Microrrelato

El microcuento es una construcción literaria narrativa do occidental, manifestaciones de la escritura mínima se

distinta de la novela o el cuento. Es la denominación más encuentran en las ya mencionadas fábulas (herederas del
usada para un conjunto de obras diversas cuya principal Panchatantra), epigramas, epitafios, aforismos, etc.; lue-
característica es la brevedad de su contenido. El micro- go, y siguiendo en Europa, en autores como Baltasar Gra-
rrelato también es llamado microcuento, cuento brevísimo cián, los moralistas franceses (Chamfort, por ejemplo) o
o minicuento. los románticos alemanes (Friedrich Schlegel, Novalis, en-
tre otros).

1 Nomenclatura
3 El microrrelato como género mo-
Otros términos ampliamente utilizados como sinónimos derno
de microrrelato son minificción y microficción. Su uso, sin
embargo, ha sido cuestionado por varios críticos. Irene La mayoría de críticos literarios en el mundo castella-
Andres-Suárez, por ejemplo, observa que "[l]a minific- noparlante ubican las raíces directas a la micronarrativi-
ción [...] es una supracategoría literaria [por lo tanto] la dad en el modernismo hispanoamericano y las vanguar-
minificción recubre un área más vasta que la del mini- dias. Para David Lagmanovich, los cambios culturales de
cuento o microrrelato”.[1] De lo que se infiere que, al igual la modernidad propician, junto a otras innovaciones en
que ficción (término que contiene formas como el filme, campos como el de la música y la arquitectura, el surgi-
la novela o el teatro), minificción y microficción son tér- miento de las narrativas mínimas.[2] De opinión similar es
minos que deberían designar una categoría antes que un Pedro de Miguel quien detalla:[3]
género específico.
Pero es en la época moderna, al nacer el
cuento como género literario, cuando el micro-
2 Antecedentes rrelato se populariza en la literatura en español
gracias a la concurrencia de dos fenómenos de
Textos escritos u orales de corta extensión aparecen distinta índole: la explosión de las vanguardias
a lo largo de todos los tiempos: instrucciones, sume- con su renovación expresiva y la proliferación
rias y egipcias, fábulas, adivinanzas, parábolas, epitafios, de revistas que exigían textos breves ilustrados
graffiti, etcétera. El microrrelato como fenómeno escri- para llenar sus páginas culturales. Algunas de
tural debe verse en perspectiva histórica como una de las greguerías de Ramón Gómez de la Serna
las más recientes (re)configuraciones de la escritura frag- son verdaderos cuentos de apenas una línea, y
mentaria y/o breve. En el mundo occidental, además de la también Rubén Darío y Vicente Huidobro pu-
ya mencionada fábula, algunos casos paradigmáticos de blicaron minicuentos desde diversas estéticas.
escritura breve en el mundo grecolatino antiguo incluyen Junto a estos autores, la crítica señala también
el aforismo, el epigrama o el epitafio. En la Edad Media al mexicano Julio Torri y al argentino Leopol-
en los llamados bestiarios y más adelante en las senten- do Lugones como decisivos precursores del ac-
cias de El conde Lucanor, pero aún más atrás existen an- tual microrrelato.
tecedentes en las parábolas de Jesús, vistas de forma in-
dividual, separadas del texto, como estructuras narrativas
completas y breves, exigencia del microrrelato actual. Al 4 Principales características
igual que las parábolas que recoge la Biblia, las milena-
rias instrucciones sumerias (por ejemplo las Instrucciones Los rasgos aplicables al microrrelato son varios. En “El
de Shurupak) e egipcias deben situarse en el continuum microrrelato y la teoría de los géneros” (2008), David
de la escritura mínima. Roas distingue una amplia lista de rasgos discursivos, for-
La escritura breve se practica, entonces, desde los inicios males, temáticos y pragmáticos. Algunos de estos inclu-
de la literatura. En las antiguas culturas no occidentales yen:
se puede mencionar, además de los casos en Sumeria, el
de la India (el Panchatantra, por ejemplo), los Textos de Rasgos discursivos: narratividad, hiperbreve-
los Sarcófagos egipcios, el haiku, entre otros. En el mun- dad, concisión. etc.

1
2 5 EL MICRORRELATO Y LA MICRONARRATIVIDAD EN DISTINTAS TRADICIONES

Rasgos formales: estructura simple, personajes 5 El microrrelato y la micronarra-

mínimamente caracterizados, espacios esque-
máticos, condensación temporal, etc.
tividad en distintas tradiciones
Rasgos temáticos: intertextualidad, metafic-
ción, ironía, parodia, humor, etc. En Argentina, la tradición de la micronarratividad y mi-
crotextualidad es bastante larga. En el modernismo se
Rasgos pragmáticos: exigencia de un lector puede considerar a autores como Leopoldo Lugones (su
activo.[4] obra Filosofícula (1926) es fundamental al respecto) y
Ángel de Estrada, hijo. De las vanguardias se debe resca-
tar nombres como Macedonio Fernández y Oliverio Gi-
4.1 Brevedad rondo.[7] Hacia 1953, Jorge Luis Borges junto con Adolfo
Bioy Casares publican Cuentos breves y extraordinarios,
La brevedad, noción que también aplica al cuento, es el donde antologan relatos de entre dos páginas y dos líneas.
rasgo más obvio de este tipo de textos. Sin embargo, Siguiendo con estos dos autores, con Guirnalda con amo-
es una característica bastante subjetiva, ya que existen res (1959) y El Hacedor (1960), Bioy Casares y Borges,
microrrelatos de más de una página. Contar el núme- respectivamente, siguen contribuyendo con el desarrollo
ro de palabras es sólo una forma de ilustrar el concep- de la tradición microtextual y micronarrativa en Argen-
to de brevedad. Justamente por el carácter subjetivo de tina. El género del microrrelato se sigue gestando y prac-
este criterio, algunos críticos, como David Roas y Da- ticando en ciertas obras de autores renombrados como
vid Lagmanovich prefieren hablar de “concisión”. Lag- Julio Cortázar (por ejemplo en Historias de cronopios y
manovich también observa que aunque la brevedad es una de famas), Marco Denevi, Luisa Valenzuela, Ana María
“[c]ondición absolutamente primaria de todo microrrela- Shua, Eduardo Berti, Raúl Brasca, entre otros.[8]
to, [ésta es] insuficiente por si sola para establecer sus
características”.[5] Como texto breve, el microrrelato de- En España, algunos de los referentes clásicos en este gé-
pende mucho de su paratexto. De ahí la pertinencia de los nero incluyen a autores como Ramón Gómez de la Serna,
títulos que pueden ayudar a la focalización o a completar Juan Ramón Jiménez y Max Aub. Comparada con la tra-
aquello que, por la brevedad, no se dice. En algunos casos dición en la América castellanoparlante, la popularidad
son imprescindibles para completar el sentido.También de este género es más reciente en España cuya tradición
es cierto que varios microrrelatos carecen de título, he- cuentística estaba dominada, no por la influencia de au-
cho que parece plantear la expectativa de que sea el lector tores nacionales sino, a juicio de Fernando Valls, por la
quien “abra” o “expanda” el relato presente en este tipo de los binomios Edgar Allan Poe / Julio Cortázar y Antón
de narrativa. Chéjov / Raymond Carver.[9] Uno de los medios pione-
ros responsables en difundir el género en este país es la
revista Quimera ya desde 2002[10] y, desde 2003, creando
4.2 Intertextualidad una sección fija (coordinada por Neus Rotger) dedica-
da a la publicación de microrrelatos inéditos.[11] Según
La intertextualidad es una característica esencial en el mi- el editor de Páginas de Espuma (editorial especializada
crorrelato para lograr la economía o síntesis verbal. en el género), la introductora del microrrelato en España
fue la escritora argentina Clara Obligado, a través de sus
talleres literarios. [12] Cultivadores destacados en España
4.3 Elipsis incluyen, el teórico del género José María Merino, Juan
Pedro Aparicio y Felipe Benítez Reyes. Entre los crea-
La elipsis se refiere a la omisión, los vacíos y el silencio dores surgidos en el siglo XXI, Fernando Valls destaca a
que práctica el género. Para críticos como Irene Andres- Óscar Esquivias, Ignacio Ferrando y Javier Sáez de Iba-
Suárez, la dependencia del microrrelato con respecto a la rra.[9]
elipsis explica la diferencia entre microrrelato y cuento ya En México, Julio Torri, Juan José Arreola, Augusto Mon-
que terroso, Edmundo Valadés, entre otros, inician una fuer-
te tradición microrrelatista en ese país. Otros nombres
[L]a intensificación de la elip- relevantes más contemporáneos incluyen el de René Avi-
sis generó, en un momento dado, lés Fabila, Guillermo Samperio, Jaime Muñoz Vargas y
una reacción en cadena que termi- Rogelio Guedea. En 2005, Luis Felipe Lomelí publica
nó afectando a su estructura pro- Ella sigue de viaje, libro que incluye El emigrante, uno
funda, es decir, la diferencia cuan- de los microrrelatos más breves en el mundo castellano-
titativa se volvió cualitativa, dando parlante.
como resultado un modelo textual En la tradición china contemporánea se escriben weixing.
diferente [...]; el proceso sería equi- Algunos de estos microrrelatos se pueden leer en No veo
valente al que se dio en su día en la los zapatos de mamá y otros microrrelatos (2013) tra-
novela corta respecto de la larga.[6] ducción de One Fallen Leaf and More Miniature Stories
 3

(2009).[13] [6] Irene Andres-Suárez. Antología del microrrelato español

(1906-2011). El cuarto género narrativo , 2012. págs. 27-
En la literatura francesa, además del rol fundacional de 28.
varios de los moralistas franceses, se puede encontrar
ejemplos (junto a justificaciones teóricas sobre la escri- [7] David Lagmanovich. El microrrelato. Teoría e historia,
tura fragmentaria) de microtextualidad y micronarrativi- 2006. págs. 299-306.
dad en Roland Barthes (Incidents, por ejemplo) o Maurice
[8] David Lagmanovich. El microrrelato. Teoría e historia,
Blanchot (La escritura del desastre). En un plano narrati-
2006. págs. 299-306.
vo más convencional, algunos autores de micronouvelles o
microrécits reconocidos incluyen a Vincent Bastin, Stép- [9] Elsa Fernández-Santos, «Microrrelatos, autoficción y
hane Bataillon, Régis Jauffret, Jacques Sternberg, Jean- otras fronteras.» El País, 7 de junio de 2009.
Pierre Andrevon o Jacques Fuentealba.[14]
[10] N.º 211-212 (febrero, 2002), La minificción en Hispanoa-
En la literatura alemana, las Kürzestgeschichten o Mi- mérica. De Monterroso a los narradores de hoy, coordi-
kroerzählung, especialmente influidas por las narraciones nador: Lauro Zavala; N.º 222 (2002), El microrrelato en
breves de Bertolt Brecht y Franz Kafka, son practicadas España” (noviembre, 2002), coordinadores: Rebeca Mar-
por autores como Peter Bichsel, Heimito von Doderer, tín y Fernando Valls.
Helmut Heißenbüttel y Günter Kunert. [11] Ciempiés: los microrrelatos de Quimera. Neus Rotger, Fer-
En la literatura japonesa se practica el cho-tanpen. Un nando Valls (editores). Editorial Montesinos, 2005, pág.
texto fundamental en esa tradición es Mil y un cuentos de 7.
un segundo (1923) de Taruho Inagaki. [12] Paco Bescós (2014). «El microrrelato es un fantasma.
El lector, el lugar de sus apariciones. Una aproxima-
ción a la actualidad del género Brevísimo.». Suburbano
6 Véase también (21/09/2014). Consultado el 25 de septiembre de 2014.

[13] Bing Feng (2009). «One Fallen Leaf and More Miniature
• Minificción Stories.».

• Nanorrelato [14] «Jacques Fuentealba». Babelio. 2014. Consultado el 25 de

septiembre de 2014.
• Luis XIV (microrrelato)

• Irracional (microrrelato) http://ebeltran.net/2015/

05/25/irracional/
8 Enlaces externos
• Adagio • David Lagmanovich. «La extrema brevedad: micro-
rrelatos de una y dos líneas». Espéculo: Revista de
• Aforismo estudios literarios (Universidad Complutense de Ma-
drid) (32). Una selección de algo más de un centenar
• Máxima de microrrelatos, agrupados y ordenados por tama-
• Sentencia ño, con comentarios y conclusiones generales.

• Violeta Rojo. «Breve manual para reconocer mini-

• Epigrama
cuentos» (pdf). Reelaboración de una tesis de maes-
tría. Analiza una muestra de más de mil minicuentos
de medio centenar de autores, hace una revisión de
7 Referencias los estudios críticos del tema, y señala las caracte-
rísticas esenciales del género.
[1] Irene Andres-Suárez. “El microrrelato: Caracterización y
limitación del género” en Poéticas del microrrelato. Ed. • Avizora Publicaciones: El Microrrelato. Selección
David Roas, 2010. págs. 164-165 de textos sobre este tema, incluyendo una pequeña
antología de microrrelatos.
[2] David Lagmanovich. El microrrelato. Teoría e historia,
2006. págs. 16-20.

[3] Pedro de Miguel. «El microrrelato: ese arte pigmeo».

[4] David Roas. “El microrrelato y la teoría de los géneros”,

en La era de la brevedad. Eds. Irene Andres-Suárez y An-
tonio Rivas, 2008. págs. 50-51.

[5] David Lagmanovich. El microrrelato. Teoría e historia,

2006. págs. 233.
4 9 ORIGEN DEL TEXTO Y LAS IMÁGENES, COLABORADORES Y LICENCIAS

9 Origen del texto y las imágenes, colaboradores y licencias

9.1 Texto
• Microrrelato Fuente: https://es.wikipedia.org/wiki/Microrrelato?oldid=85984219 Colaboradores: Elsenyor, Deleatur, Soulreaper, Magis-
ter Mathematicae, Rupert de hentzau, Alhen, BOT-Superzerocool, Varano, .Sergio, Kazahana, Santiperez, Banfield, Nihilo, CEM-bot,
Rastrojo, Dorieo, Ggenellina, Alvaro qc, Xabier, Pedaki, RoyFocker, Ángel Luis Alfaro, Mbaro01, Mpeinadopa, Omegar, Lecuona, Mu-
ro de Aguas, Gsrdzl, CommonsDelinker, Fixertool, Nioger, Beatriz Glez. C., Fremen, Cinevoro, Technopat, Matdrodes, DJ Nietzsche,
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ko, CrissdXDfinn, Cristina.zepda, Eneaspicol, JacobRodrigues, Observadora, Silvina Fariña, GladysBG, ☿, Andres Gonzalez 1996, Jarould,
Egis57, Crystallizedcarbon, Microrrelatista, BenjaBot, Pindry, Sfr570 y Anónimos: 149

9.2 Imágenes
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9.3 Licencia del contenido

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