Cirugias Plasticas
Cirugias Plasticas
Cirugias Plasticas
Antiguo Egipto se realizaban las primeras reconstrucciones faciales por heridas de guerra y
otros traumatismos. Esta información se recoge en el denominado Papiro de Edwin Smith,
encontrado en 1862 en la ciudad de Luxor (Tebas) por un intrépido egiptólogo norteamericano
que, aunque cuando lo tuvo en sus manos no supo traducirlo, intuyó que era un documento de
suma importancia. Más tarde se descubrió que era un tratado de cirugía plástica y, además, el
documento médico-científico más antiguo del mundo.
Edad media todos los progresos conseguidos en Roma en los primeros siglos se paralizaron a
causa de la tajante prohibición de la cirugía por orden de la Iglesia. Estamos en la Edad
Media, una fase oscura para el saber en general, y que duró hasta el siglo XV.
Concretamente, fue en el siglo XIII cuando el Papa Inocente III prohibió esta clase de
prácticas de reconstrucción; la belleza aún no era el objetivo de los procedimientos
quirúrgicos. Durante aquellos años, la medicina pasó a ser una experiencia que hoy carecería
de sentido ya que se evitaba el contacto directo con el paciente, ya que esto era poco
honorable.
Tuvo que llegar el esplendoroso Renacimiento, en el siglo XV, para que la cirugía plástica
volviera al mundo médico y comenzara así su primera etapa de auge. En Turquía, el cirujano
otomano Sabuncioglou describió por primera vez técnicas para el tratamiento de la
ginecomastia (excesivo volumen de los pechos masculinos), donde ya entran en la ecuación
los motivos estéticos de la primaria cirugía plástica originada en Egipto. También en el
Renacimiento, en la Italia del siglo XVI, Gaspar Tagliacozzi, un cirujano de Bolonia, se
especializó en la reconstrucción nasal utilizando piel del antebrazo (colgajo cutáneo braquial).
Esta técnica, sin embargo, provenía del conocimiento indio -llegado a Italia a través de los
árabes- y que fue puesta en práctica por primera vez por los sicilianos Gustavo y Antonio
Branca, padre e hijo respectivamente.
Al finalizar la época dorada de las artes y las ciencias se entra de nuevo en una etapa de
declive cultural y no será hasta el siglo XIX cuando de nuevo resurja la actividad científica y
aparezcan nuevos avances en cirugía plástica.