Deyvis Ramirez Resumen Ley No. 141-15
Deyvis Ramirez Resumen Ley No. 141-15
Deyvis Ramirez Resumen Ley No. 141-15
PROGRAMA ACADEMICO
Artículo 1. Objeto. Esta ley tiene como objeto establecer los mecanismos y
procedimientos destinados a proteger a los acreedores ante la dificultad
financiera de sus deudores, que puedan impedir el cumplimiento de las
obligaciones asumidas, y lograr la continuidad operativa de las empresas y
personas físicas comerciantes, mediante los procedimientos de
reestructuración o liquidación judicial, conforme se definen en esta ley. Párrafo.
A su vez, esta ley tiene como objeto establecer el marco jurídico aplicable en
cuanto a la cooperación y coordinación de los procesos de reestructuración e
insolvencia transfronterizos1.
De la lectura previa podemos colegir el doble objeto que tiene la ley: i) proteger
a los acreedores frente a la insolvencia de sus deudores; ii) contribuir a que los
deudores superen su situación de insolvencia, garantizando su continuidad
operativa.
LEY_ley_no._141_15_de_reestructuracion_y_liquidacion_de_empresas_y_personas_fisicas_comerciant
es.pdf
continúe sus operaciones y los trabajadores sigan laborando, todo lo cual
contribuye a una fluidez y resiliencia en la dinámica económica nacional.
Esta categoría especifica que no todas las personas físicas pueden ampararse
por esta Ley, sino solo aquellas que posean la calidad de comerciantes; por
comerciantes deben entenderse las personas que realicen actos de comercio y
hacen de ello su profesión habitual, tal como indica el artículo 1 del Código de
Comercio de la República Dominicana.
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LÓPEZ LUBIAN, Francisco. Reestructuración financiera: Algunas lecciones prácticas. El País,
16 de noviembre de 2012 (consultado el 28/07/2016). Disponible en:
http://blogs.elpais.comvia-ie-business/2012/11/reestructuraci%C3%B3n-financiera-algunas-
lecciones-pr%C3%A1cticas.html.
La Ley indica que se excluyen de su alcance: i) las empresas y sociedades
comerciales cuya participación mayoritaria o control es ejercido por el Estado;
ii) las entidades de intermediación financiera, y iii) los intermediarios de valores,
sociedades administradoras de fondos de inversión, depósitos centralizados de
valores, bolsas de valores, sociedades titularizadoras y cualquiera considerada
participante del mercado, con excepción de las sociedades de suscripción
pública, regidas por la Ley de Mercado de Valores No. 19-00.
PRINCIPIOS DE LA LEY
La Ley contiene diez principios rectores que constituyen las directrices de las
disposiciones y actuaciones que contempla. Estos principios son: celeridad,
conducta ética, eficiencia, gobernabilidad económica y corporativa, igualdad,
maximización de activos, negociabilidad, reciprocidad, transparencia e
información y universalidad.
EL PROCESO DE REESTRUCTURACIÓN
En caso de acuerdo entre las partes, la norma permite que estas presenten un
acuerdo previo de plan que, en caso de ser aceptado por el tribunal, tendrá el
mismo efecto que la reestructuración ordenada judicialmente. El deudor deberá
colaborar con las tareas del verificador aunque la Ley establece medios de
defensa para este, respecto de la procedencia o no de la o las solicitudes de
reestructuración realizadas.
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LÓPEZ LUBIAN, Francisco. Reestructuración financiera: Algunas lecciones prácticas. El País,
16 de noviembre de 2012 (consultado el 28/07/2016). Disponible en:
http://blogs.elpais.com/via-ie-business/201211/reestructuraci%C3%B3n-financiera-algunas-
lecciones-pr%C3%A1cticas.html.
El pago de las deudas posteriores al inicio del proceso de conciliación y
negociación deberá hacerse en el orden siguiente:
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LÓPEZ LUBIAN, Francisco. Reestructuración financiera: Algunas lecciones prácticas. El País,
16 de noviembre de 2012 (consultado el 28/07/2016). Disponible en:
http://blogs.elpais.com/via-ie-business/2012/11/reestructuraci%C3%B3n-financiera-algunas-
lecciones-pr%C3%A1cticas.html.
EL PROCESO DE LIQUIDACIÓN JUDICIAL
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LÓPEZ LUBIAN, Francisco. Reestructuración financiera: Algunas lecciones prácticas. El País,
16 de noviembre de 2012 (consultado el 28/07/2016). Disponible en:
http://blogs.elpais.com/via-ie-business/2012/11/reestructuraci%C3%B3n-financiera-algunas-
lecciones-pr%C3%A1cticas.html.
administración y disposición de los bienes adquiridos a cualquier título hasta
que la liquidación judicial sea clausurada. El liquidador asume desde este
momento todas las prerrogativas y facultades de administración.
Este marco sancionador recibe todos nuestros elogios, pues su carácter rígido
constriñe a la necesaria transparencia que requiere tanto el proceso de
reestructuración financiera como el de liquidación judicial.
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LÓPEZ LUBIAN, Francisco. Reestructuración financiera: Algunas lecciones prácticas. El País,
16 de noviembre de 2012 (consultado el 28/07/2016). Disponible en:
http://blogs.elpais.com/via-ie-business/2012/11/reestructuraci%C3%B3n-financiera-algunas-
lecciones-pr%C3%A1cticas.html.
Mediante la Ley No. 141-15 de Reestructuración y Liquidación de Empresas y
Personas Físicas Comerciantes de la República Dominicana, el legislador ha
creado un régimen legal que brinda ayuda tanto a las empresas y comerciantes
personas físicas como a los acreedores, ya que permite, en primer orden, que
las empresas y comerciantes personas físicas puedan normalizar sus
relaciones comerciales y crediticias, mediante la reestructuración operacional,
administrativa, de activos o pasivos. La liquidación judicial queda como una
última y excepcional fase.
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https://www.castillo.com.do/ley-de-reestructuracion-financiera-y-su-reglamento/#:~:text=El
%207%20de%20agosto%20de,Ejecutivo%20promulg%C3%B3%20la%20Ley%20No.
Otro aspecto interesante de la Ley No. 141-15 es la clasificación de algunas
figuras jurídicas en el marco de aplicación de dicha ley y el régimen de
regulación de insolvencia comercial; estableciendo los diferentes tipos de
deudores y acreedores en el ámbito comercial, e instaurando nuevas figuras
como “el verificador” (la persona designada para realizar el levantamiento
respecto de la situación financiera del deudor e informarle al tribunal) y “el
conciliador” (persona encargada de procurar el acuerdo entre el deudor y sus
acreedores), entre otros. Dicha normativa establece la jurisdicción competente
de conocer estos procedimientos, específicamente ante jueces especializados
en la materia. Por tanto, estamos frente a una ley que estratégicamente
adecúa, clasifica y regula los agentes que intervienen en el comercio, organiza
toda una estructura procedimental y sistemática, de acuerdo al orden lógico
jurídico preexistente, para “proteger a los acreedores frente a la insolvencia de
sus deudores, y contribuir a que los deudores superen su situación de
insolvencia, garantizando su continuidad operativa”.
El carácter de orden público que reviste a esta ley resulta ser uno de los puntos
más interesante, ya que denota el interés del legislador y su valoración a las
disposiciones constitucionales que establecen la obligación del Estado de
procurar la impulsión de la economía, el comercio y la industria; y
consecuentemente, de esta manera asegurar el desarrollo sostenible de las
mismas; dejando a un lado la concepción común de asimilar las deudas entre
comerciantes como situaciones jurídicas de interés netamente privado, para
otorgarles un carácter de interés social.
Así pues, con la introducción de esta disposición legal quedan desfasadas las
figuras jurídicas que anteriormente eran las únicas que se presentaban en los
momentos de deficiencia económica o insolvencia extrema de los deudores: la
quiebra, bancarrota y la liquidación de empresas de acuerdo con la ley de
sociedades comerciales. Es decir, se modifican estas disposiciones para
introducir mecanismos más eficientes de regulación del régimen comercial,
previniendo la decadencia prematura de los activos del deudor.
A partir de esta ley, ¿podrán las empresas declararse en quiebra como ocurre
en otros países?
Para las empresas esta legislación se convierte en una herramienta que les
permite acceder a una vía de negociación en aquellos casos de crisis que real
o potencialmente puedan comprometer su continuidad. De esta forma, la
legislación establece una serie de derechos y obligaciones para fomentar una
conciliación entre deudores y acreedores, no siendo la primera opción el cierre
y la liquidación del negocio. No obstante, en aquellos casos de inviabilidad
manifiesta, la liquidación de los activos y la disolución de la empresa es
prevista por la Ley.
Resulta importante resaltar que la Ley es severa en los casos en que este
proceso especial, en cualquiera de sus formas, es utilizado de mala fe, es
decir, con el objeto de evadir, incumplir o limitar el cumplimiento de las
obligaciones de los deudores respecto de sus acreedores 11.
Y en el caso de las personas físicas, ¿qué implicaciones tiene la ley para ellos?
¿podrían declararse en bancarrota?
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https://amcham.org.do/index.php/sala-de-prensa-noticias-amcham/noticias-amcham/821-
entendiendo-la-ley-de-reestructuracion-de-empresas-en-rd
11
https://amcham.org.do/index.php/sala-de-prensa-noticias-amcham/noticias-amcham/821-
entendiendo-la-ley-de-reestructuracion-de-empresas-en-rd