Location via proxy:   [ UP ]  
[Report a bug]   [Manage cookies]                

Prueba Testimonial

Descargar como docx, pdf o txt
Descargar como docx, pdf o txt
Está en la página 1de 7

Prueba Testimonial

Son las declaraciones de testigos bajo juramento acerca de la verificación de ciertos


hechos que se controvierten en el juicio, de los cuales han tomado conocimiento en forma
directa o por los dichos de otra persona.

Concepto de prueba: la palabra prueba en sentido estrictamente gramatical, expresa la


acción y efecto de probar y también la razón, argumento o instrumento u otro medio con
que se pretende mostrar y hacer patente la verdad o falsedad de un hecho o cosa.
Etimológicamente la prueba, proviene del latín probo, bueno, honesto y probandum,
recomendar, aprobar, experimentar, patentizar, hacer fe. La prueba es un elemento
esencial del juicio, porque en él es necesario demostrar, por una parte, la existencia de los
hechos en que los litigantes fundan sus pretensiones y por otra, la verdad de las
afirmaciones y razonamientos formulados en ellas.

Requisitos que debe reunir el testigo

Debe tratarse de un tercero extraño al proceso mismo; como consecuencia de ello, no


pueden ser testigos las partes del mismo, sean directas o indirectas.

Debe dar razón de sus dichos: Para que el tribunal pueda cerciorarse debidamente de que
efectivamente el testigo tomó conocimiento de los hechos sobre los cuales declara, es
indispensable que éste de razón de sus dichos, es decir, que señale las circunstancias en
que lo presenció o la forma en que llegaron a su conocimiento.

Características

a) Es una prueba preconstituida, toda vez que el testigo normalmente ha tomado


conocimiento de los hechos respecto de los cuales declara antes de que se inicie el
proceso en el cual ello son controvertidos.

b) Es una prueba en la que prima el principio de la inmediación, ya que es el juez quien


directamente debe recoger los dichos de éste.

c) Es un medio de prueba indirecto, ya que el Juez toma conocimiento de los hechos no


por la percepción directa de los mismos, sino que precisamente por la exposición que de
ellos efectúa el testigo;

d) Es una prueba formalista, toda vez que la ley la ha regulado en forma rigurosa debido a
la desconfianza que existe de parte del legislador hacia la veracidad de los testimonios.

e) Puede ser sobre un contenido en Internet, siempre que este testimonio lo acredite un
tercero ajeno al proceso. Hay entidades que ofrecen la posibilidad de testimoniar un
contenido en la red: Servicio de actas testimoniales de la Asociación de Usuarios de
Internet

Clasificaciones

a) Presenciales y de oídas:

Testigos presenciales son los que han percibido los hechos sobre los cuales declaran en
forma directa, por sus sentidos. Los testigos presenciales que intervienen en el
otorgamiento de algún documento reciben además el nombre de testigos instrumentales.

Testigos de oídas son aquellos que son sabedores de los hechos por los dichos de otra u
otras personas que se los han relatado.

b) Contestes y singulares:

Testigos contestes cuando existen varios testigos que declaran en la misma forma
respecto de un mismo hecho.

Testigos singulares cuando sólo declara un testigo o cuando declarando varios respecto de
un mismo hecho, sus declaraciones son diversas.

c) Hábiles e inhábiles:

Testigos hábiles aquellos a los cuales no les afecta alguna causal de inhabilidad señalada
en la ley e inhábiles, aquellos a quienes afecta alguna de dichas causales.

El objeto de la prueba

En términos generales el objeto de la prueba consiste en demostrar la existencia o


inexistencia de un hecho, por lo tanto todo lo que pueda ser objeto del conocimiento y
que se alega como fundamento del derecho que se pretende, debe ser entendido como
objeto de la prueba. Los hechos que deben probarse son aquellos del cual surge o
depende el derecho discutido en un proceso y que resultan determinantes en la decisión
del mismo.

Es así que, en ocasiones ciertos hechos sirvan sólo para llegar al conocimiento de otros
que resultan creadores de la convicción en el juez del acaecimiento de estos. En tal
sentido el sentenciador, deberá resolver sobre la prueba de hechos que hayan sido
expuestos en la correspondiente demanda, como también sobre aquellos que sean
conducentes a la demostración de los hechos alegados por las partes.

De igual manera hay determinados hechos cuya prueba no resulta necesaria, como lo
serían aquellos confesados o admitidos por las partes. También es innecesaria la prueba
de los hechos notorios, entendiendo como tales aquellos cuyo conocimiento forma parte
de la cultura normal propia de un determinado círculo social en el momento en que la
decisión se pronuncia, por lo que pueden ser de muy variada índole, pero su principal
característica es que estos son del dominio público, en el sentido de que nadie lo pone en
duda.

En el mismo orden de ideas, aquellos hechos que no estén relacionados con las
afirmaciones que se discuten en el proceso, es decir que carezcan de pertinencia no
requieren ser probados.

Los actos de prueba

Fundamentalmente es aquella actuación procesal que realizan las partes en el juicio oral
ante la presencia del Juez, con la finalidad de determinar el alcance de las alegaciones
fácticas presente en la prueba y lograr así el convencimiento judicial. La excepción a esta
regla lo establece la anticipación de la prueba establecida en el artículo 289 de Código
Orgánico Procesal Penal.

En el proceso acusatorio le corresponde a las parte realizar la actividad de alegar, aunque


esta regla encuentra su excepción en el contenido del artículo 342 del Código Orgánico
Procesal Penal, cuando establece al tribunal la posibilidad de ordenar de oficio o a petición
de parte, la recepción de cualquier prueba, si en el curso del debate en juicio surgen
hechos o circunstancias nuevos que requieren su esclarecimiento.

En general los sistemas procesales de ámbito penal establecen, que los actos de prueba
tienen como finalidad convencer al juez del alcance y bondad de las alegaciones hechas,
en el caso particular del sistema procesal acogido por la legislación venezolana, faculta al
Juez a realizar preguntas, en el sentido de permitir el interrogatorio a los órganos de
prueba sobre el conocimiento vertido en su declaración durante el juicio, ver artículos
337y 339 del Código Orgánico Procesal Penal, lo cual en mucho caso puede sustituir la
falta de acción fiscal o de la defensa, en el ejercicio propio de sus funciones.

Se entiende entonces, que la verdadera actividad probatoria se pone de manifiesto en la


fase del Juicio oral, debatiendo así los argumentos de la imputación planteados en la
acusación fiscal, sometidos a la contra-argumentación de la defensa, pero además, a la
posibilidad otorgada por la ley al Juez de interrogar a los órganos de prueba e inclusive de
incorporar nuevos elementos al debate.

Los actos de investigación se diferencian de los actos de prueba, en que estos últimos se
practican en presencia del órgano que ha de dictar sentencia y de las partes, con lo que se
garantizan plenamente los principios de inmediación, contradicción y publicidad, en
cambio que los actos de investigación están orientados a recabar la información necesaria
en la fase preparatoria o de investigación, está sujeto al criterio fiscal y al control judicial y
constituyen solo elementos de convicción salvo la prueba anticipada.

La prueba en el Proceso Penal

La prueba en el proceso penal, sea inquisitivo o acusatorio, presenta características


diferenciales respecto a los procesos civiles, mercantiles y laborales. Estas características
vienen dadas por la especificidad misma del objeto del proceso penal, signado por el
interés público. Por ello el proceso penal no puede ser iniciado por la mera voluntad de los
sujetos procesales, los que tampoco pueden fijar a su antojo los .hechos del debate, ni
disponer del mismo. De tal manera, esa oficiosidad u oficialidad del proceso penal se
refleja inmediatamente en su actividad probatoria.

La prueba como elemento esencial en el proceso penal

Como se ha expuesto, la prueba existe en el proceso porque hay que determinar la


certeza de los hechos a los que debe aplicarse el derecho sustantivo. La relación hechos-
prueba es tal, que si no hay hechos, los procesos judiciales se resuelven de mero derecho,
mediante la comparación de los alegatos respecto a las normas que se dicen en conflicto.

En tal sentido, La existencia de procesos de mero derecho o con pruebas pre constituidas
es posible en asuntos civiles, mercantiles, administrativos, laborales, fiscales, etc., pero
muy raramente en materia penal. Las situaciones de mero derecho en lo penal se reducen
a la constatación de alguna prescripción, o la apreciación de si una ley de amnistía
favorece a tal o cual imputado, pero nada más. Igualmente, el proceso penal es un
proceso de hechos, pues justamente el contenido básico de esa forma de enjuiciamiento
son, justamente, los hechos punibles.

La prueba en el proceso penal acusatorio

En el proceso penal basado en el principio acusatorio, la separación entre las funciones de


acusar, defender y juzgar, combinada con la presunción de inocencia, el in dubio pro reo y
con la exigencia de que nadie puede ser condenado contra su voluntad a menos que se
demuestre su responsabilidad en un juicio oral y público, determina inmediatamente un
replanteo de la actividad probatoria en el proceso penal.

El principio acusatorio determina, a su vez, la necesidad de la separación absoluta entre


los órganos que dirigen la instrucción y los que deben decidir en juicio oral, así como un
desplazamiento de la dirección de la investigación de fase preparatoria desde el poder
judicial hacia el Ministerio Público, pues si este órgano ha de ser el titular de la pretensión
pública punitiva y tiene además toda la carga de la prueba por mandato de la presunción
de inocencia, entonces puede muy bien entenderse que sea el encargado de dirigir la
investigación.

Por tanto, en el proceso penal acusatorio la prueba opera a través de tres fases:

Preparatoria, intermedia y de juicio, en el transcurso de las cuales se va depurando, a


punto tal, que sólo puede hacerse valer en la sentencia definitiva aquella prueba que ha
sido efectivamente practicada en el juicio oral. A esto está dedicado el ulterior desarrollo
de este trabajo.

En el proceso penal acusatorio, el conocimiento de la causa en primera instancia se


desarrolla a través de tres fases perfectamente diferenciadas. Estas son, la fase
preparatoria, la fase intermedia y la fase plenaria, que adopta la forma fundamental de
juicio oral.

La fase preparatoria o investigación preliminar tiene como finalidad la comprobación de


la existencia misma del delito y recabar las evidencias que permitan determinar a los
autores y demás partícipes, a los efectos de acusarlos formalmente ante un tribunal y
llevarlos a juicio oral. Es una fase jurisdiccional, mayormente escrita que, aun cuando
conserva como rasgo inquisitivo la búsqueda oficiosa de la evidencia por el órgano
director de la instrucción, debe desarrollarse de forma contradictoria desde que se hagan
parte en ella el imputado y la víctima, quienes tienen el derecho a solicitar la
incorporación de pruebas e impugnar las probanzas ya incorporadas. De esa manera va
formándose una masa común de evidencia, de la cual pueden servirse todas las partes a
los efectos de acusar, solicitar el sobreseimiento, admitir los hechos o promover
excepciones.

La fase intermedia tiene como finalidad comprobar si la acusación tiene o no sustento en


la investigación practicada durante la fase preparatoria y justifica la apertura del proceso a
juicio oral, o, en su caso, que el imputado sea sentenciado por haber admitido
voluntariamente los hechos o si, por el contrario, el resultado de la fase preparatoria
amerita el sobreseimiento de la causa y la liberación del imputado.

El juicio oral, que sólo tendrá lugar si la acusación es admitida en la fase intermedia,
consiste en un debate o discusión verbal acerca de la responsabilidad o no del acusado, en
un acto preferentemente público, donde las partes deben someter a la consideración del
tribunal las pruebas de que intenten valerse.
Por tanto, para que una persona pueda ser condenada en el proceso penal acusatorio es
necesario que sea llevada a un juicio oral y que se demuestre allí su responsabilidad, a
menos que antes de ello admita voluntariamente los hechos de que se les acusa. De tal
manera, salvo en los casos de admisión libre y espontánea de los hechos previa al juicio
oral, nadie puede ser condenado si no ha se ha demostrado su responsabilidad en un
juicio oral y público, con todas las garantías del derecho a la defensa. Esto constituye el
principio del juicio oral y público previo a la condena, como parte integrante del debido
proceso.

Bases Legales

Para el presente estudio y en secuencia de la pirámide de Kelsen, se establecerá el marco


constitucional de nuestra Carta Magna (1999), en lo referente a los aspectos de la prueba,
el debido proceso, las garantías constitucionales, en referencia específica al artículo 49
que establece:

El debido proceso se aplicará a todas las actuaciones judiciales y administrativas; en


consecuencia:

1. La defensa y la asistencia jurídica son derechos inviolables en todo estado y grado de la


investigación y del proceso. Toda persona tiene derecho a ser notificada de los cargos por
los cuales se le investiga, de acceder a las pruebas y de disponer del tiempo y de los
medios adecuados para ejercer su defensa. Serán nulas las pruebas obtenidas mediante
violación del debido proceso. Toda persona declarada culpable tiene derecho a recurrir
del fallo, con las excepciones establecidas en esta Constitución y la ley.

2. Toda persona se presume inocente mientras no se pruebe lo contrario.

3. Toda persona tiene derecho a ser oída en cualquier clase de proceso, con las debidas
garantías y dentro del plazo razonable determinado legalmente, por un tribunal
competente, independiente e imparcial establecido con anterioridad. Quien no hable
castellano o no pueda comunicarse de manera verbal, tiene derecho a un intérprete.

4. Toda persona tiene derecho a ser juzgada por sus jueces naturales en las jurisdicciones
ordinarias, o especiales, con las garantías establecidas en esta Constitución y en la ley.
Ninguna persona podrá ser sometida a juicio sin conocer la identidad de quien la juzga, ni
podrá ser procesada por tribunales de excepción o por comisiones creadas para tal efecto.
5. Ninguna persona podrá ser obligada a confesarse culpable o declarar contra sí misma,
su cónyuge, concubino o concubina, o pariente dentro del cuarto grado de
consanguinidad y segundo de afinidad.

6. La confesión solamente será válida si fuere hecha sin coacción de ninguna naturaleza.

7. Ninguna persona podrá ser sancionada por actos u omisiones que no fueren previstos
como delitos, faltas o infracciones en leyes preexistentes.

8. Ninguna persona podrá ser sometida a juicio por los mismos hechos en virtud de los
cuales hubiese sido juzgada anteriormente.

9. Toda persona podrá solicitar del Estado el restablecimiento o reparación de la situación


jurídica lesionada por error judicial, retardo u omisión injustificados. Queda a salvo el
derecho del o de la particular de exigir la responsabilidad personal del magistrado o de la
magistrada, del juez o de la jueza; y el derecho del Estado de actuar contra éstos o éstas.

También podría gustarte