3.Pavon-Cuellar-David - Lacan-sus-deudas-con-Althusser-y - Sus-Descubrimientos-En-El-Capitalismo PDF
3.Pavon-Cuellar-David - Lacan-sus-deudas-con-Althusser-y - Sus-Descubrimientos-En-El-Capitalismo PDF
3.Pavon-Cuellar-David - Lacan-sus-deudas-con-Althusser-y - Sus-Descubrimientos-En-El-Capitalismo PDF
n ú m e r o 8 * a b r i l 2020
demarc
aciones
· R E V I S TA L AT I N O A M E R I C A N A D E E S T U D I O S A LT H U S S E R I A N O S ·
como intérprete
de la crisis del
capitalismo
*
Lacan, sus deudas con Althusser y sus
descubrimientos en el capitalismo: Alienación
en el discurso, explotación por el producto y
proletarización como síntoma social
David Pavón-Cuéllar1
L
acan le debe mucho a Althusser. Fue principalmente por su intervención que el
primero pudo refugiarse en la Escuela Normal Superior para continuar ahí su
seminario entre 1964 y 1969. Fue también en parte gracias a él que se ganó a
muchos de sus más brillantes e influyentes admiradores y seguidores, entonces marxistas
y alumnos de Althusser, entre ellos Alain Badiou, Jean-Claude Milner, François Reg-
nault y, especialmente, su futuro yerno y heredero Jacques-Alain Miller. Pero algo más
que Lacan recibió de Althusser, y es lo que aquí más nos interesa, es de índole teórica.
Es fácil evocar lo que Althusser parece haber aprendido no muy bien de Lacan,
como es el caso de las nociones de lo imaginario y de lo especular, ambas cruciales
para la teoría althusseriana de la ideología. No es tan fácil pensar en lo que Althusser
le enseñó a Lacan, por más claro e importante que sea, y aun cuando el mismo Lacan
lo reconociera explícitamente. La dificultad para pensar en esto podría explicarse por
una una suerte de impresión tácitamente consensuada, tan generalizada como injusta y
simplista, de que Lacan llegó incomparablemente más lejos que Althusser, lo dejó muy
atrás, no fue ni siquiera entendido por él, y no ha perdido vigencia como él porque fue
más penetrante, sutil y original que él.
A diferencia de muchos de sus actuales adeptos, Lacan tuvo una elevada opinión
sobre Althusser. Consideró, por ejemplo, que su “recorte del pensamiento de Marx
1 Doctor en psicología y en filosofía. Académico de la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo, México. Entre
sus libros destacan: From the conscious interior to an exterior unconscious (Karnac Books, 2010; Routledge, 2018);
Marxism and psychoanalysis (Routledge, 2017); Psicología crítica. Definición, antecedentes, historia y actualidad (Itaca,
2019); y Zapatismo y subjetividad: Más allá de la psicología (Ediciones Cátedra Libre, 2020; en coautoría con Mihalis
Mentinis). Contacto: davidpavoncuellar@gmail.com.
33~
demarc
aciones revista demarcaciones nº 8
Lo primero que Lacan admite que le fue aportado por Althusser es la “demostración”
de que Marx era ya “estructuralista” por haber asumido “la identidad del discurso
con sus condiciones”.5 Marx asumía esta identidad, según Lacan, al encontrar en el
plusvalor, simultáneamente, la condición y el objeto de su discurso, aquello que lo
hacía pensar de cierto modo y aquello en lo que sólo podía pensar al pensar de este
modo, la “causa de su pensamiento” y el efecto histórico de “lo que era él como ser de
pensamiento en el punto que determinaba el predominio del mercado de trabajo”.6
Marx habría entendido, en definitiva, que el capitalismo no sólo era la realidad objetiva
sobre la que discurría, sino la estructura en la que se encontraba, que organizaba su
discurso y que hacía que discurriera como lo hacía.
Para Lacan, Marx es estructuralista porque tiene claro que la estructura del siste-
ma capitalista es lo que le permite pensar como lo hace, elaborar su particular sistema
de pensamiento, un sistema teórico ciertamente diferente del sistema real capitalista,
pero condicionado y determinado por él, fundado e integrado en su estructura. Como
lo explica el propio Althusser, el pensamiento es en Marx un “sistema históricamente
constituido” que “se funda y se articula” materialmente en la realidad y que “se define
por el sistema de condiciones reales”.7 Estas condiciones del discurso con que se pien-
sa están de algún modo presentes en sus efectos estructurales, presentes en el mismo
discurso, efectivamente presentes en su ausencia, como estructura, en función de una
lógica spinozista bien conocida por Marx, Althusser y Lacan.
2 Lacan, Jacques. “Sartre contre Lacan, bataille perdue mais... entrevista con Gilles Lapouge”. Figaro Littéraire, 1080, 1966, p. 4.
3 Lacan, Jacques. “Entretien avec Pierre Daix du 26 novembre 1966”. Les Lettres Françaises, 1159, 1-7 de diciembre de 1966.
4 Lacan, Jacques. Le Séminaire, livre XXV: Le moment de conclure (1977-1978). Inédito, sesión del 20 de diciembre de 1977.
5 Lacan, Jacques. Le Séminaire, livre XVI: D’un Autre à l’autre (1968-1969). París, Seuil, 2006, p. 17.
6 Ibíd.
7 Althusser, Louis. “Du «Capital» à la philosophie de Marx”. Louis Althusser, Étienne Balibar, Roger Establet, Pierre
Macherey & Jacques Rancière. Lire le Capital. París, PUF, 2014, p. 41.
~34
Lacan como intérprete de la crisis del capitalismo
De hecho, para Lacan —guiado aquí por Althusser— el discurso de Marx sobre
el plusvalor consiguió “articular” su condición fundamental, la “renuncia al goce”, e
“hizo aparecer” aquí lo que se designa como “plus-de-gozar” en la terminología laca-
niana.8 Esta articulación discursiva era algo totalmente “nuevo”.9 El plus-de-gozar no
había sido conocido antes de que el capitalismo avanzado posibilitara su conocimiento
progresivo, sucesivamente por Marx, Althusser y Lacan. Sin embargo, aun antes de ser
así descubierto, el plus-de-gozar ya condicionaba fundamentalmente cualquier discur-
so, era ya la desrealización involucrada en cualquier simbolización discursiva.
35~
demarc
aciones revista demarcaciones nº 8
Alienación en el discurso
No fue a partir de Marx, sino de Hegel y Freud, que Lacan distinguió dos formas
fundamentales de alienación. La primera es aquella por la que uno sólo puede cap-
tarse como yo de modo alienado, fuera de sí mismo, en el espejo, al relacionarse con
la imagen del semejante, con el reflejo del “rival”, en “una relación del orden de la
alienación”.11 Esta forma imaginaria de alienación, concebida por Lacan a través de
la dialéctica hegeliana, es la que media en la “autoconciencia” por la que se aliena el
yo en el otro,12 en donde “la alienación es constituyente”, ya que “la alienación es lo
imaginario como tal”.13
11 Lacan, Jacques. Le Séminaire, livre I: Les écrits techniques de Freud (1953-1954). París, Seuil, 1998, p. 276.
12 Lacan, Jacques. Le Séminaire, livre III: Les psychoses (1955-1956). París, Seuil, 1981, p. 274.
13 Ibíd., p. 166.
~36
Lacan como intérprete de la crisis del capitalismo
14 Ibíd., p. 274.
15 Lacan, Jacques. Le Séminaire, livre V: Les formations de l’inconscient (1955-1956). París, Seuil, 1998, p. 48.
16 Lacan, Jacques. Le Séminaire, livre XI: Les quatre concepts fondamentaux de la psychanalyse (1963-1964). París, Seuil,
1990, p. 235.
17 Lacan, Jacques. “La psychanalyse et son enseignement”. Écrits I. París, Seuil, 1999, p. 442.
18 Ibíd.
37~
demarc
aciones revista demarcaciones nº 8
Ahora bien, es verdad que Althusser fue siempre hostil al concepto de “aliena-
ción”. Esto, por cierto, pudo influir en que Lacan descartara el concepto después de
1967. Sin embargo, entre 1966 y 1967, Lacan se representó la alienación, quizás bajo el
mismo efecto de Althusser, como una condición del discurso que habría sido articulada
por el propio Marx al reflexionar sobre sus manifestaciones en la producción capitalista.
Primero, en febrero de 1966, Lacan equiparó las alienaciones del trabajo y del
discurso, considerando que eran igualmente insuperables y que estaban sostenidas
por el mismo “objeto causal”, por el mismo “fetiche” con el que Marx habría “an-
ticipado” el psicoanálisis.19 Luego, en diciembre de 1966, Lacan señaló que la idea
marxista de la alienación podía encontrar un “suplemento materialista” en el “efecto
de lenguaje”, en el inconsciente que desafía cualquier “intencionalidad”.20 Por últi-
mo, en enero de 1967, dilucidó la alienación en lo simbólico a través de la concep-
tualizada en el marxismo, asumiendo tácitamente que se trata del mismo fenómeno
que involucra “eslabones verdaderamente reales” y que no es una “confusión” u otro
problema de comunicación.21
Al descartar las referencias a la comunicación, la intencionalidad y la posibilidad
de superación, Lacan acentúa el carácter materialista de la idea marxiana-marxista de
alienación. Tal acentuación resulta congruente con la generalización del fenómeno.
Es porque estamos siempre irremediablemente alienados en el inconsciente, en lo
simbólico y en la cultura, que no podemos superar la alienación a través de nuestra
conciencia, de nuestras buenas intenciones o de nuestra voluntad o capacidad para
comunicarnos la verdad unos a otros.
19 Lacan, Jacques. “Réponses à des étudiants en philosophie”. Autres écrits. París, Seuil, 2001, pp. 207-8.
20 Lacan, Jacques. “Petit discours à l’ORTF”. Autres écrits. París, Seuil, 2001, p. 224.
21 Lacan, Jacques. Le Séminaire, livre XIV: La logique du fantasme (1966-1967). Inédito, sesión del 25 de enero de 1967.
~38
Lacan como intérprete de la crisis del capitalismo
22 Marx, Karl. El Capital, Tomo I. Ciudad de México, Fondo de Cultura Económica, 2008, p. 109.
23 Lacan, Jacques. Le Séminaire, livre XVI, op. cit., pp. 208-9.
24 Lacan, Jacques. “Radiophonie”. Autres écrits. París, Seuil, 2001, p. 415.
25 Lacan, Jacques. Le Séminaire, livre XV: L’acte psychanalytique (1967-1968). Inédito, sesión del 7 de febrero de 1968.
39~
demarc
aciones revista demarcaciones nº 8
y subjetividad, convertida en algo que parece más persona que las mismas personas.
Esto es también el fetichismo de las mercancías en las que palpita una enigmática
personificación del capital.
Marx entendió muy bien que la fetichización y personificación de las cosas eran corre-
lativas de la alienación y cosificación de las personas. Como observó en los Grundrisse,
la experiencia del “estar-alienado” es la misma de “no-pertenecer-al-obrero sino a las
condiciones de producción personificadas”.26 Esta experiencia es resumida, en el capí-
tulo VI inédito del Capital, con la fórmula “personificación de las cosas y reificación de
las personas” con la que se describe la explotación de los trabajadores por el capital.27
Ya para el joven Marx de los Manuscritos del 44, el trabajador alienado es el que
“pone su vida en el objeto”, de tal modo que la vida “ya no le pertenece a él, sino al
objeto”, un objeto que “se convierte en un poder independiente frente a él”, con una
vida que “se le enfrenta como cosa extraña y hostil”.28 La alienación es el proceso mis-
mo por el que la vida perdida por el sujeto al trabajar se transfiere a los objetos, a los
productos de su trabajo, a las cosas que por ello reaparecen al final como mercancías
fetichizadas. Entendemos entonces que estas mercancías, según la famosa descripción
de Marx en El Capital, parezcan moverse “por su propio impulso”, sean así como
nuestras ideas que “semejan seres dotados de vida propia” y, además, “proyecten ante
los hombres el carácter social del trabajo de éstos como si fuese un carácter material
de los propios objetos”.29
En el capitalismo, como vemos, el mundo objetivo del sistema capitalista no sólo
devora nuestra vida, sino que se apodera de nuestros vínculos sociales que se anudan
en la complejidad del sistema y de sus objetos. Además, en su misma complejidad, el
capitalismo se apropia de nuestra cultura, de nuestros conocimientos acumulados a
través de los siglos. Como bien lo señala Marx en los Grundrisse, el sistema objetivo
capitalista nos roba nuestra enorme “acumulación del saber y de la destreza, las fuerzas
productivas generales del cerebro social”, el patrimonio científico de la humanidad,
que se presenta hoy en día, en la tecnología y en la maquinaria, como “propiedad del
capital”, como “algo ajeno” a los obreros, a los trabajadores, a los seres humanos que
lo produjeron con su trabajo.30
26 Marx, Karl. Elementos fundamentales para la crítica de la economía política, Tomo 2 (1857-1858). Ciudad de México,
Siglo Veintiuno Editores, 2009, pp. 394-5.
27 Marx, Karl. El Capital, Libro I, Capítulo VI (inédito) (1866). Ciudad de México, Siglo Veintiuno Editores, 2011, p. 96.
28 Marx, Karl. Manuscritos: economía y filosofía (1844). Madrid, Alianza Editorial, 1997, p. 106.
29 Marx, Karl. El Capital, Tomo I, op. cit., pp. 36-8.
30 Marx, Karl. Elementos fundamentales para la crítica de la economía política, Tomo 2, op. cit., pp. 220-1.
~40
Lacan como intérprete de la crisis del capitalismo
31 Lacan, Jacques. Le Séminaire, livre XVII: L’envers de la psychanalyse (1969-1970). París, Seuil, 1991, pp. 92-3.
32 Ibíd., pp. 20-3.
33 Lacan, Jacques. “Interventions sur l’exposé de P. Mathis: ‘Remarques sur la fonction de l’argent dans la technique
analytique’ au Congrès de l’École freudienne de Paris sur ‘La technique psychanalytique’, à Aix-en-Provence”. Lettres
de l’École freudienne, N° 9, 1972, p. 203.
41~
demarc
aciones revista demarcaciones nº 8
El carácter general de la proletarización del sujeto en el discurso es algo que sólo pudo
ser descubierto por Lacan en el capitalismo y únicamente a través de una lectura de
Marx instruida por Althusser. Esta lectura, como hemos intentado mostrar en el pre-
sente artículo, fue indispensable para que Lacan descubriera en el capitalismo las tres
condiciones generales del sujeto que aquí hemos examinado: la alienación en el dis-
34 Ibíd.
35 Lacan, Jacques. “La troisième, intervention au Congrès de Rome”. Lettres de l’École freudienne, N° 16, 1974, p. 187.
~42
Lacan como intérprete de la crisis del capitalismo
***
43~