Location via proxy:   [ UP ]  
[Report a bug]   [Manage cookies]                

Historia de Mujeres

Descargar como pdf o txt
Descargar como pdf o txt
Está en la página 1de 40

Mónica Castillo, Autorretrato como cualquiera, 1996 – 1997, óleo sobre tela, 80 x 70 cm

HISTORIA DE MUJERES
ARTISTAS EN MÉXICO DEL SIGLO XX
ÍNDICE

Presentación 3

Contexto

La mujer en la historia 4

Presencia femenina en el arte 5

Ejes temáticos 7

Mujeres artistas en México. (fragmentos) 12


Una constelación de implacables buscadoras
Germaine Gómez Haro

Punto de Fuga (fragmentos) 16


Pura López Colomé

Artistas 20

Glosario 39

Links 40

Departamento de Educación 2
PRESENTACIÓN

El reconocimiento de la presencia de mujeres artistas en la historia del arte ha permitido que los
contenidos, los modos de interpretación y las categorías de análisis se transformen, se
especifiquen, y al mismo tiempo, se expandan: las reflexiones teóricas y prácticas se han
diversificado cada vez más, desde los temas y conceptos hasta los medios por los que se expresan
los artistas; permitiendo, así, las relecturas y re-significados de las obras.

Historia de mujeres es una exposición que reconoce la colaboración de las mujeres artistas
mexicanas, quienes aportaron con sus particulares puntos de vista a la historia del arte nacional e
internacional. Así, la exposición muestra tres generaciones de creadoras a lo largo del siglo XX: La
primera generación son las artistas nacidas a principios del siglo que se distinguieron por un
trabajo de gran calidad técnica, como Angelina Beloff, Tina Modotti, Frida Kahlo, Remedios Varo,
etc. La segunda generación incluye a las que nacieron alrededor de los años 20 y 30, como Lilia
Carrillo, Joy Laville, Helen Escobedo, Marta Palau y Ángela Gurría; ellas iniciaron una etapa de
experimentación en las nuevas tendencias. Por último, la tercera generación incluye a artistas
nacidas en la década de los 50 y 60, que incursionaron en nuevos medios expresivos como el
performance, el video y la instalación, además de los tradicionales.

La exposición Historia de mujeres. Artistas en México del siglo XX se compone de una selección de
“obras producidas antes del año 2000 y que desde sus particularidades […] representan las
cualidades esenciales de cada una de sus creadoras y de los períodos en que estas composiciones,
significaron una aportación renovadora […] para el arte mexicano…”.

Departamento de Educación 3
CONTEXTO
La mujer en la historia
Desde el Renacimiento (siglo XVI), las mujeres comenzaron a reivindicarse y a exigir los mismos
derechos que los hombres en la educación. En el siglo XVIII, bajo el surgimiento de la Ilustración,
comenzó a haber cierta esperanza sobre la libertad de la mujer;
sin embargo, ellas permanecían excluidas de la política y la
jurisdicción. La Revolución Industrial hizo que el papel de la
mujer quedara aún más marginado: las tareas domésticas, al no
generar beneficios mercantiles o industriales, se consideraban no
productivas.

Los ideales (libertad, igualdad, fraternidad) de la Revolución


Francesa, a finales del siglo XVIII, eran –aparentemente–
esperanzadoras para la mujer; aunque –paradójicamente– en el
proyecto de igualdad no se incluía. El movimiento feminista inició
cuestionando la parcialidad de la Derechos del Hombre y del
Ciudadano. Se formaron varios grupos y clubes, que después
fueron cerrados, se persiguió y se asesinó a algunas de las
mujeres. En el siguiente siglo, el feminismo se fortaleció pues el Bridget Bate Tichenor, Los encarcelados,
proyecto educativo de los liberales y los socialistas consideraba la 1965, madera, alambre
educación como una vía de liberación del hombre; entonces las y óleo sobre masonite, 107 x 27 x 25 cm
mujeres de la burguesía podían obtener este "lujo".

Mientras la mayoría de las mexicanas no sabía ni siquiera leer, en otros países la lucha de las
mujeres estaba plenamente configurada como una lucha política. Las mujeres mexicanas vivían en
un estado de ignorancia mantenido en parte por la influencia de la religiosidad (principalmente
católica). El hombre se dedicaba a lo público (político y laboral),
y la mujer a la vida privada y las labores domésticas; el género
femenino podía trabajar fuera de casa en el magisterio o en la
costura. Al acercarse el siglo XX en México, las mujeres fueron
ganando espacios de participación, publicando revistas
dedicadas a mujeres, en las cuales defendían su igualdad
intelectual, jurídica y educativa. Durante la Revolución
Mexicana, en el grupo zapatista participaron mujeres
combatientes: algunas de ellas obtuvieron incluso grados
militares. Han quedado rastros de la participación de mujeres
como espías, contrabandistas de armas, etc. La imagen que del
feminismo se tenía en México gozaba de un gran descrédito
pues se veía como una práctica beligerante de “virilización” de
Lucinda Urrusti, Desnudo en la ventana,
la mujer y, por lo tanto, cuestionable.
1970, óleo sobre madera, 28 x 22.5 cm

1975 se declaró, por la ONU, el año de la mujer y en México se organizó el primer encuentro de
conferencias dedicadas a las mujeres y su papel político, cívico y social. En esta década, en
muchos países, se revisaron y promulgaron leyes que protegieran a la mujer y promovieran la

Departamento de Educación 4
igualdad de derechos, además se tuvo más interés académico por el tema de género y surgieron
instituciones con el mismo fin.

Presencia femenina en el arte


Durante el Renacimiento y el Barroco, algunas mujeres
recibían la formación artística dentro del taller de su El primer ejemplo documentado de una obra
familia. Si pertenecían a la nobleza o a la burguesía de arte hecha por una mujer se ubica en la
Alta Edad Media, es un manuscrito firmado
adinerada, recibían formación humanística que incluía por “Ende ‘pintora y sierva de Dios’”.
dibujo, pintura y música. La aceptación social de
algunas pintoras se debió a que fueron damas de la
corte. Con la entrada de las ideas de la Ilustración a los sistemas educativos, se crearon colegios
de niñas en los que la planta de profesores se componía de mujeres, siendo varias artistas parte
de ello. Sin embargo, ellas seguían siendo excluidas de las academias y los concursos; y las que,
con el paso del tiempo, pudieron entrar a estudiar, tenían prohibida la clase de desnudo. Las
mujeres no podían especializarse en géneros como la pintura de historia o mitológica, que
implicaban conocimiento del cuerpo humano; entonces se dedicaban al retrato, al paisaje y a
las naturalezas muertas.

En el siglo XIX, creció el número de mujeres


dedicadas al arte. Algunos maestros aceptaron
mujeres en sus talleres, aunque cada vez más
artistas poseían un estudio propio para trabajar.
En la segunda mitad del siglo, las Escuelas de
Bellas Artes comenzaron a aceptar mujeres,
aumentándoles el pago de admisión. Dado los
géneros que abordaba el Impresionismo,
artistas –como Berthe Morisot y Mary Cassatt–
fueron atraídas a esa corriente.
María Izquierdo, Naturaleza viva con huachinango , 1946,
óleo sobre tela, 60 x 75 cm

A inicios del siglo XX, las artistas se acercaron a las vanguardias artísticas que sucedían en Europa
pues ya tenían acceso libre a las escuelas, podían participar en exposiciones y concursos, copiar
desnudos, etc.; siempre y cuando no fueran parte de los jurados, ni críticos, pues eso permaneció
como un proyecto masculino.

Una de las primeras exposiciones parteaguas que abordaron asuntos de género fue Women artists 1550-1950,
organizada en 1976 para Los Angeles County Museum of Art. Su objetivo era presentar a las mujeres artistas
desde el Renacimiento hasta el siglo XX.

Departamento de Educación 5
En la década de los setenta, con la consolidación del movimiento feminista, surgieron
historiografías1 alternativas y propuestas teóricas que permitieran leer de otra manera las obras
realizadas por mujeres. También las artistas protestaron para conseguir igualdad de derechos en
museos y escuelas, organizaron exposiciones y empezaron a realizar proyectos autogestionados
para romper con la idea del “artista masculino universal”. En 1971, Linda Nochlin publicó un
ensayo (“Why have there been no great women artists?”) en el que indagó sobre los aspectos
económicos y sociales que habían impedido que las mujeres artistas alcanzaran el mismo status
que los hombres.

A partir de los ochenta, se descartó la idea de un arte femenino universal; la postura fue que no
hay un arte diferenciado del de los hombres sino que hay diversas propuestas artísticas, tal como
creadores.

Katya Brailovsky, Cristina y Henry, Long Island, 1994,


impresión cromógena, 50.8 x 61 cm

1
Su objetivo es la historia, es decir, la manera en la que se describen hechos históricos, generando visiones de ello. La
historia es lo que sucedió, la historiografía es lo que se dice que sucedió.

Departamento de Educación 6
EJES TEMÁTICOS
A. Proceso creativo
Las artistas mexicanas establecen dos momentos dentro del siglo XX: el primero, en el que las
mujeres lograron un excelente lugar dentro de la pintura, la escultura y la fotografía, siendo
alumnas de los grandes maestros; y el segundo, cuando las revueltas políticas, sociales y artísticas
de la década de los 60, como el movimiento feminista, aunado al nacimiento de la tecnología
informática, llevó a los artistas a buscar nuevos canales y nuevos medios para transmitir y difundir
su obra. Utilizaron la instalación, el performance y el video para cuestionar el ser y estar-en-el-
mundo.

a. Instalación
Orígenes: La instalación es una forma de
ambientar un espacio por lo que uno de sus
orígenes está en los environments* creados por
Término usado para describir la manera en Allan Kaprow en 1957.
que se acomodan objetos dentro de un
espacio. Se refiere, también, a las obras de Desarrollo: Durante la década de 1960,
arte que combinan diversas técnicas que “instalación” designaba la manera en la que una
intervienen un espacio físico (piso, techo, exposición era montada. Desde ese momento, la
muros, pasillos o salas completas) dentro de diferencia entre una instalación de obras de arte a
una exposición. Algunas instalaciones están una “instalación” fue desapareciendo. Los dos
hechas para entrar a ellas e interactuar con términos tienen en común la importancia que le
los elementos que la conforman, otras sólo
dan al espectador y su respuesta corporal a la
pueden ser vistas; sin embargo, la importancia
de la instalación está en el que el espectador disposición de los objetos (pinturas, esculturas o
use todos o casi todos sus sentidos para elementos que forman una obra).
aprehenderla.
Algunos artistas: Helio Oiticica, Lygia Clark, Dan
Flavin, Judy Chicago, Félix González-Torres,
Damien Hirst…

Silvia Gruner, La expulsión del paraíso, 1997, cabello, vidrio y madera, 160
x 400 cm

Departamento de Educación 7
b. Performance
“El Performancista no es un actor,
ni interpreta a un personaje como lo hace un actor,
ni actúa como lo hace un actor;
el accionista es él mismo y continúa siendo el mismo,
nunca busca caminos fuera de si mismo sino que sigue el camino verdadero…”
Carlos Zerpa

Orígenes: Vanguardias artísticas europeas, en


Arte en el que el medio es el cuerpo del mismo específico: el Futurimo y el Dadá
artista, así la obra de arte consiste en las
acciones realizadas por él o ella. Puede tener Desarrollo: El performance se convirtió en un
o no, un guión a seguir; a veces incluye la fenómeno fuerte en el mundo del arte en las
participación del público. Desde los primeros
décadas de 1960 y 1970, tomando como
performances, éstos se registraban en
fotografías o video, medios que se antecedente a Allan Kaprow con sus happenings*
convirtieron en el nexo entre la ejecución y el teatratlizados en Nueva York.
público. También se le conoce como
Accionismo, en Alemania y Austria. Algunos artistas:
Joseph Beuys, Gilbert & George, Vito Acconci,
Bruce Nauman, Marina Abramovic…

c. Video
Orígenes: El video aparece, simultáneamente, en
El video es un registro en el que se graba y/o Europa y Estados Unidos a partir de la segunda
manipula una verdadera actuación o mitad de la década de los sesenta.
performance, permitiendo preservar un
recuerdo visual. Al mismo tiempo, es el Desarrollo: Algunas contribuciones del video
medio para elaborar un discurso proceden de artistas de Fluxus*, que desde 1960
experimental sobre el “yo”. comenzaron a mezclar música, danza,
performance, instalación, pintura y escultura,
registrándolo electrónicamente en lo que
llamaron decollages*. Desde los 70, el video se
empezó a usar de distintas maneras: como parte
de una instalación, como memoria visual, para
remakes y comentarios (por ejemplo:
documentales), etc.

Algunos artistas: Nam June Paik, Bill Viola, Eija-


Liisa Ahtila, Sam Taylor-Wood…

Pola Weiss

Departamento de Educación 8
TEMAS

En un primer momento, las mujeres representaban retratos y autorretratos, naturalezas muertas,


aspectos cotidianos y temas nacionalistas (no históricos, pues ése era un tema que sólo exploraban
los hombres). A partir de la revolución femenina, las artistas han usado el arte para abordar la
identidad, la opresión, la discriminación; sus preocupaciones han ido desde la dominación masculina
en el circuito expositivo hasta la maternidad o el género.

B. Género
“El género es tanto el producto como el proceso de su representación”.
De Lauretis, 1991

Construcción simbólica que alude al conjunto de atributos


socioculturales asignados a las personas a partir del sexo. La
diferencia de género no es un rasgo biológico, sino un constructo
mental y sociocultural que se ha elaborado históricamente (p.e. la
mujer como madre y como esposa); se articula en tres instancias:
• La asignación a partir de la apariencia física
• La identidad
• El rol

El género se conforma como una red o sistema de creencias,


rasgos de personalidad, actitudes, sentimientos, valores, Rocío Maldonado, La virgen, 1985,
conductas y actividades (Benería y Roldán, 1992) que – collage, 215.5 x 175 cm
invariablemente– redundan en el orden social.

“La palabra género se diferencia de sexo para expresar que el rol y la condición de hombres y mujeres responde a
una construcción social y están sujetas a cambios” (IV Conferencia Internacional sobre la Mujer, definición
adoptada por la ONU, 1995).

Este concepto es una categoría central en las teorías feministas y, por lo tanto, uno de los más
recurrentes entre las artistas contemporáneas, quienes han intentado ir transformando las
fronteras del espacio público (política, sociedad, etc.) y privado (hogar), que antes fueron
determinados por los roles de cada género.

2
C. Referencia: el cuerpo
“[El cuerpo es] sujeto de la percepción,
el lugar donde se configura nuestro ser-en-el-mundo…”
Célida Gomina H., El cuerpo vivido

2
Karen Cordero, “La invención de las neoidentidades mexicanas: Estrategias modernas y posmodernas”, Hacia una
nueva historia del arte en México.

Departamento de Educación 9
Las artistas han utilizado, incesantemente, su propio cuerpo –a veces a través de metáforas o
como referencia– para explorar la construcción del concepto “género”. Ese afán por
problematizar el cuerpo ha sido interés de las mujeres, no tanto una necesidad de los artistas
hombres.

El cuerpo es uno de los centros en los que se establecen las


narraciones en las artes visuales, ya que es la sede de la Narrar: Tejer conexiones
experiencia sensorial: permite la construcción y
reconstrucción de significados en las obras. Por esto, la Referencia: Relación,
representación del cuerpo tiene un papel central en las dependencia o semejanza de
teorías sobre la identidad social y el género. algo respecto de otra cosa

El significado que se le da al cuerpo en una obra tiene que ver con


un proceso de materialización de ideas y visiones; es decir, al
representarlo, puede adoptar diversas formas y según distintos
momentos. En el arte figurativo posrevolucionario (años 20), el
cuerpo ha sido interpretado como “realista”, por ese intento de
conectar la experiencia nacional, y su desarrollo histórico y social.
En contraste, las referencias corporales del arte de las últimas
décadas del siglo XX se representan en términos conceptuales y/o
poéticos, por ejemplo: al metaforizarlo o ser más abstracto. En los
trabajos de las mujeres artistas aparece innumerables veces
referencias al cuerpo, como si éste fuera un mapa de su
experiencia en el mundo.
Ángela Gurría, Deidad oriental,
1970, mármol, 76 x 30 x 20 cm “El tiempo se lee en el cuerpo” (Merleau-Ponty).

D. Objeto vs. Sujeto


Tradicionalmente, la mujer se constituyó como un objeto de conocimiento científico o fuente
de inspiración de poetas, pero no en un sujeto libre, reconocido con igual capacidad legal, política
3
y científica, como los hombres , Las mujeres, como objeto, eran ampliamente representadas en
cuadros, esculturas y demás manifestaciones artísticas; sin embargo, a lo largo del siglo XX, la
mujer se reafirmó como sujeto activo y múltiple (por las diferencias de raza, etnia, clase, opción
sexual, etnia, religión, etc.), no tan sólo en el arte sino, en muchos aspectos de la esfera pública.

objeto.
• Todo lo que puede ser materia de conocimiento o sensibilidad de parte del sujeto, incluso
este mismo.

• Cualquier cosa que se ofrece a la vista y afecta los sentidos.

3
Gaetano, Paula. “Mujeres, tecnologías y auto-representaciones en las artes visuales”,
http://www.liminar.com.ar/jornadas04/ponencias/gaetano.pdf

Departamento de Educación 10
sujeto.
• Espíritu humano, considerado en oposición al mundo externo, en cualquiera de las
relaciones de sensibilidad o de conocimiento, y también en oposición a sí mismo como
término de conciencia.

• "Ser sujeto es ponerse en el centro de su propio mundo, ocupar el lugar del ‘yo’. Es
evidente que cada uno de nosotros puede decir ‘yo’: todo el mundo puede decir ‘yo’, pero
4
cada uno de nosotros no puede decir ‘yo’ más que por sí mismo…” .

• La función del sujeto es aprehender al objeto, la del objeto ser aprehensible y


aprehendido por el sujeto.

E. Identidades y alteridades
Cada artista, hombre o mujer, reflexiona sobre su
propia realidad e identidad frente o dentro de
grupos sociales. Las identidades y las alteridades
son construcciones que se desarrollan en la
relación con los demás y se confirman en la
singularidad y diferencia de cada uno; por
ejemplo, los contrastes de género.

Por alteridad, se entiende “la identidad del


otro”; se refiere a los modos de un grupo social
(“nosotros”) de relacionarse, calificar o
descalificar a otro grupo social (“otros”)5. Por
ejemplo: la identidad blanca de las mujeres
inglesas en las colonias británicas se construyó en Maya Goded, Sexo servidora de la Merced con Carlos
oposición a la identidad india de las otras su cliente , 1998, plata gelatina, 35.1 x 35.1 cm
mujeres, no sólo socialmente sino también
conceptualmente, o cómo ser blanco implica no ser negro, etc6. De esta manera, los significados
de las diferencias entre hombres y mujeres se van construyendo en tiempo y espacio, según la red
o sistema que forma el género.

“Si una(o) u otra(o) toman conciencia de que no se trata de aprehender al otro(a) (por
medio de la mirada, de la mano, etcétera) porque eso significaría alienar su propia libertad,
porque el querer poder equivale a que su conciencia y la mía no obedecen a las mismas
necesidades, podemos estar en camino de comprender que escapar a la captura del otro(a)
es respetarme(nos) como trascendencia”7.

4
Morin, Edgar. Introducción al pensamiento complejo.
5
Beauvoir. Simone de. El segundo sexo, México: Siglo XX, 1989.
6
Joan W. Scott, “Feminismo e historia”, 1997
7
Godina, Célida. El cuerpo vivido. Una mirada desde la fenomenología y la teoría de género, Puebla.

Departamento de Educación 11
MUJERES ARTISTAS EN MÉXICO
UNA CONSTELACIÓN DE IMPLACABLES BUSCADORAS (fragmentos)
Germaine Gómez Haro

A partir de la segunda década del siglo XX, se conforma una vasta y diversa trama creativa de las artistas
mexicanas y extranjeras en México. En ese lapso es cuando las artistas precursoras comenzaron a
dedicarse profesionalmente a la pintura en un ámbito dominado por los hombres. Estas artistas,
“buscadoras de raíces e identidades personales”, desarrollaron su trabajo en forma paralela a la llamada
Escuela Mexicana de Pintura, con cuyos protagonistas compartieron el empeño en rescatar y promover el
“alma mexicana” a través de una revaloración del pasado indígena y colonial, así como el rescate de las
tradiciones populares. Como se percibe en las obras de este periodo que se integran en la muestra, a
diferencia de los Muralistas, las artistas se entusiasmaron con la “mexicanidad” recién descubierta y la
plasmaron desde su muy particular visión y sentir sin recurrir al discurso retórico nacionalista.
A raíz de la Segunda Guerra Mundial llegó a nuestro
país una oleada de artistas e intelectuales que insuflaron
nuevos aires al ámbito cultural. Surge entonces un grupo de
creadoras, muchas de ellas extranjeras “buscadoras de
sueños y paraísos imaginarios”, que encontraron en nuestra
cultura el entorno propicio para construir sus universos
surrealistas. Por esos mismos años se gesta la llamada
Generación de la Ruptura, emprendida por los artistas que
rechazan la anquilosada dictadura nacionalista y pugnan por
un arte heterogéneo afín a las vanguardias internacionales.
Surge entonces la “abstracción libre” practicada por las
Cordelia Urueta, Navegantes de espacios, 1967, óleo “buscadoras de formas poéticas”[…]
sobre tela, 110 x 140 cm

LAS BUSCADORAS DE RAÍCES E IDENTIDADES PERSONALES


A pesar de que la Academia de San Carlos ya contaba con alumnas desde fines del siglo XIX, y del criterio
de apertura que inauguraron las Escuelas de Pintura al Aire Libre, la conformación de una carrera
independiente por parte de la mujer fue por mucho tiempo un objetivo difícil de lograr. Frida Kahlo
(México, D.F., 1907-1954) y María Izquierdo (San Juan de los Lagos, Jal., 1902 - México D.F., 1955) se
cuentan entre las primeras artistas que rompieron las restricciones impuestas por una sociedad machista
donde las actividades de la mujer estaban tradicionalmente confinadas a los roles de esposa, madre y ama
de casa. Ambas han sido etiquetadas como surrealistas, en gran medida por el hecho de que tanto André
Breton como Antonin Artaud se fascinaron con su trabajo y sentenciaron que era “surrealismo puro”,
aunque en realidad ellas nunca se sintieron cómodas con la etiqueta, toda vez que su intención, expresada
numerosas veces en público, era plasmar sus tribulaciones anímicas –Frida, su dolor físico y espiritual, y
María, una permanente melancolía. Frida expresó: “Pensaron que yo era surrealista pero no lo fui. Nunca
pinté sueños, solo pinté mi propia realidad”. Las pinturas de María también son reflejo de su espíritu
taciturno expresado en atmósferas crípticas como el paisaje devastado y el cielo lúgubre en Naturaleza viva
con huachinango, o sus escenas de circo en las que se percibe una mezcla de sordidez y fiesta, impregnada
de melancolía.
Aunque Kahlo e Izquierdo han sobresalido por su extraordinario trabajo y recia personalidad,
hubieron otras creadoras menos reconocidas cuya obra merece un estudio crítico y acucioso […]
Según el investigador Tomás Zurián “Rosario Cabrera es la primera gran pintora del siglo XX en
México, pues creó una obra dotada de gran sensibilidad y encontró en sus raíces una nueva concepción de
la pintura que tuvo un amplio desarrollo a partir de los años veinte”. Sus temas más destacados fueron el
retrato y el paisaje que desarrolló en un estilo libre y espontáneo, aunque no naïf como algunos han
apuntado, ya que tuvo una sólida formación académica en San Carlos con maestros como Saturnino Herrán

Departamento de Educación 12
y Germán Gedovius. Pinturas como La nopalera y Casa roja dan cuenta de su gusto por la arquitectura
vernácula que captó tanto en México como en sus viajes por Europa.
Angelina Beloff emigró de su natal Rusia a París, donde conoció a Diego Rivera y contrajeron
matrimonio. En 1921 Diego volvió a México y ella permaneció en Francia hasta 1932, cuando decide viajar a
nuestro país. Aquí se integra activamente al medio artístico y desarrolla una amplia producción de dibujos,
grabados y pinturas entre las que destacan sus paisajes rurales y urbanos como Camino a Cuautla y La calle
Liverpool.
Rosa Rolanda y Lola Velásquez Cueto son dos creadoras sui generis que no han sido revisadas
cabalmente. Por mucho tiempo su renombre se debió al hecho de haber sido esposas de dos artistas
importantes, Miguel Covarrubias y Germán Cueto, mientras que ellas desarrollaron una obra de impronta
personal y gran originalidad. Célebre bailarina del grupo Morgan Dancers, Rosa Rolanda conoció a
Covarrubias en Nueva York y se casaron en 1930. Después de sus periplos por diversos países del mundo,
se instalan en México y su casa se convierte en centro de tertulia de artistas e intelectuales. Animada por
Frida y Diego, entre otros, Rosa comienza a pintar retratos de personajes del medio, autorretratos y
escenas costumbristas como Autorretrato y Niña de la muñeca, en los que
salta a la vista su pasión por el arte popular mexicano que la pareja
coleccionó con fervor. Lola Cueto también fue una apasionada de las
tradiciones populares de México, cuya revaloración en aquellos años se
debió en gran parte al Dr. Atl, Jorge Enciso y Roberto Montenegro. Además
de una sobresaliente producción gráfica –fue discípula de Alvarado Lang–
Lola exploró diversas técnicas afines a la creación popular, como las lacas,
el papel picado, los títeres y una rica producción de tapices bordados
finamente elaborados con máquina de cadeneta, los cuales en aquella
época se exhibieron en varios países europeos con gran éxito; en nuestro
país estos trabajos se han visto poco y por ello se incluyen dos hermosos
ejemplos en esta exhibición, Virgen de Guadalupe y el Señor del veneno, Rosa Rolanda, Niña de la muñeca , 1943,
en los cuales la artista combina la perfección técnica con la libertad de óleo sobre tela, 65 x 50 cm
composición y el equilibrio ingenuo de los altares populares.
Olga Costa –originalmente Kostakowsky, de origen ucraniano– nació en Alemania y emigró a
México con su familia a los 12 años de edad. En la Escuela Nacional de Artes Plásticas conoció al pintor José
Chávez Morado, con quien contrae nupcias en 1935. Desde muy joven manifestó su admiración por las
tradiciones y el paisaje mexicanos que asimiló y captó con fina sensibilidad: “Pintaba lo que quería y como
quería –escribe Raquel Tibol– en una sincera actitud de fresco y amplio eclecticismo”. Su fascinación por la
naturaleza tropical la llevó a pintar el exuberante bodegón La vendedora de frutas (1951, Col. Museo de
Arte Moderno) que es su pieza más celebrada, pero sus paisajes plasmados desde muy distintas ópticas
conforman un repertorio que oscila entre lo realista y lo onírico, como se percibe en Raíces, misteriosa y
evocadora composición que remite a las inquietantes atmósferas surrealistas.
Celia Calderón es mayormente conocida por su
obra gráfica que desarrolló con maestría en torno a
temas relacionados con el pueblo mexicano; no
obstante, tras una larga estancia en el Centro de Artistas
de Pekín en 1957, se dedicó al dibujo y a la pintura,
destacando sus desnudos sólidos, masivos, de una
deliberada desproporción, como la Bañista que recuerda
la etapa neoclásica de Picasso, retomada y asimilada por
otros artistas mexicanos como Manuel Rodríguez
Lozano y Julio Castellanos, quien fuera maestro de
Calderón. Esta pintura revela el aire melancólico que
caracterizó a la pintora y evoca una naturaleza exótica
Celia Calderón, Paisaje, 1964, óleo sobre masonite, 40 x diversa del paisaje urbano que aparece en la mayoría de
50 cm
sus trabajos.

Departamento de Educación 13
En el terreno de la fotografía de este periodo dos figuras fundamentales son Tina Modotti (Udine,
Italia, 1896-México, D.F., 1942) y Lola Álvarez Bravo (Lagos de Moreno, Jal., 1907-1993). Antes de su
llegada a México en 1923 con el fotógrafo Edward Weston, Modotti había trabajado como actriz y modelo
en los Estados Unidos. Weston fue una influencia definitiva para que se convirtiera en fotógrafa y de él
recibió la enseñanza técnica y apreciación formal. Muy pronto desarrolló por su cuenta una visión propia
de lo mexicano que se percibe en imágenes poderosas como Canana, hoz y guitarra y Campesino con pala,
en las que queda plasmado su compromiso con la lucha revolucionaria en un lenguaje totalmente exento
de la retórica nacionalista. Por su parte, Lola Álvarez Bravo fue también esposa de un célebre artista –el
fotógrafo Manuel Álvarez Bravo– a cuyo lado comenzó a trabajar, pero no es sino hasta que se separan
cuando su carrera florece. El retrato –en muchos casos no convencional, como Julio Castellanos, donde
capta el alma más que el rostro– fue el hilo conductor de su trabajo, pero su repertorio abarca una gran
cantidad de temas y formas de representación. Charamusca nos habla de su búsqueda de elementos
cotidianos de inspiración popular, en tanto que Unos suben, otros bajan es una escena enigmática que
enciende la fantasía y la imaginación.
Una figura solitaria en el desempeño de la escultura hacia fines de la primera mitad del siglo XX es
la de Ángela Gurría. Si bien en las últimas décadas el arte escultórico cuenta con magníficas creadoras,
anteriormente fue una tradición desempeñada básicamente por hombres. Ángela fue discípula de Germán
Cueto y Mario Zamora, y su prolífica trayectoria ha evolucionado de “una tendencia religiosa simbólica al
abstraccionismo”, ha experimentado con materiales tan variados como piedra, bronce, lámina de hierro,
mármol, ónix, plata y concreto. Se ha destacado en la escultura monumental urbana en la que se aprecia su
gusto por utilizar formas orgánicas que va sintetizando hasta llegar a la abstracción.
[…] María de la O. Su arte podría considerarse naïf, aunque su formación académica descarta tal
juicio; sin duda logró desapegarse de los cánones convencionales para plasmar escenas que remiten a la
simplicidad de un ámbito rural y costumbrista.

BUSCADORAS DE SUEÑOS Y PARAÍSOS IMAGINARIOS


Durante la Segunda Guerra Mundial llegó a México un grupo de artistas e intelectuales europeos vinculados
con el Surrealismo, uno de los movimientos de vanguardia más significativos del siglo XX. De inmediato
sintieron una afinidad natural con nuestro país por el “espíritu lúdico” y “humor negro” que permea
nuestra cultura, y porque aquí lo “inesperado” y la “irracionalidad” son parte de la vida cotidiana.
Remedios Varo, Leonora Carrington, Alice Rahon, Bridget Tichenor y Kati Horna hicieron de nuestro
país su segunda patria y su trabajo fue piedra de toque fundamental en la proliferación de las tendencias
de inspiración surrealista o realismo fantástico. Varo, Carrington y Tichenor coinciden en la creación de
universos oníricos pletóricos de seres fantásticos y bizarros, figuras espectrales en atmósferas delirantes y
en ocasiones perturbadoras, donde los sueños y la realidad personal de cada una se entretejen en tramas
de finos y delicados filamentos de una elegancia y sofisticación extremas. Sus pinturas se caracterizan por
una factura impecable que revela su profundo conocimiento de las técnicas tradicionales. La obra de
Remedios Varo recuerda el oficio de miniaturista del Renacimiento y su inspiración abreva en las fuentes
del mundo medieval: el de los magos, los alquimistas y los videntes. Si Varo crea un universo irreal, soñado,
Carrington utiliza la fantasía como vía catártica para
exorcizar sus fantasmas y demonios internos que la
obsesionan desde niña. Su mundo está poblado por seres
zooantropomorfos transfigurados en símbolos crípticos de
una profunda densidad. Por otra parte Bridget Tichenor,
quien se consideraba “sub-realista” y no surrealista, vivió
una “vida de ermitaña, de princesa embrujada, de dañada y
excéntrica reclusa”, a decir de su amigo el artista Pedro
Friedeberg, y es ese mundo contradictorio y extravagante el
que recrea en sus pinturas elegantes y sofisticadas, reflejo de Leonora Carrington, Viernes 13 , 1965, óleo sobre
su aristocrática personalidad. tela, 53.5 x 91.5 cm
En un sentido opuesto a las anteriores, el universo pictórico de Alice Rahon refleja su interés por la
etnología, las culturas primitivas y el arte popular que descubre en México. Recurre en ocasiones a un

Departamento de Educación 14
lenguaje semi-abstracto en el que prevalecen signos y pictogramas que nos recuerdan las poéticas
primitivistas de Klee y Miró. En El dios Ehecatl encontrando una mujer queda plasmada su fascinación por
la cultura mesoamericana evocada en una escena plenamente lírica en la que dialogan metafóricamente la
leyenda y la realidad. En el terreno de la fotografía de esencia surrealista, Kati Horna desarrolló en México
su obra de madurez creativa y es aquí donde da rienda suelta a la creación de atmósferas que fusionan
sutilmente el humor negro, lo absurdo y lo enigmático, con un toque macabro, como se palpa en su serie
de cuentos fantásticos en secuencia fotográfica publicados en la revista S.nob, entre ellos Fetiche núm. 1.

BUSCADORAS DE FORMAS POÉTICAS


El final de la Segunda Guerra Mundial coincide con una
profunda transformación socioeconómica en México. La
industrialización trae consigo nuevas relaciones en el
ámbito internacional, una exigencia de apertura hacia el
mundo y el desgaste de la política cultural nacionalista. La
inminente “renovación” del arte mexicano consistía en
romper con el anquilosamiento de la Escuela Mexicana
que había caído en un rancio academicismo, rebasar las
fronteras hacia el exterior y asimilar las aportaciones de
las nuevas vanguardias, lo que dio como resultado una
pluralidad de estilos y tendencias que derivaron en la
Lilia Carrillo, La ciudad de Andrómeda, 1957, óleo
“nueva pintura mexicana” que se desarrolló a partir de los
sobre tela, 100 x 120 cm
años cincuenta. Surge entonces el abstraccionismo con sus
diferentes variantes, Y entre éstas, la obra de Lilia Carrillo (México D.F., 1930-1974), considerada
precursora y máximo exponente de la “abstracción lírica” en nuestro país. Sus pinturas son el mejor
ejemplo del lenguaje poético traducido a la más pura esencia de las formas y el color. El ritmo y la
estructura interna son sus principales vocablos aunque, ocasionalmente, entre texturas y veladuras
trasmina alguna figura reconocible. Lo mismo sucede en los cuadros de Cordelia Urueta (México, D.F.,
1903-1995) cuya pintura transita a pasos silenciosos entre la abstracción y una figuración esquemática
apenas sugerida en sus territorios ingrávidos, como bien apunta Raquel Tibol: “En su aparente
abstraccionismo subyacía una visión cósmica” que tenía que ver con su preocupación por la violencia en el
mundo y la deshumanización. En las pinturas de Lucinda Urrusti, la figura también aparece y desaparece
en atmósferas etéreas, ilusorias más que visibles, en las que la ambigüedad da lugar a infinidad de
interpretaciones. En el contexto de las artistas que surgieron en la Generación de la Ruptura, Joy Laville es
un caso especial. Sus pinturas reflejan desde sus inicios un carácter personal y son evocadoras de
atmósferas ambivalentes, en las que la figura humana o el paisaje son meros pretextos plásticos para
sugerir un mundo etéreo, metafórico, de una belleza translúcida e intenso contenido poético.
Al recorrer esta visión panorámica del arte creado por mujeres durante la primera mitad del siglo
XX, surge inevitablemente la pregunta: ¿Existe un arte femenino? […] Abierta o veladamente, encontramos
comentarios sobre la condición femenina, reflexiones sobre el sexo
y la identidad personal, así como una tendencia a liberar las
fantasías y emociones interiores, o las angustias y dolencias físicas
y espirituales, a través de una imaginación desbordada y de un
lenguaje lírico preñado de símbolos y guiños metafóricos.
[…] esta muestra reúne ejemplos representativos de las
gramáticas modernistas de 1920 a 1950, las incursiones poéticas
surrealistas y abstraccionistas, el ímpetu feminista de los años
setenta, el “neomexicanismo” en los ochenta y las propuestas
alternativas y el cosmopolitismo globalizador de los años noventa
como eslabón entre los siglos XX y XXI, a través de la experiencia
de cada una de estas 56 mujeres artistas quienes participan en el
análisis y la crítica de los procesos sociales y culturales que les tocó
Joy Laville, Mujer con vestido rojo , 1972,
pastel sobre papel, 42 x 40 cm
vivir.

Departamento de Educación 15
PUNTO DE FUGA (fragmentos)
Pura López Colomé

Entre y para mí

…Dice Mónica Mayer en su ensayo De la vida y el arte como feminista: “El empuje que traen las nuevas
generaciones de mujeres, que hoy día integran más de la mitad de los productores visuales, y los cambios
profundos que ha aportado la teoría feminista al estudio de la historia del arte en el ámbito internacional
han tenido un efecto fundamental tanto en la visibilidad de las artistas como en la concepción misma del
arte. Hoy, la lucha ya no es porque se haga una exposición de mujeres artistas, sino, por el contrario, que
sólo se organicen cuando exista una justificación académica o curatorial que lo requiera”…

Al oído

… sí hay latidos en el corazón del agua de Susana Sierra; sí hay mirada en la sombra de Borges en México,
reflejada en la lente de Paulina Lavista, y vaya que hay ausencia dolorosa en las Últimas cosas de Milagros
de la Torre. Sí hay duermevela en los cadáveres de Martha Pacheco, expresión profunda y como de otro
mundo en cada pliegue de esos rostros, la “suspensión de la incredulidad” indispensable, según Coleridge,
para asegurar la eficacia de la creación artística. Porque gracias a las dos características mencionadas, se
logra […] una intimidad con lo plasmado y, por tanto, una rara condición de siempreviva en ese objeto.

Milagros de la Torre, Últimas cosas (tríptico), 1996, plata gelatina y


cera, 100 x 300 cm

Nomen est Omen

Existe, innegablemente ya, un corpus de crítica feminista que ha ofrecido herramientas y perspectivas de
análisis histórico-estético, el cual permite que el arte hecho por mujeres se considere no sólo una voz que
clama en el desierto de la desigualdad social y genérica, sino una invitación a gozar del acontecimiento que
tenemos delante, con todas sus implicaciones y más allá de explicaciones…
Sin dolores de más –ni tampoco caer en el extremo de Susan Rothenberg que cree que el sexo del
pintor no interesa para nada al mirar una obra de arte–, ser capaces de afirmar, desde la neutralidad, con
Lelia Driben, en su reciente comentario a la obra de Susana Sierra: “Mientras haya pinturas abstractas o
figurativas que puedan interconectar la subjetividad entre el cuadro y el observador, así como entre el
pintor y el observador, el acto pictórico estará cumplido [...]
Mientras la pintura sea aún capaz de estremecernos, habrá
valido la pena”.
… Varias de las artistas que cabrían bajo el apartado de
figurativas han querido, diríase, poner la novela en la imagen y
la metáfora en el título, acentuando su identidad de comensales
(aunque sea sin querer) de un festín neomexicanista. Dulce
María Núñez le llama al pan, pan y al vino, vino. Su Totem,
emblema de su familia, su clan y recordatorio de su árbol
genealógico, no puede hablar con mayor nitidez de su
ascendencia y procedencia, mezcla de homo sapiens burlón,
Elena Climent, Tienda de abarrotes, 1992, óleo
cultura milenaria mexicana y griega, inteligencia nativa y,
sobre tela , 127 x 101 cm

Departamento de Educación 16
presidiéndolo todo, esta mujer, la que viste y calza, la que pinta y llama. Abiertamente como tal, hace lo
mismo con sus Tres mujeres modelando peinados, haciéndonos a todas las mexicanas de hoy descender de
la tierra volcánica de la mujer dormida y del barro aborigen de perpetua sonrisa; y con su San Martín
Caballero, combinación de fe religiosa de corte cristiano y cúmulo completo de nuestras supersticiones.
Hay quienes, en este mismo apartado, hacen de tripas corazón, como Rocío Maldonado, poniendo a éste a
flotar en el proceloso mar de nuestra cultura sincrética y a sufrir a consecuencia repitiendo, a manera de
ensalmo, Corazón, corazón, en un viaje al centro de nosotros mismos gracias al poder convocatorio de la
poesía, paralelo a los latidos al rojo vivo de Whitman: “But oh, heart, heart, heart, oh the bleeding drops of
red...”. Georgina Quintana, Silvia Ordóñez y Elena Climent nombran con suma timidez, sin quedarse con
las ganas de ponerle el alfiler a esa mariposa de colección, pero siempre cautas y sin pasarse de listas.
Laura Hernández sabe que el puro vocablo Coyolxauqui nos llevará, como la aterradora representación en
piedra de Coatlicue o los poemas de Paz, al fondo oscuro de la idolatría a que tendemos a la menor
provocación, disfrazándola de dignidad mítica e histórica. Prefiero su cifra de los resortes eróticos tan
primitivos como sofisticados, tan dominantes y toscos, tan una confesión susurrada apenas, en la obra que
no se atreve a titular. Según Marisa Lara, en cambio, se define, valiosa per se, cual secreto a voces, una
manera de concebir el mundo que, de no ser por el título, pasaría por ingenua y naive, siendo, antes bien,
una realidad permanentemente celebratoria de personajes juguetones en verdad que no se quitan la
máscara nunca, hablan con los pelos en la mano, sin pelos en la lengua y ni un pelo de tontos.
…Llama Corazón del agua a palabras borradas, un palpitar que sólo ha dejado a la vista su pasada
contención: el óleo disolviendo la acuarela, líquido latiendo entre sílabas, entre líneas. De no haber
extendido el velo del nombre, Susana Sierra no habría completado el tema oculto en el alma de la
oscuridad, la tensión del claror de un ojo que brilla triangularmente y domina la percepción. No otro sería
el caso de Irma Palacios nombrando ámbitos que los habitantes han abandonado: nido sin iguana, semilla
sin líquido ni carne, fruto sin semilla, capullo sin oruga, pedernal sin un cincel que lo “hiera” y de él extraiga
una chispa. Si ella no hubiera nombrado al pedernal, velando su verdad de cuarzo, nunca me habría
remitido a la dureza misma, la dureza ensimismada que, de acuerdo con el manantial metafórico de
nuestro diccionario, se aplica como calificativo o término de
comparación, en sentido material o figurado: tiene un corazón
como el pedernal. Rosario Guajardo le teme a esta posibilidad
tan hecha a la medida de la pintura abstracta, y se conforma
con nombrar su tensión interior, dividida, su modo de concebir
el tiempo como presencia y ausencia de color, su tiempo al
natural, convocándolo como Variaciones.
Mucho más difícil es el eco poético en una escultura
abstracta, un Muro blanco, volumen que no es ya lo nombrado:
lo fue. Cal y canto inexistente, pero ahí; piezas bellas de un
rompecabezas que no coinciden más con nada; viven como
posibilidad de alzarse, una vez más, quién sabe cuándo, en
blanco; lo único que no ha desaparecido y es nuestra
prehistoria y nuestro futuro, destechado, pulcro muro de
lamentaciones: confirmación de nuestro perpetuo encierro en
Paloma Torres, Muro blanco II , 1997, barro
Zacatecas, engobes y fierro, 300 x 120 x 300 cm
la pequeñez humana…
Es Salvador Elizondo quien escribe, pero su rostro, su
expresión, son algo que por sabido se calla. Estamos frente a un Retrato de la escritura, el amado en
amada transformado. Mientras que, en el caso de Octavio Paz, incluso hay que definir el lugar que ni
siquiera se distingue; un Palacio de Minería que bien podría ser la Acrópolis, pero es él ahí, más él que
nunca, encerrado en un ser incomprendido, fuera de su tiempo y obligado a cumplir la función del
pensador: este que soy, con todas sus letras, en este palacio occidental entre piedras anárquicas y
milenarias, estas piedras de sol. La perfección de un Vuelo aislado y en conjunto…
Y de alas sigue tratándose, por supuesto. Siguen nombrándose, para dar crédito a lo que simple y
llanamente tenemos delante, la maravilla: la Mujer ángel sin necesidad de fe en ninguna divinidad, sin
obligación de meter el dedo en la llaga de nuestra humana comprobación, pues el asidero de la razón es

Departamento de Educación 17
deleznable, desmoronable, ante una realidad poética y cotidiana, una Vaca con palomas, de Graciela
Iturbide.
…Recolector de lluvia, de ánimo y ánima mezclados,
tesoros hallables en la superficie, en la piel, ahí encima:
personajes de barro, que gritan su ser futuro de carne y hueso
hablando, recordándonos –cosa que no ocurriría sin el nombre–
que la recolección, entre los místicos, es atención a Dios y a las
cosas divinas, con abstracción de todo lo demás: reunir dentro y
que se transparente ese diálogo sublimis. Muy de otra manera
que Maribel Portela, Yolanda Gutiérrez hace de la ceniza un
Nido, y de la blancura ósea una Mariposa nocturna, murmurando
sin obviedad que la cifra –el todo en todo– es destino en ciernes.
… la obra de Magali Lara, en su totalidad, incluye y
necesita tanto la verbalización visual como la visualización
verbal. Consciente de que este arte muy poco tiene que ver con la Yolanda Gutiérrez, Nido, 1993, cenizas y alambre,
comunicación, que ésta aparecería apenas en calidad de residuo 12 x 15 x 13 cm
o derivado y no de propósito, voluntad explícita, chorros, manchas, huellas de sangre, que marcan nuestro
paso mujeril por este Mundo, con Todos los sentidos, entre “cada uno de los pliegues que rodean una
abertura”: lo que se sugiere es poesía que supura, nada de obviedades, todo lo que no se entiende porque
sí se entiende: la crueldad en íntimo contubernio con todos los ojos incapaces de delatarla; el amor que se
contiene y Se arde. Expresión antes que comunciación, intento por apresar dolorosamente el movimiento.
Marina Lascaris lleva a cabo un ritual que tampoco se sostendría sin la alquimia que el nombrar
propone. ¿Qué sería de estos bronces con su sola licuefacción solidificada? ¿Objetos de una belleza
suficiente que despertara nuestro fervor reverencial, nuestra necesidad de culto, nuestra sempiterna
búsqueda de un Dios que responda, se manifieste, se revele? El verdadero Grial, lo que hace al artista, en
este caso, completar la obra escultórica y volverla espiritual, desencadenar una alabanza cuyo eco perdure:
pureza de pensamiento, obra y palabra en quien abre y cierra sus heridas con un cuchillo ceremonial
estático, fijo; con un Grial que muestra huellas del velo que lo cubrió; con un dualismo confeso, un llamarle
alma al alma porque es lo único de que se es capaz: sólo así se avanza un paso más allá, al crear un Lazo
cósmico con la vida primordial…
Maruch Sántiz Gómez busca el sentido del reverbero único en su lengua madre, que no deje lugar
a duda del origen, que quienes agregan tildes, diéresis y acentos somos los extranjeros que no obstante,
comprendemos lamentablemente de qué habla: imágenes cuya crudeza se deja traducir en una sintaxis
trunca y coja, como la desigualdad, como el hambre, como la injusticia brotando del mismo y único cuerno
de la abundancia, explicando, como Dios le da a entender, que el pan nuestro de cada día son Pedazos de
tortilla quemada y lo mordido por el ratón.
Quien vocaliza canta, saca del cofre del tesoro de las palabras enterradas una garganta primordial
que no se ve: se intuye entre los sueños de un autorretrato en franco descenso al otro mundo, ése. Este
segundo ser ya viene soñado y en su condición ordinaria, la de Cualquiera, sigue burbujeando el claroscuro
de un destino único y a la vez común. El siguiente paso, de la vigilia vivida más allá de la mujer de carne y
hueso, se tilda de Mimético, de quien imita a los objetos que lo rodean, llámense su propia persona
multiplicada ad nauseam, ad libitum. Vinieron a mi mente dos espejos de este último autorretrato: el de la
tilma de Juan Diego y el de la Verónica, imágenes de orden divino estampadas en una tela humana. Mónica
Castillo quiere ver una voz cantante en la pauta de su lienzo, y por temor –disfrazado de humor– prefiere la
carcajada de una voz cascada. Que sobrecoge. Que pone los pelos de punta a todo aquel que busque
descripciones llenas de sentido al verse reflejado, juegos de palabras que repitan los mismos juegos de
palabras.
Quien calla nos inunda de omisiones. Paula Santiago guarda un silencio casi sepulcral al tejer un
Quexquémetl con cabello y sangre. Y llena de significado lo que se calla al colorearlo de lengua náhuatl.
Nada se guarda, al contrario, Silvia Gruner, al hablarle por su nombre a una Expulsión del paraíso, una
vida sin poderes de seducción, sin el predominio simbólico de la cabellera puesta a buen recaudo, cual
reliquia entre las paredes cristalinas de un biombo estilizado. ¿De qué lado estaba el edén? Huele a

Departamento de Educación 18
quemado este mundo, en el que según Issa, caminamos sobre el techo del infierno, contemplando las
flores. Huele a cabello quemado. De mujer.
Todo quiere enmudecer, todo lo dicho y lo decible y por decir en la obra florida de Betsabé
Romero. Recurriendo a lo que en un principio parecía parloteo, vana repetición en la poesía de Gertrude
Stein, quiere recoger los pétalos caídos o arrancados de la flor simbólica por antonomasia, y poner a
prueba su ser verborreico: A rose is a rose is a rose is a rose... Este enunciado repetido hasta la saciedad
por la responsable de The Making of Americans, y que ella logra abstraer de la realidad de un modo de ser
de disco rallado, nos arroja a la conciencia de que ya ni esta expresión del disco existe más; que nuestro
mundo y el de los norteamericanos se ha reducido a ideas bombardeadas una y otra vez, física y
virtualmente […]la obra de Betsabé es la muerte de la rosa y la muerte de la frase. No el evento, sino su
parálisis. Lo que más se acerca a la sensación de vacío. Esos muros sólo me transmiten la intención
desesperada de lograr un efecto: el de algo que, una vez, once upon a time, fue significado. El horror de
intercambiar miradas que saludan con un ser a quien le cortaron la lengua.

Betsabé Romero, A rose is a rose is a rose, 1995, estructura de alambre


con rosas rosas secas, dimensiones variables

Sin título

…Teresa Margolles ha mostrado su capacidad previa para callar al quitar el título a obras por demás
conmovedoras –sobrecogedoras–, tomándose la suprema libertad de trabajar con materia orgánica y yeso.
Según parece ha querido forjar la máscara de la carnalidad humana en calidad de legado para un mundo
sin valores, ofreciéndonos un túmulo suntuoso para las exequias solemnes. Omitir no la habría dejado en
paz en el caso de su Feto: esa palabra, a punto del silencio propio del anonimato, ese otro modo de decir
Con título sobre una lápida: aquí se guarda para su estudio, no en cloroformo sino en silicón, este
“producto” que pudo ser de carne y hueso, pero ahora se muestra en la plenitud de su vacío gracias a un
material tan apreciado en la cirugía “estética”. Descansen, sí, en paz quienes poseyeron humus en el érase
que se era de fetos sin nombre, hombres, mujeres o quimeras.
Mujeres parecen, en su totalidad, las protagonistas,
antagonistas, agonistas de la obra de Miriam Medrez, cuyo
título, de haberlo tenido, habría sido mera redundancia,
anacoluto, insulsa repetición de algo que es movimiento per
se, vitalidad esperanzadora que no acaba, personajes que
siguen agitándose en los sueños, dando vueltas al globo
terráqueo o a las burbujas de un mundo ilusorio, conducidos
por el hilo invisible de la mano anónima, la Naturaleza
creadora de Yvonne Domenge. Lo vivo resulta, pues, tan
mágico y prodigioso como lo muerto. Tanta empatía en la
Yvonne Domenge, Naturaleza creadora, 2000, voz acallada de Margolles, como en la voz callante de
madera, 80 cm diámetro Medrez...

Departamento de Educación 19
ARTISTAS
PINTURA

ANGELINA BELOFF (Rusia, 1879 – Ciudad de México,


1969)
Inició sus primeros estudios de pintura en una academia
nocturna integrada a la universidad en donde estudiaba. En
1904 ingresó, a la Academia de las Bellas Artes de San
Petersburgo, en donde permaneció hasta el año de 1909,
cuando decidió continuar sus estudios en París en la Academia
de Henri Matisse y, posteriormente, en la academia particular
de Anglada Camarasa, pintor español. Paralelamente, estudió
grabado en metal y grabado en madera. Ese mismo año, en
Brujas, Bélgica, conoció a Diego Rivera con quien uniría su vida
a partir de 1911. Cinco años más tarde, Angelina dio a luz en Angelina Beloff, Calle de Liverpool, 1953, óleo
París a su hijo Diego, quien murió catorce meses después. En sobre tela, 61 x 74 cm
1932, Angelina llegó a México, en donde trabajó como maestra,
de la Secretaría de Educación Pública. Su mayor aportación a la educación mexicana fue el libro que
escribió con sus observaciones técnicas, escénicas y de difusión del Teatro Guiñol. Pintó muchos paisajes en
donde captó su sentir por lo mexicano. Fue miembro de la Liga de Escritores y Artistas Revolucionarios y
fundadora del Salón de la Plástica Mexicana (1949), participando en varias muestras colectivas.

ROSARIO CABRERA (México 1901-1975)


Rosario Cabrera es una más de las artistas que tomaron
parte activa en el llamado Renacimiento Mexicano.
Erróneamente considerada como pintora naïf, y sólo
actualmente señalada con distinción como académica,
estudió en la Escuela Nacional de Bellas Artes bajo la
instrucción de Saturnino Herrán y el gran impresionista,
Mateo Herrera. Es por esto que su primer trabajo
muestra la influencia de un modernismo académico. Su
promisoria carrera le permitió viajar a Europa y exhibir
individualmente en París entre 1925 y 1926. A su
regreso, se unió al grupo de maestros de las Escuelas al
Aire Libre de Pintura dirigidas por Alfredo Ramos Rosario Cabrera, Las casas , s. f., óleo sobre tela, 67 x 86 cm
Martínez, y de 1928 a 1929 dirigió la de Los Reyes en
Coyoacán y, más tarde, la de Cholula. Cesó su trabajo en los inicios de los treinta, cuando María Izquierdo
era la primera pintora avant-garde y Frida Kahlo iniciaba sus exhibiciones de manera profesional en San
Francisco.

ROSA ROLANDA (USA, 1895-1970)


Tenía un don por la escultura y para la educación física, sus maestros la alentaron para que estudiara
danza. Fue seleccionada entre más de trescientas estudiantes para actuar con el Marion Morgan Dancers
en Nueva York, en 1916. Rosa se unió al grupo de Irving Berlín para el Music Box Revue. Más adelante,
conoció al pintor mexicano Miguel Covarrubias; junto con él, pasó mucho tiempo al lado de Diego Rivera,
Frida Kahlo, entre otros artistas importantes que la animaron a pintar. A finales de los treinta, empezó a

Departamento de Educación 20
pintar básicamente retratos de amigos, niños y mujeres indígenas; la mayor parte en gouache y, algunas
veces, óleos.

MARÍA DE LA O (Jalisco, 1912)


María de la O, nació en la Hacienda Las Trojes de Oblatos,
Zapopan, Jalisco, en 1912. Hija de Manuel Fernández y Refugio
Briceño, el padre era hacendado y la madre estaba emparentada
con los Orozco, familia aristócrata local, de donde con seguridad
proviene el apellido con que firmó sus cuadros. En Guadalajara,
fue alumna de Francisco Rodríguez “Caracalla” -al igual que Raúl
Anguiano, Jesús Guerrero Galván y Juan Soriano- empezó a
pintar a los 18 años de edad y formó parte del movimiento
llamado “Pintores Jóvenes de Jalisco”. Las obras incluidas en la
exposición de MARCO datan de los años treinta, su época más
creativa y productiva ya que, hacia 1950, dejó de pintar sin que se María de la O, Paisaje, s. f., óleo sobre tela, 48 x
conozca el motivo. Se casó, en 1951, con el pintor Alfonso Mario 45 cm
Medina. Fue profesora de dibujo y pintura en la Escuela Normal
de Jalisco, el Politécnico de Guadalajara y en los cursos de verano de la Universidad de Arizona, Nuevo
México, en los Estados Unidos.

MARÍA IZQUIERDO (Jalisco, 1902-1955)


En 1928, entró a la Escuela de Pintura y Escultura. Germán
Gedovius fue su maestro de óleo. Tamayo la acompañó y la
orientó, con quien vivió y compartió un estudio de 1929 a
1933. En 1930 viajó a Nueva York donde tuvo la
oportunidad de exponer. En 1932 comenzó a impartir
clases en el Departamento de Bellas Artes de la Secretaría
de Educación Pública. Entabló amistad con Antonin Artaud,
quien escribió varios artículos sobre ella y le ayudó a que
expusiera en París. También, en 1944 viajó y expuso en
Chile. A partir de la pintura metafísica, trató el bodegón, el
retrato y el paisaje, con tonos populares mexicanos
María Izquierdo, Les ecuyeres, 1939, gouache sobre
fantásticos.
papel, 41 x 50 cm

FRIDA KAHLO (Ciudad de México, 1907-1954)


Estudió en el Colegio Alemán y en la Escuela Nacional Preparatoria de la Ciudad de México (1922). En 1923,
conoció a Diego Rivera, quien estaba pintando el mural La Creación en la preparatoria. Cuando Frida tenía
18 años, el autobús donde viajaba fue prensado por un tranvía; durante su recuperación, empezó a pintar
copiando su rostro de un espejo montado en el dosel de la cama. En 1929, se casó con Diego Rivera, de
quien se divorció en 1939, para volver a casarse con él un año después. Entre 1931 y 1934, se estableció
entre Nueva York y Detroit debido al interés de los americanos en la obra de Rivera.

El matrimonio Kahlo-Rivera fue miembro del Partido Comunista Mexicano; desde 1937 a 1939, el líder
comunista ruso León Trotsky vivió en su casa. Casi siempre ocupaban las planas de los periódicos y no
había evento público en el que no estuvieran presentes. Fue maestra de pintura en la Escuela de Artes
Plásticas y miembro del seminario de Cultura Mexicana. En 1938, montó su primera exposición individual
en la Julian Levy Gallery de Nueva York y en 1939, gracias a la promoción que hizo André Bretón de la obra
de Kahlo, expuso en Paris. Participó en diversas muestras colectivas, entre ellas, la más importante: la

Departamento de Educación 21
Exposición Internacional del Surrealismo, organizada en 1940
en la Galería de Arte Moderno de la Ciudad de México. A partir
del año 43, comenzó a impartir clases en La Esmeralda, en la
ciudad de México.

Frida Kahlo, Los cocos , 1951, óleo sobre masonite,


LOLA CUETO (Ciudad de México, 1897- 1978) 25.5 x 35 cm
A la edad de 12 años, entró a la Academia de San Carlos; cuatro
años después, ya daba clases de pintura en una escuela para obreros. Los problemas causados por la
Revolución Mexicana, truncaron el desarrollo de
Cueto en la Academia. En 1919, se casó con
Germán Cueto y vivieron en Paris de 1927 a 1932.
Ahí fue donde ella descubrió y trabajó con la
técnica de la tapicería y los títeres, teniendo su
primera exposición. A su regreso a México,
reingresó a la Academia de San Carlos para
estudiar grabado. Lola y Germán formaban
parte de la comunidad intelectual que incluía a
Diego Rivera, el Dr. Atl, José Clemente Orozco,
Miguel Covarrubias, Best Maugard, Lupe Marín,
Lola Cueto, Virgen de Guadalupe, 1924, tapiz, 49.5 x 77 cm Nahui Ollin, etc,

CORDELIA URUETA (Ciudad de México, 1908 – 1994)


Su primera muestra se realizó a instancias del Dr. Atl. Cofundadora del Salón de la Plástica Mexicana. Su
obra ha sido expuesta en México y en Europa. A pesar de ser conocida por sus cuadros abstractos, la figura
humana tiene un sitio importante en su obra, muchas veces relacionada a imágenes femeninas. Urueta
permanentemente incorporó elementos y conceptos a su obra, como la dicotomía hombre-máquina.
Luis Mario Schneider ha dicho sobre ella “Su creación, múltiple diversa y cambiante fue realizada bajo el
signo de la curiosidad y del análisis, inclusive del juego serio y purificante. Por ello sus cuadros se alejan de
normas, de dogmas o patrones encasilladotes. Su autonomía deriva y se extiende en una libertad, en una
tenaz voluntad por ir más allá de lo perceptible, de lo tangible, para entrar a una búsqueda del lenguaje del
color, de ritmos y colores que en sensible poética se integra y descomponen formas volúmenes, tierra y
sol” (citado en: Elisa García Barragán, Cordelia Urueta y el color).

ALICE RAHON (Francia, 1904- México, 1987)


Estudió arte con su padre y con Wolfgang Paalen,
con quien se casó y con quien viajó a México,
lugar donde realizó gran parte de su obra.
Participó, junto con Frida Kahlo, en la Exposición
Internacional del Surrealismo, celebrada en 1940,
en nuestro país. Expuso en diversas galerías de
México, Estados Unidos Y Europa. Además de su
importante labor pictórica, destacan tres
poemarios publicados entre 1936 y 1931. Alice Rahon, Los invasores, 1944, acrílico y óleo sobre tela sobre
masonite, 19 x 46 cm

Departamento de Educación 22
OLGA COSTA (Alemania, 1913- México, 1993)
Hija de Ana y Jacob Kostakowsky. Aunque nació en Alemania,
transcurrió su niñez en Berlín. Llegó a la ciudad de México a la edad
de doce años en 1925, desembarcando en Veracruz. Después de un
mes, se estableció con su familia en la ciudad de México. Estudió en
la Escuela Nacional de Artes Plásticas junto con Carlos Mérida,
después de conocer a Diego Rivera, Frida Kahlo y Rufino Tamayo. En
1935, se casó con el pintor José Chávez Morado y juntos lucharon por
la igualdad social. Vivieron en el estado de Guanajuato por varios
años y donaron una vasta colección de arte prehispánico, colonial y
popular a México. Durante este periodo, ella regresó a sus
actividades pictóricas, produciendo pequeños trabajos en gouache y
óleos. A su regreso a la ciudad de México, tomó parte en la
fundación de la Galería Espiral. En 1945, presentó su primera Olga Costa, Niña con sandalias, 1950, óleo
exposición individual en la Galería de Arte Mexicano y, en 1946, viajó sobre tela, 85 x 70 cm
a Japón, donde quedó impresionada con el arte oriental, cuya
técnica y estilo incorporó a su pintura.

REMEDIOS VARO (España, 1908 – México, 1963)


Su padre, ingeniero hidráulico, fue quien introdujo a Remedios a la
pintura. En 1924, ingresó a la Academia de San Fernando de Madrid,
convirtiéndose en una de las primeras mujeres estudiantes. Al terminar
sus estudios, se casó con Gerardo Lizárraga, y vivieron en Paris y en
Barcelona, donde Remedios trabajó realizando dibujos publicitarios; en
1935, se separó de su esposo. Al relacionarse con los artistas
surrealistas, Remedios se integró al grupo “lógicofobista” que intentaba
la representación externa de los estados internos del alma. En 1941,
Varo y Péret, poeta y pareja de Remedios hasta 1947, llegaron a México
desde París. Remedios viajó a Venezuela donde trabajó en publicidad y
para el Instituto de Malariología Venezolano, haciendo dibujos
detallados de los mosquitos. En 1952, en México, se casó con el político
austriaco Walter Gruen, quien la convence que se dedique, totalmente, Remedios Varo, Hacia la torre, 1960,
a la pintura. En 1955, presenta su primera exposición colectiva en la óleo sobre masonite, 123 x 100 cm
Galería Diana. Al año siguiente, expuso –por primera vez– de manera individual.

LEONORA CARRINGTON (Inglaterra, 1917)


En el año 1936, ingresó en la academia Ozenfant de arte, en la ciudad
de Londres. Al año siguiente, conoció a Max Ernst quien la introdujo
indirectamente en el movimiento surrealista y con quien estableció
una relación sentimental. Durante su estancia en París, entró más en
contacto con el movimiento surrealista, y convivió con personajes
como Joan Miró y André Breton, así como con otros pintores que se
reunían alrededor de la mesa del Café Les Deux Magots: Pablo
Picasso y Salvador Dalí. En 1938, escribió una obra de cuentos
titulada "La casa del miedo" y participó junto con Max Ernst en la
Exposición Internacional de Surrealismo en París y Ámsterdam.
Previamente a la ocupación nazi de Francia, varios de los pintores del Leonora Carrington, Fina mosca, 1952,
movimiento surrealista, incluyendo a Leonora Carrington se volvieron óleo sobre papel, 51 x 27 cm
colaboradores activos del Kunstler Bund, movimiento subterráneo de

Departamento de Educación 23
intelectuales antifascistas. En España, sufrió un colapso nervioso, por lo que permaneció en un hospital
psiquiátrico de Santander. En 1941, escapó del hospital y arribó a la ciudad de Lisboa, donde encuentró
refugio en la embajada de México. Allí conoció al escritor Renato Leduc, quien la ayudó a emigrar. Ese
mismo año, se casaron y Leonora viajó a Nueva York. En 1942, emigró a México y, un año después, se
divorció. En México, la pintora reestableció sus lazos con varios de sus colegas y amigos surrealistas en el
exilio, quienes también se encuentran en ese país, tales como André Breton, Benjamín Peret, Alice Rahon,
Wolfgang Paalen y la pintora Remedios Varo.

CELIA CALDERÓN (Ciudad de México, 1921-1969)


Celia Calderón es conocida mayormente por su obra gráfica, aunque fue
también destacada pintora y acuarelista, cuya técnica le ganó un lugar
como maestra en la Academia, a partir de 1946. Estudió en la Escuela
Nacional de Artes Plásticas y en el taller fundado por Díaz de León. Gracias a
una beca del Consejo Británico, finalizó sus estudios de arte gráfico en la
Slade Art School de Londres. Expuso en Pekín (ahora, Beijing). Como
grabadora empleó diversas técnicas, especialmente grabado y litografía, y
debido a su excelente trabajo fue invitada a unirse a la Sociedad Mexicana
de Grabadores en 1947 y al Taller de Gráfica Popular en 1952.

Celia Calderón, Bañista, 1950, óleo


sobre tela, 122 x 81 cm

JOY LAVILLE (Isla de Wight, Inglaterra, 1923)


Tuvo una infancia plácida, a la orilla del mar, entre libros y la
libertad de dibujar cuando quería. En 1956, se trasladó de
Canadá a México para estudiar pintura en el Instituto Allende
de Guanajuato. Allí, fue alumna del pintor Roger von Gunten
quien es considerado una de las más notables influencias en
su formación como pintora. Se casó con el escritor Jorge
Ibargüengoitia, quien fue su compañero durante 20 años,
hasta la muerte del mismo. En la década de los sesenta,
expuso su obra por primera vez en la Galería de Arte
Mexicano. Desde entonces, ha presentado varias muestras
entre las que sobresalen una en el Museo del Pueblo de
Guanajuato en 1993 y la que presentó en la Brewster Gallery
de Nueva York en 1998. Actualmente radica en Cuernavaca. Joy Laville, Desnudo reclinado, 1971, óleo sobre tela,
100 x 130 cm

LILIA CARRILLO (Ciudad de México, 1930-1974)


Fue alumna de Manuel Rodríguez Lozano, por lo que se le considera heredera de la Escuela Mexicana de
Pintura. Asistió a la Escuela de Pintura, Escultura y Grabado "La Esmeralda", donde estudió con Agustín
Lazo, Carlos Orozco Romero, Antonio Ruiz y Pablo O'Higgins, obteniendo su título de maestra en artes
plásticas en 1951. En 1953, viajó becada a París: exhibió en la Maison du Mexique y en la Exposición de
Artistas Extranjeros en Francia. Durante su estancia en Francia, al igual que muchos de los pintores
mexicanos, recibió la influencia de las vanguardias internacionales como el cubismo, el surrealismo, el
expresionismo abstracto y el informalismo. Regresó a México en 1955. En 1960, se casó con el pintor y
escultor Manuel Felguérez. Su obra se expuso en Washington, Nueva York, Tokio, Lima, São Paulo, Madrid,
Barcelona, Bogotá y Cuba. En 1966, durante su participación en la muestra Confrontación 66 en el Palacio
de Bellas Artes, se enfrentaron las nuevas tendencias y los últimos representantes de la Escuela Mexicana

Departamento de Educación 24
de Pintura. Este suceso dio lugar al nacimiento del grupo conocido como Generación de Ruptura, donde se
le reconoce como iniciadora del informalismo abstracto.

LUCINDA URRUSTI (Melilla, ciudad española ubicada al norte de África, 1932)


Llegó a México en 1939, junto a su familia. Junto con artistas como Manuel Felguérez y Vicente Rojo,
Lucina Urrusti formó parte de la “Generación de la Ruptura”. Ha participado en más de cien exposiciones
tanto individuales como colectivas y su obra se encuentra en distintos museos de América.

IRMA PALACIOS (Guerrero, 1943)


Creció en diversos lugares: de Coahuila a Oaxaca y de allí a Puebla. Su padre era inspector de educación y
por ello debía viajar constantemente con la familia hasta que se reinstalaron en Iguala, donde Irma
Palacios comenzó a interesarse por el dibujo y la pintura. A los
quince años se trasladó a la Ciudad de México y empezó a trabajar
siendo muy joven. Por las mañanas trabajaba y en las tardes iba a
la Escuela Nacional de Pintura, Escultura y Grabado “La
Esmeralda”, donde acudió al taller libre del maestro Reyes Haro.
Posteriormente, fue alumna regular en la carrera donde conoció a
su futuro marido: Francisco Castro Leñero. Entre 1973 y 1979, trató
de aprender todo de la academia, explotó –principalmente– su
investigación en los materiales pictóricos. Con el tiempo, depuró su
manera de abordar la tela, se basó en las formas y texturas que le
ofreció la naturaleza para incursionar en la abstracción lírica. Fue
distinguida con becas como la Simon Guggenheim y la del Sistema
Nacional de Creadores, además de haber recibido el premio de la
primera emisión de la Bienal de Pintura Rufino Tamayo. Ha
expuesto en forma individual en varios museos y galerías de Irma Palacios, Pedernal , 1989, óleo sobre
México y Estados Unidos. tela, 160 x 130 cm

MANUELA GENERALLI (Suiza, 1948)


Estudió en la Wimbledon School of Art, en Londres, por
dos años. Con un grupo de jóvenes que hacía cine
experimental, viajó por diez años a varios lugares: de
Medio Oriente a África, de Asia a Europa, a Líbano,
Yugoslavia, Bulgaria, Rumania y Turquía; sitios donde
hacía documentales junto a un cineasta argentino con el
que se casó. Hacía collages con los objetos recogidos en
cada sitio y les incorporaba la grafía de turcos y árabes.
En 1978, llegó a México y se inscribió en la Academia de
San Carlos. A partir de su graduación, empezó a
Manuela Generalli, Paisaje con lluvia, 1999, óleo sobre tela, exponer en distintos museos y galerías.
130 x 190 cm

Departamento de Educación 25
DULCE MARÍA NUÑEZ (Ciudad de México, 1950)
Estudió Artes Plásticas en la Escuela Nacional de Pintura, Escultura
y Grabado “La Esmeralda”, entre 1975 y 1978. En 1981, su gusto por
el grabado le llevó a inscribirse en el taller de serigrafía del pintor
Jan Hendrix. Sus trabajos han participado en diferentes concursos
de pintura y grabado. Su obra ha participado en infinidad de
exposiciones colectivas: en el Distrito Federal, Oaxaca y Monterrey,
en México; en La Habana, Cuba; en Nueva York y Washington en los
Estados Unidos, y en Grenchen, Suiza, París, Amsterdam, y Madrid,
en Europa. La inquietud expresiva de ésta artista mexicana la ha
invitado, como a otros creadores contemporáneos, a conocer otras
tecnologías con el fin de aportar complemento a sus trabajos. En la
actualidad sigue pintando y, a la vez, realiza investigaciones en el Dulce María Núñez, San Martín Caballero,
terreno de la escultura; otra de sus búsquedas es el arte objeto. 1990, óleo sobre fibracel, 67 x 60.5 cm

LAURA HERNÁNDEZ (Oaxaca, 1960)


A los cinco años de edad, se trasladó con su familia a la
Ciudad de México. De 1976 a 1980, estudió en la Escuela
Nacional de Pintura, Escultura y Grabado “La Esmeralda”. De
su tierra natal, quedó impreso en su mente todo un
repertorio de imágenes, colores, olores, sabores y vivencias
que con el tiempo se reflejaron en su pintura. También su
pasión por las civilizaciones antiguas la ha llevado a explorar
a fondo el universo prehispánico, cuya cosmogonía basada
en el concepto de la dualidad ha sido tema constante de
inspiración. Laura vivió cerca de una década entre París y
Amsterdam, con estancias en el Norte de África, la India y el Laura Hernández, Coyolxauqui, 1989, óleo sobre
Sureste Asiático, especialmente Camboya. tela, 170 x 240 cm

SUSANA SIERRA (Ciudad de México, 1942)


En los 60, se dedicó a estudiar filosofía. En 1989, Susana Sierra tuvo
una importante exposición individual en el Museo de Arte Moderno
(MAM) de Chapultepec. Un trabajo constante le había permitido
mostrar con anterioridad otras dieciocho exposiciones individuales en
México, Francia, Suiza, Yugoslavia, Bulgaria, Alemania, España. Dos
veces había obtenido premios de adquisición en el Salón Anual de
Pintura (1980 y 1983) y en 1988, fue becada por la Fundación Pollock-
Krasner en Estados Unidos. Esa exposición en el MAM ayudó a
constatar que Susana Sierra había llegado a un dominio tal de sus
medios (color, composición, materia, gestualidad) como para
Susana Sierra, El corazón del agua, 1980, imprimirle a la pintura una gran energía comunicante. Y de ahí, su
óleo sobre tela, 140 x 120 cm arte se ha seguido desarrollando, principalmente tomando la
influencia de Rufino Tamayo.

ROCÍO MALDONADO (1951)


Maldonado estudió en la “Escuela Nacional de Pintura y Escultura La Esmeralda”, en la Ciudad de México,
entre 1977 y 1980. Acudió a los talleres de Luis Nishizawa, Gilberto Aceves Navarro y Octavio Bajonero.

Departamento de Educación 26
Tuvo su primera exposición individual en Querétaro en 1980. Ha participado en importantes exposiciones
de arte mexicano en Estados Unidos, Francia, España, Australia y México. Su obra toma inspiración en el
papel hecho a mano de pulpa tradicional: el papel amate; sin embargo, la artista hace uso de papel de
China y técnica de grisalla. Se apega a imágenes del mundo natural: piedras, ramas, y hojas, mientras que
en sus collages incorpora los tradicionales colores brillantes del arte folklórico mexicano.

SYLVIA ORDOÑEZ (México, 1956)


Estudió en Arte, A.C. la carrera de Diseño y, posteriormente, en
Barcelona, España estudió Grabado en la Escuela de Artes y Oficios.
Desde sus inicios, como pintora, ha tenido exhibiciones individuales y
colectivas en Galerías y Museos de México, España y Estados Unidos. En
marzo de 1993, Sylvia Ordóñez expuso en el Museo de Arte
Contemporáneo de Monterrey, Nuevo León. Sylvia Ordóñez trabaja de
manera colectiva con su esposo Arturo Marty.

Sylvia Ordoñez, Frutas, 1994, óleo sobre


tela, 116 x 89 cm
MAGALI LARA (México, 1956)
Su formación la llevó a cabo en la Escuela Nacional de Artes Plásticas de la UNAM, de 1976 a 1979,
adquiriendo el título de licenciada en Artes Visuales. Un año después de haber ingresado a la carrera,
trabajó como investigadora en el Centro de Documentación de Artes Plásticas, además de pertenecer al
Consejo del Foro de Arte Contemporáneo de 1978 a 1981. A lo
largo de su vida como artista, Magali Lara cuenta con más de
cincuenta exposiciones colectivas y más de veinte individuales
en importantes espacios tanto nacionales como
internacionales. Asimismo, ha recibido numerosas becas,
reconocimientos y premios gracias a su talento. Entre ellos se
destacan la Beca del Sistema Nacional de Creadores de Arte del
CONACULTA, una beca de residencia en Chiapas entregada por
Amate-Boréal Art/Nature, una Mención en la V Bienal
Iberoamericana de arte, Mención Honorífica en el Concurso de
exvotos convocado por el Centro Cultural Arte Contemporáneo Magali Lara, Ojos, de la serie Serpiente, 1997, tinta
en México D.F. entre otros más. y lápiz sobre papel albanene, 22.5 x 29.5 cm

GEORGINA QUINTANA (Ciudad de México, 1956)


Después de cursar la preparatoria, estudió Literatura en la UNAM; posteriormente, se inscribió en Bellas
Artes para adentrarse a la pintura. Tomó varios talleres de litografía y grabado; en España, aprendió a
hacer papel de algodón. Ha viajado a Nueva York, Washington, distintas ciudades de Europa, China, Nepal
e India, lo que le ha permitido ponerse en contacto, no sólo con el arte y los museos, sino adentrarse en las
culturas y sus creaciones. Desde 1978, ha expuesto su trabajo, tanto individual como colectivamente, en
México, Estados Unidos, Europa y Australia. También se ha dedicado a ilustrar cuentos para niños, revistas
y portadas de libros; abordando la naturaleza y las personas.

Departamento de Educación 27
Georgina Quintana, Génesis, 1994, óleo sobre madera,
122 x 160 cm

MARISA LARA (Ciudad de México)


Estudió en la Escuela de Pintura “La Esmeralda” y
realizó su posgrado en París en donde residió tres
años. Vivió en Finlandia y en Québec, como parte de
un programa artístico de creadores de residencia.
Es autora, junto con Arturo Guerrero, del mural
mexicano en la Cité de la Creation en Lyon, Francia y
de dos murales en México: en la Secretaría de
Economía y en el Conalep de Metepec. Cuenta con
más de treinta exposiciones individuales (las cuales
son consideradas como duales por su trabajo con
Guerrero) en Europa, Estados Unidos, Marisa Lara, Los tres pelos del diablo: San Miguel Árcangel y
Latinoamérica, Cuba y Canadá. Ha incursionado en Luzbel, 1986, mixta sobre lienzo, 175 x 280 cm
la pintura, arte objeto, instalación, escultura,
fotografía, dibujo, estampa, performance y mural.

MARTHA PACHECO (Guadalajara, 1957)


Estudió en la Escuela de Artes Plásticas de la Universidad de
Guadalajara. En 1982-1983 integró, junto con varios artistas
(Javier Campos Cabello, Miguel Ángel López Medina, Salvador
Rodríguez, Irma Naranjo, Fernando de la Mora) el Taller de
Investigación Visual (TIV); esta agrupación estuvo dedicada a la
investigación, crítica y difusión de las artes plásticas. Formó parte
del Taller de Investigación Visual en los años ochenta. Ha
expuesto, de manera individual y en colectivas, en importantes
galerías y museos de Guadalajara, ciudad de México, Monterrey,
San Francisco, Houston y París. En 1987 fue premiada en el
Encuentro Nacional de Arte Joven de Aguascalientes, y en 1989
obtuvo el primer premio de grabado en el Salón de Octubre. Los
Martha Pacheco, 1, de la serie Cadáveres del
temas principales de su trabajo son la locura y la muerte.
SEMEFO, 1996, óleo sobre madera, 21 x 15 cm

MÓNICA CASTILLO (Ciudad de México, 1961)


En 1978, estudió grabado y dibujo en la Scuola Germanica di Roma, en Italia. Un año después, estudió en la
Akademie der Bildenden Künste de Sttutgart, Alemania, lugar en el que participó en exposiciones colectivas
en 1984 y 1985. De regreso a México, encontró una promoción muy activa de incipientes artistas que

Departamento de Educación 28
trabajaba con empeño en recuperar la pintura de
figuración expresionista mexicana. En 1986, Castillo se
incorporó a la "Quiñonera", una antigua casona de la
Candelaria en Coyoacán, propiedad de los pintores Néstor
y Héctor Quiñones, donde varios artistas trabajan. Su
primera muestra individual fue en 1991, en la Galería OMR
de la ciudad de México. De 1994 a 1999, fue docente en el
Centro Nacional de las Artes y en la Escuela Nacional de
Pintura "La Esmeralda".
Mónica Castillo, El descanso II, 1994, óleo sobre tela,
60 x 80 cm
BRIDGET BATE TICHENOR (Francia, 1919 – México,
1990)
Se casó, por primera vez con Hug Joseph Chisholm. En su segundo matrimonio, se casó con Jonathan
Tichenor, en Nueva York. Vivió por una temporada en esa ciudad, para después mudarse a la Ciudad de
México. Su trabajo se caracteriza por cierto realismo mágico.

Bridget Bate Tichenor, Los especialistas,


1960, óleo sobre masonite, 40 x 29.5 cm

ELENA CLIMENT (Ciudad de México, 1955)


Hija del artista español y exiliado de la Guerra Civil Española, Enrique Climent. Tomó clases de arte en la
Ciudad de México, Valencia y Barcelona. En 1972, tuvo su primera exposición individual en la Ciudad de
México; en 1988, expuso –por primera vez– en el Palacio de Bellas Artes. A partir de ese momento, sus
obras han sido expuestas en Estados Unidos, Latinoamérica y Europa. Actualmente, reside en Chicago,
aunque la galería que la representa está en Nueva York.

ESCULTURA
ÁNGELA GURRÍA (Ciudad de México, 1929)
Antes de convertirse en escultora, había estudiado letras españolas en la Facultad de Filosofía y Letras de
la UNAM. Posteriormente, en plan autodidacta, se dedicó a la escultura. Para perfeccionar su trabajo,
estudió con el maestro Germán Cueto. Posteriormente, encontró trabajo en la fundición de Abraham
González y en los talleres de Mario Zamora. Por lo regular, sus obras son de talla monumental, lo cual
constituye su sello distintivo, ya que algunas de sus obras alcanzan alturas que van de los 30 hasta los 100
metros (las pequeñas son de 13 a 15), como las impresionantes torres escultóricas del Monumento a los
Trabajadores del Drenaje Profundo, en Tenayuca, Estado de México, que alcanzan una elevación de 14 y 30

Departamento de Educación 29
metros sobre el nivel de la plataforma. De sus creaciones más importantes, destaca su contribución a la
Olimpiada Cultural de 1968, inicio de la Ruta de la Amistad, su Homenaje a la Ceiba, 1977; Espiral Serfin,
1980 y El corazón mágico de Cutzamala, 1987. Ángela Gurría recibió el Premio del Instituto de Arte de
México, reconocimiento al cual le siguieron el Primer Premio de la III Bienal de Escultura (1967), y la
Medalla de Oro de la Academia delle Arte del Lavoro de Italia, que le fue concedida en 1980.

YVONNE DOMENGE (Ciudad de México, 1946)


Realizó estudios de artes plásticas en la Escuela de Outremont, Montreal, Canadá; en la Escuela de Arte
Corcoran, de Washington y en la Ciudad de México. Ha participado en talleres de pintura, escultura y
técnicas de materiales. Estudió desarrollo humano en la Universidad Iberoamericana y, durante 25 años, ha
impartido cursos de apreciación estética y terapia de arte en escultura y dibujo para niños, jóvenes y
adultos. Algunos de estos cursos se han enfocado a problemas socioeconómicos y de expresión, entre
ellos: el Programa Emergente de Vivienda para Chiapas Nuevo Milenio, así como la actual colaboración y
dirección del trabajo escultórico realizado con miembros de la colonia Buenos Aires, en la ciudad de
México. Durante los últimos 25 años su desarrollo artístico se ha enfocado a la escultura. Ha participado en
más de 22 exposiciones individuales y en más de 130 colectivas, en México y el extranjero.

MARINA LASCARIS (Grecia, 1950)


De 1972 a 1974, realizó sus estudios en la Escuela de Sir John
Cass y en la Escuela de Heatherley del Arte en Londres. Un
año después, viajó a México y es allí donde decidió quedarse
por el resto de su vida, de este tiempo en adelante comenzó
a experimentar utilizando materiales diversos como madera,
bronce y mármol. Ella ha expuesto de manera individual y
colectiva en galerías diversas de México, Grecia, Suiza,
Bélgica y Francia. Muchas de sus obras forman parte de
numerosas colecciones nacionales y extranjeras en Brasil,
Atenas, Andros, Zacatecas y México D.F. Marina Lascaris, Descansa dedos del mago, 1995,
bronce, 6 x 23.5 x 8 cm

MIRIAM MEDREZ (Ciudad de México, 1958)


Estudió en la Universidad de la Concordia en Montreal, Canadá y en la Escuela Nacional de Artes Plásticas
de la UNAM. Fue asistente de profesor en la Universidad de Betzalel en Jerusalén, Israel, y ha tomado
cursos de arte efímero o arte permanente en el Taller de Instalación Helen Escobedo, de Monterrey. Ha
expuesto de manera individual en diversos museos y galerías de nuestro país, y en colectivas, en Estados
Unidos, Francia, Canadá, China e Irlanda.

Miriam Medrez, Sin título, 1994, cerámica


con engobe y metal, 165 x 115 x 130 cm

Departamento de Educación 30
Paloma Torres (Ciudad de México, 1960)
Titulada en Artes Visuales en la UNAM, viajó a Paris para tomar un curso de color rotogravure en el Atelier
17, como también talleres de resina. Torres fue miembro del taller de grabado dirigido por Carlos García.
Fue artista residente de “Artistas en la costa” en Careyes, Jalisco, Mexico; Cité Internationale des Arts en
Paris, Francia, y con René Derouin y Val David en Québec, Canada. En 1986, obtuvo su título en grabado a
color en Bellas Artes en la Ciudad de México y, desde el 2000, ha sido miembro de la Asociación Nacional
del Sistema de Creadores. En estos últimos años, Paloma Torres ha sido maestra de Historia de Arte y de
Diseño Gráfico en la Universidad Iberoamericana en la Ciudad de México.

MARIBEL PORTELA (Ciudad de México, 1960)


Estudió artes visuales en la Escuela Nacional de Artes Plásticas de la
UNAM, y ha participado en numerosas exposiciones individuales y
colectivas, en México y el extranjero. En 1994, obtuvo una beca del
FONCA; en 1987, recibió premios de la Galería del Auditorio Nacional; y
en 1998, del Museo José Luis Cuevas. Participó en Washington en el
Instituto de Cultura de México en Dream of Earth: 21st Century
Tendencies in Mexican Sculpture. Sus esculturas concentran elementos
relacionados con la técnica, la tradición, la religión y símbolos
prehispánicos y de culturas sagradas. La obra de Portela ve al hombre
contemporáneo como un recolector que vaga por el mundo, ya sea en
sus viajes o a través de la web. Maribel Portela, Recolector de lluvia,
1999, barro y engobe, 147 x 44 x 35 cm

INSTALACIÓN, ARTE OBJETO* Y PERFORMANCE


MARTA PALAU (España, 1934)
Palau llegó a México a los seis años, sentando raíces en Tijuana y en la Ciudad de México, lugares en los que
también trabaja. En 1955, empezó a estudiar en la Escuela de Artes Plásticas La Esmeralda, de la Ciudad de
México; después ingresó a San Diego State University y entró al taller Grau Garriga en Barcelona, España.
Ha expuesto, individualmente, tanto en México como en Estados Unidos, sobre todo en California. También
ha recibido premios en Alemania y en México.

HELEN ESCOBEDO (Ciudad de México, 1934)


Se formó en México con Ramón Cueto. En 1951, realizó sus primeros estudios de escultura con Germán
Cueto. Becada por el Royal College of Art de Londres, permaneció en Europa de 1952 a 1956. En 1956, de
regreso en México, presentó su primera exposición individual en la Galería de Arte Mexicano. Su escultura
Puertas al Viento, de 17 metros de altura fue colocada y sigue hasta hoy en Cuemanco, periférico Sur de la
ciudad de México, como parte de la Ruta de la Amistad para los Juegos Olímpicos. Presentó en Auckland,
Nueva Zelanda, Señales, escultura de 15 metros de altura en aluminio tubular. A partir de este momento,
se interesó por la relación ser-entorno, enfocándose en la integración del arte y el espacio. En 1978, junto
con un equipo de cinco escultores, diseñó y supervisó El Espacio Escultórico de La UNAM.

Al lado del fotógrafo Paolo Gori, investigó durante varios años monumentos mexicanos, obra que se
publicó e como Mexican Monuments: Strange Encounters y como Monumentos Mexicanos de las estatuas
de Sal y Piedra. De 1982 a 1984, fue directora del Museo de Arte Moderno de la ciudad de México. En
1995, contrajo matrimonio con el abogado alemán Hans Jürgen Rabe. Actualmente, reparte su trabajo y su
vida cotidiana entre México y Alemania.

Departamento de Educación 31
Helen Escobedo, 1, 2, 3…, 1967, madera y laca, diferentes medidas (Bases de 35 cm de ancho c/u)

MÓNICA MAYER (Ciudad de México, 1954)


Estudió Artes Visuales en la Escuela Nacional de Artes Plásticas en México y, posteriormente, obtuvo una
maestría en Sociología del Arte en Goddard Collage en Estados Unidos. Ha expuesto y realizado
performances, ininterrumpidamente, desde 1974. Es columnista del periódico El Universal. Es fundadora –
con Maris Bustamante– del grupo de arte feminista Polvo de Gallina Negra (1983) y con Víctor Lerma del
proyecto Pinto mi Raya. Es editora de la revista virtual La Pala y co-directora del archivo hemerográfico
especializado en artes visuales, Raya: crítica, crónica y debate en las artes visuales.

MARIS BUSTAMANTE (Ciudad de México, 1949)


Empezó a dibujar desde los cuatro años, sin embargo conforme pasó el tiempo su gusto se volvió una
profesión y aunque tuvo un apoyo a medias por parte de su padre, firme creyente de que el ámbito de la
mujer se circunscribía al hogar, mientras que el lugar natural del hombre estaba en lo público, no limitó su
desarrollo; al contrario, con los años valoró su identidad sexual y reivindicó el arte feminista. Estudió la
carrera de Artes Plásticas en la Escuela Nacional de Pintura y
Escultura “La Esmeralda”. Ha realizado 21 exposiciones individuales y
participado en más de 900 exposiciones colectivas, nacionales y
extranjeras; ha incursionando en todas las disciplinas artísticas
tradicionales como el dibujo, pintura, mural y grabado. También ha
explorado el arte-correo, arte objeto y libros de artistas,
escenografías para teatro de vanguardia y diseños para televisión,
cine y publicidad. En lo que ha llamado la "búsqueda de los soportes
no-tradicionales", desde su primer happening en 1971, ha
desarrollado más de 750 performances, instalaciones y
ambientaciones. Actualmente, concreta sus esfuerzos en el Centro Maris Bustamante y Mónica Mayer, Polvo
de Artes, Humanidades y Ciencias en Transdisciplina en la UAM- de gallina negra , 1983-1993,
Azcapotzalco, un laboratorio para aprender a pensar y producir documentación que incluye fotografías,
conocimientos que vayan más allá de los lenguajes tradicionales. Es textos y video
maestra en la División de Ciencias y Artes desde hace 21 años.

LAURA ANDERSON (Ciudad de México, 1958)


Radica y trabaja en Nueva York. Comenzó su carrera de manera autodidacta, hasta que estudió escultura y
grabado el la Universidad de artes visuales en Río de Janeiro, después arquitectura en la Ciudad de México
y sociología en la Universidad de California en San Diego. Ha participado en más de 60 exposiciones

Departamento de Educación 32
colectivas, individuales y bienales en México, Colombia, Brasil, Cuba, Europa y los Estados Unidos
incluyendo museos de alto renombre. Desde 1992, Anderson ha trabajado con comunidades nativas del
Amazonas de Venezuela, entrenándolos a saber elaborar papel hecho a mano, incorporándolo también en
su trabajo, como también cera, calabazas y dientes humanos.

SILVIA GRUNER (Ciudad de México, 1959)


Recibió su título de Artes Plásticas en 1982 del Betzalel Academy of Art and Design, en Jerusalén, Israel, y
su maestría en Bellas Artes del Massachussets College of Art en Boston, en 1986. Actualmente, reside y
trabaja en la Ciudad de México. Por más de diez años, su trabajo se ha enfocado sobre temas relacionados
a la cultura e identidad mexicana. Trabajando con cine, fotografía e instalación, sus exploraciones de los
diversos estratos de la cultura la han llevado a los campos de la antropología, arqueología y arquitectura.

TERESA MARGOLLES (Sinaloa, 1963)


Estudió Ciencias de la Comunicación, en la UNAM, en la Ciudad de México. Cursó un diplomado de Medicina
Forense en el Servicio Médico Forense. En 1990, fundó el grupo SEMEFO con el que ha realizado
performances, instalaciones, arte objeto e intervenciones, tanto en México como en el extranjero.

BESTSABÉ ROMERO (Ciudad de México, 1963)


Estudió Comunicación, Bellas Artes e Historia del Arte en Francia y México. Ha realizado más de 30
exposiciones individuales en todo el mundo entre las que destacan: Ni cardo ni ortiga en el Museo de
Monterrey, Nuevo León México, Trama Transurbana en el Museo Carrillo Gil México D.F., Road Show y
Ventanas Vulnerables en Ramis Barquet Gallery en N.Y. On the Freeway en The Drill Hall Gallery en
Canberra, Australia. Además, ha realizado proyectos de intervenciones urbanas con diferentes
comunidades en México y Estados Unidos. Ha participado en numerosas colectivas como InSite 97 en
México-Tijuana, Art Grandeur Nature, La Courneuve, Paris, Cinco Continentes, en el D.F., Bienal de la
Habana 2004, entre otras.

PAULA SANTIAGO (Guadalajara, 1969)


Empezó a estudiar ingeniería industrial en la Universidad
Panamericana, pero a los 21 años se fue a Paris para convertirse en
artista. Ahí, tomó clases particulares de pintura y dibujo; estudió
Literatura Francesa e historia del arte en la Sorbonne. Se dirigió a
Londres donde trabajó en el estudio del artista nicaragüense
Armando Morales. A su regreso a México, en la Universidad de
Guadalajara, estudió las culturas y el arte mesoamericano como:
Olmecas, Mayas, Toltecas, Mixtecas y Aztecas. Cuando tenía cerca
de 23 años, se alejó de la pintura para retomar el bordado,
actividad de su niñez, decorado con semillas. En 1996, ganó una
residencia en la ArtPace Foundation for Contemporary Art en San
Antonio, Texas. Durante los siguientes cinco años, trabajó la cera y
el papel arroz como soporte y recurrió a materiales sumamente
personales, como su propia sangre y cabello. En 1999, representó Paula Santiago, Quexquemetl, 1 999, papel
a México en la Bienal de Venecia. de arroz, cabello y sangre, 54 x 31 x 10 cm

Departamento de Educación 33
YOLANDA GUTIÉRREZ (Ciudad de México, 1970)
Vive y trabaja en Oaxaca. Egresada de la Licenciatura en Artes Visuales, Escuela Nacional de Artes
Plásticas, UNAM. Una de las principales motivaciones para realizar su trabajo, se ha centrado en cuestiones
relacionadas con la idea de la vida: la relación que existe entre los seres vivos y la manera en que
asumimos nuestra propia experiencia.

Rosario Guajardo (Monterrey, 1948)


Escultora, muralista y pintora abstracta. Estudió diseño de interiores en
Monterrey. A partir de 1977, comenzó a exponer tanto en México como
en el extranjero: Cuba, Perú, Bolivia, Estados Unidos, España. Trabaja
una gran variedad de medios, incluyendo óleo, acrílico, resina, arena
sobre papel, madera, telas, etc.

Rosario Guajardo, Variaciones, 1996,


mixta sobre panel de madera, 162 x
119.5 cm

Perla Krauze (México, 1953)


De 1974 a 1977, estudió la Licenciatura en Diseño Gráfico en la Escuela
de San Carlos de la UNAM. Participó en talleres de serigrafía, grabado
y dibujo con Gilberto Aceves Navarro en la Escuela Nacional de Artes
Plásticas. De 1979 a 1980, estudió un diplomado en textiles en el
Goldsmith´s College de la Universidad de Londres, Inglaterra. De 1992
a 1993, cursó la Maestría en Artes Plásticas en el Chelsea College of Art
de Londres. Ha expuesto su obra plástica, individual y colectivamente,
en bienales, salones y muestras nacionales e internacionales. Su obra
es una exploración en diferentes medios: instalación, escultura,
pintura, fotografía y video. A través de su trabajo, explora las
Perla Krauze, Tiempo suspendido , dualidades y contradicciones entre lo racional e intuitivo, lo
1999, estructura metálica, aluminio, permanente y efímero, lo natural y artificial, lo terrenal y espiritual.
plomo, piedras y agua

FOTOGRAFÍA

TINA MODOTTI (Italia, 1896 – Ciudad de México,


1942)
(Assunta Adelaide Luigia Modotti)
A los 17 años, emigró a Estados Unidos con su familia.
Trabajó en Hollywood. En 1921, conoció a Edward
Weston y, en 1922, llegaron a México, donde conoció e
hizo íntima amistad con Diego Rivera, David Alfaro
Siqueiros, Blanca Luz Brum y Frida Kahlo. Se hizo
miembro del Partido Comunista Mexicano en 1927.
Apoyó activamente a la lucha de Augusto C. Sandino y
ayudó a fundar el primer comité antifascista italiano. En
1928, conoció a Julio Antonio Mella, dirigente estudiantil Tina Modotti, Campesino con pala, 1926, paladio,
cubano, durante la ejecución de Sacco y Vanzetti. Más impresión de época, 21.1 x 17.5 cm

Departamento de Educación 34
tarde, ella sería testigo del asesinato de Mella. En 1930, fue acusada de conspirar para asesinar a Pascual
Ortiz Rubio, presidente de México en ese entonces, por lo que fue expulsada del país. Llegó a Alemania a
mediados de 1930, viajó a la Unión Soviética donde se reencontró con Vittorio Vidali, a quien había
conocido en México. Participó en el Socorro Rojo Internacional. En 1934, partió hacia España. Después de la
Guerra Civil de 1936, se alistó en el quinto regimiento y trabaja en las Brigadas Internacionales, con el
nombre de María hasta el fin de la guerra. En 1939, regresó como asilada a México, donde continúa su
actividad política, a través de la Alianza Antifascista Giuseppe Garibaldi. En 1940, el presidente Lázaro
Cárdenas anuló su expulsión.

LOLA ÁLVAREZ BRAVO (Jalisco, 1905 – 1993)


(Dolores Martínez de Anda)
En 1924, se casó con Manuel Álvarez Bravo y se mudaron a
Oaxaca por un tiempo antes de instalarse permanentemente
en la ciudad de México. Lola Álvarez Bravo es considera una
fotógrafa modernista conocida por sus imágenes
documentales de la vida cotidiana mexicana, fotomontajes
experimentales, así como retratos de figuras prominentes en el
medio intelectual. Llamada la primera fotógrafa mexicana,
Álvarez Bravo tuvo su primera exhibición en el Palacio de
Bellas Artes, en 1944. De 1951 a 1958, dirigió la Galería de Arte
mexicano en donde presentó la obra de dos de sus amigas
íntimas: Frida Kahlo y María Izquierdo, así como a otros artistas
mexicanos del momento. En 1992, el Centro Cultural/Arte Lola Álvarez Bravo, Julio Castellanos, ca. 1940, plata
Contemporáneo organizó una retrospectiva de su obra. gelatina, impresión de época, 23.3 x 13.8 cm

KATI HORNA (Hungría, 1912 – México, 2000)


Siendo joven, aprendió las técnicas de la fotografía en Budapest, donde trabajaba en el taller de un
prestigioso fotógrafo húngaro. En 1932, se trasladó a París donde completó su formación y realizó varios
reportajes para la agencia francesa Agence Photo. Aparte de
fotografiar la realidad también son famosos sus trabajos creativos
próximos al surrealismo. Kati recibió de parte del gobierno
Republicano la realización de trabajos que fueran útiles para tareas
de propaganda. También fotografió la vida cotidiana en diferentes
pueblos en este tiempo de guerra. En España, conoció al pintor y
escultor José Horna, de quien tomaría el apellido. Ambos huyen
luego a París, llevándose un montón de negativos que no saldrían a
la luz hasta 1979, ya restablecida la democracia en España, Kati
Horna los puso a disposición del Ministerio de Cultura. Siguió
trabajando en París, pero la invasión nazi de Francia hizo que
tuviera que volver a huir, esta vez a México, Aquí colaboró en las
más importantes publicaciones. Además fue profesora en la
Universidad Iberoamericana y realizó, a lo largo de los años, Kati Horna, Sin título, 1945, plata gelatina,
multitud de reportajes que le dieron una merecida fama, impresión de época, 19.7 x 13.3 cm
principalmente con trabajos vinculados al surrealismo.

PAULINA LAVISTA (Ciudad de México, 1945)


Su padre Raúl Lavista, compositor de música para cine, le infundió el amor por la ópera y su madre la
acercó a la plástica. Estudió en el Centro de Estudios Cinematográficos, formando parte de la primera

Departamento de Educación 35
generación. Se dedicó a modelar en comerciales y al área de
producción. Trabajó en cintas como Fando y Lis, de Jodorowsky
y Mariana, de Juan Guerrero; fue gerente de producción de
Publicidad Ferrer y durante las Olimpiadas en México coordinó
los aspectos visuales. Su experiencia en el cine le indicaba lo
difícil del medio, así que comenzó a tomar sus primeras fotos
de desnudos y reportajes de teatro.
Paulina Lavista, Borges en Teotihuacán, 1973, plata
gelatina, 16 x 20 pulgadas

GRACIELA ITURBIDE (Ciudad de México, 1942)


Estudió cinematografía en el Centro Universitario de Estudios
Cinematográficos de la Ciudad de México, de 1969 a 1972; durante
1970 y 1971, fue asistente de Manuel Álvarez Bravo, de quien
aprendió que si la imagen es lo suficientemente elocuente, será
tarea de otros volverla simbólica. En su trabajo fotográfico,
Graciela Iturbide se muestra particularmente atraída por
atmósferas como la del carnaval, por temas como lo ancestral y lo
moderno, y por los niños, que en su obra constituyen una línea
descriptiva y narrativa particular. Recibió, en 1983, una beca de
producción del Consejo Mexicano de Fotografía; en 1986 un
premio de la Organización Internacional del Trabajo de la ONU; en
1988 recibió la beca Guggenheim para el proyecto “Fiesta y
Muerte”; en 1994, ganó la Beca del Sistema Nacional de los Graciela Iturbide, Vaca con palomas en Yapur,
Creadores, Fondo Nacional para la Cultura y las Artes de México. 1999, plata gelatina, 16 x 20 pulgadas

MAYA GODED (México, 1970)


Empezó a fotografiar a los 15 años. En 1993, editó su primer libro “Tierra Negra“ que trata de la comunidad
negra en Oaxaca, México. Con su ultimo trabajo, “Sexo–Servidoras“, recibió el prestigioso premio "W.
Eugene Smith Fund Award“. Este trabajo lo desarrolló durante cinco años y trata de las prostitutas del
barrio de La Merced en Mexico. Con él, Goded realizó un profundo análisis en torno a la mujer: la
desigualdad, la trasgresión, el cuerpo y el sexo, la maternidad, la infancia, la vejez, las creencias, y lo que es
ser amada o no. Su trabajo ha sido expuesto en muchas galerías y museos del mundo tanto en
exposiciones individuales como en grupo. También ha sido publicado en medios de muchos países.

LOURDES GROBET (Ciudad de México, 1940)


Realizó estudios en la Universidad Iberoamericana y en el Centro
Nacional de las Artes, en México; en el Cardiff College of Art,
estudió diseño gráfico y fotografía, así como en el Derby College
for Higher Education, ambos en Inglaterra. Los personajes que
más han influido su trabajo son Mathias Goeritz, Gilberto Aceves
Navarro y El Santo. Sus primeras exposiciones individuales las
realizó en los años setenta.

Lourdes Grobet, De la serie Paisajes


pintados, 1981, impresión digital sobre papel de
algodón, 100 x 100 cm

Departamento de Educación 36
MILAGROS DE LA TORRE
Estudió Ciencias de la Comunicación en la Universidad de Lima, Perú y Fotografía en Londres. En 1993,
realizó su primera exposición individual en el Palais de Tokyo, en París. Desde entonces, ha expuesto
individualmente en Europa, Latinoamérica y Estados Unidos. Ha participado en muestras colectivas
también en numerosas ciudades. En 1998, gano el Premio Internacional Romeo Martínez, San Marino y el
Premio Jóvenes Creadores de Iberoamérica, Madrid. Ha participado en varios proyectos como su primer
libro.

MARUCH SÁNTIZ GÓMEZ (Chiapas, 1975)


Comenzó su trabajo fotográfico a los 17 años, como participante en el
Proyecto Fotográfico de Chiapas y como miembro de La Casa del
Escritor, asociación indígena de escritores en San Cristóbal de las
Casas. Ha participado en exposiciones individuales en México D.F.,
París, Francia y Nueva York, NY, EUA. Su obra se incluye dentro de
exposiciones colectivas en Suiza, Inglaterra, España, Australia, Francia,
Alemania, Estados Unidos, Holanda, Alemania, Grecia, Irlanda y
Bélgica.
Maruch Sántiz Gómez, No pasar encima
de donde preparan el telar, 1994, plata
gelatina, 57.5 x 47.5 cm

KATYA BRAILOVSKY (Ciudad de México, 1965)


Recibió la beca de tres años otorgada por el Fondo Nacional para la Cultura y las Artes. En 1999, le
concedieron el primer premio en la bienal de fotografía de la Ciudad de México. Las fotografías de
Brailovsky se han presentado en numerosas exposiciones individuales y colectivas en México y el
extranjero.

Katya Brailovsky, Garibaldi, 1996, impresión cromógena,


50.8 x 61 cm

VIDEO

POLA WEISS (Ciudad de México, 1947-1990)

Departamento de Educación 37
A mediados de la década de los sesenta, Pola Weiss viajó a Europa con una beca universitaria para realizar
investigaciones sobre televisión artística, experimental y educativa en la BBC de Londres, la VPRO de
Holanda, la OFRATEME de París y la RAI de Italia. Para 1984, comenzó a ser invitada a exponer su trabajo,
sobre todo en el extranjero; viajando a Holanda, Italia, Francia, Polonia, Canadá y a los Estados Unidos;
poco después a Sudamérica también. Creó el término “arTV”, refiriéndose a que la televisión es un medio
posible para el arte. Una de sus mayores aportaciones fue el concepto de “video-danza”: danza ejecutada
frente a la cámara, usando el ritmo como una poética de indagación de lo que puede expresar el cuerpo
femenino. Uno de los objetivos principales de sus obras era la exploración de la identidad, ya sea en
cuanto a orígenes, el cuerpo o sentimientos propios de la artista.

Pola Weiss, Ciudad-mujer-ciudad

Departamento de Educación 38
GLOSARIO

Consiste en integrar los medios tradicionales, pintura o escultura, con


elementos no ortodoxos para su configuración. Puede ser considerada esta
técnica como una forma de realizar cajas escenográficas u objetos
Arte objeto tridimensionales en los que los elementos se alían fuera de su contexto
cotidiano y se les da una intención distinta. Ejemplo: una serie de cubiertos
de metal envueltos en piel de conejo.

Término de Wolf Vostell (1954) que se refiere a la teoría y práctica artística


Décollage basada en la apropiación y re-apropiación de la producción mediática.

Obra tridimensional en la que el espectador puede entrar. Se crea una


continuación entre el espacio de estar e interactuar, y la obra de arte. Este
Environment concepto surgió en la década de 1960, refiriéndose a la obra de arte como
arquitectura o lugar.

Grupo internacional de artistas activos a principio de 1960. Su nombre fue


concebido por George Maciunas (1931-78), tomado de la palabra “fluir” en
latín. Los artistas que participaron en él fueron Jospeh Beuys, Robert Morris,
Nam June Paik, Yoko Ono... EL manifiesto (1963) del movimiento
Fluxus argumentaba la oposición a la burguesía y proponía un carácter
revolucionario que partiera de la excentricidad del individuo y el
entretenimiento colectivo. Algunos consideran que Fluxus concluyó a
mediados de los años 60; otros, que terminó con la muerte de Maciunas; y
algunos otros consideran que el movimiento sigue vigente ahora.

A finales de la década de 1950, Allan Kaprow definió esta forma de expresión


como un tipo de arte efímero, que permitía que tanto los artistas como el
Happening público compartieran una experiencia, sin narrativa o significado. Ya a
principios de esa década el grupo japonés Gutai realizaba happenings.

Departamento de Educación 39
LINKS

Remedios Varo
www.cnca.gob.mx/varo/index.html

Laura Hernández
www.laurahernandez.com

Elena Climent
www.elenacliment.com

Helen Escobedo
www.helen-escobedo.com

Mónica Mayer
www.pintomiraya.com.mx

Marta Palau
www.martapalau.com

Silvia Gruner
www.artealameda.inba.gon.mx/gruner

Yolanda Gutiérrez
www.yolandagutierrez.com

Graciela Iturbide
www.library.txstate.edu/swwc/wg/exhibits/Iturbide/index.html

Maya Goded
www.babab.com/no07/maya_goded.htm
www.zonezero.com/exposiciones/fotografos/maya/1e.html

Lourdes Grobet
www.lourdesgrobet.com.mx

Investigación y Recursos Didácticos


Departamento de Educación
educacion@marco.org.mx

Departamento de Educación 40

También podría gustarte