La Fiesta de La Inmaculada Concepción de María
La Fiesta de La Inmaculada Concepción de María
La Fiesta de La Inmaculada Concepción de María
Ella, desde el momento en que fue concebida por sus padres, por gracia y privilegios
únicos que Dios le concedió, fue preservada de toda mancha del pecado original.
En nuestra sociedad, la pureza tiene dos valores opuestos. Mientras la droga más pura
es la más cara y todos buscan el detergente que deje la ropa más blanca, muy pocos se
preocupan de mantener su alma y su vida pura, de cara a la vida eterna. Incluso,
quienes se confiesan seguido son a veces criticados, y se les califica despectivamente de
"mochos". La Virgen María nos invita a vivir este ideal de pureza, aunque para ello
tengamos que ir "contra corriente."
Historia.
Desde entonces, esta es de las verdades que los católicos creemos, aunque a veces, no
entendamos. Es lo que se llama Dogma o artículo de fe.
La Virgen María fue "dotada por Dios con dones a la medida de su misión tan
importante". El ángel Gabriel pudo saludar a María como "llena de gracia" porque ella
estaba totalmente llena de la Gracia de Dios.
Dios la bendijo con toda clase de bendiciones espirituales, más que a ninguna otra
persona creada. Ella es "redimida de la manera más sublime en atención a los méritos
de su Hijo".
María tiene un lugar muy especial dentro de la Iglesia por ser la Madre de Jesús. Sólo a
Ella Dios le concedió el privilegio de haber sido preservada del pecado original, como un
regalo especial para la mujer que sería la Madre de Jesús y madre Nuestra.
Podemos aprender que es muy importante para nosotros recibir el Bautismo, que sí
nacimos con la mancha del pecado original. Al bautizarnos, recibimos la gracia
santificante que borra de nuestra alma el pecado original. Además, nos hacemos hijos
de Dios y miembros de la Iglesia. Al recibir este sacramento, podemos recibir los demás.
Hay quienes dicen que María fue una mujer como cualquier otra y niegan su Inmaculada
Concepción. Dicen que esto no pudo haber sido posible, que todos nacimos con pecado
original. En el Catecismo de la Iglesia Católica podemos leer acerca de la Inmaculada
Concepción de María en los números 490 al 493.
El alma de María fue preservada de toda mancha del pecado original, desde el
momento de su concepción.
María siempre estuvo llena de Dios para poder cumplir con la misión que Dios tenía
para Ella.
Dios regala a cada uno de nosotros las gracias necesarias y suficientes, para que
podamos cumplir con la misión que nos ha encomendado.