Riesgo Achs
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Investigadores:
1. RESUMEN ...................................................................................................................................4
2. INTRODUCCIÓN ..........................................................................................................................4
5. METODOLOGÍA.........................................................................................................................21
2
5.2 Sujetos y muestra ...................................................................................................................21
5.3.2 Observación.....................................................................................................................22
6. RESULTADOS ............................................................................................................................23
8. RECOMENDACIONES ....................................................................................................................35
9. BIBLIOGRAFÍA: ..............................................................................................................................36
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1. RESUMEN
El propósito de esta investigación fue analizar las variables psicológicas que explican la
ocurrencia de accidentes entre los trabajadores de faena de cosecha forestal. Se buscó
responder ¿por qué, a pesar de los avances logrados en la gestión preventiva, se observa
un aumento en la gravedad de los accidentes?.
2. INTRODUCCIÓN
La Organización Internacional del Trabajo (2005, en Gómez 2007), calcula que las
pérdidas debidas a indemnizaciones, interrupciones de la producción, días de trabajo
perdidos, formación y reconversión profesional, gastos médicos, entre otros aspectos,
representan el cuatro por ciento (4%) del producto interno bruto mundial. En algunos
países en desarrollo, esta cifra alcanza el diez por ciento (10%) de las pérdidas. Junto con
esto cada año mueren más de dos millones de hombres y mujeres por culpa de los
accidentes de trabajo y las enfermedades profesionales.
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La industria forestal juega un rol fundamental en la economía del país, participando con el
2,7% del producto interno bruto (PIB), siendo la segunda actividad económica más
importante de Chile, después de la minería. Actualmente las exportaciones forestales
alcanzan los US$ 4.337 millones, lo que representa el 8% del total exportado. A este
recurso está asociado un importante patrimonio industrial conformado por plantas de
celulosa, aserraderos, plantas de tableros, de partes y piezas de muebles, entre otras. La
ocupación en el sector forestal alcanza aproximadamente a 130.000 empleos directos y
200.000 indirectos.
Según la Dirección del Trabajo (2005, en Gómez 2007), los riesgos más comunes en las
faenas forestales ocurren durante la cosecha de madera, en la cual se registran accidentes
graves y mortales por golpes, caídas de árboles y cortes, en el uso de maquinarias como
motosierra, trineumático, skidder y en torres de madereo.
A partir de lo señalado, se consideró relevante realizar un estudio que pudiera dar cuenta
de las variables que inciden en la ocurrencia de accidentes entre los trabajadores de faena
de cosecha forestal, al considerar que, aún con los avances tecnológicos, el amplio
5
conocimiento respecto de la importancia de la seguridad en el desarrollo y ejecución de las
faenas, así como, el aumento de la capacitación y equipamiento de los trabajadores, los
accidentes siguen sucediendo, generando un impacto no solo a nivel económico en el país,
sino también a nivel social.
3. MARCO TEÓRICO
Por otra parte, cabe mencionar que en el ámbito de la administración y las organizaciones
se observa una tendencia a estudiar aspectos o comportamientos positivos más que
negativos, por lo que las publicaciones persiguen en su mayoría la comprobación de los
factores que promueven o se encuentran asociados a la seguridad y salud laboral, más
que factores incidentes en la accidentabilidad (Patlán, Navarrete y García, 2010).
De acuerdo a lo antes señalado, se busca esclarecer los factores que estarían asociados a
los riesgos en la seguridad y salud laboral, pretendiendo formular una aproximación
teórica de los factores más específicos de la accidentabilidad, para posteriormente realizar
una extrapolación al sector forestal.
Lackington (1981, en Carrasco 2008), identifica dos elementos que conforman el ambiente
de trabajo, primero las personas, denominado componente humano y segundo, los medios
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físicos de trabajo. De la interacción entre estas dos variables se derivan cuatro factores
constitutivos del accidente:
La fuente del accidente, la cual hace referencia a la labor que efectúa el trabajador
dentro del quehacer al momento de accidentarse.
Los agentes del accidente: son los elementos físicos o materiales que interactúan
directamente en el desarrollo del suceso que tiene como desenlace el accidente.
La causa del accidente, que tiene relación con el elemento humano o material que
provoca el accidente. Dentro de las causas se distinguen dos conceptos, de
acuerdo al elemento causante del accidente:
1. El acto inseguro: la causa del accidente procede del elemento humano, debido
principalmente a conductas imprudentes del trabajador. Este concepto
involucra aspectos del comportamiento del operario con respecto a su trabajo,
tales como, la ignorancia del peligro, negligencia, distracción, entre otras.
2. La condición insegura: el causante del accidente proviene del elemento
material. Dentro de estas condiciones se pueden citar causas como partes
defectuosas, máquinas y herramientas con escasa manutención, etc.
Tipo de accidente: se refiere a la forma en que se genera el contacto del
accidentado con el objeto o sustancia que ocasiona el accidente.
Teoría de la causalidad múltiple: esta teoría defiende que por cada accidente
pueden existir numerosos factores, causas y sub-causas que contribuyen a su
aparición, y que determinadas combinaciones de éstos provocan accidentes. La
principal aportación de esta teoría es poner de manifiesto que un accidente pocas
veces, por no decir ninguna, es el resultado de una única causa o acción (Vera,
Varela, y Marcía, 2010).
Teoría de la casualidad pura: se refiere a que todos los trabajadores, de un
conjunto determinado, tienen la misma probabilidad de sufrir un accidente. Según
esta teoría, todos los accidentes se consideran incluidos en el grupo de hechos
fortuitos (Vera, Varela, y Marcía, 2010).
Teoría de la probabilidad sesgada: se basa en el supuesto de que, una vez que un
trabajador sufre un accidente, la probabilidad de que se vea involucrado en otros
en el futuro aumenta o disminuye respecto al resto de los trabajadores. Según esta
teoría el desarrollo de acciones preventivas para evitar accidentes es escaso o nulo
(Vera, Varela, y Marcía, 2010).
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Teoría de la propensión al accidente: de acuerdo con ella, existe un subconjunto de
trabajadores, en cada grupo general, cuyos componentes corren un mayor riesgo
de padecerlo. De acuerdo con Vera, Varela, y Marcía (2010), se trata de una
teoría que no goza de la aceptación general de la comunidad.
El sector forestal está conformado por diversas actividades, cuya importancia se organiza
en función de la economía global, desde la explotación forestal y la industrialización de los
productos forestales del bosque, hasta sus respectivos servicios e infraestructura,
dividiéndose en cuatro grandes actividades establecidas: silvicultura y cosecha con la
mayor ocupación de 118.099 trabajadores, luego está la industria primaria, con una
ocupación de 31.693, posteriormente está la industria secundaria, que posee 29.742
trabajadores, y por último, están los servicios que emplean a 15.432 personas (Arez,
Gysling, Pardo y Soto 2011; Ackerknecht, 2010).
En el año 2010 el sector forestal presentó una tasa de accidentabilidad del 6,18%, siendo
la industria primaria y secundaria, conformada por 1.060 empresas, donde se encuentra
la situación más problemática, con 2.748 accidentes anuales y una tasa de
accidentabilidad del 7,27 %.
Aunque en los últimos años este rubro ha logrado disminuir los accidentes, aún queda por
trabajar en actividades como aserraderos, talleres de acepilladura entre otros, debido a
que presentan una gran cantidad de accidentes anuales, alrededor de 1427 personas. La
tasa de accidentabilidad anual más preocupante se encuentra en la actividad de
fabricación de envases de madera, caña y otros productos, con un 15,97%, con una
cantidad de 582 trabajadores distribuidos en 24 empresas (Arez, Gysling, Pardo y Soto,
2011).
Según la Dirección del Trabajo (2005, en Carrasco 2008), los riesgos más comunes en las
faenas forestales son durante la cosecha de madera, en la cual se registran accidentes
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graves y mortales, debido al peligro que genera la manipulación de maquinarias como
motosierra, trineumático, skidder y en torres de madereo. Este último rubro del sector
forestal tiene ciertas características propias del trabajo que estarían propiciando los
accidentes laborales, como por ejemplo: la actividad se desenvuelve primordialmente en
sectores alejados de las zonas urbanas, lo que dificulta la accesibilidad de ciertos servicios
como educación, salud y comercio. Además, cuando el trabajo demanda un traslado a
campamentos al aire libre, las distancias y limitaciones aumentan considerablemente,
conviviendo diariamente con peligros naturales, como terrenos irregulares o fangosos,
vegetación densa y una serie de agentes biológicos (Avaria 1979, en Carrasco 2008).
Según la Dirección del Trabajo (2005, en Carrasco 2008), el trabajador forestal es aquel
que realiza labores directas de roce, plantación, poda, raleo, corta, aserreo, madereo,
cuidado y explotación de bosques, bajo las órdenes del dueño del predio, obra o faena, o
de su contratista o subcontratista. Asimismo se señala que el trabajador forestal cumple
con una jornada de trabajo definida según estación del año y características climáticas de
la zona, teniendo por ello derecho a una remuneración convenida y determinada.
En un estudio realizado a 1446 trabajadores del área forestal, Olate y Durán (2006), indica
que un gran porcentaje de los trabajadores encuestados mantiene la economía del hogar,
con cónyuges o parejas que no trabajan, teniendo uno o dos hijos. Por otro parte, se
señala que un número importante de trabajadores se encontraría debajo de la línea de la
pobreza.
En relación a la escolaridad de los trabajadores, el mismo estudio señala que las nuevas
generaciones presentan mayor nivel de estudios, debido a los cambios propios de
escolaridad en el país, evidenciándose baja escolaridad en los trabajadores entre los 37 y
48 años y un descenso considerable en la escolaridad de los trabajadores mayores de 49
años. Los autores mencionan que la escolaridad es un elemento que condiciona el
desempeño del trabajo, la capacidad de comprensión de instrucciones, la superación a
través de capacitación y el estatus social.
En concordancia a lo antes señalado los que presentan el menor nivel educacional son los
trabajadores en cargos de motoserrista y boyerizo, en contraste con los operadores de
alta mecanización, que son los que presentan mayor escolaridad de enseñanza media y
estudios en institutos profesionales. Esta situación es seguida por los trabajadores en
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cargos de liderazgo y estrobero, los cuales también presentan una mayor cantidad de
trabajadores sólo con estudios de nivel básico (Olate y Durán, 2006).
En relación a la edad de los operadores forestales, los trabajadores con un mayor número
de años en el rubro, poseen mejor calificación y destreza adquirida por la experiencia, lo
que permite una mayor estabilidad laboral y especialización, que los aleja de otras
actividades productivas. Luego le siguen los desramadores, boyeros y motosierristas. Los
trabajadores más jóvenes son los podadores, ya que esta actividad requiere de personas
ágiles y livianas (Olate y Durán, 2006).
Según los mismos autores alrededor de un 90% de los trabajadores forestales consideran
que tiene alguna capacitación, entre ellos están los motoserristas, cargos de liderazgo y
operarios de alta mecanización, con un porcentaje un poco menor del 60%, están
estroberos y boyerizos. Sin embargo, entre un 80% y 90% de los trabajadores forestal
expresan la necesidad de capacitarse aún más, esto se debe a que la mayoría de los
trabajadores percibe como altamente riesgosas las condiciones del trabajo forestal (Olate
y Durán, 2006).
Otro factor característico de los trabajadores forestales chilenos, es que tienen una
capacidad aeróbica superior al promedio de la población laboral chilena. Sin embargo, sólo
utilizan el 27% de ella, mientras que los operarios europeos trabajan al 50% de su
capacidad. Este factor es de relevancia debido a que la capacidad aeróbica está altamente
relacionada al rendimiento físico, lo cual es una característica preponderante en los medios
del trabajador forestal (Otero 1984, en Carrasco 2008).
Gil-Monte (2012), argumenta que el origen causal del problema en las situaciones de
riesgo, como enfermedades y accidentes, no se encuentra en el individuo, sino que suele
estar en el entorno, siendo éste el lugar de donde provienen dichas situaciones de riesgo
debido a un mal diseño y ordenación del trabajo. Estos riesgos en el trabajo surgen debido
a condiciones laborales difíciles de tolerar para la mayoría de los trabajadores. Por otra
parte, los factores fundamentales del entorno de trabajo son causa directa de los daños,
tanto en forma de enfermedad como de accidentes profesionales y son clasificados por el
daño que provocan ya sea como carácter de enfermedad o relacionado con el accidente
de trabajo (Vera, Varela y Marcía, 2010).
Al considerar los factores de riesgo de las diferentes ocupaciones, se hace necesario una
conceptualización clara de estos, los cuales de acuerdo con Vera, Varela y Marcía (2010),
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se definen como: "Todos los objetos, elementos, fenómenos, circunstancias, condiciones y
acciones humanas que encierran una capacidad potencial de producir lesiones o daños y
cuya probabilidad de ocurrencia dependen de la eliminación o control del elemento
agresivo". A continuación se detallarán los factores de riesgos asociados a la
accidentabilidad:
Clarke (2006, en López-Araújo, y Osca 2010), menciona que uno de los factores
organizacionales que tiene mayor relación con la accidentabilidad laboral es el clima de
seguridad, concepto que se refiere a las actitudes y percepciones de la gerencia y de los
trabajadores sobre las prácticas y procedimientos de seguridad de la organización. Por
otra parte, Zohar (1980, en Díaz, Isla, Rolo, Villegas, Ramos y Hernández 2008), define el
clima de seguridad como las percepciones compartidas que los trabajadores tienen acerca
de aspectos relacionados con la seguridad en su ambiente de trabajo, prestando especial
atención a las actitudes y conductas que muestran supervisores y directivos. Así también,
el autor menciona acerca de los vínculos importantes, por una parte, entre el clima de
seguridad y variables de nivel individual como la proporción de accidentes, las actitudes
hacia la seguridad, las atribuciones causales de seguridad y las conductas seguras (Zohar
1980, en Díaz, et.al 2008).
Al revisar estos aspectos en el ámbito forestal, Olate y Durán (2006), plantean que en las
faenas forestales existe una estructura administrativa deficiente y una alta rotación interna
como externa, con mala comunicación jerárquica, lo que generaría una
despersonalización, una baja orientación social del trabajador, la inexistencia de acciones
correctivas por parte de las empresas ante accidentes, un incumplimiento de normativas
de seguridad, una deficiencia de capataces en relación a la cantidad de trabajadores
asignados, una fiscalización defectuosa, una identificación negativa con el estatus laboral,
etc. lo que evidenciaría problemas en la generación de una cultura de seguridad en las
faenas forestales, capaz de transmitir ambientes seguros y saludables a sus integrantes.
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Uno de los factores más estudiados responde a las características propias del desarrollo de
la actividad laboral y sus condiciones. En el caso del sector forestal, las condiciones
laborales particulares estarían propiciando los accidentes laborales, debido a las
condiciones adversas a las que se ven enfrentados los trabajadores del rubro, como por
ejemplo: manejo de maquinaria pesada y peligrosa, mala alimentación, contacto con
factores químicos y biológicos peligrosos, condiciones climáticas adversas, en
campamentos improvisados, con un alto gasto energético, etc. (Avaría 1979, en Carrasco
2008).
12
actividades más peligrosas del personal de mayor grupo etareo, o bien, por la madurez en
el auto cuidado o una mejor conducta preventiva (Zapata y Canet, 2009).
El desempeño juega un papel destacado en la carga laboral del trabajador, debido a que
la conducta humana, es la causa principal de los accidentes de trabajo. Así, en el ámbito
de la seguridad se ha asociado la ocurrencia de incidentes y accidentes con la realización
de conductas inapropiadas y, por tanto, con un desempeño inadecuado (Gil-Monte, 2012).
3.4.7 La capacitación
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En un estudio citado por Otero (1984, en Carrasco 2008), se demuestra que el 100% de
los trabajadores que sufrieron accidentes más de una vez, no poseían ningún tipo de
capacitación y el 90% de los trabajadores que poseían capacitación no sufrieron ningún
accidente, mostrando directa relación entre la frecuencia de accidentes y la capacitación
de los trabajadores.
Según Olate y Durán (2006), las capacitaciones actuales en el sector forestal son
insuficientes y documentan que el trabajador no se siente seguro de sí mismo a pesar de
las capacitaciones recibidas, argumentando que, a pesar de tener capacitación, no queda
garantizado el adecuado desempeño en el cargo de manera segura. Los autores refieren
que lo realizado en capacitación hasta la actualidad es insuficiente para garantizar lo
demandado por el sector.
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En las investigaciones de seguridad laboral la percepción ha tenido un auge interesante en
las últimas décadas, pues se le concibe como un elemento que tienen cualidades de poder
potenciar y mejorar las intervenciones y prevenciones (Vera, Varela y Marcía, 2010).
Ho (2005, en López-Araújo y Osca 2010); Martín, Luceño, Jaén y Rubio (2007), concluyen
en sus respectivos estudios que las percepciones de los empleados sobre la seguridad en
el lugar de trabajo, se relacionan significativamente con los índices de accidentabilidad, lo
que genera naturalmente el cuestionamiento sobre la real importancia e influencia de los
procesos cognitivos sobre la generación de ambientes laborales más sanos y seguros.
Autores como Martín, Luceño, Jaén y Rubio (2007), mencionan que la personalidad del
trabajador influye en la percepción del entono laboral, es así, que los trabajadores que
presentan un patrón motivacional caracterizado por un compromiso elevado y una alta
necesidad de aprobación tienen un mayor riesgo de experimentar tensión, fatiga y
frustración debido a un intercambio no simétrico con él entorno laboral. Igualmente, los
sujetos que presentan una afectividad negativa tienen una percepción más negativa de sí
mismos y del mundo que les rodea, por lo que perciben los factores de riesgo de forma
más adversa, volviéndose más vulnerables, constituyendo así un factor de riesgo de
ansiedad, depresión y estrés laboral. Por otra parte, el afecto negativo es una dimensión
general de distrés subjetivo e incluye una variedad de estados emocionales que
potencialmente provocarían una alteración en la ejecución y desempeño de la tarea, más
específicamente en los riesgos de sufrir accidentes laborales (Martín, Luceño, Jaén y
Rubio, 2007).
Primero, los trabajadores que han sufrido un accidente perciben menor apoyo social por
parte de compañeros y superiores y escaso control sobre su trabajo en comparación con
los trabajadores que no han sufrido ningún accidente laboral. Segundo, los trabajadores
estresados, enfermos y fatigados tienen una percepción más adversa de todos los factores
de riesgo. Es decir, perciben menor apoyo organizacional, menores recompensas, menor
control sobre su trabajo y mayores demandas cognitivas. De igual manera el estrés
15
provoca fatiga, la que contribuye a una percepción negativa del entorno laboral,
provocando un círculo vicioso que tiñe la percepción y comportamiento del trabajador.
Otro aspecto relevante en términos perceptivos hace alusión al sesgo cognitivo encontrado
en la literatura en relación con los accidentes de trabajo, en un intento por dar explicación
a las conductas inseguras y a la existencia de procesos cognitivos que subyacen a la
propensión de accidentes laborales (Martín, Luceño, Jaén y Rubio, 2007).
Weinstein (1989, en Brahm, Singer, Valenzuela y Ramírez 2011), hace referencia a este
concepto, y explica que las personas generan estimaciones erradas respecto del futuro, en
particular desestimando los riesgos reales, la naturaleza y la severidad de los accidentes.
Esto, conocido como el sesgo de optimismo o sesgo positivo, genera que la demanda y la
oferta por servicios de Seguridad y Salud Laboral sean menores a los niveles esperados y
que el comportamiento de los trabajadores no logre una autorregulación en esta temática.
Por otra parte, autores como Camerer y Lovallo (2000, en Cortada 2008); Oskamp, (1965,
en Cortada 2008), describen que el sesgo de sobreconfianza puede ser definido como un
error sistemático de calibración subjetiva de éxito en la toma de decisiones bajo
incertidumbre, error que consiste en la sobreestimación del éxito de las propias decisiones.
Autores como Dolan, García y Díez, 2005 y Bresó (2008, en Duran 2010) incorporan
algunos factores emocionales y cognitivos que pueden actuar como amortiguadores de las
condiciones del contexto y del estrés percibido. Tales factores son la autonomía,
percepción de autoeficacia y de autoestima. Esta última es un factor relevante para la
percepción anteriormente descrita.
16
La autoestima es considerada como la actitud valorativa que una persona tiene hacia sí
misma, o el componente afectivo de la actitud hacia uno mismo. Esta influye en la
autorregulación de la conducta, mediando en la toma de decisiones, influyendo en la
elección de objetivos y en el establecimiento de planes de actuación. (Ramos, 2012)
Como ha sido señalado con anterioridad, Rolo, Díaz y Hernández (2009), sostienen que los
distintos factores de riesgo generan estrés y fatiga mental, lo que conlleva disminución del
desempeño y reducción de la atención, lentitud de pensamiento y, en ocasiones, un
aumento en el número de errores, olvidos y confusiones que, a su vez, llevan a un
aumento de la probabilidad de que ocurran accidentes laborales, en concordancia con
esto, Gil-Monte (2012), establece que las principales causas de los accidentes se deben a
distracciones, descuidos, perdidas y faltas de atención, trabajar rápido, cansancio o fatiga
mental y física.
La construcción teórica del concepto de carga mental posee dos grandes modelos,
diferenciados por Cañas (2004, en Rolo, Díaz y Hernández 2009), quien los establece de
acuerdo a sus semejanzas y diferencias, denominándolos como teorías o modelos que
hacen referencia a la carga mental ocasionada por factores exógenos, derivados de la
dificultad y características de la tarea, a diferencia de los modelos centrados en factores
endógenos, referidos a las características individuales del trabajador.
17
cognitivos, sensoriales, atencionales y motores; y c) los aspectos de naturaleza emocional
como la afectividad, fatiga, frustración, miedo, etc. (Rolo, Díaz y Hernández 2009).
Los mismos autores han desarrollado un perfil del trabajador que genera una
predisposición a las conductas de salud. Dicho perfil describe a una persona que maneja
las situaciones estresantes adecuadamente, tolerante y considerado, ordenado, confiable y
paciente, tranquilo y reservado. A pesar de las limitaciones con las que cuenta dicho
estudio, es un acercamiento a la estimación de factores personales que logren explicar el
comportamiento en relación a la seguridad y salud laboral (Lemming, Johnson y Foster,
2008).
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forma en que los individuos difieren entre sí en función de las necesidades básicas, como
la forma en que algunas personas tienen una necesidad más intensa y duradera para el
logro que otras. Murray (1938, en Bermúdez, Pérez y Sanjuán 2005), también enfatiza los
procesos motivacionales y emocionales, siendo postulados esenciales de su teoría una
visión holística del organismo, cuyas partes se encuentran mutuamente relacionadas. Así
también, considera relevante que dicho organismo en todo momento se encuentra
inmerso en un entorno, por lo que para cualquier descripción deben considerase ambos
determinantes (organismo y entorno) de forma integrada y conjunta.
Motivos y Necesidades
De acuerdo a las necesidades, Murray (1938, en Larsen y Buss 2005) señala que una
necesidad es una condición interna, que motiva conductas y contribuye a responder de
una determinada manera bajo ciertas circunstancias dadas, siendo dicha disposición
susceptible de repetirse. Al considerar y describir ciertas características de personalidad,
se hace complejo distinguir entre motivos y necesidades, por tanto, en el área de la
personalidad se utilizan ambos términos de manera indistinta.
Basado en investigaciones realizadas por Murray (1938, en Larsen y Buss 2005), el autor
establece que cada necesidad se relaciona con una intención, con un grupo particular de
emociones y tendencias de acción específicas, señalando además que cada una de las
necesidades puede describirse con el nombre de rasgos.
Diversos autores establecen que cada necesidad se encuentra en completa interacción con
todas las demás necesidades presentes en un individuo, y que esta interacción de fuerzas
y motivos entre los diferentes rasgos dispone y contribuye a la predicción de ciertas
conductas y comportamientos (Carver y Scheler, 1997; Larsen y Buss, 2005).
Cabe considerar la relevancia otorgada por Murray (1938, en Carver y Scheler, 1997) a los
elementos externos o del ambiente en el constructo de la personalidad, y como estos
afectan las necesidades de una persona. Así, el autor señala que determinadas
situaciones, presiones del ambiente y/o elementos del contexto van a influenciar e inducir
en el comportamiento explícito de un individuo.
4. OBJETIVOS DE INVESTIGACIÓN
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• Identificar las variables psicológicas que se relacionen con la ocurrencia de accidentes
en faenas de cosecha forestal.
• Comprender la relación entre la variable psicológica y la ocurrencia de accidentes.
• Elaborar propuestas de trabajo sobre las variables encontradas, a objeto de mejorar
los indicadores de accidentabilidad en faenas de cosecha forestal.
5. METODOLOGÍA
Para esta investigación se escogió el método cualitativo dado que este permite asumir
ponderaciones y regulaciones científicas de una perspectiva propia y que genera un
conocimiento particular de acuerdo a los objetivos planteados (Mayan, 2001; Cáceres,
2003, Arzaluz, 2005).
Dadas las características del tema, y el cómo debió ser abordado, se escogió realizar un
estudio descriptivo comparativo en casos particulares, que permitiera distinguir las
características personales que diferencian a un sujeto de otro con respecto a la
accidentabilidad.
Caso de Estudio: Los participantes pertenecen o están ligados a una empresa del rubro
forestal del sur del país, que presenta actividad laboral en la novena región de Chile.
21
tareas de cosecha forestal en la novena región de Chile, entre los cuales había
motosierristas y estroberos, quienes accedieron, mediante consentimiento informado, a
entregar su testimonio para esta investigación.
5.3.1 Entrevista
Se diseñó para ser aplicada de forma individual, utilizando como guía una pauta semi-
estructurada. Los tópicos de la entrevistas se definieron de acuerdo a las preguntas de
investigación, las cuales a su vez generan preguntas específicas para profundizar las
temáticas de interés.
Las entrevistas se realizaron en terreno, en faenas del sector de Los Sauces, a los 10
trabajadores incluidos en el estudio y fueron registradas en una grabadora digital.
5.3.2 Observación
Se consideró una observación natural para la recolección de información referente a las
conductas en terreno utilizadas en labores propias de la cosecha forestal, las que fueron
fotografiadas y registradas en formato digital.
5.4 Validez
5.5.2 Análisis de contenido de las entrevistas (Andréu, 2000), para destacar aquellos
elementos que aparecen significativamente y pudiesen representar un concepto o
dimensión para posteriormente ser tratado como una categoría. La categorización busca lo
que cada uno de los discursos tiene en común, lo cual permite el proceso de agrupación.
Para este caso y considerando la cantidad de sujetos, el procedimiento de análisis de
contenido se realizó manualmente, clasificando los aspectos relevantes en categorías
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comunes y definiéndolas de acuerdo a los significados entregados por los sujetos y las
definiciones teóricas, dando cuenta de las variables relevantes en relación al estudios,
para luego concluir a partir de los resultados.
5.5.3 Análisis de los resultados, relacionando cualitativamente las categorías relevadas
con los factores del Test EPPS.
6. RESULTADOS
Afrontamiento en la
Faena
Accidentado No accidentado
Evalúa situaciones
Toma decisiones de riesgo
Existen elementos Considera lo
de presión aprendido
Considera lo aprendido
dependiendo de las necesidades Tiende a focalizarse
Presencia de distractores
En relación a las conductas de los evaluados frente al desarrollo de sus funciones en faena
y su estilo de afrontamiento a la tarea, se observan los siguientes aspectos:
23
6.1.1 Trabajador no accidentado y estilo de afrontamiento a la tarea: En general,
el no accidentado, frente a una preocupación constante por el cuidarse,
evalúa las situaciones previo a la ejecución, en busca de riesgo. Así
lo expresa el sujeto 1 “yo primero debo tener mi impresión, completa
¿cierto? -sí- tener mío ese volteo, mis cuñas, para tener menos riesgos uno
que no puede todo lo que tiene que usar en moto, no se da cuenta cuando
ya el viento lo sopla mucho la mata, que se yo, entonces uno que tiene que
hacer por chuta, uno no puede seguir votando”,.
El sujeto 2, por su parte, comenta “al voltear una mata, si yo hago un
trabajo mal y la mata se vibra pa’ otro “lao”, ehh…ehh…uno está pensando
en eso,…”, además de “lo que pasa es que cuesta hacerlo entender,
hacerlo seguro puede ser más productivo”.
Y el sujeto 5, “porque la verdad el “moto” es el líder de la cuadrilla…y
siempre el “moto” le dice…le dice a veces cuando uno está haciendo la cosa
mal“.
Para el logro de esta evaluación considera lo aprendido, tanto a través
de la experiencia práctica, como en relación a las instrucciones . El
sujeto 1, menciona “entonces hay muchas cosas que él nos enseñó, como
cortar el palo para que uno no se joda… medio manillar para agarrarla con
una mano, la manera de usar la moto cuando viene bajando,”.
El sujeto 5 lo expresa: “¡si me han enseña’o sí!, procedimiento de… bueno
de seguridad de todos ..., mi implemento de mis motos, todas esas cosas,
de mi zapato, todas esas cosas de procedimiento, de mi silbato,
alejamiento de las personas”. Adicional a lo anterior, según lo afirma el
trabajador, aunque tiene las mismas preocupaciones que todos, durante
su desempeño, tiende a focalizar su atención en la tarea a realizar.
Así lo expresa el sujeto 1 “porque uno no puede llegar así y ‘tar distraído o
pensando otra cosas, no estar pendiente de su trabajo”. También lo
manifiesta el sujeto 2 “si uno hace un trabajo mal y anda preocupado de
otras cosas, a lo mejor no anda pendiente de lo que está haciendo, va a
suceder que la mata se va a ir pa’ atrás o no, no ocupa los implementos
como corresponde”- El sujeto 5 dice: “Pienso que el cuida’o, mi cuida’o, eso
es lo primero…”.
24
un gancho debajo y por no dejarlo yo…ya me había cambiado a esta
posición (…) y tenía la pierna de apoyo acá , y corto el gancho aquí…y
como era el arbolito delgado me paso la punta por aquí , y en ese tiempo
usábamos solamente punta acero y el pantalón tenía tela adelante, y se
cambió al tiro el anti corte tubular”.
El sujeto 7 agrega: “Si uno se da cuenta cuando uno de repente hay uno
(…) ahí uno hace el corte medio raro uno esta con miedo (…) no seguro
pero igual tratando de hacer mejoramiento no accidentarse nada-“.
25
uno esta con miedo (…) no seguro, pero igual tratando de hacer
mejoramiento para no accidentarse nada- …pero como hay que comer…“
6.2.1 Se observa como primer factor gatillante, la presión ejercida por los
compañeros de trabajo, y las expectativas de sí mismo y su familia, las que
se relacionan con la motivación a maximizar la productividad y la ganancia,
la que se asocia a una menor atención y concentración en la tarea. Se
26
infiere una relación entre este comportamiento con el rol social imperante
de hombre proveedor y padre (manifestándose el fenómeno de doble
presencia). El rol de proveedor de familia enfatiza la presión por producir
más por sobre la conducta segura. Sujeto 3 “le doy todo a mi hija…ella es lo
más importante para mí, pienso en ella cuando estoy cansa’o o me dan
ganas de mandar todo…pero tiene gustos muy caros, señorita. Todo le
gusta de marca, si le tengo su computador, su celular, lo que ella me pida”
Sujeto 1 “Mire, lo que yo no quiero es que mi hijo tenga que andar en las
mismas…yo quiero que él tenga un estudio, algo…”; Sujeto 4 “Yo he
trabajado desde los 9 años, señorita. Y mis hijos están terminado el 4°
medio y el otro está en la Universidad en Los Ángeles, para ser técnico
forestal…para que mi hijo sea el jefe”.
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tareas más allá de su propia integridad y seguridad, realizando una
atribución externa como forma de explicar la causalidad de su conducta.
En general, las personas de la faena, identifican dos tipos de autoridad, una
asociada a la estructura organizacional, dada por el jefe o el patrón ( la
autoridad laboral) y una segunda, asociada a la experiencia, representada
por cualquier persona que posea más conocimiento práctico y tiempo de
desarrollo de la actividad, asociada principalmente a la actividad en terreno.
Al respecto el sujeto 1 menciona “Es que es el jefe”, “Cuando el jefe nos
dice…no queda de otra”. El sujeto 2 añade: “Es que mi hermano aquí…las
cacha to’as y si él me dice que se puede…es porque se puede”. El sujeto 3
dice:“yo sabía que era peligroso…que había un riego…pero el jefe echó una
mirada y me dijo que alcanzábamos…así que le di no más”. El sujeto 4
plantea la misma idea: “mire… Aquí la cosa es re simple…lo que dice el jefe
se hace no más…uno a lo más le dirá: oiga jefe esta pelu’o ahí..”.
6.2.3 En tercer lugar, surge la presencia del denominado sesgo positivo, que
considera el análisis sobre el riesgo y que obtiene una valoración intuitiva
negativa del peligro, considerando el grado de control que pudiera ejercer
sobre él y el nivel de conocimiento o desconocimiento del mismo. Este
factor se evidencia principalmente en sujetos que no han vivenciado ni
experimentado accidentes. Al respecto, el sujeto 2 señala: “Siempre hago
una observación de lugar para ver si no hay peligro…ese día encontré que
estaba re piola…y como ya lo había hecho antes, le di no más…”. El Sujeto
3 relata: “la rama había quedado colgada…eso pasa siempre…le di un
toquecito no más…porque lo he hecho varias veces…” El sujeto 4 también
revela el sesgo positivo: “llevo como 30 años en esto, Señorita. ... me tengo
confianza porque yo ya sé de lo que puedo…de lo que soy capaz…mi jefe
también lo sabe…”
28
“Una vez le dije al patrón que no iba a poder trabajar na’ ese día…porque
andaba mal, señorita, si no pensaba en otra cosa que en eso
(confidencial)…y por eso no me cundía na”. Sujeto 4: “Cuando iba a
nacerme el Bryan yo no estaba na’ acá…estaba con la cabeza en otro lado,
porque tuve que venir no más y mi señora estaba a punto de mejorarse…y
ahí fue que me “trompeze” con la roca y me esguince el tobillo”.
7. DISCUSIÓN DE RESULTADOS
De acuerdo a lo descrito, se puede inferir que los sujetos de estudio que se accidentan
presentan:
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7.2 Una necesidad de degradación que oscila en distintos niveles sobre
aspectos diferentes del sujeto, es decir, los sujetos muestran una
imagen de sí mismos variable y relacionada específicamente con dos
aspectos fundamentales, a saber: 1. El logro, en términos de la
obtención de bienes materiales. 2. El logro en términos de un status
preponderante en relación al grupo. Es así como, en determinadas
circunstancias, los sujetos exhiben una mayor seguridad y mayor
autoestima (degradación baja), “me tengo confianza porque yo ya se de
lo que puedo…de lo que soy capaz…mi jefe también lo sabe ” y en otras
emerge un sentimiento de inferioridad respecto de los demás, o de
aquellos considerados superiores, jerárquicamente o en relación a sus
destrezas (degradación alta). Este sentimiento ha sido habitualmente
descrito como un fenómeno psicológico individual. Sin embargo, podría
representar una actitud colectiva del grupo de trabajadores, quienes a
partir de esta oscilación, generan por una parte, conductas aguerridas y
potencialmente riesgosas al evaluar sus condiciones de modo positivo
“lo miré y estaba seguro que podía” y a su vez, responden de forma
sumisa y condescendiente con sus superiores en relación a los
requerimientos de éstos, en términos de acciones seguras o inseguras:
“Es que es el jefe”; “si el jefe lo dice…”
7.3 Una alta necesidad de afiliación, que define las características de las
acciones tendientes a confirmarse como parte de un grupo, ya sea
adhiriendo a sus patrones de conducta o bien, destacándose por sus
capacidades, destrezas o logros valorados por el grupo. En este sentido,
los sujetos muestran conductas de riesgo en pos de alcanzar, por
ejemplo, un objetivo colectivo (una mayor productividad) “es que así
andamos más rápido señorita….”; “es que él es el más rápido…lleva
muchos años”.
30
acciones de manera independiente, sin contar con respaldo y/o apoyo
de sus superiores o pares, está relacionada con la imagen que los
sujetos tienen de sí mismos y la valoración que estos realicen de sus
habilidades y destrezas a la tarea, así como de las experiencias previas
en la ejecución, ya sea de sí mismos, como de otros considerados
referentes.
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Figura 4. Variables psicológicas relacionadas con accidentabilidad.
En relación a las preguntas de investigación ¿Cuáles son las variables psicológicas que
emergen en faenas de cosecha forestal? y ¿Cómo se relacionan con se relacionan con la
accidentabilidad?, es posible concluir, a partir de lo señalado, que la presencia de factores
tales como: Autonomía, Degradación y Deferencia, son preponderantes y definen la toma
de decisiones en relación a las conductas de seguridad. Según lo analizado, las dos
últimas tienen mayor relevancia respecto a la ocurrencia de conductas inseguras y
accidentes.
Por otro lado, la presencia del Sesgo Positivo, se asocia con el nivel de Autonomía
alcanzado por los sujetos, ya que, en la medida que los sujetos tienen una mayor
independencia en relación a la toma de decisiones, y estas tienen resultados exitosos,
comienzan a reconocerse a sí mismos como sujetos con más capacidades, habilidades y
destrezas, pudiendo, de este modo, responder positivamente ante situaciones de
amenaza. Así, mientras los sujetos tienen más posibilidades de probar y probarse a sí
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mismos que sus decisiones y acciones tendrán un resultado favorable, incluso en
situaciones de riesgo, sus conductas serán más tendientes a repetir comportamientos de
esta naturaleza en contextos similares o con alguna semejanza, por lo que este aspecto
tiene relación también con la Autoestima (Degradación).
Lo mencionado, entonces, estaría dado primero, por el hecho de los que los sujetos toman
decisiones con respecto a conductas inseguras a partir de la influencia de un tercero o
superior, quien es un responsable externo de la decisión. Lo anterior fue mencionado por
Cuenca (2002, en Gómez 2007), quien señala que en el desarrollo teórico de seguridad y
salud laboral, se da una tendencia a identificar a los factores provenientes del medio,
como causantes o agravantes de la condición de riesgo en el ámbito ocupacional. No
obstante, en esta investigación, además de los factores externos, se observa una relación
con factores personales, de índole psicológica, ya que el comportamiento inseguro se
relaciona también con una baja autoestima, dada principalmente, por la baja capacidad de
los sujetos para argumentar, o contrarrestar las ordenes emanadas, no logrando, en este
contexto, reconocer como válidas aquellas conductas propias, así como las referidas a
regulación de seguridad o las mismas ordenes previas entregadas por sus superiores.
En contraste con lo señalado, se observa que los sujetos tienen una mayor valoración
personal de sus recursos en la ejecución. Estos aspectos pueden ser considerados
opuestos, explicando la misma conducta, sin embargo, responden a áreas específicas y
diferentes de desarrollo de la autoestima, ya que, por un lado, se refiere a la seguridad
con respecto a su experiencia y capacidad de ejecución de la tarea específica, reconocida
por ellos como un oficio y, por otra, de la seguridad con respecto a su capacidad para
actuar con asertividad y destreza a la hora de argumentar y plantear sus puntos de vista
en relación a lo que sus superiores le requieren.
También es importante mencionar que la necesidad de logro, está mediada por los nuevos
requerimientos que la sociedad plantea a los trabajadores, orientando los esfuerzos
personales hacia la adquisición de bienes materiales, a través de los cuales alcanzan un
mayor status, tanto para sí mismos como para sus familias.
Ya mencionaba Olate y Duran (2006), respecto de la presión social, que los sujetos y sus
familias están imbuidos en un medio que hace determinadas exigencias que deben ser
satisfechas por los padres de familia, en este caso los trabajadores. Asimismo, los sujetos
buscan destacarse dentro de su grupo de referencia, lo que influye en la realización de
conductas más arriesgadas, como una forma de lograr también un estatus reconocido
dentro del grupo.
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trabajo y la vida privada de las personas, y, en las faenas forestales, agravado por la
precariedad de estas condiciones, la carga de trabajo, los horarios, etc. efectivamente
tienen un efecto relevante, de acuerdo a lo señalado por Gil-Monte (2008), tanto en la
salud de los trabajadores, como en los procesos atencionales y de procesamiento, lo que
puede desencadenar accidentes laborales.
En términos generales, los sujetos tienden a responder bajo los siguientes patrones:
• Ante la necesidad de complacer a sus superiores.
• A raíz de un exceso de seguridad en sí mismos, en este ámbito específico (actividad u
oficio), aumentando, de este modo, la posibilidad de ocurrencia de un accidente.
• Al orientar las conductas hacia patrones inseguros en cuanto los sujetos no logran
contrarrestar o contra argumentar las instrucciones y órdenes emanadas de sus
superiores (baja autoestima o alta necesidad de degradación).
• Al minimizar el riesgo en función del análisis sobrevalorado de sus recursos de
enfrentamiento y control en la ejecución.
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Para investigaciones futuras, se sugiere indagar con mayor profundidad la variable
autoestima de los sujetos y su influencia tanto en la capacidad efectiva de tomar y
mantener decisiones, como el su relación con la ocurrencia de accidentes. Por otra parte,
se requiere recopilar información acerca de los elementos que los sujetos consideran al
momento de la evaluación del riesgo, lo que permitiría estructurar acciones correctivas o
preventivas sobre esta área.
8. RECOMENDACIONES
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9. BIBLIOGRAFÍA:
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