R. Rodulfo El Psicoanálisis de Nuevo. Elem. para La Deconstrucción
R. Rodulfo El Psicoanálisis de Nuevo. Elem. para La Deconstrucción
R. Rodulfo El Psicoanálisis de Nuevo. Elem. para La Deconstrucción
Marta Liberman
R. RODULFO
EL PSICOANÁLISIS DE NUEVO. ELEMENTOS PARA LA DECONSTRUCCIÓN DEL
PSICOANALISIS TRADICIONAL
Para poder entender a qué se refiere el autor, primero tenemos que hacer
referencia al concepto “deconstrucción”, que es tomado del filósofo
postestructuralista J. Derrida (argelino francés), quién, entre otros autores, se ha
basado en Heidegger, para el análisis etimológico. De este modo, toma posición frente
al estructuralismo (Saussure) y no acuerda con que “todo es lenguaje”.
Si bien dicho concepto es aplicable a otras disciplinas, ha sido planteado
asimismo para la psicología y por extensión es pasible de pensarlo para el psicoanálisis.
Deconstrucción: acción de deconstruir, de desensamblar las partes de un todo
y va a hacer alusión a traducir, teniendo en cuenta que en esto se puede “traicionar” lo
que dice el autor. Así en gramática, es el desplazamiento conferido a las palabras que
componen una frase escrita en una lengua extranjera, violando, ciertamente la sintaxis
de dicha lengua, pero también acercándose a la sintaxis de la lengua materna, a fin de
captar mejor el sentido que presentan las palabras en la frase.
Los gramáticos la llaman “construcción” y dicen: todas las frases son
construídas de acuerdo a la idiosincrasia de su lengua nacional, es decir, cuando un
extranjero traduce, debe desconstruir las frases, separarlas según la idiosincrasia de la
lengua extranjera.
No se trata de destruir, sino de analizar las estructuras sedimentadas que
forman un elemento discursivo, comprender como se construyó un “conjunto”. Este
analizar pasa por la lengua, por la cultura (en nuestro caso por la Occidental), por el
conjunto de lo que define nuestra pertenencia a esta historia. No lenguaje en sentido
estrecho (y la realidad??). Tampoco es un método, es un acontecimiento que no
espera deliberación, la conciencia o la organización del sujeto. Sólo es un discurso, una
escritura que puede suplir la incapacidad de la palabra para bastar un pensamiento.
No hay verdades absolutas. Todo conocimiento es cuestionable. Las distintas
significaciones de un texto pueden ser descubiertas descomponiendo la estructura del
lenguaje dentro del cual está redactado. No posee más valor que el que le confiere su
inscripción en una cadena de sustituciones posibles, y en un “contexto”. Dicha palabra
no tiene interés más que dentro de un contexto, en donde sustituye o se deja
determinar por tantas otras palabras. Para saber como se ha impuesto una cadena de
sustituciones posibles, habría que analizar y deconstruir esa “determinada situación”.
En Psicología se trata de un mecanismo creativo que permite visibilizar lo
invisible, percibir lo aparentemente oculto, poner de manifiesto el significado
releyendo y retomando valores semánticos y semióticos escondidos en los
significantes, para la “aparición” de un nuevo significado (“lectura entre líneas”).
Es la revalorización de lo subjetivo y lo lúdico en el proceso de la construcción
del significante, desbaratar lo que se afirma como verdad incuestionable.
Aquí los silencios también son tomados en cuenta, ya que constituyen
significados, la “escritura” incluye tanto lo que incluye como lo que excluye (valga la
redundancia). Hace referencia a la huella o sistemas de huellas, que en su ausencia le
Dra. Marta Liberman
1ª. Hipótesis: plantea que los psicoanalistas, en general sin saberlo, padecen el
Complejo de Edipo y que por ej. “el jefe” es el padre, sin resto de duda. (no escuchan
qué lugar tiene ese “jefe” para el paciente, identificaciones??? Por ej. )
Va a hablar de los aprendientes y el enseñante como diferente de alumno y
profesor. En los primeros, por ej. se juega una posición subjetiva, donde se trata de
apropiarse, no hay una posición pasiva, sino activa.
también los trabajos sobre patologías graves respecto del mismo en relación a fusión-
intrusión.
El Complejo de Edipo se despliega como fruto de un crecimiento del niño
(“deseo de ser grande”) . Lo anterior es pre-edípico.
Según Benjamín, en el Complejo de Edipo reina y gobierna una partición binaria
que es el medio por excelencia de pensar la diferencia en tanto sexual. Del lado de
madre la Naturaleza, del lado del padre la Cultura. El “padre de la liberación” se
opondrá a la “madre de la dependencia”. Para ella, en los contextos ideológicos de la
civilización occidental “la independencia” es aceptada también por el Psicoanálisis
como valor supremo.
El peligro de “lo fusional”, de caída en “lo arcaico”, impregna el imaginario de lo
femenino, en tanto lo paterno queda del lado de los valores de racionalidad, “corte”,
etc.
Los 2 ejes más decisivos para la demistificación de esta posición son el par
narcisista/edípico y el correlativo imaginario/simbólico. La relación a la madre
asimilada al campo de lo narcisístico y al dualismo especular de lo imaginario. Lo
paterno como legalidad que acota aquellos excesos.
Según estos autores, poco puede arreglarse diciendo que la palabra materna es
la mediadora de la Ley del padre. Puesto que por definición, ni está hablando en su
nombre ni en su posición originaria de “cocodrilo” (Lacan).
Hipótesis
1.- Que los practicantes del Psicoanálisis sufren sintomáticamente del Complejo de
Edipo, al no poder liberarse del peso de lo paternal patriarcal (Freud: genio, padre
fundador).
2.- Los psicoanalistas creen en la pureza de los conceptos psicoanalíticos. Pensar el
“corte” es tranquilizador.
3.- El desarmado del concepto Complejo de Edipo nos hace descubrir, la imago de la
mujer madre asimilada a una Naturaleza devoradora y arcaica, tirando hacia sí a los
hijos con su deseo, destino de muerte y psicosis si no interviene un VII Regimiento
paterno, salvador. Impone sus modos de lectura de la diferencia sexual, no pueden
procesar la diferencia sino a través del falocentrismo.
4.- Se puede seguir deconstruyendo el Complejo de Edipo para ver la dicotomía
endogamia/exogamia.
Dra. Marta Liberman
5.- La inquietud por la clínica, abrir a las interrogaciones. Como puede hacer de la
interrogación una ética diferente de y para la subjetividad, en tanto interrogarse
ayudaría a que su paciente se interrogue.