Barbetta Psicoterapia y Familia
Barbetta Psicoterapia y Familia
Barbetta Psicoterapia y Familia
EDITORIAL
1 Psicoterapia y Familia
teórico mas importante de la Narrativa. Desde mi perspectiva, es el concepto central
de ese campo de la psicoterapia, equivalente al de inconciente en el psicoanálisis, o
al de estructura, en la terapia familiar de Salvador Minuchin.
La externalización, apoyada en el diseño de la Cinta de Moebius, que nos
enseña que hablar de externo o de interno es siempre una elección en un campo
relativo, alude a una intervención que, lejos de esclavizar como ocurre con tantas
de inspiración religiosa, libera. Y, al decir de Michel Foucault, libera de los
forzamientos del Poder Moderno. Esto dio lugar a lo que Michael White llamó, más
adelante, política, así, con minúscula. Resulta un excelente concepto, a partir del
cual se facilita el trabajo con víctimas. Éstas, lejos de estar en ánimo de bailar, por
lamentables mecanismos bien estudiados, están muchas veces listas para adjudi-
carse la responsabilidad de su propio sufrimiento.
De Costa Rica, está el trabajo de Sylvia Sánchez Oller: UNA PAREJA QUE
BAILA Y LA PSICOTERAPIA CON-MUEVE: CASO CLÍNICO. Sánchez Oller
comienza planteando que la psicoterapia es un “espacio de privacidad lleno de
emoción”, y que a través de la espontaneidad misma del paciente surge
la creatividad del terapeuta. Y ahí plantea un polémico tema: ¿hasta qué
punto conviene que el terapeuta comparta sus emociones con los pacientes, y de
qué manera? Por ejemplo, cuando dice a modo de devolución: “Me sentí triste por
ese momento tan doloroso que lamentablemente has tenido que vivir, si viste, se me
salieron las lágrimas como parte del dolor que yo sentí...” O “me sentí aburrida...”
Bien dice Matteo Selvini que un terapeuta que se mantenga emocionalmente distante
no será nunca un buen terapeuta; la manera de trabajar con esa emotividad es lo que
tantas veces está en cuestión.
Y el tercer trabajo lo escribió una autora mexicana, Ana Lilia Trejo:
PATRONES TRIGENERACIONALES DE VIOLENCIA INTRAFAMILIAR:
UNA MIRADA DESDE EL ENFOQUE DE MILAN. A partir de su análisis clínico,
siguiendo los lineamientos del grupo de Milan, confirma una vez más que la violencia
familiar pasa de una generación a la siguiente, inevitablemente. Padres violentos,
que no asumen y corrigen su violencia, sólo tienen dos expectativas racionales: que
sus hij@s, al crecer, ejerzan violencia, o que busquen quien la ejerza con ell@s.
En el área de INVESTIGACIÓN, un trabajo de Juana Camarena Arredondo
y colegas de León, Guanajuato: FUNCIONAMIENTO FAMILIAR Y FACTORES
DE RIESGO-PROTECCIÓN PSICOSOCIAL EN ESTUDIANTES. Utilizando
un cuestionario validado por la OPS (1996), demuestran que en un grupo de
estudiantes se presenta un adecuado funcionamiento familiar, así como bajos niveles
de vulnerabilidad y altos escudos de protección psicosocial en los estudiantes
encuestados. Sería interesante extender el estudio a quienes lleven un par de años
de graduados, dada la grave situación de riesgo que sí afecta a la mayoría
Ignacio Maldonado
ILEF
3 Psicoterapia y Familia
CONSEJO MEXICANO DE TERAPIA FAMILIAR
RECERTIFICACIÓN
Resumen
En este artículo se analizan conceptos del proyecto filosófico de G. Deleuze y sus posibles
aplicaciones en la terapia sistémica, conectando ideas de Deleuze con las de G. Bateson: una crítica
afirmativa de la comprensión dominante de conocimiento, ciencia y práctica. C Con el anti-psiquiatra
F. Guattari, Deleuze usó el término plateau – una referencia explícita a Bateson – para desarrollar
una filosofía de vida y creatividad, con posibilidades heurísticas en nuestro campo, y expande las
revelaciones de Bateson. También se propone una descripción general del proyecto de Deleuze y
la posible integración de conceptos clave a la práctica sistémica, a través de la exploración clínica
y concreta del alcoholismo. La conexión directa es con la letra B (“B de boisson [bebida]”), en el
Abécédaire de Deleuze. Esto permite reflexionar sobre lo que reporta Deleuze sobre el alcoholismo,
informado por la noción cibernética del yo de Bateson. También se hace una referencia a la noción
de dispositivo de Foucault. Deleuze, Bateson, Foucault: no aún “los sospechosos de siempre”, y muy
diferentes en sustancia y en estilo pero, sin embargo, compartiendo la misma botella.
Palabras clave: Bateson, Deleuze, terapia, psicoanálisis, terapia sistémica
Abstract
Some concepts that shape the philosophical project of G. Deleuze and their possible applications in
the field of systemic therapy are explored and Deleuzian ideas are connected to the more familiar
ideas of G. Bateson. They are an affirmative critique of the dominant understanding of knowledge,
science and practice. In his work with the anti-psychiatrist F. Guattari, Deleuze used the term
plateau – an explicit reference to Bateson – to develop an entire philosophy of life and creativity that
has significant heuristic possibilities in our field and expands Bateson’s early insights. The paper
proposes an overview of Deleuze’s project and a possible integration of some concepts into systemic
practice, through the concrete clinical exploration of alcoholism. The direct connection is with the
letter B (“B for boisson [drink]”) in Deleuze’s Abécédaire. This us to reflect on Deleuze’s account
of alcoholism, informed by Bateson’s notion of the cybernetics of self. Reference is also made to
Foucault’s notion of dispositive. Deleuze, Bateson, Foucault: not yet “the usual suspects”, and very
different in many ways, as to substance and style, but sharing the same bottle nevertheless.
Key words: Bateson, Deleuze, therapy, psychoanalysis, systemic therapy
__
*Este artículo primero se publicó en inglés: (Re)Learning our Alphabet: Reflecting on Systemic
Thought Using Deleuze and Bateson, en Human Systems: The Journal of Therapy, Consultation &
Training. (21) 3: 399-419. Traducción al español: Mariana L. Ortiz Quezda. Correo de los autores:
Barbetta@mediacom.it
iacom.it y m.nichterlein@bigpond.com
** Centro Milanese d’Terapia de la Famiglia y Universita di Bergamo, Italia.
*** AIM/CAMHS, Austin Hospital en Melbourne y University of New South Wales, Australia.
5 Psicoterapia y Familia
El problema en el hombre no es ser esto o aquello, sino más bien el llegar
a ser humano (convertirse en humano), desde un universal llegar a ser
(convertirse en) animal: No entenderse como bestia, sino de deshacer
la organización humana del cuerpo, para atravesar tal o cual zona de
intensidad en el cuerpo, cada uno descubriendo las zonas que realmente
son suyas, y los grupos, las poblaciones, las especies que lo habitan
(Deleuze, 1973)
Preocupante/Problematizar la clínica
Antes de dirigirnos a la respuesta que dio Deleuze a la pregunta anterior – ¿cómo
se podría vivir? – vemos más valor en referirnos a lo que no nos muestra como
profesionistas en nuestro campo. Al fin y al cabo, parece que la pregunta de Deleuze
no nos refiere ni a la familia ni al pensamiento como lo conocemos.
7 Psicoterapia y Familia
pre-establecido que corresponde al estado en el que vive el individuo.5
Estas ideas en Anti-Edipo ya habían sido preformadas en la tesis doctoral
de Deleuze – Diferencia y repetición (Deleuze, 1994) – donde hizo una crítica al
pensamiento representacional – lo que él llamó una imagen estática de pensamiento
– y su manifestación: el sentido común. Realizó esta crítica cuestionando el
predominio de identidad y afirmando que lo central en la vida no es la estabilidad de
una imagen/pensamiento, sino diferencia y variación. Así, el pensamiento ya no es la
representación de una realidad estable – de identidades y cantidades bien definidas
– sino un encuentro activo y productivo con el exterior: un exterior experimentado
como un problema en busca de una respuesta. El exterior se tiene que presentar
como problema porque es fluido, fragmentado y esencialmente indeterminable.
Por lo tanto, no importa la imagen que uno tiene del mundo, tarde o temprano se
encuentra una diferencia, un límite a su aplicabilidad. El pensamiento, entonces, es
un proceso complementario al exterior: una respuesta, una solución al problema de
vivir. Y como el exterior al que se refiere, este pensamiento alternativo es igualmente
fluido y fragmentado; en consecuencia su nombre: Nómada.
Deleuze distingue entre el pensamiento estático – parecido al estado –, el cual
permite gobernabilidad, y el pensamiento nómada, que está conectado íntimamente
con la vida. Esto está más claro en su segundo volumen, Mil Mesetas (Deleuze y
Guattari, 1987), publicado ocho años después de Anti-Edipo: un “proyecto muy
diferente y mucho más complejo que Anti-Edipo” (Deleuze, 1984, p.239), quizá
complementándolo como proyecto intelectual. En lugar de presentar una crítica, como
en el libro anterior, propone un proyecto positivo; su aspecto más interesante quizá
es su apertura estructural. Está compuesto de plateaux6 juguetones. Cada plateau
articula un campo entero de resonancias e intensidades que canalizan corrientes
a diferentes formas de organizaciones y conjuntos. Hay un número infinito de
plateaux potenciales que se pueden formar, siendo su única condición de existencia
que “funcionen”. Esta noción de multiplicidades de plateaux existentes resuena con
otro de sus conceptos, que es más popular en nuestro campo (Hoffman, 2008): el
rhizome (Deleuze y Guattari, 1987, pp.3-25). El rhizome es un tipo de conocimiento
descentralizado pero altamente contingente y contextual. El pensamiento nómada
definido por Deleuze en su tesis se organiza a través de rhizomes, constantemente
expandiéndose en maneras impredecibles pero muy complejas.
Preocupante/Problematizar la clínica
Antes de dirigirnos a la respuesta que dio Deleuze a la pregunta anterior – ¿cómo
se podría vivir? – vemos más valor en referirnos a lo que no nos muestra como
profesionistas en nuestro campo. Al fin y al cabo, parece que la pregunta de Deleuze
no nos refiere ni a la familia ni al pensamiento como lo conocemos.
9 Psicoterapia y Familia
confirmando la fuerza intelectual de Bateson en este campo, podemos encontrar
en su idea del Doble Vínculo algo que nos puede ayudar a avanzar. Hay muchas
conexiones que atraviesan las obras de Bateson y Deleuze que nos ayudan a entender
el poder del doble vínculo como línea de fuga. Éstas son:
1. La noción de pensamiento como proceso
En nuestra opinión, Bateson no estaba interesado en la teoría sistémica sino en el
pensamiento sistémico; es decir, no le interesaba definir contenidos específicos. Su
atención se centró más bien en el proceso y el mecanismo que da cuenta de lo que
observamos, también una prioridad para Deleuze (como anteriormente se indicó).
Hay otra variación en este punto; tanto Bateson como Deleuze consideraban que
el pensamiento no sólo está íntimamente conectado con el mundo – no es una
actividad separada con base en el cerebro – sino que es fundamentalmente dinámico.
El pensamiento no trata sobre realidades estáticas, sino sobre procesos evolutivos
(para Bateson) o trayectorias nómadas (para Deleuze).
2. La centralidad de la diferencia
Un segundo punto en común entre Bateson y Deleuze es la importancia que los dos
le atribuyen a la Diferencia. La sentencia batesoniana de “una diferencia que hace
la diferencia” es famosa en el campo: cualquier diferencia hace otra diferencia, ves
una diferencia y tal diferencia hace una diferencia en tu propia mente, creando un
significado. Deleuze no está muy lejos de esta posición en sus propias investigaciones,
que parecen haberse desarrollado alrededor de la misma época. Como ya se indicó,
su tesis mayor fue un intento de posicionar la diferencia (en lugar de identidad y
representación) en el centro de la investigación filosófica.
3. La actualización de las particularidades
Deleuze nos advierte sobre los peligros de las metáforas de identidad y la
representación de manera similar a la de Bateson sobre el uso de las explicaciones
físicas para describir el mundo de Creatura – el mundo de las diferencias (Bateson,
2002, p.7). El mundo no es un mundo estático donde seres estables luchan para
expresar sus identidades. Muy similar a la noción batesoniana de una ecología
evolutiva de la mente, el entendimiento del mundo de Deleuze es como una totalidad
orgánica que se está actualizando constantemente cuando emergen particularidades
únicas que cambian y difieren constantemente.
Tomando de Spinoza (Deleuze, 1992) y de Nietzsche (Deleuze, 1986),
entonces, para Deleuze, “lo que es” no tiene que ver identidades sino con la
fuerza de la diferenciación. En consecuencia, no es el individuo quien es estable,
sino la integridad de este mundo a través de sus infinitos y siempre cambiantes
manifestaciones. En lugar de una personalidad estable, una representación más
precisa de nuestra condición es la de una personalidad ambigua y fluida, la cual
esta íntimamente conectada con sus circunstancias. En otras palabras, nuestra
11 Psicoterapia y Familia
un chaosmos a la manera de James Joyce: “un caos compuesto, ni previsto ni
preconcebido” (Deleuze y Guattari, 1991, p. 204). La vida es un devenir ético – el
artista no busca crear individuos sino individuaciones que están siempre en proceso
de devenir. Éste es un concepto similar al de Heinz von Foerster cuando dice:
“Human Becoming instead of Human Being” (Cecchin, Barbetta y Toffanetti, 2005;
Barbetta y Toffanetti, 2006).
A esto se refieren Deleuze y Guattari con su concepto de devenir, que
siempre se “deviene otro”, se está llegando a ser otro; no se enfatiza la expresión
de “lo que somos” sino la creación a través del encuentro con el otro, con lo que
podríamos devenir. Este proceso de experimentar con nuestra vida se evalúa a través
de la habilidad de engendrar relaciones únicas – no conocidas antes – con el afuera,
las cuales no sólo funcionan (tienen sentido) sino también eluden, evaden, formas
establecidas de conocimiento. Y al igual que las ideas de Bateson, la individuación
de la que habla Deleuze no puede pensarse si está separada de su ecología; y su
devenir también es el devenir del ensamblaje, pues no hay un devenir del individuo
que no implique un proceso igual del otro lado: el devenir de uno mismo está
emparejado con el devenir del otro, de tal manera que una distinción entre estos dos
procesos es altamente arbitraria. El self y el mundo son subproductos de la misma
máquina deseante (Deleuze y Guattari, 1983, p. 2).
Para Deleuze, devenir es una individuación que no está centrada en el self
sino en el acontecimiento; constituye una “lógica de individuación impersonal
en lugar de una individualización personal” (Rajchman, 2001, p. 8). Un devenir
deleuzeano transciende a la persona y presenta una singularidad – un momento y
una circunstancia – que está única e íntimamente asociada con un tiempo y un lugar
en el afuera: una “ráfaga de viento” (Deleuze, 2001; 1995, p. 26).
Deleuze y Guattari (1983, p. 2) comentan que quizá una imagen más
adecuada de la vida es la de un esquizofrénico que anda paseando – encontrándose
con el exterior: continentes, razas y políticas – en lugar de la imagen de un neurótico
acostado en el sillón del analista, completamente preocupado con una interioridad
que no tiene otra referencia externa que su familia nuclear. En esto, nuevamente,
Deleuze y Guattari están cerca de lo que dice Bateson y de su interés por entender
la mente dentro de una ecología más grande que la del individuo; una ecología
que continúa en serio peligro por la obsesión de cortar, enajenar y explotar. Como
Deleuze, que aclara que su concepto de esquizofrenia es de una clase diferente a
la presentación clínica – la que para ellos es un proceso esquizofrénico fallido14
– Bateson reconoció en el Doble Vinculo un molde que no sólo explica la patología,
sino que también puede ser profundamente terapéutico (Bateson, 1997, en particular
la parte III).
El devenir que Deleuze y Bateson requieren a través de sus teorías,
Claire Parnet planteó esta pregunta: “Ha tomado mucho… ¿qué significaba cuando
tomaba?” La pregunta está planteada a un filósofo, a una persona que crea conceptos;
al mismo tiempo está planteada a un alcohólico, a una persona que tomaba mucho.
Deleuze fue, por un periodo de su vida, un gran bebedor. En esta pregunta las dos
cosas se enlazan: un filósofo alcohólico, un alcohólico filosófico.16
El alcohólico sabe que todo es cuestión de cantidad. No es que un bebedor
no tenga una bebida favorita. Al contrario: cada bebedor tiene su propia
preferencia cualitativa, una especie de elección. Sin embargo, para el alcohólico el
13 Psicoterapia y Familia
problema tiene que ver con la cantidad y la repetición; la última es la repetición de
la primera y viceversa. Y ¡qué importante es el penúltimo ((pain-you’ll-with-mate)
en esta lista! El dolor de quedarse con mi compañero: la botella, la simetría con la
botella. Como filósofo, Deleuze crea un concepto, una síntesis de la experiencia
anteriormente descrita. Crea la maravillosa declaración: “Un alcohólico nunca deja
de cesar de beber, nunca cesa de extender la mano para alcanzar la última bebida.”
Un concepto filosófico acerca del alcoholismo, la filosofía del alcoholismo: No hay
suelo; estoy habitado por un abismo. El centro del abismo es el penúltimo vaso.
Bateson argumenta que no hay tal “self-making-man” (el hombre que se
hace a sí mismo), el que alcanza el propósito consciente de dejar de beber. Desde
Naven (Bateson, 1958), Bateson intentaba demostrar que ideas como el self y el
ego eran una construcción cultural del mundo occidental. A partir de Naven, estaba
convencido que en arché (al inicio) había logos: la palabra griega que viene del
verbo legein, que, entre otras cosas significa “enlace”, “vínculo” o “conexión.”
¿Qué tiene que ver todo esto con la bebida/borrachera (boisson)? Si
aceptamos la invitación de Deleuze-Guattari y nos deshacemos del triángulo edípico
(madre-padre-hijo) como modelo universal, repensaremos cada fenómeno social
como una consecuencia de contextos múltiples (Pearce, 2009), como perteneciente
a un Dispositivo. No es que en otros mundos culturales la gente no beba; también
han de sufrir las consecuencias físicas del consumo de alcohol, como la enfermedad
de Korsakoff, el delirium tremens, la cirrosis hepática, y probablemente también
morirán.
A pesar de esto, esta dinámica no es necesariamente un drama social. Para
que el beber sea un drama social, necesitamos el contexto cultural de atravesar la
frontera que separa a un self exitoso de un desastre social. Por decirlo así, la frontera
entre Estados Unidos/Puerto Rico. Por supuesto que no es una frontera geográfica;
pero tiene un uso, como pronto veremos. En este sentido, la palabra frontera debe
entenderse como una metáfora, como cuando hablamos de “borderline” (límite,
frontera), palabra ampliamente usada – si no abusada – desde el DSM (Manual
diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales) hasta Joni Mitchell.17
Así, Puerto Rico puede considerarse como un país borderline (línea
fronteriza) y Massachusetts como un país viejo, maligno y narcisista que se ha
convertido en un país curativo/perfecto/académico, con fantasmas dando vueltas
por doquier, como nos enseñó Nathaniel Hawthorne.18
Con este espíritu, vamos a presentarles una narrativa de una sesión familiar,
observándola desde la posición de un antropólogo batesoniano/deleuzeano: Una
familia Puertorriqueña que vive su vida en Massachusetts; una vida común y
corriente que vive la vida en calidad de extraño.
15 Psicoterapia y Familia
Líneas de fuga (lines of flight)
En la terapia, la familia estaba hablando con Pietro de varias cuestiones:
1. La posibilidad de transformar la tutela del niño en adopción. Pietro no tenía
poder para hacer algo al respecto. Por su posición de extranjero, no podía integrarse
al Instituto de Massachusetts de Subjetificación. Eso era la primera línea de fuga:
“Si no puedo hacer nada acerca de su situación social, ¿por qué estamos aquí?” A
partir de este punto, ellos podían haber considerado inútil esta conversación, algo
irrelevante, pues no estaba relacionada con el “Seguro Social real”.20 Pero no lo
abandonaron; fueron generosos con Pietro: le dieron la bienvenida. Y puesto que
Pietro no les era útil, ni al sistema en el que estaban enredados, él no podía imponer
nada, ni siquiera podía liberarlos. Así que crearon un espacio (in)útil para la libertad
de expresión.
2. El bienestar de Madalena. En la segunda parte de la conversación, Gracia y Julio
se mostraron preocupados por Madalena, la joven embarazada que se había ido.
Fue la primera oportunidad para hablar sobre los elementos afectivos (deseantes)
del diálogo. Fue una conversación difícil para Pietro, porque no entendía ni una
palabra de español, y necesitaba un traductor, pero Linda – la hermana de Madalena
– hablaba inglés con fluidez. Mientras Pedro – el niño de cinco años – dormía en
una silla, Linda explicó que Madalena seguido se iba y luego regresaba a la casa,
como si nada hubiera pasado, y estaba segura de que esta vez sería igual.
Pietro sintió que en esta parte del coloquio hubo un cambio: estaban
hablando sobre cómo vivir la vida en términos deleuzeanos. Una hermana sabe
cómo opera la otra; comparten algo, tienen algo en común. Linda entiende la manera
de vivir de Madalena, sus relaciones con la gente, las decisiones que toma. Tal vez
pueda considerarse que Madalena está secretamente en contacto con su hermana.
Desde este punto de observación, inmediatamente todo se vuelve fascinante. Linda
habla rápido, suena muy americana. A veces, a Pietro le cuesta seguirla aunque lo
comprende todo. La percibe inteligente y sensata, con toda una vida por delante;
podría llegar a ser artista, académica, científica. Pietro no puede dejar de pensar:
“¡Que fantástica Wille zur Macht (voluntad de poder) ella está esparciendo!”
3. El tercer y más importante argumento fue la exigencia de Julio de regresar a
Puerto Rico, a lo que Gracia se opuso con fuerza: “si regresamos, perdemos todos
los beneficios que recibimos de Massachusetts, y ¡él empieza a tomar de nuevo!
¡Jamás haremos eso! Él es peligroso: ¡tratando de destruirse, nos arruina a todos!”
He aquí el conflicto entre Gracia (que toma la parte de Massachusetts) y Julio (el
Puertorriqueño); un conflicto que involucra las políticas del cuerpo y de la mente:
el cuerpo de Gracia y la mente de Julio… y también el cuerpo de Julio y la mente
de Gracia.
En cierto sentido, podríamos ver a Julio como un cuerpo social formado por
17 Psicoterapia y Familia
probablemente de gran ayuda para la familia. Fue una especie de discurso delirante,
una visión. Pongamos sus palabras a la manera de un poema:
Veo un túnel que conecta
y desconecta
dos lugares
A la salida de un lado
veo un hospital
y eso es Massachusetts.
Al otro lado
veo un bar,
y eso es Puerto Rico.
Desterritorializaciones adicionales
María escuchó el caso de Pietro como lo hacemos muchos profesionales: como
una reflexión y en medio de una conversación (de profesionales), como parte de la
redacción de este artículo. María no podía dejar de apreciar su belleza – la belleza de
un momento agraciado (Gracia) (¿de un mes? ... Julio) – y de preguntarse sobre las
posibilidades infinitas que este acontecimiento nos ofrece, una vez que nos alejamos
de la historia oficial – el caso clínico descrito por el sistema de expedientes, con
definiciones clínicas de esta familia. Como en todas las industrias de servicios, el
expediente representa más que un paciente, porque cada una de las definiciones
suponen que alguien – los expertos – define al paciente, usando herramientas de
evaluación y observación estandarizados. Como Pietro indicó anteriormente, es
un dispositivo institucional muy efectivo – como diría Foucault – que asigna
estatus y espacio a todas las partes. Las personas son reclutadas para estos roles
19 Psicoterapia y Familia
personas”. Casi treinta años después de haber visto a esta familia, el gesto del niño
todavía tiene mucho sentido.
Pietro resuena con esto y comenta que en Se questo É Un Uomo de Primo
Levi (Levi, 1947), hay una descripción de un prominente (palabra que usó Levi
para describir a una persona que trataba de sobrevivir, usando cualquier recurso
etológico): Henri. Henri aprendió rápido la forma de obtener la compasión de “tipo
“son
“ son ty
hijo” (“son pe”); siempre pudo mantenerse por debajo del umbral de lo que los
type”
Nazis consideraban tolerable, y su fingir pronto llegó a ser lo que él creía. Henri
puede considerarse el opuesto del “Prefiero no hacerlo” de Bartleby. Henri era
traficante; obtenía mercancía del campo del sector inglés; se hacía amigo de todos
de los que se podía aprovechar para sobrevivir. El alma de Julio contiene a ambos:
Bartleby y Henri. Es decir: este caso no se puede entender a través de la narrativa de
Edipo, al pensar en el triángulo de Julio con su madre y su padre, y de cómo estaba
apegado/abandonado por su mamá, o de cómo su padre era autoritario/ausente de
la familia, etcétera. Parece que pasó lo mismo en la sesión de María con el niño y
sus abuelos. Esto tiene que ver con las fronteras culturales – no con las fronteras
“reales”, pues sabemos que Puerto Rico es una isla (entre dos lugares y/o), como
en el caso de la familia Chilena – con series de definiciones. Demos por hecho que
Julio tenía una madre abandonadora y un padre alcohólico. Sucede a menudo en
estos casos. ¿Importa esto mucho en una línea de observación deleuzeana? Si es así,
la cuestión es: ¿Por qué Julio no es Charles Bukowski, Antonin Artaud o Marilyn
Monroe? Ésta podría ser un cuestionamiento deleuzeano. Julio no puede vivir otra
vida que la de retrasado mental en Massachusetts. Sólo tiene una oportunidad –
regresar a Puerto Rico – pero ésta está atrancada (bar-red). El retraso mental es la
línea de fuga que acepta, para no desperdiciar su vida recogiendo propinas en un
bar de Massachusetts, a cambio de bebidas que no puede tomar.
La referencia es el hospital, donde la familia vive ahora, no el bar atrancado.
Pero el hospital es el dispositivo que le da forma a la familia como es ahora. Para el
hospital, quizá el alcoholismo es el problema más importante; no por el problema
del alcoholismo sino porque – en el orden del discurso del Seguro Social – si Julio
toma, ellos pierden todo. Así que el alcoholismo es el orden del discurso en el cual
están enredados. A la vez, la abstinencia es la única manera para seguir viviendo en
Massachusetts y, por supuesto, beber la única manera para regresar a Puerto Rico:
tretium non datur – un sistema atorado –, decía Gianfranco Cecchin.
¿Pero, hay un truco en el hospital (no en los profesionistas enredados en el
sistema)? Sí, porque al imponer la abstinencia como condición (una especie de línea
muerta, sin fecha límite) para vivir en Massachusetts, el hospital (es decir, el Seguro
Social) se comporta como institución humanitaria: los protege económicamente,
cuidando obesidad, paraplejía, retraso mental, problemas sociales, lingüísticos y
21 Psicoterapia y Familia
necesariamente se logra por completo.
10
Ésta es una definición singular. Para Deleuze, como individuos – especialmente en la sociedad
globalizada en que vivimos – estamos constituidos como multitud, y como tal, co-existimos en una
multitud de tales dispositivos.
11
Puede entenderse esto sabiendo que muchos terapeutas en psicoanálisis y terapia familiar han
adoptado el enfoque estructural funcionalista de Parsons a los sistemas, vs la opinión de Bateson.
12
La inmanencia de sistemas es central para ambos pensadores: un respeto fundamental a la
autonomía de los sistemas observados. Se puede argumentar que esto es un hilo que conecta a lo
largo de la historia de ideas radicales que definieron la terapia familiar.
13
Eso ha sido la razón por la que muchos estudiantes de Deleuze y Guattari, y de Bateson, han
pensado que eran relaciones hetero-sexuales, comparando prácticas occidentales con orientales.
14
Con todos los elementos de un proceso esquizofrénico no funciona, colapsa en un montón.
15
Mantenemos la palabra francesa porque es bien reconocida entre académicos anglosajones.
16
Otra vez en un giro de ironía, Bateson también comenta que “los alcohólicos son filósofos en el
sentido universal, que son guiados por principios altamente abstractos” (Bateson, 1971, p. 291).
17
¡Su canción tiene un uso mucho más rico e interesante en comparación con el DSM!
18
A través de novelas como The Scarlet Letter y the House of the Seven Gables.
19
La consulta se llevó a cabo en un programa organizado por Marcelo Pakman. No mencionamos
ni el nombre del programa ni el periodo o los lugares involucrados para preservar la privacidad de
la gente involucrada.
20
Un buen ejemplo de los efectos totalizadores que tiene “lo real”. En éste lo “real”(realidad) no
tiene distinción de lo “real” (realeza).
Bilbiografía
- Bakhtin, M.(1981). The Dialogic Imagination. Austin: University of Texas Press.
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23 Psicoterapia y Familia
Psicoterapia y Familia
Año 2012, Vol 25, No 1: 24-33
MODELOS MATEMÁTICOS
EN LAS RELACIONES DE PAREJA
Resumen
El presente trabajo está basado en un taller realizado durante el X congreso de la Asociación
Mexicana de Terapia Familiar (AMTF), en Querétaro, en noviembre del 2008. En este taller se
analizaron algunos aspectos relacionados con el aumento en la tasa de divorcios en México. Se
presentó un modelo matemático que se ha utilizado para estudiar relaciones de pareja y se discutieron
algunas fuentes de tensión en las parejas mexicanas contemporáneas. Se concluye con algunas
recomendaciones para el trabajo clínico.
Palabras clave: modelos matemáticos, relaciones de pareja, estresares
Abstract
This paper is based on a workshop that took place during the Xth Congreso of the Mexican
Association of Family Therapy (AMTF) in Querétaro, in November 2008. In this workshop we
analyzed aspects related to the increase in divorce rates in Mexico. We presented a mathematical
model that has been used to study marital relations and discussed sources of tension in Mexican
contemporary couples. Some suggestions for therapy are given.
Key words: mathematical models, couple relations, stressors
_____________________________
* Se agradece la colaboración de Ramiro Chávez en la figura 3 y de Claudia Fájer por sus comentarios
y recomendaciones al manuscrito.
** Doctora. Matemáticas y Mecánica, Instituto de Investigaciones en Matemáticas Aplicadas y en
Sistemas (IIMAS), UNAM. *** Doctor en Psicología. Maestro en Terapia Familiar y supervisor.
UAM-X, IFAC, Presidente de la AMTF 2005-2006 y 2012-2013. francisco_aviles@mac.com
25 Psicoterapia y Familia
¿Cómo pueden los terapeutas ayudar a crear contextos que generen estabilidad y
satisfacción?
A continuación presentamos brevemente el modelo de Gottman-Murray y
posteriormente resumiremos los resultados del taller.
Modelo Matemático
En el experimento original de Gottman arriba mencionado se asignaba una
calificación a cada turno al habla de la esposa y el esposo en una conversación sobre
un tema de conflicto; por ejemplo, a una manifestación de cariño se le asignaba un
valor de +4, al lloriqueo un valor de -1, al desagrado un -3 y al desprecio un -4. La
calificación era la positividad menos la negatividad (o la razón entre positividad y
negatividad). A esta calificación acumulada a lo largo de la conversación se le llama
Variable de Gottman-Levenson (Gottman et al, 2005)
A partir del análisis de los resultados se construía una gráfica tipo ``Dow
Jones’’. Resultó sorprendente el poder predictivo de esa variable y se decidió
construir un modelo matemático para comprender el fenómeno. La ventaja de los
modelos matemáticos, a diferencia de los estudios estadísticos, es que permiten
entender los mecanismos subyacentes y los parámetros fundamentales del fenómeno
en cuestión.
Figura 1. Gráficas de una conversación de una pareja típica de bajo riesgo y una de alto riesgo.
27 Psicoterapia y Familia
deben tener con base en la experiencia con parejas y determinando los parámetros
libres a partir de los experimentos. Es importante señalar que este enfoque es
diferente al enfoque estadístico. ( Véase GM cap. 9). Como primera aproximación
se usaron dos formas básicas para la función de influencia, una con dos pendientes
y una constante por tramos:
29 Psicoterapia y Familia
-Surge una posible interpretación sobre los cambio de primer y segundo
orden: en los de primer orden la pareja sólo se aleja del punto de equilibrio pero tarde
o temprano tiene que regresar a él; en los cambios de segundo orden se cambian
las funciones de influencia, por lo tanto también las posiciones de los puntos de
equilibrio y este es el tipo de cambio deseable en un proceso terapéutico.
-Otro punto importante es que el tener un modelo matemático permite hacer
predicciones acerca del comportamiento del sistema en condiciones diferentes a
aquellas en las que se midió, permitiendo proponer intervenciones terapéuticas en
las parejas para generar cambios positivos.
A partir del modelo, Gottman y Murray diseñaron experimentos específicos que
llevaron a las siguientes recomendaciones para las parejas que quieran mejorar su
relación:
• Empezar las discusiones con suavidad.
• Usar frases tipo “yo”; que cada quien hable por sí mismo.
• Controlar las emociones , las actitudes negativas y en particular la violencia
verbal y física.
• Eliminar el desprecio y la burla hacia el otro.
• Conectarse emocionalmente en forma positiva.
• Incrementar los aspectos positivos y gratificantes de cada uno y de la
relación. No basta con disminuir la negatividad. Los divorcios tempranos
suelen asociarse más con la negatividad, mientras que los tardíos (16-20
años ó más) se asocian más con la falta de positividad.
• No ignorar los mensajes, necesidades y reclamos de la pareja.
• Analizar con más profundidad el significado simbólico de los temas que
generan discusión.
31 Psicoterapia y Familia
reconocimiento y apoyo mutuos y limitar la expresión de afectos de malestar
en la medida de lo posible.
9. Reevaluar periódicamente el cumplimiento de los acuerdos, los resultados
obtenidos y verificar si se han alcanzado niveles aceptables de estabilidad y
satisfacción.
10. Si no se puede llegar a niveles aceptables de estabilidad y satisfacción,
valorar otras opciones, tales como una buena separación, que también tendrá
que definirse, negociarse y construirse.
Conclusiones
Los cambios acelerados en los roles de género, las expectativas y los esquemas
de relación de pareja a partir de la segunda mitad del siglo XX trajeron como
consecuencia una ruptura del modelo de relación tradicional complementario para
dar lugar a modelos que están todavía en construcción.
En los últimos años se ha complicado aún más el panorama como resultado
de los vertiginosos cambios tecnológicos en las comunicaciones y la aparición
de nuevos universos virtuales. A nuestro juicio estos cambios han generado
bienestar y satisfacción en algunos temas como logros individuales, más tiempo
para uno mismo, más oportunidades de crecimiento intelectual y desarrollo de
habilidades profesionales para ambos en la pareja, mayor autonomía económica,
mayor autonomía para tomar decisiones, entre otros. No obstante en otros temas
se ha generado confusión dado que cada pareja debe construir sus propias reglas
de interacción a partir de sus valoraciones, expectativas explícitas e implícitas
y su contexto sociocultural lo cual implica un mayor nivel de responsabilidad
y autodeterminación en la medida en que la sociedad, la religión y la familia
extensa no ejercen ya el nivel de influencia que ejercían hace apenas unos años
para mantener a las parejas unidas. No es claro aún si el aumento en el número de
separaciones y divorcios se debe a que hay mayor insatisfacción e inestabilidad
o a que hay otras opciones de convivencia más flexibles y que muchas de las
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33 Psicoterapia y Familia
Psicoterapia y Familia
Año 2012, Vol 25, No 1: 34-49
Resumen
Se compara la técnica de “externalización” de la terapia narrativa con el exorcismo medieval,
donde se ve la causa del sufrimiento como algo maléfico que necesita extraerse de la persona,
al atacarlo y vencerlo. Por lo tanto, a las campañas tipo cruzada de la externalización se le opone
una forma alternativa de relacionarse con los problemas, cuya raíz yace en la sabiduría sistémica.
Al proponer un posible avance para los terapeutas narrativos, se escribe una carta terapéutica a los
problemas que ha castigado la terapia narrativa; y se les pide su perdón y su colaboración futura.
Finalmente, a los problemas se les permite hablar con la terapia narrativa, pidiéndole que permita
más libertad interaccional y participación, para así poder regresar a la sabiduría relacional y al know-
how interaccional terapéutico.
Palabras clave: externalización, terapia narrativa, exorcismo, sabiduría sistémica
Abstract
Narrative therapy’s technique of “externalization” is compared to medieval exorcism, where the
cause of suffering is regarded as something evil that needs to be called out of a person, attacked, and
vanquished. An alternative way of relating to problems, rooted to systemic wisdom, is contrasted
with the crusade-like campaigns of externalization. Addressing a possible breakthrough for narrative
therapists, a therapeutic letter is written to the problems that narrative therapy has chastised, asking
for their forgiveness and future collaboration. Finally, problems are given an opportunity to speak
to narrative therapy, asking them to allow more interactional freedom and participation in cases in
service of a return to relational wisdom and therapeutic interactional know-how.
Key words: externalization, narrative therapy, exorcism, systemic wisdom
35 Psicoterapia y Familia
más,
áás, haciéndote pasar por su amiga, justo cuando está atravesando por grandes cambios…
¡Vampiro! ¿No has obtenido lo suficiente? ¿No estás áás satisfecha con la cantidad de jóvenes que has
depredado, primero robándoles su grasa, luego su carne, luego su fuerza… su vida misma?” Si no
fueras tan viciosa y maléfica,
ééfica, seríía para morirse de risa… Pero, ¿sabes qué, anorexia?, no lo vamos
a tolerar (Maisel, Epston y Borden, 2004, p. 160).
37 Psicoterapia y Familia
cerebrales, comportamiento, familia u opresión cultural; 2) crea un número limitado
de técnicas o formas de entender el mundo que aplica a toda situación clínica; [3]
solidifica una narrativa totalizadora o una gran explicación (que paradójicamente
puede incluir una polémica en contra de los discursos privilegiados). Estas tres
condiciones terminan por construir una terapia parcial o totalmente aislada del
contexto más abarcativo.
Re-examinemos y recordemos la historia del aislacionismo en la terapia
narrativa. Por ejemplo, Stagoll, al criticar a Michael White, acota que aunque su
libro “intenta abordar lo ético y lo político, cae peligrosamente en el olvido y el
desmembramiento, al insistir estridentemente en separar la terapia narrativa de la
cultura psicoterapéutica de donde surgió…” (en Flaskas et al, 2000, p.124.) La
“política exclusiva de la terapia narrativa” incluye el hecho de que White rehusó
dialogar con los colegas de su propio país (Larner, en Flaskas et al, 2000, p. 142).
Stagoll se lamentó: “¿Por qué no le responde a los terapeutas australianos?
¿Por qué no puede dialogar” (p.124.) Quizás, el recuento fantaseado que hace de
las ideas de Bateson – que no se asemeja en nada a la cibernética (White y Epston,
1990, pp. 2-3) – o las creencias re-imaginadas de los terapeutas sistémicos que el
medio de la narrativa trivializa, o el cachondeo generalizado con todo movimiento
políticamente correcto que no ha logrado alcanzar la meta congruentemente,
terminan en un aislacionismo que bloquea posibilidades correctivas. A final de
cuentas, la terapia narrativa acaba siendo el ejemplo perfecto de cómo una visión del
mundo que “todo lo interpreta” no ve que hay que interactuar con los que piensan
y actúan de manera diferente. Demuestra cómo la ambición-por-salvar-al-mundo,
el saber cuestionable y las técnicas de memorización adquieren una verbosidad que
pide a gritos ser editada, pues está empaquetada decontextualizadamente y, ciega,
presume ser significativamente original, en palabras y en obras.
A veces, los terapeutas, incluyendo los que se dedican en cuerpo y alma al
arte de contar historias, también requieren de una cura. Podríamos argumentar que
una prueba útil por la que debe pasar toda terapia es aplicársela tanto al terapeuta
como al cliente. En el caso del terapeuta narrativo-exorcista, ¿por qué no prescribirle
una dosis de su propia medicina? Podría parecerse en algo a esta carta basada en sus
propias palabras:
Me desperté a medianoche… mi mente hervía íía con una rabia furibunda contra la terapia
narrativa. Pensé: “¡Otra vez, tú, terapia narrativa! Así que disimuladamente te has metido en la vida
de un clínico
íínico inocente máás, haciéndote pasar por su amiga cuando está atravesando por grandes
cambios…! Vampiro, terapia narrativa, ¿no has chupado lo suficiente? ¿No estás áás satisfecha con la
gran cantidad de clínicos
íínicos que has depredado, primero robándoles sus posibilidades creativas, luego
su imaginación, su ingenio…, su vida terapéutica misma? Si no fueras tan viciosa y maléfica ééfica sería
í
para morirse de risa… Pero, ¿sabes qué, terapia narrativa? No lo vamos a tolerar.
39 Psicoterapia y Familia
ban mutuamente al trabajar; buscaban detallar la danza interaccional; no se regodeaban con el
análisis teórico.
rico. En cambio, hoy en ddííía,
a, los terapeutas narrativos interpretan. Se puede predecir,
entonces, que un terapeuta narrativo va a estar menos atento a la danza que surge dentro de la inte-
racción y sugerirá que se comprenda más áás la situación antes de llevar algo al acto (performance).
Captar la circularidad interaccional de la cibernética tica es muy dif difííícil;
cil; es como terminar
una conversación con un roshi zen sin recibir un golpe en la cabeza. Tenemos que entender que
el terapeuta narrativo no ha dado el salto que lo plante en la interactividad improvisacional. Se
regresó a la forma convencional de percibir el mundo: para actuar primero necesitas saber. Stagoll
(1998) lo dice así: la terapia narrativa tan solo emprendió la retirada ante el dif difííícil
cil reto de ser un
terapeuta familiar interaccional. Toma mucho tiempo aprender a ver la interacción, y más áás tiempo
aún improvisar una vez que se llega a estar en el interior mismo del movimiento interaccional. Pero la
terapia narrativa enfatiza que hay que trabajar con la interpretación y el relato, y prescribe maneras
rutinarias que le dan sentido a problemas y soluciones. Así, íí, clientes y terapeutas siguen atrapados
en una visiónn del mundo donde el observador independiente busca la sanación (cura (cura) a travéés de
una computación más áás correcta y liberadora de la realidad externa. Éste es el juego terapéutico más á
ás
antiguo, el que nos remonta a Viena. SSólo que ahora el “trauma cultural” (colonialismo, opresión
patriarcal, etcétera) reemplaza al trauma infantil. Y una misión arqueológica descubrirá los hechos
e iluminará la interpretación sagrada que, se supone, libera a la gente.
Desgraciadamente, subrayar la interpretación tiene un costo muy alto: típicamente íípicamente lleva
a la caza del culpable. En la terapia, la explicación ubica la causa del problema (nota: cualquier
reificación de un relato o de una explicación revela inmediatamente una epistemología íía que no es ni
circular ni ecosistémica). Aquí es donde entra el exorcismo: hay que sacrificarse para que triunfe
una y otra vez la obra narrativa que ensalza la moral.
Queremos que todos los problemas del mundo sepan esto: algunos nos liberamos del enojo,
la culpa y el ataque cuando las ideas sistémicas – sin importar qué tan limitadas eran en ese entonces
– nos guiaron hacia una complejidad mayor de la organización contextual y transcontextual. Hay
que perdonarle a esta generación post-sistémica el que haya perdido sus raíces, ííces, haciendo una
regresión a campos de batalla cubiertos de interpretaciones reduccionistas.
Sepan, por favor, que estamos conscientes de la bastardización de las ideas sistémicas
y comunicacionales hecha por los nuevos exorcistas. Por un lado, hay un rechazo abierto a la
epistemología íía cibernética de Gregory Bateson; por el otro, esquivamente se pretende que Bateson
inspiró la definición de la terapia como “todo sobre la interpretación” (White y Epston, 1990, p. 2).
¿Se vale que nos atrevamos a preguntar si esta usurpación de Bateson corresponde a la confusión
de un propagandista, y que simplemente tiene que ver con citar a una figura de autoridad como un
medio narrativo con el fin de alcanzar legitimidad en pos de fines políticos? í
íticos?
Por ejemplo, cuando Bateson utilizó la distinción de Korzybski, el mapa no es el territorio,
jamásáás insinuó que toda comunicación es una interpretación o una regresión infinita de mapas
(White y Epston, 1990, pp. 2-3). Bateson (1972) siempre mantuvo la tensión entre lo “observable”
(
(observables) y lo “fundamental” (fundamentals). Lo observable es una transformación de lo que
tradicionalmente se conoce como “datos”; lo fundamental es una metáfora ááfora de la “teoríía formal”. Él
pensaba que los “principios dormitivos” no son ni lo uno ni lo otro, sino abstracciones cocinadas a
medias que promueven falacias en el pensamiento, algo que él observaba en todas las escuelas de
terapia, especialmente aquéllas que enfatizaban la interpretación. La contribución de Bateson al
campo de la terapia es primordial tanto por su lúcida observación del comportamiento como por
sus merodeos teóricos.
Por eso les pedimos, queridos problemas, que reconsideren colaborar con los terapeutas
que no buscan secuestrarlos o externalizarlos hasta que se olviden completamente de ustedes. Les
41 Psicoterapia y Familia
antídoto a la adicción de los terapeutas interpretativos incapaces de controlar su
compulsión a probar que todo drama humano tiene una trama subyacente que ellos
se responsabilizan por sacar a la luz. Necesitamos recuperar experiencias que no
estén ahorcadas por comentarios interminables que vienen del exterior. Gabriel
García Márquez siempre se molesta cuando alguien trata de encontrarle un sentido
subyacente a su obra; hace lo imposible para frustrar los esfuerzos de su lector por
encontrar significados. Señala:
La mayoríaíía de los crííticos no se dan cuenta de que una novela como Cien años de soledad
es en parte una broma; está llena de señales personales a amigos cercanos; creen que tienen un
derecho predestinado para pontificar y se abocan a decodificar mi libro, arriesgándose a quedar
como unos tontos (García Márquez y Apuleyo Mendoza, 1983, p.72).
Esto tiene una resonancia con el aquí y ahora de los que hacen terapia
breve interaccional. Ellos no niegan la historia, simplemente no le dan importancia
interpretativa y narrativa. Lo que importa de la historia está presente en el presente.
Maturana lo llama la cibernética del tiempo-cero (Keeney, 2009). Repetimos, no es
fácil aprender a participar en un presente no interpretado. Nuestro incesante hábito
de interpretar desea cazar toda experiencia y comérsela. No nos debe sorprender,
entonces, que los terapeutas narrativos crean que los problemas necesitan
continuamente una dieta saturada de significados. Ellos nos proporcionan esta
interpretación, y lo hacen para que su ideología permanezca viva. Sucedió lo
mismo con la Inquisición. Cuando uno cree que el demonio está allá afuera, actúa
para probarlo. Y el intérprete sigue exorcizando a los demonios que percibe. Así
mantiene la solidez de su entendimiento.
Sin embargo, los terapeutas que improvisan se hacen preguntas sobre lo que
hacen – incluyendo el acto de interpretar – para que surja una experiencia. Cambian
su conducta con el fin de plantar semillas que darán lugar a otra realidad. Los
43 Psicoterapia y Familia
terapeutas familiares estructurales de la vieja escuela hacían que los adultos que
formaban parte de la vida de un niño calificado como problemático lo observan
detrás del espejo, mientras que el terapeuta estructural intentaba precipitar un
comportamiento competente. Sin discutir siquiera un solo significado, la acción
llevaba a un cambio en el entendimiento: “actúa diferente para interpretar de
diferente manera.” Invitemos, pues, a un terapeuta narrativo a que tenga mayor
libertad de acción; alentémoslo a ser más flexible en sus interpretaciones, a que no
le dé tanta importancia a una puntuación contextual específica.
Strawson (2004) argumenta: “entre más recuerdas, más vuelves a relatar y
más te narras a ti mismo; por lo tanto, más riesgo corres de alejarte de un auto-
conocimiento más preciso, de la verdad de tu ser”. Y lo que es peor. Cuando
constantemente, “con gran gusto y de forma novelesca”, le relatas “tu experiencia
cotidiana a los demás,” te alejas “cada vez más de la verdad” (p.447). Y llega a la
conclusión: “la psicoterapia no tiene que ser una narrativa o un proyecto narrativo”
(p. 448), porque tienden a falsificar las verdades más importantes de nuestro vivir.
“Vivimos”, observa el gran escritor de cuentos cortos, V.S. Pritchett (1979), “más
allá de cualquier cuento que escenifiquemos al azar” (p. 47).
Ya sea que privilegiemos o no alguna narrativa, esto desconcierta menos que
la violencia que se perpetúa cuando intentamos someter una experiencia humana
a una purga. La terapia narrativa, cuya externalización de los problemas es tan
conocida, ha recurrido a la versión modernista del exorcismo para borrar partes de
la experiencia humana que justifican sus cuentos heroicos donde lo recto utiliza el
poder para luchar en contra de alguna plaga desconcertante. Ha llegado la hora de
que la narratividad confronte la complejidad, la incertidumbre, la interactividad;
y quizás más importante aún, que juegue – no con mapas interpretativos sino con
territorios donde pueda tener una existencia creativa.
La terapia narrativa, en su mayoría, es la historia de terapeutas perdidos que
buscan sentirse vivos creyendo en una gran cruzada, ésa que culpa a otra historia por
oprimir y empobrecer a muchos. Sin embargo, sólo ha conseguido repetir el fracaso
de las terapias interpretativas psicodinámicas. Es más, su campaña que consta de
externalizar problemas contribuye al desmembramiento dualista del mundo de la
experiencia, algo que no evoca sabiduría – ni transformaciones significativas. Sólo
sirve para forjar propaganda teórica en lugar de arte – el extraordinario arte del
cambio terapéutico. En ella no encontramos la revolución que nos libera de la
tiranía de la narrativa griega. Y ha llegado la hora de actuar para entender que
la interpretación es un círculo vicioso de auto-engaño, no un lugar de liberación
del self. Ha llegado la hora de terminar con la colonización del relato sobre la
experiencia. Para finalizar, permitámosles la última palabra a los problemas, a los
síntomas y al sufrimiento.
45 Psicoterapia y Familia
tirse a travéséés de las palabras. y posee Lo que vamos a decir ahora no debe contenerse dentro de
un círculo
íírculo hermenéutico; son los suspiros de tradiciones de sabiduría íía cuyas voces pocas veces se
escuchan en la terapia – sea la que fuere. Y lo vamos a decir sabiendo que pocos van a escuchar.
Pero debe decirse; lo escucharan aquellos que estén esperando ser liberados.
Un terapeuta debe ser algo más áás que un intérprete o un improvisador; debe despertar su
corazón de sanador-curandero. Los profesionistas de la salud mental aseguran de boca para afuera
que le dan prioridad a la diversidad cultural, pero rara vez se adentran en otras culturas y averiguan
cómo se ha llevado a cabo la cura durante miles de años. Hasta los terapeutas entrenados en la
universidad pertenecientes a culturas que no son europeas rara vez honran sus propias tradiciones
culturales. Regresan a su país íís con el modelo europeo de interpretación que prescribe cómo deben
liberarse de la opresión. Usan los instrumentos del opresor que los ha colonizado. Éstos incluyen
la construcción continua del “otro” reificado – sea problema o persona – que está separado de
ellos y de la totalidad más áás abarcativa, un grito de batalla moralista en contra de características
indeseables que alimentada la ideología íía de la salvación y la interminable categorización del mundo
en dicotomías.
í
ías.
¿Qué hacer ante esta ideología íía de supremacíía expresada por los terapeutas narrativos
que se oponen a la opresión? ¿Reír? ¿Llorar? Aparentemente, creen que su cruz es curar al mundo,
dándole su visión narrativa. Esto nos mistifica. Nos confunde escuchar cómo algunos terapeutas
narrativos dan a entender que estar “en el frente”, o sea, atacando a la anorexia/bulimia apoya el
llamado feminista a la liberación de la mujer que está en contra de narrativas patriarcales dañinas
(Maisel y colaboradores, 2004, p.7). ¡Si son llas feministas las que sostienen que el énfasis en la
dominación, la violencia y la guerra como una solución viable a los problemas es producto de
paradigmas patriarcales! Así pues, nuevamente, el feminismo, como la cibernética de Bateson y la
historia de la terapia familiar sistémica, está puesto de cabeza para servir a los que encabezan a la
terapia narrativa.
Sin embargo, sugerir que los países no europeos regresen a sus tradiciones de sanación es
demasiado simplista. Y romántico. Nosotros, los problemas, también somos parte de una epistemología í
ía
circular. Y, como problemas, tenemos que aceptar el crédito – aunque sea parcial – por inspirar
la molestia de Bateson hacia las ciencias sociales que lo llevó, en parte, a utilizar la teoría íía de los
tipos lógicos. Quería que viésemos los errores lógicos en los que incurrimos al confundir órdenes de
diferencia. Si viviese, posiblemente le recordaría íía a los terapeutas que la cultura, el género, la teoríaí
ía
postcolonial, la feminista y la de liberación, son de un diferente tipo lógico que la epistemología. í
ía.
Esta última marca distinciones constante y recursivamente, dentro de un contexto siempre “nuevo”
y actual. Les ofrecemos, pues, una probadita de una orientación no discriminatoria: Todos los seres
humanos – independientemente de las categorías íías que les encanta construir basadas en el lenguaje,
el color de la piel, la historia pasada, la ubicación geográfica ááfica – pueden tener una epistemología í
lineal y reductiva y sentir apego por un conocimiento fundamentalista. Nosotros estamos quí para
que se den cuenta de que existe el baile ecológico y recursivo del ser, y puede estar tan vivo en un
pueblito en Bali como en un consultorio en Nueva York.
Históricamente hablando, el síntoma ííntoma de la encopresis inspiró, en parte, el nacimiento de
la terapia narrativa. Michael White (1984) alentó a los niños a que externalizaran su problema de
ensuciar su ropa con sus heces al llamarlo “Sneaky Poo” (Popo socarrón). Así, se alienta al niño
a que se enoje con Sneaky Poo, a quien le encanta jugar a las escondidas. La meta terapéutica
es que el niño sea más áás socarrón que Sneaky Poo, un caso rutinario en el consultorio de un
terapeuta estratégico.
é
égico. Sin embargo, al reificar esta maniobra y convertirla en una técnica llamada
“externalización”, se eliminó la habilidad natural del terapeuta a improvisar, al igual que se eliminó
la defecación espontánea. Si se hubiera considerado a Sneaky Poo como un maestro sabio en
47 Psicoterapia y Familia
sanación, que es el que ofrece las lecciones más
áás duraderas sobre el arte de amar, de amar al otro y
a uno mismo, tanto en las altas como en las bajas de la vida.
Nosotros, los problemas, queremos cantar en lugar de gritarles a los terapeutas narrativos:
“No es personal. Pero aunque hoy nos ahuyenten al llamarnos demonios o vampiros, en algún
momento regresaremos… y nos escucharán. ¿O qué? ¿Quieren una cruzada terapéutica que marcha
de batalla en batalla? ¿No prefieren aprender a enamorarse de la vida, de la vida entera? Como
problemas, traemos el corazón del sufrimiento que es inseparable del corazón de la cura. ¿Por qué
es inevitable que formemos parte de su vida y que, a su vez, es justamente lo que los acerca al corazón
curativo del amor? No lo sabemos. Pero, a todos aquellos que nos aman con la fuerza necesaria
para mantenernos en el lugar que nos corresponde, gracias; somos los bajos indispensables que
responden a sus altos, la noche obscura que anuncia la aurora, la nota desafinada que les recuerda
cuidar de sus instrumentos musicales.
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49 Psicoterapia y Familia
Psicoterapia y Familia
Año 2012, Vol 25, No 1: 50-55
Resumen
La psicoterapia es un espacio de privacidad y lleno de emotividad. Esta emoción la trae el paciente
y es transmitida a un psicoterapeuta a quien le deposita la confianza y la “fantasía” de que le va a
ayudar a encontrar soluciones a lo que le agobia. En este espacio existe un tiempo, lleno de pasado,
que se vive en el presente y que se proyecta en un porvenir. A traves de la espontaneidad misma
del paciente, surge la creatividad del terapeuta, que se atreve a construir un espacio metafórico, que
puede ser el juego, la poesía o el baile y lograr conmover los más profundos afectos.
Palabras claves: Psicoterapia, sentimientos,espontaneidad, creatividad, juego, poesía, música,
baile, abuso, agresión, violencia
Abstract
Psychotherapy is a private space and full of emotion. This emotion is brough by the patient and is
transmitted to a psychotherapist who would deposit trust and “fantasy” that will help him/her/them
to find solutions about overwhelms. In this space there is a time full of past, which lives in the
present and projected in future. Through spontaneity of the same patient, there is the therapist ́s
creativity, who dares to build a metaphorical space that can be play, poetry or dance and to move to
achieve the deepest affections
Key Words: Psychotherapy, feelings, spontaneity, creativity, play, poetry, music, dance, abuse,
aggression, violence
Como psicoterapeuta cada vez me cautiva más y más la espontaneidad que se vive
en el espacio terapéutico y la forma de informar acerca de los sentimientos íntimos
que transmiten los pacientes, y lo que cabe preguntarse como persona-terapeuta:
- ¿Esta historia me recuerda a algún pasaje de mi propia familia?
- ¿Esta pareja me recuerda a la pareja de mis padres?
- ¿Esta pareja me refleja a mi propia pareja?
Y es que cada familia nos habla de nuestra propia familia. Por eso es fácil
reconocer el discurso... De alguna manera, la única verdad que importa es la que
_______
Doctora en Psicología. Profesora de la Escuela de Psicología (Universidad de Costa Rica). Máster
en Terapia Familiar y en Psicopatología Infanto-Juvenil (Universidad Autónoma de Barcelona,
España).. 207 Sandpiper Court, Hotspur Street, Tynemouth. North Shields. NE30 4EW. Inglaterra.
Tel. 00441914292989 e.mail: sylvia.sanchez@gmail.com
51 Psicoterapia y Familia
La psicoterapia se convierte en un espacio de encuentro en el aquí y ahora,
el el que, como experiencia de vida, se eligen las palabras para ser depositadas
en el psicoterapeuta, quien se hace cargo de darles dirección hacia posibles
soluciones, ofreciendo una dosis de esperanza. Esto se logra a través de la creación
de intensidad, connotaciones positivas del síntoma y de los logros alcanzados,
reencuadre de los protagonistas del evento, positivismo mediante la reformulación
de aquellas vivencias de maltrato que han llevado al paciente a este encuentro con
la psicoterapia.
Se requiere técnica para aprender a tocar el piano, pero a la larga, si uno
quiere hacer música, debe trascender la técnica aprendida y confiar en la propia
espontaneidad ((2002, p. 53), afirma Irvin Yalom, en El don de la terapia (2002),
con esa sabiduría que los años les da a los terapeutas. Cuando la psicoterapia da
para poesía, para cantar, para bailar... (¿es que no lo han echo sus pacientes?) me
parece un acto de profunda expresión natural humana.
Caso clínico
Ana y Jorge son una pareja que había pasado más de ocho años en una separación
de cuerpos bajo el mismo techo. Jorge llegó a terapia individual, posesionado en su
rol de víctima en una relación de violencia doméstica: totalmente sucumbido en su
dolor, atemorizado de que Ana supiera de que estaba recibiendo terapia individual.
Pasaron cuatro sesiones de convencimiento, para que transformaran la terapia
individual en terapia de pareja.
Esto se había convertido para mí en un reto terapéutico; la terapia de pareja
sería de difícil manejo, debido a la “desventaja” que se había construido en el
proceso de trabajar con un solo miembro de la pareja. En un artículo sobre “alianza
terapéutica” Corbella y Botella (2003) afirman que este constructo se da tanto
por las variables del terapeuta (independientemente de la escuela terapéutica a la
que pertenezca) como por la postura del paciente, y que el desarrollo del proceso
terapéutico rige la importancia atribuida a la alianza terapéutica. Ponen, así, de
manifiesto la relevancia de la dimensión relacional entre terapeuta y paciente,
en cuanto a que puede facilitar o dificultar la relación, el entendimiento y la
compatibilidad.
Tapia Villanueva, Bernales, Campos, Erazo, Fuentes y Sánchez, en “La
primera entrevista en terapia de pareja (2001), aseguran:
Los terapeutas debemos centrarnos en el proceso. Entendemos por proceso una clase
de interacción de un nivel recursivo superior que da cuenta de cómo se organizan las pautas
de relación, con sus respectivos contenidos repletos de atribuciones y significados, las
emociones correspondientes y como este devenir cursa en una determinada temporalidad.
Así proceso y contenido no se oponen sino que pertenecen a niveles lógicos diferentes. Esto
es, el proceso contiene al contenido y al emocionar (p. 57).
53 Psicoterapia y Familia
Le pedí a ella que le dijera lo mismo, y ella replicó:
− ¡No te mereces tanto dolor, Jorge!
Y Jorge lloró como un niño. Sacó su pañuelo y volvieron a la danza, abrazados...
Y le pregunté a Jorge:
− ¿Qué percibes del cuerpo de Ana?
− Está sudando... me está abrazando... la siento cálida, contestó.
− ¿Qué percibes del cuerpo de Jorge? Le pregunté a Ana.
− Siento el palpitar de su corazón, contestó.
− Pues sigan en esa calidez y escuchando el corazón, comenté.
Y así pasaron tal vez uno o dos minutos, y antes de que se cansaran de su baile
les aseguré:
− Esto no ha terminado, aun falta la parte de Ana... Reafirmando la posición
conyugal le pregunté a Ana:
− ¿Qué canción elegirás para esta danza inicial?
− Aquella canción de los años 70 ́s, de Palito Ortega, que decía: “Perdón si te
hice daño, perdón si te ofendí...”
− “No quiero que te vayas, quédate junto a mí. Verás que todo pasa mañana
otra vez. Yo te diré soñando... Te quiero. Te quiero amor. Te quiero, te quiero más
que ayer...”
ayer...”, Jorge prosiguió cantando al oído de Ana.
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y la terapia sistémica. Barcelona: Paidós.
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- Yalom, Irvin D. (2002). El don de la Terapia. Buenos Aires: Emecé.
55 Psicoterapia y Familia
Psicoterapia y Familia
Año 2012, Vol 25, No 1: 56-67
Resumen
Mediante el modelo de Milán, que siempre está en constante evolución, se otorgó tratamiento
en 10 sesiones a una familia con violencia intrafamiliar constituida por madre, padre, hijo e hija
adolescentes. Se establecieron dos hipótesis circulares: 1) si la hija se siente abandonada por los
padres buscará la manera de llamar su atención y/o de buscar un vínculo que no encuentra en casa;
y 2) si el padre no encuentra en la madre la dote afectiva que espera reaccionará con violencia,
repitiendo lo que vivió en su familia de origen. Se comprobaron ambas hipótesis. El trabajo terapéutico
enfatizó la transmisión intergeneracional de la violencia y la carencia, las pautas trigeneracionales,
el sufrimiento de los padres en la familia de origen y la elección de pareja, siguiendo ciertas técnicas,
como un intento de neutralidad, connotación positiva, cuestionamiento circular y separación entre
los subsistemas. El resultado fue que la madre decidió irse de casa, llevándose a su hija para que
ambas se protegieran de la violencia. Algunos patrones trigeneracionales fueron: violencia, incesto,
parentalización de los hijos. Se propone identificar algunos indicadores que permitan prevenir la
repetición de patrones que transmiten la violencia.
Palabras clave: Milán, patrones, violencia, intrafamiliar, transmisión integeneracional
Abstract
A treatment of 10 sessions was given to a family with family violence using the Milan model, which
is constantly evolving. The family consisted of mother, father, a son and a teenage daughter. Two
circulars hypotheses were established: 1) if the daughter feels abandoned by her parents, then she’ll
try to get their attention and/or she’ll seek a bond that she can’t find at home; and 2) if the father
doesn’t find in the mother the love that he desires, then he will react with violence, repeating what
he lived in his family of origin. Both hypotheses were proved. The therapeutic work emphasized the
transmission of violence and lack of affection through the generations, trigenerational patterns, the
parents´ suffering in their family of origin, the choice of a partner, and certain techniques such as
neutrality, positive connotation, circular questioning and separating the subsystems, were used. The
result was that the mother left home, taking her daughter with her so that both would be protected
from violence. Some trigenerational patterns were: violence, incest, children that take on the parents´
responsibilities. Some indicators were identified that might prevent the repetition of patterns that
transmit violence are suggested.
Key words: Milan, patterns, violence in the family, generational transmission
“Cuando me enojo y grito mi familia se asusta y
reaccionan como –ratitas asustadas-”
César Fabián
______________________________________
* Maestra en psicología. Residencia en terapia familiar (UNAM). Da atención familiar en el CRIT
Hidalgo. Correo: trejo@teleton-hgo.org
57 Psicoterapia y Familia
preguntó a cada miembro de la familia su opinión acerca de lo que los otros
decían. Por ejemplo, qué opinaba César Fabián acerca de la relación entre Fátima
y su familia; cómo observaba César Abraham que reaccionaban su hermana y su
madre ante los gritos de su padre; qué opinaba Marisol de que su papá golpeara a
su mamá (cuando asistieron ambas solamente); cómo observaba Fátima que reac-
cionaban sus hijos ante las agresiones de su esposo...
- Preguntas a futuro: Cuando Fátima decidió irse de su casa, se le pidió que
imaginara que ya lo había hecho y que visualizara qué tendría que ser diferente (en
comparación con otras ocasiones en que se había ido a Oaxaca) para que pudiera
protegerse mejor y proteger a su hija, y qué tendría que hacer para que su esposo
no la convenciera de regresar con él, para no ceder ante sus amenazas de suicidio e,
incluso, para trabajar en Oaxaca.
- Separación entre el subsistema parental/conyugal del subsistema fraterno: No es
una técnica específica, pero el Modelo de Milán plantea la separación de subsistemas;
en primer lugar, para quitarle la responsabilidad a los hijos de la problemática entre
los padres y, en segundo lugar, para favorecer la solidaridad en la fratría. Por eso,
en esta familia en ocasiones se trabajó con la pareja, en otras, con Marisol a solas o
con Fátima y Marisol o con César Fabián o Fátima a solas. Esto permitió trazar un
límite entre el subsistema parental y el fraterno, ya que Fátima parecía formar parte
de este último. Cuando se trabajó con Fátima y con Marisol fue importante que la
primera percibiera su propio sufrimiento en su relación de pareja y en su familia
de origen; así podría valorar la gravedad de la situación y, posteriormente, ser un
modelo más asertivo y menos deprimente, especialmente para su hija. Los espacios
que se tuvieron con César Fabián lograron que éste reconociera tanto la violencia
sufrida en su familia de origen, como la que ejercía hacia su esposa e hijos. El
trabajo con la pareja mostró cómo desde el noviazgo Fátima permitió que César
Fabián la juzgara, y él mismo admitió “tener el poder y manejar a su familia”.
Una vez trazados los límites entre subsistemas se exploró lo siguiente:
- Pautas trigeneracionales: La repetición de eventos. Cómo la violencia se repite
de generación en generación - no nadamás César Fabián había sufrido violencia
de su padre, y había visto violencia en sus abuelos, sino que ahora la ejercía sobre
su mujer y su hija. Y el abuso sexual - “lo que pasó” entre Fernando y Marisol -
también había sucedido anteriormente entre primos en la familia de César Fabían.
- Sufrimiento de los padres en la familia de origen: En una sesión familiar, se le
preguntó a César Fabián cómo le había afectado la violencia que vivió en su familia
de origen, permitiendo así que la familia completa fuera testigo del sufrimiento
vivido (el modelo de Milán plantea que el padre/madre, en este caso César Fabián,
no podrá reconocer el sufrimiento del hijo hasta que sea capaz de reconocer su
propio sufrimiento). Luego se les preguntó a Fátima, Marisol y César Abraham si
59 Psicoterapia y Familia
evaluación que incluyó las categorías siguientes:
A. Hipótesis circular: Si la hija se siente abandonada por los padres, entonces
buscará una manera de llamar su atención y/o de buscar un vínculo que no
encuentra en casa. Cuando se encontró que la familia era un caso de violencia
intrafamiliar, se planteó la siguiente hipótesis circular: Si César Fabián no
encuentra en Fátima la dote afectiva que espera reaccionará con violencia,
repitiendo lo que vivió en su familia de origen (patrones trigeneracionales de
violencia intrafamiliar).
B. Definición del problema (naturaleza de la disfunción): Rigidez-flexibilidad:
Se observó rigidez en los roles de pareja, pues César Fabián era el que siempre
tomaba las decisiones conyugales y familiares; ejercía una jerarquía superior
como esposo y como padre. También había rigidez en la jerarquía según los
rolesde género, ya que Marisol y Fátima se encargaban de labores con menor
status en la veterinaria. Por otro lado, había rigidez en cuanto a “lo sucedido” entre
Fernando, el primo, y Marisol, pues se tenía una idea generalizada de que habían
tenido relaciones sexuales cuando, en realidad, Fernando abusó sexualmente de
Marisol. Paciente identificado: al inicio, Marisol era la paciente identificada.
Sin embargo, en la primera sesión se distribuyó el síntoma, y la pareja refirió
que ellos ya tenían problemas. Alianzas y coaliciones: padre e hijo tenían una
coalición en contra de Marisol, pues el segundo se encargó de informarle a su
padre acerca de los mensajes (vía celular) que Fernando le enviaba a Marisol.
Asimismo, César Abraham le había dicho a su hermana que “eres buena para
la cama” y le demostró su enojo por “lo ocurrido” entre Fernando y ella,
asustándola al conducir bruscamente. Reglas: una regla fue que no podía haber
relaciones sexuales entre miembros de la familia (un rasgo sano). Otra regla
fue que cuando César Fabián hablaba se le debía contestar, aunque la familia se
atemorizaba ante sus gritos y en lugar de contestar se quedaban callados.
C. Función de la conducta problemática en el sistema (pautas y conducta): De
acuerdo a la hipótesis, si la hija se siente abandonada por los padres, entonces
buscará una manera de llamar su atención y/o de buscar un vínculo que
no encuentra en casa. Se piensa, entonces, que la función de la conducta
problemática es que lo que sucedió entre Marisol y su primo “unió” a la
familia (connotación positiva), ya que sucedió cuando Fátima se encontraba
en Oaxaca y ahora la pareja estaba unida para atender los problemas de su
hija. En cuanto a César Abraham, había quedado encubierto con “la conducta
de su hermana”, por lo que sus padres no le habían dado importancia a sus
calificaciones escolares.
D. Hipótesis de la familia acerca de por qué ocurre el problema: César Fabián cree
que lo que pasó entre Marisol y Fernando fue por “rebeldía” de ella.
Logros de la terapia:
Se comprobaron ambas hipótesis circulares: a) al una niña sentirse la hija
abandonada por sus padres, busca un vínculo que no encuentra en casa; Fátima lo
hace al igual que Marisol; y b) al no encontrar César Fabián la dote afectiva que
espera de Fátima, reacciona con violencia, repitiendo lo que vivió en su familia de
origen (siguiendo un patrón de violencia intrafamiliar).
Al trabajar la transmisión intergeneracional de la carencia y observar la
61 Psicoterapia y Familia
relación entre violencia y carencia, se vio que la violencia de César Fabían tenía que
ver con sus vivencias infantiles, al sentirse como un “ratón asustado” ante un padre
golpeador. Al trabajar Fátima su dependencia en su relación de pareja, reconoció
que ésta era un patrón que se repetía, al igual que su aceptación de las agresiones
que recibía. Y ambos reconocieron que las expectativas (dote afectiva) que tenían
cuando se casaron no habían sido cubiertas en su relación de pareja.
El concepto de neutralidad - que el equipo de Milán destacó especialmente
cuando empezaba a desarrollar su modelo (Selvini-Palazzoli, Boscolo, Cecchin y
Prata, 1980) - desempeño un papel importante en el tratamiento de esta familia. Por
lo tanto, se establecieron alianzas con todos y se dio un espacio para que cada uno
se expresara. Además, la terapeuta y el equipo se situaron también en posición de
equicercanía (Selvini, Cirillo, Selvini y Sorrentino, 1999). Por ejemplo, cuando
Fátima trató, en sesión individual, su situación ante la violencia de su esposo, como
ella era la principal receptora, se hizo una alianza con ella para reforzar su posición
de responsabilidad como madre y explorar su decisión de irse a Oaxaca, tomando
en cuenta las instituciones en las que podía apoyarse.
Asimismo, se aclaró “lo sucedido” entre Marisol y su primo, subrayando
que no tuvieron relaciones sexuales, y que él la tocaba sin que ella estuviera de
acuerdo (lo que se definió como abuso sexual). Se pudo comprobar la hipótesis
que se tenía al principio del tratamiento: Marisol, al sentirse la hija abandonada
por sus padres, buscó un vínculo que no encontraba en casa, el cual halló en
Fernando, su “refugio”, según sus propias palabras, antes de que la acariciara sin
su consentimiento. Evidentemente, la falta de intimidad en la familia perturbó la
comunicación y desprotegió a Marisol.
Algunos de los patrones trigeneracionales que se repetían fueron: la
violencia (César Fabían es golpado por su padre y él, a su vez, golpea a su mujer),
el abuso sexual incestuoso (Antonio, el hermano de César Fabián, con su prima y
Fernando con Marisol, que también era su prima), la parentalización de los hijos
(César Fabián tiene que vigilar a su hermano y César Abraham a su hermana),
el pedir permiso a alguien que se considera una autoridad (Fátima lo hace en su
familia y lo repite de nuevo con su esposo); esto contribuye a hacerla depositaria
de humillaciones - a las que se somete, tanto en su familia de origen como en la
actual.
Otro logro fue que los padres reconocieran el sufrimiento vivido en sus
familias de origen frente a los hijos - aunque esto no tuvo un gran efecto en la
disminución de la violencia; Fátima tuvo que irse de casa para que esto ocurriera.
Uno de los logros más importantes fue que César Fabián reconoció que se le
dificultaba controlar su ira, lo cual permitió que asumiera la responsabilidad de su
violencia y no la depositara en su familia - aunque no tuvo tiempo de asimilarla y
63 Psicoterapia y Familia
el equipo. Así, Fátima logró tomar consciencia de la gravedad de la violencia que
sufría y de adquirir herramientas para estar alerta. Pudo, entonces, reconocer que
encontraría personas que podrían ayudarla y que, finalmente, podría hacer un plan
y llevarlo a cabo, poniéndose ella y su hija a salvo, recuperando su autoestima y
asertividad.
Cabe señalar que para poder hablar de patrones trigeneracionales de vio-
lencia necesariamente se tiene que hacer referencia al maltrato que tanto César
Fabián como Fátima vivieron en su familia de origen. Esto es lo que condujo a
analizar y trabajar este caso de acuerdo al Modelo de Milán.
También vale la pena señalar que en esta familia hubo una transmisión in-
tergeneracional de la carencia, donde la violencia del padre, César Fabián, estaba
relacionada con su historia en su familia de origen. En su familia de origen él se
comportaba y se sentía como un “ratón asustado” ante un padre que los golpeaba.
Fátima, por su parte, también sufrió violencia en su familia de origen, historia que,
en la actualidad, repetía con su esposo. Así pues, en esta pareja, la conyugalidad fue
elegida de acuerdo a los patrones de carencia sufridos en las familias de origen de
cada uno. Debido a lo anterior, la atención fue deficiente hacia sus hijos, ya que los
padres estaban enfocados en mutuas reclamaciones de pareja.
En esta familia se presentaba, asimismo, un ciclo repetitivo del abuso (Ciril-
lo y Di Blasio, 1988 en Cirillo y Di Blasio, 1989). Respecto a las cuatro etapas de
la familia que maltrata (sólo violencia física), propuestas por Cirillo y Di Blasio, se
tiene que la familia se encontraba en la tercera, denominada “la coalición activa del
hijo”; en la cual César Abraham se había inclinado hacia su padre, lo que lo hacía
dirigir su hostilidad hacia Fátima, llegando en una ocasión a tomar el dinero que
ella tenía ahorrado para irse a Oaxaca. Su hostilidad también se dirigía hacia su her-
mana, por ejemplo, cuando le hacía comentarios como: “sólo sirves para la cama”,
lo cual denota una coalición con el padre.
Lo que hizo que la familia se situara en esta etapa fue que, una vez, César
Abraham se rebeló contra su padre y se fue a Oaxaca con su madre y su hermana, y
grande fue su desilusión cuando su madre “lo hizo quedar mal” con su padre, pues
ella y su padre se reconciliaron. Él se sintió traicionado y de allí en adelante decidió
entrar en coalición con su padre en contra de su madre
Respecto a lo anterior, se puede ver cómo César Fabián instigaba a su hijo:
hacía parecer que lo prefería al “confiar” en él para que vigilara que su mamá no
escapara y que cuidara de su hermana. Esta instigación es parte del embrollo, pues
la aparente preferencia de César Fabián por su hijo era en realidad un instrumento
para molestar tanto a Fátima como a Marisol. De acuerdo a Cirillo y Di Blasio
(1988, en Cirillo y Di Blasio, 1989), el progenitor que maltrata tiene temor a la
pérdida y al abandono, algo muy notable en César Fabián, pues cuando su esposa
65 Psicoterapia y Familia
como abuso sexual. Otro es la violencia parecida a la que César Fabián vivió en su
familia de origen, cuando su padre lo golpeaba a él y presenciaba cómo golpeaba a
su mamá o a sus hermanos. Luego, él hizo lo mismo con su familia, y de “ratoncito
asustado” pasó a ser el que “asusta”. Otro patrón que se repite es la parentalización
del rol masculino. César Fabián refirió que en casa tuvo que hacerse responsable
desde los 14 años, porque su madre le pedía que cuidara a Antonio, su hermano;
además, estaba encargado de manejar el coche de la casa. Esta parentalización se
repite con César Abraham, al ser el encargado de vigilar a su hermana.
Por otro lado, César Fabián sufría de necesidades infantiles no satisfechas.
En consecuencia, esperaba que Fátima le proporcionara apoyo económico y senti-
mental y comprensión, que se anticipara a sus sentimientos. Pudo aceptar que buscó
en Fátima lo que no tuvo en su familia de origen y, al no obtenerlo, desencadenaba
su ira con un golpe. Esto ayudó a confirmar la hipótesis sobre la violencia: al no
encontrar César Fabián la dote afectiva que esperaba de Fátima, reaccionó con vio-
lencia, repitiendo lo que vivió en su familia de origen.
Otro patrón que se repite tiene que ver con Fátima y su dependencia; creía
tener que pedir permiso. En su familia de origen estaba acostumbrada a hacerlo,
así que lo repitió con César Fabián, su esposo. Era incapaz de reaccionar ante sus
golpes e insultos. Esto provenía de su familia de origen, en donde era la depositaria
de humillaciones. Además, fue testigo de los conflictos entre sus padres, conflictos
debidos al alcoholismo de éste; nuevamente, otro patrón que se repite. César Fabián
también bebía (al igual que su padre).
Cabe pensar que, de alguna manera, posiblemente César Fabián se sintiera
confirmado por la actitud dependiente de Fátima. Comentó que su esposa se dejaba
“manejar” y que eso le había dado poder para tomar decisiones. Sin embargo, esto
creó una incongruencia en la jerarquía, ya que Fátima figuraba más en el subsistema
fraterno que en el parental y/o conyugal.
Con respecto a las relaciones de apego, todo parecía indicar que el hijo
tenía un apego mayor hacia el padre, y el padre también parecía más enfocado en
su hijo. Por otro lado, es difícil pensar que Marisol pudo haber formado un vínculo
fuerte hacia su madre, ya que ésta se iba constantemente a Oaxaca y la dejaba con
su padre y hermano. Esto hace probable que Marisol tuviese un apego de tipo C; o
sea, poco apego hacia ninguno de sus padres. ¿Sería esto lo que la llevó a decir
que su primo era su “refugio”?
Confirmaría la hipótesis del principio: al sentirse hija abandonada buscó un
vínculo que no encontraba en casa.
Al establecer una alianza con César Fabián, pudo disminuir su violencia.
Sin embargo, cuando en la novena sesión, Fátima decidió irse a Oaxaca, su esposo
ya no quiso asistir a esa sesión: “para castigarla”. Se respaldó su decisión y se
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67 Psicoterapia y Familia
Psicoterapia y Familia
Año 2012, Vol 25, No 1: 68-77
Juana Camarena Arredondo, Ma. Elena Fuentes Martínez, Laura Leticia Luna
Bernal, José Antonio Luna Villaseñor, Héctor Eduardo Reyes Valadéz, José Luis
Rodríguez Villalpando y Ma. del Carmen Villanueva Reyes1
Resumen
La presente investigación tuvo como objetivo conocer el funcionamiento familiar y los factores
de riesgo-protección psicosocial en estudiantes de licenciatura de la UNIVA León. En el estudio
participaron 91 estudiantes de 17 a 19 años, seleccionados a través de un censo no probabilístico
con sujetos voluntarios. El instrumento utilizado fue el cuestionario “Cómo es tu familia” (formato
para hijos de 10 a 19 años) validado por la Organización Panamericana de la Salud (OPS, 1996). Los
resultados encontrados muestran un adecuado funcionamiento familiar, así como bajos niveles de
vulnerabilidad y altos escudos de protección psicosocial en los estudiantes encuestados.
Palabras clave: funcionamiento familiar, estudiantes, factor de riesgo-protección psicosocial
Abstract
The object of this investigation was to find out about the family functioning and the psychosocial risk-
protection factors that students had here in the UNIVA of León University. 91 students participated
in this study, ranging from 17 to 19 years of age and selected through a non probabilistic census
which relied on volunteers. The instrument used was the questionnaire Có C mo es tu familia, “What is
your family like” (format targeted to offspring aged from 10 to 19), validated by the Organización
Panamericana de la Salud (OPS) (Panamerican Health Organization, 1996). The results show an
adequate family functioning, low levels of vulnerability and high shields of psychosocial protection
in the students surveyed.
Key words: family functioning, students, psychosocial protection risk factor
Introducción
El papel de la psicología social se incrementó notablemente desde que la Organización
Mundial de la Salud (OMS, 2002) definió la salud como el estado absoluto de
bienestar físico, mental y social. A partir de ese momento, la investigación sobre
la prevención de la salud se centró en las posibles interacciones implicadas en el
proceso de enfermedad en el que los factores psicosociales, necesariamente, tienen
________________________
1
Docentes del Departamento de Ciencias de la Salud de la Universidad del Valle de Atemajac, plantel
León. Juan Alonso de Torres 3538, Lomas del Campestre, León de Los Aldama, Guanajuato - 01
477 788 7500. juanita.camarena@univa.mx finaelena@hotmail.com
69 Psicoterapia y Familia
cada familia; por otro lado, es necesario mencionar que los factores de protección
fomentan el crecimiento, la prevención y un adecuado funcionamiento familiar.
Metodología
El presente estudio es de tipo descriptivo y transversal, donde el principal objetivo
es conocer el funcionamiento familiar y su relación con los factores de riesgo-
protección en estudiantes universitarios.
Participantes:
Los participantes fueron 91 estudiantes de 17 a 19 años de las diferentes licenciaturas
de la UNIVA León. La muestra estuvo compuesta por estudiantes de ambos sexos y
seleccionados a partir de un censo inicial de sujetos voluntarios.
Instrumento:
Se utilizó el cuestionario ¿Cómo es tu familia? (formato para hijos de 10 a 19 años),
validado por la Organización Panamericana de la Salud (W.K. Kellogg Foundation,
1996). Este instrumento evalúa la adaptabilidad y vulnerabilidad familiar; los
cuestionarios están diseñados para ser respondidos en forma auto-administrada
individual. Los factores que evalúa el cuestionario son: Factor A (tipo de relaciones),
Factor B (estilo de afrontamiento de problemas), Factor C (fuentes de apoyo del
adolescente), Factor D (valores), Factor E (satisfacción), Factor F (acumulación de
tensiones), Factor G (problemas de salud y comportamiento) y Factor H (recursos
de la familia).
Procedimiento:
El primer paso fue solicitar autorización para la investigación a la Dirección de
la Universidad, así como a los jefes de carrera para facilitar la recolección de los
datos. Se llevó a cabo un censo inicial no probabilístico con sujetos voluntarios,
convocando a los estudiantes en el auditorio de la universidad, para la aplicación
colectiva del instrumento, bajo la observación de los investigadores. Después de la
aplicación se llevó a cabo el análisis estadístico de los datos.
Análisis de resultados
Factor A (Tipos de relaciones): Los resultados obtenidos muestran que las rutinas
familiares permiten valorar la estructura y organización familiar; así como su
estabilidad y seguridad; en general loa hábitos familiares son percibidos por los
estudiantes como aspectos de un clima de cohesión y estabilidad que estimula entre
los miembros de la familia sentimientos de certidumbre y seguridad propiciando el
crecimiento saludable de los mismos,
Factor B (estilo de afrontamiento de problemas). Para este factor hacen referencia
a la confianza que tienen en sus familias ya que cuentan con los recursos necesarios
para afrontar situaciones problemáticas, ya que estas son definidas por ellos como
manejables y con alternativas optimistas y es probable que por ello no busquen
Discusión y conclusiones
Un aspecto valioso de las familias de estos adolescentes es el alto nivel de cohesión
entre los componentes de la misma, de participación de los hijos en los problemas
familiares y la confianza para solicitar apoyo cuando se necesita. Esto constituye
un factor de protección, pues habla de un fuerte vínculo emocional y ligamiento
afectivo de los hijos con padres y hermanos (González, 2001).
El factor de comunicación entre padres e hijos es un poderoso elemento en
la evolución de la familia pues, como refieren Loayssa y colaboradores (Citado en
Gónzález de Parnalete, 2002), permite que los miembros compartan necesidades
y preferencias. En el caso de los estudiantes que nos ocupan, se percibe una alta
comunicación y confianza con la madre, pero no así con el padre, situación que
indica un grado moderado de apertura y confianza y de satisfacción en la interacción
de padres e hijos. Esta condición en la comunicación con el padre no es privativo
sólo de la población analizada, sino es una constante en las familias mexicanas,
como se confirma en los resultados de la Encuesta Nacional de Juventud (Instituto
71 Psicoterapia y Familia
de Salud Pública, 2005).
Un hallazgo más en la investigación es que aun cuando estas familias, desde
la percepción de los hijos adolescentes, tienen confianza en encontrar ellas solas
las soluciones a los problemas, no buscan apoyo social cuando se encuentran en
situaciones de crisis, condición que los pone en situación vulnerable a los cambios del
contexto pues, entre mayor búsqueda de fuentes de apoyo (servicios comunitarios,
otros familiares, amigos, profesionales de la salud, etc.) existan en el adolescente y
su familia, se tendrá un más alto nivel de eficacia para enfrentar las situaciones de
estrés, lo que contribuirá a dedicar más tiempo a aspectos comunicacionales entre
los miembros de la familia (González, 2001).
Otro resultado importante en la percepción de los universitarios encuestados,
es el hecho de considerar a la familia como la principal fuente de apoyo ante
situaciones de necesidad o estrés, condición que coincide ampliamente con los
resultados de la Encuesta Nacional de Juventud (Instituto Nacional de Salud
Pública, 2005), que señala que los jóvenes cuando se encuentran en situación de
crisis, acuden en especial a la familia, seguida de otras fuentes, como son los amigos
y, con menos importancia, otros familiares u otro adulto.
En relación al apartado de valores, se encontró que un elemento que
constituye un factor de protección para los estudiantes UNIVA entre 17 y 19 años
es la valoración que le dan tanto al nivel de estudios como a realizarse en un trabajo
u ocupación, pues esto los mueve a buscar permanentemente estrategias para su
desarrollo profesional y disminuir así la posibilidad de caer en situaciones de riesgo.
Estos resultados van vinculados a la idea cada vez más arraigada en los jóvenes de
que escalar en los más altos niveles educativos asegura una estabilidad económica
y facilita el acceso a un mejor trabajo. En este mismo rubro se encontró que los
valores de poder, dinero y sexo fueron los menos significativos para la población
estudiada.
Otro rasgo de baja vulnerabilidad en estos adolescentes y sus familias, que
por lo tanto augura una respuesta eficaz en el afrontamiento de sus problemas, es
el alto nivel de satisfacción que muestran ante diferentes aspectos de la vida, como
son: consigo mismo, con la familia, los amigos, el barrio, su situación económica,
el rendimiento escolar y el trabajo u ocupación principal. Esto habla de un nivel
adecuado de autoestima como factor de protección (Jadue, Galindo y Navarro,
2005).
Un valioso hallazgo es el alto nivel de felicidad que refieren los estudiantes
experimentar, comparándose con los demás pares, lo cual habla de un recurso de
protección. Este ambiente familiar ha capacitado al adolescente para establecer
prioridades, educarse en la prevención y modificar conductas de riesgo, para
acercarse así al Marco de Desarrollo Saludable que se espera de ellos (González,
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77 Psicoterapia y Familia
Psicoterapia y Familia
Año 2012, Vol 25, No 1: 78-87
Resumen
Nuestro siglo XXI está lleno de violencia. En México, los noticieros nos inundan con relatos
de robos, secuestros, asesinatos. Y las familias se quejan mucho de los problemas con sus hijos.
Algunos dicen que siempre ha sido así. La intención de este trabajo no es, sin embargo, lidiar con
estar paradojas sino ver qué pequeña diferencia podemos hacer en este mundo que nos ha tocado
vivir. La terapia familiar, que se inauguró a mediados del siglo XX – y que ha ido evolucionando
con el tiempo – puede ser una solución. Así pues, se presentan algunas preguntas y sugerencias que
pueden ser de utilidad para los padres de familia que asisten a consulta quejándose de los problemas
que tienen con sus hijos, basadas en la teoría sistémica (modelo de Milán) y estructural (Salvador
Minuchin). Se espera que puedan ayudar a repensar la situación para ver qué es lo que se puede
controlar y, por lo tanto, resolver, y qué no. Si se acepta el reto, puede ser que las familias logren
desarrollar una habilidad de respuesta, responsabilidad, que las ayudará a resolver las dificultades
de la vida sin convertirlas en un problema.
Palabras clave: padres, hijos, dificultades, problemas, terapia familiar
Abstract
The foundations of the family therapy that has evolved from the cybernetic epistemology of Gregory
Bateson, be they systemic (the Milan Model) or structural (Salvador Minuchin), can be useful to
parents who are having problems with their children. Thus, the purpose of this article is to pose a few
questions that parents can ask themselves in order to help them re-think, thus making it possible for
the difficulties of life that every family has to face to remain simply difficulties, instead of becoming
a problem.
Key words: parents, children, difficulties, problems, family therapy
79 Psicoterapia y Familia
son más responsables que otros de lo que sucede en la interacción. Así, Paul Dell
(1989), siguiendo a Bateson, en “La violencia y la visión sistémica: El problema
del poder”, subraya lo difícil que es hablar de violencia sistémicamente, porque es
un concepto lineal, no circular. Argumenta que la violencia y el poder pertenecen al
ámbito de la experiencia humana y que, por lo tanto, de ninguna manera puede la
teoría sistémica invalidarlas.
Así pues, el grupo de Milán puntualizó que los sistemas se crean y se organizan
alrededor del comportamiento y de los significados, y que el proceso terapéutico
se lleva a cabo por medio del lenguaje, por medio del comportamiento y por medio
de la conexión - la relación -, intentando reinventar una nueva realidad con objetos
que no sean tan terribles. Como puntualiza Gianfranco Cecchin: “Primero aceptas
a la familia tal y como es... después empiezas lentamente a introducir cambios:
en el lenguaje, en la historia, en los significados, en las puntuaciones... Si logras
venderles tu significado nuevo, entonces cambiará su acción... (Eustace, “Entrevista
con Cecchin”, 1988, p. 50-55). Ésta sería una forma de disminuir la acción violenta:
la destrucción y la auto-destrucción, en individuos, en familias, en sociedades.
Más recientemente, Coscenza, Gálvez, Pollak y Pompili (2006) señalaron
que el grupo de Milán intentó “transferir la epistemología cibernética de Gregory
Bateson a la práctica clínica, de pensar en forma sistémica para actuar en modo
sistémico (p. 6). Pero van más allá. Con base en el pensamiento de Juan Luis
Linares y José Antonio Marina, favorecen una posición más activa del alumno
en entrenamiento, para responder a un imperativo ético preciso: trabajar por un
mundo que pueda gustar más, lo que implica, entonces, recuperar las premisas
epistemológicas y con una co-construcción de significados, darle sentido a la
diferencia (p. 16). Vemos así que el modelo sistémico, o si se quiere, la perspectiva
sistémica, sufre una transformación más al encontrar el marco sistémico su lugar
dentro y a través del diálogo (Resendiz sobre Paolo Bertrando, 2009).
Pero nadie mejor que Luigi Boscolo y Gianfranco Cecchin para describir
la parte permanente de su enfoque: que las conversaciones terapéuticas son todas
únicas y singulares, aunque sí, parte de un sistema mayor. Y “en este proceso, no
hay una sola intervención que sea importante; lo que importa es la acumulación
de información a medida que los diferentes puntos de vista, a diferentes niveles,
son analizados y contrastados…” (Boscolo, Cecchin, Hoffman y Penn, 1987: xi),
sin olvidar los haceres y quehaceres de cada individuo en el sistema terapéutico -
padres-hijos-terapeuta. Porque no hay una verdad absoluta, objetiva y científica. El
ser humano es demasiado complejo para eso.
A propósito del poder y del control, Cecchin, Lane y Ray (1993, 1995) hablan
sobre el interesante tema de cómo los terapeutas pueden evitar ser su instrumento, y
critican el modelo intervencionista. ¿Cómo relacionarse de una manera respeutosa
81 Psicoterapia y Familia
que (en 2008) el 23% de ellos se encuentra entre los 15 y los 24 años de edad…
lo que demuestra que el 44% de los suicidios ocurridos en México corresponden
a personas jóvenes (p.82). Agregan estos autores que ciertos estudios sobre el
riesgo del suicidio, como los de Kessler, Borges y Walters, en 2002, muestran que
“pertenecer al sexo femenino, ser joven entre 15 y 24 años de edad, haber tenido
un problema reciente (con la familia o en la escuela), mantenerse aislado del grupo
social, tener una baja tolerancia a la frustración, consumir alcohol o droga, son
factores importantes” (p. 84). Esto es preocupante.
En las escuelas, es de conocimiento común que los maestros están cada
vez más preocupados por el comportamiento de sus alumnos, porque observan que
muchos de ellos buscan el camino fácil – que puede ser muy peligroso –, con pocos
alicientes para estudiar, apegados como están al continuo chat en sus celulares y
en su Blackberry, pues la prioridad es “pasarla bien” con los amigos. Y los padres
encuentran cada vez más difícil ponerles límites a sus hijos, quienes muchas veces
dicen estar confundidos con respecto a las jerarquías. ¿Qué ser? ¿Padre o amigo de
los hijos?
Cuando la conducta de un hijo es agresiva, desafiante, provocadora de
conflictos, alborotadora en la escuela o en la casa, y su rendimiento escolar es bajo
pero, además, roba, miente, hace que la situación sea ingobernable, ¿qué hacen los
padres? ¿Se preguntan por qué estará sucediendo esto? ¿No es acaso su obligación
investigarlo?
Como ya se mencionó, desde hace ya medio siglo, la terapia familiar ha
incidido de una forma importante en el trabajo con los hijos, especialmente debido
a que comprende a la familia como un sistema, donde hay una influencia mutua
entre los miembros, dada a través de sus interacciones. Así pues, la patología – que
en realidad implica el estudio del sufrimiento, de pathos, que en griego significa
sufrimiento humano normal de una persona, el sufrimiento existencial – ya no puede
ser vista como algo individual sino como algo que está más allá del individuo. Qué
importante es, entonces, observar cómo se organiza la sociedad, la familia y el
individuo, y cómo se comunica.
Los motivos de estos sentimientos y estas conductas pueden ser múltiples;
podemos entender los problemas de los hijos como síntomas que reflejan algo más
profundo que está ocurriendo en sus vidas. Clemes y Bean (1994) afirmaron que hay
dos causas principales para que los hijos se “conviertan” en un problema. Una causa
es los errores de los padres. Una segunda es el mal funcionamiento de los sistemas
sociales y educativos en los que viven. Para ellos, la conducta problemática de los
jóvenes es una respuesta a la manera en que los trata su medio ambiente en general.
Pero hay una tercera causa. Como terapeuta familiar, en base a mi experiencia
clínica, creo que esta causa - que tiene algo que ver con la primera - está
83 Psicoterapia y Familia
porque los subsistemas están indiferenciados. O sea, no hay límites. No hay
diferenciación. Y esto es un problema grave. Se vuelve sublime en el amor, cuando
nos dicen que dos personas se vuelven una sola carne… Y después de la luna de
miel – si no antes –, esto también se convierte en un problema. Minuchin piensa
que los problemas – el desorden y los trastornos – empiezan cuando los límites
entre los subsistemas, o sea, en este caso entre los padres e hijos, se vuelven rígidos.
La inflexibilidad no ayuda a la adaptación apropiada a los retos de la vida; tampoco
ayuda la flexibilidad exagerada. De modo que la difícil tarea de ser padres consiste
en buscar el equilibrio entre los límites adecuados y el interés y el amor a los
hijos.
¿Cómo somos padres?
Es necesario reflexionar sobre esta pregunta: ¿Soy padre o madre por verdadera
convicción y deseo consciente? ¿Sucedió por inercia? O fue para cumplir las
expectativas de la familia y de la sociedad? Si respondemos con honestidad
a los siguientes cuestionamientos, podremos darnos cuenta de qué manera nos
relacionamos con nuestros hijos:
- ¿Cómo es para mi hijo vivir con nosotros?
- ¿Qué le proporciona el ambiente familiar? ¿Aceptación? ¿Protección? ¿Es
escuchado? ¿Es tomado en cuenta? ¿Se siente querido?
-¿Qué tanto conozco a mi hijo? ¿Cuáles son sus gustos, anhelos, temores,
frustraciones?
-¿Según yo, qué atributos positivos y negativos tiene? ¿Cuáles son sus talentos?
¿Deporte? ¿Estudios? ¿Música? ¿Arte? ¿Ciencias? ¿Relaciones públicas? ¿Es
extrovertido o introvertido? ¿Cómo se desenvuelve con los amigos? ¿Es líder o le
gusta obedecer?
- ¿Si nos pusiéramos en su lugar, qué diría él/ella de nosotros?
- ¿Conocemos cuáles son los recursos, las fuerzas, de nuestra familia?
Una idea central de este ensayo es que un recurso importante para la salud de
padres e hijos es el horizonte de vida que se tiene. En cualquier crisis, los que tienen
menos visión son los que menos salen de ella. Y, ¿de dónde proviene esta visión?
Los biólogos nos dirían que de la cabeza. Los terapeutas familiares tendemos a
pensar más metafóricamente. Por lo tanto, es posible que estos horizontes vengan
de la “cabeza” de la familia, de los abuelos, de los padres. Y por supuesto, de ese
sistema mayor que es la ideología que nos envuelve… Podemos extendernos mucho
en esta definición, pero para propósitos prácticos, podíamos decir que el horizonte
de vida que tiene cada familia depende de su cabeza: los co-líderes padre y madre.
Por lo tanto, cabe la pregunta, ¿cómo funcionamos como padres? ¿Somos buenos
líderes?
Al empezar a abrirnos a lo humano en cada uno de nosotros y en el grupo
85 Psicoterapia y Familia
estabilidad y sentido de pertenencia. De allí la importancia de que los padres estén
conscientes de que la empresa de educar a un hijo es un reto que requiere de mucha
responsabilidad, constancia, esfuerzo, y hasta sacrificio – y amor, mucho amor.
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87 Psicoterapia y Familia
Psicoterapia y Familia
Año 2012, Vol 25, No 1: 88-89
Flora Aurón*
_____________________________
* Doctora en psicología. Psicoanalista de grupo. Terapeuta Familiar (ILEF). Docente y supervisora.
Email: florauz05@yahoo.com
89 Psicoterapia y Familia
TOMANDO NOTA
REJ
91 Psicoterapia y Familia
PSICOTERAPIA Y FAMILIA e ILEF
Se unen a la pena de nuestra compañera,
amiga y colaboradora
GUADALUPE ARRIAGA DIEZ
y de su familia
Por la pérdida de su madre, doña
MARÍA GUADALUPE DIEZ COSSIO
Fallecida el 30 de marzo de 2012.
93 Psicoterapia y Familia
El EVANSTON FAMILY THERAPY CENTER y
GRUPO CAMPOS ELÍSEOS invitan a Terapias Narrativas y Colaborativas
Con Jill Freedman y Gene Combs
9 y 10 III 2011. www.grupocamposeliseos.com
IFAC:
MAESTRÍA EN TERAPIA FAMILIAR
Inicia sábado 11 y lunes 13 II 2012.
Informes: Tel. 5550-05-46 y/o 5550-47-57 Web: www.ifac.edu.mx
Correo: ifac@prodigy.net.mx ensenanza_ifac@yahoo.com.mx
CAIPSI:
Diplomado en Terapia Breve
Informes: Amatlán 51-A. Col. Condesa. México, D.F. Tel.: 52 11 69 58
correo: cadenapatricia@caipsi.com.mx
CLIMA:
Diplomado en terapéutica del síndrome de Asperger
Informes: (55) 5611 8541, 5615 0615 clima_ac@hotmail.com
www.asperger.org.mx
95 Psicoterapia y Familia
Margarita E. Araujo y Medicina del dolor y cuidados paliativos
invitan al Simposio precongreso de dolor preoperatorio
7 y 8 XI 2011. Centro Médico ABC. Tel. 5271-3733
KALAMAS invita:
La prisión de los apegos y la liberación espiritual
25 II 2012. TIJUANA, B.C. en Casa Dakini
Kalamas.org kalamasadak@kalamas.org Casa Bodhi: casabodhi@gmail.com
97 Psicoterapia y Familia
IFAC
99 Psicoterapia y Familia
DIPLOMDO EN TERAPIA MÉDICA FAMILIAR
Profesores invitados:
1. Médicos Colaboradores del Hospital Ángeles Lomas.
2. Médicos especialistas del Sector Salud Publica
3. Terapeutas Medico familiares de otros países.
4. Terapeutas Familiares.
4. Docentes expertos en temas relacionados a la Terapia Médica familiar.
5. Terapeutas Médico Familiares egresados del Diplomado en TMF.
6. Docentes especializados en Medicina Complementaría.
7. Sistema de Enfermería del Hospital Ángeles Lomas.
Inauguración: martes 7 de septiembre del 2010. Duración: 22 encuentros.
Sede: Auditorio Olegario Vázquez Raña. Hospital Ángeles de Interlomas.
Informes: Unidad de Terapia Médica Familiar. Hospital Ángeles Lomas
52465000 ext. 5121
tmedfamdiplomado@yahoo.com
Coordinadora y supervisora: TMF. Terry Weisz Fidel
Asistente de la coordinación: TMF. Mauricio Aguilar
SECCIONES
TEORÍA: procesos sociales y/o culturales, familiares, de pareja, individuales y teoría de la
técnica.
CLÍNICA: análisis de casos y procesos terapéuticos.
INVESTIGACIÓN: teórica, cuantitativa, cualitativa, o ambas, y desarrollo de instrumentos;
sobre procesos sociales y/o culturales, familiares, de pareja e individuales, incluida la persona del
terapeuta, estudios de campo y estudios clínicos.
ENTRENAMIENTO: procesos de enseñanza-aprendizaje.
DIÁLOGOS: entre terapeutas, con otras disciplinas y aportaciones de estudiantes o comentarios
sobre artículos anteriores.
RESEÑA DE LIBROS: escritos en español u otro idioma.
APORTES MULTIDISCIPLINARIOS: relacionados a nuestro campo de interés.
BIBLIOGRAFÍA
La bibliograf
bibliografía es responsabilidad de los autores, a ser redactada en orden alfabético al final del
artículo, de acuerdo al Manual, y cotejada con las fuentes originales.
Referencias en el texto
- Trabajo por un solo autor: apellido y fecha de publicación. Ej.: Rogers (1994) comparó los…
- Trabajo por autores múltiples: apellidos y fecha de publicación en la primera cita. Ej.:
Wasserstein, Rosen, Zapulla y Gerstman (1994); en la siguientes: Wasserstein et al. Si son más de
cinco autores citar sólo al primero; el resto aparecerá en la bibliograf
bibliografía. Si son sólo dos, citarlos
siempre a ambos.
- Cuando se cita a un autor dentro del texto, se escribe entre paréntesis el apellido del autor (autores)
y el año de publicación. Ej.: (Rogers, 1994). Si la cita es textual, al final de ésta se pone el número
de la página(s). Ej.: (Rogers, 1994, pp 3-7).
Formas generales para la lista bibliográfica
Incluir los apellidos completos y las iniciales de todos los autores, además de los nombres y
referencias completas de revistas, libros y artículos citados. Incluir los números de las páginas de
los artículos citados.
Ejemplos
- Wasserstein, A.A., P. Rosen, J.P. Zapulla y M. Gerstman (1994). Aprendiendo a escribir artículos.
Psicoterapia y Familia. (1) 1, 13-61.
- Rogers, M. y M. Foucault (2000). El crimen y la familia. España: Paidós.
- Para citas de publicaciones electrónicas, favor de utilizar la norma del International Standard ISO
690-2. International Organization for Standarization. Ottawa, Canadá.
NOTAS
La nota debe estar señalizada con el número apropiado, colocado en la parte superior derecha
de la última letra de la palabra a la que se refiere el texto. La lista de notas, con sus números
correspondientes, deberá ser incluida al final del texto, antes de la bibliograf
bibliografía.
ENCABEZADOS
Psicoterapia y Familia emplea un formato de encabezados cortos. Dentro del texto pueden existir
tres niveles de encabezados; los principales escritos en negritas.
TABLAS E ILUSTRACIONES
Las ilustraciones sólo pueden ser sombreadas; no hay color en el formato de la revista. Incluir sólo
las necesarias para la comprensión del texto.