DEONTOLOGIA
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Resumen
En este artculo argumento que la distincin entre los trminos tica y moral
es estipulativa y que nada nos impone un cierto significado de los trminos: ni su
etimologa ni la tradicin filosfica. Argumento especficamente en contra de una
estipulacin segn la cual tica se refiere a la afirmacin de la conciencia indi-
vidual autnoma o autntica, mientras que moral, a la esfera de la observancia
de reglas impuestas por la sociedad. Si el propsito de la estipulacin es mostrar
la mayor importancia relativa de la primera sobre la segunda, por s sola, esta dis-
tincin no nos da ninguna justificacin de por qu la conducta tica es superior a
la moral. Nada realmente significativo, fuera del mbito de la teora que hace la
distincin, depende de la estipulacin terminolgica entre tica y moral.
Palabras clave
tica, moral, etimologa, autonoma, autenticidad
Abstract
This paper argues that the distinction between the terms ethics and morality
is stipulative and nothing imposes on us a certain meaning of the words, neither
their etymology nor the philosophical tradition. Specifically, I argue against a sti-
pulation according to which ethics refers to the affirmation of the autonomous
Keywords
ethics, morality, etymology, autonomy, authenticity
I. Definiciones estipulativas
ciones, caracterizadas a la vez por una exigencia de universalidad y por un efecto de coercin
(2002, p.241). Se entiende que las acciones estimadas buenas lo son desde el punto de vista in-
dividual y no del de las obligaciones exigidas socialmente y que tendran ese efecto de coercin
del que habla Ricoeur. Ronald Dworkin, por su parte, hace una distincin similar cuando afirma:
Aqu uso los trminos tica y moralidad en lo que podra parecer una manera especial. Los
estndares morales prescriben cmo debemos tratar a los otros; los estndares ticos, cmo de-
bemos vivir nosotros mismos (2011; este artculo resume la distincin que aparece en Dwor-
kin (2010, pp.13, 25 y passim)). Para Juliana Gonzlez, tica es equivalente a moral interior
(autenticidad de la conciencia), que se distingue de la moral exterior (la norma impuesta), dan-
do lugar, en ocasiones, a la franca oposicin entre la tica y la moral. Por si no fuera sufi-
ciente con esta distincin, Gonzlez estipula significados distintos para otros trminos relaciona-
dos, as, no slo entre tica y moral, sino tambin entre stas y la tica (con maysculas),
como disciplina filosfica; morales, que comprenden el orden deontolgico que rige a los in-
dividuos en una sociedad; moralidad en general, que comprende el conjunto de fenmenos
morales, y la moralidad esencial o eticidad, que es la caracterstica privativa del hombre, por
la cual ste es moral en su ser mismo y existe siempre moralmente (1986, p. 39, n.1).
virtuoso (). Platn, en Las leyes, tambin afirma que Toda dis-
posicin de carcter procede de la costumbre ( ) (VII
792e). Esto muestra la vinculacin que tenan los dos trminos. -
, entonces, significara mostrar carcter y se usaba para describir
las disposiciones, valores, creencias o ideales peculiares a una persona
o a un grupo de personas. Sin embargo, tambin se usa en el sen-
tido de costumbre, como cuando Herdoto habla de que los egipcios
les ensearon a los etopes sus costumbres (, Hdt. 2.30.5). Se re-
fiere, entonces, a los usos, maneras y costumbres.
Ahora, muy probablemente la palabra tica hubiera pasado con si-
milares significados al latn de no ser por Cicern. Tal vez el proble-
ma de distinguir entre estos dos trminos se lo debamos a l, porque se
propuso enriquecer el idioma latino aadiendo la palabra moral.
Cicern comienza su tratado Del destino afirmando ya que atae a las
costumbres, lo que los griegos llaman , mientras que nosotros so-
lemos llamar a esa parte de la filosofa el estudio de las costumbres,
pero conviene llamarla moral para que se enriquezca la lengua lati-
na (quia pertinet ad mores, quosGraeci vocant, nos eam partem
philosophiae de moribus appellare solemus. Sed decet augentem lin-
guam Latinam nominare moralem)(Cic. Fat. 1, 1). Cicern, entonces,
propone un neologismo, el trmino moral, para llamar as a la disci-
plina filosfica que estudia las costumbres y que los griegos llamaban
tica. No se trataba de un mero capricho: la filosofa romana deriva-
ba casi exclusivamente de la griega, y los filsofos romanos no tenan
a su disposicin un vocabulario filosfico comparable con el que haba
evolucionado en Grecia a lo largo de muchos siglos. Haba que traducir
los trminos griegos o acuar nuevos. Cicern opt por esta segunda
opcin y fue seguido por Sneca, quien afirma en sus epstolas: Muy
numerosos y grandes autores han dicho que hay tres partes de la filoso-
fa, la moral, la natural, y la racional (Philosophiae tres partes esse di-
xerunt et maximi et plurimi auctores: moralem, naturalem, rationalem)
(Sen. Ep. 89, 9);Quintiliano tambin lo sigue cuando afirma: Esa par-
te de la filosofa moral es la (pars illa philosophiaemo-
ralis est dicta) (Quint. Inst. 12, 2, 10; cfr. 6, 2, 8). Aunque, a partir de
lo que afirma Quintiliano uno inferira que la tica es slo una parte de
la filosofa moral y que stas no tendran la misma extensin. En todo
caso, Ciceron, Seneca y Quintiliano, entre otros, optan por llamar mo-
ral aquello que los griegos llamaban etica, pero en el sentido de la
disciplina filosofica que estudia las costumbres, que es un sentido que
ya se habia establecido entre los griegos, como lo prueba el que Aris-
tteles hablara de una teoria etica (An. Post. 89b9), y en otros pasa-
jes se refiere a sus escritos como los tratados eticos, que son los que
se refieren al estudio filosofico de las costumbres y del caracter (los t-
tulos de las ticas, por cierto, no se los dio Aristteles, sino Andrnico
de Rodas en el siglo I d.C.). En un primer sentido, entonces, etica y
moral vendrian a ser sinonimos, dado que ambas se refieren al estu-
dio de las costumbres.
Muy probablemente moral, en el sentido de ciencia de las cos-
tumbres, determin lo que posteriormente se llamaran ciencias mo-
rales en oposicin a las ciencias naturales, que no estudiaban
exclusivamente lo que hoy entendemos por moralidad, sino las cos-
tumbres y la sociedad en un sentido ms amplio (incluiran mucho de
lo que hoy entendemos por ciencias sociales y que incluyen la pol-
tica, la psicologa, la historia y la economa, pero tambin mucho de lo
que hoy da llamamos humanidades). Este fue el uso que prevaleci
durante muchos siglos y que llega incluso a Adam Smith, para quien el
estudio de la economa formaba parte de las ciencias morales.4 Sin
embargo, prevaleci el nombre de tica para el estudio de lo que hoy
entendemos por moralidad, a pesar de que se suele tomar como sin-
nimo de filosofa moral, que es un uso que, como vimos, ya encon-
tramos en Cicern y en Sneca.
Ahora, la palabra moral proviene del latn mos,mris, que es de
etimologa dudosa, pero quiz provenga de la raz ma-, medida, y que
sera propiamente una regla de vida que mide o gua; de ah proviene
manera, en el sentido de costumbre, modo, uso o prctica.
De esa raz proviene el trmino mrlis, que se refiere a los modales.
Pero tambin de ah proviene el adverbio mrlter, que quiere decir
4
Amartya Sen nos recuerda que [n]o slo fue el denominado padre de la economa moder-
na, Adam Smith, catedrtico de Filosofa Moral de la Universidad de Glasgow [] sino que,
durante mucho tiempo, se consider a la economa una rama de la tica. Sen tambin nos re-
cuerda que, hasta hace poco, la economa se enseaba en Cambridge como una parte de la Di-
plomatura en Ciencias Morales. Sen, 1989, p.20.
5
Esta distincin es demasiado amplia, porque concibe como morales al conjunto de costum-
bres, sin diferenciar entre distintos tipos de costumbres que hoy en da no concebiramos como
morales, como pueden ser las que tienen que ver con las convenciones, la etiqueta, la legislacin
o con distintos tipos de tradiciones, entre otras. Los conceptos de tica y de moral que tenan
los antiguos eran mucho ms amplios que los que tenemos actualmente. Esto nos muestra, en-
tre otras cosas, que lo que entendemos por el mbito de la moralidad, y el objeto de estudio de
la tica, han cambiado histricamente de hecho, podramos decir, son algo que vara de teora
en teora, dado que lo que entiende, digamos, el aristotelismo es mucho ms amplio que lo que
entiende el kantismo. Los trminos tica o filosofa moral, entendidos como disciplina fi-
losfica, son mucho ms restringidos hoy en da de como los griegos la entendan, como debe
ser claro para cualquiera que haya ledo la tica Nicomaquea de Aristteles, que tiene un enten-
dimiento mucho ms amplio del objeto de estudio de la tica del que hoy tenemos (de hecho,
l conceba a la tica como una parte de la poltica, mientras que hoy solemos pensar que son
reas contrapuestas). En la lista aristotlica de virtudes ticas encontramos mucho ms de lo
que actualmente entenderamos por ese tipo de virtudes (como la magnanimidad, la moderacin
o aun la amistad). Incluso hoy, la extensin del trmino tica es mucho ms restringida que en
el siglo XVIII, como se puede inferir del ejemplo de Adam Smith o del de Hume, para quien las
ciencias morales incluan la historia, la economa y las otras ciencias sociales, pero tambin
la psicologa. Vase, por ejemplo, su introduccin al Tratado de la naturaleza humana para ver
qu amplio es su entendimiento del trmino.
6
Alasdair MacIntyre (1981) tambin rechazara la moralidad por ser un conjunto de frag-
mentos mal avenidos, un pastiche incoherente de pedazos que han sobrevivido adventiciamente
de sistemas morales anteriores.
7
Aqu no abordar los detalles de la distincin de Williams, aunque es probablemente una
de las formas ms interesantes y originales de distinguir los trminos. Sin embargo, aunque
creo que tiene muchos aspectos similares a las distinciones de algunos autores aqu tratados
(por ejemplo, coincide con Hegel en una concepcin de la tica ms centrada en la comuni-
dad, en contra de una concepcin de la moralidad abstracta y universal como la de Kant, va-
se ms adelante v), el inters de Williams en la distincin est ms encaminado a rechazar las
teoras filosficas de la moralidad. Un anlisis cuidadoso de las ideas de Williams se encuentra
en Griffin (2008) y en Louden (2007).
8
Sobre el conflicto entre relaciones personales y las demandas de la moralidad, vase LaFo-
llette, 1995.
es la regin en donde hay verdades sin que haya verdad; o, en otras pa-
labras, que la exigencia de ver la vida como algo estable y como un
todo es absurda pues ninguna de ambas cosas puede hacerse. [] La re-
gin de lo tico, entonces, es una regin de diversas imgenes o cuadros
9
Vase, por ejemplo, Schwitzgebel y Cushman (2012) y Schwitzgebel y Rust (en prensa).
10
Sin embargo, el uso de Hegel difiere del uso que tradicionalmente le haban dado los fil-
sofos anteriores a l, quienes no distinguan entre Sittlichkeit y Moralitt. Para Kant o Fichte,
eran casi sinnimos. Sobre esto, nos dice Michael Inwood: As, la Metaphysik der Sitten [La
metafsica de las costumbres] aborda la tica en general, no las costumbres, y para Fichte Sitten-
lehre (literalmente la doctrina de las costumbres) es equivalente a filosofa moral. Otras pa-
labras derivadas de Sitte se mueven en la misma direccin: una Sittengesetz es una ley o norma
tica, especialmente, para Kant, una certificada por la razn, no por la costumbre, y, a pesar de
que es vlida para todos los seres racionales, por el individuo, no por la comunidad. El adjetivo
sittlich se equipara con moral o tico, y el sustantivo abstracto Sittlichkeit con moralidad
(Inwood, 1992, p. 92).
12
Sin embargo, Hegel tiene un interesante comentario sobre el caso de Scrates, quien rom-
pi el orden comunitario griego al traer a la conciencia el principio de libertad del pensamiento
puro el principio de la interioridad haba abierto a su pueblo un mundo interior, es decir,
haba introducido la conciencia individual al orden comunitario (Hegel, 1980, p.486, citado por
Flores Farfn, 2001, p.210).
13
Kierkegaard, 1941, p.309, citado en Gardiner, 2002, p.92.
14
Vase la nota 2 para ver algunos ejemplos de filsofos que hacen la distincin en trminos
similares.
15
Con la invocacin del concepto de autonoma, viene a la mente Kant. Sin embargo, por
un lado, Kant no identifica autonoma con tica, sino en todo caso, segn sus propios trmi-
nos, con moralidad (no hay una distincin entre estos trminos en Kant, segn se mencion
antes, sino que los usa de modo indistinto). Por otro lado, el concepto de autonoma kantiano no
tiene las connotaciones individualistas que me parece que tiene el concepto de tica, cuando se
distingue de moral bajo la estipulacin que estoy analizando. Para Kant, la autonoma es cierta-
mente la obediencia a la ley que uno se ha dado a s mismo, pero no se trata de una ley subjetiva
que tenga validez para el individuo solamente en contraposicin a la ley comunitaria, sino que
es una legislacin que tiene un carcter universal, es decir, que es vlida para todo individuo ra-
cional y para toda comunidad.
16
Mill, 1946, p. 59, citado por Lukes, 1975, p.73. Mill, por cierto, tampoco hace ninguna
distincin entre tica y moral.
17
De algn modo la distincin tambin est implcita en Nietzsche, aunque l en ningn mo-
mento diferencia entre tica y moral; emplea indistintamente Moralitt, Sittlichkeit y Ethik.
Vase la entrada Morality en Burnham, 2015, pp. 220-227.
18
Habra un vnculo entre estos filsofos de la autenticidad y las teoras de los yoes reales
(real selves) como la de Harry Frankfurt, de quien se derivara la idea de que se es autnomo
cuando actuamos sobre la base de deseos de segundo orden, deseos con los que nos identifica-
mos de todo corazn porque revelan un compromiso de ser de cierta manera o revelan nuestro
verdadero yo. Podramos entender esto ltimo como una forma de autenticidad heideggeriana o
sartreana. Vase Freedom of the will and the concept of a person e Identification and whole-
heartedness, en Frankfurt, 1988.
19
Carman, 2006, p.234. He seguido en sus lneas generales la exposicin de Carman so-
bre el concepto de autenticidad en el existencialismo, pero tambin me he remitido a los pasajes
centrales de Ser y tiempo, de Heidegger, que abordan el tema de la propiedad (o autenticidad)
(vanse 28, 40, 50-55). Le agradezco a Alberto Constante haberme guiado en el significado
del trmino.
20
Sin embargo, esta postura de prioridad del individuo cambiar hacia 1933, cuando Heide-
gger reemplaza este individualismo con una postura autoritaria en la que un solo individuo de-
cisivo, con autoridad moral suprema, el Fhrer, decide por toda la colectividad, y est de acuer-
do con Hitler en que lo que cuenta es el pueblo (das Volk) y el individuo, donde quiera que se
encuentre, no cuenta (carta del 20 de diciembre de 1933 a los profesores de la Universidad de
Freiburg, citada en Philipse, 1999, p.439).
21
Sartre, 1984, p.275. Es interesante que Sartre mismo vincule posteriormente los concep-
tos de autenticidad y autonoma; en los Cuadernos por una moral, escritos en 1947, afirma que
la conciencia autntica est comprometida a una decisin radical de autonoma (Sartre 1992,
citado por Carman, 2006, p.239).
22
De Beauvoir, 1972, p.65. Cfr. Flynn, 2006.
Referencias bibliogrficas
Recepcin: 7/07/2016
Revisin: 27/09/2016
Aceptacin: 29/09/2016