). sobre el cuerpo superior del edificio 15, con
El Entierro 15 (fase Postajn), localizado un cajete del tipo Quiahuiztlan, otro Rojo so-
en la Plaza del Arroyo al pie de la escalinata bre crema de pasta fina y un plato Negro sobre
norte del Edificio 19, se trata de un individuo rojo de pasta rojiza (figura 10) (Lira y Ortega
masculino adulto en posicin extendida; tena 2004: 102).
una cuenta de concha y una vasija Negro sobre Otros elementos culturales que nos recuer-
rojo de pasta fina rojiza (Lira y Ortega, 2004: dan lo huasteco son algunas figurillas elabora-
101-102) (figura 9). das en pasta crema fina (figuras 11, 12, 13).

Figura 9. Vasija asociada al entierro 15 del tipo 5f. Figura 11. Fragmentos de figurillas encontrados
Negro sobre rojo de pasta rojiza fina. en el muro de contencin, de pasta crema fina.

125
yaMile lira lPeZ

Por otro lado, todos los tipos definidos y en-


contrados en El Tajn, as como unas muestras
de materiales procedentes de Cempoala y de
Tabuco fueron analizados qumica y petrogr-
ficamente por medio de fluorescencia de rayos
X y lminas delgadas respectivamente (Lira,
1990), para tratar de definir, por medios ana-
lticos, la composicin de la arcilla y el lugar
de procedencia de los materiales, y caracteri-
zar los tipos locales de cada uno de los sitios
mencionados, determinando las semejanzas
y diferencias de los tipos que muestran seme-
janzas tipolgicas (macroscpicas) definidas
Figura 12. Otra figurilla con rasgos huastecas. con criterios arqueolgicos.
Los resultados qumicos muestran en una
primera etapa de anlisis dos grandes grupos:
uno formado por cermicas de origen volcni-
co, con bajo contenido en CaO, Fe2O3, MgO,
Sr, Tio2 y mayor cantidad de silicio (SiO2),
lo cual significa que la arcilla tiene una gran
cantidad de vidrio volcnico, originado por
la descomposicin de rocas de dicho origen.
Este tipo de vidrio se conoce con el nombre
de ignimbrita. Con esta arcilla fue elaborada
la gran mayora de la cermica local de pasta
burda (Lira, 1995: 55).
El segundo grupo fue elaborado con una
arcilla de origen sedimentario con alto con-
tenido de calcio (CaO > 6%), Fe2O3, MgO y
bajo porcentaje de silicio (SiO2); ste contiene
desgrasantes de calcita, cuarzo y hematita, que
corresponden en su mayora a la cermica
fina (Lira, 1995: 56). Ahora observemos esta
composicin qumica de los tipos semejantes
encontrados en Tajn y Tabuco en las grficas
1-6 que muestran los tipos cermicos en los
dos sitios.
Con esto se puede decir que la cermica
Negro sobre crema de pasta burda fue elabora-
da con distintas arcillas, cada regin utiliz su
propia materia prima. La Negra sobre crema
fina se manufactur con barro muy semejan-
te, y respecto a la cermica Negro sobre rojo
Figura 13. Figurilla de pasta crema fina fina, los elementos qumicos indican que unas
procedente de la unidad de excavacin Casa vasijas encontradas en Tajn fueron elaboradas
habitacin IV (Tajn 91-92). con barro semejante al de Tabuco, lo que

126
la Presencia HuasTeca en la cerMica de el Tajn

grfica 1
TAJN TABUCO TAJN TABUCO TAJN TABUCO NEGRO/CREMA NEGRO/CREMA NEGRO/
ROJO FINA BURDA FINA

SiO2

90

80

70

60

50
SiO2
40

30

20

10

0
1 7 13 19 25 31 37 43 49 55 61 67 73 79 85 91 97 103 109

grfica 2
TAJN TABUCO TAJN TABUCO TAJN TABUCO NEGRO/CREMA NEGRO/CREMA NEGRO/
ROJO FINA BURDA FINA

Fe2O3

9
8
7
6
5
Fe2O3
4
3
2
1
0
1 6 11 16 21 26 31 36 41 46 51 56 61 66 71 76 81 86

127
yaMile lira lPeZ

grfica 3
TAJN TABUCO TAJN TABUCO TAJN TABUCO NEGRO/CREMA NEGRO/CREMA NEGRO/
ROJO FINA BURDA FINA

SiO2

80

70

60

50

40 SiO2

30

20

10

0
1 6 11 16 21 26 31 36 41 46 51 56 61 66 71 76 81 86

grfica 4
TAJN TABUCO TAJN TABUCO TAJN TABUCO NEGRO/CREMA NEGRO/CREMA NEGRO/
ROJO FINA BURDA FINA

Al2O3

20

15

10 Al2O3

0
1 7 13 19 25 31 37 43 49 55 61 67 73 79 85

128
la Presencia HuasTeca en la cerMica de el Tajn

grfica 5
TAJN TABUCO TAJN TABUCO TAJN TABUCO NEGRO/CREMA NEGRO/CREMA NEGRO/
ROJO FINA BURDA FINA

Na2O

2.5

1.5
Na2O
1

0.5

0
1 6 11 16 21 26 31 36 41 46 51 56 61 66 71 76 81 86

grfica 6
TAJN TABUCO TAJN TABUCO TAJN TABUCO NEGRO/CREMA NEGRO/CREMA NEGRO/
ROJO FINA BURDA FINA

TiO2

1.6

1.4

1.2

1.0

0.8 TiO2

0.6

0.4

0.2

0
1 6 11 16 21 26 31 36 41 46 51 56 61 66 71 76 81 86

129
yaMile lira lPeZ

significa que las vasijas de arcillas semejantes , 1995, Una revisin de la tipologa
quiz fueron transportadas de la zona huasteca cermica de El Tajn, Anales de Antropolo-
hacia El Tajn, y otras se elaboraron con arcilla ga, 32, pp. 121-159, Universidad Nacional
semejante a la del tipo cermico Negro sobre Autnoma de Mxico.
crema fina. , 1998, Informe tcnico final. Anli-
sis del material cermico obtenido duran-
coMenTario final te las excavaciones del Proyecto Tajn de
De todo lo anterior puedo decir por el mo- 1991 a 1995. Archivo Tcnico del inaH,
mento que los tajines convivieron con huas- Mxico.
tecos y totonacos poco antes de que la ciudad lira, Yamile y Jaime Ortega, 2004, Los entie-
llegara a su fin como centro rector, pero tam- rros de El Tajn, Veracruz, Prcticas fune-
bin en el periodo Postajn, asentndose en rarias en la Costa del Golfo de Mxico, Yamile
los alrededores y utilizando la gran ciudad ya Lira y Carlos Serrano (eds.), pp. 89-107,
abandonada slo para enterrar a sus muertos Universidad Veracruzana, Universidad
en plazas y edificios. En el desarrollo del texto Nacional Autnoma de Mxico, Asocia-
se ha visto que las evidencias culturales de los cin Mexicana de Antropologa Biolgica,
huastecas son menos representativas de lo que Mxico.
se haba propuesto. Slo queda por preguntar: Manrique casTaeda, Leonardo, 1990, La
qu tan importante fue para los huastecos posicin de la lengua huasteca, Huastecos y
estar o llegar a El Tajn? Simple comunicacin, totonacos. Una antologa histrico cultural, pp.
algn intercambio o visitas espordicas? 206-224, cnca, Mxico.
Molina feal, Daniel, 1982, Rescate Tabuco.
Informe tcnico, Centro Regional Vera-
BIBLIOGRAFA cruz, seP-inaH, Mxico.
Mcquown, Norman, 1964, Los orgenes y la
BrggeMann, Jrgen, 1991, Otra vez la cues- diferenciacin de los mayas segn se infiere
tin totonaca!, Antropologa. Boletn oficial del estudio comparativo de las lenguas ma-
del inah, 34: 84-85, Mxico. yanas, Desarrollo cultural de los mayas, Evon
ekHolM, Gordon F., 1944, Excavations at Tam- Z. Vogt y A. Ruz (eds.), pp. 49-756, Semina-
pico and Panuco in the Huasteca, Mxico, rio de Cultura Maya, unaM, Mxico.
Anthropological Papers of the American Museum reyes lPeZ, Marco Antonio, 1996, Anlisis
of Natural History, vol. XXXVIII, parte V, pp. cuantitativo de la cermica de El Tajn,
321-599, Nueva York. Ver., tesina de licenciatura, Facultad de
lira lPeZ, Yamile, 1990, La cermica de El Antropologa, Universidad Veracruzana,
Tajn (norte de Veracruz, Mxico). Un anlisis Mxico.
arqueolgico, qumico y mineralgico. Beitrge wilkerson, Jefrey, 1990, Presencia huasteca
zur Archologie Bd. 3. Lit-Verlag Mnster. y cronologa cultural en el norte de Vera-
, 1995, Tipologa y arqueometra de cruz Central, Mxico, Huastecos y totonacos.
la cermica de Tajn, Veracruz, Arqueologa, Una antologa histrico cultural, pp. 257-279,
13-4, pp. 49-57, Mxico. cnca, Mxico.

130
una revisin de nueve TiPos de figurillas
anTroPoMorfas de la HuasTeca PreHisPnica
Sophie Marchegay*

Las figurillas antropomorfas de barro consti- objeto de muchos estudios. A pesar de ello han
tuyen, para las investigaciones de Mesoamri- sido tratadas en las investigaciones de Gordon
ca y de otras culturas antiguas, una categora Ekholm2 y de Richard MacNeish3 en la regin
de artefactos arqueolgicos abundante e inte- de Tampico-Pnuco, de Guy Stresser-Pan en
resante ya que representan la forma humana, San Antonio Nogalar4 y Guy y Claude Stresser-
y asimismo reflejan la ideologa, cultura y vida Pan en Tamtok,5 as como por Dominique
cotidiana del pueblo que las produjo y las us.1 Michelet en la regon de Ro Verde, San Luis
Al igual que otros tipos de materiales arqueo- Potos.6 Cabe mencionar dentro de los trabajos
lgicos, el estudio de las figurillas proporciona ms recientes el estudio de Eloy Castellanos
datos significativos acerca de los intercambios Conde sobre las figurillas de la regin de
y la cronologa. Chicayn, Veracruz.7
En la Huasteca prehispnica sabemos que El estudio de las figurillas antropomorfas
la elaboracin de figurillas de barro cocido proporciona informacin valiosa respecto al
fue muy comn a lo largo de su historia, tipo fsico, indumentaria y adornos utilizados
pues se han encontrado miles de ejemplares. en la poca prehispnica. Es necesario desta-
Desafortunadamente, son pocas las piezas car que algunas descripciones del aspecto fsi-
que proceden de excavaciones y de contextos co de los huastecos en la literatura cientfica
arqueolgicos significativos; muchas fueron se basan, entre otras fuentes, en la observacin
saqueadas, recolectadas en superficie o pro- de las figurillas. Asimismo, se acostumbraba
ceden de colecciones particulares. describir a los huastecos como individuos
La gran mayora de las piezas conservadas bien proporcionados que se deformaban la
estn incompletas; la cabeza es la parte mejor cabeza, se mutilaban los dientes, se pintaban
preservada y la ms relevante para la tipolo- el cabello y el cuerpo; las mujeres eran de
ga. A pesar de que no se conozca el contexto
arqueolgico de la mayora de ellas lo cual 2
Ekholm (1944).
dificulta su estudio las figurillas constituyen 3
MacNeish (1954).
un material arqueolgico caracterstico de la 4
Stresser-Pan, 2000, Las figurillas en barro coci-
cultura huasteca; sin embargo, no han sido do, pp. 215-225.
5
Stresser-Pan (2005), Figurillas y grandes figuras
de barro cocido, pp. 569-592.
6
* Centro inaH Tamaulipas. Michelet, 1996, pp. 331-388.
1 7
Noguera, 1965, p. 7. Castellanos Conde (1990).

131
soPHie MarcHegay

permite obtener informacin acerca del tipo


fsico, pues el rostro es la principal pieza mol-
deada y slo se personalizaban las piezas por
unos adornos aplicados con pastillaje.
Las figurillas huastecas en general estn
hechas de barro cocido de textura fina y de
color crema, caf claro, rosado, anaranjado
o rojizo al exterior y gris claro al interior.
El desgrasante es mineral; su abundancia y
su grosor son muy variables y dependen de
la manufactura de las piezas. Se emplearon
varias tcnicas de manufactura, as como com-
binaciones de ellas: sobre todo el modelado,
el pastillaje y a partir del final del Clsico
tardo el moldeado.
Las piezas por lo general son slidas, ya que
las huecas constituyen una categora particu-
lar de figurillas o son instrumentos musicales
Figura 1. Figurilla antropomorfa, tipo Ojo
rectangular y cabeza plana (Flat rectangular-eyed (sonajas, silbatos, ocarinas).
type), con pintura corporal roja y negra. Barro
cocido. Alto: 8.7 cm; ancho: 4.15 cm; espesor: MeTodologa
3.65 cm; periodo Pnuco II. Procedencia Las colecciones en estudio abarcan, actual-
desconocida. Museo de la Cultura Huasteca, mente, casi tres mil figurillas antropomorfas
Tampico, Tamaulipas.
y proceden del Museo de la Cultura Huasteca
en Ciudad Madero (inaH Tamaulipas), del
caderas anchas, cintura estrecha y piernas Museo de la Cultura Huasteca en Tampico
gruesas.8 Las figurillas antropomorfas consti- (inaH Tamaulipas) y del Museo Adela Pia
tuyen una fuente importante de conocimiento Galvn (Patronato Janambres A.C., Ciudad
acerca de la indumentaria y de los adornos Mante, Tamaulipas). Debido a que la mayora
prehispnicos; en cambio, la representacin de las piezas no tienen procedencia, su estudio
del tipo fsico debe ser considerada con ms se limita a un examen morfolgico.
precaucin. Las figurillas del periodo Precl- Para realizar la presente investigacin
sico son generalmente muy estilizadas, como seleccion 854 ejemplares que se distribuyen
por ejemplo las del tipo Ojo rectangular y en nueve tipos de figurillas; la cantidad de
cabeza plana, donde el nfasis puesto en la ejemplares por tipo se indica al inicio del es-
cadera (muy ancha) y las piernas (gruesas) tudio de cada uno. El criterio de seleccin para
corresponde ms a la voluntad de transmitir ilustrar el presente trabajo se bas en el buen
un concepto (de fertilidad) que una visin de estado de conservacin de las piezas, toman-
la realidad (figura 1). Las figurillas modeladas do como referencia las piezas completas;
del tipo Pnuco son ms realistas, pero no es una muestra representativa de dichas piezas
posible afirmar que se trate de retratos. completas aparece en las ilustraciones que
El uso del molde, que de acuerdo con acompaan este trabajo. Tambin he seleccio-
Ekholm fue utilizado en la Huasteca a partir nado varias piezas incompletas por sus carac-
del Clsico tardo y durante el Posclsico, no tersticas particulares y por no poder disponer
de ejemplares completos de algunos tipos de
8
Pia Chan, 1989, p. 166. figurillas.

132
una revisin de nueve TiPos de figurillas anTroPoMorfas de la HuasTeca PreHisPnica

El objetivo principal en esta primera etapa de atribuir a la tcnica personal de manufactura


investigacin fue seleccionar las categoras de los abundantes alfareros o talleres de alfa-
de figurillas ms caractersticas de la produc- rera que trabajaron en la Huasteca.
cin huasteca y para las cuales tenemos datos En este trabajo como se ha dicho pre-
publicados relativos tanto al contexto arqueo- sento una primera revisin de nueve tipos de
lgico como a su procedencia, completndolos figurillas, considerando varios aspectos relati-
con piezas bien conservadas. Para el estudio vos a la morfologa, contexto arqueolgico y
de los tipos seleccionados, he seguido las tipo- cronologa. En relacin con la cronologa, utili-
logas existentes, en particular los trabajos pu- zo la secuencia cultural establecida por Ekholm
blicados por Ekholm9 que an es la tipologa en la zona de Tampico-Pnuco, pues siete de
ms usada y ms completa hasta la fecha y los los nueve tipos de figurillas estudiados en este
de Guy y Claude Stresser-Pan.10 Escog siete trabajo fueron creados por este autor, mientras
tipos definidos por Ekholm y dos por Stres- que su correspondencia con la cronologa de
ser-Pan. No omit los importantes trabajos Mesoamrica fue realizada por Romn Pia
de Richard MacNeish;11 sin embargo, hasta la Chan.13 An falta mucho trabajo por hacer en
fecha no se encuentran materiales parecidos esta materia, pues el mismo Ekholm reconoci
en las colecciones estudiadas para completar que la datacin de varios tipos de figurillas no
su tipologa. De este autor he adoptado la defi- era segura, como mencionar ms adelante.
nicin de un tipo para clasificar las figurillas,
que deriva de sus trabajos sobre la tipologa uso y significado
cermica; segn MacNeish, un tipo de figurilla El uso y el significado de las figurillas de la
es una clase o un grupo de figurillas que com- Huasteca prehispnica son poco conocidos,
parten caractersticas similares y relacionadas ya que la mayora carecen de contexto arqueo-
entre s (como el mtodo de manufactura, el lgico. Aun cuando muchas de ellas procedan
tipo de ojo, oreja, nariz, adorno, tocado y el de excavaciones arqueolgicas metdicas, se
acabado) y que tienen una significacin tem- han encontrado en basureros y en rellenos, lo
poral (estratigrfica) o espacial.12 cual dificulta su interpretacin. Por ejemplo,
Infortunadamente, rara vez se puede apli- en las excavaciones de Guy y Claude Stresser-
car con exactitud esta definicin por la falta Pan en Tamtok se localizaron tres figurillas
de datos arqueolgicos, y en muchos casos la completas y 106 fragmentos, de los cuales slo
tipologa se limita a un estudio morfolgico una pieza se encontr en un contexto de ya-
y estilstico, lo que puede llevar a interpreta- cimiento preciso; las dems proceden de
ciones cronolgicas errneas. tierras de escombros o de relleno de las pla-
Adems, existe la posibilidad de que algu- taformas del sitio o en sondeos sin posibilidad
nas diferencias menores en los estilos se deban de datacin estratigrfica.14

Culto a la fertilidad
9
Ekholm (1944), Human figurines, pp. 435-459. La produccin de figurillas de barro en Meso-
10
Stresser-Pan (2000), Las figurillas en barro amrica empez desde el Preclsico y por lo
cocido, pp. 215-225; Stresser-Pan (2005), Figurillas general se asocia a pueblos sedentarios de
y grandes figuras de barro cocido, pp. 569-592.
11
MacNeish (1954), Figurines, pp. 586-599. religin aldeana;15 en la Huasteca, como en
12
Ibidem, p. 588: I would define a figurine type as otras partes del Mxico antiguo, la abundancia
being: a class or group of figurines composed of interre-
lated similar features (such as method of manufacture,
13
kind of eye, ear, nose, ornamentation, headdress, sur- Pia Chan (1959 y 1989).
14
face finish and mode of execution) that have temporal Stresser-Pan, 2005, p. 571.
15
(stratigraphic) or spatial significance. Lpez Austin, 1995, p. 427.

133
soPHie MarcHegay

de figurillas femeninas se relaciona con el Algunas figurillas podan incluso tener


culto propiciatorio a la fertilidad de la tierra, varios usos durante su historia. Un caso muy
el cual fue muy importante en esta regin. interesante es el de una figurilla completa pro-
Asimismo, la gran mayora de las figurillas cedente de Tamtok de tipo Pnuco A que
huastecas son femeninas: mujeres desnudas, se reutiliz en una ofrenda del periodo Pos-
a veces embarazadas, imgenes de la diosa de clsico tardo: esta pieza se encontr en una
la fertilidad que representan la tierra, la luna ofrenda de elevacin de la plataforma AE 1
y la fertilidad en general, como las figurillas (Montculo del Armadillo) que de acuerdo
del periodo II que evocan de manera muy con los arquelogos:
clara el concepto de fertilidad.16 Mientras que
en las figurillas de otras culturas del mismo como las ofrendas de elevacin de las plata-
periodo se haca hincapi en el torso, el pecho formas tenan como fin proteger el futuro de
y la cabeza, en la Huasteca el nfasis se cen- la casa que se construa sobre ellas, tenemos
la impresin de que la figurilla de tipo Pnu-
traba en la cadera y en la capacidad reproduc- co A quiz en un principio fue destinada a
tiva de la mujer, la cual se asociaba con la una funcin funeraria, se convirti en un
fertilidad de la tierra (figura 1). accesorio de ritos domsticos familiares.18
Es posible que la mayora de las figurillas
antropomorfas femeninas procedentes del Otras figurillas tienen caractersticas o atri-
sur de Tamaulipas y del norte de Veracruz se butos que permiten identificarlas, por ejem-
usaran en rituales agrcolas durante los cuales plo, las divinidades, las mujeres embarazadas
las figurillas fueran mutiladas y sacrificadas en que evocan la maternidad y la fertilidad en
los campos de cultivo. Existen rituales pareci- general, los jugadores de pelota, los individuos
dos en otras regiones, como lo muestran, por enfermos o con malformaciones. Sin embargo
ejemplo, los hallazgos en la zona arqueolgica en estos casos tambin el estudio del contex-
de La Ferrera (estado de Durango) realizados to arqueolgico es la manera ms confiable
por el arquelogo Arturo Guevara Snchez, de entender el uso y significado de estos ob-
donde se encontraron seis figurillas, en su jetos.
mayora femeninas, que fueron mutiladas
como parte de un ritual que solicitaba la Contextos funerarios
proteccin de las deidades relacionadas con Una de las funciones ms conocidas de las fi-
la agricultura.17 gurillas, es su uso como ofrenda funeraria, en
Respecto a la elevada cantidad de figurillas particular durante el Preclsico. En la Huaste-
femeninas que se elaboraron en la Huasteca, ca pocas figurillas se encontraron asociadas a
la gran mayora son imgenes similares; mu- entierros en excavaciones arqueolgicas; sin
jeres desnudas que se distinguen slo por los embargo, es posible que una gran parte de
adornos y por la manufactura. Estas piezas ellas que se encuentran completas procedan
se relacionan por lo general con el culto a la del saqueo de sepulturas.
fertilidad por su carcter femenino, pero se Du Solier excav nueve sepulturas de po-
usaban tambin en otros tipos de contextos ca prehispnica en bano.19 Cada esqueleto,
rituales, ceremoniales y funerarios que les excepto uno, tena una vasija capital, y con su
daban un significado distinto. brazo derecho detena una figurilla antropo-
morfa. En total se encontraron ocho figurillas

16
Ramrez, Marchegay y Florescano, 2006, pp.
18
40-41. Stresser-Pan, 2005, p. 574.
17 19
Conaculta (2005). Du Solier (1947).

134
una revisin de nueve TiPos de figurillas anTroPoMorfas de la HuasTeca PreHisPnica

femeninas y una masculina; de acuerdo con cascabeles de cobre, joyas de concha y de oro),
el arquelogo, el sexo de cada difunto corres- pero no contenan ninguna figurilla, quiz por
ponda al de la figurilla depositada como el carcter excepcional del entierro y el estatus
ofrenda funeraria; sin embargo, es imposible social particular de la persona sepultada.
comprobar dicha afirmacin, ya que el estudio Respecto al periodo Posclsico tardo, en
antropolgico de los restos humanos no se el sondeo 3 de Tancol se encontraron cinco
public. Du Solier concluy que los entierros entierros, pero stos no contenan ofrendas.25
eran del Preclsico; sin embargo, como lo En Tamtok las pocas sepulturas excavadas no
han demostrado Guy y Claude Stresser-Pan a tenan figurillas.26 En las numerosas sepulturas
propsito del material de Tamtok,20 una de las del sitio de Vista Hermosa, al sur de Tamauli-
dos figurillas publicadas por Du Solier21 es del pas, excavado por Guy y Claude Stresser-Pan,
tipo Pnuco C (periodo III); asimismo la fecha slo dos tuvieron una figurilla asociada: la se-
de este entierro es del periodo Clsico. La otra pultura VH V correspondiente a un individuo
figurilla que aparece en la misma publicacin adulto contena ofrendas de cermica dispues-
parece ms antigua y podra pertenecer al tas a lo largo de su lado derecho, entre ellas
Preclsico.22 una figurilla trpode del tipo Boca muy abier-
Los resultados de las excavaciones realiza- ta cubierta por un engobe blanco y con restos
das en San Antonio Nogalar no informan acer- de pigmento azul (figura 10);27 la sepultura 9,
ca de los contextos funerarios de las figurillas, perteneciente a un infante de tres aos que se
ya que las sepulturas fueron destruidas antes encontr en la plataforma de una habitacin,
de la llegada de los arquelogos. s tena varias ofrendas, entre ellas una figurilla
Al parecer, a partir del Clsico tardo y sedente pintada que segn los arquelo-
durante el Posclsico se perdi un poco la gos28 representa a Ehcatl-Quetzalcatl.
costumbre de incluir figurillas en las ofrendas
funerarias. En el sitio Pavn (localizado en P- Contextos secundarios
nuco, Veracruz) Ekholm encontr en el nivel 6 Muchas figurillas se han encontrado en basu-
(periodo V) una sepultura de infante deposita- reros o en rellenos; se trata de piezas incom-
da en un cajete con ofrendas de cermica: un pletas que fueron desechadas y son difciles
cuenco miniatura y una figurilla completa del de interpretar. Estas figurillas quiz tuvieron
tipo Moldeado.23 En el sitio de Las Flores (en un uso ritual, pudieron haber sido utilizadas
Tampico), el mismo arquelogo no encontr por ejemplo en rituales de fertilidad, de cura-
figurillas asociadas a los entierros, a pesar de cin o en limpieza de altares domsticos; en
que varios de ellos contenan ofrendas. los dos ltimos casos las figurillas podran
Durante 1999, en un salvamento arqueolgi- representar espritus o ancestros.29
co dirigido por Gustavo Ramrez Castilla en el
sitio de Tierra Alta, al norte de Tampico, se puso esTudio TiPolgico
al descubierto un entierro intacto del Posclsi- Ojo rectangular y cabeza plana (Flat rectangular-
co temprano.24 Una de las dos mujeres sepul- eyed type) (18 ejemplares)
tadas perteneca a la clase privilegiada, como Este tipo de figurillas (figura 1) fue definido
lo mostraron sus ofrendas (vasija de cermica, por Ekholm con base en una muestra de seis

20 25
Stresser-Pan, 2005, pp. 569-570. Ekholm, 1944, p. 409.
21 26
Du Solier, 1947, pl. V:: 1. Stresser-Pan (2005).
22 27
Ibidem, pl. V: 3. Ibidem, pp. 570-571.
23 28
Ekholm, 1944, p. 337 y fig. 38x. Ibidem, p. 571.
24 29
Ramrez Castilla (2000). Pasztorzy, 1995, p. 479.

135
soPHie MarcHegay

cabezas procedentes de la regin Tampico-


Pnuco.30 Los ojos estn indicados por una
incisin rectangular horizontal o achinada y
punzonada al centro. La pupila, en general,
est pintada de negro y las cejas se marcan por
dos lneas incisas. La cabeza es de forma cua-
drada y aplanada enfrente y atrs. Otra caracte-
rstica de este tipo son las orejas circulares
perforadas al centro y en relieve. La nariz es
triangular y se hizo con pastillaje; la boca es de
forma rectangular y a veces tiene labios pro-
tuberantes con una perforacin al centro,
como en las cabezas publicadas por Ekholm,
o varias pequeas perforaciones que indican
los dientes.
Unas figurillas caractersticas de este tipo
representan mujeres con piernas muy gruesas,
cadera ancha y cintura estrecha; los brazos
pueden ser muy cortos o casi inexistentes; no
obstante, stos pueden ser de tamao normal
y estar recargados sobre el vientre. En otros
casos, no es posible determinar si representan Figura 2. Figurilla antropomorfa femenina, tipo
hombres o mujeres, pues el cuerpo es plano y Ojos saltones (Bulging-eye type). Barro cocido. Alto:
7.6 cm. Ancho: 2.4 cm. Espesor: 3 cm. Periodo
liso, los pechos y el sexo no estn representa- Pnuco II. Procedencia desconocida. Museo de la
dos. La mayora de las piezas tienen pintura Cultura Huasteca, Tampico, Tamaulipas.
corporal negra y roja. Ekholm encontr slo
en este tipo de figurillas el uso de pigmento
negro y rojo, sin embargo, estos colores se del sitio de San Jos en la regin de Chicayn,
usaron tambin en otros tipos de figurillas Veracruz,31 fue encontrada una cabeza de este
(tipo Pnuco), pero en general los pigmentos tipo. Respecto a los 18 ejemplares estudiados,
no se conservaron de la misma manera; es po- siete proceden de Tancol y dos de Mata del
sible que la calidad de manufactura y acabado Muerto (Altamira, Tamaulipas).
contribuyera a la buena conservacin de la
pintura. La pasta es en general de grano fino Ojos saltones (Bulging-eye type) (tres ejemplares)
a muy fino y de color crema o gris claro, las El tipo Ojos saltones (figura 2) fue establecido
superficies estn muy bien pulidas, pintadas y por Ekholm (Bulging-eye type) con base en
cubiertas por un engobe lustrado. siete figurillas que no proceden de excavacio-
Acerca de las seis cabezas de figurillas se- nes sino de adquisiciones en los sitios El Pris-
leccionadas por Ekholm, cinco proceden de la co y Pavn.32 Asimismo, este tipo no fue muy
excavacin I de Tancol (nivel 3), del periodo bien definido, como lo reconoci el mismo
II (Preclsico tardo) y pertenecen al complejo Ekholm, pues incluye piezas de morfologa
Tancol. La ltima pieza fue adquirida en la isla
de la Pithaya en Tampico. En las excavaciones
31
Castellanos Conde, 1990, pp. 149-151, lm. 4,
fig. A
32
Ekholm, 1944, pp. 436 y 441, figs. 30: l, o, q, s,
30
Ekholm, 1944, p. 436, figs. 30a-f. y 31: e, I, k.

136
una revisin de nueve TiPos de figurillas anTroPoMorfas de la HuasTeca PreHisPnica

diferente (como una del tipo Pnuco A) que


pudieran haber sido catalogadas en distintas
categoras, ya que se trata de un tipo estable-
cido slo en criterios estilsticos. Es por lo
anterior que hemos excluido dos33 de las siete
figurillas seleccionadas por Ekholm para for-
mar un grupo ms homogneo, conformado
con algunos ejemplares completos. Segn
Ekholm, estas figurillas se distinguen por unos
ojos abultados; sin embargo, stos no son muy
notables.
Las cabezas se caracterizan sobre todo por
tener un tocado alto y rectangular, con ngulos
redondeados en su parte superior y separado
por una lnea incisa vertical en medio. Se trata
de la representacin de una cabeza con cabe-
llo que muestra deformacin craneana. Las
orejeras son circulares con una perforacin al
centro. Las figurillas son de tamao pequeo
(menos de 10 centmetros), tienen brazos
cortos y cintura pequea. La arcilla es fina, de
color caf claro o gris claro, con una superficie
bien alisada y por lo general cubierta por un Figura 3. Figurilla antropomorfa tipo Pnuco
engobe lustrado. A. Barro cocido. Alto: 10.9 cm. Ancho: 3.4 cm.
Espesor: 2.3 cm. Procedencia desconocida.
Segn Ekholm, las figurillas del tipo Ojos Periodo: Pnuco II-III. Museo de la Cultura
saltones pertenecen al periodo II por provenir Huasteca, Tampico, Tamaulipas.
del sitio El Prisco, donde se encontraron ma-
teriales arqueolgicos del periodo II e inicio
del periodo III (Preclsico tardo-inicio del gulares) y por unos rostros pellizcados a la al-
Clsico temprano). En Tamtok Guy y Claude tura de la boca. La nariz es pellizcada y a veces
Stresser-Pan encontraron una cabeza de este indicada por dos perforaciones circulares. La
tipo pero no se pudo fechar pues se encontr boca tiene forma variada, puede estar indicada
en contexto secundario.34 por una incisin horizontal o por dos perfo-
raciones circulares. Los tocados son sencillos
Pnuco A (Panuco A type) (44 ejemplares) y estn hechos con pastillaje; algunos tienen
El tipo Pnuco A fue definido por Ekholm de la forma de cresta. Las orejeras son circulares
acuerdo con una muestra de 46 figurillas.35 Las con una perforacin al centro o son colgan-
figurillas de este tipo (figura 3) se caracterizan tes; algunas piezas llevan un collar con un
por unos ojos generalmente oblicuos indica- pectoral.
dos por tres pequeas perforaciones (una de He excluido de la seleccin de Ekholm tres
forma circular al centro y las laterales trian- figurillas incompletas procedentes de Pnuco
(adquisiciones); dos de ellas llevan un gorro
cnico36 y se parecen ms al tipo Pnuco B por
33
Ibidem, figs. 30o y 31e.
34
Stresser-Pan, 2005, p. 571.
35
Ekholm, 1944, pp. 441-442, figs. 31a-d, f-h, j y
36
m y 33. Ibidem, fig. 33:q, t y u.

137
soPHie MarcHegay

completas del Museo de la Cultura Huasteca


de Tampico pudimos reconstituir la forma
completa de este tipo de figurillas. Se trata de
individuos acostados con un cuerpo en forma
de tabla (quiz nios en cuna), o dos personas
sentadas con un cuerpo muy estilizado en for-
ma de tabla tambin y unidos por los brazos y
las piernas (figura 4).
La fecha del tipo Pnuco A est bien esta-
blecida gracias a varios ejemplares que pro-
ceden de niveles estratigrficos definidos, en
particular de las excavaciones del sitio Pavn,
donde se encontraron desde el nivel 8 hasta
el 13. Dos piezas proceden de los niveles 3 y 5
Figura 4. Figurillas antropomorfas unidas por las del sitio El Prisco. Ekholm concluy que el tipo
piernas y los brazos, tipo Pnuco A. Barro cocido. Pnuco A se inici en el periodo II (Preclsico
Alto: 4.3 cm. Largo: 10.25 cm. Ancho: 2.9 cm. tardo) y dur hasta la primera mitad del IV
Periodo: Pnuco II-III. Procedencia desconocida.
(700-800 d.C.).
Museo de la Cultura Huasteca, Tampico,
Tamaulipas.
Pnuco B (Panuco B type) (442 ejemplares)
El tipo Pnuco B fue tambin definido por
la manufactura y la forma de los ojos indicados Ekholm con una muestra de 63 figurillas, de
por perforaciones ms grandes. las cuales 11 proceden de excavaciones.39 Las
Las piezas conservadas completas o casi figurillas modeladas de los tipos Pnuco B y C
completas muestran mujeres con brazos son parecidas, pero se diferencian por el ta-
cortos, separados del cuerpo o a veces pega- mao y el acabado de las piezas: las figurillas
dos, pechos pequeos, cintura no marcada y del tipo Pnuco B son en general de tamao
piernas abultadas. Hay representaciones de menor y de manufactura ms burda (figura
mujeres cargando a un infante en un brazo, 5). El rostro se modelaba de manera indepen-
parecidas a otros tipos de figurillas tempranas. diente (como una mscara) sobre una tabla
Algunas ms son individuos de sexo indefini- de arcilla, la cual se pegaba a una placa grue-
do, con el pecho liso. El tamao de las piezas sa o un cilindro de arcilla que conformaba la
es relativamente pequeo (menos de 10 cm parte trasera de la cabeza, el cuello y el tronco
de alto). La pasta es de grano fino y de color o el cuerpo. En varios casos el rostro se despe-
crema o beige, sin engobe. g de la cabeza de la figurilla y se ha conser-
Existe tambin una categora particular de vado as de manera independiente.40 Los ojos
figurillas con cabeza del tipo Pnuco A que estn indicados por una perforacin circular
Ekholm describi sin poder entenderlas como al centro y dos laterales triangulares y oblicuas.
cuadrpedos o sentadas en un taburete, ya La nariz est hecha de una pieza de arcilla
que slo dispona de piezas incompletas del triangular alargada bien pegada al rostro; la
cuerpo37 y de hecho public el dibujo de una boca se hizo con pastillaje, al igual que la nariz,
de ellas en su estudio de las pipas.38 Gracias a con una placa gruesa de forma ovalada de ar-
un examen comparativo con tres figurillas casi cilla en la cual se hizo una incisin horizontal

37 39
Ibidem, p. 442. Ibidem, (1944), p, 442, fig. 34.
38 40
Ibidem, fig. 50:k. Ibidem, fig. 34s.

138
una revisin de nueve TiPos de figurillas anTroPoMorfas de la HuasTeca PreHisPnica

una del nivel 9); dos piezas se encontraron


en las excavaciones del sondeo III de Tancol
(una al nivel 9 y la otra al nivel 11). Ekholm
encontr en el nivel 1 del sitio El Prisco una
pieza incompleta, pero no est seguro de que
pertenezca a este tipo y de hecho no est ilus-
trada en su publicacin.
Las figurillas del tipo Pnuco B y C son las
ms caractersticas de la cultura huasteca pues
en ellas se plasm un tipo fsico y un estilo
originales que se siguieron reproduciendo du-
rante varios siglos. De acuerdo con Ekholm, el
tipo Pnuco B se encontr a partir del periodo
III (Clsico temprano) y se sigui fabricando
en pocas posteriores, hasta la primera mitad
del periodo VI (Posclsico temprano). Como
lo hizo para fechar otros tipos de figurillas, el
Figura 5. Figurilla antropomorfa tipo Pnuco autor se basa en el resultado de sus excavacio-
B. Barro cocido. Alto: 9.4 cm. Ancho: 5.7
cm. Espesor: 3.9 cm. Periodo: Pnuco III-VI.
nes y la procedencia de piezas adquiridas. Para
Procedencia desconocida. Museo de la Cultura mostrar la continuidad del tipo B durante va-
Huasteca, Tampico, Tamaulipas. rios siglos, Ekholm se basa en cinco ejemplares
procedentes del sitio Las Flores (dos estn ilus-
trados pero no proceden de excavaciones42 y
o ligeramente curva, lo que produce en mu- dos piezas fueron encontradas en el sondeo III
chas piezas unos labios prominentes con las de Tancol).43 La mayor parte de la coleccin
extremidades hacia abajo. Los tocados son de Ekholm son piezas adquiridas en Pnuco
generalmente sencillos y en forma de arco. que no se pueden fechar, y el mismo arque-
Las orejeras son discoidales, con una perfora- logo es cauteloso en cuanto a sus conclusiones
cin al centro. Segn Ekholm las figurillas de sobre la cronologa del tipo Panuco B.
pie parecen ser ms comunes que las senta-
das;41 sin embargo, la mayora de las piezas Pnuco C (Panuco C type) (14 ejemplares)
completas del tipo Pnuco B que hemos estu- El tipo Pnuco C tambin fue definido por
diado representan personajes sentados. Las Ekholm con base en una muestra de 26 pie-
figurillas del tipo Pnuco B representan gene- zas.44 Se trata de una forma ms elaborada del
ralmente mujeres sentadas (a veces en posi- tipo Pnuco B y en general son de mayor ta-
cin de loto), pero en muchos casos no se mao (figura 6). Las figurillas se caracterizan
puede identificar el sexo del personaje. por un excelente acabado y una superficie muy
Estas piezas son abundantes en la regin bien pulida. La arcilla es fina, de color caf
de Tampico-Pnuco; infortunadamente, muy claro, beige o anaranjado. El tipo Pnuco C
pocas proceden de excavaciones o contextos se conoce tambin por haber producido unas
bien definidos. Ocho figurillas proceden de las figurillas de gran tamao (30 cm o ms de al-
excavaciones del sitio Pavn en Pnuco (tres to) que constituyen uno de los ms espectacu-
del nivel 12, tres del nivel 11, una del nivel 10,
42
Ibidem, figs. 34f y s.
43
Ibidem, figs. 34c y k.
41
Ibidem, p. 442. 44
Ibidem, pp. 442 y 445, fig. 35.

139
soPHie MarcHegay

que los del tipo Pnuco B ; algunos son muy


altos y tienen una especie de trenza o de co-
rona decorada con pastillaje que en la parte
trasera llevan una placa rectangular erguida,
decorada con pequeas incisiones en la parte
superior. Los ejemplares completos que se
conocen muestran jugadores de pelota y mu-
jeres desnudas. Los cuerpos son esbeltos con
cintura pequea, con las piernas ligeramente
flexionadas, los brazos largos y despegados del
cuerpo. Varias piezas fueron pintadas de negro
para destacar algunas partes del cuerpo y de
la cabeza (cabello, cejas, ojos). En casos ms
raros la pieza completa fue pintada de rojo y
cubierta por un engobe lustrado.
De acuerdo a la cronologa de Ekholm,
las figurillas del tipo Pnuco C pertenecen al
periodo III (Clsico temprano) y tal vez al pe-
riodo IV (Clsico tardo); sin embargo, acerca
de las 26 piezas seleccionadas por el arque-
logo, solamente seis fueron encontradas en
niveles bien definidos de la excavacin del
sitio Pavn (niveles 11 y 12), y el arquelogo
reconoce que la datacin de este tipo no
es completamente segura.45 La mayora de
las figurillas seleccionadas por Ekholm son
adquisiciones de la regin de Pnuco, ya que
Figura 6. Figura antropomorfa femenina tipo no encontr figurillas de este tipo en El Prisco
Pnuco C. Restos de pintura blanca. Barro o en Las Flores ni en Tancol; por lo que se
cocido. Alto: 32 cm. Ancho: 9.5 cm. Espesor: basa en su ausencia en estos sitios para
5.5 cm. Periodo: Pnuco III. Procedencia excluir el tipo Pnuco C de los periodos II,
desconocida. Museo de la Cultura Huasteca,
V y VI. Las figurillas del tipo Pnuco C quiz
Tampico, Tamaulipas.
pertenecen al periodo III, dados los hallazgos
arqueolgicos en el sitio de Pavn, aunque
lares testimonios de la destreza de los artesa- todava no tenemos evidencia arqueolgica de
nos huastecos para modelar figurillas. su fabricacin durante el periodo IV.
La tcnica de fabricacin es similar a la del
tipo Pnuco B y sus caractersticas son pare- Retrato (Portrait type figurines) (38 ejemplares)
cidas, pues se indican de la misma manera: Las figurillas del tipo Retrato (figuras 7a, 7b y
los ojos, la nariz y la boca, aunque la cabeza 7c) de la Huasteca se caracterizan por tener
por lo comn es de tamao mayor y tiene un la cabeza moldeada, similar al tipo Retrato del
mejor acabado. Las figurillas del tipo Pnuco periodo III de Teotihuacan; estudiadas y cla-
C representan en general personajes masculi- sificadas por Ekholm (Portrait Type Figurines)
nos o femeninos de pie, desnudos o slo ves-
tidos con un taparrabo, a veces con sandalias.
Los tocados son ms complejos y ms variados 45
Ibidem, p. 445.

140
una revisin de nueve TiPos de figurillas anTroPoMorfas de la HuasTeca PreHisPnica

Figura 7c. Cabeza de figura antropomorfa tipo


Retrato, variedad 3. Barro cocido. Alto: 7.5 cm.
Ancho: 7.8 cm. Espesor: 3.7 cm. Periodo: Pnuco
III-IV.Procedencia: sur de Tamaulipas. Museo de
la Cultura Huasteca, Tampico, Tamaulipas.
Figura 7a. Figura antropomorfa femenina sentada
en posicin de loto, tipo Retrato, variedad 1.
Pintada de blanco. Barro cocido. Alto: 12.8 cm.
en sus excavaciones de la regin de Pnuco y
Ancho: 6.7 cm. Espesor: 5.5 cm. Periodo: Pnuco
III-IV. Procedencia desconocida. Museo de la Tampico,46 bas sus observaciones en un con-
Cultura Huasteca, Tampico, Tamaulipas. junto de 23 piezas, de las cuales 10 proceden
de las excavaciones del sitio Pavn. Aos des-
pus Guy Stresser-Pan encontr 29 cabezas
de figurillas de este tipo en San Antonio No-
galar.47
Los rostros son realistas con caractersticas
finas, regulares y de apariencia femenina. Los
ojos no estn muy marcados; slo presentan
una muy ligera depresin, y por la protuberan-
cia de las cejas, la pupila no est indicada. La
boca est entreabierta o cerrada. La parte pos-
terior de la cabeza es por lo general plana o li-
geramente cncava o convexa. Las cabezas son
slidas, excepto algunas piezas encontradas
por Stresser-Pan en San Antonio Nogalar48
que tienen la cabeza parcialmente hueca. La
cabeza moldeada se acomodaba a un cuerpo
modelado y se adornaba con pastillaje y pin-

Figura 7b. Cabeza de figura antropomorfa tipo 46


Ibidem, pp. 446 y 451, fig. 37.
Retrato, variedad 2. Pintada de blanco. Barro 47
Stresser-Pan, 2000, pp. 215-218, figs. 88 a 90,
cocido. Alto: 8.1 cm. Ancho: 7.1 cm. Espesor: foto 21.
4 cm. Periodo: Pnuco III-IV. Procedencia: sur 48
Ibidem, fig. 89: 1. En la seleccin de figurillas del
de Tamaulipas. Museo de la Cultura Huasteca, tipo Retrato publicadas por Ekholm, el autor menciona
Tampico, Tamaulipas. una cabeza parcialmente hueca que fue hecha al pare-

141
soPHie MarcHegay

tura. Son raros los ejemplares completos, y forma rectangular y curva; sta se pintaba
en su mayora muestran mujeres en posicin generalmente de blanco y a veces se adornaba
sentada. La arcilla por lo comn es de color con pastillaje o incisiones. La parte trasera
caf claro, rosado o anaranjado. de las cabezas es plana, irregular o cncava,
El anlisis morfolgico del tipo Retrato como las del tipo Moldeado. El proceso de
nos ha permitido distinguir hasta ahora tres fabricacin de estas figurillas, que incluye en
variedades que se clasifican por el tamao y el mismo molde la cabeza con el tocado, di-
la forma de la cabeza, as como por su tcnica ficulta el anlisis tipolgico de algunas piezas
de fabricacin. que se parecen mucho al tipo Moldeado, como
Algunas figurillas tienen la cabeza sin to- observ Stresser-Pan a propsito de algunas
cado y sin pelo (figura 7a) o a veces la tienen figurillas del tipo Retrato encontradas en San
envuelta en lo que parece ser una tela gruesa Antonio Nogalar.49
que cubre los lados y la parte superior de la De acuerdo con las conclusiones de
cabeza (tipo Retrato, variedad 1), la cual en Ekholm, el tipo Retrato es un poco anterior
ocasiones lleva una perforacin en la parte al tipo Moldeado, ya que se inicia al final del
frontal. La cabeza, de tamao relativamente periodo III (600-700 d.C.) y perdura hasta el
pequeo (entre 2 o 3 cm de altura), est ela- final del IV (1000 d.C.). Sin embargo, esta
borada en molde y luego se pegaba sobre una cronologa corresponde sobre todo al tipo
prolongacin del cuello; los adornos (como Retrato variedad 1 que encontr Ekholm;
orejeras, collar, tocado y cabello) se agregaban todava no hemos podido establecer una cro-
por pastillaje. La mayora de los ejemplares nologa precisa de las otras dos categoras del
conocidos hasta ahora, gracias a excavaciones tipo Retrato, que probablemente pertenezcan
y recolecciones de Ekholm, proceden de la al periodo IV. Podemos suponer que el tipo
zona de Tampico-Pnuco. Retrato variedad 1 es el ms antiguo por su
Hay otras figurillas de mayor tamao (tipo similitud con las figurillas de Teotihuacan; el
Retrato, variedad 2, figura 7b); aunque no tipo Retrato variedad 3 es tal vez el ms tardo,
conocemos ejemplares completos, el volumen por su analoga con el tipo Moldeado, podra
de las cabezas, superior a los 5 cm de altura formar una transicin entre el tipo Retrato
y de largo, indica que son figurillas ms altas y el tipo Moldeado. Sin embargo, se trata de
que las del tipo Retrato, variedad 1. Las figuri- hiptesis que slo con ms excavaciones ar-
llas se caracterizan por sus tocados y adornos queolgicas se podrn confirmar.
elaborados con pastillaje, as como por una
mejor calidad de manufactura y un buen Moldeado (Mold-made figurines) (238 ejemplares)
acabado. Las cabezas fueron moldeadas de la El tipo Moldeado fue establecido por Ekholm
misma manera que el tipo Retrato, variedad con una seleccin de 58 cabezas y 43 fragmen-
1, que luego se adornaban con pastillaje y se tos de cuerpos.50 Las figurillas de este tipo se
pintaban. Finalmente hay otras piezas (tipo caracterizan por tener la cabeza moldeada con
Retrato variedad 3, figura 7c) de tamao el tocado en una sola pieza, la cual se pegaba
muy variable; se caracterizan por tener la a un cuerpo modelado y luego se adornaba
cabeza moldeada con su tocado incluido, de con pastillaje y pintura (figura 8). Los rostros
no se retocaban despus de moldearlos, como
se acostumbraba; por ejemplo, en la fabrica-
cer por separado y no pegada al cuerpo, sin embargo
consideramos que no se trata de una figurilla de este
tipo ya que tiene rasgos diferentes y se trata quiz de
49
una figurilla zoomorfa parecida a un mono (Ekholm, Stresser-Pan, 2000, p. 218.
50
1944, fig. 37q). Ekholm, 1944, pp. 451-452, fig. 38.

142
una revisin de nueve TiPos de figurillas anTroPoMorfas de la HuasTeca PreHisPnica

un crculo inciso en el centro o son simples dis-


cos lisos, a veces en forma de flor. Los cuerpos
son modelados y en general macizos, aunque
hay algunos huecos (casos particulares: figuras
huecas, silbatos, sonajas, etc.). Algunas figurillas
completas muestran personajes sentados en po-
sicin de loto o de pie. La ropa es muy sencilla y
contrasta con la riqueza de los adornos: el torso
por lo general est desnudo y una faldita cubre
la parte anterior y lateral de la cadera, pero no la
parte posterior. La mayora de las figurillas tie-
nen restos de un engobe blanco a base de cal,
no lustrado, que cubra la cabeza y el cuerpo.
Se usaba tambin pintura negra para destacar
los ojos (en ocasiones pintados por un cuadro
negro), las cejas (en algunos casos indicadas
por una serie de puntos que tal vez representan
escarificaciones) y la boca.
Figura 8. Figura antropomorfa sentada, tipo
Moldeado. Pintada de blanco. Barro cocido. Alto: Las figurillas del tipo Moldeado son muy
17.5 cm. Ancho: 9.5 cm. Espesor: 6.5 cm. Periodo: comunes en la regin de Tampico-Pnuco y en
Pnuco IV-V. Procedencia desconocida. Museo de general en el sur de Tamaulipas y en el norte
la Cultura Huasteca, Tampico, Tamaulipas. de Veracruz. Ekholm seleccion 58 cabezas y
43 fragmentos de cuerpos procedentes de la
zona de Tampico-Pnuco, de los cuales slo una
cin de las figurillas moldeadas de Teotihua- parte procede de excavaciones del sitio Pavn
can, stas slo se pintaban. La placa de arcilla (19) y de Las Flores (se desconoce la cantidad).
presionada en el molde para fabricar la cabeza Las otras piezas fueron adquiridas en Pnuco,
es ms delgada y ancha que en el tipo Retrato. Zaquil, San Cristbal, Chila y Las Flores. En las
En algunos casos el molde era muy sencillo y excavaciones de Tamtok, Guy y Claude Stresser-
al parecer slo tena el motivo del rostro (sin Pan encontraron una cabeza de este tipo51 pero
el tocado). La parte posterior de la cabeza en procede de tierras de relleno. La cronologa
general es cncava, a veces plana con una su- fue establecida por Ekholm con base en la
perficie irregular y en algunos ejemplares se estratigrafa de los sitios Pavn y Las Flores y
pegaba una placa delgada de arcilla a la parte tambin en la distribucin geogrfica de las figu-
trasera de la cabeza para dejarla hueca. rillas en la zona de Tampico-Pnuco. El arque-
Los rostros son ms anchos y ms planos logo concluy que el tipo Moldeado aparece al
que los del tipo Retrato. El tocado tiene como inicio del Periodo IV (alrededor de 700 d.C.) y
forma bsica una banda ancha y curva que cu- dur hasta el V (Posclsico temprano).
bre toda la parte superior de la cabeza y le da
una forma triangular. El tocado lleva en general Someramente Moldeado (52 ejemplares)
unos motivos geomtricos prediseados en el El tipo Someramente Moldeado (figura 9) fue
molde. Los adornos pegados al tocado median- definido por Guy y Claude Stresser-Pan en su
te pastillaje le dan una forma muy compleja, publicacin del material arqueolgico de Tam-
mientras que en otras piezas es un simple arco
de arcilla. Las orejeras son discoidales, como en
el tipo Retrato, pero de mayor tamao; llevan 51
Stresser-Pan, 2005, p. 575.

143
soPHie MarcHegay

Boca muy abierta (cinco ejemplares)


El tipo Boca muy abierta fue definido por Guy
y Claude Stresser-Pan en su publicacin del
material arqueolgico de Tamtok, donde se
encontraron varios ejemplares.54 Al igual que
las piezas de tipo Someramente moldeado,
con las cuales presentan cierta similitud, las
figurillas Boca muy abierta no fueron en-
contradas por Ekholm en la zona de Tampico-
Pnuco, a pesar de ser comunes para la re-
gin de Tamun. Las piezas moldeadas, se
caracterizan por un rostro con la boca muy
abierta. De acuerdo con Guy y Claude Stresser-
Pan, estas piezas evocan los ritos de desolla-
miento y pueden representar al dios Xipe
Totec o a la diosa Tlazoltotl, ya que muchas
Figura 9. Figurilla antropomorfa femenina, diosa piezas son femeninas. Por otra parte, las pocas
de la fertilidad, tipo Someramente moldeado. piezas que se conservan completas muestran
Barro cocido. Alto: 8.7 cm. Ancho: 3.5 cm. mujeres con los brazos recargados sobre el
Espesor: 1.75 cm. Periodo: Posclsico tardo. vientre, que evocan a la diosa de la fertilidad
Procedencia desconocida. Museo de la Cultura huasteca.
Huasteca, Tampico, Tamaulipas.
Dos mtodos de fabricacin se emplearon
para elaborar las cabezas:
tok.52 Ekholm no mencion esta categora de
figurillas ni aparecen piezas de este tipo en las [] en uno la pieza era maciza y realizada
ilustraciones de su publicacin respecto a completamente con molde. En el otro, el
las excavaciones en Tampico y Pnuco. Tal vez rostro, moldeado, se pegaba por sus bordes a
una placa de arcilla que prolongaba el cuerpo,
l no haya encontrado este tipo de figurillas placa en la cual ya estaban modelados el to-
en esta zona, pues es ms comn en la Huas- cado y los adornos de las orejas. En este caso,
teca potosina, por ejemplo en la regin de la cabeza era hueca alrededor de la abertura
Tamun. Las figurillas son moldeadas de una de la boca.55
sola pieza, macizas, y se caracterizan por tener
caractersticas difusas y muy poco relieve. No En general las piezas son de manufactura
estn adornadas con pastillaje o incisiones; burda, las caractersticas son difusas (cuando
slo se cubre la superficie alisada por un en- el rostro es modelado) o modeladas con des-
gobe blanco a base de cal. cuido; las superficies no son bien pulidas y se
Por lo comn estas piezas representan cubren con un engobe blanco a base de cal.
mujeres, tal vez diosas, que se distinguen por De acuerdo con Guy y Claude Stresser-Pan,
el tocado, de forma triangular, semicircular estas figurillas pertenecen al Posclsico tardo.
o cnica (como un ejemplar procedente de Adems de Tamtok, los mismos investigadores
Tamtok);53 las orejeras son discoidales y a veces encontraron otros ejemplares en los sitios de
no estn presentes. Las figurillas de este tipo Tamante (San Luis Potos) y Vista Hermosa
pertenecen al periodo Posclsico tardo. (Tamaulipas).

54
52
Ibidem, pp. 575-577. Ibidem, pp. 577-579.
55
53
Idem. Ibidem, p. 577.

144
una revisin de nueve TiPos de figurillas anTroPoMorfas de la HuasTeca PreHisPnica

variaciones en el tiempo y en el espacio. Asi-


mismo, las figurillas constituyen un testimonio
clave para el conocimiento de las diferentes
etapas de su desarrollo cultural. La importan-
cia y la continuidad de esta tradicin alfarera
en la Huasteca, ms precisamente en el sur de
Tamaulipas y el norte de Veracruz, reflejan la
cultura de un pueblo de agricultores, en la
cual los ritos de fertilidad se consideraban
como primordiales para su sobrevivencia.

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146
asenTaMienTos anTiguos
en el rea de TaMaZuncHale, san luis PoTos
Javier Martnez Gonzlez*

A partir de marzo de 2003, con motivo de la da, de los que vamos a tratar en esta oportu-
construccin de una central termoelctrica, nidad (figura 1). En la margen derecha se ha
la Direccin de Salvamento Arqueolgico del intervenido en parte de los asentamientos de
inaH inici de manera formal el trabajo de Las Vegas y Los Bordones.
campo del Proyecto Arqueolgico El Clrigo, La composicin de los sitios fue diversa,
en el extremo sureste de San Luis Potos, a travs de la forma y volumen se identifica
municipio de Tamazunchale, coordinado por cmo modificaron el espacio, al igual que la
quien suscribe. distinta temporalidad y funcin social que
En varias temporadas de campo, distribui- desempearon.
das a lo largo de dos aos, se trabaj una serie El desarrollo observado se presenta por lo
de sitios con acciones encaminadas a la pro- menos desde el Clsico medio (alrededor del
teccin e investigacin de los mismos. En este 400 de nuestra era) hasta el Posclsico tardo
escrito se presenta una parte de los estudios (1200-1520 de nuestra era), lo que confirma
realizados, as como algunos aspectos necesa- que existan condiciones que permitieron el
rios para situarlos dentro de la problemtica progreso regional durante ms de mil aos de
acadmica de definicin regional y de carac- historia antigua.
terizacin de restos culturales. Algunos sitios revelan su carcter monu-
mental con grandes estructuras ocupando
los siTios extensas superficies; tambin estn presentes
En la zona indicada, principalmente a orillas asentamientos de elite o residenciales que con-
del ro Moctezuma, se localiza una serie de servan una disposicin espacial ordenada;
asentamientos arqueolgicos; se intervino en finalmente, existen vestigios de sitios habita-
siete de stos y en varios de los conjuntos que cionales con arquitectura baja localizados en
los integran, con diferentes tipos de exploracio- pequeos lomeros, los que al parecer no
nes, desde sondeos estratigrficos hasta exca- muestran un mayor acomodo del que el terre-
vaciones extensivas de unidades completas. no les condicionaba, o que las necesidades les
Los sitios arqueolgicos trabajados fueron fueron marcando a lo largo del tiempo.
El Clrigo, El Cedro, El Orejn, Las Chacas y
Cuixcuatitla, localizados en la margen izquier- El rea de trabajo y su entorno fsico
La investigacin se hizo en un terreno de 400
* Direccin de Salvamento Arqueolgico. hectreas, localizado en una zona de transi-

147
javier MarTneZ gonZleZ

Figura 1. La regin de estudio y los sitios intervenidos.

cin entre lo fragoso de las estribaciones de Esta regin natural pertenece a la provincia
la Sierra Madre Oriental y la suavidad de la de la Llanura Costera del Golfo y a la parte
planicie costera del Golfo, a poco ms de 100 baja de la Sierra Madre Oriental. El sustrato
metros de altitud sobre el nivel del mar, junto geolgico est compuesto por depsitos sedi-
a la margen izquierda del ro Moctezuma, el mentarios integrados sobre todo por areniscas,
cual forma, en esta zona, una enorme vuelta margas y lutitas que muestran un plegamiento
que ha facilitado el depsito de los ricos sedi- intenso (inegi, 1985a y b). Es comn encon-
mentos que han servido de asiento a los grupos trar a lo largo de la regin las mismas rocas;
humanos durante largos periodos en esta de esta manera, de Tamazunchale a Ciudad
parte de la Huasteca potosina. Valles, de Tantoyuca a Huejutla, y de Tuxpan

148
asenTaMienTos anTiguos en el rea de TaMaZuncHale, san luis PoTos

Figura 2a. El entorno natural.

a Tampico se pueden ver cortes que muestran cedro, chaca, bano, jalamate, palo de rosa,
las lajas de arenisca que ancestralmente han higueras, aquiche, chote, mojo y chijol (Puig,
servido para la construccin de viviendas, de 1991), adems del cocuite, rbol de erguidas
templos y para la elaboracin de esculturas ramas que se aprovechan en la manufactura
(figuras 2a y 2b). de las cercas vivas con que de manera fortuita
El clima que predomina en la zona es se ven decorados los caminos durante los pri-
clido-hmedo, con temperaturas medias de meros meses del ao, cuando florea.
entre 22 y 25oC, y mximas de hasta 50oC o
ms. La precipitacin se presenta de manera la HuasTeca
torrencial, bsicamente de los meses de julio a Los sitios se localizan en la porcin sur de la
octubre (Los municipios de Mxico, 1988a y b). Huasteca potosina. La Huasteca es un amplio
La naturaleza de la regin es exuberante, territorio del que se ha discutido su demarca-
no conoce modestias cuando se trata de ve- cin, pues en su definicin se contemplan
getacin, calor y lluvias, aqu han convivido criterios de diversa ndole, ya geogrfica, ya
con los seres humanos enormes especies de lingstica, ya natural, los cuales constituyen
rboles propios de la selva tropical que crecen aspectos sujetos a movilidad que no marcan
en suelos arcillosos, principalmente regosoles divisiones precisas. Esto ha complicado llegar
y vertisoles, adems de frtil tierra limosa o a un acuerdo, sobre todo cuando se trata de
acuitate, presente en las orillas o vegas de los hacer corresponder atributos del medio fsico
ros; existen especies como la ceiba, orejn, con elementos de tipo tnico y cultural.

149
javier MarTneZ gonZleZ

Figura 2b. Otro aspecto del entorno natural.

Sin embargo, existe consenso para situar a exuberante y agua en variadas formas. En
la Huasteca en un rea que comprende varios cuanto al medio fsico, stos son los elemen-
estados, principalmente la parte oriente de tos que identifican y le dan homogeneidad a
San Luis Potos, el sur de Tamaulipas, norte la zona.
de Veracruz, norte y noreste de Hidalgo e, Un hecho peculiar de la regin es que se ha
incluso, una pequea porcin del noreste de ido reduciendo debido a varias situaciones, as,
Quertaro (Gutirrez et al., 1997: 35), aunque desde la poca prehispnica padeci los emba-
hay quien incluye tambin una fraccin del tes expansionistas de los mexicas, iniciados por
estado de Puebla. Moctezuma I y que continuaron otros tlahtoanis
De esta manera, de poniente a oriente se hasta entrado el siglo xvi; sus acciones fueron
ubicara desde las laderas de barlovento de la sometiendo la antigua regin teenek, obligando
Sierra Madre Oriental hasta el Golfo de Mxi- a los grupos humanos a retirarse hacia zonas
co, por el norte su lmite es la cuenca del ro serranas. Una muestra es la conquista mexica
Tames con su numeroso sistema de afluentes de Oxitipa, una de las antiguas capitales re-
y lagunas, mientras que al sur corresponde al gionales de la Huasteca alrededor de 1514
ro Tuxpan demarcar de manera tenue esta re- (Stresser-Pan et al., 2001: 58).
gin con sus vecinos totonacos. Es una regin Durante la etapa colonial su territorio
que se distribuye hasta una altitud mxima fue escenario de querellas provocadas por la
de mil metros sobre el nivel del mar, que es ambicin y administracin protagnica de
donde existen las caractersticas condiciones conocidos conquistadores espaoles como
climticas de calor y humedad, con vegetacin Hernn Corts, Francisco de Garay y Nuo de

150
asenTaMienTos anTiguos en el rea de TaMaZuncHale, san luis PoTos

Guzmn; en esa etapa se diezm de modo no- toda la regin, propuesta por Leonor Merino
table a la poblacin nativa, por enfermedades Carrin, nuestra homenajeada, y el profesor
y epidemias contra las que no tuvieron defen- Garca Cook (1987: 31-72).
sa, adems de la salida forzosa de los naturales Estudios ms actuales han hecho propues-
que, de manera comn, fueron llevados hacia tas y continan puliendo las secuencias cultu-
las Antillas como esclavos. rales y tipologas conocidas con la finalidad
Un modo que hace evidente el desplaza- de caracterizar mejor el desarrollo cultural
miento referido es la distribucin geogrfica que ha existido en la Huasteca a nivel de sus
actual de poblaciones cuyo nombre empieza elementos iconogrficos y de patrn de distri-
con el locativo huasteco tam o tan, que rebasa bucin de rasgos. Ejemplo de estos trabajos
con mucho el rea donde actualmente se los realizados por Merino Carrin (1984) y
habla teenek o huasteco, y desde hace tiempo Merino Carrin y Garca Cook (1985, 1989:
son zonas de habla nahua o mestizas. 101-118, 2002: 48-74), Ochoa (1979, 1989,
1999, 2005: 549-584), Dvila y Zaragoza (1991)
Algunos antecedentes y Zaragoza (2003a: 125-140; 2003b).
En la Huasteca se han hecho diferentes estu- El propsito de este trabajo se encamina en
dios arqueolgicos; hay quienes han intentado el mismo sentido: continuar un proceso que
identificar los rasgos que la caracterizan y dan en la arqueologa parece no terminar nunca:
perfil frente a otras culturas y regiones. integrar informacin novedosa dentro de una
Algunos de los primeros estudios forma- dinmica histrica que sirva para definir, las
les fueron desarrollados por Meade (1939, culturas arqueolgicas de la Huasteca.
1942, 1948, 1952-1953, 1962-1963), Du Solier
(1945: 121-145, 1946: 151-159, 1947: 197-214), descriPcin de los asenTaMienTos
Ekholm (1944), Richard S. MacNeish (1954, A continuacin presento una descripcin que
1958) y Guy y Claude Stresser-Pan (2001), nos introduce al conocimiento de los asenta-
quienes hasta los aos sesenta del siglo pasado mientos explorados en la margen izquierda
realizaron exploraciones sistemticas en edifi- del ro Moctezuma.
cios y yacimientos cermicos. Son ellos quienes
comienzan a delinear secuencias culturales y el clrigo
logran, desde esa poca, tipologas cermicas Es un asentamiento monumental, con funcio-
que an son referencia para los estudios de nes cvico-religiosas; su desarrollo parece
la zona. abarcar el Clsico, iniciando por lo menos
Despus, a partir de los aos setenta y desde el 400 de nuestra era, en la fase regional
ochenta se tuvo la oportunidad de implemen- Coy, de la secuencia definida por Merino Ca-
tar proyectos de salvamento arqueolgico, cu- rrin y Garca Cook (1987: 31-72). Se localiza
yos estudios de rea logran una visin global en la planicie fluvial del ro Moctezuma, muy
del comportamiento de los sitios de la planicie cerca de su margen izquierda, y comprende
en particular y de la Huasteca en general. Se una superficie de ms de 20 hectreas.
tienen como ejemplo los trabajos de Cabrera Lo integra una cantidad importante de
(1976a, 1976b: 3-12), Martnez (1977), Garca estructuras; se distinguen casi 150 montcu-
Cook y Merino Carrin (1979) y Garca Cook los y existen varias plazas delimitadas por
y Rodrguez (1980). grandes plataformas en las que se desplantan
Gracias al enfoque regional de estas inves- templos.
tigaciones, adems de continuar definiendo Aledao a la zona monumental hay varias
aspectos culturales del rea, se lleg a la defi- unidades residenciales y domsticas que for-
nicin de una secuencia cultural vlida para man parte del sitio; tienen como referencia

151
javier MarTneZ gonZleZ

Figura 3. Aparentes mixtos en arquitectura domstica en El Clrigo.

una estructura principal que parece ordenar cualidades de forma, podran parecer poco
los conjuntos arquitectnicos integrados por prcticos por su poca estabilidad; sin embar-
cinco o ms construcciones; las de mayor go, su presencia recurrente indica que tuvo
altura tienen metro y medio y presentan ac- funcionalidad; adems, es muy probable que
cesos escalonados; se completan con patios de exista otro factor a considerar para explicar
forma rectangular y circular; asimismo, se han por qu se recurri a ellos: la facilidad de dis-
registrado plazas circulares hundidas. poner de este material por su generosa pre-
Los muros de las estructuras estn forma- sencia y puesto que la obtencin de lajas de
dos tanto por cantos como por lajas bien re- calidad representa una organizacin o esfuer-
cortadas de arenisca unidas slo con arcilla; zo mayor, estas ltimas se privilegiaron para
en ocasiones se combinan en los aparentes. los aparentes, situacin evidente al menos
Presentan en la parte superior y tambin para esta poca.
en la baja un tipo de remate o acabado El tipo de ncleo para rellenar las estructu-
constituido por una o ms hiladas de cantos ras fue variable, con materiales que tenan a la
rodados (figura 3). disposicin: slo tierra o bien su combinacin
De manera comn existen contramuros o con cantos rodados y en ocasiones gravilla. Fue
muros de contencin internos; la particulari- comn encontrar bajareque en estos niveles.
dad es que estn construidos con la referida Al interior de algunas estructuras se presen-
piedra bola o cantos fluviales que, por sus ta de modo ocasional un empedrado, aunque

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asenTaMienTos anTiguos en el rea de TaMaZuncHale, san luis PoTos

Figura 4. Ampliaciones arquitectnicas en El Clrigo.

en general no existe ninguna clase de piso; sobreposiciones de formas rectas en las curvas
parece que lo habitual fue slo tierra. En el y viceversa (figura 4).
permetro externo de otras se registraron en- Respecto a la muestra de enterramientos
lajados hechos con arenisca, mismos que no humanos recuperados, el lugar que ocupan
cubren todas las orillas; slo se acomodan de en los sitios fue variable; por lo general su
manera irregular en algunas partes. tratamiento fue sencillo; se localizaron al
En los sitios explorados se observa una centro de los patios y en el exterior de los
presencia importante de estructuras de plan- muros. Se encontraron cubiertos por gran-
ta circular que aparecen antes y durante la des y delgadas lajas de arenisca que abarcan
construccin de edificios de planta rectan- casi toda la fosa, y los restos se acomodaron
gular, que en algunos casos tienen esquinas entre ms rocas, aunque existen algunas ms
redondeadas; estos ltimos se les enciman e elaboradas. Presentaron ofrendas sencillas
incluso los modifican. Tambin hay estructu- de una o dos vasijas; estn en posicin lateral
ras con planta absidal o de herradura, en que flexionada o bien en flor de loto. Muchas veces
se combinan ambas formas. estuvieron asociados con cuentas de calcita
Las modificaciones que presenta la arqui- cristalizada.
tectura son bsicamente ampliaciones, iden- Los materiales cermicos recuperados fue-
tificndose momentos de crecimiento en los ron principalmente Pnuco pasta fina con en-
edificios de mayor tamao, as como rupturas y gobe rojo, Zaquil rojo y Zaquil negro, con

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javier MarTneZ gonZleZ

Figura 5. Proceso de liberacin de banqueta en el paramento sur del juego de pelota de El Cedro.

formas de cajetes de silueta compuesta, vasos el Posclsico Medio, es decir, desde el 700 y
con soporte de botn, molcajetes con soportes hasta el 1200 de nuestra era, durante las fases
bajos slidos, vasijas con forma de calabaza. Tanquil y Tamul. Se distribuye en una super-
Las figurillas fueron de tipo realista, tanto ficie de seis hectreas localizadas en la parte
antropomorfas como zoomorfas. En las pri- media de la planicie, entre la margen izquier-
meras existen muestras de brazos articulados; da del ro Moctezuma y una pequea sierra.
en las segundas existen cnidos y ocarinas con En la zona monumental el conjunto arqui-
representaciones de aves. tectnico mayor est formado por varios mon-
Se recuperaron puntas de proyectil de pe- tculos; al poniente del principal se localiza un
dernal y obsidiana, lascas de bordes cortantes juego de pelota orientado este-oeste.
de pedernal y en menor medida de obsidiana, La cancha tiene seis metros de ancho y su
escasa presencia de navajillas prismticas de longitud es de 37 metros; los laterales tienen
obsidiana; asimismo, hay, aunque pocos, me- dos metros de altura respecto al nivel de la
tates de basalto. cancha; estn formados por un primer cuerpo
o banqueta en la que se desplanta un talud de
el cedro poca inclinacin que remata en un paramento
Se localiza a 800 metros al poniente del sitio superior (figura 5).
anterior; es de tipo monumental, se ubica En la parte posterior del lateral sur, y para-
temporalmente desde fines del Clsico y hasta lelo al mismo, se encontr una serie de ente-

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asenTaMienTos anTiguos en el rea de TaMaZuncHale, san luis PoTos

Figura 6. Levantamiento del sitio El Orejn.

rramientos humanos de adultos en posicin ste fue el caso del conjunto habitacional
extendida, orientados este-oeste, uno de los de El Orejn, que se acomoda sobre una suave
cuales fue doble, con un esqueleto sobre el elevacin, donde se concentran casi 50 habita-
otro; presentan mutilacin dentaria y defor- ciones; la mayora fueron cimientos de planta
macin craneal, sin ofrenda. rectangular, aunque existen tambin algunas
Rodeando esta zona monumental, al norte estructuras de mayor altura y dimensin que
y al poniente se distribuyen varias unidades, tuvieron accesos escalonados (figura 6).
principalmente habitacionales. Por las carac- Parece que en un principio se organizaron
tersticas de las casas excavadas y el uso del los espacios en torno a algunas estructuras
espacio, se presume que tuvieron periodos de circulares localizadas al centro del conjunto y
crecimiento, en ocasiones bien marcados, al se fueron formando patios, hecho evidencia-
registrarse cambios en la orientacin de algu- do por la posicin de los accesos de las casas;
nas estructuras que rompen el ordenamiento sin embargo, despus se alter ese orden al
espacial y al parecer propician un fenmeno asentarse de manera desordenada, registrando
de crecimiento irregular. sobreposiciones de estructuras rectangulares

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javier MarTneZ gonZleZ

Figura 7. Vista sur de las estructuras de El Orejn.

sobre otras del mismo tipo que modificaban En el rea habitacional fueron recuperados
la orientacin de las que cubran, as como varios enterramientos humanos en posicin
algunas pegadas casi pared con pared (figura extendida, sobre todo entre los muros de las
7). Entre algunas ampliaciones de esta arqui- ampliaciones o crecimientos arquitectnicos;
tectura habitacional fue comn encontrar algunos presentaron ofrendas sencillas forma-
vasijas de ofrenda. das por una vasija.
En la misma forma que en los dems sitios, Tambin se registraron entierros de anima-
los cimientos, muros y escalones de este con- les, lo que indica que la convivencia con algu-
junto habitacional estn formados por lajas nas especies ha sido tradicional; se encontra-
de arenisca pegadas con arcilla. Se registraron ron perros que incluso presentaron ofrendas
algunos contramuros, en este caso hechos con ms numerosas que las de humanos; tambin
las mismas lajas, las cuales se encontraban ms se recuper el entierro de una guacamaya;
cercanas en las barrancas y afloramientos de la en ambos casos se observ que la fosa en que
sierra. Los ncleos de las estructuras de mayor se depositaron los restos fue preparada cuida-
tamao estaban formados por cantos rodados dosamente.
y tierra; en el caso de las casas habitacin la Los materiales cermicos son de Pasta fina,
mayora slo tenan tierra. No se registr Zaquil negro y rojo y Las Flores; se registraron
ninguna clase de apisonado al interior de las algunos tiestos Negro/blanco y en forma
habitaciones. muy escasa Tancol policromo. Algunos de

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asenTaMienTos anTiguos en el rea de TaMaZuncHale, san luis PoTos

los objetos encontrados fueron cajetes de pa- al lado de una pequea plataforma frontal,
redes cncavas y divergentes con base plana igualmente con vista a la plaza, en este caso
o cncava, molcajetes con soportes cnico- al poniente. Ambos edificios tienen ms de
slidos. metro y medio de altura.
Existen figurillas antropomorfas con una Las lajas de arenisca constituyen cimien-
variedad en los tocados, algunas hechas en tos, muros y contramuros de las diferentes
molde, as como una buena cantidad de figuri- estructuras del asentamiento; no se registr
llas zoomorfas. apisonado en los edificios mayores ni en los
Se encontr una muestra abundante de na- menores.
vajillas prismticas de obsidiana, puntas de Un aspecto comn al resto de los sitios son
proyectil, hachas pulidas y muelas. las modificaciones arquitectnicas, principal-
mente en forma de etapas de crecimiento y
las cHacas sobreposiciones. En este sitio lo ms que se re-
A un kilmetro de distancia al noroeste del gistr fueron algunos refuerzos o adiciones ex-
anterior asentamiento se localiza este sitio ternas para dar estabilidad a muros afectados.
residencial del Posclsico temprano, caracte- En estas estructuras fue notable la cantidad
rstico de la fase Tamul, aproximadamente del de rocas que componan el ncleo, cantos
900 al 1200 de nuestra era. Se encuentra sobre fluviales de gran tamao y tierra, mientras
poco ms de media hectrea en una loma que para las estructuras de cimientos bajos,
junto a la sierra, desde donde se tiene un fue esencialmente de tierra.
dominio visual del rea, con la planicie donde Los materiales recuperados fueron en
se encuentran los otros sitios, as como la vista buena cantidad del tipo Las Flores, con mol-
ro arriba del ro Moctezuma y los valles situa- cajetes trpodes, as como comales, cajetes de
dos en la otra margen del ro. paredes divergentes, ollas de paredes delga-
Su ordenamiento espacial es simtrico, das, platos y una presencia mnima de vasijas
bien definido; aprovecha la parte superior de Negro/blanco.
una loma que fue parcialmente rellenada para De ltica se recuper una buena cantidad
terminar de nivelarla (figura 8). Hacia el norte de navajillas prismticas de obsidiana, puntas
y sur de este asentamiento existen arroyos de de proyectil, algunas hachas y fragmentos de
caudal permanente; provienen de la cercana muelas podas y con patas.
sierra y alimentan al ro Moctezuma, localiza-
do a 350 metros al oriente, con un desnivel de cuixcuaTiTla
30 metros de diferencia. Asentamiento habitacional y residencial que
Lo integra una serie de estructuras orien- pertenece sobre todo al Posclsico temprano
tadas norte-sur, dispuestas alrededor de una y medio, en las fases Tamul y quiz Tamun
plaza o espacio abierto; se organizan a partir aproximadamente entre el 900 y tal vez hasta
del eje que marcan los edificios ms gran- despus del 1200 de nuestra era. Se localiza
des que son, al oeste, la nica estructura circu- en la orilla de la planicie fluvial, en una zona
lar que existe en este sitio, de casi 10 metros de cercana al piedemonte.
dimetro, que tiene adosada una plataforma Las exploraciones en esta zona han deja-
frontal con escaleras integradas en ambos la- do al descubierto conjuntos habitacionales
dos y con vista al oriente hacia la plaza (figura formados por plataformas y cimientos que se
9); justo enfrente se ubica una estructura rec- encuentran junto a edificios residenciales de
tangular de 10 por siete metros, que presenta mayor altura.
una cornisa hacia su parte superior y un par de El conjunto trabajado se distribuye en un
accesos escalonados de huellas redondeadas rea de casi una hectrea y tiene un patrn

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javier MarTneZ gonZleZ

Figura 8. Levantamiento del sitio Las Chacas.


asenTaMienTos anTiguos en el rea de TaMaZuncHale, san luis PoTos

Figura 9. Estructura circular sitio Las Chacas.

general este-oeste; lo forma una plataforma Otros elementos arquitectnicos observa-


de planta rectangular sobre la que se encuen- dos fueron cuartos con interior enlajado, dre-
tran algunas habitaciones; entre stas, de najes, presencia de varias hornillas o fogones
planta circular, al oriente existe una estructura y patios enlajados. Conviven estructuras de
de metro y medio de alto muy alterada por planta circular con las rectangulares, adems
el saqueo, a la cual rodean cimientos rectan- de la presencia de esquinas redondeadas en
gulares. algunos casos.
Caracterstico del asentamiento fue la pre- Las rocas que forman los muros de esta uni-
sencia de varias modificaciones arquitectni- dad son tambin lajas de arenisca; los ncleos
cas; tanto en la plataforma como en la estruc- son de rocas en el caso de la estructura prin-
tura se observan etapas de ampliaciones con cipal, en donde adems fue posible observar
hiladas de muros que van ampliando los espa- una preparacin previa del terreno, ya que
cios y entre los cuales se depositaron ofrendas se registraron niveles de relleno artificial al
consistentes en vasijas y ollas con tapas, tam- nivel de su desplante; en las otras estructuras
bin clausuras y rellenos de estructuras, asimis- el ncleo fue de tierra con rocas.
mo se localizaron estructuras encimadas tanto Entre los materiales cermicos se recupera-
rectangulares como circulares, identificndose ron del tipo Zaquil y principalmente Las Flores;
algunas secciones desmanteladas desde poca la gran mayora est integrada por molcajetes
antigua (figura 10). trpodes con soportes largos slidos, comales,

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javier MarTneZ gonZleZ

Figura 10. Vista de las estructuras en el sitio Cuixcuatitla.

cajetes de paredes divergentes, ollas, tecomates Tambin se recuperaron cuentas y placas


y cajetes trpodes miniatura, restos de vasijas de calcita pulida, y muchos restos de cristales de
efigie, platos, fragmentos de sahumerios y calcita, que de manera natural se encuentra
tambin Negro/blanco; existen tambin casca- entre las capas de arenisca y margas de la re-
beles de arcilla y algunos fragmentos de sellos gin, y que al molerse se ha utilizado, aun en
con representaciones zoomorfas; asimismo, la actualidad, como agregado para la arcilla
se recuper una buena cantidad de pequeos destinada a hacer ollas y cazuelas, es el famoso
malacates decorados con chapopote. chililite.
Las figurillas antropomorfas encontradas Con la muestra de 24 enterramientos hu-
son de tipo esquemtico, con lo que parecen manos recuperados en este sitio, la mayora
ser representaciones de dioses y algunas otras del proyecto, se tienen datos para delinear
hechas en molde, se tienen ocarinas con for- algunos aspectos de las antiguas costumbres fu-
mas de ave. nerarias; algunas formas son: 1) extendidos en
Se encontr una gran cantidad de navajillas decbito dorsal, junto o por debajo de muros,
prismticas con el taln pulido y puntas de los que se podran entender como ofrenda;
proyectil de obsidiana; desfibradores utili- 2) flexionados en forma lateral, entre muros
zados para fabricar papel con la corteza de o cerca de algunas estructuras, se acomodan
algunos rboles como el jalamate, as como entre los cimientos en el proceso de amplia-
hachas pulidas y fragmentos de muelas. cin de las construcciones, y 3) flexionados e

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asenTaMienTos anTiguos en el rea de TaMaZuncHale, san luis PoTos

irregulares. Por la posicin desordenada que que compartimos muchos arquelogos: les
guardan los restos parece que no presentan un damos un carcter general. Si estamos en la
patrn, se ven hechos bulto, a lo que se suma Huasteca, pues debemos encontrar registros
una distribucin indistinta y de manera casi caractersticos, de lo contrario se convierte en
general sin ofrendas; se encuentran bajo lajas una teora del anaquel: slo hay que ir por el
de arenisca o cubiertos por varias rocas. dato para acomodarlo, y tal vez funcione mejor
Los dos primeros presentaron ofrendas para otras zonas, pero paradjicamente en esta
sencillas de una o dos vasijas, y del mismo regin cada sitio parece ser diferente, a pesar
modo estn cubiertos por lajas de arenisca y de desarrollarse en reas cercanas y presentar
acomodados entre rocas; considero que son la misma temporalidad.
contemporneos al sitio. Entre los atributos ms conocidos y que
Me parece que en el tercer tipo de entierro debemos tratar en su justa dimensin se en-
registrado, la inhumacin de los restos fue cuentran patrones arquitectnicos de formas
posterior al funcionamiento del sitio, que circulares; cermica decorada bsicamente
para ese tiempo se utiliz para enterrar a negro/blanco; un estilo iconogrfico propio
algunos muertos haciendo pequeas fosas y reflejado tanto en las vasijas y como en la pin-
depositndolos sin mayor arreglo y, aunque tura mural; una forma escultrica particular;
tambin estos enterramientos estaban cubier- el fino labrado hecho en conchas y huesos; la
tos con rocas, a diferencia de los anteriores, mutilacin dentaria y deformacin craneana;
stas no fueron exclusivamente lajas. Llama la uso de algunos recursos naturales como el
atencin que entre dichos enterramientos se chapopote y la calcita, entre otros ms que
localiz uno que presentaba como ofrenda un con seguridad se irn revelando.
par de vasijas, una de ellas con asa vertedera Es as como se han asociado aspectos de
decorada negro/blanco, tpica de la cultura cultura material con elementos tnico-lings-
huasteca tarda. ticos y la indiscutible relacin con el medio
fsico, siempre considerando el objetivo de
reflexiones finales definir lo que es la Huasteca.
Con la informacin recuperada, adems de Pareciera entenderse de manera habitual
enriquecer el conocimiento de la zona me- que el factor de unidad es el geogrfico, pues
diante el registro de diferentes niveles de los aunque este territorio se divida en sierra y
actores sociales, se tiene oportunidad de acce- planicie, filtra un perfil caracterstico, de ah
der a un conocimiento global de los antiguos que la Huasteca como regin natural haya
grupos humanos en esta fraccin de la Huas- trascendido o se entienda ms.
teca potosina. El estudio completo de mate- Pero, cundo y en qu condiciones se
riales y otros anlisis servirn para definir el genera la regin cultural, y qu circunstancias
tipo de relaciones que se fueron presentando la propician? Una tarea que tenemos por de-
en el transcurso del tiempo, as como para lante es indagar la forma en que se producen
perfilar las condiciones en que se gener el las caractersticas arquitectnicas, estilsticas y
desarrollo regional. escultricas que parecen darle unidad en los
Se reconoce la cultura material huasteca ltimos siglos de desarrollo mesoamericano, a
como propia de los ltimos siglos de historia partir de las siguientes lneas de investigacin,
antigua, con una serie de elementos que asociadas entre s:
materializan su particular forma de vida y la 1. Transicin hacia la unidad cultural. An-
diferencian de otras regiones. tes del Posclsico no se vea a la regin como
Al intentar caracterizar culturalmente los poseedora de una unidad cultural; si bien
contextos recuperados cometemos un error existi un primer apogeo cultural durante el

161
javier MarTneZ gonZleZ

Formativo superior, fue durante la poca tar- entre culturas fue provechoso de forma que
da cuando se amalgaman los elementos que ambas partes obtenan algn tipo de beneficio,
la caracterizan. Entonces, qu sucedi en como compartir dioses? A cambio, parece que
esa etapa previa, de qu manera se present la Huasteca se va nahuatizando al adquirir la
la transicin y cmo fueron las relaciones con lengua de sus opresores.
reas vecinas y los grupos que detentaron el 5. Relaciones con otras regiones. Definir la
poder panregional como los teotihuacanos y forma en que esta comarca se relaciona hacia
los toltecas? el exterior, por ejemplo, con el rea maya, de
2. Anlisis de la contradiccin entre la donde descienden lingsticamente, y la po-
regin serrana y la llana de la Huasteca. Los sibilidad de contactos de regreso para pocas
asentamientos localizados en cada zona mues- tardas, tambin con el Altiplano Central, la
tran diferencias; el aislamiento de los primeros Sierra Gorda, la Costa del Golfo, los nmadas
al parecer refleja un modo de organizarse en del norte o aun con reas ms lejanas como
ncleos independientes en diverso grado, con el sureste de Estados Unidos. Asimismo, para
materiales ms locales y menos lucimiento en identificar procesos de desarrollo, apreciar la
los acabados arquitectnicos. En oposicin, los posicin de los ros como medios de comuni-
sitios de la planicie, exceptuando tal vez la cacin por donde fluyeron tanto bienes como
zona norte por cuestiones ambientales, pare- ideas, y ver si funcionaron como lmites cultura-
cen establecerse en otra forma, con relaciones les. Igualmente, advertir si el papel de la Sierra
ms amplias, exhibiendo acabados arquitect- Madre Oriental fue similar, tal vez se presen-
nicos ms detallados y materiales diversos que t como una barrera que impidi se manifes-
nos indican relaciones ms amplias. taran dominios ms tempranos como el de
3. Definicin del orden poltico y sus dife- Teotihuacan, y de qu manera su derrumbe re-
rentes niveles de manifestarse. Las evidencias percute en el movimiento y transformacin de
materiales y algunas fuentes documentales esta zona desde el Epiclsico, con el ingreso
sealan un tipo de autonoma en cuanto a de ideas que transforman las manifestaciones
la organizacin poltica, que se muestra frag- culturales que siglos despus consolidarn la
mentada, en forma de pequeas unidades cultura huasteca.
independientes, lo que se observa por la pre- 6. El aspecto del medio fsico. A partir de
sencia de sitios monumentales muy cercanos estudios especficos, registrar el efecto de las
entre s, tanto de etapas tardas como previas. condiciones medioambientales a lo largo de
De ser esto cierto, cmo articularlo con la la historia de la regin, bsicamente a nivel
formalizacin de la regin en una unidad de clima, sedimentos y recursos faunsticos
cultural cristalizada en el Posclsico? y vegetales; cul ha sido su variacin y cmo
4. El papel desempeado por los mexicas pudo haber influido en la consolidacin re-
en la regin. Paradjicamente este otro grupo gional de las culturas.
de extenso dominio regional irrumpe en la Si hoy me preguntan qu es lo huasteco,
Huasteca durante la etapa de su consolida- tendra que contestar que es una sntesis de
cin y apogeo cultural. Entonces, en qu diversidad; culturalmente la regin ha sido un
condiciones ejerci su podero que permiti crisol alimentado desde la antigedad con ele-
a los huastecos seguir haciendo uso de lo que mentos propios y forneos, algunos de mayor
consideramos sus atributos materiales, por qu fuerza, que han propiciado la existencia de
no se hace evidente la imposicin o cambio huastecos, nahuas, huastecos nahuatizados, na-
de una cultura material por otra (cermica, huas huastequizados, pames, mestizos, propios
arquitectura, iconografa, escultura) como y ajenos, cada grupo con su forma de ver la
sucede en otras partes? Acaso el intercambio vida, sus simbolismos, costumbres, indumenta-

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asenTaMienTos anTiguos en el rea de TaMaZuncHale, san luis PoTos

ria, pero todos compartiendo la unidad de su Societe des Amricanistes, Nouvelle serie, t. 36,
clido y prdigo territorio. pp. 197-214, Pars.
Finalmente, y al igual que en otras reas, ekHolM, Gordon, 1944, Excavations at Tam-
existen escenarios que an no entendemos o pico and Panuco in the Huasteca, Mexico,
que desconocemos, el reto es cmo hacerlos Anthropological Papers of the American Museum
visibles a nosotros: han sobrevivido en la di- of Natural History, vol. XXXVIII, parte V,
versidad que caracteriza esta regin rica en Nueva York.
sucesos y movilidad, donde sus pobladores por garca cook, ngel y Beatriz Leonor Meri-
medio de la convivencia forzada o no se no Carrin, 1979, Proyecto Arqueolgico
han adaptado a situaciones adversas a lo largo Huasteca, Mxico, Archivo Tcnico de la
de su historia, enriqueciendo su existencia y Coordinacin Nacional de Arqueologa del
mostrando flexibilidad para no doblegarse, inaH, mecanoescrito.
lo que complica ms nuestra obligacin de garca cook, ngel y Felipe Rodrguez B.,
delimitarla culturalmente. 1980, Programa de rescate arqueolgico
Aunque una delimitacin no deja de ser del Gasoducto, Mxico, Archivo Tcnico
una reduccin, parece que la naturaleza plural de la Coordinacin Nacional de Arqueolo-
de la Huasteca no nos ha permitido estable- ga del inaH, mecanoescrito.
cerlo as. Huasteca es una y son muchas. Por guTirreZ Herrera, Lucino, Francisco Rodr-
el momento seguiremos buscando hasta en- guez Garza y Mauro Cuervo Morales, 1997,
contrar la clave, que indudablemente existe; La Configuracin Regional de la Huasteca,
en tanto, seguimos persistiendo en matizar Gobierno del estado de Hidalgo, Instituto
algo que siempre ha estado lleno de color. Hidalguense de Educacin Media-Superior
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enTierros del siTio arqueolgico se-14 carrillo
PuerTo, TaMun, san luis PoTos (HuasTeca)
Carlos Vanueth Prez Silva*

inTroduccin metro, completamente de tierra con posible


En el presente texto se expone de manera recubrimiento de lajas de caliza. Tiene adems
breve el caso de los entierros humanos encon- varios depsitos para la captacin de agua o
trados en el sitio SE-14 Carrillo Puerto en el jageyes, algunos de los cuales han sido mo-
ejido del mismo nombre, localizado al extre- dificados recientemente para utilizarse como
mo este del municipio de Tamun, San Luis abrevaderos para el ganado vacuno. Otros, por
Potos, durante la realizacin del Proyecto de su parte, conservan abundante vegetacin, lo
Salvamento Arqueolgico LT Champayn-Las que los convierte en un pequeo hbitat de
Mesas, cuyos trabajos de investigacin fueron especies silvestres como el coyote (Canis la-
coordinados por Pamela Reza Martnez, de la trans), armadillo (Dasypus novemcinctus), tejn
Direccin de Salvamento Arqueolgico del (Nausa narica), serpientes de cascabel (Crotalus
inaH (Reza et al., 2004). durissus y Crotalus horridus) las cuales son
Se trata de tres entierros encontrados du- abundantes, iguanas, tortugas (Testuda sp. y
rante la excavacin del pozo de sondeo 02 y Testuda mydas). Algunas especies de aves rapa-
del entierro de un individuo hallado durante ces como el halcn (Falco mexicanus), quebran-
la perforacin para colocar las patas de una tahuesos o clrigos, etctera. Cabe sealar que
torre de la nueva lnea de transmisin. A con- es difcil determinar el nmero de estructuras
tinuacin se explica el contexto donde fueron presentes en el sitio debido a la copiosa vege-
encontrados los entierros, los elementos en tacin; son abundantes el mezquite (Prosopis
asociacin y la temporalidad de los mismos. laevigata), huizache (Acacia spp.), bano (Pi-
thecellobium flexicaule) y matorral espinoso,
El sitio arqueolgico SE-14 Carrillo Puerto como la gavia (Acacia amentacea); destacan
Ubicado a 20 km al oeste de la ciudad de algunas especies xerfitas como pitayos, jacu-
bano, San Luis Potos, el sitio tiene una ex- bes y nopales (Opuntia ssp), etctera; de igual
tensin de 121 140.284 m2. Se compone de un modo, es difcil observar las dimensiones de
numeroso conjunto de montculos de altura los jageyes en las reas cubiertas de vegeta-
y dimetro variado, entre los que destaca el cin, destacando uno de gran tamao al
Montculo 01 con 6 m de altura y 60 de di- norte del Montculo 01 (Ochoa, 1984: 17-19)
(figura 1).
Otro dato que es necesario comentar es que
* Centro inaH Tamaulipas. la lnea de transmisin en construccin por

165
carlos vanueTH PreZ silva

Figura 1. Croquis del sitio Carrillo Puerto; tomado de Reza Martnez et al., 2004.

parte de la cfe pasa por el extremo noroeste 1700 a.C., culminando en la fase Tamun (ca.
del sitio, alejado 200 m del rea principal de 1550 d.C.) (Merino Carrin y Garca Cook,
montculos. No obstante, el derecho de va 2004: idem). Estos proyectos acumularon,
afecta una zona de montculos bajos donde adems, una gran cantidad de informacin
se restringi el paso; debido a la colocacin acerca del desarrollo cultural prehispnico de
de una torre (la nmero 170) localizada al la regin, entre la que podemos mencionar el
suroeste del tramo restringido, muy prxima estudio de las costumbres funerarias de este
a la zona mencionada, fue necesario hacer sector de la Huasteca (Merino Carrin y Gar-
sondeos y excavaciones extensivas en el rea. ca Cook, 1997: 319-366).
Como antecedentes, debemos mencionar
que el sitio Carrillo Puerto se ubica en la cuen- Los entierros del sitio Carrillo Puerto
ca baja del ro Pnuco, investigada entre 1977 y Los elementos culturales en cuestin provie-
1982 por el Proyecto Arqueolgico Huasteca, y nen de la unidad de excavacin del pozo de
despus por el Proyecto Definicin del Forma- sondeo 02 y de la pata sureste de la torre 170,
tivo en la Cuenca Baja del Pnuco entre 1984 efectuados durante febrero y noviembre de
y 1987 (Merino Carrin y Garca Cook, 1987; 2005. Fueron excavados por Hctor Prez
Merino Carrin y Garca Cook, 2004: 5-7), Garca y Carlos Vanueth Prez Silva (Prez y
cuyos resultados permitieron establecer una Prez, 2005). El estudio de los entierros fue
secuencia de ocupacin continua de 11 fases realizado por Itzel Landa Jurez, a quien agra-
culturales que inicia con la Chajil, a partir de decemos su ayuda y colaboracin.

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enTierros del siTio arqueolgico se-14 carrillo PuerTo, TaMun, san luis PoTos

Figura 2. Vasijas capitales, encontradas en la unidad de excavacin del pozo de sondeo 02; a) entierro 01
y b) entierro 02.

Entierros del pozo de sondeo 02 Entre el abundante material cermico


El pozo de sondeo 02 se localiza en el extremo identificamos muchos fragmentos grandes
suroeste de un montculo bajo, de apenas 50 de cermica que parecan corresponder a
cm de alto por 20 m de dimetro. La erosin otras vasijas, tal vez colocadas tambin como
expuso el ncleo, mostrando restos de piso de ofrenda. Se hallaron restos seos con un psi-
tonalidad rosada y amarillenta, principalmen- mo estado de conservacin, los cuales estaban
te con presencia de materiales del tipo Prisco hacia el extremo oeste de las vasijas, por lo que
Black, Heavy Plain, mangos de cucharones, inicialmente pensamos que se trataba de las
etctera. La superficie del rea excavada est extremidades correspondientes a cada entie-
libre de vegetacin; presenta un alto grado de rro con su vasija capital. Sin embargo, esto no
erosin y una abundante presencia de ceniza se pudo determinar con certeza, puesto que
reciente producto de la quema de vegetacin no se observaba una posicin anatmica, sobre
(figura 1). todo porque los huesos estaban muy deterio-
En este pozo se encontraron tres entierros rados y fracturados. Se procedi a levantarlos
a escasos 10 cm de profundidad de la super- por secciones, asignndoles una letra a cada
ficie del suelo. Dos de stos presentan cajetes seccin.
trpodes colocados como vasija capital y fueron Para el caso de la Vasija A, a la que denomi-
hallados de la siguiente manera. namos Entierro 01, se asignaron tres secciones:
Al retirar la capa I (limo), se observ que la A para el extremo oeste, B para la seccin
capa II presentaba una abundante cantidad de media, y C que corresponde a la vasija. A la
material cermico, identificndose un cajete Vasija B (Entierro 02) slo se asignaron dos
trpode muy fragmentado, colocado boca aba- secciones: A para el extremo oeste y B para la
jo al cual denominamos inicialmente como vasija (figura 2).
Vasija A. Despus, en la esquina noreste del Dado que la vasija del Entierro 02 no estaba
pozo, a la misma profundidad, se encontraron completamente liberada, procedimos a exten-
los fragmentos de otra vasija trpode colocada der la unidad de excavacin hacia el norte.
del mismo modo (Vasija B). Consideramos, de Una vez liberada la pieza, procedimos a retirar
manera preliminar, que se trataba de entierros los restos seos. Al realizar la liberacin total
humanos con vasija capital. de la vasija del entierro, localizamos hacia

167
carlos vanueTH PreZ silva

el sur de sta los fragmentos del hmero, regin (Ekholm, 1944: 345 y 442). En cuanto a
cbito y radio del brazo derecho, por lo que la las vasijas capitales, stas corresponden al tipo
unidad se ampli un metro hacia el este, libe- Zaquil Red. Son cajetes trpodes de paredes
rando totalmente al entierro, el cual correspon- curvo-convergentes, de soportes cnicos y
de a un infante, mismo que fue depositado en slidos. Estas vasijas fueron identificadas para
posicin decbito dorsal, con las extremidades el Periodo IV de la regin Tampico-Pnuco
flexionadas, con el crneo hacia el noroeste. (Ekholm, 1944: 352-356). Asociadas a cada
Se descart que los fragmentos inicialmente una de las vasijas capitales, se encontraron
encontrados, al oeste de la vasija capital de este dos puntas de proyectil: una espigada del tipo
entierro, pertenecieran al mismo individuo, Palmillas, para el Entierro 01 (Vasija A), y otra
pensando que fuesen varios esqueletos. triangular sin espiga y burdamente tallada, en
Lo anterior nos hizo suponer que el Entie- el Entierro 02 (Vasija B) (figura 4).
rro 01 podra tener la misma posicin. Sin El anlisis antropofsico indica que los es-
embargo, en la excavacin no se encontraron queletos de los individuos encontrados corres-
las extremidades correspondientes, sino slo el ponden a tres infantes (Landa, 2006): 1) las
crneo, de manera semejante a un entierro lo- secciones A y B del Entierro 01 corresponden
calizado en el sitio el Venable, en Pnuco, Vera- a un solo individuo, cuya edad se determin
cruz, cercano a la cuenca lacustre de la laguna entre 1.5 y 2 aos; 2) la seccin C, correspon-
de Champayn (Ramrez, 2004: 30 y 40). diente a la vasija que cubra el crneo del En-
La excavacin permiti observar que los tierro 01, contena un individuo cuya edad al
entierros fueron colocados sobre una capa en fallecer era de 7 a 8 aos; aparte del crneo, se
cuya superficie se encuentra un piso incom- hallaron fragmentos de vrtebras y costillas, lo
pleto de tierra quemada de tonalidad rosa, cual indica que tal vez el resto de las extremi-
el cual no se extiende por toda la unidad de dades no se conserv debido a la proximidad
excavacin; tambin fue posible observar que con la superficie; 3) el sujeto encontrado en
la capa II corresponde al relleno empleado el Entierro 02 tena una edad de 12 a 13 aos;
para cubrir los entierros y sus posibles ofren- 4) los fragmentos de la seccin A del Entierro
das (figura 3). 02 (ubicado al oeste de la vasija capital) co-
Adems, se identific junto a las vasijas la rresponden al mismo individuo cuyos huesos
presencia de algunas manchas de tierra con fueron removidos debido al crecimiento de
carbn, quiz restos de resina que fue quema- races; en este punto se reconsidera la prime-
da durante el ritual del enterramiento. Por lo ra observacin, respecto a la posibilidad de
observado, tal vez los entierros fueron coloca- tratarse de individuos diferentes, como ya se
dos como parte de un ritual al montculo, mencion.
cuya estructura pudo haber sido de mayores Dado el estado de conservacin, fue posible
dimensiones, lo que nos resulta desconocido definir la edad de los individuos al fallecer
debido a la fuerte erosin del rea, la cual es mediante el brote dentario (Landa, 2006).
perceptible en un ligero desnivel hacia el oeste
y suroeste de la misma. Entierro en la perforacin de la pata sureste de la
En el material cermico contenido en la ca- torre 170
pa II predomina el tipo Prisco Black, el cual se Se trata de un entierro que fue encontrado
ubica cronolgicamente con el Periodo II de durante la perforacin realizada para colocar
la regin Tampico-Pnuco. Entre el relleno se la cimentacin de la pata sureste de la torre
localizaron, adems, fragmentos de figurillas 170. Debido al hallazgo, se suspendieron las
de los tipos Pnuco C y Ojos Granos de Caf, actividades de construccin hasta el rescate
comunes desde el Periodo III de esta misma correspondiente.

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enTierros del siTio arqueolgico se-14 carrillo PuerTo, TaMun, san luis PoTos

Figura 3. Dibujo de planta de los entierros 01 y 02 de la unidad de excavacin del pozo de sondeo 02.

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carlos vanueTH PreZ silva

a c

b d
Figura 4. a) y b) Fragmento de figurilla tipo Pnuco C; c) y d) vasija trpode colocada sobre el crneo del
Entierro 02.

La excavacin de los perforadores (quienes presentaron. La extremidad superior derecha


trabajaron manualmente) expuso las extre- estaba extendida a lo largo del costado dere-
midades inferiores del individuo, las cuales cho, mientras que la izquierda descansaba
estaban muy deterioradas. sobre el sacro. El crneo se encontr muy
El enterramiento es primario, colocado en fracturado debido a la presin ejercida por las
posicin sedente en una cavidad preparada races. El entierro est orientado con la cabe-
para su depsito. Fue cubierto con un relle- za ligeramente hacia el suroeste y los pies al
no que contena gran cantidad de cermica, noreste.
predominando el tipo Prisco Black. Observa- Presenta como ofrenda una vasija capital, la
mos que las extremidades inferiores estaban cual es un cajete de paredes curvas divergentes
dispuestas de forma cruzada, a manera de y fondo cncavo del tipo Prisco Black, corres-
flor de loto, postura que no se puede asegu- pondiente al Periodo II de la regin Tampico-
rar debido al alto grado de deterioro que Pnuco (Ekholm, 1944) (figura 5).

170
enTierros del siTio arqueolgico se-14 carrillo PuerTo, TaMun, san luis PoTos

a b
Figura 5. a) Entierro sedente en flor de loto con vasija capital de la torre 170; b) detalle del crneo con su
vasija.

Los anlisis antropofsicos de este entierro Tanquil (650-900 d.C.) (Garca Cook y Merino
indican que se trat de un individuo del sexo Carrin, 1989: 200-201).
masculino, de entre 25 y 30 aos de edad Los materiales asociados a los entierros
(Landa, 2006). del Pozo de sondeo 02, son similares a los
encontrados en asociacin con los entierros
consideraciones finales localizados por Du Solier, en bano, San Luis
Los datos obtenidos de la excavacin de en- Potos (Du Solier 1947: 198 y lmina V), los
tierros en el sitio SE-14 Carrillo Puerto pare- cuales contienen vasijas capitales, semejantes
cen indicar ocupaciones en dos fases o perio- a la variedad temprana del tipo Zaquil Red
dos diferentes. descrito por los Stresser-Pen (2005: 569-570)
De acuerdo con las fases establecidas para para el sitio de Tamtok. Asociadas a los entie-
la Cuenca Baja del Ro Pnuco, dichas ocupa- rros tambin se localizaron figurillas del tipo
ciones pueden corresponder a la fase Tantan Pnuco C, las cuales, de acuerdo con Ekholm,
II (350 a.C.-100 d.C.) y Tantan III (100-200 corresponden al Periodo III (Ekholm, 1944).
d.C.) (Merino Carrin y Garca Cook, 2004: Sin embargo, Du Solier consider que los en-
21-25), y a la fase Coy (200-650 d.C.) (Garca tierros pertenecen a periodos tempranos de la
Cook y Merino Carrin, 1989: 199-200). Huasteca (DuSolier, 1947: 196; Sresser-Pen,
De esta manera, los entierros localizados 2005) (figura 6).
en el Pozo 02 parecen corresponder a la fase Las caractersticas del entierro excavado en
Coy, sobre todo si tenemos en cuenta que las la perforacin SE de la torre 170, con posicin
vasijas capitales de los entierros son del tipo en flor de loto y la vasija capital del tipo Prisco
Zaquil Red, cuyos ejemplares se han identifi- black, corresponden a las fases Tantan II o
cado para este periodo (Garca Cook y Merino III, ampliamente documentadas en la regin
Carrin, idem). Lo anterior contrasta con el durante el Proyecto Arqueolgico Definicin
reporte de Ekholm (1944), quien ubica el del Formativo en la Cuenca Baja del Ro Pnu-
inicio del desarrollo de la tradicin del tipo co, sobre todo en los sitios Hv-24, Altamirano
Zaquil Red a partir del Periodo IV (700-1000 (Merino Carrin y Garca Cook, 2004: 7-8),
d.C.) en la regin Tampico-Pnuco, el cual Hp-114, El Crculo (Snchez, 1995: 222-228),
tiene ms correlacin temporal con la fase entre otros. La tradicin de disponer los en-

171
carlos vanueTH PreZ silva

a
Figura 6. Seleccin de imgenes de las ofrendas de los entierros localizados por DuSolier en bano, San
Luis Potos (DuSolier, 1947).

tierros de esta manera corresponde tambin disposicin de los entierros con vasija capital
con el auge del desarrollo cermico del tipo es variada; pueden ser sedentes, como se ha
Prisco black, el cual parece tener una amplia mencionado, flexionados, extendidos, decbi-
distribucin territorial, ya que ha sido hallado to dorsal etctera (Ochoa, 1984: 91-92, fig. 23;
a lo largo de la costa del Golfo desde el sur Garca Cook y Rodrguez, 1980: figs. 67-71).
de Veracruz hasta Nuevo Len, en donde Cabe sealar que se desconoce la finalidad de
resulta interesante su presencia, dentro de colocar una vasija en la cabeza del individuo
un rea habitada por tribus seminmadas, enterrado; esto puede deberse a una tradicin
trashumantes, quienes tal vez adquirieron las temprana, a pesar de que esta prctica est
vasijas mediante intercambio (Merino Carrin presente en los periodos tardos; tal vez haya
y Garca Cook, 2004: 22). perdido su connotacin original a lo largo de
Por otro lado, hemos observado que el uso las diferentes fases de ocupacin. Sin embar-
de la vasija capital fue una prctica comn go, debe tomarse con mucha cautela, dado
en la Huasteca, presente a lo largo de todos que no hay muchos elementos que permitan
los periodos de ocupacin (Ochoa, 1984: 88- identificar el significado de esta costumbre,
91), desde fases tempranas como Tampan dando como resultado una problemtica que
(Merino Carrin y Garca Cook, 1997: 326; merece ser investigada.
tabla 2, nmero 4) hasta periodos tardos; un La informacin obtenida de la excavacin
ejemplo fue reportado en el sitio de Tabuco, de los entierros ha permitido identificar, hasta
en Tuxpan, Veracruz, para el periodo Poscl- el momento, dos fases de ocupacin, posible-
sico (Aquino y Ortega, 2004: 66 y 87). La mente continuas. La primera podra identifi-

172
enTierros del siTio arqueolgico se-14 carrillo PuerTo, TaMun, san luis PoTos

carse a partir de la excavacin del entierro de nicos, Journal de la socit des amricanistes,
la torre 170, puesto que la disposicin de ste nouvelle srie, t. 36, pp. 197-214, Pars.
se correlaciona con la disposicin de entierros ekHolM, Gordon F., 1944, Excavations at Tam-
de las fases Tantan II y III, mientras que los pico and Panuco in the Huasteca, Mexico,
entierros del pozo 02 corresponden al parecer Anthropological Papers of the American Museum
con la fase Coy. Lo anterior permite establecer of Natural History, vol. XXXVIII, Parte V,
que quiz hubo sectores del sitio ocupados Nueva York.
en diferentes periodos; por un lado, el sector garca cook, ngel y B. Leonor Merino Ca-
oeste del sitio presenta una ocupacin corres- rrin, 1989, Investigacin Arqueolgica en
pondiente a las fases tempranas (Tantan II y la Cuenca Baja del Pnuco, Homenaje a Jos
III), mientras que el sector noroeste tiene un Luis Lorenzo, Lorena Mirambell (coord.), pp.
mayor nmero de elementos de la fase Coy, 181-209, inaH (Cientfica 188), Mxico.
aunque la presencia de materiales del tipo garca cook, ngel y Felipe Rodrguez Be-
Prisco tambin es abundante en esta porcin tancourt, 1980, Programa del Rescate Ar-
del sitio; de igual modo, esta cermica est queolgico Gasoducto, Informe, Archivo
presente en la ltima fase mencionada, por lo Tcnico de la Coordinacin Nacional de
que estas inferencias no son del todo concretas Arqueologa, inaH, Mxico.
y debern comprobarse mediante una mayor landa jureZ, Itzel, 2006, Informe Tcnico
investigacin. Antropofsico del material proveniente del
La excavacin mostr, adems, que el Proyecto Champayn Las Mesas 2004, Sitio
sector noroeste del sitio tiene rellenos que 14, San Luis Potos, Direccin de Salvamen-
indican una gran remocin de tierra emplea- to Arqueolgico, inaH. Mxico.
da para la nivelacin del terreno, para los Merino carrin, Beatriz Leonor y ngel
montculos, etctera. Tal vez fue extrada a Garca Cook, 1987, Proyecto Arqueolgico
partir de la construccin de algn jagey cuyos Huasteca, Arqueologa, nm. 1 (1a. poca),
suelos pudieron contener una gran cantidad pp. 31-72, inaH, Mxico.
de cermica. , 1997, Enterramientos del Formati-
Finalmente, quiero agradecer a Pamela vo en el Noreste de Mxico, Homenaje al
Reza Martnez y Hctor Prez Garca su apoyo profesor Csar Senz, ngel Garca Cook, Al-
para la realizacin de este trabajo. ba Guadalupe Mastache, Leonor Merino,
Sonia Rivero Torres (coords.), pp. 319-366,
inaH (Cientfica 351), Mxico.
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Veracruzana, Instituto de Investigaciones Antropolgica, nm. 26, Mxico.
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173
carlos vanueTH PreZ silva

perforacin SE (20 a 23 de noviembre de Las Mesas-2004, Estados de San Luis Potos,


2005), Direccin de Salvamento Arqueol- Veracruz y Tamaulipas, Direccin de Salva-
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174
cerMica diagnsTica del Preclsico,
clsico y Posclsico en algunos siTios
del norTe de la HuasTeca
Pamela Reza Martnez y Hctor Prez Garca*

inTroduccin sariamente se aplica al resto de la Huasteca,


De los proyectos de salvamento arqueolgico razn suficiente para buscar el mejoramiento
lneas de transmisin Champayn-Anahuac de su clasificacin o el surgimiento de nuevas
Potencia y Champayn-Las Mesas, ambos propuestas. En el presente escrito hacemos un
efectuados en el sur de Tamaulipas, norte de ejercicio que retoma parte de los estudios acer-
Veracruz y sureste de San Luis Potos, en 2001 ca de la cermica local y de sus relaciones con
y 2004, respectivamente,1 se recuperaron ma- otras reas, y a la par presentamos algunos de los
teriales cermicos que permitieron establecer materiales cermicos analizados que muestran
la cronologa relativa de 44 de los sitios regis- las diferencias encontradas en regiones distintas
trados. De dichos materiales se presentan a de la Huasteca; esto se logr identificar gracias
continuacin los tipos que consideramos ms a la naturaleza de estos salvamentos que siguen
representativos del rea estudiada por haber trayectorias lineales de este a oeste y de norte
generado la mayor parte de los materiales y a sur, entre los municipios de Tamazunchale,
de las inquietudes o dudas acerca de su iden- San Luis Potos, rumbo a Altamira, Tamaulipas,
tificacin, distribucin o temporalidad. y de ste hacia el municipio de Tamun. Ambas
Durante la etapa de anlisis cermico encon- lneas se proponen en conjunto por compartir
tramos que son pocos los estudios que existen un rea en comn; se identificaron sitios de
de cermica y otros materiales arqueolgicos, distintas caractersticas y temporalidades.
y que hay diversas opiniones, desde la identifi- De los tipos Chila Blanco, Prisco Negro,
cacin tipolgica a la coincidencia temporal. Zaquil Rojo, Zaquil Negro, Huasteca Negro
Por un lado, la base tipolgica establecida por sobre Blanco y Tancol Policromo, se presentan
Ekholm en 1944 para la regin Tampico-Pnu- las caractersticas generales identificadas en
co ha permitido que hasta la fecha los criterios distintas reas del norte de la Huasteca y/o su
de clasificacin an sean homogneos; por relacin con otras equivalentes dentro y fuera
otra parte, cabe recordar que su tipologa del rea cultural.
corresponde a un rea especfica, que no nece-
TiPo cHila Blanco
* Direccin de Salvamento Arqueolgico, inaH. Ekholm,2 al igual que MacNeish, lo ubica
1
El primero se realiz durante 2001 con la direccin
como diagnstico para el Periodo I (Chila) en
de Gustavo Ramrez Castilla, del Centro inaH-Tamaulipas
y el segundo fue coordinado por Pamela Reza Martnez,
2
de la Direccin de Salvamento Arqueolgico, inaH. Ekholm, 1944, pp. 341-343.

175
PaMela reZa MarTneZ y HcTor PreZ garca

el rea Tampico-Pnuco, mientras que Wilker- cermica es de uso muy extendido en la Huas-
son3 en Santa Luisa, en el centro-norte de teca y, en general, en buena parte de la plani-
Veracruz, lo llama Chila Variety, como varian- cie costera del golfo.
te al Progreso Blanco en la Fase Arroyo Gran- Inicialmente Ekholm (1944: 345 y 350) lo
de (300 a.C. -0); esta cermica es similar a los establece como diagnstico para los periodos
tipos Canoas Blanco y Coatepec Blanco del II y III en la regin entre Tampico y Pnuco;
valle de Puebla-Tlaxcala4 durante el Formativo las relaciones que Wilkerson (1972: 252-266)
medio y tardo. En las mrgenes de la cuenca identifica entre sus tipos Alemn Black y Baja
baja del Ro Moctezuma-Pnuco, en el Proyec- Grande Fine Red con el Prisco Negro parecen
to Arqueolgico Huasteca (PaH), se le identi- coincidir en que efectivamente corresponden
fic con caractersticas similares a las descritas a una temporalidad equivalente para la fase
por MacNeish;5 Castaeda6 para el sitio Alta- Arroyo Grande en el Preclsico Tardo.
mirano, indica que tiene una mayor frecuen- Pero en la cuenca baja del ro Pnuco, Gar-
cia en la fase Tampan (850-650 a.C.) y conti- ca Cook y Leonor Merino consideran que este
na hasta la fase Tantun I (650-350 a.C.). tipo es caracterstico desde la fase cultural Tan-
En el anlisis de nuestros materiales encon- tun I (650 a 350 a.n.e) y contina en uso en el
tramos poca presencia del Chila; slo se encon- inicio de la fase cultural Coy (200 d.C. 650 d.C.)
tr en dos sitios; la mayora en el sitio Miramar, (Garca y Merino, 2004: 22) (figuras 2-4).
localizado al este de Tanquin de Escobedo, Los Stresser-Pean (2000:145-162) en San
San Luis Potos, en el valle aluvial de la cuenca Antonio Nogalar y en Tamtok (2005:533) ma-
baja del ro Moctezuma. Lo identificamos por nejan al tipo Nogalar Negrusco para el Clsico
las formas y decoraciones de sus equivalentes medio, y lo relacionan o comparan con los
en otras reas de la Huasteca, pero con la va- tipos Prisco Negro, Pnuco Grueso Negro y
riante del color de la pasta, que en lugar de quiz con el Pnuco Gris. Consideramos que
ser caf como en la planicie costera es los materiales que presentan tienen formas ms
verdoso (munsell 5 Y 3/2 dark olive gray) cercanas al Prisco Negro (es decir, cuencos tr-
(figura 1). podes y vasos trpodes con soportes de botn,
Segn la distribucin del Chila en el PaH y pero sobre todo los cajetes de silueta compues-
en nuestros sitios, parecen limitarle a la cuenca ta y los cajetes con los bordes ondulados con o
del ro Moctezuma y Pnuco, ya que en otros sin molduras) y las decoraciones de este tipo
sitios de la planicie costera se encontr en (principalmente algunas piezas con punzona-
menor proporcin, por lo que qued en duda dos en el exterior de las paredes e incisiones
la posibilidad de seguir manejndolo como en la base de lneas paralelas circunscritas en
diagnstico para el Preclsico tardo en toda los fondos de cajetes de silueta compuesta con
la parte norte de la Huasteca. bases convexas con o sin soportes).
La permanencia del tipo en varias fases y
TiPo Prisco negro periodos permite correlacionarlo con diversos
Respecto a este tipo existen variadas opiniones materiales cermicos desde el Preclsico me-
acerca de su temporalidad, distribucin y rela- dio (Chila Blanco, Aguilar Gris y Rojo, entre
ciones con otras regiones. Es evidente que esta otros) hasta el Clsico medio (Pnuco Gris,
los tipos de Pastas Finas; Zaquiles Rojos y Za-
quiles Negros), pero es el tipo predominante
3
Wilkerson, 1972, p. 85. durante el Periodo II El Prisco en la regin
4
Garca Cook, ngel y Beatriz Leonor Merino
Carrin, 2005, pp. 597 y 623.
Tampico-Pnuco y, de igual modo, para los
5
Garca Samper, 1982, p. 118. sitios de la cuenca baja del ro Pnuco, donde
6
Castaeda,1992, p. 168. presenta una distribucin muy amplia para

176
cerMica diagnsTica del Preclsico, clsico y Posclsico

Figura 1. Tipo Chila Blanco del sitio Miramar.

177
PaMela reZa MarTneZ y HcTor PreZ garca

Prisco negro
S17/P2-II
Cajete de silueta compuesta
base plana y reborde labial

Prisco negro
S17/P2-II
Plato de pared
vertical
base convexa

Prisco negro
S16/P2 Cuadro 1E-R3
Cajete miniatura
de silueta compuesta
Base convexa
Fondo con decoracin
por incisin y reborde labial
0 1 2 3 4 5 cm

Figura 4. Tipo Prisco Negro.

las fases culturales Tantun II y III, aunque


sigui en uso hasta la fase Coy. Dada la amplia
distribucin y presencia de este tipo, Garca
S18
P2 0 1 2 3 4 5 cm
y Merino (1989: 112) consideran que se pre-
CII
Jarrn de silueta compuesta senta en el primer apogeo regional.
En el Rescate Arqueolgico del Gasoducto
Figura 2. Tipo Prisco Negro. Sitio Guayalejo, Cactus, Chiapas- Planta Los Ramones, Nuevo
Pnuco, Veracruz.
Len, Padilla Yedra (1988: 92-93) define que
las mayores concentraciones cermicas de este
tipo se localizan en el municipio de Altamira,
Tamaulipas, hasta el municipio de Gutirrez
Zamora, Veracruz, con una temporalidad
entre el 500 a.n.e al 300 d.n.e.7
La identificacin del tipo no es difcil, pero
presenta variedades que no se han definido del
todo. Para empezar, el Prisco Negro no es tan
negro siempre; el rango de tonalidades en los
colores de los revestimientos es variado debido
a la coccin diferencial y al uso de distintos
engobes (7.5 YR 7/6 reddish yellow, 10 R 5/8
red, 7.5 YR 5/4 brown, 10 YR 5/1 gray, 2.5 Y
3/2 very dark grayish brown), al igual que
los colores de las pastas (10 YR 2/2 very dark
brown, 7.5 YR 3/4 dark brown a 7.5 YR 8/4

7
Durante este proyecto se definieron reas cultu-
0 1 2 3 4 5 cm Prisco negro rales a lo largo de la costa del Golfo, basndose en la
S14/P2 Cuadro 2A-III
Vaso trpode de paredes rectas distribucin geogrfica de tipos cermicos; de acuerdo
Grosor de las paredes: 5 a 6 mm con los resultados, el tipo Prisco Negro se distribuye en
el norte desde el municipio de San Felipe de la China,
Figura 3. Tipo Prisco Negro. Sitio Carrillo Puerto, Nuevo Len, y por el sur hasta el municipio de Santiago
Tamun. Tuxtla, en Veracruz.

178
cerMica diagnsTica del Preclsico, clsico y Posclsico

Foto 1.Tipo Prisco. Sitio Los Tarascos, Tamun, Foto 3. Prisco engobe crema, variedad con
San Luis Potos. pintura roja. Sitio Rubn Jaramillo.

pink) (foto 1). En los sitios La Gorda y Ra- Negro poco comn, y que al parecer no tiene
yoncito (Ramrez 2001), en los municipios de antecedentes en la bibliografa consultada;
Altamira y Gonzlez, Tamaulipas, y en el sitio es un cajete de silueta compuesta con moldura
Chapacao, en bano San Luis Potos, encon- medial ondulada, a la cual se nombr Prisco
tramos tambin algunos tiestos de la variedad engobe crema con pintura roja; hay otro
Prisco Negro con decoracin al fresco, que de fragmento similar en el sitio Los Tarascos,
acuerdo con Ekholm (1944: 346) es exclusiva pero con pintura caf sobre engobe crema
para el Periodo II o Preclsico tardo; nosotros (foto 3).
lo identificamos en asociacin con el tipo ce- Adems, el tipo Red Ware Painted, que
rmico Pnuco Gris (foto 2). Por otra parte, convive con el Prisco Negro, tiene semejanzas
en el sitio Rubn Jaramillo, en el municipio con ste en cuanto a las estructuras de las pas-
de bano, se encontr una variedad de Prisco tas y algunas formas (vasijas de paredes rectas
divergentes con reborde). Puede tratarse de
una variante de Prisco con decoracin de pin-
tura roja sobre el color de la pasta que Ekholm
identifica para el Periodo I. Las muestras re-
cuperadas de estas variantes son pocas como
para poder ampliar los cometarios acerca de
ellas (figura 5).

TiPo Zaquil rojo


En el rea de estudio se observaron tres va-
riantes del Zaquil Rojo.
1) Variedad del sur de Tamaulipas en la
cuenca baja del ro Guayalejo-Tames. En el
sitio El Durangueo, en Altamira, Tamauli-
pas, la cermica es similar a la reportada por
Ekholm (1944: 353, figura 8: W y T) para el
Foto 2. Sitio Rayoncito. Tipo Prisco con pintura al periodo IV y coincide con la variante Zaquil
fresco. Sitio Guayalejo, Pnuco, Veracruz. V de Garca Samper. Este Zaquil es de pasta

179
PaMela reZa MarTneZ y HcTor PreZ garca

Tipo: Red Painted Ware


De acuerdo con Garca Samper, la variedad
Zaquil V se concentra en bano y San Vicente
Tancuayalab, con ramificaciones en Tamun.
Nosotros encontramos que esta variedad se
extendera ms al norte en la zona del ro
Guayalejo y del sistema de lagunas costeras en
el municipio de Altamira, Tamaulipas.
2) Variedad de la planicie costera del rea
de Tamun, San Luis Potos. Los materiales pro-
vienen de un rea de lomeros altos y bajos de
los sitios Carrillo Puerto y Los Tarascos; ambos
se caracterizan por tener ocupacin constante
desde el periodo II al IV de Ekholm o la fase
0 1 2 3 4 5 cm
Coy de Garca Cook y Merino (1989:199). Esta
Figura 5. Tipo Red Painted Ware. Sitio Guayalejo, variante de Zaquil Rojo es la ms semejante a
Pnuco, Veracruz. la descrita por Ekholm (1944: 355) en el rea
de Tampico-Pnuco y a los recuperados en el
rea de Chicayn en Veracruz, temporalmente
de textura media y dura con abundantes situada en el periodo Clsico (comunicacin
desgrasantes de arenas y partculas de color personal de Trinidad Durn). Por otra parte,
blanco y con acabado entre alisado y pulido; el Garca Samper establece las variantes del Za-
revestimiento tiende ms al color naranja que quil Rojo IV con una descripcin similar a los
al rojo (Munsell 2.5 YR 5/8 Red); los soportes tiestos de la foto 4b y c, y el Zaquil rojo V como
zoomorfos y cnicos huecos con perforacio- el de la foto 4a (Garca Samper, 1982: 64-65 y
nes son muy caractersticos de esta rea y del 73-74). El revestimiento consiste en un engo-
tipo (foto 4). Estos materiales provienen de be de color rojo (10 R 5/8 y 10 R 4/8), con
excavacin y se encuentran asociados a mate- acabado pulido, opaco o brillante. El engobe
riales posclsicos (Zaquil Negro, Huasteca se localiza en el exterior hasta el PTve,8 donde
Negro sobre Blanco y Tancol Policromo), lo en ocasiones presenta una nervadura, debajo
que permitira ubicar esta variante en los pe- de sta un alisado o rastrillado sin engobe
riodos V y VI. (figura 6); es necesario comentar que por lo
general las muestras se observan con coccin
diferencial.
La distribucin de esta variedad, de acuerdo
con Garca Samper, se concentra entre Tamun
y Tanquin, con ramificaciones hacia Pnuco;
tambin en bano y Chicayn. De lo que hemos
observado, coincidimos con esta distribucin,
pues la identificamos slo en Tamun.
3) Variedad del valle aluvial del ro Mocte-
zuma, en el rea de Tamazunchale, San Luis
Potos. En los sitios de esta rea encontramos
variantes locales de Zaquil rojo para el Poscl-

8
PTvepunto de tangencia vertical externo. En
Foto 4.Tipo Zaquil Rojo V, Altamira, Tamaulipas. Balfet et al., 1992, pp. 33-34.

180
cerMica diagnsTica del Preclsico, clsico y Posclsico

34 cm 30 cm 32 cm

SE14
Ps 1
Capa VII
SE14
Ps 1 SE14
Capa VII Ps 1
Capa VII
28 cm

SE14
Ps 1
Capa VIII

0 1 2 3 4 5 cm
22 cm 18 cm

Foto 5. Tipo Zaquil Rojo VI, Tamazunchale, San


SE14 SE14 Luis Potos.
Ps 1 Ps 1
Capa VI Capa VII

La distribucin propuesta para la cuenca


Figura 6. Tipo Zaquil Rojo IV, Tamun, San Luis baja del Pnuco se concentra entre Tamun
Potos. y San Vicente Tancuayalab, y hacia el norte
del rea es poco frecuente; propondramos
sico temprano y tardo, que son distintas a las ampliar hacia el sur la distribucin de esta
variantes antes descritas en cuanto a pastas, variante a los municipios de Matlapa y Tama-
formas y acabados de superficie. La pasta es de zunchale, San Luis Potos.
textura media con desgrasantes de partculas Como complemento, en el tipo Zaquil Rojo
subangulares de color blanco, negro y gris, se han diferenciado variedades por su distri-
ligeramente porosa y blanda; el color segn bucin temporal en sitios como Tamtok,9 con
la tabla Munsell es 7.5 YR 8/2 (pinkish white) los subtipos Zaquil Rojo Temprano y Zaquil
y 10 YR 7/3 (very pale brown). El acabado de Rojo Tardo; de los materiales del Proyecto
superficie presenta un pulimento regular en Arqueolgico Huasteca, en su tesis Garca
interior y/o exterior. El engobe por lo general Samper (1982: 64) distingue tres variedades:
se presenta en el exterior hasta el borde; en Zaquil Rojo IV, V y VI, que sigue la tipologa
pocas ocasiones lo rebasa, pero no demasia- propuesta inicialmente por Ekholm.
do; regularmente el interior se presenta en
color crema (foto 5) color munsell de la
superficie: 10 R 3/6 (red), 2.5 YR 5/8 (red); el
interior es 7.5 YR 8/2 (pinkish white) y 7.5 YR
8/3 (pink). Los colores ms oscuros parecen
ser similares a los descritos por Garca Samper
para el Zaquil Rojo VI, as como algunas de las
formas (cajetes de siluetas compuestas, teco-
mates, ollas y platos de paredes rectas). Las for- S1-P120
PS1
CII
mas identificadas en esta rea corresponden Cajete de pared recta convergente
Tipo Zaquil Rojo
ms a paredes rectas divergentes y convergen- 0 1 2 3 4 5 cm

tes en lugar de paredes curvo convergentes,


Figura 7. Tipo Zaquil Rojo.
como las siluetas que se encontraron en mayor
proporcin en los sitios de la planicie costera
antes mencionados (figura 7). 9
Stresser-Pan, 2005, p. 515.

181
PaMela reZa MarTneZ y HcTor PreZ garca

En la sierra de Tamaulipas, en el sitio de TiPo Zaquil negro


San Antonio Nogalar, Stresser-Pan encontr En los sitios Las Vegas, La Esperanza y Miramar,
materiales que equipar a este tipo, pues en el valle aluvial del ro Moctezuma, en San
coincide, salvo pequeas diferencias, con los Luis Potos, el tipo Zaquil Negro fue diagnstico
descritos para la planicie costera y los ubica para identificar la ocupacin de estos sitios ri-
para el final del Periodo III Pithaya y para el bereos desde los periodos IV a VI, en los cua-
Periodo IV Zaquil (de la cronologa de Tam- les es tan comn como el Zaquil Rojo y los tipos
pico-Pnuco), pero sin diferenciar variedades Las Flores Negro sobre Rojo y Las Flores Mol-
(Stresser-Pan, 2000: 163), y coincide con cajetes. En el sitio La Esperanza se encuentra
MacNeish en que este tipo es proveniente de en asociacin con materiales diagnsticos para
la Huasteca y no de la Sierra (Stresser-Pan, los periodos V y VI (Posclsico). En el sitio Las
2000: 164).10 Vegas est asociado a materiales posclsicos que
Para la regin de Ro Verde, San Luis Poto- lo ubican para el Clsico y el Posclsico tempra-
s, en el complejo cermico Ro Verde A y Ro no. En el sitio Miramar encontramos el Zaquil
Verde B, el tipo cermico Manzanilla parcial- Negro asociado primero a materiales clsicos
mente pulido tiene gran similitud en cuanto al (Pnuco Gris, Pnuco Pasta fina y Fine Paste
acabado de superficie, decoracin y formas con Red Slipped), y despus a posclsicos (Las
el Zaquil Rojo: presencia de nervaduras media- Flores, Tancol y Huasteca Negro sobre Blanco).
les que separan las partes con revestimiento Este tipo tiene caractersticas semejantes a las
pulido de las que no tienen revestimiento, y reportadas para el rea de Tampico-Pnuco,
slo un ligero rastrillado que es una de las con la diferencia de que la pasta presenta mayor
caractersticas bsicas para la identificacin cantidad de agregados de arenas, lo que la hace
del Zaquil Rojo IV. Sin embargo, en el Man- ms blanda que sus similares de la planicie
zanilla parcialmente pulido los revestimientos costera; el pulimento del engobe siempre es
en su mayora son de color beige a caf y, opaco (color Munsell 10 YR 5/1 gray, 7.5 YR
en menor proporcin, negros.11 3/2 dark brown, 7.5 YR 5/6 strong brown), y
En el centro norte de Veracruz, en el sitio al igual que los zaquiles encontrados en otras
Santa Luisa, en las fases Tecolutla a la fase reas, se presenta tanto liso como esgrafiado
Isla B, Wilkerson (1972: 382-387) identifica con formas como cajetes de paredes rectas di-
un tipo que denomina tipo Tajn Utility y su vergentes y fondos planos, de paredes curvo
Tajn Variety, que es similar al Manzanilla Par- divergentes, cajetes de siluetas compuestas de
cialmente Pulido de Ro Verde, y lo relaciona pared recta (figuras 8-10). Se identificaron al-
con el Zaquil Rojo tanto por los acabados de gunos tepalcates con trabajo similar al Zaquil
superficie como por las formas, pero el color Rojo, como en la vasija de la figura 8, que en la
del revestimiento es el de la pasta al igual que base presenta rastrillado sin revestimiento.
en Ro Verde. En el sitio Carrillo Puerto, las caractersti-
cas del Zaquil Negro corresponden ms a la
descripcin de este tipo en el rea de Tampi-
co-Pnuco y de Chicayn; se caracteriza por
10
Stresser-Pan cita a MacNeish en: Richard Mac-
tener una pasta medianamente dura, poco
Neish, Preliminary Archaeological Investigations in
the Sierra de Tamaulipas, Mxico, en Transactions of porosa y con partculas de arenas finas, que
the American Philosophical Society (New Series, vol. 48, la diferencian de la identificada para el valle
parte 6 ), Filadelfia, 1958. aluvial del Moctezuma (figura 11). El acabado
11
Michelet, 1996. Nota: las observaciones sobre el
tipo Manzanilla Parcialmente Pulido y su relacin con
de superficie es bien pulido y en ocasiones
el Zaquil se hicieron con base en el texto de Michelet, y brillante; el color, segn la tabla Munsell, es
no mediante observacin directa de los materiales. 7.5 YR N/2 Black, y 2.5 YR 5/8 Red.

182
cerMica diagnsTica del Preclsico, clsico y Posclsico

S1-P120
PS1
CII
Cajete de pared recta divergente
Tipo Zaquil Negro 0 1 2 3 4 5 cm
Figura 8. Tipo Zaquil Negro liso.

SE 02
SE 01 Ps 1 SE 02
P1 20 Capa II Ps 1
SE 02 6F Capa I
PS 2 Capa I
Capa VI

SE 02
Ps 4 SE 01 SE 02
Capa II Pl 20 Ps 1
3D Capa II
Capa II

SE 02
Ps 2
Capa IV

SE 02
Ps 1
Capa II 0 1 2 3 4 5 cm

Figura 9. Tipo Zaquil Negro. Sitio La Esperanza.

183
PaMela reZa MarTneZ y HcTor PreZ garca

Zaquil Negro
Miniatura de cajete trpode con
soportes cnicos, de base plana y
pared recta divergente
SE 01, Pl 10, cuadro EF, Capa I
Dimetro 13 cm

0 1 2 3 4 5 cm

SE 01
SE 01 P1 20
SE 01 SE 01 3D
Pl 20 P1 02 P1 20 Capa I
3D 6F 6F
Capa I Capa I Capa I

SE 01
P1 20
3C SE 01
Capa I P1 20
Capa I

SE 01
Pl 20
3F
Capa II
SE 01
Pl 20
2A
Capa I

Figura 10. Tipo Zaquil Negro.

184
cerMica diagnsTica del Preclsico, clsico y Posclsico

SE 04 Zaquil Negro Esgrafiado

SE 04
SE 04 P3
P3 C II
C II

SE 04
SE 04 P4
P1 C II
C IV

SE 14 Zaquil Negro Esgrafiado

0 1 2 3 4 5 cm

Figura 11. Tipo Zaquil Negro.

185
PaMela reZa MarTneZ y HcTor PreZ garca

TiPos HuasTeca negro soBre Blanco


y Tancol PolicroMo
Este tipo junto con el Tancol Policromo carac-
terizan a la Huasteca durante el Posclsico
tardo, por ello son utilizados como diagns-
ticos para el Periodo VI en Pnuco-Tampico y
para la fase Tamun (1200-1521 d.C.); surgen
en el segundo apogeo regional en la cuenca
baja del ro Pnuco (Garca y Merino, 1989:
202).
Los criterios para su clasificacin no son
homogneos; tenemos el de Ekholm a partir
de complejos cermicos, tipos y subtipos; el de Foto 6. Huasteca Negro sobre Blanco,
Stresser-Pan, que aplica en los materiales Tamazunchale, San Luis Potos.
de Tamtok, con base en tipos y subtipos que de-
riva de los planteados por Ekholm, los agrupa
y los denomina Huasteca, subdividindolos por En el rea de Tamazunchale, el Huasteca Ne-
variaciones en la decoracin o ausencia de sta gro sobre Blanco y el Tancol Policromo se dife-
(Stresser-Pan, 2005:472); su resultado son cin- rencian tanto por formas como por acabados de
co subtipos: Huasteca Blanco, Huasteca Labio superficie. En ambos casos las pastas son naran-
Rojo, Huasteca Rojo sobre Blanco, Huasteca jas o cafs rojizos de texturas medias (igual que
Negro sobre Blanco y Huasteca Policromo; el tipo Las Flores molcajetes encontrado
adems de dos variedades: Huasteca Pasta fina en el rea). En el caso del Huasteca Negro sobre
y Huastecoide. De la propuesta de subdivisin Blanco se observa que las vasijas son recubiertas
regional de la Huasteca en el caso de estudio con engobe blanco y despus son decoradas con
del sitio Tamohi, de la doctora Diana Zaragoza, pintura negra o caf oscuro con acabado pu-
identifica diferencias en las formas y estilos lido (foto 6). En el tipo Tancol Policromo, la
decorativos de la cermica Huasteca Negro decoracin estaba sobre un revestimiento del
sobre Blanco y el Tancol Policromo, estable- mismo color que la pasta con acabado pulido
ciendo un sistema clasificatorio para Tamohi (figuras 12-13). Son muy pocos los materiales
basado en el tipo-variedad.12 En los tres casos de pastas blancas y finas que, segn lo anterior,
corresponden a clasificaciones derivadas de no son de manufactura local.
estudios particulares que no necesariamente Los tipos Huasteca Negro sobre Blanco iden-
podran aplicarse del todo al rea de estudio tificados en la planicie costera del sur de Tamau-
de otros proyectos arqueolgicos. lipas y en la ribera del Guayalejo-Tames son los
En nuestro caso, uno de los objetivos es que presentan caractersticas ms aproximadas
establecer la cronologa relativa de los sitios, a las descritas por Ekholm en cuanto a la pasta,
por lo que optamos por las clasificaciones de formas y decoraciones (foto 7).
Ekholm y Garca Samper, dado que no pro- En el rea de Tamun, en el sitio Carrillo
fundizan en las variantes de ambos tipos y, en Puerto, slo identificamos tres tiestos con for-
el caso del Proyecto Arqueolgico Huasteca, mas y decoraciones parecidas a las presentadas
abarca una mayor rea. Los ubican desde el por Ekholm (1944: 407, figura 26f) (foto 8).
1100 al 1500 d.C. (final de la fase Tamul y toda De acuerdo con Garca Samper, el Huas-
la Tamun) (Garca Samper, 1982: 81). teca Negro sobre Blanco se concentra entre
Tamun y Ciudad Valles, en San Vicente Tan-
12
Zaragoza, 2003. cuayalab y Tanquin, y el Tancol Policromo

186
cerMica diagnsTica del Preclsico, clsico y Posclsico

Tancol Policromo

SE 02
PS2-CV
Cajete de silueta compuesta
y base cncava
pasta naranja

SE2 PS1-CI
Cajete de silueta compuesta
Tancol Huasteca Policromo
pasta crema

S1-P120
C2B-CII
Fragmento de
vasija efigie
tipo Tancol
Policromo
pasta fina
blanca 0 1 2 3 4 5 cm

Figura 12. Tancol Policromo. Sitios Las Vegas y La Esperanza, Tamazunchale y Matlapa, San Luis Potos.

se concentra entre Tamun y San Vicente coMenTarios finales


Tancuayalab, distribuyndose hacia bano Las condiciones ambientales pueden favorecer
y Ciudad Mante. Nosotros los encontramos o dificultar la identificacin tipolgica, ya que
sobre todo en los sitios ribereos de los ros de stas dependen el estado de conservacin
Moctezuma y Guayalejo-Tames. de los materiales y el tipo de intervencin que

187
PaMela reZa MarTneZ y HcTor PreZ garca

S2. Tancol Policromo

Foto 8. Huasteca Negro sobre Blanco. Sitio


Carrillo Puerto, Tamun, San Luis Potos.

tipo de suelo y su acidez generan condiciones


17 cm que atacan o degradan con ms facilidad las de-
coraciones y revestimiento de la cermica, en
Simbologa S2
T351
especial la del Huasteca Negro sobre Blanco,
Negro Negro
Plato Las Flores, Tancol Policromo, Tancol Brown
on Buff y las pastas finas con engobes rojos.
Rojo naranja Blanco
Se debe tener cuidado durante la limpieza
Figura 13. Tancol Policromo. Sitio La Esperanza,
del material, pues fcilmente pueden perder
Tamazunchale, San Luis Potos. revestimientos y/o decoraciones ya de por s
afectadas por las condiciones mencionadas.
2. En situacin opuesta est la planicie
costera y el sur de Tamaulipas, rea en que
a pesar de presentar suelos vertisoles, la baja
precipitacin pluvial permite una mejor con-
servacin de los materiales al generar ambien-
tes bsicos de pH y, desde luego, esto facilita
la identificacin de sus atributos.
Otro problema ocurri con la bsqueda
de informacin bibliogrfica al encontrar
que algunos de los trabajos acerca de cer-
mica a los que se tiene acceso, no contienen
descripciones completas de los materiales
arqueolgicos; adems, son pocos los trabajos
Foto 7. Huasteca Negro sobre Blanco. Sitio de rea; la mayora son resultado de proyectos
Guayalejo, Veracruz.
en sitios especficos.
En la actualidad es evidente que an existen
requieren antes de su clasificacin. En la Huas- muchas interrogantes y vacos respecto a los
teca la variabilidad ambiental puede ser deter- materiales arqueolgicos, y es necesario que
minante, como en estos casos. nuevas investigaciones aporten datos acerca
1. En la cuenca aluvial del Moctezuma la de su distribucin, temporalidad y significado
alta precipitacin pluvial, la vegetacin, y el histrico, social y cultural.

188
cerMica diagnsTica del Preclsico, clsico y Posclsico

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189
TZicoac:
un siTio en la HuasTeca veracruZana
Luis Ignacio Snchez Olvera*

definicin lingsTica y localiZacin representacin grfica del pueblo de Tzicoac


Al locativo Tzicoac se le han dado varios signi- es una serpiente anillada, que representa a un
ficados: Tezozomoc escribi que Moctezuma coralillo, lo que hace coincidir el dato del cro-
y los mexicanos llamaban Tzicoac a la Huaste- nista con la observacin del campesino. As, el
ca y tzicoacas a los huastecos (Alvarado 1975: aspecto considerado como caracterstico para
77). Sin embargo, en este sentido ya se ha vis- esta regin fue la abundancia de coralillos, que
to que los mexicas nombraban a los huastecos contina hasta la actualidad.
cuextecas, y con el calificativo de cuextlan a la Tzicoac, como cabecera de pueblo, estuvo
regin donde se asentaban, y que a los distin- ubicada en la margen sur del ro Pantepec. Fa-
tos grupos que la conformaban les llamaban ges (1959: 117), al describir la municipalidad
a cada uno por su nombre en particular. de Temapache; anot:
Eduardo Fages (1959: 209) defini el nom-
bre de Xicuaque como Lugar de mentira, mu- Es la mayor y mas poblada de las cuatro de las
cha falsedad. Tzicoac es una palabra mexicana que se compone este partido. Los terrenos
son muy feraces y en las haciendas y ranchos
compuesta por tzicatl que significa hormiga y que contienen, del Chapapote, Tamatoco, el
coatl culebra; Sahagn (1956: t. III, 276) en la Alazan, Cerro Viejo, Xicuaque o San Isidro y
seccin donde habla de los animales que habi- otros varios, se alimenta gran nmero de
tan en estas tierras, entre la variedad de serpien- ganado vacuno.
tes que nombra se refiere a una especial: Hay
una culebra que se llama tzincanantli porque En la cartografa del estado de Veracruz reali-
dicen que es madre de las hormigas; es gruesa zada por la Comisin Geogrfica Exploradora
y crase en los hormigueros, en lo profundo de en 1907, se encuentra localizada; adems, exis-
ellos; es pintada todos colores es espantable. ten referencias de los vestigios arqueolgicos
En tierra caliente, y en especial en la llanu- de la antigua poblacin tzicoaca: Laso de la Ve-
ra costera de la Huasteca, se sabe entre los ga, citado por Melgarejo (1947: 8), escribi:
campesinos que la serpiente coralillo vive
en comunin con las hormigas arrieras. En [...] En la congregacin de Dr. Montes de
Oca, antes San Isidro, perteneciente a este
los cdices, sobre todo en el Mendocino, la municipio en una vasta zona hay montculos,
idolillos otros objetos que fueran dejados por
* Instituto de Antropologa, Universidad Vera- las razas primitivas que poblaron sta regin.
cruzana. Segn datos acerca del citado San Isidro,

191
luis ignacio sncHeZ olvera

Figura 1. Mapa de localizacin.

anteriormente se llam Cicuaque. [...] Rosas


colocados de manera equidistante entre dos
Tenorio, haba informado de tales vestigios
arqueolgicos [...]. bandas que forman semicrculos una orlada
y otra lisa; existen cinco smbolos de este
tipo. La orlada podra simbolizar las alas de
Es evidente la necesidad de reforzar con prue- una mariposa en movimiento.
bas histricas y arqueolgicas la veracidad de De la comisura de las fauces salen sendos
estos datos. Melgarejo (1970: 35) reconoci colmillos, al igual de la parte frontal del hoci-
el smbolo del pueblo de Tzicoac en los Lienzos co. En el lomo se esculpi su lengua bfida y
de Tuxpan. alternativamente se colocaron tres crculos o
El hallazgo arqueolgico fortuito de un sa- chalchihuites que, a su vez, contienen uno ms
queador en el flanco este de la Sierra Doctor pequeo y entre stos se grabaron elementos
Montes de Oca es una columna tallada en pie- que podran recordar un atado de aos. En su
dra basltica que representa una serpiente, la parte ventral se marcaron las estras naturales
cual claramente alude al concepto de Tzicoac. que tienen los ofidios. Este simbolismo lleva a
Los costados simtricos tienen un diseo com- pensar en la inscripcin de una fecha memo-
puesto por cuatro crculos o chalchihuites, rable para los tzicoacas (figura 2).

192
TZicoac: un siTio en la HuasTeca veracruZana

En la primera temporada de campo del Pro-


yecto Tzicoac, se obtuvo el dato de la posicin
in situ de la pieza. A decir del informante, la
columna estaba en posicin horizontal dentro
de una caja hecha de lajas de piedra arenisca,
revocada en su interior y cubierta con otras
de mayor tamao; el contenedor debi ser
muy similar a los tipos de tumbas propios de
la zona. En asociacin con el hallazgo, haba
un conjunto de urnas de barro con decoracin
al pastillaje1 que fueron sistemticamente des-
truidas con el afn de buscar algo ms valioso
que un simple montn de crneos y fmures;
aqu tambin fueron halladas siete vasijas de
la poca Pnuco VI, tipo Negro/crema.2
La otra pieza que corrobora el dato es una
mscara realizada con piedra grantica.3 Tiene
un tamao de 14 cm de alto por 13.5 de ancho.
Est finamente tallada con horadaciones en los
lbulos de aproximadamente tres milmetros
de dimetro; representa la cara de un individuo
en cuya frente tiene una diadema formada por
dos serpientes enlazadas; de las comisuras de los
labios salen dos dientes puntiagudos, simulan-
do los colmillos de un ofidio; es decir, hablamos
de la representacin de un tzicoaca hombre
serpiente como le llamaban los mexicas a los
habitantes de la regin (figura 2).
Esta pieza fue hallada en superficie, sobre
el montculo 13 que albergaba un entierro,
durante los trabajos de la primera tempora-
da; dicha estructura forma parte del asenta- Figura 2. Columna encontrada en la Sierra
miento llamado El Mangal ubicado entre las Doctor Montes de Oca.
comunidades del Xchitl y San Isidro.4 La
columnata, la mscara y otros elementos que
se describieron, parecen ser datos suficientes
para apoyar el aserto de Fages, Laso de la Vega,
1
En prospeccin en la Sierra Doctor Montes de Rosas Tenorio y Melgarejo Vivanco, en cuanto
Oca para localizar el lugar del hallazgo, se obtuvieron a la localizacin de Tzicoac como cabecera de
fragmentos de las urnas. provincia. Por su estilo y funcin se considera
2
Un vecino de la localidad don uno de los ejem-
plares de estas vasijas al proyecto. como pieza nica.
3
El gelogo Sergio Rodrguez I., del Instituto de
Investigaciones Geolgicas de la unaM, opin que este los PueBlos asociados
tipo de granito procede de canteras localizadas en el
y los seoros vecinos
estado de Hidalgo.
4
Por su estilo y funcin, se considera como pieza Los Anales de Cuauhtitln, el Cdice Mendocino
nica. (1925: f 54), los Memoriales de Motolinia y la

193
luis ignacio sncHeZ olvera

Lista de Tacuba recopilada por Del Paso y la estructura econmica regional dominante,
Troncoso en el Epistolario de Nueva Espaa como fueron los casos de Chicontepec, llama-
(1939: 57) son documentos que describen a tln y Miquetln, entre otros. Tzicoac o Tzicoa-
los pueblos asociados poltica y econmica- que qued reducida a un terreno que alberg
mente con Tzicoac. La Lista de Tacuba inte- dos estancias como se cita en la relacin (135)
gra a 32 pueblos asentados tanto en la sierra cicoaque, Mexico, nm. XXXVI.
como en la llanura costera; sin embargo, en
el Cdice Mendocino se inscriben slo cuatro. Este pueblo tiene dos estancias, la vna se dice
Tomando como referencia los nombres Tilcipojapan y la otra Aguatlan, y todos juntos
son docientos y quarenta cassados; dan tribu-
de las poblaciones que actualmente existen to cada ochenta das nueue cargas de mantas
y que derivan de los pueblos nombrados en y seis cargas de sauanas y veinte y quatro na-
los documentos citados que en total son guas y otras tantas camisas rricas. Esta de
27, se puede decir que la concentracin de Mexico ocho jornadas, otro tanto de los An-
los pueblos pertenecientes a Tzicoac estaba geles y diez de la Vera Cruz y seis de Panuco;
en la Sierra de Chicontepec con 12 pueblos; tiene de largo dos jornadas de camino que
Ilamatln con cinco; seguidos de Ixhuatln podra ser doze leguas, y otro tanto de ancho.
Confina con los terminos de Guaotlan y
con tres, y el actual Benito Jurez con dos; Agualican y Guayacocotlan y Tututepeque y
Tantoyuca y Huayacocotla con uno, y tres en Pantepeque, y terminos de Chilpopocatlan,
la llanura costera rea de Temapache y y terminos de Tucapan y Tenextiquipaque.
uno cercano a Tamiahua. (Del Paso y Troncoso, 1905, t. I: 70).
De muchos pueblos de esta lista se tienen
reconocidos los vestigios arqueolgicos; Al- Espacios habitacionales:
fonso Medelln Zenil realiz un recorrido las plataformas y las chozas
por las zonas de Tecsisapan, Tamazolinco y En los sitios estudiados por el Proyecto Tzicoac
Xochimilco, de las cuales describi las ca- (San Miguel, El Mangal, El Cerro, Xchitl,
ractersticas fundamentales de sus vestigios Rancho Nuevo, Huilozintla y Miquetlan) (fi-
arquitectnicos. gura 3), existen plataformas que daban res-
Melgarejo Vivanco identific a la mayora guardo a las chozas del indgena. En general,
de los pueblos que pertenecieron a Tzicoac el desarrollo de stas se inicia durante el For-
y limit su territorialidad; segn este autor, mativo en las tierras costeas del Golfo.
Tzicoac limitaba al oriente con la provincia de Las dimensiones son muy variables; hay pla-
Tuxpan; al Sur, con la de Tzapotitln y Hueju- taformas circulares con casi 6 m de dimetro
tla; al Norte, con las de Huejutla y Tamiahua y 80 cm de altura, ejemplificados en algunos
(1950: 147). promontorios en San Isidro, muy cercanos al
La extensin de esta provincia se vio reduci- ro u otros del mismo tipo localizados en las
da cuando los espaoles comenzaron a repar- comunidades del Zacatal y Rancho Nuevo
tir las tierras con base en la nueva estructura dentro de la misma rea de estudio.
agraria: la encomienda; al generarse una nue- Hay registradas plataformas rectangulares,
va dinmica poblacional, con la aplicacin de que fluctan desde los 30 m de longitud por
la Ley de Congregacin de Indios, Tzicoac no 12 de ancho, con una altura media de 1.70 m
soport en su estructura indgena los efectos hasta 95 25 m; esta ltima corresponde a un
desintegradores, quedando el centro rector basamento localizado en El Cerro. Tal parece
reducido al mnimo, perdiendo toda su fuerza que, tcnicamente, en estos asentamientos los
poltica y econmica. Al mismo tiempo otros sistemas constructivos no fueron mejorados.
pueblos que integraban la gran provincia ad- Los sitios sealados tuvieron una ocupacin
quiran un desarrollo mayor y se integraban a desde el Clsico temprano y los basamentos

194
TZicoac: un siTio en la HuasTeca veracruZana

Esc. 1 : 250
Jagey
0 50 100 200 300
3 (P.H.)
2 (P.H.)
11 1 (P.H.)
10
6 (P.H.) 4
7 Jagey (P.H.)
Jagey
14 (P.H.) 5 (P.H.)
13 (F)

12 Jagey

El Mangal
Jagey
9 (P.H.) (P.H.)

8 (P.H.) P.H. - Plataforma hab.


F - Estruc. funeraria

A la Sierra Montes de Oca


Figura 3. a) Mscara de piedra grantica; b) localizacin de la mscara, sitio El Mangal.

siguieron construyndose de manera seme- truyeron un ncleo ms alto en un extremo,


jante; esto es, el amontonamiento de tierra que tal vez hubiera sido para dar una jerarqua
con formas cnicas truncadas o rectangulares a un miembro del grupo en cuestin; en este
siguiendo el declive natural en sus laterales, punto se erigi un altar; con excavaciones
en el cual el constructor slo se preocup por futuras se podr comprobar esta hiptesis.
colocar una hilada de piedras de cantos roda- Casi todas las plataformas rectangulares tie-
dos o lajas de tamao mediano para proteger nen una orientacin este-oeste exceptuando
las orillas superiores de la plataforma. En la los casos de las estructuras 2 y 2a en El Cerro,
mayora de los casos, la construccin es plana la 19 de El Mangal, la nmero 6 de Rancho
en la superficie; en otros, los indgenas cons- Nuevo, y las localizadas en San Miguel. En

195
luis ignacio sncHeZ olvera

Figura 4. Sitio El Cerro.

Miquetln la orientacin predominante es indica que procede de un solo sitio, quiz del
hacia el norte y noreste. jagey anexo, sugiriendo adems el trabajo
En El Cerro, se excavaron la plataforma 2 continuo de la comunidad. El poco material
en la parte central y la 2a en su extremo sur; ptreo disperso en los diferentes niveles indica
sta colinda con el jagey mayor del sitio. Debi- que ste fue llevado de manera accidental, y
do a las limpias del terreno que se hicieron con por tanto existe una ausencia de subestructu-
tractor y rastra, las lajas y cantos rodados que ras con acabados de piedra.
protegan los perfiles de la superficie fueron El material cermico recolectado a lo largo
removidos de su sitio original. La estratigrafa de la excavacin fue muy escaso, revuelto y en
del pozo en la plataforma 2 revel uniformi- alto porcentaje de tipo domstico. Adems,
dad en el color y la textura de la tierra, lo que apareci slo en las capas IX y X de 1.25 a

196
TZicoac: un siTio en la HuasTeca veracruZana

1.55 m de profundidad. Sobre el terreno, Sobre las plataformas descritas haba una
se encontraron grandes y gruesos tiestos de lnea de piedras amarradas con lodo, base que
ollas, asociados con una buena cantidad de la- permita la conservacin del extremo inferior
jas y piedras irregulares, entremezclados sin de las varas que conformaban el muro, cons-
orden aparente. Slo en la capa X aparecieron truyendo as un desplante en forma elipsoidal
cuatro piedras rodeando un cuello de olla y centrada como el ejemplo de la plataforma
un tepalcate grueso que tena adherida en su 2a; o si sta era rectangular y no circular,
superficie una capa de ceniza. Tal vez, stos tal vez se hayan dispuesto siguiendo un eje
eran los restos de una cocina que al momento central.
de formar la plataforma fueron removidos. En los asentamientos de la llanura costera
La excavacin hecha en el basamento 2a existe una tradicin cultural Huasteca bien
report muy buenos resultados: se descubri definida; entre sus componentes est el pa-
el desplante de una choza elipsoidal; dentro trn de asentamiento y las caractersticas ar-
de ella haba un sector con abundante mate- quitectnicas de sus edificios; entre stos, el
rial cermico domstico: fragmentos de barro jagey, cuya gnesis se inicia al momento de la
cocido, con horadaciones paralelas de casi delimitacin de un espacio proveedor de tie-
3 cm de dimetro bajareque quemado; rra para la construccin de los ncleos de las
asociado al lugar donde estaba la cermica se estructuras ceremoniales y habitacionales,
encontraron dos entierros de infantes: uno y que termina como un lugar productor de
sepultado en posicin sedente y otro en de- animales, especficamente aves, utilizados en
cbito dorsal, mutilado de los pies. la alimentacin de los habitantes de la comu-
El desplante de las piedras se encontr en nidad. Los conjuntos de construcciones que
la capa 11, nivel 30-45 cm, y denotan haber tienen un jagey se circunscriben slo a los
sido utilizadas para aislar los carrizos o varas asentamientos de la llanura costera.
con que se fabric el muro exterior. La casa La arquitectura de los pueblos asociados al
se construy con una orientacin hacia el centro rector de Tzicoac no es monumental; se
noreste (figura 5). podra decir que fue construida para satisfacer
El piso interior estaba bien apisonado, por bsicamente las necesidades funcionales de la
lo que no fue posible detectar alguna capa vida cotidiana: las plataformas habitacionales,
que diera la idea de enjarre de barro, como los montculos de proteccin y las estructuras
se observ en una casa tradicional campesina funerarias, entre otros. Las dimensiones de
en la comunidad de Raudal Nuevo. stas guardan una proporcin si no urea
Se carece de los datos que permitan recons- totalmente, s muy cercana a ella y una propor-
truir con exactitud la estructura del techo y el cin respecto a la altura y a los movimientos
material con que fue realizado. Sin embargo, del indgena.
los datos grficos acerca de la forma de los
templos y casas, plasmados en los cdices y Propuestas de rutas de comunicacin
lienzos con referencias a la Huasteca, las des- Existen datos confiables para hacer el segui-
cripciones de quienes se interesaron durante miento de los caminos que enlazaban a los
la Colonia en observar los recursos naturales pueblos que conformaban el seoro, y los que
utilizados por el indgena para su subsistencia, comunicaban a stos con la cabecera y otros
y las observaciones respecto al uso tradicional seoros. Hasta el siglo pasado, muchos cami-
de los materiales y sistemas de construccin nos estaban reducidos a simples brechas; no
utilizados en las chozas de la regin, permiten se sabe que los pobladores hayan construido
tener una idea aproximada de cmo eran stas caminos tipo calzada, como los mayas o los
en la poca y regin que se describe. mexicas, quienes enlazaban a los diferentes

197
luis ignacio sncHeZ olvera

Casa en el Lienzo
de Tuxpan

Figura 5. Reconstruccin de una choza con enterramiento.

pueblos ubicados alrededor de Tenochtitln. Para estudiar estas rutas existen las referen-
Sin embargo, los caminos huastecos tienen los cias acerca de los pueblos conquistados por
trazos heredados desde la poca Posclsica, los seores de la Triple Alianza y los tributos
con pocas modificaciones durante la Colonia, obtenidos por stos; como ejemplo se tiene
conservndose en estas condiciones hasta el en los Anales de Cuauhtitln (1945: 64) la lista
siglo pasado. de pueblos de la Huasteca surea tributarios

198
TZicoac: un siTio en la HuasTeca veracruZana

Tipo domstico bao rojo


Tipo cermico: cajete pasta fina

Tipo. Negro/rojo naranja

Figura 6. Cermica.

a Texcoco: Tilzapoapan, Tecpan, Mollanco, milco, entre otros, los cuales tal vez utilizaron
Tenchol, Xococapan, Tamaxolan, Teoquauh- los accesos ofrecidos por el ro Vinazco para
tla, Chamollan, Chicontepec, Teonochtln, llegar a Tzicoac, sin perder su relacin con
Teccizapan, Zocotetlan, Xochimilco, Ahua- Chicontepec (figura 6).
tln, Cozcatecotlan, Ayacachtepec, Tecatln, El segundo grupo se comunic entre s y
Xicallanco, Palzoquitla, Cuachicol, Tonayan, con la cabecera por medio de la cuenca del
Tacaoc, Cozoquentlan, Tlapolichcatlan, Tzi- Pantepec, y aprovecharon la va que comuni-
huatln, Tlacotepec, Tziuhcohuac. caba a los pueblos de Tototepec, Pantepec,
Por su posicin geogrfica es posible que Metlaltoyuca, Zapotitln y Tochpan.
dentro del seoro de Tzicoac se hubieran El tercer grupo, donde se encontraba Tan-
creado agrupaciones de pueblos, de las cuales chol o Tanchel, estaba enlazado con Chiconte-
la mayor pudo estar constituida por los asenta- pec, tena comunicacin con Tzicoac desembo-
mientos serranos cuyo punto de convergencia cando en Xoyotitla-Temapachco que, tal vez,
fue Chicontepec, que por este hecho y su igual sirvieron a los tzicoacas para unirse con
vecindad con Yahualica y otras cabeceras de Tamaoc, pueblo ya desaparecido en el siglo
seoros, iba a adquirir una fuerza poltica y xvii, segn testimonio de De La Mota y Esco-
econmica que lo desligara de Tzicoac. Los bar (1945: 234-241).
pueblos sureos de este grupo fueron: ilama- De Tzicoac hacia Tuxpan, el ro fue vital,
tln, Palzoquitempa, Temazolinco, y Xochi- incluso hasta mediados del siglo pasado. Para

199
luis ignacio sncHeZ olvera

Tamiahua

Tamaoc

Tanchel

Xoyotitl Temapache

Chamola Chicontepec
Xicalango
Teccizapan Tochpan
Yahualica Zocotetlan Ahuatln Tzicoac
Tenochtlan
Xochimilco
Xococapa Mechicol Tamazolinco
Miquetla
Palzoquitempa Metlaltoyuca
Ilamatln Tzapotitln
Tihuatln
Ixhuatln Xochitln
Tzilzapoapan
Molango

Vinazco Pantepec
Rutas internas
Rutas a otros seoros

Tototepec Pantepec

Figura 7. Rutas internas y hacia otros seoros.

viajar hacia el altiplano lo ms fcil y cmodo hasta un Pueblo, que se llama Cicoaque, que
era seguir la cuenca del Pantepec. En la co- es a la Raya de estas Provincias, y que all aguar-
nexin con los seoros al otro lado de la sie- dara mi respuesta (Corts, 1981, IV: 360).
rra, la ruta Xicalango, Chicontepec, Chamola
y Yahualica fue la ms conveniente. Para llegar
a Tamiahua los tzicoacas usaron la ruta Toch- BIBLIOGRAFA
pan-Tamiahua o por Temapachco. Por ltimo,
para el sur, Tzihuatln era el paso. alvarado TeZoZoMoc, Hernando, 1975, Cr-
El conocimiento de las vas de comunica- nica mexicana, unaM, Mxico.
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cin de las tierras: a, edicin facsimilar aumentada con otros
documentos y notas por Francisco Antonio
Y el Alcalde Mayor, vista su carta. Acord de Lorenzana, t. IV, Miguel ngel Porra, Secre-
ayudarlo: y vino donde a dos das, que le escri-
bi, y de all despacharon Mensajero para m,
tara de Hacienda y Crdito Pblico, Mxico.
por el cual al Alcalde Mayor me hacia saber daZ del casTillo, Bernal, 1952, Historia Ver-
como el Adelantado venase ver conmigo a dadera de la Conquista de la Nueva Espaa,
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201
la invesTigacin arqueolgica
en la sierra y HuasTeca Hidalguenses:
una resea HisTrica
Alfonso Torres Rodrguez*

inTroduccin la Sierra Madre Oriental, el Eje Neovolcnico


El rico patrimonio arqueolgico en el estado y la Llanura Costera del Golfo Norte (inegi,
de Hidalgo se encuentra representado por ms 1992), con sus tipos de suelo, clima y recursos
de 1 850 sitios1 que se distribuyen a lo largo y minerales distintos, espacios en los cuales se
ancho de sus 20 900 km2 de extensin y en los desarrollaron culturas y modos de vida diver-
84 municipios que lo constituyen. Estos sitios sos desde los primeros tiempos de la poca
arqueolgicos abarcan todo tipo de evidencia prehispnica, culturas que tuvieron no slo
material de ocupacin humana e incluyen su dinmica propia sino que mantuvieron
desde pequeas concentraciones de material una serie de relaciones histrico-culturales
en superficie, indicio de la presencia de los cambiantes a lo largo del tiempo.
restos de un campamento de cazadores, o bien En el caso de la provincia fisiogrfica del
de los restos de pequeos caseros agrcolas, Eje Neovolcnico, sta se halla representada
hasta las evidencias monumentales de impre- en la entidad sobre todo por la subprovincia
sionante tamao que caracterizaron a los de las Llanuras de Quertaro e Hidalgo y,
centros urbanos prehispnicos. De alguna en menor proporcin, por la parte septen-
manera la diversidad cultural que representan trional de los Lagos y Volcanes de Anhuac,
estas manifestaciones arqueolgicas no slo abarcando poco ms de la mitad meridional
responde a la profundidad temporal de la del territorio hidalguense. En esta zona fisio-
ocupacin prehispnica en la regin, sino que grfica, la parte sur del estado de Hidalgo, se
tambin se encuentra muy asociada a las ca- desarrollaron diversas culturas arqueolgicas
ractersticas generales de la fisiografa y el durante la poca prehispnica, asociadas so-
medio ambiente en que se manifiesta. bre todo con los procesos histricos y sociales
En el actual territorio del estado de Hidalgo propios de las culturas del Altiplano Central,
confluyen tres provincias fisiogrficas del pas: como los desarrollados por centros polticos
de Teotihuacan, Tula y Tenochtitlan (Cobean,
* Centro inaH Hidalgo. 1982 y 1990; Cobean et al., 1981; Cobean y
1
Datos actualizados hasta el 1 de septiembre de Mastache, 1989; Daz, 1980 y 1981; Fournier,
2006, segn la Base de Datos de Sitios Arqueolgicos 1995 y 1996; Lizardi, 1970 y 2000; Lpez, 1994;
en el Estado de Hidalgo que como parte del Proyecto
Lpez et al., 1998; Lorenzo, 1996; Mastache y
Proteccin Tcnica y Legal al Patrimonio Arqueolgico
del Estado de Hidalgo (PPTyl) estamos desarrollando Cobean, 1985 y 1989; Mastache et al., 2002;
(Torres, 2004). Mora, 1979).

203
alfonso Torres rodrgueZ

Figura 1. Provincias fisiogrficas del estado de Hidalgo (inegi, 1999).

Por otro lado, hacia la mitad norte de la se; su clima es clido y su altura sobre el nivel
entidad se localizan las provincias de la Sierra del mar es mnima. Esta provincia est repre-
Madre Oriental y la Llanura Costera del Golfo sentada en la entidad por la subprovincia de
Norte, un rea donde las serranas constituyen las Llanuras y Lomeros y se ubica al noreste
la mayor parte del accidentado paisaje. La de la entidad, en parte de los municipios de
provincia de la Sierra Madre Oriental en el Huautla y Huehuetla (figura 1).
territorio hidalguense est representada por Adems de las divisiones fisiogrficas, el
la subprovincia del Carso Huasteco y tiene rea de la Sierra y Huasteca hidalguenses
una elevacin sobre el nivel del mar de entre puede tambin subdividirse en las regiones
los 200 y los 1 800 msnm, aunque sus cumbres de la Sierra Alta, Sierra Baja, Sierra Gorda,
serranas ms elevadas se localizan al norte de Sierra de Tenango y la Huasteca propiamente
Zimapn, Hidalgo, donde exceden los 2 000 dicha. En esta amplia regin, sobre todo en su
metros sobre el nivel del mar. porcin noroccidental, predominan los asen-
A diferencia de la provincia de la Sierra tamientos prehispnicos de carcter agrcola
Madre Oriental, que abarca la mayor parte que presentan relaciones con las tradiciones
del estado de Hidalgo, la Llanura Costera del culturales del noreste de Mesoamrica y la
Golfo Norte abarca slo 56.07 km2, es decir, Costa Norte del Golfo, especficamente con
poco menos de 0.27% del territorio hidalguen- la cultura arqueolgica Huasteca (lvarez y

204
la invesTigacin arqueolgica en la sierra y HuasTeca Hidalguenses

Cassiano, 1994 y 1997; Du Solier, 1944 y 1945; Al parecer, el rea serrana mantuvo relacio-
Meade, 1949, 1953a y b; Ochoa, 1979). El rea nes de independencia y conflicto blico con
serrana, sin embargo, aunque comparte algu- los pueblos del Altiplano y los de la Huasteca
nas caractersticas generales con la Huasteca, al menos desde el Posclsico. Dentro del rea
como la cermica negro/blanco y policromos serrana se conformaron los seoros indepen-
de las fases tardas, es posible que tenga su dientes de Metztitln y Tutotepec, mismos que
propia configuracin cultural y dinmica tenan un fuerte componente tnico otom
relativamente distintas. (Carrasco, 1950). De acuerdo con este mismo
autor, el seoro de Metztitln y el rea serrana
anTecedenTes eTnoHisTricos de Tutotepec son pobladas por hablantes de
Las reas fisiogrficas conocidas como Sierra otom al menos desde el siglo xiii y se encon-
y Huasteca hidalguense fueron asiento de di- traban, al igual que la zona sur de Hidalgo, co-
versos grupos tnicos, entre los que se encuen- mo Tula y Tulancingo, bajo el rea de influen-
tran los grupos huastecos, nahuas, tepehuas, cia poltica del seoro otomiano de Xaltocan
otomes y chichimecas-jonaces. De acuerdo (Carrasco, 1950: 254-255 y fig. 25).
con las fuentes etnohistricas nahuas del Cen- En esta zona, sobre todo en el rea de Metz-
tro de Mxico durante el Posclsico tardo el titln, adems del otom, se tienen noticias de
rea a consideracin fue asiento de diversos hablantes de una variante local y antigua del n-
seoros prehispnicos que mantuvieron al- huatl considerado serrano, as como hablantes
gn grado de independencia, beligerancia o, de una lengua metzca no identificada y distinta
en determinado momento, subordinacin al nhuatl tal vez relacionada con los grupos
poltica, constituyendo para inicios del siglo chichimecas (Carrasco, 1950: 265, notas 86-89).
xvi un rea transicional entre los pueblos Para el rea serrana de Tutotepec, se seala ade-
sedentarios del Altiplano y de la Costa del Gol- ms la presencia de grupos nahuas y tepehuas
fo, as como entre stos y los grupos chichime- (Stresser-Pean, 1998: cap. II, fig. 14).
cas del noreste de Mxico. Despus de la cada del seoro de Xaltocan
El rea de la Huasteca hidalguense, ubicada por la presin de los grupos tepanecas, varios
sobre todo en la zona fisiogrfica de la Llanura grupos otomes se refugiaron en el rea de
Costera del Golfo Norte y las primeras estriba- Metztitln y en la sierra de Tutotepec, ubicadas
ciones de la Sierra Madre, era conocida anti- respectivamente en la parte serrana al oriente
guamente con el nombre de Cuextln, aunque del ro Moctezuma y en la cuenca alta del Tux-
tambin se le conoca como Tonacatlalpan, la pan, a medio camino entre las tierras altas cen-
tierra de los sustentos, o bien Xochitlalpan, trales de Mxico y las tierras bajas de la Costa
el lugar de las flores, nombres que indicaban del Golfo, constituyendo zonas independientes
la abundante presencia de agua y recursos a las fuerzas sociopolticas nahuas del Centro de
naturales a disposicin de los habitantes de la Mxico y conformando un colchn blico entre
zona (Barlow, 1992: 77-82; Meade, 1949: 29- las intenciones expansionistas de los pueblos
46). En esta rea de la Huasteca hidalguense meridionales del Altiplano Central y sus beli-
se desarrollaron diversos pueblos y seoros gerantes vecinos de la Huasteca ubicados ms
que, de acuerdo con las fuentes etnohistricas, al norte. La independencia de ambos seoros
se encontraban en conflicto respecto a los de la sierra se contina hasta la Conquista, aun-
pueblos del Altiplano, llegando en el siglo que en los ltimos tiempos de la Triple Alianza
xvi a ser sometidos e incorporados al sistema estos seoros estaban rodeados de otros con-
tributario de la Triple Alianza, constituyendo quistados por los aztecas, tal como la regin de
la provincia tributaria de Tzicoac (Barlow, Huayacocotla, localizada entre Metztitln y el
1992; Carrasco, 1996). rea otom-tepehua (Davies, 1968).

205
alfonso Torres rodrgueZ

Como puede apreciarse en este resumen, y Huasteca hidalguenses sean las aportadas
exista toda una diversidad de grupos etnolin- por un viajero ingls de principios de la poca
gsticos al momento de la Conquista espaola independiente, Charles Joseph Latrobe, quien
en el septentrin del estado de Hidalgo, lo que en 1832 viaj a Mxico y realiz un interesan-
supone una estratigrafa cultural compleja y te recorrido desde Tampico a la ciudad de
reacomodos demogrficos y sociopolticos de Mxico cruzando la Sierra Madre Oriental
importancia que no hemos podido vislumbrar (Latrobe, 1836). El viaje se haca en mula, ms
con claridad desde los materiales arqueolgi- difcil y directo que la tradicional vuelta Tam-
cos, y es que, a pesar de la importancia de en- pico-San Luis Potos-Zacatecas-Guanajuato-
tender el desarrollo cultural prehispnico de Mxico, pero, a decir de Latrobe, ms pin-
la entidad en toda su diversidad y extensin, la toresco. Al pasar de las tierras bajas a las
historia de la investigacin arqueolgica en templadas serranas recogi informes acerca
Hidalgo ha estado marcada por una concen- de la existencia de un pueblo grande, de los
tracin de trabajos en la zona meridional de tiempos de la conquista, totalmente en ruinas
la entidad; es decir, la zona perteneciente a la y localizado en la cima del Cerro Penulco, el
provincia del Eje Neovolcnico, que cubre cual marcaba el lmite entre las tierras clidas
las reas septentrionales de la Cuenca de y tropicales al oriente, y las templadas al po-
Mxico, los Llanos de Apan, el rea de Tula, niente.
el Valle del Mezquital y el de Tulancingo, en No obstante la mencin de las ruinas de
oposicin a los relativamente pocos proyectos una gran poblacin, Latrobe no encontr ms
y exploraciones que se han realizado para el que una ruina aislada de piedra en lo alto del
rea serrana y Huasteca hidalguense (Lpez, cerro, desechando su carcter prehispnico
1988: 279). pues segn su opinin muchas de las ruinas
Esto es de llamar la atencin, pues precisa- en esta parte del pas que son mostradas como
mente las provincias fisiogrficas de la Sierra antigedades indgenas son de origen espaol
Madre Oriental y la Llanura Costera del Gol- (Latrobe, 1836: 60). El famoso Cerro Penulco
fo, juntas, abarcan poco ms de la mitad del de la poca de Latrobe es conocido hoy en da
territorio hidalguense y sin embargo slo se con el nombre de Cerro Pinalco y se localiza
tienen registrados poco ms de un centenar al nororiente de la poblacin de Zacualtipn.
de sitios; es decir, menos de 10% del total de A la fecha desconozco que se haya realizado
sitios registrados para el estado de Hidalgo, y una prospeccin arqueolgica moderna en el
aunque esta informacin de sitios registrados promontorio en cuestin, pero si la hubiera,
por proyectos aun anteriores est en proceso permitira dilucidar si el joven Latrobe tuvo o
constante de actualizacin, la tendencia de no razn en desechar las ruinas localizadas en
subregistro de sitios y de investigacin realiza- la cima del antiguo Penulco como un ejemplo
da en el rea serrana y huasteca es muy clara. de la antigedad prehispnica.
Una resea histrica de estas investigaciones Fue necesario que pasaran dos dcadas para
en la Sierra y Huasteca hidalguenses es lo que que, por medio de los Anales del Ministerio
presentaremos como tema de este trabajo. de Fomento, se diera a conocer la presencia de
ruinas arqueolgicas de construcciones prehis-
la invesTigacin arqueolgica en la pnicas en las cercanas al poblado de Santa
sierra y HuasTeca Hidalguenses Mara de los lamos, en el actual Chapulhua-
Los primeros reportes de viajeros y comisionados cn de Guerrero, y en el Cerro Prieto, en el
del siglo XiX actual municipio La Misin, ambos ubicados
Tal vez una de las primeras, aunque escasas, en plena Sierra Gorda de Hidalgo (Anales
noticias acerca de la arqueologa de la Sierra del Ministerio de Fomento 1854, tomo I: 263,

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la invesTigacin arqueolgica en la sierra y HuasTeca Hidalguenses

citado en Bancroft, 1883: 549). En esa publi- de la arqueologa y etnografa del estado de
cacin se habla de otros vestigios, no siempre Hidalgo. Con ese objetivo, en mayo de ese ao
claramente prehispnicos, ubicados en las lo- el hidalguense realiz un viaje por el noreste
calidades de Lolotla, Metztitln y Zacualtipn, del estado, visitando Metztitln, Zacualtipn,
y que son mencionados de nuevo en 1883, Tianguistengo, Yahualica, Tlalchiyahualica e
cuando el anticuario Hubert Howe Bancroft Ixcatln, hasta llegar a Huejutla. Luis Escan-
publica el volumen IV de su obra Native Races dn interpret los vestigios arqueolgicos
(1883: 544-546). de Yahualica como los restos de un poblado
Poco despus, en 1869, el poltico y militar grande y fortificado de los tiempos del seo-
hidalguense Manuel Fernando Soto public ro independiente de Metztitln (Escandn,
sus Noticias Estadsticas de la Huasteca y de una 2006: 9-10).
parte de la Sierra Alta, mismas que fueron forma- Escandn fue tambin el primero en re-
das en 1853. En ellas indica, para los pueblos portar etnogrfica y arqueolgicamente el
de Ixcatln, Coacuilco y Macuxtepetla, del culto al Phallus en la serrana hidalguense
distrito de Huejutla, la presencia de figuras an- representado en una colosal escultura de
tropomorfas y zoomorfas elaboradas en barro piedra localizada originalmente en el sitio
extradas de los sepulcros prehispnicos. Para arqueolgico del pueblo de Yahualica, y que
Yahualica, el hidalguense seala la presencia quiz sea la misma que 11 aos despus fue
de esculturas de diversos tamaos, elabora- trasladada a la Seccin de Arqueologa del
das en piedra china muy slida, as como Museo Nacional a peticin del general Daz
la existencia de antiguos [] sepulcros que a las autoridades estatales (Escandn 2006:
encierran an restos humanos con ofrendas nota 12). Escandn tambin informa haber
de trastos y ollas de barro, cajetes, metates, hecho excavaciones en el centro de la pobla-
corales de gran tamao, piezas de metal que cin actual de Yahualica y haber localizado
figuran carcax, penachos, coronas, diversi- entierros, esculturas y lo que llam columnas
dad de instrumentos, algunos con la figura flicas que especula rodeaban los edificios de
de escoplos, y reporta el hallazgo ocasional la Yahualica prehispnica.
en dichos sepulcros de piezas de oro fino y El texto de Escandn (2006: 10) dice:
cobre (Soto, 1869: 69). junto al sepulcro de estructura xicalanca, en
Despus, en 1883, Manuel Rivera Cambas cuyo centro aparecen dolos y tiles propios
en su obra Mxico pintoresco, artstico y monu- de aquella raza, vemos un hermoso y enorme
mental seal la existencia de numerosos ves- Phallus, deidad que seguramente llevaron las
tigios materiales de las ocupaciones prehisp- oleadas del sur y como peculiar encontramos
nicas en la regin Huasteca y Sierra hidalguen- en los cuaxtecas, es decir, aunque no es
ses, tales como pinturas rupestres, montculos muy claro parece que habla de que hall el
arqueolgicos, arte escultrico, tumbas, ofren- monumento flico cerca de una estructura
das funerarias, objetos de cobre y figurillas de arqueolgica.
barro en sitios arqueolgicos cercanos a Jacala, Len (1903) confirma que Escandn en-
Metztitln, Molango, Zacualtipn, Yahualica, contr la escultura en su postura original, pero
Huejutla, Ixcatln, Macuxtepetla y Coacuilco da la fecha de 1890 para su descubrimiento.
(Rivera, 1883: 200-217). Presenta una foto donde aparecen, frente a
En 1892, con motivo de la Exposicin una casa de adobe, varias esculturas de piedra
Colombina de Chicago, la Junta Central del de estilo prehispnico, entre ellas una que po-
recin creado estado de Hidalgo comision a dra ser el orangutn que reporta Escandn
Luis A. Escandn para escribir un texto y pre- (2006: 11), as como el monolito flico sea-
sentar en la exposicin objetos representativos lado. El conjunto de piezas est rodeado de

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alfonso Torres rodrgueZ

Figura 2. Imagen del Phallus de Yahualica y otras piezas arqueolgicas de la regin huasteca hidalguense
(Len, 1903).

varias personas vestidas a la usanza indgena parecer la pieza flica en cuestin no fue tras-
tradicional y portan instrumentos musicales ladada a Chicago tal vez por su tamao, o bien
(figura 2). Dice Len que la foto ilustra que la porque no se hallaba en los planes el traslado
escultura en cuestin estaba en una plazoleta de todo el material localizado, o bien porque
frente a la casa municipal de Yahualica, lo cual cumpla una funcin ritual pblica, aunque
tal vez significa que el sepulcro de estructura esto ltimo no lo menciona Escandn; por
xicalanca que reporta Escandn, se hallaba tanto dicha pieza se mantuvo en el centro de la
en el centro del actual pueblo de Yahualica. plaza de Yahualica hasta que aos despus fue
Por su parte, Mena (1926: 9) seala que la solicitada al gobierno del estado y trasladada
escultura reciba culto pblico con danzas y al Museo Nacional.
msica. En la tradicin oral de los habitantes Adems de las exploraciones en Yahuali-
nahuas de Yahualica, hoy en da se dice que el ca, Escandn reporta la presencia de otros
falo escultrico era utilizado en las ceremonias vestigios arqueolgicos monumentales y es-
de casamiento de las jvenes parejas. cultricos en el paisaje alrededor de Ixcatln,
En nuestra opinin es factible pensar que Zacualtipn, Tlalchiyahualica, Tianguistengo,
la foto presenta el conjunto de piezas recupe- Tlacolula y Huitznopala.
radas por Escandn, as como a los danzantes Los trabajos de Escandn destacan de
rituales de la comunidad como una imagen los reportes anteriores pues se trata de las
ilustrativa de la arqueologa y etnografa de la primeras excavaciones arqueolgicas que
regin, imagen que quiz servira como ilus- conocemos con descripcin escrita de las
tracin del libro que el comisionado prepar mismas y dibujos de las piezas localizadas
para la Exposicin Colombina de Chicago. Al que se hayan realizado en la Huasteca hidal-

208
la invesTigacin arqueolgica en la sierra y HuasTeca Hidalguenses

guense. Segn Escandn, desde 1889 realizaba objetos de arte ertico mesoamericano y del
distintas excursiones en Hidalgo, lo que le que fuera curador el licenciado Ramn Mena,
permiti completar una carta arqueolgica quien public una fotografa de la escultura
del estado con los lugares donde l haba relacionndola con la cultura huasteca de
descubierto edificios, pirmides, templos y Hidalgo (Mena, 1926; Sols, 2004).
sepulcros.
Toda la informacin arqueolgica obte- La investigacin arqueolgica pionera en la
nida por Escandn fue organizada por el primera mitad del siglo XX
autor a manera de libro manuscrito en papel A finales de la dcada de los treinta del siglo
pergamino y que titul Etnologa y arqueologa xx hacen su aparicin en el panorama de los
del estado de Hidalgo. El libro tiene un total de estudios de la Huasteca los seores Joaqun
221 ilustraciones entre fotografas, dibujos Meade, Wilfrido du Solier, Gordon Ekohlm y
a pluma y acuarelas, as como 20 captulos, Richard MacNeish, entre otros, lo que marca
y fue entregado a las autoridades para ser en- una nueva poca en el estudio del pasado pre-
viado a la Exposicin Colombina de Chicago hispnico de la Huasteca (Ochoa, 2002). Atrs
de finales de ese ao. Desafortunadamente quedaron los reportes de viajeros extranjeros
del libro original manuscrito as como de las e informes espordicos de empleados guber-
piezas arqueolgicas localizadas en las ex- namentales; comienza una etapa de sistema-
ploraciones de Escandn, a excepcin del tizacin, al menos para la Huasteca potosina
falo mencionado, actualmente no se sabe y tamaulipeca.
nada. Si conocemos hoy en da de estas ex- Para la regin de la Huasteca hidalguense,
ploraciones arqueolgicas es gracias a que el el arquelogo Wilfrido du Solier realiz a
autor present un resumen de tareas que fue mediados de la dcada de los treinta diversas
publicado por entregas y sin imgenes al ao exploraciones en los montculos arqueolgi-
siguiente en el Peridico Oficial del Gobierno de cos de Vinasco y Huichapa, ambos sitios perte-
Estado de Hidalgo, escrito que recientemente necientes al municipio de Jaltocan al este de
ha sido rescatado del olvido y publicado por Huejutla. Du Solier localiz en sus excavacio-
Enrique Rivas Paniagua de la uaeH (Escandn, nes entierros en tumbas con cmara y antec-
2006). mara, e hizo un estudio de la arquitectura de
Como hemos mencionado, 11 aos des- los edificios huastecos de la regin, realizando
pus de los trabajos de Escandn, a inicios del una propuesta de asignacin temporal de las
siglo xx, a peticin del general Porfirio Daz y tumbas y estructuras estudiadas (Du Solier,
con el entusiasmo del doctor Alfredo Chavero, 1944 y 1945).
el monolito flico de Yahualica es trasladado En 1942, Joaqun Meade, el famoso histo-
a los espacios del Museo Nacional. Con motivo riador de las Huastecas, publica su libro La
de este traslado el doctor Nicols Len realiz Huasteca: poca antigua, donde presenta infor-
un pequeo escrito en los anales del museo macin detallada de los sitios de la Huasteca
de ese ao, en donde da noticia del Phallus potosina. De la Huasteca hidalguense, aunque
prehispnico, menciona de paso el papel de no es el tema principal del libro, seala que
Escandn en el descubrimiento de la escultura existen unos montculos arqueolgicos al sur
y relaciona el motivo con otros semejantes de Tamazunchale, adelante de Chapulhua-
pertenecientes a las culturas arqueolgicas del cn, as como en Yahualica, Huejutla e Ixca-
sur del pas (Len, 1903). Veinte aos despus tln; en el plano arqueolgico que presenta
la escultura flica de Yahualica formaba parte indica adems asentamientos en Molango, Za-
del Saln Secreto del Museo Nacional, lugar cualtipn, Tianguistengo y en los alrededores
donde se exponan a los adultos supuestos de Huejutla (Meade, 1942: 170 y 231). Siete

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alfonso Torres rodrgueZ

aos despus, Meade escribira un captulo superficie, as como de ejemplares provenien-


especial de arqueologa en su libro dedicado tes de colecciones privadas, hace un estudio
a la Huasteca hidalguense, reportando casi de la cermica prehispnica del rea de Metz-
40 sitios arqueolgicos para los municipios de titln comparndola con los tipos cermicos
Huejutla, Yahualica, Chapulhuacn, Lolotla, establecidos por Ekholm para los territorios
Jaltocn, Molango, Orizatln, Zacualtipn, septentrionales de la Huasteca (Lameiras,
Tianguistengo y La Misin (Meade, 1949: 1969).
47-54). Despus, adems de los municipios A finales de esa dcada se celebr el Pri-
anteriores, Meade menciona la presencia de mer Congreso de Cultura del Estado de Hi-
ms sitios arqueolgicos en un nmero no dalgo, evento organizado por la Universidad
determinado en los municipios de Tepehua- Autnoma del Estado, evento donde se dio a
cn de Guerrero, Tlanchinol, Huazalingo, conocer el primer atlas arqueolgico del es-
Pisaflores, Calnali y Huautla (Meade, 1952- tado de Hidalgo, el cual fue publicado en las
1953b: 475). memorias del congreso a inicios de la dcada
Desafortunadamente, en estos trabajos slo de los setenta (Ortega, 1970). El responsa-
se menciona la existencia de los sitios arqueo- ble de la elaboracin del atlas arqueolgico
lgicos, y aunque presenta un plano general fue el doctor Julio Ortega Rivera, mdico
de ubicacin (Meade, 1949), se lamenta que de profesin y arquelogo-excursionista de
no aparezca algn croquis especfico de los corazn, que durante muchos aos tuvo la
sitios ni una descripcin detallada de los mis- sana costumbre de salir al campo a realizar
mos. En ese sentido, para el rea de la Sierra recorridos y paseos arqueolgicos por los
y Huasteca hidalguenses, Vinazco y Huichapa, mltiples parajes de Hidalgo, y que de vez en
cerca de Huejutla, quedaran como los nicos vez publicaba sus hallazgos en peridicos y
sitios arqueolgicos con un reporte ms espe- revistas locales.
cfico de sus vestigios. El atlas arqueolgico en cuestin es resul-
tado de esta tarea constante del doctor Ortega
Los estudios etnohistricos y el primer atlas por compilar informacin oral y de primera
arqueolgico de Hidalgo mano respecto a temas arqueolgicos durante
En la dcada de los cincuenta, Sara Cant sus recorridos por Hidalgo, as como de sus
Trevio realiz un importante estudio hist- lecturas acerca del tema. El resultado fue un
rico-geogrfico de la Vega de Metztitln, que listado de 239 sitios arqueolgicos en la en-
fue publicado en el Boletn de la Sociedad Mexi- tidad, lo cual es bastante, considerando que
cana de Geografa y Estadstica, y presenta como se trataba ms de un esfuerzo individual que
apndice del mismo una serie de documentos del producto de un proyecto oficial de alguna
acerca de las poblaciones indgenas que en el institucin gubernamental. De estos 239 sitios
siglo xvi se localizaban en la regin del anti- poco mas de 110 corresponden a sitios ubica-
guo seoro metzca, y aun para el rea serrana dos en la mitad norte del estado, es decir, estn
de Tutotepec (Cant, 1953). Despus, en 1969 en la zona serrana y huasteca hidalguense,
Jos Lameiras escribi la tesis Metztitln: lo cual supone un aumento considerable de
notas para su etnohistoria, donde realiza una registros de sitios de esta zona desde la poca
sntesis de la informacin contenida en las de Joaqun Meade.
fuentes documentales del siglo xvi acerca del No obstante el entusiasmo del mdico,
antiguo seoro independiente. Como parte este primer atlas arqueolgico de la entidad
de la tesis, Lameiras recorre el rea llegando tiene fallas propias del trabajo amateur pues
a detectar media docena de localidades ar- no presenta planos de ubicacin, croquis, o
queolgicas. De las muestras recolectadas en descripciones detalladas, es tan slo una lista

210
la invesTigacin arqueolgica en la sierra y HuasTeca Hidalguenses

de sitios con descripciones muy vagas acerca Huazalingo, Atlapexco, Huejutla, Yahualica,
de localizacin y caractersticas generales.2 Calnali, Molango y Tepehuacn de Guerrero,
algunos ya reportados en la bibliografa an-
De los setenta a la actualidad: la arqueologa terior (Hernndez, 1974). Al ao siguiente,
acadmica e institucional Hernndez realiz otro registro, en este caso
En la dcada de los setenta comenz una nueva de una tumba localizada en el barrio de Huey
fase en la investigacin arqueolgica, pues co- Taixco de la poblacin de Jaltocan (Hernn-
incidi con la diversificacin de estudios en el dez, 1996). Tambin en esas fechas, Terrence
estado de Hidalgo, un nuevo impulso en la in- Stocker realiz un reconocimiento arqueol-
vestigacin arqueolgica en las reas de la Sie- gico en los alrededores de la zona de Zimapn
rra y Huasteca, as como la creacin de la dele- con el objetivo de estudiar los yacimientos de
gacin del inaH en el estado a finales de la obsidiana presentes en la regin (Stocker 1975
dcada. citado en Cobean, 1998: 135).
De esta manera, hacia inicios de la dcada En 1978, cuando se estableci el Centro
Lorenzo Ochoa comenz a realizar una tesis Regional del inaH en Hidalgo se elabora por
sobre la arqueologa de la Huasteca veracruza- parte de sus investigadores un proyecto gene-
na, potosina e hidalguense, reconociendo para ral de investigacin arqueolgica acerca de la
esta ltima 13 nuevos asentamientos que no explotacin prehispnica de los yacimientos
haban sido reportados por Meade y Du Solier, de obsidiana en el estado, coordinado por Mar-
y report pinturas rupestres en el rea, hizo garita Gaxiola. Como parte de este proyecto el
observaciones de la arquitectura y cronologa, arquelogo Rafael Abascal dirigi el subpro-
y present algunos materiales (Ochoa, 1972, yecto Yacimientos y Talleres de Obsidiana en
1973 y 1979). la Sierra de Hidalgo, realizando estudios de
En febrero de 1974 el arquelogo Carlos localizacin de yacimientos y talleres en Za-
Hernndez, del Departamento de Monumen- cualtipn, Metzquititln, Metztitln y Huejutla.
tos Prehispnicos del inaH hizo un reconoci- Del proyecto en cuestin slo conocemos re-
miento arqueolgico general en la Huasteca, sultados parciales de ubicacin de yacimientos
registrando 12 sitios en los municipios de y talleres en el rea de Zacualtipn as como
la presencia de sitios monumentales al
2
Recientemente hemos tenido oportunidad de menos uno de ellos con presencia de talleres
platicar con el doctor Julio Ortega acerca de su esfuerzo para la talla de obsidiana en algn sector del
de compilacin de datos arqueolgicos realizado hace asentamiento (Abascal, 1981). Desafortu-
ya casi cuatro dcadas y nos coment que el atlas en
cuestin slo consigna la mitad de los sitios registra-
nadamente la prospeccin de los yacimientos
dos por l, es decir, que estaramos hablando de casi en el rea de Zacualtipn no continu, y hasta
500 sitios registrados. Dice que, dado lo limitado del el momento falta un buen estudio de la pro-
espacio asignado en la memoria del Congreso, se to- duccin y distribucin de la obsidiana de este
m la decisin de dejar para su publicacin slo los
ms importantes en materia de monumentabilidad, importante yacimiento serrano.
extensin o hallazgos. Tambin seala el doctor Or- A mediados de los ochenta inici el Proyecto
tega que no se consignaron mapas ni se detallaron Vega de Metztitlan dirigido por Gianfranco
localizaciones ms precisas debido a que not que Cassiano y Ana Mara lvarez, investigadores
publicar la ubicacin de sitios arqueolgicos en los
diarios y revistas locales de Hidalgo haba llevado a de la Escuela Nacional de Antropologa. El pro-
incentivar la curiosidad malsana de los saqueadores, y yecto ha sido muy fructfero, pues ha tenido
que sitio que publicaban era un sitio que seguramente como resultado el registro de nuevos sitios, el
sera saqueado posteriormente, de ah que empezaran
estudio de las industrias lticas en el rea, en es-
a publicar datos falsos de ubicacin para despistar al
saqueador, y que se decidiera no ofrecer datos ms pecial de la manufactura de raspadores en
precisos en el atlas compilado. obsidiana y ha obtenido evidencias de pobla-

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alfonso Torres rodrgueZ

miento temprano en el rea (lvarez y Cas- sur del ro San Juan, misma que coincide con
siano, 1994 y 1997; Cassiano, 1998; Cassiano lo reportado en las fuentes para el siglo xvi
y Vzquez, 1990; Elizalde y Mondujano, 2000; (Viramontes, 1996 y 1999).
Vzquez, 2001). Un poco ms al norte, y tam- A mediados de la dcada de los noventa,
bin a mediados de los ochenta, Enriqueta el arquelogo Gerardo Gutirrez present
Manzo Olgun, del Centro inaH Hidalgo, su tesis acerca del patrn de asentamiento
registr montculos arqueolgicos y esculturas y cronologa en el sur de la Huasteca, anali-
en las cercanas de la comunidad de Papatlatla, zando diversos aspectos de la caracterizacin
al oriente de Calnali (Manzo Olgun, 1996). de las unidades sociopolticas en el rea; en
A inicios de la dcada de los noventa se su trabajo da noticia de algunos sitios en los
realiz un proyecto de registro de manifes- alrededores de Huejutla (Gutirrez, 1996).
taciones rupestres en el estado de Hidalgo, Tambin en la dcada de los noventa, Angli-
a cargo de la arqueloga Carmen Lorenzo ca Oviedo y su equipo de investigacin de la
Monterrubio, del Instituto de Cultura Hidal- dsa-inaH realizaron recorridos arqueolgicos y
guense. Producto del mismo fue un catlogo excavaciones en el municipio de Acaxochitln,
de pintura rupestre, incluyendo manifestacio- el cual se encuentra al oriente del Valle de
nes rupestres en municipios de la Sierra como Tulancingo; en el rea localizaron 22 sitios ar-
Xochicoatln, Jurez Hidalgo, Zacualtipn, queolgicos as como materiales relacionados
Tlahuiltepa, Zimapn, Metztitln y Metzqui- con la cultura teotihuacana, prcticamente
titln (Lorenzo, 1992). Durante esos aos se en la entrada a la Sierra Oriental de Hidalgo
efectu el Proyecto Catlogo del Patrimonio (Oviedo et al., 1997).
Arqueolgico del Estado de Hidalgo, proyecto Desde mediados y finales de los noventa
en el cual el registro de monumentos arqueo- se desarroll tambin el proyecto Procede-
lgicos estuvo a cargo de la arqueloga Car- inaH -Hidalgo, que tena como objetivo la
men Lorenzo. En este proyecto se cubrieron catalogacin de sitios arqueolgicos en reas
las diversas regiones del territorio hidalguense con el rgimen ejidal, as como establecer me-
incluyendo las zonas serrana y Huasteca, regis- didas de proteccin a los sitios localizados en
trndose sitios nuevos a los reportados en la estos terrenos. Los integrantes del proyecto
bibliografa del momento, con croquis de los (Ricardo Martnez, Lawrence Lpez y Norma
sitios arqueolgicos, fotografas y descripcio- Rodrguez) registraron 49 sitios arqueolgicos
nes generales (Lorenzo et al., 1993-1998). monumentales en las reas serrana y huasteca
En esa misma poca se realizaron trabajos (Lpez, 1997; Lpez y Rodrguez, 2000). A
de salvamento arqueolgico en la seccin sud- partir de esta informacin Ricardo Martnez
poniente de la Sierra Madre hidalguense, en el est realizando una tesis acerca de los sitios
lmite con el entronque con las tierras del Alti- registrados.
plano, con motivo de la construccin del em- Existen otros reportes menores de inspec-
balse del ro San Juan, en el municipio de Zi- ciones, as como noticias acerca de objetos
mapn (Moguel et al., 1992; Moguel y Snchez, extrados de su contexto por los pobladores de
2002). Gracias a los mismos se hicieron exca- la regin; por ejemplo, el hallazgo de urnas fu-
vaciones en cuevas de la regin y fue posible nerarias en la poblacin de Atizapn de nge-
establecer un modelo arqueolgico acerca de les, en el municipio de Zacualtipn, as como
la existencia de una frontera cultural blanda urnas similares recuperadas en la poblacin
entre estos grupos nmadas de la Sierra y los de San Guillermo, municipio de Huehuetla,
grupos agrcolas sedentarios, basado en la al oriente del estado, prcticamente bajando
distribucin diferencial de motivos rupestres hacia las tierras del Golfo (Hernndez, 2002:
y caractersticas arqueolgicas al norte y al 161-162 y 2004). Tambin se tiene el reporte

212
la invesTigacin arqueolgica en la sierra y HuasTeca Hidalguenses

Figura 3. Sitios registrados en el Catlogo de Sitios Arqueolgicos de la drPMZa del inaH para las
distintas subreas de la Sierra y Huasteca de Hidalgo (Torres, 2005a).

del hallazgo de tumbas ya saqueadas en la Orizatln. El tercer proyecto lo coordinan los


poblacin de Tetzacoatl, cercana a Huejutla, arquelogos Diana Zaragoza y Patricio Dvila,
as como noticias de montculos arqueolgi- de la dea-inaH, el cual tiene como objetivo la
cos y tumbas en la poblacin de Acoyotla, consolidacin e investigacin del sitio La To-
en Tepehuacn de Guerrero (Espitia, 2003; rre de la Rosa-Tepantitla, localizado en plena
Torres, 2005). Huasteca hidalguense (Zaragoza y Dvila,
En la actualidad existen cuatro proyectos 2004). El cuarto proyecto, Arqueologa de la
de investigacin que involucran a las zonas Sierra y Huasteca Hidalguense, del cual soy
serrana y huasteca hidalguense: uno es el responsable, inici su primera temporada de
proyecto de salvamento arqueolgico por la campo de recorrido de superficie a finales del
construccin de la lnea de transmisin elctri- 2005 en los lmites de la zona serrana otom-
ca Tamazunchale-Quertaro, que cruza parte tepehua (Torres, 2006 y 2007).
del rea de la zona gorda hidalguense, al norte
de Zimapn, y que coordina la arqueloga conclusiones
Patricia Castillo de la cna-inaH. El segundo Como puede apreciarse en esta breve revisin
proyecto es coordinado por el arquelogo de la arqueologa en la Sierra y la Huasteca
Javier Martnez, de la dsa-inaH, sobre la lnea hidalguenses, la mayor parte de los sitios ar-
de gasoducto Naranjos-Tamazunchale que queolgicos localizados corresponden al rea
cruza parte del territorio septentrional de de la Huasteca, y en mucho menor medida a
Hidalgo a la altura del municipio de San Felipe los de la Sierra. Esto puede apreciarse tambin

213
alfonso Torres rodrgueZ

en la distribucin espacial de los sitios regis- el panorama fragmentado de informacin


trados por la drPMZa del inaH, los cuales no arqueolgica que tenemos hoy en da para
pasan de 38 sitios registrados para la Huasteca estas regiones, y mediante el anlisis de su
y 13 para la zona serrana (figura 3). cultura material, reconstruir la historia cul-
De acuerdo con la informacin de la drPMZa tural, demogrfica y poltica de los pueblos
del inaH, las reas serranas presentan un n- prehispnicos que las habitaron.
mero menor de sitios registrados que la regin
huasteca; son las reas de la Sierra Baja y de la
Sierra Gorda las que no tienen registro alguno. BIBLIOGRAFA
Esta ausencia de registros sorprende, sobre
todo cuando uno se percata de que el nmero aBascal, Rafael, 1981, Yacimientos y talle-
de sitios registrados es mucho menor al de los res de obsidiana en la sierra de Hidalgo,
sitios reportados en la bibliografa, pues slo Yacimientos y talleres de obsidiana en el estado
Ortega (1970) reporta 76 para diversas partes de Hidalgo, Cuadernos de Trabajo, nm.
de la Sierra hidalguense, la mayora de los 1, Centro Regional Hidalgo, pp. 82-127,
cuales hasta el momento carecen de lo- inaH, Mxico.
calizacin precisa, croquis o levantamiento lvareZ P alMa , Ana Mara y Gianfranco
topogrfico; no se diga que no se han realizado Cassiano, 1994, Metztitln Hidalgo: His-
excavaciones, anlisis de materiales o investi- toria y datos preliminares, Simposium sobre
gacin arqueolgica ms especfica. Arqueologa en el Estado de Hidalgo Trabajos re-
A excepcin de los trabajos realizados cientes, Enrique Fernndez Dvila (coord.),
por los integrantes del Proyecto Vega de serie Arqueologa, pp. 151-156, cnca-inaH
Metztitln, que han obtenido resultados muy (Cientfica, 282), Mxico.
interesantes acerca de la arqueologa del an- , 1997, El patrn de asentamiento
tiguo seoro independiente, as como de las y las etapas del desarrollo cultural prehis-
ocupaciones tempranas en el rea, la mayora pnico en el rea de Metztitln, Hidalgo,
de los trabajos efectuados en las zonas serrana Homenaje a la Doctora Beatriz Barba de Pia
y huasteca hidalguenses han sido espordicos Chan, Agripina Garca Daz, Valentn Be-
o su nivel bsicamente descriptivo. Entre los cerril Olivares, Ma. del Carmen Lechuga
trabajos que se deben destacar se encuentran Garca y Francisco Rivas Castro (coords.),
las intervenciones de la dsa-inaH para un rea pp. 223-236, inaH (Cientfica, 343), M-
inmediata a la sierra, como lo es la zona de xico.
Acaxochitln, as como los estudios realizados BancrofT, Hubert Howe, 1883, The Native
en Zimapn, que ampliaron la informacin Races, vol. IV: Antiquities, A.L. Bancroft and
casi inexistente de estas zonas. Tambin Company Publishers, San Francisco.
es necesario mencionar los trabajos de registro Barlow, Robert H., 1992, La extensin del im-
de sitios en las reas huasteca y serrana por perio de los Culhua Mexica, Obras de Robert
parte del ProcedeH, as como del Catlogo H. Barlow vol. 4, traduccin y notas de Je-
del Patrimonio Cultural Hidalguense, pues ss Monjarrs-Ruiz, Jess Monjarrs-Ruiz,
realizaron croquis y descripciones de los sitios Elena Limn y Mara de la Cruz Paills H.,
y materiales arqueolgicos asociados, lo cual (eds.), inaH-udla, Mxico.
es informacin bsica para cualquier estudio canT Trevio, Sara, 1953, La vega de Metz-
posterior. titln en el estado de Hidalgo, Boletn de la
En conclusin, es necesario ampliar y pro- Sociedad Mexicana de Geografa y Estadstica,
fundizar las investigaciones en la Huasteca y t. LXXV, nms. 1-3, enero-junio de 1953,
Sierra hidalguenses con el fin de completar Mxico.

214
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218
la HuasTeca, una ProPuesTa de definicin:
siglos xv y xvi
Diana Zaragoza Ocaa*

inTroduccin Como se puede apreciar hay una mezcla de


Las interpretaciones acerca de la Huasteca nombres impresionante. Torquemada (1975:
siempre han sido polmicas ya que han basado 287) no distingue entre Pnuco y Huasteca
su conformacin en aspectos lingsticos, los cuando dice:
cuales muchas veces no corresponden a la
realidad arqueolgica. Es pertinente hacer [...] hasta dar a la provincia de Pnuco, lla-
una revisin para intentar esclarecer o, al me- mado por otro nombre Huasteca, donde ha
nos, llegar a consensos acerca de diversos te- habido muchedumbre de Chichimecas, Gen-
te Caribe y brava que han dado guerra conti-
mas del desarrollo prehispnico a travs del nua a los nuestros.
tiempo.
Dar un panorama de las referencias que
encontramos en algunos de los documentos Siempre que habla de la Huasteca, fray Nico-
escritos que han llegado hasta nosotros y que ls de Witte dice: la Guasteca, que es tierra
son oportunos para este caso. Sahagn (1969, de Pnuco (en Cuevas, 1975: 221). Por todo
vol. III: 202-203), al referirse a esta porcin de ello considero que la idea que se tena de esta
Mxico, dice: parte de Mxico era muy vaga en cuanto al
territorio que ocupaba.
[...] donde los que estn poblados se llaman En el mapa llamado Guastecan Reg[in],
cuexteca, si son muchos, y si uno cuextcatl; y publicado por Abraham Ortelius1 en 1584, en
por otro nombre toueyome cuando son mu- el atlas llamado Theatrum Orbis Terrarum (figu-
chos, y cuando uno, toueyo, el cual nombre
quiere decir nuestro prjimo. A los mismos
ra 1), se aprecia un territorio que abarca, por
llamaban panteca, o panoteca que quiere decir el norte, hasta el ro de Las Palmas (ahora co-
hombres de lugar pasadero, los cuales fueron nocido como Soto la Marina); en esa parte del
as llamados porque viven en la provincia de mapa apreciamos que entre los topnimos de
Pnuco, que propiamente se llama Pantlan o Tanchipa y Tamaolipa y el ro de Las Palmas no
Panotlan, quasi Panoayan, que quiere decir hay poblados y se encuentra la anotacin de
lugar por donde pasan [...].

1
Ortelius fue conocido como compilador y editor
ms que como cartgrafo, por lo que es evidente que
* Direccin de Estudios Arqueolgicos, Subdirec- el mapa sobre la Huasteca est basado en un autor
cin de Investigacin y Conservacin, inaH. annimo, como lo cita Goss (1990: 38).

219
diana ZaragoZa ocaa

Figura 1. Mapa de Abraham Ortelius, Theatrum Orbis Terrarum (1584).

Guxtuxtiles, que podemos asumir se refiere a formacin acerca del pasado de esta regin.
los Guachichiles, numeroso grupo de cazado- Seplveda (1992), Eduardo Seler en Mxico, des-
res-recolectores y, por el sur, hasta los poblados taca las apreciaciones que ste tena respecto
de Jilicipozapan, Tacetuco, Nexpa (que an a la Huasteca.2
conserva el mismo nombre), Xalxihuautla Desde 1938 el antecesor del inaH, el Museo
(ahora San Martn Chalchicuauhtla), Topla de Arqueologa y Etnologa, inici los trabajos
y Taxitlan. Por desgracia, la mayora de estas institucionales en la Huasteca con Enrique
poblaciones han desaparecido. Sobre esta base Juan Palacios y Wilfrido du Solier, quienes a
puedo decir que, por lo menos en 1584, hay partir de 1940, ya como inaH, se ocuparon de
lmites que pueden ir conformando lo que la arqueologa del rea.3 El Museo Americano
tratar como Huasteca.
2
Advierte que el rea comprendida entre los ros
anTecedenTes Pnuco y Tmesis [sic] es una regin multitnica a cau-
Existen muchas referencias acerca de la antigua sa de los movimientos migratorios del pasado; habitada
Huasteca, entre ellas es necesario destacar las en la poca en que la visita, por los pame hacia el oeste,
hacia el sur por los mexicanos, y en los valles y la costa
investigaciones efectuadas por Cecilia y Eduar-
por los huastecos (Seplveda, 1992: 21).
do Seler, entre septiembre de 1887 y mayo de 3
De gran relevancia resultaron sus excavaciones,
1888; gracias a su legado, tenemos valiosa in- ya que despertaron el inters nacional hacia la arqueo-

220
la HuasTeca, una ProPuesTa de definicin: siglos xv y xvi

de Historia Natural de Nueva York durante Huasteco en tiempos relativamente recientes


los primeros aos de 1940 emprendi inves- [...] (1953: 226); Hopkins (1984: 192) propo-
tigaciones en la Huasteca, con el propsito de ne que el huasteco nace como una variedad
entender las relaciones que, suponan, haba distinta del mayance debido a la separacin
entre la Huasteca y las culturas del sureste de de un sector de la poblacin protomaya que
lo que actualmente es Estados Unidos. El di- luego se establece en la Huasteca [].
rector del proyecto, Gordon F. Ekholm, se vio Por su parte, Manrique, quien est de acuer-
en la necesidad de investigar las culturas que se do con Swadesh en cuanto a la distribucin de
desarrollaron en la regin de Tampico-Pnuco, las lenguas desde la Huasteca hacia el sureste
aportando estudios relevantes de esta parte de y no desde los Altos Cuchumatanes, mencio-
la Huasteca, los cuales an utilizamos. na que
Para los propsitos de una definicin, son
de especial importancia las observaciones que [] hay una tradicin cultural ininterrumpi-
los lingistas han aportado al conocimiento da que arranca por lo menos desde el Precl-
sico y contina hasta el momento de la con-
del rea; los investigadores que ms han con- quista [...] Si la cultura arqueolgica tiene
tribuido al conocimiento de las implicaciones tanto tiempo en la regin [...] podemos decir
histricas de la lengua huasteca son Swadesh con confianza que lengua y cultura coincidan
(1953), McQuown (1964) y Manrique (1980). (Manrique, 1980: 90).
La postura adoptada por cada uno de ellos
difiere en cuanto al lugar geogrfico donde se No obstante esta aseveracin, los estudios ar-
situ el protomaya, de donde se desprenden las queolgicos demuestran que no existi tal
distintas lenguas mayas, entre ellas el huasteco. tradicin cultural a travs del tiempo; as lo
La postura de Swadesh es que esta diferencia- sealan Merino Carrin y Garca Cook (1987)
cin estuvo en la Huasteca, mientras que para con base en las investigaciones realizadas (de
McQuown dicha dispersin ocurri desde los 1978 a 1982) durante el Proyecto Arqueolgi-
Altos Cuchumatanes (en Manrique, 1980: 87). co Huasteca4 (dirigido por Leonor Merino
Swadesh (1953: 223), citando a Ekholm, Carrin, a quien homenajeamos, y ngel Gar-
dice que la filiacin lingstica del huasteco ca Cook); establecieron una secuencia cultu-
con las lenguas mayas es tan cercana que debe ral para la cuenca baja del Pnuco (1987: 31);
concluirse que la separacin de stas no debi en ella especifican que por medio del desarro-
suceder en tiempos muy remotos. Sin embar- llo del rea existieron diversas manifestaciones
go, el mismo Swadesh (op. cit: 225) propone culturales que no pueden adjudicrseles a un
que la separacin entre el huasteco y el yucate- solo grupo cultural y, por lo tanto, tampoco
co es de casi 32 siglos; de esta comparacin se lingstico. Por ello, no es posible aseverar que
ha derivado el hecho de considerar, sin mayor desde pocas tan tempranas como el Forma-
reflexin, que la presencia de los hablantes de tivo haya habido slo hablantes de huasteco y
lengua maya se hayan encontrado en el rea hayan sido ellos quienes produjeron las distin-
desde tiempos muy remotos. tas expresiones culturales.
No obstante, Swadesh al referirse al pa-
rentesco entre el huasteco y el chicomucelteco lMiTes geogrficos
de los altos Cuchumatames menciona: Es En el siglo xx, los investigadores reconocen a
evidente que el Chicomucelteco se separ del la Huasteca como un espacio geogrfico iden-

4
loga de esta parte del territorio nacional. Du Solier Este proyecto contiene informacin basada en
(1943 y 1945). 525 asentamientos arqueolgicos.

221
diana ZaragoZa ocaa

tificado por un clima subtropical, que com- me llev a revisar si en otros indicadores ar-
prende al norte, el sur del estado de Tamauli- queolgicos, como la escultura y la arquitectu-
pas; al sur hasta el ro Tuxpan; al oeste la ra, tambin haba diferencias. Con base en lo
Sierra Madre Oriental, y al este el Golfo de anterior propongo que para su estudio, por
Mxico. lo menos para los ltimos siglos, debe utilizar-
Sin embargo, hay quienes como Meade, se como herramienta metodolgica una divi-
Chipman y Stresser-Pan sealan como lmite sin del rea, por lo menos en tres subreas
norte el ro Soto La Marina en el estado de Ta- que llamo: a) Pnuco, b) Oxitipa, y c) Tuxpan,
maulipas y al sur el ro Cazones en el de Ve- las cuales tienen lmites geogrficos tentativos
racruz (figura 2). Mi propuesta de lmites, de (figura 4).
lo que puede entenderse como la Huasteca,
coincide en lo general con la que estableci Subrea de Pnuco
Ekholm, precisando que hacia el norte la Se limita al norte por los ros Guayalejo-Tame-
frontera la conforman los ros Guayalejo y s, as como por el sistema de lagunas que se
Tames, conservando la Sierra Madre Oriental forman en estos ros; por el sur el ro Mocte-
al oeste, y el ro Tuxpan al sur, resulta obvio zuma y las coordenadas 21 59 y 22 7. En
el lmite que forma por el este el Golfo de esta subrea los poblados importantes quiz
Mxico (figura 3). funcionaron como cabeceras de los seoros:5
La posicin de la Huasteca en el lmite sep- al oeste, Tamohi con la funcin de centro
tentrional de la superrea cultural llamada rector; hacia el este, el importante sitio de
Mesoamrica, y su relacin con las culturas Pnuco. La mayora de los asentamientos que
que se desarrollaron en el sureste de lo que estn dentro de esta subrea se localizan sobre
ahora es Estados Unidos de Amrica, ampla el todo en la margen sur de los ros con un
abanico de la pluralidad existente, misma que patrn de asentamiento lineal; sus edificios,
ya ha sido mencionada en algunos de los estu- generalmente de forma rectangular con es-
dios previos, como los de Ekholm (1944), Mac- quinas redondeadas, estn construidos, por lo
Neish (1950), Merino Carrin y Garca Cook regular, con cantos rodados recubiertos de
(1987), Garca Cook y Merino Carrin (1991), estuco. La cercana a los ros puede explicarse,
y Dvila (1997 y 2000); adems, en mis propias como menciona Stresser-Pan (1971), como
investigaciones (Zaragoza, 2003a y b) en el cam- un recurso indispensable para su desarrollo y
po de la arqueologa, y los de Briceo (1993), a salvo de los terrenos susceptibles a inunda-
Prez Zevallos y Ludka de Gortari (1989), ciones; considero que, adems de esto, en una
Ruvalcaba (2005), Sandstrom (2005) y Prez tierra de frontera los ros pudieron haber
Zevallos (2005) en el de la etnohistoria. funcionado como una barrera natural.

siTuacin
Con base en las observaciones de las evidencias 5
Fray Nicols de Witte escribi en 1554, antes de
arqueolgicas me han surgido muchas inte- que los textos de Sahagn y Bernal Daz que conocemos
rrogantes que debo tener en cuenta para una estuviesen concluidos (Toussaint, 1948: 43); en su
cabal definicin de esta ltima etapa prehis- carta ofrece respuestas que le fueron formuladas por
algn seor ilustrsimo, relativas a cmo pagaban
pnica; una de ellas es que pueden notarse los tributos los pueblos, entre otros los huastecos; en
sutiles diferencias en los diseos de las cer- ella relata que En todas partes haba Seor Universal
micas Huasteca Negro sobre Blanco y Tancol menos en la Huasteca que cada lugarejo estaba por s
y tenan guerras y [a]lianzas con quien mejor pareca,
policromo (en adelante las cermicas), hecho
como las seoras de Italia (Carta de fray Nicols de
que hace notar cierta relacin entre los distin- Witte a un ilustrsimo seor: Meztitln, 21 de agosto
tos diseos y una porcin territorial, lo cual de 1554; en Cuevas, 1975: 221).

222
la HuasTeca, una ProPuesTa de definicin: siglos xv y xvi

Figura 2. Mapa de lmites de la Huasteca propuestos por Chipman (1967); Meade (1942) y Stresser-Pan
(1971).

223
diana ZaragoZa ocaa

Figura 3. Mapa de lmites de la Huasteca propuesto por Zaragoza (2003b).

224
la HuasTeca, una ProPuesTa de definicin: siglos xv y xvi

Figura 4. Mapa de subreas de la Huasteca propuesto por Zaragoza (2003).

225
diana ZaragoZa ocaa

TaBla 1
Toussaint (1948: 20) Laughlin (1969: 298) Stresser-Pan (1971: 583-584)
Huasteca alta Huasteca de Potos Regiones de lengua huasteca:
1) Planicies y cerros de la Cuenca del Pnuco.
2) Montaas y valles de la Sierra Madre.
Huasteca baja Huasteca de Tantoyuca Regiones de lengua nhuatl
1) Cerros del suroeste (Coxcatln-Huejutla)
2) La Cuenca del Tuxpan
Huasteca de Sierra de Otontepec

Subrea de Oxitipa La inquietud de subdividir a la Huasteca no


Delimitada al norte por el ro Moctezuma es nueva, ya que otros investigadores tambin
con las coordenadas anteriores, y por el notaron que existan diferencias (tabla 1):
sur con 2130, 21 40 y 21 57; su cabecera Aun cuando son muchos los problemas que
occidental pudo haber sido el importante si- enfrento, considero que el mayor es el que
tio denominado Oxitipa6 (en nahua) o Tanu- prevalece desde el inicio de las investigaciones
te (en huasteco), la cual tributaba a la Triple en el rea y por desgracia hasta la fecha, el
Alianza; al este Ozuluama debi controlar la cual se basa en una excesiva generalizacin en
parte de la Laguna de Tamiahua. Los asen- torno al desarrollo cultural, ya que grosso modo
tamientos que se localizan en esta subrea se ha definido con base en elementos como: 1)
difieren de los de la anterior, sobre todo en las cermicas blancas, sobre todo la que tiene
que los edificios estn construidos con lajas y pintura caf o negra sobre el acabado blanco;
las estructuras presentan esquinas angula- 2) un territorio no muy bien definido; 3) un cli-
res, caracterstica ausente en los sitios de las ma clido y vegetacin exuberante, y 4) un
otras dos subreas. Como ejemplo de stos nombre Huasteca que se encuentra en
estn Tanquin, el importante sitio de Agua documentos del siglo xvi, pero con referencias
Nueva, tambin conocido como Tzitzin-tujub de segunda y tercera mano.
o Chilituj,7 as como San Francisco Tancua- Por ello planteo la necesidad de detenerse
yalab. a reflexionar acerca de los [...] problemas,
conceptos, medios y fines de la arqueologa
Subrea de Tuxpan [...], como dijo Oliv (1958), aplicndo-
La considero como el lmite sureo del rea. los a lo que hasta ahora se conoce como la
La he delimitado al norte por la subrea de Huasteca, proponiendo la abstraccin de su
Oxitipa, mientras que por el sur an no he connotacin lingstica que ya ha provocado
podido definirla, ya que la considero un rea mucha confusin.
de transicin entre los ros Tuxpan y Cazones;
no obstante, pienso que esta subrea tiene un esTudio de caso
eje que va de Chicontepec como cabecera Para este estudio propongo un enfoque ico-
oeste a Tzicoac o Tochpan al este. nogrfico utilizando la corriente terica cuyo
principal exponente es Colin Renfrew: la ar-
queologa cognitiva-procesual.8 Las diferencias
6
Este importante poblado no se encuentra en el
mapa de Ortelius.
7
Como lo llama Seler (1991: 95). De este sitio se 8
Es la manera que nos permitir entender mejor
supone que procede la escultura conocida como La cmo las personas utilizaron sus mentes, formularon
Apoteosis. y utilizaron conceptos tiles. Quiz el acercamiento

226
la HuasTeca, una ProPuesTa de definicin: siglos xv y xvi

que he notado en los indicadores arqueolgi- medio de la profundidad temporal de las


cos mencionados se basan en las heterogneas culturas que existieron en el rea; para ello
representaciones simblicas, lo que permitir son necesarias ms investigaciones en todo el
comprender que los distintos segmentos de territorio que ocup la Huasteca.
las sociedades antiguas tienen diferentes ex- De acuerdo con mi hiptesis veo que es
periencias y la vida social involucra una com- posible, por lo menos de manera tentativa,
binacin de dichas diferencias, lo cual permi- proponer que las diferencias simblicas de dos
te entender la visin de que la Huasteca no se de los indicadores arqueolgicos que mencio-
puede pensar como una entidad cerrada, sino n 1) Los estilos de los diseos plasmados
que es necesario hacer una reflexin para en la cermica, y 2) las diversas expresiones
reconocer las diferencias, y poder definirla en escultricas tienen validez para la solucin
su justa dimensin. de algunas de las preguntas surgidas para
Varios son los acercamientos que la arqueo- sustentar las divisiones que he propuesto, ya
loga utiliza para llegar al conocimiento de las que como dice Leslie A. White (1949: 22) al
cuestiones planteadas o los asuntos a resolver. definir a la humanidad en trminos de la uti-
Existen herramientas metodolgicas que per- lizacin de smbolos: El smbolo es la unidad
miten esclarecer determinadas interrogantes. bsica de todo el comportamiento humano y
Algunos conceptos para aproximarnos a la su civilizacin. Y si lo que he encontrado son
solucin de las dudas planteadas son: 1) esti- diferentes maneras de representar su mundo
lo; 2) contexto arqueolgico; 3) iconografa; mediante smbolos, estoy pues ante el desarro-
4) funcin, y 5) cronologa. llo de sociedades que manifestaron su pensa-
La divisin de la Huasteca, con base en miento de manera distinta y, por lo tanto, no
los elementos distintivos de cada una de las pueden ser ceidas en una sola categora de
subreas, se basa en el cmulo de informacin comportamiento humano.
adquirido mediante observaciones realizadas Por medio de estos elementos distingo que
primero por el Atlas arqueolgico del estado de la simbologa en cada una de estas subreas fue
San Luis Potos,9 despus por los proyectos que distinta y de este modo podr definir mejor las
he desarrollado y el programa para la defini- tradiciones de sus habitantes. Por ejemplo,
cin arqueolgica de la Huasteca que estamos las cermicas que estoy analizando estn
desarrollando Patricio Dvila y yo, en el cual he presentes en las tres subreas; las diferencias
podido recorrer sitios de las distintas subreas, estriban en lo siguiente: los smbolos en la
lo que aunado a observaciones etnogrficas subrea de Pnuco tienen representaciones
propias, la revisin de materiales tanto en mu- de elementos vegetales con un marcado hin-
seos como en colecciones particulares en toda capi en la representacin del maz; tambin
el rea, as como referencias bibliogrficas, me hay motivos acuticos (plantas y animales)
permite tener una visin ms o menos amplia relacionados con el inframundo y diseos
de la Huasteca. referentes al cosmos, as como algunos otros
Debo destacar que la cronologa es funda- que puedo identificar como pertenecientes a
mental para la explicacin de esta subdivisin, dioses. La subrea de Oxitipa muestra en sus
ya que no puedo, por ahora, definirla por representaciones un alto grado de compleji-
dad simblica en la que destacan imgenes del
cosmos y tal vez glifos relacionados con dioses
as como los dioses mismos, mientras que la
ms conciso es enfocarse explcitamente a la habilidad
de Tuxpan presenta motivos relacionados so-
especialmente humana de construir y usar smbolos
(Renfrew, 1997). bre todo con la fauna y smbolos vegetales en
9
Proyecto en el que particip entre 1980 y 1983. donde tambin predomina el maz.

227
diana ZaragoZa ocaa

La cermica En general todos los estudios realizados


Del anlisis de este material se desprenden por arquelogos acerca de esta cermica se
tres cuestiones primordiales: 1) aun cuando fundamentan sobre todo en la descripcin
fue utilizada en las tres subreas, hay diferen- de Ekholm (1944), que incluye dentro de sus
cias en las formas y estilos decorativos en cada tipos Huasteca Negro sobre Blanco y Tancol
una de ellas; 2) se desconocen sus anteceden- policromo todas las vasijas que presentan
tes en el rea, por lo que encontrar su origen como acabado tanto pintura negra como roja
ser un punto decisivo en el conocimiento de y negra sobre el color del barro o de un en-
esta manifestacin cultural, y 3) se sabe que gobe blanco, siempre alisada; los ejemplares
su utilizacin se reduce slo al ltimo periodo con acabado pulido son muy escasos, pero sin
cultural prehispnico (figura 5). tener en cuenta sus formas, pastas y menos an
Asimismo, la cermica es caracterstica de los motivos que se utilizaron como decoracin
la ltima parte de la fase Tamun, establecida son smbolos que considero representaron
por Merino Carrin y Garca Cook (1987); sus creencias.
Ekholm (1944) menciona que es particular Ahora me referir a dichas diferencias
del ltimo periodo de su secuencia, correspon- en cada una de las subreas que he mencio-
diente a Pnuco VI, y Guy y Claude Stresser nado. Para iniciar, dir que en realidad son
Pan (quienes tienen fechamientos por C14) muy pocos los ejemplares que presentan el
la sitan en el Posclsico tardo (2005: 778), color blanco (utilizo las tablas Munsell para
desarrollo que se ve truncado abruptamente determinar el color) sobre el que se aplic la
con la llegada de los primeros espaoles a la pintura negra o roja y negra, mostrando ms
zona del Pnuco en 1518 comandados por bien una tonalidad color caf oscuro, la cual
Francisco de Garay. No obstante, aun cuan- se us sobre un engobe del mismo color del
do su posible origen no lo hemos localizado, barro, que va de crema a crema claro.
vale la pena mencionar que hoy en da una En esta subrea tuvieron preferencia por
cermica de aspecto muy parecido se conti- los diseos geomtricos, aunque tambin
na fabricando en el poblado de Chililico, existen los que considero naturalistas. Entre
cerca de Huejutla, en el estado de Hidalgo; los primeros se observa que los ms utilizados
a este respecto, Medelln (1982) menciona: son series de crculos o puntos y bandas; estas
La cermica moderna de Xililico, Huejutla, ltimas en ocasiones forman grecas cuadran-
Hidalgo, que cubre la demanda de casi toda gulares (lo que se puede identificar como
la Huasteca, no es ms que una variante de el caracol recortado) o estn ordenadas en
los ltimos tipos cermicos de los Huastecos tringulos. Otras representaciones que en-
prehispnicos. cuentro en los recipientes son arcos, los cuales
Como he dicho, los primeros reportes que considero que son marcadores en el paisaje,
hay acerca de esta cermica se deben a los como las montaas y las cuevas (Broda, 1996),
excelentes estudios que a finales del siglo xix las cuales fueron utilizadas como espacios
y principios del xx hiciera el matrimonio Se- sagrados.11
ler, sobre todo Cecilie Seler,10 quien presenta
sus apreciaciones acerca de las mencionadas 11
An hoy en da las cuevas son sagradas tanto para
cermicas procedentes de diversos sitios del los teenek como para los mexicanos; y, segn Ochoa y
rea como: Tempoal y Pnuco en Veracruz, Gutirrez: Las cuevas eran los conductos que conecta-
Tampico, en Tamaulipas, y Tanquin en San ban el mundo exterior con el Tamtzemlab (2000: 107),
que era el inframundo; aunque, segn Tapia Zenteno,
Luis Potos.
Tamtzemlab significaba el infierno (1985: 121). Sin em-
bargo, en el pensamiento indgena no existi el concep-
10
Seler-Sachs (1915). to de infierno como lo conceban los europeos.

228
la HuasTeca, una ProPuesTa de definicin: siglos xv y xvi

Figura 5. Mapa de distribucin de diseos en cermica.

229
diana ZaragoZa ocaa

Entre los diseos naturalistas, la repre- en su mayora parecen representar tlacua-


sentacin del maz es abundante. Este smbolo ches, animal caracterstico de muchos mitos
ha sido interpretado como tal por Rodrguez mesoamericanos (Lpez Austin, 1998). Estas
(1945), Meade (1982) y Castro-Leal (1997); vasijas de cuerpo globular presentan en una de
Alcorn lo ha interpretado como el alma del sus paredes exteriores al personaje zoomorfo.
maz12 y no el maz mismo; debo mencionar Adems tienen asa puente y vertedera. Por
que este elemento interpretado como el otro lado, en las vasijas antropomorfas, se
maz o su alma est presente en esculturas caracterizaron, en algunos casos, a sacerdotes
como El Adolescente, La Apoteosis y las l- investidos con los atributos de dioses, sobre
pidas de Huilocintla, entre otras, y lo vemos todo los de Ehcatl-Quetzalcatl. Entre dichos
tambin en la mayora de la cermica deco- dioses se encuentran los que en la Huasteca
rada. se conocen como chaneques, dioses menores
Este smbolo se encuentra muy difundido ntimamente relacionados con las montaas
entre las culturas que se desarrollaron en el y el agua. Ejemplos de ellos se localizan tanto
rea; es importante destacar que ste, aunado en Tamohi como en Pnuco y en Tanquin.
a otros, unifica a la escultura con la cermica. Entre los mexica estos seres se identificaban
En la cermica vemos que se representaron con los tlaloque que se conceban como dei-
imgenes de estrellas y algunas plantas de dades atmosfricas: [...] seres pequeos que
apariencia acutica; adems, en algunos casos producan la tormenta y la lluvia (Broda,
he podido identificar elementos esquemticos 1996: 457).
que por su posicin en la pieza se relacionan Adems de las anteriores, hay una conside-
no slo con la tierra y el agua, sino tambin rable cantidad de vasijas que slo presentan la
con el inframundo. cabeza y sus caractersticas ojos cerrados y
Aun cuando existe mucha informacin boca entreabierta muestran que represen-
acerca de los enseres de los habitantes de la tan personajes ya muertos. Es necesario men-
Huasteca, es necesario mencionar que cono- cionar que estos objetos fueron compartidos
cemos muy poco acerca de sus creencias. No por las culturas que se desarrollaron tanto
obstante puedo mencionar que en la subrea en la Huasteca como las que lo hicieron en
de Oxitipa, donde se encuentra Tanquin, lo que actualmente es el sureste de Estados
se concentran los mejores ejemplares de las Unidos; actualmente estudio los de la regin
cermicas que estoy analizando. Las formas de Nazca, en Per, todos relacionados con
tienen una de las decoraciones ms complejas contextos funerarios.
que he visto. Su cermica, de gran simbolismo, Respecto a la subrea de Tuxpan, donde
representa un estilo que plasm las imgenes creo que existen motivos relacionados prin-
de un pueblo con tradiciones muy arraigadas, cipalmente con la fauna, tambin hay repre-
aun cuando esta cermica llega al rea com- sentaciones del smbolo del maz y de manera
pletamente desarrollada. escasa, se encuentra la decoracin de estrellas
En la decoracin de sus vasijas se observa un y flores.
gran cuidado en los trazos, obviamente incor- Muy poco se ha hecho en esta subrea,
porando la riqueza ideolgica que caracteriz por lo que las vasijas con las cuales podemos
a este pueblo; las formas que ms se utilizaron hacer comparaciones son las que provienen
en este lugar fueron las vasijas zoomorfas, que de los estudios de Medelln, de los aos cin-
cuenta, realizados en los municipios de la re-
gin de Chicontepec, as como los de Ekholm
12
Por ejemplo Thipaak es llamado el alma del maz (1953), quien hizo recorridos en la de Tux-
[...], Alcorn (1984: 68). pan.

230
la HuasTeca, una ProPuesTa de definicin: siglos xv y xvi

la esculTura En la subrea de Oxitipa el estilo escult-


Para conocer este indicador arqueolgico, rico difiere totalmente del de las otras dos,
revis los estudios de Marcia Castro-Leal tanto en sus formas como en sus representa-
(1979, 1989 y 1997), Lorenzo Ochoa (1979 y ciones. Aqu se encuentran piezas de tamao
1993) y Silvia Trejo (1989 y 1997); adems de pequeo, que en su mayora representan
apoyarme claro est en el catlogo de personajes masculinos con el sexo marcado,
Beatriz de la Fuente (1980); lo primero que las manos apoyadas sobre el pecho y como
hice fue sistematizar sus procedencias aun- tocado un gorro cnico, y, aunque tambin las
que muchas de ellas no las tienen, con lo hay femeninas, stas se presentan en menor
que pude darme cuenta de que los estilos es- proporcin. En ambos casos estn elaboradas
cultricos parecen corresponder a diferencias aprovechando la forma de las lajas, mismas
territoriales, y as las pude separar conforman- que no fueron mayormente modificadas.
do un panorama de la escultura (figura 6). En esta parte tambin se encuentran en
Por desgracia, la mayora de las esculturas mayor proporcin las figuras que representan
referidas en dicho volumen estn en manos ancianos (aunque las hay en las tres subreas)
de coleccionistas, o lo estuvieron, antes de pa- en actitud encorvada y que portan un bastn,
sar a formar parte muchas de ellas de los las cuales se han asociado con el encendido del
acervos museogrficos, por lo que es imposible fuego; estn asociados a Mam, el dios viejo.
saber en qu contexto arqueolgico fueron Tambin en esta subrea se han localiza-
encontradas. do esculturas jorobadas que tienen relacin
Sin embargo, se puede notar que en la con elementos de las culturas del sureste de
subrea de Pnuco existen dos estilos princi- Estados Unidos, aunque considero que la
pales de manufactura: por un lado las figuras cronologa de stas es anterior al periodo que
naturalistas masculinas (como El Adolescen- yo estudio.
te), que procede del sitio Tamohi, y por otro La escultura de la subrea de Tuxpan que,
las figuras femeninas (como la diosa de la como dije, comparte con la de Pnuco algunos
fertilidad), que procede del sitio Las Flores elementos simblicos, no lo hace as con la
en Tamaulipas. forma de trabajar la piedra, ya que en sta se
En esta subrea existe un estilo escultri- elaboraron lpidas que no han sido encontra-
co exclusivo, que Trejo (1989) ha llamado das en las otras subreas.
Escultura del ro Tamun, y corresponde a las
representaciones de personajes exentos, con
marcada deformacin craneana y los dientes CONSIDERACIONES FINALES
mutilados, caractersticas utilizadas en varias
partes de Mesoamrica. De los estilos escul- Respecto a los estudios arqueolgicos en las
tricos de esta subrea, el correspondiente tres subreas, es contrastante la cantidad de
a esculturas femeninas con los brazos sobre trabajos que se han realizado en la de Pnuco
el pecho y un complejo tocado a manera de a diferencia de la escasez en las otras dos.
abanico o resplandor con un pequeo gorro Como he mencionado, la Huasteca es un
cnico, se encuentran tambin en la subrea rea que hacia los siglos xv y xvi presenta
de Tuxpan (Ochoa, 1993), o porcin sur del un panorama diverso donde confluyeron va-
rea, asociadas a las diosas Teem. rios grupos tnicos con sus respectivas lenguas.
Aun cuando en el estilo escultrico las Esto se refleja en una serie de diferencias en
subreas de Pnuco y Tuxpan comparten las tradiciones prehispnicas que habr que
elementos simblicos, la tecnologa empleada dilucidar. Si bien no se conoce cundo arriban
en su manufactura es diferente. al rea, sabemos que en el siglo xvi estaban

231
diana ZaragoZa ocaa

Figura 6. Mapa de distribucin de estilos en esculturas.

232
la HuasTeca, una ProPuesTa de definicin: siglos xv y xvi

muy bien establecidos, por un lado los que se necesaria para una mejor comprensin de
llaman teenek (hablantes de huasteco), los la riqueza en las manifestaciones culturales,
mexicanos (que hablaban nahua), los xioi independientemente de las diferentes etnias y
(que hablaban pame) y otros grupos, como lenguas que encontramos en esta regin.
los olives (de lengua chichim), que funda-
ron con fray Andrs de Olmos el poblado de
Tamaholipa. BIBLIOGRAFA
Por desgracia son muy pocas las referen-
cias directas que narran la vida, costumbres alcorn, Janis B., 1984, Huastec Mayan ethno-
e ideas de la poblacin de la Huasteca a botany, University of Texas Press, Austin,
diferencia del centro de Mxico, y es por Texas.
ello que, slo mediante la interpretacin de Briceo, Juan et al., 1993, Tendencias histri-
los datos arqueolgicos aunados a los escasos cas y procesos sociales en la Huasteca,
datos etnogrficos de las poblaciones actuales, Huasteca III. Movilizaciones campesinas, pp.
podremos conocer qu sucedi en la ltima 75-94, ciesas, Mxico.
poca prehispnica en esta parte del territorio Broda, Johanna, 1996, Calendarios, cosmovi-
mexicano. sin y observacin de la naturaleza, Temas
Es en 1725 (ms de 200 aos despus de la Mesoamericanos, pp. 427-469, inaH (Obra
llegada de los espaoles) cuando el bachiller diversa), Mxico.
Carlos de Tapia Zenteno escribe acerca de los casTro leal, Marcia, 1979, La coleccin
indgenas de la Huasteca. En su libro describe Huasteca de esculturas de piedra del Museo
brevemente las costumbres, la cosmogona, Nacional de Antropologa de Mxico; un
la ideologa y las tradiciones; tal es el nico ensayo de interpretacin, Actas del XLII
documento de estas caractersticas con el Congreso Internacional de Americanistas, Con-
que contamos hasta ahora. Meade (1950), greso del Centenario, Muse de lHomme,
en su estudio respecto a la vida y obra de fray vol. IX-B, pp. 57-66, Pars.
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Tampico, consigna algunos datos de la vida escultura Huasteca, Enqutes sur lAmrique
rique
rique
de sus habitantes. Por desgracia la Huasteca Moyenne. Mlanges
langes
langes offerts a Guy Stresser-Pan,
Stresser-Pan
ha sufrido incontables embates que han mo- pp. 69-80, inaH/ceMca, Mxico.
tivado su destruccin: los primeros fueron las , 1997, Representacin y sentido del
conquistas mexicas y despus la intervencin cuerpo humano entre los huastecos prehis-
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ocasionando prcticamente la aniquilacin de cHiPMan, Donald E., 1967, Nuo de Guzman
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despus por el gobierno mexicano. sus relaciones culturales, Revista Mexicana
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Memoria del Taller Arqueologa de la Huasteca.
Homenaje a Leonor Merino Carrin,
se termin de imprimir en febrero
de 2009 en los talleres grficos del
Instituto Nacional de Antropologa e Historia.
Produccin: Direccin de Publicaciones
de la Coordinacin Nacional de Difusin.
En este libro se renen los trabajos de veintids in-
vestigadores sobre la Huasteca, entendida sta como
rea cultural y como un territorio donde se congregan
diversas etnias que se desarrollaron con cierta inde-
pendencia unas de otras. Se analiza tambin a los
pobladores de la regin, tanto los hablantes de len-
guas mayances como de otras lenguas.
Los estudios cermicos incluyen tiestos y figurillas
de todos los periodos culturales, con lo cual los inte-
grantes del taller pudieron discutir sus semejanzas y
diferencias y comparar sus estilos con los de otras
regiones. Las excavaciones, por otra parte, han deja-
do al descubierto no slo los variados estilos arqui-
tectnicos de los centros ceremoniales sino tambin
las prcticas funerarias. Las esculturas halladas en la
regin se estudian desde novedosos puntos de vista
que abren nuevas rutas a la investigacin. Los ensayos
se enfocan tambin en las relaciones de esta zona con
otras de Mesoamrica y con aquellos territorios loca-
lizados al norte del ro Bravo, y cmo debe dividirse
la Huasteca para estudiar la historia y las costumbres
de sus habitantes durante los siglos XV y XVI.

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