Clase 9 - 05 DE SETIEMBRE
Clase 9 - 05 DE SETIEMBRE
Clase 9 - 05 DE SETIEMBRE
Judit Falk (pediatra) manifiesta que la manera de tomar en brazos a un bebé es muy importante. El sentirse
mal sostenido al ser cargado le genera sensación de caer al vacío y esto le produce miedo o angustia,
podemos evitarlo tomando al niño de manera suave pero a la vez segura.
Cuando se los levanta, el tronco y la cabeza deben ser sostenidos con el mismo brazo. Al momento de
acostarlo se le acompaña con el cuerpo (nunca levantarlo por las axilas y elevarlo en forma vertical).
Chantal De Truchis (2003) afirma que si las primeras experiencias corporales del niño son positivas, aguardará
las siguientes con confianza, constituyendo en este proceso la primera representación de sí mismo
El bebé nos avisa cuando la manera de cargarlo no fue adecuada, primero su cuerpo se crispa, su gesto, la
expresión de su cara se pone tenso, doloroso y finalmente estallan con un llanto fuerte y profundo.
Un buen sostén ayuda a la tranquilidad del niño, a su distensión y para un buen sueño.
“Reflejo de Moro”: se llama así a la reacción del bebé cuando se sobresalta en respuesta a un fuerte e
inesperado ruido, o se sobresalta cuando siente que se está cayendo de espalda; es una respuesta normal de
miedo, de urgente protección. El bebé echa la cabeza hacia atrás, abre los brazos y piernas, llora, y después
vuelve a colocar los brazos y piernas en la posición original.
Algunas veces el bebé puede sobresaltarse con su propio llanto, lo cual inicia este reflejo o por
manipulaciones bruscas en el cambio de ropa o en el baño o en el traslado.
El Reflejo de Moro dura hasta que el bebé tiene 5-6 meses aproximadamente.
Al recién nacido se le hace generalmente la prueba de los reflejos al nacer y se observa si tiene el reflejo de
moro, al comprobarlo se verifica que está en un buen desarrollo de su sistema nervioso.
Una señal de alerta es si el bebé no reacciona ante la caída o el sobresalto, es decir que no tenga dicho reflejo.
Por supuesto es bueno no exagerar con el uso de este tipo de evaluación, ya que genera mucha angustia, tensión
y fragilidad en el niño. Es importante tener presente que el bebé es una persona y no un objeto de estudio.
El reflejo de moro es una respuesta muy elocuente ya que anuncia que el niño está sintiendo una sensación de
desintegración de su cuerpo. Esta terrible sensación pasa cuando el niño es abrazado y contenido por el adulto,
pero si se repite varias veces contribuye a fomentar una personalidad insegura y frágil.
En los cambios de pañales o de ropa: evitar los estiramientos o
movimientos bruscos de la cabeza o del tronco para que no sufra la
sensación que su cuerpo se separa en partes. Si esto sucede es necesario
tranquilizarlo para continuar el cambio de pañal o ropa. Cuando está
relajado, distendido, su cuerpo está abierto a la comunicación, se siente
tranquilo y eso permite construir experiencias positivas de los cambios. En
esta etapa, observar si cuando se le baña está plácido o distendido y no
tenso o crispado, tanto cuando está en el agua como mientras se le viste y
desviste. Asimismo, observar si se deja hacer, si está relajado, no llora y no
retrae ninguno de sus miembros (retraer es contraer, cerrarse por algo que
lo hizo sentirse amenazado).
La distensión y la tranquilidad de un niño nos hablan de la buena interacción que vive con el adulto,
especialmente en los cuidados.
Hay que observar su mirada: cuando el adulto que atiende al bebe , juega con él a esconderse y aparecer,
este siente placer de ir descubriendo su rostro, el cabello, la frente y sin duda la mirada del otro.
Las investigaciones realizadas por Stern (psicólogo) respecto a este aspecto nos dicen lo siguiente:
Que muchos recién nacidos mueven los ojos independientemente uno del otro, por ejemplo: uno se
mueve hacia arriba y el otro hacia afuera; uno permanece estacionario, el otro hacia abajo.
Que el reflejo de la luz atrae y retiene la atención del bebé. Su brillo e intensidad le resultan cautivadores.
A las 6 semanas pueden ver muy bien, aunque todavía no perfectamente, pudiendo percibir los diferentes
colores, formas e intensidades
El bebé está preparado para evaluar la intensidad de la luz. Rehuir es la señal ante mucha intensidad o
atiende y despierta su curiosidad, si la intensidad de la luz es aceptable. El grado justo de intensidad
incrementa su animosidad, activa todo su ser.
La luz del sol lo atrae y los bordes lo capturan, es decir que los bebés miran intensamente a los bordes atrapados
por el contraste de la luz y el fondo oscuro. Por ejemplo, si se le acerca una persona a una distancia de 20
centímetros no mira directamente su rostro, sino el borde de la cara que provoca el contraste, con el fondo por
más que se trate de llamar su atención por otros medios. Algunas personas pueden interpretar esto como
rechazo, no se trata en absoluto de un rechazo, sino de un fenómeno normal, que Stern denomina atención
obligatoria.
Entre el primer y el segundo mes los bebés, al mirar a los otros, tratan a los ojos como centro geográfico de las
personas. Pueden quedarse detenidos, tanto el adulto como el bebé, mirándose a los ojos sin hablar, abstraídos
en ellos por varios segundos; como lo menciona Stern, los bebes actúan como si sus ojos fueran realmente
ventanas al alma.
Cuando uno juega con el bebé a esconderse y aparecer, este siente placer de encontrar al otro, a través de sus
ojos. A medida que va creciendo el bebé ya puede controlar la mirada casi como el adulto controla dónde mira, lo
que mira y cuánto tiempo mira. Teniendo esta capacidad ya puede iniciar o detener la interacción cara a cara,
siendo la base para la mirada recíproca (corresponderse con la mirada del otro).
2-4 meses
Se arrulla. En el segundo mes del bebé ya su cuerpo expresa más y estará un poco más rígido
en su aguante, esto no quiere decir que ya lo puedes cargar como un muñeco, sus impulsos no
son controlados y te puedes llevar un susto de no tenerlo bien sujeto, tanto en tus brazos como
en cualquier lugar donde lo dejes. Y por supuesto el tercer mes del bebé es donde ya es menos
frágil, y te reconoce como parte de él, su llanto es más controlado, y el lapso de adaptación es
mayor y rápido; es el momento preciso para agudizar la estimulación, porque ahora empezarán
los cambios totales; su desarrollo por el espacio.
Audición. Tu bebé será sensible a los niveles de ruido. Es previsible que el bebé comience a responder al sonido de
tu voz sonriéndote y gorjeando. También empezará a girarse hacia la dirección de los sonidos.
Vista. Probablemente, tu bebé se centrará en tu rostro, particularmente en los ojos, durante la alimentación. Al
mes de edad, el bebé preferirá mirar patrones llamativos en colores con contrastes definidos o en blanco y negro.
Aproximadamente, a los 2 meses, los ojos del bebé estarán más coordinados, lo que le permitirá seguir un objeto.
Pronto, tu bebé comenzará a reconocer objetos y personas conocidas a la distancia.
Comunicación. A los 2 meses, tu bebé podría hacer sonidos típicos de los bebés y repetir vocales cuando hablas o
juegan juntos suavemente. A partir de los 3 meses, al pequeño le gustará estar boca abajo la mayor parte del
tiempo, levantando la cabeza y el tronco. Además, comenzará a apoyarse en los antebrazos y empezará a coger
fuerza. Sus movimientos serán más intencionados, aunque no sincronizados totalmente.
Comenzará a balbucear de forma espontánea y se mostrará mucho más expresivo. Además, también empezará a
sentir curiosidad por sus manos, por lo que no parará de mirarlas. No obstante, cabe destacar que el desarrollo
dependerá mucho del propio bebé. No todos son iguales, por lo que cada bebé tiene un ritmo y es importante
respetarlo.
Desarrollo del cerebro del bebé
Es durante los primeros meses y años de vida cuando notamos una mayor evolución del cerebro.
Así, el desarrollo psicomotor del bebé de 3 meses producirá una serie de cambios, tanto en la
movilidad como en la forma de percibir e identificar estímulos.
Desarrollo del lenguaje
El llanto es una manera muy importante de comunicación. Al
tercer día de vida, las madres pueden distinguir el llanto de
su bebé de otros y al primer mes de vida, la mayoría de los
padres pueden decir si el llanto de su bebé significa hambre,
dolor o enfado. El llanto también produce la bajada o salida
de la leche (llenar la mama) de la madre lactante.
La cantidad de llanto en los primeros tres meses varía en un
bebé sano entre 1 y 3 horas diarias. Se cree que los bebés
que lloran más de 3 horas al día con frecuencia presentan
cólicos.
El llanto excesivo puede deberse a maltrato infantil. Sin importar la causa, el llanto excesivo necesita
evaluación médica.
Reflejo Moro: en Neonatología, el Reflejo de Moro (también llamado respuesta de sobresalto y reflejo de abrazo) es
uno de los reflejos infantiles observado de manera completa en recién nacidos que nacen después de la semana 34 del
embarazo, y en forma incompleta en los que nacen de un parto prematuro a partir de la semana 28. El bebé tiene
miedo a caerse, ya que durante el tiempo que ha estado en la barriga de la madre ha estado rodeado del líquido
amniótico todo el tiempo y al salir al exterior ha dejado de estar como en una piscina para pasar a un lugar seco,
aireado, donde la gravedad le desconcierta. Por lo general, su ausencia indica un trastorno profundo en el cerebro y en
el sistema motor del sistema nervioso (médula espinal). El Reflejo de Moro dura hasta los tres o cuatro meses. La
persistencia del reflejo de Moro más allá del 4° o 5° mes de edad, puede igualmente indicar defectos neurológicos
severo.
Su descubrimiento, primera descripción y nombre se debe al pediatra austriaco Ernst Moro.
El Reflejo de Moro aparece en recién nacidos de manera involuntaria como respuesta a un fuerte e inesperado ruido o
cuando el bebé siente que se está cayendo de espaldas. Se cree que éste es el único miedo o temor en los seres
humanos que no es aprendido.
La maniobra que comprueba el Reflejo de Moro: se coloca al bebé boca arriba sobre una superficie acolchada. Sin
levantar las extremidades inferiores, se alza la cabeza y el tórax del bebé, sosteniendo sus brazos plegados sobre su
propio pecho. Al dejar caer al bebé unos 10 cm hacia atrás, sobre la misma mano del examinador que sostiene al bebé,
se espera ver una mirada de “sobresalto” y, al mismo tiempo, el recién nacido echará los brazos hacia el aire, con las
palmas de sus manos hacia arriba y los pulgares flexionados. El reflejo debe terminar con la retracción de los brazos de
vuelta al pecho del bebé.
Reflejo de nadar: los infantes tratarán de nadar en forma coordinada, este reflejo está asociado a otro reflejo innato, el
de buceo. Algunos científicos relacionan este reflejo con el periodo intrauterino, desaparece entre cuatro a seis meses.
Reflejo de succión: el bebé, al contrario que los adultos, puede succionar a la vez que respira ya que los pulmones no
intervienen en la succión. Es por este motivo por el que al terminar de comer es necesario facilitar que el bebé expulse los aires
que han llegado a su estómago. Para facilitarlo, se recomienda situar al bebé apoyado contra el pecho del adulto, con su cabeza
sobre el hombro en posición vertical, y, en caso necesario, ayudarle con pequeñas palmaditas en la espalda .
El bebé muestra el reflejo de succión, propiamente dicho, cuando un objeto es introducido en su boca. La succión de los bebés
es muy distinta a la de los adultos y, en cierta manera, bastante más eficaz. El bebé mueve la lengua adelante y atrás, exprime el
pezón para extraer la leche y después reduce la presión para que la leche fluya más rápidamente hacia el pezón nuevamente. Se
trata de un movimiento rítmico que permite succionar muy rápidamente sin atragantarse.
Durante las primeras semanas de vida, los ojos de los bebés suelen ser azules o grises. El iris alcanzará su color definitivo entre
los seis meses y los tres años.
Muchos recién nacidos tienen marcas de nacimiento , sobre todo en párpados y nuca, que desaparecen con el tiempo.
La piel del bebé: la piel de su bebé parecerá muy delicada después de que lo bañe y seque. Si nació después de la fecha
prevista de parto, posiblemente se le caerá la piel y parecerá arrugada como resultado de haber perdido el vérnix (una
sustancia cremosa y blancuzca que cubre la piel). Si nació a término o antes, posiblemente se le caerá un poco como
cualquier recién nacido debido a la exposición repentina de su piel al aire después de que se lava el vérnix. De cualquier
forma, este es un proceso normal en los recién nacidos y no requiere tratamiento. Todos los bebés, incluyendo aquellos con
piel oscura, tienen una piel de apariencia más clara al nacer. Esta gradualmente se vuelve más oscura a medida que crecen.
Cuando examine los hombros y espalda de su bebé, también podrá notar vello corporal fino, llamado lanugo. Este vello
corporal crece al final del embarazo; sin embargo, por lo general, se cae antes o poco después del nacimiento. Si su bebé
nació antes de la fecha prevista de parto, es más probable que aún tenga este vello y puede tomar un par de semanas que
desaparezca.
A través de los sentidos del olfato y el gusto, su recién nacido es capaz de distinguir la leche materna de cualquier otro
líquido. Su bebé nace con un gusto por lo dulce, por lo que preferirá agua con azúcar en lugar de agua pura y arrugará su
nariz cuando sienta olores y sabores ácidos o amargos. Aunque su bebé podrá distinguir la luz de la oscuridad desde su
nacimiento, no verá la gama total de colores.
Tal vez el sentido más importante de los recién nacidos es el tacto. Después de haber estado por meses bañado de un
líquido tibio en el vientre, su bebé ahora estará expuesto a todo tipo de nuevas sensaciones, algunas fuertes, algunas
maravillosamente reconfortantes.
Abrazar a su bebé le dará tanto placer a él como a usted. A él le dará una sensación de seguridad y comodidad, y lo hará sentir
amado. Los estudios demuestran que la formación de vínculo emocional cercano estimulará su crecimiento y desarrollo.
Después del baño, puede hacer masajes al bebé, cosquillas. Además de ayudar a desarrollar el sentido del tacto, favorece
que mueva piernas y brazos como respuesta a lo que se le hace y que vaya incrementando su fuerza y mejorando la
coordinación de sus miembros. Hacer cosquillas en las plantas de los pies o en las palmas de las manos favorecerá también su
movimiento.
A medida que conoce al bebé, pronto se dará cuenta de que hay momentos en los que está muy alerta y activo, momentos en
los que está atento, en vez de pasivo, y momentos en los que está cansado e irritable. Debe intentar programar sus actividades
diarias para aprovechar los momentos en los que está "activo" y evitar prolongar demasiado los períodos en los que esté
pasivo. Estos supuestos estados de conciencia cambiarán dramáticamente en este primer mes.
En realidad existen seis estados de conciencia por los cuales su bebé pasa varias veces al día. Dos son estados de sueño, los
otros son estados cuando despierta. El estado 1 es un sueño profundo, cuando el bebé descansa tranquilo sin moverse y está
relativamente inconsciente. Si usted sacude un sonajero con fuerza en su oído, posiblemente se agite un poco, pero no mucho.
Durante un sueño más ligero y activo (estado 2), el mismo sonido la asustará y posiblemente lo despierte. Durante este sueño
ligero, también puede ver los movimientos rápidos de sus ojos por debajo de sus párpados cerrados. Él alternará entre estos
dos estados de sueño, pasando por cada uno de ellos a determinada hora. Algunas veces saldrá de estos estados de sueño
cuando se le estimule de sobremanera y cuando esté físicamente cansado.
Los estados de consciencia de su bebé
Cuando su bebé se despierte o empiece a quedarse dormido, pasará a la etapa 3. Sus ojos se harán hacia atrás bajo sus párpados
y posiblemente se estire, bostece o levante sus brazos y piernas. Una vez que se despierta, pasará a uno de los tres estados
restantes. Puede ser que se despierte, esté feliz y alerta pero relativamente sin movimiento (estado 4). O bien, puede estar
alerta, feliz y muy activo (estado 5). O también, puede que llore y esté agitado (estado 6).
Si usted agita un sonajero en el oído de su bebé cuando está feliz y alerta (estado 4 y 5), probablemente se quede quieto y voltee
su rostro para ver el origen de este extraño sonido. Este es el momento en el que parecerá más receptivo a usted y a la actividad
a su alrededor y estará más atento y participará más en los juegos. A medida que el sistema nervioso de su bebé se desarrolla,
empezará a establecer un patrón de llorar, dormir, comer y jugar que coincidirá con su propio programa diario. Es posible que aún
necesite comer cada tres o cuatro horas, pero al final del mes se despertará por período más largos durante el día y estará más
alerta y receptivo en esos momentos.
Estado 2 Sueño ligero Se mueve mientras duerme, se sobresalta con los ruidos.
Estado 4 Bastante alerta Los ojos bien abiertos, la cara radiante, el cuerpo quieto.
Estado 6 Llorar Llora, quizás grita; el cuerpo se mueve en formas muy desorganizadas.