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UNIVERSIDAD DE COLIMA

EFICACIA DEL MANEJO CONSERVADOR EN LA HEMORRAGIA


PRIMARIA POSTPARTO EN PACIENTES DEL HOSPITAL
GENERAL MANZANILLO, DE ENERO A JUNIO DE 2017

TESIS
PARA OBTENER EL TITULO DE MEDICO ESPECIALISTA EN
GINECOLOGIA Y OBSTETRICIA

PRESENTA
DR. ERNESTO MATEOS GONZÁLEZ
ASESORA: DRA.VERÓNICA AIDÉ HERNÁNDEZ M.

Manzanillo, Colima, Enero de 2018


Índice

Página
PORTADA
INDICE
RESUMEN
INTRODUCCION

CAPÍTULO I
MARCO TEORICO

1.1. Antecedentes históricos

1.2. Planteamiento del problema

1.3. Justificación

1.4. Hipótesis

1.5. Objetivos de la investigación

CAPÍTULO II
MATERIAL Y METODOS

2.1. Enfoque, alcance y diseño de la investigación

2.2. Criterios de selección

2.3. Población y muestra

2.4. Características generales del estudio

2.5. Obtención y análisis de datos

2.6. Preceptos éticos

CAPÍTULO III
CARACTERISTICAS Y DESARROLLO DE LA INVESTIGACIÓN

3.1. Modelo de capacitación al personal para la atención en hemorragia


obstétrica

3.2. Modelo adoptado

3.3. Método utilizado para implementar la capacitación

3.4. Estructura de la investigación


3.5. Recursos humanos y materiales

CAPÍTULO IV
RESULTADOS Y DISCUSIÓN

5.1.

Conclusiones e implicaciones del estudio…………………….


Referencias bibliográficas…………………………………….
Anexos………………………………………………………….
Índice de Tablas
Tabla Página

1. Otros factores de riesgo para hemorragia obstétrica

2. Factores de riesgo intraparto para hemorragia

3. Categorización de los factores de riesgo

4. Estadificación del riesgo

5. Funciones importantes de la hipervolemia inducida por el embarazo

6. Factores de riesgo de desprendimiento prematuro de placenta

7. Clasificación clínica del desprendimiento prematuro de placenta

8. Clasificación según el grado de invasión placentaria

9. Clasificación por su extensión placentaria

10. Clasificación de las causas de hemorragia postparto como las cuatro “T”

14. Signos clínicos de los distintos grados de hipovolemia y choque

15. Ramas de la arteria hipogástrica

16. Morbilidad materna secundaria a hemorragia postparto primaria

17. Plan de actividades del estudio sobre la eficacia del manejo conservador de la
hemorragia obstétrica
Índice de figuras

Figura Página

1. Masaje bimanual del útero

2. Compresión uterina bimanual

3. Compresión aortica abdominal

4. Técnica Zea

5. Distintos balones intrauterinos

6. Distintos balones intrauterinos

7. Técnica de B-Lynch

8. Técnica de B-Lynch

9. Técnica de Hayman

10. Puntos cuadrados de Ho-Cho

11. Técnica de Pereira

12. Triple ligadura de Tsirulnikov

13. Ligadura escalonada de Abd-rabbo

14. Ligadura de arterias hipogástricas


INTRODUCCIÓN

La hemorragia (griego haima-sangre, rrhagia-flujo excesivo) postparto (latín post-


después, partum-acción de dar luz) es definida como la perdida sanguínea de 500 ml o más
después del nacimiento vía vaginal o abdominal, la cual es causa de morbilidad a largo
plazo dejando como resultado las transfusiones sanguíneas y sus complicaciones, cirugías
de emergencia, coagulopatías, anemia e infecciones y aproximadamente el 11 % de todas
las muertes maternas. Por lo que se considera una condición amenazante para la vida, se
asume que la prevención y el tratamiento oportuno con procedimientos simples
disminuirán la morbi-mortalidad materna. (Cekmez, 2014)

La (OMS), dice que la mayoría de las muertes son atribuibles a causas prevenibles, la
mortalidad es un asunto de derechos humanos y así ha sido reconocido por varios
mecanismos internacionales, se pretende una reducción de la razón de mortalidad materna
mundial a menos de 70 por cada 100.000 nacidos vivos como parte de los Objetivos de
Desarrollo sostenible para el 2030. (Nations, 2017)

México (2016), el informe de vigilancia epidemiológica reportó 760 defunciones a nivel


nacional encontrando a la hemorragia obstétrica dentro de las tres principales causas de
mortalidad materna; en primer lugar enfermedad hipertensiva, edema y proteinuria en el
embarazo, parto y puerperio con 26.6%, en segundo lugar hemorragia obstétrica con
22.6% y por último el aborto con 6.3%. La secretaria de salud del gobierno federal
reportó el mayor número de casos; 374, con mayor número de defunciones el estado de
México 112, Chiapas 58, Puebla 45, Veracruz 40, Guanajuato 38 y el estado de Colima
con dos defunciones. (SINAVE, 2015-2016)

El manejo de la hemorragia primaria postparto depende de la etiología, siendo la causa


más común la atonía uterina, el tratamiento conservador de primera línea consiste en el
manejo con medicamentos uterotonicos, el manejo conservador de segunda línea se ha
introducido en la práctica obstétrica recientemente y se ha utilizado ampliamente debido a
su potencial de salvar vidas, seguridad, resultados hemostáticos inmediatos y capacidad de
preservar el útero y su fertilidad. De algunos es muy poco conocida su eficacia, los
reportes de su uso generalmente son retrospectivos o incluyen un número muy pequeño de
mujeres, entre estos se encuentran; el taponamiento uterino, compresión externa con suturas
uterinas compresivas, desarterialización, embolización de arterias uterinas, ligadura de
arterias hipogástricas o nuevos tratamientos hemostáticos como el factor VII recombinante.
(Cekmez, 2014)

Sin embargo, si todo el manejo conservador falla se debe de considerar la realización de


histerectomía obstétrica como último recurso para el control de la hemorragia, como una
medida de salvar la vida, la cual está asociada a mayor pérdida sanguínea y morbilidad
materna. (Kayem, 2011)

En siglos pasados las indicaciones para una histerectomía obstétrica eran otras,
actualmente son asociadas a hemorragias de difícil control ya que es un procedimiento que
salva vidas cuando otras medidas conservadoras no tuvieron éxito para detener la
hemorragia por lo tanto su incidencia ha ido disminuyendo recientemente en un rango de
1-2 % ya que su indicación ha sido restringida a situaciones de emergencia. (Zamzami,
2003)
CAPITULO I
MARCO TEORICO

En este capítulo se expone el marco teórico que fundamenta la investigación. Se

analizan los antecedentes históricos de la atención del parto y el embarazo de manera

general, y en México en lo particular. También se aborda el estado actual de la atención de

la hemorragia postparto y el marco jurídico que la rige; se analiza el marco jurídico que

tutela la atención obstétrica en nuestro país. Se abordan los conceptos de hemorragia,

hemorragia postparto, sus diferentes modelos, y el concepto de histerectomía obstétrica.

Se analiza la información clínica a considerar en la atención urgente de una hemorragia

postparto y finalmente, se exponen algunos estudios sobre el impacto de programas

educativos con estrategias enfocadas a la disminución de la morbi-mortalidad materna y

perinatal.

Además se han expuesto el planteamiento del problema, la pregunta, justificación,

hipótesis y los objetivos de investigación.


1.1. Antecedentes históricos

Howard (1894), realizo la primera ligadura de arterias hipogástricas; han transcurrido

119 años y desde entonces, la hemorragia postparto prevalece como una de las principales

causas de muerte materna que puede evitarse mediante la ejecución de procedimientos y

técnicas simples pero eficaces. (Berrones, 2013)

Waters (1952), describió por primera vez el uso de técnicas hemostáticas para el control

de la hemorragia uterina postparto, desde entonces diferentes técnicas han sido añadidas

para proporcionar simplicidad y eficacia hemostática. (Palacios-Jaraquemada, 2011)

La ligadura de arterias uterinas, desde su descripción realizada por O´ Leary como

procedimiento de elección en hemorragias puerperales post cesárea hace más de 30 años, se

ha convertido en un procedimiento de primera línea para el control del sangrado uterino,

debido a la facilidad y rapidez de su ejecución. (Berrones, 2013)

Bakri (1992), introdujo el taponamiento intrauterino con balón para el tratamiento de la

hemorragia obstétrica durante el parto por cesárea. La tasa de éxito global para el control de

hemorragia se reporta en un 80%. (Young, 2015)

Se han descrito diferentes tipos de balones que han sido utilizados para el control de la

hemorragia postparto como el catéter Foley, balón Rusch, catéter de esófago Sengstaken-

Blackmore, guante estéril o con un condón. Akther et al., describieron el uso de un condón
con catéter para el taponamiento uterino en mujeres con sangrado postparto en Bangladesh.

(Begum, 2017)

La introducción de suturas compresivas causó una disminución de la incidencia de

histerectomía obstétrica secundaria a hemorragia postparto, se describieron por primera vez

en 1996. Sin embargo el crédito se le acuña a Christopher Blynch 1997, quien introdujo la

sutura compresiva para el control de la hemorragia postparto (Bohlmann, 2012). Se le han

hecho modificaciones con el objetivo de lograr una mayor simplicidad y aplicabilidad con

la misma eficacia, como la sutura cuadrada de Ho-Cho, sutura de Hayman, sutura de

Pereira y sutura de Nelson entre otras. (Begum, 2017)

Zea (2011), publico en el Instituto Nacional de Perinatología y Reproducción Humana

de la ciudad de México, una técnica sencilla y eficaz, que consiste en el pinzamiento

vaginal de arterias uterinas. (Zea, 2011)

 Hemorragia postparto

Por mucho tiempo continua siendo una de las principales causas de muerte materna en

México, actualmente se coloca como la segunda causa de muerte en nuestro país y la

primera en las zonas más desprotegidas; la principal causa de muerte asociada a hemorragia

postparto es el retraso en el control de la misma; se atribuye a la falta de capacitación del

personal de salud para implementar técnicas eficaces en el manejo de la misma. Según

datos de la Encuesta Nacional en Salud y Nutrición de 2006, el 93.3% de los casos de

muerte materna recibieron atención médica durante el parto, el 86% de las muertes

ocurrieron en hospitales, y el 82% están relacionadas a la calidad de la atención del parto


y/o de la emergencia obstétrica. El control ineficaz de la hemorragia durante los tiempos de

traslado o hasta la acción de las medidas orientadas a tratar la causa de la hemorragia

ocasiona el daño irreversible y la muerte de la paciente. (Zea, 2011)

En México se observan los tres retardos o demoras que determinan una muerte materna,

la tercera demora está relacionada con la incapacidad de resolver oportuna y

adecuadamente la atención de la emergencia obstétrica. Esto tiene que ver con la calidad en

la organización o la dimensión administrativa y con la calidad técnica/científica de la

prestación del servicio. Las muertes evitables son aquellas en las que la atención médica

efectiva y oportuna habría impedido su ocurrencia; por lo tanto estas muertes no deben

ocurrir, por lo que deben ser consideradas injustas e inaceptables. (Salud, 2009)

Dichas inequidades pueden fundarse en la desigualdad de oportunidades para el acceso a

servicios médicos de calidad y culturalmente competentes; a condiciones de vida

inadecuadas, determinadas por factores económicos y sociales restrictivos; a la exposición a

riesgos para la salud por condiciones de vida particulares, tales como violencia, stress o

inadecuadas condiciones de trabajo, o a la inaccesibilidad a la atención médica por

discriminación étnica o de género. (Salud, 2009)

La segunda demora corresponde al acceso universal a la atención obstétrica, con

sistemas de comunicación disponibles, caminos transitables. Es decir, que al momento de

presentarse una complicación durante el embarazo, parto o posparto se tenga la posibilidad

de arribar oportunamente a los servicios de salud, eliminando barreras de acceso y la


incertidumbre sobre los mecanismos para demandar oportunamente la atención en los

establecimientos pertinentes. (Salud, 2009)

Por último la primera demora; la reducción de las inequidades de género y étnica a fin

de asegurar una decisión temprana en la búsqueda de atención por las mujeres y sus

familias, o para la prevención de los embarazos no deseados. (Salud, 2009)

 Muerte materna.

La razón de muerte materna (RMM) mundial disminuyó en cerca de un 44% en los

últimos 25 años: de una RMM de 385 por 100 000 nacidos vivos en 1990 a una RMM de

216 por 100 000 nacidos vivos en 2015. El número anual de muertes maternas disminuyó

en un 43%, de aproximadamente 532 000 en 1990 a una cifra estimada de 303 000 en 2015.

El riesgo mundial aproximado de muerte materna a lo largo de la vida disminuyó

considerablemente: de 1 muerte por 73 mujeres a 1 por 180. Aproximadamente el 99%

(302 000) de las muertes maternas registradas en el mundo en 2015 se produjeron en las

regiones en desarrollo; destaca el África subsahariana con cerca del 66% (201 000), seguida

de Asia Meridional (66 000). (OMS, 2015)

Por países, se estima que más de un tercio de las muertes maternas mundiales de

2015 se produjeron en Nigeria y la India: 58 000 (19%) y 45 000 (15%), respectivamente.

Sierra Leona tiene la mayor RMM estimada: 1360. Las emergencias humanitarias, las

situaciones de conflicto, posconflicto y desastre son obstáculos para los progresos en la

reducción de la mortalidad materna. (OMS, 2015)


En México hubo una reducción de la RMM en el año 1990 estimada de 90, en el año

2000, de 77 y en el año 2015, de 38 (OMS, 2015). La muerte materna se presentó en las

zonas metropolitanas o ciudades medias y más del 60% de estas muertes ocurrieron en

mujeres de 20 a 34 años. Más del 90% tuvieron atención prenatal en hospitales públicos y

por causas prevenibles, asociadas con la mala calidad de la atención. Sin embargo, se

observa un cambio importante en las causas de defunción materna en comparación con

años anteriores, ya que a partir del 2011 se ha incrementado el porcentaje de las causas

obstétricas indirectas. (Salud, 2013-2018)

Estado actual de la muerte materna en México.

México, (2016) el informe semanal de vigilancia epidemiológica reporta 760

defunciones a nivel nacional, dentro de las tres principales causas fueron; enfermedad

hipertensiva, edema y proteinuria en el embarazo, parto y puerperio con 26.6%, en segundo

lugar la hemorragia obstétrica con 22.6%, por último el aborto con 6.3%, la Secretaria de

Salud del Gobierno Federal reporto el mayor número de casos; 374, entre los estados que

notifican mayor número de defunciones son el estado de México con 112, Chiapas 58,

Puebla 45, Veracruz 40, Guanajuato 38, y el estado de Colima con dos defunciones.

(SINAVE, 2015-2016)

Por todas las razones anteriores Los Objetivos del Desarrollo Sostenible establecieron

una nueva agenda para la salud materna, destinada a terminar con la mortalidad materna

prevenible; la meta consiste en reducir la RMM mundial a menos de 70 por 100 000

nacidos vivos para 2030. (OMS, 2015)


 Marco jurídico de la salud materna y perinatal

En el Programa de Acción Específico de Salud Materna y Perinatal se establece que: “El

Programa de Acción Específico (PAE) de Salud Materna y Perinatal del Centro Nacional

de Equidad de Género y Salud Reproductiva (CNEGSR), se construye vinculado

estrechamente al Plan Nacional de Desarrollo (PND) 2013-2018, en la Meta II. México

Incluyente, el Programa Nacional para la Igualdad de Oportunidades y la no

Discriminación contra las Mujeres 2013-2018, y al Programa Sectorial de Salud

(PROSESA) 2013-2018 el cual se vincula estrechamente con la finalidad de acelerar la

obtención de resultados de impacto en la salud materna y perinatal, consolidar las

acciones de protección, promoción de la salud y prevención de enfermedades”. (Salud,

2013-2018)

Por otra parte, el marco jurídico que norma el quehacer del PAE de Salud Materna y

Perinatal; “tiene su fundamento en los Artículos 1°y 4° de la Constitución Política de los

Estados Unidos Mexicanos que establecen que todas las personas gozarán de los derechos

humanos reconocidos en la Constitución y en los Tratados Internacionales de los que el

estado mexicano sea parte, así como el derecho de toda persona a la salud y a decidir

sobre el número y espaciamiento de los embarazos. Por su parte, la Ley General de Salud

reglamenta el derecho a la protección de la salud que tiene toda persona con el sólo hecho

de residir en el territorio mexicano. En el Artículo 31, esta Ley establece que la Atención

Materno Infantil es materia de salubridad general, además en el Artículo 61 señala que

dicha atención es de carácter prioritario, comprendiendo acciones de atención a la mujer

durante el embarazo, parto y puerperio, así como la atención al niño y la vigilancia de su

crecimiento y desarrollo. La instancia de la Secretaría de Salud responsable de conducir


la ejecución del Programa de Salud Materna y Perinatal, es el CNEGSR, de conformidad

con lo que establecen el Artículo 2, inciso C, fracción II, y el Artículo 40, fracciones I a la

XXV, del Reglamento Interior de la Secretaría de Salud y está adscrito a la Subsecretaría

de Prevención y Promoción de la Salud. El CNEGSR tiene, entre otros objetivos, lograr la

cobertura universal y condiciones igualitarias de atención integrada con calidad a las

mujeres durante el embarazo, el parto y el puerperio, así como a las niñas y niños desde

antes de su nacimiento hasta el período neonatal”. (Salud, 2013-2018)

 Marco jurídico de la atención obstétrica en México

En nuestro país, la atención médica es una actividad profesional fuertemente regulada,

pues la doctrina jurídica la considera como depositaria de los bienes de mayor jerarquía que

el Estado Mexicano tutela: La salud y la vida. Estos elementos normativos se encuentran

definidos en la Ley Federal de Profesiones, en la Ley General de Salud, en el Reglamento

de Atención Médica en la Norma Oficial Mexicana NOM-007-SSA2-1993, atención de la

mujer durante el embarazo, parto y puerperio y del recién nacido, y en el caso de los

profesionales de la salud que prestan servicios en Instituciones dependientes del Gobierno

Mexicano, en la Ley Federal de Responsabilidades Administrativas de los Servidores

Públicos. La OMS define como Obstetra competente a Enfermeras/parteras y médicos que

han completado su curso de Obstetricia y están registrados legalmente licenciados para

practicarla.

Requisitos de los profesionales de la salud para la práctica de la Obstetricia:

• Título de médico Cirujano o Enfermera Obstetra.

• Cédula profesional, expedida por la Dirección General de Profesiones de la


Secretaría de Educación Pública, o la autoridad educativa local.

• Si los estudios se realizaron en el extranjero, revalidación por la Secretaría de Educación

Pública, o la autoridad educativa local. (CONAMED, 2012)

 Hemorragia obstétrica

La hemorragia primaria postparto es definida como la pérdida sanguínea de más de 500

ml del tracto genital dentro de las primeras 24 horas posteriores al nacimiento vía vaginal o

abdominal, ocurre de 2 al 11 % de todos los nacimientos. En la mayoría de los casos la

perdida sanguínea es subestimada durante la medición visual, si midiéramos las perdidas

objetivamente el rango se incrementaría a un 20 %. Esta puede ser menor de 500 -1000 ml

o mayor de 1000 ml. La mayor a su vez puede ser subdividida en moderada de 1001-2000

ml y severa más de 2000 ml (Mavrides, 2016). Por otro lado, la hemorragia secundaria

postparto es definida como la perdida sanguínea del canal de parto que excede los 500 -

1000 ml entre las 24 horas a las 6 semanas después del nacimiento. (Sziller, 2007)

La hemorragia obstétrica es una entidad polifacética y por lo tanto comprende aspectos

vinculados con la obstetricia, anatomía, hemodinamia, hematología, anestesiología y

urología entre otros. Por este motivo el abordaje exitoso solo se logrará a través de un

enfoque multidisciplinario. (Martinez, 2007)

Clasificación de la hemorragia obstétrica

Las hemorragias se dividen de acuerdo al momento en que ocurren. Dentro de la

primera mitad del embarazo se encuentran; embarazo ectópico, enfermedad trofoblástica


gestacional y aborto. Dentro de la segunda mitad del embarazo se encuentran; placenta

previa, desprendimiento de placenta normoinserta e inserción anómala de placenta.

Factores de riesgo para hemorragia obstétrica

Deben considerarse factores que intervienen como agravantes de la morbilidad causada

por la hemorragia, por ejemplo el estado de salud previo, menor volemia en casos de talla

pequeña, anemia, deshidratación previa, o enfermedades crónicas; hipertensión arterial,

edad gestacional, entre otras, sin embargo la identificación de factores de riesgo antenatales

para la predicción de hemorragia obstétrica postparto es pobre ya que solo identifica el 40%

de las mujeres que la presentaron. (Ramanathan, 2006).

El riesgo de presentar hemorragia postparto es proporcional a la edad de la paciente;

es decir a partir de los 30 años de edad hay un leve incremento del riesgo, que es más

significativo a partir de los 40 años de edad, dentro de otros factores de riesgo se

encuentran:

Tabla No. 1 Otros factores de riesgo para hemorragia obstétrica

Desprendimiento de placenta Raza asiática

Placenta previa Obesidad (IMC > 35 kg/m2)

Embarazo múltiple Anemia ( <9 g/dl)

Hipertensión en el embarazo Nuliparidad

Síndrome de HELLP Cardiopatía

Hemorragia postparto previa Cesárea previa

Secretaria de salud, Prevención y manejo de la hemorragia obstétrica, en el primer, segundo y


tercer niveles de atención en México, Guía de práctica clínica, 2013.
Tabla No. 2 Factores de riesgo intraparto para hemorragia

Cesárea de urgencia Fiebre transparto

Cesárea electiva Alumbramiento prolongado

Inducción de parto Episiotomía


Retención de placenta Laceración perineal
Episiotomía medio-lateral Inserción anómala de placenta

Parto instrumentado Amnioitis


Peso fetal > 4 Kg Trabajo de parto prolongado (>12 hrs, o < 1
cm/ hora, o expulsivo prolongado)
Secretaria de Salud, prevención y manejo de la hemorragia obstétrica, en el primer, segundo y
tercer niveles de atención en México, guía de práctica clínica, 2013.

Categorización de los Factores de riesgo.

Se categorizan según el riesgo elevado o bajo para producir hemorragia. Lo que resulta

útil para identificar el grado de riesgo de cada paciente y así poder individualizar las

necesidades de infraestructura para el tratamiento en cada caso. En este sentido se

reconocen:

Tabla No. 3 Categorización de los Factores de riesgo.

Factores de riesgo elevado Placenta previa localizada sobre la cicatriz de


cirugía anterior.
Coagulopatía no controlada; síndrome HELLP,
embolia de líquido amniótico.

Factores de riesgo bajo Parto instrumentado


Sobredistensión uterina
Corioamnioitis
trabajo de parto prolongado
Miomatosis uterina.
Dr. Marcelo Martínez, Dr. Pablo Amanzi, et al, protocolo para tratamiento y prevención de las
hemorragias obstétricas graves, grupo medico Buenos Aires, 2007.
Según la identificación de los factores de riesgo, se acoge la adopción de medidas
iniciales de prevención de acuerdo con el grado de riesgo.

Tabla No. 4 Estadificación del riesgo

1.-Riesgo ausente Atención del parto en condiciones habituales.

2.- Riesgo bajo Con un factor de riesgo


Estos casos serán atendidos en centros que
garanticen disponibilidad de recursos necesarios
para la atención de la hemorragia obstétrica.

3.- Riesgo elevado Dos o más factores de riesgo; acretismo


placentario.
Merece seguir protocolo de manejo
programado de la paciente con riesgo
elevado de sangrado
Dr. Marcelo Martínez, Dr. Pablo Amanzi, et al, protocolo para tratamiento y prevención de las
hemorragias obstétricas graves, grupo medico Buenos Aires, 2007.

 Prevención de la hemorragia obstétrica

Al final del embarazo existe un incremento de la volemia del 30-50%, esta situación,

además de otros cambios fisiológicos, permite que la gestante tolere pérdidas sanguíneas de

hasta el 15% de su volumen circulante antes de manifestar sintomatología. (Martinez, 2007)

La mayoría de los casos de hemorragia postparto ocurren durante el tercer período del

parto. Normalmente, en este período, los músculos del útero se contraen y la placenta

comienza a separarse de la pared uterina. Se maneja de varias maneras, desde el tratamiento

activo; que incluye pinzamiento tardío, posterior al primer minuto de vida, la

administración de fármacos oxitócicos y la tracción controlada del cordón umbilical, hasta


el tratamiento totalmente fisiológico o expectante sin intervenciones en absoluto. (Soltani,

2010)

En atención a los beneficios neonatales, el cordón solo debe ser pinzado de forma

temprana o antes de 60 segundos, en casos de neonatos que requieran una resucitación

inmediata. (Salud, 2013)

Debido a que cerca del 90 % de las hemorragias postparto primarias se deben a atonía

uterina, con el objetivo de disminuir la incidencia de la misma, se aconseja el manejo activo

del tercer periodo de trabajo de parto, lo cual reduce la incidencia de hemorragia en más del

60 %, y disminuye la pérdida hemática aun en casos sin hemorragia, en un 31%. (Salud,

2013)

Fármacos útero-tónicos

Los fármacos útero-tónicos tienen capacidad para activar el musculo liso del útero, lo

que se traduce en un incremento de la frecuencia, intensidad y duración de las

contracciones así como en un aumento del tono basal uterino. Actúan elevando las

concentraciones de calcio intracelular o bien inhibiendo los sistemas adenil-ciclasa o

guanilato- ciclasa a fin de disminuir la kinasa de la miosina. (SEGO, 2012)

Oxitocina; es una hormona producida principalmente en el hipotálamo y secretada por

la hipófisis posterior de manera pulsátil, al igual que el resto de las hormonas hipotálamo-

hipofisiarias. Por su rápida acción es la de elección; debe aplicarse por vía endovenosa o

intramuscular, el tiempo de latencia para su efecto es de 2 o 3 minutos y se requieren de


20 a 30 minutos para alcanzar una concentración estable, motivo por el que la dosis se

puede aumentar tras este intervalo. Pierde eficacia cuando se almacena a temperaturas

cálidas. (SEGO, 2012)

Carbetocina; de acción rápida, su vida media es de 40 minutos, diez veces mayor que

la de la oxitocina, su aplicación puede ser vía endovenosa o intramuscular. Se debe aplicar

una ámpula endovenosa durante 1 minuto luego del nacimiento. Un estudio clínico

aleatorizado que comparo el uso de carbetocina con oxitocina en cesáreas electivas mostro

una disminución en la hemorragia obstétrica y en la necesidad de oxitócicos terapéuticos

con el uso de carbetocina. (Salud, 2013)

Ergometrina; es un alcaloide derivado del cornezuelo del centeno, un hongo que crece

sobre el centeno y otros cereales (SEGO, 2012). Se asocia con más efectos secundarios,

como dolor de cabeza, náuseas, vómitos y aumento de la presión sanguínea, no debe usarse

en casos de hipertensión, preeclampsia o eclampsia, pues incrementa los riesgos de

convulsiones y accidentes cerebrovasculares, pero excluyendo esas situaciones, es una

alternativa válida ya que se encuentra asociada con una reducción del 40% de hemorragia

postparto y la necesidad de repetir infusiones de oxitocina. (Stanley, 2003)

Prostaglandinas; son sustancias naturales derivadas del ácido prostanoico. Los

receptores para las prostaglandinas están presentes en el útero grávido y no grávido, por lo

que se obtienen efectos clínicos durante el primer trimestre, como en pacientes no

gestantes. Las más utilizadas en obstetricia son; Misoprostol, E2 Dinoprostona y F2 alfa

(SEGO, 2012). Algunos estudios prospectivos muestran igual efectividad de la oxitocina


que el misoprostol en dosis de 1000 microgramos vía rectal o 600 microgramos vía

sublingual post parto, con la ventaja adicional de ser más económica, se puede almacenar

por largo tiempo a temperatura ambiente y no requiere la vía parenteral especialmente en

comunidades que no cuentan con oxitocina por su costo, o por la imposibilidad de su

almacenamiento adecuado. Por ello, la Organización Mundial de la Salud la agregó al

listado de drogas esenciales. (Martinez, 2007)

 Información clínica a considerar en la hemorragia obstétrica

Las adaptaciones anatómicas, fisiológicas y bioquímicas al embarazo son variadas.

Algunos de estos cambios inician poco después de la fecundación y continúan durante

toda la gestación; la mayor parte ocurre como respuesta a estímulos fisiológicos

provenientes del feto y la placenta. Muchas de estas adaptaciones fisiológicas podrían

percibirse como anormales en la mujer no embarazada. (Cunningham, 2011)

El flujo sanguíneo uteroplacentario aumenta en forma progresiva durante el embarazo,

con un flujo aproximado de 450 a 650 ml/min al término. (Cunningham, 2011)

Después de las 32 a 34 semanas, la hipervolemia es del 40 al 45 % por arriba del

volumen sanguíneo de la no embarazada, en promedio. La expansión varía de una mujer a

otra. El feto no es el causante ya que también en algunas mujeres con mola hidatiforme se

desarrolla. (Cunningham, 2011)


Tabla No. 5 Funciones importantes de la hipervolemia inducida por el embarazo

1.- Cubrir las demandas metabólicas del útero crecido con un sistema vascular hipertrófico.
2.- Aporta nutrientes y diversos elementos que sostienen la placenta y feto.
3.- Proteger a la madre y al feto contra los efectos nocivos de la diminución del retorno
venoso en las posiciones supina y erecta.

4.- Salvaguardar a la madre contra los efectos adversos de la perdida sanguínea relacionada
con el parto.
Cunningham, Leveno, Bloom, Hauth, Rouse, Spong, Williams Obstétrica, Mc Graw Hill, México, 2011

El volumen sanguíneo materno empieza a aumentar durante el primer trimestre. A las 12

semanas el volumen plasmático es casi 15 % mayor que el previo al embarazo y se expande

con más rapidez durante el segundo trimestre y el ritmo es menor durante el tercer

trimestre para alcanzar una meseta en las últimas semanas del embarazo. La expansión del

volumen sanguíneo se debe al aumento del plasma y eritrocitos. Aunque casi siempre se

agrega más plasma que eritrocitos a la circulación materna, el incremento en el volumen de

glóbulos rojos es considerable, unos 450 ml en promedio. Por el aumento de plasma, la

concentración de hemoglobina y el hematocrito disminuyen levemente por lo tanto la

viscosidad de la sangre entera disminuye. (Cunningham, 2011)

Esta situación, además de otros cambios fisiológicos, permite que la gestante tolere

pérdidas sanguíneas de hasta el 15% de su volumen circulante antes de manifestar

sintomatología. (Martinez, 2007)

Fecundación e implantación

La unión del ovocito y el espermatozoide durante la fecundación representa uno de los

procesos biológicos más importantes y fascinantes que conducirán una serie de procesos
secuenciales para la formación embrionaria y los productos de la concepción.

(Cunningham, 2011)

Desarrollo embrionario y fetal

Alrededor de 12 días después de la fecundación la formación de vellosidades coriónicas

por invasión a la capa basal decidual del miometrio dará lugar a la circulación feto-

placentaria y al crecimiento y maduración placentaria. (Cunningham, 2011)

La placenta es un órgano complejo, donde la circulación fetal y materna establecen un

vínculo que permite el intercambio gaseoso y de nutrientes, regula funciones metabólicas y

endocrinas que contribuyen al mantenimiento de la gestación y actúa como interface

inmunológica entre la madre y el feto. (Velez, 2015)

En condiciones normales la placenta se adhiere al endometrio y en la mayoría de los

casos hacia el fondo uterino. En algunos trastornos de la adhesión placentaria puede

implantarse fuera de sus límites normales (Velez, 2015) u ocurrir una infiltración anómala

de las vellosidades coriales con penetración al miometrio debido a ausencia o deficiencia

de la capa de Nitabuch, que es una capa de fibrina que se ubica entre la decidua basal y el

corion frondoso. Esta situación es consecuencia de una falla en la reconstitución del

endometrio/decidua basal, especialmente después de la reparación de una operación

cesárea, cirugía uterina previa o legrado uterino instrumentado. (Dueñas, 2007)


 Hemorragia de la segunda mitad del embarazo

Dentro de la segunda mitad del embarazo se encuentran; placenta previa,

desprendimiento de placenta normoinserta e inserción anómala de placenta.

Placenta previa

Tiene una incidencia del .8 a 1.02 % de todos los embarazos, se clasifica en previa total

cuando hay una oclusión total del orificio cervical interno (OCI), en previa parcial cuando

hay una oclusión parcial del OCI, en previa marginal cuando la implantación placentaria

llega a estar en el margen del OCI y de inserción baja cuando se encuentra a 3 cm del OCI.

Las causas se deben a la presencia de alteraciones endometriales y/o miometriales que

impiden que la zona de implantación placentaria sea en el fondo uterino, sino más bien

cercana al OCI (antecedente de cicatriz uterina previa, legrado uterino, miomatosis y

malformaciones uterinas).

El cuadro clínico se presenta como hemorragia transvaginal que no se acompaña de

dolor, en el 80 % de los casos, se puede presentar actividad uterina en un 10 al 20%,

generalmente no hay sufrimiento fetal, salvo en casos extremos, en los que la estabilidad

hemodinámica de la madre está comprometida. Para la confirmación del diagnóstico es

necesaria la ecografía y el manejo va a estar condicionado por la severidad del sangrado, la

edad gestacional de la paciente y la presencia de dinámica uterina. (Pérez-Aliaga, 2010)

Desprendimiento prematuro de placenta normoinserta

Tiene una incidencia de 1/200 embarazos, y es responsable del 15% de las muertes

fetales. Se presenta como un sangrado transvaginal de comienzo súbito en el 78% de los


casos, que puede acompañarse de dolor abdominal, aumento del tono uterino, polisistolia

en 20% y hemorragia oculta con hematoma retroplacentario, el diagnóstico es básicamente

clínico y no siempre es detectado por los métodos habituales para el diagnóstico como la

ecografía o el monitoreo fetal, la coagulación intravascular diseminada (CID) es una

complicación grave, pero infrecuente, conocida como útero de Couvelaire. (Martinez,

2007)

Tabla No. 6 Factores de riesgo de desprendimiento prematuro de placenta

Desprendimiento placentario en el embarazo anterior Riesgo 10%

Hipertensión arterial Riesgo 1%


Ruptura prematura de membranas Riesgo 1-2%
Tabaquismo Riesgo 1%

Consumo de cocaína Riesgo 15%

Trauma abdominal Riesgo 1%

Dr. Marcelo Martínez, Dr. Pablo Amanzi, et al, protocolo para tratamiento y prevención de las
hemorragias obstétricas graves, grupo medico Buenos Aires, 2007

Tabla No. 7 Clasificación clínica del desprendimiento prematuro de placenta

Grado I Grado II Grado III


Hemorragia escasa o ausente. Metrorragia anteparto, oscura, Grado II más muerte fetal. Puede
La mortalidad perinatal no alteración de la contractilidad o no acompañarse de CID. Los
está aumentada. uterina, feto vivo. casos de muerte materna
Hay sufrimiento fetal agudo en se observa en este grupo.
más de 90% de los casos. La
mortalidad perinatal está
aumentada.

Pérez-Aliaga, Carlos, hemorragias en la segunda mitad del embarazo, revista perinatología


ginecología obstetricia, 2010, pagina 56:18-22.
Inserción anómala placentaria

La decidua basal se encuentra total o parcialmente ausente ante el desarrollo imperfecto

de la membrana fibrinoide de Nitabuch que separa la decidua basal de la porción vellosa de

la placenta lo que condiciona a una penetración anormal de las vellosidades coriónicas

hacia el miometrio. (Dueñas, 2007)

Tabla No. 8 Clasificación según el grado de invasión placentaria

Acreta Increta Percreta

La placenta se encuentra La placenta penetra la La placenta atraviesa el


adherida al miometrio pero sin profundidad del miometrio miometrio hasta la serosa del
invadirlo y representa el 78% (17% de casos) útero e incluso puede invadir
de los casos. órganos vecinos en 5% de los
casos.

Omar Dueñas, Hugo Rico, Mario Rodríguez, actualidad en el diagnóstico y manejo del acretismo
placentario, revista chilena obstetricia y ginecología, 2007, página 266-271.

Tabla No. 9 Clasificación por su extensión placentaria

a) Focal b) Parcial c) Total

Solo involucra pequeñas áreas Uno o más cotiledones se La superficie completa de la


de placenta involucran en el proceso placenta esta anormalmente
adherida

Omar Dueñas, Hugo Rico, Mario Rodríguez, actualidad en el diagnóstico y manejo del acretismo
placentario, revista chilena obstetricia y ginecología, 2007, página 266-271.

La incidencia de inserción anómala de placenta está aumentando, especialmente por la

mayor incidencia de operación cesárea; el mayor riesgo de morbimortalidad materna


disminuye con un adecuado diagnóstico prenatal y planificando la interrupción del

embarazo con un equipo quirúrgico multidisciplinario, en una institución que disponga de

banco de sangre. (Dueñas, 2007)

Básicamente el diagnóstico se limita al empleo de métodos como es el ultrasonido y la

resonancia magnética. Sin embargo, el diagnóstico definitivo de acretismo placentario es

por medio de histopatología, al comprobar la invasión de las vellosidades coriales en el

miometrio. (Dueñas, 2007)

La ecografía se considera el método de diagnóstico inicial y los siguientes son signos de

sospecha: (Martinez, 2007)

1- Ausencia o adelgazamiento (menos de 1mm) de la zona entre miometrio y placenta

hipoecoica normal en el segmento uterino.

2- Presencia de espacios vasculares lacunares dentro del parénquima placentario. Se

detecta desde la semana 9; apariencia de “queso suizo“. Como signo aislado tiene

sensibilidad de 79% y valor predictivo positivo alto.

3- Adelgazamiento, irregularidad o disrupción focal de la interfase hiperecoica entre las

paredes uterina y vesical (alta especificidad y baja sensibilidad).

En la ecografía doppler se describen distintos signos que son necesarios reconocer:

(Martinez, 2007)

1- Dirección de vasos placentarios hacia el miometrio o a la vejiga y no paralelos a la

periferia placentaria.
2- Alta pulsatilidad y flujo turbulento a nivel de las estructuras venosas lacunares

placentarias.

3- Tortuosidad de las estructuras vasculares retroplacentarias.

La resonancia magnética nuclear es útil para valorar el grado de invasión,

especialmente en las placentas de cara posterior o fúndicas, donde la ecografía no obtiene

imágenes tan precisas. (Martinez, 2007)

Ante alta sospecha de acretismo placentario deberán tomarse las precauciones clínicas

como si estuviese presente; el tratamiento universalmente aceptado es la histerectomía total

abdominal. A su vez ha surgido una corriente conservadora en cuanto a medidas

quirúrgicas, radiología intervencionista o a dejar la placenta in situ y emplear

medicamentos para su expulsión o reabsorción. (Dueñas, 2007)

 Diagnóstico de la hemorragia obstétrica

La identificación temprana de la presencia de una hemorragia sería el primer paso en la

prevención de la morbilidad y mortalidad materna secundaria a hemorragia obstétrica

postparto. (Jain, 2006)

La Estimación de las pérdidas se puede calcular de maneras diversas: Valoración visual,

medición directa, gravimetría; peso 1 gr = 1 ml, fotometría o estándar de oro y método

misceláneos; perdida sanguínea calculada por el hematocrito pre y post nacimiento,

diámetro de la vena cava inferior por ultrasonido, marcaje radioactivo de los eritrocitos y

saturación venosa central. (Salud, 2013)


Una estimación visual del volumen de sangre perdido, es la siguiente: Una gasa chica de

10 x 10 cm, completamente empapada, tiene 60 ml de sangre. Si se trata de una compresa

de gasa grande, de 30 x 30 cm, en las mismas condiciones, se calculan 140 ml

aproximadamente. (Martinez, 2007)

La medición directa utiliza herramientas como bolsas graduadas o contenidos para

colectar la sangre y cuantificarla. El mayor inconveniente es que la cantidad de líquido

recolectado no es puro sino que contiene otros adicionales como soluciones y líquido

amniótico. Con una variación del 4 al 81 % del total de fluido recolectado. (Salud, 2013)

En caso de gravimetría las gasas impregnadas; 1000 gramos de las mismas contienen

1000 ml de sangre. Otro ejemplo sería como cuando las sábanas de la camilla contienen

sangre abundante, la pérdida es cercana a 1000 ml, y cuando la sangre se derrama en el

suelo con un diámetro de 1 metro, supera los 1500 ml. (Martinez, 2007)

En lo que respecta a las maniobras que se realizan simultáneo a la estimación de las

perdidas, inicia con una evaluación tanto del tono uterino como del canal de parto; si es

necesario instrumentado. Se vaciará la vejiga con sonda y se procederá al examen

bimanual, incluyendo la exploración digital de la cavidad uterina en busca de desgarros,

hematomas, restos placentarios y a la vez evaluando el tono uterino.

En caso de atonía se procederá al masaje bimanual y a la eliminación de coágulos

retenidos en la cavidad uterina (Figura 1), simultáneamente con la administración de útero-

tónicos. (Martinez, 2007)


Figura 1. Masaje bimanual del útero

Dr. Marcelo Martínez, Dr. Pablo Amanzi, et al, protocolo para tratamiento y prevención de las
hemorragias obstétricas graves, grupo medico Buenos Aires, 2007.

Tabla No. 10 Clasificación de las causas de hemorragia postparto como las cuatro “T”
Proceso Etiología Factores de riesgo
Embarazo múltiple
Útero sobredistendido Macrosomia
Polihidramnios
Anomalías fetales; hidrocefalia
TONO
severa
Trabajo de parto prolongado o
Fatiga muscular uterina precipitado
Gran multiparidad
Embarazo previo con
hemorragia postparto
Infección intrauterina / Ruptura prolongada de
Corioamnioitis membranas
Fiebre
Útero fibroso
Anormalidades uterinas Placenta previa
Drogas anestésicas
Relajantes uterinos Nifedipino
Antiinflamatorios no
esteroideos
Beta-agonistas
Sulfatos de magnesio
Tabla No. 11 Clasificación de las causas de hemorragia postparto como las cuatro “T”
Continuación de la tabla 10
Proceso Etiología Factores de riesgo
Retención de placenta o tejido Expulsión placentaria
TEJIDO incompleta < 24 sdg
Placenta anormal , lóbulo Visualización placentaria
accesorio anormal por ultrasonido

Tabla No. 12 Clasificación de las causas de hemorragia postparto como las cuatro “T”
Continuación de la tabla 10
Proceso Etiología Factores de riesgo
Lesión cervical/vaginal o Parto precipitado o
perineal instrumentado
Episiotomía media
lateral.
TRAUMA Lesión durante la cesárea Distocia de presentación
Manipulación fetal
Encajamiento de la cabeza
fetal.
Ruptura uterina Cirugía uterina previa

Inversión uterina Gran multiparidad


Placenta fúndica
Tracción forzada de cordón
Tabla No. 13 Clasificación de las causas de hemorragia postparto como las cuatro “T”
Continuación de la tabla 10
Proceso Etiología Factores de riesgo
Coagulopatía preexistente Historia de coagulopatía
(Hemofilia, enfermedad de Von /Enfermedad hepática
Willerbrand, hipofibrinogenemia)
TROMBINA
Purpura trombocitopenica Presión elevada, fragilidad
idiopática, síndrome de HELLP, capilar, muerte fetal, fiebre,
coagulación intravascular leucocitosis, hemorragia
diseminada, preeclampsia severa, anteparto y colapso materno.
embolia de líquido amniótico,
muerte intrauterina, abruptio
placentae y sepsis.

Anticoagulación Antecedente de trombosis venosa


profunda, tromboembolismo
pulmonar
Uso de aspirina y heparinas.

Gowri Ramanathan, MBBS, MRCOG,1 Sabaratnam Arulkumaran, MBBS, MD, PhD, Postpartum
Hemorrhage, Department of Obstetrics and Gynaecology, St George’s Hospital Medical School,
London UK, 2006.

 Manejo inicial de la hemorragia postparto primaria

Hay dos aspectos principales del manejo de la hemorragia postparto primaria, que son la

resucitación y restauración del volumen sanguíneo circulante y la identificación y manejo

de la causa identificada. Los principios de resucitación incluyen un reemplazo rápido de

líquidos intravenosos, cristaloides y coloides mientras el cruce de sangre se encuentra

disponible; una adecuada monitorización que evalué la eficacia del reemplazo de volumen,

nos ayuda a reconocer los signos clínicos de los distintos grados de hipovolemia y choque.

(Ramanathan, 2006)
Tabla No. 14 Signos clínicos de los distintos grados de hipovolemia y choque

Volumen sanguíneo perdido Presión sanguínea Signos y síntomas Grados de choque


(cambios sistólicos)
500 -1000 ml (10 - 15%) Normal Palpitaciones, taquicardia y Compensado
mareos
1000 -1500 ml (15 - 25 %) Ligeramente baja Debilidad, taquicardia y Medio
(80 – 100 mmHg) sudoración
1500 – 2000 ml (25 – 30%) Moderadamente baja Inquietud, palidez, oliguria Moderado
(70 – 80 mmHg)
2000 – 3000 ml (35 - 45 %) Muy baja Colapso, falta de aire, anuria Severo
(50 -70 mmHg)
Gowri Ramanathan, MBBS, MRCOG,1 Sabaratnam Arulkumaran, MBBS, MD, PhD, Postpartum

Hemorrhage, Department of Obstetrics and Gynaecology, St George’s Hospital Medical School,

London UK, 2006.

El uso de coloides está asociado con un incremento en el riesgo absoluto de muerte

materna del 4 % en comparación con los cristaloides. Siendo la solución fisiología .9% y

Hartmann las de primera elección en la resucitación. Si los coloides son utilizados no

deberán de exceder los 1.5 litros cada 24 horas. La transfusión de concentrados

eritrocitarios será requerida con la perdida sanguínea exceda el 40% del volumen sanguíneo

circulante en promedio de más de dos litros. (Stanley, 2003)

Los hemoderivados se sugieren con pruebas cruzadas previas, sin embargo en algunos

casos podrá utilizarse grupo O negativo en situaciones que pongan en riesgo la vida. Luego

de aclarado el origen de la hemorragia, se procede a su tratamiento el cual requiere de un

equipo interdisciplinario que debe integrarse en cada unidad hospitalaria. (Salud, 2013)
Laceraciones y desgarros.

Estos deberán suturarse en forma adecuada, y los restos retenidos serán evacuados

digitalmente, con gasa montada en pinza o con curetaje y los hematomas menores a 5 cm y

estables no requieren más que manejo conservador, con cobertura antibiótica, analgésicos,

hielo, y si es posible, compresión local. Pero en caso de ser mayores requieren tratamiento

mediante su apertura, evacuación de coágulos, identificación y ligadura de todo vaso

sangrante. (Martinez, 2007)

Inversión uterina

Consiste en la invaginación del cuerpo uterino; puede ser incompleta, cuando no

atraviesa el orificio cervical interno, o completa cuando el cuerpo uterino atraviesa al

orificio cervical interno y puede llegar hasta el introito vaginal. Si esta se produce con la

placenta aun adherida al útero, no es aconsejable removerla hasta reponer el órgano en su

lugar, pues de lo contrario se incrementará la hemorragia. Para su tratamiento, se empujará

el fondo uterino invertido desde la vagina hacia cefálico, y si se fallara en el intento, se

usarán simultáneamente uterorelajantes. Si aun así fallara el tratamiento se recurrirá a la

laparotomía para acompañar la maniobra vaginal con la tracción de los ligamentos

redondos. (Martinez, 2007)

De no lograrse el éxito terapéutico, en cualquiera de los casos, se procederá con los

procedimientos quirúrgicos y/o intervencionistas de segunda línea. Si, el sangrado es

profuso, se realizaran maniobras orientadas a disminuir o detener transitoriamente el

sangrado, como la compresión uterina bimanual (Figura 2), la compresión aortica a nivel

abdominal (Figura 3) (Martinez, 2007) y la técnica Zea (pinzamiento vaginal de arterias


uterinas) (Figura 4) (Zea, 2011), o técnicas invasivas como la oclusión aortica por clampeo

elástico o con balón endovascular y el clampeo vascular uterino las cuales se consideran

transitorias y por ello luego de alcanzada la hemostasia, deben ser revertidas. (Martinez,

2007)

Figura 2. “Compresión uterina bimanual” Figura 3. “Compresión aortica abdominal”

Dr. Marcelo Martínez, Dr. Pablo Amanzi, et al, protocolo para tratamiento y prevención de las
hemorragias obstétricas graves, grupo medico Buenos Aires, 2007.

Figura 4. “Técnica Zea”


Francisco Zea-Prado, Salvador Espino-y-Sosa, Fela Vanessa Morales-Hernández, pinzamiento vaginal
de arterias uterinas en hemorragia puerperal: Técnica Zea para control de hemorragia obstétrica,
Instituto Nacional de Perinatología Isidro Espinosa de los Reyes, 2011, Volumen 25, Número 1 pp. 54-
56.
 Manejo conservador de segunda línea en la hemorragia postparto primario

El éxito en el manejo de la hemorragia obstétrica, no radica en el manejo exclusivo e

independiente de las maniobras quirúrgicas y/o intervencionistas, ni en el manejo

anestesiológico, o hemodinámica y del aporte hemoderivados, sino en todo eso junto,

sumado a la identificación de los factores de riesgo, que permiten alertar a tiempo, para

aplicar esos recursos en forma coordinada, oportuna y suficiente. (Martinez, 2007)

La aplicación de maniobras quirúrgicas y/o intervencionistas, no tienen un orden

preestablecido que ofrezca mejores resultados. Pero la lógica a seguirse para una óptima

elección debe basarse en priorizar: (Martinez, 2007)

- La familiaridad con los mismos por parte de quien tenga que aplicarlos.

- La disponibilidad de los medios para realizarlos

- Si se trata de un parto o cesárea.

- La relación entre el tiempo que tome completarlo y la velocidad del deterioro de la

paciente.

- El deseo de fertilidad futura.

Oclusión de la cavidad uterina

Se trata de la aplicación de una presión intrauterina que supere la presión sistólica,

comprimiendo los vasos sangrantes de la cavidad uterina, al mismo tiempo que se estimula

la contractilidad uterina, puede ser de dos tipos; la colocación de balones intrauterinos y el

taponaje con gasa. Esta indicado en la atonía uterina post parto cuando los fármacos

uterotonicos han fallado en alcanzar la hemostasia. (Martinez, 2007)


La oclusión de la cavidad uterina es de utilidad en el parto vaginal, como medida

transitoria hasta acceder al tratamiento definitivo, aunque en algunos casos podrá servir

como tratamiento definitivo. Si una hemorragia no responde a la oclusión y a los

tratamientos enunciados, se impone el tratamiento quirúrgico. (Martinez, 2007)

No debe usarse en casos de infecciones vaginales o uterinas, malformaciones uterinas,

coagulación intravascular diseminada, cáncer cervical o trauma del canal. (Martinez, 2007)

Balones intrauterinos

Se trata de dispositivos de látex o siliconas, diseñados especialmente o no para usar en

útero, inflados con solución fisiológica luego de ser colocados en la cavidad uterina tanto

vía vaginal como por la incisión de histerotomía, con alta tasa de éxito y sin complicaciones

debidas a su uso. (Vargas-Aguilar, 2015)

El mecanismo de acción se basa en el incremento de la presión intraluminal sobre las

paredes uterinas contra la presión hidrostática capilar. El resultado es la reducción de

hemorragia capilar y venosa persistente del endometrio, de la cicatriz de la implantación y

del miometrio. Esta presión uniforme sobre los sinusoides impide el flujo sanguíneo hasta

que los mecanismos hemostáticos contengan definitivamente la hemorragia. La prueba del

tamponamiento se basa en la infusión de solución hasta que cesa la hemorragia,

considerándola prueba positiva; los otros mecanismos de acción propuestos incluyen:

(Vargas-Aguilar, 2015)
- Complicance balón/miometrio

La distensión intrauterina causada por el balón sobre la pared uterina ocasiona una

alteración conformacional de la vasculatura miometrial, contribuyendo a la hemostasia.

- Interface balón/endometrio:

Efecto Venturi sobre el flujo laminar dentro de la vasculatura dañada, creando un efecto

de succión sobre la cubierta de silicona del balón.

- Actividad uterina secundaria:

La atonía uterina no es estática, el útero no es un componente inerte. Durante el registro

de presión intraluminal, las variaciones cíclicas corresponden a actividad uterina en

respuesta al incremento de la presión intraluminal.

- Efecto distal sobre las arterias uterinas:

El incremento de la presión intraluminal modifica el flujo arterial a un flujo similar al

venoso, similar a la ligadura quirúrgica de vasos pélvicos, para de esta manera contribuir

con los mecanismos hemostáticos sanguíneos.

Si se logra la hemostasia, se sugiere continuar el uso de oxitócicos para prevenir la

atonía y deben administrarse de manera profiláctica antibióticos de amplio espectro

mientras el balón esté colocado, además de colocar un tapón de gasas estériles con

antiséptico al nivel del orificio cervical. Se debe verificar periódicamente el drenaje, para

asegurar que no exista obstrucción por algún coágulo. Deben monitorizarse continuamente

los signos y síntomas, valorar el estado hemodinámico y estar preparados para una

reintervención de urgencia en caso de inestabilidad. (Vargas-Aguilar, 2015)


El balón debe colocarse por un período mínimo de 8 horas y hasta 24 h máximo,

algunos de los balones empleados son (Figura 5 y 6): catéter Foley, balón de Bakri, catéter

de esófago Sengstaken Blakemore, balón Rusch con guantes estériles, técnicas de

Bangladesh con condón. (Georgioua, 2009)

Figura 5. Distintos balones intrauterinos.

Georgioua, C, Balloon tamponade in the management of postpartum haemorrhage: a review, BJOG An


International Journal of Obstetrics and Gynaecology, 2009, 116:748–757.

Figura 6. Distintos balones intrauterinos.

Georgioua, C, Balloon tamponade in the management of postpartum haemorrhage: a review, BJOG An


International Journal of Obstetrics and Gynaecology, 2009, 116:748–757.
Taponaje con gasa

Se realiza con gasa seca de 15 metros de largo y 3 a 4 cm de ancho, que rellena

completamente la cavidad uterina introduciéndolo con pinza roma y larga, empujando la

gasa contra el fondo uterino, rellenando la cavidad de un cuerno a otro. Se coloca sonda

vesical, y si resulta efectivo para controlar la hemorragia se deja de 24 a 36 horas, con

cobertura antibiótica de amplio espectro (Martinez, 2007), sin embargo no se recomienda

porque su inserción a ciegas puede ser traumática y constituye un foco infeccioso potencial.

Las gasas deben estar a tensión para producir una buena hemostasia (Rodo, 2010), el

sangrado posterior es difícil de cuantificar y retrasa el diagnóstico de persistencia de

hemorragia pues se absorbe gran cantidad de sangre. Por lo que se consideran los balones

como de elección para la oclusión de la cavidad uterina. (Martinez, 2007)

 Puntos de aposición y compresión uterina

Se trata de puntos que actúan por la compresión de la vasculatura uterina

intramiometrial, a través del empaquetamiento del útero o por la compresión de ambas

paredes uterinas entre sí. (Martinez, 2007)

Se ha reportado en la literatura un rango de éxito del 91.7 % para varias suturas

compresivas, sin embargo debemos tomar en cuenta que no existen estudios controlados

randomizados de su eficacia hasta ahora, únicamente series de casos limitados o estudios

observacionales. (Saroja, 2010)


Técnica de B-Lynch

B Lynch (1997), publicó sus primeros 5 casos de aplicación de sus puntos con éxito.

Esta técnica ha sido usada mundialmente para tratar la hemorragia postparto y se han

reportado más de 1800 casos. Es útil, debido a su simplicidad en la aplicación, su potencial

de salvar vidas, seguridad y capacidad de preservar el útero y su fertilidad. (Saroja, 2010)

El principio se basa en la compresión sostenida, y vertical del sistema vascular uterino,

el cual es transversal. Actualmente es la más utilizada y se considera como una herramienta

fundamental para el tratamiento de la hemorragia. El máximo efecto hemostático es por 48

horas pues luego el útero involuciona y pierde tensión. (Martinez, 2007)

La técnica quirúrgica requiere de una histerotomía segmentaria y consiste en incidir con

aguja curva y sutura de reabsorción lenta número 1, a una distancia de 3 cm por debajo de

la histerotomía y 3 cm por dentro del borde uterino. La aguja se dirige hacia arriba para

salir 3 cm por arriba de la histerotomía a 4 cm por dentro del borde uterino. Mientras se

sostiene el útero exteriorizado hacia el cenit, se lleva el hilo por el fondo uterino,

simplemente apoyado sobre su serosa, y se desciende por la cara posterior para incidir a

nivel de los útero-sacros a unos 4 cm por dentro del borde uterino, para ingresar con la

sutura en la cavidad uterina. Una vez visualizado el hilo dentro del útero, a través de la

histerotomía, se lleva la aguja hacia el sector contralateral del mismo plano útero-sacro,

para volver a salir del útero hacia cara posterior, y desde allí seguir el camino inverso sobre

la serosa hacia el fondo para luego dirigirse por la cara anterior hacia el punto de reingreso

en la cavidad uterina a 3 cm por arriba de la histerotomía y a 4 cm por fuera del borde

uterino. Finalmente se exteriorizara la aguja atravesando el músculo uterino en un punto


contralateral al inicial, a 3 cm. por debajo de la histerotomía y a 3 cm del borde uterino

(Figura 7) (Martinez, 2007).

Las dos suturas longitudinales son jaladas tensamente asistido por un ayudante con

compresión manual del útero. Se verifica la ausencia de sangrado por la vagina y una vez

que la hemostasia es asegurada mientras que el útero es comprimido, el cirujano realiza

doble nudo seguido de dos o tres nudos más para asegurar la tensión (Saroja, 2010). La

histerorrafia podrá efectuarse antes o después de ajustar estos puntos, pero si fuera después

tendrán que repararse previamente los extremos de la histerotomía para evitar perderlos al

invaginarse el segmento durante el ajuste de la sutura (Figura 8) (Martinez, 2007).

El índice de fracaso es bajo y puede deberse fundamentalmente al retardo en su

aplicación, así como a la aplicación de insuficiente tensión a la sutura. (Martinez, 2007)

Figura 7. “Técnica de B-Lynch”

Dr. Marcelo Martínez, Dr. Pablo Amanzi, et al, protocolo para tratamiento y prevención de las
hemorragias obstétricas graves, grupo medico Buenos Aires, 2007.
Figura 8. “Técnica de B-Lynch” (Martinez, 2007)

Dr. Marcelo Martínez, Dr. Pablo Amanzi, et al, protocolo para tratamiento y prevención de las

hemorragias obstétricas graves, grupo medico Buenos Aires, 2007.

Técnica de Hayman

Es una técnica que no requiere encontrase abierta la cavidad uterina, por lo tanto es

preferida en casos de tratamiento de hemorragia originada en parto normal es más rápida de

realizar pero no la exploración de la cavidad bajo visión directa. (Martinez, 2007)

La técnica quirúrgica consiste en suturas verticales con aguja recta que se insertan por

delante del útero hacia atrás justo por arriba del pliegue vesical, donde se hubiera realizado

un incisión segmentaria baja y son anudadas anteriormente por encima del fondo uterino

(Figura 9). La morbilidad y fertilidad posterior es desconocida, ya que la posibilidad de

oclusión de la cavidad uterina y retención de sangre queda presente. (Saroja, 2010)


Figura 9. “Tecnica de Hayman”

Channamallikarjuna Swamy Mallappa Saroja,

Angana Nankani et al, Uterine compression

sutures, an update: review of efficacy, safety and

complications of B-Lynch suture and other

uterine compression techniques for postpartum

haemorrhage, Arch Gynecol Obstet, 2010, pp.

281:581-588.

Puntos cuadrados de Ho-Cho

Esta técnica involucra múltiples suturas cuadradas ajustadas en las áreas de mayor

sangrado que comprimen la pared anterior y posterior (Figura 9), el sangrado disminuye y

la histerectomía es evitada.

Se considera una sutura fácil de realizar y el tiempo quirúrgico es corto, la sutura

involucra la sutura de la pared anterior y posterior juntas lo cual predispone a piometra y

síndrome de Asherman en algunos casos, la eficacia de esta técnica podría ser menor que la

sutura de B-Lynch. (Saroja, 2010)


Figura 9. “Puntos cuadrados de Ho-Cho”

Channamallikarjuna Swamy Mallappa Saroja,


Angana Nankani et al, Uterine compression
sutures, an update: review of efficacy, safety and
complications of B-Lynch suture and other uterine
compression techniques for postpartum
haemorrhage, Arch Gynecol Obstet, 2010, pp.
281:581-588.

Sutura compresiva de Pereira

Esta incluye suturas longitudinales y transversas alrededor del útero, las cuales

involucran únicamente la serosa y el miometrio subseroso del útero sin penetrar a la

cavidad uterina (Figura 10), por lo que reduce el riesgo de infección, sin embargo el tiempo

de realización del procedimiento es alrededor de 5 a 7 minutos. (Saroja, 2010)

Figura 10. “Sutura de Pereira”

Channamallikarjuna Swamy Mallappa Saroja,


Angana Nankani et al, Uterine compression
sutures, an update: review of efficacy, safety and
complications of B-Lynch suture and other
uterine compression techniques for postpartum
haemorrhage, Arch Gynecol Obstet, 2010, pp.
281:581-588.
Técnica Ouahba.

Incluye cuatro suturas, dos transversas y dos cerca de los cuernos, el tiempo promedio

de realización es de 12 minutos (Figura 11), posteriormente la menstruación se presentó

normal y no disminuyo la fertilidad. (Saroja, 2010)

Figura 11. “Técnica Ouahba”

Channamallikarjuna Swamy Mallappa Saroja, Angana Nankani et al, Uterine compression sutures, an
update: review of efficacy, safety and complications of B-Lynch suture and other uterine compression
techniques for postpartum haemorrhage, Arch Gynecol Obstet, 2010, pp. 281:581-588.

 Ligaduras arteriales

Ligadura de arterias uterinas; Sutura de O’Leary

Es la técnica quirúrgica que logra un menor sangrado, lo que permite un rápido control

de la hemorragia y, por tanto una estabilización más pronta con una tasa de éxito del 96% y

sin complicaciones mayores. (Zamzami, 2003)

Consisten en la ligadura de las arterias uterinas en su sector ascendente, junto al

componente venoso, incluyendo el miometrio, a 1 cm por arriba del repliegue vesico-


uterino o a 2 cm por debajo del nivel de la histerotomía en caso de cesárea mientras se

tracciona el útero hacia la posición cefálica (Figura 11). Estas ligaduras resultan ideales

para los casos de atonía como primer intento en el control hemostático. Es importante la

amplia disección del espacio vesico-uterino hasta visualizar correctamente desde el cérvix

hasta ambos parametrios. (Martinez, 2007)

Figura 11. “Sutura de O´Leary”

Dr. Marcelo Martínez, Dr. Pablo Amanzi, et al, protocolo para tratamiento y prevención de las
hemorragias obstétricas graves, grupo medico Buenos Aires, 2007.

En caso de ser inefectivas esta ligaduras y de continuar con un sangrado

cervicosegmentario bajo, se procederá a otras nuevas, realizadas de la misma forma, 3 cm

por debajo de las anteriores, para involucrar los ramos cervicales. (Martinez, 2007)
Dicho procedimiento no solamente puede realizarse mediante laparotomía sino también

vía vaginal con una tasa de éxito del 92 % sin embargo con alto riesgo de ligadura ureteral.

(Sziller, 2007)

Triple ligadura de Tsirulnikov

Se trata de una variante de ligadura de las uterinas, a la que se asocia la ligadura de

ambos pedículos útero-ováricos y ambos redondos (Figura 12). Su indicación principal es

la atonía. (Martinez, 2007)

Figura 12. “Triple ligadura de Tsirulnikov”

Dr. Marcelo Martínez, Dr. Pablo Amanzi, et al, protocolo para tratamiento y prevención de las
hemorragias obstétricas graves, grupo medico Buenos Aires, 2007.
Ligadura escalonada de Abd-rabbo

Consiste en la realización de ligaduras de la arteria uterina a distintos niveles, en forma

sucesiva y ordenada, hasta lograr la hemostasia deseada, esta técnica consiste en 5 pasos, el

paso uno ligadura unilateral de arteria uterina, segundo paso ligadura bilateral de arterias

uterinas, tercer paso ligadura baja de arterias uterinas, cuarto paso ligadura unilateral de

arteria ovárica y quinto paso ligadura bilateral de arterias ováricas con 100 % de éxito en

control de la hemorragia postparto (Figura 13). (Sziller, 2007)

Figura 13. “Técnica de Abd-Rabbo”

Dr. Marcelo Martínez, Dr. Pablo Amanzi, et al, protocolo para tratamiento y prevención de las
hemorragias obstétricas graves, grupo medico Buenos Aires, 2007.
Ligadura de arterias hipogástricas

La ligadura de arterias hipogástricas, fue introducida a cirugía a finales del siglo XIX.

Para controlar hemorragias uterinas en mujeres con cáncer cervical avanzado, actualmente

se considera la ligadura de hipogástricas uno de los métodos para control de la hemorragia

postparto con una efectividad del 50% para evitar una histerectomía. (Sziller, 2007)

Aunque la técnica continua siendo recomendada como un procedimiento útil en el

manejo de la hemorragia postparto, o cuando se pone en peligro la vida de la paciente, su

realización no es de rutina en todos los departamentos de obstetricia (Berrones, 2013), ya

que el útero recibe 90 % del riego sanguíneo de las arterias uterinas, en presencia de algún

sangrado proveniente del útero deberíamos considerar ligar las arterias uterinas, antes de

las arterias iliacas internas, ya que la técnica es más sencilla y tiene menor morbilidad que

la ligadura de arterias iliacas internas. (Stanley, 2003)

Anatomía: la aorta abdominal se bifurca por la cuarta vértebra lumbar en las arterias

iliacas comunes, que descienden hasta las articulaciones sacroiliacas, donde se dividen en

arterias iliacas externas y arterias iliacas internas (hipogástricas). La arteria iliaca externa

irriga los miembros inferiores y la arteria hipogástrica la pelvis y sus órganos (vejiga,

uréteres pélvicos, útero, trompas, recto sigmoides, vagina, vulva, regiones glúteas, perineal

y cara interna de los coxales). Mide 3 a 4 cm de largo y desciende por detrás del peritoneo

posterior, cruzando los músculos psoas y piriforme; limita posterior y medialmente la vena

hipogástrica y lateralmente con la vena iliaca externa; el uréter recorre su cara interna

(Figura 14). (Berrones, 2013)


Figura 14. “Ligadura de arterias

hipogástricas”

Dr. Marcelo Martínez, Dr. Pablo Amanzi,

et al, protocolo para tratamiento y

prevención de las hemorragias obstétricas

graves, grupo medico Buenos Aires, 2007.

Algunos anatomistas dividen la arteria iliaca interna en dos ramas, un tronco anterior y un

tronco posterior, o lo que es lo mismo, en ramas viscerales y ramas parietales, que a su vez

se dividen en ramas parietales intrapelvicas y ramas parietales extrapelvicas. (Berrones,

2013)

Tabla No. 15 Ramas de la arteria hipogástrica

Ramas parietales intrapelvicas Arteria íleo lumbar

Arteria sacra lateral superior e inferior

Arteria glútea superior

Ramas parietales extrapelvicas Arteria glútea inferior

Arteria obturadora

Arteria pudenda interna

Arteria umbilical

Ramas viscerales Arteria vesical inferior

Arteria vesical superior

Arteria uterina

Arteria vaginal

Arteria hemorroidal media


Miguel Ángel Serrano Berrones, comparación de dos técnicas quirúrgicas conservadoras para el

tratamiento de la hemorragia obstétrica, revista española medico quirúrgica, 2013, volumen 18,

numero 2: 100-107.

La ligadura de los vasos pélvicos se considera un procedimiento sencillo de aprender.

Durante la laparotomía la bifurcación de la arteria iliaca común puede localizarse de

manera sencilla en un triángulo compuesto por el ligamento infundíbulo pélvico, la cara

lateral del útero y el uréter. Se realiza una pequeña incisión en la superficie del peritoneo

posterior del triángulo que se forma y la arteria iliaca común se expone, desde este punto, la

arteria iliaca interna puede ser fácilmente encontrada, disecada y ligada con material de

sutura absorbible. La incisión en el peritoneo es suturada. En personas con habilidad el

tiempo promedio de operación para la ligadura bilateral es aproximadamente de 10

minutos. (Sziller, 2007)

Sin embargo se ha demostrado que la ligadura de los vasos iliacos internos causan

cambios hemodinámicos profundos en la circulación pélvica de la mujer como la

disminución de la presión arterial de pulso; el promedio de disminución con la ligadura de

la iliaca es de 14 % del lado contralateral, del 77 % del mismo lado y 85 % con la ligadura

de ambos lados, así como el flujo de sangre arterial pélvico de los vasos distales en un 50

%, transformando la circulación pélvica en un sistema venoso, en el cual el sangrado puede

ser temporalmente controlado con la presión y la formación de algún coagulo con una tasa

de éxito entre el 40 y el 100% según las distintas publicaciones y luego de unos 6 meses se

recanaliza. (Berrones, 2013)


Después de la ligadura, tres arterias constituyen la principal fuente de irrigación pélvica;

arteria lumbar, sacra media y la hemorroidal superior. La ligadura unilateral de la arteria

hipogástrica, resulta en el desarrollo de circulación colateral en el lado afectado únicamente

y contralateralmente el flujo sanguíneo se mantiene sin cambios, esto demuestra que hay

dos sistemas de anastomosis pélvicas arteriales, una de cada lado con poca transmisión

entre ellas, demostrando conectividad límite entre los dos lados de la circulación pélvica,

por lo que no expondría a riesgos de injuria hipóxica sobre los órganos pelvianos. (Sziller,

2007)

Las complicaciones de este procedimiento incluyen dolor glúteo a largo plazo, daño

isquémico a la pelvis, laceración de las venas iliacas, ligadura accidental de la iliaca externa

y lesión de uréter, sin embargo éstas son infrecuentes. (Stanley, 2003)

 Radiología intervencionista

Otro método es la embolización de arterias uterinas, se ofrece únicamente en algunas

unidades de tercer nivel; consiste en la oclusión selectiva y transitoria de arterias

sospechosas de causar el sangrado, en pacientes sin respuesta a los tratamientos

tradicionales, esta requiere de un radiólogo intervencionista con experiencia en angiografía,

así como en fluoroscopia y conocimiento del catéter arterial correcto y el material para

embolización (Sziller, 2007). La arteria femoral es puncionada y posterior paso a paso la

arteria iliaca interna, arteria uterina y por último la arteria ovárica. (Stanley, 2003)

El procedimiento generalmente dura 60 minutos y su realización es en un área especial

que por lo general se encuentra alejado del área de labor, el paciente se debe encontrar
hermodinámicamente estable sin ninguna anormalidad sanguínea. El material más

ampliamente usado es el gelfoam, poliuretano o partículas de polivynil que resulta en el

taponamiento temporal de la arteria uterina durante unas 4 semanas en forma transitoria de

forma que permite la reparación de la lesión vascular, con una tasa de éxito del 90-95 % en

pacientes con hemorragia postparto persistente evitando una laparotomía exploradora con

eventual histerectomía, el tiempo de recuperación es más rápido y conservando el deseo de

las pacientes de preservar la fertilidad. (Stanley, 2003)

Sus principales indicaciones son las siguientes: (Bohlmann, 2012)

1.- Intervención electiva y profiláctica

Colocación de balón intrauterino más embolización

Diagnostico antenatal de anormalidades de la implantación placentaria

2.- Intervención de emergencia

Atonía uterina postparto resistente a manejo conservador previo

Lesiones del tracto genital

Anormalidades de la implantación placentaria; placenta previa, acreta

Retención de tejido placentario

Falla en los procedimientos quirúrgicos de segunda línea

Persistencia del sangrado después de una histerectomía

Además se utiliza en caso de hematomas del peritoneo o retroperitoneo con serias

dificultades en la identificación del vaso sangrante, así como en las hemorragias graves post

parto detectadas tardíamente. (Martinez, 2007)


En cirugías de obstetricia de alto riesgo de sangrado como en el caso del acretismo

placentario, el cateterismo preventivo y posterior embolización intra cesárea de arterias

uterinas luego de la extracción fetal, brinda excelente hemostasia para poder completar

tanto la histerectomía o reparación uterina. en pacientes sin feto viable que requieren una

intervención quirúrgica, gracias a que no existe riesgo de sufrimiento fetal por hipoflujo

útero-placentario, se emplea la embolización uterina previa a la cirugía para prevenir la

hemorragia obstétrica potencial (embarazo ectópico cervical). Las pacientes que continúan

sangrando a pesar de la embolización bilateral de las arterias uterinas, puede deberse a

lesiones venosas y en cuyo caso el empaquetamiento, colocación de balón uterino o

histerectomía sean las indicaciones más acertadas. (Martinez, 2007)

Entre los cuidados post embolización uterina, es necesario considerar al “síndrome post

embolización” debido a la liberación de mediadores inflamatorios por la oclusión vascular.

Típicamente consiste en dolor local, náuseas o vómitos y febrícula, que típicamente

resuelven en 1 a 3 días. (Martinez, 2007)

Otras complicaciones incluyen hematomas, infección pélvica y riesgo de nefrotoxicidad

por material de contraste así como isquemia glútea, necrosis de intestino delgado y

raramente necrosis uterina, vaginal, cervical y vesical al igual que complicaciones

neurológicas como neuropatía del nervio ciático. (Bohlmann, 2012)

 Agentes hemostáticos

Se trata de la aplicación de sistemas hemostáticos o adhesivos que estimulan la

coagulación con el fin de disminuir la hemorragia y realizar una hemostasia adecuada, se


usan tanto de manera profiláctica como terapéutica en los casos de hemorragia postparto

primaria algunos de ellos son: (Martinez, 2007)

- Adhesivo de fibrina (Tissucol)

- Hemostáticas: Esponja proteica (Spongostan)

- Antiadherentes: Surgicell

- Reconstructoras: Planchas de colágeno (Tisugen) Mallas reabsorbibles (Vicryl) y no

reabsorbibles.

- Factor VII activado recombinante

- Ácido tranexámico

 Manejo definitivo de la hemorragia postparto primario

Histerectomía obstétrica

Se realiza cuando todas las intervenciones quirúrgicas de segunda línea y tratamiento

médico fallaron en el manejo de la hemorragia primaria postparto o cuando se haya pactado

con la paciente la no conservación de la fertilidad, previa a una intervención programada

con riesgo de hemorragia. (Stanley, 2003)

Nosotros sugerimos una histerectomía subtotal, más rápida, segura, simple y asociada a

menor pérdida sanguínea, se puede realizar para los sangrados del cuerpo uterino que tienen

su origen por arriba del segmento o en las atonías. Pero para los casos más bajos, tales

como en las placentas previas con acretismo o los desgarros uterinos post parto, la

histerectomía debe ser total o de lo contrario no se logrará la adecuada hemostasia. Esto es

debido a la gran participación en el sangrado de este sector, por parte de una importante red
vascular cervical e infracervical, constituida por tres pedículos: la arteria uterina, los ramos

cervicales, y finalmente la arteria vaginal. (Martinez, 2007)

La incidencia de cesárea histerectomía ha incrementado no por hemorragia post parto

sino básicamente por anomalías de presentación placentaria de 2,6 x 10000 nacimientos en

1991 a 1993, a 4,6 x 10000 de 1998 al 2000 y finalmente 8x10000 nacimientos en 1998 al

2006, en Canadá y Australia. (Asturizaga, 2014)

La histerectomía de emergencia actualmente se considera como el último recurso

debido a la morbilidad materna postoperatoria que genera como lesión a intestino, lesiones

urológicas (0,3%), fiebre, transfusiones sanguíneas y sus complicaciones, coagulación

vascular diseminada, admisión y duración en unidades de cuidados intensivos y días de

estancia intrahospitalaria así como el deseo de preservar la fertilidad en mujeres jóvenes.

(Zamzami, 2003)

Una vez que se hayan realizado las técnicas conservadoras adecuadas, las quirúrgicas

radicales y no se logra el control de la hemorragia hay que aplicar empaquetamiento

pélvico (Salud, 2013). Consiste en un procedimiento a cielo abierto, para el manejo de la

hemorragia cuando otros recursos fracasaron, y resultará una medida transitoria hasta la

efectivización de otros tratamientos. (Martinez, 2007)

Consiste en comprimir el área sangrante con una masa de gasas contenidas que garantice

una buena compresión sobre el área a tratar, para luego cerrar la cavidad sobre el

empaquetamiento. Se cubrirá a la paciente con antibióticos, y se re-laparotomizará


aproximadamente de 24 a 48 horas, una vez compensado el estado hemodinámico.

(Martinez, 2007)

 Vigilancia y cuidados postparto.

Se continuará el tratamiento hasta donde se hubiera completado y se mantendrá todo el

apoyo cardiopulmonar, que incluye: (Martinez, 2007)

- Asegurar vía área permeable

- Asegurar respiración y ventilación optima con la administración de oxigeno

- Mantener todas las vías de acceso venoso permeables, continuar con aporte de

soluciones cristaloides (solución salina .9% o solución Hartmann) a razón de 200

ml/h, durante las primeras horas, evitando hemodilución y sobrecarga hídrica.

- Preservar las mantas térmicas para conservación de la temperatura

- Oxímetro de pulso

- Catéter arterial para control de tensión y toma de muestras para laboratorio

- Completar la transfusión de hemoderivados en curso

- Extraer muestra de sangre arterial para estudios de rutina que incluya determinación

de pO2a y estado ácido base, lactacidemia y coagulograma.

- Colocar en miembros inferiores medias elásticas.

En todos los casos mantener parámetros: (Martinez, 2007)

- Signos vitales: tensión arterial, pulso, temperatura, estado de conciencia cada 15

minutos como mínimo


- Control del sangrado vaginal y por drenajes cada 15 minutos como mínimo y

durante 4 horas

- Asegurar la persistencia de la contracción uterina y la altura del fondo cada 15

minutos y durante 2 horas como mínimo

- Sonda Foley y cuantificar diuresis horaria durante 6 horas como mínimo, luego

cada 2 horas.

- Se evaluara el control definitivo de la hemorragia a través de las pérdidas genitales,

control de los drenajes abdominales si los hubiere. Ante la sospecha de hemorragias

ocultas intra-abdominales o pelvianas, recurrimos en primera instancia a la

ecografía. Si persistieran dudas, se completarán los estudios por imágenes con una

tomografía abdomino-pelviana.

 Hemoderivados

La sangre y sus hemoderivados probablemente sean requeridos si las perdidas

sanguíneas son importantes, aproximadamente el 40% del volumen sanguíneo circulante, o

si el estado clínico del paciente se ve afectado desarrollando choque a pesar de la

resucitación inicial. Las pacientes sin pruebas de compatibilidad sanguínea, probablemente

necesiten, transfusión Rh-negativo hasta que se haya completado las pruebas cruzadas

necesarias. La coagulopatía dilucional ocurre cuando el aproximadamente el 80% del

volumen sanguíneo circulante ha sido remplazado. (Ramanathan, 2006)

Un litro de plasma fresco congelado debe ser administrado con cada 6 unidades de

sangre transfundida. Las concentraciones de plaquetas deben ser mantenidas por arriba de
50 mil o por arriba de 80-100 mil en caso de necesitar intervención quirúrgica. Los

crioprecipitados, proveen mayor concentración de fibrinógeno y otros factores de

coagulación (VIII, XIII, factor de Von Willebrand), necesarios en caso de coagulación

vascular diseminada o en caso que el fibrinógeno se encuentre por debajo de 100 mg/dl.

(Ramanathan, 2006)

El hematocrito alcanzará el porcentaje verdadero más bajo y definitivo 36-48 horas

después de controlado el sangrado, concentraciones de hemoglobina menores de 7 gr/dl

requerirían de nuevas transfusiones de glóbulos rojos en la mayor parte de los casos. Con

hematocrito de 20% o superior en pacientes asintomáticas, no se indicarán transfusiones.

Esta afirmación tiene sustento si consideramos que las transfusiones representan un factor

de riego independiente para el desarrollo de infecciones. (Martinez, 2007)

 Morbilidad materna secundaria a hemorragia postparto primaria

Tabla No. 16 Morbilidad materna secundaria a hemorragia posparto primaria

1. Cardiovascular Hipotensión arterial sostenida, choque hipovolémico, paro cardíaco.

2. Respiratorio Distrés respiratorio, broncoaspiración, congestión pulmonar por sobre-


hidratación, lesión pulmonar relacionada a la transfusión.

3. Renal Insuficiencia renal aguda, lesión ureteral.

Coagulopatía dilucional post-transfusional, coagulopatía por consumo,


4. Trastornos de la coagulación coagulación intravascular diseminada y sepsis.

Hepático (elevación de bilirrubinas y fosfatasa alcalina), neurológico,


5. Daños en otros parénquimas endocrinológico (Síndrome de Sheehan), digestivo (hemorragia alta o
baja del tubo digestivo, traslocación bacteriana), otros (sepsis y falla
orgánica múltiple).

Dr. Marcelo Martínez, Dr. Pablo Amanzi, et al, protocolo para tratamiento y prevención de las
hemorragias obstétricas graves, grupo medico Buenos Aires, 2007.
Las infecciones sobre agregadas por bacterias intra nosocomiales complican el cuadro

inicial con permanencia de la asistencia ventilatoria mecánica y elevada mortalidad.

(Martinez, 2007)

Choque hemorrágico

Es un síndrome secundario a la pérdida aguda del volumen circulante, con incapacidad

cardiorrespiratoria y baja disponibilidad de oxígeno para suplir las necesidades tisulares;

estado de hipoperfusión causando daño en diversos parénquimas por incapacidad para

mantener la función celular. (Martinez, 2007)

Los signos y síntomas del choque hemorrágico pueden varias dependiendo del volumen

y la velocidad de perdida sanguínea se manifiesta con la presencia de hipotensión arterial

sostenida; con presión arterial media de 60 y 70 mmHg asociada a taquicardia, deterioro

del estado de conciencia; obnubilación y estupor, alteraciones del relleno capilar;

acrocianosis o palidez, recuperación capilar enlentecida, frialdad de extremidades,

sudoración y oligoanuria; menos de 500 ml/hora. (Martinez, 2007)

Las metas terapéuticas que idealmente deben de cumplirse en la reanimación y

tratamiento del choque hipovolémico en la hemorragia postparto primaria son: (Salud,

2013)

- Hemoglobina mayor de 8 g/dl

- Recuento plaquetario mayor 75 mil

- Tiempo de protrombina mayor de 1.5 veces del control

- Tiempo activado de tromboplastina mayor de 1.5 veces del control


- Fibrinógeno mayor de 100 mg/dl.

- Corrección de acidosis metabólica

- Lactato menos de 2

- Normalización gradual de la presión arterial

- Diuresis horaria por kg de peso por hora mayor de .7 ml

- Evitar hipotermia.

Para el apoyo cardiovascular podrá resultar necesario usar drogas vasoactivas. Si de

acuerdo a la evaluación se considera que la reposición del volumen fue adecuada y la

paciente permanece con presión arterial media de 60 mmHg se iniciará la infusión de

aminas. En cuanto a la función respiratoria la intubación traqueal continuará mientras

persista la inestabilidad hemodinámica, la hemorragia se encuentre activa y/o exista

depresión del estado de conciencia. Existe tendencia al desarrollo de atelectasias. De ser

necesario mantener el apoyo ventilatorio mecánico y la oxigenación suplementaria por

algunas horas hasta tener la seguridad que los parámetros vitales y los datos de laboratorio

se encuentran dentro de un rango aceptable y que se mantengan estables. (Martinez, 2007)

 Algunos estudios sobre el impacto del manejo conservador de la hemorragia

primaria postparto

Debido a la naturaleza de la hemorragia primaria postparto, su morbilidad y mortalidad

asociada; se han realizado y modificado diferentes técnicas quirúrgicas en las cuales se ha

evitado la realización de una histerectomía obstétrica.


Palacios (2011), y colaboradores en Buenos Aires, Argentina analizaron la eficacia de

las distintas técnicas quirúrgicas que se aplicaron en 539 pacientes que presentaron

hemorragia postparto. Dentro de estas técnicas que se realizaron se encuentran; ligadura

bilateral de arterias uterinas, ligadura selectiva de pedículos pélvicos subperitoneales,

sutura de B-Lynch, Haymann, Ho Cho, y Pereira; de este grupo de pacientes 361 tenían

placenta acreta, 114 se complicaron con atonía uterina, 19 embarazo en cicatriz cervical, 21

pacientes tenían placenta previa y 24 lesión uterina cervical o vaginal. La hemorragia se

controló en 499 pacientes con las técnicas quirúrgicas mencionadas. Se les realizó

histerectomía obstétrica a 40 pacientes; 16 por coagulopatía severa y 24 por destrucción

masiva del tejido uterino. (Palacios-Jaraquemada, 2011)

Cho y colaboradores (2000), en la Universidad de Seúl en Corea del Sur evitaron la

histerectomía en 23 pacientes que se sometieron a la técnica de múltiples suturas cuadradas.

Ghezzi, et al (2007), usaron la técnica de Hayman en 11 pacientes con hemorragia

obstétrica masiva reportando éxito en 10 casos sin la necesidad de alguna otra intervención.

(Saroja, 2010)

Ouahba, et al (2007), reportaron un estudio retrospectivo realizado en Francia con 20

mujeres que presentaron atonía uterina secundaria a hemorragia postparto que no

respondieron al manejo médico; el 95% de las pacientes se recuperó con la técnica

compresiva del útero y cursaron sin complicaciones relacionadas con el procedimiento.

(Saroja, 2010)
Cekmez, et al (2014), informan sobre 32 casos de hemorragia obstétrica secundaria a

atonía uterina ocurridos en el Hospital Médico y de Investigación Dr. Sami Ulus de Ankara,

Turquía. Los procedimientos que realizaron fueron; técnica de sutura compresiva y

ligadura de la arteria uterina en 22 pacientes. El balón Bakri se aplicó a diez pacientes y

hubo tres casos con falla: dos pacientes necesitaron adicionalmente ligadura de la arteria

hipogástrica y sutura B-Lynch, solo una paciente precisó de histerectomía. Por lo tanto de

acuerdo a los resultados; la ligadura de las arterias uterinas y sutura de B-Lynch en

combinación con el taponamiento con balón de Bakri son métodos efectivos para el control

de la hemorragia postparto. (Cekmez, 2015)

Scasso et al, (2010), en el Centro Hospitalario Pereira Rossell, Hospital de la Mujer

"Paulina Luisi". Facultad de Medicina, Universidad de la República. Montevideo, Uruguay;

ocurrieron tres casos clínicos de atonía uterina en los que se realizó la aplicación de la

sutura quirúrgica de B-Lynch, en los tres casos se logró un control eficaz de la hemorragia

posparto mediante un tratamiento conservador, sin complicaciones durante su aplicación ni

en el puerperio inmediato. (Scasso, 2010)

1.2. Planteamiento del problema

El objeto de este estudio es proponer los distintos manejos conservadores en el

tratamiento de la hemorragia postparto con el fin de evitar la realización de una

histerectomía obstétrica debido a la morbilidad y complicaciones que este procedimiento

conlleva. La investigación se realiza con una población de derechohabientes del Seguro


Popular del Hospital General Oficial, perteneciente a la Secretaria de Salud en

Manzanillo, Colima.

El manejo de primera línea con el uso de drogas uterotonicas son terapias

recomendadas a nivel mundial, sin embargo el manejo conservador de segunda línea se ha

introducido en la práctica obstétrica recientemente y utilizado ampliamente ya que son

menos complicadas, fáciles de realizar, el tiempo quirúrgico es menor, así como resultados

hemostáticos inmediatos, debido a su simplicidad en la aplicación, su potencial de salvar

vidas, seguridad y capacidad de preservar el útero y su fertilidad. (Saroja, 2010)

Históricamente la primera indicación para histerectomía fue la atonía uterina;

actualmente son las anormalidades de placentación y continúa siendo la última opción de

control de sangrado para salvar la vida de la paciente. Sin embargo la incidencia de cesárea

histerectomía ha incrementado no por hemorragia post parto sino básicamente por

anomalías de presentación placentaria (acreta) de 2,6 x 10000 nacimientos, de 1991 a 1993,

a 4,6 x 10000 de 1998 al 2000 y finalmente 8x10000 nacimientos en 1998 al 2006, en

Canadá y Australia. (Asturizaga, 2014)

Actualmente la histerectomía obstétrica se realiza a continuación de un parto vaginal o

de una cesárea, generalmente por una hemorragia que no responde a otros procedimientos

ya realizados y que compromete la vida de la paciente. Puede ser urgente o también

electiva ante la presencia de enfermedad ginecológica oncológica.


La hemorragia primaria postparto es definida como la pérdida sanguínea de más de 500

ml del tracto genital dentro de las primeras 24 horas posteriores al nacimiento vía vaginal o

abdominal, ocurre del 2 al 11 % de todos los nacimientos. Es importante mencionar que

en la mayoría de los casos la perdida sanguínea es subestimada durante la medición visual,

si midiéramos las perdidas objetivamente el rango se incrementaría a un 20 %. (Sziller,

2007)

Antes del parto es posible identificar algunos factores de riesgo, y prevenir la

hemorragia postparto, que aun así puede sobrevenir en dos tercios de las pacientes 60% sin

factores de riesgo evidentes. También existen parámetros que influyen en la incidencia de

hemorragia postparto; como falta en la cuantificación de la pérdida sanguínea, en la

atención de la tercera etapa del parto; aplicación de uterotónicos, masaje uterino, tracción

controlada del cordón, intervenciones obstétricas como la episiotomía, tipo de parto y las

características de la población. Hay estudios que identificaron factores predisponentes a la

pérdida excesiva de sangre en el postparto: primigravidez, obesidad materna, macrosomía

fetal, embarazo múltiple, trabajo de parto prolongado, corioamnionitis, preeclampsia,

anemia materna y hemorragia preparto. (Hernández-Morales, 2016)

Los grupos de mayor riesgo y que representan las mayores razones de mortalidad

materna se encuentran en los extremos de la vida (adolescentes y mayores de 35 años), por

lo que es necesario aplicar nuevas estrategias que incrementen el retraso en la vida sexual

activa y la prevención del embarazo en adolescentes y en mujeres mayores de 35 años,

especialmente en este grupo enfermedades concomitantes, ya que se observa un incremento

en las muertes maternas indirectas, llevando a cabo la detección temprana de estas


enfermedades desde la etapa pregestacional para hacer más oportunas las intervenciones.

(Salud, 2013-2018)

Entre los principales problemas en relación a las mujeres embarazadas en nuestra

comunidad, como en el resto del país, se encuentran los embarazos no planeados,

principalmente en las adolescentes, que por lo tanto ya se consideran embarazos de alto

riesgo. Entre las adolescentes de 15 a 19 años, el número de nacimientos por cada mil

mujeres es de 77. El embarazo a esta edad no sólo representa un problema de salud para la

madre y el feto, sino además tiene una repercusión económica para la madre y su familia,

ya que implica menores oportunidades educativas o el abandono total de sus estudios. Estas

pacientes adolescentes embarazadas presentan malnutrición, mayor incidencia de aborto,

partos prematuros o bebés con bajo peso al nacer debido a que el útero de la mujer está

físicamente inmaduro. (INEGI, 2015)

Consideramos importante la realización de este trabajo puesto que no sabemos en qué

momento se puede presentar una complicación por hemorragia postparto; no se pueden

prevenir y se desarrollan en forma aguda, aún en pacientes sin factores de riesgo. Es por

ello que resulta de gran importancia reconocer en forma oportuna estas complicaciones y

realizar un abordaje inmediato, evitar el agravamiento y la muerte de la mujer.

Por lo tanto, la hemorragia obstétrica es una urgencia que requiere un adecuado y

oportuno accionar de un equipo multidisciplinario capacitado para el manejo del choque, la

reanimación, disponibilidad de hemoderivados, conocimiento sobre la eficacia que ofrece el

manejo conservador de la hemorragia obstétrica ya que deben formar parte de la estrategia


en el tratamiento y tener siempre presente le evaluación de cada paciente y la necesidad de

un buen juicio clínico para no llegar tardíamente al tratamiento específico y así evitar las

posibles complicaciones.

¿El manejo conservador de la hemorragia postparto evita la realización de la

histerectomía postparto?

1.3. Justificación

De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), la hemorragia postparto es

la principal causa de mortalidad materna y morbilidad obstétrica a nivel mundial con una

incidencia del 6.09%. Cada año 14 millones de mujeres sufren de sangrado postparto y

125,000 fallecen. La mortalidad y morbilidad asociadas a la hemorragia postparto se

relacionan a fallas en la identificación de las causas y deficiencias para el tratamiento

oportuno y adecuado. (Camacho-Castro, 2015)

El conocimiento y las habilidades de los distintos manejos conservadores en el

tratamiento de la hemorragia postparto, incluyendo la identificación detallada de la

anatomía pélvica, hemodinamia y manejo hemostático; ayudaran a mejorar aún más los

resultados clínicos, muchas de estas estrategias son relativamente simples, de bajo costo y

pueden ser utilizadas por las distintas instituciones del país.

El uso del tratamiento conservador en las pacientes con hemorragia postparto y los

resultados de esta investigación nos permitirán reconocer a tiempo los distintos escenarios

para poder actuar de manera oportuna y acertada con la finalidad de evitar la realización de
una histerectomía obstétrica de emergencia debido a la morbilidad que este procedimiento

conlleva así como el deseo de preservar la fertilidad en mujeres jóvenes. (Saroja, 2010)

En este sentido, se hace necesario establecer los parámetros mínimos que garanticen un

tratamiento de calidad, para el desarrollo de las actividades, procedimientos e

intervenciones durante el proceso de parto y postparto, con el propósito de dar respuesta a

esta problemática social que se presenta en mujeres atendidas en este hospital.

1.4. Hipótesis

Existen factores de riesgo en la incidencia de histerectomía obstétrica secundaria a la

hemorragia primaria postparto en las pacientes del Hospital General Manzanillo

perteneciente a la Secretaria de Salud.

1.5. Objetivos de la investigación

Objetivo general

Determinar la eficacia del manejo conservador de la hemorragia primaria postparto en

pacientes del Hospital General Oficial de Manzanillo

Objetivos específicos

1.- Identificar las causas de la hemorragia primaria postparto en las pacientes que se les

realizó algún tipo de manejo conservador.

2.- Identificar posibles factores de riesgo asociados a las pacientes que se les realizo

algún manejo conservador durante la hemorragia primaria posparto.


3.- Evaluar los distintos manejos conservadores realizados en el tratamiento de la

hemorragia primaria postparto.

4.- Identificar el manejo conservador de la hemorragia primaria postparto con fracaso en

el tratamiento.
CAPITULO II
MATERIAL Y METODOS

En este capítulo se expone el enfoque metodológico adoptado en la investigación,

su alcance, diseño, características de los sujetos de estudio, características generales

del estudio implementado, y las estrategias de obtención y análisis de datos.

2.1. Enfoque, alcance y diseño de la investigación

Enfoque

El enfoque de la presente investigación fue mixto con predominancia del enfoque

cualitativo. El enfoque mixto se fundamenta en un paradigma pragmático (Mertens,

2007) en este tipo de estudios se combinan técnicas de investigación, métodos,

enfoques, conceptos o lenguaje cuantitativo o cualitativo, tanto el método de

recolección y o la interpretación de los datos puede ser diferente. (Pereira Perez, 2011)

El método primario fue el cualitativo y el secundario el cuantitativo. Desde el

enfoque cuantitativo, se utilizaron herramientas de estadística descriptiva básica para

el análisis de los datos. Desde el enfoque cualitativo se profundizó en el análisis de

casos específicos de interés para describir, comprender y explicar los resultados de la

investigación de los procedimientos previos a la histerectomía obstétrica.


Alcance

El alcance de la investigación determina el plan de acción o diseño de la investigación y

se refiere al nivel de profundidad en el que se desarrolla la investigación (Hernandez-

Sampieri, 2010). En nuestro caso, la investigación fue descriptiva y explicativa, puesto que

se describe y explica el desarrollo de la investigación implementada, analizando los

diferentes elementos que la conformaron.

Diseño

Con respecto al diseño o plan para obtener la información, éste fue no experimental

retrospectivo y transversal. Efectuado mediante el análisis de los expedientes clínicos de

pacientes atendidas de parto o cesárea. Se basó en el registro puntual de información; se

revisaron los expedientes de las pacientes que presentaron hemorragia primaria postparto y

se les realizaron procedimientos de primera y segunda línea así como la histerectomía

obstétrica de pacientes de edad indistinta durante la resolución del evento obstétrico.

Los resultados se expresaron como frecuencias, porcentajes y medidas de tendencia

central. Se considera transversal debido a que los datos se colectaron en un tiempo único

con el propósito de describir lo acontecido durante el desarrollo de la investigación sobre el

manejo conservador en pacientes con hemorragia postparto.

2.2. Criterios de selección

Criterios de inclusión

Mujeres de edad indistinta que presentaron hemorragia primaria postparto en sala de

labor, quirófano y/o área de recuperación .


Criterios de exclusión

Paciente que presenten expedientes incompletos.

Criterios de eliminación

Paciente que requiera traslado a otra unidad por complicaciones obstétricas.

2.3. Población y muestra

Población

El estudio se implementó en el Hospital General de Manzanillo, Colima, perteneciente a

la Secretaría de Salud. Se estudiaron 774 expedientes; partos 399 y cesáreas 375; de este

grupo 53 tuvieron hemorragia postparto. Todas pacientes derechohabientes del Seguro

Popular de la Secretaría de Salud (SPSS), de la ciudad y puerto de Manzanillo, Colima.

Muestra

La muestra estuvo conformada por 53 mujeres que cursaron con hemorragia durante el

parto vaginal o abdominal durante los meses de Enero a Junio de 2017.

2.4. Características generales del estudio

El programa se desarrolló utilizando un método indirecto con las siguientes estrategias:

búsqueda y recolección de los antecedentes en el expediente clínico. El estudio se llevó a

cabo con la recolección de la información de manera individual.

La recolección de los datos se llevó a cabo en tiempos diferidos; con la lectura de la

historia clínica de las participantes y seguimiento a la evolución del puerperio.


2.5. Obtención y análisis de datos

Obtención de datos

La obtención de datos se llevó a cabo a través del expediente clínico. Las pacientes que

participaron en el estudio las incorporamos a través del archivo clínico. Al inicio de la

investigación se llevó a cabo la recolección de los datos en diferentes sesiones en el área de

archivo clínico. Los datos recabados se guardaron a través de un documento tipo

cuestionario de 19 ítems para identificar los riesgos obstétricos, y los procedimientos

realizados (Anexo 1). Además la información se registró en una carpeta en electrónico.

El investigador actuó de manera individual en el tiempo durante el cual se recogieron

datos de modo sistemático y no instructivo. (Taylor, 2000)

Análisis de datos

Los datos obtenidos a través del instrumento tipo cuestionario y registros se analizaron

utilizando estadística descriptiva, tales como frecuencias relativas y porcentajes. Se realizó

un análisis descriptivo de los riesgos obstétricos identificados con respecto a cómo se

llevaron a cabo los eventos del manejo conservador y la histerectomía obstétrica al

finalizar la investigación.

Tabla No 17. En el análisis de los datos se consideraron los siguientes aspectos

Identificación de riesgos obstétricos Realización de procedimientos durante la


hemorragia primaria postparto
Identificación de riesgos personales Uso de agentes uterotonicos

Resolución de los procedimientos Distintos tipos de manejos conservadores


utilizados
Evolución del puerperio Uso de hemoderivados
2.6. Preceptos éticos

Según los lineamientos de la declaración de Helsinki: Principios éticos para la

investigación médica sobre sujetos humanos y la NORMA Oficial Mexicana NOM-012-

SSA3-2012, que establece los criterios para la ejecución de proyectos de investigación para

la salud en seres humanos, se tomarán toda clase de precauciones para resguardar la

intimidad de la paciente que participa en la investigación y la confidencialidad de su

información personal tomada del expediente clínico.

CARACTERÍSTICAS Y DESARROLLO DE LA INVESTIGACION

A través de este estudio queremos compartir nuestra experiencia con los distintos

manejos conservadores en el tratamiento de la hemorragia postparto, consideramos

importante mencionar que con estos procedimientos el tiempo quirúrgico es menor, así

como los resultados hemostáticos inmediatos con menor riesgo de complicaciones, con el

fin de evitar la realización de una histerectomía periparto de emergencia, que no aumente la

morbilidad materna y no comprometa el futuro obstétrico de la pacientes.

Con los diferentes manejos conservadores en el tratamiento de la hemorragia postparto

es perentoria una actuación inmediata y secuencial. De primera instancia lograr el control

de la hemorragia por medio de los métodos convencionales que correspondieran siempre

que sea posible. Se sugiere fortalecer el plan de actividades anteriormente establecido y

que estas actividades sean ampliamente dominadas por el personal a cargo de las áreas

relacionadas con estas pacientes en el hospital.


3.1. Modelo de capacitación al personal para la atención en hemorragias obstétricas

Para generar una estrategia de capacitación en emergencias obstétricas que mantenga

actualizado al personal médico y de enfermería que estén en contacto con el servicio

Ginecología y Obstetricia, consideramos necesario que sea un obstetra el encargado de

actualizar y dirigir los procedimientos que deben ser dados a conocer a cada integrante del

equipo capacitado en los procedimientos para la atención de una urgencia procurando que

la demora en la realización de cualquier tipo de manejo conservador en la hemorragia

postparto sea el menor tiempo posible. El personal capacitado requiere ser un equipo

multidisciplinario que debe coordinarse y cada quien comprometerse en dominar sus

actividades (enfermería, anestesia, obstetras, banco de sangre, laboratorio, trabajo social,

medicina interna, pediatría).

3.2. Modelo adoptado

La fundamentación del estudio se enmarca en el paradigma de la complejidad, ya que

como lo menciona Rojas-Valenciano (2010), la salud nunca es un asunto individual, sino

que está en la confluencia del sujeto, su sociedad y su medio ambiente. En este sentido,

son múltiples los factores que inciden en el problema de salud por lo que nos situamos en

un modelo multifactorial al considerar las dimensiones entre la salud y las complicaciones

implicadas, como las psicológicas; por otra parte, se adopta un enfoque científico y humano

en este proceso. (Rojas-Valenciano, 2010)


3.3. Método utilizado para implementar la capacitación

Para Riquelme (2012), el objetivo de dar a conocer el manejo conservador de la

hemorragia postparto, promoverlo para su uso de manera más habitual y facilitar el

conocimiento sobre los diferentes tipos; es que el personal del hospital relacionado con la

obstetricia desarrolle habilidades que les permitan tomar decisiones sobre el manejo

conservador. Lo anterior se produce a través de la actualización de conocimientos,

estrategias, y por supuesto las propias experiencias, vivencias y competencias que se

reorganizan y modifican ante el desarrollo de nuevas técnicas. (Riquelme-Pérez, 2012)

Los métodos descritos por la OMS para aplicar en actividades educativas en salud, se

clasifican en métodos directos e indirectos.

Los métodos directos son aquellos en los que se da un contacto directo entre el educador

y el educando, mediante un medio de comunicación en base a palabras, complementado

con técnicas de apoyo como dibujos, diapositivas, pizarra, entre otras. Los métodos

indirectos, al igual que los métodos directos, utilizan las palabras, sin embargo, interponen

medios de comunicación de masas, los cuales, pueden ser visuales (folletos, carteles, cartas,

circulares) y sonoros (la radio, video, televisión, cine). Una desventaja de estos métodos es

que no existe una relación directa entre el educador y el educando, por tanto, la efectividad

de la comunicación es menor. (Mödinger-Rivas, 2013)

En el caso que nos ocupa, se sugiere utilizar un método directo para desarrollar el

programa de educación utilizando las tres estrategias anteriormente mencionadas.


3.4. Estructura de la investigación

Las pacientes que ingresamos a esta investigación fueron capturadas por medio del

expediente clínico de pacientes provenientes de alojamiento conjunto. Ingresan al estudio

mujeres que cursaron con hemorragia postparto con diferentes semanas de embarazo, y

edad cronológica indistinta.

El estudio se lleva a cabo mediante la revisión de expedientes de manera individual. Se

identifican expedientes de pacientes que cursaron con riesgo obstétrico.

En la tabla siguiente se presenta el plan general de actividades.

Tabla No. 17 Plan de actividades del estudio sobre la eficacia del manejo conservador de la
hemorragia obstétrica (Anexo 2)
Incorporación de Procesamiento de los Elaboración y Visitas diferidas Selección específica de
los datos de las datos en el programa evaluación de en diferentes tiempos los datos personales
pacientes al Excel 2010 sugerencias al archivo clínico
instrumento de
investigación

Considerando que De acuerdo a la De acuerdo al tiempo Para el resguardo de la


Previa autorización los datos sean los que resolución de la disponible identidad de la paciente
por la jefatura de corresponden a cada hemorragia en caso de algún riesgo
enseñanza e paciente. postparto, identificado
investigación Favorecer la independientemente
confianza y seguridad del procedimiento
con el personal

3.5. Recursos materiales y humanos

Los recursos humanos fueron:

- Médico gineco-obstetra (Autor de la investigación)


- Asesor clínico y metodológico

- Médico interno de pregrado

- Personal de archivo de los diferentes turnos

Con respecto a los recursos materiales, se utilizara computadora portátil personal

para el resguardo y procesamiento de los antecedentes recabados de los expedientes.

El equipo básico requerido se muestra en el siguiente diagrama


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SECRETARIA DE SALUD DEL ESTADO DE COLIMA
HOSPITAL GENERAL MANZANILLO
IDENTIFICACION DE LOS RIESGOS OBSTÉTRICOS EN LOS PROCEDIMIENTOS

REALIZADOS Y DATOS ESPECÍFICOS DE LAS PACIENTES

ANEXO 1. PREGUNTAS # Exp


Iniciales

1.- Edad

2.- Resolución del embarazo Parto ( ) Cesárea ( )

3. Gestas Parto ( ) Aborto ( )


Cesárea ( ) Ectópico ( )

4. Antecedente de hemorragia obstétrica Si ( ) No ( )

5. Enfermedad crónico degenerativa Hipertensión arterial ( ) Diabetes Mellitus ( )


Enfermedad tiroidea ( ) Cardiopatía ( )
Insuficiencia renal ( )

6. Estado Nutricional Peso _____ Talla_____


IMC _____
7. Hemoglobina a su ingreso Anemia leve _____ Moderada _____
Severa _____

8. Método de diagnóstico de hemorragia primaria postparto Estimación visual __________


Gravimetría __________
9. Causa de hemorragia primaria postparto Atonía uterina ( ) Hematomas ( )
Desgarros y laceraciones ( )
Retención de restos placentarios ( )
Inserción anómala placentaria ( )
10. Uso de uterotónicos Oxitocina ( ) Carbetocina ( )
Ergonovina ( ) Misoprostol ( )
Gluconato de calcio ( )
11. Colocación de balón intrauterino y tiempo de duración Bakri ( ) Bangladesh ( )
Rusch ( ) Sengstaken blakemore ( )

12. Suturas compresivas B-lynch ( ) Nelson ( )


Ho-Cho ( ) Hayman ( )

13. Desarterializaciones selectivas Arterias uterinas ( ) Abdrabbo ( )


Triple ligadura ( ) Arterias Hipogástricas ( )

14. Agentes hemostáticos Factor VII recombinante ( )


Ácido tranexamico ( )
Tissucol ( )

15. Radiología intervencionista Embolización de arterias uterinas ( )

16. Histerectomía periparto de emergencia Total ( ) Subtotal ( )

17. Empaquetamiento abdominal Si ( ) No ( )

18. Unidades de hemoderivados que recibió Concentrados eritrocitarios ( ) Crioprecipitados ( )


Plasma fresco ( ) Plaquetas ( )

19. Complicaciones maternas Terapia intensiva ( ) Lesión uréteres ( )


Intubación endotraqueal ( ) LAPE ( )
Lesión órganos vecinos ( )
Uso de aminas vasoactivas ( )
SECRETARIA DE SALUD COLIMA
HOSPITAL GENERAL DE MANZANILLO
CRONOGRAMA DE ACTIVIDADES
ANEXO 2

Actividades Agosto Septiembre Octubre Noviembre Diciembre Enero Febrero Marzo

Elaboración
del protocolo X X X X
de tesis
Presentación y
revisión del X
protocolo de
tesis
Aceptación
del protocolo
de
investigación
Obtención de
la información
a través del
instrumento
Procesamiento
y análisis de
los datos

Elaboración
del informe
final
Conclusiones
y entrega de
resultados

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