Caudillos y Conspiradores
Caudillos y Conspiradores
Caudillos y Conspiradores
El gobierno encabezado por Páez después del pronunciamiento separatista, no ejercía autoridad real
en todo el país. En provincias y regiones aisladas, imperaba el poder de los caudillos locales. El
movimiento separatista había sido promovido y realizado por la oligarquía caraqueña y los caudillos
militares del centro, encabezados por el General Páez. Fueron ellos los que convocaron el Congreso
de 1830, desconocieron a Bolívar y pusieron a Páez al frente del gobierno. Estos hechos hicieron
aflorar las viejas rivalidades de las provincias y en especial entre Caracas y las provincias orientales,
que por razones históricas y dadas la importancia que tenían en aquellos momentos La Tercera
República de Venezuela es el nombre que recibe el periodo histórico que transcurre desde el año 1817
al año 1819durante la Guerra de Independencia de Venezuela. El inicio de la Tercera República se
atribuye al momento en el cual finalizada la campaña de Guayana los republicanos restauran las
instituciones en la ciudad de Angostura.
Los principales acontecimientos de este período histórico son: la liberación de Guayana, la Campaña
del Centro (1818), la creación del semanario Correo del Orinoco (1818), la llegada de los voluntarios
británicos y su unión al Ejército Libertador (1818-1819), la reunión del Congreso de Angostura
(1819), la Campaña Libertadora de la Nueva Granada (1819) y la creación de la Gran Colombia
(1819). Con este último acontecimiento se termina propiamente la Tercera República, pues a partir de
1820 Venezuela entra a ser parte integrante de la gran República supranacional junto con la Nueva
Granada y Ecuador. Cuarta República: Con este nombre se suele designar al breve período inicial del
restablecimiento del estado venezolano al desintegrarse la Gran Colombia. Aunque la Cuarta
República haya perdurado hasta nuestros días, el concepto es utilizado por los historiadores para
referirse específicamente al año 1830 y los inmediatos siguientes. cuando ocurren los sucesos que
conducen a la independencia (...) se generan pugnas interiores cuyo objeto es la toma del poder (...)
La clase social más empinada y los soldados cuya estrella comienza a brillar en las guerras contra el
imperio, pretenden ocupar el vacío dejado por los conquistadores. Pero para la consecución de la
meta son buenos todos los derroteros y pueden utilizarse todas las doctrinas. Por lo menos así se
colige de la manipulación del federalismo en el siglo XIX, durante la propia lucha de emancipación
y en el período de la organización nacional (1983: 83).
Una vez lograda la independencia del yugo español, surgían caudillos regionales que aupados por la
población regional circundante, pensaban que era posible conducir o manejar el país, en la misma
forma que manejaban sus haciendas particulares o manejaban a la peonada, y es así que cada uno a
su manera trata de presidir el País, con el mismo látigo con que manejaba a sus peones en la
hacienda o en el Fundo. Es por ello que se origina el caudillismo, y desde luego es con el paso del
tiempo y la madurez de la población que se van logrando avances y en el Siglo XX, con la muerte
de Juan Vicente Gómez, surge la Democracia, con presidentes que buscaban la participación de la
mayoría, sin embargo, la verdadera participación todavía no se ha alcanzado en Venezuela, que
resulta lo que logran los líderes que son la contraposición de los caudillos, por cuanto los líderes,
tienen poder de convocatoria, pero buscan la participación de las minorías.
Una vez separada Venezuela de la Gran Colombia, la vida política del país siguió bajo la jefatura
del General José Antonio Páez, nombrado Presidente Provisional en 1830 y Presidente
Constitucional para el período 1831-183. Durante este gobierno se organizó la administración de la
República de acuerdo con la Constitución sancionada por el Congreso de Valencia. El proceso
político iniciado en 1830 se caracterizó por la pugna entre los caudillos salidos de la guerra de la
independencia, los cuales van a representar a menudo, a los grupos políticos antagónicos que
empezaron a definirse después de 1830. Estas pugnas entre los caudillos se resolvieron en última
instancia por medio de las armas. Por eso podemos decir que las guerras civiles fueron la expresión
política de nuestro desarrollo durante este periodo.
El gobierno encabezado por Páez después del pronunciamiento separatista, no ejercía autoridad real
en todo el país. En provincias y regiones aisladas, imperaba el poder de los caudillos locales. El
movimiento separatista había sido promovido y realizado por la oligarquía caraqueña y los caudillos
militares del centro, encabezados por el General Páez. Fueron ellos los que convocaron el Congreso
de 1830, desconocieron a Bolívar y pusieron a Páez al frente del gobierno. Estos hechos hicieron
aflorar las viejas rivalidades de las provincias y en especial entre Caracas y las provincias
orientales, que por razones históricas y dada la importancia que tenían en aquellos momentos,
aspiraban una vez más a encabezar la República. En los primeros treinta años de la República, la
escena estuvo dominada por los dos caudillos más importantes de esa etapa: José Antonio Páez y
José Tadeo Monagas. Después de 1863, año en que terminó la Guerra Federal , surgieron y se
sucedieron en el poder nuevos caudillos rurales hasta 1935 en que murió el último de ellos y el de
más larga hegemonía en nuestra historia: Juan Vicente Gómez
Durante este período, la alternabilidad a que se refieren las constituciones, no fue otra cosa que la
alternabilidad entre los caudillos. Algunos de ellos se mantuvieron, directa o indirectamente,
muchos años en el poder; otros pasaron por períodos breves.
Cuando se estudian los nombres de quienes ejercieron el poder durante el siglo pasado y las
primeras décadas del presente, observamos como cinco de estos caudillos: Páez , Monagas ,
Guzmán Blanco , Castro y Gómez gobernaron más de ochenta años de los primeros cien de nuestra
historia republicana