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Resumen Delitos Contra La Integridad Sexual

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Resumen delitos contra la integridad sexual

El bien jurídico protegido en los delitos contra la integridad sexual

Anteriormente a la ley 26.084 el bien jurídico protegido era esencialmente la honestidad, Honestidad hacía
referencia a moralidad sexual, se la definía como una vigencia de corrección y respeto impuesta por las buenas
costumbres en las relaciones sexuales. Cuando la ley habla de delitos contra la honestidad quiere referirse a
hechos lesivos del pudor, es decir, a un sentimiento que se refiere a la normalidad y a la moralidad de los actos
sexuales. Sin embargo con la reforma introducida por dicha ley el bien jurídico que se protege es la integridad
sexual entendida por parte de la doctrina como la afección de la integridad física y psíquica, y la libre decisión de
la víctima. Ya no a la injuria y castidad de la víctima, ni a la honra de ningún hombre. Sin embargo esto presenta
varios problemas para la doctrina: el derecho penal no puede proteger normas éticas o morales, o determinadas
formas de sexualidad sino debe proteger bienes jurídicos particulares en pos del principio de legalidad.

En la actualidad Se entiende que el actual bien jurídico alude, por un lado, a la libertad sexual, es decir, a la libre
determinación de la actividad sexual de las personas y, por el otro lado, en el caso de los menores de edad, al libre
proceso de desarrollo de la sexualidad de los mismos.

Para autores de la doctrina clásica como Creus la integridad sexual es el normal desarrollo de la sexualidad según
el contexto particular de cada individuo. Sin embargo estas nociones no pueden ser aceptadas en el contexto
actual del derecho penal y de la sociedad, remitiendo además al problema de la legalidad, por tratarse la
integridad sexual de un concepto demasiado amplio. En este sentido tanto Donna como Buompadre entienden
que el bien jurídico tutelado en el Título III no es más que la libertad personal de cada individuo de ejercer
libremente su sexualidad.

ABUSO SEXUAL

ARTICULO 119. - Será reprimido con reclusión o prisión de seis (6) meses a cuatro (4) años el que abusare
sexualmente de una persona cuando ésta fuera menor de trece (13) años o cuando mediare violencia, amenaza,
abuso coactivo o intimidatorio de una relación de dependencia, de autoridad, o de poder, o aprovechándose de
que la víctima por cualquier causa no haya podido consentir libremente la acción.
La pena será de cuatro (4) a diez (10) años de reclusión o prisión cuando el abuso por su duración o circunstancias
de su realización, hubiere configurado un sometimiento sexual gravemente ultrajante para la víctima.
La pena será de seis (6) a quince (15) años de reclusión o prisión cuando mediando las circunstancias del primer
párrafo hubiere acceso carnal por vía anal, vaginal u oral o realizare otros actos análogos introduciendo objetos o
partes del cuerpo por alguna de las dos primeras vías.
En los supuestos de los dos párrafos anteriores, la pena será de ocho (8) a veinte (20) años de reclusión o prisión
si:
a) Resultare un grave daño en la salud física o mental de la víctima;
b) El hecho fuere cometido por ascendiente, descendiente, afín en línea recta, hermano, tutor, curador, ministro
de algún culto reconocido o no, encargado de la educación o de la guarda;
c) El autor tuviere conocimiento de ser portador de una enfermedad de transmisión sexual grave, y hubiere
existido peligro de contagio;
d) El hecho fuere cometido por dos o más personas, o con armas;
e) El hecho fuere cometido por personal perteneciente a las fuerzas policiales o de seguridad, en ocasión de sus
funciones;
f) El hecho fuere cometido contra un menor de dieciocho (18) años, aprovechando la situación de convivencia
preexistente con el mismo.
En el supuesto del primer párrafo, la pena será de tres (3) a diez (10) años de reclusión o prisión si concurren las
circunstancias de los incisos a), b), d), e) o f).

 Abuso sexual simple:


Será reprimido con reclusión o prisión de seis (6) meses a cuatro (4) años el que abusare sexualmente de una
persona cuando ésta fuera menor de trece (13) años o cuando mediare violencia, amenaza, abuso coactivo o
intimidatorio de una relación de dependencia, de autoridad, o de poder, o aprovechándose de que la víctima por
cualquier causa no haya podido consentir libremente la acción.
Anteriormente conocido como abuso deshonesto el bien jurídico que protege esta figura es la reserva sexual de
la víctima entendida como la incolumidad física y dignidad desde la óptica de su pudicia personal (Donna).
Tipo objetivo:
De acuerdo a lo que se desprende del art. 119, abusa sexualmente la persona que realiza actos corporales de
tocamiento o acercamiento de carácter sexual, con persona de uno u otro sexo, menor de 13 años. O cuando
mediare violencia abuso coactivo o intimidatorio de una relación de dependencia, de autoridad, o de poder, o
aprovechándose de que la víctima por cualquier causa no haya podido consentir libremente la acción. Quedan
excluidos lo actos que importen el intento o la consumación del acceso carnal los que están regulados en el párrafo
3 del mismo artículo. Para Soler tampoco entrarían en este artículo los actos en que la víctima es obligada a actuar
en su propio cuerpo sino eventualmente en el de corrupción.
Sujeto activo y pasivo: El sujeto activo es indistinto pudiendo ser hombre o mujer. El sujeto pasivo puede ser
cualquier persona hombre o mujer cuyo cuerpo sufra el abuso sexual por parte del autor.
Víctima menor de 13 años: La ley presume juris et de jure la falta de conocimiento por la edad y voluntad de la
víctima y, por ende, la imposibilidad de prestar consentimiento para el acto, más allá de la aptitud sexual biológica
propiamente dicha.
Uso de la violencia: Debe entenderse como el empleo de violencia material, esto es energía física aplicada por el
autor sobre la víctima o en su contra con el fin de abusar sexualmente. Quedan comprendidos dentro del concepto
de violencia todos los casos en que se han utilizado medios hipnóticos o narcóticos. La violencia consiste en una
energía física, animal o de otra naturaleza ejercida por el autor o por un partícipe sobre la víctima, con el propósito
de lograr la ejecución de los actos libidinosos.
Uso de amenazas: equivale a intimidación. Es todo acto de violencia moral, idónea para producir temor en el
ánimo del sujeto pasivo, en forma tal que éste se encuentre obligado a soportar o ejecutar la acción que el agente
le propone, Se trata de la violencia moral o vis compulsiva, que consiste en la amenaza de un futuro que el autor
profiere a la víctima.
Representa la amenaza de sufrir un mal grave, injusto, determinado, posible, futuro y dependiente de la voluntad
del autor, el cual podrá recaer sobre cualquier bien, persona, o interés del sujeto pasivo. La amenaza, según un
grupo de autores, debe ser inmediata o inminente con relación a la situación de peligro para la victima de modo
que no se dará el delito si dicha circunstancia temporal no ocurre. Otro grupo de autores admite que el mal
amenazado sea futuro, teniendo en cuenta las circunstancias del caso. La gravedad también será según cada caso
particular. Se acepta que las amenazas puedan ser sobre terceros.
Mediante abuso coactivo: Esta modalidad fue incluida por la ley 25º57 y engloba relaciones de autoridad y
jerarquía en las que el autor se encuentra con la víctima en relación de preeminencia, la cual puede forzar su libre
consentimiento. La relación de dependencia puede darse en materia laboral, educacional, institucional, religiosa,
o análoga, siempre que no caiga en la agravante prevista en el cuarto párrafo del mismo art. Comprende también
aquellos casos de dependencia económica, social sanitaria o de otra índole.
La relación de autoridad comprende aquellos casos en que el abuso es ejecutado por un superior jerárquico, en
estructuras u organismos o instituciones que operan en base a códigos o pautas de autoridad o disciplina, e
imponen un tipo de obediencia o sometimiento a reglas de carácter rígido.
Relaciones de poder: Creus entiende que son todas aquellas que colocan a la persona del sujeto pasivo en la
precisión de obedecer las decisiones del autor, no derivadas ni de la dependencia ni de la autoridad en sentido
funcional. Se trataría de aquellas personas unidasa la victima por un vínculo de poder particular del que se
aprovechan para llevar a cabo el abuso. Por ejemplo podrían incluirse a quienes detentan una posición de
garantes, y condicionan su auxilio a la concesión de favores sexuales (guardavida, guía de montaña, etc.)
El tipo subjetivo
El delito de abuso sexual es doloso. Se requiere dolo directo. El elemento subjetivo consiste en el conocimiento
por parte del autor de que se realiza un acto de carácter sexual sin el consentimiento de la víctima, y sin
penetración. En este sentido Gómez afirmaba que integran el tipo penal las acciones llevadas a cabo para humillar,
vejar burlarse, o para exitar o satisfacer la propia lasciva y solo quedan excluidas las que tiende al logro de su
acceso carnal o tentativa. Para algunos autores si el acto es libidiniso, este lleva un dolo especial, llamado dolo
específico, consistente en la finalidad sexual del autir. Si el corpus del abuso tiene como sustento material una
conducta cuyo significado puede ser no abusivo, tambien se requiere el dolo especial representado por el fin
impúdico del autor. Sin embargo, basta el dolo común cunado el corpues del abuso esta constituido por una
conducta material cuya significacion impudica es evidente ( en este caso eldolo puede ser directo, eventual o
indirecto y es compatible con cualquier designio del autor tendiente a lesionar al sujeto pasivo).
El delito se consuma cuando el autor produce actos de tocamiento sobre el cuerpo de lavíctima, logrando que lo
sean sobre el autor o untercero, o que el propio sujeto pasivo realice tocamientos en su cuerpo.
Respecto de la tentativa, si bien se admite por ser un delito de resultado coincide con el comienzo de la
consumación lo que lo hace dificil de ocurrir la tentativa en la realidad. Por lo general suelen ser deitos de
consumación.
La doctrina se ha dividido al tratar el tema de la tentativa. Soler señala que es sumamente dificil concebir la
tentativa en los casos de violencia presunta ya que el hecho, no mediando resistencia consiste en el contacto,
antes de él no hay nada, y despues del primer contacto el delito está consumado. Para nuñez es posible que el
autor intente cometer un abuso sin lograrlo. Ello se daría cuando la víctima ofreciera resistencia al autor, y el
autor, tomándola de sus brazos o luchando, demostrara por sus actos la intencion de abusar de su cuerpo y no lo
lograra. Asimismo, es posible que no siendo el caso de la lucha cuerpo a cuerpo o de la intimidacion, el autor
realice actos demostrativos de su intencion de consumar el abuso que no lo involucren.
Concurso de delitos: Cuando el autor actue con l aintencion de acceder carnalmente a la victima, lo logre o no, los
actos de abuso son absorbidos por el delito de violacion consumado o tentado. Deben distinguirse los actos de
abuso sexual simple de los que constituyen la tenativa de violacion, ya que presentan una semejanza externa que
tiende a prestarse a confusion. Tal distincion radica exclusivamente en el dolo del autor. Si se comprueba que el
proposito es el de consumar el acceso carnal, entonces habrá tentativa de vioalcion, si en cambio, existe un
generico fin sexual, habrá abuso. Se requiere que además, objetivamente, dentro de los actos abusivos, los que
practique el autor impliquen el comienzo de una consumación. Respecto de los delitos de corrupcion y
prostitucion, frecuentemente se consuman mediante actos que implican un abuso de la victima. En este caso el
tipo de corrupcion absorve al del abuso sexual, aunque en algunos casos ambos tipos podrán concurrir
idealmente. En los casos de lesiones leves producidas al realizar actos que configuren abuso sexual, quedan
absorvidas por la figura, pero en caso de lesiones graves concurren material o realmente.

 Abuso sexual gravemente ultrajante


La pena será de cuatro (4) a diez (10) años de reclusión o prisión cuando el abuso por su duración o circunstancias
de su realización, hubiere configurado un sometimiento sexual gravemente ultrajante para la víctima.
Tipo objetivo
La acción típica no difiere de la ya analizada en la figura básica. Se trata de actos objetivamente impúdicos,
realizados bajo alguna de las circunstancias previstas en el primer párrafo del artículo 119 del Código Penal. Sin
embargo la agravante requiere además que el abuso se prolongue en el tiempo, o se realice bajo circunstancias
especiales, que tienen como fin un sometimiento sexual gravemente ultrajante.
a) Por su duración: Se exige que el abuso se prolongue temporalmente. Dicha prolongacion puede deberse
a que el acto dure más tiempo del normal requerido para la realizacion de la conducta abusiva o que se
trate de una modalidad reiterada o continuada a traves del tiempo. La excesiva prolongacion temporal
implica un peligro para la integridad física y un innecesario vejamen para la dignidad de la víctima. El
problema estriba en que esta figura roza la inconstitucionalidad dado que se deja a la interpretación
subjetiva del juez.
b) Respecto a las circunstancias de su realizacion:esta variante prevé la realizacion de un acto unico que
resulte altamente dañoso para el sujeto pasivo, ya sea por el crácter degradante de la conducta o por el
peligro que ella trae aparejada para la victima. Gavier los define como actos que, en símismo son
intrinsecamente escandalosos, humillantes, peligrosos y de un alto contenido vejatorio para la víctima.
Sometimiento sexual gravemente ultrajante: Existe sometimiento cuando se pone a otra persona,
generalmente por la fuerza o la violencia,bajo la autoridad o el dominio de otra. Este elemento implica reducir
al sujeto pasivo al estado de cosa, sobre la que se ejerce dominio o disponibilidad de modo tal que anula la
libertad o autodeterminación sexual y más allá, reduce a la mínima expresión de dignidad personal. Creus
entiende por sometimiento, la ausencia de voluntad de la víctima, que es reemplazada por la del autor. La
cualidad de “gravemente ultrajante” del sometimiento despierta críticas en la doctrina y jurisprudencia por
la vaguedad de ambos términos y por la imprecisión consistente en no poder determinar cuál es la correcta
de las combinaciones posibles que pueden hacerse de las características definitorias del tipo penal.
Sujetos activo y pasivo: ídem abuso sexual simple.
Tipo subjetivo
El delito de abuso sexual gravemente ultrajante es doloso. El elemento subjetivo consiste en el conocimiento de
que se realiza un acto de carácter sexual, sin el consentimiento de la víctima, sin llegar al acceso carnal. A esto se
suma un elemento subjetivo del tipo, que es el animus del autor de someter a la víctima, degradarla, por alguna
de las modalidades previstas. Por esto se requiere dolo directo y no admite ninguna otra especie de éste. El
problema estará si el autor no tiene este ánimo, por lo que se volverá al tipo penal básico.
Consumacion y tentativa
En el caso del abuso cometido en forma reiterada o continuada temporalmente, el delito se consuma en el
momento en que excede el tiempo normal, y cuando se produce el sometimiento sexual gravemente ultrajante.
Cuando el ultraje se realiza mediante un acto unico. El delito se consuma en la realizacion misma. Se admite
tentativa cuando el autor realice actos demostrativos de su intencion de consumarlo, pero no lo logra por razones
ajenas a su voluntad.
Cuestion de la fellatio in ore
En la doctrina fue Carlos Fontán Balestra quien defendió por primera vez incluir a la penetración oral como
supuesto de hecho de la violación, basándose en el fallo antes indicado del Superior Tribunal de Córdoba, donde
se afirmó que "el art. 119 del CP ha receptado la sodomía, penada por el art. 129 del Código de 1886, consistente
también en el coito in ore, según lo demuestra la referencia que hace Tejedor en su Curso, de la Bula de Pío IV de
1568…"2.
La segunda posibilidad de subsunción era la llamada "tesis restringida", mediante la cual se argumentaba que la
fellatio in ore era un supuesto de abuso deshonesto y no de violación en función de que la cavidad bucal carece
de glándulas y de terminaciones nerviosas erógenas, además de ser una cavidad cuya abertura depende para su
regulación del accionar del sujeto pasivo.
Esta discusión fue uno de los motivos que impulsó la sanción de la Ley 25087 del año 1999, mediante la cual se
reemplazó al abuso deshonesto por el abuso sexual de acuerdo al nuevo bien jurídico, reconociendo tres
modalidades: abuso sexual simple (art. 119, 1 párrafo), abuso sexual gravemente ultrajante (art. 119, 2 párrafo)
y abuso sexual con acceso carnal por cualquier vía (art. 119, 3 párrafo). La expresión "cualquier vía" se introdujo
para superar aquel problema pero en los hechos dejo sin solucionar la discusión inicial ya que el acceso carnal no
puede ser por cualquier vía sino por aquella vía apta para la penetración. Pues, la interpretación literal de dicho
término incluiría a la nariz, las orejas o, por ejemplo, cavidades producidas por una ostomía. De allí que se
distinguió al ano y a la vagina como vías aptas pero la cavidad bucal siguió siendo eje del debate.
De esta manera, la situación fue aún peor que antes de la reforma, pues la fellatio in ore podría reconocer tres
encuadres diferentes, conforme a los criterios defendidos por el órgano jurisdiccional interviniente: a) si considera
que la boca es una vía apta para la penetración entonces será violación, b) pero si considera que no lo es porque,
por ejemplo, sostiene que dicha cavidad carece de glándulas erógenas entonces podría ser un abuso sexual
gravemente ultrajante, c) ahora bien, para ello se requiere que por la circunstancia de su realización y la duración
del abuso se configure un sometimiento ultrajante para la víctima, es decir, que si en los hechos concretos no se
acredita el agravamiento por el modo de realización y duración, entonces la fellatio in ore ya no sería ni violación
ni tampoco un abuso sexual gravemente ultrajante sino un abuso sexual simple, con una pena que va de los 6
meses a los 4 años de prisión en su figura básica.
El fin de la controversia llegó de manera reciente con la sanción de la Ley 27352, cuyo fundamento fue el de
encontrar una solución interpretativa al concepto de "acceso carnal". Con la nueva redaccion del art. queda
definido que el acceso carnal será por la introducción del miembro viril masculino en la cavidad anal, vaginal o
bucal; enterrando de una buena vez la discusión acerca de la práctica no consentida de la fellatio in ore que, como
vimos, se remonta a los primeros antecedentes de nuestro código de fondo.
 Abuso sexual con acceso carnal
La pena será de seis (6) a quince (15) años de reclusión o prisión cuando mediando las circunstancias del primer
párrafo hubiere acceso carnal por vía anal, vaginal u oral o realizare otros actos análogos introduciendo objetos o
partes del cuerpo por alguna de las dos primeras vías.
hay que distinguir dos supuestos contemplados en la nueva redacción: por un lado, el acceso carnal y, por el otro,
supuestos análogos a éste.
Tipo objetivo
La nueva redacción del tercer párrafo del art. 119, CP encuadra a la violación como el supuesto de coerción
sexual más grave, que se produce por la irrupción del libre albedrío sexual de la víctima cuya
autodeterminación es violentada al atentarse contra su cuerpo ya sea por la introducción de objetos o partes
del cuerpo en el ano o la vagina, o la penetración del miembro viril del sujeto activo en el ano, la vagina o la
boca.
El acceso carnal: El primer supuesto de hecho, entonces, queda definido por la introducción del miembro viril
masculino en la cavidad anal, vaginal o bucal; enterrando de una buena vez la discusión acerca de la práctica no
consentida de la fellatio in ore que, como vimos, se remonta a los primeros antecedentes de nuestro código de
fondo.
Ahora bien, la principal novedad la trae el segundo supuesto, es decir, los actos análogos al acceso carnal. De
manera tradicional se entendía que la introducción de objetos o de miembros diferentes al pene en el ano o la
vagina del sujeto pasivo, quedaban subsumidos como supuestos del abuso sexual gravemente ultrajante, delito
que quedo colocado como una figura residual de supuestos no abarcados por el párrafo 1 y 3 del antiguo art. 119.
Con la nueva redacción, prácticas como el cunninglinguist, anilingus o el fisting, entre otras, serán consideradas
como supuestos análogos del acceso carnal, lo que genera que la violación se enmarca en un supuesto de coerción
sexual más amplia pues no quedará condicionada a la introducción del pene.
Sujetos pasivo y activo: el sujeto activo del tipo penal ya no se limitará en forma exclusiva al hombre cuando se
refiera a los supuestos análogos de acceso carnal. El sujeto pasivo puede ser de sexo indistinto.
Tipo subjetivo: El elemento primordial que confirma el tipo subjetivo es el dolo entendiendose por tal el querer
dominado por la coluntad de realizacion del tipo objetivo. En términos más sencillos es la voluntad de actuar
referida al resultado que sustenta la acción. De esta manera el autor actúa dolosamente cuando conoce el tipo
objetivo y entonces se dispone a realizar la accion allí descripta, lo que exige una concordancia entre lo que se
conoce y lo que se pretende llevar a cabo, lo que lleva a que en casos de errir, dicha congruencia desaparexca
debido a que el comoponente intelectual del dolo quedará excluido. El delito de violacion es en todas sus formas
doloso. Se exige el dolo directo, ya que es incompatible con cualquier otro tipo de dolo.
Consumacion y tentativa
El delito de abuso sexual con acceso carnal se consuma precisamente con el acceso carnal, cualquiera sea el grado
de penetracion, de modo que no se requiere pentracion completa ni el perfeccionamiento fisiologico del acto
sexual. La violacion admite la tentativa, al ser un delito de resultado. Por tal motivo antes de la penetracion serán
admisibles actos de ejecucion que, guiados por el dolo de violacion, se conduzcan hacia el fin propuesto y que no
se consume por razones ajenas a la voluntad del autor. La tentativa es una manifestación delictiba con un deficit
en el tipo objetivo o dicho en otros términos en la tentativa se de que junto a un tipo penal subjetivo cumplido
plenamente, existe un tipo objetivo incompleto.
Concurso de delitos
Las lesiones leves producidas por la violencia ejercida para lograr el acceso carnal, y las propias originadas del
mismo acceso (rotura del himen) quedan absorvidas por la figura de violacion, en virtud del principio de
consuncion. Las lesiones inferidas a la víctima antes o durante el acceso carnal por puro sadismo, constituye un
delito independiente que concurre con el de violación, al igual que las inferidas con posterioridad al acto,
cualquiera fuere el motivo.
Respecto de las amenazas, la coaccion y la privacion de libertad, son tipos delictivos absorbidos por el delito de
violacion, siempre que ellas se empleen con el único fin de reducir a la víctima para consumar el acto violatorio,
en virtud de que no se concibe la violacion de la libertad sexual sin vulnerar al mismo tiempo la libertad personal.
Sin embargo, esa privacion de la libertad queda absorbida por la conducta de abuso sexual con cceso carnal es la
estrictanebte necesaria para la violacion. La postura dominante sostiene que cuando la privacion de libertad se
prolonga en el tiempo se computará como un hecho independiente que concurrirá real o materialmente con el
delito de violación. En lo referente al abuso sexual simple, todo tocamiento impúdico o conocomitante al acceso
carnal es, en principio absorbido por la figura de violación.
Agravantes
a) Resultare un grave daño en la salud física o mental de la víctima;
b) El hecho fuere cometido por ascendiente, descendiente, afín en línea recta, hermano, tutor, curador, ministro
de algún culto reconocido o no, encargado de la educación o de la guarda;
c) El autor tuviere conocimiento de ser portador de una enfermedad de transmisión sexual grave, y hubiere existido
peligro de contagio;
d) El hecho fuere cometido por dos o más personas, o con armas;
e) El hecho fuere cometido por personal perteneciente a las fuerzas policiales o de seguridad, en ocasión de sus
funciones;
f) El hecho fuere cometido contra un menor de dieciocho (18) años, aprovechando la situación de convivencia
preexistente con el mismo.
En el supuesto del primer párrafo, la pena será de tres (3) a diez (10) años de reclusión o prisión si concurren las
circunstancias de los incisos a), b), d), e) o f).
En cuanto al funcionamiento de las agravantes, éstas lo hacen respecto de cada una de las formas del acto ilicito
previstas en el art. Para que se produzca el agravamiento es necesario que antes la conducta del autor encuadre
en algunos de los incisos del delito base. Es decir, primero se requiere el acto abusivo violento y luego la accion
se considera más grave si llevó a cabo por un ascendiente, por ejemplo. Puede presentarse pluralidad de
agravantes, pero la conducta delictiva es una sola. La pluralidad sólo tiene valor a los efectos de la medida de la
pena, por un mayor injusto.
Grave daño a la salud : Para Núñez el daño se refiere al tipo penal de los articulos 90 y 91, esto es, a las lesiones
graves y gravisimas por lo tanto no abarca la simple estructura corporal, debiendo ser un perjuicio de serias
consecuencias. En cambio , para creus unicamente quedan excluidos de la agravante y absorbidos por el tipo
penal los daños estructurales que carezcan de influencia fisiológica, aunque sea temporal, o los que tienen escasa
importancia. Sin embargo parte de la doctrina afirma que no es necesario acudir a los conceptos típicos de las
lesiones previstas en esas normas, porque de acuerdo a otros criterios puede tratarse tambien de un daño de
importantes consecuencias que no alcance los limites de las lesiones del art 80 y menos las del art. 91. Es necesario
que el daño en la salud no forme parte de los designios del agente porque la voluntad dorigida a ese evento
cambiaria el título de la figura o lo haría concurrir materialmente con lesiones. En este caso el dolo seria distinto.
Aquí es donde se presenta la discusion sobre que es lo que se entiende por grave daño en la salud.
En segundo término la ley 25087 ha incorporado como agravante el daño a la salud mental de la victima, lo que
deberpa ser entendido como un plus mayor al normal daño que se ocasiona habitualmente. Debe entenderse
para Donna como grave daño a la salud mental de la víctima el trauma inmediato que tiene el sujeto pasivo, que
se traduce en problemas graves de conducta.
El autor tuviere conocimiento de ser portador:

 Delito de estupro
Será reprimido con prisión o reclusión de tres a seis años el que realizare algunas de las acciones previstas en el
segundo o en el tercer párrafo del artículo 119 con una persona menor de dieciséis años, aprovechándose de su
inmadurez sexual, en razón de la mayoría de edad del autor, su relación de preeminencia respecto de la víctima,
u otra circunstancia equivalente, siempre que no resultare un delito más severamente penado.
La pena será de prisión o reclusión de seis a diez años si mediare alguna de las circunstancias previstas en los
incisos a), b), c), e) o f) del cuarto párrafo del artículo 119
Tipo objetivo
El tipo penal castiga a quien realiza alguna de las acciones previstas en el 2 y 3 párrafo del art 119 con una persona
menor de 16 años aprovechándose de su inmadurez sexual, en razón de la mayoría de edad del autor, su relación
de preminencia respecto de la víctima u otra circunstancia equivalente, siempre que no resulte un delito más
severamente penado. El estupro comprende conductas que giran sobre dos ejes: la seducción de la víctima menor
de 16, que debido a su inmadurez sexual presta consentimiento para el acto. Y en segundo lugar, la mayoría de
edad del autor aclarando que es la mayoría de edad legal y no mayoría de edad con respecto a la víctima. La nota
distinta frente al delito de abuso es el consentimiento mediante y que no se tiene como base la violencia, ya sea
real o presunta.
Mujer “honesta”: En la anterior redacción del código, tanto en la de 1922 como en la de 1999 el bien jurídico a
ser protegido era respectivamente la virginidad y posteriormente la “honestidad” entendida como la reserva
sexual, basada en la inexperiencia de la mujer. Se entendía que la honestidad sexual, por tener una vinculación
muy íntima con la evolución biológica del individuo, adoptaba modalidades diferentes con relación a las etapas
de su desarrollo. Así, frente al sexo, no era igual la actitud de la persona cuando era impúber que cuando había
llegado a la adolescencia o a la adultez. La inocencia y la inexperiencia, dentro de la edad que fijaba el Código
Penal, eran las condiciones que requería la ley para dar un concepto medio de la honestidad. LA inocencia hacia
presumir la inexperiencia. Los tres requisitos que se exigían para el delito de estupro con respecto al sujeto pasivo
eran que fuera una mujer, entre 12 y 15 años de edad que esta fuera honesta y que existiera seducción, basada
en ese carácter de la mujer.
Sujetos activo y pasivo: Son de sexo indistinto. Idem abuso sexual gravemente ultrajante y violacion. En cuanto al
sujeto pasivo debe ser menor de 16 y mayor de 15 deberá además ser inmaduro sexual.
Madurez sexual en los menores
Generalmente las legislaciones establecen una edad mínima por debajo de la cual un menor no puede consentir
ningún acto sexual. Habitualmente se fija esa edad entre los doce y los trece años, coincidentemente con el inicio
de la pubertad.
Nuestro código penal fija el tope en los trece años, presumiendo sin admitir prueba en contrario que por debajo
de dicho límite etario ningún menor tiene capacidad para consentir ninguna clase de acto sexual.
Objetamos la constitucionalidad de dicha presunción por cuanto, por un lado, al establecerse una presunción iuris
et de iure de ausencia de consentimiento válido para realizar cualquier acto sexual de todo menor que no haya
cumplido los trece años de edad resulta violatorio de las garantías de juicio previo y de la defensa en juicio. Y por
el otro afecta la libertad sexual de los menores al presumir el legislador que los mismos carecen de la misma lo
que implicaría que el dispositivo legal no se orienta a la tutela del derecho sino a la imposición de un orden moral.
No existe herramienta de previsión alguna que permita afirmar que no existe al menos una persona menor de
trece años capaz de comprender y consentir un acto sexual. Sin embargo, nos parece acertado que el legislador
fije un límite mínimo por debajo del cual un menor no pueda consentir un acto sexual a fin de proteger la
inmadurez de los menores para comprender el significado del acto sexual, pero debe admitirse la posibilidad de
la prueba en contrario en resguardo del Estado de Derecho.
Así, menores de trece años no puede consentir ningún acto sexual (art. 119 CP) mientras que a partir de los trece
y hasta cumplir los dieciséis pueden consentir actos sexuales siempre que se acredite su madurez sexual (art. 120
CP) y desde los dieciséis hasta los dieciocho años tienen libertad sexual para realizar cualquier acto o práctica
siempre que no constituya actos que puedan corromperlos (art. 125 CP).
De ésta manera la libertad sexual se va adquiriendo gradualmente a medida que el menor va creciendo,
obteniendo en nuestra legislación la total libertad a partir de los dieciocho años.
De ésta manera Filkenhor traza la línea fronteriza entre actos sexualmente apropiados y actos abusivos, afirmando
que se consideran abusos:
 En todos los casos los contactos sexuales entre menores de doce años o menos años y una persona mayor
de edad (dieciocho o más años)
 Entre persona de doce o menos años y un adolescente de menos de dieciocho pero siempre que la
diferencia de edad sea de cinco o más años, y
 Los realizados con adolescentes entre los trece y los dieciséis años, siempre que se tenga diez o más años.
Es importante observar el límite de edad de los dieciséis años del menor, pues por encima de dicho límite, según
la posición dominante, la sola asimetría de edad no permite deducir el abuso de poder por lo que no podrá
estimarse la concurrencia de una situación delictiva salvo que se empleen medios comisivos concretos que limiten
la libertad del menor.
Definición de madurez sexual: Madurez exige que el adolescente tenga conocimiento del acto, de su propio
cuerpo, de los riesgos que el acto implica y de sus posibles consecuencias. Sin embargo otro sector de la doctrina
la entiende como experiencia sexual, definiéndolo del mismo modo que honestidad en el anterior régimen.
Tipo subjetivo
El dolo del autor consistirá en el conocimiento que posea de los elementos que conforman el tipo objetivo, esto
es la inmadurez sexual, mayor de 13 años y menor de 16, y la voluntad de realizar tal conducta tipificada en el
delito de estupro. El dolo del autor, para Donna, sería el de la violación o del abuso sexual gravemente ultrajante,
a lo que se le suma un elemento subjetivo del tipo consistente en hacerlo mediante la seducción o tal como dice
la letra de la ley, el aprovechamiento de la inmadurez del sujeto pasivo, por lo que no es posible otro dolo que el
directo.
Consumación, tentativa y concurso de delitos: ídem violación.
 Corrupción de menores
El que promoviere o facilitare la corrupción de menores de dieciocho años, aunque mediare el consentimiento de
la víctima será reprimido con reclusión o prisión de tres a diez años.
La pena será de seis a quince años de reclusión o prisión cuando la víctima fuera menor de trece años.
Cualquiera que fuese la edad de la víctima, la pena será de reclusión o prisión de diez a quince años, cuando
mediare engaño, violencia, amenaza, abuso de autoridad o cualquier otro medio de intimidación o coerción, como
también si el autor fuera ascendiente, cónyuge, hermano, tutor o persona conviviente o encargada de su educación
o guarda.
Antes de la ley de 1999 respecto del delito de corrupción se entendía que atentaba contra la honestidad pues el
perjuicio que la consumación de este delito causa en la víctima es la pérdida de esa condición. Asimismo, se
afirmaba que el bien jurídico protegido por este delito no podía ser otro que el de la moralidad pública,
entendiendo “que existe un derecho social interesado en mantener cierto grado de cultura en cuanto a las
relaciones sexuales de las generaciones que deben constituir la colectividad”.
Es por ello que se entendía como corromper a “alterar, modificar, descomponer y avasallar el principio moral de
la honestidad constituyendo el primer peldaño en la escala de la degradación”. la medida para la tipificación de
la conducta imputada como corruptora era el normal ejercicio de la sexualidad, entendiendo por normal a
aquellos actos de contenido sexual que integraban el llamado sano instinto sexual, es decir, aptos para la
procreación.
En la actualidad salvo las excepciones como la de la autora Lydia quien formula un concepto de corrupción de
menores escindido de cualquier consideración a una sexualidad normal haciendo hincapié exclusivamente en la
afectación al bien jurídico, esto es, a aquellos actos que afecten el proceso de integración de la sexualidad de un
menor de 18 años., la mayoría de la doctrina mantiene un concepto de corrupción de menores fuertemente ligado
a la normalidad sexual entendiendo que existen prácticas rectas y normales, y prácticas sexuales desviadas y
perversas que tipifican el delito.
Aun apelando a criterios de “normalidad” vs. “perversidad” y/o “depravación”, debemos indicar que actualmente
es pacífica la jurisprudencia al señalar que las relaciones incestuosas entre padres e hijos configuran corrupción
de menores dejando en el olvido aquel pretendido criterio inicial que descartaba la tipificación en cuanto la
relación fuera por vía vaginal.
Tipo objetivo
El problema de este delito consiste en la dificultad de dar una noción de lo que es la corrupción sexual. El concepto
mismo, es de difícil precisión, más allá de los cambios existentes en materia sexual a través de los tiempos. Es de
mala técnica legislativa y en este error ha caído el codificador, el de dar conceptos y no describir conductas. En el
fondo, el de corrupción es un concepto vacío, ya que queda absolutamente librado al interprete darle un
contenido.
El problema se mantiene intacto surgiendo el siguiente interrogante ¿podemos seguir sosteniendo el mismo
concepto de corrupción, o el nuevo texto legal nos impone reconceptualizarla?
Sujetos activo y pasivo: Con respecto a ambos podrán serlo cualquier persona sea hombre o mujer. Si el sujeto
pasivo fuera menor de 13 años se prevé una agravante.
Tipo subjetivo
El delito de corrupción es doloso, no admitiéndose la culpa y como veremos, dad la estructura del tipo el dolo
debe ser directo, que significa saber que la acción que uno lleva a cabo tiende a promover la corrupción de un
menor. Está claro que el dolo no abarca aquellas acciones en las cuales eventualmente se pueda llegar a favorecer
la corrupción del menor.
Consumación y tentativa
Por ser un delito de mera actividad no se admite la tentativa. El delito se consuma con la realización de los actos
objetivamente idóneos para corromper a la víctima. Se consuma de una manera permanente mientras dure la
conducta plural aunque es posible que se consume con un solo acto.

 Delito de prostitucion
ARTICULO 125 bis — El que promoviere o facilitare la prostitución de una persona será penado con prisión de
cuatro (4) a seis (6) años de prisión, aunque mediare el consentimiento de la víctima.
ARTICULO 126 — En el caso del artículo anterior, la pena será de cinco (5) a diez (10) años de prisión, si concurriere
alguna de las siguientes circunstancias:
1. Mediare engaño, fraude, violencia, amenaza o cualquier otro medio de intimidación o coerción, abuso de
autoridad o de una situación de vulnerabilidad, o concesión o recepción de pagos o beneficios para obtener el
consentimiento de una persona que tenga autoridad sobre la víctima.
2. El autor fuere ascendiente, descendiente, cónyuge, afín en línea recta, colateral o conviviente, tutor, curador,
autoridad o ministro de cualquier culto reconocido o no, o encargado de la educación o de la guarda de la víctima.
3. El autor fuere funcionario público o miembro de una fuerza de seguridad, policial o penitenciaria.
Cuando la víctima fuere menor de dieciocho (18) años la pena será de diez (10) a quince (15) años de prisión.
Tipo objetivo
La prostitución consiste en la entrega sexual habitual por un precio y a personas indeterminadas. Promueve la
prostitución el que opera como actor y parte en el acto sexual, tendiente a degradar los motivos de tal acto, a
mantener a la víctima en la prostitución o a volver más torpe su comercio sexual. Facilita, quien obra haciendo
más fácil o posible la prostitución de la persona, en su iniciación, mantenimiento o empeoramiento. Todo ello,
aun aunque mediare el consentimiento de la víctima.
Sujetos activo y pasivo: es indistinta la edad y el sexo de ambos.
Tipo subjetivo
Este delito es doloso, no admitiéndose la culpa y dad la estructura del tipo, el dolo debe ser directo lo que significa
saber que la acción que se lleva a cabo tiende a promover o facilitar la prostitución.
 Delito de proxenetismo y trata de personas
Será reprimido con prisión de cuatro (4) a seis (6) años, el que explotare económicamente el ejercicio de la
prostitución de una persona, aunque mediare el consentimiento de la víctima.
La pena será de cinco (5) a diez (10) años de prisión, si concurriere alguna de las siguientes circunstancias:
1. Mediare engaño, fraude, violencia, amenaza o cualquier otro medio de intimidación o coerción, abuso de
autoridad o de una situación de vulnerabilidad, o concesión o recepción de pagos o beneficios para obtener el
consentimiento de una persona que tenga autoridad sobre la víctima.
2. El autor fuere ascendiente, descendiente, cónyuge, afín en línea recta, colateral o conviviente, tutor, curador,
autoridad o ministro de cualquier culto reconocido o no, o encargado de la educación o de la guarda de la víctima.
3. El autor fuere funcionario público o miembro de una fuerza de seguridad, policial o penitenciaria.
Cuando la víctima fuere menor de dieciocho (18) años la pena será de diez (10) a quince (15) años de prisión.
El proxenetismo en tanto explotación sexual, fue definido normativamente, como una actividad que emparda en
gravedad con la servidumbre, esclavitud o trabajo forzado. LA identificación del proxenetismo con la trata en
tanto esclavitud sexual, si quien la sufre es una mujer, bajo las lógicas del funcionamiento del sistema prostibulario
tiene antecedentes normativos y razones sustantivas que la avalan. El proxenetismo prostibulario fue identificado
como una relación de dominación y anulación de las posibilidades de desarrollo de las mujeres, por convenciones
internacionales, suscriptas por nuestro país y con plena vigencia hasta hoy que precedieron al denominado
Protocolo de Palermo que pretendió inaugurar un nuevo paradigma sobre la cuestión de trata.
El convenio para la represión de la trata de personas y de la explotación de la prostitución ajena, de la ONU del
año 1949, asimiló la explotación sexual de mujeres con la trata, establece que : Las Partes en el presente Convenio
se comprometen a castigar a toda persona que, para satisfacer las pasiones de otra: 1) Concertare la prostitución
de otra persona, aun con el consentimiento de tal persona; 2) Explotare la prostitución de otra persona, aun con
el consentimiento de tal persona.
Por su parte la Convención sobre la eliminación de todas las formas de discriminación contra la mujer establece
que: Los Estados Partes tomarán todas las medidas apropiadas, incluso de carácter legislativo, para suprimir todas
las formas de trata de mujeres y explotación de la prostitución de la mujer. Del mismo modo se equipara a la trata
con la explotación de la prostitución de la mujer.
Trata de personas, la ley 26364: Un primer núcleo problemático del olvido legislativo se sufrió en el plano procesal.
El delito de trata es de competencia federal mientras que los delitos conexos no.
Es el proceso que implica el ofrecimiento, la captación, el traslado, la recepción o acogida de personas con fines
de explotación, ya sea dentro del territorio nacional como desde o hacia otros países.
La Ley 26842 establece que el consentimiento dado por la víctima de trata no implica que se le quite la
responsabilidad penal, civil o administrativa a los autores, partícipes cooperadores o instigadores de este delito.
Antecedentes

Tipo objetivo
Ídem prostitución. La conducta típica consiste en explotar económicamente a cualquier persona valiéndose de los
medios enumerados en sus incisos. Explotar, quiere decir obtener utilidad o lucrar con algo. El explotador, en el
caso, lucra o se beneficia con la ganancia total o parcial de una persona que ejerce la prostitución. Explotar
significa: sacar provecho de una fuente de riqueza, sacar provecho con astucia o abuso, servirse de alguien sin
más miras que el provecho propio. Este último es el sentido empleado por la norma.
Sujeto activo y pasivo pueden serlo cualquier persona de cualquier edad y sexo.
Tipo subjetivo
La ley trae como exigencia que además del dolo existan elementos subjetivos especiales, que consisten en el
ánimo de lucro. Se entiende por estos elementos subjetivos aquellos que caracterizan al tipo cuando se refieren
al bien jurídico protegido, como también cuando ayudan a determinar la caracterización del objeto de la acción
típica, la forma de su menoscabo o tendencias relevantes para el injusto. Se trata de un delito de tendencia, lo
que significa que existe una tendencia subjetiva inherente a un elemento típico.
Consumación y tentativa
La explotación económica supone un resultado concreto con lo que el delito admite perfectamente la tentativa y
se trata de un delito permanente, es decir que su ejecución se extiende en el explotar, esto es a recibir dinero de
la persona prostituida.

 Delito de Pornografía infantil


ARTICULO 128 — Será reprimido con prisión de tres (3) a seis (6) años el que produjere, financiare, ofreciere,
comerciare, publicare, facilitare, divulgare o distribuyere, por cualquier medio, toda representación de un menor
de dieciocho (18) años dedicado a actividades sexuales explícitas o toda representación de sus partes genitales
con fines predominantemente sexuales, al igual que el que organizare espectáculos en vivo de representaciones
sexuales explícitas en que participaren dichos menores.
Será reprimido con prisión de cuatro (4) meses a un (1) año el que a sabiendas tuviere en su poder representaciones
de las descriptas en el párrafo anterior.
Será reprimido con prisión de seis (6) meses a dos (2) años el que tuviere en su poder representaciones de las
descriptas en el primer párrafo con fines inequívocos de distribución o comercialización.
Será reprimido con prisión de un (1) mes a tres (3) años el que facilitare el acceso a espectáculos pornográficos o
suministrare material pornográfico a menores de catorce (14) años.
Todas las escalas penales previstas en este artículo se elevarán en un tercio en su mínimo y en su máximo cuando
la víctima fuere menor de trece (13) años.
Tipo objetivo
Se puede afirmar que en este art. Se encuentran tres tipos delictivos, el primero de ellos es el de producir, publicar,
facilitar, etc. imágenes pornográficas en que se exihiban a menores de 18 años y organizar espectáculos en vivo
con fines sexuales, de dichos menores. El segundo tipo penal es el de tener aquellas representaciones. El tercero
se refiere a quien además de tener las representaciones las tenga con el fin de su comercialización. El cuarto tipo
es facilitar el acceso a espectáculos y materiales pornográficos a menores de 14 años.
Por producir debe entenderse elaborar o fabricar.
 Delito de Grooming
Será penado con prisión de seis (6) meses a cuatro (4) años el que, por medio de comunicaciones electrónicas,
telecomunicaciones o cualquier otra tecnología de transmisión de datos, contactare a una persona menor de edad,
con el propósito de cometer cualquier delito contra la integridad sexual de la misma.
Prescripción de la acción penal
En octubre de 2005 se sancionó la Ley 26705 que introdujo el segundo párrafo del art. 63 del Código Penal
mediante el cual se estableció que en los delitos previstos en los artículos 119, 120, 124, 125, 125 bis, 128, 129 –
in fine-, y 130 -párrafos segundo y tercero- del Código Penal, cuando la víctima fuere menor de edad la
prescripción de la acción comenzará a correr desde la medianoche del día en que éste haya alcanzado la mayoría
de edad.
Dada la disconformidad de ciertos sectores el 9 de noviembre de 2015 el Congreso Nacional promulgó la Ley
27206 que, modificando el art. 63, incorpora al art. 67 del Código Penal nuevas reglas de prescripción de la acción
penal para los delitos sexuales y de trata de personas cuando la víctima sea menor de edad. Así, la nueva redacción
dispone que en los delitos previstos en los artículos 119, 120, 125, 125 bis, 128, 129 -in fine-, 130 -párrafos
segundo y tercero-, 145 bis y 145 ter del Código Penal, se suspende la prescripción mientras la víctima sea menor
de edad y hasta que habiendo cumplido la mayoría de edad formule por sí la denuncia o ratifique la formulada
por sus representantes legales durante su minoría de edad.
De ésta manera, entonces, se convirtieron los delitos sexuales y de trata de personas prácticamente en
imprescriptibles cuando las víctimas sean menores de edad pues el plazo de la prescripción se suspende no solo
hasta que alcancen la mayoría de edad sino también hasta que las víctimas formulen la denuncia o ratifiquen la
formulada por sus representantes en su oportunidad.

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