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En Estos Últimos Días Dios Nos Ha Hablado Por Su

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En estos últimos días Dios nos ha hablado por Su 

Hijo
Domingo de ramos
MARCH 31, 1996

John Piper
 
 Scripture: Hebrews 1:1–4    Topic: Bible Prophecy
Mientras meditaba y oraba para saber qué decir sobre este Domingo de
Ramos y Pascua, pensé que sería bueno concentrar nuestra atención en
alguna revelación clara y poderosa, de Jesús, el Hijo de Dios. El enfoque
del Domingo de Ramos es su llegada como Mesías. El enfoque del
Jueves Santo y del Viernes Santo es su muerte para lidiar con nuestros
pecados. El enfoque del Domingo de Pascua es su resurrección y
reinado. Me gusta la forma en que todos estos detalles se unen en
Hebreos 1:1-4. Así que escucharemos este texto durante los tres
mensajes, hoy, el jueves en la noche (4 de Abril de 19996), y el
domingo en la mañana (7 de Abril de 1996).
Dios, habiendo hablado hace mucho tiempo, en muchas ocasiones y de
muchas maneras a los padres por los profetas, en estos últimos días nos
ha hablado por su Hijo, a quien constituyó heredero de todas las cosas,
por medio de quien hizo también el universo.  El es el resplandor de su
gloria y la expresión exacta de su naturaleza, y sostiene todas las cosas
por la palabra de su poder.  Después de llevar a cabo la purificación de
los pecados, se sentó a la diestra de la majestad en las alturas, siendo
mucho mejor que los ángeles, por cuanto ha heredado un nombre más
excelente que ellos.
¿QUIERE ESCUCHAR A DIOS HABLAR?
Comencemos con una pregunta. ¿Quiere escuchar a Dios hablar?
¿Alguna vez ha dicho, en un momento de desesperación: "Oh Dios, si
tan solo hablaras,  si yo pudiera escuchar tu voz,  si tan solo me
hablaras y no permanecieras en silencio"? Yo he dicho esas palabras.  Y
he descubierto que el Señor es paciente conmigo y tierno en sus
reprensiones. Una de las reprensiones que he escuchado se encuentra
en Hebreos 1:1-2. Estos versículos enseñan claramente y a voz en
cuello que Dios no está en silencio. Dios no está retraído y sin
comunicarse.
Estos versículos nos enseñan que Dios ha hablado en dos
etapas: antes de la llegada del Hijo de Dios al mundo y por medio de la
llegada del Hijo de Dios al mundo. Léalas de nuevo: "Dios, habiendo
hablado hace mucho tiempo, en muchas ocasiones y de muchas
maneras a los padres por los profetas, en estos últimos días nos ha
hablado por su Hijo”. Medite por un momento en estas dos etapas de la
comunicación de Dios.
Antes de la llegada del Hijo, Dios habló "en muchas ocasiones [o
lugares] y de muchas maneras a los padres por los profetas". Note tres
detalles cruciales.
1. Dios Habló
No estaba callado. Dios se comunica. Él desea conectarse con nosotros.
No es una idea que en que tenemos que pensar. Es una Persona que
debe ser escuchada, comprendida, disfrutada, y obedecida. Es una
Persona que habla. No hay un hecho más importante que éste: hay un
Dios que habla para que podamos conocerle y amarle y para que
podamos vivir en una obediencia gozosa a él. Dios habló.
Dios habló. . .
2. "Por los Profetas"
Significa que la manera típica que Dios usó para comunicarse con su
pueblo, en sentido general, era la inspiración de voceros que estuvieran
en medio de ellos. La manera de Dios no era escribir su palabra en el
cielo, o gritarla desde las montañas para que todos la oyeran, o
susurrarla de uno en uno al corazón de cada israelita. Su manera típica
era llamar a un profeta e inspirarlo a hablar y a escribir lo que Dios
quería decir, a las personas. Pero no pierda de vista lo que dice este
texto: Dios, habiendo hablado... a los padres por los profetas, ¡Dios
habló a los padres! Cuando los padres escucharon y comprendieron a los
profetas, escucharon a Dios hablando. Dios usa instrumentos humanos
escogidos, inspirados, para hablar a los padres. Pero cuando los profetas
hablan y escriben, en realidad, Dios está hablando a los padres.
Dios habló a los padres por los profetas. . .
3. "En Muchas Ocasiones y de Muchas Maneras”
Aquí es donde percibo, con seguridad, que Dios no está retraído, ni
reacio a comunicarse. Este versículo enfatiza la exuberante variedad de
la comunicación de Dios. ¡En "muchas ocasiones [o lugares] y de
muchas maneras"! Éste es un gran consuelo y estímulo. ¿Sabe por qué?
Porque todos sabemos que algunos de esos eventos y maneras son
difíciles de entender. Si Dios tan solo hablara de una sola forma, o
manera, y no pudiéramos comprenderlo, estaríamos muy frustrados y
con una gran desventaja. Pero Dios no actúa así. Él ha hablado en
muchas ocasiones y lugares y maneras.
Así que si usted tiene dificultad para comprender la Palabra en Levítico,
quizás pueda escucharle claramente en Proverbios. Si no ve con claridad
cuál es el mensaje en Zacarías, quizás todavía pueda ser profundamente
conmocionado por el mensaje de Jonás. Si aun no puede comprender las
extrañas visiones de Ezequiel, puede ser sostenido por los sufrimientos
de Job. Éste es el mensaje: Dios quiso proveer muchas posibilidades
para que usted pudiera oírle en el Antiguo Testamento. Él ha hablado y
no está en silencio. Dios no está retraído ni reacio a comunicarse.
Hay muchos lugares y muchas maneras en que él ha hablado por los
profetas.
Así he sido reprendido por quejarme con relación al silencio de Dios. Soy
como una persona quejándose en "La Tierra de los 10,000 Lagos",
diciendo que no hay lagos en Minnesota porque no veo uno desde el
Nº1801 en la 11th Avenue.
LA COMUNICACIÓN DE DIOS AHORA ES MEJOR Y MAYOR QUE LA
DE ANTES
Pero hay más. Hebreos dice que Dios habló en dos fases: una antes de
la llegada del Hijo de Dios al mundo, y otra por medio de la llegada del
hijo de Dios al mundo. Versículo 2a: "en estos últimos días [Dios] nos
ha hablado por su Hijo”.
Ahora, el mensaje aquí es que si Dios parecía listo y dispuesto a
comunicarse en el Antiguo Testamento, ¡cuánto más listo y dispuesto
está ahora que envió a su Hijo! El escritor quiere que veamos que esta
última comunicación de parte de Dios es mayor y mejor que todas las
ocasiones y maneras de los días antiguos. Por tanto, cuando me quejo a
Dios diciendo: "Señor, quiero escucharte. ¿Me hablarías? Necesito
escuchar tu voz. . . ", ¿tengo razón? ¿Qué respondería Dios ante estas
palabras?
Veamos tres formas en que es mejor la voz de Dios en el Hijo en estos
últimos días que la voz de Dios en la antigüedad.
1. POR SU HIJO
Dios, ahora, no solo nos ha hablado por medio de sus profetas, sino por
medio de su Hijo.
Los versículos 1 y 2 dicen:
Dios, habiendo hablado hace mucho tiempo, en muchas ocasiones y de
muchas maneras a los padres por los profetas, en estos últimos días nos
ha hablado por su Hijo.
Note que no dice: "Anteriormente, Dios habló por los profetas, y en
estos últimos días, ha hablado por los apóstoles". Que es cierto. Y en
Hebreos 2:3-4 usted puede ver el papel crucial que desempeñaron. Pero
la idea aquí es que en estos últimos días, Dios ha hecho algo muy
diferente, para comunicarse, él envió a su Hijo,
No Solo un Profeta
Ésto es diferente. El Hijo de Dios no es solo un profeta. Algunos
pensaron que él era solamente un profeta (Juan 9:17), pero él no era un
simple profeta. Aquí el Islam comete un gran error con Jesús. Jesús no
es solo un profeta como Moisés, o como Isaías. Y en gloria está muy por
encima de Mahoma. Él es el Hijo de Dios. Y ello significa que él es Dios.
El hijo de John Piper es humano como John Piper. Y el Hijo de Dios es
divino como Dios.
La próxima semana veremos con más detalle este asunto cuando nos
enfoquemos en el versículo 3: "El es el resplandor de su gloria y la
expresión exacta de su naturaleza  [i.e. la naturaleza de Dios]”. El
propósito de estas palabras es advertirnos contra el error que ha
cometido el Islam. Jesús es la única imagen de la gloria divina de Dios y
lleva en sí mismo la misma estampa de su naturaleza divina. Él no es un
simple profeta. Toda la intención de este texto es mostrar que él es
superior a los profetas. Él es el Hijo eternamente engendrado, sin
comienzo y sin final (Hebreos 7:·3).
En otras palabras, Dios no solo ha hablado inspirando a profetas y
apóstoles. Ha hablado al venir a nosotros en la persona de su Hijo. La
Palabra de Dios para nosotros es expresada en quién era Jesús, en lo
que dijo, y en lo que alcanzó al morir y resucitar de entre los muertos.
Ésto es lo que Dios ha dicho y lo que debiéramos escuchar, lo que
necesitamos escuchar con mucho más fervor que el que tenemos.
¿He Escuchado la Palabra de Dios en la Persona de Jesús?
Cada vez que comienzo a quejarme porque Dios está en silencio y
porque necesito que Dios me hable, me detengo y pregunto: ¿He
escuchado esta Palabra? ¿Es esta Palabra de Dios, hablada en el Hijo de
Dios, tan pequeña y sencilla que ya terminé con ella, y ahora necesita
que se le agregue más, es decir, necesito otra palabra? ¿Ya he
escuchado la Palabra de Dios en la persona y en la enseñanza y en la
obra del Hijo? ¿Acaso los actos de mi alma y la confusión de mi mente
se deben realmente al hecho de que ya estoy cansado de escuchar esta
Palabra, y necesito otra palabra? Y por eso siento otra reprensión llena
de gracia a mis torpes y presuntuosos oídos.
De modo que la primera forma en que las palabras de Dios son mejores
en estos últimos días, que en los tiempos de los profetas, es que él
ahora nos ha hablado con la llegada de su Hijo.
2. EL HIJO SEÑALADO COMO HEREDERO DE TODAS LAS COSAS
La segunda forma en que la palabra de Dios en estos días es mejor que
en los días antiguos, es que el Hijo, en quien Dios habla, ha sido
señalado como heredero de todas las cosas.
Él Puede Cumplir Sus Promesas
Versículo 2: "en estos últimos días [Dios] nos ha hablado por su Hijo, a
quien constituyó heredero de todas las cosas”. Ahora, ¿por qué el
escritor de Hebreos añade esta cláusula? Porque quiere que
descansemos en el hecho de que aquel a quien escuchamos, Jesús, el
Hijo de Dios, puede al final hacer realidad todas las promesas. ¿Por qué?
Por que él es el heredero de todas las cosas. Al final, él tendrá todas las
cosas a su disposición. Todo lo que existe estará sujeto a él. El escritor
quiere que pensemos en ésto. ¿Qué significa escuchar a un Vocero de
Dios, quien a fin de cuentas, tendrá todas las cosas bajo su control y
señorío (toda tierra, todas las aguas, todos los fuegos, todos los vientos,
toda la energía, todos los recursos naturales, todas las naciones, todos
los poderes militares, todas las edificaciones, todas las bacterias y virus,
todos los ángeles, todos los demonios, y todos los seres materiales y
espirituales con excepción del Padre? Bien, significa que él puede
cumplir todas sus promesas.
Si dice: "Bienaventurados los humildes, pues ellos heredarán la tierra"
(Mateo 5:5), entonces él puede cumplir esa promesa, porque él poseerá
la tierra y la tendrá bajo su control. Si dice: "ninguna otra cosa creada
nos podrá separar del amor de Dios que es en Cristo Jesús" (Romanos
8:39), entonces él puede cumplir esa promesa porque él poseerá toda la
creación y la tendrá bajo su control. Si dice: "ya no habrá muerte, ni
habrá más duelo, ni clamor, ni dolor" (Apocalipsis 21:4), él puede
cumplir esa promesa porque él poseerá la vida y la muerte y gobernará
sin ser estorbado, sobre todas las causas de dolor y clamor.
Cuando usted escucha al Hijo de Dios, es diferente a cuando escucha a
un profeta. Dios cumplirá la palabra de los profetas. Pero el Hijo
cumplirá su propia palabra.
¿Por qué Mencionar "Heredero" Antes de Creación?
¿Alguna vez se ha preguntado usted, en el versículo 2, por qué el Hijo
es descrito primero como el "heredero de todas las cosas", y luego como
aquel "por medio de quien [Dios] hizo también el universo"? ¿Por qué no
decir primero que él es el Creador de todas las cosas y luego que es
Heredero de todas las cosas? Vea mi suposición: es más importante
mostrar cómo termina la historia que mostrar cómo comienza, aunque
usted no podrá comprender el verdadero fin sin antes comprender el
comienzo.
En otras palabras, en mi vida (y en la suya), el futuro es lo que
realmente está en juego, no cómo ocurrió el pasado. Si tengo un
Salvador que es Heredero de todas las cosas y hace que todo obre para
mi gozo eterno, entonces el pasado es importante solo según me ayude
a comprender el futuro y a creer y vivir en esa verdad. Pero el futuro es
donde viviré, o donde no viviré.
El hecho es que no podremos entender que Jesús haya sido constituido
Heredero de todas las cosas hasta que entendamos que todas las cosas
fueron creadas por medio de él. En ignorancia de esta verdad, usted
pudiera decir: "Oh, Jesús fue un hombre como nosotros y fue escogido
para ser exaltado al jugar un papel especial como heredero, ¡después de
todo, ahí dice que él fue constituido heredero! Así que si él fue
constituido heredero, quizás no siempre fue heredero, y realmente fue
adoptado como Hijo de Dios, en lugar de ser eternamente el Hijo de
Dios. Ése sería un inmenso error.
Por eso el escritor continúa su primera y más importante declaración de
que el Hijo de Dios es "heredero de todas las cosas", con la declaración
de que él es "por medio de quien [Dios] hizo también el universo". Este
orden implica, al menos, dos verdades: 1) el Hijo existía desde antes de
venir a la tierra en la persona de Jesús de Nazaret; 2) el Hijo ya poseía
el universo por haberlo creado con el Padre. De hecho, el versículo 3
dice que él "sostiene todas las cosas por la palabra de su poder" (vea
también los versículos 10-12).
¿Cómo es Constituido Heredero?
Así que creó todas las cosas, y a todas las sostiene. ¿Cómo, entonces,
es constituido heredero de todas las cosas? Creo que la respuesta es
que, por ahora, gran parte de su creación está en rebelión; y Dios ha
ordenado que, por la obediencia fiel del Hijo y por su muerte y
resurrección, estos enemigos un día sean subyugados, y que toda la
creación se incline y reconozca que es gobernada y señoreada por
Jesucristo.
Hebreos 10:12-13 dice:
Habiendo ofrecido un solo sacrificio por los pecados para siempre,
[Cristo] se sentó a la diestra de Dios, esperando de ahí en adelante
hasta que sus enemigos sean puestos por estrado de sus pies.
En otras palabras, Cristo se sentó como el gobernador heredero activo
de todas las cosas, a causa de su muerte y resurrección. Él no solo tiene
el derecho de ser heredero de todas las cosas por haberlas creado, sino,
además, por haber derrotado a sus enemigos y por haber comprado,
mediante su muerte, a un pueblo perdido en el pecado y en la muerte.
Así que tenemos una doble razón para prestar atención a un Hijo de
Dios que es Heredero de todas las cosas: él es heredero en un sentido
porque hizo todas las cosas; y es constituido heredero en otro sentido,
porque murió y resucitó a fin de redimir para sí mismo a un pueblo, y de
destruir al pecado y a la muerte y a Satanás y a todo lo que pueda
hacer miserable a ese pueblo.
Él puede cumplir su Palabra porque es Dios, porque es el Creador, y
porque es el Heredero triunfante sobre toda miseria y maldad. Esta
Palabra es mejor que cualquiera que hayan hablado los profetas en
muchas ocasiones y maneras en el Antiguo Testamento.
Ahora nos queda una última declaración que hacer en esta mañana,
acerca de cuán superior es la voz de Dios en el Hijo, por encima de su
voz en los profetas.
3. NO HAY UNA TERCERA FASE DE COMUNICACIÓN
Esta Palabra de Dios en su Hijo es tan decisiva y tan completa, que no
habrá una tercera etapa de la comunicación de Dios en la historia.
Ése es el significado del versículo 2 cuando dice: "en estos últimos
días [Dios] nos ha hablado por su Hijo”. Los últimos días comienzan con
la llegada del Hijo al mundo. Desde los días de Cristo hemos estado
viviendo en los últimos días, es decir, los últimos días de la historia
como la conocemos, antes del final y completo establecimiento del reino
de Dios.
Los últimos días de una guerra son los días siguientes a la pelea de la
batalla decisiva, o después de que fue lanzada la bomba decisiva. Todos
saben quien ganó. Solo es cuestión de tiempo. La resistencia puede
continuar por algunos años, pero la explosión mortal ha golpeado al
enemigo y han sido tomados los lugares importantes. Los días de pelea
que quedan son los últimos días de la guerra.
Así es desde que el Hijo de Dios vino al mundo. En su muerte y
resurrección, se peleó y ganó la batalla decisiva contra el pecado y la
muerte. Solo es cuestión de tiempo. Éstos son los últimos días, trayendo
su triunfo decisivo a todos los pueblos de la tierra.
Pero el mensaje del escritor de Hebreos es que la Palabra que Dios nos
habló por su Hijo, es la Palabra decisiva. No será seguida, en esta era,
por ninguna otra palabra mayor o de reemplazo. Ésta es la Palabra de
Dios: la persona de Jesús, la enseñanza de Jesús, y la obra de Jesús.
Cuando me quejo porque no escucho la Palabra de Dios, cuando siento
un deseo de escuchar la voz de Dios, y me frustro porque él no habla en
las maneras que anhelo, ¿qué estoy diciendo en realidad? ¿Estoy
diciendo, en realidad, que ya he agotado esta última Palabra decisiva
que me ha sido tan completamente revelada en el Nuevo Testamento?
¿Realmente he agotado los recursos de esta Palabra? ¿Se ha convertido
esta Palabra tan en parte de mí que ha moldeado todo mi ser y me ha
dado vida y guía? ¿O la he tratado a la ligera (pasándole ligeramente
por arriba como a un periódico, profundizando tanto en ella como un
probador de sabores), y entonces he decidido que quería algo diferente,
algo más? Me temo que ésta es mi culpa, mucho más de lo que quisiera
admitir. Dios nos está llamando a escuchar su Palabra última y decisiva,
a meditar en ella y a estudiarla y memorizarla, y a demorarnos en ella y
a sorberla para que nos sature hasta el centro de nuestro ser.
Si usted pregunta, ¿y qué se puede decir hoy del ministerio del Espíritu
Santo? En pocas palabras, la pasión del Espíritu Santo es enfocar toda
nuestra atención en esta Palabra última y decisiva hablada en el Hijo de
Dios para estos últimos días. Ésa es su gran obra, y el propósito de
todos los dones.

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