Liliannys Actividad 3
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UNEFA
El la anarquía colombiana fue aquella donde se desarrollaron varios acontecimientos que llevaron a la
disolución de Colombia, Por tanto, se revisa los más importantes antecedentes del mismo, para ubicar
contextualmente los inicios del sueño bolivariano de unidad hispanoamericana, expresados en la
concreción colombiana, revisando al mismo tiempo las condiciones en las cuales ocurre dicha unión
para establecer lo precaria que ésta era.
Existen algunos sucesos propiamente dichos del proceso, comenzando con la conspiración de páez y
santander
Tras el Congreso de Cúcuta, Simón Bolívar fue nombrado presidente de la República y Francisco de Paula
Santander su vicepresidente. Santander propugnaba una legislación robusta y un marco constitucional y
legislativo que guiara a la nueva república. La prioridad de Bolívar fue continuar su proyecto de la
liberación de la América española. Durante la campaña del sur, dirigida directamente por Bolívar, el
vicepresidente Santander estuvo a cargo del gobierno en Bogotá.
La crisis entre Bolívar y Santander (y sus respectivos seguidores) se ahondó con las diferencias entre
Santander, José Antonio Páez y con la promulgación de la constitución de la República de Bolivia de
1826, escrita por Bolívar para la naciente república de Bolivia y que los santanderistas temían que
intentaría imponer en Colombia. El principal recelo sobre la constitución bolivariana surgía del amplio
poder dado a la figura presidencial, la cual era vitalicia y, de esta forma, asimilable a una monarquía.
La crisis culminó con el atentado a Bolívar del 25 de septiembre de1828, en lo que se conoce como la
Conspiración Septembrina. La participación de Santander no es clara; sin embargo, fue condenado junto
con muchos de sus seguidores, quienes fueron ejecutados por traición. Por orden de Bolívar, la condena
del propio Santander fue conmutada por destierro
La cosiata es una unidad de la República de Colombia, es decir, era una coyuntura nacida a la luz de las
necesidades geoestratégicas y militares, parte de la concepción geopolítica del Libertador, claramente
definida. Esta debilidad será quizás su característica más determinante, tanto que tan frágil unión será
fácilmente disuelta con el acrecentamiento de las presiones producidas por los factores locales y
nacionales, que se venían gestando y perfilando a la sombra de los intereses particulares de grupos
oligárquicos y las aspiraciones personalistas de ciertos líderes, militares y civiles, forjados en la gesta
emancipadora.
Para 1826, y como consecuencia de las constantes contradicciones y disputas entre Bogotá y el eje
Valencia-Caracas; entre el vicepresidente Santander y el intendente y el jefe militar de Venezuela,
Soublette y Páez respectivamente; la situación en Venezuela era cada vez más delicada, en especial
porque ya se estaba gestando un movimiento con intenciones claramente separatistas, proclamando lo
que a la postre sería la base en la que se sustentó el surgimiento del nacionalismo venezolano. La
decisión del Senado del 27 de marzo de 1826, suspendiendo de su cargo al General Páez y ordenándole
comparecer enBogotá, agravó las ya maltrechas relaciones entre la capital y las principales ciudades de
Venezuela; mandato al cual Páez no obedeció por sugerencias de sus asesores políticos, principalmente
Miguel Peña quien estaba disgustado con Santander por lo acontecido a partir del fusilamiento de
Infante.
El movimiento fue denominado La Cosiata, nombre que, según lo refiere Manuel Vicente
Magallanes,proviene de una pieza teatral que en aquel tiempo una compañía dramática representaba
en Valencia, en la que un autor cómico utilizaba derivados de la palabra cosa (cosilla, quisicosa, cosiata)
en un discurso bastante enmarañado. Sucedió que José jacinto Mujica -jefe político de la ciudad- al
comunicar los sucesos a su amigo Alamo de la Capital, le dijo que había estallado la cosiata. El término
trascendió y los caraqueños, siempre irónicos y guasones, bautizaron así el movimiento, con cuya
denominación ha pasado a las páginas de nuestra historia.
Surgio en Valencia, y proponía dar fin a la unidad de la República de Colombia, separando a Venezuela
para readquirir su autonomía, convirtiéndose en el primer paso para la disolución definitiva. Caracas y
otras ciudades se adhirieron al movimiento en defensa de los intereses venezolanos, auspiciada por el
conservatismo.
El último viaje de bolivar a Venezuela , ocurre con una precipitación debido a los acontecimientos en
Valencia y Caracas, opuestas e inevitablemente adversas a Bogotá y a Santander, hicieron de La Cosiata
una seria amenaza para la integridad territorial y política de Colombia, nación que no había alcanzado ni
la estabilidad política, ni la unidad geográfica, ni el equilibrio organizacional necesarios para una
consolidación efectiva y perdurable. Ante esta perspectiva, y en conocimiento de los sucesos mediante
el emisario de Páez, Antonio Leocadio Guzmán, el Libertador inicia gestiones para intentar sofocar los
problemas.
Al saber que Páez ha sido sometido a juicio por el Senado, Bolívar se alarma y desde Lima envía a Bogotá
al coronel Daniel Florencio O'Leary, su primer edecán, para que manifieste al vicepresidente Santander
su contrariedad por este asunto, que no le parece político, y le pide intervenga para que las cosas se
manejen con la mayor prudencia El 6 de junio Bolívar tuvo conocimiento de los escandalosos sucesos de
Valencia. Desde entonces empieza a cartearse en forma sistemática con Páez.
Más temprano que tarde, al Libertador no le quedaba más remedio que emprender el regreso a su
patria para intentar contrarrestar, personalmente, los peligros representados por La Cosiata y sus
previsibles consecuencias. Se embarca con tal fin en El Callao, el 4 de septiembre de 1826; en Guayaquil
se entrevista con los emisarios de Páez, Urbaneja y el coronel Ibarra; arriba a Bogotá el 14 de
noviembre, desde donde continúa comunicándose por carta con Páez. Entra a Venezuela desde Cúcuta,
en donde reúne previamente tropas para restablecer el orden y la paz; llega a Maracaibo el 16 de
diciembre, donde pone a Urdaneta al mando del Departamento y logra la lealtad de las tropas
occidentales; pasa luego a la ciudad de Coro, en la cual se entera del contenido de la proclama de Páez,
a la cual responde con una carta, el 23 de diciembre, y en la que le reclama los términos de dicha
proclama. Sale por tierra aChichiriviche, donde se embarca rumbo a Puerto Cabello y llega el 31 de
diciembre. De allí, luego de seguir carteándose con el centauro llanero y de emitir el Decreto de
Amnistía del 1 de enero de 1827, decide entrevistarse con él.
E14 de enero marcha a encontrarse con Páez y éste sale a recibirlo. Se abrazan en el cerro de
Naguanagua y a las cinco de la tarde llegan juntos a Valencia. Bolívar le entrega como presente una
espada y los dos caballos que le había ofrecido. Luego siguen a Caracas y la ciudad recibe al Libertador
con delirante entusiasmo. La llegada del Libertador y Páez a Caracas, el 10 de enero de 1827, servirá
para: a) El reencuentro del héroe con sus paisanos caraqueños; b) Que Bolívar visite por última vez su
Caracas natal; y c) Dar por finiquitado el capítulo de La Cosiata, dándole un último envión de oxígeno a la
ya sentenciada a muerte unidad colombiana.
Por otra parte, el decreto de amnistía había causado desilusión y gran consternación a los
constitucionalistas venezolanos y granadinos que veían en este gesto, una demostración de debilidad
del Libertador, mientras los cosiateros veían en él, un logro para su causa. Valga decir que la finalización
de la rebelión no resolvió plenamente la situación; sólo pospuso lo inevitable; apenas pudo postergar la
disolución y crear una nueva ficción de unidad, pero sin sanar las heridas provocadas durante el
desarrollo delconflicto «La Cosiata dio comienzo a la desintegración de Colombia como reacción a la
sujeción al poder central.Fue claro el índice del renacimiento del municipalismo político, pero
abiertamente separatista Por tanto, el éxito obtenido por el Libertador en su última visita a Caracas es
bastante limitado, por no decir nulo; apenas logra mantener por un par de años más la endeble
cohesión política y territorial de la Cosiata había terminado, Páez sería fiel Bolivariano hasta 1829,
quedaba como jefe máximo de Venezuela, aunque supeditado a la autoridad de Bolívar, era el principio
del fin para la Gran Colombia.
Vale la pena recordar el inicio del distanciamiento entre ambos líderes, referido a la convocatoria del
Congreso Anfictiónico de Panamá, cuando Santander decide unilateralmente invitar a los Estados Unidos
e Inglaterra, pasando por encima de la convocatoria redactada por el Libertador; y se lo hace saber
mediante carta enviada desde Bogotá, el 6 de febrero de 1825.
El sitio escogido para dicha Convención fue Ocaña, lugar en el cual medirán poderes los santanderistas y
bolivaristas; ante la disyuntiva entre anarquía o dictadura, surgió la opción alternativa de reformar la
Constitución de Cúcuta de 1821. El reglamento electoral estipulaba que cada provincia nombraba un
diputado por cada 24.000 habitantes, y otro por exceso de 12.000; los sufragantes parroquiales
designaban a los electores cantonales, y éstos a los diputados; elección a tercer grado.
Aunque la fecha original de instalación era el 2 de marzo de 1828, la Convención de Ocaña se logra
instalar el 9 de abril del mismo año, con la presencia de 67 de los 108 diputados electos para tal fin;
había, además, una notoria mayoría de santanderistas, quienes Vienen con la disposición de oponerse a
Bolívar, de desacreditarlo, de obligarlo a descender del gobierno, y para ello toman como bandera el
federalismo. Los bolivarianos llegan desorganizados, confiados en el prestigio del Libertador,
defendiendo el centralismo porque consideran que sin un gobierno vigoroso y fuerte la República se
perderá dentro de la anarquía.
Tanto Bolívar como Santander muestran en Ocaña sus estrategias: Bolívar se traslada a Bucaramanga y
deja la acción a sus amigos. Santander, por el contrario, va a la Convención como diputado y dirige
personalmente su fracción. Aquí se enfrentan las dos tendencias. Las pasiones surgidas entre
santanderistas y bolivarista entrabarán las deliberaciones en la Convención; de hecho, los partidarios de
Santander abusan desu mayoría para apabullar a la minoría partidaria del Libertador La asamblea se
transforma en un centro de acaloradas disputas. Los santanderistas abusan de su condición de mayoría
y vejan e insultan a los bolivarianos. Se les ridiculiza cuando alegan las peticiones de los pueblos, del
ejército y de las corporaciones. Se les llama serviles cuando exponen la necesidad de un gobierno
poderoso. Además desde un comienzo se nota el predominio del partido Santanderista que trata de
arropar y desconocer la opinión de la minoría Bolivariana, éstos últimos optan por retirarse,
disolviéndose la asamblea sin llegar a ningún acuerdo.
El fracaso de la Convención de Ocaña, que antes de comenzar parecía inevitable, por las posiciones tan
extremas que se habían asumido de parte y parte, deja a la República de Colombia en una posición
bastante delicada, ya que se corría el riesgo de que los más exacerbados partidarios de uno u otro
bando pudiesen adoptar acciones de agresión a sus adversarios, lo que representaba una seria amenaza
de anarquía. Esto reducía las oportunidades de solución, empujando virtualmente a Bolívar a asumir la
Dictadura.