Articulo Conversación en La Catedral
Articulo Conversación en La Catedral
Articulo Conversación en La Catedral
Los 4 libros y sus respectivos capítulos son Capítulo V. Trabajo de Amalia en una
los siguientes: fábrica de don Fermín. Su enamoramiento
de Trinidad, un muchacho alocado y
Libro Uno cariñoso que da en creerse activista del
Capítulo I. Santiago casado con Ana, APRA, y que un día desaparece, asesinado
buscando al perro de la casa que ha sido por la policía política.
llevado por el Depósito Municipal de Perros, Capítulo VI. Ingreso de Santiago en los
se encuentra allí con Ambrosio, antiguo círculos comunistas y en la militancia
criado de su familia, y comienza la clandestina, entre los estudiantes de San
conversación en el local llamado “La Marcos. Su imposibilidad de creer en la
Catedral”. doctrina marxista; su complejo de
Capítulo II. Discusión familiar de los Zavala desclasado. “No pudiste, Zavalita, piensa.
por los estudios de Santiago en la Piensa: eras, eres, serás, morirás un
pequeño burgués (...). Ibas a misa, te
confesabas y comulgabas los primeros
viernes, rezabas y ya entonces mentira, no
Libro Dos
creo”. “En el colegio, en la casa, en el barrio,
en el círculo, en la Fracción, en ‘La Capítulo I. Trabajo de Amalia como criada
Crónica’ —dice Santiago—. Toda la vida en casa de la Musa (Hortensia), mujer
haciendo cosas sin creer, toda la vida desenfadada y pícara: contrasta con la
disimulando” (I, pp. 118-119). Santiago se honorable señora Zoila. Primeros pasos de
enamora de Aída, pero la deja, por cobardía, Santiago en el mundo periodístico.
en manos de Jacobo, otro muchacho Entretanto, el general Espina ha caído y
comunista. Bermúdez asume el ministerio.
Capítulo VII. Allanamiento de la Capítulo II. Vida frívola y licenciosa de
Universidad de San Marcos por orden de Hortensia. Extorsiones políticas del
Cayo Bermúdez. Bermúdez, por vía personal de Bermúdez para llenar las
extraoficial, se hace con el fichero político manifestaciones a favor de Odría.
completo del servicio de inteligencia militar.
Bermúdez y don Fermín salen a comer Capítulo III. Inmoralidad de la amistad
juntos a un local en cuyo show actúa entre Hortensia y Queta. Manejos de
Hortensia, “la Musa”. Ambrosio entra al Bermúdez para controlar a las agencias de
servicio de Bermúdez como chófer. prensa: extorsiones, sobornos.
Capítulo VIII. Primer contacto del grupo Capítulo IV. Ambrosio se hace perdonar
comunistoide de Santiago con un dirigente por Amalia de una deslealtad anterior, y
del Partido. Santiago no se atreve a empieza a cortejarla de nuevo. Bermúdez
inscribirse formalmente en la institución. El vigila las reuniones secretas del ex Ministro
grupo consigue promover en la Universidad Espina con don Fermín Zavala; también
una huelga de solidaridad con los sigue otras pistas de posible conspiración
tranviarios, de común acuerdo con los contra Odría. Hipólito, Ludovico y Ambrosio
apristas. disuelven a golpes una manifestación
femenina contra Odría.
Capítulo IX. Campaña senatorial de Emilio
Arévalo —padre de Popeye— como Capítulo V. Santiago acude de vez en
abanderado de Odría. Creciente poder e cuando donde tío Clodomiro, el único
influencia de Bermúdez en el gobierno. miembro de la familia a quien ve. Bermúdez
Detalles de la muerte de Trinidad en manos y don Fermín, se hacen cómplices en la
de la policía secreta. aceptación de un soborno por parte de una
empresa norteamericana. Bermúdez,
Capítulo X. Fracaso de la huelga en San cauteloso, se niega a recibir acciones, y pide
Marcos. Luchas internas de la Fracción. En siempre dinero efectivo.
pleno debate, el grupo es sorprendido por
la policía. De todos los detenidos, sólo Capítulo VI. Bermúdez acapara gran parte
Santiago sale libre, por intercesión de don del presupuesto del Ministerio de Gobierno
Fermín ante Cayo Bermúdez. Don Fermín se para sus servicios de inteligencia, en
siente humillado porque sabe que la desmedro de la policía. Gastos
detención de Santiago es sólo un aviso para exorbitantes: “Lo que cuestan las directivas
él y sus conspiraciones de más alto nivel. El sindicales adictas, las redes de información
teléfono está intervenido. Rencor de en centros de trabajo, Universidades y en la
Santiago contra los comunistas, contra su administración (...). Lo que cuestan las
familia: mala conciencia. Santiago se va de manifestaciones (...), aplacar a los
su casa y empieza a trabajar en “La Crónica”. descontentos, a los envidiosos y a los
ambiciosos que surgen cada día dentro del mediocre y descolorida, sin las rebeldías de
mismo régimen” (I, p. 312). Extorsiones antes.
menores de los subordinados —Lozano,
Capítulo II. Retorno a episodios
Hipólito, Ludovico— en los locales
anteriores: Bermúdez desbarata la
nocturnos, donde obtienen información
conspiración del general Espina y los
sobre personas importantes y su vida
políticos de derecha, entre ellos don Fermín
privada.
Zavala, que es castigado sin publicidad, con
Capítulo VII. Reunión de Bermúdez con medidas económicas. Se detallan otros
personalidades de Cajamarca para preparar múltiples entretelones de la conspiración
el viaje del presidente a esa región. El fallida, del castigo de los responsables, de la
Chispas descubre la pensión de mala situación política del país, que manifiestan
muerte donde vive Santiago, y le enrostra la corrupción del régimen.
cariñosamente el haber cortado relaciones
Capítulo III. Progresiva decadencia de “la
con la familia. Noticias de huelga general en
Musa” desde la huida de Bermúdez.
Arequipa pidiendo la renuncia de Cayo
Retorno a su vida de cantante, sin éxito.
Bermúdez. Gabinete militar.
Cambio de casa; vida más modesta.
Capítulo VIII. Desolación en casa de Ambrosio, para librar a Amalia y librarse a sí
Hortensia por las noticias políticas. mismo de posibles complicaciones con la
Bermúdez inubicable. Escenas de vida policía por el asesinato de Hortensia, se la
licenciosa en el mismo lugar, pero en lleva a vivir fuera de Lima.
tiempos anteriores, según el frecuente
Capítulo IV. Relato de los sucesos de
recurso de romper la cronología.
Arequipa: los enviados de Bermúdez con el
Capítulo IX. Bermúdez huye a Brasil sin fin de boicotear un acto público de la
despedirse de nadie. Coalición se ven en franca inferioridad de
condiciones, y son golpeados hasta casi
Libro Tres
morir. Error de Bermúdez, que subestimó
Capítulo I. La Musa”, asesinada. Revuelo las fuerzas de la Coalición, inducido por
policial y periodístico, en el que Lozano, que a su vez engaña a Bermúdez
eventualmente toca participar a Santiago, por instigación de Arévalo con presunta
que se marea de asco. Queta acusa del complicidad del propio Odría. Todo ha sido
asesinato al chófer de don Fermín; el móvil, planeado por estos últimos para convertir la
que “la Musa” no siguiera chantajeando a protesta de Arequipa en ocasión de
don Fermín. Santiago se entera así de los deshacerse de Bermúdez. El acto de la
vicios aberrantes de su padre, y de que Coalición se transforma en un
todos lo sabían menos él. Santiago se levantamiento de toda Arequipa porque la
entrevista con su padre, que lo recibe policía entró en el teatro disparando y
emocionado, quita importancia al asesinato tirando granadas. Bermúdez se empeña
de Hortensia y a su posible implicación en hasta el final en reprimir el levantamiento
él, cuenta las penurias económicas de la de Arequipa con la acción del ejército, hasta
familia desde que Cayo Bermúdez lo hostigó que se da cuenta de que ha sido traicionado
por su participación en el fallido golpe de la y que el ejército no lo apoya. Ambrosio —
Coalición. Santiago se convence de la hablando en presente con Santiago en “La
inocencia de su padre, y acude a comer con Catedral”— le confiesa que él mató a “la
su familia por primera vez desde la Musa” pero por cuenta propia, para que no
separación. Nadie entiende su vida siguiera chantajeando a don Fermín.
Libro Cuatro Pucallpa, Amalia muere al dar a luz el
segundo hijo de Ambrosio.
Capítulo I. Vida bohemia y sucia de los
periodistas de “La Crónica”. Enfermedad de Capítulo VII. Matrimonio del Chispas, al
don Fermín. Primera temporada de que Santiago tampoco asiste. Un mes
Ambrosio y Amalia en Pucallpa. después, muere don Fermín. La Musa
escribe a la señora Zoila para informarla de
Capítulo II. Santiago cuenta en “La
las miserias de Fermín (en vida de éste: se
Catedral” su matrimonio a Ambrosio. “Ni
trata de un flashback). Ambrosio huye de
eso lo decidí realmente yo. Se me impuso
Pucallpa llevándose una camioneta de don
solo, como el trabajo, como todas las cosas
Hilario, por la que sólo obtiene
que me han pasado. Ellas me hicieron a mí,
cuatrocientos soles.
más bien” (II, p. 180). Relato del accidente
que lo condujo al hospital donde trabajaba Capítulo VIII. El Chispas visita a Santiago
Ana. Amistad inicial de Santiago y Ana. en su casa para hablarle de la parte de la
Primeros tratos de Ambrosio, en Pucallpa, herencia paterna que le toca. Santiago se
con don Hilario, un comerciante que ve la niega a recibir nada: no quiere ser rico,
oportunidad de robarle su dinero —veinte actitud incomprensible para Ana. Correrías
mil soles que le regaló don Fermín—. de Ambrosio de vuelta a Lima; consigue
trabajo por temporadas en la perrera donde
Capítulo III. Intentos fallidos de don
lo encontró Santiago. Final sin desenlace,
Fermín por conseguir que Santiago vuelva a
como unos puntos suspensivos...
la casa. Enamoramiento de Santiago;
marcha de Ana —con su familia— a Ica. “Conversación en la Catedral” está
Trabajo de Ambrosio, asociado a don Hilario objetivamente colmada de una inmoralidad
en Pucallpa, como chófer de bus y espesa, subjetivamente narrada por el
comerciante de ataúdes para niños. autor con una actitud de indiferencia, de no
adjetivación: amoralidad casi total, neutra
Capítulo IV. Por algo de amor y bastante
“objetividad” que se sitúa al margen del
de compasión, Santiago decide casarse con
bien y del mal.
Ana. Los periodistas del diario festejan a
Santiago en su despedida de soltero. Esta neutralidad puede fácilmente mover a
Matrimonio por la Iglesia, en privado. Los engaño, presentando al autor como un
negocios de Ambrosio con don Hilario de mero narrador de hechos reales. Podría
mal en peor. parecer que el autor se limita a describir
simples hechos, que tal vez son frecuentes
Capítulo V. La familia de Santiago
en la sociedad que lo rodea: lascivia y
descubre que se ha casado con Ana. Visita
perversiones sexuales, por una parte, y por
de la pareja a la casa de los Zavala: situación
otra todos los excesos del poder político, del
muy incómoda al constatar la condición
dinero, de la violencia, del engaño, de la
social humilde de ésta, que se retira
corrupción administrativa.
humillada por la histeria de la señora Zoila.
En Pucallpa, Ambrosio constata que ha sido Sin embargo, esa misma “imparcialidad” u
estafado hábilmente por don Hilario. “objetividad” aparente del autor esconde
una inmoralidad manifiesta. En primer
Capítulo VI. Primer tiempo del
lugar, porque todo escritor siempre opera
matrimonio de Santiago, rutinas
una “selección de realidad”; en este caso,
domésticas. Matrimonio de Teté con
más que manifestar al “mundo” “tal corno
Popeye Arévalo, al que Santiago no asiste,
es”, manifiesta “un mundo”, libremente
indignando así a Teté y a Ana a la vez. En
elegido a partir de su propia y personal
visión de la realidad: visión muy particular, hacerse sentir al margen del bien y del mal
que carga las tintas sobre todo cuanto es un mal en sí. Nunca se nos presenta en
pueda haber de más sucio, sórdido, bajo, esta novela el mal como mal: sólo como un
pervertido, mentiroso, cruel, lujurioso y hecho que por frecuente parece absoluto e
soberbio en el corazón humano —en su irremediable. Las aberraciones morales se
propia imaginación—, desechando, en nos ofrecen con la misma naturalidad con
cambio, el menor gesto de humanidad, que podría pintarse el amor conyugal más
desinterés, misericordia, trascendencia que puro. Se da así ese pecado extremo que es
pudiera rescatar siquiera de modo la pérdida de la conciencia misma del
fragmentario tanta miseria. Sus personajes pecado. Se nos describe un mundo donde
son, en el mejor de los casos, todo juicio de valor está descartado de
convencionales como Ana, Amalia y algún antemano por la voluntaria actitud
otro (y aún es una concesión llamar indiferente y “neutral” del autor. Éste se
convencionales a quienes con tanta limita a presentar hechos, pasiones,
facilidad incurren en la fornicación o el conductas, situaciones en cuyo interior no
aborto; pero al menos, tienen algo de hay moralidad alguna, porque la única
humanidad); luego están los dimensión humana que se presenta es la de
irremediablemente frívolos o atrincherados lo fáctico: para Vargas Llosa los hechos son
en los más imperturbables prejuicios los hechos, es tan imposible aprobar
sociales, como Teté, Popeye, el Chispas, la algunos como reprobar otros; la crueldad y
señora Zoila, víctimas de una especie de la misericordia, la perversión sexual y la
determinismo clasista; y más allá, los castidad tienen para él la misma carta de
personajes de una negatividad profunda, ya naturaleza: ocurren simplemente. Jamás el
sea por sus perversiones —así Hortensia, ser de hecho resulta medido —o siquiera
Queta, don Fermín—, ya sea por su bajeza mensurable— por el deber ser. Esa es la
cualificada. Este último es el caso de Cayo profunda inmoralidad de fondo de la
Bermúdez, sujeto de una apatía, astucia, novela.
desviación y crueldad que no toleran en su
Esta indiferencia no se da sólo en el dominio
alma ni una pizca de bondad. Y es también,
del pansexualismo avasallador de los
quizá en forma menos aparente, pero por
relatos, sino también en el dominio de lo
eso mismo más peligrosa, el caso de
político. Podría parecer que la historia de
Santiago Zavala, que, sin poseer vicios
Santiago Zavala muestra sólo una especie
ostentosos —casi, al contrario, ostentando
de escepticismo político motivado por el
esbozos de virtudes— resulta sin embargo
desencanto que sigue a su vago idealismo
de un pesimismo radical: desilusionado de
juvenil, sentimiento que podría ser, en
todo, pasivo, inerte, llevado al arrastre por
determinadas circunstancias, legítimo. Pero
los acontecimientos, frustrado, incapaz de
hay más: tras la neutralidad política se
superarse. En él parece decírsenos que la
esconde la neutralidad hacia todo cuanto
única forma de no ser vicioso ni frívolo ni
pudiera haber de moral y espiritual en lo
malvado es no ser nada, ser un títere:
político. La figura casi demoníaca de Cayo
penoso elogio de la mediocridad y del
Bermúdez se presenta sin adjetivos ni
cansancio de vivir como único antídoto
valoraciones explícitas o implícitas;
frente a la maldad circundante.
tampoco hay alientos ni recriminaciones
En segundo lugar, la supuesta “objetividad” para las alternativas del protagonista, que
del autor resulta maligna por el solo hecho fluctúa entre vagas evasiones de su
de describir el mal con la misma indiferente condición burguesa e impotentes caídas en
lejanía que el bien. Ya el sentirse y el la mediocridad de una bohemia híbrida. Se
despliegan tanto caracteres aprisionados en Así lo dan a entender las tres opciones que
la vaciedad de una clase alta decadente, la novela describe y explora: o la rebeldía
como tipos humanos de juvenil idealismo ciega y destructora del comunismo, o el
revolucionario marxista, todo con la misma imperio de la fuerza bruta y la complacencia
impasibilidad. Si esta actitud neutra se de la clase alta que profita a su sombra, o el
limitara a cuánto hay de contingente en el absolutamente estéril abstencionismo del
orden político, nada tendría de reprochable; protagonista, una especie de reducción de
pero en realidad se extiende por igual a los la existencia social y política a su mínima
más elementales cimientos éticos de la expresión de vida ciudadana vegetativa. En
sociedad y la política. Tampoco aquí hay ningún rincón de la novela asoma siquiera
juicios de valor: lo político aparece como un alguna otra opción de carácter positivo.
simple dato sin ninguna moralidad interna.
Sobra decir que la dimensión religiosa no
Por otra parte, si bien pudiera decirse que la tiene cabida alguna en el mundo de esta
novela denuncia de algún modo las novela. Todo ocurre en ella como si Dios no
atrocidades de un régimen dictatorial existiera. No hay el menor esbozo de la
preciso, esta impresión queda borrada por pregunta por el sentido de la existencia
una especie de determinismo político: los humana, y, por consiguiente, ni el menor
hombres no cuentan, el sistema los intento de una respuesta para tal
aprisiona y los convierte en meros reflejos interrogante.
de las estructuras sociales, que parecen
No obstante, los graves inconvenientes
irremediablemente corruptoras. La
morales que ofrece esta novela, se le puede
negatividad no se limita al Perú de una
reconocer un notable valor formal como
determinada época, sino que, por un
obra literaria, lo cual la hace aún más
insensible contagio de fondo, parece
peligrosa. Su lectura resulta muy
extenderse a toda sociedad humana. La
entretenida, por la fuerza descriptiva, por
sociedad misma aparece, así como
los brochazos rápidos y certeros con que
intrínsecamente estropeada. Si alguna
define las situaciones y circunstancias, por
rebelión se insinúa frente a un orden social
la pluralidad de mundos que mezcla y
injusto, se trata de una rebelión que carece
entrelaza con habilidad, por la desenvoltura
por completo de soluciones positivas. La
coloquial de su prosa.
neutralidad de Santiago Zavala ilustra bien
este negativismo profundo: para salir del
incómodo dilema entre una oligarquía o un
militarismo sanguinario, por una parte y, la 5. Conclusiones
ilusoria rebeldía de un comunismo De saque, el comienzo narrativo: “¿En qué
inaceptable por otra sólo queda la momento se había jodido el Perú?” ha fijado
alternativa de una abstención política cabal, un arquetipo del pesimismo en Zavalita, el
de un mediocre ir tirando al arrastre de protagonista que sostiene una conversación
hechos impositivos que escapan del todo a que dura cuatro horas, a lo largo de la cual
la voluntad personal. Queda así la impresión el deuteragonista, el zambo Ambrosio, va
de que la sociedad humana está entretejiendo la historia, y poniéndola en
intrínsecamente viciada, y que el autor nos boca de los otros personajes secundarios.
manifiesta un escepticismo total. La Los antecedentes de la novela autocrática,
sugerencia virtual e implícita de que “el donde el caos narrado y corrupto gira en
Perú no tiene solución” se transforma, por torno a un dictador, tienen en Conversación
proyección espontánea, en la afirmación de en La Catedral un testimonio incuestionable
que la sociedad humana no tiene solución. en cuanto haber asimilado la técnica
faulkneriana, cuyos saltos temporales, de
línea a línea, inclusive, se prestan al diálogo
paroxístico, autárquico, omnisciente,
entrometido hasta desleal, espía, dando
cuenta de un arduo trabajo de esgrimidor
de las realidades dictatoriales del tercer
mundo, únicamente salvables por otra
mentira más maravillosa que se engulle a la
realidad tan burda, sosa, la novela. Siendo
ésta una cotidiana transgresión de lo
impuesto, aprendido por el autor desde la
asidua lectura de novelas de caballerías,
donde sus héroes transgreden la frontera
entre lo real y lo imaginario. El universo
vargaslloseano, lejos de retratar las
frustraciones humanas, deslinda los límites
trasvasados de frustración y pesimismo,
para acallar en la noble causa del paria que
teje su abolición en medio del charco del
perdedor. Apunta a la novela total, en la
que, a través del collage de episodios
sustentados mediante la técnica fiduciaria
de Faulkner, alrededor de la cual diversos
puntos de vista y niveles de realidad, así
como la muda de espacios temporales
acaecen en conjunto para darnos asiento en
una idea completa de lo que significa la
realidad de la que parte el universo
novelesco.