Location via proxy:   [ UP ]  
[Report a bug]   [Manage cookies]                

Sobre Pandemia

Descargar como pdf o txt
Descargar como pdf o txt
Está en la página 1de 452

Rev Bio y Der.

2020; 50

Revista de Bioética y Derecho


Perspectivas Bioéticas
bioeticayderecho.ub.edu - ISSN 1886-5887

Datos en tiempos de pandemia: la urgencia de un nuevo pacto.


EDITORIAL . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 1 Reflexiones desde America Latina y el Caribe . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 221
Patricia Sorokin et al.
DOSSIER CUESTIONES BIOÉTICAS DE LA PANDEMIA COVID-19 Repensando la renta basica, el apoyo mutuo y el genero durante la
pandemia de la COVID-19 en Mexico . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 239
Salus populi suprema lex . . .. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .5 Miguel Torres Quiroga
Oriol Farrés Juste
Diplomacia científica: el rol del científico en el manejo de pandemias . . . . 255
Pandemias, zoonosis y comercio de animales silvestres. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .19 Montserrat Vargas Solorzano
Gustavo Ortiz Millán
El derecho a la proteccion de datos personales, tecnologías digitales y
Propuesta para la elaboración de un protocolo de triaje en el contexto de la pandemia por COVID-19 en Colombia . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 271
pandemia de COVID-19. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .37 Ana Gómez-Córdoba et al.
Eduardo Rivera López et al.
El COVID-19 como riesgo global . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 295
Ethical health resources allocation: Why the distinction between ‘rationing’ and José M. Monzón
‘rationalization’ matters . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 63
Maria do Céu Patrão Neves IA y Big Data como soluciones frente a la COVID-19. . . . . . . . . . . . . . . . . 315
La soledad de los pacientes con COVID-19 al final de sus vidas. . . . . . . . . . . . . . . . . 81 Jairo Márquez Díaz
Marta Consuegra-Fernández, Alejandra Fernández-Trujillo Escolhas de Sofia e a pandemia de COVID-19 no Brasil: reflexoes
La gestión de soportes vitales escasos en contextos de pandemia. Reflexiones bioeticas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 333
acerca de la aplicación de triajes en el marco del COVID-19 . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 99 Alessandra Torres et al.
Carlos M. Romeo Casabona, Asier Urruela Mora Control de la privacidad por parte de las autoridades sanitarias ante
Ensayo sobre la pandemia. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .. . . . . . . . . . 113 situaciones de emergencia. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .. . . . 353
Manuel Jesús López Baroni Juan F. Rodríguez Ayuso

La compartición internacional de datos personales relativos a la salud en Riesgos de vulneracion de los derechos fundamentales de las personas
tiempos de la COVID-19: aspectos éticos y legales para el impulso de la necesaria con discapacidad en relacion con las crisis sanitarias . . . . . . . . . . .. . . . 369
cooperación. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 133 Manuel García Ortiz
Mikel Recuero Linares
SECCIÓN GENERAL
(Sobre)vivir la COVID-19. Experiencias de encierro en centros penitenciarios de
la Ciudad de Mexico. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 149 Infracciones de la Ley Organica de Proteccion de Datos en el ambito
Angel Alonso Salas sanitario. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 385
Manuel Palomo
El acceso parental a las Unidades de Cuidados Intensivos Neonatales en
tiempos de pandemia. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 167 O papel da remuneraçao na decisao de participar de pesquisa na
Javier Jiménez Flores, Begoña Román Maestre Saude. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 407
Priscila Goergen Brust-Renck et al.
La planificacion de decisiones anticipadas como estrategia preventiva de
conflictos eticos en urgencias y emergencias durante y despues de la COVID-
BIOÉTICA ANIMAL
19 . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .189
Bioetica animal como respuesta al cartesianismo distopico. . . . . . . . . . . 425
Silvia Poveda-Moral et al.
Gustavo Yáñez González
La COVID-19 y los desafíos de la vigilancia digital para los derechos humanos: a
proposito de la app DataCOVID prevista en la Orden Ministerial SND/29/2020, BIOÉTICA EN LOS TRIBUNALES
de 27 de marzo. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 205 Publicidad ilícita y salud: cerrar el círculo. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 439
Carmen Márquez Carrasco, Juan A. Ortega Ramírez Francisco J. Ojuelos Gómez

ET DE LA UNIVERSITAT DE BARCELONA
Editorial
Rev Bio y Der. 2020; 50: 1-4

Revista de Bioética y Derecho


Perspectivas Bioéticas
www.bioeticayderecho.ub.edu - ISSN 1886-5887

EDITORIAL

OBSERVATORI DE BIOÈTICA I DRET DE LA UNIVERSITAT DE BARCELONA

La Revista de Bioética y Derecho se creó en 2004 a iniciativa del Observatorio de Bioética y Derecho (OBD), con el soporte
del Máster en Bioética y Derecho de la Universidad de Barcelona: www.bioeticayderecho.ub.edu/master. En 2016 la
revista Perspectivas Bioéticas del Programa de Bioética de la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (FLACSO) se
ha incorporado a la Revista de Bioética y Derecho.
Esta es una revista electrónica de acceso abierto, lo que significa que todo el contenido es de libre acceso sin coste alguno
para el usuario o su institución. Los usuarios pueden leer, descargar, copiar, distribuir, imprimir o enlazar los textos
completos de los artículos en esta revista sin pedir permiso previo del editor o del autor, siempre que no medie lucro en
dichas operaciones y siempre que se citen las fuentes. Esto está de acuerdo con la definición BOAI de acceso abierto.
Editorial
Rev Bio y Der. 2020; 50: 1-4 |2

Desde la aparición del anterior número de nuestra Revista, en cuyo editorial ya tratamos sobre la
COVID-19 como banco de pruebas del análisis bioético, la pandemia ha seguido desarrollándose,
envolviendo todos los aspectos de nuestras vidas y condicionando los debates. La llegada del
coronavirus ha puesto de manifiesto muchos problemas que antes ya estaban ahí: precariedad del
sistema de salud, desigualdad social y adelgazamiento del estado de bienestar en aquellos países
en los que existía. Y hay que reconocer que ha sido un escenario incontrolable por la carencia de
experiencia y, también, por los errores de la gestión desde el ámbito político. En general, los
responsables políticos del mundo entero se han visto superados ante una situación tan
complicada. Y es que el virus tiene enormes repercusiones a corto, medio y largo plazo que exige
priorizar en condiciones muy duras.

La pandemia que atravesamos constituye una "prueba de estrés" para averiguar cuánto y
qué pueden resistir las instituciones y las personas, en una situación que no que se había visto
venir, aunque había sido anunciada reiteradamente. Se ha hecho del todo evidente que no estamos
sólo ante una crisis sanitaria porque, como escribe I. Ramonet, “…nos encontramos ante lo que las
ciencias sociales califican de «hecho social total», que convulsa el conjunto de las relaciones
sociales y conmociona a la totalidad de los actores, de las instituciones y de los valores…”1

Es cierto que la COVID-19 tiene un alcance global inusitado, pero buena parte de las
repercusiones que ha tenido se estaban ya gestando desde hace tiempo como consecuencia del
sistema neoliberal, de mercantilización y búsqueda de beneficios económicos a cualquier precio,
en que estamos inmersos. Es importante explicar a la ciudadanía que, si muchas de las
instituciones o servicios implicados no hubieran estado tan deteriorados, la pandemia no habría
afectado del mismo modo. Pero en las últimas décadas hemos adelgazado todo lo que es público,
hemos privatizado los beneficios y socializado las pérdidas, de forma que cuando ha venido un
golpe, todo se ha hundido como un castillo de naipes. Como dice Naomi Klein “Todo lo que ya era
malo antes del desastre se ha degradado al nivel de lo insoportable.”2

Ciertamente estamos atravesando una situación preocupante y distópica; cuyo alcance no


tiene parangón en la historia; que resulta difícil de interpretar y, más aun, proponer pautas para
salir de ella. Si bien somos conscientes de que es probable que cuando finalice (y no sabemos
cuándo eso ocurrirá) ya el mundo no será igual; no cabe regresar a la “antigua normalidad” (que
tampoco era tan deseable) y la “nueva normalidad” será todo menos eso, “normal”.

1 I. Ramonet, “Coronavirus: La pandemia y el sistema-mundo”, Página 12, 29 de abril 2020.


2 N. Klein, On Fire: The Burning Case for a Green New Deal, Ed. Simon & Schuster N.Y. 2019.

www.bioeticayderecho.ub.edu - ISSN 1886-5887


Editorial
Rev Bio y Der. 2020; 50: 1-4 |3

La pandemia ha cambiado nuestras vidas de forma sustancial y nos hemos tenido que dar
cuenta de lo vulnerables que somos y de lo interconectados que estamos –entre nosotros y con el
medio ambiente– sin embargo, de esta crisis también han surgido cosas positivas, como por
ejemplo una mayor solidaridad y una revalorización de los servicios públicos. Quizás esto podría
cambiar las cosas hacia el giro social, tan necesario. ¡Sería un buen momento para aprovechar el
impulso!

En este número 50 de la Revista tenemos la satisfacción de publicar una notable sección


monográfica cuyos artículos confiamos contribuyan al análisis de la realidad y a la elaboración de
propuestas de futuro. Esperamos que contribuyan a la superación de la pandemia en los diversos
aspectos que atañen a la salud, la investigación, la organización social y política y al afianzamiento
de los valores republicanos de la libertad, la igualdad y la fraternidad y, por supuesto, del respeto
a la dignidad de todas las personas. El interés de los temas tratados y la calidad de los autores que
nos han enviado sus trabajos así lo auguran.

Abre el dossier monográfico Oriol Farrés (U. Autónoma de Barcelona, España) con su
artículo “Salus populis suprema lex”. Le sigue Gustavo Ortiz Millán (U. Nac. Autónoma de México)
con “Pandemias, zoonosis y comercio de animales silvestres”. A continuación presentamos el
artículo de Eduardo Rivera López et al. (VV.AA, Argentina) “Propuesta para la elaboración de un
protocolo de triaje en el contexto de la pandemia de COVID-19”. Le sigue el artículo “Ethical health
resources allocation: Why the distinction between ‘rationing’ and ‘rationalization’ matters” de
Maria do Céu Patrão Neves (U. Açores, Portugal). A continuación, Marta Consuegra-Fernández y
Alejandra Fernández-Trujillo (U. Barcelona, España) firman “La soledad de los pacientes con
COVID-19 al final de sus vidas”. Seguidamente presentamos el artículo “La gestión de soportes
vitales escasos en contextos de pandemia. Reflexiones acerca de la aplicación de triajes en el
marco del COVID-19” de Carlos M. Romeo Casabona y Asier Urruela Mora (U. País Vasco, U.
Zaragoza, España). A continuación, Manuel J. López Baroni (U. Pablo Olavide, España) con su
artículo “Ensayo sobre la pandemia”. Luego, Mikel Recuero (U. País Vasco, España) firma “La
compartición internacional de datos personales relativos a la salud en tiempos de la COVID-19:
aspectos éticos y legales para el impulso de la necesaria cooperación”. Luego, Angel Alonso (U.
Nac. Autónoma de México) con su artículo “(Sobre)vivir la COVID-19. Experiencias de encierro en
centros penitenciarios de la Ciudad de México”. A continuación, Javier Jiménez Flores y Begoña
Román Maestre (U. Barcelona, España) con su artículo “El acceso parental a las Unidades de
Cuidado Intensivo Neonatales en tiempos de pandemia”. Les sigue Silvia Poveda-Moral et al. (U.
Autónoma Barcelona, U. Barcelona, España) y su artículo “La planificación de decisiones
anticipadas como estrategia preventiva de conflictos éticos en urgencias y emergencias durante y
después de la COVID-19”. Posteriormente, el artículo “La COVID-19 y los desafíos de la vigilancia

www.bioeticayderecho.ub.edu - ISSN 1886-5887


Editorial
Rev Bio y Der. 2020; 50: 1-4 |4

digital para los derechos humanos: a propósito de la app DataCOVID prevista en la Orden
Ministerial SND/29/2020, de 27 de marzo” de Carmen Márquez Carrasco y Juan A. Ortega (U.
Sevilla, España). Luego, otro artículo colectivo proveniente de diferentes países de Latinoamérica
firmado por Patricia Sorokin et al. “Datos en tiempos de pandemia: la urgencia de un nuevo pacto.
Reflexiones desde América Latina y el Caribe”. A continuación, Miguel Torres Quiroga (U.
Autónoma de Madrid, CONACYT, España-México) firma “Repensando la renta básica, el apoyo
mutuo y el género durante la pandemia de la COVID-19 en México”. Posteriormente encontrarán
el artículo “Diplomacia científica: El rol del científico en el manejo de pandemias” de Montserrat
Vargas Zolorzano (I. Pasteur, Francia). A continuación, Ana Gómez-Córdoba et al. (U. Rosario-Cruz
Roja, Colombia) firman el artículo “El derecho a la protección de datos personales, tecnologías
digitales y pandemia por COVID-19 en Colombia”. Luego presentamos el artículo “El COVID-19
como riesgo global” de José M. Monzón (U. Buenos Aires, Argentina). Seguidamente, Jairo Márquez
(U. Cundinamarca, Colombia) presenta su artículo “Inteligencia artificial y Big Data como
soluciones frente a la COVID-19”. A continuación, desde Brasil Alessandra Torres et al. con su
artículo “Escolhas de sofia e a pandemia de COVID-19 no Brasil: reflexões bioéticas”. Luego, Juan
F. Rodríguez Ayuso (U. Internacional La Rioja, España) firma el artículo “Control de la privacidad
por parte de las autoridades sanitarias ante situaciones de emergencia”. Cierra el monográfico el
artículo “Riesgos de vulneración de los derechos fundamentales de las personas con discapacidad
en relación con las crisis sanitarias” de Manuel García Ortiz (Confederación de Personas con
Discapacidad Física y Orgánica de España).

Luego, en la sección general tenemos dos artículos: Manuel Palomo (Hospital Sagunto,
España) con “Infracciones de la Ley Orgánica de Protección de Datos en el ámbito sanitario” y
Priscila Goergen Brust-Renck et al. (Hospital Clínicas Porto Alegre/PUCRS, Brasil) con “O papel da
remuneração na decisão de participar de pesquisa na saúde”. Sigue la sección “Bioética animal”
con el artículo “Bioética animal como respuesta al cartesianismo distópico” de Gustavo Yáñez
González (U. de Chile). Cierra este número 50 la sección “Bioética en los tribunales” con el artículo
“Publicidad ilícita y salud: cerrar el círculo”, de Francisco Ojuelos (I. Colegio Abogados Salamanca,
España).

Agradecemos a todas/os las/os autoras/es que nos han enviado sus artículos la confianza
depositada en la Revista y queremos dejar constancia de que sentimos no haber podido publicar
también otros excelentes trabajos. La gran cantidad de propuestas recibidas ha superado nuestras
expectativas y ha sido necesario seleccionar algunas para dar una dimensión razonable a este
monográfico, que ya es más extenso de lo habitual.

www.bioeticayderecho.ub.edu - ISSN 1886-5887


Salus populis suprema lex – Oriol Farrés Juste
Rev Bio y Der. 2020; 50: 5-17

Revista de Bioética y Derecho


Perspectivas Bioéticas
www.bioeticayderecho.ub.edu - ISSN 1886-5887

DOSSIER CUESTIONES BIOÉTICAS DE LA PANDEMIA COVID-19

Salus populi suprema lex

ORIOL FARRÉS JUSTE *

* Oriol Farrés Juste. Profesor agregado interino, Facultad de Filosofía, Universitat Autònoma de Barcelona
(España). Email: oriol.farres@uab.cat.

Este artículo es resultado del proyecto de investigación PID2019-105422GB-I00 “La solidaridad en bioética”,
financiado por el Ministerio de Ciencia e Innovación (España).

Copyright (c) 2020 Oriol Farrés Juste


Esta obra está bajo una licencia de Creative Commons Reconocimiento-NoComercial-SinObraDerivada
4.0 Internacional.
Salus populis suprema lex – Oriol Farrés Juste
Rev Bio y Der. 2020; 50: 5-17 |6

Resumen
La epidemia de la COVID-19 ha puesto en primer plano tensiones entre valores que se sintetizan
en un dilema ético-político clásico: “seguridad-libertad” o “la salud como bien común-la
salvaguarda de las libertades individuales”. Al tratarse de una emergencia sociosanitaria, las
medidas para su contención implican costes y sacrificios. También restricciones de derechos y
libertades básicas. Determinar quién tiene que cargar con los costes se convierte en una cuestión
acuciante con implicaciones morales. En este artículo, se plantea un ejercicio de filosofía aplicada
a la salud pública en ocasión de esta pandemia y, a su vez, una genealogía de la relación entre la
salud y la solidaridad basada en la máxima ciceroniana salus populi suprema lex esto.

Palabras clave: COVID-19; salud pública; republicanismo; solidaridad; bien común.

Abstract
The COVID-19 epidemic has brought to the fore tensions between values that are synthesized in
a classic ethical-political dilemma: “security-freedom” or “health as a common good-the safeguard
of individual liberties”. As it is a socio-sanitary emergency, the measures for its containment
involve costs and sacrifices. Also, restrictions on basic rights and freedoms. Determining who has
to bear the costs and what their magnitude should be becomes a pressing question with moral
implications. In this article, an exercise in philosophy applied to public health is presented on the
occasion of this pandemic and, in turn, a genealogy of the relationship between health and
solidarity based on the Ciceronian maxim salus populi suprema lex esto.

Keywords: COVID-19; public health; republicanism; solidarity; common good.

Resum
L'epidèmia de la COVID-19 ha posat en primer pla tensions entre valors recollits en un dilema ètico-
polític clàssic: "seguretat-llibertat" o "la salut com a bé comú-la salvaguarda de les llibertats
individuals". Quan es tracta d'una emergència sociosanitària, les mesures per a la seva contenció
impliquen costos i sacrificis. També restriccions de drets i llibertats bàsiques. Determinar qui ha de
carregar amb els costos esdevé una qüestió urgent amb implicacions morals. En aquest article, es
planteja un exercici de filosofia aplicada a la salut pública en qüestió d'aquesta pandèmia i, a la
vegada, una genealogia de la relació entre la salut i la solidaritat basada en la màxima ciceroniana
salus populi suprema lex esto.

Paraules clau: COVID-19; salut pública; republicanisme; solidaritat; bé comú.

www.bioeticayderecho.ub.edu - ISSN 1886-5887


Salus populis suprema lex – Oriol Farrés Juste
Rev Bio y Der. 2020; 50: 5-17 |7

1. El contexto

La crisis del virus SARS-CoV-2 y su enfermedad asociada, la COVID-19, ha motivado la aplicación


de medidas que por algunos han sido consideradas “draconianas” (por ejemplo, la declaración del
Estado de alarma en España). El confinamiento masivo y las cuarentenas se han implementado
para evitar un colapso sanitario, que se traduciría en más muertes y falta de atención médica
generalizada. Había, pues, una situación de peligro que justificaba la puesta en marcha de medidas
que tenían un coste tangible en la vida de la ciudadanía. Desde un punto de vista normativo, el
principio que fundamenta las acciones extraordinarias por parte del gobierno es el bien común o
interés general en términos de salud pública. Este no es un concepto auto-evidente, empero. Se
trata, claro está, de un concepto normativo. Sujeto a interpretaciones, valoraciones y de
significado disputable:

“The common good (alternatively called “the public interest” or “public goods”)
denotes those goods that serve all members of a given community and its institutions,
and, as such, includes both goods that serve no identifiable particular group.” (Etzioni,
2015, p. 603).

Lo que está en juego es el bienestar de la comunidad, el cual tiene muchas más derivadas
que la estricta salud pública. Para poner un ejemplo, el confinamiento protege a las personas de
la tercera edad, pero al mismo tiempo puede perjudicar las economías de las familias pobres, de
aquellos que no pueden teletrabajar o son objeto de expedientes de regulación temporal de
empleo (ERTES). Esto significa que las medidas de confinamiento masivo pueden acarrear más
desigualdades sociales. Por otro lado, existe también un conflicto intergeneracional entre los
intereses de las personas mayores con patologías previas, que son en este sentido “población de
riesgo”, y los intereses de los jóvenes o la infancia que se ven privados, durante unos meses, de la
educación y la vida al aire libre. Las medidas salubristas a corto plazo pueden frenar la expansión
del virus, pero se debe tener en cuenta, asimismo, el bienestar de la comunidad en términos
justamente de bien común a largo plazo, como aquel bien que corresponde al conjunto de la
sociedad y que no sirve únicamente a un grupo social particular.

2. El objetivo

En el presente artículo, nos remontaremos a la máxima ciceroniana “salus populi suprema lex
esto” (De leg., III, 3, 8), primer principio del derecho público romano republicano, para reflexionar
sobre el trasfondo del bien común (o bienestar de la comunidad) que opera en la justificación de

www.bioeticayderecho.ub.edu - ISSN 1886-5887


Salus populis suprema lex – Oriol Farrés Juste
Rev Bio y Der. 2020; 50: 5-17 |8

medidas excepcionales por parte de los poderes públicos. En primer lugar, en este contexto, se
debe partir de la base de que la República no es cualquier tipo de asociación, sino una asociación
basada en un derecho y una utilidad comunes (Cicerón, De rep., I, 25). No es una multitud “reunida
de cualquier manera”. Hay un criterio decisivo (no toda asociación es una “república”). Para que
exista res publica (cosa pública), más allá del antimonarquismo, debe haber un bien común a todos
sus participantes. La idea fuerza es que en la república todos estamos en el mismo barco. Ello se
expresa en el desideratum de que hay una sola sociedad de la que todos participan, en sus ventajas
y en sus cargas. Este es el desideratum de la cohesión social -lo que evita que la sociedad se parta
en intereses faccionales contrapuestos, que se fragmente o se destruya. O, dicho de otro modo, los
intereses privados (o particulares) se deben subordinar al interés público (o general), al bien
común. Lo contrario, en la tradición republicana, equivale a la corrupción.

En segundo lugar, otra forma de entender la cuestión es a través de la ley: “salus civitatis in
legibus sita est” (Cicerón, Clu., 53). Puesto que el conjunto del pueblo en la república está sujeto al
mismo derecho, las leyes garantizan la libertad de todos los ciudadanos al impedir el abuso por la
fuerza y la dominación (Llano Alonso). No gobiernan los hombres, gobiernan las leyes.1 La
sujeción a una ley igual para todos garantiza la libertad de la ciudadanía: “legum omnes servi
sumus, ut liberi esse possimus” (Cicerón, Oratio pro Aulio Cluentio Habito, LIII). La salus se
encuentra precisamente en las leyes del régimen político que impiden que haya dominaciones
arbitrarias. Salus está emparejada con libertas:

“La libertas está, en su sentido más elemental unido a la salus de la civitas,


robustecida por la entrega de los ciudadanos a sus deberes de propia salvaguardia como
miles y como proletarius, aportador de jóvenes generaciones a la defensa y a la
prosperidad de su país, puesto que la mayor riqueza son los hijos dignos de la libertad
ganada por sus padres y dispuestos a defenderla y ampliarla tras sus propios
progenitores. Éste era el sentido de las Kalendas Marcias y de los versos de los
sacerdotes-guerreros Salios.” (Sánchez de la Torre, 1997, p. 53)

Desde el punto de vista del derecho privado romano, no es libre quien tiene un dominus
(amo o pater), frente al cual se carece de autodeterminación y por tanto de derechos propios.
Quien se halla en esta situación es alieni iuris, dependiente jurídicamente del dominus. Lo más
opuesto a la libertad, en este sentido, es la esclavitud. Dicho de otro modo, el libre es sui iuris:
cuenta con un núcleo duro de derechos propios y es señor de sí mismo. El esclavo, por el contrario,
depende de otro para vivir.

1 “Imperia legum potentiora quam hominum.” (Tito Livio, Ab urbe condita, II, 1.1)

www.bioeticayderecho.ub.edu - ISSN 1886-5887


Salus populis suprema lex – Oriol Farrés Juste
Rev Bio y Der. 2020; 50: 5-17 |9

En cambio, desde el punto de vista del derecho público romano no se es libre cuando (1)
hay un regnum o monarchia, es decir, dominio absoluto de uno solo o unos cuantos o (2) cuando
se pertenece a un territorio que está sujeto involuntariamente a la soberanía de otro Estado
(Andrés Santos). La libertas no solo tiene un sentido privado, sino que también aparece en una
dimensión pública: es la expresión ciudadana de independencia política y la ausencia de tiranía.
Pero es importante ver que en realidad se trata de un argumento basado en una metáfora
conceptual (Lakoff): su dominio fuente es la relación iusprivada entre libres e iguales, donde no
existe dependencia hacia terceros; y su dominio meta consiste en ver las relaciones entre los
ciudadanos y los poderes públicos o las relaciones entre distintas repúblicas en términos de
libertad o esclavitud. Es una forma de ver las relaciones políticas con el prisma de la libertas.

También se puede entender esto mismo como un ejemplo paradigmático desde la lógica
aristotélica:

“Está claro que el paradigma no funciona como una parte respecto del todo [hos
méros pròs hólom], ni como un todo respecto de la parte [hos hólom pròs méros], sino
como una parte respecto de la parte [hos méros pròs méros], puesto que ambas se
encuentran bajo lo mismo, pero una es más conocida que la otra.” (Primeros analíticos,
691a, 13-14).

No se trata ni de un argumento inductivo ni de argumento deductivo. Tenemos (a) una


relación social X respecto a (b) la relación servil (alieni iuris). La relación servil funciona como
paradigma para poder juzgar como ilibres otras relaciones en función de los parecidos entre estos
tipos de relaciones. Estar sujeto a un tirano (o princeps legibus solutus), que está por encima de las
leyes y que opera arbitrariamente con total discrecionalidad, equivale a perder la libertas
ciudadana.

Desde el ejemplo paradigmático de la dominación (= alieni iuris), Philip Pettit expande el


ideal de la no-dominación en una gama de otras relaciones ilibres que tienen lugar en la
actualidad: (1) El trabajador precario temeroso de perder su trabajo (relación capitalista); (2) la
esposa económicamente dependiente sometida al arbitrio del marido (relación patriarcal); (3) el
asistido sujeto a las intromisiones del Estado (relación burocrática). La raíz republicana antigua
de la libertad como no dominación todavía tiene, en consecuencia, un ámbito de aplicación en las
relaciones sociales que marcan la vida política en el mundo contemporáneo.

Tanto si se usa la metáfora conceptual como el ejemplo paradigmático, la tesis de la


libertad republicana es siempre fruto de un argumento. No se trata de un dogma ni de un artículo
de fe. Se basa en la proyección en bloc de un campo (dominium) a otros campos, proyección de
términos, de relaciones y del conjunto de una estructura para hacer inteligibles relaciones

www.bioeticayderecho.ub.edu - ISSN 1886-5887


Salus populis suprema lex – Oriol Farrés Juste
Rev Bio y Der. 2020; 50: 5-17 | 10

políticas particulares o temas a la luz de un mismo foro. La analogía de base crea un nuevo
significado y articula la relación entre el ciudadano individual y el poder de la República (u otros
poderes). En este sentido, la salus de la República es la salvaguarda de su libertad, que se traduce
tanto en la esfera de la independencia (frente a invasiones externas) como en la esfera de la
seguridad jurídica de los ciudadanos, los cuales no viven bajo un imperio despótico.

El objetivo de este artículo, teniendo en cuenta este entramado conceptual, es la


consideración de la máxima salus populi suprema lex esto como el límite, en términos de bien
común, que garantiza la ausencia de dominación ciudadana justamente en las situaciones
excepcionales o los casos de necesidad.

3. La genealogía

¿Pero qué relación tiene la salus antigua con la salud? Salus en latín es un término intraducible
que equivale a salud, salvación, liberación, seguridad, preservación o bienestar. Se trataba de una
diosa a la que se rendía culto en la Roma republicana, diosa asociada a la prosperidad2.
Ceremonias, rituales, fórmulas verbales (por ejemplo, los saludos3), instituciones, todo les
recordaba a los ciudadanos que debían anteponer la salus de la ciudad a sus deseos o intereses
particulares. Este culto contribuía a generar ethos republicano, a cultivar las virtudes cívicas. De
hecho, la figura de los cónsules como magistrados se remonta a los sacerdotes-guerreros Salios
(cum… Salius, Consul). La salus era, al inicio, competencia justamente de éstos en la Roma arcaica.
La raíz indoeuropea del término en cuestión es *solh₂-, que indica “completud”, “totalidad”,
“solidez” o “robustez”. Podemos afirmar que el bien común de la Roma republicana se basaba en
una metáfora conceptual cuyo dominio fuente estaría extraído del campo religioso-guerrero-
médico, de la salus. Actuar conforme al bien común fortalece, cohesiona y enriquece a la República

2 “Mas había otro templo en la colina del Quirinal, donde se celebraban sacrificios el día 5 de agosto y dedicado a la diosa de la Salvación
(Salus) del pueblo. Este culto era antiguo, daba nombre a la zona donde se alzaba el templo (collis salutaris), y había sido dedicado el
año 302 por el cónsul C. lunius Bubulcus siendo dictador. La diosa Salus llevaba consigo el epíteto de Semonia, tal vez porque en
tiempos antiguos había compartido el culto con el dios Semo Sancus” (Sánchez de la Torre, 1997, p. 55). “Der Tempel der Salus Publica
auf dem Quirinal wurde am Ende des 4. Jh. v.Chr. erbaut.” (Willers, 1996, p. 274).
3 “Hay pues que remitir salutare no a salus como signo nominal, sino a salus como locución de discurso; en otros términos, salutare se
refiere no a la noción de salus, sino a la fórmula “salus!”, de cualquier manera que se restituya esta fórmula en el uso histórico del latín.
Este estatuto doble de salus explica que se pueda decir a la vez salutem dare “dar la salvación” (= “salvar”) y salutem dare “dar el ‘salud’”
(= “saludar”). Son por cierto dos formas de salus las que aquí se distinguen, y sólo la segunda de las expresiones salutem dare equivale
a salutare. Se ve así que, a despecho de las apariencias, salutare no se deriva de un nombre dotado del valor virtual de un signo
lingüístico, sino de un sintagma en que la forma nominal está actualizada como “término por pronunciar”. Un verbo así se define pues
en relación con la locución formularia de que deriva y será llamado delocutivo.” (Benveniste, 2004, pp. 198-99).

www.bioeticayderecho.ub.edu - ISSN 1886-5887


Salus populis suprema lex – Oriol Farrés Juste
Rev Bio y Der. 2020; 50: 5-17 | 11

(le proporciona salud). Ello sancionaría las metáforas orgánicas o médicas, típicas del
republicanismo antiguo hasta Maquiavelo4, para referirse al cuerpo civil, a sus órganos de
gobierno y a sus enfermedades o corrupciones, que son precisamente aquello que debilita o priva
de salud a la civitas. La metáfora es antigua:

“Las fuentes son antiguas y filosóficas, y más tarde teológicas. Platón, en el libro
II de la República, con ocasión del diálogo sobre la justicia conducido por Sócrates,
introduce la analogía entre el hombre y la ciudad. Esta última se identifica con un
cuerpo que debe ser considerado en su totalidad, con armonía de las partes que lo
constituyen, asumiendo sus propias funciones: cualquier atentado contra cualquiera de
sus componentes afecta, en consecuencia, al organismo entero.” (Balandier, 1988, p. 24)

La salus del pueblo (populus) o de la república (civitas) está operando desde el primer
momento con esta metáfora conceptual. Del mismo modo que se puede hablar de un cuerpo sano,
se puede hablar también de una comunidad política sana. Esta salud (o seguridad) se convierte en
el primer principio del derecho público romano republicano. La fuente de la máxima: Ollis salus
populi suprema lex esto, es un diálogo de Cicerón, Las leyes (De leg., III, 3, 8)5. El verbo “esto” es un
imperativo: “la salus del pueblo sea la ley suprema”. Es un mandamiento dirigido a los
magistrados, justamente cuando a fin de hacer frente a un peligro para la República obtengan
plenos poderes y el mando militar (no deban responder ante nadie), “en circunstancias extremas
en que uno de ellos o un tercero, operan como Dictator, Magister populi, Interrex, Consul sine
collega, etc. con mando unipersonal.” (Sánchez de la Torre, 1997, p. 41). En esta situación de
dictadura comisarial, para ellos (ollis es un arcaísmo de illis) la salud del pueblo es absolutamente
prioritaria. “[T]he original purpose of the maxim was to express the hope that the Consuls would
not use their office to advance their own selfish interests, or those of their own class exclusively.”
(Alford, 2013, p. 368) Pero la máxima ciceroniana no se encuentra en ningún corpus legal. Su
condición de “lex” también es metafórica, no es propiamente una ley (Dyck, 2004, p. 459). Ello lo

4 “Con Maquiavelo (cf. Discursos sobre la primera década de Tito Livio), la referencia corporal permite explicar una preferencia por el
gobierno mixto, que impone un control a la autoridad real, dando, sobre todo, mayores posibilidades de renovación del cuerpo político.
Aquí hay otro acento. ¿Cómo escapar a la fatalidad del declive y la muerte? ¿Cómo hacer que la ley natural, orgánica, degradatoria, se
transforme en su inverso, o quede subordinada a la ley, también natural, de la regeneración? Los cuerpos políticos no se alcanzan más
que por un retorno a los orígenes, a los primeros principios que dirigen su composición. Renacen ellos mismos, reiterando su propio
nacimiento. Maquiavelo descubre en la historia aquello que la antropología enseña hoy: la importancia de las prácticas regulares y
ritualizadas por las que las sociedades de la tradición reviven su orden y sus poderes. Esta sección debe mucho al estudio de P.
Arehambauld, «The analogy of the “body” in Renaissance political literature», en Bibliotheque d’Humanisme et Renaissance, tomo
XXIX, 1967, Droz, Ginebra. También L. Barkan, Nature's Work of Art, The Human Body as Image of the World, New Haven, Yale Unív.
Press, 1975; David G. Hale, The Body Politic. A Political Metapbor in Renaissance English Literature, La Haya, Mouton, 1971, y Judith
E.Schlanger, Les métaphores de l'organisme, París, Vrin, 1971.” (Balandier, 1988, pp. 29-30)
5 Diálogo escrito en un contexto de guerras civiles en Roma.

www.bioeticayderecho.ub.edu - ISSN 1886-5887


Salus populis suprema lex – Oriol Farrés Juste
Rev Bio y Der. 2020; 50: 5-17 | 12

acredita el contexto filosófico o literario del diálogo ciceroniano6. Es el imperativo que debe
prevalecer incluso cuando se suspenden momentáneamente las leyes ordinarias. Un imperativo
que debe valer siempre: en las situaciones ordinarias (in legibus sita est) y en las situaciones
extraordinarias (suprema lex esto). Nominalmente, es una prevención contra la tiranía. De hecho,
“especially in the later years of the republic, salus was connected with the “saving act” (“der
rettenden Tat” [Winkler]) of an individual or group that was viewed as guaranteeing the wellbeing
of the body politic.” (Walters, 2020, p. 40). Pero a nadie se le escapará que también se podía usar
para justificar el imperium sobre el pueblo, es decir, para que los gobernantes se autolegitimasen7.
Con lo cual, al fin y al cabo, todo dependerá de qué se entienda por salus populi (= bien común).

4. La tesis

Esta es la discusión filosófica sustantiva: ¿cómo se define el bien común? En plena crisis del
coronavirus, la salud pública es una objetivación del problema del bien común, puesto que recoge
tanto la vertiente individual como la colectiva. Actualmente, las teorías de la salud pública se
dividen a grandes rasgos entre el enfoque libertario (que prioriza las libertades individuales) y el
enfoque de la justicia social (que prioriza las responsabilidades colectivas). La práctica de la salud
pública es más consistente con el enfoque de la justicia social (Labonte), pero esto no significa que
se deban ignorar los efectos de las restricciones de las libertades individuales en las políticas
públicas, más que nada porque ello también puede afectar a la salud de la población (aparte de
lesionar la base normativa sobre la cual se fundamenta la libre elección de proyectos de vida en
nuestra sociedad). Pero si al enfoque libertario se añade el enfoque pluralista sobre el bien común,
se obtiene una visión de la sociedad como un agregado de individuos con sus intereses propios
que no constituye ninguna base para un bien común a todos ellos. Según las teorías pluralistas:

“it is the vision of politics as an arena … [which] makes impossible within


contemporary political science any credible notion of a public interest or a common

6 Son abundantes las referencias a la salus en sentido político en la obra de Cicerón, sobre todo a partir de las Catilinarias (salus rei
publicae). “The phrase salus populi (usually with Romani added, though sometimes understood, as at De leg. 2.21.2, Cat. 4.9, or Agr 2.7)
is virtually Ciceronian property, occurring 18x in the speeches, as well as twice in the letters; there are also a couple of equivalent
phrases (omnium civis salus: Mur. 7; salus vestra: Phil. 4.4; Livy also picked up the phrase (2x) [based of PHI 5.3])” (Dyck, 2004, p. 459)
7 Un uso estratégico de la salus consistió, en la tardía República romana, en justificar en su nombre la política de los optimates contra
los populares. Pero aquí cabe decir que el uso estratégico de un concepto en un contexto determinado no agota su potencial
normatividad.

www.bioeticayderecho.ub.edu - ISSN 1886-5887


Salus populis suprema lex – Oriol Farrés Juste
Rev Bio y Der. 2020; 50: 5-17 | 13

good… because there is no public or community other than the aggregation of


individuals and special interest groups which they form. (Cochran, 1974, p. 328).8

En el contexto del republicanismo romano, evidentemente, el bien común no se pone en


duda. Otra cosa es que sea precisamente una cuestión disputada sobre la cual es difícil alcanzar
consensos. Pero esta fragmentación de las teorías pluralistas sería vista como una corrupción del
todo social, una fractura de la comunidad política o una enfermedad civil. En el republicanismo, el
bien público se da por supuesto: debe existir. Pero lo interesante de la cuestión es que no se
obtiene una definición del mismo a partir de la razón teórica, sino de la práctica. No se descubre
dogmáticamente en el mundo de las ideas; al contrario, se requiere de la virtud de la prudencia.
La salus es objeto de una aproximación prudencial basada en la capacidad de anticiparse, prever
y considerar atentamente las circunstancias:

“Esta fuerza precavedora era traducida por Cicerón por Prouidentia. La


Prouidentia servirá para estimular el conocimiento del bien común, sirviendo de modelo
a los ciudadanos en el interior de un marco institucional definido fundamentalmente,
para los Romanos, por el rechazo a la Tiranía. La Prouidentia buscaba la utilitas civium.
Cicerón describía la función providencial en uidere itinero fluctusque rerum publicarum.
Ahora bien: para Cicerón Salus está unida y engarzada en Prouidere. Por ello se
convierte claramente en criterio político, dado que la providencia o prudencia es la
virtud característica del hombre público, al ser la coordinadora de todas las
virtualidades del poder puestas al servicio de una decisión sobre la realidad política.”
(Sánchez de la Torre, 1997, p. 44)

Se trata de un criterio para tomar las decisiones “previstas”, “provisoras” o “providenciales”,


las más prudentes (Sánchez de la Torre, 1997, p. 46). Para ello, es preciso saber deliberar
rectamente sobre lo que es bueno y conveniente. No obstante, como dice Aristóteles, “la prudencia
no podrá ser ni ciencia ni arte” (EN, 1140a). No puede haber conocimiento exacto y necesario del
bien común (no es ciencia). Tampoco el bien común es producido técnicamente (no es arte). La
prudencia es una virtud, claro está, y añade Aristóteles que es una “cualidad propia de los
administradores y los políticos” (1140b): su ejemplo paradigmático es el estadista ateniense
Pericles. La prudencia es una disposición práctica acompañada de regla verdadera (Aubenque,
1999, p. 44). Esta regla verdadera es el criterio en función del cual se obtiene el bien (no
absolutamente, sino relativo a la situación humana). Actuar prudentemente equivale a usar este
criterio de tal modo que uno se adecúe a las circunstancias singulares de la acción; es, pues,

8 Citado en: Etzioni, A. (2014). Common good. The encyclopedia of political thought, 603-610.

www.bioeticayderecho.ub.edu - ISSN 1886-5887


Salus populis suprema lex – Oriol Farrés Juste
Rev Bio y Der. 2020; 50: 5-17 | 14

materia de sabiduría práctica. Pero no es algo absoluto, es opinable. Esto significa que ni siquiera
el magistrado tiene la última palabra, garantía y seguridad de dar con el bien común. Como es
objeto de opinión, al fin y al cabo, es disputable (fruto de una deliberación contingente en la más
radical incerteza). Será siempre una decisión y, como tal, solo queda responsabilizarse de ella ante
la ciudadanía.

En la metáfora conceptual de la salus populi, los magistrados son asimilados a los médicos
del cuerpo civil9. Son, pues, los encargados de proporcionar salus, solidez de la comunidad ante el
fantasma de las divisiones internas10. Ello solo es posible si se toma como referencia un bien
común a todos los miembros de la res publica. Y los ciudadanos, por su parte, deben ser solidarios:
deben subordinar su interés particular a este interés general. La “solidaridad” proviene de la
obligatio in solidum, figura del derecho romano en la cual una deuda no se divide, sino que cada
deudor tiene la obligación de cumplir por sí solo, y a petición del acreedor común, toda la
obligación (Gómez Ligüerre). El origen de la solidaridad es, entonces, este acto de hacerse cargo
de la totalidad. En su traslación política, el ciudadano tiene que velar por el conjunto de la civitas.
Recordémoslo: salus proviene de la raíz indoeuropea *solh₂- (solidez). Salud y solidaridad están,
así, etimológicamente hermanadas.11

La salud del todo social depende de la solidaridad, de la deuda (¡la “dette sociale” del
solidarismo francés! [Blais]) de los ciudadanos para con la comunidad. En la tesitura de la COVID-
19, la metáfora médica del cuerpo civil se ha literalizado en la población (se ha materializado
abruptamente). Un problema de salud pública requiere de la salus, de la acción provisora de los
gobernantes, pero también de la solidaridad de los gobernados (son las dos caras de una misma
moneda). Sin ello, la res publica enferma y se corrompe, se descompone. Pero para que la salus sea
ley suprema, es necesario que las acciones de los poderes públicos sean “prudentes” y
comprensibles por parte de la ciudadanía (que sus razones sean accesibles a los ciudadanos). Al
ser fruto de una deliberación, los indicadores objetivos de la salud pública no determinan toda la
cuestión. Pueden ser empleados como razones, pero la persuasión final no dependerá únicamente
de los expertos. Esto es así porque incluso en la selección de los indicadores objetivos relevantes
ya hay un sesgo ideológico. El bien común no se descubre, se inventa deliberativamente. Una
república democrática debe garantizar las condiciones para que sus ciudadanos puedan participar

9 La historia española conoció, en esta línea, al “cirujano de hierro” de la mano de Joaquim Costa a principios del siglo XX. La idea de
“salvar a la patria” a través de la acción “providencial” de un líder carismático es claramente protofascista. Pero ello no empaña el valor
normativo de la cohesión social en la genealogía de la salus. Todo depende del uso político concreto de la metáfora.
10 “After gaining control of Rome through civil bloodshed, Sulla took the title of salus rerum to portray himself as both a “savior” and
source of “health for the Roman state”” (Walters, 2020, p. 41)
11 “La salud es aquella manera de vivir que es autónoma, solidaria y gozosa.” (Jordi Gol)

www.bioeticayderecho.ub.edu - ISSN 1886-5887


Salus populis suprema lex – Oriol Farrés Juste
Rev Bio y Der. 2020; 50: 5-17 | 15

activamente en la definición del bien público (si tienen que priorizarlo en su conducta, lo mejor es
que hayan contribuido a construirlo y, en la medida en que son copartícipes, lo experimenten
como algo propio). Cuál debe ser el modo de poner en práctica tal participación es un asunto de
primer orden y todavía irresuelto en la política democrática de todos los tiempos: el principio
republicano de la división de poderes, según el cual el ejecutivo debe rendir cuentas
periódicamente ante el legislativo, aunque en sí esté sujeto a imperfecciones en la práctica, es una
de las mejores soluciones al problema. Ahora bien, ni siquiera una situación excepcional justifica
una imposición de medidas gubernamentales sin contestación. Y es que la tiranía, como nos
recuerda la tradición republicana, es el enemigo de la salus del pueblo.

La salus es el afuera social y político que condiciona la salud de la población, tanto a nivel
somático como a nivel psíquico –una sociedad sin cohesión produce pobreza, enfermedad y
muerte. En consecuencia, la antigua salus contribuye a crear una visión más holística de la salud,
acorde con el paradigma bio-psico-social (la salus cubriría el elemento social de la triada). Hacer
frente a la COVID-19 requiere de una deliberación prudente entre diferentes registros y ámbitos,
es decir, un balance ponderado y mesurado de todas las variables disponibles (esto significa que
el objetivo de la preservación de la salud física puede ocasionar agravios en la salud psíquica, la
vida relacional de las personas o directamente en la economía y viceversa, y que por lo tanto en
cualquier curso de acción habrá costes). La deliberación nunca puede contar con toda la
información; hay, pues, un margen de incerteza consustancial e ineludible. Pero sea cual sea la
decisión final de los responsables políticos, no deben olvidar que lo que está en juego es el bien
común (en tanto que salvaguarda del pueblo), esto es, la salus rei publicae.

En suma, la salus fue –desde su carácter figurativo representado en una diosa romana hasta
su conceptualización jurídica ciceroniana– un símbolo del horizonte del bienestar y la cohesión
de la comunidad. Todas las discusiones sobre el bien común hallan sus raíces en la salus populi
romana republicana. Incluso a día de hoy, en plena crisis del coronavirus, la salus nos recuerda
que la búsqueda prudencial del interés público debe ser prioritaria a la hora de lidiar con las
emergencias. Ello no se puede perder de vista bajo ningún concepto. Contrariamente a lo que
podría parecer, empero, la salus no refiere tanto a la salud pública en sí como a una idea más
amplia de bienestar comunitario: las medidas de confinamiento a raíz de la COVID-19 prolongadas
en el tiempo se podrían justificar en términos salubristas, pero también afectan gravemente a la
población. Un ejemplo de los costes sociales de estas medidas es el impacto en las economías
familiares de los recortes de ingresos por la falta de trabajo remunerado que padecen los
ciudadanos confinados. El imperativo de la salud pública se debe equilibrar con alguna noción de
bien común o interés público: la salus rei publicae. Por otro lado, el hecho de que el argumento de
la salus populi suprema lex esto se haya utilizado como pretexto para la suspensión de derechos

www.bioeticayderecho.ub.edu - ISSN 1886-5887


Salus populis suprema lex – Oriol Farrés Juste
Rev Bio y Der. 2020; 50: 5-17 | 16

en casos de necesidad (estado de excepción [Heffes]) no empaña que normativamente sea un


estímulo para considerar el bienestar del conjunto de la comunidad.

Para concluir, la máxima ciceroniana salus populi suprema lex esto a menudo se ha utilizado
con el fin de dar un origen noble y clásico a los imperativos salubristas de intentar proteger la
salud de la población en circunstancias de pandemia. Pero la traducción de salus por “salud
pública” es demasiado apresurada y reduccionista. El alcance de salus es mayor: refiere al bien
común de la sociedad, del populus. Y justamente la aproximación prudencial al bien común puede
corregir y matizar las medidas más expeditivas de las autoridades. Siempre va a haber tensiones.
Pero nunca se deben perder de vista los derechos fundamentales de la ciudadanía, como la
libertad de expresión y de información. Aun impidiendo la libertad de circulación, la crisis de la
COVID-19 no puede ser una excusa para vaciar de contenido los elementos que definen la libertas
de la ciudadanía (su cualidad de ser ciudadanos y no súbditos) o para ignorar la llamada moral a
tener presente en todo momento el bien común.

Bibliografía

 Alford, R. P. (2013). Is an Inviolable Constitution a Suicide Pact? Historical Perspective on


Executive Power to Protect the Salus Populi. Saint Louis ULJ, 58, 355-422.

 Andrés Santos, F. J. (2005). “Derecho romano y axiología política republicana”, en: Bertomeu,
M. J.; Domènech, A. y de Francisco, A. (comp.). Republicanismo y democracia. Buenos Aires,
Miño y Dávila.

 Aubenque, P. (1999). La prudencia en Aristóteles con un apéndice sobre la prudencia en Kant.


Barcelona, Crítica.

 Balandier, G. (1988). Modernidad y poder. El desvío antropológico. Madrid, Júcar.

 Benveniste, É. (2004). Problemas de lingüística general (vol. 1). Buenos Aires, Siglo XXI
editores.

 Blais, M.-C. (2007). La solidarité: Histoire d’une idée. Paris, Gallimard.

 Cochran, C. E. (1974). Political science and “the public interest”. The Journal of Politics, 36, 2,
327-355.

 Dyck, A. R., & Cicero, M. T. (2004). A commentary on Cicero, De legibus. University of Michigan
Press.

 Etzioni, A. (2014). Common good. The encyclopedia of political thought, 603-610.

www.bioeticayderecho.ub.edu - ISSN 1886-5887


Salus populis suprema lex – Oriol Farrés Juste
Rev Bio y Der. 2020; 50: 5-17 | 17

 Gómez Ligüerre, C. (2005). Solidaridad y responsabilidad. La responsabilidad conjunta en el


derecho español de daños. Universitat Pompeu Fabra.

 Heffes, O. D. (2012). Salus populi: estado de excepción o razón de estado en la salvación de la


comunidad. Pensar en derecho, 1, 67-89.

 Labonte, R. (1998). Health promotion and the common good: towards a politics of practice.
Critical Public Health, 8, 2, 107-129.

 Lakoff, G. & Johnson, M. (1991). Metáforas de la vida cotidiana. Madrid: Cátedra.

 Llano Alonso, F. H. (2017). El gobierno de la razón: la filosofía jurídico-política de Marco Tulio


Cicerón. Zizur: Aranzadi.

 Pettit, P. (1997). Republicanism: A theory of freedom and government. Clarendon Press.

 Sánchez de la Torre, A. (1997). El objeto de la legalidad en la expresión salus populi suprema


lex esto. Cuadernos de filología clásica: Estudios latinos, 12, 39-78.

 Walters, B. (2020). The Deaths of the Republic: Imagery of the Body Politic in Ciceronian Rome.
Oxford University Press.

 Willers, D. (1996). Salus. Vom Staatskult zur politischen Idee. Eine archäologische
Untersuchung. Archäologie und Gesellschaft 53(3), 274-275.

 Winkler, L. (1995). Salus: vom Staatskult zur politischen Idee. Eine archäologische
Untersuchung. Heidelberg, Verlag Archäologie und Geschichte.

Fecha de recepción: 16 de junio de 2020


Fecha de aceptación: 22 de junio de 2020

www.bioeticayderecho.ub.edu - ISSN 1886-5887


Pandemias, zoonosis y comercio de animales silvestres – Gustavo Ortiz Millán
Rev Bio y Der. 2020; 50: 19-35

Revista de Bioética y Derecho


Perspectivas Bioéticas
www.bioeticayderecho.ub.edu - ISSN 1886-5887

DOSSIER CUESTIONES BIOÉTICAS DE LA PANDEMIA COVID-19

Pandemias, zoonosis y comercio de animales silvestres

Pandemics, zoonoses and wildlife trade

Pandèmies, zoonosis i comerç d'animals silvestres

GUSTAVO ORTIZ MILLÁN *

* Gustavo Ortiz Millán. Instituto de Investigaciones Filosóficas, Universidad Nacional Autónoma de México.
Email: gmom@filosoficas.unam.mx.

Copyright (c) 2020 Gustavo Ortiz Millán


Esta obra está bajo una licencia de Creative Commons Reconocimiento-NoComercial-SinObraDerivada
4.0 Internacional.
Pandemias, zoonosis y comercio de animales silvestres – Gustavo Ortiz Millán
Rev Bio y Der. 2020; 50: 19-35 | 20

Resumen
La pandemia de COVID-19 tiene un origen zoonótico: fue transmitida de los animales a los
humanos. Lo mismo ha sucedido con otras epidemias recientes (como las causadas por los virus
SARS-CoV-1 y H7N9, entre otros). Estas epidemias surgieron en un contexto de explotación
animal: el comercio de animales silvestres. Mucha gente ha pedido la prohibición total de la venta
de animales silvestres en mercados. Sin embargo, la prohibición puede ser contraproducente y
tener peores consecuencias tanto para los animales como para la salud pública. Este artículo
argumenta en contra de una prohibición total y a favor de una regulación progresiva que tome en
cuenta el bienestar de los animales, pero que tenga como finalidad última la desaparición del
comercio de animales silvestres.
Palabras clave: COVID-19; zoonosis; epidemias; animales silvestres; comercio legal e ilegal;
regulación.

Abstract
The COVID-19 pandemic has a zoonotic origin: it was transmitted from animals to humans. The
same has happened with other recent epidemics (such as those caused by the virus SARS-CoV-1
and H7N9, among others). These epidemics arose in a context of animal exploitation: the trade in
wildlife. Many people have asked for a blanket ban of wildlife trade in wet markets. However, a
blanket ban may be counterproductive and have worse consequences both for the animals and for
public health. This paper argues against a blanket ban and argues for a progressive regulation that
takes into account the welfare of animals, but that has as its final goal the disappearance of trade
in wildlife.
Keywords: COVID-19; zoonosis; epidemics; wild animals; legal and illegal trade; regulation.

Resum
La pandèmia de la COVID-19 té un origen zoonòtic: es va transmetre dels animals als humans. El
mateix ha passat amb altres epidèmies recents (com les causades pels virus SARS-CoV-1 i H7N9,
entre d'altres). Aquestes epidèmies van sorgir en un context d'explotació animal: el comerç
d'animals silvestres. Molta gent ha demanat la prohibició total de la venda d'animals silvestres en
mercats. No obstant això, la prohibició pot ser contraproduent i tenir pitjors conseqüències tant per
als animals com per a la salut pública. Aquest article argumenta en contra d'una prohibició total i a
favor d'una regulació progressiva que tingui en compte el benestar dels animals, però que tingui
com a finalitat última la desaparició del comerç d'animals silvestres.
Paraules clau: COVID-19; zoonosis; epidèmies; animals silvestres; comerç legal i il·legal;
regulació.

www.bioeticayderecho.ub.edu - ISSN 1886-5887


Pandemias, zoonosis y comercio de animales silvestres – Gustavo Ortiz Millán
Rev Bio y Der. 2020; 50: 19-35 | 21

1. Introduccion

La pandemia de COVID-19, causada por el virus SARS-CoV-2, nos está dejando diversos
aprendizajes acerca de la salud pública, la fragilidad de la economía, del valor de la solidaridad,
entre muchas otras cosas. Sin embargo, hay algo que parece que no hemos aprendido a pesar de
que hemos vivido ya otras epidemias recientemente, y es que es altamente probable que el origen
de ésta se encuentre en el modo en que nos relacionamos con los animales y los explotamos.
Epidemias similares que hemos visto en las últimas décadas –como las del SARS, el H7N9, el H1N1
y otras –, han sido enfermedades zoonóticas, es decir, que fueron transmitidas a los humanos a
través de otros animales. Todas ellas surgieron en contextos de explotación de animales
(silvestres o domésticos), en donde se les mantiene hacinados o en una elevada densidad de
población, como son la comercialización –legal o ilegal – de especies silvestres, o la producción de
carne, leche o huevo en sistemas intensivos en granjas industriales1. La explotación de los
animales ha crecido en los últimos años, en muchas ocasiones en contextos de legalidad, pero de
escasa regulación o supervisión por parte de las autoridades sanitarias y ambientales de los países
donde se dan estas actividades, pero otras veces en contextos de ilegalidad. El aumento de este
tipo de actividades ha incrementado la probabilidad de que haya brotes de enfermedades
infecciosas emergentes2. Adicionalmente, si antes los brotes de enfermedades epidémicas y los
contagios se limitaban a regiones geográficas más o menos delimitadas, actualmente la
globalización ha facilitado que estas enfermedades puedan propagarse con más rapidez por todo
el mundo. Hoy en día, más que nunca antes, una mayor cantidad de personas viajan desde, y hacia
regiones de riesgo, contribuyendo con eso a la diseminación de los agentes patógenos. De no
regularse, o eventualmente prohibirse, estas formas de explotación de los animales, es altamente

1 Hoy en día, tres cuartas partes de todas las enfermedades infecciosas humanas emergentes provienen de animales (CDC s.f.). Tal vez
no todas ellas provengan de contextos de explotación animal –o al menos no tan claramente como las que he mencionado antes –, pero
pandemias recientes como la del VIH/sida, Ébola y MERS también tienen un origen zoonótico (Hahn et al., 2000; Pigott et al., 2014; Li
& Du, 2019).
2 Hay otras dos causas importantes de brotes zoonóticos en las que no me enfocaré en este artículo. 1) Algunas enfermedades
epidémicas también tienen un origen ambiental. Algunas influenzas y otras enfermedades están relacionadas con la invasión de los
hábitats y el contacto cercano al que se obliga a la fauna reservorio natural con los animales domésticos y, en última instancia, con los
humanos. También tienen que ver con la pérdida de biodiversidad y el aumento de la prevalencia de ciertos patógenos en las
poblaciones de reservorios. Si la biodiversidad no se deteriora, se diluyen las poblaciones de reservorios entre otras especies y se
reduce el riesgo de transmisión de patógenos. 2) La producción animal en sistemas intensivos, es decir, en sistemas que buscan
incrementar la producción criando a los animales en el menor tiempo y en el menor espacio posibles. Los animales viven la mayor
parte de sus vidas encerrados bajo condiciones artificiales, se ven limitados en la expresión de comportamientos naturales para la
especie, con niveles bajos de bienestar, en un estado de estrés crónico, por lo que son más susceptibles a enfermedades, y suelen ser
tratados con antibióticos. Todo esto incrementa el riesgo de infección y de que se presenten enfermedades, convirtiéndose en focos de
contaminación ambiental y de riesgo sanitario para el humano, incrementándose la posibilidad de transmisión de agentes patógenos
resistentes a antibióticos de los animales al humano. (Benson & Rollin 2004).

www.bioeticayderecho.ub.edu - ISSN 1886-5887


Pandemias, zoonosis y comercio de animales silvestres – Gustavo Ortiz Millán
Rev Bio y Der. 2020; 50: 19-35 | 22

probable que veamos la emergencia de otras pandemias de origen zoonótico en el futuro cercano.
Sin embargo, la regulación o prohibición del comercio de animales silvestres debe hacerse de
modo tal que no incrementen el tráfico clandestino de animales, porque en muchos casos eso
podría llevar a su extinción, así como a brotes zoonóticos más difíciles de identificar y controlar.

2. Un mismo patron

Una de las hipótesis más fuertes de los epidemiólogos acerca del origen de la pandemia del COVID-
19 es que se inició en el mercado de animales vivos de Wuhan, China, un mercado conocido por el
comercio de animales silvestres, como mapaches, serpientes, murciélagos, puercoespines,
pangolines, salamandras, tortugas y cocodrilos, entre otros3. Aunque no toda la población china
consume regularmente animales silvestres, hay un consumo extendido de este tipo de animales,
porque se considera que son buenos para la salud, porque al comerlos, se dice, el cuerpo absorbe
la fuerza física y la resiliencia de los animales. Así, por ejemplo, se consume sopa de murciélago
porque se piensa que previene el cáncer y mejora la vitalidad. Asimismo, se usan en la medicina
tradicional china. La carne y las escamas de pangolín, por ejemplo, se usan para curar distintas
condiciones médicas como la fiebre palúdica, la artritis, la epilepsia y otros males. Aunque ha
habido poca investigación sobre la efectividad de estos tratamientos, la que se ha hecho muestra
que el uso de animales en la medicina tradicional china no cuenta con respaldo científico y sí
contribuye a la extinción de especies (Still, 2003; Byard, 2016).

En esos mercados –que también existen en Vietnam, India, Japón y Filipinas, además de
países de África, como Congo, Kenia o Nigeria y de América Latina, como México, Brasil o Perú
(Wikipedia, s.f.) –, las más de las veces, los animales están en jaulas oxidadas y sucias, viven
encerrados, encadenados o amarrados, se encuentran en malas condiciones, están enfermos,
desnutridos y sufren estrés, lo que les provoca inmunodepresión, predisponiéndolos a infecciones
y otras enfermedades. Muchos tienen lesiones y traumatismos provocados durante su captura,
traslado y/o mantenimiento en los mercados4. Ahí, los animales viven en estrecho contacto unos
con otros y las enfermedades de unas especies suelen trasmitirse a otras. Muchos virus son
específicos de especie, y ésta puede ser reservorio natural del virus, es decir, puede vivir con él
virus sin enfermarse. No obstante, los virus pueden mutar y adaptarse a otra especie en la que sí
pueden causar enfermedad. A veces, la especie receptora puede convertirse en un amplificador,

3 Khadka, 2020. Sin embargo, hay que tener en cuenta que hay una teoría alternativa que sitúa el origen del virus en Estados Unidos,
véase, por ejemplo, United World International, 2020.
4 Un reportaje de CNN muestra las condiciones en las que viven estos animales en el mercado de Wuhan, véase Westcott & Deng 2020.

www.bioeticayderecho.ub.edu - ISSN 1886-5887


Pandemias, zoonosis y comercio de animales silvestres – Gustavo Ortiz Millán
Rev Bio y Der. 2020; 50: 19-35 | 23

lo que aumenta su virulencia y la rapidez con que se transmite. Recientemente, varias


investigaciones han afirmado que el genoma del SARS-CoV-2 que afecta a los humanos es muy
cercano al de los coronavirus de los murciélagos herradura (Rhinolophus sinicus) (Lau et al., 2020;
Shang et al., 2020; Andersen et al., 2020; Letko, Marzi & Munster, 2020; véase también Li et
al., 2010; Li et al., 2005). Del murciélago pasó muy probablemente a los pangolines y de éstos a
los humanos. Diversos artículos publicados recientemente señalan una semejanza de un 91%
entre el SARS-CoV-2 encontrado en murciélagos y el encontrado en pangolines de Malasia (Manis
javanica). Algunos de estos estudios se realizaron con pangolines confiscados en operaciones
contra el contrabando en el sur de China (Tsan-Yuk et al., 2020; Zhang, Wu & Zhang, 2020; Zhixin
et al., 2010).

El 24 de febrero de 2020, después de que se identificó el mercado de Wuhan como el lugar


de origen del coronavirus SARS-CoV-2, China prohibió el consumo de cualquier animal silvestre
encontrado en vida libre o criado en cautiverio, para prevenir nuevas amenazas a la salud pública,
por lo menos hasta que se pase una ley revisada de protección a la vida silvestre. Sin embargo, la
prohibición es parcial, pues el uso de animales silvestres como mascotas, para uso médico y para
investigación científica no ha sido prohibida, sino que será sometida a un “examen y aprobación
estrictos” por parte de los departamentos de supervisión chinos (Xinhuanet, 2020). No obstante,
no es la primera vez que hay un caso de una enfermedad zoonótica originada en mercados de
animales silvestres que provoca una epidemia en China y que el gobierno prohíbe la venta en
mercados.

La gripe aviar, provocada por el virus H5N1, que ya había causado gran mortandad entre
las aves de corral desde el siglo XIX, pasó finalmente a los humanos en 1997. Ese año se dieron los
primeros casos de gripe aviar en humanos. Los primeros brotes se remontan a una granja de
gansos en la provincia de Guangdong, en el sur de China, así como a un mercado de animales
silvestres en Hong Kong (Walters, 2014). No es coincidencia que la década de 1990 vio crecer la
población avícola en el mundo en 76% en los países en vías de desarrollo y 23% en los países
desarrollados, contribuyendo a la mayor prevalencia de la gripe aviar (Alders et al., 2014). El
aumento de la riqueza en China desde los años 90 ha posibilitado que más gente consuma más
carne de aves de corral (como pollo, pavo, ganso y codorniz). Desde 2003, los brotes se han vuelto
más frecuentes por la alta densidad de aves de corral que hay en los sistemas de producción
intensiva avícola —los sistemas intensivos de producción avícola se caracterizan por tener gran
cantidad de aves en espacios reducidos, en los que, por el mismo hacinamiento, las aves suelen
tener bajos niveles de bienestar y se enferman con facilidad—. En China, las aves de corral se
comercian en mercados donde conviven con animales de otras especies, como los cerdos, y con
humanos. La transmisión de enfermedades infecciosas entre especies suele ser común bajo estas

www.bioeticayderecho.ub.edu - ISSN 1886-5887


Pandemias, zoonosis y comercio de animales silvestres – Gustavo Ortiz Millán
Rev Bio y Der. 2020; 50: 19-35 | 24

condiciones. Desde entonces, ha habido decenas de brotes de influenza aviar (tipos H5 y H7) en
todo el mundo (OIE, 2020).

La expansión del consumo de aves de corral, del consumo de cerdo y la poca regulación y
falta de supervisión de los mercados de animales vivos pueden haber contribuido para que
surgieran nuevas cepas de virus de influenza. Esto es lo que sostiene un estudio de Ma, Kahn y
Richt:

granjas avícolas comerciales, “mercados húmedos” [wet markets] (donde se


venden aves vivas y otros animales), granjas avícolas de traspatio, instalaciones
comerciales y familiares de sacrificio de aves de corral, granjas porcinas, los hábitos de
alimentación humana y el comercio mundial de animales exóticos han estado
involucrados en la propagación de los virus de la influenza A. Los “mercados húmedos”
del sureste asiático, donde las personas, los cerdos, los patos, los gansos y las gallinas (y
ocasionalmente otros animales) están muy cerca, representan un peligro particular
para la salud pública. (Ma, Kahn & Richt, 2009)

En un segundo episodio similar, en noviembre de 2002, también en la provincia china de


Guangdong, apareció el síndrome respiratorio agudo grave (SARS, por sus siglas en inglés),
provocado por el coronavirus SARS-CoV-1. Investigadores del Instituto de Virología de Wuhan
han sostenido que esta variante de coronavirus se originó en los murciélagos, saltó a los gatos de
civeta –que también se venden en los mercados chinos –, antes de pasar a los humanos (Hu et al.,
2017). Inmediatamente, China prohibió la venta de animales silvestres en mercados. En julio de
2003, la Organización Mundial de la Salud (OMS) declaró que se había contenido el virus del SARS
y para agosto de ese año, China había levantado la prohibición. Mientras tanto, se reportaron
8,098 casos, 774 personas murieron en 17 países (con una tasa de mortalidad de 9.6%) (Wang &
Chang, 2004).

Una tercera epidemia de influenza comenzó en abril de 2013 en la provincia china de


Zhejiang. Entonces se identificó por primera vez el virus H7N9 como el origen de la enfermedad,
un virus que nunca antes se había visto en humanos. Para fines de 2013, 144 casos se habían
reportado, de los cuales 46 habían muerto. La OMS lo ha identificado como “un virus inusualmente
peligroso para los humanos”, dado que la mayoría de los casos resultan en graves enfermedades
respiratorias y tiene una tasa de mortalidad del 30% (Shadbolt, 2013). Los estudios genéticos del
virus mostraron que había rastros del virus de influenza aviar, mezclados con información
genética de patos, pollos e incluso palomas. Expertos de la Organización Mundial de Sanidad
Animal (OIE, por sus siglas en francés) han probado que los mercados de aves vivas tuvieron un
papel clave en las infecciones de aves de corral y de humanos con influenza H7N9 (OIE, 2013).

www.bioeticayderecho.ub.edu - ISSN 1886-5887


Pandemias, zoonosis y comercio de animales silvestres – Gustavo Ortiz Millán
Rev Bio y Der. 2020; 50: 19-35 | 25

El comercio (legal o ilegal) de animales silvestres y su venta en mercados provoca un gran


sufrimiento en los animales porque éstos viven bajo condiciones de mucho estrés y bajos niveles
de bienestar. Aysha Akhtar, neuróloga y especialista en salud pública, jefa del Servicio de Salud
Pública de Estados Unidos, lo ha dicho recientemente así:

Así como los humanos tenemos más probabilidades de sucumbir a la enfermedad


cuando estamos estresados, debilitados o heridos, estos mismos factores también
suprimen el sistema inmune en los animales, dejándolos extremadamente vulnerables a
contraer nuevas infecciones. Como resultado, el comercio mundial de animales crea
animales muy enfermos y condiciones ideales para que los patógenos se multipliquen y
salten de un animal a otro, y finalmente a los humanos. (Oxford Centre for Animal
Ethics, 2020)

El que los animales se encuentren en estas condiciones favorece la transmisión de


enfermedades entre ellos y las zoonosis. Muchas de ellas provienen de contextos de explotación
animal, en los que se mantiene hacinados a los animales, como sucede en los mercados, centros
de acopio, colecciones, zoológicos, etc., por ello, los animales se encuentran estresados y con su
sistema de defensa debilitado. Las probabilidades de que las enfermedades que normalmente
padecen aparezcan se incrementan, con lo cual se incrementa el riesgo de contagio a los humanos.

3. ¿Prohibir o regular?

Ha habido mucha publicidad en torno al hecho de que el origen del SARS-CoV-2 que causa la
enfermedad de COVID-19 se encuentra en los “mercados húmedos” de China. Por esa razón,
mucha gente ha pedido públicamente que se prohíban este tipo de mercados. Por ejemplo, un
grupo de 208 organizaciones y expertos de distintas áreas pidieron a la OMS el cierre de mercados
de animales vivos (Jones, 2020); por otro lado, a mayo de 2020, hay más de 220 solicitudes a
distintas autoridades gubernamentales nacionales o internacionales en la plataforma Change.org
para prohibir la venta de animales silvestres en este tipo de mercados, cuando no los mercados
mismos. Sin embargo, los “mercados húmedos” no son primariamente mercados de animales
vivos: son mercados en los que se venden pescados, mariscos, carne fresca, así como frutas y
verduras, que son rociadas con agua para que se mantengan frescas –de ahí que se les llame
“húmedos” –. Además de dichos productos, estos mercados venden animales vivos. No deben
prohibirse estos mercados, sino, en todo caso, la venta de animales vivos dentro de ellos. Pero,
habría que preguntarse si la venta de estos animales no es sino el último eslabón en una cadena
de comercio, tanto ilegal como legal, que debería regularse y vigilarse con cuidado.

www.bioeticayderecho.ub.edu - ISSN 1886-5887


Pandemias, zoonosis y comercio de animales silvestres – Gustavo Ortiz Millán
Rev Bio y Der. 2020; 50: 19-35 | 26

Sin duda alguna, hay muchas razones para que organizaciones animalistas y muchos otros
pidan la prohibición de la venta de animales en mercados públicos: la primera, obviamente, es que
dadas las condiciones sanitarias en las que se encuentran los animales crean el caldo de cultivo
ideal para que las enfermedades de una especie pasen a otra y haya brotes zoonóticos con
potencial pandémico. Sin embargo, esto tal vez podría remediarse con una más estricta regulación
y supervisión de las condiciones de los mercados. Una segunda razón es que el comercio de
animales silvestres inflige un gran daño y produce mucho sufrimiento en los animales individuales
que son traficados, y en ocasiones en sus grupos sociales. Sacarlos de su medio ambiente natural
es causa de gran ansiedad y depresión en los animales, su sistema de defensa se debilita y muchos
mueren en algún momento entre su captura y su traslado hasta que llegan al punto de venta.
Nueve de cada diez animales silvestres mueren durante su desplazamiento desde su hábitat
natural hasta su venta en los mercados (Giovanini, 2006). En tercer lugar, estos animales cumplen
una función en el nicho ecológico en el que se encuentran naturalmente. Sacarlos de ahí crea
desbalances en la población de la especie y en el ecosistema. Aunque también hay que tener en
cuenta que muchos animales silvestres son criados en granjas. Finalmente, muchos de los
animales silvestres que se venden en estos mercados se encuentran en peligro de extinción. De
hecho, la venta de muchos de ellos ya está prohibida, de modo que quienes los venden están
infringiendo la ley. En estos casos, no se trata de prohibir la venta de animales, sino de hacer
cumplir la ley.

Sin embargo, la prohibición total del comercio de animales silvestres puede ser
contraproducente. Los mercados de animales vivos no son un fenómeno aislado, sino parte de una
cadena mucho más grande de comercio. Una solución que se enfoque exclusivamente en la parte
visible del problema, es decir, en los mercados, y no tome en cuenta la complejidad del fenómeno,
como el contexto social en el que se da la extracción, la crianza (en casos de granjas), el acopio, la
comercialización y la demanda, corre el riesgo de mandar al comercio de animales a niveles más
profundos de clandestinidad y de insalubridad, de elevar el costo de los animales en el mercado y,
por eso mismo, de acelerar el proceso de extinción de muchas especies.

El comercio de animales silvestres es un negocio que involucra muchos países y alcanza los
$23 mil millones de dólares al año, siendo China el mayor mercado de animales silvestres en el
mundo (May, 2017; ‘t Sas-Rolfes et al. 2019). Por lo mismo, es una actividad que involucra a mucha
gente que depende de él para su subsistencia. Tanto en China como en muchos otros países, los
seres humanos han dependido tradicionalmente de la caza o la cría de animales silvestres para su
subsistencia. Se estima que 15% de la población mundial depende de un modo u otro de
actividades relacionadas al comercio de animales silvestres para su supervivencia, y es la principal
fuente de proteína animal para más de mil millones de personas en situación de pobreza en todo

www.bioeticayderecho.ub.edu - ISSN 1886-5887


Pandemias, zoonosis y comercio de animales silvestres – Gustavo Ortiz Millán
Rev Bio y Der. 2020; 50: 19-35 | 27

el mundo (Brashares et al., 2014). Muchos animales silvestres son criados en granjas; se calcula
que esta actividad involucra a 14 millones de personas en China y tiene un valor anual de $74
millones de dólares en ese país (Challender et al., 2020). De prohibirse completamente el comercio
de animales silvestres, dejaría a mucha de esta gente sin una fuente de ingreso, a menos que los
gobiernos compensen a los granjeros –en China, en respuesta a la pandemia de COVID-19, el
gobierno ha cerrado 20 mil granjas y a muchas de ellas les ha dado una compensación (Standaert,
2020) –. Mucha gente que se ha dedicado durante toda su vida a la extracción o a la crianza de
animales silvestres, se enfrentaría de la noche a la mañana al desempleo. Es probable que muchos
de ellos prefieran seguirse dedicando al mismo negocio, pero de modo ilegal. La prohibición
simplemente mandaría a muchos criadores a la clandestinidad, y entonces sería más difícil
supervisar las condiciones de los animales. En caso de que efectivamente desaparezcan las
granjas, el destino de muchos animales sería incierto: probablemente muchos de ellos serían
sacrificados y otros muchos vendidos a traficantes ilegales.

De hecho, uno de los principales problemas con la prohibición de la venta de animales


silvestres en mercados es que no hace desaparecer el fenómeno. Dado que se trata de un negocio
muy lucrativo, se estaría mandando a la clandestinidad a cazadores, criadores y comerciantes de
animales, que ahora tendrían un negocio más riesgoso, pero por lo mismo más lucrativo. Bajo
condiciones de prohibición, el precio de los animales subiría y haría el negocio más atractivo para
mucha gente. Se ha argumentado que clasificar una especie como amenazada puede servir para
que tenga una mayor protección, pero al mismo tiempo puede incentivar a cazadores para que
satisfagan la demanda de animales que se consideran raros por parte de los consumidores, sobre
quienes muchas veces la prohibición no tiene ningún efecto, cuando no incentiva la demanda (Hall,
Milner-Gulland & Courchamp, 2008). Esto incrementa el precio de mercado de estos animales. Si
se acelera la captura de animales en vida libre, se aceleraría la presión sobre especies en peligro
de extinción. Además, los traficantes muy probablemente tendrían que mantener a los animales
en lugares alejados de la vista pública, donde se encontrarían en peores condiciones de bienestar
e higiene. Las consecuencias de la prohibición no sólo serían peores para los animales, sino
también para la salud pública, porque los brotes epidémicos aparecerían en lugares donde sería
más difícil identificarlos y controlarlos; en lugar de ser en mercados públicos autorizados, los
brotes se darían en la clandestinidad, y muy probable insalubridad, de los lugares en los que se
almacenaran los animales traficados.

Adicionalmente, de pasar a la ilegalidad parte de un mercado que actualmente es legal, muy


probablemente se convertiría en un negocio más atractivo para el crimen organizado, así como
para distintos grupos fundamentalistas, terroristas o guerrillas. En años recientes se ha visto que
las grandes ganancias que se obtienen del tráfico de animales silvestres han atraído a carteles de

www.bioeticayderecho.ub.edu - ISSN 1886-5887


Pandemias, zoonosis y comercio de animales silvestres – Gustavo Ortiz Millán
Rev Bio y Der. 2020; 50: 19-35 | 28

narcotraficantes, así como a guerrillas. En México, por ejemplo, varios grupos de narcotraficantes,
como el cártel de Sinaloa, están involucrados en el tráfico ilegal de animales silvestres (Melgoza,
Alvarado & Estrada, 2017). En África, participan de este tipo de actividades grupos como
Janjaweed, Lord’s Resistance Army, al-Shabab y Boko Haram, que trafican colmillos de elefantes y
cuernos de rinoceronte, para financiar sus ataques terroristas. Esto, a su vez, tiene consecuencias
sociales, porque muchos de estos grupos esclavizan a gente de poblaciones rurales para que
capturen a los animales (Brashares et al., 2014; Zimmerman, 2003). No es coincidencia el hecho
de que el tráfico de animales esté en los primeros lugares de comercio ilegal en el mundo (después
del tráfico de drogas, armas y personas) (Fedotov & Scanlon, 2013).

Se ha visto que la prohibición del comercio de algunas especies de animales no lo ha frenado,


sino que éste o bien ha permanecido igual o bien ha crecido. Por ejemplo, en 1975, cuando entró
en vigor la Convención sobre Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora
Silvestres (CITES, por sus siglas en inglés) –el principal mecanismo internacional para mantener
la sostenibilidad en el comercio de vida silvestre a nivel internacional – empezó a regular el
comercio de pangolines. En el año 2000, CITES propuso pasar a los pangolines al Apéndice I de la
Convención, que es la lista de especies en peligro de extinción y cuya venta está prohibida.
Coincidentemente, ese mismo año se vio el mayor incremento de comercio de pangolines a nivel
mundial. Si bien los pangolines no pasaron al Apéndice I sino hasta 2016, un creciente número de
regulaciones durante más de 40 años no disminuyeron el comercio de este animal (Challender,
Harrop & MacMillan, 2015). Entre 2006 y 2015 se experimentó el mayor crecimiento en el
comercio de este animal en el mundo: se estima que se han traficado 1 millón 122 mil pangolines
(Nuwer, 2020). La creciente demanda ha hecho que la carne de pangolín haya pasado de un
promedio de $20 dólares por kilo en 1991 a $600 dólares en 2016, ya en el mercado negro. Las
escamas pasaron de unos $30 a unos $3,000 dólares el kilo (White, 2013; Bagri, 2016; Challender,
Harrop & MacMillan, 2015). El pangolín es el animal silvestre más traficado en el mundo,
particularmente por su uso en la medicina tradicional china, por lo que se encuentra en peligro de
extinción (Nuwer, 2020).

Algunos conservacionistas han criticado el hecho de que CITES, al tomar decisiones sobre
la inclusión de una especie en el Apéndice I, esté enfocado en controles comerciales, de monitoreo
y de implementación, pero no tome en cuenta la complejidad del fenómeno social y las
consecuencias económicas sobre las comunidades a las que afecta la prohibición.

Las prohibiciones al comercio de animales silvestres, entonces, no detienen el tráfico de


animales, sino que encarecen el producto, al tiempo que lo hacen más apetitoso para traficantes y
consumidores, de modo que hay una mayor presión sobre la especie. Por otra parte, aunque la
mayor parte de los países en el mundo son miembros firmantes de CITES, suele haber poca

www.bioeticayderecho.ub.edu - ISSN 1886-5887


Pandemias, zoonosis y comercio de animales silvestres – Gustavo Ortiz Millán
Rev Bio y Der. 2020; 50: 19-35 | 29

voluntad por parte de los gobiernos (sobre todo los países en vías de desarrollo, muchos de los
cuales son exportadores de animales silvestres) para hacer cumplir la ley y los acuerdos suscritos.
Tal vez más que falta de voluntad, se trata de un problema de falta de recursos para financiar la
tecnología y a la gente que haga cumplir la ley.

En muchos países, las multas y los castigos suelen ser pequeños en comparación con los que
se aplican, por ejemplo, a narcotraficantes; pero, sobre todo, en comparación con las exorbitantes
ganancias que se obtienen de los animales (Yang, Liu, Li & Zhang, 2020; Melgoza, Alvarado &
Estrada, 2017). Las multas suelen ser pequeñas, en parte porque las autoridades no son
conscientes del valor económico de las especies, del daño que se ocasiona a los animales
traficados, pero tampoco del daño a su hábitat. Los sistemas judiciales, en general, no son
sensibles ante el tema del tráfico de animales. Sin duda alguna, las multas y las penas deben ser
mayores si quieren tener algún efecto disuasorio y debería haber capacitación a los miembros del
poder judicial para sensibilizarlos en el tema.

Sin embargo, no es el propósito de este artículo argumentar a favor de un enfoque punitivo


basado en multas y penas. Aumentar las penas no sirve de mucho si no se toma un enfoque
integral, en el que los gobiernos fortalezcan la legislación y los reglamentos que controlan la
importación y exportación, venta y consumo de animales silvestres y productos derivados; en que
también fortalezcan la legislación sobre bienestar animal que rigen cada eslabón de la cadena que
va de la extracción al consumo. Asimismo, deben fortalecerse las herramientas para mejorar la
trazabilidad, certificación y monitoreo del comercio de estos productos (Traffic, 2020). Por otra
parte, deben fortalecerse las capacidades de las agencias de investigación sobre tráfico de
animales o detección de patógenos en importaciones de vida silvestre. Estas agencias deben poder
coordinarse con las diversas agencias nacionales e internacionales encargadas de vigilar cada uno
de los eslabones de la cadena: la extracción o la cría, el acopio, la transportación y la venta en
mercados o tiendas de animales. Sería necesario implementar revisiones periódicas efectivas e
invertir más, por ejemplo, en la inspección de granjas productoras de animales silvestres, en
sistemas de monitoreo en el transporte de animales, así como en los mercados en los que se
venden. Habría que permitir a los comerciantes vender animales silvestres siempre y cuando
cuenten con buenos niveles de bienestar. Progresivamente se tendrían que exigir estándares cada
vez más altos. Esto, mientras se logra disminuir la demanda, que es donde se encuentra el
problema de fondo.

Las políticas públicas que tomen los gobiernos al respecto, y cómo hagan cumplir la ley, son
parte de la solución, pero tal vez la parte más importante sea enfocarse en la demanda de los
consumidores. Suele haber indiferencia hacia los animales por parte de los consumidores: mucha
gente compra animales silvestres, o productos derivados de ellos, sin importarles cómo llegaron

www.bioeticayderecho.ub.edu - ISSN 1886-5887


Pandemias, zoonosis y comercio de animales silvestres – Gustavo Ortiz Millán
Rev Bio y Der. 2020; 50: 19-35 | 30

a sus manos, y sin preocuparse si provenían del tráfico ilegal o cuáles eran sus condiciones bajo el
comercio legal. En última instancia es igual de grave comprar animales o sus partes, ya sea en
forma legal o ilegal –no porque sea legal es mejor para los animales, ni para la salud pública (Kolby,
2020) –. Los traficantes de animales no tendrían el poder que tienen hoy en día si los
consumidores se informaran un poco de cómo llegan los productos a sus manos y tuvieran más
escrúpulos morales al consumirlos.

Sería conveniente que los gobiernos implementaran campañas de educación y de


concientización acerca del comercio de animales silvestres dirigidas al público en general, pero
particularmente entre las poblaciones que más probablemente sean consumidores de animales
silvestres o de productos derivados de ellos. El modo más efectivo de acabar con el comercio de
animales silvestres sería acabando con la demanda.

4. A modo de conclusiones

En el contexto de la pandemia por COVID-19, sería necesario que analizáramos detenidamente


nuestra relación con los animales, que pensáramos que no es posible que sigamos viéndolos como
meros recursos que están a nuestra disposición o como cosas sobre las que tenemos derechos
absolutos y con las que podemos comerciar pensando que eso no va a tener consecuencias, porque
ahora más que nunca están a la vista. Prohibir la venta de animales silvestres en mercados no sólo
no constituye una solución al problema, sino que puede terminar agravando la situación:
mandando el comercio a la clandestinidad, elevando el costo de los animales en el mercado negro
y poniendo más presión sobre especies en riesgo y, por otro lado, haciendo que los distintos
eslabones del comercio se den sin ninguna vigilancia y en peores condiciones de salubridad, que
harían más probable la emergencia de brotes epidémicos con potencial pandémico. Tenemos que
pensar en modos más eficaces de regular y supervisar este comercio mientras logramos
desaparecer la demanda.

Para evitar la próxima pandemia, sería conveniente que pusiéramos los ojos más allá de los
mercados chinos, y pensáramos que debemos dejar de comerciar con la vida de los animales,
porque es dañino para los ecosistemas, es cruel para con los animales y favorece la emergencia de
nuevas enfermedades, muchas de ellas con potencial pandémico. En cualquier caso, tiene que
darse un cambio cultural, pero estos cambios suelen ser lentos. Mientras ese cambio no se dé, es
muy probable que sigamos viendo en el futuro cercano nuevas variedades de enfermedades
zoonóticas relacionadas con el comercio (legal o ilegal) de animales silvestres, y que vivamos
pandemias cada vez más frecuentemente.

www.bioeticayderecho.ub.edu - ISSN 1886-5887


Pandemias, zoonosis y comercio de animales silvestres – Gustavo Ortiz Millán
Rev Bio y Der. 2020; 50: 19-35 | 31

Agradecimientos

Agradezco a Adriana Cossío, a Beatriz Vanda y a un/a revisor/a anónimo/a de esta revista por sus
muchos comentarios y sugerencias a versiones previas de este texto. Agradezco también el apoyo
del proyecto PAPIIT IG300520, financiado por la Dirección General de Asuntos del Personal
Académico de la Universidad Nacional Autónoma de México.

Bibliografía

 Alders, R. et al. (2014). Impact of avian influenza on village poultry production globally.
EcoHealth 11(1): 63–72. doi:10.1007/s10393-013-0867-x.

 Andersen, K.G.; Rambaut, A.; Lipkin, W.I. et al. (2020). The proximal origin of SARS-CoV-
2. Nature Medicine 26, 450–452. https://doi.org/10.1038/s41591-020-0820-9.

 Bagri, N.T. (2016). China’s insatiable thirst for pangolin scales is fed by an international black
market. Quartz, diciembre 30. Disponible en: https://qz.com/874854/chinas-insatiable-
thirst-for-pangolin-scales-is-fed-by-an-international-black-market/. Fecha de acceso: 24 de
mayo de 2020.

 Benson, G.J.; Rollin, B.E. (comps.) (2004). The Well-Being of Farm Animals: Challenges and
Solutions. Ames, Iowa: Blackwell.

 Brashares, J.S. et al. (2014). Wildlife decline and social conflict. Science 345(6195): 376–378.

 Byard, R.W. (2016). Traditional medicines and species extinction: another side to forensic
wildlife investigation. Forensic Science, Medicine and Pathology 12: 125–127. DOI
10.1007/s12024-016-9742-8.

 CDC (s.f.). Zoonotic diseases. Centers for Disease Control and Prevention. [En línea]. Disponible
en: https://www.cdc.gov/onehealth/basics/zoonotic-diseases.html. Fecha de acceso: 9 de
abril de 2020.

 Challender, D.; Hinsley, A.; Veríssimo, D.; ‘t Sas-Rolfes, M. (2020). Coronavirus: why a blanket
ban on wildlife trade would not be the right response. The Conversation. 8 de abril. Disponible
en: https://theconversation.com/coronavirus-why-a-blanket-ban-on-wildlife-trade-would-
not-be-the-right-response-135746. Fecha de acceso: 21 de mayo de 2020.

 Challender, D.W.S.; Harrop, S.R.; MacMillan, D.C. (2015). Understanding markets to conserve
trade-threatened species in CITES. Biological Conservation 187: 249–259.

www.bioeticayderecho.ub.edu - ISSN 1886-5887


Pandemias, zoonosis y comercio de animales silvestres – Gustavo Ortiz Millán
Rev Bio y Der. 2020; 50: 19-35 | 32

 Fedotov, Y.; Scanlon, J.E. (2013). Wildlife crime ranks among trafficking in drugs, arms and
humans. The Guardian, 26 de septiembre. Disponible en:
https://www.theguardian.com/environment/2013/sep/26/wildlife-crime-trafficking-
drugs-arms. Fecha de acceso: 21 de mayo de 2020.

 Giovanini, D. (2006). Taking animal trafficking out of the shadows. RENCTAS uses the Internet
to combat a multibillion-dollar trade. Innovations: Technology, Governance, Globalization 1(2):
25–35.

 Hahn, B.H. et al. (2000). AIDS as a zoonosis: Scientific and public health implications. Science
287.

 Hall, R.J.; Milner-Gulland, E.J.; Courchamp, F. (2008) Endangering the endangered: The effects
of perceived rarity on species exploitation. Conservation Letters 1: 75–81. doi:
10.1111/j.1755-263X.2008.00013.x.

 Hu, B.; Zeng, L.P.; Yang, X.L. et al. (2017). Discovery of a rich gene pool of bat SARS-related
coronaviruses provides new insights into the origin of SARS coronavirus. PLOS Pathogens
13(11): e1006698. https://doi.org/10.1371/journal.ppat.1006698.

 Jones, M. (2020). Live wild animal markets, human and animal health, and biodiversity
protection. Carta abierta. 10 de febrero. Disponible en: https://iwbond.org/wp-
content/uploads/2020/02/Live-Wild-Animal-Markets_Final_10-February-2020.pdf.

 Khadka, N.S. (2020). Coronavirus: por qué el brote del virus podría ser una bendición para los
animales salvajes. BBC Mundo, 3 de febrero. [En línea]. Disponible en:
https://www.bbc.com/mundo/noticias-51357802.

 Kolby, J. (2020). To prevent the next pandemic, it’s the legal wildlife trade we should worry
about. National Geographic, 7 de mayo. Disponible en:
https://www.nationalgeographic.com/animals/2020/05/to-prevent-next-pandemic-focus-
on-legal-wildlife-trade/. Fecha de acceso: 27 de mayo de 2020.

 Lau, S.K.P.; Luk, H.K.H.; Wong, A.C.P.; Li, K.S.M.; Zhu, L.; He, Z., et al. (2020). Possible bat origin
of severe acute respiratory syndrome coronavirus 2. Emerging infectious diseases. Disponible
en: https://doi.org/10.3201/eid2607.200092.

 Letko, M.; Marzi, A.; Munster, V. (2020). Functional assessment of cell entry and receptor usage
for SARS-CoV-2 and other lineage B betacoronaviruses. Nature Microbiology 5, 562–569.
https://doi.org/10.1038/s41564-020-0688-y.

 Li, F.; Du, L. (2019). MERS coronavirus: An emerging zoonotic virus. Viruses 11(7). doi:
10.3390/v11070663.

www.bioeticayderecho.ub.edu - ISSN 1886-5887


Pandemias, zoonosis y comercio de animales silvestres – Gustavo Ortiz Millán
Rev Bio y Der. 2020; 50: 19-35 | 33

 Li, W.; Shi, Z. et al. (2005). Bats are natural reservoirs of SARS-like coronaviruses.
Science 310(5748): 676–679. DOI: 10.1126/science.1118391.

 Li, X.; Song, Y.; Wong, G. et al. (2010). Bat origin of a new human coronavirus: there and back
again. Science China Life Sciences 63, 461–462. https://doi.org/10.1007/s11427-020-1645-7.

 Ma, W.; Kahn, R.E.; Richt, J.A. (2009). The pig as a mixing vessel for influenza viruses: Human
and veterinary implications. Journal of Molecular and Genetic Medicine 3(1): 159. Doi:10.4172
/1747-0862.1000028.

 May, Ch. (2017). Transnational Crime and the Developing World, Global Financial Integrity.

 Melgoza, A.; Alvarado, E.; Estrada A.M. (2017) Tráfico de animales. Comercio ilegal en México.
Ciudad de México: Ediciones B.

 Nuwer, R. (2020). Illegal trade in pangolins keeps growing as criminal networks expand.
National Geographic, 11 de febrero. [En línea]. Disponible en:
https://www.nationalgeographic.com/animals/2020/02/pangolin-scale-trade-shipments-
growing/. Fecha de acceso: 1 de abril de 2020.

 OIE (2013). OIE expert mission finds live bird markets play a key role in poultry and human
infections with influenza A(H7N9). París: World Organisation for Animal Health. 30 de abril.
[En línea]. Disponible en: https://www.oie.int/en/for-the-media/press-
releases/detail/article/oie-expert-mission-finds-live-bird-markets-play-a-key-role-in-
poultry-and-human-infections-with-infl/. Fecha de acceso: 26 de marzo de 2020.

 OIE (2020). Update on avian influenza in animals (types H5 and H7). [En línea]. Disponible en:
https://www.oie.int/en/animal-health-in-the-world/update-on-avian-influenza/2016/.
Fecha de acceso: 3 de abril de 2020.

 Oxford Centre for Animal Ethics (2020). Press release: Stopping animal abuse will prevent
future pandemics, says leading scientist. [En línea]. Disponible en:
https://www.oxfordanimalethics.com/2020/03/press-release-stopping-animal-abuse-will-
prevent-future-pandemics-says-leading-scientist/. Fecha de acceso: 24 de marzo de 2020.

 Pigott, D. et al. (2014). Mapping the zoonotic niche of Ebola virus disease in Africa. eLife 3:
e04395. DOI: 10.7554/eLife.04395.

 ‘t Sas-Rolfes, M.; Challender, D.; Hinsley, A.; Veríssimo, D., Milner-Gulland, E.J. (2019). Illegal
wildlife trade: Scale, processes, and governance. Annual Review of Environment and Resources
44:201–228. https://doi.org/10.1146/annurev-environ-101718- 033253.

www.bioeticayderecho.ub.edu - ISSN 1886-5887


Pandemias, zoonosis y comercio de animales silvestres – Gustavo Ortiz Millán
Rev Bio y Der. 2020; 50: 19-35 | 34

 Shadbolt, P. (2013). WHO: H7N9 virus “one of the most lethal so far”. CNN. 25 de abril. [En
línea]. Disponible en: https://edition.cnn.com/2013/04/24/world/asia/china-
birdflu/index.html. Fecha de acceso: 1 de abril de 2020.

 Shang, J. et al. (2020). Structural basis of receptor recognition by SARS-CoV-2. Nature,


publicado en línea el 30 de marzo. https://doi.org/10.1038/s41586-020-2179-y.

 Standaert, M. (2020) Coronavirus closures reveal vast scale of China’s secretive wildlife farm
industry. The Guardian. 25 de febrero. Disponible en:
https://www.theguardian.com/environment/2020/feb/25/coronavirus-closures-reveal-
vast-scale-of-chinas-secretive-wildlife-farm-industry. Fecha de acceso: 21 de mayo de 2020.

 Still, J. (2003). Use of animal products in traditional Chinese medicine: environmental impact
and health hazards. Complementary Therapies in Medicine 11(2): 118–122. DOI:
10.1016/s0965-2299(03)00055-4.

 Traffic. (2020). The coronavirus pandemic and wildlife trade - TRAFFIC’s perspective. 24 de
marzo. Disponible en: https://www.traffic.org/news/the-coronavirus-pandemic-and-
wildlife-trade-traffics-perspective/. Fecha de acceso: 1 de abril de 2020.

 Tsan-Yuk Lam, T.; Guan, Y. et al. (2020). Identifying SARS-CoV-2 related coronaviruses in
Malayan pangolins. Nature, publicado en línea el 26 de marzo de 2020.
https://doi.org/10.1038/s41586-020-2169-0.

 United World International (2020). New evidence suggests coronavirus may have originated
in the US. United World, 17 de marzo. [En línea]. Disponible en: https://uwidata.com/8839-
new-evidence-suggests-coronavirus-may-have-originated-in-the-us/. Fecha de acceso: 26 de
marzo de 2020.

 Walters, M.J. (2014). Seven Modern Plagues and How We are Causing Them, 2ª ed. Washington:
Island Press.

 Wang, J.T.; Chang, S.C. (2004). Severe acute respiratory syndrome. Current Opinion in
Infectious Diseases 17(2): 143–148. DOI:10.1097/01.qco.0000124370.27345.28

 Westcott, B. y Deng, S. (2020). China has made eating wild animals illegal after the coronavirus
outbreak. But ending the trade won’t be easy. CNN, 6 de marzo. [En línea]. Disponible en:
https://edition.cnn.com/2020/03/05/asia/china-coronavirus-wildlife-consumption-ban-
intl-hnk/index.html. Fecha de acceso: 28 de marzo de 2020.

 White, S. (2013). Animal trade down? The Phnom Penh Post. 28 de noviembre. Disponible en:
https://www.phnompenhpost.com/national/animal-trade-down. Fecha de acceso: 27 de
abril de 2020.

www.bioeticayderecho.ub.edu - ISSN 1886-5887


Pandemias, zoonosis y comercio de animales silvestres – Gustavo Ortiz Millán
Rev Bio y Der. 2020; 50: 19-35 | 35

 Wikipedia (s.f.). Wet market. Disponible en: https://en.wikipedia.org/wiki/Wet_market.


Fecha de acceso: 25 de mayo de 2020.

 Xinhuanet (2020). Decisión del Comité Permanente del Congreso Nacional del Pueblo sobre la
prohibición integral del comercio ilegal de vida silvestre, erradicar el abuso de animales
silvestres y garantizar efectivamente la vida, la salud y la seguridad de las personas (en chino,
traducción de Google Translate). (2020). Xinhuanet, 24 de febrero. Disponible en:
http://www.xinhuanet.com/politics/2020-02/24/c_1125620762.htm. Fecha de acceso: 27
de abril de 2020.

 Yang, N.; Liu, P.; Li, W.; Zhang,L (2020). Permanently ban wildlife consumption. Science
367(6485): 1435.

 Zhang, T.; Wu, Q.; Zhang, Z. (2020). Probable pangolin origin of SARS-CoV-2 associated with
the COVID-19 outbreak. Current Biology 30(8), 1346–1351.

 Zhixin, L.; Xiao, X. Et al. (2010). Composition and divergence of coronavirus spike proteins and
host ACE2 receptors predict potential intermediate hosts of SARS‐CoV‐2. Journal of Medical
Virology. DOI: 10.1002/jmv.25726.

 Zimmerman, M.E. (2003). The black market for wildlife: Combating transnational organized
crime in the illegal wildlife trade. Vanderbilt Journal of Transnational Law 36: 1657-1689.

Fecha de recepción: 14 de abril de 2020


Fecha de aceptación: 3 de junio de 2020

www.bioeticayderecho.ub.edu - ISSN 1886-5887


Propuesta para la elaboración de un protocolo de triaje en el contexto de la pandemia de COVID-19 – Eduardo Rivera López et al.
Rev Bio y Der. 2020; 50: 37-61

Revista de Bioética y Derecho


Perspectivas Bioéticas
www.bioeticayderecho.ub.edu - ISSN 1886-5887

DOSSIER CUESTIONES BIOÉTICAS DE LA PANDEMIA COVID-19


Propuesta para la elaboración de un protocolo de triaje en el contexto de
la pandemia de COVID-19

Proposal for the elaboration of a triage guideline in the context of the


COVID-19 pandemic

Proposta per a l'elaboració d'un protocol de prova en el context de la


pandèmia de COVID-19

EDUARDO RIVERA LÓPEZ, FEDERICO ABAL, ROMINA REKERS, FELICITAS HOLZER, IRENE MELAMED, DIANA
SALMÚN, LAURA BELLI, SOL TERLIZZI, MARCELO ALEGRE, ALAHÍ BIANCHINI, IGNACIO MASTROLEO *
* Eduardo Rivera López. Profesor plenario de la Escuela de Derecho, Universidad Torcuato Di Tella (UTDT), IIF-
SADAF/CONICET (Argentina). Investigador independiente del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas
de Argentina. Email: erivera@utdt.edu – Federico Abal. Instituto de Investigaciones Filosóficas (IIF), Sociedad Argentina
de Análisis Filosófico (SADAF), Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET). Email:
federicogermanabal@gmail.com – Romina Rekers. Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET)
(Argentina). Email: rominarekers@gmail.com – Felicitas Holzer. Programa de Bioética FLACSO, Consejo Nacional de
Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET), Sorbonne Université, Faculté des Lettres. Email: felicitas.holzer@josha-
archive.org – Irene Melamed. Programa de Bioética FLACSO. Médica pediatra y especialista en adolescentes. Email:
dramelamed@gmail.com – Diana Salmún. Investigadora independiente, médica. Email: dsalmun@gmail.com – Laura
Belli. Universidad de Buenos Aires (UBA), Universidad Torcuato Di Tella (UTDT), Universidad Nacional de Tres de
Febrero (UNTREF) (Argentina). Email: laurabelli@gmail.com – Sol Terlizzi. Programa de Bioética FLACSO, Programa de
Derecho y Bienes Públicos FLACSO, Universidad Nacional de La Matanza (UNLAM) (Argentina). Email:
solterlizzi@gmail.com – Marcelo Alegre. Instituto de Investigaciones Jurídicas “Ambrosio L. Gioja”, Facultad de Derecho,
Universidad de Buenos Aires (UBA), Global Professor of Law (New York University). Email: alegre.marcelo@gmail.com –
Alahí Bianchini. Programa de Bioética FLACSO, Instituto de Investigaciones Jurídicas y Sociales “Ambrosio L. Gioja”,
Universidad de Buenos Aires (UBA). Email: alahibianchini@gmail.com – Ignacio Mastroleo. Programa de Bioética
FLACSO, Instituto de Investigaciones Sociales de América Latina (IICSAL), Consejo Nacional de Investigaciones Científicas
y Técnicas (CONICET). Email: ignaciomastro@gmail.com.

Copyright (c) 2020 Eduardo Rivera López, Federico Abal, Romina Rekers, Felicitas Holzer, Irene Melamed,
Diana Salmún, Laura Belli, Sol Terlizzi, Marcelo Alegre, Ignacio Mastroleo
Esta obra está bajo una licencia de Creative Commons Reconocimiento-NoComercial-SinObraDerivada 4.0
Internacional.
Propuesta para la elaboración de un protocolo de triaje en el contexto de la pandemia de COVID-19 – Eduardo Rivera López et al.
Rev Bio y Der. 2020; 50: 37-61 | 38

Resumen
Este documento ofrece una propuesta desde la perspectiva de la bioética para la elaboración de
un protocolo de triaje en el contexto de la pandemia de COVID-19. Dicha propuesta incluye
recomendaciones sobre las normas procedimentales y normas sustantivas que deben regir la
asignación y reasignación de recursos terapéuticos en condiciones de escasez extrema.

Palabras clave: triaje; bioética; pandemia; asignación; reasignación; escasez extrema; COVID-19.

Abstract
This document offers a proposal for the elaboration of a triage guideline in the context of the
COVID-19 pandemic. This proposal includes recommendations on the procedural norms and
substantive norms that should govern the allocation and reallocation of therapeutic resources in
conditions of extreme scarcity.

Keywords: triage; bioethics; pandemic; allocation; reallocation; extreme scarcity; COVID-19.

Resum
Aquest document ofereix una proposta des de la perspectiva de la bioètica per a l'elaboració d'un
protocol de triatge en el context de la pandèmia de COVID-19. L'esmentada proposta inclou
recomanacions sobre les normes procedimentals i normes substantives que han de regir
l'assignació i reassignació de recursos terapèutics en condicions d'escassetat extrema.

Paraules claus: triatge; bioètica; pandèmia; assignació; reassignació; escassetat extrema; COVID-
19.

www.bioeticayderecho.ub.edu - ISSN 1886-5887


Propuesta para la elaboración de un protocolo de triaje en el contexto de la pandemia de COVID-19 – Eduardo Rivera López et al.
Rev Bio y Der. 2020; 50: 37-61 | 39

1. Introduccion

1.1 Necesidad de un protocolo para situaciones de asignación de recursos


extremadamente escasos
La presente pandemia de COVID-19 ha puesto a prueba, en diversos países, la capacidad de los
sistemas de salud. En algunos de ellos, dicha capacidad fue superada, generando situaciones en
las cuales ha sido necesario tomar decisiones sobre quiénes recibirán y quiénes no un recurso
vital.

Situaciones de esta clase no son nuevas. La necesidad de racionamiento y de elección entre


pacientes frente a una escasez extrema de recursos vitales ha ocurrido en otras epidemias y
emergencias de salud pública en el pasado. Sucede también de modo permanente en algunas áreas
de la medicina, como la asignación de órganos para trasplante. Por lo demás, en sociedades con
recursos sanitarios deficientes, no es inhabitual que los servicios de cuidados intensivos (UCI) se
vean desbordados y sus profesionales tengan que tomar decisiones de este tipo.1

Sin embargo, ante la actual crisis, se renueva la necesidad de reflexionar y generar


recomendaciones que sean justificables públicamente, sean consistentes con nuestros
compromisos irrenunciables en materia de derechos humanos y sirvan para elaborar guías
concretas y aplicables a quienes deben ineludiblemente tomar las difíciles decisiones en la
práctica.

La necesidad de disponer de un protocolo de actuación para situaciones de escasez extrema


de recursos es independiente de cuáles sean las políticas que se adopten para evitar dichas
situaciones. Una sociedad debe disponer de normativas para el caso de que una contingencia de
este tipo ocurra, aun cuando se extremen las medidas para evitarla.

La importancia de contar con protocolos públicamente discutidos también radica en que


crea una protección jurídica para aquellas personas que, en situaciones extremadamente difíciles,
deben tomar decisiones cuya compatibilidad con el sistema jurídico puede ser puesta en duda.

1 El grado de escasez de recursos como UCI y, en consecuencia, la probabilidad de escenarios de triaje varían de país en país (Ma y
Vervoort, 2020). Las intervenciones no-farmacéuticas frente a la pandemia también influye en la probabilidad y dimensión de
escenarios de triaje; ver por ejemplo Flaxman et al. (2020).

www.bioeticayderecho.ub.edu - ISSN 1886-5887


Propuesta para la elaboración de un protocolo de triaje en el contexto de la pandemia de COVID-19 – Eduardo Rivera López et al.
Rev Bio y Der. 2020; 50: 37-61 | 40

1.2 Contexto de aplicación y posible extensión


Esta propuesta se ha elaborado tomando en cuenta el contexto específico de la presente pandemia
de COVID-19 en la Argentina, por lo cual se referirá exclusivamente a la asignación de aquellos
recursos terapéuticos que más probablemente estén en juego en dicho contexto: respiradores y
plazas en UCI.

No obstante, los criterios ofrecidos pueden, con los ajustes necesarios, valer también para
otros recursos sanitarios (por ejemplo, personal de la salud altamente calificado o dosis de
potenciales drogas terapéuticas que pudieran aparecer en el futuro).

Del mismo modo, y con las adaptaciones que son razonables para este tipo de normativa,
nuestras propuestas pueden ser útiles para otros países sometidos al mismo tipo de condiciones
de escasez. Ninguna sociedad se encuentra libre de la posibilidad de caer, en algún momento, en
dicha situación.

1.3 Recomendaciones éticas y deliberación pública democrática


En una sociedad democrática la tarea de regular las decisiones de asignación de recursos en
circunstancias de escasez extrema (triaje) debería ser, idealmente, una tarea a llevar a cabo
públicamente a través de los órganos de deliberación y decisión propios de la democracia (Nino,
1997). El presente documento debe ser entendido, en ese sentido, como un aporte más a dicha
deliberación y no como una guía definitiva. Los diversos documentos que se elaboran desde
diferentes enfoques disciplinarios pueden contribuir a un debate público robusto. Nuestra
propuesta ofrece pautas y argumentos desde la perspectiva de la bioética y no pretende agotar las
complejidades de la temática, que también debe nutrirse de otras disciplinas. En definitiva,
ofrecemos un conjunto de recomendaciones éticas que pueden ser un insumo útil para la
elaboración de un protocolo completo para decisiones de asignación de recursos extremadamente
escasos en el contexto de la presente pandemia.

Si bien tal protocolo debe ser suficientemente flexible como para atender a las
particularidades de diferentes contextos e instituciones, sus lineamientos básicos deberían ser el
resultado de un proceso participativo que recoja las diferentes voces e intereses en juego.

1.4 Alcance de la propuesta


Con el fin de circunscribir el ámbito de aplicación de las propuestas y argumentos de este
documento es importante realizar dos precisiones conceptuales.

www.bioeticayderecho.ub.edu - ISSN 1886-5887


Propuesta para la elaboración de un protocolo de triaje en el contexto de la pandemia de COVID-19 – Eduardo Rivera López et al.
Rev Bio y Der. 2020; 50: 37-61 | 41

En primer lugar, llamamos “decisión de triaje” (con independencia del origen de la


expresión) a aquellas decisiones en las cuales debe determinarse la asignación de uno o más
recursos sanitarios potencialmente salvadores (por ejemplo, drogas, respiradores, personal de
salud, camas hospitalarias) cuya disponibilidad no es suficiente para satisfacer las necesidades de
todos los pacientes (Iserson y Moskop, 2007). En otros términos, en una “decisión de triaje” existe
un recurso (o más de uno) que es requerido para salvar la vida de varios pacientes y que, dada la
situación de escasez radical, no puede ser asignado a todos ellos.2

En segundo lugar, los recursos sanitarios a ser asignados en el marco de una decisión de
triaje son recursos terapéuticos. Las consideraciones de este documento no pretenden alcanzar a
otro tipo de recursos, preventivos (para evitar que las personas contraigan la enfermedad) o
paliativos (para acompañar y evitar el sufrimiento innecesario de las personas que no pueden ser
curadas). Todos estos recursos son necesarios para dar una respuesta completa a la presente
pandemia. Estas recomendaciones no pretenden dar una orientación ética acerca de cómo asignar
prioridades entre estos diferentes tipos de recursos o actividades.

1.5 Secciones de este documento


En la sección 2 de este documento se presentan recomendaciones para la elaboración de las
normas procedimentales dentro de un protocolo de triaje, es decir, normas acerca de los pasos y
los órganos encargados de la toma de decisiones. En la sección 3 se presentan y analizan las
normas sustantivas. Allí explicitamos cuáles son las premisas de las cuales partimos y los
principios fundamentales que recomendamos tomar en consideración para las decisiones. En la
sección 4 analizamos diferentes modos de ponderar los diferentes criterios previamente
expuestos. La sección 5 procede a proponer un conjunto de criterios para la asignación final de
recursos radicalmente escasos. Incluye una propuesta para realizar una clasificación de los
pacientes, un criterio de asignación inicial y un criterio de reasignación. Finalmente, en la última
sección (6) ofrecemos algunas reflexiones a modo de conclusión.

2 Es importante advertir que existe un concepto de triaje que no incluye la connotación de decisión trágica en contextos de escasez
extrema. Según este concepto, triaje es únicamente el criterio para clasificar pacientes en emergencias, con el fin de optimizar su
tratamiento. Por ejemplo, puede permitir determinar adecuadamente qué pacientes deben ser tratados primero. Existen guías de triaje
que se refieren únicamente a este aspecto; por ejemplo, la actual guía del Ministerio de Salud de la Nación en Argentina (Msal, 2020).
Tales guías son fundamentales desde el punto de vista médico. Sin embargo, no resuelven el problema que se enfrenta en este
documento: cómo tomar decisiones cuando los recursos disponibles son insuficientes para tratar a todos los pacientes que los
necesitan.

www.bioeticayderecho.ub.edu - ISSN 1886-5887


Propuesta para la elaboración de un protocolo de triaje en el contexto de la pandemia de COVID-19 – Eduardo Rivera López et al.
Rev Bio y Der. 2020; 50: 37-61 | 42

2. Normas procedimentales

Si bien las decisiones de triaje requieren una evaluación caso por caso, debe existir un conjunto
de reglas que induzcan a que dichas decisiones respeten principios básicos de justicia
procedimental (Rawls, 1993: § 14). El respeto por dichas reglas promueve ciertos valores que, a
su vez, se concretan en derechos fundamentales de los pacientes y del personal de salud. Entre
estos valores cabe destacar los siguientes:

(1) Legitimidad: si los procedimientos mediante los cuales se toman las decisiones de triaje son
razonables y contienen salvaguardas para garantizar los derechos de los pacientes y los
profesionales, estas decisiones gozarán de mayor legitimidad, en el sentido de ser aceptables
en mayor medida por los destinatarios de esas decisiones y la sociedad.

(2) Transparencia: en la medida en que los procedimientos mediante los cuales se toman las
decisiones de triaje son públicos, es posible ejercer control sobre ellos y, consecuentemente,
sobre las decisiones, lo cual disminuye fuertemente la probabilidad de que tales decisiones
sean producto de la arbitrariedad o de la corrupción (Schuklenk, 2020).

(3) Consistencia: al existir un único conjunto de mecanismos procedimentales para arribar a una
decisión de triaje, es previsible que las decisiones que se tomen sean aproximadamente
iguales cuando las circunstancias también lo son.

(4) Protección legal: contar con procedimientos claros y razonables protege, al menos en alguna
medida, al personal de salud del riesgo jurídico de las decisiones, dado que éstas son tomadas
por órganos previamente establecidos y obedeciendo rigurosamente los pasos previstos por
las normas procedimentales.

(5) Protección psicológica: por último, la existencia y aplicación de reglas procedimentales claras
descarga (al menos parcialmente) a los profesionales de la salud del peso psicológico de la
toma de decisiones concretas, al estar éstas en manos de órganos elegidos de acuerdo con
criterios procedimentales públicos. También evita posibles conflictos de intereses e impide
un deterioro en los vínculos institución-equipo de salud-pacientes-familia-comunidad.

Las normas referidas al procedimiento de decisión y funcionamiento de un protocolo de


triaje que recomendamos son las siguientes:

www.bioeticayderecho.ub.edu - ISSN 1886-5887


Propuesta para la elaboración de un protocolo de triaje en el contexto de la pandemia de COVID-19 – Eduardo Rivera López et al.
Rev Bio y Der. 2020; 50: 37-61 | 43

2.1 Normas procedimentales referidas a la publicidad y a la deliberación


pública
(1) El protocolo final para la toma de decisión debe ser público y de fácil acceso para los
interesados. Por ello se recomienda que sea expuesto en los servicios, otros espacios
institucionales y en la página web de las instituciones que lo adopten. Los pacientes que
ingresan en la institución deben acceder al contenido del protocolo.

(2) A los fines de garantizar una genuina publicidad las instituciones deben contemplar la realidad
lingüística de cada jurisdicción y ofrecer traducciones del protocolo en el idioma de las
comunidades autóctonas. Esto es especialmente relevante en las provincias argentinas que
presentan población indígena.3

(3) Debe además establecerse un canal a través del cual los interesados (incluidos potenciales
pacientes) puedan hacer llegar sus comentarios y quejas sobre el contenido del protocolo. En
la medida en que se disponga de los recursos necesarios debe relevarse la información y
considerarla en futuras formulaciones del protocolo. Esto contribuye a fortalecer la confianza
pública en el sistema de salud.

2.2 Normas procedimentales referidas a los pasos en la toma de decisión4


El protocolo debe prever claramente cuáles son los pasos necesarios para la toma de decisión.
Dichos pasos deberían:

(1) Identificar el problema en función del número de pacientes con necesidades médicas que
requieren la asignación de un recurso vital escaso, la información clínica de cada uno y el
número de recursos disponibles.

(2) Recopilar y analizar información relacionada con la solución: recursos disponibles en la


institución o en instituciones cercanas a las que podrían derivarse pacientes, información
clínica de cada paciente.

(3) Identificar si se trata de un caso de asignación o reasignación de recursos.

(4) Establecer el grupo en el que se ubica el paciente de acuerdo con los criterios ofrecidos por
esta guía (Sección 5).

3 Por ejemplo, en la Argentina, Chubut posee un 8,5 % de la población total que se reconoce como indígena, Neuquén un 7,9 % y Jujuy
un 7,8%, de acuerdo con el Censo 2010. En otros países de la región la diversidad lingüística es mayor.
4 Estas reglas se apoyan en Mackway-Jones et al. (2014).

www.bioeticayderecho.ub.edu - ISSN 1886-5887


Propuesta para la elaboración de un protocolo de triaje en el contexto de la pandemia de COVID-19 – Eduardo Rivera López et al.
Rev Bio y Der. 2020; 50: 37-61 | 44

(5) Evaluar todas las alternativas y seleccionar una.

(6) Implementar la alternativa seleccionada.

(7) Monitorear la implementación de la decisión del comité y evaluar los resultados.

(8) Reevaluar las decisiones periódicamente según criterio médico5, en especial cuando (1)
ingresen nuevos pacientes, (2) cambie la condición de algunos de los pacientes que antes no
competían por los recursos escasos, (3) cambie la condición de un paciente al que se la había
asignado el recurso, y/o se produzcan cambios en el personal afectado o logísticos (por
ejemplo, bajas o movilidad del personal de salud).

2.3 Normas procedimentales referidas a los cuerpos encargados de la toma


de decisiones
(1) Las decisiones deberán estar a cargo de un comité de triaje conformado por personal de la
salud y/o administrativo no asignado al tratamiento directo de los pacientes involucrados en
las decisiones (tanto aquellos que padecen COVID-19 como los que padecen otras afecciones).

(2) El comité deberá constituirse teniendo en cuenta la pluralidad y equidad en su conformación.


Para ello, pueden seguirse las pautas habituales para la conformación de los comités de ética
hospitalarios o de investigación.6

(3) El comité deberá adoptar las decisiones sobre la base de la evaluación clínica realizada por el
personal médico y en función de la cantidad y calidad de los recursos disponibles.

(4) El requisito de publicidad y transparencia exige que la cantidad de recursos disponible sea un
dato accesible para los interesados.

(5) El requisito de imparcialidad exige que las decisiones se adopten bajo el sistema de “triaje
enmascarado”. Este sistema exige que los miembros del comité adopten las decisiones sin
conocer los rasgos clínicamente irrelevantes de la identidad de los pacientes involucrados.

(6) El comité debe establecer un sistema de votación. Para ello, recomendamos que las decisiones
sean tomadas con el siguiente criterio:

5 Los criterios médicos acerca de la periodicidad de la evaluación de los pacientes en estas condiciones varía, según las consultas
realizadas, entre las 8 y las 12 horas.
6 En el caso de los comités de ética en investigación, en la Argentina está regulado por la Resolución del Ministerio de Salud 1480/11,
en la que se establece, entre otras cosas, que la composición del comité “deberá ser multidisciplinaria, multisectorial y balanceada en
edad, sexo y formación científica y no científica.”

www.bioeticayderecho.ub.edu - ISSN 1886-5887


Propuesta para la elaboración de un protocolo de triaje en el contexto de la pandemia de COVID-19 – Eduardo Rivera López et al.
Rev Bio y Der. 2020; 50: 37-61 | 45

 En caso de asignación de recursos no asignados previamente (asignación ex ante, de acuerdo


con la sección 3.2) se decidirá por mayoría simple de los miembros del comité.

 En caso de reasignación de recursos asignados previamente a otros pacientes (asignación ex


post, de acuerdo con la sección 3.2) se decidirá por mayoría absoluta (la mitad más uno de los
miembros) o mayoría agravada (dos tercios de los miembros).

(7) El comité podrá actualizar sus decisiones periódicamente, de acuerdo con lo establecido en el
punto 2.2.8.

(8) Es altamente deseable garantizar el derecho de apelar las decisiones del comité de triaje ante
un cuerpo diferente, el que debería resolver con la mayor rapidez. Si esto no fuera posible por
falta de personal o por razones de urgencia, debería al menos preverse un recurso de
reconsideración (ante el mismo comité de triaje) exclusivamente basado en errores en la
aplicación del protocolo, no así en el contenido de la decisión.

(9) Las decisiones del comité de triaje deben quedar asentadas en las historias clínicas y darse a
conocer a los pacientes o (si no estuvieran en condiciones de ser informados) a sus familiares
o representantes. En todos los casos, debe preservarse el derecho a la privacidad de los
pacientes.

3. Normas sustantivas

Si bien las normas procedimentales a las que se hace referencia en la sección anterior ofrecen
lineamientos para la toma de decisiones en contextos de escasez extrema, por sí solas, son
insuficientes para regular las decisiones de triaje. Aun cuando estas decisiones posean legitimidad
procedimental (sean realizadas mediante procedimientos justificables), pueden carecer de
razonabilidad en su contenido. Es por ello que se requiere del apoyo de una serie de normas
sustantivas que ofrezcan un marco ético-jurídico para fortalecer esas decisiones y hacerlas
públicamente justificables.

3.1 Premisas
Para la elaboración de las recomendaciones sobre normas sustantivas de triaje partimos de un
conjunto de premisas que, en general, no son cuestionadas en el contexto de la elaboración de
protocolos de triaje y cuya discusión pormenorizada excedería el objetivo de este trabajo:

www.bioeticayderecho.ub.edu - ISSN 1886-5887


Propuesta para la elaboración de un protocolo de triaje en el contexto de la pandemia de COVID-19 – Eduardo Rivera López et al.
Rev Bio y Der. 2020; 50: 37-61 | 46

(1) Las decisiones de triaje se realizan en circunstancias excepcionales de escasez radical de


recursos potencialmente salvadores. Ello implica que los criterios utilizados para realizar esas
decisiones también son excepcionales y no son los mismos que rigen para situaciones
“normales” (de escasez moderada).

(2) Por tratarse de una situación excepcional de emergencia, suponemos que los derechos
contractuales y de propiedad adquiridos previamente no son relevantes a los efectos de la
decisión de triaje. Particularmente, los derechos sobre recursos sanitarios, producto de
contratos con seguros de salud, obras sociales, o con las propias instituciones médicas, no
entrarán en nuestra consideración. Esto significa que, desde el punto de vista de la asignación
de un recurso radicalmente escaso, las normas de triaje consideran a todos los individuos
afectados como igualmente merecedores de ese recurso.7

(3) Estas normas de triaje siguen un mandato general (aunque no necesariamente único) de
maximizar la cantidad de vidas humanas salvadas. Este mandato general debe ser
interpretado a la luz de principios de derechos humanos y por lo tanto debe incorporar
restricciones adicionales que garanticen condiciones de igualdad, reciprocidad y equidad.

(4) La excepcionalidad de las situaciones de triaje también implica la importancia de que las
normas sustantivas sean aplicables en contextos no ideales de decisión. Más precisamente,
dichas normas deben tomar en consideración restricciones de tiempo (urgencia), limitaciones
de información, dificultades psicológicas para la toma de ciertas decisiones, posibles
reacciones de pacientes, sus familiares o del público en general, su compatibilidad con el orden
jurídico vigente, entre otras. Por ello se debe propender a normas claras, comprensibles y
fácilmente aplicables, antes que a lograr una coincidencia perfecta con normas propias de
contextos ideales de toma de decisión.

3.2 Criterios para clasificar reglas de asignación


Una regulación sustantiva de triaje debe ofrecer al órgano encargado de tomar las decisiones de
asignación (comité de triaje) pautas claras, precisas, completas y coherentes. Esto significa que,

7 La cuestión de los derechos adquiridos puede ser, ciertamente, objeto de controversia. Sin embargo, esto excede el objetivo de este
documento. En efecto, determinar cuál es el universo de personas que son objeto de decisiones de triaje es una cuestión de política
sanitaria general que no nos compete. Las reglas de triaje se aplican una vez determinado ese universo. Por ello, aquí presuponemos
que todos los pacientes que necesitan el recurso escaso se encuentran en igualdad de condiciones respecto de ese recurso en el
momento de su asignación o reasignación. Esto es compatible con que derechos adquiridos previamente vuelvan a restituirse una vez
pasada la situación de excepcionalidad, así como también que dichos derechos puedan ser ejercidos para otros propósitos, tales como
obtener compensación o resarcimiento.

www.bioeticayderecho.ub.edu - ISSN 1886-5887


Propuesta para la elaboración de un protocolo de triaje en el contexto de la pandemia de COVID-19 – Eduardo Rivera López et al.
Rev Bio y Der. 2020; 50: 37-61 | 47

en lo posible, debe abarcar todos los casos genéricos de conflicto relevantes y las soluciones o
acciones asociadas a cada uno (Alchourrón y Bulygin, 2012: 24-26).

Una primera clasificación relevante de casos genéricos de conflictos distingue dos grandes
grupos de decisiones. En primer lugar, las decisiones de asignación que llamaremos “ex ante”, es
decir, aquellas que consisten en asignar un recurso potencialmente salvador disponible (no
ocupado) a alguna de las personas que podrían beneficiarse de él, cuando no es posible
asignárselo a todas ellas. En segundo lugar, las decisiones de asignación que llamaremos “ex post”,
aquellas que se toman cuando, estando todos los recursos ya asignados (ocupados), ingresan
nuevas personas para las cuales dicho recurso es potencialmente salvador. La toma de decisiones
de triaje ex post agrega elementos de mayor complejidad y controversia, dado que lo que está en
juego es la posibilidad de retirar un recurso ya asignado o un tratamiento ya iniciado y reasignarlo
a otro paciente.

Una segunda clasificación importante para dar un cuadro completo de decisiones distingue
entre criterios de priorización y criterios de desempate. Los criterios de priorización son aquellos
que se utilizan para asignar prioridad a ciertos pacientes sobre otros dentro de una decisión de
triaje. Cuando esos criterios de priorización resultan insuficientes para asignar el recurso o se
encuentran en total paridad, es necesario contar con criterios suplementarios de desempate que
ayuden a tomar la decisión de asignación final.

3.3 Principio de maximización


Tal como se ha indicado previamente, el principio fundamental que adoptamos como guía general
para la toma de decisión es el de maximización de vidas salvadas8. Este principio-guía básico, que
en su formulación general es compatible con diversas perspectivas éticas, debe, sin embargo, ser
sometido a un doble análisis. Por un lado, debe ofrecerse una interpretación precisa del principio
que satisfaga los requisitos de aplicabilidad práctica y de consistencia con las exigencias en
materia de derechos humanos. Por otro lado, este principio debe ser complementado con otros
que establezcan excepciones justificadas y, en caso de paridad, reglas de desempate.

En cuanto a la interpretación del principio de maximización, existen al menos dos


alternativas (con variantes) (Persad et al., 2009: 425):

(1) Maximizar la cantidad de años de vida esperados (ponderados por calidad de vida o no): Si la
idea general del triaje es salvar la mayor cantidad de vidas (o de vida) humanas, maximizar

8 Bajo alguna interpretación de este principio, existe un amplio consenso en las diferentes guías acerca de que se trata de un principio
fundamental. Véase, por ejemplo, OBD (2020: A6), Maglio et al. (2020: 9) y SEMICYUC (2020: 5).

www.bioeticayderecho.ub.edu - ISSN 1886-5887


Propuesta para la elaboración de un protocolo de triaje en el contexto de la pandemia de COVID-19 – Eduardo Rivera López et al.
Rev Bio y Der. 2020; 50: 37-61 | 48

agregadamente los años de vida esperados podría ser considerado como un criterio plausible.
Este criterio no tendría únicamente en cuenta la probabilidad de salvar a un paciente de la
condición aguda presente, sino que debería calcular, tomando en cuenta toda la información
de ese paciente (sus comorbilidades, su edad, etc.), cuántos años es posible calcular
estadísticamente que vivirá (expectativa de vida a largo plazo). En algunos casos, se propone
ponderar la cantidad de años de vida por la calidad, estableciendo un índice único de
“QUALYs” (Quality Adjusted Life Years).

(2) Maximizar la cantidad de pacientes salvados (expectativa de vida a corto plazo): Este criterio
mide la probabilidad de que el recurso asignado evite la muerte inminente del paciente por la
condición aguda que padece. Dicha perspectiva de sobrevida a corto plazo (superación de la
crisis) es compatible con una expectativa breve de vida a largo plazo (por ejemplo, por tratarse
de un paciente con alguna otra patología o por tener una edad avanzada). Este criterio no toma
en cuenta esa expectativa a largo plazo.

Consideramos que existen razones para optar por una versión matizada de la segunda
alternativa (maximizar la cantidad de pacientes salvados). El mandato fundamental es,
efectivamente, el de salvar la mayor cantidad de vidas individuales (Broome, 2004: 117-131). No
es función de quien debe tomar una decisión de triaje (decisión que, insistimos, debe adoptarse
en circunstancias excepcionales) juzgar el valor de la vida futura de los pacientes, ni en su
duración ni en su calidad. Las vidas humanas, en este sentido, y en coincidencia con el
reconocimiento de derechos humanos básicos, son igualmente valiosas.

No obstante, consideramos que la evaluación de la perspectiva de sobrevida a corto plazo


puede incorporar ciertas comorbilidades que tornen altamente improbable que dicha sobrevida
supere un rango mínimo razonable. Sería el caso, por ejemplo, de pacientes que se encuentran en
la fase terminal de una enfermedad y, sin embargo, al no encontrarse inmunosuprimidos, tienen
altas perspectivas de superar la crisis de COVID-19. En este caso, la comorbilidad debería ser
incorporada a la ponderación (ver sección 5.1). Más allá de casos extremos como éste, no
consideramos que se deba evaluar la cantidad de años (ponderados por calidad o no) que sea
estadísticamente esperable que cada uno de los paciente viva una vez superada la enfermedad.

Por lo demás, es importante destacar que, en consonancia con nuestra interpretación del
principio de maximización, todos los pacientes necesitados del recurso potencialmente salvador
se encuentran en un plano de igualdad, tanto aquellos que padecen la enfermedad pandémica
(COVID-19) como los que padecen cualquier otra condición aguda.

Si bien la maximización de vidas salvadas es el principio fundamental en decisiones de triaje,


merece discutirse un conjunto de criterios que pueden restringir o complementar dicho principio.

www.bioeticayderecho.ub.edu - ISSN 1886-5887


Propuesta para la elaboración de un protocolo de triaje en el contexto de la pandemia de COVID-19 – Eduardo Rivera López et al.
Rev Bio y Der. 2020; 50: 37-61 | 49

3.4 Principios alternativos y posibles restricciones

3.4.1 Edad
Se trata de uno de los criterios más controvertidos. Existen básicamente dos formas de introducir
un criterio de edad en una decisión de triaje. En primer lugar, puede incorporarse como un criterio
independiente9. La edad sería, entonces, un dato que debe ser en sí mismo considerado a la hora
de asignar el recurso (nótese que ser un criterio independiente no es equivalente a ser el único
criterio)10. Para que esto resulte defendible, es necesario ofrecer algún argumento que le otorgue
a la cantidad de años de vida vividos un valor independiente.

Una justificación posible es defender la igualdad en los “ciclos de vida”: salvar a los más
jóvenes se justificaría porque iguala, al menos estadísticamente, la cantidad de años vividos por
diferentes personas conforme a una expectativa de vida promedio (Nord, 2005). También se
puede acudir a un principio de priorización de los más desaventajados. Las personas más jóvenes
serían más desaventajadas por haber vivido una menor cantidad de años y, por lo tanto, tendrían
un derecho prioritario frente a quienes han acumulado más tiempo vivido (Emanuel et al., 2020:
2052).

En segundo lugar, la edad puede ser introducida de modo dependiente de otro criterio, es
decir, como un dato que permite, de modo imperfecto, ofrecer información acerca de otro criterio
que sí resulta moralmente relevante. Por ejemplo, si se considera que la probabilidad de ser
salvado a corto plazo es un criterio relevante (tal como nosotros recomendamos), entonces la
edad puede ser, en condiciones de decisión no ideales, un elemento de juicio para creer que la
persona más joven tiene, siendo todo lo demás igual, más probabilidades de sobrevivir a la
enfermedad.

Tomar en consideración la edad como criterio dependiente, es decir, como aproximación


imperfecta de otro criterio relevante (como la perspectiva de sobrevivir a la enfermedad) es, sin
duda, aceptable en un contexto no ideal de toma de decisión. En cambio, adoptar la edad como
criterio independiente es más problemático, dado que implica juzgar las vidas humanas como más
o menos valiosas en función de su duración futura esperada.

9 Véase Singer (2020) para una defensa de este criterio y Macklin (2020) para una posición contraria.
10 El criterio de la edad sería un criterio independiente único si, por ejemplo, se estableciera que las personas mayores a una edad
determinada (por ejemplo, 75 años) no pueden acceder en ningún caso a un respirador. Pero un criterio puede ser independiente
aunque no sea único. Esto ocurre, por ejemplo, si la edad es un criterio de desempate entre dos pacientes con iguales perspectivas de
sobrevida o si se encuentra dentro de un sistema de puntaje junto con otros criterios. Véase NYSTF (2015: 45).

www.bioeticayderecho.ub.edu - ISSN 1886-5887


Propuesta para la elaboración de un protocolo de triaje en el contexto de la pandemia de COVID-19 – Eduardo Rivera López et al.
Rev Bio y Der. 2020; 50: 37-61 | 50

Por esta razón, creemos que es razonable incorporar la edad como un criterio
independiente de un modo muy restrictivo, a saber, sólo como criterio de desempate entre
pacientes geriátricos y pacientes pediátricos. En este tipo de casos, la aplicación de la edad como
criterio independiente no se funda en un juicio discriminatorio sobre el valor de la vida de los
pacientes involucrados, sino en el reconocimiento de una diferencia muy significativa entre la
expectativa de vida a largo plazo de estos que opera como una variable no arbitraria para
desempatar la decisión de triaje cuando la aplicación de los criterios de priorización no resulta
concluyente.11

Para evitar la confusión y la incorrecta aplicación de estos dos tipos de criterios, el comité
deberá establecer de antemano el corte de edad de ambas categorías (pacientes pediátricos y
pacientes geriátricos). En aquellos casos en los que la edad se utiliza como criterio dependiente
(aproximación imperfecta al criterio de probabilidad de sobrevivir a la enfermedad), el comité
deberá justificar claramente la relación entre la edad del paciente y ese criterio relevante.

3.4.2 Merecimiento, valor social y reciprocidad


Consideraciones acerca del valor social de las personas deben ser, en general, rechazadas por
resultar incompatibles con el derecho a la no discriminación. Por ello, datos particulares de los
pacientes tales como ser una madre con varios hijos (vs. una persona sola), ser un gran científico
o una persona prominente (vs. “una persona más”), ser responsable por el contagio (vs. no serlo),
u otros, no deben ingresar en la decisión (en consonancia con el precepto procedimental del “triaje
enmascarado” mencionado en la sección 2.3.5).

Sin embargo, existen algunas excepciones que son más controvertidas y respecto de las
cuales no es obvio que debamos rechazarlas. Las consideraciones que, a modo de excepción de los
casos mencionados, sí se suelen considerar candidatas plausibles a ser incorporadas en las
decisiones de triaje son aquellas que se refieren a personas que han contribuido o contribuyen
específicamente en la lucha contra el virus o están especialmente expuestas a éste, por ejemplo,
personal sanitario, sujetos de investigación que participan en protocolos de COVID-19, o (en
menor medida) personas que realizan trabajos considerados esenciales y que están más
expuestos (aunque no sean personal sanitario).

Varios tipos de razones se han ofrecido en favor de dar algún tipo de prioridad al personal
de salud que se encuentra directamente expuesto al contagio de COVID-19. Se aducen, en primer

11 Cabe señalar que la incorporación de la edad como un criterio dependiente, que, según lo afirmado, es moralmente aceptable en
contextos no ideales de toma de decisión, disminuye en la practica la probabilidad de que se produzcan escenarios en los cuales deba
incorporarse a la edad como un criterio de desempate independiente entre pacientes pediátricos y geriátricos.

www.bioeticayderecho.ub.edu - ISSN 1886-5887


Propuesta para la elaboración de un protocolo de triaje en el contexto de la pandemia de COVID-19 – Eduardo Rivera López et al.
Rev Bio y Der. 2020; 50: 37-61 | 51

lugar, razones de reciprocidad: la sociedad estaría reconociendo una deuda hacia aquellos que
exponen su salud para combatir el virus o tratar a sus víctimas. En segundo lugar, existirían
razones instrumentales. Por un lado, este tipo de prioridad daría a quienes realizan tareas
riesgosas un incentivo adicional para realizarlas. Por otro lado, priorizarlos (en el caso específico
del personal médico o de enfermería) haría más probable que más pacientes pudieran tratarse,
en la medida en que, una vez recuperados, dicho personal podrían retomar su actividad (al menos
en algunos casos).12

Existen, por otro lado, objeciones atendibles a otorgar este tipo de prioridad en decisiones
de triaje. En primer lugar, existe la dificultad de tener criterios claros de pertenencia al grupo que
será objeto de este beneficio (¿Sólo el personal médico? ¿También el personal de limpieza?). En
segundo lugar, se puede cuestionar si, con el mismo criterio, no deberían priorizarse otras
personas que realizan tareas riesgosas a favor de la comunidad (médicos de otras patologías
infecciosas, bomberos, policías, etc.). En tercer lugar, se podría argumentar que, aunque existe una
deuda social con quienes toman riesgos para salvar vidas -especialmente cuando actúan en
condiciones inaceptables de precariedad laboral y sin recursos adecuados para desarrollar su
labor y protegerse-, la prioridad en una decisión de triaje no resulta el medio más adecuado para
saldarla.

A pesar de estos argumentos, creemos que, al menos en contextos en los que el personal de
salud es escaso, es razonable otorgar una priorización a aquellas personas que pertenecen a
grupos de alto riesgo en el tratamiento de COVID-19. Independientemente de la plausibilidad de
las razones de reciprocidad, en sociedades en las que el sistema de salud carece de suficiente
personal altamente calificado, y en las que, además, el personal existente está siendo sometido a
condiciones de trabajo muy exigentes y riesgosas en el presente contexto (en parte debido,
justamente, a las falencias del sistema), es muy importante preservar dicho personal en la mayor
medida posible.13

En la medida en que la principal justificación para otorgar la priorización es instrumental,


el grado de dicha priorización es contextual, en el sentido de que será razonable una mayor

12 Tanto el argumento de reciprocidad como el argumento instrumental se aplican a los sujetos de investigación en drogas o vacunas
contra el COVID-19, en la medida en que una priorización compensa por el riesgo asumido e incentiva a participar de dichos ensayos.
La normativa ética en materia de investigación biomédica con sujetos humanos ya contempla medidas de acceso prioritario al sistema
de salud para los participantes en protocolos de investigación (CIOMS 2016). Tales normas procuran la protección de los derechos, la
seguridad, el bienestar y la dignidad de los sujetos de investigación (así como la calidad e integridad de los datos que surjan de ella).
Dejamos de lado el complejo problema de articular este tipo de priorización específica con la que nos ocupa en este trabajo.
13El hecho de que tomemos en cuenta las difíciles condiciones en las que el personal de salud debe muchas veces actuar no implica
convalidar o naturalizar esas falencias. Es obvio que es una responsabilidad irrenunciable del Estado y de la sociedad ofrecer medios
de protección suficientes y condiciones de trabajo razonables para el personal de salud.

www.bioeticayderecho.ub.edu - ISSN 1886-5887


Propuesta para la elaboración de un protocolo de triaje en el contexto de la pandemia de COVID-19 – Eduardo Rivera López et al.
Rev Bio y Der. 2020; 50: 37-61 | 52

priorización en contextos de mayor escasez de personal. Presentamos algunas alternativas de


priorización en las secciones 5.2 y 5.3.

Un requisito fundamental para realizar este tipo de priorización de un modo aceptable es


que el conjunto de personas a las que se otorgaría esta prioridad en una determinada institución
sea previamente establecido con claridad y explicitado en un listado públicamente accesible. Un
criterio posible y de fácil aplicación para identificar este grupo consistiría en incluir únicamente
al personal de salud vinculado laboralmente a la institución en cuestión.

3.4.3 Desventaja o vulnerabilidad social causante de comorbilidad


Otro criterio que puede complementar o restringir el principio general de maximización es el que
se refiere a la obligación de compensar a ciertos pacientes por desventajas causadas por la
vulnerabilidad social. Debe tomarse en cuenta que la probabilidad de sobrevida a corto plazo (así
como la expectativa de vida a largo plazo) depende, en parte, de comorbilidades, es decir, de
patologías o condiciones independientes de la condición aguda (COVID-19); por ejemplo,
diabetes, enfermedades respiratorias, bajas defensas, etc. Esas comorbilidades pueden ser
consecuencia de condiciones socio-económicas desfavorables, o de la pertenencia a un grupo
vulnerable. Así, personas en situación de pobreza o indigencia, minorías de género, pueblos
originarios, entre otros grupos, suelen ser mucho más propensos a tener patologías o
insuficiencias inmunológicas por obstáculos previos en el acceso a los cuidados de salud14. Por
ello, se podría considerar que estas personas deberían ser, de algún modo (y hasta cierto punto),
compensadas garantizándoles algún grado de prioridad en la asignación de recursos sanitarios
radicalmente escasos.

Las dificultades apuntadas en la priorización del personal de salud se agravan en este caso,
especialmente la de determinar con claridad los destinatarios de esta posible priorización. En
efecto, la vulnerabilidad no es un fenómeno de todo o nada, sino que se constituye a través de la
acumulación de diversas capas de vulnerabilidad (Luna, 2019). Por otro lado, la compensación a
las poblaciones que padecen de diversos grados y tipos de vulnerabilidad no parece ser una tarea
a ser ejercida precisamente en una situación tan excepcional como la que estamos considerando.
El Estado tiene el deber de hacer todo lo posible para contrarrestar, morigerar o eliminar las
diferentes vulnerabilidades. Sin embargo, puestos ya en la situación de elección trágica de asignar
recursos potencialmente salvadores, el principio de igualdad de todas las vidas prevalece.

14 Sobre la mayor incidencia de COVID-19 en poblaciones vulnerables en Estados Unidos, véase


https://www.nytimes.com/2020/04/08/nyregion/coronavirus-race-deaths.html?referringSource=articleShare&fbclid=IwAR1bNX-
es1Z5Pl8eP4GtG9umnlZ6C4ntHn9JchdDOfQfc7nJdNK5e2Ze4FM.

www.bioeticayderecho.ub.edu - ISSN 1886-5887


Propuesta para la elaboración de un protocolo de triaje en el contexto de la pandemia de COVID-19 – Eduardo Rivera López et al.
Rev Bio y Der. 2020; 50: 37-61 | 53

No obstante, esta recomendación es compatible con la adopción de otras medidas de


compensación fuera de la órbita del triaje, tales como la asignación de otros recursos preventivos
o sanitarios no extremadamente escasos15. Tales medidas, aun siendo de fundamental
importancia y urgencia, caen fuera del alcance de este documento.

3.4.4 Tiempo en el uso de los recursos escasos


Un criterio que puede contribuir a satisfacer el mandato general de salvar la mayor cantidad de
vidas es ponderar la probabilidad de supervivencia a corto plazo con la cantidad de recursos que
es necesario invertir para salvar vidas, normalmente medida en función del tiempo que ese
recurso es requerido (por ejemplo, tiempo de conexión a un respirador o de ocupación de una
plaza de UCI). Al menos en teoría, un paciente puede tener altas probabilidades de supervivencia
pero consumir recursos que podrían utilizarse para salvar varias vidas.

Aun siendo teóricamente relevante, no aconsejamos tomar en cuenta este factor, por dos
razones. Por un lado, conspira contra la idea básica de adoptar reglas suficientemente simples y
claras para enfrentar decisiones de triaje en contextos reales. Por otro lado, en la práctica, la
cantidad de recursos necesaria puede estar, al menos en general, correlacionada con la
probabilidad de supervivencia.

3.4.5 Orden de llegada versus método aleatorio (sorteo)


En situaciones de asignación ex ante en las que no se aplican otras reglas de priorización, se
plantea la cuestión de si el orden de llegada a la institución es un criterio aceptable de asignación.

Como tal, el orden de llegada es un criterio arbitrario. En primer lugar, no recoge ninguna
característica que pueda considerarse moralmente relevante. En segundo lugar, sí recoge factores
que son claramente irrelevantes, tales como vivir más cerca de la institución médica o tener mejor
acceso, o haber tenido síntomas antes que otro paciente, etc.

Llegado el caso de carecer de otro criterio de priorización, consideramos que es preferible


someter la elección a un sistema aleatorio. De este modo, se anulan factores arbitrarios y se
conserva la imparcialidad de la decisión. Subrayamos que este método aleatorio nunca debe ser
entendido como un criterio de priorización en sí mismo, sino únicamente como un criterio de
desempate, cuando todos los criterios de priorización establecidos se encuentran en absoluta
paridad.

15 Un modo de compensar/reconocer la vulnerabilidad fuera del ámbito de triaje pero dentro del contexto de la respuesta a la
pandemia, a modo de ejemplo, es considerar el déficit habitacional severo en la asignación de camas hospitalarias- no UCI- para
tratamientos que de otro modo serían ambulatorios.

www.bioeticayderecho.ub.edu - ISSN 1886-5887


Propuesta para la elaboración de un protocolo de triaje en el contexto de la pandemia de COVID-19 – Eduardo Rivera López et al.
Rev Bio y Der. 2020; 50: 37-61 | 54

4. Ponderacion y asignacion final

Existen diversos modos de introducir consideraciones moralmente relevantes en el proceso de


decisión. Una alternativa adoptada en algunos casos (por ejemplo, típicamente en el caso de la
asignación de órganos para trasplante) es la de ponderar diversos criterios asignándoles un
puntaje. El resultado de la suma de los puntos que cada paciente obtiene en función de esos
diversos criterios determina a quién es asignado ese recurso.16

La principal razón por la que no proponemos la adopción de un sistema de puntaje es la


siguiente. La elaboración de un sistema de puntaje exigiría realizar pruebas estadísticas que
permitan determinar cuál modelo (es decir, cuál asignación de puntaje para cada criterio) es
óptimo desde el punto de vista del resultado17. Hasta donde conocemos, tal compleja elaboración
no ha sido realizada hasta el presente en el ámbito de las decisiones sobre los recursos relevantes
para esta pandemia. Sin una elaboración de este tipo, la asignación de puntajes a los diferentes
elementos que se consideran relevantes resulta arbitraria y, en consecuencia, sus resultados son
opacos frente al escrutinio público.

La segunda alternativa consiste en adoptar un principio como fundamental y, luego,


establecer el rol que otras consideraciones moralmente relevantes pueden tener para restringir
ese principio básico, tal como sucede mediante la inclusión de criterios de priorización, o para
decidir en casos de paridad, tal como ocurre mediante la inclusión de criterios de desempate. Esta
vía de balance entre consideraciones moralmente relevantes es la adoptada en este documento.

5. Reglas de decision

5.1 Clasificación inicial


Teniendo en cuenta diversos documentos y guías ya existentes, así como la necesidad de que las
reglas sean suficientemente simples y claras, sugerimos la clasificación estándar en tres tipos de
pacientes a los que resulta médicamente indicado el recurso escaso (descartamos el tipo de

16 Para una propuesta de triaje con puntaje, véase Maglio et al. (2020). Este documento es importante porque recoge la opinión de un
conjunto de sociedades médicas de la Argentina. En su primer anexo (p. 12) se establece un sistema de puntaje con tres criterios: edad,
perspectiva de sobrevida a corto plazo y pronóstico de supervivencia a largo plazo (cantidad de años de sobrevida). Es de notar aquí
que el criterio de la edad aparece como un criterio independiente (aunque no único).
17 Este tipo de elaboraciones es habitual en el ámbito de los trasplantes de órganos, para la asignación final de riñones. Para una
propuesta de este tipo que repasa los diferentes sistemas de puntaje, véase Taherkhani et al. (2019).

www.bioeticayderecho.ub.edu - ISSN 1886-5887


Propuesta para la elaboración de un protocolo de triaje en el contexto de la pandemia de COVID-19 – Eduardo Rivera López et al.
Rev Bio y Der. 2020; 50: 37-61 | 55

pacientes del grupo habitualmente denominado “verde”, es decir, aquellos que no necesitan de
ese recurso para recobrar su salud).18

Así, los pacientes que ingresan a una institución médica (tanto aquellos que padecen COVID-
19 como cualquier otro) son clasificados en:

(1) Grupo rojo: pacientes que, de no recibir el recurso, presentan una muy alta probabilidad de
muerte inminente y, simultáneamente, tienen una alta probabilidad de sobrevida si ese
recurso les es asignado.

(2) Grupo amarillo: pacientes cuya probabilidad de muerte inminente de no recibir el recurso es
también muy alta, y la probabilidad de sobrevida con el recurso no es clara o es intermedia.

(3) Grupo azul: pacientes cuya probabilidad de muerte inminente de no recibir el recurso es muy
alta, pero, simultáneamente, la probabilidad de sobrevida con el recurso es muy baja. Dentro
de esta categoría se deben incluir también pacientes cuya probabilidad de superar la crisis de
la enfermedad aguda actual es alta o intermedia, pero por sus comorbilidades, sus
expectativas de vida a corto plazo no superan un rango mínimo razonable.

Para realizar esta clasificación, la profesión médica ha establecido diversas escalas. Desde
el punto de vista de la bioética no es posible decidir cuál es técnicamente más apta. El sistema más
utilizado es el SOFA (Sequential Organ Failure Assessment), aunque ha sido criticado por algunas
sociedades médicas (CHEST, 2014; CHEST, 2020). No abrimos juicio sobre el mejor método para
clasificar o establecer grados de probabilidad de sobrevida y el grado de necesidad del recurso
escaso.

5.2 Asignación ex ante (asignación de un recurso no asignado previamente a


otro paciente)
En la situación de asignación ex ante (cuando hay recursos disponibles, pero son insuficientes),
proponemos como regla la priorización: Rojo sobre Amarillo y Amarillo sobre Azul.

En el caso de existir más de un paciente de la misma categoría (mismo color) para un mismo
recurso (por ejemplo, dos pacientes del grupo rojo necesitados de un respirador), y una vez
agotados todos los medios disponibles para evitar esta situación, la asignación deberá decidirse
mediante un método aleatorio, salvo que en el grupo existan pacientes geriátricos y pacientes

18 Con matices, seguimos la clasificación de guías como Msal (2020) y NYSTF (2015), entre otras.

www.bioeticayderecho.ub.edu - ISSN 1886-5887


Propuesta para la elaboración de un protocolo de triaje en el contexto de la pandemia de COVID-19 – Eduardo Rivera López et al.
Rev Bio y Der. 2020; 50: 37-61 | 56

pediátricos, en cuyo caso (de acuerdo con lo dicho en la sección 3.4.1) se priorizará al paciente
pediátrico.

En cuanto a la priorización del personal de salud, tal como se consignó en la sección 3.4.2,
se justifica, fundamentalmente, en razones instrumentales. Así, el grado o tipo de priorización
dependerá crucialmente de cuán escaso sea dicho personal en determinado contexto. Por esta
razón, presentamos tres alternativas de priorización para la asignación ex ante:

Alternativa 1: Si un paciente forma parte del personal de salud, se le asignará el recurso de


manera prioritaria en la medida en que haya formado parte del grupo rojo en la clasificación
inicial. Si, por el contrario, forma parte de un grupo inferior (azul o amarillo) se lo priorizará
ubicándolo en el grupo inmediatamente superior. Una vez allí ubicado, se aplicará el método
aleatorio que rige para el resto de los pacientes del grupo en el que fue reubicado. En este caso, la
priorización se expresa, en el caso de los miembros del personal de salud que originalmente
pertenecen al grupo rojo, mediante la introducción de un criterio de desempate a su favor y, en el
caso de que hayan sido reubicados de un grupo inferior a uno inmediatamente superior, mediante
la participación en un sorteo del que serían excluidos si se atendiera exclusivamente su
probabilidad de sobrevida.

Alternativa 2: Si un paciente forma parte del personal de salud, se lo reubicará en el grupo


inmediatamente superior (de azul a amarillo y de amarillo a rojo) y se priorizará dentro del grupo
en el que fue reubicado. De este modo, los miembros del personal de salud son objeto de una
priorización más fuerte. Dicha priorización se expresa en (a) la reubicación de un grupo inferior
a uno inmediatamente superior y en (b) la introducción de un criterio de desempate a su favor,
sea que pertenezcan originalmente al grupo en el que se produce la situación de empate o sea que
hayan sido reubicados en ese grupo desde uno inmediatamente inferior.

Alternativa 3: Si un paciente es miembro del personal de salud, el recurso les será asignado
prioritariamente, independientemente del grupo en el que se encuentre. De este modo, los
miembros del personal de salud son objeto de una priorización absoluta.

5.3 Asignación ex post (reasignación de un recurso asignado previamente a


un paciente)
La cuestión de la reasignación de recursos es, como se ha señalado, especialmente difícil, tanto
por razones bioéticas como de naturaleza jurídica. Una vez asignado el recurso escaso, y estando
el paciente ya bajo tratamiento con dicho recurso (sea este un respirador o una plaza en UCI),
quitar ese tratamiento potencialmente salvador resulta una conducta más controvertida que la de

www.bioeticayderecho.ub.edu - ISSN 1886-5887


Propuesta para la elaboración de un protocolo de triaje en el contexto de la pandemia de COVID-19 – Eduardo Rivera López et al.
Rev Bio y Der. 2020; 50: 37-61 | 57

no asignar ese mismo recurso en una situación de asignación ex ante. El retiro de un tratamiento
vital sin el consentimiento del paciente puede constituirse en una conducta penalmente tipificada.
Además, la carga psicológica que implica quitar un medio potencialmente salvador es
significativamente mayor que la de no asignar inicialmente ese mismo medio.

Por otro lado, es importante advertir que una prohibición absoluta de retirar un tratamiento
potencialmente salvador (sin consentimiento) se encuentra en tensión con el principio general de
salvar la mayor cantidad de vidas humanas posible, dado que implica no tratar a pacientes con
mejores perspectivas de sobrevida para no interrumpir otros tratamientos con menor
probabilidad de éxito. Además, imposibilitar absolutamente la reasignación convalida, hasta
cierto punto, un criterio que consideramos arbitrario, a saber, el orden de llegada (3.4.5).

En vista de estas diferentes razones en tensión, nuestra recomendación es que únicamente


debería reasignarse un recurso vital sin contar con el consentimiento del paciente en aquellos
casos en los que, luego de una evaluación periódica de las perspectivas de sobrevida de los
pacientes que están siendo tratados, se evalúa que la diferencia en dichas perspectivas es muy
apreciable. Este criterio se puede operacionalizar en las siguientes reglas:

(1) Se retirará el recurso escaso únicamente cuando el paciente al que le será reasignado
pertenece al grupo rojo y el paciente al que le será retirado pertenece al grupo azul.

(2) En ningún caso se le retirará el recurso escaso a un paciente para reasignarlo a otro del mismo
color.

(3) Tampoco se le retirará el recurso escaso a un paciente para asignarlo a otro perteneciente al
grupo de color contiguo (azul a amarillo, o amarillo a rojo).

(4) En caso de existir más de un paciente perteneciente al mismo grupo (mismo color) que, de
acuerdo con las reglas precedentes, sean candidatos a serles retirado el recurso, dicho recurso
se retirará, en primer lugar, al paciente que no pertenezca al personal de salud19. En caso de
no aplicarse este criterio, se someterá a un método aleatorio.

Finalmente, es importante tener presente que este conjunto de reglas debe estar conjugado
con una política institucional seria en materia de cuidados paliativos. En situaciones de triaje, en
las cuales inevitablemente algunos pacientes no reciben un tratamiento potencialmente salvador,
la institución debe realizar sus mejores esfuerzos por salvar estos pacientes, aun sin el recurso en
cuestión y, si ello no es posible, debe ofrecerle cuidados paliativos adecuados. Más allá de esta

19 No creemos que corresponda una priorización más fuerte para el personal de salud en el caso de la reasignación ex post, similar a
alguna de las alternativas que sí aceptamos como plausibles para la asignación ex ante.

www.bioeticayderecho.ub.edu - ISSN 1886-5887


Propuesta para la elaboración de un protocolo de triaje en el contexto de la pandemia de COVID-19 – Eduardo Rivera López et al.
Rev Bio y Der. 2020; 50: 37-61 | 58

orientación básica, no profundizamos este aspecto por estar fuera del alcance de estas
recomendaciones (ver sección 1.5).

6. Conclusiones

Ante una situación de emergencia como la que vivimos, deben orientarse los mayores esfuerzos a
evitar que el sistema de salud colapse y se produzca una escasez extrema de recursos sanitarios.
Sin embargo, nadie puede descartar la posibilidad de que tal situación ocurra en algún sector del
sistema. El advenimiento de dicha situación no implica que las políticas tendientes a evitar el
colapso sean equivocadas, dado que no todas las variables de una pandemia están en control de
las autoridades, por más responsables que sean los esfuerzos que se realicen. Por ello, es
fundamental contar con protocolos adecuados y consensuados previamente, para el caso de que
sean necesarios. Tal como hemos afirmado en la Introducción (1.3), dichos protocolos deben ser
públicos y ser el producto de la deliberación democrática. El presente documento pretende ser un
insumo para dicha deliberación.

Bibliografía

 Alchourrón, C. E., y Bulygin, E. (2012). Sistemas Normativos. Introducción a la metodología de


las ciencias jurídicas. Buenos Aires: Editorial Astrea.

 Broome, J. (2004). Weighing lives. Oxford: Oxford University Press.

 Emanuel, E., Persad, G., Upshur, R., Thome, B., Parker, M., Glickman, A., Zhang, C., Boyle, C.,
Smith, M., y Phillips, J. (2020). Fair Allocation of Scarce Medical Resources in the Time of Covid-
19. New England Journal of Medicine, 382, 2049-2055. DOI: 10.1056/NEJMsb2005114.

 Flaxman, S., Mishra, S., Gandy, A., Unwin, H. J. T., Mellan, T. A., Coupland, H., Whittaker, C., Zhu,
H., Berah, T., Eaton, J. W., Monod, M., Imperial College COVID-19 Response Team, Ghani, A. C.,
Donnelly, C. A., Riley, S. M., Volmer, M. A. C., Ferguson, N. M., Okell, L. C., y Bhatt, S. (2020).
Estimating the effects of non-pharmaceutical interventions on COVID-19 in Europe. Nature.
DOI: https://doi.org/10.1038/s41586-020-2405-7.

 Iserson, V. I. y Moskop, J. C. (2007). Triage in Medicine. Part I: Concept, History, and Types.
Annals of Emergency Medicine, 49, 3, 275-281. DOI: 10.1016/j.annemergmed.2006.05.019.

www.bioeticayderecho.ub.edu - ISSN 1886-5887


Propuesta para la elaboración de un protocolo de triaje en el contexto de la pandemia de COVID-19 – Eduardo Rivera López et al.
Rev Bio y Der. 2020; 50: 37-61 | 59

 Luna, F. (2019). Identifying and evaluating layers of vulnerability – a way forward. Developing
World Bioethics, 19, 2, 86-95. DOI: 10.1111/dewb.12206.

 Ma, X., y Vervoort, D. (2020). Critical care capacity during the COVID-19 pandemic: Global
availability of intensive care beds. Journal of Critical Care, 58. DOI: 10.1016/j.jcrc.2020.04.012

 Macklin, R. (2020). Allocating medical resources fairly: the CSG bioethics guide. Salud Pública
de México, 62. DOI: http://dx.doi.org/10.21149/11486.

 Mackway-Jones, K., Marsden, J., y Windle, J. (2014). Emergency Triage Manchester Triage Group
(3ª ed.). Manchester: Wiley Blackwell.

 Nino, C. S. (1997). La constitución de la democracia deliberativa. Barcelona: Gedisa.

 Nord, E. (2005). Concerns for the worse off: fair innings versus severity. Social Science &
Medicine, 60, 257-263. DOI: 10.1016/j.socscimed.2004.05.003.

 Persad, G., Wertheimer, A. y Emanuel, E. (2009). Principles for allocation of scarce medical
interventions. Lancet, 373, 423-431. DOI: 10.1016/S0140-6736(09)60137-9.

 Rawls, J. (1993). Teoría de la Justicia. Buenos Aires: Fondo de Cultura Económica.

 Rosembaun, L. (2020). Facing Covid-19 in Italy — Ethics, Logistics, and Therapeutics on the
Epidemic’s Front Line. New England Journal of Medicine, 382, 1873-1875. DOI:
10.1056/NEJMp2005492.

 Schuklenk, U. (2020). COVID19: Why justice and transparency in hospital triage policies are
paramount. Bioethics, 34, 4, 325-327. DOI: https://doi.org/10.1111/bioe.12744.

 Singer, P. (2020). Is Age Discrimination Acceptable?. Project Syndicate [en línea]. Disponible
en: https://www.project-syndicate.org/commentary/when-is-age-discrimination-
acceptable-by-peter-singer-2020-06 [Consulta: 29 de Junio 2020].

 Taherkhani, N., Seperi, M. M., Shafaghi, S., y Khatibi, T. (2019). Identification and weighting of
kidney allocation criteria: a novel multi-expert fuzzy method. BMC Medical Informatics and
Decision Making 19, 182. DOI: https://doi.org/10.1186/s12911-019-0892-y.

 Wilkinson, D. (2020). ICU triage in an impending crisis: uncertainty, pre-emption and


preparation. Journal of Medical Ethics, 46, 287-288. DOI: 10.1136/medethics-2020-106226.

www.bioeticayderecho.ub.edu - ISSN 1886-5887


Propuesta para la elaboración de un protocolo de triaje en el contexto de la pandemia de COVID-19 – Eduardo Rivera López et al.
Rev Bio y Der. 2020; 50: 37-61 | 60

Documentos consultados

 BMA (British Medical Association) (2020). COVID-19 – ethical issues. A guidance note.
Disponible en: https://www.bma.org.uk/media/2360/bma-covid-19-ethics-guidance-april-
2020.pdf.

 CHEST (American College of Chest Physicians) (2014). Care of the Critically Ill and Injured
During Pandemics and Disasters: CHEST Consensus Statement. Disponible en:
https://www.sciencedirect.com/science/article/pii/S0012369215519855.

 CHEST (American College of Chest Physicians) (2020). Triage of Scarce Critical Care Resources
in COVID-19: An Implementation Guide for Regional Allocation: An Expert Panel Report of the
Task Force for Mass Critical Care and the American College of Chest Physicians. Disponible en:
https://journal.chestnet.org/article/S0012-3692(20)30691-7/pdf.

 CIOMS (Council for International Organizations of Medical Sciences) (2016). International


Ethical Guidelines for Health-related Research Involving Humans. Disponible en:
https://cioms.ch/wp-content/uploads/2017/01/WEB-CIOMS-EthicalGuidelines.pdf.

 CSG (Consejo de Salubridad General, México) (2020). Guía Bioética para Asignación de
Recursos Limitados de Medicina Crítica en Situación de Emergencia. Disponible en:
http://www.csg.gob.mx/descargas/pdf/index/informacion_relevante/GuiaBioeticaTriaje_30
_Abril_2020_7pm.pdf.

 Maglio, I., Valdez, P., Cámera, L., Finn, B., Klein, M., Pincemin, I., Ferraro, H., Galvalisi, N.,
Alessandrini, G., Manera, J., Musacchio, H., Contreras, P., Garea, M., Lüthy, V., Nemerovsky, J.,
Baldomá, F., Cherro, A., Ranzuglia, L., Malfante, P., Salvioli, M., y García, A. (2020). Guías éticas
para la atención durante la pandemia COVID-19. Recomendaciones multisocietarias para la
asignación de recursos. Medicina, 80. Disponible en:
https://www.medicinabuenosaires.com/revistas/vol80-20/destacado/revision_7183.pdf.

 Ministerio de Salud de la provincia de Neuquén, Argentina (2020). Aspectos éticos en la


atención de las personas durante la pandemia por coronavirus (SARS-CoV-2). Reporte rápido
1: 21/3/2020: Asignación de recursos con énfasis en cuidados críticos. Disponible en:
https://bioetica.saludneuquen.gob.ar/wp-content/uploads/2020/04/Aspectos-eticos-
asginaci%C3%B3n-de-recursos-escasos-en-cuid-crit-v1-1.pdf.

 Msal (Ministerio de Salud de la Nación, Argentina) (2020). COVID-19: Recomendaciones para


la implementación de triage. Disponible en:

www.bioeticayderecho.ub.edu - ISSN 1886-5887


Propuesta para la elaboración de un protocolo de triaje en el contexto de la pandemia de COVID-19 – Eduardo Rivera López et al.
Rev Bio y Der. 2020; 50: 37-61 | 61

http://www.msal.gob.ar/images/stories/bes/graficos/0000001849cnt-covid-
19_recomendaciones-implementacion-triage.pdf.

 NYSTF (New York State Task Force on Life and the Law) (2015). Ventilator Allocation
Guidelines. Disponible en:
https://www.health.ny.gov/regulations/task_force/reports_publications/docs/ventilator_g
uidelines.pdf.

 OBD (Observatori de Bioetica i Dret) (2020). Recomendaciones para la toma de decisiones


éticas sobre el acceso de pacientes a unidades de cuidados especiales en situaciones de
pandemia. Disponible en:
http://www.bioeticayderecho.ub.edu/sites/default/files/doc_recom-pandemia.pdf.

 SEMICYUC (Sociedad Española de Medicina Intensiva, Crítica y Unidades Coronarias) (2020).


Recomendaciones éticas para la toma de decisiones en la situación excepcional de crisis por
pandemia COVID-19 en las unidades de cuidados intensivos. Disponible en:
https://semicyuc.org/wp-content/uploads/2020/03/%C3%89tica_SEMICYUC-COVID-
19.pdf.

 SOCHIMI (Sociedad Chilena de Medicina Intensiva) (2020). Recomendaciones generales de las


decisiones éticas difíciles y la adecuación de la intensidad asistencial e ingreso a unidades de
paciente crítico en situaciones de crisis. Disponible en: https://www.medicina-
intensiva.cl/site/covid/recomenda_etica.pdf.

Fecha de recepción: 30 de junio de 2020


Fecha de aceptación: 6 de julio de 2020

www.bioeticayderecho.ub.edu - ISSN 1886-5887


Ethical health resources allocation: Why the distinction between ‘rationing’ and ‘rationalization’ matters – Maria do Céu Patrão Neves
Rev Bio y Der. 2020; 50: 63-79

Revista de Bioética y Derecho


Perspectivas Bioéticas
www.bioeticayderecho.ub.edu - ISSN 1886-5887

DOSSIER CUESTIONES BIOÉTICAS DE LA PANDEMIA COVID-19


Ethical health resources allocation: Why the distinction between
‘rationing’ and ‘rationalization’ matters

Asignación ética de los recursos de salud: por qué es importante la


distinción entre ‘racionamiento’ y ‘racionalización’

Alocação ética de recursos de saúde: Porque importa a distinção entre


‘racionar’ e ‘racionalizar’

Assignació ètica dels recursos de salut: Per què és important la


distinció entre ‘racionament’ i ‘racionalització’

MARIA DO CÉU PATRÃO NEVES *

* Maria do Céu Patrão Neves. Professora Catedrática de Ética, Universidade dos Açores (Portugal). Email:
m.patrao.neves@gmail.com.

Copyright (c) 2020 Maria do Céu Patrão Neves


Esta obra está bajo una licencia de Creative Commons Reconocimiento-NoComercial-SinObraDerivada
4.0 Internacional.
Ethical health resources allocation: Why the distinction between ‘rationing’ and ‘rationalization’ matters – Maria do Céu Patrão Neves
Rev Bio y Der. 2020; 50: 63-79 | 64

Abstract
Allocation of health resources has an irreducible ethical dimension, thus cannot be decided only technically,
but must be ethically weighed, what paradigmatic experiences of macro (Oregon Basic Health Services Act,
1989) and micro allocation (God’s Committee, 1962) have shown. Justice is required in the enunciation of
prioritization criteria, and transparency in its application. In situations of aggravated resource scarcity, it is
common to take ‘allocate’ and ‘rationing’ as synonyms or claim that ‘allocate’ is always ‘rationing’. Rejecting
these positions, there is a distinction between 'allocating' (resource management) from 'rationing'
(allocation of limited resources to a limited number of persons) and 'rationalizing' (optimization of
available resources). These distinctions are ethically pertinent, showing how only 'rationalization' respects
justice, transparency and human dignity.
Keywords: allocation; rationing; rationalization; justice; transparency; human dignity.

Resumen
La asignación de recursos de salud tiene una dimensión ética irreducible, que no se puede solo decidirse
técnicamente, sino que debe sopesarse éticamente, lo que han demostrado experiencias paradigmáticas de
macro (Ley de Servicios Básicos de Salud de Oregon, 1989) y microasignación (Comité de Dios, 1962). Se
requiere justicia, en la enunciación de los criterios de priorización, y transparencia, en su aplicación. En
situaciones de grave escasez de recursos, es común tomar ‘asignar’ y ‘racionar’ como sinónimos, o afirmar
que ‘asignar’ siempre es ‘racionar’. Al rechazar estas posiciones, hay una distinción entre 'asignar' (gestión
de recursos) del 'racionar' (asignación de recursos limitados a un número limitado de personas) y
'racionalizar' (optimización de los recursos disponibles). Estas distinciones son éticamente relevantes y
muestran cómo solo la 'racionalización' respeta la justicia, la transparencia y la dignidad humana.
Palabras clave: asignación; racionamiento; racionalización; justicia, transparencia; dignidad humana.

Resumo
A alocação de recursos em saúde tem uma dimensão ética irredutível, não podendo ser apenas tecnicamente
decidida, mas devendo ser eticamente ponderada, o que experiências paradigmáticas de macro (Oregon
Basic Health Services Act, 1989) e microalocação (God’s Committee, 1962) evidenciaram. Exige-se justiça,
na enunciação de critérios de priorização, e transparência, na sua aplicação. Em situações de escassez
agravada de recursos é comum tomar ‘alocar’ e ‘racionar’ como sinónimos, ou afirmar que ‘alocar’ é sempre
‘racionar’. Rejeitando estas posições, distingue-se ‘alocar’ (gestão de recursos) de ‘racionar’ (atribuição de
recursos limitados a um número limitado de pessoas) e de ‘racionalizar’ (optimização dos recursos
disponíveis). Estas distinções são eticamente pertinentes, evidenciando-se como só a ‘racionalização’
respeita a justiça, transparência e dignidade humana.
Palavras-chave: alocação; racionamento; racionalização; justiça; transparência; dignidade humana.

Resum
L'assignació de recursos de salut te una dimensió ètica irreductible, que no es pot decidir només
tècnicament, sinó que s’ha de sospesar èticament, el que han demostrat experiències paradigmàtiques de
macro (Llei de Serveis Bàsics de Salut d'Oregon, 1989) i microassignació (Comitè de Déu, 1962). És
requereix justícia, en l’enunciació dels criteris de priorització, i transparència, en la seva aplicació. En
situacions de greu escassetat de recursos, és habitual interpretar 'assignar' i 'racionar' com a sinònims, o
afirmar que 'assignar' sempre és 'racionar'. Quan es rebutja aquesta perspectiva, hi ha una distinció entre
'assignar' (gestió de recursos) envers 'racionar' (assignació de recursos limitats a un número limitat de
persones) i 'racionalitzar' (optimització dels recursos disponibles). Aquestes distincions són èticament
rellevants i mostren com únicament la 'racionalització' respecta la justícia, la transparència i la dignitat
humana.
Paraules clau: assignació; racionament; racionalització; justícia, transparència; dignitat humana.

Artículo en portugués disponible en:


https://revistes.ub.edu/public/journals/35/patrao.pdf

www.bioeticayderecho.ub.edu - ISSN 1886-5887


Ethical health resources allocation: Why the distinction between ‘rationing’ and ‘rationalization’ matters – Maria do Céu Patrão Neves
Rev Bio y Der. 2020; 50: 63-79 | 65

1. The ethical dimension of resource allocation

Broadly, resource allocation refers to the availability or distribution of existing resources, or


means of intervention, to certain sectors of activity or people (Encyclopædia Britannica online).
The same general definition applies to the scope of healthcare, in which the resources to be
allocated can be human, technical or financial, always with a significant impact on the lives of
patients and public health. In all domains considered, resource allocation refers primarily to good
management practice, regardless of the volume of existing resources.

Allocation of health resources cannot be seen as a purely technical action, carried out only
by medical imperatives (prioritizing the most severe clinical conditions), economic ones
(prioritizing the therapeutic means that produce 'more health'), administrative management
(prioritizing the options that make the existing resources more profitable), or political
considerations (prioritizing the most obvious health needs). 'Allocate', derived from the Latin
words ad (to) + locus, i (place), means etymologically 'to put in the right place', in the best place,
to which something belongs. It is therefore appropriate to say that 'allocate' has a double ethical
dimension: from an etymological-conceptual perspective, 'allocate' means to rightly place or to
give a good destiny to the available resources; from an operative perspective, it refers to the
attribution or distribution of resources to chosen 'places'. In both approaches, 'allocate' expresses
the option for the best alternative among several possibilities, an evaluation based on the criteria
of 'good' and 'evil'; thus, this option refers not only to facts, being technically decided, but also to
norms, being ethically considered.

Healthcare allocation gains a stronger expression and urgency as the scarcity of resources
deepens. This has become ever more evident, particularly since the biotechnological revolution
triggered by the discovery of the double helix structure of DNA in 1953, which created favorable
conditions for the production of advanced therapeutic technologies and innovative drugs. These
helped to cure, control or mitigate more and more pathologies, with a hitherto unseen level of
effectiveness. However, they became generally inaccessible to the majority of the population due
to the high cost with which they reached the market, and which, in turn, discouraged their
production in greater quantities. Thus, a new reality emerged that has become the contemporary
context for the allocation of healthcare resources: the existence of effective therapeutic resources
rendered inaccessible due to their price and scarcity.

It is in this context that: at the macro level, centered on healthcare services, it becomes
necessary that the entities responsible for public health make choices about the priority sectors
in which to invest; at the micro level, centered on the patients, health professionals are required
to choose the patients to whom they assign priority in accessing the limited existing resources

www.bioeticayderecho.ub.edu - ISSN 1886-5887


Ethical health resources allocation: Why the distinction between ‘rationing’ and ‘rationalization’ matters – Maria do Céu Patrão Neves
Rev Bio y Der. 2020; 50: 63-79 | 66

(Kilner, 1995). Thus, at both levels of decision making, choices are required from the responsible
agents. These, as human options between alternatives, always have an ethical component. In fact,
the allocation of healthcare resources has an irreducibly ethical dimension. This has been obvious
since the very first media cases of macro and micro-allocation of resources, in the contemporary
context.

1.1 Macro allocation and prioritization of healthcare services: The Oregon


experience
Let us briefly consider the most innovative and pioneering case of macro-allocation of healthcare
resources in the era of healthcare technology. We refer to the 'Oregon Basic Health Services Act',
an initiative of the North American State of Oregon, approved in 1989 and implemented in 1994,
which established a mandatory health insurance for all employees, guaranteed by their
employers, and created a package of universal state coverage of basic healthcare for the most
deprived in the population (Golenski and Thompson, 1991; Morone and Ehlke, 2013).

The context of this initiative goes back to the severe economic depression that this State had
gone through, during which time a significant segment of its population lost health insurance, and
the State excluded some therapeutic interventions from public coverage due to their financial cost.
However, the process was triggered, in 1987, by the highly mediatized case of a 7-year-old boy
who suffered from leukemia and needed a bone marrow transplant, one of the procedures
excluded from state health coverage. The child died while a public fundraising initiative was
underway (Spicer, 2010), which generated a strong social outcry.

Prompted by the widespread criticism by public opinion, the political power within the
State launched an initiative to expand the coverage of healthcare and to prioritize the services to
be considered, using two methodologies. A first one, technical and quite common, of economic
cost-utility analysis, in which the ratio between the cost of the therapeutic procedure in question
and the benefits produced is evaluated in terms of health obtained and years of life gained
(Robinson, 2009). And a second one, an unprecedented methodology of community decision-
making, in which citizens are consulted about the medical care that should be covered by the State.
This process encouraged the enthusiastic involvement of the population who, in public hearings
and through their representatives, expressed their personal opinions. In 1984, a parliament for
health care, composed only of citizens, gathered to analyze the reports produced by the various
communities, and prepared a final report that included a list of 15 public health policy principles
to be used as criteria for the prioritization of healthcare services. At the end of this process, about

www.bioeticayderecho.ub.edu - ISSN 1886-5887


Ethical health resources allocation: Why the distinction between ‘rationing’ and ‘rationalization’ matters – Maria do Céu Patrão Neves
Rev Bio y Der. 2020; 50: 63-79 | 67

700 different clinical conditions and respective treatments were analyzed and prioritized, taking
into account the citizens' own ideas of justice.

The Oregon case shows that the macro-allocation of health resources, in a context of severe
financial constraints, could not only depend on an economic (technical) assessment, but also had
to integrate the ethical opinions of citizens.

1.2. Micro allocation and the beneficiaries’ selection: The God’s Committee
experience
Let us now consider, also briefly, the most outstanding paradigmatic case of micro-allocation of
healthcare resources, in order to, once again, highlight the decisive character of the ethical
component. We are referring to the famous God's Committee, the name by which the Admissions
and Policy Committee became known. It was established by the American nephrologist Belding
Scribner, in 1962, when he was confronted with a far greater number of kidney patients than the
hemodialysis capabilities available could contend with. He had improved the dialysis machine,
previously created for a single use in a poisoning situation, making it then suitable for regular use.
This treatment was extraordinarily expensive and each admitted patient would need to maintain
the treatment throughout their lifetime. Patients began to flock to the Seattle Artificial Kidney
Center in an ever-increasing number, making it impossible to assist everyone. Scribner then
created a commission of nephrologists – the Medical Advisory Committee – to analyze the clinical
processes of the candidates, selecting only those whose survival depended on access to
hemodialysis. The number of patients selected by this commission, however, was still greater than
the technical capacities of the Center, so it was necessary to submit the patients, who had already
been evaluated (technically, medically) as being in a life-threatening situation, to a new selection
process, this time focusing on social rather than strictly medical criteria.

This commission, made up of seven ordinary people – lawyer, minister, bank employee,
housewife, state government official, labor leader, and surgeon (Levine, 2009) – as a micro
representation of society, sought to establish selection criteria that favored an objective and
impartial assessment of the cases. Among these non-medical criteria, different aspects were
considered, such as age, sex, marital status, number of dependents, income, net worth, emotional
stability, educational background, profession, past performance and future potential, and even
took into consideration personal references obtained from other individuals. The commission’s
members tried to evaluate what we could call the 'social value' of each patient, taking into account
the person's merits (past), as well as the consequences of their potential death (future), especially
with regard to the well-being of their dependents (Jonsen, 1998). The selection methods of this

www.bioeticayderecho.ub.edu - ISSN 1886-5887


Ethical health resources allocation: Why the distinction between ‘rationing’ and ‘rationalization’ matters – Maria do Céu Patrão Neves
Rev Bio y Der. 2020; 50: 63-79 | 68

commission provoked much criticism, but they had the merit of highlighting the need to formulate
non-technical criteria, in addition to medical assessments and financial interests, for prioritizing
beneficiaries of available resources. In a serious situation of scarcity of resources, the selection of
patients by the commission sought to be ethical, in an attempt to determine what would be fairer
to the various candidates.

Briefly, all resource allocation, macro or micro, in the past as in the present, has an ethical
dimension that cannot be concealed and that inexorably demands the consideration, well-founded
and sustainable, of the criteria to be enunciated and implemented.

1.3. Basic ethical principles in healthcare resources allocation: Justice and


Transparency
The proposal of ethical criteria for the allocation of health resources becomes all the more
pressing as it is certain that they will remain inexorably necessary. Indeed, despite the budgetary
strengthening of most national health systems, which should lead to a relief in the urgency and
strong impact of decisions to be taken, the pressure on health budgets continues to increase
(WHO, 2019) due to a plurality of factors such as: the aforementioned continually evolving new
cutting-edge technologies and the latest generation drugs, with very high acquisition costs, to
which are added a growing prevalence of chronic diseases and an increase in life expectancy,
which are, in turn, reflected in a higher number of users of health services and in a greater need
of care.

Throughout the long ethical reflection on macro and micro allocation of health resources,
the principle of justice is invariably invoked as elementary and imperative. This, however, only
refers the obligation to ‘treat equals as equals and different as different’ (Aristotle), without
advocating any form of action. It is from this formal and abstract definition of justice that several
theories develop specifying this general principle in concrete rules of action, structuring different
criteria for the allocation of resources.

Among the theories of justice with the greatest impact on healthcare is that of the utilitarian.
Justice, in the utilitarian theory, consists of the realization of the greatest good for the greatest
number of people; that is, in the maximization of good, in what corresponds to the specification of
the principle of utility (and not exactly of justice), formulated by Jeremy Bentham and Stuart Mill.
In this perspective, however, individual rights or the plurality of social values may be neglected.
There is also no commitment to an equitable distribution that, for utilitarians, will only be justified
if it contributes to increase social utility. This being the hegemonic criterion, the utilitarian macro-
allocation will privilege healthcare services that assist the greatest number of people and whose

www.bioeticayderecho.ub.edu - ISSN 1886-5887


Ethical health resources allocation: Why the distinction between ‘rationing’ and ‘rationalization’ matters – Maria do Céu Patrão Neves
Rev Bio y Der. 2020; 50: 63-79 | 69

provision brings a greater good; that is, those which produce a more beneficial and lasting
situation.

In the context of the SARS-CoV-2 pandemic, utilitarianism will justify, for example, the
priority given to COVID-19 patients over those affected by other pathologies, due to the high
infectious level of the coronavirus and the exponential number of people affected by this disease.
At the micro level, utilitarianism will grant priority access to healthcare according to the benefit
that each person can convey to the community, naturally excluding the elderly due to their
reduced life expectancy. The God’s Committee patient selection criterion, according to its social
value, was utilitarian. At both levels, macro and micro, utilitarianism will establish priorities based
on an economically oriented cost-benefit analysis that guarantees an allocation of available
resources in order to maximize the benefit, the well-being of the population concerned, the best
for the greatest number; that is, the production of maximum efficiency.

On the other hand, the egalitarian theory of justice is structured precisely on the principle
of equal distribution of elementary or basic goods by all people, such as primary healthcare. This
is the maximin rule that aims to maximize the minimum that everyone should enjoy.
Egalitarianism, especially in the philosophy of John Rawls (who was not a strict egalitarian), refers
to an 'equality of opportunity' (principle of fair equality of opportunity) which, in certain
situations, will require the establishment of some inequalities to benefit the most disadvantaged
(principle of difference), thus contributing to equality, namely by eliminating the negative effects
that the 'lottery' of life – gender, race, ethnicity, disability, among others – can originate. The
principle of fair equality of opportunity and the difference principle, together, allow to
compensate arbitrary and undeserved disadvantages, thus building a distributive justice of
benefits and burdens, of rights and duties; that is, justice as equity. Maximizing benefits and equity
are often considered to be the structuring principles of resource allocation (Brock and Wikler,
2006). In any case, for Rawls, denoting the influence of liberalism, once the fundamental freedoms
of all are guaranteed, some inequalities that seek to promote overall equality, or that work as a
stimulus for the social performance of each, are acceptable.

Egalitarianism will require, at the level of macro-allocation, the universal availability of


basic, primary care, similar to that which occurred in the State of Oregon. At the micro-allocation
level, it will also recommend a (maximum) minimum of healthcare for all patients, namely with
COVID-19. However, strict egalitarianism will accept the order of arrival (‘first come, first served’)
criterion for access to differentiated care; in a liberal egalitarianism, Rawlsian-type, like the one
developed by Norman Daniels, it would be expected that each person would take due steps in
relation to their own health throughout their lifetime, the exclusion of patients on account of their

www.bioeticayderecho.ub.edu - ISSN 1886-5887


Ethical health resources allocation: Why the distinction between ‘rationing’ and ‘rationalization’ matters – Maria do Céu Patrão Neves
Rev Bio y Der. 2020; 50: 63-79 | 70

advanced age also being justifiable in a pandemic, thus contributing to a more equitable
enjoyment of life span (Daniels, 1988).

As another example, it is justified to mention the communitarian theory which, in general,


in common features that we find in Michel Sandel, Alasdair MacIntyre or Charles Taylor, rejects
the whole pre-established model of justice, considering that the hypothesis of a unique and
universal model of justice, objective and valid for all societies, is utopian and uprooted from
reality. It then states the importance of addressing different communities, in their cultural
traditions, in their moral experiences, in the individual and social rights they recognize, in order
to formulate a specific theory or principle of justice that responds to the needs of that community,
while remaining in line with their common morals and contributing to the strengthening and
consolidation of social cohesion. The process of citizen consultation in Oregon's macro-allocation
illustrates well the communitarian model of justice that, in the micro-allocation plan, will require
a contextualized debate, a deliberative process for the formulation of prioritization criteria
consensual with the values of the community to which it relates.

This specific reference to some theories of justice intends to highlight the difficulty, or
impossibility, of adopting a single model of justice to the exclusion of all others. Even if it were
possible to identify a widely consensual notion of justice - as tends today to happen with justice
as equity - and also of norms or criteria for its application to specific cases - more doubtful because
of the controversy which arises in the construction of equity, in the forms of compensation for
natural disadvantages - it would still be necessary to attend to the socioeconomic context of the
community in which it intervenes: more or less egalitarian societies will require different
strategies to achieve justice. In summary, social justice must be seen as a deliberative, plural and
inclusive process, and permanently open.

In fact, this is the fundamental reason for requiring a second irreducible and transversal
ethical principle in the allocation of resources: that of transparency. The obligation of
transparency - formulated in the financial domain, developed in the political domain and in both
associated with the notion of duty to be accountable or answer to others - originally refers to what
'lets the light through', thus also letting the eye see or become visible; that is, making a given
reality publicly accessible. In the case of the distribution of limited goods by the population,
criteria are required to be visible or accessible to all, and must also be widely explained, rationally
argued and consensually accepted. Any criterion of prioritization that it is considered convenient
to hide from public opinion is being hidden because it is, after all, not ethical. Transparency is
proof of commitment to justice and an essential requirement for its legitimacy.

We therefore consider that there are two ethical principles that are strictly imposed as
being imperative, at the macro and micro level of allocation: that of justice, in the enunciation of

www.bioeticayderecho.ub.edu - ISSN 1886-5887


Ethical health resources allocation: Why the distinction between ‘rationing’ and ‘rationalization’ matters – Maria do Céu Patrão Neves
Rev Bio y Der. 2020; 50: 63-79 | 71

the criteria for the allocation of resources, especially in a situation of scarcity, and that of
transparency, in their application.

2. Allocation criteria: ethical balance of ‘rationing’ vs


‘rationalization’
The allocation of health resources, particularly at a more immediate level, as is the micro, is
aggravated in exceptional situations such as those of war, natural disasters and pandemics, such
as that which has dominated the world in 2020; and the need for ethical requirements in the
formulation of the criteria and in their implementation, are also intensified.

In emergency situations it becomes more frequent to use the word ‘ration’, or to limit the
quantity, as a synonym for “allocate”, or to manage what is available, being also frequent to state
that “to allocate” is always “rationing”. We consider it, however, not only conceptually equivocal,
but also disturbing of a deliberation process that is already complex in nature. In fact, even in the
economic-financial context where these concepts originated, they are distinct: “allocate” focuses
on the available goods and “rationing” on the people to be benefited. In the specific context of
health care provision, “allocate” refers to the distribution of resources and “rationing” to a
possible method of restrictive or limited allocation; the first concept being broader than the
second, which also has a negative connotation that the former does not (Sulmasy, 2007). The
concepts are really close; which, in addition to facilitating the confusion between the two, makes
their distinction all the more urgent, especially since it is morally significant: 'allocation' manages
existing resources, regardless of their scarcity, and 'rationing' limits its distribution, only
occurring in times of scarcity.

In fact, 'rationing' is a model or method of 'allocating', but it is not the only one. Allocating
may not be rationing; it can also be ‘rationalizing’, this being another concept that arises in the
scope of healthcare allocation, albeit rarely. Its conceptualization, especially compared to that of
'rationing', is ambiguous and difficult, aggravated by the phonetic similarity between the two
terms. Nevertheless, 'rationing' and 'rationalization' are two different types of allocation of
healthcare resources, which impose a different logic of prioritization (Patrão Neves, 2020).
However, the literature in the field does not tend to stress the differences between the two and
even less to highlight the different implications of the two models, almost invariably using the
term 'rationing' whenever referring to the context of a demand for health resources greater than
their availability. This homogenizing perspective, which is also therefore a reductive one, of two
different models of action, is very penalizing, especially in situations as serious as the pandemic.
This is why their distinction matters.

www.bioeticayderecho.ub.edu - ISSN 1886-5887


Ethical health resources allocation: Why the distinction between ‘rationing’ and ‘rationalization’ matters – Maria do Céu Patrão Neves
Rev Bio y Der. 2020; 50: 63-79 | 72

2.1. Definition of concepts and their operability


The distinction between ‘rationing’ and ‘rationalization’ should start with the recovery of their
etymology as an objective basis for their definition.

From an etymological point of view, 'rationing' and 'rationalization' have a common Latin
etymus, ratio (onis). This noun, however, has two meanings: it can refer to the ‘account’,
‘calculation’, a numerical calculation; that is, the product or result of a mental activity; it can also
refer to the ‘ability to calculate’, reason, intelligence or judgment; that is, the mental exercise itself,
the human faculty that is reason. Hence, the Latin ratio is at the origin of both the verb ratiocinor
(aris, ari, atus, sum), which means 'to count', 'to make calculations', and that of the adjective
rationale (is), which means 'endowed with reason', 'in which reasoning is employed'.

The current words 'rationing' and 'rationalization' recover the original two meanings of
ratio, respectively: 'rationing' focuses on the product, the ratio or coefficient between two values,
such as the goods to be assigned and the people in need of them, what is allowed to establish the
relationship between both; ‘rationalization’ focuses on the exercise of reason, the act of
rationalizing or applying reason to any decision, including the allocation of resources, in order to
obtain the maximum benefit, making it more effective.

So also, from a conceptual point of view, built upon the etymology of the terms, but above
all from their use over time in various contexts, particularly the economic and financial contexts
in which they have developed, 'rationing' refers to the administrative process, to the regulatory
and mainly to the control distributing limited goods. 'Rationalization' refers to the process of
reorganizing the systems or processes in question, which may include reducing or eliminating
lines of action or reinforcing investment in others, making the action more logical and justified, as
well as more consistent and efficient.

From an operational point of view, that is, from the application of these concepts to the
concrete reality, considering their modalities and impacts, and very specifically to the allocation
of health resources, 'rationing' classifies official restrictions on the consumption of certain goods
made accessible to a limited number of people. For example, at the beginning of the pandemic,
disinfectants ran out of public sale. As small quantities of these products arrived on the market,
their sale was being rationed, allowing each person to purchase only a limited quantity, on a 'first
come, first served' basis, until the product ran out again. The objective was to make these goods
accessible to a maximum number of people, by reducing the quantity available to each one.
Another relevant example is related to face masks, which ran out not only in the public consumer
market, but also in the supply chain to healthcare professionals. When the production of masks
intensified, priority was given to healthcare professionals and others in the first line of defense
against the coronavirus. This is another form of rationing through prioritizing people.

www.bioeticayderecho.ub.edu - ISSN 1886-5887


Ethical health resources allocation: Why the distinction between ‘rationing’ and ‘rationalization’ matters – Maria do Céu Patrão Neves
Rev Bio y Der. 2020; 50: 63-79 | 73

In this same context, ‘rationalization’ refers to the reorganization of spaces, equipment and
the performance of healthcare professionals in order to, with the existing means and their
eventual reinforcement, meet the care needs at a given moment. In the pandemic situation of
SARS-CoV-2, there was an exceptional influx of patients with very high infection levels that needed
to be isolated from all physical contact, so it was also imperative to restructure procedures. The
reorganization of spaces for the circulation of patients and professionals, and the protocols for
personal hygiene and disinfection of hospital spaces, for example, corresponded to actions to
rationalize resources. In this process, hospital services were also closed and it became necessary
to reschedule, for example, medical appointments and surgeries for non-COVID-19 patients,
which should have been done by endeavoring to enhance the profitability of the available means.
This is another way of rationalizing health care, by prioritizing services and not individuals.

Prioritization in health is not synonymous with rationing, as the general bibliography


assumes, but it can also be done through the rationalization of resources, which implies different
procedures, with different grounds and ethical implications.

2.2. Ethical foundation of healthcare prioritization


The scarcity of resources to respond to the healthcare needs of the population imposes an
increased ethical requirement in the proposal of fair and transparent prioritization criteria, which
is aggravated in the exceptional situation of the pandemic given the potentially dramatic
consequences of the decisions being taken.

The refusal to formulate prioritization criteria, such as maintaining the 'first come, first
served' rule, in its intrinsic randomness, could be endorsed by strict egalitarians given the
recognition of the inability to formulate an objective justice principle. However, the entities
involved would be subject to criticism for failing or abnegating their responsibilities.

The adoption of the criterion 'greater severity, greater priority', maintaining the classic
model of emergency screening and extending it to the field of public health, is challenged, in
particular, by utilitarians who criticize the investment directed at patients with no reasonable
prospect of survival, diverting the scarce resources to less needy patients, but those who are more
likely to recover.

There is, therefore, an urgent need to consider the models of ‘rationing’ and ‘rationalization’
in establishing priorities in access to scarce healthcare.

www.bioeticayderecho.ub.edu - ISSN 1886-5887


Ethical health resources allocation: Why the distinction between ‘rationing’ and ‘rationalization’ matters – Maria do Céu Patrão Neves
Rev Bio y Der. 2020; 50: 63-79 | 74

2.2.1. How to fulfill social justice and respect human dignity


Rationing, as we have already said, refers to the distribution of limited resources by a limited
number of people, according to criteria that should be fair and transparent. These criteria are
formulated based on the assessment of personal characteristics, as we saw in the example of the
masks: the profession - being a health professional or police, or working in the food supply chain
- will be a factor of preference for priority access to masks. In addition to the profession, there are
other characteristics which are usually considered, such as gender, age, ethnicity or nationality.
In the SARS-CoV-2 pandemic the most debated feature was the age of the patients. The ethical
debate then tends to focus on the justice inherent to each of these characteristics.

However, the fundamental and established issue is the fairness of a priority access criterion
based on personal characteristics (in particular those which the person is not responsible for).
After all, whatever the distinctive characteristic considered, some groups of people are always
discriminated against in relation to others. This might be considered a positive discrimination.
This concerns the favoring of some without affecting others, aiming to maximizing common good.
In fact, any privileged benefit of some, inevitably and comparatively harms others, even if they
remain factually in the same circumstance. In the case of prioritizing healthcare professionals in
access to means of personal protection, it is obvious that they are not only those who are most
exposed to the infection (in different circumstances to the others), but also those who are more
decisive in preserving the common good. Therefore, positive discrimination seems to be justified,
even when recognizing the comparative harm to others, who will see their chances of access to
masks decrease. If, however, we consider, as an example, a characteristic in which the person has
no responsibility, such as age or ethnicity, any prioritization becomes difficult to justify (Carrieri,
Peccatori and Boniolo, 2020) and will be a flagrant violation of the principle of human dignity, and
Human Rights.

The Universal Declaration of Human Rights (United Nations, 1948 [2009] online) reiterates,
throughout its text, equality between all human beings, and states, in point 2 of article 21, that
“everyone has the right of equal access to public service in his country”, including health. It also
states, in article 1, that everyone is “equal in dignity and rights”. 'Human dignity' refers to the
absolute (total, without degrees), unconditional (regardless of any condition), inalienable (non-
eliminable) and intrinsic (identity constituent) value of every human being, which is not
compatible with any form of assessment based on natural characteristics.

Rationalization, in turn, and as we have already mentioned, concerns the rational use of the
limited resources available, with the logic of obtaining maximum profitability: it is through the
optimization of all healthcare resources that these become accessible to a greater number of
people; that is, the more efficiently that they are used, the wider their availability. Therefore, the

www.bioeticayderecho.ub.edu - ISSN 1886-5887


Ethical health resources allocation: Why the distinction between ‘rationing’ and ‘rationalization’ matters – Maria do Céu Patrão Neves
Rev Bio y Der. 2020; 50: 63-79 | 75

distribution of the limited resources available is based on the impact of their performance on each
of their possible beneficiaries, in the maximization of their function: the existing therapeutic
resources are allocated to the clinical situations that can most benefit from them, in that their
performance can be optimized, regardless, for example, of the profession (chosen by) of the
patient or their age (which naturally and inevitably adds up).

Similarly to that which happens with rationing, the utilitarian perspective of justice is also
observed in rationalization; however, contrary to that which happens with the rationing of
healthcare goods, its rationalization also respects the principle of human dignity, since the
prioritization of its attribution is not based on the assessment of characteristics of patients, but
rather on the characteristics of the available healthcare resources to be allocated to clinical
situations that can be improved to the maximum.

In short, while rationing focuses on patients and their personal characteristics,


rationalization focuses on resources and their performance. Both approaches can be supported
by a utilitarian conception of justice because, in different ways, both aim to maximize the common
good; however, rationing allows the sacrifice of some people in favor of the majority, which is
what respect for the principle of human dignity, through rationalization, prevents.

2.2.2. How to ethically practice ‘rationing’ and ‘rationalization’


‘Rationing’ and ‘rationalization’ in allocating limited healthcare resources are ethically legitimate
when applied to specific, different domains.

‘Rationing’ should only be used in relation to non-vital healthcare resources, such as masks.
At this level, the negative discrimination that it imposes on some, reverts in favor of a greater
social good (e.g. prioritizing healthcare professionals), from which the victims themselves may
benefit, in addition to being able to be compensated in the future for their present loss. Therefore,
the utilitarian principle of justice is fulfilled, within an extended time frame, without the principle
of human dignity being called into question.

However, this is will not happen if we consider vital health resources, such as mechanical
ventilators. In this case, the prioritization of some will dictate the exclusion of others, whose lives
will be sacrificed, for the sake of privileged lives, and with no possibility of recovering from the
damage suffered. The principle of human dignity, which affirms the absolute, and therefore
identical value of all human lives, will thus be disregarded by the assessment made about the lives
of some.

On the contrary, the 'rationalization' model can be applied to both non-vital and vital
resources, because it complies with both the principle of justice, under the utilitarian perspective

www.bioeticayderecho.ub.edu - ISSN 1886-5887


Ethical health resources allocation: Why the distinction between ‘rationing’ and ‘rationalization’ matters – Maria do Céu Patrão Neves
Rev Bio y Der. 2020; 50: 63-79 | 76

of maximizing the good of the greatest number, and that of human dignity. This is an indelible
milestone in contemporary democratic societies that can and should be integrated into a Rawlsian
conception of justice as equity, which requires not only the provision of universal fundamental
goods, but also respect for structural human rights.

2.2.3 How to ethically consider the ‘age’ factor in prioritizing resources

When thinking about the criteria for prioritizing COVID-19 patients, the characteristic 'age' was a
recurrent theme in the scrutiny of access to mechanical ventilation, a vital resource. It was almost
invariably a factor of exclusion –not admitting patients over a certain age – or of secondary access
(Beauchamp and Childress, 2009) –admitting the elderly only in the absence of pressure on
resources. Among the reasons for rationing, those that are based on the utilitarian principle of
justice stand out: the elderly have lived longer than the others; their ‘life expectancy’ is lower; just
as their ‘quality of life’ is also lower (Emanuel et al., 2020). In fact, these expressions, which are
axiologically neutral, tend to replace the reference to 'age' in an unclear or misleading language
policy. Still showing a lack of transparency, the utilitarian guideline recommends the calculation
of the ventilator's effectiveness (from a rationalization perspective) not considering the
probability of recovery from COVID-19, but taking into account the years of healthy life that may
be to come, creating a situation which, surreptitiously but inexorably, excludes the elderly. It is
also argued that 'age' is not a characteristic analogous to any other (ethnicity or gender) (Daniels,
1985), in an attempt to get around the violation of human dignity.

'Age' as a 'rationing' factor does not take into account the difference between chronological
age and biological age, making it possible to prioritize a chronologically younger patient over a
biologically younger one, thus with a better life expectancy. Secondly, it underestimates medical
criteria, namely comorbidities. Thirdly, the same logic of exclusion due to physical characteristics
(banned in democracies when referring to gender, ethnicity, etc.) could be coherently extended to
the exclusion of many other individuals: e.g. the disabled (Solomon, Wynia and Gostin, 2020), and
those with genetic or chronic diseases. Finally, the establishment of a chronological age of
exclusion varies widely, the limit being decided not on the basis of the persons concerned, but on
the basis of other arbitrary factors.

In prioritizing access to vital therapeutic resources, the biological 'age' factor will always
have to be considered together with other relevant indicators for the clinical evaluation of the
person (Caplan, 2020) and never by itself (Deutscher, 2020; Ministerio Sanidad de España, 2020),
to rationalize the means available. The rationalization of ventilators to COVID-19 patients,
addresses all of the four aspects mentioned, fulfilling justice as equity, in maximizing social

www.bioeticayderecho.ub.edu - ISSN 1886-5887


Ethical health resources allocation: Why the distinction between ‘rationing’ and ‘rationalization’ matters – Maria do Céu Patrão Neves
Rev Bio y Der. 2020; 50: 63-79 | 77

benefits and in the equal treatment of all citizens, thus also respecting human dignity, and not
excluding anyone.

The legitimate distinction between 'rationing' and 'rationalization' contributes to a more


efficient and ethical allocation of resources in all circumstances.

3. Justice, Transparency, and Dignity for an ethical allocation in


healthcare

Allocation in health is, first and foremost, a good management of the available resources, being a
technical-professional requirement at all times. It is also an ethical requirement, which must be
recognized and assimilated, as it entails the prioritization choices based on humanly formulated
criteria. In times of scarcity of resources, and even more so in exceptional situations such as a
pandemic, the choices become more difficult, especially given that the privileging of some implies
the exclusion of others, with great harm for them. That is why the formulation of fair criteria is an
unavoidable imperative. However, because there are several theories or models of justice, it is
important to add the imperative of transparency in the implementation of the adopted criteria.

These two principles are not, however, sufficient to guarantee the ethics of healthcare
allocation, because there are cases in which their application does not prevent discrimination
against some of the most vulnerable people in our societies, such as the elderly. Only respect for
their dignity can protect them, so this is the third ethical principle to be considered in all
healthcare allocations.

The compliance with these three principles will also facilitate the understanding of the need
to distinguish 'rationing' and 'rationalization' as two models of allocation in healthcare, which
have not been systematized in the characterization of its different procedure, nor, above all, in its
different ethical implications. Only ‘rationalization’ meets the basic ethical requirements outlined.

www.bioeticayderecho.ub.edu - ISSN 1886-5887


Ethical health resources allocation: Why the distinction between ‘rationing’ and ‘rationalization’ matters – Maria do Céu Patrão Neves
Rev Bio y Der. 2020; 50: 63-79 | 78

Bibliography

 Aristóteles, Ética a Nicómaco, Livro V, 1131a, 21-24.

 Beauchamp, T. e Childress, J. (2009). Principles of Biomedical Ethics (6ª ed.), 272-273. New
York/Oxford, Oxford University Press.

 Brock, D. W. e Wikler, D. (2006), Ethical Issues in Resource Allocation, Research, and New
Product Development. Em D.T. Jamison, Breman JG, Measham AR, et al. (Eds.), Disease Control
Priorities in Developing Countries (2nd edition), chapter 14. Washington (DC) / The World
Bank; New York/Oxford University Press.

 Caplan, A. (2020). New York’s bioethics experts prepare for wave of difficult decisions.
Washington Post, March 28: https://www.washingtonpost.com/world/national-
security/new-yorks-bioethics-experts-prepare-for-a-wave-of-difficult-
decisions/2020/03/28/4501f522-7045-11ea-a3ec-70d7479d83f0_story.html [Consulta:
12.06.2020].

 Carrieri, D.; Peccatori, F. e Boniolo, G. (2020). COVID-19: a plea to protect the older population.
Int J Equity Health 19: 72.

 Daniels, N. (1985). Am I My Parents’ Keeper. Just Health Care (studies in Philosophy and Health
Policy), 86-113. Cambridge, Cambridge University Press,

 Daniels, N. (1988). Just Health and Am I My Parents’ Keeper. New York, Oxford University Press.

 Deutscher E. (2020). Solidarity and Responsibility during the Coronavirus Crisis, Ad Hoc
Recommendation, 3-4: https://www.ethikrat.org/fileadmin/Publikationen/Ad-hoc-
Empfehlungen/englisch/recommendation-coronavirus-crisis.pdf [Consulta: 12.06.2020].

 Emanuel, E. J.; Persad, G.; Upshur, R.; et al. (2020). Fair Allocation of Scarce Medical Resources
in the Time of Covid-19. The New England Journal of Medicine 382: 2049-2055.

 Encyclopedia Britannica: https://www.britannica.com/topic/allocation-of-resources


[Consulta: 12.06.2020].

 Golenski, J. D. e Thompson, S.M. (1991). A History of Oregon's Basic Health Services Act: An
Insider's Account. QRB Qual Rev. Bull. 17, 5, 144-149.

 Jonsen, A. R. (1998). The birth of Bioethics, pp. 211-214. New York / Oxford, Oxford University
Press.

www.bioeticayderecho.ub.edu - ISSN 1886-5887


Ethical health resources allocation: Why the distinction between ‘rationing’ and ‘rationalization’ matters – Maria do Céu Patrão Neves
Rev Bio y Der. 2020; 50: 63-79 | 79

 Kilner, J. F. (1995). Health-care resources: I. Macroallocation. Em W. T. Reich (Ed.),


Encyclopedia of Bioethics (revised edition), volume 2, 1067-1075. New York, USA: Macmillan
Library.

 Levine, C. (2009). The Seattle 'God Committee': A Cautionary Tale. Health Affairs, November,
30.

 Ministerio Sanidad de España, (2020). Informe sobre los aspectos éticos en situaciones de
pandemia: El SARS-CoV-2:
https://www.mscbs.gob.es/profesionales/saludPublica/ccayes/alertasActual/nCov-
China/documentos/200403-INFORME_PANDEMIA-FINAL-MAQUETADO.pdf [Consulta:
12.06.2020].

 Morone, J. A. e Ehlke, D. (2013). Health Politics and Policy (5th edition). Australia: Cengage
Learning.

 Nações Unidas, Declaração Universal dos Direitos Humanos (1948, ed. 2009):
https://nacoesunidas.org/wp-content/uploads/2018/10/DUDH.pdf [Consulta: 12.06.2020].

 Patrão Neves, M. (2020). Ethical implications of ‘Rationing’ vs ‘Rationalization’. Eubios Journal


of Asian and International Bioethics 30, 4, 134-135.

 Robinson, R. (2009). Cost-utility analysis, BMJ 1993 Oct 2, 307, 6908, 859–862.

 Solomon, M. Z.; Wynia, M. K. e Gostin, L. O. (2020). Covid-19 Crisis Triage — Optimizing Health
Outcomes and Disability Rights. The New England Journal of Medicine:
https://www.nejm.org/doi/full/10.1056/NEJMp2008300 [Consulta: 12.06.2020].

 Spicer, J. (2010). Oregon and the UK: experiments in resource allocation. J. Prim. Care
(Abingdon), London, 2010 Dec 3, 2, 105-108.

 Sulmasy, D. (2007). Cancer Care, Money, and the Value of Life: Whose Justice? Which
Rationality? Journal of Clinical Oncology 25, 2, 217-222.

 World Health Organization (2019). Global Spending on Health: A World in Transition, 68 pp.

Fecha de recepción: 15 de junio de 2020


Fecha de aceptación: 17 de junio de 2020

www.bioeticayderecho.ub.edu - ISSN 1886-5887


La soledad de los pacientes con COVID-19 al final de sus vidas – Marta Consuegra-Fernández, Alejandra Fernández-Trujillo
Rev Bio y Der. 2020; 50: 81-98

Revista de Bioética y Derecho


Perspectivas Bioéticas
www.bioeticayderecho.ub.edu - ISSN 1886-5887

DOSSIER CUESTIONES BIOÉTICAS DE LA PANDEMIA COVID-19

La soledad de los pacientes con COVID-19 al final de sus vidas

The loneliness of COVID-19 patients at the end of their lives

La soledat dels pacients amb COVID-19 al final de les seves


vides

MARTA CONSUEGRA-FERNÁNDEZ, ALEJANDRA FERNÁNDEZ-TRUJILLO *

* Marta Consuegra-Fernández. Doctora en Biomedicina por la Universidad de Barcelona. Investigadora


postdoctoral del Observatorio de Bioética y Derecho. Profesora asociada de la UB y redactora científica en
prensa escrita y producción audiovisual, Facultad de Filología y Comunicación, Universitat de Barcelona
(España). Email: mconsuegra@ub.edu.
Alejandra Fernández-Trujillo. Médica especialista en medicina intensiva. Master en Bioética. Profesora
asociada, Facultad de Filología y Comunicación, Universitat de Barcelona; Unidad de Cuidados Intensivos Parc
Taulí Hospital Universitari, Barcelona (España). Email: argenteaft_3@hotmail.com.

Copyright (c) 2020 Marta Consuegra-Fernández, Alejandra Fernández-Trujillo


Esta obra está bajo una licencia de Creative Commons Reconocimiento-NoComercial-SinObraDerivada
4.0 Internacional.
La soledad de los pacientes con COVID-19 al final de sus vidas – Marta Consuegra-Fernández, Alejandra Fernández-Trujillo
Rev Bio y Der. 2020; 50: 81-98 | 82

Resumen
Las medidas de seguridad de salud pública tomadas en todo el mundo para detener el ascenso de contagios
por SARS-CoV-2 ha despertado el interés por determinados aspectos de la ética asistencial. Se ha hablado
ampliamente de las recomendaciones médicas para priorizar la atención sanitaria de pacientes críticos o la
distribución equitativa de recursos bajo la amenaza de saturación de los servicios. No obstante, se ha
prestado mínima atención a la soledad inevitable de los enfermos con COVID-19 al final de sus vidas. Los
procedimientos y normativas de seguridad sanitaria actuales exigen el aislamiento de las personas
diagnosticados con COVID-19 o de aquellas bajo sospecha de contagio por falta de pruebas confirmatorias.
Estas pautas de actuación conllevan una serie de condiciones que atentan los derechos del paciente, con
especial relevancia al final de vida, como el derecho a una muerte digna y al acompañamiento, y que
contribuyen a un elevado número de muertes en soledad. Si bien el aislamiento es una de las medidas de
prevención de la infección más eficaces, es necesario adaptar un protocolo para situaciones de final de vida
que contemple flexibilizar el aislamiento de estos pacientes siempre que haya una voluntad expresa por su
parte. El presente manuscrito analiza la vulneración de los derechos del paciente al final de vida en situación
de emergencia sanitaria y plantea una serie de recomendaciones para promover el respeto a su libertad y
autonomía sin que ello suponga la asunción de riesgo colectivo excesivo.
Palabras clave: muerte; soledad; cuidados paliativos; pacientes; COVID-19.

Abstract
Public health security measures launched worldwide in order to prevent the rapid transmission of SARS-
CoV-2 have renewed the interest in certain aspects of health care ethics. General medical recommendations
such as critically ill patient prioritization or equitable distribution of scarce resources have been widely
discussed. Nevertheless, little consideration has so far been given to the loneliness of patients with COVID-
19 at the end of their lives. Present health safety policies and regulations inevitably entail the isolation of
people diagnosed with COVID-19 or those suspected of being infected -due to shortage of diagnostic tests.
This procedure necessarily spells patient's rights violation particularly affecting the right to a dignified
death and end-of-life care, thus contributing to a high number of lonely deaths. Although the isolation is one
of the best strategies to prevent the infection, it is needed to ease such policy towards a relaxation of these
measures whenever patients expressly requests it. To this aim, the current manuscript analyzes patient
end-of-life right infringements within the context of the health crisis caused by COVID-19 and provides
recommendations to promote respect for their freedom and autonomy with negligible social risk-taking.
Keywords: death; loneliness; palliative care; patients; COVID-19.

Resum
Les mesures de seguretat de salut pública preses a tot el món per aturar l'ascens de contagis per SARS-CoV-2
han despertat l'interès per determinats aspectes de l'ètica assistencial. S'ha parlat àmpliament de les
recomanacions ètiques per prioritzar l'atenció de pacients crítics o la distribució equitativa de recursos sota
l'amenaça de saturació dels serveis. Malauradament, s'ha prestat una atenció mínima a la solitud inevitable
dels malalts amb COVID-19 a la fi de les seves vides. Els procediments i normatives de seguretat sanitària
actuals exigeixen l'aïllament de les persones diagnosticats amb COVID-19 o d'aquelles sota sospita de contagi
per falta de proves confirmatòries. Aquestes pautes d'actuació comporten una sèrie de condicions que
atempten els drets del pacient, amb especial rellevància al final de vida, com el dret a una mort digna i a
l'acompanyament, i que contribueixen a un elevat nombre de morts en soledat. Si bé l'aïllament és una de les
mesures de prevenció de la infecció més eficaces, és necessari adaptar un protocol per a situacions de final de
vida que contempli flexibilitzar l'aïllament d'aquests pacients sempre que hi hagi una voluntat expressa per
part seva. El present manuscrit analitza la vulneració dels drets del pacient a la fi de vida en situació
d'emergència sanitària i planteja una sèrie de recomanacions per promoure el respecte a la seva llibertat i
autonomia sense que això suposi l'assumpció d'una amenaça col·lectiva excessiva.
Paraules clau: mort; soledat; cures pal·liatives; pacients; COVID-19.

www.bioeticayderecho.ub.edu - ISSN 1886-5887


La soledad de los pacientes con COVID-19 al final de sus vidas – Marta Consuegra-Fernández, Alejandra Fernández-Trujillo
Rev Bio y Der. 2020; 50: 81-98 | 83

1. Introduccion

El gran impacto que ha tenido la emergencia global originada por la COVID-19 en el sistema
sanitario ha trascendido a la atención asistencial de manera generalizada. La limitación de
personal y recursos materiales, así como la falta de medios y espacios de atención sanitarios han
desplazado algunos derechos fundamentales individuales en favor del bienestar colectivo. Si bien
el alcance de la actual pandemia no tiene antecedentes en la historia moderna de la humanidad,
no es la primera vez que las emergencias de salud pública priorizan la seguridad colectiva y que
el bienestar individual pasa a un segundo plano (Koplan et al., 2009; Salamero Teixidó, 2016). En
este caso, sin embargo, la amenaza que supone la COVID-19 se ha visto incrementada a causa de
la elevada tasa de contagio (Meo et al., 2020), hasta el punto de amenazar con colapsar los
servicios sanitarios (World Health Organization, 2020b). Esta situación sin precedentes ha puesto
de manifiesto una serie de necesidades hasta ahora ocultas que requieren ser tratadas con
prioridad. Una de las urgencias más sensibles y excepcionales de esta pandemia es el fallecimiento
en soledad de personas enfermas de COVID-19, concretamente, en un contexto hospitalario. Este
hecho se debe al estricto protocolo de aislamiento de pacientes, medida implementada desde las
fases más tempranas de la pandemia.

El desconocimiento inicial de la infección junto con los primeros contagios de profesionales


sanitarios por falta de Equipos de Protección Individual (EPIs) adecuados precipitó el miedo
generalizado ante una amenaza de alcance imprevisible. Ante esta situación, la respuesta de los
centros hospitalarios fue el cierre de puertas como medida preventiva y la priorización de EPIs
para profesionales.

El aislamiento de pacientes infectados es una de las medidas más eficaces a la hora de


contener la expansión de la pandemia (Firstenberg et al., 2020; Venter & Richter, 2020; Yan et al.,
2020) y permite, no solamente proteger al resto de población de la infección entre los que se
encuentra el personal sanitario, sino que también protege al propio paciente. Aunque la
sobreinfección o segundas infecciones no son la causa principal de muerte (Wichmann et al.,
2020), el aislamiento también previene de la interacción de los pacientes con personas externas
que podrían ser portadoras de microorganismos patogénicos y pudieran poner en riesgo su salud.
De cualquier manera, esta prioridad queda relegada cuando el paciente entra en situación
terminal.

Además, pasados los primeros días de la pandemia se demostró que una protección
adecuada minimizaba significativamente los contagios (Chughtai et al., 2020; Livingston et al.,
2020) lo que confirmaba que si los familiares se adherían a unas directrices de seguridad no tenían
por qué infectarse. No obstante, y pese a no existir evidencias claras que apoyaran el aislamiento

www.bioeticayderecho.ub.edu - ISSN 1886-5887


La soledad de los pacientes con COVID-19 al final de sus vidas – Marta Consuegra-Fernández, Alejandra Fernández-Trujillo
Rev Bio y Der. 2020; 50: 81-98 | 84

estricto y por lo tanto la muerte de personas en soledad, los familiares y conocidos siguieron sin
poder despedirse de los suyos.

A pesar de que el aislamiento es una medida global, al menos en España, cada hospital
establece su propio procedimiento específico siguiendo las recomendaciones generales emitidas
por el Gobierno (Ministerio de Sanidad, 2020b). Este documento técnico solicita la localización de
pacientes identificados con posible infección por SARS-CoV-2 en habitaciones aisladas y prohíbe
explícitamente la entrada de acompañantes, salvo en pacientes menores de edad1 o aquellos que
requieran asistencia.

Según datos de las Organización Mundial de la Salud, a día 1 de mayo de 2020 se


contabilizaron 224172 muertes a causa de COVID-19 (World Health Organization, 2020a). Sobre
estos datos, no hay estudios que hayan analizado el número aproximado de personas fallecidas en
soledad en el hospital. No obstante, teniendo en cuenta que una parte de los datos proceden del
recuento de instituciones hospitalarias, cuya política es la de aislar a los pacientes ingresados por
COVID-19 siguiendo las recomendaciones sanitarias, se puede especular que un porcentaje
significativo de estas muertes, especialmente durante las primeras semanas desde el inicio de la
pandemia, han sido en soledad.

Cabe destacar además que el riesgo de colapso sanitario ha estado presente a lo largo del
progreso de la pandemia y que la mayoría de los pacientes eran conocedores de ello, lo que les
infundía el temor de no poder tener la atención sanitaria que necesitaban, que les tuvieran que
ser retirados los tratamientos de soporte vital o incluso que cuyo ingreso pudiera ser desestimado.
Ante estas circunstancias, la sensación de soledad del paciente se agrava ocasionándole una
ansiedad y miedo (Codagnone et al., 2020) añadidos al temor a la soledad y a la muerte.

Esta situación ha intentado ser amortiguada a través del uso de dispositivos tecnológicos
para establecer un contacto con los familiares y conocidos en los casos en los que ha sido posible,
o a través del mismo personal asistente (Wakam et al., 2020). A este respecto cabe destacar que
los profesionales que acceden a la habitación, además de limitar su interacción con el paciente
para disminuir las posibilidades de contagio, deben llevar un equipo de protección que incluye
bata, mascarilla, guantes y protección ocular. Este hecho les impide ofrecer la proximidad y el
apoyo emocional necesario en un momento de extremada delicadeza. El personal sanitario no
puede reemplazar la figura de un familiar y, además, la sobrecarga de trabajo que pueden

1La prevalencia de cuadros severos de COVID-19 en niños es baja, 0,6% desarrollan insuficiencia respiratoria o fallo
multiorgánico o síndrome de dificultad respiratoria aguda (SDRA), por lo que en la inmensa mayoría de ingresos por
COVID-19 se trata de adultos (Sinha et al., 2020).

www.bioeticayderecho.ub.edu - ISSN 1886-5887


La soledad de los pacientes con COVID-19 al final de sus vidas – Marta Consuegra-Fernández, Alejandra Fernández-Trujillo
Rev Bio y Der. 2020; 50: 81-98 | 85

experimentar en momentos de máxima afluencia de pacientes impide que puedan hacer un


acompañamiento adecuado a las personas atendidas.

Ante esta situación de debilidad emocional y física de los pacientes, el presente artículo hace
un análisis de la vulneración del derecho de muerte digna en situación de emergencia sanitaria.
También plantea una serie de recomendaciones para promover el respeto a su libertad y voluntad
de decidir con quién desean pasar sus últimos momentos, sin que ello suponga la asunción de una
amenaza colectiva excesiva.

2. El acompanamiento como derecho fundamental

Todos los pacientes tienen derecho a estar acompañados en la fase terminal de sus vidas por
familiares, conocidos, representantes o incluso personas ajenas que puedan ofrecerles auxilio
espiritual; siempre de acuerdo con las preferencias del paciente y siempre que no suponga un
riesgo para la salud de este último (Ley 4/2017, de 9 de marzo, de Derechos y Garantías de las
Personas en el Proceso de Morir). Es un derecho universal que se incluye en las bases de los
cuidados paliativos que constituyen un sistema de apoyo tanto para el paciente como para la
familia. Garantiza el cumplimiento de los derechos fundamentales de las personas, entre el que se
encuentra un final de vida en su forma más digna y optimiza su bienestar (Ley 4/2019, de 19 de
marzo, por el que se modifica la Ley 2/2007, de 7 de marzo, del Estatuto Jurídico del Personal
Estatutario del Servicio de Salud de Castilla y León, para la creación de la categoría de Médico de
Cuidados Paliativos). No solamente se refiere a la mejora de la calidad de vida evitando el
sufrimiento físico, sino del alivio de su malestar psicosocial y espiritual. Para ello, junto con el
control de los síntomas del paciente, es necesaria una comunicación eficiente y el apoyo familiar
(Carulla Torrent et al., 2002). Pese a los avances que se han hecho los últimos años en cuidados
paliativos, siempre ha existido un desconocimiento general de este tipo de asistencia en los
sistemas de salud; cuándo se debe proporcionar y a qué pacientes, por ejemplo. Además, por
obstáculos culturales o sociales los cuidados paliativos a menudo han sido relegados a un segundo
plano en término de prioridad asistencial (The Lancet Editorial, 2020; World Health Organization,
2018). No sorprende entonces que tanto el cuidado emocional como el acompañamiento
presencial de los pacientes con COVID-19 hayan sido víctimas de la priorización de recursos
carentes. En este contexto de emergencia sanitaria, se ha evidenciado que, en línea con los
estándares clásicos de la práctica clínica tradicional, la enfermedad del paciente, y no el paciente
en sí como un todo que engloba su estado físico y psicosocial, ha sido el centro la atención
sanitaria.

www.bioeticayderecho.ub.edu - ISSN 1886-5887


La soledad de los pacientes con COVID-19 al final de sus vidas – Marta Consuegra-Fernández, Alejandra Fernández-Trujillo
Rev Bio y Der. 2020; 50: 81-98 | 86

La muerte, incluso en los ambientes sanitarios, constituye un tabú social que contrasta con
el tratamiento mediático trivial que recibe (DeForest, 2019; Gómez Esteban, 2012). La cultura
occidental tiende a olvidar la muerte también en los contextos sanitarios en que se tiende a ocultar
a los ojos de los demás pacientes, moribundos o no (Carulla Torrent et al., 2002). Desconocemos
mucho acerca de cómo mueren las personas y de qué manera desearían hacerlo, por lo que es
difícil saber cuáles son los tipos de atención física, espiritual o psicológica óptimos (Bayés, 1998).

En un contexto de pandemia como el actual es todavía más fácil ampararse en el bien


colectivo, la urgencia de la situación o la carencia de recursos a la hora de relegar a los enfermos
para quienes ya no hay nada que hacer. Sin embargo, este incumplimiento de las bases del cuidado
paliativo del enfermo no hace más que agravar el impacto psicológico tanto desde la propia
experiencia como por parte de las personas más cercanas. El paciente, al serle denegados recursos
para afrontar la muerte, percibe su integridad emocional amenazada. Dicha amenaza despierta
una impotencia que puede amplificar la intensidad o presencia de sus síntomas y estado de salud
general, lo cual, a su vez, acentúa la falta de control sobre la situación y aumenta de nuevo el
sufrimiento.

El dolor físico es percibido como una experiencia desagradable; igual que la soledad, el
abandono, el desprecio o la sensación de pérdida también lo son dentro su esfera psicosocial
(Bayés, 1998). Además, aunque desconocemos de qué manera, todo apunta a que la soledad tiene
un impacto negativo sobre la salud de las personas. El aislamiento social se ha asociado con una
mayor incidencia de enfermedades y mayor prevalencia de muerte prematura (Holt-Lunstad
et al., 2015). Concretamente, se relaciona con un aumento de riesgo de padecer enfermedades
cardiovasculares (Valtorta et al., 2018), una presión sanguínea elevada (Hawkley et al., 2010) y
una atenuación de la eficacia del sistema inmunitario (Rico-Uribe et al., 2018). Este último aspecto
tiene especial relevancia dado el origen vírico de la pandemia actual ya que implica un incremento
de los procesos inflamatorios y la consiguiente reducción de la capacidad para combatir
infecciones. Si bien es cierto que estos estudios se focalizan sobre todo en los efectos de la soledad
o el asilamiento crónico (Hawkley et al., 2010; Holt-Lunstad et al., 2015; Rico-Uribe et al., 2018;
Valtorta et al., 2018), no podemos descartar que exista un efecto a corto plazo originado por las
medidas de aislamiento actuales y que, en cualquier caso, la soledad de estos pacientes no
contribuiría positivamente a su salud física.

El contexto externo de alarma social tampoco resulta inocuo para los pacientes ingresados,
sino que suma desconcierto y pérdida de control a la ya existente ansiedad y miedo causada por
la sensación de abandono. Esto tiene un coste en el bienestar psicológico de los enfermos que es
mucho mayor en aquellos casos en los que no hay pronóstico de recuperación, hay sentimiento de
invalidez y miedo originado por el enfrentamiento inevitable de la muerte.

www.bioeticayderecho.ub.edu - ISSN 1886-5887


La soledad de los pacientes con COVID-19 al final de sus vidas – Marta Consuegra-Fernández, Alejandra Fernández-Trujillo
Rev Bio y Der. 2020; 50: 81-98 | 87

Sin duda se trata de una combinación de factores que agravan la situación de vulnerabilidad
del enfermo por COVID-19 y requiere de medidas de intervención inmediatas para garantizar el
cumplimiento de sus derechos.

3. Alternativas actuales

3.1 Acompañamiento a través de dispositivos tecnológicos o terceras


personas
Ante la situación de soledad de los pacientes terminales por progreso de la COVID-19 no se han
emitido pautas claras y suficientes. Este hecho pone de manifiesto, entre otros aspectos, que la
comunicación, en términos generales, no ha sido nunca una prioridad dentro de los estándares de
la atención sanitaria, aunque esta tendencia podría estar cambiando (DeForest, 2019).

Frente a este contexto, han surgido una serie de medidas espontáneas que pretenden paliar
el abandono de aquellos enfermos que se enfrentan al final de sus vidas. Por proximidad, la
mayoría de estas acciones espontáneas las lleva a cabo el personal asistente que interacciona
regularmente con el propio paciente. Una de las iniciativas más recogidas en los medios de
comunicación es el acompañamiento a través de dispositivos tecnológicos, como teléfonos
móviles, tabletas electrónicas o ordenadores portátiles. En numerosas imágenes se puede
observar sanitarios sujetando un dispositivo que permite la comunicación por videoconferencia
entre la persona ingresada y sus conocidos (Wakam et al., 2020). A este respecto, es importante
tener en cuenta que el uso de dispositivos portátiles solo es posible si el hospital tiene acceso a
internet y goza de este tipo de recursos que normalmente suponen un gasto razonable y que en
otra situación no serían estrictamente necesarios. Es extraño entonces que el centro posea este
tipo de herramientas a disposición de los pacientes cuando por norma general forma parte de un
sistema sanitario cuya asistencia es mayoritariamente presencial. Además, el acceso a internet es
un privilegio a disposición de pocos hospitales en las regiones más apartadas de los núcleos
urbanos de países menos desarrollados (Whitelaw et al., 2020).

Cabe destacar que en caso de que los hospitales no puedan facilitar estos dispositivos a las
personas ingresadas, estas pueden usar los aparatos que sean de su propiedad. Este hecho no solo
no es una solución para aquellos que no disponen que este tipo de recursos, sino que evidencia la
brecha digital y agrava las desigualdades entre ricos y pobres. En ocasiones, incluso, los mismos
profesionales sanitarios ha cedido sus propios dispositivos móviles para facilitar la comunicación
de los pacientes con sus familiares cuando debería ser una responsabilidad asumida por el

www.bioeticayderecho.ub.edu - ISSN 1886-5887


La soledad de los pacientes con COVID-19 al final de sus vidas – Marta Consuegra-Fernández, Alejandra Fernández-Trujillo
Rev Bio y Der. 2020; 50: 81-98 | 88

hospital, sin olvidar que supone un riesgo de contagio añadido para los sanitarios. Asimismo, en
ningún caso el personal tiene la obligación de ceder sus dispositivos personales, de manera que la
comunicación remota del enfermo con sus familiares queda expuesta a la solidaridad y
generosidad de la persona que le atiende.

No cabe duda de que cuando no es posible el acompañamiento de pacientes en fase terminal,


la comunicación cobra una nueva dimensión y tiene que suplir la falta de apoyo y confort que
aportan la proximidad y el contacto físico directo. Si a esta situación se le suma que la
comunicación con los familiares puede ser remota, la dificultad es todavía mayor y el grado de
impotencia y frustración puede generar mucha ansiedad entre los interlocutores. Por no
mencionar que, si la conectividad a la red es de mala calidad, la comunicación a distancia puede
verse truncada o presentar constantes interferencias.

Sin perder de vista que uno de los principios rectores de la comunicación de calidad, y más
en aspectos tan sensibles como la salud, es el diálogo cara a cara, una emergencia de tal
envergadura pone de manifiesto la necesidad de dotar a los centros sanitarios que tienen acceso
a internet con recursos tecnológicos que ya se han implementado a una amplia variedad de
sectores como la educación o la alimentación. A este respecto, en el transcurso de la pandemia han
ido apareciendo acciones solidarias de entidades públicas y privadas para suplir este déficit
comunicativo. Un ejemplo de estas iniciativas es el proyecto #acércales de Eways. Se trata de una
plataforma web que recoge dispositivos electrónicos como teléfonos móviles y tabletas
procedentes de donaciones particulares para distribuirlos a hospitales y residencias (Quesada
Arratia, 2020). En la misma línea otras empresas privadas han diseñado planes de
acompañamiento que incluyen la habilitación de estas tecnologías a disposición de los pacientes
que se encuentran aislados por la COVID-19 desde su ingreso (Europa Press, 2020). Estas
estrategias remotas no solamente se barajan para acercar los familiares al paciente, sino que
también ofrecen ayuda emocional dirigida por psicólogos, tanto a pacientes y familiares como a
los profesionales sanitarios (Colegio Oficial de Enfermería de Madrid, 2020; Colegio Oficial de la
Psicología de Madrid, 2020).

Es inevitable que la brecha tecnológica se evidencie en el sector sanitario ante el uso de las
nuevas tecnologías para favorecer la comunicación del paciente con sus allegados. Por este motivo
es necesario que la telemedicina sea una herramienta complementaria, pero en ningún caso la
única vía de acompañamiento posible. De cualquier manera, no puede depender tampoco de la
solidaridad espontánea o de iniciativas puntuales. Es necesario dotar los centros sanitarios con
dispositivos que faciliten la comunicación a distancia para ofrecer esta posibilidad entre los
pacientes que así lo deseen.

www.bioeticayderecho.ub.edu - ISSN 1886-5887


La soledad de los pacientes con COVID-19 al final de sus vidas – Marta Consuegra-Fernández, Alejandra Fernández-Trujillo
Rev Bio y Der. 2020; 50: 81-98 | 89

Además del uso de dispositivos tecnológicos, en diversas ocasiones han sido los mismos
profesionales de la salud que atienden al paciente quienes les han dado apoyo emocional
directamente, supliendo la ausencia de sus allegados (Wakam et al., 2020). Si bien la relación
sanitaria entre paciente y sanitarios se basa en el cuidado y debe sustentarse en un vínculo de
confianza, en un momento tan íntimo como el final de la vida no deben asumir el rol de las familias.
Los pacientes siempre, y en especial al final de sus vidas, deben poder disfrutar de la proximidad
de sus allegados y además deben poder acceder a un apoyo profesional, facilitado por el centro
hospitalario.

En ocasiones incluso, a petición de los familiares, los mismos sanitarios han hecho llegar las
últimas palabras a los enfermos (Wakam et al., 2020), lo que expone a los profesionales a
situaciones de alto impacto emocional y supone para los pacientes, una interferencia de la
comunicación directa en un momento de extremada intimidad y delicadeza.

De cualquier manera, tanto la comunicación a través de dispositivos tecnológicos como el


acompañamiento mediado por profesionales sanitarios implica una pérdida de la intimidad del
paciente y no siempre alivian la situación de desamparo y soledad que sienten. Incluso, pueden
llegar a acrecentar su ansiedad y malestar emocional (Keesara et al., 2020).

Por su parte, algunas asociaciones y sociedades sanitarias han manifestado su


disconformidad con el aislamiento estricto de los enfermos que se encuentran en situación de final
de vida y proponen distintas pautas para flexibilizar las directrices oficiales (Comité de Bioética
de España, 2020; Consejo de Enfermería de la Comunidad Valenciana, 2020; Sociedad Española
de Cuidados Paliativos, 2020). A este respecto, es necesario revisar las opciones actuales de
acompañamiento presencial de pacientes terminales con COVID-19, evaluar los riesgos que
comporta e implementar unas nuevas pautas que garanticen el respeto a sus derechos.

3. 2 Acompañamiento a través de familiares y conocidos


No cabe duda de que el mero acceso de un individuo a la sala donde se encuentra la persona
infectada por COVID-19 ya le expone a un riesgo elevado de contagio; riesgo al que se someten los
sanitarios a diario. El uso de EPIs, medida que previene del contagio de los mismos sanitarios,
podría ser un requisito en la visita de enfermos junto con el seguimiento de una serie de
recomendaciones a las que debería adherirse el visitante. Si bien es cierto que los EPIs han sido
un recurso escaso en algunos centros hospitalarios y en especial en el pico de la pandemia, el gasto
que supondría, si se admite la entrada de un número razonable de personas, podría ser asumible.
El suministro de EPIs debería ir acompañado de una breve explicación o incluso ayuda puntual
para instruir a quienes lo usaran si, como es de esperar, carecen de experiencia en su manejo.

www.bioeticayderecho.ub.edu - ISSN 1886-5887


La soledad de los pacientes con COVID-19 al final de sus vidas – Marta Consuegra-Fernández, Alejandra Fernández-Trujillo
Rev Bio y Der. 2020; 50: 81-98 | 90

En situaciones de ingreso masivo de pacientes e incluso de colapso sanitario y bajo amenaza


de falta de equipos disponibles para los profesionales, se podría proveer al visitante con el equipo
de protección mínimo disponible en ese momento (guantes, mascarilla, bata o gafas, por ejemplo).

Otra pauta que debería implementarse es el control del acceso de personas pertenecientes
a algún grupo de riesgo de coronavirus: mayores de 60 años, con antecedentes de enfermedades
cardiovasculares, hipertensión arterial, diabetes, enfermedades pulmonares crónicas, cáncer,
inmunodepresión y embarazo (Banerjee et al., 2020; Ministerio de Sanidad, 2020a) para quienes
sería esencial extremar las medidas de prevención e informar del riesgo adicional. Para eso habría
que diseñar un cuestionario que deberían rellenar los visitantes antes de su acceso. La limitación
o prohibición expresa de la entrada de personas con mayor riesgo de enfermarse a causa de la
COVID-19 se trataría de una forma de paternalismo y vulneración de la autonomía dado que no
sería por un bien a terceros sino a ellos mismos. A todos los visitantes se les debería informar de
una serie de recomendaciones posteriores al contacto con el paciente como, por ejemplo, el
seguimiento de un protocolo de higiene antes de salir del hospital, distancia social hasta su
domicilio y cuarentena preventiva domiciliaria.

Otro aspecto para destacar es que en muchas ocasiones los mismos acompañantes ya han
estado en contacto previo con los enfermos antes de su ingreso: en sus domicilios o en el mismo
acceso al hospital. Este hecho hace pensar que ya han estado expuestos al virus y por lo tanto
podrían haber padecido e incluso superado la infección. No obstante, se les podría someter a una
prueba diagnóstica para confirmar si verdaderamente han desarrollado inmunidad frente al virus.
Esta recomendación podría no ser aplicable en caso de escasez de pruebas diagnósticas. En su
defecto podría hacerse una aproximación diagnóstica a través de cuestionarios para poder
estimar si hay sospecha de infección previa y superación de la enfermedad. Aunque no se trate de
una medida óptima, ayudaría a descartar un futuro contagio en caso de interacción directa con el
enfermo.

Es importante tener en cuenta que la mayoría de las personas infectadas son asintomáticas
y de no ser así, la sintomatología es leve y la letalidad asociada en grupos de población que no
estén en riesgo es baja (Meo et al., 2020). Así, la probabilidad de que un visitante que no formara
parte de ninguno de estos grupos desarrollara complicaciones que pusieran en peligro su vida es
asumible. El mayor riesgo sería su potencial de contagio al resto de la población. A este respecto,
habiendo medidas implementadas de distanciamiento social, protección individual e incluso
confinamiento de la población en general, el riesgo de contagio a terceros sería bajo si el visitante
cumpliera con las recomendaciones de seguridad, dentro y fuera del hospital.

Independientemente de los criterios que se ha puesto en práctica en los hospitales de


manera generalizada dadas las directrices a seguir por el ministerio, los protocolos de actuación

www.bioeticayderecho.ub.edu - ISSN 1886-5887


La soledad de los pacientes con COVID-19 al final de sus vidas – Marta Consuegra-Fernández, Alejandra Fernández-Trujillo
Rev Bio y Der. 2020; 50: 81-98 | 91

de cada centro hospitalario se han modificado en algunos casos permitiendo la entrada puntual
de algún familiar o conocido de acuerdo con el deseo de estos últimos y sobre todo del paciente
(Gabilondo, 2020; Matey, 2020).

Varias comunidades autónomas como Cataluña, Valencia, Asturias, Madrid o Castilla y León,
entre otras, han activado un protocolo acompañamiento al final de la vida de pacientes
hospitalizados (Consejería de Sanidad, 2020; Conselleria de Sanidad Universal y Salud Pública,
2020; Gerencia Regional de Salud, 2020; Salut/Servei Català de la Salut, 2020; Servicio de Salud,
2020). El conjunto de las medidas adoptadas por los distintos sistemas de salud no muestra un
consenso general respecto a la normativa de entrada de visitantes y los directrices son
particularmente heterogéneas. En primer lugar, en la mayoría de los casos, la activación de dicho
protocolo recae en la decisión exclusiva de los profesionales sanitarios, ignorando la voluntad del
paciente. Algunas de estas pautas limitan la entrada exclusiva de un familiar o dos (que en algunos
casos debe ser de primer grado), el momento de la visita respecto a la progresión de la enfermedad
o incluso el tiempo de duración de la visita. Además, algunas comunidades excluyen la visita de
familiares, pero permiten la entrada de un representante religioso según petición del paciente. En
otras ocasiones el acompañamiento se limita a la comunicación remota con los familiares incluso
a través de los sanitarios o se excluye diferencialmente a pacientes que se encuentran en Unidades
de Cuidados Intensivos (UCI).

Esta diversidad de medidas que delimitan el dónde, cuándo, quién y cómo se dará lugar el
acompañamiento es un condicionamiento y restricción de unos derechos de final de vida de los
pacientes globalmente reconocidos y resultan insuficientes para garantizar su cumplimiento.
Además, la gran diversidad de las directrices publicadas genera una brecha desigual en el respeto
a dichos derechos en función de la localización de las personas ingresadas.

Es imprescindible la creación de un documento único que consensue una serie de medidas


en defensa de la intimidad y la dignidad de los pacientes al final de vida; que no limite el tiempo
ni el número de visitas. El paciente debería poder estar acompañado de una persona siempre que
quisiera y los allegados que sintieran la necesidad de despedirse deberían poder hacerlo. A este
respecto, para evitar la entrada de un elevado número de personas, el personal sanitario debería
pedir que en la habitación hubiera solo un acompañante cada vez y que se trate de personas con
vínculos personales muy estrechos. De esta manera se evitaría el aforo excesivo de visitantes y se
limitaría el acceso a aquellos que van a hacer el acompañamiento propiamente.

Por otro lado, el momento del fallecimiento es imprevisible en muchos casos por lo que
resulta incompatible delimitar un periodo de visita o esperar a la aprobación del propio
profesional sanitario. Tampoco puede excluirse la atención de pacientes ubicados en las UCIs si
por hallarse al final de vida gozan de los mismos derechos de quienes están ingresados en sala.

www.bioeticayderecho.ub.edu - ISSN 1886-5887


La soledad de los pacientes con COVID-19 al final de sus vidas – Marta Consuegra-Fernández, Alejandra Fernández-Trujillo
Rev Bio y Der. 2020; 50: 81-98 | 92

Para ello será imprescindible detallar un protocolo de seguridad específico para los visitantes de
las UCIs.

Además del acompañamiento en el hospital, los pacientes también deberían tener la


posibilidad de ser trasladados en su domicilio donde poder recibir los cuidados paliativos, de la
misma manera que sucede en contexto de normalidad. El domicilio debe ser una elección siempre
que se pueda garantizar el bienestar del paciente. No obstante, no debería ser una recomendación
de los centros sanitarios motivada por la amenaza de aislamiento y escasez de recursos.

Sin duda se trata de un escenario complejo que requiere un esfuerzo extra para contemplar
todos los riesgos y medidas sanitarias que deben tomarse en cada caso, pero no por ello debemos
renunciar al cumplimiento de derechos fundamentales.

4. Discusion

El presente artículo argumenta que en el momento de crisis sanitaria actual hay un


incumplimiento de los estándares éticos de la asistencia médica. Concretamente, una vulneración
no justificada de los derechos de los pacientes.

El protocolo de aislamiento de pacientes infectados es eficaz en la prevención de contagios


y protege eficientemente al personal sanitario. Sin embargo, se trata de una medida implementada
como primera respuesta ante el desconocimiento inicial del virus y previa a otras medidas de
prevención eficaces como el uso de EPIs adecuados. Además, es incompatible con el respeto a la
muerte digna y a la libertad del paciente de decidir cómo quiere pasar sus últimos momentos de
vida.

La situación excepcional que estamos atravesando no justifica por sí sola el abandono de los
derechos de los pacientes al final de vida ni la desatención de sus deseos. Negar el
acompañamiento de pacientes terminales no debe ser en ninguna circunstancia la recomendación
sanitaria a seguir. No obstante, existen herramientas y maneras de evitar la soledad del enfermo
terminal asumiendo un riesgo mínimo de propagación del virus.

Habiendo revisado las directrices actuales que rigen la actuación asistencial en centros
hospitalarios, se evidencia que estas medidas son insuficientes e impiden que puedan respetarse
los derechos de los pacientes.

Las distintas pautas aquí propuestas abogan por flexibilizar esta política hospitalaria y
evitar así que los enfermos mueran en soledad, estén o no infectados por SARS-CoV-2. No cabe
duda de que implican un riesgo añadido que solo sería asumible ante una situación de final de vida

www.bioeticayderecho.ub.edu - ISSN 1886-5887


La soledad de los pacientes con COVID-19 al final de sus vidas – Marta Consuegra-Fernández, Alejandra Fernández-Trujillo
Rev Bio y Der. 2020; 50: 81-98 | 93

y deberían evaluarse de forma individual, de acuerdo con las voluntades de cada paciente. En todo
caso, la persona atendida debe manifestar su voluntad expresa de querer estar acompañado,
derecho que debe ser protegido tanto en contexto de emergencia sanitaria como de normalidad.

Con este fin, es imprescindible diseñar nuevos protocolos con medidas de seguridad
sanitarias, pero sin condicionantes ni restricciones que obstaculicen el cumplimiento de dicho
derecho. Este protocolo debería ser implementado de manera inmediata por todos los territorios
para garantizar el respeto de los mismos derechos en distintas localizaciones, siguiendo unas
recomendaciones homogéneas en la medida de lo posible, es decir, de acuerdo con los espacios y
arquitectura de cada centro hospitalario. También debe contemplar diversas opciones para
adaptarlo a la necesidad de cada paciente. No debemos olvidar que el sufrimiento es resultado de
la valoración individual y, por lo tanto, subjetiva, de una amenaza a algún aspecto de la vida de
cada uno (Torralba, 2007). Por este motivo, las causas del sufrimiento son heterogéneas y es
imprescindible escuchar al enfermo para identificar la intensidad y causa de su sufrimiento y
poder tener la opción de aliviarlo (Bayés, 1998). Así, mientras muchos pacientes con COVID-19
preferirán mantener una comunicación remota con sus allegados por miedo a poder contagiarles
el virus (El Financiero, 2020), otros necesitarán el contacto físico de sus familiares o el
acompañamiento espiritual de algún representante religioso, y de tener la opción, probablemente
otros decidan domiciliar los cuidados paliativos. De esta manera, no es posible establecer un
protocolo estático de actuación frente a pacientes terminales sino un abanico de opciones
disponibles con los recursos existentes.

La pandemia que atravesamos puede ser una oportunidad para evidenciar los puntos
débiles de nuestro sistema sanitario como el enfrentamiento a la muerte e impulsar una
transformación que priorice la escucha y el respeto de las últimas voluntades del paciente, así
como la incorporación de nuevas herramientas digitales que faciliten la comunicación remota.
Facilitar el acompañamiento es una prioridad necesaria que podemos satisfacer en un contexto
de pandemia que por la naturaleza del virus tiene una letalidad asociada globalmente baja y una
sintomatología mayoritariamente leve (Meo et al., 2020). De otra manera, el acompañamiento
presencial de los pacientes no sería una realidad factible y requeriría medidas más complejas.

La deshumanización de la muerte tiene un fuerte impacto emocional que puede derivar en


duelos patológicos que perduran en las personas próximas al fallecido. Disponemos de recursos
para no perpetuar una situación injusta y evitar más sufrimiento del causado por la propia
emergencia sanitaria. La muerte digna es un éxito terapéutico y un derecho fundamental que
merece ser protegido en condiciones normales y también en situación de crisis.

www.bioeticayderecho.ub.edu - ISSN 1886-5887


La soledad de los pacientes con COVID-19 al final de sus vidas – Marta Consuegra-Fernández, Alejandra Fernández-Trujillo
Rev Bio y Der. 2020; 50: 81-98 | 94

Bibliografía

 Banerjee, A., Pasea, L., Harris, S., Gonzalez-Izquierdo, A., Torralbo, A., Shallcross, L.,
Noursadeghi, M., Pillay, D., Sebire, N., Holmes, C., Pagel, C., Wong, W. K., Langenberg, C.,
Williams, B., Denaxas, S., & Hemingway, H. (2020). Estimating excess 1-year mortality
associated with the COVID-19 pandemic according to underlying conditions and age: a
population-based cohort study. The Lancet, 395, 1715-1725. https://doi.org/10.1016/S0140-
6736(20)30854-0.

 Bayés, R. (1998). Psicología del sufrimiento y de la muerte. Anuario de Psicología, 29, 5-17.

 Carulla Torrent, J., Pérez Lianes, J. M., & Guzmán Pérez, M. (2002). Despedida del paciente en
la fase final de la vida. En Sociedad Española de Oncología Médica.

 Chughtai, A. A., Seale, H., Islam, M. S., Owais, M., & Macintyre, C. R. (2020). Policies on the use
of respiratory protection for hospital health workers to protect from coronavirus disease
(COVID-19). En International Journal of Nursing Studies (Vol. 105, p. 103567). Elsevier Ltd.
https://doi.org/10.1016/j.ijnurstu.2020.103567.

 Codagnone, C., Lupiañez-Villanueva, F., Liva, G., Bogliacino, F., Charris, R., Gómez, C.,
Montealegre, F., Veltri, G., & Reith, G. (2020). Estudio sobre los efectos del Covid-19 y el
confinamiento en Italia, España y Reino Unido.

 Colegio Oficial de Enfermería de Madrid. (2020, abril 1). La Consejería de Sanidad facilita la
atención psicológica en los hospitales para los profesionales por el impacto emocional de la crisis
del coronavirus - COVID-19 . https://www.codem.es/covid-19/sanidad-facilita-atencion-
psicologica-en-hospitales-para-profesionales-por-impacto-emocional-crisis-coronavirus.

 Colegio Oficial de la Psicología de Madrid. (2020). Más de 700 llamadas atendidas en el teléfono
gratuito de apoyo psicológico de la Comunidad de Madrid gestionado por el Colegio Oficial de la
Psicología de Madrid. https://www.copmadrid.org/web/comunicacion/noticias/1482/mas-
700-llamadas-atendidas-el-telefono-gratuito-apoyo-psicologico-la-comunidad-madrid-
gestionado-el-colegio-oficial-la-psicologia-madrid.

 Comité de Bioética de España. (2020). Declaración del Comité de Bioética de España sobre el
derecho y deber de facilitar el acompañamiento y la asistencia espiritual a los pacientes con
COVID-19 al final de sus vidas y en situaciones de especial vulnerabilidad.

 Consejería de Sanidad. (2020). Protocolo de atención a pacientes y familias al final de la vida


durante la pandemia por COVID-19 en centros socio sanitarios.

www.bioeticayderecho.ub.edu - ISSN 1886-5887


La soledad de los pacientes con COVID-19 al final de sus vidas – Marta Consuegra-Fernández, Alejandra Fernández-Trujillo
Rev Bio y Der. 2020; 50: 81-98 | 95

 Consejo de Enfermería de la Comunidad Valenciana. (2020, abril 17). El CECOVA plantea


mejoras en el protocolo de la Conselleria de Sanidad sobre el acompañamiento al final de la vida
durante la pandemia del COVID-19. http://portalcecova.es/noticias/notas-de-prensa/cecova-
plantea-mejoras-en-protocolo-de-conselleria-sanidad-sobre-acompanamiento-al-final-de-la-
vida-durante-pandemia-covid-19.

 Conselleria de Sanidad Universal y Salud Pública. (2020). Protocolo de acompañamiento al


paciente en el final de la vida durante la pandemia COVID-19.

 DeForest, A. (2019). Better words for better deaths. New England Journal of Medicine, 380(3),
211-213. https://doi.org/10.1056/NEJMp1810018.

 El Financiero. (2020, abril 13). Muerte en soledad: enfermos de COVID-19 fallecen solos por el
temor a contagiar a su familia. https://www.elfinanciero.com.mx/salud/muerte-en-soledad-
enfermos-de-covid-19-fallecen-solos-por-el-temor-a-contagiar-a-su-familia.

 España. Ley 4/2019, de 19 de marzo, por el que se modifica la Ley 2/2007, de 7 de marzo,
del Estatuto Jurídico del Personal Estatutario del Servicio de Salud de Castilla y León, para la
creación de la categoría de Médico de Cuidados Paliativos. Boletín Oficial del Estado, Madrid,
España, 16 de abril de 2019. Recuperado el 8 de mayo de 2020 de:
https://www.boe.es/diario_boe/txt.php?id=BOE-A-2019-5739.

 España. Ley 4/2017, de 9 de marzo, de Derechos y Garantías de las Personas en el Proceso de


Morir. Boletín Oficial del Estado, Madrid, España, 23 de junio de 2017. Recuperado el 8 de
mayo de 2020 de: https://www.boe.es/buscar/doc.php?id=BOE-A-2017-7178.

 Europa Press. (2020). Vithas implanta un plan de seguimiento para los pacientes aislados por
Covid-19. Europa Press. https://www.infosalus.com/asistencia/noticia-vithas-implanta-plan-
seguimiento-pacientes-aislados-covid-19-20200422144616.html.

 Firstenberg, M. S., Libby, M., Ochs, M., Hanna, J., Mangino, J. E., & Forrester, J. (2020). Isolation
protocol for a COVID-2019 patient requiring emergent surgical intervention: Case
presentation. Patient Safety in Surgery, 14(1). https://doi.org/10.1186/s13037-020-00243-9.

 Gabilondo, P. (2020, abril 1). El hospital de Madrid al que van a morir enfermos terminales con
coronavirus. https://www.elconfidencial.com/espana/2020-04-01/coronavirus-enfermos-
terminales-hospital-madrid_2527336/.

 Gerencia Regional de Salud. (2020). Protocolo integral de actuación ante situaciones específicas
de gravedad, últimos días y fallecimiento en la crisis COVID-19.

 Gómez Esteban, R. (2012). El médico frente a la muerte. Revista de la Asociación Española de


Neuropsiquiatría, 32(113), 67-82. https://doi.org/10.4321/s0211-57352012000100006.

www.bioeticayderecho.ub.edu - ISSN 1886-5887


La soledad de los pacientes con COVID-19 al final de sus vidas – Marta Consuegra-Fernández, Alejandra Fernández-Trujillo
Rev Bio y Der. 2020; 50: 81-98 | 96

 Hawkley, L. C., Thisted, R. A., Masi, C. M., & Cacioppo, J. T. (2010). Loneliness Predicts Increased
Blood Pressure: 5-Year Cross-Lagged Analyses in Middle-Aged and Older Adults. Psychology
and Aging, 25(1), 132-142. https://doi.org/10.1037/a0017805.

 Holt-Lunstad, J., Smith, T. B., Baker, M., Harris, T., & Stephenson, D. (2015). Loneliness and
Social Isolation as Risk Factors for Mortality: A Meta-Analytic Review. Perspectives on
Psychological Science, 10(2), 227-237. https://doi.org/10.1177/1745691614568352.

 Keesara, S., Jonas, A., & Schulman, K. (2020). Covid-19 and health care’s digital revolution. New
England Journal of Medicine, 382(23), e82. https://doi.org/10.1056/NEJMp2005835.

 Koplan, J. P., Bond, T. C., Merson, M. H., Reddy, K. S., Rodriguez, M. H., Sewankambo, N. K., &
Wasserheit, J. N. (2009). Towards a common definition of global health. En The Lancet (Vol.
373, Número 9679, pp. 1993-1995). Elsevier Limited. https://doi.org/10.1016/S0140-
6736(09)60332-9.

 Livingston, E., Desai, A., & Berkwits, M. (2020). Sourcing Personal Protective Equipment
during the COVID-19 Pandemic. En JAMA - Journal of the American Medical Association (Vol.
323, Número 19, pp. E1-E3). American Medical Association.
https://doi.org/10.1001/jama.2020.5317.

 Matey, P. (2020, abril 11). Plan de humanización.


https://www.elconfidencial.com/espana/2020-04-11/acompanamiento-despedida-
familiares-clinico-covid-19_2543328/.

 Meo, S. A., Alhowikan, A. M., Khlaiwi, T. A. L., Meo, I. M., Halepoto, D. M., Iqbal, M., Usmani, A.
M., Hajjar, W., & Ahmed, N. (2020). Novel coronavirus 2019-nCoV: Prevalence, biological and
clinical characteristics comparison with SARS-CoV and MERS-CoV. En European Review for
Medical and Pharmacological Sciences (Vol. 24, Número 4, pp. 2012-2019). Verduci Editore
s.r.l. https://doi.org/10.26355/eurrev_202002_20379.

 Ministerio de Sanidad. (2020a). Enfermedad por coronavirus, COVID-19.

 Ministerio de Sanidad. (2020b). Manejo en urgencias del COVID-19.

 Quesada Arratia, A. A. (2020). Resum de projectes de les convocatòries COVID-19.

 Rico-Uribe, L. A., Caballero, F. F., Martín-María, N., Cabello, M., Ayuso-Mateos, J. L., & Miret, M.
(2018). Association of loneliness with all-cause mortality: A meta-analysis. PLOS ONE, 13(1),
e0190033. https://doi.org/10.1371/journal.pone.0190033.

 Salamero Teixidó, L. (2016). Derechos individuales frente a salud pública en la protección ante
enfermedades contagiosas: propuestas de mejora del marco regulatorio vigente. En Gaceta

www.bioeticayderecho.ub.edu - ISSN 1886-5887


La soledad de los pacientes con COVID-19 al final de sus vidas – Marta Consuegra-Fernández, Alejandra Fernández-Trujillo
Rev Bio y Der. 2020; 50: 81-98 | 97

Sanitaria (Vol. 30, pp. 69-73). Ediciones Doyma, S.L.


https://doi.org/10.1016/j.gaceta.2016.04.021.

 Salut/Servei Català de la Salut. (2020). Instrucció 03/2020 Pla d’acció per al suport emocional
i la gestió de l’estrès agut de la ciutadania davant la situació de pandèmia causada pel nou
coronavirus, la comunicació a familiars de pacients i l’acompanyament del dol per la COVID-19.

 Servicio de Salud. (2020). Acompañamiento al paciente en el final de la vida durante la


pandemia COVID-19.

 Sinha, I. P., Harwood, R., Semple, M. G., Hawcutt, D. B., Thursfield, R., Narayan, O., Kenny, S. E.,
Viner, R., Hewer, S. L., & Southern, K. W. (2020). COVID-19 infection in children. The Lancet
Respiratory Medicine, 8(5), 446-447. https://doi.org/10.1016/S2213-2600(20)30152-1.

 Sociedad Española de Cuidados Paliativos. (2020). Recomendaciones sobre cuidar y acompañar


personas en situación de últimos días y a su familia y/o cuidadores.

 The Lancet Editorial. (2020). Palliative care and the COVID-19 pandemic. En The Lancet (Vol.
395, Número 10231, p. 1168). Lancet Publishing Group. https://doi.org/10.1016/S0140-
6736(20)30822-9.

 Torralba, F. (2007). Aproximación a la esencia del sufrimiento. An. Sist. Sanit. Navar, 30, 23-
37.

 Valtorta, N. K., Kanaan, M., Gilbody, S., & Hanratty, B. (2018). Loneliness, social isolation and
risk of cardiovascular disease in the English Longitudinal Study of Ageing. European Journal
of Preventive Cardiology, 25(13), 1387-1396. https://doi.org/10.1177/2047487318792696.

 Venter, M., & Richter, K. (2020). Towards effective diagnostic assays for COVID-19: a review.
Journal of Clinical Pathology, jclinpath-2020-206685. https://doi.org/10.1136/jclinpath-
2020-206685.

 Wakam, G. K., Montgomery, J. R., Biesterveld, B. E., & Brown, C. S. (2020). Not Dying Alone —
Modern Compassionate Care in the Covid-19 Pandemic. New England Journal of Medicine.
https://doi.org/10.1056/nejmp2007781.

 Whitelaw, S., Mamas, M. A., Topol, E., & Van Spall, H. G. C. (2020). Applications of digital
technology in COVID-19 pandemic planning and response. The Lancet Digital Health, 0, 1-6.
https://doi.org/10.1016/S2589-7500(20)30142-4.

 Wichmann, D., Sperhake, J.-P., Lütgehetmann, M., Steurer, S., Edler, C., Heinemann, A., Heinrich,
F., Mushumba, H., Kniep, I., Schröder, A. S., Burdelski, C., de Heer, G., Nierhaus, A., Frings, D.,
Pfefferle, S., Becker, H., Bredereke-Wiedling, H., de Weerth, A., Paschen, H.-R., … Kluge, S.

www.bioeticayderecho.ub.edu - ISSN 1886-5887


La soledad de los pacientes con COVID-19 al final de sus vidas – Marta Consuegra-Fernández, Alejandra Fernández-Trujillo
Rev Bio y Der. 2020; 50: 81-98 | 98

(2020). Autopsy Findings and Venous Thromboembolism in Patients With COVID-19. Annals
of Internal Medicine. https://doi.org/10.7326/m20-2003.

 World Health Organization. (2018). Cuidados paliativos. https://www.who.int/es/news-


room/fact-sheets/detail/palliative-care.

 World Health Organization. (2020a). Coronavirus disease (COVID-19) Situation Report 102.

 World Health Organization. (2020b, mayo 6). Coronavirus disease (COVID-19) technical
guidance: Maintaining Essential Health Services and Systems.
https://www.who.int/emergencies/diseases/novel-coronavirus-2019/technical-
guidance/maintaining-essential-health-services-and-systems.

 Yan, Y., Shin, W. I., Pang, Y. X., Meng, Y., Lai, J., You, C., Zhao, H., Lester, E., Wu, T., & Pang, C. H.
(2020). The first 75 days of novel coronavirus (SARS-CoV-2) outbreak: Recent advances,
prevention, and treatment. En International Journal of Environmental Research and Public
Health (Vol. 17, Número 7, p. 2323). MDPI AG. https://doi.org/10.3390/ijerph17072323.

Fecha de recepción: 10 de junio de 2020


Fecha de aceptación: 8 de julio de 2020

www.bioeticayderecho.ub.edu - ISSN 1886-5887


La gestión de soportes vitales escasos en contextos de pandemia. Reflexiones acerca de la aplicación de triajes en el marco del COVID-19
Carlos María Romeo Casabona, Asier Urruela Mora
Rev Bio y Der. 2020; 50: 99-112

Revista de Bioética y Derecho


Perspectivas Bioéticas
www.bioeticayderecho.ub.edu - ISSN 1886-5887

DOSSIER CUESTIONES BIOÉTICAS DE LA PANDEMIA COVID-19

La gestión de soportes vitales escasos en contextos de


pandemia. Reflexiones acerca de la aplicación de triajes en el
marco del COVID-19

The management of scarce life supports in pandemic contexts.


Reflections on the application of triage within the COVID-19
framework

La gestió de suports vitals escassos en contextos de pandèmia.


Reflexions sobre l'aplicació de triatges en el marc de la COVID-
19

CARLOS MARÍA ROMEO CASABONA, ASIER URRUELA MORA *

* Carlos María Romeo Casabona. Dr. iur. Dr. med., Dr. h.c. mult. Catedrático Derecho Penal, Universidad del País
Vasco. Director GI Derecho y Genoma Humano, Bilbao (España). Email: romeo471@gmail.com.
Asier Urruela Mora. Dr. iur. Dr. med. Profesor Titular de Derecho Penal (Catedrático acreditado), Universidad
de Zaragoza (España). Email: asier@unizar.es.

Copyright (c) 2020 Carlos María Romeo Casabona, Asier Urruela Mora
Esta obra está bajo una licencia de Creative Commons Reconocimiento-NoComercial-SinObraDerivada 4.0
Internacional.
La gestión de soportes vitales escasos en contextos de pandemia. Reflexiones acerca de la aplicación de triajes en el marco del COVID-19
Carlos María Romeo Casabona, Asier Urruela Mora | 100
Rev Bio y Der. 2020; 50: 99-112

Resumen
En el marco de una pandemia a escala mundial como la que representa el COVID-19 uno de los
mayores dilemas bioéticos que se plantean es el de la gestión de determinados medios
asistenciales escasos, tales como los respiradores (ventilación mecánica asistida), pues del acceso
a los mismos dependen las posibilidades de supervivencia de numerosos pacientes en estado
crítico. El presente trabajo trata de determinar los criterios para la gestión de dichos soportes
vitales en un contexto de escasez extrema de los mismos para hacer frente a las necesidades de la
totalidad de los pacientes que los requieren, analizando la literatura comparada sobre el
particular, así como diferentes informes institucionales y de organismos en la esfera de la bioética.

Palabras clave: triaje; ventilación mecánica asistida; pandemia; COVID-19; Unidades de Cuidados
Intensivos.

Abstract
In the context of a worldwide pandemic such as COVID-19, one of the greatest bioethical dilemmas
that arise is the management of certain scarce medical devices, such as ventilators (mechanical
ventilation), since the survival of many critically ill patients depends on the access to these
ventilators. The present paper tries to determine the criteria applicable for the management of
these medical devices in a context of extreme scarcity to face the needs of all the patients who
require them. To this end, the comparative literature on the subject as well as different
institutional and academic reports in the field of bioethics are analysed.

Keywords: triage; mechanical ventilation; pandemic; COVID-19; Intensive Care Units.

Resum
En el marc d'una pandèmia a escala mundial com la que representa la COVID-19 un dels majors
dilemes bioètics que es plantegen és el de la gestió de determinats mitjans assistencials escassos,
com ara els respiradors (ventilació mecànica assistida), ja que de l'accés als mateixos depenen les
possibilitats de supervivència de nombrosos pacients en estat crític. El present treball pretén
determinar els criteris per a la gestió d'aquests suports vitals en un context d'escassetat extrema
dels mateixos per fer front a les necessitats de la totalitat dels pacients que els requereixen,
analitzant la literatura comparada sobre el particular, així com diferents informes institucionals i
d'organismes en l'esfera de la bioètica.

Paraules claus: triatge; ventilació mecànica assistida; pandèmia; COVID-19; Unitats de Cures
Intensives.

www.bioeticayderecho.ub.edu - ISSN 1886-5887


La gestión de soportes vitales escasos en contextos de pandemia. Reflexiones acerca de la aplicación de triajes en el marco del COVID-19
Carlos María Romeo Casabona, Asier Urruela Mora | 101
Rev Bio y Der. 2020; 50: 99-112

1. Introduccion

El advenimiento de una pandemia a nivel global como la que representa el COVID-19 implica un
reto de dimensiones considerables para el conjunto de los sistemas de salud a escala mundial.
Dadas las dimensiones de la referida pandemia en los momentos de mayor incidencia del virus
entre la población la presión asistencial sobre las estructuras sanitarias ha aumentado de manera
exponencial, colocando a los sistemas sanitarios de numerosos países al borde del colapso. Ello
explica en gran medida la necesidad de adopción de medidas extraordinarias en forma de
confinamientos prolongados del conjunto de la población con la consiguiente interrupción de
actividades sociales, económicas y culturales.

Una de las cuestiones de mayor impacto al hilo de un contexto de pandemia viene asociada
al hecho de que, ante la imposibilidad de atender a las necesidades del conjunto de la población
en un momento determinado con los recursos materiales y humanos disponibles en el marco del
sistema de salud, puede resultar ineludible la aplicación de criterios de priorización1 entre los
pacientes. Ello se ha planteado en el actual contexto del COVID-19 particularmente con respecto
al número de camas UCI (Unidades de Cuidados Intensivos) y, en particular, de respiradores, que
en los momentos álgidos de la pandemia han resultado insuficientes para atender a la totalidad
de la población que requería de los mismos. Con base en lo anterior, resulta oportuno analizar no
sólo retrospectivamente sino con carácter prospectivo (anticipando la ocurrencia de una nueva
pandemia de características similares en el futuro o incluso un hipotético rebrote de COVID-19)
con base en qué criterios debería operar el triaje llamado a determinar el acceso a medios
asistenciales vitales en un contexto de escasez de los mismos que impida atender al conjunto de
la población que requiere de aquellos.

2. Consideraciones previas a la practica de cualquier operacion de


triaje

En el contexto que supone la pandemia de COVID-19 cabe destacar con carácter preliminar una
serie de aspectos que inciden directamente en la forma de gestión de los soportes asistenciales

1 El Informe del Comité de Bioética de España considera en este punto que “sin quitar un ápice al carácter trágico que una decisión de
esta naturaleza tiene, la priorización en la asignación de recursos sanitarios no es una novedad ni una consecuencia de la pandemia,
sino algo inherente a cualquier sistema de salud”. Véase Comité de Bioética de España (2020). Informe sobre los aspectos bioéticos de
la priorización de recursos sanitarios en el contexto de la crisis del coronavirus, 4. [En línea]. Disponible en:
http://www.comitedebioetica.es/documentacion/#doc_crisis_coronavirus [Consulta: 22 de mayo de 2020].

www.bioeticayderecho.ub.edu - ISSN 1886-5887


La gestión de soportes vitales escasos en contextos de pandemia. Reflexiones acerca de la aplicación de triajes en el marco del COVID-19
Carlos María Romeo Casabona, Asier Urruela Mora | 102
Rev Bio y Der. 2020; 50: 99-112
vitales en una situación como la actual. En primer lugar, procede poner de manifiesto que los
recursos disponibles en la esfera de los cuidados intensivos han colocado a la mayor parte de los
sistemas de salud en una situación ciertamente complicada para hacer frente al reto que nos
plantean pandemias globales y de gran extensión en el cuerpo social como es el caso del COVID-
192. En definitiva, un incremento importante de la presión asistencial que implique un aumento
exponencial de la demanda de dichas infraestructuras coloca muy rápidamente a la mayor parte
de los sistemas sanitarios en situación de máximo estrés. Por ello, en coyunturas de emergencia
de masas, grandes desastres o pandemias en función de su grado de extensión y duración se puede
plantear de manera inmediata la necesidad de incrementar las capacidades de los servicios de
cuidados intensivos y el número de respiradores.3

Una consecuencia de lo anterior es que, en contextos de pandemias con un gran impacto en


el conjunto de la población, los recursos asistenciales vitales disponibles resultarán en muchos
momentos insuficientes para hacer frente a la nueva situación epidemiológica, existiendo la
necesidad de priorización del acceso a los mismos. En todo caso, y con carácter previo a la
formulación de cualquier sistema de triaje debe exigirse la implementación de medidas
institucionales orientadas en un doble sentido: por un lado, los poderes públicos quedan
obligados a la movilización de todos los esfuerzos necesarios a fin de incrementar las capacidades
en relación con dichas infraestructuras4. Asimismo, se debe garantizar la máxima solidaridad
institucional e interregional, por lo que no resultaría legítima ninguna operación de triaje que
excluya a un ciudadano de soportes vitales esenciales si existen infraestructuras de dicha
naturaleza disponibles en otros centros hospitalarios a nivel local, de la propia CCAA o del resto
del país5. En definitiva, y tal como pone de manifiesto el Informe de la Comisión Central de
Deontología del Consejo General de Colegios Oficiales de Médicos la solidaridad entre los
territorios y las unidades asistenciales de cualquier tipo debe ser una prioridad6. Pandemias como

2 Así lo destacan acertadamente Hick, J.L.; O’Laughlin, D.T. (2006). Concept of operations for triage of mechanical ventilation in an
epidemic. Acad Emerg Med, Vol. 13, 2, 223-224.
3 Devereaux, A.V.; Dichter, J.R. et al. (2008). Definitive care for the critically ill during a disaster: a framework for allocation of scarce
resources in mass critical care. Chest Journal, 133 (5), 51S; Hick, J.L.; O’Laughlin, D.T. (2006). Concept of operations for triage of
mechanical ventilation in an epidemic. cit., 224, plantean que si la epidemia o ataque bioterrorista se limitan a un área geográfica
determinada se pueden movilizar recursos pero si es general, nacional o internacional (p.ej. pandemia de gripe) es poco probable tener
a disposición un número importante de recursos suplementarios.
4 Devereaux, A.V.; Dichter, J.R. et al. (2008). Definitive care for the critically ill during a disaster: a framework for allocation of scarce
resources in mass critical care. cit., 53S; Comité de Bioética de España (2020). Informe sobre los aspectos bioéticos de la priorización
de recursos sanitarios en el contexto de la crisis del coronavirus, cit., 5.
5 En sentido similar, SEMICYUC (2020). Plan de contingencia para los servicios de medicina intensiva frente a la pandemia COVID-19,
53. [En línea]. Disponible en: https://www.semicyuc.org/covid19_files/Plan_de_Contingencia_COVID-19.pdf [Consulta: 22 de mayo de
2020].
6 Comisión Central de Deontología del Consejo General de Colegios Oficiales de Médicos (2020). Informe en relación a la priorización

www.bioeticayderecho.ub.edu - ISSN 1886-5887


La gestión de soportes vitales escasos en contextos de pandemia. Reflexiones acerca de la aplicación de triajes en el marco del COVID-19
Carlos María Romeo Casabona, Asier Urruela Mora | 103
Rev Bio y Der. 2020; 50: 99-112
la que representa el COVID-19 convierten la solidaridad en un valor fundamental que debe guiar
indefectiblemente el proceder de los poderes públicos y ello alcanza una de sus máximas
expresiones en el compromiso de puesta en común de infraestructuras esenciales con la finalidad
de reducir al máximo el impacto de la pandemia en el conjunto del territorio nacional.

3. Concrecion de los criterios para la practica del triaje

Una vez planteado este escenario básico cabe proceder a desglosar las cuestiones específicas
vinculadas a la priorización en el acceso a camas UCI o a los aparatos de ventilación mecánica
asistida en el marco de la pandemia COVID-19.

En primer lugar, resulta evidente que una situación de pandemia como la que plantea el
COVID-19 implica un contexto excepcional en el que las exigencias vinculadas a la salud pública y
a la maximización del bien común pueden conllevar alteraciones importantes de los estándares
asistenciales aplicables en situaciones ordinarias7. En dicho escenario de crisis epidemiológicas
de alto impacto social se plantea indefectiblemente una tensión entre las exigencias del bien
común y los derechos individuales que exige modulaciones muy relevantes en la esfera de la
autonomía individual.8

La relevancia de los criterios de priorización en un escenario de pandemia caracterizado


por la imposibilidad de aplicar recursos asistenciales vitales a todos los pacientes que los
requieren no solo resulta máxima desde la perspectiva del interés colectivo, sino igualmente si
atendemos a la esfera de los profesionales sanitarios encargados de la asistencia en primera línea.
En una situación como la que plantea el COVID-19 en la que aquellos deben actuar bajo una
presión asistencial extrema provocada por el ingente número de pacientes afectados por la
epidemia así como por el impacto que la pandemia ostenta en el colectivo sanitario (alto número
de profesionales de baja particularmente por la incidencia entre los mismos de la enfermedad e
importante riesgo de contagio de los que continúan en el servicio activo), añadir a los quehaceres
asistenciales ordinarios la carga de tener que aplicar el referido triaje sin suministrarles criterio

de las decisiones sobre los enfermos en estado crítico en una catástrofe sanitaria. [En línea]. Disponible en:
https://www.cgcom.es/informe-de-la-comisi%C3%B3n-central-de-deontolog%C3%ADa-en-relaci%C3%B3n-la-
priorizaci%C3%B3n-de-las-decisiones-sobre [Consulta: 22 de mayo de 2020].
7 Como ponen de manifiesto Hick, J.L.; O’Laughlin, D.T. (2006). Concept of operations for triage of mechanical ventilation in an
epidemic. cit., 225.
8 Devereaux, A.V.; Dichter, J.R. et al. (2008). Definitive care for the critically ill during a disaster: a framework for allocation of scarce
resources in mass critical care. cit., 61S. En el mismo sentido, White, D.B.; Katz, M.H. et al. (2009). Who should receive life support
during a public health emergency? Using ethical principles to improve allocation decisions. Ann. Intern Med, 150(2), 132-138.

www.bioeticayderecho.ub.edu - ISSN 1886-5887


La gestión de soportes vitales escasos en contextos de pandemia. Reflexiones acerca de la aplicación de triajes en el marco del COVID-19
Carlos María Romeo Casabona, Asier Urruela Mora | 104
Rev Bio y Der. 2020; 50: 99-112
alguno al efecto puede acabar produciendo altos niveles de estrés. La posibilidad de que ello
acabase generando cuadros de máxima ansiedad entre el colectivo sanitario resultaría, en dicho
contexto, ciertamente alta a medio plazo. Por ello, compete a los poderes públicos garantizar la
existencia de ciertas pautas o criterios para la aplicación del referido triaje en una situación como
la que supone el COVID-19, en el bien entendido que la decisión última debe recaer en los clínicos
quienes deberán ponderar las referidas pautas y proceder a su concreción en cada caso individual.
En todo caso, la pormenorización de criterios en aras a la priorización de pacientes no pretende
automatizar las decisiones en la esfera sanitaria debiendo partirse de la singularidad de cada
paciente.9

Por otro lado, desde la perspectiva del colectivo sanitario la existencia de dichos criterios
otorga una importante seguridad jurídica10 ante situaciones ciertamente complejas tanto desde el
punto de vista emocional como legal, puesto que es evidente que un profesional del sector salud
pueda temer las consecuencias jurídicas de un procedimiento que, al postergar la atención a un
paciente, conllevará con gran probabilidad la muerte del mismo.

3.1 Aspectos formales de la configuración de criterios de priorización en el


acceso a soportes vitales básicos en un contexto de pandemia
Con carácter previo a la concreción de los criterios con base en los cuales debería procederse a la
práctica del triaje para el acceso a camas UCI y respiradores en un contexto de sobresaturación
extrema de los recursos de dicha naturaleza en el sistema sanitario por la concurrencia de una
pandemia, procede concretar ciertos aspectos procedimentales relevantes en la fijación de dichos
criterios.

En primer lugar, las pautas que se establezcan a dichos efectos deben ser objetivas,
transparentes y públicas11. Ello garantiza la inexistencia de tratos de favor en beneficio de

9 Comité de Bioética de España (2020). Informe sobre los aspectos bioéticos de la priorización de recursos sanitarios en el contexto
de la crisis del coronavirus. cit., 6; Comisión Central de Deontología del Consejo General de Colegios Oficiales de Médicos (2020).
Informe en relación a la priorización de las decisiones sobre los enfermos en estado crítico en una catástrofe sanitaria. cit.; Romeo
Casabona, C.M. (Coord.); Urruela Mora, A. (co-redactores) et al. (2020). Informe del Ministerio de Sanidad sobre los aspectos éticos en
situaciones de pandemia: el SARS-CoV-2, 7.
10 Acerca de la importancia de protección legal de los profesionales sanitarios en este contexto, véase Hick, J.L.; O’Laughlin, D.T. (2006).
Concept of operations for triage of mechanical ventilation in an epidemic. cit., 225; Devereaux, A.V.; Dichter, J.R. et al. (2008). Definitive
care for the critically ill during a disaster: a framework for allocation of scarce resources in mass critical care. cit., 62S.
11 Romeo Casabona, C.M. (Coord.), Urruela Mora, A. (co-redactores) et al. (2020). Informe del Ministerio de Sanidad sobre los
aspectos éticos en situaciones de pandemia: el SARS-CoV-2, 2. [En línea]. Disponible en:
https://www.mscbs.gob.es/profesionales/saludPublica/ccayes/alertasActual/nCov-China/documentos/200403-
INFORME_PANDEMIA-FINAL-MAQUETADO.pdf [Consulta: 22 de mayo de 2020].

www.bioeticayderecho.ub.edu - ISSN 1886-5887


La gestión de soportes vitales escasos en contextos de pandemia. Reflexiones acerca de la aplicación de triajes en el marco del COVID-19
Carlos María Romeo Casabona, Asier Urruela Mora | 105
Rev Bio y Der. 2020; 50: 99-112
determinados individuos, contribuyendo a la salvaguarda de la integridad y la imagen pública del
sistema de salud en un momento de enorme presión asistencial sobre el mismo como
consecuencia de la pandemia. Idealmente, dichos criterios deberían ser diseñados de antemano al
advenimiento de una pandemia permitiendo la participación abierta y el debate experto en el
diseño de las pautas de priorización. Por otro lado, y una vez finalizado el periodo temporal de
aplicación de los criterios de triaje (por disminución de la prevalencia de la pandemia y
consiguientemente, de la demanda asistencial de soportes vitales) habría de procederse a una
retroalimentación acerca de la validez de los criterios implementados, asegurando la aplicación
de mecanismos adecuados de monitorización y revisión de los mismos.

Por otro lado, en la implementación del proceso de triaje numerosos trabajos en la esfera
nacional española12 sugieren asimismo la implicación de los Comités de Ética Asistencial (CEA)
del propio hospital como apoyo en el desarrollo de la labor de triaje a la vista de los importantes
conflictos bioéticos que pueden plantearse. En todo caso, de optarse por dicha posibilidad ello
exigiría la configuración de comités ad-hoc en el seno de los propios CEA constituidos por un
número reducido de miembros13 que hiciera funcional dicho recurso en el marco de las
operaciones de priorización de soportes vitales en el contexto de la pandemia.

Otra cuestión a subrayar es la relativa al hecho de que, de resultar necesaria la priorización


en la situación referida, los criterios habrán de aplicarse homogéneamente a todo el colectivo de
pacientes que precisen de cuidados intensivos escasos, y no exclusivamente a los afectos por la
pandemia (en este caso, el COVID-19). Asimismo, debe ponerse de manifiesto que el acceso al
recurso asistencial (en este caso, escaso) únicamente debe realizarse si el paciente consiente al
mismo, por lo que en caso de rechazo a dicho tratamiento (bien expresado por el propio paciente
si el mismo se encuentra consciente o, por ejemplo, recogido en instrucciones previas), deberá
respetarse la voluntad del sujeto, siguiendo los estándares habituales.

Finalmente, procede destacar oportunamente que la bajísima incidencia del COVID-19 entre
la población pediátrica no ha conllevado, afortunadamente, la necesidad de operaciones de triaje
entre dicho colectivo. En todo caso, si en el curso de una pandemia futura pudiera plantearse la

12 Comité de Bioética de España (2020). Informe sobre los aspectos bioéticos de la priorización de recursos sanitarios en el contexto
de la crisis del coronavirus, cit., 7; Comisión Central de Deontología del Consejo General de Colegios Oficiales de Médicos (2020).
Informe en relación a la priorización de las decisiones sobre los enfermos en estado crítico en una catástrofe sanitaria. cit.; Romeo
Casabona, C.M. (Coord.); Urruela Mora, A. (co-redactores) et al. (2020). Informe del Ministerio de Sanidad sobre los aspectos éticos en
situaciones de pandemia: el SARS-CoV-2, cit., 8.
13 Entre los cuáles deberían encontrarse además de aquellos que por su especialización (p.ej. intensivistas) mayores conocimientos
pudieran aportar a la práctica de los referidos triajes, personas con formación jurídica y bioética. En este sentido, véase Comité de
Bioética de España (2020). Informe sobre los aspectos bioéticos de la priorización de recursos sanitarios en el contexto de la crisis del
coronavirus, cit., 7.

www.bioeticayderecho.ub.edu - ISSN 1886-5887


La gestión de soportes vitales escasos en contextos de pandemia. Reflexiones acerca de la aplicación de triajes en el marco del COVID-19
Carlos María Romeo Casabona, Asier Urruela Mora | 106
Rev Bio y Der. 2020; 50: 99-112
necesidad de priorización de recursos asistenciales escasos y la población infantil integrara -junto
con otros grupos poblacionales- un colectivo de referencia, debería preverse cierta preferencia de
acceso a los niños, lo cual tiene apoyo en la normativa internacional.14

3.2 La utilidad social como criterio de priorización


Una de las cuestiones que ha generado mayor conflicto en la literatura especializada es la
determinación de si el criterio del valor social (o utilidad social) debe ser empleado en un contexto
de pandemia para la priorización en el acceso a recursos asistenciales vitales (camas UCI y
ventilación mecánica asistida fundamentalmente).

En este sentido, White et al.15 distinguen en relación con el valor social dos criterios
diferenciados: por un lado, el valor social en sentido amplio (broad social value) y por otro, el
valor instrumental (instrumental value) también denominado efecto multiplicador (the
“multiplier effect”) o valor social en sentido estricto (narrow social value). El valor social en
sentido amplio atendería a los méritos pasados o futuros del sujeto en su contribución a la
sociedad para concretar si merece gozar de una prioridad en el acceso a dichos medios escasos.
La referida opción, en nuestra opinión absolutamente descartable, no gozaría apenas de apoyo
alguno entre la comunidad académica16 pues se carece de pauta alguna en nuestras sociedades
pluralistas sobre cuya base quepa afirmar que un individuo tiene un superior valor intrínseco que
otro.17

Mayor adhesión ha merecido el criterio del valor instrumental que atendería


fundamentalmente a la capacidad de un individuo de asumir tareas esenciales para el conjunto de
la sociedad en el marco de una pandemia. Primariamente se ha predicado la aplicación de dicho
principio en el contexto del COVID-19 con respecto a los profesionales sanitarios que actúan en
primera línea frente al virus con base en el hecho de que manteniendo dicha fuerza de trabajo se
garantiza la protección de la sociedad frente a la pandemia. A ello se suelen añadir criterios de
mérito al objeto de reconocer por la vía de la priorización en el acceso a dichos soportes vitales

14 Lo cual plasmaría el principio de interés superior del menor consagrado en la Convención de Naciones Unidas sobre los Derechos
de los niños tal como pone de manifiesto el Comité de Bioética de España (2020). Informe sobre los aspectos bioéticos de la priorización
de recursos sanitarios en el contexto de la crisis del coronavirus. cit., 11.
15 Ibídem
16 Profundamente crítico con el criterio de la utilidad social se muestra el Comité de Bioética de España (2020). Informe sobre los
aspectos bioéticos de la priorización de recursos sanitarios en el contexto de la crisis del coronavirus. cit., 7. En sentido similar, WHO
(2016). Guidance for managing ethical issues in infectious disease outbreaks. Geneva: WHO, 21.
17 White, D.B.; Katz, M.H. et al. (2009). Who should receive life support during a public health emergency? Using ethical principles to
improve allocation decisions. cit., 132-138.

www.bioeticayderecho.ub.edu - ISSN 1886-5887


La gestión de soportes vitales escasos en contextos de pandemia. Reflexiones acerca de la aplicación de triajes en el marco del COVID-19
Carlos María Romeo Casabona, Asier Urruela Mora | 107
Rev Bio y Der. 2020; 50: 99-112
escasos en favor del colectivo de sanitarios su desempeño poniendo en riesgo la vida y la
integridad física en aras a salvaguardar la salud de terceros.18

La aplicación de este principio ha generado importantes controversias entre los grupos de


expertos que han abordado la determinación de la prioridad para el acceso a camas UCI y
respiradores en el contexto de una pandemia19. Una primera objeción que se plantea al criterio
del valor instrumental es su escasa utilidad como principio de mantenimiento de la fuerza laboral
en el ámbito sanitario en el contexto de una pandemia de las características del COVID-19, pues
los profesionales que requieran de cuidados intensivos y que puedan gozar de prioridad al efecto
difícilmente se encontrarán recuperados para reincorporarse a sus funciones profesionales en el
pico temporal de mayor intensidad de la enfermedad (que normalmente apenas durará unas
pocas semanas). Otro problema de calado que se presenta en este punto es el de la concreción de
qué personas en particular deberían gozar de prioridad en atención al criterio del valor social en
sentido estricto.

En nuestra opinión, una aplicación ponderada del criterio de mérito obligaría a reconocer
cierta preferencia en el acceso a recursos vitales escasos en contextos pandémicos a los
profesionales sanitarios en activo que actúan en primera línea (tanto a nivel hospitalario como,
por ejemplo, en servicios de atención primaria cuya labor es fundamental en la contención y
control de la evolución del virus) y que, por lo tanto, presentan un alto riesgo de contagio.
Similares circunstancias deberían dar lugar a la aplicación de la referida preferencia a los
trabajadores de servicios públicos esenciales no sanitarios en la medida en que se vean obligados
a realizar actividades de alto riesgo de contagio en el marco del desempeño de sus funciones
durante la pandemia tales como miembros de los cuerpos de policía, militares, etc.

18 Comité de Bioética de España (2020). Informe sobre los aspectos bioéticos de la priorización de recursos sanitarios en el contexto
de la crisis del coronavirus. cit., 11 y s. Admite igualmente este último criterio WHO (2016). Guidance for managing ethical issues in
infectious disease outbreaks. cit., 21.
19 Una cuestión ulterior susceptible de plantearse en un escenario futuro es la relativa a la asignación de preferencia para el acceso a
vacunas o a tratamientos antivirales si ambos resultasen insuficientes para cubrir la totalidad de las necesidades de la población. El
National Vaccine Advisory Committee (EEUU) recomienda, en la asignación de vacunas y tratamientos antivirales durante una
pandemia, dar prioridad a los trabajadores del sector de la producción de vacunas y a los profesionales sanitarios (en una línea
argumental similar Centers for Disease Control and Prevention de EEUU). White, D.B.; Katz, M.H. et al. (2009). Who should receive life
support during a public health emergency? Using ethical principles to improve allocation decisions. cit., 132-138.; Devereaux, A.V.;
Dichter, J.R. et al. (2008). Definitive care for the critically ill during a disaster: a framework for allocation of scarce resources in mass
critical care. cit., 52S y s.

www.bioeticayderecho.ub.edu - ISSN 1886-5887


La gestión de soportes vitales escasos en contextos de pandemia. Reflexiones acerca de la aplicación de triajes en el marco del COVID-19
Carlos María Romeo Casabona, Asier Urruela Mora | 108
Rev Bio y Der. 2020; 50: 99-112

3.3 Proscripción de criterios de priorización que supongan una


discriminación directa de determinados colectivos
Ciertos grupos de expertos han propuesto, en relación con la asignación de recursos vitales
escasos en el curso de una pandemia como la de COVID-19, descartar directamente a
determinados grupos poblacionales del acceso a los mismos. La plasmación más palmaria de lo
anterior es la pretensión reflejada en determinados documentos de grupos científicos en favor de
descartar el acceso a soportes vitales esenciales en contextos de escasez extrema (como el que
implica la actual pandemia de COVID-19) a toda persona que supere una determinada edad
(típicamente, en la mayor parte de los trabajos, los 80 o los 85 años). Se parte del hecho de que en
situaciones de insuficiencia absoluta las camas UCI y respiradores deben asignarse a los estratos
poblacionales más jóvenes en una aplicación implícita del criterio del ciclo vital.20

Cabe destacar que la mayor parte de la literatura especializada ha rechazado expresamente


dichas exclusiones fundadas en el factor cronológico exclusivamente.21

A nuestro modo de entender, dichos criterios basados únicamente en la edad deben quedar
absolutamente proscritos y ello por varias razones. En primer lugar, por asentarse en un principio
discriminatorio, en este caso en atención a la edad, con lo que ello implica de afección a las bases
mismas de nuestro estado de derecho22. La aplicación de criterios fundados directamente en una
discriminación ilegítima son contrarios a la dignidad humana pues envían explícitamente el
mensaje de que determinadas vidas no merecen ser salvadas23. Por el contrario, la posición que a
nuestro juicio debe ser sostenida en este punto es la mantenida por el Informe del Ministerio de
Sanidad sobre los aspectos éticos en situaciones de pandemia: el SARS-CoV-2 en el sentido de que
las personas de una determinada edad podrán acceder a recursos asistenciales escasos en

20 El Principio del ciclo vital también denominado de “equidad intergeneracional” pretende dar a cada individuo la misma oportunidad
de vivir a través de las distintas fases de la vida por lo que da prioridad a los individuos jóvenes frente a los de mayor edad en el acceso
a tratamientos vitales en situaciones de escasez extrema. White, D.B.; Katz, M.H. et al. (2009). Who should receive life support during
a public health emergency? Using ethical principles to improve allocation decisions. cit., 132-138.
21 Contrarios al criterio de la edad exclusivamente se muestran, entre otros, Hick, J.L.; O’Laughlin, D.T. (2006). Concept of operations
for triage of mechanical ventilation in an epidemic. cit., 227; Comisión Central de Deontología del Consejo General de Colegios Oficiales
de Médicos (2020). Informe en relación a la priorización de las decisiones sobre los enfermos en estado crítico en una catástrofe
sanitaria. cit.; Comité de Bioética de España (2020). Informe sobre los aspectos bioéticos de la priorización de recursos sanitarios en
el contexto de la crisis del coronavirus, cit., 11.
22 En este sentido, véase Romeo Casabona, C.M. (Coord.); Urruela Mora, A. (co-redactores) et al. (2020). Informe del Ministerio de
Sanidad sobre los aspectos éticos en situaciones de pandemia: el SARS-CoV-2. cit., 9.
23 White, D.B.; Katz, M.H. et al. (2009). Who should receive life support during a public health emergency? Using ethical principles to
improve allocation decisions. cit., 132-138.

www.bioeticayderecho.ub.edu - ISSN 1886-5887


La gestión de soportes vitales escasos en contextos de pandemia. Reflexiones acerca de la aplicación de triajes en el marco del COVID-19
Carlos María Romeo Casabona, Asier Urruela Mora | 109
Rev Bio y Der. 2020; 50: 99-112
situaciones de pandemia en las mismas condiciones que el resto de ciudadanos, es decir, en
función de su situación clínica.24

En definitiva, si bien resulta asumible que la edad pueda jugar un papel en determinados
supuestos extremos en la priorización del recurso, no cabrá admitir la denegación ab initio de toda
posibilidad de acceso a soportes vitales escasos por factores de edad exclusivamente.

3.4 Concreción de los criterios de priorización en el acceso a soportes vitales


escasos en supuestos de pandemias
A partir de las asunciones anteriores, el principio fundamental al que debe orientarse la
asignación de camas UCI y respiradores en un contexto de pandemia como el descrito debe ser el
de maximización del beneficio en relación con el número de vidas humanas salvadas25. En
consecuencia, se debe partir de un criterio de base utilitaria (del que no puede prescindirse por
completo en dicho contexto) orientado a salvar la mayor cantidad de vidas corregido por la
consideración de que, prima facie, todas las vidas tienen el mismo valor.26

Sobre la base de dicho principio esencial de funcionamiento y en aras a la concreción de la


priorización se debe atender a criterios clínicos fundamentalmente. La mayor parte de los
documentos nacionales e internacionales en esta esfera prevén 3 componentes del triaje: criterios
de inclusión, criterios de exclusión y priorización del cuidado27. Siguiendo a Christian et al.28 cabe
establecer que los criterios de inclusión identifican a pacientes que puedan beneficiarse de la
admisión en cuidados intensivos y se centran fundamentalmente en el fallo respiratorio. Por el
contrario, los criterios de exclusión tratan de determinar a pacientes con alta probabilidad de
muerte incluso accediendo a cuidados intensivos y escasa probabilidad de supervivencia al alta
hospitalaria.29

24 Romeo Casabona, C.M. (Coord.); Urruela Mora, A. (co-redactores) et al. (2020). Informe del Ministerio de Sanidad sobre los aspectos
éticos en situaciones de pandemia: el SARS-CoV-2, cit., 9.
25 Ibídem, 3.
26 White, D.B.; Katz, M.H. et al. (2009). Who should receive life support during a public health emergency? Using ethical principles to
improve allocation decisions. cit., 132-138.
27 Devereaux, A.V.; Dichter, J.R. et al. (2008). Definitive care for the critically ill during a disaster: a framework for allocation of scarce
resources in mass critical care. cit., 56S.
28 Christian, M.D.; Hawryluck, L. et al. (2006). Development of a triage protocol for critical care during an influenza pandemic. CMAJ,
175(11), 1378 añaden un cuarto elemento que son los requisitos mínimos para la supervivencia.
29 En este sentido, véase Devereaux, A.V.; Dichter, J.R. et al. (2008). Definitive care for the critically ill during a disaster: a framework
for allocation of scarce resources in mass critical care. cit., 56S.

www.bioeticayderecho.ub.edu - ISSN 1886-5887


La gestión de soportes vitales escasos en contextos de pandemia. Reflexiones acerca de la aplicación de triajes en el marco del COVID-19
Carlos María Romeo Casabona, Asier Urruela Mora | 110
Rev Bio y Der. 2020; 50: 99-112
El instrumento de evaluación clínica más extendido en la literatura especializada30 a estos
efectos es el SOFA (Sequential Organ Failure Assessment) que suma puntos en función de medidas
objetivas en relación con 6 ámbitos: respiratorio, renal, hepático, cardiovascular, hematológico y
neurológico, siendo la puntuación perfecta de 0. En función de la puntuación obtenida en el SOFA
se asigna al paciente un código de color que determina su prioridad en el acceso a cuidados
intensivos. La principal ventaja del SOFA a estos efectos es su buen valor predictivo con base en
unos pocos parámetros clínicos y de laboratorio (facilidad de cálculo). En todo caso, y tal como
poníamos de manifiesto supra, la decisión en materia de triaje debe ser siempre individualizada,
por lo que baremos como el SOFA nos suministrarán un indicio fundamental de la situación clínica
a efectos de la priorización, si bien se debe evitar el automatismo de aplicar mecánicamente
cualquier baremo sin particularizar la decisión con base en el resto de los factores concurrentes
en el paciente concreto.31

En todo caso, debe garantizarse que los pacientes que, por razón de la aplicación de los
criterios de triaje no tengan acceso a cuidados intensivos, reciban atención médica que mantenga
su estado o cuidados paliativos.32

4. Conclusiones

La importancia de una reflexión profunda acerca de los criterios a aplicar en aras a la


implementación de un triaje en un contexto de pandemia como el que supone el COVID-19 resulta
máxima puesto que únicamente con base en protocolos validados desde el punto de vista bioético
pueden adoptarse medidas de la máxima gravedad que conllevan, en última instancia, priorizar a
determinados ciudadanos sobre otros en situaciones de escasez absoluta de medios asistenciales
vitales. Es este un debate de notable gravedad por las implicaciones que conlleva y porque, de no
establecerse criterios transparentes y legitimados socialmente puede poner en entredicho el
funcionamiento del conjunto del sistema de salud de un país.

30 Hick, J.L.; O’Laughlin, D.T. (2006). Concept of operations for triage of mechanical ventilation in an epidemic. cit., 227; Devereaux,
A.V.; Dichter, J.R. et al. (2008). Definitive care for the critically ill during a disaster: a framework for allocation of scarce resources in
mass critical care. cit., 57S; Christian, M.D.; Hawryluck, L. et al. (2006). Development of a triage protocol for critical care during an
influenza pandemic. cit., 1378; SeMicyuc. (2020). Plan de contingencia para los servicios de medicina intensiva frente a la pandemia
COVID-19. cit., 53; Powell, T.; Christ, K. C.; Birkhead, G.S. (2008). Allocation of ventilators in a public health disaster. cit., 23 (estos
añaden además el Ontario Health Plan for an Influenza Pandemic Protocol).
31 Romeo Casabona, C.M. (Coord.); Urruela Mora, A. (co-redactores) et al. (2020). Informe del Ministerio de Sanidad sobre los aspectos
éticos en situaciones de pandemia: el SARS-CoV-2, 7.
32 Devereaux, Asha V.; Dichter, J. R. et al. (2008). Definitive care for the critically ill during a disaster: a framework for allocation of
scarce resources in mass critical care. cit., 53S.

www.bioeticayderecho.ub.edu - ISSN 1886-5887


La gestión de soportes vitales escasos en contextos de pandemia. Reflexiones acerca de la aplicación de triajes en el marco del COVID-19
Carlos María Romeo Casabona, Asier Urruela Mora | 111
Rev Bio y Der. 2020; 50: 99-112
En este sentido, han sido numerosos los grupos de trabajo a nivel internacional que
fundamentalmente desde principios del siglo XXI, al hilo de epidemias como la del síndrome
respiratorio agudo grave (SARS-CoV aparecido en 2002 y considerado contenido en 2004) han
planteado pautas para la implementación de los referidos triajes a la vista de que en dichos
contextos pandémicos con alto impacto en la población los medios asistenciales vitales (camas
UCI y respiradores, fundamentalmente) resultan insuficientes para atender la demanda del
conjunto de la población afectada. Uno de los mayores aprendizajes que cabe extraer del COVID-
19 en España es que debemos aprovechar las lecciones que nos ha suministrado dicha pandemia
para anticipar escenarios, de cara a futuras situaciones similares (nuevas epidemias o incluso
rebrotes de la misma) que, sin lugar a dudas, volverán a plantearse con similar virulencia en el
futuro. Es por ello que consideramos que la pormenorización de criterios para proceder al triaje
de pacientes en un contexto de pandemia como el referido resulta fundamental por varias razones.
En primer lugar, porque otorga a los profesionales sanitarios ubicados en primera línea pautas
claras en un momento en el que la presión laboral y emocional es máxima por lo que resulta
problemático añadir a los citados profesionales la carga emocional de decidir las pautas de triaje
sin dotarles de criterios al efecto. En segundo lugar, explicitar los criterios operativos para el
desarrollo de actuaciones de triaje en el marco de una pandemia de las características del COVID-
19 suministra la necesaria transparencia imprescindible para garantizar la confianza social en el
procedimiento (del que, conviene no olvidarlo, pueden depender en un momento dado vidas
humanas) y, por lo tanto, dotarlo de legitimidad social. Finalmente, porque explicitando dichos
criterios y a sabiendas de su operatividad en futuros contextos pandémicos, se permite la
participación pública y la retroalimentación, garantizando que aquellas pautas que se
implementen en el futuro serán no solo fruto de la rigurosa aplicación de criterios clínicos y
bioéticos sino que además gozarán de un importante consenso social y, consecuentemente, de
plena legitimidad.

Bibliografía

 Christian, M.D.; Hawryluck, L. et al. (2006). Development of a triage protocol for critical care
during an influenza pandemic. CMAJ, 175, 11.

 Comisión Central de Deontología del Consejo General de Colegios Oficiales de Médicos (2020).
Informe en relación a la priorización de las decisiones sobre los enfermos en estado crítico en una
catástrofe sanitaria. [En línea]. Disponible en: https://www.cgcom.es/informe-de-la-
comisi%C3%B3n-central-de-deontolog%C3%ADa-en-relaci%C3%B3n-la-
priorizaci%C3%B3n-de-las-decisiones-sobre [Consulta: 22 de mayo de 2020].

www.bioeticayderecho.ub.edu - ISSN 1886-5887


La gestión de soportes vitales escasos en contextos de pandemia. Reflexiones acerca de la aplicación de triajes en el marco del COVID-19
Carlos María Romeo Casabona, Asier Urruela Mora | 112
Rev Bio y Der. 2020; 50: 99-112
 Comité de Bioética de España (2020). Informe sobre los aspectos bioéticos de la priorización de
recursos sanitarios en el contexto de la crisis del coronavirus, 4. [En línea]. Disponible en:
http://www.comitedebioetica.es/documentacion/#doc_crisis_coronavirus [Consulta: 22 de
mayo de 2020].

 Devereaux, A.V. ; Dichter, J.R. et al. (2008). Definitive care for the critically ill during a disaster:
a framework for allocation of scarce resources in mass critical care. Chest Journal, 133, 5.

 Hick, J.L.; O’Laughlin, D.T. (2006). Concept of operations for triage of mechanical ventilation in
an epidemic. Acad Emerg Med, 13, 2.

 Powell, T.; Christ, K.C.; Birkhead, G.S. (2008). Allocation of ventilators in a public health
disaster. Disaster Medicine and Public Health Preparedness, 2, 1.

 Romeo Casabona, C.M. (Coord.); Urruela Mora, A. (co-redactores) et al. (2020). Informe del
Ministerio de Sanidad sobre los aspectos éticos en situaciones de pandemia: el SARS-CoV-2. [En
línea]. Disponible en:
https://www.mscbs.gob.es/profesionales/saludPublica/ccayes/alertasActual/nCov-
China/documentos/200403-INFORME_PANDEMIA-FINAL-MAQUETADO.pdf [Consulta: 22
de mayo de 2020].

 SEMICYUC (2020). Plan de contingencia para los servicios de medicina intensiva frente a la
pandemia COVID-19, 53. [En línea]. Disponible en:
https://www.semicyuc.org/covid19_files/Plan_de_Contingencia_COVID-19.pdf [Consulta: 22
de mayo de 2020].

 SIAARTI (Italia). (2020). Raccomandazioni di Etica Clinica per l’ammissione a trattamenti


intensivi e per la loro sospensione, in condizioni eccezionali di squilibrio tra necessità e risorse
disponibili. [En línea]. Disponible en: https://www.siaarti.it/SiteAssets/News/COVID19%20-
%20documenti%20SIAARTI/SIAARTI%20-%20Covid19%20-
%20Raccomandazioni%20di%20etica%20clinica.pdf [Consulta: 22 de mayo de 2020].

 White, D.B.; Katz, M.H. et al. (2009). Who should receive life support during a public health
emergency? Using ethical principles to improve allocation decisions. Ann. Intern Med, 150, 2.

 WHO (2016). Guidance for managing ethical issues in infectious disease outbreaks. Geneva:
WHO, 21.

Fecha de recepción: 1 de julio de 2020


Fecha de aceptación: 6 de julio de 2020

www.bioeticayderecho.ub.edu - ISSN 1886-5887


Ensayo sobre la pandemia – Manuel Jesús López Baroni
Rev Bio y Der. 2020; 50: 113-131

Revista de Bioética y Derecho


Perspectivas Bioéticas
www.bioeticayderecho.ub.edu - ISSN 1886-5887

DOSSIER CUESTIONES BIOÉTICAS DE LA PANDEMIA COVID-19


Ensayo sobre la pandemia

Essay on the pandemic

Assaig sobre la pandèmia

MANUEL JESÚS LÓPEZ BARONI *

* Manuel Jesús López Baroni. Doctor en Derecho. Doctor en Filosofía. Profesor ayudante doctor, Universidad
Pablo Olavide, Sevilla (España). Email: mjlopbar1@upo.es.

Copyright (c) 2020 Manuel Jesús López Baroni


Esta obra está bajo una licencia de Creative Commons Reconocimiento-NoComercial-SinObraDerivada
4.0 Internacional.
Ensayo sobre la pandemia – Manuel Jesús López Baroni
Rev Bio y Der. 2020; 50: 113-131 | 114

Resumen
Han sucedido tantas cosas, y en tan poco tiempo, que no resulta fácil seleccionar alguna temática
sin dejarnos fuera otras igualmente relevantes. Probablemente nos pasaremos los próximos años
debatiendo sobre lo acontecido, entre otros motivos, por la escasa información que aun hoy
tenemos sobre la apisonadora que ha triturado nuestro estilo de vida. Pues bien, he seleccionado,
de entre las innumerables que podríamos estudiar, cuatro narrativas. En concreto, la pandemia
como refriega entre neokantianos y utilitaristas; como datificación de rebaño; como ajuste de
cuentas epistemológico y como singularidad española. Con este análisis podremos
interrelacionar, aunque sea de forma breve, las implicaciones éticas, jurídicas, políticas y
científicas de una historia que recién ha comenzado.
Palabras clave: pandemia; triaje; biotecnología; datificación; derechos fundamentales; toma de
decisiones.

Abstract
So many things have happened, and in such a short time, that it is not easy to select some topic
without leaving out other equally relevant ones. We will probably spend the next few years
debating what happened, among other things, due to the scant information that we still have today
about the steamroller that has crushed our lifestyle. Well, I have selected, from the innumerable
ones that remain to be studied, four narratives. Specifically, the pandemic as a fray between neo-
Kantians and utilitarians; as herd dating; as an epistemological reckoning and as a Spanish
singularity. With this analysis we will be able to interrelate, albeit briefly, the ethical, legal,
political and scientific implications of a history that has just begun.
Keywords: pandemic; triage; biotechnology; dating; fundamental rights; decision making.

Resum
Han passat tantes coses, i en tan poc temps, que no resulta fàcil seleccionar alguna temàtica sense
deixar-nos fora d'altres igualment rellevants. Probablement ens passarem els propers anys
debatent sobre els fets, entre altres motius, per l'escassa informació que encara avui tenim sobre la
piconadora que ha triturat el nostre estil de vida. Doncs bé, he seleccionat, d'entre els innombrables
que podríem estudiar, quatre narratives. En concret, la pandèmia com la batalla entre neokantians
i utilitaristes; com datificació de ramat; com venjança epistemològica i com a singularitat espanyola.
Amb aquest anàlisi podrem interrelacionar, encara que sigui de forma breu, les implicacions ètiques,
jurídiques, polítiques i científiques d'una història que just acaba de començar.
Paraules clau: pandèmia; triatge; biotecnologia; datificació; drets fonamentals; presa de
decisions.

www.bioeticayderecho.ub.edu - ISSN 1886-5887


Ensayo sobre la pandemia – Manuel Jesús López Baroni
Rev Bio y Der. 2020; 50: 113-131 | 115

1. Introduccion

Han sucedido tantas cosas, y en tan poco tiempo, que no resulta fácil seleccionar alguna temática
sin dejarnos fuera otras igualmente relevantes. Probablemente nos pasaremos los próximos años
debatiendo sobre lo acontecido, entre otros motivos, por la escasa información que aun hoy
tenemos sobre la apisonadora que ha triturado inmisericordemente nuestro estilo de vida.

Las imágenes de los camiones militares llevándose cadáveres de las ciudades italianas, las
de nuestro personal sanitario protegiéndose con bolsas de basura, las fosas comunes en Nueva
York, el “todo va a salir bien” de los murales infantiles, las colas del hambre, o la incredulidad de
los ancianos que agonizaban en la más absoluta soledad, nos han despertado de la nebulosa de
aparente seguridad en que hemos vivido, al menos en Occidente, en las últimas décadas.

Sin duda, las narrativas tecno-utópicas han servido de poderoso narcótico colectivo, de ahí
la dureza con que nos ha cimbreado la realidad. En efecto, a lo largo de estos años, una legión de
propagandistas nos ha deslumbrado con sus predicciones de ciudades inteligentes, nano-robots,
medicina personalizada, inteligencia artificial, big data, etc., que nos darían el cobijo y la
protección propia de una guardería. Sin embargo, en esta hora de la verdad, nos hemos visto
obligados a emplear técnicas propias del medievo, convirtiendo en pesadilla nuestros sueños de
dominio de la naturaleza. De ahí que no hagamos más que restregarnos los ojos.

He seleccionado cuatro temáticas interconectadas entre sí que nos permitirán analizar


diferentes fractales de una misma realidad. En concreto, el primer apartado lo dedicaremos a la
ética de la toma de decisiones en situaciones de triaje; el segundo, a las implicaciones para
nuestras libertades del acelerado proceso de datificación al que hemos asistido; el tercero, a
reflexionar sobre el papel jugado por la biotecnología a la hora de contrarrestar las propuestas
que implican, tácita o encubiertamente, un darwinismo social; y el último, a la singularidad, o
especificidad folclórica, del confinamiento español.

2. Pandemia como refriega entre neokantianos y utilitaristas

El principal motivo por el que nos hemos confinado de forma masiva ha sido no asistir a una
confrontación, no precisamente dialéctica, entre dos de las principales escuelas filosóficas,
neokantianos y utilitaristas.

En efecto, en los casos más graves, el coronavirus coloniza los pulmones de sus víctimas,
hasta el punto de no poder respirar por sí mismas. Para ganar tiempo, estas personas son
intubadas y conectadas a unos respiradores que generan el movimiento de los pulmones de forma

www.bioeticayderecho.ub.edu - ISSN 1886-5887


Ensayo sobre la pandemia – Manuel Jesús López Baroni
Rev Bio y Der. 2020; 50: 113-131 | 116

artificial hasta que el organismo logre recuperarse. En España, en el momento del colapso no
llegábamos a cinco mil respiradores para cerca de cincuenta millones de personas1, más o menos
como Italia, y bastante por debajo de Alemania, con veintiocho mil. Este dato implica que, una vez
ocupados los respiradores por cinco mil personas, cantidad que fácilmente podía ser rebasada en
un solo día, los siguientes potenciales usuarios no podrían ser atendidos.

Por ello, hemos preferido hundir nuestra economía antes que asistir el desesperante
espectáculo de contemplar cómo la gente se asfixiaba sin que pudiéramos hacer nada por ellos,
fuesen familiares, vecinos o desconocidos. De hecho, junto al número de contagiados y fallecidos,
la gente miraba de reojo el número de respiradores que quedaban libres en su ciudad o región.
Con todo lo duro que ha sido el confinamiento o la destrucción de los puestos de trabajo, pocas
cosas minaban más la moral colectiva que saber que de nada serviría acudir a un hospital si no
quedaban respiradores libres.

En contra de lo que se pudiera pensar, los médicos no están acostumbrados a lidiar con
situaciones como la presente. Hasta ahora, y salvo situaciones de guerra o catástrofes, el personal
sanitario retira o introduce a una persona en un sistema de mantenimiento artificial de la vida en
función de sus características individuales (posibilidades de supervivencia, evitar el
encarnizamiento terapéutico, etc.). Dichas decisiones nunca han implicado la supervivencia o
muerte de otra persona, dado que no se trataba de un juego de suma cero donde hubiese que elegir
entre potenciales candidatos. Pues bien, la pandemia nos ha introducido de lleno en este tipo de
disyuntivas, propias de contextos que ya creíamos olvidados.

Los médicos carecen de legitimidad moral o jurídica para elegir entre personas con
similares posibilidades de supervivencia; en puridad, ni siquiera para decidir sobre el destino de
personas que desean seguir viviendo. Pues bien, nuestra sociedad, comenzando por el legislador
y terminando por el último de nuestros tribunales, ha optado por mirar hacia otro lado, dada la
incomodidad que supone tratar de regular o juzgar esta temática. Pero por motivos obvios, este
desolador silencio colectivo no ha provocado la desaparición del problema, sino simplemente
arrojárselo a los médicos, que allí donde no hayan tenido más remedio habrán optado por la
solución más oportuna, con el coste psicológico y emocional que este tipo de decisiones conllevan.

Para aliviar esta carga, y esta lacerante responsabilidad, se han elaborado a toda prisa una
serie de guías, protocolos o documentos más o menos orientativos, en los que hemos participado
con el sentido común que la gravedad de la situación exigía, poco bagaje sin duda para disyuntivas
que desbordan cualquier apriorismo teórico que se pueda tener sobre la vida y la muerte (OBD,

1 Véase en RTVE https://www.rtve.es/noticias/20200318/respiradores-camas-personal-uci-carrera-para-no-colapse-sistema-


sanitario/2010310.shtml. Última visita, mayo de 2020.

www.bioeticayderecho.ub.edu - ISSN 1886-5887


Ensayo sobre la pandemia – Manuel Jesús López Baroni
Rev Bio y Der. 2020; 50: 113-131 | 117

2020; CBE, 2020a; OPS, 2020; SEMICYUC, 2020; The Hasting Center, 2020; MSyC, 2020). Pues bien,
aquí es donde han colisionado las huestes kantianas con las hordas utilitaristas; o, desde otra
perspectiva, el puritanismo alejado del mundo terrenal de los primeros frente al realismo
pragmático de los segundos.

Al igual que sucede con los trasplantes de órganos, jerarquizar una lista para acceder a un
respirador constituye un ejercicio de sensatez que no debería presentar más problemas, dadas las
carencias materiales existentes. El orden de acceso se ordenaría en función de las posibilidades
de supervivencia y parámetros similares. Las disyuntivas realmente gravosas, para las que
simplemente como sociedad no estábamos preparados, se generan al tener que denegar un
respirador a alguien que lo necesita con objeto de reservarlo para otro potencial candidato; o,
peor aún, retirar el respirador a alguien que todavía lo requiere para dárselo a otra persona con
similar o superior posibilidad de supervivencia. Los límites entre el homicidio y la elección
justificada son demasiado difusos como para que la casuística se exprese por escrito en una ley o
reglamento aprobado por los cauces formales, de ahí que carezcamos de normas jurídicas para
este tipo de situaciones. Y los protocolos, guías o documentos elaborados son lo suficientemente
ambiguos como para ceder toda la responsabilidad al personal sanitario2. Esa es la realidad y así
hay que afrontarla.

Pues bien, en estos informes los neokantianos se han escudado en la idea de dignidad
humana, en la relevancia de cada persona en sí misma, sin condicionantes ni comparativas, y en
el universalismo cristiano (si estiramos del hilo, acabamos en el cosmopolitismo estoico, pero no
es el lugar para estas disquisiciones). Si aplicáramos ciegamente sus presupuestos, un
nonagenario enfermo de Alzheimer tendría estrictamente el mismo derecho a un respirador que
un niño con la vida por delante. Toda vida humana es igualmente digna y merece vivirse hasta su
extinción natural.

Las posturas neokantianas no han llegado hasta ese extremo, nonagenario con Alzheimer
versus niño, pero casi3. Negaban la posibilidad de comparar situaciones (edad, situación médica

2 Desde el Observatorio de Bioética y Derecho de la Universidad de Barcelona se trató de proporcionar criterios lo más objetivos
posibles para poder tomar decisiones. Entre ellos, se propuso que la decisión sobre la asignación de una UCI y/o un respirador se
hiciese de forma colegiada y por personal no directamente implicado en los pacientes (Comité de Triaje), con el objetivo de garantizar
una regularidad en la toma de decisiones, una mayor serenidad a la hora de tomarlas, y una cierta distancia emocional, dada la
gravedad del momento (OBD, 2020).
3 Se puede ver la complejidad de la situación en el reproche que el Comité de Bioética español (neokantiano) efectúa a la Sociedad
Española de Medicina Intensiva (utilitarista): “9.7. En relación con algunas de las recomendaciones aprobadas por sociedades
científicas, y en concreto sobre la aprobada por el denominado Grupo de Trabajo de Bioética de la Sociedad Española de Medicina
Intensiva, Crítica y Unidades Coronarias (SEMICYUC) bajo el título de Recomendaciones éticas para la toma de decisiones en la
situación excepcional de crisis por pandemia COVID-19 en las unidades de cuidados intensivos, este Comité considera que algunos de

www.bioeticayderecho.ub.edu - ISSN 1886-5887


Ensayo sobre la pandemia – Manuel Jesús López Baroni
Rev Bio y Der. 2020; 50: 113-131 | 118

previa, esperanza de vida, calidad de vida, etc.), pero no ofrecían soluciones claras (reglas
indubitadas) acerca de qué hacer cuando personas con similares posibilidades de supervivencia
requirieran un único respirador disponible. Su regla básica e implícita sería al aforismo jurídico
prior tempore potior iure, que, traducido a la pandemia, significa que quien primero llegue al
respirador se lo queda hasta que muera o se cure. Y el resto simplemente tendría que esperar.
Obviamente, podrían plantearse situaciones injustificadas de naturaleza preventiva (ocupar una
UCI con respirador incorporado antes de tiempo para evitar su ausencia si la situación lo
requiriese algo más adelante), pero, sobre todo, creo que la principal carencia reside en no
explicitarse las reglas ni afrontar las consecuencias de los formalismos kantianos. Impedir que
ocupe un respirador alguien con una esperanza de vida alta o relativamente alta (ni siquiera nos
planteamos la cuestión de la calidad), frente a otra persona con la vida ya hecha, no es
cualitativamente diferente, en cuanto a sus gravosas consecuencias, a lo que plantean los
utilitaristas.

Los utilitaristas han universalizado la máxima de buscar la mejor opción desde un punto de
vista colectivo, esto es, que se salven antes los niños que los adultos; los jóvenes que los mayores;
los de mediana edad que los ancianos; y los sanos que los ya enfermos. En los casos de empate
(cinco mil respiradores para casi cincuenta millones de personas dan para mucho casuismo),
incluso se han planteado características personales de los propios implicados, como su profesión
(los médicos frente al resto; cabe imaginar que los intensivistas frente a los demás especialistas,
los de más experiencia frente a los MIR, etc.), su estado civil (los que tienen hijos frente a los que
no, etc.), y características análogas que, por pudor, algunos no se han atrevido a explicitar.

Esta prelación, el conocido eufemísticamente como “valor social de la persona”, nos llevaría
inevitablemente al carné social chino (como si no hubiésemos tenido bastante). En efecto, este
régimen totalitario cuenta con millones de cámaras que fiscalizan en tiempo real a sus ciudadanos,
penalizando sus infracciones, desde las más triviales (saltarse un “ceda el paso”) hasta las políticas
(hacer oposición al sistema). Cuando se quedan sin puntos, no pueden viajar, conseguir un empleo,
etc., y, cabe imaginar, mucho menos un respirador.

Pues bien, el utilitarismo nos llevaría a la necesidad de un algoritmo nacional que asignase
un “valor social” a todos los ciudadanos, de forma que los médicos no tuviesen que asumir el coste

los conceptos que se emplean en las mismas, sobre todo, las que hacen referencia a cuestiones tales como ‘supervivencia libre de
discapacidad por encima de la supervivencia aislada’ o la que recomienda que ‘4. Cualquier paciente con deterioro cognitivo, por
demencia u otras enfermedades degenerativas, no serían subsidiarios de ventilación mecánica invasiva’, no son compatibles con la
Convención Internacional sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad, tratado firmado y ratificado por España.” (CBE,
2020a).

www.bioeticayderecho.ub.edu - ISSN 1886-5887


Ensayo sobre la pandemia – Manuel Jesús López Baroni
Rev Bio y Der. 2020; 50: 113-131 | 119

moral de tener que decidir. El carné sería tan grotesco e inasumible socialmente (huelga pensar
cómo puntuaría el algoritmo a los parados, a las minorías étnicas, a los profesores de filosofía del
derecho, etc.), que obviamente no se llevará nunca a cabo. Sin embargo, la propuesta utilitarista
ha sido precisamente esa, un algoritmo tácito, una secularización del dios de Calvino sobre el que
cargar nuestras culpas.

Por otra parte, cuando se propone no ingresar a los mayores de ochenta años (propuesta
innecesaria y cruelmente amplificada en los medios de comunicación, como si los pobres ancianos
no se hubiesen dado ya cuenta por sí mismos), no asignar respiradores a los ya enfermos, priorizar
a unas personas frente a otras, etc., ¿de dónde obtienen la información quienes deciden?
Obviamente, del propio historial cínico. Sin embargo, esta información goza de la protección del
Reglamento de Protección de Datos de la Unión Europea, del artículo tres de la Carta de Derechos
Fundamentales, también de la UE (principio de autonomía), y del Convenio de Oviedo, en el ámbito
del Consejo de Europa. Podríamos citar innumerables artículos, pero la idea principal que
pretendemos resaltar es que la información médica no puede emplearse contra el propio paciente.

Pues bien, la pandemia ha quebrado el contrato social entre el paciente y el sistema


sanitario. En efecto, la historia clínica es un acuerdo por el que un ciudadano, amparado en la
buena fe, suministra toda la información relevante al personal sanitario para que sea utilizada en
su propio beneficio. Sin embargo, si las personas tienen “valor social”, entonces dicho “valor”
quedaría reflejado en su historia clínica, con la paradoja de que la información se volvería contra
el propio paciente. Nunca antes había sucedido algo así. De hecho, esta ruptura de la confianza
entre el paciente y el sistema legitimaría mentir para proteger la propia vida. Así, sería razonable
quitarse años, inventarse o aumentar el número de hijos, omitir los antecedentes sanitarios y ser
hasta creativo en la profesión que se desempeña, dado que dicha información es la que se utilizaría
a la hora de asignar o no un respirador.

El utilitarismo no se enfrenta al mecanismo de obtención de los datos, presuponiendo que


estos son verdaderos precisamente porque hasta hoy las relaciones se basaban en la mutua
confianza. Nunca nos habíamos imaginado que dicha información se podría emplear contra
nosotros, y esto altera sustancialmente las reglas de la relación. A partir de ahora, y al amparo del
principio de autonomía, será legítimo exigir que todos nuestros datos se eliminen de cualquier
sistema clínico, informático o en papel; ya habrá tiempo se suministrarlos otra vez si la ocasión lo
requiere. Pero ante la duda, y de forma análoga a la presunción de inocencia, todos somos jóvenes,
tenemos profesiones relevantes y muchos hijos que cuidar. Y que los utilitaristas se pongan a
indagar acerca de la veracidad de dicha información.

En resumen, el empate entre neokantianos y utilitaristas es obvio. Aquellos legislan desde


el limbo del idealismo metafísico, y a estos, obnubilados por la gravedad de la situación y sin ser

www.bioeticayderecho.ub.edu - ISSN 1886-5887


Ensayo sobre la pandemia – Manuel Jesús López Baroni
Rev Bio y Der. 2020; 50: 113-131 | 120

plenamente conscientes de las implicaciones de sus propuestas, solo les ha faltado proponer al
régimen chino que elaborara un algoritmo adaptado a nuestro folclore. No han llegado a las manos
por la milagrosa intervención de terceros.

En efecto, el ingenio de los técnicos, la generosidad de algunas empresas privadas, que han
visto respiradores donde los demás solo contemplamos motores de limpiaparabrisas, etc., han
resuelto la cuestión inventando respiradores poco ortodoxos, pero eficaces, lo que ha descargado
la presión de las ucis y aumentado la moral colectiva. Obviamente, el debate no se ha resuelto, sino
que se ha aplazado.

Por último, si dividimos el coste de una UCI, respirador incluido, por el salario del futbolista
medio en un país, obtendremos el índice de prioridades de una sociedad. Sería un índice de Gini
en versión posmoderna, esto es, un indicador de su nivel de estupidez colectiva (v. gr., le hemos
hecho test a los futbolistas, con objeto de que comience la liga pronto, antes que al personal
sanitario4). A partir de un determinado umbral, dicha sociedad debería ser intervenida desde
fuera, dado que sus dirigentes no son capaces de proteger a la población más vulnerable (el
desproporcionado número de médicos españoles contagiados por falta de medios de protección
–Crespo et al., 2020 – estaría tras este tipo de preferencias populares). Obviamente, si se acepta
la intervención externa por superar el déficit o la deuda pública, con más razón se justificará en
este caso. Es la única forma de evitar una gresca periódica y sin arreglo entre neokantianos y
utilitaristas.

3. Epidemia como datificacion del rebano

El 5G no ha llegado a tiempo por poco, para bien, y para mal. En efecto, si dispusiéramos de esta
tecnología, sabríamos quiénes son los asintomáticos, quiénes han superado la enfermedad, etc.5
Un ejército de aparatos electrónicos comunicaría a las autoridades en tiempo real nuestra
temperatura corporal, nuestras rutas, nuestros contactos, etc. El confinamiento no existiría y el

4 Como en los mejores tiempos del franquismo, se publicó en el BOE del 6 de mayo que la vuelta del fútbol después de tanto
confinamiento “contribuirá a mejorar el ánimo y el bienestar psicológico de la población (…)”. Resolución de 4 de mayo de 2020.
Consejo Superior de Deportes.
5 El 5G posibilitará el Internet de las Cosas, esto es, la conexión de la ropa, los electrodomésticos, los coches, etc., a Internet. Para ello
se están creando redes específicas, constituyendo uno de los grandes retos tecnológicos contemporáneos. El 5G será al 4G actual lo
que este a la máquina de escribir o a la imprenta. En este sentido, véase la Comunicación de la Comisión al Parlamento Europeo, al
Consejo, al Comité Económico y Social Europeo y al Comité de las Regiones: “La 5G para Europa: un plan de acción”. Bruselas, 14.9.2016
COM (2016) 588 final. Y también, Cybersecurity of 5G networks EU Toolbox of risk mitigating measures (2020) y Council Conclusions
on the significance of 5G to the European Economy and the need to mitigate security risks linked to 5G (2019).

www.bioeticayderecho.ub.edu - ISSN 1886-5887


Ensayo sobre la pandemia – Manuel Jesús López Baroni
Rev Bio y Der. 2020; 50: 113-131 | 121

colapso sanitario y económico tampoco. Neokantianos y utilitaristas seguirían con sus


pasatiempos académicos y la pesadilla de la escasez de respiradores no se habría hecho
insoportable ante nuestros ojos.

Pero, por otro lado, y esta vez para bien, dicha tecnología tampoco está disponible en estos
momentos, Porque este es el mundo que nos espera. A pesar del sufrimiento causado por la
situación actual, está por ver que la seguridad que nos va a proporcionar conectarnos
permanentemente a internet sea un futuro más deseable. La tan ansiada inmunidad de rebaño va
a sustituirse por la datificación de rebaño, esto es, por la conexión permanente y omnímoda a unas
bases de datos centralizadas e insaciables. La recolección, análisis y centralización de la
información que generan los seres humanos, desde la salud hasta las facetas más íntimas, nos
traslada inevitablemente a una distopía tecnológica, contra la que será prácticamente imposible
luchar.

En efecto, hasta hace poco tiempo, existían espacios adonde el poder político no podía llegar.
El campo, el desierto, otro país, otro continente, etc., servía de refugio para huir. En breve, esto no
será posible. Resulta razonable inferir de lo que ha sucedido que serán nuestros cuerpos quienes
estén permanentemente conectados, con lo que la opción de no llevar el teléfono móvil encima no
será viable. Además, el espacio exterior, calles, vehículos, bosques o costas estarán también
conectados, de ahí que no será posible aislarse físicamente de la red. Desde esta perspectiva, y
vista la experiencia de estos días, no sabemos qué es más preocupante, si la facilidad con que
operadoras telefónicas, bancos y multinacionales de internet se han prestado a facilitar nuestros
datos a las autoridades, o la docilidad colectiva ante tamaño despropósito.

En estos días, el Reglamento de Protección de Datos de la Unión Europea ha sido


tácitamente suspendido; y los informes emitidos por los organismos europeos (European Data
Protection Board, 2020; European Union Agency for Fundamental Rights, 2020; Comisión UE,
2020), con el asentimiento tácito del Tribunal de Justicia de la UE, han ido dirigidos a justificar
dicha suspensión. La nueva regla que nos rige es la siguiente: la autonomía (soberanía sobre los
datos personales de salud) cede frente a la solidaridad (el interés de la sociedad por conocer los
datos de salud de una persona), siempre y cuando se garantice la intimidad y la proporcionalidad,
lo que se lograría mediante la seudonimización (quien trabaja con los datos no sabe a quién
pertenecen) (Comité de Bioética de España, 2020c; Agencia Española de Protección de Datos,
2020). Sin embargo, es una regla adoptada por la vía de los hechos consumados. No se ha debatido
ni sometido a enmienda alguna por parte de los representantes de los ciudadanos. Pero ahí está.
Ha venido para quedarse.

Pues bien, el legado chino no es el coronavirus, sino este, una maldición confuciana. En
efecto, desde los sucesos de la Plaza de Tiananmen, China se ha convertido en el taller que nutre

www.bioeticayderecho.ub.edu - ISSN 1886-5887


Ensayo sobre la pandemia – Manuel Jesús López Baroni
Rev Bio y Der. 2020; 50: 113-131 | 122

de productos y servicios baratos al capitalismo occidental6. El régimen explota a su gente y con


los excedentes presta dinero a las democracias occidentales, dinero con el que se financian
nuestras pensiones, sueldos de funcionarios, sanidad, obras públicas, etc. Es decir, el Estado Social
o del Bienestar occidental, allí donde pueda calificarse de esta forma, se financia en parte por la
inexistencia de derechos sociales o libertades políticas del pueblo chino.

Cuando Occidente desarrolló internet, los big data, la inteligencia artificial e incluso la
biotecnología, China no dudó en emplear estos avances para consolidar su control sobre la
población. Durante años hemos observado con cierta altanería y menosprecio cómo el pueblo
chino aceptaba que millones de cámaras vigilaran sus movimientos. Apelar al confucianismo y al
supuesto comunitarismo oriental era una forma de justificar que nuestra tecnología sirviera para
controlarles. Como si la culpa del régimen clerical iraní fuese Zoroastro y la del capitalismo Tales
de Mileto. La realidad es que mientras sus productos baratos llenaran nuestras bodegas y nos
prestaran dinero, mirábamos hacia otro lado. Cuando levantaron dos hospitales en quince días
para combatir la pandemia, los sesudos analistas occidentales acudieron al manido confucionismo
para justificar tal sentido de la obediencia y del colectivismo. Poco más o menos que eran
hormiguitas laborando. Cuando poco después tuvimos que hacerlo nosotros, solo que en cuestión
de horas (v., gr., Ifema), nadie citó a los clásicos del pensamiento griego, sino a las virtudes del
capitalismo europeo, capaz de aunar esfuerzos privados y públicos.

La venganza china es esta. No del régimen, sino de su pueblo. Si Occidente ha


instrumentalizado la dictadura en su favor (quién se acuerda ahora de la celebración de las
Olimpiadas de Pekín en el mismo lugar donde se masacró a los estudiantes que pedían democracia
y libertad), ahora el paciente pueblo chino nos ha dado a probar su propia medicina: un sistema
de control personalizado que nosotros solo habíamos soñado en la literatura o en el cine.

Obviamente, el capitalismo no se ha hundido, ni lo va a hacer. No va a permitir que la deuda


pública y privada no se devuelva, máxime ahora, donde han visto una nueva oportunidad de
negocio en las tareas de reconstrucción. Pero la idea de que hemos sido víctimas inocentes de la
globalización es ingenua. Simplemente, el taller dickensiano con que Occidente ha labrado los

6 El denominado “siglo corto”, el siglo XX, habría comenzado con la Primera Guerra Mundial y la Revolución rusa, y terminado con la
caída del muro de Berlín y el hundimiento de los países del Este y la URSS (1989/1991). Pues bien, en este contexto se produjeron los
sucesos de la Plaza de Tiananmen (1989), donde los estudiantes, influidos por la perestroika de Gorbachov, pedían a las autoridades
chinas una transición hacia una democracia parlamentaria. La represión supuso no solo el fin de estas aspiraciones, sino también la
reconversión del régimen comunista chino en una forma de capitalismo de Estado, del que se ha beneficiado occidente en estos últimos
treinta años. Por otro lado, el fin de la Guerra Fría desembocó en la entrada en nuestra época actual, la Globalización, donde China
juega un papel ambiguo, antagonista de EEUU, pero a la vez prestamista de su deuda pública; competidor de occidente, pero a la vez
suministrador a bajo precio de los productos que necesita la economía europea. Considero que la crisis del coronavirus hay que
contemplarla en este contexto de interdependencia forzada.

www.bioeticayderecho.ub.edu - ISSN 1886-5887


Ensayo sobre la pandemia – Manuel Jesús López Baroni
Rev Bio y Der. 2020; 50: 113-131 | 123

últimos treinta años de crecimiento se ha incendiado, y nadie imaginó que el humo nos pudiera
alcanzar. El capitalismo de los datos, tan celebrado ayer, ha dado lugar a la datificación de una
ciudadanía convertida en simple ganado, sin resquicios para el incumplimiento de las normas ni
para oponernos a cómo se originan. Hemos estado treinta años cerrando los ojos ante lo que se
gestaba en el lejano oriente. Y era esto, no un virus, sino una distopía tecnológica. Ahora ya lo
sabemos. Pero es tarde para escapar. Ni siquiera hay planes para lograr una vacuna.

4. Pandemia como ajuste de cuentas epistemologico

¿Dónde están ahora los homeópatas? ¿Y los amigos de las terapias alternativas, los antivacunas,
los titiriteros de la salud, los vendedores de humo y sus varitas mágicas? ¿Dónde los trileros de la
neo-lengua (medicina alternativa, complementaria, parafarmacia; enfermedad como constructo
social)? ¿Dónde…? La única terapia natural empleada hasta el momento a escala mundial ha sido
salir corriendo.

Una de las paradojas del discurso pretendidamente antisistema y hasta izquierdista es que,
al igual que sucede con el neoliberalismo, acaba justificando el darwinismo social. En efecto, si se
convence a la población para que emplee terapias alternativas, naturistas, etc., que no sirven para
nada, el resultado solo puede ser que quien enferme, acabe enfrentándose a la enfermedad
completamente solo, esto es, con su propio sistema inmunitario y sin ayuda externa. Y las
consecuencias las hemos contemplado con el coronavirus: quienes tenían dicho sistema más
debilitado (ancianos y personas con otras patologías), han sido los primeros en morir. El
coronavirus es Naturaleza en estado puro: extermina a los débiles. El sistema capitalista añade a
los pobres y las minorías étnicas de las grandes urbes occidentales; y el discurso homeopático y
tecnofóbico siembra las semillas adecuadas para que esto ocurra. Cuando Greenpeace sostiene en
un vídeo sobre la COVID-19 que nos estamos quedando “sin vacuna natural”, no explican que la
única forma de desarrollar anticuerpos de forma natural contra el coronavirus es contrayendo la
enfermedad, y que esto tiene un coste en vidas humanas que nadie informado querría asumir.7

De hecho, más bien necesitamos lo contrario, emplear “vacunas no naturales”, porque con
las “naturales” se muere la gente. De ahí que sea precisamente la biotecnología, la tecnociencia, en
suma, quien actúe contra natura con objeto de evitar que la naturaleza haga con nosotros lo mismo
que con el resto de especies vivas. Tres décadas de discurso antibiotecnología sitúan estas
narrativas utópico/naturalistas, por mucho que las revistan de una pátina marxista, en el mismo

7 Greenpeace. Demos la vuelta al sistema. Reinventa. Minuto 0,17. En Youtube https://www.youtube.com/watch?v=XCGVdaMEy_c

www.bioeticayderecho.ub.edu - ISSN 1886-5887


Ensayo sobre la pandemia – Manuel Jesús López Baroni
Rev Bio y Der. 2020; 50: 113-131 | 124

lugar que los neoliberales que proponían en enero dejar que la pandemia siguiera su curso sin
más contemplaciones.

En esencia, la homeopatía es a la izquierda lo que el negacionismo climático a la derecha. La


única diferencia es que los neoliberales no tienen mala conciencia y exponen con claridad las
consecuencias de sus propuestas (Bolsonaro en Brasil, Johnson en Gran Bretaña o Trump en
Estados Unidos), mientras que desde la trinchera marxista se apela al “materialismo dialéctico” y
a la “juventud rebelde” (Radio Bayamo, 2020) para llegar al mismo sitio. En efecto, en plena
pandemia el Estado cubano ha promovido un producto homeopático para su población (Centro
para el Control Estatal de Medicamentos. Ministerio de Salud, 2020). Siglo y medio de
materialismo histórico y cientificismo socialista para que los usufructuarios de esta tradición la
arruinen abrazando el romanticismo alemán y su oscuro legado. Afortunadamente, y dado que
Homeópatas Sin Fronteras no existe (eso debe ser por algo), el régimen castrista no envió a ayudar
en la Lombardía a sus curanderos, sino a especialistas de contrastada experiencia, de ahí la
gratitud del pueblo italiano por el impagable auxilio prestado en tan graves momentos.8

La realidad es que, a pesar de la oposición de la iglesia católica o del puritanismo


norteamericano, en estos momentos estamos probando fármacos en mini-riñones obtenidos de
células madre embrionarias como potencial terapia, aunque se destruyan los embriones (Monteil
et al., 2020); y a pesar de la oposición ecologista y ecofeminista a los organismos modificados
genéticamente, también estamos empleando ingeniería genética para lograr vacunas cuanto antes
(v. gr., CRISPR, en ARRIGE, 2020). Los paralelismos son evidentes: el darwinismo es al
creacionismo de derechas lo que la biotecnología al creacionismo de izquierdas. Aquellos la
emprenden a golpes contra la investigación con embriones y estos contra los transgénicos. Sin
embargo, los tratamientos que se experimentan a contra reloj proceden de estas entidades
biológicas; las técnicas se basan en la edición genómica, en CRISPR, en el ADN recombinante, etc.;
y las disciplinas son la biotecnología, la biología sintética y la nano-bio-tecnología. La hipotética
vacuna saldrá de una combinación de estas técnicas. Y tendremos que contrastarla, verificarla,
demostrarla, evidenciarla, esto es, emplear el vocabulario tabú, pecaminoso y autoritario que
tanto detestan en las trincheras dogmáticas.

8 Bastan unas cuantas palabras de gratitud para comprender el calado de la ayuda prestada por los médicos cubanos: "’Fuimos
náufragos y nos socorristeis sin preguntarnos el nombre ni la procedencia. Tras meses de luto, angustia y dudas ahora vemos la luz’,
celebró Stefania Bonaldi, alcaldesa del municipio de Crema, en la región de Lombardía, la más afectada por el virus en el país”. El
Periódico. Efe. 23/05/2020. Por eso es una obscenidad la política estatal de promover en Cuba la homeopatía, política denunciada
precisamente desde la propia isla en una de sus más prestigiosas publicaciones, la Revista Anales de la Academia de Ciencias de Cuba
(González, 2015: “La homeopatía ha cobrado una numerosa cuota de muertes en diversos países, también en Cuba”).

www.bioeticayderecho.ub.edu - ISSN 1886-5887


Ensayo sobre la pandemia – Manuel Jesús López Baroni
Rev Bio y Der. 2020; 50: 113-131 | 125

En resumen, lo peor de todo es que saldremos de esta, pero la seducción intelectual


inherente al pensamiento mágico, al lenguaje oscuro y enrevesado, al esoterismo y a las verdades
ocultas, azuzado por los teólogos del ecologismo extremo, resurgirá pronto como si nada hubiese
sucedido. Nadie aceptaría unas matemáticas alternativas, sin embargo, nos hemos acostumbrado
a aceptar la legitimidad de la medicina alternativa, como si la pandemia no hubiese puesto a cada
uno en su sitio.

5. Pandemia como singularidad espanola, una reflexion personal

Millones de personas se han confinado, pero nuestro caso merece una reflexión aparte9. En
Occidente, ha sido el encierro más duro; en el mundo, solo nos ha superado China.

Italia cerró el país el día 7 de marzo. Si nosotros hubiésemos tomado medidas ese mismo
día, si hubiésemos suspendido actos colectivos, manifestaciones, etc., la izquierda de la izquierda
lo habría interpretado como un ataque a las mujeres10. El heteropatriarcado estaría empleando la
pandemia, gripe pasajera en aquellos aciagos días, para justificar un retroceso en los logros
históricos conseguidos por el feminismo. El gobierno se tambalearía y habríamos tenido que ir a
elecciones. Los medios y periodistas afines a esta interpretación ridiculizaban las llamadas de
alerta y jaleaban a los negacionistas. Antes se aplazaría la Navidad que el 8M. Todavía hoy
resuenan sus carcajadas en nuestros oídos.

Lombardía cayó el 21 de febrero. Si nosotros hubiésemos tomado medidas ese día, si


hubiésemos alertado a la población, restringido actos colectivos, etc., la derecha de la derecha lo
habría interpretado en clave conspiratoria. Un gobierno socialcomunista estaría empleando la
pandemia, ligero resfriado en aquellos temerarios días, para colectivizar el país, quemar iglesias y
arrojarnos a los brazos del chavismo venezolano11. Los medios y periodistas afines a esta
interpretación vertían veneno en la opinión pública un día sí y otro también. Todavía hoy
resuenan sus bulos en nuestros oídos.

El resultado de la colusión de ambas narrativas, machistas versus chavistas, ya lo


conocemos. Llegamos tarde. Sin duda, no habríamos podido evitar la pandemia, pero sí mitigar

9 Las aclaraciones a pie de página están dirigidas al público no español.


10 En España gobernaba en el momento de la pandemia un gobierno de izquierdas formado por una frágil coalición entre el partido
que ganó las últimas elecciones, PSOE, y Unidas Podemos.
11 Unidas Podemos, el partido minoritario que forma gobierno con el PSOE, estaría situado en el arco ideológico en la
socialdemocracia, pero desde los medios conservadores se les acusa de filocomunistas y de simpatías con el chavismo venezolano. El
hecho de que en el gobierno haya al menos un ministro comunista se explota como un filón.

www.bioeticayderecho.ub.edu - ISSN 1886-5887


Ensayo sobre la pandemia – Manuel Jesús López Baroni
Rev Bio y Der. 2020; 50: 113-131 | 126

mejor sus efectos. Cada grupo imputaba al otro querencia por un cambio de régimen o por un
golpe de estado12, con lo que nos quedamos quietos y apretujados, como el ganado ante el lobo,
esperando acontecimientos. En nuestro país, cualquier acontecimiento contemporáneo hay que
retrotraerlo a la II República, la guerra, la posguerra, el franquismo y la Transición, de forma que,
cuando logramos centrarnos, el acontecimiento ha saltado sobre nuestras cabezas, y esta vez de
forma literal. Por eso llegamos tarde.

El 3 de marzo la televisión pública española nos tranquilizaba con el dato de que la


pandemia había causado en el mundo menos decesos que la gripe en España el año anterior, 6.000
muertos (RTVE “Cinco datos para poner en su sitio la alarma social por el coronavirus”). Con
pánico indescriptible contemplamos cómo poco después fallecían de media casi mil personas al
día durante dos interminables meses, con un pico de veinte mil muertos en tan solo una semana,
primera de abril,13 justo un mes después del placebo emitido por RTVE. Retomando nuestro
traumático hilo histórico, no sucedía algo así desde la guerra civil, ni las pérdidas, ni la
propaganda. El eslogan que siguió en los inicios de la pandemia la jerarquía comunista de Wuhan
(“a los jefes no se les da malas noticias”) provocó un retraso irreparable en la toma de decisiones
en el régimen chino. Pues bien, esta máxima sería también aplicable al caso español.

Por si fuera poco, el cúmulo de despropósitos, ocurrencias e improvisaciones que sucedió


al cierre de nuestro país será difícil de olvidar (v. gr., “las mascarillas no son necesarias porque no
tenemos”). Con todo, nada simboliza mejor nuestro surrealista confinamiento que observar cómo,
mientras el mundo se hundía literalmente bajo nuestros pies, la propiedad más valiosa en nuestro
país era una mascota. En efecto, en plena catástrofe planetaria asistimos con estupor e
incredulidad a un momento animalista, dado que el Real Decreto que declaró el estado de alarma
y el confinamiento generalizado de la población permitió a los dueños de las mascotas sacarlas a
pasear sin limitación de horario, en contraste con el hundimiento de las empresas, la
imposibilidad de velar a los muertos (Comité de Bioética de España, 2020b) o el coste anímico que
tuvo para los niños un encierro de casi dos meses. Para más inri, en el momento en que se acordó
dicha medida ni siquiera sabíamos si los perros y los gatos transmitían el coronavirus.

Una vez superado el trance, no sabemos si temporalmente, el presidente del gobierno


exhibe como una proeza sin igual haber padecido la mayor tasa de mortalidad de Occidente a

12 Para la izquierda, la extrema derecha quería tensar la situación durante la pandemia, responsabilizando al gobierno de lo sucedido,
para provocar un golpe de estado militar. Para la derecha, la extrema izquierda quería aprovechar el confinamiento motivado por el
coronavirus para derrocar la monarquía y proclamar la III República.
13 El Instituto Nacional de Estadística informó el día 3 de junio de 2020 que, entre el 15 de marzo, fecha de la declaración del estado
de alarma, y el 11 de mayo, fecha de inicio de la desescalada, fallecieron 47.000 personas (de más), tomando como referencia los
decesos de esas mismas semanas en los años anteriores.

www.bioeticayderecho.ub.edu - ISSN 1886-5887


Ensayo sobre la pandemia – Manuel Jesús López Baroni
Rev Bio y Der. 2020; 50: 113-131 | 127

pesar de haber ordenado el encierro más duro (v. gr., “Salimos más fuertes”14); la oposición
aprovecha para volcar su resentimiento hacia los logros sociales de las mujeres (v. gr., las
“marchas de la muerte”15) o hundir aún más la moral de la sanidad pública (v. gr., “no teníamos la
mejor sanidad del mundo”16); y uno de los pocos partidos que mostró apoyo a las medidas más
sensatas sin hacer ruido, el único dirigido por una mujer,17 está condenado a desaparecer, ya que
no se mostró lo suficientemente tribal a los ojos de sus electores. Con un panorama como este, no
es de extrañar que la única política de Estado propiamente dicha sea esperar a que el virus se
diluya solo.

Esto nos lleva al problema de la toma de decisiones colectivas cuando lo que está en juego
trasciende las narrativas partidistas y la perspectiva electoralista.

En el libro Guerra Mundial Z (Max Brooks), los zombis arrasan todo el planeta, salvo Israel,
que construye a tiempo un alto muro para protegerse. Cuando les preguntan cómo pudieron
tomarse en serio la amenaza, contestaron que, si en una comisión nueve personas expertas están
a favor de algo, la décima debe contradecir esta opinión de forma imperativa. En 1943, no se
creyeron que estaban siendo exterminados; en 1972, que iban a masacrar a sus atletas; y en 1973,
que iban a ser atacados por los árabes. Decidieron tomarse en serio las amenazas. Cualquier
amenaza.

Pues bien, nos ha faltado un décimo hombre. No podemos delegar la toma de decisiones, en
situaciones donde hay tanto en juego, en un único líder, por muy representativo, carismático o
agraciado que nos resulte. Elegir un gobierno no puede suponer vender nuestra alma. La
composición de los futuros comités de expertos sea en bioética, sea en temáticas similares, deberá
tener un alto nivel de independencia ideológica y política, con objeto de que puedan contemplar,
analizar y evaluar las opciones más extremas, por estrafalarias que resulten a los legos. Ha habido,
y habrá, demasiado en juego como para que todo siga igual cuando esto termine.

14 Ante el estupor general, la campaña institucional del gobierno apareció en los principales periódicos españoles al inicio del
desconfinamiento con este eslogan.
15 La extrema derecha española aprovechó la coyuntura para imputar al feminismo la causa de la propagación del coronavirus. Las
“marchas de la muerte” se referían a las manifestaciones feministas del 8 de marzo. Obviamente, este grupúsculo no abogaría por su
aplazamiento, que es lo que se debía haber hecho este año, sino por su extinción, que es algo bien diferente.
16 En los periódicos más conservadores se repetía machaconamente esta frase, como si la culpa de las muertes fuese la sanidad pública
y no los recortes de los últimos años.
17 Inés Arrimadas, dirigente de Ciudadanos, un partido de corte liberal bastante alejado, por ejemplo, de Unidas Podemos, pero que
sin embargo apoyó al gobierno proporcionando estabilidad en la toma de decisiones en un contexto especialmente singular y sin
antecedentes. Otros políticos, de diferente signo ideológico, también adoptaron medidas sensatas y consensuadas con completa
independencia de la estrategia electoral del partido al que pertenecían.

www.bioeticayderecho.ub.edu - ISSN 1886-5887


Ensayo sobre la pandemia – Manuel Jesús López Baroni
Rev Bio y Der. 2020; 50: 113-131 | 128

En efecto, dados los riesgos inherentes a la biotecnología, la biología sintética, la


nanotecnología o la inteligencia artificial, quizá lo sucedido sea una lección para el futuro
inmediato. Debemos tener presente cómo, a pesar de haber visto venir esta pandemia a cámara
lenta, no deja de sorprender la rapidez con que ha paralizado nuestra civilización. Pues bien, las
denominadas tecnologías disruptivas pueden desencadenar procesos similares, esto es, globales,
estructurales y demasiado vertiginosos como para tomar medidas a tiempo. Superamos este
trance, pero lo debemos tomar como un aviso de nuestra fragilidad y del enorme poder
desestabilizador de las tecnologías que estamos manejando en estos momentos.

6. Conclusiones

Hemos examinado cuatro perspectivas, ética, política, terapéutica y local de un mismo problema
que parece va a convivir largo tiempo con nosotros. Las conclusiones que podemos extraer son
las siguientes:

1. La legislación no regula el triaje porque nadie es capaz de enfrentarse a ese problema. Los
debates entre neokantianos y utilitaristas, con sus ricas, variadas y floridas escuelas, no solo no
resuelven la cuestión, sino que la ahondan, ya que ambas corrientes acaban en aporías
insolubles. Los primeros, porque en última instancia defienden que quien primero llegue a un
respirador, se quede con él hasta que sane o muera; y los segundos, porque acaban
proponiendo un carné social a la china (el “valor social” del individuo). El fracaso, tanto en la
vertiente académica como en la legislativa, conlleva que se ceda el problema a los médicos, que
han de tomar las decisiones guiándose por criterios que la sociedad no quiere conocer
explícitamente. En última instancia, las cosas son blancas o negras, esto es, si hay un respirador
y dos potenciales pacientes ingresados por la Covi-19, hay que elegir a uno. Y nadie quiere que
ese proceso de toma de decisiones se recoja por escrito porque nos resulta insoportable
afrontarlo.

2. La gravedad de la pandemia nos conduce hacia una justificación teórica del control de la
población para el que no estábamos preparados. En realidad, no es algo nuevo, sino legado por
el régimen chino. Durante las últimas tres décadas, la dictadura oriental ha ido perfeccionando
los mecanismos de vigilancia de su pueblo, de forma que, cuando apareció el coronavirus, ya
estaban psicológica y jurídicamente preparados. Nosotros no. La necesidad de saber quién está
contagiado, quiénes son sus contactos, etc., redirige a las democracias parlamentarias
occidentales hacia escenarios tecnocientíficos que hasta hace poco solo podían hallarse en la

www.bioeticayderecho.ub.edu - ISSN 1886-5887


Ensayo sobre la pandemia – Manuel Jesús López Baroni
Rev Bio y Der. 2020; 50: 113-131 | 129

literatura o en el cine. Cuanto más se tarde en lograr una vacuna, más estructural será el
acomodamiento psicológico de la población a esta realidad.

3. Si Trump propone la lejía como remedio para el coronavirus, los obispos reniegan de la vacuna
por emplearse supuestamente moléculas abortivas, y Bolsonaro o Johnson minusvaloran
públicamente la importancia de la pandemia para preservar sus macromagnitudes económicas,
una buena parte de la sociedad se rasga (con razón) las vestiduras. Pero si Greenpeace rechaza
la biotecnología, el régimen marxista cubano declara la homeopatía una política de estado y la
izquierda alternativa se aferra a las pseudoterapias, entonces ese mismo sector mediático
guarda (sin razón) silencio. Sin embargo, ambas narrativas, a izquierda y derecha, conducen a
la gente al mismo lugar, esto es, al matadero, ya que el coronavirus afecta principalmente a las
personas con el sistema inmunitario más deprimido, por edad, por patologías previas y, es
conveniente resaltarlo, dada la querencia de parte de la izquierda por la homeopatía, por
motivos sociales. Promover las pseudoterapias o la adquisición de la inmunidad natural (previa
exposición a la enfermedad, porque si no, no se logra) sitúa esta forma de ecologismo
pseudomarxista en la misma línea del neoliberalismo más extremo, esto es, en la promoción
del darwinismo social.

4. Algún día se estudiará en los libros cómo España vio venir a cámara lenta la pandemia y no
reaccionó hasta que fue tarde. Es un fracaso social y político, no solo del gobierno. Resulta
paradójico que un país tan descentralizado haya dependido, a la hora de la verdad, de la
decisión de una única persona, su presidente. Quizá sea esta la lección que mejor podamos
aprender: no podemos delegar la vida de tanta gente en tan pocas manos. Y esa lección es la
que debemos trasladar a las tecnologías disruptivas/exponenciales (biotecnología, inteligencia
artificial, etc.), dado que su poder para desvertebrar estructuralmente una sociedad es muy
superior a nuestra capacidad de previsión y/o reacción.

Referencias

 ARRIGE. Association for Responsible Research and Innovation in Genome Editing. En


https://arrige.org/php. Última visita, mayo de 2020.

 Agencia Española de Protección de Datos. Gabinete Jurídico. (2020): Informe en el que se


analiza el tratamiento de datos personales en relación con la situación derivada de la extensión
del virus Covid-10. Ref. 17/2020.

www.bioeticayderecho.ub.edu - ISSN 1886-5887


Ensayo sobre la pandemia – Manuel Jesús López Baroni
Rev Bio y Der. 2020; 50: 113-131 | 130

 Centro para el Control Estatal de Medicamentos, Equipos y Dispositivos Médicos. Ministerio


de Salud Pública de Cuba. En https://www.cecmed.cu/registro/rcp/prevenghor-vir. Última
entrada: mayo de 2020.

 Comisión UE. Recomendación (UE) 2020/518 de la Comisión de 8 de abril de 2020 relativa a un


conjunto de instrumentos comunes de la Unión para la utilización de la tecnología y los datos a
fin de combatir y superar la crisis de la COVID-19, en particular por lo que respecta a las
aplicaciones móviles y a la utilización de datos de movilidad anonimizados. 08/04. Diario Oficial
de la Unión Europea. L 114/7.

 Comité de Bioética de España: (2020a): Informe sobre los aspectos bioéticos de la priorización
de recursos sanitarios en el contexto de la crisis del coronavirus. 23/03.

 _______ (2020b): Declaración sobre el derecho y deber de facilitar el acompañamiento y la


asistencia espiritual a los pacientes con COVID-19 al final de sus vidas y en situaciones de especial
vulnerabilidad.

 _______ (2020c): Requisitos ético-legales en la investigación con datos de salud y muestras


biológicas en el marco de la pandemia de covid-19.

 Crespo, J; Calleja, J. L.; Zapatero, A. (2020): Widespread COVID-19 infection among Spanish
healthcare professionals did not occur by chance. British Medical Journal. June 1.

 Emanuel et al. (2020): Fair Allocation of Scarce Medical Resources in the Time of COVID-19.
NEJM, 23&03.

 European Union Agency for Fundamental Rights (FRA) (2020): Coronavirus COVID-19
outbreak in the EU Fundamental Rights Implications. 24 March.

 European Data Protection Board (2020): European Data Protection Board (2020): Statement
on the processing of personal data in the context of the COVID-19 outbreak. 19 March.

 González Arias, A. (2015): Apuntes para una historia sobre la medicina alternativa en Cuba-
IV. Remedios homeopáticos y nosodes. Revista Anales de la Academia de Ciencias de Cuba. Vol.
5. Nº 1.

 Observatorio de Bioética y Derecho (2020): Recomendaciones para la toma de decisiones éticas


sobre el acceso de pacientes a unidades de cuidados especiales en situaciones de pandemia.
Documento de consenso del OBD.

 Organización Panamericana de la Salud (2020): Acciones de alistamiento en hospitales para


la respuesta al COVID-19. 10/02.

www.bioeticayderecho.ub.edu - ISSN 1886-5887


Ensayo sobre la pandemia – Manuel Jesús López Baroni
Rev Bio y Der. 2020; 50: 113-131 | 131

 Ministerio de Sanidad y Consumo. Gobierno de España (2020): Manejo clínico del COVID-19:
unidades de cuidados intensivos. 18/05.

 Monteil et al. (2020): “Inhibition of SARS-COV-2 infections in engineered human tissues using
clinical-grade soluble human ACE2”. Cell, 181, 4, 14 May. Pp. 905-913.

 SEMICYUC, Grupo de Trabajo de Bioética de la Sociedad Española de Medicina Intensiva,


Crítica y Unidades Coronarias (2020): Recomendaciones éticas para la toma de decisiones en la
situación excepcional de crisis por pandemia covid-19 en las unidades de cuidados intensivos.

 The Hasting Center (2020): Ethical Framework for Health Care Institutions Responding to Novel
Coronavirus SARS-COV-2 (COVID-19). Guidelines for Institutional Ethics Services Responding to
COVID-19. Managing Uncertainly: Safeguarding Communities, Guiding Practice. March, 16.

 TOMADO DE JUVENTUD REBELDE. CMKX RADIO BAYAMO (2020): “¿En qué consiste y cómo
usar el medicamento homeopático Prevengho-Vir?” En
http://www.radiobayamo.icrt.cu/2020/04/06/en-que-consiste-y-como-usar-el-
medicamento-homeopatico-prevengho-vir/ Última visita. Mayo de 2020.

Fecha de recepción: 1 de julio de 2020


Fecha de aceptación: 15 de julio de 2020

www.bioeticayderecho.ub.edu - ISSN 1886-5887


La compartición internacional de datos personales relativos a la salud en tiempos de la COVID-19:
aspectos éticos y legales para el impulso de la necesaria cooperación – Mikel Recuero Linares
Rev Bio y Der. 2020; 50: 133-148

Revista de Bioética y Derecho


Perspectivas Bioéticas
www.bioeticayderecho.ub.edu - ISSN 1886-5887

DOSSIER CUESTIONES BIOÉTICAS DE LA PANDEMIA COVID-19


La compartición internacional de datos personales relativos a la
salud en tiempos de la COVID-19: aspectos éticos y legales para el
impulso de la necesaria cooperación

The international sharing of personal data concerning health in


times of the COVID-19: Ethical and legal issues for the impulse of a
necessary cooperation

La compartició internacional de dades personals relatives a la


salut en temps de la COVID-19: aspectes ètics i legals per a l'impuls
de la necessària cooperació

MIKEL RECUERO LINARES *

* Mikel Recuero Linares. Investigador G.I. Cátedra de Derecho y Genoma Humano, Departamento de Derecho
Público, Universidad del País Vasco UPV/EHU, Bilbao (España). Email: mikel.recuero@ehu.eus.
Este artículo se ha realizado en el marco del proyecto de colaboración internacional entre la Unión Europea y
Canadá “EUCANCan” (European-Canadian Cancer Network): A federated network of aligned and
interoperable infrastructures for the homogeneous analysis, management and sharing of genomic oncology
data for Personalized Medicine (European Union’s Horizon 2020 research and innovation programme and the
Canadian Institutes of Health Research under grant agreement N. 825835).

Copyright (c) 2020 Mikel Recuero Linares


Esta obra está bajo una licencia de Creative Commons Reconocimiento-NoComercial-SinObraDerivada 4.0
Internacional.
La compartición internacional de datos personales relativos a la salud en tiempos de la COVID-19:
aspectos éticos y legales para el impulso de la necesaria cooperación – Mikel Recuero Linares | 134
Rev Bio y Der. 2020; 50: 133-148

Resumen
El presente artículo ambiciona defender la necesidad y la virtualidad de emprender una acción
colectiva, primero, paneuropea y luego, internacional para hacer frente con la mayor celeridad,
eficiencia y eficacia posibles a la emergencia sanitaria suscitada por la COVID-19, abordando,
específicamente, la problemática ética y legal de la compartición internacional de datos
personales. Todo ello con la firme pretensión de lograr una mayor y mejor cooperación
internacional en materia de investigación médico-científica con datos de carácter personal.

Palabras clave: compartición internacional; transferencias internacionales; datos personales;


datos de salud; datos sensibles; cooperación; COVID-19.

Abstract
This article aims to defend the need of taking a pan-European and international collective action
to tackle as rapidly, efficiently and effectively as possible the public health emergency caused by
the COVID-19, addressing, specifically, the ethical and legal issues of the international sharing of
personal data. On the whole, intending to improve international cooperation in medical and
scientific research with personal data.

Keywords: international data sharing; international transfers; personal data; data concerning
health; special category data; cooperation; COVID-19.

Resum
El present article ambiciona defensar la necessitat i la virtualitat d'emprendre una acció
col·lectiva, primer, paneuropea i després, internacional per fer front amb la major celeritat,
eficiència i eficàcia possibles a l'emergència sanitària suscitada per la COVID-19, abordant,
específicament, la problemàtica ètica i legal de la compartició internacional de dades personals.
Tot això amb la ferma pretensió d'aconseguir una major i millor cooperació internacional en
matèria d'investigació medico-científica amb dades de caràcter personal.

Paraules claus: compartició internacional; transferències internacionals; dades personals; dades


de salut; dades sensibles; cooperación; COVID-19.

www.bioeticayderecho.ub.edu - ISSN 1886-5887


La compartición internacional de datos personales relativos a la salud en tiempos de la COVID-19:
aspectos éticos y legales para el impulso de la necesaria cooperación – Mikel Recuero Linares | 135
Rev Bio y Der. 2020; 50: 133-148

1. Introduccion y estado de la cuestion

A la hora de escribir estas líneas, la COVID-19 se había convertido ya en la primera pandemia


declarada del siglo XXI. La elevada proporción de afectados que requieren de un ingreso
hospitalario prolongado, que involucra el uso de recursos ya de por sí escasos, ha requerido de
una demanda extraordinaria y sostenida de asistencia sanitaria imposible de satisfacer
adecuadamente por unos sistemas sanitarios saturados y unos proveedores de servicios
comunitarios esenciales que no se encontraban preparados.

Ante esta situación, se hace necesario pensar en nuevas herramientas capaces de apoyar a
las tradicionales en la lucha contra una amenaza tan extraordinaria como la que nos atañe.
Estamos asistiendo a una auténtica revolución tecnológica –a marchas forzadas– en la que se está
exaltando el recurso a tecnologías de observancia, procesamiento y explotación de datos
(personales y no personales) que anteriormente venían causando fuertes reticencias éticas y
jurídicas: la geolocalización, la videovigilancia, la biometría o la inteligencia artificial, entre otras.

Dichas propuestas, como no podría ser de otra forma, han venido acompañadas de
insondables debates en literatura académica y científica, pues no puede ni debe obviarse que la
utilización de datos personales compromete, entre otros, la privacidad y el derecho a la
autodeterminación informativa de las personas.

Sin embargo, esta vorágine de producción científico-jurídica apenas ha llegado a tañer uno
de los instrumentos que, a nuestro juicio, resulta crucial, no solo para la superación de la presente
crisis sanitaria, sino también para la eventual prevención y evitación de posteriores emergencias
similares: la consecución de una comunidad científica e investigadora paneuropea e internacional
con acceso a grandes cantidades de datos de manera estable, segura y controlada.

Negar, pues, que nos encontramos ante un problema supranacional que requiere respuestas
unitarias es poco menos que una aproximación aislacionista –e incluso, egoísta–. La construcción
de una comunidad científica paneuropea e internacional es una demanda histórica del sector
médico, investigador y científico, tal y como hemos venido sosteniendo1. La globalización en el uso
y explotación de datos personales lleva años produciéndose en el sector privado (finanzas,
seguros, analítica, publicidad, servicios de internet etc.). No obstante, su uso con fines de
investigación ha tenido que hacer frente, tradicionalmente, a fuertes reticencias sociales, éticas y
jurídicas.

1 Recuero, M. “La investigación científica con datos personales genéticos y datos relativos a la salud: perspectiva europea ante el
desafío globalizado”. Premios de Investigación en Protección de Datos Personales Emilio Aced 2019 de la Agencia Española de
Protección de Datos. Madrid, 20 de noviembre de 2019.

www.bioeticayderecho.ub.edu - ISSN 1886-5887


La compartición internacional de datos personales relativos a la salud en tiempos de la COVID-19:
aspectos éticos y legales para el impulso de la necesaria cooperación – Mikel Recuero Linares | 136
Rev Bio y Der. 2020; 50: 133-148
Con este artículo pretendemos contribuir al impulso de una mayor y mejor cooperación
internacional, abordando, específicamente, la problemática ética y jurídica de la compartición
internacional de datos personales; no tanto como un debate vacuo sin pretensiones prácticas, sino
como una auténtica declaración de necesidad, proporcionalidad y conveniencia para:

1. Aunar respuestas, medidas, criterios y esfuerzos en materia de vigilancia y control


epidemiológicos.

2. Compartir conocimientos comunes y resultados (precisos, exactos, veraces y verificables) de


las medidas de control de la pandemia adoptadas por los diversos Estados y regiones.

3. Acelerar la investigación de nuevos medios y pruebas de diagnóstico, fármacos, tratamientos


o vacunas desde un enfoque de cooperación y solidaridad paneuropea e internacional.

4. Procurar la creación, impulso y permanencia de una comunidad médico-científica


internacional, con acceso seguro, fiable y controlado a diversidad de datasets que puedan
contribuir a la anticipación de futuras epidemias similares.

Todo ello, con la firme convicción de que la COVID-19 constituya un verdadero punto de
inflexión, un game changer, como acertadamente lo describe el Supervisor Europeo de Protección
de Datos (EDPS)2. Cabe preguntarse, por ende, si la presente situación supondrá un cambio en la
concepción colectiva que existe actualmente sobre el RGPD3. Que seamos conscientes de que el
uso de datos con fines de investigación médica o científica es plenamente compatible con nuestros
principios éticos y de protección de datos personales. Que estos no se erigen ni deben
contemplarse como un obstáculo a la protección de la salud pública ni a la investigación –como
tanto se está incidiendo–. Que se trata, fundamentalmente, de un problema de falta de voluntad
que hemos venido arrastrando, tanto política –falta de consenso– como social –desconfianza y
negación– y económica –falta de medios y recursos–.

2 EDPS. “The moment you realise the world has changed: re-thinking the EDPS Strategy”. EDPS Blog [en línea]. 20 de marzo de 2020.
3 Ikeda, S. “Coronavirus Adds an Extra Layer of Challenge to Collection and Handling of Health Data Under the GDPR”. CPO Magazine
[en línea]. 23 de marzo de 2020.

www.bioeticayderecho.ub.edu - ISSN 1886-5887


La compartición internacional de datos personales relativos a la salud en tiempos de la COVID-19:
aspectos éticos y legales para el impulso de la necesaria cooperación – Mikel Recuero Linares | 137
Rev Bio y Der. 2020; 50: 133-148

2. La necesidad de compartir internacionalmente datos personales


con fines de investigacion: sentando las bases de una cooperacion
medico-científica internacional

El pasado 6 de abril de 2020, el EDPS hizo un llamamiento público a la adopción de un enfoque


paneuropeo para la superación de la pandemia, mediante un texto que abogaba por una
“Solidaridad Digital Europea”.4

La declaración del Supervisor es un paradigma inmejorable de lo que pretendemos


transmitir por medio del presente artículo. Es un ejemplo de lo “pequeño y conectado que es
nuestro mundo, de lo similares que son nuestros problemas y de lo importante que es afrontarlos
juntos buscando la fuerza y la firmeza entre nuestras naciones”5. Imprescindible se hace la
mención que se realiza del Considerando 4 del RGPD: “el tratamiento de datos personales debe
estar concebido para servir a la humanidad”, por lo que, en ningún caso, debemos contemplar
dicha normativa como un pretexto o excusa para no actuar; pues también existirá responsabilidad
por no utilizar todas las herramientas que tenemos en nuestras manos para luchar contra la
pandemia6. Se realiza, finalmente, un llamamiento a la “solidaridad digital”, destacándose las
virtudes del recurso a la cooperación y a la tecnología para servir a la protección de los valores
humanos más fundamentales y abandonándose, con ello, una perspectiva meramente económica
y privativa de los bienes y servicios digitales, que tanto descrédito y desconfianza ha sembrado.

La adopción de este enfoque de cooperación paneuropea no debería ser, a estas alturas una
declaración ad hoc. Debería ser una actitud inherente a unos Estados que durante años vienen
delegando soberanía en instituciones de gobernanza común y que han decidido, motu proprio,
dotarse de mecanismos normativos comunes en el marco de un largo proceso de construcción e
integración de naciones y culturas. La solidaridad europea es un valor intrínseco a la unión de la
Unión. Tenemos la fulgurante oportunidad de aprovechar los mecanismos comunes de los que nos
hemos dotado para erigirnos como una auténtica referencia mundial en cooperación médico-
científica. Pero, además, tenemos la ocasión inmejorable de demostrar que el estándar europeo
de privacidad, tan injustamente denostado y criticado en muchas ocasiones, es plenamente
compatible con el progreso científico y económico, y que es capaz de hacer frente a situaciones de
excepcionalidad sin realizar concesiones desproporcionadas para con otros derechos
fundamentales. Si anhelamos, pues, la compartición internacional de datos personales pro

4 EDPS. EU Digital Solidarity: a call for a pan-European approach against the pandemic. 6 de abril de 2020. Disponible en:
https://edps.europa.eu/sites/edp/files/publication/2020-04-06_eu_digital_solidarity_covid19_en.pdf
5 Idem.
6 Idem.

www.bioeticayderecho.ub.edu - ISSN 1886-5887


La compartición internacional de datos personales relativos a la salud en tiempos de la COVID-19:
aspectos éticos y legales para el impulso de la necesaria cooperación – Mikel Recuero Linares | 138
Rev Bio y Der. 2020; 50: 133-148
investigación de una manera segura, proporcional y respetuosa con la privacidad y la ética: ¿existe
mejor forma de hacerlo que predicando con el ejemplo?

La cooperación paneuropea no debe ser sino el principio, pues situaciones como la presente
requieren enfoques y respuestas que los ámbitos regionales no pueden abarcar. Al fin y al cabo,
¿podría una catástrofe sanitaria y humanitaria que es inaceptable en China ser aceptable en el
Reino Unido o en Estados Unidos?7

Por ello, abogamos en el presente artículo por la adopción de un enfoque de cooperación


internacional. En primer lugar, porque el brote actual no ha hecho sino demostrar que un
problema de salud pública de una sola nación, en un mundo conectado y globalizado, puede
convertirse pronto en un problema mundial8. En segundo lugar, porque la compartición rápida y
eficiente de datos es la base para la acción en materia de salud pública9, así como la cooperación
transparente entre Estados, agencias e instituciones10. En tercer lugar, porque un control efectivo
y una adecuada adopción de decisiones desde el punto de vista epidemiológico requieren la
obtención de datos precisos y en tiempo real11, así como comprender que los datos poco precisos
o defectuosos pueden convertirse en una auténtica “bala de plata” que lleve a las autoridades a la
toma de decisiones inadecuadas12. En última instancia, porque la cooperación es, asimismo,
imprescindible en un enfoque multidisciplinar, involucrando a pluralidad de sectores e incluso a
multitud de áreas y especialistas dentro de la propia medicina.13

Por todo ello, consideramos que resulta esencial abogar por una perspectiva global que
ofrezca soluciones generalmente aplicables y que se estatuya en vastos principios de solidaridad
y proporcionalidad. Y ello, como se verá a continuación, no conlleva ni debe conllevar renuncias a
nuestros más fundamentales principios éticos y jurídicos.

7 Wolf, M. “This pandemic is an ethical challenge”. Financial Times [en línea]. 24 de marzo de 2020.
8 Mattiuzzi, C.; Lippi, G. “Which lessons shall we learn from the 2019 novel coronavirus outbreak?” Annals of translational medicine.
Vol. 8,3 (2020): 48.
9 Moorthy, V., Henao R.; et. al. “Data sharing for novel coronavirus (COVID-19)”. Bulletin of the World Health Organization. 98 (3), p.
150.
10 McCloskey B, Heymann D.L. “SARS to novel coronavirus - old lessons and new lessons”. Epidemiology & Infection. Cambridge
University: 2020 Feb 5, 148, p. 2.
11 Rivas, A.; Patron, J.; et. al. “Geo-Temporal, Network Properties of the Chinese COVID-19 Epidemic”. The Lancet.
12 Ringrose, K. “Privacy and Pandemics: a Thoughtful Discussion”. Future of Privacy Forum.
13 El Zowalaty, M.; Järhult, J. “From SARS to COVID-19: A previously unknown SARS- related coronavirus (SARS-CoV-2) of pandemic
potential infecting humans – Call for a One Health approach”. One Health. 24 de febrero de 2020.

www.bioeticayderecho.ub.edu - ISSN 1886-5887


La compartición internacional de datos personales relativos a la salud en tiempos de la COVID-19:
aspectos éticos y legales para el impulso de la necesaria cooperación – Mikel Recuero Linares | 139
Rev Bio y Der. 2020; 50: 133-148

3. Aspectos eticos

Como venimos sosteniendo, cualquier tipo de análisis que pretenda realizarse sobre un contexto
como el que se nos presenta debe partir necesariamente de reconocer lo evidente: la propia
declaración de una emergencia sanitaria como pandemia entraña, por sus propias características,
una escala y alcance globales. De hecho, si algo ha quedado patente es que hemos de pasar
necesariamente desde un enfoque atomizado, basado en el individuo como unidad esencial en la
arquitectura de la sanidad pública a otro en el que es, por el contrario, el colectivo, en cuanto que
grupos de pacientes o ciudadanos o, incluso, la sociedad en su conjunto, el que ha de primar en la
toma de decisiones o en el establecimiento de la primacía de intereses. Estamos, en este sentido,
profundamente de acuerdo con nuestros colegas del Observatori de Bioética i Dret cuando
sostienen que

“una emergencia de salud pública puede obligar a cambiar la práctica de los


profesionales, es decir, a modificar los estándares de atención, de tal manera que el
profesional haya de priorizar su deber hacia la comunidad sobre los deberes de respeto
al individuo”. 14

No se nos escapa que, en principio, lo que acabamos de señalar iría claramente en contra de
lo manifestado por los documentos más importantes de entre todos los que se refieren a la
investigación en bioética. No olvidemos en este sentido lo que señala la Declaración de Helsinki15
en su principio 8 o el artículo 2 del Convenio de Oviedo16, que prácticamente lo reproduce: “el
interés y el bienestar del ser humano deberán prevalecer sobre el interés exclusivo de la sociedad
o la ciencia”.

No hay que olvidar, no obstante, que ambos documentos tienen, al menos en sus versiones
originales, ya cierta antigüedad, lo que se traduce en ciertas taras que merman su acierto17. Es,
además, necesario destacar que la Declaración de Helsinki surge, como otros muchos documentos
relacionados con la investigación biomédica, en un contexto en el que todavía se hallaban bien

14 Observatori de Bioética i Dret. “Recomendaciones para la toma de decisiones éticas sobre el acceso de pacientes a unidades de
cuidados especiales en situaciones de pandemia”. Documento de consenso del OBD, marzo 2020:
http://www.bioeticayderecho.ub.edu/sites/default/files/doc_recom-pandemia.pdf
15 Declaración de Helsinki de la AMM. Adoptada por la 18ª Asamblea Médica Mundial, Helsinki, Finlandia, junio 1964 y enmendada
por la 64ª Asamblea General, Fortaleza, Brasil, octubre 2013.
16 Convenio del Consejo de Europa para la protección de los derechos humanos y la dignidad del ser humano respecto de las
aplicaciones de la biología y la medicina, conocido también como Convenio sobre Derechos Humanos y Biomedicina o “Convenio de
Oviedo”, de 1997.
17 De Miguel Beriain, I.; Lazcoz, G. “El Convenio de Oviedo, veinte años después de su firma. Algunas sugerencias de enmienda”. Revista
Quaestio Iuris, 2018.

www.bioeticayderecho.ub.edu - ISSN 1886-5887


La compartición internacional de datos personales relativos a la salud en tiempos de la COVID-19:
aspectos éticos y legales para el impulso de la necesaria cooperación – Mikel Recuero Linares | 140
Rev Bio y Der. 2020; 50: 133-148
presentes los horrores cometidos por la experimentación realizada perjudicando seriamente la
salud e incluso la vida de los afectados, ya fuera en el contexto de la II Guerra Mundial o,
posteriormente, en casos tan famosos como el de Tuskegee.18

Esta necesaria defensa de bienes esenciales para el individuo como los citados no debería,
en ningún caso, interpretarse, en sentido contrario, como una pertinaz negativa al predominio de
sus intereses y derechos frente a los intereses de la sociedad en su conjunto, sobre todo en un
contexto en el que esto puede dificultar la adopción de medidas pertinentes para adoptar
decisiones globales susceptibles de salvar vidas. Pertinente resulta, pues, a nuestro juicio, que si
el uso de los datos obtenidos en la investigación biomédica pueden servir para establecer
patrones de respuesta a tratamientos, o si otro tipo de datos son susceptibles de facilitar las
decisiones de salud pública no sólo existe la posibilidad, sino el deber de proceder a habilitar los
mecanismos éticos y jurídicos que hagan viables estas opciones. Así lo demanda una
interpretación cabal del principio de beneficencia, que nos obliga a hacer todo lo posible para
salvar vidas humanas, a través de una intervención activa que permita aprovechar al máximo los
recursos a nuestro alcance. Y es que, como indica acertadamente el Nuffield Council on Bioethics:

“para evaluar y predecir las tendencias de las enfermedades infecciosas es


aceptable que se recojan y utilicen datos anónimos sin consentimiento, siempre que se
reduzca en la medida de lo posible la invasión de la intimidad. Puede justificarse
éticamente la recopilación de datos no anónimos sobre personas sin consentimiento si
ello significa que se evitará un daño significativo a los demás”.19

Nótese, en todo caso, que lo que acabamos de señalar no pretende ser una llamada a
vulnerar derechos individuales fundamentales, como la privacidad, en aras de preservar otros
superiores. La manida teoría de la balanza, que viene a oponer necesariamente unos derechos y
otros resulta tan falaz como inoportuna. Quizás sea ahora el momento de recordar que
disponemos de mecanismos técnicos y jurídicos suficientes como para garantizar ese derecho a la
privacidad y protección de datos sin comprometer la decidida defensa de la salud pública. La
cuestión radica, a nuestro juicio, utilizar nuestro ingenio para proponer fórmulas éticas y jurídicas
capaces de ofrecer respuestas sólidas a las nuevas necesidades presentes, respetando siempre el
principio de proporcionalidad, que resulta fundamental no sólo en lo que atañe al uso de datos,

18 Reverby, S.M. More than Fact and Fiction: Cultural Memory and the Tuskegee Syphilis Study. Hastings Center Report. 2001; 31: 22-
28.
19 Nuffield Council nn Bioethics. Guide to the ethics of surveillance and quarantine for novel coronavirus. 10 Feb 2020. En:
https://www.nuffieldbioethics.org/news/guide-to-the-ethics-of-surveillance-and-quarantine-for-novel-coronavirus

www.bioeticayderecho.ub.edu - ISSN 1886-5887


La compartición internacional de datos personales relativos a la salud en tiempos de la COVID-19:
aspectos éticos y legales para el impulso de la necesaria cooperación – Mikel Recuero Linares | 141
Rev Bio y Der. 2020; 50: 133-148
sino a las respuestas frente a situaciones de pandemia en general20. A esto, precisamente, es a lo
que dedicaremos nuestro próximo apartado.

4. Aspectos legales

En el momento en que este artículo ve la luz existen ya multitud de debates abiertos sobre los
potenciales efectos perniciosos que la pandemia podría tener en determinados derechos
fundamentales. Se ha llegado incluso a plantear si la privacidad puede ser otra de las víctimas de
la COVID-1921 o si las concesiones y restricciones en materia de vigilancia, tracing, tracking y
seguridad de la ciudadanía pudieran llegar a ser permanentes.22

Resulta innegable que en el presente contexto de emergencia existe una pugna o liza entre
derechos e intereses: privacidad, protección de datos, intimidad, protección de la salud pública,
interés público, integridad física, dignidad, etc. No obstante, esta situación de conflicto entre
derechos o bienes jurídicos protegidos es habitual en el mundo jurídico y ya ha sido resuelta,
cuando no por nuestra normativa, por los tribunales. En ello han incidido de manera insistente la
práctica totalidad de autoridades de protección de datos europeas:23

1. La normativa de protección de datos europea no obstaculiza ni limita la efectividad de las


medidas que adopten las autoridades en la lucha contra la pandemia y en la protección de la
salud pública. La protección de datos no puede, de ninguna manera, constituir un obstáculo
para salvar vidas24, pues, en última instancia, el tratamiento de datos personales debe estar
concebido para servir a la humanidad.25

2. El derecho a la protección de datos de carácter personal no se deroga ni deja de ser efectivo,


pues la normativa sigue estando plenamente vigente y aplicable. La propia norma contiene
una regulación para compatibilizar y ponderar los derechos e intereses en liza en aras de la

20 Nuffield Council on Bioethics. Ethical considerations in responding to the COVID-19 pandemic, 2020, en:
http://diposit.ub.edu/dspace/bitstream/2445/154297/1/obd-recomendaciones-covid19.pdf
21 Renda, A. "Will privacy be one of the victims of COVID-19". CEPS. 23 de marzo de 2020.
22 Calzada, I. “Will Covid-19 be the end of the global citizen?”. Apolitical. 19 de marzo de 2020.
23 Vid. entre otras: EDPB. Statement on the processing of personal data in the context of the COVID-19 outbreak (19 de marzo de
2020); DPC. Data Protection and COVID-19. 6 de marzo de 2020; AEPD. Informe sobre los tratamientos de datos en relación con el
COVID-19, número 17/2020.
24 COE. Joint Statement on the right to data protection in the context of the COVID-19 pandemic. Estrasburgo, 30 de marzo de 2020.
p. 2.
25 Considerando 4º del RGPD: “El tratamiento de datos personales debe estar concebido para servir a la humanidad. El derecho a la
protección de datos personales no es un derecho absoluto sino que debe considerarse en relación con su función en la sociedad y
mantener un equilibrio con otros derechos fundamentales, con arreglo al principio de proporcionalidad”.

www.bioeticayderecho.ub.edu - ISSN 1886-5887


La compartición internacional de datos personales relativos a la salud en tiempos de la COVID-19:
aspectos éticos y legales para el impulso de la necesaria cooperación – Mikel Recuero Linares | 142
Rev Bio y Der. 2020; 50: 133-148
consecución del bien común26, y es lo suficientemente flexible para permitir la adopción de
medidas de protección frente a pandemias.27

Consecuentemente, el tratamiento de datos de carácter personal a fin de hacer frente a


situaciones de pandemia y emergencias en materia de salud pública está contemplado y permitido
expresamente por nuestra norma, e incluso, es susceptible de discurrir por diversos cauces
legales, tanto en lo relativo a datos no sensibles (arts. 6.1.e y 6.1.d del RGPD) como a datos
especialmente protegidos como los genéticos o los relativos a la salud (arts. 9.2 letras c, g, i, h).
Incluso se prevé expresamente la posibilidad de realizar tratamientos de datos personales
sensibles para destinarlos a la investigación científica (en sentido amplio), ya sea esta su finalidad
primigenia o secundaria, mecanismo tan interesante como infrautilizado que ya examinamos
profusamente en otra obra.28

Por supuesto, la norma no es perfecta, ni mucho menos. Contiene claroscuros, conceptos


jurídicos indeterminados y multitud de remisiones a derecho interno de los Estados miembros.
Por ejemplo, para la determinación de qué se entiende por interés público o de las garantías y
salvaguardas adecuadas del art. 89. No obstante, no deja de ser un vago pretexto para justificar la
falta de consenso y voluntad por conseguirlo, pues la noción de salud pública29 o la de amenazas
transfronterizas graves para la salud30 sí se halla armonizada y el propio texto europeo alude a
infinidad de garantías y medidas de seguridad, técnicas, jurídicas y organizativas que todos los
Estados europeos harían bien en convenir y asumir para el impulso de una acción y respuesta
común y unitaria.

Empero, como venimos sosteniendo, el ámbito de respuesta a la pandemia exige superar un


enfoque meramente europeísta. Es necesario articular una auténtica cooperación científica y
médica internacional a la que puede contribuir sobremanera la compartición de datos personales
en un marco seguro y controlado. Y, en este punto, la norma europea, pese a lo que pudiera en
principio parecer, tampoco constituye una traba u obstáculo insalvable.

Las normas generales aplicables a las transferencias internacionales de datos, esto es, a los
tratamientos de datos personales entre un Estado miembro de la UE y un tercer Estado u
organización internacional se establecen en los arts. 44 a 50 del Reglamento. Existen, por ende,

26 AEPD. Informe sobre los tratamientos de datos en relación con el COVID-19, número 17/2020. p. 1.
27 EDPB. "Monitoring spread of COVID-19". EDPS Comments. p.1.
28 Recuero Linares, M. "La investigación científica con datos personales genéticos y datos relativos a la salud… op. cit.
29 Reglamento (CE) nº 1338/2008 del Parlamento Europeo y del Consejo, de 16 de diciembre de 2008, sobre estadísticas comunitarias
de salud pública y de salud y seguridad en el trabajo (DO L 354 de 31/12/2008).
30 Decisión nº 1082/2013/UE del Parlamento Europeo y del Consejo de 22 de octubre de 2013, sobre las amenazas transfronterizas
graves para la salud (DO L 393/1, 05/11/2013).

www.bioeticayderecho.ub.edu - ISSN 1886-5887


La compartición internacional de datos personales relativos a la salud en tiempos de la COVID-19:
aspectos éticos y legales para el impulso de la necesaria cooperación – Mikel Recuero Linares | 143
Rev Bio y Der. 2020; 50: 133-148
multitud de cauces para articular una compartición internacional de datos. Con anterioridad ya
hemos venido defendiendo la posibilidad y conveniencia de articular consorcios u organizaciones
de cooperación científica paneuropeas e internacionales de manera segura y sostenible en el
tiempo.31

Sin embargo, la situación que nos atañe exige respuestas inmediatas e incluso
excepcionales, pues difícilmente puede exigirse ahora a los diversos sujetos y actores públicos y
privados que “se sienten” a redactar un código de conducta o una decisión de adecuación –sin
perjuicio, como venimos sosteniendo, de que resulte imprescindible adoptar posteriormente
mecanismos de cooperación permanentes en el tiempo por medio de los instrumentos jurídicos y
éticos más adecuados–. Esta situación de excepcionalidad también ha sido prevista por la norma
europea, que prevé diversas “excepciones para situaciones específicas” cuya concurrencia (al
menos de una de ellas) determinará la posibilidad de llevar a cabo la transferencia, incluso en
ausencia de decisión de adecuación o de mecanismos de aportación de garantías adecuadas.32

De entre todas estas excepciones, debe destacarse, sin duda, la del art. 49.1 letra d), que
permite la realización de las transferencias cuando “sean necesarias por razones importantes de
interés público”, siempre que dicho interés se encuentre reconocido por el Derecho de la Unión o
de los Estados miembros33. Este último punto es el que más dudas puede llegar a suscitar de cara
a su aplicabilidad práctica, pues realiza una remisión genérica al Derecho de la Unión o de los
Estados para la determinación de dichas razones importantes de interés público. No obstante, de
nuevo, consideramos que es una previsión soslayable y justificada en el escenario actual por los
siguientes motivos:

1. Porque el propio Reglamento aduce que dicha excepción es aplicable a los casos de
intercambios internacionales de datos entre autoridades y servicios en materia de sanidad
pública, por ejemplo, en caso de contactos destinados a localizar enfermedades contagiosas.34

2. Porque, como hemos referido supra, las nociones de salud pública y amenaza transfronteriza
grave para la salud sí se hallan armonizadas a nivel europeo, pudiendo articularse una
respuesta justificada unitaria en salvaguarda del interés público que las subyace.

3. Porque el EDPD viene entendiendo que la existencia de un acuerdo o convención internacional


que reconoce determinados objetivos comunes y provee de mecanismos de cooperación

31 Recuero Linares, M. "Transferencias internacionales de datos genéticos y datos de salud con fines de investigación". Revista de
derecho y genoma humano: genética, biotecnología y medicina avanzada. Leioa: UPV/EHU y Dykinson. Nº Extra 1, 2019 págs. 413-433.
32 Vid. artículo 49 del RGPD.
33 Exigencia expresa del artículo 49.3 del RGPD.
34 Considerando núm. 112 del Reglamento.

www.bioeticayderecho.ub.edu - ISSN 1886-5887


La compartición internacional de datos personales relativos a la salud en tiempos de la COVID-19:
aspectos éticos y legales para el impulso de la necesaria cooperación – Mikel Recuero Linares | 144
Rev Bio y Der. 2020; 50: 133-148
internacional para su satisfacción puede constituir, asimismo, un indicador de la existencia de
un interés público del art. 49.1 letra d)35. En este sentido, también sería viable acudir a textos
o acuerdos internacionales como el Reglamento Sanitario Internacional36 o el Pacto
Internacional de Derechos Civiles y Políticos37 como base para justificar la existencia de un
interés público común y compartido.

En consecuencia, no solo es posible articular tratamientos y comparticiones de datos a nivel


paneuropeo para hacer frente a la pandemia, sino que también es viable en la praxis y ajustada a
derecho su realización a nivel internacional. Por supuesto, el recurso a las excepciones del artículo
49 no puede ser sistemático en el tiempo38, pues esa misma es la virtualidad de la excepción, mas
ello no debe impedir una primera respuesta colectiva que pueda resultar, más tarde, sustituida
por mecanismos de cooperación y compartición más estables en el tiempo.

A nuestro juicio, por ende, no resulta pertinente enquistar a la comunidad académica y


científica en baldías discusiones sobre los potenciales riesgos para la intimidad, la privacidad o la
protección de datos personales de las respuestas comunes a la crisis sanitaria. Se trata ahora de
adoptar una posición pragmática y determinante en la que, haciendo uso de los mecanismos,
principios y salvaguardas previstos por nuestro propio marco normativo común, seamos capaces
de dar respuestas globales a la pandemia. Y ello no implica, en ningún caso, socavar nuestros
principios normativos o jurídicos, pues el hecho de seguir los cauces y garantías que ofrece la
norma constituye, a su vez, una salvaguarda de la plena compatibilidad de la protección de datos
personales con el resto de derechos e intereses en liza, ponderación ya prevista y efectuada, ex
ante, por el legislador en el curso de las previsiones normativas.

Tampoco resulta acertada, a nuestro juicio la posición que aduce que, precisamente, es el
seguimiento de esos cauces y mecanismos tasados lo que obstaculiza y ralentiza la investigación
y la adopción de respuestas comunes. La compartición de datos no puede, en ningún caso, ser
indiscriminada. Y ello no solo por la propia obligación de respetar los principios básicos de la
protección de datos personales o de la ética de investigación. La compartición no puede ser
indiscriminada por razones, asimismo, puramente científicas: el acceso a datasets por parte de
investigadores no es solo una cuestión cuantitativa sino cualitativa. No es suficiente con que
existan multitud de datos o conjuntos de datos compatibles entre sí. El éxito de la compartición y

35 EDPB. Guidelines 2/2018 on derogations of Article 49 under Regulation 2016/679. 25 de mayo de 2018. p. 10.
36 Reglamento Sanitario Internacional 2005 (RSI-2005), adoptado por la Asamblea Mundial de la Salud en mayo de 2005 y en vigor
desde el día 15 de junio de 2007.
37 Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos, adoptado y abierto a la firma, ratificación y adhesión por la Asamblea General
de las Naciones Unidas en su resolución 2200 A (XXI), de 16 de diciembre de 1966 y en vigor desde el 23 de marzo de 1976.
38 EDPB. Guidelines 2/2018 on derogations of Article 49 under Regulation 2016/679. 25 de mayo de 2018. p. 11.

www.bioeticayderecho.ub.edu - ISSN 1886-5887


La compartición internacional de datos personales relativos a la salud en tiempos de la COVID-19:
aspectos éticos y legales para el impulso de la necesaria cooperación – Mikel Recuero Linares | 145
Rev Bio y Der. 2020; 50: 133-148
del estudio en sí mismo dependerá de las cualidades y características de los propios datos: que se
trate de datos de calidad, datos fiables, verificados y verificables39. Y esto únicamente puede
garantizarse con un control y monitorización ex ante y ex post.

Por último, porque el seguimiento de los cauces legales y éticos expuestos, a la vez que
posible y viable, es vital para la transparencia y trazabilidad de las decisiones adoptadas y para el
control público inherente a toda sociedad democrática. Constituye una auténtica garantía de que
los datos no vayan a ser utilizados para otros fines (compañías de salud o aseguradoras)40 y de
que las políticas y prácticas de emergencia, vigilancia o seguridad no vayan a perdurar de manera
ilimitada y desproporcionada en el mundo pospandémico41. Sin obviar, en última instancia, como
mentábamos, la fulgurante oportunidad que se nos presenta para crear y adherirnos a altos
estándares comunes de calidad de los datos, privacidad y seguridad.42

5. Conclusiones

La sociedad interconectada y globalizada ha contribuido, sin ningún atisbo de duda, a la expansión


y propagación del nuevo brote de Coronavirus. El propio fenómeno de la globalización ha
implicado que nos hayamos convertido, sin atisbarlo ni pretenderlo, en “ciudadanos pandémicos”,
como brillantemente lo define el Prof. Calzada43. Esto es, en ciudadanos que comparten los mismos
miedos, incertidumbres, riesgos y preocupaciones, pero que se encuentran atrapados “entre los
nuevos muros y las viejas fronteras.”44

Una magnífica expresión que denota la incredulidad a la que asistimos ante las actitudes y
respuestas individualistas que los Estados han adoptado como reacción a una crisis sanitaria
global y globalizada. Así pues, por mor del presente texto hemos venido a defender la necesidad y
la virtualidad de emprender una acción colectiva, primero, paneuropea y, luego, internacional,
para hacer frente con la mayor celeridad, eficiencia y eficacia posibles a la emergencia de salud
pública en la que nos hallamos sumidos. Y ello porque no debiera ser admisible que el nivel de

39 Espinoza, J. “Coronavirus prompts delays and overhaul of EU digital strategy”. Financial Times. 23 de marzo de 2020.
40 Considerando 54 del RGPD.
41 Ringrose, K. “Privacy and Pandemics...” op. cit.
42 EDRi. EDRi calls for fundamental rights-based responses to COVID-19. 20 de marzo de 2020. Disponible en:
https://edri.org/covid19-edri-coronavirus-fundamentalrights/
43 Calzada, I. “Will Covid-19 be…” op. cit.
44 Idem.

www.bioeticayderecho.ub.edu - ISSN 1886-5887


La compartición internacional de datos personales relativos a la salud en tiempos de la COVID-19:
aspectos éticos y legales para el impulso de la necesaria cooperación – Mikel Recuero Linares | 146
Rev Bio y Der. 2020; 50: 133-148
internacionalización alcanzado en tantos otros aspectos no tenga una necesaria traslación al
ámbito científico-médico.

Resulta innegable la existencia de contradicciones jurídico-éticas en la construcción y


desarrollo de este tipo de mecanismos de cooperación y compartición de datos, incluso en lo
relativo a datos no personales. No obstante, seguimos aduciendo que dicha posibilidad existe y es
factible desde el punto de vista ético y normativo. Por tanto, ni la norma es una perversa rémora
a la investigación o la cooperación ni el recurso a la tecnología y a medios y soluciones
innovadoras supone socavar la esencia de la privacidad o de la democracia.

Las sociedades europeas no solo son capaces de llevar a cabo y de exigir un control,
auditoría y enjuiciamiento ex post de las decisiones adoptadas por las autoridades y demás sujetos
responsables sino que, además, se han dotado de mecanismos ético-normativos suficientes cuya
finalidad es, precisamente, la de regular ex ante la viabilidad y proporcionalidad de dichas
decisiones. No debemos desaprovechar la oportunidad de salvar vidas y de acelerar la
investigación so pretexto del miedo para con la privacidad de las personas cuando, precisamente,
nos encontramos ante excepciones en las que la propia norma nos faculta para tratar los datos.
Cumplamos con los más altos estándares de ética y de privacidad de los que nosotros mismos nos
hemos dotado y optemos valientemente por conformar una comunidad investigadora
internacional, con acceso a datos de calidad, en la que todas las personas participemos y de la que
todas nos beneficiemos.

Al fin y al cabo, tal y como designa el propio RGPD, los tratamientos de datos personales
deben estar concebidos para servir a la humanidad. Y esta no es una aseveración trivial. A menudo
olvidamos la esencia misma y el origen del derecho a la protección de datos de carácter personal.
Omitimos y obviamos que el objeto de protección no es ni debe ser el dato, sino la persona física.
Protejamos, pues, a la persona. Al ser humano.

Bibliografía

 Calzada, I. (2020). “Will Covid-19 be the end of the global citizen?”. Apolitical [en línea]. 19 de
marzo de 2020. Disponible en: https://apolitical.co/en/solution_article/will-covid-19-be-the-
end-of-the-global-citizen [Consulta: 10/04/2020].

 De Miguel Beriain, I.; Lazcoz, G. (2018). “El Convenio de Oviedo, veinte años después de su
firma. Algunas sugerencias de enmienda”. Revista Quaestio Iuris, 11, 1, 445-460.

www.bioeticayderecho.ub.edu - ISSN 1886-5887


La compartición internacional de datos personales relativos a la salud en tiempos de la COVID-19:
aspectos éticos y legales para el impulso de la necesaria cooperación – Mikel Recuero Linares | 147
Rev Bio y Der. 2020; 50: 133-148
 El Zowalaty, M.; Järhult, J.D. (2020). “From SARS to COVID-19: A previously unknown SARS-
related coronavirus (SARS-CoV-2) of pandemic potential infecting humans – Call for a One
Health approach”. One Health [en línea]. 24 de febrero de 2020. Disponible en:
https://doi.org/10.1016/j.onehlt.2020.100124 [Consulta: 11/04/2020].

 Espinoza, J. (2020). “Coronavirus prompts delays and overhaul of EU digital strategy”.


Financial Times [en línea]. 23 de marzo de 2020. Disponible en:
https://www.ft.com/content/f3fd4707-db62-4367-83b1-1b73f1b77862 [Consulta:
11/04/2020].

 Ikeda, S. (2020). “Coronavirus Adds an Extra Layer of Challenge to Collection and Handling of
Health Data Under the GDPR”. CPO Magazine [en línea]. 23 de marzo de 2020. Disponible en:
https://www.cpomagazine.com/data-protection/coronavirus-adds-an-extra-layer-of-
challenge-to-collection-and-handling-of-health-data-under-the-gdpr/ [Consulta:
12/04/2020].

 Mattiuzzi, C.; Lippi, G. (2020). “Which lessons shall we learn from the 2019 novel coronavirus
outbreak?”, Annals of translational medicine, 8, 3, 48. Disponible en:
https://10.21037/atm.2020.02.06 [Consulta: 10/04/2020].

 McCloskey B.; Heymann D.L. (2020). “SARS to novel coronavirus - old lessons and new
lessons”. Epidemiology & Infection Cambridge University, Feb 5, 148, 2.

 Moorthy, V. Henao R., et. al. (2020). “Data sharing for novel coronavirus (COVID-19)”. Bulletin
of the World Health Organization [en línea]. World Health Organization, 98, 3, 150. Disponible
en: http://dx.doi.org/10.2471/BLT.20.251561 [Consulta: 12/04/2020].

 Recuero Linares, M. (2019). “La investigación científica con datos personales genéticos y
datos relativos a la salud: perspectiva europea ante el desafío globalizado”. Premios de
Investigación en Protección de Datos Personales Emilio Aced 2019 de la Agencia Española de
Protección de Datos. Madrid, 20 de noviembre de 2019. Disponible en:
https://www.aepd.es/sites/default/files/2020-02/premio-2019-emilio-aced-accesit-mikel-
recuero.pdf [Consulta: 10/04/2020].

 Recuero Linares, M. (2019). “Transferencias internacionales de datos genéticos y datos de


salud con fines de investigación”. Revista de derecho y genoma humano: genética, biotecnología
y medicina avanzada, 1, 2019 (Ejemplar dedicado a: Uso de datos clínicos ante nuevos
escenarios tecnológicos y científicos. Oportunidades e implicaciones jurídicas), 413-433.

www.bioeticayderecho.ub.edu - ISSN 1886-5887


La compartición internacional de datos personales relativos a la salud en tiempos de la COVID-19:
aspectos éticos y legales para el impulso de la necesaria cooperación – Mikel Recuero Linares | 148
Rev Bio y Der. 2020; 50: 133-148
 Renda, A. (2020). “Will privacy be one of the victims of COVID-19”. CEPS [en línea]. 23 de marzo
de 2020. Disponible en: https://www.ceps.eu/will-privacy-be-one-of-the-victims-of-covid-
19/ [Consulta: 11/04/2020].

 Reverby, S. M. (2001). “More than Fact and Fiction: Cultural Memory and the Tuskegee Syphilis
Study”. Hastings Center Report, 31, 5, 22-28.

 Ringrose, K. (2020). “Privacy and Pandemics: a Thoughtful Discussion”. Future of Privacy


Forum [en línea]. Disponible en: https://fpf.org/2020/03/27/privacy-and-pandemics-a-
thoughtful-discussion/ [Consulta: 12/04/2020].

 Rivas, A. L.; Patron, J. F.; Smith, S. D.; Fasina, F.; Hittner, J. B. (2020). “Geo-Temporal, Network
Properties of the Chinese COVID-19 Epidemic”. The Lancet [en línea]. Disponible en:
https://ssrn.com/abstract=3551339 [Consulta: 12/04/2020].

 Wolf, M. (2020). “This pandemic is an ethical challenge”. Financial Times [en línea]. 24 de
marzo de 2020. Disponible en: https://www.ft.com/content/de7796b6-6cef-11ea-9bca-
bf503995cd6f [Consulta: 12/04/2020].

Fecha de recepción: 15 de junio de 2020


Fecha de aceptación: 26 de junio de 2020

www.bioeticayderecho.ub.edu - ISSN 1886-5887


(Sobre)vivir la COVID-19. Experiencias de encierro en centros penitenciarios de la Ciudad de México – Angel Alonso Salas
Rev Bio y Der. 2020; 50: 149-166

Revista de Bioética y Derecho


Perspectivas Bioéticas
www.bioeticayderecho.ub.edu - ISSN 1886-5887

DOSSIER CUESTIONES BIOÉTICAS DE LA PANDEMIA COVID-19

(Sobre)vivir la COVID-19. Experiencias de encierro en centros


penitenciarios de la Ciudad de México

Survive the COVID-19. Experiences of confinement in


penitentiary centers in Mexico City

(Sobre)viure la COVID-19. Experiències del tancament en


centres penitenciaris de la Ciutat de Mèxic

ANGEL ALONSO SALAS *

* Angel Alonso Salas. Profesor de Tiempo Completo en Colegio de Ciencias y Humanidades Azcapotzalco,
Universidad Nacional Autónoma de México. Investigador nivel I por el Sistema Nacional de Investigadores,
Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (CONACYT - México). Email: angel.alonso@cch.unam.mx.

Copyright (c) 2020 Angel Alonso Salas


Esta obra está bajo una licencia de Creative Commons Reconocimiento-NoComercial-SinObraDerivada
4.0 Internacional.
(Sobre)vivir la COVID-19. Experiencias de encierro en centros penitenciarios de la Ciudad de México – Angel Alonso Salas
Rev Bio y Der. 2020; 50: 149-166 | 150

Resumen
Se presenta una reflexión de la valía e importancia de los talleres de filosofía, inscritos en el
Proyecto Boecio, que se han llevado a cabo en el Reclusorio Femenil de Santa Martha Acatitla y
Reclusorio Varonil Oriente, ambos en Ciudad de México. Se mencionarán los contenidos y
aprendizajes de dichos talleres, los cuales han sido significativos para las personas privadas de su
libertad, para sobrellevar su proceso judicial, y el sobrevivir su “encierro”, así como también, la
manera en que sus familiares y amistades han sido beneficiados con dichos aprendizajes de sus
seres queridos en reclusión, al brindarles herramientas para sobrellevar el estar “encerrados en
casa” por la cuarentena de la COVID-19.

Palabras clave: reclusorio; persona privada de su libertad; sobrante; rechazado; arrinconado;


COVID-19.

Abstract
This is a reflection about the value and importance of the philosophy workshops, registered in the
Boethius Project, which have been carried out at the Santa Martha Acatitla´s Womens Prison and
East Men´s Prison both of them in Mexico City. The contents and learning from these workshops
will be mentioned, which have been signicant for the people in prison, to survive their judicial
process and “confinement”, as well as the way in which their family and friends have been
benefitied with these learnings from their loved ones in jail, by providing then with tools to
support “Stay in home” by the COVID-19 quarantine.

Keywords: iail; prisoner; leftover; rejected; cornered; COVID-19.

Resum
Es presenta una reflexió de la importància dels tallers de filosofia, inscrits en el Projecte Boeci, que
s'han dut a terme en el Reclusorio Femenil de Santa Martha Acatitla y Reclusorio Varonil Oriente,
tots dos a Ciutat de Mèxic. Es parlarà dels continguts i aprenentatges d'aquests tallers, els quals han
estat significatius per a les persones privades de la seva llibertat, per suportar el seu procés judicial,
i sobreviure el seu "tancament", així com també, la manera en què els seus familiars i amistats s’han
beneficiat d’aquests aprenentatges dels seus éssers estimats en reclusió, en poder brindar-los eines
per a suportar l'estar "tancats a casa" per la quarantena de la COVID-19.

Paraules clau: reclusorio; persona privada de la seva llibertat; sobrant; rebutjat; arraconat;
COVID-19.

www.bioeticayderecho.ub.edu - ISSN 1886-5887


(Sobre)vivir la COVID-19. Experiencias de encierro en centros penitenciarios de la Ciudad de México – Angel Alonso Salas
Rev Bio y Der. 2020; 50: 149-166 | 151

1. Contexto del Proyecto Boecio

¿Es factible la enseñanza de la filosofía o la bioética en el interior de Centros Penitenciarios?


¿Existe una especie de compromiso social en el quehacer bioeticista y filosófico fuera de la
academia, aulas y nichos de enseñanza y de educación formal? La UNESCO desde el año 2000 ha
insistido en la enseñanza de la filosofía en las plazas públicas, en la calle, que sea más cercana a la
sociedad que no puede acceder a las instituciones educativas y que de esta forma, volviera a su
origen, el filosofar callejero y con cualquier persona sin los filtros de la academia, grados escolares
o tradiciones. ¿No valdría la pena hacer lo mismo con la bioética y acceder a una especie de
“bioética social”, efectiva y no sólo teórica plasmada en escritos y publicaciones? Veamos cómo es
que se han dado los talleres de filosofía en México en Centros Penitenciarios y cómo es que se han
implementado cursos de bioética para Personas Privadas de su Libertad (PPL). Iniciemos con un
marco teórico de los talleres de filosofía, que tienen la siguiente fundamentación:

“El principio de un taller consiste en invitar a los participantes a producir ellos


mismos un pensamiento, más que asistir de manera relativamente pasiva a la
presentación hecha por un especialista […] Hay muchas formas de talleres. La más
clásica, ya evocada, consiste en invitar a los participantes a debatir ideas propuestas por
un conferenciante con vistas a profundizarlas y apropiarse de las mismas.
Permanecemos aquí con un esquema clásico, en el que el que sabe interviene
regularmente para pronunciarse, informar o rectificar. Según su temperamento, su
actitud y sus talentos de pedagogo, el filósofo dejará un margen de maniobra más o
menos amplio a los participantes, obligándolos en la medida de lo posible a arriesgarse
a practicar el ejercicio del pensamiento.”1

Y hoy podemos ver que estas prácticas y formas de asumir las enseñanzas de la filosofía
fuera del aula académica, institutos o centros de especialización, al igual que las consultorías
filosóficas, cine-debates o talleres de filosofía con niños, se inscriben hoy en lo que se ha
denominado “filosofía práctica”. Los talleres de filosofía desde mediados del 2017 se llevan a cabo
en el Centro Femenil de Reinserción Social Santa Martha Acatitla2 y en el Reclusorio Oriente, en el
Centro de Ejecución de Sanciones Penales Varonil Oriente (CESPVO)3, ambos en la Ciudad de

1 UNESCO: La filosofía una escuela de la libertad. México: UAM-I, 2011, p. 166.


2 Este Centro Penitenciario fue inaugurado en 2004. Tiene una extensión de 7.7 hectáreas y su área de construcción es de 34,000
metros cuadrados. Se ubica en Calzada Ermita Iztapalapa S/N. Col. Santa Martha Acatitla. Iztapalapa, CDMX. Cuenta con una población
de 1281 PPL y tiene entre 80 y 100 niñas y niños viviendo con sus madres.
3 Este Centro Penitenciario es un anexo del Reclusorio Varonil Oriente. Fue inaugurado en 1987. El CESPVO tiene área de construcción
de 10,400 metros cuadrados y se ubica en Canal de garay S7N. Col. San Lorenzo Tezonco, Iztapalapa, CDMX y cuenta con 205 PPL.

www.bioeticayderecho.ub.edu - ISSN 1886-5887


(Sobre)vivir la COVID-19. Experiencias de encierro en centros penitenciarios de la Ciudad de México – Angel Alonso Salas
Rev Bio y Der. 2020; 50: 149-166 | 152

México (CDMX) con la prestación del Servicio Social de Marco Antonio López Cortés, quien fuera
mi alumno de la licenciatura en Filosofía de la Facultad de Estudios Superiores (FES) Acatlán,
UNAM, y que desde el 2018 este proyecto se incorporó al Proyecto Boecio4, nos ha permitido
comprender la validez y sentido que tienen la enseñanza de la filosofía en otros espacios no-
académicos. El Proyecto de Filosofía Aplicada en Prisiones (Proyecto Boecio), desde el año 2019
cuenta con el aval y financiamiento de la Unión Europea y está encabezado por el doctor José
Barrientos, de la Universidad de Sevilla. Es un proyecto de investigación empírico, que analiza la
eficacia de los talleres y cursos de filosofía en el interior de Centros Penitenciarios en países como
México, Brasil Italia, Perú, España, Portugal, Italia, etcétera, y desde el 2018 hemos seguido las
actividades, lecturas (con adecuaciones en base a las necesidades que hemos encontrado en el
contexto mexicano) y reuniones, buscando no sólo tener una espacio común y soporte teórico en
los temas y herramientas metodológicas, sino también para aprender de las semejanzas,
diferencias y situaciones que supone la implementación de estos talleres en otras realidades,
contextos y desde las particularidades en cada uno de los países que integran el proyecto.

Una vez que tenemos una justificación teórica de los talleres, es importante pasar a
reflexionar sobre los destinatarios de los talleres, las y los PPL que son quienes reciben estas
herramientas o cursos. Considero que podemos pensar que estos talleres se hacen desde el ámbito
de la marginación y exclusión, es decir, nuestro punto de partida es el brindar gratuitamente un
taller a personas que sufren una exclusión o marginación social, ya que, en la mayoría de los
países, entre las prioridades de los gobiernos difícilmente están las y los PPL, y menos en una
situación de contingencia sanitaria. Cabe destacar que estos talleres se han suspendido por esta
“cuarentena” por el COVID-19. Volviendo a la justificación de los talleres, la pregunta académica
sería sobre los motivos y causas por los que se les ha excluido o marginado a las y los PPL, aunque
muchos dirían que, por el sentido común, la situación de estar en el interior de un centro
penitenciario dice algo de porqué han perdido ciertos derechos o porque no están entre las
prioridades sanitarias. Para profundizar sobre esta situación de “dejar de lado” y privilegiar a
otros sectores, se acudirá a la argumentación de Juan Carlos Lago quien en su obra Redescribiendo
la comunidad de investigación. Pensamiento complejo y exclusión social, comparte una serie de
experiencias sobre la metodología de la filosofía para niños y diferentes ejemplos de cómo llevar
a cabo las comunidades de investigación desde la periferia, en donde el punto de partida será la
marginación y exclusión social en la que se encuentran millones de personas.

4 Cfr. https://www.facebook.com/ProyectoBoecio/

www.bioeticayderecho.ub.edu - ISSN 1886-5887


(Sobre)vivir la COVID-19. Experiencias de encierro en centros penitenciarios de la Ciudad de México – Angel Alonso Salas
Rev Bio y Der. 2020; 50: 149-166 | 153

Lago define a los excluidos como aquel sector de la sociedad que es separado de “ciertos
individuos o grupos respecto de ciertos ámbitos de interacción apreciados. Consiste en definitiva
en el desempeño de roles devaluados”5 y propone una clasificación de personas o grupos que
padecen una exclusión social, a saber, los rechazados, los arrinconados y los sobrantes. Los
“rechazados” son aquellas personas que:

“[…] Debido a la situación por la que están pasando, su conducta y modo de vivir
peculiar, la sociedad normalizada no los acepta, los mantiene al margen […] y se
originan fenómenos de marginación: prostitución callejera, mendicidad, malos tratos,
desocupación, delincuencia convencionalizada. Es decir, aquellos y aquellas que, aun
siendo o habiendo sido miembros de pleno derecho de una sociedad, por el modo de vida
y la situación en que se encuentras, son separados de ella y estigmatizados a causa de
alguna de sus características personales o grupales, como es el caso de los homosexuales
y lesbianas o los enfermos de SIDA o los que tienen problemas de drogadicción.”6

Ahora bien, si aplicamos esta categoría en nuestras sociedades nos encontraríamos con un
universo poblacional de rechazados, que a mi juicio sería uno de los pendientes de atención de la
bioética social. Es un sector que conforme pasa el tiempo crece y que esta pandemia del COVID-
19 ha venido a agravar su situación de pobreza y exclusión, ya sea porque el grado de marginación
en el que se encuentran les impide “quedarse en casa”, el lavarse las manos y tener medidas de
sanitización, así como también que el acceso a muchos de los servicios (educativos, culturales,
religiosos, laborales, entre otros) es por medio del internet; de contar con una computadora o un
teléfono inteligente y con una buena red, lo que no ha pasado, y que la ha llevado a engrosar este
sector de rechazados pues la contingencia del coronavirus los ha llevado a transitar de una
marginación hacia la invisibilización. Sin embargo, existen también los “arrinconados”, que a juicio
de Lago son “aquellas personas miembros de la sociedad que pasan a ocupar un espacio delimitado
debido a problemas personales o modificaciones en su conducta, de entre los que destacan los
presos o las presas y los enfermos mentales, así como, aunque cada vez menos, los minusválidos y
los ancianos”7, que para efectos de este escrito, serían las Personas Privadas de su Libertad (PPL)
de quienes se hablará en las siguientes hojas. Y finalmente, los “sobrantes” serían “aquellos
elementos sociales que son el resultado económico de una filosofía política y social que funciona
en términos de oferta y demanda y donde todos desempeñamos un papel, aunque sólo sea el de
excedentes, como es el que juegan los parados, los jóvenes sin formación profesional, los

5 Lago, J. C. Redescribiendo la comunidad de investigación, p. 125.


6 Ibid., pp. 125-126.
7 Ibid., p. 126.

www.bioeticayderecho.ub.edu - ISSN 1886-5887


(Sobre)vivir la COVID-19. Experiencias de encierro en centros penitenciarios de la Ciudad de México – Angel Alonso Salas
Rev Bio y Der. 2020; 50: 149-166 | 154

inmigrantes y una parte amplia del colectivo de los jubilados”8. Como podemos ver, estas
categorías nos hacen pensar que entre las y los PPL se combinan diferentes variables, ya que en
ocasiones cuando salen se convierten en sobrantes; existen muchas personas que vienen de la
calle y ahora cuentan con una mayor calidad de vida en reclusión que debajo de un puente;
población adulta y con muchas enfermedades, o que por la condena que están purgando llegan en
una “edad productiva” y pasan el resto de su vida en prisión. Pero ¿cómo sobrevivir la reclusión?
Veamos dos casos reales: el de Václav Havel y el de las mujeres en un Centro Penitenciario en
México.

2. (Sobre)vivir el encierro segun Vaclav Havel

En el epígrafe de este escrito se citó a Alexandr Solzhenitsyn quien escribió Un día en la vida de
Iván Desinovich cuyo protagonista es nombrado S-854, ya que la comunicación con los otros en la
cotidianeidad de un reclusorio en ocasiones es por el número de expediente, el alias o
sobrenombre que se adquiere en el interior (relacionado con su apellido, el delito por el que ha
ingresado a dicho lugar, por alguna característica física o porque fue un mote ganado en prisión).
A juicio de Enrique Fernández Vernet, quien hace el prólogo de dicho texto, afirma que la historia
de Solzhenitsyn hace manifiesto que en prisión “«los números no pesan», lo que cuenta es
sobrevivir, no desfallecer, y regresar con vida a la aldea”9, y el vivir en la cárcel, recorrer ese
pabellón o panóptico diariamente, esperar el pase de lista y esperar el “candadazo” de cierre o
apertura de estancia se convierte en una muy difícil y pesada rutina que consume, en donde el leit
motiv que se respira es el procurar no morir, el aguantar, el seguir vivo en donde “la condena es
como una canilla que se va desenredando”10 muy lentamente. Esta forma de ver y asumir a una
persona en prisión desde la experiencia de estar cumpliendo una condena que describe
Solzhenitsyn, también la vivió Havel.

Cartas a Olga es un texto escrito de junio de 1979 a septiembre de 1982 por el dramaturgo
y primer presidente de la República Checa, Václav Havel. En dicha obra el lector puede
comprender la vivencia de la cárcel desde el punto de vista de un escritor en donde se narra el
proceso que sufre a nivel personal, emocional, intelectual y sentimental. Conforme transcurren
los meses y años en prisión, va cambiando su forma de asumir y vivir el encierro. Veamos una
breve descripción de los testimonios de un preso, que es muy parecido al que viven las personas

8 Ibidem.
9 Solzhenitsyn, Un día en la vida de Iván Desinovich (versión electrónica) s/f
10 Ibidem.

www.bioeticayderecho.ub.edu - ISSN 1886-5887


(Sobre)vivir la COVID-19. Experiencias de encierro en centros penitenciarios de la Ciudad de México – Angel Alonso Salas
Rev Bio y Der. 2020; 50: 149-166 | 155

que hoy día se encuentran en cualquier Centro Penitenciario. Havel ingresa a prisión en 1879 por
haber publicado la Carta 77 que a juicio de las autoridades alentaba una subversión contra la
República Checoeslovaquia. Monika Zgustová menciona que Havel “confiesa haber aprendido a no
prestar más que la necesaria atención al hecho de encontrarse en la cárcel, eso le ayuda a soportar
mejor las duras condiciones”11 y a lo largo de su periodo en reclusión le escribe a su esposa Olga
Havlová cartas en donde da cuenta de su situación emocional y de su estado de salud físico y
espiritual.

En una ocasión le pide a Olga que se comporte como si

“estuviera de excursión, de manera completamente normal. Sólo así me ayudarás:


necesito saber que estás bien y en buenas manos. Por supuesto que no sé cuánto tiempo
durará esta excursión, no me hago muchas ilusiones y de hecho casi no pienso en ello”.12

En muchas ocasiones, las PPL deciden asumir una fortaleza ante el “exterior” (familiares,
amistades y conocidos) para no preocupar a los de “afuera” y no seguir siendo una carga para ellas
y para ellos. Dicha forma de asumir la condena también sucede de las personas de “afuera” hacia
las de “adentro”. Pero como afirma Havel “las primeras sensaciones determinan
significativamente el estado de uno ante lo que está por venir”13, siendo el shock, negación y enojo
las principales reacciones que vive una persona al ingresar a un Centro Penitenciario. A juicio del
escritor checo,

“uno cae aquí en una especie de estado de hibernación, te deja arrastrar por la
rutina estereotipada de la vida de la cárcel, sucumbiendo a algo así como un dulce
mareo mental y entonces te asusta la idea de estar obligado a regresar de nuevo a aquel
mundo hostil que te exige tomar decisiones y te causa problemas.”14

Curiosamente, muchas personas cuando se acerca el momento de su liberación no saben


qué hacer y si quisieran regresar. Tuve una alumna que pudo terminar de cumplir su condena
“afuera” firmando su libertad provisional, pero prefirió concluirla en Santa Martha en función de
los beneficios de sus clases de yoga, del grupo de espiritualidad y de filosofía, que le hacían mucho
bien, en lugar de salir a un lugar donde nadie la esperaba y que no sabía qué iba a pasar.

Con la lectura de dichas cartas, el lector se puede hacer la idea de la manera en que Havel
asume su condena y estancia penitenciaria. En ocasiones, “el mundo de aquí parece ser más

11 Havel, V. Cartas a Olga, pp. 6-7


12 Ibid., p. 16
13 Ibid., p. 18
14 Ibid., p. 21

www.bioeticayderecho.ub.edu - ISSN 1886-5887


(Sobre)vivir la COVID-19. Experiencias de encierro en centros penitenciarios de la Ciudad de México – Angel Alonso Salas
Rev Bio y Der. 2020; 50: 149-166 | 156

verdadero que el de fuera. Aquí las cosas y las personas se revelan en su verdadera substancia.
Desaparece la mentira y la hipocresía”15. Cuando uno está en el interior de un Centro Penitenciario
y conoce a la población, se percata que es un microcosmos de lo que está afuera. Se repiten
patrones de conducta, diferenciación de clases sociales, se repiten los problemas de acceso a la
salud; las riñas y conflictos de afuera o con la familia se extienden en las estancias; existe gente
malvada, ruin, noble y muy comprometida con algunas causas, así como también se evidencia más
las cuestiones de religiosidad, santería, fe, etcétera. Con el paso del tiempo las personas se
muestran como son de manera auténtica y uno aprende a observar y sabe que es observado y
juzgado por una acción gestual, verbal o por lo que uno porta. Si bien, no es un lugar para hacer
amistades, si es un lugar para prender a cómo debe uno de ser para obtener un beneficio o
complicarle la vida a alguien más.

Havel en otra carta le describe a su esposa que, en otras ocasiones:

“la cárcel es inhospitalaria, triste, la gente es fría; pero no te preocupes,


sobreviviré sin que me ocurra nada. Después de mis experiencias anteriores paso por
todo esto de una manera reflexiva, vigilándome cuidadosamente, de ahí que no crea que
caiga en alguna de las distancias especies de psicosis en la cárcel.”16

Muchas veces, la salud física de Havel empeoró y estuvo muy delicado, lo que aunado a
mutilación en el escrutinio que le hacían a los contenidos de sus cartas; el hecho de que no
permitían el acceso a todos los alimentos, medicamentos o insumos que necesitaba Havel y que se
quedaba en la aduana, así como las complicaciones de su proceso penal y los traslados que tuvo
en diversos centros penitenciarios (como sucede en cada una de las visitas que tienen los
familiares al ingresar a un penal), llevan a afirmar a Havel que:

“[…] Me espera un gran cubo de amargura. Pero me lo tendré que tragar yo sólo,
no hay otra salida, nadie me puede ayudar. Tú no has de sucumbir a la depresión; no
permitas que este asunto te desmoralice ni que trastorne tu vida. Piensa en mí, no en la
amargura. Es suficiente con que me afecte a mí y no hay ninguna razón para que tú
también te aflijas. Eso me pesaría en vez de ayudarme. Lo más importante para mí es
saber que te defiendas por tu cuenta, que estés alegre, activa, que sabes lo que quieres y
que no caes en la desesperación […] Hemos sobrevivido a muchas cosas y esta no será
una excepción.”17

15 Ibidem.
16 Ibid., p..23.
17 Ibid., pp. 32-33

www.bioeticayderecho.ub.edu - ISSN 1886-5887


(Sobre)vivir la COVID-19. Experiencias de encierro en centros penitenciarios de la Ciudad de México – Angel Alonso Salas
Rev Bio y Der. 2020; 50: 149-166 | 157

Sin embargo, su estancia en prisión no siempre fue difícil, amarga y depresiva, ya que con el
paso del tiempo aprendió a valorar los gestos, detalles y acciones significativas. En las cartas uno
encuentra críticas a películas u obras de teatro, diálogos y críticas a los textos de Emmanuel
Levinas, una preocupación por los acontecimientos del exterior, reflexiones profundas sobre el
teatro y una revisión e introspección constante de su existencia. En una ocasión la lectura de
Alejandro Dumas le hizo ver que “«una palabra amable en la cárcel vale más que el regalo más
precioso en libertad»”18 y le hace comprender el significado que tienen los pequeños gestos de
humanidad en el interior de una prisión.

En otra ocasión se percata que “las personas sensibles corren el peligro, durante una larga
estancia en la cárcel, de volverse amargadas, rencorosas, cerradas, resignadas y egoístas”19 que
describe cuando explica el estado de salud o anímico de sus compañeros de estancia; las labores
que hace en los oficios y cómo es que el paso del tiempo oprime a los familiares y a quienes viven
una condena. Cada carta es una descripción del interior de una persona sufriente que busca
mediante la escritura encontrar una paz y catarsis a lo que ve, vive y escucha. Un ejemplo de esto
es cuando describe “aquí basta con una pequeñez para que a uno le mejore el humor: una palabra
amable, un poco de interés del prójimo por el prójimo, la vista de un árbol. A falta de cualquier
cosa bella, exaltante y de experiencias sentimentales positivas uno está como sediento y se deja
impresionar o exaltar incluso por una película en televisión que su mente debería en realidad,
condenar por mentirosa”20. Sin embargo, no siempre las cosas son así, por lo que en una ocasión
escribe:

“[…] En mi vida de nuevo, no hay nada especial. No quiero decir con eso que no
pasa nada. Al contrario, siempre pasa algo. Antes tenía la impresión de que la cárcel es,
sobre todo, aburrimiento y monotonía infinitas y que un preso no tiene más que una
preocupación básica: que el tiempo pasa deprisa. Pero ahora me doy cuenta de que no
es así. Uno siempre tiene muchos ajetreos aunque desde el punto de vista del mundo
normal puede parecer «pequeño»; en las condiciones de aquí adentro, en cambio, no lo
es en absoluto; uno corre constantemente detrás de algo, persigue algo, enfrenta o busca
algo, hacer algún trámite, huye de algo, se preocupa. Es un continuo ataque sobre los
nervios (que no paran de estar a flor de piel), y lo peor es que en la mayoría de los casos
uno no puede comportarse según su naturaleza; lo único que puede hacer es pensar las

18 Ibid., p. 46
19 Ibid., p. 61
20 Ibid., p. 69

www.bioeticayderecho.ub.edu - ISSN 1886-5887


(Sobre)vivir la COVID-19. Experiencias de encierro en centros penitenciarios de la Ciudad de México – Angel Alonso Salas
Rev Bio y Der. 2020; 50: 149-166 | 158

cosas para sí (y ya se sabe que un dominio acentuado de uno mismo no es sano porque
intoxica el corazón)”.21

Desgraciadamente no contamos con las respuestas a esas cartas ni sabemos cuál es la


reacción de Olga al leer lo que está pasando en el interior de cada cárcel en las que estuvo. Sin
embargo, cuando una persona que está en prisión lee esas cartas, uno simplemente percibe la
empatía y que está leyendo una descripción precisa (con las debidas diferencias) de lo que el
interior de una PPL está pasando.

3. (Sobre)vivir el encierro segun las PPL de Santa Marta

Como se mencionó en el primer apartado, los talleres de filosofía iniciaron en 2017 con la
implementación de un servicio social en la FES Acatlán, UNAM en el CESPVO y Santa Martha
Acatitla. Hoy día se llevan a cabo los talleres en dichos Centros Penitenciarios y en el Reclusorio
Sur, de la CDMX, pero se han suspendido por la contingencia sanitarias por el COVID-19.
Desgraciadamente, fuera de Marco López, no se ha registrado ningún otro estudiante para llevar
a cabo su servicio social, en centros penitenciarios, pues existe un estigma hacia las y los PPL por
llevar la filosofía a dichos sectores sociales. Si bien, esto no ha sido un factor para que se dejen de
impartir estos talleres, todo el 2018 los talleres de filosofía fueron impartidos por Marco López,
un servidor y distintos colegas (filósofos, psicólogos, sacerdotes, artistas, abogados, literatos,
entre otros) que involucramos en la visibilización de los talleres de filosofía, que fue el año en que
se consolidó el Proyecto Boecio en dichos centros penitenciarios. Desde 2019 Marco López está a
cargo de los reclusorios varoniles Sur y CESPVO y un servidor continúa en Santa Martha Acatitla,
y desde mediados del 2019, el Programa Universitario de Bioética (PUB) de la UNAM se ha
involucrado en dichos talleres buscando que la “bioética social” también se implemente con las
personas que han sido catalogadas como arrinconadas, sobrantes o rechazados. En este apartado
veremos cómo es que las PPL de Santa Martha han (sobre)vivido su encierro, y cómo ellas mismas
se han hecho transmisoras de dichas herramientas y han replicado dichos conocimientos con sus
familiares y amistades que están bajo la cuarentena por el COVID-19.

El Proyecto Boecio pide llevar el control y seguimiento de dos grupos, a saber, el grupo A
que lleva los contenidos filosóficos y el B que tiene otros contenidos literarios de la adquisición
de una lengua extranjera o actividades deportivas, para posteriormente comparar los resultados
sobre la impartición o no de los talleres de filosofía en dicho Centro Penitenciario, y medir la

21 Ibid., pp. 63-64

www.bioeticayderecho.ub.edu - ISSN 1886-5887


(Sobre)vivir la COVID-19. Experiencias de encierro en centros penitenciarios de la Ciudad de México – Angel Alonso Salas
Rev Bio y Der. 2020; 50: 149-166 | 159

eficacia, utilidad y trascendencia que tuvo la filosofía en las y los PPL. El grupo A es quien ha
llevado los contenidos del programa del proyecto Boecio y ha contado con sesiones de distintos
profesores e investigadores, entre ellos el mismo doctor Barrientos, y el grupo B con quienes he
contado con sesiones sobre literatura, mandalas y cuentos. El grupo A es un curso abierto a toda
la población penitenciaria, por lo que pueden asistir de manera voluntaria mujeres que están
esperando que termine su proceso penal y conozcan si quedarán en libertad o tendrán que
cumplir una condena, y mujeres que ya están cumpliendo una sentencia. En cambio, el grupo B
está conformado por mujeres que se encuentran en un espacio particular del penal, a saber, el
área de protección, ya que por el delito que cometieron se encuentran aislados por contar con una
amenaza de muerte y por su propia seguridad están confinadas en un lugar en especial. Estas
mujeres solo tienen una hora diariamente para salir a “estirar las piernas” y “caminar” en un patio
bajo la supervisión de las custodias. Debido a que su encierro en cárcel es permanente y solamente
bajan de su estancia en esta hora; cuando tienen una visita de algún familiar; por alguna visita
íntima o cuando deben ir a los juzgados, dichas mujeres viven en un profundo estrés y son
ejemplos de mujeres arrinconadas. Por este motivo, las actividades que llevamos a cabo son de
carácter lúdico, tales como colorear mandalas y hablar de fragmentos de historias y mitos, cuentos
o poesías, para que el arte les permita tener un respiro y ser a la vez terapéutico.

En cambio, el grupo A puede decidir si va o no a clases, y pueden transitar por todo el penal.
En este escrito nos enfocaremos a las habilidades de pensamiento y herramientas conceptuales
que han adquirido las mujeres en estos talleres. Entre estas herramientas se encuentra el
reflexionar sobre los puntos a favor y en contra que tiene la resolución de casos, buscando el
fortalecer o adquirir en muchas ocasiones herramientas que van desde lectoescritura hasta el
pensamiento crítico, en donde el hecho de que puedan explicar y sustentar qué criterios hacen
que el argumento A sea mejor que el argumento B, las han llevado a fomentar y adquirir el
pensamiento crítico, a evaluar otras perspectivas y puntos de vista, y a prender a sopesar los
,argumentos. En algunas sesiones, se leyeron algunas de las Cartas a Olga de Havel, y en todos los
casos, se daba una empatía con lo que el escritor checo describía que estaba viviendo, aunque
existían ciertas diferencias. Veamos algunas de ellas. A juicio de Yohali Reséndiz quien escribió
Los hijos, de la cárcel, “al fenómeno de ingresar a una cárcel y la depresión que experimentan los
internos se ha denominado «carcelazo», efecto de prisionización, incluso hay quienes la describen
como un proceso de duelo por la pérdida de la libertad”22 que a diferencia de los varones, en las
mujeres es un proceso más arduo y difícil, porque implica la separación de sus hijos e hijas,
quienes quedan al cuidado de su pareja o de sus abuelos maternos. El abandono y olvido que

22 Reséndiz Y. Los hijos de la cárcel: la reclusión infantil en los sistemas penitenciarios de México, p. 40.

www.bioeticayderecho.ub.edu - ISSN 1886-5887


(Sobre)vivir la COVID-19. Experiencias de encierro en centros penitenciarios de la Ciudad de México – Angel Alonso Salas
Rev Bio y Der. 2020; 50: 149-166 | 160

sufren las mujeres en prisión es más acentuado que hacia los varones. Existe un mayor estigma y
escarnio social hacia la mujer que se encuentra en un Centro Penitenciario, aunque haya actuado
en defensa propia o para salvar la vida de alguno de sus hijos Este asumir el ingresar y permanecer
en la cárcel es un proceso que las deja en shock, como a Havel, en donde

“[…] La entrada en la cárcel pone en marcha un proceso de adaptaciones al


entorno penitenciario que muchos autores llaman prisionización y que se divide en tres
niveles de afectación, el primero consiste teóricamente en un comportamiento regresivo,
inmaduro, ansioso e inestable, desde el punto de vista afectivo como respuesta a la
entrada a una institución total como es la cárcel. En caso de fallo adaptativo, un segundo
estudio daría paso a verdaderos de órdenes de conducta, fundamentalmente marcados
por comportamientos agresivos, aparición de un deterioro afectivo depresivo o la
presencia de episodios relacionados con trastornos de ansiedad en diferentes
manifestaciones ya sea somatizadoras o bien en forma de episodios ansiosos agudos. En
un tercer nivel de este proceso de deterioro aparecerá una patología mental severa, con
brotes psicóticos, trastornos afectivos severas, reacciones vivenciales anormales o
graves crisis de ansiedad e inadaptación a la prisión, lo que ameritaría el ingreso
hospitalario del recluso”.23

Este proceso que describen las y los PPL, así como sus hijos e hijas que fueron entrevistados
por Reséndiz, llevan a que la mayoría de las y los PPL describan que “todos los modelos carcelarios
incitan a la deshumanización en los internos provocando trastornos de conducta”24. Este proceso
de deshumanización es semejante al descrito por Lago al hablar de todos esos sectores sociales
que se han visto excluidos, que en su tipología serían las y los arrinconados, que están en reclusión,
ya sea porque no encajan dentro de los estándares y categorías de la sociedad, o bien, porque han
sido señalados, marginados y criminalizados, por lo que se ven obligados a “desaparecer del
mapa” porque no son recibidos ni bien vistos. Todos los procesos, sentimientos, emociones
encontradas y conflictos descritos en este texto por Havel fueron leídas por las PPL y coinciden en
lo que viven y padecen, con la única diferencia en que ellas no reciben la visita de su cónyuge y
que ser mamá vía telefónica o desde el interior de una reja es algo indescriptible e inenarrable.
Reséndiz considera que es urgente que los y las PPL sean vistas, reconocidas y tratadas “como
personas. Lo que ellos necesitan es reconstruirlos emocionalmente”25 y que esos procesos o
proyectos de reinserción social tengan una trascendencia y efectividad real, pues difícilmente

23 Ibid., p. 46
24 Ibid., p. 57
25 Ibid., p. 125

www.bioeticayderecho.ub.edu - ISSN 1886-5887


(Sobre)vivir la COVID-19. Experiencias de encierro en centros penitenciarios de la Ciudad de México – Angel Alonso Salas
Rev Bio y Der. 2020; 50: 149-166 | 161

existe un programa de reinserción social humano y efectivo en algún centro penitenciario. Ahora
bien, una pregunta legítima es qué tanto han servido los talleres de filosofía. En una sesión uno de
los profesores visitantes, el doctor Marco Antonio Camacho, reflexionando sobre el texto de Un
día en la vida de Iván Desinovich insistía en el epígrafe de este escrito. Por unanimidad las
asistentes coincidieron en que efectivamente esas palabras son ciertas y hasta proféticas.
Afortunadamente, muchas de ellos lo ligaron con la primera meditación del segundo libro de las
Meditaciones de Marco Aurelio en donde aplicaban constantemente esas máximas, ya que uno de
los temas que se ven en el proyecto Boecio es la aplicación del estoicismo en la cotidianeidad de
la prisión. En dicha sesión el doctor Camacho insistía en que la pregunta no es ¿cuándo voy a salir
de aquí? Aunque fuera una de las preguntas y temas que más ocupan su pensamiento, sino que se
debía trabajar en ¿cómo voy a salir de aquí? Y de allí se pusieron a pensar en que tal vez este
espacio era una oportunidad para estar más seguras que afuera, o bien, que lograran una
superación personal. Muchas de las asistentes han retomado sus estudios de educación básica
para poder leer y leerles a sus visitas lo textos de filosofía; han aprovechado las sesiones sobre
derechos humanos, meditación, estoicismo, mitos y filosofía oriental para hacer un balance de su
existencia y reflexionar cómo saldrían transfiguradas después de pasar por “la cana”. En esa sesión
se concluyó diciendo que el objetivo que se buscaría no sería el cambiar el mundo, sino que el
mundo (esta cárcel física y mental en la que han sido arrojadas) no las cambie.

En una de las sesiones que impartió el doctor Barrientos, partía del hecho de que “somos un
cuento que nos narran los otros o nos narramos a nosotros mismos” y toda la sesión giró en torno
a reflexionar qué y cómo narramos al otro y a uno mismo, así como por el hecho de que se sufre
por la representación (lo que significa el símbolo, una imagen, un estigma, un prejuicio, una
palabra) y no por lo que creían tener o padecer, lo que las llevó a tomar conciencia de las
representaciones y símbolos que implica el encarcelamiento, y la manera en que esos prejuicios
se aplicaban en su persona.

Fruto de la reflexión de uno de los cursos sobre el proyecto Boecio, se llevaron a cabo dos
actividades. La primera de ellas consistía en el análisis de una frase de Tagore que debían
relacionarlas con alguna canción, imagen o sentimiento. Entre los resultados podemos destacar
que “M” relacionó su sufrimiento y lo que estaba pasando con sus hijos con una canción (“Yo te
nombro libertad”) y se puso a cantarla en el salón con una emoción desbordada; “S” decía que
ahora al ver las estrellas pensaba en las personas que para ella son significativas y como si fuera
un medio de comunicación ella veían en dichos astros a sus seres queridos y viceversa; “A”
describió el significado que tenían las rosas y sus pétalos, los dibujos que le había dado su hijo, el
ramo de rosas con el que ella recordaba a su madre, “P” enlisto las pequeñas sorpresas que te da
la existencia como el ver que del pavimento surgía una flor o que los esfuerzos que hacía por salvar

www.bioeticayderecho.ub.edu - ISSN 1886-5887


(Sobre)vivir la COVID-19. Experiencias de encierro en centros penitenciarios de la Ciudad de México – Angel Alonso Salas
Rev Bio y Der. 2020; 50: 149-166 | 162

a una paloma habían dado frutos, y “X” se preguntaba por qué nunca se había preguntado sobre
el sentido de su vida cuando estaba en “libertad”.

Una segunda actividad que fue muy fuerte y emotiva consistió en la elaboración de un
tríptico en donde la hoja la dividían en tres partes, y debían poner, dibujar o enlistar una serie de
situaciones o cosas. En el anverso debían poner una imagen de ¿quién soy?; un momento más
agradable; y una descripción de para qué soy buena. En el reverso tendrían que registrar un
recuerdo de cómo hice feliz a alguien; lo más significativo que he vivido hasta este momento; y el
recuerdo de persona significativa. Dichos trípticos se convirtieron en una especie de “kit” de
resiliencia, al que acudían en distintas ocasiones y que les hizo pensar todo lo que les quedaba por
vivir. Dichas actividades fueron reforzadas con los contenidos sobre filosofía práctica,
argumentación, fragmentos socráticos y del estoicismo, en donde fue posible que mejoraran su
relación con sus familiares, disminuyera el consumo de drogas; se desvaneciera la ideación suicida
y se viera un cambio hasta en su apariencia física. Respecto a los resultados del grupo A y el B,
hubo una mayor aceptación de la filosofía y su eficacia en el grupo A que en el B, pero en ambos
grupos, hubo una constante: el saber que ese espacio era auténtico, donde eran valoradas como
personas y no por el delito que habían cometido, y que los beneficios implícitos del proyecto
Boecio: ética de la no violencia, el diálogo socrático y el cuidado de sí, son palpables. Ahora bien,
¿cómo están sobreviviendo las y los PPL esta situación de confinamiento?

4. COVID-19 en los centros penitenciarios

Ahora bien, una vez que se ha dado todo este preámbulo, debemos decir que a partir de un brote
de sarampión que se dio en el Reclusorio Varonil Norte, del 5 al 20 de marzo se aplicaron 8 mil
vacunas en el Reclusorio Norte y 14 mil vacunas más distribuidas entre la Penitenciaria del
Reclusorio Oriente, el Reclusorio varonil y femenil de Santa Martha. Por su parte, la Comisión
Nacional de los Derechos Humanos en México, el 30 de junio de 2020 mencionó que en el
monitoreo nacional por COVID-19 en centros penitenciarios, reporta 656 casos confirmados
acumulados, 252 casos sospechosos y 103 decesos. En CDMX hay 75 casos confirmados, 40 casos
sospechosos y 5 defunciones26. ¿Cuántas cifras reales de PPL existen con COVID-19 en México? No
se sabe a ciencia cierta. Las autoridades dicen que no existen, y que los casos de posibles
portadores de algún tipo de influenza o neumonía atípica han sido separados y atendidos. Desde
marzo los “externos”, es decir, quienes no pertenecemos a la Subsecretaría Penitenciaria ya no

26 Cfr. https://www.cndh.org.mx/ consultada el 30 de junio de 2020.

www.bioeticayderecho.ub.edu - ISSN 1886-5887


(Sobre)vivir la COVID-19. Experiencias de encierro en centros penitenciarios de la Ciudad de México – Angel Alonso Salas
Rev Bio y Der. 2020; 50: 149-166 | 163

entramos a clases y desconocemos cuándo podremos hacerlo. Se han reducido las visitas, en el
caso de Santa Martha, ya no hay visitas familiares en los días cotidianos (martes, jueves, sábados
y domingos, sino únicamente jueves y domingos. Si con cuatro días las familias que estaban en la
Sala Grande o en la Sala Chica eran insuficientes y estaban hacinados, ¿cómo hacer ahora para que
en menos días se atienda a la misma cantidad de visitantes (a pesar de que hayan prohibido la
entrada de niñas, niños, mujeres embarazadas y adultos mayores)? Las y los PPL nos han dicho
que, si existen casos de coronavirus en el interior del Centro Penitenciario, pero bajo el escenario
descrito ¿cómo darle voz a quien ha sido arrinconado y le han arrancado su valía y dignidad?
¿Cómo dar voz a quienes se les ha ahogado su voz en un panóptico? Por las PPL tengo el
conocimiento de que han habilitado zonas del penal para casos COVID-19, lo que nos lleva a pensar
que en ese penal deben existir más casos para habilitar ciertos lugares y dar la atención médica.
Pero ¿qué atención pueden recibir si antes de la pandemia difícilmente encontraba un
medicamento para algún malestar estomacal? ¿Contarán con al menos respiradores si afuera se
carecen de ellos? Sobra decir que la reubicación de PPL y contagio están al día, pero como ellas
mismas dicen: si antes del coronavirus ni teníamos servicios médicos o medicamentos, ¿qué nos
espera en esta pandemia si siempre hemos sido olvidadas y nos toman como escoria?

En México, al igual que en muchos otros países se ha pensado en una “Ley de Amnistía”, y
la reducción de penas está en pausa, al igual que los tribunales y todos los procesos penales, pues
las prioridades son “afuera” no en el interior de los Centros Penitenciarios. Las cifras sobre casos
de COVID-19, sarampión u otras enfermedades desde la cuarentena se dan a conocer por
periódicos y publicaciones en las que se filtra información de algún familiar. En la página de la
Subsecretaría encontramos videos de sanitización y que todo está en orden. ¿Qué está pasando
realmente en el interior de cada Centro Penitenciario en lo que respecta al coronavirus? Lo dejo
al criterio del lector, pero debo aclarar que lo que he descrito con antelación es superado
ampliamente en la realidad. Desde el maltrato que recibe todo visitante en aduana, la inspección
de alimentos, el sufrimiento que se percibe en la fila de ingreso de parte de los visitantes, la actitud
de muchas y muchos custodios y lo que vive cada una y cada uno de los PPL muestran el lado
oscuro de nuestra sociedad, en la que se mantienen en la vejación, olvido, exclusión, marginación
y alienación a las y los PPL. Hemos avanzado en tecnología, infraestructura para educación,
ciencia, medicina y comunicaciones, pero sigue siendo más fácil desechar y esconder aquellos
problemas que nos causan contratiempos: migración, pobreza extrema, analfabetismo, violencia,
feminicidios, PPL, ancianos en asilos, enfermos mentales, clínicas de rehabilitación, personas que
viven en la calle, por mencionar algunas cuestiones que debe analizar y comprometerse la bioética
social, y que es más fácil recluir, encerrar, ocultar.

www.bioeticayderecho.ub.edu - ISSN 1886-5887


(Sobre)vivir la COVID-19. Experiencias de encierro en centros penitenciarios de la Ciudad de México – Angel Alonso Salas
Rev Bio y Der. 2020; 50: 149-166 | 164

5. Hacia una bioetica social

Con todo lo visto con antelación, uno podría preguntarse por el papel que tiene la bioética, más
allá de temas referentes al inicio y fin de la vida del ser humano, ética ambiental, zooética o algún
otro tema clásico de la bioética. Considero que muchos de los temas urgentes han quedado
ausentes del discurso bioeticista. Problemas que apelan a los sectores arrinconados, marginados
y excluidos, como la migración, racismo, la violencia de género hacia la comunidad LGBTI, los
feminicidios entre otros; todas las problemáticas existentes con las personas recluidas en
orfanatos, asilos, “granjas”, reclusorios, “pensiones”, etcétera quedan al margen del horizonte
bioeticista, filosófico, político o social… ¿No deberían ser analizados estos problemas desde la
bioética? ¿Cómo fue posible que se diera ese paso con otros seres vulnerables (los animales no
humanos y el ecosistema) y por qué hemos dejado de lado a las y los PPL, a las personas que han
sido “levantadas” y “desaparecidas”, a quienes huyen de su casa y dejan todo por buscar el “sueño
americano”? ¿Qué pasa con el abandono social en el que se encuentran muchas personas de la
tercera edad, quienes terminan gran parte del día en pensiones de adultos mayores? ¿Por qué no
hemos aplicado los principios bioéticos en problemáticas sociales que ameritan una postura
académica y una defensa humanista, ética y bioeticista? Es hora de que la bioética se “ensucie” los
pies y que salga a la plaza pública, que atienda, escuche y reflexione sobre las necesidades
auténticas de las minorías que por número son mayorías, que es donde se encuentran los
verdaderos problemas. No podemos seguir con una actitud “pasiva” de convertirnos en meros
receptores de problemas en el quirófano, auditorio o en un salón de clases.

A mi juicio, es momento que la bioética dirija su vista a las problemáticas sociales que
constituyen una demanda y exigencia social. ¿Dónde está la praxis, el impacto e incidencia social
de la bioética más allá de la actividad realizada en un Comité de Ética de Investigación o un Comité
Hospitalario de Bioética? Es momento de que la bioética se pronuncie con mayor fuerza,
argumentos y contundencia desde el punto de vista de las víctimas, de los arrinconados,
marginados, excluidos, discriminados, vulnerables y de todos aquellos grupos o individuos “sin
voz”. Debemos desistir del confort de lo académico e institucional, y volver a las raíces, a la gente,
a sus usos y costumbres, al barrio, a las personas de “a pie”. Es menester el escuchar, atender y
acompañar a los que sufren, a quienes padecen injusticias. Es inaceptable esperar que los
problemas o los afectados nos encuentren y sean aceptados en las instituciones, cubículos,
consultorios y academias. Debemos recuperar el contacto con, para, desde y por los marginados,
los sobrantes, los arrinconados y los excluidos.

www.bioeticayderecho.ub.edu - ISSN 1886-5887


(Sobre)vivir la COVID-19. Experiencias de encierro en centros penitenciarios de la Ciudad de México – Angel Alonso Salas
Rev Bio y Der. 2020; 50: 149-166 | 165

Referencias

 I Seminario Virtual Internacional ¿Tiene futuro la cárcel después de la pandemia? 6 de junio


de 2020. Disponible en: https://www.youtube.com/watch?v=b7pYYSK8BAA [Consulta: 6 de
junio de 2020].

 II Seminario Virtual Internacional ¿Tiene futuro la cárcel después de la pandemia? 13 de junio


de 2020. Disponible en: https://www.youtube.com/watch?v=dGvat5sOMMU [Consulta: 13 de
junio de 2020].

 III Seminario Virtual Internacional ¿Tiene futuro la cárcel después de la pandemia? 20 de junio
de 2020. Disponible en: https://www.youtube.com/watch?v=cxdBWPuNe6s [Consulta: 20 de
junio de 2020].

 Alonso Merino, A. (2018). Algunas propuestas críticas para acabar con el encarcelamiento en
masa, Revista de la Justicia Penal No. 12, 309-329. Disponible en
https://cabildospenitenciarios.cl/download/propuestas-criticas-para-acabar-con-el-
encarcelamiento-en-masa/?wpdmdl=247&refresh=5ee7ff7c63ce41592262524 [Consulta:
29 de junio de 2020].

 Comisión Nacional de Derechos Humanos (30 de junio de 2020). Ciudad de México, México:
Recuperado de https://www.cndh.org.mx/.

 Havel, V. (1997). Cartas a Olga. Consideraciones desde la prisión. Traducción y edición de


Monika Zgustová. Barcelona: Galaxia Gutemberg.

 Lago Bornstein, J.C. (2006). Redescribiendo la comunidad de investigación. Pensamiento


complejo y exclusión social. Madrid: Ediciones de la Torre.

 Marco Aurelio. (1977). Meditaciones. 5ª reimpresión. Introducción de Carlos García Gual.


Traducción y notas de Ramón Bach Pellicer. Madrid: Gredos.

 Proyecto Boecio (26 de junio de 2020). Sevilla, España: Recuperado de


https://www.facebook.com/ProyectoBoecio/.

 Reséndiz Y. (2018). Los hijos de la cárcel: la reclusión infantil en los sistemas penitenciarios de
México. México: Ed. Aguilar

 Solzhenitsyn, A. Un día en la vida de Iván Denísovich. Prólogo de Enrique Fernández Vernet.


Edición electrónica Kindle.

 Subsecretaria de Sistema Penitenciario. (29 de junio de 2020). Ciudad de México, México:


Recuperado de https://penitenciario.cdmx.gob.mx/.

www.bioeticayderecho.ub.edu - ISSN 1886-5887


(Sobre)vivir la COVID-19. Experiencias de encierro en centros penitenciarios de la Ciudad de México – Angel Alonso Salas
Rev Bio y Der. 2020; 50: 149-166 | 166

 Tagore, R. (2000). Pájaros perdidos. Prólogo de Ramiro Calle. Traducción de Zenobia Camprubí
de Jiménez. Madrid: Ediciones Jaguar.

 UNESCO (2011). La filosofía una escuela de la libertad. México: UAM-I.

Fecha de recepción: 1 de julio de 2020


Fecha de aceptación: 10 de julio de 2020

www.bioeticayderecho.ub.edu - ISSN 1886-5887


El acceso parental a las Unidades de Cuidados Intensivos Neonatales en tiempos de pandemia – Javier Jiménez Flores, Begoña Román Maestre
Rev Bio y Der. 2020; 50: 167-188

Revista de Bioética y Derecho


Perspectivas Bioéticas
www.bioeticayderecho.ub.edu - ISSN 1886-5887

DOSSIER CUESTIONES BIOÉTICAS DE LA PANDEMIA COVID-19

El acceso parental a las Unidades de Cuidados Intensivos


Neonatales en tiempos de pandemia

Parental Access to Neonatal Intensive Care Units in times of


pandemic

L’accés parental a les Unitats de Cures Intensives Neonatals en


temps de pandèmia

JAVIER JIMÉNEZ FLORES, BEGOÑA ROMÁN MAESTRE *

* Javier Jiménes Flores. Enfermero de la Unidad de Cuidados Intensivos Neonatales, Hospital Universitario Vall
d’Hebron, Barcelona. Doctorando en Ciudadanía y Derechos Humanos de la Universidad de Barcelona
(España). Email: jjimenfl16@alumnes.ub.edu.
Begoña Román Maestre. Profesora agregada, Facultad de Filosofía, Universidad de Barcelona (España). Email:
broman@ube.edu.

Copyright (c) 2020 Javier Jiménez Flores, Begoña Román Maestre


Esta obra está bajo una licencia de Creative Commons Reconocimiento-NoComercial-SinObraDerivada
4.0 Internacional.
El acceso parental a las Unidades de Cuidados Intensivos Neonatales en tiempos de pandemia
Javier Jiménez Flores, Begoña Román Maestre | 168
Rev Bio y Der. 2020; 50: 167-188

Resumen
La llegada de la pandemia por coronavirus SARS-CoV-2 (la enfermedad de la COVID-19) a España
también ha repercutido en el acceso parental a las Unidades de Cuidados Intensivos Neonatales
(UCIN). Al comienzo de la pandemia se tomaron las medidas que, fundamentadas en criterios de
salud pública, se consideraron necesarias. A medida que avanzaba el conocimiento científico
sobre la COVID-19, y en base a los nuevos datos obtenidos, se comenzaron a adaptar las medidas
inicialmente establecidas. Sin embargo, creemos que la adaptación de alguno de estos protocolos,
en concreto el del acceso parental a las UCIN, no ha sido la idónea desde el punto de vista bioético
y del interés superior del menor. A lo largo de este artículo exponemos esas insuficiencias.
Palabras clave: UCIN; COVID-19; bioética; padres; neonatos.

Abstract
The arrival of the SARS-CoV-2 coronavirus pandemic (COVID-19 disease) in Spain has also had an
impact on parental access to Neonatal Intensive Care Units (NICU). At the beginning of the
pandemic, measures were taken that, based on public health criteria, and were considered
necessary. As scientific knowledge about COVID-19 advanced, and based on the new data
obtained, the measures initially established began to be adapted. However, we believe that the
adaptation of some of these protocols, specifically that of parental access to NICU, has not been
the ideal one from the bioethical point of view and in the best interest of the minor. Throughout
this article we expose these insufficiencies.
Keywords: NICU; COVID-19; bioethics; parents; newborn.

Resum
L'arribada de la pandèmia per coronavirus SARS-CoV-2 (la malaltia de la COVID-19) a Espanya
també ha repercutit en l'accés parental a les Unitats de Cures Intensives Neonatals (UCIN). A l'inici
de la pandèmia es van prendre les mesures que, fonamentades en criteris de salut pública, es van
considerar necessàries. A mesura que avançava el coneixement científic sobre la COVID-19, i en base
a les noves dades obtingudes, es van començar a adaptar, les mesures inicialment establertes. No
obstant això, creiem que l'adaptació d'algun d'aquests protocols, en concret el de l'accés parental a
les UCIN, no ha estat la idònia des del punt de vista bioètic i de l'interès superior del menor. Al llarg
d'aquest article exposem aquestes insuficiències.
Paraules clau: UCIN; COVID-19; bioètica; pares; nounats.

www.bioeticayderecho.ub.edu - ISSN 1886-5887


El acceso parental a las Unidades de Cuidados Intensivos Neonatales en tiempos de pandemia
Javier Jiménez Flores, Begoña Román Maestre | 169
Rev Bio y Der. 2020; 50: 167-188

1. Antecedentes historicos de las Unidades de Cuidados Intensivos


Neonatales y su relacion con las pandemias

Las Unidades de Cuidados Intensivos Neonatales (UCIN), tal y como las conocemos en la
actualidad, son relativamente modernas, puesto que nacen en 1960 con el reconocimiento
mundial de la especialidad médica en neonatología (Schaffer, 1960). De acuerdo con el Ministerio
de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad de España (2014:11) las UCIN se definen como:

“Una organización de profesionales sanitarios, ubicada en el hospital, que ofrece


asistencia multidisciplinar, cumpliendo unos requisitos funcionales, estructurales y
organizativos, de forma que garantiza las condiciones de seguridad, calidad y eficiencia
adecuadas para atender las necesidades sanitarias asistenciales de los neonatos.”

Para comprender la complejidad y particularidad de las UCIN se hace necesario recurrir a


su historia, conocer sus orígenes y cómo reaccionaron respecto a las distintas pandemias y
epidemias del siglo XX, como por ejemplo: la pandemia del virus influenza A subtipo H1N1
(conocida como la enfermedad de la gripe española), la epidemia del poliovirus (la enfermedad
de la poliomielitis) o la pandemia del virus de la inmunodeficiencia humana –VIH, de aquí en
adelante (la enfermedad del síndrome de la inmunodeficiencia adquirida).

Al origen de la UCIN le anteceden las primeras incubadoras y unidades para el cuidado


exclusivo de recién nacidos –RN, de aquí en adelante- prematuros.1

La primera incubadora de la historia fue desarrollada en 1835 por el médico ruso Johann
Georg von Ruehl (1769-1846). Esta incubadora estaba hecha de zinc de doble pared en forma de
bañera que se mantenía caliente una vez se llenaba con agua tibia el espacio entre las paredes. Fue
usada en el Imperial Foundling Hospital de San Petersburgo (Cone, 1981). Posteriormente, en la
Maternité Port Royal de París (Dunn, 2002), el médico francés Étienne Stéphane Tarnier (1828-
1897) patentó la primera incubadora que se podía cerrar, gracias a la tapa superior de doble
acristalamiento. Tarnier consideraba esencial en el proceso integrar a la madre del RN como
principal cuidadora y que permaneciera a su lado para amamantarlo.

La primera unidad para el cuidado exclusivo de RN prematuros data de 1914 y fue dirigida
por el médico obstetra Julius Hayes Hess (1876-1955) en el Chicago’s Michael Reese Hospital. El
modelo de atención sanitaria de la época se regía por una política de asepsia y delicadeza con
mínima intervención, con lo que los RN prematuros eran manipulados y estimulados lo menos

1
Según la Organización Mundial de la Salud –OMS, de aquí en adelante- (2017: 2) RN prematuro es aquel que nace antes de completar
las 37 semanas de gestación.

www.bioeticayderecho.ub.edu - ISSN 1886-5887


El acceso parental a las Unidades de Cuidados Intensivos Neonatales en tiempos de pandemia
Javier Jiménez Flores, Begoña Román Maestre | 170
Rev Bio y Der. 2020; 50: 167-188
posible. Para la asepsia, se reducía al mínimo la presencia necesaria en el área de prematuros y el
personal sanitario debía usar batas, gorras, mascarillas y unos hábitos de limpieza e higiene que
excluía a los padres de todo contacto. Se protocolarizó el ingreso del prematuro de forma que
comenzara a alimentarse transcurridas las primeras 72 horas. Aquellos RN prematuros que no
podían ser amamantados por nodrizas, eran alimentados con leche materna –LM, de aquí en
adelante- por sonda hasta su estómago y por goteros, evitando siempre el contacto directo con su
madre (Dunn, 2001; Gordon et al., 2001). De acuerdo con Oliveira (2016:107-108), se limitaba el
tiempo de permanencia de las madres en la unidad a poder disponer de la LM que se les extraía.
Tanto el padre como el resto de la familia tenían prohibido el contacto con el RN prematuro. Antes
del alta hospitalaria, únicamente a la madre se le permitía quedarse con su hijo durante un periodo
de uno a cinco días en el hospital, para realizar una serie de actividades de cuidado bajo
supervisión de la enfermera.

El mismo año que se inauguró esta primera unidad para RN prematuros se inició la Primera
Guerra Mundial (1914-1918). Se estima que en cuatro años de guerra fallecieron 16 millones de
personas. Pero una vez finalizada la guerra y al volver a su tierra natal las masas de gente que
huían de ella, se extendió la pandemia más devastadora de la humanidad entre el 1918-1920, el
virus influenza A subtipo H1N1 (Cabrera, 2020). Conforme a la Asociación Española de Pediatría
–AEP, de aquí en adelante- (2005:148), los síntomas más frecuentes de dicha gripe en bebés
lactantes son gastrointestinales, en forma de náuseas, vómitos, diarrea y dolor abdominal. Según
el Centro Nacional de Vacunación y Enfermedades Respiratorias (2018), esta pandemia afectó a
unos 500 millones de personas, y de ellas fallecieron aproximadamente 50 millones. Al no existir
vacuna, las medidas que se siguieron fueron el aislamiento social, hábitos de higiene personal, uso
de productos desinfectantes, limitación de aforo en reuniones públicas y cuarentena. Según una
investigación de Reid (2005) sobre los dos años de pandemia, uno de los factores protectores y
determinantes en la salud de los RN era la salud de la madre durante el primer y segundo trimestre
del embarazo. En esos dos años se acentuaron las muertes fetales y la incidencia de la
prematuridad. Los RN que contrajeron el virus fallecieron por los síntomas de la gripe, mientras
que en los bebés lactantes aumentó el riesgo de muerte ante el fallecimiento de su madre
(interrumpiéndose la LM) o por la indisposición de la madre afectada por el virus para ofrecer su
LM (destetándolo antes de lo esperado) y poder realizar sus cuidados.

Ha habido varias epidemias del poliovirus, hasta que finalmente se encontró la primera
vacuna en 1955 (Porras et al., 2012). De acuerdo con la OMS (2019), los síntomas más frecuentes
en menores de 5 años eran del sistema nervioso en forma de fiebre, cefalea, vómitos, cansancio,
dolor en las extremidades y rigidez de cuello (produciendo parálisis en los músculos de las piernas
y los músculos respiratorios o afectación bulbar, que comportaba insuficiencia respiratoria). Fue

www.bioeticayderecho.ub.edu - ISSN 1886-5887


El acceso parental a las Unidades de Cuidados Intensivos Neonatales en tiempos de pandemia
Javier Jiménez Flores, Begoña Román Maestre | 171
Rev Bio y Der. 2020; 50: 167-188
precisamente en la década de 1950 que tendrá lugar un fenómeno que será trascendental para el
surgimiento de las UCIN, a saber, los conocidos como “pulmones de hierro” (iron lungs). Estos
pulmones actuaban como un respirador mecánico tipo tanque de presión negativa que permitió
asistir respiratoriamente a aquellos pacientes infectados por el poliovirus (Stahlman, 1984).

En 1958 tuvo lugar otro hito fundamental en el desarrollo de lo que serán las UCIN
modernas. El médico psicoanalista John Bowlby (1907-1990), con conceptos que provienen de las
aportaciones de la etología, investigó acerca del vínculo y el apego: en concreto, las conductas de
acercamiento que realiza el RN hacia el progenitor (la madre, por lo general). En sus resultados
demostró las consecuencias negativas de la separación y los problemas derivados de la
hospitalización del RN, tanto para ellos como para sus familias (Serret, 2014).

En octubre del año 1961 surge la primera UCIN moderna debidamente documentada en el
Vanderbilt University Medical Center, Estados Unidos. Inicialmente, en 1959, era una unidad o
estación de prematuros. El paso a UCIN se debió a la pediatra y cardióloga Dra. Mildred Thornton
Stahlman (1922- ), que usó ventilación invasiva con un respirador mecánico para tratar a los RN
con dificultades respiratorias. Ella denominó formalmente las UCIN como unidades de
neonatología que asisten a RN con ayuda de la tecnología (Monroe Carell Jr. Children’s Hospital at
Vanderbilt, 2020). Tal paso fue posible porque Stahlman obtuvo en 1956 un prototipo de
respirador tipo tanque de presión negativa (que hemos visto fue diseñado a raíz de la epidemia
del poliovirus) de tamaño reducido para el uso de RN. Sin embargo, debido a la falta de experiencia
y confianza, quedó abandonado en el sótano del hospital y allí permaneció sin uso durante años
(Stahlman, 1984). Stahlman misma relató cómo propuso a los padres colocar al RN prematuro en
el respirador tipo tanque de presión negativa para tratar la enfermedad respiratoria membrana
hialina2. El RN prematuro fue sellado en el tanque y permaneció 5 días “agotadores” pero
“instructivos”. Para sorpresa de todos pudo destetarse con éxito y superar la enfermedad (Nason,
2009).

No obstante, tanto la literatura como distintas fuentes oficiales señalan que fue entre los
años 1960-1962, a saber, cuando surge la que ha sido considerada como la primera UCIN, bajo la
dirección del pediatra Dr. Louis Gluck (1924-1997). El Dr. Gluck abandonó la docencia en la
facultad de medicina de Stanford en el año 1959 para organizar en octubre del año 1960 la
primera guardería de prematuros en el Yale-New Haven Hospital, Estados Unidos. En el 1962 se
pasó a llamar guardería de cuidados intensivos (Division of Neonatal and Developmental
Medicine, 2020). A diferencia de la Dra. Stahlman, fue una unidad que inicialmente no usaba

2 Afectación respiratoria debida a la inmadurez morfológica, funcional y déficit de surfactante pulmonar. Sobre todo, en el RN
pretérmino (López J. Valls i Soler A. 2008:305).

www.bioeticayderecho.ub.edu - ISSN 1886-5887


El acceso parental a las Unidades de Cuidados Intensivos Neonatales en tiempos de pandemia
Javier Jiménez Flores, Begoña Román Maestre | 172
Rev Bio y Der. 2020; 50: 167-188
respirador mecánico, pero sí dispositivos respiratorios no invasivos de presión continua positiva.
Con posterioridad se reconoció que esta UCIN no usó un respirador mecánico hasta los años 1961-
1962 (Gluck, 1985). Su mayor aportación consistió en demostrar que en su nueva UCIN, más
grande y espaciosa que las guarderías de prematuros convencionales, tanto los RN prematuros en
incubadoras como los RN sanos y enfermos, podían estar en una misma sala siempre que se
realizara una correcta higiene de manos de los adultos y una correcta higiene de los RN (Fountain,
1997). Las leyes de Estados Unidos en la década de 1950 prohibían mezclar los RN (a término,
pretérmino, sanos, enfermos y malformados) por temor a las infecciones cruzadas por la bacteria
staphylococcus aureus, bien conocidas por su letalidad recurrente desde la aparición de las
primeras unidades, como la de Hess (Gluck, 1985).

En los años 80 se produjo otro gran avance, esta vez referido a la forma de atender a los RN
prematuros mediante el modelo de los Cuidados Centrados en el Desarrollo –CCD, de aquí en
adelante-. En el año 1982, la psicóloga Dra. Heideliese Als (1940- ) elaboró la Synactive Theory of
Newborn Behavioral Organization and Development o Teoría Sinactiva de la Organización y el
Desarrollo del Comportamiento del RN. La Dra. Als describe al RN a término preparado para
percibir los estímulos de la vida fuera del útero, mientras que el RN prematuro, por su inmadurez,
es incapaz (Als, 1982). Esta teoría integra cinco subsistemas de funcionamiento (autonómico o
fisiológico, motor, estados funcionales, interacción-atención y autorregulación) y su relación con
el ambiente –reduciendo al máximo cualquier estímulo estresor, como la luz, el ruido, las
manipulaciones y el dolor- que deben de ser conocidos por sus cuidadores (Barboza, 2015). En
España, la implantación de los CCD no comenzó hasta el año 1999 (Perapoch et al., 2006).

Por último, en 1981 se documentó el síndrome de inmunodeficiencia adquirida producida


por el VIH. Pero no fue hasta el 1983 que se describieron los primeros casos de transmisión
vertical (de madre a RN por el embarazo, cesárea, parto o LM) en aquellas madres seropositivas
(Wu, 2014). Las UCIN fueron testigos de aquellos RN con el VIH positivo y establecieron medidas
para reemplazar la LM por leche artificial (Masferrer et al., 2009). En la actualidad, está indicado
promover la LM, por ser mayores los beneficios que los riegos que aporta al RN, en aquellas
madres bien controladas de VIH con una carga del virus indetectable, tanto en sangre como en su
LM (Casabona et al. 2001).

www.bioeticayderecho.ub.edu - ISSN 1886-5887


El acceso parental a las Unidades de Cuidados Intensivos Neonatales en tiempos de pandemia
Javier Jiménez Flores, Begoña Román Maestre | 173
Rev Bio y Der. 2020; 50: 167-188

2. Atencion neonatal e interes superior del menor

En 1986 el Parlamento Europeo aprobó la Carta europea de los niños hospitalizados, que instaba
a profesionales sanitarios y organismos oficiales a velar por el cumplimiento de los 23 derechos
cuando el menor se encuentra ingresado en un centro hospitalario (Diario Oficial de las
Comunidades Europeas, 1986). Relacionados con la atención neonatal3, cabe destacar los
siguientes derechos de los niños hospitalizados:

 Derecho a estar acompañado de sus padres, tutores legales o cuidadores habituales, pudiendo
éstos participar durante su hospitalización y sin que conlleve costes adicionales ni obstaculice
la atención o tratamiento del menor.

 Derecho a que sus padres o personas autorizadas reciban toda la información sobre el estado
de salud y enfermedad de su hijo, respetando el derecho a la intimidad del menor.

 Derecho a que sus padres o personas autorizadas expresen su conformidad en los


tratamientos indicados para el menor.

 Derecho a que sus padres, tutores o cuidadores habituales se les ofrezca ayuda psicológica o
social por profesionales cualificados.

 Derecho a que sus padres o tutores legales rechacen medicamentos y tratamientos


experimentales, o bien autoricen su utilización y su retirada, informados sobre sus riesgos y
ventajas.

 Derecho a estar protegidos por la Declaración de Helsinki (1964), de la Asociación Médica


Mundial, cuando reciban tratamientos experimentales.

 Derecho a no recibir tratamientos médicos inútiles y a no soportar sufrimientos físicos y


morales evitables.

 Derecho a ser tratado con tacto, educación, comprensión y a que se respete su intimidad.

 Derecho a ser atendido por profesionales cualificados que conozcan sus necesidades físicas y
emocionales.

 Derecho a recibir los cuidados necesarios si sus padres o tutores legales se los niegan por
razones religiosas, culturales, prejuicios o no son competentes para decidir en contexto de
urgencia del menor.

3 En la actualidad, un artículo del 2016 apunta que las UCIN de Iberoamérica van encaminadas a respetar el derecho fundamental de
los recién nacidos a estar acompañados por sus padres y recibir visitas de su familia (Montes et al., 2016).

www.bioeticayderecho.ub.edu - ISSN 1886-5887


El acceso parental a las Unidades de Cuidados Intensivos Neonatales en tiempos de pandemia
Javier Jiménez Flores, Begoña Román Maestre | 174
Rev Bio y Der. 2020; 50: 167-188
En 1989 la Asamblea General de las Naciones Unidas aprobó la Convención de los Derechos
del Niño que insta a los Estados firmantes a la adopción de las medidas necesarias para cumplir
sus artículos. Relacionados con la atención neonatal cabe destacar los siguientes:

 7.1. El niño será inscripto inmediatamente después de su nacimiento y tendrá derecho desde
que nace a un nombre, a adquirir una nacionalidad y, en la medida de lo posible, a conocer a
sus padres y a ser cuidado por ellos.

 18.1. Los Estados Partes pondrán el máximo empeño en garantizar el reconocimiento del
principio de que ambos padres tienen obligaciones comunes en lo que respecta a la crianza y
el desarrollo del niño. Incumbirá a los padres o, en su caso, a los representantes legales la
responsabilidad primordial de la crianza y el desarrollo del niño. Su preocupación
fundamental será el interés superior del menor –ISM, de aquí en adelante-.

 24. D) Asegurar una atención sanitaria prenatal y postnatal apropiada a las madres.

 24. E) Asegurar que todos los sectores de la sociedad, y en particular los padres y los niños,
conozcan los principios básicos de la salud y la nutrición de los niños, las ventajas de la
lactancia materna, la higiene y el saneamiento ambiental y las medidas de prevención de
accidentes, tengan acceso a la educación pertinente y reciban apoyo en la aplicación de esos
conocimientos.

 24. E) Derecho a recibir los cuidados necesarios si sus padres o tutores legales se los niegan
por razones religiosas, culturales, prejuicios o no son competentes para decidir en contexto
de urgencia del menor.

 27.2. A los padres u otras personas encargadas del niño les incumbe la responsabilidad
primordial de proporcionar, dentro de sus posibilidades y medios económicos, las condiciones
de vida que sean necesarias para el desarrollo del niño.

En 2015 el Gobierno de la Generalitat de Cataluña actualizó la Carta de Derechos y Deberes


de la ciudadanía del 2001, en relación con la salud y la atención sanitaria (Generalitat de
Catalunya, Departament de Salut, 2015). Relacionados con la atención neonatal cabe destacar los
siguientes:

 1.1.3. Derechos especiales por razón de vulnerabilidad.

 2.1.6. Derecho a conocer cómo actuar, personal y colectivamente, ante una situación de riesgo
para la salud de la comunidad.

 2.2.1. Deber de contribuir al cuidado y la mejora del entorno.

www.bioeticayderecho.ub.edu - ISSN 1886-5887


El acceso parental a las Unidades de Cuidados Intensivos Neonatales en tiempos de pandemia
Javier Jiménez Flores, Begoña Román Maestre | 175
Rev Bio y Der. 2020; 50: 167-188
 2.2.2. Deber de tener cuidado de la propia salud y de las personas que estén bajo su
responsabilidad.

 2.2.3. Deber de evitar riesgos para la salud de otras personas que se pueden derivar de la falta
de adopción de medidas preventivas individuales.

 2.2.4. Deber de hacer un buen uso de las medidas preventivas individuales o colectivas que se
ponen a su alcance.

 2.2.5. Deber de conocer y cumplir las regulaciones vigentes para la protección de la salud
colectiva.

 2.2.6. Deber de cumplir con las medidas excepcionales establecidas por la autoridad sanitaria
en los casos donde se aprecie una situación de peligro para la salud pública.

Como veremos, la aplicación de esos derechos no ha sido suficientemente facilitada en la


atención en las UCIN en tiempos de la COVID-19.

3. Impacto, gestion y desarrollo de la pandemia COVID-19 en las


UCIN

La llegada de la pandemia por coronavirus SARS-CoV-2 (la enfermedad de la COVID-19) a España


ha repercutido muy ampliamente en toda la población adulta en general, pero también, de forma
muy particular, en las mujeres gestantes y los RN. El impacto en las UCIN vino con los casos de
parturientas con COVID-19 positivo, o sospecha de éste, y en tener que gestionar la pandemia en
este grupo tan vulnerable, como son las mujeres gestantes y los RN.

El primer caso de infección neonatal por COVID-19 en España fue publicado online el 31 de
marzo del 2020 (Alonso et al. 2020). El artículo detalla cómo se realizó una cesárea urgente a una
mujer de 41 años embarazada de 38 semanas y 4 días de gestación por una preclamsia4 grave. Al
tercer día de ingreso la madre presentó cuadros febriles y en el quinto día se le sumó una
neumonía bilateral grave que precisó de intubación con ventilación mecánica en la UCI. Tanto la
madre como el padre resultaron COVID-19 positivos. Fue entonces cuando, en el sexto día, se aisló
a la RN bajo vigilancia estrecha. Sin embargo, resultó COVID-19 negativa (pese al haber hecho
lactancia mixta, entre el pecho y leche artificial). No obstante, en el octavo día la RN fue COVID-19
positiva, presentando pocas afectaciones clínicas, y en 24 horas pasó a ser asintomática hasta el

4 Presencia de hipertensión arterial elevada y de proteínas en orina (proteinuria) después de la semana 20 del embarazo (Cararach,
2008: 139).

www.bioeticayderecho.ub.edu - ISSN 1886-5887


El acceso parental a las Unidades de Cuidados Intensivos Neonatales en tiempos de pandemia
Javier Jiménez Flores, Begoña Román Maestre | 176
Rev Bio y Der. 2020; 50: 167-188
momento de la publicación del artículo (día 13 de vida). Los autores del estudio concluyeron que
se trató de un caso de trasmisión horizontal (entre los padres y el RN) y no de transmisión vertical.

Las autoridades sanitarias españolas y las distintas sociedades científicas fueron editando
los documentos oficiales de referencia según el avance de la pandemia, y de su conocimiento
clínico, y bajo la evidencia científica. Relacionados con las UCIN hemos recopilado algunos puntos
relativos al desarrollo de la información disponible desde el inicio de la pandemia hasta la
redacción de este artículo (junio de 2020). En concreto, y por orden cronológico, destacamos los
siguientes:

6 de marzo de 2020. La Sociedad Española de Neonatología –SENEO, de aquí en adelante-


publica su primer documento de Recomendaciones para el manejo del RN en relación con la
infección por SARS-CoV-2 (SENEO, 2020a). Este documento define los primeros algoritmos a
proceder según la tipología del caso (en investigación, confirmado por laboratorio, probable y
descartado).

Fuente. SENEO (2020b), Recomendaciones para el manejo del recién nacido en relación con la infección
por SARS-CoV-2. Versión 6.2. 27/05/2020. P. 15.

www.bioeticayderecho.ub.edu - ISSN 1886-5887


El acceso parental a las Unidades de Cuidados Intensivos Neonatales en tiempos de pandemia
Javier Jiménez Flores, Begoña Román Maestre | 177
Rev Bio y Der. 2020; 50: 167-188
La SENEO publica sus recomendaciones en cuanto a las limitaciones de las visitas al RN y
según el caso (a excepción de la madre/padre o cuidador principal sano que utilizará Equipo de
Protección Individual5 –EPI, de aquí en adelante-) (SENEO, 2020a: 5-7). También se especifica por
primera vez el ingreso separado del contacto infeccioso en una habitación individual con medidas
de aislamiento y separación madre-hijo. Al no poderse descartar la transmisión vertical mediante
la LM, la SENEO desaconsejó amamantar hasta que se confirmara que tanto la madre como su LM
fueran COVID-19 negativas (SENEO, 2020a: 8).

Como la información variaba vertiginosamente, en la segunda revisión del documento, con


fecha del 8 de marzo, se consensuó volver a indicar la LM, siempre que se siguieran estrictas
medidas de higiene y uso de mascarilla (SENEO, 2020b: 8).

13 de marzo de 2020. El Documento Técnico Manejo de la mujer embarazada (Centro de


Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias, 2020: 19) y el Documento Operativo del Servei
Català de la Salut (Servei Català de la Salut, 2020: 17) hacen referencia a que el acceso a la
habitación de los bebés nacidos de madre COVID-19 positiva, a ser posible lo realice siempre una
y la misma persona (madre, padre o cuidador principal sano) con los EPI necesarios.

14 de marzo de 2020. El gobierno de España publica el Real Decreto 463/2020, de 14 de


marzo, por el que se declara el estado de alarma para la gestión de la situación de crisis sanitaria
ocasionada por el COVID-19 (Boletín Oficial del Estado, 2020). Los desplazamientos quedaron
restringidos a movimientos justificados y trabajadores considerados esenciales. Este hecho
imposibilitó implícitamente las visitas de familiares o amigos en las unidades de neonatología.

15 de marzo de 2020. La SENEO actualiza su documento, en la versión 4.0., explicitando que


se permite realizar el piel con piel6 entre RN y madre COVID19 positiva si se garantizan medidas
estrictas de aislamiento madre-hijo (SENEO, 2020b: 7).

Abril y mayo de 2020. Se fueron modificando los documentos oficiales con nuevas
recomendaciones por ampliación y actualización de criterios. El Informe del Ministerio de Sanidad
sobre los Aspectos Éticos en Situaciones de Pandemia: el SARS-CoV-2, del 3 de abril, subrayaba la
necesidad de prestar especial atención a los colectivos de menores de edad en situaciones más
vulnerables para evitar cualquier forma de discriminación en el acceso a los recursos
asistenciales.

5 Previenen de la infección por microorganismos transmitidos por gotas y por contacto. El EPI incluye: mascarilla, guantes y protección
ocular anti-salpicaduras (SENEO, 2020a).
6 El contacto piel con piel consiste en poner al RN encima de su madre durante la primera hora de vida (Lucchini et al., 2012).

www.bioeticayderecho.ub.edu - ISSN 1886-5887


El acceso parental a las Unidades de Cuidados Intensivos Neonatales en tiempos de pandemia
Javier Jiménez Flores, Begoña Román Maestre | 178
Rev Bio y Der. 2020; 50: 167-188

4. Lecciones aprendidas: reflexiones bioeticas sobre las UCIN en


tiempos de pandemia

La pandemia de la COVID-19 condujo a la declaración del estado de alarma, restringiendo


principalmente uno de los derechos fundamentales contemplados en la Constitución Española
(CE: Art. 19), la libertad de circulación. De acuerdo con Salamero (2016: 70), con el fin de proteger
a la población en aras de la salud pública se prevé una ordenación en la adopción de medidas
sanitarias que inciden en los derechos y las libertades individuales. La Ley Orgánica 3/1986, de
14 de abril, de medidas especiales en materia de salud pública (LOMESP) reconoce la competencia
de las autoridades sanitarias para:

“Adoptar medidas cuando lo exijan razones sanitarias de urgencia o necesidad,


siempre que se aprecien indicios racionales que permitan suponer la existencia de
peligro para la salud de la población debido a la situación sanitaria concreta de una
persona o grupo de personas, o con el fin de controlar las enfermedades transmisibles
(arts. 1, 2 y 3).”

La situación especial y concreta que se aborda en este trabajo es la que deriva de la


restricción en las UCIN de un adulto por RN, padre o madre. Como hemos desarrollado, desde la
creación de las primeras incubadoras hasta la existencia de las UCIN modernas, éstas han
experimentado cambios vertiginosos en la forma de entender y atender a los RN y sus familias.

Los grupos vulnerables, como los menores de edad en general y los RN en concreto, merecen
una protección especial. A diferencia de cualquier etapa de la vida, incluso la pediátrica, los RN
exigen una atención específica y diferenciada del resto, dada por sus particularidades neonatales
y su contexto en entornos altamente tecnificados y complejos, como son las UCIN.

Durante el embarazo los padres generan unos vínculos primarios que permiten establecer
una relación íntima y personal hacia el hijo que está por venir. Cuando las cosas no van como se
habían planificado y se esperaban, los RN que lo precisan ingresan en UCIN. Este vínculo se ve
comprometido en el momento de separación padres-RN, sobre todo actualmente en los casos
COVID-19 positivo. La obligatoriedad de cumplir las directrices de las autoridades sanitarias en
las UCIN ha generado un perjuicio en todos los RN ingresados, independientemente de si están
relacionados o no con la COVID-19.

Tal y como señalaba Bowly (Serret, 2014), la separación de los padres conlleva
consecuencias negativas para el RN y su familia, en cuanto a la relación de vínculo y de apego. En
un estudio reciente, Olza et al. (2014: 51) afirman que las UCIN pueden generar un patrón alterado
de apego con repercusiones en el vínculo afectivo y condicionando el desarrollo del RN. A ello hay

www.bioeticayderecho.ub.edu - ISSN 1886-5887


El acceso parental a las Unidades de Cuidados Intensivos Neonatales en tiempos de pandemia
Javier Jiménez Flores, Begoña Román Maestre | 179
Rev Bio y Der. 2020; 50: 167-188
que añadir, tal y como nos recuerdan Izquierdo-Sánchez y Ferrer-Ribot, (2018: 66) en su revisión
desde una perspectiva de género, es importante incluir y favorecer también el contacto del padre-
RN, para generar un modelo equitativo de implicación en el cuidado y la crianza del RN. Pues
también el apego del padre está condicionado a factores personales, emocionales, sociales,
culturales y roles tradicionalmente asignados de género.

Tras aportar descriptivamente las peculiaridades de la UCIN, vemos necesario discutir


críticamente las implicaciones que ha tenido restringir el acceso a un solo adulto:

En un primer momento de la pandemia, dado que se desconocía la forma de actuar de la


COVID-19, nos parecieron acertadas las medidas de no permitir la presencia conjunta del padre y
la madre en la UCIN con la finalidad de salvaguardar la salud pública. Sin embargo, los datos
actualizados sobre la evolución de la COVID-19 así como la normativa que permite la presencia
del padre en la sala de partos durante el nacimiento –momento de mayor vulnerabilidad para la
madre y el RN– invitan a cuestionar si los argumentos sobre la salvaguarda de la salud pública son
suficientes para vulnerar el ISM.

En concreto, cabe replantear la recomendación de mantener siempre el mismo cuidador


principal. La apelación a motivos de salud pública para impedir la entrada de los dos progenitores
a la UCIN no es coherente con que se permita al padre, u otro acompañante, estar presente durante
el trabajo de parto (Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias, 2020: 13). Si se
toman las debidas medidas de protección, debería aceptarse la presencia de ambos cuidadores
principales también durante la hospitalización del RN.

El menor tiene derecho a ser cuidado del mejor modo posible, para ello, ambos padres
deben recibir formación para poder hacerse cargo del menor, sobre todo para garantizar el
cuidado en el caso de que uno de los dos se encuentre impedido. En el caso de la UCIN, el cansancio
y el duelo de ver al hijo RN con problemas de salud, por un lado, y la formación necesaria para
atenderlo bien en su vulnerabilidad, por otro, hacen recomendable garantizar que sean dos las
personas que cuiden de la criatura y sean formados para ello. Si el padre o la pareja son excluidos
del cuidado por argumentos de carácter biologicista (porque no es el que amamanta), se produce
un agravio al ISM. Y si se hace por razones de seguridad, se tendría que demostrar que el riesgo
es proporcional a la medida, y actuar en coherencia en el caso de su presencia en el parto.

Ambos padres tienen responsabilidad en el cuidado y su crianza. En la UCIN el padre (o la


otra madre en caso de parejas no heterosexuales) están sufriendo una discriminación al ser
excluidos de su derecho y deber de tener cuidado de las personas que están bajo su
responsabilidad (Generalitat de Catalunya, Departament de Salut, 2015: 13). Dicha discriminación
consiste en asumir que, dentro de la UCIN, el cuidado está supeditado, entre otras cosas, a la

www.bioeticayderecho.ub.edu - ISSN 1886-5887


El acceso parental a las Unidades de Cuidados Intensivos Neonatales en tiempos de pandemia
Javier Jiménez Flores, Begoña Román Maestre | 180
Rev Bio y Der. 2020; 50: 167-188
producción de leche materna, quedando relegado a un plano secundario la figura del padre o de
la otra madre (Gallegos-Martínez et al., 2010: 106). Esta problemática se extiende a otras formas
de familia que se alejan de los modelos tradicionales, como pueden ser las familias
monoparentales o del colectivo LGTBIQ+7. En la actualidad, debido a la pluralidad de identidades
y expresiones de género, es necesario repensar los roles que se asignan dentro de las UCIN deben
de ser revisados.

No obstante, a medida que fueron pasando los primeros meses de la pandemia en España y
se obtuvo más información y evidencia científica en los documentos oficiales sobre la capacidad
de contagio de la COVID-19 (que determinó la escasa afectación entre los RN), estas medidas
restrictivas comenzaron a ser cuestionables. Si bien la COVID-19 ha contagiado tanto a adultos
como a niños pequeños, los RN no se han visto afectados de la misma manera, mucho menos de
muerte.

A priori, estas medidas prudentes generaban un beneficio en la protección de este grupo


vulnerable y frágil en la UCIN. Se trató de ponderar la integridad de la vida y de la salud de los RN
como directriz global frente a las particularidades del cuidado neonatal y la atención especializada
que requieren los RN por y para sus padres. Como hemos mencionado, a diferencia de cualquier
etapa pediátrica, debemos tener en cuenta que su vulnerabilidad es doble. Por un lado, los RN y
sobre todo los prematuros, se encuentran en constante neurodesarrollo y se hace necesario
favorecer el contacto con sus padres para generar un vínculo afectivo sano y de apego. Por otro
lado, sus principales cuidadores empiezan a ejercer sus roles desde el nacimiento de este. Los
roles adquiridos en los primeros momentos de vida del RN condicionan la implicación y la
corresponsabilidad en los cuidados del RN a largo plazo.

Los padres y su RN per se son contactos estrechos8. La medida de un adulto por hijo permite
la presencia de ambos en casos de gemelos. Es por ello que creemos más oportuno que, según ha
avanzado el conocimiento de la COVID-19, las medidas restrictivas no deberían ser absolutas e
inmutables y han de reenfocarse a las relaciones o la cercanía entre los adultos de una misma
UCIN, generando, por ejemplo, circuitos seguros de paso para evitar en lo posible un acercamiento
inferior a lo recomendado por la comunidad médica y científica. Todo ello porque a los RN de

7 LGTBIQ+: Es una sigla que representa a distintas identidades, expresiones de género, y orientaciones sexuales. Sus iniciales
corresponden a: Lesbiana, Gay, Trans, Bisexual, Intersexual, Queer y otras identidades no incluidas en las anteriores.
8 Según la SENEO (2020), se clasifican en dos supuestos: 1) Cualquier persona que haya proporcionado cuidados mientras el caso
presentaba síntomas: trabajadores sanitarios que no han utilizado las medidas de protección adecuadas, familiares o personas que
tengan otro tipo de contacto físico similar. 2) Convivientes, familiares y personas que hayan estado en el mismo lugar que un caso
mientras el caso presentaba síntomas a una distancia menor de 2 metros durante un tiempo de al menos 15 minutos.

www.bioeticayderecho.ub.edu - ISSN 1886-5887


El acceso parental a las Unidades de Cuidados Intensivos Neonatales en tiempos de pandemia
Javier Jiménez Flores, Begoña Román Maestre | 181
Rev Bio y Der. 2020; 50: 167-188
padres COVID-19 negativos, o a los RN que ingresaron por otros motivos, estamos restándoles
días, semanas o incluso meses de vida de interdependencia afectiva con sus padres.

Consideramos que las medidas adoptadas durante esta pandemia no tuvieron en cuenta el
perjuicio causado desde el nacimiento a los RN y a sus padres. Defendemos como medida general
la posibilidad de acompañamiento por parte de ambos padres, elemental para el desarrollo del
RN. La recomendación, si fuera necesario, sería alternar la presencia de los padres en la misma
ubicación, con las mismas medidas estrictas de higiene y protección (EPI y separación física de
seguridad entre adultos).

Con la pandemia del virus influenza A subtipo H1N1 las medidas que se siguieron fueron el
aislamiento social, hábitos correctos de higiene personal, uso de productos desinfectantes,
limitación de aforo en reuniones públicas y cuarentena. Con ella aprendimos que la salud materna
es también un factor protector y determinante en la salud de los RN.

Con la epidemia del poliovirus se propició la aparición de los respiradores mecánicos y la


posibilidad de tratar también a los RN con enfermedades respiratorias que hasta entonces se
consideraban insalvables. La génesis de las UCIN se debió en parte a la superación de los
pensamientos y los miedos de contagio entre RN, al demostrar que una correcta y estricta higiene,
tanto en manos como en superficies, pudo reducir considerablemente las muertes por las
infecciones cruzadas por la bacteria staphylococcus aureus.

Con la pandemia del VIH aprendimos cómo controlar la carga viral en la LM de la madre
para evitar el contagio por transmisión vertical. También aprendimos a superar el miedo por
contagio horizontal por el contacto estrecho madre-hijo, permitiendo el contacto piel con piel.

5. Conclusiones

A modo de conclusión, queremos insistir en que el desconocimiento y miedo inicial de la pandemia


del coronavirus nos ha forzado a volver a aquellas primeras estaciones para prematuros donde
los padres eran considerados agentes infecciosos. Se ha llegado a restringir su presencia hasta el
punto de recomendar que sea siempre el mismo, normalmente la madre. Se trata de un exceso de
paternalismo y de prudencia que no ha tenido en consideración los aspectos bioéticos en
neonatología, el ISM y los deseos de sus padres.

Estos meses de pandemia han ocasionado una exclusión del otro, normalmente el padre, en
el que el mayor perjudicado es el RN, que se encuentra en desarrollo constante y necesita para
crecer y madurar correctamente el contacto de sus padres o cuidadores principales (Deng et al.,

www.bioeticayderecho.ub.edu - ISSN 1886-5887


El acceso parental a las Unidades de Cuidados Intensivos Neonatales en tiempos de pandemia
Javier Jiménez Flores, Begoña Román Maestre | 182
Rev Bio y Der. 2020; 50: 167-188
2018). Cuando los motivos por los que hemos tomado unas directrices cambian, estas pierden el
sentido y las razones por las que las decidimos. Es trascendental atender a los grupos de alta
vulnerabilidad y delicada fragilidad, más si al no hacerlo estamos perpetuando un daño evitable e
irreparable en la construcción de los vínculos afectivos y el apego entre padres e hijos.

En estos días de pandemia se ha hablado de los niños y de sus derechos, no tanto de los más
vulnerables de entre esos niños, de aquellos que están en las “otras” UCI abriéndose paso en su
absoluta precariedad inicial. Y tampoco se ha hablado de aquellos padres que luchan por
continuar siéndolo y por ejercer como tales, aunque sólo sea con su mera presencia, y en un escaso
periodo de tiempo. La necesidad, la idoneidad, la proporcionalidad en estos contextos de UCIN
adquieren matices, como los que aquí hemos abordado, a tener muy en cuenta para no volver a
cometer los mismos errores que los cometidos en la reciente pandemia.

Nota

Parte del contenido de este manuscrito es fruto de la investigación de la tesis que está realizando
Javier Jiménez Flores.

Bibliografía

 Alonso, D.C.; López M., M.; Moral, P.M.T.; Flores, A.B.; Pallás, A.C.R. (2020). Primer caso de
infección neonatal por SARS-CoV-2 en España. An Pediatr (Barc.). 92, 4, 237–238. [en línea].
Disponible en: https://doi.org/10.1016/j.anpedi.2020.03.002 [Consultado: 9 de junio de
2020].

 Als, H. (1982). Toward a synactive theory of development: Promise for the assessment of
infant individuality. Inf Mental Health J. 3: 229.

 Asociación Española de Pediatría (2005). Gripe. [en línea]. 141-160. Disponible en:
https://www.aeped.es/sites/default/files/documentos/gripe.pdf [Consultado: 2 de junio de
2020].

 Barboza, M.J. (2015) Implicancias de la UCI neonatal en el neurodesarrollo del recién nacido.
Intramed Journal. 5, 1, 1-7. [en línea]. Disponible en:
http://journal.intramed.net/index.php/Intramed_Journal/article/view/403/207
[Consultado: 6 de junio de 2020].

www.bioeticayderecho.ub.edu - ISSN 1886-5887


El acceso parental a las Unidades de Cuidados Intensivos Neonatales en tiempos de pandemia
Javier Jiménez Flores, Begoña Román Maestre | 183
Rev Bio y Der. 2020; 50: 167-188
 Boletín Oficial del Estado (2020). Real Decreto 463/2020, de 14 de marzo, por el que se
declara el estado de alarma para la gestión de la situación de crisis sanitaria ocasionada por
el COVID-19, 25390 a 25400. [en línea]. Disponible en:
https://www.boe.es/diario_boe/txt.php?id=BOE-A-2020-3692 [Consultado: 15 de junio de
2020].

 Cabrera, R. G, (2020) La gripe en 68 Flash. [en línea]. Pediatr Integral; XXIV (1): 61-64.
Disponible en: https://www.pediatriaintegral.es/wp-content/uploads/2020/xxiv01/09/n1-
061-64_IntEsp-Cabrera.pdf [Consultado: 2 de junio de 2020].

 Cararach, R. V.; Botet, M. F. (2008). Preeclampsia. Eclampsia y síndrome HELLP. Barcelona:


Hospital Clínic de Barcelona. Institut Clínic de Ginecologia, Obstetrícia i Neonatologia.
Asociación Española de Pediatría. Protocolos Diagnósticos Terapéuticos de la AEP:
Neonatología. 139-144. [en línea]. Disponible en:
https://www.aeped.es/sites/default/files/documentos/16_1.pdf [Consultado: 5 de junio de
2020].

 Casabona, J.; Romaguera, A.; Almeda, C.; Blanch, C.; Rodés, A. (2001). Evolución de la epidemia
de la infección por el VIH en el siglo XXI. Medicina Integral 37, 10, 419-427. [en línea].
Disponible en: https://www.elsevier.es/es-revista-medicina-integral-63-pdf-13013908
[Consultado: 7 de junio de 2020].

 Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias (2020). Documento Técnico.


Manejo de la mujer embarazada y el recién nacido con COVID-19. 17 de junio. [en línea].
Disponible en:
https://www.mscbs.gob.es/profesionales/saludPublica/ccayes/alertasActual/nCov-
China/documentos/Documento_manejo_embarazo_recien_nacido.pdf [Consultado: 16 de
junio de 2020].

 Centro Nacional de Vacunación y Enfermedades Respiratorias (2018). Historia de la pandemia


de influenza de 1918. [en línea]. Disponible en: https://espanol.cdc.gov/flu/pandemic-
resources/1918-commemoration/1918-pandemic-history.htm [Consultado: 2 de junio de
2020].

 Cone, T.E. (1981). The First Published Report of an Incubator for Use in the Care of the
Premature Infant (1857). Am J Dis Child, 135, 7, 658–660. [en línea]. Disponible en:
https://jamanetwork-com.sire.ub.edu/journals/jamapediatrics/article-abstract/510056
[Consulta: 1 de junio de 2020].

 Constitución Española (1978). Boletín Oficial del Estado, 29 de diciembre de 1978, núm. 311,
pp. 29313 a 29424.

www.bioeticayderecho.ub.edu - ISSN 1886-5887


El acceso parental a las Unidades de Cuidados Intensivos Neonatales en tiempos de pandemia
Javier Jiménez Flores, Begoña Román Maestre | 184
Rev Bio y Der. 2020; 50: 167-188
 Deng, Q.; Li, Q.; Wang, H.; Sun, H.; Xu, X. (2018). Early father-infant skin-to-skin contact and its
effect on the neurodevelopmental outcomes of moderately preterm infants in China: study
protocol for a randomized controlled trial. Trials, 19, 1, 701. [en línea]. Disponible en:
https://doi.org/10.1186/s13063-018-3060-2 [Consultado: 17 de junio de 2020].

 Diario Oficial de las Comunidades Europeas (1986). Carta Europea sobre los Derechos de los
Niños Hospitalizados. (Resolución del Parlamento Europeo Doc. A 2-25/86, DOCE 13 de mayo
de 1986). [en línea]. Disponible en: https://eur-lex.europa.eu/legal-
content/ES/TXT/PDF/?uri=OJ:C:1986:148:FULL&from=EN [Consulta: 13 de julio de 2020].

 Division of Neonatal and Developmental Medicine. Overview and History. Division History
1959-1967. Stanford Medicine: Department of Pediatrics. [en línea]. Disponible en:
https://neonatology.stanford.edu/about-us/history.html [Consultado: 5 de junio de 2020].

 Dunn, P.M. (2001). Julius Hess, MD, (1876-1955) and the premature infant. Archives of Disease
in Childhood - Fetal and Neonatal Edition; 85:F141-F144. [en línea]. Disponible en:
https://fn.bmj.com/content/fetalneonatal/85/2/F141.full.pdf [Consulta: 1 de junio de 2020].

 Dunn, P.M. (2002). Stéphane Tarnier (1828–1897), the architect of perinatology in France.
Archives of Disease in Childhood - Fetal and Neonatal Edition; 86:F137-F139. [en línea].
Disponible en:
https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC1721389/pdf/v086p0F137.pdf [Consulta:
1 de junio de 2020].

 Fountain H. (1997). Louis Gluck, 73, Pediatrician Who Advanced Neonatal Care. The New York
Times. Section B, p. 7. [en línea]. Disponible en:
https://www.nytimes.com/1997/12/15/us/louis-gluck-73-pediatrician-who-advanced-
neonatal-care.html [Consultado: 5 de junio de 2020].

 Gallegos-Martínez, J.; Reyes-Hernández, J.; Silvan-Scochi, C.G. (2010). La Unidad Neonatal y la


participación de los padres en el cuidado del prematuro. Perinatol Reprod Hum 2010 24, 2,
98-108. [en línea]. Disponible en: https://www.medigraphic.com/pdfs/inper/ip-
2010/ip102b.pdf [Consultado: 14 de julio de 2020].

 Generalitat de Catalunya, Departament de Salut (2015). Carta de Drets i Deures de la


Ciutadania en relació amb la Salut i l’Atenció Sanitària. Octubre de 2015. [en línea].
Disponible en:
https://catsalut.gencat.cat/web/.content/minisite/catsalut/ciutadania/drets-deures/carta-
drets-deures.pdf [Consultado: 14 de julio de 2020].

www.bioeticayderecho.ub.edu - ISSN 1886-5887


El acceso parental a las Unidades de Cuidados Intensivos Neonatales en tiempos de pandemia
Javier Jiménez Flores, Begoña Román Maestre | 185
Rev Bio y Der. 2020; 50: 167-188
 Gluck L. (1985). Conceptualization and initiation of a neonatal intensive care nursery in 1960.
Ponencia presentada al Neonatal Intensive Care, A History of Excellence. National Institutes
of Health. Bethesda, Maryland. [en línea]. Disponible en:
http://www.neonatology.org/classics/nic.nih1985.pdf [Consultado: 5 de junio de 2020].

 Gordon B. A.; Mary A.F.; Mhairi, MD. (2001). Neonatología. fisiopatología y manejo del recién
nacido (5ª ed. Médica Panamericana). Madrid.

 Izquierdo-Sánchez. L.; Ferrer-Ribot. M. (2018). Las experiencias del padre en las UCIN: una
revisión desde la perspectiva de género. Revista Latinoamericana de Ciencias Sociales, Niñez y
Juventud, 16, 1), 55-69. [en línea]. Disponible en:
https://dx.doi.org/10.11600/1692715x.16102 [Consultado: 17 de junio de 2020].

 Ley Orgánica 3/1986, de 14 de abril, de medidas especiales en materia de salud pública


(LOMESP). 29/04/1986. [en línea]. Disponible en:
https://www.boe.es/buscar/act.php?id=BOE-A-1986-10498 [Consultado: 17 de junio de
2020].

 López, J.; Valls i Soler, A. (2008). Síndrome de dificultad respiratoria. Barakaldo: Hospital de
Cruces. Asociación Española de Pediatría. Protocolos Diagnósticos Terapéuticos de la AEP:
Neonatología. 305-310. [en línea]. Disponible en:
https://www.aeped.es/sites/default/files/documentos/31.pdf [Consultado: 5 de junio de
2020].

 Lucchini R. C.; Márquez D. F.; Uribe T. C. (2012). Efectos del contacto piel con piel del recién
nacido con su madre. Index de Enfermería 21, 4, 209-213. [en línea]. Disponible en:
http://scielo.isciii.es/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S1132-
12962012000300007&lang=es [Consultado: 16 de junio de 2020].

 Masferrer Martí, A.; López-Vílchez, M. A.; Munné Collado, J.; Mur Sierra, A. (2009). Lactancia
materna en madres infectadas por el virus de la inmunodeficiencia humana en nuestro medio:
¿es viable y recomendable? An Pediatr (Barc.) 70, 5, 506–507. [en línea]. Disponible en:
https://www.analesdepediatria.org/es-lactancia-materna-madres-infectadas-por-articulo-
S1695403309001672?ref=busqueda&ant=13034829&sig=S1695403309003610
[Consultado: 7 de junio de 2020].

 Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad (2014). Informes, Estudios e Investigación.


Neonatología, Estándares y recomendaciones de calidad, p. 11. [en línea]. Disponible en:
https://www.mscbs.gob.es/organizacion/sns/planCalidadSNS/docs/NEONATOLOGIA_Acce
sible.pdf [Consulta 1 de junio de 2020].

www.bioeticayderecho.ub.edu - ISSN 1886-5887


El acceso parental a las Unidades de Cuidados Intensivos Neonatales en tiempos de pandemia
Javier Jiménez Flores, Begoña Román Maestre | 186
Rev Bio y Der. 2020; 50: 167-188
 Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad (2020). Informe del Ministerio de Sanidad
sobre los Aspectos Éticos en Situaciones de Pandemia: el SARS-CoV-2. 3 de abril. [en línea].
Disponible en:
https://www.mscbs.gob.es/profesionales/saludPublica/ccayes/alertasActual/nCov-
China/documentos/200403-INFORME_PANDEMIA-FINAL-MAQUETADO.pdf [Consultado: 13
de julio de 2020].

 Monroe Carell Jr. Children’s Hospital at Vanderbilt. Mildred Stahlman: Pioneering in Neonatal
Intensive Care. [en línea]. Disponible en:
https://www.childrenshospitalvanderbilt.org/information/mildred-stahlman-pioneering-
neonatal-intensive-care [Consultado: 4 de junio de 2020].

 Montes B. MT.; Quiroga A.; Rodríguez S. Sola A. SIBEN (2016). Acceso de las familias a las
unidades de internación de Neonatología en Iberoamérica: una realidad a mejorar. An Pediatr
(Barc.). 85, 2, 95-101. [en línea]. Disponible en: https://www.analesdepediatria.org/es-pdf-
S1695403315003343 [Consultado: 8 de junio de 2020].

 Nason R, C. (2009). Mildred Thornton Stahlman, pioneer in neonatology. Hektoen


International Journal. Nashville: Tennessee. [en línea]. Disponible en:
https://hekint.org/2017/01/27/mildred-thornton-stahlman-pioneer-in-neonatology/
[Consultado: 4 de junio de 2020].

 Oliveira G.T, (2016). Cuidados propostos ao recém-nascido prematuro, à luz de Julius Hess
(século XX), y Rocha P. F, (drtor.). Maestría inédita. Centro de Ciências Biológicas e da Saúde,
Escola de Enfermagem Alfredo. Pinto Rio de Janeiro: Universidade Federal do Estado do Rio
de Janeiro, p. 107-108. [en línea]. Disponible en:
http://www.unirio.br/ppgenf/dissertacoes/dissertacoes-ppgenf-unirio-ano-
2016/dissertacao-tatiana-gomes [Consulta: 2 de junio de 2020].

 Olza F. I, Palanca M. I, González-Villalobos R. I, Malalana M. AM, Contreras S.A. (2014). La salud


mental del recién nacido hospitalizado: psiquiatría infantil en neonatología. C. Med. Psicosom.
109. [en línea]. Disponible en: https://dialnet.unirioja.es/servlet/articulo?codigo=4678922
[Consultado: 17 de junio de 2020].

 OMS (2019). Poliomielitis [en línea]. Disponible en: https://www.who.int/es/news-


room/fact-sheets/detail/poliomielitis [Consultado: 3 de junio de 2020].

 _______ (2017). Metas mundiales de nutrición 2025: Documento normativo sobre bajo peso al
nacer. [en línea]. 1-8. Disponible en:
https://apps.who.int/iris/bitstream/handle/10665/255733/WHO_NMH_NHD_14.5_spa.pdf
?ua=1 [Consultado: 1 de junio de 2020].

www.bioeticayderecho.ub.edu - ISSN 1886-5887


El acceso parental a las Unidades de Cuidados Intensivos Neonatales en tiempos de pandemia
Javier Jiménez Flores, Begoña Román Maestre | 187
Rev Bio y Der. 2020; 50: 167-188
 _______ (1977) Recommended definitions, terminology and format for statistical tables related
to the perinatal period and use of a new certificate for cause of perinatal deaths. Modifications
recommended by FIGO as amended October 14, 1976. Acta obstetricia et gynecologica
Scandinavica, 56, 3, 247–253.

 Perapoch L. J.; Pallás A. CR.; Linde S. MA.; Moral P. MT.; Benito C. F.; López M. M.; Caserío C. S.;
De la Cruz, B. J. (2006). Cuidados Centrados en el Desarrollo. Situación en las unidades de
neonatología de España. An Pediatr (Barc). 64, 2, 32-9. [en línea]. Disponible en:
https://www.analesdepediatria.org/es-pdf-13084172 [Consultado: 6 de junio de 2020].

 Porras, M. I.; Báguena, M.J.; Ballester, R.; Heras, J. (2012). La asociación europea contra la
poliomielitis y los programas europeos de vacunación. Dynamis, 32, 2, 287-310. [en línea].
Disponible en: http://scielo.isciii.es/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0211-
95362012000200002&lng=en&nrm=iso&tlng=en [Consultado: 3 de junio de 2020]

 Reid, A. (2005). The effects of the 1918-1919 influenza pandemic on infant and child health in
Derbyshire. Medical history 49, 1, 29–54. [en línea]. Disponible en:
https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC1088249/ [Consultado: 3 de junio de
2020].

 Salamero, L. (2016). Derechos individuales frente a salud pública en la protección ante


enfermedades contagiosas: propuestas de mejora del marco regulatorio vigente. Gac Sanit. 30,
S1, 69-73. [en línea]. Disponible en: https://www.gacetasanitaria.org/es-pdf-
S021391111630084X [Consultado: 17 de junio de 2020].

 Schaffer, A.J. (1960) Diseases of the newborn. Philadelphia: Saunders, p. 1.

 SENEO (2020a). Recomendaciones para el manejo del RN en relación con la infección por SARS-
CoV-2. Versión 2.0. Fecha 08/03/20. [en línea]. Disponible en:
https://www.seneo.es/images/site/noticias/home/Recomendaciones_SENeo_SARS-CoV-
2Version_2.pdf [Consultado: 15 de junio de 2020].

 SENEO (2020b). Recomendaciones para el manejo del RN en relación con la infección por SARS-
CoV-2. Versión 6.2. Fecha 27/05/20. [en línea]. Disponible en:
https://www.seneo.es/~josepr23/sociedades/SENEOv1/images/site/COVID/Recomendaci
ones_SENeo_SARS-CoV-2_Version_6.2_27052020_.pdf [Consultado: 15 de junio de 2020].

 Serret, M. (2014). El cuidado enfermero del vínculo y el apego entre padres y madres e hijos
prematuros en una unidad neonatal [tesis doctoral]. Universidad Rovira i Virgili, Tarragona.
[en línea]. Disponible en:

www.bioeticayderecho.ub.edu - ISSN 1886-5887


El acceso parental a las Unidades de Cuidados Intensivos Neonatales en tiempos de pandemia
Javier Jiménez Flores, Begoña Román Maestre | 188
Rev Bio y Der. 2020; 50: 167-188
https://www.tdx.cat/bitstream/handle/10803/285312/Tesi%20Maria%20Serret%20Serr
et.pdf?sequence=1&isAllowed=y [Consultado: 4 de junio de 2020].

 Servei Català de la Salut (2020). Document Operatiu. Guia d’actuació enfront de casos d’infecció
pel nou coronavirus SARS-CoV-2 en dones embarassades i nadons. 7 de mayo. [en línea].
Disponible en: https://canalsalut.gencat.cat/web/.content/_A-Z/C/coronavirus-2019-
ncov/material-divulgatiu/guia-actuacio-embarassades.pdf [Consultado: 16 de junio de 2020].

 Stahlman, M.T. (1984). Chapter 15. Assisted Ventilation in Newborn Infant. En: Smith, G.F.,
Vidyasagar, D., & Johnson, M. (eds.). Historical Review and Recent Advances in Neonatal and
Perinatal Medicine, vol. 2. Evansville, Ind., Mead Johnson Nutritional Division. [en línea].
Disponible en: http://www.neonatology.org/classics/mj1980/ch15.html [Consultado: 4 de
junio de 2020].

 Wu E. (2014). Infección por virus de inmunodeficiencia humana en niños y adolescentes. Más


de 25 años en Chile. Revista chilena de infectología, 32, 1, 44-56. [en línea]. Disponible en:
https://scielo.conicyt.cl/pdf/rci/v32s1/art04.pdf [Consultado: 7 de junio de 2020].

Fecha de recepción: 1 de julio de 2020


Fecha de aceptación: 20 de julio de 2020

www.bioeticayderecho.ub.edu - ISSN 1886-5887


La planificación de decisiones anticipadas como estrategia preventiva de conflictos éticos en urgencias y emergencias durante y después de la COVID-19
Silvia Poveda-Moral et al. – Rev Bio y Der. 2020; 50: 189-203

Revista de Bioética y Derecho


Perspectivas Bioéticas
www.bioeticayderecho.ub.edu - ISSN 1886-5887

DOSSIER CUESTIONES BIOÉTICAS DE LA PANDEMIA COVID-19


La planificación de decisiones anticipadas como estrategia
preventiva de conflictos éticos en urgencias y emergencias
durante y después de la COVID-19

Advance Care Planning as a preventive strategy for ethical


conflicts in emergencies during and after COVID-19

La Planificació de Decisions Anticipades com a estratègia


preventiva de conflictes ètics a urgències i emergències durant i
després de la COVID-19

SILVIA POVEDA-MORAL, ALEJANDRO BOSCH-ALCARAZ, ANNA FALCÓ-


PEGUEROLES *
* Silvia Poveda-Moral. Profesora investigadora adjunta, Escola Universitària d'Infermeria i Teràpia
Ocupacional de Terrassa (EUIT). Adscrita a la Universitat Autònoma de Barcelona (España). Email:
silviapoveda@euit.fdsll.cat.
Alejandro Bosch-Alcaraz. Hospital Sant Joan de Déu. Escola d’Infermeria, Facultat de Medicina i Ciències de la
Salut, Universitat de Barcelona (España). Email: abosch@hsjdbcn.org.
Anna Falcó-Pegueroles. Escola d’Infermeria, Facultat de Medicina i Ciències de la Salut, Universitat de
Barcelona (España). Email: annafalco@ub.edu.

Copyright (c) 2020 Silvia Poveda-Moral, Alejandro Bosch-Alcaraz, Anna Falcó-Pegueroles


Esta obra está bajo una licencia de Creative Commons Reconocimiento-NoComercial-SinObraDerivada
4.0 Internacional.
La planificación de decisiones anticipadas como estrategia preventiva de conflictos éticos en urgencias y emergencias durante y después de
la COVID-19 – Silvia Poveda-Moral et al. | 190
Rev Bio y Der. 2020; 50: 189-203

Resumen
La actual pandemia por la COVID-19 está ocasionado serias amenazas para la salud pública a nivel
mundial, especialmente para los grupos de población más vulnerables. Los casos más graves de
la enfermedad han sido primeramente atendidos por los profesionales de urgencias y
emergencias, los cuales han tenido que tomar decisiones en contextos altamente complejos donde
la priorización en la asignación de los recursos sanitarios disponibles les ha generado situaciones
éticamente conflictivas. El objetivo del presente artículo es analizar la importancia de implantar
la PDA en los servicios de urgencias y emergencias como herramienta de consulta en la resolución
de los problemas éticos surgidos durante la pandemia por COVID-19, concretamente, en la
atención al paciente crónico complejo o con enfermedad crónica avanzada.
Palabras clave: voluntades anticipadas; planificación de decisiones anticipadas; planificación
anticipada de la atención; conflictividad ética; atención urgente; emergencias; COVID-19.

Abstract
The events of the present CoVID-19 pandemic are causing serious threats to Public Health
worldwide, specifically at the most vulnerable population groups. Emergency professionals have
served as the first responders for the most serious cases of this disease. At the same time, they
have made decisions in highly complex contexts where the prioritization of allocated care
resources has generated ethically conflictive situations. The aim of this article is to analyze the
importance of implementing the ACP as a tool in the emergency services to solve ethical problems
that have arisen during the COVID-19 pandemic, particularly in the care of complex chronic
patients or those with advanced chronic disease.
Keywords: advance directives; advance care planning; ethical conflict; emergency care;
emergency departments; COVID-19.

Resum
L'actual pandèmia per la COVID-19 està ocasionat serioses amenaces a la salut pública a nivell
mundial, especialment als grups de població més vulnerables. Els casos més greus de la malaltia han
estat primerament atesos pels professionals d'urgències i emergències, els quals han hagut de
prendre decisions en contextos altament complexos on la priorització en l'assignació dels recursos
sanitaris disponibles els ha generat situacions èticament conflictives. L'objectiu d'aquest article va
ser analitzar la importància d'implantar la PDA en els serveis d'urgències i emergències com a eina
de consulta a la resolució dels problemes ètics sorgits durant la pandèmia per COVID-19,
concretament, en l'atenció al pacient crònic complex o amb malaltia crònica avançada.
Paraules clau: voluntats anticipades; planificació de decisions anticipades; planificació
anticipada de l'atenció; conflictivitat ètica; atenció urgent; emergències; COVID-19.

www.bioeticayderecho.ub.edu - ISSN 1886-5887


La planificación de decisiones anticipadas como estrategia preventiva de conflictos éticos en urgencias y emergencias durante y después de
la COVID-19 – Silvia Poveda-Moral et al. | 191
Rev Bio y Der. 2020; 50: 189-203

1. Introduccion

El Coronavirus disease 2019 (COVID-19) es una enfermedad infecciosa que proviene de la familia
de los coronavirus y que puede producir cuadros clínicos que van desde el resfriado común hasta
otros más graves como las neumonías asociadas al virus del Síndrome Respiratorio Agudo Grave
(Severe Acute Respiratory Síndrome Coronavirus 2 o SARS-COV2) (Centro de coordinación de
Alertas y Emergencias Sanitarias, 2020). Los primeros casos se detectaron en diciembre de 2019
en la ciudad de Wuhan, provincia de Hubei, en China (Wang et al. 2020). Desde entonces, la
diseminación de la infección se ha extendido por diferentes países del mundo, dando lugar a un
elevado índice de mortalidad. La rápida propagación de la enfermedad ha impactado
negativamente en los sistemas de salud públicos y privados a nivel mundial, ocasionando un
desequilibrio entre las demandas de atención médica y las capacidades de respuesta. La
envergadura que ha adquirido a nivel mundial la infección por SARS-COV2 ha sido declarada por
la Organización Mundial de la Salud (OMS) como pandemia y catástrofe, por el hecho de
representar serias e inmediatas amenazas para la salud pública (World Health Organization
2019).

A pesar de que algunas personas infectadas por el nuevo coronavirus se pueden mantener
asintomáticas o desarrollar la enfermedad de una forma muy leve, otras enferman gravemente y
acaban falleciendo(Wu et al. 2020). Datos estadísticos aportados por el Equipo Epidemiológico de
Respuesta de Emergencia a la Neumonía del Nuevo Coronavirus en China (Chinese Center for
Disease Control and Prevention, 2020), tras analizar un total de 72.314registros, apuntaron que
entre los casos confirmados el 81% cursó con una enfermedad leve, el 13,8% fueron casos graves
y el 4,7% críticos. En este último grupo se encontró que el 14,8% eran mayores de 80 años, el
10,5% padecían enfermedades cardiovasculares, el 7,3% diabetes, el 6,0% enfermedades
respiratorias crónicas y el 5,6% cáncer.

La gran cantidad de infectados en España por la COVID-19, más de 237.900 según cifras del
Gobierno español el 29 de mayo de 2020(Red Nacional de Vigilancia Epidemiologica, 2020), y la
gravedad de la sintomatología, en algunas de las personas afectadas, ha conllevado a focalizar la
atención sanitaria, especialmente la inmediata, en los servicios de urgencias y emergencias. Para
estos servicios, las situaciones de emergencias sanitarias y catástrofes constituyen una parte
relevante de la atención que desempeñan sus profesionales. En concreto, estos profesionales son
los que se encuentran en primera línea de actuación desarrollando sus tareas en contextos
altamente complejos en los que la toma de decisiones se origina bajo una gran demanda
asistencial y con tiempo limitados (Ebrahimian et al. 2014). Ello, sumado a la situación de
pandemia por la COVID-19, ha supuesto un incremento en las consultas y demandas de la atención

www.bioeticayderecho.ub.edu - ISSN 1886-5887


La planificación de decisiones anticipadas como estrategia preventiva de conflictos éticos en urgencias y emergencias durante y después de
la COVID-19 – Silvia Poveda-Moral et al. | 192
Rev Bio y Der. 2020; 50: 189-203
en los servicios de urgencias y emergencias, especialmente por parte de los grupos de población
con un mayor riesgo de complicación, como son los ancianos, personas con problemas crónicos y
con comorbilidades (Chen et al. 2020).

Sin duda alguna, las enfermeras y médicos de los servicios de urgencias y emergencias ante
la actual situación de pandemia por la COVID-19, se enfrentan ante el conflicto moral de establecer
y aplicar criterios para distribuir los recursos sanitarios disponibles, intentando hacer un justo
equilibrio entre la maximización de las vidas salvadas, según enfoques utilitaristas que establecen
que la mejor acción radica en el mayor beneficio posible para el mayor número de individuos
involucrados, y el deber moral de proteger a toda la población de igual modo siguiendo los
criterios de equidad y justicia para la implementación de dicha priorización asistencial. Y es que
la pandemia impone el ejercicio de buscar el mayor beneficio colectivo tanto en la atención
hospitalaria como prehospitalaria, a pesar de que ello pueda ir en detrimento de los valores y
principios individuales de las personas, pudiendo llegar incluso a quedar estos subordinados a los
profesionales que actúan (Choi y Kim 2018; Curtis, Kross, y Stapleton 2020). Lo anterior explica
la necesidad de garantizar la libertad en la autonomía de elección y decisión de las personas,
además de priorizar el bien comunitario, para evitar la discriminación entre grupos, tal y como
señalaba Butler (2020). En este sentido, la Planificación de Decisiones Anticipadas (PDA), o
también conocida como Planificación Anticipada de la Atención, puede resultar una herramienta
especialmente valiosa para el profesional que debe decidir en aquellas situaciones en las que el
establecimiento o el mantenimiento de determinados tratamientos de soporte vital, pueden
ocasionar situaciones altamente conflictivas (Limón, Lasmarías, y Blay, 2018).

Según el Model Català de Decisions Anticipades, la PDA se define como “un proceso
deliberativo, relacional y estructurado, mediante el cual una persona competente manifiesta sus
valores, preferencias y expectativas de atención y, de acuerdo con estos y en colaboración con su
entorno afectivo y equipo asistencial de referencia, planifica los cuidados que desearía recibir ante
una situación de complejidad clínica o enfermedad grave, en la que se prevé un pronóstico de vida
sustancialmente limitado, o en situación de final de vida, particularmente en aquellas
circunstancias en las que no se encuentre en condiciones para decidir” (Lasmarías et al., 2018).

Si bien, la PDA se propuso en sus inicios cómo un modelo de atención a la cronicidad en un


contexto de “normalidad” en el sistema sanitario, no se ponderó el posible papel que podría
desempeñar en la resolución de los conflictos derivados de una crisis pandémica como la actual,
o cuanto menos, no existen evidencias que así lo constaten.

Por todo ello y con el objetivo de poder crear estrategias de priorización que aseguren el
respeto a los valores y preferencias de los agentes implicados en futuros escenarios que devengan
similares al actual, es necesario el análisis de la integración y la gestión de la PDA en los servicios

www.bioeticayderecho.ub.edu - ISSN 1886-5887


La planificación de decisiones anticipadas como estrategia preventiva de conflictos éticos en urgencias y emergencias durante y después de
la COVID-19 – Silvia Poveda-Moral et al. | 193
Rev Bio y Der. 2020; 50: 189-203
de urgencias y emergencias como herramienta de consulta en la resolución de los problemas
éticos surgidos durante la pandemia por la COVID-19, y concretamente, en el marco de la atención
urgente al paciente crónico complejo o con enfermedad crónica avanzada.

2. Conflictividad etica en los Servicios de Urgencias y Emergencias


durante la COVID-19

Según Whitehorn (2020), el conflicto es una realidad inexorable a cualquier organización de salud.
Concretamente, en España, las políticas de austeridad y recortes en los presupuestos sanitarios
realizados en los últimos años, sumados a la actual pandemia por la COVID-19, han incrementado
las situaciones éticamente conflictivas en la mayoría de los servicios y unidades asistenciales.

En este sentido, los servicios de urgencias y emergencias, junto a los de medicina interna y
unidades de cuidados intensivos (UCI), han constituido uno de los ejes más importantes de
atención, especialmente en el abordaje de los casos más graves de la enfermedad(González &
Vázquez, 2020). En el marco específico de la atención en las urgencias y las emergencias, las
funcionalidades de los servicios, incluso el ámbito competencial de los propios profesionales, han
tenido que ser multiplicadas, dando respuesta a la creciente demanda de atención por parte de la
población, y es que dichos servicios, han sido el principal foco de entrada al sistema sanitario de
los pacientes con sintomatología compatible por infección por el virus SARS-COV2 (Miró, 2020;
Pastor, 2020).

La priorización de los recursos y la toma de decisiones en situaciones éticamente difíciles


son comunes e inevitables en estos contextos asistenciales, acostumbrados además a actuar en
base a un sistema de triaje que evalúa las prioridades de atención y las posibilidades de
supervivencia (Centro de coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias, 2020). A pesar de ello,
los profesionales de urgencias y emergencias ahora han tenido que enfrentarse a una situación
totalmente inverosímil para ellos. La falta de tratamientos específicos para tratar el coronavirus,
la creciente demanda de atención urgente, la presión asistencial a la que han estado sometidos,
así como los problemas éticos añadidos de tener que repartir equitativamente los escasos
recursos que tenían disponibles, han puesto a prueba las capacidades resilientes que tienen los
profesionales para hacer frente a las adversidades (Col·legi Oficial d’Infermeres i Infermers de
Barcelona, 2020). Otra difícil situación que han tenido que afrontar los profesionales de urgencias
y emergencias es el hecho de tener que tomar decisiones sobre instauración o retirada de
tratamientos de soporte vital en tiempos muy limitados y en algunos casos asistir a un proceso de

www.bioeticayderecho.ub.edu - ISSN 1886-5887


La planificación de decisiones anticipadas como estrategia preventiva de conflictos éticos en urgencias y emergencias durante y después de
la COVID-19 – Silvia Poveda-Moral et al. | 194
Rev Bio y Der. 2020; 50: 189-203
final de vida. No puede olvidarse que la máxima principal de los profesionales de urgencias y
emergencias es la salvaguarda de la vida de las personas a quienes atienden.

En este sentido, los planes de contingencia elaborados por la Sociedad Española de Medicina
Intensiva, Crítica y Unidades Coronarias (SEMICYUC) (Sanz et al., 2020) y el Centro de
Coordinación de Emergencias Sanitarias(Centro de coordinación de Alertas y Emergencias
Sanitarias, 2020), así como los documentos propuestos por el Observatorio de Bioética y Derecho
de la Universidad de Barcelona (Observatori de Bioética i Dret, 2020) y los respectivos Comités
de Bioética de Cataluña(Generalitat de Catalunya, 2020) y España (de Montalvo et al., 2020), han
sido creados con el objetivo de guiar a los profesionales en la toma de decisiones, especialmente
en el contexto del cuidado al paciente crítico.

El utilitarismo ha sido de alguna forma, la alternativa ética más ampliamente elegida entre
los diferentes organismos públicos y privados, nacionales e internacionales, y ha servido para
crear estrategias de priorización y contención de la pandemia basadas en el presupuesto de la
maximización del bien comunitario.

En relación a este principio, Iserson y Moskop (2007) afirmaron que el mandato ético
utilitarista es la base que sostiene los sistemas de triaje propios de los servicios de urgencias y
emergencias, a pesar de que, en ocasiones, pueden ser poco precisos en cuanto a la determinación
del máximo beneficio que desean alcanzar para el paciente. De hecho, el correcto cumplimiento
de este criterio no resulta una tarea fácil para los profesionales de urgencias y emergencias, pues
en un intento por equilibrar los beneficios individuales (principio de beneficencia) y colectivos
(principio de justicia), asumiendo también un cierto riesgo individual de contagio (criterio de
utilidad dentro del principio de justicia), surge el principal conflicto (Casado, 2016; Gracia, 2016).
Y es que, priorizar el interés comunitario al del paciente que se atiende o incluso al del propio
profesional, puede ocasionar angustia moral en el sujeto que decide (eliminado para revisión,
2012). En este sentido, el dilema moral se genera cuando el profesional se encuentra ante la
disyuntiva de tener que decidir entre varias opciones posibles, ninguna de las cuales considera
moralmente aceptables. Cómo ya es conocido, en situación de emergencia cualquier decisión
sobre la distribución de los recursos siempre se resuelve mediante el principio del “mal menor”,
lo que acaba beneficiando a unos pero también perjudicando a otros (Gostin, Friedman, & Wetter,
2020).

Dicha cuestión nos lleva a plantear que ante la actual crisis sanitaria, el principio de
autonomía de decisión de las personas ha podido quedar supeditado a una ética de mínimos
(principios de justicia y no maleficencia), hecho lo cual situaría a los colectivos más vulnerables
en una situación de desigualdad en lo referente a la prestación sanitaria(Puyol, 2014). Ello se
refleja en el elevado número de fallecimientos en residencias, más de 18.000 según datos

www.bioeticayderecho.ub.edu - ISSN 1886-5887


La planificación de decisiones anticipadas como estrategia preventiva de conflictos éticos en urgencias y emergencias durante y después de
la COVID-19 – Silvia Poveda-Moral et al. | 195
Rev Bio y Der. 2020; 50: 189-203
proporcionados por las comunidades autónomas, lo que representa el 66% del total de
fallecimientos en España a causa del virus (Rodríguez, 2020).

Es evidente que ante la gravedad de la situación por la pandemia de la COVID-19, las


autoridades sanitarias serán las que decidirán sobre la disponibilidad y distribución de los
recursos atendiendo a enfoques utilitaristas, pero a pesar de ello, los profesionales tienen el deber
moral de proteger y respetar la autonomía de elección y decisión de las personas, en tanto que
pueden negarse a recibir un tratamiento de soporte vital o a la realización de técnicas que vayan
en contra de sus propios intereses. Ello puede ser manifestado verbalmente por el paciente que
es capaz de tomar tal decisión o en el caso contrario, puede estar explicitado en forma de
Documento de Voluntades Anticipadas (DVA) o Planificación de Decisiones Anticipadas (PDA)
(Velasco, 2020).

3. La Planificacion de Decisiones Anticipadas como elemento clave


en la prevencion de conflictos eticos

En 2015 surgió en Cataluña la PDA complementario del DVA en el contexto del paciente crónico
complejo (PCC) o con enfermedad crónica avanzada (Limón et al., 2018). A pesar de no disponer
de la misma consideración o rango legal, ambas opciones favorecen el ejercicio de la autonomía
práctica de las personas y sus singularidades radican en los autores que pueden realizarlas, las
circunstancias de los procesos y sus mecanismos de registro (Loncán,2014).

Uno de los principales objetivos de la PDA es ayudar a los profesionales en la toma de


decisiones para que puedan garantizar unos cuidados y una atención sanitaria individualizada y
guiada por los valores, objetivos y preferencias de las personas atendidas (Lasmarías et al., 2018).
Dada su función, la PDA cobra especial importancia a día de hoy en la que se están manejando
situaciones de infección por SARS-CoV-2 que conllevan un empeoramiento brusco y grave de la
sintomatología en personas de edades avanzadas, pluripatológicos o con una patología terminal
ya conocida y en los que el pronóstico de vida es limitado en el tiempo (Rietjens et al., 2017).

La utilización de la PDA no es algo novedoso y está recogido como un indicador de la calidad


en numerosas guías, especialmente, en el ámbito de los cuidados paliativos (Lovell & Yates, 2014;
Rietjens et al., 2017). Además, la Comisión Asesora para el tratamiento de la infección por SARS-
CoV-2 de la Generalitat de Catalunya, en su reciente publicación, recoge la PDA cómo un ítem
importante a reconsiderar en la evaluación del paciente y que se realiza a través del Índice del
Nivel de adecuación diagnóstico-terapéutico (NIDT) (Gerència del Medicament, 2020).

www.bioeticayderecho.ub.edu - ISSN 1886-5887


La planificación de decisiones anticipadas como estrategia preventiva de conflictos éticos en urgencias y emergencias durante y después de
la COVID-19 – Silvia Poveda-Moral et al. | 196
Rev Bio y Der. 2020; 50: 189-203
Pese a la importancia de la PDA en cualquier atención asistencial, según Casado, raramente
en los servicios de urgencias y emergencias se tiene un conocimiento de las voluntades de los
pacientes, por lo que en ocasiones, se utilizan procedimientos y terapias que pueden no ser
deseadas por aquellos que se encuentran inconscientes y que sí tienen completadas sus
voluntades anticipadas (Casado,2016). En este sentido, estudios previos a la pandemia por la
COVID-19 mostraron que los profesionales de los servicios de urgencias y emergencias
percibieron dificultades o barreras que complicaban la consulta de la PDA y, como consecuencia,
su implementación en el manejo integral del paciente crítico. Las principales barreras que
describen los profesionales de urgencias y emergencias están relacionadas con la dificultad de
acceso y la falta de unificación de los sistemas informáticos, hecho que dificulta su rápida consulta;
la falta de tiempo y la complejidad de los entornos asistenciales; así como las elevadas cargas de
trabajo a las cuales se exponen diariamente los profesionales (Abelsson& Lindwall, 2017; Bashkin,
Caspi, Haligoa, Mizrahi, & Stalnikowicz, 2015; Boddy, Chenoweth, McLennan, & Daly, 2013;
Jezewski, Research, & 2007, s. f.; Lakin et al., 2016; Limón et al., 2018). Probablemente en el
contexto de la actual crisis sanitaria, estas barreras hayan estado presentes en los servicios de
urgencias y emergencias, si bien, de una forma todavía más destacada, a las cuales también se les
han podido sumar aquellas limitaciones producidas por la COVID-19.

Sin duda, el aumento y la aparición de nuevas barreras ha podido suponer una clara
amenaza para la autonomía de decisión de las personas atendidas, pues al desconocer la voluntad
de la persona, el profesional puede llegar a actuar de una forma rutinaria, motivado por la
intuición o por su propio sistema de valores (Choi & Kim, 2018). Por lo contrario, conocer
anticipadamente las voluntades de los pacientes registradas en la PDA, puede proporcionar una
mayor seguridad al profesional que decide y debe de ser una prioridad en la atención en los
servicios de urgencias y emergencias por diferentes razones, también en la crisis sanitaria actual
por COVID-19.

En primer lugar, tener un conocimiento sobre los objetivos y preferencias de cuidados y


tratamientos de los pacientes, puede ayudar a tomar decisiones de una forma más rápida y
ajustada a la voluntad de las personas atendidas y, por consiguiente, puede reducirla
conflictividad ética de los profesionales derivada de la responsabilidad de decidir en unos
contextos complejos de actuación y de rápida respuesta donde los recursos son limitados
(Sandman & Nordmark, 2006).

En segundo lugar, la práctica ante la actual situación de pandemia, en la cual los pacientes
que acuden a los servicios de urgencias y emergencias lo hacen sin representatividad familiar
(siguiendo el reglamento aprobado por orden ministerial) (BOE,2020), está apoyando más la
toma de decisiones en el profesional o “experto”. Todo ello, puede ocasionar situaciones

www.bioeticayderecho.ub.edu - ISSN 1886-5887


La planificación de decisiones anticipadas como estrategia preventiva de conflictos éticos en urgencias y emergencias durante y después de
la COVID-19 – Silvia Poveda-Moral et al. | 197
Rev Bio y Der. 2020; 50: 189-203
conflictivas entre profesionales por intentar garantizar la libertad de elección y decisión de las
personas atendidas, hecho que se podría reducir si se tuviese anticipadamente un conocimiento
sobre las preferencias de atención y tratamiento contempladas en la PDA y registradas en la
historia clínica de la persona (Choi & Kim, 2018).

En tercer lugar, el compartir los deseos y preferencias de la persona con sus familiares,
haciéndoles partícipes del proceso de toma de decisiones, puede ayudar a disminuir el dolor y el
sufrimiento que provoca la situación de incertidumbre pronóstica. Este hecho puede contribuir a
una mejor preparación familiar, especialmente en aquellos casos en los que el profesional advierte
el posible fallecimiento del paciente (Erbay, 2014).

En cuarto lugar, la inclusión de la PDA en la atención de los pacientes afectados por la


COVID-19 puede tener un impacto disminuyendo procedimientos invasivos o tratamientos
potencialmente inapropiados, especialmente en aquellos pacientes con una baja probabilidad en
la recuperación de su calidad de vida previa, y así contribuir a una mayor adecuación de los
recursos disponibles y a una distribución más equitativa de los mismos (Torabi, Borhani,
Abbaszadeh, & Atashzadeh-Shoorideh, 2019), en la misma línea de las recomendaciones
sanitarias en tiempos de pandemia.

En quinto lugar, es de vital importancia tener un conocimiento previo de los deseos de los
afectados para disminuir la probabilidad de transmisión del virus SARS-COV2, ya que, por poner
un ejemplo, ante una situación de Parada Cardiorespiratoria (PCR) la provisión de maniobras y
atención de alta intensidad (intubación orotraqueal) no deseadas por la persona, pueden suponer
un riesgo de contagio para los profesionales que la asisten (Curtis et al., 2020).

Por último, en sexto lugar, el conocer anticipadamente los valores y preferencias de las
personas puede ayudar a reducir tanto el número de pacientes trasladados por los Sistemas de
Emergencias Médicas, como los ingresos y las muertes que se producen en los Servicios de
Urgencias, puesto que, quizá, algunos pacientes, al conocer su pronóstico, desean fallecer en su
propio domicilio asistidos por profesionales experimentados en este tipo de atención (Moe et al.,
2016).

4. Conclusiones

La pandemia por la COVID-19 ha puesto de manifiesto la difícil y comprometida tarea de priorizar


en la asistencia sanitaria dando lugar a situaciones altamente conflictivas desde una perspectiva
ética. Esta cuestión ha sido relevante en aquellos servicios dónde la atención inmediata y la
presión asistencial derivada del aumento de los casos afectados, ha supuesto tomar decisiones de

www.bioeticayderecho.ub.edu - ISSN 1886-5887


La planificación de decisiones anticipadas como estrategia preventiva de conflictos éticos en urgencias y emergencias durante y después de
la COVID-19 – Silvia Poveda-Moral et al. | 198
Rev Bio y Der. 2020; 50: 189-203
una forma necesariamente apresurada por la rápida evolución de la infección y sin tiempo para la
deliberación previa, como ha sido en los casos atendidos por los servicios de urgencias y
emergencias. El hecho de tener que establecer prioridades entre una compleja gama de opciones,
con poco tiempo y recursos y sin una planificación previa, ha resultado particularmente difícil
para los profesionales.

En este sentido, la implementación de la PDA en el contexto de la urgencia y de la


emergencia ante la actual crisis sanitaria y en posibles brotes futuros debe considerarse de suma
importancia, pues ayudaría a los profesionales a tomar decisiones de una forma rápida y
razonada, reduciendo así, la conflictividad ética generada. Se protegería la libertad de elección y
decisión de las personas y, por ende, se reducirían los tratamientos potencialmente inapropiados;
contribuiría a una mayor adecuación de los recursos y a una distribución más equitativa y justa.
También se reducirían las probabilidades de contagio en los profesionales y se disminuiría el
número de traslados realizados por los servicios de emergencias, así como los ingresos y las
muertes en los servicios de urgencias.

Desconocemos si se producirán nuevos brotes de la enfermedad o si por el contrario


devendrán nuevas epidemias o pandemias similares a la actual (COVID-19) en contextos futuros.
Ello exige además de la preparación de los sistemas de salud a nivel mundial en cuanto a la
provisión de recursos materiales y humanos, la revisión y adecuación de los protocolos y guías de
actuación, dónde sería particularmente útil la inclusión de la PDA en el contexto de la urgencia y
la emergencia, por las razones ya expuestas. Se nos presenta ahora una oportunidad de reflexión
sobre la manera en la que hemos procedido a tomar decisiones durante la actual emergencia
sanitaria, para que y acorde a lo aprendido, poder en un futuro construir nuevos marcos de
actuación y puntos de partida con enfoques totalmente nuevos que garanticen el respeto del
principio de autonomía de los pacientes en relación con su salud y atención al final de vida.

Agradecimientos

Este artículo quiere rendir un homenaje a todos los profesionales que han estado en primera línea
asistencial durante la pandemia por la COVID-19 y muy especialmente, a aquellos que han
contraído la infección y a los que perdieron la vida cuidándonos.

www.bioeticayderecho.ub.edu - ISSN 1886-5887


La planificación de decisiones anticipadas como estrategia preventiva de conflictos éticos en urgencias y emergencias durante y después de
la COVID-19 – Silvia Poveda-Moral et al. | 199
Rev Bio y Der. 2020; 50: 189-203

Referencias

 Abelsson, A., & Lindwall, L. (2017). What is dignity in prehospital emergency care? Nursing
Ethics 24, 3, 268-278. Recuperado a partir de https://doi.org/10.1177/0969733015595544.

 Bashkin, O., Caspi, S., Haligoa, R., Mizrahi, S., & Stalnikowicz, R. (2015). Organizational factors
affecting length of stay in the emergency department: Initial observational study. Israel
Journal of Health Policy Research 4, 1. Recuperado a partir de
https://doi.org/10.1186/s13584-015-0035-6.

 Boddy, J., Chenoweth, L., McLennan, V., & Daly, M. (2013). It's just too hard! Australian health
care practitioner perspectives on barriers to advance care planning. Australian Journal of
Primary Health 19, 1, 38. Recuperado a partir de https://doi.org/10.1071/PY11070.

 Butler, J. (2020). El capitalismo tiene sus límites. Sopa de Wuhan. http://iips.usac.edu.gt/wp-


content/uploads/2020/03/Sopa-de-Wuhan-ASPO.pdf.

 Casado, M. I. (2016). Ética en la atención de emergencia: en busca de una preparación ética


deliberada. Eidon. Recuperado a partir de https://doi.org/10.13184/eidon.45.2016.2-17.

 Cabré, L., Casado, M. (2020) Recomendaciones para la toma de deciciones éticas sobre el acceso
de pacientes a unidades de cuidados intensivos en situaciones de pandemia. Universitat de
Barcelona. Recuperado a partir de http://hdl.handle.net/2445/154297.

 Centro de coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias. (2020). Documento técnico


Manejo en urgencias del COVID-19. Ministerio de Sanidad, España, 1-12. Recuperado a partir de
https://www.mscbs.gob.es/profesionales/saludPublica/ccayes/alertasActual/nCov-
China/documentos/Manejo_urgencias_pacientes_con_COVID-19.pdf.

 Chen, N., Zhou, M., Dong, X., Qu, J., Gong, F., Han, Y., … Zhang, L. (2020). Epidemiological and
clinical characteristics of 99 cases of 2019 novel coronavirus pneumonia in Wuhan, China: a
descriptive study. The Lancet 395, 10223, 507-513. Recuperado a partir de
https://doi.org/10.1016/S0140-6736(20)30211-7.

 Choi, J.-S., & Kim, J.-S. (2018). Factors influencing emergency nurses’ ethical problems during
the outbreak of MERS-CoV. Nursing ethics 25, 3, 335-345. Recuperado a partir de
https://doi.org/10.1177/0969733016648205.

 Consideracions sobre la limitació de recursos i decisions clíniques en la pandèmia COVID-19.


(2020). Generalitat de Catalunya. Recuperado a partir de
https://www.fundaciogrifols.org/documents/4662337/1023429220/CBC+covid/f2adb691
-bb7e-41f0-aac3-6f813bc105b1.

www.bioeticayderecho.ub.edu - ISSN 1886-5887


La planificación de decisiones anticipadas como estrategia preventiva de conflictos éticos en urgencias y emergencias durante y después de
la COVID-19 – Silvia Poveda-Moral et al. | 200
Rev Bio y Der. 2020; 50: 189-203
 COVID-19: Movilidad de las Personas. (2020). Boletín Oficial del Estado. Recuperado a partir
de https://www.boe.es/biblioteca_juridica/index.php?tipo=C.

 Curtis, J. R., Kross, E. K., & Stapleton, R. D. (2020). The Importance of Addressing Advance Care
Planning and Decisions about Do-Not-Resuscitate Orders during Novel Coronavirus 2019
(COVID-19). JAMA - Journal of the American Medical Association. American Medical
Association. Recuperado a partir de https://doi.org/10.1001/jama.2020.4894.

 De Montalvo, F., Altisent, R., Bellver, V., Cadena, F., de los Reyes, M., de la Gándara, Á., …
Sánchez, E. (2020). Informe del Comité de Bioética de España sobre los aspectos bioéticos de la
priorización de recursos sanitarios en el contexto de la crisis del Coronavirus, 1-13.
Recuperado a partir de
https://www.mscbs.gob.es/profesionales/saludPublica/ccayes/alertasActual/nCov-
China/documentos/Manejo_urgencias_pacientes_con_COVID-19.pdf.

 Ebrahimian, A., Seyedin, H., Jamshidi-Orak, R., & Masoumi, G. (2014). Exploring Factors
Affecting Emergency Medical Services Staffs’ Decision about Transporting Medical Patients to
Medical Facilities. Emergency Medicine International 1-8. Recuperado a partir de
https://doi.org/10.1155/2014/215329.

 Erbay, H. (2014). Some ethical issues in prehospital emergency medicine. Turkiye Acil Tip
Dergisi. Emergency Medicine Association of Turkey. Recuperado a partir de
https://doi.org/10.5505/1304.7361.2014.32656.

 Falcó Pegueroles, A.M. (2012). Análisis de la Conflictividad Ética en los Profesionales de


Enfermería de las Unidades de Cuidados Intensivos (tesis doctoral). Universitat de Barcelona,
Barcelona, España. Recuperado a partir de http://hdl.handle.net/2445/35127.

 Gerència del Medicament. (2020). Tractament farmacològic de la infecció per SARS-CoV-2.


Recuperado a partir de https://canalsalut.gencat.cat/web/.content/_A-Z/C/coronavirus-
2019-ncov/material-divulgatiu/recull-protocol-pneumonia.pdf.

 Gostin, L. O., Friedman, E. A., & Wetter, S. A. (2020). Responding to Covid-19: How to Navigate
a Public Health Emergency Legally and Ethically. Hastings Center Report 50, 2, 8-12.
Recuperado a partir de https://doi.org/10.1002/hast.1090.

 Gostin, L. O., & Hodge, J. G. (2020). US Emergency Legal Responses to Novel Coronavirus:
Balancing Public Health and Civil Liberties. JAMA - Journal of the American Medical Association.
American Medical Association. Recuperado a partir de
https://doi.org/10.1001/jama.2020.2025.

www.bioeticayderecho.ub.edu - ISSN 1886-5887


La planificación de decisiones anticipadas como estrategia preventiva de conflictos éticos en urgencias y emergencias durante y después de
la COVID-19 – Silvia Poveda-Moral et al. | 201
Rev Bio y Der. 2020; 50: 189-203
 Gracia, D. (2016). Planificación anticipada de los cuidados: un problema presente, un reto
futuro. Rev Esp Geriatr Gerontol 52, 5, 240-241. Recuperado a partir de
https://doi.org/10.1016/j.regg.2016.11.006.

 Informe sobre la situación de COVID-19 en España Contenido. (2020). Recuperado a partir de


https://www.who.int/dg/speeches/detail/who-director-general-s-remarks-at-the-media-
briefing-on-2019-ncov-on-11-february-.

 Iserson, K. V., & Moskop, J. C. (2007). Triage in Medicine, Part I: Concept, History, and Types.
Annals of Emergency Medicine 49, 3, 275-281. Recuperado a partir
dehttps://doi.org/10.1016/j.annemergmed.2006.05.019.

 Jezewski, M. (2007). Emergency nurses’ knowledge, attitudes, and experiential survey on


advance directives. Elsevier. Recuperado a partir de
https://www.sciencedirect.com/science/article/pii/S0897189707000584.

 González, J., Vázquez, MJ. (2020). Los servicios de urgencias y emergencias ante la pandemia
por SARS-CoV-2 Emergency services and the fight against the SARS-CoV-2 pandemic.
Emergencias 2, 3: 155-156.

 Lakin, J. R., Isaacs, E., Sullivan, E., Harris, H. A., McMahan, R. D., & Sudore, R. L. (2016).
Emergency Physicians’ Experience with Advance Care Planning Documentation in the
Electronic Medical Record: Useful, Needed, and Elusive. Journal of Palliative Medicine 19, 6,
632-638. Recuperado a partir de https://doi.org/10.1089/jpm.2015.0486.

 Lasmarías, C., Aradilla-Herrero, A., Santaeugènia, S., Blay, C., Delgado, S., Ela, S., … Gómez-
Batiste, X. (2018). Development and implementation of an advance care planning program in
Catalonia, Spain. Palliative and Supportive Care 17, 4, 415-424. Recuperado a partir
dehttps://doi.org/10.1017/S1478951518000561.

 Les infermeres, a primera línia en la lluita contra la COVID-19 (2020). Col·legi Oficial
d’Infermeres i Infermers de Barcelona. Recuperado a partir de
https://issuu.com/coib/docs/butlletiespecial_diainternacionalinfermera.

 Limón, E., Lasmarías, C., & Blay, C. (2018). Planificación de decisiones anticipadas: Factibilidad
y barreras para su implementación. Formación Médica Continuada en Atención Primaria 5, 5,
259-261. Recuperado a partir de https://doi.org/10.1016/j.fmc.2018.02.001.

 Loncán Vidal, P (2014). Documentos de Voluntades Anticipadas versus Planificación


Anticipada de Decisiones Sanitarias. Bioètica & Debat 20, 71, 13-16.

www.bioeticayderecho.ub.edu - ISSN 1886-5887


La planificación de decisiones anticipadas como estrategia preventiva de conflictos éticos en urgencias y emergencias durante y después de
la COVID-19 – Silvia Poveda-Moral et al. | 202
Rev Bio y Der. 2020; 50: 189-203
 Lovell, A., & Yates, P. (2014). Advance Care Planning in palliative care: A systematic literature
review of the contextual factors influencing its uptake 2008–2012. Palliative Medicine 28, 8,
1026-1035. Recuperado a partir de https://doi.org/10.1177/0269216314531313.

 Miró, Ò. (2020). Mensaje de un virus mundano a un mundo humano. Emergencias, 149-151.

 Moe, J., Kirkland, S., Ospina, M. B., Campbell, S., Long, R., Davidson, A., … Rowe, B. H. (2016,
marzo 1). Mortality, admission rates and outpatient use among frequent users of emergency
departments: A systematic review. Emergency Medicine Journal. BMJ Publishing Group.
Recuperado a partir de https://doi.org/10.1136/emermed-2014-204496.

 Pastor, A. J. (2020). Un sistema sanitario contra un virus. Emergencias, 152-154.

 Puyol, A, Segura, A., Carrasco, J.M., Hernández, I., Román, B., …& Simón, P. (2014). Ética y salud
pública en tiempos de crisis. Cuadernos Fundació Víctor Grífols i Lucas. Recuperado a partir de
https://www.upf.edu/cres/_pdf/cuaderno32.pdf.

 Rietjens, J. A. C., Sudore, R. L., Connolly, M., van Delden, J. J., Drickamer, M. A., Droger, M., …
Korfage, I. J. (2017). Definition and recommendations for advance care planning: an
international consensus supported by the European Association for Palliative Care. The Lancet
Oncology 18, 9, e543-e551. Recuperado a partir dehttps://doi.org/10.1016/S1470-
2045(17)30582-X.

 Rodríguez, V. (2020). COVID-19. Residencias de ancianos y fuerza mayor. Legal Today.


Recuperado a partir de http://www.legaltoday.com/opinion/articulos-de-opinion/covid-19-
residencias-de-ancianos-y-fuerza-mayor.

 Sandman, L., & Nordmark, A. (2006). Ethical conflicts in prehospital emergency care. Nursing
Ethics 13, 6, 592-607. Recuperado a partir de https://doi.org/10.1177/0969733006069694.

 Sanz, M. Á., Hernández-Tejedor, A., García, Á. E., Rivera, J.J., de Molina Ortiz, F. J. G., Camps, A.
S., … Laguía, P. B. (2020). Recomendaciones de «hacer» y «no hacer» en el tratamiento de los
pacientes críticos ante la pandemia por coronavirus causante de COVID-19 de los Grupos de
Trabajo de la Sociedad Española de Medicina Intensiva, Crítica y Unidades Coronarias
(SEMICYUC). Medicina Intensiva. Recuperado a partir de
https://doi.org/10.1016/j.medin.2020.04.001.

 Torabi, M., Borhani, F., Abbaszadeh, A., & Atashzadeh-Shoorideh, F. (2019). Ethical decision-
making based on field assessment: The experiences of prehospital personnel. Nursing Ethics
26, 4, 1075-1086. Recuperado a partir de https://doi.org/10.1177/0969733017736925.

www.bioeticayderecho.ub.edu - ISSN 1886-5887


La planificación de decisiones anticipadas como estrategia preventiva de conflictos éticos en urgencias y emergencias durante y después de
la COVID-19 – Silvia Poveda-Moral et al. | 203
Rev Bio y Der. 2020; 50: 189-203
 Velasco, T. (2020). Voluntades anticipadas y consentimiento informado en Medicina Intensiva.
Revista de Bioética y Derecho 48, 41-59. Recuperado a partir de
https://doi.org/10.1344/rbd2020.48.28967.

 Wang, D., Hu, B., Hu, C., Zhu, F., Liu, X., Zhang, J., … Peng, Z. (2020). Clinical Characteristics of
138 Hospitalized Patients with 2019 Novel Coronavirus-Infected Pneumonia in Wuhan, China.
JAMA - Journal of the American Medical Association 323, 11, 1061-1069.
https://doi.org/10.1001/jama.2020.1585.

 Whitehorn, A. (2020). Conflict resolution in healthcare setting: staff conflicts. The Joanna Briggs
Institute EBP Database. Recuperado a partir de https://jbi.global/sites/default/files/2020-
05/12418%20Conflict%20Resolution.pdf.

 World Health Organization. (2019). Preparación y respuesta frente a emergencias de salud


pública. Recuperado a partir de
https://apps.who.int/iris/bitstream/handle/10665/328554/A72_7-sp.pdf.

 Wu, C., Chen, X., Cai, Y., Xia, J., Zhou, X., Xu, S., … Song, Y. (2020). Risk Factors Associated With
Acute Respiratory Distress Syndrome and Death in Patients With Coronavirus Disease 2019
Pneumonia in Wuhan, China. JAMA Internal Medicine. Recuperado a partir de
https://doi.org/10.1001/jamainternmed.2020.0994.

 Zhi, Z. L. X. B. X. Z. (2020). The epidemiological characteristics of an outbreak of 2019 novel


coronavirus diseases (COVID-19) in China. Chinese Journal of Epidemiology 41. Recuperado a
partir de https://doi.org/10.3760 / cma.j.issn.0254-6450.2020.02.003.

Fecha de recepción: 3 de junio de 2020


Fecha de aceptación: 9 de junio de 2020

www.bioeticayderecho.ub.edu - ISSN 1886-5887


La COVID-19 y los desafíos de la vigilancia digital para los derechos humanos: a propósito de la app DataCOVID prevista en la Orden Ministerial
SND/29/2020, de 27 de marzo – Carmen Márquez Carrasco, Juan Antonio Ortega Ramírez
Rev Bio y Der. 2020; 50: 205-220

Revista de Bioética y Derecho


Perspectivas Bioéticas
www.bioeticayderecho.ub.edu - ISSN 1886-5887

DOSSIER CUESTIONES BIOÉTICAS DE LA PANDEMIA COVID-19


La COVID-19 y los desafíos de la vigilancia digital para los derechos humanos: a
propósito de la app DataCOVID prevista en la Orden Ministerial SND/29/2020,
de 27 de marzo

COVID-19 and the challenges of digital surveillance for human rights: Analysis of
the app DataCOVID foreseen in the Ministerial Order SND/29/2020, of March
27th

La COVID-19 i els desafiaments de la vigilancia digital pels drets humans: a


propòsit de l'app DataCOVID prevista a l'Ordre Ministerial SND/29/2020, del 27
de març

CARMEN MÁRQUEZ CARRASCO, JUAN ANTONIO ORTEGA RAMÍREZ *


* Carmen Márquez Carrasco. Catedrática de Derecho Internacional Público y Relaciones Internacionales, Facultad de
Derecho, Universidad de Sevilla (España). Email: cmarque@us.es.
Juan Antonio Ortega Ramírez. Catedrático de Lenguajes y Sistemas Informáticos, E.T.S. de Ingeniería Informática,
Universidad de Sevilla (España). Email: jortega@us.es.
Esta publicación se enmarca dentro de las actividades que desarrollan los grupos de investigación PAIDI “Nuevos sujetos,
nuevos derechos, nuevas responsabilidades: derechos humanos en la sociedad global” (SEJ-055) e “Investigación,
Desarrollo e Innovación en Informática” (TIC-223). Este trabajo se ha desarrollado parcialmente dentro de los proyectos
de investigación “Gobernanza y Aplicación de la a Responsabilidad Social Empresarial en la Unión Europea” (DER2017-
85834-R) y EDITH (PGC2018-102145-B-C21,C22 (AEI/FEDER, UE)), financiados por el Ministerio de Ciencia, Innovación
y Universidades del Gobierno de España.

Copyright (c) 2020 Carmen Márquez Carrasco, Juan Antonio Ortega Ramírez
Esta obra está bajo una licencia de Creative Commons Reconocimiento-NoComercial-SinObraDerivada
4.0 Internacional.
La COVID-19 y los desafíos de la vigilancia digital para los derechos humanos: a propósito de la app DataCOVID prevista en la Orden
Ministerial SND/29/2020, de 27 de marzo – Carmen Márquez Carrasco, Juan Antonio Ortega Ramírez | 206
Rev Bio y Der. 2020; 50: 205-220

Resumen
La pandemia de la COVID-19 ha demostrado la fragilidad del mundo globalizado y se está
combatiendo mediante una combinación de técnicas y herramientas de ámbitos muy diferentes,
desde clínico hasta tecnológico. La aplicación de las nuevas tecnologías ha suscitado el actual gran
debate europeo sobre la privacidad. Una de sus manifestaciones es la Orden SND/29/2020, de 27
de marzo, del Ministerio de Sanidad, en la que se prevé el desarrollo de la app DataCOVID de
seguimiento digital. Este trabajo tiene por objeto examinar la legalidad y alcance de estas medidas
desde la perspectiva del respeto al derecho a la privacidad en el marco de las garantías para los
derechos humanos y la protección de datos.
Palabras clave: COVID-19; nuevas tecnologías; seguimiento digital; derecho a la privacidad;
protección de datos personales; limitaciones de derechos y libertades fundamentales.

Abstract
The COVID-19 pandemic has demonstrated the fragility of the globalized world and is being fought
through a combination of techniques and tools, among which new contact tracing technologies
play a fundamental role. These new tracking technologies have sparked the current great
European debate on privacy. One of its manifestations is Order SND/29/2020, of March 27,
approved by the Ministry of Health of the Government of Spain, which provides for the
development of a website and a contact tracing app DataCOVID. This work aims at examining the
legality and scope of the measures adopted in the Ministerial Order considering its implications
for the respect of the right to privacy and data protection from the perspective of human rights
guarantees.
Keywords: COVID-19; new technologies; digital monitoring; contact tracing; right to privacy;
protection of personal data; limitations of human rights and fundamental freedoms.

Resum
La pandèmia de la COVID-19 ha demostrat la fragilitat del món globalitzat i s'està combatent
mitjançant una combinació de tècniques i eines d'àmbits molt diferents, des del clínic fins al
tecnològic. L'aplicació de les noves tecnologies ha suscitat l'actual gran debat europeu sobre la
privacitat. Una de les seves manifestacions és l'Ordre SND/29/2020, del 27 de març, del Ministeri
de Sanitat, en la qual es preveu el desenvolupament de l'app DataCOVID de seguiment digital. Aquest
treball té per objecte examinar la legalitat i abast d'aquestes mesures des de la perspectiva del
respecte al dret a la privacitat en el marc de les garanties pels drets humans i la protecció de dades.
Paraules clau: COVID-19; noves tecnologies; seguiment digital; dret a la privacitat; protecció de
dades personals; limitacions de drets i llibertats fonamentals.

www.bioeticayderecho.ub.edu - ISSN 1886-5887


La COVID-19 y los desafíos de la vigilancia digital para los derechos humanos: a propósito de la app DataCOVID prevista en la Orden
Ministerial SND/29/2020, de 27 de marzo – Carmen Márquez Carrasco, Juan Antonio Ortega Ramírez | 207
Rev Bio y Der. 2020; 50: 205-220

1. Introduccion

La crisis sanitaria global de la COVID-19 ha afectado profundamente a España1 y al continente


europeo, foco de la pandemia en los meses de marzo y abril de este annus horribilis 2020. Los
gobiernos han ensayado diferentes enfoques para “aplanar la curva” y se ha procedido a valorar
la efectividad de las medidas de choque adoptadas. Hasta ahora, los gobiernos que han
reaccionado más eficazmente parecen ser aquellos que han invertido en una infraestructura de
salud sólida, han sometido a pruebas masivas e identificaron y aislaron a las personas infectadas,
y pusieron en cuarentena sus contactos.2

Buscar soluciones a este problema global requiere de las nuevas tecnologías de la


información y la comunicación y la ingeniería de datos. En efecto, como han indicado varias
organizaciones de derechos humanos, las funciones que la tecnología puede y debe desempeñar
son imprescindibles. Ahora bien, el aumento de los poderes de vigilancia digital de los Estados,
como el acceso a los datos de localización de los teléfonos móviles, amenaza la privacidad, la
libertad de expresión y la libertad de asociación de una manera que podría conducir a violaciones
de derechos humanos y a reducir la confianza en las autoridades públicas, con el consiguiente
menoscabo de la eficacia de las repuestas de salud pública. Además, tales medidas también
pueden conllevar un riesgo de discriminación que afecte de forma desproporcionada a
comunidades ya marginadas.3

Los países europeos, que pertenecen al círculo de la llamada Europa de los derechos y que
cuentan con amplias garantías constitucionales democráticas y de derechos y libertades
fundamentales, hasta la fecha han sido reacios a imponer restricciones que impacten en el núcleo
esencial de los derechos, como el derecho a la vida privada y la libre circulación de personas.

En este contexto, el gran debate europeo sobre la privacidad y sobre las salvaguardias con
que los derechos humanos ya cuentan tiene que ver con la utilización de las nuevas tecnologías de
seguimiento y rastreo digital para la contención de la COVID-19. Y ello por varias razones. En
primer lugar, la UE ha desarrollado un marco cuasi-autónomo sobre Derecho digital y protección
de datos personales que se entrecruza con la protección y garantías de los derechos y libertades

1 A fecha de 13 de junio del 2020, según el Ministerio de Sanidad hay 243928 personas contagiadas por el coronavirus en España y
2354844 de casos en Europa, de los 7670887 en el mundo. Véase
https://www.mscbs.gob.es/profesionales/saludPublica/ccayes/alertasActual/nCov-China/home.htm [Consulta: 13 de junio 2020].
2 Estos países son Alemania, Taiwan, Nueva Zelanda, Islandia, Finlandia, Noruega y Dinamarca, todos ellos con gobiernos presididos
por mujeres. Véase https://www.forbes.com/sites/avivahwittenbergcox/2020/04/13/what-do-countries-with-the-best-
coronavirus-reponses-have-in-common-women-leaders/ [Consulta: 1 de junio 2020].
3 Disponible en: https://www.hrw.org/print/340477 [Consulta: 13 de junio 2020].

www.bioeticayderecho.ub.edu - ISSN 1886-5887


La COVID-19 y los desafíos de la vigilancia digital para los derechos humanos: a propósito de la app DataCOVID prevista en la Orden
Ministerial SND/29/2020, de 27 de marzo – Carmen Márquez Carrasco, Juan Antonio Ortega Ramírez | 208
Rev Bio y Der. 2020; 50: 205-220
fundamentales en la propia Unión; en segundo lugar, porque la respuesta de la UE a la pandemia,
a la vista de que varios países miembros (como Alemania, Francia, Italia) ya tienen proyectos
acabados o en pruebas con miras a gestionar el complejo reto del desconfinamiento, ha promovido
el desarrollo de una app europea de geolocalización (Rastreo Paneuropeo de Proximidad para
Preservar la Privacidad/Pan-European Privacy-Preserving Proximity Tracing)4 que estará
operativa en breve.5

Este debate tiene su manifestación en España con la aprobación por el Ministerio de Sanidad
de la Orden SND/29/2020, de 27 de marzo (BOE de 28 de marzo)6, en la que figuran una serie de
encomiendas de gestión a la Secretaría de Estado de Digitalización e Inteligencia Artificial para el
desarrollo, entre otros, de la app DataCOVID19 para monitorizar a la población con el fin de
contener la pandemia.

En este trabajo se examina la legalidad y alcance de las medidas adoptadas en la Orden


Ministerial de acuerdo al marco jurídico europeo y su implementación nacional sobre el Derecho
digital, la protección de datos personales y el respeto a la privacidad, incluyendo las garantías de
los derechos humanos, en la actual situación de crisis sanitaria. Este trabajo tiene un enfoque
multidisciplinar. Por ello, primeramente, se presentarán las características de las herramientas
tecnológicas que se están desarrollando frente a la pandemia.

2. Desarrollo de tecnologías de seguimiento digital frente a la


pandemia

La rápida expansión del coronavirus determina su alta capacidad de contagio. No es un virus con
un índice de letalidad elevado, pero sí ha demostrado la fragilidad de la globalidad. Esta pandemia
puede tener unas consecuencias aún difíciles de pronosticar y que pueden ser más graves que la
Gran Recesión de 2008 que comenzó con la quiebra de Lehman Brothers o la de la Gran Depresión
del 1929 que comenzó con el lunes negro de la bolsa neoyorquina.

4 https://www.pepp-pt.org/ [Consulta: 23 de abril 2020].


5https://elpais.com/tecnologia/2020-04-20/la-guerra-de-la-app-de-rastreo-del-virus-investigadores-y-gobiernos-europeos-
compiten-por-su-opcion.html [Consulta: 23 de abril 2020].
6 https://www.boe.es/boe/dias/2020/03/28/pdfs/BOE-A-2020-4162.pdf [Consulta: 1 de abril 2020].

www.bioeticayderecho.ub.edu - ISSN 1886-5887


La COVID-19 y los desafíos de la vigilancia digital para los derechos humanos: a propósito de la app DataCOVID prevista en la Orden
Ministerial SND/29/2020, de 27 de marzo – Carmen Márquez Carrasco, Juan Antonio Ortega Ramírez | 209
Rev Bio y Der. 2020; 50: 205-220
Un aspecto del contagio es que el virus puede estar presente en personas asintomáticas que
son portadoras y por tanto pueden trasmitirlo al resto de la población, sin ni siquiera saberlo. Esto
supone un reto que aún dificulta más su control y propagación.

Entre las nuevas tecnologías, son varias las iniciativas en marcha, y algunas de ellas están
dando respuestas evidentes, combinadas con otras, como la realización masiva de test de
detección, el confinamiento, el uso de mascarillas y guantes y otras medidas de higiene personal
y reducción de la movilidad y la proximidad entre las personas. Entre ellas cabe mencionar los
portales y plataformas digitales, los gadgets, la inteligencia artificial y la robótica, y la utilización
de drones. Son las aplicaciones móviles y los chatbots los que están contemplados en la Orden
Ministerial que analizamos en este trabajo y por ello nos referiremos a ellos a continuación.

2.1 Aplicaciones móviles


El desarrollo de big data y de apps de geolocalización para optimizar la vigilancia sanitaria en
varios países de Asia ha tenido consecuencias positivas en el control de la crisis epidemiológica.
Sin embargo, el uso de datos personales no ha estado exento de críticas y desconfianzas puesto
que los gobiernos utilizan la combinación de estas apps móviles con otros portales web
especializados y plataformas digitales para el control de los ciudadanos. Así, agencias
gubernamentales chinas han desarrollado y operan un sistema que asigna a cada persona un
código QR de movilidad7. El sistema obliga a que tras registrarse en las plataformas desarrolladas
el usuario debe incluir sus datos personales, además de ubicación actual, los lugares en los que ha
estado, unido a información sobre síntomas propios de la COVID-19. Para conseguir la difusión
global del código, se incluyen como una funcionalidad adicional en dos plataformas chinas muy
utilizadas, Alipay y Wechat8, con las que el gobierno chino se ha asociado, fruto de lo cual ha
llegado a manejar una enorme cantidad de datos. Se cuestiona además si estos datos conciernen
solo a la salud o la ubicación, o si también comprenden datos de tráfico en internet, compras, etc.

En Corea del Sur la app Corona100m9 ha sido muy importante para el control de la
propagación de la pandemia. Esta app utiliza un sistema de localización GPS a través del cual los
usuarios son informados cuando se encuentra a menos de 100 metros de un lugar que haya sido

7https://www.bloomberg.com/news/articles/2020-03-23/to-pass-go-in-china-you-need-a-green-light-from-alipay-app [Consulta:
20 de mayo 2020].
8https://www.finance.yahoo.com/news/alibaba-spinoff-alipay-surged-past-1-billion-accounts-in-2019-150728030.html [Consulta:
20 de mayo 2020].
9https://thediplomat.com/2020/03/a-democratic-response-to-coronavirus-lessons-from-south-korea/ [Consulta: 20 de mayo
2020].

www.bioeticayderecho.ub.edu - ISSN 1886-5887


La COVID-19 y los desafíos de la vigilancia digital para los derechos humanos: a propósito de la app DataCOVID prevista en la Orden
Ministerial SND/29/2020, de 27 de marzo – Carmen Márquez Carrasco, Juan Antonio Ortega Ramírez | 210
Rev Bio y Der. 2020; 50: 205-220
frecuentado visitado por un contagiado, dentro de su periodo de contagio; también le informa si
ha transitado por lugares donde previamente se han detectado casos de COVID-19. La
responsabilidad en este caso es solo de una empresa tecnológica que construye los datos a través
de información pública, o sea, entregados por las autoridades y a disposición de la ciudadanía.

De manera similar, otros gobiernos también han desarrollado apps para combatir el virus,
como la lanzada por el Gobierno de Singapur (TraceTogether). Esta es la solución tecnológica que
ha inspirado a muchos países europeos para el desarrollo de sus propias aplicaciones y de la app
europea. La app de Singapur almacena cuándo y con quién ha estado a menos de un metro cada
usuario de la aplicación10. De esta manera, si alguien presenta síntomas es fácil avisar a los
contactos con los que ha estado de esta circunstancia y aconsejarle (u obligarle) a realizar el
confinamiento a aquellas personas que hayan estado expuestas a pacientes con sintomatología de
la COVID-19. Se trata por lo tanto de detección individualizada, no de una localización por antenas
o ámbitos de geolocalización. En cualquier caso, las autoridades pueden obtener información
encriptada en casos de riesgo.

Este modelo ha servido de base para otras iniciativas. El Gobierno japonés ha puesto en
marcha un sistema similar que informa al usuario de su proximidad a un infectado sin indicarle
cuándo.11

De manera análoga, la histórica alianza Google y Apple para combatir el virus, desarrollan
una iniciativa que ha comenzado a fines de mayo para inter-operar teléfonos con sistemas iOS y
Android que a través de Bluetooth LE almacenará de manera anónima los dispositivos cercanos
con los que se ha estado durante los últimos 14 días para notificar en caso de que haya un positivo
y avisar a los que estuvieron próximos al mismo12. Las serias dudas acerca de la privacidad de los
usuarios se resuelven según ambas empresas porque el sistema la garantizará con identificadores
únicos de privacidad, que se almacenarán en los dispositivos, no en la nube y por el uso de
Bluetooth y el carácter “voluntario” de la participación de los usuarios.13

10https://elpais.com/sociedad/2020-04-14/el-movil-avisa-has-estado-en-contacto-con-alguien-positivo-de-coronavirus.html
[Consulta: 29 de mayo 2020].
11https://digitalpolicylaw.com/gobierno-de-japon-desarrolla-app-de-rastreo-de-covid-19/ [Consulta: 29 de mayo 2020].
12https://digitalpolicylaw.com/google-y-apple-desarrollaran-app-de-rastreo-de-covid-19-en-ios-y-android/ [Consulta: 29 de mayo
2020].
13 https://www.republica.com/2020/04/28/la-alianza-de-apple-y-google-para-luchar-contra-el-covid-19/ [Consulta: 29 de mayo
2020].

www.bioeticayderecho.ub.edu - ISSN 1886-5887


La COVID-19 y los desafíos de la vigilancia digital para los derechos humanos: a propósito de la app DataCOVID prevista en la Orden
Ministerial SND/29/2020, de 27 de marzo – Carmen Márquez Carrasco, Juan Antonio Ortega Ramírez | 211
Rev Bio y Der. 2020; 50: 205-220

2.2 Chatbots
Los chatbots o bots conversacionales son programas que emulan tener una conversación con una
persona. En el ámbito de la COVID-19 se han desarrollado algunos para realizar el seguimiento de
los pacientes que hayan contraído la enfermedad y se encuentren en su hogar o bien aquellos
otros que hayan presentado síntomas y se le haya informado a la autoridad sanitaria competente.

Estos sistemas comienzan a trabajar una vez que un usuario contacta con el servicio de
salud informando sobre el padecimiento y la sintomatología de la enfermedad, o también cuando
se utiliza una app para informar a un usuario que se encuentra dentro de los posibles infectados
por el virus. Utilizando los sistemas de geolocalización o proximidad, según corresponda, se recibe
una alerta informando que la persona debe autoimponerse una cuarentena si ha estado próximo
a una persona contagiada y se realiza el seguimiento de los síntomas y/o la evolución de la
enfermedad de la persona aislada.

Entre ellos se puede destacar Carina14 que utilizando inteligencia artificial responde a
preguntas sobre la COVID-19 en castellano, y otros chatbots como Pegg15 de SAGE Group que se
centra en prestar información sobre la protección y bienestar de los empleados, o el chatbot16 de
la empresa AvantgardeIT y Abarca que presta asistencia en la preparación de la solicitud de
ayudas propuestas por el gobierno para personas físicas o autónomos.

3. Las medidas de seguimiento digital aprobadas en Espana y su


incardinacion en el Derecho de la Union Europea

3.1 Medidas de vigilancia digital aprobadas en España


La Orden SND/29/2020 comprende dos grupos de medidas. El primero consiste en encomendar
a la Secretaría de Estado de Digitalización e Inteligencia Artificial el desarrollo urgente de
soluciones tecnológicas y aplicaciones móviles con el fin de mejorar la eficiencia operativa de los
servicios de salud del país y ofrecer la mejor atención a los ciudadanos.

Ello se ha concretado en la creación de una página web y una app que permite al usuario
autoevaluarse sobre COVID-19 a partir de síntomas y ofrecerle información y consejos prácticos.

14https://1millionbot.com/chatbot-coronavirus/ [Consulta: 29 de mayo 2020].


15https://www.sage.com/es-es/productos/pegg/ [Consulta: 29 de mayo 2020].
16http://www.subsidioscovid19.es/ [Consulta: 29 de mayo 2020].

www.bioeticayderecho.ub.edu - ISSN 1886-5887


La COVID-19 y los desafíos de la vigilancia digital para los derechos humanos: a propósito de la app DataCOVID prevista en la Orden
Ministerial SND/29/2020, de 27 de marzo – Carmen Márquez Carrasco, Juan Antonio Ortega Ramírez | 212
Rev Bio y Der. 2020; 50: 205-220
Esta app ya existe y se denomina AsistenciaCOVID1917. Dados los diferentes teléfonos y
direcciones de cada Comunidad Autónoma, la app debe “permitir la geolocalización del usuario a
los solos efectos de verificar que se encuentra en la Comunidad Autónoma en que declara estar”
(Orden SDN/29/2020:2)18. La instalación de la app y la autorización de la geolocalización son
voluntarias. Los sistemas operativos de los teléfonos móviles piden siempre el permiso del usuario
si una app intenta acceder al GPS o a cualquier otro sensor, como la cámara de fotos o el micrófono.

La Orden también prevé el desarrollo de un asistente conversacional (chatbot) para ser


utilizado vía aplicaciones de mensajería instantánea, así como el de una web para proporcionar
información oficial ante las preguntas de la ciudadanía (Orden SDN/29/2020: 2)19.

En cuanto a los datos recopilados, el Gobierno subraya que:

“los datos personales serán conservados durante el tiempo que perdure la crisis
sanitaria y, una vez finalizada, serán agregados de forma anónima para tratarlos con
fines estadísticos, de investigación o de planteamiento de políticas públicas, durante un
período máximo de dos años”.20

El segundo grupo de medidas encarga un estudio de movilidad de usuarios que se realizará


por medio de la Secretaría de Estado de Digitalización e Inteligencia Artificial junto con el INE,
siguiendo el modelo que éste ya aplicó el año pasado, y las principales operadoras de telefonía de
España, con el fin de analizar los efectos de las medidas de confinamiento aplicadas durante la
pandemia “a través del cruce de datos de los operadores móviles, de manera agregada y
anonimizada” (Orden SDN/29/2020 2). Se llama DataCOVID19. Según la Orden ministerial, el
periodo de análisis de la movilidad se ceñirá “a los días previos y durante el confinamiento”
(Orden SDN/29/2020:2).

En estos momentos existen varios proyectos de desarrollo de tecnologías de seguimiento


digital ya en marcha en diferentes Comunidades Autónomas21. Según el Gobierno español, se trata
de tecnologías que sólo permiten manejar de manera confidencial, agregada y anónima datos
voluntariamente proporcionados por los ciudadanos, y que, a nivel estadístico, serán útiles para

17https://www.lamoncloa.gob.es/serviciosdeprensa/notasprensa/asuntos-economicos/Paginas/2020/060420-asistencia-
covid19.aspx [Consulta: 29 de mayo 2020].
18 https://www.boe.es/boe/dias/2020/03/28/pdfs/BOE-A-2020-4162.pdf [Consulta: 29 de mayo 2020].
19https://www.boe.es/boe/dias/2020/03/28/pdfs/BOE-A-2020-4162.pdf [Consulta: 29 de mayo 2020].
20https://www.lamoncloa.gob.es/serviciosdeprensa/notasprensa/asuntos-economicos/Paginas/2020/060420-asistencia-
covid19.aspx [Consulta: 29 de mayo 2020].
21 Asturias, Canarias, Cantabria, Castilla-La Mancha y Extremadura serían los nuevos puntos que se sumarían a la Comunidad de
Madrid (pionera) en la implementación de medidas de seguimiento digital. Sobre este proyecto: https://www.coronamadrid.com
[Consulta: 29 de mayo 2020].

www.bioeticayderecho.ub.edu - ISSN 1886-5887


La COVID-19 y los desafíos de la vigilancia digital para los derechos humanos: a propósito de la app DataCOVID prevista en la Orden
Ministerial SND/29/2020, de 27 de marzo – Carmen Márquez Carrasco, Juan Antonio Ortega Ramírez | 213
Rev Bio y Der. 2020; 50: 205-220
trazar –en tiempo real y con predicciones basadas en modelos matemáticos y algorítmicos– la
movilidad de las personas y comprender así su influencia en la tasa real de contagio. Ahora bien,
superada la crisis de la COVID-19, se entiende que esos datos deberían ser destruidos por
completo.

En la ejecución del previsto estudio de movilidad, la Orden ministerial subraya que se velará
por el cumplimiento de lo establecido en el Reglamento (UE) 2016/679 del Parlamento Europeo
y del Consejo, de 27 de abril de 2016, relativo a la protección de las personas físicas en lo que
respecta al tratamiento de datos personales y a la libre circulación de estos datos (RGPD)22 y por
el que se deroga la Directiva 95/46/CE; la Ley Orgánica 3/2018, de 5 de diciembre, de Protección
de Datos Personales y Garantía de Derechos Digitales (LOPD)23 y “los criterios interpretativos” de
la Agencia Española de Protección de Datos (AEPD). La AEDP ha subrayado que:

“esta situación de emergencia no puede suponer una suspensión del derecho


fundamental a la protección de datos personales. Pero, al mismo tiempo, la normativa
de protección de datos no puede utilizarse para obstaculizar o limitar la efectividad de
las medidas que adopten las autoridades competentes, especialmente las sanitarias, en
la lucha contra la epidemia…”24

La Orden ministerial de 27 de marzo pone de manifiesto, de acuerdo con Rivas (2020, p.1)
“el interés del Gobierno español por apostar por las nuevas tecnologías como una herramienta
más para la concreción de medidas excepcionales y urgentes que faciliten la contención del
COVID-19”25 Asimismo, estas medidas suponen que, en esta situación excepcional, se permitirá a
la Administración la geolocalización de los usuarios de los móviles por motivos de salud y la
monitorización de la población.

Para un sector de opinión26, las medidas de rastreo digital representan una forma de
intromisión ilegítima estatal en el ámbito de la mayor intimidad y privacidad de las personas.

22https://www.boe.es/doue/2016/119/L00001-00088.pdf [Consulta: 29 de mayo 2020].


23https://www.boe.es/eli/es/lo/2018/12/05/3 [Consulta: 29 de mayo 2020].
24https://www.aepd.es/es/prensa-y-comunicacion/notas-de-prensa/aepd-apps-webs-autoevaluacion-coronavirus-privacidad;
sobre la noticia véase https://www.ituser.es/seguridad/2020/03/las-webs-y-apps-de-autodiagnostico-del-covid19-ante-la-
proteccion-de-datos-estas-son-las-normas [Consulta: 29 de mayo 2020].
25Rivas, M. (2020) Implicaciones legales del seguimiento digital en España [en línea]. Disponible en:
https://www.fidefundacion.es/Implicaciones-legales-del-seguimiento-digital-del-COVID-19-en-Espana_a1272.html [Consulta: 29 de
mayo 2020].
26 Así, la Asociación Española de Derechos Humanos expresa que “es preocupante el hecho de que medidas como la de geo-localizar
individualmente entran ya en el control de la esfera individual de la persona sin su consentimiento”. El 19 de abril de 2020, 300
científicos y académicos han firmado una carta sobre los problemas de vigilancia masiva que entrañan estas tecnologías. En:
https://digitalpolicylaw.com/cientificos-y-academicos-desconfian-de-apps-de-rastreo-de-contactos-para-combatir-covid-19/
[Consulta: 2 de mayo 2020]. Amnistía Internacional han elaborado recomendaciones para que se respeten plenamente los derechos

www.bioeticayderecho.ub.edu - ISSN 1886-5887


La COVID-19 y los desafíos de la vigilancia digital para los derechos humanos: a propósito de la app DataCOVID prevista en la Orden
Ministerial SND/29/2020, de 27 de marzo – Carmen Márquez Carrasco, Juan Antonio Ortega Ramírez | 214
Rev Bio y Der. 2020; 50: 205-220
Desde esta perspectiva es preciso evaluar su conformidad con los marcos jurídicos en los que se
encuadran.

3.2 Conformidad con el marco europeo y su implementación nacional sobre


protección de datos personales
Se ha de subrayar la importancia que tienen los principios de finalidad y proporcionalidad en la
protección de datos de carácter personal, como establece en su artículo 6 la Directiva 95/46/CE,
adoptada el 24 de octubre de 199527. El artículo 8 de la Carta de los Derechos Fundamentales de
la UE contempla que el tratamiento de los datos personales tiene que realizarse conforme a unos
criterios o principios que lo legitimen (fines concretos y sobre la base del consentimiento de la
persona afectada o en virtud de otro fundamento legítimo previsto por la ley) y que deberá existir
una autoridad de control independiente que se encargue de supervisar el respeto de las normas
sobre esta materia28. Sobre esta base, las medidas anunciadas deben tener un ámbito temporal: el
que marque la crisis sanitaria y el estado de alarma.

Las medidas contempladas en la Orden ministerial SND/297/2020 encuentran su encuadre


legal en el Real Decreto 463/2020, de 14 de marzo, por el que se declara en España el estado de
alarma para la gestión de la situación de crisis sanitaria ocasionada por la COVID-1929. Asimismo,
se basan en la Ley Orgánica 3/1986, de 14 de abril, sobre Medidas Especiales en Materia de Salud
Pública30, y en la Ley Orgánica 4/1981, de 1 de junio, de los estados de alarma, excepción y sitio31.
Tal y como específica la misma orden, estas medidas han de cumplir además con lo dispuesto en
el RGPD y con la LOPD.

humanos al utilizar estas tecnologías. En: https://www.es.amnesty.org/en-que-estamos/noticias/noticia/articulo/los-estados-


deben-respetar-los-derechos-humanos-al-emplear-tecnologias-de-vigilancia-digital-para-co/ [Consulta: 29 de mayo 2020].
27 Directiva 95/46/CE del Parlamento Europeo y del Consejo, de 24 de octubre de 1995, relativa a la protección de las personas físicas
en lo que respeta al tratamiento de datos personales y a la libre circulación de estos datos:
https://www.boe.es/buscar/doc.php?id=DOUE-L-1995-81678 [Consulta: 2 de mayo 2020].
28Este artículo dispone “Toda persona tiene derecho a la protección de los datos de carácter personal que la conciernan. 2.Estos datos
se tratarán de modo leal, para fines concretos y sobre la base del consentimiento de la persona afectada o en virtud de otro fundamento
legítimo previsto por la ley…”. En: https://www.boe.es/doue/2010/083/Z00389-00403.pdf [Consulta: 2 de mayo 2020].
Véase Ruiz Miguel, C. (2003). El derecho a la protección de datos en la Carta de Derechos Fundamentales de la Unión Europea. Un
análisis crítico. Revista de Derecho Comunitario Europeo 14 (7-43) [en línea]. Disponible en:
https://recyt.fecyt.es/index.php/RDCE/article/download/48377/29850 [Consulta: 2 de mayo 2020].
29 BOE 14/03/2020: https://www.boe.es/diario_boe/txt.php?id=BOE-A-2020-3692 [Consulta: 2 de mayo 2020].
30 BOE 29/04/1986: https://www.boe.es/buscar/act.php?id=BOE-A-1986-10498 [Consulta: 2 de mayo 2020].
31 BOE 05/06/1981: https://www.boe.es/buscar/act.php?id=BOE-A-1981-12774 [Consulta: 2 de mayo 2020].

www.bioeticayderecho.ub.edu - ISSN 1886-5887


La COVID-19 y los desafíos de la vigilancia digital para los derechos humanos: a propósito de la app DataCOVID prevista en la Orden
Ministerial SND/29/2020, de 27 de marzo – Carmen Márquez Carrasco, Juan Antonio Ortega Ramírez | 215
Rev Bio y Der. 2020; 50: 205-220
Teniendo en cuenta el contenido de la orden y su fundamento jurídico, la conformidad con
el marco legal de las medidas de seguimiento digital dependerá de si son medidas temporales,
necesarias y adecuadas en función de un propósito claramente previsto y delimitado (la gestión
de la situación de crisis sanitaria ocasionada por la COVID-19).

También debe determinarse si constituyen una fórmula menos invasiva de retención


limitada de datos. Esto es, que el procesamiento de los datos que se obtengan mediante dichas
medidas permitirá la geolocalización del usuario a los solos efectos de verificar que se encuentra
en la Comunidad Autónoma en que declara estar; y, por otro, que el análisis de la movilidad de las
personas en los días previos y durante el confinamiento se hará únicamente de manera agregada
y anonimizada, en el entendido de que, en realidad, se trata de datos seudo-anónimos. En efecto,
anonimizar datos requiere de algo más que eliminar identificadores obvios (como números de
teléfono y números IMEI).32

Entre los criterios técnicos elaborados por el Comité Europeo de Protección de Datos33 y la
AEPD, se subraya que dichas medidas deben respetar las leyes nacionales que implementan la
Directiva 2002/58/CE del Parlamento Europeo y del Consejo, de 12 de julio de 2002, relativa al
tratamiento de los datos personales y a la protección de la intimidad en el sector de las
comunicaciones electrónicas (Directiva europea de privacidad electrónica o eDirective)34. En
principio, los datos de ubicación solo pueden ser utilizados por el operador cuando se hacen
anónimos o con el consentimiento de las personas.

Sin embargo, el artículo 15 de la Directiva sobre privacidad electrónica, en línea con lo que
establecía la Directiva 95, permite a los Estados miembros introducir medidas legislativas para
salvaguardar la seguridad pública. Dicha legislación excepcional, que puede tener el efecto de
introducir limitaciones en los derechos humanos, solo es posible si constituye una medida
necesaria, apropiada y proporcional en el marco de una sociedad democrática.

Por tanto, son aplicables los requisitos que a este respecto contemplan el Convenio Europeo
de Derechos Humanos y su interpretación por el Tribunal Europeo de Derechos Humanos (TEDH),

32 Se considera que un dato ha sido procesado de manera anónima cuando se tomen medidas adicionales para considerar el conjunto
de datos como tal, incluida la eliminación y generalización de atributos o la eliminación de los datos originales, al menos hasta el punto
de llevarlos a un nivel altamente agregado. Véase Grupo de Trabajo del artículo 29 (2014). Opinion 05/2014 on Anonymisation
Techniques, nro. 0829/14/EN WP216, adoptado el 10/04/2014, en: https://ec.europa.eu/justice/article-29/documentation/opinion-
recommendation/files/2014/wp216_en.pdf [Consulta: 2 de mayo 2020].
33 Statement on the processing of personal data in the context of the COVID-19 outbreak, adoptado el 19/03/2020, en:
https://edpb.europa.eu/our-work-tools/our-documents/other/statement-processing-personal-data-context-covid-19-outbreak_en
[Consulta: 2 de mayo 2020].
34 https://eur-lex.europa.eu/legal-content/ES/ALL/?uri=CELEX%3A32002L0058 [Consulta: 2 de mayo 2020].

www.bioeticayderecho.ub.edu - ISSN 1886-5887


La COVID-19 y los desafíos de la vigilancia digital para los derechos humanos: a propósito de la app DataCOVID prevista en la Orden
Ministerial SND/29/2020, de 27 de marzo – Carmen Márquez Carrasco, Juan Antonio Ortega Ramírez | 216
Rev Bio y Der. 2020; 50: 205-220
en lo que afecten al derecho a la vida privada (artículo 8), así como con las condiciones de la Carta
de Derechos Fundamentales de la UE, en lo que afecte al derecho autónomo de protección de datos
personales del artículo 8 (artículo 52). Las limitaciones o restricciones de derechos reconocidos
en estos dos instrumentos se encuentran sujetas al control judicial del Tribunal de Justicia de las
Unión Europea35 y del TEDH. En caso de una situación de emergencia, en la que fueran adoptadas
medidas de suspensión o derogaciones de derechos, también deben limitarse estrictamente a la
duración de la emergencia en cuestión.36

La eDirective y el RGPD establecen que los datos personales que son necesarios para
alcanzar los objetivos perseguidos deben procesarse para fines específicos y explícitos. Además,
los interesados deben recibir información transparente sobre las actividades de procesamiento y
sobre sus características principales, incluido el período de retención para los datos recopilados
y los fines del procesamiento. Al introducir el procesamiento de datos de ubicación no
anonimizados, un Estado miembro está obligado a establecer garantías adecuadas, como
proporcionar a los usuarios de servicios de comunicación electrónica el derecho a un recurso
judicial.

El Comité europeo ha insistido en que la información proporcionada debe ser fácilmente


accesible y debe proporcionarse en un lenguaje claro. Es importante adoptar medidas de
seguridad y políticas de confidencialidad adecuadas para garantizar que los datos personales no
se divulguen a partes no autorizadas. Las medidas implementadas para gestionar la emergencia
actual y el proceso de toma de decisiones subyacente deben documentarse adecuadamente.

Respecto al uso de datos de ubicación móvil como una posible forma de monitorear,
contener o mitigar la propagación de COVID-19, esto es, para geo-localizar a individuos o enviar
mensajes de salud pública a individuos en un área específica por teléfono o mensaje de texto, las
autoridades públicas deben, en primer lugar, tratar de procesar los datos de ubicación de forma
anónima (es decir, procesar los datos agregados de una manera que los individuos no pueden ser
re-identificados), lo que podría permitir generar informes sobre la concentración de dispositivos
móviles en una determinada ubicación (“cartografía” o “mapeo”). Hay que recordar a este respecto
que las normas de protección de datos personales no se aplican a los datos que se han
anonimizado adecuadamente, entendiendo que un dato ha sido procesado de manera anónima
cuando se tomen medidas adicionales para considerar el conjunto de datos como tal, incluida la
eliminación y generalización de atributos o la eliminación de los datos originales, al menos hasta

35 Artículo 52 de la Carta de Derechos Fundamentales de la UE y artículos 8-11 CEDH.


36 Oraá Oraá, J. (1997). Derechos humanos, estados de emergencia y Derecho internacional. En Cursos de Derecho Internacional de
Vitoria Gasteiz (pp. 17-46). Vitoria Gasteiz: Universidad del País Vasco.

www.bioeticayderecho.ub.edu - ISSN 1886-5887


La COVID-19 y los desafíos de la vigilancia digital para los derechos humanos: a propósito de la app DataCOVID prevista en la Orden
Ministerial SND/29/2020, de 27 de marzo – Carmen Márquez Carrasco, Juan Antonio Ortega Ramírez | 217
Rev Bio y Der. 2020; 50: 205-220
el punto de llevarlos a un nivel altamente agregado. En cuanto al principio de proporcionalidad,
son preferibles las soluciones menos intrusivas, dado el propósito específico que se debe lograr.
Cabe preguntarse si las medidas invasivas, como el “seguimiento digital” (es decir, el
procesamiento de datos históricos de ubicación no anonimizados) podrían considerarse
proporcionales en estas circunstancias excepcionales, y ello dependerá de las modalidades
concretas del procesamiento. Para tales casos, esta tecnología deberá estar sometida a mayor
escrutinio y mayores salvaguardas para garantizar el respeto de los principios de protección de
datos: proporcionalidad de la medida en términos de duración y alcance, retención limitada de
datos y limitación de propósito.

Estas garantías han sido subrayadas desde diversas instancias europeas, tales como el
Supervisor Europeo de Protección de Datos (SEPD)37, la Comisión38 y el Parlamento Europeo (PE).

La Comisión Europea ha especificado que las apps descargadas en los dispositivos móviles
deberían utilizar una tecnología ya existente, como el Bluetooth, para establecer la proximidad de
otro dispositivo, encriptar la información, almacenarla de una forma segura y permitir un acceso
seguro de las autoridades sanitarias. Esta solución se diferencia del GPS en que no almacena los
datos de ubicación. Según la Comisión, el teléfono móvil tendría ya cargados los datos de
proximidad y si alguno de los usuarios comunica una infección habría métodos para advertir a las
personas que han estado en contacto cercano con el infectado, preservando los requisitos de
confidencialidad. De ahí el debate más actual sobre estas herramientas centrado en torno a su
almacenamiento centralizado o no centralizado39, y la posición del PE expresada en su Resolución
de 17 de abril de 2020 a favor del almacenamiento descentralizado y de mantener todas las
cautelas.40

Teniendo lo anteriormente expuesto, se puede afirmar, que, en principio, las medidas


decretadas en la Orden SND/297/2020 son ajustadas a Derecho, ya que a través de ellas las
autoridades públicas españolas sólo podrán procesar “anónimamente” los datos de ubicación
proporcionados libremente por los ciudadanos, es decir, procesar los datos agregados de manera

37https://www.mobileworldlive.com/spanish/el-supervisor-europeo-de-proteccion-de-datos-propugna-una-actuacion-
paneuropea-contra-la-covid-19/ [Consulta: 2 de mayo 2020]. Según el actual Supervisor Europeo, los más adecuado sería la
coordinación con la Organización Mundial de la Salud para asegurar la protección de datos globalmente.
38https://ec.europa.eu/info/files/recommendation-apps-contact-tracing_es [Consulta: 29 de mayo 2020]. La Recomendación de la
CE establece que son preferibles las medidas menos intrusivas pero efectivas.
39https://elpais.com/tecnologia/2020-04-26/las-tecnologias-de-la-covid-19-marcaran-nuestro-manana.html [Consulta: 29 de mayo
2020]. Francia es partidaria de la solución centralizada. Información disponible en: https://elpais.com/tecnologia/2020-04-
23/francia-pide-a-apple-y-google-que-limiten-la-privacidad-de-los-usuarios-para-crear-su-app-de-rastreo.html [Consulta: 29 de
mayo 2020].
40Resolución de 17 de abril del 2020 del PE sobre la acción coordinada de la UE para combatir la pandemia de la COVID-19 y sus
consecuencias. En: https://www.europarl.europa.eu/doceo/document/TA-9-2020-0054_EN.pdf [Consulta: 2 de mayo 2020].

www.bioeticayderecho.ub.edu - ISSN 1886-5887


La COVID-19 y los desafíos de la vigilancia digital para los derechos humanos: a propósito de la app DataCOVID prevista en la Orden
Ministerial SND/29/2020, de 27 de marzo – Carmen Márquez Carrasco, Juan Antonio Ortega Ramírez | 218
Rev Bio y Der. 2020; 50: 205-220
tal que las personas no puedan volver a identificarse, y exclusivamente para la gestión de la crisis
del coronavirus. Coincidimos con Rivas (2020: p.1) en que dichas medidas “no tienen por qué
representar una intromisión ilegítima en la vida privada de las personas, la vulneración a los
derechos de protección de su propia imagen, protección de datos, intimidad y libre circulación”.
Ahora bien, habrá que esperar a ver cómo se implementan operativamente.

4. Conclusiones

La COVID-19 va a obligarnos a decidir lo que es “la nueva normalidad”, y lo que no, en muchísimos
ámbitos, y no solo en materia sanitaria sino, además, en los terrenos jurídico, social y económico.

Es bastante probable que los gobiernos tengan dificultades para responder a las preguntas
de cómo determinar qué es necesario y qué es proporcional en las limitaciones del derecho a la
privacidad ante las pandemias. Es poco probable que se consideren necesarias restricciones de
privacidad que no demuestren ser esenciales para salvar vidas, o que permitan la continuación de
una actividad económica esencial. La disponibilidad de alternativas viables para preservar la
privacidad debería descartar la posibilidad de implementar políticas intrusivas, aunque sea
temporalmente, ya que no cumplirían con el test de proporcionalidad. Exigir garantías cuando se
extraiga información de móviles en la lucha contra la COVID-19 es lo adecuado, y así se ha hecho
desde diversas instancias europeas41 y nacionales.

La crisis de la COVID-19 pone de manifiesto cuan fundamental es articular un equilibrio


entre la necesidad de salvaguardar la salud pública y la limitación de ciertas libertades
fundamentales, aunque sin perder de vista que los valores y derechos a la vida y la salud deben
ser prioritariamente salvaguardados en tal coyuntura. Varios países miembros del Consejo de
Europa han notificado la aplicación del artículo 15 del CEDH para la suspensión de determinados
derechos y libertades fundamentales42. No es el caso de España, que, desde una perspectiva
jurídico-internacional, ha preferido centrarse en la figura de las limitaciones y restricciones a los
derechos reconocidos, y ante el dilema de suspender o no suspender, ha optado por favorecer el

41https://www.europarl.europa.eu/spain/barcelona/es/prensa/el-pe-pide-garant%C3%ADas-de-que-se-respeta-la-
protecci%C3%B3n-de-datos-al-recabar-informaci%C3%B3n-de-m%C3%B3viles-contra-el-covid-19. [Consulta: 2 de junio 2020]. El
SEPD también ha emitido una guía dedicada sobre los tests de necesidad y proporcionalidad, pero la necesidad de actuar rápidamente
en una pandemia puede llevar a los gobiernos a apresurar las pruebas en su intento de aplicar todas las medidas posibles.
42https://www.coe.int/en/web/conventions/full-list/-/conventions/webContent/62111354 [Consulta: 5 de junio 2020].

www.bioeticayderecho.ub.edu - ISSN 1886-5887


La COVID-19 y los desafíos de la vigilancia digital para los derechos humanos: a propósito de la app DataCOVID prevista en la Orden
Ministerial SND/29/2020, de 27 de marzo – Carmen Márquez Carrasco, Juan Antonio Ortega Ramírez | 219
Rev Bio y Der. 2020; 50: 205-220
principio de normalidad ya que ha gestionado la crisis sin proceder a derogar derechos
reconocidos ni proclamar un estado de emergencia.

Por todo ello, es imperativo realizar un ejercicio de reflexión ciudadana sobre la tecnología
que queremos. Sin duda, las medidas de seguimiento digital son herramientas valiosas en estos
tiempos de pandemia. También demuestran ser un instrumento de control, cuya utilización en el
marco de una crisis sanitaria debe estar sometida a información, transparencia, rendición de
cuentas públicas y control judicial.

Bibliografía

 Agencia de Derechos Fundamentales de la Unión Europea (2018). Manual de legislación


europea en materia de protección de datos. Luxemburgo: Oficina de Publicaciones de la Unión
Europea.

 Agencia de Derechos Fundamentales de la Unión (2020). Coronavirus pandemic in the EU ―


fundamental rights implications, Boletín nro. 1, del 1 de febrero al 20 de marzo de 2020[en
línea]. Disponible en: https://fra.europa.eu/sites/default/files/fra_uploads/fra-2020-
coronavirus-pandemic-eu-bulletin_en.pdf [Consulta: 29 de mayo 2020].

 Carrillo Salcedo, J.A. (2003). El Convenio Europeo de Derechos Humanos. Madrid: Tecnos.

 Carrillo Salcedo, J.A. (2001). Soberanía de los Estados y Derechos Humanos en Derecho
Internacional (2ª ed). Madrid: Tecnos.

 European Center for Digital Rights (2020). Ad hoc Paper (V0.3) SARS-CoV-2 Tracking under
GDPR [en línea]. Disponible en: https://noyb.eu/sites/default/files/2020-
04/ad_hoc_paper_corona_tracking_v0.3.pdf [Consulta: 29 de mayo 2020].

 Comité Europeo de Protección de Datos (2020). Statement on the processing of personal data
in the context of the COVID-19 outbreak, [en línea]. Disponible en:
https://edpb.europa.eu/sites/edpb/files/files/file1/edpb_statement_2020_processingpers
onaldataandcovid-19_en.pdf [Consulta: 29 de mayo 2020].

 González Fuster, G. (2009). Tribunal Europeo de Derechos Humanos: TEDH- Sentencia de


04.12.2008, S y Marper c. Reino Unido, 30562/04 y 30566/04- Artículo 8- Vida privada-
Injerencia en una sociedad democrática- Lo límites del tratamiento de datos biométricos de
personas no condenadas. Revista de Derecho Comunitario Europeo 33, 619-633.

www.bioeticayderecho.ub.edu - ISSN 1886-5887


La COVID-19 y los desafíos de la vigilancia digital para los derechos humanos: a propósito de la app DataCOVID prevista en la Orden
Ministerial SND/29/2020, de 27 de marzo – Carmen Márquez Carrasco, Juan Antonio Ortega Ramírez | 220
Rev Bio y Der. 2020; 50: 205-220
 Grupo de Trabajo del artículo 29 (2014). Opinion 05/2014 on Anonymisation Techniques, nro.
0829/14/EN WP216, [en línea]. Disponible en: https://ec.europa.eu/justice/article-
29/documentation/opinion-recommendation/files/2014/wp216_en.pdf [Consulta: 2 de
mayo 2020].

 Hustinx, P. (2017). EU Data Protection Law: The Review of Directive 95/46/EC and the
Proposed General Data Protection Regulation. En M. Cremona (ed) New Technologies and EU
Law. Oxford: Oxford University Press.

 Mangas Martín, A. et al (2008). La Carta de Derechos Fundamentales de la Unión Europea.


Comentario artículo por artículo. Bilbao: Fundación BBVA.

 Madrid, A. (2020). Vigilancia digital: antes y después del COVID-19, Revista Mientras Tanto
[en línea]. Disponible en: http://www.mientrastanto.org/boletin-189/notas/vigilancia-
digital-antes-y-despues-del-covid-19 [Consulta: 24 de abril 2020].

 Oraá Oraá, J. (1997). Derechos humanos, estados de emergencia y Derecho internacional. En


Cursos de Derecho Internacional de Vitoria Gasteiz (pp. 17-46). Vitoria Gasteiz: Universidad
del País Vasco.

 Piñar Mañas, J.L. (2020). La protección de datos durante la crisis del coronavirus [en línea].
Disponible en: https://www.abogacia.es/actualidad/opinion-y-analisis/la-proteccion-de-
datos-durante-la-crisis-del-coronavirus/ [Consulta: 2 de mayo 2020].

 Rivas, M. (2020). Implicaciones legales del seguimiento digital en España [en línea]. Disponible
en: https://www.fidefundacion.es/Implicaciones-legales-del-seguimiento-digital-del-
COVID-19-en-Espana_a1272.html [Consulta: 2 de mayo 2020].

 Ruiz Miguel, C. (2003). El derecho a la protección de datos en la Carta de Derechos


Fundamentales de la Unión Europea. Un análisis crítico. Revista de Derecho Comunitario
Europeo 14, 7-43. [en línea]. Disponible en:
https://recyt.fecyt.es/index.php/RDCE/article/download/48377/29850 [Consulta: 2 de
mayo 2020].
Fecha de recepción: 30 de abril de 2020
Fecha de aceptación: 15 de junio de 2020

www.bioeticayderecho.ub.edu - ISSN 1886-5887


Datos en tiempos de pandemia: la urgencia de un nuevo pacto. Reflexiones desde América Latina y el Caribe – Patricia Sorokin et al.
Rev Bio y Der. 2020; 50: 221-237

Revista de Bioética y Derecho


Perspectivas Bioéticas
www.bioeticayderecho.ub.edu - ISSN 1886-5887

DOSSIER CUESTIONES BIOÉTICAS DE LA PANDEMIA COVID-19


Datos en tiempos de pandemia: la urgencia de un nuevo pacto. Reflexiones desde
América Latina y el Caribe

Data in times of pandemic: The urgency of a new covenant. Reflections from


Latin America and the Caribbean

Dades en temps de pandemia: la urgencia d’un nou pacte. Reflexions des


d’Amèrica Llatina i Carib

PATRICIA SOROKIN, MARÍA ANGÉLICA SOTOMAYOR SAAVEDRA, BLANCA BÓRQUEZ POLLONI, MYRNA
MARTÍ, ALEJANDRO DURO, ESTELA QUIROZ MALCA, ÁGUEDA MUÑOZ DEL CARPIO TOIA, EDUARDO A.
DURO, FABIOLA CZUBAJ, LAURA RUEDA, ELIZABETH M. BENITES ESTUPIÑAN, PAULA ROMINA
PUTALLAZ, SANTIAGO A. RESETT, IDA CRISTINA GUBERT, LUIS M. LÓPEZ DÁVILA, ALEJANDRA
MPOLÁS ANDREADIS, MIRTHA ANDREAU DE BENNATO, CLAUDE VERGÈS *
* Patricia Sorokin. Universidad de Buenos Aires (Argentina). Email: patriciasorokin@gmail.com – María Angélica
Sotomayor Saavedra. Universidad de Santiago de Chile. Email: masotomay@gmail.com – Blanca Bórquez Polloni.
Observatorio de Bioética y Derecho, Cátedra UNESCO de Bioética, Universidad de Barcelona (España). Email:
blancaborquezobd@ub.edu – Myrna Martí. Universidad de Buenos Aires (Argentina). Email: martimyr@gmail.com –
Alejandro Duro. Universidad del Salvador (Argentina). Email: alejandroduro@yahoo.com.ar – Estela Quiroz Malca.
Universidad Nacional Federico Villarreal (Perú). Email: esteliqm@yahoo.com – Águeda Muñoz del Carpio Toia.
Universidad Católica de Santa María (Perú). Email: teamproyectosganadores@gmail.com – Eduardo A. Duro. Universidad
de Buenos Aires (Argentina). Email: eaduro@hotmail.com – Fabiola Czubaj. Universidad del Salvador (Argentina). Email:
fczubaj@gmail.com – Laura Rueda. Universidad de Chile. Email: ruedalau@gmail.com – Elizabeth M. Benites Estupiñan.
Universidad de Guayaquil (Ecuador). Email: ebenitese@hotmail.com – Paula Romina Putallaz. Universidad Adventista de
La Plata (Argentina). Email: paula.putallaz@gmail.com – Santiago A. Resett. Universidad Católica Argentina. Email:
santiago_resett@hotmail.com – Ida Cristina Gubert. Universidade Federal do Paraná (Brasil). Email:
gubertida@gmail.com – Luis M. López Dávila. Universidad de San Carlos (Guatemala). Email: ensayos.clinicos@gmail.com
–Alejandra Mpolás Andreadis. Universidad de la Marina Mercante (Argentina). Email: alejandrampolas@gmail.com –
Mirtha Andreau de Bennato. Universidad del Nordeste (Argentina). Email: mirthabennato@hotmail.com – Claude Vergès.
Universidad de Panamá. Email: claudeverges18@gmail.com.

Copyright (c) 2020 Patricia Sorokin, María Angélica Sotomayor Saavedra, Blanca Bórquez Polloni, Myrna
Martí, Alejandro Duro, Estela Quiroz Malca, Águeda Muñoz del Carpio Toia, Eduardo A. Duro, Fabiola
Czubaj, Laura Rueda, Elizabeth M. Benites Estupiñan, Paula Romina Putallaz, Santiago A. Resett, Ida Cristina
Gubert, Luis M. López Dávila, Alejandra Mpolás Andreadis, Mirtha Andreau de Bennato, Claude Vergès. Esta
obra está bajo una licencia de Creative Commons Reconocimiento-NoComercial-SinObraDerivada 4.0
Internacional.
Datos en tiempos de pandemia: la urgencia de un nuevo pacto. Reflexiones desde América Latina y el Caribe – Patricia Sorokin et al.
Rev Bio y Der. 2020; 50: 221-237 | 222

Resumen
Los avances de las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC) permiten acceder en
tiempo real a una cantidad ingente de datos, a través de los cuales es posible conocer el
comportamiento de hechos sociales. En este escenario, la actual pandemia por SARS-CoV-2 ha
permitido, bajo cuestionables criterios de inmediatez y urgencia, circular información que genera
realidad e impacta en la toma de decisiones; y, además, ha favorecido la apropiación del dato,
exponiendo a las personas a violaciones de sus derechos fundamentales. Ambos asuntos son
sensibles para América Latina y el Caribe, región que hoy se presenta no sólo como el epicentro
de la pandemia sino también de las desigualdades. La contribución que desde la reflexión y
deliberación bioética puede realizarse en esta materia, adquiere especial relevancia con vistas a
generar un nuevo pacto para el tratamiento de los datos.
Palabras clave: datos; pandemia; infodemia; privacidad; vulneración de derechos;
mercantilización; tecnologías; comunicación; información; América Latina y el Caribe.

Abstract
Advances in Information and Communication Technologies (ICT) provide real-time access to a
vast amount of data, through which it is possible to know the behavior of social facts. In this
scenario, the current SARS-CoV-2 pandemic has allowed, under questionable criteria of
immediacy and urgency, to circulate information that generates reality and impacts on decision-
making; and has also favored the appropriation of the data, exposing people to violations of their
fundamental rights. Both issues are sensitive to Latin America and the Caribbean, a region that
today is presented itself not only as the epicenter of the pandemic but also of inequalities. The
contribution that bioethical reflection and deliberation can make in this matter, acquires special
relevance with a view to generating a new covenant for the treatment of data.
Keywords: data; pandemic; infodemic; privacy; rights violation; commodification; technologies;
communication; information; Latin America and the Caribbean.

Resum
Els avenços de les Tecnologies de la Informació i la Comunicació (TIC) permeten accedir en temps
real a una quantitat ingent de dades, a través dels quals és possible conèixer el comportament de
fets socials. En aquest escenari, l'actual pandèmia per SARS-CoV-2 ha permès, sota qüestionables
criteris d'immediatesa i urgència, circular informació que genera realitat i impacta en la presa de
decisions; i, a més, ha afavorit l'apropiació de la dada, exposant a les persones a violacions dels
seus drets fonamentals. Tots dos assumptes són sensibles per a Amèrica Llatina i el Carib, regió
que avui es presenta no només com l’epicentre de la pandèmia sinó també de les desigualtats. La
contribució que des de la reflexió i deliberació bioètica pot realitzarse en aquesta matèria,
adquireix especial rellevància amb vistes a generar un nou pacte per al tractament de les dades.
Paraules claus: dades; pandèmia; infodèmia; privacitat; vulneració de drets; mercantilització;
tecnologies; comunicació; informació; Amèrica Llatina i el Carib.

www.bioeticayderecho.ub.edu - ISSN 1886-5887


Datos en tiempos de pandemia: la urgencia de un nuevo pacto. Reflexiones desde América Latina y el Caribe – Patricia Sorokin et al.
Rev Bio y Der. 2020; 50: 221-237 | 223

“Las actuales técnicas de vigilancia permiten […] apoyarse en sensores ubicuos y algoritmos
en vez de espías humanos.”
(Harari, 2020)

1. Introduccion

La actual pandemia por SARS-CoV-2 no sólo ha puesto de manifiesto la importancia de contar con
datos a la hora de tomar decisiones, sino también, ha evidenciado el poder que su uso encierra,
que se ha visto potenciado en unos pocos años tanto por los avances alcanzados por las
Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC), como por los procesos de globalización e
hiperconectividad.

El cada vez más rápido desarrollo de aplicaciones e innovaciones tecnológicas, muchas de


ellas basadas en la inteligencia artificial (IA), nos ubica incluso desde antes de la pandemia, en una
realidad determinada por la exigencia de inmediatez comunicacional y por la necesidad de
explicar los hechos a través de datos. En este contexto, la ciencia en su afán de legitimar lo
“científico” como aquello que aporta precisión y objetividad, ha contribuido a incorporar un
paradigma positivista que rescata el valor que tiene un hecho social cuantificado.

Los datos unidos a las tecnologías se han transformado en un importante y útil vehículo
para conocer y comprender la realidad, pero también – si no se dispone de límites claros– en una
peligrosa herramienta para su manipulación. En efecto, hemos sido testigos del peligro que
encierra un uso carente de ética, que va desde la difusión de noticias falsas (fake news), a la
manipulación de elecciones utilizando información de plataformas de uso masivo (caso
Cambridge Analytica), llegando al control estatal de los ciudadanos bajo la actual pandemia
mediante aplicaciones de telefonía móvil, como en el caso Gobierno Coreano. Mayores
antecedentes de los casos señalados, pueden revisarse en las notas de prensa publicadas por BBC
Mundo (2018) y El Español (2020).

Atendiendo a lo expuesto, el presente artículo busca reflexionar en torno a dos asuntos que,
en relación con los datos y su tratamiento, la crisis sanitaria mundial por SARS-CoV-2 ha puesto
de manifiesto y que son prioritarios de atender en vista a una sociedad post pandemia. De un lado,
el modo como el dato es integrado al discurso social para crear “realidad” y conforme a ella tomar
decisiones; y el negativo impacto que en éstas puede tener un manejo sesgado o interesado del
dato. De otro, la suerte de liberalización que la emergencia está favoreciendo en la cesión del dato,
unido a una mayor permisibilidad social, que expone a sus titulares a una desproporcionada
posición de desventaja, que tensiona y cuestiona sus derechos fundamentales.

www.bioeticayderecho.ub.edu - ISSN 1886-5887


Datos en tiempos de pandemia: la urgencia de un nuevo pacto. Reflexiones desde América Latina y el Caribe – Patricia Sorokin et al.
Rev Bio y Der. 2020; 50: 221-237 | 224

Ambos asuntos resultan especialmente sensibles y complejos de tratar para regiones como
Latinoamérica y el Caribe, donde las desigualdades y la pobreza, unido a Estados débiles y marcos
normativos aún más frágiles, propician situaciones de colonialismo de datos (Couldry & Mejias,
2019). Así, la protección de los datos personales adquiere mayor énfasis durante una crisis como
la pandemia que actualmente vivimos, siendo preciso garantizar que alcance de manera efectiva
a la población. “El gran riesgo es olvidar que detrás de los datos, hay seres humanos dotados de
dignidad y derechos; y merecedores de consideración y respeto” (Sorokin et al., 2019, p. 283).

En efecto, el Informe sobre Noticias Digitales (2020) elaborado por la Universidad de Oxford,
sobre la base de encuestas a 80.000 consumidores de noticias durante la pandemia de COVID-19
en 40 países, incluidos Brasil, Argentina, Chile y México–, revela que el 56% de los usuarios de
medios manifestó su preocupación por la difusión de noticias falsas vía Internet, a la vez que la
confianza en las noticias cayó en el último año, un 33% en Argentina y 39% en México. Brasil, es
el país donde más preocupa poder distinguir entre noticias reales y fake news durante la pandemia
(81% de los encuestados, frente al 65% en Chile y 60% en Argentina y México). Asimismo, un 32%
de los encuestados. piensa que los medios exageraron la gravedad de la pandemia de Covid-19,
con las proporciones más altas en la Argentina (41%), seguida de Estados Unidos.

La reflexión y deliberación desde una perspectiva bioética sustentada en la protección de


las personas y el respeto de los derechos humanos, parece ser el marco propicio para reflexionar
en la adopción de una nueva estrategia, que contribuya a contar con orientaciones éticas y marcos
normativos efectivos, que corrijan las deficiencias evidenciadas –incluidas aquellas
“normalizadas”– que, previendo el rápido avance de las tecnologías, sean capaces de poner
nuevamente en el centro el reconocimiento de la dignidad humana, antes que a los datos que
identifican, ubican, describen y hasta clasifican lo que dicha persona es capaz de “producir”. Al
respecto, el Informe emanado de la Universidad de Oxford (2020) señala en la visión de las
personas, a las redes sociales como responsables de la desinformación por sobre los sitios de
noticias, la mensajería como WhatsApp y los motores de búsqueda como Google.

2. Datos en tiempos de pandemia: informacion, “infodemia” y


“paperdemia”

Antes de entrar en los asuntos prioritarios que este artículo propone, parece preciso,
contextualizar algunos de los fenómenos que, en torno a los datos y la información, la presente
pandemia ha puesto de manifiesto. Siendo así, el supuesto que a continuación se describe, sirve
como un punto de partida común por su ocurrencia:

www.bioeticayderecho.ub.edu - ISSN 1886-5887


Datos en tiempos de pandemia: la urgencia de un nuevo pacto. Reflexiones desde América Latina y el Caribe – Patricia Sorokin et al.
Rev Bio y Der. 2020; 50: 221-237 | 225

“Cualquier día de la primera mitad de 2020, en cualquier latitud del globo,


funcionarios/as del área de salud se aprestan a explicar mediante gráficos y
visualizaciones, distintos aspectos de la crisis sanitaria surgida a partir de la aparición
de un virus emergente, el SARS-CoV-2, agente causal de la enfermedad denominada
COVID-19. A diario profesionales especialistas en infectología, epidemiología, economía,
mercadotecnia o periodismo, muestran más y más representaciones que nos hablan de
datos y sus más diversas interpretaciones”.

Criterios de inmediatez y urgencia, en ocasiones cuestionables, son los que han marcado la
difusión de información durante la presente crisis. Los mismos son los que han determinado una
sobreabundancia de datos, no necesariamente fiables ni comprobables, que suelen reproducirse
y compartirse sin mayor verificación o reflexión acerca de su real valor. Mediante visualizaciones,
curvas logarítmicas y asociativas o cualquier otra representación gráfica del dato, se busca otorgar
validez a lo que se expresa, pues de algún modo se ha instalado el convencimiento que los datos
aportan legitimidad objetiva y científica a lo que se sostiene.

La necesidad de acceso y el exceso de información han dado origen al menos a tres


complejos fenómenos, quizás no efectivamente nuevos, pero sí puestos sobre la discusión
producto de la pandemia. De una parte, a hacer cada vez más difusos los límites entre el derecho
a informar y el derecho a emitir opinión, cuestión que aun cuando escapa a los límites dispuestos
para este artículo, revela cómo intereses o sesgos pueden mediante la opinión, alterar la
comprensión de la información y crear realidades intencionadamente distorsionadas, que incidan
en la toma de decisiones.

Un segundo fenómeno, relevado por la Organización Mundial de la Salud (OMS, 2020)


durante el curso de la crisis, ha sido denominado como “infodemia”, expresión con la cual se busca
caracterizar el acceso a una cantidad excesiva de información sobre un problema, lo cual dificulta
su comprensión e impide identificar una adecuada solución, a la vez que genera confusión y
desconfianza en el público, pudiendo llegar al punto de agobiar a quienes más la necesitan (Ramos
Riera, 2020). El tratamiento comunicativo de la pandemia del SARS-CoV-2 ha acentuado este
fenómeno, mediante la difusión abundante y permanente de datos descontextualizados o
insuficientes para la reflexión sobre su significado (Reina, 2020).

La “infodemia” tiene la particularidad de poner en escena “la desinformación y los rumores,


junto con la manipulación de la información con intenciones dudosas. En la era de la información,
este fenómeno se amplifica mediante las redes sociales, propagándose más lejos y más rápido,
como un virus” (Zarocostas, 2020; citado por OPS-OMS).

www.bioeticayderecho.ub.edu - ISSN 1886-5887


Datos en tiempos de pandemia: la urgencia de un nuevo pacto. Reflexiones desde América Latina y el Caribe – Patricia Sorokin et al.
Rev Bio y Der. 2020; 50: 221-237 | 226

Ello bloquea posibilidades para adoptar decisiones importantes: la confusión, el temor o la


incertidumbre impiden al sujeto acceder al real conocimiento de los hechos y a sus consecuencias.

El tercer fenómeno que la actual crisis epidemiológica ha hecho visible es lo que podría
catalogarse como una “paperdemia”, locución con la cual se quiere identificar una pandemia viral
paralela al SARS-CoV-2 y que se da en el ámbito de la comunicación y producción científica, según
la cual el contexto ha permitido que en una misma publicación, cohabiten estudios sólidos con
otros no chequeados o deshonestos que se difunden y comparten a un ritmo sin precedentes
(Dinis-Oliveira, 2020).

En efecto, la pandemia está transformando la comunicación científica mediante un flujo de


datos inusual que se publica diariamente a través de servidores de pre-impresión y luego se
disemina por las redes sociales, antes que comience la revisión formal por pares. Las revistas
científicas hacen trabajar horas extra a su personal especializado para revisar, editar y publicar
documentos a velocidades récord (Kupferschmidt, 2020), generando un significativo número de
retractaciones, tanto de autores/as como de revistas indexadas de alto impacto, que compiten por
ser “los/as primeros/as” en comunicar “lo nuevo”, “lo último”. Así, por ejemplo, se han dado a
conocer publicaciones imprecisas con superposición de casos en varios artículos, lo que se ve
favorecido por la inexistencia de reglamentos de publicación que prohíban estas prácticas
(Thornton, 2020).

Igualmente, se debe tener presente el riesgo de tergiversación de los datos por medio de
algoritmos que, aún cuando son ampliamente difundidos por las redes y los medios de
comunicación, no siempre sabemos cómo funcionan ni que base ética y política manejan.

En este escenario, se requiere generar y fomentar un equilibrio entre los beneficios del
acceso rápido a nuevos datos científicos y la amenaza de causar pánico o decisiones clínicas y/o
de políticas públicas apresuradas o inconducentes, que se basan en errores de cálculo y/o en
conductas científicas inadecuadas.

El carácter desconocido del SARS-CoV-2 exige contar con información actualizada y acceder
a datos que permitan tratarlo y controlarlo dada su contagiosidad y letalidad. Sin embargo, por
eso mismo, la premura que existe por avanzar en su conocimiento no puede autorizar el uso
tergiversado de los datos. En otro sentido, se debe tener presente que ante la oportunidad que
abre la pandemia de acceder a cantidades enormes de datos, ello no se traduce necesariamente
en el acceso a una buena o confiable información, ni tampoco implica que el destinatario de esta
esté en condiciones o tenga las competencias suficientes para procesarla adecuadamente
(Bórquez et al., 2020).

www.bioeticayderecho.ub.edu - ISSN 1886-5887


Datos en tiempos de pandemia: la urgencia de un nuevo pacto. Reflexiones desde América Latina y el Caribe – Patricia Sorokin et al.
Rev Bio y Der. 2020; 50: 221-237 | 227

Los tres fenómenos referidos dan cuenta que el “dato”, por su potencial de producir
realidad, especialmente en temas económicos, se ha transformado en la nueva mina de oro del
siglo XXI, frente a la cual y ante los frenéticos avances de las tecnologías, los tradicionales
mecanismos de control y fiscalización resultan a todas luces insuficientes, si lo que se quiere
rescatar es el valor no del dato sino el de la persona que lo produce.

Efectivamente, en medio de la crisis que se vive es preciso bajo una perspectiva bioética y
de derechos humanos, reflexionar y deliberar acerca de las implicancias éticas, sociales, políticas
y jurídicas, de manera de fortalecer la idea de que los datos son generados por las personas y, por
tanto, deben ser puestos al servicio de estas.

“El deber ser apunta a que los países avancen hacia un sistema de tratamiento de
datos con seguridad, rendición de cuentas, transparencia, derecho a la información y
observancia del principio de proporcionalidad. En resumen, que proteja a sus
ciudadanos de abusos en esta materia” (Álvarez Díaz et al., 2018, p.32).

Durante la actual pandemia y ante la repetición desmedida de datos que ha propiciado,


hemos olvidado responder a preguntas esenciales: ¿Es el dato la realidad? ¿Es la verdad?
¿Representación? ¿Muestra? ¿Evidencia? ¿De qué? ¿Qué entiende la población sobre el concepto
de “dato”? ¿Y la comunidad científica? ¿Y los/as políticos/as? ¿Cómo funciona el discurso en torno
al dato? ¿Es una herramienta de legitimidad? ¿Quién los protege? ¿A quién pertenecen? Todas
preguntas que resultan de imperativa necesidad responder ante la sobreabundancia y poca
conciencia de la cultura impulsada por datos (data driven).

3. Impacto de las TIC en pandemia: dos problemas prioritarios

Nuestra interacción diaria con las tecnologías de la información y las comunicaciones (TIC)
produce grandes y significativos volúmenes de datos estructurados y no estructurados (Big Data
por su nombre en inglés), que son estudiados de manera relacional a través de algoritmos
matemáticos con el objeto de establecer correlaciones entre ellos, predecir tendencias y tomar
decisiones (Llàcer, Casado y Buisan, 2015).

La irrupción del Big Data, mediado por los avances alcanzados en IA, ha encontrado en la
presente pandemia el caldo de cultivo adecuado a la hora de tomar decisiones que no refieren
únicamente a elecciones clínicas e investigativas, sino también a la adopción de políticas públicas
locales, nacionales e internacionales, que buscan hacer frente a los negativos efectos que la crisis
supone.

www.bioeticayderecho.ub.edu - ISSN 1886-5887


Datos en tiempos de pandemia: la urgencia de un nuevo pacto. Reflexiones desde América Latina y el Caribe – Patricia Sorokin et al.
Rev Bio y Der. 2020; 50: 221-237 | 228

En lo que respecta al almacenamiento y tratamiento de datos, dos cuestiones surgen como


prioritarias de atender considerando su impacto en una era post pandémica. De un lado, el efecto
que el exceso de información y el uso abusivo de los datos puede tener en la calidad de las
decisiones que se adoptan y la permanencia en el tiempo de estas, y de otro, la señal que una
liberalización de los datos –favorecida por una mayor permisividad social y amparada en un
objetivo de control de la pandemia– puede tener sobre los derechos fundamentales de las
personas.

3.1 Dato, realidad y discurso


La palabra “dato” tiene raíz etimológica en el latín, datum, como aquello que nos es “dado” o lo que
se puede “dar” (Diccionario de la Lengua de la RAE, 2014). El uso habitual del término dista
bastante de su versión latina. Mientras que, en el latín, el sustantivo “dato” casi deviene en verbo
(algo que es en tanto es dado), en la aseveración actual el dato es pura sustancia (permanencia).
Si el dato es lo que se “da” o es “dado”, se entiende que participa más de un sujeto en la acción:
quien lo otorga y quien lo recibe.

Una de las diferencias fundamentales que se deben comprender dentro de este ámbito es
la existente entre lo que es “dato” y lo que es “información” dentro del marco de la disciplina
informática. Un dato por si mismo no constituye información; simplemente es una representación
simbólica, atributo o característica de una entidad. En cambio, la información es un conjunto de
datos procesados que tienen su relevancia, propósito y utilidad para quien lo recibe. Es por este
motivo que los datos se convierten en información cuando quien los crea les añade significado,
siendo un proceso especifico del campo informático. (Lucero,P. & Kohen, A., 2010, p. 16).

Como se ha expresado, la pandemia por SARS-CoV-2 ha habilitado una amplia difusión de


estudios en relación con el virus y la enfermedad que éste provoca, favoreciendo fenómenos como
la “infodemia” y “paperdemia” ya referidos, generando un conjunto de información no siempre
contrastable, confiable o con estándares de revisión y control. Pero también, el dato está siendo
utilizado para validar el propio discurso con vistas a justificar la adopción de determinadas
decisiones tanto personales como de grupos y hasta de políticas públicas. Así ha pasado a ser un
elemento más dentro del discurso social.

Un discurso delimita, pondera, resalta, resguarda determinados aspectos de la realidad al


establecer “verdades” particulares que se generalizan y hasta se universalizan, de lo que se
desprende su intrínseco sentido ético y político. El dato, como se ha señalado, tiene una
representación, como sucede con el lenguaje, cuyo contenido se puede modular para incidir en las

www.bioeticayderecho.ub.edu - ISSN 1886-5887


Datos en tiempos de pandemia: la urgencia de un nuevo pacto. Reflexiones desde América Latina y el Caribe – Patricia Sorokin et al.
Rev Bio y Der. 2020; 50: 221-237 | 229

reacciones sociales. También, un discurso se puede utilizar para describir o imponer “su” realidad
a conveniencia y, entonces, alejada del sentido original del dato.

Siendo así, el discurso social sobre el curso de la pandemia corre el riesgo de ser
administrado de acuerdo con limitaciones o, en el peor de los casos, intereses. En ambas
situaciones, lejos de ser abiertamente advertidas o declaradas dentro de una actitud ética en el
manejo de una crisis sanitaria, el discurso que se intenta monopolizar a través de operadores de
la comunicación puede terminar por generar efectos no deseados, como aumentar la
vulnerabilidad de la población a los contagios, la desinformación o la desconfianza, agravada por
la incertidumbre. En estos términos, cabe preguntarse: ¿es el dato un mecanismo de poder con el
cual se persigue crear “aquella realidad” que se desea, para imponer la propia verdad y justificar
así las propias conductas y restricciones?

Esta cuestión adquiere particular importancia cuando se observa que hemos asistido a la
implementación de una batería de medidas que, amparadas en la emergencia sanitaria, utilizan el
dato para su justificación, pero pueden eventualmente manipular éste para imponer
intervenciones (interesadas) que no solo tensan derechos humanos fundamentales, sino también
diluyen límites de injerencia hasta ahora sostenidos, corriéndose el riesgo que sean perpetuados
en el tiempo más allá de la pandemia. Así sucede, por ejemplo, con la obligatoriedad del uso de
dispositivos electrónicos de geolocalización; con las intervenciones selectivas en investigación de
la que se exige participar a grupos específicos de la población sin mediar consentimiento; en la
apropiación privada del conocimiento; en el uso de datos para moldear comportamientos, entre
otras situaciones.

Los países de la región de América Latina y el Caribe, al igual que el resto del orbe, están
expectantes ante los cambios producidos y los que se producirán, en un futuro próximo al que se
denomina post pandemia, como consecuencia de la contención del SARS-CoV-2, los que podrán
acentuar las desigualdades estructurales propias, afectando la vida democrática y social de sus
pueblos.

3.2 El valor de un clic


Un segundo asunto que, en el marco de la región de Latinoamérica y el Caribe, adquiere especial
relevancia –dadas las profundas desigualdades que en ella existen y su tradicional mayor
exposición a la explotación mercantilista de sus recursos, incluidos los datos –, dice relación con
un proceso de liberalización en la captación y uso de estos que se ha visto fortalecido por la actual
crisis, la que ha favorecido su apropiación sin mayores restricciones o reparos, bajo el supuesto

www.bioeticayderecho.ub.edu - ISSN 1886-5887


Datos en tiempos de pandemia: la urgencia de un nuevo pacto. Reflexiones desde América Latina y el Caribe – Patricia Sorokin et al.
Rev Bio y Der. 2020; 50: 221-237 | 230

de satisfacer un interés superior cual es contener la pandemia y proteger con ello la salud y la vida
de la población. Cuestión que queda de manifiesto a través de diversos modelos de acceso al dato.

Así, por ejemplo, la imperiosa necesidad de la población de contar con medios, aplicaciones
(Apps) y tecnologías informáticas, especialmente en estos tiempos de emergencia sanitaria y
social en que las medidas de confinamiento y distanciamiento marcan la pauta diaria, lleva a los
sujetos a adquirirlas, sin costo aparente, bajo un simple “clic” que permite su descarga. Sin
embargo, cuando la persona sin importar su nivel de instrucción o status social, mediante un “clic”
acciona su acceso “gratuito” al medio seleccionado y declara aceptados los “términos de uso” –
generalmente, sin siquiera mirarlos porque son largos, incomprensibles, tediosos o porque no
acceder implica quedar excluido de un sistema que coapta, a la vez que fija las reglas del juego –
cede voluntaria pero inadvertidamente, el acceso a su información.

Mediante el ejercicio de “bajar” una aplicación tecnológica, se termina intercambiando un


producto de alto valor como son los datos de carácter personal y del comportamiento, por el
acceso a una tecnología, cuyo formato “altruista” o “desinteresado” resulta engañoso y en el cual
no solo los “términos de uso” quedan fuera del alcance, sino también el modelo de consentimiento
(pocas veces informado) es puesto en entredicho.

En tiempos normales o de emergencias, el acceso a datos sensibles de cualquier tipo, incluso


por razones basadas en acciones valiosas a seguir como la solidaridad y la cooperación, se ha
transformado en un acto de fe, una rutina que no se cuestiona, que se ha “normalizado”. El dato es
compartido obligatoriamente, no sólo cuando se accede a una aplicación tecnológica con la
“aceptación” del titular; también cuando el propio Estado, con el propósito de impulsar la
investigación y la innovación para conocer más sobre el comportamiento, por ejemplo, del SARS-
CoV-2, pone a disposición de terceras entidades, públicas o privadas, sus bases de datos. Estas son
generadas con información de sus habitantes, en ocasión de la emergencia o rutinarias, de
distintas fuentes e instancias oficiales, que no sólo contienen datos epidemiológicos sino también
muchos otros sensibles, cuyo proceso de anonimización es inexistente, posee fuerte trazabilidad
y facilita usos no declarados ni especificados, y menos autorizado por sus titulares.

En ambos casos, la concesión de acceso puede terminar significando la cesión no


conmutativa de la administración, conservación, tratamiento y utilización secundaria de nuestros
datos, la cual queda reservada a la institución (pública o privada, con o sin fines de lucro) dueña
de los programas, licencias o con capacidades técnicas para su procesamiento, siendo sus usos
futuros, inciertos, imprevisibles y no declarados.

Situaciones como las expuestas, evidencian tensiones entre intereses en principio


contrapuestos, que llevan a la restricción de derechos individuales, supuestamente en favor de la

www.bioeticayderecho.ub.edu - ISSN 1886-5887


Datos en tiempos de pandemia: la urgencia de un nuevo pacto. Reflexiones desde América Latina y el Caribe – Patricia Sorokin et al.
Rev Bio y Der. 2020; 50: 221-237 | 231

protección de la salud colectiva y global. Intimidad y privacidad son los grandes damnificados en
el control de la crisis y tras ellos, tantos otros derechos de igual entidad, dado su carácter de
derechos humanos fundamentales que sirven para el ejercicio de otros con los cuales tienen
relación de interdependencia.

Este fenómeno, principalmente favorecido por el desconocimiento de las personas sobre


aspectos relativos a la privacidad de los datos, se ve aún más potenciado por el aparente
desinterés, y en algunos casos por la desidia, de ciertos sectores de la población ante la pérdida
de su derecho a la privacidad y al peligroso uso de sus datos.

4. Reflexiones finales: la urgencia de un nuevo pacto

El dato forma parte de un engranaje del que desconocemos su funcionamiento, pero cuyas
consecuencias podemos vislumbrar. Vivimos en un mundo lleno de datos, del que ignoramos qué
se hace con ellos. A partir de experiencias como la de Cambridge Analytics hemos comenzado a
darnos cuenta de que los datos –ese concepto que creíamos libre de todo juicio y neutro
políticamente – mediante procesamientos específicos, puede alterar nuestra percepción de la
realidad generando decisiones muchas veces peligrosas y perjudiciales para nosotros/as
mismos/as.

Si el dato es el nuevo valor de mercado, se hace imprescindible realizar un análisis atento y


critico a qué está sucediendo con ellos, cómo se utilizan, para qué y qué consecuencias pueden
acarrear.

Es claro que bajo los supuestos contemplados tanto en los instrumentos del derecho
internacional de protección de los derechos humanos, como en los marcos normativos nacionales
por los que se adhiere a ellos, sólo se puede acceder en forma lícita a datos personales de un
individuo cuando éste da su libre consentimiento para ello.

Los Estados tienen un papel primordial en la protección y respeto del derecho a la


privacidad de las personas. No obstante, en estos días, cualquier cosa, puede quedar registrada
cotidianamente en las bases de datos de los diferentes sistemas, gubernamentales públicos o
restringidos, comerciales o sin fines de lucro. Así, hábitos, consultas, compras, acceso a recursos
sanitarios y movimientos, entre otros, están disponibles para la investigación y eventualmente
para otros fines, sin que las personas puedan hacer mucho para cautelar su privacidad, cuya
desprotección ni siquiera es percibida.

www.bioeticayderecho.ub.edu - ISSN 1886-5887


Datos en tiempos de pandemia: la urgencia de un nuevo pacto. Reflexiones desde América Latina y el Caribe – Patricia Sorokin et al.
Rev Bio y Der. 2020; 50: 221-237 | 232

La lentitud en la evolución de los marcos legales, en contraste con el rápido avance de las
TIC y los medios de comunicación globales, produce un vacío en la protección de los derechos,
debido a que para poder hacer uso de tales instrumentos, es de carácter mandatorio ingresar
datos personales y el consentimiento necesario, para el posterior uso que pueda hacerse de esos
datos, el que es muchas veces viciado. Ello, ya sea por falta de información o por el mero hecho de
que la negativa a brindarlo implica quedar desplazado del sistema de operaciones, transacciones,
movimientos o información en línea, indispensables en la convivencia social actual.

La defensa de la privacidad debería ser otra y los sujetos deberían quedar indemnes en una
relación en que creyéndose favorecidos, terminan siendo un objeto de ganancia y no un sujeto de
derecho en una relación jurídica justa. Permitir el acceso a información personal implica ceder no
sólo información que puede ser sensible sino también derechos personalísimos, que por ser
intangibles no dejan de ser valiosos.

Cobran aquí plena actualidad los postulados de la Declaración Universal sobre Bioética y
Derechos Humanos (DUBDH, Unesco, 2005) que en su artículo 3o establece que “se habrán de
respetar plenamente la dignidad humana, los derechos humanos y las libertades fundamentales”
y que “los intereses y el bienestar de la persona deberían tener prioridad con respecto al interés
exclusivo de la ciencia o la sociedad”, y en su artículo 13o, refuerza los valores de solidaridad y
cooperación internacional para poner los conocimientos y la ciencia al servicio de los que la
necesitan, es decir, pone en valor la función social del conocimiento y eventualmente del dato que
le sirve de insumo.

Tales postulados están en plena concordancia –en lo que refiere a equidad y acceso a datos,
información y uso de las TIC – con lo dispuesto por la Agenda 2030 sobre Desarrollo Sostenible
de Naciones Unidas (2015) y el Reporte sobre Revolución de los Datos del Grupo Asesor de
Expertos Independientes del Secretario General de ONU sobre una revolución de datos para el
desarrollo sostenible (IEAG, 2014), conforme los cuales para hacer frente a los grandes retos de
invisibilidad y desigualdad que se evidencia en gran parte del planeta, se insta a gobiernos y
Estados a hacer frente a dos importantes brechas: a) la que existe entre lo que sabemos de los
datos y cuándo nos enteramos y b) la brecha entre los que tienen y no tienen acceso a información,
que plantea una desigualdad a la hora de obtener conocimiento para tomar sus propias decisiones.

De todo lo expresado se desprende que, tal como lo señaló hace ya 15 años la DUBDH, es
preciso “elaborar nuevos enfoques de la responsabilidad social para garantizar que el progreso
de la ciencia y la tecnología contribuye(n) a la justicia y la equidad y sirve(n) el interés de la
humanidad” (UNESCO, 2005), lo cual llevado al tema que nos convoca, se traduce en la urgencia
por avanzar en un nuevo acuerdo en torno a la cultura de los datos, atendida la contingencia y los
avances de las TIC.

www.bioeticayderecho.ub.edu - ISSN 1886-5887


Datos en tiempos de pandemia: la urgencia de un nuevo pacto. Reflexiones desde América Latina y el Caribe – Patricia Sorokin et al.
Rev Bio y Der. 2020; 50: 221-237 | 233

En lo que respecta a la Región de Latinoamérica y el Caribe se aprecia, hasta hoy, ausencia


de un debate colectivo e interdisciplinar, que superando la tradicional protección de datos
personales (limitada a ciertos derechos fundamentales y vinculada principalmente a mecanismos
tecnológicos tradicionales de captación y tratamiento de los datos) y la preocupación por asegurar
el acceso a la información pública, observe el problema de los datos en su integridad bajo las
actuales reglas fácticas que las TIC y las técnicas de Big Data e IA han impuesto.

Hasta el momento, la región no cuenta con un cuerpo normativo sólido y vinculante –al
modo que sí lo posee la Comunidad Europea– que oriente a los Estados en estas materias ni que
disponga de lineamientos para la consolidación de sólidos cuerpos regulatorios nacionales. En
este ámbito subsiste -consciente o inconscientemente, deseado o no- una suerte de pacto tácito
de sumisión a las reglas del mercado “por lo que (…) sin las cautelas adecuadas puede dar lugar a
comportamientos discriminatorios basados en ese tipo de información” (Méndez García, 2019,
264) y a prácticas improcedentes de apropiación y usufructo de datos.

Si más allá de todas las dificultades e impactos negativos, asumimos los desafíos que esta
pandemia nos brinda y logramos posicionar en la región a la disciplina bioética como una efectiva
“herramienta de deliberación (y decisión) para la democracia” (Bórquez y Lopicich, 2017, p. 137).
entonces debemos instar a la consolidación de un pacto reformado en cuyo marco las personas
sean consideradas en los procesos de cesión voluntaria de datos como sujetos de derecho (no
como donantes presuntos), partícipes empoderados/as de una relación jurídica justa y de mayor
equilibrio, en que las ganancias entre lo que se obtiene y lo que se cede estén debidamente
“compensadas” y donde exista un mayor y más transparente control sobre el adecuado uso del
dato que implique la indemnidad de sus titulares frente a su utilización desviada de estándares
éticos y jurídicos mínimos.

El uso que aquí se da a la expresión “compensadas” quiere reflejar la necesidad y urgencia


de resignificar el dato en su función social y comunitaria: los datos deben ser puestos al servicio
de las personas y la comunidad, y no servir como medios de explotación de éstas.

Consecuentemente “cabe preguntarse cuál es el papel del derecho y cuál el lugar de la


bioética y si (…) resulta admisible mercadear con los derechos fundamentales (…). Los Derechos
Humanos son innegociables, y la dignidad y la libertad quedan fuera del mercado porque el
derecho no debe ser copia de los esquemas mercantiles” (Casado, 2017, p. 17-18).

“La reflexión bioética debe contribuir a definir los problemas y las oportunidades
de la aplicación del progreso científico y tecnológico, y a promover un debate social
informado sobre su impacto en los seres humanos ―incluyendo las generaciones
futuras― y en el medio en el que viven. Si lo hace demasiado tarde y sin un adecuado

www.bioeticayderecho.ub.edu - ISSN 1886-5887


Datos en tiempos de pandemia: la urgencia de un nuevo pacto. Reflexiones desde América Latina y el Caribe – Patricia Sorokin et al.
Rev Bio y Der. 2020; 50: 221-237 | 234

análisis y comprensión de aquello a lo que nos estamos enfrentando, su aportación será


inútil y habrá propiciado prácticas no deseadas desde la «inocencia» de sus principios
considerados en abstracto” (de Lecuona, 2017, p. 268).

Por ende, se torna imprescindible que la bioética –como disciplina y desde una perspectiva
regional – se haga presente en este asunto “antes que los individuos o las comunidades hayan
perdido la capacidad de reclamar sus derechos y de bregar por sus intereses” (Kottow, 2005, p.
118).

Precisamente al cierre de este artículo, en el marco de apertura de la 44ª sesión ordinaria


del Consejo de Derechos Humanos de Naciones Unidas, la Alta Comisionada de Derechos
Humanos, expresaba: “En todo el mundo, la COVID-19 está siendo instrumentalizada para limitar
el derecho de las personas a (…) participar en las decisiones que afectan su vida” (Bachelet, 2020).

Así entonces, la bioética “puede ofrecer y defender una escala de valores en la que la
sumisión al “fetichismo de la mercancía”(…) no sea el “valor” dominante de nuestro mundo real”
(Royes, 2017, p. 104).

¿Nos haremos cargo?

Referencias bibliograficas

 Álvarez Díaz, J. A.; Duro, E. A.; Gubert, I. C.; Cardozo de Martínez, C. A.; Sotomayor, M. A.; López
Dávila, L. M.; Duro, A.; Niño Moya, R. & Sorokin, P. (2018). Entre Huxley y Orwell: Big Data y
salud. Revista Latinoamericana de Sociología, 8, 2, 23-33. [en línea]. DOI: doi:
10.17979/relaso.2018.8.2.2951.

 Bachelet, M. (2020). 1st Meeting, 44th Regular Session Human Rights Council. 30 June 2020.
Minute 08:54. [en línea]. Disponible en: http://webtv.un.org/meetings-events/human-rights-
council/watch/michelle-bachelet-ohchr-1st-meeting-44th-regular-session-human-rights-
council-/6168229657001.

 BBC Mundo (2018) Cómo un test de personalidad de Facebook le sirvió a Cambridge Analytica
para recolectar información privada de millones de usuarios sin que lo supieran. 20 de marzo
de 2018 [en línea]. Disponible en: https://www.bbc.com/mundo/noticias-internacional-
43460702.

 Bórquez P., B.; Luengo-Charat, M.X.; Anguita M., V.; Bascuñán R., M.L.; Pacheco M., I.M.; Michaud
Ch., P. & Vacarezza Y., R. (2020). Recomendaciones para el uso y difusión responsable de la
información en pandemia: Un imperativo ético. Revista Chilena de Pediatría. [en prensa].

www.bioeticayderecho.ub.edu - ISSN 1886-5887


Datos en tiempos de pandemia: la urgencia de un nuevo pacto. Reflexiones desde América Latina y el Caribe – Patricia Sorokin et al.
Rev Bio y Der. 2020; 50: 221-237 | 235

 Bórquez P., B. & Lopicich C., B. (2017). La dimensión bioética de los Objetivos de Desarrollo
Sostenible (ODS). Rev. Bio y Der. 41, 121-139.

 Casado, M. (2017). “¿Gratuidad o precio? Sobre el cuerpo humano como recurso”. En: Casado,
M (coord.). De la solidaridad al mercado. El cuerpo humano y el comercio biotecnológico. Ed.
Universitat de Barcelona, pp. 17-34. [en línea]. Disponible en:
http://www.bioeticayderecho.ub.edu/solicitud/libro-solidaridad-mercado.

 Couldry, N., & Mejias, U. A. (2019). The costs of connection: How data is colonizing human life
and appropriating it for capitalism. Stanford University Press.

 de Lecuona, I. (2017). “La tendencia a la mercantilización de partes del cuerpo humano y la


intimidad en investigación con muestras biológicas y datos (pequeños y masivos)”. En: Casado,
M (coord.). De la solidaridad al mercado. El cuerpo humano y el comercio biotecnológico. Ed.
Universitat de Barcelona. pp. 267-295. [en línea]. Disponible en:
http://www.bioeticayderecho.ub.edu/solicitud/libro-solidaridad-mercado.

 Dinis-Oliveira, R. J. (2020). COVID-19 research: pandemic versus “paperdemic”, integrity,


values and risks of the “speed science”. Forensic Sciences Research. [en línea]. Disponible en:
https://doi.org/10.1080/20961790.2020.1767754.

 El Español. (2020). Así derrota Corea al Covid con la tecnología: geolocalización, aislamiento
selectivo y tests. 20 de abril de 2020 [en línea]. Disponible en:
https://www.elespanol.com/invertia/empresas/tecnologia/20200422/derrota-corea-
covid-tecnologia-geolocalizacion-aislamiento-selectivo/484202846_0.html.

 IEAG. (2014) A world that counts. Mobilising the data revolution for sustainable
development. [en línea]. Disponible en: https://www.undatarevolution.org/wp-
content/uploads/2014/12/A-World-That-Counts2.pdf.

 Infobae Económico. (2020). Nota de prensa: “Yuval Harari y el coronavirus: el gurú futurista
alertó sobre los riesgos de un mundo que será completamente distinto después de la
pandemia.” 20 de marzo de 2020. [en línea] Disponible en:
https://www.infobae.com/economia/2020/03/20/yubal-harari-y-el-coronavirus-el-guru-
futurista-alerto-sobre-los-riesgos-de-un-mundo-que-sera-completamente-distinto-despues-
de-la-pandemia/.

 Kottow, M. (2005). Bioética y Biopolítica. Revista Brasileira de Bioética 1, 2, 118.

 Kupferschmidt, K. (2020). Preprints bring ‘firehose’ of outbreak data. Science, 367, 6481, 963-
964. [en línea]. Disponible en: http://doi.org/10.1126/science.367.6481.963.

www.bioeticayderecho.ub.edu - ISSN 1886-5887


Datos en tiempos de pandemia: la urgencia de un nuevo pacto. Reflexiones desde América Latina y el Caribe – Patricia Sorokin et al.
Rev Bio y Der. 2020; 50: 221-237 | 236

 Llàcer, M.R.; Casado, M. & Buisan, L. (coords.). (2015). Documento sobre bioética y Big Data de
salud: explotación y comercialización de los datos de los usuarios de la sanidad pública.
Barcelona: Publicaciones y Ediciones de la Universidad de Barcelona. [en línea]. Disponible en:
http://hdl.handle.net/2445/104585.

 Lucero,P. & Kohen, A. (2010). Delitos informáticos. Ediciones D&D S.R.L. Buenos
Aires Argentina.

 Méndez García, M. “Investigación y mercados emergentes: webs, apps, Big Data, muestras
biológicas e información genética”. En: Casado, M (coord.). De la solidaridad al mercado. El
cuerpo humano y el comercio biotecnológico. Ed. Universitat de Barcelona. pp. 257-266. [en
línea]. Disponible en: http://www.bioeticayderecho.ub.edu/solicitud/libro-solidaridad-
mercado.

 ONU. (2015). Resolución A/RES/70/1 Transformar nuestro mundo: la Agenda 2030 para el
Desarrollo Sostenible, 25 de noviembre de 2015. [edición electrónica] Disponible en:
https://undocs.org/es/A/RES/70/1.

 OMS. (2020). Infodemic management –Infodemiology. [en línea] Disponible en:


https://www.who.int/teams/risk-communication/infodemic-management.

 OPS-OMS. (2020). Hoja Informativa. Salud Digital: Entender la infodemia y la desinformación


en la lucha contra la COVID-19. 01 de mayo de 2020. [en línea]. Disponible en:
https://www.paho.org/es/documentos/entender-infodemia-desinformacion-lucha-contra-
covid-19.

 Ramos Riera, I. (2020). Covid-19: Zugzwang Hacia Oriente. En: Cátedra China. Boletín Digital
N° 62. España: mayo de 2020. [en línea]. Disponible en:
https://www.catedrachina.com/single-post/2020/05/20/Covid-19-Zugzwang-Hacia-
Oriente.

 Reina, J. (2020). El SARS-CoV-2, una nueva zoonosis pandémica que amenaza al mundo.
Vacunas 21, 1, 17-22. [en línea]. Disponible en:
https://doi.org/10.1016/j.vacun.2020.03.001.

 Royes, A. (2017) ¿Qué hay que el dinero no pueda comprar? En: Casado, M (coord.). De la
solidaridad al mercado. El cuerpo humano y el comercio biotecnológico. Ed. Universitat de
Barcelona. pp. 97-104. [en línea]. Disponible en:
http://www.bioeticayderecho.ub.edu/solicitud/libro-solidaridad-mercado.

 Sorokin, P.; Sotomayor, M. A.; Mpolás Andreadis, A.; Sánchez Pérez, H.; Ledesma. F.; Vergès, C.;
Andreau de Bennato, M.; Benites Estupiñan, E.; Duro, E. A; Muñoz del Carpio Toia, A.; Garra, M.

www.bioeticayderecho.ub.edu - ISSN 1886-5887


Datos en tiempos de pandemia: la urgencia de un nuevo pacto. Reflexiones desde América Latina y el Caribe – Patricia Sorokin et al.
Rev Bio y Der. 2020; 50: 221-237 | 237

M.; Rueda Castro, L.; Scrigni, A. V.; Álvarez Díaz, J. A.; López Dávila, L. M.; Torres, F. A; Rubín de
Celis, V.; Lifschitz, V.; Cardozo de Martínez, C. A.; Cudeiro, P.; Niño Moya, R.; Duro, A.; Quiroz
Malca, E.; Méstola, M. & Gubert, I. C. (2019) “Big Data, Genómica y los grandes retos de la
Sociedad de la Información” en E. Tinant (dir.) Anuario Bioética y Derechos Humanos. Consejo
de Bioética del Instituto Internacional de Derechos Humanos (IIDH) Capítulo para las
Américas. Amazon Kindle. pp. 266-283.

 Thornton, J.G. (2020). Covid 19 in pregnancy. BJOG: International Journal of Clinical Obstetrics
and Gynaecology. First Published: 07 May 2020. [en línea]. Disponible en:
https://doi.org/10.1111/1471-0528.16308.

 UNESCO. (2005). Declaración Universal sobre Bioética y Derechos Humanos [en línea]
Disponible en: http://portal.unesco.org/es/ev.php-
URL_ID=31058&URL_DO=DO_TOPIC&URL_SECTION=201.html.

 University of Oxford. (2020). Reuters Institute Digital News Report 2020. Reuters Institute
for the Study of Journalism. [en línea]. Disponible en:
https://reutersinstitute.politics.ox.ac.uk/sites/default/files/2020-06/DNR_2020_FINAL.pdf.

Fecha de recepción: 1 de julio de 2020


Fecha de aceptación: 13 de julio de 2020

www.bioeticayderecho.ub.edu - ISSN 1886-5887


Repensando la renta básica, el apoyo mutuo y el género durante la pandemia de la COVID-19 en México – Miguel Torres Quiroga
Rev Bio y Der. 2020; 50: 239-253

Revista de Bioética y Derecho


Perspectivas Bioéticas
www.bioeticayderecho.ub.edu - ISSN 1886-5887

DOSSIER CUESTIONES BIOÉTICAS DE LA PANDEMIA COVID-19


Repensando la renta básica, el apoyo mutuo y el género
durante la pandemia de la COVID-19 en México

Rethinking basic income, mutual aid, and gender during


COVID-19 pandemic in México

Repensant la renda bàsica, el suport mutu i el gènere durant la


pandèmia de la COVID-19 a Mèxic

MIGUEL TORRES QUIROGA *

* Miguel Torres Quiroga. Doctor en Filosofía, Universidad Autónoma de Madrid; Consejo Nacional de Ciencia
y Tecnología de México. Email: miguel.atq@gmail.com.

Copyright (c) 2020 Miguel Torres Quiroga


Esta obra está bajo una licencia de Creative Commons Reconocimiento-NoComercial-SinObraDerivada 4.0
Internacional.
Repensando la renta básica, el apoyo mutuo y el género durante la pandemia de la COVID-19 en México – Miguel Torres Quiroga
Rev Bio y Der. 2020; 50: 239-253 | 240

Resumen
Las carencias sociales de México empeorarán por la pandemia SARS-COV2. A saber, el acceso a la
salud, derechos laborales básicos, y la infructuosa respuesta del gobierno para erradicar la
violencia machista contra las mujeres. El desinterés histórico para fomentar una cultura del apoyo
mutuo y el autocuidado ha provocado que gran parte de la ciudadanía se haya desconectado de
sus derechos sociales y sanitarios. Así, no se sigue una indicación –quédate en casa- por
desigualdades estructurales. Propongo que la libertad efectiva puede conseguirse mediante la
aprobación de la renta básica universal desde una perspectiva feminista. Concluyo que las
secuelas de la pandemia, que definirán la vida cotidiana, ameritan la aprobación de esta medida.
Igualmente, las mujeres como clase sexual requieren protección desde una perspectiva feminista.
Palabras clave: SARSCOV2; apoyo mutuo; reciprocidad; cuidado mutuo; renta básica universal;
género.

Abstract
Many of the social deprivations of Mexico will be worsened due to SARS-COV2 pandemic. Namely,
the insufficient access to public health, lack of labor rights, and the unsuccessful government’s
response to eradicate male violence against women. The historical unconcern in promoting a
culture rooted in mutual aid and self-care has provoked many citizens are disconnected from their
social and health rights. Thus, people’s inability to carry through one direction –stay home- is
unfulfilled, in part, due to structural inequalities. I affirm that effective liberty could be obtained
by approving a Universal Basic Income from a feminist perspective. I conclude that the aftermath
of COVID-19, which will define everyday life for a while, require the endorsement of such measure.
Likewise, women as a class deserve protection from a feminist critical framework.
Keywords: SARSCOV2; mutual aid; reciprocity; communal care; universal basic income; gender.

Resum
Les mancances socials de Mèxic empitjoraran per la pandèmia SARS-COV-2. A saber, l'accés a la
salut, els drets laborals bàsics i la infructuosa resposta de govern per eradicar la violència
masclista contra les dones. El desinterès històric per fomentar una cultura de suport mutu i
l'autocura ha provocat que gran part de la ciutadania s'hagi desconnectat dels seus drets socials i
sanitaris. Així, no se segueix una indicació -queda't a casa- per desigualtats estructurals. Proposo
que la llibertat efectiva pot aconseguir-se mitjançant l'aprovació de la renda bàsica universal des
d'una perspectiva feminista. Concloc que les seqüeles de la pandèmia, que definiran la vida
quotidiana, mereixen l'aprovació d'aquesta mesura. Igualment, les dones com a classe sexual
requereixen protecció des d'una perspectiva feminista.
Paraules claus: SARS-COV-2; suport mutu; reciprocitat; cura mutua; renda bàsica universal;
gènere.

www.bioeticayderecho.ub.edu - ISSN 1886-5887


Repensando la renta básica, el apoyo mutuo y el género durante la pandemia de la COVID-19 en México – Miguel Torres Quiroga
Rev Bio y Der. 2020; 50: 239-253 | 241

1. Introduccion

La pandemia del SARS-COV2 (en adelante, COVID-19 o Coronavirus), se ha expandido globalmente


la primera parte del 2020 al momento de la redacción de este manuscrito. Además de ser una
enfermedad contagiosa, es un peligroso revés económico que lesionará los derechos humanos, un
marco frágil dadas las relaciones socioeconómicas a niveles micro y macro en México. En el país
latinoamericano, dos realidades impostergables recrudecerán: 1) La desigualdad económica y la
respuesta ciudadana insuficiente en el cuidado individual y comunitario; y 2) El desapego
gubernamental en escuchar y atender las vindicaciones de las mujeres. Hasta el 26 de junio del
2020, han fallecido 25.090 ciudadanos mexicanos por COVID-19.

Procederé del siguiente modo. Abordaré estas dos circunstancias como parte de un retrato
general de suma gravedad en medio de un cisma social, que pueden abreviarse como: 1) La
ausencia de un bienestar y una comunidad en donde la máxima “de cada cual según sus
capacidades, a cada cual según sus necesidades” dirija la economía (Marx, 2009 [1875]); 2) El
sistema sexo/género como raíz de la violencia machista y la subordinación de las mujeres. El
“género” es la construcción social que oscurece la desigualdad estructural de las mujeres; y 3) Más
vulnerabilidad en las áreas importantes de la vida (educación, salud, justicia, conocimientos,
etcétera).

El escenario mexicano es problemático: sanidad pública deficiente, atraso en políticas de


igualdad, presencia extendida del crimen organizado, instituciones de justicia inoperantes,
precariedad alimenticia, un segundo lugar en el mundo en obesidad y diabetes, y una de las tasas
más altas de trabajo informal. Este último no genera beneficios ni seguridad a mediano plazo.
Quienes hoy están en el trabajo informal heredarán esa misma realidad a sus hijos. Esto
imposibilita que millones de informales permanezcan en cuarentena por sus ocupaciones:
vendedores(as) de comida callejera, trabajadoras del hogar sin seguridad social, mujeres cabeza
de familia que comercian con lo que fabrican manualmente, vendedores de piratería, y hasta
mujeres en situación de prostitución. Es imposible enumerar los múltiples giros de la
informalidad, pero para el cumplimiento de mi objetivo, basta con saber que comparten un
infortunio: si se limita la jornada total o parcialmente, el ingreso para subsistencia a corto y
mediano plazo desaparece para aproximadamente el 60% de los mexicanos (Cervantes, Gutiérrez
y Palacios, 2008).

Para intervenir en la enfermedad colateral al COVID-19 es necesario despertar la


consciencia sobre la relevancia de los servicios públicos de salud y los derechos largamente
negados exige un paso previo: asumir que no existe una separación real entre el bienestar
individual, el colectivo y las actividades laborales productivas (remuneradas o no). Se trata, pues,

www.bioeticayderecho.ub.edu - ISSN 1886-5887


Repensando la renta básica, el apoyo mutuo y el género durante la pandemia de la COVID-19 en México – Miguel Torres Quiroga
Rev Bio y Der. 2020; 50: 239-253 | 242

de una compleja red de relaciones productivas interdependientes. Propongo que el precario


apoyo mutuo, junto con la perpetuación de la violencia y las injusticias contra las mujeres, borran
una clave para sobrellevar la pandemia y sus secuelas. Las mujeres son la población que padecerá
consecuencias más invisibles para el ojo del Estado. En México, aproximadamente 21 millones de
personas trabajadoras viven al día; unos 10 millones carecen de cualquier sanidad pública ligada
a su labor; un porcentaje cercano al 50% no tendrá una pensión digna para abastecerse de lo
básico y pagar servicios, y vive a expensas de toda clase de riesgos imprevisibles (OIT, 2014).

2. Sin trabajo, sin dinero: el reino de la incertidumbre

Ingeniosamente, G.A. Cohen (2011a) establece una igualdad entre la pobreza y la falta de libertad
política. Dos características inequívocas de la pobreza se relacionan estrechamente con la
incapacidad para disfrutar de los frutos de la democracia: 1) La dependencia del trabajo
asalariado, la explotación que beneficia a los intereses del capitalista; y 2) La falta de dinero.
Ambas constituyen razón suficiente para adelantar que una clase social queda en manos de una
casta escasamente interesada en que los primeros alcancen una vida significativa, digna y con
oportunidad de florecimiento.

Los liberales sostienen que la sociedad tradicional es injusta y contraria a su doctrina,


haciendo honor a Stuart Mill y el interés primordial en el bienestar social. Isaiah Berlin (1998
[1962]), admitió que las estructuras sociales desfavorables interfieren con la libertad política,
pero no comparte con Cohen la opinión de que la falta de dinero sea en sí misma falta de libertad.
Es un obstáculo muy aparatoso que los gobiernos están obligados a resolver, sin olvidarse de que
la valiosa libertad negativa marca la diferencia entre tiranía y democracia. Para Cohen, carecer de
dinero trae consigo desventajas y daños a los intereses de las personas en términos de libertad
política y el poder. El libre movimiento por el país de uno o el acceso a una alimentación sana
requieren de dinero, por ejemplo. Los mercados han absorbido la producción, distribución y venta
de los bienes necesarios para la vida buena. Que un gobierno ignore que la precariedad y profundo
desencanto de su gente, quiere decir que tampoco mantiene buena relación con la democracia,
que es la representación del pueblo en lo público. La falta de dinero es ausencia de poder; los
propietarios de los medios de producción, como las empresas, tienen poderes profundos y
asimétricos sobre aspectos íntimos de la vida de sus empleados y empleadas.

Por la discrepancia con Berlin y otros liberales, Cohen propuso un análisis normativo del
dinero como el objeto multifuncional que estructura la libertad en el capitalismo. Nos ilusiona
poderosamente una libertad ilimitada, pero tener dinero condiciona su ejercicio. Cohen critica que

www.bioeticayderecho.ub.edu - ISSN 1886-5887


Repensando la renta básica, el apoyo mutuo y el género durante la pandemia de la COVID-19 en México – Miguel Torres Quiroga
Rev Bio y Der. 2020; 50: 239-253 | 243

los liberales se nieguen a conceptualizar la pobreza como un atentado al corazón de su marco


moral. El pobre apenas sueña con los bienes que la democracia dice defender. Los socialistas como
Cohen destacan que las severas restricciones en las que malvive el proletariado son la prueba de
que la libertad ofrecida por los mercados enaltece relaciones egoístas y dañinas para la
construcción de un ethos liberador. El valor del dinero radica en su cualidad de pasaporte a la
libertad, al poder y a la autoridad. Alguien con dinero es un destructor de interferencias. No
olvidemos que algunas interferencias existen para defender intereses de terceros, como los
impuestos, y muchos ricos los evaden. Ser pobre es que la libertad que nos hace humanos(as)
quede en manos ajenas.

Los liberales plantean que la desigualdad económica no es un mal intrínseco, sino una
consecuencia de diversas realidades que, moralmente, no tendrían necesariamente que
condenarse. La desigualdad abstracta no es una inmoralidad, pero la igualdad económica es un
error grave, según Harry Frankfurt (2015), pues engendra el desconocimiento de las necesidades
singulares. Lo crucial es que todos tengan suficiente, hasta el grado de no desear más dinero para
satisfacer necesidades importantes. Igualmente, Thomas Nagel (1987) sostiene que las personas
no son moralmente responsables de nacer ni en el privilegio ni en la desigualdad; debemos
fortalecer la igualdad de oportunidades y las políticas anti-discriminación. Los privilegiados
heredarán su fortuna, fomentando la desigualdad desde el punto de partida. Pero lo reprobable
es que haya quienes nacen, crecen, se reproducen y mueren en gran desventaja. Cuando hablamos
de capacidades, talentos y habilidades, tal desigualdad es deseable y no hay nada más por hacer
que no sea la redistribución fiscal para democratizar las oportunidades.

Contextualizando esta diferencia teórica en la crisis de salud del coronavirus, el


cortocircuito de gran parte de la actividad económica ha restringido la capacidad efectiva de
mucha gente para cuidarse y cuidar de otros. Se necesita el dinero, junto con otras condiciones,
para propiciar un ecosistema meridianamente seguro para la integridad propia, familiar y
comunitaria. La buena alimentación, los servicios médicos de calidad, una atmósfera favorable,
etcétera.

La distribución económica del poder y el status se vinculan con los cuidados necesarios para
la salud. La falta de derechos laborales propicia una autonomía deficiente. Por ejemplo, en México
no existe el seguro de desempleo como en algunos países europeos. No hubo pagos sustanciales a
comerciantes y otros trabajadores no asalariados que no declaran impuestos ni han sido
debidamente inscritos en el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS). Cuando la Secretaría de
Salud dio la orden de permanecer en casa a mediados de marzo del 2020, un número inestimable
de personas tuvieron más miedo de morir de hambre que de contagiarse de COVID-19.

www.bioeticayderecho.ub.edu - ISSN 1886-5887


Repensando la renta básica, el apoyo mutuo y el género durante la pandemia de la COVID-19 en México – Miguel Torres Quiroga
Rev Bio y Der. 2020; 50: 239-253 | 244

La bioética, tradicionalmente, se dirige a las autoridades sanitarias. Cuidar la salud pública


es posibilitar la autonomía y, por tanto, construir las libertades individuales. Pero esos mismos
lineamientos teóricos deberían obligar a los políticos, como mínimo, a contrarrestar la
dominación de las élites sobre la producción y el trabajo. En las emergencias sanitarias, es un error
que se ignore el vínculo entre la salud y el bienestar económico. La jerarquía patrón-trabajador,
bien analizada, puede diagnosticar el comportamiento de los cuidados y de la autosuficiencia.

Para este análisis, una izquierda próxima a Cohen entenderá que las privaciones de la clase
desposeída no provienen de una mala estrella ni de la falta de méritos. Nadie es responsable de
nacer en el privilegio, pero las acciones individuales y colectivas para perpetuar esa casta sí
engendran relaciones de dominación unilaterales donde los actores son moralmente
responsables de la ausencia de libre decisión del que vende su mano de obra (Vrousalis, 2013).
Hay responsabilidad moral en las decisiones de los afortunados, cuando se desentienden de que
su status proviene del aprovechamiento de la opresión ajena. Los grados de separación entre
alguien de la clase oprimida y alguien que vive en la cúspide pasan a segundo término cuando el
aprovechamiento y el desequilibrio entre ambos nace de una relación de explotación.

Por consiguiente, una izquierda anti-dominación adoptará métodos que realmente


modifiquen la trayectoria vital de las mayorías en el acceso a los bienes, derechos, relaciones
sociales benéficas, esparcimiento, prevención de riesgos y oportunidades. Una fracción de la
izquierda más identificada con Cohen aboga por la renta básica universal (RBU). No tanto como
alternativa al salario y al estado del bienestar impulsado por el utilitarismo, sino como
transformación de la vida económica en su totalidad. Esgrimen que si cada ciudadano recibe un
monto mensual suficiente para vivir dignamente, sin menoscabo de clase social o condición
laboral, se lograría un acceso verdaderamente universal a decisiones reservadas hasta ahora para
las élites económicas y sociales. Que la clase trabajadora dedique su tiempo, capacidades y
esfuerzos a labores significativas. El empleo obligatorio se transformaría en labores elegidas en
función de intereses individuales y, tentativamente, con mejores beneficios colectivos. Alguien,
quien sea, trabajaría por convicción, ya sea en las artes, o en el desempeño de un oficio anhelado,
sin obligación para subsistir (Parijs, 1997).

Rechazar un empleo mal pagado y sin derechos, cosa impensable para millones en México,
cobra su sentido de libertad y autonomía como forma de autoprotección y cuidado comunitario
de cara a evitar más contagios. La autonomía se constata cuando nos negamos a realizar
actividades que infringen nuestra integridad. De lo contrario, no queda otra opción que resignarse
a la perenne crisis mexicana, que nunca habrá un ingreso mínimo incondicional. La dificultad no
es motivo para rendirse, pues la autonomía difícilmente coexiste con relaciones
económicas/sociales como las presentes.

www.bioeticayderecho.ub.edu - ISSN 1886-5887


Repensando la renta básica, el apoyo mutuo y el género durante la pandemia de la COVID-19 en México – Miguel Torres Quiroga
Rev Bio y Der. 2020; 50: 239-253 | 245

Es verdad que los debates sobre la RBU acontecen en el seno de universidades y partidos
políticos de Norteamérica y Europa. Ahora toca enfocarse en las personas más vulnerables en un
contexto latinoamericano en este episodio histórico sin precedentes contemporáneos, con el
rezago en derechos sociales que se arrastra desde siempre. Sabotear la RBU con el argumento de
que no hay dinero para tanta gente, significaría que solo vale la pena luchar por lo factible a corto
plazo y no por la dignidad que, con trabajo, vislumbramos lejos todavía. La construcción de una
RBU en un horizonte cercano urge porque el empleo es ineficaz para una vida digna. Con el COVID-
19, desaparecen las rutas de salida para millones de habitantes para mantener su status. Esta es
una radiografía de la ausencia de democracia radical.

La RBU remediaría en buena medida la precariedad al fomentarse más la comunidad. Hacer


cuarentena para reducir contagios es una manera excepcional de practicar cuidados comunitarios
desde la empatía y la solidaridad. Una nueva ética de los cuidados implica trascender de la citada
expresión “vivimos en el mismo barco”, por una lógica encaminada al ataque de privilegios en aras
de fomentar la emancipación de las clases oprimidas. Un lema más apropiado quedaría más o
menos así: “organizarse políticamente para oponerse a la dinámica del egoísmo”. El autocuidado,
la reciprocidad y la protección de los desprotegidos son complicados cuando, a niveles micro y
macro, la economía laboral estructura, favorece y legitima comportamientos egoístas
como simples transacciones neutrales entre agentes libres. El ideal comunitario de la
reciprocidad muere cuando se afirma que los valores detrás del mismo no son tan fuertes como la
posibilidad real de contrarrestar el egoísmo (Cohen, 2011b: 15-37, 63-64).

Pensemos la inquietud de Giovanni Berlinguer (2004) sobre cómo el discurso de la


seguridad -frente a los extranjeros, las pandemias, los refugiados, los terroristas- gana adeptos
entre los demagogos y las masas. La izquierda tendría que reconceptualizar que la seguridad
significa salud pública, alimentación variada y nutritiva para todos, bienestar estructural,
ecosistemas sanos y prósperos. Hablar de salud global implica reflexionar en su doble vertiente
moral, para vivir y para ser libres. De este modo, cuando una población carece de medios para
vivir dignamente y cuidar la salud, peligra el avance democrático.

3. La renta basica universal, las mujeres y la pandemia

Todo llamado a quedarse en casa que ignore el desequilibrio en las labores domésticas en la
“esfera privada” es una alerta incompleta y excluyente. Depositará los cuidados exclusivamente
sobre las mujeres: la crianza de menores, atenciones a personas mayores y con discapacidad, la
limpieza, y todo lo relacionado con el mantenimiento de la vida, como la alimentación y el apoyo

www.bioeticayderecho.ub.edu - ISSN 1886-5887


Repensando la renta básica, el apoyo mutuo y el género durante la pandemia de la COVID-19 en México – Miguel Torres Quiroga
Rev Bio y Der. 2020; 50: 239-253 | 246

emocional. El gobierno mexicano en funciones desde 2018, autoproclamado de izquierda anti-


neoliberal, mantiene una posición ambivalente respecto de la urgencia de erradicar la opresión
de la mujer. La historia de México está teñida de la sangre de las miles de mujeres asesinadas por
hombres y por el crimen organizado desde 1993 (año en que comenzó el conteo organizado y
sistemático de las víctimas en Ciudad Juárez, Chihuahua) hasta la actualidad en el espacio privado
silenciado por el Estado (La Jornada, 05 marzo 2020).

Las injusticias de la esfera privada son los pilares de la jerarquía masculina. Apenas
recientemente se ha reconocido el trabajo doméstico en la seguridad social mexicana mediante
un programa piloto de pago de las cuotas, el cual queda en manos de los patrones, que pueden
prescindir de sus servicios en cualquier momento y que se ha debilitado con la llegada de la
pandemia (Somos Parvada, 2020). Igualmente, las guarderías infantiles mexicanas han limitado o
privatizado sus servicios, causando más conflictos de desigualdad al ser las mujeres quienes se
harán cargo de los cuidados de los niños y las niñas (López Estrada, 2020).

Conviene rescatar las reflexiones de Carole Pateman (2004) sobre la RBU y su promesa de
aumentar la libertad para las mujeres consolidando una ciudadanía verdaderamente significativa.
No hay democracia si hombres y mujeres disfrutan de diferentes grados de libertad marcados por
la desigualdad sexual. Según la filósofa, al invocarse los valores ilustrados, en realidad es la figura
pública del hombre la utiliza da como escala de medición, acaparando todas las realidades
antropológicas abordadas por la teoría política. Las mujeres y sus experiencias son silenciadas;
no son actividades públicas, ni los varones las aprecian como valiosas, aunque sean los pilares de
la estructura de dominación actual que sostienen el bienestar social. Un precio muy alto pagado
por las mujeres y oscurecido por la división público/privado (Pateman, 1989: 179-209).

La complejidad de la opresión se escapa de la estrecha mirada de los gobiernos


presuntamente progresistas. El feminismo conceptualiza cómo las mujeres han sido oprimidas
por su sexo biológico, pero de formas variadas: el trabajo feminizado, brecha salarial, la exclusión
de mejores oportunidades, el desprecio por el conocimiento hecho por mujeres. La base material
del patriarcado reside, igualmente en la explotación de sus capacidades reproductivas, como en
las instituciones sociales que permiten a los varones el control de la producción y el cuidado
emocional brindado por las mujeres (Hartmann, 1979: 12). Pero no existe incapacidad alguna en
la condición de las mujeres para desarrollar las virtudes, capacidades y talentos distintivos de la
especie humana. Por eso, su confinamiento en la esfera doméstica –una forma de coerción
construida socialmente- exige una transformación que, necesariamente, disputa todo lo público.
Es previsible que el actual distanciamiento físico y el llamado a quedarse en casa por un tiempo
prolongado e indeterminado –que en México ha traído consecuencias como el cierre de estancias

www.bioeticayderecho.ub.edu - ISSN 1886-5887


Repensando la renta básica, el apoyo mutuo y el género durante la pandemia de la COVID-19 en México – Miguel Torres Quiroga
Rev Bio y Der. 2020; 50: 239-253 | 247

infantiles y mayor precariedad en el ya de por sí inseguro trabajo informal- supondrá más tareas
y presión sobre las mujeres.

Pocos gobiernos están dispuestos a remediar esa sobrecarga. Pero la desatención en México
es más preocupante por la violencia sexual y de género.1 Confiar ciegamente en la libertad
negativa es un mal comienzo para diagnosticar la autonomía de las mujeres, hace falta echar mano
del feminismo. Pateman (2004: 91) conceptualiza la libertad de las mujeres en un contexto de
autonomía y gobierno sobre sí mismas. La libertad es atomizada cuando se la define como falta de
obstáculos entre un individuo y sus fines porque suponemos la existencia de sujetos neutrales
cuyas historias son insignificantes. Históricamente, las mujeres han sido educadas para
subordinarse a las aspiraciones de los varones. La realidad depende de cómo se conforman las
interacciones humanas en un tejido de niveles jerárquicos. Así, los espacios privados están
sometidos a las órdenes giradas por quienes ostentan el poder público. La autonomía y el gobierno
de sí componen el corazón de una sociedad democrática para las mujeres si aceptamos que lo
personal es político, y la libertad negativa no alcanza a hacer honor a los medios necesarios para
que las mujeres hagan valer sus derechos como los varones. No basta con redistribuir las
oportunidades y los capitales, se deben cuestionar las relaciones jerárquicas que crean y reparten
proyectos de vida según el sexo.

La opresión de las mujeres comparte un aire de familia con la explotación de la clase


trabajadora. Hay una relación palmaria entre las clases sociales y la subordinación de las mujeres
en todas las culturas que han existido, y cualquier análisis honesto no ignorará que la conexión
entre ambas no implica pasar a segundo orden que las mujeres han estado sometidas mucho antes
del capitalismo. Hartmann (1979: 18-34) denuncia que la izquierda marxista yerra cuando define
el asunto de las mujeres como una explotación capitalista entre los propietarios de los medios de
producción y las mujeres. Esa opresión en realidad –y de manera más cruda y significativa -
acontece entre las mujeres y los hombres de una misma clase social, como ocurre con el
matrimonio.

Según investigaciones (Oliveria & Ariza, 2000), las trabajadoras mexicanas son menos
reconocidas y más excluidas gracias a la división sexual del trabajo (extra-doméstico y
doméstico); ganan menos que los hombres, y su sueldo es empleado para mantener a familiares
(esposos, mayores), y no para satisfacer intereses exclusivamente individuales. Una suspensión
de las jornadas laborales (máxime si la ocupación es informal) por las medidas sanitarias por el

1 De acuerdo al Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática (INEGI), en el 2019 en México fueron asesinadas 3752
mujeres por parte de hombres. Además, un 43.9% de las mujeres encuestadas reportaron que sus parejas o ex-parejas sentimentales
las han violentado. Página visitada: https://www.inegi.org.mx/contenidos/saladeprensa/aproposito/2019/Violencia2019_Nal.pdf.

www.bioeticayderecho.ub.edu - ISSN 1886-5887


Repensando la renta básica, el apoyo mutuo y el género durante la pandemia de la COVID-19 en México – Miguel Torres Quiroga
Rev Bio y Der. 2020; 50: 239-253 | 248

COVID-19 incrementará su necesidad económica pero no reducirá sus tareas domésticas. Por
estos motivos, la RBU es una herramienta de democratización del poder para las mujeres en todos
su niveles, haciendo posible controlar más y mejor las experiencias vitales positivas para su
emancipación. Vivir como se desea realmente, no como las circunstancias imponen (Pateman,
2004).

Aunque parezca utópica la pregunta, ¿por qué aplaudir la libertad individual si no vale para
rechazar empleos que “nos cortan las alas”? Renunciar a un trabajo para salvaguardar la salud no
retira el derecho a un nivel decente de vida (Van Parijs afirma que incluso un heredero hedonista
que no aporta dinero tendría derecho a una renta). Un beneficio de la RBU es la elección autónoma
de las actividades y relaciones humanas deseadas, y los proyectos afines a esas convicciones.

Sin embargo, el trabajo y la ideología patriarcal conforman una red sistemática de


dominación. Las mujeres dependen económicamente de trabajos inestables con escasos derechos
y precarización, llevan segundas jornadas en casa, sufren acoso sexual por jefes o compañeros en
un acto de violencia machista (MacKinnon, 1976), y conviven con maridos que no se plantean en
absoluto relaciones recíprocas no verticales. Mantener una vida digna en esas condiciones es
sumamente difícil, pero es poco lo que el Estado ha hecho para remediarlo. Ahí están las
trabajadoras del hogar que acaban “desocupadas” por sus patrones antes de iniciar la cuarentena
(Somos Parvada, 2020). O muchas limpiadoras en hospitales públicos y privados que,
enfrentándose al riesgo de infección a cambio del mismo sueldo. El patriarcado se encarga de que
ciertas mujeres –indígenas, no caucásicas, inmigrantes y con poca escolaridad– desarrollen los
trabajos de la base de la pirámide.

Sería inútil abordar la intersección entre la RBU y el feminismo sin visitar las objeciones
obvias: no hay dinero para tanta gente, y acabar con el trabajo asalariado fomentaría la vagancia.
Pero ese argumento es ficticio, además de parcial y androcéntrico, como expone Pateman. En lugar
de enquistarse en excusas, el primer gran paso es tomar responsabilidad de los motivos que hacen
de la RBU algo deseable y moralmente necesaria. No hay democracia verdadera, ni la libertad es
practicable en sus niveles mínimos por un gran número de personas atadas a trabajos y relaciones
matrimoniales caracterizadas por la dominación. No hay ciudadanía autónoma cuando somos
incapaces de guardar cuarentena porque debemos salir para conseguir la comida de mañana en
labores no esenciales.

Por tanto, implementar medidas paulatinas que nos aproximen a una RBU guarda
semejanzas con un derecho democrático. El derecho a una vida digna, modesta y decente sin la
obligación de permanecer en relaciones contractuales abusivas que representen una violación
para el gobierno individual sobre la vida. Correr peligro o alienar la autonomía porque se carece
de otra alternativa para comer, disminuye el autocuidado que hace posible la integridad corporal

www.bioeticayderecho.ub.edu - ISSN 1886-5887


Repensando la renta básica, el apoyo mutuo y el género durante la pandemia de la COVID-19 en México – Miguel Torres Quiroga
Rev Bio y Der. 2020; 50: 239-253 | 249

y mental. Pensemos en mujeres violentadas por sus maridos sin otra residencia ni dinero o poder
legal para asegurarse una vivienda sin el maltratador. Esa fragilidad es estructural: el patriarcado
ha diseñado el salario por hogar para mantener a las mujeres en dependencia. La Ciudad de
México y su área metropolitana, la primer gran zona urbana afectada por la pandemia, registró un
aumento significativo de llamadas telefónicas de mujeres que reportaron violencia machista
(González Schont, 2020).

Así pues, admitiendo que la RBU merece un estudio a fondo en otra parte como herramienta
para la democratización de la vida económica, creo que se justifica traerla a colación por los
estragos de la pandemia del COVID-19. Primero como discusión ética: promulgar un nuevo
régimen de rentas incondicionales para disminuir la dependencia económica del empleo, y
reconocer las aportaciones realizadas por todo mundo, haciendo hincapié en los cuidados. Eso
sería lo más cerca que se ha estado de pagar el trabajo del hogar hecho toda la vida por mujeres:
una RBU individual y universal, sin importar si se convive con alguien que gana un salario.

Y segundo, la RBU frena parcialmente los obstáculos impuestos por el trabajo como
supervivencia. En México se desdeñan las contribuciones de las mujeres en la esfera privada,
significativas para el mantenimiento de la vida. Se legitima que carezcan de mención curricular en
el espacio público (Pateman, 2004: 98). Así, vamos comprendiendo que al subestimar el apoyo
mutuo y la reciprocidad se complica la organización colectiva indispensable para afrontar
emergencias sanitarias.

Otra deuda con la democracia es haber pasado por alto que la violencia contra las mujeres
también se materializa en injusticia laboral y privatización de los cuidados. Con más hombres en
casa por la cuarentena (o el desempleo), muchos se perciben como peces fuera del agua por los
roles machistas, que celebran la vida pública como única manera aceptable de ser y estar en el
mundo. Se espera el surgimiento de sinsabores que derivarán en violencia hacia las mujeres.
Muchos esposos depositarán su salud en manos de sus esposas -a costa de su carga mental- a
modo de cobro, pues dependen del sueldo por hogar. Tradicionalmente, la familia es la solución a
todo conflicto. En esta cotidianidad se oculta que también es espacio de opresión para mujeres,
niñas y niños.

Ciertamente, la RBU no endereza árboles torcidos. Sin una reforma sanitaria profunda –los
mexicanos más desprotegidos carecen de seguridad médica universal independiente de
cotización laboral- difícilmente se alcanzaría un horizonte de justicia que saque al país del atraso.2

2 En la última ley de seguridad social y sanitaria en México en 2003, el IMSS sigue atendiendo exclusivamente a trabajadores(as) que
aportan cuotas a sus seguros familiares. De esta manera, quienes carecen de un trabajo, se atienden en hospitales y clínicas de la
Secretaría de Salud, con menos recursos que el IMSS.

www.bioeticayderecho.ub.edu - ISSN 1886-5887


Repensando la renta básica, el apoyo mutuo y el género durante la pandemia de la COVID-19 en México – Miguel Torres Quiroga
Rev Bio y Der. 2020; 50: 239-253 | 250

La salud y la educación pública crean personas creativas que el dinero no puede comprar. Motivar
la reciprocidad horizontal es promover el apoyo mutuo detrás del bienestar. Los fundamentos
están en las mismas actas democráticas que obligan al Estado a mantener distancia de las
decisiones individuales. Según Pateman (2004: 102), una RBU no es una retribución condicionada
y proporcional a la contribución fiscal aportada por cada trabajador. Es un acuerdo comunitario
basado en el apoyo incondicional como relación social, pero también productiva. La tarea es
despertar un ethos desde las reflexiones emancipadoras, sobre todo la lucha de las mujeres por
un gobierno de sí mismas. El feminismo, un test de la democracia y de la Ilustración en palabras
de Celia Amorós (2005), es la teoría política que conceptualiza las labores privadas –y los roles
sexuales dicotómicos estables en la vida económica- como funciones macroscópicas y sistemáticas
del poder. Que ante una pandemia de esta gravedad se proceda sin tomar nota de lo que el
feminismo ha producido como reflexión y como política, sería sabotear un elemento esencial para
cualquier salida democrática de este terremoto sin precedentes.

4. Reflexiones finales

La reciprocidad y el apoyo mutuo construyeron la civilización, y la bioética debe cuestionar el


capitalismo individualista aunque aportó producción tecnológica a gran escala de otra manera
inasequible. La corrupción y el egoísmo, retrato descriptivo de la distopía mexicana, son
contrarias a una cultura horizontal. La utopía ha sido inviable por fallos históricos en el fomento
de la independencia individual y colectiva de relaciones jerárquicas. El problema de las mujeres
es un espejo de esta realidad. No defendí que la RBU pondría punto final al camino de liberación.
En cambio, sí sostuve que es un refuerzo individual y colectivo –sobre todo a las mujeres- para
negarse a trabajar cuando la actividad va en contra de su autonomía y autorrealización. Tampoco
significa desaparecer el trabajo en su totalidad, sino motivar una economía en que éste alcance un
significado digno para los trabajadores, y no solamente una estrategia de supervivencia precaria,
frágil y tambaleante.

En una indagación sobre el surgimiento de la salud pública moderna, el profesor Tom Koch
(2014) postuló como previsible “santo patrón” a Piotr Kropotkin. El anarco-comunista ruso fue
un estudioso de las conductas empáticas y de su eficacia para brindar protección, alimentación y
cooperación. Su evidencia es sólida tanto en animales como en humanos de distintas épocas de la
historia y regiones del mundo. Kropotkin defendió toda su vida que el apoyo mutuo es el pilar de
los mejores resultados de toda civilización: ciencias, artes, cultura, educación. Fue incluso más
allá: su hipótesis es que la evolución de la especie humana, antes y después de la invención de la
escritura, alcanzó el grado actual más por el apoyo mutuo que por la competitividad. Ni en la

www.bioeticayderecho.ub.edu - ISSN 1886-5887


Repensando la renta básica, el apoyo mutuo y el género durante la pandemia de la COVID-19 en México – Miguel Torres Quiroga
Rev Bio y Der. 2020; 50: 239-253 | 251

naturaleza animal ni en la cultura humana, la competitividad y la lucha individual por la


supervivencia fueron más significativas que la cooperación recíproca para sostener la vida.
Admiró sin reservas la teoría de Charles Darwin, pero deploró que fuera usada para legitimar
programas individualistas afines a la producción capitalista (Koch, 2014: 1682; Kropotkin, 2016:
345-352).

La salud pública no se edifica gracias a las acciones individuales, sino a una comunidad de
personas que se cuidan entre sí y a un servicio amplio y público de medicina científica y protección
social. La salud comunitaria es la salud de todo mundo (Koch, 2004: 1684). La creencia contraria
nos ha llevado a una ideología pseudo-evolucionista creada a la medida para la legitimación
biológica del libre mercado y el desprendimiento del gobierno de sus obligaciones. En realidad,
que tengamos salud es resultado de múltiples comportamientos individuales efectuados o
inhibidos en complejidades sociales estrechamente conectadas. Quizás el desheredado Kropotkin,
supone Tom Koch, pueda iluminar mucho mejor la compleja red entre el mantenimiento de la
salud y los valores de reciprocidad y comunidad como un debate impostergable. Eliminar la
competitividad, al contrario de las recomendaciones de los ideólogos neoliberales, favorece la
afirmación de cada persona sin sacrificar convicciones ni intereses. De hecho, la tradición
patriarcal ha exprimido la individualidad de las mujeres para que fueran cuidadoras gratuitas,
esposas por naturaleza. El patriarcado y su variante liberal-capitalista ha sabido muy bien usar la
elección individual para negar derechos.

Se debe leer el análisis de Koch sobre el anarquista Kropotkin a la luz de la opresión


femenina. La sociedad patriarcal (el conjunto transversal y universal de varones), se nutre del
apoyo de las mujeres, esposas, madres y hermanas. Y una relación de estas características carece
de reconocimiento mutuo en igualdad y libertad. México ha dado la espalda a sus ciudadanas, y la
pandemia ocasionada por SARS-COV2 no es, simplemente, otra ocasión para deliberar el derecho
a un ingreso universal. Es un evento histórico, un último aviso; la noche seguirá eternizándose
mientras no haya transformaciones radicales en el combate de la explotación, la miseria y, sobre
todo, en la eliminación de toda violencia contra las mujeres.

En aras de justicia global, ¿cómo afrontar una enfermedad que amenaza las expectativas
racionales de una globalización democrática, justa y capaz de contrarrestar el cambio climático y
la destrucción de los ecosistemas? El interminable catálogo de tiranías cotidianas –la explotación
de la tierra, la aniquilación de animales terrestres y marinos, la guerra, los feminicidios- se
conecta, tarde o temprano, con el nuevo coronavirus. Tal vez solo alteremos el transcurso de la
enfermedad mediante confinamientos y distanciamiento físico, sin conseguir aniquilarla hasta
que haya vacuna. Pero dejar que los otros males ocasionados por los hombres sigan su curso es
permitir el surgimiento de nuevas y más mortíferas epidemias. La RBU, las políticas contra la

www.bioeticayderecho.ub.edu - ISSN 1886-5887


Repensando la renta básica, el apoyo mutuo y el género durante la pandemia de la COVID-19 en México – Miguel Torres Quiroga
Rev Bio y Der. 2020; 50: 239-253 | 252

desigualdad laboral de las mujeres, y la erradicación de instituciones anti-derechos, son


definitivamente una inmejorable resistencia y muestra de salud grupal de cara al COVID-19.

Bibliografía

 Amorós, C. (2005) Dimensiones del Poder en la Teoría Feminista. Revista Internacional de


Filosofía Política 25, 11-33.

 Berlin, I. (2002 [1958, 1969, 1997)] Liberty, Incorporating Four Essays on Liberty. Nueva York:
Oxford University Press.

 Berlinguer, G. (2004) Bioethics, Health, and Inequality. The Lancet 364, 1086-1091.

 Cervantes, J.; Gutiérrez, E.; Palacios, L. (2008). El Concepto de Economía Informal y su


Aplicación en México. Revista de Estudios Demográficos y Urbanos 23, 1, 6,7, 21-54.

 Cohen, G.A. (2011a) On the Currency of Egalitarian Justice and Other Essays in Political
Philosophy. Nueva Jersey, EEUU: Princeton University Press.

 _______ (2011b) ¿Por Qué No el Socialismo? Madrid, España: Katz.

 De Oliveira, O.; Ariza, M. (2000) Género, Trabajo y Exclusión Social en México. Estudios
Demográficos y Urbanos 15, 1, 43, 11-33.

 Frankfurt, H. (2015) On Inequality. Nueva Jersey, EEUU: Princeton University Press.

 González Schont, C. (2020) Violencia de Género en Tiempos de COVID19. Un Breve Análisis


sobre las Llamadas Recibidas en Línea de Mujeres de la Ciudad de México. [En Línea] Obtenido
de: https://www.cide.edu/coronavirus/2020/05/11/violencia-de-genero-en-tiempos-de-
covid-19/ Página visitada el 29 de junio, 2020.

 Hartmann, H. (1979) The Unhappy Marriage Between Marxism and Feminism. Towards a
More Progressive Union. Capital & Class, 3, 2, 1-33.

 Koch, T. (2014) Prince Kropotkin: Public Health’s Patron Saint. International Journal of
Epidemiology 43, 6, 1681-1685.

 Kropotkin, P. (2018 [1902]) El Apoyo Mutuo. Un Factor de Evolución. Logroño, España: Pepitas
de Calabaza.

 La Jornada (5 de marzo, 2020) ONU: Feminicidios en México crecieron diariamente de 7 a 10


en tres años. Recuperado

www.bioeticayderecho.ub.edu - ISSN 1886-5887


Repensando la renta básica, el apoyo mutuo y el género durante la pandemia de la COVID-19 en México – Miguel Torres Quiroga
Rev Bio y Der. 2020; 50: 239-253 | 253

de: https://www.jornada.com.mx/ultimas/sociedad/2020/03/05/onu-feminicidios-en-
mexico-crecieron-de-7-a-10-diarios-en-tres-anos-8647.html .

 López Estrada, S. (2020) Hacia la (Re)privatización del Cuidado Infantil en México. Las
Modificaciones al Programa de Estancias Infantiles SEDESOL. Revista Interdisciplinaria de
Estudios de Género de El Colegio de México 6, e480, 1-35.

 MacKinnon, C. (1979) Sexual Harassment of Working Women: A Case of Sex Discrimination. New
Haven, EEUU: Yale University Press.

 Marx, K. (2009 [1875]) Critique of the Gotha Program. Londres, Reino Unido: Dodo Press.

 Organización Internacional del Trabajo (2014) El Empleo Informal en México: Situación


Actual, Políticas y Desafíos. Recuperado de: https://www.ilo.org/wcmsp5/groups/public/---
americas/---ro-lima/documents/publication/wcms_245619.pdf.

 Parijs, P. (1997) Real Freedom for All. What (if anything) Can Justify Capitalism? Nueva York,
EEUU: Oxford University Press.

 Pateman, C. (1989) The Disorder of Women. Stanford, EEUU: Stanford University Press.

 _______ (2004) Democratizing Citizenship. Some Advantages of a Basic Income. Politics &
Society, 32, 1, 89-105.

 Somos Parvada (30 junio 2020) México. Extraído de: http://www.somosparvada.org/.

 Vrousalis, N. (2013) Exploitation, Vulnerability and Social Domination. Philosophy and Public
Affairs 41, 2, 131-157.

Fecha de recepción: 1 de julio de 2020


Fecha de aceptación: 6 de julio de 2020

www.bioeticayderecho.ub.edu - ISSN 1886-5887


Diplomacia científica: el rol del científico en el manejo de pandemias – Montserrat Vargas Solorzano
Rev Bio y Der. 2020; 50: 255-270

Revista de Bioética y Derecho


Perspectivas Bioéticas
www.bioeticayderecho.ub.edu - ISSN 1886-5887

DOSSIER CUESTIONES BIOÉTICAS DE LA PANDEMIA COVID-19


Diplomacia científica: El rol del científico en el manejo de
pandemias

Scientific Diplomacy: The role of the scientific in pandemics


management

Diplomàcia Científica: el rol del científic en la gestió de


pandèmies

MONTSERRAT VARGAS SOLORZANO *

* Montserrat Vargas Solorzano. Abogada especialista en bioética. Encargada de negocios en la Dirección


Internacional del Institut Pasteur (Francia). Email: montsevs22@gmail.com.

Copyright (c) 2020 Montserrat Vargas Solorzano


Esta obra está bajo una licencia de Creative Commons Reconocimiento-NoComercial-SinObraDerivada 4.0
Internacional.
Diplomacia científica: el rol del científico en el manejo de pandemias – Montserrat Vargas Solorzano
Rev Bio y Der. 2020; 50: 255-270 | 256

Resumen
Este artículo evalúa el papel de los científicos en el análisis y la gestión de los asuntos mundiales,
en particular durante las crisis sanitarias como la actual pandemia de COVID-19. Las autoridades
y la población requieren su asesoramiento basado en el conocimiento adquirido a través del
proceso científico para comprender los problemas locales y globales, y facilitar la búsqueda de
soluciones. La intervención de los expertos debe estar inscrita en principios éticos y deontológicos
del conocimiento científico, y tener en cuenta una serie de aspectos sociales y económicos, para
proporcionar respuestas que favorezcan el avance del conocimiento, el bienestar social y la
mejora de la salud de las poblaciones.

Palabras clave: coronavirus; COVID-19; pandemia; científico; diplomacia científica; consejo


estratégico; crisis sanitaria.

Abstract
This article evaluates the role of scientists in the analysis and management of global affairs, in
particular during health crises such as the current COVID-19 pandemic. Their advice based in the
knowledge acquired through the scientific process is required by the authorities and the
population to understand local and global issues and to facilitate the search for solutions. Experts’
intervention must be inscribed on ethical and deontological principles of scientific knowledge,
and take into account a series of social and economic aspects, to provide answers in favor of the
advancement of knowledge, social well-being and the improvement of the health of populations.

Keywords: coronavirus; COVID-19; pandemic; scientific; scientific diplomacy; strategic council;


health crisis.

Resum
Aquest article avalua el paper dels científics en l'anàlisi i la gestió dels assumptes mundials, en
particular durant les crisis sanitàries com l'actual pandèmia de COVID-19. Les autoritats i la
població requereixen el seu assessorament basat en el coneixement adquirit a través del procés
científic per comprendre els problemes locals i globals, i facilitar la recerca de solucions. La
intervenció dels experts ha d'estar inscrita en principis ètics i deontològics del coneixement
científic, i tenir en compte un seguit d'aspectes socials i econòmics per proporcionar respostes
que afavoreixin l'avanç del coneixement, el benestar social i la millora de la salut de les poblacions.

Paraules claus: coronavirus; COVID-19; pandèmia; científic; diplomàcia científica; consell


estratègic; crisi sanitària.

www.bioeticayderecho.ub.edu - ISSN 1886-5887


Diplomacia científica: el rol del científico en el manejo de pandemias – Montserrat Vargas Solorzano
Rev Bio y Der. 2020; 50: 255-270 | 257

1. Introduccion

La aparición del virus SARS-CoV-2 o “BetaCoV / Shenzhen / SZTH-003/2020”1, en 2019 quedará


marcado en la historia. Este virus de la familia de los coronavirus mutó, lo que le permitió, en
diciembre 2019, transitar de un animal al ser humano, y gracias a sus nuevas características
genéticas dejó de ser una zoonosis para convertirse en una enfermedad infecciosa de transmisión
entre humanos, con un elevado índice de contagiosidad.

Anteriormente, en dos ocasiones otros coronavirus provocaron epidemias: en 2003 hubo


una primera epidemia de SARS (Severe Acute Respiratory Syndrome, por sus siglas en inglés),
cuando otro virus de esta familia afectó 26 países, provocando 8000 casos y cerca de 770
muertes2. La segunda vez en 2012, en Arabia Saudita (MERS: Middle-East Respiratory Syndrome
Coronavirus, por sus siglas en inglés), que, aunque menos infecciosa, provocó 1219 casos y 449
muertes.

Este artículo no pretende analizar los índices de evaluación gubernamental, ni las


decisiones en salud pública, pero es importante señalar que muy seguramente el impacto del
SARS-CoV-2 fue más generalizado por la subestimación inicial de su contagiosidad y de su
mortalidad, así como los análisis hechos sobre el R0.3

Hoy el SARS-CoV-2 nos confronta a la primera crisis sanitaria mundial, provocando el cierre
de fronteras y la parálisis de un mundo que en los últimos años parecía no poder detenerse ante
nada.

Frente a esta pandemia es claro que el consejo de los expertos es y será indispensable para
acompañar las acciones de los gobiernos, tomar decisiones coherentes con la situación y afrontar

1 Rambaut, A. (2020). Análisis filogenético de genomas nCoV-2019. Descargado de: http://virological.org/t/phylodynamic-analysis-


176-genomes-6-mar-2020/356 [Consulta: 06 abril 2020].
2World Health Organization (2020). SARS: Severe Acute Respiratory Syndrome. [En línea]. Disponible en:
https://www.who.int/ith/diseases/sars/en/ [Consulta: 23 marzo 2020].
3 Nowak, M. (2020). Incubation, contagiosité, mortalité… Les mots qui comptent pour décrire le coronavirus Covid-19. Revista
electrónica Sciences et Avenir [en línea] https://www.sciencesetavenir.fr/sante/incubation-contagiosite-mortalite-les-mots-qui-
comptent-pour-decrire-le-coronavirus_140939 [Consulta: 11 junio 2020]. “Número reproductivo básico (R0), que estima la velocidad
con que una enfermedad puede propagarse en una población. Estas estimaciones son de gran interés en el campo de la salud pública
como quedó de manifiesto en ocasión de la pandemia del 2009 por el virus gripal A (H1N1). Por sí solo, el R0 es una medida insuficiente
de la dinámica de las enfermedades infecciosas en las poblaciones; hay otros parámetros que pueden aportar información más útil. No
obstante, la estimación del R0 en una población determinada es útil para entender la transmisión de una enfermedad en ella. Si el
R0 de una enfermedad es superior a 1, una persona infectada contaminará a más de una persona con lo cual habrá una propagación
rápida en forma de epidemia. Comparativamente: Gripe estacional: 1,3; SRAS (2003-2004): 2-4; MERS (2012): 2-5; Sarampión: 12-
18”.

www.bioeticayderecho.ub.edu - ISSN 1886-5887


Diplomacia científica: el rol del científico en el manejo de pandemias – Montserrat Vargas Solorzano
Rev Bio y Der. 2020; 50: 255-270 | 258

las etapas a venir: prevención de una segunda ola de contagio, tratamiento preventivo y curativo,
y seguimiento de las personas recuperadas.

El consejo de los expertos y expertas, basados en métodos científicos, es requerido por las
autoridades y la población, para comprender la situación y para avanzar en la búsqueda de
soluciones. Es por esta razón, que las intervenciones de la comunidad científica, máxime en
periodos de crisis sanitaria, debe estar claramente inscrita sobre los principios éticos y
deontológicos de su “arte”, y tomar en cuenta una serie de aspectos sociales y del estado de la
técnica al momento de informar.

2. Diplomacia científica: la ciencia en la “diplomacia” y el papel del


científico en la gestion de crisis

Frente a esta realidad, científicos y científicas son un agente social en primera línea para la gestión
de crisis sanitarias y ambientales, y para el acompañamiento en la toma de decisiones informadas.

La diplomacia científica es la diplomacia entendida en su sentido amplio como la


participación a la toma de decisiones, y que junto con la ciencia, se complementan brindando
soluciones mundiales a problemas sociales de gran envergadura, en áreas tales como: la salud, el
ambiente, el desarrollo urbano o tecnológico, la educación, etc. En su aplicación, los científicos y
especialistas lanzan alertas y buscan de manera constante respuesta a los desafíos actuales, razón
por la cual su articulación con las estructuras de toma de decisión es fundamental.

El SARS-CoV-2 ha producido una crisis mundial, y en todos los países del mundo los
gobiernos han buscado los elementos para forjar la convicción en la toma de decisiones, con el
consejo experto de científicos y científicas.

En Francia, por ejemplo, el consejo científico COVID-19 está compuesto por once miembros
que incluyen personas de formación diversa: antropología, sociología, medicina, modelización
matemática en enfermedades infecciosas. Este órgano de consejo estratégico es presidido por el
doctor inmunólogo Jean-François Delfraissy, quien desde 2016 es también el presidente del
Comité Consultivo Nacional de Ética. El ministro de salud francés, Olivier Veran, ha indicado
claramente que el objetivo de este consejo es “ayudar al gobierno frente a las decisiones difíciles
para enfrentar la situación sanitaria provocada por el coronavirus”(2020).4

4 Ministère des Solidarités et de la Santé (2020). Communique de presse: “ Olivier Véran installe un conseil scientifique pour éclairer
la décision publique dans la gestion de la situation sanitaire liée au Coronavirus” [en línea]. Disponible en: https://solidarites-
sante.gouv.fr/IMG/pdf/200311-_conseil_scientifique.pdf [Consulta: 09 abril 2020].

www.bioeticayderecho.ub.edu - ISSN 1886-5887


Diplomacia científica: el rol del científico en el manejo de pandemias – Montserrat Vargas Solorzano
Rev Bio y Der. 2020; 50: 255-270 | 259

Esta dimensión de la diplomacia científica es la llamada “ciencia en la diplomacia (Science


in Diplomacy)”, pues un tema de política nacional o internacional requiere de los aportes y
precisiones de la ciencia para su adecuada compresión y resolución.5

Para enfrentar a la COVID-19, así como otros temas se requiere del acompañamiento
especializado de expertos en estas áreas. Hoy, la intervención de especialistas puede hacer
bascular una decisión de política, máxime en situaciones donde la pericia de un experto puede
aportar elementos indispensables para medir el impacto (sanitario, social, económico) de una
decisión.

Existe, sin embargo, un sesgo que puede venir a interferir en el consejo independiente de
especialistas en momentos de crisis sanitaria. El mundo de la ciencia, la tecnología y la innovación
es hoy altamente competitivo, y las/los miembros de la comunidad científica son evaluados
mediante tablas de clasificación, el número de publicaciones realizadas y/o al factor de impacto
de las revistas científicas en que sus investigaciones son publicadas.

En ese mismo sentido, otros factores entran en juego, aumentando la presión sobre los
científicos: la falta de financiamiento estatal y/o privado; y la influencia del lobby farmacéutico y
agroindustrial. En consecuencia, muchos/as científicos/as luchan por la independencia de los
organismos de investigación, para trabajar libremente en investigación fundamental y así reducir
la presión sobre los equipos, provocada por la transferencia de tecnología y la valorización de los
descubrimientos. Esta presión se materializa, en muchas ocasiones, en los plazos fijados por los
socios financieros o los industriales, y los compromisos financieros.

Aunque creo que la ciencia debe mantener un equilibrio entre la investigación fundamental
y la valorización, lo cierto es que no se puede dejar de lado el rol tradicional de las personas que
hacen ciencia, expertas por su saber, adquirido gracias a la investigación y a su pericia, lo que les
permite proponer soluciones o explicaciones a ciertos fenómenos.

Las/los científicas/os que buscan avanzar para brindar respuesta a un problema científico
de manera innovadora, deberán contar con resultados válidos y fidedignos, que puedan ser
validados y replicables. Todos estos pasos, así como la evaluación de los comités de revisión en
las revistas especializadas, deben ser respetados antes de llegar a la publicación, para mantener
la coherencia de la deontología científica.

Ante la COVID-19 muchos equipos expertos en el mundo están avanzando para encontrar
soluciones terapéuticas para las personas infectadas por el virus y que presentan casos severos;

5 Ruffini, P. (2019). Diplomatie scientifique. De quelques notions de base et questions-clés. Philosophia Scientiæ, 23-3(3), 67-80 [en
línea]. Disponible en : https://www.cairn.info/revue-philosophia-scientiae-2019-3-page-67.htm. [Consulta: 20 abril 2020].

www.bioeticayderecho.ub.edu - ISSN 1886-5887


Diplomacia científica: el rol del científico en el manejo de pandemias – Montserrat Vargas Solorzano
Rev Bio y Der. 2020; 50: 255-270 | 260

y al mismo tiempo muchos de los científicos de más renombre están implicados también en
estructuras de consejo para guiar las decisiones de los gobiernos.

La pregunta es entonces, ¿podría existir un conflicto de intereses entre estos dos roles?

3. La deontología en la ciencia: pandemia global, situacion inedita


frente a un mundo globalizado. Retos y respuestas

Una epidemia se produce cuando una enfermedad contagiosa se propaga rápidamente en una
población determinada, afectando simultáneamente a un gran número de personas durante un
período de tiempo concreto, y ésta se convierte en pandemia cuando el brote epidémico afecta a
regiones geográficas extensas (por ejemplo, varios continentes).6

En las últimas décadas, la sociedad vive a un ritmo desenfrenado. El modo de vida de


muchas personas implica desplazamientos profesionales constantes. Millones de personas viven
hoy en expatriación por múltiples y diversas razones, situación que provoca también la necesidad
del recuentro familiar.En ese mismo sentido, la presión económica e inmobiliaria en las grandes
urbes provoca que muchas personas se vean forzadas a vivir en la periferia, generando el
desplazamiento interurbano cotidiano de miles de personas que recorren entre 50 a 100 km de
su lugar de residencia al trabajo y viceversa. Estas condiciones provocan que las regiones con
mayor densidad de población sean propensas a la expansión rápida de una epidemia.7

Esta forma de vida8 ha favorecido sin duda que en solo unas semanas, la COVID-19 se haya
transformado en una pandemia global presente en 188 países, a la fecha ha provocado cerca de 9
700 000 casos y más de 489 000 muertes directas.9

Frente a las cifras mundiales en aumento, la población desea comprender lo que ocurre, y
en la era de la información, las fuentes son infinitas. El problema es que estamos siendo

6 Redacción, BBC News Mundo (2020). Coronavirus: ¿cuál es la diferencia entre pandemia, epidemia y una infección endémica? [en
línea]. Disponible en: https://www.bbc.com/mundo/noticias-51235995. [Consulta : 23 marzo 2020].
Médicos sin fronteras (2020). ¿Qué es una pandemia? ¿Cuál es la diferencia entre pandemia y epidemia? [en línea]. Disponible en:
https://www.msf.org.ar/actualidad/que-una-pandemiacual-la-diferencia-pandemia-y-epidemia [Consulta: 26 abril 2020]
7 Mairie de Paris (2020). Déplacements ce qui va changer. A Paris, 4-7. [En línea]. Disponible en: https://api-site-
cdn.paris.fr/images/73781 [Consulta: 26 junio 2020].
8 Redacción, BBC News Mundo (2018). Los mapas que muestran los niveles récord de tráfico aéreo (y los planes de la NASA para
mejorarlo) [en línea]. Disponible en: https://www.bbc.com/mundo/noticias-45253603 [Consulta : 23 marzo 2020]: Según la NASA en
los 29 de junio, 13 y 14 de julio 2018 se reportaron más de 200.000 vuelos en menos de 24 horas.
9 https://coronavirus.jhu.edu/map.html [Consulta 26 junio 2020]

www.bioeticayderecho.ub.edu - ISSN 1886-5887


Diplomacia científica: el rol del científico en el manejo de pandemias – Montserrat Vargas Solorzano
Rev Bio y Der. 2020; 50: 255-270 | 261

bombardeados con información minuto a minuto y esto se ha convertido en una info-epidemia,


paralela a la COVID-19.

La pregunta es cómo discernir la información real de los “fake news”, y más complicado aún,
cómo interpretar los vaivenes de la información, cuando lo cierto es que esta pandemia está
modificando la comprensión de diversas áreas, en salud y respecto de los circuitos de información.
Esta pregunta no es banal, pues hoy en día, el problema y la solución vienen del gran acceso a la
información, lo importante es saber dónde buscar y hacer uso de los reportajes, revistas,
periódicos o boletines informativos de calidad, digitales o en papel, y dirigidos al gran público,
pero provenientes de organismos de reputación científica o periodística, tales como: Centre
National de la Recherche Scientifique (CNRS, Francia), el Institut Pasteur, Harvard University, New
York Times, Le Monde, El País, The Atlantic, etc.

Hace algún tiempo, un amigo me recomendó una serie estadounidense que hace referencia,
en capítulos independientes, a diversas temáticas en relación a las redes sociales. El primer
capítulo de la primera temporada me impactó, pues en un caso de “seguridad nacional”, un
miembro de la familia real de un país donde la cultura monárquica está muy anclada, había sido
secuestrado. La opinión pública se veía sumamente involucrada en la toma de decisiones, pues
conforme pasaba el tiempo apoyaban o no la posición del Primer Ministro. Los equipos de
seguridad de gobierno parecían más interesados en seguir la opinión pública respecto del apoyo
al primer ministro, que en resolver el secuestro de la persona de la familia real.

El caso en esa serie es caricatural y, al mismo tiempo, revelador del funcionamiento de la


sociedad de la comunicación digital. Al recordarlo, no puedo evitar relacionarlo con la presión que
pueden experimentar los gobiernos frente a la COVID-19, donde cada comentario proveniente de
un/a experto/a en las redes sociales, puede simbolizar para la población la puerta de salida de la
crisis, el medio de evitar la muerte física o financiera, máxime cuando en paralelo la economía está
siendo seriamente afectada.

4. Un caso frances de repercusion mundial

En esta lucha contra el reloj, uno de los miembros del Conseil Scientifique COVID-19 en Francia,
Prof. Didier Raoult, médico investigador en infectología y microbiología, participó en el
acompañamiento del gobierno en la toma de decisiones, pero recientemente decidió renunciar,
pues consideró que el consejo científico no cumplía con su concepto de consejo estratégico. Días
después, este mismo experto publicó un artículo sobre el uso de la hidroxicloroquina y la

www.bioeticayderecho.ub.edu - ISSN 1886-5887


Diplomacia científica: el rol del científico en el manejo de pandemias – Montserrat Vargas Solorzano
Rev Bio y Der. 2020; 50: 255-270 | 262

azitromicina para tratar la COVID-19, en la revista International Journal of Antimicrobial Agents10,


en la cual él es co-editor.

Esta primera publicación (24 marzo 2020), así como las siguientes y los métodos de
comunicación de este experto, han generado diversas posiciones en la comunidad científica, y en
la población en general.

Por un lado, para muchos esta propuesta no contaba con datos suficientes que respaldaran
su pertinencia y rigor científico, ya que el estudio no fue construido a partir de una hipótesis a
demostrar, sino más bien desde una premisa cuasi-validada por el investigador: “la
hidroxicloroquina es un tratamiento eficaz contra el COVID-19”. La presentación de resultados fue
descrita a partir de una muestra de 24 pacientes, cifra que resulta insuficiente para otorgar
credibilidad a este “descubrimiento”, y se omitió la referencia a otros estudios en que este
medicamento no mostró eficacia en el tratamiento del dengue y la chikungunya.11

Esta forma de avanzar en la publicación de resultados muestra el delicado equilibrio entre


el deseo de “innovar” en ciencia y la ética sobre la difusión científica, en un mundo donde las redes
sociales tienen una influencia cada vez más importante en las decisiones individuales y sociales.
Por otra parte, el uso de las redes sociales permite hoy, crear “personajes” sostenidos por “el
pueblo” y gracias a esa fama o popularidad, esos “personajes” parecen estar exentos de probar la
veracidad de sus afirmaciones, estudios o investigaciones.

Frente a esta posición de la comunidad científica, está la opinión pública de ciudadanos que
se han visto integrados en la toma de decisión por este experto, quien ha venido presentando sus
“descubrimientos en tiempo real” a través de canales digitales12. Miles de personas se han
precipitado desde el 24 de marzo al “Institut Hospital-Universitaire Méditerranée infection” en
Marsella, para ser diagnosticados y tratados por este eminente profesor. Luego de la primera
publicación, los datos son actualizados día a día y hoy su estudio cuenta ya con la participación de
más de 3000 participantes.

Mi objetivo es poder reflexionar sobre la forma y los canales de difusión empleados, los
cuales pueden generar falsas expectativas en la población y problemas colaterales, como el riesgo
de automedicación en un momento de crisis, lo que genera ansiedad en las personas, por el temor

10 Gautret, Ph (2020). Hydroxychloroquine and azithromycin as a treatment of COVID-19: results of an open-label non-randomized
clinical trial. International Journal of Antimicrobial Agents, 55. [En línea]. Disponible en:
https://www.sciencedirect.com/science/article/pii/S0924857920300996#! [Consulta: 23 marzo 2020].
11 Lecuit, M (2020). Chloroquine and COVID-19, where do we stand?, Medecine et Maladies Infectieuses, 30, 229-230. [En línea].
Disponible en: https://doi.org/10.1016/j.medmal.2020.03.004 [Consulta: 10 abril 2020].
12 Raoult, D (2020). L'hydroxychloroquine et l'azithromycine comme traitement du COVID-19 [Video]. [En línea]. Disponible en :
https://www.youtube.com/watch?v=SfiUlVpqHfE [Consulta: 2 junio de 2020].

www.bioeticayderecho.ub.edu - ISSN 1886-5887


Diplomacia científica: el rol del científico en el manejo de pandemias – Montserrat Vargas Solorzano
Rev Bio y Der. 2020; 50: 255-270 | 263

a la enfermedad desconocida y el estrés del confinamiento; así como la presión social ejercida
sobre las autoridades, que ante esta crisis han decidido jugar la carta de la super transparencia.

5. Dos realidades en dos siglos: Pasteur y Raoult (visionarios o


rebeldes)

Estos dos personajes son difícilmente comparables, en metodología y personalidad. Ambos han
sido eminentes científicos y personas con un importante impacto social. Mi objetivo en esta
sección es presentar rápidamente sus roles y su participación en la toma de decisiones
gubernamentales en momentos decisivos.

Louis Pasteur (1822-1895) fue un ejemplo de un científico en la diplomacia, que a la


solicitud de las autoridades, participó en la búsqueda de soluciones para problemas
agroindustriales y de salud, resolviendo el problema de la calidad de los vinos gracias a la
fermentación; o salvando la industria de la seda gracias al descubrimiento de un microrganismo
que afectaba a los gusanos productores de este delicado textil. La participación de Pasteur fue
decisiva para el desarrollo de la industria en Francia, brindando importantes herramientas a los
gobiernos de la época.

Por su parte, Didier Raoult fue nombrado miembro del consejo científico COVID-19 en
Francia, por decreto del 03 de abril. Solo mes y medio después, el infectólogo renunció
argumentando un claro desacuerdo sobre la política de confinamiento, e indicando que este
comité no tenía un rol de consejo estratégico, desde su punto de vista.

Estos primeros elementos muestran las divergencias entre estos dos personajes. Hablemos
ahora de ciencia. El siglo XIX vio el surgimiento de increíbles revoluciones científicas gracias al
trabajo de diversos científicos, entre ellos, Louis Pasteur, que impulsó áreas tan diversas como la
biología, la agricultura, la medicina y la higiene.

Entre 1877 y 1887, Louis Pasteur se enfocó en la microbiología al servicio de la medicina y


la cirugía. Su hipótesis era: si las enfermedades son provocadas por microrganismos, estos debían
ser identificados para poder eliminarlos.

Unos años antes, Edward Jenner, padre de la vacunación, indicó que la existencia en
animales de una enfermedad cercana a una enfermedad humana, puede generar la protección en
los humanos gracias a un agente. A partir de ese principio, Louis Pasteur utilizó los agentes
infecciosos para obtener la inmunización, convirtiéndose así en el fundador de la inmunología.
Algunos de sus trabajos fueron el carbunco de las ovejas (cuya vacuna desarrolló en 1881), el

www.bioeticayderecho.ub.edu - ISSN 1886-5887


Diplomacia científica: el rol del científico en el manejo de pandemias – Montserrat Vargas Solorzano
Rev Bio y Der. 2020; 50: 255-270 | 264

cólera aviar (cuya vacuna creó en 1878), el erisipeloide en cerdos y la rabia. Este último estudio
es seguramente el más conocido, luego de realizar múltiples investigaciones, y de presentar en
1884, los resultados obtenidos junto al Dr. Emile Roux, a la Academia de Ciencias.13

Por su parte, en los siglos XX y XXI, el profesor Didier Raoult ha estado al origen de ocho
start-ups. Desde el 2008, este experto dirige la unidad de enfermedades infecciosas y tropicales
emergentes, de Marseilla y Dakar, donde con su equipo ha producido 50 patentes, y en 2019
publicaron 116 artículos.14

La trayectoria del profesor Raoult lo convierte también en un experto. Sin embargo, durante
la epidemia de COVID-19, su forma poco ortodoxa decomunicar al gran público, difundiendo
informaciones y creando expectativas en la sociedad, le han valido críticas de parte de la
comunidad científica.

Las emergencias y la atención de crisis hacen avanzar la técnica en muchos ámbitos, la


pregunta es: ¿dónde está el límite de lo aceptable para obtener resultados científicos?, ¿cuándo
deben esos resultados ser compartidos con el gran público y en qué términos? Y sobre todo cómo
garantizar una ciencia autónoma, verificable y reproducible que esté desligada del científico que
la produce y de su personalidad-“personaje”.

6. Hipertransparencia, contexto e impacto

Frente a esta pandemia, es claro que los medios de comunicación y las redes sociales han tenido
un impacto trascendental en la toma de decisión. Por su parte, en el mundo científico, la
competición por ser el primero en diagnosticar, curar y prevenir la infección, ha sido lanzada.

En el caso francés, las contradicciones claras entre las informaciones difundidas por el
profesor Raoult, de cara a ciertas decisiones gubernamentales, han generado confusión y
desconfianza en la población. Las informaciones divulgadas por este experto, quien como “Robin
Hood” materializaba la justicia vista como el acceso a la información, se convirtió en el “médico

13 Louis Pasteur no daba el paso para iniciar los ensayos clínicos de su vacuna en seres humanos, hasta que el 6 de julio de 1885, un
niño de 9 años (Joseph Meister), fue trasladado desde Alsacia a París pues fue mordido 14 veces por un perro rabioso. Dado que Pasteur
no era médico, con la ayuda del Dr. Grancher inoculó el tratamiento experimental al niño, quien luego de 10 días y 13 inyecciones, se
recuperó sin desarrollar la rabia.
14 Gautret, Ph et al. (2020). Hydroxychloroquine and azithromycin as a treatment of COVID-19: results of an open-label non-
randomized clinical trial. International Journal of Antimicrobial Agents, 55. [En línea]. Disponible en:
https://www.sciencedirect.com/science/article/pii/S0924857920300996#! [Consulta: 26 junio 2020].

www.bioeticayderecho.ub.edu - ISSN 1886-5887


Diplomacia científica: el rol del científico en el manejo de pandemias – Montserrat Vargas Solorzano
Rev Bio y Der. 2020; 50: 255-270 | 265

del pueblo”, exacerbando, de cierta forma, la incomprensión entre la comunidad y las autoridades
gubernamentales.

Los gobiernos han debido reorientar constantemente sus decisiones para adaptar los
medios a la pandemia, sobre todo ante un agente infeccioso desconocido.

La coyuntura social en Francia, que desde finales del 2018 enfrenta la crisis social de los
chalecos amarillos, seguida por una serie de otras reivindicaciones como la renuncia de los
directores de servicio en algunos hospitales, la denuncia de la falta de medios humanos y
económicos, el aumento de salarios, entre otros.

Pero este contexto no es exclusivo a Francia. Muchos otros países como España, Ecuador,
Costa Rica, vieron surgir movimientos sociales entre 2018 y 2019, lo que posiblemente provocó
la decisión de muchos gobiernos de tener una comunicación de hipertransparencia ante la
pandemia de la COVID-19.

La sociedad se ha manifestado claramente por la equidad, y en este contexto, las decisiones


de los gobiernos se vieron confrontadas a una avalancha de información en diversos medios y
provenientes de todo tipo de fuentes (expertas y no expertas). Esas decisiones gubernamentales
no siempre han sido claras, ni coherentes, debido al desconocimiento de este virus, y en algunos
casos, por la necesidad de disimular disfuncionamientos estructurales, tales como la falta de
inventario de mascarillas, falta de reactivos para la realización de pruebas diagnósticas, entre
otros; lo que aumentó la sensación de desconfianza en la población.

7. El nucleo de la discusion

La cloroquina y la hidroxicloroquina son derivados sintéticos de la quinina, y utilizados después


de mucho tiempo en el tratamiento del paludismo. Su eficacia en ese ámbito no está puesta en
duda. Sin embargo, este medicamento fue probado para el tratamiento del virus del dengue, donde
no demostró ningún beneficio y en el caso de la chikungunya, los efectos encontrados fueron más
bien negativos.

Lo cierto es que aunque su uso es extendido en la lucha contra el paludismo y otros


síndromes inflamatorios, este medicamento puede presentar efectos adversos graves
comoconvulsiones, trastornos de la visión, arritmias cardíacas y estado de coma.15

15 Food and Drug Administration. (2020). News release: FDA cautions against use of hydroxychloroquine or chloroquine for COVID-
19 outside of the hospital setting or a clinical trial due to risk of heart rhythm problems. [En linea]. Disponible en:

www.bioeticayderecho.ub.edu - ISSN 1886-5887


Diplomacia científica: el rol del científico en el manejo de pandemias – Montserrat Vargas Solorzano
Rev Bio y Der. 2020; 50: 255-270 | 266

Es por estas razones que la difusión científica masificada al gran público por YouTube y
Twitter no parece ser conveniente, sobre todo cuando en muchos casos la información difundida
pone en entre dicho las recomendaciones del gobierno, presentando datos estadísticos disidentes
que no pueden ser comprobados.

Creo que para todos es claro que los casos de emergencia sanitaria imponen una serie de
retos para sortear o comprimir ciertos procesos, y así responder a la urgencia, pero esto no debe
implicar en ningún caso, la divulgación al gran público de resultados en detrimento de la ética, la
seguridad y la deontología.

8. Los ensayos clínicos en contexto de emergencia sanitaria

Durante la atención de la epidemia de Ébola en 2014, la Organización Mundial de la Salud indicó


que “incluso en un contexto de emergencia de salud pública (…), se debe evaluar la seguridad y
eficacia de medicamentos y terapias no registradas y experimentales utilizando métodos
rigurosos y ensayos clínicos adecuadamente diseñados.” (OMS, 2014)

Los mismos principios no pueden ser aplicados en todos los casos sin tomar en cuenta las
circunstancias y el contexto.

Uno de los elementos indicados por la comunidad científica respecto de la ausencia de rigor
en los datos del experto francés Didier Raoult, es que su estudio no cuenta con un grupo de control
de referencia. Efectivamente, en tiempos normales la investigación clínica se hace a través de un
grupo de control aleatorio, esta es la norma general para demostrar la eficacia de un tratamiento.

Sin embargo, en casos de epidemia, con un claro riesgo de alta mortalidad, esta práctica ha
sido cuestionada:

“En principio, siempre que se cumplan los requisitos estándar para la ética de la
investigación en humanos, todas las metodologías y diseños de estudios científicamente
reconocidos deben considerarse éticamente aceptables, ya sean ensayos aleatorizados
controlados con placebo o ensayos que no impliquen aleatorización para grupos de
control. Sin embargo, la realidad en los sitios donde se realizaría la investigación
debería tenerse en cuenta. La investigación debe diseñarse teniendo en cuenta la escasez
de proveedores de atención médica, la posible disponibilidad o no disponibilidad de

https://www.fda.gov/news-events/press-announcements/coronavirus-covid-19-update-fda-revokes-emergency-use-authorization-
chloroquine-and. [Consulta: 16 junio 2020].

www.bioeticayderecho.ub.edu - ISSN 1886-5887


Diplomacia científica: el rol del científico en el manejo de pandemias – Montserrat Vargas Solorzano
Rev Bio y Der. 2020; 50: 255-270 | 267

personal de investigación adicional, la infraestructura y los recursos accesibles en el


centro de atención médica, la carga de pacientes, etc.”16

Metodológicamente, muchos consideran que los ensayos controlados con placebo son el
estándar ideal para llevar a cabo ensayos clínicos para medicamentos y terapias. Cuando los
agentes tienen un registro de seguridad establecido y datos preliminares de eficacia, incluso en
modelos animales predictivos, los ensayos aleatorios controlados con placebo pueden ser menos
deseables. En el contexto de la epidemia de Ébola en África Occidental, la enfermedad tuvo una
tasa de mortalidad muy alta, y se dieron importantes tensiones entre las comunidades locales, los
gobiernos y los trabajadores de la salud, pues los ensayos aleatorios controlados con placebo no
parecían aceptables. Algunos miembros del Grupo de Trabajo sostuvieron que, en ciertas
situaciones, su uso era poco ético. Por otro lado, se observó que la realización de ensayos clínicos
sin un grupo de control podía dar lugar a resultados de ensayos no interpretables o engañosos, en
los que no era posible determinar si una terapia de investigación estab ayudando o perjudicando
a los pacientes, y esto también podía considerarse como potencialmente poco ético. Los
participantes de Guinea y Liberia, expresaron que los ensayos controlados con placebo
aleatorizados individualmente no serían aceptables para las comunidades locales porque tales
ensayos negarían un nuevo tratamiento experimental a algunos participantes con un alto riesgo
de muerte.

En ese momento se consideró que el diseño de cuña escalonada tenía varias ventajas: utiliza
la aleatorización y la implementación escalonada de la intervención hace que sea más factible
implementarla. Saber que todas las comunidades o grupos de estudio pueden recibir la
intervención activa que se está evaluando, tendrá también un impacto sobre la aceptación del
estudio en la comunidad.

9. Epílogo

Los/as expertos/as en todas las áreas del saber deben ser pilares para reforzar los argumentos y
elementos de peso para la toma de decisiones.

Los conceptos acá expuestos buscan acercarnos a la noción de ciencia en la diplomacia


(Science in Diplomacy) que muestra cómo algunos temas de política internacional o estatal

16 WHO (2014). Ethics Working Group Meeting: “Ethical issues related to study design for trials on therapeutics for Ebola Virus
Disease”. [En línea]. Disponible en:
https://apps.who.int/iris/bitstream/handle/10665/137509/WHO_HIS_KER_GHE_14.2_eng.pdf?sequence=1&isAllowed=y
[Consulta: 23 marzo 2020].

www.bioeticayderecho.ub.edu - ISSN 1886-5887


Diplomacia científica: el rol del científico en el manejo de pandemias – Montserrat Vargas Solorzano
Rev Bio y Der. 2020; 50: 255-270 | 268

requieren del aporte y las precisiones de la ciencia para su adecuada comprensión y aplicación.
Hoy, las negociaciones internacionales y decisiones de los estados deben responder a los retos
mundiales y el conocimiento científico es indispensable para que los decisores públicos puedan
tratar adecuadamente temas tales como la salud, el clima, la seguridad alimentaria o la energía.

El análisis experto puede hoy sin duda hacer bascular una decisión de política internacional,
pues hay cada vez más temas que requieren del acompañamiento especializado: la salud, las
epidemias internacionales, la urbanización, la resistencia a los tratamientos (antibióticos o
plaguicidas), los temas bioéticos, entre otros, que se deciden en muchos casos en foros
multilaterales, entonces esta diplomacia científica adquiere otra dimensión.

Gracias a la aparición y rápida evolución de las tecnologías de la información y la


comunicación (TIC), la diplomacia científica debe también adaptarse y responder a nuevos retos.
El ritmo vertiginoso de creación, acumulación y difusión del conocimiento, así como el acceso a
estas informaciones, repercuten directamente en la creación de riqueza, los sistemas de
producción y la innovación en el mundo.

La ciencia no tiene fronteras, y la cooperación entre investigadores representa claramente


el intercambio y la universalidad. La ciencia debería ser una herramienta neutral y puede ser un
instrumento moderador de tensiones, siempre y cuando los miembros de la comunidad científica
realicen su actividad y la difusión de resultados en un contexto ético.

El progreso científico y tecnológico es uno de los motores principales para cambiar nuestras
sociedades, y la innovación debe ser entendida en sentido amplio, tomando en cuenta todas sus
manifestaciones para mejorar las condiciones de vida de nuestra sociedad.

Referencias bibliograficas

 Center for Systems Science and Engineering (CSSE) at Johns Hopkins University (2020).
Interactive dashboard. [En línea]. Disponible en: https://coronavirus.jhu.edu/map.html.

 Food and Drug Administration. (2020). News release: FDA cautions against use of
hydroxychloroquine or chloroquine for COVID-19 outside of the hospital setting or a clinical
trial due to risk of heart rhythm problems. [En linea]. Disponible en:
https://www.fda.gov/news-events/press-announcements/coronavirus-covid-19-update-
fda-revokes-emergency-use-authorization-chloroquine-and.

 Gautret, Ph et al. (2020). Hydroxychloroquine and azithromycin as a treatment of COVID-19:


results of an open-label non-randomized clinical trial. International Journal of Antimicrobial

www.bioeticayderecho.ub.edu - ISSN 1886-5887


Diplomacia científica: el rol del científico en el manejo de pandemias – Montserrat Vargas Solorzano
Rev Bio y Der. 2020; 50: 255-270 | 269

Agents, 55. [En línea]. Disponible en:


https://www.sciencedirect.com/science/article/pii/S0924857920300996#!

 Lecuit, M (2020). Chloroquine and COVID-19, where do we stand?, Medecine et Maladies


Infectieuses, 30, 229-230. [En línea]. Disponible en:
https://doi.org/10.1016/j.medmal.2020.03.004.

 Mairie de Paris (2020). Déplacements ce qui va changer. A Paris, 4-7. [En línea]. Disponible en:
https://api-site-cdn.paris.fr/images/73781.

 Médicos sin fronteras (2020). ¿Qué es una pandemia? ¿Cuál es la diferencia entre pandemia y
epidemia? [en línea]. Disponible en: https://www.msf.org.ar/actualidad/que-una-
pandemiacual-la-diferencia-pandemia-y-epidemia.

 Ministère des solidarités et de la santé (2020). Communique de presse: « Olivier Véran installe
un conseil scientifique pour éclairer la décision publique dans la gestion de la situation
sanitaire liée au Coronavirus » [en linea]. Disponible en : https://solidarites-
sante.gouv.fr/IMG/pdf/200311-_conseil_scientifique.pdf.

 Nowak, M. (2020) Incubation, contagiosité, mortalité… Les mots qui comptent pour décrire le
coronavirus Covid-19. Revista electrónica Sciences et Avenir [en línea]
https://www.sciencesetavenir.fr/sante/incubation-contagiosite-mortalite-les-mots-qui-
comptent-pour-decrire-le-coronavirus_140939.

 Redacción, BBC News Mundo (2018). Los mapas que muestran los niveles récord de tráfico
aéreo (y los planes de la NASA para mejorarlo) [en línea]. Disponible en:
https://www.bbc.com/mundo/noticias-45253603.

 Rambaut, A. (2020). Análisis filogenético de genomas nCoV-2019. Descargado de:


http://virological.org/t/phylodynamic-analysis-176-genomes-6-mar-2020/356.

 Raoult, D (2020). L'hydroxychloroquine et l'azithromycine comme traitement du COVID-19


[Video]. [En línea]. Disponible en : https://www.youtube.com/watch?v=SfiUlVpqHfE.

 Redacción, BBC News Mundo (2020). Coronavirus: ¿cuál es la diferencia entre pandemia,
epidemia y una infección endémica? [en línea]. Disponible en:
https://www.bbc.com/mundo/noticias-51235995.

 Ruffini, P. (2019). Diplomatie scientifique. De quelques notions de base et questions-clés.


Philosophia Scientiæ, 23-3, 3, 67-80 [en línea]. Disponible en : https://www.cairn.info/revue-
philosophia-scientiae-2019-3-page-67.htm.

www.bioeticayderecho.ub.edu - ISSN 1886-5887


Diplomacia científica: el rol del científico en el manejo de pandemias – Montserrat Vargas Solorzano
Rev Bio y Der. 2020; 50: 255-270 | 270

 WHO (2014). Ethics Working Group Meeting: “Ethical issues related to study design for trials
on therapeutics for Ebola Virus Disease”. [En línea]. Disponible en:
https://apps.who.int/iris/bitstream/handle/10665/137509/WHO_HIS_KER_GHE_14.2_eng.
pdf?sequence=1&isAllowed=y.

WHO (2020). SARS: Severe Acute Respiratory Syndrome. [En línea]. Disponible en:
https://www.who.int/ith/diseases/sars/en/.

Fecha de recepción: 1 de julio de 2020


Fecha de aceptación: 3 de julio de 2020

www.bioeticayderecho.ub.edu - ISSN 1886-5887


El derecho a la protección de datos personales, tecnologías digitales y pandemia por COVID-19 en Colombia – Ana Gómez-Córdoba et al.
Rev Bio y Der. 2020; 50: 271-294

Revista de Bioética y Derecho


Perspectivas Bioéticas
www.bioeticayderecho.ub.edu - ISSN 1886-5887

DOSSIER CUESTIONES BIOÉTICAS DE LA PANDEMIA COVID-19


El derecho a la protección de datos personales, tecnologías
digitales y pandemia por COVID-19 en Colombia

The right to personal data protection, digital technologies and


the pandemic for COVID-19 in Colombia

El dret a la protecció de dades personals, tecnologies digitals i


pandèmia per COVID-19 a Colòmbia

ANA GÓMEZ-CÓRDOBA, SINAY ARÉVALO-LEAL, DIANA BERNAL-CAMARGO, DANIELA


ROSERO DE LOS RÍOS *

* Ana Gómez-Córdoba. Profesora Titular, grupo de investigación en Educación Médica y en Ciencias de la Salud, Escuela
de Medicina y Ciencias de la Salud, Universidad del Rosario (Colombia). Email: anai.gomez@urosario.edu.co.
Sinay Arévalo-Leal. Grupo de investigación en Educación Médica y en Ciencias de la Salud, Universidad del Rosario,
Bogotá (Colombia). Email: jose.arevalo@urosario.edu.co.
Diana Bernal-Camargo. Grupo de investigación en Educación Médica y en Ciencias de la Salud, Universidad del Rosario,
Bogotá (Colombia). Email: diana.bernalc@urosario.edu.co.
Daniela Rosero de los Ríos. Médica general Universidad del Rosario, Cruz Roja de Colombia. Email:
danielaroserodelosrios@gmail.com.

Copyright (c) 2020 Ana Gómez-Córdoba, Sinay Arévalo-Leal, Diana Bernal-Camargo, Daniela Rosero de
los Ríos. Esta obra está bajo una licencia de Creative Commons Reconocimiento-NoComercial-
SinObraDerivada 4.0 Internacional.
El derecho a la protección de datos personales, tecnologías digitales y pandemia por COVID-19 en Colombia – Ana Gómez-Córdoba et al.
Rev Bio y Der. 2020; 50: 271-294 | 272

Resumen
La pandemia COVID-19 ha generado impactos sociales y políticos adicionales a los estrictamente
sanitarios, llevando de un aparte a que los países, en el contexto de los estados de emergencia
decretados, limiten de manera temporal algunos derechos y libertades civiles, para preservar la
vida y salud de los ciudadanos; y de otra parte, han acelerado la transformación digital con el
desarrollo y uso de herramientas tecnológicas para complementar las medidas de salud pública.
Diversos organismos internacionales han expresado su preocupación respecto a la vulneración
del derecho a la protección de datos personales en este nuevo escenario, e incluso han propuesto
lineamientos éticos a tener en cuenta. En este artículo se analizarán las medidas que han sido
implementadas en Colombia con ocasión de la COVID-19, desde la perspectiva del marco jurídico
del derecho a la protección de datos personales vigente, y como los principios y derechos que lo
componen, pueden ser reinterpretados a la luz de estas nuevas recomendaciones éticas.
Palabras clave: COVID-19; derecho a la protección de datos personales; principios éticos;
derechos humanos; nuevas tecnologías; vigilancia epidemiológica.

Abstract
COVID-19 pandemic has generated additional social and political impacts beyond those strictly
related to health, leading countries to, within the context of declared states of emergency,
temporarily limit some civil rights and liberties in order to preserve their citizen’s life and health.
On the other hand, it has accelerated the digital transformation with the development and use of
technological tools to complement public health measures. Several international organizations
have voiced their concern about the violation of the right to personal data protection in this new
scenario and have even proposed ethical guidelines to be taken into account. This article will
analyses the measures that have been implemented in Colombia during COVID-19 pandemic, from
the actual perspective of the legal framework of the right to personal data protection, and how its
principles and rights may be reinterpreted in the light of these new ethical recommendations.
Keywords: COVID-19; right to personal data protection; ethical principles; human rights; new
technologies; epidemiological surveillance.

Resum
La pandèmia COVID-19 ha generat impactes socials i polítics addicionals als estrictament sanitaris,
portant d'un a part al fet que els països, en el context dels estats d'emergència decretats, limitin de
manera temporal alguns drets i llibertats civils, per preservar la vida i salut dels ciutadans; i d'una
altra banda, accelerant la transformació digital amb el desenvolupament i l’ús d'eines tecnològiques
per complementar les mesures de salut pública. Diversos organismes internacionals han expressat
la seva preocupació pel que fa a la vulneració del dret a la protecció de dades personals en aquest
nou escenari, i fins i tot han proposat directrius ètiques a tenir en compte. En aquest article
s'analitzaran les mesures que han estat implementades a Colòmbia amb motiu de la COVID-19, des
de la perspectiva del marc jurídic del dret a la protecció de dades personals vigent, i com els principis
i drets que el componen, poden ser reinterpretats a la llum d'aquestes noves recomanacions ètiques.
Paraules clau: COVID-19; dret a la protecció de dades personals; principis ètics; drets humans;
noves tecnologies; vigilància epidemiològica.

www.bioeticayderecho.ub.edu - ISSN 1886-5887


El derecho a la protección de datos personales, tecnologías digitales y pandemia por COVID-19 en Colombia – Ana Gómez-Córdoba et al.
Rev Bio y Der. 2020; 50: 271-294 | 273

1. Introduccion

La declaración de la pandemia por SARS-COV 2, denominada COVID-19, ha llevado a que casi todos
los países empezaran a tomar diversos tipos de medidas de forma progresiva, con la finalidad de
contener la propagación, proteger la salud pública y la vida de las personas. Estas acciones de una
u otra forma han limitado derechos y libertades fundamentales, a saber: la privacidad y protección
de datos personales, libre circulación, libertad de expresión, libertad religiosa, reunión y
manifestación, recreación, trabajo, salud, entre otros. De todos estos nos preocupa especialmente
el derecho a la protección de datos personales, debido al tipo de información requerida para la
implementación de los sistemas de vigilancia epidemiológica y de control de la diseminación de
la enfermedad.

Sin embargo, a pesar de la restricción de libertades, debe señalarse, que acorde con los
Principios de Siracusa “ningún Estado, ni siquiera en situaciones de excepción que amenacen la
vida de la nación, podrá suspender las garantías contenidas en el Pacto de Derechos humanos.”1
(UN Commission on Human Rights, 1984; Silva & Smith, 2015).

En este escenario de incertidumbre y riesgo, los Estados han hecho uso de sus poderes
excepcionales de intervención, sin que necesariamente medie un control político, ni se informe
adecuadamente a la ciudadanía, ni se garantice su carácter temporal, o se proteja el núcleo
fundamental de estos derechos, lo que incide en la falta de confianza y seguridad jurídica de los
ciudadanos (Blofield, Hoffmann & Llanos, 2020).

Las epidemias han estado presentes a lo largo de la historia de la humanidad, y se han


instaurado medidas para prevenir, tratar, y controlar su propagación con las herramientas
disponibles en su momento. Esta pandemia es única en diversos aspectos: de una parte es
altamente contagiosa, no se cuenta con una vacuna o un tratamiento efectivo, los portadores
asintomáticos pueden transmitir la enfermedad, e hizo evidente que los países no cuentan con
políticas claras y efectivas de salud pública, y menos para el caso de catástrofes o emergencias; y
de otra parte, se da en un nuevo contexto caracterizado por los siguientes hechos: existe un
entendimiento desigual por parte de las empresas privadas, los gobiernos, y los ciudadanos del

1 Acorde con los Principios de Siracusa, esta limitación aplica especialmente con respecto a: “el derecho a la vida; a no ser sometido
a torturas, ni a penas o tratos crueles, inhumanos o degradantes; a no ser sometido sin libre consentimiento a experimentos médicos
o científicos; a no ser sometido a la esclavitud ni a servidumbre no voluntaria; el derecho a no ser encarcelado por no poder cumplir
una obligación contractual; el derecho a no ser condenado a una pena más grave en virtud de una legislación penal retroactiva; el
derecho a ser reconocido como una persona ante la ley; y el derecho a la libertad de pensamiento, de conciencia y de religión. Estos
derechos no admiten derogación en ninguna condición, aun cuando se afirme que su propósito sea defender la vida de la nación.” (UN
Commission on Human Rights, 1984).

www.bioeticayderecho.ub.edu - ISSN 1886-5887


El derecho a la protección de datos personales, tecnologías digitales y pandemia por COVID-19 en Colombia – Ana Gómez-Córdoba et al.
Rev Bio y Der. 2020; 50: 271-294 | 274

valor de los datos, los países tienen desarrollos jurídicos que buscan garantizar el derecho a la
protección de los datos personales, se cuenta con nuevas tecnologías informáticas que permiten
obtener, cruzar y analizar grandes volúmenes de datos, a lo que se suma que en los últimos años
ha habido una explosión del mundo digital y del e-comercio, el crecimiento de la telefonía móvil
(aunque de manera desigual en distintos países y grupos poblacionales). Es común que las
personas usen cotidianamente diversas plataformas como Facebook, o Google, y miles de apps
(Whatsapp, Waze, etc.), que tienen en común la captura y almacenamiento de diversos tipos de
datos de las personas.

Es decir, tenemos una amenaza tangible para la vida humana, necesitamos datos para
conjurarla y contamos con los medios idóneos para hacerlo. Esta es la razón por la que gobiernos
nacionales y locales como los de Singapur, Taiwán, España, Noruega, Inglaterra, Corea del Sur,
India y también Colombia, emplearon diversas estrategias digitales, que complementan los
instrumentos tradicionales de vigilancia epidemiológica para la detección de casos, el rastreo de
contactos, corroborar el confinamiento, documentar los lugares donde las personas han estado,
determinar los sitios y momentos de mayor afluencia, para así poder tomar las medidas que
interrumpan el contagio. También se han usado para comunicar y educar a la ciudadanía o para
hacer atención a través de tele-presencia.

Las estrategias incluyen diversas apps, el uso de dispositivos móviles, la medición de


temperatura en lugares públicos asociada o no al reconocimiento facial, la implementación de
“pasaportes inmunológicos” para hacer turismo, conseguir un empleo y hacer perfilamiento
individual (The state in the time of COVID-19, 2020; Voo, Clapham & Tam, 2020). En Colombia, el
gobierno nacional lanzó Coronapp, en la que más de 40.000 colombianos voluntariamente han
ingresado sus datos de salud (MinTic, 2020)2, así como otros aplicativos desarrollados por los
gobiernos locales o incluso por empresas privadas.

Sin embargo, estas innovaciones han generado nuevas preocupaciones sobre la vigilancia y
la privacidad de los ciudadanos, y han supuesto una tensión entre el derecho a la salud colectiva
y los derechos individuales. Lamentablemente estas estrategias no siempre se contextualizan
dentro de un régimen de protección de datos personales robusto, ni de instrumentos jurídicos que
garanticen que en su desarrollo e implementación se protejan los derechos de las personas, se
obtengan únicamente datos realmente necesarios, se evalúe el impacto en la salud humana que
justifique las restricciones de libertades, o se garantice que la información obtenida no será

2 Esta aplicación ha contado con el acompañamiento de la Superintendencia de Industria y Comercio, SIC, en su rol asesor en materia
de habeas data en Colombia.

www.bioeticayderecho.ub.edu - ISSN 1886-5887


El derecho a la protección de datos personales, tecnologías digitales y pandemia por COVID-19 en Colombia – Ana Gómez-Córdoba et al.
Rev Bio y Der. 2020; 50: 271-294 | 275

empleada a largo plazo con otros fines estatales o privados (World Health Organization, 2020).
Algunos de los principios del derecho a la protección de datos personales son de difícil
cumplimiento en el mundo digital, como es el caso de la supresión o el almacenamiento por tiempo
limitado y que cada vez es más difícil garantizar el anonimato debido a la posibilidad del cruce de
datos. Ante esta realidad, diferentes organismos y entidades, como la Organización Mundial de la
Salud, han propuesto una serie de principios para garantizar la transparencia y confianza por
parte de la sociedad respecto al tratamiento de datos personales y evitar afectaciones a sus
derechos.

Este artículo pretende hacer un análisis de las medidas del gobierno colombiano para el
control de la pandemia por COVID-19 desde la perspectiva del marco jurídico vigente del derecho
a la protección de datos personales y de los principios y derechos asociados que lo fundamentan,
así como de los necesarios ajustes requeridos, conforme a los retos que ofrece la pandemia. Para
cumplir con este objetivo nos planteamos una serie de interrogantes como hilo conductor de la
reflexión.

2. ¿Como se entiende el derecho a la proteccion de datos personales


y su relacion con el derecho a la intimidad?

El derecho a la protección de datos personales es un derecho fundamental que se puede definir


como el:

“conjunto de facultades que le permiten a la persona tener control sobre el


tratamiento de sus propios datos, bien sea que estos se encuentren en soportes manuales
o automatizados o que hagan referencia a su vida íntima o privada, e imponer a terceros
que actúen o se abstengan de realizar acciones respecto de ellos.” (Seoane, 2002)

Este derecho está íntimamente relacionado con la dignidad y con los derechos a la
intimidad, al buen nombre, al acceso a la información, a la libertad, y a la autodeterminación
informática y libertad informativa, entre otros. El consentimiento previo, expreso, informado,
inequívoco y comprobable, que da el titular para el tratamiento legítimo de sus datos, es el eje
central del control que este puede ejercer sobre ellos.

www.bioeticayderecho.ub.edu - ISSN 1886-5887


El derecho a la protección de datos personales, tecnologías digitales y pandemia por COVID-19 en Colombia – Ana Gómez-Córdoba et al.
Rev Bio y Der. 2020; 50: 271-294 | 276

3. ¿Bajo que condiciones pueden los Estados restringir el derecho a


la proteccion de datos personales?

Diversos instrumentos de softlaw y las reglamentaciones de los diferentes países contemplan una
serie de principios, derechos y deberes relacionados con el derecho a la protección de datos
personales, de las que se destaca la necesidad de contar con el consentimiento del titular para el
tratamiento de los datos para una finalidad específica. No obstante, también prevén circunstancias
extraordinarias en las que puede obviarse este requisito, como es el caso de las emergencias
sanitarias. Sin embargo, estas medidas deben acompañarse de una reflexión ética que las
sustenten, que sean comunicadas al momento de tomar estas decisiones, de tal forma que se
eviten daños a grupos vulnerables, la sociedad pierda la confianza y no se logre la coordinación
requerida entre los actores clave (Esquivel‑Guadarrama, 2020).

Algunas de estos documentos son, entre otros: las Pautas de la OMS sobre la ética en la
vigilancia de la salud pública (2017); el documento de Orientación ética sobre cuestiones
planteadas por la pandemia del nuevo coronavirus COVID-19 (OPS, 2020); el Documento sobre
consideraciones éticas para la orientación del uso de tecnologías digitales para el rastreo de
contactos (contact tracking apps) para COVID-19 (OMS, 2020); Resolución 01 de 2020 de la
Comisión Interamericana de Derechos Humanos–CIDH (2020), la Declaración sobre epidemias y
pandemias de la Asociación Médica Mundial (2017); la Declaración conjunta sobre el derecho a la
protección de datos en el contexto de la pandemia de COVID-19 emitida por la Presidenta de la
Comisión de la Convención 108 y el Comisionado de Protección de Datos del Consejo de Europa
(2020); el informe con recomendaciones del Comité Internacional de Bioética de Unesco sobre
Big Data y Salud (2017), el Convenio de Biomedicina y Derechos Humanos del Consejo de Europa
(1997).3

Las pautas 10, 11 y 12 del documento Pautas de la OMS sobre la ética en la vigilancia de la
salud pública4, en consonancia con los otros instrumentos referidos, reconocen la injerencia al
derecho a la privacidad cuando se está frente a la necesidad de proteger un interés público

3 Estas normativas son de interés en el marco jurídico colombiano como normas de softlaw toda vez que el tratamiento de datos con
ocasión de la pandemia por COVID-19 puede conllevar la transferencia internacional de datos.
4 Pauta 10: Los gobiernos y otras entidades que tienen datos de vigilancia en su poder deben mantener debidamente resguardados
los datos que permiten identificar a las personas. Pauta 11: En ciertas circunstancias, se justifica la recolección de nombres o datos
que permitan identificar a las personas. Pauta 12: Las personas tienen la obligación de contribuir con la vigilancia cuando se requieren
conjuntos de datos fiables, válidos y completos y se cuente con la debida protección. En estas circunstancias, el consentimiento
informado no es un requisito ético.

www.bioeticayderecho.ub.edu - ISSN 1886-5887


El derecho a la protección de datos personales, tecnologías digitales y pandemia por COVID-19 en Colombia – Ana Gómez-Córdoba et al.
Rev Bio y Der. 2020; 50: 271-294 | 277

señalando que “si bien el consentimiento informado no es obligatorio en el contexto de vigilancia


en salud pública, el tratamiento de los datos personales debe realizarse teniendo en cuenta las
excepciones y condiciones que por ley le aplique” (OMS, 2017). Sin embargo, hacen un llamado
especial al reconocimiento de los daños que se puedan generar con ocasión de la vigilancia en
salud pública a partir del tratamiento de datos personales, y enfatizan no sólo en los deberes de
privacidad y confidencialidad, sino en especial en la seguridad entendida como las diferentes
“medidas operativas y tecnológicas para proteger los datos personales” (OMS, 2017).

El documento Orientación ética sobre cuestiones planteadas por la pandemia del nuevo
coronavirus (COVID-19) se refiere a la rigurosidad del manejo de la información, la
confidencialidad en la medida de lo posible y la transparencia de esta (OMS, 2020).

Por su parte, el documento sobre Consideraciones éticas para la orientación del uso de
tecnologías digitales para el rastreo de contactos (contact tracking apps) para COVID-19 sugiere un
catálogo de 17 principios dirigido a gobiernos, instituciones de salud pública, actores no estatales
(organizaciones no gubernamentales, organizaciones benéficas, fundaciones) y compañías con el
fin de orientar sobre el uso ético y apropiado de estas tecnologías (OMS, 2020).5

En consonancia con estas orientaciones, la Resolución 01 de 2020 de la CIDH reitera que el


manejo de los datos personales debe hacerse bajo unos principios, con el fin de evitar vulnerar los
derechos de los ciudadanos. Concluye la CIDH diciendo que, por ello, estas medidas adoptadas en
el marco de la pandemia deben estar limitadas en el tiempo, y que las leyes de protección de datos
implementadas por cada país deben encontrarse apegadas a estándares y normas internacionales
en materia de derechos humanos (CIDH, 2020).

Ante la necesidad de contar con información para el manejo adecuado de la pandemia, es


admisible el tratamiento de datos personales sin el consentimiento de los titulares. Sin embargo,
este tratamiento debe ser justificado, necesario, proporcional, razonable y eficaz como medida
para contener la propagación, y se debe garantizar la seguridad en el tratamiento de los datos. El
poder excepcional del Estado debe estar limitado por el respeto al núcleo esencial de los derechos
fundamentales y la aplicación de los principios generales para el manejo de emergencias
sanitarias, como son los de: confianza, transparencia, participación y planificación.

En este sentido, en los diferentes instrumentos se insta a los Estados a establecer medidas
adecuadas y específicas con el fin de proteger los derechos y libertades de las personas (IBC,
2017), con un especial llamado a garantizar la temporalidad de los datos, la no identificación

5 En nuestro parecer al comparar los principios aquí enunciados, respecto a los que se describen en otros documentos, este es uno de
los más completos razón por la cual la utilizaremos posteriormente en nuestro análisis como línea de base.

www.bioeticayderecho.ub.edu - ISSN 1886-5887


El derecho a la protección de datos personales, tecnologías digitales y pandemia por COVID-19 en Colombia – Ana Gómez-Córdoba et al.
Rev Bio y Der. 2020; 50: 271-294 | 278

directa o la re-identificación (Pierucci & Walter, 2020) y el deber de brindar la información sobre
la recolección de los datos de manera transparente (OMS, 2017; OMS, 2020).

4. ¿Que contempla el regimen jurídico colombiano en materia de


proteccion de datos personales aplicable al contexto de COVID‑19?

El marco jurídico colombiano en el cual se sustenta el derecho a la protección de datos personales,


conocido también como derecho al habeas data, está conformado por la Constitución Política de
Colombia de 1991, un amplio desarrollo jurisprudencial de las altas Cortes, la Ley Estatutaria
1581 de 2012 (LEPDP) “por la cual se dictan disposiciones generales para la protección de datos
personales”, y en el Decreto 1377 de 2013, que reglamenta parcialmente esta Ley.

Este régimen es de tipo híbrido, que cuenta, por una parte, con una Ley Estatutaria en la que
se enuncian una serie de principios generales que determinan el tratamiento de los datos
personales, los derechos de los titulares y las obligaciones de los responsables y encargados del
tratamiento, así como los actores e instituciones responsables del control; y, por otra, con el
desarrollo posterior de reglamentación sectorial. Lamentablemente, en el ámbito de la salud, la
reglamentación complementaria es incompleta y en su mayoría precede a la Ley estatutaria.

Conforme a esta normativa, se entiende por dato personal, “cualquier información


vinculada o que pueda asociarse a una o varias personas naturales determinadas o determinables”
(Ley 1581, 2012, art. 3., lit. c). Los principios enunciados en la LEPDP son los de: legalidad,
finalidad, libertad, veracidad o calidad, transparencia, acceso y circulación restringida, seguridad
y confidencialidad (Ley 1581, 2012, art. 4). A estos principios se adicionan los principios rectores
derivados directamente de la Constitución. Son derechos de los titulares en relación con sus datos
personales: decidir si desea o no ser informado, oposición, acceso, rectificación, y cancelación (Ley
1581, 2012).

En Colombia, al igual que en otros países, está prohibido el tratamiento de los datos
personales sensibles –dentro de estos, los de salud –, excepto en determinadas circunstancias,
como son: cuando se cuenta con la autorización explícita del titular, cuando el tratamiento tiene
como objeto la guarda del interés vital del titular y este se encuentra incapacitado para dar su
consentimiento (aunque deberá solicitarse a su representante legal) y cuando hay fines históricos,
científicos, o epidemiológicos (Ley 1581, 2012). Estas excepciones se enuncian también en el art.
6 del Decreto reglamentario, que señala que se permite el tratamiento de los datos sin la
autorización del titular o quien lo represente en determinadas circunstancias:

www.bioeticayderecho.ub.edu - ISSN 1886-5887


El derecho a la protección de datos personales, tecnologías digitales y pandemia por COVID-19 en Colombia – Ana Gómez-Córdoba et al.
Rev Bio y Der. 2020; 50: 271-294 | 279

“a) Información requerida por una entidad pública o administrativa en ejercicio


de sus funciones legales o por orden judicial; b) Datos de naturaleza pública; c) Casos de
urgencia médica o sanitaria; d) Tratamiento de información autorizado por la ley para
fines históricos, estadísticos o científicos; e) Datos relacionados con el Registro Civil de
las Personas.” (Ley 1581, 2012, art.10)

Se contempla una figura de control de la autoridad de protección de datos, la cual es ejercida


por la Superintendencia de Industria y Comercio por medio de la Delegatura para la Protección de
Datos Personales. Esta tiene como objetivo “garantizar que en el Tratamiento de los datos
personales se respeten los principios, derechos, garantías y procedimientos previstos” (Ley 1581,
2012.art. 19).

En referencia a la autorización para el tratamiento de datos personales sensibles señala que


se deben cumplir las siguientes obligaciones:

“1. Informar al titular que por tratarse de datos sensibles no está obligado a
autorizar su Tratamiento. 2. Informar al titular de forma explícita y previa, además de
los requisitos generales de la autorización para la recolección de cualquier tipo de dato
personal, cuáles de los datos que serán objeto de Tratamiento son sensibles y la finalidad
del Tratamiento, así como obtener su consentimiento expreso. Ninguna actividad podrá
condicionarse a que el Titular suministre datos personales sensibles.” (Decreto 1377,
2013, art. 6)

En relación con estas excepciones la Corte Constitucional se ha pronunciado señalando en


la Sentencia C-748 de 2011 que esta excepción es aplicable:

“sólo en los casos en que dada la situación concreta de urgencia, no sea posible
obtener la autorización del titular o resulte particularmente problemático gestionarla,
dadas las circunstancias de apremio, riesgo o peligro para otros derechos
fundamentales, ya sea del titular o de terceras personas.” (Corte Constitucional, 2012)

Y adiciona que “el uso del dato también debe sujetarse a todos los principios y limitaciones
consagrados en la Ley. Por el contrario, jamás podría interpretarse como una autorización abierta
para que se acceda a datos personales sin consentimiento de su titular” (Corte Constitucional,
2012).

Sumarizando, Colombia cuenta con un régimen jurídico cuyos principios permiten la


protección efectiva de los datos personales y que puede ser extrapolable y adaptado a las

www.bioeticayderecho.ub.edu - ISSN 1886-5887


El derecho a la protección de datos personales, tecnologías digitales y pandemia por COVID-19 en Colombia – Ana Gómez-Córdoba et al.
Rev Bio y Der. 2020; 50: 271-294 | 280

circunstancias de la pandemia. También que la excepción por urgencia médica o sanitaria6 no


puede ser aplicada de forma indiscriminada para eludir la necesidad de consentimiento del titular
de los datos, y que resulta especialmente problemático para la instauración de medidas de control
en el contexto de la pandemia que no pueda condicionarse ninguna actividad a la entrega de datos
personales sensibles, como son los de salud.

Colombia declaró el estado de emergencia sanitaria en el territorio nacional mediante la


Resolución 385 del 12 de marzo, expedida por el Ministerio de Salud y Protección Social
(MinSalud) (2020), y declaró el Estado de Emergencia Económica, Social y Ecológica en todo el
territorio Nacional mediante el Decreto Presidencial 417 de 2020, a partir de la cual se han
adoptado distintas medidas que se clasifican en tres fuentes “medidas sanitarias y de emergencia
sanitaria, medidas de emergencia social, económica y ecológica y medidas de orden público y otras
de carácter ordinario” (Ministerio de Salud y Protección, 2020).

Cuando se analizan las medidas sanitarias implementadas en Colombia y se compara con el


marco jurídico vigente, existen dudas razonables sobre la garantía al derecho a la protección de
datos personales, como se expondrá a continuación.

La Superintendencia de Industria y Comercio (SIC), mediante circular externa 001 dirigida


a los operadores de telefonía móvil y a la Asociación de la Industria móvil, los autoriza para
suministrar información al Departamento Nacional de Planeación (DNP) y demás entidades
estatales que la requieran para “atender, prevenir, tratar o controlar la propagación del COVID-
19 Coronavirus y mitigar sus efectos”, sustentados en el artículo 10 de la Ley 1581 de 2012, que
señala que no es necesaria la autorización para el tratamiento de datos personales en situaciones
de urgencia médica o sanitaria, y en el literal b del artículo 13 que señala que los datos personales
pueden ser entregados a las entidades públicas administrativas en ejercicio de sus funciones
legales (Circular 001, 2020).

Consideramos, al igual que otros actores sociales en el país, que esta circular es muy amplia,
no define las finalidades de uso, la información que será recolectada, el límite de tiempo de
almacenamiento no limita el acceso a datos registrados durante la pandemia, no adapta los
principios del régimen de protección de datos nacional a la situación específica, ni tiene en cuenta
los lineamientos que ya habían sido emitidos por instancias internacionales como la OMS.
Adicionalmente, la carencia de un sistema autónomo, independiente y robusto de protección de
datos personales en salud remarca estas problemáticas.

6 La legislación colombiana se refiere literalmente a la excepción de consentimiento informado para el tratamiento de datos en caso
de “urgencia médica o sanitaria”.

www.bioeticayderecho.ub.edu - ISSN 1886-5887


El derecho a la protección de datos personales, tecnologías digitales y pandemia por COVID-19 en Colombia – Ana Gómez-Córdoba et al.
Rev Bio y Der. 2020; 50: 271-294 | 281

Mediante Circular Externa 002 del 24 de marzo de 2020 la SIC ordenó a los responsables o
encargados abstenerse de recolectar o tratar datos mediante huelleros físicos o electrónicos, por
el riesgo de contagio asociado. Posteriormente, de forma reactiva y posiblemente frente a la
presión de distintos actores sociales, detalla en su página electrónica las medidas para el uso y
recolección de los datos personales en caso de urgencia médica o sanitaria frente a la pandemia
por COVID-19 y señala que se deben tomar medidas para garantizar los principios de finalidad,
veracidad o calidad, acceso y circulación restringida, y seguridad7, sin incluir el principio de
transparencia. Sin embargo, consideramos se quedan cortos frente a los riesgos existentes frente
a las nuevas tecnologías, a la posibilidad de cruce de datos, y a su análisis algorítmico o por
inteligencia artificial.

La SIC mediante Resolución No. 12169 de 2020, suspendió desde el 1 de abril de 2020 y
hasta la vigencia del Estado de Emergencia Económica, Social y Ecológica declarado por el
Presidente de la República, los términos de sus actuaciones administrativas sancionatorias y
disciplinarias en curso con algunas excepciones, entre ellas la garantía constitucional del habeas
data, derechos del consumidor y las actuaciones requeridas para conjurar la crisis por COVID-19
(Resolución 12169, 2020).

MinSalud, señala que es necesario durante el tiempo de la emergencia sanitaria flexibilizar


el literal g del artículo 4 de la Ley 1581 de 2012 y el literal b del artículo 32 de la Ley 527 de 1999:

“en el sentido de implementar plataformas digitales accesibles con estándares


básicos de audio y video que permitan el diagnóstico y seguimiento del paciente, sin que
sea necesario cumplir los estándares técnicos señalados en los precitados artículos. Si
bien esta medida incide en la seguridad de los datos de los pacientes, se garantizan los
principios y derechos de mayor valor constitucional, como lo son la vida y la salud de las
personas que acuden a estas plataformas”. (Decreto 538, 2020)

También señala en el parágrafo segundo del artículo 8 que los pacientes:

“podrán enviar la imagen del documento firmado en el que manifieste el


consentimiento informado. Cuando esto no sea posible, el profesional tratante dejará
constancia en la historia clínica de la situación, de la información brindada sobre el

7 Se señala: “(i) la finalidad para la que se deben usar los datos recolectados bajo esta excepción debe consistir en prevenir, tratar y
controlar la propagación del COVID-19; (ii) se debe garantizar que la información sea veraz, completa, exacta, actualizada,
comprobable y comprensible; (iii) que se aplique el principio de acceso y circulación restringida de forma que la información deba
usarse exclusivamente para prevenir o tratar el COVID-19; y (iv) que se deben adoptar las medidas de seguridad para evitar la
adulteración, pérdida, consulta, uso o acceso no autorizado o fraudulento de la información.” (SIC, 2020).

www.bioeticayderecho.ub.edu - ISSN 1886-5887


El derecho a la protección de datos personales, tecnologías digitales y pandemia por COVID-19 en Colombia – Ana Gómez-Córdoba et al.
Rev Bio y Der. 2020; 50: 271-294 | 282

alcance de la atención y de la aceptación del acto asistencial por parte del paciente, de
forma libre, voluntaria y consciente.” (Decreto Legislativo 538, 2020, art. 8)

En nuestro concepto, a pesar de que se pretende garantizar el derecho a la salud mejorando


el acceso, se expone a los pacientes a vulneraciones al derecho a la protección de datos, no se
garantiza el principio básico de seguridad, no se exige que se informe los riesgos en el tratamiento
de los datos bajo esta nueva modalidad, ni se garantiza la calidad misma del acto médico.

MinSalud emitió un protocolo general de bioseguridad con el fin de mitigar, controlar y


realizar el adecuado manejo de la pandemia de COVID-19, para ser implementado por los
empleadores, trabajadores y aseguradoras del régimen laboral (ARL), tanto públicos como
privados, que requieran desarrollar sus actividades durante el periodo de la emergencia sanitaria.
Se señala como deberes de los empleadores reportar los casos sospechosos y confirmados a las
empresas promotoras de salud (EPS) y promover el uso por los empleados del aplicativo
Coronapp. Como deberes de los empleados se enuncian reportar al empleador, jefe inmediato,
cualquier caso de contagio en la empresa o en el núcleo familiar, así como cualquier síntoma de
enfermedad respiratoria y registrar la información en el aplicativo ya mencionado (Resolución
666, 2020).

En consecuencia, el Ministerio del Trabajo (MinTrabajo) presenta unos lineamientos


mínimos de carácter temporal y señala que los empleadores deben establecer canales de
comunicación oportunos frente a la notificación de casos de COVID-19 ante las autoridades de
salud competentes (secretarías de salud). El suministro de información debe ser oportuno y veraz
y deberá implementar la ruta de notificación e incluir los datos de contacto. Las ARL deben
garantizar el registro de los trabajadores con riesgo de exposición directa al COVID-19 y de
aquellos con diagnóstico confirmado, según información suministrada por los empleadores y esta
información debe ser disponible para las autoridades de trabajo y salud. Los trabajadores deben
suministrar información clara, veraz y completa de su estado de salud (Circular 0017, 2020).

En contraste, la normatividad colombiana referente a salud y medicina del trabajo


(Resolución 2346, 2007) que regula la práctica de evaluaciones médicas ocupacionales y el
manejo y contenido de las historias clínicas ocupacionales, es clara en especificar que los
empleadores sólo pueden conocer la existencia de una incapacidad y las medidas de
acompañamiento e incorporación al trabajo, por tanto no pueden ser las áreas de recursos
humanos o los jefes inmediatos quienes recaben información referente a síntomas o diagnósticos.
Esta información debe estar bajo la responsabilidad de áreas de medicina del trabajo, por
profesionales de la salud ocupacional y con las medidas requeridas para garantizar la privacidad
y confidencialidad en el tratamiento de estos datos, a no ser que se cuente con el consentimiento

www.bioeticayderecho.ub.edu - ISSN 1886-5887


El derecho a la protección de datos personales, tecnologías digitales y pandemia por COVID-19 en Colombia – Ana Gómez-Córdoba et al.
Rev Bio y Der. 2020; 50: 271-294 | 283

del trabajador, dado el riesgo de discriminación y estigmatización asociado. Las empresas están
solicitando información de carácter sensible para determinar el riesgo de regreso al trabajo en
fase de desescalada, como son los antecedentes patológicos o medicamentosos. El consentimiento
en general no está precedido de información sobre los riesgos, los derechos del titular o los
deberes del responsable o el encargado de la base de datos. No es un consentimiento libre, dado
que hay subordinación del empleado al empleador, más aún cuando existe el temor de perder el
empleo en este momento.

A nuestro juicio, todo esto es contradictorio con las indicaciones de ruta de notificación
señalados en la Resolución 666 de 2020 y en la circular 0017 de 2020. Nos preguntamos ¿qué
pasará cuando un empleado no desee dar su consentimiento para el tratamiento de esta
información, debido a que padece un patología que puede estar asociada a estigma o
discriminación posterior?, ¿se afectara su derecho al trabajo?, ¿cómo se garantiza la privacidad y
confidencialidad si los responsables del tratamiento no están sujetos a secreto profesional, como
sí lo están los médicos o demás profesionales en medicina del trabajo?, más aún cuando la
regulación prevé que no se puede supeditar ninguna actividad al consentimiento para el
tratamiento de datos personales de tipo sensible.

En Colombia no solo se ha implementado Coronapp. Las alcaldías de Bogotá, Cali y Medellín


cuentan con plataformas y apps como “Bogotá Cuidadora”, “Gabo” (Gobierno abierto de Bogotá),
“CaliValleCorona” y “Medellín me Cuida”. En el caso de la app “Bogotá cuidadora”, incluye
apartados de registros de movilidad segura, necesito apoyo, reportar estado de salud y COVID a
mi alrededor. Esta app inicialmente tenía un carácter obligatorio, pero debido a la presión
ciudadana por dudas razonables en su seguridad y eficacia, se hizo voluntaria. Posterior a la
implementación de las apps, la SIC pidió a las alcaldías respuesta a las solicitudes planteadas en
relación a si cumplían “la regulación colombiana sobre la recolección y tratamiento de datos
personales y si han implementado el principio de responsabilidad demostrada (Accountability).”
(Portafolio, 2020).

Con la apertura de distintas actividades en la fase de desescalada se enfrentan nuevos retos.


En el comercio, cada empresa está decidiendo tomar distintos tipos de datos ante la ausencia de
lineamientos por parte de las autoridades competentes, en aras de garantizar la salud pública en
sus instalaciones y la salud de sus trabajadores: se toma y registra la temperatura corporal, se
pregunta el nombre, ocupación, número de identificación personal, asegurador, dirección,
número de móvil, el sitio donde ha estado anteriormente e incluso se realiza el escaneo del
documento de identificación, mediando únicamente el consentimiento tácito de las personas, sin
una adecuada información, o sin que el responsable del tratamiento de los datos sea idóneo para

www.bioeticayderecho.ub.edu - ISSN 1886-5887


El derecho a la protección de datos personales, tecnologías digitales y pandemia por COVID-19 en Colombia – Ana Gómez-Córdoba et al.
Rev Bio y Der. 2020; 50: 271-294 | 284

garantizar los principios del derecho a la protección de datos personales, e incluso se condicionan
otros derechos a la entrega de esta información.

5. ¿Que practicas generan un riesgo para los derechos humanos


cuando se emplean herramientas digitales para la captura de datos
personales en el contexto de la pandemia por COVID‑19?

Los riesgos asociados con el uso de nuevas tecnologías para el control de la extensión de la
pandemia y la afectación de derechos humanos nominados e innominados son el uso obligatorio
de las aplicaciones de vigilancia epidemiológica8, la georreferenciación9, el escaneo de
temperatura10, el uso de los datos con finalidades distintas a las justificadas para el control de la
pandemia o las consentidas por el titular, y el acceso de terceros no autorizados11, tiempo de

8 Si bien en algunos países registrarse en este tipo de aplicaciones es opcional, en otros ha sido obligatorio descargarlas y usarlas para
poder ejercer otros derechos como son los de: salud, trabajo, libre circulación, derechos del consumidor, entre otros. Esto limita no
sólo los derechos anteriormente descritos sino también la autonomía y libre determinación de las personas.
9 Entendida como la identificación de la ubicación de un usuario de telefonía móvil, y la posibilidad de contacto con otros (contact
tracking), si bien es útil para establecer posibles contagios de un caso diagnosticado, representa un riesgo al derecho a la privacidad,
a la libre asociación, intimidad y privacidad familiar.
10 La temperatura es un dato de salud, que, asociado a la identificación del titular, es un dato personal sensible. La medición de la
temperatura se ha instaurado como medida de control para la detección de posibles personas infectadas por COVID-19, y se puede
hacer mediante cámaras termográficas y termómetros infrarrojos. Las primeras pueden ir o no acompañadas de datos biométricos
como el de reconocimiento facial, y las segundas generalmente se acompañan del registro manual de datos personales. Si se trata de
una cámara termográfica que no permite el reconocimiento facial, no se trataría de un dato personal, en los otros casos descritos, sí.
Se supone que si una persona tiene fiebre no pude acceder a un lugar público o privado, sin embargo, los portadores asintomáticos,
pueden no tener fiebre, una persona enferma puede tener un cuadro sintomático en el que este signo no esté presente y otro tipo de
patologías pueden acompañarse de un aumento de la temperatura. Nos preguntamos: ¿quién es la persona idónea para tratar este
dato sensible de salud?, ¿con qué grado de temperatura se puede negar el acceso?, ¿se debe reportar esta persona a las autoridades de
salud?, ¿quién lo debe hacer?, ¿una persona tiene el derecho a explicar otras causas de fiebre, y cómo y quién lo valida?, ¿están
preparados los encargados y responsables de estos datos para garantizar los principios que rigen su tratamiento?, ¿es justificable como
parte de un protocolo en el ámbito laboral? Dada la posibilidad de falsos positivos se está estigmatizando a un grupo de personas, se
puede estar vulnerando los derechos a la intimidad, a la no discriminación, a la no estigmatización, al trabajo, al aseguramiento en
salud. Incluso para aquellas empresas que tratan estos datos sin estar preparados, puede convertirse en un riesgo reputacional. Esta
medida requiere ser revisada para su aplicación desde su idoneidad, necesidad, proporcionalidad, eficacia y temporalidad
11 Como otras autoridades (policiales o de migración), o empresas privadas con fines comerciales. La tendencia a la “datificación de
lo personal y su comercialización amplifica el uso potencial de estos datos como dispositivos de control social e intervención pública
y privada” (Observatorio Bioética y Derecho, 2015, p.2). Se vulnera el derecho a la autonomía, a la intimidad, y a la seguridad personal.

www.bioeticayderecho.ub.edu - ISSN 1886-5887


El derecho a la protección de datos personales, tecnologías digitales y pandemia por COVID-19 en Colombia – Ana Gómez-Córdoba et al.
Rev Bio y Der. 2020; 50: 271-294 | 285

conservación indefinido12, recolección de un número mayor de datos que los necesarios13,


información parcial, incompleta, sesgada, estandarizada para el uso de las plataformas y
aplicaciones14, Implementación de aplicativos o plataformas15, falta de garantías técnicas y
procedimentales16 y desarrollo de apps falsas17.

5.1 ¿Cómo deben ser reinterpretados los principios que sustentan el


tratamiento de datos personales en Colombia ante los nuevos desafíos en
tiempo de pandemia?
Si bien la legislación colombiana incluye una serie de principios en materia de tratamiento de
datos personales, se hace necesario ampliarlos y re-interpretarlos a las luz de pautas y
orientaciones éticas internacionales afines al derecho a la protección de datos personales, que
estén contextualizados en los riesgos que ya han sido evidentes y los que pueden materializarse
en el futuro, de tal forma, que se intervengan o eviten, con el fin de contar con un marco regulatorio
que ofrezca seguridad jurídica, proteja los derechos de las personas y genere confianza en la
sociedad. A continuación, se enuncian los principios que hacen parte de la Ley de protección de
datos colombiana, y los derechos de los titulares de los datos personales, y cómo estos se
relacionan con las recomendaciones éticas OMS en la pandemia de COVID-19:

12 Este tipo de herramientas digitales, por diseño, conservan de forma indefinida los datos y el riesgo que sean empleados con otros
fines después de la pandemia es latente. En este caso se afecta el derecho a la protección de datos, como derecho humano innominado.
Sin embargo, algunos abogan que estos datos deben ser conservados de forma indefinida y anonimizados, para ser empleados en
investigación o planificación de políticas de salud.
13 Sumado a la posibilidad de cruce permitan la identificación de los titulares. En este caso se vulnera el derecho a la información, la
intimidad y el principio de finalidad del derecho a la protección de datos.
14 Generalmente se brinda una información genérica, en la que se indica que se atendrá a la normativa de protección de datos
personales, como una formalidad que no protege realmente los derechos del titular, incumpliendo el principio de transparencia. Se
vulnera el derecho a la información y los derechos de los consumidores.
15 En ellas se recolectan datos personales sin que se determine su eficacia para el control de la pandemia. Se vulnera el derecho a la
protección de datos personales dado que no existiría una justificación legal para su tratamiento.
16 Estas garantías se enfocan en la confidencialidad, intimidad y seguridad en el tratamiento de los datos, haciendo más fácil el acceso
por terceros no autorizados e incluso posibilita ciber-ataques.
17 Este tipo de apps dependen de las autoridades de salud de los Estados y que tienen como único fin la captura de datos personales
que facilitan acciones delictivas.

www.bioeticayderecho.ub.edu - ISSN 1886-5887


El derecho a la protección de datos personales, tecnologías digitales y pandemia por COVID-19 en Colombia – Ana Gómez-Córdoba et al.
Rev Bio y Der. 2020; 50: 271-294 | 286

Principios (Ley 1581, 2012) Recomendaciones éticas OMS (2020)


Principio de legalidad en materia de Seguimiento19
tratamiento de datos18
Principio de finalidad20 Restricción en su uso21
Proporcionalidad en la recolección de datos 22
Recolección mínima de datos para el logro de
objetivos de salud pública
Principio de libertad23 Voluntariedad24
Principio de veracidad o calidad25 Evaluación y análisis26
Precisión en los algoritmos modelos empleados
Principio de transparencia27 Transparencia28
Participación de la sociedad civil29
Principio de acceso y circulación Seguridad31
restringida30 Responsabilidad32

Tabla 1. Principios de la ley de protección de datos personales colombiana a la luz de las recomendaciones
éticas de la OMS en la pandemia por COVID-19

18 El Tratamiento al que se refiere la presente ley es una actividad reglada que debe sujetarse a lo establecido en ella y en las demás
disposiciones que la desarrollen.
19 Después de que una persona es detectada como positiva para la infección, se pueden rastrear sus movimientos durante la infección
y recuperación, así como sus posibles contactos.
20 El Tratamiento debe obedecer a una finalidad legítima de acuerdo con la Constitución y la Ley, la cual debe ser informada al Titular.
21 Prohibición de venta o uso con fines de comercio o publicidad, ni ser intercambiado con otras agencias gubernamentales como la
policía o migración.
22 Justificados, adecuados para el objetivo, necesario y razonable con los fines legítimos de la salud pública. Se debe preferir, en el
diseño, las medidas menos intrusivas.
23 El Tratamiento sólo puede ejercerse con el consentimiento, previo, expreso e informado del Titular. Los datos personales no podrán
ser obtenidos o divulgados sin previa autorización, o en ausencia de mandato legal o judicial que releve el consentimiento.
24 No puede ser obligatoria, no se puede incentivar su uso negativa o positivamente, se debe poder apagar o eliminar en cualquier
momento. El reporte de infección lo puede hacer el usuario del dispositivo directamente en la aplicación, idealmente confirmado por
un profesional de la salud. Una vez se confirma un contagio un profesional puede notificar a los usuarios detectados por seguimiento
de proximidad previo.
25 La información sujeta a tratamiento debe ser veraz, completa, exacta, actualizada, comprobable y comprensible. Se prohíbe el
tratamiento de datos parciales, incompletos, fraccionados o que induzcan a error.
26 Tecnologías novedosas deben ser probadas antes de generalizar su uso, para garantizar su seguridad y efectividad, y evaluadas en
su funcionamiento por organismos independientes.
27 En el tratamiento debe garantizarse el derecho del Titular a obtener del Responsable del tratamiento o del Encargado del
tratamiento, en cualquier momento y sin restricciones, información acerca de la existencia de datos que le concierne.
28 Las personas deben ser informadas de forma clara e inequívoca sobre el propósito de la recopilación, almacenamiento, acceso,
tiempos de conservación, funcionamiento de los aplicativos, toma de decisiones automatizada, utilidad y posibilidades de error de los
modelos.
29 Las medidas instauradas para la respuesta a la pandemia por COVID 19 que incluye esfuerzos en la recolección de datos debe incluir
la participación libre y activa de partes interesadas como expertos en salud pública y organizaciones de la sociedad civil.
30 El Tratamiento se sujeta a los límites que se derivan de la naturaleza de los datos personales, de las disposiciones de la presente ley
y la Constitución. En este sentido, el Tratamiento sólo podrá hacerse por personas autorizadas por el Titular y/o por las personas
previstas en la presente ley; los datos personales, salvo la información pública, no podrán estar disponibles en Internet u otros medios
de divulgación o comunicación masiva, salvo que el acceso sea técnicamente controlable para brindar un conocimiento restringido
sólo a los Titulares o terceros autorizados conforme a la presente ley.
31 Implica cifrado de los datos personales y de salud, pruebas respecto a la penetración por parte de terceros y auditorías respecto a
solicitud de datos. Optar por opciones de almacenamiento que preserve la seguridad, de ahí que muchos prefieran los modelos
descentralizados que incluyen el consentimiento del titular para el tratamiento y posibilidad de retiro de los datos.
32 Contar con salvaguardas contra el abuso.

www.bioeticayderecho.ub.edu - ISSN 1886-5887


El derecho a la protección de datos personales, tecnologías digitales y pandemia por COVID-19 en Colombia – Ana Gómez-Córdoba et al.
Rev Bio y Der. 2020; 50: 271-294 | 287

Derechos (Ley 1581, 2012) Recomendaciones éticas OMS (2020)


Derecho a no ser informado33 Notificación: Los posibles contactos se
informarán a través de la aplicación
preservando la privacidad de la persona
infectada, con los pasos a seguir, las personas
deben poder escoger si desean o no ser
notificadas por las autoridades de salud.
Derecho a la oposición34 No se encuentra principio asociado a partir de
las recomendaciones éticas de la OMS.
Derecho al acceso35 No se encuentra principio asociado a partir de
las recomendaciones éticas de la OMS.
Derecho a la rectificación36 No se encuentra principio asociado a partir de
las recomendaciones éticas de la OMS.
Derecho a la cancelación37 Limitación en el tiempo38
Retención ilimitada39
Voluntariedad40

Tabla 2. Derechos de la ley de protección de datos personales colombiana a la luz de las


recomendaciones éticas de la OMS en la pandemia por COVID-19

De los principios enunciados la evaluación de la seguridad de los aplicativos por organismos


independientes no se encuentra de manera explícita en la reglamentación colombiana y los demás
se pueden relacionar con el marco jurídico vigente para fortalecer su interpretación.

Consideramos que dada la posibilidad de falsos positivos o de sospechas diagnósticas que


finalmente no sean confirmadas, es necesario que los titulares de los datos puedan exigir el
derecho a la rectificación. Resulta llamativo que los documentos de la OMS no incluyen este
aspecto, pero si lo hacen las directrices del comité europeo de protección de datos (Directrices 04,
2020).

33 Entendido con un derecho diferente al consentimiento, que implica la facultad del titular para para ejercer su autodeterminación
informativa con el fin de recibir de forma clara, expresa e información necesaria respecto de los datos que serán objeto de tratamiento
(finalidad, temporalidad, etc.) (Espiérrez, 2016).
34 Entendido como ese derecho de los titulares para ejercer control sobre sus datos personales, y en consecuencia oponerse a que el
responsable realice un tratamiento de sus datos para fines diferentes a los autorizados (Murillo, 2016).
35 Entendido como el derecho que tiene el titular al acceso gratuito y conocimiento de sus datos personales que estén siendo objeto
de tratamiento (INAI, 2012).
36 Comprende el derecho de toda persona para que cuando corresponda sus datos sean rectificados y actualizados de acuerdo a la
información que en efecto corresponda a la realidad (Murillo, 2016).
37 Entendido como el derecho que tiene el titular de solicitar al responsable de sus datos personales la cancelación del tratamiento de
estos, cuando se considere que estos no están siendo tratados conforme a los principios y derechos previstos por ley y en la
constitución. La cancelación implica la supresión total o parcial de los datos personales en cualquier fuente de almacenamiento de la
información (registros, archivos, bases de datos, entre otros) (INAI, 2012).
38 Las medidas de monitoreo y vigilancia deben retirarse una vez la pandemia sea controlada localmente.
39 Los datos se retienen limitado al periodo de respuesta a la pandemia, con la excepción de investigación y planeación en salud
pública, pero deben agregarse y anonimizar de ser posible y solicitar el consentimiento.
40 Se debe poder eliminar la aplicación en cualquier momento.

www.bioeticayderecho.ub.edu - ISSN 1886-5887


El derecho a la protección de datos personales, tecnologías digitales y pandemia por COVID-19 en Colombia – Ana Gómez-Córdoba et al.
Rev Bio y Der. 2020; 50: 271-294 | 288

6. ¿Que consideraciones mínimas deben tenerse en el diseno de


estos aplicativos?

La Open Web Application Security Project (OWASP) señala como riesgos de seguridad en las
aplicaciones web que pueden exponer los datos sensibles, como los de salud, entre otros:
inyección (envío de datos hostiles para ejecutar comandos no deseados); autenticación rota
(compromiso de contraseñas); exposición de datos por ausencia de barreras adicionales como el
cifrado en reposo o en tránsito; archivos XLM que permiten conocer los recursos internos del
programa; vulnerabilidad de los controles de acceso y malas configuraciones de seguridad;
redireccionamiento a sitios fraudulentos para robo de información (sitios maliciosos); uso de
componentes con vulnerabilidades conocidas; insuficiente registro y monitoreo (OWASP, 2020).

En este orden de ideas se recomienda: que en el diseño exista un equipo responsable que
garantice la protección de los datos; clasificar la información para identificar aquella que es
sensible y protegerla selectivamente; definir controles de acceso (con usuario único y contraseñas
robustas y dinámicas) para restringir acceso no autorizados; doble autenticación; protección
frente a códigos maliciosos; copias de seguridad; cifrado de datos sensibles; monitorización y logs
de auditoría; medidas de seguridad lógica (firewall, segmentación de red); contratos con terceros
y proveedores fiables con certificaciones de alta calidad, sujetos a cláusulas de confidencialidad y
desarrollo de código seguros y segregación de entornos. Muchas estas acciones son las que se
emplean en el ámbito hospitalario para proteger los datos en las historias clínicas electrónicas.

6. Conclusiones y recomendaciones

La pandemia por COVID-19 debe ser entendida como una oportunidad histórica de aprendizaje
para la protección de los derechos individuales y colectivos, que fortalezca la confianza de los
ciudadanos en los gobiernos, a pesar de las declaraciones de estados de excepción.

No se debe fomentar en el imaginario colectivo la falsa dicotomía entre la vida y la salud


pública y la protección de los derechos, en especial el de la protección de datos personales.

La restricción de derechos no puede afectar el núcleo fundamental de estos, debe ser


temporal, conforme al principio de legalidad, responder a una necesidad perentoria, ser
proporcional a esta, no generar discriminación, ni estigmatización (como es el caso de los
pasaportes inmunológicos), no mantenerse de forma permanente, no ser arbitrarios, así como
estar plenamente justificados.

www.bioeticayderecho.ub.edu - ISSN 1886-5887


El derecho a la protección de datos personales, tecnologías digitales y pandemia por COVID-19 en Colombia – Ana Gómez-Córdoba et al.
Rev Bio y Der. 2020; 50: 271-294 | 289

La adaptación de los sistemas de protección de datos personales a los retos que imponen
las medidas de salud pública en tiempos de pandemia deben salvaguardar los derechos humanos
y responder a las particularidades jurídicas y culturales de cada país, de manera que nadie se vea
obligado a elegir entre una respuesta eficaz para el control de la pandemia y la protección de sus
derechos fundamentales. En el mundo digital algunos de ellos son de más difícil aplicación como
es el caso de cancelación de los datos.

El sistema de protección de datos personales colombiano a pesar de tener un carácter


general y no contar con una reglamentación sectorial para salud plenamente estructurada,
permite la adaptación e interpretación de los principios y derechos a las actuales circunstancias
acorde con los lineamientos éticos emanados de diferentes instrumentos de softlaw. Sin embargo,
este ejercicio no fue hecho por las autoridades competentes, exponiendo a los ciudadanos a los
riesgos enunciados en este artículo, bajo el pretexto de las excepciones por urgencia o emergencia
sanitaria, incluso sin tomar en consideración los conceptos previos de la Corte Constitucional en
esta materia. En adición es necesario robustecer el régimen de protección de datos y
encaminarnos hacia una autoridad autónoma e independiente para la protección de datos
personales. Así mismo se requiere regular esta materia de forma sectorial, especialmente en el
ámbito de salud, que incluya el escenario digital.

Aun con riesgos graves para la salud pública, se debe procurar, en la medida de las
posibilidades, usar datos anonimizados, encriptados, o recolectar información que al ser cruzada
no permita la identificación de las personas.

La garantía del derecho a la protección de datos también depende del adecuado diseño de
las herramientas tecnológicas y nuevos modelos de gobernanza de la información, lo que significa
que en su desarrollo deben participar no solo expertos en sistemas de información, sino también
científicos de datos, especialistas en inteligencia artificial, en bioética, bioderecho, y en derechos
humanos.

Esta pandemia ha hecho evidente los riesgos asociados con el analfabetismo digital, pero
también el desconocer los riesgos asociados con estas nuevas tecnologías y el haz de facultades
con las que contamos los ciudadanos para garantizar el derecho a la protección de nuestros datos
personales.

www.bioeticayderecho.ub.edu - ISSN 1886-5887


El derecho a la protección de datos personales, tecnologías digitales y pandemia por COVID-19 en Colombia – Ana Gómez-Córdoba et al.
Rev Bio y Der. 2020; 50: 271-294 | 290

Referencias bibliograficas

 Asociación Médica Mundial (2017). Declaración sobre epidemias y pandemias. Adoptada en la


68ª Asamblea General de la AMM, Chicago, Estados Unidos, octubre 2017.
https://www.wma.net/es/policies-post/declaracion-sobre-las-epidemias-y-pandemias/.

 Blofield, M., Hoffmann, B., & Llanos, M. (2020). Assessing the Political and Social Impact of the
COVID-19 Crisis in Latin America. GIGA Focus Lateinamerika, 3.

 Circular Externa 001 de 2020. “Suministro de información al Departamento Nacional de


Planeación (DNP) y demás entidades estatales que las requieran para atender, prevenir, tratar
o controlar la propagación del COVID-19 (coronavirus) y mitigar sus efectos”.
Superintendencia de Industria y Comercio, Bogotá, 23 de marzo de 2020.
https://www.sic.gov.co/sites/default/files/normatividad/032020/Circular%20001.pdf.pdf.

 Circular Externa 002 de 2020 “No uso de “huelleros físicos o electrónicos” de uso masivo
para recolectar información biométrica (datos sensibles) con miras a prevenir el contagio
del COVID-19 a través de contacto indirecto”. Superintendencia de Industria y Comercio,
Bogotá, 24 de marzo de 2020.
https://www.sic.gov.co/sites/default/files/normatividad/032020/CIRCULAR%20002%20
DE%202020_NO%20USO%20DE%20HUELLEROS.pdf.

 Circular 0017 de 2020 “Lineamientos mínimos a implementar de promoción y prevención


para la preparación, respuesta y atención de casos de enfermedad por COVID-19
(Coronavirus)”. Ministerio del Trabajo, Colombia, 24 de febrero de 2020.
https://www.mintrabajo.gov.co/documents/20147/0/Circular+0017.pdf/05096a91-e470-
e980-2ad9-775e8419d6b1?t=1582647828087.

 Comisión Interamericana de Derechos Humanos (2020). Resolución 01 de 2020, Pandemia y


Derechos Humanos en las Américas. Organización de los Estados Americanos.
https://www.oas.org/es/cidh/decisiones/pdf/Resolucion-1-20-es.pdf.

 Consejo de Europa (1997). Convenio para la protección de los derechos humanos y la dignidad
del ser humano con respecto a las aplicaciones de la Biología y la Medicina del Consejo de
Europa. https://www.boe.es/buscar/doc.php?id=BOE-A-1999-20638.

 Corte Constitucional (6 de octubre de 2012). Sentencia C-748 de 2011(MP Jorge Ignacio


Pretelt Chaljub).

www.bioeticayderecho.ub.edu - ISSN 1886-5887


El derecho a la protección de datos personales, tecnologías digitales y pandemia por COVID-19 en Colombia – Ana Gómez-Córdoba et al.
Rev Bio y Der. 2020; 50: 271-294 | 291

 Decreto 1377 de 2013 “Por el cual se reglamenta parcialmente la Ley 1581 de 2012”.
Ministerio de Industria, Comercio y Turismo. Diario Oficial de la República de Colombia, No.
48.834, Bogotá DC, 27 de junio de 2013.

 Decreto 417 de 2020 “Por el cual se Declara un Estado de Emergencia Económica, Social y
Ecológica en todo el territorio nacional”. Presidencia de la República de Colombia, Bogotá,
Diario Oficial de la República de Colombia, No 51259, 17 de marzo 2020. http://www.suin-
juriscol.gov.co/viewDocument.asp?ruta=Decretos/30038962.

 Decreto Legislativo 538 de 2020 “Por el cual se adoptan medidas en el sector salud, para
contener y mitigar la pandemia de COVID-19 y garantizar la prestación de los servicios de
salud”. Presidencia de la República, Ministerio de Salud y Protección Social. Diario Oficial de
la República de Colombia, No. 51283, Bogotá, 12 de abril de 2020.
https://dapre.presidencia.gov.co/normativa/normativa/DECRETO%20538%20DEL%2012
%20DE%20ABRIL%20DE%202020.pdf.

 Directrices 04 de 2020 “Sobre el uso de datos de localización y herramientas de rastreo de


contactos en el contexto de la pandemia de COVID-19”. Comité Europeo de Protección de
Datos Personales, 21 de abril de 2020.
https://edpb.europa.eu/sites/edpb/files/files/file1/edpb_guidelines_20200420_contact_tra
cing_covid_with_annex_es.pdf.

 Espiérrez, M. A. C. (2016). El derecho a ser informado como elemento esencial del derecho a
la protección de datos. Una visión crítica de la jurisprudencia del Tribunal Constitucional y de
su cambio de doctrina en la STC 39/2016. Revista Vasca de Administración Pública. Herri-
Arduralaritzako Euskal Aldizkaria, 106, 191-216.

 Esquivel-Guadarrama, J. A. (2020). Pandemia 2020. Algunas consideraciones éticas. Revista


Mexicana de Anestesiología 43, 2, 168-172.

 International Bioethics Committee (2017). Report of the IBC on big data and health. United
Nations Educational, Scientific and Cultural Organization.
http://unescoblob.blob.core.windows.net/pdf/UploadCKEditor/REPORT%20OF%20THE%
20IBC%20ON%20BIG%20DATA%20AND%20HEALTH%20%2015.09.17.pdf.

 Instituto Federal al acceso de información y protección de datos. (2012). Guía práctica para
la atención de las solicitudes de ejercicio de los derechos ARCO. México.
http://inicio.ifai.org.mx/Publicaciones/02GuiaAtencionSolicitudesARCO.pdf.

www.bioeticayderecho.ub.edu - ISSN 1886-5887


El derecho a la protección de datos personales, tecnologías digitales y pandemia por COVID-19 en Colombia – Ana Gómez-Córdoba et al.
Rev Bio y Der. 2020; 50: 271-294 | 292

 Ley Estatutaria No. 1581 de 2012 “Por la cual se dictan disposiciones generales para la
protección de datos personales”. Diario Oficial de la República de Colombia, No. 48.587,
Bogotá DC, 18 de octubre de 2012.

 Ministerio de Salud y Protección Social. Medidas frente a la pandemia COVID-19. Recuperado


el 28 de junio de 2020 de
https://www.minsalud.gov.co/salud/publica/PET/Paginas/Documentos-Administrativos-
covid-19.aspx.

 Ministerio de Tecnologías de la Información y las Comunicaciones (2020). Abecé/ Todo lo


que debe saber sobre CoronApp-Colombia y su funcionamiento.
https://www.mintic.gov.co/portal/inicio/Sala-de-Prensa/Noticias/126572:Abece-Todo-lo-
que-debe-saber-sobre-CoronApp-Colombia-y-su-funcionamiento.

 Murillo, J. G. G. (2016). Elementos esenciales en la protección de los derechos “ARCO”. Letras


Jurídicas, 23(23).

 Observatorio de Bioética y Derecho. (2015). Comercializar los datos sanitarios: anonimizar no


es una respuesta para la bioética. Revista de bioética y derecho 33,1-2.

 Open Web Application Security Project (OWASP). Introduction to the OWASP Top Ten.
Recuperado el 29 de junio de 2020 de https://owasp.org/www-chapter-new-
zealand/assets/slides/2020-02-09%20-
%20Introduction%20to%20the%20OWASP%20Top%20Ten.pdf.

 Organización Mundial de la Salud (2017). Pautas de la OMS sobre la ética en la vigilancia de la


salud pública. Organización Panamericana de la Salud. Washington DC: OPS.
https://iris.paho.org/bitstream/handle/10665.2/34499/9789275319840-
spa.pdf?sequence=6.

 Organización Mundial de la Salud (2020). Ethical considerations to guide the use of digital
proximity tracking technologies for COVID-19 contact tracing.
https://www.who.int/publications/i/item/WHO-2019-nCoV-Ethics_Contact_tracing_apps-
2020.1.

 Organización Panamericana de la Salud (2020). Orientación ética sobre cuestiones planteadas


por la pandemia del nuevo coronavirus COVID-19.
https://iris.paho.org/bitstream/handle/10665.2/52142/OPSHSSBIOCOVID-
19200008_spa.pdf?sequence=1&isAllowed=y.

www.bioeticayderecho.ub.edu - ISSN 1886-5887


El derecho a la protección de datos personales, tecnologías digitales y pandemia por COVID-19 en Colombia – Ana Gómez-Córdoba et al.
Rev Bio y Der. 2020; 50: 271-294 | 293

 Pierucci, A. & Walter, J.P. (2020). Joint Statement on the right to data protection in the context
of the COVID-19 pandemic. Council of Europe, Estrasburgo, 30 de marzo de 2020.
https://rm.coe.int/covid19-joint-statement/16809e09f4.

 Resolución 2346 de 2007 “Por la cual se regula la práctica de evaluaciones médicas


ocupacionales y el manejo y contenido de las historias clínicas ocupacionales”. Ministerio de
la Protección Social, Colombia, 11 de julio de 2006.
https://www.minsalud.gov.co/ihc/Lists/Resoluciones/DispForm.aspx?ID=4&ContentTypeI
d=0x0100F912A783706DBF4AA773245C7D7E11F8.

 Resolución 385 de 2020 “Por la cual se declara la emergencia sanitaria por causa del
coronavirus COVID-19 y se adoptan medidas para hacer frente al virus”. Ministerio de Salud
y Protección de Social, Colombia, 12 de marzo de 2020.
https://www.minsalud.gov.co/sites/rid/Lists/BibliotecaDigital/RIDE/DE/DIJ/resolucion-
385-de-2020.pdf.

 Resolución 666 de 2020 “Por medio de la cual se adopta el protocolo general de bioseguridad
para mitigar, controlar y realizar el adecuado manejo de la pandemia del Coronavirus COVID-
19”. Ministerio de Salud y Protección Social, Colombia, 24 de abril de 2020.
https://id.presidencia.gov.co/Documents/200424-Resolucion-666-MinSalud.pdf.

 Resolución 12169 de 2020 “Por la cual se dictan medidas para garantizar el debido proceso
administrativo y la efectiva prestación del servicio de la Superintendencia de Industria y
Comercio, en el marco del Estado de Emergencia Económica, Social y Ecológica decretado por
el Gobierno Nacional”. Superintendencia de Industria y Comercio, Colombia, 31 de marzo de
2020. https://www.sic.gov.co/sites/default/files/normatividad/042020/res%2012169.pdf.

 Seoane, J. A. (2002). De la intimidad genética al derecho a la protección de datos genéticos: la


protección iusfundamental de los datos genéticos en el derecho español (a propósito de las
SSTC 290/2000 y 292/2000, de 30 de noviembre) (Parte I). Revista de derecho y genoma
humano: genética, biotecnología y medicina avanzada 16, 71-106.

 SIC analiza manejo de datos de app’s para control de Coronavirus (02 de junio de 2020).
Portafolio. https://www.portafolio.co/economia/noticias-coronavirus-sic-analiza-manejo-
de-datos-de-app-s-para-control-de-coronavirus-541372.

 Silva, D. S., & Smith, M. J. (2015). Limiting Rights and Freedoms in the Context of Ebola and
Other Public Health Emergencies: How the Principle of Reciprocity Can Enrich the Application
of the Siracusa Principles. Health and human rights, 17(1), E52–E57.

www.bioeticayderecho.ub.edu - ISSN 1886-5887


El derecho a la protección de datos personales, tecnologías digitales y pandemia por COVID-19 en Colombia – Ana Gómez-Córdoba et al.
Rev Bio y Der. 2020; 50: 271-294 | 294

 Superintendencia de Industria y Comercio. Datos personales y coronavirus COVID-19:


recolección y uso de datos en casos de urgencia médica o sanitaria. Recuperado el 26 de junio
de 2020 de https://www.sic.gov.co/slider/datos-personales-y-coronavirus-covid-19-
recolecci%C3%B3n-y-uso-de-datos-en-casos-de-urgencia-m%C3%A9dica-o-sanitaria.

 The state in the time of COVID (28 de marzo 2020). The Economist.
https://www.economist.com/leaders/2020/03/26/the-state-in-the-time-of-covid-19.

 UN Commission on Human Rights (1984). The Siracusa Principles on the Limitation and
Derogation Provisions in the International Covenant on Civil and Political Rights, 28
September 1984, E/CN.4/1985/4. Recuperado el 30 de junio de 2020 de
https://www.refworld.org/docid/4672bc122.html.

 Voo, T. C., Clapham, H., & Tam, C. C. (2020). Ethical implementation of ‘immunity passports’
during the COVID-19 pandemic. The Journal of Infectious Diseases, jiaa352,
https://doi.org/10.1093/infdis/jiaa352.

Fecha de recepción: 1 de julio de 2020


Fecha de aceptación: 8 de julio de 2020

www.bioeticayderecho.ub.edu - ISSN 1886-5887


El COVID-19 como riesgo global – José María Monzón
Rev Bio y Der. 2020; 50: 295-313

Revista de Bioética y Derecho


Perspectivas Bioéticas
www.bioeticayderecho.ub.edu - ISSN 1886-5887

DOSSIER CUESTIONES BIOÉTICAS DE LA PANDEMIA COVID-19

El COVID-19 como riesgo global

The COVID-19 as global risk

El COVID-19 com a risc global

JOSÉ MARÍA MONZÓN *

* José María Monzón. Doctor en Derecho, Profesor de Teoría General y Filosofía del Derecho e Investigador,
Instituto de Investigaciones Jurídicas y Sociales Ambrosio L. Gioja, Facultad de Derecho, Universidad de
Buenos Aires (Argentina). Email: monzonjm@hotmail.com.

Copyright (c) 2020 José María Monzón


Esta obra está bajo una licencia de Creative Commons Reconocimiento-NoComercial-SinObraDerivada 4.0
Internacional.
El COVID-19 como riesgo global – José María Monzón
Rev Bio y Der. 2020; 50: 295-313 | 296

Resumen
El COVID-19 tanto como pandemia como cuanto riesgo global reta a los sistemas de salud pública
de los Estados. Pero también este acontecimiento desafía a los principios de la bioética de origen
occidental y muestra sus límites lo que demanda por un nuevo conjunto de principios fundados
en la ontología y en un orden moral objetivo.

Palabras clave: riesgo global; COVID-19; bioética.

Abstract
COVID-19 as a pandemics as well as a global risk challenges States’ public health systems. But also
this event defies the Western-based principles of bioethics and shows their limits asking for a new
set of principles based upon ontology and objective moral order.

Keywords: global risk; COVID-19; bioethics.

Resum
La COVID-19 tant com pandèmia com a risc global repta als sistemes de salut pública dels Estats.
Però també aquest esdeveniment desafia els principis de la bioètica d'origen occidental i mostra
els seus límits, fet que aboga per un nou conjunt de principis fonamentats en l'ontologia i en un
ordre moral objectiu.

Paraules claus: risc global; COVID-19; bioètica.

www.bioeticayderecho.ub.edu - ISSN 1886-5887


El COVID-19 como riesgo global – José María Monzón
Rev Bio y Der. 2020; 50: 295-313 | 297

1. Introduccion

“The world is better prepared for an influenza pandemic than at any time in history, thanks, in
part, to your vigilance and diligence. Years of alert and expectation mean that most countries now
have preparedness plans.”– Dr. Margaret Chan, Director-General of the World Health
Organization. Estas palabras, mezcla de voluntarismo y profetismo, se emparentan con las que
siglos atrás Condorcet escribiera:

“On sent que les progrès de la médecine préservatrice, devenus plus efficaces par
ceux de la raison et de l'ordre social, doivent faire disparoître à là longue les maladies
transmissibles ou contagieuses, et ces maladies générales, qui doivent leur origine aux
climats, aux alimens, à la nature des travaux.” (Condorcet, 1822: 304)

Pero ambos supuestos de futuro se derrumbaron. El surgimiento del COVID-19 es un


ejemplo de inesperadas trompetas de Jericó. Quizás el futuro se acerque a lo relatado por H. G.
Wells a fines del siglo XIX en la novela titulada La guerra de los mundos cuya trama se centra en la
invasión de los marcianos a nuestro planeta, quienes son derrotados y mueren no por las armas
con las cuales los seres humanos se defienden sino porque los marcianos se infectan con las
bacterias contra las cuales ha luchado el ser humano desde hace siglos, resalta Wells. Y escribe al
final:

“We have learned now that we cannot regard this planet as being fenced in and a
secure abiding place for Man; we can never anticipate the unseen good or evil that may
come upon us suddenly out of space (…) it has robbed us of that serene confidence in the
future which is the most fruitful source of decadence.” (Wells, 1898)

Si bien ahora no enfrentamos una invasión de marcianos coincidimos con Wells en que el
COVID-19 robó la confianza que la humanidad tenía en el futuro suscitando iguales dudas y
preguntas. ¿Volverá a ocurrir? Si eso pasa ¿estamos preparados? ¿Cómo afianzar la seguridad
colectiva, y sobre todo, nuestra supervivencia? Estos interrogantes y otros similares no cesarán
en la etapa post-pandemia. Los mejores planes de prevención y de control pueden ser nuevamente
ignorados como lo muestra el trabajo The Global Health Security Index del 2019, donde se indican,
entre otros puntos, que:

“Countries are not prepared for a globally catastrophic biological event, including
those that could be caused by the international spread of a new or emerging pathogen
or by the deliberate or accidental release of a dangerous or engineered agent or
organism. Biosecurity and biosafety are under-prioritized areas of health security, and

www.bioeticayderecho.ub.edu - ISSN 1886-5887


El COVID-19 como riesgo global – José María Monzón
Rev Bio y Der. 2020; 50: 295-313 | 298

the connections between health and security-sector actors for outbreak response are
weak.”

En este marco la bioética ¿puede brindar una guía?

Sí, pero los principios actuales de la bioética (autonomía, beneficencia, no maleficencia y


justicia) pueden colisionar con la respuesta del Estado si actúa con una lógica de guerra. Cabe
recordar que el personal sanitario se enfrenta a situaciones excepcionales de vida o muerte, las
urgencias no previstas, la escasez de recursos, las directivas emanadas del Estado1 y la resolución
de esos conflictos. En este contexto, no hay lugar para una consulta serena con el comité de
bioética hospitalario, hay que decidir “sobre la marcha”.

En vista de esto, el objetivo de este trabajo es examinar las consecuencias que se siguen en
la aplicación de los principios de la bioética con el surgimiento del COVID-19 así como la respuesta
de los Estados cuando mira a éste como a un enemigo en una guerra. A tal fin se estudian tres
problemas que estimo críticos: a) si el COVID-19 es un riesgo global; b) si su impacto transforma
a la bioética, y c) si es posible superar la tensión entre la realidad y la práctica en la aplicación de
los principios de la bioética.

2. Nuestra relacion con la realidad

El interés por conocer los sucesos futuros no es nuevo. Sus raíces se encuentran en textos
religiosos como la Biblia, un antecedente relevante para entender nuestra conducta ante eventos
presentes y futuros, al menos, en la cultura occidental, pero también para comprender la
perspectiva apocalíptica que se adopta para anunciarlos. No obstante ello, es útil estudiar los
posibles escenarios futuros porque con esa investigación se pueden evitar o disminuir posibles
daños materiales y muertes. Con esta finalidad, desde hace décadas, diversos grupos
especializados gubernamentales y no gubernamentales (por ejemplo, el World Economic Forum,
el Marco de Sendái para la Reducción del Riesgo de Desastres 2015-2030 y el Centre for the Study
of Existential Risk) se dedican a esto. De ello ha surgido un conjunto numeroso de documentos de
diversa importancia, los que observando lo que se ha hecho y cómo se maneja esta pandemia, no
parecen haber sido tenidos en cuenta. Por eso, conviene indagar a qué nos enfrentamos.

1 En caso de una pandemia de influenza, es probable que (los países) nacionalizaran sus instalaciones de producción doméstica, como
ocurrió en 1976, cuando Estados Unidos, previendo una pandemia de influenza del cerdo (H1N1), rehusó compartir su vacuna en
Osterholm, 283.

www.bioeticayderecho.ub.edu - ISSN 1886-5887


El COVID-19 como riesgo global – José María Monzón
Rev Bio y Der. 2020; 50: 295-313 | 299

Como afirmó Bostrom acertadamente: desde que nos levantamos estamos expuestos a
riesgos (caernos en la bañera o tropezar y caer en la calle). Son riegos previsibles. Pero junto a
éstos existen otros (los existenciales como los llama Bostrom) que son más relevantes por su
magnitud, por los daños y las muertes que causan, los efectos sociales, económicos y políticos que
poseen, y en ciertos casos, por sus consecuencias intergeneracionales y/o regionales o globales,
cuya previsibilidad e impacto importa prever y calcular. Para adelantarse a su ocurrencia se
cuenta con las investigaciones de varias ciencias que proporcionan instrumentos para prevenirlos
o evitarlos, elaborar sistemas de manejo de los mismos, medir sus consecuencias, minimizar los
daños y disminuir el número de muertos.

Un documento relevante sobre este tema es el que un grupo de trabajo intergubernamental


de expertos, en el marco de las Naciones Unidas, confeccionó con posibles indicadores para medir
los avances a nivel mundial de la aplicación del Marco de Sendái para la Reducción del Riesgo de
Desastres 2015-2030, donde propuso una serie de medidas para prevenirlos y manejarlos por
parte de los Estados. Anexo a éste se redactó otro documento con un conjunto de definiciones,
algunas de las cuales son de interés en nuestro estudio. Por ejemplo, dice que el desastre es una:

“Disrupción grave del funcionamiento de una comunidad o sociedad en cualquier


escala debida a fenómenos peligrosos que interaccionan con las condiciones de
exposición, vulnerabilidad y capacidad, ocasionando uno o más de los siguientes:
pérdidas e impactos humanos, materiales, económicos y ambientales.”2

En el comentario los autores señalan que se busca advertir que existen “condiciones de
riesgo constantemente presentes” que incluyen tipos de pérdidas posibles que son difíciles de
cuantificar. Y lo que más importa es que “los riesgos de desastres se pueden evaluar y cartografiar,
al menos en líneas generales”3. En función de esto se puede categorizar el COVID-19 como una
disrupción grave incluida dentro de una clasificación más amplia que es la de pandemia, y ésta
dentro de los riegos globales, porque:

“To be considered global, a risk should have the potential to affect no less than
three world regions on at least two different continents. While these risks may have
regional or even local origin, their impact can potentially be felt globally.”4

En función de esto analizamos a continuación el manejo de la emergencia.

2 Naciones Unidas. (2016). Informe del grupo de trabajo intergubernamental de expertos de composición abierta sobre los indicadores
y la terminología relacionados con la reducción del riesgo de desastres, A/71/644. 13.
3 Idem, 15.
4 World Economic Forum. (2010). Global Risks 2010. A Global Risk Network Report.

www.bioeticayderecho.ub.edu - ISSN 1886-5887


El COVID-19 como riesgo global – José María Monzón
Rev Bio y Der. 2020; 50: 295-313 | 300

3. Como gobernar la y en la emergencia

El aislamiento o confinamiento social me permitió repasar dos trabajos de Susan Sontag que
mantienen actualidad. Ellos son La enfermedad y sus metáforas y El sida y sus metáforas, de 1977
y 1988 respectivamente. De éstos extraigo algunas reflexiones para evaluar cómo actúa uno de
los principales actores involucrados: el Estado. Sontag comienza diciendo que la enfermedad es el
lado nocturno de la vida y que a todos al nacer se nos da una doble ciudadanía: la del reino de los
sanos y la del reino de los enfermos, un reino al cual accedemos al menos algún tiempo. Luego
introduce una cuestión crucial: la crisis del sida –hoy podemos sustituirlo por el COVID-19-
evidencia un mundo donde nada importante puede ser regional, porque todo puede circular. Todo
problema es, o está destinado, a ser mundial. ¿Cómo se reacciona frente a esto? La capacidad de
proyectar acontecimientos hacia el futuro amplía el contenido del poder. El futuro que se veía
antaño como representación lineal del progreso, hoy se mira como desastre. La reacción adopta
la metáfora militar. Se piensan la enfermedad y la salud de esta manera. Esto no es inocuo. Se
excomulga y se estigmatiza a los enfermos. Y concluye diciendo que esto no nos autoriza a
defendernos de cualquier modo que se nos ocurra. Esta última advertencia es en la actualidad la
más importante.

Si bien en los sistemas constitucionales existen normas para controlar un evento de este
tipo sea porque contienen normas generales o normas específicas (por ejemplo, los estados de
excepción), la dificultad en ambos casos es que difícilmente los Estados se adecuan a dichas
normas. Sumergidos en una lógica de guerra consideran a la pandemia como un problema
geopolítico5. Estamos en guerra contra el COVID-19 parece ser el lema de actuación y de
movilización6. En base a esto se diseña el manejo de esta pandemia.

Entonces, como en una guerra, el poder ejecutivo organiza un mando centralizado (son los
comités de crisis constituidos de diversas maneras) que diseña la estrategia a seguir y se plantea

5 La CIA reportó en un informe de 2009 sobre el estado del mundo en 2015: “If a pandemic disease breaks out, it will be in a densely
populated area, with close proximity between humans and animals, such as exists in some markets in China or Southeast Asia, where
people live close to livestock” cit. en Duclos.
6 “(…) Chinese President Xi Jinping declared after visiting the virus-stricken city of Wuhan that China would have won the "people's
war" against the coronavirus. Other world leaders followed suit, as the virus spread across the globe, invoking war imagery to describe
the healthcare emergency. "We are at war," President Emmanuel Macron told the French people in a televised speech (…) "We're not
up against another army or another nation. But the enemy is right there: invisible, elusive, but it is making progress." British Prime
Minister Boris Johnson declared on 17 March that his government would have acted "like any other wartime governments" to support
the British economy and take "steps that are unprecedented since World War II," calling the virus an "enemy that can be deadly." (…)
Donald Trump referred to himself as a "wartime president," (…) Angela Merkel, appealed for national unity in the name of a challenge
that she described as the greatest faced by the country since World War II –words that have been repeated, in a global context (…)” en
Carbonaro.

www.bioeticayderecho.ub.edu - ISSN 1886-5887


El COVID-19 como riesgo global – José María Monzón
Rev Bio y Der. 2020; 50: 295-313 | 301

dos cuestiones vitales: ¿qué cantidad de muertos está dispuesta a soportar una sociedad? y ¿cómo
se organiza la atención de las urgencias? La mortandad es inevitable y cuanto más la pandemia se
prolonga en el tiempo más muertos hay. La respuesta básicamente, pasa por: a) la reorganización
del triaje; b) la elaboración de guías de actuación para el personal sanitario, y c) la reformulación
de los fines del Estado para controlar esta emergencia, en un contexto donde existen
interdependencia económica y tecnológica, situaciones de grave desigualdad social, económica y
tecnológica, y una gran movilidad de personas y bienes.

Para observar lo que se hace examinamos dos de las guías elaboradas en Hispanoamérica.
Su lectura muestra, en términos generales, que son dirigidas no sólo al personal sanitario, en
particular, los médicos, sino también a los pacientes, sus familiares, y al Estado. Redactadas como
sugerencias o recomendaciones, algunas de ellas tienen carácter imperativo. Empero, el foco se
coloca en el/a médico/a, porque como lo advierte el documento argentino: la pandemia al
redefinir los alcances y metas de la medicina también busca aliviar el sufrimiento, profundizar el
cuidado de quienes no pueden ser curados, consolar en la agonía y procurar que las muertes se
transiten en condiciones de paz y dignidad.

Ahora bien, con relación a las guías a examinar una es del Colegio Mexicano de Medicina
Crítica (sus autores señalan que se basa en las recomendaciones de la SEMICYUC de Españ a) y la
otra –ya citada- es la de un conjunto de asociaciones médicas de la Argentina. De ellas extraemos
los siguientes puntos:

1. la reconversión hospitalaria debe hacerse de manera gradual “tratando de impactar en el


menor grado posible el resto del funcionamiento de un hospital”, y “podrá incluir la
suspensión súbita de los servicios no urgentes y redirigir los urgentes”;7

2. “el juicio clínico no puede ser sustituido por escalas de gravedad, pero pueden ser útiles para
su enfoque inicial”8. Al respecto se debe “contar con un sistema para diferenciar los casos en
que, por sus condiciones de vida y preferencias, no sean candidatos para solicitar el ingreso a
la UTI”;9

3. en caso de saturación o colapso de las UTIs, se priorizará la atención de los casos


potencialmente más recuperables, excluyendo a “los pacientes con mal pronóstico”, y a
quienes requieran recursos que no se pueden proporcionar;10

7 Colegio Mexicano de Medicina Crítica. 7.


8 Ídem, 16.
9 Ídem, 16.
10 Ídem, 67.

www.bioeticayderecho.ub.edu - ISSN 1886-5887


El COVID-19 como riesgo global – José María Monzón
Rev Bio y Der. 2020; 50: 295-313 | 302

4. se aplicarán los criterios de situaciones de medicina de catástrofe “manteniendo la justicia


distributiva y la asignación adecuada de los recursos;11

5. el racionamiento está justificado si todas las partes involucradas hicieron todos los esfuerzos
posibles para aumentar la disponibilidad de los recursos luego de haber evaluado cualquier
posibilidad de traslado de pacientes a otros centros12. En cualquier caso, se aplica el principio
de la transparencia13, y

6. se evitará en todo momento el abandono de los pacientes y sus familias y la discriminación de


cualquier tipo, “las víctimas aumentan en la misma medida que se acrecientan las fragilidades,
las inequidades sociales, las vulnerabilidades y el estigma”14. Se procurará siempre un trato
humanitario y compasivo a todos los pacientes. Y en los casos terminales se aplicarán las
medidas de voluntad anticipada si éstas están documentadas, y “las mejores prácticas de
medicina paliativa”15. Pero recordando el contexto de guerra en el cual se enmarca el manejo
del COVID-19 interesa remarcar este párrafo de la guía mexicana:

“Médicos, enfermeras, camilleros y todo el personal de salud constituyen la


primera línea en la batalla contra la pandemia por COVID-19 en beneficio de millones
de mexicanos y dicha primera línea merece y exige cuidado a través de la
implementación gubernamental de medidas preventivas de contagio durante la
atención a enfermos con COVID-19; haciendo un llamado respetuoso pero enérgico a las
autoridades para cuidar el activo más valioso que tienen en esta batalla: EL EQUIPO DE
SALUD, pues “ningún hospital podrá resistir si su personal enferma.”16

Esta apreciación es relevante porque el personal sanitario “sometido a exceso de carga física
y emocional”. Para ello se debe contar con “diversas estrategias y apoyo psicológico dictadas por
personal calificado”, ya que puede manifestarse “el sentimiento de sufrimiento moral”,
considerando que al/a profesional le corresponde determinar la mejor estrategia basada en su
propia moralidad, evitándole restricciones internas o externas que le impidan actuar como
estime.17

11 Ídem, p.67. “En la asignación de recursos (…) se deben aplicar criterios de idoneidad y tener en cuenta factores como, por ejemplo,
la edad, la comorbilidad, la gravedad de la enfermedad, el compromiso de otros órganos y la reversibilidad. Esta implícito que la
aplicación de un criterio de racionamiento es justificable sólo cuando se han empleado ya todos los esfuerzos de planificación y de
asignación de recursos” (Ídem, 66).
12 Sociedad Argentina de Medicina, Sociedad de Medicina Interna de Córdoba, Sociedad de Medicina Interna General, et al., 2.
13 Ídem, 4.
14 Ídem, 5.
15 Colegio Mexicano de Medicina Crítica, 67.
16 Ídem, 68, (los destacados en el original).
17 Ídem, 72.

www.bioeticayderecho.ub.edu - ISSN 1886-5887


El COVID-19 como riesgo global – José María Monzón
Rev Bio y Der. 2020; 50: 295-313 | 303

En este sentido, las guías junto con los protocolos, “deben interpretarse de forma
individualizada para cada paciente y siempre deberá prevalecer el juicio clínico”18, acorde a la
proporcionalidad terapéutica, valorando los factores objetivos de naturaleza médico-técnica,
adecuando los recursos con la situación del/a paciente19, buscando “optimizar la calidad en la
sobrevida”.20

Asimismo se valorizarán los factores subjetivos del/a paciente/a junto con su familia, de
modo de reforzar la autonomía de los pacientes, “a sabiendas que la justicia debe prevalecer sobre
la autonomía”21, subrayando que el criterio medico está por encima de las recomendaciones
generales, siempre que sea razonado, argumentado y se haya consensuado en la sesion clinica
diaria y/o por el comite de ética hospitalaria22. Se habla de “armonizar esquemas deontológicos y
utilitaristas”23. Empero, si no se puede recurrir al Comité se recomienda que cada unidad aplique
sus indicadores de pronóstico vital, y como en una guerra, si el/la medico/a intensivista no tiene
tiempo para lograr consensos o está desbordado/a, éste/a asumirá la responsabilidad de tomar
decisiones difíciles en ese momento24. Por eso, las orientaciones éticas “no desplazan la
responsabilidad individual y profesional”, lo que se pretende es aligerar el agobio o sufrimiento
moral de los trabajadores25, resaltando que los valores y principios orientadores son la dignidad
de la persona humana, la solidaridad, la justicia y la equidad.26

Un punto conexo es el del consentimiento informado. Acerca de éste se establece que debe
solicitarse a los/as pacientes o a sus familiares; si aquel/a no está lúcido/a, recomendándose que

18 Ídem, p. 3.
19 “Las decisiones de adecuación terapéutica, idealmente, se deben consensuar con el paciente y/o familiares, pero en esta situación
excepcional puede ser difícil tomar decisiones y puede llegar a ser necesario intentarlo incluso por vía telefónica o video llamada. En
estos casos, si no hay posibilidad de consensuar las decisiones, recordar que el garante de la toma de decisiones es el equipo sanitario
del paciente” (Ídem, 67).
20 Sociedad Argentina de Medicina, Sociedad de Medicina Interna de Córdoba, Sociedad de Medicina Interna General, et al., 7.
21 Ídem, 2.
22 Colegio Mexicano de Medicina Crítica, ob. cit., p. 67.
23 Sociedad Argentina de Medicina, Sociedad de Medicina Interna de Córdoba, Sociedad de Medicina Interna General, et al., 7.
24 Colegio Mexicano de Medicina Crítica, 66.
25 “Se debe atender a la situación de estrés moral de los profesionales, aplicando medidas para prevenir y tratar para el síndrome de
desgaste profesional (burnout) de los profesionales” (Ídem, 67).
26 El documento afirma que la dignidad personal es un valor esencial e intrínseco y que cada persona es un fin en sí misma y la
transforma en un ser único e irrepetible, lo que lleva a “enfatizar la importancia de la calidad y el sentido de la vida para cada uno de
los pacientes”. La solidaridad debe ser el principio rector de la salud colectiva, presentándose como “un dique de contención frente a
la desigualdad y la discriminación social”, especialmente cuando entre sus víctimas “se acrecientan las fragilidades, las inequidades
sociales, las vulnerabilidades y el estigma”; y “no es la mejor opción, es la única opción”. En cuanto a la justicia y la equidad son
principios esenciales para la asignación de recursos, siendo la primera la “virtud de cualquier sistema de elección o triaje”. Y la igualdad
implica evitar, por ejemplo, “la exclusión por el mero hecho de la edad, sin consideraciones adicionales sobre valores pronósticos” en
Sociedad Argentina de Medicina, Sociedad de Medicina Interna de Córdoba, Sociedad de Medicina Interna General, et al., 5-6.

www.bioeticayderecho.ub.edu - ISSN 1886-5887


El COVID-19 como riesgo global – José María Monzón
Rev Bio y Der. 2020; 50: 295-313 | 304

sea verbal o mediante fotografía del documento, sin firma. Si no está en condiciones de brindarlo
y no está presente la familia y no se puede establecer comunicación telefónica, se iniciará el
tratamiento y se solicitará posteriormente el consentimiento diferido.27

Por último, con relación a la actuación estatal se observa lo siguiente: tanto el tratamiento
de los pacientes como las consecuencias del COVID-19 conllevan pérdidas e impactos humanos,
materiales, económicos y ambientales28. Por eso se advierte que el Estado tenga en cuenta que “en
tiempos de desastre (…) suelen potenciarse ciertas hegemonías que promueven una
mercantilización de la salud, aprovechamiento inescrupuloso y corrupción”29. La otra cara de esto
es la posibilidad –tal vez cierta – de que la actuación estatal genere o acentúe la recesión, la
inflación y el desempleo, y aumente la escasez de recursos humanos, de bienes y de servicios30. De
todas maneras queda claro que al Estado le corresponde el papel central en el manejo del COVID-
19 sin que ello implique una restricción indebida de los derechos y libertades fundamentales31,
“El gran dilema ético con esta pandemia es cómo proteger a las personas vulnerables mientras se
permite la mayor cantidad posible de vida normal y actividad económica”.32

27 Ídem, 13.
28 “COVID-19 diminished economic activity required trillions of dollars in response packages and is likely to cause structural shifts in
the global economy going forward, as countries plan for recovery and revival. A build-up of debt is likely to burden government budgets
and corporate balances for many years (…) emerging economies are at risk of submerging into a deeper crisis (…)” en World Economic
Forum. (2020). COVID-19 Risks Outlook, A Preliminary Mapping and Its Implications.
29 Sociedad Argentina de Medicina, Sociedad de Medicina Interna de Córdoba, Sociedad de Medicina Interna General, et al., 4. Por eso,
el documento mexicano citado resalta la necesidad de tener una reserva estratégica de medicamentos e insumos.
30 En el caso argentino se observa que “La disminución de la actividad económica, consecuencia de la pandemia y la cuarentena, generó
un marcado descenso en la actividad laboral y, por ende, en los ingresos de los hogares (…) En este marco se observa un fuerte
incremento de las desigualdades sociales, agravando y profundizando las características estructurales de un modelo de desarrollo
segmentado y desigual. Entre los sectores más perjudicados cabe destacar tanto a los hogares de sectores de trabajadores formales de
pequeñas y medianas empresas como de trabajadores informales pobres (asalariados o autónomos), pero también a las clases medias
bajas de trabajadores autónomos cuasi-informales. Entre ellos el impacto de la caída de los ingresos fue más importante que eventuales
o ausentes asistencias sociales” en Bonfiglio, J.I.; Salvia, A. y Vera, J. (2020). Deterioro de las Condiciones Económicas de los Hogares y
Desigualdades Sociales en Tiempos de Pandemia. 6-7.
31 Cf. European Data Protection Board. (2020). Guidelines 04/2020 on the use of location data and contact tracing tools in the context
of the COVID-19 outbreak.
32 Sociedad Española de Medicina Intensiva, Crítica y Unidades Coronarias. (2020). Recomendaciones Éticas para la Toma de
Decisiones en la Situación Excepcional de Crisis por Pandemia Covid-19 en las Unidades de Cuidados Intensivos. España, 4, (destacado
en el original).

www.bioeticayderecho.ub.edu - ISSN 1886-5887


El COVID-19 como riesgo global – José María Monzón
Rev Bio y Der. 2020; 50: 295-313 | 305

4. Entre los principios y la practica

A fin de evaluar las recomendaciones expuestas conviene reparar previamente en un dato:


“L’urgentiste doit ici faire preuve d’aptitudes multiples pour à la fois faire de la médecine, éviter
ou gérer les conflits, rassurer, donner la lisibilité pour chaque partenaire, et forger la
connaissance”33. La multiplicidad de funciones los acerca a los escenarios de una guerra real,
donde junto al saber científico del personal sanitario, cuentan la experiencia, la concepción ética
y del mundo, y la necesidad de resolver problemas “en el terreno”. Por lo tanto, importa ordenar
las prioridades.

Sobre esto Valérie Wolff recuerda que los servicios de urgencia creados inicialmente para
responder a las patologías agudas y graves con el tiempo comenzaron a atender pacientes que no
revestían gravedad, que iban más bien por consulta, y a pacientes con problemas sociales (por
ejemplo, vagabundos). Esto requirió un orden de prioridades eligiéndose como criterio la
gravedad de la situación34. Pero, Wolff subraya, la gestión de las prioridades es compleja y
circunstancial a un mismo tiempo. Es compleja porque se vincula con exigencias contradictorias,
las de quienes acuden por urgencias verdaderas y la de quienes sólo estiman que tienen una
urgencia. Es circunstancial porque manifiesta que cuanto más el hecho se aleja de la urgencia más
la movilización de los profesionales queda expuesta al peso de las circunstancias (el flujo de
pacientes, las iniciativas del personal, la fatiga, etc.). Por eso, se insiste que la tarea principal es el
tratamiento de las urgencias verdaderas35. Es lo que exponen las guías citadas.

En este punto, el problema crítico es la adecuación por parte del/a médico/a del
procedimiento previsto en cada paciente. Aquí se contrapone la formación y la experiencia
recibidas con las diferentes culturas y los principios de la bioética36. No es lo mismo preservar la
autonomía del paciente que su bienestar o su salud en sentido integral o el respeto a su cultura no
occidental.37

33 Danet, F.; Bremond, M. y Robert, D. 107.


34 Wolff, 2-3.
35 Fassin D., La raison humanitaire: Une histoire morale du temps présent, cit en Wolff, 7.
36 “Consider too the role of moral, political, and social philosophy in bioethics. Unless stated otherwise, philosophy for most scholars
means Western philosophical systems of thought in bioethics” en Chattopadhyay, S. y De Vries, R. 4 (las cursivas en el original).
37 Por ejemplo, “African anthropology understands that humans are homo patients and one’s health or illness is closely related to the
relationship of a person to their community and to the creator of life” Chummar cit. en Kanu, 7.

www.bioeticayderecho.ub.edu - ISSN 1886-5887


El COVID-19 como riesgo global – José María Monzón
Rev Bio y Der. 2020; 50: 295-313 | 306

Para Yepes Stork la cuestión pasa por el carácter biográfico de la vida del/a médico/a que
“reside en que las tareas y trayectorias de que se compone”, en su libertad, y en el modo que realiza
una elección justificada, el por qué y el para qué afrontarlas38. O como escribe Herranz Rodríguez:

“(el/a médico/a) debe decidir qué es lo bueno para este enfermo, y no lo que sería
bueno para los enfermos en general, o para la ciencia de la Medicina, o para la totalidad
de la sociedad. Ahí está el nudo que, en la buena práctica, enlaza necesariamente Ciencia
y Ética.”39

El tema es conocer hacia dónde apunta el acto voluntario.40

Una de las críticas reiteradas entre los/as graduados/as universitarios/as es la distancia


que existe entre lo que se enseña y la realidad. La resolución de los casos concretos requiere
conciliar lo aprendido con los/as pacientes reales, porque la realidad es más compleja de lo que
se ha aprendido. Más, con el tiempo, el estudio continuo y la experiencia ayudan a sortear los
obstáculos. Por eso, importa la biografía.

Y si bien, en principio, las guías y recomendaciones resuelven el qué hacer hic et nunc,
conviene reflexionar sobre la advertencia expuesta por Spaemann “lo evidente no aparece en
estado puro. Ningún ethos real, con validez en una sociedad, es evidente a secas, ya que acarrea
consigo ciertos rasgos de ignorancia, opresión y apremio” (Spaemann, 2005: 16). Aunque como
nota Spaemann, esto no quita que haya comportamientos mejores que otros, “mejores en
absoluto, no mejores para alguien o en relación con determinadas normas culturales” (Spaemann,
2005: 33). El camino para distinguir unas conductas de otras pasa por investigar el acto humano.
Y este es un problema de ética.

Como señala Pardo (a quien seguimos) la encíclica Veritatis Splendor, acorde con el
planteamiento tomista, puntualiza refiriéndose a la decisión de la voluntad, dice que “el objeto del
acto del querer es un comportamiento elegido libremente”41. Porque “lo que se juzga al estudiar
la actuación del hombre desde el punto de vista moral es la corrección de la voluntad, si el hombre
elige los objetivos que le son adecuados”. Esto conlleva considerar la reflexión antes que el objeto,
el fin y las circunstancias del acto moral. De ahí que diga que “Quien no reflexiona antes de actuar
es porque no quiere, y eso es moralmente imputable”. Una previsión adecuada “abarca el suceder
material de los hechos y las consecuencias previsibles”. Esa reflexión “sólo es posible como acto
de la virtud de la prudencia” (Pardo, 2008: 87-89).

38 Yepes Stork, 346 (las cursivas en el original).


39 Herranz Rodríguez, 328.
40 Pinckaers cit. en Pardo, 87.
41 Juan Pablo II, Carta Encíclica Veritatis Splendor. N° 78 cit. en Pardo, 87.

www.bioeticayderecho.ub.edu - ISSN 1886-5887


El COVID-19 como riesgo global – José María Monzón
Rev Bio y Der. 2020; 50: 295-313 | 307

Ahora bien ¿esto implica aceptar la presencia de una moral objetiva?

Sí, si por ello se entiende “una referencia fija para la bondad de la conducta que vige en todos
los actos voluntarios”. Por consiguiente, “hay que evitar la confusión, relativamente frecuente, que
asocia la fijeza del orden moral objetivo con la fijeza de la realidad material”. Entonces, “la
inmutabilidad del orden moral no se deriva de la realidad física sobre la que versan las elecciones
del sujeto que actúa, sino que se deriva de las leyes naturales internas al sujeto que actúa (…) La
expresión “ley moral objetiva” se refiere a la ley natural interior al sujeto que actúa” (Pardo, 2008:
94-95).

Desde esta perspectiva ¿son los principios convenidos de la bioética (autonomía,


beneficencia, no maleficencia y justicia) los más ajustados a lo que hay qué hacer? El primer dato
a tener en cuenta para responder muestra que:

“(…) the Western world, and especially the United States, has turned away from a
uniform reliance on religious principles and toward secular principles for answers. The
medical community has been no exception. Several such principles, such as autonomy,
beneficence, no maleficence, and fairness, are now generally accepted. These have
guided ethical thinking and have been instrumental in forming health care policies in
the United States and other Western countries over the past three decades.” (Iserson,
2016: 516)

Las fuentes de esos principios dominantes en la bioética occidental son el utilitarismo y el


pensamiento kantiano, derivados de la cultura norteamericana, presentes en los documentos
citados y en la formación médica. Las controversias que generan su aplicación involucran a la
metafísica y a la antropología, y si se quiere, a la teología cristiana. En este sentido, es significativo
que se formule una bioética laica. Pero para no desviarnos de la pregunta formulada veamos
primero el utilitarismo.

Para Bentham:

“By the principle of utility is meant that principle which approves or disapproves
of every action whatsoever, according to the tendency it appears to have to augment or
diminish the happiness of the party whose interest is in question: or, what is the same
thing in other words, to promote or to oppose that happiness” (1781, 2).42

42 En esa línea Peter Singer dice “the utilitarian position is a minimal one, a first base which we reach by universalizing self-interested
decision making. We cannot, if we are to think ethically, refuse to take this step. If we are to be persuaded that we should go beyond
utilitarianism and accept non-utilitarian moral rules or ideals, we need to be provided with good reasons for taking this further step.
Until such reasons are produced, we have some grounds for remaining utilitarians” (1992, 13).

www.bioeticayderecho.ub.edu - ISSN 1886-5887


El COVID-19 como riesgo global – José María Monzón
Rev Bio y Der. 2020; 50: 295-313 | 308

Su dificultad mayor es el acento puesto en las consecuencias porque la realizar esto no da


cuenta del acto moral en su totalidad. Como Pardo observa “al valorar los efectos de una acción
desde el punto de vista moral”, se debe considerar “si es bueno o malo querer esos efectos”. Luego,
“Si, para conseguir un bien se tolera un mal mayor que ese bien, esa voluntad será mala. Si para
conseguir un bien se tolera un mal menor, esa voluntad será buena” (Pardo, 2008: 99-100).

No es esto lo que se considera cuando se dice en una guía que en caso de saturación o
colapso de las UTIs, se priorizará la atención de los casos potencialmente más recuperables,
excluyendo a “los pacientes con mal pronóstico”, y a quienes requieran recursos que no se pueden
proporcionar43. Este criterio presupone una selección entre los pacientes lo que no es acorde con
el respeto que todo ser humano merece44. No hay vidas más valiosas que otras45. Esto nos remite
a la ontología. Sólo la consideración del otro –el paciente- como otra persona, fundamenta la
conducta debida por parte del personal sanitario. Sin embargo, este campo ha quedado fuera de
los principios de la bioética de origen norteamericano como consecuencia de su concepción
fragmentada de la ética.

Si estudiamos la segunda fuente mencionada: el pensamiento kantiano, el eje está en la


noción de autonomía. Para Kant la autonomía de la voluntad es el principio supremo de la
moralidad, “Morality is, then, the relation obtaining betwixt action and the autonomy of the will:
actions in harmony with autonomy of will are allowed and lawful; what actions are incompatible
with it are disallowed and unlawful” (1796, 41). Por lo tanto, “Autonomy of Will is that quality of
will by which a will (independently of any object willed) is a law to itself. The principle of
autonomy, therefore, is to choose such maxims singly as may be willed law universal” (1796, 41).

La autonomía implica libertad y autolegislación. Desde este punto de vista es la persona


quien determina la moralidad. No hay lugar para la ley natural (al igual que en el utilitarismo) lo
que es coherente con su idea de tensión entre la autonomía y la heteronomía. Pero además la
autonomía implica dar primacía al sujeto por sobre la realidad. La consecuencia de esto es que
cuando se da ese lugar al yo no sólo todo gira alrededor de él sino que también él se convierte en
la medida o la regla de todas las cosas. Es la defensa de la libre voluntad. Es la defensa de la
soberanía de la voluntad. Por consiguiente, como nota Espinosa Ares tanto lo justo, como el bien,

43 Colegio Mexicano de Medicina Crítica, p. 67.


44 “Derrière le modèle officiel prescriptif se trouve une réalité autrement complexe, susceptible d’adaptations, d’arrangements,
d’ajustements, dérogeant à la rigueur des normes officielles, pour s’ouvrir à la particularité des cas complexes et à la variété des
situations. La diversité des problèmes rencontrés et les difficultés exceptionnelles que présentent les patients peuvent bouleverser les
normes établies et amener le professionnel à redéfinir le sens de l’urgence” (Wolff, 3).
45 “Generally, we are more prone to have affective reactions when we react to named individuals. When we deliberate more, we lose
affect as we see that we are over-reacting to a person who is merely representative of a larger group” en Kelman, 97. El problema se
puede entender como una variante del trolley car case, cf. Thomson, 1395-1415.

www.bioeticayderecho.ub.edu - ISSN 1886-5887


El COVID-19 como riesgo global – José María Monzón
Rev Bio y Der. 2020; 50: 295-313 | 309

como la verdad, no se inducen del ser en sí sino que lo justo, la racionalidad y la libertad, se
encuentran sólo en la conciencia humana, “para Kant, la razón subjetiva sólo cabe desde el
protagonismo de un yo dueño de su propia existencia” (Espinosa Ares, 2011: 111-116).

5. A modo de fin y comienzo

En este trabajo expusimos algunos problemas y posibles soluciones pues no fue mi propósito
cerrar las cuestiones tratadas sino sólo apuntar a ciertos conflictos derivados del tratamiento
¿improvisado? del COVID-19. Por eso estimé más adecuado mostrar problemas, caminos de
solución, y sobre todo, hacer luz en la conciencia de cada persona involucrada, en lo que ella puede
ver, analizar y determinar cuál es la mejor conducta a seguir en el marco de las urgencias en que
nos ha colocado esta pandemia. O dicho en otras palabras, ¿cuál es el mayor bien que se puede
seguir de cada comportamiento? Porque de pronto despertamos con profecías auto-cumplidas, si
repasamos todos los avisos que se han brindado en múltiples informes científicos. Por
consiguiente, ya no importa reprochar lo que no se ha hecho sino que interesa mirar al presente
y al futuro. Y aprecio que esto se esclarece si se restaura el lugar y el papel del orden moral objetivo
en vez de buscar soluciones fundadas en la primacía del resultado o en el afianzamiento del poder
de algún Estado en particular. No estamos en una competencia ni en una guerra. Tenemos delante
de personas que sufren y que mueren, que se estresan y que se desaniman en la urgencia médica,
todos necesitan asistencia no sólo material sino espiritual. Esto escapa a la bioética lo que no
significa que ella haya perdido valor. Más bien, es un tema de ordenación de los fundamentos de
nuestro actuar por medio de una moral objetiva. Aquí estimo se encuentra la fuente de resolución
de los conflictos planteados. Por supuesto, esto sujeto a toda crítica que demuestre una mejor
opción de conducta.

Referencias bibliograficas

 Bentham, J. (1988). An Introduction to the Principles of Morals and Legislation. New York:
Prometheus Books. (Versión original 1781).

 Bonfiglio, J.I.; Salvia, A. y Vera, J. (2020). Deterioro de las Condiciones Económicas de los Hogares
y Desigualdades Sociales en Tiempos de Pandemia, Buenos Aires: Observatorio de la Deuda
Social Argentina, Pontificia Universidad Católica Argentina. Disponible en
http://wadmin.uca.edu.ar/public/ckeditor/Observatorio%20Deuda%20Social/Documentos

www.bioeticayderecho.ub.edu - ISSN 1886-5887


El COVID-19 como riesgo global – José María Monzón
Rev Bio y Der. 2020; 50: 295-313 | 310

/2020/2020-OBSERVATORIO-SOCIOECONOMICO-INFORME-TECNICO-SERIE-IMPACTO-
SOCIAL-COVID-19%20AMBA.pdf [Consulta: 25 junio 2020].

 Bostrom, N. (2002). Existential Risks: Analyzing Human Extinction Scenarios and Related
Hazards. Journal of Evolution and Technology. 9, Disponible en
https://www.nickbostrom.com/existential/risks.html [Consulta: 4 enero 2016].

 Carbonaro, G. (2020). Can we compare the COVID-19 pandemic to a world war?, CGTN.
Disponible en https://newseu.cgtn.com/news/2020-05-08/Can-we-compare-the-COVID-19-
pandemic-to-a-world-war--Qhw25Ig9Fe/index.html [Consulta: 12 junio 2020].

 Colegio Mexicano de Medicina Crítica. (2020). Guía para la Atención del Paciente Crítico con
Infección por COVID-19. México. Disponible en https://www.flasog.org/static/COVID-
19/11_Abril_20_Final_compressed.pdf [Consulta: 19 de junio 2020].

 Condorcet, (1822). Esquisse d'un Tableau Historique des Progrès de l´Esprit Humain, Suivie de
Réflexions sur l'esclavage des Nègres. Paris: Chez Masson et Fils, Libraires. Disponible en
https://gallica.bnf.fr/ark:/12148/bpt6k281802/f3.image.

 Chan, M. (200). Address to the ASEAN+3 Health Ministers’ Special Meeting on Influenza A
(H1N1), Bangkok, Thailand (Via videoconference). Disponible en
https://www.who.int/dg/speeches/2009/asean_influenza_ah1n1_20090508/en/ [Consulta:
10 junio 2020].

 Chattopadhyay, S. y De Vries, R. (2008). Bioethical concerns are global, bioethics is Western.


Eubios Journal of Asian and International Bioethics. 18, 4, 106-109. Disponible en
https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC2707840/ [Consulta: 12 junio 2020].

 Danet, F.; Bremond, M. y Robert, D. (2006). Le Travail du Médecin aux Urgences: Reniement,
Adaptation ou Transformation? Nouvelle revue de psychosociologie. 1. 103-116. Disponible en
https://www.cairn.info/revue-nouvelle-revue-de-psychosociologie-2006-1-page-103.html
[Consulta: 9 junio 2020].

 Duclos, M. (2020). Is COVID-19 a Geopolitical Game-Changer?. Disponible en


https://www.institutmontaigne.org/en/blog/COVID-19-geopolitical-game-changer
[Consulta: 12 junio 2020].

 Espinosa Ares, J. M. (2011). El Idealismo Jurídico Kantiano. Una Crítica de la Crítica. RDUNED.
Revista de Derecho UNED, 8, 107-126. Disponible en http://e-
spacio.uned.es/fez/eserv.php?pid=bibliuned:RDUNED-2011-8-5040&dsID=Documento.pdf
[Consulta: 8 septiembre 2018].

www.bioeticayderecho.ub.edu - ISSN 1886-5887


El COVID-19 como riesgo global – José María Monzón
Rev Bio y Der. 2020; 50: 295-313 | 311

 European Data Protection Board. (2020). Guidelines 04/2020 on the use of location data and
contact tracing tools in the context of the COVID-19 outbreak. Disponible en
https://edpb.europa.eu/sites/edpb/files/files/file1/edpb_guidelines_20200420_contact_tra
cing_COVID_with_annex_en.pdf [Consulta: 18 junio 2020].

 Herranz Rodríguez, G. La enseñanza de la ética en la formación del médico. En: Lavados M., M.;
Monge E., J. I.; Quintana V., C. y Serani M., A. (eds). (1990). Problemas contemporáneos en
Bioética. (pp. 325-338). Santiago de Chile: Ediciones Universidad Católica de Chile.

 Iserson, K. V. (2006). Ethical Principles-Emergency Medicine. Emergency Medicine Clinics of


North America, 24, 3, 513-545. Disponible en
https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC7127201/pdf/main.pdf [Consulta: 12 junio
2020].

 Kant, I. The Metaphysics of Ethics. (1886). (3rd edition). Trans. J.W. Semple, ed. with
Iintroduction by Rev. Henry Calderwood. Edinburgh: T. & T. Clark. (Versión original 1781).
Disponible en http://oll-resources.s3.amazonaws.com/titles/1443/Kant_0332_EBk_v6.0.pdf
[Consulta: 12 marzo 2019].

 Kanu, I. A. (2017). Igwebuike as the Consummate Foundation of African Bioethical Principles.


Nnadiebube Journal of Philosophy. 1. 1, 1-13. Disponible en
http://journals.ezenwaohaetorc.org/index.php/NJP/article/view/245/179 [Consulta: 12
junio 2020].

 Kelman, M. (2011). Saving Lives, Saving From Death, Saving From Dying: Reflections On ‘Over-
Valuing’ Identifiable Victims. 11, 1, 51-99. Yale Journal of Health Policy, Law & Ethics. [Consulta:
16 diciembre 2017].

 Naciones Unidas. (2016). Informe del grupo de trabajo intergubernamental de expertos de


composición abierta sobre los indicadores y la terminología relacionados con la reducción del
riesgo de desastres, A/71/644. Disponible en https://undocs.org/pdf?symbol=es/A/71/644
[Consulta: 6 junio 2018].

 Nuclear Threat Initiative, John Hopkins Center for Global Health Security, and Economist
Intelligence Unit. The Global Health Security Index. (2019). Disponible en
https://www.ghsindex.org/wp-content/uploads/2020/04/2019-Global-Health-Security-
Index.pdf [Consulta: 18 junio 2020].

 Osterholm, M. T. (2006). En previsión de la próxima pandemia. Salud Pública de México, 48, 3,


279-285. (publicado originalmente en Foreign Affairs en Español, 2005), Disponible en
http://saludpublica.mx/index.php/spm/article/view/6696/8344 [Consulta: 10 junio 2020].

www.bioeticayderecho.ub.edu - ISSN 1886-5887


El COVID-19 como riesgo global – José María Monzón
Rev Bio y Der. 2020; 50: 295-313 | 312

 Pardo, A. (2008). Sobre el acto humano: aproximación y propuesta. Persona y Bioética, 12, 2,
78-107.

 Singer, P. (1992). Practical Ethics. New York: Cambridge University Press.

 Spaemann, R. (2005). Ética. Cuestiones fundamentales. Versión española y prólogo José María
Yanguas. (7ta ed.). Pamplona: EUNSA. (Versión original en alemán Moralische Grundbergriffe.
Munich. Beck Verlagbuchhandlung, 1982).

 Sociedad Argentina de Medicina, Sociedad de Medicina Interna de Córdoba, Sociedad de


Medicina Interna General, et al. (2020). Recomendaciones Intersocietarias para Asignación de
Recursos Basados en Guías Éticas, Atención Paliativa y Criterios de Ingreso/ Egreso en
Cuidados Críticos durante la Pandemia COVID-19. Argentina, Disponible en
https://www.sati.org.ar/images/Documento_final_para_publicar_en_cada_sociedad.pdf
[Consulta: 19 de junio 2020].

 Sociedad Española de Medicina Intensiva, Crítica y Unidades Coronarias. (2020).


Recomendaciones Éticas para la Toma de Decisiones en la Situación Excepcional de Crisis por
Pandemia COVID-19 en las Unidades de Cuidados Intensivos. España. Disponible en
https://semicyuc.org/wp-content/uploads/2020/03/%C3%89tica_SEMICYUC-COVID-
19.pdf [Consulta: 19 junio 2020].

 Sontag, S. (2003). La enfermedad y sus metáforas y El sida y sus metáforas. (2da. ed.). Buenos
Aires: Taurus. (Versión original en inglés Illness as methaphor y Aids and its metaphors. 1978
y 1978).

 Thomson, J. J. The Trolley Problem. (1985). Yale Law Journal, 94, 1395-1415. [Consulta: 16
diciembre 2017].

 UNISDR. (2015). Marco de Sendái para la Reducción del Riesgo de Desastres 2015-2030.
Ginebra. Disponible en
https://www.unisdr.org/files/43291_spanishsendaiframeworkfordisasterri.pdf [Consulta: 6
junio 2018].

 Wells, H. G. (1898). The War of the Worlds, disponible en


https://www.gutenberg.org/files/36/36-h/36-h.htm.

 Wolff, V. (2016). Le sens de l’urgence à l’hôpital. BioéthiqueOnline. 5, 5-37. Disponible en


https://doi.org/10.7202/1044295ar [Consulta: 9 junio 2020].

 World Economic Forum. (2020). COVID-19 Risks Outlook, A Preliminary Mapping and Its
Implications. In partnership with Marsh & McLennan and Zurich Insurance Group, Geneva.

www.bioeticayderecho.ub.edu - ISSN 1886-5887


El COVID-19 como riesgo global – José María Monzón
Rev Bio y Der. 2020; 50: 295-313 | 313

Disponible en https://www.weforum.org/reports/COVID-19-risks-outlook-a-preliminary-
mapping-and-its-implications [Consulta: 6 junio 2020].

 World Economic Forum. (2010). Global Risks 2010. A Global Risk Network Report. A World
Economic Forum Report in collaboration with Citi, Marsh & McLennan Companies (MMC),
Swiss Re, Wharton School Risk Center, Zurich Financial Services. Geneva. Disponible en
http://www3.weforum.org/docs/WEF_Global_Risks_Report_2010.pdf [Consulta: 6 junio
2020].

 Yepes Stork, R. (1997). La Persona como Fuente de Autenticidad de las Acciones Morales. En:
El primado de la persona en la moral contemporánea. XVII Simposio Internacional de Teología
de la Universidad de Navarra, Coord. por Antonio Quirós, et al. Servicio de Publicaciones de
la Universidad de Navarra. 339-360. Disponible en
https://dadun.unav.edu/bitstream/10171/5579/1/RICARDO%20YEPES%20STORK.pdf
[Consulta: 8 septiembre 2018].

Fecha de recepción: 1 de julio de 2020


Fecha de aceptación: 6 de julio de 2020

www.bioeticayderecho.ub.edu - ISSN 1886-5887


Inteligencia artificial y Big Data como soluciones frente a la COVID-19 – Jairo Márquez Díaz
Rev Bio y Der. 2020; 50: 315-331

Revista de Bioética y Derecho


Perspectivas Bioéticas
www.bioeticayderecho.ub.edu - ISSN 1886-5887

DOSSIER CUESTIONES BIOÉTICAS DE LA PANDEMIA COVID-19

Inteligencia artificial y Big Data como soluciones frente a la


COVID-19

Artificial Intelligence and Big Data as solutions to COVID-19

Intel·ligència Artificial i Big Data per fer front a la COVID-19

JAIRO MÁRQUEZ DÍAZ *

* Jairo Márquez Díaz. Doctor en Educación. Ingeniero de Sistemas, Especialista en docencia universitaria, en
Bioética, en Actuaria y Ciberseguridad, Universidad de Cundinamarca (Colombia). Email:
nanotechrd@gmail.com.

Copyright (c) 2020 Jairo Márquez Díaz


Esta obra está bajo una licencia de Creative Commons Reconocimiento-NoComercial-SinObraDerivada
4.0 Internacional.
Inteligencia artificial y Big Data como soluciones frente a la COVID-19 – Jairo Márquez Díaz
Rev Bio y Der. 2020; 50: 315-331 | 316

Resumen
La inteligencia artificial y el Big Data se articulan para poder lidiar con diferentes problemas
relacionados con el análisis de datos masivos, en particular información de la COVID-19. En el
presente artículo se muestran algunos proyectos de investigación relacionados con el aprendizaje
profundo, el aprendizaje automático, el Big Data y la ciencia de datos, tendientes a dar soluciones
plausibles bien en el monitoreo, detección, diagnóstico y tratamiento de las enfermedades
asociadas con el virus. Con esto en mente, se muestra la correspondencia entre las tecnologías
disruptivas y la información crítica, creando sinergias que permiten elaborar sistemas más
avanzados de estudio y análisis facilitando la obtención de datos relevantes para la toma de
decisiones sanitarias.
Palabras clave: algoritmos de aprendizaje; analítica avanzada; aprendizaje automático;
aprendizaje profundo; ciencia de datos; pandemia; representación de datos; COVID-19.

Abstract
Artificial intelligence and Big Data are articulated to be able to deal with different problems
related to the analysis of big data, in particular, information from the COVID-19. In this sense, this
article shows some research projects related to deep learning, machine learning, Big Data and data
science, aimed to provide plausible solutions in monitoring, detection, diagnosis and treatment of
diseases associated with the virus. The correspondence between disruptive technologies and
critical information is shown, creating synergies that allow the development of more advanced
systems of study and analysis, facilitating the obtaining of relevant data for health decision-
making.
Keywords: learning algorithms; advanced analytics; machine learning; deep learning; data
science; pandemic; data representation; COVID-19.

Resum
La Intel·ligència Artificial i el Big Data s'articulen per poder fer front a diferents problemes
relacionats amb l'anàlisi de dades massiu, concretament, informació relativa a la COVID-19. En
aquest sentit, en el present article es mostren alguns projectes d'investigació relacionats amb
l'aprenentatge profund, l'aprenentatge automàtic, el Big Data i la ciència de dades, capaços de donar
solucions plausibles en el monitoratge, detecció, diagnòstic i tractament de les malalties associades
amb el virus. Amb això en ment, es mostra la correspondència entre les tecnologies disruptives i la
informació crítica, creant sinergies que permeten elaborar sistemes més avançats d'estudi i anàlisi
facilitant l'obtenció de dades rellevants per a la presa de decisions sanitàries.
Paraules clau: algorismes d'aprenentatge; analítica avançada; aprenentatge automàtic;
aprenentatge profund; ciència de dades; pandèmia; representació de dades; COVID-19.

www.bioeticayderecho.ub.edu - ISSN 1886-5887


Inteligencia artificial y Big Data como soluciones frente a la COVID-19 – Jairo Márquez Díaz
Rev Bio y Der. 2020; 50: 315-331 | 317

1. Introduccion

La pandemia ocasionada por la COVID-19 en el año 2020 (Sohrabi, et al., 2020) desencadenó un
efecto devastador en la economía y salud en la población mundial, cuyas implicaciones sociales
para los próximos años es aún incierta. Para la detección del COVID-19 se emplean dos tipos de
pruebas estándar: la prueba viral que indica si el paciente está infectado y la prueba de
anticuerpos que permite observar si el paciente ha tenido previamente una infección. Estas
pruebas emplean técnicas como la transcripción inversa y reacción en cadena de la polimerasa
(RT-PCR), el flujo lateral inmunocromatográfico o test rápido y el inmunoensayo de tipo ELISA.

Aunque las técnicas son refinadas, su sensibilidad en cuanto a las muestras es relativa. El
problema surge en el procedimiento de recolección de las pruebas que se realiza manualmente, a
lo que se suma la ingente cantidad de información que se requiere procesar, tales como datos
relacionados con la rápida trasmisión, dinámica molecular y celular del virus, trazabilidad acerca
de la susceptibilidad poblacional y étnica asociadas con la pandemia, incluso el monitoreo del
nivel de riesgo de empleados en una empresa, entre otros aspectos.

Una alternativa complementaria a las técnicas mencionadas es el uso de la inteligencia


artificial (IA), el Big Data y otras tecnologías disruptivas relacionadas con el análisis de datos
masivos, que permiten realizar estudios pormenorizados en diferentes escalas estadísticas,
imagenológicas y probabilísticas de información, condensadas en los denominados sistemas de
representación de datos o dataset. En consecuencia, se vislumbra un sinnúmero de aplicaciones
en el área de la salud en sus diferentes niveles optimizado los procesos de diagnóstico temprano
minimizando los riesgos asociados a una nueva pandemia a nivel global por causa del COVID-19
y/o cualquier otro virus.

Existen tecnologías disruptivas como la inteligencia artificial y la computación inteligente,


manifiestas a través del aprendizaje máquina (Machine Learning) y el aprendizaje profundo (Deep
Learning). Combinados con la ciencia de datos, el Big Data y la analítica de datos avanzada, entre
otros que presentan diversas opciones de investigación y desarrollo, se puede ayudar a la
detección temprana del COVID-19 a través de la búsqueda de características relevantes que
permitan a la comunidad científica identificar factores bioquímicos, moleculares y celulares que
faciliten la detección temprana del virus en sus diferentes estados de infección, incubación,
propagación y tratamientos a emplear.

www.bioeticayderecho.ub.edu - ISSN 1886-5887


Inteligencia artificial y Big Data como soluciones frente a la COVID-19 – Jairo Márquez Díaz
Rev Bio y Der. 2020; 50: 315-331 | 318

2. COVID-19

Los coronavirus (CoV) pertenecen a la subfamilia Orthocoronavirinae de la


familia Coronaviridae en el orden Nidovirales, y esta subfamilia incluye α-coronavirus, β-
coronavirus, γ-coronavirus y delta-coronavirus (Banerjee et al., 2019). Entre los agentes
causantes de las infecciones del tracto respiratorio humano se encuentran los coronavirus (CoV),
que son virus de ARN de cadena positiva única envueltos, que pertenecen a la gran subfamilia
Coronavirinae que infectan a aves y mamíferos (Raoult et al., 2020). En cuanto al nuevo
coronavirus-2 del SARS (SARS-CoV-2) Guan et al. (2020) señalan que parece altamente
transmisible de un patógeno humano a humano, lo que causa un amplio espectro de
manifestaciones clínicas en pacientes con COVID-19.

Sobre la trasmisión del virus, Yang y Wang (2020, 2710) afirman que, en la revisión de 22
tipos de coronavirus, tanto el SARS-CoV, el MERS-CoV y coronavirus humanos endémicos pueden
persistir en superficies inanimadas como metal, vidrio o plástico por hasta nueve días,
proporcionando evidencias sólidas de la supervivencia ambiental del patógeno. A estas evidencias
se suma la contaminación del agua por heces de personas infectadas, ampliando otra posible vía
de transmisión de esta enfermedad. En cuanto a la inactivación de coronavirus por agentes
desinfectantes en pruebas de suspensión se puede consultar a Kampf (2020) en la que se exponen
evidencias al respecto.

Basada en estos hechos, la COVID-19 ha puesto en la palestra la fragilidad de la humanidad


ante un virus que ha demostrado ser altamente resistente y peligroso, con un factor de
propagación sin precedente alguno a escala global en tiempos modernos, exponiendo la lasitud
del sector sanitario en atender una oleada creciente de infectados que asciende a millones y de
víctimas fatales que suma cientos de miles. Aunque se están desarrollando técnicas de diagnóstico
más rápidas (Pang, et al., 2020) y terapias y medicamentos antivirales experimentales, quedan
desafíos a superar como acelerar los procesos de fabricación y superar los problemas
relacionados con la cadena de suministro y abastecimiento (Ledford, 2020).

Entre tanto, el diagnóstico temprano y tratamiento específico de esta enfermedad presentan


una serie de dificultades que han impulsado a las comunidades académicas e investigativas a
formular propuestas enmarcadas desde la óptica de las tecnologías disruptivas como la
inteligencia artificial y tratamiento de datos masivos, que permitan encontrar soluciones
alternativas sobre prevención, control, replicación y propagación del virus, que muchos científicos
afirman que puede convertirse en endémico (Abdessater et al,. 2020; Kampf et al., 2020).

Ante el panorama expuesto, la tecnología ha venido demostrar su valía en ayudar a


encontrar y establecer determinados factores relacionados con la COVID-19, bien en establecer

www.bioeticayderecho.ub.edu - ISSN 1886-5887


Inteligencia artificial y Big Data como soluciones frente a la COVID-19 – Jairo Márquez Díaz
Rev Bio y Der. 2020; 50: 315-331 | 319

su comportamiento molecular y celular, como en la manera de propagarse e infectar a un


individuo, entre otros factores. Es por ello que diversos grupos de investigación, instituciones,
empresas y gobiernos han planteado iniciativas en pro de buscar soluciones a corto plazo para
contener la pandemia generada por el virus, al igual que encontrar un cura contra el mismo.

3. Inteligencia artificial

La inteligencia artificial o IA puede entenderse como una disciplina perteneciente a las ciencias
de la computación, que plantea modelos computacionales de aprendizaje basado en redes
neuronales biológicas humanas. En este sentido, se han planteado diversos modelos de IA, que
gracias a los avances en la tecnología computacional ha permitido desarrollos de sistemas
“inteligentes” que facilitan procesar mayor cantidad de datos en un tiempo menor, agilizando la
toma de decisiones.

Un aspecto a mencionar acerca de la IA, es que abarca diversos campos como el


reconocimiento de voz, procesamiento de lenguaje natural, visión por computador, robótica
avanzada, captura de conocimiento, planificación y optimización, entre otros, en la que se busca
que un sistema tenga la capacidad para sentir, razonar, participar y aprender. Como complemento
a estos campos, se encuentran especialidades como el aprendizaje automático (Machine Learning)
que involucra diferentes tipos de redes neuronales codificadas bajo el aprendizaje reforzado, el
aprendizaje supervisado, el aprendizaje no supervisado y el aprendizaje semi-supervisado, que
convergen en sistemas que trabajan con técnicas algorítmicas avanzadas para procesar diversos
tipos de señales, optimizar modelos, procesar información masiva mediante Big Data y Clusters;
todo ello mediante el uso algorítmicos de regresión, clasificación y clustering, entre otros.

Otra especialidad de la IA es el aprendizaje profundo (Deep Learning) para evaluar datos de


tipo imagen, video y audio empleando redes neuronales convolucionales con sus diversas
variantes (Tang et al., 2020) y redes neuronales de memoria a corto y largo plazo. También
permite la simulación de sistemas dinámicos mediante el uso del aprendizaje por refuerzo.

Con base en la dinámica comportamental del COVID-19, se requieren soluciones prontas


para el monitoreo, detección y diagnóstico de las enfermedades generadas por su causa (Law,
Leung & Xu, 2020), la IA plantea diversas opciones de hardware y software encaminadas para tal
fin (Mei et al., 2020). Bajo este panorama, ha venido tomando fuerza el desarrollo de software de
código abierto, donde la inteligencia colectiva es el engranaje principal para obtener un programa
de altas prestaciones, multipropósito en la mayoría de los casos.

www.bioeticayderecho.ub.edu - ISSN 1886-5887


Inteligencia artificial y Big Data como soluciones frente a la COVID-19 – Jairo Márquez Díaz
Rev Bio y Der. 2020; 50: 315-331 | 320

Una particularidad de trabajar con la inteligencia colectiva radica en el hecho que está
dirigida a investigadores interesados en contribuir a mejorar el sistema, perfeccionándolo hasta
llegar a un producto funcional, fiable y cien por ciento operativo. Un ejemplo es el sistema Covid-
Net, cuyo objetivo es la detección de la infección viral por COVID-19 mediante el examen de
radiografías o tomografías de tórax (Wang & Wong, 2020), donde diversos estudios permiten
identificar anomalías radiográficas en las imágenes con un alto grado de confiabilidad, tales como
la neumonía viral y otros problemas respiratorios que pueden tener o no relación con el virus.

De igual manera, la IA se está empleando para descubrir compuestos que deriven en


fármacos, no solo para lidiar con el coronavirus, sino para optimizar los procesos y procedimiento
llevados en las industrias farmacéuticas y laboratorios, donde el uso de los Dataset es
fundamental, ya que contienen ingentes colecciones de información actualizadas por lo general,
expresadas mediante Data Tables y Data Relations, que permiten filtrar información masiva de
manera más rápida. Con esto en mente, los costos de investigación y desarrollo se reducen
ostensiblemente, viéndose reflejados en el valor final del medicamento para el paciente y sector
salud en general. Las herramientas a emplear para este tipo de caso son los modelos generativos,
que se sustentan en el aprendizaje automático y en el aprendizaje profundo, que permiten trabajar
gran cantidad de datos relacionados con la dinámica molecular y propiedades fisicoquímicas de
un fármaco, facilitando la identificación de miles de nuevas moléculas candidatas a ser
sintetizadas y probadas.

3.1 Aprendizaje automático


El aprendizaje automático es una disciplina de la IA que se vale de algoritmos que permiten la
identificación de patrones, efectuar predicciones, aprender de los datos y toma de decisiones. Para
el caso del COVID-19, el aprendizaje automático se emplea para el diagnóstico e identificación de
población que está en mayor riesgo de contagio. También se emplea para el desarrollo más rápido
de medicamentos, incluyendo el estudio de reutilización de medicamentos que han sido probados
para el tratamiento de otras enfermedades. Para ello, se construyen gráficos de conocimiento y se
realizan análisis predictivos de interacción entre fármaco y proteínas virales (Zhou, Park, Choi &
Han, 2018) e interactomas virus-huésped (Yang et al., 2019), plegamiento predictivo de proteínas
(Ivankov & Finkelstein, 2020), comprensión de la dinámica molecular y celular del virus,
predicción y propagación de una enfermedad basado en patrones, e incluso predecir una próxima
pandemia zoonótica.

Para realizar estudios de IA mediante aprendizaje automático (que incluye el aprendizaje


profundo en algunos casos), se requieren de determinados algoritmos, como árboles de decisión,

www.bioeticayderecho.ub.edu - ISSN 1886-5887


Inteligencia artificial y Big Data como soluciones frente a la COVID-19 – Jairo Márquez Díaz
Rev Bio y Der. 2020; 50: 315-331 | 321

regresión para análisis estadístico y predictivo, redes adversarias generativas, Clustering basado
en instancias, bayesianos, redes neuronales, etc. Estos algoritmos se valen de la ciencia de datos
en la que se ejecutan diversos cálculos matemáticos, donde la densidad de información es amplia,
compleja y variada. Por ejemplo, encontrar moléculas antivirales (Ahuja, Reddy & Marques, 2020)
que combatan la COVID-19 e identifiquen millones de anticuerpos para tratamiento de infecciones
secundarias (Ciliberto & Cardone, 2020).

Otro tipo de aplicación del aprendizaje automático ronda entorno a la predicción de riesgos
de infección, basado en características específicas de una persona, tales como edad, ubicación
geográfica, nivel socioeconómico, hábitos sociales y de higiene, condiciones preexistentes e
interacción humana, entre otros. Con estos datos se puede establecer un modelo predictivo sobre
el riesgo que puede traer consigo un individuo o grupo de personas de contraer COVID-19 y
factores asociados a desarrollar complicaciones (Jiang et al., 2020) e incluso, predecir los
resultados de un tratamiento. Con este tipo de proyecciones, literalmente se podría predecir si un
paciente vive o muere.

El aprendizaje automático abre un sinnúmero de posibilidades de investigación en diversos


campos clínicos, donde la COVID-19 ha sido el impulsor de ello. Esto involucra desde los escáneres
faciales para identificación de síntomas como la fiebre, wearables para medición y detección de
anomalías cardiacas o respiratorias, hasta chatbots que evalúan a un paciente cuando este
menciona sus síntomas y, basado en las respuestas dadas, el sistema le indica si debe permanecer
en casa, llamar al médico o ir al hospital.

La ventaja de emplear el aprendizaje automático frente a otras técnicas estándar que duran
años es que el proceso de identificación puede realizarse en cuestión semanas, con una reducción
de costos considerable, sumado a una probabilidad muy alta de éxito. Por ejemplo, Smith y Smith
(2020, 2) afirman que, el diseño futuro de fármacos antivirales SARS-CoV-2, ya está a cargo de un
equipo europeo que utiliza el supercomputador de IBM equipado con el sistema AI SUMMIT para
ser utilizado en tratamientos por COVID-19.

3.2 Aprendizaje profundo


El aprendizaje profundo es un subcampo del aprendizaje máquina, que busca clasificar datos
mediante algoritmos correlacionales. Se basa en ciertas arquitecturas de redes neuronales, que le
permiten jerarquizar la información (visual, auditiva y escrita) mediante una segmentación de
patrones categorizados por niveles. Bajo este criterio, el aprendizaje se efectúa por etapas, de
manera equivalente a lo que sucede en un humano. Es decir, se parte de datos básicos y conforme
se van escalando niveles más complejos de los mismos, se va aprendiendo.

www.bioeticayderecho.ub.edu - ISSN 1886-5887


Inteligencia artificial y Big Data como soluciones frente a la COVID-19 – Jairo Márquez Díaz
Rev Bio y Der. 2020; 50: 315-331 | 322

Con respecto a la pandemia del COVID-19 el sistema sanitario a nivel mundial demostró no
dar abasto para realizar pruebas diagnósticas a corto plazo, sumado a problemas económicos,
logísticos, de infraestructura tecnológica y falta de personal hospitalario. La IA está ayudado a
minimizar estos problemas a través del uso de técnicas de aprendizaje profundo, mediante el
reconocimiento de imágenes para pruebas de radiodiagnóstico que, a diferencia de las pruebas
clínicas estándar, arroja resultados en pocos minutos, y en ellos se infiere si los pulmones de un
paciente están o no enfermos por neumonía asociada específicamente con la COVID-19 (Öner,
2020). Esta especificidad radica en el hecho que mediante procesos de extracción de
características morfológicas sobre el objeto de estudio (Márquez, 2019), se validan con respecto
a patrones propios de otras enfermedades, estableciéndose factores de similitud, bien en cuanto
a la geometría del tejido, lesiones en el mismo y variaciones de intensidad, entre otros.

El aprendizaje profundo se caracteriza porque emplea información gráfica para efectuar su


análisis. En el caso del COVID-19 se han desarrollado diferentes tipos de algoritmos tendientes a
la detección temprana de problemas pulmonares, bien a través de imágenes de rayos X (Sánchez,
Torres & Martínez, 2020), tomografías o ultrasonido (Fraile, 2020). Las investigaciones en curso
basan su desarrollo en la ciencia de datos, debido a que esta proporciona herramientas de análisis
que permiten plantear soluciones plausibles bien para lidiar con futuras pandemias como con
tratamientos actuales de frente al COVID-19. Por ejemplo, en todo el mundo han surgido
comunidades que han creado plataformas que trabajan bajo el modelo de inteligencia colectiva,
donde desarrolladores, científicos de datos, investigadores, médicos, entre otros voluntarios,
formulan proyectos relacionados con la COVID-19. Una plataforma que centraliza esta
información es Helpwithcovid, que cuenta con bibliotecas como el Covid Healthcare Coalition, que
permite a cientos de miles de investigadores tener acceso a información clave para trabajar con
aprendizaje profundo.

Es importante mencionar que la República de Corea proporciona acceso a información


anónima de pacientes con COVID-19, incluyendo el historial médico de cinco años de cada
paciente, con el fin de que al realizar un estudio de trazabilidad mediante aprendizaje profundo
se cuente con una alta cantidad de información útil a estos propósitos. Para proteger la privacidad
del paciente, quienes ejecutan el código son un grupo especializado, y luego una vez procesado
devuelven los resultados a los investigadores. Este estudio es de especial interés porque permite
realizar monitoreos epidemiológicos, caracterizando aquella población que se enferma, pero no
ingresa a un hospital, o de aquellos que nunca muestran síntomas. Bajo estas circunstancias, es
muy difícil rastrear cómo se propaga la enfermedad y cuántas personas realmente mata. Así, con
la investigación empleando IA, se logra obtener información predictiva que ayuda a las
autoridades sanitarias a tomar cartas sobre el asunto. Por ejemplo, mediante un modelo de

www.bioeticayderecho.ub.edu - ISSN 1886-5887


Inteligencia artificial y Big Data como soluciones frente a la COVID-19 – Jairo Márquez Díaz
Rev Bio y Der. 2020; 50: 315-331 | 323

ramificación para estimar cuántas personas han sido infectadas, se analiza ADN viral extraído de
cada paciente conocido, luego, el modelo utiliza la tasa de mutación para interpolar a cuántas otras
personas pasaron el virus en el camino (Li & Ayscue, 2020). Otro tipo de investigación de IA
utilizando aprendizaje profundo es mediante el uso del lenguaje natural, que permite crear nuevos
medicamentos a partir de la búsqueda de compuestos existentes (Freedman, 2019). Para ello se
analiza cómo el virus entrega su material genético a una célula infectada, con el fin de crear un
modelo predictivo acerca de la estructura proteínica que permita a posteriori buscar aquellas que
puedan inhibir este proceso (Réda, Kaufmann & Delahaye, 2020).

Otros tipos de desarrollo de aprendizaje profundo, basado en los sistemas de


reconocimiento de rostro empleados comúnmente en seguridad física, han sido modificados para
detectar si la comunidad está cumpliendo la distancia social reglamentaria. Este software emplea
cámaras de video estándar o aquellas dispuestas en una ciudad para videovigilancia, permitiendo
monitorear el flujo peatonal en zonas críticas, realizando un reconocimiento sobre la distancia
mínima, indicando una alerta a las autoridades si alguien no cumple con la norma. En algunos
casos este sistema se combina con cámaras de medición térmica con el fin de establecer si alguna
persona tiene fiebre y emitir una alerta para que sea aislada de inmediato por personal sanitario.

En el campo clínico, el aprendizaje profundo al valerse de imágenes demuestra resultados


sólidos y permite identificar diversos tipos de enfermedades como el cáncer, glaucoma y
neumonía; esta última asociada con la COVID-19 bajo ciertos patrones de reconocimiento celular,
con un nivel de falsos positivos muy bajo. Por ejemplo, existen aplicaciones presentes en el
mercado que emplean imágenes de rayos X para la detección temprana del Coronavirus, en la que
se identifican anomalías pulmonares asociadas con la infección viral (Ozturk et al., 2020) basado
en la tasa de virulencia y transferencia detectadas, que con otras técnicas se tardaría más tiempo
en precisar. En general, al crear un sistema automático combinando modelos de aprendizaje
profundo se facilita la detección de diversas anomalías pulmonares y adicionalmente se puede
calcular el riesgo de enfermedad mediante modelos probabilísticos a partir de una radiografía.
Una particularidad de las tecnologías asociadas con la IA, es que precisan de algoritmos cada vez
más potentes que faciliten el procesamiento con una mayor cantidad de información; lo que
demanda una potencia computacional con servicios centralizados en la nube. Basado en este
requerimiento, existen nuevos algoritmos que optimizan ciertos modelos relacionados con el
aprendizaje profundo que se encuentran en chips diseñados para tal fin. Por ejemplo, los chips de
Intel (Nervana (NNP) y el NNP-I), la familia de chips de IA Nvidia, chips de Google y Amazon, que
prometen la ejecución de la IA con menos energía sin sacrificar su eficiencia, incluso poder realizar
inferencias. A estos desarrollos de los conoce como IA diminuta, cuya particularidad subyace en
el hecho que se pueden realizar diversos tipos de análisis de imágenes clínicas directamente desde

www.bioeticayderecho.ub.edu - ISSN 1886-5887


Inteligencia artificial y Big Data como soluciones frente a la COVID-19 – Jairo Márquez Díaz
Rev Bio y Der. 2020; 50: 315-331 | 324

un dispositivo móvil. Esto permite realizar estudios in situ sobre algún tipo de dinámica
histológica relacionada con la COVID-19 o cualquier otro agente infeccioso mediante el uso de
patrones imagenológicos.

Para el caso de análisis de datos robustos se requiere de una gran infraestructura


tecnológica, como superordenadores dedicados específicamente para trabajar con IA, donde
empresas como Microsoft e IBM están apostando con el objetivo de encontrar tratamientos que
permitan combatir la COVID-19 en un tiempo relativamente corto. La particularidad de trabajar
con este tipo de tecnología es que puede ejecutarse desde diversos lugares del mundo, facilitando
el acceso al código abierto a grupos de investigadores que trabajan en diversas áreas de la IA, el
Big Data y ciencia de datos.

4. Big Data

El Big Data se entiende como el conjunto de procedimientos computacionales aplicados para


analizar gran cantidad de datos con el fin de extraer información que presente ciertos patrones,
relaciones y asociaciones relevantes para una organización. Debido a que progresivamente se crea
más información en diferentes campos del saber, la tendencia para los próximos años es la
integración masiva y recurrente del Big Data con la Internet de las cosas en un entorno urbano e
industrial, donde no sólo se monitorearán variables como la calidad del aire, temperatura y
humedad relativas, sino también la integración con sistemas biométricos, cámaras de monitoreo
y vigilancia que buscan ayudar al sector sanitario mediante el estudio del estado de salud de las
personas in situ (sanidad preventiva) empleando sensores y cámaras térmicas, al igual que la
identificación temprana de posibles focos infecciosos mediante el uso de biosensores y
nanosensores dispuestos estratégicamente en la ciudad.

Cabe señalar que el Big Data se caracteriza por tres adjetivos propios para el desarrollo de
un proyecto de investigación, que son “Volumen”, “Variedad” y “Velocidad”, conocidos como las 3
V del Big Data; otros autores (Ishwarappa y Anuradha, 2015) adicionan la “Veracidad” y “Valor”.
El volumen en el campo del Big Data demanda grandes recursos de procesamiento y
almacenamiento de información, que están representados en la “Variedad” de los datos, que
pueden ser de tipo estructurados y no estructurados. Con respecto a la “Velocidad”, hace
referencia a la cantidad de datos que se generan periódicamente y requieren de una
infraestructura tecnológica escalable que permita su disponibilidad y acceso en cualquier
momento. Sobre la “Veracidad” y “Valor”, es imprescindible que los datos almacenados sean
veraces, de lo contrario se estarían dilapidando recursos computacionales valiosos en

www.bioeticayderecho.ub.edu - ISSN 1886-5887


Inteligencia artificial y Big Data como soluciones frente a la COVID-19 – Jairo Márquez Díaz
Rev Bio y Der. 2020; 50: 315-331 | 325

información poco confiable o inservible, que derivan en resultados y toma de decisiones


incorrectas. Sobre el “valor”, se entiende en el sentido de extraer información relevante para
definir estrategias y toma de decisiones. Para el caso particular del COVID-19, se genera gran
cantidad de datos que, al emplear la IA para analizarlos permite diferenciar familias, tratamientos,
riesgos, etc., que confluye a disminuir costos en el diagnóstico y tratamiento de un paciente,
salvando en el proceso miles de vidas. Por consiguiente, el emplear de manera asertiva los cinco
adjetivos mencionados deben garantizar información veraz y confiable para poderlas
implementar en sistemas de IA de aprendizaje profundo, aprendizaje máquina o ambos.

Con base en lo anterior, el estudio del COVID-19 empleando Big Data puede valerse de la
analítica retrospectiva y descriptiva avanzadas (Mohamed et al., 2019) expresas en la inteligencia
de negocios (Business intelligence) (Chahal, Jyoti y Wirtz, 2019); ya que esta permite focalizar el
estudio mediante indicadores y tendencias en el tiempo, lo que incluye predicciones a futuro. Bajo
estos criterios, entra a formar parte la ciencia de datos empleando técnicas estadísticas y
matemáticas caracterizadas en las variables de estudio que permiten ampliar las técnicas y
modelos representados como clusters (Mohebi et al., 2016) a través de patrones o correlaciones
de datos, que a la vez pueden ser integrados con la IA para mejorar los resultados.

Basado en estas características, en un estudio de bases de datos estructuradas y no


estructuradas, se buscan correlaciones recurrentes por medio del cruce de información hasta
llegar a una solución plausible, que por lo general permite anticiparse a un evento, como caso
particular la COVID-19. Es decir, puede perfilarse en diversos contextos como la diseminación del
virus en una determinada zona bajo parámetros climatológicos, factores de densidad demográfica,
patrones de movilidad, características fenotípicas del virus con respeto a sus otras familias y
medioambiente, detección de anomalías a nivel celular y/o molecular, entre muchos otros
aspectos. Para este tipo de desarrollo, el Big Data se vale de la IA a través de diversos algoritmos
aplicados bien en el aprendizaje profundo como en el aprendizaje automático mencionados
anteriormente.

5. Aspectos bioeticos a considerar

Aunque el trabajo de la IA con el Big Data y demás tecnologías disruptivas que les acompañan
están haciendo su aporte significativo al sector sanitario, no puede dejarse de lado que este tipo
de desarrollo tecnológico deja una brecha en materia bioética y seguridad de la información,
porque se manipulan datos de pacientes y víctimas del COVID-19 de forma masiva, cuyo historial
clínico y trazabilidad sobre seguimiento de personas y comunidades en general subyace en

www.bioeticayderecho.ub.edu - ISSN 1886-5887


Inteligencia artificial y Big Data como soluciones frente a la COVID-19 – Jairo Márquez Díaz
Rev Bio y Der. 2020; 50: 315-331 | 326

repositorios tanto públicos como privados y, aunque el acceso a estos es restringido en algunos
casos, incluso con datos almacenados y compartidos de forma cifrada, se prestaría para que
terceros la empleen en estudios discriminatorios, donde el anonimato no existe, tal como señalan
Gené, Gallo y de Lecuona (2018, p. 4), ya que con la anonimización de los datos personales no se
garantiza suficientemente la privacidad, específicamente porque la tecnología de datos masivos
permite la reidentificación de las personas.

Lecuona y Villalobos (2018, p. 2) afirman que, al asignar a una persona o grupo


características particulares, un individuo se convierte en un componente de un colectivo que
genera preocupaciones sobre la discriminación consciente e inconsciente como resultado del uso
de grandes datos en la toma de decisiones. La discriminación bajo este enfoque de las tecnologías
disruptivas es un riesgo a tomar en cuenta, máxime cuando la toma de decisiones es cada vez más
automatizada.

Por consiguiente, lo aconsejable es que tanto científicos de datos, ingenieros, Estado y sector
salud, entre otros involucrados, evalúen el riesgo-beneficio del uso de estas tecnologías, no
restringiéndolas, pero si creando los mecanismos legales, técnicos y tecnológicos que garanticen
que no se vulnere ningún derecho, y un primer paso en esta dirección es hacer que la información
clínica no se externalice sin ningún tipo de restricción (De Lecuona, 2018).

Con la continua incorporación de las tecnologías disruptivas en el campo de la salud, las


normativas en cuanto a la preservación de los derechos del paciente deberán ir cambiando y
adaptándose a pesar de la incertidumbre que trae consigo, que como señala López (2019), no solo
subestimamos los efectos de la tecnología a corto plazo, sino que ni siquiera somos capaces de
pronosticar, predecir o intuir sus efectos a largo plazo.

6. Conclusiones

Con el uso de tecnologías disruptivas como la inteligencia artificial y el Big Data se espera estar
mejor preparados para una próxima pandemia, incluso prevenirla. Tecnologías 4.0 como el
internet de las cosas, la computación inteligente y la computación en la nube aportarán lo suyo en
cuanto al monitoreo permanente de las ciudades en busca de anomalías biológicas y químicas que
impliquen algún riesgo para la sociedad o el medio ambiente. Este tipo de desarrollos pueden ser
personalizados, pues al aplicar algoritmos de aprendizaje predictivo se minimizan los riesgos al
formular tratamientos que pueden establecer si un paciente los tolera o no.

Lo que se puede rescatar de la pandemia del COVID-19 es que ha impulsado desarrollos


tecnológicos sin precedentes en materia de inteligencia artificial en sus diferentes áreas del saber,

www.bioeticayderecho.ub.edu - ISSN 1886-5887


Inteligencia artificial y Big Data como soluciones frente a la COVID-19 – Jairo Márquez Díaz
Rev Bio y Der. 2020; 50: 315-331 | 327

al igual que las ciencias de datos masivos. Bajo este panorama, el sector salud tendrá que
incorporar rápidamente estos recursos a su sistema de análisis y diagnóstico, no solo de
enfermedades infeccionas sino de cualquier otra, por lo que se espera mejorar el servicio prestado
a un paciente o comunidad y preparar a la sociedad ante cualquier eventualidad de pandemia a
futuro. Además, este tipo de desarrollos ayudan a los centros de salud a reducir costos operativos
de diversa índole, donde el tiempo de diagnóstico juega un papel fundamental para detener un
potencial foco pandémico.

La IA en conjunto con el Big Data han demostrado ser herramientas fundamentales para
ayudar al sector salud a detectar y controlar este virus con cierto margen de éxito, permitiendo
procesar grandes cantidades de datos estructurados y no estructurados con alto grado de
complejidad, que al ser combinados con algoritmos propios de la IA permiten realizar
predicciones basado en patrones históricos y bucles de retroalimentación, entre otros. Lo
importante de esta sinergia, es que ayuda de manera más eficaz a la atención médica, incluso una
vez terminada la crisis. También, con el aprendizaje que se está gestando permanentemente ya
hay desarrollos de algoritmos predictivos que permiten identificar poblaciones que son o serán
más propensas a ser infectadas por la COVID-19, incluso determinar en términos probabilísticos
quienes podrán padecer complicaciones graves con base en parámetros como edad, género,
historial clínico, masa corporal, entre otros. Con este tipo de desarrollo, estos algoritmos pueden
extenderse a ser aplicados a otro tipo de enfermedades, contribuyendo de esta manera a mejorar
el servicio sanitario.

La IA y el radiodiagnóstico están jugando un papel importante en la detección del COVID-


19 con un porcentaje superior al 90%, lo que puede incrementarse cuando se entrena el sistema
con mayor cantidad de datos, por lo que el Big Data en conjunto con otras disciplinas analíticas
son un factor clave para llevar a feliz término un estudio. Cabe aclarar que la IA no sustituye al
profesional sanitario, por el contrario, es un complemento a su quehacer médico, ayudándole a
mejorar la precisión del diagnóstico en un tiempo menor y tomar decisiones mucho más rápido
aligerando con ello su carga de trabajo.

www.bioeticayderecho.ub.edu - ISSN 1886-5887


Inteligencia artificial y Big Data como soluciones frente a la COVID-19 – Jairo Márquez Díaz
Rev Bio y Der. 2020; 50: 315-331 | 328

Bibliografía

 Abdessater, M., Rouprêt, M., Misrai, V., Matillon, X., Tellier, B. G., Freton, L., … Pradere, B.
(2020) COVID19 pandemic impact on anxiety of French urologists in training: outcomes from
a national survey. Progrès en Urologie. 1-12. http://doi.org/10.1016/j.purol.2020.04.015.

 Ahuja, A. S., Reddy, V. P., & Marques, O. (2020). Artificial Intelligence and COVID-19: A
Multidisciplinary Approach. Integrative Medicine Research 100434. Advance online
publication. https://doi.org/10.1016/j.imr.2020.100434.

 Banerjee, A., Kulcsar, K., Misra, V., Frieman, M., & Mossman, K. (2019). Bats and Coronaviruses.
Viruses, 11(1), 41. http://doi.org/10.3390/v11010041.

 Chahal, H., Jyoti, J. & Wirtz, J. (2019). Business Analytics: Concepts and Applications. In
Understanding the Role of Business Analytics; Springer: London, UK, 1–8.

 Ciliberto, G., & Cardone, L. (2020). Boosting the arsenal against COVID-19 through
computational drug repurposing. Drug discovery today, S1359-6446(20)30152-5. Advance
online publication. https://doi.org/10.1016/j.drudis.2020.04.005.

 De Lecuona, I. (2018). Evaluación de los aspectos metodológicos, éticos, legales y sociales de


proyectos de investigación en salud con datos masivos (big data). Gaceta Sanitaria 1-3.
http://doi/org/10.1016/j.gaceta.2018.02.007.

 De Lecuona, I., & Villalobos, Q. M. (2018). European perspectives on big data applied to
health: The case of biobanks and human databases. Developing World Bioethics. 1-8.
http://doi.org/10.1111/dewb.12208.

 Fraile, G. V. et al. (2020). Revisión narrativa de la ecografía en el manejo del paciente crítico
con infección por SARS-CoV-2 (COVID-19): aplicaciones clínicas en Medicina Intensiva-una
revisión narrativa. Medicina Intensiva. 1-15. http://doi.org/10.1016/j.medin.2020.04.016.

 Freedman, D. H. (2019). Hunting for New Drugs with AI. Nature, 576, 7787, S49–S53.
doi:10.1038/d41586-019-03846-0.

 Gené, B. J., Gallo, de P. P., & de Lecuona, I. (2018). Big data y seguridad de la información.
Atención Primaria, 50, 1, 3–5. http://doi.org/10.1016/j.aprim.2017.10.004.

 Guan WJ, Ni ZY, Hu Y, Liang WH, Ou CQ, He JX, Liu L, Shan H, Lei CL, Hui DSC, Du B, Li LJ, Zeng
G, et al. (2020) Características clínicas de la enfermedad por coronavirus 2019 en China. The
New England Journal of Medicine. 1-13. http://doi.org/10.1056/NEJMoa2002032.

www.bioeticayderecho.ub.edu - ISSN 1886-5887


Inteligencia artificial y Big Data como soluciones frente a la COVID-19 – Jairo Márquez Díaz
Rev Bio y Der. 2020; 50: 315-331 | 329

 Ishwarappa K. & Anuradha, J. (2015). A Brief Introduction on Big Data 5Vs Characteristics
and Hadoop Technology. Procedia Computer Science 48, 319-324.
10.1016/j.procs.2015.04.188.

 Ivankov, D. I. & Finkelstein, A. V. (2020). Solution of Levinthal’s Paradox and a Physical


Theory of Protein Folding Times. Biomolecules, 10, 2, 250. doi:10.3390/biom10020250.

 Jiang, X., Coffe, M., Bari, A., Wang, J., Jiang, X., Huang, J., et al. (2020). Towards an Artificial
Intelligence Framework for Data-Driven Prediction of Coronavirus Clinical Severity.
Computers, Materials & Continua (CMC). 63, 1, 537-551. http://doi.org/
10.32604/cmc.2020.010691.

 Kampf, G. (2020) Potential role of inanimate surfaces for the spread of coronaviruses and
their inactivation with disinfectant agents. Elsevier. 2, 2, 1-2.
https://doi.org/10.1016/j.infpip.2020.100044.

 Kampf, G., Todt, D., Pfaender, S., & Steinmann, E. (2020). Persistence of coronaviruses on
inanimate surfaces and its inactivation with biocidal agents. Journal of Hospital Infection. 1-
13. http://doi.org/10.1016/j.jhin.2020.01.022.

 Law, S., Leung, A. W., & Xu, C. (2020). Severe Acute Respiratory Syndrome (SARS) and
Coronavirus disease-2019 (COVID-19): From Causes to Preventions in Hong Kong.
International Journal of Infectious Diseases. http://doi.org/10.1016/j.ijid.2020.03.059.

 Li, L. & Ayscue, P. (2020). Using viral genomics to estimate undetected infections and extent
of superspreading events for COVID-19. medRxiv, 1-17.
https://doi.org/10.1101/2020.05.05.20092098.

 López, B. M. (2019). Las narrativas de la inteligencia artificial. Revista de Bioética y Derecho,


46, 5-28. https://doi.org/10.1344/rbd2019.0.27280.

 Márquez, D. J. E. (2019). Early identification of non-melanoma cancer and actinal keratosis


through artificial vision. Revista Compusoft. An international journal of advanced computer
technology, 8(3), 3079-3087. http://dx.doi.org/10.6084/ijact.v8i3.786.

 Mei, X., Lee, H., Diao, K. et al. (2020) Artificial intelligence–enabled rapid diagnosis of patients
with COVID-19. Nat Med. 1-11. https://doi.org/10.1038/s41591-020-0931-3.

 Mohamed, A., Nahafabadi, M.K., Wah, Y.B., Zaman, E.A.K. & Maskat, R. (2019). The state of the
art and taxonomy of big data analytics: View from the new big data framework. Artif. Intell.
Rev. 1–49. https://doi.org/10.1007/s10462-019-09685-9.

www.bioeticayderecho.ub.edu - ISSN 1886-5887


Inteligencia artificial y Big Data como soluciones frente a la COVID-19 – Jairo Márquez Díaz
Rev Bio y Der. 2020; 50: 315-331 | 330

 Mohebi, A.; Aghabozorgi, S.; Wah, T.Y.; Herawan, T.; Yayapour, R. (2016). Iterative big data
clustering algorithms: A review. Softw. Pract. Exp. 46, 107–129.
https://doi.org/10.1002/spe.2341.

 Öner, O. (2020). Coronavirus Disease 2019 (COVID-19): Diagnosis and Management


(Narrative Review). Erciyes Med J. 42(3): 1-6.

 Ozturk, T., Talo, M., Yildirim, E. A., Baloglu, U. B., Yildirim, O., & Rajendra, A. U. (2020).
Automated detection of COVID-19 cases using deep neural networks with X-ray
images. Computers in Biology and Medicine, 103792. Advance online publication.
https://doi.org/10.1016/j.compbiomed.2020.103792.

 Pang, J, Wang MX, Ang IYH, Tan SHX, Lewis RF, Chen JI-P, et al. (2020) Potential Rapid
Diagnostics, Vaccine and Therapeutics for 2019 Novel Coronavirus (2019-nCoV). A
Systematic Review. J Clin Med. 9, 3,623.

 Raoult, D., Zumla, A., Locatelli, F., Ippolito, G., & Kroemer, G. (2020). Coronavirus infections:
Epidemiological, clinical and immunological features and hypotheses. Cell Stress, 1-10.
https://doi.org/10.15698/cst2020.04.216.

 Réda, C. Kaufmann, E. & Delahaye, D. A. (2020). Machine learning applications in drug


development. Computational and Structural Biotechnology Journal, 18, 241-252.
https://doi.org/10.1016/j.csbj.2019.12.006.

 Sánchez, O. R., Torres, N. J., & Martínez, S. G. (2020). Radiological findings for diagnosis of
SARS-CoV-2 pneumonia (COVID-19). La radiología en el diagnóstico de la neumonía por
SARS-CoV-2 (COVID-19). Medicina clínica, S0025-7753(20) 30185-8. Advance online
publication. https://doi.org/10.1016/j.medcli.2020.03.004.

 Smith, M. & Smith, J. C. (2020). Repurposing Therapeutics for COVID-19: Supercomputer-


Based Docking to the SARS-CoV-2 Viral Spike Protein and Viral Spike Protein-Human ACE2
Interface. ChemRxiv. 1-28. https://doi.org/10.26434/chemrxiv.11871402.v4.

 Sohrabi, C, Alsafi, Z, O'Neill, N, et al. (2020). World Health Organization declares global
emergency: A review of the 2019 novel coronavirus (COVID-19). Int J Surg. 76:71‐76.
http://doi.org/10.1016/j.ijsu.2020.02.034.

 Tang, Y., Tang, Y., Peng, Y. et al. (2020). Automated abnormality classification of chest
radiographs using deep convolutional neural networks. npj Digit. Med. 3, 70.
https://doi.org/10.1038/s41746-020-0273-z.

 Wang, L., y Wong, A. (2020). COVID-Net: A Tailored Deep Convolutional Neural Network
Design for Detection of COVID-19 Cases from Chest X-Ray Images, 1-12.

www.bioeticayderecho.ub.edu - ISSN 1886-5887


Inteligencia artificial y Big Data como soluciones frente a la COVID-19 – Jairo Márquez Díaz
Rev Bio y Der. 2020; 50: 315-331 | 331

 Wang, Y. Zhang, D., Du, G., Zhao, J., Jin, Y., Fu, S. et al. (2020) Remdesivir in adults with severe
COVID-19: a randomised, double-blind, placebo-controlled, multicentre trial. The Lancet, 1-
10 https://doi.org/10.1016/S0140-6736(20)31022-9.

 Yang, C. y Wang, J. (2020) A mathematical model for the novel coronavirus epidemic in
Wuhan, China. Mathematical Biosciences and Engineering, 17, 3, 2708-2724.
http://doi.org/10.3934/mbe.2020148.

 Yang, S., Fu, C., Lian, X., Dong, X., & Zhang, Z. (2019). Understanding Human-Virus Protein-
Protein Interactions Using a Human Protein Complex-Based Analysis Framework. mSystems,
4(2), e00303-18. https://doi.org/10.1128/mSystems.00303-18.

 Zhou, X., Park, B., Choi, D., & Han, K. (2018). A generalized approach to predicting protein-
protein interactions between virus and host. BMC Genomics, 19(S6).
http://doi.org/10.1186/s12864-018-4924-2.

Fecha de recepción: 8 de junio de 2020


Fecha de aceptación: 29 de junio de 2020

www.bioeticayderecho.ub.edu - ISSN 1886-5887


Escolhas de Sofia e a pandemia de COVID-19 no Brasil: reflexões bioéticas – Alessandra Torres et al.
Rev Bio y Der. 2020; 50: 333-352

Revista de Bioética y Derecho


Perspectivas Bioéticas
www.bioeticayderecho.ub.edu - ISSN 1886-5887

DOSSIER CUESTIONES BIOÉTICAS DE LA PANDEMIA COVID-19


Escolhas de Sofia e a pandemia de COVID-19 no Brasil: reflexões
bioéticas

Escuelas de Sofia y la pandemia de COVID-19 en Brasil: reflexiones


bioéticas

Choices of Sofia and the pandemic of COVID-19 in Brazil: Bioethical


reflections

Escoles de Sofia i la pandèmia de COVID-19 a Brasil: reflexions


bioètiques

ALESSANDRA TORRES, ALINE APARECIDA ARAÚJO FÉLIX, PRISCILA IOZELINA


SILVEIRA DE OLIVEIRA *

* Alessandra Torres. Graduada em Comunicação Social e Direito, pós-graduanda em Direito Processual do


Trabalho, Universidade Cândido Mendes (Brasil). Email: alessandra@torresassessoria.adv.br.
Aline Aparecida Araújo Félix. Graduanda em Direito pela Pontifícia Universidade Católica de Minas Gerais
(Brasil). Email: alinearaujo029@gmail.com.
Priscila Iozelina Silveira de Oliveira. Graduada em Psicologia pelo Centro Universitário UNA, pós-graduanda
em Psicologia Hospitalar pela Faculdade Santa Casa, Belo Horizonte, Minas Gerais (Brasil). Email:
poliveiramjr@gmail.com.

Copyright (c) 2020 Alessandra Torres, Aline Aparecida Araújo Félix, Priscila Iozelina Silveira de Oliveira
Esta obra está bajo una licencia de Creative Commons Reconocimiento-NoComercial-SinObraDerivada
4.0 Internacional.
Escolhas de Sofia e a pandemia de COVID-19 no Brasil: reflexões bioéticas – Alessandra Torres et al.
Rev Bio y Der. 2020; 50: 333-352 | 334

Resumo
Pretende-se mostrar como a pandemia de COVID-19 causada pelo novo coronavírus Sars-CoV-2, afeta a
distribuição equitativa de recursos sanitários no Brasil, bem como evidenciar os dilemas e entraves éticos
e psicológicos vivenciados pelos profissionais da saúde no contexto de combate à doença. O presente estudo
objetivou revisar conhecimentos acerca de questões bioéticas referentes à escassez de recursos e saúde
mental. Realizou-se, desse modo, uma análise de protocolos sobre alocação de recursos recém-publicados
no Brasil.

Palavras-chave: escassez de recursos; bioética; saúde mental; pandemia.

Resumen
Se pretende mostrar cómo la pandemia de COVID-19 causada por el nuevo coronavirus Sars-CoV-2, afecta
la distribución equitativa de los recursos de salud en Brasil, así como resaltar los dilemas y barreras éticas
y psicológicas advertidas por los profesionales de la salud en el contexto de lucha contra la enfermedad. El
presente estudio tuvo como objetivo revisar el conocimiento sobre cuestiones bioéticas relacionadas con la
escasez de recursos y la salud mental. Así, se realizó un análisis de protocolos sobre la asignación de
recursos recientemente publicados en Brasil.

Palabras clave: escasez de recursos; bioética; salud mental; pandemia.

Abstract
It is intended to show how the COVID-19 pandemic caused by the new Sars-CoV-2 coronavirus, affects the
equitable distribution of health resources in Brazil, as well as to highlight the ethical and psychological
dilemmas and barriers experienced by health professionals in the context of fighting disease. The present
study aimed to go through knowledge about bioethical issues related to the scarcity of resources and mental
health. Thus, an analysis of protocols on the allocation of newly published resources in Brazil was carried
out.

Keywords: resources scarcity; bioethics; mental health; pandemic.

Resum
Es pretén mostrar com la pandèmia de COVID-19 causada pel nou coronavirus Sars-COV-2, afecta la
distribució equitativa dels recursos de salut al Brasil, així com ressaltar els dilemes i les barreres ètiques i
psicològiques reconegudes pels professionals de la salut en el context de lluita contra la malaltia. El present
estudi va tenir com a objectiu revisar el coneixement sobre qüestions bioètiques relacionades amb
l'escassetat de recursos i la salut mental. Així, es va realitzar una anàlisi de protocols sobre l'assignació de
recursos recentment publicats al Brasil.

Paraules clau: escassetat de recursos; bioètica; salut mental; pandèmia.

www.bioeticayderecho.ub.edu - ISSN 1886-5887


Escolhas de Sofia e a pandemia de COVID-19 no Brasil: reflexões bioéticas – Alessandra Torres et al.
Rev Bio y Der. 2020; 50: 333-352 | 335

1. Introdução

Em março de 2020, a Organização Mundial de Saúde (OMS), declarou situação de pandemia


causada pelo grande número de infectados pelo vírus Sars-Cov-2 no âmbito mundial. Desde então,
diversos países declararam situação de emergência e adotaram medidas preventivas contra a
disseminação da infecção. Entretanto, a doença acelerou o seu curso evolutivo, e conforme
estatísticas publicadas pela OMS, no final do mês de maio já se contabilizavam 5.690.182
infectados pelo mundo.

Assim como em diversos países, no Brasil a pandemia avança progressivamente e leva


consigo impactos econômicos, sociais e políticos, proporcionando à humanidade um dos episódios
mais desafiadores da história. Nesse contexto, não obstante as demasiadas preocupações e
incertezas vivenciadas pelos cidadãos em razão da velocidade de propagação do novo
coronavírus, uma nova e inevitável questão surge e abala as estruturas dos sistemas de saúde: o
aumento da demanda por leitos, equipamentos e respiradores frente à limitação de recursos.
Surgem, portanto, múltiplos questionamentos acerca da possível alocação de recursos e da
necessidãde dã reãlizãção de “Escolhãs de Sofiã” nos hospitãis.

Nesse sentido, essa situação de calamidade pode ocasionar impactos diretos e indiretos na
relação médico-paciente, tendo em vista que os profissionais de saúde por vezes, encontram-se a
frente das tomadas de decisão relativas à tratamentos direcionados aos infectados. Faz-se
necessário portanto, analisar os protocolos que visam orientar as tomadas de decisão recém-
publicados no Brasil, bem como as consequências psicológicas ocasionadas aos profissionais da
área médica, sob a perspectiva bioética.

2. Alocãção de recursos escãssos

A Declaração Universal de Direitos Humanos, proclamada pela Assembleia Geral das Nações
Unidas considera que todos possuem o direito à um padrão de vida que lhe garanta saúde e bem-
estar. No Brasil, o direito à saúde é garantido pela Constituição Federal de 1988 e é atribuído ao
Estado o dever de promovê-la por intermédio de políticas econômicas e sociais que visem, além
da redução de doenças, o acesso universal e igualitário às ações e serviços que objetivam a sua
promoção. Nesse contexto, em substituição ao Instituto Nacional de Assistência Médica da
Previdência Social (INAMPS), que conforme Elisângela Santos Moura (2013), considerava como
beneficiário da saúde apenas aqueles que contribuíam com a Previdência Social, foi implementado
o Sistema Único de Saúde (SUS). Esse sistema é regido pelos princípios da universalidade,

www.bioeticayderecho.ub.edu - ISSN 1886-5887


Escolhas de Sofia e a pandemia de COVID-19 no Brasil: reflexões bioéticas – Alessandra Torres et al.
Rev Bio y Der. 2020; 50: 333-352 | 336

equidade e integralidade, estabelecidos no art. 7º da lei 8.080/90. Segundo Matta (2007), o


primeiro princípio aponta para o direito à vida e a igualdade de acesso sem quaisquer distinções,
o segundo dispõe-se no sentido de reduzir as iniquidades e diferenças, ao passo que o terceiro
engloba as diversas dimensões que determinam a produção da saúde e doença, analisando o
sujeito como um todo.

Desse modo, evidencia-se que a saúde é tratada no país como um direito fundamental a ser
prestado pelo Estado de forma universal, integral e equitativa. Entretanto, como aponta Mendonça
(2018), a finitude de recursos impossibilita o atendimento de todas as necessidades de saúde
apresentadas pela população, pois a prestação médica-assistencial possui limites. Isto é, ainda que
o direito à saúde seja garantido a todos indistintamente, frente a limitações de recursos e a
infinitude de necessidades, por vezes, faz-se necessário alocar recursos.

Em matéria divulgada, o Centro de Bioética do Conselho Regional de Medicina do Estado de


São Paulo (CREMESP) considera que em nível institucional, a distribuição de cuidados na saúde é
tratada como macroalocação, incluindo desde a forma como os hospitais financiam os seus gastos
até a quantidade de recursos que um país dedica aos cuidados primários e preventivos. Já a
microalocalização se refere às decisões de caráter individual sobre tratamento, que partem de
critérios concretos, mãs que podem ser influenciãdãs, inconscientemente por “considerãções não
médicãs”.

A discussão acerca da escassez de recursos e da necessidade de alocação se intensificou no


Brasil com o crescimento do número de infectados pela COVID-19.
Emanuel, Persad, Upshur, Thome, Parker, Glickman; et al. (2020, tradução nossa), entendem que
o exemplo mais precoce de verificação de escassez, no contexto da atual pandemia, foi nos Estados
Unidos, onde reconheceram que não havia máscaras de alta filtração N-95 para todos os
trabalhadores da área da saúde. Do mesmo modo, Satomi, et al. (2020) alertam que as pandemias
virais, como a vivenciada nos dias atuais, são capazes de gerar ameaças ao equilíbrio dos sistemas
de saúde devido a imposição de demandas extraordinárias dos insumos, tecnologias e recursos
humanos disponíveis. Evidencia-se, pois que, com esse cenário, os recursos na área médica podem
se tornar insuficientes para suprir a grande demanda provocada, trazendo a necessidade de
decidir sobre a alocação de recursos paliativos e técnicos. Surgem então, questionamentos acerca
de quais regras e critérios seriam observados nas tomadas de decisões e quais profissionais
estariam encarregados de realizá-las no cenário nacional.

Nesse contexto, é notória a necessidade do estabelecimento de regras para que o problema


seja enfrentado da forma mais ética possível. Mannelli (2020), observa que:

www.bioeticayderecho.ub.edu - ISSN 1886-5887


Escolhas de Sofia e a pandemia de COVID-19 no Brasil: reflexões bioéticas – Alessandra Torres et al.
Rev Bio y Der. 2020; 50: 333-352 | 337

Quando os recursos são escassos em relação à demanda potencial, eles precisam


ser alocados seguindo critérios rígidos de priorização - ou seja, alguém ficará sem.
Existem muitos tipos de recursos escassos, alguns dos quais salvam vidas, o que significa
que aqueles que não os acessam não sobreviverão. (Mannelli, 2020: 1, tradução nossa).

Mediante a necessidade e urgência em definir quais critérios seriam utilizados na tomada


de decisão acerca de qual paciente poderia usufruir dos recursos de saúde no tratamento da
doençã, ã expressão “Escolhãs de Sofiã” pãssou ã ser veiculãdã por ãlguns noticiários e pouco a
pouco, alguns protocolos referentes à essa questão foram divulgados. Serão analisados a seguir os
protocolos publicados no Brasil.

3. Escolhãs de Sofiã: protocolos e reflexoes bioeticãs

A expressão “Escolhãs de Sofiã” é utilizãdã pãrã referenciãr ãs escolhãs difíceis em referênciã ão


filme Sophie's Choice (Escolhas de Sofia), baseado no romance escrito pelo norteamericano
William Styron e dirigido pelo roteirista Alan J. Pakula, lançado em 1982 nos Estados Unidos. O
drama se passa durante a Segunda Guerra Mundial e relata a história e as paixões da jovem Sofia
Zawistowski (Meryl Streep), uma polonesa, filha de um antissemita, que em seu passado, fora
vítima do holocausto, sendo obrigada por um comandante nazista a decidir qual dos seus dois
filhos seriam queimados e qual seria salvo.

Joana Suarez (2020) argumenta que recentemente, em razão da evolução da pandemia a


expressão voltou a ser utilizada, para se referir a escolhas de quem deve ter acesso aos leitos de
terapia intensiva em situações onde o acesso a um respirador se torne decisivo para determinar
a sobrevivência dos pacientes.

No Brasil, a pandemia alastrou-se rapidamente e até o dia 28 de junho o país contabilizava


1.345.254 infectados, conforme dados do Ministério da Saúde. No entanto, embora a resolução
dessas dúvidas acerca da alocação de recursos seja de caráter emergencial, o país ainda se
encontra na fase de divulgação dos primeiros documentos que estabelecem os critérios para a
reãlizãção dãs “escolhãs difíceis” nos hospitãis.

Assim, o primeiro documento no país, foi publicado pela Associação Médica Intensiva
Brasileira (AMIB) em abril de 2020. A primeira versão desse protocolo considerou que a alocação
de recursos não deve ocorrer de forma sigilosa, sem registro e de forma subjetiva, mas é
necessário que sejãm “clãros, trãnspãrentes, tecnicãmente embãsãdos, eticãmente justificãdos e
que estejãm ãlinhãdos com o ãrcãbouço legãl brãsileiro”. Considerou que umã dãs justificãtivãs

www.bioeticayderecho.ub.edu - ISSN 1886-5887


Escolhas de Sofia e a pandemia de COVID-19 no Brasil: reflexões bioéticas – Alessandra Torres et al.
Rev Bio y Der. 2020; 50: 333-352 | 338

da implementação do protocolo reside em retirar a responsabilidade de decidir das mãos dos


profissionais da saúde, uma vez que podem ocasionar impasses na saúde mental por serem
exaustivas. Sendo assim, baseando-se no modelo de Biddinson et al.., apresentou como princípios
o consenso de priorizar os pacientes infectados com maior expectativa de sobrevida, equalizar a
oportunidãde dos indivíduos de pãssãr pelos ciclos dã vidã e como objetivos “sãlvãr o mãior
número de vidãs”, “sãlvãr o mãior número de ãnos vidã”, “equãlizãr ã oportunidade de passar
pelos diferentes ciclos dã vidã” , utilizãndo ã hierãrquiã como critério principãl e ã “equidãde
quãndo houver benefícios iguãis”, sendo ã hierãrquiã um critério de desempãte, nesse cãso.

Observa-se que este protocolo se atentou para a realização de escolhas utilizando critérios
estabelecidos mediante um contexto emergencial, recebendo posteriormente, alguns
questionamentos. Nesse sentido, a AMIB e a ABRAMEDE revisaram o documento e publicaram
uma segunda versão elaborada a partir do debate com profissionais da saúde e do Direito. A
principal modificação nessa versão foi a retirada do critério de faixa etária como critério de
triagem, compreendendo-se que ele “poderiã ser discriminãtório (e, portãnto, inconstitucionãl) e
que sua presença poderia comprometer a base de solidariedade que é característica da atenção
em sãúde.”

Ademais, a Câmara Técnica de Geriatria do CRM-DF publicou em abril o parecer-consulta


Nº 014/2020, propondo recomendações técnicas de critérios éticos a serem utilizados nos
cuidados dos idosos em Unidade de Terapia Intensiva, durante a pandemia. Dentre as propostas
encontram-se a necessidade de construir um único protocolo de gestão assistencial no Distrito
Federal, contendo critérios apresentados de forma clara e unificada. Destacou que no cenário de
esgotamento dos serviços de saúde disponíveis, os idosos devem ser respeitados quanto a não
limitação pelo fator idade e o respeito às suas decisões individuais, quando trouxerem Diretivas
Antecipadas de Vontade (DAV) e sugeriu a formação de Comitês de Gestão Ética, compostos por
médicos com “expertise ãssistenciãl e éticã”, que consigãm fornecer decisões rápidãs frente ãos
dilemas éticos enfrentados.

Já o Conselho Federal de Medicina do Pernambuco (CREMEPE), publicou em abril de 2020,


a recomendação nº 05/2020, em observância ao aumento de casos de insuficiência respiratória
grave e o possível esgotamento de recursos na abertura de novos leitos. Recomendou-se assim, a
utilização de um fluxograma no atendimento dos pacientes acometidos por síndrome respiratória
aguda grave (SRAG), por meio de um Escore Unificado para Priorização (EUP-UTI) através da
combinação do Sequential Organ Failure Assessment (SOFA) simplificado, Charlson Comorbidity
Index (CCI), Clinical Frailty Scale (CFS) e Karnofsky Performance Status (KPS) cabendo à autoridade
sanitária definir o início e duração do EUP-UTI.

www.bioeticayderecho.ub.edu - ISSN 1886-5887


Escolhas de Sofia e a pandemia de COVID-19 no Brasil: reflexões bioéticas – Alessandra Torres et al.
Rev Bio y Der. 2020; 50: 333-352 | 339

O Conselho Federal de Medicina do Rio de Janeiro (CREMERJ), também publicou orientações


a serem utilizadas nas tomadas de decisão sobre alocação de recursos. Recomendou-se a
utilização de critérios objetivos e transparentes, a não utilização da faixa etária como critério e na
triagem inicial, os critérios recomendados foram a análise da gravidade clínica que deve ser
mensurado pelo SOFA, a gravidade de doenças de base incuráveis e progressivas, como disfunções
orgânicas e câncer por meio da SPICT-BR (Supportive and Palliative Care Indicators Tool – versão
brasileira); e a funcionalidade prévia à admissão na unidade de saúde a ser medida pela
ferramenta ECOG-PS escore. Recomendou ainda a criação de equipes de triagens para a aplicação
do protocolo, que não estejam oferecendo assistência direta aos pacientes e a estimulação da
manifestação prévia de vontade do paciente.

Já a Sociedade Brasileira de Bioética publicou um documento no qual defende a proteção


das pessoas mais vulneráveis, o direito ao acesso ao melhor tratamento para todos e o acesso
igualitário a todos os leitos de UTI, públicos e privados. Recomendou que deve se assegurar que
todos os leitos de terapia intensiva sejam regulados pelo SUS e disponibilizados de maneira
equitativa, que seja assegurado o princípio da equidade e apresenta um fluxograma para o
estabelecimento de critérios a serem utilizados, considerando o respeito aos direitos
fundamentais e à dignidade da pessoa humana.

Chiãrã Mãnelli (2020), considerã ãindã que “Ao ãlocãr recursos nesses cenários, os
profissionais estão considerando priorizar aqueles com maior probabilidade de sobreviver do que
ãqueles com chãnces remotãs de sobrevivênciã.” (tradução nossa, Manelli, p. 1). Tal como o
critério hierárquico foi considerado excludente, é possível inferir que escolher a quem salvar e a
quem excluir também configura uma questão inconstitucional e excludente, uma vez que é
assegurado a todos o direito à vida e à saúde. Logo, as dúvidas recorrentes consistem em
estãbelecer quãis princípios devem ser utilizãdos nessã “seleção”.

Para Gonçalves e Dias (2020) esse dilema configura uma das questões bioéticas mais
expressivas proporcionadas pela pandemia. Portanto, convém analisar a realização dessas
escolhas sob a perspectiva dos princípios bioéticos a fim de estabelecer reflexões acerca dos
critérios utilizados, uma vez que, a Bioética, como afirma Joaquim Clotet (2003:32), não possui
novos princípios éticos fundãmentãis, mãs é ã “respostã dã éticã ãos novos cãsos e situãções
originãdos no âmbito dã sãúde”.

www.bioeticayderecho.ub.edu - ISSN 1886-5887


Escolhas de Sofia e a pandemia de COVID-19 no Brasil: reflexões bioéticas – Alessandra Torres et al.
Rev Bio y Der. 2020; 50: 333-352 | 340

4. Apontãmentos bioeticos ãcercã dos protocolos brãsileiros

A Bioética surgiu década de 1970, com publicações do norte-americano Von Rensselaer Potter,
que apresentou a proposta da criação de uma nova área do conhecimento que abrangeria os
reflexos dos avanços científicos na vida dos seres vivos. É conceituada por Leone, Privitera e
Cunha; (apud Junqueira, 2011:8) como umã ciênciã “que tem como objetivo indicãr os limites e ãs
finalidades da intervenção do homem sobre a vida, identificar os valores de referência
racionalmente proponíveis, denunciar os riscos dãs possíveis ãplicãções”. Sendo assim, seus
princípios foram apresentados no Relatório Belmont em 1978, como forma de orientar pesquisas
com seres humanos e posteriormente, foram estendidos à prática médica, na obra Princípios de
Ética Biomédica de Beauchamps e Childress. Consistem em Beneficência, Não-Maleficência,
Autonomia e Justiça.

Os Princípio da Beneficência, conforme Magda Santos Koerich, Rosani Ramos Machado e


Eliani Costa:

“(...)relaciona-se ao dever de ajudar aos outros, de fazer ou promover o bem a


favor de seus interesses”, enquanto a Não Maleficência “(...) implica no dever de se abster
de fazer qualquer mal para os clientes, de não causar danos ou colocá-los em risco”
(Koerich , Machado e Costa, 2004: 108, 109).

No contexto de luta à pandemia da COVID-19, simboliza que as escolhas devem ser


realizadas com base no benefício do paciente e o seu não malefício. É necessário portanto, a
observância à possibilidade de maximização desses benefícios, observando, conforme Satomi et
al.. (2020):

“A priorização do benefício máximo de todos os pacientes e do maior número


possível de pessoas, reconhecendo que nem todos os pacientes se beneficiam ou
necessitarão da utilização de todos os recursos, e, logo, cada recurso deve ser
direcionado àqueles que realmente podem se beneficiar de seu uso, segundo as
evidências clínicas disponíveis” (Satomi et al..., 2020, p. 2).

A autonomia, por sua vez, é conceituada por Maria de Fátima Freire de Sá (2012), como a
“(...) cãpãcidãde ou ãptidão que têm ãs pessoãs de conduzirem suãs vidãs como melhor convier ão
entendimento de cada uma de lãs” (Sá, p.145). É entendida pois, como a capacidade de
autodeterminação da pessoa humana e nesse sentido, faz-se necessário refletir se em uma
situação de alocação de recursos, a capacidade de escolha intrínseca à pessoa humana deve ser
utilizada como parâmetro ou critério. Nesse sentido, ressalta-se que em suas recomendações, a
Câmara Técnica de Geriatria do CRM-DF exalta a autonomia do idoso infectado ao propor o

www.bioeticayderecho.ub.edu - ISSN 1886-5887


Escolhas de Sofia e a pandemia de COVID-19 no Brasil: reflexões bioéticas – Alessandra Torres et al.
Rev Bio y Der. 2020; 50: 333-352 | 341

respeito às suãs vontãdes individuãis quãndo ãpresentãrem DAV’S. As DAV’S (Testãmento Vitãl e
Procuração para cuidados de Saúde) são documentos que dispõem sobre manifestações prévias a
respeito de cuidados médicos e são utilizadas em situações em que o mesmo se encontra
incapacitado de decidir.

Já o Princípio dã Justiçã, de ãcordo com Clotet (2003), “(...) exige equidãde na distribuição
de bens e benefícios no que se refere ão exercício dã medicinã ou áreã dã sãúde.” (Clotet, p. 25).
Ou seja, atribui a cada pessoa conforme suas necessidades, levando em consideração que cada
pessoa se diferencia quanto às suas necessidades. A justiça equitativa é destacada no protocolo da
Sociedade Brasileira de Bioética, ao recomendarem que os leitos de terapia intensiva, privados ou
públicos devem ser disponibilizados a todos equitativamente.

No que tange esse princípio, Satomi et al... (2020), consideram que na alocação de recursos
no atual contexto devem ser observados:

“O dever do cuidado, isto é, de prestar cuidados adequados, considerando o grupo


para o qual o paciente foi designado e aliviar sofrimento em qualquer situação. O dever
de gerenciar os recursos e de equilibrar igualdade e equidade na distribuição dos
recursos, por meio de protocolos com critérios bem definidos e apoiados nos demais
valores expressos neste documento” (Satomi et al..., p. 2).

As análises dos critérios à luz dos princípios bioéticos permitem, portanto, o levantamento
de novos questionamentos e reflexões que contribuem para a elaboração dos critérios éticos e
justos que se baseiem principalmente na necessidade de proteção à dignidade da pessoa humana,
na igualdade e na não-discriminação.

4.1 Etarismo

Historicamente, a visão da humanidade sobre o envelhecimento se modifica constantemente.


Como aponta Lemos, Palhares e Pinheiro et al.., (2017), na Grécia Clássica, a juventude era
enaltecida e buscava-se conservá-la, mas Platão proporcionou a visão de que a velhice conduziria
à prudência e astúcia. Já na sociedade romana, possuíam uma posição de destaque, pois eram
concedidos a eles cargos importes e a autoridade de pater famílias. Os Hebreus, por sua vez,
consideravam os idosos como chefes naturais que eram consultados quando necessário. Ainda
conforme os autores, o cristianismo mostrou uma visão negativa da velhice, passando a ser
associada à decrepitude.

www.bioeticayderecho.ub.edu - ISSN 1886-5887


Escolhas de Sofia e a pandemia de COVID-19 no Brasil: reflexões bioéticas – Alessandra Torres et al.
Rev Bio y Der. 2020; 50: 333-352 | 342

O gerontólogo ãmericãno Robert Neil Butler criou o termo “ageism” (etãrismo) em 1969 em
referência à intolerância e discriminação motivada pela idade. Trata-se, em suma, do preconceito
provocado pela idade. Conforme Palmore (1999), o etarismo pode ser classificado em positivo e
negativo. O primeiro rege-se por estereótipos positivos, como a bondade, o afeto e a sabedoria, ao
passo que o segundo baseia-se em estereótipos negativos, que no caso dos idosos são a doença, a
impotência, declínio mental, senilidade, depressão, entre outros. Para Marcos Weiss Bliacheris
(2020), o preconceito etário é o “mãis normãlizãdo”, não sendo tão combãtido como o rãcismo ou
o sexismo, levando os idosos à marginalização.

A relação do etarismo com a tomada de decisões em contextos clínicos não é novidade. Edith
Maria Barbosa Ramos e Paulo Roberto Barbosa Ramos (2017) destacam que:

“Em 1994, Shaw (1994) publicou na Journal of Medical Ethics um artigo


intitulado In defense of ageism, no qual defendia que uma vez que as pessoas idosas já
haviam desfrutado de mais tempo de vida e que a elas restavam menos tempo, a idade
constituiria, assim, um critério ético, objetivo e eficiente para racionalizar a atenção da
saúde. A atenção da saúde deveria ser dirigida aos pacientes mais jovens por tratar-se
de um imperativo de justiça. Para o autor deve-se observar que o etarismo tem cunho
moral, na medida em que os serviços de saúde são limitados. Desta feita, tais recursos
devem ser alocados no sentido de atingir o maior número possível de pessoas” (Edith
Maria Barbosa Ramos E Edith Maria Barbosa Ramos, p. 10).

No contexto da atual pandemia, os idosos foram classificados pelo Ministério da Saúde como
“grupo de risco”, juntãmente com pessoãs portãdoras de doenças crônicas por serem mais
vulneráveis à contaminação. Além do enquadramento em grupo de risco e a necessidade de uma
atenção especial durante a pandemia, um aspecto que atingiu negativamente os idosos foi a
utilização da idade como parâmetro para decidir quais pessoas iriam dispor dos limitados
recursos disponíveis para o tratamento da COVID-19. Conforme mencionado anteriormente, a
primeira versão do Protocolo da AMIB apresentou a hierarquia como critério de desempate na
tomada de decisão acerca da alocação de recursos durante a situação emergencial proporcionada
pela pandemia. Mas na segunda versão a principal modificação foi justamente o reconhecimento
de sua inconstitucionalidade e consequente exclusão. Já o Protocolo da Sociedade Brasileira de
Bioética destacou que em nenhuma hipótese, a idade seria utilizada como critério nas tomadas de
decisão. Do mesmo modo, a Câmara Técnica de Geriatria do CRM-DF destacou em suas
recomendações que o fator idade não deve ser utilizado como critério em respeito à dignidade do
idoso.

www.bioeticayderecho.ub.edu - ISSN 1886-5887


Escolhas de Sofia e a pandemia de COVID-19 no Brasil: reflexões bioéticas – Alessandra Torres et al.
Rev Bio y Der. 2020; 50: 333-352 | 343

Esse critério configura um princípio inconstitucional que além de infringir normas do


Ordenamento Jurídico Brasileiro, proporciona aos idosos extrema desvalorização. Nesse sentido,
faz-se mister destacar que a atual Constituição Federal do país, além de estabelecer a igualdade
de todos perante a lei (Art. 5º, CF) considera em seu artigo 196, que a saúde é um direito inerente
a todos, regido pela universalidade. Por força desses preceitos estabelecidos na Lei Maior
brasileira, ninguém pode ser privado de usufruir desse direito em razão de idade ou quaisquer
outros atributos de caráter pessoal.

Ademais, o Estatuto do Idoso (lei nº 10.741/2003) assegura que:

Art. 2º O idoso goza de todos os direitos fundamentais inerentes à pessoa humana,


sem prejuízo da proteção integral de que trata esta Lei, assegurando-se-lhe, por lei ou
por outros meios, todas as oportunidades e facilidades, para preservação de sua saúde
física e mental e seu aperfeiçoamento moral, intelectual, espiritual e social, em
condições de liberdade e dignidade. (BRASIL. Estatuto do idoso: lei federal nº 10.741,
de 01 de outubro de 2003).

No que concerne o direito à saúde, o Estatuto supracitado dispõe que:

Art. 15. É assegurada a atenção integral à saúde do idoso, por intermédio do


Sistema Único de Saúde – SUS, garantindo-lhe o acesso universal e igualitário, em
conjunto articulado e contínuo das ações e serviços, para a prevenção, promoção,
proteção e recuperação da saúde, incluindo a atenção especial às doenças que afetam
preferencialmente os idosos (BRASIL. Estatuto do idoso: lei federal nº 10.741, de 01 de
outubro de 2003).

Ou seja, infere-se que os idosos, bem como toda pessoa humana, não podem ser privados de
usufruir de seu direito fundamental à saúde e desse modo, critérios que negligenciam essa
questão são considerados inconstitucionais, proporcionando subterfúgios para o fortalecimento
de preconceitos sociais enraizados como o etarismo. A constatação desse tipo de preconceito fica
claro quando o profissional de saúde prioriza o mais jovem, em detrimento dos idosos.

Os médicos em contextos “normãis” possuem intrinsecãmente o dever de cuidãdo. Desse


modo, o Código de Ética Médica normatiza a responsabilidade ético-disciplinar, com o apoio dos
Conselhos Regionais de Medicina na fiscalização do exercício da profissão. É dever do médico
minorar ou curar o sofrimento do seu paciente, desde que possível, e estabelecer com o mesmo
umã relãção de trãnspãrênciã e leãldãde. O ãrtigo 58 deste Código proíbe o ãto de “Deixãr de
atender paciente que procure seus cuidados dos profissionais em caso de urgência, quando não
haja outro médico ou serviço médico em condições de fazê-lo.” Essã premissã é ãplicãdã em

www.bioeticayderecho.ub.edu - ISSN 1886-5887


Escolhas de Sofia e a pandemia de COVID-19 no Brasil: reflexões bioéticas – Alessandra Torres et al.
Rev Bio y Der. 2020; 50: 333-352 | 344

situações onde o médico é o único no local ou em casos de recusa de atendimento. Além disso o
artigo 135 do Código Penal Brasileiro considera como ilícito o ato de:

Art. 135 - Deixar de prestar assistência, quando possível fazê-lo sem risco pessoal,
à criança abandonada ou extraviada, ou à pessoa inválida ou ferida, ao desamparo ou
em grave e iminente perigo; ou não pedir, nesses casos, o socorro da autoridade pública:
Pena - detenção, de um a seis meses, ou multa (BRASIL. Decreto-Lei 2.848, de 07 de
dezembro de 1940. Código Penal. 1940).

Essa norma se refere ao crime de omissão de socorro, que em situações de normalidade


pode levar o médico a responder criminalmente. Mediante a necessidade de realizar escolhas
difíceis, alguns protocolos mencionados acima propõe a criação de equipes técnicas próprias
reãlizãr tãl tãrefã, isentãndo os médicos e demãis profissionãis dã sãúde que estão nã “linhã de
frente” deste combãte. Em contrapartida, até o presente momento não se verifica nenhuma
modificação no que tange a responsabilidade médica de cuidado para se adaptar ao contexto
emergencial vivenciado.

Portanto, diante da situação emergencial, o Ordenamento Jurídico Brasileiro se depara com


a necessidade de que as escolhas difíceis sejam amparadas pela lei e estejam enquadradas dentro
de parâmetros razoáveis, com critérios de triagem adequados e justos, informações
transparentes, visando sobretudo, o respeito ao direito à vida, à dignidade da pessoa humana e a
não discriminação.

5. Escolhãs de Sofiã e os Impãctos nã Sãude Mentãl dos


Profissionãis de Sãude

Em tempos de COVID-19, nota-se que os medos e incertezas atingiram a todos, principalmente aos
profissionais da área da saúde que se encontram na linha de frente do combate à pandemia. Isso
porque, além de atuarem diretamente no combate à doença, a possível situação de escassez de
recursos pode gerar a necessidade de realizar as mencionadas Escolhas de Sofia. Desse modo, a
ausência de normas para regular essas tomadas de decisão sobre a alocação de recursos, bem
como a necessidade de adaptação rápida aos protocolos criados, podem dificultar a sua atuação e
gerar altos níveis de estresse.

Esse cenário torna-se desafiador para os profissionais da saúde, levando-os a questionar


seus conhecimentos adquiridos ao longo de sua trajetória acadêmica e profissional. Se deparam

www.bioeticayderecho.ub.edu - ISSN 1886-5887


Escolhas de Sofia e a pandemia de COVID-19 no Brasil: reflexões bioéticas – Alessandra Torres et al.
Rev Bio y Der. 2020; 50: 333-352 | 345

ainda com a angústia de não conhecer profundamente a pandemia, visto que se trata de algo
recente e que se propagou rapidamente. (Schmidt et al. 2020).

Segundo Schmidt et al. (2020, apud Bao et al., 2020) as incertezas e temores proporcionadas
pela COVID-19, incluem também a angústia que frente os desafios enfrentados pelos profissionais
da saúde, fazem com que a situação se torne um gatilho para o surgimento ou intensificação dos
sintomas de estresse e ansiedade. Para Fátima Caropreso e Marina Bilig de Aguiar (2015), no
início de suas pesquisas Freud definia a angústia como sendo de origem sexual, sendo assim, a
energia libinal que por alguma razão não pode ser descarregada no foco desejado. Porém, após a
realização de outras pesquisas e por influências de outros teóricos essa definição foi ampliada
para além da frustação da libido. Ainda segundo Caropreso e Aguiar (2015), em uma de suas obras
Freud traz que a psique é dominada pela angústia (afeto de ansiedade) se sentir que não e capaz
de lidar com uma tarefa (perigo) que vem de fora.

Logo, frente a essa definição é possível notar que a angústia é algo subjetivo, onde cada
sujeito irá vivenciar em diversos níveis, visto que, essa experiência de viver o fenômeno da
angústia poderá ocorrer quando o indivíduo não conseguir lidar com algum acontecimento
desconhecido ou frustrante. No âmbito da pandemia, os profissionais da saúde podem vivenciar
essa experiência, ao se depararem com o grande desafio de lidar com o desconhecido e buscar
possibilidades de tratamento, bem como ao lidar com a possibilidade de um caos no sistema de
saúde devido à falta de leitos e suporte para a grande demanda que possa surgir.

Frente a tal situação esses profissionais podem também experimentar um grande nível de
estressores em relação a pandemia no que se refere a medos, inseguranças, sobrecarga da jornada
de trabalho, risco maior de serem infectados por lidarem diretamente com os pacientes
contaminados e medo de contraírem a infecção durante o trabalho e transmitirem a seus
familiares.

No entanto, Schmidt et al. (2020), apontam que os estudos relacionados aos possíveis
impactos psicológicos em decorrência da nova pandemia ainda são poucos, porém, indicam o
surgimento de consequências negativas. Schmidt et al. (2020, apud Jiang et al.,2020; Taylor 2019)
relatam ainda, que as pesquisas anteriores referentes a outras infecções demonstram que são
grandes os impactos psicológicos negativos a curto, médio e longo prazo para os profissionais de
saúde e também para a população geral. Faz-se necessário portanto, o suporte psicológico para
todos que estão na linha de frente ao combate a pandemia, em especial aos médicos, enfermeiros
e técnicos.

Logo, Schmidt et al. (2020) destacam também, que tratamentos psicológicos para os
profissionais de saúde são de suma importância para lidar com os impactos na saúde mental que

www.bioeticayderecho.ub.edu - ISSN 1886-5887


Escolhas de Sofia e a pandemia de COVID-19 no Brasil: reflexões bioéticas – Alessandra Torres et al.
Rev Bio y Der. 2020; 50: 333-352 | 346

poderão surgir em virtude da pandemia. Isso visto que, a psicologia, no âmbito da pandemia, pode
contribuir na promoção da saúde mental, na prevenção dos impactos negativos como também
promover uma melhor comunicação entre os envolvidos bem como a humanização para o manejo
de algumas situações que poderão surgir dentre alguns podemos citar; a frustação em não
conseguir salvar vidas, incertezas e atender pessoas que testaram positivos e se recusam a tomar
os devidos cuidados (Schmidt et al. 2020).

Além disso, nota-se que no Brasil existe um quantitativo de profissionais que não possuem
experiencia em atuar em grandes emergências como e o caso da COVID-19, frente a isso é
inevitável que haja um aumento do estresse diante da situação (Schmidt et al. 2020 , apud Barros-
Delben et al., 2020).

Como mencionado, anteriormente, a ausência de normas que regulamentam as tomadas de


decisão acerca da possível necessidade de alocar recursos no contexto da pandemia, é um dos
problemas que podem ser enfrentados pelos profissionais da saúde. Nesse sentido, o protocolo
sobre Alocação de Recursos do Conselho Regional de Medicina do Rio de Janeiro destaca-se por
recomendar a criação de equipes de triagem constituídas por profissionais que não estejam
vinculados diretamente aos cuidados do paciente, pois retira daqueles o encargo de realizar as
Escolhas de Sofia.

Considerando tais questionamentos, faz-se necessário que essas intervenções ocorram de


forma precoce e que seja direcionada também aos demais profissionais de saúde além daqueles
que estão na linha de frente; recepcionistas, administrativos, auxiliares gerais que podem trazer
em si alguma queixa. Vale ressaltar a importância em permitir ao grupo profissional que
manifeste suas inseguranças e medos oferecendo acolhida subjetiva e sem julgamento para com
os sentimentos demonstrados pelo sujeito. Tal suporte permite ao sujeito se reorganizar para os
desafios em lidar com a pandemia e também com os pacientes infectados.

6. Considerãçoes Finãis

Mediante os estudos realizados, verificou-se que a situação de calamidade proporcionada pela


pandemia vivenciada, ocasionou o aumento da demanda por leitos, respiradores e demais
equipamentos terapêuticos, frente à limitação de recursos. Desse modo, no Brasil, a discussão
acerca da escassez de recursos e da necessidade de alocação se intensificou com o crescimento do
número de infectados pelo novo coronavírus.

www.bioeticayderecho.ub.edu - ISSN 1886-5887


Escolhas de Sofia e a pandemia de COVID-19 no Brasil: reflexões bioéticas – Alessandra Torres et al.
Rev Bio y Der. 2020; 50: 333-352 | 347

Em que pese a saúde ser tratada na atual Constituição Federal Brasileira como um direito
fundamental a ser prestado pelo Estado de forma universal, integral e equitativa, os recursos são
finitos, o que impossibilita o atendimento de todas as necessidades de saúde apresentadas pela
população. Logo, as tomadas de decisão relativas à distribuição de recursos representam um dos
maiores desafios bioéticos enfrentados pelos profissionais da saúde brasileiros, o que pode gerar
transtornos e marcas psicológicas nesse grupo, demonstrando a necessidade do estabelecimento
de regras e critérios para que o dilema seja enfrentado da forma mais ética possível.

Evidenciou-se que os primeiros documentos brasileiros que estabeleceram critérios para a


reãlizãção dãs “escolhãs difíceis” nos hospitãis estão pãutãdos nã éticã que exige condições de
igualdade nos tratamentos, bem como em normas técnicas para evitar a subjetividade nas
escolhas de pacientes, quando inevitáveis. O intuito é salvar o maior número de vidas,
considerando o respeito aos direitos fundamentais e à dignidade da pessoa humana, sob a
perspectiva dos princípios bioéticos.

Por outro lado, são poucos os estudos que visam a identificação dos impactos psicológicos
negativos a curto, médio e longo prazo para os profissionais da saúde neste contexto, e é
indubitável que esse grupo necessita de suporte psicológico, afinal, estão na linha de frente
combatendo a pandemia e nem sempre conseguem salvar vidas.

É essencial portanto, que as escolhas sejam pautadas em critérios éticos e objetivos e que
os profissionais responsáveis pela sua realização sejam amparados, visando a diminuição de
impactos negativos nos tratamentos e em sua saúde mental.

Referenciãs

 Associação de Medicina Intensiva Brasileira (2020). Recomendações da Associação de Medicina


Intensiva Brasileira para a abordagem do COVID-19 em medicina intensiva. Disponível em:
https://www.amib.org.br/fileadmin/user_upload/amib/2020/abril/04/Recomendacoes_A
MIB04042020_10h19.pdf [Consulta:14 de junho de 2020].

 Associação de Medicina Intensiva Brasileira. (2020) Recomendações da AMIB (Associação de


Medicina Intensiva Brasileira), ABRAMEDE (Associação Brasileira de Medicina de Emergência,
SBGG (Sociedade Brasileira de Geriatria e Gerontologia) e ANCP (Academia Nacional de
Cuidados Paliativos) de alocação de recursos em esgotamento durante a pandemia por COVID-
19. Disponível em:
https://www.amib.org.br/fileadmin/user_upload/amib/2020/abril/24/VJS01_maio_-

www.bioeticayderecho.ub.edu - ISSN 1886-5887


Escolhas de Sofia e a pandemia de COVID-19 no Brasil: reflexões bioéticas – Alessandra Torres et al.
Rev Bio y Der. 2020; 50: 333-352 | 348

_Versa__o_2__Protocolo_AMIB_de_alocac__a__o_de_recursos_em_esgotamento_durante_a_pan
demia_por_COVID.pdf [Consulta:16 de junho de 2020].

 Bliacheris, M.W. (2020) Preconceito Etário. Disponível em:


https://www.linkedin.com/pulse/preconceito-et%25C3%25A1rio-marcos-weiss-bliacheris
[Consulta: 16 de junho de 2020].

 Brasil. Constituição da República Federativa do Brasil de 1988. Brasília, DF.

 Brasil. Lei federal nº 10.741 de 01 de outubro de 2003. Dispõe sobre o Estatuto do Idoso e dá
outras providências (Estatuto do Idoso). Diário Oficial da União, Brasília, 01 de outubro de
2003. Disponível em: http://www.planalto.gov.br/ccivil_03/leis/2003/l10.741.htm
[Consulta: 16 de junho de 2020].

 Brasil. Decreto-Lei 2.848, de 07 de dezembro de 1940. Código Penal. Diário Oficial da União,
Rio de Janeiro, 31 dez. 1940.

 Caropreso, F.; Aguiar, M. B. (2015). O conceito de angústia na teoria freudiana inicial. Nat.
hum. 17, 1. Disponível em:
http://pepsic.bvsalud.org/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S1517-
24302015000100001#:~:text=A%20partir%20dessa%20cita%C3%A7%C3%A3o%2C%20
%C3%A9,rea%C3%A7%C3%A3o%20a%20uma%20excita%C3%A7%C3%A3o%20end%C3
%B3gena. [Consulta: 18 de junho de 2020].

 Castro, J. C.; Guimarães, M. N. (2018) Caminhos da Bioética: Teresópolis; Volume 1. Coleção


FESO-Editora Unifeso. Disponível em:
https://www.academia.edu/37449660/Caminhos_da_Bio%C3%A9tica [Consulta: 16 de
junho de 2020].

 Centro de Bioética do Cremesp. Alocação de Recursos em Saúde. Disponível em:


http://www.bioetica.org.br/?siteAcao=BioeticaParaIniciantes&id=26 [Consulta:14 de junho
de 2020].

 Clotet, J. (2003). Bioética: uma aproximação. Puerto Alegre: EDIPUCRS. Disponível em:
http://www.pucrs.br/edipucrs/digitalizacao/irmaosmaristas/bioetica.pdf. [Consulta: 14 de
junho de 2020].

 Compassion & Choices. (2020). Letter of Compassion & Choices to Centers for Medicare and
Medicaid Services (CMS). Disponível em: https://compassionandchoices.org/wp-
content/uploads/Final-CC-Letter-to-HHS-re-CMS-Waiver-of-Advance-Directive-Policy-
Notice-4-28-20-v6.pdf> [Consulta: 16 de junho de 2020].

www.bioeticayderecho.ub.edu - ISSN 1886-5887


Escolhas de Sofia e a pandemia de COVID-19 no Brasil: reflexões bioéticas – Alessandra Torres et al.
Rev Bio y Der. 2020; 50: 333-352 | 349

 Conselho Federal De Medicina (2010). Código de ética médica: resolução CFM nº 1.931, de
17 de setembro de 2009. Disponível em:
https://portal.cfm.org.br/images/stories/biblioteca/codigo%20de%20etica%20medica.pdf
[Consulta: 16 de junho de 2020].

 Conselho Regional de Medicina do Distrito Federal (2020). Câmara Técnica de Geriatria do


Crm-Df. Parecer Crm-Df Nº. 12/2020. Disponível em:
https://sistemas.cfm.org.br/normas/arquivos/pareceres/DF/2020/12_2020.pdf. [Consulta:
16 de junho de 2020].

 Conselho Regional De Medicina do Rio De Janeiro (2020). Recomendação CREMERJ Nº


05/2020. Disponível em:
https://www.cremerj.org.br/downloads/pdf/40_recomendacao_cremerj_052020.pdf?inline
=inline [Consulta:16 de junho de 2020].

 Conselho Regional de Medicina de Pernambuco (2020). Recomendação CREMEPE Nº 05


/2020. Disponível em: http://www.cremepe.org.br/wp-
content/uploads/2020/04/RECOMENDA%C3%87%C3%83O-CREMEPEN%C2%BA-
05_v.final_.pdf [Consulta: 16 de junho de 2020].

 Coronavírus Brasil. Painel Coronavírus. Atualizado em:28/06/2020 18:30 Disponível em:


https://COVID.saude.gov.br/ [Consulta: 29 de junho de 2020].

 Emanuel, E. J.; Persad, G.; Upshur, R. et al. (2020) Fair Allocation of Scarce Medical Resources
in the Time of COVID-19. N Engl J Med. Disponível
em: https://doi.org/10.1056/NEJMsb2005114. [Consulta: 14 de junho de 2020].

 Gonçalves, L.; Dias, M. C. (2020). Escolha sobre quem deve viver: bioética e COVID-19 no
contexto brasileiro. Brasil de Fato. Disponível em:
https://www.brasildefato.com.br/2020/04/28/artigo-escolha-sobre-quem-deve-viver-
bioetica-e-COVID-19-no-contexto-brasileiro [Consulta:15 de junho de 2020].

 Junqueira, C. R. (2020). Bioética: conceito, fundamentação e princípios. Disponível em:


https://www.unasus.unifesp.br/biblioteca_virtual/esf/2/unidades_conteudos/unidade18/u
nidade18.pdf [Consulta: 16 de junho de 2020].

 Koerich, M. S.; Machado, R. R.; Costa, E. (2005) Ética e bioética: para dar início à reflexão.
Texto Contexto Enferm 14, 1, 106-10. Disponível em:
https://www.scielo.br/pdf/tce/v14n1/a14v14n1 [Consulta: 16 de junho de 2020].

www.bioeticayderecho.ub.edu - ISSN 1886-5887


Escolhas de Sofia e a pandemia de COVID-19 no Brasil: reflexões bioéticas – Alessandra Torres et al.
Rev Bio y Der. 2020; 50: 333-352 | 350

 Lemos, D.; Palhares, F.; Pinheiro, J. P.; et al. Velhice (verbete). In: Projeto de Pesquisã “Políticãs
de Subjetivãção” (e-Psico), s/d. Disponível em: http://www.ufrgs.br/e-
psico/subjetivacao/tempo/velhice-texto.html [Consulta: 16 de junho de 2020].

 Mannelli, C. (2020). Whose life to save? Scarce resources allocation in the COVID-19 outbreak.
Journal of Medical Ethics 46, 364-366. Disponível em:
https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/32277018/ [Consulta: 16 de junho de 2020].

 Matta, G. C. (2007). Princípios e diretrizes do Sistema Único de Saúde. Políticas de saúde:


organização e operacionalização do sistema único de saúde. Rio de Janeiro: EPSJV/FIOCRUZ,
p. 61-80. Disponível em: https://www.arca.fiocruz.br/handle/icict/39223 [Consulta: 14 de
junho de 2020].

 Mendonça, J. R. (2018). A universalidade do direito à saúde e a escassez de recursos. Conteúdo


Jurídico. Disponível em: https://conteudojuridico.com.br/consulta/Artigos/52154/a-
universalidade-do-direito-a-saude-e-a-escassez-de-recursos. [Consulta: 16 de junho de
2020].

 Ministério da Saúde. (2020) Número de curados do coronavírus ultrapassa os casos ativos no


Brasil. Disponível em: https://www.saude.gov.br/noticias/agencia-saude/47065-numero-
de-curados-do-coronavirus-ultrapassa-os-casos-ativos-no-brasil [Consulta: 18 de junho de
2020].

 Moura, E. S. de (2013). O direito à saúde na Constituição Federal de 1988. Âmbito Jurídico,


XVI, 114, jul 2013. Disponível em:
http://professor.pucgoias.edu.br/SiteDocente/admin/arquivosUpload/17657/material/O%
20direito%20%C3%A0%20sa%C3%BAde%20na%20Constitui%C3%A7%C3%A3o%20Fed
eral%20de%201988%20-%20Constitucional%20-
%20%C3%82mbito%20Jur%C3%ADdico.pdf. [Consulta: 13 de junho de 2020].

 Mosimann, L. T. N. Q.; Lustosa, M. A. (2016). A Psicologia hospitalar e o hospital. Rev. SBPH,


vol.14, 1. Disponível em:
http://pepsic.bvsalud.org/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S1516-08582011000100012
[Consulta: 18 de junho de 2020].

 ONU. Assembleia Geral das Nações Unidas (1948). Declaração Universal dos Direitos
Humanos.

 Palmore, E. B. (1999). Ageism: Negative and positive. Nova York: Springer.

www.bioeticayderecho.ub.edu - ISSN 1886-5887


Escolhas de Sofia e a pandemia de COVID-19 no Brasil: reflexões bioéticas – Alessandra Torres et al.
Rev Bio y Der. 2020; 50: 333-352 | 351

 Peixoto. T.C.; Passos, I.C.F.; Brito, M. J. M. (2018) Responsabilidade e sentimento de culpa: uma
vivência paradoxal dos profissionais de terapia intensiva pediátrica., Interface - Comunicação,
Saúde, Educação 22, 65, 461-472. Epub December 21, 2017. Disponível em:
https://www.scielo.br/scielo.php?pid=S1414-
32832018000200461&script=sci_abstract&tlng=pt [Consulta: 14 de junho de 2020].

 Ramos, E. M. B.; Ramos, P. R. B. (2017). Velhice, escassez de recursos e direito à saúde. Revista
de Direito Constitucional e Internacional, vol.99. Disponível em:
http://www.mpsp.mp.br/portal/page/portal/documentacao_e_divulgacao/doc_biblioteca/b
ibli_servicos_produtos/bibli_boletim/bibli_bol_2006/RDConsInter_n.97.09.PDF [Consulta:
16 de junho de 2020].

 Rinnenburger, D. (2020). Le scelte in tempi di COVID-19. Salute Internacionale. Disponível em:


https://www.saluteinternazionale.info/2020/03/le-scelte-in-tempi-di-COVID-19/>
[Consulta: 14 de junho de 2020].

 Rocha, R. O. (2013). BIOÉTICA E ALOCAÇÃO DE RECURSOS EM SAÚDE: reflexões sobre o


compartilhamento democrático das tecnologias médicas avançadas. Revista Direito UNIFACS
n.154. Disponível em: https://revistas.unifacs.br/index.php/redu/article/view/2543.
[Consulta em 14 de junho de 2020].

 Sá, M. F. F. Moureira, D. L. (2012) Autonomia para morrer: eutanásia, suicídio assistido e


diretivas antecipadas de vontade. Belo Horizonte: Del Rey.

 Satomi, E.; Souza, P.M.R.; Thomé, B.C., et al. (2020) Alocação justa de recursos de saúde
escassos diante da pandemia de COVID-19: considerações éticas. Einstein, vol. 18 e AE5775.
Epub April 30, 2020. Disponível em: https://doi.org/10.31744/einstein_journal/2020ae5775
[Consulta: 14 de junho de 2020].

 Silva, A.L.P.; Teixeira, M.A.A. (2002). A angústia médica: reflexões acerca do sofrimento de
quem cura. Cogitare Enferm. 7, 1, 75-83. Disponível em:
https://revistas.ufpr.br/cogitare/article/view/32560/20665. [Consulta: 14 de junho de
2020].

 Sociedade Brasileira de Bioética. (2020). Recomendação SBB Nº 01/2020: aspectos éticos no


enfrentamento da COVID-19, em defesa dos mais vulneráveis e do acesso igualitário aos leitos
de UTI. Disponível em: http://www.sbbioetica.org.br/Noticia/754/RECOMENDACAO-SBB-
N-012020-aspectos-eticos-no-enfrentamento-da-COVID-19 [Consulta: 16 de junho de 2020]

www.bioeticayderecho.ub.edu - ISSN 1886-5887


Escolhas de Sofia e a pandemia de COVID-19 no Brasil: reflexões bioéticas – Alessandra Torres et al.
Rev Bio y Der. 2020; 50: 333-352 | 352

 Suarez, J. (2020). Dois doentes, um respirador e um médico para decidir. Publica - Agência de
Jornalismo Investigativo. Disponível em: https://apublica.org/2020/04/dois-doentes-um-
respirador-e-um-medico-para-decidir/ [Consulta: 14 de junho de 2020].

 Schimidt, B.; Crepaldi, M. A.; Bolze, S. D. A.; et al... (2020). Saúde mental e intervenções
psicológicas diante da pandemia do novo coronavírus (COVID-19). Estud. psicol. 37.
Disponível em: https://www.scielo.br/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0103-
166X2020000100501#B02 [Consulta: 18 de junho de 2020].

Fecha de recepción: 29 de junio de 2020


Fecha de aceptación: 20 de julio de 2020

www.bioeticayderecho.ub.edu - ISSN 1886-5887


Control de la privacidad por parte de las autoridades sanitarias ante situaciones de emergencia – Juan Francisco Rodríguez Ayuso
Rev Bio y Der. 2020; 50: 353-368

Revista de Bioética y Derecho


Perspectivas Bioéticas
www.bioeticayderecho.ub.edu - ISSN 1886-5887

DOSSIER CUESTIONES BIOÉTICAS DE LA PANDEMIA COVID-19

Control de la privacidad por parte de las autoridades


sanitarias ante situaciones de emergencia

Control of Privacy by Health Authorities in Emergency


Situations

Control de la privacitat per part de les autoritats sanitàries


davant situacions d'emergència

JUAN FRANCISCO RODRÍGUEZ AYUSO *

* Juan Francisco Rodríguez Ayuso. Profesor Ayudante Doctor y Coordinador Académico del Máster
Universitario en Protección de Datos. Universidad Internacional de La Rioja (UNIR). Av. de la Paz, 137 26006
Logroño, La Rioja (España). Email: juanfrancisco.rodriguez@unir.es.

Copyright (c) 2020 Juan Francisco Rodríguez Ayuso


Esta obra está bajo una licencia de Creative Commons Reconocimiento-NoComercial-SinObraDerivada
4.0 Internacional.
Control de la privacidad por parte de las autoridades sanitarias ante situaciones de emergencia – Juan Francisco Rodríguez Ayuso
Rev Bio y Der. 2020; 50: 353-368 | 354

Resumen
El presente estudio ofrece una investigación sistemática, exhaustiva y actualizada del tratamiento
de datos personales relativos a la salud de los ciudadanos afectados y/o potencialmente afectados
por la situación excepcional derivada del COVID-19. Para ello, y tomando en consideración toda la
normativa, general y sectorial, aplicable en materia de protección de datos y de sanidad, se
procede al análisis de las bases legitimadoras procedentes y de las excepciones que, aplicables a
situaciones de emergencia sanitaria como la actual, habilitan el tratamiento atendiendo a la
naturaleza de quien intervenga como responsable, haciendo especial énfasis en el interés público
perseguido por las Administraciones Públicas y en el interés vital del propio interesado.

Palabras clave: dato personal; salud; tratamiento; COVID-19; RGPD; Administraciones Públicas;
autoridades sanitarias; legitimación.

Abstract
This study offers a systematic, exhaustive and updated investigation of the processing of personal
data relating to the health of citizens affected and/or potentially affected by the exceptional
situation resulting from COVID-19. For this purpose, and taking into account all the general and
sectorial regulations applicable to data protection and health issues, it analyses the legitimate
bases and the exceptions that, applicable to health emergency situations such as the present one,
allow the processing according to the nature of the controller, with special emphasis on the public
interest pursued by the Public Administrations and the vital interest of the data subject.

Keywords: personal data; health; processing; COVID-19; GDPR; public administrations; health
authorities; legitimacy.

Resum
El present estudi ofereix una investigació sistemàtica, exhaustiva i actualitzada del tractament de
dades personals relatives a la salut dels ciutadans afectats i/o potencialment afectats per la situació
excepcional derivada de la COVID-19. Per aquest motiu i tenint en compte tota la normativa, general
i sectorial, aplicable en matèria de protecció de dades i de sanitat, es procedeix a l'anàlisi de les bases
legitimadores procedents i de les excepcions que, aplicables a situacions d'emergència sanitària com
l'actual, habiliten el tractament atenent a la naturalesa de qui intervingui com a responsable, fent
especial èmfasi a l'interès públic perseguit per les administracions públiques i en l'interès vital de la
persona interessada.

Paraules clau: dada personal; salut; tractament; COVID-19; RGPD; Administracions Públiques;
autoritats sanitàries; legitimació.

www.bioeticayderecho.ub.edu - ISSN 1886-5887


Control de la privacidad por parte de las autoridades sanitarias ante situaciones de emergencia – Juan Francisco Rodríguez Ayuso
Rev Bio y Der. 2020; 50: 353-368 | 355

1. Estado de alarma ante situaciones excepcionales de crisis


sanitarias

El presente estudio de investigación podría comenzar con una frase, tantas veces repetida, que
adquiere especial intensidad en nuestros días: “ante situaciones excepcionales, medidas
excepcionales”.

En efecto, como resultado del potente efecto globalizador propio de la sociedad de la


información en la que nos hallamos plenamente inmersos, asistimos en la actualidad a un
complejo escenario de emergencia sanitaria, hasta hace unos meses inimaginable, que ha puesto
progresivamente en jaque el entramado político, institucional, económico, ético y sanitario de los
Estados y que está llamado a transformar, casi definitivamente, el comportamiento relacional de
los individuos y del entorno en el que se desenvuelven (Ministerio de Sanidad, 2020).

El COVID-19, excepcional en sus efectos más adversos, exige la adopción de medidas


extraordinarias que permitan remediar o, cuanto menos, minorar el, ya, más que elevado número
de víctimas (Miler, 2020). En este punto, el ordenamiento jurídico debe articularse del modo más
preciso y riguroso posible para permitir, sin resultar mermado, dar acertada respuesta a las
aspiraciones propias de todo ser humano en orden a la preservación del más alto valor humano
que da razón y sirve de sustento al resto: la vida (Martínez, 2020).1

Desde un punto de vista puramente ético, en un estado de alarma de estas características,


los intereses generales de la salud pública y, en general, del bien común, pueden entrar en colisión
con los intereses particulares y exigir limitaciones de los derechos individuales en favor de los
primeros, aun cuando tales restricciones afecten con diversa intensidad a sus derechos
fundamentales y libertades públicas, siempre y cuando no comprometan el contenido esencial de
estos. De este modo, la protección de los derechos fundamentales y las libertades públicas
correspondientes a los ciudadanos constituye un deber prima facie, que puede confrontar con
aquel consistente en proteger el mismo derecho de todos los demás ciudadanos, por lo que se
establece la necesidad de priorizar. Por este motivo, en las actuaciones que se implementen
deberán otorgar preeminencia, entre otros, a los principios de equidad, no discriminación por
ningún motivo ajeno a la situación clínica del paciente (claramente contraria al artículo 14 de la
Constitución Española2 –en adelante, CE–), solidaridad, justicia, proporcionalidad, transparencia

1 La razón estriba en el acomodo de todo el conjunto de previsiones constitucionales concurrentes, como el principio de dignidad, el
valor supremo de la vida y a la integridad física y moral, el derecho a la seguridad en términos de seguridad pública, el derecho a la
protección de la salud y, en lo que aquí interesa, el derecho a la privacidad y a la protección de datos personales».
2 Boletín Oficial del Estado (en adelante, BOE) núm. 311, de 29/12/1978.

www.bioeticayderecho.ub.edu - ISSN 1886-5887


Control de la privacidad por parte de las autoridades sanitarias ante situaciones de emergencia – Juan Francisco Rodríguez Ayuso
Rev Bio y Der. 2020; 50: 353-368 | 356

y optimización en la planificación de los recursos asistenciales; a tal efecto, es imprescindible una


constante reevaluación de los criterios orientativos o prescriptivos adoptados, a la luz de los
cambios que se produzcan en la evolución de la pandemia, y recomendable recibir la orientación
del comité de ética asistencial de los centros hospitalarios afectados o de otros facultativos con
mayor experiencia y madurez.

Además, la limitada disponibilidad de recursos puede obligar a establecer criterios para


priorizar su acceso, debiendo acudir a criterios objetivos, generalizables, transparentes, públicos
y consensuados, tomando igualmente en consideración aquellos aspectos singulares e
individuales que presente cada persona enferma por el COVID-19.

Por lo demás, nada obsta la configuración del escenario sanitario y post-confinamiento y del
retorno paulatino al estadio anterior al coronavirus, adoptando aquellas precauciones
imprescindibles que impidan rebrotes de la enfermedad, constituyendo una exigencia moral
garantizar a los profesionales sanitarios el adecuado apoyo psicológico para impedir o reducir las
consecuencias que, sobre su salud mental, pueda ocasionar una situación de estrés laboral como
la vivida durante la mencionada crisis (CBE, 2020).

A la vista de lo anterior, la labor de todo jurista e investigador debe ser la de conseguir, con
pretensiones honestas y circunscritas, por ende, a su ámbito de estudio, encontrar, de forma
escalonada y suficientemente motivada, el sustento normativo que permita alcanzar tan excelso
objetivo. En lo que aquí respecta, este análisis busca ahondar, desde una perspectiva teleológica,
en el modo en el que la protección de datos personales, como derecho fundamental pero no
absoluto que es, debe articularse para no obstaculizar la plena efectividad de las medidas que
adopten las autoridades sanitarias en el, ya declarado, estado de alarma.3

El artículo 116.1 CE establece que una ley orgánica regulará los estados de alarma, de
excepción y de sitio, así como las competencias y limitaciones correspondientes4. Al amparo de
esta previsión, surge la Ley Orgánica 4/1981, de 1 de junio, de los estados de alarma, excepción y
sitio5 (en adelante, LOEAES), cuyo Capítulo II (artículos 4 a 12) regula el estado de alarma,
plenamente justificado para situaciones, como la actual, provocada por “[c]risis sanitarias, tales

3 Sobre el carácter limitado y necesariamente ponderable de los derechos fundamentales, vid. Sentencias del Tribunal Constitucional
núm. 11/1981, de 08/04/1981, FF. JJ. 7º y 10º; 2/1982, de 29/01/1982, F. J. 5º; 62/1982, de 15/10/1982, F. J. 5º; 110/1984, de
26/11/1984, F. J. 5º; 13/1985, de 31/01/1985, F. J. 2º; 53/1986, de 05/05/1986, F. J. 3º; 196/1987, de 11/12/1987, FF. JJ. 4º, 5º y 6º;
197/1987, de 11/12/1987, F. J. 11º; 37/1989, de 15/02/1989, F. J. 7º; 120/1990, de 27/06/1990, F. J. 5º.
4 Recuérdese que, de acuerdo con el artículo 81.1 CE, corresponde a las leyes orgánicas el desarrollo de los derechos fundamentales y
de las libertades públicas, las que aprueben los Estatutos de Autonomía y el régimen electoral general y las demás previstas en la
Constitución.
5 BOE núm. 134, de 05/06/1981.

www.bioeticayderecho.ub.edu - ISSN 1886-5887


Control de la privacidad por parte de las autoridades sanitarias ante situaciones de emergencia – Juan Francisco Rodríguez Ayuso
Rev Bio y Der. 2020; 50: 353-368 | 357

como epidemias y situaciones de contaminación graves” [artículo 4.b) LOEAES]. Entre las medidas
que puede llegar a comportar, las indicadas en el artículo 11 LOEAES, además del deber de
colaboración que, siguiendo la previsión del artículo 30.4 CE, se recoge en el artículo 7 bis de la
Ley 17/2015, de 9 de julio, del Sistema Nacional de Protección Civil.6

El estado de alarma “[…] será declarado por el Gobierno mediante decreto acordado en
Consejo de Ministros por un plazo máximo de quince días, dando cuenta al Congreso de los
Diputados, reunido inmediatamente al efecto y sin cuya autorización no podrá ser prorrogado
dicho plazo” (artículo 116.2 CE). Así ha sido. Constatada la expansión del coronavirus en nuestro
país, el Gobierno ha promulgado, con aplicación en todo el territorio nacional, el Real Decreto
463/2020, de 14 de marzo, por el que se declara el estado de alarma para la gestión de la situación
de crisis sanitaria ocasionada por el COVID-197,8 (en adelante, RDDEA), que se ha visto
acompañado con la aprobación de numerosas disposiciones en todos los niveles territoriales
(Minero, 2020)9 encaminadas a hacer frente al impacto ocasionado por la pandemia. La duración
inicial del estado de alarma es de quince días (que se extiende desde la entrada en vigor del Real
Decreto en el BOE -14 de marzo- y hasta quince días después -28 de marzo-, tal y como establecen
el artículo 3 y la disposición final tercera), si bien ha sido objeto de sucesivas prórrogas que se
iniciaron merced al Real Decreto 476/2020, de 27 de marzo, por el que se prorroga el estado de
alarma declarado por el Real Decreto 463/2020, de 14 de marzo, por el que se declara el estado
de alarma para la gestión de la situación de crisis sanitaria ocasionada por el COVID-1910. En
cuanto a las medidas previstas, estas quedan recogidas en los artículos 7 a 19 RDDEA (Presno,
2020).

La declaración del estado de alarma no supone, en ningún caso, ni expresa ni tácitamente,


la suspensión del derecho fundamental a la protección de datos; es más, tan sólo supone la
adopción de determinadas medidas que traen consigo la limitación, que no suspensión, en el
ejercicio de determinados derechos y libertades (Piñar, 2020). Cosa distinta sucede con el estado

6 BOE núm. 164, de 10/07/2015.


7 BOE núm. 67, de 14/03/2020.
8 En España, el único precedente lo encontramos en el Real Decreto 1673/2010, de 4 de diciembre, por el que se declara el estado de
alarma para la normalización del servicio público esencial del transporte aéreo (BOE núm. 295, de 04/12/2010), promulgado con
objeto de garantizar el derecho de todos los españoles a la libre circulación por todo el territorio nacional, tras las circunstancias
extraordinarias acaecidas tras el cierre del espacio aéreo español como consecuencia de la situación desencadenada por el abandono
de sus obligaciones por parte de los controladores civiles de tránsito aéreo.
9 Como acertadamente indica la autora, las disposiciones creadas para atender los efectos de la crisis sanitaria presentan un carácter
excepcional que, como tal, impide cualquier interpretación amplia o extensiva de las mismas. Por lo demás, se puede consultar, de
forma actualizada, el conjunto de disposiciones aplicables en relación con la crisis sanitaria del COVID-19 en el Observatorio de la
Universidad de Valencia.
10 BOE» núm. 86, de 28/03/20.

www.bioeticayderecho.ub.edu - ISSN 1886-5887


Control de la privacidad por parte de las autoridades sanitarias ante situaciones de emergencia – Juan Francisco Rodríguez Ayuso
Rev Bio y Der. 2020; 50: 353-368 | 358

de excepción o de sitio, que, a tenor del artículo 55.1 CE, sí que comportaría la suspensión de los
derechos reconocidos en los artículos 17; 18.2 y 3; 19; 20.1, a) y d), y 5; 21; 28.2, y 37.2 CE. El
derecho fundamental a la protección de datos personales emana del artículo 18.1 CE11, precepto
que no se encuentra recogido en el elenco anterior y que nos permite concluir de forma taxativa
que, ni en el estado de alarma, ni en el estado de excepción ni en el estado de sitio podrán
adoptarse medidas que supongan una suspensión, si siquiera mínima, del Reglamento (UE)
2016/679 del Parlamento Europeo y del Consejo de 27 de abril de 2016 relativo a la protección
de las personas físicas en lo que respecta al tratamiento de datos personales y a la libre circulación
de estos datos y por el que se deroga la Directiva 95/46/CE12 (en adelante, Reglamento general
de protección de datos o RGPD), de la Ley Orgánica 3/2018, de 05 de diciembre, de Protección de
Datos Personales y garantía de los derechos digitales13 (en adelante, LOPDGDD) ni de cualquier
otra normativa conexa, que seguirán siendo aplicables en toda su integridad.14

Cuestión distinta es que sea necesario amoldar este derecho fundamental para, en palabras
de la Agencia Española de Protección de Datos (en adelante, AEPD), “[…] permitir legítimamente
los tratamientos de datos personales en situaciones, como la presente, en que existe una
emergencia sanitaria de alcance general” (AEPD, 2020). Así lo ha reiterado, a nivel comunitario y
de forma prácticamente simultánea, el Comité Europeo de Protección de Datos, quien subraya
que, en absoluto, el respeto a la privacidad de los interesados ni al derecho que la sustenta puede
suponer un escollo en la toma de decisiones que impliquen el uso de datos personales para atajar
la pandemia actual, incluso cuando estemos hablando de datos sensibles, como son los datos
relativos a la salud de las personas (European Data Protection Board, 2020).

11 Así lo declaró la Sentencia del Tribunal Constitucional (Pleno) núm. 292/2000, de 30/11/2000.
12 Diario Oficial de la Unión Europea (en adelante, DOUE) L 119/1, de 05/05/2016.
13 BOE núm. 294, de 06/12/2018.
14 Debe tenerse en cuenta que, merced a la disposición derogatoria única de la LOPDGDD, se deroga la Ley Orgánica 15/1999, de 13
de diciembre, de Protección de Datos de Carácter Personal (en adelante, LOPD -BOE núm. 298, de 14/12/1999-), el Real Decreto-ley
5/2018, de 27 de julio, de medidas urgentes para la adaptación del Derecho español a la normativa de la Unión Europea en materia de
protección de datos (BOE núm. 183, de 30/07/2018) y cuantas disposiciones de igual o inferior rango contradigan, se opongan, o
resulten incompatibles con lo dispuesto en el RGPD. De este modo, y así lo ha ratificado, entre otros, la Autoridad Catalana de
Protección de Datos, sigue en vigor el Real Decreto 1720/2007, de 21 de diciembre, por el que se aprueba el Reglamento de desarrollo
de la Ley Orgánica 15/1999, de 13 de diciembre, de protección de datos de carácter personal (en adelante, RDLOPD -BOE núm. 17, de
19/01/2008-) en todo aquello que no se oponga o resulte incompatible con el RGPD y la LOPDGDD.

www.bioeticayderecho.ub.edu - ISSN 1886-5887


Control de la privacidad por parte de las autoridades sanitarias ante situaciones de emergencia – Juan Francisco Rodríguez Ayuso
Rev Bio y Der. 2020; 50: 353-368 | 359

2. Salud y proteccion de datos personales

Llegados a este punto, y a la vista de la (relevante) conclusión anterior respecto del encuadre y
enfoque constitucional del derecho fundamental a la protección de datos, el siguiente paso reside
en articular el posible tratamiento, por parte de las Administraciones Públicas (a nivel público) y
de las empresas (a nivel privado), de información personal de los ciudadanos como medida de
control, prevención y solución de esta situación de emergencia sanitaria de alcance general.

Un primer aspecto, no exento de debate, reside precisamente en determinar quién puede


intervenir en este contexto como responsable del tratamiento, entendido este como “[…] la
persona física o jurídica, autoridad pública, servicio u otro organismo que, sólo o junto con otros,
determine los fines y medios del tratamiento”. Para poder responder a esta cuestión, necesitamos
saber cuáles son las finalidades para las cuales se van a tratar los datos y quién determina estas
finalidades y los medios para poder alcanzarlas.

En relación con la primera cuestión, parece evidente que todas las finalidades deberán estar
relacionadas directamente con el control del virus y, por ende, con la salvaguarda de la vida de las
personas físicas, ya sean identificadas o identificables, que, en cuanto titulares de los datos,
tendrán la consideración de interesados [artículo 4.1) RGPD].

Por tanto, la clave está en determinar quién debe alcanzar la consecución de estas
finalidades e implementar, en su correspondiente ámbito de actuación, los instrumentos
necesarios para su obtención. A mi juicio, y pese a la opinión contraria de organismos tan
procedentes y relevantes como las autoridades de control italiana (GPDP, 2020) y francesa (CNIL,
2020), considero que el RGPD habilita plenamente en estos casos tanto a las Administraciones
Públicas (personificadas en el Ministerio de Sanidad o el Instituto Nacional de Estadística) como
a las empresas a tratar, en su condición de responsables del tratamiento, datos personales de
personas infectadas o susceptibles de llegar a estarlo, con el fin de evitar la propagación del
coronavirus y procurar la defensa de sus vidas (Marzo, 2020). Ninguna interpretación distinta de
la anterior consideraría coherente con el espíritu de la norma, cual es, repito, atender a una
medida excepcional como la actual, con recursos limitados, donde todos tenemos la obligación de
colaborar y donde es preciso defender la privacidad de los ciudadanos, sí, pero sin que ello
suponga, de manera alguna, una merma de su integridad física, ya que, huelga decirlo, difícilmente
podremos garantizar la privacidad de quien no vive para disfrutarla.

Un segundo elemento vendrá determinado por la naturaleza de los datos personales a tratar
con ocasión de esta crisis sanitaria, que, en su mayor parte, se encuadrarán dentro de lo que se

www.bioeticayderecho.ub.edu - ISSN 1886-5887


Control de la privacidad por parte de las autoridades sanitarias ante situaciones de emergencia – Juan Francisco Rodríguez Ayuso
Rev Bio y Der. 2020; 50: 353-368 | 360

conoce como categorías especiales de datos personales (artículo 9 RGPD)15. En concreto, y en lo


que aquí interesa, serán datos relativos a la salud “[…] aquellos datos personales relativos a la
salud física o mental de una persona física, incluida la prestación de servicios de atención
sanitaria, que revelen información sobre su estado de salud” [artículo 4.15) RGPD].

2.1 Legitimación del tratamiento de datos relativos a la salud


Un primer estadio en el análisis de la licitud del tratamiento de datos personales relativos a la
salud de sus titulares nos lleva a las bases jurídicas del artículo 6.1 RGPD. Y es que, contrariamente
a lo que pudiera pensarse, será preciso, primero, establecer si concurre alguna justificación de las
previstas en la normativa para determinar si el tratamiento es lícito como condición sine qua non
para, sólo después, determinar si, además, existe alguna circunstancia excepcional del artículo 9.2
RGPD que permita superar la regla general que prohíbe tratar datos especialmente protegidos
(Minero, 2020).16

Para un mejor entendimiento de cuanto se expone, parece más didáctico o clarificador


exponerlas conjuntamente, estableciendo la concordancia de cada una de las bases jurídicas
habilitantes con su correspondiente excepción.

a. Consentimiento del interesado


Siguiendo el orden que marca la normativa (que no predispone prelación alguna, pues todas
cumplen el mismo fin y lo hacen en la misma medida), hemos de acudir, en primer lugar, al
consentimiento del interesado para el tratamiento de sus datos personales [artículo 6.1.a) RGPD],

15 Dentro de este artículo quedarían incluidos todos aquellos datos personales que, de un modo más palpable o con efectos más
evidentes, inciden en la esfera privada de los interesados, como son aquellos que revelen el origen étnico o racial, las opiniones
políticas, las convicciones religiosas o filosóficas, la afiliación sindical o el tratamiento de datos genéticos, datos biométricos dirigidos
a identificar de manera unívoca a una persona física, datos relativos a la salud o datos relativos a la vida u orientación sexual del
interesado.
16 En este punto, discrepo con la autora cuando sostiene que: “[…] cuando hablamos de datos de la salud, al tratarse de una categoría
especial de datos, el precepto aplicable para identificar las bases jurídicas del tratamiento de estos datos no es el artículo 6 del RGPD,
sino una norma de protección reforzada, el artículo 9 del RGPD, que prevé una serie de circunstancias que permiten no aplicar la regla
general del tratamiento basado en el consentimiento del interesado”. En primer lugar, y así lo ha establecido la AEPD (2016), “[…]
cuando la legitimación para la finalidad principal no encuentre acomodo en ninguna de las bases jurídicas anteriores”. En segundo
lugar, porque, tal y como reitera la propia AEPD (2020), las bases jurídicas del artículo 6 RGPD deberán concurrir siempre, ya que son
las que permiten cumplir el principio de licitud del tratamiento [artículo 5.1.a) RGPD]; si, además, concurren datos sensibles,
tendremos que buscar salvar la prohibición general del tratamiento que establece el artículo 9 RGPD, que actuará como una especie
de segundo requisito o exigencia adicional pero que, en ningún caso, podrá sustituir o reemplazar la concurrencia de una base legal.

www.bioeticayderecho.ub.edu - ISSN 1886-5887


Control de la privacidad por parte de las autoridades sanitarias ante situaciones de emergencia – Juan Francisco Rodríguez Ayuso
Rev Bio y Der. 2020; 50: 353-368 | 361

consentimiento que deberá ser explícito para poder superar la prohibición general del
tratamiento de datos de salud [artículo 9.2.a) RGPD].

De acuerdo con el artículo 4.11) RGPD, el consentimiento consiste en “[…] toda


manifestación de voluntad libre, específica, informada e inequívoca por la que el interesado
acepta, ya sea mediante una declaración o una clara acción afirmativa, el tratamiento de datos
personales que le conciernen”. De este modo, de las posibles modalidades que habilita la
normativa, únicamente será posible la declaración, y no la clara acción afirmativa, para entender
prestado válidamente el consentimiento para el tratamiento de categorías especiales de datos
personales.

Con fecha de 27 de marzo, el Ministerio de Sanidad ha promulgado la Orden SND/297/2020,


de 27 de marzo, por la que se encomienda a la Secretaría de Estado de Digitalización e Inteligencia
Artificial, del Ministerio de Asuntos Económicos y Transformación Digital, el desarrollo de
diversas actuaciones para la gestión de la crisis sanitaria ocasionada por el COVID-1917,
desarrollando diversas actuaciones que persiguen contribuir a mejorar la gestión de la crisis18.
Entre estas actuaciones, esta orden prevé el desarrollo de soluciones tecnológicas y aplicaciones
móviles para la recopilación de datos con el fin de mejorar la eficiencia operativa de los servicios
sanitarios, así como la mejor atención y accesibilidad por parte de los ciudadanos. En concreto,
establece la necesidad de implementar una aplicación informática que permitirá realizar al
usuario la autoevaluación, con base en los síntomas médicos que comunique, de la probabilidad
de que esté infectado por el COVID-19, ofrecerle información al respecto y proporcionarle
consejos prácticos y recomendaciones a seguir según la evaluación, además de posibilitarle la
geolocalización para verificar que se encuentra donde declara estar (Martínez, 2020). Estas
funcionalidades serán voluntarias, de modo que todo interesado que quiera someterse a ellas
habrá de prestar su consentimiento explícito. El responsable del tratamiento será el Ministerio de
Sanidad.

También prevé el desarrollo de un asistente conversacional/chatbot para ser utilizado


mediante aplicaciones de mensajería instantánea y que proporcionará información oficial, siendo

17 BOE núm. 86, de 28/03/20.


18 Esta orden acoge el mandato emanado de la Ley Orgánica 3/1986, de 14 de abril, de Medidas Especiales en Materia de Salud Pública
(en adelante, LMESP -BOE núm. 102, de 29/04/1986-), modificada mediante Real Decreto-ley 6/2020, de 10 de marzo, por el que se
adoptan determinadas medidas urgentes en el ámbito económico y para la protección de la salud pública (BOE núm. 62, de
11/03/2020); del RDDEA, y de la Orden SND/234/2020, de 15 de marzo, sobre adopción de disposiciones y medidas de contención y
remisión de información al Ministerio de Sanidad ante la situación de crisis sanitaria ocasionada por el COVID-19 (BOE núm. 68, de
15/03/2020), modificada por la Orden SND/267/2020, de 20 de marzo, por la que se modifica la Orden SND/234/2020, de 15 de
marzo, sobre adopción de disposiciones y medidas de contención y remisión de información al Ministerio de Sanidad ante la situación
de crisis sanitaria ocasionada por el COVID-19 (BOE núm. 78, de 21/03/2020).

www.bioeticayderecho.ub.edu - ISSN 1886-5887


Control de la privacidad por parte de las autoridades sanitarias ante situaciones de emergencia – Juan Francisco Rodríguez Ayuso
Rev Bio y Der. 2020; 50: 353-368 | 362

necesario, igualmente, el consentimiento de quien plantee las dudas o consultas relacionadas con
la crisis sanitaria. El responsable del tratamiento será también el Ministerio de Sanidad.

En el ámbito privado, también se están produciendo iniciativas tecnológicas que tienen por
finalidad el seguimiento de contactos para identificar y alertar a las personas que han estado en
contacto con alguien infectado por coronavirus y que se harán depender del consentimiento de
los interesados. Es el caso, entre otras, de la solución conjunta llevada a cabo conjuntamente por
Apple y Google (Cotino, 2020).

Por último, también podrán verse amparadas en el consentimiento del interesado las
investigaciones científicas que, sobre datos personales de salud de los interesados, pueden
implementarse para luchar contra la pandemia. Así lo establece, al amparo del artículo 9.2.j)
RGPD, la disposición adicional decimoséptima, apartado 2.a), LOPDGDD (EDPB, 2020). Este
precepto comunitario permite el tratamiento con fines de archivo en interés público, fines de
investigación científica o histórica o fines estadísticos, de conformidad con el artículo 89.1 RGPD,
sobre la base del Derecho nacional o comunitario, que deberá ser proporcional al objetivo
perseguido, respetar en lo esencial el derecho a la protección de datos y establecer medidas
adecuadas y específicas para proteger los intereses y derechos fundamentales del interesado.

b. Cumplimiento de una obligación legal aplicable al responsable del tratamiento


Una segunda base jurídica que concurre en los datos de salud en el contexto del COVID-19 es la
necesidad del tratamiento para el cumplimiento de obligaciones del responsable del tratamiento
(el empleador) o el ejercicio de derechos específicos del interesado en el ámbito del Derecho
laboral y de la seguridad y protección social [artículos 6.1.c) y 9.2.b) y h) y 9.3, ambos del RGPD].19

De acuerdo con el artículo 6.1.c) RGPD, será legítimo el tratamiento de datos con el fin de
cumplir una obligación legal aplicable al responsable del tratamiento. Esta previsión encuentra
continuidad, en el caso analizado, en el artículo 9.2, letras b) (que alude al tratamiento para el
cumplimiento de obligaciones y el ejercicio de derechos específicos en el ámbito del Derecho
laboral y de la seguridad y protección social) y h) (que, en el ámbito específico sanitario, regula el
tratamiento para fines de medicina preventiva o laboral, evaluación de la capacidad laboral del
trabajador, diagnóstico médico, prestación de asistencia o tratamiento de tipo sanitario o social,
o gestión de los sistemas y servicios de asistencia sanitaria y social, sobre la base del Derecho
nacional o comunitario o en virtud de un contrato con un profesional sanitario y sin perjuicio de
las condiciones y garantías contempladas en el artículo 9.3 RGPD).20

19 Informe 0017/2020 de la AEPD.


20 Este apartado dispone que los datos de salud podrán ser tratados cuando su tratamiento sea realizado por un profesional sujeto a

www.bioeticayderecho.ub.edu - ISSN 1886-5887


Control de la privacidad por parte de las autoridades sanitarias ante situaciones de emergencia – Juan Francisco Rodríguez Ayuso
Rev Bio y Der. 2020; 50: 353-368 | 363

En este caso, el empresario tiene un deber de protección de los trabajadores frente a los
riesgos laborales, motivo por el que deberá garantizar la seguridad y salud de todos los que estén
a su servicio en los aspectos relacionados con el trabajo. Así lo impone el artículo 20 del Real
Decreto Legislativo 2/2015, de 23 de octubre, por el que se aprueba el texto refundido de la Ley
del Estatuto de los Trabajadores21 (en adelante, ET) y los artículos 2.1 y 14 y ss. de la Ley 31/1995,
de 8 de noviembre, de prevención de Riesgos Laborales (en adelante, LPRL). Centrados en el
tratamiento específico de datos de salud, y merced a la habilitación prevista en la disposición
adicional decimoséptima LOPDGDD22, también resultará aplicable el artículo 33 de la Ley
33/2011, de 4 de octubre, General de Salud Pública (en adelante, LGSP)23, que regula la actuación
sanitaria de forma coordinada con los empresarios y los representantes de los trabajadores.

Por su parte, el artículo 21.c), al igual que el artículo 29 LPRL (que transpone el artículo 13
de la Directiva del Consejo, de 12 de junio de 1989, relativa a la aplicación de medidas para
promover la mejora de la seguridad y de la salud de los trabajadores en el trabajo24), hace recaer
en el empleado una serie de obligaciones en materia de prevención de riesgos laborales. Más
concretamente, le obliga a:

“[…] informar de inmediato a su superior jerárquico directo, y a los trabajadores


designados para realizar actividades de protección y de prevención o, en su caso, al
servicio de prevención, acerca de cualquier situación que, a su juicio, entrañe, por
motivos razonables, un riesgo para la seguridad y la salud de los trabajadores;
contribuir al cumplimiento de las obligaciones establecidas por la autoridad
competente con el fin de proteger la seguridad y la salud de los trabajadores en el
trabajo y cooperar con el empresario para que éste pueda garantizar unas condiciones
de trabajo que sean seguras y no entrañen riesgos para la seguridad y la salud de los
trabajadores. En el ámbito de la situación actual derivada del COVID-19 ello supone que
el trabajador deberá informar a su empleador en caso de sospecha de contacto con el
virus, a fin de salvaguardar, además de su propia salud, la de los demás trabajadores del
centro de trabajo, para que se puedan adoptar las medidas oportunas” (AEPD, 2020).

la obligación de secreto profesional o bajo su responsabilidad o por cualquier otra persona sujeta también a la obligación de secreto,
habilitando, pues, la realización, por empresas de seguridad privada y en virtud del artículo 31.10 de la Orden INT/318/2011, de 1 de
febrero, sobre personal de seguridad privada (BOE núm. 42, de 18/02/2011), de pruebas de los trabajadores de la empresa en el
marco de la prevención del riesgo de contagio).
21 BOE núm. 255, de 24/10/2015.
22 Esta disposición adicional ampara en las letras g), h), i) y j) RGPD los tratamientos de datos relacionados con la salud y de datos
genéticos que estén regulados en las leyes y disposiciones de desarrollo en ella contempladas.
23 BOE núm. 240, de 05/10/2011.
24 BOE núm. 240, de 05/10/2011.

www.bioeticayderecho.ub.edu - ISSN 1886-5887


Control de la privacidad por parte de las autoridades sanitarias ante situaciones de emergencia – Juan Francisco Rodríguez Ayuso
Rev Bio y Der. 2020; 50: 353-368 | 364

c. Interés vital del interesado o de otra persona física


Sobre la base del considerando 46 RGPD, surgen los artículos 6.1.d) y 9.2.c), ambos del RGPD, que
aluden a la necesidad del tratamiento por parte de las Administraciones Públicas cuando sea
preciso para proteger intereses vitales del interesado o de otra persona física, si bien el último de
ellos exige, además, que el interesado no esté capacitado, física o jurídicamente, para dar su
consentimiento. En este caso, no tendrá que ampararse en norma alguna de carácter nacional o
comunitario [a diferencia de las letras c) y e) del artículo 6.1 RGPD], pues así lo establece el
artículo 6.3 RGPD.

Esta extensión del tratamiento a terceros supone, en palabras de la propia AEPD (2020),
que:

“[…] dicha base jurídica del tratamiento (el interés vital) puede ser suficiente para
los tratamientos de datos personales dirigidos a proteger a todas aquellas personas
susceptibles de ser contagiadas en la propagación de una epidemia, lo que justificaría,
desde el punto de vista de tratamiento de datos personales, en la manera más amplia
posible, las medidas adoptadas a dicho fin, incluso aunque se dirijan a proteger personas
innominadas o en principio no identificadas o identificables, por cuanto los intereses
vitales de dichas personas físicas habrán de ser salvaguardados”.

d. Interés público
Además del considerando anterior, conviene añadir, a este supuesto de legitimación, el
considerando 54 RGPD. En consecuencia, deberemos aludir a los artículos 6.1.e) y 9.2.g) e i), todos
ellos del RGPD, respaldados, además, por la precitada disposición adicional decimoséptima. El
primero alude al cumplimiento de una misión realizada en interés público o en el ejercicio de
poderes públicos conferidos a las Administraciones Públicas en su condición de responsables del
tratamiento, mientras que, el segundo, en sendas letras y haciéndose eco de esta previsión, alude,
respectivamente, al tratamiento por razones de un interés público esencial (propias de la urgencia
derivada del coronavirus) y al tratamiento por razones de interés público en el ámbito de la salud
pública (característica de la crisis sanitaria actual).

En estos casos, será necesario contar con una base normativa que ampare estos
tratamientos y que establezca medidas adecuadas y específicas para proteger los derechos y
libertades del interesado. Pues bien, esta normativa emana:

En primer lugar, de los artículos 1 a 3 LMESP, que aluden a las actuaciones desarrolladas
por los poderes públicos, a fin de controlar las enfermedades transmisibles, sobre los enfermos y
quienes estén o hayan estado en contacto con ellos.

www.bioeticayderecho.ub.edu - ISSN 1886-5887


Control de la privacidad por parte de las autoridades sanitarias ante situaciones de emergencia – Juan Francisco Rodríguez Ayuso
Rev Bio y Der. 2020; 50: 353-368 | 365

En segundo lugar, el artículo 26 de la Ley 14/1986, de 25 de abril, General de Sanidad25, que


atribuye competencias a los servicios sanitarios ante la existencia de un riesgo inminente y
extraordinario para la salud.

En tercer lugar, ligado también con el tratamiento de datos de salud, el artículo 7 de la Ley
41/2002, de 14 de noviembre, básica reguladora de la autonomía del paciente y de derechos y
obligaciones en materia de información y documentación clínica26, que establece el derecho de
toda persona a que se respete la confidencialidad de sus datos de salud y a que nadie pueda
acceder a ellos sin previa autorización legal.

En cuarto lugar, el artículo 33 de la Ley 33/2011, de 4 de octubre, General de Salud Publica27,


que regula la actuación sanitaria de forma coordinada con los empresarios y los representantes
de los trabajadores.

En quinto y último lugar, de los artículos 5 y 9 LGSP, que establecen el derecho y el deber de
todas las personas de participar de forma efectiva en las actuaciones de salud pública y de
comunicar aquello que pudiera constituir un riesgo o peligro grave para la salud, respectivamente.
La colaboración con los servicios competentes resulta esencial para el logro de los objetivos del
Real Decreto 2210/1995, de 28 de diciembre, por el que se crea la red nacional de vigilancia
epidemiológica.28

De este modo, y conjugando esta base de legitimación con la dispuesta en la letra anterior,
aludimos al tratamiento de datos de salud de personas físicas cuando:

“[…] por indicación de las autoridades sanitarias competentes, sea necesario


comunicar a otras personas con las que dicha persona física ha estado en contacto la
circunstancia del contagio de esta, para salvaguardar tanto a dichas personas físicas de
la posibilidad de contagio (intereses vitales de las mismas) cuanto para evitar que
dichas personas físicas, por desconocimiento de su contacto con un contagiado puedan
expandir la enfermedad a otros terceros (intereses vitales de terceros e interés público
esencial y/o cualificado en el ámbito de la salud pública).”29

25 BOE núm. 102, de 29/04/1986.


26 BOE núm. 274, de 15/11/2002.
27 BOE núm. 240, de 05/10/2011.
28 BOE núm. 21, de 24/01/1996.
29 Informe 0017/2020 de la AEPD.

www.bioeticayderecho.ub.edu - ISSN 1886-5887


Control de la privacidad por parte de las autoridades sanitarias ante situaciones de emergencia – Juan Francisco Rodríguez Ayuso
Rev Bio y Der. 2020; 50: 353-368 | 366

3. Conclusiones

A lo largo del presente estudio hemos podido concluir que la declaración del estado de alarma
como consecuencia de la crisis sanitaria actual derivada del COVID-19 no supone, ni directa ni
indirectamente, la suspensión del derecho fundamental a la protección de datos, aun cuando sí
que trae consigo la implementación de determinadas actuaciones que pueden llegar a limitarlo.
Resulta necesario, por tanto, determinar las bases éticas y jurídicas que permiten que los
tratamientos de datos llevados a cabo tanto por organismos públicos como por empresas privadas
sean lícitos.

Entre las causas de legitimación que, habiendo de ser combinadas con las excepciones
propias y precisas para levantar la prohibición general en el tratamiento de datos de salud de los
interesados, resultan aplicables, se encuentran:

En primer lugar, el consentimiento del propio interesado, que experimentando una


renovación ciertamente más exigente con la nueva normativa en materia de protección de datos,
permite el tratamiento para: a) el desarrollo de soluciones tecnológicas y aplicaciones móviles, b)
el seguimiento de contactos para identificar y alertar a las personas que han estado en contacto
con alguien infectado por coronavirus y c) la realización de investigaciones científicas que, sobre
datos personales de salud de los interesados, pueden implementarse para luchar contra la
pandemia.

En segundo lugar, el cumplimiento de una obligación legal aplicable al responsable del


tratamiento, derivada de la normativa en materia de prevención de riesgos laborales.

En tercer lugar, el interés vital del afectado por la enfermedad del coronavirus o de un
tercero, siempre que el interesado no esté capacitado, física o jurídicamente, para dar su
consentimiento. Esta extensión del tratamiento a terceros comporta que la legitimación pueda ser
suficiente cuando el tratamiento se dirija también a proteger a aquellas personas susceptibles de
ser contagiadas en la propagación del virus.

Finalmente, el interés público perseguido por el responsable del tratamiento, siendo


necesario disponer de una base normativa que ampare estos tratamientos y establezca medidas
adecuadas y específicas para proteger los derechos y libertades del interesado. En este supuesto
se encontraría el tratamiento de datos de salud de interesados cuando sea necesario comunicar a
otros individuos con los que dicha persona física ha estado en contacto la circunstancia del
contagio, y, de otro, la realización de estudios científicos, siempre que la excepcionalidad,
relevancia y gravedad de la situación así lo aconseje.

www.bioeticayderecho.ub.edu - ISSN 1886-5887


Control de la privacidad por parte de las autoridades sanitarias ante situaciones de emergencia – Juan Francisco Rodríguez Ayuso
Rev Bio y Der. 2020; 50: 353-368 | 367

Referencias bibliograficas

 Agencia Española de Protección de Datos (2016). Guía para el cumplimiento del deber de
informar. Madrid: AEPD.

 Agencia Española de Protección de Datos (2020). Informe del Gabinete Jurídico núm.
0017/2020. Madrid: AEPD.

 Comité de Bioética de España (2020). Informe del Comité de Bioética de España sobre los
requisitos ético-legales en la investigación con datos de salud y muestras biológicas en el marco
de la pandemia de COVID-19.

 Commission Nationale de l’Informatique et des Libertés (2020). Coronavirus COVID-19: les


rappels de la CNIL sur la collecte de données personnelles. Disponible en:
https://www.cnil.fr/fr/coronavirus-covid-19-les-rappels-de-la-cnil-sur-la-collecte-de-
donnees-personnelles [Consulta: 27 de mayo de 2020].

 Cotino, L. (2020.) Inteligencia Artificial y vigilancia digital contra el Covid-19 y contra la


privacidad. El diablo está en los detalles. Instituto Español de Estudios Estratégicos, 36.

 European Data Protection Board (2020). Statement by the EDPB Chair on the processing of
personal data in the context of the COVID-19 outbreak. Bruselas: EDPB.

 European Data Protection Board (2020). Guidelines 03/2020 on the processing of data
concerning health for the purpose of scientific research in the context of the COVID-19 outbreak.

 Garante per la protezione dei dati personali. Coronavirus: No do-it-yourself (DIY) data
collection, says the Italian DPA. Disponible en:
https://www.garanteprivacy.it/web/guest/home/docweb/-/docweb-
display/docweb/9282117#1 [Consulta: 15 de mayo de 2020].

 Ministerio de Sanidad (2020). Informe del Ministerio de Sanidad sobre los aspectos éticos en
situaciones de pandemia: El SARS-CoV-2. Madrid.

 Martínez, R. (2020). Los tratamientos de datos personales en la crisis del COVID-19: un


enfoque desde la salud pública. Diario La Ley, 38, 1.

 Martínez, R. (2020). A la muerte por protección de datos. LOPD y seguridad. Disponible en:
http://lopdyseguridad.es/a-la-muerte-por-proteccion-de-datos/ [Consulta: 25 de mayo de
2020].

 Marzo, A. (2020). La inoportuna doctrina de las autoridades europeas de protección de datos


frente al Covid-19. Hay Derecho. Disponible en:

www.bioeticayderecho.ub.edu - ISSN 1886-5887


Control de la privacidad por parte de las autoridades sanitarias ante situaciones de emergencia – Juan Francisco Rodríguez Ayuso
Rev Bio y Der. 2020; 50: 353-368 | 368

https://hayderecho.expansion.com/2020/03/18/la-inoportuna-doctrina-de-las-
autoridades-europeas-de-proteccion-de-datos-frente-al-covid-19/#comments. [Consulta: 13
de abril de 2020].

 Miler, R. (2020). The Wuhan Coronavirus: survival manual and concise guide to COVID-19
(symptoms, outbreak and prevention in 2020). Toronto: University of Toronto Press.

 Minero, G. (2020). COVID-19 y protección de datos personales. Quo vadis? Blog de la Facultad
de Derecho. Disponible en: https://www.blog.fder.uam.es/2020/03/27/covid-19-y-
proteccion-de-datos-personales-quo-vadis/ [Consulta: 12 de abril de 2020].

 Ministerio de Sanidad (2020). Informe del Ministerio de Sanidad sobre los aspectos éticos en
situaciones de pandemia: El SARS-CoV-2.

 Piñar, J. L. (2020). La protección de datos durante la crisis del coronavirus. Consejo General de
la Abogacía Española. Disponible en: https://www.abogacia.es/actualidad/opinion-y-
analisis/la-proteccion-de-datos-durante-la-crisis-del-coronavirus/ [Consulta: 27 de mayo de
2020].

 Presno, M. Á. (2020). “Estado de alarma y sociedad del riesgo global”. En E. Atienza/J. F.


Rodríguez (drtores.). Las respuestas del Derecho a las crisis de salud pública (p. 16). Madrid:
Dykinson.

 Universidad de Valencia (2020). Observatorio de Derecho Público y Constitucional y COVID-


19 en España.

Fecha de recepción: 9 de abril de 2020


Fecha de aceptación: 3 de junio de 2020

www.bioeticayderecho.ub.edu - ISSN 1886-5887


Riesgos de vulneración de los derechos fundamentales de las personas con discapacidad en relación con las crisis sanitarias – Manuel García Ortiz
Rev Bio y Der. 2020; 50: 369-383

Revista de Bioética y Derecho


Perspectivas Bioéticas
www.bioeticayderecho.ub.edu - ISSN 1886-5887

DOSSIER CUESTIONES BIOÉTICAS DE LA PANDEMIA COVID-19

Riesgos de vulneración de los derechos fundamentales de las


personas con discapacidad en relación con las crisis sanitarias

Risks of violation of the fundamental rights of people with


disabilities in relation to health crises

Riscos de vulneració dels drets fonamentals de les persones


amb discapacitat en relació amb les crisis sanitàries

MANUEL GARCÍA ORTIZ *

* Manuel García Ortiz. Licenciado en Filosofía, Universidad Complutense de Madrid. Coordinador del
programa de Autonomía personal de la Confederación de Personas con Discapacidad Física y Orgánica
(España). Email: manuelgarciaortiz@gmail.com.

Copyright (c) 2020 Manuel García Ortiz


Esta obra está bajo una licencia de Creative Commons Reconocimiento-NoComercial-SinObraDerivada
4.0 Internacional.
Riesgos de vulneración de los derechos fundamentales de las personas con discapacidad en relación con las crisis sanitarias
Manuel García Ortiz – Rev Bio y Der. 2020; 50: 369-383 | 370

Resumen

Durante el periodo de estado de alarma del estado español producido por la emergencia sanitaria
derivada de la pandemia de la enfermedad por coronavirus 2019-2020 se han puesto de
manifiesto amenazas a los derechos de las personas con discapacidad y oportunidades de
desarrollo en relación con su autonomía personal. El respeto a los tratados internacionales en
materia de derechos humanos obliga a los estados a abordar desde el modelo de la autonomía
personal la situación de vulnerabilidad de las personas con discapacidad y a luchar contra las
actitudes basadas en modelos anteriores de tratamiento de la discapacidad.

Palabras clave: bioética; discapacidad; COVID-19; derechos humanos; modelo social; triaje;
salud, cuidado del paciente.

Abstract

Threats to the rights of persons with disabilities and opportunities to develop in relation to their
personal autonomy have been revealed during the period of state of alarm of the Spanish state
produced by the health emergency derived from the 2019-2020 coronavirus disease pandemic.
Respect for international human rights treaties obliges states to approach the vulnerable situation
of people with disabilities from personal autonomy model and to fight against attitudes based on
previous models of treatment of disability.

Keywords: bioethics; disability; COVID-19; human rights; social model; triage; health, patient
care.

Resum

Durant el període d'estat d'alarma de l'estat espanyol produït per l'emergència sanitària derivada
de la pandèmia de la malaltia per coronavirus 2019-2020 s'han posat de manifest amenaces als
drets de les persones amb discapacitat i oportunitats de desenvolupament en relació amb la seva
autonomia personal. El respecte als tractats internacionals en matèria de drets humans obliga els
estats a abordar des del model de l'autonomia personal la situació de vulnerabilitat de les persones
amb discapacitat i a lluitar contra les actituds basades en models anteriors de tractament de la
discapacitat.

Paraules clau: bioètica; discapacitat; COVID-19; drets humans; model social; triatge; salut, cura
del pacient.

www.bioeticayderecho.ub.edu - ISSN 1886-5887


Riesgos de vulneración de los derechos fundamentales de las personas con discapacidad en relación con las crisis sanitarias
Manuel García Ortiz – Rev Bio y Der. 2020; 50: 369-383 | 371

1. Las personas con discapacidad como colectivo vulnerable

En las últimas décadas la jurisprudencia del Tribunal Europeo de Derechos Humanos ha ido
configurando el concepto de “colectivo vulnerable”. Éste se entiende como un conjunto de
personas, una minoría o grupo desprotegido, en situación particularmente desfavorecida y que
necesita de una protección reforzada, ya que tradicionalmente ha padecido una historia de
persecución, opresión o desigualdad. Entre los colectivos que han ido poniendo de manifiesto y
visibilizando su vulnerabilidad está el de las personas con discapacidad, que a lo largo de la
historia han sido ignoradas, marginadas y excluidas de la sociedad, llegándose a alcanzar a
mediados del siglo XX cotas de ignominia inimaginables hoy en día durante los programas de
eugenesia, esterilización y exterminio desarrollados en numerosos países occidentales, dando
lugar a los Juicios de Núremberg y a una reacción en contra de estas prácticas que se plasmó en
distintos tratados internacionales de protección de los derechos humanos.

En el marco del movimiento por los derechos civiles se inició en los años sesenta la
reivindicación por parte del grupo social de las personas con discapacidad de transitar desde un
modelo médico de abordaje de la discapacidad hacia un nuevo paradigma basado en el
reconocimiento y aplicación de los derechos humanos1. Aun así, hoy en día existen numerosas
barreras de todo tipo a la plena inclusión social de las personas con discapacidad y sin embargo
se sigue pretendiendo en muchas ocasiones solamente actuar desde un abordaje terapéutico,
rehabilitador, segregador y “curador” de la discapacidad que obvia los derechos fundamentales
de este grupo social como seres humanos en favor de criterios de tratamiento médico y
psiquiátrico. Este enfoque es repetidamente denunciado por las entidades representantes de la
discapacidad de todo el mundo.

Esta situación de vulnerabilidad se reconoce explícitamente en el ordenamiento jurídico


español en la Ley General de derechos de las personas con discapacidad y de su inclusión social, que
establece que:

“las personas con discapacidad conforman un grupo vulnerable y numeroso al que


el modo en que se estructura y funciona la sociedad ha mantenido habitualmente en
conocidas condiciones de exclusión. Este hecho ha comportado la restricción de sus
derechos básicos y libertades condicionando u obstaculizando su desarrollo personal,

1 Palacios, A. (2008) El modelo social de la discapacidad: orígenes, caracterización y plasmación en la Convención Internacional sobre
los Derechos de las Personas con Discapacidad, Madrid, CERMI. Cinca.

www.bioeticayderecho.ub.edu - ISSN 1886-5887


Riesgos de vulneración de los derechos fundamentales de las personas con discapacidad en relación con las crisis sanitarias
Manuel García Ortiz – Rev Bio y Der. 2020; 50: 369-383 | 372

así como el disfrute de los recursos y servicios disponibles para toda la población y la
posibilidad de contribuir con sus capacidades al progreso de la sociedad”.2

El Real Decreto Legislativo en el que aparece esta ley refunde y completa las anteriores leyes
referidas a las personas con discapacidad a la luz de la Convención Internacional sobre los
Derechos de las Personas con Discapacidad y establece la necesidad de políticas activas para el
efectivo cumplimento de los derechos fundamentales. Se consagra el derecho a la igualdad de trato
para las personas con discapacidad, atendiendo y teniendo presente su situación de colectivo
vulnerable. En otros países legislaciones parecidas y en la misma línea consagran los principios
de autonomía personal y de inclusión de las personas con discapacidad desde un enfoque de
derechos humanos bajo el impulso legislativo que ha sido la Convención de la ONU de 2006.

2. El modelo medico de la discapacidad

El modelo médico puede caracterizarse como aquel que trata a la persona con discapacidad como
un objeto (y no un sujeto) de tratamiento y que tiene por objetivo curarlas, rehabilitarlas, paliar
su sufrimiento o institucionalizarlas3, sin tener en cuenta sus dimensiones humanas más allá de
su discapacidad y dejando de lado sus derechos fundamentales, su autonomía personal y su propia
voluntad para decidir sobre su propia vida. Frente a este modelo médico, el modelo social parte
de la intervención en el entorno (accesibilidad, tecnologías de apoyo, asistencia personal, etc.)
para que la persona tenga igualdad de oportunidades a la hora de desarrollar al máximo su vida,
con independencia de ser o no sujeto de atención médica y rehabilitadora, al igual que las personas
sin discapacidad.

La ley española, las directrices europeas y los convenios internacionales de obligado


cumplimiento, alineadas con el modelo social de la discapacidad, van más allá de la mera
expresión de un deseo de justicia y obligan a las administraciones a garantizar esos derechos y
libertades de las personas con discapacidad mediante actuaciones compensatorias y políticas
activas que corrijan la situación actual.

En este sentido el Real Decreto por el que se declaró el estado de alarma para la gestión de
la situación de crisis sanitaria ocasionada por el COVID-19 ha establecido que:

2 Real Decreto Legislativo 1/2013, de 29 de noviembre.


3 Pérez, M. E. y Chhabra, G. (2019): “Modelos teóricos de discapacidad: un seguimiento del desarrollo histórico del concepto de
discapacidad en las últimas cinco décadas”. Revista Española de Discapacidad, 7 (I): 7-27.

www.bioeticayderecho.ub.edu - ISSN 1886-5887


Riesgos de vulneración de los derechos fundamentales de las personas con discapacidad en relación con las crisis sanitarias
Manuel García Ortiz – Rev Bio y Der. 2020; 50: 369-383 | 373

“Los actos, disposiciones y medidas a que se refiere el párrafo anterior podrán


adoptarse de oficio o a solicitud motivada de las autoridades autonómicas y locales
competentes, de acuerdo con la legislación aplicable en cada caso y deberán prestar
atención a las personas vulnerables. Para ello, no será precisa la tramitación de
procedimiento administrativo alguno”4

El treinta y uno de diciembre de 2019 las Autoridades de la República Popular China, habían
comunicado a la OMS varios casos de neumonía de etiología desconocida en la ciudad de Wuhan.
La pandemia, inicialmente contenida a algunas provincias de la R.P. de China rápidamente se
extendió a otros países como Italia y España y, gradualmente a todo el mundo. El gobierno del
estado español declaró el estado de alarma el catorce de marzo de 2020 y confinó en sus
domicilios a la mayor parte de la población. Sucesivas normativas fueron precisando las
condiciones de ese estado de alarma y sus prorrogas hasta su finalización el veintiuno de junio.

El estado de alarma es una figura legal recogida en la Constitución y desarrollada mediante


ley orgánica5 que permite la limitación temporal de algunos derechos fundamentales en
determinadas circunstancias como pueden ser una emergencia sanitaria producida por una
epidemia. Estos derechos fundamentales están enumerados en la ley orgánica y no se refieren, en
ningún caso, a los derechos como pacientes de la ciudadanía, a la situación de discapacidad o la
especial protección de los derechos de los colectivos vulnerables, que no queda suspendida sino,
en cualquier caso, debería resultar reforzada. En concreto, el artículo 11 de la citada norma recoge
las siguientes medidas:

(a) Limitar la circulación o permanencia de personas o vehículos en horas y lugares


determinados, o condicionadas al cumplimiento de ciertos requisitos.

(b) Practicar requisas temporales de todo tipo de bienes e imponer prestaciones personales
obligatorias.

(c) Intervenir y ocupar transitoriamente industrias, fábricas, talleres, explotaciones o locales de


cualquier naturaleza, con excepción de domicilios privados, dando cuenta de ello a los
Ministerios interesados.

(d) Limitar o racionar el uso de servicios o el consumo de artículos de primera necesidad.

4 Art. 4.3 Real Decreto 463/2020, de 14 de marzo.


5 Ley Orgánica 4/1981, de 1 de junio, de los estados de alarma, excepción y sitio.

www.bioeticayderecho.ub.edu - ISSN 1886-5887


Riesgos de vulneración de los derechos fundamentales de las personas con discapacidad en relación con las crisis sanitarias
Manuel García Ortiz – Rev Bio y Der. 2020; 50: 369-383 | 374

(e) Impartir las órdenes necesarias para asegurar el abastecimiento de los mercados y el
funcionamiento de los servicios de los centros de producción afectados por el apartado “d)”
del artículo cuarto.6

Desde el punto de vista legislativo la normativa reguladora del estado de alarma se ha


ceñido a estos supuestos y ha establecido a nivel formal la especial protección de los colectivos
vulnerables y, en concreto, de las personas con discapacidad, aunque con un desarrollo muy poco
concretado que ha llevado a que el diecisiete de marzo de 2020 el Comité Representante de
Personas con Discapacidad (CERMI) solicitara al gobierno que se precisaran con carácter de
urgencia las condiciones en las que determinadas personas con discapacidad podrían acceder a la
vía pública durante la vigencia del estado de alarma, recordando que la obligación de protección
de las personas con discapacidad en situación de estado de alarma no solamente no cesaba, sino
que precisaba de una protección reforzada.

De esta manera, la Orden SND/265/2020, de 19 de marzo, de adopción de medidas relativas


a las residencias de personas mayores y centros socio-sanitarios, ante la situación de crisis
sanitaria ocasionada por el COVID-19 y establecía que:

“los mayores, las personas con discapacidad u otros usuarios de residencias y


otros centros sociosanitarios se encuentran en situación de vulnerabilidad ante la
infección COVID-19 por varios motivos, como son entre otros, que habitualmente
presentan edad avanzada; patología de base o comorbilidades; y su estrecho contacto
con otras personas, como son sus cuidadores y otros convivientes”.

La Resolución del Parlamento Europeo, de 18 de junio de 2020, sobre la Estrategia Europea


sobre Discapacidad posterior a 2020 ha denunciado que durante la crisis sanitaria de la COVID-
19, las personas con discapacidad han experimentado graves problemas y violaciones de
derechos:

“como perturbaciones en los servicios de asistencia, atención y apoyo personales,


un acceso desigual o nulo a la información relativa a la salud y a la atención sanitaria,
incluida la atención urgente, falta de información general y pública en materia de
seguridad presentada de manera clara y sencilla, en particular en formatos accesibles y
fáciles de utilizar, falta de medidas preventivas en las residencias, un acceso desigual a
las alternativas ofrecidas por las instituciones educativas, esto es, a la formación en
línea y a distancia, y un aumento de los casos de violencia doméstica” y previene “que

6 Situaciones de desabastecimiento de productos de primera necesidad.

www.bioeticayderecho.ub.edu - ISSN 1886-5887


Riesgos de vulneración de los derechos fundamentales de las personas con discapacidad en relación con las crisis sanitarias
Manuel García Ortiz – Rev Bio y Der. 2020; 50: 369-383 | 375

existe la posibilidad de que la pandemia y los problemas mencionados se reactiven en


los próximos meses”.

En concreto y en determinadas comunidades autónomas españolas se ha producido un


desabastecimiento de recursos materiales y humanos que ha desatendido gravemente las
necesidades del grupo social de las personas con discapacidad que estaban percibiendo el servicio
de prevención de las situaciones de dependencia o se encontraban en un centro residencial
durante el estado de alarma. Con carácter general, los servicios no solamente no se han reforzado,
al contrario, en ocasiones se han retirado durante el estado de alarma y los centros residenciales
se han visto en graves dificultades para obtener equipos de protección individual, esto ha llevado
a que en varias ocasiones las entidades representantes de personas con discapacidad reclamaran
la igualdad de trato. Así mismo en determinados lugares como la Comunidad Autónoma de Madrid
se ha optado por la “medicalización” de los centros residenciales para evitar el traslado a los
servicios de urgencia que se encontraban saturados, pero sin la dotación de los medios necesarios
para un efectivo tratamiento de las urgencias y, muy en concreto de las personas que necesitaban
de vigilancia intensiva y del uso de ventilación mecánica. El resultado de facto ha sido la
discriminación en términos generales, no atendiendo a la situación sanitaria de los colectivos de
personas mayores y de personas con discapacidad residentes en instituciones. En cualquier caso,
la medicalización de los servicios residenciales, orientados a la autonomía personal, supone un
peligroso antecedente y una amenaza directa a la transición hacia el paradigma de la autonomía
personal.

La Confederación Española de Personas con Discapacidad Física y Orgánica (COCEMFE) ya


el catorce de marzo reclamaba que la declaración del estado de alarma protegiera los servicios y
centros para personas con discapacidad y a aquellas que están en situación de dependencia7. El
veintiuno de marzo también reclama que no se tenga en cuenta la discapacidad en los criterios de
acceso a la UCI.8

7 Servimedia. 14 de marzo de 2020. COCEMFE pide proteger los servicios y centros para personas con discapacidad y en situación de
dependencia. Recuperado el 2/7/20 de https://www.servimedia.es/noticias/1232983.
8 EFE. 21 de marzo de 2020. COCEMFE exige que no se tenga en cuenta la discapacidad para entrar en la UCI. Recuperado el 2/7/20
de https://www.lavanguardia.com/vida/20200321/484806984/cocemfe-exige-que-no-se-tenga-en-cuenta-la-discapacidad-para-
entrar-en-la-uci.html.

www.bioeticayderecho.ub.edu - ISSN 1886-5887


Riesgos de vulneración de los derechos fundamentales de las personas con discapacidad en relación con las crisis sanitarias
Manuel García Ortiz – Rev Bio y Der. 2020; 50: 369-383 | 376

3. Cuidados intensivos y triaje

El triaje es un sistema de selección y clasificación de pacientes en los servicios de urgencia, basado


en sus necesidades terapéuticas y los recursos disponibles. En lo que se refiere a los protocolos
de triaje, desde el ministerio de sanidad se elaboró un documento que recogía los principios de
bioética aplicables en el acceso a urgencias de las personas y que debía emplearse exclusivamente
cuando se hubieran agotado todas las posibilidades existentes para disponer de los recursos
asistenciales necesarios y para optimizar el uso de los disponibles. Es decir, que hasta el momento
de la completa ocupación de los recursos era de aplicación implícitamente el principio de “primera
persona en llegar, primera en ser atendida”.

El documento del tres de abril9 recogía los siguientes principios de priorización de la


atención:

(1) No discriminación por ningún motivo ajeno a la situación patológica del paciente y a las
expectativas objetivas de supervivencia.

(2) El principio de máximo beneficio en la recuperación de vidas humanas, que debe


compatibilizarse con la continuación de la asistencia iniciada de forma individual de cada
paciente.

(3) Gravedad del estado de enfermedad del paciente que evidencie la necesidad de cuidados
intensivos (asistencia en unidades de cuidados intensivos y acceso a ventiladores
mecánicos o, en su defecto, acceso en todo caso a estos últimos).

Los criterios de admisión de pacientes con síntomas graves en unidades de cuidados


intensivos y la aplicación de la ventilación mecánica añadía los siguientes criterios:

(4) Expectativas objetivas de recuperación del paciente en el corto plazo a su estado previo
de salud, teniendo en cuenta la concurrencia o no de patologías graves acompañantes que
evidencien un pronóstico fatal (enfermos terminales con pronóstico de irreversibilidad,
estado de coma irreversible, etc.), aunque pueda comportar una atención clínica añadida.

(5) Orden temporal de entrada en contacto con el sistema de salud, consistente en este caso
en la data de ingreso en el centro, con el fin de objetivar el punto de partida de los pacientes
de los que se responsabiliza el sistema.

9 Informe del Ministerio de Sanidad sobre los aspectos éticos en situaciones de pandemia: el SARS-CoV-2. Ministerio de Sanidad,
Consumo y Bienestar Social. 3 de abril de 2020.

www.bioeticayderecho.ub.edu - ISSN 1886-5887


Riesgos de vulneración de los derechos fundamentales de las personas con discapacidad en relación con las crisis sanitarias
Manuel García Ortiz – Rev Bio y Der. 2020; 50: 369-383 | 377

La primera directriz de no discriminación debería invalidar cualquier protocolo de triaje


basado en la discapacidad, ya que ella es una situación social que se produce en la relación de la
persona con el entorno, y no una condición inherente de un ser humano concreto separada del
entorno en que se encuentra.10

El desarrollo de la bioética en las últimas décadas, y en especial a partir del los


acontecimientos desarrollados en la Segunda Guerra Mundial y de los Juicios de Núremberg como
una disciplina que aborda las cuestiones éticas que surgen en las relaciones entre diversas
especialidades científicas, incluida la medicina, con la dignidad inherente al ser humano como ser
vivo y biológico, ha proporcionado una amplia base de reflexión sobre las cuestiones que se han
plateado en relación con la crisis sanitaria derivada de la pandemia producida por el COVID19. En
concreto los ejes vertebradores de bioética son la autonomía (siempre debe respetarse la
voluntad de las personas debidamente informadas), beneficencia (actuar siempre en beneficio de
otras personas sin que medien prejuicios), no maleficencia (no realizar actos que puedan
perjudicar a las personas) y el principio de justicia (reparto justo y equitativo de los recursos
existentes teniendo en cuenta las necesidades especiales de algunas personas).

La Declaración Universal sobre Bioética y Derechos Humanos de la Unesco11, en este


sentido, establece con claridad en el artículo octavo que “Al aplicar y fomentar el conocimiento
científico, la práctica médica y las tecnologías conexas, se debería tener en cuenta la vulnerabilidad
humana. Los individuos y grupos especialmente vulnerables deberían ser protegidos y se debería
respetar la integridad personal de dichos individuos”.

4. Amenazas al modelo social y de autonomía personal

Por su parte la Sociedad Española de Medicina Intensiva, Crítica y Unidades Coronarias


(SEMICYUC) emitió un documento de “Recomendaciones éticas para la toma de decisiones en
situación excepcional de crisis por pandemia COVID-19 en las unidades de cuidados intensivos”12
que incluía entre los criterios a tener en cuenta la “edad biológica” y el “valor social” de los

10 “Las personas con discapacidad incluyen a aquellas que tengan deficiencias físicas, mentales, intelectuales o sensoriales a largo
plazo que, al interactuar con diversas barreras, puedan impedir su participación plena y efectiva en la sociedad, en igualdad de
condiciones con las demás”. Artículo 1 de la Convención de Naciones Unidas sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad
(2006).
11 UNESCO, Asamblea General. (2005). Declaración universal sobre bioética y derechos humanos.
12 Rubio O, et al. Recomendaciones éticas para la toma de decisiones difíciles en las unidades de cuidados intensivos ante la situación
excepcional de crisis por la pandemia por COVID-19: revisión rápida y consenso de expertos. Med Intensiva. 2020.
https://doi.org/10.1016/j.medin.2020.04.006.

www.bioeticayderecho.ub.edu - ISSN 1886-5887


Riesgos de vulneración de los derechos fundamentales de las personas con discapacidad en relación con las crisis sanitarias
Manuel García Ortiz – Rev Bio y Der. 2020; 50: 369-383 | 378

pacientes o tener una baja esperanza de vida. El documento estaba firmado por el Grupo de
Trabajo de Bioética de la SEMICYUC. En este documento se establecen criterios de aplicación muy
subjetiva como “el valor de una persona”, maximizar el beneficio del “bien común” o la valoración
del paciente “de forma global y no la enfermedad de forma aislada”, junto a criterios más
cuantificables, pero también muy discutibles como priorizar a la persona con más años de vida
ajustados a la calidad (Quality-Adjusted Life Year), un criterio que ha sido cuestionado por su
orientación a minimizar costes y gasto de inversión en sanidad pero también por considerar el
valor de los seres humanos en función de su capacidad productiva. En el documento, por ejemplo,
se hace explícita la recomendación de la denegación de ventilación mecánica a cualquier paciente
con deterioro cognitivo por demencia u otras enfermedades degenerativas.

Es comprensible que las personas que trabajan en urgencias hospitalarias se enfrenten a


decisiones con un elevado coste emocional bajo la presión de la ausencia de recursos materiales.
Se entiende perfectamente la difícil tarea del personal y los dilemas éticos a los que se ven
abocados, sobre todo teniendo en cuenta los recursos limitados para tratar de abordar las
urgencias que generaron cerca de mil fallecimientos diarios en España a comienzos de abril y la
necesidad de tomar decisiones vitales en las que entran en conflicto los derechos fundamentales.
Sin embargo, el tratamiento colectivo de los denominados grupos de riesgo vulnera a nivel
individual los derechos humanos de las personas con discapacidad al aplicar un criterio
estadístico que afecta globalmente a un grupo social y discrimina a colectivos enteros afectados
por una determinada situación de discapacidad.

El Comité de Bioética de España13 afirmó por el contrario que “cualquier criterio o protocolo
que se adopte para racionar unos recursos escasos nunca puede aplicarse de manera mecánica o
automática: todo ser humano tiene derecho a una consideración personal”, y que:

“si bien en un contexto de recursos escasos se puede justificar la adopción de un


criterio de asignación basado en la capacidad de recuperación del paciente, en todo caso
se debe prevenir la extensión de una mentalidad utilitarista o, peor aún, de prejuicios
contrarios hacia las personas mayores o con discapacidad”.

Durante el estado de alarma se han producido una serie de hechos que pueden suponer un
riesgo de retroceso en el desarrollo del modelo social de la discapacidad y para la autonomía
personal. La situación de emergencia sanitaria y el miedo al contagio del coronavirus han puesto
de manifiesto y han visibilizado el enfoque paternalista, caritativo, médico-rehabilitador y en

13 Informe del Comité de Bioética de España sobre los aspectos bioéticos de la priorización de recursos sanitarios en el contexto de
la crisis del coronavirus. 15 de abril de 2020
http://assets.comitedebioetica.es/files/documentacion/CBE_Declaracion_sobre_acompanamiento_COVID19.pdf.

www.bioeticayderecho.ub.edu - ISSN 1886-5887


Riesgos de vulneración de los derechos fundamentales de las personas con discapacidad en relación con las crisis sanitarias
Manuel García Ortiz – Rev Bio y Der. 2020; 50: 369-383 | 379

algunos casos utilitarista o casi eugenésico, que aún subyace a la visión que tiene la sociedad de
las personas con discapacidad.

Por poner algunos ejemplos más, tras la flexibilización de las salidas del domicilio por
criterios terapéuticos de personas y en especial niñas y niños con trastornos del espectro autista
acompañados, hubo un movimiento en las redes sociales pidiendo que estas personas portasen
un pañuelo azul en el brazo para estar identificadas y no sufrir imprecaciones, cuando en un
modelo social la viralización social podría haber ido en la línea de no increpar a los transeúntes
desde ventanas y balcones y no que estuvieran señaladas, marcadas e identificadas las personas
que legítimamente podían transitar por las calles, dejando el trabajo de sancionar los actos ilícitos
a las fuerzas y cuerpos de seguridad del estado.

Desde Autismo España, la principal entidad representante de las personas con autismo y
sus familiares, se emitió un comunicado a finales de marzo en el que, sin censurar la práctica
individual de portar una identificación, reclamaba que “ninguna persona tiene la obligación
recurrir a identificativos que, por otra parte, pueden llegar a ser estigmatizantes, para ejercer sus
derechos”. Por su parte Plena Inclusión también solicitó al Defensor del Pueblo que emitiera una
recomendación a las autoridades competentes para que dispusieran que los servicios policiales
intervinieran y garantizaran paseos terapéuticos sin incidentes a las personas con discapacidad.

En determinado momento el decreto que regulaba los horarios de salida según grupos de
riesgo, por ejemplo, permitía salir a pasear bajo estrictas condiciones a estos colectivos 14, pero
limitaba la salida de forma absoluta a las personas cuya residencia estuviera fijada en un centro
residencial para personas mayores, con discapacidad o de salud mental, sin distinguir el motivo
por el que se residía en una determinada institución. De esta manera se igualaba a una persona
mayor inmunodeprimida o con una enfermedad respiratoria crónica con otra joven con, por
ejemplo, una lesión medular, impidiendo la circulación de ambas si estaban en una residencia y
permitiendo a los mismos “perfiles clínicos” transitar bajo ciertas condiciones si su residencia
estaba fijada en un domicilio ordinario. El mero hecho de igualar constantemente, en decretos,
informes y estadísticas públicas los centros destinados a la residencia de personas mayores y los
de personas con discapacidad, incluidas las discapacidades psicosociales, tiende a invisibilizar al
grupo social de las personas con discapacidad residentes en centros destinados a favorecer su
autonomía personal y no su reclusión, a que se fomenten prejuicios y una visión “unidimensional”
de los colectivos vulnerables.

14 Orden SND/265/2020, de 19 de marzo, de adopción de medidas relativas a las residencias de personas mayores y centros socio-
sanitarios, ante la situación de crisis sanitaria ocasionada por el COVID-19.

www.bioeticayderecho.ub.edu - ISSN 1886-5887


Riesgos de vulneración de los derechos fundamentales de las personas con discapacidad en relación con las crisis sanitarias
Manuel García Ortiz – Rev Bio y Der. 2020; 50: 369-383 | 380

Otro episodio ocurrido durante la vigencia del estado de alarma que pone de manifiesto la
falta de desarrollo completo del modelo social de la discapacidad fue la campaña propagada a
través de las redes sociales en contra de la educación inclusiva en el marco de la reforma educativa
pendiente para adecuarnos a los tratados internacionales en materia de derechos humanos sobre
la educación de las personas con discapacidad15. La ratificación de la Convención de Naciones
Unidas sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad, de obligado cumplimiento en el
estado español, exige a los estados firmantes en el artículo 24 “asegurar un sistema educativo
inclusivo a todos los niveles” y para la consecución de este objetivo modificar o derogar leyes
reglamentos, costumbres y prácticas hasta la completa adaptación de la legislación a la nueva ley.
Debemos recordar que la Constitución Española determina que todos los artículos referidos a
derechos humanos deben interpretarse de forma acorde a la Declaración Universal de los
Derechos Humanos y a los tratados suscritos por el estado en esa materia y que en el artículo 96
explicita que:

“los tratados internacionales válidamente celebrados, una vez publicados


oficialmente en España, formarán parte del ordenamiento interno. Sus disposiciones
sólo podrán ser derogadas, modificadas o suspendidas en la forma prevista en los
propios tratados o de acuerdo con las normas generales del Derecho internacional”.

En definitiva, da la impresión de que las leyes van muy por delante de la percepción de una
buena parte de la ciudadanía en relación a los derechos de las personas con discapacidad, que
sigue instalada en un modelo médico-rehabilitador y paternalista de atención. Baste poner como
ejemplo que la Ley 39/2006, de 14 de diciembre, de Promoción de la Autonomía Personal y
Atención a las personas en situación de dependencia ha sido conocida y aludida en todo momento
como “Ley de dependencia” y no como “Ley de autonomía personal” y que su desarrollo ha sido
deficitario en materias relacionadas con la autonomía de las personas con discapacidad como
sucede con el desarrollo de la figura del asistente personal, frente al desarrollo de los servicios de
“ayuda al domicilio”. La persona con discapacidad sigue siendo vista como un “objeto” de caridad
o de rehabilitación y no como un “sujeto” de derechos de ciudadanía. No se termina de asimilar
que es el entorno, los productos y servicios, los que deben adaptarse o diseñarse con criterios de
accesibilidad universal antes de dejar fuera de ellos a una parte significativa de la población.

15 UNESCO. Declaración de Salamanca y Marco de Acción para las Necesidades Educativas Especiales. (1994).

www.bioeticayderecho.ub.edu - ISSN 1886-5887


Riesgos de vulneración de los derechos fundamentales de las personas con discapacidad en relación con las crisis sanitarias
Manuel García Ortiz – Rev Bio y Der. 2020; 50: 369-383 | 381

5. Conclusiones

La crisis sanitaria ha puesto de manifiesto problemas que ya existían en relación a los derechos
de las personas con discapacidad y la visión social de este grupo social por parte de buena parte
de la sociedad, que continúa instalada en un paradigma médico o caritativo.

Es necesario instalar los derechos de las personas con discapacidad de forma explícita y
sistemática en toda la legislación, incluida la que regula las situaciones excepcionales de alarma,
de excepción y de sitio, para evitar que se produzcan situaciones de vulneración del derecho de
igualdad de oportunidades o en el acceso a productos y servicios y, muy particularmente, en los
servicios de emergencia sanitaria para no vulnerar el derecho a la vida en razón de una
discriminación del grupo social de la discapacidad. Esta regulación debe poner especial atención
en la protección al derecho a la vida, proveyendo los recursos materiales excepcionales para que
los profesionales sanitarios no se vean en la situación de tener que elegir a quién destinar los
sistemas de soporte vital.

En relación a la pandemia global se han alzado voces a favor de la medicalización de los


centros residenciales, favoreciendo con ello de esta manera la segregación de las personas con
discapacidad y las personas mayores institucionalizadas. Este paso convertiría sus hogares y
residencias en extensiones de los servicios de salud separados del resto del sistema de atención.
Algo que no se plantea para las residencias habituales de personas sin discapacidad, por ejemplo,
lo que responde sin duda a una concepción de la discapacidad basada en el modelo médico que
reduce a las personas a objeto de tratamiento (social o médico). Ante la diferencia humana parece
que la primera reacción, ya sea en educación, sanidad o servicios sociales, es la exclusión y no la
inclusión mediante la adecuación de los recursos existentes.

La oportunidad que representa la visibilización del fracaso de los sistemas residenciales


tradicionales a la hora de evitar la propagación de la enfermedad en numerosos lugares del mundo
nos obliga a replantearnos los recursos para la vida independiente de las personas con
discapacidad y también para las personas mayores, y nos invita a crear un sistema más flexible
que combine unidades de vida independiente de diferente índole en función de las necesidades y
capacidades de cada individuo. En algunos casos una persona asistente puede proporcionar el
apoyo necesario a la autonomía en un proyecto vital, que en otra persona puede encontrarse de
una vivienda compartida con otras personas (con o sin discapacidad) y con el apoyo domiciliario
necesario. Las instituciones residenciales pueden ser un recurso para algunas personas que
requieren de un gran apoyo para su autonomía personal, pero repensando esos espacios para no
convertirlos en meras extensiones medicalizadas de los servicios de salud, sino en hogares
accesibles a las personas que los habitan desde los principios de seguridad, de diseño universal y

www.bioeticayderecho.ub.edu - ISSN 1886-5887


Riesgos de vulneración de los derechos fundamentales de las personas con discapacidad en relación con las crisis sanitarias
Manuel García Ortiz – Rev Bio y Der. 2020; 50: 369-383 | 382

de prestación de apoyo centrado en la independencia de la persona y la autonomía personal para


garantizar el mayor nivel de libertad de las personas que allí viven. Seguramente hay que repensar
el número y tamaño de estos lugares de residencia para evitar la masificación. En la mayoría de
los casos las actuaciones simplemente deberían ir en dirección a lograr la accesibilidad universal
en las viviendas ordinarias y dotarlas de las tecnologías de apoyo y del apoyo personal necesario
para la vida independiente en una sociedad plenamente inclusiva.

La teleasistencia y las fórmulas de teletrabajo, unidas a un sistema de transporte público y


privado plenamente accesible, la educación no segregada y el fomento del empleo ordinario y de
la autonomía personal son las direcciones que nos marcan los tratados de derechos humanos, por
más que la primera respuesta que se nos ocurra en relación con las necesidades de las personas
con discapacidad están marcadas muchas veces por un prejuicio dirigido hacia la salud y el
cuidado paternalista.

Los centros residenciales no deben ser tampoco un espacio de reclusión ni tan siquiera,
mientras sea factible, durante un estado de alarma, dadas las gravísimas secuelas psicológicas,
física, educativas y sociales que produce esta situación de confinamiento. Por otro lado, es una
situación habitual a la que están abocadas hace mucho tiempo decenas de miles de personas con
movilidad reducida que se enfrentan a las barreras arquitectónicas que las mantienen
“encarceladas” en sus domicilios sin haber cometido ningún delito. En cualquier caso, las personas
con discapacidad que vivan en centros residenciales no deberían experimentar, más allá de
aquellas limitaciones motivadas por formar parte de grupos de riesgo o por la seguridad
comunitaria, más que las que se establezcan para las personas con o sin discapacidad que habitan
en viviendas ordinarias.

Es preciso realizar una sistemática revisión y evaluación de todas las situaciones en las que
se ha producido una violación de derechos fundamentales de personas con discapacidad en
relación con la emergencia sanitaria durante la pandemia de COVID-19 para en el futuro resolver
estas deficiencias y tomar medidas para que no se repitan y, sobre todo, para que la situación de
emergencia no suponga un retroceso en los derechos relacionados con la autonomía personal de
las personas con discapacidad en favor del llamado “modelo médico”.

El derecho a la vida independiente y a la igualdad de trato, a que las personas no sean


discriminadas ni excluidas de la atención de urgencias por motivos de discapacidad, que no
primen criterios de rentabilidad y de productividad debe guiar un proceso de
desinstitucionalización progresiva y de flexibilización y de adaptación a las necesidades
individuales de los servicios residenciales que no debe basarse exclusivamente ni
fundamentalmente en un modelo de asistencia socio-sanitaria, sino de garantía de ejercicio de los
derechos humanos y de fomento de la autonomía personal.

www.bioeticayderecho.ub.edu - ISSN 1886-5887


Riesgos de vulneración de los derechos fundamentales de las personas con discapacidad en relación con las crisis sanitarias
Manuel García Ortiz – Rev Bio y Der. 2020; 50: 369-383 | 383

Referencias bibliograficas

 Convención de Naciones Unidas sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad
(2006).
 Informe del Comité de Bioética de España sobre los aspectos bioéticos de la priorización
de recursos sanitarios en el contexto de la crisis del coronavirus. 15 de abril de 2020.
 Organización Mundial de la Salud. Clasificación Internacional del Funcionamiento, de la
Discapacidad y de la Salud. IMSERSO. Madrid, 2001.
 UNESCO (1994) Declaración de Salamanca y Marco de Acción para las Necesidades
Educativas Especiales.
 Aguado Díaz, A.L. (1995) Historia de las deficiencias. Madrid. F. ONCE.
 Arjona Jiménez, G. (2015) La Accesibilidad y el Diseño Universal entendido por todos. De
cómo Stephen Hawking viajó por el espacio. Colección Democratizando la Accesibilidad Vol.
4. La Ciudad Accesible.
 Casado Pérez, D. (1991) Panorámica de la discapacidad. INTRESS. Barcelona.
 Dejong, G. (1979) “Independent Living: From Social Movement to Analytical Paradigm”,
en Archives of Physical Medicine and Rehabilitation, vol. 60, No. 3, 435-446.
 Martínez Ríos, B. (2013) “Pobreza, discapacidad y derechos humanos”. Revista Española
de Discapacidad. Centro Español de Documentación sobre Discapacidad (CEDD), Vol. 1
núm. 1, 9-24.
 Puig de la Bellacasa, R. (1990) “Concepciones, paradigmas y evolución de las mentalidades
sobre la discapacidad”. En Discapacidad e información. Real Patronato de Prevención y
Atención a Personas con Minusvalía. Madrid.
 Palacios, A. (2008) El modelo social de la discapacidad: orígenes, caracterización y
plasmación en la Convención Internacional sobre los Derechos de las Personas con
Discapacidad, Madrid, CERMI. Cinca.
 Pérez, M. E. y Chhabra, G. (2019) “Modelos teóricos de discapacidad: un seguimiento del
desarrollo histórico del concepto de discapacidad en las últimas cinco décadas”. Revista
Española de Discapacidad, 7 (I): 7-27.
 Rubio O, et al. (2020) “Recomendaciones éticas para la toma de decisiones difíciles en las
unidades de cuidados intensivos ante la situación excepcional de crisis por la pandemia
por COVID-19: revisión rápida y consenso de expertos”. Med Intensiva. 2020.

Fecha de recepción: 26 de junio de 2020


Fecha de aceptación: 7 de julio de 2020

www.bioeticayderecho.ub.edu - ISSN 1886-5887


Infracciones de la Ley Orgánica de Protección de Datos en el ámbito sanitario. Descripción estadística de las infracciones – Manuel Palomo Navarro
Rev Bio y Der. 2020; 50: 385-406

Revista de Bioética y Derecho


Perspectivas Bioéticas
www.bioeticayderecho.ub.edu - ISSN 1886-5887

ARTÍCULO
Infracciones de la Ley Orgánica de Protección de Datos en el
ámbito sanitario. Descripción estadística de las infracciones

Infringements of the Organic Data Protection Law in the health


area. Statistical description of the infringements

Infraccions de la Llei orgànica de Protecció de Dades en l'àmbit


sanitari. Descripció estadística de les infraccions

MANUEL PALOMO NAVARRO *

* Manuel Palomo Navarro. Médico intensivista, Hospital de Sagunto, Valencia (España). E-mail
mapana80@gmail.com.

Copyright (c) 2020 Manuel Palomo Navarro


Esta obra está bajo una licencia de Creative Commons Reconocimiento-NoComercial-SinObraDerivada 4.0
Internacional.
Infracciones de la Ley Orgánica de Protección de Datos en el ámbito sanitario. Descripción estadística de las infracciones
Manuel Palomo Navarro – Rev Bio y Der. 2020; 50: 385-406 | 386

Resumen
La Ley Orgánica de Protección de Datos (LOPD) es necesaria para garantizar el derecho a la
intimidad reconocido en la Constitución Española. La gestión de los datos personales debe ser
especialmente sensible en el ámbito sanitario por las características de los protegidos. Este
trabajo revisa las resoluciones dictadas desde el 28 de octubre de 2005 hasta el 29 de octubre de
2018 por la Agencia Española de Protección de Datos (AEPD), agrupando las infracciones por
frecuencia de infracción y describiendo las peculiaridades de algunas resoluciones. En la medida
de la información aportada por la denuncia, se trata de valorar la intención de la misma.

Palabras clave: protección de datos; ámbito sanitario; infracciones LOPD.

Abstract
The Organic Law on Data Protection (LOPD) is necessary to guarantee the right to privacy
recognized in the Spanish Constitution. The management of personal data must be especially
sensitive in the health field due to the characteristics of the protected persons. This paper reviews
the resolutions issued from October 28 2005 to October 29 2018 by the Spanish Agency for Data
Protection (AEPD), grouping the infractions by frequency of infringement and describing the
peculiarities of some resolutions. To the extent of the information provided by the complaint, the
aim is to assess its intention.

Keywords: data protection; health area; infringement data protection law.

Resum
La Llei Orgànica de Protecció de Dades (LOPD) és necessària per a garantir el dret a la intimitat
reconegut en la Constitució Espanyola. La gestió de les dades personals ha de ser especialment
sensible en l'àmbit sanitari per les característiques dels protegits. Aquest treball revisa les
resolucions dictades des del 28 d'octubre de 2005 fins al 29 d'octubre de 2018 per l'Agència
Espanyola de Protecció de Dades (AEPD), agrupant les infraccions per freqüència d'infracció i
descrivint les peculiaritats d'algunes resolucions. En la mesura de la informació aportada per la
denúncia, es tracta de valorar la intenció d'aquesta.

Paraules claus: protecció de dades; àmbit sanitari; infraccions LOPD.

www.bioeticayderecho.ub.edu - ISSN 1886-5887


Infracciones de la Ley Orgánica de Protección de Datos en el ámbito sanitario. Descripción estadística de las infracciones
Manuel Palomo Navarro – Rev Bio y Der. 2020; 50: 385-406 | 387

1. Introduccion

En 1992 fue aprobada la Ley Orgánica de regulación del tratamiento automatizado de los datos de
carácter personal (LORTAD) Ley Orgánica 5/1992. Esta fue la primera ley que, basándose en el
artículo 18.4 de la Constitución Española, desarrolla las herramientas para garantizar el honor, la
intimidad personal y familiar de los ciudadanos y el legítimo ejercicio de sus derechos y definió,
por primera vez en España, los datos de carácter personal y la identificación del afectado.

La Ley Orgánica de Protección de Datos (LOPD), también conocida como Ley 15/1999, fue
aprobada el 13 de diciembre de 1999 por las Cortes españolas, derogando la LORTAD. La LOPD se
ampara en:

 Constitución Española: en su artículo 10 reconoce el derecho a la dignidad de la persona. Por


su parte, el artículo 18.4 dispone que la ley limitará el uso de la informática para garantizar el
honor y la intimidad personal y familiar de los ciudadanos y el pleno de sus derechos.

 Directiva 95/46/CE del Parlamento Europeo y del Consejo, de 24 de octubre de 1995: relativa
a la protección de las personas físicas en lo que respecta al tratamiento de datos personales y
a la libre circulación de esos datos.

La LOPD se desarrolla en:

 Real Decreto 1720/2007, de 21 de diciembre, Reglamento de desarrollo de la Ley Orgánica


15/1999, de 13 de diciembre, de Protección de Datos de carácter personal (RLOPD).

 Reglamento(UE) 2016/679 (RGPD) del Parlamento Europeo y del Consejo de 27 de abril de


2016, que entró en vigor en España el 25 de mayo de 2016 y fue de aplicación el 25 de mayo
de 2018.

En esta revisión, la AEPD no aplica la Ley Orgánica 3/2018, de 5 de diciembre, de Protección


de Datos Personales y garantía de los derechos digitales. En el título II de dicha ley se desarrollan
los principios de protección de datos, siguiendo la línea de la LOPD. En el título III, IV y V se
desarrollan otros derechos y deberes que podrían afectar en la dirección de las resoluciones
emitidas y revisadas en este artículo.

www.bioeticayderecho.ub.edu - ISSN 1886-5887


Infracciones de la Ley Orgánica de Protección de Datos en el ámbito sanitario. Descripción estadística de las infracciones
Manuel Palomo Navarro – Rev Bio y Der. 2020; 50: 385-406 | 388

2. Justificacion

El ámbito sanitario es el lugar real o virtual donde desempeña su trabajo el personal sanitario. La
Organización Mundial de la Salud (OMS) define como personal sanitario a: “todas las personas que
llevan a cabo tareas que tienen como principal finalidad promover la salud”.

Al desarrollar su trabajo con los pacientes, la información generada por los trabajadores de
la salud se caracteriza por su sensibilidad y es un derecho fundamental de los ciudadanos tanto
su salud o enfermedad, así como la privacidad de sus datos y la información que se genere de su
procesamiento.

Por esto, el manejo de la información generada en el ámbito sanitario es complejo. La


ingente cantidad de datos debe fluir entre los profesionales de un modo eficiente para garantizar
una atención óptima del paciente. El flujo y custodia de información son responsabilidad de todo
el personal sanitario.

La LOPD y el RGPD se aplican al ámbito sanitario para proteger la información que se pueda
generar derivada de la actividad sanitaria, ya sea privada o pública.

3. Metodología

Se revisarán las 201 resoluciones administrativas dictadas por la AEPD en el ámbito sanitario
desde el 28 de octubre de 2005 hasta el 29 de octubre de 2018. Se analizarán algunas de las
resoluciones, los artículos infringidos, la dirección de las resoluciones y las infracciones más
frecuentes. En la medida de la accesibilidad a la información, se analizará quién las comete y la
intencionalidad de las mismas.

Para realizar esta valoración estadística se ha consultado la página web de la AEPD


(www.aepd.es) y se han extraído las 201 resoluciones dictadas en el campo de la sanidad sobre la
LOPD ( Ley Orgánica 15/1999). Se ha acotado a las resoluciones dictadas desde el 28 de octubre
de 2005 hasta el 29 de octubre de 2018, del ámbito sanitario y que hayan infringido la LOPD. Se
han elegido estas fechas porque es este periodo el máximo rango de fechas que permite el
buscador de la página web de la AEPD.

www.bioeticayderecho.ub.edu - ISSN 1886-5887


Infracciones de la Ley Orgánica de Protección de Datos en el ámbito sanitario. Descripción estadística de las infracciones
Manuel Palomo Navarro – Rev Bio y Der. 2020; 50: 385-406 | 389

4. Resultados

Se han encontrado un total de 201 resoluciones. En algunas se demuestra la infracción de


diferentes artículos o de párrafos específicos de los mismos. En las 201 resoluciones se han
infringido un total de 20 artículos (o algún párrafo específico del mismo). Como en algunas
resoluciones se ha infringido más de un artículo, la incidencia acumulada es de 221, distribuidos
de la siguiente manera:

Ilustración 1: Distribución de las infracciones a la LOPD

A continuación, se revisan las infracciones agrupadas:

Infracciones agrupadas

Artículo Nº de apariciones A favor del Archivo del caso


demandante
9.1 50 49 1
10 50 40 10
37.1.a 35 23 12
6.1 13 8 5
9 12 7 5
7.3 9 6 3
6.1 9 4 5
6 7 4 3
4.2 7 4 3
5 6 4 2
11.1 5 3 2
37.1.f 3 3 0

www.bioeticayderecho.ub.edu - ISSN 1886-5887


Infracciones de la Ley Orgánica de Protección de Datos en el ámbito sanitario. Descripción estadística de las infracciones
Manuel Palomo Navarro – Rev Bio y Der. 2020; 50: 385-406 | 390

4.3 3 2 1
5.1 3 2 1
20 2 2 0
15 2 2 0
4.1 2 1 1
26 1 1 0
16 1 1 0
4 1 1 0

Artículo 9. Seguridad de los datos

Este artículo desarrolla el principio básico de la LOPD de seguridad de los datos.

1. El responsable del fichero, y, en su caso, el encargado del tratamiento deberán


adoptar las medidas de índole técnica y organizativas necesarias que garanticen la
seguridad de los datos de carácter personal y eviten su alteración, pérdida, tratamiento
o acceso no autorizado, habida cuenta del estado de la tecnología, la naturaleza de los
datos almacenados y los riesgos a que están expuestos, ya provengan de la acción
humana o del medio físico o natural.

2. No se registrarán datos de carácter personal en ficheros que no reúnan las


condiciones que se determinen por vía reglamentaria con respecto a su integridad y
seguridad y a las de los centros de tratamiento, locales, equipos, sistemas y programas.

3. Reglamentariamente se establecerán los requisitos y condiciones que deban


reunir los ficheros y las personas que intervengan en el tratamiento de los datos a que
se refiere el artículo 7 de esta Ley.

La infracción del artículo 9 es la más frecuente, especialmente por las infracciones de su


primer párrafo.

Hay un total de 62 resoluciones y el fallo ha ido a favor del demandante en un 90,3% de las
veces.

Estos datos nos dan una idea sobre la preocupación de la población en general sobre la
protección de sus datos y sobre la sensibilidad de la agencia en su fallo a favor del demandante.

La infracción de las mismas se han considerado prácticamente en su totalidad como faltas


graves.

www.bioeticayderecho.ub.edu - ISSN 1886-5887


Infracciones de la Ley Orgánica de Protección de Datos en el ámbito sanitario. Descripción estadística de las infracciones
Manuel Palomo Navarro – Rev Bio y Der. 2020; 50: 385-406 | 391

Un ejemplo de infracción de este artículo se da en esta resolución. Una mujer (la


demandante) presentó en una oficina Caixabank (la denunciada) la documentación que le fue
requerida para gestionar la tramitación del rescate de un plan de pensiones, entre la cual se
incluían informes médicos, historial clínico y tratamientos seguidos. La situación de salud de la
paciente cumplía los criterios para el rescate. Posteriormente, la denunciante tuvo conocimiento
tanto del extravío de dicha documentación como de que debía volver a presentar la información
aportada. Fue la propia entidad bancaria la que le comunicó por carta que la documentación
aportada en la oficina no había llegado al departamento correspondiente. Para realizar el trámite
bancario en cuestión, Caixabank tiene un procedimiento establecido que la denunciante cumplió:
cumplimentar y enviar el formulario correspondiente, imprimir el formulario enviado y junto a la
documentación del expediente incluirlo en sobre blanco, indicar en el frontal del sobre blanco el
producto y tipo de contingencia y enviar inmediatamente el sobre blanco cerrado a través del
sobre de valija al Departamento de Operaciones - Planes de Pensiones (042 -5504). Hasta que se
hace este envío por valija, el sobre con la documentación se custodia en la oficina bajo llave, según
determina la LOPD. Los empleados no tienen acceso a esta documentación y son los propios
clientes los que introducen la documentación en los sobres. La entidad bancaria aceptó que hubo
algún error en el envío del sobre blanco mediante valija y no llegó a su destino en el tiempo
previsto, pero alegan que ello no significa que el sobre haya sido extraviado y que no se haya
garantizado la seguridad de los datos, sino que ha habido una incidencia en el envío normal del
sobre y el mismo llegará con retraso a su destino. Los hechos probados de esta resolución
muestran que la entidad no garantizó la seguridad de los datos pues hubo un extravío de la
documentación. La resolución fue a favor de la demandante.

Artículo 10. Deber de secreto

Este artículo desarrolla el principio básico de la LOPD del deber de secreto.

El responsable del fichero y quienes intervengan en cualquier fase del tratamiento


de los datos de carácter personal están obligados al secreto profesional respecto de los
mismos y al deber de guardarlos, obligaciones que subsistirán aun después de finalizar
sus relaciones con el titular del fichero o, en su caso, con el responsable del mismo.

No hay que confundir el deber de secreto de los intervinientes en el manejo de ficheros y


datos con los medios técnicos y organizativos que se hacen referencia en el artículo 9 de la LOPD
que garantizan la seguridad del soporte de la información y de sus circuitos.

De las 50 veces que se hace referencia en la búsqueda del artículo 10, el 80% de las veces el
fallo va a favor del demandante. La condición para esto es la demostración en hechos probados de

www.bioeticayderecho.ub.edu - ISSN 1886-5887


Infracciones de la Ley Orgánica de Protección de Datos en el ámbito sanitario. Descripción estadística de las infracciones
Manuel Palomo Navarro – Rev Bio y Der. 2020; 50: 385-406 | 392

la revelación de información, ya sea de forma accidental como de forma intencional. Estas son
tipificadas como faltas graves.

Un ejemplo de violación del deber de secreto es cuando una mujer (la demandante) se
realizó una revisión médica en un centro privado de Madrid. Al día siguiente, en el fax del trabajo
de la demandante (un colegio de Ciudad Real), se recibió el justificante de asistencia a dicha
prueba y el servicio que la atendió. No hubo petición de la demandante de tal documentación. Tras
investigación por la AEPD, se concluyó que había habido una tercera persona que, actuando de
mala fe, solicitó la documentación. La agencia que se encargaba de la gestión de las llamadas (Call
Center) entendió que la persona que actuaba de mala fe era la demandante, confusión que se
aprovechó para solicitar dicha documentación. Se apercibió a la empresa médica por no garantizar
el deber de secreto y se le instó a desarrollar un protocolo para la solicitud de datos e informes,
de modo que no pudiesen ser solicitados por terceras personas sin autorización de la persona
interesada.

Artículo 37. Funciones: Artículo 37.1.a y f

Este artículo rige las funciones de la AEPD. 38 resoluciones fueron emitidas en 2010, a expensas
de las infracciones del apartado 1.a y 1.f.

1. Son funciones de la Agencia de Protección de Datos:

a) Velar por el cumplimiento de la legislación sobre protección de datos y


controlar su aplicación, en especial en lo relativo a los derechos de información, acceso,
rectificación, oposición y cancelación de datos.

b) Emitir las autorizaciones previstas en la Ley o en sus disposiciones


reglamentarias.

c) Dictar, en su caso, y sin perjuicio de las competencias de otros órganos, las


instrucciones precisas para adecuar los tratamientos a los principios de la presente Ley.

d) Atender las peticiones y reclamaciones formuladas por las personas afectadas.

e) Proporcionar información a las personas acerca de sus derechos en materia de


tratamiento de los datos de carácter personal.

f) Requerir a los responsables y los encargados de los tratamientos, previa


audiencia de éstos, la adopción de las medidas necesarias para la adecuación del
tratamiento de datos a las disposiciones de esta Ley y, en su caso, ordenar la cesación de
los tratamientos y la cancelación de los ficheros, cuando no se ajuste a sus disposiciones.

www.bioeticayderecho.ub.edu - ISSN 1886-5887


Infracciones de la Ley Orgánica de Protección de Datos en el ámbito sanitario. Descripción estadística de las infracciones
Manuel Palomo Navarro – Rev Bio y Der. 2020; 50: 385-406 | 393

g) Ejercer la potestad sancionadora en los términos previstos por el Título VII de


la presente Ley.

h) Informar, con carácter preceptivo, los proyectos de disposiciones generales que


desarrollen esta Ley.

i) Recabar de los responsables de los ficheros cuanta ayuda e información estime


necesaria para el desempeño de sus funciones.

j) Velar por la publicidad de la existencia de los ficheros de datos con carácter


personal, a cuyo efecto publicará periódicamente una relación de dichos ficheros con la
información adicional que el Director de la Agencia determine.

k) Redactar una memoria anual y remitirla al Ministerio de Justicia.

l) Ejercer el control y adoptar las autorizaciones que procedan en relación con los
movimientos internacionales de datos, así como desempeñar las funciones de
cooperación internacional en materia de protección de datos personales.

m) Velar por el cumplimiento de las disposiciones que la Ley de la Función


Estadística Pública establece respecto a la recogida de datos estadísticos y al secreto
estadístico, así como dictar las instrucciones precisas, dictaminar sobre las condiciones
de seguridad de los ficheros constituidos con fines exclusivamente estadísticos y ejercer
la potestad a la que se refiere el artículo 46.

n) Cuantas otras le sean atribuidas por normas legales o reglamentarias.

2. Las resoluciones de la Agencia Española de Protección de Datos se harán


públicas, una vez hayan sido notificadas a los interesados. La publicación se realizará
preferentemente a través de medios informáticos o telemáticos. Reglamentariamente
podrán establecerse los términos en que se lleve a cabo la publicidad de las citadas
resoluciones. Lo establecido en los párrafos anteriores no será aplicable a las
resoluciones referentes a la inscripción de un fichero o tratamiento en el Registro
General de Protección de Datos ni a aquéllas por las que se resuelva la inscripción en el
mismo de los Códigos tipo, regulados por el artículo 32 de esta ley orgánica.

Este artículo es el que permite requerir a los diferentes entes, ya sean públicos o privados,
la toma de medidas para salvaguardar la información de la que son responsables. Es la propia
AEPD la que actúa como demandante a raíz de la no comunicación de los diferentes entes a la
propia Agencia de las medidas que han tomado para ajustarse a la Ley.

En este caso, el fallo fue a favor del demandante en un 68,4% de las resoluciones, esto es, en
2010 los entes denunciados no se había adecuado a las exigencias de esta Ley. Respecto a las

www.bioeticayderecho.ub.edu - ISSN 1886-5887


Infracciones de la Ley Orgánica de Protección de Datos en el ámbito sanitario. Descripción estadística de las infracciones
Manuel Palomo Navarro – Rev Bio y Der. 2020; 50: 385-406 | 394

causas archivadas (31,6%), lo fueron porque sí que se habían adecuado pero no lo habían
comunicado.

Artículo 6. Consentimiento del afectado

El artículo 6 desarrolla un principio básico de la LOPD, el principio de consentimiento. El afectado


tiene el control de sus datos.

1. El tratamiento de los datos de carácter personal requerirá el consentimiento


inequívoco del afectado, salvo que la ley disponga otra cosa.

2. No será preciso el consentimiento cuando los datos de carácter personal se


recojan para el ejercicio de las funciones propias de las Administraciones públicas en el
ámbito de sus competencias; cuando se refieran a las partes de un contrato o
precontrato de una relación negocial, laboral o administrativa y sean necesarios para
su mantenimiento o cumplimiento; cuando el tratamiento de los datos tenga por
finalidad proteger un interés vital del interesado en los términos del artículo 7, apartado
6, de la presente Ley, o cuando los datos figuren en fuentes accesibles al público y su
tratamiento sea necesario para la satisfacción del interés legítimo perseguido por el
responsable del fichero o por el del tercero a quien se comuniquen los datos, siempre que
no se vulneren los derechos y libertades fundamentales del interesado.

3. El consentimiento a que se refiere el artículo podrá ser revocado cuando exista


causa justificada para ello y no se le atribuyan efectos retroactivos.

4. En los casos en los que no sea necesario el consentimiento del afectado para el
tratamiento de los datos de carácter personal, y siempre que una ley no disponga lo
contrario, éste podrá oponerse a su tratamiento cuando existan motivos fundados y
legítimos relativos a una concreta situación personal. En tal supuesto, el responsable de
fichero excluirá del tratamiento los datos relativos al afectado.

Los supuestos que se dan en la infracción de este artículo (16 resoluciones que incluyen al
artículo 6 en su totalidad o específicamente al 6.1) tienen su origen en el uso de los datos del
paciente para un fin por el que no fueron dados. Un ejemplo común es el uso por parte de un
facultativo (público o privado) de datos de contacto para continuar con la asistencia en otro centro
o consulta.

Otro ejemplo de la infracción de este artículo se explica a continuación: Una mujer (la
demandante) denuncia ante la AEPD que hay entradas reiteradas en su historial médico de
atención primaria por parte de un médico que no es su médico de cabecera. Las entradas a su

www.bioeticayderecho.ub.edu - ISSN 1886-5887


Infracciones de la Ley Orgánica de Protección de Datos en el ámbito sanitario. Descripción estadística de las infracciones
Manuel Palomo Navarro – Rev Bio y Der. 2020; 50: 385-406 | 395

historia de salud las está realizando su exmarido. No había registro del consentimiento a estas
actuaciones.

De las 16 resoluciones, el 50% fueron a favor del demandante. El 50% fue archivado porque
el uso de los datos estaba en relación con el apartado 2 del artículo 6: “No será preciso el
consentimiento cuando los datos de carácter personal se recojan para el ejercicio de las funciones
propias de las Administraciones públicas en el ámbito de sus competencias”.

Artículo 4. Calidad de los datos

El artículo 4 desarrolla el principio básico de la calidad de los datos.

1. Los datos de carácter personal sólo se podrán recoger para su tratamiento, así
como someterlos a dicho tratamiento, cuando sean adecuados, pertinentes y no
excesivos en relación con el ámbito y las finalidades determinadas, explícitas y legítimas
para las que se hayan obtenido.

2. Los datos de carácter personal objeto de tratamiento no podrán usarse para


finalidades incompatibles con aquellas para las que los datos hubieran sido recogidos.
No se considerará incompatible el tratamiento posterior de éstos con fines históricos,
estadísticos o científicos.

3. Los datos de carácter personal serán exactos y puestos al día de forma que
respondan con veracidad a la situación actual del afectado.

4. Si los datos de carácter personal registrados resultaran ser inexactos, en todo


o en parte, o incompletos, serán cancelados y sustituidos de oficio por los
correspondientes datos rectificados o completados, sin perjuicio de las facultades que a
los afectados reconoce el artículo 16.

5. Los datos de carácter personal serán cancelados cuando hayan dejado de ser
necesarios o pertinentes para la finalidad para la cual hubieran sido recabados o
registrados.

No serán conservados en forma que permita la identificación del interesado


durante un período superior al necesario para los fines en base a los cuales hubieran
sido recabados o registrados.

Reglamentariamente se determinará el procedimiento por el que, por excepción,


atendidos los valores históricos, estadísticos o científicos de acuerdo con la legislación
específica, se decida el mantenimiento íntegro de determinados datos.

www.bioeticayderecho.ub.edu - ISSN 1886-5887


Infracciones de la Ley Orgánica de Protección de Datos en el ámbito sanitario. Descripción estadística de las infracciones
Manuel Palomo Navarro – Rev Bio y Der. 2020; 50: 385-406 | 396

6. Los datos de carácter personal serán almacenados de forma que permitan el


ejercicio del derecho de acceso, salvo que sean legalmente cancelados.

7. Se prohíbe la recogida de datos por medios fraudulentos, desleales o ilícitos.

Ha habido 13 resoluciones sobre posibles infracciones de este artículo, de las cuales el


61,5% han sido a favor de la parte demandante y un 38,5% archivadas.

Las infracciones vienen dadas tanto por la constancia en la historia clínica de diagnósticos
obsoletos que siguen en vigor, o incluso erróneos que no se han corregido y siguen apareciendo
en registros sucesivos del paciente. También se ha dado la infracción de este artículo en su párrafo
1, por el hecho de aparecer en un justificante de ingreso la causa del mismo, como el que se refleja
en la resolución contra el hospital Virgen de la Macarena, en la que la cuñada de la demandante
solicitó un justificante de hospitalización a su entrada por Urgencias y constaba como causa de
ingreso “parto”.

Artículo 7. Datos especialmente protegidos

Este artículo desarrolla el principio básico de los datos especialmente protegidos. En el caso de
los datos relacionados con la salud, sólo pueden ser recabados, tratados y cedidos con el
consentimiento expreso del paciente.

1. De acuerdo con lo establecido en el apartado 2 del artículo 16 de la


Constitución, nadie podrá ser obligado a declarar sobre su ideología, religión o
creencias.

Cuando en relación con estos datos se proceda a recabar el consentimiento a que


se refiere el apartado siguiente, se advertirá al interesado acerca de su derecho a no
prestarlo.

2. Sólo con el consentimiento expreso y por escrito del afectado podrán ser objeto
de tratamiento los datos de carácter personal que revelen la ideología, afiliación
sindical, religión y creencias. Se exceptúan los ficheros mantenidos por los partidos
políticos, sindicatos, iglesias, confesiones o comunidades religiosas y asociaciones,
fundaciones y otras entidades sin ánimo de lucro, cuya finalidad sea política, filosófica,
religiosa o sindical, en cuanto a los datos relativos a sus asociados o miembros, sin
perjuicio de que la cesión de dichos datos precisará siempre el previo consentimiento del
afectado.

www.bioeticayderecho.ub.edu - ISSN 1886-5887


Infracciones de la Ley Orgánica de Protección de Datos en el ámbito sanitario. Descripción estadística de las infracciones
Manuel Palomo Navarro – Rev Bio y Der. 2020; 50: 385-406 | 397

3. Los datos de carácter personal que hagan referencia al origen racial, a la salud
y a la vida sexual sólo podrán ser recabados, tratados y cedidos cuando, por razones de
interés general, así lo disponga una ley o el afectado consienta expresamente.

4. Quedan prohibidos los ficheros creados con la finalidad exclusiva de almacenar


datos de carácter personal que revelen la ideología, afiliación sindical, religión,
creencias, origen racial o étnico, o vida sexual.

5. Los datos de carácter personal relativos a la comisión de infracciones penales o


administrativas sólo podrán ser incluidos en ficheros de las Administraciones públicas
competentes en los supuestos previstos en las respectivas normas reguladoras.

6. No obstante lo dispuesto en los apartados anteriores, podrán ser objeto de


tratamiento los datos de carácter personal a que se refieren los apartados 2 y 3 de este
artículo, cuando dicho tratamiento resulte necesario para la prevención o para el
diagnóstico médicos, la prestación de asistencia sanitaria o tratamientos médicos o la
gestión de servicios sanitarios, siempre que dicho tratamiento de datos se realice por un
profesional sanitario sujeto al secreto profesional o por otra persona sujeta asimismo a
una obligación equivalente de secreto.

También podrán ser objeto de tratamiento los datos a que se refiere el párrafo
anterior cuando el tratamiento sea necesario para salvaguardar el interés vital del
afectado o de otra persona, en el supuesto de que el afectado esté física o jurídicamente
incapacitado para dar su consentimiento.

Las nueve resoluciones emitidas se han dado por infracción del párrafo 3. En seis de ellas,
se ha fallado a favor del denunciante por cesión de datos a otras entidades sin consentimiento del
afectado. Las tres causas archivadas obedecían a la excepción contemplada en el párrafo 6.

Fuera del ámbito sanitario, también se producen infracciones de la LOPD relacionadas con
materias de salud. Un ejemplo de esto es la resolución a favor de la demandante por el incorrecto
tratamiento de la información dada en sobre cerrado por una incapacidad temporal. Una
empleada de la limpieza de un ayuntamiento presentó en sobre cerrado en el que constaba
“Servicio Médico Exclusivamente, contiene Información Clínica” el parte de baja con el diagnóstico
que va dirigido al servicio médico (según el modelo: “Parte médico de baja de incapacidad
temporal por contingencias comunes” dirigido al Servicio Aragonés de Salud, Atención Primaria
Huesca). El correcto protocolo consiste en enviar el parte de baja que se adjunta al sobre, por fax,
a la asesoría laboral que gestiona el personal de servicios del ayuntamiento. Posteriormente, se
envía por correo ordinario el sobre cerrado. En este caso, la persona que se encarga de estos
trámites en el ayuntamiento estaba de vacaciones y la persona sustituta en sus funciones abrió el

www.bioeticayderecho.ub.edu - ISSN 1886-5887


Infracciones de la Ley Orgánica de Protección de Datos en el ámbito sanitario. Descripción estadística de las infracciones
Manuel Palomo Navarro – Rev Bio y Der. 2020; 50: 385-406 | 398

sobre y envió su contenido por fax a la asesoría, generando un documento que se adjuntó a los
archivos del ayuntamiento.

Los datos sobre la salud son datos especialmente protegidos. Todas las entidades o
personas deben manipular estos datos con el consentimiento expreso. En este ejemplo, hubo
manipulación física de la información (apertura del sobre) y almacenamiento de las copias
generadas al enviarlas por fax.

Artículo 5. Derecho de información en la recogida de datos

Este artículo desarrolla el principio básico de información de recogida de datos. Todos los
ciudadanos tienen derecho a saber la información que se ha recabado sobre ellos, el uso que se da
a esa información y de quién se ha recabado esa información.

1. Los interesados a los que se soliciten datos personales deberán ser previamente
informados de modo expreso, preciso e inequívoco:

a) De la existencia de un fichero o tratamiento de datos de carácter personal, de


la finalidad de la recogida de éstos y de los destinatarios de la información.

b) Del carácter obligatorio o facultativo de su respuesta a las preguntas que les


sean planteadas.

c) De las consecuencias de la obtención de los datos o de la negativa a


suministrarlos.

d) De la posibilidad de ejercitar los derechos de acceso, rectificación, cancelación


y oposición.

e) De la identidad y dirección del responsable del tratamiento o, en su caso, de su


representante.

Cuando el responsable del tratamiento no esté establecido en el territorio de la


Unión Europea y utilice en el tratamiento de datos medios situados en territorio español,
deberá designar, salvo que tales medios se utilicen con fines de trámite, un representante
en España, sin perjuicio de las acciones que pudieran emprenderse contra el propio
responsable del tratamiento.

2. Cuando se utilicen cuestionarios u otros impresos para la recogida, figurarán


en los mismos, en forma claramente legible, las advertencias a que se refiere el apartado
anterior.

www.bioeticayderecho.ub.edu - ISSN 1886-5887


Infracciones de la Ley Orgánica de Protección de Datos en el ámbito sanitario. Descripción estadística de las infracciones
Manuel Palomo Navarro – Rev Bio y Der. 2020; 50: 385-406 | 399

3. No será necesaria la información a que se refieren las letras b), c) y d) del


apartado 1 si el contenido de ella se deduce claramente de la naturaleza de los datos
personales que se solicitan o de las circunstancias en que se recaban.

4. Cuando los datos de carácter personal no hayan sido recabados del interesado,
éste deberá ser informado de forma expresa, precisa e inequívoca, por el responsable del
fichero o su representante, dentro de los tres meses siguientes al momento del registro
de los datos, salvo que ya hubiera sido informado con anterioridad, del contenido del
tratamiento, de la procedencia de los datos, así como de lo previsto en las letras a), d) y
e) del apartado 1 del presente artículo.

5. No será de aplicación lo dispuesto en el apartado anterior, cuando


expresamente una ley lo prevea, cuando el tratamiento tenga fines históricos,
estadísticos o científicos, o cuando la información al interesado resulte imposible o exija
esfuerzos desproporcionados, a criterio de la Agencia de Protección de Datos o del
organismo autonómico equivalente, en consideración al número de interesados, a la
antigüedad de los datos y a las posibles medidas compensatorias.

Asimismo, tampoco regirá lo dispuesto en el apartado anterior cuando los datos


procedan de fuentes accesibles al público y se destinen a la actividad de publicidad o
prospección comercial, en cuyo caso, en cada comunicación que se dirija al interesado
se le informará del origen de los datos y de la identidad del responsable del tratamiento
así como de los derechos que le asisten.

De las seis resoluciones, cuatro fallaron a favor del demandante. Estas se debieron a los
impedimentos que pusieron diferentes empresas de prestaciones de servicios sanitarios al
control de los datos sanitarios por parte de los demandantes. Tipificadas como leves, las empresas
fueron sancionadas con multas desde 2000€.

En las dos resoluciones archivadas, se advertía que no existía una cláusula clara en la que
se incluyera la identificación del responsable del fichero ni el domicilio para el ejercicio de los
derechos de acceso, rectificación y cancelación. La modificación durante el proceso archivó las
causas.

Un ejemplo de infracción de este artículo se ve en esta resolución. Una paciente precisa de


los servicios de Urgencias de la entidad Hospital USP Costa Adeje. En el servicio de admisión le
informan que debe firmar una cláusula de protección de datos, donde al parecer, se contemplaba
la posibilidad de ceder sus datos a terceros, motivo por el cual la denunciante se niega a firmar,
puesto que no se da la opción de firmar la cláusula de protección de datos negándose a ceder los
datos a terceros. En la inspección del caso por la AEPD, la entidad denunciada explicó que hay un

www.bioeticayderecho.ub.edu - ISSN 1886-5887


Infracciones de la Ley Orgánica de Protección de Datos en el ámbito sanitario. Descripción estadística de las infracciones
Manuel Palomo Navarro – Rev Bio y Der. 2020; 50: 385-406 | 400

documento de oposición a la cesión de datos, que se adjunta si se solicita. Tras la exposición de los
hechos, en los que la entidad denunciada explica que se ha optado por esta fórmula para agilizar
los procesos administrativos, la AEPD aclara que: “resulta mucho más rápido la inclusión de una
casilla que permita manifestar expresamente al afectado su negativa al tratamiento ya
mencionada en el documento que se le entregue para la celebración del contrato.”

Artículo 11. Comunicación de datos

Este artículo no regula un principio básico, sino la gestión de la transmisión de datos y los
consentimientos necesarios para la misma. Las resoluciones dictadas están en relación con el
párrafo 1.

1. Los datos de carácter personal objeto del tratamiento sólo podrán ser
comunicados a un tercero para el cumplimiento de fines directamente relacionados con
las funciones legítimas del cedente y del cesionario con el previo consentimiento del
interesado.

2. El consentimiento exigido en el apartado anterior no será preciso:

a) Cuando la cesión está autorizada en una ley.

b) Cuando se trate de datos recogidos de fuentes accesibles al público.

c) Cuando el tratamiento responda a la libre y legítima aceptación de una relación


jurídica cuyo desarrollo, cumplimiento y control implique necesariamente la conexión
de dicho tratamiento con ficheros de terceros.

En este caso la comunicación sólo será legítima en cuanto se limite a la finalidad


que la justifique.

d) Cuando la comunicación que deba efectuarse tenga por destinatario al


Defensor del Pueblo, el Ministerio Fiscal o los Jueces o Tribunales o el Tribunal de
Cuentas, en el ejercicio de las funciones que tiene atribuidas. Tampoco será preciso el
consentimiento cuando la comunicación tenga como destinatario a instituciones
autonómicas con funciones análogas al Defensor del Pueblo o al Tribunal de Cuentas.

e) Cuando la cesión se produzca entre Administraciones públicas y tenga por


objeto el tratamiento posterior de los datos con fines históricos, estadísticos o científicos.

f) Cuando la cesión de datos de carácter personal relativos a la salud sea necesaria


para solucionar una urgencia que requiera acceder a un fichero o para realizar los
estudios epidemiológicos en los términos establecidos en la legislación sobre sanidad
estatal o autonómica.

www.bioeticayderecho.ub.edu - ISSN 1886-5887


Infracciones de la Ley Orgánica de Protección de Datos en el ámbito sanitario. Descripción estadística de las infracciones
Manuel Palomo Navarro – Rev Bio y Der. 2020; 50: 385-406 | 401

3. Será nulo el consentimiento para la comunicación de los datos de carácter


personal a un tercero, cuando la información que se facilite al interesado no le permita
conocer la finalidad a que destinarán los datos cuya comunicación se autoriza o el tipo
de actividad de aquel a quien se pretenden comunicar.

4. El consentimiento para la comunicación de los datos de carácter personal tiene


también un carácter de revocable.

5. Aquel a quien se comuniquen los datos de carácter personal se obliga, por el


solo hecho de la comunicación, a la observancia de las disposiciones de la presente Ley.

6. Si la comunicación se efectúa previo procedimiento de disociación, no será


aplicable lo establecido en los apartados anteriores.

De las cinco resoluciones, tres fallaron a favor del denunciante por ceder datos a terceros
sin consentimiento del usuario ni conocimiento del mismo. Las tres se relacionaron con
transferencia de información de mutua a empresa sin expreso consentimiento del
usuario/paciente. A pesar de ser una práctica habitual, no eximen a mutua y empresa de solicitar
el consentimiento para la comunicación de los datos de los usuarios, no pueden compartir los
datos libremente. En las dos que fueron archivadas, la comunicación de datos, a pesar de no ser
deseada por el usuario se realizaban conforme a la ley.

Un ejemplo de infracción se expone a continuación. La entidad MMC (Mutua de Accidentes


de Trabajo y Enfermedades Profesionales de la Seguridad Social) suministró datos personales de
un ex trabajador de la mutua a la entidad SANITAS tras agotar la póliza de seguro médico suscrita
con ADESLAS. Hubo una negociación en la que se incluyó unas mejores condiciones para los ex
empleados y por un error en la confección de la lista de personas protegidas en el anterior seguro
que deseaban acogerse al nuevo. Se califica como error, por cuanto no se tenía constancia de la
voluntad inequívoca del propio denunciante de consentir en la comunicación de sus datos a la
nueva entidad.

Artículo 15. Derecho de acceso

Este artículo regula acceso a la información del usuario de sus datos, como una extensión del
artículo 5 (derecho a la información recogida).

1. El interesado tendrá derecho a solicitar y obtener gratuitamente información


de sus datos de carácter personal sometidos a tratamiento, el origen de dichos datos, así
como las comunicaciones realizadas o que se prevén hacer de los mismos.

www.bioeticayderecho.ub.edu - ISSN 1886-5887


Infracciones de la Ley Orgánica de Protección de Datos en el ámbito sanitario. Descripción estadística de las infracciones
Manuel Palomo Navarro – Rev Bio y Der. 2020; 50: 385-406 | 402

2. La información podrá obtenerse mediante la mera consulta de los datos por


medio de su visualización, o la indicación de los datos que son objeto de tratamiento
mediante escrito, copia, telecopia o fotocopia, certificada o no, en forma legible e
inteligible, sin utilizar claves o códigos que requieran el uso de dispositivos mecánicos
específicos.

3. El derecho de acceso a que se refiere este artículo sólo podrá ser ejercitado a
intervalos no inferiores a doce meses, salvo que el interesado acredite un interés legítimo
al efecto, en cuyo caso podrán ejercitarlo antes.

En las dos resoluciones sobre este artículo se falló a favor del demandante.

Artículo 20. Creación, modificación o supresión

1. La creación, modificación o supresión de los ficheros de las Administraciones


públicas sólo podrán hacerse por medio de disposición general publicada en el "Boletín
Oficial del Estado" o Diario oficial correspondiente.

2. Las disposiciones de creación o de modificación de ficheros deberán indicar:

a) La finalidad del fichero y los usos previstos para el mismo.

b) Las personas o colectivos sobre los que se pretenda obtener datos de carácter
personal o que resulten obligados a suministrarlos.

c) El procedimiento de recogida de los datos de carácter personal.

d) La estructura básica del fichero y la descripción de los tipos de datos de


carácter personal incluidos en el mismo.

e) Las cesiones de datos de carácter personal y, en su caso, las transferencias de


datos que se prevean a países terceros.

f) Los órganos de las Administraciones responsables del fichero.

g) Los servicios o unidades ante los que pudiesen ejercitarse los derechos de
acceso, rectificación, cancelación y oposición.

h) Las medidas de seguridad con indicación del nivel básico, medio o alto exigible.

3. En las disposiciones que se dicten para la supresión de los ficheros, se


establecerá el destino de los mismos o, en su caso, las previsiones que se adopten para
su destrucción.

www.bioeticayderecho.ub.edu - ISSN 1886-5887


Infracciones de la Ley Orgánica de Protección de Datos en el ámbito sanitario. Descripción estadística de las infracciones
Manuel Palomo Navarro – Rev Bio y Der. 2020; 50: 385-406 | 403

En dos ocasiones las Administraciones Públicas fueron denunciadas y condenadas por la


AEPD por modificar ficheros sin cumplimentar los requisitos de la ley. Fueron instruidos por la
propia AEPD y en sus resoluciones se dicta también la infracción del artículo 5: se vulnera el
derecho a la recogida de datos por la modificación de los ficheros.

Artículo 16. Derecho de rectificación y cancelación

1. El responsable del tratamiento tendrá la obligación de hacer efectivo el derecho


de rectificación o cancelación del interesado en el plazo de diez días.

2. Serán rectificados o cancelados, en su caso, los datos de carácter personal cuyo


tratamiento no se ajuste a lo dispuesto en la presente Ley y, en particular, cuando tales
datos resulten inexactos o incompletos.

3. La cancelación dará lugar al bloqueo de los datos, conservándose únicamente


a disposición de las Administraciones públicas, Jueces y Tribunales, para la atención de
las posibles responsabilidades nacidas del tratamiento, durante el plazo de prescripción
de éstas.

Cumplido el citado plazo deberá procederse a la supresión.

4. Si los datos rectificados o cancelados hubieran sido comunicados previamente,


el responsable del tratamiento deberá notificar la rectificación o cancelación efectuada
a quien se hayan comunicado, en el caso de que se mantenga el tratamiento por este
último, que deberá también proceder a la cancelación.

5. Los datos de carácter personal deberán ser conservados durante los plazos
previstos en las disposiciones aplicables o, en su caso, en las relaciones contractuales
entre la persona o entidad responsable del tratamiento y el interesado.

En la resolución dictada por la AEPD a raíz de una denuncia de un usuario, se condenó al


Centro de Hemoterapia y Hemodonación de Castilla y León por no respetar el derecho de
cancelación que el usuario quiso hacer efectivo. No hubo sanción económica pero se deja abierta
la vía contencioso-administrativa.

Artículo 26. Notificación e inscripción registral

1. Toda persona o entidad que proceda a la creación de ficheros de datos de


carácter personal lo notificará previamente a la Agencia de Protección de Datos.

www.bioeticayderecho.ub.edu - ISSN 1886-5887


Infracciones de la Ley Orgánica de Protección de Datos en el ámbito sanitario. Descripción estadística de las infracciones
Manuel Palomo Navarro – Rev Bio y Der. 2020; 50: 385-406 | 404

2. Por vía reglamentaria se procederá a la regulación detallada de los distintos


extremos que debe contener la notificación, entre los cuales figurarán necesariamente
el responsable del fichero, la finalidad del mismo, su ubicación, el tipo de datos de
carácter personal que contiene, las medidas de seguridad, con indicación del nivel
básico, medio o alto exigible y las cesiones de datos de carácter personal que se prevean
realizar y, en su caso, las transferencias de datos que se prevean a países terceros.

3. Deberán comunicarse a la Agencia de Protección de Datos los cambios que se


produzcan en la finalidad del fichero automatizado, en su responsable y en la dirección
de su ubicación.

4. El Registro General de Protección de Datos inscribirá el fichero si la notificación


se ajusta a los requisitos exigibles.

En caso contrario podrá pedir que se completen los datos que falten o se proceda
a su subsanación.

5. Transcurrido un mes desde la presentación de la solicitud de inscripción sin que


la Agencia de Protección de Datos hubiera resuelto sobre la misma, se entenderá inscrito
el fichero automatizado a todos los efectos.

Este caso fue instruido por la propia AEPD, por personal del equipo provincial de Cádiz de
Inspección de Prestaciones y Servicios Sanitarios contra un centro médico privado por no haber
dado de alta sus ficheros en el Registro General de Protección de Datos. Se le sanciona con una
multa y se le insta a la regulación de sus ficheros conforme a la LOPD.

5. Conclusiones

La LOPD es efectivamente una herramienta útil en la protección de los datos de los usuarios y
especialmente en el ámbito sanitario.

De las 201 resoluciones, el 78,1% de ellas están relacionadas con infracciones de los
principios básicos.

La protección de los principios básicos (seguridad de los datos, deber de secreto,


consentimiento, calidad de los datos, datos especialmente protegidos, información de la recogida
de datos) de esta ley parece estar asegurada en el ámbito sanitario, a nivel administrativo, por la
Agencia Española de Protección de Datos pues corresponde al grueso de sus resoluciones en
sanidad.

www.bioeticayderecho.ub.edu - ISSN 1886-5887


Infracciones de la Ley Orgánica de Protección de Datos en el ámbito sanitario. Descripción estadística de las infracciones
Manuel Palomo Navarro – Rev Bio y Der. 2020; 50: 385-406 | 405

En aquellos casos en los que ha habido mínimo conflicto por la revelación de información a
terceros, la AEPD ha sido categórica fallando a favor del demandante, independientemente de la
intención del demandante.

Es la intencionalidad del demandante donde se ha podido ver un uso poco convencional de


la LOPD.

En lo referente a la intencionalidad, se exponen dos ejemplos:

 En una sentencia relacionada con el artículo 10, un pediatra fue denunciado por su expareja
por enviar algunos mensajes vía WhatsApp a la demandante (cuando aún mantenían una
relación) con fotografías de su dietario explicando que aún tenía trabajo por acabar. Al poderse
distinguir en las fotos los nombres y otros datos administrativos de los pacientes, el pediatra
fue multado por la AEPD. Efectivamente, se infringe la LOPD pero la intención de la
demandante no es la protección de los afectados.

 En otra sentencia relacionada con el artículo 9, un cirujano fue demandado por una paciente,
que firmó un consentimiento para que se grabara su operación con fines docentes y de
investigación. Dos años más tarde, la paciente le requirió al cirujano una copia de su
intervención. El cirujano respondió, vía correo electrónico, que no podía darle una copia pues
el video se había añadido de forma fragmentada una base de datos del hospital y, al estar
anonimizada, no podría encontrar su operación. Añadió en el mismo correo que el no sabía
donde podría estar el archivo original porque cree que sus hijos estropearon el soporte del
mismo (pendrive). El cirujano fue multado y en su reclamación sólo disminuyó el importe de
la multa, pues consiguió demostrar que aunque no dispusiera del archivo original no había
forma alguna de relacionar las imágenes con la paciente.

Podemos concluir que la LOPD y su brazo ejecutor, la AEPD, son extremadamente sensibles
a la protección de los principios básicos. Es de esperar que la aplicación del Reglamento UE
2016/679 de 27 de abril de 2016 le permita mayor sensibilidad. Puede ser que el punto pendiente
de la LOPD es la valoración de la intencionalidad del demandante.

www.bioeticayderecho.ub.edu - ISSN 1886-5887


Infracciones de la Ley Orgánica de Protección de Datos en el ámbito sanitario. Descripción estadística de las infracciones
Manuel Palomo Navarro – Rev Bio y Der. 2020; 50: 385-406 | 406

Bibliografía

 Resoluciones de la Agencia Española de Protección de Datos, 2018


https://www.aepd.es/es/informes-y-resoluciones/resoluciones.

 Ley Orgánica 15/1999, de 13 de diciembre, de Protección de Datos de Carácter Personal


(LOPD). Publicada en: Boletin Oficial del Estado número 298, de 14/12/1999. España.

 Ley Orgánica 5/1992, de 31 de octubre de 1992, de regulación del tratamiento automatizado


de los datos de carácter personal (LORTAD). Boletin Oficial del Estado número 262, de
31/10/1992. España.

 Real Decreto 1720/2007, de 21 de diciembre, Reglamento de desarrollo de la Ley Orgánica


15/1999, de 13 de diciembre, de Protección de Datos de carácter personal (RLOPD). Publicada
en: Boletín Oficial del Estado número 17, de 19/01/2008. España.

 Reglamento General de Protección de Datos (UE) 2016/679 (RGPD) Del Parlamento Europeo
y del Consejo de 27 de abril de 2016. Publicada en: Diario Oficial de la Unión Europea número
119, de 4/5/2016. Europa.

 Directiva 95/46/CE del Parlamento Europeo y del Consejo, de 24 de octubre de 1995, relativa
a la protección de las personas físicas en lo que respeta al tratamiento de datos personales y a
la libre circulación de estos datos. Publicada en: Diario Oficial de las Comunidades Europeas
número 281, de 23/11/1995. Europa.

 Constitución Española de 1978. Publicada en: Boletín Oficial del Estado número 311, de
29/12/1978.

Fecha de recepción: 14 de octubre de 2019


Fecha de aceptación: 12 de diciembre de 2019

www.bioeticayderecho.ub.edu - ISSN 1886-5887


O papel da remuneração na decisão de participar de pesquisa na saúde – Priscila Goergen Brust-Renck et al.
Rev Bio y Der. 2020; 50: 407-423

Revista de Bioética y Derecho


Perspectivas Bioéticas
www.bioeticayderecho.ub.edu - ISSN 1886-5887

ARTÍCULO
O papel da remuneração na decisão de participar de pesquisa na saúde

El papel de la remuneración en la decisión de participar en la investigación en


salud

The role of remuneration in the decision to participate in health research

El paper de la remuneració en la decisió de participar en la recerca en salut

PRISCILA GOERGEN BRUST-RENCK, ANA CAROLINA M. PECHANSKY, ROBERTA BRISTOT


SILVESTRIN, LUCAS FRANÇA GARCIA, BRUNA PASQUALINI GENRO, JOSÉ ROBERTO GOLDIM *

* Priscila Goergen Brust-Renck. Doutora em Psicologia, Laboratório de Pesquisa em Bioética e Ética na Ciência (LAPEBEC), Hospital de
Clínicas de Porto Alegre (HCPA), Porto Alegre (Brasil). Email: pri.renck@gmail.com
Ana Carolina M. Pechansky. Graduanda em Psicologia, Laboratório de Pesquisa em Bioética e Ética na Ciência (LAPEBEC), Hospital de
Clínicas de Porto Alegre (HCPA), Porto Alegre (Brasil). Email: anapechans@gmail.com
Roberta Bristot Silvestrin. Doutora em Neurociências, Laboratório de Pesquisa em Bioética e Ética na Ciência (LAPEBEC) e Centro de
Pesquisas em Álcool e Drogas (CPAD), Hospital de Clínicas de Porto Alegre, Porto Alegre (Brasil). Email: betasilvestrin@yahoo.com.br
Lucas França Garcia. Doutor em Ciências Médicas, Laboratório de Pesquisa em Bioética e Ética na Ciência (LAPEBEC), Hospital de Clínicas
de Porto Alegre (HCPA), Porto Alegre (Brasil). Email: lucasfgarcia@gmail.com
Bruna Pasqualini Genro, Doutora em Ciências Médicas, Serviço de Bioética e Laboratório de Pesquisa em Bioética e Ética na Ciência
(LAPEBEC) do Hospital de Clínicas de Porto Alegre (HCPA), Porto Alegre (Brasil). Email: bruna.genro@gmail.com
José Roberto Goldim. Doutor em Medicina, Serviço de Bioética e Laboratório de Pesquisa em Bioética e Ética na Ciência (LAPEBEC),
Hospital de Clínicas de Porto Alegre (HCPA) e Faculdade de Medicina, Pontifícia Universidade Católica do Rio Grande do Sul, Porto Alegre
(Brasil). Email: jrgoldim@gmail.com

Copyright (c) 2020 Priscila Goergen Brust-Renck, Ana Carolina M. Pechansky, Roberta Bristot Silvestrin,
Lucas França Garcia, Bruna Pasqualini Genro, José Roberto Goldim
Esta obra está bajo una licencia de Creative Commons Reconocimiento-NoComercial-SinObraDerivada 4.0
Internacional.
O papel da remuneração na decisão de participar de pesquisa na saúde – Priscila Goergen Brust-Renck et al.
Rev Bio y Der. 2020; 50: 407-423| 408

Resumo
O processo de consentimento informado para participação de pesquisa com seres humanos visa fornecer
as informações adequadas ao indivíduo possibilitando que este tome a decisão de participar de maneira
voluntária, livre de pressões externas. A possibilidade de remuneração poderia interferir na voluntariedade
deste processo de consentir. O presente estudo objetivou avaliar percepção de influência da remuneração
monetária por meio de simulações de pesquisa que variam em nível de risco (Bioequivalência e de Fase I)
e tipo de remuneração monetária (com e sem). Participaram do estudo 80 voluntários. Os resultados
sugerem que a remuneração não constituiu uma interferência na voluntariedade do processo de
consentimento, visto que participantes aceitaram convite para participar da primeira pesquisa para a qual
foram convidados e não se sentiram influenciados indevidamente.
Palavras-chave: bioética; consentimento livre e esclarecido; remuneração; influência; ética em pesquisa;
ensaio clínico.

Resumen
El proceso de consentimiento informado para la participación de sujetos humanos en investigación tiene
por objeto dar la información adecuada al individuo, permitiendo que tome la decisión de participar de
manera voluntaria y libre de presiones externas. La posibilidad de remuneración podría interferir en la
voluntariedad de este proceso de consentir. El presente estudio evalúa la percepción de la influencia de la
remuneración monetaria a través de simulaciones de investigación que varían en nivel de riesgo
(Bioequivalencia y de Fase I) y tipo de remuneración monetaria (con y sin). Participaron del estudio 80
voluntarios. Los resultados sugieren que la remuneración no constituyó una interferencia en la
voluntariedad del proceso de consentimiento, ya que los participantes aceptaron una invitación para
participar en la primera encuesta a la que fueron invitados y no se sintieron influenciados incorrectamente.
Palabras clave: bioética; consentimiento informado; remuneración; influencia; ética en investigación;
ensayo clínico.

Abstract
The process of informed consent for research participation with human beings aims to provide appropriate
information to individuals enabling him or her to make the decision to participate voluntarily, free of
external pressures. The possibility of remuneration could interfere in the willingness to consent. The
present study aims to evaluate the perception of influence of the monetary payment through research
simulations that vary in the level of risk (Bioequivalence and Phase I) and type of monetary payment (with
and without). Eighty volunteers participated in the study. The results suggest that remuneration did not
interfere with the willingness of the consent process, as participants accepted an invitation to participate in
the first research option to which they were invited to and did not feel undue influence.
Keywords: bioethics; informed consent; remuneration; influence; ethics; research; clinical trial.

Resum
El procés de consentiment informat per a la participació de subjectes humans en recerca té per objecte
donar la informació adequada a l'individu, permetent que prengui la decisió de participar de manera
voluntària i lliure de pressions externes. La possibilitat de remuneració podria interferir en la voluntarietat
d'aquest procés de consentir. El present estudi avalua la percepció de la influència de la remuneració
monetària a través de simulacions de recerca que varien en nivell de risc (Bioequivalencia i de Fase I) i tipus
de remuneració monetària (amb i sense). Van participar de l'estudi 80 voluntaris. Els resultats suggereixen
que la remuneració no va constituir una interferència en la voluntarietat del procés de consentiment, ja que
els participants van acceptar una invitació per a participar en la primera enquesta a la qual van ser convidats
i no es van sentir influenciats incorrectament.
Paraules clau: bioètica; consentiment informat; remuneració; influència; ètica en recerca; assaig clínic.

www.bioeticayderecho.ub.edu - ISSN 1886-5887


O papel da remuneração na decisão de participar de pesquisa na saúde – Priscila Goergen Brust-Renck et al.
Rev Bio y Der. 2020; 50: 407-423| 409

1. Introdução

As recomendações para a realização de pesquisas com seres humanos no Brasil foram definidas
em 1975 quando o Conselho Federal de Medicina (CFM), por meio da Resolução 671/751, propôs
que fossem seguidos os termos internacionais da Declaração de Helsinki 1,2,3. A elaboração de
critérios nacionais para a prática de pesquisas (por exemplo, a probabilidade de sofrimento de
danos imediatos ou tardios para o participante torna-se considerada como risco e classificação de
pesquisãs com medicãmentos como de “risco mãior que o mínimo”) ãconteceu somente em 1988
a partir da organização e atribuições do Conselho Nacional de Saúde (CNS).3,4

Um importante critério estabelecido pela Resolução CNS no 01/88 foi o processo de


consentimento informado, que visa fornecer as informações adequadas ao participante de
pesquisa possibilitando que este tome a decisão de participar ou não do estudo de maneira
voluntária, livre de pressões externas. Apenas o aceite formal no papel do participante da
pesquisa, muitas vezes apenas uma permissão, não é válido eticamente. Em uma revisão histórica
do processo de consentimento, Ruth Faden e Tom Beauchamp5 estabeleceram uma abordagem
abrangente para o processo de Consentimento Informado composto de três etapas: as condições
prévias da pessoa que irá consentir, os elementos de informação, e o consentimento propriamente
dito.

A voluntariedade do consentimento pode ser afetada pela restrição, parcial ou total, da


autonomia da pessoa ou ainda pela sua condição de membro de um grupo vulnerável. A situação
coercitiva, imposta por uma redução da voluntariedade, pode estar presente em grupos nos quais
existe uma clara dependência hierárquica, como em militares, funcionários, membros de
organizações religiosas, estudantes, ou com outros tipos de vulnerabilidade, tipo a verificada em
pacientes, comunidades carentes, e presidiários6. Quando houver a previsão de retribuir a
participação no projeto, cuidados especiais devem ser tomados para evitar que haja
comprometimento da voluntariedade6,7. As retribuições, tais como: dinheiro, medicamentos para
pacientes crônicos, acesso a serviços de saúde, entre outros, não devem ser de tal montante a
ponto de interferir na liberdade de opção do individuo.8

Recentemente, em 2012, o CNS tornou possível a remuneração de participantes de pesquisa


em estudos clínicos de Bioequivalência e de Fase I por meio da Resolução 466/20129. Os estudos
de biodisponibilidade relativa ou bioequivalência são parte do processo de registro de
medicamentos e consistem na demonstração de equivalência farmacêutica entre diferentes
produtos apresentados sob a mesma forma farmacêutica10. Já os estudos de fase I consistem do
primeiro teste em seres humanos de um novo princípio ativo ou nova formulação, em geral em
pequenos grupos de pessoas sadias11. Por ser essa a primeira forma regulamentada de

www.bioeticayderecho.ub.edu - ISSN 1886-5887


O papel da remuneração na decisão de participar de pesquisa na saúde – Priscila Goergen Brust-Renck et al.
Rev Bio y Der. 2020; 50: 407-423| 410

remuneração em pesquisas no Brasil e por não serem estabelecidos parâmetros monetários para
a sua realização, tornam-se necessários estudos que avaliem as adequações éticas dessa prática.
O presente estudo, portanto, objetivou verificar o efeito da remuneração de participantes de
pesquisa saudáveis, e se este pagamento influencia na tomada de decisão em participar ou não de
uma pesquisa.

2. A remunerãção nã pesquisã

Em âmbito internacional, a remuneração de participantes de pesquisa tem grande adesão, ainda


que existam divergências acerca de sua prática12,13. Por exemplo, para alguns pesquisadores,
qualquer pagamento dificulta o entendimento de possíveis riscos para os participantes por fazer
com que estes desconsiderem efeitos colaterais ou prejuízos de um estudo em detrimento de um
valor em dinheiro14. Nessa linha, qualquer prejuízo desse tipo configura um obstáculo no exercício
da autonomia dos participantes, e, assim, uma forma de influência. Já para outros, o pagamento
como incentivo financeiro para a participação de pesquisas, não deve ser considerado como um
dificultador da liberdade de decisões dos participantes, mas como uma compensação monetária
justa pelo tempo pessoal despendido para os estudos.13,15

Apesar das divergências, a remuneração de participantes de pesquisa nos Estados Unidos


acontece há mais de 100 anos, sendo realizada de acordo com quatro modelos de remuneração12:
Mercado, Salário, Reembolso, e Apreciação. Segundo o autor, o Modelo de Mercado permite aos
pesquisadores o cálculo de valor necessário para recrutar o número e o tipo de participantes no
tempo desejãdo, de ãcordo com suã “disponibilidãde no mercãdo”. Estudos que necessitãm de
uma amostra clínica com uma patologia rara, por exemplo, pagarão um valor alto a seus
participantes, por estas pessoas serem mais escassas dentre a população. É o modelo com maior
rapidez de recrutamento e maior taxa de retenção dos participantes, enquanto também tem o
potencial de ser o mais coercitivo, já que prevê que se estabeleça um valor alto o bastante para
ultrapassar uma possível aversão ao risco ou periculosidade dos procedimentos aos participantes,
como um incentivo financeiro direto. Já o Modelo de Salário oferece uma compensação aos
participantes de acordo com o tempo e contribuição para a pesquisa. É estabelecido previamente
um valor por hora e, em cima deste, é adicionado outro valor por inconveniência de cada
procedimento que será realizado. O Modelo de Reembolso prevê um ressarcimento pelas
despesas da participação, como transporte e alimentação, e promove uma participação neutra
quanto a despesas por somente reembolsar os participantes na medida das despesas gastas com
a pesquisa. No entanto, o autor sugere que esse modelo pode ter pouco impacto no recrutamento,
já que não é previsto nenhum “gãnho” finãnceiro ão pãrticipãnte, e reembolsos muito

www.bioeticayderecho.ub.edu - ISSN 1886-5887


O papel da remuneração na decisão de participar de pesquisa na saúde – Priscila Goergen Brust-Renck et al.
Rev Bio y Der. 2020; 50: 407-423| 411

discrepantes entre participantes. Por exemplo, um participante que reside longe do local da
pesquisa e recebe R$ 200,00 por hora em seu emprego exigirá maior reembolso do que um
participante com residência perto e desempregado, o que pode levar somente ao recrutamento de
populações com baixo ganho salarial. Por fim, o Modelo de Apreciação entende o pagamento como
uma gratificação pela disponibilidade do participante, acontecendo, muitas vezes, a partir de
formas não-monetárias, como presentes (e.g., camisetas, canecas). Esse modelo, geralmente, não
resulta no fechamento da amostra necessária de participantes.12

Dentre esses quatro modelos, Grady12 considera que o Modelo de Salário é o mais
eticamente adequado, por reconhecer a contribuição individual de cada participante, oferecendo
a menor probabilidade de influência excessiva pelo dinheiro sobre pessoas que não desejam
participar de pesquisas, ainda que ofereça compensação para os que desejam. Esse método possui
impacto favorável quanto ao recrutamento, permitindo angariar o número adequado de
participantes necessários, sendo relativamente padronizado entre pesquisas clínicas. A partir
disso, o National Institutes of Health (NIH) dos Estados Unidos elaborou diretrizes (revisitadas
em 2015) para a remuneração de participantes de pesquisa16. O órgão estãbeleceu “unidãdes de
inconveniênciã,” ou sejã, umã quãntiã monetáriã de US$ 10,00 que estimula que os pesquisadores
estabeleçam um valor prévio por cada hora de participação e, em cima desse, adicionem
“unidãdes” por grãu de desconforto que cãdã procedimento gerã pãrã o pãrticipãnte. Por exemplo,
se um pesquisador estipula 5 unidades para uma ressonância magnética feita no período de duas
horas, o participante pode receber US$ 80,00, $30 pelo tempo e $50 pelo procedimento. Se designa
2 unidades por uma coleta de sangue feita em uma hora, o participante pode receber $ 35,00,
sendo $15 pelo tempo e $20 pela coleta, estipulando que a ressonância cause maior desconforto
do que a coleta de sangue17. Já o U.S. Food and Drug Administration (FDA), considera o pagamento
a participantes como um incentivo, sendo aceitável para quem completa a pesquisa, desde que
não apresente influência indevida, não explicitando maiores detalhes sobre o que configuraria
essa influencia.18

2.1 Consequências da remuneração


Os questionamentos éticos acerca da adequação da remuneração em pesquisa concernem,
principalmente, quanto ao pagamento ser considerado uma possível influência excessiva sobre o
participante. Uma recompensa monetária, por exemplo, poderia incentivar participantes a
esconder, modificar ou omitir respostas que os desqualificariam da pesquisa e, logo, do
pagamento, o que pode ser considerado uma consequência dessa influência indevida 12. Uma
revisão de 13 estudos com participantes voluntários nos Estados Unidos, Europa, e Maláui
mostrou que a recompensa financeira era a motivação primária para participantes saudáveis de

www.bioeticayderecho.ub.edu - ISSN 1886-5887


O papel da remuneração na decisão de participar de pesquisa na saúde – Priscila Goergen Brust-Renck et al.
Rev Bio y Der. 2020; 50: 407-423| 412

estudos clínicos, seguido da vontade de contribuir com a ciência e saúde de outras pessoas19. Dois
estudos com participantes nos Estados Unidos, Bélgica, e Cingapura também sugeriram que o tipo
de intervenção e as características individuais dos participantes influenciam a decisão dos
indivíduos20,21. Além disso, é importante ressaltar que alguns autores destacam que a
remuneração em pesquisa pode ser um importante ponto de discussão sobre a exploração de
indivíduos e comunidades em situação de vulnerabilidade, principalmente socioeconômica, uma
vez que estes estariam mais predispostos a esconder, omitir ou modificar respostas que os
desqualificassem do protocolo clínico.22,23

No entanto, essa visão não é consenso na literatura. Por exemplo, Grady considera algo
como coercitivo quando este apresenta uma ameaça à integridade física, psicológica, ou social de
uma pessoa, e, em sua visão, a remuneração de uma pesquisa deve ser considerada como uma
oportunidade, sem ameaças e, portanto, não coercitiva12. A autora reflete, no entanto, se uma
remuneração pode ser uma influência excessiva sobre o participante. Segundo o manual oficial
dos Comitês de Ética (Institutional Review Board) dos Estados Unidos, uma influência excessiva e
problemáticã em pesquisãs clínicãs ãcontece quãndo o ãtrãtivo finãnceiro tem o poder de “cegãr”
os participantes para os potenciais riscos da pesquisa, assim comprometendo sua livre decisão.
Segundo a autora, mesmo que a pessoa não consiga clarificar os riscos com que se compromete
ao participar de uma pesquisa, essa já teria passado pela aprovação de um Comitê de Ética e seus
possíveis riscos já teriam sido, então, avaliados e aprovados. Destaca ainda que, para voluntários
saudáveis, as pesquisas não oferecem benefício terapêutico algum, ao contrário de pesquisas com
uma amostra clínica. Para esses voluntários, a remuneração seria uma gratificação pelo tempo
despendido ou uma compensação justa pela inconveniência que alguns procedimentos da
pesquisa podem apresentar, não uma influencia.13,24,25

Dickert, Emanuel e Grady observaram que pacientes também são frequentemente pagos
para participar de uma pesquisa clínica, apesar da ideia, vigente na literatura, de que apenas
indivíduos saudáveis são pagos26. Esta situação poderá ocorrer no Brasil quando Estudos de Fase
I envolverem a participação de pacientes, especialmente nas áreas de Oncologia e de Psiquiatria7.
Em um estudo de 2008, Williams e colaboradores atentam para o fato de que o recrutamento de
participantes de pesquisa causa um grande impacto sobre a qualidade, custo e acesso a pesquisa
em saúde27. Considerando que no Reino Unido o número de voluntários em pesquisas vem
sofrendo uma redução considerável, isto poderia causar um aumento no viés de seleção dos
participantes.27

Frente a uma possível fragilidade da relação entre remuneração e sua influência, surgiu a
demanda de identificar qual a percepção da influência da remuneração monetária do participante
frente à pesquisa e frente a procedimentos assistenciais através de uma escala de percepção dessa

www.bioeticayderecho.ub.edu - ISSN 1886-5887


O papel da remuneração na decisão de participar de pesquisa na saúde – Priscila Goergen Brust-Renck et al.
Rev Bio y Der. 2020; 50: 407-423| 413

influência28,29. A escala foi adaptada do MacArthur Coercion Study, que contém cinco itens
divididos nos seguintes domínios: influência, controle, escolha, liberdade e ideia28. Essa escala foi
validada para uso na língua portuguesa falada no Brasil e para avaliar a percepção da influência
indevida entre pacientes psiquiátricos e não psiquiátricos bem como para área da pesquisa.29,30

Cabe ressaltar que, mesmo que os participantes tenham compreensão dos riscos, o
comprometimento com a participação em pesquisas pode gerar um conflito interno a nível
biológico. Em casos nos quais a aceitação do convite de pesquisa acontece somente pelo estímulo
monetário, o participante pode sentir-se influenciado ao aceite em situações na qual, sem a
remuneração, não participaria da pesquisa. Essa percepção da influência monetária poderia gerar
uma carga de estresse ao organismo, e, em resposta à essa mudança fisiológica, a ativação do eixo
hipotálamo-hipófise para a liberação de cortisol pelas glândulas adrenais31. Por exemplo, ao
analisar a relação acerca do impacto da influência do médico no aumento do estresse ocupacional
de enfermeiros, Costa e Martins demonstraram que o poder de influência como exercício de poder
de um indivíduo seria um preditor direto de aumento de estresse em outro.32

A validade do consentimento, dentre outros fatores, depende da garantia de que não houve
elementos coercitivos atuantes neste processo34. Nesse sentido, as diretrizes atuais do CNS
estabelecem que um participante de pesquisa é um indivíduo que, de forma voluntária e
esclarecida, aceita ser pesquisado9. No entanto, quando existe remuneração, a voluntariedade do
participante pode tornar-se enviesada pela quantidade em dinheiro, agindo de forma coercitiva e
retirando do participante sua liberdade de decisão14. Frente às novas regulamentações do CNS e
reconhecendo a importância do tema, o presente estudo teve por objetivo analisar os efeitos da
remuneração em participantes saudáveis em simulações de convite para participação em estudos
de Fase I e Bioequivalência, analisando possíveis níveis de influência pela remuneração monetária
e nível de risco do estudo. Além disso, os níveis de cortisol salivar foram avaliados, visando a
verificação da relação entre o poder da influência da remuneração e o aumento de estresse em
participantes de pesquisa.

3. Metodo

3.1 Delineamento
O estudo envolveu uma comparação entre o nível de risco (ou periculosidade) do estudo (Fase I,
com maior risco; ou Bioequivalência, com menor risco) e remuneração monetária (com ou sem),
baseada em um modelo de Salário12. Todos os participantes foram aleatoriamente designados

www.bioeticayderecho.ub.edu - ISSN 1886-5887


O papel da remuneração na decisão de participar de pesquisa na saúde – Priscila Goergen Brust-Renck et al.
Rev Bio y Der. 2020; 50: 407-423| 414

para receber um convite inicial para participar de uma simulação de um ou outro tipo de estudo.
Caso aceitassem participar, a pesquisa terminava. Caso não aceitassem, receberiam um convite
para participar de um novo estudo, diminuindo em nível de risco e aumentando em termos de
remuneração monetária (Figura 1). Dessa forma, se um participante que foi inicialmente
convidado para um estudo de Fase I sem remuneração (Momento 1) recusasse participar, ele seria
convidado a participar de um estudo de Fase I com remuneração (Momento 2). Se não aceitasse o
convite novamente, seria convidado a participar de um estudo de Bioequivalência com
remuneração (Momento 3). Já o participante que, em um primeiro momento, recebeu o convite
para participar de um estudo de Bioequivalência sem remuneração (Momento 1) e recusou, seria
convidado, na sequência, para participar de um estudo de Bioequivalência com remuneração
(Momento 2), mas não um estudo Fase I, pois este tem maior nível de risco.

3.2 Participantes
Participaram do estudo 80 voluntários saudáveis. Todos os participantes foram selecionados por
conveniência (e.g., mídias sociais e contatos pessoais) e designados aleatoriamente para cada
condição experimental inicial: quatro grupos variando em nível de risco do estudo e tipo de
remuneração monetária.

3.3 Instrumentos e procedimentos


O estudo foi submetido à apreciação do Comitê de Ética em Pesquisa com seres humanos, sendo
sua coleta de dados iniciada apenas após a aprovação pelo Comitê de Ética em Pesquisa do
Hospital de Clínicas de Porto Alegre (CAAE no 30965114.6.0000.5327). Os procedimentos
relativos à ética na pesquisa foram tomados em conformidade com a legislação nacional.

A coleta de dados foi realizada no Hospital de Clínicas de Porto Alegre, no período de janeiro
a novembro de 2017. Após a chegada do participante, este foi convidado a participar de uma
simulação para avaliar sua decisão frente a pesquisas com medicações, sem a menção da
remuneração para evitar vieses na decisão. Todos que concordaram em participar assinaram o
Termo de Consentimento Livre e Esclarecido e permaneceram em jejum e em repouso físico de
uma hora. A coleta foi realizada individualmente em um consultório específico destinado para
pesquisas.

Antes de começar a simulação, cada participante forneceu a primeira de três amostras de


saliva, coletadas entre seis Eppendorfs SaliCap de 1,5 ml por pessoa. As outras duas amostras
foram coletadas logo após a simulação com intervalo de 15 minutos entre elas. As amostras foram

www.bioeticayderecho.ub.edu - ISSN 1886-5887


O papel da remuneração na decisão de participar de pesquisa na saúde – Priscila Goergen Brust-Renck et al.
Rev Bio y Der. 2020; 50: 407-423| 415

posteriormente centrifugadas a 10.000 RCF por 3 minutos a uma temperatura de 10ºC,


armazenadas em um freezer de -80ºC na unidade de análise de proteínas e depois levadas à
Patologia Clínica para obtenção de resultados dos níveis de cortisol salivar.

A simulação consistiu em, primeiramente, um preâmbulo sobre a importância de testes


farmacológicos com uma amostra de seres humanos saudáveis. Em seguida, foi feito um convite
para a participação de uma pesquisa sobre um novo medicamento para insuficiência cardíaca e
foi explicado o tipo de estudo que seria realizado: Bioequivalência (comparação de um novo
medicamento a outro que já está disponível no mercado, já testado em seres humanos) ou Fase I
(verificação da segurança e tolerância de um medicamento sendo testado pela primeira vez em
seres humanos).

Foram explicados os procedimentos para a participação, envolvendo a quantidade de visitas


ao hospital que cada estudo requisitava (Bioequivalência: 3 visitas com 2 internações de 48h; Fase
I: 4 visitas com 1 internação de 48h), destacando a ingestão do medicamento e 10 coletas de
sangue com somente uma picada durante os períodos de internação. Foram apresentados os
possíveis efeitos colaterais (Bioequivalência: possível cansaço, tontura e dor de cabeça; Fase I:
impossível precisar, já que o medicamento nunca havia sido testado em seres humanos) e a
remuneração, se presente, de R$ 1.650 nos dois estudos (Bioequivalência: 750 por internação e
150 por consulta; Fase I: 1.200 pela internação e 150 por consulta). Foi destacado que o
participante poderia sair da pesquisa caso desejasse, sem ter seus dados revelados. Antes da
decisão, o participante recebeu o Termo de Consentimento Livre e Esclarecido do estudo
conforme a condição experimental à qual foi designado.

Para os participantes que aceitaram o convite de pesquisa da primeira condição


experimental, a simulação foi encerrada. Os que recusaram foram novamente convidados a uma
outra pesquisa com nível de risco mais baixo ou com a presença de remuneração (Figura 1), à
exceção do estudo de Bioequivalência com remuneração, que encerrava, pois é a condição com
menor nível de risco e já com remuneração.

Ao fim da simulação e depois da segunda coleta de saliva, todos os participantes


preencheram a Escala de Percepção de Coerção29. A escala, com escores entre 0 e 5, sendo 5 o
escore máximo de percepção de influência monetária, avalia com 5 perguntas a percepção do
participante em relação à liberdade de sua escolha de participar das pesquisas apresentadas, com
perguntãs como “Senti-me livre para fazer o que quisesse a respeito da minha participação na
pesquisã”, com escolhã forçãdã (sim/não). Por fim, todos os participantes preencheram um
questionário sociodemográfico e forneceram informações sobre sono e ingestão de
medicamentos contínuos que poderiam influenciar na análise do cortisol salivar.

www.bioeticayderecho.ub.edu - ISSN 1886-5887


O papel da remuneração na decisão de participar de pesquisa na saúde – Priscila Goergen Brust-Renck et al.
Rev Bio y Der. 2020; 50: 407-423| 416

4. Resultãdos e discussão

Os 80 participantes tinham idade entre 18 e 79 anos (Média = 35,81; DP = 15,21). A maioria dos
participantes era solteiro (64,1%) ou estava casado ou em união estável (29,5%). A média de anos
de estudo foi 16,44 anos (DP = 3,86), embora alguns ainda fossem estudantes (39,2%). A maior
parte dos participantes tinha algum tipo de vínculo empregatício (46,8%), e os demais eram
aposentados ou desempregados (14%). Além disso, a renda individual (e familiar) era de até 1
salário mínimo para 29.9% (5%) dos participantes, entre 1 e 2 salários mínimos para 32,5%
(21,3%), entre 2 e 5 salários mínimos para 27,3% (38,7%), e acima de 5 salários para 10,3%
(35%). A distribuição sociodemográfica por grupo experimental foi detalhada na Tabela 1. Cabe
ressaltar que apenas 76 dos participantes tinham dados completos de cortisol salivar, sendo que
os demais não coletaram material suficiente para análise. A análise comportamental foi feita com
todos os participantes.

Em média, 72,5% (DP=44,9) dos indivíduos aceitaram participar da primeira pesquisa para
a qual foram convidados. Essa relação entre o primeiro convite e a escolha final foi significativa
[Χ2(9)=136,33, p<0,001], ou seja, a maioria dos participantes decidiu participar da pesquisa
independente da condição experimental. Dentre os indivíduos que não aceitaram participar no
primeiro convite, 10% aceitaram participar de uma condição experimental com mesmo ou menor
nível de risco e maior remuneração monetária (i.e., 7,5% aceitaram participar de estudos de
Bioequivalência com remuneração e 2,5% de estudos de Fase 1 com remuneração). Os demais
17,5% dos participantes não aceitaram participar de nenhuma condição de pesquisa. Esse
resultado é consistente com outros da literatura que sugerem alta taxa de motivação para
participar de estudos de Fase I20. Tal resultado também sugere que a possibilidade de
remuneração de participantes de pesquisa no presente estudo não constitui uma interferência na
voluntariedade do processo de consentimento. Pelo contrário, os participantes mantiveram seu
poder de optar, no seu melhor interesse, por uma das alternativas propostas.

A percepção média da influência da remuneração monetária foi muito baixa (M=0,80, DP =


0,89), sugerindo que, de maneira geral, os participantes não se sentiram influenciados a aceitar
participar da pesquisa. A voluntariedade, portanto, não parece ter sido afetada pelo incentivo
monetário constituindo uma situação de influência indevida. Apesar disso, uma comparação entre
a percepção dos 14 participantes que aceitaram participar e indicaram influência muita baixa
(M=0,62, DP=0,70) e os 66 que não aceitaram participar e indicaram influência baixa (M=1,64,
DP=1,22) mostra um aumento na percepção da influência [F(1,78)=12,06, p<0,001, η2=0,19]. Em
termos qualitativos, no entanto, essa diferença encontra-se entre concordar com até 2 das 5
afirmativas (participantes que aceitaram eventualmente participar de alguma pesquisa) e

www.bioeticayderecho.ub.edu - ISSN 1886-5887


O papel da remuneração na decisão de participar de pesquisa na saúde – Priscila Goergen Brust-Renck et al.
Rev Bio y Der. 2020; 50: 407-423| 417

concordar com até 3 das 5 afirmativas sobre influência (participantes que não aceitaram). Ou seja,
de maneira geral todos os participantes apresentaram níveis similares de percepção de influência
(baixo e muito baixo) independentemente de concordarem em participar, e um sentimento de
terem sido tratados de maneira justa e correta durante as situações de consentimiento.6

Uma comparação detalhada do aceite entre as diferentes opções de estudo mostrou também
um aumento na percepção da influência apenas entre os participantes que não aceitaram
participar de nenhum tipo de estudo e consideraram a influência baixa (M=1,64, DP=1,22) e os
que aceitaram participar das demais condições e consideraram a influência muito baixa [F(4,
75)=4,79, p=0,002, η2=0,20]: Fase I sem remuneração (M=0,79, DP=0,80) e com remuneração
(M=0,53, DP=0,62), e Bioequivalência sem remuneração (M=0,69, DP=0,75) e com remuneração
(M=0,5, DP=0,67). Ou seja, a presença da remuneração em si não modificou a percepção de
influência, mas possivelmente alguma outra característica do estudo ou diferenças individuais dos
participantes pode ter sido responsável pelo resultado21. Resultados de uma comparação entre
aceite (com e sem remuneração) e variáveis demográficas não foram significativos (ps>0,05),
sugerindo que dentre as informações disponíveis, não é possível determinar diferenças
individuais potencialmente responsáveis por esse resultado. Quando o convite variava apenas em
termos de remuneração, não houve associação entre características demográficas dos
participantes que aceitaram participar e a presença de remuneração. Uma possível explicação é
um sentimento de indução gerado pelo próprio delineamento do estudo, pois sempre que os
participantes recusassem participar de uma pesquisa, eram convidados a participar de nova
pesquisa. Essa repetição dos convites pode ter gerado um desconforto nos participantes que
decidiram não participar.

Em relação ao nível de cortisol, a concentração média em condições basais foi de 0,38 ug/dL
(DP=0,48) e após o estudo foi de 0,44 ug/dL (DP=0,55) e quinze minutos depois foi de 0,46 ug/dL
(DP=0,76). Uma comparação da correlação entre o grau de influência e as diferença das medidas
experimentais em relação à condição basal não foi significativa (p>0,05), sugerindo que não houve
mudança fisiológica para a liberação de cortisol pelas glândulas adrenais imediatamente antes e
nos dois momentos depois do estudo. Nessa mesma linha, não houve diferenças na mudança de
liberação de cortisol entre os participantes que aceitaram e os que não aceitaram participar das
condições experimentais de pesquisa (ps>0,05).

www.bioeticayderecho.ub.edu - ISSN 1886-5887


O papel da remuneração na decisão de participar de pesquisa na saúde – Priscila Goergen Brust-Renck et al.
Rev Bio y Der. 2020; 50: 407-423| 418

5. Considerãçoes finãis

De maneira geral, observou-se que os participantes não se sentiram influenciados a participar de


nenhuma condição de pesquisa independentemente do nível de risco e tipo de remuneração
monetária. A maioria dos participantes também apresentou níveis relativamente baixos na Escala
de Percepção de Coerção, o que pode ser uma limitação da baixa sensibilidade do instrumento.
Apesar disso, a percepção da influência da remuneração monetária foi maior entre participantes
que não aceitaram participar em alguma das pesquisas. Ainda assim, essa percepção não
prejudicou o seu caráter voluntário, considerando que eles mantiveram sua resposta negativa ao
longo do estudo.

Cabe ressaltar, no entanto, que existem múltiplos fatores que podem influenciar de maneira
coercitiva a participação do indivíduo na pesquisa, e nem todos foram avaliados no presente
estudo33,34. Além disso, os participantes do presente estudo foram pessoas voluntárias e, portanto,
já inclinadas a participar de pesquisa em geral, potencial viés de seleção para a simulação de
pesquisa. Esses participantes também tem a limitação de terem sido selecionados por
conveniência e totalizarem uma amostra pequena para cada grupo experimental e os resultados
devem ser interpretados à luz dessas restrições. Futuras pesquisas que envolvam remuneração
de participantes devem continuar avaliando a percepção da influência da remuneração monetária
no intuito de aprimorar o conhecimento frente à possível fragilidade do participante de pesquisas
com intervenções à saúde.

Considerando que o pagamento poderia tornar mais difícil para os participantes avaliar os
riscos e benefícios da pesquisa, incentivando-os a se expor ao potencial risco de sofrer algum
dano, é ainda mais importante que o consentimento não esteja sujeito a qualquer influência da
remuneração monetária35. Uma alternativa é incentivar a reflexão pública sobre a participação na
pesquisa e melhorar o recrutamento, fornecendo informações sobre os benefícios potenciais da
investigação para os outros, bem como aos próprios participantes da pesquisa, estimulando o
debate e influenciando as expectativas sociais sobre o envolvimento na pesquisa. As instituições
públicas e entidades beneficentes utilizam várias formas de publicidade para incentivar o
comportamento altruísta e gerar expectativas sociais sobre a doação de dinheiro, sangue, e órgãos
para o benefício dos outros. Deve ser dada atenção ao uso da comunicação persuasiva
semelhantes para promover uma maior participação na pesquisa em saúde em geral.27

www.bioeticayderecho.ub.edu - ISSN 1886-5887


O papel da remuneração na decisão de participar de pesquisa na saúde – Priscila Goergen Brust-Renck et al.
Rev Bio y Der. 2020; 50: 407-423| 419

Referenciãs

(1) Conselho Federal de Medicina. Resolução no. 671/75 de 18 de julho de 1975. Brasília, DF:
Conselho Federal de Medicina; 1975.

(2) World Medical Association. Declaration of Helsinki: ethical principles for medical
research involving human subjects. Helsinki, Finlândia: World Medical Association; 1964.
(3) Goldim JR. Bioética e pesquisa no Brasil. In: Kipper DJ, editor. Ética: teoria e prática: uma
visão multidisciplinar. Porto Alegre: EDIPUCRS; 2006. p. 17–28.
(4) Conselho Nacional de Saúde. Resolução no 01/88 de 13 de junho de 1988. Brasília, DF:
Conselho Nacional da Saúde; 1988.
(5) Faden RR, Beauchamp TL. A history and theory of informed consent. New York, NY:
Oxford University Press; 1986.
(6) Goldim JR. Bioetica complexa: Uma abordagem abrangente para o processo de tomada de
decisão. Rev da AMRIGS. 2009;53(1):58–63.
(7) Goldim JR. A participação em projetos de pesquisa em saúde: remuneração, ressarcimento
ou gratuidade. Rev Gaúcha Enferm. 2013 Jun;34(2):8–9.
(8) English DC. Bioethics: A clinical guide for medical students. New York, NY: W.W. Norton;
1994.
(9) Brasil, Ministério da Saúde, Conselho Nacional de Saúde. Resolução no 466, de 11 e 12 de
dezembro de 2012. Brasília, DF: Conselho Nacional de Saúde; 2012.
(10) Agência Nacional de Vigilância Sanitária. Conceitos técnicos. Brasília, DF: ANVISA; 2018.
(11) Agência Nacional de Vigilância Sanitária. Pesquisa clínica. Brasília: ANVISA; 2018.
(12) Grady C. Payment of clinical research subjects. J Clin Invest. 2005 Jul 1;115(7):1681–7.
(13) Largent EA, Lynch HF. Paying Reseãrch pãrticipãnts: the outsized influence of “undue
influence”. IRB. 2017;39(4):1–9.
(14) McNeill P. Paying people to participate in research: why not? Bioethics. 1997
Oct;11(5):390–6.
(15) Wilkinson M, Moore A. Inducement in research. Bioethics. 1997 Oct;11(5):373–89.
(16) Human Research Protections Program. Standard operating procedures for the human
research protection program. Washington, D.C.: Human Research Protections Program;
2016.
(17) Dominguez D, Jawara M, Martino N, Sinaii N, Grady C. Commonly performed procedures
in clinical research: a benchmark for payment. Contemp Clin Trials. 2012 Sep;33(5):860–
8.

www.bioeticayderecho.ub.edu - ISSN 1886-5887


O papel da remuneração na decisão de participar de pesquisa na saúde – Priscila Goergen Brust-Renck et al.
Rev Bio y Der. 2020; 50: 407-423| 420

(18) Food and Drug Administration. Payment to research subjects information sheet, guidance
for institutional review boards and clinical investigators. Washington, D.C.: Food and Drug
Administration; 2015.
(19) Stunkel L, Grady C. More than the money: a review of the literature examining healthy
volunteer motivations. Contemp Clin Trials. 2011 May;32(3):342–52.
(20) Chen SC, Sinaii N, Bedarida G, Gregorio MA, Emanuel E, Grady C. Phase 1 healthy
volunteer willingness to participate and enrollment preferences. Clin Trials J Soc Clin
Trials. 2017 Oct 2;14(5):537–46.
(21) Grady C, Bedarida G, Sinaii N, Gregorio MA, Emanuel EJ. Motivations, enrollment
decisions, and socio-demographic characteristics of healthy volunteers in phase 1
research. Clin Trials J Soc Clin Trials. 2017 Oct 8;14(5):526–36.
(22) Largent EA, Emanuel EJ, Lynch HF. Filthy Lucre or Fitting Offer? Understanding Worries
About Payments to Research Participants. Am J Bioeth [Internet]. 2019;19(9):1–4.
Available from: https://doi.org/10.1080/15265161.2019.1631076
(23) Fernandez Lynch H, Joffe S. Pay-to-Participate Trials and Vulnerabilities in Research
Ethics Oversight. JAMA [Internet]. 2019 Sep 23;322(9):813. Available from:
https://jamanetwork.com/journals/jama/fullarticle/2752236
(24) Largent EA, Lynch HF. Paying research participants: regulatory uncertainty, conceptual
confusion, and a path forward. Yale J Health Policy Law Ethics. 2018;17(1):61–141.
(25) Gelinas L, Largent EA, Cohen IG, Kornetsky S, Bierer BE, Lynch HF. A framework for
ethical payment to research participants. N Engl J Med. 2018 Feb 22;378(8):766–71.
(26) Dickert N, Emanuel E, Grady C. Paying research subjects: an analysis of current policies.
Ann Intern Med. 2002 Mar 5;136(5):368–73.
(27) Williams B, Entwistle V, Haddow G, Wells M. Promoting research participation: why not
advertise altruism? Soc Sci Med. 2008 Apr;66(7):1451–6.
(28) Gardner W, Hoge SK, Bennett N, Roth LH, Lidz CW, Monahan J, et al. Two scales for
meãsuring pãtients’ perceptions for coercion during mentãl hospitãl ãdmission. Behav Sci
Law. 1993;11(3):307–21.
(29) Protas JS, Bittencourt VC, Wollmann L, Moreira CA, Fernandes CF, Fernandes MS, et al.
Avaliação da percepção de coerção no processo de consentimento. Rev HCPA.
2007;27(1):172.
(30) Taborda JG, Baptista JP, Gomes DA., Nogueira L, Chaves MLF. Perception of coercion in
psychiatric and nonpsychiatric (medical and surgical) inpatients. Int J Law Psychiatry.
2004 Mar;27(2):179–92.
(31) Mulroney SE, Myers AK. Netter bases da fisiologia. Rio de Janeiro: Elsevier Ltd; 2009.

www.bioeticayderecho.ub.edu - ISSN 1886-5887


O papel da remuneração na decisão de participar de pesquisa na saúde – Priscila Goergen Brust-Renck et al.
Rev Bio y Der. 2020; 50: 407-423| 421

(32) Costa DT, Martins MCF. Estresse em profissionais de enfermagem: impacto do conflito no
grupo e do poder do médico. Rev da Esc Enferm da USP. 2011 Oct;45(5):1191–8.
(33) Mãlmqvist E. “Pãid to endure”: pãid reseãrch pãrticipãtion, pãssivity, ãnd the goods of
work. Am J Bioeth. 2019 Aug;19(9);11-20.
(34) Millum J, Garnett, M. How payment for research participation can be coercive. Am J
Bioeth. 2019 Aug;19(9);21-31.
(35) Bernstein M. Payment of research subjects involved in clinical trials is unethical. J
Neurooncol. 2003 Jul;63(3):223–4.

Fecha de recepción: 11 de diciembre de 2019


Fecha de aceptación: 15 de abril de 2020

www.bioeticayderecho.ub.edu - ISSN 1886-5887


O papel da remuneração na decisão de participar de pesquisa na saúde – Priscila Goergen Brust-Renck et al.
Rev Bio y Der. 2020; 50: 407-423| 422

Anexos

Figura 1. Esquema do delineamento. Desenvolvido pelos autores.

Nota. Fase I = estudos de Fase I. BQV = estudos de Bioequivalência. $ = remuneração.

www.bioeticayderecho.ub.edu - ISSN 1886-5887


O papel da remuneração na decisão de participar de pesquisa na saúde – Priscila Goergen Brust-Renck et al.
Rev Bio y Der. 2020; 50: 407-423| 423

Tabela 1.

Descrição da amostra para cada Grupo Inicial da Simulação

Fase I Fase I Bioequivalência Bioequivalência


sem pagamento com pagamento sem pagamento com pagamento
N 20 20 20 20

Idade média 26,25 (5,77) 40,50 (13,77) 33,60 (13,54) 42,90 (19,46)
(Desvio
padrão)
Variância 19 - 38 20 - 63 20 - 60 18 - 79
idade
Sexo 70% 55% 80% 80%
(%
mulheres)
Estado Civil 68,4% solteiros; 60% solteiros; 35% 68,4% solteiros; 60% solteiros; 25%
31,6% casados ou casados ou união 26,3% casados ou casados ou união estável;
união estável estável; 5% outros união estável; 5,3% 15% outros
outros
Média de 17,55 (4,22) 16,65 (2,91) 15,78 (3,37) 15,75 (4,65)
anos de
estudo
(Desvio
padrão)
Ocupação 52,6% estudantes; 25% estudantes; 40% estudantes; 55% 40% estudantes; 35%
47,4% 45% empregados; empregados; 5% empregados; 25%
empregados 30% aposentados ou aposentados ou aposentados ou
desempregados desempregados desempregados
Renda 31,5% até 1 21,2% até 1 salário; 30% até 1 salário; 36,8% até 1 salário;
individual salário; 21,1% 42,1% entre 1 e 2 25% entre 1 e 2 42,1% entre 1 e 2
entre 1 e 2 salários; 26,3% entre salários; 35% entre 2 salários; 5,3% entre 2 e 5
salários; 42,1% 2 e 5 salários; 10,5% e 5 salários; 10% salários; 15,8% acima de
entre 2 e 5 acima de 5 salários acima de 5 salários 5 salários
salários; 5,3%
acima de 5 salários
Renda 10% até 1 salário; 15% entre 1 e 2 5% até 1 salário; 35% 5% até 1 salário; 25%
familiar 10% entre 1 e 2 salários; 65% entre 2 entre 1 e 2 salários; entre 1 e 2 salários; 25%
salários; 40% e 5 salários; 20% 25% entre 2 e 5 entre 2 e 5 salários; 45%
entre 2 e 5 acima de 5 salários salários; 35% acima acima de 5 salários
salários; 40% de 5 salários
acima de 5 salários

www.bioeticayderecho.ub.edu - ISSN 1886-5887


Bioética animal como respuesta al cartesianismo distópico – Gustavo Yáñez González
Rev Bio y Der. 2020; 50: 425-438

Revista de Bioética y Derecho


Perspectivas Bioéticas
www.bioeticayderecho.ub.edu - ISSN 1886-5887

BIOÉTICA ANIMAL
Bioética animal como respuesta al cartesianismo distópico

Animal bioethics as a response to dystopian Cartesianism

Bioètica animal com a resposta al cartesianisme distòpic

GUSTAVO YÁÑEZ GONZÁLEZ *

* Gustavo Yañez González. Licenciado en Educación, profesor de Filosofía, Universidad Metropolitana de


Ciencias de la Educación (Chile). Estudiante de Medicina Veterinaria (Universidad de Chile). Email:
gustavoyanez@veterinaria.uchile.cl.

Copyright (c) 2020 Gustavo Yáñez González


Esta obra está bajo una licencia de Creative Commons Reconocimiento-NoComercial-SinObraDerivada 4.0
Internacional.
Bioética animal como respuesta al cartesianismo distópico – Gustavo Yáñez González
Rev Bio y Der. 2020; 50: 425-438 |426

Resumen
La crisis sanitaria global que es la COVID-19 arroja al pensamiento hacia lugares incómodos. En el
presente manuscrito sugiero que la filosofía pospandémica, de ahora en adelante, no puede ni
podrá desentenderse del fenómeno de lo viviente, específicamente del viviente animal no
humano. Precisamente, producto de la indiferencia de la cuestión animal, la filosofía ha creído por
pretérita la tesis cartesiana del animal-máquina. Muy por el contrario, en este texto propongo que
dicha comprensión del animal no tiene nada de arcaica, y que, provocada por el contexto
pandémico, podría dar a lugar a lo que tentativamente es posible denominar “cartesianismo
distópico”. Ante esta consumación, cuya cristalización es el devenir (total) máquina del animal no
humano, una bioética animal podría servir como vía para contravenir el cartesianismo distópico.
Palabras clave: animal; virus; cartesianismo; pandemia; bioética; SARS-CoV-2; COVID-19.

Abstract
The global health crisis that is the COVID-19 throws the thinking into uncomfortable places. In the
present manuscript I suggest that post-pandemic philosophy, from now on, cannot and will not
ignore the phenomenon of the living, specifically the living non-human animal. Precisely, as a
result of the indifference of the animal question, philosophy has believed in the past the Cartesian
thesis of the animal-machine. On the contrary, in this text we propose that such understanding of
the animal is not archaic at all, and that, triggered by the pandemic context, could give rise to what
can tentatively be called “dystopian Cartesianism”. In front of this consummation, whose
crystallization is the (total) machine becoming of the non-human animal, an animal bioethics
could serve as a way to contravene the dystopian Cartesianism.
Keywords: animal; virus; cartesianism; pandemic; bioethics; SARS-CoV-2; COVID-19.

Resum
La crisi sanitària global que és la COVID-19 llança el pensament cap a llocs incòmodes. En el
present manuscrit suggereixo que la filosofia postpandèmica, d'ara endavant, no es pot ni es podrà
desentendre del fenòmen del que és viu, específicament del vivent animal no humà. Precisament,
producte de la indiferència de la qüestió animal, la filosofia ha cregut per pretèrita la tesi
cartesiana de l'animal-màquina. Molt al contrari, en aquest text proposo que aquesta comprensió
de l'animal no té res d’arcaica, i que, provocada pel context pandèmic, podria donar a lloc al que
temptativament és possible anomenar “cartesianisme distòpic”. Davant d'aquesta consumació, la
cristal·lització del qual és l'esdevenir (total) màquina de l'animal no humà, una bioètica animal
podria servir com a via per contravenir el cartesianisme distòpic.
Paraules claus: animal; virus; cartesianisme; pandèmia; bioètica; SARS-CoV-2; COVID-19.

www.bioeticayderecho.ub.edu - ISSN 1886-5887


Bioética animal como respuesta al cartesianismo distópico – Gustavo Yáñez González
Rev Bio y Der. 2020; 50: 425-438 |427

1. Introduccion

Luego de la disipación del coronavirus, la filosofía tendrá un reto, el cual puede ser expresado de
la siguiente forma: ¿será factible una filosofía que deje fuera a lo viviente? ¿Será posible el ejercicio
filosófico sin tomar en cuenta el acontecerde lo vivo en el planeta Tierra? ¿Será viable que el
acontecer filosófico se desentienda de pensar la ética intricada con los seres vivientes,
específicamente con los animales no humanos?

Probablemente haya muchas maneras de referir e interrogar el momento global actual. En


este breve texto quiero hacerlo a partir de la siguiente manera: ¿Qué tienen en común Descartes,
la pandemia y el ganado, cuya palabra en inglés es livestock (mercancías vivas)? ¿Una fruslería
sintomática propia de las horas –acumuladas ya – de encierro? ¿Puro bricolaje especulativo
queriendo abrirse camino en medio del llamamiento por el sentido? Voy a intentar dar cuenta de
esa aparente tele-relación.

Aquí una hipótesis: la comprensión cartesiana del animal máquina no la hemos superado,
al contrario, es insoportablemente actual, en cuantose intensifica consumándose –eventualmente
– como cartesianismo distópico.

Para iniciar este breve periplo intentaré responder a la siguiente inquietud: ¿cuál es la
relación entre unos ciervos en las calles de Nara (Japón), vacas en Nueva Delhi (India), un mapache
trasladándose por las avenidas de Nueva York, jabalíes transitando en la ciudad de Haifa (Israel),
grupos de cabras paseando en las calles de Llandudno (Reino Unido), una manada de ciervos en
Londres, un león marino en una acera de Mar del Plata (Argentina), patos en las aguas de Venecia
y un puma en las calles de Santiago (Chile)? Son diversas las postales que dan forma al paisaje
natural del mundo excepcionado, las que, según el punto de vista que se lo mire, se podría leer a
partir de dos premisas: la naturaleza recobrando lo suyo. O, bien, animales que mantienen
relaciones más o menos estrechas con comunidades humanas, animales “liminales” según la
construcción zoopolítica de Donaldson y Kymlicka (2018), que exceden los límites convenidos de
facto entre las partes implicadas, debido a la ausencia humana, para abastecerse de comida y agua.

Son bellas imágenes, sin duda. Para quienes hemos vivido en la urbe, de pobre experiencia
con otros animales, resulta fascinante. De ahí que el repliegue de cientos de animales a territorio
comúnmente gobernados por humanos exceda cualquier profecía y catequesis animalista,
también las mías y de muchas organizaciones por los derechos animales. Sin embargo, un peligro
espectral, pero no menos importante, acompaña la inevitable proliferación discursiva asociada a
lo que podría denominar, el “repliegue animal (natural)”. Me refiero a la actualización de una de
las (catastróficas) dicotomías de la filosofía moderna, aquella que configura el mundo, un sólo
mundo, cierto, y con ello la visión de mundo por antonomasia, entendido a partir de dos

www.bioeticayderecho.ub.edu - ISSN 1886-5887


Bioética animal como respuesta al cartesianismo distópico – Gustavo Yáñez González
Rev Bio y Der. 2020; 50: 425-438 |428
totalidades que se contraponen: Naturaleza y Cultura. Según este esquema, la naturaleza signada
por la irracionalidad, desprovista de humanidad queda dispuesta para ser atesorada, perforada,
explotada por la otra parte, racional, fálica, calculadora, en suma, humana, pero donde no todos
los seres humanos son incluidos en dicha totalidad. La Cultura como configuración de mundo
remite a lo propio de la humanidad, a su singularidad irreductible, irrepetible y exclusiva, es decir,
a un proceso de antropogénesis1 (Agamben, 2006).

Así es como este binarismo fundó el imperio de conquista y colonia de Europa sobre Abya
Yala y África, de lo civilizado sobre lo bestial, de lo viril sobre lo femenino, y también, de lo humano
sobre lo animal (Fernández, 2018). En cuanto a su actualización contemporánea, opera de una
manera singular, recordándonos que la Naturaleza yace afuera, que no somos nosotros y nosotras,
ya que la biosfera y su mixtura son algo separado de lo humano, como si la evolución fuese
impotente a la hora de explicar la emergencia de lo humano. Por otro lado, parecido a un dogma,
pero en completo correlato con el despliegue dicotómico Naturaleza/Cultura, palpamos la defensa
irrestricta asociada a ciertas prácticas culturales que pudiesen tener una conexión con la aparición
del virus. Pero, más allá de lo justo que es condenar el hecho de culpabilizar a un pueblo como el
exclusivo responsable de una pandemia, ¿tal vez sea que la prohibición de la crítica de las prácticas
de violación y violencia sistemática hacia corporalidades animales no humanas,
implicadascorrelacionadas con el nacimiento del virus, esté relacionada con la incomodidad de
reconocer nuestro modo parasitario de habitar el mundo? En esa misma línea, ¿no será que
aquella prohibición de criticar los ejercicios culturales tiránicos con los demás animales,
involucrados, por cierto, en el nacimiento del SARS-CoV-2 constituya un modo –inconsciente – de
obliterar la ontología policíaca (Yañez, 2018) que fundamenta el especismo humano?

Por tanto, la actualización del binarismo Naturaleza/Cultura se expresa de dos maneras: 1)


La naturaleza yace afuera, lejos de la humanidad. 2) La cultura como ejercicio propio de lo humano
queda exenta de la crítica cuando involucra la opresión de animales no humanos.

1 La antropogénesis consiste en un proceso operado a lo largo del devenir filosófico occidental, cuyo dispositivo es la máquina
antropológica, aquel mecanismo de cesura humano/animal, cuya fabricación conceptual es puesta en movimiento a partir de la
contribución de Furio Jesi. ¿En qué consiste esta máquina y por qué es una antropológica? Toda máquina es elaborada para cumplir
una función específica, en este caso una antropológica, antropologizante. Se trata de una que en su despliegue pone en ejercicio los
mecanismos que operan distinguiendo lo humano de lo no-humano al interior del ser humano. Máquina de significación binaria entre
lo mismo y lo otro, la identidad y la alteridad.

www.bioeticayderecho.ub.edu - ISSN 1886-5887


Bioética animal como respuesta al cartesianismo distópico – Gustavo Yáñez González
Rev Bio y Der. 2020; 50: 425-438 |429

2. Ganado y animal-maquina

Desde el binarismo moderno Naturaleza/Cultura actualizado por estos días, la Naturaleza posee
límites claramente demarcados. Con el fin de dar luces a lo afirmado podemos ayudarnos
articulando alguna respuesta a la siguiente interrogante ¿Cuál es el lugar de los animales mal
llamados de granja, el denominado livestock, en la pandemia? ¿Son realmente animales? Pareciera
que no, al menos un tipo distinto de animales en cuanto se les priva de su comportamiento natural
y sus intereses no son considerados por quienes defienden el bienestar biológico de los animales
silvestres implicados en el nacimiento del SARS-CoV-2; ¿Máquinas per se? tampoco, porque la
evidencia científica constata que contaminan la biosfera con sus desechos orgánicos excretados
(FAO, 2009), convirtiéndolos en entidades biológicas; ¿Animales-máquina? pareciera que esta es
la categoría más adecuada para taxonomizarlos, en cuanto su condición de seres sintientes -de ahí
que la ciencia del Bienestar Animal se ocupe de sus indicadores fisiológicos y etológicos- no evita
manipular sus cuerpos como si se tratasen de máquinas productivas. Lo anterior nos revela un
secreto: no todos los animales son parte de la Naturaleza2. Llegado a este punto es que la antigua
dicotomía moderna del mundo adquiere una obscena fuerza sobre el presente. El livestock son
animales-máquina, autómatas vivientes, tal como dictaminara para todo el reino animal no
humano Descartes en sus meditaciones, en un efímero pero trascendente devenir zoólogo. La
máquina viviente se define por la ausencia de cogito, pura materia que (sólo) reacciona,
desprovista de sensibilidad y de racionalidad (Descartes, 2002). Por este motivo Derrida concede
a Descartes el honorable cubil de fundador de la tradición logocéntrica, en cuanto funda dicha
tradición para la posteridad con el siguiente axioma: el animal “reacciona, pero no responde”
(Derrida, 2010:82).

En tanto diagnóstico, por ahora nos conformamos con reconocer que, el livestock pre y pos-
pandémico constituye la modulación capitalista del animal-máquina cartesiano. He ahí su
siniestra e incómoda contemporaneidad.

2 Los wet markets (mercados húmedos), o mercados de animales silvestres vivos son evaluados negativamente desde el punto de vista
salubre. Su interés global reside dado que en esos lugares se comercializan animales silvestres, cuyo valor se mide en tanto cumplen
roles para la constitución y equilibrio de ecosistemas naturales.

www.bioeticayderecho.ub.edu - ISSN 1886-5887


Bioética animal como respuesta al cartesianismo distópico – Gustavo Yáñez González
Rev Bio y Der. 2020; 50: 425-438 |430

3. La granja como no lugar

¿Qué es la granja? ¿Qué seres –antes de dar muerte – produce, engendra la granja? ¿Cuál(es)
poderes son ejercidos al interior del espacio granja? La granja no es un hábitat, porque si lo fuera
sería habitada por seres vivos. Si la granja diera lugar al hábitat de seres vivos animales no se les
trataría como máquinas productivas. La granja no es un hábitat, al contrario, es aquel lugar donde
reina la tristeza. Los mataderos han sido descritos como los campos de concentración
contemporáneos, donde los prisioneros y prisioneras son no humanos (Patterson, 2008). La
granja es el territorio excepcional donde todo es posible, en el sentido ominoso de la palabra.

El campo de concentración sugiere Agamben, es el nomos del espacio contemporáneo en el


que habitamos. Es la excepción como regla en tanto reaparece cada vez que el orden impuesto
sobre los cuerpos se ve alterado. Pero, también el campo de concentración reside fuera de los
límites de la ciudad, en cada criadero y matadero de animales no humanos. Un poco más allá de
nuestras urbes, millones de animales, desnudos jurídicamente, yacen confinados, secuestrados
del mundo como tal. Por esta razón, siguiendo a Agamben es posible sostener que “el estado de
excepción deja así de referirse a una situación exterior y provisional de peligro real y tiende a
confundirse con la propia norma” (Agamben, 2003:214). Para todas y todos los animales
considerados livestock el estado de excepción, encarnado en sus cuerpos, es la regla. La relación
constitutiva entre campo de concentración y excepción, clausura y suspende –de manera
permanente – las libertades individuales y derechos fundamentales que protegen la integridad de
un ser vivo.

De este modo, si seguimos a Foucault, inspirado en la idea de que el derecho sobre la vida
lo ejerce el soberano en el momento que da muerte al súbdito, es posible reconocer que ese
derecho se mueve entre dos intervalos: hacer morir y dejar vivir. Luego transita al “hacer vivir y
dejar morir” (Foucault, 2001:218). No obstante, desde que los campos de concentración
contemporáneos se erigieron como nomos absolutos sobre el cuerpo biológico de millones de
animales no humanos, esta operatoria del poder (hacer morir y dejar vivir) adquiere una
intensidad absoluta: el poder soberano de la industria pecuaria funciona haciendo vivir y
haciendo morir. Hembras forzadas a quedar preñadas son esclavizadas y separadas de sus crías,
sean machos o hembras, siendo los primeros asesinados a los pocos meses de vida, las hembras
esclavizadas como sus madres y sacrificadas cuando dejan de ser rentables para la industria. Así
el círculo ad infinitum. Hacer vivir-hacer morir. Reproducción forzada-muerte.

Es así como la serie de artefactos y prácticas de control de los procesos vitales y mortales
permiten perpetuar la domesticación y optimización de los animales no humanos para su
conversión en alimentos derivados de aquel proceso (Robles y Carreras, 2019).

www.bioeticayderecho.ub.edu - ISSN 1886-5887


Bioética animal como respuesta al cartesianismo distópico – Gustavo Yáñez González
Rev Bio y Der. 2020; 50: 425-438 |431
La granja, por tanto, ejerce sobre el livestock un cercenamiento de su individualidad,
sociabilidad, emocionalidad, y sintiencia para convertirlo en una mercancía viva pronta a devenir
mercancía como tal, sin vida.

4. Cartesianismo distopico

El Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente ha señalado que la cría intensiva de
animales conforma un evidente peligro para la emergencia o reemergencia de zoonosis como la
influenza aviar o porcina (UNEP, 2016). De ahí que en medio de esta pandemia tenga crucial
sentido y urgencia preguntar acerca del porvenir de la industria capitalista por excelencia, la
industria pecuaria. Cuando indico que la industria pecuaria es el modus operandi por excelencia
del capitalismo se debe entender en los siguientes términos: actualmente es inverosímil pensar el
capitalismo global sin la industria ganadera, en cuanto se torna imposible pensar la acumulación
de capital, apropiación de territorios, desplazamiento de comunidades indígenas y campesinas,
destrucción de los territorios, contaminación del agua y del aire, o, dicho en otro términos;
normalización de la violencia y de la muerte, sin el funcionamiento de la industria ganadera. Por
tanto, una de las preguntas, a propósito de la relación directamente proporcional entre zoonosis
y cría intensiva de animales no humanos es: ¿la ganadería industrial cesará la cría intensiva de
animales no humanos o invertirá su capital en crear animales con mayor resistencia a las
infecciones? De acaecer el segundo escenario ¿será entonces que estamos presenciando de pie,
pero con la cabeza gacha el devenir total máquina del animal?

Sin embargo, mientras haya cuerpos que experimenten dolor y placer, en la medida que la
sintiencia (Chandroo et al. 2004) sea la ontología de los cuerpos, habrá corporalidades
vulnerables que proteger.

La angustiosa incertidumbre frente a este asunto tiene que ver con la ya conocida
modificación genética de animales no humanos en la industria ganadera, los llamados “animales
transgénicos”. Los organismos genéticamente modificados denominados también transgénicos
son aquellos “cuyo genoma tiene un gen añadido o alterado en sus células, incluyendo las células
germinales” (Rodríguez, 2012)

Dado que este problema está cada vez más en auge es lícito preguntar, como lo hice dos
párrafos más arriba, sobre del devenir de los animales considerados por la industria como
animales-máquinas, cuyos escenarios pueden, al menos, ser dos: 1) disminución de la cría
intensiva, dada la alta probabilidad que patógenos emergentes o reemergentes proliferen de los
sitios industriales o 2) una inversión privada y pública a gran escala, la cual permita intensificar

www.bioeticayderecho.ub.edu - ISSN 1886-5887


Bioética animal como respuesta al cartesianismo distópico – Gustavo Yáñez González
Rev Bio y Der. 2020; 50: 425-438 |432
las técnicas transgénicas para diseñar animales-máquinas cada vez más resistentes a los
antibióticos y al dolor, cada vez más resilientes a los contextos insalubres a los que son sometidos,
tal como ha ocurrido en la Universidad de Missouri donde Randall Prather ha modificado a cerdos
para hacerlos inmunes a virus que afecten el sistema respiratorio o pollos ciegos cuyo fin es
mermar sus experiencias negativas, ya que no podrían experimentar una privación de la visión
como tal (Reardon, 2016).

El segundo escenario, el más distópico de todos, coincide con la realización del


cartesianismo distópico en la medida que los animales devienen totalmente máquinas. Y si el
cartesianismo ya es una distopía para los animales, hablar de cartesianismo distópico no es más
que la consumación, a través de la biotecnología, de la utopía negativa, o distopía, en tanto el
animal ya no como animal-máquina, sino que como máquina ex profeso. Para ello, faltaría bloquear
todos los nociceptores que componen el sistema nervioso central, todas aquellas estructuras
cerebrales que han de permitir la experiencia consciente, para terminar de atrofiar hasta extinguir
la sintiencia.

Si para Fernández Buey (2007) la distopia se distingue por el camino hacia la


deshumanización del hombre, lo que llamamos cartesianismo distópico coincide con la
consumación de la desanimalización o máquinización total del animal.

5. Derechos humanos sin derechos animales

En 1947 el Código de Núremberg subordinó para la posteridad los derechos animales a los
derechos humanos en tanto que todo fármaco y avance médico debe ser experimentado
previamente en animales no humanos antes de ser testeado en seres humanos. El principio
respectivo señala que:

“El experimento debe ser diseñado y basado en los resultados obtenidos mediante
la experimentación previa con animales y el pleno conocimiento de la historia natural
de la enfermedad u otro problema bajo estudio de modo que los resultados anticipados
justifiquen la realización del experimento” (Principio III, Centro Interdisciplinario de
Estudios en Bioética).

Con justa razón se quería impedir la repetición siniestra de la maquinaria biomédica nazi
sobre los cuerpos humanos. Veinte años después de Núremberg, la Declaración de Helsinki3

3 Para conocer la deriva sobre el cuidado de los animales presente en la Declaración de Helsinki, revisar Téllez, E.; Vanda, B. (2020).
Cuestionamientos éticos a la generación de conocimiento en la investigación biomédica con animales no humanos. Revista de Bioética

www.bioeticayderecho.ub.edu - ISSN 1886-5887


Bioética animal como respuesta al cartesianismo distópico – Gustavo Yáñez González
Rev Bio y Der. 2020; 50: 425-438 |433
(1964), promulgada por la Asociación Médica Mundial, se convierte en el corpus ético biomédico
más importante posterior al Código de Núremberg, reiterando el mismo gesto en cuanto a la
obligatoriedad de experimentar previamente con animales.

“La investigación biomédica en seres humanos debe atenerse a principios


científicos generalmente aceptados y debe basarse tanto en experimentos de
laboratorio y con animales, realizados en forma adecuada, como en un conocimiento
profundo de la literatura científica pertinente” (Principio I, Centro Interdisciplinario
de Estudios en Bioética).

A estas alturas, ya es de conocimiento público lo dañino que puede resultar tanto para los
demás animales como para la especie humana una relación basada en el especismo. La mutación
de patógenos como el SARS-CoV-2, SARS, MERS, Influenza Aviar, etc., es muestra de ello. Sin
embargo, tal como prescribe el Código de Núremberg y la Declaración de Helsinki, muchos
animales se encuentran apresados en laboratorios con el fin de comprobar distintas cuestiones
asociadas al funcionamiento del virus como de posibles vacunas para inmunizarnos.

Algunos de los experimentos en hurones, perros y gatos buscan saber si es que el SARS-CoV-
2 puede hospedarse, replicarse y enfermar a los cuerpos animales sometidos. Los resultados de
los experimentos demuestran que el SARS-CoV-2 infecta las vías respiratorias superiores de los
hurones, pero que es mínimamente transmisible entre los individuos de la misma especie. En
gatos, el virus se replicó en la nariz y la garganta causando una patología inflamatoria en las
profundidades de las vías respiratorias. En cuanto a la transmisión aérea se produjo entre parejas
de gatos. En perros la replicación del virus resultó mínima y eran poco susceptibles al virus.
Cerdos, pollos y patos no mostraron ser susceptibles al SARS-CoV-2. (Shi et al. 2020). No es
necesario mayor investigación para conjeturar que los animales no humanos expuestos a tales
situaciones han sido privados de su voluntad, dignidad, libertad y de cualquier derecho de
protección sobre su integridadpara conseguir los resultados buscados.

Haciendo eco de las preguntas con que abría este texto: “¿será factible una filosofía que deje
fuera a lo viviente? ¿Será posible el ejercicio filosófico sin tomar en cuenta el acontecer de lo vivo
en el planeta Tierra? ¿Será viable que el acontecer filosófico se desentienda de pensar la ética
intricada con los seres vivientes, específicamente con los animales no humanos?” y, en cuanto a la
experimentación científica con animales no humanos, ¿no será tiempo de sentarnos a reflexionar
acerca si es que deberíamos replantear las bases con las cuales hemos sofisticado la protección de

y Derecho, 49, 173-189.

www.bioeticayderecho.ub.edu - ISSN 1886-5887


Bioética animal como respuesta al cartesianismo distópico – Gustavo Yáñez González
Rev Bio y Der. 2020; 50: 425-438 |434
los Derechos Humanos y con ello avanzar hacia una ética que preste una protección justa a seres
humanos y a animales no humanos?

6. El virus como continuum

Hasta ahora se suele hablar de zoonosis en sentido unidireccional, cuando son infecciones
contagiadas de animales a seres humanos. Sin embargo, más allá del registro epidemiológico, es
pertinente plantear que es la especie Homo sapiens la que enferma a las demás. De este modo, es
legítimo señalar al especismo4 antropocéntrico, engranaje de elementos bio-físico-sociales que en
su ensamble configuran un orden global encargado de producir y reproducir la subordinación,
explotación y sujeción animal (Ávila, 2014) como el responsable de la zoonosis par excellence, la
que durante milenios ha estado enfermando y matando a los animales no humanos, y, como efecto
colateral, a los seres humanos. Lo anterior conlleva el reconocimiento de una paradoja
fundamental en cuanto a los acontecimientos epidémicos y pandémicos del siglo en desarrollo:
posibilitamos la emergencia y propagación de patógenos virales al mismo tiempo que los
consideramos enemigos de la humanidad.

Lo señalado anteriormente, formaría parte de una misma pulsión que distingue a la


humanidad de los últimos siglos, en tanto que la sexta extinción masiva en curso, impulsada por
el actuar antropogénico, amenaza con extinguir a la especie humana, habiendo sido una de las de
menor duración en la historia de la Tierra (Molina, 2008).

El virus pone en crisis el proyecto de la Modernidad antes comentando. Cuando señalo la


entredicha del proyecto moderno Naturaleza/Cultura lo hago pensando en que el SARS-CoV-2 nos
enseña que el binarismo Naturaleza/Cultura, y, por tanto, la dicotomía Animal/Humano queda
agujereada, falseada, debido a la potencia anárquica que es el virus, desprovisto de arkhé
(principio) que regule su propagación entre fronteras de cualquier tipo (clase, especie,
nacionalidad, superficie, etcétera). Lo que quiero decir con esto es que el virus nos viene a
recordar que los seres humanos también somos animales, que nunca hemos dejado de serlo.
Según uno de los estudios más recientes sobre el origen zoonótico del virus, este se habría
transmitido directamente de murciélagos a humanos o a través de un intermediario, como el

4 Quien acuña el término “especismo” es el psicólogo inglés Richard Ryder, el cual se pregunta lo siguiente: si la biología ha demostrado
una continuidad evolutiva entre las especies animales, incluido Homo sapiens, ¿por qué no hacemos lo mismo desde una dimensión
moral? Ryder llega a la conclusión de que no tenemos razones legítimas para discriminar a los demás animales, es por esto que define
al especismo como la discriminación arbitraria en base a la especie (Ryder, 2010).

www.bioeticayderecho.ub.edu - ISSN 1886-5887


Bioética animal como respuesta al cartesianismo distópico – Gustavo Yáñez González
Rev Bio y Der. 2020; 50: 425-438 |435
pangolín por ejemplo (Andersen et al., 2020), quedando exhibida la continuidad biológica entre
animales no humanos y seres humanos.

Frente a la catástrofe, una de las salidas posibles es la bioetización animal del ethos humano
sobre la Tierra.

7. Conclusiones

Desde el punto de vista de los Estudios Críticos Animales (ECA) es posible pensar una bioética
animal en donde los intereses de los animales sean reconocidos como igual de relevantes en la
ecuación relacional humano/animal. Los Estudios Críticos Animales como campo de producción
de conocimiento interdisciplinario permiten trastocar el continuum de cómo hasta ahora se ha
pensado epistemológicamente la relación humano animal (Cragnolini, 2014), en cuanto destrona
el supremacismo humano con el que se ha taxonomizado el mundo. En un escenario como el actual
los ECA tienen mucho que aportar en la medida que la cuestión animal se constituye como uno de
los horizontes ineludibles que la filosofía y el pensamiento, tal como preguntábamos en el
comienzo de este texto, no pueden apartar a un costado. De hacerlo, estaríamos incurriendo en un
gravísimo error si es que consideramos que el porvenir de la especie Homo sapiens está
supeditado al modo en el cual nos (re)situamos ontológicamente en el mundo.

En medio de una crisis global como es la pandemia del COVID-19, es menester que la
bioética no pierda de vista lo que Almiron y Khazal (2016)denominan el “complejo vivisector
industrial”. La industria que inocula COVID-19 sobre los cuerpos infectados experimentalmente
no puede obliterar lo que la misma industria de la experimentación en animales ha reconocido: la
sintiencia animal (Leyton, 2018). Aunque encontrar una vacuna que pueda inmunizar a gran parte
de la población sea una tarea titánica, no es tiempo de abandonar las “Tres Erre” (Reemplazar,
Refinar, Reducir) ni de desestimar la cuestión del consentimiento. Si el Código de Núremberg, la
Declaración de Helsinki y el Informe de Belmont (1979) consideran como requisito el
consentimiento informado para que seres humanos sean expuestos a la investigación biomédica,
por qué no ha de serlo para seres sintientes como son los mamíferos no humanos utilizados en la
industria de experimentación biomédica.

En este momento de crisis eco biológica, una bioética fundamentada desde el punto de vista
de los ECA puede también enfatizar la contradicción, la doble moral de la experimentación en
animales (Téllez y Vanda, 2020): el discurso hegemónico fundamenta su actividad en la idea de
que los animales tienen una fisiología similar a la de los humanos, pero al mismo tiempo los
considera inferiores fisiológica y moralmente, lo que impide reconocerlos como seres con

www.bioeticayderecho.ub.edu - ISSN 1886-5887


Bioética animal como respuesta al cartesianismo distópico – Gustavo Yáñez González
Rev Bio y Der. 2020; 50: 425-438 |436
derechos por el hecho de ser sintientes. Por tanto, una bioética fundamentada desde los ECA
trabaja en la composición de una responsabilidad más exigente hacia el otro animal (Derrida,
2008), al afirmar que “todos los seres que pueden sentir y sufrir, dicho de otro modo, que tienen
un bienestar (subjetivo)” (Wolf, 2012:112), pueden ser objeto de una ética que busque su
bienestar.

De no ser desactivada la voluntad cartesiana, los animales máquina con que Ruth Harrison
se refería a los animales explotados por la industria británica (Korte et al. 2007), y con ello ponía
comienzo a lo que más tarde se iba a denominar ciencia del Bienestar Animal, se habrán
convertidos finalmente en máquinas propiamente tal. O bien, tal como ha ocurrido a lo largo de la
historia del ser humano y su estrecha relación con las epidemias (Loomis, 2018), será que esta
enfermedad global, demasiada humana, sirva para catalizar un cambio radical de comprensión,
una irrupción de la continuidad histórica -tiránica- con que nuestra especie ha oprimido a los
demás animales, para de una vez, liberarlos del dolor y sufrimiento que les provocamos.

Bibliografía

 Agamben, G. (2003). Homo sacer. El poder soberano y la nuda vida. Valencia: Pre-Textos.

 _______ (2006). Lo abierto. El hombre y el animal. Buenos Aires: Adriana Hidalgo Editora.

 Andersen, K.; Rambaut, A.; Lipkin, W.; Holmes, E.; Garry, R. (2020). The proximal origin of
SARS-CoV-2. Nature Medicine, 26, 450-455.

 Almiron, N.; Khazaal, N. (2016). Lobbying Against Compassion: Speciesist Discourse in the
Vivisection Industrial Complex. American Behavioral Scientist, Vol. 60(3), 256-275.

 Ávila, I. (2018). Especismo antropocéntrico, veganismo moderno-colonial y configuración de


formas-de-vida: una propuesta política (ya en marcha). Desde Abajo. Recuperado de:
https://www.desdeabajo.info/ambiente/item/25149-especismo-antropocentrico-
veganismo-moderno-colonial-y-configuracion-de-formas-de-vida-una-propuesta-politica-ya-
en-marcha.html. [Consultada: 19 de julio 2020].

 Chandroo, K.; Duncan, I.; Moccia, R. (2004). Can fish suffer?: perspectives on sentience, pain,
fear and stress. Applied Animal Behaviour Science, 86, 225–250.

 Código de Núremberg, En: Centro Interdisciplinario de Estudios en Bioética, Universidad de


Chile. https://www.uchile.cl/portal/investigacion/centro-interdisciplinario-de-estudios-en-
bioetica/documentos/76028/el-codigo-de-nuremberg [Consultada: 5 de junio 2020].

www.bioeticayderecho.ub.edu - ISSN 1886-5887


Bioética animal como respuesta al cartesianismo distópico – Gustavo Yáñez González
Rev Bio y Der. 2020; 50: 425-438 |437

 Cragnolini, M. (2014). Extraños animales: la presencia de la cuestión animal en el pensamiento


contemporáneo. Revista Latinoamericana de Estudios Críticos Animales, Año I, Volumen II, 16-
33.

 Declaración de Helsinki, En: Centro Interdisciplinario de Estudios en Bioética, Universidad de


Chile. https://www.uchile.cl/portal/investigacion/centro-interdisciplinario-de-estudios-en-
bioetica/documentos/76030/declaracion-de-helsinki-de-la-asociacion-medica-mundial
[Consultada: 10 de junio 2020].

 Derrida, J. (2010). La bestia y el soberano: volumen I: 2001-2002. Buenos Aires: Ed. Manantial.

 _______ (2008). El animal que luego estoy si(gui)endo. Madrid: Editorial Trotta.

 Descartes, R. (2002). Discurso del método y Meditaciones metafísicas. España: Tecnos.

 Donaldson, S.; Kymlicka, W. (2018). Zoopolis. Una teoría política para los derechos de los
animales. Buenos Aires: Ad-Hoc.

 FAO. (2009). La larga sombra del ganado. FAO.

 Fernández, F. (2007). Utopías e ilusiones naturales. Barcelona: El viejo topo.

 Fernández, L. (2018). Hacia mundos más animales. Una crítica al binarismo ontológico desde
los cuerpos no humanos. Madrid: Ochodoscuatro ediciones.

 Foucault, M. (2001). Defender la sociedad. Argentina: Fondo de Cultura Económica.

 Korte, M.; Olivier, B.; Koolhaas, J. (2007). A new animal welfare concept based on allostasis.
Physiology & Behavior, 92, 422–428.

 Leyton, F. (2018). Ciencia y ética: acerca de la situación de los animales no humanos en la


investigación. En: J. Gallego; M. Chible (Eds.). Derecho Animal: Teoría y práctica (pp.289-311).
Chile: Thomson Reuters.

 Loomis, J. (2018). Epidemics: the impact of germs and their power over humanity. Santa
Barbara: ABC-CLIO.

 Molina, E. (2008). Etapas y causas de la sexta extinción en masa, En: C. Arcega; J. Lahoz
(coords.) La Vida en el Terciario Del impacto el meteorito al origen del hombre (pp. 187-2013).
Zaragoza: IFC.

 Patterson, C. (2008). ¿Por qué maltratamos tanto a los animales? Un modelo para la masacre de
personas en los campos de exterminio nazi. España: Editorial Milenio.

 Reardon, S. (2016). Welcome to the CRISPR Zoo. Nature, 531,160- 163.

www.bioeticayderecho.ub.edu - ISSN 1886-5887


Bioética animal como respuesta al cartesianismo distópico – Gustavo Yáñez González
Rev Bio y Der. 2020; 50: 425-438 |438

 Robles, I.; Carreras, M. (2019). Necropolítica fágica y la vida en el habeas viscus: el matadero
como espacio de excepción y la agencia de los otros animales en los lugares invivibles de la
existencia. Revista Latinoamericana de Estudios Críticos Animales, Año VI – Vol I, 51-69.

 Rodríguez, E. (2012), Desafíos éticos de la manipulación genética y la investigación con


animales. Rev Peru Med Exp Salud Pública. 29(4), 535-540.

 Ryder, R. (2010). Speciesism Again: the original leaflet. Critical Society, 2.

 Shi, J.; Wen, Z.; Zhong, G.; Yang, H.; Wang, C.; Huang, B. (2020). Susceptibility of ferrets, cats,
dogs, and other domesticated animals to SARS–coronavirus 2. Science 368, 1016–1020.

 Téllez, E.; Vanda, B. (2020). Cuestionamientos éticos a la generación de conocimiento en la


investigación biomédica con animales no humanos. Revista de Bioética y Derecho, 49, 173-189.

 UNEP. (2016). Frontiers Report- Emerging Issues of Environmental Concern. UNEP.

 Weisberg, Z. (2015). Biotechnology as End Game: Ontological and Ethical Collapse in the
"Biotech Century”. Nanoethics, 9, 39-54.

 Wolf, U. (2014). Ética de la relación entre humanos y animales. Madrid: Plaza y Valdés.

 Yañez, G. (2018). La ontología es una policía. Devaluar y someter al animal. Buenos Aires:
Editorial Latinoamericana Especializada en Estudios Críticos Animales.

Fecha de recepción: 1 de julio de 2020


Fecha de aceptación: 20 de julio de 2020

www.bioeticayderecho.ub.edu - ISSN 1886-5887


Publicidad ilícita y salud: cerrar el círculo – Francisco José Ojuelos Gómez
Rev Bio y Der. 2020; 50: 439-452

Revista de Bioética y Derecho


Perspectivas Bioéticas
www.bioeticayderecho.ub.edu - ISSN 1886-5887

BIOÉTICA EN LOS TRIBUNALES


Publicidad ilícita y salud: cerrar el círculo

Illicit advertising and health: Closing the circle

Publicitat il·lícita i salut: tancar el cercle

FRANCISCO JOSÉ OJUELOS GÓMEZ *

* Francisco José Ojuelos Gómez. Abogado, Ilustre Colegio de Abogados de Salamanca (España). Email:
fojuelos@icasal.com.

Copyright (c) 2020 Francisco José Ojuelos Gómez


Esta obra está bajo una licencia de Creative Commons Reconocimiento-NoComercial-SinObraDerivada 4.0
Internacional.
Publicidad ilícita y salud: cerrar el círculo – Francisco José Ojuelos Gómez
Rev Bio y Der. 2020; 50: 439-452 | 440

Resumen
La regulación de la publicidad en algunos ámbitos de lo sanitario proporciona, más allá del nivel
concreto de eficacia en su aplicación, naturalmente mutable y coyuntural, un marco coherente de
protección que no se constata en otros campos. Este trabajo analiza la aplicabilidad de los criterios
legales y jurisprudenciales de uno de ellos (el de publicidad de medicamentos) como
complemento para la actuación frente a prácticas gravemente dañosas del interés público y de los
derechos de los consumidores en otros como el de la publicidad de bebidas alcohólicas o de
alimentos malsanos, muy necesitados de criterios jurídicos fundados con los que actuar para
atajar la desprotección del consumidor y defender la salud pública.

Palabras clave: publicidad; regulación; medicamentos; alimentos; bebidas alcohólicas.

Abstract
The regulation of advertising in some areas of health provides, beyond the specific level of
effectiveness in its application, naturally mutable and conjunctural, a coherent framework of
protection that is not found in other fields. This paper analyzes the applicability of legal and
jurisprudential criteria of one of these areas (advertising of medicinal products) as a complement
to action against practices that are seriously harmful to public interest and to consumer rights in
other areas, such as the advertising of alcoholic beverages or unhealthy food, which are in great
need of well-founded legal criteria with which to act to take action to tackle consumer protection
and defend public health.

Keywords: advertising; regulation; medicine products; food; alcoholic beverages.

Resum
La regulació de la publicitat en alguns àmbits del sanitari proporciona, més enllà del nivell concret
d'eficàcia en la seva aplicació, naturalment mutable i conjuntural, un marc coherent de protecció
que no es constata en altres camps. Aquest treball analitza l'aplicabilitat dels criteris legals i
jurisprudencials d'un d'ells (el de publicitat de medicaments) com a complement per a l'actuació
enfront de pràctiques greument danyoses de l'interès públic i dels drets dels consumidors en uns
altres com el de la publicitat de begudes alcohòliques o d'aliments malsans, molt necessitats de
criteris jurídics fundats amb els quals actuar per a atallar la desprotecció del consumidor i
defensar la salut pública.

Paraules claus: publicitat; regulació; medicaments; aliments; begudes alcohòliques.

www.bioeticayderecho.ub.edu - ISSN 1886-5887


Publicidad ilícita y salud: cerrar el círculo – Francisco José Ojuelos Gómez
Rev Bio y Der. 2020; 50: 439-452 | 441

1. Una desviación cónceptual cómó puntó de partida

Publicidad, en estricto sentido lingüístico, significa divulgación, con finalidad comercial (tercera
acepción), o sin ella (segunda acepción). Incluso cuando concurre interés comercial, la publicidad
puede además materializarse mediante la difusión de noticias y no solo de anuncios. La publicidad,
presentada como información (como noticia) representa para el anunciante la ventaja de
aparentar imparcialidad u objetividad, en cuanto no puede identificarse fácilmente el interés
comercial implícito. El interés de la industria publicitaria en no ver limitados sus mensajes
implicará, a veces, un intento de representar la publicidad mercantil como información objetiva
(publicidad encubierta) y otras, una negación del carácter publicitario —en sentido legal– de
algunas de sus formas. La separación del concepto lingüístico de publicidad y su desdoblamiento,
cuando no multiplicación, en las definiciones normativas (y en las interpretaciones que de esos
conceptos se ha hecho), sea la del Estado (Ley 34/1988, de 11 de noviembre, General de
Publicidad, LGP, en adelante) o de la Unión Europea [Directiva 2006/114/CE, del Parlamento
Europeo y del Consejo, de 12 de diciembre de 2006 sobre publicidad engañosa y publicidad
comparativa u otras como la Directiva 89/552/CEE del Consejo, de 3 de octubre de 1989, hoy
sustituida por la Directiva 2010/13/UE del Parlamento Europeo y del Consejo, de 10 de marzo de
2010 (Directiva de servicios de comunicación audiovisual)] ha propiciado debates litigiosos en los
más altos tribunales que han reportado, a veces, un éxito de la pretensión de esquivar
restricciones frente a ciertas formas de publicidad1, aunque otras veces, y a pesar de las
limitaciones normativas, no se haya obtenido el mismo resultado exitoso:

“lleva razón la recurrente cuando afirma, a la luz de la correcta interpretación


del artículo 18.2 de la Directiva Comunitaria, que no cabe entender como publicidad, ni
la promoción de la propia programación, ni el patrocinio, ni la televenta”.2

La definición normativa ha sido descrita así como restrictiva3 por cuanto engloba solo la
publicidad comercial , a pesar de que la mismas normas descriptoras (caso de la española LGP)
regulan otros contratos publicitarios, como el institucional. Es decir, de alguna manera se
reconoce que el concepto legal de publicidad no engloba toda la actividad publicitaria4, lo cual
parece, en cierto sentido, un sinsentido. Sea como fuere, parece que la definición conceptual de la
publicidad como comercial en las normas ha parecido extender su influencia más allá del ámbito
estrictamente definitorio, dificultando así la caracterización de ciertas prácticas como
publicitarias cuando simplemente se trata de prácticas encubiertas o en las que resulta imposible
probar el ánimo comercial implícito.

www.bioeticayderecho.ub.edu - ISSN 1886-5887


Publicidad ilícita y salud: cerrar el círculo – Francisco José Ojuelos Gómez
Rev Bio y Der. 2020; 50: 439-452 | 442

2. Una multiplicación de tratamientós claramente ineficaz

El debate sobre conceptos es diferente a otro, el de la determinación del carácter encubierto de la


publicidad o su presentación como divulgación imparcial, que tampoco está cerrado, como
demuestran pronunciamientos muy recientes que han debido fijar como doctrina, por ejemplo,
que:

“puede calificarse como publicidad encubierta aquella acción que, partiendo de la


emisión de un contenido aparentemente no publicitario, en el que no se realiza una
presentación directa o indirecta de productos, se combina con otros espacios de
telepromoción, que le siguen en la programación del mismo canal, en el que sí se realiza
una promoción de productos relacionados con los contenidos tratados en la primera de
las emisiones”5

o que ciertas estrategias “multifórmató”:

“en las que intervienen de manera secuencial o simultánea diferentes formatos o


soportes de comunicación, por ejemplo, insertando en el seno de un programa de
televisión determinados micro-espacios en los que, se hace referencia a una página web
o blog que remite, a su vez, a una plataforma de venta online”

pueden igualmente integrar el concepto de publicidad encubierta6 de la Ley 7/2010, de 31 de


marzo, General de Comunicación Audiovisual (LGCA).

El problema a este respecto es que el tratamiento normativo de la publicidad encubierta


tampoco es uniforme. En la LGCA se establecen una definición y un catálogo de sanciones en el
que se incluye, como infracción grave, la realización de publicidad encubierta. Sin embargo, en la
regulación general, en la LGP, no hay referencia expresa a la publicidad encubierta: la remisión a
la Ley 3/1991, de 10 de enero, de Competencia Desleal (LCD, en adelante) implica la sustitución
de un régimen público —que incluye un catálogo de infracciones– por un régimen privado en el
que la legitimación activa está claramente restringida a la iniciativa pública. Esta conclusión puede
alcanzarse al comprobar que hay acciones del catálogo vedadas a la misma. Es decir, donde hay
un régimen público para la televisión y la radio7 se ha optado por un régimen puramente privado
en la LCD, sin infracciones (art. 32, acciones y 33, legitimación activa), y se ha desplazado la
competencia del orden jurisdiccional contencioso-administrativo al civil [competencia de los
juzgados de lo mercantil, art. 86 ter 2.a) de la Ley Orgánica 6/1985, de 1 de julio, del Poder
Judicial].

Dado lo anterior, no es difícil adivinar el interés de las nuevas formas de publicidad, en


dispositivos móviles e internet, a través de blogs, publicaciones electrónicas o redes sociales, en

www.bioeticayderecho.ub.edu - ISSN 1886-5887


Publicidad ilícita y salud: cerrar el círculo – Francisco José Ojuelos Gómez
Rev Bio y Der. 2020; 50: 439-452 | 443

escapar de su caracterización como publicidad audiovisual. La redacción del artículo 2.2 de la


LGCA, la original de 2010 tras las nueve modificaciones habidas de otros artículos de la misma Ley
desde el mismo año, favorece la huida cuando, a pesar de que el tenor del primer párrafo incluye,
en general, a las redes de comunicaciones electrónicas, sigue estableciendo un elenco de
“módalidades” que sóló incluye a la televisión y a la radió, y que pareciese establecer una
enumeración cerrada, aunque esto no está dicho expresamente en la norma. De ahí que la cuestión
del sometimiento a restricciones frente a la publicidad de ciertos productos de potencial riesgo
para la salud (art. 18.3 de la LGCA), cómó las bebidas alcóhólicas (apartadó “c”), haya venidó
siendo una cuestión pendiente de aclaración respecto de su aplicabilidad a los dispositivos móviles
hasta el reciente pronunciamiento de la CNMC.8

3. La regulación de la publicidad de medicamentós: el paradigma

Sobre la base de la declaración del artículo de 18.3 de la LGCA, “está prohibida la comunicación
cómercial que fómente cómpórtamientós nócivós para la salud”, luego tibiamente materializada
en la propia LGCA en el sentido expuesto en el apartado anterior, existe un ámbito en el que tal
declaración ha cuajado en realidad tangible.

La consecución de una regulación eficaz, inspirada en una voluntad firme de restringir la


publicidad generadora de riesgos para la salud se articula en torno a la claridad. La mera
divulgación de información, aún sin interés comercial, sobre un medicamento sujeto a
prescripción médica o de venta libre sin ajustarse al contenido de la autorización, puede ser
cónstitutiva de una infracción muy grave del artículó 111, apartadó “c” (infracciones muy graves),
número 16 (16ª) del Real Decreto Legislativo 1/2015 por el que se aprueba la Ley General Uso
Racional de Medicamentos y productos sanitarios: “Realizar promoción, información o publicidad
de medicamentos no autorizados o sin que tales actividades se ajusten a lo dispuesto en esta ley
o en la legislación general sobre publicidad.” Esta regulación, con rango de ley, viene a sumarse a
la establecida por el Real Decreto 1416/1994, de 25 de junio, por el que se regula la publicidad de
los medicamentos de uso humano.

La definición y desarrollo normativos de conceptos como el mismo de publicidad (o sus


modalidades) y el de publicidad encubierta resultan totalmente prescindibles cuando la definición
es tan sencilla y, a la vez, tan completa.

Aunque los presupuestos normativos son muy claros, en su momento hubo de ratificarse –
más que aclararse– que es irrelevante, por ejemplo, que no se tuviera relación alguna con el

www.bioeticayderecho.ub.edu - ISSN 1886-5887


Publicidad ilícita y salud: cerrar el círculo – Francisco José Ojuelos Gómez
Rev Bio y Der. 2020; 50: 439-452 | 444

laboratorio o vinculación comercial alguna con el producto. En estos términos lo estableció la


Sentencia del Tribunal de Justicia (Sala Segunda) de 2 de abril de 20099:

“El artículo 86 de la Directiva 2001/83, con el que se inicia el título VIII de ésta,
«Publicidad», dispone: «1. A efectos del presente título, se entenderá por “publicidad de
medicamentos”; toda forma de oferta informativa, de prospección o de incitación
destinada a promover la prescripción, la dispensación, la venta o el consumo de
medicamentos; (…) La difusión por un tercero de información relativa a un
medicamento, en particular a sus propiedades curativas o preventivas, puede
considerarse publicidad aún cuando ese tercero actúe por cuenta propia y de forma
totalmente independiente, de hecho y de derecho, del fabricante o del vendedor”.

El Real Decreto 1416/94, así, se basa en la misma Directiva. Considera publicidad la oferta
de información y a los medicamentos OTC (de venta libre u Over The Counter, art. 22) y les limita
la publicidad al contenido de una autorización previa: “La publicidad destinada al público requiere
autórización previa pór la autóridad sanitaria cómpetente (…) La sólicitud incluirá el nómbre del
laboratorio, medicamento objeto de la publicidad y medios de difusión que se pretenden
emplear.”

La definición de publicidad como toda forma de oferta informativa destinada a promover la


venta o dispensación, de la que la difusión de información relativa a las propiedades concretas de
un producto forma parte, es perfectamente trasladable a cualquier otro ámbito de la publicidad y
ha de serlo perentoriamente, al menos, a aquel que representa un incremento de riesgos para la
salud [principio de precaución, cristalizado en una norma con rango de ley como es el artículo 3.d)
de la Ley 33/2011, de 4 de octubre, General de Salud Pública].

4. Un ejempló de aplicación y una destemplada muestra de la


situación actual: la Sentencia 1157/2019 (Juzgadó Mercantil
numeró 3 de Madrid)

Lo primero que nos ofrece la Sentencia de 30 de septiembre de 2019 del Juzgado de lo Mercantil
número 3 de Madrid10 es una magnífica prueba del régimen de funcionamiento de las iniciativas
contra la publicidad ilícita que ha propiciado el pronunciamiento judicial: es estrictamente
privado. Así, el litigio instado por una tabacalera contra la publicidad ilegal de otra, permite que
sea un juzgado civil el que puede declarar la existencia de una publicidad ilícita (por infracción de
la prohibición legal de hacer publicidad del tabaco). Es decir, a pesar de tratarse de una publicidad
con relevancia para la salud pública, de un producto indubitadamente nocivo como el tabaco, la

www.bioeticayderecho.ub.edu - ISSN 1886-5887


Publicidad ilícita y salud: cerrar el círculo – Francisco José Ojuelos Gómez
Rev Bio y Der. 2020; 50: 439-452 | 445

Administración es aquí, si acaso, mera espectadora. La participación pública se limita a la


intervención, requerida por las partes, de la administración de justicia a través de un Juzgado
imposibilitado de cumplir con la carga de trabajo conforme a los plazos por causa de la asunción
de un número de asuntos que duplica el previsto por el Consejo General del Poder Judicial para
un Juzgado de lo Mercantil. El sustrato fáctico del litigio es el siguiente: la mercantil demandada,
a través de representantes suyos, ha venido realizando entrevistas y declaraciones en diversos
medios de comunicación describiendo las características y ventajas de esta forma de consumo de
tabaco, mediante un dispositivo que calienta el tabaco en lugar de quemarlo.

La infracción legal del art. 9.1 de la Ley 28/2005, de 26 de diciembre, de medidas sanitarias
frente al tabaquismo y reguladora de la venta, el suministro, el consumo y la publicidad de los
productos del tabaco, permite, por remisión a la LGP, la aplicación –por nueva remisión– de la
LCD, cuyas acciones son las que se ejercitan por la reclamante. En definitiva, estamos en el marco
legal general y no en el específico de la publicidad audiovisual. Como elemento nuevo, al concepto
comunicación de la LGP, la definición de la publicidad de la Ley 28/2005 añade los conceptos
recomendación o acción comercial. La Sentencia expone las definiciones en un detallado examen
del marco normativo en el F.D. III: existe así, además, una referencia a la regulación de la
publicidad de los medicamentos y a la STJUE del asunto Frede Damgaard, a la de los servicios de
la sociedad de la información y a la aplicabilidad, establecida por el TJUE, del Reglamento
1924/2006 a las declaraciones nutricionales y de propiedades saludables efectuadas en una
comunicación de tipo comercial aunque la comunicación vaya solo dirigida a profesionales de la
salud, porque al fin y al cabo los destinatarios del producto serán los consumidores.

“Publicidad ó cómunicación, aquel cónjuntó de infórmaciónes cónstituyen una unidad”, dice


la Sentencia (F.D. IV). La ventaja del supuesto enjuiciado es la existencia de prueba que conecta
las publicaciones y el plan del promotor de la venta de los productos. No obstante, lo anterior no
empece, a nuestro criterio, la validez de la tesis “publicidad ó cómunicación, aquel conjunto de
infórmaciónes cónstituyen una unidad” (aunque no existiese prueba de dicha conexión dado que,
en tal caso, lo que cambiaría es la consideración de la publicidad, que sería quizá encubierta)
porque, al fin y al cabo, lo importante es la consideración del interés promocional en lo que se
presenta como una información (en los casos en los que no hay referencia al carácter publicitario
del contenido). La Sentencia entra en esta cuestión, más a fondo, en el F.D. V (página 10 en
adelante).

Y no son los elementos novedosos de la Ley 28/2005 respecto de la definición general (de
la LGP), esto es, la recomendación o acción comercial, los que determinan la procedencia de la
identificación, sino que el carácter amplio de “toda forma de comunicación” (que) hace que deba

www.bioeticayderecho.ub.edu - ISSN 1886-5887


Publicidad ilícita y salud: cerrar el círculo – Francisco José Ojuelos Gómez
Rev Bio y Der. 2020; 50: 439-452 | 446

incluirse las informaciones recogidas en los hechos probados, pues estas constituyen una forma
de comunicación, aun indirecta, del fabricante del producto hacia el publico en general.

Y remata la Sentencia:

“28. La cuestión se centra, por lo tanto, en determinar si el conjunto de


informaciones recogidas en los hechos probados de esta resolución suponen una
promoción del uso de IQOS. La respuesta únicamente puede ser afirmativa; dichas
informaciones, bajo la apariencia de información sobre un nuevo invento tecnológico,
contienen un importante mensaje publicitario, tanto por su contenido, como por su
forma, como por el carácter generalizado e indiscriminado de las mismas. 29. En cuanto
a su contenido, en la gran mayoría de los casos se trata de informaciones periodísticas
que ocupan como mínimo una página completa del periódico, revista o diario digital (de
extensión similar a los anteriores), firmadas por tanto por un periodista del medio de
que se trate (…).”

Lo importante, por lo tanto, es el mensaje de fondo y la forma o calificación de la


comunicación son, parece lógico, secundarias.

Así, la conclusión esencial parece, de las consignadas en el F.D. VI, aquella por la que se
declara que:

“la doctrina sentada en la STJUE de 2 de abril de 2009 es aplicable al presente


caso pues tanto la prohibición de la publicidad de los medicamentos (en las condiciones
establecidas legalmente) como la prohibición de la publicidad del tabaco tienen el
mismo fundamento que es la protección de la salud pública. De acuerdo con dicha
doctrina no afecta al carácter publicitario de la información que el mensaje sea
difundido por un tercero independiente, en atención a aquella finalidad de protección
de la salud pública.”

Además de por su intrínseco valor jurídico, la Sentencia es una extraordinaria muestra del
proceder de la industria publicitaria en este ámbito: declara probadas (F.D. II, en una exposición
de casi 4 páginas, desde la 3 in fine hasta la 7 a la mitad) toda una serie de publicaciones que
revelan a las claras la forma de difusión de contenidos, que aparecen en forma de artículos,
entrevistas y reseñas con apariencia periodística con intención de promocionar el nuevo producto
del tabaco: en el diario económico Expansión, Larioja.com, El Diario Montañés, La Verdad, el Diario
Vasco, Las Provincias, El Comercio, Finanzas.com, El Norte de Castilla, Hoy.es, diario Deia, La Razón
Tu Economía, el diario de información general de Las Palmas, la Provincia, el suplemento semanal
Mercados del diario El Mundo, Expansión Economía Digital, sección de Empresas del diario digital
El Español, Canarias 7, Tenerife El Día, ABC, Vozpópuli, Diario de Sevilla, Yo Dona, 5 Días, Eldiario.es,

www.bioeticayderecho.ub.edu - ISSN 1886-5887


Publicidad ilícita y salud: cerrar el círculo – Francisco José Ojuelos Gómez
Rev Bio y Der. 2020; 50: 439-452 | 447

Diario de Teruel, El Economista, El Correo Gallego, La Opinión de Tenerife, La Vanguardia, Diario de


Burgos, Cosmopolitan, Muy Interesante, Quo, Vanity Fair, Viajar o Conde Nast Traveler, entre otras.

Frente a lo anterior, la aplicabilidad de doctrina de la STJUE Frede Damgaard en relación al


concepto de publicidad inclusivo de actos de información ha quedado establecida más allá del
ámbito de la publicidad de medicamentos.

5. La pugna entre las libertades de empresa ó de expresión


mercantil y el restó del órdenamientó

La intensidad con la que el derecho a la libre expresión puede ejercerse depende del fin que motive
dicho uso: “De ahí que pueda limitarse el cómmercial speech en mucha mayór medida que el
speech pólíticó, religiósó ó simplemente humórísticó”11. La anterior afirmación es aplicable,
parece, también al caso de que el speech sea obra de una persona física, dado que en tal caso
actuará como empresario individual, por cuenta de éste o en su interés, consciente o
inconscientemente, en el sentido de la Sentencia Frede Damgaard. Si los tribunales nacionales
consideran que los fines estrictamente comerciales y el contexto estrictamente comercial
(publicidad o promoción) determinan que la actividad publicitaria no pueda ser considerada
manifestación del ejercicio a la libre expresión o información, sino de la libertad de empresa
(artículo 38 de la Constitución), para los tribunales europeos sí cabe hablar de libertad de
expresión, pero específica: el uso mercantil de la libertad de expresión representa un concepto
análogo al de la libertad de empresa de nuestro ordenamiento constitucional, tanto para el TJUE12,
como para el TEDH13 por cuanto puede ser objeto de limitaciones justificadas. No hay libertad de
expresión que ampare el uso de publicidad fuera del marco normativo.

6. Lós presupuestós de una “extensión de efectós” (I): las bebidas


alcóhólicas

Cada uno de los dos ámbitos que analizaremos en este trabajo como susceptibles de recibir los
criterios14 de las Sentencias del Juzgado de lo Mercantil número 3 de Madrid de 30 de septiembre
de 2019 (SJM M 1157/2019, vid. nota 9) y del TJUE en el caso Frede Damgaard tienen una
característica en común: las propias normas jurídicas determinan de forma suficiente la falta de
inocuidad de los productos objeto de publicidad. Es decir, el marco vigente es suficiente para
apreciar la existencia de comunicaciones comerciales que fomenten comportamientos nocivos para
la salud.

www.bioeticayderecho.ub.edu - ISSN 1886-5887


Publicidad ilícita y salud: cerrar el círculo – Francisco José Ojuelos Gómez
Rev Bio y Der. 2020; 50: 439-452 | 448

En el caso de las bebidas alcohólicas, a las restricciones propias de su inclusión en el artículo


18.3 de la LGCA, que prohíbe, entre otras, la publicidad de cualquier tipo de bebidas alcohólica
cuando la misma asocie el consumo a la mejora del rendimiento físico, el éxito social o la salud, hay
que añadir la previsión del artículo 4.3 del Reglamento (CE) número 1924/2006, del Parlamento
Europeo y del Consejo, de 20 de diciembre de 2006, relativo a las declaraciones nutricionales y de
propiedades saludables en los alimentos. A pesar de la enorme cantidad de publicaciones
aparentemente informativas (muchas del mismo tipo de las analizadas por la SJM M 1157/2019),
la relación entre la ingesta de alcohol y salud, de gran interés en la estrategia de captura de la
salud pública15, es cuestión pacífica para todas las entidades de referencia en salud pública a nivel
global: no existe nivel de consumo de alcohol que no represente un riesgo para la salud.16

Con cada publicación periodística haciéndose, aparentemente, eco de la opinión de un


sanitario o de un supuesto estudio que acredita unos beneficios –inexorablemente, parciales o
relativos a un concreto aspecto y, normalmente, de baja o ínfima calidad– se está cometiendo un
fraude de ley e incurriendo, en aplicación de la doctrina que venimos exponiendo, en la realización
de publicidad ilícita.

7. Lós presupuestós de una “extensión de efectós” (II): lós


próductós alimentariós nócivós

Las bebidas azucaradas, bebidas “energéticas”17, zumos, pasteles, galletas, pastas dulces y la
bollería, snacks que tienen cualquier cantidad de sal, helados, cereales de desayuno con más de
15 gramos de azúcares totales por cada 100 gramos de producto o 1,6 gramos de sal, lácteos
azucarados con más de 10 gramos de azúcares totales o más de 2,5 gramos de grasas totales; y
algunas otras categorías como la fast food o los cárnicos procesados que, en aplicación del
principio de precaución, acreditan suficientemente su relación con la aparición de ciertos tipos de
cánceres18, pueden ser considerados productos malsanos en sentido legal, en aplicación de
criterios normativos, del artículo 4.3 del Reglamento (CE) número 1924/2006, del Parlamento
Europeo y del Consejo, de 20 de diciembre de 2006, relativo a las declaraciones nutricionales y de
propiedades saludables en los alimentos. Es perfectamente válido el criterio, que es el que hemos
aplicado para la definición, de la Oficina para Europa de la Organización Mundial de la Salud19, a
la vista del incumplimiento por la Comisión Europea de la obligación de establecer los perfiles
nutricionales, como muy tarde, a participios de 2009 (art. 4 del Reglamento 1924/2006, de 29 de
diciembre):

www.bioeticayderecho.ub.edu - ISSN 1886-5887


Publicidad ilícita y salud: cerrar el círculo – Francisco José Ojuelos Gómez
Rev Bio y Der. 2020; 50: 439-452 | 449

“A más tardar el 19 de enero de 2009, la Comisión, de conformidad con el


procedimiento contemplado en el artículo 24, apartado 2, establecerá los perfiles
nutricionales específicos y las condiciones, incluidas las exenciones, que deberán
respetarse para la utilización de declaraciones nutricionales y de propiedades
saludables de los alimentos o de determinadas categorías de alimentos.”

La lógica de la norma es clara: no se pueden hacer declaraciones nutricionales o de salud en


productos con un perfil global malsano.

La situación del sistema de “autórregulación” es la de un fraude a la previsión del artículó


46 de la Ley 17/2011, de 5 de julio, de seguridad alimentaria y nutrición, que exige que los códigos
de “autórregulación” se apliquen, garantizandó la prótección. La prueba del fraude nó la
proporciona el sistema construido en torno al Código PAOS, ajeno a la Administración, y de una
laxitud impropia20, sino los estudios externos al mismo: se han acreditado incumplimientos
masivos, de hasta el 49,3% en 200821, del 88,3% en 201222 y del 74% el 2016.23

Son los alimentos malsanos los que mayoritariamente se publicitan y ello es compatible con
la garantía legal de seguridad alimentaria: la inocuidad caracterizada en el artículo 14 de la norma
madre de todo el derecho alimentario europeo [Reglamento (CE) número 178/2002 del
Parlamento Europeo y del Consejo, de 28 de enero de 2002, por el que se establecen los principios
y los requisitos generales de la legislación alimentaria, se crea la Autoridad Europea de Seguridad
Alimentaria y se fijan procedimientos relativos a la seguridad alimentaria] ha sido definida en la
práctica como la incapacidad de hacer enfermar:

“de manera más o menos grave y sobre todo si es de forma aguda (muy cercana la ingesta del
alimento del efecto sobre la salud)”. La explicación es la siguiente: “En las sociedades modernas (...)
existen notables excepciones a esta regla, debido o bien a bajas probabilidades de enfermar (...) o
bien porque el efecto nocivo para la salud sea silente o a largo plazo (enfermedades cardiovasculares,
cerebrovasculares, cáncer, diabetes, etcétera).”24

La realidad práctica de la protección del derecho alimentario es la protección contra el


fenómeno contaminante (incluyendo la presencia natural de patógenos, definida como
contaminación en las propias normas) y no contra la alimentación malsana.25

En aplicación de la doctrina que venimos exponiendo en este trabajo, la publicidad de


alimentos malsanos debería ser considera publicidad ilícita y, con mayor intensidad, en el caso de
que la misma haga uso de declaraciones nutricionales o de propiedades saludables.

www.bioeticayderecho.ub.edu - ISSN 1886-5887


Publicidad ilícita y salud: cerrar el círculo – Francisco José Ojuelos Gómez
Rev Bio y Der. 2020; 50: 439-452 | 450

8. Cónclusiónes

En la definición legal de publicidad y su regulación pueden apreciarse incongruencias y


complejidades precisas de remoción, si se tiene en cuenta lo que en el lenguaje común es
publicidad, por una parte, y lo que la realidad de los procedimientos judiciales revela que son
prácticas propias de la industria publicitaria. Por otra parte, la regulación de la publicidad
encubierta es claramente deficiente y el concepto sigue en proceso de consolidación
interpretativa en los tribunales. El tratamiento de esta estrategia (de publicidad que no reconoce
su condición) en relación al marco general no se entiende de interés público, por la primacía que
la norma da a la iniciativa privada y la competencia otorgada a los tribunales mercantiles. Las
formas de publicidad de productos de riesgo para la salud intentan escapar al control de la
regulación menos laxa, la de televisión y radio que, no obstante, en absoluto puede considerarse
exigente. La regulación de la publicidad de medicamentos es un ejemplo de buena regulación
porque, de inicio, y más allá de las consecuencias legales de su infracción y del régimen público de
funcionamiento, parte de una definición de la publicidad que coincide con la realidad de las
prácticas de la industria y elimina problemas interpretativos totalmente prescindibles. La
Sentencia de 30 de septiembre de 2019 del Juzgado de lo Mercantil número 3 de Madrid define
con precisión la aplicabilidad de la definición de publicidad del sector de los medicamentos,
establecida con detalle en la Sentencia del TJUE del asunto Frede Damgaard a la publicidad de
productos de riesgo y acredita un ejemplo tangible de la intensidad de esfuerzos de esta industria
en promocionar sus productos. La doctrina de los altos tribunales (TC, TS, TJUE y TEDH) no
ampara la realización de publicidad fuera del marco legal. Tanto las bebidas alcohólicas como los
alimentos malsanos son configurados en las normas como productos susceptibles de causar daño
a la salud con intensidad suficiente. Existen pruebas suficientes de la existencia de altos niveles
de incumplimiento de las normas en la publicidad de ambos tipos de productos. Se ha justificado
de forma más que suficiente la pertinencia y la necesidad de aplicar nuevos criterios legales y
jurisprudenciales para actuar de forma más decidida contra la publicidad ilícita de estos dos tipos
de productos. Es la hora de cerrar el círculo.

(1) Sentencia del Tribunal Supremo de 30 de mayo de 2003, ROJ STS 3700/2003 (CENDOJ).

(2) Sentencia del Tribunal Supremo de 11 de febrero de 2002, ROJ STS 886/2002 (CENDOJ).

www.bioeticayderecho.ub.edu - ISSN 1886-5887


Publicidad ilícita y salud: cerrar el círculo – Francisco José Ojuelos Gómez
Rev Bio y Der. 2020; 50: 439-452 | 451

(3) Martínez-Salcedo, J.C. (2016). Derecho comunitario europeo sobre la publicidad y su


transposición al derecho españ ol. Opinión Jurídica, 15, 29, 101-122.

(4) Vilajoana, S. (2015.) Límites jurídicos de la publicidad en España. Barcelona: Universitat


Ramón Llull.

(5) Sentencia del Tribunal Supremo de 11 de noviembre de 2019, ROJ STS 3601/2019
(CENDOJ).

(6) Sentencia del Tribunal Supremo de 31 de octubre de 2018, ROJ STS 3770/2018 (CENDOJ).

(7) Actividades a las que en la práctica se ha restringido conceptualmente la comunicación


audiovisual.

(8) Comisión Nacional de los Mercados y de la Competencia. (2017). Acuerdo por el que se da
contestación a la consulta formulada por la Asociación para la autorregulación de la
comunicación comercial (Autocontrol) en relación a la promoción de bebidas alcohólicas de
mas de veinte grados en aplicaciones móviles. Disponible en:
https://www.cnmc.es/sites/default/files/1637626_11.pdf. [Consulta 20 de mayo de 2020].

(9) STJUE asunto C-421/2007, Sala Segunda, de 2 de abril de 2009.

(10) Sentencia del Juzgado de lo Mercantil número 3 de Madrid de 30 de septiembre de 2019,


ROJ SJM M 1157/2019 (CENDOJ).

(11) Alfaro, J. (2015) Sólo las personas tienen derechos. Disponible en:
https://almacendederecho.org/solo-las-personas-tienen-derechos/. [Consulta 20 de mayo
de 2020].

(12) STJUE asunto C‑71/02 de 25 de marzo de 2004.

(13) STEDH 10572/83 de 20 de noviembre de 1989.

(14) A esto nos referimos, en licencia expresiva, con extensión de efectos.

(15) Royo, M.Á. (2015) Captura corporativa de la salud pública. Revista Bioética y Derecho, 45,
25-41.

(16) Ojuelos, F.J., Basulto, J., Baladia, E. (2017) Consumo de alcohol y recomendaciones de salud:
ya basta. Disponible en: http://criticaprocesal.blogspot.com/2017/11/consumo-de-
alcohol-y-recomendaciones-de.html. [Consulta 20 de mayo de 2020].

(17) Denominación publicitaria muchas veces expresa, consolidada a pesar de su carácter


contrario a derecho. Cfr. Real Decreto 1907/1997 de 2 de agosto, sobre publicidad y
promoción comercial de productos, actividades o servicios con pretendida finalidad
www.bioeticayderecho.ub.edu - ISSN 1886-5887
Publicidad ilícita y salud: cerrar el círculo – Francisco José Ojuelos Gómez
Rev Bio y Der. 2020; 50: 439-452 | 452

sanitaria, artículo 4.12 y Ley 17/2011, de 5 de julio, de seguridad alimentaria y nutrición,


artículo 44.2.

(18) Fondo Mundial para la Investigación del Cáncer. (2020). Recomendaciones para la
prevención del cáncer. Disponible en: https://www.wcrf.org/dietandcancer/cancer-
prevention-recommendations. [Consulta 20 de mayo de 2020].

(19) World Health Organization. (2015). WHO Regional Office for Europe nutrient profile model.
Disponible en: http://www.euro.who.int/__data/assets/pdf_file/0005/270716/Nutrient-
children_web-new.pdf. [Consulta 20 de mayo de 2020].

(20) Ojuelos, F..J. (2018). El derecho de la nutrición. Salamanca: Amarante.

(21) Romero, M.M., Royo, M.Á. y Rodríguez, F. (2010). Compliance with self-regulation of
television food and beverage advertising aimed at children in Spain. Public Health Nutrition,
13 (7), 1013–1021.

(22) León, K., Rico, A., Moya, M. A., Romero, M., Bosqued, M.J., Damián, J., López, L., y Royo, M.Á.
(2017). Evaluation of compliance with the Spanish Code of self-regulation of food and drinks
advertising directed at children under the age of 12 years in Spain, 2012. Public Health, 150,
121 - 129.

(23) Morales, F.A., Romero, M.M., Royo, M.Á. (2019). Evaluación de la publicidad alimentaria del
canal de televisión infantil Boing en España en 2016. Revista Pediatría de Atención Primaria,
21, 84, 69-77.

(24) Mariné, A. y Moreno, R. (2016). Influencia de las políticas de impuestos y subvenciones en


la calidad de la dieta. En Colomer, Y., Clotet, R., González-Vaqué, L., El Sistema Alimentario.
Globalización, sostenibilidad, seguridad y cultura alimentaria. Barcelona: Aranzadi.

(25) Ojuelos, F..J. (2018). El derecho de la nutrición. Salamanca: Amarante.

Fecha de recepción: 20 de marzo de 2020


Fecha de aceptación: 20 de mayo de 2020

www.bioeticayderecho.ub.edu - ISSN 1886-5887

También podría gustarte