Mejillones en Salsa
Mejillones en Salsa
Mejillones en Salsa
Ingredientes 4 raciones
1. 2 kg. mejillones
2. 1 cebolla
3. 2 dientes ajo
4. 200 gr. tomate natural
5. Zumo de limón
6. Pimienta negra
7. Perejil fresco
Pasos
1. Lo más importante de los mejillones es su limpieza, es por eso que se le dedica más tiempo a
limpiarlos que a cocinarlos y comerlos, aunque también se pueden comprar ya limpios.
2.
3. Si se opta por limpiarlos en casa, hay que raspar las conchas con un estropajo metálico, tipo nanas y
limpiarlos concienzudamente.
4. Poner los mejillones en una olla con dos dedos de agua y sal, llevar al fuego tapada. Se harán con el
vapor del agua cuando hierva. Levantar de vez en cuando la tapa para saber cuándo están todos
abiertos (son ideales las ollas con tapa transparente). Si algún mejillón no abriera hay que tirarlo.
5. Retirar los mejillones del fuego y escurrir. Pasar el agua de cocción con un colador a otro recipiente,
por si quedara alguna arenilla y mientras hacer un arroz de acompañamiento con ese agua. Reservar
un dedito para añadir a la salsa.
6. Picar la cebolla y freír en una sartén con un poco de aceite de oliva. Agregar el ajo y freír
suavemente hasta que la cebolla esté transparente. Añadir los tomates, dejar hervir 3 minutos.
Incorporar el zumo de medio limón, dejar otros 3 minutos. Sazonar con sal y pimienta.
7. Para tener más salsa se puede echar ese dedito del agua donde se hicieron los mejillones que tenemos
reservada y colada.
8. Colocar los mejillones en un recipiente y poner la salsa sobre ellos. Servir adornados con perejil.
Mejillones a la marinera
Ingredientes de los mejillones a la marinera para 4 personas
1 kg de mejillones gallegos
2 cebollas pequeñas
3 dientes de ajo
100 ml de vino blanco
3 cucharadas de salsa de tomate casera
½ cucharada de harina
1 cucharada de aceite de oliva virgen extra
1 cucharada de pimentón
1 manojito de perejil
1–2 hojas de laurel
1 pizca de sal
Cuando la cebolla esté transparente le añadiremos la cucharada de harina y cocinamos un par de minutos
para que se dore.
Ponemos las dos cucharadas de salsa de tomate, el pimentón dulce o picante (al gusto), el vino blanco y
dejamos que evapore un poco.
Picamos un poco de perejil, colamos el caldo que han soltado los mejillones con un colador fino o una
estameña y se lo añadimos al sofrito.
Cuando haya reducido a la mitad lo apartamos del fuego y metemos los mejillones (a los que les quitaremos
la mitad de la concha que no lleva el mejillón y si ha quedado alguna barba la cortamos con unas tijeras) que
cojan el sabor.
La salsa se puede pasar con la batidora o dejar tal cual, de las dos formas estará deliciosa.