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Trabajo de Grado Con Plagio

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Resumen

El propósito de este trabajo investigativo es aportar a la reconstrucción de la memoria histórica

institucional a partir de los hechos sucedidos durante el atentado terrorista en el municipio de La

Calera (CUNDINAMARCA), a través de la recolección y análisis de la información

contribuyendo a la visibilización de la afectación de la población y la Policía Nacional por causa

del conflicto armado.

La estrategia metodológica utilizada, abarca una investigación de tipo cualitativo, como aquella

que centra su estudio en las actividades y relaciones, que se desarrollan en una situación o

problema determinados (para el caso, el atentado terrorista del municipio de La Calera); se

realizó por medio de un estudio descriptivo, el análisis de los hechos, desde las víctimas y la

seguridad y convivencia ciudadana en contextos urbanos.

A través del instrumento diseñado por UNIPEP, entrevista - anexo No. 3, así como la revisión

documental y la observación participante, se obtienen resultados en el levantamiento de la

información, en los que se observa que la construcción de memoria es una actividad colectiva y

articulada, en la cual las víctimas esperan ser escuchadas. Por ende, dentro de la función de

policía preventiva y pedagogía de convivencia, el discurso de reparación a víctimas, contribución

a la construcción de la misma, son transcendentales dentro de la visión 2030: comunidades

seguras y en paz.

Palabras clave: atentado terrorista, convivencia, imaginarios de seguridad ciudadana,

memoria histórica, violencia urbana.


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Abstract

The purpose of this studio is reconstructing the historic memory about the events that took place

during the terrorist attack in the municipality of La Calera (CUNDINAMARCA), through the

collection and analysis of the information contributing to the visibility of the impact of the

population and the National Police. cause of the armed conflict.

The methodological strategy used covers a qualitative research, such as one that focuses its study

on activities and relationships, which develop in a specific situation or problem (for that matter,

the terrorist attack in the municipality of La Calera); it was carried out through a descriptive

study, the analysis of the facts, from the victims and the security and citizen coexistence in urban

contexts.

Through the instrument designed by UNIPEP, interview - Annex No. 3, as well as the

documentary review and the participant observation, results are obtained in the gathering of the

information, in which it is observed that the construction of memory is a collective activity and

articulated, in which the victims wait to be heard. Therefore, within the role of preventive police

and pedagogy of coexistence, the discourse of reparation to victims, contribution to the

construction of it, are transcendental within the 2030 vision: safe and peaceful communities.

Key words: terrorist attack, coexistence, imaginary of citizen security, historical memory,

urban violence.
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Introducción

Las iniciativas para la reconstrucción de memoria histórica nacional en Colombia, han

sido lideradas por el centro nacional de memoria histórica, el cual es definido como un

“Establecimiento público del orden nacional, adscrito al Departamento para la Prosperidad

Social (DPS)” (CNMH, 2014). El objetivo principal de este ente para la construcción de

memoria histórica, es “reunir y recuperar todo el material documental, testimonios orales y por

cualquier otro medio relativos a las violaciones de que trata el artículo 147 de la Ley de Víctimas

y restitución de Tierras” (CNMH, 2014).

El aporte de la Policía Nacional, frente a la construcción de memoria histórica

institucional, es definida y trabajada desde la “la reconstrucción en el presente de los hechos

(individuales o colectivos) ocurridos en el pasado, basados en las experiencias y sentimientos”

(PONAL, s.f.), a través de esta reconstrucción se pretende “aproximarse a la verdad de los

hechos suscitados en el marco del conflicto armado colombiano, contribuyendo a la construcción

de un futuro direccionado hacia la paz, el perdón y la reconciliación” (PONAL, s.f.).

Para el desarrollo del presente objeto de estudio, se tomaron los hechos victimológicos

del municipio La Calera (Cundinamarca), donde se evidencia que el 19 de julio de 1994, cerca de

las ocho de la noche, aproximadamente 150 guerrilleros de los frentes 51, 53 y 54 de las FARC-

EP, entraron en el casco urbano del municipio de La Calera (Cundinamarca), para tomarse la

Estación de Policía y asaltar el Banco de Colombia y la Caja Agraria, acciones premeditadas

donde hurtaron alrededor de 120 millones de pesos.

“Los guerrilleros atacaron, simultáneamente, en La Calera y en la Estación, a sólo unos

kilómetros de las discotecas y restaurantes que funcionan sobre la vía, donde los bogotanos
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continuaban disfrutando de la rumba de un martes con cara de viernes” (relato de testigo, archivo

el tiempo, 1994).

“Los cerca de 50 guerrilleros de entre 20 y 24 años que cargaban fusiles galil,

ametralladoras, granadas y radio teléfono; que vestían con saco de lana, jean y botas; que tenían

sus rostros descubiertos y en el pecho cinturones de balas, se encargaron de acabar con la

tranquilidad del frío municipio de Cundinamarca” (relato de testigo, archivo el tiempo, 1994).

“Incluso, una mujer avisó a la Policía que, por la parte alta de La Calera, cerca de Guasca,

habían pasado tres hombres armados, como lo sostiene un miembro de la Defensa Civil de la

vereda El Triunfo” (relato de testigo, archivo el tiempo, 1994).

“Tuvieron suficiente tiempo, antes de que llegara el Ejército, para golpear en aquellas

casas donde sabían que había alimento y, a la vez, para colocar a dos paisanos a cargar un auto

con bultos de arroz, frijoles y azúcar que sacaron de una tienda al lado del Cuartel” (relato de

testigo, archivo el tiempo, 1994).

“Primero el Cuartel Nadie llegó a tiempo, ni el Ejército ni los Bomberos, para auxiliar a

un municipio ubicado a sólo 14 kilómetros de Bogotá. Los primeros arribaron una hora y media

después del enfrentamiento, que concluyó a las 10 y media de la noche. Los segundos, un poco

más tarde” (relato de testigo, archivo el tiempo, 1994).

“Los refuerzos se retrasaron inexplicablemente, aunque era una toma anunciada, como

dicen los habitantes del municipio. Se conoció a las cinco de la tarde de posibles actos terroristas

en Chingaza, como dice la alcaldesa Rosa Rendón de Abuchaibe. Y aunque el rumor en La

Calera era el mismo: que había guerrilla en los alrededores; que desconocidos recorrían de vez

en cuando las calles; que sabían quién era quién” (relato de testigo, archivo el tiempo, 1994).
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“La guerrilla arribó en pequeños buses, por todos los frentes de La Calera. Lo primero en

la mira fue el Cuartel de Policía -ubicado en una esquina de la plaza-, donde estaban siete

agentes con sus revólveres y escopetas” (relato de testigo, archivo el tiempo, 1994).

“Cuando los agentes escucharon los primeros disparos, se refugiaron en el último cuarto

del Cuartel, donde escondidos detrás de unos camarotes empezaron a atacar al grupo guerrillero

de los frentes 53 y 54 de las Farc. Algunos agentes se subieron al tejado y, sigilosamente, trataron

de sorprender al enemigo. Pero uno de ellos, en ese intento, pisó una débil lámina y cayó cuatro

metros abajo, en un almacén de vidrios. Luego de 20 minutos de enfrentamiento, se quedaron sin

municiones Entre tanto, los habitantes de La Calera continuaban escondidos debajo de camas,

detrás de puertas y hasta en una funeraria, donde rezaron no precisamente por el difunto. Los

teléfonos de las casas empezaron a sonar. Como aquí toda la gente se conoce, pues llamaban y

llamaban para saber qué ocurría. Pero, ¿quién se iba a atrever a contestar?” (relato de testigo,

archivo el tiempo, 1994).

“El Cuartel quedó destruido y saber que ni siquiera era de la Policía, dijo un paisano. El

Cuartel no es propiedad de la Alcaldía o la Policía, sino de los hermanos Miguel Antonio y

Alvaro Santiago Guerrero, quienes arrendaron el local hace cuatro años por esos errores que el

ser humano comete de vez en cuando, dicen” (relato de testigo, archivo el tiempo, 1994).

“Mientras se atacaba al Cuartel, algo parecido ocurría contra el Banco de Colombia. Era

un tiroteo al lado que lo sentíamos aquí no más. Eso fue como una hora, porque luego la cosa se

calmó, entraron dos guerrilleros muy decentes, pidieron gaseosa y volvieron a irse. Después, un

totazo. Sentíamos cómo caían encima de las mesas de billar vidrios y pedazos del techo, cuenta

un señor que jugaba billar en el momento del asalto” (relato de testigo, archivo el tiempo, 1994).
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“Cuando salieron los liberados, por el lado de la Caja Agraria, ubicada en otra esquina,

ésta también estaba prácticamente destruida. Solo se veía polvo, ruinas y una fachada cubierta de

impactos de balas. Minutos después se incendiaba el Banco de Colombia y los habitantes de La

Calera repetían nos salvamos, nos salvamos” (relato de testigo, archivo el tiempo, 1994).

Este evento señalado, ocurrido en el municipio de La Calera (Cundinamarca), en donde

se evidenciaron, entre otros aspectos, los siguientes: el crimen, materializado en el atentado

terrorista, el homicidio de un uniformado de la Policía Nacional y la victimización de los

habitantes de La Calera (Cundinamarca), las familias de los policías y los mismos uniformados

en representación del Estado.

La mayor parte del conflicto armado en Colombia, se ha desarrollado en la zonas y

corregimientos rurales, donde, el factor sorpresa y la falta de reacción oportuna por parte de los

agentes del estado, han sido el común denominador (Sánchez, 2010).

Sin embargo, también existen secuelas de conflicto al interior de los cascos urbanos,

donde se ofrendó gran cantidad de vidas humanas, algunos de ellos ya plenamente identificados

por organismos como el CTI y medicina legal, otros continúan siendo personajes anónimos y

quizá lo sean por muchos años.

Los derechos humanos y el derecho internacional humanitario también han sido

violentados en los cascos urbanos. Las víctimas y la reconstrucción de memoria, son necesarias

abordarlas y escudriñarlas, desde el escenario citadino y urbano.


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Capítulo I

Planteamiento del problema

Antecedentes

La consolidación de casos emblemáticos que ha liderado el Centro de Memoria Histórica,

en la ciudad de Bogotá, en las masacres que han victimizado a muchas personas en nuestro país,

entre ellas: el salado, la rochela, el tigre, Trujillo, Segovia y Remedios, y Bojayá, la cual también

se desarrolló dentro del casco urbano, son informes que han revivido la memoria de los

habitantes de Colombia, bajo la premisa: “Historias para contar, recontar y no olvidar” (Sánchez,

2010).

De acuerdo con fuentes periodísticas, entre ellas caracol radio (1994), presenta en sus

notas información previa al atentado terrorista: “Cinco meses antes de la toma las autoridades

civiles de La Calera habían solicitado refuerzos y medidas especiales de la fuerza pública, pues

se conocieron acciones de la guerrilla en zonas aledañas y un plan de ataque para julio”

(NOTICIAS CARACOL, 1994). La respuesta por parte del Estado fue nula; asimismo, la

reacción de las fuerzas militares y de policía fue tardía y representada en un rango superior a las

dos horas, según manifiestan los testigos.

Por otra parte, señala Catalina Uribe Barreto que “el rumor de una toma guerrillera en La

Calera se venía gestando desde hacía más de un mes, porque el 19 de julio se cumplieron cinco

años del ataque subversivo que acabó con la plaza principal del pueblo” (Uribe, 1999). De esta

manera, se evidencia que la información profesional, las constantes voces y gritos de los

pobladores, las alarmas tempranas no eran silenciosas, pero, quizá el volumen de los decibeles

con que se comunicaban los habitantes de La Calera (Cundinamarca), no fueron tan horrísonos.
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Problema - presentación del caso emblemático

El 19 de julio de 1994, dentro del casco urbano del municipio de La Calera

(Cundinamarca), la población y la Policía Nacional, institución que protege y salvaguarda las

vidas humanas, la honra y bienes de los habitantes del territorio nacional, la seguridad y

convivencia pacífica (art. 218 de la Constitución Nacional), se constituyeron en víctimas directas

del conflicto interno: esta institución dentro del rol constitucional de ser representante del Estado

a nivel nacional, en materia de la consolidación de la convivencia; por ende, se entiende que el

mismo Estado fue víctima de los efectos de esta toma (y de las demás), donde se evidencian

huellas del conflicto, algunas de ellas las que describen habitantes de aquél municipio, como la

testigo Dora Herrera (citado por Uribe Barreto C., 1999), cuando expresa: “Todo este mes ha

habido tensión en el municipio. El comercio, que generalmente cierra a las 9 de la noche, desde

hace 15 días empezó a cerrar a las siete” (Uribe, 1999).

Durante el enfrentamiento asesinaron al Agente César Augusto Rodríguez, quien, según

el reporte policial, se negó a darles un vehículo a los guerrilleros para huir. Adicional al suceso

mencionado anteriormente, cinco policías resultaron heridos. A partir de lo antes descrito, surge

la cuestión principal ¿Cómo se constituye el recuerdo de la toma guerrillera del municipio de la

calera (Cundinamarca) y su identidad actual como caso emblemático, dentro de la memoria

histórica de la Policía Nacional? Aunado a este interrogante, se desprenden otros, entre ellos

¿Cómo se reconstruye el contexto social del presente fenómeno, a partir de los relatos

expresados por autoridades político – administrativas, policías y población? ¿Cuáles son las

incidencias sociales del conflicto interno en los cascos urbanos?


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El desarrollo de estos postulados permite diseñar un estado del arte en torno a la violencia

generada por la insurgencia en los cascos urbanos, centrando el estudio principal en el acaecido

en La Calera (Cundinamarca).

La pregunta de investigación del presente estudio, se fundamenta en: ¿Qué factores

victimológicos incidieron en la población e integrantes de la Policía Nacional, afectados por los

hechos victimizantes en la Calera (Cundinamarca) en el año 1994, en el marco del conflicto

armado interno que vivía el país?

Foto No. 1: Archivo particular de testigos.

Justificación

El 19 de julio de 1994, cerca de las ocho de la noche, aproximadamente 150 guerrilleros

de los frentes 51, 53 y 54 de las FARC-EP, ingresaron en el casco urbano del municipio de La

Calera (Cundinamarca), para tomarse la Estación de Policía y asaltar el Banco de Colombia y la

Caja Agraria, acciones premeditadas donde hurtaron alrededor de 120 millones de pesos. De esta

manera, reconstruir los hechos victimizantes, sucedidos durante el atentado terrorista en el


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municipio de la Calera (Cundinamarca), a través de la recolección y análisis de la información,

contribuyendo a la visibilización de la afectación de la población y los integrantes de la Policía

Nacional, en el marco del conflicto armado interno.

Se pretende recuperar la memoria de esta acción delictiva ocurrida en los años 90, donde

se evidencia la violación a los derechos humanos y fundamentales de: la vida, la integridad, la

tranquilidad y la convivencia pacífica; además, que esta acción se desarrolló en un municipio

aledaño a la capital del país, como principal centro de la organización política, estrategia,

seguridad e innovación de todo el pueblo colombiano.

Este evento señalado, ocurrido en el municipio de La Calera (Cundinamarca), en donde

se evidenciaron, entre otros aspectos, los siguientes: el crimen, materializado en la toma

guerrillera, el homicidio de un agente y la victimización de los habitantes de La Calera

(Cundinamarca), las familias de los policías heridos y los mismos uniformados en representación

del Estado.

La importancia de la reconstrucción de memoria histórica en la Policía Nacional,

contribuye a “la edificación de la paz y al tejido social de las generaciones futuras, detallando las

condiciones en las cuales se presentó el hecho victimizante” (PONAL, s.f.), por otra parte, se

realiza la reconstrucción del contexto donde se desarrolló el conflicto armado interno.

Finalmente, “es fundamental aportar al deber de memoria nacional mediante el registro,

documentación y reconstrucción de las vivencias de los policías víctimas y de sus familias

afectadas durante el conflicto armado interno, permitiendo visibilizarlos, reconocerlos y

dignificarlos” (PONAL, s.f.).


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Por medio de este trabajo se obtendrá interacción con las víctimas, la realización de una

revisión y recopilación objetiva, estableciendo factores: conductas que posiblemente se

constituyen en falencias dentro del servicio de policía, y construcción de memoria histórica

policial.

Objetivos

Objetivo general

Identificar los factores victimológicos que incidieron en la población e integrantes de la

Policía Nacional víctimas de los hechos violentos ocurridos en el municipio de La Calera

(Cundinamarca) en el año 1994, en el marco del conflicto armado interno del país.

Objetivos específicos

 Establecer los imaginarios de seguridad y convivencia en los habitantes de la población

La Calera (Cundinamarca), para el momento en el que sucedieron los hechos

victimizantes.

 Revisar las características de violencia urbana en el contexto cundinamarqués, durante los

años 1980 al 2010, en el marco del conflicto armado interno del país.

 Identificar factores victimológicos asociados a las víctimas del conflicto, en los

habitantes de la Calera (Cundinamarca), en el marco de los hechos victimizantes de este

municipio.
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Capítulo II

Marco referencial

El marco referencial se construyó a partir de la profundización de tres ejes

fundamentales: el componente teórico-conceptual, el componente legal y el componente ético.

En el marco teórico-conceptual se profundizó en los conceptos de memoria histórica, víctima y

terrorismo; así como en las teorías de violencia, violencia urbana, víctima, la violencia y el

conflicto armado en Colombia.

En el marco legal se establecieron los principios básicos de la obligación del estado por

salvaguardar la vida, honra y bienes de los habitantes de Colombia, se realizó un recorrido

normativo internacional y nacional referente a los derechos humanos en el marco del conflicto

armado.

El marco ético se evidenciaron los aspectos científicos en la construcción de la

investigación la cual se basó en la protección, en el ejercicio y la influencia de los participantes,

evitando la vulneración de sus derechos y su relación con la ética (Colciencias, 2014).

Marco conceptual

Terrorismo. “Dominación por el terror. Sucesión de actos de violencia ejecutados para

infundir terror. Acusación criminal de bandas organizadas, que, reiteradamente y por lo común

de modo indiscriminado, pretende crear alarma social con fines políticos”. “El terrorismo atenta

contra los valores más centrales de la Carta de las Naciones Unidas: el respeto de los derechos
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humanos, el Estado de derecho, las leyes y usos de la guerra que protegen a la población civil, la

tolerancia entre los pueblos y naciones, y la solución pacífica de las controversias”.

Vigilancia rural. Definida en la resolución 912 del 2009, como “el servicio que presta la

Policía Nacional en forma ininterrumpida en las áreas rurales, con el fin de garantizar las

condiciones favorables para la convivencia y seguridad ciudadana en todo el campo colombiano,

contemplando zonas productivas, agrícolas, ganaderas, fronterizas, resguardos indígenas,

parques nacionales y reservas naturales. En el ámbito rural se propende a un servicio de policía

eficiente bajo una orientación polivalente que integra todas las funciones de policía (vigilancia

comunitaria, investigación criminal, inteligencia y demás) con el fin de desarrollar acciones de

prevención, disuasión, investigación y control de delitos y contravenciones en estas zonas”

(PONAL, 2009).

Vigilancia urbana. Definida en la resolución 912 del 2009, como “el servicio que presta

la Policía Nacional en forma ininterrumpida en las áreas determinadas como perímetro urbano de

las ciudades, cabeceras municipales y centros poblados, a través del desarrollo de acciones

preventivas, disuasivas y de control e investigación de delitos y contravenciones, con el

propósito de dar respuesta a los problemas de seguridad urbanos, asumiendo la prevención y el

control integral de todas las formas de incivilidad, violencia, delincuencia e inseguridad, para

garantizar la protección de los ciudadanos, el ejercicio de sus derechos y libertades, así como la

solidaridad e integridad social” (PONAL, 2009).

Víctima. Según la Real Academia Española, 2001. “La palabra victima viene del latín

víctima, determinado el concepto de persona o animal sacrificado o que se destina al sacrificio”.

La ley 1448 de 2011, en su Artículo 3 refiere “Se consideran víctimas, para los efectos de esta

ley, aquellas personas que individual o colectivamente hayan sufrido un daño por hechos
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ocurridos a partir del 1º de enero de 1985, como consecuencia de infracciones al Derecho

Internacional Humanitario o de violaciones graves y manifiestas a las normas internacionales de

Derechos Humanos, ocurridas con ocasión del conflicto armado interno”.

Marco teórico

Aproximación a la idea de terrorismo. La idea de terrorismo, aunque sus resultados a

consumarlo son de muerte, terror, zozobra, pánico, entre otros, y se evidencian los esfuerzos por

mitigar la guerra y violencia, estas han incrementado su concepto e impacto, así como la

destrucción que ocasiona a miles de habitantes del orbe. No ha existido un consenso

internacional pleno para definir este acontecimiento, como lo proponen Morilas, Patró y Aguilar

(2013).

“El terrorismo constituye un fenómeno de gran trascendencia y relevancia en la época

actual; tras muchos intentos y confrontaciones ideológicas” (Morilas, Patró & Aguilar, 2013).

Baca (2006), citado por Morilas, Patró y Aguilar (2013), expone algunas orientaciones para

llegar a la definición clara de terrorismo, dentro de las que se puede evidenciar: “1) Atenta contra

la vida; 2) Su fin es obtener la máxima difusión del hecho y producir terror, amedrentamiento o

inseguridad; 3) Presionar a gobiernos, instituciones o colectivos; 4) Generar que la población

presiones a las instituciones para que accedan a las peticiones de los autores de atentados; y, 5)

Que las víctimas perciban a sus gobiernos como responsables del terrorismo” (Bacca (2006),

Morilas, Patró & Aguilar, 2013).

Por otra parte, es evidente que el terrorismo amenaza los derechos y libertades que

caracterizan el orden jurídico y convivencia de cualquier estado (Mejía, 2007). En el caso

colombiano, según Mejía Azuero, estos derechos y libertades han sido afectados, aun cuando el
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estado ha generado actividades contra los grupos ilegales al margen de la Ley, por medio de la

potenciación de sus soldados y policías, como salvaguarda de la convivencia pacífica y lucha

frontal contra la violencia urbana y rural. Estas actividades y estrategias deben ser concordantes

con el respeto y la protección de los derechos, principios y valores redactados en la Constitución

Política Colombiana, principalmente en el preámbulo, como aplicación al derecho internacional

humanitario (Mejía, 2007).

La violencia en Latinoamérica. Según Carrión, “el problema de la violencia delictual,

como fenómeno social que tiene expresión urbana, existe desde tiempos inmemoriales, al grado

de que se podría decir que es consustancial a la ciudad” (Carrión, s.f.). Si bien, la violencia

urbana es contemporánea con el origen de las ciudades, no es correcto desconocer su

transformación y mutación de las diferentes modalidades delictivas y modus operandi que en

ellas evoluciona, principalmente en Latinoamérica.

“La creciente globalización de la economía internacional ha empezado a introducir

cambios importantes en las estructuras espaciales de la producción. La descentralización de la

industria, los cambios tecnológicos y la creciente orientación hacia el comercio mundial han

contribuido a una geografía cambiante de la industria y del empleo” (Valladares & Prates, 2003).

Por otra parte, las reformas introducidas por las políticas neoliberales y los cambios

macroeconómicos han tenido también una importante repercusión en el conjunto de la región

(Valladares & Prates, 2003).

“Frente a la crisis económica, a las políticas de ajuste implantadas, a las violencias

urbanas y al deterioro ambiental no sólo que se han generalizado la inseguridad social y

económica, sino que también se ha incrementado la inseguridad ciudadana” (Carrión, s.f.).

Aspectos como la recesión, algunos ajustes citadinos y la sobrepoblación de las ciudades (entre
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otros, por factores de la violencia rural y poca inversión social agraria), han acarreado

reducciones en los servicios públicos, privatizaciones de empresas administradas por el Estado,

disminución de las nuevas posibilidades de empleo y descenso de los salarios reales (Valladares

& Prates, 2003).

Así, verbigracia, en algunos países latinoamericanos se evidencian ciertos aspectos dentro

de la violencia urbana, como se mencionan a continuación:

Según Olavarría, Tocornal, Manzano y Fruhling (2008), en Chile se expone uno de los

menores niveles de victimización delictiva de América Latina, el cual a su vez es alto frente a

países desarrollados. Entre los fenómenos delictivos más comunes en Chile, son en general los

mismos que se presentan en los demás países de Sur América: contra la propiedad, uso o

amenaza de uso de la fuerza, el cual genera un alto impacto entre la sociedad chilena, la

expansión del tráfico de drogas. El crimen y la violencia urbana expresaría entonces fracturas

sociales, lo que evidencia “deficientes resultados mostrados por las políticas de seguridad

pública implementadas, lo que permite que los delitos evolucionen, se muestren

multidimensionales y, complejos al alcance de las políticas públicas” (Olavarría, Tocornal,

Manzano & Fruhling, 2008).

Sostiene Dammert (2004), que “la compleja relación entre violencia urbana y gestión

local que involucra tres problemas centrales: un problema teórico-conceptual referido a la

definición de la violencia urbana; y dos problemas políticos: el primero, relacionado con la

competencia de los diversos organismos de prevención y control, y el segundo, definido por

capacidad real de gestión de los gobiernos locales en temas de violencia urbana” (Dammert,

2004), los cuales son un desafío para la gestión pública, a fin de formular medidas preventivas y

correctivas dentro de una sana convivencia.


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En Argentina, se ha realizado un acotado recuento conceptual sobre la violencia urbana,

estableciendo la diferencia entre criminalidad y sensación de inseguridad. También, se ha

presentado las “principales características de las políticas de prevención y control y, finalmente,

se realiza un acercamiento a los desafíos que se presentan a los gobiernos locales como nuevos

actores en las problemáticas sociales” (Dammert, 2004).

En el caso peruano, expone Ramírez (2013) que durante el periodo de 2009-2012 fue

mayor el impacto en la violencia urbana y en la fragmentación social, en gran parte, además, por

la modernización avanzada. Describe un “crecimiento metropolitano expandido y policéntrico

que fragmenta la trama urbana dejando barrios excluidos de las redes funcionales de la ciudad

que constituyen causa y consecuencia de procesos de fragmentación social” (Ramírez, 2013), lo

cual trae como consecuencia pocas posibilidades de integración y desarrollo social.

Conflicto y violencia en Colombia. Según Rangel, “Colombia ha vivido una

confrontación armada interna a lo largo de los últimos cincuenta años. El origen de los dos

principales grupos guerrilleros se conecta con la violencia partidista de los años cincuenta”

(Rangel, 2001. Pág. 383). Esta confrontación ha alcanzado los cascos urbanos en los

departamentos y municipios del país, como la de Trujillo en 1986, la masacre de Bojayá en el

2002 y la del presente estudio: la Calera en 1994.

“En 1985, la guerrilla estaba presente en ciento setenta y cinco municipios de los mil cien

que existen en Colombia” (Rangel, 2001. Pág. 383), es decir en el 16% del territorio nacional.

“para 1998, esa presencia era notoria en cerca de seiscientos municipios, aun cuando eso no

significa que tuviera el control de esas zonas” (Rangel, 2001. Pág. 383); de acuerdo con lo

anterior, en trece años, la guerrilla tenía presencia en el 54.5% del territorio nacional: en estos

trece años su incremento de presencia subversiva fue del 38.6%.


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El conflicto armado en Colombia se trata de una guerra que se ha prolongado

internamente por múltiples aspectos: económicos, sociales, políticos, económicos y sociales. En

la mayoría de los eventos de guerra los participantes como combatientes de la insurgencia, han

sido los campesinos (Rangel, 2001). Así, el conflicto en Colombia se constituye en “una

utilización deliberada y sistemática de la violencia de las armas con el propósito de lograr

determinados objetivos políticos” (Clausewitz, K (1984) citado por Rangel 2001).

En el análisis regional de Cundinamarca, Vásquez (2002), ofrece, entre otros, los

siguientes detalles “En 1999 la distribución geográfica del desplazamiento fue la siguiente:

Bogotá con 33.143, el primer lugar como municipio receptor con el 88%; Soacha con 2.083

desplazados y Girardot con 367” (Vásquez, 2002). Continúa en menor escala con la siguiente

ilustración “En menor medida se registró desplazamiento en los municipios de Apulo, Arbeláez,

Cabrera, Cáqueza, Chaguaní, Choachí, Facatativá, Fómeque, Funza, Fusagasugá, Gachalá,

Guaduas, La Calera, La Mesa, La Palma, Madrid, Mosquera, San Bernardo, Ubalá, Venecia,

Viota y Yacopí” (Vásquez, 2002). Concluye sus postulados, acuñando que el mapa de

desplazamiento coincide con el mismo mapa de presencia de grupos armados, en dichos

territorios.

Como proponen Yeste y Peral, “Los conflictos armados se han contemplado

tradicionalmente como la lucha entre dos bandos, ya sean alianzas, Estados u otros actores

(Yeste, 2006). Esta quizá es la definición automática del concepto conflicto, que la mayoría

guarda en su intelecto. “Se ha considerado que una de sus características era el empleo

predominante de la opción militar a la hora de alcanzar objetivos políticos” (Yeste & Peral,

2006).
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Una denominación de los conflictos, propuesta por Yeste y Peral, son los conflictos

asimétricos, los cuales, en esencia corresponden a “tanto la disposición a emplear la violencia

para alcanzar objetivos políticos como la percepción de que es imposible alcanzarlos mediante el

uso convencional de dicha violencia” (Yeste, 2006). El conflicto colombiano es un fenómeno que

“ilustra la complejidad de los conflictos armados contemporáneos”, caracterizado,

principalmente, porque los adversarios no son meramente el Estado y los grupos que cuestionan

su legitimidad (Yeste, 2006).

Las diferentes avanzadas y operaciones militares han sido confluctuadas por los grupos

armados ilegales, principalmente las FARC-EP, mediante estrategias como: la creación de

“Unidades Tácticas de Combate”, los llamados “Comandos Conjuntos de Área, inter-frentes o

mini-bloques”, las “comisiones de orden público” las cuales arrojaron para este grupo resultados

positivos (Ávila, 2014). Mediante los objetivos trazados en el plan “Renacer de las FARC-EP”,

se lograron los golpes más certeros, e incluso se pensó en ingresar al centro del país y lograr el

despliegue de sus hombres en las principales ciudades del país, lo cual fue evitado por la

operacionalización del servicio de las fuerzas militares y de policía (Ávila, 2014).

La intensidad del conflicto se ha reducido en apenas un 14%, en términos de territorios

afectados se ha reducido en 45% y en términos de personal de las FARC-EP se ha reducido en un

40%. En términos generales no hace falta recuperara un 55% del territorio nacional, es decir, que

necesitaríamos una inversión alta para llevar a las FARC-EP a su derrota militar (Ávila, 2014).

Incluso, haciendo el análisis en conjunto la situación es aún más complicada, ya que, cerca de

300 municipios se encuentran afectados por la presencia de los grupos emergentes, rearmados y

disidentes, el ELN presenta un fortalecimiento en Cauca, Nariño y Arauca y la inseguridad


29

urbana se ha incrementado en el último año, con ello cerca de 600 de los 1090 municipios

presenta actividad de los grupos armados ilegales (Ávila, 2014).

Algunos autores y teóricos han considerado las características del conflicto,

particularmente el actual, con variables como: “el auge de la economía de la droga, los actores

comprometidos, los recursos económicos en juego, el carácter prosaico del enfrentamiento, la

presencia o ausencia de un imaginario” (Pécaut, 2001); situaciones que pueden ser resueltas

mediante “un compromiso serio de negociación, o bien un agravamiento de la guerra que podría

dar lugar a una guerra civil” (Pécaut, 2001).

“El conflicto armado ha cambiado igualmente de carácter debido a los recursos que la

economía de la droga ha puesto a disposición de los protagonistas ilegales” (Pécaut, 2001). Los

primeros y principales beneficiarios han sido las FARC-EP, puesto que, su presencia en los

diferentes territorios urbano, rural y fronterizo, “ha contribuido a la expansión de la producción y

el tráfico, en la medida en que ofrecen protección contra eventuales acciones de la fuerza

pública” (Pécaut, 2001), lo que desemboca en fenómenos como el desplazamiento forzado y

voluntario, lucha por los territorios con otros bandos y el aumento de cultivos y especies ilegales.

Estos fenómenos y delitos son aprovechados para desarrollar la violencia en diferentes

escenarios, como el caso de los barrios donde “el delito de tráfico de drogas, asociado a los

procesos de exclusión social que han debido enfrentar los vecinos desde la etapa fundacional de

los barrios” (Lunecke, 2012). Este delito genera la génesis de otros fenómenos sociales, como

son: el pandillismo, las fronteras invisibles, hurto a residencias y ciudadanos, entre otros, que

afectan la convivencia y seguridad en localidades y ciudades. “En materia económica se

evidencia una historia de exclusión caracterizada por condiciones de precariedad laboral,


30

económica y social de las familias, el tráfico de droga ha sido la expresión más latente para evitar

la pobreza” (Lunecke, 2012).

Los fenómenos de conflicto y violencia, así como su desarrollo y transformaciones, en el

contexto colombiano, permiten el “despliegue de una amplia red de conceptos sociológicos,

políticos, lingüísticos, históricos, incluso psicológicos” (Echavarría, 2013), los cuáles pueden

dan forma a “un discurso sumamente coherente sobre un ámbito problemático cruzado por la

incoherencia” (Echavarría, 2013). El fenómeno in situ, los actores y las matices, permiten

acceder a realidades que “desde sus múltiples construcciones va dejando sujetos desarticulados,

espacios vacíos, tiempos inertes” (Echavarría, 2013).

Por otra parte, el estudio de Pérez (2006), quien cita al Observatorio de Derechos

Humanos y DIH, sostiene que “las inversiones de narcotraficantes en Cundinamarca se registran

en 43 municipios del departamento, localizados principalmente alrededor de Bogotá, en fincas de

altísima valorización por su cercanía a la capital” (Pérez, 2006), lo cual facilita las

confrontaciones armadas por las propiedades y territorios.

Dentro de las confrontaciones, “existen realidades que producen pánico, terror y miedo

generalizado” (Barrero, 2008). Y la resolución de los conflictos de manera ilegítima “impacta la

subjetividad en términos de la construcción de significado de la experiencia humana y en la

dimensión utópica a nivel individual y colectivo” (Barrero, 2008), las identidades se transforman

o desaparecen luego de un conflicto armado: difícilmente se mantienen; y principalmente la

dimensión psicosocial es la afectada debido a las secuelas y daño psíquico (Baró, 1965).

Luego de una guerra de casi sesenta años (Barreras, 2016), perdonar lo aparentemente

imperdonable es quizá la única alternativa para no continuar alimentando el conflicto armado.


31

Úber Vásquez con vergüenza en el rostro, como describe Claudia Palacios, expresa en una de las

entrevistas realizadas a un victimario: “Ni que yo pague mil años de cárcel podré reparar el daño

que hice a tantas víctimas, pero yo soy una persona transformada, ya no soy “Juancho Dique”

(Palacios, 2016. Pág., 38). Las víctimas directas del conflicto han venido perdonando

paulatinamente y construyendo memoria, pero la sociedad aún se encuentra dividida por

ideologías y opiniones partidistas.

Marco Legal

Como eje rector de la nación, la Constitución política de Colombia que data de 1991,

describe que son fines esenciales del Estado: servir a la comunidad, promover la prosperidad

general y garantizar la efectividad de los principios, derechos y deberes consagrados en la

Constitución; facilitar la participación de todos en las decisiones que los afectan y en la vida

económica, política, administrativa y cultural de la Nación; defender la independencia nacional,

mantener la integridad territorial y asegurar la convivencia pacífica y la vigencia de un orden

justo. Las autoridades de la República están instituidas para proteger a todas las personas

residentes en Colombia, en su vida, honra, bienes, creencias, y demás derechos y libertades, y

para asegurar el cumplimiento de los deberes sociales del Estado y de los particulares.

(Constitución Política de Colombia 1991, artículo 2). En el caso de la Calera, el Estado debió

prever las estrategias dentro del casco urbano y zonas aledañas, constitución de informantes para

evitar la toma. En el caso de que la toma se materializó, mediante una reacción inmediata se

debía recuperar el orden social.


32

La norma ibídem ordena al Presidente de la República, como cabeza de estado lo

siguiente: Corresponde al Presidente de la República como Jefe de Estado, Jefe del Gobierno y

Suprema Autoridad Administrativa: Dirigir la fuerza pública y disponer de ella como

Comandante Supremo de las Fuerzas Armadas de la República; Conservar en todo el territorio el

orden público y restablecerlo donde fuere turbado; Dirigir las operaciones de guerra cuando lo

estime conveniente. (Constitución Política de Colombia 1991, artículo 189 numeral 3, 4 y 5).

Evidentemente el orden social ha sido un fenómeno complejo para mantener, no solamente en el

gobierno del año 1994, sino en todos desde el primer presidente de la república.

A luz de la toma de La Calera (Cundinamarca), se cometieron infracción al DIH las

cuales se encuentran tipificadas en el Código Penal Colombiano, título II, en el marco de los

delitos contra las personas y bienes protegidos por el Derecho Internacional Humanitarios,

capitulo único:

 Artículo 144: Actos de terrorismo. El que, con ocasión y en desarrollo de

conflicto armado, realice u ordene llevar a cabo ataques indiscriminados o excesivos o

haga objeto a la población civil de ataques, represalias, actos o amenazas de violencia

cuya finalidad principal sea aterrorizarla.

 Artículo 161: Omisión de medidas de protección a la población civil. El

que con ocasión y en desarrollo de conflicto armado, estado obligado a hacerlo, omita la

adopción de medidas para la protección de la población civil.

Marco ético

En la presente investigación se trabajó con habitantes de la Calera (Cundinamarca),

víctimas del atentado terrorista del año 1994. Son personas que en este momento se enmarcan en
33

la tercera edad, pero al momento del atentado, eran adultos tempranos y adultos, en algunos

casos jóvenes. Asimismo, se contó con el dueño de los billares ubicados al lado de la estación

que por las detonaciones quedó totalmente destruido. En general son personas que,

colectivamente, sufrieron emocionalmente, y tuvieron pérdidas económicas.

La normatividad Colombiana para lineamientos de investigación con seres humanos está

establecida por la Ley 1374 (2010), que crea el consejo de bioética cuya finalidad es la

construcción e implementación de políticas y en concordancia, se establece el departamento del

Bloque Constitucional cuya finalidad es referida a las normas y principios vinculantes a los

derechos y deberes protegidos por las normas supremas, referida a las normas y principios de los

derechos y deberes protegidos por las normas supremas.

Resulta importante mencionar la Ley 1090 de 2006 referente al Código Deontológico y

Bioética que rige la profesión del psicólogo, en el caso de la suscrita investigación es importante

mencionarlo debido a que es la profesión que rige a la autora, haciendo énfasis en el titulo II

Artículo 2, frente a la confidencialidad e investigación con participantes humanos, así mismo, las

consecuencias que trae el no cumplimiento de dicha ley en el ejercicio del psicólogo, en la

campo investigativo y el trato y manejo de la información.

Como consideraciones para el abordaje, se tuvo la construcción y validación de las

técnicas de recolección de información referentes a los ítems de la entrevista aplicada a los

habitantes, y los ejes temáticos del análisis de la legislación que fungía en el momento de los

hechos, tanto a nivel nacional como territorial.

El manejo de la información obtenida se fundamentó en el secreto profesional, el cual es

entendido por Valles (1997) como el principio ético de la confidencialidad y de la privacidad a

nivel universal. El secreto profesional hace posible que fluya el libre desarrollo de la
34

personalidad y permite la recolección de información social porque detrás del secreto profesional

esta la privacidad de las personas, la autonomía y la libertad. Así mismo el secreto profesional

encuentra su fundamento en la Constitución de Colombia, artículos 18.1 y 20 y también goza de

la regulación en los diferentes sectores de ordenamiento jurídico interno administrativo, civil,

laboral, procesal y penal, así como en el Derecho internacional y comunitario. (García, 2011)
35

Capítulo III

Diseño metodológico

En este apartado se desarrollaron los aspectos metodológicos que guiaron la investigación

y se tuvieron en cuenta los ejes temáticos referentes al enfoque y tipo de la investigación, las

técnicas seleccionadas para la recolección de datos como la entrevista a la población, el análisis

documental como: la legislación que regía en el año 1994, las obligaciones y responsabilidades

de las autoridades político-administrativas, el análisis de tablas de la presidencia de la república

que datan de 1993, así como la consolidación de la línea de tiempo.

Se tuvo en cuenta la ruta de la memoria, la cual consta de cuatro (4) pasos, los cuales

caracterizarán el hecho victimizante. Estos pasos cuentan con las siguientes características:

lógicos, ordenados y sucesivos, con el objetivo de identificar las posibles causas y consecuencias

del suceso. Los pasos de la ruta de la memoria trazados por la Policía Nacional, son:

 Contexto: en este paso se debe desarrollar las categorías de análisis (institucional,

historiográfico, sociológico y político).

 Caja de herramientas: es el compendio del material pedagógico integrado por

instrumentos didácticos que permitirán obtener, recolectar y analizar información

(datos).

 Insumo: Son las experiencias vividas.

 Construcción memoria histórica institucional: Es el resultado del proceso de

investigación que permitirá la caracterización del contexto y del hecho

victimizante.
36

A continuación, se describe el proceso de diseño y validación de los instrumentos

aplicados y se realizó la descripción de la población y la muestra que hizo parte de la

investigación.

Tipo y enfoque de investigación

A partir de los postulados de Vera Vélez (2014), se adopta esta investigación desde un

enfoque cualitativo, teniendo en cuenta que este paradigma centra su estudio en las actividades y

relaciones, que se desarrollan en una situación o problema determinados; este estudio se

concentra en la toma guerrillera al municipio de La Calera Cundinamarca, ocurrida en el año

1994. Por otra parte, como expresan Hernández, Fernández y Baptista (2003), se pretende

abarcar por medio de un estudio descriptivo el análisis de los hechos, desde las víctimas y la

seguridad y convivencia ciudadana en contextos urbanos.

Matriz de diseño metodológico

Definición de la unidad de análisis, objeto de estudio, variables o categorías y

operacionalización de estas variables.

La unidad de análisis, eje central de la investigación que se adelanta actualmente,

corresponde a la retrospectiva de la violencia urbana; cuyo objeto de estudio es la memoria

histórica policial, a partir de la Policía Nacional como víctima del conflicto armado,

principalmente en los cascos urbanos, en materia de seguridad y convivencia ciudadana.

Las variables que se pueden obtener de esta unidad de análisis son:

 Cantidad de tomas en Cundinamarca.

 Cantidad de víctimas policiales y municipios en esas tomas.


37

 La percepción ciudadana de la violencia urbana.

 Cantidad de tomas con muerte de civiles.

 Sucesos que son recordados en la actualidad.

Proceso para la selección de técnicas de recolección de información

“La búsqueda de la información se realiza con base en los elementos del problema, el

planteamiento de preguntas relevantes” (Gallardo y Moreno, 1999). Para este aspecto es

fundamental contar con el marco teórico y el dominio conceptual del tema por desarrollar, así

como, la población y previamente los instrumentos por aplicar.

Desde el enfoque cualitativo, por medio del cual se direcciona el presente estudio, así

como los objetivos planteados, la revisión de literatura científica, los aportes de los pares en

formación, se constituyen en el insumo para definir los instrumentos que serán diseñados,

aplicados y analizados, luego de la realización del trabajo de campo.

En el desarrollo de las sesiones y tutorías, fueron realizadas la matriz de objetivos, en la

cual se realizó un análisis en cada uno de los objetivos, en aspectos como: actividad a desarrollar

(determinando la acción específica a realizar para lograr este objetivo durante el desarrollo del

proyecto), producto de la actividad (la materialización de los datos y resultados), medición

(valorando la importancia a cada una de las acciones a realizar), y, finalmente, indicadores de

cumplimiento (como herramienta de control dentro de la actividad y producto de la misma).

Por otra parte, se realizó la matriz de ordenación de fuentes y fichas RAI, con el fin de

analizar la información pertinente para consolidar el marco teórico, en el cual se realizó un

abordaje inicial de 45 fuentes bibliográficas, de las cuáles se consolidaron 30 fuentes las cuales

fueron analizadas para la inclusión en un artículo de revisión y, finalmente, de estas se analizaron


38

mediante la herramienta pedagógica de la ficha RAI 5 fuentes, las cuales son la base principal

del documento final.

Técnicas de recolección seleccionadas

La explicación y sustentación de las diferentes herramientas para la recolección de

información y datos, entre las que se mencionan, entre otras: observación participante y no

participante, revisión documental, entrevista estructurada, entrevista no estructurada, entrevista

semi estructurada, historias de vida, encuesta (la cual también es utilizada en los enfoques

cuantitativo y mixto), para el presente estudio se establecen las siguientes técnicas de

recolección:

Observación participante

Iñiguez (2008), propone que es la observación y acompañamiento en el contexto, a partir

de la participación que realiza el investigador, quien no obra como un espectador o encubierto,

sino que, llega a convivir con su población de estudio. Esta técnica permite dentro del proyecto

de estudio, interactuar con los pobladores de La Calera, quienes quizá desde hace 24 años no

comparten aspectos sucedidos en la toma. Esta técnica es una de las màs enriquecedoras dentro

de los estudios cualitativos (Iñiguez, 2008).

Revisión documental

Teniendo en cuenta el tema de investigación, la revisión de documentos enriquece la

argumentación teórica y conceptual de la investigación que se adelanta. “La primera revisión de

los documentos debe conducir a seleccionar y consignar los artículos más importantes relativos a

la investigación; estas fichas permiten volver a los documentos” (Gallardo y Moreno, 1999). “A
39

partir de la información consignada en ellas se realizan fichas de contenido donde se consigna la

información más relevante” (Gallardo y Moreno, 1999); finalmente el conllevo de estos pasos

previos, permite la “organización del fichero permite la agrupación temática de la información

así como su manejo eficiente y práctico” (Gallardo y Moreno, 1999).

Encuesta

 Técnica que, mediante la utilización de un cuestionario estructurado o conjunto de

preguntas, permite obtener información sobre una población a partir de una

muestra. |
 Las preguntas del cuestionario suelen ser cerradas en su mayoría, esto es, no se da

opción a que quién responde se exprese con sus propias palabras (como en una

entrevista) sino que se marcan unas opciones de respuesta limitadas entre las que

elegir.
 Así, mediante codificación, se facilita una comparativa y análisis de datos más

rápido que en las entrevistas, en detrimento eso sí, de la profundidad y matización

en las respuestas.
 Se podría pues decir que la encuesta es una entrevista de tipo estandarizada y

cerrada, cubriendo el límite opuesto a la entrevista en profundidad.

Proceso para el diseño de instrumentos de recolección

La revisión documental, se pretende realizar durante el periodo de enero 2017, en el cual

se consolidarán estudios demográficos de La Calera (Cundinamarca); por otra parte, los artículos

de prensa de la época serán tenidos en cuenta para analizar variables y consolidar las categorías

identificadas.
40

La observación participante se realizará en los meses de enero, febrero y marzo de 2017,

en la cual se pretende ganar la confianza de la población, los miembros de la Policía Nacional,

generando espacios de acompañamiento y participación en la población y en lo posible un

seguimiento. La observación participante será sustentada, por los acercamientos que se realizarán

con los habitantes, líderes locales y autoridades gubernamentales; y observación no participante

la cual será realizada en el mes de diciembre de 2016.

La encuesta se aplicará de manera simultánea a los habitantes de tercera edad, en su

mayoría y un pilotaje con los jóvenes; también a los miembros de la Policía Nacional. Se

pretende aplicar el instrumento en el mes de abril de 2017, previo a la retroalimentación de los

jueces y superación de la observación participante y la revisión documental. Los análisis de las

mismas y los resultados se consolidarán entre los meses de mayo y junio de 2017.

Proceso para la validación de instrumentos

El instrumento diseñado fue validación por el asesor temático, principalmente, y algunos

de los jueces requeridos, de quienes se cuenta con los comentarios generales del señor asesor

temático. Previamente fue retroalimentado un pre-diseño de 24 reactivos, por parte de la señora

asesora metodológica; para ambos casos, los aportes generados por los asesores, se describen

más adelante.

El instrumento diseñado. El cual corresponde a una encuesta, fue dividido en reactivos

los cuáles serán aplicados a los miembros de la Policía Nacional y a la población; es decir, se

estructuraron dos instrumentos para ser aplicados en cada caso.

Los resultados del proceso de validación: Los mismos mediante la técnica de validación

de jueces, fueron enviados a cinco expertos temáticos, que corresponden a:


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Dra. Janeth Puche: licenciada en educación, especialista y magíster en educación,

actualmente doctorando en educación. Docente universitaria de la Escuela de Postgrados de

Policía en pregrados y posgrados. Amplia experiencia en asesoría pedagógica y construcción de

currículos académicos para fomentar la educación aplicada en la Policía Nacional. Investigadora

en la línea de la educación. Actualmente funge como asesor metodológico del presente proyecto.

Dr. Armando Díaz: abogado, especialista y magíster en criminología y victimología,

actualmente doctorando en derecho, en España. Docente universitario Universidad de los Andes

y Escuela de Postgrados de Policía. Investigador en la línea de paz y conflicto con énfasis en la

victimología. Él es el asesor temático del presente proyecto.

Dr. Dilber Pintor: licenciado en ciencias sociales, magíster en estudios sociales y

políticos, docente universitario en la Universidad Distrital y Escuela de Postgrados de Policía en

la asignatura gestión territorial de la seguridad, ha realizado estudios en víctimas.

CT. Giovany Álvarez: administrador policial, y magíster en criminología y victimología,

jefe oficina de internacionalización educativa de la Escuela de Postgrados de Policía, docente de

la asignatura planeación operativa del servicio de la Escuela de Postgrados de Policía.

Experiencia en seguridad y convivencia.

IJ. Yofre Cortés: Técnico Profesional en Servicio de Policía, profesional en Gobierno y

Relaciones Internacionales y Especialiste en Seguridad Integral. Investigador policial en línea de

seguridad, convivencia y territorio; actualmente desarrolla la investigación “fronteras

imaginarias”, con el fin de optimizar la planeación operativa del servicio de policía. Experiencia

en seguridad y convivencia.

Como se evidencia en la anterior descripción general, los expertos temáticos fueron

seleccionados por el perfil con que cuentan ellos, cercanía en relación de trato, cuentan con
42

publicaciones de artículos en revistas indexadas, son docentes universitarios, los cinco se

encuentran en estrecha relación con la investigación social y educativa, y, principalmente, es un

equipo interdisciplinar que permite con sus análisis obtener mayor amplitud para obtener mejores

resultados en la aplicación del instrumento y desarrollo del proyecto. Estos argumentos

consolidan una selección personal y objetiva.

Inicialmente, se envió un banco de preguntas de 24 reactivos, al asesor metodológico,

quien recomendó continuar con esta línea para establecer las siguientes preguntas; por otra parte,

la óptica que se pretende abordar en la reconstrucción de memoria histórica hace necesario

diseñar un instrumento para ser aplicado a los miembros de la Policía Nacional y otro

instrumento que debe ser aplicado a la población, principalmente a los de la tercer edad, quienes

presuntamente vivieron la toma de 1994.

Los resultados obtenidos, así como los comentarios del experto temático, son,

principalmente los siguientes:

Frente al instrumento que se aplicará a los pobladores:

 La pregunta No. 9, la cual describe: “9. ¿Conoce alguna información sobre la

toma guerrillera, sucedida en el año 1994, en el municipio de la Calera?”,

recomienda el señor experto temático que debe hacerse en la No. 6, dentro de la

categoría de seguridad y convivencia.

 El reactivo No. 20, describe en una opción de respuesta: “Dan a conocer la

verdad/Aclaran los hechos”, el señor experto temático recomienda dejar la palabra

“aclara”.

 El reactivo No. 30, el cual describe: “30. ¿Usted o alguien de su familia ha sido

afectado por alguna acción violenta en el marco del conflicto armado o por
43

alguna grave violación a los derechos humanos en la cual hayan tenido

responsabilidad las guerrillas, los grupos paramilitares, la Fuerza Pública u

otro agente estatal?”, recomienda el señor experto temático dejarla dicotómica,

eliminando el “¿Por Qué?”, puesto que no se halla ninguna relación.

Frente al instrumento que se aplicará a los miembros de la Policía Nacional:

 “creo que esta lista para ser aplicada, por eso no hice reparo alguno”

Los demás expertos a quienes se envió el instrumento y previamente se coordinó

con ellos la disponibilidad y envío, no manifestaron comentarios.

 Plan de recolección, donde incluye la necesidad de información, la técnica,

la fuente, el tiempo y los resultados esperados.

Población

Es el conjunto de individuos que tienen una o más propiedades en común, se encuentran

en un espacio o territorio (Hernández, Fernández, Sampieri, 2010).

“Totalidad de unidades de análisis del conjunto a estudiar”. - “Conjunto de individuos,

objetos, elementos o fenómenos en los cuales puede presentarse determinada característica

susceptible de ser estudiada” (D`angelo, 2008).

Muestra

Conjunto de casos extraídos de una población, seleccionados por algún método de

muestreo. La muestra siempre es una parte de la población. Si tienes varias poblaciones,

entonces tendrás varias muestras. (Hernández, Fernández, Sampieri, 2010).

Cualquier subconjunto del universo. Desde la estadística pueden ser probabilísticas o no

probabilísticas. (D`angelo, 2008).


44

De acuerdo con las definiciones anteriores, se identifica como población para adelantar el

presente estudio, a los habitantes de La Calera, este municipio pertenece al departamento de

Cundinamarca y dista la Ciudad de Bogotá D.C., aproximadamente 30 minutos. Según la

Alcaldía del municipio en mención, en el censo del 2015, la cantidad total de habitantes era de

25.527.

El tipo de muestreo es no probabilístico, y en concordancia con las definiciones

anteriores, corresponde a varias muestras, así:

 Los miembros de la Policía Nacional, que en la actualidad se encuentran adscritos

a la estación de policía de La Calera.

 Las personas de tercera edad que vivieron la toma guerrillera de 1994.

Capítulo IV

Análisis e interpretación de resultados


45

Procesamiento de datos

Matriz de objetivos: corrección del objetivo general y específicos teniendo en cuenta la

retroalimentación final del primer y segundo semestre del 2017, actividades a desarrollar para el

cumplimiento de cada objetivo, producto de la actividad, peso e indicadores de cumplimiento.

Objetivo General

Determinar los factores victimológicos que incidieron en la población, integrantes de la

Policía Nacional, afectados por el hecho victimizante en la Calera (Cundinamarca) en el año

1994, en el marco del conflicto armado interno.

Objetivos Específicos:

 Comprender los imaginarios de seguridad y convivencia en los habitantes

de la población La Calera (Cundinamarca), para el momento en el que sucedieron los

hechos victimizantes. Para el cumplimiento de este objetivo se realizaron las siguientes

actividades:

 Diseño de un cronograma de visitas al municipio.

 Realizar las visitas al municipio.

 Análisis de los documentos consultados

 Caracterizar la violencia urbana en el contexto cundinamarqués, durante

los años 1980 y 2010, en el marco del conflicto armado interno. Para lo cual se realizó:

 Identificar municipios de Cundinamarca, objeto de tomas guerrilleras.


46

 Caracterizar los aspectos primarios y secundarios de la violencia urbana, en los

municipios identificados.

 Identificar factores victimológicos y secuelas de las víctimas del conflicto, en los

habitantes de la Calera (Cundinamarca), en el marco de los hechos victimizantes

de este municipio. En el cual se realizó lo siguiente:

 Selección de las técnicas de recolección de información de acuerdo con las

necesidades de la investigación.

 Elaboración de instrumentos de recolección de información (Entrevistas, grupo

focal, historias de vida, encuestas, consulta a expertos).

 Validación de instrumentos.

 Aplicación de instrumentos de recolección de información en la Calera

(Cundinamarca).

El concepto emitido por el señor experto temático frente al objetivo general y los cuatro

específicos, es el siguiente: “Considero que los objetivos son pertinentes para el trabajo; sin

embargo, el objetivo específico segundo, que es:

 Caracterizar la violencia urbana en el contexto cundinamarqués, durante los años

1980 y 2010.

Es muy amplio, pues no creo que se trabajara todo el departamento, creo que se podría

decir:

 Caracterizar la violencia urbana en el contexto cundinamarqués, durante los años

1980 y 2010 desde la experiencia del municipio de la Calera.


47

Proceso de selección de las técnicas de recolección de información de acuerdo con el

enfoque de investigación y los objetivos planteados.

Posterior a ello, el 19 de julio de 2017, luego de la sustentación al área de investigación

de la unidad, se reestructuraron los objetivos y los mismos fueron de nuevo compartidos con el

señor asesor temático, así:

Categorías.

 Memoria histórica.

 Policía víctima.

 Violencia urbana.

De lo anterior, se obtiene de la asesoría temática, el siguiente comentario:

He leído el material que me envió, al respecto me permito sugerir:

 El objetivo general lo encuentro apropiado con el fin del trabajo, estimo que no

requiere de ajuste alguno.

 En cuanto al primer objetivo específico creo que esta algo general en el sentido

que usted refiere: Caracterizar los principales hechos... A lo cual me permito

sugerir que concrete que tipo de hechos se van a caracterizar, político, militares,

sociales, etc.

 El objetivo específico segundo, de igual manera considero necesario ajustarlo, por

cuanto Contextualizarlo en qué sentido, histórico, poblacional, regional, nacional,

etc.

 Finalmente, el tercer objetivo específico sí creo que está bien construido y no

necesitaría ningún ajuste.


48

En cuanto al material que se tiene vale la pena revisar si efectivamente todo o parte se

puede aplicar a los referidos objetivos

Línea de tiempo

Se presenta la siguiente cronología de acontecimientos que han influido en el conflicto

armado en Colombia, atendiendo los eventos desde 1886 hasta 2013, exponiendo más de una

década de conflicto.

Tabla 1

Cronología del conflicto

Fecha Acontecimiento
1886 Tras varias constituciones anteriores, se elabora la Constitución

de 1886 que permanecerá vigente hasta 1991 (Villarreal, 2016).


1899 Se inicia la Guerra de los Mil Días (1899-1902) entre liberales y

conservadores para hacerse con el poder (Villarreal, 2016).


1902 Tras la victoria de los conservadores en la guerra se inicia el

período de la “hegemonía conservadora” que durará hasta 1930.

(…) Empieza el movimiento de Manuel Quintín Lame, un

movimiento de liberación indígena que buscaba la autonomía

territorial, económica, política y cultural de las sociedades indias

(Villarreal, 2016).
1902 - 1903 Se proclama la independencia de Panamá (Villarreal, 2016).
1910 Reforma de la Constitución: se reduce a cuatro años el período

presidencial y se abole la pena de muerte (Villarreal, 2016).


1928 Este suceso ocurrió en Ciénaga, Magdalena, cuando las Fuerzas

Armadas de Colombia se enfrentaron a un grupo de manifestantes


49

que reclamaban mejores condiciones de trabajo por parte de la

“United Fruit Company”, empresa que para ese entonces tenía el

control sobre los cultivos bananeros (Villarreal, 2016).


1930 El Partido Liberal se hace con el poder e inicia una serie de

reformas (Villarreal, 2016).


1936 Se aprueba la Reforma Agraria: “La tierra para quien la trabaja”

(Villarreal, 2016).
1948 Asesinato del líder del Partido Liberal Jorge Eliécer Gaitán. (…)

Se inicia la denominada Violencia que, entre 1948 y 1953,

causaría más de 300.000 muertos, haría proliferar los grupos

armados y pondría fin a la reforma agraria (Villarreal, 2016).


1949 Los ministros liberales abandonan el gabinete de Ospina Pérez y

este lo recompone con totalidad de conservadores. Arrecia en

todo el país la violencia política y miles de ciudadanos liberales

son desplazados del campo. Las ciudades, principalmente

Bogotá, son invadidas por refugiados (Villarreal, 2016).


1953 En complicidad con los partidos políticos, el general Gustavo

Rojas Pinilla, da un golpe de estado (Villarreal, 2016).


1957 Se da por concluida la labor del general Rojas Pinilla en el poder

y lo asume una junta militar comandada por Gabriel París

(Villarreal, 2016).
1958 Alberto Lleras Camargo asume la presidencia como primer

presidente del Frente Nacional (Villarreal, 2016).


1960 Jacobo Prias, Alias "charro negro" jefe del Movimiento agrario

comunista, cae asesinado por órdenes del régimen. Este crimen

enciende la chispa de la resistencia armada que encabeza Manuel

Marulanda (Villarreal, 2016).


1964 Los guerrilleros sobrevivientes de Marquetalia conforman el
50

Bloque Sur de las FARC. Nacen las FARC-EP (Villarreal, 2016).


1967 El Ejército Popular de Liberación, EPL, fue un grupo guerrillero

guiado por el Partido Comunista Colombiano, con ideología

Marxista-Leninista. Este estaba bajo el mando de Francisco

Caraballo (Villarreal, 2016).


1970 Surgirán varios grupos de oposición que acabarán

desapareciendo: Movimiento Revolucionario Liberal, Frente

Unido, ANAPO, etc. (…) El Movimiento 19 de abril surge a raíz

de un supuesto fraude en las elecciones presidenciales del 19 de

abril de 1970. Este comienza como un movimiento político, pero

luego se torna en un movimiento armado (Villarreal, 2016).


1971 Las FARC-EP comienza a realizar secuestros (Villarreal, 2016).
1980 12 integrantes del M-19 bajo ordene del "comandante uno" se

toman la embajada de república dominicana en Bogotá, 16

diplomáticos de distintos países fueron secuestrados (Villarreal,

2016).
1982 Con el presidente Belisario Betancur (1982-1986) se inicia un

proceso de dialogo con las FARC-EP y el ELN fallido (Villarreal,

2016).
1985 El grupo guerrillero M-19 se toman el Palacio de Justicia en

Bogotá. (…) Murieron 11 soldados, 33 guerrilleros y 43 civiles.

11 civiles fueron desaparecidos (Villarreal, 2016).


1990 Operación Centauro, se intenta destruir la guerrilla sin éxito, fue

contra la región de La Uribe, en el Meta, donde estaba el

secretariado de las FARC-EP (Villarreal, 2016).


51

Entre los mandatos presidenciales de Virgilio Barco (1986-1990)

y César Gaviria (1990-1994) se firman acuerdos con el M-19, el

ELP, y otros grupos rebeldes menores (Villarreal, 2016).


1991 Operación Casa Verde, El ejército intento acabar con la guerrilla

en las regiones de La Uribe, Meta y Yarí. Hubo 19 helicópteros

dañados y 120 soldados muertos. (…) Aparición de grupos

paramilitares que conformarán las AUC. (…) Desmoralización de

guerrilleros de las FARC-EP que crearán la Unión Patriótica,

partido político que se presentará a las elecciones de 1986 y que

sufrirá la liquidación de 3000 de sus miembros a manos de las

AUC (Villarreal, 2016).


El ejército intento acabar con la guerrilla en las regiones de La

Uribe, Meta y Yarí. Hubo 19 helicópteros dañados y 120 soldados

muertos-Operación Casa verde. (…) Surge la Nueva Constitución

Colombiana (Villarreal, 2016).


1994 El nuevo presidente, Ernesto Samper, continuará con el proceso

de pacificación iniciado en 1982. En julio se gesta el atentado

terrorista al municipio de La Calera (Villarreal, 2016).


1996 Masacre de La Garraba. Hubo una Masacre que dejo muchos

muertos y heridos (Villarreal, 2016).


1996 Se conforman las Autodefensas Unidas de Colombia a partir de

diferentes grupos paramilitares ya antes existentes como las

ACCU. Carlos Castaño Gil fue nombrado director. (…) Las

Autodefensas Unidas de Colombia (AUC) ingresan al municipio

de Mapiripán en el Meta y asesinan a un número no determinado

de habitantes. (…) Las AUC asesinan a 15 personas y causan el


52

desplazamiento forzado y el despojo de tierras de varias familias

(Villarreal, 2016).
1997 Se inicia el Plan Colombia con el Presidente Andrés Pastrana y

un nuevo proceso de paz con las FARC-EP que resultara fallido.

(…) Las FARC-EP negocian con el presidente Andrés Pastrana la

"zona de distensión" y que abarca 42.000 kilómetros cuadrados

de territorio colombiano (Villarreal, 2016).


2000 En Yarumal, Antioquia, AUC asesina a 19 campesinos. (…) Las

FARC-EP masacran a seis civiles en Tenerife, departamento del

Magdalena. (…) Las AUC ejecutan la Masacre de El Salado

asesinando a más de 100 personas. Las AUC ingresan al

corregimiento de Macayepo, Bolívar y asesinan a 15 campesinos

y despojan de sus tierras a cerca de 200 familias (Villarreal,

2016).
2001 60 paramilitares de las AUC transportados en 3 camiones

ingresan al municipio de El Chengue y asesinan a 27 civiles

(Villarreal, 2016).
2002 A inicios del año las guerrillas poseen una fuerza de 35.000

hombres y los paramilitares 20.000 combatientes. Unos 20.000 a

25.000 de las FARC-EP y 4.000 a 7.000 del ELN. (…) Operación

TH o Todo Honor En esta operación el ejército recupera zona de

distensión. Con 20.000 hombres y 30 aviones al mando del

general Fernando Tapias se expulsan a 4.000 guerrilleros, 155

rebeldes son muertos, 159 son capturados y 29 desertan. Álvaro

Uribe es elegido presidente e inicia una línea dura con los grupos
53

insurgentes para buscar la negociación desde la presión

(Villarreal, 2016).
2003 Noviembre – Unos 800 guerrilleros de las AUC se desarman, y se

comprometen a hacer lo mismo con sus 13.000 efectivos para

finales de 2005 (Villarreal, 2016).


2004  Mayo– El miembro de las FARC-EP Ricardo Palmera, el

guerrillero de más alto rango que se ha capturado, es

condenado a 35 años de prisión (Villarreal, 2016).

 Julio: Las AUC y el Gobierno colombiano inician

conversaciones de paz formales, y los líderes guerrilleros

hablan en el Congreso.

 Noviembre: Las AUC desmovilizan a 450 de sus

guerrilleros como parte del proceso de paz con el

gobierno. (…) Se lanza la Campaña Omega, el ejército

colombiano moviliza 14.300 hombres al mando de los

generales Alejandro Navas Ramos y Carlos Saavedra con

un poderoso apoyo aéreo y fluvial, para cercar a las

fuerzas de las FARC-EP en el sur colombiano.


2007 En ese año las FARC sufren la pérdida de 11.071 integrantes por

captura, 5.087 son muertos y se desmovilizan 5.183 más. Durante

2007 pierden 7.132 hombres y el ELN 1.125 combatientes

(Villarreal, 2016).
2008 Las FARC-EP poseen unos 8.000 combatientes, entre 2002 y

mediados de este año 47.745 personas se han desmovilizado,

32.000 ex-paramilitares, 3.000 han vuelto a delinquir. El ELN


54

tiene solo 2.500 guerrilleros. Las FARC-EP tienen unos 750

secuestrados (Villarreal, 2016).


2010 Juan Manuel Santos es electo presidente de Colombia. (…)

Empiezan los acercamientos para el proceso de paz con las

FARC-EP (Villarreal, 2016).


2012 Empiezan los diálogos con las FARC-EP en Cuba, acompañados

de países garantes (Villarreal, 2016).


2013 Empiezan contactos para iniciar diálogos con el ELN (Villarreal,

2016).
Nota: elaboración propia, 2018.

Se evidencia en la tabla No. 1, en el año 1994, el presidente de turno electo, continúa

dentro de su política de gobierno, con los diálogos de pacificación, iniciados en el mandato del

presidente Belisario Betancourt en el año 1982.

Contexto Político en 1994

En el año 1994, fungía como presidente el doctor César Gaviria Trujillo (1990-1994). Fue

bajo su mandato cuando se presentaron los hechos en el municipio de La Calera (Cundinamarca),

objeto del presente trabajo. Durante su gobierno, logró impulsar la Constitución de 1991, que

renovó los cimientos institucionales del país, creó nuevos espacios de participación democrática,

modernizó la justicia y sentó las bases para la construcción de un Estado más eficiente y justo.

A partir de la vigencia de la nueva Constitución, la justicia se fortaleció y se crearon

instituciones como la Corte Constitucional, la Fiscalía General de la Nación, la Defensoría del

Pueblo y el Consejo Superior de la Judicatura.


55

Además, se puso en marcha la acción de tutela, mecanismo de protección de los derechos

fundamentales. Su programa de gobierno, denominado "La revolución pacífica" y conocido

popularmente como "el revolcón", logró que varios grupos guerrilleros se reincorporaran a la

vida civil. Durante la administración Gaviria, se promovió el proceso de apertura económica, se

creó el Ministerio de Comercio Exterior (ley 07 de enero 16 de 1991), se redujeron los aranceles

y las barreras al comercio, se abrieron las puertas a la inversión extranjera, se impulsó la primera

zona libre de comercio en el continente americano, Colombia lideró el proceso de integración

regional y subregional, se fortaleció el papel del sector privado y se emprendieron planes de

modernización de la infraestructura de puertos, vías y comunicaciones.

Posterior a su mandato, fue sucedido por Ernesto Samper Pizano (1994-1998), el 07 de

agosto de 1994. Durante su mandato, Colombia atravesó una de sus peores crisis institucionales

de las últimas décadas. Creció el poder de las guerrillas y los paramilitares, con la consiguiente

muerte de víctimas inocentes y el desplazamiento de familias campesinas de sus tierras, que

superó el millón de personas.

El gobierno estadounidense de Bill Clinton no quiso incluir a Colombia, ni en 1996 ni en

1997, entre los países con “certificado” de lucha contra el tráfico de drogas, por considerar que

no había hecho lo suficiente contra el mismo.

Gasto en seguridad: Durante el período 1980-1994 el país sufrió importantes cambios

de orden político, económico y social. Estos cambios estuvieron estrechamente relacionados con

fenómenos tales como el boom del narcotráfico (1980-1984), la reacción del gobierno en contra

de éste (1985 en adelante), la intensificación de las actividades ofensivas de los movimientos

guerrilleros y el surgimiento de grupos paramilitares.


56

Las políticas y medidas adoptadas por los diferentes gobiernos para controlar esta

situación se reflejaron tanto en el gasto de inversión como en el de funcionamiento de la Policía

Nacional.

Contexto normativo policial para los hechos en 1994

Para el año del atentado en el municipio de La Calera, se encontraba en vigencia la Ley

62 de 1993 (agosto 12): "Por la cual se expiden normas sobre la Policía Nacional, se crea un

establecimiento público de seguridad social y bienestar para la Policía Nacional, se crea la

Superintendencia de Vigilancia y Seguridad Privada y se reviste de facultades extraordinarias al

presidente de la República".

De manera particular, el artículo 16, enuncia las atribuciones y obligaciones de los

Gobernadores y Alcaldes en relación con los Comandantes de Policía, entendiendo con ello que

una posible responsabilidad por hechos de seguridad y convivencia, no recae solamente sobre el

ente policía, como cuerpo uniformado.

Por otra parte, el artículo 17, Deberes y obligaciones de los Comandantes de Policía en

relación con las autoridades políticoadministrativas del Departamento y del Municipio, donde se

evidencia un grupo de obligaciones en las cuales el Comandante de Policía funge como un asesor

que debe trabajar de la mano con el alcalde o gobernador, presentar planes de seguridad y

defensa, así como informar las diferentes acciones de orden público.

Asimismo, el Decreto 2203 de 1993 "Por el cual se desarrollan la estructura orgánica y

las funciones de la Policía Nacional y se dictan otras disposiciones”, da cuenta de la policía

municipal con ubicación en una estación de policía en el municipio, la cual cuenta con un
57

comandante de estación, encargado de responder por el servicio de policía urbano o rural y

coordinar con el alcalde y demás autoridades, los servicios de seguridad.

También, es promulgada la Directiva Presidencial 3 de 1994, la cual es dirigida a:

Ministros del despacho, Directores de departamentos administrativos, Gobernadores, Alcaldes,

Consejeros presidenciales, Directores de programas especiales de la Presidencia de la República,

Gerente o Directores de entidades descentralizadas del orden nacional y demás Servidores

Públicos. El asunto de la misma es: “Responsabilidades de las entidades del estado en el

desarrollo de la estrategia nacional contra la violencia, "seguridad para la gente". En ella se

plantean, principalmente en el numeral 1 y 3, lo siguiente:

1. Planeamiento de la seguridad: “A fin de lograr un manejo integral de la problemática

de la violencia en el país, es fundamental consolidar un planeamiento de la seguridad que

también se articule con políticas socioeconómicas y abra espacios para una mayor interacción de

la comunidad con las autoridades. En cumplimiento de estas metas, los Consejos de Seguridad, a

través de las instancias que en ellos participan, según lo estipula la Directiva Presidencial No. 05

del 28 de diciembre de 1991, deberán desempeñar un papel prioritario”.

3. Robustecimiento de la fuerza pública: Para la plena instrumentación de las políticas de

seguridad resulta imprescindible persistir en los esfuerzos de modernización y robustecimiento

de la Fuerza Pública.

Finalmente, se presenta informe de presidencia para el año 1994, frente a las acciones

recurrentes del conflicto guerrillero, las víctimas del mismo, grupos guerrilleros y

delincuenciales que las efectuaron.

Tabla No. 2

Acciones armadas más recurrentes en el conflicto guerrillero (1988-1993)


58

TIPO DE ACCIONES 1988 1989 1990 1991 1992 1993 TOTAL %


CONTACTOS FF.AA. GUERRILLA 254 222 216 298 552 632 2174 35%
EMBOSCADAS 91 57 89 154 136 73 600 10%
ACTOS TERRORISTAS 271 155 190 566 490 175 1847 30%
ASALTOS A POBLACIONES 35 12 19 51 34 15 166 3%
ATAQUES A INSTALACIONES 56 20 24 44 65 8 217 4%
ASALTOS A ENTIDADES 74 54 48 50 49 31 306 5%
PIRATERÍA TERRESTRE 41 32 29 54 63 34 253 4%
HOSTIGAMIENTOS 44 60 75 124 161 107 571 9%
TOTAL 866 612 690 1341 1550 1075 6134 100%
Nota: tomado de Presidencia de la República, 1994.

En referencia al presente estudio, en la tabla No. 2 se evidencia en los tipos de acción

“actos terroristas” y “asaltos a poblaciones”, en el año 1993, previo al ataque a la Calera, se

evidencia la segunda cantidad menor, durante el periodo de los seis (6) años tratados; y la

cantidad menor de la década de los noventa. Por otra parte, de los ocho tipos de acción que reúne

el informe de presidencia, los actos terroristas ocupan el segundo lugar de los seis (6) años

abordados, presentándose con la segunda cantidad más alta de acciones, y el número mayor de

cantidad en los años 1988 1991. El tipo de acción “asalto a poblaciones”, es el menor efectuado,

tanto en cantidad como en porcentaje, durante los seis (6) años que presenta el informe de

presidencia, sin embargo, en el año 1991 se presenta como el menor afectado.

Tabla No. 3

Grupos que han generado acciones violentas

GRUPOS 1988 1989 1990 1991 1992 1993 TOTAL %


FARC-EP 184 146 228 698 752 567 2575 42%
ELN 350 322 365 330 586 391 2344 38%
EPL 147 80 47 15 60 75 424 7%
M-19 62 7 69 1%
C6-SB 27 15 27 258 125 15 467 8%
OTRAS GUERRILLAS 15 6 10 8 9 48 1%
GUERRILLA NO IDENTIFICADA 81 42 17 30 19 18 207 3%
TOTAL 866 612 690 1341 1550 1075 6134 %
Nota: tomado de Presidencia de la República, 1994.
59

En referencia al presente estudio, en la tabla No. 3, queda plasmado que el grupo

guerrillero FARC-EP, autor de la toma guerrillera objeto del presente estudio, durante los años de

la década de los ochenta, que presenta el informe de presidencia, se presenta como el segundo en

desarrollo de acciones delictivas; sin embargo, en los años de la década de los noventa que

presenta el informe de presidencia, presenta la cantidad más alta y al final del resultado ocupa el

primer lugar con el porcentaje más alto. Se evidencia además un incremento desproporcional,

con referencia a la década de los ochenta.

Tabla No. 4

Balance del conflicto armado en Colombia (1988-1993)

ACCIONES GRUPOS ACCIONES DE LAS GUERRILLAS CONTRA LAS FF.AA*


1988 1989 1990 1991 1992 1993 TOTAL %
FARC-EP 184 146 228 698 752 567 2575 42%
ELN 350 322 365 330 586 391 2344 38%
EPL 147 80 47 15 60 75 424 7%
M-19 62 7 69 1%
C6-SB 27 15 27 258 125 15 467 8%
GUERRILLA NO IDENTIFICADA 81 42 17 30 19 18 207 3%
TOTAL 866 612 690 1341 1550 1075 6134 100%
Nota: tomado de Presidencia de la República, 1994.

*Incluye las emboscadas tendidas a patrullas, los ataques a instalaciones militares y los

hostigamientos.

La tabla No. 4 da cuenta de las acciones que las guerrillas han realizado contra las

Fuerzas Militares y de Policía, en los años 1988 al 1993; denota que el grupo guerrillero FARC-

EP, autor de la toma guerrillera objeto del presente estudio, durante los años de la década de los

ochenta, que presenta el informe de presidencia, se presenta como el segundo en desarrollo de

acciones delictivas; sin embargo, en los años de la década de los noventa que presenta el informe
60

de presidencia, presenta la cantidad más alta y al final del resultado ocupa el primer lugar con el

porcentaje más alto. Se evidencia además un incremento duplicado, con referencia a las acciones

efectuadas por ellos en la década de los ochenta.

Tabla No. 5
Víctimas de las FF.AA.
ACCIONES GRUPOS VÍCTIMAS DE LAS FF.MM.
85 86 87 88 89 90 91 92 93 TOTAL %
FARC 33 70 120 56 42 88 229 212 123 973 51%
ELN 18 33 49 78 70 73 69 113 54 557 29%
EPL 22 37 32 25 12 16 2 8 4 158 8%
M-19 45 46 16 1 113 6%
C6-SB 6 4 6 18 26 3 63 3%
21 8 5 4 3 5 46 2%
GUERRILLA NO
IDENTIFICADA
TOTAL 866 612 690 1341 1550 1075 6134 100%
% 6% 10% 11% 10% 7% 10% 17% 19% 10% 100%
Nota: tomado de Presidencia de la República, 1994.

En la tabla No. 5 se evidencia las víctimas de las Fuerzas Militares y de Policía, durante

los años de 1985 al 1993, donde se denota que en la década de los ochenta, la guerrilla de las

FARC-EP tuvo una participación equitativa frente a los otros grupos guerrilleros como el ELN y

M-19, de víctimas de las Fuerzas Militares y de Policía. Para la década de los noventa, las

FARC-EP lideraron el número de víctimas de las Fuerzas Militares y de Policía, asimismo, el

crecimiento de la cantidad de las mismas es desproporcionado; finalmente, más del cincuenta por

ciento (50%) de las víctimas de las Fuerzas Militares y de Policía que se reportan para los años

de 1985 al 1993, según el informe de presidencia, son de las FARC-EP.

Tabla No. 6
61

Violencia generada por el conflicto armado guerrillero.

1990 1991 1992 1993 TOTAL


ACCIONES REALIZADAS POR LAS 216 298 552 632 1698
FF.MM
ACCIONES REALIZADAS POR LA GUERRILLA
Emboscadas 86 154 139 73 452
Acciones terroristas 190 566 490 175 1421
Otras acciones armadas 198 323 369 198 1088
Total acciones guerrilleras 474 1043 998 446 2961
VÍCTIMAS DEL CONFLICTO ARMADO
Civiles 51 97 89 52 289
Miembros FF.MM 375 552 539 367 1833
Guerrilleros 602 639 939 934 3114
SECUESTROS RELIZADOS POR LA GUERRILLA
Civiles 502 601 433 374 1910
Miembros FF.MM 115 306 90 49 560
ASESINATOS DE CIVILES 314 392 292 362 1360
Fuente: tomado de Presidencia de la República, 1994.

“Las acciones armadas que, en la región sur de Cundinamarca, alcanzaron a llegar a las

goteras de Bogotá, se encuentran asociadas al accionar de la cuadrilla “Jaime Pardo Leal” de las

FARC. También actuaron hacia el oriente del departamento el frente XXXVIII, y en región del

Sumapáz el XXV. El cuarto trimestre del año es el más crítico en la medida en que la oleada

terrorista adelantada por la CG-SB, tuvo como uno de sus escenarios la ciudad de Bogotá”

(Presidencia de la República, 1994).

Testimonios y relatos tomados de notas periodísticas y crónicas de prensa, del diario

de circulación El Tiempo (archivo digital), así como de la Revista Semana, tomado como

fuentes indirectas.

“Mientras el general anunciaba por televisión que todo estaba bajo control, yo escuchaba

desde mi cuarto las ráfagas que la guerrilla hacía en la plaza principal, dijo un habitante de La
62

Calera, minutos después de la toma subversiva. Luego, pasaron varios de ellos frente a mi casa y

se reían contando el dinero que se había robado” (testimonio de ciudadano, tomado del diario El

Tiempo, 1994).

“Mientras rodríguez era ejecutado por los subversivos, el párroco de La Calera estaba

con 20 feligreses escondido en la bodega de una tienda; los siete policías del pueblo buscaban el

último rincón de su cuartel; un grupo de borrachitos reclamaba más cerveza; algunos transeúntes

se escondieron en una funeraria, y la guerrilla asaltaba la Caja Agraria y dinamitaba el Banco de

Colombia” (testimonio de ciudadano, tomado del diario El Tiempo, 1994).

“Prenda ese carro que nos vamos a llevar, y queme el otro, le dijo uno de los subversivos

a Rodríguez (…) Si no lo quema, pues entonces dele un tiro, fue la respuesta (…) En seguida, el

guerrillero le disparó tres tiros y después lo remató con otro en la cabeza” (testimonio de

ciudadano, tomado del diario El Tiempo, 1994).

“Hacía cerca de dos horas un grupo de unos 60 guerrilleros habían llegado al centro del

pueblo gritando todo el mundo tiene dos minutos para salir de aquí, que esto se lo tomó la

guerrilla” (testimonio de ciudadano, tomado del diario El Tiempo, 1994).

“Unas 50 personas que transitaban por la plazoleta central salieron en estampida a buscar

refugio; yo me metí en la funeraria, donde era velado un vecino. Nos pusimos a rezar con los

dolientes y entre cada oración se escuchaban los estallidos en las calles, comentó un señor”

(testimonio de ciudadano, tomado del diario El Tiempo, 1994).

“A menos de 20 metros de la Estaciones un grupo de guerrilleros trataba de abrir la caja

fuerte del Banco de Colombia, y en el local contiguo a la sede bancaria, marcado con el letrero

Bar Comercial Billares “Champion”, tres subversivos le gritaban a cerca de 40 clientes que se
63

quedaran tranquilos que a ellos no les iba a pasar nada” (testimonio de ciudadano, tomado del

diario El Tiempo, 1994).

“Algunos borrachitos comenzaron a pedir más cerveza y aguardiente para calmar los

nervios. Un cliente llegó a gritar nos morimos, pero no con sed (…) En ese momento de angustia

-dijo otro testigo-, el administrador del negocio repartió cerveza gratis, y nos dijo que no las

tomáramos porque podían ser la última” (testimonio de ciudadano, tomado del diario El Tiempo,

1994).

“Después de dos horas y media de explosiones y tiroteo, un guerrillero entró de nuevo al

billar diciendo todo el mundo afuera” (testimonio de ciudadano, tomado del diario El Tiempo,

1994).

“Cuando el último de los despavoridos clientes del billar salió a la calle sonó una

detonación que tumbó prácticamente el Banco de Colombia” (testimonio de ciudadano, tomado

del diario El Tiempo, 1994).

“De entre los escombros algunos subversivos sacaron la caja fuerte del Banco, y

comenzaron la retirada a las 10:20 de la noche” (…) Diez minutos después, al otro extremo de la

plaza central, y a unos 40 metros del Banco de Colombia, el párroco de la iglesia de La Calera

terminaba su encierro obligatorio (…)En medio de la retirada los subversivos robaron víveres de

tiendas vecinas y sacaron gaseosas y salchichón del billar (…) Vengan a tomar todos gaseosa

aquí -gritó un guerrillero-, pero de a poquitos” (testimonio de ciudadano, tomado del diario El

Tiempo, 1994).

Relato de un sacerdote tomado de notas periodísticas y crónicas de prensa del diario

de circulación El Tiempo (archivo digital), tomado como fuente indirecta.


64

“Cuando comenzó la toma el religioso estaba en la cafetería Sussy con un grupo de niños

organizando la celebración del día de la Independencia (…) Una vez comenzó la balacera

cerraron la cafetería y nos refugiamos en una bodega, y ahí nos pusimos a orar hasta que terminó

la toma, relató el cura” (testimonio de ciudadano, tomado del diario El Tiempo, 1994).

“Hacía ocho días un grupo de subversivos detuvo al celador del matadero de La Calera

(…) Dígale al comandante de la Policía que se alisten que ya vamos a venir, y que, si no cree,

que venga y se lo decimos personalmente. Que vamos a visitar a la Policía y al banco, ese fue el

mensaje de esta nueva toma anunciada” (testimonio de ciudadano, tomado del diario El Tiempo,

1994).

Entrevistas de campo (fuentes directas)

A continuación, se presentan las evidencias de las entrevistas, alineadas no al formato de

entrevista diseñado por el investigador, sino al formato de entrevista No. 3 construido por la

UNIPEP y avalado por el área de salud mental de la DISAN, ambas dependencias, adscritas a la

Policía Nacional de Colombia:

Entrevista No. 1.

 Nombre: Graciela

 Edad: 63 años

 Sexo: Femenino

 Lugar de Nacimiento: La calera

Relato

“Yo me había ido para Bogotá con mis hijos por esos días, pues yo no vivo propiamente

en el pueblo, yo vivo en una vereda como a 10 minutos del pueblo y las cosas se habían puesto
65

un poco raras entonces me fui unos días para Bogotá junto con mis hijos y mi esposo mientras la

situación se calmaba un poco.

Yo alcancé a ver por las noticias lo que había pasado, pero me habían dicho que la

guerrilla había venido era a robar el banco.

Unos vecinos me contaron que el ejército estaba en el pueblo, entonces me volví a venir

con mis hijos, porque usted sabe… yo había dejado mi casita, mis cositas y mis animalitos,

además yo que me iba a quedar en Bogotá si no tenía nada para hacer allá.

Yo volví después de unos días cuando me dijeron que el ejército estaba en el pueblo pues

ya me sentía más tranquila si ellos estaban. Cuando volví algunos de mis vecinos se habían ido

para Bogotá por miedo, porque había rumores que iban a volver a entrar.

Antes de que sucediera eso aquí no había sino solamente dos o tres policías en la

estación”

Entrevista No. 2.

 Nombre: Mauricio

 Edad: 31 años

 Sexo: Masculino

 Lugar de Nacimiento: Bogotá; sin embargo, la gran mayoría de su vida ha

vivido en la Calera.

Relato

“Bueno, pues, cuando la guerrilla intentó entrar por primera vez yo estaba muy pequeño y

mi mamá me tenía estudiando en Bogotá, pero cuando salió en las noticias... reconocí mi pueblo

y solo me puse a pedirle a Diosito que no se fueran a entrar a Bogotá porque mi mamá es muy
66

nerviosa, pero como a los 15 días volvimos y el pueblo estaba lleno de ejército y policía los

vecinos nos contaron que se había escuchado un estruendo cerca del banco y que la guerrilla se

había robado el dinero, y que para confundir habían quemado algunos billetes.

Pero unos meses después de que sucediera el intento de entrar al pueblo, como tres meses

después hubo un enfrentamiento con el ejército cerca de mi casa, eso duró más o menos unas tres

horas seguidas, se escuchaban explosiones todo el pueblo estaba asustado, aunque eso no se

escuchó mucho por las noticias. Como yo era pequeño me acerque a la falda de la montaña y

solo se veían ráfagas y luces, la gente decía que en la montaña había como 150 guerrilleros y

habían muchos soldados que no permitieron que se enteraran, sin embargo varias personas

decidieron irse para Bogotá porque les dio mucho miedo lo que había pasado con la estación de

policía, luego ver el pueblo con ejército y el enfrentamiento en la montaña los asustó mucho.

Después de esto el pueblo se la pasaba con mucha fuerza pública”.

Entrevista No. 3.

 Nombre: Esteban

 Edad: 53 años

 Sexo: Masculino

 Lugar de Nacimiento: La Calera y ha vivido toda su vida en la Calera.

Relato

Yo tenía 20 años más o menos en ese tiempo, mi casa está ubicada aquí en el pueblo, yo

soy el menor de 14 hermanos y en ese tiempo trabajaba como ayudante en una obra, ese día
67

estábamos en mi casa que se encuentra ubicada a unas 10 cuadras de donde quedaba la estación

de policía.

Interpretación de resultados

La anterior información permite ser agrupada por medio de las siguientes categorías de

análisis: en primer lugar, imaginarios de seguridad y convivencia; en segundo momento,

caracterización del conflicto armado en los cascos urbanos; y, en tercer estadio, factores

victimológicos.

En concordancia con la primera categoría de análisis, imaginarios de seguridad y

convivencia, los ciudadanos en Colombia, habitualmente se expresan en noticiarios

quejumbrosos por la seguridad y convivencia ciudadana, tema que compete directa y

constitucionalmente a la Policía Nacional de Colombia. Ávila (2013) propone que, dentro de las

líneas de seguridad, las cuales funcionan como un modelo estratégico, es necesario “el diseño de

nuevos indicadores en el impacto de la convivencia social, en las mutaciones del crimen

organizado que se han desarrollado en la línea del tiempo” (Ávila, 2013). La misión institucional

es preventiva y correctiva. Los indicadores deberían en mayor parte evaluar la prevención y

promoción en temas ciudadanos que adelanten los policiales.

“Generalmente el impacto sobre la seguridad ciudadana se mide a partir de los delitos

contra la vida: homicidio” (Ávila, 2013) también, por medio de aquellos que “ponen en riesgo la

convivencia, como: tráfico de drogas, tráfico de armas, tráfico de personas y el terrorismo entre

otras; y los delitos contra el patrimonio, medidos por el hurto a propiedad privada, daños a

edificaciones o establecimientos públicos, la corrupción entre otros” (Ávila, 2013). El modo de

prevención estatal, siempre ha estado enmarcado por políticas pública, las cuales, son
68

confrontadas por medio de encuestas de percepción de seguridad y, al igual que en el caso

chileno, permiten evidenciar que no son suficientes para atender una lucha frontal contra el

crimen.

La participación de la población, en los impactos de seguridad y violencia, ha sido activo,

como lo expresa Ávila (2013) ha sido en su mayoría como protesta social por la exclusión, que,

por la misma pobreza o bajos ingresos, como también se ha evidenciado en Centroamérica

(Ávila, 2010).

Por su parte, Brender (2014), destaca el interés del estado colombiano por “los resultados

clave del estudio de seguridad y convivencia, dentro del dilema urbano: urbanización, pobreza y

violencia” (Brender, 2014), donde si se atiende la violencia urbana, si es intervenida eficazmente,

la pobreza se reducirá, e incrementará el interés por la comunidad científica para investigar y

contribuir en los asuntos de pobreza y urbanización, principalmente.

Ante la segunda categoría de análisis, caracterización del conflicto armado en los cascos

urbanos, se evidencian aspectos y argumentos, en los cuales sobresalen algunos que afirman “con

la Comisión de Estudios sobre la Violencia (1987), se crea una nueva tradición (en los estudios

sobre la violencia) en Colombia” (Torregrosa & Torregrosa, 2013); esta Comisión “señala el

carácter multidimensional de la Violencia y la necesidad de una interpretación más plural del

fenómeno” (Torregrosa & Torregrosa, 2013). También, señala la Comisión la necesidad de

“diferenciar entre la violencia política, socioeconómica, sociocultural y territorial, reforzadas por

cierta cultura de la Violencia” (Torregrosa & Torregrosa, 2013). Así las cosas, los grupos actores

armados al margen de la Ley, como son: las FARC-EP, el ELN, el M-19 y el paramilitarismo,

exponen una violencia ideológica con fines distintos y accionar criminal diferente.
69

En concordancia con el análisis y estudio del rol del Estado colombiano y sus episodios

en la crisis del conflicto interno, en Torres (2010), se plantea en dicho análisis que “el Estado y el

sistema político no han modificado sus estructuras para dar paso a un modelo más democrático

con la participación de nuevas fuerzas políticas” (Torres, 2010); considerando que se mantienen

y “permanecen las estructuras del régimen cerrado del Frente Nacional” (Torres, 2010). Aunque

en el año 1991 haya cambiado la Constitución Nacional, “el Estado no se transformó, lo que ha

desencadenado una crisis de orden interno, en las últimas dos décadas y la continuidad del

conflicto armado” (Torres, 2010).

Sostiene Torres (2010), que desde el inicio de la década de los años noventa “Colombia

entró en una profunda crisis, explicada por los altos índices de pobreza, violencia y todo lo que

ello implica” (Torres, 2010), dando paso al “fortalecimiento de los actores armados

(movimientos guerrilleros y grupos paramilitares), que ejercen control en vastas regiones, la

violación de los derechos humanos, la corrupción, el clientelismo al interior de las instituciones

públicas, el narcotráfico” (Torres, 2010). Por otra parte, se intentó un “nuevo modelo económico,

con graves repercusiones en el orden interno, modificación que sólo fue posible con el cambio

constitucional” (Torres, 2010). Es así como, entre otros factores, “los bajos niveles de desarrollo

y la falta de políticas públicas orientadas a disminuir las asimetrías sociales, la violencia que no

logró superarse en las décadas anteriores, sino que por el contrario, se extendió en todas sus

formas” (Torres, 2010); estos factores presentan un debilitamiento del Estado, y por ende una

asociación a la crisis interna que caracteriza la esfera social de la última década del 90 y primera

del 2000, como concluye Torres (2010).

Restrepo (2012), realiza un abordaje al contexto citadino, en el que pretende poner en

evidencia “su singularidad como productora de violencias y su conexión con las dinámicas del
70

conflicto” (Restrepo, 2012). Al interior de las ciudades, la creciente urbanización y los habitantes

trans-regionales, ponen al descubierto la magnitud de la violencia urbana, la cual difiere del

conflicto armado interno (Restrepo, 2012).

Sintetizando en el proceso de paz que inició a finales del 2012, Restrepo (2012) cuestiona

en dicho proceso “¿dónde está la ciudad?” aunado a esta preocupación, cuestiona si “¿la paz es la

finalización del conflicto armado o, en sentido más amplio, la supresión del conflicto violento?”

(Restrepo, 2012). Según su propuesta, esta pregunta estos interrogantes son pertinentes debido

que “entre los años de 1980 y 2010 se cometieron 652.356 homicidios, de los cuales 364.716 -es

decir el 56%-, tuvieron lugar en las ciudades” (DANE, 1980-2010; citado por Restrepo, 2012).

“Tal cantidad de homicidios deja fuera de duda la importancia del contexto urbano en la

búsqueda de la paz” (Restrepo, 2012).

El papel de lo psicosocial se torna esencial en los estudios de violencia, conflicto y

Estado. Es así como “la historia de la violencia, surgida en la segunda mitad del S. XX en

Colombia, confluye con conceptos y explicaciones, desde la perspectiva psicosocial crítica, a sus

implicaciones en la población, y el manejo de diversas facetas de la guerra por parte de los

actores” (Barrero, 2007; citado por Escobar & Salamanca, 2009); esto, “enmarcado en tres

dimensiones: primera las tensiones permanentes por ciertos intereses, la lucha por el poder y las

pretensiones de verdad” (Barrero, 2007; citado por Escobar & Salamanca, 2009).

Esta dimensión se encuentra condensada en “la falta de garantías en el ejercicio de una

política que respete las diferencias, donde el papel del Estado y la estructura social son vitales en

la consideración del conflicto político” (Barrero, 2007; citado por Escobar & Salamanca, 2009).

La segunda dimensión es la Violencia Política, la cual define Barrero como “todo exceso de

fuerza hacia otro en pro de intereses económicos, militares e ideológicos que se ejerce bajo dos
71

condiciones: ideologías políticas distintas y el Estado como actor referente” (Barrero, 2007;

citado por Escobar & Salamanca, 2009).

Finalmente, el tercer fenómeno, la Guerra Psicológica, la cual “junto con la violencia

política tienen como finalidad el control y el dominio de la subjetividad, utilizando

particularmente los medios masivos de comunicación” (Barrero, 2007; citado por Escobar &

Salamanca, 2009), los cuales “llegan a convertirse en agentes educadores inmersos en las formas

de pensar del colombiano, e incluso reestructurar la mirada que se tiene sobre la violencia”

(Barrero, 2007; citado por Escobar & Salamanca, 2009).

La tercera categoría de análisis, factores victimológicos, es sabido, como lo expresan

Morilas, Patró y Aguilar (2013), que “Las víctimas del terrorismo en el mundo, tanto directas

como indirectas, son prácticamente incalculables, por su magnitud como por la dificultad que

conlleva tal medición” (Morilas, 2013).

La víctima, consuetudinariamente, se piensa es el actor o la parte vulnerable; “su

abordaje, a priori, debe precisarse desde la victimología, desde los derechos de la víctima: a la

verdad, a la reparación y, a que se haga justicia en un proceso penal donde tenga todas sus

garantías como las tiene el procesado” (Márquez, 2011). A posteriori, la victimología debe

insistir “ante el Estado y sus órganos para que dentro de la administración de justicia se dé

solución a su conflicto, por las vías del derecho” (Márquez, 2011).

Según Márquez (2011) el estudio de las víctimas se debe escudriñar desde tres etapas:

“como víctima directa del delito; como objeto por parte de los operadores judiciales del Estado

en el proceso de investigación y como sujeto de sufrimiento silencioso en su angustia, estrés,

depresión, marginación social al revivir o recordar” (Márquez, 2011).


72

Se introduce el concepto de memoria dentro del seguimiento de las víctimas, y se

“reafirma la importancia de la memoria, dentro del componente generacional” Aguilar (2008), a

fin de evitar que “quienes nacen pasados los eventos de transición se coloquen en una posición

de olvido” Aguilar (2008). Dentro de esta estrategia, es recomendable realizar un paralelo y

“Análisis a políticas de la memoria, las prácticas y los lugares de ésta, es decir, aquellos en los

cuales suceden los hechos” Aguilar (2008).

En algunos países occidentales se desarrolla el culto a la memoria, a partir de “algunas

voces que, tanto en el pasado como en nuestros días, subrayaban las virtudes y consecuencias del

olvido” Aguilar (2008). Además de ello, se pronuncian “clamores que reclaman por la memoria

periódica del pasado y alertan contra los peligros de incurrir en el olvido” Aguilar (2008).

Secuelas invisibles de la violencia: terror, temor y pánico

Edgar Barrero (2011), analiza “cómo el terror que ejercen los grupos dominantes en

Colombia, con el pretexto de su “lucha civilizada contra los subversivos de las FARC”, se

apodera del ambiente social como estética colectiva” (Barrero, 2011), también, como “ideología

que invade y afilia a los desprevenidos, aquellos que no han tenido la oportunidad de acceder al

pensamiento crítico y/o a la organización social alternativa” (Barrero, 2011). Por esto aparece y

se desarrolla una paradójica “ética de la crueldad” (Barrero, 2011).

En su texto “La estética de lo atroz”, el cual Barrero define como “la base de la moral del

cinismo y la impunidad” (Barrero, 2011), expresa, además, que “el torturador se sabe apoyado

por instituciones sociales que avalan y solapan las humillaciones, vejaciones y torturas que

ejecuta sobre quienes son considerados como “enemigos de la patria” (Barrero, 2011). También

propone que “los medios que continuamente invaden y manipulan las emociones de los lectores
73

o espectadores con narraciones e imágenes violentas y/o de sufrimiento, se encargan de conducir

las reacciones emocionales del público con un enfoque cínico e impune” (Barrero, 2011),

mediante lo cual justifican el fenómeno injustificable de la violencia.

Barrero (2011) propone la necesidad de luchar para recuperar el gusto por la vida y

condenar la muerte provocada, “a través de una ética de la resistencia que empieza con el

reconocimiento de la diferencia y con la solidaridad” (Barrero, 2011).

Daniel Pécaut (2010) expone diversas tonalidades, en los que se resalta “la mención que

los civiles sólo estarían arrastrados por el conflicto en defensa propia” (Pécaut, 2010); desarrolla

una tesis sobre la inclinación que pueden tener los civiles, como simpatizantes, a uno u otro

bando, por aspectos como “convicción política, interés, o una búsqueda de protección” (Pécaut,

2010), lo cual surge como una necesidad que gira en torno de “acomodarse al protagonista que

controla la localidad, bien sea por precaución o bien sea para garantizar su supervivencia”

(Pécaut, 2010).

“El uso del temor, incluso del terror, contra la población, se convierte entonces en la

regla” (Pécaut, 2010). Los fenómenos de secuestro, asesinato, masacres y desplazamiento, que

desarrollan tanto guerrilla como paramilitares, “refuerzan la intimidación sobre los habitantes”

(Pécaut, 2010). Tanto un bando, como otro genera reglas internas para mostrar soberanía sobre el

territorio “en los municipios que siguen en disputa se establecen fronteras invisibles, a la vez

físicas y mentales, cuyo tránsito expone a represalias” (Pécaut, 2010). Por otra parte, ninguno de

los bandos “se preocupan por defender la población que se supone protegen, sino por garantizar

su propia seguridad” (Pécaut, 2010).

“Hay realidades que producen pánico, terror y miedo generalizado, por lo general estas

realidades son el resultado de la solución ilegítima de conflictos sociopolíticos” (Barrero, 2008).


74

Los actores amedrantados pueden ser tanto los activos, como los pasivos, “cuando un conflicto

se resuelve ilegítimamente se impacta la subjetividad en términos de la construcción de

significado de la experiencia humana” (Barrero, 2008); y con ello lo individual y lo colectivo.

En la mayoría de combates y guerras “lo que cuenta no es la fuerza de la razón que pueda

tener cada contendiente; lo que cuenta es la razón de su fuerza, de su poder militar, de su

capacidad de golpear y destruir al contrario” (Martin-Baró 1990), en esta lucha de fuerzas

aparece la población civil en el centro de ambos bandos, en la mitad del combate, lo cual

evidentemente produce “fisuras en el marco de la convivencia, que lleva a una diferenciación

radical entre «ellos» y «nosotros», según la cual «ellos» son siempre y de antemano «los malos»,

mientras «nosotros» somos «los buenos»” (Martin-Baró 1990).

Sobre la salud mental y sus técnicas

Oyola, Soto, Palpán, Vílchez y Hernández (2014) enuncian que “La violencia ocasiona

muerte, lesiones físicas y mentales de extraordinarias proporciones” (Hernández, 2014). Por otra

parte, lacera “una incalculable carga financiera por gastos en salud, administración de justicia y

pérdida de productividad” (Hernández, 2014). El conflicto armado se convierte en una vivencia

colectiva la cual “destruye el mundo social de la población afectada, la salud mental, individual y

colectiva, tiene alto riesgo de verse afectada no sólo de forma inmediata sino también a mediano

y largo plazo, situación que se agrava por la poca atención recibida” (Hernández, 2014); lo

anterior traduce una génesis del conflicto armado en contra de la salud mental.

“En él, la ansiedad y la depresión son las primeras causas de morbilidad en salud mental”

(Hernández, 2014). Las diferentes y abrumadoras manifestaciones de violencia en Colombia,

Latinoamérica y el mundo, adicional a la evidencia de muertes físicas, “se ha manifestado de


75

manera constante entre los seres humanos ocasionando lesiones mentales de extraordinarias

proporciones” (Hernández, 2014), lo cual, dentro de la asistencia, reparación, evaluación y

seguimiento son sin duda una carga financiera y de reclutamiento profesional para su atención.

“La gravedad, extensión y duración de los conflictos, han traído consecuencias

irreparables y limitación del desarrollo económico en países como El Salvador, Colombia,

Guatemala, Haití, Nicaragua y el Perú” (Hernández, 2014), esto evidenciado en que “sus

principales víctimas son los más pobres, tanto por la intensidad de la violencia como por la

cantidad de víctimas de estas poblaciones” (Hernández, 2014).

Algunas estrategias para la atención a víctimas, consiste en la antropología forense en

Casallas y Padilla (2004), el cual se caracteriza “por ser un comparativo dentro del contexto

latinoamericano (principalmente Argentina, Guatemala y Perú)” (Casallas & Padilla, 2004). En

él, “se presenta un análisis y una comparación de la práctica de la Antropología Forense, con el

fin de obtener elementos que permitan entender su génesis y retroalimentar dicha labor en cada

uno de estos países objeto de análisis” (Casallas & Padilla, 2004). Expone además, como

objetivo principal “de qué manera la aplicación de la metodología y las técnicas, permite la

búsqueda de la justicia y reparación a la gente que ha sufrido con los conflictos” (Casallas &

Padilla, 2004).

Beristain (2012), propone una “atención psicosocial a las víctimas de violaciones de

derechos humanos, a fin de realizar acompañamiento y seguimiento serio y responsable a las

víctimas, no dejándolas en segundo plano o en el olvido” Beristain (2012). Dicha atención

establece diferencias para los distintos fenómenos que, por causa de la violencia, las víctimas han

experimentado “diferentes violaciones de derechos humanos como desplazamiento, violencia

sexual, ejecuciones, desapariciones y masacres” Beristain (2012).


76

Dentro de la atención psicosocial, necesariamente la comunicación se convierte en el

“elemento central del acompañamiento, planteamiento de algunas de las habilidades y consejos

prácticos para la comunicación con las víctimas y el manejo de las entrevistas, incluyendo el

abordaje de algunos aspectos difíciles” Beristain (2012); en esta fase comunicativa, el

entrevistador debe contar con la habilidad y pericia, a fin de tener en cuenta “todo tipo de

lenguaje, incluyendo el simbólico dentro de las representaciones sociales” Beristain (2012).

De acuerdo con los casos tratantes, características, grupos de apoyo y la víctima en

particular, el profesional guarda independencia para el “diseño de estrategias de intervención,

para consolidar la proyección social de la víctima, la resocialización y un desarrollo humano y

social adecuados” Beristain (2012).

Expresa Carrión (S.F.), la necesidad de brindar desafíos a la juventud latinoamericana,

principalmente para atender los diferentes eventos sociales y de convivencia que se desarrollen

en las ciudades, los cuales pueden ser atendidos de manera preventiva como anticipación del

crimen, siendo necesario la inclusión de jóvenes que presenten conductas desviadas y diferentes

profesionales (Carrión, s.f.)

Otra posible alternativa para la atención a víctimas es aquella que se plantea desde la

academia como “capaz de enseñar cual es la importancia de las cosas, en su debido contexto”

(Mejía, 2007), no meramente su simple significado perse. “La academia debe ser capaz de

sensibilizar y acrecentar el amor por el otro, así no se compartan sus ideas” (Mejía, 2007), lo que

en sí ha sido una causa del conflicto y la violencia, no solamente en Colombia. “La academia es

el crisol de la democracia, ya que enseña que el disenso respetuoso, es constructor de libertad,

igualdad y pluralismo. (Mejía, 2007)


77

Aunado a la parte fundamental que puede adelantar la academia, expuesta anteriormente,

de manera concordante es inevitable acudir a la investigación, principalmente la social, la cual,

como sostienen Olavarría, Tocornal, Manzano y Fruhling (2008) “deben contribuir

significativamente al diseño de políticas públicas integrales que aborden los variados aspectos

que concurren a la seguridad ciudadana” (Olavarría, 2008).

Según Sánchez (2016), el Consejo de Estado sostuvo que: La reacción militar ante la

Toma del Municipio de La Calera fue tardía e insuficiente para contrarrestar los daños causados

por los insurgentes en la propiedad de la población civil, por cuanto el arribar al lugar de los

hechos 2 horas más tarde de finalizada la toma, denota falta de previsión y sobretodo una

negligencia suma ante tal hecho (CE 3, Sala de lo Contencioso Administrativo, abril 9 de 2008,

e18769, citado por Sánchez, 2016). Así las cosas, se encuentran dados los tres elementos que

configuran el régimen de responsabilidad correspondiente al caso, como son, el daño (los

perjuicios causados a la población civil), la falla en el servicio (la llegada tardía del ejército

nacional), y el nexo causal (con la presencia del ejército nacional, el ataque hubiera podido ser

contrarrestado), y por tal motivo el Estado es encontrado responsable (CE 3, Sala de lo

Contencioso Administrativo, abril 9 de 2008, e18769, citado por Sánchez, 2016).

Finalmente, abordar y consolidar en los medios comunicativos la difusión de “una

comunicación para el Cambio Social como campo de estudio aplicable a procesos comunitarios y

de transformación de tejido social” (Poveda & Herrera, 2014), las cuales permitan rescatar

aspectos positivos como la resocialización, los proyectos, las políticas públicas y demás acciones

que contribuyan a una transformación social.

Se evidencia dentro de los pobladores actuales, que la gran mayoría de personas, en

promedio 8 de los 10 preguntados, es decir el ochenta por ciento (80%), principalmente los de la
78

tercera edad, tienen conocimiento del atentado terrorista que el frente 53 de las FARC en el año

1994; asimismo, este porcentaje poblacional corresponde al mismo que vivió el atentado

terrorista directamente.

Por otra parte, las secuelas del conflicto, planteadas por Martín Baró (1963), son latentes,

puesto que, de los 10 pobladores preguntados, 4 quisieron ser partícipes de forma colaborativa

con el suministro y levantamiento de la información requerida para adelantar y dar cuenta del

presente estudio. Es decir, un cuarenta por ciento (40%). El restante sesenta por ciento (60%), no

comparte ni socializa información. Principalmente por los siguientes aspectos:

 Miedo a represalias, se evidencia que ellos no confían que la información sea para

un ejercicio académico, por el contrario, expresan argumentos como: “si yo le

digo algo, me matan… ¡Váyase de mi pueblo!”; esta respuesta corresponde a un

sesenta por ciento (60%) de los diez preguntados.

 También existen quienes con argumentos consideran que el investigador del

presente trabajo investigativo, hacía parte de un movimiento eclesial o protestante,

principalmente, testigo de Jehová, y al ser una población que practica dogmas

católicos, se apartaban sin decir nada aparte de: “no voy a cambiar de religión”;

esta actitud se evidenció en un veinte por ciento (20%), de los diez preguntados.

 Finalmente, el restante veinte por ciento de quienes no suministraron información,

para el levantamiento de la misma, por medio del instrumento entrevista, son

personas que esperan incentivos pecuniarios, dádivas o pagos por la información

que ellos poseen; el común denominador, eran las palabras: “y yo qué gano

dándole información”.
79

Capítulo V

Conclusiones

Con base en lo anteriormente expuesto y los hallazgos más relevantes de la investigación,

se puede concluir que en cuanto a los imaginarios de seguridad los ciudadanos en Colombia

habitualmente se expresan en noticiarios quejumbrosos por la seguridad y convivencia

ciudadana, tema que compete directa y constitucionalmente a la Policía Nacional de Colombia.

“Generalmente el impacto sobre la seguridad ciudadana se mide a partir de los delitos

contra la vida: homicidio” (Ávila, 2013) también, por medio de aquellos que “ponen en riesgo la

convivencia, como: tráfico de drogas, tráfico de armas, tráfico de personas y el terrorismo entre

otras; y los delitos contra el patrimonio, medidos por el hurto a propiedad privada, daños a

edificaciones o establecimientos públicos, la corrupción entre otros” (Ávila, 2013). La

participación de la población, en los impactos de seguridad y violencia, ha sido activo, como lo

expresa Ávila (2013) ha sido en su mayoría como protesta social por la exclusión, que, por la

misma pobreza o bajos ingresos, como también se ha evidenciado en Centroamérica (Ávila,

2010).

En cuanto a la caracterización del conflicto armado en los cascos urbanos, se evidencian

aspectos y argumentos, en los cuales sobresalen algunos que afirman “con la Comisión de

Estudios sobre la Violencia (1987), se crea una nueva tradición (en los estudios sobre la

violencia) en Colombia” (Torregrosa & Torregrosa, 2013); esta Comisión “señala el carácter

multidimensional de la Violencia y la necesidad de una interpretación más plural del fenómeno”


80

(Torregrosa & Torregrosa, 2013). En concordancia con el análisis y estudio del rol del Estado

colombiano y sus episodios en la crisis del conflicto interno, en Torres (2010), se plantea en

dicho análisis que “el Estado y el sistema político no han modificado sus estructuras para dar

paso a un modelo más democrático con la participación de nuevas fuerzas políticas” (Torres,

2010); considerando que se mantienen y “permanecen las estructuras del régimen cerrado del

Frente Nacional” (Torres, 2010). Aunque en el año 1991 haya cambiado la Constitución

Nacional, “el Estado no se transformó, lo que ha desencadenado una crisis de orden interno.

Ahora bien, el papel de lo psicosocial, se torna esencial en los estudios de violencia,

conflicto y Estado. Es así como “la historia de la violencia, surgida en la segunda mitad del S.

XX en Colombia, confluye con conceptos y explicaciones, desde la perspectiva psicosocial

crítica, a sus implicaciones en la población, y el manejo de diversas facetas de la guerra por parte

de los actores” (Barrero, 2007; citado por Escobar & Salamanca, 2009); esto, “enmarcado en tres

dimensiones: primera las tensiones permanentes por ciertos intereses, la lucha por el poder y las

pretensiones de verdad” (Barrero, 2007; citado por Escobar & Salamanca, 2009).

Finalmente, en relación con los factores victimológicos, es sabido, como lo expresan

Morilas, Patró y Aguilar (2013), que “Las víctimas del terrorismo en el mundo, tanto directas

como indirectas, son prácticamente incalculables, por su magnitud como por la dificultad que

conlleva tal medición” (Morilas, 2013).

La víctima, consuetudinariamente, se piensa es el actor o la parte vulnerable; “su

abordaje, a priori, debe precisarse desde la victimología, desde los derechos de la víctima: a la

verdad, a la reparación y, a que se haga justicia en un proceso penal donde tenga todas sus

garantías como las tiene el procesado” (Márquez, 2011). A posteriori, la victimología debe
81

insistir “ante el Estado y sus órganos para que dentro de la administración de justicia se dé

solución a su conflicto, por las vías del derecho” (Márquez, 2011).

Se introduce el concepto de memoria dentro del seguimiento de las víctimas, y se

“reafirma la importancia de la memoria, dentro del componente generacional” Aguilar (2008), a

fin de evitar que “quienes nacen pasados los eventos de transición se coloquen en una posición

de olvido” Aguilar (2008). Dentro de esta estrategia, es recomendable realizar un paralelo y

“Análisis a políticas de la memoria, las prácticas y los lugares de ésta, es decir, aquellos en los

cuales suceden los hechos” Aguilar (2008).

En algunos países occidentales se desarrolla el culto a la memoria, a partir de “algunas

voces que, tanto en el pasado como en nuestros días, subrayaban las virtudes y consecuencias del

olvido” Aguilar (2008). Además de ello, se pronuncian “clamores que reclaman por la memoria

periódica del pasado y alertan contra los peligros de incurrir en el olvido” Aguilar (2008).

Los actores amedrantados pueden ser tanto los activos, como los pasivos, “cuando un

conflicto se resuelve ilegítimamente se impacta la subjetividad en términos de la construcción de

significado de la experiencia humana” (Barrero, 2008); y con ello lo individual y lo colectivo.

En la mayoría de combates y guerras “lo que cuenta no es la fuerza de la razón que pueda

tener cada contendiente; lo que cuenta es la razón de su fuerza, de su poder militar, de su

capacidad de golpear y destruir al contrario” (Martin-Baró 1990), en esta lucha de fuerzas

aparece la población civil en el centro de ambos bandos, en la mitad del combate, lo cual

evidentemente produce “fisuras en el marco de la convivencia, que lleva a una diferenciación

radical entre «ellos» y «nosotros», según la cual «ellos» son siempre y de antemano «los malos»,

mientras «nosotros» somos «los buenos»” (Martin-Baró 1990).


82

Sobre la salud mental, se puede concluir que “La violencia ocasiona muerte, lesiones

físicas y mentales de extraordinarias proporciones” (Hernández, 2014). Por otra parte, lacera

“una incalculable carga financiera por gastos en salud, administración de justicia y pérdida de

productividad” (Hernández, 2014). El conflicto armado se convierte en una vivencia colectiva la

cual “destruye el mundo social de la población afectada, la salud mental, individual y colectiva,

tiene alto riesgo de verse afectada no sólo de forma inmediata sino también a mediano y largo

plazo, situación que se agrava por la poca atención recibida” (Hernández, 2014); lo anterior

traduce una génesis del conflicto armado en contra de la salud mental.

“En él, la ansiedad y la depresión son las primeras causas de morbilidad en salud mental”

(Hernández, 2014). Las diferentes y abrumadoras manifestaciones de violencia en Colombia,

Latinoamérica y el mundo, adicional a la evidencia de muertes físicas, “se ha manifestado de

manera constante entre los seres humanos ocasionando lesiones mentales de extraordinarias

proporciones” (Hernández, 2014), lo cual, dentro de la asistencia, reparación, evaluación y

seguimiento son sin duda una carga financiera y de reclutamiento profesional para su atención.

“La gravedad, extensión y duración de los conflictos, han traído consecuencias

irreparables y limitación del desarrollo económico en países como El Salvador, Colombia,

Guatemala, Haití, Nicaragua y el Perú” (Hernández, 2014), esto evidenciado en que “sus

principales víctimas son los más pobres, tanto por la intensidad de la violencia como por la

cantidad de víctimas de estas poblaciones” (Hernández, 2014).

Algunas estrategias para la atención a víctimas, consiste en la antropología forense en

Casallas y Padilla (2004), el cual se caracteriza “por ser un comparativo dentro del contexto

latinoamericano (principalmente Argentina, Guatemala y Perú)” (Casallas & Padilla, 2004). En

él, “se presenta un análisis y una comparación de la práctica de la Antropología Forense, con el
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fin de obtener elementos que permitan entender su génesis y retroalimentar dicha labor en cada

uno de estos países objeto de análisis” (Casallas & Padilla, 2004). Expone, además, como

objetivo principal “de qué manera la aplicación de la metodología y las técnicas, permite la

búsqueda de la justicia y reparación a la gente que ha sufrido con los conflictos” (Casallas &

Padilla, 2004).

Beristain (2012), propone una “atención psicosocial a las víctimas de violaciones de

derechos humanos, a fin de realizar acompañamiento y seguimiento serio y responsable a las

víctimas, no dejándolas en segundo plano o en el olvido” Beristain (2012). Dicha atención

establece diferencias para los distintos fenómenos que, por causa de la violencia, las víctimas han

experimentado “diferentes violaciones de derechos humanos como desplazamiento, violencia

sexual, ejecuciones, desapariciones y masacres” Beristain (2012).

Dentro de la atención psicosocial, necesariamente la comunicación se convierte en el

“elemento central del acompañamiento, planteamiento de algunas de las habilidades y consejos

prácticos para la comunicación con las víctimas y el manejo de las entrevistas, incluyendo el

abordaje de algunos aspectos difíciles” Beristain (2012); en esta fase comunicativa, el

entrevistador debe contar con la habilidad y pericia, a fin de tener en cuenta “todo tipo de

lenguaje, incluyendo el simbólico dentro de las representaciones sociales” Beristain (2012).

Aunado a la parte fundamental que puede adelantar la academia, expuesta anteriormente,

de manera concordante es inevitable acudir a la investigación, principalmente la social, la cual,

como sostienen Olavarría, Tocornal, Manzano y Fruhling (2008) “deben contribuir

significativamente al diseño de políticas públicas integrales que aborden los variados aspectos

que concurren a la seguridad ciudadana” (Olavarría, 2008).


84

Capítulo VI

Perspectivas y proyecciones

Se recomienda continuar las gestiones con el señor Comandante Estación Policía La

Calera, para realizar la entrega simbólica de un reconocimiento al municipio como víctima del

conflicto armado, e institucionalizar la fecha de dicho homenaje como iniciativa de memoria.

La Policía Nacional puede intervenir de forma comunitaria con los habitantes de La

Calera (Cundinamarca), en eventos públicos, como foros regionales, conversatorios, tertulias en

la casa de la cultura, o la misma alcaldía, a fin de consolidar las iniciativas de memoria.

En el marco de la conmemoración anual del 20 de julio, se recomienda articular con la

alcaldía del municipio de La Calera, así como con la Secretaría de Educación, espacios culturales

y académicos para la remembranza y memoria de este acontecimiento, y consolidar año tras año

la memoria histórica local.

La población en general reconoce el compromiso y esfuerzo de la Policía Nacional, por

salvaguardar las vidas y bienes de los pobladores, y reconocen que el objetivo principal de esta

guerrilla, era el de acceder a la Caja Agraria y al Banco de Colombia, donde reposaban los
85

haberes de la mayoría de habitantes; este ataque es visto directamente contra la población y la

resistencia de los hombres policía, evitó que el daño y pérdida fueran mayores.

Se recomienda dentro de este tipo de estudios, a futuro, que el investigador y la

institución, planee una hoja de ruta, donde en una etapa previa se llegue de manera cercana a la

víctima, a fin de evitar que ella se sienta útil por un momento corto, y cierre la brecha de futuras

investigaciones.

Teniendo en cuenta los diferentes estudios y artículos que realiza la Policía Nacional,

como transferencia y consolidación de conocimiento, se recomienda dentro del lenguaje

académico y científico, referirse a la guerrilla de las FARC, como FARC-EP, teniendo en cuenta

que, a partir del posacuerdo construido en la Habana, en el año 2015, este grupo ya instalado en

el gremio político, se denomina FARC, a fin de evitar malas interpretaciones, o transmitir

información equívoca al lector.

Se recomienda intervenir en la población, por medio de la socialización, para llegar a una

real comisión de la verdad, en el sentido de ilustrarles frente a los derechos que deben ser

reparados, algunos habitantes no se sienten víctimas, y los que se consideran como tal

desconocen los protocolos que deben seguir dentro de una ruta de atención y reparación integral;

estas intervenciones, deben ser aplicadas, fundamentalmente, bajo el principio de razonabilidad.


86

El atentado terrorista en el casco urbano de La Calera, se evidencia como una incursión

estratégica para exponer ante el estado, el control territorial de la región aledaña a la capital del

país.

La acción delictiva en el municipio de La Calera, se constituyen como un ejercicio

consecuente de violencia, alteración de la convivencia pacífica y embestida a los derechos

humanos; en este caso el principal objetivo eran los recursos económicos de los pobladores, e

igualmente afectaron a la Policía Nacional.

De acuerdo con el concepto del Consejo de Estado, en donde el mismo estado se halla

responsable por estos sucesos, dados los tres elementos que configuran el régimen de

responsabilidad: daño, falla en el servicio y nexo causal, es necesario garantizar que las alertas

tempranas futuras se comuniquen oportunamente, y fijar protocolos y directrices para evitar el

daño antijurídico a futuro.


87

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ANEXOS

Anexo No. 1 / Entrevista a la población.

Anexo No. 2 / Registro Fotográfico.

Anexo No. 3 / Apartes normativos legislación de 1994.

Anexo No. 4 / Entrevista UNIPEP (caja de herramientas).


93

ANEXO No. 1: Entrevista a la población

Entrevista No. 1

ANEXO No. 3
FORMATO DE ENTREVISTA
INFORMACIÓN BÁSICA
1. Datos personales entrevistado
Nombre(s) y apellidos: Graciela López
Edad: 68 años Cédula Fecha de nacimiento
Lugar de nacimiento: Departamento Municipio
Correo electrónico Celular

2. Datos profesionales de la victima


Escolaridad Grado Activo
Retirado
Profesión
Donde labora actualmente

PRIMERA FASE: RECONSTRUCCIÓN DEL PASADO


1. Cómo sucedieron los hechos?
94

Preguntas complementarias
-¿Recuerda la fecha en que sucedió el hecho o acontecimiento?
R: Esos hechos pasaron en el año 1994.
-¿Dónde sucedió? Lugar (departamento, municipio, vereda) sitio específico donde le ocurrieron
los hechos.
R: En la Calera
-Cuánto tiempo duró el hecho o acontecimiento?
R: Aproximadamente 3 horas de 7 a 10 de la noche
-¿Qué edad tenía en esa época?
R: 45 años
-¿Cómo sucedieron los hechos?
R: En 1994 entre las 7 y 10 de la noche llego un grupo de hombres en carros y armados,
colocaron artefactos explosivos al banco agrario y el banco de Colombia y se llevaron el dinero
de los bancos, de estos hechos falleció un agente de policía.
-¿Hacia quien estaba dirigido el hecho?
R: Al parecer hacia nadie en particular, era un robo.
-¿Había sido informado de que esto sucedería?
R. No, pero 15 días antes vimos varios hombres sospechosos y estaban armados.
-¿Qué actividad se encontraba haciendo cuando sucedieron los hechos?
R: Estábamos comiendo con mi esposo y mis hijos
-¿Conoce qué grupo armado organizado al margen de la ley realizó el hecho?
R: Las FARC EP frente 51 y 53
-¿Qué hizo en el momento de los hechos?
R: Todos estábamos alarmados de escuchar el estruendo, cerramos todo y nos escondimos debajo
de las camas.
-¿Habían sucedido situaciones similares anteriormente? ¿Cuántas veces anteriormente?
R: No, la primera vez que paso
-¿Qué sucedió en su alrededor luego de los hechos?
R: Nos asomamos por las ventanas y vimos destruidos los bancos y las personas alarmadas de
ver esa situación.
95

-¿Conocía a los policías que laboraban en ese momento? ¿Recuerda sus nombres?
R: No 4 policías cercanos a la comunidad y muy serviciales no recordamos los nombres porque
estaban recién llegados
-¿Tuvo conocimiento de alguna afectación a ellos?
R: desafortunadamente murió un agente
-¿Pudo llevar a cabo acciones para ayudar a su comunidad?
R: No
-¿Qué acciones llevó a cabo para ayudar a su comunidad en esos momentos?
R: Ninguna
-¿Qué factores delictivos afectaban la seguridad y convivencia ciudadana?
R: robo de ganado, las peleas con vecinos de otros pueblos

SEGUNDA FASE: CONSTRUCCION DEL PRESENTE


1. ¿Cuáles fueron las consecuencias de los hechos o acontecimientos?

Preguntas complementarias
¿En qué cambio su vida después de los hechos?
R: mayor desconfianza y me fui un tiempo de la calera para vivir en Bogotá
¿Qué actividad realiza actualmente?
R: Trabajo en un restaurante.

TERCERA FASE: PROYECCIONES DE FUTURO


2. ¿Cuáles son los retos de vida?

Preguntas complementarias
¿Cómo ha sido su vida luego de los hechos?
R: Con mi familia no hemos podido olvidar lo ocurrido, pero debemos salir adelante
¿Cuál ha sido su motivación para continuar su proyecto de vida?
R: Mi familia
96

¿Cuáles son sus proyecciones de vida para el futuro?


R: Salir adelante con mi familia y tener una casa propia en la calera.

Entrevista No. 2

ANEXO No. 3
FORMATO DE ENTREVISTA
INFORMACIÓN BÁSICA
1. Datos personales entrevistado
Nombre(s) y apellidos: José Castro
Edad: Cédula Fecha de nacimiento
Lugar de nacimiento: Departamento Municipio
Correo electrónico Celular

2. Datos profesionales de la victima


Escolaridad Grado Activo
Retirado
Profesión
Donde labora actualmente

PRIMERA FASE: RECONSTRUCCIÓN DEL PASADO


1. Cómo sucedieron los hechos?
Preguntas complementarias
-¿Recuerda la fecha en que sucedió el hecho o acontecimiento?
R: En el año 1994.
97

-¿Dónde sucedió? Lugar (departamento, municipio, vereda) sitio específico donde le ocurrieron
los hechos.
R: En la Calera
-Cuánto tiempo duró el hecho o acontecimiento?
R: 3 horas
-¿Qué edad tenía en esa época?
R: 27 años
-¿Cómo sucedieron los hechos?
R: Estábamos con mi hija en una panadería cerca de los hechos cuando escuchamos una fuerte
explosión, nos quedamos en el negocio con los dueños fueron aproximadamente 3 horas sin
movernos de la panadería hasta que se fueron los que provocaron ese atentado.
-¿Hacia quien estaba dirigido el hecho?
R: No era hacia nadie el atentado por lo que era un robo
-¿Había sido informado de que esto sucedería?
R:No
-¿Qué actividad se encontraba haciendo cuando sucedieron los hechos?
R: Estábamos en una panadería con mi hija
-¿Conoce qué grupo armado organizado al margen de la ley realizó el hecho?
R: Las FARC EP frente 51 y 53
-¿Qué hizo en el momento de los hechos?
R: Nos quedamos en la panadería con mi hija mientras paso todo.
-¿Habían sucedido situaciones similares anteriormente? ¿Cuántas veces anteriormente?
R: No
-¿Qué sucedió en su alrededor luego de los hechos?
R: Salimos del negocio y vimos una parte de la Calera destruida.
-¿Conocía a los policías que laboraban en ese momento? ¿Recuerda sus nombres?
R. No
-¿Tuvo conocimiento de alguna afectación a ellos?
R: Después de los hechos nos enteramos que habían matado a un agente de la policía.
98

-¿Pudo llevar a cabo acciones para ayudar a su comunidad?


R: No
-¿Qué acciones llevó a cabo para ayudar a su comunidad en esos momentos?
R: Ninguna
-¿Qué factores delictivos afectaban la seguridad y convivencia ciudadana?
R. La inseguridad después de ese atentado y pensar que pudiera volver a ocurrir

SEGUNDA FASE: CONSTRUCCION DEL PRESENTE


1.¿Cuáles fueron las consecuencias de los hechos o acontecimientos?
Preguntas complementarias
¿En qué cambio su vida después de los hechos?
R: No estábamos tranquilos con mi familia y queríamos irnos pero no teníamos dinero suficiente.
¿Qué actividad realiza actualmente?
R: Soy ornamentador.

TERCERA FASE: PROYECCIONES DE FUTURO


2. ¿Cuáles son los retos de vida?
Preguntas complementarias
¿Cómo ha sido su vida luego de los hechos?
R: Después de lo ocurrido teníamos mucho miedo de que volviera a pasar algo asi, ya no
salíamos casi de las casas, solo a lo necesario.
¿Cuál ha sido su motivación para continuar su proyecto de vida?
R. Mi familia y mi nuevo negocio
¿Cuáles son sus proyecciones de vida para el futuro?
R: Comprar una casa en Bogotá
99

Entrevista No. 3

ANEXO No. 3
FORMATO DE ENTREVISTA
INFORMACIÓN BÁSICA
1. Datos personales entrevistado
Nombre(s) y apellidos: Leonardo González
Edad: 84 años Cédula Fecha de nacimiento
Lugar de nacimiento: Departamento Municipio
Correo electrónico Celular

2. Datos profesionales de la victima


Escolaridad Grado Activo
Retirado
Profesión
Donde labora actualmente

PRIMERA FASE: RECONSTRUCCIÓN DEL PASADO


1. Cómo sucedieron los hechos?
Preguntas complementarias
-¿Recuerda la fecha en que sucedió el hecho o acontecimiento?
R: Esos hechos pasaron en el año 1994.
-¿Dónde sucedió? Lugar (departamento, municipio, vereda) sitio específico donde le ocurrieron
los hechos.
100

R: En la Calera
-Cuánto tiempo duró el hecho o acontecimiento?
R: 3 horas desde las 7 hasta las 10 de la noche
-¿Qué edad tenía en esa época?
R: Tenia 61 años
-¿Cómo sucedieron los hechos?
R: Estábamos en la casa con mi sobrino cuando escuchamos la explosión, nos asustamos mucho
porque mi esposa y mi hija habían salido a hacer el mercado cuando ocurrió esto, yo deje a mi
sobrino en la casa encerrado en la habitación del fondo mientras eso yo Salí a buscar a mi esposa
y a mi hija, cuando las encontré nos fuimos para la casa y nos encerramos mientras todo termino.
-¿Hacia quien estaba dirigido el hecho?
R: Todas las personas dicen que fue un robo que hacia nadie iba el atentado.
-¿Había sido informado de que esto sucedería?
R: No
-¿Qué actividad se encontraba haciendo cuando sucedieron los hechos?
R: Estábamos en la casa con mi sobrino
-¿Conoce qué grupo armado organizado al margen de la ley realizó el hecho?
R: Los vecinos dicen que fueron los de las FARC EP frente 51 y 53
-¿Qué hizo en el momento de los hechos?
R: Salir a buscar a mi esposa y a mi hija
-¿Habían sucedido situaciones similares anteriormente? ¿Cuántas veces anteriormente?
R: No, la Calera siempre se ha caracterizado por ser muy tranquilo.
-¿Qué sucedió en su alrededor luego de los hechos?
R: Cuando todo termino salimos y vimos que los bancos habían sido destruidos y los vecinos que
fueron testigo dicen que se llevaron todo el dinero.
-¿Conocía a los policías que laboraban en ese momento? ¿Recuerda sus nombres?
R: No
-¿Tuvo conocimiento de alguna afectación a ellos?
R: Lamentablemente después del atentado nos enteramos que un policía había sido asesinado
-¿Pudo llevar a cabo acciones para ayudar a su comunidad?
101

R: No, me hubiera gustado pero estaba muy asustado buscando a mi esposa y a mi hija
-¿Qué acciones llevó a cabo para ayudar a su comunidad en esos momentos?
R. Ninguna
-¿Qué factores delictivos afectaban la seguridad y convivencia ciudadana?

SEGUNDA FASE: CONSTRUCCION DEL PRESENTE


1. ¿Cuáles fueron las consecuencias de los hechos o acontecimientos?
Preguntas complementarias
¿En qué cambio su vida después de los hechos?
R. Después de eso quedamos muy asustados de que volviera a ocurrir un atentado asi
¿Qué actividad realiza actualmente?
R: Tengo mi negocio de comidas rápidas

TERCERA FASE: PROYECCIONES DE FUTURO


2. ¿Cuáles son los retos de vida?
Preguntas complementarias
¿Cómo ha sido su vida luego de los hechos?
¿Cuál ha sido su motivación para continuar su proyecto de vida?
R: Cuidar a mi familia
¿Cuáles son sus proyecciones de vida para el futuro?
R: Salir adelante con mi familia
102

Entrevista No. 4

ANEXO No. 3
FORMATO DE ENTREVISTA
INFORMACIÓN BÁSICA
1. Datos personales entrevistado
Nombre(s) y apellidos: María Jerez
Edad: 63 años Cédula Fecha de nacimiento
Lugar de nacimiento: Departamento Municipio
Correo electrónico Celular

2. Datos profesionales de la victima


Escolaridad Grado Activo
Retirado
Profesión
Donde labora actualmente

PRIMERA FASE: RECONSTRUCCIÓN DEL PASADO


1. Cómo sucedieron los hechos?
Preguntas complementarias
-¿Recuerda la fecha en que sucedió el hecho o acontecimiento?
R: Esos hechos pasaron en el año 1994.
-¿Dónde sucedió? Lugar (departamento, municipio, vereda) sitio específico donde le ocurrieron
los hechos.
-Cuánto tiempo duró el hecho o acontecimiento?
103

-¿Qué edad tenía en esa época?


R: 40
-¿Cómo sucedieron los hechos?
R: Un grupo de las FARC hizo un atentado puso un artefacto explosivo en el banco agrario y el
banco de Colombia.
-¿Hacia quien estaba dirigido el hecho?
R: Era un robo
-¿Había sido informado de que esto sucedería?
R. No
-¿Qué actividad se encontraba haciendo cuando sucedieron los hechos?
R: Estaba en casa con mi familia
-¿Conoce qué grupo armado organizado al margen de la ley realizó el hecho?
R: Las FARC EP frente 51 y 53
-¿Qué hizo en el momento de los hechos?
R: Encerrarme con mi familia.
-¿Habían sucedido situaciones similares anteriormente? ¿Cuántas veces anteriormente?
R: No
-¿Qué sucedió en su alrededor luego de los hechos?
R: Salimos y vimos que los bancos estaban destruidos y las personas asustadas de lo sucedido
-¿Conocía a los policías que laboraban en ese momento? ¿Recuerda sus nombres?
R: Si, eran policías muy agradable y muy amables.
-¿Tuvo conocimiento de alguna afectación a ellos?
R: Desafortunadamente uno de los señores agentes fue asesinado en el atentado.
-¿Pudo llevar a cabo acciones para ayudar a su comunidad?
R: No
-¿Qué acciones llevó a cabo para ayudar a su comunidad en esos momentos?
R: Ninguna
-¿Qué factores delictivos afectaban la seguridad y convivencia ciudadana?
104

SEGUNDA FASE: CONSTRUCCION DEL PRESENTE


1. ¿Cuáles fueron las consecuencias de los hechos o acontecimientos?
Preguntas complementarias
¿En qué cambio su vida después de los hechos?
R: Nos fuimos de la Calera por miedo de que volviera a ocurrir algo parecido nos fuimos
para Medellín con la familia
¿Qué actividad realiza actualmente?
R: Después de 10 años volvimos a la Calera porque aquí teníamos la casa.

TERCERA FASE: PROYECCIONES DE FUTURO


2. ¿Cuáles son los retos de vida?
Preguntas complementarias
¿Cómo ha sido su vida luego de los hechos?
R: Trabaje 10 años en Medellín y decidimos regresar con la familia
¿Cuál ha sido su motivación para continuar su proyecto de vida?
R: Mi familia
¿Cuáles son sus proyecciones de vida para el futuro?
R: Sacar adelante a mi familia
105

Entrevista No. 5
ANEXO No. 3
FORMATO DE ENTREVISTA
INFORMACIÓN BÁSICA
1. Datos personales entrevistado
Nombre(s) y apellidos: Ramón Mejia
Edad: 86 años Cédula Fecha de nacimiento
Lugar de nacimiento: Departamento Municipio
Correo electrónico Celular

2. Datos profesionales de la victima


Escolaridad Grado Activo
Retirado
Profesión
Donde labora actualmente

PRIMERA FASE: RECONSTRUCCIÓN DEL PASADO


1. Cómo sucedieron los hechos?
Preguntas complementarias
-¿Recuerda la fecha en que sucedió el hecho o acontecimiento?
R: Esos hechos pasaron en el año 1994.
-¿Dónde sucedió? Lugar (departamento, municipio, vereda) sitio específico donde le ocurrieron
los hechos.
R: En la Calera
-Cuánto tiempo duró el hecho o acontecimiento?
R: 3 horas
-¿Qué edad tenía en esa época?
106

R: 63 años
-¿Cómo sucedieron los hechos?
R: Un grupo de las FARC activaron un artefacto explosivo en los bancos agrario y de Bogota.
-¿Hacia quien estaba dirigido el hecho?
R: El atentado no iba dirigido para nadie, era un robo, se llevaron todo el dinero de los bancos
-¿Había sido informado de que esto sucedería?
R: No, pero habíamos visto hombres muy misteriosos y armados días antes del atentado
-¿Qué actividad se encontraba haciendo cuando sucedieron los hechos?
R: Estábamos con mi esposa comprando lo del desayuno
-¿Conoce qué grupo armado organizado al margen de la ley realizó el hecho?
R: Las FARC EP frente 51 y 53
-¿Qué hizo en el momento de los hechos?
R: Salimos corriendo para la casa y nos encerramos
-¿Habían sucedido situaciones similares anteriormente? ¿Cuántas veces anteriormente?
R: No
-¿Qué sucedió en su alrededor luego de los hechos?
R: Luego de los hechos salimos y los bancos habían sido destruidos, ya se habían ido
-¿Conocía a los policías que laboraban en ese momento? ¿Recuerda sus nombres?
R: No
-¿Tuvo conocimiento de alguna afectación a ellos?
R: Nos enteramos que asesinaron a un agente de la policia
-¿Pudo llevar a cabo acciones para ayudar a su comunidad?
R: No
-¿Qué acciones llevó a cabo para ayudar a su comunidad en esos momentos?
R: Ninguno
-¿Qué factores delictivos afectaban la seguridad y convivencia ciudadana?

SEGUNDA FASE: CONSTRUCCION DEL PRESENTE


107

1. ¿Cuáles fueron las consecuencias de los hechos o acontecimientos?


Preguntas complementarias
¿En qué cambio su vida después de los hechos?
R: Nos fuimos a vivir a Bogotá por miedo de que hicieran otro atentado
¿Qué actividad realiza actualmente?
R: Tengo mi casa aquí en la Calera soy pensionado

TERCERA FASE: PROYECCIONES DE FUTURO


2. ¿Cuáles son los retos de vida?
Preguntas complementarias
¿Cómo ha sido su vida luego de los hechos?
R: Fue muy duro lo que sucedió pero hemos tratado de salir adelante con mi familia
¿Cuál ha sido su motivación para continuar su proyecto de vida?
R: Mi familia
¿Cuáles son sus proyecciones de vida para el futuro?
R: Arreglar la casa
108

Anexo No. 2: Registro fotográfico.

Fotografía No. 1: parte interna billar “champion” aledaño al banco. La Calera (CUND). Archivo particular de testigos / 1994.

Fotografía No. 1: Fachada billar “champion” aledaño al banco. La Calera (CUND). Archivo particular de testigos / 1994.
109

Fotografía No. 3: Techo billar “champion” aledaño al banco. La Calera (CUND). Archivo particular de testigos / 1994.

Fotografía No. 4: interior billar “champion” aledaño al banco. La Calera (CUND). Archivo particular de testigos / 1994.
110

Fotografía No. 5: recolección de escombros banco. La Calera (CUND). Archivo particular de testigos / 1994

Fotografía No. 6: parte interna billar “champion” aledaño al banco. La Calera (CUND). Archivo particular de testigos / 1994
111

Fotografía No. 7: parte interna billar “champion” aledaño al banco. La Calera (CUND). Archivo particular de testigos / 1994

Fotografía No. 8: vivienda aledaña al banco. La Calera (CUND). Archivo particular de testigos / 1994
112

Fotografía No. 9: fachada banco de Colombia. La Calera (CUND). Archivo particular de testigos / 1994

Fotografía No. 10: parte interna billar “champion” aledaño al banco. La Calera (CUND). Archivo particular de testigos / 1994
113

Anexo No. 3: Apartes normativos legislación de 1994.

Para el año del atentado en el municipio de La Calera, se encontraba en vigencia la Ley 62 de

1993 (agosto 12): "Por la cual se expiden normas sobre la Policía Nacional, se crea un

establecimiento público de seguridad social y bienestar para la Policía Nacional, se crea la

Superintendencia de Vigilancia y Seguridad Privada y se reviste de facultades extraordinarias al

presidente de la República".

Artículo 16: “atribuciones y obligaciones de los Gobernadores y Alcaldes en relación con

los Comandantes de Policía”

1. Proponer medidas y reglamentos de Policía, de conformidad con la Constitución y la

Ley, a la Asamblea Departamental o al Concejo Municipal, según el caso, y garantizar su

cumplimiento.

2. Impartir órdenes a la Policía Nacional atinentes al servicio, por conducto del respectivo

comandante.

3. Disponer con el respectivo Comandante de la Policía el servicio de vigilancia urbana y

rural.

4. Promover en coordinación con el Comandante de la Policía programas y actividades

encaminadas a fortalecer el respeto por los derechos humanos y los valores cívicos.

5. Solicitar al Comandante de la policía informes sobre las actividades cumplidas por la

Institución en su jurisdicción.
114

6. Emitir un concepto en forma periódica sobre el desempeño del Comandante de la

Policía.

7. Convocar y presidir el Consejo de Seguridad Departamental o Municipal y desarrollar

los planes de seguridad ciudadana y orden público que apruebe el respectivo Consejo.

8. Verificar el cumplimiento del Código Nacional de Policía y Códigos regionales, en

cuanto al conocimiento y corrección de contravenciones por parte de los Comandantes de

Estación.

9. Solicitar el cambio motivado del Comandante titular de la policía que se halle en

ejercicio de sus funciones.

10. Pedir a las instancias competentes que se investigue disciplinariamente a los oficiales,

suboficiales y agentes que presten sus servicios en la respectiva jurisdicción.

11. Analizar las necesidades de la Policía Nacional y promover ante la Asamblea

Departamental o ante el Concejo Municipal, según el caso, la destinación de partidas

presupuestales para el efecto.

PARAGRAFO 1o. Se autoriza la creación de comités, a nivel departamental, presididos

por el Gobernador e integrados además, por el comandante del departamento de Policía y

metropolitano en su caso, el alcalde de la ciudad capital, otros dos alcaldes y el secretario de

hacienda del departamento, con la finalidad de analizar el presupuesto nacional asignado a la

unidad y con base en ello solicitar, a través de las autoridades competentes, a la asamblea y a los

Concejos Municipales, los apoyos presupuestales necesarios.


115

PARAGRAFO 2o. Tal como lo establece la Constitución Nacional, para la conservación

del orden público y su restablecimiento donde fuere turbado, los actos y órdenes del Presidente

de la República se aplicarán de manera inmediata y de preferencia sobre las de los gobernadores

y alcaldes; así como los actos y órdenes de los gobernadores se aplicarán de igual manera, y con

los mismos efectos, en relación con las de los alcaldes.

ARTICULO 17. Deberes y obligaciones de los Comandantes de Policía en relación con

las autoridades político administrativas del Departamento y del Municipio.

1. Reconocer al gobernador o al alcalde, una vez elegidos y posesionados.

2. Asumir su función ante el gobernador o el alcalde, una vez sea destinado a la

jurisdicción correspondiente.

3. Presentar a consideración del gobernador o del alcalde el plan de seguridad de la

Policía en la respectiva jurisdicción, así como los resultados de las operaciones destinadas a

combatir la criminalidad en el departamento o municipio.

4. Informar diariamente al gobernador o al alcalde sobre las situaciones de alteración del

orden público en la jurisdicción y asesorarlo en la solución de los mismos.

5. Informar periódica y oportunamente al gobernador o al alcalde, según los casos sobre

movimientos del pie de fuerza Policial dentro de la respectiva jurisdicción.

6. Asistir al Consejo de Seguridad Departamental o Municipal y ejecutar los planes que

en materia de policía disponga el respectivo Consejo a través del Gobernador y el Alcalde. Esta

asistencia es indelegable.

7. Prestar el apoyo y asesoramiento al gobernador o alcalde en la aplicación de las

medidas contempladas en los Códigos de Policía.


116

8. Proponer al alcalde el cierre de establecimiento, públicos, de acuerdo con las

disposiciones del Código Nacional de Policía.

9. Por razones excepcionales de seguridad, recomendar al Gobernador o al Alcalde para

su aprobación, las restricciones temporales en la circulación por vías y espacios públicos.

10. Presentar informes al alcalde sobre deficiencias en servicios públicos.

11. Atender los requerimientos mediante los cuales el gobernador o el alcalde solicitar, la

iniciación de investigaciones de tipo disciplinario contra miembros de la Institución, presentar

los resultados definitivos de tales investigaciones.

Decreto 2203 de 1993 (noviembre 2): "Por el cual se desarrollan la estructura orgánica y

las funciones de la Policía Nacional y se dictan otras disposiciones.

CAPÍTULO IV

POLICIA MUNICIPAL.

Artículo 60. Policía Municipal. En cada Municipio habrá una Policía Municipal, cuya

unidad básica se denominará Estación de Policía. El número de Estaciones en cada Municipio se

determinará por las necesidades del servicio policial.

Artículo 61. Funciones Del Comandante De Estación. Los Comandantes de Estación

cumplirán las siguientes funciones:


117

1. Responder por el servicio de vigilancia urbana o rural y de Policía Judicial para

conservar el orden público en su jurisdicción.

2. Coordinar con el Alcalde Municipal y demás entidades públicas y privadas el

funcionamiento de los servicios de vigilancia urbana o rural y de Policía Judicial en su

jurisdicción.

3. Ejercer las facultades que le asigne el Código Nacional de Policía y demás

disposiciones legales.

4. Representar a la Policía Nacional ante las autoridades locales y la comunidad.

5. Resolver los asuntos que dentro de su jurisdicción competen a la Policía Nacional.

6. Las demás que le determinen la ley y los reglamentos.

Decreto 1028 de 1994 (mayo 19): “Por el cual se desarrolla el Sistema Nacional de

Participación Ciudadana en asuntos de Policía y se reglamenta el funcionamiento y la integración

de las Comisiones Nacional, Departamentales, del Distrito Capital y Ciudades Capitales,

Municipales y Locales de Policía y Participación Ciudadana”.

De las Comisiones Municipales de Policía y Participación Ciudadana

Artículo 17. En cada uno de los Municipios funcionará una Comisión Municipal de

Policía y Participación Ciudadana integrada por los siguientes miembros:

 El Alcalde, quien la presidirá.


118

 El Secretario de Gobierno Municipal y los demás secretarios que designe el Alcalde

según las circunstancias.

 El Comandante de Estación de Policía.

 El Personero Municipal.

 Un Concejal designado por la mesa directiva del Concejo Municipal.

 Los representantes gremiales, de organizaciones no gubernamentales y de la comunidad y

demás sectores representativos del Municipio que determine el Alcalde. Cada una de tales

organizaciones designará a su representante.

 El Jefe de la Oficina de Participación Comunitaria de la Estación de Policía, quien hará

las veces de secretario ejecutivo.

Parágrafo 1. En los Municipios donde haya más de una Estación de Policía, asistirá a las

reuniones de las Comisiones el Comandante de Estación que designe el respectivo Comandante

de Departamento de Policía.

Parágrafo 2. Los Alcaldes velarán porque la composición de las Comisiones Municipales

en lo que respecta a los representantes gremiales, de organizaciones no gubernamentales y de la

comunidad y demás sectores representativos de los municipios sea similar a la de la Comisión

Nacional dependiendo de las respectivas circunstancias.

Parágrafo 3. Los Alcaldes podrán invitar a las reuniones de las Comisiones Municipales a

representantes de otros sectores de la comunidad, profesionales, asesores y otros funcionarios


119

públicos cuya intervención sea útil para el cumplimiento de las funciones que le corresponden a

las Comisiones.

Artículo 18. Son funciones de las Comisiones Municipales de Policía y Participación

Ciudadana:

1. Proponer políticas para fortalecer la acción preventiva de la Policía a nivel municipal, así

como prevenir la comisión de faltas y delitos por parte de miembros de la Institución.

2. Proponer políticas y mecanismos tendientes a determinar en forma prioritaria una

orientación ética, civilista, democrática, educativa y social en la relación Comunidad -

Policía.

3. Promover la participación ciudadana en los asuntos de Policía a nivel municipal.

4. Recomendar el diseño de mecanismos, planes y programas para asegurar el compromiso

de la comunidad con la Policía.

5. Canalizar las quejas y reclamos de personas naturales y jurídicas y de las autoridades

político-administrativas ante el Comisionado Nacional para la Policía o su delegado

donde lo hubiere.

6. Proponer y coordinar con la Defensoría del Pueblo el desarrollo de programas educativos

en la Policía y la comunidad sobre Derechos Humanos.

7. Recomendar programas de desarrollo, salud, vivienda, educación y bienestar del personal

de la Institución.

8. Propender porque el personal de agentes de la Policía Nacional preste el servicio en sus

regiones de origen.
120

9. Recomendar políticas que garanticen el manejo transparente, eficiente y oportuno de la

información que recopila y maneja la Policía en áreas de interés público.

10. Estimular la organización, solidaridad y participación de la comunidad en la prevención

de delitos y contravenciones.

11. Recomendar los mecanismos necesarios para promover el cumplimiento de deberes

ciudadanos señalados en el artículo 95 de la Constitución Política.

Decreto 41 de 1994 (enero 10) “Por el cual se modifican las normas de carrera del

personal de oficiales y suboficiales de la Policía Nacional y se dictan otras disposiciones”.

(Actualmente, derogado por el artículo 95 del Decreto 1791 de 2000)

Decreto 1029 de 1994 (mayo 20) “Por el cual se emite el Régimen de Asignaciones y

Prestaciones para el personal de Nivel Ejecutivo de la Policía Nacional”.

Por otra parte, es promulgada la Directiva Presidencial 3 de 1994, la cual es dirigida a:

Ministros del despacho, Directores de departamentos administrativos, Gobernadores, Alcaldes,

Consejeros presidenciales, Directores de programas especiales de la Presidencia de la República,

Gerente o Directores de entidades descentralizadas del orden nacional y demás Servidores

Públicos. El asunto de la misma es: “Responsabilidades de las entidades del estado en el

desarrollo de la estrategia nacional contra la violencia, "seguridad para la gente". En ella se

plantean, principalmente en el numeral 1 y 3, lo siguiente:


121

1. Planeamiento de la seguridad: “A fin de lograr un manejo integral de la problemática

de la violencia en el país, es fundamental consolidar un planeamiento de la seguridad que

también se articule con políticas socioeconómicas y abra espacios para una mayor interacción de

la comunidad con las autoridades. En cumplimiento de estas metas, los Consejos de Seguridad, a

través de las instancias que en ellos participan, según lo estipula la Directiva Presidencial No. 05

del 28 de diciembre de 1991, deberán desempeñar un papel prioritario”.

3. Robustecimiento de la fuerza pública: Para la plena instrumentación de las políticas de

seguridad resulta imprescindible persistir en los esfuerzos de modernización y robustecimiento

de la Fuerza Pública. El Ministerio de Defensa coordinará con las instancias pertinentes del

Gobierno las siguientes acciones:

3.1. El Ministerio de Defensa mejorará la presencia de la Fuerza Pública en todo

el territorio nacional, prioritariamente con las Fuerzas Militares en las fronteras y con la

Policía Nacional en todas las cabeceras municipales.

3.2. El Ministerio de Defensa incrementará el pie de fuerza de la Policía Nacional

para consolidar una presencia de por lo menos 114 mil efectivos en 1997.

3.3. El Ministerio de Defensa fortalecerá la capacidad de movilización y

transporte de la Fuerza Pública y la capacidad helicoportada de las Fuerzas Militares. Sin

embargo, mientras se completa el plan de desarrollo de la Fuerza Aérea, se pueden

arrendar aeronaves de ala rotatoria.


122

3.4. Para el incremento del control y vigilancia de las áreas marítimas y del

espacio aéreo colombianos, a fin de neutralizar todas las formas de tráfico ilícito, el

Ministerio de Defensa:

3.4.1. Continuará el desarrollo de operaciones conjuntas de

cobertura y control en las áreas marítimas nacionales del Mar Caribe y del

Océano Pacífico, así como de los ríos navegables, por parte de la Armada

Nacional y de la Fuerza Aérea.

3.4.2. La Fuerza Pública y el Departamento Administrativo de

Seguridad (DAS), incrementarán la inteligencia en puertos y fronteras, orientada

especialmente al control del narcotráfico, contrabando de armas, municiones y

explosivos y demás actividades criminales.

3.4.3 Gestionará ante el Consejo Nacional de Política Económica y

Social (CONPES) y el Ministerio de Hacienda la aprobación de los traslados o

adiciones presupuestales de inversión y funcionamiento, requeridos para

continuar con el desarrollo de los medios a flote, aeronavales y de apoyo que

conformen el Cuerpo de Guardacostas.

3.4.4. Gestionará ante el Consejo Nacional de Política Económica y

Social (CONPES) y el Ministerio de Hacienda la asignación de los recursos para


123

el desarrollo del Sistema de Comando, Control y Comunicaciones e Inteligencia

de la red de control para la vigilancia de las costas y control del tráfico marítimo.

Así mismo, asignará los recursos necesarios para que la Armada Nacional y la

Fuerza Aérea puedan cumplir las misiones de vigilancia y control y para que el

Comando Unificado del SUR (CUS) fortalezca su capacidad operativa.

3.4.5. Impulsará el desarrollo de las obras de infraestructura de la

Red de Radares de la Cuenca del Caribe (CBRN) y el programa de instalación de

radares para las zonas del Pacífico y sur del país.

3.4.6. Coordinará con la Aeronáutica Civil para que los radares

ATC (Control de Tráfico Aéreo) puedan ser utilizados por la Fuerza Aérea.

3.5. El Ministerio de Defensa continuará con la profesionalización y

especialización de la institución militar. En los próximos dos años, la meta es que el

cuerpo de soldados profesionales aumente en 10 mil hombres con el fin de conformar dos

nuevas brigadas móviles.

3.6. El Ministerio de Salud colaborará con el Ministerio de Defensa en el

desarrollo y fortalecimiento de las medidas de evaluación del perfil de personalidad de

los aspirantes, a fin de garantizar la vinculación de personas idóneas a la institución.

Igualmente, colaborará en el fortalecimiento de apoyo psicosocial a la Fuerza Pública en

el cumplimiento de sus tareas.


124

3.7. El Ministerio de Defensa continuará el mejoramiento de las condiciones

salariales de acuerdo a los planes de nivelación de la Policía y de las Fuerzas Militares

establecidos, para proporcionarles las condiciones de bienestar que corresponden a su

difícil misión.

3.8. El Ministerio de Defensa preparará un proyecto de Ley de Guardacostas para

ser presentado al Congreso de la República en la presente vigencia, cuyo propósito sea el

de fortalecer la capacidad para velar por la Seguridad Marítima.

3.9. El Departamento Administrativo de Seguridad (DAS), junto con el

Departamento Nacional de Planeación (DNP), realizará un estudio de sus recursos

humanos y técnicos a fin de determinar sus necesidades y requerimientos.

3.10. A fin de consolidar la Reforma a la Policía Nacional, la Policía Nacional

debe:

3.10.1. Impulsar el desarrollo del Nuevo Estatuto Orgánico de la Policía.

3.10.2. Consolidar el Estatuto de Carrera.

3.10.3. Impulsar el programa de Policías Bachilleres.


125

3.10.4. Analizar el desempeño y funciones de la Policía Cívica en las

principales ciudades del país.

3.10.5. Analizar el funcionamiento de la Policía de Menores a fin de

proponer las reformas pertinentes.

3.10.6. La Policía Nacional, en un plazo de un (1) mes, recogerá las

evaluaciones del Programa de los Centros de Atención Inmediata (CAI) que a

la fecha se hayan efectuado, a fin de proponer planes coincidentes con la

experiencia regional y local de los mismos y con criterios operativos.

3.10.7. La Policía Nacional continuará fortaleciendo el sistema de Centros

Automáticos de Despacho (CAD), dando prioridad a las ciudades que registran

los mayores índices de criminalidad, e impulsando su empleo como

instrumento de consulta.

3.10.8. La Policía Nacional, en coordinación con gobernaciones y

alcaldías, programará reuniones periódicas en cada jurisdicción a las que se

vinculen las diferentes autoridades de Policía (alcaldes e inspectores de policía),

para facilitar el planeamiento y desarrollo de la actividad policial.

3.11. El Comisionado Nacional para la Policía con el apoyo del Ministerio de

Defensa y de la Consejería para la Defensa y Seguridad Nacional, trabajarán en el


126

desarrollo de dicha Oficina de acuerdo a la Ley 62 de 1993 y a los principios de

participación ciudadana. Para ello, adelantará las siguientes tareas:

3.11.1. Definir, en un plazo de dos (2) meses, los procedimientos para el

trámite y recepción de quejas de la ciudadanía, así como para el seguimiento de

los procesos a que haya lugar.

3.11.2. Promover reformas institucionales a fin de consolidar un esquema

de control interno con énfasis en lo preventivo.

3.12. La Policía Nacional, junto con el Ministerio de Defensa, instalarán el

Sistema Nacional de Participación Ciudadana en asuntos de Policía.

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