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Cirugias Plasticas

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Origen histórico

Antiguo Egipto se realizaban las primeras reconstrucciones faciales por heridas de guerra y
otros traumatismos. Esta información se recoge en el denominado Papiro de Edwin Smith,
encontrado en 1862 en la ciudad de Luxor (Tebas) por un intrépido egiptólogo norteamericano
que, aunque cuando lo tuvo en sus manos no supo traducirlo, intuyó que era un documento de
suma importancia. Más tarde se descubrió que era un tratado de cirugía plástica y, además, el
documento médico-científico más antiguo del mundo.

India un cirujano llamadoSushruta, 600 años a.C. habla de procedimientos e instrumentos


quirúrgicos para la reconstrucción usados desde el año 2.500 a.C, y ya se mencionan
conceptos como el injerto o el colgajo. En aquella época, las amputaciones nasales era
frecuentes como castigo, por lo que también se fueron desarrollando técnicas para reconstruir
la nariz de aquellas víctimas.
el Imperio Romano, el escritor Aulo Cornelio Celso describió 25 años a.C. un tipo de colgajo
más avanzado. Pero la escuela y el conocimiento grecorromano sobre esta disciplina continuó
en la historia, y sus hallazgos fueron compilados más tarde en el Imperio Bizantino En este
periodo, Oribasio -un médico real del siglo IV- incluyó en su enciclopedia médica Synagogue
Medicae dos volúmenes dedicados a la reconstrucción de las diferentes partes de rostro
(frente, orejas, mejillas, cejas y nariz), y ya en esos escritos se pueden encuentran
indicaciones para realizar dichas intervenciones sin distorsionar los rasgos del paciente.
LA ÉPOCA DEL DECLIVE Y EL POSTERIOR AUGE

Edad media todos los progresos conseguidos en Roma en los primeros siglos se paralizaron a
causa de la tajante prohibición de la cirugía por orden de la Iglesia. Estamos en la Edad
Media, una fase oscura para el saber en general, y que duró hasta el siglo XV.
Concretamente, fue en el siglo XIII cuando el Papa Inocente III prohibió esta clase de
prácticas de reconstrucción; la belleza aún no era el objetivo de los procedimientos
quirúrgicos. Durante aquellos años, la medicina pasó a ser una experiencia que hoy carecería
de sentido ya que se evitaba el contacto directo con el paciente, ya que esto era poco
honorable.

Tuvo que llegar el esplendoroso Renacimiento, en el siglo XV, para que la cirugía plástica
volviera al mundo médico y comenzara así su primera etapa de auge. En Turquía, el cirujano
otomano Sabuncioglou describió por primera vez técnicas para el tratamiento de la
ginecomastia (excesivo volumen de los pechos masculinos), donde ya entran en la ecuación
los motivos estéticos de la primaria cirugía plástica originada en Egipto. También en el
Renacimiento, en la Italia del siglo XVI, Gaspar Tagliacozzi, un cirujano de Bolonia, se
especializó en la reconstrucción nasal utilizando piel del antebrazo (colgajo cutáneo braquial).
Esta técnica, sin embargo, provenía del conocimiento indio -llegado a Italia a través de los
árabes- y que fue puesta en práctica por primera vez por los sicilianos Gustavo y Antonio
Branca, padre e hijo respectivamente.
Al finalizar la época dorada de las artes y las ciencias se entra de nuevo en una etapa de
declive cultural y no será hasta el siglo XIX cuando de nuevo resurja la actividad científica y
aparezcan nuevos avances en cirugía plástica.

LOS ANTECEDENTES DE LA NUEVA CIRUGÍA


Durante el siglo XIX, la cirugía plástica comienza realmente a despegar y a configurarse como
una especialidad de la cirugía general, gracias también en parte a las primeras aplicaciones
de anestesia. Seguirá fundamentalmente vinculada a su vertiente reparadora, aunque se
realizan intervenciones puntuales con fines estéticos. El término “plástica” fue empleado por
primera vez en 1798 por Desault, y hace referencia a la palabra griega ‘plastikós’, que
significa formar. Algunos años más tarde, Von Graefe lo incluyó en su
monografía Rhinoplastik, pero será el alemán Edmund Zeiss quien en 1838 popularizará y
asentará este término.
A lo largo de este siglo fueron muchos los científicos y cirujanos que dejaron importantes
aportaciones en la historia de la cirugía plástica y estética. Algunas de ellas hoy nos pueden
resultar anecdóticas, como por ejemplo cuando el alemán Dieffenbach usó las sanguijuelas
para disminuir la congestión venosa de los colgajos en 1827. Otros nombres destacados de
este periodo fueron, entre otros, Baronio, con su primer injerto de piel de espesor total (Milán,
1804) o Delpech, que fue el primero en publicar la reconstrucción del labio inferior con piel del
cuello (Montpellier, 1823).
Pero se tuvo que esperar aún algo más de una década para la edición delprimer Tratado
general de Cirugía Plástica, publicado por Philippe-Frédéric Blandin en 1836.
Por último, y haciendo un pequeño resumen por orden cronológico, a mediados del siglo
XIX Baudens ySzymanowski introdujeron importantes avances en la cirugía de los párpados,
y, por su parte, en el campo de la cirugía de la nariz cabe resaltar a John O. Roe que emplea
por primera vez en 1887 la vía intranasal.
LAS GUERRAS Y EL GRAN PASO DE GIGANTE
Con la Primera Guerra Mundial, y más tarde con la Segunda, (primera mitad del siglo XX) el
desarrollo de la cirugía plástica da su paso definitivo: se necesitaban nuevas técnicas para
atender a los millones de heridos. Una de las mayores figuras de la profesión durante este
tiempo fue Harold Gillies, que en 1917 difunde un método de trasplante de tejidos que sería
utilizado después en la reconstrucción de defectos faciales durante muchos años. También es
ahora cuendo nace la Microcirugía.
Son muchos nombres los que escribieron entonces la historia de esta especialidad médica
con sus propios méritos, y que perfeccionaron los logros de sus colegas antepasados. Por
ejemplo, Perthes realizó en Alemania -para subsanar la pérdida de un pulgar- una hendidura
entre los dos primeros metacarpianos para crear una pinza. Con curioso apellido, Salmon, de
Marsella, publicó en 1936 varios estudios sobre la vascularización cutánea, incluidas
radiografías con contraste. Por su parte, y con el largo título Nasenplastik und sonstige
Gesichtsplastik, el alemán Jacques Joseph consiguió un importantísimo avance en la
rinoplastia. También empezaron a surgir los gremios y las asociaciones, dos de las más
distinguidas en un país que hasta ahora no había albergado tanto éxito en el campo de la
cirugía estética como ahora: EE. UU. Dichas entidades son la “American Association of Oral
and Plastic Surgeons”, que nació en 1921, y el “American Board of Plastic Surgery”, de 1937.
Pero será en la segunda mitad de este siglo cuando la motivación estética empezará a
tomar cada vez más fuerza, y la cirugía plástica estética comenzará a adquirir la dimensión y
relevancia actual. La reimplantación microquirúrgica de miembros tras amputación comienza a
madurar, así como la cirugía craneomaxilofacial, y otros procedimientos tan conocidos hoy en
día como la liposucción o los implantes de silicona, como veremos a continuación.

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