Fuster 48
Fuster 48
Fuster 48
Noviembre 2006
Resumen
La intencin del presente trabajo es subrayar la importancia que tuvo el
pensamiento y la obra de Virginia Woolf en la formacin ideolgica del feminismo y en
la consolidacin de una escritura femenina escrita por mujeres.
Con este objetivo se analiza el ensayo Una habitacin propia principal obra de
la autora sobre la temtica feminista a travs del estudio de sus pasajes ms
significativos y haciendo especial hincapi en la vigencia del mensaje woolfiano y en
su repercusin en la sociedad actual.
Abstract
This essay deals with the importance of Virginia Woolfs work and thought as a
main source for feminism and for the enhancing of women writing written by women.
In order to state my idea, the most significant pieces of Woolfs work A Room of
Ones Own are searched insisting specially on the actuality of the woolfian message
and its consequences for our society.
Palabras Clave
feminismo, independencia econmica, novela, escritura femenina, patriarcado, vida
privada.
Keywords
feminism, economic independence, novel, women writing, patriarchy, private life.
http://serbal.pntic.mec.es/AParteRei/ 1
Francisco Fuster Garca
1
M. Bengoechea, Prlogo en M. Bengoechea ed. La huella de Virginia Woolf: la escritura
femenina cincuenta aos despus de su muerte. (I Seminario de Alcal de Literatura Inglesa
Contempornea) Universidad de Alcal de Henares, Alcal de Henares, 1992, p.3
2
M.A. Capmany. Virgnia Woolf o la nova realitat. Epleg a ledici de V. Woolf. Els anys, Ed.
Nova Terra, Barcelona, 1973, p.381.
http://serbal.pntic.mec.es/AParteRei/ 2
Cerrando la puerta. Sobre la vigencia de Una habitacin propia y el feminismo woolfiano
http://serbal.pntic.mec.es/AParteRei/ 3
Francisco Fuster Garca
tal vez nunca, se haba presentado un tema de debate o se haba sostenido una idea
con tanto humor, con tanto ingenio, con tal grado de luminosa imaginacin como lo
hizo Virginia Woolf en Una habitacin propia.4
La riqueza literaria de la obra novelstica de Virginia Woolf ha hecho que se
haya menospreciado en parte su ensayo sobre la cuestin femenina, calificndolo
como el ms asequible de los libros de Virginia.5 Desde el punto de vista de la crtica
literaria feminista, tampoco ha escapado a las crticas, hasta el punto que E. Showalter
le dedica un captulo de su obra A Literature of Their Own a la obra woolfiana,
concluyendo que Three Guineas y A Room of Ones Own son un fracaso como
ensayos feministas.6
No obstante, hay que decir que la obra de Virginia Woolf se ha convertido en
bsica a la hora de comprender la condicin intelectual de la mujer a lo largo de la
historia y las trabas que la dominacin masculina y la sociedad patriarcal han puesto a
la aceptacin de una educacin para las mujeres que les permitiera su independencia.
En el centro de Una habitacin propia se encuentra la reivindicacin que hace
Virginia de un espacio propio para las mujeres, un lugar donde poder escribir, poder
hablar, poder vivir y en definitiva, poder ser libres y poder ser mujeres.
Cuando se enfrenta al tema de Las mujeres y la novela, Virginia reflexiona y
busca en la raz del problema, del porque no han existido ms mujeres escritoras,
pintoras o artistas. Esta raz la encuentra Virginia en la interrelacin existente entre la
sumisin econmica y social que ha sufrido tradicionalmente la mujer y la posibilidad
de disfrutar de un tiempo libre y una intimidad suficientes como para emprender la
actividad intelectual que supone la creacin artstica. As se expresa la propia autora
en este sentido7:
Para Virginia, esta habitacin deba tener un buen cerrojo, que dejara fuera y al
margen a los dems, que permitiera a la mujer vivir el momento ntimo de situarse
frente a una hoja en blanco y plasmar en la letra los sentimientos ms personales. Ese
momento que no se puede recrear de ninguna otra forma, que no se puede disfrutar
en un ambiente familiar donde no existe la intimidad para las mujeres, limitadas a la
4
J. Lehmann. Virginia Woolf. Entre la vida y el arte. Ed. Salvat, Coleccin Grandes Mujeres,
Barcelona, 1995, p.93.
5
Q. Bell. Virgnia Woolf. Ed. Lumen, Barcelona, 2003, p. 477.
6
E. Showalter. A Literature of Their Own. British Women Novelists from Charlotte Bront to
Doris Lessing. Virago Press, London, 1991.
7
Las citas entre comillas y seguidas del nmero de pgina pertenecen a la edicin de la obra
que he utilizado como fuente:
V. Woolf, Una habitacin propia. Ed. Seix Barral, Barcelona, 2005
http://serbal.pntic.mec.es/AParteRei/ 4
Cerrando la puerta. Sobre la vigencia de Una habitacin propia y el feminismo woolfiano
Mi ta, Mary Beton, muri de una cada de caballo un da que sali a tomar el
aire en Bombay. La noticia de mi herencia me lleg una noche, ms o menos al mismo
tiempo que se aprobaba una ley que les conceda el voto a las mujeres. Una carta de
un notario cay en mi buzn y al abrirla me encontr con que mi ta me haba dejado
quinientas libras al ao hasta el resto de mis das. De las dos cosas el voto y el
dinero, el dinero, lo confieso, me pareci de mucho la ms importante. [] Ninguna
fuerza en el mundo puede quitarme mis quinientas libras. Tengo asegurados para
siempre la comida, el cobijo y el vestir. Por tanto, no slo cesan el esforzarse y el
luchar, sino tambin el odio y la amargura. No necesito odiar a ningn hombre; no
puede herirme. No necesito halagar a ningn hombre, no tiene nada que darme.
(pp.52-54)
8
S. Murillo. El mito de la vida privada. De la entrega al tiempo propio. Ed. Siglo XXI de Espaa,
Madrid, 2006, p.39.
9
A.M. Navales, Dos mujeres, una pasin y un paisaje en M. Bengoechea. ed. La huella de
Virginia Woolf: la escritura femenina cincuenta aos despus de su muerte. (I Seminario de
Alcal de Literatura Inglesa Contempornea) Universidad de Alcal de Henares, Alcal de
Henares, 1992, p. 51
10
M.A. Gutirrez, Virginia Woolf, el fluir de la conciencia. A Parte Rei. Revista de Filosofa, 9,
Septiembre 2000, p.7
11
S. de Beauvoir. El segundo sexo. Ed. Ctedra, Coleccin Feminismos, Madrid, 2000
http://serbal.pntic.mec.es/AParteRei/ 5
Francisco Fuster Garca
Pero ms all del contenido terico, Una habitacin propia destaca sobretodo
por el impacto de su lenguaje irnico y afilado, as como por la riqueza de sus
metforas visuales, algunas de las cuales han pasado ya a formar parte de la historia
de la literatura. Una de estas metforas es sin duda, la imagen del espejo reflectante
que utiliza Virginia de forma magistral para denunciar el sentimiento de superioridad
innata de los hombres y los efectos devastadores que esto provoca para la mitad de la
humanidad:
Para ambos sexos la vida es ardua, difcil, una lucha perpetua. Requiere un
coraje y una fuerza de gigante. Ms que nada, viviendo como vivimos de la ilusin,
quiz lo ms importante sea la confianza en nosotros mismos. Sin esta confianza
somos como bebs en la cuna. Y cmo engendrar lo ms de prisa posible esta
cualidad imponderable y no obstante tan valiosa? Pensando que los dems son
inferiores a nosotros. Creyendo que tenemos sobre la dems gente una superioridad
innata, ya sea la riqueza, el rango, una nariz recta o un retrato de un abuelo pintado
por Rommey, porque no tienen fin los patticos recursos de la imaginacin humana.
De ah la enorme importancia que tiene para un patriarca, que debe conquistar, que
debe gobernar, el creer que un gran numero de personas, la mitad de la especie
humana, son por naturaleza inferiores a l. [] Durante todos estos siglos, las mujeres
han sido espejos dotados del mgico y delicioso poder de reflejar una silueta del
hombre de tamao doble del natural. Sin este poder, la tierra sin duda seguira siendo
pantano y selva. Las glorias de todas nuestras guerras serian desconocidas. Todava
estaramos grabando la silueta de ciervos en los restos de huesos de cordero y
trocando pedernales con pieles de cordero o cualquier adorno sencillo que sedujera
nuestro gusto poco sofisticado. Los Superhombres y Dedos del Destino nunca habran
existido. El Zar y el Kiser nunca hubieran llevado coronas o las hubieran perdido. []
Por eso, tanto Napolen como Mussolini insisten tan marcadamente en la inferioridad
de las mujeres, ya que si ellas no fueran inferiores, ellos cesaran de agrandarse.
(pp.49-51)
Sin embargo, debe de haber existido un genio de alguna clase entre las
mujeres, del mismo modo que debe de haber existido en las clases obreras. De vez en
cuando resplandece una Emily Bront o un Robert Burns y revela su existencia. Pero
nunca dej su huella en el papel. Sin embargo, cuando leemos algo sobre una bruja
zambullida en agua, una mujer poseda de los demonios, una sabia mujer que venda
hierbas o incluso un hombre muy notable que tenia una madre, nos hallamos, creo, en
la pista de una novelista malograda, una poetisa reprimida, alguna Jane Austen muda
y desconocida, alguna Emily Bront que se machac los sesos en los pramos o
anduvo haciendo muecas por las carreteras, enloquecida por la tortura en que su don
la hacia vivir. Me aventurara a decir que Anon, que escribi tantos poemas sin
firmarlos, era a menudo una mujer. Segn sugiere, creo, Edward Fitzgerald, fue una
mujer quien compuso las baladas y las canciones folklricas, canturrendolas a sus
http://serbal.pntic.mec.es/AParteRei/ 6
Cerrando la puerta. Sobre la vigencia de Una habitacin propia y el feminismo woolfiano
nios, entretenindose mientras hilaba o durante las largas noches de invierno. (pp.
69)
No poda coger un mapa y decir que Coln haba descubierto Amrica y que
Coln era una mujer; o tomar una manzana y decir que Newton haba descubierto las
leyes de la gravitacin y que Newton era una mujer; o mirar el cielo y decir que
pasaban unos aviones y que los aviones haban sido inventados por una mujer. No
hay ninguna marca en la pared que mida la altura exacta de las mujeres. No hay
medidas con yardas limpiamente divididas en pulgadas que permitan medir las
cualidades de una buena madre o la devocin de una hija, la fidelidad de una hermana
o la eficiencia de una ama de casa. (p.117)
Entre estas imgenes que pueblan el ensayo de Virginia destaca sobre las
dems por mritos propios la deliciosa parbola de la hermana de Shakespeare que
narra Virginia y que ha sido calificada como la ms bella historia del mundo.12
La historia de la difcil situacin que vivira una hermana de Shakespeare con el
mismo talento que el dramaturgo ingls y que ante la imposibilidad de manifestarse y
realizarse acabara volvindose loca, ilustra perfectamente la complicada situacin que
viviran las mujeres que durante la poca de Shakespeare o incluso de la propia
Virginia trataran de abrirse paso en un mundo masculino, de hacer or su voz en medio
de un mundo patriarcal y exclusivo.
Como deca la propia Woolf, las mujeres siempre han sido pobres, desde el
principio de los tiempos. Han disfrutado de menos libertad intelectual y no han tenido
la oportunidad de escribir, ni de pintar, ni de crear, de hecho, muchas de ellas no han
tenido la oportunidad de ser mujeres.
Por suerte, la situacin actual es diferente y no vivimos en el Londres de la
primera mitad del siglo XX donde vivi Virginia, pero el camino recorrido no ha
terminado y el espritu del mensaje woolfiano continua vigente, tal vez ahora ms que
nunca.
As lo recordaba hace unos aos la gran admiradora de Woolf que fue Victoria
Ocampo:
12
V. Ocampo. Carta a Virginia Woolf. Revista de Occidente, 146-147, 1993, p.112.
http://serbal.pntic.mec.es/AParteRei/ 7
Francisco Fuster Garca
renacer y escribir. A nosotras nos toca el crearle un mundo en que pueda encontrar
la posibilidad de vivir ntegramente, sin mutilaciones.13
Bibliografa:
- Anderson, B.S. y Zinsser, J.P.: Historia de las mujeres: una historia propia. Vol. 2,
Ed. Crtica, Barcelona. 1.991.
- Bell, Q. Virginia Woolf. Ed. Lumen, Barcelona, 2003.
- Gordon, L. Virginia Woolf, vida de una escritora. Ed. Seix Barral, Barcelona, 1986
- La huella de Virginia Woolf: la escritura femenina cincuenta aos despus de su
muerte. (I Seminario de Alcal de Literatura Inglesa Contempornea) Edicin de
Mercedes Bengoechea. Universidad de Alcal de Henares, Alcal de Henares,
1992.
- Lehmann, J. Virginia Woolf. Entre la vida y el arte. Ed. Salvat, Coleccin Grandes
Mujeres, Barcelona, 1995
- Moi, T.: Teora literaria feminista. Ed. Ctedra, Madrid, 1.988.
- Murillo, S. El mito de la vida privada. De la entrega al tiempo propio. Ed. Siglo XXI
de Espaa, Madrid, 2006
- Woolf, V. Una habitacin propia. Ed. Seix Barral, Barcelona, 2001.
- Woolf, V. Tres Guineas. Ed. Lumen, Barcelona, 1999.
13
Ibidem, p.112
http://serbal.pntic.mec.es/AParteRei/ 8