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El Poder de La Vulnerabilidad

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El poder de la vulnerabilidad

Belen Crecimiento personal, Terapia Gestalt 1 mayo, 2016conexión, vulnerabilidad


Estamos aquí para estar conectados, la conexión es nuestra razon de ser, es
para lo que estamos aquí, es el propósito, lo que le da sentido a nuestra vida.

«El trabajo es decirle a nuestros hijos: mira, eres imperfecta y vas a tener que
luchar, pero eres digna de amor y pertenencia»
El poder de la vulnerabilidad: la lucha por la conexión.
Extractos de la conferencia de la investigadora y Doctora en Trabajo Social, Brene
Brown.
Estamos aquí para estar conectados, la conexión es nuestra razon de ser, es
para lo que estamos aquí, es el propósito, lo que le da sentido a nuestra vida.
De eso se trata. La conexión, la capacidad de sentirnos conectados, esto es lo
más importante. Así es como estamos diseñados neurobiológicamente.

La vergüenza es el miedo a la desconexión, el pensar: hay algo en mí que si


los demás lo descubren, entonces no voy a ser digno de contacto. Es universal,
todos lo tenemos. Los que no la sienten, no tienen capacidad de empatía o
conexión humana. Nadie quiere hablar de esto, y cuanto menos hablas de ella,
más la tienes. Lo que sustenta esa vergüenza es: no soy lo suficientemente
bueno (sentimiento que todos conocemos), y a la vez eso genera una
vulnerabilidad insoportable, por esta idea de que para poder conectar tenemos
que dejarnos ver, dejarnos ver de verdad.

Hay dos tipos de personas: por un lado está la gente que tiene una sensación
de dignidad, un profundo sentido de amor y pertenencia; y por otro los que
siempre están luchando para conseguir esto, los que siempre se están
preguntando si son lo suficientemente buenos. Solo hay una variable que
diferencia a unos de otros: Los que tienen un profundo sentido de amor y
pertenencia creen que son dignos de amor y pertenenencia. Sencillamente
creen que es así.

Lo que evita que nos conectemos es nuestro temor a no merecer la conexión.


Las personas de todo corazón tienen este profundo sentimiento de
merecimiento.

¿Qué tienen en común los que se sienten merecedores? Coraje, compasión,


conexión.
1. Coraje. proviene de la palabra latina ‘cor’ que significa corazón, y la
definición original era contar la historia de quien eres con todo tu corazón. Esta
gente simplemente tienen el coraje de ser imperfectos.
2. La compasión de ser amables primero con ellos mismos y luego con los
demás, porque no podemos practicar la compasión con los demás si no nos
tratamos amablemente a nosotros primero.
3. Tienen conexión, como resultado de su autenticidad. Están dispuestos a
dejar ir la idea de quien deben ser para ser quienes son, lo cual has de hacer
absolutamente para tener conexión.
Lo otro que tenían en común era la vulnerabilidad, la abrazan totalmente. Ellos
creen que lo que les hace vulnerables los hace hermosos. No hablan de la
vulnerabilidad como algo cómodo o insoportable, sino necesario. Hablan de la
voluntad o disposición de decir ‘te amo’ primero, la disposición a hacer algo sin
garantías, de la disposición a seguir respirando a la espera del resultado de
una mamografía, de invertir en una relación que puede o no funcionar.. piensan
que esto es fundamental.
Vivir es aceptar la vulnerabilidad y dejar de controlar y predecir.
La vulnerabilidad es el núcleo de nuestro miedo y vergüenza y nuestra lucha
por la dignidad, pero parece ser también el punto de partida de nuestra dicha,
nuestra creatividad, de la pertenencia, del amor.

Entumecemos nuestra vulnerabilidad. Pero no podemos adormecer


selectivamente una emoción, y decir: aquí está lo malo: aquí está la
vulnerabilidad, el temor, la vergüenza, el sufrimiento, la decepción, no quiero
sentir esto, me voy a ir de fiesta.. No puedes adormecer estos sentimientos
duros sin adormecer las otras emociones o afectos, no se puede hacer
selectivamente. Cuando adormecemos éstos, adormecemos también la alegría,
la gratitud, la felicidad. Y entonces nos sentimos miserables y nos ponemos a
buscar el propósito y el sentido, y luego nos sentimos vulnerables y hacemos
algo para compensarlo, y entramos en un círculo vicioso..

Otra cosa que hacemos es tratar de convertir lo incierto en cierto. Queremos


certezas y solo certezas. Y cuanto más vulnerables somos más miedo
tenemos. La culpa es un modo de descargar el dolor y la incomodidad.
Intentamos perfeccionarlo todo, a nosotros mismos y a nuestros hijos.. nuestro
trabajo con ellos es decirles: mira, eres imperfecta y vas a tener que luchar,
pero eres digna de amor y pertenencia.

Además, hay otra cosa: permitirnos que nos vean, que nos vean en
profundidad, con nuestra vulnerabilidad, amar con todo nuestro corazón
aunque no haya garantías, practicar la dicha y la gratitud en momentos de
temor y decir: estoy agradecida, porque sentir esta vulnerabilidad significa que
estoy viva.

Y lo último y más importante: creer que somos suficiente. Porque cuando


actuamos desde un lugar que dice: soy suficiente, entonces paramos de gritar y
empezamos a escuchar, somos más considerados y amables con la gente a
nuestro alrededor y más amables y considerados con nosotros mismos.

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