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Circulación Capilar

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Circulación capilar

En cualquier momento solo el 5% de la sangre circulante se halla en los capilares, pero este
5% es en un sentido la parte más importante del volumen sanguíneo, pero es a través de las
paredes de los capilares que entra el oxigeno y los nutrientes al líquido intersticial, y el
dióxido de carbono y los productos de desechos pasan a la sangre. El intercambio a través
de las paredes de los capilares es esencial para la supervivencia de los tejidos.

Los capilares son vasos muy finos que forman una red de paredes delgadas que enlazan en
el organismo las venas. Su función más importante es el intercambio de materiales
nutritivos, gases y desechos entre la sangre y los tejidos.

El flujo sanguíneo de los capilares no es uniforme, y depende principalmente de la


contracción de las arteriolas y de cuantas existen. No existen transportes de soluto a través
de la pared capilar, los materiales y sustancia cruzan principalmente por simple difusión
pasiva, por ello debe tomarse en cuenta dos procesos a través de la membrana:

 El cruce de pared capilar que ocurre por difusión.


 El cruce de la membrana celular del tejido que puede ocurrir por difusión o
transporte intermedio.

Resistencia capilar

Los capilares presentan una resistencia considerable al flujo, pero dicha resistencia no
reviste gran importancia para la función cardiovascular, por dos razones:

 A pesar del hecho de ser los capilares realmente más estrechos que las arteriolas, el
gigantesco números de capilares le proporcionan el flujo, y el área de corte
transversal es tan grande que la resistencia total de todos los capilares es
considerablemente inferior a las de las arteriolas.

 Dado que, los capilares no poseen músculo liso, su radio y por lo tanto su
resistencia no está sujeta a control activo, y se refleja simplemente el volumen de
sangre que le llega por las arteriolas (y el volumen que sale a través de las vénulas).

Velocidad capilar

Una corriente continua se desplaza a través de un conjunto consecutivo de los vasos,


disminuye la velocidad del flujo al aumentar las áreas de sección transversal de los vasos.
La sangre fluye a través de los capilares lentamente, el flujo resulta adecuado por el
intercambio de nutrientes y productos finales metabólicos entre la sangre y los tejidos. En
los capilares como son cortos la sangre viaja a una velocidad de 0,07 cm/seg debido a que
el área transversal total del lecho capilar es grande. El tiempo de transito es
aproximadamente de uno a dos segundos.
Difusión capilar

La difusión es cuantitativamente mucho más importante en términos del intercambio de


nutrientes y productos finales metabólicos. El oxigeno y la glucosa están en mayor
concentración en la corriente sanguínea que en el liquido intersticial y se difunde hacia el,
en tanto el dióxido de carbono se difunde en la dirección opuesta.

Las sustancias liposolubles se difunden a través de las paredes capilares con mayor
facilidad que las insolubles, como los lípidos. Probablemente pasando de manera directa a
través de las células endoteliales.

El proceso de difusión se describe mediante la ley de Fick:

J = Dx Ax Dc
Dx

En donde:

J: cantidad de una sustancia que se transporta por una unidad de tiempo.


D: coeficiente de difusión libre para una molécula en particular.
A: Superficie de sección transversal del camino difusiones
Dc/Dx: Gradiente de concentración

No hay activo de soluto a través de la pared capilar y los materiales cruzan por simple
difusión pasiva. El paso de la membrana puede ocurrir por difusión o transporte
intervenido, el desplazamiento transcapilar ocurre siempre por difusión.

Filtración Capilar

La pared capilar se comporta como un filtro poroso a través del cual el plasma, libre de
proteínas se desplaza por flujo masivo, proceso denominado ultrafiltración, bajo la
influencia de un gradiente de presión hidrostática. La tasa de filtración en cualquier punto a
lo largo de un capilar depende de un equilibrio de fuerza, llamadas fuerzas de Starling.

Una de estas fuerzas es el gradiente de presión hidrostática y la otra es el gradiente de


presión osmótica a través de la pared capilar. Se ha estimado que alrededor de 25 litros de
líquido se filtra a través de los capilares al día.

Absorción Capilar.

Cuando la sangre corre a través de las arteriolas se ha dirigido gran parte de la


presión de tal manera que la presión al principio del capilar es de 35mmHg, se conoce
como el capilar que ofrece también resistencia al tubo, la presión disminuye continuamente
hasta 15mmHg.
La presión intersticial se acerca tanto a cero que se puede despreciar. La diferencia
de concentración proteica existe entre el plasma y el liquido interstinal causa una diferencia
de concentración acuosa, la cual induce un flujo osmótico del liquido hacia el interior del
capilar, equivalente alproducido por una diferencia de presión hidrostática de 25mmHg. En
la primera parte del capilar, la diferencia de presión hidrostática es mayor que las fuerzas
osmoticas y se presenta un movimiento del líquido hacia la parte externa del capilar, a este
proceso su denomina absorción.

La función del equilibrio absorción - filtración determina la distribución del


volumen del líquido extracelular entre los comportamientos vasculares e intersticiales.

El intercambio de sustancias (difusión capilar) y líquido (ley de starling) entre los


capilares y las células

 En los capilares: La magnitud de la fuerza de Starling que son fuerza del gradiente
de presión hidrostática y la del gradiente de presión osmótica; junto a un cualquier
capilar muscular típico. El líquido se mueve hacia el espacio intersticial en el
extremo arteriolar del capilar donde la presión de filtración a través de su pared
excede a la presión oncótica y hacia el interior del capilar en el extremo venular,
donde la presión oncótica excede a la presión de filtración.

 En las células: Tienden a difundirse de la porción de mayor a las de menor


concentración, hasta que la concentración se vuelve uniforme en toda la
concentración. El líquido requerido para el equilibrio por difusión es proporcional al
cuadro de la distancia de difusión. Las particular de soluto

Entran y salen de la porción de mayor concentración, sin embargo sale mayor


número de moléculas que el que entran, se establecen un flujo neto de las moléculas hacia
la porción de menor concentración.

La cantidad de líquido filtrado en un intervalo dado de tiempo es proporcional a la


diferencia de presión, al área de la membrana y a la permeabilidad de la misma. Las
moléculas que son de menor diámetro que los poros de la membrana pasan con el líquido,
mientras que las moléculas más grandes son retenidas.

Relación que existe entre el área de sección transversal, la velocidad del flujo
y la resistencia al curso de la sangre.

Los efectos de la reducción en, el calibre de un solo vaso son muy diferentes de los
que se ven en una reducción correspondiente del calibre de muchos conductos que se
ramifican. Una sección constreñida (o en estado de vaso constricción) en un solo tubo da
como resultado resistencia mucho mayor (caída de la presión por unidad de longitud) y un
flujo de mucha mayor velocidad.
El mismo volumen del líquido que fluye a lo largo de un gran segmento debe
acelerarse a lo largo de un segmento más corto. En contraste, la velocidad del curso de la
sangre, la resistencia al flujo y el gradiente de presión por unidad de longitud se reducen
grandemente a medida fluye por una región de área de sección transversal muy aumentada.

CIRCULACIÓN VENOSA

La sangre fluye por los vasos sanguíneos incluyendo, las venas, primordialmente
debido a la acción bombeante del corazón, aunque el flujo venoso es ayudado por los
latidos cardiacos, por el incremento en la presión intratorásica negativa durante cada
inspiración y por las contracciones de los músculos esqueléticos que comprimen las venas.
Una de las principales funciones de las venas es actuar como conductores de bajas
resistencias al flujo sanguíneo en su regreso de los tejidos hasta el corazón. También
realizan una función secundaria de regular su capacidad total para ajustar las variaciones
del volumen sanguíneo.

Resistencia

Las venas de gran calibre ofrecen poca resistencia al flujo sanguíneo cuando están
distendidas, mientras que cuando están comprimidas en muchos puntos por tejidos,
órganos, presiones, etc., ofrecen una considerable resistencia a esta

Capacidad Venosa.

Capacitancia es la capacidad total de sangre que puede almacenarse en una porción


de la circulación por cada mmHg de aumento de presión. La capacitancia de una vena es
aproximadamente 24 veces la de su correspondiente artería porque es unas ocho veces más
distensible y tiene un volumen aproximado de 3 veces mayor (8 x 3 = 24). Las venas
pueden almacenar grandes capacidades de sangre extra.

Capacitancia vascular = aumento del volumen seg2/m2


Aumento de la presión

Determinación de la presión venosa

La presión venosa central puede ser medida directamente solo insertando un catéter
en las grandes venas torácicas. Para medir la presión venosa periférica; una aguja unida a
un manómetro que contiene solución salina estéril es insertada en una vena del brazo.

Teóricamente, la vena periférica debería estar al nivel de la aurícula derecha pero


para asegurar la libre comunicación entre las venas periféricas y centrales es prudente bajar
el brazo por debajo del nivel cardiaco y corregir el aumento de la presión debido a la
gravedad.
Una forma para la estimación más aproximada de la presión venosa central se
puede hacer sin equipo alguno, observando la altura a la que se distienden las venas
yugulares externas cuando un individuo yace con su cabeza ligeramente por encima del
corazón.

La distancia vertical entre la aurícula derecha y el sitio donde la vena se colapsa (el
lugar donde la presión en ella es Cero), se mide la presión venosa en mm de sangre. La
presión venosa central esta disminuida durante la respiración con presión negativa y el
choque.

Es aumentada por la respiración con presión positiva, el esfuerzo, la expansión del


volumen sanguíneo y la insuficiencia cardiaca. En la insuficiencia cardiaca congestiva
avanzada o en la obstrucción de la vena cava superior, la presión en la vena basílica puede
alcanzar valores de 20mmHg o mayores.

Retorno Venoso.

En el corazón humano. La sangre que retorna de la circulación sistémica a través de


las venas cavas superior e inferior entran al Atrio Derecho y pasan al Ventrículo Derecho a
través de una válvula auriculoventricular derecha (válvula tricúspide), luego el ventrículo
derecho, se contrae y expulsa la sangre hacia los pulmones a través del tronco pulmonar y
las arterias pulmonares, en donde la sangre va a ser oxigenada y de vuelta al corazón.

El volumen en total de sangre bombeada por el corazón por minuto se llama gasto
cardiaco. Se define como:

Gasto cardiaco = frecuencia cardiaca x volumen sistólico

Litros por minuto latidos por minuto litros por minuto

Asi el corazón late 72 veces por minuto y eyecta con cada latido 0,07L de sangre en
la aorta, entonces:

Gasto cardiaco = 72 latidos por minuto x 0,07 litros de sangre por latido
Gasto cardiaco = 5 litros por minuto

Además de su función como bomba, el corazón también es un órgano secretor de


hormonas. En los humanos y otros mamíferos muchas de las células del musculo cardiaco
de la aurícula sintetiza y libera un péptido conocido como u factor natriuretico, (excreción
de sal) auricular o mas simplemente péptido cardiaco. Se han identificado receptores del
péptido cardiaco en los riñones, vasos sanguíneos, glándulas suprarrenales y cerebro.
A nivel del sistema venoso sistémico se almacena el 50 % del volumen total de
sangre por la capacidad de almacenamiento del árbol venoso. La sangre circula en el
sistema venoso por la acción de varios factores:

 La acción del bombeo cardíaco. Cuando el corazón se contrae (sístole) envía al


árbol circulatorio un volumen de sangre (volumen de eyección o sistólico) que
"empuja" por decirlo así a la sangre a circular y de esta manera entra sangre a las
aurículas.

 La bomba torácica. Normalmente la presión intratorácica es negativa, es


aproximadamente de - 4 mmHg y esto con la finalidad de mantener al parénquima
pulmonar distendido. Durante la inspiración esa negatividad aumenta y alcanza una
cifra cercana a - 6 mmHg; mientras que durante la espiración disminuye siendo de
-2 mmHg.

Esto tiene su importancia por la razón siguiente: cuando se inspira al hacerse la


presión intratorácica más negativa (-6 mmHg) las paredes de la aurícula derecha y las venas
cavas se distienden, disminuye la presión venosa y actúa como una succión y aumenta así la
circulación venosa, llenándose la aurícula derecha durante la inspiración. Durante la
espiración disminuye el llenado auricular.

 La bomba muscular. Especialmente importante en las venas de los miembros


inferiores. En estas venas hay la presencia de válvulas venosas, que tienen como
función fraccionar la columna sanguínea venosa y evitar que la sangre circule en
sentido contrario. Cuando la persona está de pie y al caminar, la contracción
muscular de la estructura muscular de los muslos y piernas comprimen a las venas e
impulsa a la sangre a seguir el camino hacia la aurícula derecha.

 La gravedad. Cuando una persona está de pie, por efecto de la gravedad, la sangre
venosa de la cabeza y el cuello está favorecida en su retorno, no así en la sangre de
los miembros inferiores.
Capilar sanguíneo
Un capilar es un tipo de vaso sanguíneo formado por la terminación de las ramas de las
arteriolas que pierden las células musculares lisas que rodean al tubo endotelial. Estos vasos
sanguíneos se ramifican y se anastomosan con muy pequeño o ningún cambio de su
diámetro formando extensas redes capilares.

Histología [editar]
La pared capilar está formada por una capa de células endoteliales extremadamente
aplanadas, una lámina basal y una pequeña red de fibras reticulares. Pueden asociarse a la
pared capilar algunas células mesenquimaticas indiferenciadas. En algunos puntos, las
células pericapilares se diferencian más y tienen unas prolongaciones ramificadas que se
extienden circularmente en torno al capilar. Estas células llamadas pericitos, se piensa que
puedan ser contráctiles. Las propias células endoteliales pueden contraerse después de un
estímulo mecánico y por eso parece innecesario atribuir variaciones del tamaño de la luz a
células especiales de la pared capilar.

El calibre de los capilares de las diferentes partes del cuerpo varía dentro de límites
relativamente estrechos, entre 8 y 12 micras, y permite el paso con dificultades de las
células sanguíneas. En los órganos que están en un estado de actividad funcional mínima,
muchos capilares están estrechados de tal modo que apenas circula sangre por ellos. De
ordinario, sólo el 25 por 100 del lecho capilar total del cuerpo está abierto, pero cuando
aumenta la actividad, los capilares se abren y se restaura el flujo para atender a las
necesidades locales de oxígeno y nutrientes.

En los cortes transversales de los capilares pequeños, una célula endotelial puede
extenderse alrededor de toda la luz. En los capilares mayores, la pared puede estar
constituida por parte de dos o tres células.

Se estima que la longitud total de todos los capilares del cuerpo humano es de unos 40.000
kilómetros.
Tipos de capilares [editar]
 Capilar Venoso: Encargado de llevar sangre desoxigenada hacia el corazón por
medio de las vénulas donde se encuentran las venas para que luego éste lo bombee a
las distintas partes del cuerpo.
 Capilar Arterial: Encargado de transportar la sangre oxigenada a los diferentes
tejidos y órganos.
Sin embargo, con la resolución que proporciona el microscopio de luz, los capilares de los
diferentes tejidos y órganos parecen muy semejantes, pero con el microscopio electrónico
han podido distinguirse sobre la base de las diferencias del endotelio al menos dos tipos
morfológicos distintos.

 Capilares continuos o de tipo muscular: En el músculo, el tejido nervioso y los


tejidos conjuntivos del cuerpo, el endotelio forma una capa delgada ininterrumpida
alrededor de toda la circunferencia del capilar.
 Capilares fenestrados o viscerales: En el páncreas, el tubo digestivo y las
glándulas endocrinas, el endotelio varía de grosor, y algunas regiones sumamente
delgadas están interrumpidas por fenestraciones circulares o poros de 80 a 100
nanometros, cerrados por un diafragma muy delgado que tienen un engrosamiento
central puntiforme. Cuando se les ve de frente en las micrografías de microscopio
electrónico de barrido o en preparaciones de criofractura, los poros aparecen
distribuidos de modo muy regular con una distancia de centro a centro de unos 130
nanometros. En estos capilares fenestrados, las áreas que muestran poros constituyen
sólo una pare de la pared del vaso siendo el resto parecido al endotelio de los capilares
de tipo muscular. Las proporciones relativas de áreas fenestradas y no fenestradas,
varían en los capilares de los distintos órganos. Entre los capilares fenestrados, los del
glomérulo renal parecen ser una excepción por el hecho de que los poros no están
cerrados por diafragmas, y su lámina basal es hasta tres veces más gruesa que la de los
otros capilares. El líquido atraviesa la pared a una velocidad cien veces mayor que en
los capilares del músculo, fenómeno que afecta directamente la presión arterial.

Fisiología de los capilares [editar]


Los tres mecanismos que regulan el intercambio de sustancias son: La función
principal de los capilares es el intercambio de sustancias entre la luz de los capilares y el
intersticio celular de los tejidos. Sólo el 5% de la sangre se encuentra en la circulación
capilar y con un volumen tan pequeño de sangre se asegura la función de intercambio de
sustancias. Estas sustancias son nutrientes, gases y productos finales del metabolismo
celular.

La función de intercambio varía según la estructura del endotelio, dependiendo de si es


continuo o fenestrado.

El intercambio de sustancias entre el interior de los capilares y el intersticio celular de los


tejidos se favorece por la sección máxima en los capilares con respecto a todo el sistema
circulatorio y la velocidad mínima de la sangre que los recorre.

El flujo de sangre de los capilares viene regulado por las arteriolas que presentan
musculatura en su pared, mediante vasoconstricción o vasodilatación.

 Sistema de transportadores celulares, que generalmente funcionan a consta de


energía metabólica, seleccionan qué sustancias se intercambian entre la luz del capilar y
el intersticio celular.
 Difusión: Basada en la diferencia en el gradiente de concentraciones que va del
medio más concentrado al menos concentrado. Los mecanismos de difusión funcionan
extremadamente bien con moléculas liposolubles ya que pueden atravesar las
membranas como por ejemplo el oxígeno y el anhídrido carbónico. Las moléculas más
hidrosolubles necesitan canales situados en las membranas y pasan a través de
mecanismos de difusión. Es muy importante el peso molecular de la sustancia para la
permeabilidad por lo que a más peso molecular, menos permeabilidad.
La composición del plasma y líquido intersticial es básicamente la misma. Se
diferencian en la cantidad de proteínas que es de unos 16 mEq/litro en el plasma y
sólo 2 mEq/litro en el líquido intersticial, porque las proteínas no atraviesan los
capilares. Cuando se renueva el líquido intersticial, se renueva el líquido en contacto
con la célula.
Cuanto más impermeable sea es el endotelio más transporte se produce y, cuanto
más permeable, más difusión.

 Filtración: Se refiere sobre todo al agua. Las fuerzas que participan en la


filtración depende de la Ecuación de Starling.
CIRCULACION CAPILAR

El territorio capilar es funcionalmente la parte más importante de la circulación ya que en él


se realiza el intercambio entre la sangre y el espacio intersticial. Como ya hemos
mencionado, la sangre entrega al líquido intersticial materias energía-productoras
(Glúcidos, lípidos y prótidos), sales, vitaminas, hormonas y O 2, que pasan luego a la célula.
La célula, a su vez, libera hacia el espacio intersticial y a través de éste a la sangre, los
productos de su metabolismo (CO2, hormonas, aminoácidos, ácido láctico, H2O, etc.).
Algunos de éstos actuarán sobre otras células (hormonas y otros). Los materiales
inutilizables para el organismo (CO2, urea) son transportados a los órganos de su
eliminación. Las arterias constituyen sólo un sistema de conducción que mediante un motor
(corazón) hace llegar la sangre y los materiales y gases en ella contenidos, al territorio
funcionalmente más importante, a los capilares. La función fundamental del sistema
cardiovascular es, por lo tanto, mantener un flujo sanguíneo capilar suficiente para asegurar
la función normal de las células.

La cantidad de sangre que los órganos reciben en un momento dado, varía de acuerdo con
su actividad. Así, por ejemplo, el número de capilares en un músculo en reposo aumenta 3 a
200 veces durante su contracción. En general, en un tejido u órgano en reposo la sangre
pasa (por estar relajados sus esfínteres precapilares) sólo por un 2% a 5% de sus capilares.
Se estima que normalmente sólo un 4% de la sangre total se encuentra en el territorio
capilar. En algunos casos patológicos, en que se produce relajación generalizada de las
arteriolas, metaarteriolas y esfínteres precapilares, la sangre fluye prácticamente en la
totalidad de los capilares. En estas condiciones, las venas pueden albergar una gran parte o
casi la totalidad de la sangre. La circulación capilar se hace, por consiguiente,
extremadamente lenta, disminuyendo considerablemente el retorno de la sangre al corazón,
y, consecuentemente, el volumen-minuto y la presión arterial. Se produce así, el estado
llamado shock circulatorio, que, si no es tratado oportunamente, puede provocar, en corto
plazo, la muerte. Normalmente la dilatación de las arteriolas, metaarteriolas y esfínteres
precapilares en un territorio, se acompaña de su contricción en otras áreas. Esto constituye
un importante mecanismo de compensación que asegura tanto una adecuada presión arterial
como la distribución de la sangre a los órganos y tejidos de acuerdo con sus necesidades.
El examen microscópico de la estructura vascular muestra que las fibras musculares que
rodean las arteriolas y metaarteriolas, terminan en la parte final de éstas, donde forman el
esfínter precapilar. La metaarteriola, como puede verse en la figura 5 I A, desemboca en el
capilar arteriovenoso, carente de fibras musculares y formado por una capa única de células
endoteliales. Los capilares arteriovenosos (AV) desembocan finalmente en las vénulas y
representan el camino más corto entre arteriolas y vénulas. Es importante hacer presente
que las arteriolas y metaarteriolas son capilares desde el punto de vista físico, pero no
funcionalmente. Sólo los capilares verdaderos pueden ser considerados tanto funcional
como físicamente como tales. Los capilares verdaderos se originan también de las
metaarteriolas y al anastomosarse entre sí, forman una red capilar. Su pared está formada
por una sola capa de células endoteliales. Se distingue en ellos una porción arterial
proximal a la metaarteriola y una porción venosa que se continúa con la vénula
correspondiente.

El diámetro de las arteriolas puede modificarse ampliamente por contracción y relajación


de su musculatura. La sangre fluye a través de las arteriolas impulsada por la gradiente de
presión producida por el trabajo cardiaco. Pero en los capilares, el flujo está muy
condicionado por la actividad de los esfínteres precapilares. La contracción de estos
esfínteres puede excluir transitoriamente de la circulación extensos territorios capilares, a
pesar de que las arteriolas correspondientes estén abiertas. La relajación de los esfínteres, a
su vez, facilita el flujo de sangre hacia el territorio capilar.

Como ya hemos explicado la longitud de un capilar no sobrepasa 0.5 mm. Su diámetro


oscila entre 5 a 20 micrones, de manera que los eritrocitos, cuyo diámetro promedio es de 8
micrones, pasan estrechamente por ellos. El territorio capilar abarca alrededor de 6000 m 2,
lo que significa que cada mililitro de sangre se distribuye por una superficie extensa. Esto
favorece el intercambio de sustancias y gases entre la sangre y el líquido intersticial.

De acuerdo con mediciones directas, la presión en la parte arterial del capilar oscila entre
20 y 48 mm de Hg y en su parte venosa entre 6 y 18 mm de Hg. Esta diferencia de presión
entre capilar arterial y venoso es de gran importancia, ya que es la causante del intercambio
de líquido entre sangre capilar y liquido intersticial. De acuerdo con la hipótesis de Starling,
en la porción arterial del capilar se filtra cierto volumen de líquido hacia el espacio
intersticial, volumen que retorna a la sangre en la parte venosa del capilar. El volumen
filtrado depende de la diferencia entre presión hidrostática intracapilar (Z) y la que
prevalece en el espacio intersticial (P¡). La presión oncótica del plasma, es decir, la fuerza
con que las proteínas plasmáticas atraen el agua, es de dirección opuesta, es decir, tiende a
impedir que el agua pase al espacio intersticial. La presión oncótica del plasma (KP) es
mayor que la del liquido intersticial (K.).

La presión de filtración efectiva (P1) puede, por consiguiente, representarse por la siguiente
ecuación:

P f = (Pc - Pi) - (Ka – Ki).

El paso de líquido desde los capilares al espacio intersticial es un proceso de ultrafiltración,


o sea, la pared capilar es impermeable para las proteínas, pero permite el paso de H 2O y
moléculas pequeñas. En resumen: la presión hidrostática intracapilar es una fuerza de
filtración, que trata de expulsar líquido hacia el espacio intersticial. La presión oncótica no
sólo se opone a la salida de líquido, sino trata de hacerlo volver a los capilares.

En la parte arterial del capilar predomina la presión hidrostática, que expulsa líquido libre
de proteínas hacia el intersticio. La presión hidrostática disminuye progresivamente hacia el
capilar venoso debido a la salida de líquido; al mismo tiempo se hace mayor la
concentración de las proteínas de la sangre capilar y aumenta, por lo tanto, la presión
oncótica. A causa de estos cambios en el capilar venoso predomina la presión oncótica y se
produce la reabsorción de líquido desde el espacio intersticial hacia la sangre.

La presión hidrostática en la porción arterial del capilar es de unos 30 mm de Hg y la


presión oncótica de unos 20 mm de Hg, de modo que la presión de filtración es de 10 mm
de Hg. La presión hidrostática en el capilar venoso es de unos 12 mm de Hg, la oncótica de
aproximadamente 22 mm de Hg y la presión de reabsorción efectiva es, por lo tanto, de 10
mm de Hg aproximadamente.

La hipótesis de Starling ha sufrido ciertas modificaciones al demostrarse que la membrana


capilar no es completamente impermeable para las proteínas plasmáticas.

Hay que hacer notar, sin embargo, que ni la calidad ni la cantidad de las proteínas en el
líquido intersticial son iguales a las del plasma. Su concentración intersticial es inferior a la
plasmática, debido al mayor volumen del espacio intersticial. Es así como el líquido
intersticial carece, por ejemplo, de fibrinógeno (por lo tanto no se coagula), el cual por su
gran tamaño molecular no puede atravesar la membrana capilar.

La salida de líquido de los capilares varía de acuerdo con el órgano y con el tamaño de los
poros de la pared capilar.

Los mecanismos que regulan la circulación capilar son en realidad poco conocidos y están
relacionados íntimamente con la estructura capilar. Esta, a su vez, varía de un órgano a
otro. En algunos órganos es imposible diferenciar los capilares arteriales de los capilares
venosos.

Es innegable que los capilares poseen inervación, cuyo significado funcional, sin embargo,
se desconoce. Se acepta actualmente, como ya hemos mencionado, que el flujo de sangre
en los capilares verdaderos está regulado por la musculatura circular de las arteriolas, meta-
arteriolas y esfínteres precapilares. Esta musculatura se encuentra normalmente en un
estado de contracción permanente submáxima (tono vascular). Su relajación incrementa el
flujo en tanto que el aumento del tono reduce el flujo y puede llegar a detenerlo. El número
de capilares de un órgano por los cuales circula sangre en un momento dado es
directamente proporcional a su actividad. Este fenómeno se debe a que diversos productos
del metabolismo celular tienen una potente acción dilatadora de las arteriolas,
metaarteriolas y esfínteres precapilares. El tono vascular disminuye también en la hipoxia.

Cuando los esfínteres precapilares están cerrados, la sangre pasa directamente de la


arteriola a la vénula respectiva, a través de las anastomosis arteriovenosas (Fig. 5 1A, Av). En
muchos territorios existe, además, a través de la metarteriola, comunicación directa entre la
arteriola y la vénula correspondiente, que permite el paso directo de la sangre de la arteriola
a la vénula. Se produce así un cortocircuito entre la circulación arterial y venosa. Esto juega
un papel importante en la conservación de la constancia de la temperatura corporal (ver
Termorregulación).

Circulacion venosa

Son de diámetro considerable, muy elásticas, con una elevada capacidad de dilatarse para
almacenar sangre en su interior. La presión de la sangre en esos vasos es muy baja. La
velocidad de la sangre es alta, no tanto como en las arterias, pero sí más que en las
arteriolas, ya que la velocidad de la sangre dependerá de la sección del vaso. Los
organismos han desarrollado adaptaciones para solucionar el problema de la baja presión en
las venas. Muchos han desarrollado un sistema de válvulas venosas en venas ascendentes,
situadas por debajo del corazón, de manera que si se produce un descenso de la presión, la
sangre no descienda de nuevo por las venas. Otro mecanismo existente consiste en bombas
musculares, de manera que los músculos situados en las extremidades, al realizar su
función normal hacen que la sangre ascienda.
Al envejecer, los vasos se dilatan y las válvulas no cierran tan bien como antes. Si ha sido
un ritmo de vida sedentario, se ha acumulado presión, puede provocar que la presión
ascienda mucho. Esto provocará que la presión de filtración aumente mucho, lo que
provocará que se acumule líquido en las extremidades, lo que podrá provocar edemas, que
se produce por un sistema de retroalimentación positiva.
Mediante los procesos de inspiración y espiración, el diafragma actúa ayudando a la sangre
a ascender hacia el corazón.

Venas

A diferencia de las arterias, las venas permiten el retorno de la sangre al corazón. Su estructura, por lo
tanto, se diferencia enormemente. Sus paredes son delgadas y lacias; suelen correr de manera paralela
a las arterias, beneficiándose de sus movimientos (contracciones y dilataciones).

Las venas superan en cantidad a las arterias, ya que por ellas circula cerca del 70% del volumen total
de la sangre. Su diámetro puede alcanzar hasta un centímetro y cada una posee una válvula interior, la
cual no es más que una expansión del mismo tejido de la pared venosa, que tiene como importante
misión evitar que la sangre "se devuelva" hacia algunas zonas por efecto de la gravedad.

La sangre que fluye por las venas posee un color diferente a la que transita por las arterias. Mientras
que las arterias impulsan una sangre rica en oxihemoglobina que le otorga un color rojo intenso, las
venas trasladan elementos de desecho y dióxido de carbono, por lo que el fluido sanguíneo de estos
conductos adquiere un color rojo azulado oscuro. Por ello, si miramos las venas superficiales que están
en nuestros brazos, notaremos un color azulado en vez de rojizo.

Al igual que las arterias, las venas disminuyen de tamaño en su recorrido y se transforman en vénulas.
Estos diminutos conductos son los encargados de recoger la sangre proveniente de la red capilar hacia
las venas mayores.

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