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Célula Eucariota Animal y Vegetal

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CÉLULA EUCARIOTA ANIMAL Y VEGETAL

Aunque todas las células eucariotas tienen las mismas características básicas, se pueden distinguir dos tipos, según se
trate de organismos animales o vegetales.
Las células eucariotas animales y vegetales tienen membrana plasmática, citoplasma con sistema
endomembranoso, mitocondrias, lisosomas, peroxisomas, vacuolas, citoesqueleto y núcleo con envoltura nuclear. Pero
hay estructuras que tienen las células animales pero no las vegetales, y viceversa.
LA CÉLULA EUCARIOTA VEGETAL
La célula vegetal es aquella que compone a los miembros del reino Plantea. Es una célula eucariota, con un núcleo
diferenciado, membrana y citoplasma al igual que la célula animal. Ambos tipos de células comparten algunas
características, pero difieren en otras. Específicamente, la célula vegetal cuenta con partes únicas ya que realiza un
proceso exclusivo del reino Plantea, la fotosíntesis.
CARACTERÍSTICAS DE LAS CÉLULAS VEGETALES
Las eucariotas de los vegetales contienen una vacuola central de gran tamaño cuya función es controlar el movimiento
entre la salvia y el citosol y mantener la célula en su forma debida. La pared de la célula está compuesta por celulosa y
lignina. En el caso de los hongos no hay lignina sino quitina en la composición de sus paredes celulares.
También contiene plasmodesmos. Se trata de poros en la pared celular a través de los cuales las células se comunican
entre sí. En el caso de los hongos, esta comunicación no tiene lugar por medio de plasmodesmos, sino de hifas.
Además, en la estructura de una célula eucariota vegetal encontramos plastos. Los plastos contienen clorofila que es un
pigmento que hace que las plantas puedan hacer la fotosíntesis y que les da ese color verde tan característico. Por ello,
estos plastos se conocen como cloroplastos.
Además, las células eucariotas se pueden reproducir de tres maneras diferentes. La primera de ellas es a través de la
Bipartición, por la cual una célula se divide en dos y da como resultado dos células idénticas entre sí. También pueden
reproducirse por Gemación, es decir, nace una protuberancia en la célula que va creciendo hasta separarse de la célula y
adquiere vida propia convertida en otra célula. Por último, otro método de reproducción de las células eucariotas es la
esporulación, en donde una célula divide su núcleo en réplicas pequeñas y también divide su citoplasma dando vida a
células nuevas.

CELULA ANIMAL
Las células animales no tienen una pared celular (en el exterior de la célula), son heterótrofas porque son incapaces de
sintetizar su propio alimento, incorporando los nutrientes de los alimentos que poseen otros seres vivos, ya que no
poseen cloroplastos con clorofila para la fotosíntesis. Además, presentan Lisosomas funcionales para la digestión intra
(dentro) y extracelular (fuera de le célula) (endocitosis y exocitosis).
CARACTERÍSTICAS DE LA CELULA ANIMAL
Lo más característico de las células eucariotas es su núcleo. La información genética o ADN está contenido dentro de la
estructura nuclear y envuelto por la membrana nuclear. Las células en ocasiones se dividen y, cuando esto sucede, la
cromatina que conforma la información genética forma los conocidos cromosomas.
Otro elemento principal de la célula eucariota animal son las mitocondrias. Una doble membrana envuelve estos
orgánulos grandes que forman la mitocondria, la cual sirve para que la célula obtenga energía por medio de la respiración.
Es aquí donde de produce el intercambio entre oxígeno (hacia dentro para dar vida a la célula) y el dióxido de carbono
(hacia el exterior expulsando residuos).
También hay que hacer mención de los ribosomas. Se encargan de fabricar proteínas usando la información contenida en
el ARN. Los ribosomas se encuentran en el citoplasma.
Luego tenemos el retículo endoplasmático que diferencia dos tipos, por un lado, un retículo endoplasmático rugoso, que
contiene ribosomas y funcionan produciendo, almacenando y transportando proteínas. Por otro lado, el retículo
endoplasmático liso, el cual produce los lípidos.
Otro elemento de la célula eucariota animal es el aparato de Golgi. Se forma a partir de los sacos y vesículas del retículo
endoplasmático. Las sustancias producidas por el retículo, generan vesículas nuevas que irán a parar a otros orgánulos
celulares o echados al exterior si no son útiles. A su vez el aparato de Golgi genera orgánulos llamados lisosomas que
contienen enzimas con las cuales tendrá lugar la digestión celular.
Finalmente, no podemos dejar atrás los centriolos. Son orgánulos cilíndricos que forman el citoesqueleto y el huso
acromático en la división de las células.
CÉLULA PROCARIOTA
Las células procariotas o procariontes son organismos vivientes unicelulares, pertenecientes al imperio
Prokaryota o reino Monera, dependiendo de la clasificación biológica que se prefiera. Estas células se
caracterizan por no tener núcleo celular, sino tener su material genético disperso en el citoplasma, apenas
reunido en una zona llamada nucleoide.
Los organismos procariotas son evolutivamente anteriores a los eucariotas, es decir, los provistos de núcleo.
Las formas de vida más simple eran y son todavía procariotas, como las bacterias y las arqueas.
Dicha simpleza ha permitido su gran diversificación, lo que se traduce en metabolismos sumamente diversos
(no ocurre lo mismo con las eucariotas) y una enorme diversidad en cuestión de ambiente, nutrición o
incluso estructura.
Así, las células procariotas pueden ser autótrofas (elaboran su propio alimento) o heterótrofas (se alimentan
de materia orgánica ajena), tanto aerobias (requieren de oxígeno) como anaerobias (no requieren de oxígeno),
lo cual se traduce en varios mecanismos de nutrición:
Fotosíntesis. Tal y como las plantas, algunos procariontes pueden sintetizar energía química a partir de la luz
solar, tanto en presencia como en ausencia de oxígeno.
Quimiosíntesis. Semejante a la fotosíntesis, las células emprenden la oxidación de materia inorgánica como
mecanismo para obtener su energía y obtener su propia materia orgánica para crecer.
Nutrición saprófita. Basada en la descomposición de la materia orgánica dejada por otros seres vivos, ya sea al
morir o como restos de su propia alimentación.
Nutrición simbiótica. Algunos procariontes obtienen su materia orgánica para existir a partir de otros seres
vivos, generándoles un beneficio y por ende colaborando para existir.
Nutrición parásita. La contraria a la simbiótica: el organismo se nutre a partir de la materia orgánica de
otro mayor, al que perjudica en el proceso aunque no llegue a matarlo directamente.
Por último, la reproducción de las células procariotas también suele ser muy variada, tanto de índole asexual
(mitosis) como parasexual (conjugación, transducción y transformación del ADN con fines adaptativos).
TIPOS DE CÉLULA PROCARIOTA
Las células procariotas pueden ser de cuatro tipos, de acuerdo a su morfología:
Coco. Un tipo morfológico típico de las bacterias, presentan forma más o menos esférica y uniforme.
Bacilo. Con forma de bastón, incluyen una vasta gama de bacterias y otros organismos saprófitos de vida libre.
Vibrio. Un género de proteobacterias responsables de la mayoría de las enfermedades infecciosas en el
hombre y los animales superiores, sobre todo aquellas típicas del tracto digestivo, como el cólera.
Espirilos. Poseen forma helicoidal o de espiral, suelen ser muy pequeñas y abarcan desde bacterias patógenas
hasta autótrofas.
Pleomórficas. Es decir, de forma cambiante, principalmente referido a las arqueas.
Rectangulares. También típica forma de las arqueas como la Haloquadratum.
PARTES Y FUNCIONES DE UNA CÉLULA PROCARIOTA
La célula procariota suele tener las siguientes estructuras:
Membrana plasmática. Aquella frontera que divide el interior y el exterior de la célula, a su vez sirviendo de
filtro para permitir el ingreso de nutrientes o la salida de residuos.
Pared celular. Un rasgo compartido con vegetales y hongos, consiste en una fibra resistente y rígida que le
confiere forma definida a la célula y una capa adicional de protección.
Citoplasma. El interior mismo de la célula, es decir, una sustancia coloidal muy fina que compone el “cuerpo”
celular.
Nucleoide. Sin llegar a ser un núcleo, sino una región muy dispersa, es la parte del citoplasma en donde suele
hallarse el material genético dentro de la célula procariota. Este material genético es, obviamente,
indispensable para la reproducción.
Ribosomas. Un complejo de proteínas y piezas de ARN presentes en todas las células (excepto los
espermatozoides), y permiten la expresión y traducción de la información genética, es decir, sintetizan
las proteínas requeridas por la célula en sus diversos procesos biológicos, conforme a lo estipulado en el ADN.
Compartimientos procariotas. Exclusivos de este tipo celular, varían según el tipo de organismo y tienen
funciones muy específicas dentro de su metabolismo. Algunos ejemplos son: clorosomas (para la fotosíntesis),
carboxisomas (para fijar el CO2), ficobilisomas (pigmentos moleculares para recoger la luz solar),
magnetosomas (permiten orientación conforme al campo magnético terrestre), etc.
Adicionalmente, estas células pueden presentar:
Flagelo. Orgánulo empleado para movilizar la célula, a modo de cola propulsora.
Membrana externa. Una barrera celular adicional que caracteriza a las bacterias gram-negativas.
Periplasma. Un espacio que rodea al citoplasma y lo separa de las membranas externas, permitiendo así una
mayor efectividad en distintos tipos de intercambio energético.
Plásmidos. Formas de ADN no cromosómico, de forma circular, que en ciertas bacterias acompañan al ADN
bacteriano y se replican de modo independiente, confiriéndole características esenciales para una mayor
adaptabilidad al medio ambiente.
LAS BACTERIAS
Se llama bacterias a un dominio de microorganismos procariotas (desprovistos de núcleo celular) de diversas
formas y tamaños posibles, que junto a las arqueas, constituyen los seres vivientes más primitivos y más
abundantes del planeta Tierra, adaptados a prácticamente todas las condiciones y hábitats, incluido el
parasitario. Algunas pueden incluso subsistir en condiciones hostiles, como el espacio exterior.
Las bacterias son descendientes inmediatos de las primeras formas de vida unicelular del planeta, surgidas en
condiciones muy distintas a las actuales hace unos 4.000 millones de años. Se ignora si dichos seres fueron
más semejantes a las arqueas o a las bacterias, pero se sabe que son su antepasado común.
Sin embargo, las bacterias han estado implicadas, quizá debido a su abundancia, en la mayoría de los
saltos evolutivos celulares, como es el origen de las mitocondrias (en las células eucariotas) o los cloroplastos
(en las células vegetales), mediante procesos de endosimbiosis.
Asimismo, estos seres vivientes tienen relaciones con prácticamente todas las formas de vida del planeta, ya
sea de comensalismo (como las bacterias que proliferan sobre la piel), mutualismo (como las que colaboran
con la descomposición de la comida en el intestino) o de parasitismo (como las causantes de infecciones y
enfermedades). Para combatir estas últimas, el ser humano creó los antibióticos.
Por otro lado, la vida bacteriana es indispensable en los procesos de descomposición de la materia orgánica,
necesarios para el reciclaje de elementos como el carbono o el nitrógeno, y constituyen el piso de las cadenas
tróficas microscópicas en diversos ambientes.
Las bacterias se reproducen con velocidad y mediante procedimientos asexuales, que consisten en la
replicación de la célula progenitora en dos exactamente iguales a ella (mitosis o fisión binaria). Se estima que,
en un ambiente propicio, una bacteria se divida en dos en apenas 15-20 o 20-30 minutos, dependiendo de la
especie.
TIPOS DE BACTERIAS
Las bacterias son estudiadas por la bacteriología, una rama de la microbiología. Esta disciplina las ha
clasificado de acuerdo a diversos criterios, tales como su forma o su respuesta a la tinción. En ese sentido,
puede hablarse de:
Bacterias según su forma:
Bacilos. Formas alargadas, como barras microscópicas.
Cocos. Con forma esférica o redonda.
Vibrios. Con forma de sacacorchos o tirabuzón.
Espirilos. Con forma de hélice o espiral.
Bacterias según su respuesta a la tintura:
Gram positivas. Adquieren un color violáceo o claramente violeta cuando se emplea el tinte.
Gram negativas. Toman un color claramente rojo cuando se emplea el tinte.
Existen otras clasificaciones, que toman en cuenta el hábitat, su metabolismo celular o sus componentes
bioquímicos.
ESTRUCTURA DE LAS BACTERIAS
La estructura unicelular bacteriana suele ser bastante simple, sin núcleo celular y casi sin orgánulos
definidos, pero con un nucleoide (región irregular donde se halla el ADN circular de los procariotas), una pared
celular de peptidoglicano que recubre la célula por fuera de la membrana plasmática y frecuentemente pili o
flagelos para desplazarse (en el caso de que sean móviles).
Dispersos en el citoplasma bacteriano suele haber plásmidos (pequeñas moléculas de ADN no cromosómico),
vacuolas (depósitos de sustancias de reserva) y ribosomas (para la síntesis de proteínas). Algunas bacterias
presentan compartimientos procariotas, primitivos orgánulos rodeados por membranas, destinadas a labores
bioquímicas puntuales dentro de la célula, dependiendo de su metabolismo.
EJEMPLO DE BACTERIAS
Algunas de las bacterias más conocidas son:
Escherichia coli. Una bacteria gram negativa frecuente en los tractos gastrointestinales del ser humano y otros
animales de sangre caliente, capaz en determinados momentos de suscitar una infección.
Neisseria gonorrhoeae. Gonococo que ocasiona la gonorrea, una infección de transmisión sexual en los seres
humanos.
Bacillus anthracis. Bacteria inmóvil y gram positiva que produce lesiones negras reconocibles en la
piel (carbuncos).
Sorangium cellulosum. Myxobacteria gram negativa sumamente frecuente en los suelos y de metabolismo
inocuo.
Clostridium botulinum. Agente causal del botulismo, mediante una neurotoxina que segregan estas bacterias,
cuyo crecimiento en enlatados (las latas henchidas y que sueltan gas al abrirse son un claro síntoma) y otras
conservas de alimentos es conocido.

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