Texto Paralelo
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Ingeniería Agronómica
Santa Cruz del Quichè 015
Albin Daniel Carrascoza Valdez
Noveno Semestre 2019
Lic. Mynor Zacarias
Los objetivos fundamentales de la Cumbre eran lograr un equilibrio justo entre las necesidades
económicas, sociales y ambientales de las generaciones presentes y de las generaciones futuras y
sentar las bases para una asociación mundial entre los países desarrollados y los países en
desarrollo, así como entre los gobiernos y los sectores de la sociedad civil, sobre la base de la
comprensión de las necesidades y los intereses comunes.
En Río, 172 gobiernos, incluidos 108 Jefes de Estado y de Gobierno, aprobaron tres grandes
acuerdos que habrían de regir la labor futura: el Programa 21, un plan de acción mundial para
promover el desarrollo sostenible; la Declaración de Río sobre el Medio Ambiente y el
Desarrollo, un conjunto de principios en los que se definían los derechos civiles y obligaciones de
los Estados, y una Declaración de principios relativos a los bosques, serie de directrices para la
ordenación más sostenible de los bosques en el mundo.
Se abrieron a la firma además dos instrumentos con fuerza jurídica obligatoria: la Convención
Marco sobre el Cambio Climático y el Convenio sobre la Diversidad Biológica. Al mismo tiempo
se iniciaron negociaciones con miras a una Convención de lucha contra la desertificación, que
quedó abierta a la firma en octubre de 1994 y entró en vigor en diciembre de 1996.
El Programa 21
En el Programa 21, que contiene más de 2.500 recomendaciones prácticas, se abordan los
problemas urgentes de hoy en día. El Programa 21 tiene por objeto preparar al mundo para los
retos del próximo siglo e incluye propuestas concretas en cuestiones sociales y económicas, como
la lucha contra la pobreza, la evolución de las modalidades de producción y de consumo, la
dinámica demográfica, la conservación y ordenación de nuestros recursos naturales, la protección
de la atmósfera, los océanos y la diversidad biológica, la prevención de la deforestación y el
fomento de la agricultura sostenible.
En el Programa 21 se recomiendan maneras de fortalecer el papel de los grupos principales --las
mujeres, los sindicatos, los agricultores, los niños y los jóvenes, las poblaciones indígenas, la
comunidad científica, las autoridades locales, el comercio, la industria y las organizaciones no
gubernamentales-- con miras al desarrollo sostenible.
Al aprobar el Programa 21, la Conferencia exhortó a los participantes a adoptar varias iniciativas
importantes en esferas fundamentales del desarrollo sostenible. Entre esas iniciativas cabe señalar
la Conferencia Mundial sobre el Desarrollo Sostenible de los Pequeños Estados Insulares en
Desarrollo, de la cual surgió un Programa de Acción para esos Estados, una Convención de las
Naciones Unidas de Lucha contra la Desertificación, de fuerza jurídica obligatoria, y la
celebración de conversaciones sobre la prevención del agotamiento de las poblaciones de peces
altamente migratorios y de las poblaciones de peces cuyos territorios se encuentran dentro y fuera
de las zonas económicas exclusivas (poblaciones de peces transzonales).
La Declaración de Río
En la Declaración de Río se definen los derechos y las obligaciones de los Estados respecto de
principios básicos sobre el medio ambiente y el desarrollo. Incluye las siguientes ideas: la
incertidumbre en el ámbito científico no ha de demorar la adopción de medidas de protección del
medio ambiente; los Estados tienen el "derecho soberano de aprovechar sus propios recursos"
pero no han de causar daños al medio ambiente de otros Estados; la eliminación de la pobreza y
la reducción de las disparidades en los niveles de vida en todo el mundo son indispensables para
el desarrollo sostenible, y la plena participación de la mujer es imprescindible para lograr el
desarrollo sostenible.
La Declaración de los principios para la ordenación sostenible de los bosques, que no tiene fuerza
jurídica obligatoria, constituyó el "primer consenso mundial" sobre la cuestión. En la Declaración
se dispone, fundamentalmente, que todos los países, en especial los países desarrollados, deberían
esforzarse por reverdecer la Tierra mediante la reforestación y la conservación forestal; que los
Estados tienen derecho a desarrollar sus bosques conforme a sus necesidades socioeconómicas, y
que deben aportarse a los países en desarrollo recursos financieros destinados concretamente a
establecer programas de conservación forestal con miras a promover una política económica y
social de sustitución.
Tras la aprobación de los principios relativos a los bosques se estableció, en 1995, un Grupo
Intergubernamental sobre los Bosques, en calidad de órgano subsidiario de la Comisión sobre el
Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas.
La Comisión está integrada por representantes de 53 gobiernos elegidos entre Estados Miembros
de las Naciones Unidas sobre la base de una representación geográfica equitativa. Los miembros
ocupan su cargo durante períodos de tres años; cada año se celebran elecciones para cubrir los
puestos que quedan vacantes por rotación. Las organizaciones intergubernamentales y no
gubernamentales acreditadas ante la Comisión pueden participar en sus períodos de sesiones en
calidad de observadores.
La Comisión, que se reúne anualmente en Nueva York, presenta informes al Consejo Económico
y Social y formula recomendaciones a la Asamblea General. Su primer período de sesiones se
celebró un año después de la Conferencia de Río, del 14 al 26 de junio de 1993; el segundo fue
celebrado del 16 al 27 de mayo de 1994; el tercero, del 11 al 28 de abril de 1995, y el cuarto, del
18 de abril al 3 de mayo de 1996.
Los Presidentes de las Repúblicas de Costa Rica, El Salvador, Guatemala, Honduras, Nicaragua,
Panamá y el Representante del Primer Ministro de Belice, reunidos en la Cumbre Ecológica
Centroamericana para el Desarrollo Sostenible, celebrada en Managua, Nicaragua, hemos
coincidido en que las circunstancias prevalecientes en la región imponen un nuevo rumbo por lo
que hemos decidido adoptar una estrategia integral de desarrollo sostenible en la región.
y Deseosos de concertar una convención sobre la protección de la flora, la fauna, y las bellezas
escénicas naturales dentro de los propósitos arriba enunciados.
ARTICULO I
Definición de los términos y expresiones empleados en esta Convención.
1. Se entenderá por PARQUES NACIONALES: Las regiones establecidas para la protección y
conservación de las bellezas escénicas naturales y de la flora y fauna de importancia
nacional, de las que el público pueda disfrutar mejor al ser puestas bajo la vigilancia oficial.
3. Se entenderá por MONUMENTOS NATURALES: Las regiones, los objetos o las especies
vivas de los animales o plantas de interés estético o valor histórico o científico, a los cuales
se les da protección absoluta. Los Monumentos Naturales se crean con el fin de conservar un
objeto específico o una especie determinada de flora o fauna declarando una región, un
objeto o una especie aislada, monumento natural inviolable excepto para realizar
investigaciones científicas debidamente autorizadas, o inspecciones gubernamentales.