Este documento contiene oraciones y bendiciones judías recitadas en la mañana. Comienza con una oración para alabar a Dios y pedir la paz para Israel. Luego presenta varias bendiciones dichas al despertar y después de lavarse, como agradecer a Dios por devolver el alma y por crear el cuerpo humano. Finaliza con más bendiciones para agradecer diversos aspectos de la creación y la guía de Dios, y una oración para pedir ser guiado por la Torá.
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Shajarit
YITGADAL - Exaltado y santificado sea el gran Nombre
del Señor (Amén), en este mundo de Su creación que creó conforme a Su voluntad; llegue Su reino pronto, florezca la salvación y se aproxime la llegada de Su ungido (Amén). En vuestra vida, y en vuestros días y en vida de toda la casa de Israel, pronto y en tiempo cercano y decid Amén. Bendito sea Su gran Nombre para siempre, por toda la eternidad; sea bendito, elogiado, glorificado, exaltado, ensalzado, magnificado, enaltecido y alabado Su santísimo Nombre (Amén) por encima de todas las bendiciones, de los cánticos, de las alabanzas y consuelos que pueden expresarse en el mundo, y decid: Amén. Sobre Israel, y por nuestros maestros y sus alumnos, y por todos los alumnos de los alumnos, que se ocupan de la sagrada Torá, tanto en esta tierra como en cada nación y nación. Recibamos nosotros y todos ellos gracia, bondad y misericordia del Amo del cielo y de la tierra, y decid: Amén. Descienda del Cielo una gran paz, vida, abundancia, salvación, consuelo, liberación, salud, redención, perdón, expiación, amplitud y libertad, para nosotros y para todo Su pueblo Israel, y decid: Amén. El que establece la armonía en Sus alturas, nos dé con Sus piedades paz a nosotros y a todo el pueblo de Israel, y decid: Amén. BENDICIONES DE LA MAÑANA La persona al despertarse debe decir la siguiente frase, incluso antes de haberse lavado las manos MODÉ - Te agradezco, Rey vivo y Eterno, que me has devuelto mi alma con misericordia. Grande es Tu fidelidad. Una vez terminado el aseo y necesidades personales, damos inicio al recitado de las bendiciones de la mañana BARUJ - Tú que eres Bendito, Eterno, Señor nuestro, Rey del Universo, que nos has santificado con Tus preceptos, y nos ordenaste el lavado de las manos. La siguiente bendición debe ser recitada cada vez que terminamos de hacer nuestras necesidades fisiológicas, una vez nos hayamos lavado y secado las manos BARUJ - Tú que eres Bendito, Eterno, Señor nuestro, Rey del Universo, que has formado al hombre con sabiduría y creaste en él vías y conductos. Conocido y sabido es ante Tu trono de gloria que, si un solo órgano quedara obstruido o abierto, no sería posible existir ni siquiera una sola hora. Tú eres Bendito, Eterno, que curas a toda criatura y haces maravillas. ELOKAY - Señor mío, el alma que me diste es pura, Tú la creaste, Tú la formaste, Tú la insuflaste en mí y Tú la cuidas en mi interior, y Tú la tomarás de mí y me la devolverás en el futuro. Todo el tiempo que el alma esté en mí, yo te agradezco, Eterno, mi Señor y Señor de mis padres, Señor de todos los actos, dueño de todas las almas. Tú que eres Bendito, Eterno, el que devuelve las almas a los cuerpos muertos. Tú que eres Bendito, Eterno, Señor nuestro, Rey del Universo, que das inteligencia al gallo para distinguir entre el día y la noche. Tú que eres Bendito, Eterno, Señor nuestro, Rey del Universo, que abres los ojos de los ciegos. Tú que eres Bendito, Eterno, Señor nuestro, Rey del Universo, que liberas a los cautivos. Tú que eres Bendito, Eterno, Señor nuestro, Rey del Universo, que enderezas a los encorvados. Tú que eres Bendito, Eterno, Señor nuestro, Rey del Universo, que vistes a los desnudos. Tú que eres Bendito, Eterno, Señor nuestro, Rey del Universo, que das fuerza al fatigado. Tú que eres Bendito, Eterno, Señor nuestro, Rey del Universo, que extiendes la tierra sobre las aguas. Tú que eres Bendito, Eterno, Señor nuestro, Rey del Universo, que predispones los pasos del hombre. Tú que eres Bendito, Eterno, Señor nuestro, Rey del Universo, que me has provisto todas mis necesidades. Tú que eres Bendito, Eterno, Señor nuestro, Rey del Universo, que ciñes a Israel con fortaleza. Tú que eres Bendito, Eterno, Señor nuestro, Rey del Universo, que coronas a Israel con Gloria. Tú que eres Bendito, Eterno, Señor nuestro, Rey del Universo, que no me hiciste gentil. Tú que eres Bendito, Eterno, Señor nuestro, Rey del Universo, que no me hiciste esclavo. Tú que eres Bendito, Eterno, Señor nuestro, Rey del Universo, que no me hiciste mujer. (La mujer dirá: que me hiciste conforme a Tu voluntad). Tú que eres Bendito, Eterno, Señor nuestro, Rey del Universo, que quitas el sueño de mis ojos y el adormecimiento de mis párpados. Sea Tu voluntad, oh Eterno, mi Señor y Señor de mis padres, que me habitúes a Tu Torá y me ligues a Tus mandamientos, y no me dejes caer en pecado, ni en iniquidad, ni en tentación ni en menosprecio; aléjame de la mala inclinación y apégame a la buena inclinación; y subyuga mis inclinaciones para que te sirva. Otórgame hoy y todos los días gracia, bondad y misericordia ante Tus ojos y a los ojos de todo el que me viera, y concédeme buenos favores. Tú que eres Bendito, Señor, colmas de buenos favores a Tu pueblo Israel. Sea Tu voluntad, oh Eterno, mi Señor y Señor de mis padres, que me liberes, hoy y todos los días, de los arrogantes y de la arrogancia, de un hombre malo, de la mala inclinación, de un mal amigo, de un mal vecino, de un mal tropiezo, del mal de ojo, de la maledicencia, de un juicio difícil y de un litigante duro, ya sea o no hijo del pacto. Tú que eres Bendito, Eterno, Señor nuestro, Rey del Universo, que nos has santificado con Tus mandamientos y nos has ordenado ocuparnos con las palabras de la Torá. Por lo tanto, te pedimos, oh Eterno, nuestro Señor, que hagas placenteras en nuestros labios las palabras de Tu Torá, como así también en labios de todo Tu pueblo, la casa de Israel, para que nosotros y nuestros descendientes y los descendientes de todo Tu pueblo, la casa de Israel, puedan conocer Tu Nombre y aprender Tu Torá por sí misma. Tú que eres Bendito, oh Señor, que enseñas la Torá a Tu pueblo Israel. Tú que eres Bendito, Eterno, Señor nuestro, Rey del Universo, que nos has elegido entre todos los pueblos y nos has dado Tu Torá. Tú que eres Bendito, que nos diste la Torá. Y el Señor le habló a Moshé diciendo: Habla ante Aharón y ante sus hijos, diciendo: Así bendecirás a los hijos de Israel, diciéndoles: Que el Señor os bendiga y os proteja; que el Señor haga brillar Su rostro frente a vosotros y os otorgue Su gracia. Que el Señor eleve Su rostro hacia vosotros y os dé paz. Y ellos pondrán Mi Nombre sobre los hijos de Israel y Yo los bendeciré. Colocación del Talit BARUJ - Tú que eres Bendito, Eterno, Señor nuestro, Rey del Universo, que nos has santificado con Tus mandamientos y nos has ordenado envolvernos con el Tzitzit. Colocación de los Tefilín BARUJ - Tú que eres Bendito, Eterno, Señor nuestro, Rey del Universo, que nos has santificado con Tus mandamientos y nos has ordenado colocarnos los Tefilín. Si por equivocación la persona pronunció alguna palabra entre la colocación del tefilín de la mano y el de la cabeza, debe recitar la siguiente bendición cuando se ponga el tefilín de la cabeza sobre su frente BARUJ - Tú que eres Bendito, Eterno, Señor nuestro, Rey del Universo, que nos has santificado con Tus mandamientos y nos has ordenado el precepto de los Tefilín. Mientras enrolla la correa del tefilín sobre el dedo medio de su mano recita los siguientes versículos:
VEERASTIJ - Te desposaré a Mí para siempre; y te
consagraré para Mí con rectitud y con justicia, con bondad y con misericordia; y te consagraré para Mí con fidelidad y conocerás al Eterno. Y será que verán todos los pueblos de la tierra que el Nombre de Hashem fue invocado sobre Tí y te temerán. Me alegraré en Hashem y se regocijará mi alma en el Todopoderoso, porque me ha vestido con ropas de salvación, me ha arropado con un abrigo de rectitud como el novio que se atavía y la novia que se adorna. Kadesh li VAYDABER -Y habló Hashem a Moshé diciendo: “Santifica para Mí todo primogénito; todo el que abra matriz de los hijos de Israel, entre las personas y entre los animales, Mío es”. Moshé dijo al pueblo: “Recuerden este día en que ustedes salieron de Egipto, de la casa de la servidumbre; pues con mano fuerte el Eterno los sacó de aquí, y por ellos ninguna sustancia que haya leudado será ingerida. Hoy ustedes salen, en el mes de la primavera”. Y sucederá que cuando el Eterno los lleve a la tierra del Canaaní, del Jití, del Emorí, del Jiví y del Yebusí, la cual juró a tus padres que entregaría, tierra que mana leche y miel, realizarás este servicio en este mes. Durante un período de siete días comerás pan ácimo, y el séptimo día será un festival para el Eterno. Pan ácimo comerás durante siete días; ninguna sustancia leudada será vista en tus posesiones, no será vista levadura en tus fronteras. Y relatarás a tu hijo en este día diciendo: “En aras de esto Hashem actuó por mí cuando salí de Egipto. Será un signo para ti en tu brazo y una remembranza entre tus ojos, para que la Torá del Eterno esté en tu boca, pues con mano fuerte el Eterno te sacó de Egipto. Y cuidarás este precepto en su tiempo de año en año. Y sucederá que cuando el Eterno te lleve a la tierra que juró a tus padres y la haya puesto en tus manos, separarás todo aquél que abra matriz para el Eterno; y de todo primerizo expulsado de matriz de los animales que tengas en tu posesión, los machos serán para el Eterno. Y de los primerizos de todo asno los redimirás por un cordero y por un cabrito, pero si no lo hicieres, lo desnucarás. Y todo primogénito de hombre de entre tus hijos será redimido. Y será que cuando tu hijo inquiriere el día de mañana preguntando: “¿Qué es esto?”, le dirás: “Con mano fuerte nos sacó el Eterno de Egipto, de la casa de la servidumbre. Y cuando el Faraón se obstinó en no mandarnos fuera, el Eterno mató a todo primogénito en la tierra de Egipto, desde el primogénito del hombre hasta el de la bestia. Por eso yo ofrendo al Eterno todo macho que abra matriz y redimo a todo aquél que sea primogénito de mis hijos. Y será señal sobre tu brazo y como señal entre tus ojos, pues con mano fuerte nos sacó el Eterno de Egipto. VATITPALEL - Janá oró y dijo: Saltó de gozo mi corazón en el Eterno, y Él me ha ensalzado. Ya puedo responder a boca llena a mis enemigos porque me alegré con Tu salvación. Nadie es santo como el Señor; no hay otro Señor fuera de Ti; ninguno es fuerte como nuestro Señor. Cesad entonces de hablar con soberbia y jactancia; no uses ya tu lenguaje altanero, porque el Señor todo lo sabe, y a Él le dan cuenta de las acciones. Se ha quebrado el arco de los fuertes y los que habían caído han sido revestidos con valor. Los que tenían antes muchos bienes, se han alquilado por un pedazo de pan; y los que se hallaban acosados por el hambre han sido saciados. La estéril ha venido a ser madre de siete hijos y la que estaba rodeada de ellos lo perdió todo. El Señor da la muerte y revive, Él hace bajar a la tumba y libera de ella. El Señor es quien empobrece y enriquece, quien hace decaer y eleva. Él levanta del polvo al pobre y de los desperdicios alzará al menesteroso para sentarlo junto a los príncipes y que ocupe un trono de honor. Pues de Hashem son las bases de la tierra y sobre ellas asentó al mundo. Los pies de sus devotos dirigirá y a los malvados en la oscuridad enmudecerá, pues no se impone el hombre por su propia fuerza. Temblarán delante de Hashem sus adversarios: tronará desde el cielo sobre ellos. El Señor juzgará a todos los confines la tierra y dará el imperio de ella a su Rey y ensalzará la gloria y poder de Su ungido. Cuán grandes son Sus signos y cuán poderosos Sus milagros. Su reinado es eterno y Su dominio para todas las generaciones. Y nosotros, Tu pueblo, el rebaño de Tu parcela, Te agradeceremos eternamente; de generación en generación relataremos Tus alabanzas. En la tarde y en la mañana y al mediodía oraré y clamaré, y Él escuchará mi voz. Al cantar juntas las estrellas de la mañana, claman en voces de júbilo todos los ángeles. No temeré a decenas de miles que me cerquen, porque en el Señor espero. Aguardo en Hashem mi salvación. El Eterno me oirá; no te alegres mi enemigo, pues a pesar de que caí he de levantarme; aún si moro en la oscuridad del cautiverio, Hashem es mi luz. Pues en Ti, Señor, esperé, Tú me responderás, Oh Eterno, Señor mío. Mis pies se han dirigido siempre por el camino de la rectitud; en las congregaciones bendeciré al Señor. ORACIÓN DE SHAJARIT LESHEM - En aras de la unificación del Santo, Bendito es Él y Su divinidad, con temor y amor, y amor y temor, para unificar el Nombre inefable, con unificación única, en nombre de todo Israel, he aquí que venimos a rezar la plegaria de la mañana, establecida por nuestro patriarca Abraham, sea sobre él la paz, con todos los preceptos incluidos en ella, para restablecer su raíz, en su lugar supremo, para satisfacer de espíritu a nuestro Formador y cumplir la voluntad de nuestro Creador. Que el agrado de Hashem, nuestro Señor esté sobre nosotros. Que Él establezca sobre nosotros la obra de nuestras manos y establezca la obra de nuestras manos: HARENI - He aquí que acepto sobre mí el precepto de “Amarás a tu prójimo como a ti mismo”, y es así que yo amo a cada uno de los individuos de los hijos de Israel como a mi alma y mi riqueza, por lo que dispongo mi boca para rezar delante del Rey de reyes, el Santo bendito es Él. ELOKENU - Nuestro Señor y Señor de nuestros padres recuérdanos con buen recuerdo delante de Ti, y rememóranos con remembranza de salvación y misericordia desde lo más alto de los antiguos cielos; y recuerda para nosotros, nuestro Señor, el amor de nuestros ancestros Abraham, Yitzjak e Israel, Tus siervos. Recuerda el pacto y la bondad del juramento que juraste a nuestro patriarca Abraham en el monte Moriá y el sacrificio de Yitzjak, su hijo, sobre el altar, como está escrito en Tu Torá. VAYHÍ - Después de estas cosas sucedió que el Señor probó a Abraham y le dijo: "¡Abraham, Abraham!" Él respondió: “Heme aquí”. Y Hashem le dijo: “Toma a tu hijo, a tu único, al que amas, a Yitzjak, vete a la tierra de Moriá y ofrécelo allí en holocausto en uno de los montes, el que Yo te diga”. Se levantó, pues, Abraham de madrugada, aparejó su asno y tomó consigo a dos mozos y a su hijo Yitzjak. Partió la leña del holocausto y se puso en marcha hacia el lugar que le había dicho el Señor. Al tercer día levantó Abraham los ojos y vio el lugar desde lejos. Entonces dijo Abraham a sus mozos: “Quédense aquí con el asno. Yo y el muchacho iremos hasta allí, haremos adoración y volveremos donde ustedes”. Tomó Abraham la leña del holocausto, la cargó sobre su hijo Yitzjak, tomó en su mano el fuego y el cuchillo, y se fueron los dos juntos. Dijo Yitzjak a su padre Abraham: “¡Padre!” Respondió: “¡Dime, hijo!”, “Aquí está el fuego y la leña, pero, ¿dónde está el carnero para el holocausto?” Dijo Abraham: “el Señor proveerá el carnero para el holocausto, hijo mío”. Y siguieron andando los dos juntos. Llegados al lugar que le había dicho el Señor, construyó allí Abraham el altar, y dispuso la leña; luego ató a Yitzjak, su hijo, y lo puso sobre el altar, encima de la leña. Alargó Abraham la mano y tomó el cuchillo para sacrificar a su hijo. Entonces le llamó el ángel del Eterno desde los cielos diciendo: “¡Abraham, Abraham!” Él dijo: “Heme aquí”. Dijo el ángel: “No alargues tu mano contra el niño, ni le hagas nada, que ahora ya sé que tú eres temeroso del Señor, ya que no me has negado a tu hijo, tu único”. Levantó Abraham los ojos, miró y vio un carnero trabado en un zarzal por los cuernos. Fue Abraham, tomó el carnero, y lo sacrificó en holocausto en lugar de su hijo. Abraham llamó a aquel lugar “el Eterno provee”, de donde se dice hoy en día: “En el monte el Eterno provee”. El ángel del Eterno llamó a Abraham por segunda vez desde los cielos, y dijo: “Por Mí mismo juro, dijo el Eterno, que por haber hecho esto, por no haberme negado tu hijo, tu único, yo te colmaré de bendiciones y acrecentaré muchísimo tu descendencia como las estrellas del cielo y como las arenas de la playa, y se adueñará tu descendencia de la puerta de sus enemigos. Por tu descendencia se bendecirán todas las naciones de la tierra, en pago de haber obedecido tú mi voz”. Volvió Abraham al lado de sus mozos, y juntos emprendieron la marcha hacia Beer Sheba. Y Abraham se quedó en Beer-Sheba. VESHAJAT - Lo degollará al lado norte de la base del altar ante el Eterno, y los hijos de Aharón, los sacerdotes, derramarán la sangre alrededor del altar. YEHÍ - Sea Tu voluntad, Señor nuestro, Eterno y Señor de nuestros padres que te llenes de misericordia sobre nosotros y de esta forma con la abundancia de nuestra misericordia recuerdes por nosotros el sacrificio de Yitzjak nuestro patriarca, hijo de Abraham nuestro patriarca, sobre ellos sea la paz, como si su ceniza estuviera reunida y colocada en el altar, y observa en su ceniza para que te apiades de nosotros y canceles sobre nosotros todos los decretos duros y negativos, y así ameritamos para regresar en teshuvá íntegra delante de Ti y salvarnos del instinto del mal, de todo pecado e iniquidad, y alargue nuestros días con bien y nuestros años con dulzura. RIBONÓ - ¡Soberano del Universo! De la misma manera que nuestro padre Abraham reprimió su compasión hacia su único hijo para cumplir con Tu voluntad con todo su corazón, así también Tu merced dominará Tu ira hacia nosotros; y que Tu misericordia invoque Tus atributos, para que Tú, oh Señor, te manejes con nosotros con el atributo de la bondad y con el de la misericordia. Y que con Tu generosa merced, Tu enojo sea desviado de Tu pueblo, Tu ciudad, Tu tierra y Tu herencia. Y cumple con nosotros, oh Eterno, nuestro Señor, lo que nos prometiste en Tu Torá, por las manos de Moshé, Tu siervo, como ha sido dicho: “Y Yo recordaré Mi pacto con Yaacob y también Mi pacto con Yitzjak y también Mi pacto con Abraham. Yo recordaré y la tierra recordaré”. VENEEMAR - Y también está escrito: “Y aun estando en tierras de sus enemigos, no por ello los he rechazado ni repudiado para exterminarlos y anular Mi pacto con ellos, pues Yo soy el Eterno su Señor”. Y está escrito: “Recordaré Mi pacto con tus antepasados, los que saqué de la tierra de Egipto, a la vista de todos los pueblos para Yo ser su Señor, Yo soy el Eterno”. Y está escrito: “Y el Eterno, tu Señor te hará retornar del cautiverio, y se compadecerá de ti y te reunirá de entre todos los pueblos en los que el Eterno te había dispersado. Y aunque estuvieses exiliado hasta los confines de los cielos, desde allá te traerá el Eterno, tu Señor, y te tomará desde allí. Y el Eterno te traerá a la tierra que heredaron tus antepasados y tú la heredarás; sacarás provecho de ella y te multiplicará más que a tus antepasados”. Y ha sido dicho por Tus profetas: “Eterno, concédenos Tu gracia porque en Ti hemos esperado; sé nuestro brazo por la mañana y nuestra salvación en tiempo de angustia”. Y también está escrito: “Es un momento de tribulación para Yaacob, pero él será liberado”. Y está escrito: “En todas sus tribulaciones, Él también se ha afligido; y el ángel que está frente a Él, por Su amor y Su piedad los redimirá, los tomará y los elevará por siempre jamás”. Y está escrito: “¿Quién es como Tú, que perdonas la iniquidad y pasas por alto las transgresiones a los remanentes de Tu pueblo? Él no guarda para siempre Su ira, sino que se deleita en Su benevolencia. Ciertamente se compadecerá de nosotros y someterá nuestras transgresiones. Y Tú arrojarás a lo profundo del mar todos sus pecados. Retribuirás verdad a Yaacob, benevolencia a Abraham, como juraste a nuestros padres en el pasado”. Y está escrito: “Y Yo los llevaré al monte de Mi santidad y los regocijaré en la casa de Mi plegaria; sus sacrificios y ofrendas serán gratos en Mi altar. Pues Mi casa será llamada la casa de plegaria para todos los pueblos”. ELU - Estas son las cosas que no tienen medida fija: la esquina del campo, los primeros frutos, la aparición (ante el Señor en el festival de las tres peregrinaciones), los actos de benevolencia y el estudio de la Torá. Estas son las cosas de cuyos frutos el hombre goza en este mundo, mientras que su capital se le guarda para el mundo venidero; estas son: honrar a los padres, los actos de benevolencia, asistencia diligente a la casa de estudios, tanto de mañana como de tarde, hospitalidad hacia los visitantes, visitar a los enfermos, darle dote a la novia necesitada, acompañar a los muertos, concentrarse en las plegarias, lograr la paz entre los hombres y entre marido y mujer; pero el estudio de la Torá equivale a todos. LEOLAM - Un hombre debe temerle al Señor en todo momento (aún) en privado. Deberá reconocer la verdad y decirla en su corazón. Debe levantarse temprano y decir: ¡Señor de todo el mundo! No presentamos nuestras súplicas ante Ti por nuestras buenas acciones, sino debido a Tu generosa bondad. ¿Qué somos? ¿Qué es nuestra vida? ¿Qué es nuestra benevolencia? ¿Cuál es nuestra bondad? ¿Cuál es nuestra fuerza? ¿Cuál es nuestro poder? ¿Qué debemos decir ante Ti, oh Señor, nuestro Señor y Señor de nuestros padres? ¿Acaso todos los poderosos no son como la nada ante Ti? ¿Los hombres famosos como si nunca lo hubieran sido? ¿Los sabios como si no tuvieran conocimientos? ¿Los hombres con su entendimiento como si carecieran de sentido? Ya que la mayoría de sus obras son confusión y los días de sus vidas son vanidad ante Ti y la preeminencia del hombre sobre la bestia no existe; porque todo eso – es vanidad. Excepto por el alma pura la cual está destinada a ser juzgada y a rendir cuentas ante el Trono de Tu gloria. Pero todas las naciones no son nada ante Ti, como ya ha sido dicho: Mirad, las naciones son como una gota de un balde y cuentan como polvillo en la balanza; mirad, Él considera las islas como algo muy pequeño. AVAL - Sin embargo, somos Tu pueblo, los hijos de Tu pacto, los hijos de Abraham, Tu bien amado, a quien le juraste en el monte Moriá; la semilla de Yitzjak, su único hijo, quien fue atado sobre el altar; la congregación de Yaacob, su primer hijo varón, cuyo nombre, debido al amor con que Tú le amaste y la alegría con la cual te regocijaste, Tú lo llamaste Israel y Yeshurún. LEFIJAJ - Por lo tanto, es nuestra obligación el agradecerte, alabarte y glorificarte y bendecir, santificar y ofrecer elogios y reconocimiento a Tu Nombre. ¡Felices somos! ¡Cuán buena es nuestra porción y qué placentera es nuestra parte y cuán hermosa nuestra herencia! Felices somos los que, al amanecer, al atardecer, de noche y de mañana, decimos dos veces por día con amor: SHEMÁ YISRAEL - Escucha, Israel, el Eterno (que es) nuestro Señor, el Eterno es Uno. (En voz baja se dice: “Bendito sea el Nombre de Su glorioso Reino por siempre jamás”.) ATÁ - Tú eres el mismo Uno antes de haber creado al mundo; Tú eres el mismo Uno después de haber creado al mundo; Tú eres Señor en este mundo y Tú serás Señor en el mundo por venir. Tú eres inmutable. Tus años no tienen fin. Santifica Tu Nombre en Tu mundo sobre el pueblo que santifica Tu Nombre; y a través de Tu salvación, nuestro Rey, que nuestra gloria sea exaltada y levantada bien alta, y sálvanos pronto en Tu Nombre. Bendito sea Él, que santifica Su Nombre entre multitudes. ATÁ - Tú eres Él, el que es Señor, el Señor en los cielos y sobre la tierra y en los cielos de los cielos supremos. Es verdad que Tú eres el primero y eres el último, y fuera de Ti no hay ningún Señor. Desde los cuatro extremos de la tierra reúne las dispersiones de aquellos que confían en Ti. Entonces todos los hombres del mundo reconocerán y sabrán que Tú eres el Señor, el Único, sobre todos los reinos de la tierra, que Tú hiciste el cielo y la tierra, el mar y todo lo que está en ellos y... ¿Quién, entre todas las criaturas que salieron de Tus manos, de arriba o de abajo, puede preguntarte qué harás y cómo lo harás? ¡Padre nuestro que estás en los cielos, Viviente y Eterno! Ten benevolencia y gracia para con nosotros por consideración a Tu Nombre con el cual nos llamamos; y cumple para con nosotros, nuestro Señor, la palabra que nos has dado por intermedio de Tu profeta Tzefanía: Llegará un momento en que os traeré y en ese momento os reuniré, porque os daré fama y elogios de entre todos los pueblos de la tierra, cuando haga retornar a vuestros cautivos ante vuestros ojos, dijo el Señor. YEHI - Sea Tu voluntad, nuestro Señor y Señor de nuestros padres, que te apiades de nosotros, que nos perdones todos nuestros pecados, hagas expiación de todas nuestras iniquidades y perdones todas nuestras transgresiones. Y reconstruye pronto y en nuestros días el sagrado Templo (Bet Hamikdash), para que podamos así ofrecer el sacrificio Tamid (perpetuo), que expiará por nuestros pecados, como nos lo ordenaste en Tu Torá, a través de tu siervo Moshé, como está escrito: VAYDABER - Y habló Hashem a Moshé diciendo: Ordena a los hijos de Israel y les dirás, a Mi sacrificio, el alimento para Mi ofrenda, Mi aroma placentero, cuidareis, para sacrificar para Mí, en su tiempo: y les dirás a ellos, este es el fuego que sacrificarán para Hashem: corderos de un año, sin defecto, dos por día, sacrificio perpetuo. Al primer cordero harás en la mañana y al segundo cordero harás en la tarde y un décimo de efá de harina refinada para ofrenda, mezclada con aceite refinada de un cuarto de hin. Sacrificio perpetuo, que fue efectuado en el monte Sinaí para aroma agradable, ofrenda para Hashem. Y verterás un cuarto de un hin por cada uno de los corderos, para ser vertido en el lugar santo, vertimiento embriagante para Hashem. Y el segundo cordero harás entre las tardes, como la ofrenda de la mañana su vertimiento harás, sacrificio de aroma agradable para Hashem. ATÁ - Tú eres Señor nuestro Señor que ofrecieron incienso nuestros padres delante de Ti, el incienso de las especies, en el tiempo en el que el templo sagrado estaba en pie, como le ordenaste a ellos por medio de Moshé, Tu profeta como está escrito en Tu Torá. VAYOMER - Y dijo Hashem a Moshé, toma para ti especies, bálsamo, raíz aromática y gálbano, especies e incienso puro en porciones iguales. Y con ellas harás incienso, perfume, trabajo de perfumero revuelto completamente, puro de santidad: y molerás de ella muy fino, y la pondrás ante el arca del testimonio en la tienda del encuentro donde me reuniré contigo, santo de los santos será para ustedes: Y está dicho: Y quemará Aharón sobre él, incienso de especias en la mañana, por la mañana lo quemará al limpiar las candelas. Y al subir Aharón a iluminar las candelas, entre las tardes lo quemará, incienso constante, delante de Hashem para tus generaciones. TANU - Enseñaron nuestros sabios: ¿cómo se mezclaba el incienso? Trescientos sesenta y ocho medidas había en él, trescientos sesenta y cinco, como la cuenta de los días del año solar, una medida por cada día mitad de una medida por la mañana y la otra mitad de la medida por la tarde, y las tres medidas restantes, de las cuales el sumo sacerdote traía en sus manos y llenaba sus puños en el día de Yom Kipur, los regresaba al mortero en la víspera del día de Yom Kipur para cumplir con el precepto de molerlos finamente. Y once especies había en él, y estas son: (Es bueno enumerarlas con los dedos): 1) El bálsamo 2) y la raíz aromática 3) y el gálbano, 4) y el incienso, de un peso de setenta medidas cada uno, 5) mirra, 6) y casia, 7) y espiga de nardo 8) y azafrán, cada uno con un peso de dieciséis medidas, 9) el costus , doce medidas, 10) corteza de árbol aromático, tres medidas, 11) canela nueve medidas. Jabón de carcina nueve medidas (cabín), vino de Chipre, tres seín y tres cabín. Si no se encontrara vino de Chipre lo reemplazará con vino blanco añejo; sal de Sodoma, la cuarta parte de un cab y una pequeña cantidad de Maalé Ashán (planta que hacía subir el humo). Rabí Natán de Babilonia dice: Hay que agregar también una décima parte de ámbar de Jordán. Si puso en él miel se volvía inválido y si faltaba uno solo de estos ingredientes merece la muerte. RABÁN SHIMÓN - Rabán Shimón Ben Gamliel dice: El bálsamo, no es sino la savia que gotea de un árbol de bálsamo. Y el jabón de carcina ¿qué objeto tenía? Era usado para refinar la raíz aromática y embellecer su aspecto. El vino de Chipre ¿para qué es traído? Para impregnar en él la raíz aromática, para que esté más concentrado. ¿Acaso no era mejor el agua de orín para él? No se hacía uso de ella porque no se introducía al Templo por respeto. TANYA - Fue estudiado que Rabí Natan dice: Cuando él (Cohén) machacaba decía: “Pulverízalas fino, bien fino”, por cuanto su voz es buena para las especies. Si lo mezclaba por la mitad de su medida se podía utilizar, pero si lo hacía en una tercera o cuarta parte de su medida, no escuchamos. Rabí Yehudá dijo: Esta es la regla: Si lo hizo en su proporción adecuada, se puede utilizar en la mitad de la cantidad, pero si omitió cualquiera de las especies, tendrá pena de muerte. TANE - Enseñó Bar Kapara: Una vez cada sesenta o setenta años, los restos acumulados llegaban a la mitad de la cantidad de un año. Y también enseñó Bar Kapara: Si alguien hubiese puesto una pequeña medida de miel de frutas en él, nadie hubiera podido resistir su aroma. ¿Y por qué no se mezclaba en él miel de frutas? Porque la Torá dice: “Cualquier levadura o cualquier miel de frutas, no será quemada en una ofrenda de fuego para El Eterno”. Señor de los ejércitos está con nosotros, Él es protección para nosotros, Señor Todopoderoso de Yaacob eternamente: Señor de los ejércitos, dichosa la persona que confía en Ti. Señor salva; el Rey nos responderá en el día que le llamemos. Que sea agradable para el Eterno la ofrenda de Yehudá y de Jerusalem, como en los años pasados. ABAYÉ - Describió el orden en que se servía en el Templo como lo dijo en la Guemará Aba Shaúl: La pira de leña grande antecedía a la pira pequeña para el incienso; la pequeña pira antecedía a la colocación de los dos leños; la colocación de los dos leños antecedía a la remoción de las cenizas del altar interior; la remoción de las cenizas del altar interior antecedía a la limpieza de las cinco candelas de la Menorá; la limpieza de las cinco candelas de la Menorá antecedía a la aspersión de la sangre del sacrificio continuo; la aspersión de la sangre del sacrificio continuo antecedía la limpieza de las dos candelas de la Menorá, la limpieza de las dos candelas de la Menorá antecedía al incienso, el incienso antecedía a la incineración de los miembros, la incineración de los miembros antecedía a la ofrenda de harina; la ofrenda de harina antecedía a las libaciones; las libaciones precedían a la ofrenda adicional; la ofrenda adicional antecedía a las dos vasijas de incienso; las dos vasijas de incienso antecedían al sacrificio continuo de la tarde, como fue dicho: “Y prepararás sobre ella el olá e incinerarás sobre ella los cebos de los shelamim”. Sobre ella completarás todas las ofrendas. ANA - Te imploramos (Oh Señor), libera a la cautiva (Israel) por el gran poder de Tu mano derecha; acepta la plegaria de Tu pueblo; elévanos, purifícanos, Oh Reverenciado; Te suplicamos, Oh Todopoderoso, cuida como a la pupila de Tus ojos a aquellos que buscan Tu Unión; Bendícelos, purifícalos, ten piedad de ellos; ofréceles siempre tu justicia; Todopoderoso, Santo, guía a Tu rebaño en Tu Santidad; Único y Supremo, torna a Tu pueblo quien recuerda Tu Santidad; acepta nuestra súplica y despierta ante nuestro grito, Tú que conoces todas las cosas escondidas. ( En voz baja se dice) “Bendito sea el nombre de Su glorioso Reino por siempre jamás”. RIBÓN - Soberano de los mundos, Tú nos ordenaste ofrecer el sacrificio continuo en su tiempo, que los sacerdotes hicieran su servicio, los Levitas en sus estrados y los israelitas en sus puestos. Pero hoy por nuestros pecados, el Templo está destruido y el sacrificio continuo ha parado, y no tenemos un Sacerdote en su servicio, ni Levita en su estrado ni Israelita en su puesto. Pero Tú dijiste: “Y compensaré como toros de ofrenda de vuestros labios”. LAJÉN - Por lo tanto, que sea Tu voluntad Hashem nuestro Señor y Señor de nuestros padres que la conversación de nuestros labios, sea tan preciada como aceptada y grata ante Ti, como si ofreciéramos el sacrificio continuo a su tiempo y como si nos paráramos en nuestro puesto, como está dicho: “Y compensaré toros con la plegaria de vuestros labios”. Y también fue dicho: “Y degollará a él sobre la base del altar del lado norte, delante del Eterno. Y los sacerdotes hijos de Aharón arrojarán su sangre sobre el altar, alrededor”. Y está dicho: “Esta es la ley para el sacrificio olá, para la ofrenda de harina, y para la ofrenda para el pecado, y para la ofrenda de culpa; y para las consagraciones y para el sacrificio de Paz. EZEHÚ - ¿Cuáles son los lugares donde se hacían los sacrificios? Los más sagrados entre ellos eran en la parte norte. El degollamiento del toro y el macho cabrío de Yom Kipur era realizado en la parte norte y su sangre se recogía en utensilios en la parte norte. Su sangre requería aspersión entre los travesaños, hacia la cortina y sobre el Altar de oro. Una aspersión omitida invalidaba la ceremonia sobre la base sur del altar exterior y si fue omitida no invalidaba la ceremonia de la expiación. Los toros y machos cabríos que se les incineraba por completo, se hacía su degollamiento en la parte norte y se recibía su sangre en la parte norte, la aspersión de su sangre se hacía en la cortina y sobre el altar de oro. Si era omitida una sola de sus aspersiones quedaba invalidada la ceremonia de la expiación. El resto de la sangre se derramaba sobre la base occidental del altar exterior y si era omitida no invalidaba la ceremonia de la expiación. Tanto este sacrificio como el de Yom Kipur eran incinerados en el depósito de las cenizas. Los sacrificios de pecado tanto del individuo como el de la comunidad: Estos son los sacrificios de pecado de la comunidad: los machos cabríos de los novilunios y de las festividades se degollaban en la parte norte y se recibía su sangre en un utensilio también en la parte norte. Su sangre requería cuatro aspersiones sobre los cuatro ángulos del altar exterior. Ellos eran ordenados de la siguiente manera: el Cohén subía por la rampa se volteaba hacia el circuito y llegaba a la esquina sureste, la noreste, la noroeste y la suroeste. El resto de la sangre solía ser derramado sobre la base sur del altar y su carne se comía dentro de las cortinas por los varones del sacerdocio, en cualquier manera de preparación, ese mismo día y la noche siguiente hasta la medianoche. La ofrenda de ascensión era la más sagrada de las sagradas; su degollamiento se hace en el parte norte y la recepción de su sangre en un utensilio del servicio en la parte norte. Su sangre requería dos aspersiones que eran cuatro. Era necesario desollarlo y desmembrarlo dejándolo consumir enteramente por el fuego. Los sacrificios de Shelamim o de paz de la comunidad y ofrendas de culpa. Estas son las ofrendas de culpa: ofrenda de culpa de los robos, por hacer uso impropio de objetos sagrados, de la esclava emancipada, de un nazareo, de un impuro (leproso), dudoso de transgresión. Estos sacrificios eran hechos en la parte norte y su sangre era recibida en utensilios especiales del servicio en la parte norte; y la sangre necesita dos aspersiones que son cuatro, y su carne se come dentro de las cortinas por los varones del sacerdocio, en cualquier manera de preparación, ese mismo día y hasta la medianoche. La ofrenda de agradecimiento y el sacrificio del nazareo son sagrados en menor medida, su degollamiento se hacía en cualquier lugar en el atrio y su sangre necesita dos aspersiones que son cuatro. Y se puede consumir en toda la ciudad (Jerusalem), por toda persona, y su carne se comía dentro de las cortinas por los varones del sacerdocio, en cualquier manera de preparación, ese mismo día y hasta la medianoche. La porción separada para los sacerdotes era igual que ellas, solo que esta porción era ingerida únicamente por los cohanim, sus esposas, sus hijos y sus esclavos. Los sacrificios de paz son sagrados en menor grado, su degüello se hace en cualquier lugar del atrio y su sangre requería dos aspersiones que eran cuatro. Estas ofrendas eran ingeridas en cualquier parte de la ciudad de Yerushaláyim, por cualquier persona, preparadas de cualquier modo, durante dos días y una noche. La porción que era separada entre ellas era igual que ellas solo que esta porción, separada era únicamente comida por los cohanim, sus esposas, sus hijos y sus esclavos. El primogénito y el diezmo de los animales, así como la ofrenda de Pésaj, eran sagrados en menor grado, su degüello se hace en cualquier lugar del atrio y su sangre requiere una sola aspersión, con la condición de que fuera hecha sobre la base del altar. Pero en su constitución hubo una diferencia; el animal primogénito era comido solo por los sacerdotes, mientras que el diezmo era comido por cualquier persona. Y su carne se comía dentro de las cortinas por los varones del sacerdocio, en cualquier manera de preparación, dos días y una noche. El sacrificio de Pésaj solo era comido esa misma noche y solo hasta la medianoche. Solo puede ser comido por los que se nombraron y eran anotados para ello; tampoco podía ser comido en ninguna otra forma que la del asado. Dice Rabí Ismael: Trece normas se aplican para la interpretación de la ley, y son: 1) Por inferencia de menor a mayor y viceversa. 2) Por la decisión deducida por la concordancia o similitud de versículos en los textos. 3) Por un principio que está contenido en uno o dos versículos. 4) De la comparación de un caso general con su particularidad específica. 5) De un texto particular seguido de uno general. 6) Preceptos tratados en general, después en particular y de nuevo en general, deben ser juzgados de acuerdo a la especificación particular. 7) De una descripción general que necesita un texto particular para explicarla y de un texto particular que necesita uno general. 8) Todo lo que estaba comprendido dentro de una descripción general y que después fue exceptuado particularmente con el objeto de enseñarlos. Algo concerniente, entonces la excepción no solo rige para las mismas, sino que afecta todos los casos relacionados con la generalización. 9) Todo aquello que estaba incluido en una descripción general y que fue exceptuado para probar un argumento similar a su tema, tiende a aliviar y no a agravar. 10) Todo lo que estaba incluido en una descripción general y que fue exceptuado para comprobar un argumento no similar a su tema, sirve para aliviar como para agravar. 11) Cada cosa que estaba incluida en la descripción general y que luego fue exceptuada con la finalidad de determinar una nueva materia, no puede ser restaurada al término general, excepto cuando ella sea expresamente indicada en el texto. 12) Todo aquello que es deducido por su contexto y una cosa que se aprende de su final. 13) Cuando dos textos se contradicen entre ellos, no podemos determinar su sentido o alcance sino hasta que venga un tercer texto que resuelva entre ellos. YEHUDÁ - Yehudá Ben Temá decía: “Sé fuerte como el leopardo, liviano como el águila, ligero como el ciervo y valiente como el león para cumplir la voluntad de Tu padre que está en el cielo”. Él mismo solía decir: “El descarriado irá al infierno y el humilde al paraíso”. YEHI RATZÓN - Que sea Tu deseo, Oh Señor y Señor de nuestros Padres, que el Bet Hamikdash sea reconstruido rápidamente, en nuestros tiempos y danos nuestra porción en Tu Torá, para cumplir tus estatutos y servirte con corazón íntegro. YITGADAL - Exaltado y santificado sea el gran Nombre del Señor (Amén), en este mundo de Su creación que creó conforme a Su voluntad; llegue su reino pronto, germine la salvación y se aproxime la llegada de su ungido (Amén). En vuestra vida, y en vuestros días y en vida de toda la casa de Israel, pronto y en tiempo cercano y decid Amén. Bendito sea Su gran Nombre para siempre, por toda la eternidad; sea bendito, elogiado, glorificado, exaltado, ensalzado, magnificado, enaltecido y alabado Su santísimo Nombre (Amén) por encima de todas las bendiciones, de los cánticos, de las alabanzas y consuelos que pueden expresarse en el mundo, y decid: Amén. Sobre Israel, y por nuestros maestros y sus alumnos, y por todos los alumnos de los alumnos, que se ocupan de la sagrada Torá, tanto en esta tierra como en cada nación y nación. Recibamos nosotros y todos ellos gracia, bondad y misericordia del Amo del cielo y de la tierra, y decid: Amén. Descienda del Cielo una paz grande, vida, abundancia, salvación, consuelo, liberación, salud, redención, perdón, expiación, amplitud y libertad, para nosotros y para todo Su pueblo Israel, y decid: Amén. El que establece la armonía en Sus alturas, nos dé con sus piedades paz a nosotros y a todo el pueblo de Israel, y decid: Amén. HODU - ¡Den gracias al Eterno, invoquen su Nombre, hagan conocer entre los pueblos sus proezas; canten al Eterno con instrumentos musicales, ¡pregonen todas sus maravillas! ¡Gloríense en su santo Nombre, alégrense los que buscan al Eterno! ¡Recurran al Eterno y a su poder, busquen constantemente su rostro; recuerden las maravillas que Él obró, sus portentos y los juicios de su boca! Descendientes de Israel, su servidor, hijos de Yaacob, su elegido: el Eterno es nuestro Señor, en toda la tierra rigen sus decretos. Él se acuerda eternamente de su alianza, de la palabra que dio por mil generaciones, del pacto que selló con Abraham, del juramento que hizo a Yitzjak: Él lo confirmó como norma para Yaacob, como alianza eterna para Israel, cuando dijo: 'Yo te daré la tierra de Canaán, como porción hereditaria de todos ustedes'. Cuando formaban un grupo muy pequeño y eran extranjeros en aquellas regiones; cuando iban de nación en nación y pasaban de un reino a otro pueblo, no toleró que nadie los oprimiera, y castigó a reyes, por amor a ellos: 'No toquen a mis ungidos ni maltraten a mis profetas'. Cante al Eterno toda la tierra, día tras día, proclamen su victoria. Anuncien su gloria entre las naciones, y sus maravillas entre los pueblos. Porque el Eterno es grande y muy digno de alabanza, más temible que todos los dioses. Los dioses de los pueblos no son más que apariencia, pero el Eterno hizo el cielo; en su presencia hay esplendor y majestad, en su Santuario, poder y hermosura. Aclamen al Eterno, familias de los pueblos, aclamen la gloria y el poder del Eterno; aclamen la gloria del nombre del Eterno, preséntense ante él, trayendo una ofrenda. ¡Que toda la tierra tiemble ante Él! El mundo está firmemente establecido: ¡no se moverá jamás! Alégrese el cielo y exulte la tierra, digan entre las naciones: '¡El Eterno reina!' Resuene el mar y todo lo que hay en él, regocíjese el campo con todos sus frutos. Griten de gozo los árboles del bosque, griten de gozo delante del Eterno, porque Él viene a gobernar la tierra. ¡Den gracias al Eterno, porque es bueno, porque es eterno su amor! Díganle: '¡Sálvanos, Señor de nuestra salvación! Congréganos y líbranos de las naciones, para que demos gracias a Tu santo Nombre y nos gloriemos en Tu Alabanza'. “¡Bendito sea el Eterno, el Señor de Israel, ¡desde siempre y para siempre!” Y todo el pueblo respondió: “¡Amén!” “¡Alaben al Eterno!”" ROMEMÚ - Exalten al Eterno y póstrense ante la sede de Sus pies; Santo es Él. Exalten al Señor nuestro Señor y póstrense a Su santo monte, porque Santo es El Eterno nuestro Señor. Él es misericordioso, expía la iniquidad y no elimina, contiene su furia y no deja que se encienda todo su enojo, Tu misericordia de mí no prives, Tu verdad y Tu benevolencia siempre me protegerán. Recuerda Tu misericordia Eterno y Tus bondades, pues ellas son desde siempre. Retribuyan poder a Hashem cuyo reinado está sobre Israel y Su poder yace en los cielos. Terrible eres Tú Eterno desde Tu Templo, Señor de Israel, El que otorga fuerza, y poderío al pueblo; Bendito es el Todopoderoso. EL - Todopoderoso de venganzas, es el Señor, Todopoderoso de venganzas manifiéstate. Enaltécete juez de la tierra, da su merecido a los soberbios. De Hashem es la salvación, la bendición reposa sobre Tu pueblo. El Señor de los ejércitos está con nosotros. Él es protección para nosotros, Señor Todopoderoso de Yaacob, Selá. Señor de los ejércitos, dichosa la persona que confía en Ti. El Eterno salva. El Rey nos responderá en el día que lo invoquemos. Salva a Tu pueblo y bendice a Tu heredad. Resguárdalos y elévalos por siempre. Nuestra alma añora al Eterno, Él es nuestra ayuda y protección, porque nuestro corazón se alegra en el Eterno, ya que hemos confiado en Su nombre santo. Que Tu bondad Eterno esté sobre nosotros, conforme en Ti esperamos. Eterno muéstranos Tu bondad y Tu salvación concédenos. Levántate y ayúdanos por causa de Tu bondad. Yo soy el Eterno, Tu Señor, que te saqué de la tierra de Egipto. Abre tu boca que yo la llenaré. Dichoso el pueblo para quien es así, dichoso el pueblo que el Eterno es su Señor. Y yo en tu bondad pongo mi confianza, y se regocijará mi corazón con Tu salvación. Cantaré al Eterno porque me ha recompensado grandemente. AROMIMJÁ - Te glorificaré, oh Hashem, porque me has exaltado, y no permitiste que mis enemigos se alegraran de mí. Hashem Señor mío, a ti clamé, y me sanaste. Oh Hashem, hiciste subir mi alma del Seol; me diste vida, para que no descendiese a la sepultura. Cantad a Hashem, vosotros sus santos, y celebrad la memoria de su santidad. Porque un momento será su ira, pero su favor dura toda la vida. Por la noche durará el llanto, y a la mañana vendrá la alegría. En mi prosperidad dije yo: No seré jamás conmovido, porque Tú, Hashem, con Tu favor me afirmaste como monte fuerte. Escondiste tu rostro, fui turbado. A Ti, oh Hashem, clamaré, y al Señor suplicaré. ¿Qué provecho hay en mi muerte cuando descienda a la sepultura? ¿Te alabará el polvo? ¿Anunciará Tu verdad? Oye, oh Hashem, y ten misericordia de mí; Hashem, sé Tú mi ayudador. Has cambiado mi lamento en baile; desataste mi cilicio, y me ceñiste de alegría. Por tanto, a Ti cantaré, gloria mía, y no estaré callado. Hashem Señor mío, te alabaré para siempre. En los días de arrepentimiento y en Hoshaná Rabá se agrega: El Eterno Él es el Señor, el Eterno Él es el Señor (2 veces) El Eterno es Rey, el Eterno ha reinado, el Eterno reinará por siempre jamás. (2 veces) VEHAYÁ - Y será que el Eterno será Rey sobre toda la tierra; en ese día el Eterno será Uno y su nombre será Uno. Sálvanos Eterno nuestro Señor, y reúnenos de entre las naciones para que agradezcamos a tu Santo nombre, que nos glorifiquemos en tus alabanzas. Bendito Sea el Eterno, el Señor de Israel, desde siempre y eternamente. Y todo el pueblo dirá Amén. ¡Haleluyá! Todas las almas alabarán al Eterno. Haleluyá. LAMNATZEAJ - Señor ten misericordia de nosotros, y nos bendigas; haz resplandecer Tu rostro sobre nosotros. Selá. Para que sea conocido en la tierra tu camino, en todas las naciones tu salvación. Te alaben los pueblos, oh Señor; todos los pueblos te alaben. Alégrense y gócense las naciones, porque juzgarás los pueblos con equidad, y pastorearás las naciones en la tierra. Selá. Te alaben los pueblos, oh Señor; todos los pueblos te alaben. La tierra dará su fruto; nos bendecirá el Señor, el Señor nuestro. Bendíganos el Señor, y témanlo todos los términos de la tierra. Ponerse de pie y tomar los Tzitzit delanteros en la mano derecha y decir BARUJ SHEAMAR - Bendito sea el Que habló y fue creado el Mundo. Bendito Él, Bendito el Que dice y hace. Bendito el Que decreta y realiza. Bendito el Autor de la Creación. Bendito el Que se apiada de la Tierra. Bendito el Que paga buena recompensa a los que Le reverencian. Bendito el Todopoderoso vivo y existente para siempre. Bendito el Que rescata y salva. Bendito sea su nombre. Tú que eres Bendito, oh Eterno, Señor nuestro, Rey del Mundo. Señor Padre Piadoso, el Que es alabado en boca de Su pueblo, exaltado y glorificado por la lengua de Sus fieles y servidores. Y con los cánticos de David, Tu siervo, Te alabaremos, oh Eterno, Señor nuestro; con loores y con cánticos; y Te agradeceremos, Te elogiaremos y Te glorificaremos, y Te aclamaremos como Rey, y recordaremos siempre Tu Nombre, Rey Nuestro, Señor nuestro, único y vivo eternamente; Rey exaltado y glorificado en Su Nombre Grande por toda la eternidad. Tú que eres Bendito, oh Eterno, Rey glorificado con alabanzas. MIZMOR - Cantad alegres a Señor, habitantes de toda la tierra. Servid a Hashem con alegría; venid ante su presencia con regocijo. Reconoced que Hashem es Señor; Él nos hizo, y no nosotros a nosotros mismos; Pueblo suyo somos, y ovejas de su prado. Entrad por sus puertas con acción de gracias, por sus atrios con alabanza; alabadle, bendecid su nombre. Porque Hashem es bueno; para siempre es su misericordia, y Su verdad por todas las generaciones. YEHI - Que la gloria de Hashem sea para siempre; que Hashem se regocije en sus obras. Que el nombre de Hashem sea Bendito desde ahora y por siempre jamás. Desde la salida del sol hasta su caída, alabado es el nombre de Hashem. Exaltado es Hashem sobre todos los pueblos, Su gloria esta sobre los cielos. Hashem es Tu Nombre para siempre, Hashem es tu remembranza en cada generación. Hashem estableció Su trono en los cielos y su soberanía domina su obra. Se alegrarán los cielos y gozará la tierra, y dirán entre las naciones: ¡Hashem ha reinado! ¡Hashem reina! ¡Hashem reinará por siempre jamás! Cuando hayan perecido los pueblos de Su tierra. Hashem anula los planes de los pueblos, Él frustra los designios de las naciones. Muchos son los pensamientos dentro del corazón del hombre, pero el consejo de Hashem prevalecerá. El consejo de Hashem prevalecerá para siempre, los designios de Su corazón en cada una de las generaciones, pues Él habló y se hizo, Él ordenó y se mantuvo. Pues Hashem escogió a Tzión, la deseó como su morada. Pues Hashem escogió como suyos a Yaacob, a Israel como su tesoro. Pues Hashem no arrojará a su pueblo ni dejará abandonada su heredad. Él es misericordioso, expía la iniquidad y no destruye; guarda su ira y no deja que su furor se encienda en su totalidad. ¡Oh Hashem salva! El Rey nos escuchará en el día que le invoquemos. ASHRÉ - Venturosos son aquellos que moran en tu casa; por siempre te alabarán. Selá. Bienaventurado es el pueblo para quien es así; venturoso es el pueblo cuyo Señor es el Eterno. Te exaltaré, mi Señor, mi Rey, y bendeciré tu nombre eternamente y para siempre. Cada día te bendeciré, y alabaré tu nombre eternamente y para siempre. Grande es Hashem, y digno de suprema alabanza; y su grandeza es inescrutable. Generación a generación celebrará tus obras, y anunciará tus poderosos hechos. En la hermosura de la gloria de tu magnificencia, y en tus hechos maravillosos meditaré. Del poder de tus hechos estupendos hablarán los hombres, y yo publicaré tu grandeza. Proclamarán la memoria de tu inmensa bondad, y cantarán tu justicia. Clemente y misericordioso es Hashem, lento para la ira, y grande en misericordia. Bueno es Hashem para con todos, y sus misericordias sobre todas sus obras. Te alaben, oh Hashem, todas tus obras, y Tus santos te bendigan. La gloria de tu reino digan, y hablen de Tu poder, para hacer saber a los hijos de los hombres sus poderosos hechos, y la gloria de la magnificencia de su reino. Tu reino es reino de todos los siglos, y Tu Señorío en todas las generaciones. Sostiene Hashem a todos los que caen, y levanta a todos los oprimidos. Los ojos de todos esperan en ti, y tú les das su comida a su tiempo. Abres tu mano, y colmas de bendición a todo ser viviente. Justo es Hashem en todos sus caminos, y misericordioso en todas sus obras. Cercano está Hashem a todos los que le invocan, a todos los que le invocan de veras. Cumplirá el deseo de los que le temen; oirá asimismo el clamor de ellos, y los salvará. Hashem guarda a todos los que le aman, mas destruirá a todos los impíos. La alabanza de Hashem proclamará mi boca; y todos bendigan Su santo Nombre eternamente y para siempre, Haleluyá. HALELUYÁ - Haleluyá, alaba, oh alma mía, a Hashem. Alabaré a Hashem en mi vida; cantaré salmos a mi Señor mientras viva. No confiéis en los príncipes, ni en hijo de hombre, porque no hay en él salvación. Pues sale su aliento, y vuelve a la tierra; en ese mismo día perecen sus pensamientos. Bienaventurado aquel cuyo ayudador es el Señor de Yaacob, cuya esperanza está en Hashem su Señor, el cual hizo los cielos y la tierra, el mar, y todo lo que en ellos hay; que guarda verdad para siempre, que hace justicia a los agraviados, que da pan a los hambrientos. Hashem liberta a los cautivos; Hashem abre los ojos a los ciegos; Hashem levanta a los caídos; Hashem ama a los justos. Hashem guarda a los extranjeros; al huérfano y a la viuda sostiene, y el camino de los impíos trastorna. Reinará Hashem para siempre; Tu Señor, oh Sion, de generación en generación. Haleluyá. HALELUYÁ - Haleluyá, alabad a Hashem, porque es bueno cantar salmos a nuestro Señor; porque suave y hermosa es la alabanza. Hashem edifica a Jerusalem; a los desterrados de Israel recogerá. Él sana a los quebrantados de corazón, y venda sus heridas. Él cuenta el número de las estrellas; a todas ellas llama por sus nombres. Grande es el Señor nuestro, y de mucho poder; y su entendimiento es infinito. Hashem exalta a los humildes, y humilla a los impíos hasta la tierra. Cantad a Hashem con alabanza, cantad con arpa a nuestro Señor. Él es quien cubre de nubes los cielos, el que prepara la lluvia para la tierra, el que hace a los montes producir hierva. Él da a la bestia su mantenimiento, y a los hijos de los cuervos que claman. No se deleita en la fuerza del caballo, ni se complace en la agilidad del hombre. Se complace Hashem en los que le temen, y en los que esperan en su misericordia. Alaba a Hashem, Jerusalem; alaba a tu Señor, oh Tzión. Porque fortificó los cerrojos de tus puertas; bendijo a tus hijos dentro de ti. Él da en tu territorio la paz; te hará saciar con lo mejor del trigo. Él envía su palabra a la tierra; velozmente corre su palabra. Da la nieve como lana, y derrama la escarcha como ceniza. Echa su hielo como pedazos; ante su frío, ¿quién resistirá? Enviará su palabra, y los derretirá; soplará su viento, y fluirán las aguas. Ha manifestado sus palabras a Yaacob, Sus estatutos y sus juicios a Israel. No ha hecho así con ninguna otra de las naciones; y en cuanto a sus juicios, no los conocieron. Haleluyá. HALELUYÁ - Haleluyá, alabad a Hashem desde los cielos; alabadle en las alturas. Alabadle, vosotros todos sus ángeles; alabadle, vosotros todos sus ejércitos. Alabadle, sol y luna; alabadle, vosotras todas, lucientes estrellas. Alabadle, cielos de los cielos, y las aguas que están sobre los cielos. Alaben el nombre de Hashem; porque Él mandó, y fueron creados. Los hizo ser eternamente y para siempre; les puso ley que no será quebrantada. Alabad a Hashem desde la tierra, los monstruos marinos y todos los abismos; el fuego y el granizo, la nieve y el vapor, el viento de tempestad que ejecuta su palabra; los montes y todos los collados, el árbol de fruto y todos los cedros; la bestia y todo animal, reptiles y volátiles. Los reyes de la tierra y todos los pueblos, los príncipes y todos los jueces de la tierra; los jóvenes y también las doncellas, los ancianos y los niños. Alaben el nombre de Hashem, porque sólo su nombre es enaltecido. Su gloria es sobre tierra y cielos. Él ha exaltado el poderío de su pueblo; alábenle todos Sus santos, los hijos de Israel, el pueblo a Él cercano. Haleluyá. HALELUYÁ - Cantad a Hashem cántico nuevo; Su alabanza sea en la congregación de los santos. Alégrese Israel en su Hacedor; los hijos de Tzión se gocen en su Rey. Alaben su nombre con danza; con pandero y arpa a Él canten. Porque Hashem tiene contentamiento en su pueblo; hermoseará a los humildes con la salvación. Regocíjense los santos por su gloria, y canten aun sobre sus camas. Exalten al Señor con sus gargantas, y espadas de dos filos en sus manos, para ejecutar venganza entre las naciones, y castigo entre los pueblos; para aprisionar a sus reyes con grillos, y a sus nobles con cadenas de hierro; para ejecutar en ellos el juicio decretado; gloria será esto para todos sus santos. Haleluyá. HALELUYÁ - Haleluyá, alabad a Señor en su santuario; alabadle en la magnificencia de su firmamento. Alabadle por sus proezas; alabadle conforme a la muchedumbre de su grandeza. Alabadle al son de bocina; alabadle con salterio y arpa. Alabadle con pandero y danza; alabadle con cuerdas y flautas. Alabadle con címbalos resonantes; alabadle con címbalos de júbilo. Todo lo que respira alabe a Hashem. Haleluyá. BARUJ - Bendito es Hashem para siempre Amén y Amén. Bendito es el Eterno desde Tzión, Él que tiene su morada en Jerusalem. Haleluyá. Bendito es Hashem, el Señor de Israel, solo Él obra milagros. Y Bendito sea para siempre Su nombre glorioso; la tierra está llena de su gloria. Vayvarej se recita de pie: VAYVAREJ - Después David bendijo al Eterno en presencia de toda la asamblea, diciendo: ¡Tú que eres Bendito, Eterno, Señor de nuestro padre Israel, desde siempre y para siempre! Tuya, Señor, es la grandeza, la fuerza, la gloria, el esplendor y la majestad; porque a ti pertenece todo lo que hay en el cielo y en la tierra. Tuyo, Señor, es el reino; tú te elevas por encima de todo. De ti proceden la riqueza y la gloria; tú lo gobiernas Todo, en tu mano están el poder y la fuerza, y es tu mano la que engrandece y afianza todas las cosas. Por eso, Señor nuestro, te damos gracias y alabamos tu Nombre glorioso. Y bendecirán tu nombre glorioso el cual está por encima de toda bendición y alabanza. ¡Tú eres el Eterno, sólo tú! Tú hiciste los cielos, lo más alto del cielo y todo su ejército, la tierra y todo lo que hay en ella, los mares y todo lo que contienen. Y Tú das vida a todos y los astros del cielo ante Ti se inclinan. Tú eres el Eterno, el Todopoderoso ( Hasta aquí se dice de pie). Tú, Eterno, eres el Señor que elegiste a Abrám, lo hiciste salir de Ur de los caldeos y le pusiste por nombre Abrahám. Al ver que su corazón te era fiel, concluiste con él la alianza, para darle el país de los cananeos, de los hititas, de los amorreos, de los perizitas, de los jebuseos y guirgasitas, y para dárselo a su descendencia. Y has cumplido tus palabras, porque eres justo. Tú viste la miseria de nuestros padres en Egipto, oíste su clamor junto al Mar Rojo. Hiciste signos y prodigios contra el Faraón, contra sus servidores y todo el pueblo de su país, porque sabías con qué arrogancia los habían tratado; así adquiriste un renombre que perdura hasta hoy. Abriste ante ellos el mar, y ellos lo cruzaron sin mojarse los pies; pero a sus perseguidores los hundiste en el abismo, como una piedra en las aguas caudalosas. VAYOSHA - Aquel día salvó Hashem a Israel del poder de los egipcios; e Israel vio a los egipcios muertos a orillas del mar. Y viendo Israel la mano fuerte que el Eterno había desplegado contra los egipcios, temió el pueblo al Eterno, y creyeron en Hashem y en Moshé, su siervo. AZ - Entonces Moshé y los israelitas cantaron este cántico a Hashem. Dijeron: Canto al Eterno pues se cubrió de gloria: arrojando en el mar caballo y carro. Mi fortaleza y mi canción es Yah. Él es mi salvación. Él, mi Señor, yo le glorifico, el Señor de mi padre, a quien exalto. ¡Un guerrero Hashem, Hashem es su nombre! Los carros de Faraón y sus soldados precipitaron en el mar. La flor de sus guerreros tragó el Mar Rojo; cubriólos el abismo, hasta el fondo cayeron como piedra. Tu diestra, Hashem, relumbra por su fuerza; tu diestra, Hashem, aplasta al enemigo. En tu gloria inmensa derribas tus contrarios, desatas tu furor y los devora como paja. Al soplo de tu ira se apiñaron las aguas, se erguieron las olas como un dique, los abismos cuajaron en el corazón del mar. Dijo el enemigo: “Marcharé a su alcance, repartiré despojos, se saciará mi alma, sacaré mi espada y los aniquilará mi mano”. Mandaste tu soplo, cubriólos el mar; se hundieron como plomo en las temibles aguas. ¿Quién como Tú, Hashem, entre los dioses? ¿Quién como Tú, glorioso en santidad, terrible en prodigios, autor de maravillas? Tendiste tu diestra y los tragó la tierra. Guiaste en tu bondad al pueblo rescatado. Tu poder los condujo a tu santa morada. Oyéronlo los pueblos, se turbaron, dolor como de parto en Filistea. Los príncipes de Edom se estremecieron, se angustiaron los jefes de Moab y todas las gentes de Canaán temblaron. Pavor y espanto cayó sobre ellos. La fuerza de tu brazo los hizo enmudecer como una piedra, hasta que pasó tu pueblo, oh Hashem, hasta pasar el pueblo que compraste. Tú le llevas y le plantas en el monte de tu herencia, hasta el lugar que tú te has preparado para tu sede, ¡oh Hashem! Al santuario, Hashem, que tus manos prepararon. ¡Hashem reinará por siempre jamás! Porque cuando los caballos de Faraón y los carros con sus guerreros entraron en el mar, Hashem hizo que las aguas del mar volvieran sobre ellos, mientras que los israelitas pasaron a pie enjuto por medio del mar. KI - Porque del Eterno es el reino y domina sobre las naciones. Y subirán salvadores al monte de Tzión para juzgar a la montaña de Esav, y será del Eterno el reinado. El Eterno será Rey de toda la tierra. En este día será el Eterno Uno y su nombre Uno. YISHTABAJ - Que Tu nombre sea alabado por la eternidad, nuestro Rey, Señor, Rey grande y santo en los cielos y sobre la tierra. Pues a Ti pertenecen, Eterno, nuestro Señor y Señor de nuestros padres, el canto y la alabanza, el himno y el cántico, el poderío y el dominio, el triunfo, la grandeza y la fuerza, el Salmo y la magnificencia, la santidad y la realeza, las bendiciones y las acciones de gracia, desde ahora hasta la eternidad. Tú que eres Bendito, Eterno, Señor Rey, magnífico por las alabanzas, Señor de la acción de gracias, Señor de las maravillas, que eliges los cantos del cántico, oh Rey, Señor y vida del universo. Amén. Entre Rosh Hashaná y Yom Kipur se agrega el siguente salmo: SHIR HAMAALOT – Cántico de ascensiones. Desde lo más profundo, oh Eterno, he clamado a ti, Señor, oye mi voz. Estén atentos tus oídos a la voz de mis súplicas. Eterno, si tú tuvieras en cuenta las iniquidades, ¿quién, oh Señor, podría permanecer? Pero en ti hay perdón, para que seas temido. Espero en el Eterno; en Él espera mi alma, y en su palabra tengo mi esperanza. Mi alma espera al Señor más que los centinelas a la mañana; sí, más que los centinelas a la mañana. Oh Israel, espera en el Eterno, porque en el Eterno hay misericordia, y en Él hay abundante redención; Él redimirá a Israel de todas sus iniquidades. YITGADAL - Exaltado y santificado sea el gran Nombre del Señor (Amén), en este mundo de Su creación que creó conforme a Su voluntad; llegue su reino pronto, germine la salvación y se aproxime la llegada de su ungido (Amén). En vuestra vida, y en vuestros días y en vida de toda la casa de Israel, pronto y en tiempo cercano y decid Amén. Bendito sea Su gran Nombre para siempre, por toda la eternidad; sea bendito, elogiado, glorificado, exaltado, ensalzado, magnificado, enaltecido y alabado Su santísimo Nombre (Amén), por encima de todas las bendiciones, de los cánticos, de las alabanzas y consuelos que pueden expresarse en el mundo, y decid: Amén (Amén). El Oficiante dice: BAREJÚ ET A-DO-NAY HAMEVORAJ Bendecid al Señor Bendito La Congregación responde: BARUJ A-DO-NAY HAMEVORAJ LEOLAM VAED Bendito sea el Señor para toda la eternidad. El Oficiante repite: BARUJ A-DO-NAY HAMEVORAJ LEOLAM VAED Bendito sea el Señor para toda la eternidad BARUJ - Tú que eres Bendito, Señor, nuestro Señor, Rey del Mundo, que hiciste la luz y creaste la oscuridad; que estableces la paz y has creado todo cuanto existe. Que iluminas la tierra y sus moradores con Tu misericordia, y con Tu bondad renuevas cada día la obra de la Creación. Cuán grandes son Tus obras, Señor; todas ellas hechas con sabiduría. La tierra está llena de Tus obras. Oh Rey, Único que fuiste exaltado desde antes del tiempo, alabado, glorificado y honrado desde la antigüedad. Oh Señor eterno, en Tu abundante misericordia, ten piedad de nosotros, Señor de nuestra fuerza, Roca de nuestra fortaleza, Coraza de nuestra salvación, Tú, Fortaleza nuestra. EL BARUJ - Señor bendito e inmenso en entendimiento, planificaste y creaste el resplandor del sol. El bien es Tu nombre glorioso. Él ha establecido las luminarias a fin de definir su poder absoluto. Los jefes de Sus huestes exaltan al Todopoderoso en santidad, por siempre dando cuenta de la gloria y santidad del Señor. nuestro, bendito sea Tu Nombre; Rey Santo, adorado sea Tu Nombre en esta tierra abajo y en los cielos arriba, mucho más que en todas las loas cantadas sobre Ti continuamente por las obras de Tus manos y las luminarias de Tu creación. TITBARAJ - Tú que eres Bendito, Tú eternamente, nuestra Roca, nuestro Rey, nuestro Redentor, creador de los seres sagrados. Sé por siempre exaltado, nuestro Rey, creador de los ángeles ministeriales, quienes subsisten en tu reinado reverencialmente, proclamando en unísono las palabras del Señor viviente, el Rey del Universo. Todos ellos son queridos, puros y poderosos y todos ellos con temor y reverencia cumplen la voluntad de su Señor; y todos ellos abren sus bocas en santidad y pureza, con canción y música bendicen, alaban, glorifican, reverencian, santifican y proclaman la soberanía infinita del Señor, el Señor omnipotente y bendito. Aceptando para sí mismos Su ley celestial, en unísono compartiendo todos ellos las palabras de alabanzas a su Creador, serenamente en un pronunciamiento puro de harmonía sagrada, y es así proclaman reverentemente: KADOSH, KADOSH, KADOSH, - Santo, Santo, Santo es el Señor de las huestes, toda la tierra está llena de Su gloria. Desde sus servidores celestiales que responden fervientemente se oye Su alabanza: Bendita sea la gloria del Señor desde todo Su lugar. LAEL - Es así que (los ángeles) cantan con salmos melodiosos al Señor bendito; elevan sus canciones de alabanza y adoración a su Rey, el Señor eterno de vida. Ya que solamente Él mismo en santidad exaltada es supremo en Sus obras, el Señor vence la dificultad, vence y asegura el triunfo. Él sana porque Él es el Señor de los prodigios, exaltado en alabanzas, que renueva con Su bondad cada día Su obra de la Creación. Como está dicho: Al que hace las grandes luminarias, porque Su misericordia es eterna. Él beneficia al mundo de Su creación al establecer luces celestiales. Tú que eres Bendito, Señor, Creador de las luminarias. AHAVAT - Con amor eterno nos quisiste, Señor, nuestro Señor; con compasión abundante y excesiva Te apiadaste de nosotros, Padre nuestro, Rey nuestro; por amor a nuestros padres que confiaron en Ti y a quienes enseñaste leyes de vida para que hicieran conforme Tu deseo con corazón perfecto. Por tu gran testimonio y el testimonio de ellos derrama Tu gracia sobre nosotros, Padre nuestro y misericordioso; apiádate de nosotros y pon en nuestros corazones (capacidad) para entender y comprender, escuchar y aprender, enseñar y guardar, observar y cumplir con amor todas las palabras de la doctrina de Tu Torá. Ilumina nuestros ojos con Tu Torá y haz que se compenetre nuestro corazón de Tus preceptos, y dediquemos nuestro corazón a amar y reverenciar Tu Nombre. Y que no seamos humillados jamás, porque en Tu Nombre Sagrado, grande e imponente confiamos, nos regocijamos y nos alegraremos con Tu salvación. Señor, nuestro Señor, que tu ternura infinita no nos falte. Y reúnenos en paz desde los cuatro confines de la tierra; rompe el yugo sobre nosotros y condúcenos con la cabeza erguida a nuestra tierra. Porque Tú eres Señor que realizas la salvación y nos elegiste de entre todas las naciones y lenguas y nos acercaste a Tu Gran Nombre con amor, para que cantemos Tus alabanzas proclamando Tu unidad y nuestro amor a Tu Nombre. Tú que eres Bendito, Señor, que elegiste a Tu pueblo Israel con amor. SHEMÁ YISRAÉL Escucha, Israel, el Eterno (que es) nuestro Señor, el Eterno es Uno. (En voz baja se dice: “Bendito sea el Nombre de Su glorioso Reino por siempre jamás”.) VE-AHAVTA - Y amarás al Señor, tu Eterno, con todo tu corazón y con toda tu alma, y con todas tus fuerzas. Y estas palabras que Yo te mando hoy estarán sobre tu corazón, y las repetirás a tus hijos, y hablarás de ellas estando en tu casa, y andando por el camino, y al acostarte y al levantarte. Y las atarás como señal en tu brazo, y estarán como recordatorio entre tus ojos; y las escribirás en los postes de tu casa y en tus puertas. VE-HAYÁ - Si obedeces cumplidamente lo que Yo te prescribo hoy, amando al Señor, vuestro Eterno, y sirviéndole con todo tu corazón y con toda tu alma. Entonces daré la lluvia y la tierra a su tiempo: la temprana y la tardía; y recogerás tus granos, tu vino y tu aceite. Daré hierba en tu campo para tu ganado; y comerás y te saciarás. Pero guárdate que tu corazón no sea seducido y te desvíes para servir a otros dioses y te inclines ante ellos. Y se encienda la ira del Señor contra ti, y cierre los cielos y no haya lluvia y la tierra no dé sus frutos, y perezcas pronto de la buena tierra que el Señor te da. Por tanto pondrás estas (mis) palabras en sus corazones y en sus almas, y las ataréis como señal en sus brazos, y serán como recordatorio entre tus ojos. Y las enseñaréis a tus hijos, hablando de ellas cuando te sientes en tu casa, cuando andes por el camino y cuando te acuestes y cuando te levantes; y las escribirás en los postes de tu casa y en tus puertas. Para que se multipliquen tus días y los días de tus hijos sobre la tierra que el Señor juró a tus antepasados que les había de dar, como los días de los cielos sobre la tierra. VAYÓMER - Y habló el Señor a Moshé diciendo: Habla a los hijos de Israel, y ordénales que se hagan flecos (Tzitzit) en los bordes de sus vestidos por sus generaciones; y pongan sobre el fleco en cada esquina un cordón azul turquesa. Y les servirá de Tzitzit, para que cuando los veáis os acordéis de todos los mandamientos del Señor para cumplirlos. Y no os dejéis llevar en pos de vuestro corazón y de vuestros ojos, porque de acuerdo con ellos irás por mal camino. Para que os acordéis y hagáis todos Sus mandamientos, y seáis santos a vuestro Señor. Yo, el Señor, vuestro Hashem, que os saqué de la tierra de Egipto, para ser vuestro Eterno. Yo, el Señor, Soy vuestro Señor. El Eterno es Su Señor Verdadero. VEYATZIV - Es verdad, firmemente fundada y establecida, recta y constante, amorosa y preciada, placentera y dulce, solemne y reverenciada en esta enseñanza compartida, buena y hermosa que nos ha sido revelada y recibida por nosotros con amor para todos los tiempos. Es verdad que el Eterno, nuestro Señor, la Roca de Yaacob, nuestro escudo protector, existe eternamente por generaciones sin fin. Él es eterno; Su trono establecido y Su ley inmutable para siempre. Sus enseñanzas existen por toda la eternidad, preciosas e inmutables por todo el tiempo de nuestros antepasados y hoy por nosotros, nuestros hijos y todos nuestros descendientes y generaciones, desde el principio hasta hoy, de la semilla de Israel, Sus servidores. Ellas son una doctrina que es buena y perseverante, en verdad inmutable, es una ley que siempre estará en vigencia. Es verdad que Tú eres el Señor, nuestro Señor y Señor de nuestros padres, nuestro Rey bendito y Rey de nuestros padres, nuestro Redentor y Redentor de nuestros padres. Desde tiempos inmemoriales Tú has sido nuestra Roca, la Roca de nuestra salvación y nuestro Salvador, y nunca habrá otro Hashem además de Ti. EZRAT - Desde la antigüedad Tú has sido la ayuda de nuestros padres, coraza y salvador para ellos y para sus hijos, en cada generación. Tu asentamiento es soberano ya que Tu justicia y Tus obras justas llegan hasta los extremos de la tierra. Verdad es que la felicidad sea con aquel que observa Tus mandamientos, quien coloca Tu Ley y Tu palabra en su corazón. Es verdad que Tú eres el Señor de Tu pueblo, el Rey poderoso que defiende su causa en cada generación. Es verdad que Tú eres el primero y el último y además de Ti no tenemos rey que pueda salvar ni redimir. Es verdad que Tú, Oh Señor nuestro Eterno, nos redimiste de Egipto y nos rescataste de la casa de esclavitud, hiriendo de muerte repentina a todo primogénito egipcio y salvado a Tu primogénito Israel. Por él separaste Tú al Mar Rojo y ahogaste a sus opresores. Tus amados cruzaron el mar, pero las aguas cubrieron a sus enemigos y ninguno de ellos se salvó. Es por eso que Su pueblo cantó con alabanzas a Hashem. Sus amados en júbilo le cantaron canciones de bendición, alabanza y agradecimiento al Eterno, quien es el Señor eterno y viviente. El que es supremamente exaltado, todopoderoso e inspirador de temor, que hace caer a los opresores en la tierra, levanta al caído en las alturas, libera a los cautivos, rescata al humilde, ayuda al necesitado y contesta a Su pueblo Israel cuando le imploran con cantos de alabanzas al Eterno supremo, su salvador, bendito sea Él por siempre. A Ti cantó Moshé y todos los hijos de Israel, proclamando con gran exaltación: Quién es como Tú entre los dioses, Señor. Quién como Tú, glorioso en santidad; imponente y loable, hacedor de prodigios. A la orilla del Mar Rojo, aquellos a quien rescataste cantaron a Tu gran nombre una canción nueva de alabanzas. Juntos, Te alabaron proclamando tu Señorío, diciendo: Hashem reinará por siempre jamás. Y así es también dicho: Nuestro Redentor, el Señor de las huestes es Su Nombre, el Eterno bendito Único de Israel. Tú que eres Bendito Tú, Eterno, que has redimido a Israel. A-DO-NAY - Eterno, abre mis labios para que mi boca relate Tu alabanza. BARUJ - Tú que eres Bendito, Eterno. Señor nuestro y de nuestros padres, Hashem grande, Todopoderoso y temible, Eterno altísimo, que recompensas con tus mercedes y todo lo posees, que recuerdas las bondades de los padres y aportarás con amor en tu nombre un redentor a los ojos de sus hijos. Entre Rosh Hashaná y Yom Kipur se agrega la siguiente frase: ZOJRENU - Recuérdanos para la vida, oh Rey que desea la vida; inscríbenos en el Libro de la vida, por Ti Señor viviente. MÉLEJ - Rey que ayuda, libera y defiende. Bendito eres Tú Eterno defensor de Abraham. ATA - Tú Eres Todopoderoso por toda la eternidad, Hashem; revives a los muertos y eres grande en la liberación. (En verano): El que hace descender el rocío. (En invierno): El que hace soplar el viento y descender la lluvia. MEJALKEL - Sustentas la vida con bondad, resucitas a los muertos con gran bondad, sostiene a los caídos y sanas a los enfermos, liberas a los prisioneros y cumples Tu fidelidad a los que duermen en el polvo. ¿Quién es como Tú? Amo de los hechos poderosos de la fuerza y quién se te parece, Rey que causa la muerte y la vida y haces florecer la salvación. Entre Rosh Hashaná y Yom Kipur se agrega la siguiente frase MI - ¿Quién es como Tú, Padre misericordioso que recuerdas con misericordia a Sus criaturas para la vida? VENEEMAN - Y Tú eres fiel para resucitar a los muertos, Bendito eres Tú, Eterno que resucita los muertos. NAKDISHAJ - Te santificaremos y Te reverenciaremos conforme al concejo de los ángeles de santidad, los que hacen la declaración de santidad tres veces por día. Y así está escrito por medio de Tu profeta: “Y un ángel llama al otro y declara: “Santo, Santo, Santo es el Eterno, Amo de los ejércitos; la tierra entera está llena de Su gloria”. Los que están frente a ellos, dicen alabanzas y declaran: “Bendito el honor de Hashem desde Su lugar”. Y está escrito en tus escrituras de santidad, diciendo: “El Eterno reinará por siempre jamás, Tú Señor de Tzión para generación y generación, alaben a Hashem”. ATÁ KADOSH - Tú eres santo y Tu Nombre es santo. Y santos te alaban todos los días eternamente. Bendito eres Tú, el Eterno santo. Entre Rosh Hashaná y Yom Kipur se agrega la siguiente frase: HAMÉLEJ - Bendito eres Tú, el Señor el Rey. ATÁ JONÉN - Tú gratificas al hombre con sabiduría y enseñas al humano la inteligencia; que tu gracia nos dé el conocimiento y la inteligencia y sabiduría. Tú que eres Bendito, Eterno, que otorgas sabiduría. HASHIVENU - Haznos volver a la Torá, y acércanos Rey nuestro a Tu servicio, y haznos retornar a Ti con íntegro arrepentimiento. Tú que eres Bendito, Eterno, que deseas el arrepentimiento. SELAJ - Perdónanos nuestro Padre porque pecamos, discúlpanos oh nuestro Rey, porque transgredimos. Pues Tú eres un Señor bueno que perdona. Bendito eres Tú Eterno, misericordioso que habitúa a perdonar. REE - Mira por favor nuestra aflicción y pelea nuestras afrentas. Y apresúrate a redimirnos con una redención completa por causa de Tu Nombre, pues Tú eres el Eterno que redime poderosamente. Bendito eres Tú, Eterno redentor de Israel. En un día de ayuno comunitario el oficiante recita aquí la plegaria Anenu ANENU - Respóndenos Padre nuestro, respóndenos en este día de nuestro ayuno, pues estamos en medio de gran angustia. No te vuelvas hacia nuestra maldad, ni te ocultes, Rey nuestro, de nuestra petición. Sé cercano a nuestro clamor, antes de que Te llamemos, Tú nos respondes. Hablaremos y Tú nos escucharás, tal como se declara: “Y sucederá que antes de que llamen, Yo responderé, todavía hablarán y Yo escucharé”. Pues Tú, Eterno redimes y salvas, respondes y tienes misericordia en todo momento de aflicción y desgracia. Bendito eres Tú, Eterno que responde a su pueblo Israel en momentos de aflicción. REFAENU - Cúranos, Eterno, y nos curaremos; libéranos y nos liberaremos, pues tú eres nuestra alabanza y trae restablecimiento y curación a todas nuestras enfermedades, a todos nuestros dolores y a todas nuestras heridas, pues Tú eres el Eterno que cura, misericordioso y fiel. Bendito eres Tú Eterno, que cura las dolencias de Su pueblo Israel. En verano desde Pésaj BAREJENU - Bendice Eterno, Señor nuestro, sobre la obra de nuestras manos y bendice este año con rocíos benévolos, de bendición y de generosidad. Que en su final haya vida, saciedad y paz como en los años buenos para bendición, pues Tú eres un Señor bueno que hace el bien y bendice los años. Bendito eres Tú, que bendice los años. En invierno BAREJ - Bendice sobre nosotros Eterno nuestro Todopoderoso este año y sus cosechas para bien. Y brinda rocío y lluvia para bendición sobre toda la faz de la tierra. Riega abundantemente toda la superficie del planeta y sacia el mundo entero con Tu bondad. Y llena nuestras manos de Tus bendiciones y de la riqueza de los dones de Tus manos. Preserva y salva este año de toda cosa mala, así como de toda clase de destrucción y de retribuciones nefastas, y haz para él una buena esperanza y un futuro de paz. Compadécete y apiádate sobre ella y sobre todos sus cereales y frutos. Y bendícela con lluvias complacientes de bendición y altruismo. Y que en su final haya vida, saciedad y paz como en los años buenos para bendición, pues Tú eres un Señor bueno que hace el bien y bendice los años. Bendito eres Tú, Eterno que bendice los años. TEKA - Toca el gran shofar para nuestra liberación, eleva el estandarte para reunir a nuestros exiliados y reúnenos en nuestra tierra a todos juntos desde los cuatro confines del mundo. Bendito eres Tú Eterno que reúne a los dispersos de Su pueblo Israel. HASHIVA - Restaura a nuestros jueces como al principio y a nuestros concejeros como en el inicio. Y aparta de nosotros angustia y suspiro. Y reina sobre nosotros pronto, Tú Hashem solamente Tú, con benevolencia y misericordia, con rectitud y justicia. Bendito eres Tú Eterno, Rey que ama la rectitud y la justicia. Entre Rosh Hashaná y Yom Kipur se agrega la siguiente frase:
HAMÉLEJ - El rey de la justicia.
LAMINÍN - Que no haya esperanza para los herejes y los delatores; y que todos los transgresores se pierdan en un instante, que todos tus enemigos y Tus aborrecedores sean suprimidos; y el reino de la maldad pronto se desarraiga y quebrántalo y destrúyelo y somételo, pronto y en nuestros días. Tú que eres Bendito, Eterno, que quebrantas a los enemigos y sometes a los renegados. AL HATZADIKIM - Sobre los justos y los piadosos y sobre el remanente de Tu pueblo Israel, la casa de Israel y sobre los ancianos, y lo que queda de sus escribas y sobre los prosélitos de verdad y sobre todos nosotros, que se conmueva por favor Tu piedad Eterno, Señor nuestro Todopoderoso. Y otorga una recompensa buena a todos los que confían verdaderamente en Tu nombre. Pon nuestra porción con la de ellos, a fin de que no seamos avergonzados, pues tuvimos confianza en ti y en Tu inmensa bondad nos apoyaremos con verdad. Tú que eres Bendito, Eterno, sostén y seguridad de los justos. TISHKÓN - Reside en medio de Tu ciudad Jerusalem como dijiste. Y establece el trono de David Tu siervo y construye a ella una construcción eterna, pronto en nuestros días: Bendito eres Tú, que construye Jerusalem. ET TZEMAJ - Haz florecer el brote de David tu siervo, y por medio de Tu salvación eleva su estandarte, pues hemos puesto nuestra esperanza y esperado en Tu salvación todo el día. Bendito eres Tú, que hace florecer el orgullo de la salvación. SHEMÁ - Escucha nuestra voz, Eterno, Señor nuestro, ten caridad y piedad de nosotros y recibe nuestra plegaria con piedad y complacencia, pues tú eres el Eterno, que oyes las plegarias y las súplicas; y no nos hagas volver con las manos vacías delante de tu presencia, Rey nuestro, concédenos gracia, respóndenos y escucha nuestra plegaria. En la Amidá silenciosa de un ayuno comunitario, cada uno deberá agregar aquí la plegaría Anenu ANENU - Respóndenos Padre nuestro, respóndenos en este día de nuestro ayuno, pues estamos en medio de gran angustia. No te vuelvas hacia nuestra maldad, ni te ocultes, Rey nuestro, de nuestra petición. Sé cercano a nuestro clamor, antes de que Te llamemos, Tú nos respondes. Hablaremos y Tú nos escucharás, tal como se declara: “Y sucederá que antes de que llamen, Yo responderé, todavía hablarán y Yo escucharé”. Pues Tú, Eterno redimes y salvas, respondes y tienes misericordia en todo momento de aflicción y desgracia. Bendito eres Tú, Eterno que responde a su pueblo Israel en momentos de aflicción. KI - Pues escuchas las oraciones de todas las bocas. Bendito eres Tú Eterno, que escucha la oración. RETZÉ - Acepta Señor nuestro, a Tu pueblo Israel y atiende sus oraciones; y retorna el servicio al santuario de Tu santo Templo, así como las ofrendas de fuego y las oraciones de Israel. Que prontamente las recibas con amor y complacencia y que siempre sea aceptable el servicio de Tu pueblo Israel. En Rosh Jodesh y Jol Hamoed se agrega la siguiente oración: ELOHENU - Nuestro Señor y Señor de nuestros padres, que ascienda, venga y llegue y véase y sea aceptada y escuchada y mencionada y recordada delante de Ti nuestra memoria y la memoria de nuestros padres; la memoria de Jerusalem, Tu ciudad y el recuerdo del Mashíaj hijo de David, Tu servidor, y el recuerdo de todo Tu pueblo, la casa de Israel, ante Ti, para salvación, para bien, para gracia para favor y para misericordia, para vida buena y para la paz en este día de: (En Rosh Jodesh) Primero del mes. (En Jol Hamoed Pésaj) Festividad de Matzot, en este día de santa convocación. (En Jol Hamoed Sucot) Festividad de cabañas, en este día de santa convocación. LERAJEM - A fin de tener misericordia sobre nosotros y otórganos salvación. Recuérdanos, oh Hashem nuestro en este día para bien y menciónanos en él, para bendición y sálvanos en él, para una vida buena, con palabra de salvación y misericordia, ten piedad y gracia de nosotros; perdona y ten misericordia de nosotros, y sálvanos, pues hacia ti dirigimos nuestros ojos, ya que Tú eres el Eterno, el Rey lleno de gracia y de misericordia. VEATÁ - Y Tú con Tu misericordia inmensa, nos desearás y te complacerás en nosotros, y nuestros ojos contemplarán Tu retorno a Tzión, con misericordia. Bendito eres Tú, Eterno, que hace retornar Su presencia a Tzión. MODIM - Te agradecemos nosotros a Ti, pues Tú eres el Eterno, Señor nuestro y Señor de nuestros padres por siempre jamás. Nuestra roca, la roca de nuestra vida, y escudo de nuestra salvación. De generación en generación, agradeceremos a Ti y contaremos Tus alabanzas, por nuestras vidas, puestas entre tus manos, y por nuestras almas, en ti depositadas, y por tus milagros que cada día están con nosotros, y por tus hazañas y tus beneficios, que haces tú en todo momento, por la noche, mañana y por la tarde. El Misericordioso, pues no se terminan Tus bondades, ya que desde siempre hemos esperado en Ti. En la repetición de la Amidá la congregación dice Modim de Rabanán MODIM - A Ti te agradecemos, pues Tú eres el Eterno, nuestro Señor y Señor de nuestros padres, el Eterno de todo ser, nuestro Creador, Creador del principio, bendiciones y agradecimientos son a Tu nombre, el grande y el santo. Bendiciones y agradecimientos a tu nombre, el grande, el Santo, porque nos diste la vida y nos mantuviste, así concédenos vida y agrácianos, y reúne a nuestros exiliados en los patios de Tu santidad, para cuidar Tus leyes y hacer tu voluntad, y servirte con corazón íntegro y por lo que te agradecemos a ti. Bendito es el Eterno de agradecimiento. En Janucá y en Purim se dice: VEAL - Te damos gracias por los milagros, por la redención, por la fuerza y por la salvación, por las maravillas y los consuelos que realizaste a nuestros padres en aquellos días en ese tiempo. En Janucá se dice: BIMÉ - En los días de Matatía, descendiente de la familia del sumo sacerdote Yojanán el Hashmoneo y de sus hijos, se alzó el imperio malvado de los helenistas contra Tu pueblo Israel, para hacerle olvidar Tu Torá y transgredir sus mandamientos de Tu voluntad. Pero Tú con tus múltiples piedades, lo apoyaste en su hora de aflicción, defendiste su causa, defendiste su derecho, vengaste su venganza, entregaste a los fuertes en manos de los débiles, a los numerosos en manos de los pocos, a los perversos en manos de los justos, a los impuros en manos de los puros y a los soberbios en manos de aquellos que cumplen Tu Torá. Afirmaste con todo esto en el mundo Tu magna y santa reputación, y para Tú pueblo trajiste salvación y redención como en el día de hoy. Y después vinieron tus fieles al recinto de Tu casa, reinstalaron Tu Templo, purificaron Tu santuario y encendieron lámparas en tus lugares sagrados. Y establecieron estos ocho días de Janucá para agradecer y alabar Tu gran Nombre. En Purim se dice: BIMÉ - En los días de Mordejay y Ester, en Shushán la capital de Persia, se alzó contra ellos Hamán el Malvado. Intentaba destruir, aniquilar y asesinar a todos los judíos, desde los jóvenes hasta los viejos, niños y mujeres, en un solo día, en el decimotercer día del decimosegundo mes, el mes de Adar y apoderarse de sus bienes. Pero Tú, con Tus múltiples piedades, confundiste su idea, frustraste su pensamiento, y todo el mal que pensó hacer cayó sobre su cabeza, acabando él y sus hijos en la horca. Hiciste con ellos (Israel) milagros y maravillas y por esto rendimos gracias a Tu gran nombre para siempre. VEAL - Y por todo esto, bendígase y elévese, y álcese constantemente Tu nombre, nuestro Rey, por siempre eternamente. Y todos los seres vivos te agradecerán. Selá. Entre Rosh Hashaná y Yom Kipur se agrega la siguiente frase: E inscribe para una vida buena a todos los hijos de Tu pacto. VIHALELÚ - Y alabarán y bendecirán Tu nombre El grande con verdad para siempre, pues bueno es el Todopoderoso de nuestra salvación, nuestra ayuda eternamente, el Todopoderoso que es bueno. Bendito eres Tú, Eterno, benévolo es Tu nombre y a Ti es apropiado agradecer. Bendición de los Kohanim BARUJ - Bendito eres Tú, Todopoderoso, nuestro Señor Rey del mundo, que nos santificó con la santidad de Aharón y nos ordenaste bendecir a Su pueblo Israel con amor. YEBAREJEJÁ - Que el Eterno te bendiga y te proteja (Amén). YAER - Que el Eterno ilumine Su rostro hacia tí y te conceda gracia. (Amén). YISÁ - Que el Eterno alce su rostro hacia ti y te conceda paz. (Amén). Si no hay Kohanim el Oficiante dice el siguiente rezo ELOKENU - Nuestro Señor y Señor de nuestros padres, bendícenos con la bendición triple que está en Tu Torá, escrita por la mano de Moshé Tu siervo dicha de la boca de Aharón y sus hijos los Kohanim, pueblo santo, como está escrito. YEBAREJEJÁ - Que el Eterno te bendiga y te proteja. YAER – Que el Eterno ilumine Su rostro hacia ti y te conceda gracia. YISÁ - Que el Eterno alce su rostro hacia ti y te conceda paz. SIM - Otorga paz, bienestar y bendición, vida gracia y favor y misericordia sobre nosotros y sobre todo Tu pueblo Israel. Y bendícenos Padre nuestro a todos nosotros como uno, con la luz de Tu rostro. Porque con la luz de Tu rostro, nos diste a nosotros Señor nuestro, Señor Todopoderoso, la Torá y la vida, el amor y la bondad, caridad y misericordia, bendición y paz y que sea bueno ante tus ojos bendecirnos y bendecir a todo tu pueblo Israel con mucha fuerza y paz. Entre Rosh Hashaná y Yom Kipur se agrega la siguiente frase: UBSÉFER - Y en el Libro de la Vida, bendición y paz el sustento bueno y salvación y consuelo y decretos buenos, seamos recordados e inscritos ante Ti, nosotros y todo Tu pueblo Israel, para la vida buena y para la paz. BARUJ - Bendito Eres Tú, Eterno, Hashem que bendice a su pueblo Israel con la paz, Amén. YIHYU - Sean aceptadas las palabras de mi boca y la meditación de mi corazón ante Ti. Oh Eterno mi Roca y mi Redentor. ELOKAY - Señor mío guarda mi lengua del mal y mis labios de pronunciar falsedad y a quienes ofenden mi alma haz callar, y mi alma sea como el polvo para todos. Abre mi corazón a Tu Torá y mi alma correrá en pos de Tus mandamientos. Y a todos los que se levanten contra mí para mal, pronto anula sus consejos y trastorna sus pensamientos. Hazlo por Tu nombre, hazlo por Tu diestra, hazlo por tu Torá, hazlo por Tu santidad para que Tus amados sean liberados. Que Tu diestra salve y respóndeme. Sean aceptadas las palabras de mi boca y la meditación de mi corazón ante Ti. Oh Eterno mi Roca y mi Redentor. OSÉ - Que, al hacedor de la paz en las alturas, por su misericordia haga la paz para nosotros y para todo Su pueblo Israel. Y digan, Amén. YEHÍ RATZÓN - Sea Tu voluntad, Eterno, Señor nuestro y Señor de nuestros padres que reconstruyas el Santo Templo pronto y en nuestros días. Otórganos nuestra porción en Tu Torá para cumplir tus mandamientos de Tu voluntad y servirte de corazón perfecto. Entre Rosh Hashaná y Yom Kipur se agrega la siguiente plegaria: AVINU - Padre nuestro, Rey nuestro, hemos pecado contra Ti; ten misericordia de nosotros. Padre nuestro, Rey nuestro, no tenemos otro Rey sino a Ti. Padre nuestro, Rey nuestro, haz con nosotros en virtud de Tu Nombre. Padre nuestro, Rey nuestro, renueva para nosotros un año nuevo. Padre nuestro, Rey nuestro, borra de sobre nosotros todos los decretos duros y nefastos. Padre nuestro, Rey nuestro, anula los pensamientos de nuestros enemigos. Padre nuestro, Rey nuestro, anula los consejos de nuestros enemigos. Padre nuestro, Rey nuestro, extermina a todo opresor y adversario de nosotros. Padre nuestro, Rey nuestro, extermina la peste, la espada, el mal, el hambre, el cautiverio, el saqueo, la destrucción, la plaga, la inclinación del mal y las enfermedades de sobre los Hijos de Israel. Padre nuestro, Rey nuestro, envía una curación completa a todos los enfermos de Tu pueblo. Padre nuestro, Rey nuestro, impide la plaga de nuestra heredad. Padre nuestro, Rey nuestro, recuerda que solo somos polvo. Padre nuestro, Rey nuestro, perdona y disculpa todas nuestras iniquidades. Padre nuestro, Rey nuestro, quita el decreto malo contra nuestra sentencia. Padre nuestro, Rey nuestro, por Tu abundante misericordia y borra todos los documentos de nuestras deudas. Padre nuestro, Rey nuestro, borra y quita de Tu vista todas nuestras rebeldías. Padre nuestro, Rey nuestro, inscríbenos en el Libro de la vida buena. Padre nuestro, Rey nuestro, inscríbenos en el libro de los justos y los piadosos. Padre nuestro, Rey nuestro, inscríbenos en el Libro de los rectos y de los íntegros. Padre nuestro, Rey nuestro, inscríbenos en el Libro del sustento y la buena manutención. Padre nuestro, Rey nuestro, inscríbenos en el Libro del perdón y la disculpa. Padre nuestro, Rey nuestro, inscríbenos en el Libro de la redención y la salvación. Padre nuestro, Rey nuestro, recuérdanos con buen recuerdo delante de Ti. Padre nuestro, Rey nuestro, florece para nosotros pronto la salvación. Padre nuestro, Rey nuestro, eleva el orgullo de Tu pueblo Israel. Padre nuestro, Rey nuestro, eleva el estandarte de Tu ungido. Padre nuestro, Rey nuestro, concédenos gracia y respóndenos. Padre nuestro, Rey nuestro, haznos retornar a Ti con arrepentimiento de corazón. Padre nuestro, Rey nuestro, escucha nuestra voz, ten piedad y misericordia de nosotros. Padre nuestro, Rey nuestro, hazlo por Ti, si no lo haces por nosotros. Padre nuestro, Rey nuestro, acepta con misericordia y con buena voluntad nuestra plegaria. Padre nuestro, Rey nuestro, no nos regreses vacíos de delante de Ti. YEHI - Sea Tu nombre bendecido desde ahora y para siempre, desde que resplandece el sol y hasta su ocaso. Alabado es el nombre del Eterno y enaltecido por sobre todos los pueblos, Eterno sobre los cielos está Su gloria, el Eterno nuestro Señor, cuan poderoso es Tu nombre en toda la tierra. YITGADAL - Exaltado y santificado sea el gran Nombre del Señor (Amén) este mundo de Su creación que creó conforme a Su voluntad; llegue su reino pronto, germine la salvación y se aproxime la llegada de su ungido (Amén). En vuestra vida, y en vuestros días y en vida de toda la casa de Israel, pronto y en tiempo cercano y decid Amén. Bendito sea Su gran Nombre para siempre, por toda la eternidad; sea bendito, elogiado, glorificado, exaltado, ensalzado, magnificado, enaltecido y alabado Su santísimo Nombre (Amén), por encima de todas las bendiciones, de los cánticos, de las alabanzas y consuelos que pueden expresarse en el mundo, y decid: Amén. En los días que se dice Tajanún se pondrá de pie y dice lo siguiente: ANA - Por favor Eterno, nuestro Señor y Señor de nuestros padres, que lleguen ante tu presencia nuestras oraciones, y no te desentiendas nuestro Rey de nuestras súplicas, porque no somos descarados y tercos para decir ante Ti, Eterno nuestro Señor y Señor de nuestros padres, “Somos justos y no pecamos”, pero en verdad fallamos, erramos y pecamos nosotros y nuestros padres y nuestra gente. ASHAMNU - Somos culpables, traicionamos, robamos, hablamos hipocresía y difamamos, hicimos pecar y provocamos maldad, pecamos a propósito y con intención expresa, forzamos. Nos apegamos a la mentira y al engaño. Dimos malos consejos. Mentimos, nos encolerizamos, hicimos burla. Nos revelamos, fuimos en contra de Tus palabras. Ofendimos, cometimos adulterio, nos desviamos. Pecamos, fuimos descuidados, deterioramos, hostigamos, hicimos que nuestro padre y madre sufrieran, fuimos tercos, fuimos malvados, corrompimos, abominamos, nos perdimos. Engañamos y nos desviamos de Tus preceptos y de Tus juicios que son buenos, pero no nos ha servido de nada. Tú Eres justo por todo lo que sucede sobre nosotros, porque con verdad lo hiciste y nosotros somos los culpables. EL ÉREJ - Tú Eres un Eterno lento para la ira y dueño de la misericordia. La grandeza de Tu misericordia y tus favores revelaste al humilde desde la antigüedad, y así está escrito en Tu Torá: “Y bajó el Eterno en la nube y se paró con él (Moshé) allá. Y llamó en nombre de Hashem y fue dicho: VAYAABOR - Y pasó el Eterno delante de él, y proclamó: El Eterno, el Eterno: 1) Hashem y, 2) piadoso, y 3) misericordioso y, 4) lento y, 5) para la ira y, 6) abundante en bondad y, 7) verdadero y, 8) conserva la bondad y, 9) para miles y, 10) carga el pecado y, 11) y el descuido y, 12) el error y, 13) lo limpia. RAJUM - Piadoso y misericordioso pecamos delante de Ti, perdónanos y sálvanos. LE DAVID - De David a Ti, oh Hashem, levantaré mi alma. Señor mío, en ti confío; no sea yo avergonzado, no se alegren de mí mis enemigos. Ciertamente ninguno de cuantos esperan en ti sea avergonzado; serán avergonzados los que se rebelan sin causa. Muéstrame, oh Hashem, tus caminos; enséñame tus sendas. Encamíname en tu verdad, y enséñame, porque tú eres el Señor de mi salvación; en ti he esperado todo el día. Acuérdate, oh Hashem, de tus piedades y de tus misericordias, que son perpetuas. De los pecados de mi juventud, y de mis rebeliones, no te acuerdes; conforme a tu misericordia acuérdate de mí, por tu bondad, oh Hashem. Bueno y recto es el Eterno; por tanto, Él enseñará a los pecadores el camino. Encaminará a los humildes por el juicio, y enseñará a los humillados su carrera. Todas las sendas de Hashem son misericordia y verdad, para los que guardan su pacto y sus testimonios. Por amor de tu nombre, oh Hashem, perdonarás también mi pecado, que es grande. ¿Quién es el hombre que teme a Hashem? Él le enseñará el camino que ha de escoger. Gozará él de bienestar, y su descendencia heredará la tierra. La comunión íntima de Hashem es con los que le temen, y a ellos hará conocer su pacto. Mis ojos están siempre hacia Hashem, Porque Él sacará mis pies de la red. Mírame, y ten misericordia de mí, porque estoy solo y afligido. Las angustias de mi corazón se han aumentado; sácame de mis tormentos. Mira mi aflicción y mi trabajo, y perdona todos mis pecados. Mira mis enemigos, cómo se han multiplicado, y con odio violento me aborrecen. Guarda mi alma, y líbrame; No sea yo avergonzado, porque en ti confié. Integridad y rectitud me guarden, porque en ti he esperado. Redime, oh Eterno, a Israel de todas sus angustias. Eterno, Señor de Israel, vuélvete de Tu ira y arrepiente del mal contra Tu pueblo. AVINU - Padre nuestro, Rey nuestro, Padre nuestro eres Tú, Padre nuestro, Rey nuestro no tenemos otro rey diferente a Ti, Padre nuestro, Rey nuestro apiádate de nosotros, Padre nuestro, Rey nuestro apiádate y respóndenos ya que no tenemos buenas acciones nuestras. Haz con nosotros bondad y favor por Tu nombre grandioso, sálvanos. No sabemos qué hacer, ya que en Ti están puestos nuestros ojos, recuerda Eterno Tu clemencia y Tu bondad porque desde siempre han sido ellas. Que Tu bondad sea sobre nosotros, conforme esperamos de Ti. No nos recuerdes los pecados, sino que tu misericordia se adelante a nosotros, pues nos hemos empobrecido. Nuestra ayuda está en el nombre del Eterno, Hacedor de los cielos y de la Tierra. Concédenos gracia Eterno, concédenos gracia, pues en gran medida estamos llenos de menosprecio, durante el enojo, apiádate, recuerda, durante el enojo el amor recuerda, durante el enojo, recuerda el sacrificio de Yitzjak, durante el enojo recuerda la integridad. El Eterno salva, Él nos responderá en el día que lo invoquemos, pues Él conoce nuestro instinto y recuerda que somos polvo. Socórrenos Eterno, Padre de salvación por el honor de Tu nombre y rescátanos y expía sobre nuestras faltas por causa de tu nombre. Los días Lunes y Jueves se dice: EL MÉLEJ - El Rey poderoso que se sienta sobre el trono de la misericordia y se conduce con benevolencia. Perdona los pecados de Su pueblo, quitándolos uno por uno. Aumenta el perdón a los inicuos y da indulgencia a los transgresores. Actúa rectamente con todo cuerpo y espíritu y no les retribuyes conforme a sus maldades. Poderoso, que nos enseñaste a decir los trece atributos, recuérdanos a nosotros hoy, el pacto de los trece, como se los enseñaste al humilde Moshé desde la antigüedad, y así está escrito en Tu Torá: “Y bajó el Eterno en la nube y estuvo con él allí, y Él llamó con el nombre del Eterno, y allá fue dicho: VAYAABOR – Y pasó el Eterno delante de él, y proclamó: El Eterno, el Eterno: 1) Hashem y, 2) piadoso, y 3) misericordioso y, 4) lento y, 5) para la ira y, 6) abundante en bondad y, 7) verdadero y, 8) conserva la bondad y, 9) para miles y, 10) carga el pecado y, 11) y el descuido y, 12) el error y, 13) lo limpia. ANSHE – Perecieron los hombres de fe, que venían con la fuerza de sus actos, fuertes para pararse frente a las desgracias, rechazaban los decretos. Ellos eran para nosotros como muros y protección en el día de la furia. Con sus palabras calmaban la ira, calmaban la furia con sus palabras, trancaban la ira con sus plegarias. Antes que ellos te llamaran, les respondías, ya que sabían cómo suplicar y apaciguar, como un padre tuviste misericordia con ellos, No hacías que sus rostros volvieran vacíos. Pero por todos nuestros pecados los hemos perdido, han sido apartados de nosotros debido a nuestras iniquidades. Viajaron al descanso eterno, nos abandonaron en las angustias. Ya no están los que levantaban las cercas, ya han sido exterminados los que apaciguaban la ira. No hay quien se levante para protegernos en las desgracias, Los dignos de apaciguarte no están más con nosotros. Hemos buscado en los cuatro extremos de la tierra remedio, pero remedio no hemos encontrado. Regresamos hacia Ti con el rostro cubierto de vergüenza, para buscarte Eterno, en el momento de nuestras angustias. EL MÉLEJ - El Rey poderoso que se sienta sobre el trono de la misericordia y se conduce con benevolencia. Perdona los pecados de Su pueblo, quitándolos uno por uno. Aumentas el perdón a los inicuos y das indulgencia a los transgresores. Actúa rectamente con todo cuerpo y espíritu y no les retribuye conforme a sus maldades. Poderoso, que nos enseñaste a decir los trece atributos, recuérdanos a nosotros hoy, el pacto de los trece, como se los enseñaste al humilde Moshé desde la antiguedad, y así está escrito en Tu Torá: “Y bajó el Eterno en la nube y estuvo con él allí, y Él llamó con el nombre del Eterno, y allá fue dicho: VAYAABOR – Y pasó el Eterno delante de él, y proclamó: El Eterno, el Eterno: 1) Hashem y, 2) piadoso, y 3) misericordioso y, 4) lento y, 5) para la ira y, 6) abundante en bondad y, 7) verdadero y, 8) conserva la bondad y, 9) para miles y, 10) carga el pecado y, 11) y el descuido y, 12) el error y, 13) lo limpia. TAMANU - Estamos confundidos de tantos males y nuestra fuerza se ha debilitado por las desgracias, nos hemos postrado mucho, nos humillamos hasta la tierra. Misericordioso; esa es nuestra manera de ser, de dura cerviz y rebeldes. Hemos declarado nuestros pecados a toda voz, hemos pecado, nuestro corazón es enredado y torcido. Altísimo, tu piedad es desde siempre, está contigo el perdón. Abstente del rigor e inclínate hacia la benevolencia, no te ocultes en momentos como estos, pues en gran angustia estamos. Que sea claro ante los ojos de todos, que tu bondad y merced para con nosotros. Cierra la boca del satán para que no nos acuse, repréndelo y que enmudezca, que se levante un ángel bueno para justificarnos, el declarará nuestra rectitud. Tus caminos misericordiosos y piadosos revelaste al fiel de Tu casa (Moshé), cuando pidió delante de ti, Tu fidelidad le hiciste saber. EL MÉLEJ - El Rey poderoso que se sienta sobre el trono de la misericordia y se conduce con benevolencia. Perdona los pecados de Su pueblo, quitándolos uno por uno. Aumentas el perdón a los inicuos y das indulgencia a los transgresores. Actúa rectamente con todo cuerpo y espíritu y no les retribuye conforme a sus maldades. Poderoso, que nos enseñaste a decir los trece atributos, recuérdanos a nosotros hoy, el pacto de los trece, como se los enseñaste al humilde Moshé desde la antigüedad, y así está escrito en Tu Torá: “Y bajó el Eterno en la nube y estuvo con él allí, y Él llamó con el nombre del Eterno, y allá fue dicho: VAYAABOR – Y pasó el Eterno delante de él, y proclamó: El Eterno, el Eterno: 1) Hashem y, 2) piadoso, y 3) misericordioso y, 4) lento y, 5) para la ira y, 6) abundante en bondad y,7) verdadero y, 8) conserva la bondad y, 9) para miles y, 10) carga el pecado y, 11) y el descuido y, 12) el error y, 13) lo limpia. ELO-HENU - Eterno Señor nuestro y Señor de nuestros padres no traigas el exterminio sobre nosotros, que Tu mano se base en el juicio. Cuando venga la amonestación delante de ti no borres nuestro nombre de Tu libro. Te has acercado para investigar sanciones, que Tu piedad se adelante a Tu ira. La pobreza de nuestros actos es grande frente a tu mirada. Acerca la bondad de parte tuya. Padre nuestro cuando clamemos frente a Ti decreta nuestra salvación de inmediato. Haz retornar al cautivo a las tiendas del íntegro (Yaacob), y ve sus puertas como han sido desoladas. Recuerda lo proclamado por Ti, que el testimonio no será olvidado de la boca de su descendencia. Revela el sello de Tu testimonio. Abre los secretos a quienes Tu guías y reestablece el juicio a Tu tribunal. Eterno, reconoce a Israel, quienes te reconocen, destruye a los pueblos que no te reconocen. Porque cuando los retornes a Jerusalem, retornarán los sometidos. MA – Qué diremos delante de Ti, que resides en lo alto y qué contaremos frente a Ti, Morador de los cielos. Acaso no conoces lo oculto como lo relevado, Tú conoces los secretos del mundo, así como lo oculto de todo ser vivo, Tú revisas todas las partes internas, miras los riñones y el corazón. No hay ninguna cosa que se oculte de Ti. No hay nada que se esconda frente a Tus ojos. YEHÍ RATZÓN - Sea Tu voluntad, Eterno nuestro Señor y Señor de nuestros padres que nos perdones nuestros pecados y nos expíes por todas nuestras faltas, y que perdones y liberes todas nuestras transgresiones. Perdónanos Padre nuestro porque hemos pecado, exímenos nuestro Rey porque hemos transgredido, porque Tú eres el Eterno, Hashem bueno y que perdona. Abundante en benevolencia a todo aquel que lo invoca. Por amor a Tu nombre oh Eterno perdona mi pecado pues grave es él. Por amor a Tu nombre Eterno hazme vivir en Tu rectitud, quita la aflicción de mi alma. El Eterno Señor de los ejércitos está con nosotros, es nuestro protector, Señor de Yaacob, Selá. Eterno, Señor de los ejércitos dichosa es la persona que confía en Ti. El Eterno salva, El rey nos responderá en el día que lo invoquemos. Retórnanos oh Eterno hacia Ti y retornaremos, renueva nuestros días como antaño. VEHÚ - El Eterno es misericordioso, expía la iniquidad y no destruirá, con abundancia contendrá Su enojo y no se encenderá Su furor. Tú Eterno no me prives de Tu misericordia, de Tu bondad y de Tu verdad que siempre me protejan, sálvanos nuestro Señor y reúnenos de entre las naciones, y agradeceremos al Nombre santo, para alabar con tus elogios. Si las transgresiones mantuvieras oh Eterno, ¿quién se podría mantener de pie? Porque es contigo el perdón para reverenciarte. No nos hizo de acuerdo a nuestros pecados y no nos retribuyó de acuerdo a nuestras transgresiones. Si nuestras faltas respondieron por nosotros, Eterno, hazlo por causa de Tu Nombre. Recuerda Tu misericordia, Eterno y Tu bondad. Porque ellas desde siempre fueron. El Eterno te responderá en el día de la aflicción y en el nombre del Señor de Yaacob te protegerá. El Eterno salva, el Rey nos responderá en el día que lo invoquemos. Padre nuestro, Rey nuestro, agrácianos, respóndenos pues no tenemos buenos actos, haz bondad con nosotros, de acuerdo a Tu abundante misericordia y sálvanos por Tu Nombre. Eterno, Señor, nuestro Señor Todopoderoso que sacaste a Tu pueblo de la tierra de Egipto, con mano fuerte y te hiciste un gran nombre en este día, hemos pecado, hemos hecho el mal. Eterno conforme a toda Tu rectitud te pedimos que Tu enojo y Tu furor sean retirados de tu ciudad Jerusalem, Tu montaña sagrada, pues por los pecados nuestros y los de nuestros antepasados, Jerusalem y sus habitantes fueron desprecio para todos los que nos rodean. Y ahora escucha nuestro Eterno la súplica de Tu siervo, y sus súplicas y haz Tu rostro brillar sobre Tu santuario desolado, por causa del Eterno. Inclina oh Señor Tu oído y oye, abre Tus ojos y contempla nuestro asolamiento y el de la ciudad sobre la cual fue invocado Tu Nombre. Porque no es sobre nuestra rectitud que nosotros disponemos nuestras súplicas delante de ti sino por Tu abundante misericordia. Eterno, escucha, Señor perdona. Eterno atiende y haz. No te demores, hazlo por Ti, porque Tu nombre es llamado sobre tu ciudad y sobre tu pueblo. Nuestro Padre, Padre misericordioso, enséñanos una señal para bien y retorna nuestros cautivos de los cuatro extremos de la tierra y que todos sepan y reconozcan, las naciones del mundo, que Tú eres el Eterno nuestro Padre, nosotros somos como la materia y Tú eres nuestro Creador, y somos toda la obra de tus manos. Nuestro padre, nuestro Rey, nuestra roca y nuestro redentor, ten compasión Eterno sobre tu pueblo y no les des a Tu heredad para desprecio, y para que dominen sobre ellos las naciones. Porque dirán: ¿Dónde está el Eterno su Señor? Sabemos Eterno que hemos transgredido, y que no hay quien se interponga por nosotros, sino tu gran nombre, el grande tomará nuestra causa en el momento de la aflicción. Y así como se apiada un padre por sus hijos, ten piedad de nosotros, ten clemencia sobre Tu pueblo y apiádate de tu herencia, te rogamos contemplar con favor y salvar a Tu rebaño: que no domine sobre nosotros la ira. Porque tuya es la salvación y está en Ti nuestra esperanza. Señor de nuestros padres por favor perdónanos ahora porque bueno y perdonador eres Tú. ANA MÉLEJ – Por favor oh Rey misericordioso y clemente, recuerda y observa el pacto y la alianza de las partes. Sea visto ante Ti la atadura (de Yitzjak) y por causa de Israel, nuestro padre no nos abandones, nuestro padre y no nos dejes nuestro Rey, y no nos olvides Creador nuestro, no traigas sobre nosotros el exterminio en nuestro exilio porque Eterno, Rey misericordioso y piadoso eres Tú. EN KAMOJA - No hay nadie clemente y misericordioso como Tú, nuestro Señor, no hay como Tú, tardo para la ira y abundante en favor y verdad, sálvanos y apiádate de nosotros, libéranos del temblor y de Tu enojo. Recuerda a Tus siervos: Abraham, Yitzjak y a Yaacob. No te fijes en la obstinación, la maldad y la transgresión de este pueblo. Regresa de Tu ira y arrepiéntete del mal hacia Tu pueblo y aparta de nosotros la pena de muerte, porque Tú eres misericordioso, porque es Tu camino hacer favor gratuito en cada generación y generación. Por favor, Eterno sálvanos ahora, por favor Eterno danos éxito ahora, por favor Eterno respóndenos en el día que te invocamos, de Ti Eterno esperamos, de Ti Eterno aguardaremos, no estés en silencio porque nos torturas, ya que dijeron las naciones del mundo que se ha perdido la esperanza de Israel. Pero ante Ti se inclina toda rodilla y se prosterna toda estatura erguida. HAPOTEAJ – El que abre Su mano para aceptar a los transgresores y pecadores que vuelven en arrepentimiento. Nuestras almas se han conturbado por nuestra gran tristeza, no nos olvides para siempre, levántate y sálvanos, no viertas Tu ira sobre nosotros porque somos Tu pueblo, los hijos de Tu pacto, Eterno mira como nuestro honor se ha desvalorizado entre las naciones y ellos nos aborrecen como si fuéramos impuros. ¿Hasta cuándo Tu poderío estará cautivo y Tu esplendor en la mano del opresor? Ellos mirarán y sentirán vergüenza, su fuerza perderán. Despierta Tu fuerza y sálvanos por Tu nombre y que nuestros sufrimientos no se reduzcan en Tu presencia, que rápidamente se antepongan Tus piedades, en el momento de nuestras angustias, no por nuestra causa, hazlo por Tu causa, y no destruyas al recuerdo de nuestro remanente pues en Ti nuestros ojos han puesto su esperanza, pues Tú eres el Eterno, Señor Todopoderoso lleno de gracia y piedad. Recuerda nuestro testimonio en cada día, diciendo dos veces con amor: “Escucha Israel, El Eterno es nuestro Señor, El Eterno es uno”. YITGADAL - Exaltado y santificado sea el gran Nombre del Señor (Amén), en este mundo de Su creación que creó conforme a Su voluntad; llegue su reino pronto, germine la salvación y se aproxime la llegada de su ungido (Amén). En vuestra vida, y en vuestros días y en vida de toda la casa de Israel, pronto y en tiempo cercano y decid Amén. Bendito sea Su gran Nombre para siempre, por toda la eternidad; sea bendito, elogiado, glorificado, exaltado, ensalzado, magnificado, enaltecido v alabado Su santísimo Nombre (Amén), por encima de todas las bendiciones, de los cánticos, de las alabanzas y consuelos que pueden expresarse en el mundo, y decid: Amén. Antes de extraer el Séfer la congregación dice: EL ÉREJ – Oh Eterno, paciente y abundante en gracia y verídico, no nos castigues en Tu ira. Oh Señor ten piedad de Tu pueblo Israel y Sálvanos de todo mal. Hemos pecado contra Ti, Oh Señor perdónanos conforme a Tu misericordia, Oh Eterno. EL ÉREJ – Oh Eterno, paciente y abundante en misericordia, no ocultes Tu rostro de nosotros. Oh Señor ten piedad del remanente de Tu pueblo Israel y libéranos de todo mal. Hemos pecado contra Ti, Oh Señor perdónanos, te lo suplicamos, conforme a Tu inmensa misericordia, Oh Eterno. En los días en que no se dice Tajanún se dice: YEHI - Y será que el Eterno Señor nuestro, estará con nosotros como estuvo con nuestros padres, no nos dejará, ni nos abandonará. Salva a Tu pueblo y bendice a Tu herencia. Cuídalos y llévalos por los siglos de los siglos. Por el mérito de Tu siervo David, no rechaces el siervo de ti ungido. El Oficiante dice: BARUJ - Bendito es el Eterno que ha entregado la Torá a Su pueblo Israel, Bendito Es. Bienaventurado es el pueblo para quien es así, bienaventurado el pueblo que el Eterno es Su Señor. Cuando se extrae el Séfer, el Oficiante y la congregación dicen: GADELU - Engrandeced al Eterno conmigo y enalteceremos Su nombre juntos. ROMEMU - Ensalzad al Eterno nuestro Señor e inclínense ante el estrado de Sus pies, Santo es Él. Ensalzad al Eterno nuestro Señor e inclínense ante el monte de Su santidad. Pues Santo es el Eterno, Todopoderoso, no hay santo como el Eterno, no hay otro aparte de Ti, y no hay roca como el Todopoderoso porque ¿quién es Poderoso fuera del Eterno y quién es roca fuera de nuestro Señor? Moshé nos ordenó la Torá, herencia de la congregación de Yaacob, es árbol de vida para los que se sujetan a ella, y para los que la apoyan es alegría, Sus caminos son caminos agradables, y todos Sus senderos son de dulzura, paz abundante existe para los amantes de Tu Torá y no hay para ellos tropiezo; el Eterno otorgará fuerza a Su pueblo, el Eterno bendecirá a Su pueblo con la paz. Cuando invoque el nombre del Eterno, declare la grandeza de nuestro Hashem. Todos ustedes adjudíquenle el poder a Hashem y den honor a la Torá. VEZOT HATORÁ - Y esta es la Torá que Moshé puso frente a los Hijos de Israel. La Torá que Moshé nos encomendó es heredad de la casa de Yaacob. El camino del Eterno es perfecto, la palabra de Hashem es sincera, Él es un escudo para todos aquellos que se fían en Él. BENDICIONES DE LA TORÁ El Olé dice: BAREJÚ ET A-DO-NAY HAMEVORAJ Bendigan al Señor Bendito La Congregación responde: BARUJ A-DO-NAY HAMEVORAJ LEOLAM VAED Bendito sea el Señor para toda la eternidad. El Oficiante repite: BARUJ A-DO-NAY HAMEVORAJ LEOLAM VAED Bendito sea el Señor para toda la eternidad. BARUJ ATÁ A-DO-NAY ELOHENU MÉLEJ HAOLAM ASHER BAJAR BANU MIKOL HAAMIM VENATÁN LANU ET TORATÓ. BARUJ ATÁ A-DO-NAY NOTÉN HATORÁ. Tú que eres Bendito Eterno nuestro Señor, Rey del mundo, que nos has elegido entre todos los pueblos y nos has dado Tu Torá, Bendito eres Tú, que nos diste la Torá. Cuando el Olé termina la lectura dice la siguiente bendición: BARUJ ATÁ A-DO-NAY ELOHENU MÉLEJ HAOLAM ASHER NATÁN LANU ET TORATÓ TORAT EMET, VEHAVÉ OLAM NATÁ BETOJENU. BARUJ ATÁ A-DO-NAY NOTÉN HATORÁ. Tú que eres Bendito Eterno nuestro Señor, Rey del mundo que nos dio Su Torá, Torá verdadera, y plantó dentro de nosotros la vida eterna. Bendito eres Tú Eterno que da la Torá. El tercero dirá medio Kadish YITGADAL - Exaltado y santificado sea el gran Nombre del Señor (Amén), en este mundo de Su creación que creó conforme a Su voluntad; llegue su reino pronto, germine la salvación y se aproxime la llegada de su ungido (Amén). En vuestra vida, y en vuestros días y en vida de toda la casa de Israel, pronto y en tiempo cercano y decid Amén. Bendito sea Su gran Nombre para siempre, por toda la eternidad; sea bendito, elogiado, glorificado, exaltado, ensalzado, magnificado, enaltecido v alabado Su santísimo Nombre (Amén), por encima de todas las bendiciones, de los cánticos, de las alabanzas y consuelos que pueden expresarse en al mundo, y decid: Amén. BIRCAT HAGOMEL HODE - Agradeceré al Eterno con todo mi corazón, en la reunión de los rectos y en la asamblea. BARUJ - Tú que eres Bendito Tú Eterno, nuestro Señor, Rey del mundo que concede bienes a los culpables, que me has concedido de todo lo bueno. La congregación responde: Amén. El Eterno que te concedió todo lo bueno, que te conceda todo lo bueno Eternamente. El que bendice responde: Amén, que así sea Su voluntad. ASHRÉ - Venturosos son aquellos que moran en tu casa; por siempre te alabarán. Selá. Bienaventurado es el pueblo para quien es así; venturoso es el pueblo cuyo Señor es el Eterno. Te exaltaré, mi Señor, mi Rey, y bendeciré tu nombre eternamente y para siempre. Cada día te bendeciré, y alabaré Tu nombre eternamente y para siempre. Grande es Hashem, y digno de suprema alabanza; y su grandeza es inescrutable. Generación a generación celebrará tus obras, y anunciará tus poderosos hechos. En la hermosura de la gloria de tu magnificencia, y en tus hechos maravillosos meditaré. Del poder de tus hechos estupendos hablarán los hombres, y yo publicaré tu grandeza. Proclamarán la memoria de tu inmensa bondad, y cantarán tu justicia. Clemente y misericordioso es Hashem, lento para la ira, y grande en misericordia. Bueno es Hashem para con todos, y sus misericordias sobre todas sus obras. Te alaben, oh Hashem, todas tus obras, y tus santos te bendigan. La gloria de tu reino digan, y hablen de tu poder, para hacer saber a los hijos de los hombres sus poderosos hechos, y la gloria de la magnificencia de su reino. Tu reino es reino de todos los siglos, y tu señorío en todas las generaciones. Sostiene Hashem a todos los que caen, y levanta a todos los oprimidos. Los ojos de todos esperan en ti, y tú les das su comida a su tiempo. Abres tu mano, y colmas de bendición a todo ser viviente. Justo es Hashem en todos sus caminos, y misericordioso en todas sus obras. Cercano está Hashem a todos los que le invocan, a todos los que le invocan de veras. Cumplirá el deseo de los que le temen; oirá asimismo el clamor de ellos, y los salvará. Hashem guarda a todos los que le aman, mas destruirá a todos los impíos. La alabanza de Hashem proclamará mi boca; y todos bendigan su santo nombre eternamente y para siempre, Haleluyá. En los días que no se dice Tajanún se omite el siguiente Salmo: LAMNATZÉAJ – Para el director del canto. Salmo de David. Hashem te oiga en el día de conflicto; el nombre del Señor de Yaacob te defienda. Te envíe ayuda desde el santuario, y desde Tzión te sostenga. Haga memoria de todas tus ofrendas, y acepte tu holocausto. Selá. Te dé conforme al deseo de tu corazón, y cumpla todo tu consejo. Nosotros nos alegraremos en tu salvación, y alzaremos el estandarte en el nombre de nuestro Señor; conceda Hashem todas tus peticiones. Ahora conozco que Hashem salva a su ungido; lo oirá desde sus santos cielos, con la fuerza salvadora de su diestra. Estos confían en carros, y aquéllos en caballos; mas nosotros en el nombre de Hashem nuestro Señor tendremos memoria. Ellos flaquean y caen, mas nosotros nos levantamos, y estamos en pie. Salva Hashem; que el Rey nos oiga en el día que lo invoquemos. (Hasta aquí) UVÁ LETZIÓN - Y será que vendrá a Tzión el redentor y a aquellos de Yaacob que retornen de sus transgresiones declaró el Eterno “Y he aquí que este es Mi pacto hacia ellos, dijo el Eterno, Mi espíritú que esta sobre Ti y Mi palabra que he puesto en tu boca, no se apartará de tu boca ni de la boca de tu descendencia y de la boca de la descendencia de tu descendencia, dijo el Eterno, desde ahora y para siempre. Y Tú eres Santo, que permaneces oyendo las alabanzas de Israel. Y un ángel llama a otro y le dice: Santo, Santo, Santo es el Eterno, Señor de los ejércitos, la tierra está llena de Su gloria. Y ellos reciben la palabra unos de los otros y dicen: “Santo, en los cielos altísimos supremos. El Templo de Su Divina Presencia, Santo sobre la tierra es la obra de Su poderío; Santo por siempre, por toda la eternidad es el Eterno, Señor de las legiones; la tierra está llena de Su gloría. “Y un viento me alzó y escuché una estruendosa voz que me dijo: “Bendita sea la gloria del Eterno desde Su morada. Y me levantó un viento y escuché un estruendoso sonido detrás de mí del poderoso movimiento de aquellos que alaban y decían: “Bendita sea la gloria del Eterno desde Su residencia”. El Eterno reinará por toda la eternidad. El reinado de Hashem es firme para siempre en el mundo eternamente; Eterno Señor de nuestros padres Abraham, Yitzjak e Israel, nuestros padres, conserva para siempre el fin y el propósito de los pensamientos del corazón de Tu pueblo y orienta sus corazones hacía Ti. El Eterno, es misericordioso, perdona la iniquidad y no destruye; abundantemente retiene Su ira y no enciende toda Su ira. Porque Tú Eterno eres bueno y perdonas, y estás lleno de misericordia para todos los que te invocan. Tu justicia es recta para siempre y tu Torá es verdad. Otorga verdad a Yaacob y gracia a Abraham, como lo juraste a nuestros padres en tiempos pasados. Tú que eres Bendito Eterno por cada día, el Eterno, Señor de los ejércitos está con nosotros, Él es protección para nosotros, Hashem Todopoderoso de Yaacob eternamente: Señor de los ejércitos, dichosa la persona que confia en Ti. Hashem salva; el Rey nos responderá en el día que le llamemos. BARUJ - Bendito es el Eterno, nuestro Señor, que nos creó para su honor y nos diferenció de los descarriados y nos dio la Torá verdadera y vida eterna implantó en nuestro interior, el Eterno abrirá nuestro corazón con Su Torá y pondrá en nuestro corazón Su amor y Su temor para hacer Su voluntad y servirle así con corazón completo. Que no nos esforcemos en vano, ni sea nuestra producción para futilidad. Que sea Tu voluntad Eterno, nuestro Señor y Señor de nuestros padres que cuidemos tus preceptos y estatutos en este mundo y que ameritemos vivir, ver y heredar el bien y la bendición en el mundo por venir, para entonar melodías y no enmudecer, Eterno mi Hashem por siempre te agradeceré. El Eterno desea por causa de su rectitud, engrandecer la Torá y fortificarla. Y confiarán en Ti los que conocen Tu nombre, pues no abandonas a los que te buscan Eterno. Eterno nuestro Señor cuán grande es Tu nombre en toda la tierra. Fortalezcan y refuercen sus corazones todos aquellos que esperan en el Eterno. YITGADAL Exaltado y santificado sea el gran Nombre del Señor (Amén), en este mundo de Su creación que creó conforme a Su voluntad; llegue su reino pronto, germine la salvación y se aproxime la llegada de su ungido (Amén). En vuestra vida, y en vuestros días y en vida de toda la casa de Israel, pronto y en tiempo cercano y decid Amén. Bendito sea Su gran Nombre para siempre, por toda la eternidad; sea bendito, elogiado, glorificado, exaltado, ensalzado, magnificado, enaltecido y alabado Su santísimo Nombre (Amén), por encima de todas las bendiciones, de los cánticos, de las alabanzas y consuelos que pueden expresarse en al mundo, y decid: Amén. Que nuestras oraciones y suplicas sean aceptadas, junto con las oraciones y súplicas de toda la casa de Israel, delante de nuestro Padre que esta en los cielos y en la tierra y decid: Amén (Amén). Descienda del Cielo una paz grande, vida, abundancia, salvación, consuelo, liberación, salud, redención, perdón, expiación, amplitud y libertad, para nosotros y para todo Su pueblo Israel, y decid: Amén. (Amén). El que establece la armonía en Sus alturas, nos dé con sus piedades paz a nosotros y a todo el pueblo de Israel, y decid: Amén. (Amén) En los días que se lee la Torá se recita lo siguiente al devolver el Séfer Torá al Arca YEHALELÍ - Alaban el nombre del Eterno, porque Su nombre se ha elevado. Su Gloria sobre los cielos y la tierra yace. Y levantará el estandarte para su pueblo. Alabanza para todos sus piadosos, para los Hijos de Israel, Su pueblo Cercano. Haleluyá. El Eterno es Todopoderoso, el Eterno es Todopoderoso, arriba en los cielos y abajo en la tierra no hay otro aparte de Él. No hay nadie como Tú entre los poderosos, no hay nadie como Tú en Tus obras. Retórnanos hacia Ti Eterno, renueva nuestros días como antaño. En los días que no se dice Tajanún se omite el siguiente Salmo TEFILÁ LE DAVID - Plegaria de David. Inclina, oh Hashem, tu oído, y escúchame, porque estoy afligido y menesteroso. Guarda mi alma, porque soy piadoso; salva tú, oh Señor mío, a tu siervo que en ti confía. Ten misericordia de mí, oh Hashem; porque a ti clamo todo el día. Alegra el alma de tu siervo, porque a ti, oh Señor, levanto mi alma. Porque Tú, Señor, eres bueno y perdonador, y grande en misericordia para con todos los que te invocan. Escucha, oh Hashem, mi oración, y está atento a la voz de mis ruegos. En el día de mi angustia te llamaré, porque Tú me respondes. Oh Señor, ninguno hay como Tú entre los dioses, ni obras que igualen tus obras. Todas las naciones que hiciste vendrán y adorarán delante de ti, Señor, y glorificarán Tu nombre. Porque tú eres grande, y hacedor de maravillas; sólo tú eres Hashem. Enséñame, oh Hashem, Tu camino; caminaré yo en tu verdad; afirma mi corazón para que tema Tu Nombre. Te alabaré, oh Hashem Señor mío, con todo mi corazón, y glorificaré tu nombre para siempre. Porque tu misericordia es grande para conmigo, y haz librado mi alma de las profundidades del Seol. Oh Señor, los soberbios se levantaron contra mí, y conspiración de violentos ha buscado mi vida, y no te pusieron delante de sí. Mas Tú, Señor, Hashem misericordioso y clemente, lento para la ira, y grande en misericordia y verdad, mírame, y ten misericordia de mí; da tu poder a tu siervo, y guarda al hijo de tu sierva. Haz conmigo señal para bien, y véanla los que me aborrecen, y sean avergonzados; porque tú, Hashem, me ayudaste y me consolaste. BET YAACOB - Casa de Yaacob vengan y nos dirigiremos en la luz del Eterno, porque en todos los pueblos cada hombre marchará en el nombre de Hashem. Pero nosotros iremos en el nombre del Eterno, nuestro Señor para siempre eternamente. Que sea el Eterno nuestro Señor, con nosotros como estuvo con nuestros padres, no nos abandonará y no nos dejará. Para que nuestro corazón esté hacia Él inclinado y transitemos por todos Sus caminos y así cuidar Sus preceptos, Sus estatutos y Sus leyes, las que fueron ordenadas a nuestros padres. Que estas, mis palabras con las que he suplicado al Eterno estén siempre cerca de Él, nuestro Señor de día y de noche, para aplicar el juicio a su siervo y el juicio de Su pueblo Israel cada día. Para que todos los pueblos de la tierra sepan que el Eterno es Hashem y no hay más que Él. SHIR HAMAALOT - Un canto de David. De no haber estado Hashem por nosotros, diga ahora Israel; de no haber estado Hashem por nosotros, cuando se levantaron contra nosotros los hombres, vivos nos habrían tragado entonces, cuando se encendió su furor contra nosotros. Entonces nos habrían inundado las aguas; sobre nuestra alma hubiera pasado el torrente; hubieran entonces pasado sobre nuestra alma las aguas impetuosas. Bendito sea Hashem, que no nos dio por presa a los dientes de ellos. Nuestra alma escapó cual ave del lazo de los cazadores; se rompió el lazo, y escapamos nosotros. Nuestro socorro está en el nombre de Hashem, que hizo el cielo y la tierra. Canticos que los levitas cantaban diariamente Para el Domingo HAYOM YOM - Hoy es el primer día con respecto al sagrado Shabat. Este es el salmo que los Leviim solían recitar en el estrado. LE DAVID - Salmo de David. De Hashem es la tierra y su plenitud; el mundo, y los que en él habitan. Porque Él la fundó sobre los mares, y la afirmó sobre los ríos. ¿Quién subirá al monte de Hashem? ¿Y quién estará en su lugar santo? El limpio de manos y puro de corazón; el que no ha elevado su alma a cosas vanas, ni jurado con engaño. Él recibirá bendición de Hashem, y justicia del Señor de salvación. Tal es la generación de los que le buscan, de los que buscan Tu rostro, oh Señor de Yaacob. Selá. Alzad, oh puertas, vuestras cabezas, y alzaos vosotras, puertas eternas, y entrará el Rey de gloria. ¿Quién es este Rey de gloria? El Eterno el fuerte y valiente, Hashem el poderoso en batalla. Alzad, oh puertas, vuestras cabezas, y alzaos vosotras, puertas eternas, y entrará el Rey de gloria. ¿Quién es este Rey de gloria? Señor de los ejércitos, Él es el Rey de la gloria. Selá. (De aqui se salta hasta Hoshienu) Para el Lunes HAYOM YOM - Hoy es el segundo día con respecto al sagrado Shabat. Este es el salmo que los Leviim solían recitar en el estrado. SHIR - Canción. Grande es Hashem, y digno de ser en gran manera alabado, en la ciudad de nuestro Señor, en su monte santo. Hermosa provincia, el gozo de toda la tierra, es el Monte de Tzión, a los lados del norte, la ciudad del gran Rey. En sus palacios Hashem es conocido por refugio. Porque he aquí los reyes de la tierra se reunieron; pasaron todos. Y viéndola ellos así, se maravillaron, se turbaron, se apresuraron a huir. Les tomó allí temblor; dolor como de mujer que da a luz. Con viento solano quiebras tú las naves de Tarsís. Como lo oímos, así lo hemos visto en la ciudad de Hashem de los ejércitos, en la ciudad de nuestro Señor; la afirmará Hashem para siempre. Selá. Nos acordamos de tu misericordia, oh Señor, en medio de tu templo. Conforme a tu nombre, oh Señor, así es tu loor hasta los fines de la tierra; de justicia está llena tu diestra. Se alegrará el monte de Tzión; se gozarán las hijas de Judá por tus juicios. Andad alrededor de Tzión, y rodeadla; contad sus torres. Consideren atentamente su antemuro, mirad sus palacios; para que lo contéis a la generación venidera. Porque este es el Eterno, Señor nuestro eternamente y para siempre; Él nos guiará aún más allá de la muerte. (De aquí se salta hasta Hoshienu) Para el Martes HAYOM YOM - Hoy es el tercer día con respecto al sagrado Shabat. Este es el salmo que los Leviim solían recitar en el estrado. MIZMOR - Salmo de Asaf. El Eterno está presente en la reunión de Hashem; en medio de los jueces juzga. ¿Hasta cuándo juzgaréis injustamente, y aceptaréis las personas de los impíos? Selá. Defended al débil y al huérfano; haced justicia al afligido y al menesteroso. Librad al afligido y al necesitado; libradlo de mano de los impíos. No saben, no entienden, andan en tinieblas; tiemblan todos los cimientos de la tierra. Yo dije: Vosotros sois jueces, y todos vosotros hijos del Altísimo; pero como hombres moriréis, y como cualquiera de los príncipes caeréis. Levántate, oh Señor, juzga la tierra; porque tú heredarás todas las naciones. ( De aquí se salta hasta Hoshienu) Para el Miércoles HAYOM YOM - Hoy es el cuarto día con respecto al sagrado Shabat. Este es el salmo que los Leviim solían recitar en el estrado. EL NEKAMOT - Hashem, Eterno de las venganzas, Eterno de las venganzas, muéstrate. Engrandécete, oh Juez de la tierra; da el pago a los soberbios. ¿Hasta cuándo los impíos, hasta cuándo, oh Hashem, se gozarán los impíos? ¿Hasta cuándo pronunciarán, hablarán cosas duras, y se vanagloriarán todos los que hacen iniquidad? A tu pueblo, oh Hashem, quebrantan, y a tu heredad afligen. A la viuda y al extranjero matan, y a los huérfanos quitan la vida. Y dijeron: No verá Hashem, ni entenderá el Señor de Yaacob. Entiendan, necios del Pueblo; y vosotros, fatuos, ¿cuándo seréis sabios? El que hizo el oído, ¿no oirá? El que formó el ojo, ¿no verá? El que castiga a las naciones, ¿no reprenderá? ¿No sabrá el que enseña al hombre la ciencia? Hashem conoce los pensamientos de los hombres, que son vanidad. Bienaventurado el hombre a quien tú, Eterno, corriges, y en tu ley lo instruyes, para hacerle descansar en los días de aflicción, en tanto que para el impío se cava el hoyo. Porque no abandonará Hashem a su pueblo, ni desamparará su heredad, sino que el juicio será vuelto a la justicia, y en pos de ella irán todos los rectos de corazón. ¿Quién se levantará por mí contra los malignos? ¿Quién estará por mí contra los que hacen iniquidad? Si no me ayudara Hashem, pronto moraría mi alma en el silencio. Cuando yo decía: Mi pie resbala, Tu misericordia, oh Hashem, me sustentaba. En la multitud de mis pensamientos dentro de mí, Tus consolaciones alegraban mi alma. ¿Se juntará contigo el trono de iniquidades, que hace agravio bajo forma de ley? Se juntan contra la vida del justo, y condenan la sangre inocente. Mas Hashem me ha sido por refugio, y mi Señor por roca de mi confianza. Y Él hará volver sobre ellos su iniquidad, y los destruirá en su propia maldad; los destruirá Hashem nuestro Señor. ( De aquí se salta hasta Hoshienu) Para el Jueves HAYOM YOM - Hoy es el quinto día con respecto al sagrado Shabat. Este es el salmo que los Leviim solían recitar en el estrado. LAMNATZÉAJ - Al director del canto, sobre Guitid, Salmo de Asaf. Cantad con gozo al Eterno, fortaleza nuestra; al Señor de Yaacob aclamad con júbilo. Entonad canción, y tañed el pandero, el arpa deliciosa y el salterio. Tocad la trompeta en la nueva luna, en el día señalado, en el día de nuestra fiesta solemne. Porque estatuto es de Israel, ordenanza del Señor de Yaacob. Lo constituyó como testimonio en Yosef, cuando salió de la tierra de Egipto. Oí lenguaje que no entendía; aparté su hombro de debajo de la carga; sus manos fueron descargadas de los cestos. En la calamidad clamaste, y yo te libré; te respondí en lo secreto del trueno; te probé junto a las aguas de Meriba. Selá. Oye, pueblo mío, y te amonestaré. Israel, si me oyeres, no habrá en ti dios ajeno, ni te inclinarás a dios extraño. Yo soy Hashem tu Señor, que te hice subir de la tierra de Egipto; abre tu boca, y yo la llenaré. Pero mi pueblo no oyó mi voz, e Israel no me quiso a mí. Los dejé, por tanto, a la dureza de su corazón; caminaron en sus propios consejos. ¡Oh, si me hubiera oído mi pueblo, si en mis caminos hubiera andado Israel! En un momento habría yo derribado a sus enemigos, y vuelto mi mano contra sus adversarios. Los que aborrecen a Hashem se le habrían sometido, y el tiempo de ellos sería para siempre. Les sustentaría Hashem con lo mejor del trigo, y con miel de la peña les saciaría. (De aquí se salta hasta Hoshienu) Para el Viernes HAYOM YOM - Hoy es el sexto día con respecto al sagrado Shabat. Este es el salmo que los Leviim solían recitar en el estrado. A-DO-NAY MALAJ - Hashem reina; se vistió de magnificencia; Hashem se vistió, se ciñó de poder. Afirmó también el mundo, y no se moverá. Firme es tu trono desde entonces; Tú eres eternamente. Alzaron los ríos, oh Hashem, los ríos alzaron su sonido; alzaron los ríos sus ondas. Hashem en las alturas es más poderoso. Que el estruendo de las muchas aguas, más que las recias ondas del mar. Tus testimonios son muy firmes; la santidad conviene a Tu casa, Oh Hashem, por los siglos y para siempre. HOSHIENU - Sálvanos Eterno Señor nuestro y reúnenos de entre los pueblos de la tierra para que reconozcamos Tu nombre santo y para que lo glorifiquemos con Tu alabanza. Bendito es el Eterno, el Señor de Israel por siempre jamás, y que todo el pueblo diga: Haleluyá, alabad al Eterno. Bendito sea el Eterno desde Tzión, el que mora en Jerusalem, Haleluyá, alabad al Eterno. Bendito Sea el Eterno Todopoderoso, Hashem de Israel, que Él solo obra maravillas y que bendijo el nombre de su honor desde ahora por toda la eternidad y que toda la tierra se llene de su gloria, Amén y Amén. En Janucá se agrega: Te glorificaré, oh Hashem, porque me has exaltado, y no permitiste que mis enemigos se alegraran de mí. Hashem Señor mío, a ti clamé, y me sanaste. Oh Hashem, hiciste subir mi alma del Seol; me diste vida, para que no descendiese a la sepultura. Cantad a Hashem, vosotros sus santos, y celebrad la memoria de su santidad. Porque un momento será su ira, pero su favor dura toda la vida. Por la noche durará el lloro, y a la mañana vendrá la alegría. En mi prosperidad dije yo: No seré jamás conmovido, porque tú, Hashem, con tu favor me afirmaste como monte fuerte. Escondiste tu rostro, fui turbado. A ti, oh Hashem, clamaré, y al Señor suplicaré. ¿Qué provecho hay en mi muerte cuando descienda a la sepultura? ¿Te alabará el polvo? ¿Anunciará tu verdad? Oye, oh Hashem, y ten misericordia de mí; Hashem, sé tú mi ayudador. Has cambiado mi lamento en baile; desataste mi cilicio, y me ceñiste de alegría. Por tanto, a ti cantaré, gloria mía, y no estaré callado. Hashem Señor mío, te alabaré para siempre. En Purim y el Ayuno de Ester se agrega: Para el Director del canto sobre Ayelet Hashajar salmo de David, Señor mío, Señor mío, ¿por qué me has desamparado? ¿Por qué estás tan lejos de mi salvación, y de las palabras de mi clamor? Señor mío, clamo de día, y no respondes; y de noche, y no hay para mí reposo. Pero tú eres santo, Tú que habitas entre las alabanzas de Israel. En ti esperaron nuestros padres; esperaron, y tú los libraste. Clamaron a ti, y fueron librados; Confiaron en ti, y no fueron avergonzados. Mas yo soy gusano, y no hombre; oprobio de los hombres, y despreciado del pueblo. Todos los que me ven me escarnecen; estiran la boca, menean la cabeza, diciendo: Se encomendó a Hashem; líbrele él; sálvele, puesto que en él se complacía. Pero tú eres el que me sacó del vientre; el que me hizo estar confiado desde que estaba a los pechos de mi madre. Sobre ti fui echado desde antes de nacer; desde el vientre de mi madre, tú eres mi Eterno. No te alejes de mí, porque la angustia está cerca; porque no hay quien ayude. Me han rodeado muchos toros; fuertes toros de Basán me han cercado. Abrieron sobre mí su boca como león rapaz y rugiente. He sido derramado como aguas, y todos mis huesos se descoyuntaron; mi corazón fue como cera, derritiéndose en medio de mis entrañas. Como un tiesto se secó mi vigor, y mi lengua se pegó a mi paladar, y me has puesto en el polvo de la muerte. Porque perros me han rodeado; me ha cercado cuadrilla de malignos; horadaron mis manos y mis pies. Contar puedo todos mis huesos; entre tanto, ellos me miran y me observan. Repartieron entre sí mis vestidos, y sobre mi ropa echaron suertes. Mas Tú, Hashem, no te alejes; fortaleza mía, apresúrate a socorrerme. Libra de la espada mi alma, del poder del perro mi vida. Sálvame de la boca del león, y líbrame de los cuernos de los búfalos. Anunciaré tu nombre a mis hermanos; en medio de la congregación te alabaré. Los que teméis a Hashem, alabadle; glorificadle, descendencia toda de Yaacob, y temedle vosotros, descendencia toda de Israel. Porque no menospreció ni abominó la aflicción del afligido, ni de él escondió su rostro; sino que cuando clamó a él, le oyó. De ti será mi alabanza en la gran congregación; mis votos pagaré delante de los que le temen. Comerán los humildes, y serán saciados; alabarán a Hashem los que le buscan; vivirá vuestro corazón para siempre. Se acordarán, y se volverán a Hashem todos los confines de la tierra, y todas las familias de las naciones adorarán delante de ti. Porque de Hashem es el reino, y Él regirá las naciones. Comerán y adorarán todos los poderosos de la tierra; se postrarán delante de Él todos los que descienden al polvo, aún el que no puede conservar la vida a su propia alma. La posteridad le servirá; esto será contado de Hashem hasta la postrera generación. Vendrán, y anunciarán su justicia; a pueblo no nacido aún, anunciarán que Él hizo esto. En la casa donde hay personas de luto se agrega: Oíd esto, pueblos todos; escuchad, habitantes todos del mundo, así los plebeyos como los nobles, el rico y el pobre juntamente. Mi boca hablará sabiduría, y el pensamiento de mi corazón inteligencia. Inclinaré al proverbio mi oído; declararé con el arpa mi enigma. ¿Por qué he de temer en los días de adversidad, cuando la iniquidad de mis opresores me rodeare? Los que confían en sus bienes, y de la muchedumbre de sus riquezas se jactan, ninguno de ellos podrá en manera alguna redimir al hermano, ni dar a Hashem su rescate (porque la redención de su vida es de gran precio, y no se logrará jamás), para que viva en adelante para siempre, y nunca vea corrupción. Pues verá que aún los sabios mueren; que perecen del mismo modo que el insensato y el necio, y dejan a otros sus riquezas. Su íntimo pensamiento es que sus casas serán eternas, y sus habitaciones para generación y generación; dan sus nombres a sus tierras. Mas el hombre no permanecerá en honra; es semejante a las bestias que perecen. Este su camino es locura; con todo, sus descendientes se complacen en el dicho de ellos. Selá. Como a rebaños que son conducidos al Seol, la muerte los pastoreará, y los rectos se enseñorearán de ellos por la mañana; se consumirá su buen parecer, y el Seol será su morada. Pero Hashem redimirá mi vida del poder del Seol, porque él me tomará consigo. Selá. No temas cuando se enriquece alguno, cuando aumenta la gloria de su casa; porque cuando muera no llevará nada, ni descenderá tras él su gloria. Aunque mientras viva, llame dichosa a su alma, y sea loado cuando prospere, entrará en la generación de sus padres, y nunca más verá la luz. El hombre que está en honra y no entiende, semejante es a las bestias que perecen. YITGADAL Exaltado y santificado sea el gran Nombre del Señor (Amén), en este mundo de Su creación que creó conforme a Su voluntad; llegue su reino pronto, germine la salvación y se aproxime la llegada de su ungido (Amén). En vuestra vida, y en vuestros días y en vida de toda la casa de Israel, pronto y en tiempo cercano y decid Amén. Bendito sea Su gran Nombre para siempre, por toda la eternidad; sea bendito, elogiado, glorificado, exaltado, ensalzado, magnificado, enaltecido v alabado Su santísimo Nombre (Amén), Por encima de todas las bendiciones, de los cánticos, de las alabanzas y consuelos que pueden expresarse en al mundo, y decid: Amén. Descienda del Cielo una paz grande, vida, abundancia, salvación, consuelo, liberación, salud, redención, perdón, expiación, amplitud y libertad, para nosotros y para todo Su pueblo Israel, y decid: Amén. (Amén). El que establece la armonía en Sus alturas, nos dé con sus piedades paz a nosotros y a todo el pueblo de Israel, y decid: Amén. (Amén). KAVE EL - Aguarda en el Eterno que fortalece y reanima tu corazón y aguarda en el Eterno, no hay santo como Hashem, porque no hay nada fuera de Ti, pues ¿quién es Hashem aparte del Eterno y quién es fortaleza aparte de nuestro Señor? EN KELOHENU - No hay como nuestro Señor, no hay como nuestro Amo, no hay como nuestro Rey, no hay como nuestro Salvador, ¿quién es como nuestro Señor, ¿quién es como nuestro Amo, ¿quién es como nuestro Rey, ¿quién es como nuestro Salvador? Agradecemos a nuestro Señor agradecemos a nuestro Amo, agradecemos a nuestro Rey agradecemos a nuestro Salvador, Tú eres nuestro Eterno, Tú eres nuestro Amo, Tú eres nuestro Rey, Tú eres el Salvador nuestro, Tú nos salvas, Tú te levantarás y te apiadarás de Tzión porque ya llegó el tiempo de congraciarla, porque llegó el tiempo. ATÁ – Tú eres el Eterno, nuestro Señor al que ofrecieron incienso nuestros padres delante de Ti, el incienso de las especies, en el tiempo en el que el templo sagrado estaba en pie, como le ordenaste a ellos por medio de Moshé, Tu profeta como está escrito en Tu Torá: VAYOMER - Y dijo Hashem a Moshé, toma para ti especies, bálsamo, raíz aromática y gálbano, especies e incienso puro en porciones iguales. Y con ellas harás incienso, perfume, trabajo de perfumero revuelto completamente, puro y santo y molerás de él muy fino, y lo pondrás ante el arca del testimonio en la tienda del encuentro donde me reuniré contigo, Santo de los santos será para ustedes: Y está dicho: Y quemará Aharón sobre el Altar, incienso de especias en la mañana, por la mañana lo quemará al limpiar las candelas. Y al subir Aharón a iluminar las candelas, entre las tardes lo quemará, incienso constante, delante de Hashem para tus generaciones. TANU RABANÁN - Enseñaron nuestros Sabios: ¿Cómo se mezclaba el incienso? Trecientos sesenta y ocho medidas había en él, trescientos sesenta y cinco, como la cuenta de los días del año solar, una medida por cada día, mitad de una medida por la mañana y la otra mitad de la medida por la tarde, y las tres medidas restantes, las cuales el sumo sacerdote traía en sus manos y llenaba sus puños en el día de Yom Kipur, los regresaba al mortero en la víspera del día de Yom Kipur para cumplir con el precepto de molerlos finamente. Y once especies había en él, y estas son: (Es bueno enumerarlas con los dedos): 1) El bálsamo 2) y la raíz aromática 3) y el gálbano, 4) y el incienso, de un peso de setenta medidas cada uno, 5) mirra, 6) y casia, 7) y espiga de nardo 8) y azafrán, cada uno con un peso de dieciseis medidas, 9) el costus , doce medidas, 10) corteza de árbol aromático, tres medidas, 11) canela nueve medidas. Jabón de carcina nueve medidas (cabín), vino de chipre, tres sein y tres cabín. Si no se encontrara vino de Chipre lo reemplazará con vino blanco añejo; sal de Sodoma, la cuarta parte de un cab y una pequeña cantidad de Maalé Ashán (planta que hacía subir el humo). Rabí Natán de Babilonia dice: Hay que agregar también una pequeña parte de ámbar de Jordán. Si puso en él miel se volvía inválido y si faltaba uno solo de esto ingredientes merece la muerte. RABÁN SHIMÓN - Rabí Shimon Ben Gamliel dice: El bálsamo, no es sino la savia que gotea de un árbol de bálsamo. Y el jabón de carcina ¿qué objeto tenía? Era usado para refinar la raíz aromática y embellecer su aspecto. El vino de Chipre ¿para qué es traído? Para impregnar en él la raíz aromática, para que esté más concentrado. Aunque era mejor el agua de orín para él, no se hacía uso de ella porque no se introducía al Templo por respeto. TANIA - Fue estudiado que Rabí Natan dice: Cuando él (Cohén) machacaba decía: “Pulverízalas fino, bien fino”, por cuanto su voz es buena para las especies. Si lo mezclaba por la mitad de su medida se podía utilizar, pero si lo hacía en una tercera o cuarta parte de su medida, no escuchamos. Rabí Yehuda dijo: Esta es la regla: Si lo hizo en su proporción adecuada, se puede utilizar en la mitad de la cantidad, pero si omitió cualquiera de las especies, tendrá pena de muerte. TANE - Enseñó Bar Kapara: Una vez cada sesenta o setenta años, los restos acumulados llegaban a la mitad de la cantidad de un año. Y también enseñó Bar Kapara: Si alguien hubiese puesto una pequeña medida de miel de frutas en él, nadie hubiera podido resistir su aroma. ¿Y por qué no se mezclaba en él miel de frutas? Porque la Torá dice: “Cualquier levadura o cualquier miel de frutas, no será quemada en una ofrenda de fuego para El Eterno”. El Señor de los ejércitos está con nosotros, Él es protección para nosotros, Hashem Todopoderoso de Yaacob eternamente. Señor de los ejércitos, dichosa la persona que confía en Ti. Hashem salva; el Rey nos responderá en el día que le llamemos. Que sea agradable para el Eterno la ofrenda de Yehuda y de Jerusalem, como en los años pasados. TANA - Se estudió en la escuela de Eliyahu: Todo el que repasa las leyes cada día se asegura la entrada al mundo por venir, como está dicho: “Los caminos del mundo son suyos”. No leas caminos (halijot) sino leyes. Rabi Eleazar dijo en nombre de Rabi Janiná: “Los sabios de la Torá incrementan la paz en el mundo”: Como está dicho: “Y todos Tus hijos, estudiosos de Hashem, y Tus hijos tendrán abundante paz”; no leas tus hijos si no tus constructores. Que haya paz dentro de Tus muros, tranquilidad en Tus palacios. En aras de mis hermanos y mis amigos hablaré de paz en Tu interior. En aras de la casa del Eterno nuestro Eterno buscaré el bien para ti y miraras a los hijos de Tus hijos; paz a Israel. Los que aman Tu Torá gozan de abundante paz, y no hay piedra de tropiezo para ellos. El Eterno dará vigor a Su pueblo, Hashem bendecirá a Su pueblo con la paz. YITGADAL Exaltado y santificado sea el gran Nombre del Señor (Amén), en este mundo de Su creación que creó conforme a Su voluntad; llegue su reino pronto, germine la salvación y se aproxime la llegada de su ungido (Amén). En vuestra vida, y en vuestros días y en vida de toda la casa de Israel, pronto y en tiempo cercano y decid Amén. Bendito sea Su gran Nombre para siempre, por toda la eternidad; sea bendito, elogiado, glorificado, exaltado, ensalzado, magnificado, enaltecido y alabado Su santísimo Nombre (Amén), por encima de todas las bendiciones, de los cánticos, de las alabanzas y consuelos que pueden expresarse en al mundo, y decid: Amén. Sobre Israel, y por nuestros maestros y sus alumnos, y por todos los alumnos de los alumnos, que se ocupan de la sagrada Torá, tanto en esta tierra como en cada nación y nación. Recibamos nosotros y todos ellos gracia, bondad y misericordia del Amo del cielo y de la tierra, y decid: Amén (Amén). Descienda del Cielo una paz grande, vida, abundancia, salvación, consuelo, liberación, salud, redención, perdón, expiación, amplitud y libertad, para nosotros y para todo Su pueblo Israel, y decid: Amén. (Amén). El que establece la armonía en Sus alturas, nos dé con sus piedades paz a nosotros y a todo el pueblo de Israel, y decid: Amén. (Amén) El que dijo Kadish dice: BAREJÚ ET A-DO-NAY HAMEVORAJ Bendigan al Señor Bendito La Congregación responde: BARUJ A-DO-NAY HAMEVORAJ LEOLAM VAED Bendito sea el Señor para toda la eternidad. La misma persona repite: BARUJ A-DO-NAY HAMEVORAJ LEOLAM VAED Bendito sea el Señor para toda la eternidad. ALENU - Nos corresponde alabar al Amo de todo lo que existe, atribuir grandeza al Creador del universo, porque Él nos distinguió de los pueblos idólatras, ni nos puso como las demás familias de la tierra. Él no dispuso nuestra parte con ellos, ni nuestra suerte como la multitud de todas ellos, pues nosotros nos postramos ante el soberano del universo, el Santo Bendito sea, que creó los cielos, y la tierra cimentó. El trono de su gloria está en los Cielos y su magnificencia en las alturas celestiales. Él sólo es nuestro Rey y no hay ningún otro. En verdad Hashem es nuestro Rey y no existe ninguno junto a Él, como está escrito en su Torá: "Reconoce hoy y grábalo en tu corazón, que el Eterno es Hashem en los cielos y sobre la tierra. Él es único". AL KEN - Por lo tanto, esperamos Eterno, nuestro Señor, ver pronto la gloria de tu poderío cuando hagas desaparecer las abominaciones de la tierra y destruirá toda suerte de idolatría, cuando el mundo será perfeccionado en el reinado del Omnipotente y entonces toda la humanidad invocará Tu nombre y todos los impíos tornarán hacia ti. Que los que moran la tierra reconozcan conscientemente que ante Ti se doblará cada rodilla y que a tu gran nombre deben rendir homenaje, aceptando el yugo de tu reinado. Tú reinarás sobre el universo por siempre jamás, porque Tuyo es el reino y reinarás con gloria por siempre jamás, como está escrito en tu Torá: "El Eterno reinará por siempre jamás". Hashem reinará por toda la eternidad, entonces el Eterno será Uno y su nombre Uno.