Teoría de los Test

UNIDAD No. 3
Las pruebas psicológicas y su aplicación

Jhairo Núñez García

Santo Domingo, D.N.

Junio, 2016
Unidad 3: Las pruebas psicológicas y su aplicación

ÍNDICE DEL CONTENIDO

1. Introducción ......................................................................... 3
2. Supuestos sobre pruebas y evaluación psicológica ............ 4
3. Una buena prueba................................................................ 6
4. Normas ................................................................................. 7
5. Correlación e inferencia ....................................................... 9
6. Inferencia a partir de la medición .........................................11
7. Bibliografía............................................................................12

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Autor: Jhairo Núñez García
Unidad 3: Las pruebas psicológicas y su aplicación

INTRODUCCIÓN
Muchas personas al momento de hablarles sobre la necesidad de aplicarle una
prueba psicológica cuestionan sobre la veracidad de los resultados. Es importante tener
en cuenta varios aspectos. Existen rasgos psicológicos y estados. Los rasgos son
permanentes o casi permanentes, pero los estados son temporales. Ambos pueden
cuantificarse y medirse. Una prueba que evalúe, ya sea rasgos psicológicos o estados,
puede pronosticar el posible valor de otros rasgos o estados no presentes en los reactivos
de la prueba. Esto se debe a que siempre existen rasgos relacionados directamente así
como estados.

Esto no quita que las pruebas tengas sus debilidades así como tienen sus
fortalezas. Esto se debe a que el proceso de evaluación está siempre sujeto a diversas
fuentes de error, aunque el creador de la prueba siempre tratará de llevarlas al mínimo, y
esto porque una prueba manejada de forma justa y sin prejuicio puede beneficiar tanto al
individuo como a la sociedad.

Una buena prueba siempre será aquella que tiene un nivel de confiablidad y de
validez aceptable, y que además cuenta con un proceso bien normalizado y con unos
buenos baremos. En todo caso, además de lo anterior, el evaluador debe sujetarse a las
normas de la prueba, ya que de lo contrario el creador de la misma no podrá garantizar la
certeza de los resultados. Si todos los procesos han sido realizados de forma correcta,
tanto en el momento de creación de la prueba como al de aplicarla, los resultados serán
de gran utilidad al momento de diagnosticar, pronosticar o tomar una decisión sobre el
evaluado..

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SUPUESTOS SOBRE PRUEBAS Y

EVALUACIÓN PSICOLÓGICA
Las pruebas psicológicas, aunque no son objetos naturales o que podamos
encontrar en la naturaleza, sí se rigen por teorías o supuestos que validan sus resultados.
Dentro de estos supuestos, a continuación, vamos a mencionar los siete principales.

El primer supuesto dice que existen rasgos psicológicos u estados. Cuando habla
de rasgos se refiere a características duraderas que hacen diferenciables a un individuo
de otro. En el caso de los estados son también características pero temporales. Esto es
importante ya que toda prueba psicológica debe poder discriminar entre aquellos factores
o características que son temporales, estados, de los que son permanentes, rasgos, para
que sea capaz de dar resultados confiables.

El segundo supuesto establece que los rasgos psicológicos y los estados pueden
cuantificarse y medirse, es decir que se puede encajar a cada persona dentro de una
medida específica en cuanto a un rasgo o estado específico. Esto ayuda tanto para hacer
comparaciones entre individuos como para comparar a un mismo individuo en momentos
diferentes.

El tercer supuesto plantea que la conducta relacionada con la prueba predice la

conducta no relacionada con la prueba, en otras palabras cada prueba está formada por
reactivos que valoran o miden una conducta de una característica específica pero no
todas las conductas, y al medir una conducta podemos predecir o inferir la medida de otra
relacionada a la misma característica.

El cuarto supuesto dice que las pruebas y otras técnicas de medición tienen
fortalezas y debilidades, por lo que es necesario entender que aunque una prueba sea
muy buena para unos casos específicos quizás no lo sea para otros. Además, la
interpretación debe tomar este supuesto en cuenta para evitar hacer inferencias erróneas.

El quinto supuesto habla de que el proceso de evaluación está sujeto a diversas

fuentes de error, ya sea por parte del evaluador, del evaluado o de la prueba misma. Estar
conscientes del porciento posible de error puede ayudar a que el evaluador haga una
mejor interpretación de los resultados. Además siempre se debe tratar de mitigar lo más
posible las fuentes de error para garantizar resultados más certeros.

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El sexto supuesto se refiere a que las pruebas y la evaluación pueden conducirse

de una manera justa y sin prejuicios, esto así, ya que los resultados de una prueba no
son los que se encargan de dar un diagnóstico, sino que el evaluador en sus resultados
concluye o determina el diagnóstico a asignar. Además el proceso de evaluación en sí no
tiene por qué etiquetar a un individuo, sino más bien determinar las deficiencias a trabajar
y la causa de los problemas por los cuales se realiza dicha evaluación.

El séptimo supuesto dice que las pruebas y la evaluación benefician a la

sociedad, ya que son el medio por el cual se determinan los problemas emocionales y
cognitivos de los individuos que son parte de ella y los cuales, luego de ser evaluados,
son tratados para su mejoría. Además de esto está el hecho de que a través de las
evaluaciones y pruebas se escogen individuos con mejores desempeños en los diferentes
puestos laborales, lo que repercute en mejores servicios ofrecidos a la sociedad, así como
mayor satisfacción tanto para los que reciben los servicios como para los que los dan.

Cada uno de estos supuestos hace referencia a un aspecto de las pruebas y la

evaluación. Es necesario que los evaluadores los conozcan y se apropien de ellos en sus
procesos de evaluación.

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UNA BUENA PRUEBA

Una buena prueba debe de ser clara en sus instrucciones, tener una normalización
adecuada y ser comprensible, tanto para el evaluado como para el evaluador. Además
para que una prueba sea
catalogada como buena es
imprescindible que tenga por lo
menos un nivel aceptable de
confiabilidad y que sea válida.

La confiabilidad implica
que la prueba aplicada a un
individuo en momentos
diferentes es persistente en sus
resultados. Una prueba que no
mantiene unos resultados
iguales o muy próximos no
servirá para determinar ningún
rasgo en un individuo, ya que
como hemos mencionado los rasgos son características estables, y si al medir con una
prueba algún rasgo sus resultados son muy diferentes entonces dicha prueba no es
buena o no sirve.

La validez es la facultad de una prueba de medir lo que realmente se intenta medir

con ella. Si al intentar medir una característica o rasgo y al aplicar la prueba el resultado
está relacionado a otro rasgo, evidentemente esa prueba no sirve para medir el rasgo que
supuestamente mide. Esto hace imprescindible que la prueba mida lo que pretende medir,
ya que si obtenemos un resultado y decimos que es relativo a un rasgo siendo respecto a
otro, podemos hacer mucho daño con dicho resultado.

Sobra decir que si los resultados o la medición del rasgo no es importante para
determinar algún aspecto en la vida de los individuos, dicha prueba se hace innecesario o
de poca utilidad.

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NORMAS
En el mundo de las pruebas, cuando hablamos de Norma nos referimos a los
resultados de aplicaciones a un grupo de personas que sirven luego como referencia al
comparar los resultados de un individuo específico con respecto a los resultados del
grupo. Este grupo, o sus resultados, es lo que se conoce como Muestra Normativa.
Dichos resultados de la muestra normativa, es decir la norma, es la que se utiliza al
momento de realizar una evaluación con normas de referencia.

La Normalización se
refiere al proceso de
derivación de las normas, es
decir el proceso mediante el
cual se determinan cuáles
son los valores normales en
una población, y cuales los
valores fuera de la norma o
fuera de lo normal.

Por otro lado está la

Estandarización que es el
proceso mediante el cual se establece la norma. Para establecer la norma es necesario
hacer un muestreo estadísticamente representativo, de forma tal que los resultados
obtenidos en la muestra puedan ser aplicables a la población general a la cual representa.

El desarrollo de normas para una prueba estandarizada implica tanto elegir el grupo
a evaluar, crear un conjunto de procedimientos de aplicación, corrección e interpretación,
así como definir las limitantes y el alcance de la prueba.

Las normas por su parte se pueden clasificar en tipos. Los más comunes son:
normas de edad, normas de grado, normas nacionales y normas de subgrupo. Las
normas de edad se refieren a las normas que están divididas por diferentes edades. Por
ejemplo hacer una norma para los niños de 5 años, otra para los de 6 años y otra para los
de 7 años, en lugar de hacer una norma general de 5 a 7 años. Aunque si el grupo implica
un rango de edad mayor, se pueden dividir en grupos, como por ejemplo normas para
niños de 5 a 7, para niños de 8 a 11 y para adolescentes (12-17).

Las normas de grado se refieren a la división por grado sin tomar en cuenta la
edad. Esto sería tomar todos los niños de un curso, evaluarlos con la prueba respectiva, y

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escoger dichos resultados para comparar a otros niños del mismo curso. Cuando
hablamos de normas nacionales nos referimos básicamente a normas creadas para un
país o nación. Las normas de subgrupo se refieren a la creación de normas limitadas a un
subgrupo cultural específico. Por ejemplo una prueba realizada solo para latinos, o solo
para anglosajones, o para personas de bajos recursos, o para heterosexuales, y así
sucesivamente.

Otra forma utilizada por algunas pruebas, principalmente con ayuda de

computadoras, para interpretar los resultados de un evaluado es el conocido como
sistema de calificación con un grupo de referencia fijo. Esta consiste básicamente en que
los resultados de cada evaluado comienzan a formar parte de los datos de referencia, por
lo que la norma se modifica de forma continua.

Por último, es importante valorar la diferencia entre la evaluación con referencia a

la norma versus la evaluación con referencia al criterio. La evaluación con referencia a la
norma, como ya hemos visto, se refiere a comparar los resultados de un evaluado contra
los resultados normalizados de un grupo de referencia. Cuando hablamos de evaluación
con referencia al criterio se enfoca en evaluar los resultados con relación a una lista de
criterios, tomando en cuenta lo que cumplo y lo que no. Entiendo que en muchos casos lo
más conveniente será la evaluación con referencia a la norma pues califica al evaluado
tomando en cuenta lo que se espera o lo que es normal. Pero está también el caso de
muchas evaluaciones o calificaciones que no necesariamente porque sea lo normal es lo
deseable, sino más bien que se debe valorar con respecto a una lista de criterios que han
sido valorados como saludables o deseables. En esos casos la evaluación con referencia
al criterio es la ideal.

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CORRELACIÓN E INFERENCIA
En psicología, y mucho más en evaluación psicológica, se hace imprescindible
hacer inferencias respecto a la relación que tiene una variable con respecto a otra. Para
hacer estas inferencias es necesario correlacionar. La correlación se refiere al grado y
dirección de correspondencia entre dos variables. Un coeficiente de correlación vendría a
ser un valor numérico que
identifica un índice de fuerza
de una relación, valorados de
0.00 a 1.00, donde 0.00
representa nada de relación y
1.00 la máxima relación, y
donde el signo, +/-,
representa la dirección de la
relación.

Se han desarrollado diversas formas de cómo calcular la correlación entre dos

variables. La r de Pearson es una de las más utilizadas. Esta consiste en determinar la
correlación lineal que existe entre dos variables. Se realiza a través de la siguiente
fórmula:

, donde xi representa cada valor de la

variable x, x es el promedio de x, yi representa cada valor de la variable y, y y es el
promedio de y.

Cuando r es igual a 1 entonces se puede decir que existe una correlación positiva
perfecta, ya que este índice indica una dependencia total entre las dos variables
denominada relación directa, dado que cuando una de ellas aumenta, la otra también lo
hace en proporción constante. Pero
cuando r es igual a 0 es porque no
existe relación lineal, no indicando
necesariamente que las variables son
independientes ya que pueden existir
todavía relaciones no lineales entre las
dos variables.

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Por otro lado cuando r está entre 0 y 1 se dice que existe una correlación positiva.
Y cuando r está entre -1 y 0 entonces se dice que existe una correlación negativa. Si r es
igual a -1 entonces existe una correlación negativa perfecta lo que indica una
dependencia total entre las dos variables llamada relación inversa ya que cuando una de
ellas aumenta, la otra disminuye en proporción constante.

Otra forma de calcular la

relación entre variables es a
través del cálculo de la regresión.
La regresión lineal simple es el
cálculo aproximado de la relación
de dependencia entre una
variable que funge como
dependiente y otras variables
independientes entre sí pero que
influyen en la dependiente.
También está la regresión lineal
múltiple que representa el análisis
de la relación entre dos o más
variables.

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INFERENCIA A PARTIR DE LA MEDICIÓN

La garantía de que las inferencias hechas con relación a un evaluado, tomando
como referencia el análisis de los datos obtenidos de la muestra normativa, viene dado
por el grado en que los datos obtenidos de la muestra representativa tengan correlación
directa con la característica evaluada.

Adicional al cálculo de correlación y la regresión también se recomienda hacer un

metaanálisis sobre resultados obtenidos de múltiples investigaciones con relación a la
prueba dada y a la característica evaluada. También es muy importante tener en cuenta
los valores culturales que influyen en la característica evaluada, ya que mucho de lo
normal depende de la valoración que tenga la mayoría respecto a lo que evalúa la prueba.

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BIBLIOGRAFÍA
Aiken, Lewis (2003). Tests psicológicos y evaluación. Undécima edición. Pearson
Educación. México.

Anastasi, Anne, Urbina, Susana (1998). Test psicológicos. Prentice Hall. México. Séptima
Edición.

Cohen, Ronald J., Swerdlik, Mark E. (2006) Pruebas y evaluación psicológicas.

McGrawHill. Sexta Edición. 2006.

Gregory, Robert (2012). Pruebas psicológicas. Primera edición. Pearson Educación.

México.

Julio Meneses, Maite Barrios, Albert Bonillo, Antoni Cosculluela, Luis Manuel, Lozano,
Jaume Turbany, Sergi Valero (2013). Psicometría. Editorial UOC, España.

Reyes Baños, Fernando (2013). Manual de medición y evaluación psicológica.

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