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Arte y Patrimonio

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«Miranda en La Carraca», de Arturo


Michelena

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«Miranda en La Carraca», de Arturo


Michelena
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Detalle de «Miranda en La Carraca».


Nombre: Miranda en La Carraca.
Autor: Arturo Michelena.
Técnica: óleo sobre tela.
Dimensiones: 196,6 x 245,5 cm.
Año: 1896.
Tipo de patrimonio: Tangible/Mueble.
Administrador custodio o responsable: Galería de Arte Nacional.
Historia
Descripción
Valoración
Ubicación
Fuentes consultadas
Historia
Arturo Michelena obró con maestría academicista, en complicidad con el escritor Eduardo
Blanco, cronista de la historia patria que le sirvió de modelo, la formidable venganza de
Francisco de Miranda. El ilustre venezolano, que participó en la Revolución Francesa, que
animó la Independencia de Venezuela, de Chile y Estados Unidos, que grabó su nombre en
el Arco del Triunfo de París y que integra con su retrato la Galería de los Personajes del
Palacio de Versalles, mira desde 1896 al mundo con decepción infinita desde una
habitación sombría del Penal de Las Cuatro Torres, o Penal de La Carraca, en Cádiz,
España. Cárcel inmortalizada no solo por el prócer universal que la padeció en su etapa
postrera, sino por quien supo acusarla para siempre en un lienzo al óleo de 196,6 cm de alto
por 245,5 cm de ancho.

La obra, con la que el artista valenciano ganó una medalla en el concurso convocado por el
presidente Joaquín Crespo para conmemorar el octogésimo aniversario de la muerte de
Francisco de Miranda, cumplido en 1896, fue presentada en el Teatro Municipal de Caracas
el 18 de julio de ese año, y expuesta luego en la Casa Amarilla tras ser adquirida por la
nación por un monto estimado en 40 000 bolívares.

Con Miranda en La Carraca, entre otras grandes obras del final de la vida de Michelena
(quien murió dos años después de pintarla), el maestro se mantiene en el corsé
academicista, erosionado en otras latitudes por el impresionismo y otras tendencias
renovadoras de la época, pero se atreve llenarla de luz y color, quizá en un intento
desesperado de destacar, en la tenebrosidad propia del sitio, la figura del hombre que
reivindicó, como nadie, en una de las piezas clave de la plástica venezolana del siglo XIX.
Descripción

Imagen completa de «Miranda en La Carraca».

La obra es una amplia pintura al óleo que describe la escena de un personaje en un recinto
austero. Miranda está recostado en un catre, sobre un colchón apenas cubierto por una
sábana que cuelga sobre un piso de lajas rústicas.

En el cuadro nada es gratuito: hacia el lado izquierdo de la composición sobresalen algunos


mechones de hojarascas por debajo de la almohada que sirve de apoyo al personaje. Y en la
misma dirección se asoma la punta de una pequeña mesa con libros que dan idea del
intelectual que protagoniza el cuadro. También ingresa en la composición un pequeño
taburete tejido con fibra, el cual funciona como complemento visual generando un ritmo en
el lienzo.

A la derecha, sobre el muro empedrado del lugar, pintó estratégicamente una argolla con
una cadena colgante, por si alguien dudase alguna vez de que Miranda estaba confinado en
una prisión.
Sobre el catre, el prócer descansa reclinado en actitud de espera o resignación, apoya el
rostro sobre su mano empuñada, mientras mantiene el tronco a medio incorporar, con una
pierna sobre la cama y la otra en dirección al piso. Luce pantalón a media pierna, medias
grises, zapatos de hebilla, chaqueta oscura cortada a la cintura y camisa con volantes, a la
usanza del vestir de la sociedad ilustrada del siglo XIX.

La atmósfera oprimente del cuadro no ensombrece, sin embargo, la mirada del héroe e
ilustrado humanista. Que desasosiega sin remedio a quien conecta con ese pozo de
decepción que hay en sus ojos, acusado de traición por los suyos –Simón Bolívar incluido- ,
pero sabiéndose merecedor de gratitud. La venganza de Miranda, obrada por Michelena.

Valoración
Miranda en La Carraca es uno de los cuadros emblemáticos de la amplia iconografía épica
del país. Esa pieza de arte selló el final de la vida del “Americano más universal” en el
imaginario colectivo de Venezuela y del mundo. Como obra pictórica, Arturo Michelena
interpreta de manera vívida la condena de Miranda y su certeza de que se aproximaba a su
fin. Resulta curiosa la asociación que nos lleva a recordarlo como un personaje notable,
mediante una pintura que más bien destaca su declive.
Según el artículo Miranda en La Carraca. Diversas lecturas estéticas, de la Fundación de
Museos Nacionales de la Galería de Arte Nacional, GAN, este óleo “… permite analizar
aspectos del proceso pictórico del Michelena, tales como la planeación compositiva, el
esquema de colores, la estructura basada en el dibujo, entre otros elementos que, a modo de
síntesis, definen de forma clara la idea principal que desarrolló el artista”.

La misma GAN honra esta obra como “motivo de inspiración frecuente en la producción de
artistas de varias generaciones, resultando interpretada, reinterpretada y apropiada
(estéticamente) de diversas formas; esto sin mencionar otras influencias que se han
producido en el imaginario cultural del venezolano”.
El curador de esa institución cultural, Félix Herrera, suscribe en julio de 2016 al diario El
Universal que “La idea de Miranda como personaje no solo tocó a los academicistas. Hay
una retratística histórica donde podemos entender su semblante, pero el Miranda de
Michelena ha prevalecido como ícono para trabajos conceptuales y también como
inspiración para artistas populares. En la pintura, la imagen de Miranda ha sido un mito, así
como fue de mítica su trayectoria”,

Mientras, el curador e investigador Nicomedes Febres alude al espíritu mismo del gentilicio
nacional: “Miranda fue un personaje marginal, apenas representado, en la pintura patriótica
hasta la aparición de Miranda en La Carraca ¿Por qué tanta fascinación por esa pintura?
¿Por la belleza del cuadro?, ¿por la importancia del personaje? tal vez por el fatalismo del
venezolano”.

En todo caso, ahí está la bella “conspiración” fraguada desde el taller de Michelena en
1896: “La obra Miranda en La Carraca, se lee en la página de la GAN, es intelectualidad
sobre lienzo, ya que reúne un círculo quizás irrepetible en la historia de Venezuela:
Francisco de Miranda como motivo, Arturo Michelena como ejecutor y Eduardo Blanco
como modelo”.

Desde algún lugar del universo debe de estar mirando, satisfecho, Francisco de Miranda.
Con media sonrisa en su rostro…

Ubicación

Galería de Arte Nacional. Avenida México, entre las estaciones Bellas Artes y Parque
Carabobo del Metro de Caracas. Frente a Puente Brión, La Candelaria, Caracas.
Nota: el boceto que la viuda de Michelena, Lastena Tello, donó a la Alcaldía de Valencia,
prestado a la Galería de Arte Nacional en 2013, fue devuelto en julio de 2014 a la
municipalidad de la capital carabobeña.

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