Bleger Jose - Psicohigiene Y Psicologia Institucional
Bleger Jose - Psicohigiene Y Psicologia Institucional
Bleger Jose - Psicohigiene Y Psicologia Institucional
PSICOLOGIA
INSTITUCIONAL
( ) I )G IA GENERAL
PSICOHIGIENE Y
PSICOLOGIA
INSTITUCIONAL
EDITORIAL PAIDOS
BUENOS AIRES BARCELONA - MEXICO
Cubierta de Gustavo IVIacri
R - z s 750
La reproduccion total n parcial (le este libro, en cualquier fOrma que
sea, Ident ica o modificada. escrita a maquina. por el sistema "rnuitag-
raph numeocvraf(). lm preso por 'ótocopia, u pl icacion. etc.. no
autorizada por los edit ores, Viola derechos reservados. ( _'.ual(ltuer
utilizaci on debe ser previamente sol Ici tada.
Impreso en Gráfica M PS
Santiago de Estero 338, Lanús, en mayo de 1999
ISBN 950-12-5104-7
ÍN DICE
Prólogo 7
Introduccion 19
Pág.
Capítulo r. El psic5togo clínico y ta higiene mental 25
Higiene mental y psicohigiene (27) . Objetivos de la
higiene mental (29) . Extremos en higiene mental (32)
. Indagación y acción (33) . Salud pública e higiene
mental (35) . Educación sanitaria (41) .
Capítulo II. Psicología institucional 43
Qué es la psicología institucional (51) . Objetivos de la
insti i,ución y objetivos del psicólogo (58) . Método del
trabajo institucional (65) . Técnicas del encuadre (68) .
Inserción del psicólogo en la inetitución (73) . "Grado
de dinámica" (le la insti-
Objetivos y niveles de la higiene mental (110)
Constelación multifactorial (119) . El psicólogo y la
terapia (1'23) . Puntos fccales para el tratamiento y la
prevencion ( 125) Comunidad (127) . Objetivos (130) .
Comunidad tipo (141 ) .
Capítulo IV. Grupo familiar y psicohigiene 147
Conclusiones (164) .
Capítulo V. Perspectivas del psicoanálisis y psicohigiene 167
Psicoanálisis clínico (171) . Tres formas del psico-
tución (74) . Psicología dc las instituciones Los
grupos en la institución (85) . ins!itucion equipo de
psicólogos Conclusion ( 101 ) . Bi-
b]iografía ( 103) .
Capítulo 111. El psicólogo en la comunidad 107
análisis (176). FarmaciÓn del psicoanálisis (180).
6 JOSÉ
BLECER
Pág
. Psicología y psicólogos (182). Psicoanálisis Y médicos
(187) . Otros problemas relacionados El
psicoanálisis en el hospital (193).
Apéndices195
Estudio piloto en una comunidad 195
Programa del curso de higiene mental 203
Bibliografía detallada del programa de higiene mental 205
P RO L O G O
El profesor José Bleger viene desarrollando en
nuestro medio una brillante y ya larga labor como médi•
co, psicólogo, psicoanalista y docente universitario.
Resulta lógica por ello su preocupación por el
planteamiento de problemas y aspectos aún
insuficientemente estudiados de la profesión del
psicólogo.
Al igual que en el campo de la profesión médica, una
más amplia perspectiva de los problemas de la profesión
permite entrever una actividad orientadora hacia la
solución de cuestiones de orden metodológico y de
carácter práctico dirigidas a defender e incrementar la
salud y el bienestar de la población.
Salir de los estrechos marcos de una actividad
profesional interesada casi exclusivamente en los aspec•
tos curativos e individuales de la enfermedad, para
entrar francamente en el campo de las ciencias del
comportamiento, interesa por igual al médico y al
psicólogo. Volcarse de lo individual a lo social es
consecuencia de un claro reconocimiento de que los
problemas de salud, de enfermedad y de normal
convivencia exceden el ámbito profesional privado e
individual, transformándose en áreas de trabajo de las
ÐLFÆEkR
Indagación y acción
Cuando se habla de investigación, tenemos todavía, en
gran medida, el modelo del investigador experimen. tál de
las ciencias naturales, quien confirura una situación
artificial de pocas variables para poder trabajar, y con ello
caemos en el prejuicio de creer que fuera de esas
condiciones la investiaación es imposible. Las ciencias
sociales. especialmente, han mostrado hasta la evidencia
que ello no es correcto.
El psicólogo clínico debe. en el campo de la higiene
mental, aplicar el principio de que indagación y acción son
inseparables y que ambas se enriauecen recíprocamente en
el proceso de una praxis. Esto 110 constituve una
manifestación de deseos, sino una condición fundamental
para operar correctatmente. La acción
JOSÉ BLEGER
Ámbitos de actuación
En este pasaje del psicólogo clínico de la enfermedad a
la promoción de la salud, al encuentro de la gente en sus
ocupaciones y quehaceres ordinarios y cotidianos, nos
encontramos con distintos niveles de organización, entre
los que tenemos que tener en cuenta, fundamentalmente,
las instituciones, los grupos, la comunidad, la sociedad.
Una institución no es sólo un lugar donde el psicólogo
puede trabajar; es un nivel de su tarea. Cuando irvresa a
trabajar en una institución (escuela, hospital, fábrica,
club, etc.) , lo primero que debe hacer es no abrir un
gabinete, ni laboratorio, ni consultorio para la atención de
los individuos enfermos que integran la institución. Su
primera tarea es investigar y tratar la institución misma;
ése es su primer "cliente", el más importante. No se debe
crear otra institución dentro de la primera, a la manera de
una superestructura, porque la psicohigiene no es una
superestructura que tiene que ser manejada aparte o
sobreagregada a la vida y a las instituciones, sino dentro
de las mismas. Se debe examinar la institución desde el
punto de vista psicoló('ico: sus objetivos, funriones,
medios, tareas, etc.; los liderazgos formales e informales,
la comunicación entre los status (vertical) y los
intrastatus (horizontal) , etc. Teniendo siempre en cuenta
que esta indagación en sí es ya una actuación que
modifica la institución y crea además distintos tipos de
tensiones con el psicólogo mismo, que éste tiene que
atender como parte integrante de su tarea. El psicólogo
es, en una institución, un colaborador, y de ninguna
manera debe convertirse en centro de la misma; sus
funciones deben ejercerse a través de los integrantes
PSICOHICIENE Y PSIOOLOCfA INSTITUCIONAL 41
regulares de la misma. En este orden de cosas, el
psicólogo es un especialista en tensiones de la relación o
comunicación humana, y éste es el campo específico
sobre el que debe actuar. La psicohigiene en una
institución debe funcionar engranada o incluida en el
proceso regular o habitual de la misma, y no
transformarse en una superestructura superpuesta. Los
que le consultan y los sucesos que debe atender no deben
ser encarados en función de la problemática individual,
sino institucional.
Un segundo nivel, muy relacionado con el anterior, es
el de la actuación sobre los grupos humanos. Es muy
variada la composición de los grupos, y el psicólogo debe
tender a actuar sobre los que configuran "unida. des
naturales", es decir, grupos preformados, aquellos que
tienen ya dinámicamente configurada su función dentro
de determinada institución social: el grupo familiar, el
fabril, el educacional, el equipo de trabajo, etc. Otra de
sus modalidades es la de los grupos artificiales, que
pueden ser homogéneos o heterógeneos, en edad, sexo,
problemática, grado de salud o de enfermedad, etc. Las
técnicas grupales a utilizar deben ser escogidas, secrún el
caso, entre las disponibles: terapéuticas, de discusión,
operativas, de tarea, etcétera.
El trabajo sobre el nivel de la comunidad tiene que
hacerse aprovechando todos los medios de comunicación
(radio, televisión, afiches, periódicos, folletos, etc.) y los
orøanismos e instituciones ya existentes (club, fábrica,
escuela, hospital, etc.) , actuando sobre la problemática,
las tareas y las situaciones de tensión colectiva. Las
técnicas son también variadas y deben
.toevi
42 ÐLECER
adecuarse a los problemas. objetivos perseguidos y re.
a}izaciones factibles.
Sin ánirno de presentar una clasificación exhaustiva
los tipos de situación o de problemática en los
que el psicóloao dehe intervenir se pueden agrupar de la
si•uiente manera: l) Momentos o períodos del desarrollo o
de la evolución normal: embarazo. par. to- lactancia,
niñez, pubertad, juventud, madurez. edad crítica, veje r' 2)
NTomentos de cambio o de In. miaracion o ermøracnon,
casamiento, vmdez. servicio militar, etc.; 3) Situaciones
de tension normal o anormal en las relaciones humanas:
familia, escuelas. fábricas, etc. 4 ) Oro•ažnzaeton v
(lintílmca de instituc.10nes sociales: escuelas. tribunales,
clubes. etc., blemas que crean ansiedad en
momentos o períodos mas específicos de la vida :
sexualidad, orientaciÓn profesional. eleceiÓn de trabajo,
etc.; 6) Situaciones altamente significativas que requieren
información, educación o direccion: crianza de los ninos,
jueaosA)c10 en todas las edades. adopción de menores,
etc. Como es fácil deducir, el psicóloao interviene
absolutamente en todo lo que incluye o implica seres
humanos, para la protección de todo Io que concierne a
los factores psicoló2icos de la vida, en sus múltiples
manifestaciones: se interesa, en toda su amplitud, nor la
asimilaClón e interžración de experiencias en un
aprendizaje adecuado, con plena satisfacción de todas las
des psicológicas.
Fuera de todos estos aspectos de la psicohiaiene, más
implicados en el objetivo de promoción ae Ja salud, le
toca también al psicólogo asumir un rol de importancia
en todos los enumerados con anterioridad: terapéutica,
profilaxis, rehabilitación, diagnóstico precoz.
PSICOHICIENE Y PSICOLOGíA
Educación sanitaria
PSICOLOGIA INSTITUCIONAL
PSICORICIËNE
FIGURA I
Amnitos de la psicología: a) psicosocial; b) sociodinámico;
Y PSICOLOGíA INSTITUCIONAL 51
PSICOLOGIA INSTITUCIONAL
A) Un ámbito especial, es
decir, por un
segmento de la
extensión de los fe-
l) Se caracteriza
nomenos; por
B) Un rnodelo conceptual perteneciente a la
psicología social.
A) Estructura y dinámica de
las instituciones;
B) Psicología de las
instituciones;
a) Fijación de
constantes;
2) Comprende el 1. Encuadre
estudio deC) Estrategia dc la tarea,b)
Administ. del traba- de conoc. Y
jo del psi- técnicas.
La empresa
La empresa es la institución que plantea los
problemas más agudos en cuanto a la elucidación. de
ob• jetivos_ y la aceptación de la tarea profesional.
Toda empresa tiene como objetivo fundamental, de
una u otra manera, un incremento de su productividad
—mejor dicho, de sus utilidades—, y del psicólogo se
espera, explícita o implícitamentez una conducción de
las relaciones humanas que lleve a esa finalidad.. En
ningún caso el psicó10ff0 debe ubicarse como agente o
promotor de la productividad, porque no es ésa su
función profesional; su objetivo es la salud y el
bienestar de los seres umanos, el establecimiento o
creación de vínculos saludables y dignificantes. Sus
objetivos pueden llevar tanto a un aumento de la
productividad —o de los beneficios— como a una
disminución de la misma, de manera pasajera,
transitoria o estable, pero en nin un caso es esto lo que
mide la eficacia de su tarea. Desgraciadamente, esto
puede ser un obstáculo insalvable para su trabajo
profesional, en cuyo caso debe ser sacrificado este
último y no sus objetivos profesionales.
PSICOHIGIENE Y PSIOOLOCiA INSTITUCIONAL 105
Sin embarcro, la empresa no se halla siempre
interesada en un incremento de la productividad; ello
depende —en última instancia— de que coincida o no
con un incremento de sus beneficios y, en este sen-
JOSÉ BLEGER
tido, hay épocas o ciclos económicos en los que inte•
resa a la empresa disminuir la productividad y acude al
psicólogo para seleccionar empleados para el despido
o para un cambio parcial de sus actividades, y en los
que se espera que el psicólogo no sólo seleccione, sino
que ''convenza". /)En todos los casos el psicólogo debe
actuar exclusivamente según sus objetivos (los de la
psicohigiene), y rechazar la tarca si la ve
incompatible con sus propósitos.
En una oportunidad fue solicitada la ayuda de un
psicólogo para ilustrar a un grupo de dirigentes de
empresa sobre técnicas psicológicas. El objetivo
explícito era el de mejorar las relaciones humanas de la
empresa respectiva; la finalidad implícita era la de
poder "manejar" mejor a los empleados y obreros. El
psicólogo aceptó su tarea, pero la llevó a cabo según
sus propios objetivos: trabajó con el grupo en el
sentido del esclarecimiento de estas finalidades
encubiertas y en la de los propios conflictos que tenían
estos dirigentes de empresa con sus propias funciones,
que derivaban básicamente de estar sometidos a una
doble presión, que provenía, por una parte, de las
exigencias de mayor utilidad de la empresa y, por otra
parte, de su identificación parcial con los intereses y
problemas de sus empleados y obreros (provenían
todos de clase media).
En otra oportunidad, un psicólogo fue llamado para
intervenir en una situación caótica que había
desembocado en una huelŒa obrera, sin que se viesen
con claridad cuáles eran los motivos y los propósitos
de esta última, ya que la empresa, inclusive, pagaba
107
Y PSICOLOGíA INSTITCCIONAL
con remuneraciones superiores a las de los convenios.
Trabajó en primer lugar y únicamente con el cuerpo di-
PSICOHIGŒNE
PSICOHIGIENE'Y
Conclusión
Todo lo expuesto puede ser resumido en dos
propósitos básicos que se interrelacionan estrechamente:
debemos configurar una psicología de la praxis y una
praxis en la psicología. La psicología institucional es un
paso mas en este carmno.
En este sentido no debemos superponer ni confundir
tarea práctica con praxis; la primera es
alienante; la segunda enriquece al ser humano y a la
humanidad.
BIBLI OGRAMA
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104 JOSE BLEGER
EL PSICOLOGO EN LA COMUNIDAD
Constelación multifactorial
La promoción de salud (dentro del campo de la salud
pública y de la higiene mental) , tanto como la
psicoprofilaxis y la psicohigiene, tienen su esfera de
actuación en el seno de la comunidad misma, sobre todos
los aspectos de las condiciones de vida y • del tipo de
vida que se desarrolla en la comunidad. Se trata de
intervenir sobre una estructura tan compleja que
constituye una verdadera constelación multifactorial
integrada por todas las actividades, instituciones, normas
e interacciones que se dan en una comunidad.
Esta constelación multifactorial incluye problemas de
orden económico, social y cultural, tales como los de
vivienda, trabajo, desocupación, alimentación, etc., y el
satisfacer estas necesidades. tanto como atender las
condiciones sanitarias, es tarea que incumbe a la salud
pública y a la psicohigiene; a esta última,
específicamente, le corresponde atender a todos los facto.
res psicológicos que están implicados en la no satis.
facción de estas necesidades o en la promoción necesaria
para atenderlas en la escala que se requiere.
Si se trata del problema de la alimentación, por
ejemplo, a la salud pública le corresponde regular el tipo
de alimentación y su provisión, tanto como la calidad o
carencia de la misma y otros problemas relacionados con
estos temas; pero al psicólogo le corresponde atender el
problema de hábitos alimentarios, prejuicios, cambios de
134 JOSÉ ÐLECER
los mismos, actitudes frente a la neœación o innorancia
de los problemas, tanto como su actuación en los
orŒanismos específi• cos relacionados con la
alimentación.
Como se comprende, éste es un capítulo muy vasto que
sólo la experiencia podrá ir aclarando y definiendo mejor
sus términos y técnicas necesarias. Por ahora, en todo
esto, en lo que respecta a la psicohigiene. estamos en los
comienzos.
Fuera del campo de la salud pública y de la higiene
mental, el psicólogo tiene también un vasto campo de
trabajo que requiere un conocimiento de la comunidad, de
sus caracterisf leas «yencrales v específicas; cierta
medida podemos exponer una estratecria mínima en esta
actividad. que cubre diferentes ítem:
l . Trabajo del psicólogo en la comunidad tomada
como totalidad, asesorando a los poderes públicos,
organismos directivos. personas claves, etc.
2 . Trabajo en distintas instituciones de la
comunidad: familia, fábricas, escuelas, clubes,
cárceles, etc.
3 . Intervención del psicólogo en distintas etapas del
desarrollo de la personalidad: infancia- adolescencia,
juventud, madurez, vejez.
4. Períodos de cambio en el desarrollo de la
personalidad: nacimiento. destete, pubertad, etc.
5 , Estudio y atención de sucesos humanos
significativos en cuanto son experiencias de cambio:
casamiento, embarazo, divorcio, adopción. jubilación,
due• los, elección de oficio, etc.
6 . Períodos críticos de la vida corno enfrentamien. to
de una problemática peculiar: cambios, inmigra-
PSICOH\CIENF.
Y PSICOLOGfA INSTITUCIONAI 135
ción, enfermedad, desastres económicos, accidentes,
etcétera.
Aún con la superposición de estos distintos subtemas
de esta división. ella puede resultar útil como punto de
partida para orientar al psicóloao en las múltiples facetas
de su tarea en la psicohigiene en la comunidad.
Un mínimo de experiencia en este sentido nos señala la
conveniencia de separar la psicohigiene de la salud
pública y de la higiene mental, porque, tal como Io he
dicho ya, la psicohigiene no gira alrededor de la
enfermedad, sino de las condiciones habituales V
cotidianas de la vida en las situaciones reales en que ellas
se dan, tomando sus problemas y alternativas en sí mismas
y en función de los seres humanos que intervienen en cada
una de ellas. Si en la teoría ello puede parecer superfluo,
la diferencia es (le im port.ancia en cuanto a las técnicas.
al encuadre. la actitll(l y los objetivos. La atención. por
parle (Jel psicólogos los factores psicológicos implicados
en los ornan ismos v las técnicas de la salud pública
corresponde también al cmnpo de la psicohigiene. porque
en eqe caso e) psicó10ff0 no atiende al objetivo (le la
salud pública (la enfermedad). sino a or«anismos v su
estructu•ra, y a la tarea que se lleva a cabo en dichas
institu ciones o en sectores de las mismas.
Así como tratamos de aclarar la diferencia existente
entre la labor del psicólono dentro de la salud pública
fuera de la misma (en la psicohiõiene). también debemos
insistir en que el psicólogo no sólo interviene dentro de la
higiene mental sino dentro de la higiene en su totalidad.
es decir fuera del problema de las enfermedades
mentales.
En ninguna de sus actividades el psicólogo puede ser
ubicado como un auxiliar de la medicina. Aun en todo lo
que se trate de la enfermedad (mental o no) en las cuales
136 JOSÉ ÐLECER
la responsabilidad y la dirección es médica, el psicólogo
actúa como un profesional integrante de un equipo o como
un asesor o consultor en problemas psicológicos, o como
un profesional independiente en alguna de sus tareas
específicas dentro de las cuales él tiene su propia
responsabilidad profesional (grupos de rehabilitación,
grupos familiares, terapia psicológica, etc.).
En síntesis, la psicohigiene rebasa el campo de la
higiene; esta última se centra en todo lo relativo a la
enfermedad (mental o no) , y la responsabilidad y
dirección fundamental recae sobre el médico, con quien el
psicólogo puede colaborar en condición de profesional
que asume su propia responsabilidad en lo que hace, en
cómo lo hace o en lo que deja de hacer. Mientras que la
psicohigiene se refiere a la administración de recursos
psicológicos para enfrentar los problemas relativos a las
condiciones y situaciones en que se desarrolla la vida de la
comunidad tomada en sí misma y no teniendo como
referente a la enfermedad.
Un esfuerzo de interés ha sido llevado a cabo por un
grupo de psicólogos mejicanos integrado por G. Cohen
De Govia, P. Rivadeneyra Neyra, J. Fonseca, R.
Avendaño, L. Carrizosa y J. Ballesteros Monrroy,
quienes en la revista "Higiene", de la Sociedad Mexicana
de Hiøiene, publicaron un conjunto de estudios
introduciendo la denominación de psicología sanitaria
para la ''acción encaminada a la aplicación de la
psicología social como teoría, método y práctica para el
PSICOHICIENE
El psicólogo y la terapia
Fuera de la controversia que existe y puede seguir
existiendo acerca del problema del ejercicio de la
psicoterapia por parte de) psicólogo, su intervención en
los problemas terapéuticos cubre un campo más amplio
que éste.
En cuanto al primero de los problemas, nos hemos
expedido reiteradamente en el sentido de que el psicólogo
que adquiera la preparación suficiente debe ser
legalmente autorizado para el ejercicio de la psicoterapia„
en las condiciones en que ella pueda oportunamente
reularnentarse (y urge hacerlo), teniendo seguramente que
138 JOSÉ ÐLECER
contar siempre con el rescruardo de que no se debe iniciar
nino•ún tratamiento psicoterápico sin contar con el previo
examen médico y la indicación escrita. Aunque este
problema es urgente, lo que la experiencia señala en la
actualidad como más urgente todavía es la necesidad de
que todo diacrnóstico médico y toda intervención
terapéutica (quirúrgica o no) no deberían realizarse sin
contar con el asesoramiento psicolóuico mientras el
médico no esté capacitado para hacerlo por sí mismo. Y
es evidente que la ensenanza de la medicina en muchos
de nuestros institutos universitarios no contempla esta
necesidad ni para los futuros médicos.
Fuera de la psicoterapia, entendida en sus términos
tradicionalce. el psicóloryo. puede intcrvenir en distintos
problemas de la práctica médica, tales como —enIre
los .mas urgentes— la preparación emocional de los
pacientes que tienen que ser intervenidos
quirúr'ricamente. especialmer.te en intervenciones
mutilantes; en (•asos de accidentes, para detectar y
rectificar tendencias suicidas o automutilantes; en grupos
de epilépticos. diabéticos. obesos, hipertensos. etn.. en
103 que, aunque el tratamiento es eminentemente médico.
el psicó10ff0 puede avudar en la rectificación de pau. tas
de comportamiento que tienen mucha relación con la
enfermedad o con su terapia, tales como la inhibición
social del epiléptico. las trasgresiones de régimen
Y PSICOLOGiA 139
PSICOHICIENF,
PSICOHIGIF.NË CIONAL
Y PSICOLOGiA 141
Comunidad
Una comunidad se define como un conjunto de
personas que viven juntas, en un mismo lugar, y entre las
cuales hay establecidos ciertos nexos, ciertas funciones
en común, o cierta organización. Es decir que en el
concepto de comunidad intervienen dos carac-
142
JOSE
Objetivos
Si bien nuestros objetivos son los de la psicohigiene,
estamos en una etapa en la que todavía necesitamos
mucho de la investigación, y esta última es el objetivo
fundamental que necesitamos cumplir en la actualidad,
dado que nuestros conocimientos psicológicos acerca de
la comunidad son totalmente insuficientes; lo mismo
podríamos decir de nuestros instrumentos de trabajo, pero
de todas maneras es una tarea que debemos emprender,
con todos los riesgos de errores y confusiones que están
implícitos en toda investigación; con ello queremos
especialmente subrayar que desearíamos vernos
totalmente libres de propósitos tales como el de lograr un
cambio, el desarrollo o el progreso de una comunidad. En
rigor, el movimiento espontáneo de una comunidad tiene
más "sabiduría' que todos los conocimientos que
poseemos en la ac-
PSICOHICIENE Y INSTITUCIONAL 145
PSICOLOCíA
Josí
jetivos, cuando en la página 5 del mismo libro dice:
"Además, los miembros de la profesión de servicio
social y otros líderes saben que si el pueblo no recibe
ayuda profesional para solucionar sus problemas de una
manera constructiva existirá el gran peligro de que
individuos ambiciosos utilicen la inquietud popular para
sus fines personales, o que un pueblo frustrado se
convierta en un pueblo desordenado'
Sin que la asistencia social y la organización de la
comunidad estén siempre tan claramente superpuestas, de
todas maneras, lo que nos interesa subrayar son las
diferencias que median entre estas actividades y
profesiones y la actividad y las funciones del psicólogo
trabajando en la comunidad ll
Para que quede aún mejor esclarecido este punto,
haremos un breve resumen de las consignas que he. mos
adoptado para un trabajo de psicohigiene en una
comunidad, organizado como trabajo práctico para los
estudiantes en la cátedra de Higiene mental.
Estas consignas han sido discutidas, comentadas y
asimiladas por todos los integrantes de la cátedra, tanto
como por los alumnos, y constituyen una parte
importante de la tarea (su encuadre), de tal manera que
toda trasgresión en la cual no se las ha respetado rigu•
rosamente era analizada como un defecto técnico,
tratando de caracterizar además las consecuencias que
ello tenía. Citaremos algunas de las consignas que
creemos de suma importancia.
En primer lugar, necesitamos autorización de las
autoridades de la comunidad, y de ninguna manera tra-
JI
En este sentido es de utilidad el libro de T. R. Batten, Las
comunidades y su desarrollo, México, F. C. E., 1964.
PSICOHIGIENE Y PSICOLOCfA INSTITUCIONAL 153
tar de encubrir nuestros objetivos o comprometernos con
realizaciones que no podamos llevar a cabo. Este
requerimiento de autorización es ya una tarea
fundamental, en cuya tramitación vamos recogiendo
datos de suma importancia y a su vez vamos
esclareciendo, no sólo nuestros objetivos, sino la función
de estas autoridades, así como siŒnifica un aprendizaje
por parte de estas últimas de la posibilidad de actuar
activamente como seres humanos. Esta autorización debe
además ser planteada y solicitada como una autorización
precaria, en el sentido de que queda en manos de las
autoridades la posibilidad de revocarla o limitarla.
Un segundo aspecto que hemos considerado de suma
importancia es el de la lealtad y el compromiso de
mantener y respetar la privacia, en el sentido de no llevar
datos de un grupo a otro y de no tratar sino las
situaciones presentes que se juegan en un momento dado.
En tercer lugar, y aunque está implícito en lo anterior, la
veracidad es otra de las condiciones fundamentales, y con
ello queremos significar que no debemos Incurrir en
ninauna simulación o mentira, y en no ir más allá de lo
que realmente deseamos o nos propoóemos.
Otro aspecto muy importante —y que no ha sido fácil
cumplir— ha sido el de no fomentar la dependencia o, en
otros términos, el de no constituirnos en una sociedad de
beneficencia, en el sentido de que no nos corresponde
hacer cosas por la comunidad que estén fuera de nuestra
función de psicólogos, de nuestros métodos y de nuestras
técnicas. El no fomentar la dependencia lleva implícita la
consigna de incrementar la independencia de la
comunidad y de sus miembros, actuando nosotros
únicamente como aseso-
JOSÉ
154 BLEGE.R
Comunidad tipo
La tipología más frecuente, o los términos que más
comúnmente se ven aplicados para definir o para precisar
una comunidad son los de inte(rración y desintegración, y
en la bibliografía lo que frecuentemente se encuentra es la
relación entre el desarrollo económico social y
tecnológico. y la ruptura de viejas o de antiguas pautas y
normas, con lo cual la comunidad pasa de una condición
de integrada a la de desintecrada.
Otra clasificación desarrollada por Redfield, basada en
la diferencia que introdujo Tonnies entre comunidad y
sociedad, consiste en reconocer una sociedad folk y una
sociedad urbana.
La comunidad folk es aquella que tiene caracterís. ticas
de organización muy primitiva: pequeña, aislada,
analfabeta, homogénea, con un profundo sentido de José
la solidaridad grupal, con una producción de
características primitivas, dedicada fundamentalmente al
autoconsumo. En ella los individuos son muy semeiantes
y la movilidad es pequeña o nula, las normas o valores
156 BLEGE.R
PSICOHIGIENE Y
Conclusiones
Psicoanálisis clínico
El psicoanálisis se define por constituir al mismo
tiempo una terapia, una teoría y una Investio•ación: tres
aspectos que son estrechamente solidarios e Inseparables:
sólo podemos curar cientificamente con una técnica
8 BLECER, J. : El psicólogo clínico y la higiene mental. Acta
Psiquiátrica y Psicológica Argentina. 8. 4, 1962,
186
4
Lo mismo puede decirse de los psiquiatras y de los
psicoterapeutas.
Y INSTITUCIONAL
5
CAPLAN, C.: An Approach to Community Mental
Heažth. Tavistock Publications, 1961.
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Cap. XII. de: Kluckhon, C. y Murray, H. E. : Personality in
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7 CAPLAN, C.: El libro citado y además: Principles of
Preventive Psychiatry. New York, Basic Books, 1964. Prevention
Psicología y psicólogos
En nuestro país, como va se sabe, los psicólogos no
pueden ingresar en el Instituto de Psicoanálisis y, por lo
tanto. no pueden ser psicoanalistas. De ninzuna manera se
soluciona el problema creando organismos encargados de
formar (directa o indirectamente) psicoanalistas silvestres.
Hay una sola clase de psicoanalistas: los formados en el
Instituto de Psicoanálisis, V nosotros debemos ser los
primeros en no crear estructuras informales o marginales.
Se dice con cierta frecuencia que ya existe un
"mercado negro" del psicoanálisis; ello es un hecho que
no podemos negar y que —en todo caso— lo mejor sería
—se dice— institucionalizar la formación de los
psicoanalistas silvestres, dando con ello las mejores
200 JOSÉ ÐLECER
Psicoanálisis y médicos
En el mismo sentido en que hemos desarrollado la
relación del psicoanálisis con la psicología y los
psicólogos. creo que debe entenderse también el
problema que plantea la medicina v los médicos. La
Asociación Psicoanalítica debe crear también —en lo
posible— un instituto que se encarou•e de trasmitir a fos
médicos la información necesaria y la formación
requerida para incorporar un pensamiento psicoanalítico,
pero de tal manera que ellos no abandonen su campo
específico de trabajo (sea la pediatría, la dermatología,
PSICOHIGIENE Y 205
gastro etcétera), sino que Incorporen el manejo de
los factores psicológicos dentro de su propio campo de
trabajo y dentro de sus propias técnicas. Esto quiere decir
que no debemos fomentar (e incluso debemos impedir en
lo posible) que todo médico que se acerque al
psicoanálisis abandone su campo específico para
transformarse en psicoanalista (y menos aún, en
psicoanalista silvestre) .
Se ve con mucha frecuencia que el médico que inicia
un tratamiento psicoanalítico se ve, tarde o temprano,
frente a la disyuntiva o el conflicto de si se. guir con su
especialidad o cambiarla por la de psico• analista. No sé
en qué medida esto puede ser resuL tado de un cierto
proselitismo implícito del mismo psicoanalista, pero sí
debemos tener cuidado en que el cambio, si se realiza, sea
realmente aentuno; pero que lo óptimo sería —en gran
proporción de casos— qué el médico continúe con su
propia especialidad, pero incorporando en la misma la
dimensión psicológica en todo su quehacer, en la relación
médico-paciente, en su actitud, en la indagación y manejo
de las situaciones conflictivas, sin que ello signifique que
se trans. forme en psicoterapeuta y abandone su
especialidad. La curación psicoanalítica de un médico —
es obvio aclararlo— no reside en que se transforme en
psicoanalista, ni en que "cure" al adquirir un soporte
externo de identidad grupal de la institución que le haga
sentirse mejor o bien, pero sin que realmente se haya
alcanzado una curación por una modificación de la
estructura de su personalidad. No sé en qué medida esto
es un problema real, pero vale la pena mencionarlo aun a
título profiláctico. Al respecto, Alvarez de To.
PSIOOLOCfA INSTITUCIONAL
1
3 ALVAREZ DE TOLEDO, L. C.; CRINBERC, L. y
LANCER, M.: "Terminación del análisis." México, 1964. Relato
oficial al Primer Congreso Panamericano de Psicoanálisis.
En un comentario sobre la formación de psicoanalistas, la Dra.
E. R. Zetzel expresó que el tratamiento psicoanalítico (de un
candidato) no es laborterapia.
PSICOHIGIENE Y 207
.10sÉ
PSICOLOGíA I,.NSTITL'CIONAL
El psicoanalista en el hospital
Éste es un tema que por diferentes motivos requie•
re también una cierta atención, ya que la experiencia
nos muestra que cuando el psicoanalista va a trabajar
al hospital, lo que no debería hacer es tomar pacientes
del hospital en tratamiento psicoanalítico dentro del
hospital. Cuando esto ocurre, el psicoanalista se ve
inmediatamente abrumado de trabajo y entonces "en•
212 ÐLECER
Informe preliminar
En la cátedra de Higiene Mental, de reciente creación,
en el departamento de Psicología de la Facultad de
Filosofía y Letras de Buenos Aires, hemos llevado a
cabo un trabajo práctico que consistió en el estudio
piloto de una comunidad, elegida especialmente para
J osé BLF£F,R