Bilirrubina CNC
Bilirrubina CNC
Bilirrubina CNC
2012;27(4):202—211
NEUROLOGÍA
www.elsevier.es/neurologia
ORIGINAL
a
Servicio de Neurología, Hospital Universitario Sant Joan de Dèu, Barcelona, España
b
Sección Neonatología, Hospital Universitario Sant Joan de Dèu, Barcelona, España
c
Servicio de Anatomía Patológica, Hospital Universitario Sant Joan de Dèu, Barcelona, España
0213-4853/$ – see front matter © 2010 Sociedad Española de Neurología. Publicado por Elsevier España, S.L. Todos los derechos reservados.
doi:10.1016/j.nrl.2010.03.013
Disfunción neurológica inducida por bilirrubina 203
J. Campistol et al
Disfunción neurológica inducida por bilirrubina 205
En la tabla 1 se hallan en forma resumida los datos de los En el paciente que falleció se realizó la necropsia para
7 pacientes. Solamente uno de ellos era pretérmino (34 s) establecer un diagnóstico etiológico del cuadro. Macros-
y todos los demás a término y con peso al nacimiento ade- cópicamete, el peso del encéfalo fue de 410 gramos, no
cuado para la edad gestacional. Ninguno de los pacientes presentando alteraciones en las circunvoluciones o en la
presentó problemas durante el parto, con valores normales base del cráneo (sin signos de herniación uncal). Se observó
ND
ND
ND
ND
7*
Trazado alternante
Hiperintensidad en
de predominio en
con ondas agudas
neurosensorial
T1 en núcleos
Hipoacusia
izquierdo
temporal
bilateral
Normal
pálidos
6
Hiperintensidad en
T1- T2 en núcleos
áreas temporo-
neurosensorial
epilépticas en
No realizada
occipitales
Hipoacusia
Descargas
bilateral
pálidos
ND
ND
ND
ND
4*
Descargas
bilateral
epilépticas breves
T1 en ambos
No realizada
multifocales
Descargas
pálidos
Ondas lentas de
lento izquierdo
Normal
pálidos
1
Evolución
ND: datos no disponibles.
Potenciales evocados
RM cerebral
auditivos
Figura 4 Imagen macroscópica del cerebro con pigmentación amarilla de los núcleos pálidos (Obs. 3). RM coronal T2-FLAIR de la
misma observación.
Tetraparesia distónica
Hiperintensidad en T2
rida. Las manifestaciones de la encefalopatía por bilirrubina
Parciales complejas
se dividen pues en agudas, crónicas y las ya comentadas
en ambos pálidos
manifestaciones sutiles2 .
neurosensorial
En el período neonatal el cuadro clínico clásico de la
Hipoacusia
encefalopatía hiperbilirrubinémica se manifiesta por signos
bilateral
poco específicos como dificultades de alimentación, irritabi-
lidad, disminución del sensorio, convulsiones o alteraciones
Sí
Sí
7
-
-
-
pacientes cabe señalar que todos ellos desarrollaron clínica
neurológica en período neonatal asociada a otras manifesta-
ciones sistémicas propias de su precario estado de salud. En
Hiperintensidad en T2
Tetraparesia distónica
en ambos pálidos
bilateral
Sí
Evolución y pruebas complementarias realizadas en el seguimiento de los pacientes afectos de kernicterus
5
neurosensorial
distónica
Parciales
bilateral
Sí
4
-
-
Sí
2
Sí
1
Trastorno deglutorio
Trastorno motor
prevalencia de este defecto del 5,3 al 14,8% de los neona- En la actualidad la encefalopatía por bilirrubina en el
tos atendidos en cuidados intensivos y especialmente con neonato a término o casi a término viene definida no solo
antecedentes de prematuridad e hiperbilirrubinemia13 . La por las cifras séricas de bilirrubina, sino por la asociación
respuesta a los audífonos es escasa, sin embargo los resulta- de una bilirrubina no conjugada > 20 mg/dl y la existencia
dos con los implantes cocleares son más esperanzadores16 . de anomalías neurológicas, ya sean a nivel motor, sensorial,
Las manifestacions oculares (limitación de la mirada al cenit por la presencia de hallazgos sugestivos en la neuroimagen
y en ocasiones compromiso de los movimientos oculares o en PEATC2,5 .
horizontales que recuerdan la apraxia oculomotora), no Las lesiones patológicas típicas se concretan no sola-
siempre son fáciles de evidenciar en el período neonatal y mente por la coloración amarillenta de las estructuras
con el tiempo tienden a mejorar2 . En nuestra serie se repor- cerebrales que se produce por la exudación regional de
taron, en el período neonatal, anomalías en los movimientos bilirrubina (que puede ocurrir sin pérdida neuronal), sino
oculares en cuatro pacientes. por la asociación además de una afectación neuronal selec-
La impregnación por bilirrubina suele respetar el córtex tiva con gliosis residual de las regiones subtalámicas y de
cerebral y la sustancia blanca subcortical, por lo cual la afec- los núcleos pálidos8,9,11 . En una de nuestras observaciones,
tación cognitiva no es constante; sin embargo en nuestra que falleció, se constataron mediante anatomía patoló-
serie más de la mitad de los pacientes la manifestaba. En gica estos hallazgos. Por otra parte, en nuestra observación
otras series el retardo mental y la epilepsia pueden llegar a los hallazgos compatibles con hipoxia cortical se expli-
ser muy importantes2,8 . can perfectamente por la evolución clínica del paciente
Actualmente se tiende a abandonar el término clá- con sepsis, coma y exitus secundario a fallo multiorgánico.
sico de kernicterus, considerándose esta entidad como un El paciente permaneció con ventilación mecánica durante
espectro clínico que puede evolucionar en el tiempo, den- todo el ingreso. Es interesante el hecho de que hasta la
tro del cual se englobarían tanto el kernicterus ‘‘clásico’’ fecha existen pocos trabajos que correlacionen los hallazgos
como otras formas ‘‘sutiles’’ de kernicterus, tambien cono- macroscópicos con las imágenes de RM8,9,11,12 .
cido como disfunción neurológica inducida por bilirrubina Con la aparición de la RM, las lesiones cerebrales propias
(Bilirrubin Induced Neurological Dysfunction o BIND) (tabla de este síndrome se han identificado y descrito en neona-
4) 2,13,14 . Estas manifestaciones incluyen diversos grados de tos a término2,12,15,17—20 . Existe una secuencia cronológica de
compromiso neurológico con afectación cognitiva variable, las lesiones del kernicterus detectables por RM craneal. En
trastornos de los aprendizajes, defectos atencionales movi- una primera fase (fase aguda) se puede detectar un incre-
mientos anormales o simplemente la disfunción auditiva ya mento de señal en secuencias T1 en los núcleos pálidos y
comentada2,5,11,12 . en ocasiones en núcleos subtalámicos. Estas alteraciones
El diagnóstico de kernicterus o de encefalopatía por han sido ya descritas en neonatos pretérmino o a término
bilirrubina ha sido clínico durante años. Con la mejora hiperbilirrubinémicos con 5 días de vida15 . Se piensa que
de las técnicas de diagnóstico, tanto de laboratorio como estos hallazgos reflejarían la reacción astroglial inmediata
de neuroimagen, de los exámenes neurofisiológicos y con frente al insulto, edema o incluso por la propia presencia
la optimización de los tratamientos como la fototerapia de la bilirrubina6,7,19,20 . En una segunda fase (transicional),
o la exanguinotransfusión, se ha conseguido reducir drás- se produce una atenuación de la hiperseñal en T1 a lo largo
ticamente el tiempo de diagnóstico pudiendo iniciarse el de las 2-3 semanas de vida hasta normalizarse. En algunos
tratamiento de forma precoz, lo que ha llevado a una dis- pacientes se observa de forma simultánea la aparición de
minución clara en la incidencia de esta patología en los una hiperseñal en T2 en la misma localización, incluso puede
últimos años, si bien más recientemente se está observando extenderse a cerebelo y tronco2 . Se han descrito aumentos
un cierto repunte, debido entre otros factores a la mayor de señal en T2 desde los días 6 y 8 de vida7,12 . Tres de nues-
supervivencia de los recién nacidos pretérmino de muy bajo tros pacientes presentaban cambios de señal en secuencias
peso al nacimiento (grandes prematuros)2,5 . T2 (a los 6 y 17 días de vida), mientras que los otros 3 no
210 J. Campistol et al
manifestaban estos cambios a los 7 días de vida. Todos ellos población inmigrante procedente de países menos desarro-
presentaron una evolución desfavorable con exitus o secue- llados que no disponen de medios para monitorizar la
las importantes (tabla 3). La evolución de la neuroimagen en bilirrubina y para tratar las cifras elevadas contribuye a
todas nuestras observaciones es bastante similar, con prác- este incremento de la casuística. Gracias a las nuevas técni-
tica desaparición de la hiperseñal en T1 y aparición de la cas de neuroimagen pueden diagnosticarse con precisión las
hiperseñal en T2 en núcleos pálidos y en dos observaciones lesiones en ganglios basales, cerebelo y tronco atribuibles
en núcleos subtalámicos (figs. 2,4). a la hiperbilirrubinemia y responsables de la encefalopatía.
Finalmente, en una tercera etapa (fase crónica) se pro- Finalmente señalar que no se puede descartar que muchos
duce un aumento de señal en T2 que persiste a lo largo de pacientes afectos de hipoacusia neurosensorial y en los que
la vida (fig. 3), habiéndose encontrado en niños de hasta se desconoce la causa puedan ser atribuibles a la hiperbi-
12 años19 . Esta señal traduciría los cambios de densa gliosis lirrubinemia del período neonatal o incluso frente algunas
fibrilar pobre en contenido celular que aparece en la fase manifestaciones neurológicas menores en las que no encon-
final, perfectamente descrita desde los años 708,9 . tramos una explicación etiológica razonable.
Los hallazgos de neuroimagen en todos los pacientes no
siempre pasan por las tres fases. Se ha publicado una serie de
6 pacientes con anomalías en las RM iniciales consistentes en
hiperseñal exclusivamente en secuencias T1 en núcleos páli- Conflicto de intereses
dos con normalización de las imágenes en RM posteriores de
control18,19 . Cuatro de estos niños (4/6) tuvieron un desarro- Los autores declaran no tener ningún conflicto de intereses.
llo normal15 . Hay que insistir aquí de nuevo en que no todos
los pacientes con hiperbilirrubinemia, manifestaciones neu-
rológicas en período neonatal y neuroimagen positiva van a
desarrollar la clinica de la enfermedad5 . Este hecho tiene Bibliografía
gran importancia para emitir un pronóstico en período neo-
1. Hansen TWR. Pioneers in the Scientific Study of neonatal Jaun-
natal o incluso para proceder a medidas terapeuticas más
dice and Kernicterus. Pediatrics. 2000:1061—7.
o menos agresivas. No obstante este hecho es excepcional
2. Shapiro SM. Definition of the clinical spectrum of Kernicterus
y cuando la clínica neonatal, los parámetros bioquímicos, and Bilirrubin-Induced Neurologic Dysfunction (BIND). J Perina-
de neuroimagen y de PEATC son muy evidentes las probabi- tol. 2005;25:54—9.
lidades de desarrollar la enfermedad son muy elevadas. 3. Brodersen R. Bilirrubin transport in the newborn, reviewed with
Por todo ello creemos que la RM craneal es un ins- relation to kernicterus. J Pediatr. 1980;96:349—56.
trumento útil en el período neonatal para demostrar la 4. Wennberg RP, Ahlfors CE, Bhutani VK, Johnson LH, Sha-
toxicidad de la bilirrubina en sistema nervioso central. La piro SM. Toward understanding Kernicterus: A challenge to
asociación en el período neonatal de hiperbilirrubinemia con improve management of jaundiced newborns. Pediatrics.
sintomatología clínica acompañante y cambios de señal en 2006;117:474—85.
5. Hansen TWR. Mechanism of bilirrubin toxicity: clinical implica-
la RM (hiperseñal en ambos globos pálidos inicialmente en
tions. Clin Perinatol. 2002;29:765—78.
T1 y en T2 en etapas posteriores) junto a la alteraciones en
6. Coskun A, Yikilmaz A, Kumandas S, Karahan OI, Akcakus M,
los PEATC nos permiten el diagnóstico, en general orientar Manav A. Hyperintense globus pallidus on T1-weighted MR ima-
el pronóstico e iniciar al tratamiento rehabilitador. ging in acute kernicterus: is it common or rare? Eur Radiol.
Hasta el momento, la única forma de prevenir estos 2005;15:1263—7.
desórdenes la constituye una determinación de las cifras 7. Govaert P, Lequin M, Swarte R, Robben S, de Coo R, Weisglas-
de bilirrubinemia sérica ante la mínima sospecha y el tra- Kuperus N, et al. Changes in globus pallidus with (pre)term
tamiento oportuno si procede. La aplicación de protocolos kernicterus. Pediatrics. 2003;112:1256—63.
internacionales consensuados de tratamiento de la hiperbi- 8. Larroche JC. Kernicterus and posticteric encephalopaty. En:
lirrubinemia con fototerapia y exanguinotransfusión y otras Larroche JC, editor. Developmental pathology of the neonate.
North-Holland: Elsevier; 1977. p. 447—54.
medidas opcionales como la seroalbumina al 5% como pre-
9. Friede RL. Perinatal lesions of grey matter. En: Friede RL, editor.
exanguinotransfusión, los inhibidores de hemoxigenasa, los
Developmental neuropathology. Berlin: Springer-Verlag; 1989.
inductores enzimáticos de la conjugación, la inducción de p. 115—24.
la excreción intestinal de bilirrubina, los inhibidores de 10. Ostrow JD, Pascolo L, Shapiro SM, Tiribelli C. New con-
la betaglucuronidasa y la quelación intestinal entre otros, cepts of bilirrubin encephalopathy. Eur J Clin Invest.
deben contribuir a reducir/ minimizar la toxicidad de la 2003;33(11):988—97.
bilirrubina a nivel del sistema nervioso central en estas eda- 11. Ahbad-Barmada M, Moosy J. The neuropathology of kernicterus
des tempranas21—23 . in the premature neonate: diagnostic problems. J Neuropathol
Como conclusión señalar que a pesar de los avan- Exp Neurol. 1984;43:45—55.
ces científicos seguimos viendo pacientes con secuelas de 12. Penn AA, Enzmann DR, Hahn JS. Kernicterus in a full term infant.
Pediatrics. 1994;93:1003—6.
hiperbilirrubinemia neonatal y que los mecanismos fisiopa-
13. Starr A, Pincton TW, Sininger Y, Hood LJ, Berlin CI. Auditory
tológicos se conocen mejor pero no en su totalidad. En
neuropathy. Brain. 1996;119:741—53.
los últimos diez años hemos observado un repunte de la 14. Berlin CI, Morlet T, Hood LJ. Auditory neuropathy /dysynch-
incidencia de casos de encefalopatía por hiperbilirrubine- rony: its diagnosis and management. Pediatr Clin North Am.
mia que podemos atribuir en parte al incremento de las 2003;50:331—40.
complicaciones propias del gran prematuro/neonato de alto 15. Harris MC, Bernbaum JC, Polin JR, et al. Developmental follow-
riesgo cuando hace unos años estos pacientes no sobrevi- up of breastfed term and near-term infants with marked
vían al período neonatal. En segundo lugar el aumento de la hyperbilirrubinaemia. Pediatrics. 2001;107:1075—80.
Disfunción neurológica inducida por bilirrubina 211
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