Unidad 1, Selección de Textos
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psicología científica
Loreley Pelayo Valente
Introducción
La ciencia, tal como la conocemos hoy, es producto de un largo desarrollo del
conocimiento humano. Todos los pueblos desarrollaron distintos modos de
saberes sobre el mundo y sobre sí mismos; mitos, leyendas, filosofía, religión y
ciencia son diversas estructuras de saber que, según contextos y momentos
históricos, tuvieron el poder suficiente para ser considerados modos válidos de dar
respuesta a las preocupaciones de cada pueblo.
Según los historiadores, el comienzo exacto de la ciencia es indeterminable; se
considera que el surgimiento de la etapa moderna de la ciencia tuvo lugar cuando
se descubrió la relación por la cual ciertos fenómenos son causa de otros, que son
su efecto, en términos observables, objetivos. Este momento se ubica en Europa
occidental entre 1600 y 1700, cuando la ciencia, hasta entonces estrechamente
ligada a la filosofía, deja de ser una actividad esencialmente reflexiva acerca del
mundo, para convertirse en el fundamento del avance técnico y tecnológico1
característico del mundo moderno. A partir de entonces la actividad cognoscitiva
se convierte en un género de ocupación específico de determinadas personas –los
científicos- dentro de un grupo social más amplio.
1
Diferencia técnica/tecnología: ‘invenciones técnicas’ refiere a “aquellos instrumentos o procedimientos mediante los
cuales la humanidad se relaciona y transforma su medio y que no implican la utilización de conocimientos científicos”, se
diferencia del concepto de ‘tecnología’ por cuanto esta está directamente basada en el avance de los conocimientos
científicos y tiene por tarea principal, la transformación de la naturaleza. (Cañedo Andalia, R. en Breve historia del
desarrollo de la ciencia. ACIMED, septiembre-diciembre, La Habana, Cuba. 1996)
1
Mito, filosofía y ciencia
En su origen, la ciencia era el saber de los relatos míticos sobre el origen del
mundo y del hombre. En palabras de Juan Samaja2, los relatos míticos “… han
sido condiciones esenciales para la existencia misma de las comunidades
humanas en sus inicios. Aunque su contenido parezca plagado de imágenes y
sucesos fantasiosos, alejados de toda realidad, lo cierto es que con tales fantasías
los miembros de las comunidades simbolizaron eficazmente la realidad de sus
vínculos y de sus historias formativas. Al crear esas fantasías comunes, los
individuos primitivos se crearon a sí mismos como miembros de una comunidad
que se hacía efectivamente real en la reunión de todos los creyentes que
comulgaban en esos mitos.”
Entre los siglos V y VI a.C., mientras los mitos seguían influyéndose mutuamente,
nace una nueva forma de saber basada en el uso de la razón, lo cual implica la
implementación de fuertes poderes de abstracción para la explicación de las
causas universales del cosmos y del hombre sin recurrir a fuerzas sobrenaturales.
Este largo proceso se caracterizó por la sustitución de una aceptación confiada de
los relatos míticos por una posición crítica y reflexiva a fin de generar creencias
fundamentadas en el uso de la razón. Bajo estos signos nacen la Metafísica y la
Filosofía3.
Si bien en Egipto, Babilonia, India, China y en la antigua Grecia se acumularon
conocimientos empíricos sobre la naturaleza (surgieron allí los primeros
desarrollos sobre la astronomía, las matemáticas, la ética y la lógica), la principal
función de estos era de tipo explicativa, es decir, se trataba de una actividad
primordialmente centrada en la comprensión intelectual del mundo sin buscar
intervenir sobre él, ni transformarlo. En este contexto, filosofía, religión y ciencia
convivían como partes integrantes de una misma cosmovisión. En la antigüedad,
“la ciencia se desarrolló en situación de perfecta armonía con la religión y la
filosofía” (Arias, S.: Construcciones en Psicología, cap. 9, Proyecto Editorial, 2008)
2
Samaja, Juan: Sobre la ciencia, la técnica y la sociedad. Para pensar la nueva agenda de la educación superior.
http://www.revistacdyt.uner.edu.ar/spanish/documentos_online_spanish.htm
3
La Filosofía es el estudio de cuestiones fundamentales de la existencia, basado en la utilización de argumentos racionales.
En cambio, la Metafísica es una rama de la Filosofía que trasciende al saber físico o natural; aborda el estudio de los
principios fundamentales de la realidad.
2
acercamiento a la vedad sobre el mundo y el ser humano. Ciencia, en este
contexto, fue considerada solo aquella que se ocupa de los objetos supremos. Así,
la Teología (que se ocupaba de Dios), pasa a ser la ciencia superior; y la Filosofía,
como saber de los elementos que conforman la obra divina, fue considerada en
segundo lugar después de la Teología. Y por último, se ubicaban las artes
liberales (llamadas así las matemáticas, la geometría, la astronomía, etc.). En este
contexto, todo aquello no alineado con los dogmas del pensamiento religioso fue
considerado por los teólogos como subversivo y hereje, condenando a aquellos
que los sostenían. Las condenas a Giordano Bruno y a Galileo Galilei4 dan
testimonio de ello.
Entre los siglos XIV y XVI muchos cambios transformaron la sociedad occidental,
entre otros, el desarrollo de las ciudades y el comercio. Distintos filósofos
comenzaron a poner en entredicho muchas de las creencias tradicionales, dando
lugar a un largo proceso que sentaría las bases de lo que luego recibiría el nombre
de Modernidad.
La Modernidad puede entenderse como un proceso histórico que incluye cambios
en diversas esferas: culturales, en los valores y las creencias, en la economía y la
política (capitalismo y caída de los imperios absolutistas). Uno de los rasgos que la
distinguen es el desarrollo de un tipo de pensamiento denominado secular,
término que alude al proceso por el cual cierto orden de representaciones que
encontraban su legitimidad y su valor en un ordenamiento religioso (en el cual
Dios era el punto máximo de verdad), son reemplazados por valores y
representaciones seculares, es decir, que no tienen raíz religiosa, sino que se
sustentan en las verdades y en las instituciones construidas por los hombres.
Hacia fines del siglo XVI dos figuras sobresalen en el campo del pensamiento
filosófico: René Descartes5 y Francis Bacon6. El primero representa el movimiento
por el cual el hombre pasa a buscar las verdades no ya en la palabra de Dios y las
sagradas escrituras, sino en su propia razón y conocimiento de la naturaleza.
Descartes propuso que en el camino a la verdad hay que ocuparse solo de objetos
sobre los cuales pueda lograrse una certidumbre similar a las demostraciones de
la aritmética y la geometría, poniendo de este modo el acento en la certidumbre de
4
Giordano Bruno (1548-1600), filósofo italiano, denunciado ante la Inquisición por sus ideas heréticas, fue expulsado de la
Iglesia, sus trabajos quemados y en 1600 fue condenado a morir en la hoguera. Galileo Galilei (1564-1642), físico y
astrónomo, sostuvo que el modelo heliocéntrico era correcto por lo que fue condenado por la Inquisición; dado que el
castigo sería la hoguera, decide abjurar de sus creencias y es condenado a cárcel domiciliaria.
5
René Descartes (1596-1650), filósofo y matemático francés, considerado el iniciador de la filosofía racionalista moderna
por su planteo de la necesidad de hallar un fundamento del conocimiento que garantice la certeza de este.
6
Francis Bacon (1561-1626), filósofo y político inglés, considerado padre del empirismo; su pensamiento tuvo una central
influencia en el desarrollo del método científico.
3
las matemáticas como ciencia suprema. A partir de estas elaboraciones,
Descartes es considerado el padre del racionalismo moderno.
Por su parte, Bacon –en contra el método dogmático del pensamiento religioso
medieval descrito anteriormente- sostuvo la autoridad de la experiencia y el
experimento, junto a la inducción y la minuciosa observación, como el camino
hacia una base sólida para las ideas verdaderas. El razonamiento inductivo
(contrario al razonamiento deductivo puro, propio del pensamiento dogmático
religioso), es un tipo de razonamiento por el cual de la observación sistemática y
regular de hechos particulares se pasa a una generalización, es decir, a la
expresión de una ley universal. Nace con este pensador la corriente empirista,
contraria a los planteos del racionalismo de Descartes, si bien ambos pensadores
son expresión de la ruptura con el saber eclesiástico y el dogma religioso.
Influido por las tesis empiristas de Locke, el filósofo inglés Hume8, sostuvo que las
ideas son copias pasivas del mundo, por lo que la conciencia humana se
constituye en reflejo pasivo de lo real, el humano sería así un pasivo captador de
impresiones sensoriales. Por su parte, la razón y los juicios racionales son tan sólo
asociaciones habituales de diferentes sensaciones o experiencias
(asociacionismo): si las sensaciones se producen juntas con suficiente frecuencia,
una sola de ellas puede provocar el recuerdo de las otras. Por ejemplo, el
significado de una palabra sería la suma total de ideas asociadas que son
evocadas al pronunciar o leer esa palabra.
7
Locke (1632-1704), pensador inglés, considerado el padre del empirismo y el liberalismo moderno. Consideró el
conocmiento de origen sensorial y solamente alcanza las relaciones entre los hechos y no el porqué.
8
David Hume (1711-1776), filósofo, uno de los máximos representantes del empirismo inglés; insistió en la importancia de
investigar el origen de las ideas, que él entendía como copias o imágenes de las impresiones (sensaciones, pasiones,
emociones).
4
En el siglo XVIII, Kant9 presenta una síntesis dialéctica entre estas dos
posturas: racionalismo (el origen de la verdad absoluta puede encontrarse en el
uso exclusivo de la razón) vs. empirismo (el origen del conocimiento y de las ideas
se encuentra en la experiencia directa con el mundo).
Si bien Kant estaba de acuerdo con los empiristas en que los conocimientos sobre
el mundo provienen de las percepciones, creía que no menos importante era el
lugar de la razón, dado que para que ese proceso de conocimiento empírico se
produzca, es esencial el aporte de la misma. Hay ciertas condiciones en la mente
humana que posibilitan el conocimiento empírico del hombre: las categorías
tiempo y espacio que permiten percibir los fenómenos témporo-espacialmente, o
la idea de causalidad que permite relacionar un fenómeno como causa de otro.
Estas categorías son aportadas por la mente, en tanto no se encuentran en la
realidad misma y son anteriores a la experiencia. El tiempo, el espacio y la
causalidad son cualidades de nuestra razón y no del universo. 10
9
Inmanuel Kant (1724-1804), filósofo alemán de la Ilustración, considerado uno de los pensadores más influyentes de
la Europa moderna y de la filosofía universal. Efectuó aportes en los campos de la ciencia, el derecho, la moral, la religión y
la historia.
10
Para ampliar estos desarrollos ver: Colombo, María Elena: La psicología y su pluralidad, págs. 23-31. Eudeba, 2004.
5
convirtiera en un factor activo de la producción, pasando a ser su objetivo la
transformación de la naturaleza.
6
generalizaciones y las verdades son su objetivo, para la filosofía, las preguntas
son más esenciales que las respuestas.
La filosofía utiliza como método la reflexión, la especulación y la introspección; por
su parte, la ciencia utiliza métodos objetivos y experimentales. En tanto la primera
necesita demostrar con métodos lógicos la coherencia interna de su sistema, el
científico tiene que demostrar con evidencia empírica sus conocimientos.
En tanto las ciencias naturales tuvieron a lo largo de los siglos XVIII y XIX un
amplio desarrollo como ciencias experimentales, las ciencias sociales, en
cambio, tardaron mucho más tiempo en desprenderse de la filosofía.
11
August Comte (1798-1857), fundador de la Sociología moderna y el Positivismo. Su filosofía se manifiesta contra los
clérigos y dogmáticos de la iglesia.
8
en lo que está al alcance de los sentidos y la ciencia solo debe abordar los hechos
sistemáticamente descubiertos y rigurosamente establecidos.
2. Aversión o rechazo a todo conocimiento metafísico; el saber abstracto no es
saber de cosas en sí o universales sino de meras cosas individuales
generalizadas.
3. Las ciencias naturales y las humanas comparten principios lógicos y
metodológicos comunes.
4. La ciencia trata de hechos y no de valores; establece la renuncia a juicios
de valor y enunciados normativos, dado que estos carecen de sentido
cognoscitivo.
9
También en el siglo XIX, los desarrollos de Darwin12 contribuyeron al
afianzamiento del modelo positivista en el campo de las ciencias sociales, al
aportar la idea por la cual el ser humano es parte de la naturaleza y se encuentra
sometido a las mismas leyes de proceso, adaptación y cambio que los demás
animales. La teoría de la evolución dio el marco específico para la comprensión
del ser humano como un ser más de la naturaleza que puede ser estudiado con
los métodos experimentales de las ciencias naturales. Si bien esta es una teoría
biológica que trata de explicar los mecanismos de la evolución a partir de aspectos
esencialmente biológicos, hubieron intentos de extrapolar estos conceptos a
aspectos culturales y sociales de la vida humana. A partir de esta extrapolación,
se comprende al ser humano como una mera prolongación del resto de los
animales, que no se diferencia ni aún en sus aspectos sociales y psicológicos.13
12
Charles Darwin (1809–1882), naturalista inglés, postuló que todas las especies de seres vivos evolucionaron a partir de
un antepasado común mediante un proceso denominado selección natural. Su obra fundamental, El origen de las
especies por medio de la selección natural, o la preservación de las razas preferidas en la lucha por la vida, fue publicada
en 1859.
13
Para ampliar, ver Stasiejko, Halina: El ser humano: definiciones e hipótesis sobre sus orígenes. En Colombo, M. E.
(Comp.) Debates en Psicología. Buenos Aires: Educando, 2012.
10
Es en este contexto que Wundt funda el primer laboratorio de psicología
experimental en un ámbito universitario. Pero previo a ello, muchos otros
científicos, fisiólogos y naturalistas, aplicaron técnicas empíricas a problemas
psicológicos; las experiencias acerca de percepción y la memoria llevadas
adelante por Herbart, Fechner, Weber y Ebbinghaus constituyen algunos
ejemplos14.
15
Klappenbach, H.: Las psicologías del siglo XIX. Ficha de cátedra. 1991
11
conformación de un espacio mental constituido por representaciones relacionadas
entre sí por ser semejantes, por haberse presentado en el tiempo en forma
contigua o por haberse presentado en los hechos como una causante de la otra.
La psicología experimental se ocupará, en sus inicios, de estudiar la correlación
entre los estímulos externos y las sensaciones, que –asociadas entre sí- dan
cuenta de la formación de la experiencia conciente total.
Esta primera escuela de psicología experimental se fundamenta así en una
epistemología positivista de base empirista, elementalista y asociacionista.
Pero Wundt se preguntaba cómo podría confiarse en tal método teniendo que
apelar a algo tan inseguro como el informe de un sujeto, que puede equivocarse,
mentir, ocultar información. Propone, para superar estas dificultades, ciertas reglas
que es necesario cumplir con rigurosidad en el marco del laboratorio. Por ejemplo,
era muy frecuente que Wundt y sus discípulos ocuparan el rol de los sujetos
investigados, en tanto resultaba más confiable por el hecho de estar
comprometidos con el proyecto y entrenados a tal fin. Es decir, los roles de
investigador – investigado eran intercambiables, tanto podía ocuparlo un alumno
de Wundt como los mismos profesores o algún otro sujeto que estuviera
debidamente entrenado. Por otra parte, la introspección debía ser un registro del
momento mismo en que se llevaban adelante los experimentos, no un recordar
posterior a la presentación de los estímulos. (Danziger, K.: Estructura social de la
experimentación en Psicología, 2006, en www.elseminario.com.ar).
Es importante resaltar que si bien el método experimental era posible de ser aplicado
a los procesos simples de la conciencia (imágenes, sentimientos) no podía ser
aplicado, según Wundt, a otros procesos de la vida mental del ser humano, como ser
los productos espirituales que se desarrollan en la historia de la humanidad, como la
lengua, las representaciones mitológicas y las costumbres pensamiento, lenguaje,
las cuales presuponen la existencia de una comunidad espiritual de muchos
individuos. Estos productos, siendo otro nivel de integración de la vida psíquica,
pueden sí ser estudiados dentro de la llamada psicología social (que Wundt llamara
Völkerpsychologie, a la cual le corresponde el método de la pura observación, en
tanto se trata de procesos que no pueden someterse a experimentación. (ver Colombo,
ME.: E problema de la naturalización de lo que es histórico. Debates en Psicología. 2012 y La
psicología y su pluralidad. Eudeba. 2004).
Popper16, dirige sus críticas al método inductivo como base del avance del
conocimiento científico. La dificultad de este método radica en que no se pueden
constatar empíricamente todos los objetos o fenómenos del universo (pasados,
16
Karl R. Popper (1902-1994), filósofo, sociólogo y teórico de la ciencia nacido en Austria y posteriormente
ciudadano británico; fundador de la corriente epistemológica denominada ‘falsacionismo’. Sostuvo que, en lugar del método
inductivo, la ciencia avanza a partir de la utilización del método hipotético-deductivo, procedimiento que posee los siguientes
pasos: observación del fenómeno a estudiar, creación de una hipótesis para explicar dicho fenómeno, deducción de
consecuencias o proposiciones más elementales que la propia hipótesis, y verificación o comprobación de la verdad de los
enunciados deducidos comparándolos con la experiencia. Este método obliga al científico a combinar la reflexión racional
(la formación de hipótesis y la deducción) con la observación de la realidad (la observación y la verificación).
14
presentes y futuros). Popper afirma que “el conocimiento científico no puede
proceder a la verificación de teorías por medio de pruebas empíricas sino que, en
cambio, tiene que depender de un método crítico de “conjeturas audaces e
intentos de refutación” (Hughes, J. y Sharrock, W.: La filosofía de la investigación social. FCE,
1987). La norma de demarcación que propuso Popper entre el conocimiento
científico y el que no lo es, es el de la ‘refutabilidad’. En tanto no puede haber
certidumbre respecto de que lo que ocurrió hasta la fecha vaya a ocurrir siempre,
a lo máximo que puede aspirar la ciencia es a arribar a afirmaciones probables.
Para que una hipótesis sea científica es necesario que se desprendan de ella
enunciados observables y, por tanto, falsables, de modo que si éstos no se
verifican, la hipótesis pueda ser refutada. El fin de la ciencia no es hacer
generalizaciones a partir de situaciones específicas, sino buscar modos de
rechazar las hipótesis conjeturales; la ciencia no es una acumulación de teorías
ciertas sino una colección de conjeturas que aún están por ser refutadas. Según
sus palabras, “somos buscadores de la verdad pero no somos sus poseedores”
(Popper, 1972, en La filosofía de la investigación social. Hughes, J. y Sharrock, W.: FCE, 1987).
De este modo no se llega a la verdad, pero permite a la comunidad científica
aproximarse a ella.
Tomás Kuhn17 propone una concepción del avance científico de tipo rupturista, en
contraste con la visión continuista del positivismo clásico y con la concepción
popperiana. Para Kuhn, la ciencia progresa en forma cíclica, por períodos de crisis
y períodos paradigmáticos. Sostiene que los científicos exhiben gran apego a los
marcos generales de su época, marcos que denomina “paradigmas”. Los
paradigmas son períodos más o menos prolongados en los que determinada
comunidad científica adhiere a determinados valores y creencias, sin
cuestionarlos. En estos períodos de “ciencia normal”, el método a partir del cual
avanzan los conocimientos, acepta Kuhn, es el hipotético-deductivo. Un
paradigma instalado funciona como una cosmovisión y no es fácil abandonarlo
para adoptar otro; ante la amenaza de destitución de un paradigma, la primera
reacción es de defensa y críticas a lo nuevo, pero una vez que las resistencias se
debilitan el investigador puede admitir el nuevo paradigma. El motivo por el cual se
sustituye un paradigma por otro es porque el segundo daría respuestas a
preguntas que el anterior no podía responder. Los paradigmas se presentan como
inconmensurables entre sí, son incomparables, no es uno mejor que el otro. La
elección entre uno y otro no es una decisión racional, sino el resultado de factores
no racionales y extracientíficos, como la distribución del poder, por ejemplo.
17
Thomas Kuhn (1922-1996), historiador y filósofo de la ciencia estadounidense; analizó la lógica del descubrimiento
científico basándose en su dimensión sociológica y psicológica. Publicó en 1962 su obra fundamental La estructura de las
revoluciones científicas.
15
Otra postura que se destaca en el debate epistemológico, es la de Bachelard18
quien considera que la ciencia progresa a través de la superación de obstáculos
epistemológicos; se conoce "en contra del conocimiento anterior, destruyendo
conocimientos mal adquiridos o superando aquello que, en el espíritu mismo,
obstaculiza la espiritualización" (Bachelard, G.: La formación del espíritu científico.
Contribución a un psicoanálisis del conocimiento objetivo. Ed. Siglo XXI, México, 2000)
En este sentido, puede citarse a Edgard Morin19, quien afirma que “la ciencia del
hombre no tiene fundamento alguno que enraíce al fenómeno humano en el
universo natural, ni método apto para aprehender la extrema complejidad que lo
distingue de todo otro fenómeno natural conocido (… ). Se trata, en consecuencia,
18
Gastón Bachelard (1884-1962), filósofo francés, epistemólogo, poeta, físico y profesor de física.
19
Edgar Morin (1921- ), filósofo y sociólogo francés; creador de la teoría del ‘pensamiento complejo’ por la cual
se entiende que la realidad se comprende y se explica simultáneamente desde todas las
perspectivas posibles; cada fenómeno puede analizarse por medio de diversas áreas del
conocimiento, mediante el ‘entendimiento transdisciplinar’.
16
de desarrollar al mismo tiempo una teoría, una lógica, una epistemología de la
complejidad que pueda resultarle conveniente al conocimiento del hombre. Por lo
tanto, lo que se busca aquí es la unidad del hombre y, al mismo tiempo, la teoría
de la más alta complejidad humana” (Morin, E.: Introducción al pensamiento complejo.
Ed. Gedisa, Barcelona, 1990). Esta propuesta conduce hacia la construcción del
conocimiento del ser humano como un proceso que es a la vez biológico, cerebral,
lógico, lingüístico, cultural, social e histórico. Afirma este autor que tanto la
realidad como el pensamiento y el conocimiento son complejos y debido a esto, es
preciso usar la complejidad para entender el mundo humano.
17