La Reclamación de La Deuda A Un Propietario Moroso
La Reclamación de La Deuda A Un Propietario Moroso
La Reclamación de La Deuda A Un Propietario Moroso
LA LEY 12993/2018
Resumen
Las dos últimas reformas de la Ley de Propiedad Horizontal (años 2013 y 2015) y la del
proceso monitorio (año 2011) responden a la situación actual de las Comunidades de
propietarios cuando se ven obligadas a acudir a los órganos judiciales. Pero dicho esto
tampoco podemos olvidar que estamos ante una realidad muy cambiante, en la que las
tecnologías de la comunicación juegan un importante papel (de la carta hemos pasado al
correo electrónico y al «whatsapp»), aunque convivan con requisitos legales de ineludible
cumplimiento, claramente fijados por nuestro ordenamiento. Desde esta perspectiva se
analiza en este trabajo la fase extraprocesal de la reclamación de una deuda por la
Comunidad de propietarios a uno de sus integrantes y sus requisitos formales.
Palabras clave
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representados; los acuerdos adoptados, con indicación de los votos a favor y en contra así como
las cuotas de participación que respectivamente supongan y deberá estar firmada por el
presidente y el secretario (23) .
Además el acta también expresará el autor de la convocatoria y en su caso, los propietarios que la
hubiesen promovido, el carácter de la junta, ordinario o extraordinario y la indicación sobre su
celebración en primera o segunda convocatoria, los cargos de los asistentes y el orden del día de
la reunión (24) .
No cabe confundir «acuerdo comunitario» con «acta de la junta». El acuerdo sería la expresión de
la voluntad de la junta como órgano de gobierno colegiado de la comunidad de propietarios,
mientras que el acta sería una mera relación escrita de lo sucedido, tratado o acordado en la
junta, constituyendo el soporte documental en el que se dejará constancia de los acuerdos
adoptados por el órgano colegiado de gobierno de la comunidad.
De este modo, el hecho de que el acuerdo en sí no aparezca reflejado en el correspondiente libro
de actas, o el hecho de quién hubiere levantado materialmente el acta, carecerían de toda
trascendencia a los efectos de impugnación de los acuerdos comunitarios, pues lo relevante sería
la propia existencia del acuerdo —entendido como declaración de voluntad emitida por la
colectividad reunida en junta—, que podrá acreditarse por cualquiera de los medios admitidos en
derecho (25) .
En definitiva el acta de la reunión de la junta de propietarios no sería más que un mero y simple
documento privado, al que la jurisprudencia ha venido negando el carácter constitutivo y su
eficacia «ad probationem», que no se establece expresamente en la Ley de Propiedad Horizontal y
que por su importancia procesal no podrá interpretarse en tal sentido (26) .
Respecto a los defectos formales en las actas la jurisprudencia ha ido tendiendo desde una inicial
exigencia de formalismo hacia una interpretación más flexible de la posibilidad de subsanación,
centrando el examen de las irregularidades no tanto sobre su existencia sino sobre los efectos que
las mismas pudieran tener sobre los acuerdos que son objeto de impugnación, de manera que el
expreso reconocimiento de algunas irregularidades en la convocatoria o en la redacción del
documento no supone que las mismas tengan eficacia suficiente para poder declarar la nulidad de
la junta de propietarios y del acuerdo adoptado, pues no toda irregularidad determinaría la
nulidad de la junta. En el mismo sentido se manifiesta la STS, Sala 1ª, 212/2015, 20 de abril de
2015 (ECLI:ES:TS:2015:1530) cuando señaló que sobre la nulidad de un defecto formal, tal como
la falta de las firmas de presidente y secretario de la comunidad, pudieran ser defectos, pero no
producirían la nulidad de la junta y de los acuerdos adoptados y, se subsanan cuando en una
siguiente junta, se ratifica lo acordado en ésta. Esto es, por falta de la diligencia de aquéllas, no
cabrá anular la junta y los acuerdos siendo inadmisible que meros formalismos lleven consigo
nulidades que perjudiquen a toda la comunidad (27) .
Frente a un defecto o error subsanable, cualquiera de los propietarios del edificio lo que debe
hacer es instar de la comunidad y extrajudicialmente, la subsanación antes de la siguiente
reunión, en la que deberá ratificarse la misma. Y de no acceder la comunidad a la subsanación
podrá el propietario que la instó ejercitar, en vía judicial, la acción de subsanación. Lo que no
cabría, por ser contrario a la naturaleza propia de un defecto subsanable, a la buena fe y al
normal funcionamiento de una comunidad de propietarios, es que un propietario dejare pasar el
plazo legal sin instar la subsanación del defecto de la comunidad de propietarios
extrajudicialmente para, a continuación, descolgarse, en la vía judicial, con una acción de nulidad
del acta y de todos los acuerdos en ella reflejados, basada única y exclusivamente en la
concurrencia de un defecto subsanable. De hecho ni la Ley consagra la sanción de la nulidad para
los defectos insubsanables de un acta, ni se impone a las comunidades de propietarios la
obligación de contar con profesionales para redactar las actas y, por último, supondría un
sinsentido que un acuerdo adoptado en junta que fuera contrario a la ley y a los estatutos ya no
pudiera ser impugnado transcurrido el plazo de un año, y, sin embargo, transcurrido ese plazo del
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año (la acción de nulidad del acta que conlleva la de los acuerdos en ella reflejados no está
sometida a plazo alguno de caducidad), pudiera lograrse la nulidad de un acuerdo que fuera
conforme a la ley y los estatutos porque en el acta se observa un defecto insubsanable (28) .
Ahora bien, como se trata de la posibilidad de acudir a un medio privilegiado de cobro (el
monitorio), que tendría su base en el respeto a la regularidad formal del documento en que se
apoya la reclamación, se precisa del certificado del secretario con visto bueno del presidente, lo
que termina de reforzar su autenticidad y que no podrá sustituirse por una simple fotocopia (29)
y, por la misma razón, tampoco sería posible que en ausencia o por imposibilidad del presidente
firmase su respectivo cónyuge aunque fuera cotitular del inmueble, pues el nombramiento recae
en personas y para los casos de ausencia, vacante o imposibilidad la ley prevé la existencia de un
vicepresidente (art. 13.4 LPH) (30) .
En suma, la certeza, exigibilidad y liquidez de la deuda vendría determinada por el acuerdo de la
junta de propietarios en el que se liquidó la deuda y se decidió reclamarla, de tal modo que la
certificación de saldo deudor no sería más que la constancia documental de la existencia de la
deuda y el presupuesto de admisibilidad del proceso (31) . A mayor abundamiento, la certificación
deberá entenderse en exclusiva a la de «propietarios», aunque no se diga expresamente, por ser
ésta a la que en todo momento se refieren los preceptos de la Ley especial (arts. 13 y ss. LPH),
siendo el único título hábil para iniciar el monitorio del art. 812.2.2º LEC (32) .
No causa ninguna indefensión el hecho de que la fecha de emisión de la certificación sea el día
anterior al de la celebración de la junta de propietarios, siempre que en la sesión de esa junta se
proceda a la lectura de la certificación y a la explicación de los casos particulares y, en ese mismo
acto, el presidente firme dando el visto bueno que exige la ley (33) .
Si es la misma persona la que expide el certificado no necesitará ningún visto bueno y tampoco
cuando las funciones del secretario y del administrador sean ejercidas por el presidente (34) .
Adviértase para terminar que art. 21.2 LPH (35) se refiere a una certificación del acuerdo de la
junta aprobando la liquidación de la deuda con la comunidad de propietarios. Deberá pues
acompañarse una liquidación —no el resultado final de la misma—que deberá ser lo más detallada
posible, de modo que sea expresiva del origen de la deuda, el desglose de conceptos y, en su
caso, períodos a que aquella se refiere, y si se trata de cuotas ordinarias, extraordinarias o fondo
de reserva. Es preciso que el comunero deudor conozca lo que se le reclama; es la única manera
que tendrá para decidir si se opone y a qué se opone. No basta con la mera expresión de un saldo
deudor, sino que será precisa una verdadera liquidación. Naturalmente, una liquidación implica
algo más que el mero reflejo de un saldo, porque si liquidar consiste en hacer el ajuste formal de
una cuenta, la liquidación comprenderá las operaciones que sirven de base a tal actividad, es
decir, el ajuste con las bases sobre las que se asienta a través de las cuales se llega al resultado
de la misma (de la liquidación). Con lo dicho, se está advirtiendo que el cumplimiento o
incumplimiento de tales requisitos solo contará para decidir sobre la admisión o inadmisión a
trámite del escrito de petición inicial del proceso monitorio (36) .
En definitiva la certificación de la deuda no podrá ser considerada como prueba plena de la
pretensión del actor por sí sola; la comunidad deberá concretar el porqué de su reclamación y la
causa de la deuda que reclama (37) . Pero las certificaciones no habrán de contener la
transcripción del acta, ni tan siquiera del acuerdo aprobatorio de la liquidación de deuda, sino una
mención sucinta a los extremos del acuerdo relevantes al ejercicio de la acción de reclamación
(38) .
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(i) deberán ir acompañadas de diligencia en la que consten los motivos por los que se procede
a esa forma de notificación;
(ii) esa diligencia estará fechada y habrá de ser firmada por el secretario, con el visto bueno
del presidente;
Por último y aunque la ley no lo diga expresamente, concluido el plazo de exposición y retirada la
notificación, habrá de hacerse constar por diligencia que estuvo expuesta en los términos
legalmente previstos (53) .
La certificación del administrador será suficiente para admitir que el acuerdo se notificó con su
colocación en el tablón de anuncios en tanto la obligación de comunicar el domicilio, a efectos de
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citaciones o notificaciones sería del propietario y, en la medida que la Ley le carga esa obligación,
también recae sobre éste la de acreditar su cumplimiento en el sentido de que comunicado un
domicilio se ha notificado en otro distinto. En consecuencia, el ocultamiento del domicilio a la
comunidad no puede traer como consecuencia que la notificación se convierta en una suerte de
obstáculo para su averiguación en beneficio del comunero moroso; sino que, al contrario, al ser
una obligación legal impuesta al propietario, la comunidad cumplirá intentando la notificación en
el domicilio que se le ha comunicado y en caso de imposibilidad por medio del tablón de anuncios
(54) . Por lo mismo, el intento de notificación del acuerdo mediante carta certificada, cuyo aviso
dejado en el domicilio no fue atendido, haría cobrar eficacia a la notificación mediante la
publicación en el tablón de anuncios (art. 9 LPH) (55) .
Por cierto, tal y como antes se dijo la colocación en el tablón de anuncios de la diligencia de
notificación al comunero moroso reseñando su nombre y apellidos no constituiría un atentado a su
honor ni a su prestigio profesional (56) .
En los casos en que la notificación se realice por edictos en el tablón o en el lugar habitual de la
comunidad producirá plenos efectos y, ello aunque el local carezca de acceso directo al portal ya
que el citado tablón es por su propia naturaleza un expositor de interés para todos los
propietarios, incluidos los de los locales que tendrán la carga de estar al tanto de lo que allí se
exponga o se comunique, en cuanto puede afectar a sus intereses; lo contrario equivaldría a
considerar que la forma de notificación del art. 9.1 h) párrafo segundo LPH rige sólo para los
dueños de pisos y no para los propietarios de locales (57) .
En tales supuestos (locales o plazas de garaje) el problema fundamental sería el de la prueba
sobre la práctica de la notificación ya que la carga de la misma pesaría por quien como
demandante pretendía haberla realizado, si bien lo relevante seguiría siendo que la comunidad de
propietarios cumplió con el deber que le incumbía de convocar la junta y de notificar el acuerdo en
la forma establecida legalmente, resultando de aplicación la doctrina jurisprudencial contenida en
la STS 22 diciembre 2008 cuando señala que «la comunicación al copropietario ausente de los
acuerdos de las juntas prevista en el art. 18.3 LPH deberá verificarse en la forma establecida en
el art. 9 LPH y sólo puede presumirse la práctica de la notificación si se demuestra, de acuerdo
con las circunstancias, el conocimiento detallado por el copropietario ausente del acuerdo
adoptado por la junta». Cabe además recordar que la teoría de la cognición y de la
autorresponsabilidad llevarán a tener por eficaz una declaración recepticia en el momento en que
llega al ámbito o círculo de intereses del destinatario, sin perjuicio de que éste haya llegado a
conocerla o no, cuando tal desconocimiento obedece a una causa a él imputable, pues el
destinatario pudo y debió, actuando diligentemente, conocer la comunicación que le era dirigida,
de tal manera que las consecuencias jurídicas deberán ser las mismas que si la hubiera
efectivamente conocido, todo lo cual se resume en la máxima por la que resulta equivalente a
conocer el impedir el conocimiento y cuyas consecuencias son recogidas por la jurisprudencia y
por el legislador en normas como la contenida en el párrafo 2º art. 1262 CC. (58)
(1)
SAP ALICANTE, 513/2011, Sección 9ª, 23 de diciembre de 2011 (ECLI:ES:APA:2011:3373).
(2)
SAP MALAGA, 273/2013, Sección 4ª, 14 de mayo de 2013 (ECLI:ES:APMA:2013:1115)
(3)
SAP BALEARES, 142/2010, Sección 5ª del 16 de abril de 2010 (ECLI:ES:APIB:2010:764).
(4)
SAP VALENCIA, 284/2014, Sección 6ª, 24 de octubre de 2014 (ES:APV:2014:4988).
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(5)
SAP LAS PALMAS DE GRAN CANARIA, 14/2017, Sección 3ª, 16 de enero de 2017,
(ECLI:ES:APGC:2017:536).
(6)
SAP LAS PALMAS DE GRAN CANARIA, 223/2015, Sección 5ª, 15 de mayo de 2015
(ECLI:ES:APGC:2015:1366).
(7)
SAP LAS PALMAS DE GRAN CANARIA, Sección 4ª, 12 de marzo de 2013 (ROJ: SAP GC 370/2013).
(8)
SAP VALENCIA, 557/2010, Sección 11ª, 1 de diciembre de 2010 (ROJ: SAP V 6178/2010).
(9)
El art. 21.1 LPH dispone que las obligaciones a que se refieren los apartados e) y f) del art. 9.1 deberán
cumplirse por el propietario de la vivienda o local en el tiempo y forma determinados por la Junta. En caso
contrario, el presidente o el administrador, si así lo acordase la junta de propietarios, podrá exigirlo
judicialmente a través del proceso monitorio.
(10)
SAP MADRID, 55/2017, Sección 12ª, 16 de febrero de 2017 (ECLI:ES:APM:2017:5165).
(11)
SAP ALICANTE, 16/2014, Sección 5ª, 16 de enero de 2014 (ROJ: SAP A 15/2014).
(12)
SAP VALENCIA, 288/2018, Sección 7ª, 22 de junio de 2018 (ECLI:ES:APV:2018:2549).
(13)
SAP ZAMORA, 142/2018, Sección 1ª, 18 de mayo de 2018 (ECLI:ES:APZA:2018:230).
(14)
SAP PALMA DE MALLORCA,167/2017, Sección 5ª, 1 de junio de 2017 (ECLI:ES:APIB:2017:917).
(15)
SAP VALENCIA, 271/2018, Sección 7ª, 13 de junio de 2018 (ECLI:ES:APV:2018:2550).
(16)
SAP ALICANTE, 384/2016, Sección 9ª, 4 de octubre de 2016 (ECLI:ES:APA:2016:2779).
(17)
SAP MADRID, 49/2012, Sección 14ª, 31 de enero de 2012 (ROJ: SAP M 1098/2012). La legitimación para
impugnar judicialmente los acuerdos adoptados por la junta de propietarios correspondería: (i) a los
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propietarios asistentes a la junta que hubiesen salvado su voto en ella, — según doctrina jurisprudencial
en Sentencia del Pleno de la Sala 1ª del Tribunal Supremo de 10 de mayo de 2013 (la expresión
«hubieren salvado su voto», del art. 18.2 LPH deberá interpretase en el sentido de que no obliga al
comunero que hubiera votado en contra del acuerdo, sino únicamente al que se abstuvo)—; a aquellos
propietarios que hubieren votado en contra del acuerdo y a aquellos que, habiéndose abstenido, hubiesen
manifestado carecer de información o conocimiento suficiente sobre el contenido y alcance del acuerdo
sometido a la deliberación de la junta, por lo que decidieron no comprometer su voto a la espera de
obtener aquella información y decidir en su vista; (ii) a los propietarios ausentes por cualquier causa y (iii)
a los propietarios a los que indebidamente se les hubiese privado de su derecho a voto (SAP ZAMORA,
142/2018, Sección 1ª, 18 de mayo de 2018, ECLI:ES:APZA:2018:230).
(18)
SAP LA CORUÑA, 271/2017, Sección 3ª, 31 de julio de 2017 (ECLI:ES:APC:2017:1695).
(19)
SAP SANTA CRUZ DE TENERIFE, 276/2017, Sección 3ª, 14 de junio de 2017 (ECLI:ES:APTF:2017:828).
(20)
SAP PALMA DE MALLORCA, 37/2015, Sección 5ª, 11 de febrero de 2015 (ECLI:ES:APIB:2015:207).
(21)
SAP LAS PALMAS DE GRAN CANARIA, 6/2018, Sección 3ª, 11 de enero de 2018
(ECLI:ES:APGC:2018:110). No obstante, las resoluciones de las Audiencias en casos similares son
contradictorias, decantándose algunas por considerar que se trataría de un mero defecto formal, mientras
que otras entienden que los preceptos que rigen la convocatoria son de carácter imperativo.
(22)
Consúltese «Protección de datos y administración de fincas». Guía sectorial AEPD, 2018. Disponible en
https://www.aepd.es/media/guias/guia-administradores-fincas.pdf.
(23)
SAP MADRID, 214/2014, Sección 21ª, 15 de abril de 2014 (ROJ: SAP M 6059/2014)
(24)
SAP LAS PALMAS DE GRAN CANARIA, 394/2012, Sección 4ª, 28 de septiembre de 2012 (ROJ: SAP GC
1917/2012).
(25)
SAP MADRID, 22/2018, Sección 25ª, 23 de enero de 2018 (ECLI:ES:APM:2018:888).
(26)
SAP MADRID, 424/2016, Sección 14ª, 23 de diciembre de 2016 (ECLI:ES:APM:2016:17750).
(27)
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SAP LA CORUÑA ,323/2017, Sección 4ª, 6 de octubre de 2017 (ECLI:ES:APC:2017:2036) y SAP MURCIA,
158/2018, Sección 1ª, 9 de abril de 2018 (ECLI:ES:APMU:2018:710)
(28)
SAP MADRID, 421/2016, Sección 14ª, 19 de diciembre de 2016 (ECLI:ES:APM:2016:17486).
(29)
AAP HUELVA, 30/2012, Sección 2ª, 20 de marzo de 2012 (ROJ: AAP H 113/2012).
(30)
La SAP VALENCIA, 567/2002, Sección 11ª, 9 de diciembre de 2002 (ROJ: SAP V 6923/2002) añade a ese
razonamiento el hecho que los nombramientos de presidente se hacen de entre los propietarios a elección
o por turno rotatorio o por sorteo, pero no por vivienda y la certificación firmada por la esposa de quien
era presidente no tendrá fuerza vinculante ni eficacia alguna al fin previsto en el art. 21 LPH, pues de
concedérsela se estarían reconociendo funciones de representación legal en juicio y fuera de él a quien no
sería presidente, que es el único que la ostenta, y en su caso el vicepresidente.
(31)
SAP ALICANTE, 642/2012, Sección 9ª, 9 de noviembre de 2012 (ROJ: SAP A 3580/2012).
(32)
AAP VALENCIA, 391/2017, Sección 6ª, 27 de octubre de 2017 (ECLI:ES:APV:2017:3965A).
(33)
SAP BURGOS, 206/2013, Sección 3ª, 31 de julio de 2013 (ROJ: SAP BU 643/2013)
(34)
SAP SEGOVIA, 251/2012, Sección 1ª, 13 de diciembre de 2012 (ROJ: SAP SG 457/2012).
(35)
El art. 21.2 LPH dispone que la utilización del procedimiento monitorio requerirá la previa certificación del
acuerdo de la Junta aprobando la liquidación de la deuda con la comunidad de propietarios por quien actúe
como secretario de la misma, con el visto bueno del presidente, siempre que tal acuerdo haya sido
notificado a los propietarios afectados en la forma establecida en el artículo 9.
(36)
SAP PONTEVEDRA, 43/2017, Sección 6ª, 2 de febrero de 2017 (ECLI:ES:APPO:2017:196).
(37)
SAP LAS PALMAS DE GRAN CANARIA, 394/2012, Sección 4ª, 28 de septiembre de 2012 (ROJ: SAP GC
1917/2012).
(38)
SAP MADRID, 49/2012, Sección 14ª, 31 de enero de 2012 (ROJ: SAP M 1098/2012).
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(39)
El art. 9.1 h) LPH dispone que es obligación de cada propietario comunicar a quien ejerza las funciones de
secretario de la comunidad, por cualquier medio que permita tener constancia de su recepción, el domicilio
en España a efectos de citaciones y notificaciones de toda índole relacionadas con la comunidad. En
defecto de esta comunicación se tendrá por domicilio para citaciones y notificaciones el piso o local
perteneciente a la comunidad, surtiendo plenos efectos jurídicos las entregadas al ocupante del mismo.
Si intentada una citación o notificación al propietario fuese imposible practicarla en el lugar prevenido en el
párrafo anterior, se entenderá realizada mediante la colocación de la comunicación correspondiente en el
tablón de anuncios de la comunidad, o en lugar visible de uso general habilitado al efecto, con diligencia
expresiva de la fecha y motivos por los que se procede a esta forma de notificación, firmada por quien
ejerza las funciones de secretario de la comunidad, con el visto bueno del presidente. La notificación
practicada de esta forma producirá plenos efectos jurídicos en el plazo de tres días naturales.
(40)
SAP GUIPUZCOA, 371/2013, Sección 3ª, 4 de diciembre de 2013 (ROJ: SAP SS 729/2013) y SAP MADRID,
130/2018, Sección 12ª, 23 de marzo de 2018 (ECLI:ES:APM:2018:7201)
(41)
SAP VIZCAYA, 102/2014, Sección 5ª, 29 de mayo de 2014 (ROJ: SAP BI 1019/2014).
(42)
SAP SALAMANCA, 84/2013, Sección 1ª, 27 de febrero de 2013 (ROJ: SAP SA 114/2013)
(43)
SAP GUIPUZCOA, 371/2013, Sección 3ª, 4 de diciembre de 2013 (ROJ: SAP SS 729/2013).
(44)
SAP MADRID, 247/2014, Sección 11ª,10 de julio de 2014 (ROJ: SAP M 7713/2014).
(45)
AAP VALENCIA, 133/2017, Sección 6ª, 30 de marzo de 2017 (ECLI:ES:APV:2017:3301A).
(46)
SAP LUGO 187/2016, Sección 1ª, 28 de abril de 2016 (ECLI:ES:APLU:2016:293)
(47)
SAP LUGO 187/2016, Sección 1ª, 28 de abril de 2016 (ECLI:ES:APLU:2016:293)
(48)
AAP SANTA CRUZ DE TENERIFE, 397/2017, Sección 3ª, 21 de diciembre de 2017
(ECLI:ES:APTF:2017:605A)
(49)
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SAP LERIDA, 313/2018, Sección 2ª, 13 de julio de 2018 (ECLI:ES:APL:2018:485). En el caso de autos no
se designó domicilio alguno distinto y aunque fuese una multipropiedad no cambiaría el sistema
legalmente establecido, debiendo señalarse que la designación de domicilio es una carga y si no se hace
habrá que atenerse al sistema subsidiario que la ley señala.
(50)
SAP PALMA DE MALLORCA, 37/2015, Sección 5ª, 11 de febrero de 2015 (ECLI:ES:APIB:2015:207).
(51)
SAP MADRID, 183/2014, Sección 21ª, 21 de marzo de 2014 (ROJ: SAP M 4974/2014).
(52)
En tal sentido SAP SALAMANCA, 84/2013, Sección 1ª, 27 de febrero de 2013 (ROJ: SAP SA 114/2013).
Cuando el propietario que reside en el extranjero tiene el piso cerrado y no ha dejado designado domicilio
en España, como exige el citado art. 9.1.h) LPH y sin perjuicio de que también se le pueda remitir carta al
país de residencia, por cortesía o cumpliendo acuerdos de junta, eso no evita tener que cumplir con los
requisitos de la ley española y que se coloque la notificación en el citado tablón de la finca.
(53)
AAP VALENCIA, 133/2017, Sección 6ª, 30 de marzo de 2017 (ECLI:ES:APV:2017:3301A).
(54)
SAP VALENCIA, 515/2012, Sección 11ª, 31 de julio de 2012 (ROJ: SAP V 3268/2012) y SAP MALAGA,
284/2017, Sección 4ª, 28 de abril de 2017 (ECLI:ES:APMA:2017:911).
(55)
SAP MALAGA, 172/2013, Sección 4ª, 27 de marzo de 2013 (ROJ: SAP MA 662/2013).
(56)
SAP VALENCIA, 515/2012, Sección 11ª, 31 de julio de 2012 (ROJ: SAP V 3268/2012).
(57)
SAP ALMERÍA, 275/2002, Sección 1ª, 8 de noviembre de 2002 (ROJ: SAP AL 1505/2002)
(58)
SAP OVIEDO, 318/2014, Sección 1ª, 1 de diciembre de 2014 (ECLI:ES:APO:2014:2776).
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