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Unidad 6

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Facultad de Economía

Escuela de Turismo

Estudiante:
Addy Escarly Pujols
Matricula:
100532566
Materia:
Ética profesional
Sección:
11
Profesora:
Kenia Placencio
Trabajo sobre:
La ética en los negocios
LA ETICA Y MORAL EN LOS ASPECTOS POLITICOS
DOMINICANO
En la época actual, vivimos una democracia donde se ha olvidado que se gobierna por el
pueblo, lo que quiere decir que “cada cual tiene que tomar sobre sí, en la parte que le
corresponda, la tarea del gobierno”. Sin embargo, las políticas públicas imperantes
suelen alejar al ciudadano del centro de la toma de decisiones, imponiéndole medidas
que, más que menos, resultan ser contraproducentes en sus resultados. ¿Será justo que el
papel de los ciudadanos en la tarea de gobernar solo se reduzca a la acción de ejercer el
voto? Si es así, ¿tiene conciencia el votante de lo que se hará una vez su voto se
convierta en una decisión que le ata por varios años, según el modelo constitucional?

Son preguntas que tocan muy de cerca la pregunta de la ética y la moral en la política,
puesto que como postuló Schopenhauer, la soberanía del pueblo nunca llega a su edad
madura y “por lo tanto tiene que permanecer bajo el cuidado permanente de un
guardián”. La cuestión está en que ese guardian tiene la gran responsabilidad de cuidar
al pueblo de que sea engañado por “astutos impostores, los que son llamados, por lo
tanto, demagogos.”

Un ejercicio político apegado a la ética y a la moral, por el cual postulamos, debería


encontrar empatía en la ciudadanía, con disposición de romper la tensión que hoy
impera entre ética y política. Un conferencista nos decía recientemente que “sólo en
torno a los valores (es decir, a la moral) puede darse una integración constitutiva de la
lógica económica y de la lógica ética” y esto luego se manifiesta en todos los órdenes de
la sociedad: económico, social, laboral, educativo, fiscal, financiero, legal, político e
internacional

Es por ello por lo que se impone la necesidad de “recuperar la fibra moral y la


integridad intelectual de la democracia”, como escribe Cebrián en El País, puesto que la
ética y la moral solo se aprenden ejerciéndola, pero hace falta querer ejercerla
correctamente.

Voy a distinguir dos planos de la ética y la política en una sociedad democrática: Por un
lado la ética individual del ciudadano, y por otro lado, la conducta ética de un ciudadano
que asume funciones públicas, como representante electo o funcionario público
designado.
La primera cuestión que pudiera planteársenos en el marco de una ética ciudadana
individual, es si es ético que un ciudadano asuma una posición de indiferencia o una
posición individualista respecto de los problemas de la sociedad donde vive, y solo se
concentre en la búsqueda de su bienestar propio.

Sin dudas, en una sociedad democrática pudiéramos decir que por definición no es
moralmente correcto la autoexclusión o el individualismo como conducta ciudadana,
toda vez que la Democracia por definición es un régimen político en el cual la
ciudadanía es el poder soberano. Siendo así, cada ciudadano es el depositario de una
parte alícuota del poder. Entonces, desde el punto de vista ético cada uno tiene una
obligación moral de hacer un ejercicio responsable de esa cuota de poder de la que es
depositario. Por tanto, no es admisible un ciudadano políticamente indiferente en la
toma de decisiones y políticamente indiferente en ser parte de la solución de los
problemas de su sociedad. Claro, corresponderá a cada ciudadano, de acuerdo a su
formación y sus creencias, decidir de qué forma y bajo qué encuadramiento ideológico
asumirá la responsabilidad de participación y de ejercicio de su cuota de soberanía. Pero
el punto que queremos resaltar es que bajo esta premisa, no es éticamente correcto, en
una sociedad democrática, un ciudadano indiferente respecto de la toma de decisiones
mediante sufragio, referéndum, así como tampoco, no participar e involucrarse en
influir en su comunidad y a nivel nacional, para que el gobierno sea mejor.

Por tanto, no es solamente participar en política en lo que respecta a la elección de los


gobernantes o en la militancia en los partidos, sino que lo éticamente correcto es que, el
ciudadano se involucre en hacer que los representantes de su comunidad o nacionales
gobiernen conforme a los valores democráticos y a la ley, en fin, en exigir el buen
gobierno.
Concepto de ética
La ética, o filosofía moral, es la rama de la filosofía que estudia la conducta humana, lo
correcto y lo incorrecto, lo bueno y lo malo, la moral, el buen vivir, la virtud, la
felicidad y el deber. La ética contemporánea se suele dividir en tres ramas o niveles: la
metaética estudia el origen, naturaleza y significado de los conceptos éticos, la ética
normativa busca normas o estándares para regular la conducta humana, y la ética
aplicada examina controversias éticas específicas.

Concepto de moral
La moral (del gen. latín mōris, ‘costumbre’, y de ahí mōrālis, ‘lo relativo a los usos y las
costumbres’) es un conjunto de normas, creencias, valores y costumbres que dirigen o
guían la conducta de grupos de personas en la sociedad. Se distingue de la ética en que
esta es una moral transcultural o universal, aunque ambas se suelen confundir. La moral
permite distinguir cuáles acciones son buenas y cuáles malas para un grupo social. Otra
perspectiva la define como el conocimiento de lo que el ser humano debe hacer o evitar
para conservar la estabilidad social. El término «moral» tiene un sentido opuesto al de
«inmoral» (contra la moral) y «amoral» (sin moral). Es la existencia de acciones y
actividades susceptibles de valoración moral, está fundamentada en el ser humano como
sujeto de actos voluntarios. Abarca la acción de las personas en todas sus
manifestaciones, además de que permite la introducción y referencia de los valores.

La política
La política es el proceso de tomar decisiones que se aplican a todos los miembros de
una comunidad humana. También es el arte, doctrina u opinión referente al gobierno de
los Estados.1 La ciencia política constituye una rama de las ciencias sociales que se
ocupa de la actividad en virtud de la cual una sociedad libre, compuesta por personas
libres, resuelve los problemas que le plantea su convivencia colectiva. Es un quehacer
ordenado al bien común. Es la ciencia social que estudia el poder público o del Estado.
Promoviendo la participación ciudadana al poseer la capacidad de distribuir y ejecutar el
poder según sea necesario para garantizar el bien común en la sociedad.

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