La Inteligencia Emocional en La Era Difital
La Inteligencia Emocional en La Era Difital
La Inteligencia Emocional en La Era Difital
De un modelo preocupado fundamentalmente en los trastornos mentales por un lado y por las
capacidades de razonamiento por el otro, se ha pasado a otro en el que se considera que las
emociones son algo intrínseco a nuestro comportamiento y actividad mental no patológica y que,
por consiguiente, son algo que debe ser estudiado para comprender cómo somos.
Así pues, la Inteligencia Emocional es un constructo que nos ayuda a entender de qué manera
podemos influir de un modo adaptativo e inteligente tanto sobre nuestras emociones como en
nuestra interpretación de los estados emocionales de los demás. Este aspecto de la dimensión
psicológicca humana tiene un papel fundamental tanto en nuestra manera de socializar como en
las estrategias de adaptación al medio que seguimos.
Siempre hemos oído decir que el Cociente intelectual (IQ) es un buen indicador para saber si una
persona será exitosa en la vida. La puntuación del test de inteligencia, decían, podría establecer
una relación fuerte con el desempeño académico y el éxito profesional. Esto no es en sí incorrecto,
pero nos ofrece una imagen sesgada e incompleta de la realidad.
De hecho, los investigadores y las corporaciones empezaron a detectar hace unas décadas que las
capacidades y habilidades necesarias para tener éxito en la vida eran otras que iban más allá del
uso de la lógica y la racionalidad, y éstas capacidades no eran evaluables mediante ningún test de
inteligencia. Es necesario tener en cuenta una concepción más amplia de lo que son las habilidades
cognitivas básicas, aquello que entendemos que es la inteligencia.
Prueba de ello es que empezaron a ganar terreno algunas teorías de la inteligencia que intentaban
comprenderla desde ópticas diferentes, como la Teoría de las Inteligencias Múltiples de Howard
Gardner, la teoría de Raymond Cattell (y otros) que explicaba las diferencias entre Inteligencia
fluida y cristalizada, o la Inteligencia Emocional que popularizó Daniel Goleman.