Ciro Alegria
Ciro Alegria
Ciro Alegria
La novela es un relato sobre la vida cotidiana de los cholos balseros del valle de la
selva llamado Calemar, a orillas del río Marañón, en torno al cual nuestros
AUTOR: CIRO ALEGRÍA protagonistas tienen sus vivencias personales.
PERSONAJES PRINCIPALES : Se cuenta las vivencias de los hijos del viejo Matías, Arturo y Rogelio en una de las
· Arturo cuales Arturo se enamora de una muchacha llamada Lucinda, a quienes unos policías
· Rogelio molestaban por lo que huyen y luego tiene un hijo el Adán.
· Matías Romero El Arturo y el Rogelio viajan a Shicun, otro valle, para comprar una balsa nueva
· Osvaldo Martínez de Calderón porque en este lugar se encuentra un palo especial llamado "palo de balsa", ideal para
· Lucas Vilca construir balsas, luego de comprar festejan hasta quedar ebrios.
Luego de varios días de esperarlos la familia empieza a tener malos presentimientos,
PERSONAJES SECUNDARIOS : la Lucinda no para de llorar y la enamorada de Rogelio la Florinda esta callada solo
•Florencio Obando porque su padre la ha amenazado con castigarla si sigue llorando.
•Doña Mecha Cuando ven llegar solo a Arturo el mal presagio se hace evidente, cuando este
•Doña Dorotea recobra la conciencia y cuenta lo sucedido a sus padres y amigos, estos confirman la
•Lucinda mala noticia de la muerte de Rogelio en el río.
•Don Pancho Con el tiempo al llegar las lluvias, el río se carga y amenaza con desaparecer el valle,
•Florinda luego de luchar contra la crecida, solo resultan unos cuantos afectados.
•Hormecinda Se habla también de las vivencias que tienen la gente del valle como la llegada de un
•Doña Mariana ingeniero (Oswaldo), para buscar la forma de aprovechar las riquezas naturales del
•Don Juan Plaza lugar y crear una empresa explotadora de los recursos naturales, y llamarla “La
•Venancio Landauro Serpiente de oro”.
• Santos Los calemarinos reverencian al río que es su fuente de trabajo y de alimento, pero a la
• Don Casimiro Baltodano vez le temen pues es la fuerza que eventualmente les puede arrebatar sus bienes y
• Encarna hasta la propia vida. El ingeniero, altanero y vanidoso, que ve con desdén a los cholos
•Jacinto Huamán y cree que solo con su sapiencia urbana puede vencer a la naturaleza, muere tras ser
•Santos Ruiz picado por una “Intihuaraka” serpiente amarilla, sin poder realizar su proyecto.
•Damián y su amigo Hay descripciones de fiestas, riesgos, encuentros con la autoridad, a la que desafían
•Don Policarpio Núñez por injusta, luchas con el Marañón, costumbres, y hay, sobre todo una orgullosa
•Ignacio Ramos reafirmación de fuerza vital nacida de la comunión del hombre con la tierra y el rio.
•Silverio Cruz
•Los Guardias Civiles MENSAJE
El Sexto, breve novela de Jose Maria Arguedas (1961), cuenta las experiencias
de Gabriel durante su prisión en la conocida cárcel limeña. La fetidez, el aspecto Gabriel ensambla su análisis con las desordenadas observaciones de Cámac, y
sombrío, el envilecimiento de la persona son las notas primeras que diseñan la reconoce que le confieren razón al minero; mas, aparte el acuerdo conceptual,
forma de la cárcel y su mundo cerrado. Gabriel ingresa en ella a causa de su percibe que una fuerza emotiva, no-lógica, lo aproxima a éste y otros hombres de
actividad como líder estudiantil: al hacerlo, tiene la impresión de haber penetrado distintos credos, y que en cambio lo separa del frío sustento analítico que
en una ciudad turbulenta y desconocida. Los personajes que encuentra caracteriza a los dirigentes de los partidos organizados en el penal. En la
(criminales, maleantes, degenerados, presos políticos y estudiantes), su conducta, tabulación de las costumbres carcelarias, de la conducta de los reclusos, y de las
los hechos insólitos convertidos en norma carcelaria, la estratificación del penal – amistades y los odios, entra en juego un conjunto de apreciaciones y sentimientos
especie de jaula rectangular dividida en tres pisos horizontales– en donde se pertinazmente serranos. Las tres figuras capitales: Gabriel, Cámac, Juan, son de
distribuyen, de abajo hacia arriba: vagos y asesinos, maleantes no avezados, y origen andino. La intuición y el sentimiento, la reminiscencia y la furia despojada
detenidos políticos; la noche y la mañana contempladas desde la celda, todo esto, de doctrina, hermanan a estos hombres en su percepción del país como
por fin, en frente de Gabriel, y al mismo tiempo en su contorno, lo impele a buscar secuencia de espacios (sierra-costa), y como espacio con profundidad, en el
perspectivas –íntimas y externas– para ordenar la secuencia de figuras disformes prisma de base rectangular que es el Sexto y todo el Perú.
que lo cercan…
La vida carcelaria debería ser entonces una experiencia compartida, mas, puesto
Esa realidad –que no es paisaje natural– cosificada en el volumen oscuro de la que en ella se revelan igual que al microscopio los vicios y virtudes del país,
cárcel, lo incita al recuerdo de la infancia serrana, bajo el sol brillante que fustiga el Gabriel descubre que el suyo, como el problema de los otros políticos, no es un
campo. La lluvia menuda, el cielo descolorido le recuerdan que la cárcel está en caso personal, no es un caso de conciencia, y sin embargo está anegado de
Lima; el ruido de los automóviles, la torre de la iglesia cercana, no obstante su individualismo. “La soledad no se goza; la soledad se sufre”: junto a la escoria
proximidad, le recortan el espacio y lo insertan en el paisaje de la prisión, crucero humana, en El Sexto se hallan los seres más idealistas del país; sin embargo, la
principal de la ciudad moderna. El Sexto, erguido y voluminoso, se le antoja un discrepancia en las cuestiones prácticas aleja a los hombres más que las ideas, y
monstruo que tritura a sus huéspedes impertubablemente. En diálogo con Cámac, lo que distingue a la persona, –para Gabriel ¡intelectual!– no son las teorías, sino
su compañero de celda, sindicalista minero, intuitivo y serrano como él, Gabriel la conducta. Frente al monstruo cosificado, los hombres se autodefinen y desunen,
aprende las más claras lecciones sobre la cárcel y la vida. Cámac tenía un ojo a pesar de haber comprendido el secreto de la cárcel y de la sociedad.
enfermo que le supuraba sin pausa; pero por el sano irradiaba una luz
convincente, de tenaz rebeldía. La opacidad y el fulgor de sus ojos impresionan a
Gabriel y trasuntan la lucidez y el desvarío de las pláticas; entretanto, el monstruo Después de oír las opiniones de Cámac sobre el estado del Perú y el remedio de
cosificado adquiere otra significación: en él se apretuja la estructura humana y su crisis, Gabriel comenta: “Aun en la cárcel me parecían temerarias esas
económica del Perú contemporáneo, sólo que, paradójicamente, el sector popular palabras”. “Tenía 23 meses de secuestro en el penal y había recuperado allí el
ocupa el nivel más alto, cual si se hubiese invertido la pirámide. hábito de la libertad” . No se había juzgado con tan punzante amargura a nuestros
regímenes dictatoriales; en ellos, la cárcel, negación de la persona, disforme
reflejo de la sociedad, le ofrece al hombre lo que la vida ciudadana le arrebata: la algunos presos, aunque más no sea una ligera mención de Dios. Tal es el caso
libertad de comprender y de expresarse; le promete, en fin, el sueño de un nuevo del piurano, que ante el injusto e inhumano trato que recibían los más débiles de la
país. Y aunque sólo sea en el plano simbólico, esta realidad se desborda del penitenciaría exclama “No hay dios” Caso similar fue el de Luis, quien lo invoca
prisma, y expande e incorpora las secciones parciales del territorio en un nuevo como el último recurso de establecer justicia y castigo y otro preso se refiere a
“todo” ideal. Ese ideal habita en el Sexto; en ese sentido uno de los reclusos dirá Dios como un modelo a imitar de alguien que no murió “feliz, a pesar de que
“Esta es nuestra casa…”. salvaba al mundo” .
Vetas religiosas: El Sexto El único preso que demuestra visiblemente su fe es Mok`ontullo, quien “se
persignó con cierta ironía”, al entrar en una celda donde se estaba llevando a cabo
una acalorada discusión política y quien, ante el cuerpo muerto de Cámac asume
Á diferencia de las obras anteriores donde El Dorado de mi pesquisa parecía el liderazgo del sencillo velatorio e invita a rezar “un Padrenuestro en voz alta”.
asomarse reluciente y al alcance de la mano, al acercarme al Sexto sentí que
tenía que andar hurgando con linterna, palos y uñas. Fui tentada a lanzarme en
búsqueda de otras vetas en la mina literaria arguediana. Una que me sedujo fue la Es notable que en Gabriel la única referencia al cristianismo es visual y evocativa.
consideración de un posible paralelismo entre la cárcel con sus tres niveles, el Al contemplar la cúpula de la María Auxiliadora al atardecer, ésta despertaba
enfrentamiento de dos partidos, los diferentes núcleos raciales, la pugna por el reminiscencias, al igual que Ernesto, de las bonitas iglesias cusqueñas de “Santo
poder, etc, con la sociedad peruana o limeña. Este era tema recurrente en las Domingo y la catedral” . Por otro lado, también con cierta similitud al personaje de
tertulias de reflexión política de los presidiarios y en varias ocasiones los Los ríos profundos, Gabriel parece haber abrazado creencias de origen indígena.
escuchamos delineando similitudes. Una noche, indignados por tener que Atribuye vida a los espíritus de los muertos y luego de la muerte de Cámac, en voz
conformarse con ser testigos impotentes de las brutalidades y bajezas de alta le da algunas recomendaciones a su espíritu y le pide que obre de mensajero
Puñalada y Maravi hacia “Clavel”, Cámac se preguntas: “¿Dónde está la diferencia con los espíritus del Pianista y el Japonés . Esta creencia de la vida de los
entre el negocio de esos, de afuera, y de éstos, aquí adentro? “. muertos se ve reforzada cuando luego comenta que en algunos años “en símbolo
levantado sobre la helada plaza de esa ciudad….Alejandro Cámac permanecerá
vigilando. Si aparece algún tipo d esclavitud, cualquiera que ella sea, Cámac se
Otra tentación fue buscar una continuación entre Gabriel, la voz narrativa y echará a andar de nuevo, levantando a los tiranizados; los convocará lanzando
personaje principal, en quien, por ser un serrano con altos “ideales de justicia y voces, igual que Pachacámac”. Más adelante ante la desoladora bajeza de la
libertad” y “un estudiante sin partido” se podría trazar una continuidad con prostitución de “Clavel”, le pide al Hermano Cámac, quien ya era “todopoderoso”
Ernesto de Los ríos profundos, en quien ya se percibía gran sensibilidad social. De que lo lleve a “alguno de los ríos grandes de nuestra patria “ donde se purificará
todas maneras, a pesar de estos deslumbramientos efímeros, decidí seguir de “todo los que he visto en esta cueva de Lima” Esta creencia en las virtudes
abocada a mi faena, a pesar de que en esta oportunidad la paga sea magra y el purificadoras de los ríos era común entre los quechuas, quienes veneraban las
esfuerzo más arduo. huacas o espíritus de los ríos y los consideraban lavatorios santos de los pecados
y las enfermedades. Recordemos que Ernesto también al final de Los ríos
profundos adjudica al río Pachachaca poderes curativos por ser el sitio donde
Encontré que a lo largo de toda la obra hay rastros de creencia cristiana en residía “el espíritu purificador de doña Marcelina”
LOS RÍOS PROFUNDOS Abancay y a sus casas, donde los indígenas viven como bestias, rodeados
por la oscuridad y la inmundicia.
Publicada en 1958, esta novela del escritor peruano José María Arguedas
tiene hondas raíces autobiográficas. Ernesto, su protagonista y narrador
en primera persona, es hijo de blancos, pero sus primeros años
transcurren en una comunidad india, cuyo mundo primitivo, puro, En las "chicherías" de estos barrios, o sea en las típicas tabernas peruanas,
sumergido en la naturaleza y entretejido de magia, será constantemente Ernesto revive, volviendo a descubrir la vida, los objetos y las fantasías de
el refugio de sus recuerdos y nostalgias. los quechua. Un día estalla una revuelta de prostitutas. Debido al
acaparamiento especulativo por parte de la administración municipal, no
se encuentra sal; consiguen dar con los depósitos de la misma, que son
vaciados, y las mujeres, seguidas por Ernesto, fascinado y exaltado por la
Durante una estancia en Cuzco (el libro comienza con la descripción de
acción, se dirigen a las casas de los indios para distribuirla. Pero de
esta ciudad), Ernesto toma conciencia de que en el Perú viven en continuo
inmediato los guardias a caballo les vuelven a quitar la sal y todo vuelve a
contacto, pero chocando constantemente y sin posibilidad de una
entrar en el orden establecido bajo la conmovedora y consoladora
integración real, dos pueblos con distintas concepciones del mundo y de
bendición del padre rector. Al final, estalla la peste, seguida de una
la vida. De un lado, los blancos, y en particular la clase dominante de los
revuelta de los indios, que los fusiles de los guardias no consiguen
grandes terratenientes; de la otra, los indios, conquistados en el pasado
detener. Ernesto deja el colegio y Abancay y se encamina hacia la
por la violencia. Ambos forman parte de un sistema social y económico
cordillera.
que sólo conoce dueños y esclavos.
En Los ríos profundos, José María Arguedas lleva a cabo una innovación
de carácter fundamental en la literatura latinoamericana. Según dice
José María Arguedas Mario Vargas Llosa en un apéndice a la novela, en los relatos y
narraciones de Arguedas se substituyen, por primera vez en América
Los largos vagabundeos de Ernesto se interrumpen en Abancay. Es Latina, los indios abstractos y subjetivos creados por los modernistas e
internado en un colegio dirigido por religiosos, cuyos métodos educativos indigenistas por personas reales, objetivas, localizadas tanto histórica
están por completo al servicio del orden constituido. La brutal explotación como socialmente. Arguedas consiguió crear un estilo que le permitió
de los indios por parte de la oligarquía latifundista es vista por los mismos "traducir" al español el lenguaje propio del indio mediante una ruptura
como un orden agradable a Dios. Para Ernesto, el período del colegio es sistemática de la sintaxis tradicional, que cede el paso, en la construcción
tormentoso; los choques continuos con sus compañeros, entre los cuales de la frase, a una organización de las palabras que no está de acuerdo con
se encuentra cada vez más aislado, le llevan a los barrios de los indios de un orden lógico, sino con uno emocional e intuitivo.