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B. Retraso o funcionamiento anormal en por lo menos una de las siguientes áreas, que aparece
antes de los 3 años de edad: 1 interacción social, 2 lenguaje utilizado en la comunicación social
o 3 juego simbólico o imaginativo.
ANEXO 1
55
Criterios para el diagnóstico del F84.2 Trastorno de Rett (299.80)
B. Aparición de todas las características siguientes después del período de desarrollo normal:
1. desaceleración del crecimiento craneal entre los 5 y 48 meses de edad.
2. pérdida de habilidades manuales intencionales previamente adquiridas entre los 5 y 30 me-
ses de edad, con el subsiguiente desarrollo de movimientos manuales estereotipados (p. ej.,
escribir o lavarse las manos).
3. pérdida de implicación social en el inicio del trastorno (aunque con frecuencia la interacción
social se desarrolla posteriormente).
4. mala coordinación de la marcha o de los movimientos del tronco.
5. desarrollo del lenguaje expresivo y receptivo gravemente afectado, con retraso psicomotor grave.
A. Desarrollo aparentemente normal durante por lo menos los primeros 2 años posteriores al naci-
miento, manifestado por la presencia de comunicación verbal y no verbal, relaciones sociales,
juego y comportamiento adaptativo apropiados a la edad del sujeto.
D. El trastorno no se explica mejor por la presencia de otro trastorno generalizado del desarrollo o
de esquizofrenia.
A. Alteración cualitativa de la interacción social, manifestada al menos por dos de las siguientes
características:
D. No hay retraso general del lenguaje clínicamente significativo (p. ej., a los 2 años de edad uti-
liza palabras sencillas, a los 3 años de edad utiliza frases comunicativas).
E. No hay retraso clínicamente significativo del desarrollo cognoscitivo ni del desarrollo de habili-
dades de autoayuda propias de la edad, comportamiento adaptativo (distinto de la interacción
social) y curiosidad acerca del ambiente durante la infancia.
ANEXO 1
57
ANEXO 2
Trastorno generalizado del desarrollo definido por la presencia de un desarrollo alterado o anormal,
que se manifiesta antes de los tres años y por un tipo característico de comportamiento anormal
que afecta a la interacción social, a la comunicación y a la presencia de actividades repetitivas y
restrictivas. El trastorno predomina en los chicos con una frecuencia tres a cuatro veces superior a
la que se presenta en las chicas.
Por lo general no hay un período previo de desarrollo inequívocamente normal pero, si es así, el pe-
ríodo de normalidad no se prolonga más allá de los tres años. Hay siempre alteraciones cualitati-
vas de la interacción social que toman la forma de una valoración inadecuada de los signos socioe-
mocionales, puesta de manifiesto por una falta de respuesta a las emociones de los demás o por
un comportamiento que no se amolda al contexto social, por un uso escaso de los signos sociales
convencionales y por una integración escasa del comportamiento social, emocional y de la comu-
nicación, de un modo especial por una falta de reciprocidad socio-emocional. Asimismo, son cons-
tantes las alteraciones cualitativas de la comunicación. Consisten en no utilizar el lenguaje para una
función social, debidos a una alteración de la actividad lúdica basada en el juego social imitativo y
simulado, a una pobre sincronización en la expresión del lenguaje, a una relativa falta de creativi-
dad y de fantasía de los procesos del pensamiento, a una falta de respuesta emocional a los estí-
mulos verbales y no verbales de los demás, a defectos de la cadencia o entonación necesarias para
lograr una modulación de la comunicación y, como es de esperar, a la ausencia de gestos acompa-
ñantes para subrayar o precisar la comunicación verbal.
ANEXO 2
59
general, en los que destaca la rigidez y rutina para un amplio espectro de formas de comportamien-
to. Por lo general, estas características afectan tanto a las actividades nuevas, como a los hábitos
familiares y a las formas de juego. Puede presentarse, sobre todo en la primera infancia, un apego
muy concreto a objetos extraños, de un modo característico a los "no suaves". Los niños persisten
en llevar a cabo actividades rutinarias específicas consistentes en rituales sin un sentido funcional,
tal y como preocupaciones estereotipadas con fechas, trayectos u horarios, movimientos estereoti-
pados o un interés en los elementos ajenos a las funciones propias de los objetos (tales como su
olor o textura) y suelen presentar una gran resistencia a los cambios de la rutina cotidiana o de los
detalles del entorno personal (tales como la decoración o los muebles del domicilio familiar).
También es frecuente que en los niños con autismo aparezcan otros trastornos sin especificar, tales
como temores, fobias, trastornos del sueño y de la conducta alimentaria, rabietas y manifestacio-
nes agresivas. Son bastante frecuentes las autoagresiones (por ejemplo, morderse las muñecas),
sobre todo cuando el autismo se acompaña de un retraso mental grave. La mayoría de los niños
autistas carecen de espontaneidad, iniciativa y creatividad para organizar su tiempo libre y tienen
dificultad para aplicar conceptos abstractos a la ejecución de sus trabajos (aun cuando las tareas
se encuentran al alcance de su capacidad real). Las manifestaciones específicas de los déficits
característicos del autismo cambian al hacerse mayores los niños, pero los déficits persisten en la
edad adulta con una forma muy similar en lo que se refiere a los problemas de socialización, comu-
nicación e inquietudes. Para hacer el diagnóstico, las anomalías del desarrollo deben haber estado
presentes en los tres primeros años, aunque el síndrome puede ser diagnosticado a cualquier edad.
En el autismo pueden darse todos los niveles de CI, pero hay un retraso mental significativo en,
aproximadamente, el 75 % de los casos.
Incluye:
Autismo infantil.
Síndrome de Kanner.
Psicosis infantil.
Trastorno autístico.
Excluye: Psicopatía autística (F84.5).
Trastorno generalizado del desarrollo que difiere del autismo en que el desarrollo anormal o altera-
do se presenta únicamente después de los tres años de edad o en que faltan anomalías suficiente-
mente demostradas en una o dos de las tres áreas de psicopatología requeridas para el diagnósti-
co de autismo (la interacción social, el trastorno de la comunicación y el comportamiento restricti-
vo, estereotipado y repetitivo), a pesar de la presencia de características de una o dos de las otras
áreas. El autismo atípico suele presentarse en individuos con retraso profundo cuyo bajo nivel de
rendimiento favorece la manifestación del comportamiento desviado específico requeridos para el
diagnóstico de autismo. También sucede esto en individuos con graves trastornos específicos del
desarrollo de la comprensión del lenguaje.
Incluye:
Retraso mental con rasgos autísticos.
Psicosis infantil atípica.
Trastorno descrito hasta ahora sólo en niñas, cuya causa es desconocida pero que se ha diferencia-
do por sus características de comienzo, curso y sintomatología. El desarrollo temprano es aparen-
temente normal o casi normal pero se sigue de una pérdida parcial o completa de capacidades
manuales adquiridas y del habla, junto con retraso en el crecimiento de la cabeza y que aparece
generalmente entre los siete meses y los dos años de edad. Las características principales son: pér-
dida de los movimientos intencionales de las manos, estereotipias consistentes en retorcerse las
manos e hiperventilación. El desarrollo social y lúdico se detiene en el segundo o tercer año, pero
el interés social suele mantenerse. Durante la infancia suele desarrollarse ataxia y apraxia de tron-
co, que se acompañan de escoliosis o cifoescoliosis y algunas veces de movimiento coreoatetósi-
cos. La consecuencia invariable es la de una grave invalidez mental. Es frecuente que durante la
infancia aparezcan crisis epilépticas.
En la mayoría de los casos el comienzo tiene lugar entre el séptimo mes y los dos años de edad.
El rasgo más característico es una pérdida de los movimientos intencionales de las manos y de la
capacidad manual fina de tipo motor. Se acompaña de pérdida parcial o ausencia de desarrollo del
lenguaje, movimientos estereotipados muy característicos de retorcer o "lavarse las manos", con los
brazos flexionados frente de la barbilla o el pecho, movimientos estereotipados de humedecerse las
manos con saliva, falta de masticación adecuada de los alimentos, episodios de hiperventilación fre-
cuentes, mal control de los esfínteres, a menudo presentan babeo y protrusión de la lengua y pér-
dida de contacto social. Es muy característico que estas niñas mantengan una especie de "sonrisa
social" mirando "a través" de las personas, pero sin establecer un contacto social. Esto tiene lugar
en el estadio precoz de la infancia (aunque a menudo desarrollan más tarde la capacidad de inter-
acción social). La postura y la marcha tienden a ser con aumento de la base de sustentación, hay
hipotonía muscular, los movimientos del tronco suelen ser escasamente coordinados y acaban por
presentar escoliosis y cifoescoliosis. Las atrofias espinales con alteraciones motrices graves se de-
sarrollan en la adolescencia o en la edad adulta en aproximadamente la mitad de los casos. Más
tarde puede presentarse espasticidad rígida que suele ser más marcada en los miembros inferiores
que en los superiores. En la mayoría de los casos aparecen ataques epilépticos, generalmente algún
tipo de ataque menor y con comienzo anterior a los ocho años. En contraste con el autismo, son
raras las preocupaciones o rutinas estereotipadas complejas o las automutilaciones voluntarias.
Trastorno profundo del desarrollo (distinto del síndrome de Rett) definido por la presencia de una
etapa previa de desarrollo normal antes del comienzo del trastorno, por una fase bien definida de
pérdida de capacidades previamente adquiridas, que tiene lugar en el curso de pocos meses y que
afecta como mínimo a varias áreas del desarrollo, junto con la aparición de anomalías típicas del
comportamiento social y de la comunicación. Con frecuencia hay un período prodrómico de la
enfermedad poco definido, durante el cual el niño se vuelve inquieto, irritable, ansioso e hiperacti-
vo, a lo que sigue un empobrecimiento y una pérdida del lenguaje y el habla, acompañado por una
desintegración del comportamiento. En algunos casos la pérdida de capacidad tiene una progresión
continua (en general, cuando el trastorno se acompaña de una alteración neurológica progresiva diag-
nosticable), pero con mayor frecuencia el deterioro progresa sólo durante unos meses, se estabiliza y
ANEXO 2
61
más tarde tiene lugar una mejoría limitada. El pronóstico es malo en general y la mayoría de los
individuos quedan afectados de retraso mental grave. No hay certeza de hasta qué punto esta alte-
ración es diferente del autismo. En algunos casos, el trastorno puede ser secundario a una encefa-
lopatía, pero el diagnóstico debe hacerse a partir de las características comportamentales.
Presencia de un desarrollo aparentemente normal hasta al menos los dos años, seguido por una
clara pérdida de capacidades previamente adquiridas, la cual se acompaña de un comportamien-
to social cualitativamente anormal. Es frecuente que en estos casos tenga lugar una regresión pro-
funda o una pérdida completa del lenguaje, una regresión en las actividades lúdicas, de la capaci-
dad social y del comportamiento adaptativo. Con frecuencia se presenta además una pérdida del
control de esfínteres y a veces con un mal control de los movimientos. Es típico que estos rasgos
se acompañen de una pérdida de interés por el entorno, por manierismos motores repetitivos y este-
reotipados y por un deterioro pseudo-autístico de la comunicación e interacción sociales. En algu-
nos aspectos el síndrome se parece a las demencias de la vida adulta, pero se diferencia por tres
aspectos claves: hay por lo general una falta de cualquier enfermedad o daño cerebral identificable
(aunque puede presumirse algún tipo de disfunción cerebral), la pérdida de capacidades puede
seguirse de cierto grado de recuperación, el deterioro de la socialización y de la comunicación tiene
rasgos característicos, más típicos del autismo que del deterioro intelectual.
Incluye:
Psicosis desintegrativa.
Síndrome de Heller.
Dementia infantilis.
Psicosis simbiótica.
Excluye:
Afasia adquirida con epilepsia (síndrome de Landau-Kleffner, F80.3).
Mutismo selectivo (F94.0).
Esquizofrenia (F20.-)
Síndrome de Rett (F84.2).
Se incluye aquí sin embargo porque los niños con retraso mental (CI inferior a 50), con problemas
importantes de hiperactividad y déficit de atención tienen con frecuencia un comportamiento este-
reotipado. Además, estos niños no suelen beneficiarse de un tratamiento con fármacos estimulan-
tes (al contrario de aquellos de CI en el rango normal) al que pueden responder con reacciones dis-
fóricas intensas (a veces con inhibición psicomotriz) y en la adolescencia la hiperactividad tiende a
ser reemplazada por una hipoactividad (una forma que no es frecuente en los niños hipercinéticos
con inteligencia normal). Este síndrome suele acompañarse de tipos variados de retrasos del des-
arrollo, ya sean específicos o generalizados.
Trastorno de validez nosológica dudosa, caracterizado por el mismo tipo de déficit cualitativo de la
interacción social propio del autismo, además de por la presencia de un repertorio restringido, este-
reotipado y repetitivo de actividades e intereses. Difiere sin embargo del autismo en que no hay défi-
cits o retrasos del lenguaje o del desarrollo cognoscitivo. La mayoría de los afectados son de inteli-
gencia normal, pero suelen ser marcadamente torpes desde el punto de vista motor. El trastorno se
presenta con preferencia en varones (en proporción aproximada de 8 a 1). Parece muy probable
que al menos algunos casos sean formas leves de autismo, pero no hay certeza de que esto sea así
en todos los casos. La tendencia es que las anomalías persistan en la adolescencia y en la vida a-
dulta, de tal manera que parecen rasgos individuales que no son modificados por influencias am-
bientales. Ocasionalmente aparecen episodios psicóticos en el inicio de la vida adulta.
Incluye:
Psicopatía autística.
Trastorno esquizoide de la infancia.
Excluye:
Trastorno esquizotípico (F21).
Esquizofrenia simple (F20.6).
Trastorno de vinculación de la infancia (F94.1 y F94.2).
Trastorno anancástico de la personalidad (F60.5).
Trastorno obsesivo-compulsivo (F42.-).
Trastornos con las características de la descripción general de los trastornos generalizados del des-
arrollo, pero que por falta de información adecuada o por hallazgos contradictorios, no se satisfa-
cen las pautas de cualquiera de los otros códigos del apartado F84.
ANEXO 2
63
ANEXO 3
GUÍA DE BUENA PRACTICA PARA LA DETECCION TEMPRANA DE LOS TRASTORNOS DEL ES-
PECTRO AUTISTA. Grupo GETEA.
ALTERADO NORMAL
NORMAL
CENTRO DE REFERENCIA ALTERADO
DE TEA ¿Tiene síntomas de
autismo según
DSM - IV?
SI NO NO AUTISMO
ANEXO 3
65
ANEXO 4
ANEXO 4
67
ANEXO 5
Meses - Habilidades
9 meses
- Sigue con la mirada cuando el cuidador le señala y nombra un objeto familiar: “¡mira el…!” (un
objeto familiar).
12 meses
- Intenta obtener un objeto fuera del alcance, para lo que llama la atención del cuidador señalando,
verbalizando y estableciendo contacto visual.
- Balbuceo.
- Gesticulaciones (señalar, decir adiós con la mano).
15 meses
18 meses
24 meses
ANEXO 5
69
ANEXO 6
A cualquier edad:
De 0-3 años:
En cualquier caso, se debe valorar como señales de alerta para los TEA, con indicación abso-
luta de proceder a una evaluación diagnóstica más detallada y amplia, si:
ANEXO 6
71
de ficción), preferencia por actividades solitarias o relaciones extrañas con adultos (excesi-
va intensidad o indiferencia).
- Alteración de intereses, actividades y conductas: Hipersensibilidad a sonidos o tacto, inu-
sual respuesta sensorial, manierismos motores, resistencia a los cambios en situaciones po-
co estructuradas, juegos repetitivos con juguetes u objetos.
- No responde a su nombre.
- No establece un contacto visual adecuado.
- Excesivo interés en alinear los juguetes u otros objetos.
- No juega con un juguete de forma apropiada.
- Se obsesiona con un objeto o juguete concreto.
- No sonríe de forma reciproca.
- A veces parece sordo.
Filipek PA, Accardo P, Baranek GT, Cook EH Jr, Dawson G, Gordon B, et al. The screening and
diagnosis of autistic spectrum disorders. J Autism Dev Disord 1999; 29: 439-84.
Grupo de estudio de los Trastornos de los Trastornos del Espectro Autista del Instituto de Salud
Carlos III. Ministerio de Sanidad y consumo, España. “Guía de buena práctica para la detec-
ción temprana de los trastornos del espectro autista”. Rev Neurol 2005; 41 (4): 237-245.
La Guía de Detección Precoz de los TEA de la Consejería de salud (2005) señala las si-
guientes preocupaciones expresadas por la familia a los pediatras, sobre sus hijos o hijas
menores de 2 años, han de ser consideradas como SEÑALES DE ALERTA de la posible pre-
sencia de un TEA:
ANEXO 7
73
- Incapaz de compartir placer.
- Alteración cualitativa en la comunicación no verbal.
- No señala objetos para dirigir la atención de otra persona.
- Falta de utilización social de la mirada.
- Falta de iniciativa en actividades o juego social.
- Estereotipias o manierismos de manos y dedos.
- Reacciones inusuales o falta de reacción a estímulos sonoros.
CUESTIONARIO M-CHAT
INTERPRETACIÓN
El M- Chat es un cuestionario de 23 preguntas que rellenan los padres del niño. Para que
un M-Chat resulte “positivo” (para que se sospeche la existencia de una alteración del de-
sarrollo del niño o de la niña) el cuestionario debe mostrar:
INSTRUCCIONES
Seleccione, rodeando con un círculo, la respuesta que le parece que refleja mejor cómo su
hijo o hija actúa NORMALMENTE. Si el comportamiento no es el habitual (por ejemplo,
usted solamente se lo ha visto hacer una o dos veces) conteste que el niño o niña NO lo
hace. Por favor, conteste a todas las preguntas.
1. ¿Le gusta que le balanceen, o que el adulto le haga el “caballito” sentándole en sus SÍ NO
rodillas, etc.?
3. ¿Le gusta subirse a sitios como, por ejemplo, sillones, escalones, juegos del parque, SÍ NO
etc.?
4. ¿Le gusta que el adulto juegue con él o ella al “cucú-tras”? (taparse los ojos y luego
SÍ NO
descubrirlos; jugar a esconderse y aparecer de repente)
5.
¿Alguna vez hace juegos imaginativos, por ejemplo haciendo como si hablara por te-
léfono, como si estuviera dando de comer a una muñeca, como si estuviera condu- SÍ NO
ciendo un coche o cosas así?
7. ¿Suele señalar con el dedo para indicar que algo le llama la atención? SÍ NO
8. ¿Puede jugar adecuadamente con piezas o juguetes pequeños (por ejemplo coche-
citos, muñequitos o bloques de construcción) sin únicamente chuparlos, agitarlos o SÍ NO
tirarlos?
ANEXO 8
75
10. ¿Suele mirarle a los ojos durante unos segundos? SÍ NO
¿Le parece demasiado sensible a ruidos poco intensos? (por ejemplo, reacciona ta-
11. SÍ NO
pándose los oídos, etc.)
¿Puede imitar o repetir gestos o acciones que usted hace? (por ejemplo, si usted
13. SÍ NO
hace una mueca él o ella también la hace)
17. Si usted está mirando algo atentamente, ¿su hijo o hija se pone también a mirarlo? SÍ NO
¿Hace su hijo o hija movimientos raros con los dedos, por ejemplo, acercándoselos
18. SÍ NO
a los ojos?
19. ¿Intenta que usted preste atención a las actividades que él o ella está haciendo? SÍ NO
20. ¿Alguna vez ha pensado que su hijo o hija podría tener sordera? SÍ NO
22. ¿Se queda a veces mirando al vacío o va de un lado al otro sin propósito? SÍ NO
Si su hijo o hija tiene que enfrentarse a una situación desconocida, ¿le mira pri-
23. SÍ NO
mero a usted a la cara para saber cómo reaccionar?
IDIOPATICO SINDRÓMICO
Causa desconocida Causa conocida
Trastorno puro Asociado a otras manifestaciones
Base genética poco esclarecida Base genética conocida en muchos casos
Pronóstico inicial incierto Pronóstico según enfermedad de base
Ausencia de marcador biológico Puede haber marcador biológico
Predominio sexo masculino Predominio según trastorno primario
Retraso mental 70% Retraso mental constante
Amplio espectro de gravedad Predominan casos graves
ENFERMEDADES GENETICAS
1. Síndrome de Rett
2. Síndrome X-fragil
3. Síndrome Smith-Lemli-Opitz
ENFERMEDADES NEUROCUTANEAS
1. Esclerosis tuberosa
2. Neurofibromatosis tipo I
3. Hipomelanosis tipo Ito
ENFERMEDADES METABOLICAS
(Causa rara de TEA. Basar los estudios en síntomas clave o clínica sugestiva)
1. Fenilcetonuria.
2. Déficit de adenilosuccinasa.
3. Hiperactividad del citosol 5 nucleotidasa.
4. Leucodistrofia metacromatica.
5. Mucopolisacaridosis (MPS): San Filipo y Hurler.
6. Enfermedades peroxisomales.
7. Síndrome de piridoxin dependencia.
8. Déficit de succinico semialdehido dehidrogenasa.
9. Déficit de Biotinidasa.
10. Acidemia isovalerica.
11. Histidinemia.
ANEXO 9
77
12. Déficit de dihidropirimidina deshidrogenasa.
13. Déficit de fosforribosilpirofosfato sintetasa.
14. Xantinuria hereditaria tipo II.
15. Déficit de acil-CoA deshidrogenasa de cadena larga.
1. Exposición a drogas:
a) Exposición fetal a cocaína.
b) Exposición fetal a Valproico.
c) Embriopatía talidomídica.
2. Exposición a tóxicos:
a) Síndrome alcohólico fetal.
b) Intoxicación por plomo.
EPILEPSIA
1. Síndrome de West.
2. Síndrome de Landau-Kleffner.
1. Rubéola congénita.
2. Encefalitis herpetica.
3. Infección congénita por CMV.
4. Haemophillus Influenzae.
OTROS
1. Encefalopatía hipóxico-isquémica.
2. Sindrome de Joubert.
3. Sindrome de William.
4. Sindrome de Down.
5. Sindrome de Turner.
6. Síndrome de Sotos.
7. Parálisis cerebral infantil.
Se sabe que el ser humano oye a partir del quinto mes de gestación, por lo cual ya a partir de las
48 hs. de haber nacido puede evaluarse la audición del lactante. En el 90% de los casos, los pa-
cientes hipoacúsicos no tienen antecedentes familiares de problemas auditivos, por lo cual se debe-
ría prestar atención a ciertos signos indicadores de probable déficit auditivo.
Los pacientes hipoacúsicos manifiestan ciertas características según la edad:
• Un lactante de hasta 6 meses de edad no se altera con nada, no se sorprende ni pestañea an-
te ruidos prolongados o inesperados, no sonríe cuando escucha voces familiares y no emite
sonidos.
• Entre los 6 y los 12 meses, el bebé no se orienta hacia los sonidos cotidianos, no comprende
el "no” ni el "adiós” a menos que se usen gestos.
• Ya entre los 12 y los 18 meses, no dice "papá” ni "mamá”, no señala a los objetos o personas
conocidas ni nombra objetos que le son familiares.
• Entre 18 y 24 meses, no presta atención a los cuentos; no comprende órdenes sencillas si no
están acompañadas de gestos, y no articula frases de dos palabras.
• A los 3 años, no se le entiende lo que dice, no repite frases y no contesta preguntas sencillas,
en tanto que a los 4 años no puede contar lo que le pasa, no mantiene una conversación sim-
ple, es distraído y se retrasa en la escuela.
CRIBADO DE HIPOACUSIA:
• Debe asustarse con los ruidos, tranquilizarse con la voz de la madre; cesa momentáneamente
en su actividad cuando oye un ruido como una conversación.
• Debe localizar bien los ruidos en el plano horizontal y empezar a imitar ruidos a su manera o
al menos vocalizar imitando a un adulto.
ANEXO 10
79
• Meningitis bacteriana y otras asociadas a disminución de la audición.
• Traumatismo craneoencefálico con pérdida de conocimiento o fractura.
• Estigmas u otros signos asociados a síndromes relacionados con sordera.
• Utilización de fármacos ototóxicos.
• Otitis media recidivante o persistente con derrame al menos 3 meses.
Para recordar los factores de riesgo de hipoacusia, es útil usar un acrónimo. Para la sordera se pue-
de usar la palabra hearing (audición en inglés).
Grados de hipoacusia:
• Mínima: de 10 a 20 dB
• Leve: de 20 a 40 dB.
• Moderada: de 40 a 60 dB.
• Severa: de 60 a 80 dB
• Profunda: de 80 dB en adelante.
Es necesario que el pediatra dedique especial atención a signos físicos que pueden indicar enfer-
medad asociada:
ANEXO 11
81
ANEXO 12
1. Letargia.
2. Vómitos cíclicos.
3. Episodios de hiperventilación.
4. Mioclonías.
5. Afectación multisistémica.
6. Malnutrición no explicada.
7. Hipotonía grave.
8. Antecedente familiar de trastorno similar, no explicado.
9. Rasgos dismórficos o facies tosca.
10. Retraso mental.
11. Perdida de habilidades motoras (Regresión de todas las áreas de desarrollo y no solo de
comunicación y personal social).
12. Hepatoesplenomegalia.
13. Acidosis metabólica, hiperlactacidemia y/o hiperamoniemia.
14. Hiperuricemia.
15. Hipocolesterolemia.
16. Distonía.
17. Espasticidad.
18. Ataxia.
19. Afectación periférica.
20. Megacefalia progresiva.
21. Alteraciones oculares (catarata, oftalmoplejía, retinianas).
22. Alteraciones esqueléticas.
23. Consanguinidad de los padres.
24. Retraso de crecimiento.
25. Alteraciones Equilibrio Acido-base.
26. Alopecia.
27. Alteraciones cutáneas no explicables.
28. Síntomas recurrentes.
ANEXO 12
83
ANEXO 13
Definición de Menor Frágil: Niños o niñas y adolescentes hasta 18 años con problemas socio sa-
nitarios que afectan a su desarrollo normalizado e integración social.
1) Menor que presenta abandono/maltrato infantil (físico, psíquico y/o abuso sexual) intra o ex-
tra familiar (violencia escolar).
3) Menor en hogar con fallecimiento o abandono de progenitores sin adultos que asuman dicha
responsabilidad.
5) Menor con padres en separación conflictiva y con alto riesgo de utilización de los hijos en el
proceso de separación y en la conflictiva conyugal.
6) Menor perteneciente a familia con alta movilidad: con cambios frecuentes de domicilio que
comprometen de forma importante el seguimiento de actividades escolares regladas y de los
programas de salud.
7) Menor hijo de adolescente, que muestre dificultades en el manejo responsable de las nece-
sidades de aquel: desatención.
8) Menor perteneciente a familia monoparental sin apoyo social y con indicios de desatención.
10) Menor con padres en negación /no aceptación de la discapacidad, o bien no tienen la capa-
cidad necesaria o desconocen los recursos necesarios existentes para atender sus necesidades.
11) Menores con problemas escolares: no escolarizado, absentismo, inadaptación escolar que les
alejen de forma frecuente del programa escolar reglado.
12) Menor con necesidades educativas especiales no evaluado por Equipo de Orientación Edu-
cativa o evaluado pero no atendido en función de éstas.
ANEXO 13
85
13) Menores cuyos tutores / responsables mantienen situación de conflicto con el Centro Escolar y
otros centros que lo atienden, que dificulta seriamente la vinculación adecuada al programa.
16) Menores cuya familia maneja creencias de rechazo a medidas de prevención y atención a
problemas de salud: medicación, pruebas diagnósticas, vacunas...
17) Menor cuyos padres mantienen conductas o pautas inadecuadas de crianza, sobreprotección,
permisividad o dejación en aspectos nutricionales, ritmos alimentarios, sueño, higiene, cui-
dado y autonomía) que altere o retrase el desarrollo evolutivo adecuado del niño o la niña.
19) Menores cuyas familias presentan demandas de atención frecuentes por motivos no justi-
ficados (“hiperfrecuentadores”).
1. Bajo nivel de instrucción. Persona con un nivel de instrucción que influye en su capacidad o
habilidad para afrontar problemas.
2. Bajo nivel económico. Familia que dispone de unos ingresos inferiores al 75% de SMI de RP.
O bien superado este nivel de ingresos, manifiesta una mala organización: desproporción in-
gresos y gastos.
5. Persona que presenta una incapacidad o falta de habilidad para afrontar determinadas si-
tuaciones: enfermedades, situaciones conflictivas, etc.
7. Familia con relaciones familiares conflictivas: malos tratos, carencias afectivas o falta de apo-
yo, problemas de adaptación, desestructuración familiar, sobrecarga, abandono, etc.
13. Otros: cualquier situación en la que el problema de salud origine un problema social grave.
14. Familias con miembros en situación de paro prolongado, inestabilidad laboral, demandantes de
empleo, sin cualificación profesional, que compromete el soporte económico familiar.
Especial atención merecen personas procedentes de Zonas catalogadas de Riesgo Social, a ma-
yor concurrencia de estos factores, mayor riesgo.
ANEXO 13
87
ANEXO 14
Contenido Descripción
Datos pre y Consiste en una revisión de las condiciones y circunstancias que tuvieron
neonatales lugar durante el embarazo, el parto y los primeros momentos del desa-
rrollo de la persona. Se recogen datos como meses de gestación, enfer-
medades o problemas que tuvo la madre durante la gestación, posible
medicación y/o consumo de tóxicos durante el embarazo, circunstancias
del parto, peso al nacer, prueba de Apgar, resultados de pruebas de cri-
bado aplicadas (fenilcetonuria e hipotiroidismo), dificultades en los pri-
meros momentos de vida, etc.
Historia evolutiva Se revisan los hitos más importantes del desarrollo motor, comunicati-
vo y social de la persona, y se incluye información relativa a hábitos
de sueño, hábitos alimenticios, cuándo y cómo se logró el control de
esfínteres, etc. Se recoge también el momento en que aparecieron los
primeros síntomas o preocupaciones de los padres, en qué consistían,
así como cualquier otro aspecto del desarrollo que a los padres les
hubiera parecido extraño o inusual (movimientos insólitos, tendencia a
las rutinas, conductas problemáticas,etc.). Debe solicitarse informa-
ción clave sobre las características observadas en la mayoría de los ni-
ños con autismo en esos primeros años de la vida, en cuanto al desa-
rrollo de la comunicación verbal y no verbal, la imitación, el juego, la
reciprocidad social, etc.
ANEXO 14
89
el problema. Es importante registrar el comportamiento familiar del su-
jeto, las dificultades que tiene la familia para educar al niño y/o para
lograr que se adapte a las actividades cotidianas, las relaciones con los
hermanos y otros miembros de la familia, etc. El comportamiento so-
cial (con quién se relaciona, cómo y el tipo de relaciones o juegos más
habituales), así como la historia y el comportamiento escolar, incluida
la información proporcionada por los profesores, son aspectos muy re-
levantes.
UNIDADES DE
Nombre/referencias Descripción
DISCO (Diagnostic Interview for Entrevista semiestructurada que permite recoger infor-
Social and Communication Disorder) mación evolutiva de diferentes fuentes para realizar un
Wing et al (2002). diagnóstico según DSM-IV y CIE-10.
ANEXO 15
91
ANEXO 16
UNIDADES DE
Nombre/referencias Descripción
GARS (Gilliam Autism Rating Scale) Se aplica desde los 3 a los 22 años para estimar la gra-
Gilliam y Janes (1995) vedad de los síntomas de autismo. Está basada en el
DSM-IV y los ítems se agrupan en cuatro categorías (es-
tereotipias, comunicación, interacción social y alteracio-
nes evolutivas).
ANEXO 16
93
ANEXO 17
Nombre/Referencias Descripción
Leiter International. Muy útil cuando la persona no tiene habla Se aplica de los
Performance Scale 2 a los 18 años y a veces a las personas con autismo les
Leiter (1948) cuesta entender el tipo de tareas propuestas
Escalas Bayley de desarrollo Se suelen utilizar para individuos muy afectados o para ni-
infantil Bayley (1993) ños con edad mental inferior a los 3, 5 años. Proporcionan
información relevante para conocer el nivelde desarrollo y
para elaborar programas de apoyo, pero tienen escaso valor
predictivo
ANEXO 17
95
ANEXO 18
DIAGNÓSTICO NEUROBIOLÓGICO
ANEXO 18
97
ANEXO 19
Objetivos
• Atención conjunta.
• Toma de turnos.
• Imitación.
• Respuesta a la mirada.
• Iniciativa a las interacciones sociales.
• Interés por los juguetes.
• Juego con y/o cerca con actividades similares o compartiendo materiales.
• Mirada e imitación de acción de los otros niños.
• Juego con compañeros y/o adultos.
• Participación en rutinas de clase.
• Respuesta a directrices de los adultos.
• Expresión de necesidades.
• Comprensión social de las rutinas (no solo la ejecución de las mismas).
• Incremento de la independencia de las acciones sociales que aumentan la calidad de vida
del niño o la niña con TEA.
• Enseñanza y apoyo para el aprendizaje de reglas no escritas de habilidades sociales: el sig-
nificado de las expresiones faciales, las reglas sobre el espacio personal y el tocar a las per-
sonas, el significado de los gestos y posturas, los significados y uso del lenguaje metafórico,
el significado y uso de refranes y dichos populares, el ritmo y momentos de conductas de
relación, la higiene personal, las diferentes formas de dirigirse a las personas.
• El uso y aprendizaje del lenguaje formal e informal.
Estrategias:
ANEXO 19
99
- Video específicos para modelaje.
- Conversaciones con adultos que interpretan situaciones sociales.
- Grabaciones y visionado para modelaje.
- Historietas.
- Programas específicos para el aprendizaje de emociones.
COMUNICACIÓN
UNIDADES DE
Nombre/referencias Descripción
ACACIA Tamarit (1994) Valora la competencia comunicativa del niño con bajo ni-
vel de funcionamiento y no verbal a través de un guión
estructurado de interacción. Ofrece datos para la diferen-
ciación diagnóstica entre autismo con discapacidad inte-
lectual y discapacidad intelectual sin autismo.
VINELAND (Vineland Adaptive Se aplican desde el nacimiento hasta los 18 años, y pro-
Behavior Scales) Sparrow et al porcionan puntuaciones de edad de desarrollo en áreas
(1984) de la vida diaria, la socialización, la comunicación, etc.
Costello Symbolic Play Test Test de juego, que establece el nivel funcional de juego
Lowe y Costello (1988) del niño, y lo sitúa entre 12 y 36 meses de edad. Es de
fácil administración, y orienta sobre las pruebas de in-
teligencia que la persona va a ser capaz de realizar.
ANEXO 20
101
ANEXO 21
1. Situación familiar:
a. Procedencia.
b. Tipo de familia, composición.
c. Ciclo vital.
d. Relaciones intra y extra-familiares.
e. Identificación del cuidador o cuidadora principal y sobrecarga a la que se ve sometido o
sometida.
f. Dimensión de la red social. (Ecomapa)
g. Apoyo social (real y percibido).
h. Otras.
2. Situación sociolaboral:
a. Nivel formativo.
b. Profesión-ocupación de los adultos responsables del menor.
c. Estabilidad laboral.
d. Satisfacción-dificultades en el entorno laboral.
e. Otras.
3. Situación socioeconómica:
a. Recursos económicos regulares y extraordinarios.
b. Proporción ingresos-gastos.
c. Administración adecuada del presupuesto familiar.
d. Otras.
5. Situación de la vivienda:
a. Régimen de tenencia y uso.
b. Distribución del espacio doméstico.
c. Adecuación del entorno (limpieza, organización, enseres y mobiliario).
d. Circunstancias relacionadas con traslados de domicilio o localidad de residencia.
e. Análisis de las características del entorno más próximo en cuanto a:
i. Accesibilidad a los servicios y recursos sanitarios, sociales, educativos (C. de Salud.
USMIJ, Atención Temprana, Hospitales, Centros de Ocio, Ludotecas etc).
ANEXO 21
103
ii. Red de transportes públicos.
iii. Movimientos asociativos y de Ayuda Mutua, etc.
Conocer si realizan actividades que faciliten las relaciones interpersonales, y ayuden a ampliar
la Red Social, fomenten la creatividad, autoestima, autonomía, etc.
La valoración social se podrá realizar desde los siguientes contextos: en consulta, en el colegio
o en el domicilio. Si es necesario se realizará en diferentes sesiones o entrevistas, siempre cre-
ando un ambiente acogedor, de escucha y empatía, estando alerta a las emociones y sen-
timientos de los padres y familiares de acuerdo al momento que estén viviendo en cuanto al
proceso diagnostico, duelo, etc.
Será importante coordinar esta actividad con el Equipo Terapéutico, evitando el solapamiento en
las intervenciones y/o saturación a la familia y siempre bajo criterios de respeto, discrecionalidad
e individualización.
Concluiremos con la elaboración de un informe que recogerá aquellos aspectos que serán im-
prescindibles para la elaboración del Plan de Atención Social (PAS) que se integrará en el Plan
Individualizado de Tratamiento (PIAT) elaborado a partir de los diagnósticos psicológico/ mé-
dico-psiquiátrico de enfermería y de terapia ocupacional.
Áreas de la Familia
- Tipo de barrio: historia, dimensión, morfología y estructura (si las viviendas son de pro-
tección oficial, renta libre, sociales, viviendas en régimen de alquiler), nivel social, exis-
tencia de segregación espacial, integrado/marginal, centro/periférico.
ANEXO 22
105
- Equipamientos e infraestructura social: guarderías públicas/privadas, colegios, formación,
centros de salud, instalaciones deportivas, bibliotecas, centros de ocio, plazas, paseos,
parques infantiles espacios o locales comunitarios para la iniciativa social.
• La ciudad (pedanía, pueblo, municipio, comarca): Al igual que en la dimensión barrio la inter-
vención puede estar circunscrita a espacios urbanos más extensos en los que se considerarán
también las potencialidades según:
Dimensiones Culturales: en este apartado se propondrán aquellas actuaciones que estén relacio-
nadas con aspectos individuales, familiares y ambientales relacionados con la cultura de origen
y autóctona, en relación a:
• Pluralidad y convivencia
- Sentimientos de pertenencias y vinculación con su medio o hábitat
- Desarraigo
- Rechazo o exclusión social
- Movimientos migratorios y población inmigrante actual, de otros países u otras regio-
nes, (convivencia versus conflictividad)
“El Trabajo Social Sanitario”. Colom D. Consejo Gral. de Trabajo Social. Junio 2008
“Diagnóstico social”, Mary E. Richmond. Consejo Gral. de col. Ofic..T. Social. Abril 2008
“Manual de Indicadores para el Diagnóstico social” Miranda M. y col. Colegio Oficial Diploma-
dos/as Trabajo Social. CCAA Vasca.1996
“La Visita Domiciliaria una oportunidad para el conocimiento de la dinámica relacional de la fa-
milia” González Calvo V. Rev. Nº 61 Servicios Sociales y Política Social Consejo Gral. de col.
Ofic..de T. Social
“La Intervención con Familias”. Manual de Trabajo Social (Modelos de práctica profesional) Escar-
tín Caparrós M. Ed. Aguaclara.
Guía de Instituciones, Entidades y Servicios para TT.SS de las Áreas de Salud Mental de la Provin-
cia de Cádiz.
“Ayuda Mutua”. Revista de Servicios Sociales y Política Social, nº 80. Consejo Gral. Colegios Ofic.
de Diplomados en Trabajo Social.
“La Red Social frontera de la Práctica Sistémica.” Sluzki E. Carlos, Ed. Gedisa
ANEXO 22
107
ANEXO 23
• Modalidad de escolarización:
• Plan de seguimiento.
• Becas/ayudas.
• Respecto al centro:
• Respecto al alumnado:
ANEXO 23
109
• Respecto a los padres se podría obtener información cómo:
Plan de cuidados estandarizado dirigido a niños y niñas de 0 a 6 años, con trastornos del desa-
rrollo TEA. En general estos niños presentan un retraso y una desviación de los patrones normales
del desarrollo. Esto ocurre en tres áreas del comportamiento:
Dificultades.
a) Empatía.
b) Relaciones con iguales.
c) Escaso interés por las personas.
- Alteración de la mirada.
- Retraso en el desarrollo de conductas gestuales (señalar).
- Retraso en el lenguaje oral.
- Falta de respuesta a la voz humana.
- Interés desmedido por determinadas conductas repetitivas con su propio cuerpo (aleteo de
manos, balanceos, carreras sin objetivos...).
- Interés por ciertos objetos.
- Incapaz de desarrollar juego funcional y/o simbólico.
Es muy importante trabajar conjuntamente con las personas cuidadoras, mediante la identificación
precoz de sus necesidades y la prestación de ayuda en el desempeño de su papel. Esto ha llevado
a la elaboración de otro Plan de Cuidados dirigido también a la persona cuidadora y su familia.
ANEXO 24
111
Ante esta situación desde la fragilidad hacia la dependencia, es importante el abordaje multidis-
ciplinar e integral así como asegurar la continuidad y coherencia de los cuidados proporcionados
en los distintos niveles asistenciales.
Se trata de un plan de cuidados estandarizados por lo que habrá que personalizarlo a cada pacien-
te y a su persona cuidadora para su correcta aplicación.
Es una herramienta que intenta disminuir la variabilidad de las actuaciones de los y las profesionales
para lograr un grado de homogeneidad razonable, mejorar la práctica asistencial y su calidad.
- Exposición de los principales problemas de enfermería que suelen aparecer, recogidos en eti-
quetas diagnósticas según la taxonomía de la NANDA, selección de los resultados esperados
según la taxonomía NOC y de las intervenciones enfermeras necesarias para dar solución a
estos problemas utilizando la clasificación NIC.
r/c:
r/c:
ANEXO 24
113
NIC (Intervenciones de enfermería):
• Identificar déficit cognoscitivo o físicos del paciente que puedan aumentar la posibilidad de
caídas en un ambiente dado.
• Identificar conductas y factores que afecten al riesgo de caídas.
r/c:
r/c:
ANEXO 24
115
00112.- RIESGO DE RETRASO EN EL DESARROLLO.
r/c:
• Identificar las necesidades especiales del menor y las adaptaciones necesarias, cuando pro-
ceda.
• Enseñar a los cuidadores los hitos normales del desarrollo y las conductas relacionadas con
ellos.
• Facilitar la integración del menor.
• Disponer actividades que fomenten la integración entre los menores.
• Remitir a los cuidadores a grupos de apoyo si procede.
r/c:
r/c:
01. Come.
ANEXO 24
117
• Seleccionar los métodos / estrategias de enseñanza del paciente.
• Ajustar el contenido de acuerdo con las capacidades / incapacidades cognoscitivas.
• Ajustar la instrucción para facilitar el aprendizaje.
• Proporcionar un ambiente que conduzca al aprendizaje.
• Reforzar la conducta, si se considera oportuno.
DESARROLLO (En persona cuidadora y familia del niño o la niña con Trastorno del Espectro Au-
tista)
r/c:
- La persona responsable del cuidado está temporalmente preocupado por conflictos emocio-
nales y es incapaz de percibir o actuar de forma efectiva respecto a las necesidades de la
persona.
- El paciente brinda poco soporte a la persona de referencia.
- La persona responsable del cuidado tiene comprensión o información inadecuada.
• Identificar la capacidad de los miembros de la familia para implicarse en el cuidado del pa-
ciente.
• Determinar los recursos físicos, emocionales y educativos del cuidador principal.
r/c:
11. Crea un entorno donde los miembros puedan expresar libremente sus sentimientos.
13. Implica a los miembros en la resolución de problemas.
01. Reconocimiento de la existencia de alteraciones y sus posibilidades de alterar las rutinas dela
familia.
ANEXO 24
119
• Determinar la comprensión familiar sobre las causas de la incapacidad.
• Averiguar el grado de culpa que pueda sentir la familia.
00146.- ANSIEDAD.
r/c:
5340.- Presencia.
r/c:
- Prolongación de cuidados.
- Situación marginal o disfunción familiar previa.
ANEXO 24
121
06. Ausencia de culpa.
• Fomentar el desarrollo de la integración del niño en el sistema familiar sin que se convierta en
el centro de la familia.
• Que la familia vea al niño, como niño más que como discapacitado.
• Determinar la necesidad de cuidados intermitentes para padre y cuidadores.
OBJETIVOS GENERALES
1. Favorecer que los niños o las niñas con TEA alcancen las mejores condiciones de normaliza-
ción, integración y calidad de vida, etc.
2. Velar para que se garanticen los derechos y la protección de los menores (igualdad, protección,
identidad, integración, amor, educación y juego, auxilio, contra el abuso y explotación, solida-
ridad…).
OBJETIVOS ESPECÍFICOS
ACTIVIDADES
TEMPORALIZACIÓN
ANEXO 25
123
COORDINACIÓN
a) Internivel con Atención Primaria de Salud (EBAP), Atención Especializada Hospitalaria, Aten-
ción Temprana, ESMC (Equipo de Salud Mental Comunitario), Unidad de Atención al Emi-
grante. etc
b) Interna o intranivel con el propio Equipo de USMIJ-HD (Terapeuta Ocupacional, Profesor o
profesora de Pedagogía Terapéutica, Enfermera, Psicólogo o psicóloga, Auxiliar Administrativo,
Aux. de En-fermería, Psiquiatra, etc.
c) Intersectorial con:
c.1. Con el Equipo Interdisciplinar del PIAT.
Es fundamental y recomendable especificar, definir espacios físicos donde se pueda desa-
rrollar dichas reuniones, también especificar el nº de encuentros o reuniones que sería
conveniente realizar.
c.2 Servicios Sociales Comunitarios y Especializados: (Equipos de Familia e Infancia, Ase-
sorías Laborales, Asesorías Jurídicas. Mediación Familiar. Punto de Encuentro. EVO.
c.3 Servicios de Protección de Menores (Unidades Tutelares de Menores, Servicios de Aco-
gimiento Familiar y Adopción).
c.3 Servicios Educativos: Guarderías, Colegios, EOE, Inspección Educativa, Responsable Pro-
vincial en TEA, Coordinador/a Provincial de NEE, Gabinete de Paz, Negociado de Becas
etc.
c.4 Tejido asociativo y comunitario: Asociaciones de Ayuda Mutua, AAVV, AMPA, ONG.
c.4 Servicios judiciales: SAVA, Equipos Técnicos de los Juzgados.
NIVELES DE INTERVENCIÓN
a) Personal
b) Grupal
c) Familiar
d) Comunitario
RECURSOS:
1.- Clasificación
a) Salud,
b) Educación
c) Vivienda
d) Empleo
e) Seguridad Social
f) Servicios Sociales
• S.S. Comunitarios
• S.S. Especializados (Infancia, Personas con Minusvalía, Mujer, Protección a la Depen-
dencia etc).
SEGUIMIENTO:
EVALUACIÓN
Esta fase del PAS en si esta relacionada con los principios o características de calidad, ya que ha
de determinar en que medida se están alcanzando los objetivos y metas propuestos dentro del
Plan.
Características de calidad
1. Será requisito básico, para la realización del PAS, como mínimo una entrevista socio familiar,
una visita domiciliaria y visita al centro educativo por el o la trabajadora social de USMIJ, que
preferentemente se realizaran conjuntamente con el o la trabajadora social del centro de salud
de referencia.
Las entrevistas y visitas deberán programarse previamente, de la forma más estructurada po-
sible y empleando las técnicas de entrevista adecuadas al contexto.
En las visitas al centro escolar, sería necesario, a ser posible hacer coincidir al equipo docente.
3. Para que las reuniones de coordinación en Trabajo Social sean eficaces y operativas ha de uti-
lizarse una metodología adecuada a este instrumento o técnica de trabajo: convocatorias, es-
tablecimiento de objetivos a tratar, acuerdos, plazos, utilización de actas de forma regular etc.
que permita evaluar la evolución del tratamiento e intervención social.
ANEXO 25
125