El Cuadro La Gioconda
El Cuadro La Gioconda
El Cuadro La Gioconda
Leonardo da Vinci nació en el caserío de Anchiano del municipio de Vinci en Italia. Fue
fruto de la relación ilegítima del notario Ser Piero y de su sirvienta, Catarina Vacca. A
los 14 años entró en el prestigioso taller del pintor florentino Andrea Verrochio, donde
estudió junto a Sandro Botticelli y Perugino. Desarrolló el estudio de las matemáticas, la
geometría, la perspectiva y todas las ciencias de la observación del medio natural,6 las
cuales se consideraban indispensables en la época. Como educación complementaria,
también estudió arquitectura e ingeniería. Leonardo fue un humanista renacentista,
destacado en múltiples disciplinas. Sirvió a personas tan distintas e influyentes como
Lorenzo de Médici, al duque de Sforza, a los soberanos de Mantua y al rey Francisco I
de Francia.
Entre sus obras más destacadas están La Virgen de las Rocas, La batalla de Anghiari, La
última cena, Obra innovadora y La Gioconda.
Historia (Título 1)
Técnica (Título 1)
.
Leonardo dibujó el esbozo del cuadro y después aplicó el óleo diluido en aceite
esencial. La técnica se conoce como Sfumato,la cual consiste en prescindir de los
contornos netos y precisos del "Quattrocento" y envolverlo todo en una especie de
niebla imprecisa que difumina los perfiles y produce una impresión de inmersión total
en la atmósfera, lo cual da una sensación de tres dimensiones a la figura.
El cuadro se sostiene sobre una tabla de madera de álamo extremadamente frágil
recubierta por varias capas de enlucido. Se conserva en una urna de cristal de 40 mm de
espesor a prueba de balas, tratada de manera especial para evitar los reflejos. La cámara
que alberga el cuadro está diseñada para mantener una temperatura constante de 20 °C y
50% de humedad relativa, lo cual busca garantizar las condiciones óptimas para los
cuidados de la pintura.
La pintura tiene una grieta de 12 centímetros en la mitad superior, probablemente
debido a la eliminación del marco original, aunque un estudio con infrarrojos, revela
que la grieta puede ser tan antigua como el lienzo mismo; dicha grieta fue reparada
entre mitad del siglo XVIII y principios del XIX. En la actualidad, se ha determinado
que es estable y no ha empeorado con el tiempo.
Sin embargo, para descartar cualquier peligro, en 2004 se conformó un equipo de
curadores franceses, quienes vigilan permanentemente el estado de la pintura,
previniendo cualquier alteración provocada por el tiempo.
En este retrato, la dama está sentada en un sillón, y posa sus brazos en los apoyos del
asiento. En sus manos y sus ojos puede verse un claro ejemplo característico del
esfumado, y también puede destacarse el juego que hace con la luz y la sombra para dar
sensación de volumen.
Aparece sentada en una galería, viéndose en el borde izquierdo del cuadro la base de
una de las columnillas.
La galería se abre a un paisaje inspirado en las vistas que Leonardo pudo alcanzar a
divisar en los Alpes, cuando hizo su viaje a Milán. El paisaje posee una atmósfera
húmeda y acuosa que parece rodear a la modelo. Se ha intentado localizar el aparente
recodo del Arno o una porción del Lago de Como, sin haber llegado a conclusiones
definitivas. Muchas veces se ha tratado de compaginar uno y otro lado del paisaje tras la
modelo, pero la discordancia entre ambos lados no permite que se diseñe un modelo
continuado de la imagen. Debe tenerse en cuenta que el lado izquierdo parece estar más
alto que el derecho, entrando en contraste con la física, puesto que el agua no puede
encontrarse estática a desnivel en el terreno. Al respecto, el historiador de arte, E.H.
Gombrich, expresa que
Por otro lado, en medio del paisaje aparece un puente, elemento de civilización, que
podría estar señalando la importancia de la ingeniería y la arquitectura.
Enigmas (Título 1)
Durante varios siglos, las interrogantes sin respuesta acerca de la obra de Leonardo han
ido creciendo, creando pasiones en muchos autores e investigadores. Pese a la gran
cantidad de preguntas, las respuestas a las mismas no suelen ser del todo convincentes,
dejando abierto el debate. Especialmente durante los siglos XIX y XX, las teorías acerca
del origen de la modelo, la expresión de su rostro, la inspiración del autor y otras tantas,
han tomado gran protagonismo y obligan a un análisis histórico y científico profundo.
La sonrisa (Título 2)
En el siglo XVI Leonardo da Vinci pintó la Mona Lisa dando el efecto de que la sonrisa
desaparezca al mirarla directamente y sólo reaparezca cuando la vista se fija en otras
partes del cuadro. El juego de sombras potencia la sensación de desconcierto que
produce la sonrisa. No se sabe si parece sonreír o si es una sonrisa llena de amargura.
Las manos sobre el vientre han hecho pensar a varios investigadores que la modelo se
encontraba embarazada en el momento de posar. Para esclarecer esta teoría, un grupo de
investigadores utilizaron un escáner de infrarrojos en tres dimensiones, cuyos resultados
fueron publicados el 26 de septiembre de 2006 por el Consejo de Investigaciones de
Canadá.
El uso de dicha técnica permite una resolución 10 veces más fina que el cabello
humano; las pesquisas permitieron a los investigadores apreciar detalles hasta ahora
desconocidos. Consideran que el velo de gasa fina y transparente, enganchado al cuello
de la blusa, era una prenda que solían llevar las mujeres embarazadas. Por otro lado, el
estudio consideró que el peso de la modelo era de 63 kilos y su estatura 1,68 metros así
como que llevaba un moño en el pelo cubierto por un bonete detrás de la cabeza, que el
cuadro fue colocado en el cuarto de baño del rey Francisco I y que no aparece ningún
mensaje secreto en ninguna de las capas de la pintura, como se contaba en la novela El
Código Da Vinci.
Además, el doctor Julio Cruz Hermida, de la Universidad Complutense de Madrid,
afirma que la modelo tenía bruxismo (rechinar de los dientes), alopecia (caída del
cabello) y principios de la Enfermedad de Parkinson.
Los resultados del estudio fueron avalados por el Consejo Nacional de Investigaciones
de Canadá, principal institución oficial de investigación del país. Los hallazgos fueron
presentados en Ottawa, durante un acto académico en 2004.
Hizo para Francesco del Giocondo el retrato de su mujer Mona Lisa y, a pesar de
dedicarle los esfuerzos de cuatro años, lo dejó inacabado. Esta obra la tiene hoy el rey
Francisco de Francia en Fontainebleau.
En 1625, Cassiano dal Pozzo vio la obra en Fontainebleau y escribió sobre ella:
El título oficial de la obra es Gioconda, que se justifica debido a que Giocondo era el
apellido del esposo de la retratada, Lisa Gherardini.
Este título aparece documentado por vez primera mucho después de la muerte de su
autor, por lo cual no pudo ser Leonardo quien le pusiese dicho título; por otro lado, se
sabe que Leonardo no acostumbraba titular sus obras.
Con respecto al nombre de Mona Lisa, más usado en fuentes anglosajonas, Monna es el
diminutivo en italiano de Madonna, que quiere decir mi señora. De cualquier manera, el
nombre más popular en Italia es Gioconda.
El robo (Título 1)
La Mona Lisa adquirió un estatuto de icono cultural. Son numerosas sus reproducciones
y utilización en la publicidad, objetos cotidianos y también como referencia cultural.
Algunas incluyen:
Reproducciones (Título 2)
Algunos autores afirman que el mismo Leonardo hizo una reproducción llamada
Isleworth Mona Lisa, su autenticidad es evidentemente cuestionada. Dicha pintura es
propiedad de Hugh Blake, quien la exhibe privadamente en Londres, Inglaterra.
Existe una versión del cuadro de gran calidad, con numerosas similitudes, pero también
con contrastadas diferencias, en el Museo del Prado, en Madrid. El soporte es una tabla
de roble, por lo que se ha sugerido que pudiera proceder del norte de Europa, aunque es
un débil argumento, porque hay también robles en la Europa meridional. Algunos
investigadores han propuesto como posibles autores de esta tabla al alemán Hans
Holbein el Joven y al español Fernando Yáñez de la Almedina, pero otros críticos no
aceptan estas atribuciones. También en este caso diversos autores han sostenido que la
autoría de esta obra corresponde al propio Leonardo. Este cuadro sobrevivió al
devastador incendio del Palacio Real de Madrid que ocurrió en 1734.
Una copia anónima que se conserva en el Parlamento Italiano.
Parodias (Título 2)
En 1919, el dadaísta Marcel Duchamp pintó una parodia de la Mona Lisa que incluía un
bigote y perilla en la modelo y la inscripción L.H.O.O.Q. (que significa ella tiene el culo
caliente, traducido del francés).
Salvador Dalí, pintó su autorretrato sobre el paisaje de la obra de Leonardo, a manera de
ridiculización.
Fernando Botero pintó una mujer extremadamente obesa y deforme a manera de parodia
del cuadro.
Jim Henson montó sobre el cuadro la cara de la Cerdita Piggy.
La revista "The New Yorker" hizo un montaje del rostro de Monica Lewinsky sobre el
cuadro de Leonardo.
Samuel Clemens reprodujo La Gioconda a base de pigmentos oscuros sobre una lona de
40 x 60 pies en Oregón.