Los Textos Periodísticos
Los Textos Periodísticos
Los Textos Periodísticos
1. Características generales
2. Los géneros periodísticos
3. La prensa digital
4. Método para hacer un comentario de texto periodístico en Selectividad: modelos
5. El periodismo español en el siglo XX.
1. Características generales
Los medios de comunicación de masas se caracterizan por dirigirse a un gran número de receptores, y
cumplen tres funciones básicas en la sociedad actual:
A los tradicionales medios de comunicación de masas (la prensa escrita, la radio y la televisión) se ha
incorporado en los últimos años Internet, que presenta algunos rasgos distintivos:
Puede actuar como soporte de los medios tradicionales, como en la edición digital de periódicos
o la transmisión de programas de radio y televisión a través de la red.
Permite el desarrollo de nuevos géneros de comunicación, como los blogs, los portales de noticias
o las redes sociales.
Favorece la respuesta inmediata por parte del destinatario.
De carácter diario: opinión, internacional, nacional, local y regional, cultura, deportes, sociedad,
economía, espectáculos y agenda
De periodicidad semanal o variable: ciencia, libros, viajes, mundo del motor…, en cuyo caso
pueden ocupar un cuadernillo completo encartado en el periódico.
Un elemento muy importante en la configuración del periódico es la publicidad, que se distribuye
aleatoriamente, salvo la sección fija de los anuncios por palabras.
Los contenidos del periódico se jerarquizan con una serie de recursos, tales como la situación en el
periódico (la primera página, las impares y las últimas, que se dedican al entretenimiento o a las noticias de
sociedad o de interés humano); la ubicación en la página y su extensión (llama más la atención arriba que
abajo, en el centro que a los lados, y con mayor número de columnas si es más importante), y los recursos
gráficos y tipográficos (tamaño de las letras y el uso de fotos, infografías o gráficos centran el interés del
lector).
En cuanto a los códigos empleados en la prensa escrita, además del lingüístico, se usan otros que
completan la información o la realzan, como el icónico, formado por imágenes de distinta naturaleza: fotos,
dibujos, gráficos, infografías, que resaltan algún aspecto de la noticia o la hacen más comprensible. Las
imágenes son el soporte fundamental de los mensajes publicitarios. Y los códigos espacio-tipográficos,
basados en la distribución de la información en la página, la disposición en columnas, el uso de rayas y
cuadros, los cuerpos de letra, el uso del color; todo ello delimita y jerarquiza los contenidos.
Los mensajes periodísticos se plasman en diversos géneros, cada uno de los cuales constituye un tipo de
estructura y de modalidad expresiva que la tradición ha ido forjando y que hoy se acepta de manera
convencional. Los rasgos que los diferencian se vinculan a las dos funciones básicas de la comunicación
periodística: la información de actualidad y la opinión, de manera que la mayor o menor exigencia de
objetividad condiciona las características estructurales de cada género. De acuerdo con ello, se distinguen
tres tipos:
Editorial
Artículo de opinión o
columna
GÉNEROS DE
GÉNEROS
OPINIÓN Tribuna libre
PERIODÍSTICOS
Crítica
Carta al director
Crónica
Reportaje
interpretativo
2.1. Los géneros informativos
El rasgo que caracteriza a los géneros informativos es el afán de objetividad del autor. A este grupo
pertenecen la noticia y el reportaje objetivo.
La NOTICIA es el género informativo por excelencia. Puede ser de extensión variable, desde el
relato desnudo de los hechos, hasta la exposición pormenorizada con datos complementarios.
Sus requisitos esenciales son la objetividad, la veracidad y la imparcialidad, y ha de basarse en la
comunicación neutral de hechos ciertos. Sin embargo, la objetividad absoluta es, de hecho, imposible, ya
que un mismo suceso puede relatarse desde enfoques diferentes, y además, existe una serie de
factores que, directa o indirectamente, la condicionan: las presiones del gobierno y los grupos de poder,
los monopolios de las agencias de prensa, los planteamientos ideológicos de la empresa editorial, los
intereses publicitarios y los gustos de los lectores.
Factores de interés: la noticia debe responder a uno o varios de estos factores de
interés de los lectores: la actualidad de los hechos, la proximidad (interesa más el pequeño
acontecimiento cercano que un gran suceso ocurrido lejos de él), la relevancia social de la persona o
el hecho, el interés humano y lo insólito o novedoso del hecho.
Elementos informativos imprescindibles: Una buena noticia debe dar respuesta a
estas seis preguntas (las seis W del inglés): ¿Quién, quiénes? = El protagonista; ¿Qué?
= El hecho; ¿Cuándo? = El momento; ¿Dónde? = El lugar; ¿Cómo? = Las circunstancias;
¿Por qué? = Las causas.
Estructura: Los componentes estructurales de la noticia son los siguientes:
Los titulares: Título (con tipografía relevante, ha de ser un resumen breve,
preciso y completo del contenido. El estilo puede ser nominal, descriptivo, fruto de la nominalización de
una oración: Plante de la prensa al presidente de Zambia, o de la elipsis del verbo: Dolly, disecada en
Edimburgo. Más naturales son los “títulos verbales”, narrativos: Los marines cercan Bagdad a la espera
del asalto final). El antetítulo (generalmente subrayado y con un tipo de letra menor, anticipa algún
aspecto menos esencial no recogido en el título) y el subtítulo (que completa el sumario de los anteriores.
No siempre lo hay)
El lead, entradilla o sumario: síntesis del contenido de la noticia, la
información pura, de no más de cien palabras, ocupa el primer párrafo, se resalta con otro tipo de letra
y da respuesta a los seis interrogantes antes señalados.
El cuerpo o desarrollo: ampliación detallada en orden jerárquico de interés
de los elementos de la entradilla, de manera que el lector pueda abandonar la lectura a medida que
decrece el interés de los detalles.
Se trata, pues, de una estructura piramidal de interés decreciente, frente a
la organización creciente y progresiva del relato literario, que desemboca en un clímax final.
El lenguaje de la noticia ha de ser el reflejo del afán de objetividad e impersonalidad, y debe responder a los
principios de claridad, concisión y corrección en el estilo. Están ausentes los recursos retóricos, y se
emplea el tono enunciativo (con verbos en 3ª persona y en pretérito perfecto simple o presente
histórico), el léxico denotativo (preciso, con adjetivos no valorativos y ausencia de terminología afectiva),
enunciados concisos y citas textuales en estilo directo. Sin embargo, es frecuente la manipulación del
lenguaje por razones ideológicas; y entonces aparece una visión tendenciosa del contenido, con titulares
retóricos: ¡Guerra!, Decretazo del gobierno, ¡El Madrid, fenomenal!, abuso de recursos tipográficos; o
bien, directamente un mal uso de la lengua, lo que da lugar a expresiones incorrectas: en el léxico,
derivados alargados (concretizar, explosionar),locuciones preposicionales innecesarias o incorrectas (en
base a, con el fin de), frases estereotipadas (cooperación mutua), neologismos extranjeros gratuitos
(holding, mass media); en la morfología verbal, uso del condicional con valor de “rumor”, locuciones
verbales en vez de las formas sintéticas, sustitución del imperfecto de indicativo por el de subjuntivo; en
sintaxis, abuso de la pasiva analítica frente a la refleja, gerundios de posteridad, uso incorrecto de las
preposiciones, verbo principal en infinitivo. Y también podemos encontrar discriminación ideológica
en los contenidos, al seleccionarlos, introducción de comentarios y valoraciones personales, adjetivación
subjetiva, abuso de eufemismos que dulcifican aspectos negativos, y uso de un lenguaje connotativo para
poetizar la realidad: mediante la epicidad se da carácter de hazaña a hechos cotidianos,
especialmente deportivos o taurinos
Ejercicio: En esta noticia, comenta los rasgos llamativos del lenguaje periodístico; además, señala los factores de
interés a que obedece, los elementos informativos, y su estructura:
ASESINATO EN ALMERÍA
Miembros de una familia gitana de Cartagena y Alicante matan a un deficiente psíquico durante un
tiroteo en el barrio de Los Almendros.
Las armas las carga el diablo y no suelen hacer buenas migas con las drogas. Cuando se mezclan, el cóctel rezuma
muerte por los cuatro costados. Un deficiente mental drogado se metió, sin comerlo ni beberlo, en el epicentro de
una balacera en el barrio almeriense de Los Almendros, cuando los proyectiles llovían por los cuatro puntos
cardinales. El desenlace, como es previsible, fue la muerte. En medio, un clan gitano que, según las investigaciones
policiales, proviene de Cartagena y Alicante.
Fue la última víctima del ambiente de trinchera que se respira en este conflictivo barrio, donde desde hace poco
más de un año hay una guerra abierta entre clanes rivales que la noche del viernes se cobró una nueva vida.
Un hombre con las facultades mentales mermadas fue tiroteado. La víctima ha sido finalmente identificada
como José Gaspar Santiago Fernández, de 36 años. Tenía numerosos antecedentes por todo tipo de delitos, entre
ellos el de tráfico de drogas. También era adicto a diversas sustancias estupefacientes, al alcohol, de ahí provenían
sus desequilibrios.
Alrededor de las nueve de la noche se dirigió a la calle Alegría, y a la altura del número 107 recibió los disparos.
En esa zona viven los miembros de un clan rival que se dedican al menudeo de la droga, a compraventa de joyas
robadas y a un extraordinario abanico de triquiñuelas y actividades delictivas normales en este barrio. José Gaspar
Santiago iba desarmado, y además estaba bajo el efecto de sustancias estupefacientes. Comenzó a increpar a sus
vecinos, a dar gritos en plena calle, hasta que dos individuos, con toda la sangre fría que se pueda imaginar,
salieron a su encuentro , se pusieron frente a él y lo acribillaron a tiros.
2.1 Los géneros de opinión son los que ofrecen análisis subjetivos, interpretaciones argumentadas y
juicios de valor sobre los hechos de actualidad. La mayor profundidad y desarrollo que implican hacen
que su descodificación sea laboriosa, lo que justifica que resulten más adecuados para la prensa escrita
–en la que el receptor puede hacer una lectura atenta y minuciosa- que para la radio y la televisión.
(Estos dos medios han desarrollado un género similar: la “tertulia”, pero no se alcanza el grado de
profundidad y rigor en la argumentación que en la prensa escrita). Los tipos fundamentales son:
La crisis económica es internacional, pero cada país la vive con sus propias peculiaridades. La de España, por desgracia, es el paro.
De la misma forma que el país ha sido líder en Europa en la creación de empleo en período de vacas gordas, ahora lo es en
destrucción de puestos de trabajo. Así lo corroboran tercamente las cifras que mensualmente publica el Instituto Nacional de
Empleo (Inem). Las de ayer, relativas al mes de noviembre, señalan un aumento de 171.000 personas más apuntadas en las
oficinas del paro, un dato catastrófico, que sitúa el número de desempleados registrados en el Inem al borde de los tres millones
de personas, cifra que es muy preocupante por más que ya se alcanzara a principios de los 90 cuando la población activa era muy
inferior a la de ahora.
Es obvio que la prioridad de cualquier Gobierno debe ser, en este contexto, la creación de empleo. Por eso, EL PERIÓDICO ha
apoyado las medidas urgentes encaminadas tanto a movilizar la mano de obra –caso de las inversiones extraordinarias de los
ayuntamientos en nuevos proyectos por un total de 8.000 millones de euros- como a abrir el ahora muy restringido crédito de las
entidades financieras para familias y empresas. (…)
El país se enfrenta, además, a otro reto: el de no dejar abandonada a la gente que ya ni siquiera puede cobrar el subsidio de
desempleo o la renta de inserción laboral; es decir, aquellas personas que han quedado fuera de la cobertura que facilita el Estado
del bienestar. Es un fracaso social que cientos de miles de personas se vean abocadas a vivir de la solidaridad de las familias o de
entidades caritativas. Esa realidad exige un esfuerzo colectivo de todas las administraciones públicas y del sector privado para
que, en lo que parece el momento más profundo de la crisis, no queden descolgados hombres y mujeres cuyo trabajo contribuyó
al ciclo benigno de más de diez años de duración. No se trata de hacer políticas buenistas, sino de agilizar todos los mecanismos
de búsqueda de empleo y de pago puntual de subsidios, porque detrás de las cifras del Inem hay dramas personales a los que es
prioritario atender.
El Periódico
Es más breve que el artículo de fondo o de opinión: suele ocupar una sola columna, de
ahí su nombre.
Está escrita por un autor de cierta relevancia que colabora con el periódico.
Constituye una sección fija que aparece con regularidad –diaria o semanal- y siempre
en el mismo sitio.
Es absolutamente libre, tanto en le tema (política, sociedad, cultura, literatura,
costumbres…) como en el tono, que va desde el rigor y la seriedad en ciertas columnas
hasta el predominio de lo humorístico, de lo coloquial, de lo irónico, etc., en otras. Son
también clásicas las columnas de Manuel Vicent o Juan José Millás en El País)
En lenguas de la gente
El taladro más solicitado por los adolescentes con tiempo libre es el que se practica en la lengua, pero algunos estudios médicos
alertan de los peligros que pueden derivarse de la incorporación de objetos extraños a nuestro organismo: infecciones por
hepatitis y sida, entre otros. En vista de eso, el Defensor del Menor, que debe de estar abrumado de trabajo, ha abierto el debate
para limitar la edad en los piercings y en los tatuajes.
La indumentaria siempre ha venido siendo una señal externa de jerarquía, pero hemos pasado de “aquellos vestidos chapados
que traían” los caballeros a estos hierros adheridos que gastan los jovenzuelos. Ahora hay muchachos que se infligen un martirio
como el de San Sebastián, si bien algo más benigno: sustituye las flechas por tachuelas. A algunos parece que los visten los
mejores ferreteros. La verdad es que han variado mucho las modas, ya que esa es su esencia… Si no cambiaran no serían modas.
Desde los tiempos en que nuestras madres nos decían que con un traje azul marino se podía ir a cualquier parte hasta estas
ataujías de ahora, más o menos primorosas. En la posguerra se vendían muchos sombreros, ya que un astuto comerciante
aseguraba que los rojos no los llevaban. Antes de la democracia se popularizó una especie de uniforme oficial de progre, con
capucha suelta. Posteriormente vinieron los suéter de cuello alto, que creo que daban un calor horroroso, pero tuvieron un gran
éxito entre los enemigos de la corbata. Ahora lo que se lleva es horadarse algún fragmento del cuerpo. Algunos se agujerean una
ceja y otros la punta de semejante sitio.
Se dirá que con eso no le hacen daño a nadie, pero habría que preguntárselo a la persona receptora.
¿Por qué puede decirse que se trata de una columna y no de otro texto periodístico? Analiza la estructura
y el lenguaje.
¿Cuál es la intención del autor al escribir este texto? ¿Te parece que el tema del que se ocupa tiene
interés informativo?
A pesar de que hay diversos estudios que han intentado caracterizar la llamada “lengua
periodística”, es muy discutible que ésta exista como tal “lengua”, es decir, como variedad funcional del
castellano común a todos los textos periodísticos y específica frente a otras variedades diferentes. Al
contrario, si algo caracteriza la lengua utilizada en los medios de comunicación es la
HETEROGENEIDAD, la gran diversidad de usos que podemos encontrar, debido tanto al contenido de
la información como a la diversidad de géneros.
Según esto, no tiene sentido de hablar de una “lengua periodística” única, sino de la “lengua de
los géneros periodísticos informativos” que, por otra parte, se ha convertido en la sociedad actual
en el más importante vehículo de homogeneización lingüística, ya que, para muchos hablantes,
constituye el único modelo de corrección de la lengua, y de ahí que se transmitan con rapidez los usos
e innovaciones que aparezcan en estos textos.
Veremos ahora los rasgos del uso de la lengua según el tipo de género periodístico:
Junto a esos tres rasgos generales, pueden señalarse otras características secundarias de
la lengua periodística, como la PERMEABILIDAD y la TENDENCIA AL DESCUIDO
GRAMATICAL. La primera, definida como la asimilación en este lenguaje de elementos
propios de otros: el económico, jurídico, científico, político etc, está determinada por la
variedad temática de las noticias, y si se mantiene en límites adecuados, es decir, si se
usa un léxico más o menos específico pero accesible para el lector, esta permeabilidad
resulta incluso conveniente, ya que enriquecerá la lengua común. El problema surgirá si se
oscurece la expresión (aunque todavía se pueden producir cambios de última hora, la
nueva regulación prevé que los Fondtesoros podrán tomar posiciones en los mercados
a plazo o derivados –opciones a futuros sobre deuda pública anotada…) Pero si resulta
demasiado permeable el lenguaje periodístico y se deja llevar por los problemas sociales y
las ideas políticas del momento, surge uno de los rasgos más destacados de esta lengua:
el eufemismo, que intenta encubrir aspectos desagradables de la noticia: adecuar la
plantilla = despedir; personas de la tercera edad = ancianos; reconversión industrial =
cerrar fábricas. Otras variedades del lenguaje que influyen sobre el periodístico son el
registro coloquial y la lengua literaria. El uso de expresiones coloquiales banalizan el
contenido y empobrecen el discurso, más que acercarlo al lector (hombre dado a los
prontos, tumbar mociones, no dio ni una, estar en ello) . Por su parte, la tendencia a la
“literarización” del mensaje informativo produce textos alejados de la objetividad y la
claridad, como sucede en el empleo del tono “épico” en la información deportiva, basado
en el uso de metáforas bélicas: choque, rival, ariete, disparar…, de hipérboles, adjetivos
valorativos y un léxico cargado de connotaciones: Paliza final. El Madrid deja el Palacio de
Deportes humillando al Samara. El Madrid quería dejar huella en el día de su
despedida y lo que dejó fue un socavón.
b) Los géneros de opinión no están sometidos a las restricciones de los informativos. Frente a la noticia,
de la que se dice que es un género impersonal (con los rasgos ya comentados de objetividad), los
artículos de opinión son textos personalizados, es decir, que dependen de la voluntad y el gusto del
emisor, que, desde el punto de vista estructural y estilístico, goza de libertad, sólo mediatizada por
su intención comunicativa. El tipo de lengua estará condicionado por el efecto que pretenda
conseguir en el receptor, por el tema y por su peculiar manera de escribir. En este sentido, el artículo
de opinión será un pequeño ensayo, de estructura y estilo libres, y así podremos encontrar en un
mismo periódico artículos muy técnicos, o literarios, o incluso con abundancia de expresiones
coloquiales.
Por tanto, la característica más importante de estos textos será la SUBJETIVIDAD, subrayada por el
uso de la primera y segunda persona gramaticales, adjetivación valorativa, uso de elementos
connotativos (libertad, igualdad) , se recurre a recursos expresivos y retóricos, vocabulario
abstracto (cuyos mecanismos de formación son dos: - por sufijación: bon-dad, esper-anza, capital-
ismo, lo – adjetivo: lo bello.)
3. La prensa digital
La incorporación de las nuevas tecnologías de la información y de la comunicación a los medios
periodísticos ha favorecido el desarrollo del periodismo digital, que permite acceder a la información a
través de internet. El periodismo digital se distingue por incluir mensajes multimedia, actualizar la
información conforme va desarrollándose la noticia y promover la interactividad con el lector.
En sus inicios, el periodismo digital se limitaba a publicar en soporte informático los contenidos del
periódico impreso; en la actualidad, los periódicos digitales presentan contenidos originales diseñados
específicamente para ellos: hiperenlaces con otras webs, buscadores, índices electrónicos, elementos
multimedia (fotos, vídeos , sonidos), sondeos o encuestas interactivos, etc.
El periódico digital reúne ventajas propias de los tres medios de comunicación de masas
tradicionales: la profundidad de la prensa escrita, la simultaneidad de la radio y la imagen de la
televisión. Por lo general, brindan al lector una navegación fácil a través de una barra de menús, con
titulares y gráficos provistos de enlaces, la información ordenada y una pantalla inicial que llama la
atención sobre noticias más recientes.
En definitiva, los mensajes de la prensa digital se diferencian de los del periodismo tradicional en lo
siguiente:
Constituyen mensajes multimedia en los que se combinan mensajes orales y escritos, imágenes
fijas y en movimiento, y elementos sonoros diversos.
Su organización se basa en el hipertexto, sistema que permite pasar de una página a otra o
acceder a una imagen o un texto según un orden no secuencial, determinado por relaciones
entre contenidos que establece el propio lector.
Hacen posible acceder a la información en diferentes niveles de profundidad y contrastarla
recurriendo a fuentes muy diversas.
Ofrecen al lector la posibilidad de personalizar el sitio seleccionando las categorías
informativas que le interesen, así como exponer su opinión sobre las noticias de manera casi
instantánea mediante los foros de participación.
El análisis de un texto tiene como finalidad lograr la comprensión del contenido (tema, resumen y
organización de la estructura), saber caracterizarlo según su tipología y emitir sobre él juicios
interpretativos o valorativos. Para llevar a cabo esta tarea, sería útil que siguiéramos los pasos que voy
a enumerar a continuación, y para aclararlos, añadiré un ejemplo:
1. Leer detenidamente el texto y asegurarnos de haberlo entendido bien (significado de todas las
palabras, frases hechas, términos de doble sentido, etc.)
2. Subrayar las palabras clave y las ideas principales (con lápiz rojo o doble línea) y las secundarias
(con lápiz azul o línea sencilla), nos fijaremos, para ello, en que las ideas son conceptos, datos
fundamentales y razonamientos, y no ejemplos, enumeraciones, anécdotas, hechos, fechas,
lugares y datos accesorios; además, atenderemos a algunas “señales” del lenguaje que
conllevan mensajes importantes, como definiciones o afirmaciones categóricas, conectores
conclusivos: es decir, en resumen, así pues, o bien marcadores que ordenen el discurso: de un
lado, de otro, en primer lugar, en segundo lugar, finalmente. También observaremos el número
de párrafos de que conste el fragmento, ya que ello tendrá que ver con la distribución y el
orden de las ideas. Veamos un ejemplo.
La pena de muerte acaba de ganar otra batalla en Estados Unidos. Nueva Cork, ciudad cosmopolita,
multirracial y tolerante, se ha convertido en el 38º Estado de la Unión que implanta la pena máxima desde 1976.
Soplan últimamente vientos poco propicios para la piedad, y no sólo allende el Atlántico. Acosadas por las
complejidades y la confusión de este fin de siglo, las sociedades modernas piden soluciones fáciles, seguridad y
amparo al Estado. En muchos países democráticos, el miedo se ha convertido en uno de los principales motores
electorales, ya sea a la pérdida de trabajo, a la disolución de la identidad nacional, a la invasión extranjera por vía
de la inmigración o a la delincuencia, ese enemigo anónimo que se nos antoja omnipresente.
Estos miedos son mayores en las sociedades que sufren fracturas en su seno tan graves como las existentes en
EEUU . Fracasada en gran medida la política de integración racial, colapsado el sistema de educación pública,
perdida la lucha prohibicionista contra la plaga de las drogas y sometidos los legisladores a grupos de presión que
defienden objetivos tan irracionales como el acceso generalizado a las armas de fuego, en EEUU se dan hoy todas
las condiciones para el brutal enfrentamiento entre dos grandes bandos: los que tienen algo y los que no tienen
nada (que perder). Viven estos bandos cada vez más segregados, con culturas y códigos distintos. En los puntos de
contacto entre ambos se produce el conflicto.
La idea principal del texto es el temor y desconcierto de las sociedades democráticas actuales,
sobre todo en la estadounidense, que impulsan la adopción de medidas inhumanas para
solucionar los conflictos sociales.
Para el desarrollo de este eje temático, el autor se sirve de una estructura en la que parte de
una idea secundaria como apoyo a la tesis que pasa luego a plantear y que desarrolla
seguidamente en dos planos distintos: uno más amplio y otro más restringido. El contenido del
texto podría esquematizarse de la siguiente forma:
El tipo de estructura es deductiva, ya que la tesis del miedo de las sociedades modernas
aparece al principio del texto, apoyada por el hecho de la implantación de la pena de muerte en
Nueva York , y, a continuación, se exponen y argumentan las posibles causas de esta actitud. En
cuanto a las partes en que se divide el contenido, podríamos indicar las mismas dos reflejadas en
los dos párrafos del fragmento, con la situación de otras sociedades democráticas en el primero, y
la de Estados Unidos en el segundo, de manera más particular, donde el problema parece haberse
agravado por el “enfrentamiento de los dos bandos” que percibe el autor del texto.
5. Tomando el resumen como base, establecemos el tema con pocas palabras (seis o
siete), sustantivos abstractos y sin interrogaciones ni sensacionalismos.
Implantar la pena de muerte como medida con la que intentar resolver el problema de la
delincuencia es un error, simplemente porque no soluciona en absoluto aquello que procura
combatir. Han sido, en efecto, muchos los Estados de la Unión que han implantado la pena de
muerte desde 1976, pero también son bastantes los que, no sólo no han conseguido erradicar
con esta medida el problema, sino que han presentado incluso mayores índices de delincuencia
tras su implantación. Parece que los delincuentes no se arredran por que sus delitos puedan ser
castigados con la pérdida de la vida. Si la pena de muerte falla como medida preventiva, pierde
toda efectividad y su razón de ser. Y si, a pesar de ello, se mantiene, tan sólo queda reducida a
un instrumento legal de venganza d todo un cuerpo social contra uno de sus miembros, a una
forma de dar rienda suelta al odio y al rencor contra el delincuente y aplicar, así, la vieja ley del
talión, en una versión más modernizada, de “quien a hierro mata a hierro muere”. Esto, desde
un punto de vista humano y moral, no nos parece aceptable. Pero, además, se ha convertido en
algo tremendamente injusto desde que las propias instituciones judiciales norteamericanas
reconocen que uno de cada seis ajusticiados ha resultado inocente, y ahí tenemos como
muestra de lo dicho la repetición del juicio contra aquel ciudadano español acusado de
asesinato, y que, de segundas, fue declarado inocente por falta de pruebas y pudo abandonar
el corredor de la muerte.
La sociedad norteamericana es, al igual que cualquier otra de las sociedades europeas, muy
compleja, y no pueden reducirse los problemas que la aquejan, porque sería una mera
simplificación falseadora de la realidad, al tópico enfrentamiento maniqueo entre ricos y
pobres. Puede que en esta sociedad las desigualdades sociales sean más acusadas que en las
sociedades europeas, y que determinados individuos, casi en su mayoría negros e hispanos, se
vean abocados a una mísera existencia que los empuja irremisiblemente a delinquir. Pero
también es cierto que muchos de los asesinos y de los llamados delincuentes de “guante
blanco” pertenecen a capas sociales más favorecidas y, en estos casos, la delincuencia no
puede ser explicada por razones de tipo social.
TEXTO
Desde finales de los noventa, en Japón aumenta el número de los hikikomori, los “enclaustrados”. Esta
población, formada por adolescentes y por jóvenes de entre los 20 y los 30 años, se caracteriza por encerrarse
en sus cuartos y no salir en meses. Entre los cientos de miles en esta situación se encuentran los otaku, que ya
ganaron fama llevando hasta la exacerbación el aislamiento con los walkman. Ahora, además, se suman
especies diferentes y nuevas. Se trata, en conjunto, de criaturas, pasivas como bultos, que creen haber visto
todo lo que había por ver y desdeñan cuanto ocurra más allá de sus cuatro paredes. ¿Salir para qué? Son, en su
mayoría, hijos de empleados medios que llevan una vida media, telespectadores de programas mediocres que
compran en supermercados con descuento, veranean en playas atestadas y duermen los domingos hasta la
hora de comer. (…) Han decidido, en fin, cambiar el exterior, rutinario y hacinado, por una vida en el interior.
Tampoco por una vida interior porque, según afirman los psicólogos, los hikikomori eluden implicarse en una
experiencia que les requeriría desgastes y conflictos. Se enclaustran, pues, no para orar, sino para no gastar.
Para ahorrarse la vida que les caería encima si siguieran los pasos establecidos y de cuya fatalidad procuran
defenderse, mediante el antagonismo de su indiferencia. Efectivamente, la desaparición de las utopías ha
desencantado notablemente el mundo (o la excitación por vivir), pero hasta hace poco, el afán de hacerse
famoso o comprar muchos bienes de lujo habían llenado parte del vacío. ¿No ocurre ya así en Japón? Los
hikikomori, contemplados a simple vista, parecen vegetales y, por lo tanto, más simples que cualquier animal,
pero observados con otros ojos, su lela compostura resulta orgánicamente justa: la clase de vida que se les
ofrece, en cuanto parte de la gran masa, no merece el precio que el sistema les reclama. De modo que una de
dos: o la calidad mejora o los hikikomori, como seres humanos, no darán más que cero de sí.
CUESTIONES
La idea principal de este texto es el letargo en el que está sumida la población juvenil japonesa
ante una visión de futuro desalentadora, tal como puede ofrecer la sociedad actual, o, en resumidas
cuentas, el conformismo de los jóvenes ante una calidad de vida mediocre, de manera que podría
hablarse del proceso de “antisocialización” que los jóvenes sufren hoy en día.
2. Causas: (7-15)
2.1. Vida en una sociedad desalentadora y monótona.
2.2. Deseo de mayor comodidad.
2.3. Indiferencia hacia la sociedad materialista.
3. Consecuencia: (16-17)
3.1. Proceso de deshumanización: semejanza con los vegetales o animales simples.
4. Conclusión (solución): Necesidad de mejorar la calidad de vida de la sociedad. (18-19)
5. Tesis: Empeoramiento del sistema social
El tipo de estructura que se da en el texto es inductiva, porque el autor parte de la noticia del
incremento, a partir de la década de los noventa, de jóvenes y de adolescentes que desean aislarse
del mundo, y esta idea le sirve de apoyo para plantear su tesis, que aparece al final del fragmento:
“la clase de vida que se les ofrece, en cuanto parte de la gran masa, no merece el precio que el
sistema les reclama”, la cual constituye una reivindicación de Vicente Verdú sobre un necesario
cambio en la sociedad con el fin de que sea capaz de ofrecer a los jóvenes un futuro más
prometedor.
Para apoyar su tesis recurre a explicaciones de conceptos: “esta población se caracteriza por
encerrarse en sus cuartos y no salir en meses”, de forma que la parte expositiva del texto sirve
como base a la argumentativa; enumera las causas del aislamiento que aparece en la noticia: la
visión de una sociedad monótona y la propia indiferencia de los jóvenes “hikikomori”, e incluso se
apoya en un argumento del campo de la Psicología: “los “hikikomori” eluden implicarse en una
experiencia que les requeriría desgastes y conflictos”. Verdú ofrece, como única alternativa, la
mejora de la calidad del sistema social, y con ello, abre la puerta a una crítica de la sociedad
capitalista, en la que viven inmersos los “enclaustrados”.
En resumen, podríamos hablar de tres partes que se descubren en el párrafo que compone el
texto: una exposición del problema a modo de introducción del artículo, tomando como base la
noticia recogida en algún medio de comunicación (líneas 1 a 6), un desarrollo donde se aclaran las
causas del fenómeno y su consecuencia (líneas 6 a 17), y una conclusión con su tesis incluida (líneas
18 al final).
En cuanto al tema, podríamos enunciarlo como “Crítica a un sistema social sin incentivos para los
jóvenes”.
El texto objeto de análisis se puede clasificar como un artículo de opinión; este género periodístico, al
contrario de los que son propiamente informativos, no tiene como base la exposición de unos hechos de
forma objetiva, sino el comentario acerca de un determinado tema seleccionado por el autor, y, por lo
tanto, predomina una perspectiva subjetiva en todo el discurso
El autor atribuye los problemas de aislamiento de los jóvenes en el mundo desarrollado a su propio
conformismo, y, en última instancia, “la clase de vida que se les ofrece (…) no merece el precio que el
sistema les reclama”, es decir, a la falta de capacidad que presenta la sociedad para incentivar a los
jóvenes. Da la impresión de que, para Verdú, la llamada “sociedad del bienestar”, que es uno de los
logros del sistema capitalista en el mundo desarrollado, ha llegado al límite de lo que podía ofrecer, y la
contrapartida de que las personas tengan todas las necesidades cubiertas es la rutina, la monotonía y la
mediocridad: “son … hijos de empleados medios, que llevan una vida media … compran en
supermercados con descuento, veranean en playas atestadas…” . Parece que el autor echa de menos las
épocas de las reivindicaciones, de las revoluciones y de los sueños utópicos de mundos mejores y más
justos, (“la desaparición de las utopías ha desencantado notablemente el mundo”) y, en cierta medida,
se alegra de que el afán consumista de muchas personas instaladas cómodamente en la sociedad se
muestre, para los jóvenes objeto de este análisis, incapaz de llenar “el vacío”: bien es verdad que poca
calidad de ser pensante e inteligente puede demostrar aquel o aquella que sale de compras para
combatir una depresión por una vida carente de alicientes, pero creemos que tampoco debe ser la
solución ideal pedir unos cambios radicales sólo para contentar a unos muchachos que ya lo tienen todo
y que, por ello, prefieren optar por una insana indiferencia antes que tratar de transformar el entorno
que no les satisfaga.
En definitiva, el texto plantea la existencia de una calidad de vida deficitaria, razón última del proceso
de antisocialización de los jóvenes, y no, como otros se empeñan en reseñar, debido al conformismo de
ese grupo poblacional. La sociedad de hoy en día, más preocupada por obtener dinero, no concede
importancia a otros valores diferentes, como el cuidado atento de los hijos, el tiempo de ocio empleado
con la familia y los amigos, las frecuentes demostraciones de cariño con los adolescentes, y se hace muy
necesario escuchar esas voces de protesta que se originan en los sectores más nuevos y frágiles de la
sociedad, o las consecuencias para el futuro pueden ser, como mínimo, impredecibles.
(Esta pregunta tiene dos posibles respuestas: o bien se refiere a los apuntes de teoría, o bien al análisis
de la lengua del texto en concreto, en aplicación de los rasgos del lenguaje periodístico. Aquí expondré
la segunda, y tú puedes referirte a la primera)
Según el contenido del fragmento, el discurso se incluye en el ámbito sociológico; el emisor, Vicente
Verdú, es un escritor de reconocido prestigio que colabora asiduamente con El País, y al que le interesan
los problemas que plantea la sociedad del “primer mundo” a algunos grupos de población que viven en
ella. El tono que utiliza es muy directo, como se observa en las interrogaciones retóricas como: “¿Salir
para qué?”, y también subjetivo: “los hikikomori … parecen vegetales, y más simples que cualquier
animal”. El receptor es un público amplio, que no precisa de gran nivel cultural para acceder a la
comprensión del mensaje que ofrece Verdú: reflexionar sobre el creciente aislamiento social de grupos
juveniles.
Las funciones predominantes son la referencial: “desde finales de los noventa, en Japón aumenta el
número de los hikikomori”, y la apelativa: “¿No ocurre ya así en Japón?” Y en cuanto al contexto,
podemos decir que pertenece a un ámbito político-social, ya que el autor responsabiliza del problema,
en definitiva, a la ideología o política predominante en ese país: el capitalismo.
Pero más patente resulta la subjetividad del autor, puesto que todo el artículo está plagado de juicios
valorativos; a esta característica responde el uso de los adjetivos con connotaciones negativas:
“programas mediocres”, “exterior rutinario y hacinado”, “lela compostura”, “criaturas pasivas”, así
como la presencia de continuas fórmulas apelativas al destinatario: “¿salir para qué?”, “¿no ocurre así
en Japón?”. En el plano léxico-semántico se aprecia el uso de figuras estilísticas, tales como símiles: los
hikikomori “parecen vegetales.. más simples que cualquier animal”, son “criaturas pasivas como bultos”;
antítesis: “han decidido cambiar el exterior … por una vida en el interior”, o metáforas: “los hikikomori
… no darán más que cero de sí”, e incluso metáforas hiperbólicas: “para ahorrarse la vida que se les
caería encima…” . También se observa la frecuente aparición de un vocabulario abstracto:
“experiencia”, “fatalidad”, “utopías”, dotado en este caso de tintes negativos, puesto que el artículo
rezuma pesimismo ante la situación analizada.
Otros rasgos, propios del lenguaje periodístico, también son reseñables en este fragmento; así,
aparecen la claridad y la precisión informativas, como se demuestra en las explicaciones que el autor
ofrece acerca de diversos conceptos que maneja: “hikikomori, los enclaustrados. Esta población,
formada por adolescentes y jóvenes entre los 20 y los 30 años…”, o en el uso de aposiciones
explicativas: “esta población, formada por adolescentes… 30 años”, “de modo que una de dos: o la
calidad mejora o los hikikomori … no darán más que cero de sí”, o de incisos: “ha desencantado
notablemente el mundo (o la excitación por vivir)”.
En resumen, el fragmento muestra también en el uso del lenguaje la impresión de subjetividad propia
de un artículo de opinión, caracterizado por ser un pequeño ensayo, un texto con personalidad propia
en el que el autor emite juicios personales acerca de un tema de actualidad con el fin de permitir la
reflexión del público y de, en última instancia, contribuir a la mejora de los problemas sociales.
5 Analiza las relaciones oracionales del siguiente fragmento: Entre los cientos de miles en esta
situación se encuentran los otaku, que ya ganaron fama llevando hasta la exacerbación el aislamiento
con los walkman.
Enunciado formado por una Oración compleja que incluye una Proposición Subordinada Adjetiva
Explicativa flexionada, en función de Adyacente, referida al antecedente “otaku”, con el que forma un
SN con función de Sujeto. Dicha proposición es: “que ya ganaron fama llevando hasta la exacerbación el
aislamiento con los walkman”, y se puede considerar, a su vez, Compleja, porque incluye otra
Proposición Subordinada Adverbial de Construcción de Gerundio, con la función de C C Modo: “llevando
hasta la exacerbación el aislamiento con los walkman”.
La Oración Compleja “Entre los cientos … con los walkman” se clasifica como bimembre, predicativa,
activa, intransitiva, pronominal, de modalidad enunciativa afirmativa.
En cuanto a la Proposición Subordinada Adjetiva: “que ya ganaron… walkman”, es bimembre,
predicativa, activa, transitiva, no pronominal, de idéntica modalidad a la oración compleja.
Y, finalmente, clasificaríamos la Proposición Subordinada Adverbial de construcción de gerundio como
predicativa, activa, transitiva y no pronominal.
TEXTO 1: El árbitro
El teléfono móvil es un instrumento decisivo para los que han venido a este mundo a mandar, pero es un invento muy cruel si
uno ha venido a este mundo a obedecer. La diferencia entre ricos y pobres, según Josep Pla, consiste en que los pobres se pasan la
vida escuchando. Este principio se manifiesta hoy de forma muy plástica con la actitud física que adopta una persona ante ese
aparato. Hay dos formas de hablar a través del móvil: con la cabeza levantada o con la cabeza inclinada. Es un acto reflejo. El
primer caso indica que uno manda y el segundo que uno obedece. A partir de ahora, fíjese en ese detalle. Cuanto suena la
musiquilla del móvil, la mujer comienza a escarbar muy nerviosa en el fondo del bolso, y el hombre se palpa con sobresalto el
pantalón y la chaqueta. El grado de descontrol que despierta ese sonido ya es una definición. Algunos se ponen instintivamente en
pie. El jefe puede dar órdenes por el móvil a un subalterno a cualquier hora del día, sin que nadie ni nada lo detenga. Lo hace
hablando con el mentón hacia arriba y la mirada al frente para imponer su criterio. El subalterno deberá estar listo para atender
su llamada en medio de un atasco, en la cama durante la siesta o mientras toma una copa en el bar con los amigos. Sin darse
cuenta, recibe la voz del otro lado con el tronco ligeramente doblado y la vista en el suelo, señal de que acepta lo que se le dice. La
aparente rebeldía de llevar el móvil apagado sólo se la pueden permitir los que han venido a este mundo a mandar, no los que
han venido a obedecer. Para una cantidad ingente de ciudadanos, que hasta hace poco se creían libres, la musiquilla del móvil les
recuerda que siguen estando atados a su esposa o a su marido, a sus padres o a sus hijos, a sus jefes, a sus acreedores y a toda
clase de pelmazos, y dependerá de en qué lado estés para saber si ese instrumento ha venido a atarte o a liberarte. Pero este no
es el caso. Aquí se trata de explicar que la actitud física que se adopta ante el móvil es una expresión de éxito o de fracaso en la
vida. Cuando alguien habla de amor o de negocios por el móvil con la frente hacia lo alto, está ganando; si lo hace con el espinazo
un poco abatido, es que ya ha perdido. El propio aparato es siempre el árbitro.
(En un borrador, subraya las ideas principales y secundarias, anota con tus palabras la síntesis de la
partes del texto, prueba una estructura de ideas, anota el tipo de estructura textual, el tipo de texto, los
argumentos o los procedimientos expositivos de que se ha valido, el resumen y el tema.)
Realiza un resumen del texto
Elabora la organización de ideas (explicando las partes del texto, dónde está la tesis y el tipo de
estructura) y enuncia el tema.
Comentario crítico fundamentado (recuerda los modelos: unas 40 líneas, con tu exposición, tus
argumentos a favor y en contra de la tesis del autor, y tu conclusión)
Explica los subgéneros periodísticos de información, opinión y mixtos, y pon ejemplos del texto.
Relaciones oracionales de este fragmento: El teléfono móvil es un instrumento decisivo para los que han
venido a este mundo a mandar, pero es un invento muy cruel si uno ha venido a este mundo a obedecer.
TEXTO 2: Corazón
Un catedrático de cardiología llamado José Abellán ha dicho que “lo que más protege al hombre de riesgos cardiovasculares es
estar casado con una mujer (…) que no trabaje fuera de casa”. Es posible; probablemente, la mujer cocinará comidas más sanas, y
además, convivir con un ama de casa es, por lo general, un chollo inmenso, porque es como disponer de una secretaria, una
enfermera, una recadera, una doncella, una administradora, una contable, una costurera, una telefonista, una confidente, una
recepcionista, una nurse (si hay niños), una veterinaria (si hay mascotas), una chófer (si hay coche) y así hasta solventar todas las
necesidades imaginables. Vamos, que te facilita la vida de tal modo que tu nivel de estrés debe de descender muchísimo. Ya digo,
puede que sea cierto, pero esto no quita para que sea una observación terriblemente sexista.
Y lo es porque evidencia una verdad de Perogrullo, a saber, que, pese a lo mucho que han mejorado las cosas, la visión de la
realidad sigue siendo prioritariamente masculina. O, lo que es lo mismo, el varón todavía es la medida del mundo, lo normal, lo
central, lo neutro, mientras que la mujer es lo otro, lo accesorio, lo anormal, lo excéntrico. Es una visión sesgada que se aplica a
todo. Por ejemplo, a esas máquinas que se tragan el tiquet a la salida de los aparcamientos. ¿Cuántas veces las mujeres tenemos
que sacar medio cuerpo por la ventanilla, o incluso bajarnos del coche, para llegar? Están colocadas a la medida de un brazo
masculino.
En cuanto a la ciencia, aún hoy la mayoría de las investigaciones siguen centradas en los hombres. Como ese cardiólogo que
sólo habla del riesgo en los varones y convierte a la mujer en un elemento secundario más de salud viril, como el aceite de oliva.
¿Y qué ocurre con el corazón femenino? Ya se sabe que, al emanciparse, las mujeres están padeciendo más ataques coronarios:
fuman, beben, tienen más estrés. ¿Y por qué no se estudia si las profesionales con una novia ama de casa (o con un esposo amo
de casa, que también los hay) sufren menos infartos? El sexismo es eso: que ni se te ocurra esta pregunta.
En los textos argumentativos, el propósito del autor es la defensa de una tesis. ¿Cómo se valoran, por
parte de la autora, los resultados del estudio del catedrático de cardiología? Por tanto, ¿cuál es la tesis
que defiende?
Reconoce los argumentos aducidos por Rosa Montero: ¿de qué tipo son?
¿Crees que el tema del texto puede considerarse actual? ¿En qué crees que radica su interés?
Identifica en el texto los rasgos del registro coloquial más destacados. ¿Qué consigue con ellos?
Reconoce en el texto los rasgos que aporten subjetividad.
Identifica y clasifica los conectores del texto.
¿Qué significa en el texto la expresión: “verdad de Perogrullo”? ¿Qué valor argumentativo tiene?
¿A qué género periodístico pertenece el texto? Justifícalo.
Realiza un esquema jerarquizado de la disposición de los contenidos a lo largo del texto.
¿Qué tipo de estructura presenta el texto?
Analiza la clase de subordinación que aparece en las oraciones siguientes: Te facilita la vida de tal
modo que tu nivel de estrés debe de descender muchísimo. // Convivir con un ama de casa es, por lo
general, un chollo inmenso, porque es como disponer de una secretaria, una enfermera // ¿Y por qué no
se estudia si las profesionales con una novia ama de casa sufren menos infartos? // Ya se sabe que, al
emanciparse, las mujeres están padeciendo más ataques coronarios. // Pese a lo mucho que han
mejorado las cosas, la visión de la realidad sigue siendo masculina.
Escribe un texto argumentativo sobre el sexismo que postule una tesis afín, contraria o distinta a la de
Rosa Montero. (30 líneas)
Así pues, el periodismo de opinión o ideológico del siglo anterior ha dejado paso en esta centuria al
periodismo de empresa. El desarrollo del mercado y de las telecomunicaciones ha dado lugar a la
concentración de emisores, es decir, a la existencia de grandes empresas; esa libre circulación ha
permitido la expansión a diferentes países del mundo, sobre todo a raíz de la introducción de nuevas
técnicas, la edición digital, los satélites e internet, lo que implica que los contenidos se hayan ampliado y
variado.